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AÑO IX .-N . 2 .

Publicación mensual.

F EBR ER O de 1894.

BOLETIN SALESIANO
Uuien re c ib ie re á un n in o en m i
nombre^ á m i m e recibe.
(M a TH. X V III.)

Os recom iendo la n iñ e z y la ju ­
ventud ; c u ltiv a d con gran d e es­
mero su educación c ristia n a ; y
proporcionadle lib ro s q.ue le en­
señen á hu ir d e l v ic io y á prac­
ticar la virtud.
(P ío IX .)
Redoblad vuestras fuerzas k fin
de apartar & la n iñ ez y ju v e n ­
tud de la corrupción é incredu ­
lidad y p rep arar asi una nueva
generación.

{L eón X III.)

Debem os ayu dar á. nuestros h er­
m anos á fin de cooperar á la
difusión de la verdad.

(Ui S. .Iiwx, 8.)
A tie n d e á la buena lectu ra, k la
exh orta ción y

ñ la enseñanza.
(1 T i m o t i i . IV, 18.)

E n tr e la s cosas divin as, lam ñ s su­
blim e, es la de cooperar con D ios
á la salvación de las almas.
(S. D i o n i s i o .)
E l am or a l p rójim o, es uno de
los m a yores y m&s ex celen tes
dones que la d iv in a bondad
puede conceder k los hom bres.
(E l Doct. S. F r a n c . do Sales)

D IRECCION en el Oratorio Salesiano — Calle de Cottolengo N. 32, T U R IN (Italia) )$■§)•

S u m ario.
£1 episcopado piamoutés y los libios de ensefiauza
salesiauos.
Exhortación encarecida.
Motiülas do nuestras misiones. Brasil, Matto Grosso.
Estado de S. Pablo.
üaeva e^ ed ició u Salesiaua.
España. Sarriá-Baroeloua. Obra de Don Bosco.
Ecuador. Talleres del Sagrado Corazón.
Patagouia: Trabajos al sur de los Audes.
Miaiouea Salesianas en el CUubut (Patagouia Central).
El Obispo de Auoud y las Misiones do la Tierra del
Fuego.
drncias de María Auxiliadora.
Eos primeros hijos de Don Bosco.
flistoria del OiaCório de S. Francisco de Salea.

EL EPISCOPADO PIÁMONTÉS
Y LOS LIBROS DE ENSEÑANZA SALESIANOS

Seguros estamos de que si viviera toda­
vía nuestro venerado Padre Don Bosco, se
alegraría muy de corazón al leer las. alen­
tadoras palabras con que en una reunión
solemne los diocesanos del Piamonte lian
recomendado á los fieles los libros de
♦enseñanza publicados por los Salesiaiios.
Saben nuestros lectores que al establerer tipografías eii los talleres salesiaiios,
Uüo de los más vivos intereses de Don

Bosco era el de curar la llaga roedora
do las escuelas; y á la manera que por
medio de la preusa consiguió en su
tiempo Sau Francisco de Sales contra­
rrestar la obra perniciosa de los herejes,
])roponíase con ediciones revisadas cui­
dadosamente y econóinica.s atender á las
necesidades de la enseñanza en nuestros
tiempos.
Bien recordamos cómo atiuel siervo de
Dios al afrontar pacientemente toda
suerte de dificultades, sin más mira que
la gloria de Dios y el bien de la ju ­
ventud, presagiaba la victoria.
Los trabajos emi>rendidos por él sobre
esta materia desde el año 1808, y que
continuó siu de.sfallecer hasta su muerte,
ocurrida en 1888, no tardaron eu recibir
generales aplausos. T para gloria suya
copiamos aquí el pasaje siguiente de la
circular de 14 de junio de 1893 enviada
á sus fieles por los obisx)os de la suso­
dicha provincia.
€ E l venerable D on Juan Bosco, gran
conocedor de las necesidades de los
tiempos que alcanzamos y de los i)Cligros que curre la juventud, hizo i)iibli
car una colección de clásicos nacionale.'’
y latinos, revisados con singular acierto.



18

de modo que los escolares pudieran gustar
do la literatura clásica sin daño alguno,
ó informarse en el espíritu de piedad
cristiana do los Santos Padres.
L a Ooiigregación Salesiana continúa
fielmente la obra de su fundador Don
Bosco, y ])rovce á los seminarios y co­
legios libros de texto á muy módico
Xn'ccio. »



Con este objeto se han fundado ya
muchos Oratorios festivos, asilos y cole­
gios; y adoctrinar á los niños en el
catecismo era una de las recomendaciones
que D on Bosco hacía con frecuencia no
sólo á los individuos de su Instituto sino
á todos sus amigos y favorecedores. La
obra es digna del apoyo de todos los
buenos.
lia d a más sencillo que la orgazización
de una escuela dominical. IS'o se requiere
l)ara ello gran talento ni gran capital.
Un local con modesto oratorio y salas
correspondientes al número de niños, con
nn i)atio es})acioso, un crucifijo y una
imagen de M aría para santificarlo; al­
Tomamos de la misma circular citada gunas ostampitas para recom])eusar la
los párrafos en que se habla de la ense­ asistencia, son los elementos de su sér.
Tres personas de buena voluntad bastan
ñanza del Catecismo.
« Importantísima os la enseñanza de ])ara cincuenta alumnos.
Los niños acuden gustosos si se les trata
la doctrina cristiana, y hoy en día es
menester redoblar los esfuerzos para que con bondad, si se les entretiene con jue­
no carezca de ella la juventud sobre todo. gos honestos, si se les acaricia. Amení­
Los niños descubren la malicia del pe­ cese la instrucción con diálogos, con na­
cado antes do conocer á Dios y la virtud. rraciones interesantes y comentarios opor­
El ambiento en que viven es general­ tunos. L a niñez ama las historias. i Queréis
mente m alsano; y, sin que lo adviertan ])ouer atenta una porción de revoltosos
siquiera, crecen en cierto espíritu de in­ que andan riñendo entre s í , ó jugue­
diferencia cuando no en el de hostilidad teando, ó paseando por acá y allá sus
abierta contra la religión. Es por tanto ojuelos traviesos! ¿Queréis que os amen,
necesario procxirar que el catecismo pe­ os escuchen y os devoren con su mirada?
netre en las familias y llegue á ser la Pues contad, referid con todos sus por­
guía segura de los j>equenos y de los menores un caso, la vida de un santo,
nn ejemplo. H aced que la máxima ó
grandes.
Kecomendamos encarecidamente á to­ coineutario brote espontáneamente del
dos los párrocos que nada omitan de suceso referido, y n a temáis se les olvide
cuanto pueda convenir á obtener esto jamás. Vuestros discípulos luillaráu corla
resultado; que multipliquen las instruc­ la h o r a , llegarán á pediros que conti­
ciones de catecismo y distribuyan libros nuéis, y si cu aquellos momentos sabéis
á proi)ósito para el conocimiento do la dejar como en suspenso su curiosidad,
religió n ; que se establezcan Oratorios tenéis asegurada la atención para la
festivos, donde con x»iadosa industria se ]»róxima conferencia. N o dejéis de rezar,
reúna á la juventud y se le proporcione y de hacerlo con fe y piedad al principio
cristiana educación; que alieuton á los y lili de vuestra hora de clase. Dad
laicos á unir sus esfuerzos á los del siemx>ro, aunque sea poco; y estad seguros
propio párroco en esta santa enseñanza. de que Dios os pagará con abundantes
Incalculables fxieron las ventajas al­ consuelos el sacrificio que le haréis de
canzadas por San Carlos Borroineo, me­ vuestra comodidad, y los niños os lo
diante los Oratorios festivos, y no son pagarán con mil muestras de agradecimonos de admirar las que ahora mismo miento.
Las escuelas dominicales dirigidas con
se obtienen con ellos. »
Extendemos por nuestra parte esta celo y laboriosidad, siu vana ostentación,
importante recomendación á todos nues­ procurando sólo que los niños que se
tros Cooperadores, ya que, como es no­ reúnen salgan i>erfectamcute instruidos;
armonizando la enseñanza de la religión
torio, el fin principal de la Obra de Don
Bovsco es precisamente dar conveniente con la ])ráctica de e lla , es decir, indu­
instrucción religiosa á la juventud, y en ciendo á los niños al uso de frecuentes
particular á la más pobre y abandonada. confesiones y comuniones y d la asis-

Exhortación encarecida

— 19 —
teucia á los actos del culto; iusxuriiiuloles
el liori’or á lo malo; la escuelas domini­
cales así dirigidas y profusamente exten­
didas en los grandes centros de pobla­
ción transforman poco á poco á pueblos
enteros y labran la felicidad de los in­
dividuos y de la sociedad. Esto lo vemos
coníii’mado por la experiencia muchas
veces repetida.
Los frutos abundantes y lozanos que
producen estos Oratorios festivos mani­
fiestan una vez más que la enseñanza
del Catecismo es la obra por excelencia
á que debe dedicarse el cristiano.

y los valles del Toncantinoy del A r a r a ;
al norte los vastísimos del M adeira, Solimoes y Amazonas : al oeste y al sur
los territorios salvajes del Ecuador, Peni,
Bolivia y Paraguay. ¿ Quién puede contar
la multitud de infelices que en aquellas
espesuras viven ni más ni menos que las
fieras 1
Pues bien, para emprender esta difícil
é importante expedición, sólo espero los
auxiliares que V . B. me lia prometido.
Quiero iniciarla eii el mes consagrado á
M aría Auxiliadora x>!U'a asegurar á tan
peligrosa obra> la protección de la V irgen
bendita (pie conculoó la cabeza del dra­
gón infernal. Sin tal protección no se
]) 0 (h‘ía dar ni un i>aso. Conviene, pues,
iin])lorarhi en el mes en (pie tantas
siíiilicas se hacen á la ISÍadre de Dios en
el mundo entero, y recomendarlo esta
empresa sobro todo en el Santuario de
Tiirín
tan ñivorecido jior ella con todo
B R A S I L
género de gracias.
M e he puesto y a de acuerdo con el
O V E .A .TX O 0 - E . 0 S S 0 ,
gobernador de a<iuel territorio y con el
limo. Sr. Obispo D . Carlos Amour, el
Carta del limo. Sr. Don lu is lasagu a
cual no tiene en la ciudad metropolitana
á Don Miguel líua.
mas de quince sacerdotes, que ni siquiera
Butucatií, 9 de Setiembre do 1893.
le bastan para atender las necesidades
espirituales de la gente civilizada.
M u y q u e r id o P a d r e :
Tiempo hace que nos espera con an­
Después de largo viíije, do infinitas siedad; muchas cartas me ha escrito,
idas y vueltas por mar y por tierra, me muchas instancias me ha hecho para
hallo finalmente en Butucatú. Creía que que dé comienzo cuanto antes á la pre­
este debía ser el campo más importante dicación del Evangelio en dichos lugares.
de nuestras fatigas apostólicas en ser­
Partiremo.«?, pues, llenos do valor y de
vicio de los salvajes; jjero veo ahora que confianza en Dios, de cuya bondad espe­
no puede ser más que un lugar de ejer­ ramos sea servido dar a la Iglesia de
cicios y, por decirlo así, de santas esca­ Cristo la conquista de nuevos países y
ramuzas.
regocijarla con glorias semejantes á las
E l campo de mayor trabajo y de que consiguieron los intrépidos misioneros
grandes asaltos contra el mortal enemigo de la Compañía do Jesús.
del género humano está muy lejos de
Pero liara alcanzar el resullado que
aquí, mucho más al interior, al fondo do de.seanio.s son ante t-odo necesarios santos
las interminables llorestas vírgenes.
y robustos sacerdotes (jue resistan á los
P ara llegar más pronto, será menester sacrificios de toda suerte que han de
desandar el camino hecho, volver á Mon­ padecer entre hombres rudos, en un clima
tevideo, ir aguas arriba del río P aran á, de fuego y con un nuevo género de ali­
entrar en el Paraguay y establecer nues­ mentos.
tro centro de operaciones en Matto
Su trato constante será con gente em­
Grosso.
brutecida con la embriaguez, sanguinaria,
A qu el es sin duda alguna el punto sin la menor cultura y medio desnuda.
más á propósito para la eficaz acción del N o valen allí la mucha ciencia y elo­
Diisionero; el centro, el corazón de la cuencia sino la caridad ardiente, la pa­
vida salvaje de numerosas ordas indí­ ciencia heroica, el trabajo sin de.sfallecigenas. D e cualquier parte que uno se m iento; que los frutos no han de verse
vuelva se halla allí .con crecidas tribus antes de^ algunos anos de penosa labor.
de bárbaros: al este regiones inesploradas
Adem ás será menester cavar la tierra

líOTIClÁS DE NUESTRAS MISIONES



20

y cultivarla á la manera que lo hacen
los hijos (le San Bruno. Necesitaremos,
jíor tanto, buenos coadjutores laicos que
nos acompañen y que compartan con
nosotros el trabajo.
Bien se sabe que los salvajes son de­
sidiosos ó inclinados á la ociosidad. Todos
sus (Ejercicios so reducen á la caza y á
la guerra; cuahiuiera otra ocupación iuchrsivo la de transportar grandes pesos co­
rresponde á las m ujeres, cuya infeliz
condición es la de esclava y bestia de
(jarga.
N o hay allí praderías para ganados ó
rebaños; todo es un boscpie inmenso, di­
latadísimo do árboles seculares y gigan­
tescos. Es tan fuerte el sol, la tierra tan
feraz y la lluvia tan copiosa que las
plantas crecen á ojos vistas, de modo
que en pocos días cubren el terreno que
so ha tenido cuidado de limpiar. Para
hacer un .sembrado cualípiiera es por con­
siguiente necesario quemar los árboles,
cavar la tierra y limpiarla con frecuencia.
B e aquí se puede conjeturar cuán difícil
es mantener algunas vacas y ovejas, y
cuan indispensable la presencia de coadju­
tores seglares que se pongan con buen
ánimo y constancia al trabajo á fin de en­
señar á los salvajes y proveer de ali­
mento á la inisióu.
Estas regiones tropicales no se prestan
al cultivo del trigo, y es preciso suplir
la harina del grano con la de mandioca.
Pueden conseguirse tres y cuatro co­
sechas anuales de maíz y de habichuelas.
Tambióu se desaiTollan extraordinaria­
mente las lechugas, coles, rábanos y el
arroz aun sin riego artiíicial, por ser
tan abundantes las aguas del cielo.
Y a que de algún tiempo acá es cos­
tumbre de los Salcsianos dar confe­
rencias en las ciudades y aldeas, sería
do desear que los conferencistas trataran
de cuanto puede hacerse eu favor de
estas importantes misiones. N o faltarán
quizá piadosos aldeanos que animados
del esjííritu do Dios se muevan á venir
á acom{>añar á los misioneros y á con­
tribuir i)odorosamente á plantar acá la
cruz redentora y alumbrar con la luz de
la fe esta tierra (iescubierta por el inmortal
Colón.
Estoy perenadido, mi querido P a d ie ,
do que' sin el auxilio de buenos cate­
quistas y coadjutores las misiones del
Brasil y 'P arag u a y no podrán dar mayor
fru to ; v por esto le ruego con todo en­



carecimiento que provea del personal ne­
cesario á esta empresa tan cara al co­
razón de V . R.
E n las colinas de Butucatú, no hace
mucho recorridas por ordas de salvajes,
se ostentan hoy grandes establecimientos
y plantaciones de café. E l suelo es fér­
tilísimo, y por esto, sin atender á la dis­
tancia, acude multitud de gente, entre la
cual se encuentran no menos de diez mil
italianos.
H e predicado varias veces con gran
contento mío y de los fieles, quienes lle­
nos de gratitud me han nombrado Pre­
sidente Honorario de la Sociedad de So­
corros Mutuos.
El i)áiToco, á cuyo cuidado está con­
fiada una vasta parroquia, es italiano y
excelente Cooperador Salesiano, el Sr. Don
Pascual Eerrari, el cual como sea muy
apreciado é influyente, reunió á los sujetos
priucii>ales y los animó á la fundación de
un Colegio Salesiano en estos lugares.
D e aquí podrán ir los Misioneros á la
región ocupada por los salvajes, á unos
ochenta ó cien kilómetros de distancia, y
acercarse poco á poco más á ellos.
Basta por ahora. Sírvase V . E. dar mis
agradecimientos muy cordiales á los bue­
nos Cooperadores que favorecen esta M i­
sión. Ruego á Dios con toda la efusión de
mi alma que los colme de bendiciones, que
les dé cuanta felicidad es posible en esta
vida y la eterna en la patria celestial.
Sea servido V . E. de recordamos á
todos estos sus hijos ante el altar de
M aría Auxiliadora, y disponga de

Su afmo. hijo en J.
^

L

u i s

L

a s a g n a

Obispo de Trípoli.

Estado de San Pablo.
Araracuara, lo ds Octubre de 1893.
R

evm o

. Sr . D

on

E

üa

:

L e escribo de Araracuara, ciudad dis­
tante uno -100 kilómetros de San Pablo.
V en go recorriendo estos lugares á causa
principalmente ya de la escasez de re­
cursos de nuestra casa de San P ablo ,
donde se da albergue y educación á
tantos niños pobres, ya de los trabajos
de la iglesia que se edifica eu honor del
Sagrado Corazón de Jesús.
M e detuve quince días en San Carlos
de Pinhal, y después he venido á pasar
otros tantos días en ésta con el propó-

'A



sito de llegar más tarde á Jabolicabal y
otros puntos. íí’o obstante que, á causa
de la revolución, el tiempo no sea favo­
rable para mi asunto, casi todos me dan
algo en atención al interés que tienen
por la obra. Se palpa en verdad que el
pueblo brasileño es grandemente gene­
roso y caritativo. Es á las veces conmo­
vedor ver á pobres aldeanos^ contribuir
gustosos con su ó b o lo ; ver á pobres mucbaclios, á negritos que vienen á mí
llenos cíe alegría con alguna moneda
para la iglesia del Sagrado Corazón.
E n todas partes me acogen con suma
bondad, y mis principales bienhecbores
son los párrocos, advertidos con cartas
de recomendación que para ellos me lia
dado el Dmo Sr. Obispo.
M i escursióu es también ventajosa á
mucha gente que en estos lugares apenas
tiene ocasión alguna de ver sac(rióte.
H ay puntos donde pasan años enteros
sin divisarle. D e modo que cuando le
tienen junto á sí no caben de alegría, y
no pierden la oportunidad de eschuchar
la palabra de Dios y alentarse en el
cumplimiento de sus deberes. Muchos son
los italianos que que no saben el portu­
gués y que ocupados en sus trabajos no
pueden sin gran dificultad instruir á sus
hijos, que no tienen de cristianos más
que el bautismo.
E n San Carlos de Pinhal fui á celebrar
misa en una aldea que tiene como 1500
colonos italianos: administró varios bau­
tismos , confesé á muchos y preparé al­
gunos niños á la primera comunión. Se
sentían tan contentos que no querían
dejarme partir.
A q u í puede decirse con harta razón
que la mies es abundante y muy escasos
los obreros.
Cuando con la imaginación me interno
en las florestas sin fin de los iudigenas,
no puedo menos de exclam ar; j Pobres
indios! Pero cuando veo á estos pobres
colonos á los cuales no falta la fe , y
anhelan tener un sacerdote que ejerza
las funciones propias de su ministerio,
sin que les sea dado conseguirlo, también
exclamó: ¡ Pobres colonos!
Dios se compadezca de la suerte de
ellos y envíe obreros á esta viña.
Sírvase V . E. encomendarnos á Alaría
Auxiliadora en sus oraciones y bendecir
á su

Afmo. hijo en J.
A

l e j íx d e o

F

ia

,

Sac. Sal.

21



NUEVA EXPEDICION SALESIANA
E l 30 de noviembre, á las 3 1\2 de la
tarde, verificóse en la Iglesia de María A u ­
xiliadora en Tiiríu una función conmovedora
en extrem o: la ceremonia establecida pura
el adiós de los Misioneros salesinnos. Esta
vez eran sesenta, entre religiosos ó Hijas do
María Auxiliadora, los que so disponían allí
á. recibir las bendiciones de nuestro Supe­
rior, del Rovmo. Sr. Arzobispo y do Jesús
Sacramentado.
i A dónde vau t ¿Qué motivos han indu­
cido al sucesor de Don Bosco á disponer
taimuia expe<lición í
Don lina mi.smo lo ha dicho en una re­
ciente chciilar enviada á imestros Coopera­
dores. Como el tiempo era estrecho para ha­
cerla llegar á manos de todos ellos, quizá
muy pocos la recibieron; pero aunque no
sea hoy menester implorar la caridad para
los preparativos de la Misión, lo es para el
mantenimiento de la misma. H é aquí lo más
importante:
Cada día se advierte más y más la nece­
sidad de Misioneros. Varias Ordenes reli­
giosas que enviaban en otro tiempo crecido
número de obreros evangélicos á las misio­
nes, ahora, ya por los contratiempos sufri­
dos, ya por la triste condición de ios tiempos,
apenas pueden mantener las Prefecturas y
Vicarías Apostólicas confiadas á sus cuida­
dos y pensar en fundar nuevas Misiones.
D e aquí que de todas partes se ocurre con
vivas iusbuicias á los Salesianos á fin do
que nuestros misioneros vayan á trabajar,
ora en la conversión de tribus y pueblos
que viven en las tinieblas del error, ora en
preservar á países y ciudades de caer en la
heregía ó tornar á la barbarie.
E l Heñor, en su bondad, nos manda á la
vez jóvenes llenos de vida y de buen espí­
ritu dispuestos á los sac.rificios que tales
Misiones exigen. Mas muchos son los gastos
que ocurren no sólo en educarlos, sino tam­
bién en cuanto es nienesíor para emprender
tan largos viajes y hacer fructuoso su trabajo
entre los salvajes. Antes que un joven lle ­
gue á ser Misionero debe recibir j)or varios
afios educación é instrucción, alimento y
ab rigo; no pocos, imsaílos algunos afios, so
desalientan y desisten de su intento ante las
dificultades; bien que mucho haya costado
su educación. Luego los viajes demandan
suma.s creci<lísiinas, como que son menester
no menos de lOiH) pesetas por persona; y
a.sí en las grandes expediciones, frecuentes
entre nosotros, se requieren más de 50,000
pesetas.
Ahora precisamente se prepara una expe­
dición numerosa y extraordinaria; misione­
ros para América del Xurte y del Sud, para

Asia y A fr ic a , y Hermanas de María A u ­
xiliadora que son en todas partes auxiliares
poderosas y casi indispensables para educar
íi las niñas del pueblo, á la manera que los
Misioneros á los niños...
Teniendo nosotros en vista tan grandes
necesidades, no hemos vacilado en organizar
dicha expedición, escoger los Misioneros
para cada punto, preparar el equipaje, etc.
Poro ¿cómo prepararlo todo sin tener los
medios necesarios f — La Providencia es
grande, y coníiainos en su asistencia. La
necesidad de las Misiones es palmaria, ur­
gente y extraordinaria. ¿Oómo aplazar una
obra tan grata 4 Dios y provechosa á los
hombres? No, la expedición so ha dispuesto
como si nada faltara; y nada faltaró. Cuando
la salud (le multitud de almas reclaman me­
didas semejantes, Don Bosco no se arre­
draba, y nosotros seguimos haciendo lo que
hacía 61. Conformándonos á su ejemplo, la
divina Providencia no ha dejado jamás de
favorecernos} y de aquí que poniéndonos
como siempre en sus manos alentamos la
confianza do que no tardará en escucharnos.
iP e ro de quien so querrá servir la P rovi­
dencia divina para ayudarnos? — Do vos­
otros , jnuy amados Cooperadores; porque
E lla quiere haceros participantes (le todos
los móritos de los Misioneros, daros un pre­
mio como el que reserva á los Misioneros
miamos, y á esto fin quiere vuestra coope­
ración oücáz. Vuestra caridad que nunca
hastji ahora ha dejado de sostenernos, no
nos abandonará ciertamente cuando se trata
como ahora de ir á salvar millares de almas.
No es, sin duda, á vosotros á quienes dirá
el Señor en el día fin a l: Tuve hambre, y no
me disteis de comer; tuve sed y no me dis­
teis de beber; estaba desnudo, y no me ves­
tísteis, era ignorante y no me enseñasteis.
¡O h ]ioI Porque todas esas obras do caridad
las hacéis con los niños, y con los salvajes,
é infieles entre quienes trabajan los Misio­
neros Salesianos.
No es posible ver sin conmoverse á sin­
número de niños que en los países bárbaros
se arrastran por el oamino de la perdición,
ver multitud do gente digna do lástima por­
que los falta la palabra de D io s , les falta
un sacerdote que los consuele con las d ivi­
nas (‘useñauzas y regenero con los santos
Sacrameuti>s. En circunstancias menos im­
portantes que las presentes hemos visto
hasta ilóndü llega el heroísmo do nuestros
caritativos Cooperadores ; hemos visto pobres
criadas ofrecer gustosas una parte de su sa­
lario para las obras salesiaiias; modestos
obreros concurrir con la décima parte y hasta
con la juitad do sus bienes; ricos señores
abrir generosamente sus arcas; ilustres da­
mas desprenderse, por amor do Dios, de sus
jo y a s ; hemos visto quiénes sacrificaban un
VU\je de recreo, una diversión, el valor de
un vestido por socorr(ir á los Misioneros;

L

quiénes dieron sus trajes de seda para que
convertidos en paramentos sagrados sirvie­
ran al culto del Señor, j A h cuán industriosa,
noble y santa es la caridad! N o faltarán
ahóra rasgos semejantes de heroísmo. Seguro
estoy de que Dios moverá vuestros corazo­
nes; porque los Salesianos nada pueden hacer
sin vosotros, nada los Misioneros, y la expedi­
ción proyectada habría de dejarse de mano.
Venid, pues, en nuestra ayuda, y sed los
instrumentos de la divina Providencia, que,
en vez de empobrecer, se acrecentarán vues­
tros bienes haciendo limosna para las Mi­
siones. Recordad estas palabras ques os dejó
escritas como en testamento Don Bosco:
« Y o mismo, y conmigo todos los Sale­
sianos, somos testigos de que muchos Bien­
hechores nuestros, hallándose antes reduci­
dos sus bienes do fortuna, favorecidos por
el Señor, los han visto acrecentarse gradual­
mente desde el momento en que comenzaron
á ser generosos con nuestros huerfanitos.
P or este motivo, y amaestrados por la ex­
periencia, no pocos me han repetiíio estas ú
otras semejantes palabras : Cuando hago ca­
ridad á sus pobres, no me dé usted las gra­
cias; antes bien yo debo dárselas á usted
que me la pide. Desde que he comenzado á
socorrer á sus huérfanos, mis posesiones se
han duplicado. E l Señor Comendador Don
Antonio C otta, al traerme frecuentemente
sus limosnas, me decía: Cuánto más dinero
invierto en sus obras, tanto más prosperan
mis negocios. Y o veo de un modo mani­
fiesto que el Señor me recompensa, aun en
la vida presente, con el céntuplo de todo lo
que doy por amor á Di. Insigne bienhechor
nuestro, á la edad de 7C años, Dios le llamó
al cielo para gozar eternamente del fruto do
su beneficencia. »
1. E l año pasado, con la gracia de Dios,
se abrió una casa en M éjico; pero siendo
demasiado pequeña, algunos Cooperadores
dé aquel país proporcionaron, un vasto te­
rreno y comenzóse á edificar una fábrica
(por el líüvdo. P . A n gel Piccono), que una
voz concluida podrá contener 50Ü niños.
Ahora se establecerán allí varios talleres, y
en este año los alumnos internos llegarán á
unos 250 ; si se cuentan los externos y los
del oratorio festivo será menester duplicar
el personal docente y el de maestros de
artes.
2. Mons. Lasagna, que como se ha di­
cho en ol Boletín, fué acogido con gran en­
tusiasmo en Uruguay y eu el B ra sil, ha
dado tanto impulso á aquellas misiones que
es menester mandarle buen número de mi­
sioneros , sobre todo para las misiones del
estado de Matto Grosso, la parte quizá más
necesitada del Brasil. Como sea preciso sos­
tener tales misiones y allá no se encuentre
ni el personal, ni los medios pecuniarios que
ellas requieren debemos ayudarlas desde acá.

m

3.
Con la gran crisis económica y
guerra intestina de la liepública Argentina
ha aumentado allí el número de niños aban­
donados, ba sido necesario ensaucliar nues­
tras casas y aumentar el número de sacer­
dotes y maestros.
i . Mons. Cagliero vino expresamente á
Europa el año pasado á buscar misioneros
para la Patagon ia; y abora vuelve á su
Vicariato con los que las circunstancias per­
miten. L a Patagonia no tardaría largo
tiempo en ser civilizada y convertida toda
entera, si nos fuera posible mandar allá
todavía buen número de misioneros y los
medios indispensables. Nuestros misioneros
se internarán este año en el Cbubut, centro
de la Patagonia C en tral, tan pronto como
se cuente con los recursos para ello.
5. En Afoica bace ya dos años que
existe una Casa salesiana en Oráu. Abora
llega el tiempo de dar allí educación á los
Arabes, y á este fin se ba establecido una
nueva casa. Algunos de los misioneros de
la presente expedición van con varias H er­
manas de María Auxiliadora para atender
á la educación de los niños de uno y 'otro

la
de la salvación de las almas, por las cuales
nuestro divino Uedentor murió en la cruz y
nos constituyó obispos y sacerdotes. Cada
uno en el punto en que Dios nos ha colo­
cado para custodia de su grey, esforcémonos
para dar mayor vida á las misiones, procu­
rando ayudarlas con la predicación, la ora­
ción y la limosna de todos los buenos cris­
tianos. Y si encontráis quienes celosos de la
gloria de Dios se ofrezcan á tan santjw ex­
pediciones, esforzad su valor, pura que, co­
nocida la voluntad de Dios sin dejarse se­
ducir por la carne y sangre, se apiW ircn á
obedecer la voz del Espíritu Santo. »
Estas sabias exhortaciones del Padre Santo
no pueden dejar duda sobre la importancia
y oportunidad de estas expediciones, que
iniciadas con gran caridad y celo por Don
Bosco procuramos nosotros continuar del
mejor modo posible.
Volvamos ai santuario de María A u xilia­
dora.
Hecha una lectura conforme á 'la disposi­
ción de nuestro reglamento, el misionero salesiano Don Solari pronunció con muy sen­
tidas palabras una interesante conferencia
86X0.
tomando por texto aquellas palabras de san
6. Necesario es también aumentar el P a b lo : L a caridad de Cristo nos impele.
personal de Palestina, en especial de coad­ Cantóse en seguida por el coro una plegaria
jutores para el cultivo de las tierras y la y luego el Pevmo. Sr. Arzobispo Biccardi
ja enseñanza práctica de la agricultura á les dió la bendición, no sin encomiar antes
los niños que allí la Providencia nos confía. su resolución y alentarlos ardientemente al
Todo esto demanda mucba gente y mucbos trabajo. L a despedida fuó tierna, imponente,
caudales. A los lugares indicados se enca­ inenarrable.
mina la futura expedición, y á tales obras
Pusiéronse en camino para G-énova en la
se destinarán vuestras limosnas. Millares de misma tard e, y el o de Diciembre partían
almas rogarán al Señor por vosotros que les de Barcelona, unos á América del Sur con
ensenáis el camino de salvación y les abrís, el limo Sr. Cagliero, otros á la del Norte,
por decirlo así, las puertas del cielo.
á Méjico, con el R . P . Rafael P ip e rn i, y
Se cuentan ya por millones las almas sal­ otros en distintas direcciones.
vadas, mediante vuestra caridad, y nuevos
Hemos recibido ya noticias de que todos
millones habrán de contarse aún en lo ve­ han llegado con felicidad á su destino.
nidero. L a empresa es acepta á Dios, grata
Laus Leo.
á la Iglesia y útilísima al bien de las al­
mas. Si en Europa misma se advierte la ne­
cesidad de enseñar las verdades de la reli­
gión á sinnúmero de pobres niños, esta ne­
cesidad es inmensamente mayor en ios países
S A U K IA B A R C E LO N A
mencionados.
Los Sumos Pontífices no han cesado de
OBRA DE DO N BOSCO
alentarnos en tamaña empresa. Muchas ve­
ces S. S. P ío I X insistió con Don Bosco
£1 pan de los JiuérfaiioN.
para que mandase misioneros á los países
salvajes, y mucho ha seguido insistiendo más
El pan oiicitro do cada día, dá
nohlu hoy.
tarde S. S. León X I I I , quien, no con­
Tras la mano dril pobre ettd la
de J«iucrl«Ui qu<- reoiho nuestras
tento con las exhortaciones privadas, para
limosna? j nos da el ciento por
dar más impulso á las Misiones, escribió á
BUf».
J. CKItdBTOlíO.
Uaría aea para uateil j sn tétodos los diocesanos, diciéndoles: «V en era ­
nsllia auxilio en la rlda, amparo
en los poUxroK. avuda en la muerte
bles hermanos, á vosotros que formáis parte
j goto en el eiuíu.
JUAX Bosco
de nuestra singular solicitud, os exhortamos
H e aquí una carta circular enviadla por
encarecidamente, á fin de q u e , llenos de
confianza en Dios sin que os haga desmayar el Sr. Director de la casa salesiana de Sadificultad alguna, os empeñéis en trabajar rriá, que merece ser conocida de nuestros
concorde y enérgicamente en compañía núes- ’ Cooperadores y recomendada de un modo
tra por las Misiones Apostólicas. Se trata especial.

ESPAÑA

— ‘¿ i
Mu

y

e s t im a d o

Su . :

La Obra de l)o n S osco, ó sea la Oasa
conocida con el nombre de Talleres Salesianos, establecida por él en Sarriá para educar
cristianamente á los niños de España huér­
fanos ó abandonados, alberga ya 400 x>ersonas mantenidas excíusivamente por la ca­
ridad, como quiera que sin renta alguna no
cuenta con más recursos que con los que le
proporciojia la divina Providencia.
E l pan, cuyo coste es de 80 pesetas dia­
rias, os su ])rincipal consumo; y este pan,
fruto de las limosnas recogidas de puerta en
puerta, o s , por decirlo a s í, el de los ánge­
les , pues son los ángeles buenos los que
inspiran hacerla caridad por amor de Dios.
Grande sería la ventura de esta Casa y
la del Superior de ella, á (luien corresponde
buscar los medios necesarios para proveer
de mantenimiento y vestido, de libros y má­
quinas , do modelos y utensilios de trabajo
á los niños que se dedican ya al estudio de
las letras ya al aprendizaje de un arte ú
oficio, si algunos bienhechores generosos se
ofrecieran á costear tan indispensable ali­
mente. Tal es el fin con que acaba de esta­
blecerse la obra del p a n c o t i d i a n o .
Para formar parto de esta obra y ser ins­
crito en el número de los bienhechores de los
niños ImórfanoB y desamparados, de que se
ha hecho mención, basta firmar el formulario
adjunto y dirigirlo al sacerdote infrascrito.
Cada bienhechor puedo elegir el día que
fuere do su agrado para contribuir con su
limosna al sustento de estos hijos adoptivos:
quién con semejante obra de misericordia
preferirá solemnizar el día de su nacimiento
ú otro aniversario, quién el de una festivi­
dad ó de un santo de su devoción, etc.
Esta caridad atraerá singulares bendicio­
nes del Cielo sobre los bienhechores y sus
familias. L o que hiciereis p or el último de los
mios por mi lo hacéis, dice el Señor (1). B l
que es misericordioso con el pohre presta á
Dios con interés y É l le pagará con creces (2).
Cada día, al rezarse en la Casa Salesiana
las oraciones de la noche, el Superior dará
á conocer á los niños el nombro de la i>ersona que les regala el pan del día siguiente
y les recomendará rogar cou especialidad
por ella y sus intenciones.
En la confianza de que esta obra encuen­
tre digna acogida en el i>iadoso corazón de
usted, tengo á mucha honra ofrecerme
5. A. y vS‘. ¿7.
F e l ip e
P in a l d i , Pbro.
XOTA. — 1. La suscriiKúóu puede ser iiersonal ó pt)r familia.
2. Puede enviarse dirtH'tamente el dinero al
Kdo. P. Felipe iM‘ Uinaldi — Sayriá Parcelona — ó esperar que un religioso vaya
á percibirlo á domicilio.
( 1) Mutli. XXV, 10.
(2) l*rov. XXI.

E C U A D O R
-’ OtCS-r»

Talleres del Sagrado Corazón en Coito.
(De Las Xovedades).

Merece ijárrafo aparte un establecimiento
de enseñanza que está destinado á mejorar
especialmente la condición moral y material
del pueblo, y es el de los Talleres Salesianos,
Fundado por García Moreno con el nombre
de Protectorado Católico, fué puesto bajo la
dirección de los S S . de las Escuelas CW«tianas; después de muerto sn fundador, de­
cayó hasta el extremo de que estuvo cerrado
algunos años 5 desapareció gran parte de las
herramientas, se destruyó la maquinaria y
aun el edificio había comenzado á arruinarse.
Se les había quitado á los H H . la dirección.
E l Presidente Sr. Oaamaño, de acuerdo con
el limo. Sr. Ordoñez, Arzobispo de Quito,
ó por iniciativa de éste, tuvo la idea de
restablecer tan importante establecimiento j
protfegieron la idea los Congresos, y en la
Administración del Dr. D. Antonio Flores
ocurrió la resurreción de él gracias á la
actividad que para ello empleó el benéfico
Prelado, quien trajo de Italia á los reli­
giosos de la Congregación fundada por el
célebre Don Bosco. Como era natural, hubo
que vencer no pocas dificultades y hacer
crecidos gastos hasta poner la casa en estado
de llenar su destino. Bastante hay que hacer
aún; pero con lo que existe y como existe,
va dando ya frutos de lo más halagüeños.
En esa casa todo es práctico y de utilidad
positiva. A l presente hay unos doscientos
alumnos, todos internos, que además de re­
cibir esmerada educación moral y religiosa,
aprenden varios oficios, como herrería, carjwntería, sastrería, etc., etc., según la salud
y aptitudes intelectuales de los discípulos.
Actualmente so trabaja en instalar los ta­
lleres tipográficos, que probablemente serán
los mejores de la Kepública, y no muy tarde
se plantearán los de litografía y otros gra­
bados. La sección de modelación y talladora
está ya establecida, y se han visto muy
buenos ensayos; su director es un acredita­
dísimo artista italiano, D. Juan B. Mingheti.
En el método empleado por los virtuosos
sacerdotes salesianos iiara la dirección de la
casa, el castigo es muy rara vez empleado
y todo lo hace el estímulo de la virtud y el
iionor. El P. Superior, D. Luis Calcagno,
me ha dicho que el último año no ha sido
castigado, ni ligeramente, ni uno sólo de
sus doscientos discípulos. E l domingo tí del
mes actual se verificó la exposición de los
artefactos y obras artísticas de cabo de ano.
Es excusado decir que hubo mucho que
admirar. A la exposición se añmlió una ve­
lada literaria y musical en honor de García

Moreno, asesinado IS años antes en un día
igual (6 de Agosto de 1875).
Esa fiesta significaba claramente que aun­
que el benefactor del pueblo había desapa­
recido ai golpe del crimeu, vivía su obra y,
por tanto, su veneranda memoria. ¿ Y dónde
no se encuentran, en el Ecuador, las obras
benéficas del que tanto trabajó por labrar
la felicidad de su patria? L a velada se ter­
minó con la distribución de [ireniios. A lg u ­
nos alumnos recibieron sus diplomas para
que pudieran salir del establecimiento á
ejercer libremente los oficios aprendidos, y
por añadidura á los premiados se les entregó
una cantidad de dinero, fruto de los ahorros
que la casa v a recogiendo del trabajo de los
mismos alumnos, para darles el día que ter­
minen su aprendizaje.

II..I

.IMJl .r.

P A T A G O N IA

Trabajos al sur de los Andes.
E l E . P . Mateo Gavotto establecido en
Ohosmalal, nos ha enviado una breve rela­
ción de los resultados obtenidos durante se­
senta días de misión en diversos puntos al
sur de la Cordillera de los Andes.
Sin tener un guía ni un compañero para
su apostólica tarea partió sólo el 21 de se­
tiembre, día de su protector S. Mateo.
Mas el Señor, pasados veinte días de mi­
sión, fué servido de enviarle un auxiliar, el
joven chileno Manuel Jesús Espinoza, de
edad de 22 años, que movido de compasión
al considerar los trabajos del misionero se
resolvió por lo i)ronto á prestarle ayuda y á
acomi)añarle á donde quiera que fuese, y
luego más tarde, alentado por la divina gra­
cia determinó i>ermanecer para siempre con
los Padres misioueros.
Loa puntos más importantes que sirvieron
deestadía al P . Gavotto fueron Taquimilán,
Colipüle, Agrio, Cami)ana Mauvida, Haurichenque, Codihue, Salquicol, Paquita, Ca­
rreras, Yorquín, Llamada y Trueumán.
Administró 117 bautismos, 400 comunio­
nes y 12 matrimonios. ¡Dios sea por todo y
siempre bendito!

MISIONES SALESIANAS
en el territorio nacional del Clmímt (Patagonia Central).
(De Jm V os de la Iglesia del 25 de octubie de 1803).

P or conducto seguro nos han sido comu­
nicados datos fidedignos acerca de las M i­
siones Salesianas establecidas en Eawsoii,
capital del inmenso territorio nacional deí
Chubut (Patagonia Central).
Hace poco más de un año que los misio­
neros salesianos tomaron á su cargo esa im­
portante misión, como sucesores del Sr. Ca­
nónigo Vivaldi, y el impulso que han sabido
comunicar eu tan breve es{)acio á la obra
de la civilización en aquellas apartadas re­
giones es, sin disputa, evidente, y los re­
sultados satisfactorios obtenidos hasta el día
de hoy prometen otros mayores y más hala­
güeños en lo porvenir.
Dos Padres y algunos coadjutores forman
el personal de la Misión, cuyos trabajos
abrazan, además de la población radicada
en Ea'wson y sus alrededores, una esteusa
zona del desierto, como puede verse por lo
que á renglón seguido apuntamos.
Tino de dichos P ad res, D. Domingo Milanesio, en 3 meses recorrió 3D0 leguas visi­
tando á los Indios diseminados en varios
puntos de los territorios del Eio Negro y
Chubut. Predicó la fé á más 1000 Indios, de
los que pudo bautizar 200 entre menores de
edad y adultos. Cien de estos pertenecen al
territorio del Chubut, y los demás al del Eio
Negro.
Visitó en Choroy-Euca (Casa de los loros),
al Norte del Chubut, los toldos de los cal)itaiiejos Juan Cual y Pichólas , á los de
Cumelaf en Qutzqüló (Aibuslo (Eio Negro)
y á los <lel cacique Domingo Velazques en
Quethynf-luiu-cheque (Yuyo comestible) (Eio
Negro).
En estas tolderías viven confundidas, y
entreveradas tres clases de Indios que hablan
diferentes lenguas, y son :
1” Los Jlaiizaueros que hal)Ian el araucano
algo modificado.
2" Los Fampan que hablan el
muy
distinto del anterior.
3" Lt>.s Tehuelclies (del Chubut), cuya
lengua difiere ra<licalmeute del araucano y
del pam pa, pero casi todos eiitienden el
idioma de los Manzaneros, que es el que
emplea el misionero ]>ara enseñarles los ru­
dimentos <le la Keligión Cristiana, y arrojar
en sus rudos entendimientos la semilla de
ideas má.s elevadas y generales que darán
un día fnitos de regeneración y sociabi­
lidad.
La Eeligiüii de estas tres castas de ludios
es dualista: creen en la existencia de un

— 26 —
Hér Supremo, todo poderoso, criador de todas
las cosas, y en un géuio maléfico, que lla ­
man K u aliclio, al cual temen mucho por
concebirlo como causa de todos los males y
con poder de darles la muerte.
Practican uiia moral conforme íi la ley
natural y se casan regularmente con una
sola mujer. lío obstante esto, también se dan
casos de poligamia en ios, lo que dificulta á
veces su conversión.
Mas, por lo común, son dóciles y se de­
jan convencer bastante fácilmente por el
misionero, convirtiéndose á la fé.
Tales son las conquistas q u e , por medio
de la predicación evangélica, va obteniendo
la civilización sobre la barbarie, en aquellas
remotas rogione.s del Territorio Argentino.
P o r lo que hace á la Capital del Territo­
rio, en RaAvson, el Edo. l^adre Bernardo
Vacchina, Director de la Misión, sobre cum­
plir todas las funciones religiosas y ministe­
rios propios do una parroquia, ha fundado
desde su llegada (1892) una Escuela ele­
mental; un Oratorio festivo, para entretener
los niños (íon honestas diversiones y darles
á un tiempo lecciones de moral y urbanidad;
ha asistido gratuitamente en su propia casa
y suministrado medicamentos á los enfermos
pobres que se preseutaroii en demanda de
socorros, y actualmente trabaja con empeño
para realizar otras fundaciones de evidente
necesidad en aquel punto, las cuales serían :
1° Una Escuela para ninas, regentada por
las Hermanas « Hijas de María Auxiliadora, »
que espera poder abrir este año mismo.
2® Un Taller de Artes y Oficios para ir
formaudo en la costumbre del trabajo á los
hijos de los Indios.
3® Un Asilo para recoger á los niños huér­
fanos, de cualquiera religión á que pertenez­
can, sean católicos ó protestantes de las
diferentes confesiones ó sectas allí estable­
cidas, puesse cuentan hasta 27.
En estos días, el Edo. P. Vacchina, apro­
vechando el regreso á Eawsou de su com­
pañero, el P . Milanesio, quien, tras su larga
y peligrosa expedición llena de penalidades
y xirivuciones, necesitaba tomar algún des­
canso y reponer su quebrantada salud, ha
subido" hasta Bueuos-Ayres, con el objeto de
allegar recursos con que poner mano á las
obras proyectadas, siendo extremas las estre­
checes por que pasa su Misión, tan lejana
y aislada de todo centro, con raras y muy
lentas <'omuuicacionos, como que sólo muy
de tarde en tarde arriban ú ella algunos
buqiu's de vela, y no teniendo él más in­
gresos que una subvención de 60 pesos men­
suales que le pasa el Gobierno como á Oapeilan de la Gobernación del Cliubut; suma
más que iusiguilicante, si se toman en cuenta
los grandes gastos que ocasionan el maiitenimiento de la Capilla y Escuela y los lar­
gos viiyes euipi-endidos para cateqtiizar á los
ludios.

Puesto en tan apremiante condición, el
P . Vacchina hace un caluroso llamamiento
al patriotismo de los Argentinos, y ruega
muy particularmente á los insignes pro­
tectores y cooperadores de la Obra de Don
Bosco, que contribuyan con donativos, ó
con su óbolo, á sostener las fundaciones ya
existentes en su Misión y facilitar la reali­
zación de las proyectadas. Que si paran
mientes en que la preponderancia del ele­
mento extranjero, que es sensible, y la pro­
paganda protestante, que es activa en
Eawson, pueden con el tiempo llegar á
constituir un verdadero peligro para los in­
tereses nacionales del Territorio del Chnbut,
el Director de la Misión Salesiaua confía en
que nadie mirará con indiferencia una obra
tan humanitaria, y muchos cooperarán con
sus ofrendas á una empresa cuyo objeto es
cabalmente difundir por medio de la ense­
ñanza el sentimiento nacional, y hacer que
las tradiciones patrias argentinas, religiosas,
históricas y políticas echen ondas raíces en
un punto tan importante y de gran por­
venir para el comercio y la civilización.
Como Argentinos y periodistas nos hacemos
éco de la voz del E. P . Vacchina y le de­
seamos que sean coronadas con éxito satis­
factorio sus aspiraciones.

EL OBISPO DE MCÜD
y las Misiones de la Tierra del Fuego

Leídas las correspondencias publicadas en
nuestros Boletines de Enero y de Noviembre
sobre los trabajos de nuestros Misioneros en
la Tierra del Fuego , celebrarán nuestros
Cooperadores tener conocimiento de una
carta dirigida al Eevmo. Sr. Don Eua por
el Obispo de Ancud (al sur de Chile).
Es la siguiente:
Anciid, 6 de Junio de 1893.

Revino. Padre P o n Miguel Rúa
Tarín.
M

u y

E

b v

. P

a d r e

:

Con mucho placer vemos el notable incre­
mento que de día en día va tomando la M i­
sión salesiaua de Magallanes.
Este éxito favorable de la expresada M i­
sión nos hace concebir la lisongera esperanza
de que podremos en día no lejano ver con­
vertidos á la Religión católica todos aquellos

— 27 —
pobres salvajes de la parte más austral de
América.
Verdaderamente, parece que á los hijos
de Don Bosco, que van marcando todas sus
obras con el sello de la bendición d ivin a ,
están reservadas aún muchas y muy grandes
conquistas. L o que hasta ahora han hecho
está demostrando que su misión es á todas
luces providencial.
Lo dicho nos obliga á enviar á V . E . una
sincera y cordial felicitación; y le expre­
samos también el vivo deseo de que la Con­
gregación Salesiana continúe en su obra
salvadora aún con mayor éxito y b rillo , si
es posible, y que sea una nueva y sólida
columna que ayude á sostener el secular
edificio de la Ig le s ia , hoy tan rudamente
combatido por sus eternos y jurados ene­
migos.
Pero juntamente con nuestras felicitaciones
y votos enviamos también á V . E. una
súplica.
Eecordamos que V . E . cuando tuvimos el
gusto de verle con ocasión de nuestra visita
ad lAmina nos prometió que establecería en
nuestra Diócesis una casa de talleres, preferiendo mi pedido á otros.
Podemos asegurarle que en ninguna parte
tanto como en esta dilatada Diócesis son
necesarios establecimientos de esta natu­
raleza.
T a el E . P . José Beauvoir ha tenido oca­
sión de ver por si mismo los lugares y palpar
la necesidad de fundar cuanto antes una casa
de talleres.
Parece que el lugar más á proposito es la
parroquia de Achas...
Y o y mis compañeros de viaje recordamos
siempre con placer los agradables días que
al lado de los buenos P P . Salesianos pasa­
mos en Turín.
A nombre de todos reciban V . E. y la
Oomunidad de esa santa Oasa un cariñoso
y fraternal saludo, mandando en toda disstancia á S. S. S. y Capellán
'0

F

e

. Ju

a íí

A

g u s t ín

L

Cooperadores tuvo que lamentar desgracias
personales de importancia; habiendo salido
ilesos milagrosamente cuantos se encontra­
ban en el lugar de la explosión, en el tiempo
de suceder ésta.
A s í mismo salieron ilesos cuantos mucha­
chos y jóvenes frecuentaban nuestro Orato­
rio en las escuelas diurnas ó nocturnas; si
bien muchos de ellos llevados por la curio­
sidad se encontraban en el lugar dol desastre,
Santander, 19 de noviembre de 1898.

Sr. D , Angel Tabarini.
Barcelona.
• •
M

u y

.

Se .

m ío

t

de

m i m ayoe

E E SPE TO :

No encuentro palabras para dar gracias á
María Auxiliadora por la protección que nos
ha dispensado en la espantosa catástrofe de
ayer tarde.
En medio de mi terror todo lo esperaba
de Ella, y bien pronto pnde convercerme de
que no se vei’á confundido quién en IJlla pone
todo, su confianza. M i M adre, nuestros me­
jores amigos, nuestra familia toda se habiau
salvado. Dios había protegido nuestra hu­
milde habitación de una manera especial, ni
un cristal roto. E l retrato de Don Bosco de
tamaño natural, que con gran satisfacción
ostentamos en ella y la imagen do su Virgen
María Au xilio de los Cristianos, colocada
en el sitio en que estamos siempre, han sido
nuestros favorecedores.
Dios se apiade de nosotros hacendó crecer
más y más la devoción á l^Iaría Auxiliadora
en esta ciudad, i)ara que Ella nos proteja
apartando de nosotros todo género de males.
De ü . q. y h. s. q. b. s- m.
C I n d id a P

kru ela

Cooperadora SaUtiana.

* •

uceeo

Obispo de Ancud.

Gracias de María Auxiliadora

Hemos recibido varias declaraciones más
de i)ersonas que reconocen deber á María
Auxiliadora el haber litrado sanas y salvas
de la susodicha catástrofe.
Para no ser prolijos baste apuntar aquí
BUS nombres: Matilde, Enriqueta y Leonor
A g m a r , Concepción Gallo Pacheco, Eosa
Arrarte, María López D o rig a , Margarita y
Josefa Lauda.
*
• •
Caracas, 29 de jo n io de 1893.

Se . D

ie e c t o e

d el

B

o l e t ín

Sa l e

s ia n o

:

Para consuelo nuestro y de nuestro amigos
y bienhechores he de añadir á mi anterior
( publicada en E nero) , que en el terrible
desastre del día tres ninguno de nuestros

En los meses de diciembre y enero próxi­
mos pasados mi tío el .señor Manuel A . Sán­
chez estaba postrado en el lecho del dolor
por una grave enfermedad, del hígado, y los
ilustrados facultativos que le asistían decla­
raban que el caso era de bastante riesgo.

— 2S —
En una comunión que hice en la capilla
de la Santísima Trinidad de esta ciudad me
vino la id e a , en vista de lo desesperante
del caso, de acudir á María Auxiliodora pi­
diéndolo la salud de mi tío, tan preciosa por
ser él padre de familia j y luego propuse
á su esposa é hija rezar una novena.
Acogida por éstas mi indicación, colocaron
entre las almohadas del enfermo una me­
dalla de María Auxiliadora y á los cinco
días de la novena, que le rezaban con el fer­
vor <iu6 les ijispiraba su justa aflicción, em­
pezó la mejoría do mi tío, hasta que pudo
dejar la cama y entregarse á sus occupaciones.
La familia desdo entonces ha tomado de­
voción por Maria Auxiliadora y tiene en
ella un refugio en sus tribulación^.
L

u is

E

afabl

kom ero

S e m in a riila .

M i hermana Victoria hacia cinco años ve ­
nía padetiiondo de una enfermedad como L á ­
zaro en las manos : en tal estado acudí á
María Auxiliadora, ofreciéndole una novena
y publicar el favor en el Boletín, si se dig­
naba dar la salud á mi p’obre hermana.
¡S o if está completamente buena!
¡ Gracias intinitas á tan buena M adre!
B l a s in

a

lio m u G U E Z DE L

y le prometí hacer público mi agradecimiento
en caso de escuchar mi petición.
Habiendo obtenido la gracia que solici­
taba ruego á usted so sirva estamper ésta
en el Boletín.
De U . af.mo y SS.
I. P . DE B.
Barcelona, Enero de 1894.

Méjico, Noviembre lo de 1893.

Muy señor mió: Poco hace que atacó á
uno de mis hijos una inflamación intestinal,
tan fuerte que el Doctor no le dio esperan­
zas de más de uu día de vida.
Sobrevinóme también á mí la misma en­
fermedad, que parecía epidémica.
Imploramos de todo corazón á María Au­
xiliadora y ambos obtuvimos la salud.
Sumamente agradecidos y para darle te­
stimonio público de nuestro reconocimiento,
ruego á V . se sirva publicar la presente en
el Boletín Salesiano.
Soy en atento y s. s. q. b. s. m.
P e d r o m a u e ie l .

eón

Caracaa, mayo 31 de 1893.

C u r a c ió n o b t e n id a p o r in te rc e s$ion d e M a i* ía A u x i l i a d o r a . — Seis
años sufrió un hermano del que suscribe una
terrible dispepsia y su estado, sin poder to­
mar ni aún una tasa de cald o, sin que le
hiciesen efecto los remedios, sin tener fe en
los facultativos, á quienes rechazaba, era el
más triste y lamentable. En tal situación
acudí á la que es Consuelo de los <iJlii¡idos,
á María Auxiliadora, lo recé una novena y
le ofrecí publicar en el Boletín Salesiano la
gracia, que esperaba alcanzar.
jLoado sea D ios! ¡Bendita sea mil veces
M a ría ! La oración fué o íd a : esto i)asaba en
setiembre del ano anterior: mi hermano re­
cuperó la salud, y hasta la fecha se halla
como si jamás hubiese tenido quebranto al­
guno. V a ya á cumplirse un ano de este
favor, que juzgo milagroso; no teugo palabras
])ara agr;ulecerlo y ruego á los amantes de
María me ayuden ó darle las gracias.
M. P .
Caracas, 31 do agosto do 1893.

• •
Sk . D uíectou d e l B o le t ín Sa l e s ia n o .

Muy señor mío. Conviniéndome que se lle­
vara á cabo, cierto asunto que farecia difícil
de efectuarse, me dirigí á María Auxiliadora,

BUENOS

AYRES

LOS PRIMEROS HIJOS DE DON ROSCO
T e s L im o n io d.e a m o r y g r a t it v id .
a l R. P. S a n tia g o C o s ta m a g n a
e n SU.S ( b)odas d e p la ta , i.

Se nos llena el pecho de suave gozo al
ver en derredor de nuestro Padre (el sacer­
dote 1). Santiago Costamagna) un selecto
número de admiradores y amigos, que con­
fundiéndose con los hijos y las infantiles
turbas de alumnos, .á jiorfía le tributan las
expresiones de estima y afecto, de que re­
bozan sus corazones. Con razón hemos ce­
dido á ellos la palabra, inies más les con­
viene á sabios escritores y eruditos publi­
cistas ensalzar hoy al Sacerdote, al Director
y al Jtaestro, que á pobres y tiernos niños,
que apenas en la más secreta intimidad
podrían decirle algunas palabras de cariño.
Pero, después de aplaudir con entusiasmo y
regocijarnos por los elogios que á él se haa
prodigado, sentimos la imperiosa necesidad
de añadir algunas palabras, que no sería

F "
— líO —
posible encomendar á otra lengua ni á otra
pluma que á la de los hijos de tan querido
Padre.
Nuestra mirada descubre una característica
especial en nuestro Superior, un título el
más saliente, y nuestro pensamiento se con­
centra en un nombre que lo dice todo, es
la más pura de sus glorias y forma todo su
santo orgullo. « Soy H ijo de D on Bosco, »
nos parece oírle repetir en el fondo de su
alma; y nosotros, haciendo eco á su íntimo
sentimiento, le repetimos: « Ensalzamos hoy
en Vos al H ijo de Don Bosco. » Esta sola
frase tiene para nosotros el sonido más dulce
y arrebatador. ¡O h ! lo que vale esa p a ­
labra, lo que recuerda ese títu lo!... Es el
distintivo de vuestra vocación, el compendio
de grandes hazañas, la síntesis de Ja más
benéfica misión y el resumen de todo un
apostolado.
Eué vuestra piadosa madre quien os hizo
conocer á ese varón de Dios y os lo hizo
amar: ella os pintó con los más vivos co­
lores la felicidad de varios niños, que ya se
habían entregado á ese bondadoso P a d re ;
ella misma os ofreció, cual otra A n a á su
pequeño Samuel, en ese nuevo Tabernáculo
del Señor, el Oratorio. Visteis á Don Bosco,
y él formó sobre su tierno discípulo los más
hermosos designios: aprendisteis á amarle
como un hijo al padre, y este amor se tras­
formó muy luego en vocación Salesiana. Sa­
muel, en sil inocencia, confundía la voz de
Dios con la del sacerdote E li (muy parecida
es, á la verdad, la voz de Dios á la de sus
ministros) y á él corría: así V o s , oyendo
repetirse el llamamiento divino, corristeis á
Don Bosco con filial confianza y generosa
prontitud, y él os enseñó á ace])tar con fir­
meza y correspondér con fidelidad á la di­
vina vocación.
Este es el origen, divino y humano á la
vez, de las vocaciones. Dios que habla inte­
riormente á un ministro suyo, que cual Sa­
cerdote y Profeta enseña á discernir ese lla­
mamiento. Pero las grandes vocaciones tuvie­
ron un segundo carácter d iv in o , que les
dió temple robusto y fecundidad asombrosa.
Alistado el joven Santiago en las filas del
Apóstol de la niñez, se convierte su feliz
pueblo en nueva Betania, y la casa de Costamagna es otra casa de Lázaro ó de Oaná,
donde Don Bosco, después de haber predi­
cado a esa población sedienta de verle y
oirle, se sienta á frugal mesa servida por
aquella dichosa madre y un digno hermano.
A llí fué, querido Padre, donde se puso el
sello divino á vuestra vocación con la cé­
lebre é instantánea curación de una anciana
tullida. Visteis entonces el poder sobrena­
tural de la bendición del siervo de D io s ,
quien quitando las muletas á la enferma al
punto la hizo caminar ágilmente ante la
muchedumbre de pueblo, que se agolpaba
en los umbrales de aquella casa afortunada.

En aquellos instantes experimentasteis lo
que los discípulos de Jesús al presenciar el
milagro de las bodas de C.^uá; se afirmó
vuestro corazón en la fe y en eí amor para
Don Bosco: vuestra vocación ya era per­
fecta.
Sí, no titubeamos en afirmarlo, Don Bosco
supo atraerse los corazones de sus primeros
hijos con la misma fuerza con que el D irino
Kedentor llevaba en pos de sí las turbas
arrobadas, vinculaba los corazones de sus
discípulos y se enseñoreaba do la voluntad
de los Apóstoles para trocarlos en confe­
sores de la fe y mártires de su Evangelio.
Esa fuerza era la caridad, y esa caridad os
la vocación salesiana.
Doii Bosco supo hacerse amar con aquel
amor que i)enetra las almas, asimila varios
pensamientos y confunde en una distintas
voluntades: el ideal de Don Bosco se ingertaba en sus hijos por el am or: ellos ])ensaban como Don Bosco, amaban y querían
todo cuanto Don Bosco indicaba desear ó
querer. Y como el Padre ostentase doquiera
el hermoso lema de la caridad « D a inihi
animas certera tolle: Dadme almas y llevaos
lo demás’; » así sus hijos amando á Don Bosco
amaban en él á las almas, y con noble sacri­
ficio se consagraban á la salvación de la ju ­
ventud pobre y abandonada. Los hijos, pues,
de Don Bosco han salido de su corazón, son
un destello de su amor por la niñez desva­
lida, la encarnación de su id e a l, su misma
misión personificada.
Aun no había Don Bosco trazado su plan
de acción ni formulado las bases del Insti­
tuto Salesiano, cuando sus primeros Hijos
vislumbraban
en las proféticas palabras
del Padre, leían en su risueño semblante y
bebían en su expansivo corazón, la belleza
y fecundidad de la vocación salesiana. Lan­
zábanse con juvenil arrojo i)or doquiera Don
Bosco les señalaba campo para trabajar,
y desde luego viéronse surgir numerosos
Oratorios festivos. Asilos y Talleres, Colegios
de enseñanza. Colonias agrícolas y Semina­
rios ; y á la cabeza de establecimientos tan
importantes veíanse algúnos Sacerdotes no­
veles, jóvenes estudiantes, mozos imberbes:
tales eran los primeros Hijos de Don Bosco.
Nuestro siglo, frío calculador y á la vez
apasionado egoísta, no sabe explicarse este
hecho. Él, que reniega de todo influjo sobre­
natural y procura convencerse de que la ma­
teria lo es todo y que al hombre sólo un placer
sensible ó un interés material puede mo­
verle, pásmase al ver esta Obra tan colosal,
que empieza con trazas tan extrañas, y en­
carándose á solas, ora con un estudiante,
ora con un joven maestro de ta lle r, le pre­
gunta: € ¿Qué recompensa te promete Don
Bosco? — Almas y Paraíso: — ¿Con que
placeres y satisfacciones te brinda? — Con
los del Cielo? — .¿Qué es lo que te tiene
firme en este oficio y en este lugar ? — La



Ü U



voluntad do Don Bosco; — ¿ Y quién es dividiendo con él los goces y las amarguras
Don Bosco? — ¡O h ! (con inefable compla­ y bebiendo en un mismo c á liz; y luego os
cencia contesta) Doji Bosco es mi Padre!... sentasteis ya á su lado, ya en su lugar para
dilatar y perpetuar la Obra del Padre y
Y o soy hijo de Bou Bosco.....» Bou Bosco,
jmes, no es tan sólo Apóstol de la juventud, Maestro.
Alejóse en efecto nuestro P a d re: Don
como se le ha llamado, mejor podría apelli­
darse el gran Patriarca de nuestro S ig lo , Bosco, después de haber irradiado por el
pues su apostolado es una espiritual filia­ mundo entero los más puros resplandores de
ción, prodigio de la caridad de Jesucristo su santidad, después de encender en un siuen un siglo material y egoísta. Este hecho número de almas el amor hacia lajuventud
realiza y hace brillar á la faz del mundo desvalida, recibió su gloriosa corona. Los
las palabras del sagrado texto que encabezan hijos se han convertido en padres de nume­
ostas líneas: O quam piilchra cst casta geite- rosas generaciones, y las más populosas
vatio cum vlaritate..... ¡Oh qué bella es esta ciudades de Europa y de América cuentan
generación de la caridad pura de Bou Bosco ya un centro Salesiano. L a Obra de Bou
que cual rayo ardiente y luminoso del sol Bosco ha sido el grano de mostaza que so
traspasa los corazones de sus primeros discí­ ha convertido en árbol frondoso y copudo,
á cuya sombra se cobijan millares y millares
pulos y los hace Ilijo s suyos!
Kuge la revolución cual hiena y braman de niños. La Obra Salesiaiia, en este as­
como leones los corifeos de las sectas en pecto, podría llamarse la Obra de los Hijos
torno del naciente Oratorio de Bon B osco; de Don Bosco. Todos reconocen en estos
se ordena que éste sea vigilado como conspi­ Hijos las facciones características del Padre,
rador y enemigo de la Patria, trámanse ale­ y como á él los aman y los veneran. En
vosas insidias contra sus Hijos. Pero Bios este amor y veneración estriba la perpetuidad
está con Bon Bosco, y la Virgen Auxilia­ y prosperidad de la Obra salesiana.
Bon Bosco comprendió que el vínculo
dora le cubre á él y á los suyos con su manto
maternal. Siérrause entretanto los Conventos principal que Bios puso en la primitiva so­
y Oasas religiosas, y Bou Bosco abre la ciedad, la familia, es el amor; y este amor
suya; se proscriben los votos, y Don Bosco de padre, de hijos y de hermanos lo infundió,
recibo el juramento do fidelidad de sus Hijos santificado, en su Instituto de tal manera
que toda Casa Salesiana debe presentar el
sin que nadie lo advierta.
j Oh fochas eternamente memorables ! En aspecto de una ordenada familia en la que
3.8G5, cuajulo los falsos amigos de la libertad la caridad es reina absoluta. Desde estos
de Italia forjaban el fatal decreto de la ex­ centros la caridad difunde sus rayos en todas
tinción legal de las Comunidades religiosas, las clases sociales, convidando los pequeños
Bon Bosco recibe la profesión de votos, de hijos del pueblo para que se acerquen á re­
los 22 campeones que en el período de cibir sus beneficios, y conmoviendo los co­
22 años habrían de multiplicarse hasta 1222 razones de los ricos y pudientes en favor de
iSalesianos, cuantos pudo contar el Vene­ aquellos niños menesterosos que ampara.
rable Piiudador al término de su peregri­ Este plan Bon Bosco • lo realizó admira­
blemente, disponiendo que cada una de sus
nación. j Admirable fecundidad!
Biscípulos á la verdad muy dichosos fueron casas fuese centro de Cooperadores, que él
aquellos, que pudieron reclinar su frente solía llamar sus buenos amigos.
sobre aquel pecho encendido en amor santo
B e aquí se deduce lo que son nuestras fiespor las almas ó inspirarse en ese corazón , •tas de fam ilia, las fiestas salesianas. — Indi­
vivo retrato de la dulzura y mansedumbre cando lo quo son los Hijos de Don Bosco,
dol B iviiio Maosiro.
y lo que Bon Bosco fuó para sus H ijos,
ISosotros os saludamos, Primeros Hijos de despiértase en nosotros el amor hacia aquél
Bou Bosco y amados Superiores nuestros, y y éstos ; so fomenta en las Casas Salesianas
al celebrar la vocación y el sacerdocio do el amor Jilial principio de toda sana y
nuestro Birector, la Diente y el corazón amable educación; el espíritu de Bou Bosco
vuelan, vuelan hasta vosotros que le prece­ se conserva entre sus discípulos y vive en
disteis y acompañasteis siguiendo generosos ellos perpetuamente. De tal modo cobra
las huellas del comim Padre. ¡ Quó suave siempre nueva vitalidad esta Obra para la
resuena oii esta fiesta el nombre de B o x
salvación de tanta niñez desvalida, que
B o a primogénito de nuestro Venerado Piiii- quizás nunca conoció el dulce vínculo del
dador! — iMonseñor Cagliero, Monseñor La- amor paterno y filial, y aquí viene á expe­
sagna, I\tonseñor Fagnaiio, Bou Cerruti, Don rimentarlo santificado por la Eeligíón.
Buvaudo, Bou Lazzoro, Bon Lemoyuo, Don
Y al paso que los hijos en estas fiestas
Prancesia, Bou Albera, Bou Belnionto, Don expresan su cariño al padre y Superior, ve­
Barberis; bollas almas do Bou Provera, Don mos al mismo padre tomar de la mano á
Bouetti y Bou Savio, recibid nuestros pa­ niños y, á la manera de Don Bosco, pre­
rabienes!... Vos»>tros, hijos del corazón de sentarlos á los bienhechores y amigos, ense­
Don Bosco, subisteis el Tabor y bajasteis al ñándoles á cumplir con éstos el deber de
Getsemaui juntamente con vuestro Maestro, la gratitud.

RPnüPÜ!

m m

31 —
Vosotros lo veis, Señores: aquí frente á
frente hállanse representados todos los ele­
mentos que constituyen, de diez y seis anos
acá, la grande familia de Don Bosco en esta
ilustre Capital, en este segundo Valdocco
que es Almagro, jQué hermoso espectáculo!
Rodeando á este antiguo Hijo de Don Bosco
y Superior nuestro en este día de sus Bodas,
vemos por un lado Cooperadores generosos
que con sus socorros y limosnas nos ayu­
daron á levantar estos edificios para asilar
á tantos niños pobres y déSamparados: por
otro lado reconocemos un escogido número
de Antiguos Alwnnos que representan miles
y miles de jóvenes, que recibieron en este
Colegio civil y religiosa educación. U n im­
perioso sentimiento de gratitud hoy los trae
ante su antiguo Director y Padre, y este
acto demuestra la rectitud y delicadeza do
su ánimo. Los Directores de las Casas Salesianas de San Kicolás de los Arroyos,
d o «M a te r Misericordiíe, » la Boca, Sta. Ca­
talina, La P la ta , E osario, Bahía Blanca
y M endoza, atestiguan con su presencia el
desarrollo que la Obra de Don Bosco alcanzó
en esta feliz Eepública, rica de tantos otros
Institutos de caridad.
En esta amorosa familia, cuyo centro hoy
vemos ocupado por nuestro Vendo. Pastor
y Padre, el Excmo. Señor Arzobispo, in­
signe protector de los Salesianos y el más
autiguo Bienhechor de Don Bosco en Am é­
rica, se reconoce hoy el poder de la caridad
que une tantos corazones. Una dulce y con­
movedora palabra resuena en los labios sin<-ero8 de tantos jóvenes y niños : — Am or y
gratitud al H ijo de Don Bosco! — Otra pa­
labra más elevada y solemne hace eco á esta
l)rimera y es la de nuestro Superior que
componiendo esas felicitaciones en boca de
sus niños, les hace, rep etir; — Veneración
y amor d nuestro cariñoso Prelado ; honor y
gratitud d los amigos de Don Bosco I — Luego,
juntando nuestras voces, con el corazón hen­
chido de santo gozo hemos de exclaniar:
* Gloria á Don Bosco y á sus antiguos
Hijos que hacen reinar en nosotros la ca­
ridad de Jesucristo : Inm ortal es su memoria,
porque su generación es conocida ante Dios y
ante los hombres.
J osé V

e s p i g n a ^vI ,

Sac. Salesiano.

EISTOm DEL ORAIORIO DE S. FRANCISCO DE SALES
Ca p ít u

lo

XTV.

Las * Lecturas Católicas , en ios Estados Pontificios.
— C irc u la r del Emo. C ardenal V ic a rio . — Fiesta en
honor de Pío IX . — Los estudiantes de la casa del
V. C o ttokn go en el O rato rio de S . Francisco de Sales.
— La g u e rra de 1 8 5 9 y una inspección.
H ijos do
soldados franceses en el O ra to rio . — Don Bosco en
C oiegno. — Subvenciones del Rey y del G obierno.

Echadas las bases de la Sociedad de San
Francisco de Sales, según la idea de Don
Bosco y del inmortal P ío I X , asogurilbase
la suerte de infinitos niños pobres en lo pre­
sente y en lo por venir. Fué éste cierta­
mente un motivo de gran satisfacción para
el Oratorio; pero no fué el único pues que
hablando Don Bosco con P ío I X sobre las
Lecturas Católicas, Su Santidad manifestó
tanto aprecio por ellas que dió órden á su
Vicario el Emo. Cardenal P a trizi, que en
uua circular especial las recomendase á todos
los obispos y arzobispos de los Estados Pon­
tificios.
Publicóse dicha circular el 22 do mayo, y
la reproducimos aquí como prueba de la beuevoleucia y estima cou que Su Santidad
I*ío I X distinguía dicha publicación.
I

lu stre

y

R

evdo

.

Se . :

Es un hecho palmario que hombres per­
versos proíuiran empeñosamente desmoralizar
á ios pueblos á fin de conseguir los inicuos
intentos que persiguen. Entre los medios do
que al efecto se valen uno do los más poderoso.s es la difusión do libros ó imágenes
dete.slables y frecueiiteinente contrarios á los
dogmas de nuestra sania religión. No siem­
pre esto se munifiesla sin reboso, sino que
encubierto con sutil hipocresía se adorna cou
estilo ameno y ílorido, y bajo pretexto de
tratarse aigmiientos interesantes y agrada­
bles pasan de mano en mano produciendo,
cou el veneno que encierran, los más fu­
nestos resultados. Y no ocurre esto tan sólo
en las ciudades populosas, sino aun en villas
y aldeas apailadas, donde la antigua y pia­
dosa costumbre de lecturas de Historia Sa­
grada ó de otros libros recomendables es
ahora sustituida por lecturas inmorales y
corrosivas.
Pero íjomo los buenos católicos jamás ha­
yan dejado de resistir á los esfuerzos de los
impíos, para combatir el mal que deplora­
mos , se ha establecido una sociedad de
doctas y piadosas personas tanto laicas como
eclesiásticas que estamx)an mensualmente



Lecturas Católicas, las cuales por la varie­
dad de los arguiaentos y claridad de estilo
puedan ser de aceptación general. E l fin
esclusivo de ellas es tratar de que se con­
serve íntegra la J'o y puras las -costumbres
entre los (católicos y aumentar el respeto y
amor debido á la persona del Sumo Pon tí­
fice, Padre universal de los fieles.
Atenta siempre Su Santidad al bien de
sus hijos y conocedora de las grandes ven­
tajas que se obtienen en los lugares donde
se han difundido estas Lecturas, ha apro­
bado y aplaudido la idea de introducirlas
en los Estados Pontificios, y me ha autori­
zado pura que invite íí los Arzobispos y
Obispos de estos Estados á sostener tan her­
mosa obra y á difundirla en todos los pun­
tos coiTcspondicntes de sus respectivas ju­
risdicciones.
Así, pues, en cumplimiento del deseo de
Su Santidad pongo esto en conocimiento de
V . S. lima, y Eevma. y le ruego tenga á
bien aceptar los sentimientos de particular
estimación con que beso cordialmente la
mano de V . S. Urna, y Eevma.
CosTANTiNO, Gard. Vicario.
Roma, 22 do mayo de 1858.

Esta carta circular produjo el efecto de­
seado ; pues que desdo aquel día las Lectu­
ras Católicas comenzaron á difundirse no
sólo en los Estados Pontificios sino también
en casi todas las diócesis de Ita lia , porque
siguiendo el ejemi)lo del Vicario de Jesu­
cristo muchos obispos las recomendaron á
los párrocos de sus diócesis respectivas, y
éstos á los fieles. De aquí se siguieron dos
ventajas 5 el bien espiritual de mayor nú­
mero de almas, que con ellas se instruían y
se animaban á la virtud, y un beneficio par­
ticular para nuestro O ratorio, como quiera
que creciendo el número de personas abo­
nadas á las Lecturas túvose por una parte
trabajo con que ocupar á los niños de los
talleros tipográficos y de encuadernación y
por otra una módica ganancia que sirvió
para albergar á otros niños en el Oratorio
y proporcionarles educación, alimento y ves­
tido.
N o hablare aquí de las ftmeiones eclesiás­
ticas y de las comuniones, de las instruc­
ciones de catecismo y de las visitas de dis­
tinguidos personajes, por liaber ya tratado
de esto en otra ocasión, y me limitaré á re­
ferir lo que merece especial recuerdo, como
es la fiesta que se celebró el
de junio de
en honor de P ío I X en los Oratorios de
San Eraucisco de Sales , de Sau Luis Gonzaga y del A n gel Custodio. Como dicho
día fuera festivo de precepto quizo D. Bosco
que sus niños gozarán de la manifestación

——

de la paternal bondad del inmortal Pontí­
fice. Dos cosas le había concedido en Roma
el Vicario de Jesucristo: una indulgencia
plenaria para consuelo y regalo de las almas
y una limosna para un desayuno de los ni­
ños de los Oratorios. Advertitos, pues, en
la dominica precedente acudieron el 21 en
gran número, confesáronse y comulgaron
para ganar la indulgencia plenaria y dadas
acciones de gracias tomaron entre vítores
entusiastas y agradecidos á P ío I X el de­
sayuno que con tan exquisita bondad había
querido obsequiarlos, para demostrarles su
grande afecto.
L a fiesta no pudo ser más hermosa y a
legre. Un escritor de la
que se en­
contró presente publicó entonces el suelh)
que va á continuación:
« Todo lo que se refiero al Jerarca Su­
premo de .la Iglesia es objeto de interés para
los buenos católicos; y por tanto les será
grato tener noticia de la fiesta que acaban
de celebrar los Oratorios de Sau Francisco
de Sales, de San Luis Gonzaga y del Angel
Custodio en Turín.
Hace pocos meses que como el sacerdote
D. Juan Bosco visitase en Roma ai Santo
P a d re , Su Santitad discurrió afablemente
con él sobre los niños de dichos oratorios y
además de darles su bendición, les concedió
una indulgencia plenaria, para el día en
que se confesaran y comulgaran al efecto, y
dio cierta suma de dinero para que en este
mismo día se les proporcionara uu buen desa­
yuno, con lo cual se alentaran á la virtud
y á seguir asistiendo á las enseñanzas que
se les dan en los Oratorios.
E l día escogido para semejante función
filó el 24 del corriente j y hallándonos en­
tonces presentes en uno de estos Oratorios
hemos tenido el placer de gozar de un her­
moso espectáculo. Cumplidos sus deberes re­
ligiosos aquellos buenos niños salieron de la
iglesia y se pusieron á cantar preciosas cancione.s con que expresar su amor y devoción
al Santo Padre. Llenos de alegría y denun­
ciando sus semblantes la dulce paz do sus
conciencias pasaron á tomar el susodicho de­
sayuno. Los aplausos y vivas resonaban uná­
nimes. E l contento rebosaba en todos los
corazones.
En la tarde antes de retirarse á sus casas,
reuniéndose apretadamente en torno de su
Director exclamaban: ¡ Gracias al Santo
P ad re! ¡G racias! Dios recompense su gran
bondad. D íg a le , señor D irector, que le es­
taremos siempre reconocidos, que le amamos
de todo corazón, que le veneramos como á
representante de Dios en la tierra y que
queremos vivir y morir en la Iglesia cató­
lica. »

Con aprobación do U Autoridad Eclesiástica - Gerente JOSÉ GAMBIXO. - Turin, 1894 - Tipognina Salesiana.