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Sale una tpj? ni mes.
ASO YI.-N. 4.
ABBIL de 1891
BOLETIN SALESIANO
D ebem os a y u d a r & n u e s tro s b.er«
m a n o s é. fin d e c o o p e ra r á la
d ifu sió n de la verd ad .
(III S. J uan , 8).
A tie n d e á la b u e n a le c tu ra , á la
e s b o rta c ió n 7 á la en se ñ a n z a .
(I T imotu . IV, 13).
E n tr e la s cosas d iv in a s la m&s di*
v in a es la de co o p e ra r con D ios
á l a sa lv a c ió n d e la s alm as.
(S. D io n isio ).
U n a m o r tie r n o li&cia e l prójim o
es u n o d e lo s m&s g ra n d e s 7
e x c e le n te s dones, q ue l a d iv in a
b o n d a d p u e d e h a c e r á lo s hom*
b res.
(El Doct. S. F ranc . de Sales).
C u a lq u ie ra q u e r e c ib a &u n n iñ o en
m i n o m b re, re c ib e ó m i m ism o.
(M a t h .
x v i i i ).
Os rec o m ien d o la n iñ e z 7 la ju*
v e n t u d ; c u ltiv a d con g ra n d e
em peño la ed u cació n c r is tia n a ;
p ro p o rc io n a d le s lib ro s que en*
se ñ e n a h u ir e l v icio y & p r a
c tic a r la v irtu d .
(Pío IX).
Ite d o b la d to d a s v u e s tra s fu erza s
p a r a r e tr a e r & la n iñ e z 7 ju v e n
tu d de la s in s id ia s d.j la c o rru
p ció n 7 da la in c re d u lid a d 7
p r e p a ra r de e s ta m a n e ra u n a
n u e v a g en e ració n .
(L eón X III).
D IR E C C IO N en el O ra to rio S a le sia n o — C alle C ottolengo N. 32, T U R IN (Ita lia ) )S tí—
S a m a r lo .
L a Misa Reparadora, recomendada ó nueetros CooperaA>yret y Cooprradoran.
E l Pudro Santo y los Snloaiaiios.
L a acción do loa católicos respecto á las publicaciones.
Roticias do iiiicatras Misiom^s. Eacunionea apottoUca».
Put'igoiies. Curia rívl R. P. DomUujo Milaneaio.
Eiisiuiclio do los talleros Saleslauos de San León en
Marsclba.
Esnaña - Talleres Salesianos do Sarriá (Uorcelima).
Colegio dcl S.t® Xiigul do la (íuarda.
El indio Amorienno.
Gracia de María Auxiliadora.
LA mSA REPARADORA
Eecomendada á nuestros Cooperadores y Cooperadoras.
Dios qite de ordinario se sirve de los
pobres y humildes i>ara la realización de
grandes obras y derramar abundantes
gracias sobre la tierra, así como eligió á
su devota y escondida sierva Juliana
para el establecimiento de la ñesta del
Corpus, y á Margarita María Alacoque,
simple religiosa de Paray-le-Monial, para
propagar la devoción del Sagrado Corazón
de Jesús, e.seogió taiubión poco Lace á la
Hermana Bosa de la Congregación de
San Norberto para establecer la asocia
ción de la M i s a r e p a i i a d o u a de la cual
importa dar al menos una breve noticia
á nuestros lectores (1).
Siendo Dios el creador y conservador
de todos los días, todos son suyos; pero
lio s^ o todos los días son de Dios, sino
que El es nuestro Dios cada día, de modo
que no Lay ningún instante en que no
estemos bajo su depeiideucia. Debemos
por consiguiente tributarle continuo amor,
respeto, adoración y homenaje; y bien
que Él es tan grande y bondadoso el
lunes y demás días do la semana como
el domingo; sin embargo, puesto que en
expiación de nuestros pecados, e.stamos
sometidos al trabajo y este trabajo dis
trae demasiado nuestro espíritu. Dios ha
determinado que en cada semana lo con
sagremos á su culto un día especialmente,
el domingo, y que el modo de santificar
este día consista en la abstención del tra
bajo y en oir la Santa Misa.
Muchos son por desgracia los malos
(1) L a v id a d e Sor Rosa h a sido escrita
poco con g ra n m a estría p o r el m uy acred itad o
re d a c to r del U niveieo D on A rtu ro L o th , é im
presa lu josam ente en P aria p o r la ¿ b r e ria d e
Bloud y B orral.
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cristianos que faltan á esta obligación
ineludible y dejan de tribiitar á Dios la
gloria y homenajes debidos.
^El 19 de junio de 18GG, Dios mismo ma
nifestó, por esto, á la Hermana Rosa cuán
agradable le sería que los buenos fieles, á
fin de reparar semejante ultraje, asistiesen
los domingos y fiestas á una segunda
mivsa en vez de los cristianos negligentes,
i Quó devoción más excelente y más dig
na de ser recomendada t
« La IMisa, decía S. Francisco de Sales,
os el sol de los ejercicios espirituales, el
corazón de la devoción, el centro del
cristianismo; » porque ella, á la verdad,
no es solamente la conmemoración y
representación de la muerte de Nuestro
Señor Jesucristo en el Calvario, sino
tambión la renovación y continuación del
Sacrificio do la Cruz repetido sobre nues
tros altaros. « Todas las buenas obras
reunidas, advertía el santo Cura de Ars,
no equivalen al Santo Sa«rificio de la
Misa, puesto que son obras de los hom
bres , mientras la Misa es obra de Dios.
El martirio no es nada en comparación
de la Misa, porque aquel es el sacrificio
de su vida que el hombre hace á Dios,
en tanto que la Misa es el sacrificio que
Dios hace de su cuerpo y sangre por
amor al hombre. » Por esto una Misa es
más agradable á Dios que todos los ho
menajes de los justos, y es de un precio
infinitamente mayor que la sangre de los
diez y ocho millones de mártires que
han dado la vida por Jesucristo. Reco
nocida á Dios por las insignes mercedes
qrie le otorgaba, le pidió un día Santa
Teresa de Jesús que le dijese cómo podría
pagarle deuda tan grande: « Oyendo una
jV/isa, » le respondió la voz del Espíritu
Santo. « Sin la Misa, dice San Alfonso
de Ligorio, la tierra habría ya ])erecido
á causa de los pecados del mundo. »
La obra de la lifiSA k e p a r a d o r a ha
sido, pues, aprobada y recomendada por
el Episcopado no sólo de Francia sino de
todos los países católicos á donde llega
su conocimiento ; ha sido confirmada y
bendecida por Su Santidad León X III,
quien en el breve de 24 de agosto do 188G
la erigió en archicofradía y enriqueció
con preciosas indulgeiuMas.
La obra de la M i s a r e p a r a d o r a pro
pagóse desde entonces con asombrosa
rapidez, y actualmente cuenta con más
de 35,000 asociados, esparcidos por do
quiera, y tiene celadores y celadoras que
llenos de celo por la gloria de Dios trsibajan en difundirla nnis y más todavía.
« El pensamiento de la M i s a R e p a
r a d o r a es tan sencillo como grande y
paróceme digno de todo encomio, » decía
Monseñor Gay recomendándola á las
personas piadosas (1). En estos tiempos
en que la impiedad multiplica sus ata
ques contra Nuestro Señor Jesucristo y
en que la indiferencia, aún más injuriosa,
lastima su corazón adorable, los buenos
católicos comprenden la necesidad de re
parar tantos ultrajes con santas prácticas
de amor y penitencia. De aquí el origen
de esas obras de adoración y reparación
por medio de las cuales se esfuerzan en
ofrecer al divino Salvador una satisfacción
por todas las injurias que recibe de las
almas culpadas. Amarle por los que no
le am an, suplir á la indiferencia y á la
impiedad para restituirle el honor que
se le rehúsa, orar y sufrir para expiar
los pecados del mundo, tal es el objeto
de esas obras que el espíritu de piedad
ha instituido i)or inspiración de Dios
mismo, á todos útiles, á todos recomen
dables y apropiadas a todas las condi
ciones de la vida.
Séanos, pues, permitido recomendar con
todo encarecimiento tan santa prática á
nuestros Cooperadores y Cooperadoras.
EL PADRE SASTO I LOS SALESIAIIOS.
E l 2 de febrero nuestro Procurador Gene
ral en-Roma, Don César Cagliero, era reci
bido en audiencia por Su Santidad León X III.
Luego que le hubo besado el pie y la
mano. Beatísimo Padre, díjole Don Cagliero,
mi Superior suplica á V . S. se digne dar la
bendición á buen número de misioneros Salesianos que dentro de poco emprenderán
viage á América.
— j A quó paíst
— Parte á Colombia, parte á Chile y Tierra
del Fuego.
— ¡ Oíi á Colombia! i Cómo marchan vues
tros trabajos en Colombia?
— La Casa de Bogotá, recomendada espe(1) L a A rchicofradía d e la JfiSA reparadora
h állase estab lecid a en R onheu M arsaim e{I^d m e).
E l único req u isito p a ra afiliarse en elia es la
inscripción en el reg istro d estin ad o a l efecto.
Cada socio recib e u n b illete d e adopción. A laa
p arroquias, com unidades, asociaciones, colegios,
etc. q u e deseen estab lecerla se le s en v ía u n d i
plom a d e agregación.
— 43 —
cialmente por V . S., ha sido distinguida
con general benevolencia y prospera notable
mente.
— ¡ B ien! A l principio poníais muchas di
ficultades para ir, y ahora estáis contentes.
Para animaros hemos debido hacer uso de
nuestra autoridad. — Sonrió S. S. afable
mente y dirigiéndose en seguida á su corte,
añadió : El Gobierno coloml3Íano ha dado á
los buenos Salesiaiios una hermosa casa y les
¿a acogido como á enviados de Dios. —
Luego volviéndose á nuestro Procurador, le
d ijo: — El Presidente de'la Eepública está
contento de vosotros, y también el Dmo. A r
zobispo de Bogotá y la población entera. Es,
pues, necesario que bagáis otra expedición,
sem<"jaute á la primera, á Colombia.
S. S. bendijo de corazón á todos los Mi
sioneros. Estaban con él Sus Excelencias
Bufo Scilla, Cassella, Della V olpe, Piftéri,
Mazzolini y otros Prelados, Gentiles hombres
y Superiores de varias Ordenes religiosas.
u
mm SE LOS católicos
respecto á las publicaciones
« Eg tan gi-ave y de tanta magnitud el
daño que causan las malas lecturas, que no
Umita su acción funesta á la vida individual
y privada, sino que trasciende también á las
costumbres, á las artes j á los códigos y á
todos los organismos sociales...
..... La desordenada libertad para leer toda
clase de impresos exalta de tal manera las
pasiones y los malos instintos, que con ella
se hacen los jmeblos ingobernables, pierden
el sentimiento do lo verdadero y de lo justo,
y en vez de gozarse en la paz, prefieren la
agitación y viven de fuertes emociones...
A ninguna otra causa que á la lectura de
esa multitud de libros inmorales puede atri
buirse la tendencia de las actuales genera
ciones á vivir .sin Dios, á perder las dulces
afecciones de fam ilia, á contrariar el grito
de la conciencia cristiana, justamente alar
mada, á repugnar la vida conyugal y á fo
mentar los placeres sensuales. Las malas lec
turas son también las que provocan á los
violentos ataques contra la propiedad, desa
creditan la noble profesión de las armas,
hacen caer de las manos del soldado los ins
trumentos de. la defensa nacional y amon
tonan calumnias y odios implacables contra el
sacerdote católico, cuyo carácter sagrado no
puede soportar el espíritu de im pi^ad.
La inñuencia de la lectura emponzoñada,
cuando sirve de alimento diario á las inteligencia^, es la causa principal de los hechos
abominables que registra la historia contem
poránea; porque sólo estando extraviado y
envuelto en tinieblas el entendimiento os
como puede concebirse que al lado de tantos
esplendores y progresos materiales de la ci
vilización actual se vean degradaciones que
no tuvieron lugar ni aun en los siglos do
mayor paganismo.
Esos hechos abominables los conoce, por
desgracia, toda la generación presento, por
que la prensa se encarga do darles una rui
dosa publicidad. Ellos nos demuestran hasta
qué grado de euvileoimiouto y do degrada
ción han llegado los hombros al inspirarse
en las ideas y doctrinas do la prensa mo
derna.
Muy cerca do medio siglo hace que se la
mentaba amargameuto do esa mala prensa,
y la condenaba con su autorizada voz, ol
Papa Gregorio XV I en su Encíclica Mirari
vos. « Aquí correspondo hablar (decía) de
aquella horrible y nunca balitante execrada y
detestable libertad de la prensa^ por cuyo me
dio se publica todo linaje de escritos, y que
algunos tienen el atiHivimiento do pedir y
promover con grande clamoreo. Nos horro
rizamos, Venerables Hermanos, al considerar
cuánta extravagancia de doctrinas, ó mejor,
cuán esttqjcnda monstruosidad de errores se
difunde y siembra i>or todas partes...*
¿Qué mós decir después de ver á la mala
prensa universalmente anatematizada y con
denada, ya por la Ig lesia , ya por sus celo
sos Pastores, además de estarlo por el sen
tido moral y por la conciencia honrada que
lanza sobre ella el grito de su reprobación t
jT es posible, repetimos, que esa prensa
viva sostenida por los que llevan el título y
ostentan el carácter de católicost i A h ! Por
desgracia el hecho es innegable. A costa do
los católicos se ataca á la Iglesia. A costa
de los católicos se ofende á la moral cris
tiana. A costa de los católicos se siembra la
semilla del error y se pervierten las costum
bres públicas y privadas. Y á costa de los
católicos crece, y prospera, y se difunde más
y más cada día esa prensa impía é inmoral
que tan enormes daños causa. Y por el abandono de los católi<;os, la buena prensa,
representada por excelentes diarios y revis
tas , arrastra una existencia lánguida y pe
nosa.
¡Tremenda responsabilidad contraen ante
Dios y ante los hombres los que así proce
den! Y porque la culpa es tan grave, no
extrañen nuestros lectores la vehemente in
sistencia con que la condenamos.
Aquí debemos también advertir que la
buena prensa á que aludimos y que deben
proteger los católicos, no está reducida á los
diarios ó revistas que defienden su causa,
puesto que se publican á todas horas exce
lentes libros, folletos y hojas de buena docteina, cuya lectura puede hacer mucho bien,
y por tanto, interesa mucho propagar. Siendo
como es, tan poco costosa la adquisición de
un libro, de un opúsculo ó de unas hojas de
— 44 —
i
propaganda, jquién no podrá contribuir á
sembrar la semilla del bien? Cada católico
debiera tener en su presupuesto una partida
mayor ó menor para la adquisición de escri
tos de esta clase. A cuyo propósito dice muy
oi>ortiiuamente un prospecto de la Obra de San
Vahlo^ establecida en París: « Los católicos
> deben sostener la prensa con su dinero, si no
» quieren resignarse áver la desmoralización
» completa del mundo, pervertido por la ili> mitada libertad de decirlo todo. Están lia> ciondo gastos i)ara obras secundarias, y tie» non casi abandonada la obra de la prensa,
> que excede en importancia á las demás. Hay
> fieles que prodigan su oro para aliviar una
» miseria corporal, y son sórdidamente ava» ros cuando se trata de aliviar una miseria
» moral.
Debiéramos tomar ejemplo de lo que ha
cen los partidarios do las causas encamina
das á subvertir el orden social. Asombra
verdaderamente, y más todavía que asombra,
aterra, leer los guarismos que representa la
circulación de los escritos demagógicos ó in
cendiarios. A sí se han formado y se forman
diariamente esas falanges de hombres dis
puestos á todo, no sólo por su número y por
su audacia, sino por lo que han excitado y
enardecido sus pasiones los escritos á que
aludimos.
4 Será posible que, hijos nosotros de aque
llos mártires que hiciéron por sus creencias
el sacrificio de la vida en medio de los tor
mentos, no hagamos por la defensa de esas
creencias el sacrificio de una miserable can
tidad , que nada significa en nuestro presu
puesto ? Será posible que veamos sin rubor
trasladarse la actividad, el celo, el ardor, el
entusiasmo por su causa á los socialistas y
anarquistas, mientras nosotros permanecemos
en actitud pasiva respecto á la nuestra? ^De
tal manera se habrán trocado los papedes,
que los defensores del mal nos den lecciones
á los defensores del bien?
NOTICIAS DE NUESTRAS MISIONES
Excursiones upostiHícas.
De Chile al valle del Nauquén.
Habiendo el Presbo. Don Angel Savio
emprendido viaje, por la Cordillera de los
Andes, de la Itepública Argentina á Chile
con el fin de disponer lo conveniente para
la fundación de una Misión en Los Angeles
é ir á ejercer las funciones de su ministerio
donde mayor fuese la necesidad, atravesó d
desierto de la Patagonia y las nieves de las
altas montañas, y después de mil aventuras
y peligros llegó á la ciudad de Concepción.
No permaneció allí muchos días, pues adver
tido por una carta del lim o. Sr. Cagliero
que le esperaban en Chos-Malal y poblacio
nes formadas entre los ríos Nauquén y Co
lorado volvió á pasar la Cordillera. Inde
cibles fueron las fatigas del viaje hasta Norquínj una gran lluvia y viento sorprendié
ronle en el camino y apenas era dable andar
aún á caballo.
Eecibido con viva alegría por los cató
licos de Norquín permaneció allí ocho días
durante los cuales les hizo doce instrucciones
y administró á muchos de ellos los santos
sacramentos. •'
Episodio. — Acción del Misionero
entre aquella pobre' gente.
CTn día llega á la casa en que Don Savio
estaba alojado, una señora que venía de lejos
con un niño que quería hacer bautizar.
Concluida la ceremonia: — P adre, le dice
al Misionero, á más de este hijo tengo va
rios otros, y todos moros todavía, esto eS;
sin bautismo’; viven conmigo allá tras de
aquella montana. Ojalá se dignára venir á
nosotros V. R. Hay en aquel lugar tantos que
le desean x>ara el bautismo de sus niños y
no- pocos enfermos que suspiran por ver un
sacerdote.
Don Savio se habría al punto puesto en
camino; pero imrtilizadas sus cabalgaduras,
no sabía cómo llevar los útiles para la misa
y demásfpropios del misionero. Aquella buena
mujer ofrécese á mandarle dos caballos y
una muía, y así dos días después púsose en
viaje para aquella región llamada Taquimilán.
Llegado allí visitó varias cabanas y confesó
algunos enfermos, uno de los cuales murió
al día siguiente. Crande es la necesidad
del trabajo espiritual entre aquella gente; y
gracias á la caridad de una familia chilena
establecióse una provisional capilla para la
administración de los sacramentos y celebra
ción de la santa Misa. Decíase ésta de madrugada, luego bautizábase á los niños, y
fesábase á las gentes que acudían de todas
partes, se hacía en seguida una iustrucción
de catecismo y concluíase con la recitación
del Rosario.
Manifiesta era la necesidad de d.r? una
misión, y como D . Savio no pud'oca dete
nerse muchos días, luego que llegó á OhosMalal envió al objeto á Don Panaro; y en
verdad que el éxito ftió admirable y en ex
tremo consolador, como quiera que aquella
población llena de fe y de excelente índole,
como lo es en general el pueblo chileno,
sólo tenía que lamentar las desgracias que
ocurren con la carencia de sacei^ote que les
instruya y aliente en las penosas fatigas del
trabajo agrícola.
— 45 una parte del litoral del Atlántico, los valles
que se extienden entre el rio Sanee grande,
el
torrente Ñapostá., las colinas do la Ventana
Copiosa lluvia. — Sacrificios y consuelos.
y Sauce chico, esto e s , un camino de 500
La Ilefrada de Don Savio á Cbos-Malal kilómetros, en el cual empleamos como dos
fné providencialmente en momentos en que meses.
En tan vasta extensión no he encontrado
el misionero Don Mateo Gavotto se liaHaba
gravemente enfermo, sin médico ni medici otro centro de población que Tom quinst,
nas ; ma.s D . Savio, práctico en males seme pues las demás habitaciones están diseminadas
jantes, acertó ó darle remedios con los cuales acá y allá sin formar grupo alguno. So \ on
logró pronto mejorarlo. Don Panaro que personas de todas las uaoiomilidades euro
fstaba también allí aproveclió la ocasión de la peas confundidas con las indígenas, de las
venida de Don Savio para celebrar varias cuales se difereuciau en el color y más aún en
fiestas con que se atrajo á muchos pobres y las costumbres y religión, si bien por lo ge
á los cuales, en su gran m iseria, se les so neral reina gran indiforoueia. Nos detuvimos
corrió con los recursos que acababan de en muchos puntos y fuimos siempre bien re
cibidos, pues que la hosx)italidad es una de
llegarles.
Don Savio siguió camino tocando en Püoe las virtudes más características de estos lu
y Cortadera, encontrando por todas partes gares; de manera que muy raras veces Imgrandes necesidades espirituales que atender bimos de dormir en el suelo; en cuanto á
y debiendo sufrir x^or dos días con sus no alimentos los hallamos muy superiores á los
ches una copiosísima lluvia. Sin encontrar de Patagonia, y en algunas i)artes nos lle
abrigo siquiera i)ara dormir, llegó con su garon á ofrecer hasta vino, llallándomo en
comx>afiero con una fuerte fiebre ó R oca, á la colonia Vitícola llegó de Buenos Aires el
430 kilómetros de Clios-Malal. Pelizmente R. P . Adriano C ol, Pasionista, quien en
habiendo aquí recibido oportunos cuidados los ocho días que hizo alto allí hizo gran
no tardó en sanar y seguir su viaje á Pata bien entre los Irlandeses, de los cuales con
gones, Bahía Blanca y Buenos Aires, adonde fesó 150, en tanto yo me ocupé en instniir
llegó en tiemi>o de poder prestar sus servi y catequizar Indios y , á Dios gracias, me
cios á las víctimas de la revolución. D e aquí cux>o el consuelo de bautizar á 22 el 18 de
marchó al Rosario y á Vietorica cerca del m ayo: todas personas de cierta edad, el
río Salado. E l resultado de sn expedición menor de los cuales tenía quince años y el
ha sido la administración de 56 bautismos, que más 70.
24 matrimonios, 345 confesiones, 322 comu
niones (de las cuales 6 por viático) y 3 ex Una nueva Capüla. — Sueno de un Indio.
tremaunciones.
En Tornquiiits, concluida la misión, habló
con el Sr. Administrador Don Rodolfo Funke
sobre la manera de construir una capilla, y
Patagones.
aprobado que 61 hubo el i)royecto animá
ronse á ello los vecinos y presto construye
Carta del R. P. Domingo Müanesio.
ron una de 18 metros de largo por cinco y
medio de ancho. Una vez concluida, como
SI de octubre de 1880.
faltaran los objetos necesarios para el culto,
Mtjy a m a d o D o n R u a :
partí para Buenos Aires donde con buena f
Después de una ausencia de siete m eses, fortuna pude asistir á los heridos de la re
liállome de nuevo en Patagonia. Si me pro- volución. Pasado este peligro y provisto, do
Dusicra darle minuciosa cuenta de mis expe- lo necesario, volví á Tornquúits con el P. Juan
aiciones durante tan largo tiemi)o excedería Hirtenborger, Pasionista, quien á i)ütición
los límites de una carta, y así me confor mía fuó enviado por su superior á confesar
á varias personas de familias alemanas, bue
maré con indicar lo más importante.
nas católicas y de gran fe. El 17 de agosto,
con licencia dcl Ex.*"" Sr. Arzobkq>o y en
En el campo. — Pesca de Indios.
compaf-! .de dicho Padre, bendije, con gran
En marzo y abril Don BorgMno, Don Oa* contento de los vecinos, aquella capilla, de
valli y yo acompañados de nuestro coadjutor dicándola al glorioso Patriarca San José.
Carlos Rossetti dimos una misión, abundante D e vuelta á Bahía Blanca partí á dar otí a
en buenos resultados, en Bahía Blanca. A misión en las márgenes del río Colorado,
principios de mayo quedando D . Borghino donde entre otros consuelos tuve él de con
y D . Cavalli al cuidado de aquella parro seguir la conversión de varios indios. Más
quia, yo en compañía rte un joven llamado de una vez al signarles la frente con el
Nicolás E sand i, hijo de excelentes padres, santo crisma sufrí cierta distracción al notíir
comencé de nuevo mis acostumbradas exenr- en ellas ciertas heridas ya cicatrizadas y que
siones; y principiando por las colonias de manifestaban sns antiguos combates y pade
Tomquinst y la Vitícola, recorrimos á caballo cimientos.
Providencial arrivo á Chos-Malal.
Nuevos Tallares en construcción
A la derecha se rea la casa j patio existentes. A la izquierda los nnevos talleres. Sobre la coli
— 48 —
Uno de ellos me decía: i Olí Padre, qué
contento me siento con haber recibido el
b:intismo 1 Otro me refirió con indecible
alegría nn snefio tenido la noche siguiente
á su bautismo: « Soñé, me dijo, que me ha
llaba al borde de un gran precipicio en el
cual estaba ya para caer cuando apai'eció
un hombre semejante á Ud. que me retiró
dcl peligi'o. »
El 23 de setiembre volví á Bahía para ce
lebrar la fiesta de la Patroua Kuestra Se0ora de Mercedes: la solemnidad fué esplén
dida y el concurso extraordinario. Después
do la procesión, para evitar inconvenientes,
ftió necesario regular la entrada en la iglesia,
y más de la mitad de la gente quedó fuera
por falta de espacio; lo cual es una prueba
do la vuelta al Señor de muchos que le ha
bían abandonado.
Pocos días después regresó con mi compa
ñero á Patagones donde me encuentro.
Dígnese V. R. rogar por mí y darme su
bendición. De V. R.
A . S . en J . G.
D
o m in g o
M il a n e s io
ronse selectas composiciones apropiadas al
acto y con gran acompañamiento musical, y
luego procedióse á la bendición litúrgica y
ceremonia de la colocación de la piedra fun
damental. Colocadas en ésta por el oficiante
algunas medallas y moned.as juntamente con
el acta respectiva, acercóse un huerfanito
quien en representación de sus compañeros
ayudó al preste á colocar aquella piedra.
Sobremanera tierna y conmovedora era la
escena que se ofrecía al considerar ese hiierfanito que daba comienzo al santo asilo para
muchos centenares de huérfanos que habrán
de albergarse y formarse cristianamente en
él. Terminada la función con escogidas
piezas de música, el R. Can. Gniol obse
quió con una gran merienda y lotería á los
jiiños que llenos de contento no cesaban de
vivar y expresar sus entusiastas agradeci
mientos.
_____
I
Freshitero.
BARCELONA.
,
I
T a lle r e s S a le sia n o s d e S a r r iá .
eSSANCBE DE LOS TALLERES SALESIAAOS
de San Le6n en Marsella.
En 1879 púsose la primera piedra de la
Capilla del Oratorio Salesiano de San León,
y luego después dióse principio á los tra
bajos de la imi)ortante casa, con vastos tal
leres y patios, construida mediante la gran
caridad de los Marselleses.
En el espacio de once años dos mil qui
nientos niños han aprendido en ella un arte ú
oficio, recibido cristiana educación, y no po
cos , despertada la vocación religiosa, han
abrazado el estado eclesiástico. Albérganse
actualmente allí 220 niños, esto es, cuantos
ía casa puede contener j pero son tantas las
solicitudes ó instancias con que se pide la
admisión de muchos otros que, con el aliento
de nuesti'os buenos Cooperadores, se ha re
suelto ensanchar el edificio existente de ma
nera que pueda doblarse el número de apren
dices. La obra encomendada al distinguido
suquitecto Don Adolfo Fleury ocupará C40
metros de superficie y costará cien mil
francos.
E l 14 del mes de Febrero dábase prin
cipio á la nueva fábrica con una hermosí
sima fiest* presidida por el Rev. Párroco de
San José, el Sr. Canónigo Guiol, y con asis
tencia de numeroso clero y gran concurren
cia de Cooperadores, amigos, niños, artesa
nos, etc. Comenzóse la función con nn elo
cuente discurso del Sr. Párroco que fué
singularmcule aplaudido j en seguida cantá
(De la Revista Popular de Barcelona).
« E l jueves último (29 de enero), galante
mente invitados por el Reverendo Padre Su
perior de los Talleres Salesianos establecidos
en el vecino pueblo de Sarriá, tuvimos el
gusto de asistir á las solemnes funciones con
que 80 celebró en aquella Casa la fiesta del
glorioso titular San Francisco de Sales. Por
la mañana se tuvo Comunión general para
todos los asilados, y á las diez Misa solemne
que celebró el Reverendo Señor Cura Párroco
de Sarriá- y cantó la sección do música del
Establecimiento, predicando el Rdo. Sr. Yergés, beneficiado del Pino, de esta ciudad.
Por la tarde, después de una devota función
al Señor Sacramentado, se representó en el
salón de recreo y ante un numeroso y luci
dísimo concurso, un auto religioso, por tí
tulo Culpa y perdón, hermosa alegoría del
l)6cador y de su retorno á la divina gracia
y reconciliación con Dios. Dicho auto gustó
sobremanera á la concurrencia por las opor
tunas enseñanzas de que está sembrado, y
por su carácter profundamente teológico en
todo el rigor y propiedad de esta palabra.
La brillante banda Salesiana ejecutó en los
intermedios las más escogidas piezas de su
repertorio, bajo la dirección del jóven pro
fesor D . Pablo Plans,
Con esta ocasión fueron muchísimas las
personas de nuestra ciudad que visitaron el
piadoso Establecimiento, que promete ser en
breve uno de los más brillantes de la insigne
Congregación de Don Bosco. Los asilados y
•
— 49 —
aprendices en sus Talleros son ya más de
doscientos. Además del espacioso edificio con
que han contado liasta ahora los Padres
Salceianos, está levantándose junto á él un
colegio todo de nueva planta que no tardará
en inaugurarse, y á poca distancia las Ilermanas Salesianas han abierto otro Asilo para
'* ninas pobres que cuenta ya gi*an número de
oducandas. Débese todo al celo é ilustración
de los hijos de Don Bosco y á la generosa
caridad cíe personas bienhechoras, y muy
particularmente de una piadosísima señora
de esta capital. A todos se lo recompense
Dios Kuestro Señor. »
D e la misma Revista tomamos el suelto si
guiente :
« Como habíamos anunciado, el día 16 del
3orriente se celebró la Conferencia de los
Padres Salesianos, anticipada en obsequio
Jel doctor D . Celestino Durando, que está
girando la visita de las Casas del Instituto.
La música de los Talleres Salesianos ame
nizó el acto con escogidas piezas. E l Heverendo P . Jacas, de la Compañía de Jesús,
en un brillante discurso, hizo ver las ven
tajas que obtienen los señores Cooperadores
á la Obra de D . Bosco. Terminó el acto re
ligioso con algunos motetes cantados por los
niños que se educan en los Establecimientos
Salesianos.
Consolador es el incremento que á Dios
gracias adquiere una Obra que atiendo de
un modo especial á educar para el sacerdocio
á los jóvenes que se sienten llamados al
mismo, y que al mismo tiemx^o se dedica á
las Misiones en el Africa, en las inl^ospitalarias pampas de la Patagonia y Tierra del
Euego y otros países incultos de Am érica.»
COLEGIO DEL S.*“ ÁNGEL DE' LA GÜARDA
en Sarriá (Barcelona).
La Sociedad de San Francisco de S a le s,
sostenida por la divina Providencia y la ina
gotable caridad cristiana, hace ocho años
que ha establecido en Sarriá Escuela y Ta
lleres do artes y oficios j y ahora se propone
ftbrir al princii)io del próximo abril un co
legio para niños de 8 á 12 años. Este cole
gio Responde á la necesidad que se da á co
nocer por las muchas solicitudes que hace
tiempo vienen haciéndose al Director.
E l colegio se ha edificado junto á lo s Ta
lleres Salesianos, pero con sala y patios en
teramente independientes.
La amenidad del sitio, la bondad del clima,
los grandes pórticos y aulas, y el espacioso
patio y huerto para la recreación contribui
rán á que los niños gocen de excelente sa
lud , en tanto que no se ahorrará cuidado
para su adelanto ñsico, intelectual y moral.
‘í
Condiciones para la aceptación.
1. Para la admisión do un niño debe pre
sentarse fe de bautismo, certificado de haber
sido vacunado ó padecido la viruela, otro do
su conducto en la e s c u e la d o n d e hubiere
estado, y testimonio del propio páiTO C O sobro
la moralidad dol x)eticionario.
2. Debe tenor ocho años do edad y no
haber sido expulsado de otro colegio.
3. La solicitud debe hacerse al Diroo.tor
del establecimiento, D . Felipe Jf. R in a ld i,
Frcsb.o
Enseñanza.
1. La instrucción que por ah .u so díirá
ha de ser la de los ramos de pri.nora oiuofianza, á la cual más tardo se agregará la
do segunda. La norma que so seguirá para
ello será conforme á los programas y regla
mentos gubernativos.
2. Cada dos meses se informará á los
padres do familia, ó á sus representantes,
sobre el adelanto que loa aliinuios hayan
conseguido en los estudios, á la vez que
sobre su salud y conducta.
Pensión y alimentos.
1. La pensión será do 25 pesetas men
suales. Se les dará cuanto pan quieran ; cho
colate de desayunoj sopa y un guisado en
la comidaj pan de merienda; sopa y una
vianda en la cena.
A los que lo pidan^ mediante la pensión de
35 pts. mensuales, se les dará pan cuanto deseeiiy ca/éf lecheo chocolate de desayuno; vino ^
sopa y dos platos en la comida; pan de me
rienda; sopaj una vianda y postre en la cena.
2. La pensión se pagará por trimestres
anticipados. La falta de cumplimiento á esta
obligación ijidicará que los padres del alumno
quieren retirarle del colegio.
3. No so hará redución alguna al que
permanezca menos de 15 días fuera del ostablecimieuto; y toda quincena comenzada
se contará como entera.
Observaciones.
1. Para médico, peluquero, cam a, luz,
tinta, enseñanza de música vocal, ejercicios
gimnásticos y declamación, se pagarán 40
pesetas á la entrada, sin que haya derecho
á reembolso alguno, por breve que llegue á
ser la permanencia de un niño en el colegio.
2. Los gastos de medicinas, libros y úti
les para escuela, vestido etc., como también
los de reparación de ropa y compostura de
calzado serán de cuenta de los p a ^ e s de fa
milia.
E l lavado y planchado se hace en el co
legio por tres pesetas mensuales.
3.
86 permite á los alumnos guardar
— 50 dinero, sellos, cortaplumas, relojes, ni otros
objetos (le valor.
4. Los padres de familia que quierau
dejar dinero á sus liijos, lo depositarán en
manos del Prefecto del colegio, quien con la
debida discreción lo destinará á los fines que
8© le indiquen.
Ropa y enseres.
1. Cada niño deberá tener para paseos
y salidas un traje negro de uniforme, que
consiste en pantalón, chaleco y chaqueta:
todo lo cual, cuando los padres lo pidieren,
lo proi)orcionará el colegio. La gorra de uni
forme la da el colegio.
2. Trajes en buen estado 2.
3. Piusas (una de uniforme) 3.
4. Pares de calzado 3.
5. Peine y cepillos para la ropa y cal
zado.
C. Colchón de 1,75 metros por 0,75.
7. Almohada 1, y fundas 4.
8. Frazadas ó cobertores de lana 2.
9. Colcha de color 1.
10. Sábanas 4.
11. Camisas C.
12. Calzoncillos (>.
13. Camisetas de invierno 4.
14. Izares de medias 8.
15. Pañuelos 10.
IC. Paños de mano 4.
17. Servilletas 4.
18. Bolsas para ropa 2.
NOTA. — Toda la ropa debe estar marcada
con el número que la dirección de la casa indiqiie. Ésta no responde de los extravíos de
pañuelos y corbatas, que fácilmente rompen ó
pierden los niños, aunque haya gran vigilancia.
Indicaciones.
1. Los alumnos permanecerán todo el
año 611 el colegio ; mas pueden estar con los
padres que lo (lesean, durante todas ó parte
de las vacaciones. Estas comienzan el 15 de
agosto y terminarán el 15 de septiembre.
2. La pensión comenzará á correr desde
el 15 do setiembre, aun
niños que
regresen más tardo de sus casas.
3. Habrá escuela do dibujo gratuita pava
h'S niños más adelantados, y x^Jua todos los
que lo pidan mediante el pago de 2 pts.
mensuales.
4. Fuera del tiempo de las vacaciones
de otoño á ningún niño se permite salir del
colegio, aunque sea eu coinxiañía de sus pa
dres ú otras x>ersoiias á quienes estuviere
recomendado, e.xoepto el caso do enfermedad.
5. Se puede visitar á los alumnos una
ve* por semana y la hora señalada para esto
todos los días es desde las 12 y medía hasta
las 2 de la tarde; y en los festivos desde
las 4 á livs 5 de la tarde.
EL INDIO AMERICANO.
K
0
a
< La teoría de que el indio americano peí
tenece á la raza ^fa la ya , porque descieiid
de la que habita, desde tiempo iiimemoriiil
el Continente asiático (dice É l Orden de Bo
gota), ha sido casi generalmente aceptadej
y además, no se ha podido hasta hoy exi)lic
de otra manera la existencia de la pobla
cióu, en este Continente ignorado, hasta
descubrimiento por Cristóbal Colón.
Se ha creído q u e , x>or el Estrecho dd
B ehering, en éx)oca desconocida, debieroi
X>asar los asiáticos á ocuparlo. Sea de esto l3
que fuere, el hecho es que, en los indios dft;
América se encuentran los mismos rasgoíti
' di
ser, con los asiáticos. Pero lo que sí est
ñiera de toda duda es, que la raza indíger
era la dueña de este Continente, porque Dio
la x)uso en é l , y cuinxfiió aquí con el ma
dato de ct'ecer y multiplicarse.
« Vino luego la conquista j y de entone
para acá han sido los indios esclavos, poi
la ignorancia y miseria en que han vivido
« Bajo el llamado Derecho de conquista n(
contaron los indios con más consideracione
que las que les dispensaron los Misionero
católicos y la Santa Sede, que tuvo eu cuent
su carácter, ignorancia y género de trabaj
á que vivían consagrados, para hacerles be
niguas concesiones.
« Es indudable que el espíritu de las leye
de ludias tendía á favorecer esta raza j x^ei'
la índole de las instituciones de aquel tiempo,
y la investidura de Conquistadores que traíai
los esx)afioleSj neutralizaron en algunos sen
tidos la acción benéfica y protectora de
quella legislación.
« Eu tiempo de la Colonia no se obligah
á los indios á prestar el servicio, de las ar
mas, la ley los eximía de él.
« Por un sentimiento de ju sticia, y pan
evitar la decadencia de esta raz.n, el Gobierm
esxmüol les señaló sus resguardos, que con
sistían en porciones considerables de tierra,
en contacto con las poblaciones de los in
dios. Estos las disfrutaban en común tantí
X )ara sus labranzas como para mantener sin
ganados.
« Establecióse un Gobierno compuesto dt
Cabildos y Corregidores, en el cual la picoti
figuraba como uno de sus principales ele
mentos.
« Sin embargo, se les hacía justicia, y los
indios vivieron largo tiempo á cubierto d<
la rapacidad de algunos blancos y de sui
descendientes mestizos^ consagrados á la
gricultura, que es la industria que más les
agrada. Merced á esto y á que los indios
conducían sobre sus espaldas, á los merca
dos, toda clase de víveres, la sociedad ealera disfrutaba de abundancia y baratura;
51
iendo por consiguiente la vida fácil y cóloda para todos, heclio que demuestra claameute que el bien produce siempre bienes.
« Llegó la guerra de la Independencia, y
n ella la raza indígena, siendo la que tenía
jerfecto derecho para independizarse, y sin
üftTiihargo de hallarse resentida con los espa'ojíoles, manifestóse generosa, y dió ejemplo
, los hijos de ésto s, pues los indios en lo
;eneral, fueron realistas, y algunos hasta
mpectuados en favor del Gobierno español,
orno los de Pasto. Preciso es reconocer y
onfesar que en esa conducta demostraron
ambién los indios ser amigos del orden y de
a paz, enemigos de las revoluciones y de la
nena, y hasta previsores de lo que les ha’ la de suceder por consecuencia de aquella
aosforniación política. Los hechos poste
ares lo comprobaron.
« La Eepública les reconoció el mismo decho que á los blancos i)ara enajenar ó vener sus propiedades raíces j pero comenzó
or cercenarles sus terrenos, disponiendo que
ellos se tomara sin indemnización alguna
número de hectáreas de tierra necesario
jara el área de población en todos los Mucipios donde había resguardos; y otra porión considerable de tierra para el sosteuiento de la escuelas de ambos sexos, sin
bargo de que los indios jamás mandan ni
mandado sus hijos á ella s, ya por la
strema pobreza en que viven, causa de que
tengan desnudos, ya porque desconfían
la utilidad de la instrucción, ya porque
lecesitan de la cooperación y servicio de
los, desde que comienzan á dar los primeD6 pasos.
« Ordenóse la división y repartimiento de
is tierras de los resguardos, y de aquí suri6 la ruina y aniquilamiento de esta raza.
mayor parte de los indios fueron engaidos por individuos de las otras razas,
nenes les compraron sus terrenos á vil
recio, quedando después de esto condeiiaá la mendicidml j que los obligó á emiar á los climas cálidos, en consecución de
cilidades para la vida y de mayor salario
jornal, en los cuáles han encontrado la
nerte millares de comuneros que puderon
ny bien haber pasado á ser comuninias^ si
sobriedad y buena índole no ios hubieprecavido.
« La agitación constante en que hemos vi*
do desde la emancipación de España, ha
do causa de que los infelices indios hayan
ido llevados por la fuerza á los campos de
talla, así por los Gobiernos como por los
volucionarios. Si este abuso, de todos co
ido , necesitara de comprobación, hallaala en el hecho de verse blanquear aún en
versos puntos de nuestro territorio las osaentas de los primitivos pobladores del país j
•justicia flagrante que x>node acaso figurar
'Uio una délas principales causas de nuestras
'«iPesgracias. E l mal engendra siempre males.
Rasgos característicos del indio.
« Es sobrio, laborioso, económico, descon
fiado, y tan activo, que recorre con más li
gereza que los caballos y las muías inmensas
distancias, por malos caminos, en llanuras ■ ,
ó terrenos fragosos. E s sencillo, fiel, buen
am igo, desinteresado con las personas eu
quienes encuentra benevolencia y afecto; su
persticioso , agudo, mañoso para vencer las
dificultades materiales ¿e todo género, pa
cífico, enemigo de las revueltas y de los desórdeiies, industrioso y reservado.
« Son aferrados á sus ideas y á sus creen
cias , y no tienen elasticidad luuguna para
aceptar las ageiias. Por medio do rodeos lle
gan siempre al objeto que so proponen.
« Algunos hay muy adheridos al terruño,
pero, en lo general, son andariegos, y gus
tan mucho de ir á todos los morcados, lle
vando los productos de la tierra que ellos
mismos cultivan, y los de las infinitas indus
trias que les son peculiares.
« Saben aprovechar todos los productos de
la tierra, por despreciables que sean , apli
cándolos á sus industrias.
Tribus Nómades.
« Con respecto á éstas, escasas son las no
ticias que tenemos; j)ero es de suponerse
que exista una muy considerable población
diseminada en los inmensos territorios sal
vajes.
« La mayor parte de esas tribus fueron
objeto de la solicitud, del esfuerzo y del ca
riño evangélico de los Reverendos Padres de
la Compañía de J e sú s, hasta mediados del
siglo i)asado, en que fueron expulsados de
los dominios de la monarquía española, y
comiscados sus bienes, en cumplimiento de
la pragmática de Carlos III.
\ En vano hizo esfuerzos entonces el Go
bierno español, y se han hecho desiiués, eu
el sentido de continuar la obra cristiana do
llevar la luz del Evangelio, única y verda
dera civilización, á los habitantes de los <losiertos, ni siquiera se jiudo conservar el es
tado fiorecieiite en que so hallaban las mi
siones. Todo el bien que so había hecho en
esas ricas y fértiles comarcas desapareció
como el torbellino.
« Sin embargo, por los informes de algu
nos sacerdotes y viajeros que han penetrado
en aquellos territorios, se sabe que casi to
das las tribus nómades conservan gratas y
respetuosas tradiciones referentes á los mi
sioneros Jesuítas y que anheiau verlos nue
vamente en medio de ellas. Esto equivale á
tener vencida una de las mayores dificul
tades.
« Es un hecho digno de justa censura, y
que arguye en contra de los descendientes
de los españoles, no haber continuado la
magua obra acometida y llevada á cabo por
— 52
ellos, en lo que les quedó por hacer, ó sea
el complemento de ella relativamente á la
civilización de los salvajes y colonización de
territorios desiertos j y esto contando con
los grandes y eficaces recursos que nos de
jaron para el cumi)limiento de este ineludi
ble deber.
« Sabemos que Su Santidad, el ñustre
Pontífice León X III, está animado del ma
yor interés y celo apostólico en favor de los
indios de este continente: que promueve y
auxilia las misiones que tienen por objeto
atraer á los salvajes á la vida c iv il, incor
porándolos en el gremio de iiuestra Santa
Aladre Iglesia. — Tenemos conocimiento de
<iue en Colombia el Reverendo Padre José
O. Vela, Cura de Villavicencio y Miembro
<le la Sociedad Protectora de Indígenas, está
encargado de las Misiones de San Martín, y
de que recientemente emprendieron viaje con
él algunos Padrea de la Compañía de Jesús,
con el fin de ayudarlo en tan noble y evan
gélica empresa: notoria es la ilustración, y
de todos conocida la infatigable constancia
del llustrísimo Sr. Arzobispo de la Arquidiócesis, y su enérgica decisión en favor de
todo lo bueno; y, por último, hemos visto y
leído detenidamente la Ley 89 de 25 de no
viembre del año pasado, que expidió el Con
greso, cuyo espíritu tiende claramente á los
objetos que hemos indicado, en lo tocante á
la parte civil de las m isiones, ó s e a , á la
participación ó intervención que en eUas el
Gobierno debe tener, como con respecto á la
protección y amparo en sus derechos á los
indios civilizados. »
« A los Salesianos, dice el Sr. d^Espiney,
cabe el insigne honor de haber plantado la
cruz en la Patagonia y en la Tierra del
Fuego, donde han administrado el bautismo
á más de veinte mil salvajes y han fundado
numerosas escuelas, asilos y capillas.
< El IC de noviembre de 1883 S .S . LeónX III
erigió en la Patagonia un Vicariato y una
Prefectura Apostólicos. E l Vicariato com
prende la Patagonia septentrional y central;
la Prefectura, la Patagonia Meridional, la
Tierra del Fuego é islas adyacentes. La ex
tensión do osas tierras es casi como la de
toda la Europa.
« El Vicariato está confiado por Su San
tidad al limo. Sr. Cagliero y la Prefectura
á Bon José Fagnano.
« Su Santidatl, en el interés de extender
los beneficios de estas misiones, dignóse con
ferir la dignidad episcop;ü al limo. Sr. Ca
gliero, preconizado obispo de Magida en con
sistorio de 13 do noviembre de 1884. Este es
el primer obispo de la Congregación Salesiana.
^
« A más de la Prefectura y del Vicariato
Apostólicos que atienden en la Patagonia y
en la Tierra del Fuego, los Salesianos pres
tan grandes servicios en varios estados de
América del Sur, con caaas establecidas en
la República Argentina, B rasil, Paraguay,
Uruguay, Ecuador y Chile.
Don Bosco tuvo revelación de la gran
diosa obra reservada á sus misioneros; y
así pocos días antes de su muerte d ecía:
Propagad ardientemente la devoción á la San
tísima Virgen en la Tierra del Fuego. ¡ A h !
/ Si supierais cuántas almas Afaria Auxilia
dora^ por medio de los Salesianos^ qiiicre ga
nar para el cielo ! Y añadió después: Socorrer
á nuestros Misioneros es el medio infalible de
obtener de María Auxiliadora todas las gra
cias que se deseen, »
GRACIA DE MARIA ADIILIADOEA.
Muy Se .
m ío t
R etuo. P
adeb
:
En el pasado mes de julio, vióse atacado
de improviso mi hijo Don Francisco Ramos,
de una fístula, enfermedad muy penosa y de
imposible curación, según la opinión de mu
chos facultativos, entre ellos el eminente
operador de Sevilla D . Antonio Salado, si
no se arriesgaban los peligros de operarse.
En aquel conflicto, me encomendó á la
Virgen Santísima de quien únicamente po
día recibir consuelos haciéndole una fervo
rosa novena, para que por los méritos de
Don B osco, nos concediera aquel inmenso
favor. Y ¡ oh cuán grande es la misericordia
divina cuando se la pide con verdadero fer
vor 1 El último día de la novena vimos todos
admirados, que el mal había desaparecido
completamente y que el milagro se había
realizado.
Llena de agradecimiento por tan inapre
ciable beneficio, y después de cumplir con
mis hijos otras promesas, ofrecí á la Virgen
Santísima publicar este m ilagro, por cuya
razón le suplico encarecidamente se sirva
mandar publicarlo en el Boletín Salesiano.
Dándole anticipadas gracias, me ofrezco á
V ., Eevdo. Padre, af““ cooperadora
D
oloees
V iu d a
A ltaeez
de
R am os.
u tr e r a , 18 de febrero de 1891.
C«i MnUtUi ái U i i t Kdaiiitia - 6«mt« JOSÉ CilBlll.