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V.- N.
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Sale una vez al mes.
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Ins~ruyó al pueb_lo y diyl!lgó todo lo _q~~ había hech-o.
Bus?~ las doctrmas utües Y escr1b10 documentos
rec~tsimos y llenos d,e vet:dad. Las palabras de los
sabws son como puas o clavos, que penetran pro·
fundamente, y nos han sido dadas, mediante nuestros
maestros, por el único pastor.
EcLESIASTÉS XII, 9, 10 Y ll)
El peligro, Sto. Padre , está
~~ No se engañaría mucho _quien intentase . atribuir
~principalmente á la prensa malvada todos los males
¡¡ y la deplorable condición de las cosas á la cual
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¡¡ .emos 11 ega o ac,ua mente ... , os escrlto~es catohcos
~ d~ben con to_das !us fuerzas ocupar la 1mprenta en
~bien de la soCJedau.
¡¡¡
(LEÓN XIII)
en la continu:;,.
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ii~~~~ól~aldi~m~~~~.sy~~~~=~; ofrg~~~frli~~~~:lad~-~~= ~~
, La. prens~ p~riódica so~~tida á la a~torid!l'd je:
dación de una imprenta católica, puesta bajo el patro- ~~ earqmca, dre ¡re~tida del ~lspir~tu de Je~ucrislto, VJendeda
cinio de la Santa Sede. De esta manera , no hacién-~~ se e un po er mmenso: i umma, sostiene a ver a ,
dose esperar nue~tras respuestas, podremos con mayor ~hace desapa,recer el error, salva y civiliza; es casi
ventaja descender al campo de la lid y responder con ¡:¡¡ nna forma de apostolado sublime.
feliz éxi•LO á las provocaciones de los apóstoles del
error.
(SALES)
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Tül'ÍU --
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LI BRE H1A SAL ESI ANA - Sarriá (Barcelona) ~
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CA'róLICAS
LECTURA~
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1° Esta publicación se propone exclusivamente la enseñanza y defensa de la Reli- ~a, l a inteli- 91•
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·>.~: gión Católica , mediante la difusión de libros morales y amenos adaptados
~ gencia de todos.
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2° Cada mes saldrá á luz un opúsculo ele 100 á 120 páginas, el que se enviará
, ~ los Sres. Suscritores.
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PHECIO DE SUSCR~CION (ADELANTADO)
3° En Buenos Aires: Un aí1o peso m1n
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Provincias :
España
Italia
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¡1 o Los Señores Suseritores, que quisieran constituir centros de suscrición, recibiendo 'B:+
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50 Para los poc1·1clos y preciO
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. Di?·cccz'ón de lcts Lecturas Ccdúlicas en el Colegio Pío IX de Artes ?J Oficz'os ~ en lu~'~
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En Salta, al R. S. Bernabé PieclrabuemL, en el Seminario Conciliar ; en Mon- ~~
4~ te video, á D. Adriano Migone, Calle Constituyente, 1O5 ; en España, Barcelona-Sarriú, 1*~
~~a Salesi~a, y en Italia, á la Librería Salesiana de Turín.
ALMAGRO.
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VI I
AL SAN1 ISIMO SACRAMENTO Á IjA VIRGEN MARÍA Y A SAN JOSÉ
1
por San AlFONSO MARIA de UGORíO
Acaba de 1mb1icar la Tipog;rafía S::tlesiana de Buenos Airelil
Edición elegante y esmerada. -
Un vol. en-32° Pesetas
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2 O(;JJ
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EL ANGEL
D~~L
APOCALIPSIS
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O VIDA DE S. VINCENTE FERRER
P.bro ÜARLOS LOMEARDI
Tradi.acida al español por un Pad!'e Salesiano
ESCRITA EN ITALIANO POR EL
Un vol.
en~32°
de pág. 112 (Ls. Cs. 63)
. .
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~o
·--·-----
Pesetas
FE Y LIBRE EXAlVIEN
Y EL CONCI 10 Vi\r!,ICJ\NO
PAP¿~
RENAN Y LA VIDA DE JESUCRISTO
opúsculos del P. Francisco Thiartinengo
traducidos del itaííano
por el P. FELIX CAPRIOGUO de la Pia Sociedad Salesiana
;:1
Un vol. en-32° de pág. 140 (L.s. Cs. 66) Pesetas
RASGos; BTOGRl\_FICOS
del JOven sen1inarista L lJ I S C ~0 M O L LO
ESCRITOS POR
SU OONDISOIPULO
DON JUAN BOSOO
ü•adución del P. MARIO MIGONE
. , o,
Un voL en-3.2° de pág. 1.24 (Ls. Cs. 66) Pesetas
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DEVOGIONARIO REGLAMENTO PARA NINAS
por D." ANTONIA R. de URETA
Precios
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tela
piel, corte dorado . . • ,
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OCTlJBRE (le 1890
AÑO V.· N. lO.
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Debemos ayudar á imestros hermfi,Q
nos á· fin de CO'iJperar á. la, .difusión de la verdad.
(III S.
,JUAN,
Cualquiera. que recil)a á un niño en
mi nombre, f), mí me recibe.
(l\lAT. XVIII)
8)
O:s recomiendo la Irlí'íez y la juven·
tnd; cultivad con gra.nd.e empeño la
Atiende á .la buen~ lectura1 á, 1(¡!, exhortaoió;IJ. y á la enseñan:za.
(l Tm.
IV,
eclucació:n cristiana ; proporcionad
13)
Hbrof'! q·ae enseñen á huir el vicio
y á practicar la virtud.
:.Entre las <tJ{)Sas divinas le, más di.vina es la de cooperar con Ifios ··
á la fl:a1'1!·ación é!.<:'-lag alma.s.
(S.
(Pro IX)
DIONlS!O)
· Redoblad vuestras fuerza!:! para retraer á la niñez y juventud de lafJ
insidias ile la oorrupci6~1 é incredulidad y preparar de esta manel'fl.
una nueva generación. ·
Un tierno amor al prójimo ef.l uno
de los mv,yores y más exillelentes
dones que la diviru~t:1 bondaD!. pu~da
. oonceda:r ·é. .los hombres.
·(El DoeL S.
iFRANC.
d·e
(LEON XIII)
S.ALliS)
falta haCe{:lS }a l)enitenf~'ÍH 'H:n vi<.d:a, de
Jos crímenes q'ue se cometen, ES NECESA·NoTIULáB DE ~:iD;B:ta:l!~.A.s MV31QNES. ll:·.{:bagonia,. y Tierl'a del
RIA J..,A EXPLt\.CIÓN y de ella debe tomar sn
:Fuego.
.NOTIOIAfJ COMPli:NDI'/cDAS •
carácter especial nuestra oración, por otra,
.DoN llosco - Amenos J' pt:-eciosos cl<>ew:oc.""n:toB .sobre su "anta
parte, más asidua é insistente.
vida y admiut!>leB obras, em:upilarla.s po·r un Cooperador Salesiano.
En el exterior debemos trabajar y luLiquidacion de l:tt sangro de S. ,Jenaro e!lll Nrup6les.
•Devoción {L las Al.ma2 del l'tn'gGtorio.
char
en favor de las escuelas y de las obras
¡Una palabra sobr.e Jo.,, folletos :é' hojas s:liWltas de Jos protede beneficencia, no economizando á este
stantes.
respecto dinero ni fatigas; pero tengamos
siempre presente que estos esfuerzos no
son lo bastante para dar una solución
completa. N ne.yas le:yes pueden inutilizar
~ fl...... 1l..\J-. V7 . \.
nE fe~
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nuestros trabajos. N o olvidemos que Dios
.ectJnbüu·ii el estado JJresente de coscts c-uando
s.ea de su ctg'rado; pero ag~utrdct de nosotros
En estos momentos Dios es ultra- junto con oraciones más insistentes 'WlUt rej:ru::lo ;Con erímenes públic:gs de tal natu- parcwión 'l'nás perfecta á st~ jrustícilt. ]Jsta
lt~a~eza que \eeclaman indis:1pensablem.ente
reparación puede y debe hacerse por meó tremendo castigo ó gran expiación. El dlo de la acción é igualmente por la conrecurrir á e¡¡;ta expiación por medio de fesión .exterior y manifestación franca de
la penitencia.¡ como .á medio supremo , la fé.; pero nada de esto basta. La expuede .(micamente atraer sobre nosotros pictción, que supone el dolor ó al menos
la misericordi11 de Dios. Sólo al anuncio la privación, debe juntarse á todo y pe~
de lm; castigos recurren. los :NTinivitas al netrarlo todo con su espíritu.
ayuno y á ].a mas severa penitencia: ellos
N o nos fmjemos ilusi6nes; LA PENIdeben s.er nuestros modelos.
TENCIA QUE EXPÍA ES LA CUESTIÓN DECon la peniü~:ncia de,J)emos Juntar la ·CISIVA,. EL PUN'J:O CAPITAL, EL NUDO, QUB
-oración. Aunque estamos muy :Lejos de ES MENESTER DESA.T.A.R. En tanto que aquí
hacer tanta oración y tan bien como con- no se llegue, hágase cuanto se quiera, el
viene, pero en fin, .alguna .e,ración hace- rresultado será siempre muy escaso; pero
mos.: lo que más se ,echa vle. JLnenos y .ma- :si hasta a~1uí .se llega todo se eonseg-nirá.
1{01'
DESEGt'CAYIO.
GnA' I··O···
-
lill denmnio anda suelto y no se logrará
encadenarle si no es por este medio.
Los crímenes de los impíos nos indignan ; pero, si somos justos, parte de esta
indignación debiéramos volverla contra
nosotros mismos ~ pnes no hacemos violencia al cielo como es nuestro deber.
Porque &qué más hacemos de lo que hiciéramos si todas las cosas marcharan se-·
gún su eurso regular~ ¡Pareee que no creyéramos en la obligación que nos incumbe á cada uno de reparar el mal , en
<manto ele nosotros depende! Cada nuevo
atentado agrava este deber; nuestro grito
habitual debiera ser: Paree, Domine! ¡Perdón, Señor, perdón! Hay en los claustros
alma¡;; consagradas por su estado á la reparación; pero todos debemos tomar parte
en ella.
Si hay en nosotros algún amor de Dios
tendremos sed de sacrificios como reparación á su infinita grandeza. y Majestad.
Mas, aun cuando no se tuviese que
hacer expiación por los impíos, que acumulan sin cesar nuevos crímenes, el recurrir á la penitencia sería todavía nuestra mayor necesidad, porque debiendo
c~1,~9, uno ge nosotros hacer. una reparamon por s1 propw, esto es ue Luuu punto
indispensable á la justicia individual.
Aquí está la última pala.bra de lo que
actua.hl?-ent~ pasa.; pue$, si Dios ha dado
poder a nuestros enemigos , es porque
nosotros los cristianos no hacemos ya lo
que fuera menester para agradarle.
Nuestro Señor nos dice: « Si alguno
Cfl~iere venir en pos de mi, niéguese á sí
:m1smo y tome su cruz. ;} - « Si no bac?~s peniteneia, todos Juntamente perecerels. »
A la verdad nosotros no negamos estas cosas en teoría, pero con la. vida cómoda ..... nuestras costumbres las niegan
por completo: En muchas cosas lo que se
ha dado en llamar p·rog'teso nos coloca á
,gran distancia del espíritu cristiano. Hay
aquí una verdadera fascinación, y el alma
mejor templada y el estado más santo es
mucho si logran verse libres de ella. Por
esto Dios nos hiere para que reconozcamos ~ue estamos en error y no cesará,
~le ]1ermws hasta que nos hayamos vuelto
.a EL
Sólo entonces ~:~e nos devolverá 1a paz ·
si no hacemos penitencia de buen grad¿
la haremos por la fuerza, v entonces mu,elw más amarga.
Com.parándonos con los impíos, nos senV
110 --
timos como tentados á creer que de.IJemos agradar á Dios, nada más que porque
no participamos de la rabia de sus enemigos, ó bien 1wrque somos objeto de
ella. Posible es igualmente que los pastores oblig·ados á defender la grey misma
se vean forzados á insistir menos sobre
estos fundamentos prácticos; pero el Evangelio es terminante: Menester es lutcerr
pen'itmwic~.
&Se objetará quizá que la penitencia
no es ya de nuestras costumbres? Pero
aquí está el mal precisamente; nuestro
cristianismo es un cristianismo degenerado , nuestra piedad carece de un elemento esencial. Es necesario , cueste lo
que cueste, volvernos á poner de acuerdo
con el Evangelio. Es menester estar determinados á mortificarse, á privarse, á
sufrir, y persuadirse de que si el cuidado
exterior del culto es necesario, la penitencia lo es toda vía mucho más.
N o basta honrar la cruz , es in,dispensable llevarla con Aquel que nos dió
tan luminosos ejemplos : sin esto no
hay redención. Nuestro Señor cuando vino
á rescatarnos, nos enseñó lo que debemos
hacer para ser rescatados. Este es el fondo
mismo del Cristianismo.
LA SAINACIÓN EN LA. PENITENCIA.
Lo que importa es no queda.rse en teorías. Examine serüwwnte cada uno de nosotros y vea lo que en este sentido debe
reformar ó emprender.
Algqnos puntos como ejem]Jlo.:
Ante todo, entrar en las disposiciones
de un cristiano corazón herido por las
ofensas que se hacen á Dios y, en actitud
suplicante, decir cada día : Se·fi.or, dadnos
es1JÍrit'tt de _pen·i.tencic(¡ á fin de que nwrezcamos .ser .•;alvos.
Aspiraciones: j P.iedcu.l , Dios ·m [o! ¡ Jesús 1nio, ?nise·riconUa. ! etc. Actm; de reparación (enmienda pública, adoración, ~lisa.,
Comunión de desao-ravios)
b
'oo'enuflexl·OJie"'
.._' . !>.J'
postraciones con los brazws en cruz (almenos en privado).
·
Cada día un poco de meditación, prin
cipalmente sobre la Pasión, fuente de toda
penitencia, T'";ia crncis.
En espíritu de penitencia , sin buscar
vanos efug'ios, guardar los mandamientos
(observancia de las :fiestas, ayunos de precepto, etc.); redoblar las muestras de :fidelidad y los homenajes de adoración á
Dios (oficios de la parroquia., oración de
la noche en fl(Jmili(t ... ); hnir ele toda connivencia COll el mal, SOBRE 'l'ODO L.A LEC-
-
Hl-
TURA DE LOS MALOS PERIÓDICOS; dedicarse
personctlmente á las obras de celo y de caridad; llenar mejor los deberes (educación de los hijos, dirección cristiana de
los domésticos é inferiores ... ); combatir
los propios defectos; ofrecer los trabajos
y pensamientos en unión con los de Nuestro Señor.
Añadir mortificaciones voluntarias (los
viernes sobre todo), la abstinencia (almenos los sábados). Renunciar á esas innumerables exigencias y reparos en el
número y en la calidad de los alimentos,
á los vinos exquisitos, á los banquetes, á
las joyas, á los adornos y á toda superfluidad en el vestido.
Abstenerse de cantos profanos, danzas
y reuniones mundanas; observar recogimiento.
Pasar vista sobre el amueblado que tan
mal respira peniteneia eomnnmente hoy
día ; mortificarse en la manera de tomar
el sueño, en la hora de levantarse, punto
capital. Tornar en todo á, la simplicida.d
y virilidad cristianas.
Limosnas con ma,s larguezas, invertir
en ellas el total de las privaciones y hasta
imponérselas con este objeto.
En los siglos de fé , los instrumentos
ele pe.ulLencla no eran sólo para uso ele
religiosos. Los motivos de volver á esta
antigua costumbre &acaso pueden ser más
apremiantes~
En las congregaciones de los Hijos de
l\1aría , Cofradías etc.... 11ndiéranse :fijar
ciertas prácticas de penitencia y cada
vez que se tiene reunión tratar nuevamente de ellas.
Si algunas almas generosas consintieran· en ofrecerse á Dios espeeialmente en
calidad de Víctimas , harían sin duda á
Nuestra Madre la Iglesia el mayor de
los servicios. Ojalá que esta seguridad y
esta invitación signi1icadas por Su Santidad Léon XIII al Superior de una Orden tengan el poder de animar á estas
grandes almas á un acto tan heroico!
X. Z.
:'
NOTICIAS DE NUESTRAS MISIONES
Patagonia y Tierra del Fuego.
PnutaremLs, 4 ele Enero rle 1890.
ÜARÍSil\'1:0 DON RUA:
El año de 1889 ha sido fecundo en resultados para el bien de nuestras misiones.
El 8 de diciembre, consagrado á la Inmaculada Concepción , concluímos las fiestas,
con que para honrarla celebramos todo un
mes. En la mañana se hizo la, comunión general, esto es , de más de cien personas, con
asombro del país entero que jamás había
visto cosa, semejante. ¡Y con que devoción
y recogimiento llegaron todos al altar !
A la,s diez celebróse una Misa cantada con
toda solemnidad, acompañada en canto y armonio por las Hermanas de Ma.da .Auxiliaclora.
A las 2 p. m. tuvo lugar la procesión.
Delante de las a.ndas en que se hallaba co-locada la estatua de María , iban las alumnas del colegio de las Hermanas, y luego
toda la. población agrupábase tomando parte
en esta demonstración de afecto á Ja Santísima Virgen.
i Qué cambio en solo dos a,ños !
A la verdad que esta función me ha hecho
recordar· las que con todo esplendor se celebmn en Santiago , Valparaíso y Concep ·
ción.
J.1a Iglesia, adornada con exquisito gusto,
estaba llena de bote en bote.
Don :Beauvoir , que ele vuelta de las misiones, nos prestó gran ayuda para confesar
y atender á los niños, no podía dejar de expresar su asombro al observar el gran aumento de piedad, la frecuentación ele los sacr~mentos, la concurrencia. t'l. la Iglesia y la
hermosa celebración del Mes de l\Iaría.
i Sea por todo alabado Nuestro Señor y la
sma. Virgen!
En cuanto ú la MisióJl de San Rafael manifiesto es el progreso que alcanza. Espero'
que muchos .salv~jes llegarán en ·este mes,.
pues ya ha corrido la voz en toda la, isla y
en todos los canales del Archipiélago que la.
Misión presenta gran comodidad para vivir;
que hay abundancia. de galleta, carne, ves-tidos y buenos. capitanes (nombre que dan'
á los misioneros) que reciben con placer á
todos los indios.
He enviado allá un barco con galleta, harina, porotos, arros, papas, cubiertas de lana,
vestidos etc., y espero que dentro de poco·
volverá trayéndome noticias circunstanciadas.
de los misioneros, de los neófitos y salvajes.
¡ Ah si no escaseáran los recursos cuantomayor bien podríamos hacer l
Otra consoladora noticia es la de que nue.stro Oratorio Festivo es frecuentado por nu-
Jl:tllHfil'l?ozo~
chicos. Tenemo¡¡¡ ya
no
112 --
menos de
10.0 in.smritos, y á las Hermanas ocurre otro
t\1!Jnto con la atención (lee las niñas pob:res,
Si <t~l Seño:r nos manda los medios para
fab1·ü;a:r una capilla no t~,:rdali'emos en poner
manoo á la obraj pues la que tenemos á más
de ser muy pobre es demasiado estrecha y
la Iglesia parroquial amenaza ru.in.a.
Oramos ·y esperamos,
lilstas son 1 amado Don Rua , las noticias
que ocmrre darle sobre esta Misión,
:Reciba lDs a,fectuosos saludos de todos los
Sal.esianDs y de las. Hermanas de María Au:riliadora. Sírvase bendeeirnos á todos y en
p~ticu.lar á su afmo. h:ijo en J. y M.
.JosÉ FAG·NANO
Prt~fecto
apostólico.
Patagones.
7 de Marzo de 1890,
SR. D. RuA:
A fines del año pasado~ esto es, el 26 de
Diciembre, por orden del nmo Sr. Cagliero 1
}H~ hecho, en compañ.ía d.e un clérigo , un::Jl,
visita á los ind.ígenas residentes entre Gua:rdi9, Pringles y Oonesa. Hemos andado se~
·renta leguas y, áJ Dios gracias , hemos con.;.~eguido convertir á no pocos indios. El mímero de los que en esta ocasión se han
bautiz:r.do ha sid.o como de ciento entre niños
y adultos, toiios indíg:enas Y: con excepeión.
de unos diez, pe:rteneeientes á familias ya
cristianas.
I.1o que mvJyor consuelo nos ha dado ha
.sido ver venir á nosotros algunas familias
que hasta ahora habían permanecido en la
infidelidad , y las cuales tan pronto como
tenían noticia de nuestro a:rrivo corrían é
iban á esconderse como fieras en los desiertos. Mas ahora han querido escucb.a:rnos y
al oir explica,r en su propia lengua, las grandes verdades de nuestra religión quedaron
maravilladas, abandonaron sus supersticiones
y pidieron el bautismo.
Oo:rrieron también á vernos los indios cristianos y ciento cincuenta han sido h!JS confesiones, ciento las comuniones y 150 las confirmaciones.
·¡ Oh! ¡bondad infinita de Dios ! he debido
exclamar mil veces al hallarme rodeado de
tantos indígenas.
Estas humildes almas vuelan al Pa1míso y
tantos otros, sabios á los ~Qjos del mundo, trabajan para su eterna desgracia.
Querrá U d. saber si hemos corrido algún
peligro, Por fortuna) sólo nos hallamos en
uno, y fué de quedar pegados en un pantano sobre nuestras caballerías en una de
tantas lagunas cenagosas que abundan en
el valle del Río N e gro. El caso fué serio ,
mas la Provideneia nos salvó. ¡Ah! y cómo
se ruega de corazón cuando uno se h:i!.lla en
próximo peligro de muerte !
O.A.RíSIMO
Durante esta Misión nos detuvimos una vmj
en la cabaña de una familia de negros, cuyos
padres originarios de Af:rica fueron traídos acá
eomo esclavos. Esta familia es una de las mejores que se encuentran en estos lugares. Aquí
el misionero es recibido con :regocijo y con gran
fe y religiosidad. Nos deíiln7imos también en
otros puntos, regularmente, <entre indígenas,
que nos a,cogíau con gran benevolencia y
nos ofrecían gustosos Slil mejor rancho para
«lar la misión. Jamás nos faltó junto á ellos
el 1nate y el c~sailo. En cuanto al pBm y el
vin.o es :raro obtenerlo en estos lugares de
indios. No pocas vece8 nos vimos en la necesidad de dormir como J acob en el desierto.
Por fin el 27 de Enero llegamos á Viedma á,
celeb:ra.r con el nmo Sr, Oagliero y demás
hermanos la fiesta de san Francisco de Sales.
Le ruego me dé su bendición y acepte todo
el afecto de su a.foxno hijo en J. O.
DOM.ING·O Th1ILANESJJ:O
f']:esbítero.
Visita á la Misión de San RafaeR
en ia isla de Dawlwfll,
(Urna ile la.e islas .Principales de W. Tier-ra
. del F1,WfJO).
Pun-tarenl:l.s, 3 de Mayo de 1000,
0A.RÍSIMO DON RUA:
Voy á d.f!,rle noticia de una visita hecha á
la Misión de San RafaeL
Pl'eparativcs .
Los misioneros {1ue allá están escribiéromne
diciéndome que habían llegado á ellos otros
salvajes 1 después de los condueid.os por mí
en el mes de Febrero, y que necesitaban carne,
gallet::~, y vestidos para los recien llegados.
Hice preparar lo necesario; alquilé una nave
de 300 toneladas para el transporte de todo
y el 23 de Abril me embarqué con Don Bo:rgatello y cuatro Hermanas de María Amtiliadora.
A consecuencia de la falta de viento sólo
llegamos en la tarde del 24 al extremo norte
de la isla y allí anclamos porque, no corriendo
viento, la gran corriente del sur nos habría
llevado de nuevo a Puntarenas.
Al'rivo y cordial acogida,
En la mañana como nos fuera favorable
el viento nos hicimos á la vela y á las 10
tocamos en la Bahía Ha:rris, cerca de la cual
se hallan siete cabañas para nuestros salvajes y dos para nuestros misioneros y pers-onas de servieio. Desde á bordo veíamos
muchos indios que corrían á la playa y otros
que desde las puertas de las cabañas esperaban el barco con cierta emoción. Nuestra
nave había izado toclas las banderas y sobre
-
113 -·
-·-----~--------
ht easa de la lVHsión fb:m1er~ba el tricolor chileno. E~1~re tanto Don ]'errero con la gente
de seTvlmo habíase acercarlo á la ribera, El
üapitún ~el ?arco hi.zo ed1a~· anclas y (m
un sanct1-amen Don Borgatello, las Hermana8 y yo descemlimo11, ansiosos de pisal' tierra
conc:c13r á todoE1 los salvaijes, animarlos á con~
-vertm1e y á someterse al t.r·a,b::~jo pttra proveer eon mayor seguridad y conveniencia á
]as nec~esidades de la vida.
_. Apenas en tierra, nos dirigimos {l, los :i.ndios1 les saludamos con efusión hieimos mil
. .
'
er:n·lm<"c8
a, sus h'.
· 1JOS y les ;munciamos
que les
t1cRf~m10s alimentos y vestidos y que ño tardanamos en proveerlos de cuanto nec.esitárftlil .. i ~"-h! f3i hubiera Yisto eon que interés
IH~s mn·aban, en particular los niños, ora á
rri.ll :pm·q~w -r:.saba anteojos, ora á las Hermanas ve:->tJd:x~ eon un traje que no conoch~Jn!
Yino Don P.igt¡one á recibirnos y cm:nbia-dos los saludo~ más cord.iale8 se dió orden de
llevar las provisiones á la casa, á, doscien·tos
·
met.ros de lf, orilla.
metros de larg·o por tres de ancho, cubiertas
con :fierro gal'::::mizado y sin más que una
a.bertura que s1rve de puerta y ventana pero
sm hoj:cLs (l ue la.s cierren.
, En medio ~e ellas encienden fu-ego, s:i.rvi.énnoles de; cocma y estufa ...
Vida de los saivaj1es.
¡, Cuá~, es la vida de es·~os indios~ La pesca
y _J.a cana 7 con, cuyo motiVO hacen largo c~.
rruno, ,Cuand? logran pescar algún lobo marm? o conmguen abundancia de peces se
detienen en el lugar donde les ha sido favorable: ~~ suerte, hasta que se les concluye la
prov1sron. A menos que alguna enfermedad
no les impida :>andar , siemnre marchan en
bus_ca d.t; alimento y de 9Jgu~a novedad. Las
nm.Jeres 7 los chicuelos y los ancianos navegan en _piYo,e¡as, hechas de un solo trozo de
árboL J:iln el fondo ponen un poco de arena
y luego hacen ::1Jli el fuego, que nunca dejan
que se apague. Los hombres en tanto con el
n,rco al bra.zo y acompañados de uno ó dos
grandes perros. ca~minan á pié, sin apartarse
n1ncho de las p1rogas, buscando caza y siem,
pre alerta. ~~ntr~ los enemig·os, que suelen
ser otros mdws o algunos malos cristianos.
MnravHlad.o quedé del progreso obtenido.
Después de mi últím:JJ ';-isita .se habían coustruí~1o cua.tro eabañas más para salvajes, s6
habla formado un hermoBo vial de veintf'•
Vida de los indios en las misiones.
~etTos de ancho por closcimrtos de largo, cm~
Los
indios que qued::~,n cerca de nosotros
bnen suelo y tª.l eomo en una cind~Ml. Los '
va.n
temprano
á :recoger leña en el bo.sque:
árboles t.ranspla.ntados del bor3que se conser- se les da en seguida
c~;¡,fé y (l"alleta y luego
l
.,
:a
vaban fret~eos y frondosos.
,
unos
a.n~og. . an 1os caminos , otros traen ár.J!"".elicité por ~llo á, Don.Pistone que es aquí boles dol bosque ya pa,ra colocarlos {i, orillas
miSionero, ~tgnmeD.sor, mgeniero y direetor
de obra,s públieas y iD. también mi&\ parabie- de los caminos mismos , ya para el servicio
nes á los trabajadores, casi todos ind:í.gem:lJB. de 1mevas construcciones. Entretanto los niAl llegar ú la casa ya estaba Don Ferrero ños van á la escuela" donde Don Fer:rero les
enseñv, el español, algunas oraciones á es:repa,~tiendo ~rrós, )udías., . galleta, carne etc.
cribir y á lavarse varias veces al día: A la
á toa.os los Jefes ile fam1ha.
verdad
que no es posible el silencio y la comYa se ha obtenido que aprendan un tanto
de los niños europeos ; pero es ya
:postura
á cocinar y á hacer uso de la cuchara. Pogran
cosa
que se reunan Y escuchen a.l Micos emplean todavía, el tenedor.
si?nero.
El
tiempo de trabajo, la. hora de coTambién se ha conseguido que la mayor
mida ete., t~do está arreglado por toques de
parte se laven la cara y las manos.
Como viera una grande olla cerca de nues- cam:J?~na. JYf1en!ras se trabaja no se pierde
ocam?n de ensenarles el español y de hacerles
otn~ cocina, donde' se preparaba un alimento
l'epetlr
la manera de santiguarse á :fin de
especial,, pregunté cuál era el objeto y me
que
141
hagan
bien. Lo mismo se hace con
Tespoudwron que era para los enfermos en
la;s
madr?s
de
familia
cuando llegan á recig.ran nín:=tero,. que se hal.laban aquejados de b:n.r el alimento para sus
:familia.s. Ya casi
c~erta ep1dem1a .. Era la 'IA'I;/lt~encia. , desconotodos
saben
algunas
de
las
verdades princimda por Don P¡stone y Don Ferrero como
pales
de
nuestra
religión
y ninguno deja de
que aun no tenían diarios que de ~Ha les
hablasen. La injlt1encia había, pues venido creer en la vida futura.
Después de comer continúan los hombres
has-ta nuestras Misiones.
'
en su trabajo, y las mujeres y niños esperan
Ll~gada la ho~~ de comer, excelente era el
la baja marea para ir al mar á recoger alguapetito de los remen llegados, como que vein- nos moluscos etc.
ticuak" horas hacía que estaban en ayunas
A eso de las 5 cesa el trabajo de los homá <®&usa del mareo.
bres y las mujeres van á recibir la ración de
alimentos.
Visita á ios nuestros.
Muerte y funerales.
Después de comer virsitamos una á una
las cabañas de nuestl.'os salvaje.'3 para saluEllil. estos días sucedió un hecho que co·
darl'Os á todos. Estas cabañas son de cuatro nmovió á toda nuestra población. Tres me0.:.:.
-114----~----------
-··---------·----
ses hacb que un indio gallanlo llamado Juan ,ies á las pobres indias. Era, un in~;ólib mosentüt fuerte dolor de cabeza, de tal manera vimiento. Hombres , 1nnjeres , nilios , todos
qne muchas veces no podía, acompafia,r á los corrían para recibir el present0 , y apenas
demás al trab~\io. Cuando lo visité me dijo recibido volruban ú sus casas ú ponérselo.
que sufría mucho. A poeo llamáronme apreFué una :fiesta como de dos horas. ¡Ah!
suradamente, ad·virtiemlome que estaba á la ¡qué animación y vida! Y qué figuras amuerte. Acudí en el acto: comprendí que le quellas de los pobres que confundían lo8l
había sobrevenido un ataque apoplético, traté trajes! Parecía un carnaval.
de alentarlo y darle esperanza de sanar. Mas
El barco había izado todas las banderas
á la verdad temía que el mal fuese sin re- en señal de fiesta.
medio. Así no demoré en bautizarlo y tres
Vino el capitán con su gente á oir la l\Iisa.
horas después moría.
Nuestro hermano Tarable repicaba sin desDurante la noche entera lt>u familia del :fi- canso la campana llamando á todos á la Iglenado v otros vecinos estuvieron al rededor sia. Colocáronse de una parte los hombres y
de una hoguera llorando la muerte de Juan. niños, de otro las niñas y mujeres.
El capitán y el piloto tenían un lugar de
Preparado un ataud se colocó en él el cadaver y se arregló un cementerio. Don Borga- distinción. Subí al altar y entonces todos los
tello, acompañado de dos indios, dirigía los indios se arrodillaron con gran recogimiento.
trabajos y más con signos que con palabras Don Borgatello recitó en alta voz los actos
les indicaba donde se haría el entierro del de fe, esperanza y cariclacl, que toclos repicuerpo; mas que el alma, por la virtud del tieron palabra por palabra. Después del Sanctns se entonó la alabanza Gm·azó1t sc&nto, que
bautismo, había volado al paraíso.
Como fuera necesario abrir un sendero para sólo fué mmtada por nnl3stros J'\!Hsioneros y
ir al cementerio , el J;rabado no pudo termi- Hermanas. Aquel fné un acto encantador
narse antes de dos días, de modo que el ca- para los pobres indios que 1)01' vez primera
oían canto tan hermoso , ejecutado por un
dáver quedó una noche más en la casa.
A la mañana siguiente, á una señal de coro de tantas personas. También ellos quecampana , todos los indios se reunieron en rían cantar y observaban el movimiento de
casa del difunto, y Don Borgatello Tevest,ido los labios de nuestros Salesianos y Hermanas
de cota y de estola y precedido de la eruz, y parecían remedar en voz baja nuestro
que llevaba un indio, fué á la c2usa del fi- m1nto. Al íin de la Misa les hice una exhornado, recitó las preces del ritual y se diri- tación para que pusiesen todo empeíio en el
trabajo, en ser fieles á los misioneros, aprengió al nuevo cementerio.
Todos los indios le acompañaron en la ee- diesen el {mtecismo y trabajasen por su salvaremonia hasta el sepulcro, y era á la verdad ción.
conmovedor ver por pdmera ve.z en aquella,
Nuevos trabajos,
isla una procesión que silenciosamente avanzaba por la orilla del Inar y después, entre
Como faera neces~trio eclificrvr una capilla
espesos árboles, subía una colina para depo- 1 y casa para, los misioneros, di orden para
sitar sobre ella los desp~jos mortales de nn comenzar la f<í,brica de una que pueda, conindio bautizado. Era la vez primera que las 1 teuer al menos unas cien personas, pues sin
ceTemonias fnnebres, con que l:JJ Iglesia honra . culto externo no puede infnndirse sentimiento
á sus uuw:rtos 1 se celebra,ban en aquella religioso á los salva!jes. Por otra parte la
tierra. :1\Iaravillados y conten-tos estaban to- casa que actualmente ocupan los misioneros
dos los indios y m{ts que todos los de la, fa- es clemasi.ado pequeña y no repara bastante
milia del difunto. En la tarde esta familia 1 del viento y del frío.
abandonó su casa y se :retiró un poco al desEspero obtener los medios en Valparaiso.
poblado. Hasta mi regreso la ví todavía me- 1 y Santiago y de lo contrario pediré ayuda
lancólica y triste; pero recomendé á los mi- 1 á nuestros Cooperadores de Europa.
sioneros que estuviesen atentos ú, fin de que
Estas son, muy querido Don Rua, las no~
el luto no durase demasiarlo y ocasionase ticias que me ocurre darle de mi úitima v.i~
algúna consecuencia extraña y dolorosa.
sita á la Misión de San Rafael.
No olvidaré darle otras más, lnego que
fiesta de san José.
pueda. Sírvase recomendarnos al Señor y
, darnos su bendición que mucha necesidad
r.
N os preparabamos para la :fiesta de san tenemos.
\· José y queríamos darle la solemnidad posible. Todos esperábamos con ansiedad aque:n
Sn afmo. hijo en J. y Mm
Domingo. Don Pistone y Don Borgatello so'
JOSÉ FAGNANO
encargaron de arreglar , con telas de vivo&
Prefecto apostólico.
colores y guirnaldas, un pórtico como él de
una Iglesia.
Don Ferrero y yo nos ocupamos en distribuir camisas , blusas , pantalones , chalecos
etc.; en tanto que las Hermanas daban tra-
l
11
!
116
NOTICIAS COMPENDIADAS
Bog;otá (Colombia, 17 de j1m·io). Grande
ha sido el concurso de :fieles {t las sagradas
funciones; numerosas las confesiones y Comuniones en la Iglesia de los Salesianos. El Domingo, dos horas antes que nuestro Director
de la casa., Don Evasio Habag-li<:~,ti, subiese al
púlpito, la Iglesia capaz de contener dos mil
personas, há.llabase llena de bote en bote.
Quito (Emu1.ilor). El Sr. Pro. Don Santiago Costamagnn,, llegó felizmente á, Quito
el ~:-~ ele mayo, vigilia de la fiesta de JYhría
A u:x:iliadora .
El 24 era además fieBta, nacional , aniversario de la, independeneia de aquella república. La fiesta de María Au:s::ilütdora, cele ..
hróse con toda pompa en el Colegio salesiano.
Asistió ¡i, ella el Emmo Sclior Delegado Apostólico Mons. 1\iacchi y crecido número de
personas (le gran jmportaneia, entre las cuales el célebre y muy eFJtimado poeta Don
Belisario Pelia.
El Sr. Oostamagna en su viaáe de Guayaquil ú Quito corrió gravísimos peligros de
los cuales salvó graeias á la. protección de
María Auxiliadora. En otro tiempo se decía:
.g No sabe orar quien no estuvo en el _mar, »
mas Don Oostama.gna advierte que los sencleros que de Guayaquil eondueeu 8, Quito
son .harto mas eloenentes predicadores que
laR aguas del Océano. En su camino entre
las breñas y montes condújole la Providencia á un pueblo de indios cristianos, donde
tuvo la feliz ocasión de confesar y preparar
á morir á algunos enfermos, que pa.recíau
conserva.rse en vida, esperando para morir
ta,n sólo la recepcjón de los consuelos de la
santa, religión.
Vie!flDJ.a. Se ha establecido aq ní na lto:;pital , con muy pobre menaje , por ahora ,
pero eon manifiestrt y particular ntllid:td.
Don Garrone hace un bien incalculable ,
llegando á, ser el médico más acreditado.
Mucha gente viene de veinte y treinta leguas {t consultarle. Y él, no ménos h<'Lbil pa.r.-u
proporcionar la salud del alma que la del
cuerpo, á, todos llena ele consuelo.
PuntaJ... enas. Bendeeimos á Dios por los .
importantes trabajos del Prefeeto Apostólieo
Don José Fagnano. Graneles son Jos progresos que aleanza la Misión de la Tierri:t del
Fuego. Jjos JVIisi_oneros mwesitan proveer allí
de todo á los indios, enseñarles á trabaja1·
!la tierra é instruirles en nuestra santa religión. Bien acl vertir{m nuestros Oooperaüo:to:1
y Cooperadoras la imDortaneia de sus limosnas, y el hteremento ~que eon ellas se da {!,
aquelht neeesitada Misión.
DON BOSCO
Amenos y 1n-eciosos aocnnwntos sobre sn santn
1Jic7c¿ :Y aibnirables obrc¿s, compilallos pm· nn
Ooopera.üm· Sc~lesíciJW.
Digna ele espeeifd eneomio y en todos concevtos recomendable os la biografía, venlrtclel·a,Jne_ute po¡>lllar, ql1e con el tít11lo
o~\::pi~e
sado acaba. de publicarse en la tipogmfüi. de
Jos Talleres Salesianos de Sarriá. Es un libro
en lS, de 440 páginas, lleno de hermosos
episodios, animados diálogos y variadas descripciones que ofrecen interés y novedad suficientes á cautivar del todo la atención del
lector, á encenderle en verdadera devoción
al apóstol de la niñez en nuestro siglo é. inspirarle vi-vo aprecio por sns obras.
Para que mejor se comprenda la estima
Buenos A.iJr·(~s. A Dios gracias , nada que este libro merece, reprochicimos aqu( el
han sufrido nuestras casas con la última re- prólogo que lo acompaña:
voluci6n.
« Nada tan eclificante, dice su autor, como
En el pueblo de Ba.rracas del Norte (barrio Ja vida de los santos: el ejemplo de sus virde Buenos Aires), donde hasta ahora no ha- tudes tiene una eficacia incomparablemente
bía ninguna Iglesia, ahrióse una nueva Casa superior ~1 la saNduría y elocuencia de lo'<
salesiana con Iglesia y escuela. V arios he- mejores discursos; junto con enseña.rnos 1a
chos providenciales demuestran la utilidad verdad nos alienta, á imitarlos en la prúctie;t
ele esta nueva funda.ción y nos mueven á del bien,
~perar que hará gran bien al vecindario.
» l;a historia,, advierte Donoso Cortés, es
nnc[
(li1;ina epopeya, qne es meneste·r saber, lt~cr
Sabia Blal1J:.~a. IIa sido mandado allí
y
C(tntcw.
Oon mayor razón puede esto llecomo primer párroco el celoso presbítero salesiano Don Miguel Borghino, a,ntigno direc- cirse de la historia de los santos, como qnier;J,
que, junto con verlos crecer en el ferdento
tor de la Casa ele Nicteroy en el Brasil.
anhelo de glorificar á Dios, á cada paso adRosaJ!."io. En esta ciuda,d de unas 70000 miramos las bondades infinitas con qne Dio:'\
almas (Provincia de Santa Fe, en la Hepú- en maravilloso modo les muestra su complnblica Argentina), se abrió y alcanzó gran in- cencia y predilección.
» Vamos, pues , á bosquejar la victa adcremento la Casa salesiana de San José. Su
mirable
, en extremo fecnnüa ele un santo ,
buen Director el Sr. Pbro. Don Carlos PiovmlO ha encontrado exs~lentes Oooperaclores. no de edades remotas siuo contemporáneo
~
• ;":..t
mwstro; vamos á referir grandes y numeo labor de no escaso interés con resumir tilín·
rosos prodigios por él, mediante Dios, efec- }):reciosos escritos y presentarlos en forma
tuados, JlO en apartado retiro sino en los libro.
cen-tros má,s :populosos y á la faz de nuestro
» Conveniente también nos ha parecido
siglo que, si bien indiferente y descreído, se intercalar á, la vez notables episodios, ya coha hecho lenguas para aclamarle.
nocidos de nosotros mismos, ya en gran part.e
· referidos con admirable gracia, vida y fres» Este santo es Don Bosco.
cura por el Sr. D'Esl)iney, quien, tomándo» N o intentamos hacer una obra circunst.anciada y completa. Tamaña empresa 1 eon los unos del Boletín Scflesiano , otros de las
l'econocida competencia, la acomete el secre· Leet~M·c~s Católicas y no pocos habiéndolos é14
·tado de Don Bosco mismo , el disting·uido mismo oído :á, Don Bosco, determina las feí?>Scritor Presbítero Don J n.an Bautista Le- chas y lugares en que han ocurrido y nommoyne qu.ien, llegado el momento oportuno, bra á las personas mucl1as de las cuales, oira
{}ará á luz piezas de inmenso valor, á la vez testigos , ora ob,jeto de los prodigios que
11ue un riquísimo tesoro de hechos inéditos cuenta, viven todavía,
» ¡ Quiera el cielo que nuestro humilde
que día 3; día se compaginan y cuya publitrabajo contribuya á dar á eonoce1r. más y
cación será objeto ele singular maravilla.
» Sin disposiciones para más, nuestro pro- más las obras de Don Bosco, las bondad.oo
pósito limítase á trazar algunos rasgos y de JIIIaría Auxiliadora y las inefables miseepisodios que bastan para darlo á conocer. ricordias de Dios ! »
Se hallará pronto de venta en to(las la.a
» N o sin fundamento se ha dicho que jaCasas
Salesianas,
más quizá se ha visto hombre en el mundo
que con más exquisita ternura amára á los
niños y ganára. sus almas para el cielo con
:más arrebatador poder que Don Bosco.Cuanto
:mayor era el desamparo de aquéllos mayor
LIQUIDACIOrf DE LA SANGRE
era la bondad con que los recogía. A ninguno rechazaba: lejos de eso, por calles y
de san Jenaro eu Nápoll.e.§.
plazas iba él mismo á buscarlos. Pues bien,
Numerosos son los peregrinos que llegan
para los niños ¡:¡or él tan amados , es para
quienes hemos querido particularmente es- á Roma y continúan viaje {i, :N ápoles, en cuya
eribir la presente obri-ta. Si en estas pági- catedral veneran la milagrosa sangre de s~m
nas nos es dado mostrarles, siquiera en parte, Jenaro, y conmovidos :presencian el mila.gro
el espíritu de l)on Bosco, razón tendrán para que tantos siglos hace y tan repetidas vece~:J
llegar con el corazón ligero á las casa,s que allí se obra.
V aliénclo.nos de los mejores documentos
para ellos fundó; porque su intento fué al·bergar y r~hri:r los tesoros del cielo á todos, que tenemos á la vista haremos una breve
si es posible, y por eso lleno d-el espíritu de relación sobre el particular:
El a:ño 305 9 bajo el iipJlerio d~ Diocleciano1
Dios decía: DejcLd q'ue los nifios veng(m á '11'/iÍ.
Jenaro, Obispo de l;[ápoles, fué comlucido ifu
])adme alnws y q~cedaos con lo clentás.
« Deber nuestro es advertir que el trabajo la presencia del prefecto Timoteo , quien le
f.JUe actualmente ofrecemos no es o·tra cosa intimó adorára ú los ídolos, El santo Obisno
que una sucinta compilación y á las veces contestó: - Antes mo:rir mil veces que ~e
traducción ó copia de los documentos rela- neg·ar de mi Dios.
Enfurecido el tirano hizo preparar una intivos á la vida de Don Bosco , pnbHcados
acá y allá por Don Lemoyne, D'Espiney, du mensa hoguera y ordenó que se a:rrojám al
:Bois , el Obispo de Milo , el Cardenal AH- Obispo en ella. J ena:ro se signó con la cruz
monda y otros muchos y sobre todo por el y alzando las manos al cielo , con ferviente
plegaria, pidió !J.l Señor gracia para soportar
Boletí1~ Salesiano, la más pura y Iica fuente
de que nos hemos servido. A la verdad que, 1 el martirio. ¡ Cosa admirable ! las llamas lo
t:on referirse allí la Historia del Ora,torlo, :respetaron y J en aro bendijo allí á Dios como
refiérese admirablemente la de su santo fun- los niños en el horno de BabHonia,
El Prefecto no se conmo-vió por esJGo. Redador. La relación es por demás interesante;
basta saber como ha sido hecha : « U no de petidas en vano las amenazas, le hizo atorlos primeros escolares del Oratorio , dice el mentar desapiadadamente en el ecúleo y en
Boletín , anota lo que ha visto y re(merda ; seguida lo mandó arrojar en el anfiteatro de
pasa sus apuntes á otro de sus antiguos las fieras. Mas éstas le recibieron como mancompañeros y éste á otro, agregando respec- sos corderos y :reverentes le acarieiaron. No
·bivamente cada uno lo que sabe. En caso de obstante este nuevo prodigio el Prefecto orduda consultan á uno éle los sacerdotes que denó que Jenal'O fuera llevado á la plaza
pública para ser degollado. Cuando el Santo
~n aquel tiempo los instruían y, siendo neera aHí conducido y en el momento en que
~esario, al mismo Don Bosco. De este modo
1a verdad histórica llega al grado mfts alto pasaba junto al tirano , éste de improviso
quedó ciego. Afligido Timoteo suspendió la
posible.
»Hemos, por consiguiente, creído acometer sentencia y rogó á J enaro que le perdonase
-1:1.7
-~
1
y aloanzára ifle Dios que le restituyera la mis coleg-as sobre la conclusi6n á que he
vif:lta" Obtenida la gracia? cinco mil personas de-bido llegar.
se convirtieron. l'v!a,s f:v poeo el Prefecto , á
» Tras del altar de la capilla de san J epesar del favor recibido 7 temiendo caer en naro , en la eatedral de N ápoles , existe un
desgracia del' Emperador, si dejaba en líber- nicho di.viiEdo en dos compa,J'ti:mientos, tetad á ,Jena:ro , de nuevo ordenó que le cor- niendo cad?. uno su puerta metálica con
iáran la cabeza.
dobles cerraduras, cuyas llaves, en número ele
Dios aceptó por fin el sac:dLlcio, y el ahn.t~, cuatro por eonsiguiente, se guardan dos en
del Santo voló al cielo.
e1 PahM3ÍO Arzobispal y dos en él de la DiConsternados los fieles recogieron cuida- putación del Tesoro. En mayo y en setiemdosamente la, sangre del mártir~ con la cual b:re van á abrir las puertas del nicho con
se hbl!n obrado milagros sin número"
las llaves. que respectivamente tienen confiaEsta sangre aun hoy día llama vivamente ilas á un delegado del .A.rzobispado y a, otro
la ateneión de euantos visitan la catedral de de la Di¡mktción.
Nápoles 1 pues, es sabido que se liquida en
» En el comparthniento de la derecha del
tre8 época.s del año: diez y siete veces al nicho hay colocado un busto de plata, que
prineipio de mayo, aniversario de la ·trasla- representa al Santo;. en él de la izquierda
ción del cuerpo clel Santo ; ocho veees en se ve un soporte metálico de 70 centímetros
setiembre, dumnt'él la octava de su :fiesta y de. altura, que sostiene por su centro un re-una vez el 16 de dieiembre.
licario , formado por dos cristales incoloros
« Una red.oma llermétic~nuente cerrada, Y de forma, cirmJlar, cuyo diámetro tiene
impenetrable á todo a,gente químico ó á todo doce eentímetros :1 los cual0s está,n :fijados
principio extraño (dice el ilustre naturalista paralelamente en una corona, de plata igualFí':,:rgola) contiene en dos bolillita,s una sus- :mente circula,r, á una distancia, entre a.mbas,
tancia dura, que ]a, llena hasi!a las dos ter- de 8 centímetros. En la parte inferior de la
OOl'as pa,rtes; y se tr:~ta, de· saber como puesta
guarnición 6 marco de unos 3 centímetros
en preseneía de otro cuerpo (la cabeza de ha.y un apéndice cilü~d:rieo de plata (á modo de
san J enaro), á algulla dist:1neia , se camhta mango) de 20 cent1met:ros , que sirve para
es-ta sustanci::rn en. un líquido muy fluido, colocar el relicario sobre el soporte, asi como
~omo el agua, ya eonse:rvando el mismo vo- para, sostenerlo con la mano. El mareo relumcn , yf'l, aumentando de volumen hasta mataJ ~n un adorno del mismo metal, {~ mallena:r enteramente la :redomilh,
nera á.e corona, en cuyo centro va una cruz.
El hecho de la Hqnefaeeión no puede st~r 'rolli-~>S es·bas :piezas cierran perfectamente espuer~t.o tPJn duda 1 es en sí mie.;mo un hecho tando saklada,s entre s:í: por completo.
Obsérvanse en el interior del relicario dos
ma:rav:Uloso que ha tenido millares de testigos de todas las condiciones de la vida, sa- 11:;otellitas 1 cuya fo:rma, indica claramente su
bios é ignor:mtes, cristianos ó impíos, cató- antigiledad. Una pasta blanquecina las fija
lic.os, herejes, cismáticos , hombres de todos por su base Y ]JOr su cuello y la parte sulos paises, franceses, ingleses, alemanes, es:pa- perior está de tal modo oculta por este beñoles, y, de siglo en siglo, toda la parte sa- tún Y por el marco que es impósible ver como
na, é inteligente de la pol)¡lación de la ciudad está cerrado.
de Napoles" >~
» El nu'í,s pequeño de los frascos es cilín]]sta liquefacción, en su causa,, en su razón drico Y en su parte interior se ven alp·unas
de ser, es un hecho extraordinario , sobre- manchas r~jiza,s sin importancia algun"'a.
natural, un milagro, como lo afirma, la Santa
» En cuanto al otro frasco se parece á una
Iglesia Católica.
pera comprimida y en apariencia puede conNo h:::m faltado estudios científtcoi~L
tener tmos cincuenta gramos de agua desUn químico ilustre de la Aeademia de -tibda. Sirve este frasco de recipiente á una
Ciencias y profesor eminente de la U niver- sustancia sólida, opaca, de color de café tossida(l de N úpoles , el Sr. linea , mas bien tado, que ocupa las dos tereceras partes de
libre-p::msador que cristiano, · quiso que se su capacidad.
bidese este esi;ndio, y lo confió á uno de sus
» Esta sustancia constituye el objeto de
má,s distinguidos colegas, el Sr. Pietro Punzo nuestro estudío.
el cual en su relato declara. lo siguiente :
» El frasco dista, dos centímetros de cada
« Encargado por el ilustre profesor Sr. de uno de los cristales del relicario.
Luca para hacer ciertos experimentos á fin
» Al empezar la ceremonia, el sacerdote
de compararlos con los fenómenos que pre- quita el relicario del soporte y lo vuelve
senta la sustancia, considerada con1o la san- boca aba;io para demostrar que la sustancia
gre dé san J enaro, empecé mis operaciones, interior del frasco no cambia de posición, y
t~onfiando exclusivamente en los recursos de
dice al mismo tiempo: La sangre está dura,.
la c~encia. Desgracia,damente, no habiendo. Después seguid? .de un monacillo que lleva
pod1do someter .á m~ m~logrado profesor el en laman? un mrw encendido, pgtsa por entre
:r~sultado de mis estUdios sobre este tema, ¡la muchedumbre para ir á colocarlo en el
~reo útil publicarlos y llamar la atención de, altar. De tiempo en tiempo revuelve aún el
-118
relicario para que se pueda observar bien la
iumoyiliclad del contenido.
» Durante las ora>Ciones , se ve de pronto
despegarse la ma.sa, de las paredes del frasco
y seguir los movimientos q ne (11 éste se imprimen como sucedería con un líquido cualquiera. Nótase luego que el núcleo central
está sólido toda vi a; pero al poco tiempo la
masa se transforma completamente en un
líquido de una densidad parecida á la de la
miel, opaco, del mismo color que la masa
sólida y que no d~ja ninguna señal en la
parecl cuando se imprime movimiento al
frasco.
» Entonces al grito de ¡ milctgro! ¡ 1nila,_
gro! permítese besar el relicario á las personas reunidas en la iglesia. Ooncluída esta
primera ceremonia, vuél vese al soporte el relicario y se lleva en procesión junto con el
busto del Santo hasta el altar mayor, donde
las reliquias quedan expuestas al público
hasta, la noche.
» A las 9 vuélvense al nicho de donde se
sacaron por la mañana. La sustancia estú
líquida aún con la particularidad ele que se
adhiere rd frasco , dejando en sus caras un
residuo amarillo negruzco con extrías rojas
en diversos puntos; nadie diría que era, la
mism~t sustancia obseryada por la mañana.
» Al siguiente día la masa ha vuelto {t solidiíicarse; pero, cual en el día anterior, se líquida durante la ceremonia y se conserYa
de tal modo hasta la noclle. »
Oertíficados estos hechos, dice el químico,
examinemos si es posible explicarlos. Y hace
una discusión minuciosísima que está llena
de magníficas hipótesis, algunas de ellas tan
bien pensadas que demuestran la perspieacia
del sabio italiano, al propio tiempo que sus
Tefutaciones prueban la1 buena fe que lo anima
y el afán de encontrar la verdad científica
del hecho.
Después Lle haberlo discutido y ensayado
todo, ni la acción clel ealor, ni los disolventes pueden ser causa de la liquefacción, coneluye el hombre de ciencia, y si por ningún
(,¡tro método conocido es posible expliearla,
como tampoeo los caracteres que presenta
aquella sustancia, debese conclui'J· qne, en el
estc~do act~~al de lct ciencic~ , no es _posible resolver el misterioso problema. »
La liquidación milagrosa de la sangre de
san J euaro es, pues , un heelw constante y
maravilloso que se resiste á toda explieación
natural o científica. Por otra parte , basta
asistir con buena fe y atención á la ceremonia, durante la cual se produce, para quedar plenamente conveneido de la perfecta
honradez de los que presiden esta manifestación y ue la imposibilidad absoluta en que
están de usar la menor superchería,
·
Así, á no ser que obstinadamente se cierren
los ojos á la luz y se recusen todos los tes~
tigos de la maravillosa transformación, fuerza
es inclinarse ante la evidencia y exclamar :
~
Digitns Dei est hic. El dedo de Dios est;á
~tquí.
Entre las confesiones así arrancada.s por
la ftwrza misma de la evidencia, nos parece
útil referir aquí la de un hombre bien conocido y bien poco inclinado ú creer en lo
sobrenatural: se trata de Alejandro Dumas
(padre) quien si muy á la ligera trata un
asunto tan respetable, termina diciendo: « Y
había verdaderamente milagro, porque siempre era la misma redoma ; el sacerdote no
la había tocado más que para ponerla sobre
el altar y darla á besar á los asistentes , y
los que acababan de besarla no la habían
perdído de vista un momento. »
2o Serú aeaso éste un secreto guardado por
los canónigos del Tesoro y conservado de
generac.ión en generaeión desde el siglo IV
hasta nosotros '!
Es posible; mas entonces fnerza es convenir en que esta fidelidad es m{ts milagrosa
toda vía que el milagro.
DEVOCIÓN
El Purgatorio es un lugar de sufHmiento
en que se hallan las alma;;; que han partido
de este mundo , manchadas aún con algún
pecado venial, ó sin haber del todo satisfecho ú la divina justicia la pena temporal debida por el pecado ya perdonado en cuanto
á la enlpa y á la pena eterna en el sacramento de la, penitencüt. Esas almas no pueden entrar en el cielo porque allí no penetra
nada manchado, ni pueden merecer porque
el mérito es cosa propia sola.men"0e de los
que vivimos en la tiena; no hacen , pues 7
más que expiar con el sufrimiento las faltas
que les impiden entrar en la gloria.
Pero aun cuando h~tn dejado su cuerpo
en la tierra, esos cristianos que en el Purgatorio padecen son hermanos nuestros, ligados á no.sotros por el vínculo de la caridad,
y es verdad de fe que podemos ayudarles con
el soeorro de nuestras oraciones y buenas
obras.
Si se quema mm casa, de todas partes se
acude gritando: ¡Incendio! se tocan las campanas, se acarrea agua, se deja el sueiio, la
emoción es general; y esto para impedir que
ardan las maderas, muebles etc. ; y por las
almas, por las almas creadas como nosotros
á imagen y semejanza de Dios, por nuestro
padre , madre , hermano ~ amigo, sumergido
en las llamas de la justieia divina f, cómo
quedar indiferentes, sin sentimiento alguno
de caridad"~
La caridad para . eon ellas es sumamente
grata á los ojos de Dios, quien si las castiga
y tiene lejos de sí, es tan sólo en fuerza; d~
-llH-
sn justicia y santidad, que le impiden unirse
íutimamente con alm:1:s manchadas todavía.
Esta caridad es además la más preciosa ,
porque se ~jerce con seres necesitados cuyas
miserias y dolores exceden á todas las penas
üe la vida presente.
·
y Dios ·que ha prometido no dejar sin reeompensa ni un vaso de ngua dado en su
nombre, no podrá ser jam;-'ts indiferente con
los que en esta vida se ofrecen para aliviar
la triste situación de las almas á quienes Él
tanto ama.
Por otra parte, esas santas almas, aunque
Incapaces de ayudarse á, sí mismas para reparar sus pecados, pueden, sin embargo, por
nosotros.
Además si logramos con nuestras súplicas
hacer llegar más pronto una sola de ellas á
la gloria, ya tendremos allí un intGrcesor
poderoso que ciertamente nos alcance grandes
favores. El cido es una mansión donde no
reina el olvido ni la ingratitud; y el alma á,
quien hubiéramos procurado libertarla de su
prisión ~,cómo dejaría de interneder por nuestro bien'? No, ella rogará incesantemente por
nosotros, hasta que salgamos en paz ele esta
yida, y si, como m; probalJle, descendemos
{t las lhtmas de la ex:piación, todavía ha de
ser ella quien mitigue nuestro dolor y nos
alcance del Seiior que en breve se rompan
nuestras cadenas y yayamos á gozar de la
gloria.
La orani(i11_ ~n. lim"""" _ ,.,1 s--,_,---,~ 'l . ,_
{litación sobre la p;.unon de1 ;::,onor ' e eJei.
cicio del Vic~ Gntc/8' sobre todo la . sa,nÜL
Misa, eualquien1 obra buena hecha; como sufra,gio por las almas d~l .PurgatoriO', puede
proporcionarles gran alrv:w. Tengamos, pue~,
esta devoción; oremos swmpr~ por ~sas, al~
mns; no nos ha,gamos sordos a sus cla,more~.
tal vez es la voz clt~ un pac~re ' de ,un -hermano ó amigo la que nos diCe: « Oompa~eceos, eon~pacle~eos ele nosotros, al menos v osotros rms amigos. »
. ,
Qui~á, alguno está en e~ ~urga;ton? a cau,sa
de los pecados ~ue le_ hicimos o deJamos co-.
meter debiendo lmpecluselos. ~No es,ento~ces
de estricta justicia ayuclaTle ahora a sahr de
cuatro efectos: medtorio, propiciaborío, impetratorio y satisfiwtorio. El efecto meritorio
ele una acción buena consiste en el aumento
de gracüt y de gloria que adquiere él que la
practica ; el efrJcto propiciatorio aplaca la ira
de la justici:JJ divina; por el efecto impetratorio alcanzamos gracias y favores de Dios,
y con el efecto satisfactorio satisfacemos ó
pagamos la pena temporal que merecen nuestros pecados.
Como se ve, de estos cuatro efectos el menos importante es el satisfactorio, puesto que
solo nos libra de la pena temporal; y el má,s
importante es el meritorio qne nos aumenta
los gntdos ele gloria, eterna.~Lo que cedemos
por el voto es la parte Ratisfactoria y por
efeeto de esta mism[t cesión adquirimos mayor mérito y por consiguiente aumento de
gloria. Así nada impide que roguemos por
nuestros padres, parientes, amigos etc.
Para hacer este voto no hay necesidad de
que lo expresemos con palabras, basta que
lo hagamos con el corazón, ni tampoco obliga
bajo pecado.
Tan generosa obra de caridad ha sido especialmente recomendacht y enriquecida con
preciosas gracias é indulgencias por Benedicto XIII, Pío VII y Pío IX, el último de
cuyos pontífices concedió las gracias siguientes (1):
1 o Los sacerdotes que emitan este voto
gozan de altar privilegiado personal todm:
1 ~~ ~v-'r&tos Tos cristianos que hagan. este
voto 'meden ganar indulgencia plenana !1plicable sólo por los difuntos' en sualqmer·
día que comulguen y en todos los dms lunes
que oigan Mi~a por el d,esc:nmo de ~a,_s, almas
del Purgatono, con solo ht cond1c1~n, e;n
ambos casos, de que visiten 3l'lg-una 1glesw,
ú oratorio público y oren alh por P~lgunos
instantes según la mente de su Santi~ad.
\
3o (~ue todas y cuantas indulgenCias ganareu los fieles que hagan este voto,, puedan
\ por ellos ser aplicndas en sufragiO de los
:fieles difuntos.
.
A los niños que aun no hayan. comulgado
y á los que tuvieran algí~n impec.hmento para
comulgar pueden los Obispos conmutarles la
allí~
Oomunió~ en otra buena obTa para logr~\la
indulgeneia, y delegar á este efecto_ a. ,os
Voto de ::íuimas~
confesores para que ha.~an la conmutacwn_.,
La misma conmutamon están facultado1S
La pieclal.l católica, siempre fecunda. en Tepam
b<:tcer los confesores á l?s q~e ~o pueden
cursos, ha, inventaclo un precioso .m~~lO par~ visiütl'
umt iglesia ú oraton_o publico con el
enviar muchos y al~undtmt,es sufra¡c;lOS a, .la~~
:fin
de
ganar
una indulg-enc~a. · . , .
almas del Purgatono: es este el Voto de a
que no pu?-wsen ou. MISa el
Asimismo
los
nimas el eual consiste en desprendernos de
día
lunes,
pueden
ganar la mdulgenma; an~~a
toda l~ pai,te satisfactoria ele nu~st,ras buenas
á
esa
Misa,
oyendo
~a qu(~) por obbgamon
obras mientras vivimos en la twrra, y ele l~s
deben
oír
el
día
dommgo
.:.1 •
sufragios que se hagan por nosotros despu ·~
de muertos, cediéndolo todo en,f~vor ~.e,o~os
(1) Decreto de)a Sagr. Congreg. de Ind. (le 30 de
fteléS difuntos á quienes la Santlslma \ u,en
setiembre
d.e 18o.2.
. .·
'.10 d
desee favorecer.
(2) Dec:r. de la Sagr. Congr. c;~le Ind. de "'
_e no
Toda obra sobrenaturalmente bne.~a ~n~ Yiemlwe de 1854: ( FaEse, l1ag. ao7).
,,
0 ~ t' ¡ e11 e l:1 yirtncl de proclucu estos
.uaeem s
~
·-
•
-120-
UNA PALABRA SOBRE LOS FOLLETOS
y hojas sueltas de los p1.~otestantes.
Los folletos con que las sociedades bíblicas inundan los países católicos, son de dos
clases. Los unos, cuyo número es el mayor.
son historietas insignificantes de una religiosidad insulsa mal condimentada, en las cuales
se presentan siempre algunas gentes que se
convierten á la sola vista de la Biblia, buenas
mujeres que mueren santamente ~in Sa,cramentos y sin sacerdote que las n,s1sta; o algun pastor protestante virtuoso y tolerante,
de lenguaje almibarado y bíblico ; alguna
piadosa dama ardiendo en el celo evangélico
qú.e recorre las cabañas para consolar á los
pobres con leerh~s la Biblia. En los opús_culos cuyo argumento es alguno de los Citados' no se ataca de frente á la Iglesia católica.' El peligro . de esta clase de folletos es
todo negativo, pues consiste en falsificar las
ideas de los lectores, repre1-1entáncloles · como
objeto de admiración é imitación los tüemplos de una pretendida religión opuesta al
verdadero Cristianismo. ]1Jl silencio mismo
que se guarda en esos opúsculos acerca de
la Iglesia católica es un ataque pérfido. Ese
-!1,.......,;..,_..vJ?,.,J.oiiA~..LV'J"'
,S!.@.
pmme,F.;~Jj;l]_&~l (J@
procura enseñaJ.> al pueblo á ver con indiferencia á la Iglesia, dejándola fuera de la
vida eomún. Felizmente esas historietas están
tan mal escritas, que son mortaJmente fastidiosas, de lo cual es necesario dar gracias
á Dios.
Los folletos de la segunda clase, cuya distribución se hace con precauciones , atacan
de frecuente á la Iglesia, y su contenido la
mayor parte de las veces son diatribas violentas contra lo más venerable y sagrado de
la Religión. Calumnias impudentes contra el
católico, blasfemias contra la santísima) l\fadre de Dios y menthas tan groseras y tan
odiosas , que es imposible atribuirlas ú solo
la ignorancia: hé aquí el contenido de esta
segunda clase de folletos protestantes que
1
•
aJ.gunas
veces, para meJor
engañar á los' simples, llevan un título católico y aun tienen
en la portada alguna imagen de la biena.
venturada Virgen, como lo advertía en una
pastoral reciente el señor Obispo de Estrasburgo.
Tio:men los protestantes por obra pia la distribución de estos folletos, y las sectas, entre sí divididas , la hacen en común. Cada
año toma esta propaganda mayores incrementos. En 1856 una sociedad protestante
llamada de los T·rataüos reLigiosos de Paris,
hizo imprimir ~m, m.ill6n veinte och? mil ej~
plares de folletos, y en 1858 la m1sma soCJ.edad aumentó el número de estos , dando á
luz u1~ mill6n q~¿inientos mil ejemplares. Otra
sociedad establecida en Tolosa se jactaba en
1856 de haber esparcido ve·inte y dos ?nillones
de libros de esta clase, desde su fundación.
Los propagandistas, que antes iban á pasos
lentos, ahora se dan prisa , .multiplicándose
y trasformandose. Las señoras p~otestantes
toman una parte cada día más act1va en esta
propaganda, y los wagones se .n.e~an de esta
especie de Evangelistas con nnrmaques, que
llevan las bolsas, los sacos de noche Y hasta
las cajas de sus sombreros ll~n?s de esos
folletos compuestos por sus mnustros respectivos. Esas damas parten para la cruzada,
resueltas á destruir el imperio de la supers·
tición · y para conseguir su objeto ofrecen
sus p~peluchos, los distribuyen, los lanzan,
los imponen, los deponen, los meten e~~re
las persianas , los desli~an por las renchJaS
de las puertas, los fijan con alfileres en las
cercas de los caminos y en el tronco de los
árboles.
Este género de apostolado no es nuevo :
Lutero no lo despreciaba. Su genio, no menos astuto que brutal, fabricaba el libelo di..
,
...
"SI
,
-
• -·-
__
.__....,lt........ '
a,.ñarcli\'S:u. ...
dole la caricatura. Su querido discípulo, el
evangélico lVIelanchton , le ayudaba en este
trabajo vergonzoso, en el cual se ocupaban
los dos con esmero. Aquellos libelos y aquellas caricaturas, de ta,n santo origen, eran impúdicos hasta causar náuseas. En la actualidad se procura encubrir un poco en los
folletos de los protestantes ciertos objetos
escabrosos en que se entretenía Lutero, por·
que hacia allá le arrastraba su natural; pero
con todo, no son tan limpios que digamos
los papeluchos que las piadosas viageras,
agentes de las sectas, distribuyen con tanto
empeño. Oreamos, sin embargo, por caridad,
que ellas no los leen todos.
.A... nosotros, los católicos, nos corresponde
oponer á esa propaganda las buenas lectu-ras. ¡Quiera el cielo que el ardor de los pro-·
testantes, reanimando nuestro celo por la difusión de los buenos libros católicos , ceda
en mayor glmia de Dios!
(EZ Oit·culo Católico de Méjico).
eon aprtll&eióm de la iut. ltelesiáatiea - &er,nte III!T1'EO ftDIGLIOlE
Turín, 1890 -
'l'ipogratia Sa}esuma.
i
Libreria Salesiana
TURIN·
Album de los Papas con los retratos de todos los Soberanos Pontífices desde Sait
Pedro hasta León XIII, y un Resumen histórico de cada uno de ellos, escrito
en alemán por S. Em.ma al Cardenal José Hergenrother, ampliado y vertido
al español y al francés ])ajo la dirección dellVL I. Sr. D. José Vallet y Piquer)
con la colaboración de distinguidos literatos y con censura y aprobación de la
autoridad eclesiástica. Espléndida edición hispano--francesa de gran lujo, con
130 1nagnítlcas láminas y los retratos originales de los .5"~58 Papas; grande y
precioso tomo in ¡~'Jlio, artística y ricamente encuadernado con :fierros especiales en forma de Albun~ de como 43 p. 28 centím.etros; i885, Peset. 75,00
Qui est~Eile 7 ou le Coeur de l\!Iarie espérance du monde_. par 1v1axirnilien Bardesono des Comtes de Rigras. rrraduction de l'itaiien par l'abbé F. Marie Didier,
du clergé de l\1aurienne (SaYoie ). Un vol. cm-8° de 320 páges .
>>
3 00
CompemUosa Regula ClerL - 1881, in-3:2, pag. v:m-l20 (Torino ).
>>
O 60
Compendium Bib!icum seu Brevis expositio historíarum, praeceptorum, prophetiarum, admonitionum quae in Divino Volumine continentur. -· 1881, en-32
de pág. 164
» O 60
~mitatione (De) Ch!·lsti. Libri quatuor. Nova editio cuí accesserunt varii índices.
- 1880, en-64 de pág. 458 .
>>
O 60
. LASELVE (Fra Zacharia). Amms Apostolncus continens canciones: L Toto adventu
·- II. Tempore Uuadragesimae. - III. Omnibus diebus et singuli8 totius anni
diebus Dominicis.- IV~ De Sanctis.-Predicabiles stylo perspicuo elaboratas,
claraque methcdo cortcin:Q.Bt:3':~- l~r11·1-~n. ,..,,,TT:~~ ~
))>
~8 ~·
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';::)1 voL en-tív d.l pag. k!"u'do
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•
-
1
Con_ ciones p¡·aecipuis
B. Ma·
opere Annus A posto Icus emsaen~. . - o.. • ·~. • • . • • • • J/ 2 00
Saraceno Presb. Congr. Or. Taunnl en 8
.
.
') 1
· t ur Sacré. 1ére partie: Les Evangdes et ~nNAMBRI~E DE NIGRI (~bb.e lmp~~tsade l' ~née _ 2me partie: La Friere, Oraison
structions sur le ~r~nc~pa es ¡l.e ese e a dements de Dieu. 2 voL en-So » 7 00
Dominicale' les f)acrements' es omman .
.
. .
1
• - r.
lotius Summae Theologicae S, Thmnae Aquinat1s C,?mp~~1d1~~ lth~Icum F lfno~;l.
n.ico Gravina Ord. Praedicatorum S. Theologme agis . uc ore.
2 0{)
. .
»
O
en-32° de pág. 34 . . . .
'b
S F ') Missionarium seu vir Apostoihms In sms ex:cursioni us
TIRA~ .(P .•?acob? . b:b· -t oppidis ~d Dei gloriam et salutem annnarum suspirlt~aHbus, l~n~e;ie~~ Ordinem servandunt in ?nissionib~s. II. Seri~Jn: ~onr
sceptls. Lector
. . . III Ordinem conC'ionum pro dwbus dom~nw~s et
cio"!'~m tempore m~ss~61Jnt~. . . . t 1: riis Quadragesimae et pro diebus clorninicis \~
ferns advelf!tus,.l?ro do:ntn~tcts e '~ata a p Ste'mmeg·oldo Ponzini 1\lliss. Apost. ') ,
totius ann?... Editw revisa e emen
.
» 18 00 ·¡,
e S. F. 6 voL en--8° de pág. i942 ,
- · · ·
¡:1
Fe1~tivitat.ibu~
~!~~~ Z~~{:i~ ~~vts~!~v:ci 1~~~::~t~. l._
o
e
•
•
•
•
•
•
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'·N. B. .A.l precio de la obr-a es p 1 ·eciso a~~c~cjir el 1O P. /~,
por· los gastos de correo y e,))jJedzczon.
AMENOS V PUECIOSOS DOCUMENTOS SOUUE SU SANTA VIDA
Y AD~11RABLES OBRAS
coTn.pilados por un Cooperador Salesiano
Un vol. en-18 ele pág. 440. Pesetas .
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Drama del Presbítero Don
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por el sacerdote
CARLOS M. VIGLIETTI de la P. S. de S. F. do S~
Dos voL en-32o de pág. 196 (Ls. Os. 59-60). Pesetas
,
• •
• .
.
.
1' 60
~liS DIFICULT~J\DES
Yo qUlSlera praticar nü relig-ion, peTo ya no puedo
POR EL
P. :0. DAJY'fAS. S. J.
j
·,Un vol. en-3 2() de pág. 7 4 (Ls. Cs. 61) Pesetas
.
,
•
•
,
,
,
(D)
O, 80
1