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a5 0 I I I . - N. 1.
^
Sale una vez al m
es.
ENERO1888
BOlJTirSALESlÑO
pebemos ayudar á nuestros herma
nos á fin de cooperar á la difugion de la verdad.
Cualquiera que reciba á un niño en
mi nombre, recibe á mí mismo.
i Mat .
( Ill S. Juan, 8)
Os recomiendo la niñez y la juven
tud; cultivad con grande empeño la
educación cristiana; proporcionadles
libros que enseñen á huir el vicio
y á practicar la virtud.
¿tiende á la buena leotura, á la ex
hortación y á la enseñanza.
(1 Tjm. iv, 101
Entre las cosas divinas la más di
vina es la de cooperar con
á la salvación de las almas.
(Pío IX)
(S. Dionisio)
Eedoblad todas vuestras fuerzas para
retraer á la niñez y juventud de
las insidias de la corrupción y de
la incredulidad y preparar de esta
manera una nueva generación.
Un amor tierno hacia el prójimo es
UnO
rn'',, <w r,T»flpo tt ovopI ptites dones, que la divina bondad
pnede hacer á los hombres.
(Leon XIII)
(E l Doct. S. Erano, do Sales)
—5-t I H U E C C I O X
e n e l O r a t o r i o S a le s ia n o . — C a lle C o t to le n jr o IV* ¡1 2 , T u r i n ( I t a lia )
S um ario . — Carta de D. Bosco — Noticias de la enfer
medad de D. Bosco — Salida de los Misioneros Sále
senos para el Ecuador y llegada de Mons. Caglierò á
Turin — Gracias de María Auxiliadora. — E l candidato
para la Presidencia del Ecuador — Una solemne toma
de hábito en la iglesia de MUria Sma. Auxiliadora —
Historia del Oratorio de S. Francisco de Sales. — Va
lentin ó la Vocación contrariada.
CARTA DE D. BOSCO
á los Cooperadores y Cooperadoras.
Benem
é r it o s
Sr e s . C o o p e r a d o r e s
xvni)
y
Cooperadoras :
Si bien mi débil salud impídeme escribir
^tensamente, no puedo sin embargo dejar
dirigiros, también este ano, la presente
¡?arla, en cumplimiento del Reglamento, y
d fin de entretenerme ün poco con vosotros,
^lle sois los bienhechores de mis niños y
■}lle tan amorosamente cuidáis de las obras
^ fia d a s por Dios á la Pia Sociedad de
• francisco de Sales.
¿V qué os diré yo? Ante todo os suplico
t.Ue os digneis uniros á-mí para rezar con
í^&Ular fervor al menos un P a te r, Ave
P Requiem por las almas de más de 1000
^operadores, que fueron llamadas á la
vida durante el año 1S87. Demos
h<-
después gracias á Dios, que en medio de
tantas víctimas de la muerte tuvo la bondad
de librarnos y concedernos la gracia de la
conservación en los principios del presente
año. Os diré, pues, que tenemos muchas
razones de alegrarnos en el Señor, porque
con su divino auxilio hemos podido también
en el año pasado llevar á cabo muchas
obras buenas para bien y salvación de las
almas. Os d iré, en fin , que el bien que
debe hacerse aumenta de dia en dia y por
consiguiente tanto la razón c®mo la Reli
gión exigen que nosotros no decaigamos en
nuestra "buena voluntad, sino que por el
contrario nos animemos más y más á hacer
mayores sacrificios con todos los medios á
nuestros alcances posibles.
Breve reseña de las principales obras
llevadas á cabo en él año 1SS7.
Aunque las obras principales que se hi
cieron en el año p. pdo. os son ya bas
tante conocidas por medio del Boletín Sale
siano, esto no obstante, á fin de que podáis
tenerlas como en un cuadro presentes á
vuestros ojos, bérne propuesto recordarlas
aquí brevemente.
. .
La obra que merece el puesto más distin
guido es indudablemente la consagración
de la iglesia del Sagrado Corazón de
Jesús en Roma, realizada en medio del
esplendor de los sagrados ritos, con asis
tencia de Jos más insignes prelados y
En Londres, capital do Inglaterra, debido
miembros del Sagrado Colegio, con acompañamiento de música clásica, y , lo al celo de una señora católica, aceptóse la
que más importa, con plena satisfacción dirección de escuelas, frecuentadas ya por
del Padre Santo, Leon X III, el cual habia unos 200 niños y niñas, y se tomó la admi
confiado dicha obra á los Salesianos desde nistración de una parroquia que abraza en
el principio de su glorioso Pontificado.
su seno más de 30,000 personas, casi todas
En Yallecrosia cerca de Bordighera, en protestantes, entre las cuales es de esperar
la casa de María Auxiliadora, se repararon que con el andar del tiempo se obtendrán
los daños causados por el terremoto del muchas conversiones á la Iglesia cató
2o de febrero, habiendo tenido que reedi lica (1).
ficar la parte donde se hallaban los dormi
No debo pasar por alto los cuidados espi
torios y escuelas, así como el campanario rituales y corporales prestados por los Sale
que amenazaba caerse, y finalmente se sianos á los atacados por el cólera en la
concluyo la iglesia, que será inaugurada ciudad de Catania, en Sicilia, y eg la de
al culto divino el 18 de diciembre.
S. Nicolás de los Arroyos en la República
1 En el pueblecito de M a tlii, muy cerca Argentina, así como también á los heridos
de Turin, hácense en la fábrica de. papel y víctimas del terremoto en la ciudad de
trabajos de tal importancia, que con el Diano Marino, en L ig u ria , y á los niños
tiempo podrán lubricarse de m il quinientos huérfanos que de una y otra desgracia
á cuatro m il kilogramos de papel, lo cual quedaron.
facilitará la venta v reducción de precio,
Por lo que (oca á América sería de
cun no pequeña ventaja de la prensa ca masiado prolijo, si me entretuviese en refe
tólica.'
riros todo, lo que con el auxilio de Dios y
En Catania adquirióse una propiedad de la católica caridad, se hizo durante el
llamada Villa Piccioni,• de unos ocho mil año pasado. Tratando más abajo de las mi
metros cuadrados de terreno y una pe siones, basta indicar aquí la fundación de
queña casa, destinada á ampliarse y ser con la casa de artes y oficios, bajo et título de
el auxilio de la divina Providencia y el S. José en la ciudad de Concepcion, y la
an
j’qí* y^cinri^T'os en
concurs? de la caridad y generosidad do /->ctoi-<iA
los buenos, grandioso Hospicio y Casa de Punta Arenas, en la República de Chile,
artes, en beneficio de los niños pobres, que, como también de otras semejantes, en Choljuntamente con la instrucción religiosa, Malal y en Guardia Pringles, en la Pata
aprenderán también á ganarse honrada gonia Argentina. En estos y otros lugares
mente el pan de la vida y serán un dia el se edificaron al propio tiempo varias ca
sostén de la familia y segura garantía para pillas para la celebración de los misterios
el bienestar moral de toda la ciudad.
divinos y para la instrucción de los fieles
En Marsella adquirióse una buena parte é infieles.
de terreno $ara agrandar la casa atiAdemás muchas de las Casas americanas
gua : adquisición que har¿ posible la acep ya fundadas, especialmente los Colegios y
tación de muchos otros niños á fin de Hospicios, agrandáronse bastante en favor
sacarlos del abandono y de la miseria en de centenares de niños, mediante nuevas
que se hallan. Lo mismo hízose para obte construcciones, entre las cuaies ias de Pa
ner el ensanche de las casas de Utrera tagones y Yiedm a, situadas á las orillas
y Sarriá en España; Lille y Paris en del Rio Negro, y las de Paysandú y San
Francia ; Faenza y Florencia en Italia.
Pablo en el imperio del Brasil.
Con el favor del limo. Sr. Obispo y por
No puedo tampoco om itir las diversas
el eficaz concurso del Exórao. Sr. Álcade Misiones que se dieron en el mismo año
y de varias otras caritativas personas ecle por Mons. Juan Caglierò, Vicario Apostólico
siásticas y seglares, erigióse una casa de en la Patagonia setentrionál y central, y
Salesianos en la ciudad de Trento, tomando por Mons. José Fagnano, Prefecto Apostóla dirección de un asilo de huérfanos y lico de la Patagonia meridional; Misiones
abriendo un Oratorio festivo para los niños; que llegaron hasta las gargantas do las
dicha casa es Ja primera que se abre enei Cordilleras y á la Tierra del Fuego, con.
imperio austriaco, y con el divino auxilio no pocas y pequeñas fatigas, y evidente»’
y apoyo de los buenos, espero irá lomando peligros de perder la vida, pero con grande
gran desarrollo y abrirá el camino para
la fundación de otras semejantes en varias
CD Actwalmonto los catón ■? de i.> : <n-• 11
ciudades del mismo imperio.
llegan aim á dos mil.
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. consolador resultado, puesto que por
* fl(lio de ellas sembrase la semilla de la
ívina palabra en medio de las tribus,
rjjglíi entonces desconocidas, y tomáronse
cocim ientos de lugares y costumbres, los
duales serán útilísimos para establecer esla
bones de Misioneros en aquellas regiones
azadonadas, y solidar el bien religioso y
^oral para la salvación de tantas almas
infelices.
y ya que se me presenta la ocasión de
hablaros de las Misiones e xtra n je ra s, no
¿ebo ocultar la caridad de los Coopera
dores, que por cierto aumentó en estos dos
últimos meses del año, respondiendo al
llamamiento que les hice para atender á
dichas Misiones ; caridad que mientras re
gocijó mi corazón en el Señor, proporcio
nóme los medios con qué poder seguir
adelante con la difusión del Evangelio y
—
,
u u iu o
tea
más lejanas del mundo.
Me complazco también en recordaros la
reciente expedición de ocho Salesianos á
la ciudad de Quito, en la Piepública del Ecuador, donde abrirán escuelas y talleres
para niños, y desde donde llevarán la luz de
la fe á miles de pobres Indios, que por
aquellas Cordilleras viven faltos de.los be
neficios de la civilización cristiana.
Finalmente en el obsequioso regocijo y
en la conmoción del orbe católico con mo
tivo del fausto Jubileo sacerdotal del sabio
Leon X I I I , hemos podido, desde nuestras
casas de Europa, América y hasta de las
Misiones de Patagonia, recoger objetos y
productos raros y preciosos para presentar
humildemente á los pies del trono augusto
de Su Santidad, como homenaje de profunda
veneración y de inalterable union á su
Persona ; y al propio tiempo como prueba,
dunque pequeña, de nuestra sincerisima
^egríá por tan glorioso acaecimiento.
Nuevas Casas y Obras
de las H ija s de Maina Auxiliadora.
También las Hermanas, llamadas Hijas
de María Auxiliadora, consiguieron el año
Pasado aumentar las obras en favor de las
¡hilas. En electo, ellas tomaron la dirección
j 6 asilos de niñas, abrieron escuelas,
tulleres y Oratorios festivos en varios pueble
ros, á saber, en Gatfinara, Torre di Bairo,
f ig lia n o , Pecetto Torinese y Mathi. En
'lonerivello y en Novara, debido á la ca-
ridad de dos celosas Cooperadoras salesianas. adquiriéronse para las Hermanas
dos grandes edificios con el fin de dar
principio ó obras de gran ventaja para
la juventud femenina. En América, con los
auxilios de una ilustre familia de Monte
video , abrieron un nuevo Colegio en la
ciudad de Paysandú, con Oratorio festivo
y escuelas externas frecuentadas por varios
centenares de niñas. Además ampliaron las
casas que existían ya en Buenos Aires y
en Patagones, y recogieron en esta última á
un buen número de niñas de la Tierra del
Fuego, á las cuales instruyeron é hicieron
bautizar, presentándolas á Dios como pri
micias cristianas de los últimos confines
del mundo. Es digna también de particular
mención la asistencia que prestaron á ios
coléricos en la ciudad de Bronte, en Si
cilia, donde algunas, por amor de Jesucristo
nu icuiuii un encerrarse con aquellos en
los lazaretos.
Otros muchos trabajos podría indicar aquí,
tanto de los Salesianos como de las Herma
nas; pero como habéis tenido ya ocasión
de informaros durante el año, creo conve
niente omitirlos para no ser tan extenso y
poder tratar de otra obra que en el cor
riente año deberemos tener particularmente
en mira.
En tanto, por lo que hasta aquí os he
dicho, podréis haceros cargo fácilmente
de cómo vuestra caridad haya obrado frutos
abundantes; frutos de alivio en la educa
ción é instrucción dada á los niños y niñas
que pudieron atenderse en mayor número
en Hospicios, Colegios, talleres, Oratorios
festivos, escuelas diurnas y nocturnas y en
las iglesias y capillas erigidas y consagra
das al culto divino; frutos en la conver
sion de muchos infieles que fueron evan
gelizados y civilizados en sus mismas é
inexploradas tierras; frutos en la conser
vación de la fe de muchos cristianos de
Europa y especialmente de América, adonde
emigran cada año miles y miles de per
sonas en busca de una mísera fortuna
terrena, exponiéndose al peligro de per
der la felicísima y eterna heredad del
Cielo; frutos aún en la publicación de
buenos libros, en centonares de miles de
escritos en defensa de la religion y fomento
de la piedad cristiana. De todo este bien
los Salesianos é Hijas de María Auxilia
dora dan, juntamente conmigo, vivas y sin
ceras gracias primeramente á Dios, que
nos ayudó tan generosamente, y después á
todos vosotros, oh beneméritos Coopera-
Ahora bien; nosotros podemos dism inuir
en gran parte semejantes desgracias en la
referida capital del mundo católico; pode
mos salvar á muchísimos niños, confortar
el ànimo del Romano Pontífice y consolar
al
mismo tiempo al Sdo. Corazón de Jesús ;
Obra propuesta para el año 1SS8.
y este santísimo fin podemos obtenerlo
Muchas serían las obras que tendría que construyendo el proyectado Hospicio. Así se
recomendaros á vuestra caridad para el dignó significármelo el mismo Supremo Ge
corriente a ño, pero quiero señalaros tan rarca de la Iglesia, cuando me tocó la feli
císima suerte de ser recibido por él en au
solo una que es la más necesaria.
Los fieles de ambos sexos pueden ya diencia particular en el mes de mayo del año
acudir cómodamente á la iglesia del Sa p. pdo. Después de haber oido con indecible
grado Corazón de Jesús en Roma; pueden gozo que la iglesia del Sdo. Corazón estaba ya
oir la divina palabra, acercarse á los santos concluida é inaugurada al servicio de Dios,
Sacramentos, asistir con edificación á las despues de haber dado las gracias á los
sagradas ceremonias, instruirse por medio Salesianos, á sus Cooperadores y á todos
de la frecuente predicación, formarse, en los que habían coadyuvado á llevar à cabo
fin, en la piedad y devoción y enfervori tan àrdua empresa, añadió: « Ahora cozarse en la práctica de las virtudes cris » menzad á edificar el Hospicio ya ideado,
tianas. Pero todavía esto no es todo. El » á fin de que podamos recoger y salvar
Padre Santo desea vivamente otra obra al » á tantos pobres niños, enseñarles á ser
lado de la referida iglesia; desea que el » buenos cristianos y fieles y prudentes
Hospicio apenas comenzado se agrande con » ciudadanos. Con este fin yo os bendigo
las designadas construcciones y se haga » á Vosotros y á todos los que os ayu
capaz de acoger quinientos y más niños que den. »
representen cada dia los niños de la Pa
Estas palabras del Vicario de Jesucristo
la t i n a que rodeaban la persona adorable
están profundamente grabadas en m i co
de Jesucristo para ser como ellos bendecidos, razón y deseo que también vosotros les deis
instruidos, dirigidos en la virtud y encami toda la importancia que se merecen.
nados al Cielo.
Sería, pues, una cosa verdaderamente
Esta obra reclámanla en extremo las digna de vuestro celo que en el corriente
actuales necesidades de la ciudad de Roma. año honraseis las grandiosas fiestas del Ju
Centenares de n iñ os, romanos y foraste bileo del Padre Santo, llevando á cabo las
ros, provenientes de todas partes, ya por dos obras principales ' que Él os confió
pobreza, ó por abandono, ó por insidias de apénas hubo ocupado la cátedra de San
los enemigos, búllanse expuestos á grandes Pedro. La primera está ya concluida y se
peligros de cuerpo y alma. Muchos por no la liemos presentado desde el 14 de mayo
tener donde alojarse se entregan al o cio , de este año, cuando filé solemnemente con
crecen en el vicio, danse á toda clase de sagrada, como para inaugurar su Jubileo
desórdenes, y concluyen por caer en manos Sacerdotal, y hoy dia forma indudablemente,
de la justicia y en las cárceles. No son entre otras muchas, la admiración de los
pocos los que desde varias aldeas van á peregrinos q ue, de todas las partes del
buscar trabajo y no encontrándolo pierden, mundo, acuden á Roma. Cierto que para
con darse á la inercia y malas compañi as, vuestra caridad sería un gran consuelo si
aquella re lig io n , que tiene allí su silla y al fin del próximo año pudiésemos decir
centro y desde donde extiende sus r e tó - al Gante Padre: « Hé aquí concluido el
gentes rayos por todas parles del mundo. Hospicio por Vos tan deseado para bien
¡Lástima que un pobre joven cristiano tenga de los niños; varios centenares de ellos
que encontrar peligros para su fe y costum podrán, desde ahora en adelante, hallar un
bres en la misma Rama que, por medio del asilo seguro muy cerca de Vos, y como á
V icario de Jesucristo, iluminó é ilum ina, la sombra de vuestra cátedra crecer dignos
santificó y santifica á los pueblos! Seme hijos de la Iglesia, y prendas inequívocas
jantes desgracias si contristan al Papa de moralidad y buen órden para el civil
cuando acaecen en cualquier lugar de la consorcio. »
tierra, afligenlo aún más cuando suceden tan
frecuentemente y ante sus mismos ojos, sin
que Él pueda prevenirlas ni remediarlas.
dores, que con tanta bondad acudisteis en
nuestro socorro y supisteis haceros hábiles
instrumentos de la divina Providencia en
lavor de innumerables almas.
%
*
»j
ti
C u a t r o r e c u e r d o s p o r c o n c lu s io n .
Concluyo exponiéndoos cuatro pensami en[03 en forma de recuerdo. Ante todo observo
Alie una Persona y una casa limosnera es
(í0mo el m ar; por mucha agua que el
caíor del sol le haga evaporar en la su
perficie, sin embargo no disminuye en
jiada de su extension porque sus vapores
convertidos en lluvia, nieve ó hielo, después
dehaber regado y fecundado la tierra, vuelven
0tra vez á él de todas partes en forma de
rios. Lo mismo acaece á una persona, á
una familia, que con sus haciendas, aunque
no fuese más que con la superficie, es
decir, con lo supèrfluo, cooperan á la mayor
gloria de Dios y al bien del prójimo. La
fimosna que ellas dan úñese con Ja de otros
y esta union á manera de la de incesantes
gotas de agua viene á formar como una
lluvia de beneficios en favor de miles y
miles de personas, en favor de los fieles é
Ínfleles, de los niños, de las familias, de
los pueblos y, en una palabra, de toda la
humana sociedad. Después estos niños, estas
familias, estos pueblos beneficiados, además
de rogar y obtener de Dios centuplicadas
gracias para sus bienhechores por medio
de la educación religiosa y moral que se
les dió con las limosnas, formándose y
creciendo en las virtudes, promueven la
concordia y la paz privada y pública,
acrecientan el trabajo, la industria y el
comercio ; disminuyen los hurtos, los deli
tos, los motines, y de este modo cada ciu
dadano disfruta también temporalmente de
dichos beneficios y ve entrar en su casa el
céntuplo de todo loque había dado para obras
de religion y caridad. Sea, pues, el prim er
recuerdo el siguiente: Si queremos que
prosperen nuestros intereses espirituarles y m ateriales, procuremos ante todo
hacer pro spe ra r los intereses de Dios, y
promovamos el bien espiritu a l y m oral
de nuestro p ró jim o , por medio ele la l i
mosna.
Pasando al segundo recuerdo, comienzo
haciéndoos reflexionar que, por regla or
dinaria, cuando alguno desea obtener de
Dios una gracia, por intercesión de la
Virgen ó de algún santo, suele decir, poco
ñiás ó menos, así: Si me hace esta g racia,
Vo lia ré esta ó aquella limosna. Si bien
semejante modo de obrar no debe desapro
barse, sin embargo yo no lo juzgo el más
adaptado para obtener pronto y con segu
ridad las gracias de Dios, y especialmente
las que más nos hacen falta. Dicha manera
de obrar encierra en sí un no sé qué de
desconfianza en D ios, en la Virgen y en
los Santos que se invocan. Mucho mejor y
más cficáz sería dar antes lo que desea
ríamos después de haber obtenido la gracia
implorada. Dando antes hácese una obra
buena, que unida á la í'é y á la confianza
en Dios, adquiere mayor poder ante su
trono. Dando antes empéñanse, en cierto
modo, Dios, la Virgen y los Santos en
mostrarse generosos para con nosotros que
nos hemos abandonado en los brazos de
su soberana bondad y poderosa intercesión.
Dando antes cúmplese más facilmente lo que.
dice Ntro. Señor Jesucristo en aquellas pa
labras: Dad y os será dado: date et da
b itu r vobis. Aquí, corno se ve, Jesucristo
no dice: Prometed d a r y os será dado,
sino : dad antes, y después os será dado.
La experiencia demuestra que este modo
es poderosísimo para obtener las gracias
más señaladas; yo mismo lie sido testigo
de ello muchísimas veces. Hé, aquí, pues,
el segundo recuerdo : Si queréis obtener
más facilm ente alguna g racia haced vos
la g ra cia , ó sea, la limosna, á los otros,
antes que Dios y la Virgen os la hagan
d vosotros. Date et dabitur vobis.
En tercer lugar observad que el hacer
limosna en favor de la religión y para bien
espiritual y corporal del prójimo no es tan
solo un consejo del cual podamos dispen
sarnos sin detrimento del alma, sino que
es un riguroso mandamiento, comprendido
en los diez de la ley divina, de los cuales
los tres primeros obligan al amor y honor
de Dios y los otros siete al amor V pro
vecho del prójimo. Es solo un consejo el
dar todo cuanto uno tiene, para profesar
la pobreza voluntaria, como por ejemplo
los religiosos, pero es un precepto el dar
de limosna parte de lo que uno tiene, ó lo
supèrfluo, como dice el Evangelio: Quod
superasi date eleemosynam. Ves precisa
mente por el descuido en observar este
precepto que Jesucristo, el dia del Juicio
universal, dirá á los réprobos : Id lejos de
m i, oh malditos, a l fuego eterno. ¿Y poi
qué? Porque no habéis hecho caridad á
quien la necesitaba. Es por no beber dado
lo supèrfluo al pobre Lázaro que, según
Jesucristo d ijo , fué sepultado en el in
fierno el rico Epulón: M ortuus est dives
et sepultus est in inferno. Y es también
de aquel que no divide una parte de sus
bienes con los pobres de quien el Apóstol
Santiago dice tener una fe m uerta, la
cual no le sirve para la salvación eterna.
El mismo Apóstol añade aún: cuán p u ra
é inmaculada es esta religion, es d e c ir ,
la de proveer d las necesidades de los
huérfanos y de las viudas, ó lo que es lo
mismo, la de hacer obras de misericordia
espirituales ó corporales. Todas estas y
otras semejantes sentencias del Espíritu
Santo, prueban evidentemente que quien
pudiendo no hace obras de misericordia es
un cristiano que no es «cristiano ; es un
hombre que en el dia del juicio final oirá
la sentencia de condenación; es un hombre
aue. áunoue no falte en ninguna otra cosa,
sin embargo, como el rico sin misericordia,
no recibirá la misericordia de Dios. Por
lo tanto mi tercer recuerdo es este : Con
las obras de caridad nos cerramos las
puertas del infierno y nos abrimos las
del Paraíso.
Por fin os diré que m i salud va dis
minuyendo visiblemente y preveo no muy
lejano el dia que me veré obligado á pagar
mi tributo á la muerte y bajar á la tumba.
Si sucediese, pues, así y esta fuese la úl
tima carta que os escriba, entonces hé aquí
mi último recuerdo: Recomiendo á vues
tra candad todas las obras que Dios
se ha dignado confiarme durante el curso
de casi cincuenta años : os recomiendo la
cristiana educación de la ju v e n tu d , las
vocaciones al estado eclesiástico y las m i
siones extrangeras ; pero de un modo
p a rtic u la r recomiéndoos el cuidado de
los niños pobres y abandonados, que fue
ron siempre la porción más cara á m i
corazón en la tie r r a , y que p or los
méritos de N tro. Señor Jesucristo es
pero serán m i corona y m i gozo en el
Ciclo.
Ahora no me queda más que invocar á
Dios para que se digne derramar sobre
vosotros, sobre vuestras familias y sobre
vuestros intereses, las más preciosas bendi
ciones. así corno para que os conceda una
vida próspera y feliz, coronada ó su tiempo
con la muerte de los justos. Con este fin
los Salesianos y los niños de nuestras Casas
fínense conmigo para rogar todos los dias
al Señor, y mediante la poderosa interce
sión de la Srna. Virgen Auxiliadora y de
S. Francisco de Sales, esperamos ser aten
didos y tener la felicísima suerte de hallar
nos todos juntos en la eternidad bienaven
turada.
Dignaos también vosotros rogar por mi.
que con el mayor y más
recono
cimiento soy vuestro
ser e i d o r
O bi ¡ g o d ís im o
JU A N BOSCO, PIdvo*
Turin, S de diciembre de 1SK7.
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Como ya sabrán nuestros Cooperadores los pre
sentimientos de D. Bosco parecía que dolorosa
mente llegaban á realizarse. Después de haber re
sistido al mal durante algunos meses con gran
energía de v o lu n ta d , el dia 22 de diciembre,
veíase obligado á guardar cama, accediendo á las
instancias de los señores doctores F is s o re , V ignolo y A lb e rto tti. Desde aquel momento estos
sus antiguos amigos tu vie ro n consulta todos los
dias. L a enfermedad progresó rápidamente.
E l dia 24 p or la mañana fuéle administrado
el Santo V iático por M o d s . Caglierò, que pro
videncialmente ha llegado á tiempo de la Pata
gonia para consolar á aquel que, desde hace ya
36 años, es su amado padre. Los superiores de
la casa que rodeaban el lecho del venerable en
fermo no pudieron contener el llanto al o ir
aquellas solemnes palabras Accipe via tie u m p ro
nunciadas p or Monseñor, sumamente conmovido.
D. Bosco estaba sereno y tranquilo, pero se en
terneció al v e r llo ra r á sus hijos. E l mismo
dia, poco antes de la Misa de media noche,
accediendo á las instancias del caro enfermo,.
Monseñor Caglierò adm inistróle la Extrem a
unción, que recibió con admirable serenidad.
E l dia de la N atividad pidió á Monseñor Caglierò
le alcanzara la bendición del Santo Padre. Poco
tiempo después el Emmo. Cardenal Rampolla, á
quien se d irig ió un telegrama con este objeto, con
testaba con el siguiente, que demuestra por cierto
la gran benevolencia de S. S. Leon X I I I y el vivo
interés que se toma por la enfermedad de D. Bosco.
« Monseñor C a g lie rò , T u rin . — E l Sanio
P adre, doloroso de la enferm edad de D. Bosco,
ruega 'por é l y envíale la im p lo ra d a bendición.
M . Cárdena l Ra ñipo lia .»
Ninguna esperanza humana podemos aún tener
acerca de su curación y tan solo la bondad divina
podría reconstituir un físico destruido por cin
cuenta años de infatigables trabajos, sufrimientos
y sacrificios en favor do los niños pobres y
abandonados. Esta es la causa de su enformedad.
Las autoridades municipales y gobernativas de
T u rin , con frecuencia procuran informarse del
estado del enfermo. E l Emmo. señor Cardenal
Alimonda vino dos voces á visita rlo : los dos
o abrazaron sin hablar. Don Hosco, ya
quo el tiempo no era tan bueno la concurrencia
fué m uy numerosa.
Cantadas las vísperas con solemnidad, subió al
pùlpito el Rdo. Don Juan Bonetti, quien, si bien
improvisadamente, supo hacer un elocuente y
oportuno discurso, que era escuchado por todos
con singular atención. Demostró con evidentes
hechos que el Docet* omne* genie*, proferido
por N tro . Señor Jesucristo a los Apóstoles, con
tinuó p or varios siglos sin interrupción y con
tinúa siempre suscitando generosos misioneros,
nuevos apóstoles entre las naciones para conver
t i r los pueblos salvajes. Habló con singular afecto
de Mons. Comboni, el apóstol de la X ig ric ia ;
del Cardenal L avigerie, que reconstituyó en A friea la Silla de s. Cipriano. Y pasando despues
á las obras de D. Bosco, con el sincero afecto
de h ijo y con el conocimiento exacto que él tiene,
supo demostrarlas con precision, esto es, llenas
de caridad y universales. Habló de la Patagonia
y expuso el dolor que sentía (y lo sintieron to
dos) p or el retardo de Monseñor Caglierò, el
cual habría aumentado con su presencia y pala
bra la brillantez y solemnidad de la referida
reunion.
E l Sr. B onetti dió gracias por últim o en nom
bre de D. Bosco á los Cooperadores Salesianos,
con cuyo auxilio él puede d ilatar las Misiones
en Am érica, y recomendó que continuasen ge
nerosamente en la cooperación, advirtiendo que
las necesidades son grandísimas. Salado con her
mosas palabras á los jóvenes misioneros, los sa
SALIDA DE LOS MISIONEROS SALESIANOS
ludó en nombre de todos y también en el de
PAUA EL T
C
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JJA
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O
n
M aría Auxiliadora : fue verdaderamente nn ins
tante tiernísimo.
Llegada de Mons. C a g lie rò á T u rin .
Cantáronse después un precioso motete y la
invocación del Veni Creator, luego rezáronse las
Era una compaiíia do jóvenes valerosos, cuatro
sacerdotes y cuatro coadjutores , los cuales se oraciones del Itin e ra r io y por ultim o diéronse
disponían á surcar el Océano para a b rir en la
el abrazo entre los sacerdotes misioneros y sus
capital del Ecuador un O ratorio, un ta lle r, y
hermanos. Fué una de aquellas escenas que di
preparar de este modo el terreno para dar ma fícilm ente pueden describirse como se merecen.
yor desarrollo á la obra benéfica do D. Bosco. Los acólitos, los ochocientos niños del Oratorio
rodean á los valerosos viajeros que-poquito á
Un parte telegráfico de las islas Canarias a poco bajan del a lta r y atraviesan la iglesia. Quien
nunciaba , para el 4 del mes de Diciem bre, la
puede besarles las manos llénase de contento, y
llegada á Génova del lim o . Sr. Caglierò, el cual
lo mismo quien pnede tocarles la sotana. Son
debía p residir la Conferencia Salesiana, fijada
m uy cerca de las 0. Fuera de la iglesia esperan
para el dia G en la iglesia de María A uxiliadora,
los coches que deben lle va r a ios misioneros á
desde donde los referidos Misioneros debían sa lir
la estación- Las campanas del Santuario sién
aquella misma tarde. Pero por desgracia el va
por M atteo B ru z z o se retardó algunos dias, á tense repicar por últim a vez saludando á los caros
causa de una violenta tempestad, y dicha Confe apóstoles, los cuales tomando la linea de Modán
rencia tuvo que hacerse sin nuestro carísimo y L ió n so d irig irá n á St.-Nazaire, donde se em
barcarán el dia 10.
Monseñor.
; Quo María Auxiliadora os proteja » os acom
La iglesia do M aría A u xiliad o ria estaba pre
parada como en las mayores solemnidades, y á pañe hasta las altas montañas de Quito y os
las 3 y i\2 llenábase do Cooperadores y Coope dé los consuelos de un fructífero apostolado! El
radoras, deseosos todos do dar un devoto y cor Ecuador, apenas se abra el canal do Panamá,
dial saludo á los esforzados misioneros. D. Bosco será el refugio de millones Jo emigrantes. ¡Qué
a pesar do su delicadísimo ostado de salud no consuelo tan grande para ellos si encontrarán
Tuso' quedarse on su cuarto y vino al altar ma- allá á los Salesianos de D. Bosco! ¡Qué alegría
para los Italianos, cuando, llegados á aquellas
rodeado de muchos sacerdotes y acólitos.
tierras, hallarán personas amigas y dispuestas á
1 residía tan hormosa función el lim o. Sr. Loto,
cuidar do sus almas!
-hispo titu la r do Samaria, delegado por nuestro
E l vapor M alico B ru zzo había entrado en el
jo lin o . Sr. Cardonal Arzobispo para dar la bon
puerto
de Génova el dia G por la mañana. Monb o n en nombre del sumo Pontifico. A posar de
?,:K|»oi/¿i* I,arn Pron,ini ia r p a le r à , con dífijlad Pudì» decir á S. E. : — Le recomiendo
, >p. — Mons. Lo to, Obispo titu la r do Saif " " Mons. V a lfr ó , Obispo de Cúneo, y Moninri»*
Manacorda, Obispo do Possano, han venido
«flor
nll)ien á verle.
a i logan continuamente telegramas do todas
tanto de Ita lia como del e xtra n je ro . Con
ucncia vienen los directores de Jas casas
1jesianas. La caridad cristiana pone lodo su cragfio en consolar á D. B osco, socorriendo á sus
'iíios, llenos de tristeza por el tem or de perder
1 gu incomparable padre. En muchísimos sitios
¡lácense oraciones públicas, y en nuestros colegios
la adoración continua.
‘ jVo dudamos de que nuestros Cooperadores y
Cooperadoras elevarán fervorosas oraciones á Je
sús Sacramentado y á la V irg e n Sma. A u x ilia
dora. Bien saben cuánto les ama D. Bosco y cuán
reconocido les está por los auxilios siempre p ro
porcionados para lle v a r á cabo sus obras.
¡A h ! ¡si María Sma. A u xiliadora se dignase
conceder á sus hijos del O ratorio, la gracia de
dejárnoslo aún por algunos años! Roguemos y
esperemos resignados con la santa voluntad del
Señor.
-
8
-
* Poned al Indo de esta i.hra un gran cuadro
seilor no sabia como dar las gracias al coman
dante y demás oficiales por las atenciones y de que mide más de metro y medio de altura, he
ferencias que le liabian usado. A l pasar muy cho todo á pluma por uu Salesiano con tanto
cerca de Barcelona, pudo, por medio de algunas prim or y m érito artísticos que se confunde con
señales, mandar la noticia de su llegada á los una pintura, y después decidme si artéticamente
hermanos salesianos establecidos en aquella ciu podía la Sociedad Salesiana manifestar en modo
más espléndido la devoción que a) Romano Pon- ■
dad, los cuales, con un telegrama que enriaron
y¡
i T urin, dábanle las gracias y la enhorabuena. lífice profesa.
Monseñor á causa de los acostumbrados retardos
» Es in ú til añadir que dichos trabajos son
que se originan en el puerto y en la aduana inspirados por aquel sentimiento de piedad que
tuvo que estarse á bordo hasta por la tarde que no desdice de quien ofrece ni tampoco á quien
acepta los dones » (N° 287).
desembarcó dirigiéndose á la Gasa de Sarapierdarena, donde lo recibieron con grandes muestras
E l ilustre Osservatore Cattolico de M ilán
’
de afecto y alegría.
escribe asi en su número 283 sobre el mismo
argumento :
No habiéndole sido posible salir aquella misma
tarde para Turin, daba j recibía telegráficamente
« Asegúrase que tanto los dones que Monseñor
el adiós á l*s misioneros y en la mañana del
Caglierò trajo de la América para ofrecer al
dia siguiente, aniversario de su consagración Sanio Padre, como ios de los Salesianos, son de
episcopal, llegaba al Oratorio, donde la recepción
mucho valor; lo cual no puede ponerse en duda
si bien espléndida no pudo representar adecua
si hemos de juzgar por dos que yo mismo vi
damente el afecto de los corazones. Su encuentro
expuestos en las salas de nuestro Emmo. Arzo
con Don Bosco no es tan fácil describirlo. Mon
bispo en los dias de la preexposicion.
señor arrodillado á los piés de D. Bosco, el cual,
» Os hablaré del mérito intrinseco de esos
apoyando la frente sobre las espaldas de su p ri dos.
mogénito besábale con los ojos llenos de lá g ri
» Uno de ellos es un volúmen en 4o, de nnas
mas el anillo; los compañeros de viaje del 0 150 páginas, con la carta Enciclica de Leon X I I I
:
bispo también arrodillados á su alrededor, y va Aeterni P a tris y otras dos De studiis historicis
rios de los superiores mayores colocados á una y De studiis litte ra ru m .
corta distancia, formaban un cuadro verdadera
» Este volúmen es un verdadero prodigio del
mente magnífico y sorprendente. E l dia 8, fiesta arte tipográfico, y no temo afirmar que hasta
de Maria Sma. Inmaculada, aniversario de la hoy, ni de las tipografías italianas ni de las exfundación de los Oratorios, coronaba, con el nom trangeras, ha salido obra tan elegante y de nítidos
bre de la Sma. V irg e n , estos varios y faustos tipos, tan rica de adornos, tan primorosa cú el
j
acaecimientos.
arte y tan armónica en tanta variedad y abun<
E l limo. Sr. Caglierò .saldrá muy pronto para ciancia de ornato.
Roma con el fin de obsequiar al Sumo Pon
» El frontispicio, la dedicatoria, los diversos
\
tífice en ocasión de su jubileo sacerdotal, :pre emblemas que dividen los tres documentos Pon
sentándole el tributo de afecto de la Pia Socie tificios, y las cornisas, siempre variadas en cada
dad Salesiana. De algunos de estos dones habla página, que circundan el texto , son trabajos
¿
el corresponsal turinés del diario católico geno- de arte tan delicado que colocan á la cabeza de
vés, L ’Eco c V ita lia , tan benévolo para con no todos los establecimientos tipográficos' la Tipo
sotros y tan digno de todo encomio por su valor grafía Salesiana de D. Bosco en Turin.
y constancia en sostener la buena causa:
» Hay adornos góticos que contrastan hermo
- Tuve el gusto de visitar el Hospicio de Don samente con otros de estilo romano y florentino,
Bosco y presentóseme la ocasión de ver y ad formando tan rica variedad que ofuscan la vista
m irar los preciosos trabajos que ofrecerán al hasta el puuto de no poder discernir si todo ello
Padre Santo en la próxima ocasión de su Jubi es obra de buril ó de pincél. Nuestros artistas
leo racerdotal.
convienen en que este trabajo, por ser hecho tan
» El trabajo tipográfico y cromotípico que en solo con máquinas tipográficas, asi como los de
esta solemne circunstancia saldrá de la Tipo cromotipia, llegan á la perfección.
grafía Salesiana tendrá la gloria de superar á
> Merece también particular mención un cua
todos los que de esta clase nos vienen de Ale dro á pluma de grandísimas dimensiones, tra
mania y de Inglaterra : es, pues, una publicación bajo que igualmente pertenece á la Sociedad Sa
que en el progreso del arte tipográfico será lesiana. D. Bosco, rodeado de las principales
siompre memorable. Valientes artistas me habían casas de esta' Sociedad, deponiendo su homenaje
hablado ya muy- favorablementé, pero cuando lo á los pies dol trono del Vicario de Cristo, es el
,
hube visto no pude menos de quedar sorprendido. tema de este cuadro, que tiene la gloria de ser
» El texto de la obra está cerrado en cada único en su género. Es verdad que este es
página por una cornisa elegantísima de siempre un trabajo de paciencia increíble; pero os tamnuevo y variado dibujo, y toda la parte de a- bien indudable que solo un artista de pulso podia
dorno se parece á aquellas hermosas miniaturas concebirlo y llevarlo á cabo.
quo so admiran en los códigos más preciosos do
» No se puede dudar que trabajos de esto gé- ít
los siglos N ili y X IV . No se creerla quo un nero liayan do ser gratísimos al Sumo Pontífice,
trabajo que parece llega á la perfección, fuese y de precioso ornamento en la Exposición Vati- f
bocho por medio de la cromotipia.
cana, en la cual el orbe entero depone el borne-
lit : mmm
-
D -
. je su afecto á los pies del trono del Vicario
1Jesucristo en la tierra. »
.gen en todo y por todo bendito y alabado el
flor!
Oradas de María Auxiliadora,
Una sobrinita mia, que era la alegría de toda
familia, impresionóse tanto por la muerte de
n pariente suyo que se temia cayese en esdo de completa aberración mental. Parecíale
ue también ella se hallaba á la muerte.
Otras voces veia con la imaginación á sus pa
os, hermanos y tios agonizantes. En fin, atorontada continuamente por semejantes pensaiontos, el dia I o de Junio por la mañana, ha
llándose como sumergida en un mar de tristeza
y aflicción, echóse del balcón abajo, cayendo desde
¡a altura de seis metros sobre un empedrado
de lava. Todos la creiamos muerta cuando ; oh
milagro portentoso ! la encontramos ilesa sin
ni siquiera el menor daño ó contusion. E l mó
dico cirujano, que se halló presente á este hecho
y que la vió arrojarse desde dicha altura, des
pués de haberla examinado muy despacio, con
fesó que aquello no podia haber sucedido sino por
milagro. La niña tenia colgada al cuello la me
dalla de María Sma. Auxiliadora, cuya misa y
oficio rezábanse en aquel mismo dia. La Virgen,
pues, la salvó y por consiguiente á Ella debemos
dar con sumo reconocimiento las gracias.
II.
Veomo obligado á comunicarle una gracia se
ñaladísima obtenida por intercesión do la Santí
sima Virgen. Eu los primeros dias del mes pasado
hallábame con la garganta de tal modo inflamada
que no me era pasible comer nada. Cerradas é
irritadas las fauces, y con una difícil y fatigosa
respiración creíame tonor que ir, de un momento
á otro, á dar cuenta de mi alma al Creador.
Pero en medio do los llantos de los parientes
®e acudió á la mente el pensamiento de recorrer
a la consoladora de los afligidos, á la salud de
los enfermos. Pedí, pues, á mi hermana una me
dalla de María Auxilia lora que traje á osta
ouando regresé de T u rin el año 1883. Pusémcla
al cuello con viva esperanza de obtener de la
Augusta Virgen la salud. Pude dormir tranqui
lamente durante loda la nache y al amanecer me
desperté sin ninguna incomodidad en la garganta,
c°n la voz enteramento lib re , y casi sentíame
on estado de poder celobrar el santo sacrificio de
la Misa, siendo aquel dia Domingo. Hoy no puedo
biciios de dar gracias con todo mi corazón á la
s>na. Virgen quo tan solicita y generosamente
s° dignó auxiliarme ou tan penosa y peligrosa
®uformedad.
III.
; O h.' ; cuán buena es María Auxiliadora ! Ha
bíase rogado y hecho rogar por la conversion
de un hijo mio que so bailaba gravemente en
fermo , pero la gracia no se obtenía aún. Por
último nos dirigimos ó María Sma. Auxiliadora,
y bien pronto tuvimos ocasión de ver los-buenos
efectos. M i hijo pide confesarse, y recibe con
corazón contrito todos los auxilios de nuestra
santa Religion.
¡ Viva, si, viva nuestra tiernisima madre ! Ella
dignóse atender nuestros ruegos. Ella ha visto
la aflicción de mi corazón y ha sabido calmar
mis afanes.
M i hijo moría el 28 á las dos y media de la
noche, siendo sábado, dia consagrado á ia San
tísima Virgen. Tenia en sus manos un Crucifijo
y repetía lleDO de jú b ilo los dulces nombres de
Jesús, María y José.
¡A h! si, demos gracias á Dios y á la Madre
de los afligidos, por tan grande y señalado favor.
IV.
La Sra. D. María S irio , natural de Vercelli,
Italia, cayó gravemente enferma. Habia recibido
los santos Sacramentos de ia Confesión y Comu
nión y estaba ya todo preparado para adminis
trarle la Extrema Unción. En este momento ia
hija siéntese inspirada á encomendarla con todo
fervor á la Sma. Virgen Auxiliadora. Póneso,
pues, de rodillas en ua rincón de su cuarto y
dice:
« Oh María Auxiliadora, allá en vuestro san
tuario de T urin hay tantos niños que ruegaD ;
pues bien yo os prometo hacer una obra de ca
ridad á aquellos pobres huérfanos, si sanáis á
m i madre.
Desde aquel momento la enferma se mueve,
mira á los que la rodean y dice : yo estoy sana.
En efecto; aquel mismo dia pudo levantarse.
La hija sumamente reconocida y fiel á.la pro
mesa hecha á la Virgen, vino á dar las gracias
á este Santuario, y entregó su prometido óbolo
para los niños huérfanos de D. Bosco.
EL CANDIDATO
para la presidencia del Ecuador.
En la república del Ecuador, uno de los paises
más sinceramente católicos de América , se de
berá elegir, dentro de poco, el nuevo Presidente,
pues, cumple ya su periodo constitucional en dicho
cargo el actual Excmo. Sr. Caamaño, quien, segun
las leyes de aquel país, no puede ser reelegido,
si bien por sus eminentes cualidades personales y
por el vivísimo sentimiento patriótico báse
mostrado siempre digno en extremo de la alta
posición á la cual lo elevaron sus conciudadanos.
Pero los Ecuatorianos, pueblo fuerte y traba
jador, tionen la rara fortuna do contar con otro
conciudadano al cual ofrecerán la prosidcncia del
Estado, seguros do que su persona no solo podrá
s u s titu ir dignamente á la del antecesor, sino que
sabrá también hacer resplandecer la s illa presi
dencial con las más hermosas virtudes y ocupará
con general aplauso tan honorífico puesto.
E l candidato es el Excmo. señor D. A n
tonio F lores , actualmente m in istro plenipoten
c ia rio del Ecuador en P arís y cerca todos los
Gobiernos de E u ro p a , sin e x c lu ir la Sta. Sede.
Personage ilu s tre , tanto por su alcu rn ia como
por sus ideas y mucha erudición, el Sr. F lores
representa la h is to ria ecuatoriana desde hace ya
más de 25 anos.
Debemos ante todo notar con sumo gusto que
la candidatura del S r. D . A ntonio F lores para la
Presidencia del Ecuador ha sido perfectamente
acogida en el Vaticano, pues que el S r. Flores,
huuiujo de u ídòli y uo pu iu s p rin c ip io s , man
tendrá indudablemente vivas y perennes las ex
celentes relaciones que han existido siempre
entre la Santa Sedo y el Ecuador, como también
la recíproca protección y el continuo desarrollo
de los respectivos intereses.
Además D. A ntonio F lores es un hombre adm i
rable : m ilit a r , lite ra to , publicista, orador, h is to
riador, poeta, abogado, m in istro do Hacienda y
diplomático. En todas partes ha sabido granjearse
la estima do todos. N i debe tampoco causarnos
gran m ara villa que un hom bro haya podido
sobresalir en tanta variedad do ocupaciones. No
ha desaparecido del todo en Am érica la tin a la
casta de tales hombres que el Pindem onto lla
maba do c u a tro alm as.
Dentro de poco tiempo el S r. Flores ir á á
Roma, como enviado e xtra o rd in a rio del Ecuador
ante el Pontifico, y asistirá á las fiestas del J u
bileo; en tanto nosotros no podemos menos de
mandar un cordial saludo á los católicos del
Ecuador, que con sus votos elevarán indudable
mente al supremo pudor á un hombro tan bene
m èrito del Estado y de los intereses morales do
la Iglesia.
(De la U n ità C a tto lica )
UNA SOLEMNE TOMA DE HÁBITO
en
ln
íR lo s ia d o M a r í n
A v v ic i D a d o r a .
E l dia 24 de uoviembre del año p. pdo. en la
iglesia do M aria Sma. A u xiliad o ra , cu T u rin , ñ
las 2 I j2 do la tarde, tuvo lu g a r una im portante
y conmovedora ceremonia. EL príncipe Augusto, h ijo
de Ladislao C zartoryski, rocibia do las manos do
J). Hosco hum ilde sotana , alistándose así en la
m ilic ia eclesiástica y abandonando, en la flo r do
su edad, las vanidades del mundo para consa
gra rse de lleno al servicio del Señor. Dichoso él,
pues r e c ib irá , como dice el E va n g e lio , el cén
tu p lo de cuanto abandona y además la vida eterna.
P e ro no fué entonces el único en ve stir la sa
g rada lib re a de N . S. J. C. Don Hosco, que
abre amoroso los brazos .i todos los que do va
rias partes acuden para a yu d arle en sus misiones
ha tenido que establecer ‘ en Valsalice — donde
antes tenía un Colegio de niños — un Seminará*
do m isiones e x tra n je ra s . K u este, además .!•
buen núm ero do Ita lia n o s , h ay Franceses, Pola co s. Alem anes, Españoles y Americanos. P o r
cuya razón aquol m ism o d ia ’ juntam onte con e|
p rin cip e C z a rto ry s k i tom aron la sotana un In
glés, un Polaco y un Francés. L a función fué
espléndida: el m agnííieo adorno del presbiterio
el crecido núm ero do fieles que a sistie ro n , los
m il niños que form an p a rto del O rato rio sale
siano , los m otetes ejecutados con p a rticu la r
m aestría p o r los escolares, ol numeroso clero
que circundaba el a lta r, eran cosas que ha
brían im puesto respeto y veneración ánn á los
más esquivos de semejantes ceremonias. Los
parientes, venidos expresamente de Francia y
A lem ania, habían ocupado sus puestos á un lado
del a lta r, cuando compareció 1). Bosco con los
cuatro re fe rid o s jó venes. S. E. ol Cardenal A limonda no pudo a sistir, según lo habría deseado,
p or hallarse indispuesto.
F ué solemne el momento on quo, después de
haber cantado el V eni C re ato r S p iritu s , D. Hosco
se levantó y d ijo con voz penetrante, si hion débil,
el e x u a t vos D o m in u s veterem hom inem cum
a ctib u s suis, os desnudo el Señor del hombro
v ie jo con sus actos pecaminosos; y los candida
tos, quitándose los vestidos del siglo, procedieron
uno tra s o tro á re c ib ir el hábito bendito. L lo
raban de conmoción los parientes, los forasteros
y los niños del O ra to rio , muchos do los cuales
suspiran p o r dia tan precioso y feliz. Luego Don
Rna, V ic a rio de D. Bosco, tomó la palabra y s ir
viéndole de argum ento el versículo de Isaías:
F i l i i l u i de loYifjc ven ie n t, entre otras cosas d ijo:
« Vosotros veis aquí á cuatro jóvenes en la flo r
de su edad que abandonan toda esperanza do
cargos y honoros te rre n o s , á los cuales su so
cial posición los p e rm itiría aspirar, y que no
obstante dan un adiós á los halagos del mundo
para consagrarse á Dios. Esto es dia m uy solemne
para ellos y para nosotros : para olios, porque el
Señor, desdo hoy en adelanto, será su herencia,
porque desde hoy en adelante tendrán como.de
recho de presentarse vestidos con la divisa do
sus m in is tro s ; para nosotros, porque el haber
vestido á cuatro candidatos, todos insignes por po
sición, p o r cargos ó p or estudios es un presagio
para nuestra hum ilde Sociedad do un porvenir
cada vez más ospléndido y , lo que es más, nos
da osperauza de extender el bien que con la
gracia del Señor se ha comenzado á hacer.
Bendigamos al Señor con todo nuestro corazón
y sírvanos este ejem plo para am ar solamente la
bondad in fin ita do Dios, para perm anecer firmes
en la práctica de nuestra santa re lig io n y aspirar
eficazmente á aquellos bienes que jam ás tendrán
fin. » L a función term inaba con el canto del
S ii nomen D o m in i benedictum y con la bendi
ción dada p o r D. Bosco, quo, aunque sumamente
fa tig a d o , regocijábase al ve r el gran desarrollo
que su obra va tomando de din cn dia.
—
0 m
DEL ORATORIO DE S. FRANCISCO DE SALES.
( C o ntinuación).
11
—
afligido con tantas contrariedades. En él debia
resolver on qué local podría re u n ir sus 400 jó venos el domingo siguiente, para darles aviso, y
en vez, á pesar de todas la diligencias, ni un
rayo de esperanza asomaba de poder encontrarlo.
Con el alma profundamente afligida, pero siem
pre ileno de confianza en D io s , Don Bosco re
solvió interponer ante ol trono del Altísim o las
oraciones de sus queridos jóvenes, muchos de los
cuales eran verdaderamente angelitos de virtud.
E l Domingo por la mañana nos reunimos en el
prado. Despues de haber confesado á un crecido
número de jóvenes, Don Bosco nos anunció que
doblamos o ir la misa en ol Convento de Nuestra
Señora de Campagna, distante unos dos k iló
metros. « Nos d ir ig im i a llá , dyo é l, como en
peregrinación en honor de María Sma., para
suplicarla nos proporcionó prontamente otro lo
cal para nuestro O ratorio. » La propuesta fue
acogida con sumo gusto de todos, é inmediata
mente nos pusimos en orden. Durante el camino
observamos un recogimiento p a rticu la r, ora re
zando ol R o sa rio , ora entonando las letanías ú
otros cantos piadosos.
Toco antes de lle g a r al Convento nos sorpren
dió no poco ol repique de las campanas de la
iglesia. Decimos nos so rp re n d ió , porque áun
cuando muchas veces habíamos estado a llí, sin
em bargo, nuestra llegada nunca Labia sido fes
tejada de semejante modo. Pareció tan extraña
y desacostumbrada esta demostración que se es
parció la voz que las campanas habían repicado
sin que alguno las hubiese tocado. No hemos
querido form ar ju ic io sobre este hecho, pero como
historiadores fieles consignamos que el Padre F u l
gencio, guardian del convento y confesor del rey
Cárlos A lberto, aseguró que n i él n i ningún otro
religioso habia dado orden para que se tocasen
las campanas, y en vano tentó de sabor quién
habia repicado.
Apenas entramos on la iglesia, oímos misa, y
varios so acercaron á re cib ir la sagrada comu
nión. Después de la misa, mientras el buen guar
dia» nos hacia preparar el almuerzo on ol ja r
dín del Convenio, Don Bosco nos d irig ió algunas
palabras de oportunidad. Comparándonos con los
pepinitos despojados do sus nidos, nos exhortó á
pedir á la Sino. Virgen otro más seguro y es
table: lo que hicimos juntam ente con él de todo
corazón.
En el capítulo siguiente referiremos como M a
ría Sma. oyó nuestros ruegos.
pío tardaron on d irig irs e al R e fu g io para cum
p lir el encargo. Despues de los saludos de cos
tumbre empezaron á hablar del O ra to rio , del
edificio, iglesia, sacerdotes y clérigos que un dia
debería to n e r: y Don Bosco les re p itió lo que
antes había dicho á los demás, y con tanta fran
queza como si todo lo estuviese viendo con sus
propios ojos. Los dos enviados se m iraron mù
tuamente j con un a ire de compasión dijeron :
Es v e rd a d ! esto es, está verdaderamente loco.
E n tre tanto Don Bosco p or la visita inespe
rada de aquellos dos respetables sacerdotes, por
las repetidas preguntas que le ba cia ti, y p o r la
m isteriosa exclamación comprendió que eran do
los que lo creían loco, y en su in te rio r se reia
de todo esto. Esperaba el desenlace de la visita
y diálogo, cuando los inte rlo cu to res lo in vita n á
s a lir juntam ente á paseo: « Un poco de aire
lib ro te hará bien, querido Don Bosco, le d ijo el
teólogo P ensati, v.en pues ; tenemos el carruaje
en la puerta. » Don Bosco que era aún menos
loco que aquellos dos señores, no tardó en com
prender ol proyecto que intentaban re a liz a r, y
sin darse por entendido aceptó la in vita ció n ba
jando en seguida con ellos. Sus dos amigos, por
demás corteses, le rogaron subiese prim ero al
coche. — No, contestó Don Bosco, eso sería una
falta de respeto á sus dignidades: tengan Vds.
la bondad de s u b ir p rim e ro ; á lo que accedie
ron sin la más m ínim a sospecha confiados en que
Don Bosco los seguiría; pero él, que quería p re
cisamente re s p ira r e l a ire lib re , porque sabia
rjue le 'b a r ia bieny apenas sus amigos hubieron
subido, corrò prontam ente la portezuela del car
ruaje diciendo a l cochero: « P ronto, llévelos V.
al Hospicio de locos, en donde estos dos son es
perados. » E l cochero obedeció .pro n ta m e n te , y
en un momento ol carruaje se hallaba á las puer
tas del Hospicio. Los guardianes, prevenidos ya
de ante mano, al v e r lle g a r el coche se acerca
ron á re c ib ir ol loco anunciado, pero en vez do
uno encontraron dos m u y poco dispuestos para
re c ib ir servicios en aquel establecimiento. Cómo
quedarían dichos dos sacerdotes al verso tan há
bilm ente chasqueado por D. Bosco, os más fácil
im aginarlo que describirlo.
Este solo hecho fué suficiente para demostrar
claramente que estaba m uy lejos de estar loco,
y que á lo más era de esos locos de quiones ol
Señor suele servirse para lle v a r á cabo sus gran
V A L E N T IN
des o b ra s , pues como dice san Pablo, « tjuac
s tu lta s u n t m u n d i e le g it Deus u t co n fun d a t sa
Ò LA V O C A C IO N C O N T R A R IA D A
pientes. » Ha elegido Dios á los necios del mundo
(C
ontinuación)
para confundir á los sábios.
M ientras sucedían estas y otras somejautes
Pero v los estudios ¿cómo iban? Cuando no
pe ripecia s, llegó el dia f» de A b ril de iS-iO, Dohay moralidad y virtu d , los estudios mida» mal.
uiimro de R am os, ú ltim o dia en que podíamos
A medida que Valentin se iba aficionando a Ja
nuestro O ra l rio en el prado. Fué aquel
vida despreocupada, como le habia dicho, su
ios dias mas aciagos para Don Bosco, un
pa 1ro, sentía mayor repugnancia al trabajo y al
_ mnde tristeza para su corazón,
tan
estudio; así es, que los cinco últimos meses de
aquel año, fueron para él completamente perdidos.
En el examen semestral había obtenido buenas
notas, y el padre le mostró su satisfacción rega
lándole un bonito reloj : pero en el examen final
tuvo un éxito desgraciado, y no fue promovido
á la clase superior. Esta noticia produjo á Hosnero
gran disgusto por el dinero gastado inútilm ente
y por el año de estudio perdido; lo cual le era
tanto más sensible, porque Su V alentin stempro
se había distinguido en sus clases, y sabia quo
con una mediana diligencia lo hubiera bastado
para ganar aquel ailo, y ser admitido á la clase
superior.
Ca
pítu lo
III.
Las vacaciones.
Los disgustos de Hosnero tomaron mayor in
cremento cuando Valentin regresó del colegio.
Su h ijo entró en casa casi sin saludarlo. Que
riendo el padre hacerle alguna observación sobre
el mal resellado do sus estudios, tuvo esta res
puesta : « He hecho lo que lio podido ; nadie me
puede e x ig ir m ás, y si yo hubiera sabido que
me esperaban estas reprensiones, es m uy seguro
que no hubiera venido á casa. » La misma no
che de su llegada se fué á acostar sin rezar nin
guna de sus antiguas acostumbradas oraciones y
nun sin santiguarse ¿ is ic ia . A 1* mañana si
guiente, en vez de i r á misa y de ayudarla con
el gusto que lo hacia en otro tiempo, no se le
vantó sino á hora m uy tarde. Apénas almorzó,
salió Je la casa en busca de aquellos amigos
cuya corapañia y trato le estaban tan rigurosa
mente prohibidos por su difunta madre. Un dia
en que su padre quiso que lo acompañara á
paseo, Valentin lo rehusó diciendo que tenia una
cita con sus compañeros y no le podia acompa
ñar. E l año cristiano, que por tantos años había
sido su libro predilecto, ni aun por casualidad
se le ocurría a brirlo ; y en cambio eran ahora
su lectura favorita, unos cuantos romances obsce
nos que un amigo suyo le había regalado antes
de salir del colegio. Este cambio tan radical del hijo
tenia muy pensativo á Hosnero, que si bien an
tes no se había mostrado m uy afecto á la piedad,
deseaba, sin embargo, que su hijo fuera religioso
para conservarlo bueno. Por esto se lo ocurrió
llevarlo á casa del Párroco _á quien antes Va
lentin manifestaba mucho afecto ; pero el joven
lo excusó diciendo, que al Párroco no hay para
qué verlo más que para la confesión pascual, y
que era imprudente causarle molestias en el curso
del año con visitas inoportunas. Un dia en que
Valentin se entretenía con algunos compañeros,
pasó por su lado el Párroco , y él volviendo la
cabeza á otra parte, fingió no haberle visto para
evitarse el saludo. E l sacerdote lo liabia obser
vado todo, y fingiendo no haberse apercibido, so
aproxim ó: « V alentin m io . le d ijo , ¿has hecho
buen viajo? ¿como estás? ¿tu padre está bueno? »
E l, entonces confuso, contestó al saludo breve
mente, y ofreciendo al cura que luego pasaría á
hacerlo una visita , continuó el camino y la con
versación con sus amigos. Además do esto, Hos
nero tu v o ocasión do conocer que V alentin había
contraido algunos peligrosos hábitos, como son
m en tir, ju g a r y h u rta r en las cosas de casa.
Apesadumbrado el padre con todo esto, dijo
un dia á V alentin :
— M i querido h ijo , ¿qué es lo que ba ocasio
nado en tí tan fatal cambio ?
— Usted me d ijo que no debia dejarme do
m inar de los escrúpulos y que era menester v i
v ir despreocupado ; y yo creo ■que os lie obe
decido.
— Y o no entendía osto...
— Pues yo lo lie entendido asi ; y si no me
queréis en casa, yo sé adonde me lie do ir.
Hosnero lo amonestó, lo co rrig ió muchas veces
y le impuso también algunos castigos, sin otro
fru to que el haber recibido un dia por contesta
ción una insolencia, y que en otra vez el h ijo
se fugara de la casa y permaneciera fuera de
ella tres (lias.
Hosnero no podia comprender cómo en el corto
espacio de diez meses, su h ijo , antes tan re li
gioso , obediente y cariñoso, hubiese cambiado
hasta el punto do contestar con desvergüenza á
su p a d re , despreciar las cosas do la religion y
hacerse un ladrón doméstico. No sabiondo qué
camino tomar, llegó á sentirse inclinado á en
cerrarle en una
de corrección ; poro no se
resolvió á e llo , por no inanellar el honor de la
fa m ilia , y so decidió por aplicar un remedio
más suave.
(Se co n tin ua ra )
Con sumo regocijo participamos «ó nues
tros Cooperadores que las muchas v fer
vorosas oraciones hechas por la conserva
ción de nuestro amadísimo Padre D. Bosco,
fueron atendidas. Desde el dia I odel corriente
año comenzó á mejorar y hoy, 10, hállase ya
en estado de convalecencia, esperando poder,
dentro de algunos dias, verlo levantado.
Dco f/ralias ct M arine.
Cun aprobación de la Act. Eclesiástica — fiorente illTEO CIIIGL10IE
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in fe rio ri pubblicati dal Sac. Celestino Durando. —
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