BS_1989_01

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Título
BS_1989_01
Descripción
Boletín Salesiano. Enero 1989
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BOLETIN

SALESPANO
REVISTA FUNDADA POR SAN JUAN R( TT f U N IM//

%



C A R TA A LOS NIÑOS DE TODAS LAS EDADES

Desde América, con amor

M

is queridos amigos Juanito y Mari;

Se acaba el Año Centenario de Don Sosco. ¡Qué pena!, ¿verdad? Porque uno se ha
encariñado tanto con este hombre que desearía que todos los años fueran centenario. Pero no
os debe entristecer, porque se term ina un centenario y ya está empezando otro. La historia de
Don Sosco es cosa de nunca acabar...
Hoy os escribo esta carta desde América. Estoy en Guatemaia. Desde estas tierras os deseo
un Año Nuevo 1989 lleno de gracia y de felicidad. La gracia ante todo, porque, según dice el
Salmo, la gracia de Dios vale más que la vida. Después vendrá lo demás.
Yo sé que tenéis un alma limpia. Un espejo en el que no sólo se miran los ángeles, sino que se
ve el mismo rostro de Dios. Y eso es lo que más le gustaba a Don Sosco, ver a ios jóvenes
com o espejos de Dios.
Mirad, aquí en Guatemala hay unos lagos bellísimos y limpios, casi com o el corazón de Juanito,
y unos volcanes m ucho más altos que los rascacielos de Nueva York, que fum an noche y día
porque tienen fuego dentro de su pecho. Por eso me acuerdo de vosotros, de vuestro fuego y
de vuestra hermosura.
Desde esta lejanía os mando mi recuerdo. Y lo hago con dos frases estupendas de Don Bosco.
Una que lo define a él, y otra que la debéis guardar en vuestro corazón juvenil com o recuerdo
de este Centenario.

«Mi vida —dice Don B osco— pertenece a los /óvenes.»
Conque ya lo sabéis; Don Bosco os pertenece, es un santo de vuestra propiedad. Está con
vosotros y os acompaña siempre.

«Dichosos los que se entregan a Dios desde la juventud.»
Estas palabras os las dice el mismo Don Bosco a vosotros, mis amigos. Seréis felices y dicho­
sos y bienaventurados si os entregáis al Señor ahora que vuestro corazón es limpio y generoso.
No os arrepentiréis. Don Bosco sabe por experiencia lo que os dice.
¡Feliz Año Nuevo! Y hasta pronto.
Recibid todo el cariño del mundo de vuestro mejor amigo,

Padre RAFAEL

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-O S

Don Bosco, hovy
som os n o so tro s

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°

om o m iem bros de la gran Familia Salesiana o co m o adm iradores o am igos de Don Bosco.
nos preocupa seriam ente el desco n cie rto de m uchos jóvenes, c h ic o s y chicas, sin sentido
de orientación y sin estrellas, o Estrella, a las que mirar. N ecesitan una llam ada que les vaya indi­
cando su cam ino para no perderse a lo largo de los cie n to s y miles de senderos y vericuetos que
van apareciendo. C onstatam os que m uchos jóvenes van donde no se debe y llegan adonde no se
quiere.

C

Esta juventud necesita guías y estrellas que orienten.
Orientar en la vocación es tarea importantísim a. D ejarse orientar es de personas nobles y sen­
satas.
Este B oletín:
• pretende lanzar alguna llam ada a seguir un cam ino determ inado y específico: el seguido por
Don B osco y por M adre Mazzarello y por miles de salesianos y salesianas;
• quiere «llamar» a padres y educadores para que piensen en su obligación de suscitar, animar,
acom pañar, orientar..., las vo ca cio ne s que puedan ir surgiendo en el seno de la fam ilia o en las
actividades de una escuela o de un grupo o parroquia;
• puede servir com o instrum ento de trabajo para grupos que sientan el deseo de ser salesianos o
salesianas:
• ha sido pensado para «llamar» a jóvenes valientes (y hay m uchos por este m undo de Dios) para
que piensen en el gran don de la vocación a la vida religiosa salesiana, sea com o sacerdote,
com o coadjutor o co m o Hija de María Auxiliadora;
• ofrece algunas respuestas y da algunas sugerencias prácticas. S abem os que la decisión para
hacerse religioso o religiosa no responde a fórm ula alguna, pero tiene siem pre un elem ento común;
el deseo interior fuerte de vivir y estar con C risto dando vida donde haya muerte, salud donde haya
enfermedad, pan donde haya hambre...
D os c o in c id e n c ia s , ni buscadas ni pretendidas, pero sí gozosam ente recibidas:
□ El R ector M ayor ha dado para 1989 un «Aguinaldo» vocacional. D ice así: «Las esperanzas su s­
citadas por el C entenario nos urgen a intensificar una renovada pastoral en favor de las v o ca ­
ciones.»
jQué buen hom enaje a Don B osco al co n clu ir el Centenario de su m uerte y com enzar jubilosos
otro nuevo siglo! ¡Un verdadero reto para toda la Familia Salesiana. C am inam os con Don Bosco
hacia el año 2000 gozosos al saber que tiene m uchos seguidores ilusionados, deseosos de dar
jn a respuesta a las llam adas que les llegan desde la sociedad y desde la Iglesia.
' La Iglesia española, a través de la C om isión Episcopal de Sem inarios y Universidades, ha m ani­
festado su preocupación por las vo ca cio ne s en España. Su d o cu m e n to P astoral vocacional de la
\ilesia en España es portador de una gran riqueza de ideas, de sugerencias, de estadísticas.
odo esto nos dice claram ente que la p reocupación por las vo ca cio n e s es de todos. C om o dice
faim e J. Gilí, «todo el m undo sinceram ente interesado en el futuro de la Iglesia católica rom ana
:e b e estar triste, por lo m enos un poco, por el núm ero reducido de las a ctuales vo ca cio n e s al
-acerdocio y a la vida religiosa».
soplo consolador que va anim ando en algunas zonas de la Iglesia es alentador. El Espíritu sigue
amando. N osotros hem os de convertirnos en voceros suyos para que todos escu ch e n su voz: «Es
•jcha la m ies y hacen falta trabajadores.»


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BOLETIN

¡E scríbidn os!

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SALESIANO
REVISTAOC lAMMUASAUSUNA

Afio Cll - N.“ 1 • Enero 1989
Director:
RAFAEL ALFARO
Consejo de Redacción:
José Sánchez. Eusebío Mo­
reno, Juan José Bartolomé,
Angel Izquierdo, Conchi Mu­
ñoz, Jesús Rojano, Alvaro
Qlnei, Alfonso Francia.
Administrador:
Ramón Gutiérrez.
Dirección. Redacción
y Administración:
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Imprime:
Inst. Poi. Saleslanos-Atocha.
(Con censura eclesiástica.)
FOTO JOSE LUIS MENA

Ei Boletín Salesiano se en­
vía gratis a la Familia Salesiana, a sus bienhecho­
res y amigos. Y se sostie­
ne con los donativos de
sus lectores.

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NUESTRA PORTADA
Don Bosco merece ser patro­
no del circo. Por eso. en tos
actos del Centenario que aho­
ra se clausura, no podía faltar
un espectáculo como el que el
7 de dictembre pasado reunió
a 2.500 níAos y niAas de Ma­
drid en el Orco Mundial (Foto;
Jo sé L uis M ena )

OPERE DO N

V ia DELLA PISANA.

EN ESTE NUMERO
Desde América, conamor
Don Bosco, hoy, somos
nosotros ..........................
Carla del Rector Mayor ..
Apasionados por la juven­
tud .................................
Cristo, al servicio de los
hom bres...................
9
Don Bosco, un espíritu jo­
ven para los jóvenes y pa­
ra la Iglesia ....................
Ser salesiano, h o y ..........
Don Bosco y sus salesianos frente a los retos del
mundo ............................
La Familia Saleslana___
Algunos frutos de la Fa­
milia Saleslana ..............
Cómo se hace un salesiano ..............................
Nos quedamos con Don
B o s c o .............................
Familia y vocación ........
¿Valgo yo para salesiano
o saiesiana? ..................
Preguntas que inquietan .
Yo vivo asi tus temores ..
Esperanzas de los Salesianos ...........................
Tú eres joven y piensas
en tu futuro ....................
Un compromiso de todos.
Una propuesta de vida . .

GENERALE

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ÍX

Apasionados
por la juventud
« R e c o rd a d q u e e s ta m o s h a c ie n d o u n g ra n re g a lo a la Ig le s ia c u a n d o e n c o n tr a m o s
u n a b u e n a v o c a c ió n : q u e e s ta v o c a c ió n v a y a a la d ió c e s is ,
a la s M is io n e s o a u n a c a s a re lig io s a , n o im p o rta ; e s s ie m p re u n g ra n te s o ro
q u e o fre c e m o s a la Ig le s ia d e J e s u c ris to »
(D on S o sco : M B V, 396).
area seria de todas las per­
Vocación es «la expresión subjeti­
sonas y de cada persona
va de una pro-vocación que ha
en concreto, de grupos eclesiales.
sido reconocida y aceptada» («No­
comunidades reiigiosas.,., es res­
tas de Pastoral Juvenil», octubre
ponder a la llamada a compartir la
1988). Esta provocación se está
causa de Jesús de Nazaret para
dando constantemente. Cuando se
que el hombre, todos los hombres
trata, pues, de padres, maestros,
y mujeres del mundo, tengan vida
educadores, grupos formativos, co­
y la tengan abundante y no cual­
munidades religiosas, etc,, el tema
quier tipo de vida, sino vida de ca­
vocacional es algo que se impone,
lidad.
algo que no se puede omitir o minusvalorar, ya que es dimensión
«Apostar por la vida» es un reto a
constitutiva de todo proceso edu­
los valientes y una vocación ex­
cativo y pastoral.
celsa. En este artículo quiero insis­

constatación, el convencimiento,
entusiasmante y sobrecogedor, go­
zoso y trepidante, de que todo es
don de Dios. El es el que llama y
El es el que da la capacidad para
acoger la llamada; es la manifes­
tación de fe en que Dios está pre­
sente en la trama del quehacer
diario para dar vida donde haya
muerte; es reconocimiento de la
pasión de Dios por ia vida. Basta
recordar un poco la actuación de
Dios tal como está descrita en el
Exodo.

tir en la vocación a dar vida a to­
dos y en todos los lugares y a lu­
char contra todo lo que signifique
muerte.

El compromiso es la consciencia
de que el don de Dios nos hace
hombres y mujeres adultos, res­
ponsables, capaces de acoger en
libertad el don que nos da.

T

VOCACION: LLAMADA
A SALIR DE UNO MISMO
E IR HACIA LOS DEMAS
Decir «vocación» es decir llamada,
interpelación a salir de la propia
vida del yo personal, a descen­
trarse de uno mismo y de sus ne­
cesidades y llegar al otro, a cen­
trarse en el otro quien, con su viI da entera, está lanzando diversas
I llamadas, angustiosas algunas, y
que piden, urgentemente a veces,
respuesta.

En la crisis vocacional actual jue­
ga un papel importante (en senti­
do negativo) el no haber dado a la
vocación el lugar que le corres­
ponde en la jerarquía de valores
de los educadores.
Sí la vocación es un don de Dios,
«toda vocación es un modo exis­
tencia! de realización y de dona­
ción; de realización porque la per­
sona se realiza cuando lleva a
plenitud su vocación; de donación
porque a través de la vocación la
persona encuentra el modo más
pleno de relación generosa hacia
los otros, de darse y de recibir en
sí a los demás y precisamente en
ello encuentra su propia plenitud
personal» (Pastora! vocacional de
la Iglesia en España, pág. 9).

Decir «vocación» es hablar de lla­
mada de Dios, dentro de la Iglesia,
para el sen/icio del Reino; es ha­
blar de «encuentro» con Cristo,
I como encuentro de amigos ínti* mos. y ponerse a su lado para
continuar su causa de salvación.

Puesto de otra manera, toda vo­
cación dice referencia a dos acti­
tudes muy humanas y muy cris­
tianas: el reconocimiento y el com­
promiso. El reconocimiento es la

Decir «vocación» es decir vida y
/ida. Todos estamos llamados a
ener vida abundante, a llenamos
Je ella y a tratar de que todos
smen la vida y den vida.

«Hemos escogido la cosa
más maravillosa
en este mundo:
salvar almas»
(Don B(d s c o )

Decir «vocación» es decir «gra­
cia», don. regalo de Dios.

Dios quiere a sus hijos siempre de
fiesta. Ahora bien, sí «fiesta es la
manifestación del gozo que nos
inunda al descubrir el misterio que
lleva dentro nuestra vida cotidia­
na», entonces la vocación es la
otra cara de la fiesta. Esta otra ca­
ra no es más que la «cara del
servicio», la decisión para trabajar
intentando que todos estén en la
fiesta (sobre todo aquellos que
más injustamente están privados
de ella).
Donde no haya vida «plena y
abundante» para todos surge una
llamada penetrante invitando a lu­
char contra cualquier y contra to­
do signo de muerte. Y muerte es
el dolor, el hambre, la injusticia, la
falta de derechos humanos, la au­
sencia de solidaridad, la ignoran­
cia. el desamor, la increencia, ia
ausencia de Dios, la soledad, la
incomprensión..., ¡el pecado!
Toda vocación es solidaria con la
pasión de Dios por la vida. jY el
Dios de Jesucristo es un Dios que
ama apasionadamente la vida! La

prueba de este amor apasionado
por la vida es Jesucristo en per­
sona. Por esto no se da vocación
verdadera que no tenga resonan­
cias cristológicas y eclesiales.

UNA SOLA VOCACION
CON MODALIDADES
DIFERENTES___________
¿Por qué unos se sienten inclina­
dos y son especialmente sensi­
bles al trabajo con ios enfermos,
otros al trabajo con los ancianos,
otros al trabajo entre los leprosos,
otros a dedicar su vida a la juven­
tud, otros son felices en una vida
de austeridad y silencio?
¿Por qué a unos el silencio les
molesta y a otros les encanta?
¿Por qué los gritos de niños y jó­
venes a unos les ponen nerviosos
y les rompen el tímpano y a otros
les suenan a música celestial?...
La vocación, que decimos es po­
nerse siempre de parte de la vida,
es única, pero siempre aparece di­
ferenciada. dependiendo de cier­
tas cualidades personales, como
la sensibilidad, las capacidades de
cada uno. las orientaciones que
se vayan recibiendo, el nivel de
compromiso que quiere adquirir...
También influyen los hechos obje­
tivos según las circunstancias en
las que uno viva o según las si­
tuaciones de muerte que uno va
encontrando y contra las que pre­
tende luchar.
Estas vocaciones múltiples piden
de la persona un sacrificio, una
ascesis. A los cobardes les asus­
tará muy pronto la constatación
de la necesidad que hay de asce­
sis y mortificación; a los valientes
les desanimará la falta de exigen­
cia y la carencia de fascinación
proveniente de lo difícil, de lo
arriesgado, del entrenamiento que
exige saltar un listón elevado.
Hemos dicho que vocación es sa­
lir de la tierra de cada uno y en­
caminarse a tierra de los demás.
íNo se puede hablar de «tierra de
nadie».) Esto evoca inmediatamen­
te la figura de Abraham: «Sal de tu
tierra y parentela y vete a la tierra
que yo te mostraré...»
Salir.... dejar..., caminar...» Todo
esto supone esfuerzo, sacrificio.
«Í.OS Salesianos ayudan
a los ióvenes a abrirse a la verdad
y a adquirir una libertad
responsable* (art Const. 32).

«Sin una esmerada
enseñanza de la religión
es m oralmente imposible
obtener vocaciones
para el sacerdocio»
(Don Bosco)
Siempre, y no sólo a finales del
siglo XX, ha sido difícil descentrar­
se de uno mismo y centrarse en
los demás. Influyen en esto situa­
ciones múltiples, tanto personales
como culturales. ¡Ponerse al lado
de la vida cuesta muerte!
A lo largo del proceso vocacional.
igual que a su inicio, hacen falta
gestos, palabras, gritos, personas,
encuentros que nos despierten e
inquieten y que nos ayuden a
romper el caparazón del egoísmo
y del desinterés abriendo nuestros
oídos para escuchar apasionada­
mente el grito que cada día nos
están lanzando los demás (sobre
todo, los más pobres y necesita­
dos, los que menos voz tienen).
¡Este es el grito de Dios lanzado al
mundo!
Las vocaciones provienen de los
diversos modos de responder a
las preocupaciones de los demás
en la situación concreta en la que
viven, sin salirse de su ambiente
cultural, religioso, social...
La llamada que nos viene de Dios
diciéndonos: «Me da compasión
este pueblo mío que sufre... ¡Libe­
radlo!» es una llamada a estar
«presentes» alli donde haya que
sembrar paz. crear ilusión, infundir
fe, construir solidaridad, llevar a
Dios...
Es hacer como Cristo, que vino
para que tuviéramos vida y pasó
por la vida haciendo el bien a to-

«Os recomiendo
que busquéis vixaciones
y os sugiero tres medios:
Hablad frecuentem ente
sobre la vocación;
hablad mucho
de las Misiones;
haced que se lean
en público las cartas
de los misioneros»
(Don Bosco, XIII, 86)

dos, comenzando por los que te­
nían menos: los ciegos, los cojos,
las adúlteras, los leprosos, los pu­
blícanos, los niños... Es hacer co­
mo Cristo, que llamó a sus apósto­
les para que le ayudasen, hacién­
dolos pescadores de hombres.

LA LLAMADA ES UNA:
LAS VOCES
QUE LA PRONUNCIAN,
MILES
Inventar «vida nueva», que es a lo
que se nos llama, significa hoy
día. según la revista «Notas de
Pastoral Juvenil», tres cosas:
1. Prestar atención a la llamada
que nos viene de la tierra: hay que
salvarla; de la violencia: hay que
romperla; de la paz: hay que cons­
truirla; de las fronteras: hay que
abatirlas; de la solidaridad: hay
que lograrla; de la increencia: hay
que iluminarla...
2. Leer críticamente las respues­
tas, a veces ambiguas, que la
humanidad va ofreciendo a la ne­
cesidad de vida que se va sintien­
do:
• progreso que se convierte en
retroceso:
• ciencia y tecnología que termi­
nan por ser instrumentos de muer­
te:
• investigación científica que aca­
ba por manipular al hombre;
• economía que lleva a estrangu­
lar con guante blanco o con frío
gélido a grandes masas de gentes
y de países;
• comunicación convertida en ma­
nipulación de la información;
• hallazgo de nuevos bienes que
conducen al consumismo y a nue­
vas pobrezas...
3. Unirse a todo el que haya ex­
perimentado ya cómo se cons­
truye «vida nueva» a diversos nive­
les. Por ejemplo: asociaciones no
gubernamentales. Cáritas. volunta­
riado. movimientos misioneros, ins­
tituciones y m ovim i^tos presen­
tes en el ambiente en que uno vi­
ve: jesuítas, dominicos, francisca­
nos. teresianas. calasandas. car­
melitas... ¡salesianos!, ¡salesianas!...
Las voces que nos llaman surgen

de mil situaciones, lugares, perso­
nas diferentes. Voz fuerte en nues­
tras conciencias es la voz de Dios
comprometido en la historia y de
Cristo, el Dios-con-nosotros que
sigue gritando: «¡Sígueme!»
Una vez escuchada la llamada y
oídas las voces distintas, los sen­
deros por los que se comienza a
caminar son también múltiples. Por
ejemplo:
• el sendero de los bautizados,
llamados a trabajar para el bien
del Reino: padres, hijos, sacerdo­
tes, catequistas, religiosos, carpin­
teros, electrónicos...;
• el sendero de los que viven
comprometidos en el mundo de lo
social, lo cultural, lo existencial. lo
educativo, lo sanitario;
• el sendero de los grandes mi­
sioneros de la Iglesia: Francisco
Javier, Padre Damián, Juan Cagliero. cardenal Lavigerie, monse­
ñor Daniel Comboni, Miguel Unía...;

EL SENDERO
DE DON BOSCO
Y DE M. MAZZARELLO
Son dos personajes que han he­
cho historia, han abierto caminos
anchos, han sido estrellas de pri­
mera magnitud en la sociedad y
en la Iglesia. Con ellos han cami­
nado a lo largo del tiempo mu­
chos hombres y mujeres {Salesia­
nos, Hijas de María Auxiliadora.
Cooperadores, antiguos alumnos,..),
escogiendo el sendero de la edu­
cación, convencidos de que «en
todo joven hay siempre un punto
accesible al bien».
Juan Sosco y Madre Mazzarello
dedicaron sus vidas a «inventar
vida nueva» para la juventud, de
modo especial para la más nece­
sitada de casa, de pan, de cariño,
de instrucción, de capacitación
técnica, de religión, de Dios:

• el sendero de contemplación de
Teresa de Jesús,,,;

• para los jóvenes sin trabajo, in­
ventaron los talleres;

• el sendero de Francisco de Sa­
les, proponiendo la bondad como
sistema creador de fraternidad y
santidad;

• para los jóvenes sin instrucción
comenzaron escuelas populares;

• el sendero de Teresa de Calcu­
ta...;
el sendero de...

I

8

El Rector Mayor de los Salesianos
y la Madre General
de las Salesianas se encuentran
a gusto entre los 2.500 jóvenes
del «Confronto ’88- de Turin.

• para la juventud sin amigos, se
hicieron ellos mismos los «prime­
ros amigos»;
• para la juventud sin casa y sin
amor ofrecieron una casa con un
clima de familia;

• a los jóvenes sin conocimientos
religiosos les hablaron de un Dios
que es Padre y que está compro­
metido en la historia de su pueblo,
que cuida de sus hijos...; les ha­
blaron de María, que es Madre y
que camina por delante indicando
e iluminando el sendero...;
• a los jóvenes en busca de algo
que hacer en la vida les llevaron a
descubrir los signos de la llamada
presentes en su existencia y los
llevaron a la cima de su vocación;
• a los jóvenes que tenían gran­
des ideales les enseñaron un ca­
mino sencillo de santidad... Ahí es­
tá Domingo Savio, la beata Laura
Vicuña, ejemplos de muchos otros
chicos y chicas santos que han
seguido a estas dos estrellas por
los senderos que fueron trazando...
(NPG).
Esto lo hicieron ellos dos. Esto lo
han hecho miles de salesianos y
salesianas. Esto lo estamos ha­
ciendo los Salesianos y Salesia­
nas de hoy y esto lo seguirán ha­
ciendo los Salesianos del futuro.
Don Sosco y Madre Mazzarello
quieren que volemos alto; nos lla­
man y comprometen a todos los
que tenemos interés por la juven­
tud. «¡Seguidnos! —nos dicen—,
hay m ucho que hacer como sa­
cerdotes. coadjutores o Hijas de
María Auxiliadora. ¡Seguidnos y
seréis felices!»


• para los jóvenes que pasaban
el tiempo en las calles crearon
ambientes de diversión, de alegría,
de compromiso por los demás, de
protagonismo personal...
FOTO JOSÉ LUIS MENA

DEL FILM JESÚS D E NAZARET. DE F. ZEFFIRELLI

D

esde el desierto, donde fue tentado tres
veces, «Jesús, con la fuerza del Espíritu,
volvió a Galilea» (Le 4,14).

Ahora se está hablando mucho de las tentacio­
nes de Jesús. Pero siempre en el mismo sentido:
un intento de alejarlo de su misión. ¿Por qué no
hablar de otra «tentación», muy peculiar, la del
Espíritu que le lleva a salir de su casa para
afrontar la liberación de los hombres? El Evange­
lio la describe así:

«El Espíritu del Señor está sobre mí, por­
que é l me ha ungido para que dé la Bue­
na N oticia a los pobres. Me ha enviado
para anunciar la libertad a tos cautivos y
la vista a los ciegos, para poner en liber­
tad a los oprimidos, para proclam ar e l año
de gracia del Señor» (Le 4,18).
Inmediatamente, Jesús, convertido en un hombre
para los demás, se pone a denunciar las injusti­
cias. a curar a los enfermos, a amar a los po­
bres, a combatir la incoherencia de los puritanos,
a elevar a la mujer, a anunciar la esperanza de
un nuevo estilo de vida. Y puesto a dar, da hasta
su vida. La misma «tentación-vocación» de salir
de sí y darse a los demás la hereda la Iglesia
primitiva:

«Los creyentes vivían todos unidos y lo
tenían todo en común; vendían posesio­
nes y bienes y los repartían según la ne­
cesidad de cada uno» (Hch 2,44-45).
«Daban testimonio de la resurrección del
Señor» (Hch 4,33). «Ni un solo día deja­
ban de anunciar la Buena Noticia de que
Jesús es e l Mesías» (Hch 5,42).
Ellos, con la fuerza del Espíritu, se olvidan de sí
mismos y se entregan, en cuerpo y alma, a des­
cubrir a todos el verdadero sentido de la vida y a
liberarles de aquello que les impide ser plena­
mente felices: la enfermedad, el apego a las co­
sas, el egoísmo, la hipocresía...

Cristo,
al servicio
de los hombres
Así lo habían aprendido de su Maestro:

«Mi alimento es hacer la voluntad del que
me envió y realizar m i obra» (Jn 4,34).
«Vende lo que tienes, dáselo a los pobres
y, después, sígueme» (Me 10,21). «No to­
dos pueden renunciar a! matrimonio, sólo
tos que han recibido ese carisma... Y hay
quienes renuncian p o r e l Reino de Dios»
(Mt 19,11).
Tres invitaciones (la obediencia, la pobreza y la
castidad) que, siglos después, la Iglesia, llevada
una vez más por el Espíritu, recibirá como conse­
jos evangélicos y aplicará a la vida religiosa.
De esta forma, multitud de familias religiosas,
inspiradas por el Espíritu, fueron surgiendo en
una Iglesia santa e infiel. Con una meta común:
el servicio a los hombres en las necesidades
que ellos iban experimentando: enfermedad, cau­
tiverio, materialismo, abandono, soledad de los
ancianos, paro juvenil, olvido de Dios, evangelización de otros pueblos...
Como el Maestro:

«Ejemplo os he dado para que hagáis lo
mismo: también vosotros debéis lavaros
los pies» (Jn 13.15). «Este Hombre no ha
venido para que le sirvan, sino para servir
y para dar su vida en rescate p o r todos»
(Mí 20.28).
En el fondo, era el eco de las palabras de Isaías
que leyó Jesús en la sinagoga de Nazaret. B
Espíritu del Señor s ^ u ía llamando a las más va­
riadas familias religiosas a dar la Buena Noticia
a los pobres, a anunciar la esperanza, a curar a
los ciegos, a poner en libertad a ios oprimidos...
Un Evangelio único y carismas muy diversos.
Una sola vocación: amar, servir, ser hombres pa­
ra los demás. Y muchos destinatarios.
Para los seguidores de Don Bosco hay una sola
«tentación»; ¡dejarlo todo para servir y amar a los
jóvenes más abandonados!


DON SOSCO,
un e sp íritu joven
p a ra lo s jó v e n e s y p a ra la ig le s ia
Les llamaba por su nombre y les conocía perso­
ace cien años que moría Don Bosco, un
nalmente. Les dio pan y vestido y estudio y tra­
santo a quien siempre se le llamó por su
nombre, pero que aportó a la Iglesia una espiri­bajo. Y sobre todo sentido. Les hizo «buenos
cristianos y honrados ciudadanos». Les prestó la
tualidad apostólica y fue líder de santidad para
voz y la ilusión; les contagió de sus sueños. A l­
los jóvenes con quienes vivió.
gunos se quedaron con él para hacer lo mismo.
No murió de enfermedad conocida, sino de des­
Otros — más de tres mil— fueron sacerdotes en
gaste: roto de trabajo por los jóvenes y por la
la diócesis o se hicieron religiosos. Porque Don
Iglesia. -Hasta el último aliento de mi vida por
. Bosco fue un hombre de Iglesia. Quiso trabajar
salvaros», había dicho. Y así lo hizo. Joven entre
siempre dentro de ella como sacerdote. Ese fue
los jóvenes, no les abandonó nunca. «A vuestro
su único título, aunque a la vez fue educador in­
lado me encuentro agusto», les decía. Y también:
tuitivo. fundador indómito, escritor reconocido,
«Basta que seáis jóvenes para que os ame.» No
editor de numerosas obras populares, viajero in­
eran sólo palabras. Le llamaron «amigo de la ju ­
cansable... Y también un ciudadano famoso que,
ventud» porque fue su amigo de verdad. Se
sin abandonar a sus jóvenes, se relacionaba con
acercaba a ellos físicamente, les cogía de la
Papas, ministros, obispos y condes. Y siempre
mano y les decía una palabra al oído. Jugaba
un hombre de Dios.
con ellos y peregrinaba de calle en plaza cuando
Salió al encuentro de los jóvenes y los jóvenes
les echaban de todas partes porque eran jóve­
acudían junto a él. A quienes no tenían nada les
nes y molestaban. A él no le molestaban: eran la
dio casa para vivir, patio para jugar y pasarlo
razón de su vida. Y siempre estuvo a su lado.
bien, comunidad para descubrir y celebrar a Je­
sús y escuela para encaminarse hacia la vida.

H

Construyó edificios e iglesias, pero también una
espiritualidad sencilla y encarnada en lo cotidia­
no que une el trabajo y el sentido común. Es una
espiritualidad resistente al cansancio, generosa
en la donación de sí mismo, crecida en un clima
de alegría siempre abierto a horizontes de espe­
ranza. Es una espiritualidad con vivo sentido de
iglesia iluminado por una filial dimensión mariana.
Mantuvo siempre la sonrisa, que es tanto como
mantener la esperanza. Y contagiaba ambas.
Pronto suscitó de entre los jóvenes numerosos
colaboradores que se entusiasmaron con sus
múltiples proyectos. Todavía hoy, cien años más
tarde, Don Bosco, hombre de Iglesia, amigo de
los jóvenes, sigue presente en la acción de
quienes trabajan en lo que él inició: oratorios fe &
tivos, centros juveniles, escuelas profesionales,
colegios, parroquias, asociaciones, misiones, edi­
toriales. Y a todos, la alegria les recorre el alma.

Herminíb Otero

10

Ser sa le sia n o , hoy
YO, ¡SALESIANO!

a conocer a otros el mensaje de
vida que Cristo nos dejó.

Entre los que intentan el segui­
miento radical de Cristo se en­
cuentran los Salesianos-

Esta es la misión salesiana.

—Calma, ya te explico.

SU MISION
Se sienten atraídos por la predi­
lección de Cristo por los peque­
ños y los pobres. Por eso, su
misión, su trabajo, su dedicación
es para los jóvenes:
— para decirles que Jesús les
ama y que les quiere: para ayu­
darles a corresponder a ese su
amor de predilección:
— para sen/ir en ellos a Cristo:
— para ayudarles a liberarse de
tantas ataduras y peligros que
les rodean:
— para enseñarles a ganarse
cristianamente la vida:
— para que ellos, a su vez, den

I

El educador salesiano es más
que un simple profesor.
Se caracteriza po r la competencia
práctica y sencilla, por el trato
am istoso y por su inquietud
espiritual.

Los Salesianos de Don Sos­
co son religiosos, sacerdo­
tes o laicos, que intentan
realizar en la Iglesia el pro­
yecto de su fundador: ser
s ig n o s y p o rta d o re s del
amor de Dios a ios jóvenes.

SU ESTILO
Don Sosco, el fundador de los
Salesianos, les dio como patro­
no a san Francisco de Sales (de
ahí su nombre de «Salesianos»),
porque este santo copió maravi­
llosamente la mansedumbre de
Cristo en su trabajo apostólico.

«Estudiad, form ulad
planes, no ahorréis
dinero con tal
de obtener una vocación
para la iglesia y para
la Congregación
Y, especialmente,
para las Misiones»
(Don Bosco, XVIII, 259)

Y ios Salesianos quieren tam­
bién asemejarse a Cristo en esa
mansedumbre, amabilidad y ca­
ridad pastoral que les impulsa a
dar su vida para cumplir su mi­
sión juvenil.
— Por eso están siempre en
medio de los jóvenes, les si­
guen, les acompañan y les orien­
tan en la vida.
— Por eso comparten con ellos
su alegría, su vida familiar, su
optimismo por la vida, algo digno
de vivirse y de ofrecerse a Dios.
— Por eso, con sencillez y m e­
sura, trabajan por ellos incansa­
blemente, desarrollan su creati­
vidad apostólica.
— Y consciente de que en el
trabajo educativo y apostólico la
fecundidad viene de arriba, con­
vierte su incansable actividad en
oración (reconciliación y euca­
ristía), porque sabe que trabajan
por el Reino, y ponen todo bajo
el manto de María. «Madre y
Maestra» de su vida. Auxiliadora
de su apostolado.
Los Salesianos viven en co­
munidades fraternas unidas
por el trabajo y la oración.

FOTO JOSE LUIS MENA

11

Los Salesianos trabajan en co­
munidad, a través de la cual
comparten todo, en caridad y
unión fraterna, para poder reali­
zar más eficazmente su misión
entre los jóvenes.
Como bautizados, forman Iglesia,
no son francotiradores que tra­
bajan cada uno por su lado.
Trabajan en Iglesia y para la
Iglesia.
La salesiana es una sociedad
compuesta por salesianos sa­
c e rd o te s y sa le sia n o s la ico s
(coadjutores) — pequeña Igle­
sia—, que juntos en una misión
a postólica com ún para todos
aportan su trabajo, en activida­
des complementarias, por la ju­
ventud obrera.
El s a le s ia n o p u e d e se r
sacerdote o laico (coadju­
tor), religioso con las mis­
mas o b lig a c io n e s que el
sacerdote.

Y por si te sirve de algo te diré
que estamos buscando al joven
17.644,
¡Se buscan jóvenes!
Muchos han seguido la invita­
ción del Señor para seguirle co ­
mo salesiano. Aunque son po­
c o s para el inm en so tra b a jo
apostólico que se tienen entre
manos,
¡Ah!, se me olvidaba decirte que
tenemos trabajo para todos (no
es poca cosa en tiempos de
tanto paro forzoso) y para todos
los gustos y aptitudes: catequesis, enseñanza, tiempo libre, m o­
vimientos juveniles, comunicación
social, misiones...
Para todo esto se buscan jóve­
nes.
— ¿Quién se anima a ser el sa­
lesiano 17.645?
-¿ T ú ?
—Sí, hombre, sí. No tengas mie­
do.
Salesiano. sí. Gracias.

Arcadio Cuadrado

12

Los Salesianos
frente
a los retos
del mundo
FOTO JOSE LUIS MENA/JUAN JOSE REMÓN

arism a! ¡Qué palabreja!
¿No habrá otra palabra
más sencilla y menos misteriosa
para hablarnos sobre Don Sos­
co?

C

No te alarmes, mi querido ami­
go. Te la voy a traducir. Me
atrevería a afirmar que si Don
Sosco hubiera vivido el Vatica­
no II la emplearía también y te
la explicaría. El, en vez de «ca­
risma». hablaba de «nuestro es­
píritu», «nuestra característica»,
«nuestra forma de ser».
Carisma significa «don especial
que Dios concede a una perso­
na o a una comunidad para rea­
lizar una misión en favor de los
demás». Así, se habla de «ca­
risma de la autoridad», «carisma
de hablar lenguas», «carisma pa­
ra atender enfermos», etc. Dios
le regaló a Don Sosco el caris­
ma «para educar a la juventud,
sobre todo a la más pobre y
abandonada».
Dios, a través de Don Sosco,
entregó su «don» característico
a su familia espiritual salesiana.
para trabajar en la parcela que
Dios había reservado para ella.
Un amigo mío, que sabe mucho
italiano, me dijo que «sale-siano»,
en el idioma de Dante Alighieri,
significa «sean sal». Pues justa­
mente esto es lo que Dios pide
a los seguidores de Don Sosco:
ser sal para que no se corrompa
el mundo juvenil. Don Sosco dio
una respuesta a los retos de su
tiempo. Hoy sus seguidores tra­
tamos de responder a los retos
de nuestro tiempo con el caris­
ma salesiano.
El reto que nos lanza la juventud
es muy serio. Y la estrategia, pa­
ra un mundo en cambio, por
parte de los seguidores de Don
Sosco, debe ser también seria.
¿Cómo emprender semejante ta­
rea de educación y promoción
humano-cristiana de la juventud
en medio de tantas dificultades?
Tiempos difíciles los de Don Bos00. Pero arremetió co rr ímproba

C

Don Sosco quiso estar, en todo,
a ia vanguardia del progreso.

labor desde estructuras (¡qué frío
nombre!) y mediaciones válidasaún en nuestros días con las
consiguientes adaptaciones: el
Oratorio, la escuela, los talleres,
la buena prensa, las misiones,
etcétera, todo ello en un ambien­
te de libertad y con Sistema
Preventivo asentado en tos tres
clásicos pilares de la razón, la
religión y la amabilidad, tratando
de anclar su «iglesia» de jóve­
nes en las columnas de la Euca­
ristía y la devoción a la Virgen.

RESPUESTAS
A LOS RETOS
ACTUALES:
EL ORATORIO
Es un ambiente educativo que,
con inquietud misionera, se abre
a los niños y a los jóvenes. Se
organiza como servicio comuni­
tario que, teniendo por objetivo
la evangelización, ofrece a las
personas y a los grupos la posi­
bilidad de desarrollar sus pro­
pios intereses, con modalidades
y métodos diferenciados.
En el Oratorio se reza, se canta,
se practica el deporte, se em ­
plea sanamente el tiempo libre,
siempre con finalidad educativa.
Puede ser festivo o diario, según
las características de la zona.
El Centro Juvenil es el ambiente
también destinado a los jóvenes.
De acuerdo a sus demandas,
conserva las características del
Oratorio, pero da preferencia a
la relación en grupo y facilita ios
contactos personales. Las acti­
vidades propiamente formativas
y apostólicas prevalecen sobre
las recreativas. Donde hay un
salesiano, una salesiana, un c o ­
operador, un antiguo alumno, hay
un corazón oratoriano.

LAS ESCUELAS
Desde la experiencia del Orato­
rio, Don Bosco se da cuenta de
que tiene que proporcionar a
sus jóvenes un fugar donde,
aprendiendo un oficio, puedan
llegar a ser honrados ciudada-

I

Aquí, en Tuineje. com o en todas
las partes del mundo,
las Salesianas realizan una labor
pastoral sacrificada.

nos y buenos cristianos. Para
ello abre escuelas para sus mu­
chachos, especialmente profesio­
nales, en las que é! mismo, en
los comienzos, es maestro. En
su juventud fue aprendiz de za­
patero, sastre, carpintero, repos­
tero, herrero, músico, hortelano...
El prestigio alcanzado en nues­
tros días por las Escuelas Sale­
sianas en todo el mundo es muy
grande. Alum nos salidos de
nuestros centros educativos son
ejemplo de formación cristiana y
técnica. Son cerca de cien mil
los chicos que se están edu­
cando actualmente en nuestros
colegios de España.

LOS JOVENES
HAMBRIENTOS,
SIN CASA,
MARGINADOS...
Los Salesianos, desde sus orí­
genes, podrían enumerar inicia­
tivas para ayudar a los jóvenes
necesitados de lo más elemen­
tal. Por ejemplo, antes de que el
mundo fuera consciente de la
sequía y del hambre en Etiopía,
los hijos de Don Bosco ya esta­
ban allí, cavando pozos y distri­
buyendo alimentos en los cam ­
pos de refugiados.
Los Salesianos atendernos a chi­
cos traperos, diarieros, huérfa­
nos. refugiados de guerra, con

13

á

r
La form ación profesional
es una parcela privilegiada
del cam po educativo salesíano.

en medio de heroísmos que sólo
Dios sabe, han trabajado en la
evangelización de todos los con­
tinentes y en la promoción hu­
mana. Roperos, comedores, co­
operativas agrarias y com ercia­
les, leproserías, hogares para in­
dígenas, hospitales, escuelas,
universidades, talleres parroquia­
les, costureros para chicas, es­
cuelas de catequistas son algu­
nas de las obras con las que los
Salesianos en tierras de misión
trabajan para el desarrollo inte­
gral de la juventud.

PROYECTO AFRICA

FOTO JOSÉ LUIS MENA

problemas familiares, drogadictos, leprosos, marginados... Tes­
tigos, las obras juveniles de Vietnam, Brasil, Colombia. Etiopía,
Argentina,. Chile. India, Italia, tie­
rras de misión en el Tercer
Mundo. Para éstas y otras obras
en favor de los jóvenes necesi­
tados, los Salesianos, como Don
Bosco, son audaces hasta la
temeridad, pues este sector so­
cial es la imagen más viva del
rostro de Cristo doliente.

LAS PARROQUIAS
No es ningún secreto decir que
en los comienzos de la congre­
gación. y por deseo expreso de
Don Bosco, los Salesianos no
aceptábamos parroquias. Pero
ante la escasez de clero dioce­
sano. y a petición de tos seño­
res obispos, la Congregación Salesiana, ampliando su cam po de
acción, se ha lanzado a nuevas
presencias, atendiendo en la a c­
tualidad. en los cinco continen­
tes. cientos de parroquias, de­
jando marcado en todos los ni­
veles de las mismas el cahsma
juvenil de Don Bosco.

14

La Congregación de las Hijas de
María Auxiliadora brinda sus re­
ligiosas, en el campo parroquial,
para la catcquesis y para todo
lo que sea promoción cristiana y
humana.

LAS MISIONES
Don Bosco fue misionero de co ­
razón. No le dejó ir a tierras le­
janas su director espiritual, por­
que entendió que Dios le tenía
preparado otro campo de a c­
ción: ser formador de misione­
ros. EI11 de noviembre de 1875
envía la primera expedición mi­
sionera a la Patagonia.
Desde entonces los Salesianos,

«Hace cien años la vocación
salesiana escogía el camino que
iba hacia Hispanoamérica... Cin­
cuenta años después se dirigía
hacia Asia... Ahora se encamina
hacia el Continente Negro», es­
cribió don Egidio Viganó.
Simplemente ha descrito lo que
es verdadera historia. Todavía
estamos nosotros viviendo ese
«ahora» del continente africano.
Las Inspectorías de Salesianos y
Salesianas de España están se­
riamente comprometidas en Afri­
ca, sin olvida las necesidades
que pueden surgir en Asia o en
América.
Benin, Malí, Costa de Marfil, Gui­
nea Ecuatorial. Togo y Senegal
son las naciones donde han ido
a trabajar, a partir especialmente
de 1981. salesianos y salesianas
de España.
De 1980 a 1988 han partido pa­
ra Africa más de 250 salesianos

Escuelas salesianas en el m u n d o ............................
O ra to rio s-C e n tros Juveniles .....................................
C entros especiales ......................................................
C entros de anim ación espiritual .............................
S e m in a rio s ......................

1.058
843
50

Escuelas P ro fe s io n a le s ................................................
Escuelas A g rico la s ......................................................

243
43

66
157

E ditoriales salesianas en el m u n d o .............................
E ditoriales en Europa ........................................................
Librerías .................................................................................
Librerías en Europa .........................................

y 120 salesianas. Durante los
veranos han participado también
la experiencia misionera en Gui­
nea Ecuatorial 15 cooperadores.
En 1988 había 632 salesianos
trabajando en Africa y 255 sale­
sianas trabajando en escuelas
maternales, elementales, medias
y profesionales, en Oratorios y
Centros Juveniles, en ambulato­
rios y en centros de promoción...
Los misioneros salesianos y las
misioneras salesianas están tra­
tando de dar respuesta a los re­
tos que nos lanza la juventud
africana. Como la juventud afri­
cana es abundante y sus nece­
sidades ingentes y apremiantes,
necesitamos jóvenes con voca­
ción misionera que quieran ayu­
darnos. ¡Encontrarán trabajo y
se sentirán felices!
En nuestro noviciado de Lomé
(Togo) hay doce novicios nati­
vos de diversos países africa­
nos, y en el posnoviciado hay
diez jóvenes salesianos. prome­
sas de un futuro prometedor pa­
ra Africa.

LA BUENA PRENSA
Don Bosco combatía el mal tam­
bién con la buena prensa. De­
cenas de publicaciones religio­
sas y apologéticas hablan de su
interés porTiefender y hacer c o ­
nocer el Reino de Dios. Le pudo
costar la vida, en varias ocasio­
nes. por parte de los enemigos
de la religión, su dedicación a la
buena prensa. El BOLETIN SA- ESIa n o ; órgano de difusión pa'a la Familia Salesiana, con una
■'■ada m ensual de 1.083.000
tem plares, publicado al menos
' en 20 idiomas, ha sido fundado
i ror san Juan Bosco.
, -OS Salesianos. conscientes de
i a importancia de la buena pren­
da, publican, por ejemplo en Es; -aña, además del BOLETIN SA-ESIANO. «Misión Joven», «Pro•ecto Catequista» «Don Bosco

43

15
94
46

en España», «J 20», «En Mar­
cha», «Juventud Misionera». Co­
lección Estudios de Pastoral Ju­
venil, Colección Documentación
y Servicio. Comunidad Educativa
en Formación, etc. Contamos,
para este fin gráfico, con dos
editoriales; Edebé, en Barcelona,
y CCS, en Madrid.
A título informativo, nos permiti­
mos añadir, para redondear los
anteriores datos, que los Sale­
sianos, como buenos hijos de la
Iglesia, llevan la dirección admi­
nistrativa y técnica de las tipo­
grafías Políglota Vaticana y del
«Osservatore Romano», el diario
oficial del Vaticano.

ESPACIOS FORMATIVOS
DE “TIEMPO LIBRE ”
C o n s c ie n te s los S alesianos,
ejemplarizados por Don Bosco.
de la importancia del tiempo li­
bre para la formación integral de
la juventud, aprovechamos cuan­
to sea posible los medios que
nuestro Fundador empleara para
satisfacción de m uchachos en
horas extraescolares.
La música, el teatro, los paseos
con objetivos y lugares previs­
tos. los campamentos, la pintura,
el deporte, cuentan en la peda­
gogía centenaria de nuestro sis­
tema educativo con un lugar
propio y característicoHasta aquí, querido amigo, te
hemos ofrecido las respuestas
que los Salesianos y Salesianas
damos a ios retos de nuestro
tiempo, lo mismo que Don Bos­
co realizó en el suyo. «Trabajo
y tem plaza» fue el lábaro santo
que en recios corrí)ates Don
Bosco ondeó, reza el himno a
Don Bosco. T a m b ió i éste es el
lema que sus hijos siguen prac­
ticando frente a los retos de los
tiempos actuales.


15

LA FAMILIA 5ALESIAN A
unida por el espíritu de su Fun­
ubo un tiempo en el que
dador.
bastaba unirse en la ora­
ción. Pero, hoy día, el mal es tan
grande, afectando especialmen­
te a la juventud, que necesita­
SALESIANOS___________
mos unirnos en la acción» (Don
DE DON BOSCO (SDB)
Bosco).

H

Todo el que llega a conocer un
poco a Don Bosco llega pronto
a esta conclusión: «Fue un hom­
bre del siglo XIX con visión del
siglo XX».
Su gran preocupación fueron los
jóvenes. Quería ayudar y salvar
a todos. Pensando en ellos fun­
dó dos congregaciones religio­
sas; los S alesianos y las Hijas
de M aría A u xilia d o ra . Pero es­
taba convencido de que esto no
bastaba, pues los problemas de
la juventud estaban, en muchos
casos, fuera del alcance de la
influencia de estos dos grupos.
El necesitaba una amplia red de
hombres y de mujeres interesa­
dos en los problemas múltiples,
complejos, imprevistos o previs­
tos. de la juventud. De aquí sur­
gió su gran Fam ilia Salesiana.
una familia de alcance mundial.

16

Forman una comunidad de bau­
tizados que. dóciles a la voz del
Espíritu, se proponen ser, según
el proyecto apostólico del Fun­
dador, Don Bosco, signos y por­
tadores del amor de Dios a los
jóvenes, especialmente a los más
pobres.
Algunos son sacerdotes, otros
son coadjutores o laicos consa­
grados. Todos viven la misma
vocación en comptementariedad
fraterna.
Se los reconoce como Salesia­
nos de Don Bosco (SDB). Den­
tro de la Familia Salesiana tie­
nen responsabilidades peculia­
res: «mantener la unidad de es­
píritu y estimular el diálogo y la
colaboración fraterna para un
enriquecimiento recíproco y una
mayor fecundidad apostólica...»
(Constituciones de SDB. n.® 5).

Es una Congregación misionera.
Los primeros partieron en 1875
para Argentina y. de modo par­
ticular. para la Patagonia.

HIJAS DE MARIA
AUXILIADORA (FMA)
María D. Mazzarelto, junto con
Don Bosco. fundó el Instituto de
las Hijas de María Auxiliadora en
1872. Son religiosas de vida ac­
tiva. Su campo de trabajo pasto­
ral y educativo es, como el de
los Salesianos, en bien de las
jóvenes, de modo particular las
más pobres y de las clases po­
pulares.
Las primeras misioneras salieron
en 1877. Fueron las primeras re­
ligiosas que pisaron tierras aus­
trales.

COOPERADORES
SALESIANOS (CC.SS.)
Los Cooperadores son cristianos.

laicos o sacerdotes, llamados a
trabajar entre los jóvenes y los
necesitados según el estilo y el
espíritu de san Juan Bosco, su
fundador; están al servicio de la
Iglesia local, realizando su com ­
promiso en las condiciones nor­
males de vida y trabajo, con
sensibilidad y características lai­
cales.
Los Cooperadores forman uno
de los grupos de la Familia Salesiana; son un amplio movimien­
to internacional. Unos 50.000 han
hecho su Promesa, comprome­
tiéndose seriam ente co n Don
Bosco bajo la guía del sucesor
de Don Bosco.

novecientos miembros. Se con­
sagran con voto a seguir a Cris­
to, pero siguen viviendo y traba­
jando plenamente en el mundo
secular. Sigue unas Constitucio­
nes de vida llevando una vida
de oración intensa y de trabajo
normal, según su profesión. Res­
ponden, de modo particular, a la
exigencia de un compromiso so­
cial.
Fueron fundadas por don Felipe
Rinaidi y aprobadas por la Igle­
sia como Instituto Secular en
1917.

ANTIGUOS ALUMNOS/
ANTIGUAS ALUMNAS
(AA.AA.)

VOLUNTARIAS
DE DON BOSCO (VDB)
Es un Instituto secular de alcan­
ce internacional, con más de

«Los Antiguos Alumnos y las An­
tiguas Alumnas forman parte de
la Familia Salesiana por la edu­

cación recibida. Su pertenencia
es mayor cuando se comprome­
ten a participar de la misión salesiana en e! mundo.»
Trabajan seriamente en sus res­
pectivas profesiones, tratando de
vivir el espíritu de Don Bosco,
recibido durante sus años de es­
tudio.
Están agrupados en Confedera­
ción Mundial. Han organizado
varios congresos a nivel inspectorial, regional y mundial y des­
arrollan un amplio abanico de
actividades sociales y religiosas.

Son muchos y no los vamos a
enumerar aquí. Todos han naci­
do por iniciativa de seguidores
de Don Bosco con el fin de lle­
gar a diversos campos de traba­
jo, llevando allí el sistema, el es­
tilo y el espíritu de Don Bosco. ■

FAM ILIA SA LESIA N A : SDB, F M A , CC.SS., A A .A A ., VDB

ii
é

Salesianos (SDB)
Año de fundación: 1859
17.644 miembros en 1988

18-1-

SI

HOMBRES

NO

SI

1 VIDA

SI

SI

18-1-

Sl

MUJERES

NO

SI

VIDA

SI

SI

Cooperadores (CC.SS.)
Año de fundación: 1876
55.000 miembros en 1988

16-1-

Sl

HOMBRESMUJERES

SI

SI

VIDA

SI

NO

Antiguos Alumnos (AA.AA.)
Año de fundación: 1870
Sin contar

SIN
LIMITE

NO

HOMBRESMUJERES

SI

SI

SIN
LIMITE

NO

NO

21-1-

Si

MUJERES

NO

Si

VIDA

SI

NO

Salesianas (FMA)
Arto de fundación: 1870
17203 miembros en 1988

Voluntarias (VDB)
Año de fundación; 1917
920 miembros ^ 1988

17

A lg unos fru to s
de lo Fam ilia S alesian a
nombre a las Hijas de la Inmaculada, un grupo de chi­
icen que «por donde pasan los santos brota y
cas comprometidas en una seria vida interior y en un
florece la santidad». Así sucedió con Don Sos­
co: en torno a él encontramos a cientos de salesianos,trabajo generoso de apostolado en el pueblo.
salesianas, cooperadores, jóvenes... santos.
A los veintitrés años cae enferma de tifus y tiene que
dejar los duros trabajos del campo, que habían sido
Ofrecemos sólo pinceladas de algunos de estos frutos
para ella su disciplina y su alegría.
que puedan servir de llamada y ejemplo vocacional.

D

DOMINGO SAVIO
Santo a los quince años. La santidad no depende de la
edad, sino del amor que uno tenga a Dios y a los de­
más.
Vida sencilla y normal entre la familia, los estudios, los
amigos. Nacido en 1842, en una familia de obreros,
que le educaron en cristiano. A los siete años (¡rara
excepción en aquellos tiempos!) hizo la primera comu­
nión. He aquí sus propósitos de aquel día:
— Me confesaré con mucha frecuencia y comulgaré
siempre que me lo permita mi confesor.
— Quiero santificar los días festivos.
— Mis amigos serán Jesús y María.
— «Antes morir que pecar».
A los doce años se encontró con Don Sosco. Esto su­
puso un giro decisivo en su vida. Fue a Turín, al Orato­
rio de Don Sosco, para realizar sus estudios de bachi­
llerato. Como tenía ya buena base, aprendió pronto el
valor de la vida de amistad con Dios, con la Virgen
Inmaculada, el aprecio al cumplimiento del deber como
medio de santidad. «Aquí hacemos consistir la santidad
en estar siempre alegres.»
Asimiló muy bien el nuevo tipo de santidad propuesto
por su maestro Don Bosco, adaptado para todos, in­
cluso para los niños. Una grave enfermedad le obligó a
dejar el Oratorio e ir a Mondonio, el pueblo donde vi­
vían sus padres. Allí murió el 9 de marzo de 1857
Pío XII canonizó al pequeño gran gigante de la virtud el
12 de junio de 1954, Año Mariano.

MARIA DOMINGA MAZZARELLO
Cofundadora y primera Supehora General de las Hijas
de María Auxiliadora. Se dedicó a la educación de las
chicas con el mismo espíritu, estilo, sistema y dedica­
ción que Don Bosco tenía con los chicos.
Nació el 9 de mayo de 1837, en Momese. al norte de
Italia, siendo la mayor de siete hermanos. Fue cristia­
namente educada por sus padres y adquirió una pie­
dad sincera y sólida y un espíritu de laboriosidad no
común. No pudo ir a la escueta, reservada entonces
para los chicos.
Siendo una adolescente de quince años, se entregó
espontáneamente a Cristo. A los dieciocho años dio su

18

El 8 de octubre de 1864 se encontró con Don Bosco.
Seis años más tarde, Don Bosco se sirve del grupo de
María Mazzarello para comenzar la rama femenina de
la Familia Salesiana. El 5 de agosto de 1872 tomó el
hábito e hizo sus primeros votos en presencia de Don
Bosco, Tenía treinta y cinco años cuando fue elegida
Superiora y ocupó este cargo hasta su muerte, ocurri­
da el 14 de mayo de 1881, cuando sólo tenía cuarenta
y cuatro años. «Humildad y fidelidad a Don Bosco» era
su norma.
Casas y hermanas se multiplicaron rápidamente por
Italia, Francia y España, haciendo un gran bien a niñas,
adolescentes y jóvenes. Su fama de santidad hizo que
pronto se introdujera su causa. El Papa Pío XII la ca­
nonizó el 24 de junio de 1951.
Su vida se centró en estas dos actitudes:
— «|Que se haga siempre la voluntad de Dios!».
— «Proclama mi alma la grandeza del Señor».

CEFERINO NAMUNCUR^
[Maravilla de la vocación salesiana, capaz de atraer
hasta un «principito» de los Andes patagónicos! Ceferino Namuncurá nació el 26 de agosto de 1886 en
Chimpay, a orillas del Río Negro. Su padre, último ca­
cique de las tribus indias araucanas, tuvo que rendirse
ante las tropas de la República Argentina.
Después de pasar once años libre en la selva, el mu­
chacho fue llevado a Buenos Aires. Su padre quería
hacer de él el defensor de su raza; Ceferino, una vez
llegado al colegio salesiano, se abrió a otros horizon­
tes: ser el prim er sacerdote araucano para evangeli­
zar a su pueblo.
Su modelo fue Domingo Savio. Después de cinco años
en el colegio salesiano. se convirtió él mismo en otro
Domingo Savio.
En 1903, contando dieciséis años, ingresó en el grupo
de aspirantes de Viedma y al año siguiente viajó a Ita­
lia para seguir sus estudios en un clima mejor para su
salud. Trabajó mucho y bien, estudiando como el que
más.
Un mal no diagnosticado a tiempo consumió su salud.
El 11 de tBayo de 1905 murió en Roma, dejando tras sí
una óptima impresión de joven piadoso, estudioso, ale­
gre. con claros ideales sacerdotales.
Actualmente sus restos reposan en Fortín Mercedes,
Argentina,

SOR EUSEBIA PALOMINO ________
¿Quién es esta mujer que, en pocos años, ha pasado
del anonimato a la fama? Y dicen que hace muchos
milagros.
Nació en Canlalpino, un pueblecito de Salamanca, de
familia pobrísima; de niña pidió limosna con su padre y
pasó muchos apuros y sufrimientos según iba crecien­
do.
Dios la llamó para salesiana y entró en el Instituto de
las Hijas de María Auxiliadora. Trabajó mucho como
cocinera para servir a las hermanas y a las niñas. Go­
zaba enseñando el catecismo.
Destinada a Valverde del Camino (Huelva), fue apóstol
de la devoción a María Auxiliadora entre la gente del
pueblo. Todos acudían a pedirle oraciones y consejo.
Muchos pensaron que era una ingenua y simplona. Pe­
ro la gente de Valverde del Camino, donde vivió y mu­
rió. la invocan fervorosamente y mantienen la vigilancia
de sus flores frescas. Hoy se la considera como una
^le sia n a carismática, profética y mística dentro de la
escuela de Don Sosco.

LAURA VICUÑA
El 3 de septiembre de 1988 el Papa Juan Pablo II la
proclamó beata. Su vida desafía el tiempo; su mensaje
es el amor...
5 de abril de 1891. Laura irrumpe con su inocencia en
el fragor de un mundo convulsionado. Santiago de Chi­
le. su ciudad de origen, se ve agitada por los efectos
de una guerra civil. Su papá, José Domingo, favorable
al gobierno derrocado, tuvo que huir con su mujer y su
hija sin demora alguna para salvar la vida.
Tenia Laura cuatro años cuando murió su padre. Junto
con su madre y su hermanita Julia Amanda, desampa­
radas, perseguidas..., emigran a Argentina. En Ouílquihué. Mercedes, la madre de Laura, se coloca como
dependienta en casa de Manuel Mora. Este, dueño y
señor de aquellos lugares, hombre frívolo y despótico,
se aprovecha de ella.
Laura y su hermana fueron llevadas al colegio María
Auxiliadora que las Salesianas tenían en Junín de los
Andes. Allí, durante el trabajo, el estudio del catecismo
y la oración, descubrió el gran drama de su vida: su
madre convivía con Manuel Mora. La fe cristiana no
lustificaba esa conducta. Laura sufrió mucho y en me­
dio de su dolor descubrió las exigencias de Dios:
■ofrecer su vida» para que su mamá volviera su cora­
zón a Dios. Y el sacrificio fue «aceptado», Pero antes
lendia. Ella tuvo que luchar y resistir las insinuaciones
'endía. Ella tuvo que luchas y resistir las insinuaciones.
..a oración y el amor a la Virgen le dieron fuer2a en los
momentos difíciles.
i -I 22 de enero de 1904 —contaba entonces trece
años— hizo su heroica ofrenda: «Mamá, la muerte está
:erca; yo misma se la he pedido a Jesús. Le he ofre;ido mi vida por ti. para que regreses a El.» Su madre,
zonrrwvida. dijo sollozando: «¡Oh. Laura!, te juro que
■aré lo que pides.»
:n el largo camino de la existencia, dos vidas encon■'aron para siempre a Dios: Laura, en el gozo del cielo;
Mercedes, en un retomo auténtico hacia la misericor­
dia de Dios por el impulso del am or filial.
w3ura Vicuña, una chica de ayer para llenar tu
noy... Una respuesta sencilla para tu ser en búsque­
da... Un sí ger>eroso para tu corazón sin fronteras..

Murió en 1935 dejando tras de sí la gratísima impre­
sión de una salesiana sencilla, candorosa, que hablaba
con Dios como si lo viera a su lado y conversaba con
la Virgen como con una hermana.

MONSEÑOR VERSIGLIA
Y CALIXTO CARAVARIO_____________
La común vocación salesiana, el trabajo, la ilusión mi­
sionera. el lugar de destino, la muerte... han unido para
siempre los nombres de estos dos mártires salesianos
de China.
Monseñor Versiglia nació en Oliva Gessi (Italia) el 5 de
junio de 1873. Don Bosco mismo lo recibió en el Ora­
torio de San Francisco de Sales de Turín. Tras su pro­
fesión. sus años de estudio y nueve años de director y
maestro de novicios, fue elegido para ir a China como
jefe de la expedición que se dirigía a aquel país. Du­
rante catorce años fue director del internado de Macao; fundó la misión de Shiuchow y en 1920 fue elegi­
do como Vicario Apostólico,
Dicen de él que fue «austero consigo mismo hasta
usar el cilicio, caritativo con los demás hasta hacerse
todo para todos». Como buen pastor, no dudó en dar la
vida por sus ovejas.
Don Calixto Caravario, nacido en 1903. entró en la
Congregación en 1918 con la idea de ser misionero.
Siendo todavía joven salesiano fue enviado a Sanghai
(China), donde trabajó por algún tiempo. Después fue a
Timor y finalmente a la misión de Shiuchow, donde fue
ordenado sacerdote.
El 25 de febrero acompañó a monseñor Versiglia en su
visita apostólica a Linchow. Con los misioneros viaja­
ban dos jóvenes maestras de la Escuela Don Bosco y
sus hermanas, una de las cuales era también maestra
y la otra aspirante para salesiana.
Su barca fue interceptada por un grupo de comunistas
chinos, quienes pidieron una elevada cantidad de dine­
ro que los misioneros no tenían. Los piratas quisieron
abusar de tas maestras y los misioneros se opuaeron
con energía. Fuercm golpeados hasta perder el sentido;
después fueron arrastrados a la orilla y fusilados.
El Papa Juan Pablo II los beatificó como mártires de
la fe.


19

FOTO JOSE LUIS MENA/JUAN JOSÉ REMON

Cómo se hace un salesíano
ITINERARIO
VOCACIONAL SALESIANO
«Para c o n trib u ir a la salvación
de la juventud, el Espíritu San­
to, con la intervención m ater­
na de María, su scitó a san
Juan B osco...» Asi comienza el
primer artículo de las Constitu­
ciones de la Congregación Salesiana.
Ese mismo Espíritu que hace al­
go más de cien años suscitaba
a san Juan Bosco y santa María
Dominica Mazzarello a dar su
vida por la salvación de los jó­
venes sigue hoy llamando a m u­
chos para que continúen su la­
bor.
Queda claro que el punto de
partida de toda vocación no es
la buena voluntad de querer se­
guirle. sino su libre y g ratuita
llam ada: «No m e habéis elegi­
do vosotros a Mí; soy Yo quien
os he elegido» (Jn 15,16).

20

LA COMUNIDAD
CRISTIANA, EL MEJOR
TERRENO VOCACIONAL
Si el inicio de toda vocación es
la llam ada del Señor, la co ­
m u nidad cristiana que vive la
misma tensión apostólica que
llevó a Don Bosco y Madre
Mazzarello a poner sus vidas al
servicio de ios jóvenes necesi­
tados es el «humus», la tierra
mejor preparada y abonada don­
de puede enraizarse una voca­
ción. En ella se'encuentran los
medios adecuados para el cre­
cimiento: la Palabra de Dios, los
sacramentos, la oración y la po­
sibilidad de servicios apostólicos.

MEDIACIONES
DE LA LLAMADA________
En un ambiente así fácilmente
surgen las m ediaciones vocacionales. Son muchos los m o­

dos de los que se puede servir
el Señor para hacernos llegar su
llamada: una vivencia de fe es­
pecial. una dirección espiritual,
la vida intensa de los sacram en­
tos, la participación y animación
de grupos y movimientos apos­
tólicos, unas convivencias vocacionales. un Campobosco o una
Pascua vivida en profundidad,
un contacto misionero o el clima
de acogida y de familia experi­
mentado al contacto con com u­
nidades salesianas. una lectura
de la vida de Don Bosco, etc.,
pueden ser experiencias privile­
giadas que desencadenen la in­
vitación a un se g u im ie n to de
Jesús.
Esta sana «provocación» prove­
niente de una comunidad viva,
culmina, la mayoría de las ve­
ces. en una clara y expresa
propuesta a plantearse seria­
mente la vocación salesiana en
una opción de vida consagrada
al servicio de los jóvenes.

<1

El estudio odupa una parte
im portante en la form ación de
los futuros salesianos.

NECESIDAD DE UN
ACOMPAÑAMIENTO
Se comprende fácilmente que el
tomar conciencia de este plan­
teamiento de vida provoca la
necesidad de saberse aco m p a ­
ñados en el caminar, para dis­
cernir. aclarar y comprender me­
jor la voluntad de Dios. No es
bueno ni prudente fiarse única­
mente de los propios sentimien­
tos, antes bien es muy aconse­
jable comunicarse con quienes
ya han pasado por tales expe­
riencias. Y así se inicia una eta­
pa de contactos que facilitan el
camino por este tramo delicado
de la vida. Le servirá de positivo
estímulo el encontrarse con otros
jóvenes con idénticas inquietu­
des.
Este es el sentido profundo de
los C entros Vocacionales, las
C om unidades de O rientación
Vocacional y Aspirantados. Son
ambientes adecuados para ayu­
dar a discernir y acompañar a
cuantos se plantean la vocación
religiosa.

EL NOVICIADO,
UNA ETAPA
FUNDAMENTAL
Tras el primer período de bús­
queda y clarificación, se le brin­
da la posibilidad de entrar en
contacto estrecho con una C o ­
m u n id a d S a ie s ia n a . En ella
compartirá la vida con quienes
llevan años de rodaje en el se­
guimiento de Jesús. Esta expe­
riencia ie servirá de mucho, pues
le acerca a la realidad de la vi­
da saiesiana y le ayuda a pro­
fundizar su opción vocacional y
a entrar en el N oviciado.
B Noviciado es el inicio de la
vida religiosa saiesiana.

Sin ser todavía «oficialmente» Salesiano o Hija de María Auxilia­
dora, el novicio o la novicia ya
son miembros de la Congrega­
ción y de! Instituto de las Hijas
de María Auxiliadora. Se incor­
poran a ella vitalmente y tratan
de conocer, comprender y prac­
ticar la vida saiesiana. A lo largo
del año profundizan su segui­
miento de Jesús, centro que uni­
fica toda su vida espiritual, asimi­
lan el espíritu salesiano, cono­
cen mejor la realidad de la fami­
lia saiesiana y siguen adquiriendo
aquellos reflejos básicos que le
identificarán dentro de la Iglesia
como un hijo de Don Bosco.
El año de Noviciado concluye
con su primer compromiso pú­
blico: la profesión religiosa, por
la cual se ie reconoce capaz de
vivir la vocación saiesiana.
R

edarse

PARA SIEMPRE
CON DON BOSCO______

El alum no se merece
una dedicación personal
y preferente,
acomodada a su nivel.

Después del Noviciado sigue un
período de formación que fun­
damentalmente tiende a capaci­
tar al joven salesiano o salesiana de cuanto pueda hacerle
más eficaz en el mundo de los
jóvenes. En este tiempo, ade­
más, se le ayuda a seguir des­
cubriendo su vocación específi­
ca com o Hija de María Auxilia­
dora o bien como laico consa­
grado, diácono permanente o as­
pirante al presbiterado.
Será éste un tiempo de creci­
miento de su fe, de preparación
teológica, catequética y pedagó­
gica. centrado en la experiencia
de Don Bosco educador, y al
mismo tiempo no descuidará su
preparación intelectual, científica
y técnica, en diálogo constante
con la cultura.
El camino andado le habrá sido
muy útil. A esta altura de su an­
dadura se sentirá preparado pa­
ra determinar su opción funda­
mental y definitiva: responder po­
sitivamente a la llamada del Se­
ñor. quedárfdose para siem pre
al servicio de los jóvenes, como
lo hizo D on Bosco.


21

Nos quedam os con Don so sco
NOS LO CUENTA...
UN SALESIANO JOVEN
Mi vocación religiosa fue naciendo
poco a poco y con una interven­
ción bastante clara del Señor. Di­
go clara porque conforme iba cre­
ciendo y orientando mi vida fue
necesario algún que otro golpe de
timón para que se encauzase por
donde Dios quería.
A los once años se me ocurrió la
idea de ser sacerdote y misionero.
No sé muy bien por qué. Senci­
llamente me atraía eso de decir
misa y de irme a países lejanos.

FOTO JOSÉ LUIS MENA

Al poco tiempo mi familia, y yo
con ella, cambiamos de domicilio.
Con el nuevo ambiente, nuevos
amigos, nuevas preocupaciones,
se me olvidó, y más que olvidar
dejé de lado aquella idea.
Desde ese momento, y en los
años sucesivos, mi atención se
centró casi totalmente en la músi­
ca. Estudié, aprendí solfeo, tocaba
en una banda de música...
Al acabar COU decidí seriamente
dedicarme por completo a estu­
diar música. Sin embargo, por la
presión de mis padres y amigos
empecé a estudiar Magisterio. Yo
estaba completamente decidido a
orientar mi vida de otro modo, te­
nía mi porvenir solucionado de an­
temano, con ofertas de trabajo in­
cluidas y haciendo lo que a mí me
gustaba. Soy tozudo, y sólo Dios
sabe cómo accedí ante aquella
presión.

«La Virgen bendice
a las famiiias que dan
sus hijos
a la Congregación
Salesiana»
(Don Bosco)

Con el tiempo me planteé qué era
lo más importante para mí en la
vida, y no tuve más remedio que,
siendo sincero conmigo mismo,
decir: Cristo. Desde ese momento
empezó una lucha interior en mí
entre entregarle mi vida o seguir
mi propio camino. Venció El. Dejé
entonces la música, al menos co­
mo algo fundamental. Y el que me
conoció en aquel tiempo sabe que
ésa era una decisión demasiado
fuerte como para no tener una
causa muy importante.
Sotamente Cristo fue c a p ^ de
cambiar el centro de atención de
mi vida. Aún no me explico cómo
lo hizo.

22

Ahora tengo veintidós años; soy
salesiano desde hace dos.
Cristo puede transform ar tu vi­
da; ábrele tu corazón.

LA VOCACION
DE UNA SALESIANA
Llevo ya once años de salesiana
y no me arrepiento de haber dicho
que sí a Cristo cuando sentí que
me llamaba a seguir a Don Bosco
y a Madre Mazzarello.
Recuerdo muy bien un día de
Ejercicios Espirituales que hice en
el colegio. Fueron tres días en los
que yo sufrí bastante porque me
aburría bastante. Además yo pen­
sé que el cura quería meternos
monjas a todas nosotras. Quizá
por esto me aburría, ya que yo re­
chazaba completamente esta idea.
Me confesé al final de los tres
días. El sacerdote me dijo al final:
«No seas una de las del montón
cuando puedes ser una de sus
mejores amigas y llevar a muchas
otras a una vida mejor.»
Yo pensé mucho en estas pala­
bras, porque esperaba que me
echase una reprimenda por mis
faltas. Parece ser que desde en­
tonces todo me sonaba a «llama­
da» y a «llevar a muchas jóvenes
a Cristo». Al acabar el bachillerato
lo pasé muy mal, pues sentía que
tenía que tomar una decisión seria
en mi vida. ¡Y la tomé a favor de
Cristo y de la juventud. Hablé con
una salesiana a la que yo quería
mucho. Ella se puso muy contenta
y me llevó a hablar con la directo­
ra del colegio.
Me costó dejar a mis padres, ami­
gos y amigas e ir al noviciado. Pe­
ro pronto el ambiente agradable
de esta casa de envolvió y la
compañía de las salesianas y com­
pañeras de noviciado llenó el va­
cío de mis otros seres queridos.
He estudiado después de mi pro­
fesión religiosa y siempre lo he
hecho mirando a las jóvenes a las
que tendría que enseñar y educar.
Ahora me encuentro muy conten­
ta y pido a la Virgen Auxiliadora
que me ayude a perseverar y a

hacer mucho bien a todos los que
encuentre a lo largo de mi vida.

UN JOVEN
QUE NO CONOCIA
A LOS SALESIANOS
Hice la EGB en un colegio público
y durante esos años no tuve con­
tacto con los Salesianos. Tan sólo
me sonaba el nombre.
Al acabar EGB un amigo me invitó
a pertenecer al "Movimiento Vida».
Dije que sí casi sin pensarlo y sin
saber lo que sería. Pasaba por en­
tonces un «bache religioso». La
experiencia del grupo fue riquísi­
ma, fue apasionante.
-Entonces empecé a preguntarme
cuál debía ser mi puesto en la
Iglesia.
Dice una canción de la Cantata a
Don Bosco; «Tú, también tú, pue­
des ser como él.» ¿Por qué no
podía ser yo como él. uno como
los salesianos? Comuniqué mi idea
al grupo, a un salesiano y a mi
familia.
Al curso siguiente entreé en la
Residencia de Orientación Vocacional (Aspirantado). Estuve en ella
tres años y luego siguió el postulantado, noviciado... De todos esos
años resaltaría el testimonio pal­
pable de los salesianos con los
que he convivido y e! amor a Maria Auxiliadora.

YO QUISIERA DAR CLASE
Tengo cincuenta y un años, hace
treinta y dos que soy salesiano y
veinte sacerdote. Os voy a contar
cómo se me ocurrió eso de ha­
cerme salesiano.
De niño acudía a un colegio salesiano. Aquellos hermanos me en■^antaron; sobre todo me gustaba
su manera de dar clase. Recuerdo
muy bien que pensé: «Yo quisiera
:ar clase como esos.» Y me fui a
estudiar para salesiano a los once
años. No me he arrepentido nun::a. Y. desde luego, he podido dar
'Jase todo lo que he querido y
■^ás. no sé si como ellos, pero lo
"ago con mucho gusto.
He encontrado una comunidad
—muchas comunidades— en las
que me he encontrado muy bien,
zn todo ello me he sentido feliz y
'ealízado. y doy gracias a Dios por
ello.

TE QUIERO A TI
PARA LOS JOVENES
Soy una salesiana de treinta y tres
años que vivo en una comunidad
religiosa para dedicarme totalmen­
te a los jóvenes.
Cuando alguien me pregunta: «¿Por
qué te hiciste salesiana?», respon­
do diciendo que fue Cristo mi
«gran ligón», sobre todo porque
fue El. Cristo, quien quiso, quien
se empeñó. Me sedujo de tal mo­
do que, aunque huía de El, aun­
que le dije que no, una y otra vez
salía a mi encuentro por todos los
caminos.
Había vivido muy contenta en el
colegio; más tarde estuve dos años
y medio con novio... La vida ya la
tenía orientada, pero los planes
del Señor se convirtieron en mis
planes. Interiormente sentía su voz
que me decía: «Te quiero a ti para
los jóvenes.» Y es que la fuerza de
Dios es más grande que" los mu­
chos obstáculos que se presen­
tan.

UN VIEJO JOVEN
Y FELIZ
Mi testimonio es el de un viejo
que ha querido mucho a los jóve­
nes. Tanto les he querido que he
dedicado a ellos sesenta y tres
años de mi vida y no me pesa en
absoluto. ¡Todo lo contrario!
Actualmente tengo ochenta y un
años. Hice mi profesión religiosa a
los dieciocho años, después de
pasar cuatro en un seminario. De
mis años de joven —¡qué lejanos
están ya!— recuerdo muy bien el
día en que hablé con un amigo y
le dije que quería ser salesiano.
Se echó una carcajada que me
parece que todavía la estoy oyen­
do. Cuando se calmó me dijo: «¡.Y
yo me voy a hacer torero, ¿sa­
bes?!»
Bueno, los días fueron pasando y
ni él se hacía torero ni yo salesia­
no. A los dieciséis años uno pien­
sa en su futuro. Yo lo hice. ¡Seré
salesiano! Se lo dije a un salesia­
no. pero no erKxsntré mucho eco
inmediato. Pensé que rx» me ha­
bría entendido bien o que rx) ha­
bía visto en mí madera de sale­
siano.
Un día, al acabar un partido de
fútbol (yo jugaba de interior dere­

FOTO JOSÉ iU I 5 MENA

cha), se me acercó este salesiano
y me dijo: «He hablado con el di­
rector de la casa y dice que ma­
ñana te espera en sú despacho.»
Me puse muy nervioso, pero fui.
Lo demás os lo podéis suponer:
gran alegría por su parte, conver­
sación con mis padres, preparati­
vos para ir al seminario, año de
noviciado, estudios de Filosofía...
Desde el día de mi profesión reli­
giosa he sido fiel a Cristo y a Don
Bosco. ¿Os parece poco testimo­
nio el mío? ¡He sido fiel a mi pala­
bra y fiel a los jóvenes, que tantas
alegrías me han dado a lo largo
de mí vida!
A los que quieran seguir a Don
Bosco siendo sacerdotes o coad­
jutores o a las que quieran ser salesianas yo les digo: «¡Seréis feli­
ces. aunque tengáis que trabajar y
sufrir mucho! Os lo dice uno que
es feliz y ha sido fiel hasta los
ochenta y un años.»


23

E

Fam ilia y vocación

I problema vocacional si­
gue preocupando hoy en
la Iglesia. Esta preocupación de­
be ser compartida por todos los
cristianos. Todos hemos de sen­
tir la necesidad de suscitar «mu­
chos y buenos operarios» y la
urgencia de que se multipliquen
y crezcan las vocaciones al es­
tado sacerdotal y religioso.
En la raíz de esta preocupación
se sitúa la relación de la voca­
ción a la familia. Ciertamente,
toda vocación tiene relación con
la vida de familia. Es en la fam i­
lia donde puede surgir, crecer y
madurar. La familia, del mismo
modo que acoge la vida como
don de Dios, así también acoge
la voz y la llamada divina. A ella
llega, en ella resuena, en ella se
puede escuchar y acoger.
Llama la atención la lectura de
las respuestas que chicos y chi­
cas de diferentes colegios da­
ban a una encuesta vocacional.
Se les preguntaba; «¿Qué crees
que opinarían tus padres si tú
les dijeras que quieres ser sacer­
dote o religioso?» Algunos res­
pondían: «Yo creo que no me
FOTO JOSÉ LUIS MENA

dejarían.» Otros; «Mis padres me
dejarían hacer lo que creyera
que es lo mejor para mi vida.» Y
algunos: «Mis padres me anima­
rían.»
De una manera muy sencilla y
auténtica expresan los chicos
las actitudes reales de los pa­
dres ante la vocación. Resulta

«¡Cuántas vocaciones
se han perdido
por un amor
desordenado
a los familiares!»
(Don Bosco)
duro pensar que existan familias
cristianas que se opongan a una
posible vocación de sus hijos,
que no sean capaces de ofrecer
al Señor lo que de El recibieron.
Y es hermoso constatar la dis­
ponibilidad que existe realmente
en muchos hogares. Pero lo ver­
daderamente importante es que
los mismos padres animen, alien­
ten y ayuden en el nacimiento y

crecimiento vocacional de los hi­
jos. Es decir, los padres no des­
empeñan simplemente una fun­
ción pasiva de «dejar», de «no
oponerse». Tienen también que
reflexionar sobre la vocación de
sus hijos; tienen que orientarlos;
tienen que ser capaces de pre­
sentarles, desde la alegría de su
fe, el ideal de la vida sacerdotal
y religiosa. Y ciertamente si al­
guno de sus hijos elige seguir a
J e s u c ris to co m o re lig io s o o
sacerdote, los padres deben res­
petar su libertad de elección y
valorar com o se merece la dis­
ponibilidad y la entrega del hijo,
deben ayudarle a seguir su vo­
cación, conscientes de que de
esta manera están contribuyen­
do de verdad a la felicidad del
hijo y a su propia felicidad.
La familia será germen y semi­
llero de vocaciones si realmente
es fam ilia cristiana, «pequeña
Iglesia». Es decir, para que en
nuestras familias se susciten las
vocaciones sacerdotales y reli­
giosas es necesario que sean
lugar de vivencia de la fe; que
los padres sean evangelizadores
y catequistas de los hijos; que
vivan, testimonien y transmitan
la fe y los valores evangélicos.
La familia debe ser escuela de
catequesis y escuela de oración,
que anime en la participación en
los sacramentos de la reconci­
liación y la Ecuaristía y estimule
la devoción a la Virgen.
San Juan Bosco llegó a decir:
«El mejor premio que Dios co n ­
cede a una familia es un hijo
sacerdote.» Esta profunda con­
vicción es la que debe llegar al
corazón de los padres cristianos.
La mayor bendición de Dios es
que El fije su mirada en una
persona y la elija para que se
consagre al servicio del Reino
de Dios. Y esto, que es don,
gracia y bendición del Señor,
llega realmente a la familia cris­
tiana.

Eugenio Alburquerque
Una fam ilia feliz,
que vive de la fe, es el ambiente
ideal para que florezcan
las vocaciorres.



enXD «g

*v

FOTO JOSE LUIS MENA

¿Valgo yo
p a ra sa le sía n o o salesiaiw ?
T ú v a le s m u c h o . T a n to Que, s e g u ra m e n te , p o r tu s c u a lid a d e s p o d ría s e s c o g e r
m u c h o s tip o s d e v id a d ife re n te s .
P a ra e s te c a m in o c o n c r e to s e p re c is a n u n a s c u a lid a d e s s e n c illa s y o rd in a ria s ,
p u e s ta s al s e rv ic io d e la v o c a c ió n s a le s ia n a .
P u e d e s a u to e x a m in a r si la s p o s e e s o va s c a m in o d e e lla s .
1.

• ¿Me siento apreciado en
medio de mi grupo?

4.

• ¿Los que viven conmigo
confían en mí?
• ¿Me encuentro bien en
medio de mi curso o en
el trabajo? ¿Soy fermen­
to y animador del gru­
po?
2.

3.

» ¿Siento que los jóvenes
y los hombres necesitan
p e rso n a s c a p a c e s de
hacer algo por ellos?

• ¿Me gusta superarm e,
aunque me cueste?
5.

' ¿Creo que hay que cólaborar con las causas
justas que intentan me­
jorar el mundo?

• ¿Siento que los más ne­
cesitados me llaman a
realizar algo por ellos?

' ¿Estoy convencido que
la alegría profunda y du­
radera no la encontraré
en las comodidades, en
el pasarlo bien?

• ¿Siento en mi persona
las grandes desigualda­
des del mundo (cultura,
hambre, violencia, racis­
mos. pobreza, ignoracia)?

• ¿ G o z o d ia lo g a n d o y
compartiendo lo que soy
y tengo con los otros?
• ¿ E ntrego p arte de mi
tiempo para dedicarlo a
los demás?

• ¿No me gusta contentar­
me con lo facilón y c ó ­
modo?

9.

6.

• ¿Me gusta el trabajo y
soy laborioso?

• ¿ Q uiero v iv ir un ideal
grande y comprometer­
me con otros para ha­
cerlo llegar a los demás?

• ¿El tiempo que tengo li­
bre no suelo malgastarlo
y perderlo tontamente?

• ¿Prefiero vivir una vida
exigente antes que una
fácil?

• ¿Procuro co la b ora r en
cosas útiles y creativas
con mis compañeros?

¿Siento la necesidad de
estar en contacto con
Cristo y su persona me
resulta portadora de sal­
vación y alegría?
¿Me siento atraído por la
figura de Don Bosco y
por su estilo de vida, por
todo lo que hizo en favor
de los jóvenes?

25

10.

• ¿Comprendo que la
cación a la que Dios
llama no puede ser
fugio cóm odo para
vida?

vo­
me
re­
mi

• ¿Acepto que la vocación
es un compromiso de

entrega alegre y de ser­
vicio desinteresado?
• ¿Siento la vocación co­
mo un amor grande de
e n tre g a h a cia los d e ­
más?

Si la mayoría de tus respuestas
ante estas preguntas son positi­
vas, ya sabes que tienes las
cualidades precisas para la vida
salesiana. El resto depende de
ti, de tus posibilidades, de tu ge­
nerosidad... ¡Piénsatelo!

FOTO JUAN JOSE REMON

P re g u n ta s (y tem ores)
de uno que quiere ser salesiano
■ ¿Hasta qué punto no perderé la libertad personal para obedecer
a otros?
■ ¿La vida religiosa es adecuada a la vida y sociedad de hoy?
■ Sin familia, ¿podré amar realmente? ¿No me encontraré solo?
■ ¿Cómo se puede hablar de pobreza y de seguimiento de Jesús
con la cantidad de miedo de que disponéis, a veces, los más en
vanguardia?
■ ¿Los Salesianos de hoy viven lo que quiso Don Bosco o lo han
traicionado?
■ Se da mucha importancia al estudio y la formación. ¿No consumi­
ré los mejores años de mi vida sin hacer nada?
■ Con tanto trabajo y entrega, ¿no se corre el peligro de disiparse y
vivir disperso?
■ ¿No es un riesgo eso de comprometerse para toda la vida?
■ ¿Se puede hacer también el bien en otros cam inos y de otro
modo?
■ Si os caracterizáis por vuestra entrega a los jóvenes, llegará un
día en que me haga viejo. ¿Qué haré entonces?
■ ¿Qué sentido tiene eso de salvar a los jóvenes a un salesiano
de hoy?
■ ¿Los Salesianos trabajáis realmente con los más pobres?

«Cuando un chico deja
su familia para responder
a su vocación.
Jesucristo tom a su lugar
en esa familia»
(Don Bosco)

«El mayor regalo
que puede hacer Dios
a una familia
es un hijo sacerdote»
(Don Bosco)

"Y o v iv o a s í tu s te m o re s"
R e s p u e s ta s q u e d a n u n o s s a le s ia n o s jó v e n e s
q u e h a c e m u y p o c o lla m a ro n a la p u e rta d e D o n S o s c o .

□ «Yo no obedezco; intento amar» (Jordi).
□ «'‘Estamos en el mundo sin ser del mundo” .
Esto nos trae algunas contradicciones; no po­
demos aceptar acríticamente todo lo que se nos
presenta... Pero la vida salesiana busca la co ­
municación con Dios desde el hombre que vive
en sociedad; esto nos lleva a trabajar plenamen­
te nuestra vida personal y comunitaria, para asi
dar respuesta (nuestra respuesta, una más entre
las muchas que hay) a los interrogantes del jo ­
ven de hoy: una respuesta hecha vida» (Ramón),
□ «La familia será más grande; todos los "jóve­
nes y los pobres con los que te encuentres, to ­
dos tus hermanos. Se te va a pedir am ar más y
con mayor libertad. Todos los salesianos. tu
nueva familia, te acompañarán» (Josán).
□ «Los medios no los ponemos a nuestro servi­
cio, sino al servicio de los jóvenes con los que
tratamos, y procuramos que todo esté disponible.
Sobre todo nuestras personas: disponibilidad al
joven, a la comunidad, a Cristo aceptando todo
lo que representa el compromiso. Nuestra vida
personal procuramos sea austera»* (Lluís),
□ «Don Bosco quiso llevar a Cristo a los jóve­
nes, y esto mismo es lo que intentamos hacer
los Salesianos de hoy con la entrega diaria. Ve­
rás una pluralidad de obras muy grande en el
mapa salesiano. Los medios, formas, modos,
cambian con el tiempo y la situación de cada
lugar, pero el objetivo es el mismo: D.M.A.C.T.»
(Rafa).
□ «El que quiere dar, debe poseer; el mundo de
la cultura, ciencias humanas, pedagogía, teolo­
gía... requieren una preparación durante un tiem­
po, en el que uno quisiera darlo lodo. Después
se agradece mucho el estar bien capacitado y te
queda toda una vida para entregar lo poco que
has aprendido y seguir recibiendo mucho de lo
que los demás poseen. Siempre se está uno
•ormando» (Jaime).
□ «Es un peligro. Pero no si das la importancia
debida a los momentos de oración personales y
comunitarios y si en el trabajo hallas un lugar de
encuentro y diálogo con Dios que te interpela»
(Víctor).
□ «Es un riesgo, pero también es un riesgo vivir
y respiramos. Para optar a ser hombres nos va­
mos comprometiendo; para ser salesianos. tam ­
bién. Además no se hace ciegamente: hay un

tiempo de "entrenamiento” para ver si es el ca ­
mino adecuado» (Jorge).
□ «¡Claro que puedes hacer el bien en otras
muchas partes! ¡No vamos a ser sólo nosotros
ios buenos! El rostro de Dios se manifiesta de
muchas formas. Se trata de elegir el camino al
que uno se siente llamado. Y, si es éste, que no
te excuses ni te acobardes, porque tu pregunta
se convertiría en una justificación de tu conduc­
ta» (Raimen).
□ «La presencia entre los jóvenes la realizamos
comunitariamente, y en una familia hay también
viejos. Su vida ha sido fértil para los jóvenes y
hoy nos sostienen con su oración, su ejemplo,
su consejo y su testimonio. Toda su experiencia
nos enriquece a todos. Puedes estar seguro que
hoy los salesianos mayores siguen sirviendo a
los jóvenes» (José Antonio).
□ «El mismo sentido que en tiempos de Jesús y
de Don Bosco: dar la liberación frente a todo
mal. Salvar es dar plenitud, sentido de vida, y só­
lo se encuentra en Aquél que venció al mal y a
la muerte, el que es Vida para todos. Es com u­
nicar a Cristo, su Evangelio, desde la propia vi­
vencia y testimonio personal» (Luis).
□ «La mayoría de los salesianos están trabajan­
do en el Tercer Mundo; los que están en Europa
trabajan casi todos en ambientes populares.
Tampoco podemos olvidar la gran pobreza de
valores evangélicos que vive la sociedad opulen­
ta. Hoy estamos empeñados en abrir nuevos
caminos entre los jóvenes más menesterosos»
(Rafael).

FOTO INSPECTORA OE VALENCIA

Grupo de trabajo
en un encuentro vocacional
de verano
en la Inspectoría de Valencia.

h

i / /

E s p e ra n z a s
d e lo s S a le sia n o s

an te los jóvenes que llam an a su puerta
o Que sientan la necesidad de seguir a Jesús, rea­
lizar su misión y ser testigos de El entre tus herma­
nos los hombres de hoy. especialmente si son los
jóvenes.
O Que su corazón vibre por anunciar y llevar a Je­
sús a lo más profundo del corazón del joven y
transmitir, así. su fe y sentido de vida, siendo signo
y portador del amor de Dios a los jóvenes.
O Que. cuando vean a un joven o sientan hablar
de ellos, su corazón salte de gozo y de esperanza
porque sientan una auténtica predilección por ellos,
hasta el punto de convertirse en el sentido de su
vida: «Me basta que seáis jóvenes para amaros.»
O Que les duelan los problemas del hombre de
hoy (especialmente del joven) y quieran comprome­
terse con otros muchos en mejorar y humanizar la
historia, sobre todo allí donde más se sufre.
O Que todo lo quieran hacer como hijos fieles de
la Iglesia y contribuyan a su edificación para que
aparezca ante el mundo como madre y sacramento
de salvación.

o Que se sepan limitados y pecadores y, por tanto,
necesitados de la ayuda confortante y diaria de Je­
sús y de su Madre, Auxilio de los Cristianos. Esta
actitud les lleve a ponerse totalmente en sus manos
y confiar en su palabra; estén dispuestos a renovar
cada día su actitud hacia Dios en la oración y los
sacramentos, fortaleza y alimento de su vida.
O Que la radicalidad que esta vida comporta (obe­
diencia, pobreza, castidad) no la vivan como renun­
cia y sacrificio, sino como camino de amor intenso,
como gozoso signo de donación personal.
O Que tengan deseos de servir (no de ser servi­
dos) y trabajar sin sueldo por el Reino; que sepan
que no van a encontrar paro, que las vacaciones
son cambiar de ocupación y a esperarlo todo de la
promesa de Don Sosco, que les ofrece; pan. trabajo
y paraíso.
O Que estén dispuestos a llevar su vida con auste­
ridad y templanza, conformándose con las cosas
imprescindibles para su trabajo y para llevar una vi­
da sencilla como los pobres, en lucha contra el
aburguesamiento y hedonismo de nuestra sociedad.

O Que sientan la urgencia de realizar este camino
con otros hermanos, construyendo una comunidad
que comparta vida, oración y proyecto apostólico,
aunque a veces tengan que renunciar a su punto
de vista particular.

O Que sea tal su confianza en el Padre que no les
abatan las dificultades: que sean capaces de captar
los valores del mundo y nunca lamentarse de su
tiempo: que aprovechen siempre lo que hay de
bueno, que es mucho, y más si gusta a los jóvenes.
Así estarán siempre alegres.

O Que sepan que aquí les espera su otra familia,
dispuesta a acogerles tal como son. Que sepan go­
zar y alegrarse con sencillez y plenitud de esta vida
familiar sencilla y confortable: que sean bromistas y
capaces de reírse con otros y,.., en ocasiones, reír­
se de sí mismos.

O Y si todas estas esperanzas no las ven realiza­
das en su fjersona, que no se desanimen ni se
preocupen: lo que importa es el deseo y la volun­
tad. estar convencido de que quieren conseguirlo.

O Que se ilusionen de tal modo con este camino
que desean seguir que su vida sea radiante y fe­
cunda. capaz de entusiasmar a otros muchos jóve­
nes para seguirles y compartir la vida con ellos.

28

Yo. que te abro la puerta, todavía estoy en camino.

Enrfque Franco

TÚ e re s joven
y p ie n s o s en tu fu tu ro
★ Estás preocupado por la situación de nuestro mundo y la de tos
jóvenes y, sobre todo, de aquellos sin esperanza y más necesitados.
★ Puede que ya estés metido en el mundo de la educación, de la
animación de los jóvenes o en movimientos de responsabilidad en la
Iglesia.
★ Sabes que cada creyente posee una vocación y una misión que
ha de realizar en la vida ordinaria.
★ Puede que te preguntes si Dios te llama a seguir a Cristo muy de
cerca. Entre las diversas posibilidades, la Iglesia te ofrece la figura
de un Santo que ha dado toda su vida a Dios y a los jóvenes.
E scucha có m o te invita:

«Todo lo que hagáis a uno de estos hermanos más pequeños, a M i
me lo hacéis.»
FOTO

jose

LUIS MENA

Jesús vive entre nosotros:






Entre los m uchachos y los jóvenes.
En el m u n d o del tra b a jo y de la educación.
En el c o m p ro m iso social y m isionero.
En la educación de la fe y adm inistración de los sacram entos.
En la alegría y en la vida de grupo.

Ven y verás.

CASAS DE ACOGIDA VOCACKNIAL DE LAS INSPECTORIAS DE ESPAÑA
INSPECTORIA DE BARCELONA

INSPECTORIA DE LEON

INSPECTORIA DE VALENCIA

Plaza Artós, 3
08017 BARCELONA

Avda. de Antibióticos, 126
Apartado 425
24080 LEON

Sagunto, 192
46009 VALENCIA

Residencia O rientación
Vocacional
Avda. Puig y Cadafaich, 80
08303 MATARO (Barcelona)
INSPECTORIA DE BILBAO
Avda. del Ejército, 75
48014 BILBAO (Vizcaya)
C olegio Salesíano
20130 URNIETA (Guipúzcoa)

Sem inario Salesíano
División Azul. 7
24190 LEON

C om unidad de O rientación
Vocacional
San Juan Bosco, 1
12530 BURRIANA (Castellón)

INSPECTORIA DE MADRID

INSPECTORIA DE HIJAS
DE MARIA AUXILIADO RA

Marqués de la Valdavia. 2
28012 MADRID
Sem inario Salesíano
Roa, 2
28044 MADRID

INSPECTORIA DE CORDOBA
Osario, 7
14010 CORDOBA
Residencia Salesíana
«Don Bosco>
San Francisco de Sales, s /n
14010 CORDOBA

INSPECTORIA DE SEVILLA
Marqués de Nervión, 40
41005 SEVILLA
Casa A spirantado «Don Bosco»
María Auxiliadora, s /n
11009 CADIZ

Paseo San Juan Bosco. 24
08017 BARCELONA
INSPECTORIA DE HIJAS
DE MARIA AUXILIADO RA
Villaamil. 18
28039 MADRID
INSPECTORIA DE HIJAS
DE MARIA AUXILIADORA
Espinosa y Cárcel. 26
41005 SEVILLA

29

as vocaciones de especial consagración
son una gracia de Dios a su Igiesia. Los
que sentís ia urgencia del Reino; los que partici­
páis de la Familia Salesiana; todos los que vivís
vuestra fe en la sociedad secular, quedáis invita­
dos a participar en un «monasterio invisible y
continuo de oración» por las vocaciones, que
nunca falte nuestro clamor pidiendo al dueño de
las mieses que envíe operarios a sus campos.

L

Un compromiso
de todos los creyentes

FOTO JOSÉ LUIS MENA

Comprométete a rezar cada día p o r fas vocaciones salesianas:
ORACION
Padre Santo, que nos invitas continuamente a conseguir la caridad perfecta y llamas a muchos jóvenes
para que sigan más de cerca las huellas de tu Hijo, concede a los que has distinguido con una voca­
ción particular llegar a ser durante toda su vida signos y testigos de tu Reino ante la Iglesia y ante el
mundo.

ORACION DE UN JOVEN QUE BUSCA
Por el bautismo. Señor, has llamado a muchos jóvenes a anunciar tu amor sobre la tierra a los hombres.
Haznos conscientes de nuestra misión en la Iglesia, donde podremos:
glorificar a Dios.
proclamar tu Evangelio.
servir a los hombres y a los jóvenes.
Elige de entre nosotros:
sacerdotes, pastores de tu pueblo;
religiosos y religiosas, testigos de tu amor;
misioneros, mensajeros de la Buena Nueva;
apóstoles cristianos, obreros de tu Reino.
Amén.

N.N. ________________________________________________________________________________________
(con letras mayúsculas]

me comprometo a orar diariamente por las vocaciones salesianas y deseo estar informado de todo lo
que hace referencia a ellas.
Enviad la información a:
Dirección:
Población:
Provincia:

30

Código Postal;

fe

M

Una p ro p u esta de vid a
Querido saiesiano, amigo mío:
Con gran respeto por mi libertad,
a veces, con tu mirada me estás diciendo’
jVente conmigo a trabajar!

Y yo te digo:
Si amas tanto a Dios.
que manifiestas que sólo El te basta.
Si ya que profesas seguir a Jesucristo.
llevas tu seguimiento hasta que los'jóvenes»
vean en ti al mismo Cristo.
Si esa Buena Noticia del Evangelio,
nos la anuncias a los jóvenes
con tus palabras y obras
y te hace FELIZ.
Si tan fuerte te arrastra el Espíritu.
que te convierte en portador del amor de Dios
bi vives un amor fraterno tan profundo,
que los que te vean con tus hermanos
digan; «Mirad cómo se aman »
Si eres tan libre,
que eres capaz de hacer siempre
la voluntad de Dios.
' eres tan rico,
que todos los bienes del mundo te sobran
> eres capaz de tanto amor,

que amas a todos
y prefieres a los que más lo necesitan
Si lodos los problemas de los hombres
eres capaz de hacerlos tuyos.
Si la presencia de cualquier joven
hace latir tu corazón de saiesiano
Si vives tan abierto,
que los jóvenes pueden acudir a tu casa
y participar de tu vida.
Si sientes tanto a Dios.
que los jóvenes quieren rezar contigo
y podéis dirigiros juntos a El.
■Si toda esta riqueza no te la quedas
para ti solo y la comunicas.
Si siempre lanzas las redes en el nombre de Jesús.
y puedes gritar; ¡venid a ayudarnos!
Si siempre intentas vivir así.
aunque no siempre lo consigas,
puedes decirme expresamente, no temas¡Ven y verás!

Y yo te digo: Yo iré,
quiero seguir como tú a Jesús y a Don Bosco.

PaWo, uno que se lo piensa

31

El último
libro de
la COLECCION
DON BOSCO

LOS SUEÑOS
DE DON BOSCO
Don Bosco era un soñador, en el mejor sentido de la palabra.
Pero también era hombre realista. Dios se le manifestaba
a través de misteriosos sueños. Ahora el historiador salesiano
Fausto Jiménez hace un estudio lúcido y moderno de estas visiones fantásticas
del Santo y nos presenta su lectura en su verdadera dimensión. Buena oportunidad
para conocer esta faceta de «realismo mágico» del Fundador de los Salesianos.

COLECCION “CELEBRAR Y ORAR”

CELEBRAR LA CUARESMA
Después del éxito alcanzado por el primer libro de la colec­
ción «Celebrar y Orar», agotado en menos de tres semanas,
aparece el segundo, dedicado a la Cuaresma y destinado a
los responsables de la celebración en grupos y a las comuni­
dades cristianas.
Como el anterior, que trató del Adviento y de la Navidad, este
nuevo libro ofrece notas teóricas, sugerencias para el mejor
aprovechamiento de la Cuaresma y abundante material prác­
tico; celebraciones, poemas y oraciones, viacrucis. narracio­
nes, pensamientos, actos penitenciales y sacramento de la
penitencia, ideas para las homilías del miércoles de ceniza y
de los domingos de este tiempo.
Próximamente irán apareciendo nuevos libros de esta intere­
sante colección dedicados a María, a la Pascua, a retiros,
campañas nacionales, días especiales, etc.

EDITORIAL
Teléfono 255 20 0 0 / Alcalá. 164 / 280 28 - MADRID

Fecha
1989.01