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Título
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BS_1985_11
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Descripción
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Boletín Salesiano. Diciembre 1985
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extracted text
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La Iglesia
que quieren
Iqsióvenqs^
■ 5?'
I (!
DO N BOSCO,
U N A PAGINA PARA LO S NIÑOS
M is queridos am igos Juanito y Mari:
i Ay, que todo se acaba! Y qué callandito se llegó el mes de diciembre
para arrojar al abismo del pasado al año 1985. Pero, antes de que acabe
de irse, quiero enviaros mis acostumbradas felicitaciones navideñas. Asi
lo hago a todos mis amigos y así las recibo de ellos. iAh, tos amigos! Es lo
mejor que tenemos en la vida, como os decía el mes pasado.
Hoy os presento a otro. Se llama Carlos. Hace muchos años, cuando
aún no nos conocíamos, me escribió una preciosa carta a América, nada
menos que desde su Carboneras de Cuenca, en la que me decía: 'T e
tengo fichado". Yo también lo había fichado a él. Mirad qué bonito: los
amigos se e.scogen, no se nos imponen. La libertad corre pareja con el
amor.
Carlos es, hoy por hoy. uno de nuestros mejores poetas vivos, de esos
que tendréis que estudiar en los textos de Literatura. Escribe una poesía
brillante y vibrante con sabor a un Virgilio de nuestro tiempo. También
pinta y dibuja. Mari, me gustara que lo vieras, bolígrafo en mano,
improvisando unas figuras dinámicas y bellas. Ni los ángeles. Juanito a
su lado es una babucha. Y eso que se le da bien al chaval. Vamos, que su
cuaderno de dibujo lo voy a conservar como un aviso del genio futuro.
Si alguna vez vais a la iglesia de Carboneras, ya veréis qué profusión y
qué colorido de pinturas. Si la Historia hace justicia, un día se hablará de
esa "Capilla Síxtina" de nuestro siglo.
Y luego, la bondad: pocos hombres tan buenos y generosos como
nuestro amigo Carlos. Bueno en todo, hasta cuando se pone a hacer de
cocinero, que tiene a su colega "Fabricio" que es una envidia verlo, de
lustroso y rollizo que está.
iCuántas cosas os contara de mi amigo Carlos! Pero vosotros no me
perdonáis el que no os hable de Don Bosco. Pues mirad, también se
parece a Don Bosco cuando se trata de adivinar el futuro. Carlos es un
adivino y sabe mucho de la cébala judaica.
Claro que Don Bosco usaba otro tipo de cébala. Por ejemplo, un día
de 1885 — hace cien años justitos— se encontraba el Santo en Roma y
se hospedaba en el palacio del Conde de Villeneuve. Todos estaban
maravillados de la conversación de Don Bosco. Hablando de la lotera
jsobre el gordo de Navidad, Juanito'— , el Santo dijo que muchos iban
a consultarle sobre los números que iban a traer la buena suerte. Don
Bosco les confesó riendo:
Si conociera yo esos números, sena el primero en comprarlos.
Y contó que, para zafarse de unos tipos molestos, escribió en una
cartulina: Fe. Esperanza y Candad. La dobló y les recomendó que no la
abrieran hasta una fecha determinada. Los buenos señores, que creían a
Don Sosco a pie juntillas, obedecieron al Santo y consultaron en la cébala
los números correspondientes a las tres virtudes teologales. Con esos
números jugaron a la lotena y les tocó el gordo.
Menuda alegna se llevaron los tíos. Y, como era natural, volvieron á
ver a Don Bosco para agradecerle su iluminación, su sabiduna y sus
consejos. Y le dieron una buena parte, que tampoco le vino mal al
hombre que andaba siempre con tantos apuros, sobre todo, al final de su
vida.
¿Contentos? O s he hablado de Don B osco y óe nuestro amigo Caríos.
Pero mi felicidad navideña es que seáis felices de verdad. Aunque no os
toque el gordo ni el flaco. Una felicidad algo más pequeñita que la del
próximo año: también en felicidad tenemos que progresar. jAy qué
tonto!. $1 la felicidad no se mide por kilos. Eso sí, es una mercancía que
depende de los que la utilizan
Recibid el mejor abrazo de vuestro mejor amigo.
Padre RAFAEL
No. y» sé que no os chupéis e l dedo
editorial
BOLETIN
SAUSIAN O
REVISTA DE Lft RftMUA SAlfSIANA
A ño XC VIIi - N .° 12 - D iciem b. 1985
D irector:
RAFAEL ALFARO
C o n se ^ de R edacción:
José Sánchez; B las Cale}efO: An
tó n » G arcía V era; R afael M oreno
M oreno; Carm en G onzález; Javier
A rtuch; A rgentina Sánchez Romo.
Bienaventurados
los jóvenes
Adm inistradorRamón G utiérrez.
NUESTRA PORTADA
• Se acaba el Año Internacional de la Juventud. Pero los
jóvenes siguen entre nosotros. Y después de esta juventud
vendrá otra. Y nuevas generaciones juveniles se sucederán
para rodear nuestra vida. «A los jóvenes siempre los tendréis
con vosotros», parece decimos Don Bosco, apropiándose de
las palabras que el Evangelio aplica a los pobres. Para los Salesianos, todos los años son de la juventud y para la juventud.
Misión de lá Familia Saiesiana es estar al Jado de los jóvenes,
de parte de los jóvenes, participando de esa juventud suya
que ha de ser contagiosa, como un intercambio incalculable,
como si hubiésemos entregado la vida a precio de juventud.
Inolvidable ha sido este año en que hemos «escuchado
con los jóvenes las Bienaventuranzas del Evangelio», como
nos había invitado el Rector Mayor. Y ojalá que la «bienaven
turanza», o sea, la felicidad, haya calado en la vida de todos:
de los jóvenes y de los adultos. Que, al final de año, seamos
más pobres porque lo hemos entregado todo; más pacientes y
sufridores; más solidarios con los que lloran y con los que pa
decen hambre, marginación e injusticia; más misericordiosos y
dispuestos al perdón; más sencillos y limpios de corazón; más
pacíficos y pacificadores; más luchadores por la verdad y sin
miedo a las dificultades o persecuciones. En una palabra: más
felices.
• Ha sido una evangelización preciosa la que hemos reci
bido este año. si es que nos hemos dejado evangelizar. Una
evangelización que es, a la vez. educación. Una especie de
«co^ucación» con los jóvenes. Y qué bien nos ha venido a
todos.
Escribimos estas lineas en una fecha en la que se cumple
el vigésimo aniversario del decreto conciliar «Gravisaimum
educationis momentum»: «Importancia suma de la educa
ción». Un documento vivo que debiéramos releer y reflexionar,
sobre todo padres y educadores. Y ¡cómo hemos vivido y es
tamos viviendo problemas cuyas soluciones nos ofrece el mis
mo decreto conciliar! Brevemente el número 6 del documento
nos habla del «derecho de la familia a la libre elección de es
cuela. Deber del Estado de dar subvenciones a las escuelas
de modo que quede asegurado el ejercicio de aquel derecho.
Y deber del Estado de promover y vigilar la escuela, con exen
ción de todo monopolio».
El decreto del Vaticano II nos interpela a todos para lograr
esa educación integral del hombre. Dichosos los jóvenes que
hallan en la escuela a esas personas puestas en su camino
para adquirir el pleno desarrollo de su vida humana y cristiana.
iBienaventurados kts jóvenes
que saben dar con espíritu de
aiegria. porque ellos recibifán!
Nos despedimos con esta foto^ a f ía de solidaridad juvenil del
Año InÉamadoaei ddKdBventud.,Adelante, jóvenes, unidos
y alegres!
Foto — José Luis Mena.
• Bienaventurados y dichosos y felices... Las Bienaventu
ranzas son una realidad para el que las practica y un deseo
de felicidad o un camino a seguir para conseguirla.
A l finalizar este año, y ante la cercanía de la Navidad, el
Boletín Salesiano desea a sus lectores muchas felicidades,
aún más y mejor, mucJra felicidad. Esa felicidad que el Señor
da y promete al que oye la palabra y la pone en práctica.
Ofrecerán, R edacción y Adm ón.:
A lcalá. 164 - Teléfono 255 20 00
28028 MADRID
D epósito Legal; M . 3.044-1958
In ^ m e :
Inst. Politécnico S alesiarxs-A tocha
(C on censura eclesiástica)
El Boletín Salesiano
se envía gratis
a la Familia Saiesiana
a sus bienhechores
y amigos.
Y se sostiene
con los donativos
de sus lectores.
EN ESTE NUMERO
Bienaventurados los jó
venes .................
La valentía del bien . .
El martirk)..........
3
Bienvenida a Madnd . .
-Entre crisis y renova
ción...» ...............
iCooperadores, adelante
ju n to s!..........
12
Don Bosco y Victor Hugo
Dios encontrado . . . .
Escritor y publicista sa
lesiano ...............
El Oratorio Salesiarx) de
Utrera carbura . . . .
En un barrio de San Sal
vador ..................
Aquí. A n g o la .....
24
Santo Domingo: Un bo
tón de O r o .....
26
Noticias............
28
Nuestra gratíMd.......
Fueron a la casa del Pa
dre ....................
Becas para las vDcacK>oes salesianas . . . .
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bienaventurados...
La valentía
del bien
«Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia» (Mt 5,10)
El que vive y obra como
hombre «justo» provoca hosti
lidades. De ahí que los buenos
corren el peligro de refugiarse
en la pusilanimidad. Pero ya
san Pablo nos anuncia que
«Dios no nos ha dado un es
píritu de cobardía, sino de va
lentía» (2 Tim 1,7).
La «justicia» a que se refiere
Mateo es un comportamiento
de vida que se manifiesta en
las buenas obras. En efecto,
llegados a la meta final, todos
seremos juzgados conforme a
nuestros hechos concretos
(Cfr. Mt 25,31 ss.). No será su
ficiente la ortodoxia, ni tampo
co la oración (Cfr. Mt 7,21-23);
será necesario e! realismo de
la buena conducta: «son las
buenas obras las que glorifi
can al Padre» (Cfr. Mt 5,16).
Es claro que el género de
«justicia» de que habla el
evangelista nace propiamente
de una actitud «religiosa»; no
viene simplemente motivado
por una visión socioeconómi
ca, aunque sí por una más
profunda y global considera
ción de fe en el proyecto Hom
bre. De semejante actitud «re
ligiosa»; «derivan funciones,
luces y energías que pueden
servir para establecer y conso
lidar la comunidad humana»
(GS 42).
Al presentar ia paradoja de
las hostilidades que sobrevie
nen al «justo», la Bienaventu
ranza resalta lo indispensable
que es la valentía para hacer
el bien. No basta con sufrir y
ser perseguido. Son «Biena
venturados» cuando las con
trariedades surgen «por causa
de la justicia», o sea; como
reacción al testimonio del justo
que realiza obras de bien.
En este sentido, nos invita el
Evangelio a no tener miedo.
antes bien, a imitar el valor de
Jesús, a hacer el bien y a per
severar en él a pesar de las di
ficultades y, en definitiva, a
considerar la persecución
como el patrón evangélico
más a propósito para m ^ r la
buena conducta. El hombre
«justo» se distingue por la va
lentía en sus propias accio
nes; está convencido y es au
daz en el bien; tiene una gran
fuerza de ánimo; es invencible
en la defensa de los valores
irrenunciables, y es intrépido
ante los riesgos y malevolen
cias.
En verdad que hoy causa
tristeza ver a tantos cristianos
carentes de un santo coraje.
Los cobardes, decía Péguy,
prefieren sobreabundar en ex
plicaciones en vez de compro
meterse en la acción. Don
Bosco repetía a menudo que
para hacer el bien se necesita
audacia, que no nos han de
hacer mella los desprecios de
los adversarios, que con fre
cuencia el atrevimiento de los
malvados se apoya en la timi
dez de los buenos; y que si
aquéllos vieran en los buenos
decisión y valor, en seguida
plegarían las alas. De sí mis
mo afirmaba que. ante la ofen
sa de Dios, no se hubiera arre
drado ni aunque hubiera teni
do que enfrentarse a un ejérci
to.
Seamos pues valientes para
el bien, repitiendo con el Após
tol: «Peno y lucho sostenido
por esa fuerza suya que des
pliega en mí su eficacia» (Col
1,29); «para todo me siento
con fuerzas, gracias al que me
robustece» (Rl 4,13).
jCuéritos sufren en su carne la
persecución, por exigir unos de
rechos humanos de los que se
ven privados injustamente!
bienaventurados...
El martirio
«Dichosos vosotros cuando os insulten, os persigan y os calumnien
de cualquier modo por causa mía» (Mt 5,11-12)
Es ésta la última de las Bie
naventuranzas.
San Ambrosio veía en el or
den seguido por Mateo un iti
nerario del amor por escalas,
que va desde la pobreza de
espíritu hasta el nivel del mar
tirio.
En la vida de Jesús, la per
secución aparece como la
hora suprema de su existen
cia. Lo mismo sucede con sus
discípulos. Apostolado y per
secución están íntimamente
unidos entre sí: ¡los doce
Apóstoles son también márti
res!
El Bautismo deposita en el
corazón de todo cristiano una
orientación instintiva hacia la
cruz, y la Eucaristía lo alimen
ta con el Cuerpo de Cristo
«entregado por nosotros» y
con su Sangre «derramada
por nosotros».
El verdadero discípulo se
siente dichoso de padecer por
Cristo; mediante sus sufri
mientos completa en sí lo que
falta a las tribulaciones de
Cristo en favor de su cuerpo,
que es la Iglesia (Cfr. Col
1,24).
Esta «pasión» es precisa
mente el martirio, o sea, el va
lor y la constancia en testimo
niar a Cristo soportando insul
tos y persecuciones.
Hay en el «mártir» una acti
tud de dignidad y de firmeza,
que no proviene de testarudez
o de soberbia, sino de un pro
fundo amor revestido de hu
mildad. Al mismo tiempo que
sufre, perdona; no busca ni la
gloria ni la fama; no pretende
dar lecciones de valentía; no
proclama ideologías; no es un
héroe para monumento, ni si
quiera como soldado descono
cido; para él «vivir es Cristo, y
nrKMir una gananda» (Rl 1,21).
Se ha escrito, con razón,
que el mártir cristiano «no
muere por una idea, aunque
sea la más alta: por la dignidad ■
del hombre o ta libertad, o la
solídaiidad con los oprimidos
(todo ello FHjede estar presen
te y te n ^ su furtdón); d muere
con Alguien que ya ha muerto
antes por él» (U. von Balthasar).
En el mártir, sobre todo, bri
lla la dignidad del comporta
miento ante la denigración y la
impostura, como Jesús ante el
Sanedrín al ser acusado de
falso testimonio.
Los acusadores usan, «min
tiendo» (hoy mucho más que
ayer), las argucias de la difa
mación con técnicas refina
das. Bien que lo saben tantos
pastores y fieles, hechos obje
to de sus montajes, en estos
años; y lo sabemos nosotros,
que corremos el mismo peligro
de vemos impotentes a sus
la vida. El Vaticano II recuerda
que el martirio cruento «es un
don excepcional» de Dios a al
gunos preelegidos (Cfr. LG
42).
El martirio incruento, en
cambio, que sabe dar testimo
nio en las adversidades, en la
impopularidad, en las calum
nias y en la malevolencia, está
presente en la vida de todo
cristiano; aún más, es la linea
de las Bienaventuranzas con
su paradójico y precioso patri
monio de tribulaciones y pade
cimientos sufridos.
Quien, a semejanza de Je
sús, se entrega a sí mismo a
Cristo, crucificado de nuevo en el hombre que sufre.
ojos, casi sin daimos cuenta.
La conciencia de esta Biena
venturanza que derrota a ios
calumniadores debería des
pertar también en nosotros un
sentido mucho más crítico
ante tantas irtsinuackxtes difa
matorias contra los testigos de
Cristo muy hábilmente difundi
das.
El «martirio cruento» queda
sellado con la muerte; pero
hay también un «martirio in
cruento» que queda inserto en
tos demás, se encontrará fácil
mente con «perseguidores»
en su camino.
Entonces, es bueno oir con
frecuencia y con atención lo
que dice el Señor: «¡Dichoso
tú, cuarxJo te insulten y cuan
do te persigan y calumnien de
cualquier modo por causa
mía. Está alegre y conterrto,
que Dios te va a dar una gran
recompensa. Porque to mismo
persiguieron a tos profetas que
te han precedido!». E. Víganó
Madre Marinella acogida por sor
Luisa, la Inspectora provincial de
Madrid. Foto: Ranera.
EN EL AEROPUERTO
¡Bienvenida
a Madrid!
Madre Marinella Castagno, la Superiora General de las Hijas
de María Auxiliadora, ha visitado la Inspectoría de Madrid.
Una visita relámpago de cuatro días. Pero toda la Familia Salesiana lo ha celebrado con júbilo como un don. Ya se había
adelantado a visitar las Inspectorías de Barcelona y Sevilla en
fechas anteriores. Por la capital de España había venido sólo
de paso. Ahora venía expresamente a ver y conocer a las
Hermanas, a entretenerse con ellas en unas jomadas de en
cuentro fraterno y amistoso.
El pasado 24 de octubre llegaba al aeropuerto de Barajas,
procedente de Roma. Poco días antes, había estado en Ar
gentina y Brasil. Aún traía recuerdos recientes de aquellas tie
rras iberoamericanas. Acudieron a esperarla la madre inspec
tora de Madrid, sor Luisa Martin, y varias consejeras y herma
nas; el inspector de Madrid, don Aureliano Laguna, y una nu
trida representación de salesianos, cooperadores, exalumnas
y exalumnos y chicas de los colegios. Una exalumna le entre
gó un ramo de ñores entre gran efusión de aplausos, abrazos
y saludos.
En seguida pasamos a una salita de recepciones y conversa
mos con ¡a Madre. Empezaba un intenso-largo-camino de pre
guntas y respuestas, saludos, discursos, reuniones. La Madre
está acostumbrada a ello. Es ingeniosa y tiene salidas impre
vistas.
—¿Es la primera vez que
viene a Madrid?
—No. A Madrid ya vine
cuando era Consejera de Pas
toral. Primero celebramos
aquí un encuentro en 1976.
Posteriormente vine al Con
greso de Exalumnas de El Es
corial. También vine de paso
en 1984, al visitar las Inspec
torías de Barcelona y Sevilla.
Por cierto, que estuve unos
minutos bellísimos en el Cole
gio de Emilio Ferrari.
—Entonces, es la primera
vez que visita oficialmente la
Inspectoría.
—Sí. Es la vigésima Inspec
toría que visito como Madre
General, en el primer año que
cumplo este cargo.
—Pero no es nada nuevo.
— El ir a nuestras Casas no
es nada nuevo. Se siente una
siempre en familia. Nos encon
tramos en nuestra casa.
—Esta Inspectoría de Ma
drid es muy grande en exten
sión y en número.
—Sí, es grande. Tiene 435
Hermanas: pero sor Luisa tie
ne las espaldas muy anchas.
Las Hermanas son muy acti
vas. Al llegar a España se
siente tanta vida. Las exalum
nas son muy dinámicas.
—¿Cuántas son actualmen
te las Salesianas?
—Somos unas pocas más
que los Salesianos. Ahora so
mos 17.236, repartidas por
todo el mundo en 1.468 Ca
sas. A ver quién camina más
deprisa... Hemos sentido la
crisis de los años setenta. Han
disminuido las vocaciones;
pero ahora tenemos un ligero
aumento, principalmente en la
Salesianós y jóvenes le dan la bien
venida en el aeropuerto de Barajas.
Foto: Bañera.
India y en Hispanoamérica.
En Italia tenemos actualmente
63 novicias, en tres novicia
dos de las veinte Inspectorías.
La Madre es rápida en las
respuestas. Entiende perfec
tamente el español, aunque
no se atreve, a hablarlo. Da
gusto oír su italiano, dulce y
alegre. Pasamos a hablar de
la juventud.
—¿Cómo es la juventud en
Italia?
— La juventud de Europa
está toda igual. Ahora vengo
de Brasil. Aquello es otra
cosa. Hay mucho dinamismo
y realizan trabajos sociales en
las favelas que es una bendi
ción. Hay asociaciones nume
rosas y pujantes. Toda la ju
ventud de nuestros colegios
está muy comprometida con
los pobres.
—¿Qué nos pasa aquí?
— Nuestra juventud o está
muy comprometida o es indi
ferente y está alejada de la
Iglesia. Tenemos grupos pe
queños y de compromiso más
bien intimista.
—¿ Qué se hace por esta ju
ventud no comprometida?
— Depende de la capacidad
de encontrar nuevas formas.
Cada nación debe tener su
propio modo de proyectarse
en la juventud. No puede de
cirse que haya una fórmula
fija.
—¿Qué hacen las Salesianas en Italia?
— Estamos relanzando los
centros juveniles. La Confe
rencia Interinspectorial Italia
na ha tomado este compromi
so. Nuestra juventud tiene
mucho tiempo libre. La escue
la la ocupa muy poco. Por
eso, los jóvenes tienen nece
sidad de centros juveniles en
los que aprendan a trabajar
algo por los demás.
—¿llenen muchos centros
juveniles en Italia?
—Sí; estamos caminando
por la juventud para que pue
da ayudar a los demás. Hay
muchos grupos animadores
para actividades deportivas,
culturales, litúrgicas, apostóli
cas, etc.
—¿Cuál es el objetivo de
esta visita a Madrid?
—C e l l a r un enojenü'o
con las hiermanas. Ver las co-
Un grupo de salesianós de Madrid
ha acudido al aeropuerto a recibirla.
Foto: Bañera.
sas bonitas que están hacien
do. Alegrarme con ellas. De
cirles que caminen adelante.
Hacer una familia salesiana
cada vez más unida. Prepa
ramos para el centenario de la
muerte de Don Bosco, dentro
ya de un par de años, en
1988...
—¡Bienvenida a Madrid,
Madre Marinella!
POR LAS CASAS
DE LA INSPECTORIA
En Viliaamil esperaban a la
Madre las niñas del Colegio y
las Hermanas y Directoras de
varias Casas de Madrid. Con
un saludo, con acordes de
cantos, con globos y vuelo de
palomas le expresaron su
bienvenida.
Todas juntas, en la capilla
del Colegio, le pedimos a
nuestra Virgen Auxiliadora
que bendiga a nuestra Madre
y haga eficaz su presencia en
tre nosotras en estos días.
El día 25. Viernes. La Ma
dre visita las tres Comunida
des
la Dehesa de la Villa.
El colégio, la Residencia San
ta Teresa y la Escuela Univer
sitaria. En las tres es recibida
con gestos de alegría y pala
bras de bienvenida. Las Her
manas y las niñas, las jóve
nes, los profesores, todos, ex
presan el gozo de tenerla en
tre ellos, aunque sea por poco
tiempo.
Después de recibir las
muestras de alegría de los jó
venes, la Madre se entretiene
en el teatro de la Escuela Uni
versitaria Don Bosco, con un
grupo de Hermanas de las
Casas de Madrid, estimulán
dolas con su palabra certera y
esperanzada.
Por la tarde vamos a El
Plantío. Allí se encuentra con
las jóvenes en formación, dia
loga con ellas, las escucha y
las orienta con sus consejos
iluminados. Junto con ellas y
sus formadoras pasa unos
momentos intensos y felices.
Saluda también a las niñas
del Colegio y a una represen
tación de los Padres de Fami(1) En el colegio de VUaamil: mucha
música para recibir a la Madre.
(2 ) ... Y un bellísimo mantón de Ma
nila para estar entre tantas «chuiaponas».
(3) Condecorada con la escarapela,
entre las peques. Fotos: Bañera.
Con las novicias en El Plantío.
lia que le ofrecen flores. La
Madre obsequia con carame
los a los pequeños.
El d ía 26, lo pasa en San
Sebastián, aunque el horario
de los vuelos le deja pocas
horas disponibles para dedi
cárselas a las Hermanas que
llegan de Baracatdo, Burgos,
Santander, Alegría de Oria y
San Sebastián.
La reciben en el aeropuerto
el Padre Inspector de Bilbao,
don Juan Beobide, varios Salesianos, las Directoras de las
Comunidades arriba citadas,
el Párroco de Alegría de Oria,
Padres y Antiguas Alumnas.
En el colegio todo está
adornado de fiesta. Multitud
de niñas visten el traje vasco y
acompañan a la Madre al son
del chistu y el tamboril. Des
pués de recibir tas manifesta
ciones de Hermanas y niñas,
y de una comida de fraterni
dad, habla a las Hermanas. El
avión vuela de regreso a Ma
drid a las 5,10 horas de la tar
de.
El d ía 27. Eucaristía en la
Capilla del Colegio de Villaamil. Concelebran un hermoso
grupo de Salesianos: El Padre
Inspector, don Modesto Belli
do, etc. Participan en la Euca
ristía: las Hermanas de las
Casas de Salamanca, Béjar,
La Roda, Valdepeñas, Villamuriel, Villagarcía, Vigo y al
gunas de las Casas de Ma
drid; también representacio
nes de S.D.B., CC.SS.,
V.D.B., AA.AA., A.P.A.S. Lue
go, en e! patio, saludos y bien
venidas. Un vino español y un
saludo en privado al Consejo
Pastoral de la Familia Salesiana. De nuevo la Madre se en
tretiene con las Hermanas de
Madrid en el teatro de la Casa
de Villaamil.
Por la tarde a las 5 horas.
En la Escuela Universitaria de Ma
drid acude a saludar a la Madre don
Ignacio Oriol. Fotos: Ranera.
los jóvenes están de fiesta
con la Madre. Suben al esce
nario para presentarle sus
grupos: Montañeras, Misione
ros, Centros Juveniles, Orato
rio, etc... Al final todo estalla
en gritos de fiesta, con las ma
nos enlazadas y en alto, y se
comprometen a colaborar en
la evangelizacíón de otros jó
venes.
A las 7,30 horas, imposición
de medallas a siete Aspiran
tes y tres Postulantes en la
Casa del Barrio del Pilar.
También aquí los jóvenes del
Centro Juvenil «Boscem» la
saludan y le ofrecen sus do
nes.
Lunes, 28. PARTIDA. A las
9,05 horas debía salir el
avión, pero no despega hasta
las 11,30.
POR M ADRID
H A VO LA D O UNA PALOM A
Uno de los actos más bellos
de la estancia en Madrid de
Madre Marineila fue el recibi
miento en la Casa de Villaa
mil. Las niñas le obsequiaron
a la Madre muchas cosas, y le
pusieron un mantón de Manila
y le ofrecieron un botijo. Pero
lo más solemne fue el mo
mento en que se echaron a
volar las palomas. Una no se
soltaba de las manos de la
Madre. Otra de ellas volvió a
sus palmas. Todo un símbolo.
La visita ha sido breve, pero
intensa. Ha despertado ilu
sión, alegría, entusiasmo ju
venil. Un revuelo de palomas.
Esperamos su regreso.
¡Hasta pronto!
salesíanos
«Entre crisis y renovación»
«Los relig ioso s hem o s pasad o el p e río d o m ás tu rb ulento »
Declaración al «YA» de don Egidio Viganó, Rector Mayor de los Salesíanos en
la sección «Releer el Concilio veinte años después»
«Veo en el Vaticano II no un
status, ni una teología, sino un vi
raje en profundidad que, partien
do del misterio de la Iglesia, ha
hecho posible una reínterpretación de la vida religiosa en su au
tenticidad». Habla don Egidio Vi
ganó, Rector Mayor de los Saiesianos, y es el suyo un pensa
miento que viene de lejos, de la
Lumen gentium, la Constitución
dogmática sobre la iglesia, que él
s i^ ió muy de cerca.
Trasladado a Chile en 1939,
profesor de la Facultad de Teolo
gía de la Universidad católica, fue
llamado por el cardenal Raúl Silva
Henríquez a colaborar en la ela
boración de algunos proyectos
con vistas al Concilio. Uno de los
más logrados fue precisamente
un esquema sobre la Idesia. Ini
ciado el Concilio, don Egidio fue
uno de los peritos fijos dei episco
pado chileno. Su testimonio pro
cede, pues, de una triple expe
riencia: de experto conciliar; de
cabeza de uno de los institutos
más extendidos, como Rector Ma
yor de los Salesíanos, y de presi
dente de la Unión de Superiores
Genei'ales.
Empieza recordando la inter
vención en el Concilio de un Obis
po belga que habló de los religio
sos en la Iglesia. «Como si los re
ligiosos — comenta— fueran una
fuerza, una especie de poder en
la Iglesia. La reacción, tal como
aparece en los documentos del
Vaticano II, fue hacer ver que son,
por el contrarío, una expresión de
la Iglesia. La diferencia puede pa
recer pequeña, pero, en realidad,
es decisiva.
Otro punto de enorme interés
en la Lumen mntium es el de la
consagración.La vida religiosa es
una radícalización del bautismo,
en la misma línea de la consagra
ción bautismal. Es un vuelco que
aún no está suficientemente claro
al hablar de la vida religiosa. Para
don Viganó el p a ^ e más original,
más revoluckmarío de la «Perfectae carítatis* es «el haber incluido
en el concepto de vida religiosa
para los Institutos dedicados a la
vida apostólica la acción apostóli
ca misma. Esta no es, pues, un
8
preciso un cambio radical, un ejer
cicio de diálogo, de colaboración.
De lo contrario, no se hace nada.
Aquí está tal vez la explicación de
cuanto sucede en Iberoamérica,
donde todo está bastante pacífi
co. Porque allí el setenta por cien
to de los que hacen que la Iglesia
funcione son religiosos. Es, pues,
necesario tenerlos en considera
ción.
añadido, un elemento que hay
que santificar desde fuera, sino
que es parte intrínseca de la vida
religiosa. En otras palabras, la
vida religiosa no es un freno del
apostolado, y el apostolado no es
una desviación de la vida religiosa
en los institutos que tienen esta
característica. Pero hay que reco
nocer que sobre este punto no se
ha dado hasta ahora el desarrollo
debido, ni por parte de los teólo
gos ni, en cierta medida, por el
propio Magisterio». En cambio,
gracias primero al Concilio y luego
al documento Mutual relationes,
acerca de las relaciones entre
Obispos y religiosos, se ha produ
cido un desatTollo en la admisión
de que los religiosos son «parte
activa» de la familia diocesana.
Eso sí, observa don Viganó, los
documentos «son lo que son». Es
típico el caso de la exención, es
decir, del privilegio por el que los
religiosos, en vez de depender del
Obispo de la diócesis donde resi
de su comunidad, dependen di
rectamente de la Santa Sede. Lo
trata también el nuevo Código de
Derecho Canónico, pero las opi
niones discrepan. Para algunos
canonistas, el problema está ya
superado; para otros, la exención
todavía existe. Y así, ^ u e n los
malenterídidos, las fricciones, que
a menudo dependen del modo de
concebir la autoridad. Por ello,
además de los documentos, es
— Don Viganó: en Iberoa
mérica, los religiosos están
casi siempre en primera línea
en la defensa de los pobres, en
el compromiso por la justicia.
¿No hay peligro de que acaben
entrometiéndose en campos
que no son de su competencia?
—Yo no generalizaría. Hablaría
más bien de algún grupo de reli
giosos, no de los religiosos. Apar
te de que la opción preferencial
por los pobres la decidieron los
Obispos, primero en Medellín,
luego en Puebla, hay que subra
yar ios méritos de los religiosos,
su generosidad, su valentía al ac
tuar en esta dirección. Pero es
cierto: por parte de algunos ha ha
bido una insistencia un tanto exa
gerada, casi monocorde, en esta
opción...
— Puede darse así la impre
sión de que en algún grupo pre
valece, sobre la preocupación
de seguir a Cristo, la de refor
mar el orden temporal.
— En efecto. Se oyen cosas de
este tipo; «La caridad eficaz debe
tender a la liberación; ésta, a un
proyecto histórico; un proyecto
histórico ha de disponer de méto
dos concretos, que incluyen tam
bién el uso de la fuerza... Es un fe
nómeno que demuestra las nece
sidades de un continente. Un de
fecto puede iluminar la urgencia
de un problema, pero no deja de
ser un defecto: el querer, en cierto
modo, juzgarlo todo a la luz de
una situación socioeconómica.
Con lo que se acaba por rebajar la
vocación religiosa y la misión de
la Iglesia.
—Y por invadir el ámbito del
lateado.
— Muy cierto. Si los religiosos
logran formar un laicado clara-
salesianos
mente consciente de este com
promiso, los laicos podrían hacer
muchísimas cosas. Por otra parte,
son problemas que no se resuel
ven con proyectos políticos. Y los
programas políticos no son fruto
de la vida religiosa ni de la Iglesia
en cuanto tal, sino obra de los
cristianos comprometidos en este
sector.
— En cambio, se abandonan
campos tradicionales, como es
cuelas, hospitales...
—Los pobres necesitan espe
ranza, pero no sólo esperanza
temporal, necesitan saber que Je
sús es su salvador, porque tam
bién los pobres pecan, también
son injustos unos con otros. San
Pablo no se comprometió a elíiriinar la esclavitud, pero se dedicó a
convertir a los hombres, hasta
que se suprimió la esclavitud.
—¿Cómo se explica que la
crisis del posconcílio haya
afectado más al clero regular
que al secular?
— Es un problema muy serio.
Cuando tuve que afrontarlo en
nuestro Instituto, examiné tam
bién la crisis de otras congrega
ciones. Las estadísticas eran im
presionantes. Aparte de la esca
sez de vocaciones, hay Institutos
que han perdido el 35 por ciento
de sus miembros. El promedio es
del 20 por ciento. Un fenómeno
muy amplio, muy grave, sin prece
dentes en la historia de la vida re
■ÍSYSSÍ'aI :
AUDIOVISUALES
«LOS SACRAMENTOS»
Nueva colección al servicio de las parroquias y de la catequesís.
TITULOS APARECIDOS
■ El Bautismo. 60 diapositivas cassette y folleto-gula.
■ La Confirmación. 48 diapositivas cassette y folleto-guía.
Características:
Ayudan a entrar en la historia de salvación, en la acción de Dios
que cada sacramento significa. Tienen una perspectiva bíblica
fundamental.
PROXIMA APARICION
■ El Matrimonio.
PEDIDOS: C.C.S. - Alcalá, 164 - 28028 MADRID.
ligiosa. Profundizando en él, he
comprobado que se daba sobre
todo en Occidente; se localiza so
bre todo en la civilización de con
sumo, en las sociedades desarro
lladas; unido at proceso de secu
larización, a un cierto tipo de cul
tura que, más que f u n d a r el na
cimiento de un nuevo modelo,
está denunciando el ocaso de la
cultura occidental.
—No se trata, pues, de una
crisis religiosa.
— Yo lo formularía así: la crisis
que se advierte en la vida religio
sa es la señal de alarma de una
crisis terrible que se da en los
países secularizados, en los que
hay un materialismo mucho más
peligroso que el marxismo. El
marxismo provoca al menos una
reacdón. Mire Polonia, allí la gen
te reacciona. Pero, ¿en OccidenDon Egidio y madre Teresa conver
san.
salesianos
te? La familia ya no tiene hijos,
pero tiene dos casas, coches,
todo el bienestar. Esto significa no
tener ya espiritualidad, no tener
ideales. ¿Qué íe falta a Europa?
Le falta una mística. Es imposible
que en este clima inundado de
materialismo pueda nacer una
santa Teresa, un san Juan de la
Cruz...
— En parte puede depender
de ia falta de formación.
—Ciertamente. Antes, en la
vida religiosa como en los semi
narios, la formación se fundaba
más en la «observancia» que en
la convicción, en los valores que
mueven al sacrificio. Se creía que
para tender a ia santidad bastaba
observar ciertas reglas. El Conci
lio mostró que no eran aquéllos
los grandes valores. Cuando los
de la Unión de Superiores Gene
rales tuvimos los famosos en
cuentros con Juan Pablo II, la pri
mera vez habló él, explicó cómo
veía las cosas. «El primer aspecto
que me preocupa —nos dijo— es
la pérdida de la noción de renun
cia en la vida religiosa». Precisa
mente: el despojarse, vaciarse de
sí. Es verdad que estamos en el
mundo y servimos al mundo, pero
no somos del mundo.
—¿Por qué la crisis ha afecta
do más a los Institutos de tipo
intelectual?
—Porque es una crisis cultural.
Donde se piensa más, habrá in-
terpretaciories discutibles o torci
das más fácilmente que en quien
pasa todo el día en el trabajo, lle
ga a la noche agotado, y sigue
adelante sin tantos problemas.
Mire los misioneros: con todo lo
que tienen que hacer, y qué ha
cen, no tienen realmente tiempo
para entrar en crisis.
—Una crisis que se nota mu
cho menos en ios monasterios
de clausura.
— Porque en los monasterios la
identidad está clara. Quien siente
la vocación y busca a Dios, ve que
allí se busca verdaderamente a
Dios y se da testimonio del amor
de Dios. Aunque haya modalida
des ascéticas un poco anticua
das, se soportan; hay un ideal cla
ro, concreto, que vivir.
—¿Y en la vida apostólica ac
tiva?
—Aquí la cosa cambia. El Con
cilio ha intensificado y robustecido
el aspecto de misión en la Iglesia,
pero evidentemente no podía
atender a las diferencias específi
cas de los carismas. Hay varios
Institutos que se dedican a la edu
cación y que tienen su propia es
piritualidad y pedagogía. Ciertas
vocaciones pierden socialmente
su identidad; por ello ha sido ne
cesario todo un período para re
flexionar, para repensar la propia
vocación dentro de la visión del
Vaticano II. Un período que ha du
rado veinte años. Cada instituto
ha celebrado varios Capítulos ge
nerales especiales. Y sólo ahora,
con la aprobación de las Constitu
ciones renovadas, se alcanza un
resultado positivo en este proceso
de identificación de los carismas
específicos.
— Lo que equivale a decir
que, por lo menos en general, la
crisis está acabando.
— El año pasado tuvimos una
de estas reuniones generales con
un contener de superiores religio
sos. Pues bien, la opinión común
era que la vida religiosa, de una
«estación tropical», na entrado en
una «estación templada». No por
que se hubiera acabado la creati
vidad o hubieran disminuido los
problemas, sino porque ya se ha
bía logrado, en cada Instituto, una
visión mucho más concreta de la
propia identidad. Ya no estamos,
pues, como en aquel decenio tan
turbulento del 68 al 78, cuando
todo se sometía a discusión.
— Pero la profundízación aún
no ha terminado. Los votos, por
ejemplo. ¿Qué hacer para que
sean verdadero testimonio
evangélico?
— Los votos no cambian. Los
votos son, en sustancia, una ma
nera radical de seguir a Cristo.
ROMA: En mayo del 82, el Rector
Mayor presidió un congreso sobre
la pastoral saiesiana en el mundo
del trabajo.
'neo
-
r
salesianos
Por lo tanto, el valor fundamental
es siempre la mirada a Cristo;
pero para ser profetas hoy. Ahora
bien, ¿se pueden vivir hoy los vo
tos sin una dimensión social?
— Efectivamente.
Empec^
mos por la pobreza. ¿Qué «sig
no» puede testimoniar ante una
situación tan extendida de in
justicia?
— No digo que la pobreza ven
ga del compartir las luchas socia
les de los pobres. Viene del com
partir el misterio de la pobreza de
Jesús, pero no puede prescindir
del otro aspecto. Ahora bien, hay
que ver de qué modo se proyecta
esta pobreza en la realidad social.
Como comunidad, y también
como persona, debo saber quié
nes son hoy los pobres, para qué
les sirve mi pobreza, en qué con
siste mi servicio a estos pobres,
que son los privilegiados de la mi
sión de la Iglesia de Cristo. Suelo
repetir la bella frase que dijo la
Conferencia de Puebla: el reme
dio de la pobreza socioeconómica
no es un proyecto político, sea ca
pitalista o marxista. Lo es, en
cambio el concepto evangélico de
pobreza, que posee una gran
fuerza para hacer comprender
qué son los bienes económicos,
cómo hay que distribuirlos, a
quién deben servir, y para desen
cadenar una capacidad de entre
ga personal que puede superar y
derrotar la pobreza socioeconómi
ca. En esta línea debería mover
se el voto de pobreza.
—¿Y la obediencia? Ante la
actual crisis de autoridad,
¿cómo conciliar el testimonio
con las exigencias de la madu
rez de la persona humana, del
respeto a su dignidad?
— Yo señalaría, como primer
elemento, la obediencia en cuanto
expresión de la dignidad de la per
sona; entendida de este modo es
un acto de gran libertad. Porque,
en la obediencia, no es que yo ca
rezca de iniciativa o de capacidad
para afrontar un cierto problema.
La tengo, pero quiero ejercitarla
conforme a un proyecto que. creo
yo, me lo tiene que marcar Dios, a
través de mediaciones. Y la pri
mera mediación es para mí la mi
sión que he aceptado en este Ins
tituto. Y es aquí, en este servicio,
dorxie hallo la realización de mi
personalidad. Es todo k> contrario
de lo que sostier>e la psicología
moderna, que h^>la de una autorrealización que consiste sencitlan > ^ e en seguir los propios gus
tos.
Don Egidio visitó las Islas Canarias
en febrero del 82.
— Nos queda la castidad: un
voto difícil, por opuesto a la ac
tual exasperación del sexo.
— En realidad, desde un punto
de vista conceptual, la castidad es
más fácil, pero es mucho más di
fícil desde el punto de vista p ^ a gógico, ascético. ¿Cómo testimo
niar la castidad en un mundo que
difunde tentaciones por todos la
dos? Nosotros, como instituto
educativo, no podemos prescindir
de los medios de comunicación
social; pero ios mass media cier
tamente no ayudan a vivir este
testimonio. Se requiere una aseesis que los padres del desierto no
conocían... En resumen: los votos
conservan su sentido teológico,
su orientación sustancial y funda
mental a Jesucristo; pero tienen
que hacerse profecía de hoy: de
ben adquirir, por una parte, la di
mensión social, teniendo en cuen
ta a q u i^ se dirigen, y, por otra, la
capacidad cultural de respuesta a
los signos de los tiempos.
—Para corteluír: hoy, ¿qué
carisma debería testimoniar
más el religioso entre los jóve
nes?
— Debería mostrarse, de rrKxto
creíble, como homtxe convencido
y entusiasta de Jesucristo. Cuan
do pregunto a mis hermanos:
¿con qué difícultad tropezáis más
Con ocasión del Año Centenario Saiesiano de España, el Rector Mayor
fue recibido en Sevilla por estas
simpáticas andaluzas.
a menudo con los jóvenes?, la
respuesta es siempre la misma:
falta de ideales, de sentido de la
vida. Lo que más atrae a los jóve
nes es el ver hombres felices que,
viviendo de forma distinta de
como viven ellos, no buscan lo
que los jóvenes creen que es la
felicidad. Y son felices porque co
rtocen y siguen a Cristo. Esto es lo
que atrae a la juvenhxl.
«YA», miércoles, 23-X-85
11
MADRID: Don José Antonio Rico
conversa con un grupo de Coopera
dores Jóvenes que asistieron al en
cuentro. Foto: J. L. Mena.
¡Cooperadores,
adelante juntos!
E n cu en tro N acional
de C o o p erad o res Jó ven es
Uno que siga con interés el desarrollo de la vida salesíana
en España, se quedará asombrado ante el empuje que ha
tenido y tiene el grupo de los Cooperadores Salesianos:
cómo crecen, cómo se unen, cómo trabajan. Mientras es
cribo estas líneas. Cooperadores de todo el mundo están
en Roma celebrando su Congreso Internacional, del que
hablaremos en otro momento, y en el que se hallan revi
sando a fondo su reglamento para ponerlo al día, como ya
lo hicieron los Salesianos y Saleslanas con sus Constitu
ciones.
Hoy sólo me limito a hablar del último encuentro celebra
do en Madrid los días 12 y 13 del pasado octubre. Para
ello hemos tenido una conversación informativa Blas Calejero, Antonio García Vera, Rafael Moreno, y el que escri
be.
VIVENCIA DE
LA VOCACION
DE COOPERADOR
Comenzamos por las preguntas
más sencillas para ir pro^ndizando en nuestra conversación.
— ¿Fecha y lugar del encuen
tro?
— El pasado «puente»» del Pilar,
o sea. los días 12 y 13 de octubre.
12
Nos reunimos en el Colegio de las
Saleslanas de plaza Castilla de
Madrid. Ante todo, agradecemos
vivamente las atenciones de las
Hermanas. No han regateado sa
crificios para ponemos todo a dispostáón. Nos hemos sentido ex
traordinariamente acogidos.
— ¿Cuántos erais?
—Alrededor de 200 personas.
Habíamos pensado en unos vein
te por Inspectoría; pero se trataba
de números irxficativos. La repre-
sentación más numerosa era, na
turalmente, la de Madrid. De Sevi
lla vinieron unos 30; de Córdoba,
21; de Bilbao, 5; de León, 17; de
Barcelona, 16; de Valladolid, 17...
— ¿Objetivos del encuentro?
—Bueno, tenemos un lema de
nuestro encuentro, que ha sido
como el motivo de nuestras reu
niones: «¡Cooperadores, ade
lante juntos!». Tema central so
bre el que se ha trabajado ha sido
el de la vivencia del Cooperador
Salesiano: Compartir la vivencia
de la vocación de Cooperador
como persona y como grupo; pro
fundizar en la realidad vocacional
del Cooperador joven en el mun
do de hoy, y compartir vivencias
de oración.
— Mucha vivencia, o sea, mu
cha vida.
— Hemos procurado profundi
zar en ello. Al fin y al cabo, nos
reunimos tan pocas veces en este
ámbito nacional. Por eso necesi
tábamos ponernos de acuerdo en
cosas fundamentales.
— Por ejemplo, en la vivencia
vocacional del Cooperador: en la
vida familiar; en el ambiente de
estudio y trabajo; en la presencia
apostólica entre los jóvenes; en el
compromiso social.
— ¿Tenía que ver este encuen
tro con el Congreso Mundial de
Roma?
— Ha coincidido en fecha ante
rior, pero no tenía que ver lo uno
con lo otro; eran cosas distintas.
Ha sido como un primer encuen
tro que se pidió en las distintas
inspectorías a nivel de jóvenes en
el último consejo nacional. Asi
mismo, con motivo de los campoboscos, se pidió una experiencia
que no habíamos hecho nunca.
— Entonces, ¿ha sido el primer
encuentro? ¿Se piensa en otros
futuros?
—A este nivel, ha sido el prime
ro. Creo que vernlrán otros y
otros. Así lo han pedido todos los
grupos.
Estamos en uno de los corredo
res inmensos del aeropuerto de
Barajas. Hemos Ido a esperar a la
Madre Marinella, la Superíora Ge
neral de las Hijas de María Auxi
liadora. Hay mucho mido de ca
rros portamaletas, anuncios de
vuelos de avión, conversaciones
de pasajeros. Pero nuestra charla
logra una plena abstracción de lu
gar y tiempo, como si nada suce
diera a nuestro alrededor.
familia salesiana
LA UNIDAD
Y LA ALEGRIA
DE CONVIVIR
Blas y Rafael hablan al alimón.
Antonio, el Secretario Coordina
dor nacional de los Cooperado
res, asiente. Dice que asistió más
bien como observador. Seguimos
con el tema.
— ¿Qué resaltaríais especial
mente del encuentro?
— Por una parte, la alegría de
vemos juntos. Ha sido algo positi
vo que ha valorado mucho la gen
te.
— ¿Os conocíais ya?
— Había muchos que no se co
nocían, que acudían por primera
vez a un encuentro a nivel nació
os. Otros sí nos conocíamos,
porque pertenecemos a consejos
ínspectorieiles o nos hemos visto
en algún otro encuentro.
— ¿Se notaba apertura a todos
los grupos?
—^ í , totalmente.
— Desde el primer momento.
Tampoco en las diversas inspec
torías se han prodigado mucho
estos encuentros. Una de las con
secuencias que se han sacado ha
sido precisamente la de reunirse
con mayor frecuencia para cono
cerse mejor los de la propia ins
pectoría.
— Hay inspectorías que ya se
reúnen y se conocen. Pero éste
es uno de los pasos que se han
de dar en todas Ikas inspectorías.
—Otra cosa que destacamos:
En el encuentro nos hemos reuni
do también por grupos de temas
de interés, como: Misiones, activi
dades con los jóvenes, catequesis...
—Los que son profesores han
podido reunirse para examinar y
profundizar su apostolado entre
los chicos...
TIEMPOS FUERTES
DEL ENCUENTRO
— ¿Tiempos fuertes del en
cuentro?
Todo el encuentro ha sido un
tiempo de gracia. Después de una
breve pausa. Rafael responde;
—Sin duda que los momentos
de oración, han sido intensos.
—Destacamos las dos celebra
ciones eucarístícas: la del día del
Pilar y la de clausura, del domingo
13 de octubre, .presidida por don
José Antonio Rico y concelebrada
por todos los salesianos.
También hablamos de los efec
tos del encuentro hacia el futuro.
—^Yo, a título personal — dice
Antonio— creo que hemos logra
do una mayor conciencia de «ser
Cooperadores» y un mayor pro
pósito de perseverancia. O sea,
que el vivir nuestra vocación en
profundidad nos ha ayudado a
damos cuenta de la importancia
de nuestra vocación salesiana.
Rafael anade:
—Se nota cada vez una mayor
vivencia vocacional. Los que tra
bajamos advertimos mayor pro.fundídad en el sentido de nuestra
vida de salesianos Cooperadores.
Ahora, sobre todo, hemos querido
unificar criterios; el ser Coopera
dor salesiano es una vocación au
téntica.
Blas resume y darifíca:
— ¿Mi impresión más fuerte?
Yo destacaría la unidad de todos.
De siete grupos diferentes, de lu
gares tan diversos, se ha notado
una perfecta unidad en el conoci
miento de Don Bosco, en el deseo
de vivir la vocación del Coopera
dor, en el anhelo de comprome
terse de verdad, en un camino
evangélico y de formación al
apostolado. Esto es muy intere
sante. Es posible que se hayan
dado matices muy peculiares de
las distintas insprotorías; pero
hay un fondo común, que da uni
dad a todos los Cooperadores.
Creo que todos los que nos han
visto de fuera se han dado cuenta
de que éramos un bloque com
pacto, sin diferencias ni divergen
cias.
Hablamos de los centros de tra
bajo de la Inspectoría de Madrid,
del Congreso Mundial de coope
radores y sus perspectivas, del
entusiasmo que se ve en todos
los grupos. Blas, como Delegado
Nacional de Cooperadores, pone
el punto final:
— El encuentro terminó con la
fiesta normal de vemos juntos,
que era una alegría muy grande.
El sábado por la noche lo celebra
mos con verdadero gozo. Luego
nos fuimos a ver Madrid-de no
che, pues había muchos que no lo
corK>cían. Hasta las dos de la ma
drugada callejeamos por un Ma
drid lleno de gente en un sábado
de fiesta.
*
*
*
«Cooperadores, adelante jun
tos». Era el lema. Ahora es la
vida. Y el campo de trabajo.
RAFAEL ALFARO
MADRID: Grupos de estudio duran
te el encuentro. Foto: J. L. Mena.
Don Bosco, cuadro del pintor R. Reinkenhof, de Viena.
Después de 20 años del destierro que le
impuso Napoleón III, volvió a París como
una especie de «dios de la democracia»,
para difundir sus obras revolucioonarias y
jacobinas. Luego, la «Hugolatría» france
sa creció hasta alcanzar cotas increíbles.
Se atrevió incluso a remover del Panteón
el mismo cuerpo de Santa Genoveva, patrona de París, para poner en su lugar el
cadáver de Víctor Hugo.
Características del escritor eran la vani
dad y la soberbia. A. Dumas decía de él:
«Hubiera permanecido católico si lo hu
biera nombrado a la vez Papa y Empera
dor». Algunos de sus libros, como «El arte
de ser abuelo» están llenos de injurias y
diatribas contra la Iglesia. Sin embargo, en
sus «Contemplaciones», escrito con moti
vo de la muerte trágica de una hija suya,
hace solemne profesión de fe: cree en
Dios y en la inmortalidad del alma.
Don Bosco
y Víctor Hugo
Se ha conmemorado este ano 1985 el cen
tenario de la muerte de este coloso de la
Literatura francesa, que tanta influencia
ejerció en su tiempo en el campo de las le
tras, de la política, de la religión y de la fi
losofía. En España ha pasado el aniversa
rio sin pena ni gloria, totalmente desaper
cibida la figura de un hombre que estaba
enamorado del pueblo español, que vivió
varios años en esta tierra y que definía
nuestro idioma como «lengua de dioses».
La mayoría del pueblo lo recuerda hoy
sólo por dos novelas suyas llevadas a la
pantalla: «Nuestra Señora de París» y
«Los miserables». Toda la hojarasca de su
obra, que entusiasmaba a Rubén Darío, ha
sido aventada por el tiempo a la oscuri
dad.
14
Pues bien, este hombre, romántico al fin y al
cabo, se entrevistó con Don Bosco. El santo estuvo
en París del 14 de abril al 26 de mayo de 1883, en
demanda de limosnas para sus obras. Y precisa
mente el hombre de Oíos, que fusilaba su francés,
en expresión de uno de sus biógrafos, fue buscado
por el ^ n io de la literatura de su tiempo.
Don Bosco apareció con su claridad de santo en
la Ciudad-luz: dio conferencias, concedió audien
cias y consultas, obró milagros. Una de las audien
cias más célebres fue la otorgada a Víctor Hugo.
Oigamos cómo nos lo cuenta el mismo Don Bosco:
«Hace dos ar>os, con ocasión de mi visita a Pa
rís, tuve un encuentro con un personaje para mí
desconocido. Tras un buen tiempo de espera, pude
redbirto a las 23 horas. Sus primeras palabras die
ron:
—Reverendo, no se asuste si le digo que soy un
incrédulo y que, por consiguiente, no doy ninguna
fe a los milagros que se le atribuyen.
— Le respondí: No sé con quién tengo el honor
de hablar, y ni siquiera deseo saberlo. Y le aseguro
que de ninguna manera pretendo obligarle a creer
lo que usted no quiere admitir. Además, tampoco
tocaré el tema de la religión, pues me parece que
usted no desea hablemos de ella. Pero, dígame
una cosa: ¿pensó usted siempre así en su vida?
—De niño s i que tenía fe, como la tenían mis pa
dres y mis amigos. Pero, desde el momento en que
comencé a pensar y a razonar, dejé a un lado la re
ligión y empecé a vivir como filósofo.
— ¿Y qué es lo que usted entiende decir con
esas palabras «vivir como filósofo»?
—Llevar una existencia feliz, sin necesidad de
creer en lo sobrenatural ni en la vida futura, medios
de que se sirven los curas para amedrentar a la
gente sencilla y poco instruida.
— ¿Y qué es lo que usted admite respecto a la
vida futura?
Por favor, Padre, no perdamos tiempo en este
asunto. Ya tendré tiempo de preocuparme de la
vida futura cuando estemos en el futuro.
—Ya veo que le gusta la broma. Pero, ya que es
tamos en este asunto, tenga la bondad de escu
charme un momento. Puede suceder que, algún
día, le venga una enfermedad grave.
—Sin duda. Tanto más que, a esta edad nuestra,
estamos expuestos a un sinnúmero de enfermeda
des.
—Aún más, ¿no podrían esas enfermedades lle
varle a la tumba?
—Es inevitable. ¿Quién puede excluirse de pa
gar su tributo a la muerte?
—Y cuando le llegue su última hora y esté para
entrar en la eternidad.
— Tendré la valentía de morir como filósofo sin
necesidad de creer en la eternidad.
— Pero, ¿quién podrá impedirle, al menos en ese
momento, de pensar en la inmortalidad dei alma y
en la religión?
—Nadie. Pero eso seria un acto de flaqueza que
me haría ridículo a los ojos de mis amigos.
— Entonces, en ese último momento de vida, no
le costaría nada conseguir la paz de la conciencia.
—Bien, lo comprendo. Pero no creo necesario
rebajarse hasta ese punto.
—Ahora, dígame, ¿qué es lo que usted espera
de la vida? Dentro de poco, ya no podrá disponer ni
del presente año. Del futuro, no quiere usted ni ha
blar. ¿Cuál es pues su esperanza?
El desconocido agachó la cabeza. Yo, entonces,
continué:
• Mire, es necesario que usted piense también
en el futuro supremo. Todavía dispone de un resto
de vida. Aprovéchelo para volver al seno de la Igle
sia, implorar la misericordia de Dios y poder salvar
se para siempre. De no hacerlo así, moriría como
un incrédulo y no tendría otra cosa que esperar,
sino la nada, como usted dice, o el eterno suplido.
—Su Reverencia veo que está usartdo un len
guaje en el que rro quiere meter ni la religión ni la filosofia; más bien se trata de una palabra de amigo,
que yo no me atrevo a rehusar. Créame que, de to
dos mis amigos, muchos de ellos profundos exper
tos en materia de filosofía, todavía no ha consegui
do n ir^ u m de ellos resolver este problema. Vtoy a
reflexionar serenamente en lo que usted me dice y
volveré aquí para conversar más despacio.
Me estrechó la mano y me dejó su tarjeta de visi
ta, en la que leí el rx>mbre: VICTOR HUGO.
A los dos días, regresó a la misma hora y, darxlo
la marx) a Don Bosco, le dijo:
— Ya no soy la misma persona del otro día. Fue
una broma que quise gastarle. Le pido me conside
re su amigo. Soy. en efecto, Víctor Hugo. Le confie
so que creo en lo sobrenatural, que creo en Dios y
que espero morir en los brazos de un sacerdote ca
tólico que pueda recomendar mi alma a Dios.
¿Fue Víctor Hugo fiel a la palabra dada a Don
Bosco? En su testamento dejó escrito: «Rehusó la
oración de todas tas iglesias. Pido una oración a to
das las almas: Creo en Dios».
Uno de sus biógrafos refiere que, ai final de su
vida, el escritor repetía a menudo su profesión de
fe, principalmente al levantarse de la mesa. Los
que le rodeaban procuraban por su parte burlarse
de esas manifestaciones. Su yerno, Lockroy, le
mandaba callar: «¡Atención, señores, el viejo em
pieza a delirar!».
¿Sería todo esto fruto de la conversación con
Dos Bosco? Una publicación francesa — Revue de
deux mondes— concluye un articulo sobre este
asunto: «Cada cual quedó en lo suyo. El moralista
laco no echó su sermón; el sacerdote conservó su
dignidad; y el Santo no dobló sus rodillas ante la fi
losofía».
JUAN MODESTI
15
antología
Dios
encontrado
DIOS está aquí, sobre esta mesa mía
tan revuelta de sueños y papeles;
en esta vieja, azul fotografía
de Grindélwaid cuajada de claveles.
Dios está aquí. O allí: sobre la alfombra,
en el hueco sencillo de la almohada;
y lo grande es que apenas si me asombra
mirarle compartir mi madrugada.
Doy a la luz y Dios se enciende; toco
la silla y toco a Dios; mi diccionario
se abre de golpe en «Dios»; si callo un poco
oigo jugar a Dios en el armario.
Abro la puerta y entra Dios — ¡si estaba
ya dentro...!— ; cierro y sale, mas se queda;
voy a lavar mi cara y Dios se lava
también y el agua vuélvese de seda.
Dios está aquí: lo palpo en mi bolsillo,
lo siento en mi reloj y, aunque me empeño,
ni me sorprendo ni me maravillo
de verle tan enorme y tan pequeño.
Me lo dobla el cristal, me lo devuelve
hecho yo mismo — Dios, perdón— su frío
y no intento explicarme por qué envuelve
su cuerpo en este pobre traje mío.
16
antología
Hoy he encontrado a Dios en esta estancia
alta y antigua donde vivo. Hacía
por salvar, escribiendo, la distancia
y se me desbordó en lo que escribía.
Y aquí sigue: tan cerca, que me quemo,
que me mojo las manos con su espuma;
tan cerca, que termino, porque temo
estarle haciendo daño con la pluma.
CARLOS MURCIANO
¡Feliz Navidad!
Dibujo
de Carlos
de la Rica.
17
A n to n io M a rtín ez A zco n a
Escritor
y publicista
salesiano
Hay que descubrirse ante la
constancia y la fe en la palabra
escrita de este salesiano navarro
afincado en Barcelona. Y ante su
atrevimiento por las empresas
que acomete, que todo hay que
decirlo. A. Martínez tiene el gusanillo de la letra impresa muy meti
do en el alma, y se lo va sacando
a medida que salen sus artículos
y sus libros. Los que reciban re
vistas salesianas como «TibidabO“ o «Don Bosco en España»
estarán acostumbrados a su firma
y a su estilo inquieto y curioso,
bien aderezado de sal y pimienta:
de sabiduría y buen humor.
Llevamos buena cuenta de los
títulos publicados. Primero, aquel
libro nervioso, con sabor a «bue
nas rtoches» salesianas o a gre
guerías de Rarr>ón Gómez de la
Sema, con la invención de su
neologismo «anastasias», y con
18
un titulo tan cartesiano; Existo,
luego pienso. Un libro sin com
promisos, alegre y hablador, pero
con el buen mensaje al fondo de
sus reflexiones, para llevártelo de
la realidad del día a la otra reali
dad del sueño.
Años más tarde, nos dio otro li
bro precioso con el horrendo título
Filosofa, que algo queda, siem
pre en la misma línea del anterior.
Antonio seguía escanciando su
caudal de sabiduría en salmos
pequeños con un pensamiento
muy buido y con sus ágiles diva
gaciones. Todo, en un estilo direc
to pero agudo e incisivo. Claro
que, del Voltaire preconizado en
el título, nada. Antonio Martínez
rx) es ni corrosivo, ni descreído, ni
hiriente. Sólo piensa lo que dice y
dice lo que piensa. Y anda entre
datos y datas en busca de ese
mensaje perdido, que encuentra
como una fábula al final del cami
no. Es moralista y se hace hasta
moralizante. Es quizás su mayor
defecto.
Luego se puso a bucear en los
escritos de san Juan Bosco. tra
bajando al alimón con Juan Ca
ñáis. Y de ahí salió ese magnífico
volumen de la BAC: «San Juan
Bosco, Obras fundamentales».
Recuerdo que hacia 1980 bus
cábamos un articulista que pre
sentara la figura del Fundador de
los Salesianos para el Libro del
Centenario Salesiano «Don Bos
co, cien años en España». Na
die mejor que Antonio, se pensó,
Y el libro se abre precisamente
con su firma. El mismo año 1981
sacaba la BAC popular su «Don
Bosco, cien años después»; pre
cioso volumen que presenta, en
rasgos precisos y perfectamente
enmarcados, la epopeya del san
to de los jóvenes.
No sé si espoleado por el éxito
o devorado por el gusano interior
nos ofrece ahora su último libro:
«Por si no puedes leer el Anti
guo Testamento». Sin duda que
la razón principal es la de ofrecer
un servicio al pueblo de Dios,
como bien indica su título: ayudar
a leer la Biblia. Y uno pensaba
que a esta clase de libros sólo po
día hincarles el diente y la pluma
un escriturista muy ribeteado de li
cenciaturas y birreteado de docto
rados. valga la frase. Pues no. An
tonio tiene buenos codos para es
tudiar y enterarse de la temática, y
AMCHito Mantn«z Azcona
Por si no puedes leer
el
ANTIGUO
TESTAMENTO
O E SC lSE OE « M X -W E I
primer plano
buena nariz para olfatear el senti
do del pueblo. Y se ha engolfado
en los libros de la Biblia para ofre
cerlos a la gente. No ha pretendi
do exhibir demasiada ciencia exegética, ni estudios de paleología
bíblica. Sólo ha querido devolver
al pueblo llano el mensaje esen
cial de los libros sacros.
Le he escrito al autor unas le
tras, felicitándole por la obra, y en
las que le apunto rtii queja: «Lo
malo es que los entendidos en
esta materia no se hayan decidido
antes a comunicarnos su “sabidu
ría” ». Pero Antonio ha sido valien
te. Le ha echado mucho valor y
mucho amor al arte y ahí está el li
bro. Uno entra por sus páginas
con curiosidad y sigue leyendo
con interés. El estilo es maduro.
La pluma corre sin dificultad y el
pensamiento fluye como la tinta.
Se lee a gusto.
El autor, que ama su libro como
a una criatura de sus entrañas,
me escribe para comunicarme la
impresión que les causó a los edi
tores: «En algunas cuestiones
—le dicen—, el especialista que lo
ha supervisado no está completa
mente de acuerdo con usted;
pero, en presentación literaria, so
bresaliente». Y. de verdad, Anto
nio ha ido adquiriendo un estilo
propio, ordenado y directo, de
gran corrección. Sabe traer las ra
zones y ios acontecimientos y
presentarlos con elegancia. Un
volumen como el presente te lleva
de la mano, insensiblemente, a la
lectura y al estudio de la Biblia.
A. Martínez divide el volumen
en doce amplios capítulos, en los
que nos va presentando ordena
damente los libros del Antiguo
Testamento. Pero, al mismo tiem
po, va exponiendo en estos capí
tulos los asuntos más importantes
de la última exégesis bíblica, bien
distribuidos, a fin de no concen
trarlos en un largo tratado teórico.
De este modo confiere al libro una
lectura más pedagógica y llevade
ra.
El autor, desde luego, es cons
ciente de que su obra no debe ser
un recurso para perezosos. Es
una invitación para ir adecuada
mente preparados a la auténtica
Biblia, «jla obra suprema de la re
ligión y de la literatura universal!
¡El libro más divino y humano que
se pueda imaginar, escrito al ali
món entre el hombre y Dios!».
Pero antes de entrar en el san
tuario, el autor nos habilita y nos
da los intrumentos más imprescin
dibles para que nuestra lectura
sea del todo eficiente.
No cabe duda; el autor está
muy vacunado contra una posible
presunción de biblista. Hasta ahí
no ha llegado su osadía. No pre
tende alardear de ello. Sólo desde
su criterio de evangelizador y di
vulgador de la Palabra se ha lan
zado a la empresa. ¡Ojo!, que no a
ciegas. Antes se ha precavido con
el estudio, consultando amplia bi
bliografía y dialogando con profe
sores, expertos en la materia.
Luego, se ha decidido a comuni
camos esos temas tan interesan
tes para el hombre de la calle y de
nuestra época. Y con qué contun
dencia lo hace.
Y como el autor se ha arrimado
a la sombra de buenas editoriales,
ahí tenemos ahora la publicidad.
Recientemente hemos podido ver
en la revista Vida Nueva el anun
cio de la editorial Desclée de
Brouwer con grandes titulares:
Antonio Martínez Azcona. Por si
no puedes leer el ANTIGUO TES
TAMENTO. Y uno se alegra de
ver el nombre del amigo en dichas
páginas. Así, hasta parece que la
amistad ha subido de categoría.
Pero es que, además, a esta ale
gría hay que añadir la otra, tan en
trañable: este amigo es un salesiano.
RAFAEL ALFARO
19
Don Alonso Vázquez, principal mo
tor del Oratorio Festivo Salesíano
de Utrera en su más reciente etapa.
CHARCO DE LOS HURONES
(Cádiz)
7
\
i'
El Oratorio
salesiano
de Utrera
carbura
* 82 Chavales utreranos escogidos entre los más necesi
tados conocieron el pasado verano el premio gordo de
unas magníficas vacaciones.
* Los centenares de miles de pesetas que los vecinos del
pueblo aportan de su bolsillo hacen posible esta formi
dable experiencia.
* Un grupo de 6 saleslanos (2 de ellos cooperadores) y 20
animadores jóvenes dirige esta quincena de la alegría y
la convivencia infantil en una hermosa edificación de la
Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, a 30 kiló
metros de San José del Valle.
Me sé de memoria la divertida exclamación de aquel funcionario inglés
que se quedó «emtx>ba(to» al comprobar que en Valdocco reinaban la
disciplina y la alegría sin que Don Bosco echase mano de la zumbanda: oAvete ragione, avete ragione. O religione o bastone. Vogllo raccontarlo a Londra»... Quiero contarlo en Londres. Pues yo igualito:
quiero contarlo en el Boletín. Apenas conozco una bonita historia salesiana, una realidad conquistada con coraje y entusiasmo, me ataca el
virus boletinero. (Auryque últimamente tos malos mengues de la im
prenta me convierten lo eléctrico en electrónico, lo provincial en provi
dencial. sopesar en sopear y trebejos en trabajos...).
—Carlos, dims una sola pala
bra.
—SOLIDARIDAD, Con mayús
culas...
—Explícate...
20
—El Ayuntamiento de Utrera
(100.000 pesetas), los comercios,
las asociaciones, las cofradías y
esos que llaman ahora «ciudada
nos de a pie, han hecho posible —
con más de medio millón— la ale
gría de estos chavales tan pobrecitos.
— El lugar es fabuloso.
— No encuentro un adjetivo me
jor. Y la casa ideal. Con decirte
que ios 82 chicos han podido dor
mir en pequeñas habitaciones sin
necesidad de usar literas... Esta
hermosa construcción era la des
tinada a la residencia de los obre
ros que hicieron posible la Balsa
de ios Hurones. La Confederación
Hidrográfica del Guadalquivir nos
cede a los Salesianos y a las Hijas
de María Auxiliadora el uso de es
tos locales para nuestras activida
des veraniegas especialmente,
que por cierto le dan vida al blan
quísimo y precioso poblado don
de habitan escasas familias du
rante el curso.
— Estos chicos frecuentan el
Oratorio...
— Una comisión los ha elegido.
Son de 6.°. 7.® y 8.° de Básica. Su
fren duras estrecheces económi
cas en su familia. Estos días, de<
28 de junio al 8 de julio, se les han
ido volando... Nuestro Oratorio
Festivo veraniego de Utrera, que
funciona de cinco a nueve de la
tarde Guegos, deportes, piscina,
talleres varios y Catequesis), ofre
ce esta oportunidad de oro que
bien merece la pena conocerla
para justipreciarla salesianamente...
— Supongo que no conoce
réis la improvisación...
— Desde las ocho de la mañani
ta en que se levantan está todo
previsto. Cada fecha está presidi
da y animada por una idea clave:
la naturaleza, la amistad, Don
Bosco, María... Ya los «Buenos
Días» diarios entonan la jomada
en este sentido. Luego no hay
tiempo para el aburrimiento: gru
pos de reflexión, juegos, marchas,
piscina, campeonatos...
— No faltará la Velada diaria.
— Podríamos decir que es mo
nográfica: circo, disfraces, teatro.
jóvenes
El paraje vulgarmente conocido por
«Charco de los Hurones» reúne
condiciones inmejorables para es
tas colonias veraniegas salesianas.
¿Verdad que hay fotos que no nece
sitan ningún pie explicativo?
juegos nocturnos, Festival de la
Canción...
—¿Habéis suprimido los pre
mios?
— Pero ¿a quién se le ocurre
semejante tontería? Son impor
tantísimos y de muchas clases. El
chaval que no pilla algo por un
concepto lo puede conseguir por
otro. Hay que estimular y recono
cer méritos. ¡Elemental!...
—Contento con los animado
res...
— ¡¡Hombre!! Son muchachos y
chicas de C.O.U. y hasta universi
tarios de 3.®y 4.®curso de carrera.
Es una juventud generosa, llena
de valores.
— ¿Comportamiento?
—Colosal. Mira, un salesiarK)
jovendto lo comentaba sorprerKtido: estos rtiños se pasan de bue
nos. Por la noche el campamento
parecía un monasterio...
->Las 650.000 pesetas, ¿han
sido suficientes?
— Eso es como un acordeón. Lo
primero es la manducatoria. Haz
te cuenta de que somos un cente
nar de bocas. Y gente joven...
Luego échale gastos para mante
ner a torK) un campamento o colo
nia veraniega donde rx) falte ima
ginación, sorpresa y alegría. Eso
sin tener en cuenta gastos de
transporte y los imprevistos de
siempre...
—Total: que estás contento.
—Contentísimo. Se ven los fru
tos. Es un trabajo netamente salesíano y además gratificante. Por
que para andar de n^yordomos
con niños que tief>en de todo
mientras sus padres se montan su
verano, siempre hay tiempo...
¿No te parece?...
sacerdote que, como tantos otros
salesianos que andan por los
treinta cumplidos o poco menos,
se entregan a tope en verano...
Por el Valle pasaron en el mes de
julio unos quinientos muchachos
de bien distinta calaña: A.D.S.,
Jóvenes animadores de Grupos,
aspirantes salesianos y «Correcaminos»... Entre estos últimos
abundan esos adolescentes pre
feridos de Don Bosco, los del
alma harapienta y la cabeza pelo
na, los «porrófilos», los carcela
rios.
Por el Charco de los Hurones
también pasan chicos de la Parro
quia salesiana de Triana y distin
tas tandas de las «3.000 vivien
das» de Sevilla (Barriada «Muríllo», oñcialmente). De ellos se ha
hablado en este Boletín en otras
ocasiones. Lo de Utrera es nue
vo...
No hay duda: estos Salesianos
de la casa madre española, don
de llegaron por primera vez los hi
jos de Don Bosco a España, no
son esos con los que se mete An
tonio Burgos en sus «Cabañuelas
de Agosto», premio Ateneo de
Sevilla de 1982... Hay gente bue
na, lector boletinero, que se entre
ga a sí misma como nuestro Fun
dador: humilde y alegremente...
CRISTIAN DOVAL
.T
A Carlos CORREAS, con quien
sostuve esta entrevista en el C ^ tro de Estudios Catequétícos de
Sevilla, nr>e lo volví a encontrar en
San José del Valle. Es un joven
El grupo de saiesiar>os y animado
res rx> conoce otro dima que el de la
más sarta alegría.
\
21
El padre Moratalla, con su s «cipotilíos» del barrio.
En un barrio
de San Salvador
¿Recordáis a José Moratalla, ese salesíano valiente, el pri
mero en sufrir la expulsión de Nicaragua? Después de re
coger sus bártulos en Managua, plantó su tienda en uno
de los barrios más pobres de San Salvador, junto al cole
gio Don Bosco de la capital. Un barrio-hormiguero, donde
se hacirían las gentes que huyen del campo y de la guerri
lla, en busca de un trabajo que no encuentran. Pepe Moratalla, un salesíano de Sisante (Cuenca), quien, apena's re
cibida la ordenación sacerdotal en Barcelona, partió para
las conflictivas tierras centroamericanas, acaba de pasar
por Madrid. Hemos hablado larga, largamente de aquellas
inolvidables naciones. Y me ha contado muchos de sus
proyectos que acaricia como sueños y que está convirtiendo en realidades.
¡QUE CIPOTES
MAS MAJOS!
Bajo de estatura, inquieto, va
en seguida al grano. La primera
pregunta es obvia;
—¿Qué recuerdas de tu ya leja
na expulsión de Nicaragua?
—Hoy todo aquello es como un
reto para seguir trabajando junto
al pueblo. Cuando me vi ante ia
muerte, con amenazas que termi
naron en la expulsión, ya rxj me
asusta nada. Eso es una garantía
de las Bienaventuranzas; «Seréis
perseguidos...». Por eso, el gozo
es mayor.
— ¿DórxJe estás ahora y en qué
trab^as?
—Éstoy en el Colegio Don Bos
co de San Salvador, encargado
de la E.G.B. Tenemos dos tumos,
mañana y tarde. Es un colegio
22
gratuito para los chicos del barrio.
Además, estoy encargado del
Oratorio festivo, que conrto sabes
es el trabajo más importante que
allí tenemos. De ahí la ilusión de
todos cuantos compartimos la
vida en aquel barrio.
—¿Qué lleváis ahora entre ma
nos?
—Un hermoso plan de promo
ción humana y social. El barrio
tendrá unos 7.000 habitantes,
pero el Gobierno quiere instalar
allí a más de 15.000 personas.
Hoy por hoy viven todos en cha
bolas. No hay ni fábricas, ni dis
pensario médico, ni escuelas.
Nuestra idea es la de compartir
una vida con ellos. No queremos
seleccionar a los mejores para
unos estudios y desdasarfos, sino
subir el nivel cultural de todos.
— ¿Qué dase de gente es?
— Son campesinos que vienen
huyendo de la violencia y de ia
guerrilla. Traen a la capital la mi
seria. Como ves, esto nos interpe
la fuertemente. Los chavales (allí
les decimos «cipotes») están con
nosotros en el colegio unas horas;
pero después llegan a su casa
que es todo menos un hogar. He
mos de elevar el nivel de estas fa
milias.
— Eso sí que es difícil.
— Hemos pensado en una serie
de cooperativas familiares de tipo
muy sencillo. Para ello hemos so
licitado ayuda de Alemania, ya
concedida, para montar unas cla
ses de talleres y enseñar oficios a
los chicos. En este sentido hemos
empezado ya a dar clases gratui
tas a trescientos chavales de 6 a
16 años.
— ¿Y los profesores?
—Todos son de fuera. La mitad
de ellos, pagados por el Ministerio
de Educación; y ia otra mitad, por
el Colegio. Lo consideramos
como el primer y más necesario
servicio al barrio.
— Un trabajo más para ti, por si
no tuvieras bastante.
— Lo llevo con ilusión. Son cha
vales dificilísimos. Les hablas, y
como si lo hicieras a las paredes.
Imagínate que, el primer mes, cin
co de los profesores tuvieron que
abandonar el trabajo por la dificul
tad de ios muchachos. Son pen
dencieros, no prestan atención:
Venían de la calle y entrar en un
aula se les hacía durísimo. Se
presentan sucios, descalzos, ro
tos. Representan lo que son: un
verdadero campo salesíano. Aho
ra van entrando en un orden.
—¿Cómo?
—Les obligamos a presentarse
bien. Para ello les damos un uni
forme. El valor más importante
que están descubriendo es el de
«ser personas». Cosa muy difí
cil en un ambiente falto de cul
tura. La falta de cultura en todas
sus dimensiones es una videncia
mucho mayor que la de la guerri
lla. Se trata de una gente que,
porque no conoce otra cosa, va a
estar vivierKto siempre en esa si
tuación. jA eso no hay derecho!
—Ahora que hablas de guerri
lla, ¿tiene la gente miedo?
— La guerrilla ha dejado de te
ner el apoyo que tenía en 1979.
Ha habido cambios muy significa
tivos. La gente ya rx> se fía de los
guerrilleros. Hay, por lo contrario,
muchas inquietudes sociales. Sin
duda, que no podremos solucio-
iberoamérica
«Me hago pobre con los pobres y
convivo con ellos».
nar todo, pero la preocupación es
una señal de la toma de concien
cia de algo que nos cuestiona
constantemente.
—Y habéis empezado por los
«cipotes».
— Que son majísimos. Sobre
todo, ahora que ya van entrando
en educación. Creo que, a partir
de ellos, tendremos nuevas gene
raciones. Además de lo que influ
yan en sus familias.
UN PROYECTO
ORIGINALISIMO
Pepe acaricia un proyecto en el
que ya ha puesto los pies. Un pie
en el sueño y otro pie en tierra, lo
que quiere decir que ha echado a
andar. Ante todo, me cuenta que
ha recibido ayudas de Alemania,
en concreto, de Misereor y de Adveniat. Y, sin más, empieza a ex
ponerme sus proyectos.
—Aparte de lo cultural y profe
sional de los chicos, queremos
impartir en el barrio una promo
ción colectiva: instalar pequeñas
empresas familiares.
— Eso se dice muy pronto.
— Queremos traer a España
ocho jóvenes. Los vamos a repar
tir, de dos en dos, en cuatro fábri
cas. Van a rodar por ellas y apren
der en 6 meses cuatro oficios.
L u e ^ pensarnos que regresen al
barrio con material de la misma
fábrica para instalarla, en plan fa
miliar, en el mismo barrio.
— Expiícate.
—Acabo de estar en la Inspec
toría de Valencia, de donde pro
cedo. He hablado ya en colegios y
fábricas. Y todo parece claro y sin
problemas. Dos chicos irían a una
fábrica de plásticos; dos, a otra de
calzado. Por la mañana irían a la
fábrica y, por la tarde, al Colegio
profesional de Elche, a fin de
completar teoría y práctica.
Otros jóvenes irían a una fábri
ca de estampados de telas de Alcoy, y otros dos, a una fábrica de
serigrafía de Villena. También
completarían sus estudios de teo
ría en los c o l^ io s salesianos.
Una vez aprendido el oficio, regre
sarían a montar, aquí en el barrio,
su artesanía y su producción.
¿Serian sucursales de dichas
fábricas?
—Serían trabajadores autóno
mos, con ayuda de las mismas fá
bricas.
—El gobierno de El Salvador,
¿les ayudaría? Al menos para in
troducir los materiales...
—Ahora vienen los trámites. In
cluso con el Gobierno de España.
Esto, desde luego, no puede ser
un recargo para la seguridad so
cial española. Sólo Tes darían
ayuda (X>r su trabajo.
—Permíteme que te haga una
llamada al realismo: ¿crees que
es esto una solución válida o es,
más bien, una gota de agua en el
mar?
— No lo hacemos como solu
ción social. Somos conscientes
de que se trata de algo mínimo,
de que no es solución a gran es
cala. Más aún, en una ciudad de
dos millones de habitantes, que
ha crecido desmesuradamente.
Esto sólo puede ser un ejemplo y
un estímulo. Nosotros, como Igle
sia, no podemos buscar y menos
hallar la solución de todo. Eso sí.
queremos compartir y queremos
escuchar. No podemos quedar
nos con los brazos cruzados.
Nuestro deseo es el de vivir y
compartir: estar junto a ellos.
—¿Cuántos salesianos estáis?
—Somos siete. ¡Pocos, pero
buenos!
—¿Qué otra labor importante
realizáis?
— La catequesis. El pueblo, los
pobres deben ser los primeros
evangelizados. Como abundan
las sectas protestantes, hay peli
gro de mucha confusión. Trabaja
mos mucho en la catequesis del
barrio y de la juventud.
—¿Deseas comunicar algo a la
Familia Salesiana de España?
— Que tenemos un trabajo in
menso. El ser pocos reduce nues
tras posibilidades. Aparte del tra
bajo, tenemos una continua ten
sión política: uno no sabe cómo
hablar, cómo presentar el rostro
de la Iglesia para que sea acepta
do y aceptable, un mensaje que
no es sólo mío, sino de toda la
Iglesia...
Y el padre Moratalla se dispone
a volar de nuevo a aquellas tie
rras. Sabe que cumple un manda
to de amor: «Id por todo el mundo
a llevar la buena noticia del Rei
no...». Pero él, además, está con
vencido de que la lleva a los po
bres, a los más pobres. A unos
chavales que ya estarán diciendo:
«¡Cuánto tarda en volver el Padrecito...!».
RAFAEL ALFARO
El padre Enrique con los «meninos»
de la aldea «piloto».
Aquí Angola
Angola es el inmenso campo de trabajo
que han escogido los salesianos de Brasil,
Uruguay y últimamente, Centroamérica.
Realizan una estupenda labor de pastoral
y de catequesís.
En pocos años ya se están viendo
los frutos pues se trata de un pueblo
enormemente receptivo al mensaje del Evangelio.
Ofrecemos aquí dos breves crónicas
de nuestros misioneros.
El pasado año tuve la oportuni
dad de dar unas clases a los últi
mos cursos de una escuela de
Oondo. En Angola toda la ense
ñanza la organiza y dirige el go
bierno. No hay escuelas privadas.
El día en que tuvo que retirarse un
grupo de profesores cubanos que
trabajaban en Dondo. a causa de
un ataque militar, hubo muchas
plazas vacantes en la llamada
«Escola Técnica» de la ciudad.
Me ofrecí entonces como profesor
de Geografía y fui aceptado hasta
el fin del curso. Fue una experien
cia muy interesante que me hizo
reflexionar mucho acerca del in
menso número de jóvenes con los
que no tenemos ninguna ciase de
relaciones.
¿Cómo haren>os?, nos preguntálamos los tres salesiar>os de
Dondo. ¿Qué haría Don Sosco en
nuestro Tugar?
Las clases empiezan en Angola
en septiembre. Es asimismo el
tiempo de reorganizar la cateque24
sis parroquial y de abrir las matrí
culas. Presentamos tres niveles
de catequesís: adultos, jóvenes
mayores de 14 años y chicos a
partir de los 6 años cumplidos.
Con la mayor satisfacción matri
culamos alrededor de 70 jóvenes,
unos 150 chicos y un buen grupo
de adultos.
Para los jóvenes, el inscribirse
a la catequesís significaba una
opción personal seria. Ninguna
ventaja material, más bien todo lo
contrario.
¿Cómo es la catequesís en An
gola? Tiene que ser una catequesis muy concreta, dara y dialo
gante con la vida. Una catequesís
bien cimentada y que, al mismo
tiempo, enseñe a dialogar con la
realidad política y la ideología del
marxismo. Una catequesís que
sepa expresar la fe en las formas
culturales de Angola de modo que
no sea un sim ^e barniz superfidal. jEsto es un desafío!
Como salesianos. colaboramos
en el Equipo Nacional de Catequesis, conscientes de que toda
vía tenemos mucho que aprender
de los sacrificados misioneros
que, hace tiempo, evangelizan es
tas tierras.
Sigamos hablando de los jóve
nes. Hasta hace unos tres años
se celebraba un Encuentro Nacio
nal de la Juventud. Por varios mo
tivos, se suspendió lo de ámbito
nacional, pero donde era posible,
se celebraba a nivel regional. Di
chos encuentros siguieron cele
brándose en el Vicariato Episco
pal de Kwanza Norte, al que per
tenece nuestra Misión de Dondo.
En 1983 tuvo una participación
muy activa y brillante en la Sema
na de los jóvenes el salesíano pa
dre José Urías, poco tiempo antes
de ser secuestrado. El ano pasa
do, ya teníamos preparada la Se
mana de la Juventud cuando tuvi
mos que suspenderla por una si
tuación militar. Fue una verdadera
lástima, porque los jóvenes y a la
habían preparado con diversos
encuentros mensuales.
Al principio del año pasado nos
llegó a Dondo el padre Marco Au
relio Fonseca, salesíano de Costa
Rica. Sin miedo de ninguna clase,
comenzó a reunir a los chavales
los sábados por la mañana, yendo
a recogerlos a sus propios ba
rrios. Así comenzó a nacer el Ora
torio de Dondo. ¡Gracias Señor!
Que la Maestra de Don Bosco
guíe también nuestros pasos.
VISITA
A UNA ALDEA
Salimos tempranito. El grupo lo
componemos una Hermana de la
Congregación del Santísimo Sal
vador, dos seglares y un sacerdo
te. Cuando el jeep no quiere se
guir adelante, no hay más reme
dio que empujar.
— Hermana, no habrá olvidado
la pasta de los remedios.
— Padre, ¿lleva en la maleta las
hostias y el vino? ¿Y el libro del
catecumenado? Porque varrws a
tener muchos bautizos de adultos.
Son los diálogos iniciales, ape
nas rK)s sentarTK>s en el Land Ro
ver. entrecortados por los esfuer
zos realizados al empujar. Que
Nuestra Señora Estrella de la
Evangeiización, nos auxilie. La in
vocamos.
Después de recorrer 15 ó 30 ki
lómetros por buena carretera as-
misiones salesianas
El padre Enrique y el hermano Hum
berto Michelino. con dos leprosos.
faltada, nos internamos en un ca
mino de tierra.
— Decían que el camino estaba
bueno, sonríe uno de los seglares
mientras el jeep zigzaguea para
evitar los baches y las piedras.
Ojalá que el Land Rover no nos
dé ninguna sorpresa.
Empezamos a ver macacos y
pájaros de colores.
— Mire. Padre, ¡una cobra!
—Voy a acelerar, a ver si la
cojo.
Todo inútil. El bicho se escurrió
ligero.
Atravesamos varias aldeas. Sa
ludamos a muchos cristianos y
nos interesamos por los catequis
tas. Inmediatamente nos vemos
rodeados por una banda de chi
quillos que nos sonríe curiosa.
Mucha gente se acerca a la Her
mana y le hacen ver sus dolencias
o le hablan de sus familiares que
sufren. La Hermana escucha y
entrega pastillas y medicinas.
— jiu a f^n d u la tchalwal: ¡Mu
chas gracias, muchas gracias!
Continuamos nuestro camino.
Ya estamos llegando a la aldea
adonde íbamos. La comunidad,
vestida de fiesta, nos estaba es
perando.
¡Bienvenidos, b s misioneros!
¡Gracias por hal>er venido! Hoy el
Señor está en medio de nosotros,
cantan felices al ritmo de las pal
mas.
Sofocados, pero contentos, ba
jamos del jeep y saludamos a to
dos y cada uno, sobre todo, a ios
anciarK>s, hablárKk>les en su pro
pia ierrgua.
El catequista de la aldea con
sus adjuntos rK>s presenta ei tra
□ padre Techera rodeado de chava
les y adultos de la aldea.
bajo. Prepara a tres chicos al bau
tismo. Son hijos de padres cristia
nos. Cino) adultos también han
hecho el catecumenado y desean
el bautismo. H ^ r á dos bodas y
unas quince primeras comunio
nes.
Nos reunimos en la capilla con
toda la comunidad. Los más vie
jos, que forman el consejo de la
comunidad, nos hablan de los
problemas de la aldea. La Herma
na y el sacerdote, en su propia
lengua, les hablan acerca del sen
tido de los sacramentos y las res
ponsabilidades que encierran.
El equipo se reparte la tarea.
Los seglares van a ayudar a los
catequistas locales a p r^ a ra r la
celebración litúrgica. Enseñan
cantos nuevos. La Heimana y el
sacerdote conversan con los adul
tos que van a recibir los sacra
mentos del bautisnx) y del matri
monio. Después, el padre se pone
a confesar. Son muchos los que
desean reconciliarse. También ha
llegado mucha gente de las al
deas vecinas para aprovechar la
visita. La Hermana celebra un en
cuentro con los jóvenes. Pregunta
por la cateque^s. Prepara a los
pequeños que se van a confesar
por vez primera.
Todos listos, nos dirigimos ale
gres hacia un imbondeiro, un ár
bol típico de la región. De allí par
te la procesión hacia la capilla de
adobes. ¿Cabremos todos? Nos
apretamos. El padre entra detrás
de todos y llega al altar.
Liturgia de la palabra; liturgia
bautismal; matrimonios y Eucaris
tía. Todo, acompañado por can
tos, batuques y la alegría intensa
y serena de estos hermanos
nuestros, que tienen una fe pro
funda. «¡Gracias, Padre del Cielo,
por haber revelado los Misterios
del Reino a la gente sencilla!».
Después de la celebración, el
catequista nos convida al almuer
zo. ¿Cómo excusarnos, si lo han
preparado con todo cariño y tanto
gusto, y más si nuestros estóma
gos tienen un apetito superlativo?
Pero, ¿dónde está la Hermana?
Fue a visitar a un viejito enfermo.
Dijo que no la esperáramos. Ya se
acerca... A lo mejor viene en bus
ca del sacerdote para la unción de
los enfermos.
Tenemos que volver. Son tres
horas de camino y tenemos que
llegar a la carretera antes que se
haga de noche. La despedida no
resulta fácil. Cuesta el decir adiós
a todos. Fue una jornada muy
rica. ¡Muchas gracias. Señor! Que
nuestros nuevos cristianos perse
veren...
De vuelta a casa, vamos ha
ciendo nuestros planes para la
próxima visita. Pero recemos el
rosario para que la Madre de Je
sús y Madre Nuestra proteja y au
xilie a la comunidad que acaba
mos de visitar.
Padre ENRIQUE BACA
Misionero Salesiano
V
.N i'
f 4
El doctor Heredia recibe el pergamino del Botón de Oro de manos del director del colegio «Don
Bosco» de Santo Domingo.
Santo Domingo
Un botón de oro
La inspectoría salesiana de Las Antillas está celebrando este año el 50 ani
versario de la llegada de los Saiesianos a la República Dominicana, sede hoy
día de la Casa Inspectorlal.
Con tal motivo se están realizando una serie de actividades como manifesta
ción de gozo y de esperanza por el desarrollo de la Obra Salesiana en tierra
tan acogedora.
Uno de los actos que más ha
llenado de alegría e ilusión a quie
nes viven el espíritu salesiano ha
sido la profesión religiosa de nue
ve jóvenes al enrolarse en las filas
de los hijos de Don Bosco.
Fue el 16 de agosto pasado,
aniversario del nacimiento del
Santo turinés. La ceremonia tuvo
lugar en el templo-parroquia de
San Juan Bosco de la capital.
Santo Domingo.
Juntamente herrtos de resaltar
otro acto de ensalzamiento de es
tos 50 años de vida salesiana en
República Dominicana, y que se
desarrolló en el mismo cuadro de
las Profesiones religiosas. Nos re
ferimos ai recoTKXámiento de ios
26
Exalumnos Saiesianos, concretizado en esta ocasión en la figura
íntegramente salesiana del ilustre
oftalmólogo de la Clínica Barraquer de Barcelona, el doctor Car
los Dante Heredia García.
En sitio cercano a los neo-pro
fesos y ai Altar, estaba el doctor
Heredia acompañado de su tía
Josefa Antonia.
El templo estaba a tope: familia
res y amigos de la obra siguieron
con atención, interés y devoción
el desarrollo del acto.
Junto al padre inspector, padre
Angel Soto, concelebraron unos
30 sacerdotes de la Inspectoría o
Saiesianos que trabajaron por al
gún tiempo en la misma y ahora la
obediencia les tiene destinados
en otras partes.
Al finalizar la Eucaristía, el Pa
dre Inspector, en breves palabras
justificó el motivo de la solemni
dad del acto por cuanto signiricaba de rejuvenecimiento y espe
ranza para la Inspectoría las nue
vas Profesiones religiosas, y de
acción de gracias por los frutos de
los saiesianos en los 50 años, ai
ver la prominente integración en
la Sociedad de los Exalumnos.
Se leyó el Diploma que la Aso
ciación MurxJial de Exalumnos
Saiesianos concede aJ doctor
Carlos Dante Heredia García, al
imponérsele el botón de oro de la
Asociaci^.
iberoamérica
Felicitación del Rector Mayor
Dr. CARLOS DANTE HEREDIA
Santo Domingo - República Dominicana
Apreciado doctor Heredia:
Me alegra la noticia de la entrega del distintivo de oro que le
harán al cumplirse 50 años de presencia salesiana en la Repúbli
ca. Es un reconocimiento a sus dotes de profesionai, de amigo,
de coiaborador y de admirador de San Juan Bosco.
Felicito a mis Hermanos por este gesto, significativo y acerta
do. A usted ie aseguro el aprecio y la gratitud de toda la Congre
gación Salesiana. Cuente con nuestra amistad y oración por us
ted, su señora, sus hijos.
Le envío de corazón, para todos en casa, ia bendición de Ma
ría Auxiliadora. Madre de la Iglesia.
Con profundos sentimientos de estima y gratitud,
P. EGIDIO VIGANÓ
Igualmente el director del cole
gio Don Bosco, padre Ramón
Alonso, le hizo presente ei reco
nocimiento de la Asociación Local
por sus méritos profesionales y
sobre todo por su gran cariño y
afecto a ia obra de Don Bosco.
Como sorpresa, el padre ins
pector Angel Soto, presentó sen
das cartas del Rector Mayor de la
Congregación padre Egidio Viganó, uniéndose a tal acontecimien
to, así como felicitando personal
mente a los nuevos saiesianos y
al doctor Carlos Dante Heredia
por su gran dedicación profesio-
El padre inspector, Angel Soto, agradece la interven
ción magistrai del doctor Heredia y subraya su salesianidad.
ncü a los miembros de la Familia
Salesiana.
Los presentes, familiares y ami
gos y espectadores de tan emoti
vo acto rubricaron ambos actos
con un largo aplauso.
Seguidamente en el colegio de
las Hijas de María Auxiliadora sito
enfrente de la Iglesia, y en su aco
gedor patio y pórtico se ofreció a
todos los presentes un lunch.
Hubo unas palabras de felicita
ción y agradecimiento por parte
del Maestro de Novicios, padre
Jesús Tejada, así como la exposi
ción de los rasgos biográficos del
doctor Carlos Dante Heredia.
Acabó el acto con unas pala
bras de uno de los Profesos y una
amena exposición del doctor He
redia.
La jomada fue realmente alegre
y entusiasta.
Ojalá que ei ejemplo y fruto ob
tenido en estos años de vida sale
siana en República Dominicana,
puedan multiplicarse para bien de
ia Iglesia y de la Obra de Don
Bosco en esas acogedoras tierras
caribeñas.
El doctor Heredia, en uno de los momentos de su ex
posición, agradece las señales de afecto.
27
noticias
la, daba caíequesis todos los fines
de semana en una zona periférica
de la ciudad donde viven cinco mil
familias de marginados.
Adrián-Ramón ha ido a terminar
su año de noviciado a La Ceja
(Colombia).
CIUDAD
DEL VATICANO:
EL PAPA ORDENA
A CINCO SALESIANOS
BODAS DE ORO DE DON FELIX
Don Félix Azpeleta ha celebrado su s bodas de oro sacerdotales. ¡Enho
rabuena! Cincuenta años haciendo real la presencia del Señor entre tan
tos Jóvenes de Astudillo, de Salamanca, del colegio de Ferroviarios, del
Paseo de Extremadura... siempre entregado a los jóvenes con el trabajo
y con la paciencia. ¡Felicidades, don Félíxl Cojeando, cojeando, le desea
mos llegue a las bodas de diamante.
AUSTRIA:
PRIMERA PIEDRA
PARA LA «CASA DE
LOS JOVENES»
Viena: Con la asistencia del
cardenal Kóni^, y de Hélmut Zilk,
alcalde de la ciudad, se ha bende
cido la primera piedra para la
«casa de los jóvenes» en el barrio
de Linter St. Veit. Las obras, con
fiadas a la pericia del arquitecto
José Oemer, deberían durar un
año, para permitir alojar en ella,
ya a finales de 1986. a grupos de
jóvenes que —como declaró el
mismo señor Oemer— «podrán
encontrarse a gusto y disfrutar de
la alegría de vivir, en la reflexión y
en la vida común».
Durante la ceremonia, del 10 de
mayo, se habló de la aportación
que dan los salesianos a la juven
tud vienesa desde comienzos de
nuestro siglo. Pero se habló tam
bién de la necesidad de nuevas y
oportunas actuaciones, que ayu
den a los jóvertes en su búsqueda
de una vida feliz, llena de signifi
cado y animada por el auténtico
espíritu del E v a n ^ io .
«Los jóvertes —dijo el cardenal
Kónlg— necesitan hombres que
ios sostengan en la búsqueda del
camirto y de la verdad, que se ha
gan sus compañeros de viaje,
28
como Cristo c»n los discípulos de
Emaús».
La nueva «casa de los jóve
nes», que terKjrá a su lado la nue
va residencia inspectorial, quiere
ser la nueva residencia inspecto
rial. quiere ser precisamente lo
que dijo José Kéler, inspector salesiano de Austria: una aportación
que hacen los salesianos, no sólo
de palabra sino con este hecho
concreto, al año internacional de
la juventud».
GUATEMALA:
SE EXPULSA
A UN NOVICIO
SALESIANO
Guatemala: El novicio salesiano Adrián Ramón Sánchez, natu
ral de Costa Rica, ha sido expul
sado del país por las autoridades
guatemaltecas. A pesar de pedirlo
el Nur>cio de Su Santidad y el ins
pector salesiano, no ha sido posi
ble corx)cer el motivo concreto de
tal decisión, que. como dice mon
señor P ró s^ro Penados del Ba
rrio. arzobispo de Guatemala,
«atenta contra la persona y viola
los derechos humarx>s».
El joven novicio, declarado
«subversor» por las fuerzas de
seguridad nacional de Guatema
Roma: Entre los setenta nuevos
sacerdotes de todos los continen
tes, ordenados por el Papa el pa
sado 2 de junio en la basílica vati
cana, cinco eran salesianos. Per
tenecen a la comunidad «Santo
Tomás de Aquino» —del P.A.S.—
y «Santo Domingo Savio» — del
colegio «GerinI»— . Los cinco es
tudian teología en la Universidad
Salesiana de Roma. Proceden de
las inspectorías indias de Calcuta
y Madrás y de la polaca de Craco
via.
ESTADOS UNIDOS:
OTRO DOCUMENTAL
MISIONERO
New Rochelle: El mes de agos
to una cadena de televisión esta
dounidense presentará el docu
mental «Una vida nueva», realiza
do por la «procura misionera» de
New Rochelle.
La película, que forma parte de
una producción más amplia de ca
rácter vocacional, narra cinco his
torias de muchachos que viven di
fícil situación familiar, social y
económica en algunas naciones
de Iberoamérica, sobre t(^ o Co
lombia, y explica la intervención
educativa a que está llamada la
familia salesiana.
Los documentales anteriores,
que la «procura misionera» presta
gratis, se refieren a muchachos
campesinos que ayudan a sus
modestos padres en la mejora de
su existencia en la República Do
minicana («Un murKfo nuevo»), la
conmovedora historia de algur>os
muchachos de las calles de Bogo
tá («Los Gamir>es»), la corxjuista
de las propia dignidad mediante la
acción educativa salesiana a fa
vor de los jóvenes marginados
(«El sueño»), la presentación del
trabajo con los muchachos desca
rriados de Ecuador («Un pueblo
que progresa»), y una casa de
acogida para huérfanos e hijos ^
leprosos en Seúl («La Corea de
Don Bosco»).
noticias
PERU:
FIESTA
DE SOR MARITA
AL CUMPLIR
CIEN AÑOS
DE EDAD
Urna: Una marca difícil de su
perar. Sor María Bellani, cariño
samente llamada «Marita», acaba
de cumplir un siglo de vida. Pero,
además, es también invencible en
otra marca: sus setenta y ocho
años de vida misionera.
María Bellani nació en Bérgamo el 5 de enero de 1885 —aún
vivía Don Bosco— . En 1907,
nada más ingresar en el novicia
do, llegaba a la tierra de santa
Rosa de Lima, para compartir tra
bajos y esperanzas, luchas, triun
fos y fatigas con sus hermanas de
religión. El 31 de enero de 1909
—bace setenta y seis años— se
entregaba al Señor con la primera
profesión religiosa y se dedicaba
con ardor y sencillez a los diver
sos cargos que le iba encomen
dando la obediencia. Obediencia
que no pocas veces la hizo pione
ra de fundaciones, en afrontar si
tuaciones de emergencia, en
inaugurar presencias misioneras
y, durate varios años, en respon
sabilidades de dirección. Callada
y humilde, siempre luce en sus la
bios un sonreír sereno. Ha sido y
TRIANA: FLORES Y TROFEOS
Los cincuenta años dei colegio salesiano de Triana están dando mucho
juego. El pasado septiembre tuvo lugar la solemne entrega de trofeos a
ios nueve equipos dei A A Coispe (Antiguos Alumnos Colegio Salesiano
San Pedro). Unos 200 muchachos se entrenan y se forman diariamente
en las instalaciones deportivas del colegio. Extraordinaria la labor del
salesiano don Ubaldo y de su presidente, Joaquín Carrillo, al que se le
entregó un ramo de flores. En el momento de recibirlo, dijo: «Este ramo
se lo ofrezco a mi madre; y mi madre es María Auxiliadora». Hubo abun
dancia de trofeos para todos los equipos.
es sembradora de cariño, sensi
ble a cualquier necesidad y apuro
y siempre dispuesta a compartir el
dolor ajeno, olvidándose del pro
pio.
Sus hermanas de inspectoría
—según dice el noticiario de las
GRACIAS, DON JOSE MARIA
La coral de Padres de Familia del madrileño colegio l alB ilwm de Esttecfto
ha rerMjkk) un hom enaje de cariñosa despedida ai ta i e tla n o don José
M arta M éndez, fundador de la agrupación, trah ajarlnr y tra c to r de ta i^ s ma durante varios años. Recientem ente ha side destinado com o director
de la obra i Mef ii na de Alcaiá de Henares. Padres y m adres de fem i i s y
Mum nos Integrantes de dicha coral, agradecidos ai excelente n tu s k» saloiinnci por la labor cultural y artística realizada con ello s, le han dicho
su nostM gico adiós. Ahora seguirán cantan d o b a io la batuta de don Por
firio .
Hijas de María Auxiliadora— han
querido celebrar con emoción y
alegría la feliz circunstancia del
centenario de tan benemérita y
querida misionera, que en plena
lucidez de sus facultades menta
les y llena de ardor juvenil rogó
que la jomada tuviera clima de
gratitud a Dios, obrador de gran
des maravillas en sus fieles. La
única petición de sor Marita fue
que le cantaran; «Maria, che dolci
affetti», para revivir los años de su
juventud. El coro a tres voces, diri
gido magistralmente por son An
gela Ito, satisfizo su deseo. En si
lla de ruedas, son Marita cantaba
y sonreía feliz con sus hermanas.
Era su canto de acción de gracias
y bendición a María Auxiliadora,
cuyo amor siempre le ha sosteni
do en los largos años de su fecun
da existencia.
La solemne Eucaristía, presidi
da por el inspector salesiano José
Qurruchaga, fue concetebrada
por otros trece salesianos y parti
cipada por toda la comunidad con
gran número de niñas y ex alumnas.
La revista «Oiga» le dedicó un
artículo que la Üama -ángel de
borxJad». Su figura —dice— es
frágil y el viento de los años ha
abierto surcos de dulzura en un
rostro que irradia amor... Sor Ma
nta recuerda aún los momentos
vividos con sus alumnas de hace
muchos años.
29
nuestra gratitud
Sr. D. Joan Camprubi I Roque.
Alicante; Doy gracias a María
Auxiliadora y San Juan Sosco, por
haber obtenido el trabajo que tan
to necesitaba para mi hijo. Fer
nando Vicent.
Ibi (Alicante): Doy gracias a
María Auxiliadora. Don Sosco y
doña Dorotea de Chopitea, por un
favor recibido. Rosario Bemabéu
Gisbert.
Ciudadela: Encontrándome en
una situación muy delicada de sa
lud y ante la posibilidad de inter
vención quirúrgica, acudí a María
Auxiliadora y ella me ha satisfe
cho plenamente toda la confianza
que había depositado en la Abo
gada de los Cristianos. Agradeci
do doy una limosna para ias
Obras Salesianas. Una persona
agradecida.
Ronda (Málaga): Con mayor
retraso dei que hubiéramos de
seado.
queremos
manifestar
nuestra gratitud a la Santísima
Virgen María Auxiliadora por un
favor que creemos entra de lleno
en lo milagroso. La noche vieja de
1984 viajábamos en un coche tres
personas mayores y cinco niños.
En una de las vueltas de la carre
tera de Arriate, pueblecito cerca
no a Ronda y, sin saber a ciencia
cierta las causas, derrapó el auto
móvil, dando tres vueltas de cam
pana. Quedó totalmente destroza
do. Como pudimos salimos de él
los que no habían sido arrojados
anteriormente en las vueltas de
campana. Habíamos invocado la
protección de María Auxiliadora,
de la que somos muy devotos,
como Antiguos Alumnos y hermo
sos del sacerdote salesiano falle
cido este mismo año. don Rafael
López. Deseamos se publique la
gracia para que siempre crezca
cada vez más esta devoción a la
Santísima Virgen. Hemos entre
gado una limosna para las Obras
Salesianas. José Antonio. Antonio
José y Salvador.
Bustfo-RibacMeva-Asturias:
Deseamos manifestar nuestro
sincero y profundo agradecimien
to cristiano al Señor por habernos
concedido, por medio de Santo
Domingo Savto, la grada de tener
un hermoso hijo. Su escapulario
fue llevado con fe para aíraruar
30
esta gracia. Por este favor divino
mandamos una limosna. Javier y
María Elena.
Crevíllente (Alicante): Doy
gracias a María Auxiliadora por
una gracia pedida y envío un do
nativo para las Misiones Salesia
nas. Antfpatro Candela Pérez.
Salamanca: Muy agradecida a
María Auxiliadora por un favor re
cibido envío una limosna para las
Obras Salesianas. Deseo que se
publique la gracia en el Boletín
Salesiano y confío que el auxilio
de la Santísima Virgen siga prote
giendo a mi familia con nuevas
gracias y favores. Juana Jiménez.
San Fernando (Cádiz): Doy
gracias a la Santísima Virgen Au
xiliadora, por haber obtenido una
sobrina mía plaza en unas oposi
ciones muy reñidas y difíciles. En
vío una limosna como se lo ofrecí,
y le ruego nos siga ayudando en
varios asuntos que le tengo enco
mendado. Amalia Baturone.
Siero de la Reina: Muy agrade
cidos a la bondad de María Auxi
liadora por los beneficios recibi
dos y confiando siempre en su
ayuda enviamos una limosna.
Sabi y Tani.
Oviedo-Masaveu: Doy gracias
al Sagrado Corazón de Jesús, a
María Auxiliadora, a San Juan
Bosco y a san Antonio por favores
recibidos y pidiendo otro gran fa
vor. Envío un donativo y deseo se
publique en el Boletín Salesiano.
Tomasa López.
Jerez de la Frontera: Una her
mana mía padecía de un catarro
alérgico con fiebres diarias, y el
segundo día de la novena de Ma
ría Auxiliadora, se sintió bien re
pentinamente, de forma inexplica
ble y gracias a Dios está perfecta
mente. Unos obreros tenían que
realizar. Varios trabajos de albañilería en su domicilio y le comuni
caron que antes de un año no se
podían realizar. Al finalizar la no
vena dichos obreros se persona
ron en su hogar y finalizaron di
chos trabajos, realizando todo lo
que ella necesitaba. Envío un do
nativo como agradecimiento por
todas las gracias y favores alcan
zados de la Santísima Virgen Au
xiliadora. Petra García Uovet.
t el día 13 de mayo de 1985,
después de 72 años de camino,
llegaba a la Casa del Padre.
Al día siguiente, 14, nos despe
díamos de él con una eucaristía
concelebrada por más de 20
sacerdotes, presidida por su hijo,
sacerdote salesiano director de la
obra de Sant Boi de Uobregat, en
la Iglesia Parroquial de San José
de ía ciudad de Mataré.
El templo estaba abarrotado de
salesianos, familiares, amigos y
una representación numerosísi
ma de la Familia Salesiana de
Sant Boi de Uobregat: alumnos,
padres de familia, profesores, co
laboradores... Fue una celebra
ción cristiana de la muerte, llena
de esperanza, de resurrección, vi
vida y participada con intensidad
por toda la Asamblea. Fue la des
pedida gozosa de un cristiano.
Cada persona, hace de su his
toria personal una pequeña obra
genial, con su originalidad irrepeti
ble aporta siempre facetas enriquecedoras. He aquí las suyas;
Ha sido un hombre de pocas pala
bras, las suficientes para dejar en
trever que conocía perfectamente
tus pensamientos. A través de he
chos adivinanbas sus sentimien
tos más nobles. Sus hijos han
sido siempre su preocupación, su
orgullo y su alegría. Sólo le he vis
to llorar de verdad una vez: de re
beldía y de protesta cuando la
muerte le arrebató a su hija en la
plenitud de los 27 años. Ha vivido
combates y dudas de fe. Quien le
ha seguido de cerca lo sabe. Aho
ra gozaba la serena paz de la ple
nitud de la vida.
Desde el primer momento
aceptó y anin>ó mi vocación sale
siana y sacerdotal, g uiándola
paso a paso, manteniendo con
sacrificio un contacto personal y
directo a pesar de las dístar>cias e
incomodidades. Raramente pasa
ba más de un n>es sin hacer su vi
sita persorial y comprobar la mar
cha de las cosas.
fueron a la casa del Padre
De niño, me gustaba e impre
sionaba asistir con él a las cele
braciones litúrgicas. Le admiraba
una fe sentida profundamente y
manifestada en actitudes exter
nas. A su lado estaba cuando
ejercía como portante del Santo
Cristo en Viacrucis y procesiones,
cuando ejercía de presidente de
la Cofradía de Nuestra Señora de
la Esperanza... he recibido de él el
gusto por las cosas de Dios, la se
milla de mi fe, el cultivo de mi vo
cación religiosa y sacerdotal.
Hombre sencillo, trabajador, no
buscaba honores ni primeros
puestos, tenía bastante con la sa
tisfacción que da el trabajo bien
hecho, haber cumplido bien el de
ber.
Amante de la paz y la concor
dia, prescindía de sus derechos si
era preciso para matenerla.
Generoso, no dudaba en privar
se de lo que fuera por satisfacer
las necesidades e ilusiones de los
suyos. Su trato llano y cordial te
hacía sentirte bien a su lado. Era,
en una palabra, un hombre bue
no.
Sr. D. Leoncio Cela Fernández.
Cooperador salesíano, t el 23
de agosto de 1984 a los 70 años
de edad, en Barcelona durante un
viaje familiar. Sus restos fueron
inhumados en Cádiz, donde vivía
y pasó gran parte de su existen
cia, aunque era de León. Fue un
fervoroso cristiar*o y vivió intensa
mente la vida salesiana, inculcán
dola en su hogar. Muy devoto de
la Eucaristía, la hizo el centro de
su vida, perteneciendo a la Adora
ción nocturna durante muchos
años. Su arrtor a Don Bosco y a
María Auxiliadora lo llevó a unirse
de corazón a la Familia Salesiana.
En Cádiz impulsó y animó grande
mente el grupo de «Caballeros de
Don BoscO". Hablar de María Au
xiliadora era hablar de algo que le
pertenecía.
Sra. Dña. Isabel Gallego Vaca.
la Virgen de Don Bosco. donde se
celebran los 24 de mes la fiesta
de la Virgen Auxiliadora. Luego vi
vió en Zaragoza, donde participa
ba y cooperaba con todo lo sale
siano. Siempre se esforzó en cre
cer constantemente en la piedad,
apostolado y laboriosidad. Mujer
de gran fe. Sabia ofrecerse a Dios
por sus seres queridos, por la
Iglesia, la Congregación Salesia
na y las Misiones.
t en Madrid el 4 de abril de
1985 a los 83 años de edad. Mujer
de una honda fe, madre del salesiano Primitivo de Riego, que tra
baja en Santa Cruz de Bolívia. Su
muerte fue la de los justos y senci
llos de corazón.
Rvdo. D. Joaquín Valle, S.D.B.
t en Huesca el 7 de septiembre
de 1985.
Hacía un ano que fue traslada
do a las tierras aragonesas desde
Ciudadela. En esta ciudad menorquina había trabajado durante
dieciséis años, impartiendo la en
señanza en el Colegio Salesiano
a muchísimas promociones de
alumnos, a los que supo inculcar
sus grandes ideales humanos,
culturales y religiosos. Dotado de
una gran inteligencia y desde su
cargo de administrador fue el mo
tor de muchas realidades llevadas
a cabo en favor de la ciudad. Re
novó el Santuario de María Auxi
liadora con nuevos pavimento,
bancos y órgano: renovó el teatro
del colegio; promovió el pabellón
cubierto del Katio de Santa Clara.
Desde su cargo de Consiliario de
los antiguos alumnos, supo alen
tar y contactar con el carácter e
idiosincrasia de los d ud a d e l^o s
en el Centro de Calós. Amaba
profundamente a su Ciudadela. El
dia de su marcha a su último des
tino, pedía se le enviaran noticias
y recortes de prensa de su Ciu
dad. Su entierro fue una gran ma
nifestación de duelo por un salesiarw que siempre estuvo entre
gado a Dios y a sus destinatarios
los jóver>es y gentes de las clases
populares.
Sra. Dña. Victoria Mur Blanco.
t en Badaiona en 1984. Había
nacido en Qraus (Huesca) donde
conoció aJ padre Viñas y donde se
fur)dó una Archícofradia de María
Auxiliadora y Visita Domiciliaria
aún muy florecientes. Posterior
mente pasó a Teruel. También allí
furHjó la Asociación de María Au
xiliadora. En la Iglesia de El Sal
vador hizo se dedicara un altar a
Sr. D. Santos Paz Infante.
t en Santiago de Compostela el
29 de abril de 1985 a los 87 años
de edad. Su vida fue ejemplar y
llena de piedad después de haber
dedicado muchos años a la ense
ñanza. Padre de numerosa fami
lia, uno de sus hijos es sacerdote.
Era Cooperador Salesíano y se
guía con cariño todas las noticias
de la Familia Salesiana, sobre
todo de tas Misiones.
Sr. D. MíMrkKle la Cruz Hedlna.
t en Vitigudíno (Salamanca) el
25 de junio de 1985 a los 89 años
de edad. Su vida nos ha dejado el
testimonio de hombre de bien.
Muy trabajador y emprendedor,
hacía de su empleo un servicio,
por eso se le llamaba «el Comer
ciante, el huevero de Sarrchón»,
pues pasaba de casa en casa
ofreciendo y ayudando a los que
más lo necesitaban en los años
difíciles de la postguerra. Grande
era su confianza en Dios y en Ma
ría Auxiliadora. V isítala asidua
mente la gruta donde se venera a
la Virgen de Don Bosco en Sand>ón. Leía con cariño el Bcrietín
Salesiano. La más pequeña de
sus hijas, sor Rosalía de la Cruz,
es Hija de María Auxiliadora.
31
r
BECAS
PARA LAS VOCACIONES SALESIANAS
INSPECTORIA DE BARCELO NA
Beca -San Marcos». Primera entrega; 100.000 ptas.
Beca -Bibiana Socías». N. e.; 10.000. Total: 92.000 ptas.
Beca -Stma. Trinidad y Sda. Familia». N. e.: 25.000. Total:
125.000 ptas.
Beca -Doria Dorotea de Chopítea». P. e.: 100.000 ptas.
Beca -Don Felipe Rinaldi». N. e.: 32.400. Total; 71.400 ptas.
Beca -María Auxiliadora». Familia Torres. N. e.: 10.000.
Total: 20.000 ptas.
INSPECTORIA DE BILBAO
Beca -María Auxiliadora». Santander. N. e.: 30.000. Total:
111.000 ptas.
Beca -María Auxiliadora». Deusto. N. e.: 20.000. Total;
90.000 ptas.
Beca -Rufino Encinas». Vda. de Mauricio. N. e.: 5.000.
Total: 56.000 ptas.
Beca «Luis Torrefto». Vda. de Mauricio. N. e.: 5.000. Total:
45.000 ptas.
Beca «Misionera». N. e: 50.000. Total: 300.000 ptas.
Beca «Seminario». N. e.: 50,000. Total: 300.000 ptas.
Beca -Luis Monserrat». Vda. de Mauricio. N. e.: 5.000.
Total: 25.000 ptas.
Beca «Maria Auxiliadora». Baracaldo. N. e.: 20.000. Total;
47.000 ptas.
Beca -Ntra. Sra. de Cantonad». N. e.: 106.600. Total:
120.600 ptas.
INSPECTO RIA DE CO RDO BA
Beca -Familia Salesiana». Antequera. N. e.: 12.000. Total:
221.800 ptas.
Beca -Asociación M.' Auxiliadora». Montilla. Total;
50.000 ptas.
Beca -Asociación M.* Auxiliadora». Tenerife. N. e.:
15.000. Total: 30.000 ptas.
Beca «Misionera H. T.». Granada. Total; 41.920 ptas.
Beca -Don Bosco». La Orotava. Total: 560.000 (Osetas.
Beca -Familia Salesiana». Pozoblanco. Total: 202.000 ptas.
Beca -Joaquín Zayas». Total: 65.000 ptas.
Beca «López González». Ronda. Total: 250.000 ptas.
Beca -José de Juan». Las Palmas. Total; 328.000 ptas.
Beca -M.* Auxiliadora». Córdoba. Total: 760.000 ptas.
Beca «M.* Auxiliadora». El Sauzal. Total; 40.000 ptas.
Beca -N. N,-. Córdoba. Total: 700.000 ptas.
Beca -Parroquia de Santa Catalina». Las Palmas. N. e.:
10.000. Total: 110.000 ptas.
Beca -Pío Campero». Orense. N. e.: 30.000. Total:
300.000 ptas.
Beca -Don Serafín García Herrrández». Córdoba. N. e.:
100.000 Total: 200.000 ptas.
Beca -Teresa de Lissíeux». Puerto de la Caiz. N. e.:
100.000. Total: 200.000 pías.
Beca -Misionera A. M.* A.*». Dpto. Insp. Córdoba. N. e.:
25.000. Total; 25.000 ptas.
Beca -Coadjutor Maestro Saturnino». La Cuesta (Tenerile). N. e.: 25.000. Total; 75.000 ptas.
Beca -Togo. Asociación Maria Auxiliadora». Málaga.
N. e.: 30.000. Total: 230.000 ptas.
Beca -F. C.». Córdoba. N. e.: 50.000. Total: 100.000 ptas.
Beca -D. Luís Hernández Casado». Total; 700.000 ptas.
Beca -Famdia Salesiana». La Orotava. Total: 250.000 ptas.
INSPECTO RIA DE LEON
Beca -D. Rúa». Vígo. María Auxiliadora. N. e.: 12.000.
Total: 212.000 ptas.
Beca -D. Fila». Vigo. María Auxiliadora. N. e.: 1.000.
Total; 178.000 ptas.
Beca -Sacerdotal». Vigo. María Auxiliadora. N. e.:
31.000. Total: 406.000 ptas.
Beca -GoivViz». Vigo. N. e.: 130.000. Totd: 650.000 ptas.
Beca -Familia Salesiana». Coruria. Primera entrega:
280.000 pt^.
Beca -Maria Auxiliadora». Cánido (Vigo). N. e.: 55.000.
Total: 170.000 ptas.
Beca «D. Vaientin-. Astudíilo. N. e.; 2.000. Total:
52.000 ptas.
Beca -San Antonio». Vigo C.R. N. e.: 6.000. Total:
169.000 ptas.
Beca -José Pintado». Vgo. N. e.: 35.000. Total: 300.000 ptas.
32
Beca -Bodas de oro de D. Cipriano». Vigo. N. e.: 65.000.
Total; 389.000 ptas.
Beca «Pablo Sacerdotal». Vigo. N. e.: lO.ÍXK). Total
128.000 ptas.
Beca -Senegal. Villa de Astudíilo». N. e.: 147.(XX). Total
346.100 ptas.
Beca -Bodas de oro sacerdotales». D. Agustín Benito
N. e.: 100.000. Total 200.000 ptas.
Beca «Familia Salesiana». Zamora: Primera entrega
25.000 ptas.
Beca -Justa Freitas». Asociación M.* Auxiliadora. Orense
P. e.: 100.000 ptas.
Beca -Centenario». Calvo Sotelo. N. e.: 100.0(X). Total
350.000 ptas.
Beca «Tamba». Calvo Sotelo. N. e.: 100.000. Total
500.000 ptas.
Beca -San Luis». Calvo Sotelo. N. e.; 100.0(X). Total
500.000 ptas.
Beca -Senegal». Nuevas entregas; Dionisio García; 12.000
Zamora: 3.0(X>. Cooperadores jóvenes: 3.780. Cíense
parroquia; 110.000. Masaveu: 25.000. Allariz: 151.000
Vigo María Auxiliadora; 1.0CX). A. Fomeiro: 12.500 ptas
Beca -Africa Salesiana». Zamora. N. e.: 15.000. Total
125.000 ptas.
Beca «D. Felipe García». N. e.: 50.0CX). Total: 245.000 ptas
Beca -Vlla de la Robla». N. e.; 100.000. Total: 150.000 ptas
INSPECTO RIA DE M ADRID
Beca «Familia Francia». N. e.: 1.000. Total: 169.000 ptas.
Beca -M. A. L.». N. e.: 1.000. Total: 197.000 ptas.
Beca «Fidelidad». N. e.; 10.000. Total: 640.000 ptas.
Beca «Mercedes Cmzado». N. e.: 3.000. Total; 233.000 ptas.
Beca «Archícofradía M.* Auxiliadora». Atocha. N. e.;
5.000. Total: 375.000 ptas.
Beca «Ana J. Pineda». P. e.: 100.000 ptas.
Beca «Torre y Vivanco» P. e.: 100.000 ptas.
Beca «Cíooperadores P.® Extremadura». N. e.- 20.000.
Total; 630.000 ptas.
Beca «Catacumbas S. Calixto». P. e.: 100.000 ptas.
Beca -25 años». Vocaciones Guinea. P. e.: 80.000 ptas.
INSPECTO RIA DE SEVILLA
Beca «D. Santiago Sánchez». Sevilla. N. e.: 36.700. Total;
380.700 ptas.
Beca «Misiones Togo». N. e.: 9.000. Total: 304.500 ptas.
Beca -D. Claudio Sánchez». Utrera. N. e.; 125.0(X). Total:
648.000 ptas.
Beca -D. Rafael Flores». Mérida. N. e.: 75.000. Tota!;
195.000 ptas.
Beca -D. Jesús González Hernández». Alcalá. N. e.:
46.200. Total: 86.700 ptas.
Beca -San Pecko». Sevla. N. e.: 100.000. Total: 200.000 ptas.
Beca -Rarr>ón Izquierdo». Badajoz. N. e.; 60.000. Total:
135.000 ptas.
Beca -Maestro Dalmau». Sevilla. N. e.; 39.125. Total:
86.215 ptas.
Beca -Trinidad». Sevüla. N. e.; 200.000. Total: 200.000 ptas.
Beca «San Juan Bosco». Jerez. Primera entrega: 69.000 ptas.
Beca -San Isidoro». Se v la N. e.: 12.000. Totd: 47.000 ptas.
Beca -Wgen del Roete». Huelva. Primera ertiaga; 17.600 ptas.
Beca -Juan Pablo II». N. e.; 2.500. Total: 132.000 ptas.
Beca -San Juan Bosco». Sevilla. N. e.: 50.000. Total;
100.000 ptas.
Beca -Ntra. Sra. de las Mercedes». Sevilla. N. e.: 100.000.
Total: 200.000 ptas.
Beca -Marquesa de Sales». Morón. N. e.: 30.000. Total:
55.000 ptas.
Beca -D. Ramón Marcos». La Linea. N. e.; 35.(XK). Total;
135.000 ptas.
Beca -D. Rafael Romero». San José del Valle. N. e.;
35.000. Total; 65.000 ptas.
Beca -D. José Capole». Rota. N. a: 15XXia Total; 25.000 ptas.
INSPECTO RIA DE VALENCIA
Beca -San Pakxao». Novelda N. a: 10X100. Total: 105.000 ptas.
Beca -San Juan de Ribera». Alcoy. N. e.: 50.000. Total;
150.000 ptas.
Beca «Maria Auxiliadora». Alicante. N. e.; 240.000. Total:
600.000 ptas.
Beca -Encamación Patírio». Valencia. N. e.; 100.000. To
tal: 300.000 ptas.
Beca -San Bemenk>. VIena N. a: laOOO. Total: 172.000ptas.
Beca -Jesús Olmos-. N. e.: 133.814. Total: 300.000 pt^.
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