BS_1984_09

Ficha

Título
BS_1984_09
Descripción
Boletín Salesiano. Octubre 1984
extracted text
Mis queridos amigos Juanito y Mari:
A] enviaros mi obligado saludo mensual os confieso
que me quede helado al leer la noticia que me daba Mari.
“ Juanito está enfermo de gravedad” , me comunicaba
muy seria. Y con una ortografía impecable añadía “ está
desahuciado” , con su “ h ” bien puesta e intercalada, co­
mo debe ser, y como se lo había enseñado sor Felisa. “ Pe­
ro no te preocupes, se relamía la muy picara, porque se
pone así todos los años al empezar el curso” .
Respire' hondo y dije para m í; Este Juanito no tiene
cura. Verdaderamente está desahuciado, que es como de­
cir hombre perdido. Y sin embargo, Juanito mismo ya es­
tará diciéndome que sí tiene cura, y un cura de lo mejor,
que para eso es amigo de Don Rosco. Y lo malo es que
tiene razón. El tío sabe adonde arrimarse. Y además está
convencido de que bicho malo nunca muere; y quien a
buen árbol se arrima, buena sombra le cobija.
Pero, desde luego, yo nunca me creeré que juanito le
tenga tanta tirria al curso, si todos ios años saca unas no­
tas estupendas. Un poco de alergia es explicable; mas no
creo que llegue a ser causa de una grave enfermedad.
- Que no conoces a Juanito; que prefiere morir antes
que enfrentarse con las Matemáticas o con el France's.
- Eso sería antes de la cura. Porque, no sé, y o estoy
viendo a Juanito como ingeniero en el Zaire o en el Senegal, hablando más francés que un loro. Y morirá sólo
cuando Mari le de' permiso.

DON SOSCO
UNA PAGINA PARA LOS ÑIÑOS

- Entonces no morirá nunca, porque yo no se lo voy
a dar.
- |Eso, eso!, Juanito inmortal.
Ahora me recordáis lo que le sucedió a Don Rosco con
las monjas del convento de la Visitación de Parts, calle
Vaugirard. Fue un día el Santo a celebrarla Eucaristía a
la capilla del monasterio, a petición de la comunidad. Y
adonde iba Don Rosco, lo seguía siemf»e una mudiedumbre de gente. En pocos minutos la capilla se abarrotó
de fieles. “ Ver rezar a Don Rosco, escribió por entonces
Le Monde, es como si un rocío celeste nos refrescase el
corazón” .
Terminada la Misa, todos desfilaron ante el Padre, es­
perando una bendición, una mirada, una palabra. .Al final,
hizo una visita a la comunidad, pues el cardenal Guibert
)e había concedido poder entrar en la clausura.
Les habló el Padre a las monjas sobre la belleza de la
vocación y la observancia religiosa. “ Oh, la que cumple
sus reglas está en el camino de la perfección. Las re^as
nos llevan a la santidad y constituyen el ideal concreto
de nuestra vida” .
Después de su breve charla, saludó a todas. Entonces
le presentaron a la ex-superfora, la madre María Kotzka,
qiie pasaba de los setenta y padecía grandes dolores. Y
como las hermanas la querían m udio, les faltó tiempo
para pedirle a Don Rosco que le prolongase la vida.
.Ante una petición tan entrañable, el Santo no tuvo
más remedio que sonreír. Se recogió unos instantes y res­
pondió;
• Sin duda, madre, que .su deseo no será el de perma­
necer m udio tiempo en e.sta tierra. Y sin embargo, toda­
vía tendrá que resignarse a vivir un poco más. ¡Solo se
irá cuando sus hijas le den permiso!
- ¡Oh!, exclamaron las monjas llenas de alegría;nues­
tra madre nos va a ver a todas partir a la eternidad antes
que ella, porque jamás le daremos permiso para irse.
No obstante, nueve años más tarde tuvieron que dár­
selo. Los sufrimientos de la madre llegaron a ser tan fuer­
tes que para ella vivir equivalía a padecer. El corazón de
sus hijas no podía soportar un martirio tan prolongado.
^ rogaron al Señor que la llevara consigo. Y el Señor oyó
sus plegarias.

e Iw *

— ¿C6mo
os ocurre p e n u r que. nada más volver de vaca­
ciones. puedo enfrentarm e con un Ȗo de estudios com o si tal
cosa?

¿Qué os parece?
No se os ocurra decirme que Juanito está desahucia­
do. O quedan a losóos m udios años de vida. Y de gozo.
Y ojalá que yo pueda verios. Ya me imagino a Juanito
con su bastón, y a Mari con su cabellera de plata de luna
y de espuma.
- ¡Tú eres el que no tienes cura!
• Pero me conformo con que vosotros tengáis al mejor
cura de todos los tiempos: Don Rosco. Un amigo que no
os defraudará.
Recibid un abrazo de vuestro mejor amigo.
PADRE RA FAEL .

i

bo letín

SAUSIANO
ce
eP 4 S iA

editorial

LA É6MUA S61ES16M

AAo X C V I • N.* 10 • Octubra i9B 4
D im clor
RAFAEL ALFARO
Consato de Redacción:
Autsiano Laguna; Blas Calejero;
Antonio G arda Vera; Rafael Moreno
Moreno: Laura Iglesias; Javier Artucb; Argentira Sánchez Romo.

A^<n»Énfc»rnrfnf
Ramón Gutiérrez.
Dirección. Redacción yAdm ón.:
A lcdá, 164 - Teléfono 255 20 00
28028 MADRID
Depósito Legal; M. 3.044-1958
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EN ESTE NUMERO
Educar para la libertad...
La escuela de la espe­
ranza .........................
La Familia Salesiana en
Badajoz.............
4
La siguen llamando «Sor
María de los pobres»
Don Agustín Benito: cin­
cuenta años de senrick> sacerdotal . . . .
Córdoba romana . . . .
Un templo para don Bosco en la colina donde
n a c ió .........................
jCómo le quieren, don
U b a k io !......................
Cómo se comenzó a es­
cribir de los Salaatanos en España . . . .
I ib fi;> 9 b » ......................
MiearaBiin no se resigna
a ser una «Iglesia del
s ils n ciB

1
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.................

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N o ie ta s .........................
Nueátra gratitu d ............
Fueron a la casa del Pa­
dre ............................
Becas para las vocacio­
nes salesianas . . . .

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32

NUESTRA PORTADA
iM a de la Reina de EspaAa
a4a
Universitaria del
Proles prado Don Bosco de
Madrid, con-m oileo de las bodas de plata del centro de las
Salesianas. Su Majestad p lw tó w órtxX en oL jardín de la
Esouela.
Foto.-

EDUCAR PARA LA LIBERTAD
LIBERTAD PARA EDUCAR
• Vivimos en unos tiempos en los que no esfamos para
Juegos de palabras. «Educar para la libertad y libertad para
educar» no es sólo un retruécano, una frase preciosista, sino
una llamada a exigir el derecho que tenemos de la libertad
plena para forjar nuestro destino de personas, sobre todo en
unos momentos en los que se pretende poner (^ tá c u lo s para
la libre elección de la educación que queremos para nuestros
jóvenes. Reflexionemos brevemente:
• Educar para ía libertad.—El fin de toda persona es el
de madurar para poder elegir con responsabilidad. A eso tien­
de la educación de los jóvenes. Y los padres, que son los pri­
meros educadores, son también los primeros «guías», los pri­
meros interesados en ir encauzando la vida de sus hijos hasta
que ellos puedan valerse p or s í mismos en el mundo. ¡Cuánto
miedo, a veces, al futuro! ¿Sabrán los pequeños de hay en­
frentarse a solas con el mañana? Las respuestas son de dis­
tinto calibre. Son muchos los padres que no se fían de sus hi­
jos, que desearían ampararlos bajo su campana neumática
para hacerlos eternos niños. No. la vida no es un fanal. Los
hijos tendrán que ir haciéndose cargo del volante y andar con
autonomía. Por eso es predso darles confianza mediante una
educación amorosa de modo que vayan acostumbrándose a
responder.
Este es el sentido del Sistema Pedagógico Salesiano: fiar­
nos de los jóvenes, pero estar con ellos presentes para ense­
ñarles con amor. Suscitar en ellos este amor a sus educado­
res de manera que no surja en ellos una reacdón contraria a
las orientaciones que se les dan. Don Bosco creía en los jóve­
nes, pero exigía un trabajo constante de amor en los educado­
res. E l objetivo era lograr esa educación liberadora, hasta ha­
cer de los muchachos hombres maduros y responsables para
la sociedad.
• Libertad para educar.— Es una exigencia de la familia,
de la sociedad, de la Iglesia. Es un derecho inalienable. Nadie
puede interferir este derecho. «Un gobierno que impida el ejer­
cicio de este derecho puede hacerse reo de lesa humanidad»,
nos dirá A. Javierre en este mismo número.
Para ello debe haber pluralismo de centros educativos subverxrionados sin discriminadón. Cuando se pretende ir hada
«una escuela pública única», dístaculizando la educadón p ri­
vada, no subvencionándola justa y equitativamente y bajo
cualquier pretexto, se nos está privando de la libertad para
educar.
Nos encontramos ante el comienzo de un nuevo año es­
colar. Nuestro deseo es el de no politizar algo tan serio como
la educadón de los jóvenes. Pero, eso s í; tenemos un dere­
cho a l que no podemos renundar: ¡a libertad para educar. Te­
nemos un derecho por el cual hemos de luchar con tesón: la
libertad para educar. Porque no podemos dim itir alegremente
de nuestra misión de padres y de educadores.

1

LA ESCUELA
DE LA ESPERANZA
Mons. Antonio Javierre
(Del folleto «Escuela y Esperanza»)

El mundo de la escuela es
Ide competencia mixta. No es
Iposible establecer confines
entre católicos y ciudadanos.
1. Sería, por tanto, tan
j irreal como simplista reservar
lat gobierno la competencia
{absoluta de las escuelas pú­
blicas, dejando en manos de
la Iglesia la suerte de los cenI tros católicos.
2. La razón es que los inte­
reses se entrecruzan.
En virtud de su misión apos­
tólica, la Iglesia extiende su
solicitud al campo de la es­
cuela acatólica, cuyas aulas
están abiertas a los fieles, por
ser ciudadanos; y cuyos pro­
gramas han de incluir el hecho
de la revelación cristiana que
pertenece al patrimonio de la
cultura universal.
Viceversa: por muy aconfe­
sional que se suponga, no
puede un gobierno desenten­
derse de la escuela católica.
Son ciudadanos los miembros
de la comunidad educativa, y
la especifidad católica de la
institución, no suprime la
substantividad de la escuela
reclamada por buena parte de
la comunidad social.
3. La conclusión cae por su
peso;
Una Iglesia que osara supri­
mir de su solicitud pastoral las
suertes de una escuela, por el

I

hecho de que no se profesa
católica, pondría en entredi­
cho su calidad de católica.
Viceversa: un Gobierno que
por incuria o cálculo, congela­
ra las esperanzas que flore­
cen en el seno de la escuela
católica, sería reo de lesa hu­
manidad.

EXIGENCIA
DEL DIALOGO
1. Se impone, de entrada,
reconocer sin reservas que el
pluralismo es un hecho cultu­
ral, profundamente radicado
en el corazón de las institucio­
nes educativas.
Sería necio afectar ignoran­
cia o disimulo. No es posible
suprimirlo por decreto. Resul­
taría, en fin, anacrónico de­
senterrar el hacha de guerra y
suscitar polémicas que a nada
conducen como consta por la
historia.
2. Supuesto el pluralismo
escolar, se impone la búsque­
da de una norma de conviven­
cia, que no violente las convic­
ciones y rime con la cultura
contemporánea.
Esa norma existe y se de­
nomina diálogo.
Responde de maravilla a la

doble exigencia; porque pre­
tende armonizar los comple­
jos intereses objetivos de la
educación con las posturas
subjetivas que asumen los
diversos interlocutores.
3.
La Iglesia no tiene incon­
veniente en aceptarlo. Para
ella, a partir del Concilio, no
sólo no es motivo de recelo,
sino que el diálogo es norma
de comportamiento obligatorio
en todo ei ámbito de su acción
pastoral.
Reconoce el pluralismo es­
colar y acepta sin reservas la
hipótesis del diálogo.
No pretende privilegios. Se
sujeta sin condiciones a las
reglas del juego. Se compro­
mete, por tanto, al respeto del
interlocutor y sus ideas, recla­
mando en contrapartida un
respeto análogo para con sus
propias convicciones. .
Un diálogo correcto debiera
conducir a un conocimiento
más profundo de la verdad.
Nada más deseable para
quien profesa que la verdad
es única y que se identifica
con Cristo.
Deseo ardiente de la Iglesia
es, por tanto, que quienes
ayer militaran como rivales,
acepten ser hoy sus interlocu­
tores leales en diálogo franco
y abierto.
La Iglesia sabe por expe-

riencia vivida en el Vaticano II
que semejante «conversión»
no es fácil, por los sacrificios
que impone. Pero merece la
pena intentarlo, y es condición
previa para ese diálogo espe­
ranzado que no impone re­
nuncias al propio ideario; pero
sí actitud de comprensión
para quienes profesan otro
credo diverso y están dispues­
tos a la confrontación franca y
serena, sobre bases comunes
y criterios concordados de an­
temano.
EXIGENCIAS
DEL DIALOGO
El diálogo, que responde a
exigencia de la cultura, entra­

nidad en la serie pluralista de
centros educativos; se somete
con docilidad a las reglas de
juego; posee valores origina­
les en campo educativo que
desea poner en común previa
confrontación dialogal.
b) Reconocida su candida­
tura, no se concibe por qué se
la somete a procedimientos
PARIDAD
discriminatorios francamente
Es indispensable para con­ ofensivos.
Es derecho del interlocutor
seguir los resultados apeteci­
y por lo mismo de la escuela
dos.
a)
Por ello, en clima de diá­ católica, definir automática­
logo resulta admisible que un mente su identidad, sin inter­
interlocutor de la estatura de ferencias ni presiones anóma­
la escuela católica haya de lu­ las.
Corresponde a la escuela
char para mantener su propia
católica un tratamiento análo­
subsistencia.
Sus papeles están perfecta­ go al que se reserva a las
mente en regla: figura con dig­ otras escuelas, sin desniveles
legales, ni restricciones unila­
terales de orden económico,
que impiden la plenitud de su
rendimiento.
c) Toca a la autoridad com­
petente en materia educativa
intervenir oportunamente para
impedir que se malogren ya
en flor las esperanzas deposi­
tadas en el diálogo. En la ac­
tualidad se halla amenazado
de una intolerancia que nunca
tuvo razón de existir, pero que
hoy se halla en contraste estri­
dente con nuestra cultura.
Si el diálogo constituye el
modelo único de convivencia
en clima pluralista y es su pri­
mera norma el respeto al in­
terlocutor, es deber estricto
asegurarlo a toda costa. Y a
todos por igual.
No se excluye que haya ilu­
sos entre ellos. Corresponde
al diálogo sostenido según
sus reglas propias y en franca
emulación, decantar realida­
des y excluir sofismas.
Lo que no puede hacerse,
en cambio, es decretar la ex­
clusión por ley, porque sería
inaceptable despotismo.

ña a su vez toda una serie de
exigencias. En nuestro caso
son dos las más llamativas: la
paridad de condición de los in­
terlocutores escolásticos y la
búsqueda esperanzada de la
verdad, realizada en común.

U bres para cantar. Para cantar y
para florecer.

LA FAMILIA SALESIANA EN

BADAJOZ
Don Bosco también está echando raíces en Extremadura, sobre todo en la provincia de
Badajoz. Ya son muchos los años de presencia saleslana en Puebla de la Calzada, Mérida y más recientemente en Badajoz. Cáceres no ha tenido tanta suerte; pero, aun sin salesianos, crece en la ciudad la devoción a María Auxiliadora desde ios tiempos en que
los hijos de don Bosco estuvieron a la sombra de la Iglesia de San Francisco. La última
fundación extremeña es la obra de Badajoz, un colegio floreciente en todos los campos
de la enseñanza: E.G.B., Bachillerato y C.O.U. Más la parroquia de María Auxiliadora, en
la que se desarrolla una Intensa labor pastoral.
EL COLEGIO
SALESIANO
El Colegio Salesiano de Bada­
joz es un mundo, por su dimen­
sión y por sus actividades. Uno se
asoma al patio y no se le ven los
limites. Lleno de jóvenes es una
bendición. El ladrillo rojo de los
pabellones se recorta en el cielo
limpio, las aulas y los inmensos
corredores, la Iglesia, hoy parro­
quia de María Auxiliadora, con la
imagen de la Virgen de don Bos­
co, imán de la ciudad. Y las activi­
dades: don Justo, el director, me
deja en la redacción del Boletín

Salesiano una montaña de pape­
les y de fotos para la revista como
diciéndome: «Habla de Badajoz
alguna vez; que la Familia Salesiana de España se entere de que
existimos».
Para ello me deja un programa
de actividades del pasado mes de
mayo en el que subrayo cuatro de
ellas para comunicarlas en estas
páginas: el Pregón de María Auxi­
liadora por don Jesús Domín­
guez, obispo de Coria-Cáceres;
las exposiciones de vino y cerámi­
ca en el mismo Colegio Salesia­
no: la fiesta de ios Padres de

Alumnos; y El Correo Extreme­
ño, una de las actividades más
bellas, por tratarse de un periódi­
co realizado por los jóvenes del
Colegio y que, recientemente se
le ha otorgado «Ei lobo de oro»,
de la prensa juvenil. >
No, Badajoz no es sólo una es­
cala del camino a Portugal. Bada­
joz es un hito importante de la Fa­
milia Saleslana en Extremadura,
con una obra pastoral y educativa
en intenso desarrollo y proyecta­
da a un futuro de acuerdo con el
despliegue autonómico de la re­
glón.

acción salesiana
EL PRIMER PREGON
DE MARIA
AUXILIADORA

EXPOSICIONES
DE ARTESANIA
Y VINO EMBOTELLADO

Comenzó el mes de mayo con
un encuentro de Equipos de Ma­
trimonios de Nuestra Señora', con
las tradicionales excursiones de
los alumnos y la Asamblea de
Asociaciones de María Auxiliado­
ra de Andalucía y Extremadura en
Puebla de la Calzada.
Solemne fue la Novena de
María Auxiliadora, predicada por
don Manuel Santos, párroco de
San Juan Macías; don Justo Gon­
zález, director del colegio y párro­
co de María Auxiliadora; y don
Valentín Viguera, vicario general
de la diócesis.
Pero este año tuvo resonancia
especial el I Pregón de María Au­
xiliadora. Fue pregonero de la
Virgen de don Sosco monseñor
Jesús, Domínguez, obispo de Coria-Cáceres, quien resaltó la im­
portancia y la trascendencia de
María Auxiliadora en nuestra vida
y en nuestra historia. El acto tuvo
lugar el viernes 18 de mayo en el
inmenso patio del Colegio con la
asistencia de gran cantidad de pú­
blico, Familia Salesiana, amigos y
simpatizantes de la obra de don
Sosco, presididos por el obispo de
Badajoz, monseñor Antonio Mon­
tero.
Presentó al obispo pregonero el
director del colegio. Hubo una lu­
cida actuación de la Rondalla del
colegio y un grupo folklórico. Ex­
traordinario fue el Homenaje de
los Poetas a la Auxiliadora, en
el que tomaron parte don José
María Pagador Otero, don Juan
María Robles Febre, doña Piedad
González-Castel y don Jesús Del­
gado Valhondo. Fue un verdadero
recital de altura, correspondido
por grandes ovaciones de parte
de todos los asistentes.
Cerró el acto monseñor Antonio
Montero, quien presidía la sesión,
con palabras de elogio para todos
cuantos intervinieron. Un acto
inolvidable, del agrado de todos,
inicio de una tradición que conti­
nuará en años venideros.

Del 16 al 31 de mayo se cele­
braron en el colegio salesiano dos
exposiciones. Una, de Artesanía:
Barro, Cerámica y Bordado; y otra
de Vino Embotellado de la Provin­
cia de Badajoz. Ambas en honor
de María Auxiliadora. Fueron or­
ganizadores de las mismas la
Asociación de los Padres de Fa­
milia, los Antiguos Alumnos Salesianos, el colegio y la parroquia.
Hubo un aula destinada al arte
de la cerámica con graciosos y

Dos m om entos de la exposición de
bordados y cerám ica en e l Colegio
Salesiano de Badajoz.

bellísimos recipientes, sobre todo
de la región de los Barros. «Tie­
rra, agua, ^re, fuego... y manos
del hombre de Salvatierra de los
Barros, creadoras de arte y de be­
lleza, sacramento de las manos
del primer alfarero, que hizo el
mejor cacharro».
En la Exposición de Vino Embo­
tellado de la tierra pacense partici­
paron diversos pueblos: Almendralejo, Badajoz, Fuente del
Maestre, Hornachos, Medellín,
Puebla de la Calzada, Puebla de
Sancho Pérez, Talavera la Real«El Colmenar», Villanueva de la
Serena, Villalba de los Barros,

i». o l , . e r

acción salesiana
etc. Las exposiciones muestran el
interés de los Salesianos en promocionar el desarrollo de la pro­
ducción y del arte de la región ex­
tremeña. Todos los días, a las
ocho de la tarde acudía gran can­
tidad de gente a admirar y adquirir
algún objeto. Ha sido otra de las
iniciativas que volverá a repetirse
otros años. El objetivo salesiano
es el de contribuir a la formación
integral del hombre desde los va­
lores evangélicos».

DIA DE LOS
PADRES DE ALUMNOS
Todos los años se espera con
gusto la tradicional fiesta de los

Padres de Alumnos, una fiesta fa­
miliar y campestre. La Comunidad
Educativa del Colegio se une y
reúne, da gracias, participa y con­
vive. Padres y madres, chicos, sa­
lesianos y profesores, feligreses
de María Auxiliadora y amigos ce­
lebran el gozo de la vida salesia­
na. Este año han tenido los pa­
dres un triduo de conferencias so­
bre temas educativos.
El día 29 el psicólogo Agustín
Caballero les habló sobre »el fra­
caso escolar»; el día 30 de mayo,
Manuel Leopoldo, psicólogo, trató
con ellos el tema de «Juventud y
droga»; y el día 4 de junio el peda­
gogo Agustín Romero reflexionó
sobre el tema «Ocio y tiempo li­
bre: Vacaciones».

BADAJOZ: Mons. Jesús Domínguez,
obispo de Corla-Cáceres, pregonero de
M aría A uxiliadora en este año.

Y el 2 de junio en las puertas
del colegio salesiano había un au­
tobús para los que lo necesitasen
para salir a las cinco de la tarde
hacia el Parque de San Isidro. La
tarde fue deliciosa. Hubo juegos
dirigidos, programados para jóve­
nes y menos jóvenes. Hubo pre­
mios, trofeos, vencedores y no
vencidos. A las siete y media, una
Eucaristía de acción de gracias,
entrega de trofeos y merienda
campestre.
El día 25 de mayo fue el día de
los Antiguos Alumnos. Se hizo la
convocatoria: «Antiguos Alumnos
Salesianos en Extremadura, nos
reuniremos el día 25 a las seis y
media de la tarde, con nuestras
familias, incluidos los niños, en
torno a María Auxiliadora. Traed
alegría, ilusión y recuerdos».
Hubo un encuentro inolvidable
con Eucaristía, imposición de dis­
tintivos a los alumnos del C.O.U.,
fiesta familiar y convivencia... has­
ta las 12 de la noche.

EL CORREO
EXTREMEÑO
Sin duda que una de las cosas
más originales y simpáticas de
esta montaña de datos que me ha
dejado Justo, el director del cole­
gio salesiano, ha sido un ejemplar
del periódico hecho por ios chicos
de Básica: «El Correo Extreme­
ño». Un periódico en toda regia.
Lo hojeo con detención y observo
sus secciones: Editorial, Primera
plana. Artículo de fondo. Tema
abierto. Personaje, Corresponsa­
lía, Humor, Breves, Debate...
Este periódico, confeccionado
por los mismos chicos y manuscri­
to está asociado a la Prensa Juve­
nil y registrado con el número 126.
No sé la tirada que tiene, ni la
plantilla de redactores, ni el direc­
tor. Lo importante es saber dos
cosas: primera, que es una pales­
tra para la formación periodística
de los chavales que, desde pe­
queños, aprenden y se entrenan a
ser los escritores de mañana; se­
gunda, que El Correo Extremeño
del colegio salesiano de Badajoz
ha recibido «El lobo de oro». Bue­
na noticia para enviarles desde
estas páginas del Boletín Salesia­
no la felicitación de todos. Y les
deseamos vida larga y fecunda en

acción salesiana
este prometedor campo de la
prensa.
Y para muestra, un botón. Co­
piamos unos párrafos de un breve
artículo titulado: «La Virgen más
popular»: «No hace falta pregun­
tar por las calles de la Barriada
María Auxiliadora para observar
que todos los interrogados coinci­
den con nuestra Virgen es la más
popular de Badajoz. No es la úni­
ca. pero toda la gente coincide en
su gentileza. Mirándote, tu frágil
ternura, tu humildad, todas tus in­
finitas cualidades se correspon­
den con lo que yo siempre pensé
de ti»...
Por El Correo Extremeño me
he enterado de otras muchas acti­
vidades llevadas a cabo en el co­
legio durante el mes de mayo;
Concursos de Redacción, Dibujo
y Pintura; primeros juegos de pri­
mavera, Flores para María, Con­
curso de macetas, Rosarios de la
Aurora, etc. ¡Qué grandes estos
pequeños que empiezan a leer su
prensa, que ya empiezan a ser
esas personas que saben preocu­

parse por los demás y por lo que
pasa a su alrededor y en el mun­
do. Es un modo de amar y de sen­
tirse y hacerse próximos a los
otros.

Y LA FIESTA
DE MARIA
AUXILIADORA
Buen colofón de todo el mes de
mayo, de tantas actividades con
el sello de la devoción mariana.
Como todos los años, el Cuerpo
de Aduanas también acudió este
año a honrar a su Patrona. Por la
Iglesia parroquial no cesaron de
desfilar personas que acudían a
las misas de la mañana y de la
tarde, con su gratitud en los labios
y en el corazón.
Y al final, la gran procesión de
María Auxiliadora por las calles
de la Barriada. Bien decía el pe­
queño articulista, muy convencido
y convincente, que se trataba de
la Virgen más popular de Badajoz.
El programa general habla en

su primera página de la realidad
de esta devoción del pueblo pa­
cense a la Virgen de don Bosco;
«Su amor y devoción prendió en
el corazón y en la vida de los ex­
tremeños: alumnos, antiguos
alumnos, asociaciones, amigos,
devotos... Y hoy, a María Auxilia­
dora se le reza y se le canta, se le
honra y se le festeja en toda Es­
paña y, con un amor muy espe­
cial, en Extremadura... Aquí seña­
lamos y testificamos la devoción
acendrada y filial a María Auxilia­
dora en la provincia de Badajoz;
Puebla de la Calzada, Mérida y
Badajoz son escuelas y monu­
mentos vivientes de su devoción.
Y desde aquí, por obra de los An­
tiguos Alumnos, está presente en
muchos pueblos de la provincia,
en innumerables casas y familias,
y en todos los corazones de sentir
y de espíritu salesiano... Porque
quien se «topa» con los Salesianos, se encuentra para siempre
con María Auxiliadora».
R. A.

P úblico asistente al Pregón de M aría A uxiliadora, presidido po r don A ntonio M ontero, obispo de Badajoz.

LA SIGUEN LLAMANDO

SOR MARIA DE LOS POBRES
He aquí la singular historia de una Hija de María Auxilia­
dora nicaragüense. Su devoción a la Virgen se tradujo en
obras sociales en favor de los más pobres de San José de
Costa Rica, donde aún se le sigue llamando «Sor María de
ios pobres».
«DENTRO
DE QUINCE DIAS»
Era el atardecer del 7 de julio de
1977. En el jardincillo de un chalé
junto a la playa de Peñítas. en el
acifico. comenzó a roncar el mo­

8

tor del coche: sentada al volante,
Anita Cortés de Narváez se impa­
cientaba esperarxlo a su madre y
su tía para llevarías a la misa ves­
pertina. La tía era sor María Ro­
mero Meneses, Hija de María Au­
xiliadora, de 75 años, quien pasa­

ba con su familia unos días de
descanso. Atrás quedaba su aco­
sante actividad y una vida gasta­
da como un vestido viejo. Bien po­
dían aplicársele las palabras que
el doctor Combal dijera de don
Bosco: «El trabajo excesivo ha
consumido la vida de don Bosco:
y es como un vestido gastado por­
que lo ha llevado puesto los días
festivos y laborables».
Doña Pastora, la madre de Ani­
ta, TOlpeó con insistencia la puer­
ta de la habitación de sor María.
No respondía nadie. Y se decidió
a abrir y a entrar. Sor María estaí

i

familia salesiana
ba tirada en el suelo sobre un
charco de sangre, muerta.
La noticia corrió como un relám­
pago por todo Nicaragua y Costa
Rica. Sor María había sellado su
vida con el último sí de su corazón
generoso.
—«¿Volverá pronto?», le preguntáten en San José de Costa
Rica cuando partía para Nicara­
gua.
— «Dentro de quince días»,
contestaba a todos.
Y volvió justo a los quince días,
trasladada en un pequeño avión,
pero dentro del ataúd. La ciudad
entera la esperaba en el aero­
puerto. Aquella misma tarde del
17 de julio, antes de retirarse a su
habitación, exclamaba contem­
plando las azules aguas del océa­
no: «¡Oh, cómo veo a Dios en
cada una de las gotas de este
mar...! Debe ser bellísimo morir
frente al mar...»

definitiva como un recipiente de
miseria con etiqueta de lujo. Sor
María se dio cuenta de ello y an­
duvo siempre con el corazón heri­
do.
Como don Bosco, sor María
preparó sus «coristas», alumnas y
oratorianas, y las envió a dar cate­
cismo adonde había chiquillos,
como en los prados de Valdocco.
También el Señor le había indica­
do a sor María Romero: «Encami­
na al bien a estas muchachas. Yo
seré tu guía». Algo semejante al
sueno de los 9 años de don Bos­
co.
Había junto al C o ló lo de las
Hermanas una plantación de café.
La recolección la hacían las jóve­
nes aspirantes y novicias y era

el sello de ía obediencia, pero en
la más absoluta pobreza. Y el
caso es que nadie se iba de casa
de sor María sin un pedazo de
‘pan, un vestido, un consuelo. A
nadie negaba el don de su amor.
Y María Auxiliadora nunca dejó
que le faltara lo necesario. Bajo
sus marK)s de artista cantaban las
notas del órgano; pero esas mis­
mas manos contaban el dinero
que no había. Pagaban facturas
de pan, arroz, habichuelas, azú­
car, pantalones, vestidos, jugue­
tes, meriendas, zapatos... Paga­
ban a albañiles, carpinteros y fon­
taneros... ¿Cómo?
Igual que don Bosco: con mila­
gros y ante el asombro de todos
los ojos. En 1975 el Rotary Club

COMO DON BOSCO
Sor María había nacido en Gra­
nada de Nicaragua, junto al gran
Lago Nicaragua o Cochibolca, en
su antiguo nombre, en 1902. Fue
testigo de la llegada de las prime­
ras Hijas de María Auxiliadora a
su ciudad natal en 1912. Al año si­
guiente también llegaban los Salesianos. Y ia pequeña fue admiti­
da con las hermanas para perfec­
cionar sus estudios. Pero ia reali­
dad es que fue rápidamente con­
quistada por don Bosco.
— ¿Monja?
— ¡Sí!
— ¿Salesiana?
— Naturalmente.
Pero debió esperar veinte años.
Sus padres así lo detenninaron.
Tocaba el piano y el violín con de­
senvoltura. P in ^ a y bordaba.
Hija de una familia ilustre, su pa­
dre fue Ministro de Hacienda y
Transportes, de finísima educa­
ción, vasta cultura, delicadeza de
trato, abandonó todo para ser
como don Bosco. Llegó a ser «sor
María de los pobres».
Costa Rica fue su segunda pa­
tria desde 1931, año en que fue
destinada a San José como profe­
sora de música, dibujo y religión.
«La música y los pinceles —de­
cía— sófo son para mí un pretex­
to para poder sembrar el amor de
Dios en las almas».
Ai estilo de don Bosco, pasaba
los domingos en el oratorio, yendo
en persona a buscar chicas y chi­
cos abaixlonados al barrio llama­
do «Viilalatas». La ciudad ha sido

Sor María antraga loa diplomaa da macanogracía.

para ellas una fiesta. Sor María
suplicada a la Virgen le proporcio­
nara una casita pobre y pequeña
como la de madre Mazzarello en
Morriés. Y un buen día vio o soñó
a María Auxiliadora que le indica­
ba el cafetal diciéndole: «Ahí es­
tará mi casa». En otra ocasión vio
a don Bosco, quien le precisó:
«Aquí surgirá una gran obra».
Si un día vais a San José, os
encontraréis en la calle 32 un
enorme edificio que abarca toda
una manzana. Sobre la puerta de
entrada leeréis esta inscripción:
«Esta es mi casa. De aquí mi glo­
ria». ¿No nos hace perfsar en don
Bosco?
Dífícilísirnos fueron los inicios
de sor María. Todo, parecía ir en
contra de urta obra que rtacía con

de Costa Rica, que concedía
anualmente un premio a la «mujer
del año», determinó otorgárselo a
sor María Romero por méritos ex­
cepcionales. Ella se excusó: no
merecía tanto. Y no quiso ir a re­
coger el premio. Decía de sí:
«Soy una loca y basta».
Una de las hermanas, al cono­
cer la grandiosidad de las Obras
Sociales de María Auxiliadora,
entre ellas un dispensario equiva­
lente a un h o ^ítá l con las más di­
versas especialidades, totalmente
gratuito para los pobres, se ílerfaba de asombro pues había sido
ctxnpañera de sor María en el Co­
legio, donde apenas destacaba
en algo excepto en la música y la
pinbjra. Y se lo dijo:
— Pero, ¿cómo has levantado

familia salesiana
todo esto tú que no valías para
nada?
—Créeme, yo soy y sigo siendo
la misma inútil de siempre. Todo
lo ha hecho María Auxiliadora, mi
Reina, respondió sor María.
Conque el Presidente del Rotary Club no tuvo más remedio que
ir con su séquito a la calle 32 a en­
tregarle el premio a sor María.
Cuando la montaña no viene a
Mahoma, Mahoma tiene que ir a
la montaña. Y estos señores visi­
taron así la obra. Pasmados y so­
brecogidos, no podían explicarse

hasta que me vino la inspiración
de salir a la calle. Salí y esperé.
Pasó un coche muy lujoso. Hice
autostop. Paró el vehículo y salió
un señor que me preguntó:
— ¿Qué desea usted, Madrecita?
— ¿Necesita usted un milagro?,
le respondí. Me miró sorprendido
y me dijo;
—No, yo no; pero un amigo mío
sí que lo necesita.
—Mándemelo en seguida, le
respondí.
El coche reemprendió la mar-

Sor María, entre palom as, m ensajera de paz y de amor.

cómo se había podido levantar
todo aquello sin medios humanos.
—Sor María, le preguntó el Pre­
sidente. para levantar esta obra
habrá contado con sus buenos
millones. Lo mismo para mante­
nerla. ¿Cómo ha hecho? ¿Cómo
se apaña?
Toda calma, respondió sor Ma­
ría:
—No soy yo. Es la Señora.
Míre, el otro día me encontraba
con una enorme deuda. Tenía
que pagarla en 24 horas. No tenía
ni un centavo. Me fui a la capilla
(ila bella íglesíta, pobre pero her­
mosa que había soñado!) y le dije
a Mana Auxiliadora, mi Reina;
«Piénsalo tú». Y allí me quedé

10

cha. Poco después llegaba otro
aún más lujoso, y salió el que ne­
cesitaba el milagro. Conversa­
mos. Y terminó dándome un so­
bre: era la suma exacta que debía
pagar.
Don Jorqe González, el presi­
dente del Rotary Club exclamó:
— ¡Pero usted, sor María, ¿ven­
de los milagros?!...
Todos reían. Y ella riendo:
— No. yo no. Es mi Reina.

EL MILAGRO
MAS SORPRENDENTE
Pero el milagro más bello y sor­

prendente de la Casa de María
Auxiliadora, que muchos la llaman
«Casa de sor María Romero» es
que todos los que entran en ella
salen completamente transforma­
dos. Uno de los señores a quien
he entrevistado me dijo:
—Yo era un mujeriego. Traicio­
naba con descaro a mi mujer de
manera escandalosa. Fui a la
Casa de la Virgen y hablé con sor
María...
— ¿Y ahora?
Ahora, misa y comunión diaria.
Y es un hombre ocupadísimo,
no un pensionado.
Alberto Sotela llegó a hablar
conmigo la tarde del 7 de julio de
1982. Yo me había pasado todo el
día en la iglesia de sor María
(quinto aniversario de su muerte).
Las misas se habían sucedido
ininterrumpidamente desde las
siete de la mañana a las siete de
la tarde. Sotela no me dio tiempo
a que le hiciera preguntas:
— Yo era un alcoholizado desde
los 14 años; pero había comenza­
do a ingerir gran dosis de licor a
los 22 años. Robaba hasta el al­
cohol del botiquín y los perfumes
para beberíos. Sin familia y sin
casa, vivía en la calle y dormía en
los parques. Degenerado y violen­
to, olvidado de todos, sufrí heri­
das y puñaladas graves. Conser­
vo en mi cuerpo cicatrices de gol­
pes de botellas en la cabeza y en
el rostro, sólo por un miserable
vaso de maldito aguardiente. Su­
cio, hediondo y pordiosero, arras­
tré una vida infame, frecuentando
los más sórdidos lugares de la ca­
pital. Estuve 67 veces en la cár­
cel: 18 veces en el hospital, por in­
toxicación y por lesiones. Decían;
¿Es Sotela? Es caso perdido: no
hay nada que hacer...
Y un día oí hablar de sor María
Romero. Sentía un hambre atroz
y fui a ella con otros cinco borra­
chos como yo. Le pedimos nos
diera de comer. Nos dio un estu­
pendo almuerzo en un plato lim­
písimo. Hacía mucho tiempo que
no comía en un plato. Con ese al­
muerzo servido con tanto amor
entró en mi vida un rayo de espe­
ranza. Empecé a sufrir lo indeci­
ble al verme hundido en tanta mi­
seria corporal y espiritual. Intenté
cambiar. Me casé con una chica
extraordinaria (supe que había
sido catequizada por sor María).
Rezaba el rosario por mí. Sabía
que era un chupón, pero no tanto.
Me habló un día del agua de la
Virgen que sor María daba a los
devotos, y me invitó a hablar con
ella. Consentí, y nos acercamos a
la Casa de la Virgen. Para acor-

familia salesiana
tar camino, atravesamos el ce­
menterio. Allí vimos a unas salesianas al pie de una tumba. Mayra, mi mujer, les preguntó quién
había muerto. «Sor María Rome­
ro, le respondieron. Estamos pre­
parando su sepultura».
Corrimos a la calle 32. Encon­
tramos una gran multitud en la
Casa de sor María, y en la iglesia
la vimos en el ataúd. Ante su ca­
dáver recé con fe, con humildad,
con el deseo de convertirme. Bebí
el «agua de la Virgen» y pedí mu­
cho, confiando en la fuerza del
Señor. Han pasado siete años y
jamás he vuelto a probar una gota
de licor. Vivo con mi buena y san­
ta esposa, trabajo y soy feliz».

MISIONERA
Siendo sor María Romero una
monja pletórica de juventud soñó
en ser misionera. «Ansio de pasar
los últimos días de mi vida en una
casita del Ecuador, en Colombia o
la India; o en el rincón más perdi­
do del mundo, donde encuentre
quizás un alma que salvar». El
sueño no llegó a realizarse. Pero
nunca olvidó las Misiones y supo
ayudarles de una manera origlnaIfsíma.
Acudían a sor María muchos
matrimonios que no tenían hijos a
pedirle que suplicara a la Virgen
les concediera ai menos un niño.
Y el niño llegaba. Entonces les
decía a los padres; «Diosos rega­
la un hijo, pero vosotros le regala­
réis un sacerdote misionero». Y a
cada nacimiento extraordinario,
por no decir milagroso, correspon­
día una beca para costear los es­
tudios de un seminarista indígena
a fin de que llegara a ser sacerdo­
te, misionero, salesiano. Se consen/an cartas de agradecimiento
llegadas de Hong Kong, del Ja­
pón, de la India...
En una agenda de sor María
hemos encontrado un precioso
catálogo de becas sacerdotales
con el nombre de los oferentes y
el destino; China, 20 becas; Ja­
pón, 23; Africa, 16; India del Nor­
te, 2Z\ India del Sur, 22. Sigue una
lista de nombres de personas que
«ayudan a las Misiones». Son 25.
¿Cuántos bebés traídos por la ci­
güeña celestial? ¿Cuántos sacer­
dotes regalados a Dios?...
El 11 de febrero de 1958 escri­
bía a monseñor Cimatti (hoy sier­
vo de Dios); «Sí, mi buen y muy
recordado Monseñor, tengo que
agradecer a Dios, pues en su infi­
nita borxJad ha sembrado en mi
alma de Hija de María Auxiliadora

y de don Bosco una ardiente vo­
cación de misionera para enseñar
a amar al Señor a todas las almas
que no han tenido la dichosa suer­
te de conocerlo... Ayer rpismo re­
cibí una carta de la señora Car­
men Soiórzano en la que me co­
munica que un cuñado suyo ha
escrito a su Excelencia ofrecién­
dole dos becas...»

MUJER APOSTOLICA
Sor María Romero era un vol­
cán de iniciativas apostólicas. Re­
sulta difícil sólo enumerarlas: Los
pobres y la catequesis, ante todo;
la entronización del Corazón de
Jesús en las familias, los primeros
viernes, los primeros sábados de
María Auxiliadora, la alfabetiza­
ción, la escuela profesional para
chicas pobres que personalmente
iba a buscar a las calles, el ambu­
latorio médico, la escuela de ca­
pacitación industrial; más de 200

zedborski les dio una suma para
«diez toneladas de arroz y otras
diez de fríjoles, suficientes para
alimentar durante un año a 680
personas» («La Nación» del do­
mingo 1 de agosto de 1982) y
para construir viviendas en favor
de los pobres en la «Ciudadela de
María Auxiliadora», fundada por
sor María, más una subvención
para el «Hogar» de las chicas po­
bres. lo que fue el último sueño de
sor María. Pero, ¿por qué el señor
Przedborski quiso publicidad en
su acto tan generoso? Lo aclara
«La Nación»; la ha querido para
que también otras personas con­
tribuyan con su aportación a esta
obra.
Sor María Romero es una figu­
ra colosal. Su unión con Dios,
como su vida, es semejante a la
de don Bosco. De ella puede de­
cirse, sin miedo a equivocarse,
que era «la unión con Dios». In­

Sor María suplicaba a la Virgen le concediera al menos un lugarcito como
el de Momés de Madre Mazzarello...

chicas encontraron trabajo en la
empresa Barzuna de San José,
donde aún hoy se celebra la misa
los primeros viernes de mes, etc.,
etc...
A su muerte, como se dijo de
don Bosco, muchos pensaron que
todo se iría a pique. Pero, amigos,
¡todo se ha multiplicado por cua­
tro! A fines de julio de 1982, un se­
ñor muy adinerado, de nadonalidad belga, nombre polaco y judío,
el señor Przedborski, se presentó
en la Casa de sor María a la hora
del reparto ¿e víveres a ios po­
bres. Llevaba consigo a la prensa
y a la televisión. Preguntó en qué
podía ayudar. Y el doctor Félix Pr-

mersa en una infinita cantidad de
actividades, también estaba su­
mergida en su Dios como pez en
el agua... Lo tenía escrito en una
tarjeta; «El esfuerzo de mantener
fija en Dios la mirada y el corazón,
eso que llamamos contemplación,
viene a ser el acto más completo
del espíritu; el acto que tamt^én
hoy puede y debe jerarquizar la
inmensa pirámide de la actividad
humana...»
En Costa Rica todos esperan...,
el Proceso de beatificación de sor
María Romero.
M. DOMINICA GRASSIANO,
H.M.A.

11

DON AGUSTIN BENITO
50 años de servicio sacerdotai
Don Agustín Benito cumplió
el pasado verano cincuenta
años de servicio sacerdotal.
Había recibido la ordenación
sagrada en el lejano 1934 y
ejerció su actividad salesiana
principalmente en los colegios
de Santander y de La Coruña.
Pero su período más impor­
tante ha sido el sexenio
(1960-66) en que fue Inspec­
tor Provincial de Córttoba.
Seis años en los que puso
toda su personalidad de salesiano y de sacerdote a dispo­
sición de la obra de don Bosco
en las ardientes tierras del sur
de España. Hombre culto y
disciplinado supo conjugar
siempre la exigencia del deber
BM am anot «n I n bodas da oro da
don Aguatin.

12

con un gran corazón, de modo
que su servicio sacerdotal
tuvo siempre el contagio de su

humanidad. Inspector durante
los años del Concilio, se le re­
cuerda en Córdoba como el
provincial encargado de «en­
cuadernar» la Inspectoría en
sus primeros años de historia.
Muchas fueron las obras em­
prendidas y realizadas en
aquellos años, sobre todo en
las nuevas casas de forma­
ción, como Priego y Pedro
Abad. Sin embargo, quizás lo
más importante fue la prepa­
ración del personal en todos
los campos de las Ciencias y
de las Letras, dando a la Ins­
pectoría altura y profundidad
para el desarrollo de la misión
educativa y pastoral.
Las bodas de oro sacerdo­
tales las celebró en el Colegio
de Huérfanos de Ferroviarios
de León. El 30 de junio por la
tarde hubo un encuentro co­
munitario de oración. Don
Agustín se sintió acompañado
de la Comunidad y de los Salesianos de la Casa Inspecto­
ría! con otros muchos llegados
de diversos colegios de Espa­
ña. Al final, todo conmovido,
dio unas buenas noches en

vocaciones

las que expresó su emcx:ión y
su agradecimiento.
El domingo 1 de julio tuvo
lugar la solemne celebración
de la Eucaristía. Dos sobrinos
suyos hicieron de padrinos y,
en el altar, se vio acompañado
del inspector de León, don Al­
fonso Milán y del director del
Colegio, don Eloy Rey. Asistió
una gran cantidad de salesianos. De Córdoba llegaron el
ex-inspector don Antonio Altarejos, quien había sido ecóno­
mo durante su sexenio de pro­
vincial; el actual ecónomo inspectorial, don Ramón Moreno,
y don Rafael Moreno, su anti­
guo secretario. También el di­
rector de Pozoblanco, don
Francisco Carrillo, se presen­
tó con un grupo de su comuni­
dad. Asimismo estuvieron pre­
sentes don Aureliano Laguna
y don Cosme Robredo, pro­
vinciales entrante y saliente
de Madrid, y otros salesianos
beneméritos, entre ellos, don
Emilio Corrales, don Mariano
Valle, don José Quintero y
gran número de salesianos jó­
venes de la Inspectoría de
León.
Don Alfonso Milán hizo
unas reflexiones en la homilía
acerca del sacerdocio y la
vida de servicio sacerdotal de
don Agustín. Después de la
Eucaristía tuvo lugar el besa­
manos en el que todos los
participantes felicitaron al ho­
menajeado. Familiar y cordial
fue la sobremesa con abun­
dancia de discursos. El Ecó­
nomo de Córdoba encomió la
gestión de don Agustín como
inspector de la Andalucía
oriental. Y don Isauro, el direc­
tor de Víllagarcía exhibió su
buen manejo del acordeón.
Todos compartieron con don
Agustín el júbilo de sus bodas
de oro sacerdotales.

ABEL MEDINA CALLE
Nuevo sacerdote salesiáno
Abel Medina Calle es un joven saieslano que estrena su sacerdcwlo en la Inspectoría de C ó rd <^. Su calidad humana
está en proporción a su físico: gran bondad, extraordinaria se­
renidad. Oriur>do de las tierras salmantinas, tiene la sencillez y
reciedumbre de su paisaje. Abel Medina es sobrino de sor An­
gelina Calle, aquella superfora provincial de Madrid que murió
en la brecha como buena hija de don Bosco. Abel Medina es
de los que comenzaron sus estudios en Montllla y Pedro Abad
y continuaron en Sanlúcar, participando con entusiasmo en
las Pascuas Juveniles. Ya pasaron más de diez años de aoue'
lias fechas. Posteriormente empezó a trabajar en el movimien­
to Luz-Vida yéndose a Pontones, allá en las tierras altas de
Jaén a los campos de labor i^ s tó llc a que la Inspectoría de
Córdoba organiza en favor de Isa comarcas más deprimidas
de nuestra geografía andaluza. Los grupos Vida van granartdo: alfabetlZMlón, catequesis, teatro, deportes, liturgia, vida
austera y cercanía al pueblo llar>o.
Abel Medina, ahí está en la foto entre don D o m in a Gonzá­
lez y don Antonio Rodríguez Tallón, el Inspector saliente y el
inspector entrante de Córdoba. Son las fiestas de mayo del 84.
La Ig le i^ de la Señora en la Ciudad de los Califas. fSe side el
sucesor de Osio, mortseñor Infantes Rorido. Familiares, salesiartos, jóvenes, «nlgos, alegría, resurgir vocacional: la prima­
vera de la Iglesia rnnplaza a ser verarto y a dar frutos, «porque
crece tu Reino en esta berra, ¡aleluya!». Abel Medlrui Calle es
ya sacerdote de Cristo: ¡Enhorabuena!
L F. C.

13

Sf, don Egidio se acordaba bien de
Córdoba. Ahora lo s jóvenes le de­
volvían la visita .

Presencia
salesiana
en la celebración
joven
del Año Jubilar
de la
Redención

CORDOBA ROMANA
«Os esperamos para el En­
cuentro de abril en Roma, ya
sabéis que en nuestra parro­
quia contáis con alojamiento».
Era el padre Gagliarducci, de
los Siervos de María, párroco
de santa María Addoloraía en
el Prenestino. El Colegio Sale-s
siano de Córdoba y la Parro­
quia romana mantienen unas
relaciones
de
entrañable
amistad desde el primer En­
cuentro de Taízé en la ciudad
eterna en las Navidades del
1980: fuimos, vinieron, volvi­
mos a ir..., les esperamos
pronto por aquí.

Opinión unánime de ios 60
jóvenes cordobeses que parti­
ciparon en aquella romería:
«Lo más impresionante ha
sido la vida parroquial en san­
ta María Addolorata: liturgia
viva y particípativa, presencia
masiva de jóvenes en las ta­
reas parroquiales, testimonio
del compartir generoso en las
familias que nos acogieron.
Hemos visto lo que debe ser

una verdadera vida parro­
quial». Y junto a esto, la emo­
ción de la Basílica de María
Auxiliadora en Turín: «Señora
te prometemos ser fieles al
espíritu de la Carta de Roma,
ven en nuestro auxilio». Y llo­
ramos ante la tumba de don
Bosco. Y nuestras vocaciones
salesianas se afianzaron y
surgieron.

Fue hermoso ver al Papa
rodeado de todos los líderes
cristianos de la juventud: Kiko
Arguello, Teresa de Calcuta,
Roger de Taizé, Egidio Viganó. Los chicos venían cautiva­
dos por la sencillez y cercanía
de nuestro don Viganó. Eran
ya viejos amigos desde su vi­
sita a Córdoba en febrero del
82. Y le llevaron, caldos de
Montilla para el Espíritu Divino
de la Eucaristía y para el «espíritu-de-vino» de la mesa
—FINO «DON BOSCO SAN­
TO», rezaban las etiquetas
del embotellado cordot^s— .
don Viganó sonreía y nos confidenciaba que ya tenía algo

para convidar al nuevo Con­
sejo Superior.

Los mensajes del Papa y el
mar juvenil de la Plaza de san
Pedro ya no eran nuevos para
nosotros. Estaba reciente el
Santiago Bernabéu. Fue ale­
gre y festivo el encuentro de la
juventud salesiana en el Cole­
gio don Bosco de Cinecittá en
la mañana del sábado 14 de
abril. Pudimos saludar a nues­
tros capitulares del sur: don
Domingo, don Antonio Calero,
Antonio Rodríguez Tallón.
También estaba el grupo de
nuestras salesianas de Cana­
rias. Fastuoso el templo roma­
no de don Bosco.

I Becchi fue la contempla­
ción de la semilla y del árbol
frondoso: la casita de don
Bosco y el hermoso templo
presidido por la genial Imagen
de Cristo Resucitado. Los chi­
cos se me pusieron un poco
contestatarios ante los con­
trastes y me obligaron a con-

14
m

tarles la parábola del grano de
mostaza.
Capítulo especial merece la
acogida salesiana en nuestro
peregrinar. Sobresaliente se
merece la Casa de Martí-Codolar, siempre disponible a
hacer todo lo que está en sus
manos para que nuestro des­
canso sea reparador al seguir
la ruta. Buen detalle el de don
Antonio Doménech que nos
llevó a las habitaciones de
don Bosco en Sarriá y nos
hizo de buen cicerone. El se­
ñor Marcos, como siempre,
nos lo tenía todo a punto. Gra­
cias, hermanos. En Valdocco
la acogida fue tipo Pinardi,
pero compensaba el lugar.
Nos gustó la exposición del
Centenario Salesiano en Sa­
rriá.

l

t

fM

Sabemos que hubo otros
grupos salesianos en la Cele­
bración Joven del Año Santo
de la Redención. Estas son
las impresiones del nuestro,
que se proponía afianzar y ce­
lebrar la fe en el Hijo de Dios
vivo, muerto y resucitado por
nuestra redención, y hacerlo
en compañía de la juventud
cristiana del mundo entero. El
objetivo salesiano fue el de
acrecentar nuestra fidelidad al
carisma de nuestra Familia en
el Centenario de la Carta de
Roma y el Cincuentenario de
la Canonización de don Bos­
co. Podemos aseguraros que,
como se lo pedimos, María
Auxiliadora vino con nosotros
al caminar y nos ayudó a salir
contentos de nuestra empre­
sa. Alegraos con nosotros.
LUIS FERNANDEZ CONDE
Los jóvenes del Colegio de Córdo­
ba, en Cincfttá, con don Domingo
que se encontraba en el Capítulo
General...

En la colina donde nació

UN TEMPLO
PARA DON BOSCO
En I Becchi, sobre fa mis­
ma colina en que nació san
Juan Bosco, se ha levanta­
do este gran Templo al San­
to de los jóvenes. Fue inau­
gurado el 1 de mayo del pre­
sente 1984, cincuentenario
de su canonización. Lo con­
sagró el arzobispo de Turín,
cardenal Ballestrero, ante
una ingente muchedumbre.
El Rector Mayor, junto a la
fachada de ia gran iglesia,
dirigió el saludo de bienve­
nida al señor Arzobispo y a
todos los asistentes:
«Bienvenidos todos cuan­
tos habéis acudido a esta
colina bendita del Señor,
que nos ha dado a la Iglesia
y al mundo a san Juan Bos­
co.
Bienvenido, monseñor Sibilla, obispo de Asti: mon­
señor Javierre y monseñor
Stickier, beneméritos salesianos colaboradores del
santo Padre.
Bienvenidos, señor minis­
tro Gorla: señor Prefecto:
señor Presidente de la Pro­
vincia: y todas las Autorida­
des Políticas y Civiles, se­

ñor Alcalde y Concejales del
Municipio de Casteinuovo.
Bienvenidos, ios Superio­
res mayores de la Congre­
gación Salesiana y miem­
bros del Capítulo General
aún en curso, que estáis
realizando el sueño de don
Bosco: esa línea Valparaíso-Pekín, constelada de
obras juveniles animadas
por su fam ilia religiosa.
Bienvenidas las Superioras de las Hijas de María Auxialidora y de las Volunta­
rías de don Bosco. Bienve­
nidos los Superiores de
otras Familias religiosas».
Nos sentim os filialm ente
unidos en com unión con ei
santo Padre, que nos ha
querido enviar un paterno
mensaje.
Fue el mismo don Bosco
el que vio esta misma obra
en el sueño de la fontana de
mamá Margarita en 1886. Y
fue él mismo quien excla^
mó: «¡Aquí en I Becchi sur­
girá una gran iglesia!»
En noviembre de 1942, los
Superiores salesianos hi­
cieron voto de construir el

Templo, a fin de obtener la
protección de don Bosco
durante ia segunda guerra
mundial. Y no habiendo po­
dido contar con el espacio
proyectado para esta obra
ai otro lado de la Casita, ad­
quirieron este terreno junto
a la otra casita Bíglíone.
El voto sólo llegó a cum­
plirse a los veinte años: el
11 de junio de 1961 se ben­
dijo la primera piedra tras
derruir la casita Bíglíone,
entonces insospechado lu­
gar del nacimiento de don
Bosco, hoy sin duda aclara­
do por los historiadores.
El arquitecto Ronca, el in­
geniero Stura y otros mu­
chísim os empresarios y
obreros concluyeron el tem­
plo en 1965, dejando inaca­
bada la iglesia superior.
Durante diecinueve años
han ido aumentando consi­
derablemente los peregri­
nos, sobre todo en estos úl­
tim os años. La pasada cua­
resma fueron muchos ios
penitentes que acudieron
con el deseo de ganar el Ju­
bileo del Año Santo cuyo

privilegio, Vd., padre Arzo*
bispo, quiso benignamente
conceder a nuestro Templo.
En estos últim os años he­
mos visto la conclusión del
Templo. La casa ICCIS, con
el ingeniero Algostíno y una
buena escuadra de laborio­
sos trabajadores han llega­
do a rematar la obra, mien­
tras que la casa Demetz de
Ortisei nos obsequiaba con
el maravilloso Cristo Reden­
tor, y el maestro Zonta con
las hermosas pinturas y ví­

a su bautismo, quieren ser
testigos y portadores del
mensaje de Cristo a los
hombres de nuestro tiempo.
A los cincuenta años de la
canonización de don Sosco,
y en la conclusión del Ano
Santo de la Redención, el
mismo Cristo que en el sue­
ño de los nueve años señaló
a don Sosco los destinata­
rios de su misión, haga de
esta colina la «montaña de
las bienaventuranzas juveni­
les».

sos colegios. Se representó
un «¡Proceso a don Sosco!»
Hubo cantos y mimos de va­
rios centros salesianos de
Italia, y un coro interpretó el
negro espiritual «0 happy
day».
Y luego la Eucaristía. El in­
menso Templo se sintió pe­
queño para acoger a tantos
jóvenes que se sentaron en
gradas y pasillos. Y la hom i­
lía del Rector Mayor: «A vo­
sotros los jóvenes, desde
esta “ Colina de las biena-

drieras.
¡Eminencia!, usted dedica
hoy a Dios y a Cristo Reden­
tor este Templo levantado
en nombre de don Bosco.
Junto al Santo don Bosco
estén asimism o mamá Mar­
garita, Domingo Savio, el
beato Miguel Rúa y, ade­
más, san José Cafasso y el
canónigo AMamano, de Casteinuovo. Hacemos votos
para que el Templo sea sím ­
bolo del amor a Dios de
esos miles de peregrinos y
devotos y de cuantos, fíeles

LA «EXTRADONBOSCO»
JUVENIL

venturanzas” don Bosco os
repite estas cuatro pala­
bras:
—¡Mirad a Cristo!
—¡Amad la vida!
—¡Tomad en serio vues­
tra misión!
—¡Vivid la alegría de la
esperanza!»
Con esta consigna los jó­
venes dejaban I Becchi,
pero cantando a don Bosco:
«Baja por ios caminos,
ven todavía con nosotros:
¡junto a ti marcharemos
cantando!»

A pie, en bicicleta, en co­
che..., los jóvenes acudie­
ron a festejar a su Santo en
el lugar de su nacimiento, el
día de la consagración del
gran Templo. En el patio se
había levantado un palco en
el que se sucedieron tres
horas de espectáculo. Co­
menzó un conjunto de unos
35 acordeones. Siguió un
desfile de bandas de música
y de «Majorettes» de diver-

El A.F. COLSPE (Colegio Salesiar>o
de San Pedro) ha dado excelentes
profesionales al balompié sevillano.
Don Ubaldo se une a la alegría del fichaje de cuatro Jugadores del Colé*
gio para el Betis.

Don Ubaldo recuerda con sin­
gular emoción aquella subida has­
ta la Pena de Francia cuando te­
nía once añitos... Senderos capri­
nos, burritos de suave manse­
dumbre. frío muy intenso... Su se­
ñora madre, rtiujer de recias virtu­
des cristianas, le tomó de la mano

üCOMO LE QUIEREN, D. UBALDO!!
Recibo el número 4 del Boletín Informativo del colegio saleslano
de Triana e inmediatamente echo mano del fabuloso y tremendo
librito publicado en Roma (1982) que lleva este título: «EL DIREC­
TOR SALESIANO. Un ministerio para la animación y gobierno de
la Comunidad Saleslana». En el número 281 de su articulado dice
textualmente: «Con determinadas condiciones es también reco­
mendable la publicación del periódico de la casa. Es un modo
moderno y simpático de llegar a personas que fueron amigas y
que acaso están a punto de olvidarnos, de estrechar lazos y sus­
citar deseos de colaboración. El peligro —nada improbable— está
en poner en circulación un producto más, con el sello de la me­
diocridad en presentación gráfica y elección de contenidos. Hoy
el periodismo es ciencia, técnica y arte: no se puede improvisar».
Editada la revista trlanera con dignidad, pulcritud tipográfica y
buen gusto, se honra con la exaltación —en primera página— de
toda una lección magistral de vida saleslana. Vamos a contarlo
brevemente...
En esta España secularmente
manicorta, tan señalada por su
maestría en cicatear y envidiar sin
tregua, nos conforta el ánimo
comprobar la intensidad del cari­
ño que se aprieta en torno a una
persona sinceramente homena­
jeada y agasajada...
DON UBALDO GONZALEZ
DEL CORRAL es un salesiano fi­
broso, septuagenario, de sabrosa
plática, de tangibles hechos, de
fervoroso espíritu... Ahora anda
en los papeles, en el CORREO
DE ANDALUCIA, en el BOLETIN

SALESIANO, en el Informativo de
la Inspectoría... En nuestro cole­
gio salesiano trianero, centenares
de personas llegadas de aquende
y allende se han volcado para
realzar con una celebración sale­
rosa y conmovedora los cincuenta
años de una fecunda brega...
—Me crié raquítico y endeble,
como criaturita nacida antes de
tiempo. Mi pueblo es Fuenteguinaldo (Salamanca), partido de
Ciudad Rodrigo. Desde aquel 7
de septiembre de 1911 ya ha llovi­
do bastante...

y en aquellas cumbres vertigino­
sas ofreció a la Virgen a su Ubaldito, retoño que le traía tan preo­
cupada... ¡Cuánto sentiría la
muerte de esta madre aquel hijo
tan afectuoso, siendo ya un deci­
dido hincha de san Juan Bosco!...
— El año 1923 me vine a Cádiz
junto con otros cuarenta compa­
ñeros salmantinos. Estudié tres
años de latín. El fúlbol..., sobresa­
liente. Después de unas vicisitu­
des cuyo relato alargaría bastante
este diálogo, profesé en San José
del Valle (Cádiz) el 8 de diciembre
de 1936. Gran día para mí, lleno
de felicidad...
Sabemos que al llegar este mu­
chacho a probar el calostro de su
infancia saleslana (en la que no
faltaron sinsabores y contrarieda­
des) la intervención de aquella ve­
nerable figura que fue don Joa­
quín Bressán tuvo su peso espe­
cífico, definitivo...
—Lo tuve como confesor y gran
confidente. Me aseguró que yo
sería querido, siendo salesiano,
por donde fuera. Recuerdo aque­
llos soldados que descansaban
en nuestra casa vállense a quie­
nes preparé para la Primera Co­
munión... Iban derechitos a la

¿Cómo olvidar loa famosos «Soldaítos» dé Carmona? Por muchos pueblos y ciudades de España repartieron ale­
gría. La foto tiene sus años, pero habla por sí sola.

muerte. Había estallado la Guerra
Civil española.
Don tibaldo no ha abandonado
desde entonces esa hermosa ta­
rea de preparar a los pequeños
cuando se acerca la inolvidable
fecha de la Primera Comunión. El
recuerda la suya, en 1920, con
una chaquetíta compr&da a una
vecina, sin dispendios ni franca­
chelas, sin esos montajes de aho­
ra...
¡Qué manera de enfrascarse y
azacanarse y desgargantarse la
de este hombre por esos pueblos
de Dios a los que —según se
dice— le destinó la obediencia!...
Podríamos afirmar que, como
el cimarrón, abandonó un poco la
serenidad doméstica durante al­
gunos años para hacerse monta­
raz... Arcos de la Frontera, Fuen­
tes de Andalucía, Antequera, Carmona, Ecija... Montañas, vegas,
inmensos trigales... Son lustros
dedicados a chicos pueblerinos y
bravios. Lo mismo aguantará 72
alumnos en un aula que desasna­
rá (atención al diccionario) cortije­
ros en clases nocturnas.
¿Cómo desligar a nuestro hom­
bre de sus inefables «sordaítos»
de la bella ciudad de Carmena?...
—Fuimos célebres, recorrimos
pueblos y ciudades. Hasta las fa­
mosas Fallas valencianas nos re­
cibieron en palmitas. Y no hable­
mos de algunos campos de fútbol,
de algunos famosos encuentros
incluso internacionales... Para mí
se queda lo que pasé con aque­
llas criaturas...
En 1962 fue destinado a la Ciu­
dad de las Torres, a esa sartén
andaluza donde se derriten los
sesos en el mes de agosto... Es
inevitable su comentario agridul­
ce...
—Me hicieron «dueño de todo».
Formé la Banda de Cometas y
Tambores que, aunque era muy
famosa, había desaparecido. Cin­
co años maravillosos pasé en Eci­
ja. Todo el mundo estaba muy
contento conmigo por mi carácter,
por mi manera de ser... Pero don
Ambrosio Díaz, inspector enton­
ces, decidió cerrar aquel hermoso
colegio ecijano a f^ s a r de la pu­
jante vida que tenia y de la canti­
dad de actividades salesianas
que allí se desarrollaban. Nos fui­
mos con gran dolor y pena...
También corK>ció el bullicio de
la gran ciudad a lo largo de su in­
tensa vida de trabajo salesiaino.
Así ‘ocurrió en Algeciras: cinco
anos junto a don Arídrés Yun, jun­
to a don Miguelito Gómez...
¡Cuánto carino el de la gente para
aquellos hijos de don Bosco tan

desprendidos, trabajadores, hu­
mildes y sembradores de ale­
gría!...
¡¡Y Trianaü
—Me destinaron a Triana en el
curso 1950-51. Caí de pie y pasé
tres años inolvidables dedicados
a la Enseñanza y a la hermosa la­
bor de los Antiguos Alumnos.
En esta segunda etapa —que
ha llegado a los catorce años—
don Ubaldo ha ido conquistando
popularidad entre pequeños y ma­
yores, entre los de dentro y los de
fuera, a pulso y en ritmo crecien­
te... Este salmantino tan en carne
viva rezuma trianerismo del bue­
no. Estoy seguro de que le gusta­
ría quedarse patidifuso bajo ese
cielo y entre esas gentes. Por eso
la casa salesiana — multípara
como fecunda hembra, ya que
cuenta con variadas asociaciones
de ambos sexos y con actividades
extraescolares florecientes— se

res de don Ubaldo, congregados
en Triana desde puntos distintos y
distantes de España. Tampoco el
señor Obispo Auxiliar y Vicario
General del Arzobispado de Ovie­
do, ha podido abrazar a su paisa­
no y amigo, dirigiéndole una larga
y afectuosa carta.
¿Cómo hablar de jubilaciones
con este pura sangre salesiano?
El teatro, la librería. Cornetas y
Tambores, Antiguos Alumnos, fút­
bol, horas interminables de aula y
corrección de cuadernos... Son
campos preferidos del trabajo
ubaldino... Atizado su entusiasmo
junto a formidables salesianos de
primera hora, como don José
Aparicio o el santo Maestro Dalmau, mantiene crepitante su anti­
guo fuego, como advertimos ape­
nas lanza a los vientos esos ca­
racterísticos discursos, de aire tri­
bunicio, en fechas muy señaladas
para nuestra Familia...

Don Ubaldo pasa de los setenta años, pero no entiende deJubilaciones...
Aquí le vemos con su coro de pastores, campeones navideños en el Con­
curso de Vlllartcicos.

ha volcado fervientemente en el
merecido homenaje...
Las gentes del fútbol no han po­
dido estar ausentes. Porque el A.
F. COLSPE (Colegio Salesiano
de san Pedro) que milita en Pri­
mera Regional Preferente (Juve­
niles) ha dado excelentes fwofesionales al balompié sevillano y
tiene en don Ubaklo un extraordi­
nario animador al frente de las
instalaciones deportivas del cole­
gio.
Lástima que el señor Cura pá­
rroco de Fuenteguinaldo, det»do a
la desafortunada caída que sufrió
en la víspera del homenaje, ruD
haya podido unirse a ios familia­

Emocionadamente, este anti­
guo alumno de ese colegio que
ahora va a cumplir cincuenta años
de fecunda y gloriosa vida sale­
siana, se une a la magna fiesta,
salerosa fiesta, en honor del sen­
cillo y trabajador y fiel Hijo de don
Bosco, con los sucintos apuntes
nacidos a vuela máquina durante
el misericordioso verano de Jerez
de este 1984...
María Auxiliadora, de cuya de­
voción es tan fervoroso propaga­
dor, le seguirá bendiciendo. Segu­
ro seguro...
JUAN MANUEL ESPINOSA,
S.D.B.

19

hace cien años
sij6n centenaria por otro
concepto que, sin duda,
pertenece a la historia de ia
España Salesiana. Efectiva­
mente, hace ahora un siglo
(1884-1984) que apareció en
nuestra tierra el prim er libro
escrito por un español so­
bre temas salesianos. Lleva
como título Don Bosco y su
Obra. Tiene por autor a un
ilustre prelado andaluz lla­
mado Marcelo Spínola y
Maestre. Y vio la luz pública
en Barcelona, en la Tipogra­
fía Católica de la calle del
Pino, hacia finales de 1884.
Se cumplen los cien años.
Se trata de un librito (102
páginas, sin contar el Apén­
dice, 18 X 12 cms.) de ex­
traordinario valor documen­
tal para comprender los orí­
genes del hecho salesiano
en nuestra patria. Como, al
parecer, la prensa salesiana
de los últimos meses no ha
referido nada sobre el parti­
cular, creemos útil ofrecer
en las páginas que siguen
algunas breves ideas.

Venerable
don Marcelo Spínola.

COMO SE COMENZO
A ESCRIBIR
DE LOS SALESIANOS
EN ESPAÑA
1984 es el año centenario de
la llegada de los Salesianos
a Barcelorta-Sarriá y, por
tanto, de los inicios de la Fa­
milia Salesiana en Cataluña.
Como saben los lectores del
Boletín Salesiano los actos
conmemorativos tuvieron
lugar durante el primer se-

20

mestre. Los cerró brillante­
mente el President de la Ge­
neralidad Catalana, muy ho­
norable Jordi Pujol, con la
visita que efectuó a la Casa
de Sarriá el 3 de Junio pasa­
do.
Pero el año en curso pre­
senta también una dimen-

El autor
Se le conoce suficientemente
bien. Ya que, tiempo atrás, el pe­
riodista José María Javierre le de­
dicó una espléndida biografía titu­
lada don Marcelo de Sevilla (Juan
Flors, editor, Barcelona 1963), de
la que, años más tarde (1974), pu­
blicó una síntesis sustanciosa {El
arzobispo mendigo. BAC Minor
33).
El estudio resulta de agradable
lectura para cualquiera, pero, de
un rrKxlo especial, para quien de­
see informarse del arranque de la
vida salesiana en España. Basta,
en efecto, tener presente que, con

hace cien años
el título de Obispo de Milo y por
espacio de dos años (1880-1882),
don Marcelo fue obispo auxiliar de
fray Joaquín Lluch i Garriga, el arzoúspo de Sevilla que introdujo a
los salesianos en España, llamán­
doles a establecerse en la iglesia
del Carmen de Utrera. Desde el
momento en que éstos llegaron a
la capital andaluza, en febrero de
1881, pudieron contar con la sim­
patía y el apoyo de ambos prela­
dos hispalenses. El obispo auxi­
liar, en concreto, entró decidida­
mente en el círculo de los amigos
y protectores de los nuevos reli­
giosos. «Entusiasmado con don
Sosco y con los salesianos —es­
cribe Javierre—. Cuando los sale­
sianos pusieron pie en España,
don Marcelo fue para ellos báculo
y aliento». (Don Marcelo de Sevi­
lla, 181-182).
Y éste fue el talante que consen/ó a lo largo de toda su vida.
Especialmente siendo obispo de
Málaga (1886-1895) y, después,
arzobispo-cardenal de Sevilla
(1895-1906). No cabe aquí deta­
llar esas relaciones de sintonía y
ayuda que mantuvo con los sale­
sianos. Lo hizo con mucho tino
don Francisco de la Hoz en el dis­
curso de ingreso en la Real Aca­
demia Sevillana de Buenas Letras
(Un gran cardenal hispalense con
la Familia Salesiana, Sevilla
1947).
Lo cierto es que lo salesianos
quedaron profundamente conster­
nados cuando lo perdieron para
siempre en este mundo (1906),
porque, para ellos, había sido
«más que padre». Y explicaban
así los rasgos de esa paternidad
espiritual: «Admirador entusiasta
de don Bosco, estudió su espíritu
y lo reveló al mundo en elocuen­
tes y comectísimos escritos; amó
a sus hijos, los favoreció siempre,
los distinguió cuanto pudo su gran
corazón» (Boletín Salesiano, mar­
zo 1906,83). Después de cuaren­
ta años, el mencionado padre la
Hoz cerraba su parlamento con
estas palabras: «La bendita me­
moria del grem prelado nunca se
extinguirá en nuestra Congrega­
ción» (Ibid., 36). Con ellos no ha­
cía más que expresar pública­
mente uno de los sentimientos
más auténticos de la conciencia
saiesiarm en España.

«Cuando don Bosco tuvo en sus manos el llbrito se le sonrojaron un tanto
las mejillas. Pero quedó sattsfechisimo, e Incluso se atrevía a Insinuar a
los suyos que lo tradujeran al ltalÍar»o para darte una mayor difusión...»

Tiempo de redacción
El 22 de septiembre de 1882
moría el cardenal arzobispo de
Sevilla, monseñor Uuch i Garriga.
Lo lógico era que el que hasta en­
tonces había ocupado el segundo
puesto en el gobierrK) de la archidiócesis fuera designado vicario
capitular, asumiendo la suprema
responsabilidad durante la sede
vacante. P«’o no fue así. porque
los canónigos de la Giralda no k)
quisieron. Por tanto, don Marcelo
hubo de pasar —como decimos

hoy— al paro, situación que se le
prolongó durante un par de años,
hasta ser nombrado obispo de
Coria (Cáceres) en agosto de
1884.
Para esta fecha, su opúsculo
sobre el fundador de los salesia­
nos estaría a punto de ver la luz
pública en la barcelonísima calle
del Pino. Es lo que se deduce del
análisis interno del mísrfRr
Con toda probabilidad, el proce­
so de redacción se desarrolló en
la forma que sigue. Año 1881:
Don Marcelo descubre a los saie-

21

hace cien años
síanos, se interesa por ellos y de­
cide protegerlos. Año 1882; la
simpatía se convierte en amistad
sincera, y el prelado concibe el
proyecto de escribir algo para dar
a conocer ante la opinión pública
española el espíritu y las obras de
los nuevos religiosos, por lo cual
recaba la debida información del
superior de Utrera. «En aquel
tiempo [1882] —dejó anotado don
Juan Branda— fui muchas veces
a Sevilla, para relatar la historia
de la Congregación y otras cosas
a monseñor Spínola» {Archivo de
la Casa de Utrera, Crónica). Año
1883; la situación de paro forzoso
en que se encontraba brindó al
prelado nuevas posibilidades de
dedicarse al apostolado sacerdo­
tal; una de ellas se materializó en
la elaboración del folleto proyecta­
do (Ver la introducción del mis­
mo). Año 1884: durante las prime­
ras semanas se le ve aplicado en
la redacción; «ahora mismo —es­
cribe— acaba de fundarse entre
nosotros la [Casa Salesiana] de
Barcelona, que esperamos será
con el tiempo uno de los mejores
establecimientos de los salesianos, no sólo en nuestra patria sino
en el mundo» {Don Bosco y su
Obra, 66). Para fechar correcta­
mente estas líneas hay que recor­
dar que fue a mediados de febrero
cuando los salesianos entraron en
el pueblecito de San Vicente de
Sarríá, junto a la Ciudad Condal.
Unos meses más tarde, hacia ju­
nio-julio, don Marcelo tenía el tex­
to listo para la imprenta: «en efec­
to —comenta en la nota de la pá­
gina indicada— , no augurábamos
mal. Desde que se escribieron las
anteriores líneas hasta este mo­
mento han transcurrido pocos me­
ses, tres o cuatro, y los Talleres
Salesianos —que este título tiene
la nueva furxlación— producen ya
admirables frutos».
En este momento, aquel agudo
apologista y avispado escritor que
se llamaba Félix Sardá i Salvany
sabía en Barcelona el trabajo que
estaba llevando a cabo el prelado
sevillano, «pluma más competen­
te que la nuestra», por lo que re­
nunciaba a acometer por su cuen­
ta una empresa similar para no
«quitarle al asunto —decía— la
gracia de la novedad» {Revista
Popular, 3 de julio de 18&4).

22

Con estos datos en la mano y
sabiendo que el libro de don Mar­
celo se publicó dentro del año
1884, se colige sin lugar a dudas
que aquellas páginas comenza­
ron a correr por la calle durante el
verano-otoño del año menciona­
do.

Lugar de edición
El libro no apareció, como a pri­
mera vista se creería lógico, en el
ambiente sevillano y utrerano
—donde, hasta cierto punto al
menos, el nombre salesiano ya
sonaba y contaba con un círculo
de adeptos— , sino en la Ciudad
Condal, a la cual los salesianos
acababan de aproximarse y en
donde, por el momento, el grupo
de los Cooperadores era muy exi­
guo. El hecho no deja de llamar la
atención. ¿Qué explicación puede
caber? Quizás se ha de apuntar
en tres direcciones.
En primer lugar, conviene fijar­
se en la misma motivación que
inspiró la partición de la comuni­
dad de Utrera y el traslado de al­
gunos de sus miembros a Barcelona-Sarríá para fundar una nueva
Casa; es decir, la esperanza de
hallar unos caminos más abiertos
y unas garantías más seguras de
futuro. Porque si los salesianos de
Utrera veían la posibilidad de
asentarse a un plazo no largo en
la capital sevillana, el fracaso que
experimentaron en el intento de
llegar hasta Málaga (1882-1883)
acabó por empujarles hacia el
norte. Aquí creían encontrar, al
menos por el momento, una tierra
más prometedora. En esta pers­
pectiva, podían intuir también que
Barcelona contituiría una buena
plataforma para lanzar la edición
del libro al mercado local y nacio­
nal.
En segundo lugar, se imponía
la razón política; o sea, era muy
conveniente apoyar y ambientar,
con el oportuno aparato propa­
gandístico, (a institución que se
implantaba en tierras barcelone­
sas. Una intuición lúcida y certera
—además de la profecía que don
Bosco había hecho a don Juan
Branda sobre la intervención de
doña Dorotea Choprtea de Be­

rra— señalaba a los salesianos el
gran desarrollo que en el futuro
iba a tener aquella obra incipiente.
¿No valía la pena, por tanto, de
arroparla con una opinión pública
favorable? Desde este punto de
vista, las páginas preparadas por
el obispo sevillano venían a ser
un magnífico regalo, un don de
extraordinaria utilidad que el salesianismo andaluz brindaba al ca­
talán; una estupenda manifesta­
ción de solidaridad entre las dos
primeras Familias Salesianas de
España.
En fin, se ha de pensar en el in­
terés literario que el movimiento
salesiano estaba despertando en
Barcelona. Propiamente, no era la
de don Marcelo la primera tinta
que en la ciudad de Barcelona se
vertía sobre el tema de referencia.
Porque, en efecto, el mencionado
sacerdote y apologista, doctor
Sardá i Salvany, ya le había pre­
cedido desde el año 1880 si bien
en forma, diríamos, menor; es de­
cir, sólo con artículos de su Revis­
ta Popular (que se publicaba e im­
primía en la Librería y Tipografía
Católica de Barcelona).
Más o menos cuando el Obispo
de Milo ponía punto final a su es­
crito, don Félix firmaba tres signifi­
cativos artículos en el citado se­
manario (julio de 1884), contando
las impresiones y pensamientos
que en él habían brotado a raíz de
una detenida visita efectuada, el
mes anterior, al establecimiento
salesiano de Sarriá. Con las ini­
ciales del nombre del autor los
tres fueron añadidos, a modo de
Apéndice, al texto de don Marcelo
(páginas 103-111). ¡Encaje per­
fecto! Las ideas, las preocupacio­
nes y las conclusiones de ambos
publicistas coincidían con preci­
sión. Cada uno daba su propia
nota musical, pero de ellas surgía
una misma melodía. Estaban en
la misma onda.
Cuando don Bosco tuvo en sus
manos el librito se le sonrojaron
un tanto las mejillas. Pero quedó
satisfechísimo, e incluso se atre­
vía a insinuar a los suyos que lo
tradujeran al italiano para darle
una mayor difusión... Lo veremos
mejor en el próximo número de
este Boletín.
RAMON ALBERDI

libros b. s.

Sencillo y profundo a la vez, tra­
za orientaciones prácticas y señe­
ras para una labor ardua, pero
apasionante.

C. BISSOLi.— A.
CAÑIZA­
RES.— G. GROPPO.— R. GIANNATELLI.— L. SORAVITO.— M.
SODI.—Z. TRENTI: Formar cate­
quistas en los años ochenta. Col.
«Estudios
catequéticos»
(2).
CCS. Madrid. 1984.
Un grupo de eminentes catequetas ha elaborado este libro
que consideramos de sumo inte-

FORMAR
CATEQUISTAS
EN LOS A N O S
O CH ENTA
cBsfm CAmJSTicA

rés, no sólo para especialistas y
profesores, sino para cuantos
ejercen una labor pastoral y de­
sean poner al día sus conocimien­
tos de Catequética. Los autores
han elegido tres palabras claves
para trazar los elementos esen­
ciales para la formación de los ca­
tequistas en esta década; el ser
del catequista, es decir, su creci­
miento personal en la fe y su ma­
yor capacidad para dar testimo­
nio; el saber, o el conjunto de co­
nocimientos fundamentales para
la fe y la vida: el saber hacer, o la
capacidad de transmitir el patri­
monio de la fe y la vida cristiana
con la mejor didáctica.

ELISEO BORDONAU: Intro­
ducción al Nuevo Testamento.
Col. Enciclopedia Básica del Ca­
tequista (21). CCS. Barcelona,
1984.
Eliseo Bordonau, quien ya es­
cribió para esta misma colección
la Introducción al Antiguo Testa­
mento, nos presenta ahora este
cuaderno precioso para compren­
der mejor la lectura de los libros
del Nuevo Testamento. «Más que
nada —nos dice— quiero serviros
de guía de lectura. Y la tarea de
un guía es la de acompañaros en
el camino, no la de ahorrároslo».
Tenemos, pues, un breve, pero in­
teresante estudio preliminar de
los libros sagrados. Comienza por
los Hechos de los Apóstoles, con­
tinúa con los cuatro evangelios,
las cartas de san Pablo, las de
san Juan, las otras cartas del
Nuevo Testamento y concluye
con el Apocalipsis de Juan. El
cuaderno nos ofrece con mucha
lucidez el sentido de estos escri.tos de acuerdo con los últimos es­
tudios de la exégesis contemporá­
nea.

JOAN LLOPIS; Qué es un sa­
cramento. Col. Enciclopedia Bási­
ca del Catequista (22). CCS. Bar­
celona, 1984.
El teólogo Joan Llopis aborda^
en este cuaderno 22 de la Enci­
clopedia Básica del Catequista el
tema de los sacramentos en ge­
neral. Se trata de una síntesis
muy completa y ordenada de la
teología sacramental. Expone el
sentido de sacramento como sig­
no de fe y símbolo gratuito, rra ins­
trumento utilitario. No obstante,
también habla de la utilidad de los
sacramentos, de dónde surgen y
cuál es su número. Finalmente
ofrece una bibliografía muy breve
y esencial, pero al día, sobre esta
materia. El presente cuaderno
nos ayuda a repasar y a protortoízar la Teología para transmitirla
con darídad de ideas.

BRE EL PATIBULO
A. M. LEMONNIER; Luz sobre
el patíbulo. Col. «Palabra joven»
(5). Central Catequística Salesiana. Madrid, 1984.
Recoge este libro la experiencia
espiritual del joven asesino Jacques Fesch, condenado a muerte.
«Unas notas personales y unas
cartas dirigidas a sus familiares y
amigos nos dan la imagen de la
altura a que puede llegar un ser
humano cuando acoge la invita­
ción de Dios y se deja transformar
por El. Jacques Fesch es, al mis­
mo tiempo, un auténtico testimo­
nio de la insospechada capacidad
de recuperación que encierra el
alma humana por muy perdida
que esté. Afirma A. M. Lemonnier
que el protagonista es «al pie de
la letra un nuevo buen ladrón del
Evangelio. Sus últimas cartas, so­
bre todo su última noche, son
Evangelios, es decir, una buena
noticia para unos pobres como
nosotros». La conversión de Jac­
ques es una vuelta a la vida. En la
soledad y silencio de su celda co­
mienza a reflexionar y, paso a
paso, se encuentra a sí mismo
encontrando a Dios. La lectura de
este libro, que ha tenido un enor­
me éxito editorial en Francia y en
Italia, podría repetir en España su
buena ventura, sobre todo en el
ámbito de la juventud. Por eso lo
recomendamos de manera espe­
cial para los jóvenes.

23

hispanoamérica

NICARAGUA
NO SE RESIGNA A SER UNA «IGLESIA DEL SILENCIO»

Recientemente han sido expulsados de Nicaragua otros diez religiosos, entre
ellos cuatro salesianos. En otros artículos de nuestra revista hemos hablado
de las dificultades que experimenta la Congregación Salesiana en este país
hermano al referirnos a la expulsión de los salesianos españoles don José
Moratalla y don Luis Corral. Hoy nos escribe el Padre Provincial de Centro
América, don José C. di Pletro, y nos ofrece datos interesantísimos acerca de
la verdadera persecución desencandenada contra el arzobispo, monseñor
Obando y contra los Institutos religiosos.

Muy Rvdo. P. Inspector:
Con la presente tengo el
gusto de saludarlo y enviarle
una vez más noticias docu­
mentadas de los aconteci­
mientos de Nicaragua que ter­
minaron con la expulsión en
masa de diez sacerdotes, en­
tre los cuales CUATRO SALESIANOS:
1. P. Vicente Caudeli
español, escolapio.
2. P. Francisco Castells
español, franciscano.
3. P. Santiago Anítua
español, jesuíta.
4. P. Francisco San Martín
español, diocesano.
5. P. Benito Laplante
canadiense, diocesano.
6. P. Benito Pitito
italiano, Jesús obrero.
7. P. Mario Fiandri
italiano, salesiano.
8. P. Mario Madrid
panameño, salesiano.
9. P. José Montero
costarricense, salesiano.
10. P. Manuel Huertas
costarricense, salesiano.

24

Mons. Miguel Obando,
arzobispo de Managua.
Al frente de la Iglesia de Nica­
ragua, el arzobispo salesiano
ha sido en todo momento el de­
fensor de su pueblo, primero en
los tiempos de la p^^ecudón
de Somoza y ahora en esta eta­
pa sandinista. Nunca ha sido fá­
cil el camir>o del Evangelio, so­
bre todo cuando se toma en se­
rio. Los luchadores de la paz,
de ia justicia y de la libertad
verdaderas saben que el Reino
de Dios padece violef>cia.

Ya son siete los salesianos
expulsados de Nicaragua y,
naturalmente, con esta última
expulsión las casas de Mana­
gua y Masaya han quedado
diezmadas, con la gravedad
que ahora se hace casi impo­
sible la entrada de otros ex­
tranjeros.
Nuestros profesores segla­
res son sometidos a frecuen­
tes y largos interrogatorios de
la policía y asimismo los jóve­
nes más comprometidos y
allegados.
Sin duda la lista ha sido mi­
nuciosamente escogida entre
los religiosos más fieles al Ar­
zobispo. Pero ninguno de
ellos ha sido implicado en al­
gún acto político o revolucio­
nario de ninguna clase; varios
de ellos no habían participado
a la marcha religiosa de soli­
daridad, que fue una marcha
pacífica y ordenada como se
acostumbra hacer en muchos
países democráticos.
Los motivos principales que
han causado esta represalia
violenta contra la Iglesia son
los siguientes:

COMUNICADO DE PRENSA DEL SEDAC
Como Presidente del SEDAC, organismo regional que agrupa a los sesenta obispos de
Centro América y Panamá y ante la drástica e inusitada medida del Gobierno de Nicaragua de
expulsar hacia Costa Rica a diez sacerdotes, varios de los cuates, ni siquiera participaron en
ia marcha del lunes 9 de julio, es mi deber manifestar lo siguiente en forma oficial:
1." Que deploro profundamente tal medida, pues me consta que la misión que dichos sacer­
dotes han venido cumpliendo en Nicaragua, alguno hasta por más de 30 ahos, ha sido y
es de naturaleza estrictamente religiosa y en favor de la promoción integral del hombre ni­
caragüense.
2 ° Que insto respetuosa pero vehementemente al Gobierno de Nicaragua, para reconsiderar
ia medida adoptada y permitir el reintegro de los sacerdotes expulsados, para continuar
cumpliendo con los servicios sacerdotales que han venido desempeAando.
3.** Que hago llegar al Episcopado y demás miembros del Pueblo de Dios de Nicaragua, la
fraternal solidaridad de 23 millones de católicos centroamericanos que compartimos el
sufrimiento de esa Iglesia hermana y oramos con fervor para que dentro de un clima de
pay, concordia y libertad, pueda continuar cumpliendo con la misión que Cristo le ha con­
fiado de anunciar el Evangelio en esa amada Nación.
t Mons. ROMAN APRIETA VILLALOBOS. Presidente del SEDAC

a) La Iglesia en Nicaragua
no se resigna a ser una «Igle­
sia del slléncio» y quiere ser
fiel a la población contra la im­
posición armada del sistema
marxista soviético-cubano.
b) El Gobierno para acele­
rar el proceso marxista nece­
sita favorecer más la Iglesia
Popular y por eso debe debili­
tar la Iglesia Jerárquica expul­
sando a los sacerdotes fieles
a ios Obispos, dejando vacías
las parroquias y desampara­
dos los colegios.
c) La Iglesia ha tomado ia
defensa de los jóvenes que
son obligados a enrolarse en
el Ejército del «único» Partido
Político, desde los 15 años
hasta los 22; hay una verda­
dera «caza a los jóvenes» en
sus casas, colegios y universi­
dad. La objeción de concien­
cia es un delito. En nuestros
colegios ya no hay jóvenes de
cuarto y quinto curso.
La inocencia de los sacer­
dotes expulsados está clara­
mente confirmada por docu­
mentos oficiales que les man­
do mimeograflados:

• Comunicado de la Con­
ferencia Episcopal Nicara­
güense.
• Comunicado del Secre­
tariado del Episcopado Cen­
troamericano (SEDAC).
• Comunicado del Clero de
Managua.
• Comunicado de la CONFER de Nicaragua.
• Comunicado de la Comi­
sión Permanente de Derechos
Humanos en Nicaragua.
Con la presente quiero
agradecerles
PROPAGAR
esta información entre los Salesianos, los Obispos, los Re­
ligiosos y MCS de su Inspec­
toría.
Sería también muy impor­
tante y efectivo que estas enti­
dades mandaran una nota de
protesta a la Embajada de Ni­
caragua en su País o Inspec­
toría.
Sé que todo esto le causará
un poco de molestia, pero es
una muestra de solidaridad de
la Iglesia y de la Congrega­
ción en América Latina y una
fuerza de presión muy eficaz
sobre ios gobiernos.

El paare JOSE MANUEL
GUIJO está actualmente al
frente del Centro Juvenil de
Managua; le han expulsado a
los dos mejores elementos de
su comunidad y confía mucho
en las oraciones de todos us­
tedes.
Agradezco su atención y
confío yo también en sus ora­
ciones.
Afmo. en don Bosco.
P. JOSE C. DI PIETRO
Inspector

CUATRO SACERDOTES
SALESIANOS
EXPULSADOS
DE NICARAGUA
P. Mario Fíandrí
Tiene 36 años de edad y es
ciudadano italiano. Tenía ya
nueve años de trabajar en el
Centro Juvenil don Bosco de
Managua. Fue un entusiasta y
dinámico director de la Comu­
nidad Salesiana, un grande
formador y orientador de jóve-

25

htspanoamérica
nes, con gran equilibrio y pado en la marcha de solidari­ ropuerto, en donde le comuni­
apertura, tanto durante el Go­ dad con el padre Peña, ni ha­ caron que quedaba cancelada
bierno de Somoza como tam­ biendo dado motivos con su su residencia; sin darle ningu­
bién de los Sandinistas. Ade­ conducta, pues tenía apenas na explicación. Al poco tiempo
más ha sido un gran organiza­ cinco días de haber regresado empezaron a llegar los otros
dor de ligas juveniles deporti­ de Italia, no nos queda más sacerdotes.
vas para miles de jóvenes que que concluir que su expulsión,
También en este caso es
llegaban al Centro.
además de ser injusta y preci­ más que evidente que la ex­
El padre Fiandri tenía ape­ pitada, obedece más bien a pulsión obedece a un progra­
nas cinco días de haber regre­ una represalia contra la Igle­ ma de descrédito y debilita­
sado a Nicaragua de un viaje sia Jerárquica de Nicaragua.
miento de la Iglesia.
de vacaciones y de visita a su
familia en Italia. Luego no es­
taba muy al tanto de los acon­ P. José Joaquín Montero
P. Mario Madrid
tecimientos del padre Peña,
no había firmado ninguna car­
Tiene 58 años de edad y es
Tiene 42 años de edad y es
ta ni participado en la marcha ciudadano costarricense. Te­ ciudadano panameño. Tenía
de solidaridad.
nía ya cuatro años de trabajar ya diez años de trabajar en el
El día 9 de julio por la ma­ como párroco en el Centro Ju­ Colegio Salesiano de Monimñana él estaba en Diriamba, a venil don Sosco de Managua, bó en Masaya, como encarga­
unos 40 kilómetros de la capi­ juntamente con el padre Fian­ do de los estudios y de las ac­
tal, con el padre Vidal Hernán­ dri.
tividades juveniles.
dez, buscando piedra cantera
El padre Montero ha sido
En 1978 la Guardia de So­
para el Centro Juvenil.
siempre de un carácter suave moza lo acusó falsamente de
Almorzó en el Centro Juve­ y conciliador con todos; por subversivo, reteniéndole su
nil y fue a hacer unos manda­ eso ha sabido granjearse el pasaporte en Migración.
tos a un almacén: a las 3 p.m., respeto y el cariño de todos.
En 1982 el Ejército Sandiconcelebró una Misa de cuer­ Era miembro del Consejo nista invadió el Colegio Sale­
po presente de la mamá de un Presbiteral, debido a su expe­ siano de Masaya y llevó pri­
periodista deportivo en la Igle­ riencia y prudencia. En sus mero a la cárcel y después a
sia de la santa Faz.
prédicas y homilías tenía una sus respectivas Embajadas a
Regresando al Centro Juve­ línea más bien tradicional.
los seis Salesianos de la co­
nil supo que unos agentes de
Nunca ha habido quejas munidad del Colegio, acusán­
la Seguridad se habían lleva­ contra él de parte de las auto­ dolos de antisandinistas, y en­
do al padre Montero, párroco ridades civiles, tampoco él ha­ tre ellos estaba también el pa­
del Centro Juvenil, a las Ofici­ bía participado en la marcha dre Madrid, que después de
nas de Migración, y con sor­ de los sacerdotes.
pocos días fue dejado en li­
presa se encontró con dos mi­
Con mucha sorpresa para bertad y declarado inocente.
litares que lo obligaron a él él, hacia las 2 p.m., del día 9 En esa ocasión expulsaron al
también a ir a Migración, sin de julio llegaron dos personas Director de la Comunidad,
permitirle sacar otra cosa que que le pidieron dos documen­ como represalia contra los Sa­
el pasaporte.
tos y le invitaron a subir al ca­ lesianos.
Ya en el camino se dio rro para ir a Migración.
Ahora, el 9 de julio de 1984
cuenta de que, en lugar de lle­
No valieron los reclamos del ha sido expulsado en represa­
varlo a Migración, lo llevaban Padre que estaba dando cate­ lia contra monseñor Obando.
directamente al Aeropuerto. cismo a un centenar de niños
El padre Madrid participó
Allí encontró al padre Montero de Primera Comunión; sólo le con toda la Comunidad de
y también al padre Huertas y permitieron abrir la iglesia e ir Masaya (cuatro Salesianos)
ai padre Madrid, de la casa de a la casa de la Comunidad en la marcha de solidaridad
Masaya, juntamente con otros para llamar al padre Fiandri, con el padre Peña. La marcha
sacerdotes.
pues lo buscaban a él tam­ duró una media hora y terminó
Hasta el momento no le han bién. No habiéndolo encontra­ con la Misa celebrada por el
entregado ninguna notifica­ do, alcanzó avisarle al padre señor Arzobispo. Se celebró
ción ni oral ni escrita sobre los Vidal, entregó las llaves y re­ todo pacíficamente, sin gritos
motivos de su expulsión.
cogió el pasaporte.
ni atropellos; no había poli­
Lamentablemente, no ha­
En el camino se dio cuenta cías. Eran unos 35 sacerdotes
biendo el padre Fiandri partici- que lo estaban llevando al Ae­ y además unas 300 personas

26

hispanoamérica
que se adhirieron espontá­
neamente.
Después del almuerzo en el
Seminario, a las 2 p.m., los
cuatro Salesianos regresaron
ai Colegio de Masaya. En la
puerta los esperaban los
agentes de la Seguridad, que
pidieron los documentos al
padre Madrid y al padre Huer­
tas y les obligaron a seguirlos
a Migración sin permitirles lle­
var nada más que el pasapor­
te.
Ya de camino se dieron
cuenta que los llevaban direc­
tamente al Aeropuerto, en
donde encontraron también al
padre Montero, párroco del
Centro Juvenil de Managua y
también a otros sacerdotes.
Al padre Madrid le entrega­
ron un documento en que se
le comunicaba simplemente
que le quedaba cancelada ia
residencia en el país..., sin
darle ninguna explicación.

sidencia solicitada a través de
CONFER desde su llegada.
Dos meses antes de su expul­
sión se le comunicó al Presi­
dente de la Confer que el pa­
dre Huertas junto con otro sa­
cerdote español y seis religio­
sas debían abandonar el país
porque habían ingresado
como turistas, a pesar de que
el padre Huertas en el Consu­
lado de Nicaragua en Hondu­

Colegio, en la misma puerta
los de ia Seguridad lo espera­
ban y le pidieron los documen­
tos. Como todavía no tenía re­
sidencia, se le dijo que irían a
Migración para arreglar eso
con el padre Madrid, que sí ya
tenía residencia.
Ya de camino se les comu­
nicó que se les cancelaba su
residencia y que iban para el
Aeropuerto: por cierto iban

ras había solicitado «residir y
trabajar en Masaya».
Gracias a Dios, el Presiden­
te de la Confer estaba arre­
glando este problema en Mi­
gración.
Como Párroco de la Magda­
lena de Masaya participó en la
marcha de solidaridad con el
padre Peña, que fue un breve
recorrido de oración y cantos
religiosos.
Por la tarde, al regresar al

precedidos por un radio patru­
lla con sirena pidiendo vía.
El padre Huertas preguntó
por el motivo de la expulsión y
se le contestó: «Ustedes sa­
ben mejor que nosotros el mo­
tivo».
No se les había permitido
sacar sus prendas personales
díciéndoles que se habían
dado instrucciones al Colegio
para que les enviaran sus ma­
letas al Aeropuerto.

P. Manuel Huertas
Tiene 55 años de edad. Te­
nía solamente siete meses de
trabajar como párroco de la
Magdalena de Monimbó en
Masaya, sustituyendo al pa­
dre José María Pacheco, ex­
pulsado también en noviem­
bre de 1982. De carácter tran­
quilo y suave, era muy popular
entre la gente sencilla.
En ese mismo lugar había
trabajado ya entre 1961 y
1963 como encargado de es­
tudios y de orientación espiri­
tual de los jóvenes en el Cole­
gio de la misma ciudad cuan­
do era alumno interno el hoy
comandante Daniel Ortega.
Por ese motivo a través de la
Nunciatura solicitó una entre­
vista con él, pero nunca se le
concedió a pesar de la insis­
tencia repetidas veces. Siem­
pre se le dijo que se le llama­
ría pronto.
Nunca se le concedió la re­

27

noticias
LOS GILES (Las Palmas de Gran Ca­
naria): Don Sosco sale en proce­
sión.

LOS COOPERADORES DE LAS PALMAS
Desde Las Palmas de Gran Ca­
naria nos escribe el Cooperador
Salesiano Juan Medina Alfonso y
nos manda estas fotografías y no­
ticias de la labor apostólica que
realizan. He aquí sus palabras:
«Hemos fundado una Capellanía
Salesiana en tres barrios que per­
tenecen a la parroquia de Nuestra
Señora de la Encamación de Tenoya y a su párroco, don Manuel
Guerra, ^ran entusiasta de la obra
de los hijos de don Bosco. El pri­
mer barrio «Las Mesas» hace
doce años que tiene una capilla
construida y por patrona a María
Auxiliadora. En «Los Giles» hace
diez años que estamos allí un
Cooperador y dos salesianos, po­
niéndolo bajo la advocación de
don Bosco. Las Salesianas han
desarrollado en Los Giles una la­
bor muy grande juntamente con
los Cooperadores y los Salesia­
nos. Nuestro trabajo consiste en
Oratorio y Catequesis, Prepararmos la Palabra de Dios y ensayaEl barrio do Los Mesas festefa a su
patrona María Auxiliadora.

28

mos cantos para la Eucaristía,
todo guiado por el Salesiano don
Luis Hernández Casado, sor Car­
men y sor Pura.
Hoy tenemos ya una iglesia le­
vantada hasta la altura del techo y
esperamos terminarla pronto. La
llamamos «Iglesia del centenario

Salesiano». La idea me la sugirie­
ron en Roma por aquellas fechas.
Desde aquí aprovecho para dar
las gracias a todos los andaluces
que generosamente ayudaron
con sus limosnas y entusiasmo a
lo que hoy es realidad. Todavía
pueden continuar ayudándonos,
pues lo necesitamos.
La obras están bajo la dirección
de este gran cooperador que es el
párroco de Tenoya, don Manuel
Guerra González. No sólo se
preocupa de dicha obra, sino que
tiene una guardería terminada y
se la ha ofrecido a las Salesianas,
aunque no han ido todavía.
Galera es una urbanización
nueva de hará tres o cuatro años.
Las Salesianas de Telde me rega­
laron una estatua de Santo Do­
mingo Savio, que ya es patrón de
un barrio que tiene por lema: «Un
santo joven para un barrio joven».
Ya hemos celebrado la fiesta du­
rante dos años.
En estos tres barrios funciona la
Asociación de María Auxiliadora
con su Capilla correspondiente.
Ojalá pudiéramos contar con un
sacerdote salesiano para estos
tres barrios con su Capellanía co­
rrespondiente. El próximo objetivo
de los Cooperadores y Salesianos
es fundar un oratorio festivo en
Lanzarote».
JUAN MEDINA ALFONSO

noticias
EL SALVADOR:
PASCUA JUVENIL
Y CANONIZACION
DE DON BOSCO
El pasado abril participaron en
la celebración de la Pascua Juve­
nil más de cinco mil jóvenes. Todo
fue organizado en la parroquiasantuario de María Auxiliadora de
San Salvador por el Movimiento
Juvenil Salesiano. Presidió la ma­
nifestación pascual monseñor
Luis Santos, recién consagrado
obispo de Santa Rosa de Copán
(Honduras). Esta celebración
coincidió con el recuerdo del cin­
cuentenario de la canonización de
don Sosco en la Pascua de 1934.

ROMA:
CONGRESO
SOBRE «EUROPA»
EN LA UNIVERSIDAD
PONTIFICIA SALESIANA
La Facultad de Filosofía de la
Universidad Pontificia Salesiana
de Roma ha organizado para los
días 1, 2 y 3 de noviembre 1984
sobre el tema «La cultura europea
entre la crisis y la esperanza». El
congreso será inaugurado por el
rector mayor de los Salesianos,
don Egidio Viganó, y estará abier­
to a todos cuantos deseen partici­
par en él. Tendrán las ponencias,
además de ios porfesores de la
Facultad de Filosofía, otros exper­
tos, entre ellos, los senadores ita­
lianos Pietro Scoppola, Roberto
Rufilli y Paola Gaiotti. Quienes de­
seen participar pueden dirigirse a:
Segreteria della Facoitá di Filo­
sofía. Pza. Ateneo Salesiano, 1.
00139 ROMA. ITALIA.

ITALIA:
UNA BASILICA PARA
SANTO DOMINGO SAVIO
Lecce: El pasado 27 de mayo,
con decreto del papa Juan Pablo
II. fue elevado a Basílica menor el
hermoso templo dedicado a santo
Domingo Savio en la ciudad de
Lecce. Es una de las ciudades
pioneras en la devoción al Santo y
donde tuvieron lugar los dos mila­
gros aprobados p ^ a la canoniza­
ción. En esta ocasión escribió don
Egidio Viganó: «Hago votos por
que todos cuantos lleguen a esta
Basílica, sobre t o ^ muchachos y

MADRID: O cho jóvenes salesianos de la Inspectoría de León han hecho
recientem ente en la C entral C atequística un cu rs illo de fotog rafía d irig i­
do por José Luis Mena y Juan José Remón en lo s E studios de la E ditorial
Salesiana.

jóvenes, sepan dar acogida a la
invitación que les hace Domingo
Savio de declararse como él ami­
gos de Jesús y de María».

VI ENCUENTRO IBERICO
DE PARROQUIAS
CONFIADAS
A LOS SALESIANOS

VENEZUELA:
DOS COOPERADORAS
EN LA
REGION AMAZONICA

Tema: «Familia-Comunidad en
Iglesia-Comunidad».
Lugar; BARCELONA-TIBIDA-;
BO.
Fecha: 26-28 octubre, 1984.
Organiza; Delegación Nacional
Salesiana de Pastoral Jiúvenil.

Hace apenas un año que Adela
y Milagros, dos cooperadoras ve­
nezolanas, dejaron su casa y sus
amigos para trabajar a tiempo ple­
no en la Misión de San Juan de
Manapiare. Recientemente han
escrito al Delegado de Coopera­
dores de la Región del Pacífico
una preciosa carta en la que ha­
blan de su experiencia que defi­
nen como «muy divina», «esta­
mos —dicen— en un Internado de
70 chicas irxjígenas procedentes
de diversos caseríos. Ayudamos
a las Hermanas en la foimacíón
personal y social de estas jóve­
nes: clases de animación musical
y litúrgica, catecismo parrt^uial,
visita a las familias acompañando
al sac^dote piara ilevar el mensa­
je de Cristo y la prtxnoción huma­
na.

OBJETIVOS:
1. La Familia en la Sociedad
y en la Iglesia: Analizar la sitúa-,
; c í ^ de la familia hoy: como co­
munidad humana en una socie­
dad en cambio; como comunidatlí
de amor y de fe en una IglesiaComunidad.
2. Relaciones Parroquia-Fa­
milia: Presentar las relaciones
Parroquia-Familia y el mutuo ser.vício que deben prestarse para
hacer realidad el «hecho fami-,
Ear cnstíano».
3. Preparación para este tip a
de familia: Compartir e xpíe n-"
das en tomo a la preparación y
acompañamiento en el proceso
de maduración en la fe de la fami­
lia cristiana.

29

nuestra gratitud

Tenerlfe-La Cuesta: Envío una
limosna en acción de gracias a
María Auxiliadora por un favor re­
cibido, deseando se publique en
el Boletín Salesiano. S. V. A.
Madrid: Damos gracias a Ma­
ría Auxiliadora y enviamos una li­
mosna por favores recibidos. Fa­
milia Linares.
Madrid: Doy gracias a María
Auxiliadora por un favor recibido.
Gracias, Madre, no me abando­
nes nunca. G. A. Herrero.
Béiar: Por varios favores recibi­
dos de María Auxiliadora y con el
deseo de que se publique en el
Boletín Salesiano, enviamos un
donativo en acción de gracias.
Dos devotas.
Arévalo: Habiendo entrado mi
hijo en la facultad de Medicina,
como era su deseo, doy gracias a
María Auxiliadora. Por éste y
otros favores, envío un donativo
en acción de gracias. M. C. G.
Huesca: Soy un joven estu­
diante, devoto del Patrón de los
jóvenes, san Juan Bosco, y de
María Auxiliadora. Confío en su
protección y les pido ayuda en mis
dificultades. Por ello envío una li­
mosna para quien más lo necesi­
te, Tauro.
Sanlúcar la Mayor: Encontrán­
dome en graves dificultades, acu­
dí a María Auxiliadora y todas se
han resuelto fácilmente. Entrego
una limosna para su culto. María
Teresa Cutiño.
Ibl (Alicante): Doy gracias a
María Auxiliadora y a la venerable
Dorotea de Chopítea por vahos
favores recibidos de difícil solu­
ción. Rosario Bemabéu Gisbert.
Valladolld: Hago público mi
agradecimiento a María Auxilia­
dora por favores recibidos. Victo­
riano Masa Trigueros.
Elche: Aceptando plenamente
los designios de Dios, agradezco
a María Auxiliadora su intercesión
para conservar la vida del ser más
querido. J. P. C.
Sanlúcar la Mayor: Envío un
donativo de agradecimiento a Ma­
ría Auxiliadora por una gracia re­
cibida. Una devota.
Montilla: Teniendo un hijo mío
un problema, lo puse en marros
de nuestra Madre con toda con-

30

fianza, y al poco tiempo se solu­
cionó. Hago público mi agradeci­
miento en el Boletín Salesiano. N.
N.
Elche: Doy gracias a María Au­
xiliadora por un favor especial y
envío una limosna. María del Car­
men Pascual Sellés.
Madrid: Quiero hacer público
mi agradecimiento a María Auxi­
liadora por el feliz restablecimien­
to de mi esposo.
Después de una larga enferme­
dad, sin saber a qué era debido,
por fin se le diagnosticó la causa.
Fue sometido a una operación
bastante complicada y después

donativo, y deseo sea publicado
en el Boletín Salesiano. P. T. F. Z.
Pelencía: Gracias, Madre, por
el favor concedido. Margot Gon­
zález de Castaño.
León: Por favores recibidos de
María Auxiliadora envío una li­
mosna y desearía publicación en
el Boletín Salesiano. M. A. A. M.
Allariz (Orense): Sintiéndome
muy favorecida por las gracias re­
cibidas de nuestra Madre María
Auxiliadora, ofrezco una limosna
para que se extienda su devoción
y animo a todos a confiar en Ella.
C. F.
Orense: Doy gracias a María
Auxiliadora por un favor recibido
por su intercesión, envío una li­
mosna. Deseo se publique en el
Boletín Salesiano mi gratitud a tan
buena Madre. Carmen Sotelo
Sousa.
Santa Coloma de Gramanet
(Barcelona): En acción de gra­
cias por un favor recibido de Ma­
ría Auxiliadora doy un donativo

de varios meses de convalecen­
cia, hoy se encuentra totalmente
recuperado y trabajando de nue­
vo.
Por eso, cumplo mi promesa de
hacer público mi agradecimiento a
María Auxiliadora y envío una li­
mosna para las misiones salesianas. Elisa Arbeteta.
Oviedo-Masaveu: Muy agra­
decida a María Auxiliadora, deseo
hacer pública mí gratitud por gra­
cias recibidas de su maternal pro­
tección. El Señor nos alienta por
Ella. Envío una limosna para las
obras misionales de nuestra re­
gión astur-leonesa y sus necesi­
dades. Yolanda Juesas Alvarez.
Oviedo-Masaveu: Mi esposa
estaba algo delicada de salud.
Acudimos al Señor por medio de
María Auxiliadora. La ayuda no se
hizo esperar. Tenemos fe en que
la Virgen seguirá ayudándonos.
Enviamos una limosna para sus
obras salesíanas. Agradecidos.
Ovidio Gor^zález Nieto y Famitia.
Cayés-Lugones.
Audanzas del Valle (León):
Agradecida a María Auxiliadora
por favores recibidos entrego un

para las misiones y deseo que se
publique en el Boletín Salesiano.
M. R. G.
Vigo: Doy gracias a María Au­
xiliadora por concederme la gra­
cia de sanar a una hija. Mando
una limosna para las obras salesianas, deseando se publique la
gracia en el Boletín Salesiano.
Vda. de Alonso.
Tenerífe-La Cuesta: Deseo
hacer público mi agradecimiento a
María Auxiliadora por varios favo­
res recibidos. Envío una limosna,
y deseo que se publique en el Bo­
letín Salesiano». Petra Hernán­
dez.
La Orotava (Tenerife): Doy
rendidas gracias a María Auxilia­
dora porque una vez más escu­
chó mi súplica en un asunto que,
de corazón y con toda confianza,
le encomendé.
En prueba de agradecimiento,
mando una limosna para el Tercer
Mundo. Aconsejo y recomiendo a
todos a que en sus necesidades
espirituales y materiales recurran
a tan buena Madre que no dejará
de atender sus súplicas. Carmen
Hernández Luis.

i

fueron a la casa del Padre

Don José Luís Beristáin Irueta.
t Dios Padre le llamó a gozar
de su Paz, el día 26 de enero de
1984, a los 74 años de edad, en
Azkoitia.
Desde muy pequeño se formó
en un ambiente cristiano, siendo
toda su vida un auténtico ejemplo
de cristianismo, arraigado en una
fe profunda.
Padre de familia numerosa, dio
generosamente dos de sus hijas
al Instituto de las Hijas de María
Auxiliadora, sor María Carmen y
sor Inmaculada. Devoto y simpati­
zante de don Bosco, y haciendo
bueno el lema Santo, le gustaba
que todos a su a lre d ^o r estuvie­
ran «siempre alegres».
Desde niño sintió una profunda
inclinación por la pintura, dedican­
do su actividad pictórica —en las
horas de ocio— al arte religioso.
Son conocidas sus pinturas de ca­
ballete sobre grandes lienzos,
como la «Ultima Cena», que pre­
side la cabecera del refectorio del
Convento de los PP. Carmelitas
de Marquina (Vizcaya). Son cono­
cidas también sus pinturas y mu­
rales sobre las paredes y las bó­
vedas de numerosas iglesias y er­
mitas del País Vasco.
Hay una anécdota de cuando
por primera vez llegaron los Salesianos a Azkoitia allá por el año
1938, siendo su primer director
don Vicente Ballester (q.e.p.d),
que era gran aficionado a la esce­
nificación teatral, pues allí estaba
todo voluntarioso el difunto José
Luis, para decorar los paneles y
fondos que el mismo don Vicente
diseñaba. Fue una amitad tan es­
trecha entre ellos, que perduró
hasta la muerte.
Se distinguió por su bondad se­
rena, caridad, espíritu de sencilla
oración continua, y también por su
gran anx)r a la Santísima Virgen,
especialmente a la Amatxo de
Urrátegui, Patrona de Azkoitia, in­
vitándonos él a todos, el acompa­
ñamiento en el rezo del Santo Ro­
sario.
Apredado por cuantos le cono­
cieron, se hacía querer por su
gran corazón.

Aceptó la muerte con admirable
serenidad, siendo consciente has­
ta el último momento y entregán­
dose totalmente a la voluntad de
Dios, ofreciendo los últimos sufri­
mientos de su enfermedad: siem­
pre ante la presencia de sus seres
queridos; de una manera especial
por la Paz, Paz, Paz de EuskalHerría.
Los funerales celebrados en la
parroquia de Santa María la Real
constituyeron toda una manifesta­
ción de homenaje en el postrer
adiós. Abarrotado el templo de fie­
les de todas clases, se notaba un
buen grupo de religiosas Hijas de
María Auxiliadora, que vinieron
desde
Barcelona,
Zaragoza,
Pamplona y San Sebastián.
¡Te damos gracias Señor y a ti
aita!, porque nos habéis dejado
una estela de Luz, de Esperanza
y de Amor...

Don Francisco Rojas Moreno.
t en San José del Valle el 10 de
marzo de 1984, a los 80 años de
edad. Modelo de padre de familia,
entregado a la educación de sus
hijos, en los que inculcó la piedad
y la honradez. Francisco Rojas
fue un hombre profundamente re­
ligioso.
En los frecuentes contactos te­
nidos con él en los meses de su
enfermedad he quedado edificado
por su religiosidad sencilla y pro­
funda. Siempre estaba dispuesto
a las sugerencias que se le ha­
cían en este aspei^o religioso,
siempre le parecía bien la propo­
sición de recibir algún sacramen­
to, la bendición de María Auxilia­
dora o cualquier otra insinuación a
la oración. Cuando se trataba al­
guna conversación religiosa co­
nectaba inmediatamente y partici­
paba con agrado en ella como al
que le resulta familiar, y siempre
tenía alguna anécfota llena de su
humor característico.
Francisco de Rojas fue todo un
caballero para con Dios.
Las cosas de Dios le gustaba
que estuvieran bien hechas y en
su sitio. Cuántas veces, mientras
pudo. \o hemos visto acercarse a

la iglesia ios domingos, bien pre­
sentado porque decía que para
Dios lo mejor.
Cuántas veces me decía que
esperara algún tiempo más en lle­
gar a llevarle la comunión para
poderse afeitar y disponerse me­
jor, también materialmente, para
recibir al Señor.
Parecen cosas sin importancia
pero que unidas todas, y cono­
ciendo a la persona, nos hablan
de lo atento y respetuoso que
siempre quiso ser con Dios, por­
que la confianza no debe estar re­
ñida con la buena educación.
Francisco fue un buen vecino
de los Salesianos durante mu­
chos años, viviendo en la huerta
de San José; trabajó con todo su
empeño con los Salesianops y to­
davía recordaba con ilusión los
distintos lugares y ocupaciones,
todo lo «salesiano le merecía ple­
no respeto», guardaba gran esti­
ma a las personas que conoció.
Se ofreció a los Salesianos en los
años difíciles de la República para
aguardar algún objeto de culto por
temor a que fueran deteriorados o
profanados. Especialmente con­
viene resaltar la generosidad en
entregar a su hija Paquita a la Fa­
milia Salesiana en el Instituto de
las Hijas de María Auxiliadora. El
numeroso grupo de salesianas de
las Comunidades de San José del
Valle, Rota, Arcos, Cádiz y las dos
de Jerez, presentes en el día de
su funeral afirman con su presen­
cia y su oración tal agradecimien­
to. El ha entrado en el gozo del
Señor.
Alfonso Martínez Majías.
Cooperador Salesiano, Adora­
dor Nocturno Veterano, fue llama­
do a la casa del Padre el día 27 de
abril de 1984 a los 70 años de
edad en Cuenca. Como Coopera­
dor Salesiano, dejá además de su
incansable participación, una muy
valiosa aportación a la Obra Sale­
siana, en la dirección de la cons­
trucción de la Casa de Cuenca,
por ser Arquitecto Técnico, que
fue tanto en el mejor hacer, como
en lo económico, donando parte
de sus honorarios. Como adora­
dor nocturno, supo también actuar
plenamente en esa medida, con
su fervor y amor a Cristo Sacra­
mentado. siendo recordado por
todos con afecto.' Este contacto
COTI el Señor le ha hecho llevar
con resignación y paciencia su
larga enfermedad, siendo uno de
sus pensamientos últimos a una
hermana de la caridad: «Herma­
na, el que antes se vaya al cielo
ha de p ^ i r por el otro». Todos los
31

BECAS PARA LAS VOCACIONES SALESIANAS
INSPECTORIA DE BARCELONA
Beca «San Marcos». Primera entrega: 100.000 pesetas.
Beca 'B ibiana Socías». N. e.: 8.000. Total: 82.000 pesetas.
Beca -Santísim a Trinidad y Sagrada Familia». Primera entrega: 100.000 pesetas
Beca -D oria Dorotea de Chopitea». Primera entrega: 100.000 pesetas.
Beca «Don Felipe RinakJt». Primera entrega: 12.000 pesetas.

que en su vida le conocieron guar­
dan afecto a su memoria, porque
supo sembrar en su dilatada vida.

INSPECTORIA DE BILBAO
Beca «María Auxiliadora». Santander. N. e.: 10.000. Total: 81.000 pesetas
Beca -M aría Auxiliadora». Deusto. N. e.: 20.000. Total: 70.000 pesetas
Beca -R ufino Encinas». Vda, de M aurk». N. e.: 5.000. Total: 53.000 pesetas
INSPECTORIA DE CORDOBA
Beca -P ío Campero». Orense. N. e.: 50.000. Total: 200.000 pesetas.
Beca «Rosita Hernández». Córdoba. Total: 680.000 pesetas.
Beca «Familia Salesiana de Pozobtanco». N. e.: 90.000. Total 242.000 pesetas
Beca -Joaquín Zayas». N. e.: 15.000. Total: 65.000 pesetas.
Beca «José de Juan». Las Palmas. N. e.: 10.000. Total: 323.000 pesetas.
Beca «María Auxiliadora». El Sauzal. Total: 40.000 pesetas.
Beca «D. Bosco». La Orotava. N. a.: 100.000. Total: 460.000 pesetas
Beca -N . N.» Córdoba. N. e.; 150.000. Total: 700.000 pesetas.
Beca -López Ooruález». Ronda. Primera entrega: 250.000 pesetas.
Beca «Asociación de María Auxüadora». Aniequera. N. e.: 46.800. Totd: 104600 prontm
Beca -F . C.» Córdoba. Primera entrega: 60.000 pesetas.
Beca -Teresa de Usleux». Puerto de Ta Cruz. Primera entrega: 100.000 pesetas.
Beca -Asociación de M.* Auxiliadora». Montilla. Primera entrega: 50.000 pesetas.
Beca -Asociación de María Auxiadora». Tenerife. N. e.: 15.000. Total: 25.000 pesetas.
Beca -Parroquia Santa Catalina». Las Palmaa. Primera e n tris ^: 15.000 pescas.
INSPECTORIA DE LEON
Beca -O. Rúa», trigo. María Auxiliadora. N. e.: 12.000. Total: 200.000 pesetas.
Beca -D . Fila», trigo. María Auxiliadora. N. e.: 11.000. Total: 125.000 pesetas.
Beca -Sacerdotal- Vigo. María Auxiliadora. N. e.: 10.000. Total: 275.000 pesetas.
Beca -Sacerdotal». V t^ . Primera entrega: 230.000 pesetas.
Nueva Beca «Sacerdotal». Vigo. Primera entrega: 150.000 pesetas
Beca -Qon-VIz». trigo. N. e.: 60.000. Total: 440.000 pesetas.
Beca «Familia Salesiana». Vigo. Primera entrega: 100.000 pesetas
Beca -M aría Auxiliadora». Cánido (trigo). N. e.; 15.000. Total: 115.000 pesetas.
Beca -D . Valentín». Astudillo. N.e.: 2.0CI0. Total: 36.000 pesetas.
Beca -San Antonio». Vigo C.R. N. a.: 5.000. Total: 156.000 pesetas.
Beca -Felipe García». Cooperadores. Corufta. N. e.: 40.000. Tota): 195.000 pesetas.
Beca «José Pintado», trigo. N. e.: 23.000. Total: 215.000 pesetas.
Beca -A lrica Salesiana». Voluntarias. Zamora. N. e.: 20.000. Total: 95.000 pesetas.
Beca -Bodas de oro de D. apriano». Vigo. N. e.: 18.000. Total: 216.000 pesetas.
Beca -Senegal». Nuevas entregas; La Robla; 50.000; Allaríz: 118.000; A. García Mar­
tínez (Zamora); 100.000; O. Manuel, párroco de Tomeiros: 100.000 pesetas.
Beca -Arcrilcofradia de trigo». N. e.; 10.000. Total; 24.000 pesetas.
Beca «Centenario». Calvo Sotelo». N. e.; 70.000. Total; 150.000 pesetas.
Beca -Tamba». C tfvo Sotelo. N. e.: 100.000. Total: 300.000 pesetas.
Beca -San Luis». Calvo Sotelo. N. e.: 100.000. Total: 300.000 poetas.
Beca «Pablo Sacerdotal», trigo. N. a.: 12.000. T o t^: 92.000 poetas.
Nueva Beca «trilla de la Robla». Primera enbega: 50.000 pesetas.
Beca «Senegal. trilla de Astudillo». N. e.: 108.500. Total: 144.100 pesetas.
Beca «Bodas de oro sacerdotales». D. Agustín Bm íto. Prím. e n tre ^ : 100.000 pts.
AYUDAS PARA EL SENEGAL:
Parroquia de María Auxiliadora, trigo: 5.000 pesetas.
Archicofradía Masaveu: 20.000 pesetas.
Senegal - Allaríz: 45.000 pesetas.
Senegal - Atlariz: 13.000 pesetas.
Senegal - Vigo: 10.500 pesetas.
Seriegal Cambados: 15.000 pesetas.
Misiones diversas limosnas; 13.000 pesetas.
INSPECTORIA DE MADRID
Beca «Familia Francia». N. e.: 2.000. Total; 155.000 pesetas
Beca «M. A. L >. N. e.: 2.000. ToUI: 182.000 pesetas.
Beca -Fidelidad-. N. e.: 20.000. Total: 370.000 pesetas.
Beca «Mercedes Cruzado». N. e.; 3.000. Total; 216.000 pesetas.
Beca «San Antonio». Salamanca. Primera entrega: 100.000 pesetas.
Beca -D oria Josefa Hernández». Salamanca. Pilrnera entrega: 800.000 poeotai
Beca -Sacerdotal». Cooperadores Saleeíanos. Primera entrega; 500.000 pesetas.
INSPECTORIA DE SEVILLA
Beca «San Joeé y San Antonio». N. a.: 10.000. Total: 61.000 peeatns
Beca -Nuestra Seriora dei VaRe». N. e.: 5.000. Total; 20.000 peeatas.
Beca -Juan Pablo II». N. a.: 7.500. Total: 122.000 pasetas.
Beca -D . Santiago Sánchez». SevUla. N. e.: 9.500. Total: 344.000 pesetas.
Beca -M lalonaaTpgo». N. a.; 8.000. Total: 390.600 peeatas.
Beca O. Ctaudto Sbichaz». Utrera. N. e.; 300.000. Total: 523.000 rm n tm
Beca D. Rafael Flores». Mérida. Primera entrega: 120.000 pesetas.
Beca D. Jesús GonzNoz Hernández». Alcalá. Primera aniega; 40.500 pesetas.
Beca San Pedro». Sevilla. Primera entrega: 100.000 pesetas.
Beca Ramón Izquierdo» Badajoz. N. a : » .0 0 0 . Total: 75.000 pesetas.
Beca Maastro Dahnau». SavWa. Primera entrega; 28.050 pesetas.
Beca Trinidad». Sevilla. Primera entrega: 200.000 pesetas.
Beca San A lan Bosco». Jerez. Primara entrega; 69.000 pesetas
Beca San Isidoro». Sevilla. N e.; 10.000. Total: ^ .0 0 0 pesetas.
Beca Vlmen dal Rocío». Huelva. Primera envega: 17.600 pñ alas.
Beca O. Manuel M.* Martin». Algeciras. Primera entrega: 75.000 psastss.
Beca O. Ramón Matooa». La Linea. Primera entrega: 100.000 pesetas.
Beca D. Rafael Romero». San José del V ela. Primera eritrega; 80.000 1
Beca D. José Monsarrat». Cádb. Primara entrega; 306.000 pnnniai
Beca O. José Capots». Rota. Primara entrega: 10.000 pesetas.
MSPECTORU DE VALENCIA
Beca -San Patncn». NoveUa. N. e.: 10.000. Total: 95.000 pesetas.
Beca -San A jan de R lM ra». Alcoy. N. e.: 50.000. TotM: 150.000 pesetas.
Baca •M aría AuxiRadon». ARcante. N. e.: 240.000. Total 800.000
Beca -Encamación PatÜSo». Vafanoa. N. e.; 100.000. Total; 300.000 pesetas
Baca -San B «nardo-. V la n a . N. e.; 10.000. Total: 162.000 pesetas.

María Izquierdo Gómez.
Madre del sacedote salesiano
de la Escuela Profesional Salesíana de La Cuesta-Tenerife, Manuel
Matos I., murió el 12 de abril de
1984 a los 69 años en Viladecans
(Barcelona), donde se encontraba
visitando a dos de sus hijos: es­
tando allí le sobrevino una trom­
bosis cerebral que la condujo a la
tumba después de unos cinco me­
ses. En este tiempo no podía va­
lerse por sí misma, aunque mantuvQ el conocimiento hasta el final,
pues solamente la última semana
fue perdiendo progresivamente la
vitalidad.
María fue una mujer sencilla,
trabajadora y emprendedora, que
se desvivía por su esposo Ra­
món, por sus hijos Manuel, Anice­
to, Isabel y Virginia, y por sus nie­
tos: murió con la pena de no po­
der conocer a sus dos últimos nie­
tos, nacidos durante su enferme­
dad, uno el mismo día de su
muerte y la otra nieta que nació,
unos días antes de su enferme­
dad en un pueblo de Cáceres.
Desde el punto de vista religio­
so y cristiano, tuvo una gran devo­
ción a la Virgen, a María Auxilia­
dora, en la que tenía tanta fe
como buena archicofrade: en su
pueblo de Polícar (Granada) era
responsable de la capilla domici­
liaría. Su esposo y sus dos hijas
son testigos de su resignación y
de su devoción a la Virgen, cuan­
do en su última enfermedad ofre­
cía sus sufrimientos por todos y
rezaba el rosario continuamente y
casi de forma mecánica en los úl­
timos días.
Pasó su vida haciendo el bien
de la mejor manera que pudo, so­
bre todo en los tiempos difíciles
de la posguerra, cuando había
tantas personas necesitadas.

A

N ueva co le cció n ca te q u é tica

C A T E Q U IS T A S E N F O R M A C IO N
Una colección dinámica, que lance a la creatividad y no al cspontaneismo que favorezca el pensar-hacer y el hacer-pensar, y no el hacer por
hacer.
Una colección pedagógica que surge de un convencimiento: en el grupo
de catequesis el hacer y el decir son siempre significativos. Todo
puede tener valor.
Una colección teórica y práctica a la vez, que quiere potenciar lo ya ex­
perimentado por los grupos reflexionando sobre las teorías en que se
apoya la praxis.
Primeros títulos:
1.
- Iglesia en catequesis. Alvaro Ginel. José María Maideu y José
Sorando.
2.
— Catequistas: ¿hacer o hacerse? José María Maideu.
Novedad
3.
— Catequesis para catequistas. José María Maideu.
4.
— Catequistas para una catequesis de significación. Alvaro Ginel.
Propuesta de sensibilización en la catcquesis de la experiencia.
5.
— Escuelas de catequistas en España. Alfonso Francia.

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Fecha
1984.09