BS_1983_09

Ficha

Título
BS_1983_09
Descripción
Boletín Salesiano. Octubre 1983
extracted text
L as Jiisiones Satesianas

REVISTA
DE LA FAMILIA
SALESIANA
OCTUBRE 1983
m.
w

Ua

HONESTO Y MODESTO
Mis querido amigos Juanito y Mari:
«Volver a em pezar»: Sí, en octubre otra vez
tocan los libros su concierto de m úsica callada.
Y no es cuestión de película, sino de trabajo, de
colé, de profes. de m adrugones, de esas cosas
serias que hacen de la vida una realidad con
arrugas y entrecejos fruncidos. Bueno, un poco
menos. Porque «Volver a empezar» es la pri­
m era película española que ha obtenido un Os­
car de oro en Estados Unidos. Y volver a em pe­
zar en octubre nos llevará a alcanzar otro Óscar
que se nos prom ete si nos aplicam os bien a
nuestros deberes.
.luanitü en seguida dirá que renunciaría a
todos los Óscares del mundo por una sem ana
más de vacaciones. Mari, en cambio, se frota las
manos porque ya ha visto en sus libros cosas
bellísimas que sólo ven los que se meten dentro
de ellos. Y porque considera el curso como una
aventura fabulosa: nuevos amigos, nuevos pro­
fesores. nuevos cuadernos, nuevos triunfos...
Todo es nuevo. Parece como si se estrenara la
vida. Y, esto es lo más grande, se da un paso
adelante en la m adurez hum ana...
Yo creo que el curso es de verdad una escuela
para hacerse hombres «Buenos cristianos y
honrados ciudadanos», como decía Don Bosco a
sus muchachos.
Mirad, Luis Perdoni era un viejito muy sim ­
pático que pasó toda su vida acordándose de
Don Busco. A sus noventa años bien cum plidos

no dejaba de acudir de vez en cuando a una
casa salesiana para contarle a alguien sus en­
cuentros con el Padre. Y', al hablar de él. sus
ojos se llenaban de luz y su rostro adquiría un
aire nuevo de chiquillo que volviese a empezar
a vivir.
-¿Cómo ha llegado a cum plir tantos años?
-Le preguntaban.
-L a gracia de Dios que rejuvenece la sangre...
«Tenía cerca de veinte años cuando me en­
cargaron hacer el altar de m adera donde Don
Busco celebraba la misa en sus últim os años.
Una vez, m ientras yo estaba atento a mi tra­
bajo. pasó a mi lado Don Bosco. Puso la mano
sobre mi hombro y me dijo:
-Luis, que seas siem pre honesto y modesto.
Aquellas palabras me llegaron al alm a. Toda­
vía parece que las estoy oyendo. Como también
me parece que estoy sintiendo su mano sobre
mi hombro...
Más tarde, cuando me fui al servicio m ilitar.
Don Bosco me llam ó y me dio m uchos y muv
buenos consejos. Entre otras cosas, me dijo:
-Luis, si necesitas dinero o cualquier otra
cosa, escríbeme, no tengas miedo.
-¿Podría un padre hacer algo más?
Y el viejito hablaba y hablaba hasta conmo­
verse. «Don Bosco era uno de esos hom bres que
sólo con m irarlo le llenaba el alm a de alegría».
* * *
Y ahora me pregunto yo: ¿qué le diría Don
Bosco a Juanito al em pezar otra vez el curso?
-H azte honesto y modesto.
Mari, tú no eres Don Bosco: pero yo creo que
has acertado. A lo m ejor va a tener que cam ­
biarse de nom bre y llam arse Modesto. Claro
que lo im portante no es llam arse Modesto, sino
serlo de verdad. Y Juanito tiene cara de sethonrado y trabajador; aunque, a veces, disi­
m ula un poco y prefiera las vacaciones al curso.
Yo os deseo un año escolar lleno de éxitos
notables y sobresalientes. Vamos, que los profe­
sores se van a quedar viendo visiones. Y se van
a preguntar: ¿Pero qué es lo que ha pasado con
estos niños?
-N ada -les diréis-. Es que nos hemos encon­
trado con Don Bosco y nos ha dicho que seamos
honestos y modestos...
Y entonces serán los profesores los que no van
a entender nada de nada.
Recibid un abrazo muy fuerte de vuestro
m ejor amigo.
PADRE RAFAEL

DON BOSCO
UNA PAGINA PARA LOS NIÑOS
< I. M P

-íEI primer día ha sklo muy anim ado'

DE ESTCDiOS ECLESI.^STIGOS
Revista de ia Obra de Don Bosco
A lto XCVI • N.° 10 • O ctubre 1903
Director; RAFAEL ALFAHO
Consejo de Redacción; Aureliaito
Laguna; Blas Calejero; Antonio
García Vera; Rafael Moreno Mo­
reno; Laura Iglesias; Javier Artuch; Argentina Sánchez Romo.
Administrador; Ramón Gutiérrez.
Dirección. Redacción y Admón.:
Alcalá. 164 - Teléfono 255 20 00
MADRID - 26
Depósito Legal; M. 3.044-1958
Imprime; Instituto Politécnico
Salesianos-Atocha (Madrid)
(Con censura eclesiástica)

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y amigos.
Y se sostiene
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EN ESTE NUMERO

f

Misiones Salesianas . .
Las nuevas leyes de ia
Iglesia ......................
La confesión a examen
en el Sínodo de oto­
ño ...............................
Dimite el CardenalSilva
Chile: El Gobierno ata­
ca a los Salesianos
por textos de Religión .
El Rector Mayor por el
Territorio
Amazonas
venezolano........
12
Beatificación de los Már­
tires Salesianos . . .
Difusión y financiación
del Boletín Salesian o .......................
19
En Francisco existe bue­
na levadura........
20
En Liberta ya no está de
moda el sombrero de
c o p a .................
22
Caer en la brecha . . .
N o tic ia s.................
28
Nuestra gra titu d..........
Fueron a la casa del Pa­
dre ............................

Misiones SaÍesmM^°^
• «Jesucristo es el Redentor, muchos no lo saben».
Esta es la frase programática para el DOMUND de 198?, lanzada
por el Papa Juan Pablo en el Año Santo que estamos viviendo. A la
distancia de unos diecisiete años para comenzar el tercer milenio de
la Redención, el Santo Padre quiere comunicarnos su inquietud, desea
contagiarnos con su angustia: «Hay muchos que ignoran a Cristo, que
no conocen su obra redentora, que no saben aplicarla a su vida».
La primera condición para ser misionero es la de saber que Cristo
es el Redentor, que es algo más que conocerlo. Es como saborearlo,
como «hacerlo partícipe de la propia vida». Sólo así se puede anunciar,
desde una vivencia profunda de fe, de esperanza y de amor para comu­
nicarlo. ¡Cómo podemos anunciar a Jesucristo aun en nuestro pueblo!
Quizás en nuestros ambientes cristianos no nos hemos acostumbrado
del todo a saborear a Jesucristo. Y quizás en nuestros ambientes
cristianos son muchos los que no saben que Jesucristo es el Redentor.
Misioneros son los que han sentido el escozor de la llamada y del
sabor de Cristo. Y no han dudado en ir lejos a anunciarlo a quienes
lo desconocen y no pueden «saborearlo» porque nadie se lo ha comu­
nicado. Pero, de acuerdo con el Vaticano II. y con el mismo Evangelio,
todo cristiano es un evangelizador. un apóstol que ha de anunciar lo
que vive. ¡Menudo compromiso el de nuestra vida cristiana! ¡Y menuda
la alegría inherente a este compromiso! No hay dicha comparable a la
de sentirse enviado: «Dichosos los pies del mensajero evangélico».

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NUESTRA PORTADA
Los Salesiarx» son -signo del
amor de Dios a los jóvenes»;
por ello acuden a la llamada
de los más pobres y necesita­
dos. Las Misiones Salesianas
significan esa entrega de los
hijos de San Juan Bosco a los
jóvenes del Tercer Mundo.
Foto.—José Luis Mena.

• En la revista de este mes veremos más artículos que hablan de
las Misiones Salesianas. Sobre todo, resultan preciosos los encuentros
del Rector Mayor en el Territorio Amazonas de Venezuela con los
Guaicas y Yanomami. En un momento, el Padre Viganó dice a los jó­
venes indígenas que son objeto del amor de Dios, y que este amor lo
palpan en la vida de los misioneros que les ha enviado Dios. Los misio­
neros han dejado su patria, su familia y sus comodidades para dedi­
carse a anunciar que Dios quiere a los jóvenes indios. Y es inmenso
el gozo que experimenta el evangelizador al comprobar que Jesucristo
es conocido y amado gracias al anuncio de su palabra realizando así
y en sí el proyecto de Dios en su vida y en la de sus destinatarios.
Por eso nunca faltarán misioneros en la Iglesia y en la Familia Sa­
lesiana. Siempre habrá hombres y mujeres «dispuestos» a realizar cl
proyecto del amor de Dios en campos erizados de problemas, pero
abonados para recibir la semilla evangélica.
• La Familia Salesiana de España se siente profundamente unida a
sus misioneros. Nuestros misioneros se sienten, a su vez, apoyados por
la retaguardia de 1^ comunidad cristiana de donde ha salido.
Cada vez se nota mayor sensibilidad, mayor sentido de solidaridad
con la obra de los misioneros, que es también nuestra. No, el misione­
ro no es un hombre que trabaja por líbre, sino que sale de las comu­
nidades inspectoriaies. de la Familia Salesiana que está en la reta­
guardia. Por eso, hoy decimos que son «nuestros misioneros». En
realidad, somos nosotros mismos, que nos prolongamos en ellos.
Así no pueden quedar solos, no pueden sentirse solos. Aunque,
para convencemos de ello, tengamos que repetírnoslo muchas veces,
y no sólo de palabra, sino
con la ayuda material y espiri­
tual que de verdad nos comu­
nique con ellos.
Porque gracias a «nuestros»
misioneros salesianos. son
muchos más los que saben
y sabrán que Jesucristo es el
Redentor.

LAS NUEVAS LEYES
DE LA IGLESIA
Quiero subrayar dos criterios fundamentales, que han ganado y animado esta refor*
ma, y que aparentemente contrarios entre sí, ofrecen sin embargo, una perfecta complementariedad, que yo diría «característica», en la historia de la legislación canónica.
Ei primer criterio es la fidelidad al Concilio, que
se ha intentado traducir lo más fielmente posible en
normas jurídicas.
Sabemos bien que este intento ha sido criticado
por algunos como inalcanzable, ontológicamente
imposible, porque —se decía— el lenguaje jurídico
es incapaz de contener toda la riqueza doctrinal del
Concilio Vaticano II.
Nosotros, sin embargo, hemos sostenido siempre
que esta objeción, aun.viniendo de voces autonzaaas, parte de un falso supuesto. Nunca se ha pensa­
do aprisionar el Concilio en fórmulas jurídicas.
Hay que tener en cuenta que documentos conci­
liares y Código, teología y derecho, pertenecen a
géneros literarios diferentes, y cada uno debe man­
tenerse fiel a la propia peculiaridad.
El derecho canónico, como todos saben, se apoya
en la teología, que fundamenta y justifica las nor­
mas canónicas. No puede haber contraste entre de­
recho y teología, aunque se trate de dos disciplinas
diferentes.
Todo lo que en el Concilio hacía referencia a la
estructura jerárquica de la Iglesia, las instituciones
eclesiásticas, el ejercicio del triple munus, la vida de
los fieles, y exigía, para su efectiva aplicación, la
traducción en normas jurídicas, ha sido incorporado
al Código. Todos los documentos conciliares, figu­
ran abundantemente entre las fuentes de ios cáno­
nes renovados.
El otro criterio, no menos importante, es la fideli­
dad a la tradición jurídíco-legislativa de la Iglesia.
Quien conoce la historia del derecho canónico
sabe bien cómo la legislación y las instituciones ju­
rídicas se han desarrollado en una línea de adhesión
y respeto a la tradición que señalaba su origen anti­
quísimo y garantizaba su autenticidad. Las innova­
ciones. que la historia iba pidiendo, no representa­
ron nunca una ruptura con la tradición, sino una
evolución en perfecta línea de continuidad y sinto­
nía como un árbol que crece, sin renegar de sus raí­
ces.
Muchas son las novedades del nuevo Código.
Pero un Código no puede ser juzgado sólo por las
novedades que presenta, y menos aún si éstas son
medidas con criterios cuantitativos o sensacionalistas. El Código, es una legislación única y una, en la
que no se pueden elegir, ni contraponer, cánones
nuevos a cánones viejos, sino donde todo va armo­
niosamente unido en un único intento y en una úni­
ca voluntad legislativa.
EN LA LINEA
DEL CONCILIO VATICANO II
Dicho esto, es útil ver algunas de las principales
características del Código, con el deseo de ofrecer
alguna muestra indicativa.
Hay que poner de relieve una mayor inspiración
teológica, que tiende a subrayar la índole peculiar

del derecho canónico y la vinculación del Código
con el Concilio Vaticano II. No pocos cánones, es­
pecialmente en materia sacramental o eciesiológica,
ofrecen síntesis teológicas de notable precisión y al­
gunos cuando el argumento lo permite, reproducen
casi al pie de la letra las formulaciones del Concilio
Vaticano II.
El ordenamiento sistemático, inspirado en el cri­
terio de facilitar a los agentes de pastoral el uso y la
comprensión de la nueva legislación, sin abandonar
radicalmente la sistematización usada hasta ahora,
presenta interesantes novedades, inspiradas en el
Concilio Vaticano II.
El segundo libro, que constituye la espina dorsal
del Código, no se titula «De personis», como en el
Código de 1917, sino «De Populo Del», queriendo
asumir con esto, ya en la sistemática, un concepto
básico de la «Lumen gentium», y significar que los
fieles son considerados no aisladamente, sino prevalentemente en una dimensión comunitaria, forman­
do un pueblo, jerárquicamente estructurado, como
es la Iglesia.
Las novedades sistemáticas no se agotan en los
títulos de los libros, sino que se expresan también
en la división interna y en la ordenación de cada uno
de ellos, como se puede ver hojeando el índice.
Innovaciones más relevantes, sin embargo, hay
que señalar-en el -ámbito eclesiológico, en corres­
pondencia con el Concilio Vaticano II. que encuen­
tra en la «Lumen gentium» su Constitución princi­
pal.
Nos referimos sobre todo al concepto básico de
«comunión», que presuponiendo el bautismo que
incorpora el bautizado a Cristo y lo constituye en
pueblo (can. 204,1) se enraíza profundamente en la
Eucaristía que es su fuente y su expresión más alta,
y se despliega en una noble dimensión, complemen­
taria e integrante, teológica y jurídica al mismo tiem­
po. de la común participación a la misma fe, a los
mismos sacramentos y al mismo régimen eclesiásti(x> (can. 205). La comunión constituye así el primer
deber de todo cristiano (can. 209) y expresa la reali­
dad profunda y mística de la Iglesia en la unión de
ios cristianos con la jerarquía y entre ellos, en la Eu­
caristía y en la fe.
En estredia relación con la comunión, por ser insepa­
rable de ella, hay que mencionar la armónica relación
entre Iglesia universal e Iglesias particulares, «en las
cuales y de las cuales está construida la única Iglesia ca­
tólica» (Lumen gentium. 23; can. 368). que se traduce
en el Código en múltiples formas; en la comunión
jerárquica que une los obispos, sucesores de los
Apóstoles, al Sumo Pontífice. Sucesor de Pedro, en
un Colegio (can. 330); en la solicitud de los obispos
por la Iglesia universal, «como garantes de la iglesia
universal y de todas las iglesias» (can. 782, 2), cuya
unidad deben tutelar, promoviendo la disciplina co­
mún (can. 392, 2); y también en el amplio espacio
de legítima autonomía reconocido a las lelesias par­
ticulares, a las que se encomienda legislar sobre

documento

r

muchas materias antes reservadas a la Sede Apostó­
lica, en aplicación del principio de subsidiaridad,
p)ero más exactamente por su misma consistencia
teológica, que exige una autonomía propia en el
seno de una orgánica y jerárquica comunión.
Siempre en el ámbito de la comunión, queda san­
cionada la «verdadera igualdad en cuanto a la digni­
dad y a la acción» de cada fiel, que abre espacio a
una vasta participación en la misión común de la
Iglesia, diferenciada sólo según la condición de cada
uno y el munus que en la Iglesia le ha sido confiado
(can. 208).
Nuevo es también el estatuto de los christifxdeles,
que enumera sus derechos y deberes más relevantes
en la vida de la Iglesia.
El espacio de operatividad de los laicos, ha sido
muy ampliado, tanto en la participación en la triple
función de enseñar, santificar y gobernar, cómo en
el ámbito especíñco de la libertad de asociación re­
conocida. con todas sus consecuencias en el ordena­
miento jurídico. No hay que olvidar, sin embargo,
que la verdadera y propiamente específica función
del laico es la de pennanecer sie rre y «animar y perfec­
cionar con el espíritu evangélico el orden temporal»
{Aposiolicam actuositatem, 2), de modo que en la
gestión de las cosas temporales y en los oficios secu­
lares los laicos den testimonio de Cristo (can.
225 , 2).
Seria imposible mencionar todas las riquezas docM<»s. Rosalio José Castillo Lara, el obispo salesiano propresidente de la Comisión Pontificia para la Revisión del Có­
digo de Derecho Canónico.

trinales encerradas en los cánones. Quisiera, sin em­
bargo, señalar aún la intencionalidad y la oroyccción pastoral del nuevo Código. Pablo VI, al trazar
las primeras directrices a la Comisión en 1965; se
trata —dijo— de adecuar el Código «a la nueva
mentalidad propia del Concilio Vaticano II. que da
una gran importancia a la cura pastoral».
Pienso que el nuevo Código ha dado respuesta a
esta exigencia. Quiero, sin embargo, precisar, con­
tra una tendencia a oponer el derecho y la pastoral
que el derecho canónico es por su misma naturaleza
eminentemente pastoral.
Todo el ordenamiento jurídico canónico, tenien­
do su fundamento en Cristo. Verbo encarnado
—como dijo Pablo VI—, tiene valor de signo y de
instrumento de salvación, porque es obra del Es­
píritu Santo que le confiere fuerza y vigor.
ORIENTACION PASTORAL
El derecho canónico es, pues, no sólo un elemen­
to esencial en la expresión visible de la comunión,
sino también instrumento eficaz y vital en la misión
salvífica de la Iglesia, a la que va todo él orientado.
Esta orientación pastoral, dirigida al cristiano en
su concreta situación espacio cultural-social, se
manifiesta abundantemente en el Código.
Se manifiesta en cada uno de los cánones-que ex­
presan directamente una preocupación pastoral, en
muchos que hacen referencia al ejercicio del minis­
terio pastoral de los obispos, de los párrocos y de
otros ministros sagrados, abundantemente en el li­
bro IV que se refiere a la ftindón de santificar, y
también está presente como criterio de fondo inclu­
so en aquellos libros que podrían aparecer más leja­
nos de ella, como en las sanciones o en los procesos
o tutela de los derechos.
El último canon del Código sintetiza esta orienta­
ción exigiendo que en la aplicación de la ley se ten­
gan presentes la equidad canónica y la salas animarum, que debe ser siempre ley suprema en la Iglesia
(can. 1.752).
El Código prestará un notable servicio. El prime­
ro y más importante es la certeza jurídica, valor de
relevante importancia en la vida de toda sociedad.
Sólo la clara definición de los derechos y deberes
hace posible la diaconia iuris, el servicio de la iusticia, indispensable también en la vida de la Iglesia;
justicia que en el ordenamiento canónico no se ago­
ta en sí misma, sino que lo trasciende hasta conver­
tirlo en amor, en el debe ser siempre ley suprema en
la Iglesia (can. 1.752).
El Código prestará un notable servicio. El prime­
ro y más importante es la certeza jurídica, valor de
relevante importancia en la vida de toda sociedad.
Sólo la clara definición de los derechos y de^res
hace posible la diaconia iuris, el servicio de la justi­
cia, indispensable también en la vida de la Iglesia;
justicia que en el ordenamiento canónico no se ago­
ta en sí misma, sino que lo trasciende hasta conver­
tirse en amor, en el cual desemboca casi natural­
mente. como escribía en 1551 Joannes Andrea, uno
de ios canonistas más completos de la época clásica:
«La virtud principal, a la que tiende el derecho ca­
nónico, es aquella amistad celeste que llamamos ca­
ridad».
Que el nuevo Código sirva, pues, para asemrar la
justicia que tiende hacia la caridad y la caridad fun­
dada en la justicia.
ROSALIO J. CASTILLO LARA

entrevista

LA C O N FESIO N A EX A M EN
EN EL SINO DO D E O TO Ñ O
Conversación con el Rector Mayor de los Salesíanos
Entrevista con el Rector Mayor de los Salesíanos don Egidio Viganó. El Santo Padre lo
ha llamado a participar en la asamblea episcopal que se va a celebrar en este otoño.
Al Superior de los Salesíanos le ha hecho el director del «Boletín Salesíano» de Italia
—Giuseppe Costa— unas preguntas sobre el Sínodo de 1983, y sobre su participación
y la de la familia que representa. Las respuestas, precisas y sugerentes, nos interesan
a todos —pastores y Pueblo de Dios, educadores y jóvenes—, pues se trata de un acon­
tecimiento fuerte gue nos va a exigir respuestas responsables y personales.
■itit


4jL

í:*'.

«La Familia Salcsiana, a través dcl Rector Mayor, podrá ser
sensibilizada mejor acerca de los grandes valores de la amis­
tad con Dios y de la paz con la Iglesia».

1. ¿Qué significado eclesial tiene un
Sínoao?
Ante todo yo diría q^ue es un aconteci­
miento salvífico en la vida de toda la Igle­

sia. Pero me apresuro a decir también
que hoy en la Iglesia Católica significa lle­
var a cabo una renovación importante de
la misma. La urgió el Vaticano II. En
efecto, el Sínodo es manifestación y ejer­
cicio de la comunión y responsabilidad de
los representantes de los episcopados de
todo el mundo —es decir, de los Obispos
con el Papa— para estudiar colegialmen­
te algunos aspectos de interés universal
que hoy son problemáticos en la vida de
los creyentes. Como conclusión de los
trabajos sinodales, el Sucesor de Pedro
confirma y publica algunas líneas concre­
tas de animación espiritual, doctrinal y
pastoral, para responder a los interrogan­
tes de la época.
El mismo término «Sínodo» —palabra
que significa «juntos por el camino»— in­
dica el esfuerzo de los Pastores de la Igle­
sia en su servicio a la unidad de los cre­
yentes, partiendo con realismo de la con­
sideración atenta y crítica de la variedad
cultural y situacional de los creyentes.
2. Usted ha participado ya en otros Sí­
nodos. ¿Cree que el próximo va a ser dis­
tinto?
El Santo Padre suele llamar a diez Su­
periores Generales —sacerdotes— para

m

entrevista
que participen activamente, aunque sin
derecho a voto, en los diversos trabajos
del Sínodo. La asamblea de Superiores
Generales presenta, por elección, una lis­
ta de candidatos y el Papa escoge. Es la
segunda vez que tengo esta suerte.
Por lo que respecta a organización y
funcionamiento, yo creo que el próximo
Sínodo no cambiará mucho. Como es na­
tural, el tema cambia, y cambia también
buena parte de sus miembros, pues los
episcopados eligen sus representantes si­
nodales no por dignidad o función, sino
por la competencia especial en el tema
propuesto por el Papa. Las diferencias en
el tema y en los participantes supondrán,
como es de prever, novedades interesan­
tes.
3. ¿Por qué se ha escogido este tema?
Al concluir los trabajos de un Sínodo,
se pide a la asamblea de los Padres que
sugiera al Papa algunos temas para el si­
guiente. Entre los asuntos presentados
por los Padres anteriores, los que pare­
cieron más oportunos fueron, entre
otros, la Reconciliación y Penitencia, y la
Iglesia y los jóvenes. EÍ Santo Padre se
decidió por el primero. Los motivos de su
preferencia pueden ser muchos. Entre
ellos están los siguientes: La Reconcilia­
ción y la Penitencia atraviesan hoy una
crisis grave en la vida de los fieles. Un su­
til materialismo cultural ha debilitado pe­
ligrosamente, sobre todo en occidente, el
sentido del pecado. El mundo hoy recla­
ma en todas partes, casi desesperadamen­
te, justicia y paz. El magisterio pastoral
de este Papa da un puesto central a la re­
cuperación de la grandeza cristiana del
hombre —encíclica «Redemptor hominis»— y a la inagotable riqueza de bon­
dad y misericordia de Dios —encíclica
«Dives in misericordia»— . Yo creo que
además de esos motivos y otros posibles,,
conviene añadir la intensa oración del
Papa y de muchos fieles para elegir un
tema con la asistencia del Espíritu del Se­
ñor.
4. ¿Qué se entiende por «reconcilia­
ción»?
Es la pregunta principal, interesante y
bien hecha. Ante todo te digo que yo
pondría siempre juntos los dos términos

del tema sinodal: «reconciliación» y «pe­
nitencia». No se trata de explicar concep­
tos, sino de describir un proceso concreto
de vida en la existencia de los creyentes.
Para responder no basta con ir a un buen
diccionario, ni siquiera teológico, y tras­
cribir el significado de ambos términos;
más bien hay que pensar en analizar el
diálogo existencial entre Dios y el hom­
bre, y de los hombres entre sí, a la luz de
la fe cristiana.
En tal proceso existe, lo primero, una
«profecía de amistad» o un mensaje de re-

El Rector Mayor, como Don Bosco, y como los Salesianos:
símepre «n'ienladores de la juventud.

conciliación que presenta la paternidad y
la misericordia infinita de Dios revelada y
proclamada por Cristo a la humanidad.
En segundo lugar, la fe que escucha tal
profecía suscita en el corazón del creyen­
te la conciencia de sus relaciones de hijo,
el «sentido del pecado» y la voluntad de
convertirse. Hay que observar que con el
término «penitencia» no se indica, en pri­
mer lugar, un tipo de expiación y de sufri­
miento, sino un cambio interior de men-

talidad, es decir, una conversión a una
auténtica actitud de amistad. En tercer
lugar, del mismo modo que Dios se en­
carnó en Jesucristo y se nos presenta
como hermano en el rostro del prójimo,
así también el proceso de reconciliación
implica una profunda «revisión de toda la
convivencia eclesial y social» para llegar a
un nuevo género de existencia, progra­
mada y vivida en paz con la comunidad
cristiana y con la propia sociedad.
Aquí aparecen los amplios horizontes
de la «civilización del amor», de la volun­
tad de paz y de la búsqueda de la justicia,
consecuencias lógicas y exigentes de una
reconciliación y penitencia verdaderas:
No a través de la violencia ni del odio de
clases, sino mediante la «revolución de la
caridad», creadora de paz. La reconcilia­
ción tiene también una perspectiva social
propia. Es la más profunda aportación
cristiana a la promoción del hombre en
cuanto «nueva creatura», y a la recons­
trucción de la sociedad como imagen de
la Jcrusalén celeste, en cuanto ciudad del
diálogo y de la convivencia fraterna.
Este es nuestro compromiso: Conocer, asumir y llevar a la
practica las orientaciones y directrices del próximo Sínodo».

5. ¿Qué significa la participación del
Rector Mayor de los Salesianos en el Síno­
do?
La considero un regalo del Señor. Así
la Familia Salesiana, a través del Rector
Mayor —que es su centro de comunión y
animación— podrá ser sensibilizada me­
jor y más directamente acerca de los
grandes valores pastorales de la amistad
con Dios, de la paz con la Iglesia y de la
civilización del amor.
6. ¿Cómo creen que van a entender los
jóvenes la palabra «reconciliación»?
Espero que los mejores intuyan su pro­
fundidad cristiana y la sepan unir con la
renovación práctica de la celebración del
sacramento de la reconciliación y peni­
tencia. Don Hosco, en su pedagogía,
daba muchísima importancia a este as­
pecto: es indispensable para forjar una
personalidad cristiana robusta.
Sin embargo, me temo que no pocos se
van a dejar arrastrar por pseudomovimientos para la paz o por un sentido horizontalista de reconciliación. Al no estar
enraizados en la profecía de la misericor­
dia», en la «conciencia del pecado» ni en

entrevista
mento de la paz, la búsqueda de la justi­
cia y una sociedad humana impregnada
de amor tienen necesidad absoluta de
Cristo. Este se da a cada uno sobre todo
en el encuentro personal de la Eucaristía
y de la Penitencia.

. W w lay j

Juan Pablo II, el Papa de las encíclicas «Redempor hominis»
y «Dives in miserícordia».

la mediación sacramental de la Iglesia,
puede resultar efímero, como ciertas acti­
tudes sociales de moda, que se encien­
den, brillan un poco y acaban apagándo­
se.
7.
Don Bosco, ¿fue signo de reconcilia­
ción? En caso afirmativo, ¿en qué senti­
do?
Evidentemente. Ya he aludido a ello.
Don Bosco fue no sólo «signo», sino tam­
bién «profeta» y «ministro» de la reconci­
liación con la calificación de gran especia­
lista juvenil en este campo. Su pedagogía
y su acción pastoral —es decir, el sistema
preventivo— para los jóvenes cristianos,
se apoya en dos dinamismos de éxito se­
guro: el sacramento de la Eucaristía y el
sacramento de la Reconciliación. Pero no
como ritos que hay que observar, sino
como maduración de la libertad en el
amor (Eucaristía) y como conciencia crí­
tica de sí mismo en la verdad y libertad
del Evangelio (Conversión).
La amistad con Dios, la santificación
del corazón, la comunión fraterna, el fer­

8.
Existe un compromiso del cristiano
por la paz y la reconciliación. ¿Cuál le pa­
rece a usted que podría ser en ese sentido
el compromiso de la familia salesiana?
Existe y es muy exigente. Ya he aludi­
do a ello. La Iglesia en el mundo se pre­
senta —^precisamente por su sacramentalidad eucarística y de reconciliación—
como el mejor lugar para la comunión de
los hombres con Dios y entre sí, con el fin
de comenzar a construir la paz en la justi­
cia, ayudando a construir la civilización
del amor.
La Iglesia quiere colaborar con los
hombres de buena voluntad, aunque no
sean cristianos, en todo lo que sea una
contribución positiva para la reconcilia­
ción y paz sociales. Sin embargo, en tal
colaboración se nos invita a actuar con in­
teligencia crítica, para no ser ingenuos y
dejarnos embaucar y para no dejarnos
instrumentalizar al servicio de poderosos
intereses de partido. Así pues, un com­
promiso concreto de colaboración y de
iniciativas; pero evitando los escollos de
la instrumentalización.
En cuanto al compromiso de la Familia
Salesiana por la paz y por la reconcilia­
ción, a mí me parece que cada uno de sus
miembros debe saber participar en sanas
y valientes iniciativas de la Iglesia local o
de la propia sociedad.
Además, la Familia Salesiana, en cuan­
to tal, debería saber renovar profunda­
mente su compromiso en favor del relan­
zamiento cristiano de la reconciliación y
penitencia, tal como lo indique el Sínodo
a la Iglesia universal. Deberá saberlo tra­
ducir en práctica, especialmente en la
educación de la juventud, reactualizando
con creatividad y valentía la praxis peda­
gógica del sistema preventivo de Don
Bosco.
Así pues, nuestro compromiso es el si­
guiente:
Conocer, asumir y llevar a la práctica,
sobre todo en favor de la juventud, las
orientaciones y directrices que dé el pró­
ximo Sínodo de los Obispos. ■

Por razones de edad

DIMITE EL CARDENAL SILVA
El Vaticano ha comunicado que, de acuerdo con las disposiciones del decreto conciliar
«Christus Dóminus», el Santo Padre ha aceptado la dimisión presentada por tres prela­
dos de Chile, entre ellos: el Arzobispo de Santiago de Chile, cardenal Raúl Silva Henríquez, Salesiano. Juan Pablo II ha nombrado a su sucesor: Monseñor Juan Francisco
Fresno Larrain, Arzobispo de la Serena.
TESTIMONIOS
DE GRATITUD
AL CARDENAL
SILVA HENRIQUEZ
La Confederación Latinoa­
mericana de los Religiosos
(C LA R ) ha enviado al carde­
nal Silva H enríquez una carta
de agradecimiento por su
«constante defensa de los de­
rechos humanos», por sus es­
fuerzos en favor de los trabaja­
dores, por su predilección por
los más pobres y por su defen­
sa de la independencia de la
Iglesia frente a los poderes po­
líticos.
Parecidas
demostraciones
de estima le llegaron al carde­
nal dimisionario de los presi­
dentes de todas las conferen­
cias nacionales, americanas y
de los obispos del Consejo
Episcopal
Latinoamericano
(CELAM ) encargados de las
relaciones con los religiosos.

DATOS
BIOGRAFICOS
DEL CARDENAL
El cardenal Raúl Silva Hen­
ríquez tiene 76 años. Nació en
Talca el 27 de septiembre de
1907.

8

Después de graduarse en ju ­
risprudencia, se hizo salesiano
el año -1931 y frecuentó la fa­
cultad salesiana de teología en
Turín, donde recibió el sacer­
docio con 31 años de edad en
1938.
Después de dirigir varias
obras salesianas en Santiago
de Chile y de participar en el
Capítulo General Salesiano de
1957, fue elegido para obispo
de Valparaíso (24 de octubre
de 1959). Poco después sería
nom brado arzobispo de San­
tiago de Chile (14 de marzo de
1961). El 17 de febrero de
1962 el Papa Juan XXIII le im­
ponía el capelo cardenalicio.
Como Purpurado de la Iglesia
participó en todas las sesiones
del Concilio Vaticano II.
A los indiscutibles méritos
del cardenal Raúl Silva Hen­
ríquez como Pastor de la igle­
sia chilena y a su ejem plar salesianidad, aprendida de los
grandes maestros como Pedro
Berruti y Valentín Panzarasa
y dem ostrada sobre todo en el
servicio a la Iglesia, rendimos
hom enaje, ahora, con dos do­
cumentos elocuentes. U no del
nuevo arzobispo de Concep­
ción, Presidente de la Confe­
rencia Episcopal Chilena, y el
otro aparecido en diario «El
Mercurio». En ambos se nos
ilumina la robusta talla del car­
denal Silva Henríquez.

EN UN PERIODO
COMPLEJO
Es difícil imaginar un perío­
do más complejo que el que le
ha tocado vivir al cardenal
Raúl Silva H enríquez desde
1958 a 1983. El trabajo de la
iglesia de Chile se desarrolla
bajo regímenes diversos: del
liberalismo m oderado a la de­
mocracia participada, y de una
tendencia al marxismo hasta
una ruptura violenta.
D entro de la misma Iglesia
se perciben, chocan y frecuen­
tem ente se esclarecen los con­
flictos externos. También en
ella la situación se presenta
inestable: una época preconci­
liar de inquietud, búsqueda e
inseguridad; una época de de­
sorientación, en la que lo que
se propone y habla se confun­
de con lo que ya está m anda­
do; finalmente, una época pos­
conciliar, en la que unos em ­
pujan y otros se resisten... Los
años que van de 1960 a 1980
han sido años de aguas tem ­
pestuosas.

TEMPERAMENTO
INTUITIVO
Y AUDAZ
El cardenal Silva Henríquez
—es su prim era cualidad— na­
ció para navegar en aguas di-

primer plano
¿Que pudo desagradar a al­
guno ese modo de hacer? —
Q uizá... Pero nadie puede ne­
garle intuición, decisión y va­
lentía.

TIMONEL
EN AGUAS
DIFICILES
Activo y fuerte, el cardenal
Silva H enríquez se ha m ostra­
do siempre firmísimo en la de­
nuncia de las violaciones de los
derechos humanos, de las tor­
turas, de las detenciones y de­
saparecidos, de las arbitrarie­
dades de la D IN A o de la C N I.
¿Q ue tam bién por eso se ha
seguido ganando enemigos?...
—Lo sabía por adelantado; lo
sabe. Pero no por eso se ha
apartado del sendero que ha
parecido debía seguir...
¡Aguas difíciles para un Pas­
tor fiel a su rebaño! ¡Cuántos
disgustos e incomprensiones, y
cuántas críticas de palabra y
por escrito por parte del co­
barde anonimato y de la villa­
nía publicitaria!... Una lucha
cuerpo a cuerpo, donde nada
lo ha hecho desistir de su em ­
peño pastoral.

/ 7.

El Salesíano Cardenal Raúl Silva Henríquez ha presentado al Papa su dimisión como
Arzobispo de Santiago de Chile.

fíciles. Parece hecho a propó­
sito; hasta parece que le gusta.
Lo que para algunos sería obs­
táculo insuperable, para el car­
denal es incentivo, acicate y
reto. E stá hecho para la lucha,
para la audacia. Los tiempos
lo exigen y él es el hom bre de
los tiempos.
Segunda característica es su
tem peram ento intuitivo. No le
gustan los análisis complejos
ni los grandes discursos. Intu­
ye un problem a y al punto ve

la solución. Por eso es impa­
ciente: Lo demás estorba, re­
trasa, paraliza. Por eso mismo
es solícito, rápido en las deci­
siones. Vista una solución,
para él no tiene sentido espe­
rar más.
En menos de dos años,
cuando era Arzobispo de Val­
paraíso, afrontó el problem a
del seminario, del periódico
«La U nión», y de la renova­
ción m aterial y espiritual de las
diversas parroquias.

EL JUICIO
DE LA HISTORIA
Pero la historia sabe situarse
a distancia de los hechos, deja
que se calme las pasiones y
que se abra camino la razón...
Será ella quien diga la última
palabra, será ella quien juzgue
lo providencial que ha sido
este pastor en la cátedra de
Santiago de Chile en una hora
de incontables inseguridades y
transformaciones.
JOSE MANUEL
SANTOS ASCARZA,
Arzobispo de Concepción
y Presidente
de la Conferencia
Episcopal de Chile

internacional

CHILE*
UNA CATEQUESIS VALIENTE
DE LOS SALESIANOS
Un poco de información sobre una controversia reciente
/

fff

Calequesis en Punía Arenas. El obispo ,sale.siano. Moas. Tomá.s González promueve
los grupos catequéticos juveniles.

En 1976 los salesíanos de Chile fundaron un Centro de Estudios
y Experiencias para la Catcquesis (C.E.E.C.) Se encargó a un
equipo de personas competentes que prepararan textos, semina*
ríos, jornadas y encuentros...
En estos años ese grupo ha colaborado con la Oficina Catequís­
tica Nacional de la Conferencia Episcopal Latinoamericana
(C.E.L.A.M.) y con el Centro Catequístico Nacional
(O.N.A.C.), que depende de la Conferencia Episcopal Chilena y
se ha prestado para la enseñanza en instituciones relacionadas
con la Universidad Católica y con la Vicaría para la educación
de Santiago.
Entre los frutos de su trab^o está una colección de textos para
la enseñanza medía. Se titula: «Ven y verás».
Todos los textos habían sido aprobados por la autoridad ecle­
siástica y presentados por diversos miembros del episcopado chi­
leno. La acogida había sido favorable por parte de los Pastores,
maestros, catequistas y alumnos. Sin embargo, el último volu­
men provocó una reacción en el Gobierno.

10

QUE HABIA
PASADO
El viernes 22 de abril la Ministra.
de Educación había denunciado
en una conferencia de prensa el
volúmen «Ven y verás IV» y pre­
sentaba cargos serios contra sus
contenidos, autores y editores, así
como contra las autoridades ecle­
siásticas y la Congregación Salesiana.
Entre las páginas más contro­
vertidas y denunciadas estaban las
que se refieren a las ideologías
—con el liberalismo, marxismo y
consumismo el texto pone en dis­
cusión la doctrina de la «seguridad
nacional», ya antes rechazada por
los Obispos— y las dedicadas a la
paz y contra la guerra: Cristo vino
a traer la paz...; pero ha habido
150 guerras, golpes de estado y re­
vueltas sangrientas desde 1945;
este período que llamamos de
«paz» ofrece un número impresio­
nante de muertos: más de veinti­
séis millones, según estadísticas
del Instituto de Investigación de
Estocolmo... Y lo mismo las dedi­
cadas al desarme, a la objeción de
conciencia y otras.
Enterados de los hechos y de la
gravedad de los cargos —entre
ellos: que los Salesianos con tal
publicación habían cometido una
traición contra la Patria— los res­
ponsables de la Congregación Salesiana de Chile recordaron el es­
píritu y estilo de Don Bosco, que
siempre defendió la verdad respe­
tando las personas y acudiendo al
diálogo. Por eso solicitaron una
entrevista con la Ministra de Edu­
cación a propósito del problema
surgido.

internacional
ENTREVISTA
EN EL MINISTERIO
La reunión de los salesianos
—Inspector, Vicario y Editor res­
ponsable— con la Ministra tuvo
lugar inmediatamente, el sábado
23 de abril, apoyada y seguida, en
nombre de los Obispos, por el Au­
xiliar de Santiago, monseñor S.
Valech. El diálogo con el Gobier­
no fue cordial; se desarrolló con
todo respeto y franqueza. En par­
ticular se puso de relieve el incal­
culable servicio prestado por la
Congregación a la Iglesia y a Chile
durante los 96 años de acción en
los diversos campos de la pastoral
y de la educación al servicio de los
jóvenes y de la cultura.
Después se examinaron los cri­
terios editoriales y catequísticos
de la colección y del volumen IV,
precisando los motivos del equívo­
co y adelantando posibles escla­
recimientos, sobre la base de las
indicaciones de los Obispos.
VUELVE LA CALMA

intervención del Comité Perma­
nente de los Obispos. «Seremos
juzgados por el amor práctico»,
había dicho en una de sus últimas
entrevistas el cardenal Raúl Silva
Henríquez, salesiano, ahora ex ar­
zobispo de Santiago de Chile.
«Tuve hambre y me distéis de co­
mer; tuve sed y me distéis de be­
ber; estuve desnudo y me cubristéis; estuve en la cárcel y me visi­
tasteis...» He ahí —añadía el Car­
denal— los términos por los que al
final nos juzgará Jesucristo. Pare­

tenido nuestra experiencia perso­
nal. Todos habremos coincidido
en comprender mejor lo que signi­
fica: «Toma tu cruz y sígueme».
«Pienso —dice más adelante—
que estos acontecimientos nos han
acercado a mucha gente de nues­
tra Patria que sufre injusticia, rele­
gación, exilio, cárcel o tortura,
sólo p>or p>edir justicia y no callar la
verdad... Pienso que todos los Sa­
lesianos nos sentimos renovados y
más fuertes que antes... La Iglesia
nos pide conservar nuestro lugar:

NOTA INFORMATIVA--------DE LA OFICINA REGIONAL
Al comienzo de este año (1983) la Inspectoría Salesiana de Chile,
por su Centro de Estudios y Experiencias para la Catcquesis
(CEEC), terminaba de preparar y publicar una colección de ca­
tecismos para los diversos cursos de enseñanza media.
El último volúmen —el IV— presenta la visión cristiana del
mundo y de la sociedad, y se prepone fomentar el compromiso
cristiano del muchacho.
La mayor parte de las citas están sacadas textualmente de los do­
cumentos de la Iglesia, de los documentos de Puebla, de los dis­
cursos del Papa y de los documentos del Episcopado Chileno.
El 23 de abril el Gobierno, por medio de su Ministra de Educa­
ción (Mónica Madariaga) acusaba a la Congregación Salesíana y al Centro CEEC de haber publicado una obra antipa­
triótica, perjudicial para la formación de los jóvenes chilenos...

Después del coloquio, el domin­
go 24 de abril el Provincial Salesiano presentaba en una conferencia
de prensa una «Declaración oficial
de la Congregación Salesiana de
Chile». Al día siguiente la Minis­
tra de Educación, en entrevistas
concedidas a los periodistas, reti­
raba públicamente «cualquier
epíteto» que hubiera podido sonar
a ofensa contra los Salesianos, su
trabajo educativo y su lealtad a la
Nación. Añadía, además, frases
laudatorias y de estima a los hijos
de Don Bosco. que trabajan en
Chile desde hace mucho tiempo.
El martes, día 26 de abril, mon­
señor José Manuel Santos Ascarza. Presidente de la Conferencia
Episcopal Chilena, hacía pública
una «Declaración del Comité Per­
manente de los Obispos» a propó­
sito del volúmen en cuestión.

cen términos temporales y mate­
riales; pero son los términos del
Amor».
El equívoco se debió una vez
más al olvido de la realidad evan­
gélica y de la amplitud del amor
cristiano.

«SE NOS JUZGARA
POR EL AMOR
PRACTICO»

«ESTOS HECHOS
NOS HAN ACERCADO
AL PUEBLO»

Los Salesianos de Chile acogie­
ron emocionados y agradecidos tal

«Todos nosotros —dice el noti­
ciero salesiaiK) de Chile— hemos

La Congregación Salesiana, dispuesta al diálogo con el Gobier­
no, aceptó revisar y corregir cuanto pudiera haber de «exagera­
do» en los contenidos del libro, aunque declarando que esperaba
el parecer del Episcopado, que en el ínterin se había reunido ex
profeso para examinar la situación.
EX libro se había editado con la aprobación del Arzobispo de
Santiago de Chile y con la presentación del Presidente de la Con­
ferencia Episcopal de la nación.

sin ser “políticos” ni horizontalistas. pero tampoco angelistas. Je­
sús anunció su Reino: un Reino
que había de comenzar aquí en la
tierra. Por eso se hizo pobre con
ios pobres y débil con ios débiles.
Nos invita no sólo a mirar arriba,
sino también abajo; es más, en­
contraremos a Cristo en los de­
más, sobre todo en los que sufren.
Sólo así seremos los profetas de
hoy; sólo así seremos fieles a
nuestro padre Don Bosco»...
MAR-BON
n

misiones salesianas

EL RECTOR MAYOR
POR EL TERRITORIO AMAZONAS
VENEZOLANO
A los 50 años de presencia salesiana en las misiones del Territorio Amazonas de Venezuela, uñ
sucesor de Don Bosco realiza una visita pastoral por la región. Mensajero de alegría, comprueba
la labor espiritual y social de los misioneros salesianos. Son difíciles de resumir las vivencias de las
diversas comunidades misioneras de esos días. Pero bastan unos datos para percibir el entusiasmo
suscitado entre los misioneros y Jóvenes. La aventura comenzó el 19 de marzo de este año. Don
Egidio Viganó, acompañado de D. Sergio Cuevas, del Consejo Superior aterrizaba en el aeropuer­
to «Maiquetía» de Caracas. Lo esperaban el Vicario Apostólico de Puerto Ayacucho, el InspectorProvincial de los Salesianos de Venezuela y la Inspectora de las Salesianas. Todos ellos form arían
la comitiva que recorrería durante una semana las Misiones S alesiana del Territorio Federal
Amazonas.
EN PUERTO
AYACUCHO
El 20 de marzo, procedente de
Caracas, el Rector Mayor llegaba
a Puerto Ayacucho. Un chorro de
voces gritaba «vivas» al Sucesor de
Don Bosco y un bosque de manos
aplaudía con delirio. Un joven le
dirigió unas palabras de bienveni­
da y de agradecimiento, a las que
contestó el padre. «Les traigo la
sonrisa, la comunión, la solidari­
dad de todos los Salesianos del
mundo. Están en todos los conti­
nentes y aman a la Juventud de to­
dos los pueblos».
Ese mismo día, por la tarde sa­
lían hacia la «Colonia Coromoto».
Un indio guajibo, «Xamanare»,
explicó el nacimiento y vida de un
poblado indígena y la labor de los
misioneros. Se hizo un recorrido
por la obra de los Salesianos y las
Salesianas, admirando los talleres
de la comunidad. El de artesanía
indígena llama la atención. Al
atardecer, el Padre Viganó conce­
lebró la Eucaristía con los misio­
neros en la Catedral de Puerto
Ayacucho. En la homilía dijo, en­
tre otras cosas: «Estoy muy con­
tento de encontrarme por primera
vez en estas tierras. Es un gusto
muy grande para mí venir a acom­
pañar a los misioneros y misione­
ras que cumplen 50 años de pre­
sencia en este territorio».
El 21 de marzo, Orinoco arriba,
llegó a la Isla del Ratón. A la orilla
del río, un enjambre de chiquillos
aplaudía a rabiar. Allí trabajan ac­
tualmente dos salesianos y cuatro
salesianas. Además de la parroquia
dos internados para chicos y chi-

12

cas procedentes de los caseríos.
El salesiano holandés, padre
Feddma agradeció que el Rector
Mayor «visitara un lugar tan perdi­
do y alejado». Los chavales le
brindaron al Superior un baile
guajibo, el «brincaíto». En ese
mismo acto, el representante del
Ministerio de Educación hizo en­
trega del documento de aprobación
de una Escuela de Educación Bá­
sica Agrotécnica, la primera del
territorio federal. «Esta distin­
ción, dijo, quiere ser un homenaje
de agradecimiento a los Salesianos
por los 50 años de su labor educa­
tiva en el Territorio Federal Ama­
zonas».
El Rector Mayor le expresó su
gratitud: «Nos enorgullece a toda
la Familia Salesiana el que se reco­
nozca nuestro servicio de educa­
ción a la juventud». Y, dirigiéndo­
se a los jóvenes, añadió: «Tam­
bién tengo que agradecer a estos
jóvenes y a estas niñas, porque
cantan bien y hacen lindos discur­
sos en castellano, que es lo que yo
entiendo... ¿Sabéis la cosa más be­
lla que he encontrado entre tanta
hermosura de estas tierras? Ante
la sorpresa de todos, exclama;
«Los ojos de estos niños y de estas
niñas. Unos ojos inteligentes;
unos ojos que se mueven con vita­
lidad; unos ojos que saben ver lo
que nuestros ojos no ven: un pája­
ro... O los oídos que oyen lo que
uno no oye. Es decir, unos jóvenes
que tienen unos sentidos muy de­
sarrollados, muy agudos. Y des­
pués. la otra cosa que me gusta
mucho, dirigiéndose a una niña
cercana, “también en ti”, es la

El padre Viganó extiende los
brazos, mira a los acompañantes y
exclama: «Miren qué simpáticos».
Todos estallaron en una sonora
carcajada. A un muchacho que
reía con ganas, el padre dijo:
«Este muchachote sí que se sonríe
bien», «una sonrisa que hace ver la
bondad del corazón... La sonrisa
de -ustedes hace ver la profunda
bondad que hay en uste(fcs, en su
cultura». Y con un tono de voz
pausado, dijo: «Muchas gracias
por haberme brindado la oportu­
nidad de conocer estas cosas tan
bellas de vuestra patria y de vues­
tro corazón».
En la Eucaristía concelebrada:
«Aquí, en la Isla del Ratón, (más
vale ser cabeza de ratón que cola
de león), (todos ríen), Jesucristo
les demuestra a ustedes que les
quiere enviándoles a los padres y a
las hermanas. Estos 50 ^ños de
presencia salesiana en eí Terri­
torio nos muestran que Jesu­
cristo es bueno».
EN LA MISION
DE ATABAFO
Trabajan aquí tres Salesianos y
cuatro Hijas de María Auxiliado­
ra. Una escuela y parroquia. El
Rector Mayor es recibido por mi­
les de jóvenes que le hicieron un
homenaje en el patio de la Misión.
A altas horas de la noche don Vi­
ganó estaba rodeado de un corro
amplio de jóvenes que le hicieron
preguntas a bocajarro. Fue un en­
cuentro maravilloso, en directo
con la juventud de Atabapo.

El martes 22 de marzo, vuelo a
San Juan de Manapiare, obra fun­
dada hacía 25 años por el misione­
ro español D. Jesús González, lla­
mado cariñosamente «El Tigre de
Manapiare». Situada entre los ríos
Manapiare y Pamito, trabajan en
esta Misión dos Salesianos y cua­
tro Salesianas. Hay dos internados
y una escuelita. «Los jóvenes de
Manapiare te saludan», gritaban
las pancartas. Era la primera vez
que un Rector Mayor se acercaba
a visitarlos. La emoción se notaba
en todos.
«Espero pasar aquí unas horas
preciosas y hacer muchos amigos»,
dijo el Rector Mayor en respuesta
al entusiasmo popular. Después
del almuerzo se hizo una visita a
varios caseríos: Morrocoy y San
Juan Viejo, donde los jóvenes
guajibos realizaron un concurso
con arcos y flechas y bailaron ante
el Superior.

El Rector Mayor, agasajado por los in­
dios del Territorio Amazonas de Vene­
zuela en su reciente visita.

La comunidad de Manapiare se
reunió en la iglesia. El Rector Ma­
yor presidió la Eucaristía dando
en la homilía una bellísima lección
de catcquesis sobre Dios. Por la
noche, en la cancha deportiva de
la Misión hubo un homenaje ai pa­
dre Viganó. Discursos, poemas,
cantos, danzas. Al final, dos jóve­
nes indios maquiritares cubrieron
ai Rector Mayor de collares y
adornos, y lo proclamaron «Nues­
tro gran jefe cacique». El padre
exclamó con una sonrisa radiante:
«¡Gracias!» Un aplauso solemne
recibió sus palabras. «Junto con
estos collares, le ofrecemos tam­
bién nuestro corazón», le dijeron
los indios.

EN «LA ESMERALDA,
SANTA MARIA DE OCAMO,
Y MAVACA»
El miércoles 23 de marzo, tras
un arriesgado vuelo sobre la selva
y ios enormes ríos llegó el Rector
Mayor a «La Esmeralda», fundada
en 1960 y donde trabajan tres Sa­
lesianos y cinco Hijas de María
Auxiliadora y atienden un interna­
do y una escuelita. En la Eucaris­
tía, otra vez la palabra del padre:
«Los misioneros son como ángeles
enviados por Dios... Algunos un
poco pesados, añadió dirigiéndose
a un misionero corpulento, el pa­
dre Toso... Dicen que los ángeles
pesan menos...»
Después de la Eucaristía, la Ve­
lada-Homenaje con cantos y obse­
quios. «La Esmeralda», les dijo,
es una perla preciosa en este Terri­
torio Amazonas».

13

El Padre Viganó condecorado con los
signos de «gran jefe» de los indígenas
del Alto Orinoco.

formada por cinco Salesianos y
diez Salesianas.
En Mavaca hay un gran dispen­
sario médico que desarrolla una
formidable asistencia sanitaria.
Cuando llegó el Rector Mayor,
los indios yanomami, como sacu­
didos por un fuerte calambre ex­
plotaron en un ensordecedor grite­
río. Luego, agitando sus brazos y
blandiendo arcos y flechas, corrie­
ron tras su jefe hacia don Egidio
Viganó a quien condecoraron con
collares y adornos como a su «gran
cacique». El Rector Mayor y el
jefe de los indios se fundieron en
un gran abrazo.
Los indios estaban ataviados
con sus atuendos de fiesta: los
hombres adornados con plumas y
pieles; perforadas las orejas con
palitos. Las mujeres con collares y
adornos femeninos, y perforada la
nariz y los labios.

IxM indios, preparadas para recibir ai
Rector Mayor, cruzan el río, en sus ma­
nos los arcos y las Hechas.

Ocamo, Mavaca y Platanal con­
forman los puntos estratégicos
donde han fijado su residencia los
Salesianos misioneros. En 1957.
junto al río Ocamo se fundó el
centro de Santa María de los
Guaicas; dos años más tarde, re­
montando el Orinoco hacia sus
fuentes, se fundó «San José del
Platanal* y, finalmente, la de
Boca de Mavaca. al lado del Orinoccí y frente a la desembocadura
del río Mavaca. Ahí está la resi­
dencia de los misioneros que se
ocupa de todo este campo de Mi­
sión. La comunidad misionera está

14

Como gran cacique, el Rector
Mayor emprendió la marcha escol­
tado por jóvenes armados de arcos
y flechas. Se dirigieron al centro
de la Misión, donde el padre pro­
cedió a la bendición y colocación
de la Primera piedra de un gran sa­
lón de reuniones.
Acto seguido, los indios ofrecie­
ron a los visitantes el «tate», una
sabrosa papilla de plátano cocina­
do. Allí lo tenían en un inmenso
recipiente elaborado con conchas
de árbol. El Rector Mayor fue el
primero en tomarlo, le siguió el
jefe de los indios y, luego, todos
los presentes. Apretujándose en
tomo a la rebosante olla, introdu­
cían sus «taparas» y degustaban
una y otra vez el sabroso «tate».

La Misión de Mavaca ocupa un
lugar de singular belleza. A unos
metros del Orinoco, se alza a lo
largo del gran río. Allí todo es
grandioso: la selva, los ríos, la
cantidad de pájaros y aves de can­
to sonoro. Un remanso de paz y
hermosura. Esa misma tarde del
23 de marzo, el Rector Mayor
tuvo una larga reunión con la co­
munidad de Salesianos y Salesianas que trabajan con los yanoma­
mi. Al anochecer, la iluminación
convirtió aquel paraje en un oasis
de luz en medio de la oscuridad de
la selva. Se creó un ambiente fami­
liar donde el padre Viganó escu­
chaba historias increíbles, pero
reales, de la alucinante vida de los
indios.
24 de marzo. En la capilla de
Mavaca hemos rodeado a Don
Egidio Viganó ante el altar unas
veinte personas entre Salesianos y
Salesianas. En la penumbra de la
capilla, en plena selva amazónica y
el canto de las aves que hacían
coro a nuestras voces, sentimos
impresionante la presencia del Se­
ñor. «Que esta celebración nos
ayude a interiorizar la generosidad
de nuestra vocación salesiana al
servicio de este pueblo», dijo el
Rector Mayor.
Y comenzaron a llegar los yano­
mami. Ataviados para la fiesta, se
les veía cmzar el río. Venían con
sus «guayucos» de rojo intenso,
con sus cuerpos pintados; con sus
labios, nariz y orejas adornados
con palitos y plumas, los arcos y
las flechas en sus manos. Sobre
todo, venían con sus dones: pláta­
nos para el «tate» y su sonrisa
amistosa.
Distribuidos por «shabonos».
pequeñas tiendas de palos y ra­
mas. fueron tomando asiento.
Cuando llegó el Rector Mayor, los
yanomami lo recibieron clamoro­
samente gritando y gesticulando.
Siguió el ritual del «Himou» en el
que intervienen dos personas dia­
logando en voz alta. Así lo hicie­
ron un indio y el Rector Mayor. El
yanomami declamó:
Indio:
«Amigo mío, cuando tú
vienes para hablar conmigo,
yo me pongo atento y escucho.
Yo vivo aquí en Mavaca.
Háblame claro para que yo en­
tienda lo que tú me dices.
La noticia que me traes, «escú­
pela», dimela sin tardar...
Yo sé que tú vienes de un lugar
muy lejano, llamado Roma.
Yo sé que tú eres el Jefe».
Rector Mayor:
«Ahora voy a hablar yo.

Yo vine de muy lejos para cono­
cerles a ustedes.
Hijo mío, escúchame.
Y todos también escúchenme.
Yo les voy a cantar también mi
noticia.
Para esto he venido hasta aquí
volando.
Mi noticia la canto también a
toda la gente.
Yo pienso hoy en todos los yanomami,
no sólo en ustedes que están
aquí.
Escucha mi noticia, yo la digo
muy clara:
No peleen.
De vez en cuando, durante el
canto eran acompañados con gri­
tos rítmicos por los grupos de los
yanomamis de los tres «shabonos». Terminado el ritual del «Himou», el jefe de los indios impuso
al Rector Mayor los adornos pecu­
liares de su pueblo en medio de los
aplausos y griterío de todos. Si­
guió el baile del «Mito del Pláta­
no», realizado por los jóvenes yanomami, pasándose luego a la de­
gustación del sabroso «tate». Al
terminar, el padre Viganó les
agradeció tan hermoso acto y les
exhortó a que vivieran siempre en
paz.
Visitó luego las aulas, tuvo una
reunión con los jóvenes del cen­
tro: «Confíe en nosotros, ya que
usted confía en los jóvenes; noso­
tros somos jóvenes», le dijeron los
muchachos. Finalmente celebró
un encuentro con matrimonios. El
Rector Mayor sintió profunda
emoción cuando un joven matri­
monio le presentó a un niño de po­
cos meses pidiéndole le pusiera su
nombre. «Te llamarás Egidio», le
dijo al pequeño mientras lo soste­
nía en sus brazos.
REGRESO
A PUERTO AYACUCHO
Todavía una última reunión con
los jóvenes de la Residencia Indí­
gena y del Colegio Madre Mazzarello de las Salesianas: «Esta ma­
ñana en Mavaca he tocado con
propia mano la bondad, la sociabi­
lidad, la fraternidad y la simpatía
de este pueblo».
El viernes 25 de marzo el Supe­
rior se encontraba concelebrando
la Eucaristía con los Salesíanos y
Salesianas en la Catedral de Puer­
to Ayacucho. En la fiesta de la
Anundación dijo: «El Espíritu
Santo es el que siempre está pre­
sente y tiene la inidativa creadora.

La presencia de ustedes en el Te­
rritorio Amazonas asegura la ini­
ciativa del Espíritu para las perso­
nas que se encuentran aquí. Uste­
des están aquí por iniciativa de
Dios. Es fundamental estar con­
vencidos, como María, de realizar
el proyecto de Dios: “Hágase en
mí según tu palabra”». «El, ade­
más, quiere que seamos “cocreadores”, porque respeta nuestra
iniciativa».
Después de un encuentro con
los misioneros y misioneras, el
Rector Mayor procedió a la bendi­
ción e inauguración de «Amavisíón
Canal 7» y el «Salón de Audiovi­
suales». Amavisíón Canal 7 quiere
ser una televisión cultural, regio­
nal, juvenil, al servicio del Territo­
rio Amazonas y está a careo del
Vicariato Apostólico de Puerto
Ayacucho. Promoverá la cultura
indígena y difundirá el mensaje
cristiano.
El Rector Mayor recorrió las
instaladones y admiró las panta­
llas de los monitores de Amavisión. Por la noche, el padre presi­
dió en la Catedral la marcha de la
fe e inicio del Año Santo. La mu­
chedumbre llegó ante la fachada
del templo. El Vicario Apostólico,
Monseñor Ceccarelli dio lectura a
unos párrafos del Evangelio y el
padre Viganó dirigió la palabra:
«Con esta Marcha de la Fe nos
unimos a la -Iglesia Católica de
todo el mundo para iniciar el Año
Santo de la Redención, querido
por Juan Pablo II para preparar­
nos al tercer milenio de la Fe cris­
tiana».
El sábado 26 el Rector Mayor y

Los chicos se adornan para la fiesta con
palillos y collares.

sus acompañantes i’egresaron a
Caracas, donde celebrarían un en­
cuentro con toda la Familia Salesiana de Venezuela'.
La historia salesiana, desde este
26 de marzo, podrá escribir un
nuevo capítulo en sus Anales: «La
Primera Visita de un Sucesor de
Don Bosco a las Misiones Saiesiañas del Territorio Federal Amazo­
nas, en Venezuela».
(Extractado del Boletín Saiesiano de Venezuela, de un largo ar­
tículo de Amador Merino).

«Con nuestra autoridad apostólica declaramos que los vene­
rables siervos de Dios Luis Versíglia y Calixto Caravario, de
ahora en adelante pueden ser llamados “beatos”»...

vigilan inconmovibles guardianes que no se
dejan ablandar: no pasa nadie. D etrás de las
cancelas, entre la m uchedumbre que aum enta
im paciente, leo una pancarta de Oliva Gessi.
Allí están los familiares y paisanos del obispo
m ártir Luis Versíglia, con seiscientos repre­
sentantes de la diócesis de Tortona. Con ellos
esperan-también los sobrinos e hijos de sobri­
nos de! m ártir Calixto Caravario, con muchos
peregrinos y jóvenes llegados de Cuorgné y
Turín. Entre ellos, los muchachos «salesianos» de Valdocco —donde ambos mártires
pasaron años felices de vida y trabajo— , de
Valsálice y de San Juan Evangelista, donde se
forjó la santidad valiente que supo inmolarse
lejos por la fe y por valores peculiares del cre­
do cristiano y de la cultura china.
A las 7,50 se abren las cancelas. El gentío
se agolpa aún más y comienza a entrar pasan-

BEATIFICACION
DE LOS MARTIRES
SALESIANOS
Crónica del 15 de mayo de 1983
Crónica de un día de gloria esperado
desde hace cincuenta y tres años: Los ri­
tos de la Plaza de San Pedro de Roma.
Por fín. Luís Versíglia y Calixto Caravarío brillan en el sol de la Iglesia.
Dice el Papa: «La sangre de los dos bea­
tos está en el cimiento de la Iglesia de
China, como la sangre de Pedro lo está
en la de Roma».
Todos a la Plaza de San Pedro
A las siete y media de la m añana hay ya una
muchedumbre apiñada ante el cerco de cance­
las tendido a lo largo de !a colum nata de Bernini y de la plaza de Pío XII. En sus entradas

16

EL PRIMER MINISTRODEITALIA
AL RECTOR MAYOR
Reverendo Rector Mayor:
Le agradezco mucho su carta del Í6 de los co­
rrientes.
Había delegado en el Ministro Signorelli para
representar al Gobierno en la solemne ceremonia
de la beatificación de sus dos hermanos.
El domingo día 15, sin acordarme ya de la
coincidencia con la solemne ceremonia, se me
zu rrió ir a San Pedro, para participar en la
Santa Misa. Al llegar a la plaza, vi con grandísi­
ma sorpresa que precisamente aquella mañana
coincidía con la ceremonia de beatificación. Lle­
vaba trqje de trabajo y me coloqué entre los pere­
grinos de la columnata izquierda. Algún «suizo»
debió de reconocerme pues pocos minutos desp u ^ llegaba un jefe de protocolo pontifício y me
invitaba a ir a un puesto más cercano al altar. Le
hice ver que mi presencia allí no era de protocolo
y me quedé donde estaba. Después del Padre­
nuestro ya no pude sustraerme a otra invitación y
llegué cerca del altar cuando los paisanos de los
Beatos avanzaban para recibir la comunión de
manos del Papa. Me uní a ellos y tuve la alegría
de participar en comunión en la gran ceremonia:
comunión con el Señor y comunión con la Familia
Salesiana, de la que desde hace muchísimos años
soy admirador sincero y de algunas de sus casas,
de las que he sido huésped dos veces: en Egipto y
en Belén.
Me alegra este nuevo reconocimiento divino y te­
rrestre de las grandes virtudes de la Familia Sale­
siana.
Le agradezco su oferta de oración y le corres­
pondo con mis saludos cordialísimos.
AMINTORE FANFANI

Bi

do los controles y a colocarse en su sitio, se­
gún indica la invitación. Hay euforia, nervios
y prisas. E n seguida se tiene la impresión de
que la plaza se va a llenar... Se canta...
En los primeros puestos están los familia­
res, amigos y compañeros de los Mártires.
Está el P. Battezzati, ordenado de sacerdote
por monseñor Versiglia; está con sus 92 años
el señor Fantini. que vivió con él desde 1912;
está el señor Braggión, que colocó los cadáve­
res en el ataúd; están de 25 a 30 salesianos an­
cianos llegados de Extrem o Oriente: conocie­
ron a los M ártires; está una nutrida peregrina­
ción china, encabezada por el inspector salesiano N orberto Tse. «D urante 53 años —dice
una anciana H ija de M aría Auxiliadora que
vivió la tragedia de Shiu Chow— hemos esta­
do esperando este día. Entonces lloramos mu­
cho; hoy nuestro gozo no tiene límites».

El momento esperado
A las 9,15 el cuerpo diplomático está com­
pleto, los asientos de los Cardenales y Obis­
pos están ocupados, los Consejos Generalicios SDB y HM A están presentes con todos
sus miembros.
A las 9,30 llega a la plaza el Santo Padre. La

El 15 de mayo la Plaza de San Pedro era un clamor salesiano
por los Protomártires hijos de Don Hosco: más de 25.000
miembros de la Familia Salesiana provenientes de todo el
mundo.

«Capilla Sbrtina» canta: lubÜate Deo in voce exsultationis, aleluia... Comienza el rito en se­
guida liega la «beatificación». Son las 9,56.
Quitado el velo que los cubría, aparecen los
Beatos M ártires Luis Versiglia y Calixto Caravario en el balcón principal de la Basílica de
San Pedro, en la «gloria del sol».

Cincuenta y tres años después

Cuadro de los noevos beatos salesianos: representa la ^oria
de los Mártires. Es obra d d pintor saksiaiK», Sr. Pedro Fasani.

A nte el Santo Padre, que pronuncia la fór­
mula ritual, están los Obispos que en nombre
de sus respectivas Iglesias y de toda la Iglesia
Católica han hecho la petición: Monseñor
Chengehung Wu —de Hong Kong, en lugar
del Obispo de Shiu Chow— y monseñor Bongianino — de Tortona, diócesis originaria de
monseñor Versiglia— . Bajo un sol luminoso y
abrasador, entre la cúpula y las columnas vue­
lan las palomas; pero el ardor del sol hace que
quien puede y se atreve —por encima de la li­
turgia y el protocolo— se proteja la cabeza
con un pañuelo o con una hoja de periódico:
detalle hum ano que no rom pe la solemnidad
del rito ni resta nada al significado que tuvie­
ron las dos víctimas de la violencia, ahora ya
esplendorosas en la gloria del sol romano.
Con nuestra autoridad apostólica —silabea
el Papa— declaramos que los venerables sier-

17

beatificación de los mártires
vos de Dios Luis Versiglia y Calixto Caravario
de ahora en adelante pueden ser llamados
«beatos»...
Con la mirada recorro la multitud de pa­
rientes, compañeros, amigos y conocidos, y de
todos los que por una u otra razón tuvieron
algo que ver con los nuevos m ártires... Resba­
lan lágrimas de gozo; ligeros movimientos
nerviosos agitan las manos juntas; impercepti­
bles pensamientos y plegarias mueven los la­
bios...
La multitud estalla delirante en aplausos.
Es imposible en aquel rnomento liberarse de
incontenibles reflexiones: suben del alma y
atenazan el corazón más que la solemnidad
externa, siempre sobria y contenida...
M urieron por la ffe. Lo declara ahora este
rito de la Iglesia; Ipjdeclara la m uchedumbre
del Pueblo de Dios, el Clero, los Obispos...
unidos al Papa, que hace realidad lo que todos
habíam os deseado durante tanto tiempo.
A hora todos vibran al unísono y con el mismo
corazón... La plaza está llena: en ella se palpa
una dimensión mundial de presencias.

Por el pueblo de China

(1) K1 autor de la biografía de los Mártires Salcsianos ofrece
al Papa unos cirios votivos.
(2) El Papa saluda al satesianu Sr. Andrés Braggión quien en
1930 se hallaba en Shiu-Chow y amortajó ios cuerpos de los
Mártires salesianos.
(3) PAK'HEUNG: Un grupo de alumnos de Macau visita la
antigua residencia misionera actualmente ocupada por el go­
bierno de China.

18

M urieron por China, un pueblo bueno y —
como solía repetir Luis Versiglia— sabedor de
su antigua religiosidad y civilización. Ellos, los
Beatos M ártires, los defendieron con su san­
gre y con su vida. Form aron barrera contra la
violencia sin odiar a nadie. Hoy China está
aquí, no lo dudo. No solo en los que la repre­
sentan físicamente, sino en el espíritu global
de su historia gloriosa y de su noble pueblo...
En el fondo de este trágico y grandioso epi­
sodio «dijo Juan Pablo II» aparecen con evi­
dencia dos conceptos de la mujer que no se
concilian entre sí: La mujer com o persona... —
la opción de los mártires—, o la mujer como
objeto e instrumento —la opción de los asesi­
nos—...
El Papa dijo más sobre el significado eclesial de este martirio: La sangre de ¡os dos bea­
tos está en el cimiento de la Iglesia de China,
com o la sangre de Pedro está en el cimiento de
la Iglesia de R om a...
La homilía del Papa llega a todos los rinco­
nes de la plaza e invade a un auditorio atento
y como sorprendido por una revelación ines­
perada sobre dos personalidades tan actuales,
tan eclesiales, tan juveniles y hasta tan aven­
tureras, tanto tiempo desconocidas por la gran
masa de los creyentes.

beatificación de los mártires
M ientras el Papa va trazando la semblanza
de estos «mártires del Tercer Mundo» que
conjugaron evangelización y desarrollo, es­
cruto el nutrido Cuerpo Diplomático que ha
acudido a la plaza y la Delegación Oficial del
Gobierno Italiano, presidida por su Ministro
Nicolás Signorelli. Aunque de forma privada
está también el expresidente del Consejo de
Ministros — Giulio Andreotti— ... y el actual
Presidente —A m íntore Fanfani— ... El proto­
colo pide impasibilidad; pero también bajo los
velos de la diplomacia se trasparentan emo­
ciones que los rostros, las miradas, los gestos
de aprobación, los movimientos de las ma­
nos... expresan en lenguajes silenciosos que
no requieren traducción... En frente en el
lado derecho del altar, veo Cardenales, Arzo­
bispos y Obispos. Reconozco al Secretario de
E stado, al Camarlengo, al Vicario para la
Diócesis de R om a, al Prefecto de la Sagrada
Congregación para las Causas de los Santos,
al Cardenal Salesiano Raúl Silva H enríquez,
al Arzobispo de Turín, al sustituto de la Se­
cretaría de Estado, al Secretario de Asuntos
Públicos, a los Arzobispos Salesianos de curia
monseñores Castillo Lara y Javierre O rtas y
otros prelados, entre los que hay Obispos Sa­
lesianos llegados de todo el mundo. La plaza
los ha recibido con afecto y sencillez, sin los
solemnes desfiles preconciliares... Rezan, es­
cuchan y soportan el fuerte calor como un fiel
m ás... Sólo la púrpura hace pensar que la san­
gre de esta celebración martirial se puede re­
petir en alguno de ellos, testigos de Cristo
m uerto y resucitado.
Term inada la proclamación y la homilía pa­
pal. prosigue el rito.
Por los jóvenes de China: Que la sangre de
los mártires sea semilla fecunda en una difu­
sión del Evangelio cada vez más eficaz entre el
inmenso pueblo chino, ideal misionero de los
dos nuevos Beatos, roguemos al Señor —se
oye en la lengua china de Cantón— . A coro le
responde la muchedumbre; Te rogamos, óye­
nos.
La sobria liturgia eucarística presidida por
el Sumo Pontífice centra en el Cuerpo y San­
gre de Cristo la m irada y la adoración de todos
los presentes. Aquel cáliz lleno de sangre, me­
morial del R edentor, se alza ante la muche­
dum bre y ante el m undo para recordar que
precisam ente en China San Juan Bosco vio un
cáliz con la sangre de sus hijos... En el futuro
produciría grandes triunfos para la Iglesia de
Dios y para la gran nación China.

Financiación y Difusión
Estamos procediendo a una nueva e.structuración en la difusión y fínanciación del Boletín SaleFINALIDAD: El Boletín Salesiano:
— difunde el espíritu de Don Bosco
— da a conocer la obra salesiana y sus necesi­
dades
— une y anima a los diversos grupos de la Fa­
milia Salesiana
— promueve vocaciones.
DIFUSION: ¿Deseas recibir o que alguien
reciba el Boletín Salesiano?
— Da tu nombre y dirección.
— Envía el nombre y dirección de la persona
que desee recibir el Boletín Salesiano.
• Al Salesiano que conozcas.
• O a la Hija de María Auxiliadora.
• O a la Comunidad de Salesianos o Salesianas, con quienes estés en contacto.
FINANCIACION: ¿Cuánto le debo por el
Boletín Salesiano que recibo?
Por obligación: NADA. El Boletín Salesiano se
manda como obsequio.
Por solidaridad: I>o que puedas y dcs^s.
_ ¿Sabes que en 1983 el Boletín Salesiano sale
a 23 pts. cada ejemplar?
Pero hay muchos que reciben el Boletín Salesíano, para quienes, 250 pts., al año, es mucho
dinero.
¡Qué menos que te comprometas, si puedes, a
costear el envío de 4 ó 10 ó 40, etc., ejemplares al
mes!
Es una forma de contribuir a difundir y mante­
ner vivo el espíritu de Don Bosco entre mucha
gente.
— ¿A quién puedo mandar mi donativo?
Puedes hacerlo mensualmente, anualmente o
cuando desees:
— A la Comunidad de Salesianos, que conoz­
cas.
— A la Comunidad de Hijas de María Auxilia
dora.
— A las Casas Inspectoriales de ambos.
— O bien directamente al BOLETIN SALESIANO
por giro: Calle Alcalá, 164.—MADRID - 28,
por trasferencia: BOLETIN SALESIANO
Banco Popular Español.—Agencia Urbana N.* 9.
Dtor. Esquerdo, 3.—^MADRID - 28.

BRIAN MOORE

19

colaboración

EN FRANCISCO
EXISTE
BUENA LEVADURA
Nuestro arzobispo sevillano,
presidiendo con su buena talla
un presbiterio muy nutrido,
sin acabar de hacerle mucho
caso al saleroso y meticuloso
Antonio Burgos, gran perio­
dista andaluz, por lo que toca
al uso de una m itra de más em ­
paque, echa mano de sus acen­
tos más melifluos y conmove­
dores... Ya en su pregón ante­
rior a esta cerem onia que ha
sido corazón de la conmemo­
ración centenaria se adornó
con molinetes poéticos, recor­
dándonos, con menos arte que
Adolfo Marsillach en su graba­
«... Para que alumbre los mares, ole pum y no se pierdan ios barcos, ole pum, ole ción, pero con más unción fi­
pum, ole pum...» (Foto: Manolo Torre).
lial, los renom brados versos
rubenianos de «Los motivos
Le suplico a mi generoso mano la partitura de Lorenzo del lobo». M onseñor Carlos
aiátere que no hunda con ex­ Perosi, aquel redom ado in­ Amigo no lo duda un instante
ceso el acelerador... La m aña­ somne que derram ó sobre mi­ y se coloca sus atributos epis­
na es gloriosa y centenaria, co­ les de pautas, durante largas copales sobre el hábito pardo, y
ronada por un sol triunfante,' horas silenciosas, raudales de bien molesto en agosto, de los
el mismo que nos regala esa arm onía —dígase lo -que se hijos de San Francisco de
«tem peratura transparente y diga— im perecedera... Soy Asís. A la gente le gusta foto­
calma, el aire como caramelo
afortunado: gozaré a tutiplén grafiarse junto a él, ancho de
de malvavisco», de que nos ha­ abriéndole todas sus bocas al sonrisa, dulce en su parla im­
bla José de las Cuevas. El hijo órgano y atem perándolo a las pecable, por los patios de R e­
de Pedro B ernardone, «il Po- voces adultas del coro de San gla entre azulejos del siglo
verello», hubiera hoy entona­ Francisco de Cádiz, hoy pes­ X V II...
do por entre los liños de estas punteadas de especial alegría
Y se me van la ternura y la
tierras albarizas de Jerez una por los escolanos del Colegio memoria a mi padre, tan chifervorosa laude al Señor de oalesiano de San Ignacio. No pionero que por su sangre na­
todo lo creado por la pámpana es mal m aridaje: Don Bosco, vegaban glóbulos moscateley el alm ijar, el redor y la pi­ en sus años mozos, quiso re­ ros, derrengado en su rinconquera, el dorado racimo y la sueltam ente ser franciscano.
cillo trianero por los años y las
futura, m isteriosa, flor del
La cerem onia se alarga go­ fatigas y los sustos de su cora­
vino...
losamente: han acudido al fa­ zón terco y bravísim o... Como
Es que a Chipiona se le ha moso Colegio de Regla incluso al famoso general se le encen­
puesto el alma cascabelera: la desde Tierra Santa y hay que día la sangre y hasta se le ali­
familia franciscana se aprieta
redondear el tum o de orado­ viaban los trastornos flebíticos
gozosamente junto a la more- res. Entre ellos, el señor alcal­ al compás de viejas marchas
nita Virgen de Regla para dar de, tartaleante y emocionado,
militares que le hacía escuchar
gracias por el siglo justito, jus- se enorgullece de anunciar la su médico, a mi padre se le
tilo, de su presencia en la lu­ concesión de la Medalla de abemolaba el acento en su voz
minosa villa gaditana...
O ro de Chipiona a la Orden y le renacían bríos-de otros
Llevo en mi cartera negra de franciscana.
tiempos cuando se dedicaba a

20

colaboración
Grupo de fraociscanos que realizaron
una visita al Sucesor de San Juan Bosco,
en la Casa Generalida de los Salesianos
este mismo año.

hablarm e de su infancia chipionera, de aquel fray Baldom ero, lego de sutiles humilda­
des, m aestro suyo en aquella
escuelita en la que repartía
bondad, cultura, paciencia y
hasta el postre de frutos secos
de su diario condumio frugalí­
sim o... Este santo maestro
franciscano, visitador de atri­
bulados, fervoroso y pobre,
rezador y pequeño entre los
pequeños, consumidor de la
m ayor parte de su vida junto a
la m orenita Señora, bien pu­
diera encam ar el talante de los
hijos de San Francisco que du­
rante un siglo apagaron sus
días bajo los muros reglenses...
Los que de alguna m anera
nos sentimos deudores de esas
arenas y espumas, de esos co­
rrales atlánticos, de esos cam­
pos de hondos arom as, los que
de niños cantábam os aquello
de «El faro de Chipiona, ole
pum/lo van a poner más alto,
ole pum , ole pum , ole pum/
para que alumbre los mares,
ole pum/y no se pierdan los
barcos, ole pum , ole pum , ole
pum ,/sabem os que la villa chipionera fue siem pre sem bra­
dío de mulla excepicional para
En la ceremonia central de este centena­
rio franciscano en Regla no faltó la cola­
boración musical salesiana. Las voces
de los chicos de la Escolanía del Colegio
San Ignacio de Cádiz resonaron alegre­
mente bajo las bóvedas del airoso tem­
plo chipionero.

que la labor franciscana —hoy
tan fructífera— diera excelen­
tes recolecciones...
¡Qué actual la semilla de.
Francisco! «Que Dios melifi­
que tu ser montaraz», le desea
el santo a la torva fiera am ena­
zadora. Buena receta para el
hom bre de nuestros días tan
atado de virulencias despiada­
das... «En el hom bre existe
mala levadura», asegura el Pobrecito después de escuchar
entristecido la retahila acusa­
toria del lobo de Gubbio.
«Mínimo y dulce» —desde que
Rubén D arío los acuñara feliz­
m ente— son ya epítetos fran­
ciscanos, es decir, términos
que expresan cualidades inhe­
rentes, esenciales, al alma de
Francisco de Asís.
Regla, faro de espiritualidad

y almáciga misionera, nos de­
vuelve aquella prístina senci­
llez evangélica en su señalada
efem érides, de la que a nadie
le ha quedado asperillo en el
paladar, sino inolvidable remusguillo por las entretelas
del alm a...
A fin de cuentas, Francisco
siguió huellas divinas y se le
notó tanto que la quintilla de
Cam panario, el bello pueblo
extrem eño, lo dice muy bella­
m ente, como nos lo recordaba
Federico Muelas:

Conviene que esté vestido
un brazo de aquestos dos
que si no, no sabéis vos
cuál el de Francisco ha sido
y cuál el brazo de Dios...
JUAN MANUEL ESPINOSA,
S.D.B.

proyecto Africa

En Libería
ya no está de moda
el sombrero de copa
Es de Manuel Mounier la
célebre frase: «El blanco ame­
ricano desprecia al negro am e­
ricano quien, a su vez, despre­
cia al amcrico-liberiano quien,
a su vez, desprecia al negro na­
tivo de Liberia». La frase es
dura, pero refleja una realidad
basada en largos años de histo­
ria.
La historia de Liberia tiene
sus orígenes en Estados Uni­
dos. Un filántropo americano
tuvo en 1840 la idea de repa­
triar a su tierra de origen a to­
dos los esclavos negros que ha­
bían obtenido la libertad. A
estos se les unieron varios mi­
les de negros, ansiosos de
«volver a casa», liberándose
así del desprecio de los negros
americanos que habían lucha­
do por la emancipación.
Los negros repatriados ocu­

paron un territorio en las cos­
tas del golfo de Guinea. Allí
fundaron la ciudad de M onro­
via, en honor a M onroe, el en­
tonces presidente americano.
Liberia fue así la prim era re­
pública independiente de Afri­
ca, adelantándose en un siglo a

la formación del remendado
contienente africano.
La verdad es que los «américo-liberianos» se constituye­
ron en nuevos colonizadores
que miraron despectivamente
a los negros nativos, sus escla­
vos, explotándolos y discrimi-

Capilla y misión salesiana en Tappita
(Libería).

nándolos, formando entre
ellos un nuevo gueto. Hasta la
misma arquitectura de la ciu­
dad de Monrovia parece un
trasplante americano en tie­
rras de Africa. Hubo, pues, un
verdadero dominio económico
y una nueva esclavitud. El
nuevo país gozaba de la ayuda
de Estados Unidos, sobre
todo, para la explotación de
las plantaciones de caucho,
materia prima para la incipien­
te industria del automóvil.
En 1944 llega a la presidenVista dei Colegio Saksuno de Monrovia
(Liberia).

22

proyecto Africa
cia el llamado «tío Shad». Se
erige en dictador que durará
Í1 años hasta su m uerte, en
1971. Le sucedió Tubm an,
quien luchó por superar la di­
visión entre negros americanos
y nativos, éstos discriminados
y forzados a vivir en la más ab­
soluta miseria. Por ello se
ganó el odio de los negros
americanos y la sim patía de las
clases pobres. Tubm an se hizo
célebre por usar habitualm en­
te el sombrero de copa, lo que
lo convertía en un personaje
original. Lo imitaban los ne­
gros americanos. La chistera
se convirtió en símbolo de do­
minio y explotación.
A Tubm an le sucedió William T olbert en 1971, quien
llevó la igualdad al pueblo liberiano. Los nativos no se ha­
bían resignado a su condición
de inferioridad y miseria, lo­
grando paridad de derechos.
Sin em bargo, fue la miseria
la que se adueñó por completo
de un país con un índice altísi­
mo de m ortalidad infantil, casi
con un cien por cien de analfa­
betismo. De hecho, sólo un
11% de los niños inician el pe­
ríodo escolar y casi ninguno lo
termina. Esto es más grave si
se tiene en cuenta que la mitad
de la población de Liberta no
llega a los 19 años de edad.
La econom ía, por otra par­
te, es desastrosa. Sólo unos
grupos privilegiados viven en
la abundancia. Las plantacio­
nes de caucho pertenecen a
compañías multinacionales y
las 235 variedades de maderas
preciosas están sin explotar.
La m arina mercante es una
de las más numerosas y más
conocidas en el m undo entero.
Pero de Liberia sólo tienen el
nom bre. Las infinitas em bar­
caciones con bandera liberiana
están m atriculadas en Liberia,
sí, pero con la finalidad de dis­
frutar de las exenciones fisca­
les del gobierno. En realidad,
son propiedad de armadores
extranjeros.
E n 1980 tuvo lugar la revo­
lución dirigida por el cabecilla
de 28 años Samuel K. D oe, de
la tribu Krahn. Los rebeldes
quisieron poner fin a la co­

rrupción. El presidente Tol­
bert murió asesinado y parecía
que todo iba a tom ar un viraje
prosoviético. Sin em bargo, los
nuevos gobernantes orienta­
ron su política a la colabora­
ción con Estados Unidos.
Liberia ofrece hoy un her­
moso horizonte a la acción mi­
sionera. Los católicos son una
ínfima minoría. Pero los mi­
sioneros pueden dedicarse a
ayudar a la gente más necesita­
da del pueblo.
El clima es extrem adam ente
húm edo y caluroso, difícil de
soportar para los no nativos.
Actualm ente son muy pocos
los sacerdotes y piden ayuda

de 1979. Inm ediatamente se
encargaron de una inmensa
parroquia y abrieron una mag­
nífica escuela profesional, el
A rthur Barclay Instituie.
El pasado año, 1982, se
aceptó la misión de Tappita, a
unos 300 kilómetros de la capi­
tal, con escuela y parroquia.
En Monrovia hay un grupo
muy activo de Jóvenes C oope­
radores Salesianos, animado­
res del club juvenil. Están en­
tregados a infinidad de activi­
dades de la parroquia. Este
trabajo ofrece grandes espe­
ranzas de vocaciones nativas.
Dificultades principales son
el clima y la economía. La cs-

«La mitad de la población de Liberta no llega a los 19 años de edad«

para encargarse, sobre todo,
de los jóvenes. Estos necesitan
escuelas técnicas y profesiona­
les para el desarrollo económi­
co y para m ejorar sus condi­
ciones de vida.
LOS SALESIANOS
EN LIBERIA
Los dos primeros salesianos
llegaron a Monrovia en agosto

cuela técnica necesita de gran­
des inversiones para sobrevivir
y funcionar como tal.
La obra salesiana es muy
apreciada en Liberia. Basta
decir que el Instituto Técnico
es considerado como el mejor
de toda esta zona de Africa.
De acuerdo con el «Proyec­
to Africa», a Liberia van los
Salesianos del Reino Unido.
G. N.

23

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CAER EN LA BRECHA
Otro gran misionero español, el Padre Ignacio Rubio, acaba de sucumbir en su trabajo
apostólico en la India. Tenía muchos amigos en España y en Italia. Le seguían y le ayu­
daban. Hace apenas tres años les envió más de 20.000 ejemplares de «Don Bosco, una
biografía nueva» en agradecimiento a los donativos que de ellos recibía. Todos sentimos
el dolor de su muerte, pero, al mismo tiempo, nos llenamos de gozo ante la figura de un
gran salesiano que ha sabido hacer de su vida una constante donación a los pobres.
Ofrecemos el presente artículo de otro misionero italiano, compañero y amigo del Padre
Rubio.

TRABAJADOR
INFATIGABLE
«Cuando un salesiano mue­
ra por su excesivo trabajo será
una inmensa gloria para la
Congregación». Estaba pen­
sando en esta afirmación de
D on Bosco cuando me llegó la
inesperada noticia de la m uer­
te repentina de don Ignacio
Rubio, procurador de la Archidiócesis de Shillong en el
nordeste de la India. U n hom­
bre que siempre supo dar lo
m ejor de sí mismo, sin conce­
derse jam ás un m om ento de
descanso.
Recuerdo mi último encuen-

24

tro con él, tres meses antes de
su m uerte. Lo vi muy cansa­
do...
— Querido padre Rubio, le
dije, trabaja usted demasiado.
¡Así va a acabar con su vida!
— Ya me lo han dicho los
médicos. Por mi parte, he bus­
cado el modo de disminuir el
ritmo; pero el engranaje de los
compromisos ha vuelto a girar
vertiginosamente y resulta di­
fícil no sólo pararlos, sino has­
ta detener su marcha. Las ne­
cesidades de nuestros misione­
ros, la espera de tantas almas
que no pueden quedar desilu­
sionadas.
Y así ha sucedido. Ese cora­

zón generoso que nunca sabía
decir no se apagó de golpe, im­
provisamente, la noche del
pasado 15 de abril. Y se fue a
solas y de puntillas, sin moles­
tar a nadie, él que en todo m o­
m ento estaba dispuesto a ser­
vir a todos.
«Por la m añana — me escri­
be su herm ano don José, que
ha vivido durante tantos años
a su lado com partiendo vida y
tareas apostólicas— al notar
que no bajaba a la capilla se­
gún su costum bre, fui a su
cuarto y lo encontré ya frío ca­
dáver».
Su actividad no tenía lími­
tes: construcción de iglesias.

primer plano
capillas, hospitales, dispensa­
rios, internados, seminarios,
escuelas de todo tip o ..., lo te­
nían siempre ocupado. Le
ayudaba en su tarea el ingenie­
ro y arquitecto don Tom ás Ló­
pez, quien traducía a la reali­
dad todo cuanto su m ente de
genial artista había pensado en
respuesta a las innumerables
necesidades de la misión en
continuo crecimiento.
Todavía más pesada era la
carga de buscar y encontrar los
medios para llevar a cabo estas
obras, amueblarlas y dotarlas
de utensilios para el culto o la
enseñanza, ayudar a los misio­
neros en el m antenim iento de
centenares de catequistas y re­
ligiosos com prometidos en la
evangelización del inmenso te­
rritorio que se extiende desde
las llanuras del Assam hasta
las colinas del Himalaya, po­
bladas por más de cien tribus
diversas.
E ran miles los bienhechores
que tenía en España e Italia y
que respondían con gran gene­
rosidad a sus llamadas. Y que
m antenía con ellos una intensa
correspondencia agradecién­
doles el más mínimo donativo.
Para pagarles su generosidad y
como medio de apostolado,
todos los años me encargaba
enviarles como obsequio un li­
bro de la Editorial Salesiana:
«Las florecilas de Don Bos-

Estudiantado Teológico Oriental, otra
de las obras llevadas a cabo por el Padre
Rubio.

co», «Don Bosco, una biogra­
fía nueva», «El obispo de las
tribus del Him alaya»... Para
este año ya me había indicado
le reservara 10.000 ejemplares
del volumen en prensa: «Don
Bosco en el Assam». Creo que
muy pocos salesianos han di­
fundido como él la buena
prensa entre las familias.
Su despacho, en la planta

Sereno y sonriente acogía a
todos: su corazón siempre lo
tenía abierto a los problemas y
necesidades de los demás, a
quienes socorría con gran ge­
nerosidad.
La lesión del corazón se le
produjo hacía unos años cuan­
do, en medio de dificultades y
contratiempos, había puesto
en pie la que podía llamarse su

•--fe.

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baja del obispado, siempre es­
taba abierto a todo el mundo.
Lo asediaba un río interm ina­
ble de visitas: obreros, em pre­
sarios, proveedores, hermanos
y religiosas que acudían a él en
busca de ayuda y de consejos.
Una procesión que, a lo me­
jor, duraba hasta altas horas
de la noche.

g S i k liá
vezad

m

ira

Interior de la capilla del l'^ludiantado
Teológico Oriental, construida por el
Padre Rubio.

obra maestra: el grandioso se­
minario regional, al servicio de
las siete diócesis del nordeste
de la India.
Alguien me dijo:
—H e aquí la última locura
del padre Rubio.
U na verdadera locura, pero
de am or, al servicio de las fu­
turas generaciones de sacerdo­
tes que llevarán y difundirán el
reino de Dios en esta tierra
maravillosa.
La m uerte lo ha sorprendi­
do. H a caído en la brecha
como buen soldado en su
puesto de combate. Un solda­
do que sabía arriesgarse, pero
que no quería, por nada del

25

SHILLONG: Exterior de la Iglesia «San
Pablo», del Seminario Menor, recién
acabada antes de la muerte del P. Ru­
bio.

UNA VOCACION
GENEROSA
H abía nacido el 8 de abril de
1921 en Barcelona. Sus pa­
dres, Juan Rubio y Angela
M oreno, fueron sus primeros
educadores en la fe, y vieron
florecer entre sus hijos dos vo­
caciones salesianas, sacerdota­
les y misioneras: don Ignacio y
don José.
Su fe y su vocación pasaron
por el crisol de los años trági­
cos de la guerra civil española.

SHILLONG: Edificio dcl Hospital Nazareth, con sus secciones de Maternidad
y Guardería infantil. Obras del P. Ru­
bio.

mundo, abandonar el puesto
que Dios le había asignado.
Sabía el padre Rubio el peli­
gro que corría, pero lo había
escrito y repetido muchas ve­
ces:
«Estamos en las manos de
Dios. No hemos de afanarnos.
El sabe muy bien lo que nos
conviene. Lo im portante es es­
tar siempre bien preparados a
su llamada».

26

—E ra un chiquillo —recuer­
da su hermano— cuando cele­
braba la Misa por su cuenta so­
bre un altarcito de su casa y
con ornam entos de papel que
él mismo se había apañado.
D urante la guerra civil va­
rias veces puso en peligro su
vida llevando la Eucaristía a
personas perseguidas por los
milicianos y comunicando a di­
versas familias el lugar y la
hora en que iba a celebrar la
Misa un sacerdote escondido
en su casa.
A los 21 años se unía defini­

tivam ente a Don Bosco me­
diante la profesión religiosa
(16 de agosto de 1942). En
1948 pide y obtiene ir a la In­
dia, en donde transcurrirá el
resto de una vida totalmente
dedicada al servicio de su gran
ideal misionero.
Com pleta sus estudios teo­
lógicos en Shillong, y el 13 de
agosto de 1950 recibe en Madrás la ordenación sacerdotal
de manos de m onseñor Mathias, jefe de la prim era cuadri­
lla de misioneros llegados a la
India en enero de 1922.
Rom pe sus primeras lanzas
de apostolado al sur del país,
en Tirupattur y Kotagiri, como
m aestro y anim ador de grupos
juveniles. En 1954 es nom bra­
do director, prim ero en Basin
Bridge (M adrás), y posterior­
m ente en Katpadi, de 1956 a
1959, año en que es llamado
como adm inistrador del enor­
me complejo salesiano de M a­
tunga en Bombay, la obra del
salesiano padre Maschio.
Cuando en 1964 el entonces
director del centro de M atun­
ga Mons. H um berto D ’Rosario fue elegido obispo de Dibrugarh, el nuevo obispo sale­
siano pidió y obtuvo llevarse
consigo al padre Rubio como
procurador y vicario general
de la nueva diócesis.
En 1970 fue trasladado
Mons. D 'R osario como A rzo­
bispo de Gahuati Shillong. Y
una vez más pidió y consiguió
que le siguiera el padre Rubio
como su colaborador insusti­
tuible en su nuevo y más vasto
campo de trabajo. A quí entre­
gará sin m edida sus mejores
años a una actividad que causa
estupor y admiración, reali­
zando obras, cada una de las
cuales sería suficiente para lle­
nar la vida de un hombre.
«El padre Rubio deja un re­
cuerdo indeleble —escribe el
padre Inspector don Mateo
Kochparampil— en los anales
de la Congregación en la India

El Padre Rubio escribía cantidad de
cartas a sus bienhechores.

go, al bienhechor. ¡Nadie nos
ha querido y ayudado como él!
«Era el padre Rubio un sa­
cerdote excepcional —me es­
cribe Sor Tilde Galli, H ija de
M aría Auxiliadora— ; un cora­
zón grande y generoso, abierto
a todos».

U na incontable muchedum­
bre de fíeles acudió a darle el
último saludo a este incansable
obrero de la viña del Señor,
caído a sus 62 años de edad.
La inmensa catedral resultaba
pequeña ante la gran multitud,
obligada a participar desde
fiiera a la concelebración eucay en la Iglesia del Nordeste,
por la cantidad y belleza de
obras construidas en tan breve
tiempo. Pero, sobre todo, ha
sido un gran salesiano y un sa­
cerdote ejem plar, siempre fiel
a la Iglesia, en cuyo servicio ha
gastado todas sus energías.
Con un tesón adm irable y una
gran fe en Dios ha sabido su­
perar todas las dificultades y
llevar a cabo toda obra em­
prendida. Puedo dar fe de
que, a pesar del agobio de sus
compromisos de trabajo, siem­
pre ha sido fiel a sus prácticas
de piedad. Dios ha ocupado
siempre el primer puesto en su
vida».
Y concluye: «Hemos perdi­
do a un gran hijo de Don Hos­
co. U na pérdida irreparable
para nuestra familia. Difícil­
m ente podrá llenarse el vacío
que deja».
— «Su vida siempre se ha
nutrido de fe, escribe su Arzo­
bispo; ha sido un hom bre que
ha vivido de fe y desde la fe.
Siempre se sentía sacerdote:
en el altar, en la mesa de tra­
bajo, en la calle, en los pobla­
dos, con cualquiera que se en­
contrase. U na vida gastada

toda por am or, al servicio de la
Iglesia».
Recuerdo como hasta en los
mismos insufribles viajes nun­
ca dejaba de recitar el brevia­
rio y el rosario. Y si tenía al­
gún m om ento libre lo dedica­
ba a los libros formativos: de­
seaba estar siempre al día.
Todos querían al padre Ru­
bio, por su hum anidad, por su
bondad, por su generosidad.
Sus subalternos eran como sus
«hijos», y como a un padre lo
lloraron.
— Hemos perdido a la per­
sona más querida, repetían in­
consolables; al padre, al ami­

Preparación de los terrenos para una
nueva construcción. Al fondo, el Centro
de Pastoral, también realizado por el P.
Rubio como servicio a todas las diócesis
de la India Nordeste.

rística, presentes tres obispios
y más de 120 sacerdotes llega­
dos desde los más apartados
rincones de la misión.
En el cementerio se unían el
llanto y las plegarias de tantas
personas, aun no cristianas,
que sentían la pérdida de su
gran amigo y bienhechor, que
había gastado la vida entera
sólo en hacer el bien a todos.
ANTONIO M. ALESSI

27

noticias
IRLANDA
HA MUERTO
HUGH MCGLINCHEY
Dublín.—Con pena comunica­
mos la noticia de la muerte del P.
Hugh McGlinchey, que en los últi­
mos doce años ha dirigido el «bo­
letín salesiano» de Irlanda.
Estaba mal desde que regresó
de la India. Durante veinteséis
años había consumido sus ener­
gías en ella, trabajando con los jó­
venes en la pastoral y, sobre todo,
como escritor y autor de guiones
radiofónicos.
Inmediatamente después de su
ordenación sacerdotal había asu­
mido la dirección del semanario
católico indio «The New Leader»
(= el nuevo guía) y durante un
programa diario de una hora en
Radio Goa.
Al comienzo del decenio 19601970 pasó algún tiempo en Esta-

DOÑA DOROTEA, DECLARADA «VENERABLE»
Toda la Iglesia y la familia salesiana de España y de Bar­
celona, con emocionada satisfacción, ha recibido la noti­
cia de que la cooperadora salesiana Dorotea Chopitea, viu­
da de Serra, seglar y madre de familia, ha sido declarada
«venerable».
El 9 de junio, entre los diversos decretos relativos a otros
tantos candidatos a los altares (cfr. L’Osservatore Romano
del 10 de junio de 1983), fue promulgado por el Santo Pa­
dre Juan Pablo II y por la Sagrada Congregación para las
Causas de los Santos el decreto sobre las «virtudes heroi­
cas» de la Sierva de Dios. Lo cual implica precisamente el
título de «venerable».
Finalizado ya el proceso, ahora se esperan los milagros
para proceder a su beatifícacíón y canonización.
Los Votos dados por el Congreso Especial sobre las virtu­
des de doña Dorotea —como la llamamos familiarmente—
fueron todos afírmativos, junto con la «más amplia satisfac­
ción por haber podido examinar una “positio” que presenta
a una esposa y madre de familia inmersa de lleno en la vida
de la Iglesia». Específica uno de los votantes: «La vida y las
virtudes de esta Sierva de Dios podrían ser una buena base
para un pequeño tratado teológico sobre el empleo cristiano
de los bienes materiales, en perfecta armonía con lo que en­
seña el Concilio en el decreto sobre el apostolado de los se­
glares».
«Con tal añrmación —dice otro— se hace un auténtico
servicio eclesial de mucho alcance».
La venerable Dorotea nació el 5 de junio de 1816 en San­
tiago de Chile y vivió en Barcelona (España), donde murió
el 3 de abril de 1891.
Cooperó con san Juan Bosco, con el siervo de Dios Felipe
Rinaidi y con los que entonces dirigían la Congregación Sa­
lesiana.

28

TRASLADO
DE SOR EUSEBIA
Valverde del Camino.—Con
toda solemnidad fueron traslada­
dos los restos de la sierva de Dios
Sor Eusebia Palomino del cemen­
terio local al Colegio de María
Auxiliadora de Valverde del Ca­
mino. Así se cerró la primera fase
del Proceso Diocesano de la causa
de beatificación y canonización de
esta «taumaturga» hija de María
Auxiliadora. La ceremonia se lle­
vó a cabo el pasado 14 de abril,
con la presenaa del Obispo dioce­
sano, del Postulador de la Causa,
Don Luis Fiora, otros Salesianos y
Salesianas y una gran muchedum­
bre de fieles devotos de la sierva
de Dios.

dos Unidos, para colaborar en la
traducción inglesa de las «Memo­
rias Biográficas de san Juan Bosco».
Con él he trabajado los últimos
años en el «boletín salesiano», del
que siguió siendo titular. Puedo
dar fe de cuánto apreciaba el tra­
bajo que desarrollan los salesianos
en el campo de los medios de co­
municación social y cuánto anima­
ba a quien se ocupaba en ello.
Pero aquí no se trata de tejer su
elogio. Sólo deseo informar de la
desaparición de este digno salesia­
no, pues conozco muy bien los
vínculos que nos unen a cuantos
nos movemos por la comunicación
social.

INDIA
QUINTA FIESTA
DE LA JUVENTUD
Calcuta.—La ya tradicional fies­
ta de la juventud se ha desarrolla­
do este año de 1983 con un apreta­
do programa de manifestaciones y
con una amplísima participación
juvenil de todas las clases sociales.
Ha sido, por tanto, una fiesta de
comunión y gozoso encuentro so­
cial.
Organizada por los salesianos,
no se limita a sus grupos y cole­
gios, sino que se convierte en la
fiesta de toda Calcuta. Nadie que­
da excluido.
El programa de este año se
abrió con un concurso bíblico.
Luego estalló en manifestaciones
de expresión, música y folklore,
ejercicios y recitales... Todo ello
perfectamente encuadrado en los
peculiares valores humanos, cultu­
rales y espirituales de la India.
En la clausura estuvo el Arzo­
bispo de Calcuta, cardenal L. Picachy, que todos los años se hace
solidario con los promotores y par­
ticipantes de la fiesta juvenil.
El resultado ha sido una vez más
brillante. Muchos lo han demos­
trado con sus juicios favorables y
haciendo ver su deseo de que se
alargue la duración de esta carac­
terística exhibición en la que parti­
cipan muchachos y jóvenes, fami­
lias y grupos, calles y barrios, la
ciudad y la región.

MEXICO
SE PIDE LIBERTAD
PARA LA ESCUELA
. México.—Dos artículos de la
Constitución de México serían

Don Miguel Asurmendi, nuevo Inspector-provincial de Valencia.
VALENCIA: Don José Antonio Rico ha presentado a la Familia Salesiana de la
Inspectoría de Valencia al nuevo Padre In.speclor, don Miguel Asurmendi. En
estas dos fotos vemos al nuevo laspector en dos momentos de) acto de presenta­
ción con gran número de salesianos y representantes de la Familia Salesiana. De­
seamos a don Miguel fecundo apostolado en una Inspectoría que celebra ahora
sus 25 años.

contrarios a los derechos del hom­
bre y, p>or lo tanto, deberían ser
cambiados.
Lo ha dicho el diputado federal
González Torres, antiguo alumno
salesiano y expresidente confede­
ral. Indica que los dos artículos en
cuestión serían el 3 y e! 130.
El primero reivindica el monopK)lio de la educación. Según ello,
sólo el Estado puede encargarse
de la escuela primaria y secunda­
ria, así como de la educación sup>erior que se imparte a los obreros y
camp>esinos.
El segundo no reconoce ¡perso­
nalidad jurídica a las asociaciones
eclesiástica y a los ministros del

culto les niega la p>osibilidad de
participar con voz activa en los co­
micios populares.
En consecuencia —dice Gonzá­
lez Torres— «estos artículos con­
tradicen la “Carta de los derechos
del hombre”, firmada también por
México».
Además de su trabajo civil y po­
lítico, el diputado González To­
rres se encarga de la formación de
los dirigentes de la Confederación
«Antiguos Alumnos Salesianos» o
«Exalumnos» del continente lati­
noamericano.
Hay que esperar que su petición
sea recogida fx>r quien puede cam­
biar las cosas.

29

nuestra gratitud
Fuente Dueñas-Plasencía (Cáceres): Damos gracias a María Auxi­
liadora y a San Juan Bosco por fa­
vores recibidos y con la esperanza
de que nos siga protegiendo. En­
viamos un donativo para su culto.
Carmen García y familia.
Pozuelo (Madrid): Envío un do­
nativo a María Auxiliadora en ac­
ción de gracias por favores recibi­
dos, deseando se publique en el
Boletín Salesiano. Pepita Cuadra­
do.
Vigo: Muy agradecida a María

Auxiliadora por un favor recibido,
cumplo mi promesa de enviar un
donativo para obras salesianas y

BECAS PARA LAS VOCACIONES SALESIANAS
INSPECTORIA DE BARCELONA
Boca “San Marcos". Primera entrega: 100.000 pesetas.
Beca “BlCXana Sodas*. N. e.: 8.000. Total: 74.000 pesetas
INSPECTORIA DE BILBAO
Beca -M aría Auxiliadora-, Santarrder. N. s.: 10.000. Total: 81.000 pesetas.
Beca "María A uxiliadora'. Oeusto. N. e.: 20.000. Total: 70.000 pesetas.
Beca "Rullno Encinas*. Vda. de Mauricio. N. e.: 5.000. Total: 53.000 pesetas.
Beca “LuiaTofTeño*. Vda. de Mauricio. N. e .i 5.000. Total: 40.000 pesetas.
Beca “Mistonera". N. e.: 50.000. Total: 250 000 pesetas.
Beca "Seminario". N. e : 50.000. Total: 250.000 pesetas.
INSPECTORIA DE CORDOBA
Beca "Pío Campero". Orense. N. e.: 50.000. Total: 200.000 pesetas.
Beca "Rosita Hemártdez". Córdoba. Total: 680.000 pesetas.
Beca "Pamilia Salesiana de Pozoblanco". N. e.; 12.000. Total 152.000 pesetas.
Beca "Joaquín Zayas". Primera entrega: 50.000 pesetas.
Beca "José de Juan". Las Palmas. N. e.: 10.000. Total: 323.000 pesetas.
Beca "María Auxiliadora". El Sauzal. Total: 40.000 pesetas.
Beca "D. Bosco". La Orotava. Total: 360.000 pesetas.
Beca -N . N .- Córdoba. N. e.: 100.000. Total: 250.000 pías.
Beca «López González». Ronda. Primera entrega: 250.000 pesetas.
Beca -Comunidad Salesiana». Antequera. Primera entrega: 27.500 pesetas.
Beca -F . C.» Córdoba. Primera entrega; 60.000 pesetas.
INSPECTORIA DE LEON
Beca -A frica Salesiana». V.D.B. Zamora. N. e.: 20.000. Total; 40.000 pesetas.
Beca -0 . Rúa». Vigo. Marta Auxiliadora. N. e.: 12.000. Total: 188.000 pesetas.
Beca »D. Ría». Vigo. María Auxiliadora. N. e.; 5.000. Total: 112.000 pesetas.
Beca «José Pintado». Vigo. N. e.: 5.000. Total: 152.000 otas.
Beca “Bodas de Oro O. Cipriano». Vigo. N. e.: 50.000. Total: 108.000 pesetas.
Beca "0 . Valentín Grasso». Astudillo. N. e.: 1.000. Total: 31.000 pesetas.
Beca -D . Felipe G arda». Coruóa. Calvo Soteto. N. e.: 20.000. Total: 125.000 pesetas.
Beca •■Villa de la Robla». Para Senegal. N. e.: 50.000. Total: 200.000 pesetas
Beca «Sacerdotal» Vigo. María Auxiliadora N. e.: 50.000. Total: 225.000 pesetas.
Beca "Sacerdotal». Vigo. María Auxiliadora. N. e. 5.000. Total; 205.000 pesetas.
Beca "Gon-Viz». Vigo. N. e.; 13.000. Total: 227.000 pesetas.
Beca «Familia Salesiana». Vigo. N e.; tOO.OOO Total: 250.000 pesetas
Nueva Beca «SKerdotal» V l^ . Meria Auxiliadora. Total: 150.000 pesetas.
Beca -Sagrado Corazón». Vigo. Camdo (Vigo). Primera entrega. 50.000 pesetas.
Beca «María Auxiliadora». Cénido (Vigo). Primera entrega: 50.000 pesetas
Baca "Bodas de Oro Sacordoliiles O-Manuel Rodríguez- l 100.000 pesetas.
Beca •Sarwgal» Cooparadores Satosranos. N. o : 10.800. ToUl 210.800
Domisel Voliodolid. N e : 26.000 pesetas
Domtsnl C ^ c k ) . N. e.. 5.400 pesetas.
Domissl Vrtlkidi P. N. e.. 7.000 pesetas.
Allanz. N. e. 108 000 pesetas.
Astudillo. N. c ' 86.600 pesetas
OlT.ia ontregas: 20.000 (wsetas.
Boca -S-v^íKitoiaí Pablo» v»go. N. e.. S.OOO. Total: 11.000 pesetas
Beca “ Augusto Czartorrsky- Orense A.B. N e : 15 000. Total 200 000 pesetas
INSPECTORIA DE MADRID
Pocií Tanviivi Francia'. N o : 2.000. Total: 143.000 pesetas
Urc*» ’M A L * N r 2000 Toíal 171 OOOpesotas.
ü t^ .i 'Metnades Cruzado' N e ; 3.000. Totat: 204.000 pesetas
B iva -Fidehdad». N. e • 10.000. Total G'O.OOO pesetas
• Arctucofradia María AuxMadora» Atocha. N. e. 8.000. Totat: 315.000 ptas.
Pcva O AztoHo P«r«z Unbetama». N. e.: 400.000. Total 800 000 pesetas
INSPECTORIA DE SEVILLA
Boco -M isiottes» N. e.: 29.500. Total: 300.000 pesetas.
Beca - Juan Pablo l>». N. e.: 37.500. Total: 1 ^.5 0 0 pesetas.
B aca-O . S antiagoS anctw ». N e.: lOOOO Totat: 35.000 pesetas.
Beca -MWenas - N « : 4 i 000. Total 275.500 pesetas
Beca -Juan Pabto ii- N. e.- 35 000. Total USOOO pesetas
INSPECTORIA DE VALENCU
B eca-S an Patnc»». Novelda. N.
10.000 Total: 95.000 pesetas
Beca -San Juan de RitierB- Alcoy. N. e. saooo. Total: 150.000 pésalas.
Beca -U a ria Aux<Uddora» Alic,tnle. N. e. 60.000. Total 240.000 pesetas.

de publicarlo en el Boletín Salesia­
no. Ana Sanromán y familia.
Herrera de Pisuerga (Falencia):
Por favores recibidos de María
Auxiladora ofrezco donativo. Una
devota.
Cañizo (Zamora): Agradecemos
la protección de María Auxiliado­
ra y los muchos favores recibidos
de tan buena Madre, y enviamos
un donativo. Goya Hernández,
Tomasa Gramallo, Dalia Raposo,
Juvenal Pedrero, Paula Carbajo,
Juana de la Rúa, Justina Raposo,
Carmen González, Daría Codierno y Leovigilda Zamorano.
Azcoitia (Guipúzcoa): Doy gra­
cias a María Auxiliadora por un fa­
vor recibido. Mercedes Larrañaga.
Barcelona: Hago público mi
agradecimiento a María Auxilia­
dora por un favor recibido. Isabel
Villanueva Pérez.
Barcelona: Doy gracias por un
favor recibido de María Auxi­
liadora. £. N.
Puerto del Rosario (Fuerteventura): Envío un donativo de ac­
ción de gracias a San Juan Bosco
por un favor recibido. J. P. S.
Puerto del Rosario (Fuerteventura): Envío una limosna en acción
de gracias a San Juan Bosco por
una gracia recibida. L. S. F.
Ubeda: Doy gracias a María Au­
xiliadora por un favor recibido y
envío un donativo para su culto.
Juana Arsenal.
Ubeda: Por un favor recibido de
María Auxiliadora expreso mi
agradecimiento y envío una limos­
na para su culto. N. N.
Madrid: Hago público mi agra­
decimiento a María Auxiliadora
por un favor recibido. Avelina F.
Salgado.
Badajoz: Doy gracias a María
Auxiliadora y entrego un donativo
para su culto por haberse salvado
un cuñado mío tras haber sido
arrollado por un tractor y perma­
necer muy grave durante varios
días. Isabel González.
Algeciras: Envío una limosna a
María Auxiliadora con el ruego de
que se publique en el Boletín Salesiano, por un favor recibido. E.
Vicente.
MontUla: Cumplo mi promesa
de enviar un donativo a nuestra

30

y

Madre María Auxiliadora en ac­
ción de gracias por favores recibi­
dos, en especial en la enfermedad
de un familiar. Antonia Miranda.
Málaga: Doy gracias a María
Auxiliadora por un gran favor re­
cibido. Entrego un donativo en su
Santuario de Málaga y deseo se
publique en el Boletín Salesiano.
A. A. V.
Santander: Envío una limosna
para las Misiones Salesianas en ac­
ción de gracias a María Auxiliado­
ra por un favor recibido, deseando
se publique en el Boletín Salesia­
no. M. González.
Cádiz: Por un favor recibido de
San Juan Bosco envío un donativo
prometido. Una devota.
Puerto Real: Doy gracias a nues­
tra Madre Auxiliadora por un fa­
vor recibido. Encontrándose un
sobrino mío en un asunto que tar­
daba en solucionarse, me enco­
mendé a María Auxiliadora ha­
ciendo la novena y prometiendo
publicarlo en nuestra revista y en­
viar un donativo para su culto.
Llena de gozo, cumplo mi prome­
sa. Carmen de la Cruz Pinera.
Sevilla: Doy gracias a María
Auxiliadora por su protección en
lograr empleo para mis dos hijos.
Le suplico me siga ayudando.
Cumplo mi promesa de publicarlo
en el Boletín Salesiano, como lo
tenía ofrecido. B. S.
Pozoblanco: En acción de gra­
cias por un favor recibido de la Ve­
nerable Dorotea de Chopitea, en­
vío un donativo. Catalina Castro.
Mataró: Envío un donativo en
acción de gracias a María Auxilia­
dora por un favor recibido. Paqui­
ta Formé.
Madrid: Envío una limosna
para las obras salesianas en acción
de gracias por favores recibidos de
María Auxiliadora y San Juan
Bosco, suplicando se publique en
el Boletín Salesiano. Amparo Sán­
chez, Vda. de Rivera.
Morón de la Frontera: Me enco­
mendé a María Auxiliadora en un
gran apuro y fui atendida por tan
buena Madre. Envío mi acción de
gracias. A. Escassi.
Antequera: Envío mi gratitud a
María Auxiliadora p>or los favores
recibidos, rogándole obtenga la
salud una hija mía y otra alcance
consuelo ante la pérdida de un ser
querido. Mando una limosna en
acción de gracias. María Sánchez.
Pontevedra: Doy gracias a Ma­
ría Auxiliadora por haber salido
bien de una delicada operación y
quedar en perfecta salud. Cumplo
mi promesa de publicarlo y envío
una línK>sna para las obras salesia­
nas. A. Pérez.

Vitoria: Damos gracias a María rogándote me sigas escuchando.
Auxiliadora y a San Juan Bosco E. Alonso.
Llaranes-Avilés: En agradeci­
por varios favores recibidos. En­
viamos una limosna con la espe­ miento a María Auxiliadora, una
ranza de continuar con su protec­ familia de Llaranes. envía un do­
ción y deseamos se publique en el nativo para las misiones salesia­
Boletín Salesiano. Familia Royue- nas. J. F.
Llaranes-Avilés: Por favores ob­
la Hernando.
Pontevedra: Doy gracias a Ma­ tenidos de María Auxiliadora, en­
ría Auxiliadora por haber salido vío una limosna con el ruego de
bien mi hermana de una operación que se publique en el Boletín Sale­
quirúrgica y encontrarse en bue­ siano. Otilia Libeña.
Llaranes-Avilés: En agradeci­
nas condiciones de salud. A. Pé­
miento a María Auxiliadora envío
rez.
Calonge (Gerona): Doy gracias a un donativo y ruego, se publique
María Auxiliadora por una gracia en el Boletín Salesiano. Julita Cor­
ees.
obtenida. M. G.
Llaranes-Avilés: Doy gracias a
Vitoria: Deseo dar gracias a Ma-

ría Auxiliadora por un favor reci­
bido. Envío una limosna con el
ruego de que se publique en el Bo­
letín Salesiano. Elisa Gutiérrez.
Calzada de Valduciel: Enviamos
un donativo en acción de gracias a
María Auxiliadora por favores re­
cibidos. María Cruz Bravo y Sa­
turnina Bravo.
Campelo (Orense): En acción de
gracias a María Auxiliadora por
favores recibidos, envío un donati­
vo. María Borrajo.
Vigo: Hago público mi agradeci­
miento a María Auxiliadora, por
el favor recibido de haber curado a
mi hijo de una «crisis nerviosa».
Ñ4uy agradecida envío el donativo
prometido. M. Victoria G. G.
Sant Vicen^ deb Horts (Barcelo­
na): En acción de gracias a D.* Do­
rotea de Cbopítea por un favor re­
cibido, envío una limosna para la
Causa de Beatificación. R. Ter­
mes.
Oviedo-Masaveu: Doy gracias a
María Auxiliadora por un favor
recibido y mando un donativo
para su obra. También le pido por
unos enfermos muy queridos para
que la Virgen les ayude a recupe­
rarse. Caruiad Alvarez.
Astudiilo: Doy gracias a María
Auxiliadora por varios favores re­
cibidos y entrego una limosna, in­
vitando a todos a recurrir a tan
buena Madre. Dolores Alvarez.
Vigo: Oradas Santo Dcmiingo
Savio por los favores concedidos

María Auxiliadora por un favor
recibido y envío una limosna. Ce­
lestina Gutiérrez.
Zamora: Por favores recibidos
entrego una limosna. C. N. M.
Orense: Agradezco a María Au­
xiliadora el Que mis sobrinos ha­
yan aprobado las oposiciones.
Cumplo con mi promesa enviando
una limosna. T. Z. A.
Zamora: Por gracias recibidas
de María Auxiliadora entrego una
limosna y deseo sea publicado en
el Boletín. Una devota.
Zamora: Por una gracia cspccialísima obtenida de María Auxilia­
dora al haber devuelto la salud a
mi hija enferma desde los tres
años, entrego una limosna para los
pobres y deseo se publique en el
Boletín. Una devota de la Virgen.
La Coruña: Doy gracias a San
Juan Bosco y entrego una limosna
para las Obras Salesianas, por una
gracia recibida. Francisco Ramos
González.
Madrid: Expreso mi gratitud a
la Virgen por una gracia concedida
al superar una enfermedad y recu­
perar nuevamente la salud. En
agradecimiento envío una limosna
para las Obras Salesianas. M. Gó­
mez.
Falencia: Con sincero agradeci­
miento a María Auxiliadora, por
los favores recibidos, envío una
limosna, deseando se publique en
el Boletín Salesiano. Daniel Cas­
taño.

31

fueron a la casa del Padre

Don Gonzalo Aineto Iglesias.
t en Huesca el 18-7-83. Con la
obra de su vida terminada —pro­
yecto de Dios— pasó a la casa del
Padre D, Gonzalo Aineto Iglesias
el día 18 de julio de 1983, a los 80
años. Fue don Gonzalo, ante
todo, hombre sencillo, honrado,
cercano a los demás, porque para
él los demás siempre eran alguien
a quien respetar y, si preciso fue­
re, alguien a quien ayudar. Hom­
bre religioso. Dios y hombre para
él no eran dos realidades distan­
tes. Supo estar y vivir serenamente
con Dios, Padre de todos. Por eso,
para él no era difícil rezar. No ha­
cían falta grandes pr.eparativos. La
oración fácil y sencilla, llena de fe,
de la señal de la cruz. La oración
personal en la iglesia bajo la mira­
da maternal de María Auxiliado­
ra. La oración de todos los días en
familia. Si la visita de un amigo le
encontraba rezando el rosario en
familia, el huésped era invitado
amablemente a unirse a la ora­
ción: «Bueno, que nosotros está­
bamos rezando el rosario, si le pa­
rece continuamos». Pero su ora­
ción no era sólo la individual. Go­
zaba sintiéndose miembro de la
Comunidad cristiana, primero del
Santuario de María Auxiliadora,
y. más tarde, ya parroquia, de la
Comunidad Parroquial de María
Auxiliadora. Siempre dispuesto a
>restar sus servicios cristianos en
as celebraciones: que nada faltara
al sacerdote, que la Comunidad
cristiana estuviera atendida. Y,
claro, cómo no. Don Gonzalo fue
salcsiano de pies a cabeza. Amó a
Don Bosco. a María Auxiliadora y
vivió todos los acontecimientos salesianos. Y fue salcsiano también
porque entregó a su hijo Luis a la
Iglesia y a Don Bosco en la Con­
gregación Salesiana. Y lo hizo en
una efttrega generosa y total, por­
que Luis, a Tos 16 años de eaad,
joven salcsiano. marchó como mi­
sionero a América (EE. UU.).

f

32

Entrega de su hijo que vivió siem­
pre con alegría, porque recordaba
las palabras de Don Bosco: «El
don más grande que Dios puede
hacer a una familia es un hijo sa­
cerdote»; y aquellas otras: «Cuan­
do una familia entrega un hijo a
Dios, Dios ocupa su lugar». Ale­
gría que desbordó cuando el 1 de
julio de 1961 vio a su hijo Luis un­
gido sacerdote por el ministerio de
Monseñor José Félix Pintado, tío
suyo y misionero salesiano en
Ecuador. Alegría en la espera ilu­
sionada de las visitas tan distancia­
das de su hijo desde lejanas tie­
rras. Alegría que Dios no quiso le
faltara en los días que precedieron
a su muerte, días de enfermedad y
de dolor; ya que Luis, venido de
EE. UU., le acompañó y le ayudó,
cariñosa y filialmente, en los últi­
mos días de su vida en la tierra. Y
es que, en verdad. Dios ama al
que da con alegría. Dios le ha re­
compensado, sin duda, sus buenas
obras, sembradas en el silencio y
la serena firmeza de una fe viva en
Cristo Resucitado, con cuya gracia
hizo avanzar hacia adelante la
creación que gime esperando el
día glorioso de la liberación defini­
tiva.

D.* Sebastiana Hdez. Valverde.
t el día 27 de abril, en Carriches, ( loledo). bu vida tue senci­
lla. pero llena de entrega a Dios y
a los demás. Pasó haciendo el
bien, repartiendo cada día el pan
de su bondad y de su paz a todos
los que convivieron con ella. Era
característica suya el sentirse segu­
ra en Dios, teniendo como objeti­
vo principal de su vida el hacer
siempre su voluntad y considerarlo
como Padre bueno. Muy grande
fue su devoción a la Stma. Virgen.
A Ella dirigía fervientes y sentidas
oraciones. Era frecuente verla con
su gastado rosario en las manos, y
mientras rezaba, su gran corazón

estaba abierto a las’ necesidades
del mundo; sus intenciones prefe­
ridas eran: la paz, la salud de los
enfermos, los religiosos, las fami­
lias desunidas, los pobres, los ni­
ños. Se sentía apóstol y siempre
feliz de haber dado de entre sus hi­
jos, a su única hija, Sor Sagrario
Gómez, al Instituto de las Hijas de
María Auxiliadora. A ella le de­
cía, en las horas que precedieron a
su muerte, que estaba serena por­
que iba al encuentro de Dios, a
quien tanto había querido, y que
era feliz porque se sentía segura
en El.

Pilar Ortega Duque.
t en Patencia el 28 de febrero de
1983, a los 77 años de edad, aten­
dida en todo momento por sus seis
hijos, entre los que contaba con
tres salesianos: Rosendo, presente
en sus últimos momentos, Jesús y
Raimundo.
Nacía en Astudillo (Falencia) el
22 de octubre de 1905 en una fami­
lia muy cristiana, y después muy
salesiana. Para muchos salesianos,
de cierta edad, será suficiente re­
cordarles que era hija de D. Ra­
món Ortega, hombre que se ofreció
con todas sus cosas a la construc­
ción del Colegio de Astudillo. En
tal familia nacía y así orientó la
suya, donde María Auxiliadora
ocupa el lugar preferente y donde
los Salesianos siempre han tenido
y tienen un hogar más. Ha sido
probada en el dolor y tanto, que
en muchas ocasiones le decía al
Señor que se olvidara un poquito
de ella. Su entrega a la familia
puede resumirse en esta expresión
suya: «No soportaría ver la muerte
de nadie de vosotros: que el Señor
me lleve a mí por delante». Dios
ha escuchado su oración y se nos
fue, dejando un vacío insospecha­
do. A los Salesianos les abría
siempre su casa y su corazón, tan­
to que, en su dolor, era capaz de
sonreír y hacer reir.

V ID E O

l

La CENTRAL CATEQUISTICA SALESIANA ha puesto en m archa su produc­
ción de cintas VIDEO (sistem as VHS y BETAMAX).
L as prim eras realizaciones son sencillas, pero m uy prácticas: grabaciones de
algunos de los grandes tem as audiovisuales del propio fondo editorial de la CCS, tales
como h a n sido producidos en diapositivas sonorizadas, sin m odiñcaciones im p o rtan ­
tes.
Con e sta nueva presentación, las fam ilias y los educadores que dispongan de un
video, verán facilitada su tarea: desap arecerán los inconvenientes de una proyección
audiovisual clásica, siem pre dem asiado com plicada (proyector -i- diapositivas -i- m ag­
netofón + c in ta cassette -i- sincronizador oscurecim iento de la sala, e tc j.
Y a h a n salido los dos prim eros VIDEO CA SSETTES CCS:
l.VD-EA

T em as 3 y 4 de EDUCACION PARA EL AMOR.
- Los dos sexos (43* 40”).
- El cuerpo, in stru m en to de com unicación (42*30”).

2.VD-EA

T em as 5 y 6 de EDUCACION PARA EL AMOR.
- H acia una sexualidad au tén tica (52* 25”).
- D esarrollo del im pulso sexual (42* 25” ).

N ueva colección c a te q u é tic a

CATEQUISTAS EN FORMACION
Una colección dinámica, que lance a la creatividad y no al espontaneismo, que favorezca el pensar-hacer y el hacer-pensar. y no el
hacer por hacer.
Una colección pedai^ógica que surge de un convencimiento; en el
grupo de catcquesis el hacer y el decir son siempre significativos.
Todo puede tener valor.
Una colección teórica y práctica a la vez, que quiere potenciar lo ya
experimentado por los grupos reflexionando sobre las teonas en
que se apoya la praxis.
Primeros títulos:
1. Iglesia en catcquesis. Alvaro Ginel. José María Maideu y José
Sorando.
2. Catequistas: ¿hacer o hacerse? José María Maideu.
3. Catequistas para catequistas. José María Maideu.
4. Animadores para una catcquesis de signifícación. Alvaro Gínel y José Sorando.
5. Escuelas de catequistas en España. Alfonso Francia.

CENTRAL CATEQUISTICA SALESIANATel.2552000/ Alcalá. 164/MADRID-28

É

T
COLECCION DE 29 POSTERS

para educar
al hombre
Una colección de posters
con finalidad eminentemente
educativa, donde lo humorís­
tico se une con lo simbólico y
evocador.
Utiliza un lenguaje que nos
permite acceder a ese mundo
de la imaginación donde se
nos recrea la realidad de
forma sorpresiva y sugerente.
Un lenguaje para crear es­
tilos nuevos de educación.
Pensado fundamentalmente
para jóvenes y adultos que se
encuentran en un contexto
formativo.
La colección aborda al
hombre en su dimensión
existencial, en su relación
con el otro, el hombre en so­
ciedad..., la sociedad del
hombre..., y la utopía hu­
mana.
Una rica GUIA DIDACTICA
-que acompaña la colección
de póstera- sugiere y facilita
la utilización práctica de
cada una de las imágenes
propuestas.

EDITORIAL

C .C .S .
Alcalá, 164 • MADRID 28 • Teléf. 2552000

^U

in
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ii

Fecha
1983.09