BS_1982_07

Ficha

Título
BS_1982_07
Descripción
Boletín Salesiano. Julio 1982
extracted text
DON

BOSCO

Una página para los niños

La risa
de
Sor Felisa
Mis queridos amigos Juanito y
Mari:
Me preocupan vuestras preo­
cupaciones. Juanito me decía
que se encontraba nada más y
nada menos que entre Escita y
Caribdis. ¿Dónde habrá apren­
dido estos nombres? Mari sí ha­
brá leído a Virgilio y sabe dónde
se encuentra este estrecho y to­
das las angostas estrecheces de
la vida... ¿Qué no sabrá esta piz­
pireta? Claro que si yo fuese
poeta gallego te diría «Volvoreta
d'aliñas douradas», que es más
bonito que pizpireta.
Ahora que mi asombro ha
abierto unos ojos como una O
mayúscula al enterarse de las
perplejidades de Juanito: el muy
gazmoño no sabia si ir de vera­
neo a Nerja o al Valle de Arán.
Casi estoy seguro que luego va a
ir a los dos sitios. Y pensar que
hay tantos chiquillos que no po­
drán salir de su barrio de chabo­
las. No salgo de mi asombro,
pero tampoco me preocupan ya
demasiado las preocupaciones
de Juanito. Dormiré tranquilo.
Me habéis recordado lo que le
pasó un día a Sor Felicidad Mazzarello. la hermana de Madre
Mazzarello. Algunos han tradu­
cido su nombre al español por
Sor Felisa, lo cual no deja de ser

gracioso: Juanito dirá que rima
perfectamente con risa, por lo
que le parece un nombre muy
simpático.
¿Qué le pasó a Sor Felisa?
Pues que fue nombrada directora
de la nueva fundación de Borgo
San Martino, una de las primeras
casas de las Salesianas en Italia.
Don Bosco fue a visitar a las
hermanas, y Sor Felisa acudió a
él toda perpleja:
-Don Bosco, no sé qué hacer.
-¿Qué te preocupa?
-Mire, que el director quiere
que en la comida se nos sirvan
dos platos. Dice que si no nos
alim en ta m o s, no podrem os
aguantar mucho tiempo en el
colegio con tanto trabajo.
-Es natural.
-Pero mientras tanto, allí en
Mornés. en la casa madre, sólo se
sirve un plato, y bien alegres y
contentas que están todas las
hermanas.
-En verdad que el asunto es
grave, le respondió Don Bosco
con fingida seriedad. Conviene
pensar mucho antes de dar una
respuesta decisiva. Habrá que
obedecer al director y habrá que
respetar la tradición de Mornés.
-SI. Don Bosco.
-Bien. Pero, antes de decidir,
vamos a ver los dos platos de

comida. ¿No te parece?
Fueron a la cocina. Don Bosco
tomó los dos platos que le ofre­
cieron y los echó en uno solo.
-Ahí tienes dos platos en uno
al mismo tiempo. Así obedece­
mos al director y respetamos las
tradiciones de Mornés.
Y Sor Felisa rio dulcemente,
echando en el mismo plato todas
sus preocupaciones pueriles.

Yo sé que Mari ha sacado a
relucir su mejor risa de conejo
cuando le he dicho a Juanito eso
de gazmoño. Este, en cambio, ha
apretado los labios y me ha mi­
rado por encima de las cejas. No
ha podido disimular. Lo hemos
oído. Pero, tú, Mari, no hagas
caso de las palabrotas de Jua­
nito...
Que paséis unas felices vaca­
ciones, en la Costa Brava o en
Torremolinos, pero sin perpleji­
dades de conciencia. ¡Ah!, y que
gane el Mundial vuestro equipo
favorito, es decir, el mejor...
Recibid un fuerte abrazo de
vuestro mejor amigo,
PADRE RAFAEL

-------------- m n rn m
-

Revista de la O b r a ^ Don Sosco
Año XCV • N.°yev> Julio 1982

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OE E ST ÜOIOS EELESIASTICI

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Director: RAFAEL ALFARO
Consejo de Redacción; Emilio Her­
nández; Blas Calejero; Antonio
García Vera; Rafael Moreno Mo­
reno; Laura Iglesias; Benigno
Castejón; Ar>gel Díaz Ferrer; Ja­
vier Artuch; Argentina Sánchez
Romo.
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Dirección, Redacción y Admón.;
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EN ESTE NUMERO
¡A la buena de Dios! . . 1
La Familia Salesíana . . 2
Con el Cardenal Tarancón
4
Para el Mundo del Tra­
bajo ........................
6
Especial Vacaciones . . 7
Viva ia vid a .............
8
Ave María................
9
C am po...................
10
11
Ancianos................
Camino de Santiago . . 12
Interioridad.............
13
Ojos y O ídos...........
14
N iños.....................
15
Estadio...................
16
Sosiego...................
17
Tiempo para leer . . . .
18
Mamá Margarita se va . 20
Dos goles de Pablo Vi . 22
Papuasia, un mundo fue­
ra del mundo............ 24
Noticias...................
28
Libros B S ................
30
Nuestra gratitud............ 31
Fueron a la casa del Pa­
dre ........................
32

NUESTRA PORTADA

¡Felices vacaciones!
Para Don Bosco, como para
todos, descansar ^uívale a
cambiar de ocupación. El ve­
raneo, tiempo de pensar con
calma y de saborear las cosas
bellas de la vida.
Foto; José Luis Mena

Gracias, Señor por las vacaciones; por este tiempo libre,
signo de la total liberación.
Tiempo de dormir y de soñar, de oír el canto de los pájaros,
de hacer añicos la rutina y de descubrir que el mundo
marcha bien sin nosotros...
Gracias, por la libertad de los hijos de Dios —ipues lo somos!—.
Nuestras alas están creciendo en el amor de los hijos del Padre.
Y somos aprendices de ángeles.
Gracias, por los libros, tan bellos
que vienen a nuestras manos con sus hojas abiertas como una invitación
para entrar en ellos, en nosotros.
Gracias, por la Naturaleza:
por las olas del mar que desbordan su cabellera blanca sobre la playa,
por las montañas que elevan el frescor de la nieve,
por los prados y los bosques y los caminos y los ríos y el campo...
Gracias, por nuestros hermanos los hombres,
que nos ofrecen su trabajo diario para que podamos descansar,
que hacen de su labor un servicio humano de amor y de esperanza.
Gracias, por la alegría del sol,
por la belleza de las cosas y la gracia de las criaturas;
por la serenidad de las noches veraniegas
y la orfebrería de las constelaciones celestes presididas por la luna.
Gracias, por la cx)nvivencia, por la fraternidad y por el gozo de vivir.
Loado seas, Señor de la creación, porque en el tiempo libre
ya experimentamos el sabor de la vida eterna,
el gozo de la ñesta que no tendrá fin.
Loado seas, pues nos das el verano, signo sensible de la felicidad.
Loado seas, por ^ te sacramento estivo y festivo.
Gradas, por estas alas de luz y de dicha.
¡Por esta embriaguez libérrima del vuelo...!

CORDOBA (ArgeoUna): Q Rector Ma­
yor comprobó personalmente el aumen­
to de vocaciones en el aspírantado salesiano de la Inspectoría de Córdoba.

Acaba de publicar el padre Víganó una bellísima circular con
este mismo título: «La Familia
Salesiana». A su vez, la Cen­
tral Catequística Salesiana la
ha editado en un folleto de la
colección «Documentos». Invi­
tamos a nuestros lectores a ad­
quirir y a leer este importante
cuadernillo por lo interesante
de su temática. Aquí ofrecemos
unos párrafos muy significati­
vos del mismo.

La Familia Salesiana
Un herencia
preciosa
La «Familia Salesiana de Don
Hosco» es un hecho eclesial. Indica
la coparticipación en el espíritu
de Don Hosco y en su misión, así
como los vínculos que unen entre
sí a los grupos de «congregados»:
Saiesianos, Hijas de María Auxi­
liadora, Cooperadores y otros sur­
gidos posteriormente.
Todos formamos, en la Iglesia,
una especie de «linaje espiritual».
Esta comunión nace de un dato
histórico complejo. Don Hosco,
para actuar su vocación de salvar a
la juventud pobre y abandonada,
buscó una amplia unión de fuerzas
apostólicas en la unidad articulada
y complementaria de una «fami­
lia»...

Don Bosco,
creador de una
«familia espiritual»
En el principio existía, en el co­
razón de Don Bosco. la caridad
pastoral con el don de predilección
por los jóvenes. La primera chispa
de la Vocación Salesiana es el
amor: un amor intenso, perfecta­
mente definido y apostólico, e his­
tóricamente deoicado en cuerpo y
alma a la juventud pobre y aban­
donada.
Ahí, ert ese corazón de sacerdo­
te, está el manantial primero y
cristalino de toda la Familia Sale­
siana... Mirando a Don Bosco

Fundador, descubrimos que el ve­
nero e inicio de la peculiaridad del
carisma salesiano se sitúa en un
amor de caridad, que coloca en sus
dos polos inseparables —el Padre
y el Prójimo— el aspecto de dona­
ción total de sí mismo a Dios en
una misión juvenil...
Tenemos, pues, un dato de he­
cho, históricamente documenta­
do: Don Bosco se siente llamado
por el Espíritu del Seño» a vivir in­
cansablemente para salvar a la ju­
ventud. Por eso hace lo imposible
para fundar una numerosa asocia­
ción apostólica —una «familia es­
piritual»— compuesta por diver­
sos grupos y categorías, pero ínti­
mamente unida y estructuralmen­
te orgánica. Los tres grupos funda­
mentales de la Familia Salesiana
creados por Don Bosco son, pues,
los Saiesianos, las Hijas de María
Auxiliadora y los Cooperadores y
Cooperadoras. Cuando, para cele­
brar el onomástico de Don Bosco.
comienzan a reunirse a su alrede­
dor los «antiguos alumnos», los
exhorta a que sean apóstoles com­
prometidos y se hagan «coopera­
dores»...
Por otro lado, el Espíritu del Se­
ñor va enriqueciendo la Familia
Salesiana con otros grupos brota­
dos de su vitalidad para responder
a exigencias y situaciones nuevas.
Siempre se trata de grupos que
participan en la misión, y no de
quienes son destinatarios de la ac­
ción salesiana. Recordemos sólo:
• Asociación
de
Antiguos
Alumnos, en virtud de la educa­
ción recibida.

• Voluntarias de Don Bosco,
fundadas por don Felipe Rinaldi
en Turín, en un contexto común
de Saiesianos, Hijas de María Au­
xiliadora, Cooperadores y Anti­
guas Alumnas. Don Felijje está
convencido de que con ello realiza
el proyecto de Don Bosco sobre
los «miembros externos», creando
un instrumento muy bueno para
que penetre en el mundo su espí­
ritu...
Cada grupo, históricamente no
puede ser visto como independien­
te o separado. Todos nacen y vi­
ven en un recíproco y continuo in­
tercambio de valores espirituales y
apostólicos, logrando de ese modo
ventajas extraordinarias. A ellos
—«juntos»— como una sola «fa­
milia», les está encomendada la
preciosa herencia de Don Bosco.

La energía
uníficadora
de su carisma
La Familia Salesiana de Don
Bosco es. por tanto, una realidad
«carismática», es decir, un don
eclesial del Espíritu Santo destina­
do a crecer y prolongarse en el
Pueblo de Dios más allá de las mu­
dables circunstancias de lugar y
tiempo, y con una orientación per­
manente...
El inicio y el dinamismo propul­
sor de este carisma es la caridad
que, en el misterio de la Iglesia, es
«el primero y más imprescindible»
don de su vida y santidad...

documento
El tipo de caridad que vivifica el
carisma de Don Sosco es la cari­
dad pastora! especificada por una
coloración peculiar que llamamos
«salesiana». Lo cual significa que
la energía unificadora de nuestra
familia hay que buscarla en el tipo
de amor sacerdotal que caracteri­
zó a Don Sosco: una pasión arro­
lladora de apostolado entre los jó­
venes, con un modo de sentir, vi­
vir y comunicar los valores del
Evangelio y traducirlos en un pro­
yecto de acción propio. El mismo
sintetizaba ese tipo de caridad,
casi como en un lema, en la expre­
sión salesiana «Da mihi ánimas,
coetera tolle»...
La caridad pastoral es el verda­
dero «centro» del carisma y del es­
píritu de Don Sosco. De él proceMONTEVIDEO (Uruguay): El padre
Víganó hizo buenas amistades con los
Amigos de Domingo Savio de Uruguay.

CORDOBA (Argentina): El Rector Ma­
yor es acogido con vivas muestras de
alegría por toda la Familia Salesiana.

de la energía sobrenatural e ínti­
ma que nos reúne, da una fisono­
mía propia, alimenta y entusias­
ma, invita a la donación de noso­
tros mismos y a ser santos, y que
nos arrastra casi como un instinto
espiritual al trabajo, a la inventiva
y al sacrificio.
De este centro o fuente primera
fluyen los rasgos específicamente
saiesianos de la caridad pastoral de
Don Bosco, como elementos de su
carisma. Ya los conocemos. Pero
vale la pena recordarlos una vez
más...;

Rasgos de ia
«comunión salesiana»
• Ante todo, como su fuente
viva, la alianza espiritual con Dios
según el tipo de caridad pastoral
que acabamos de describir: íntima

unión con Dios, contemplado en
su bondad de Padre atento a reali­
zar un misericordiosísimo y peda­
gógico plan de salvación; y amor al
prójimo, considerado en sus situa­
ciones de pobreza e indigencia a
través de la óptica de predilección
pK)r los jóvenes.
• El •espíritu saiesiano», como
estilo de pensamiento, de conduc­
ta, de actitudes, de gustos, de pre­
ferencias, de prioridades y de mo­
dalidad propia en la lectura del
Evangelio.
• La •misión juvenil», como
participación específica en las
múltiples tareas de la Iglesia para
salvar al mundo.
• El •Sistema Preventivo»,
como una praxis concreta y origi­
nal de acción pastoral, que encar­
na entre los jóvenes tanto la cari­
dad como el espíritu salesiano y su
misión salvífíca.
• Finalmente, un proyecto con­
creto de convergencia en el estilo
de vida y actividad, susceptible de

una estructuración comunitaria di­
ferenciada en diversos grupos y
traducible a algún tipo de «comu­
nión orgánica» de toda la Familia
Salesiana.
Con la energía de su carisma.
Don Bosco unifica en la armonía
de una sola familia apostólica al
sacerdote, al seglar, al célibe, al
casado, al viudo y al religioso en
su diversidad de testimonio de las
bienaventuranzas...
El carisma de Don Bosco es una
energía superior y global de orden
existencial que asume, jerarquiza
y tipifica, sin disminuir ni adulte­
rar cada espiritualidad situacional
o funcional, sino que incluso las
robustece y hermosea con una co­
loración propia.,.
¡Adelante, juntos!

He elegido estas dos estimulan­
tes palabras para calificar dinámi­
camente nuestro compromiso de
relanzar la Familia Salesiana. ¡La
comunión y la misión nos interpe­
lan! «Adelante» nos orienta de un
modo especial hacía la misión;
«juntos» nos recuerda la comu­
nión. Diré más: «Adelante y jun­
tos»: todos a una en la comunión,
para una eficacia mayor en la mi­
sión.
Nuestra misión entre la juven­
tud necesitada de los estratos po­
pulares debe abrirse a iniciativas,
a nuevas presencias y a la creativi­
dad apostólica.
La comunión en la Familia debe
crecer en autenticidad y en estruc­
turación orgánica...
E. Viganó

MADRID: El Cardenal Tarancón, du­
rante el coloquio. A su derecha, don
José Pérez Reyero, Vicario de la zona; a
su Izquierda, don José María de la Cua­
dra, Vicario Inspectoría! de Madrid.

Con el Cardenal Tarancón
El Cardenal de Madrid con los profesores de Religión en el
Centro Salesiano de Estudios Eclesiásticos.
Madrid. El Centro Salesiano de
Estudios Eclesiásticos recibió la
visita del Sr. Cardenal de Madrid
el día 11 de mayo. El motivo fue el
encuentro del Cardenal con los
Profesores de Religión de la Vica­
ría V de Madrid que durante dos
años han venido asistiendo a las
clases de actualización en teología
y ^dagogía religiosa.
Durante el curso 80/81 los res­
ponsables de Enseñanza en la Vi­
caría V, que comprende la zona
sur de la capital, pidieron a los Salesianos que se ocuparan de la for­
mación de los profesores de reli­
gión .de la zona. Así nació la Es­
cuela de Profesores de Religión,
oficialmente reconocida hoy por la
Comisión Episcopal de Enseñanza
y Catcquesis para preparar profe­
sores de relimón a toaos los nive­
les, tanto de EGB como de BUP y
FP.
Este año terminaba la primera
promoción que llevaba dos cursos
asistiendo a clase. Un grupo de
120 alumnos con un porcentaje de
seglares de un 70 %. Ya el año pa­
sado nos visitó D. Vicente Enri­
que y Tarancón. Pero fue una visi­
ta rápida, porque coincidió que
ese mismo día asistía, en el colegio
salesiano de Atocha, a la conme­
moración del Centenario de la
presencia Salesiana en España,
presidido por su Majestad la Rei­
na Sofía. Por eso quiso volver con
más tranquilidad para departir con
tos maestros en diálogo abierto.
El acto, sencillo en su conjunto,
fue presidido por el Cardenal, a
quien acompañaban el Vicario de
la Zona, D. José Pérez Reyero y el
Vicario de la Inspectoría de Ma­
drid, D. José Marm de la Cuadra y
el Director del Centro. D. Euge­
nio Atburquerque.

Los encargados de la marcha or­
dinaria de la Escuela, Teresa Gesteira, por parte de la Vicaría, y Al­
varo Ginel, por parte del Centro
Salesiano, hicieron una presenta­
ción breve de lo que resultó el tra­
bajo de la Escuela. Quizás sea in­
teresante señalar que se dieron
como datos aproximativos unas ci­
fras como éstas: de los 1.500 pro­
fesores de EGB de la zona sólo
hay 300 que siguen cursos de per­
feccionamiento y actualización.
Más de 7.500 niños de la Vicaría
que están escolarizados, no reci­
ben en la EGB formación religio­
sa. El problema de la preparación
y capacitación de profesorado de
religión es enorme en estos n ■»mentos en la Iglesia de Madrid.
Después de esta presentación de la
realidad de la Escuela y de la zona
comenzó el diálogo abierto con el
Sr. Cardenal.

Este antes de comenzar el diálo­
go quiso poner de relieve la impor­
tancia de la actualización de los
profesores de religión; la necesi­
dad de una preparación especial,
«no porque hayan cambiado los
dogmas, sino porque ha cambiado
el enfoque, además, la presencia
de la Iglesia en los centros de ense­
ñanza es también distinta»; mostró
su satisfacción por la colaboración
y trabajo conjunto entre religiosos
y clero secular.
Ya en el diálogo recalcó el Sr.
Cardenal la necesidad de dicha
actualización: ios profesores de re­
ligión deben tener conocimientos
de psicología, de pedagogía reli^osa, y mayor contacto con la rea­
lidad; además, de ideas claras so­
bre las verdades de fe. Hay que la­
mentar, dijo, la manera de aar las
clases hasta ahora; no se hace lo
mismo con profesores de otras

información
asignaturas, a quienes se Ies exige
más. Los profesores de enseñanza
religiosa tienen que saber respon­
der a los problemas que la situa­
ción actual crea en los jóvenes.
A la pregunta qué pasaría si se
produjera un cambio en la orienta­
ción política contestó: En primer
lugar, todos, desde los que mandan
hasta los que obedecemos, estamos
aprendiendo a ser demócratas. Le
preocupan, decía, los que siendo
sinceramente cristianos abogan
por una escuela estatal. No obs­
tante, si se sabe actuar rectamen­
te, si se dialoga con sinceridad, no
para ceder, sino para presentar las
cosas como son y quiere la Iglesia,
no pasará nada, y esto, añadió, de­
pende de la misma Iglesia.
Uno de los graves problemas
constatados es el del abandono de
asistencia, referente a clases de re­
ligión, que se da en las grandes
ciudades y más concretamente en
los barrios, periféricos. D. Vicente
reconoció que la Iglesia aún no ha
sabido responder a la revolución
que se ha producido en España.
Para él, el problema de raíz está
en que no se ha encontrado la ma­
nera de evangelizar en las grandes
ciudades. A pesar de todo, un sig­
no de esperanza es que se está re­
descubriendo el ideal sacerdotal.
¿Cómo responder al problema
de colocar al niño en un contexto
religioso en la escuela, que des­
pués no vive en la calle o en la pa­
rroquia? En la respuesta a esta
pregunta, hizo referencia a aque­
llas actividades religiosas que se
hacen en los colegios de religiosos,
como puede ser la misa semanal, y
que el chico, al salir del colegio
abandona como puede abandonar
los libros. Es necesario que cole­
gios y parroquias vayan de acuer­
do; que en las clases de religión se
hagan actividades adecuadas. Para
formar al niño de cara al mañana
hay que ir a la radicalidad del
evangelio y del hombre, a ejemplo
de S. Francisco de Asís. El evan­
gelio no cambia, lo que hace falta
es saber aplicarlo.
Estos encuentros de los Pastores
de la Iglesia con los que tienen la
misión de transmitir la fe en un
contexto escolar es hoy importan­
te y el intercambio sirve para con­
frontar las dificultades y para reci­
bir el ánimo que viene de la pre­
sencia de los responsables últimos
de la acción evangelizadora.
El grupo de profesores recuerda
ya con gusto este encuentro por su
sencillez y apertura a tcxlas las pre­
guntas y a todas la sugerencias.
Teófilo Oreja

CORDOBA (España); Los alumnos mayores de B.U.P. y C.O.L. son parte inte­
grante del equipo animador del Cine-Club Don Bosco.

Córdoba celebró la VIII.^ Semana de

Cine para niños
Del 3 al 8 de Mayo, coordinada por nuestro Cine-Club Intercolegial
D. Bosco, a) que pertenecen 14 Colegios y Asociaciones Educativas, se
ha celebrado en Córdoba la V lir Semana de cine para niños.
Las Jomadas de este año han tenido como temática el «dne de anima­
ción», con motivo de lo cual se rindió un emotivo homen^e a CRUZ
DELGADO, el conocido realizador del serial televisivo «D. Quijote de
la Mancha». Su presencia en el Cine-Club D. Bo.sco, dio oportunidad
para satisfacer la natural curiosidad de la infantil concurencia, que
acusó a preguntas al realizador, quien, dando muestra de conocer el
terreno que pisaba, respondía con prontitud y nitidez a todas ellas.
El temario giró en tomo a los argumentos siguientes: La Imagen Ci­
nematográfica, Cine de Imagen Real y Cine de Animación, El Poder
Psicológico del Cine. I..as lecciones teóricas eran ilustradas con la pro­
yección de películas adecuadas: Aventura Mágica, El Canguro Boxí,
Molécula en órbita, El pequeño lord. Las Cuatro plumas, etc. etc. Las
proyecciones cinematográficas tenían lugar en seis salas de centros
educativos y culturales de la ciudad.
Los trabajos monográficos, los concursos, las colaboraciones asi­
duas durante todo el año escolar, son premiados con la excursión turístico-cultural de fin de curso. Junto al magnífico equipo de educadores,
técnicos en cine, pedagogos y psicólogos, un nutrido grupo de alumnos
mayores de BUP y COU participan como responsables de orden y dis­
ciplina.
La velada de fin de curso, pone broche de oro a todo un año de inte­
ligente y laboriosa tarea educativa, en una de las áreas que es signo de
los tiempos que nos toca vivir. Todo eUo es mérito de este magnífico
equipo de hombres que, superando el humbral de las estériles lamenta­
ciones, se remanga y pone manos a la obra enseñando a ver cine, al
mismo tiempo que crean un maravilloso ambiente de convivencia y
amistad entré tcÑios los chicos y chicas socios del Cine-Club D. Bosco.
A todos ellos, nuestro aplauso más sonoro.

Luis Fernández Conde

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^

SnlesionjBpjstir*

información

D6r ll MdiÉ delLnDni

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1

1 1

m

ROMA: El Rector Mayor preside una
de las asambleas del Congreso sobre la
Pastoral del Mundo del T rab^o.

1

"ara el Mundo del Irabaio


^

Convocado y organizado por el dicasterio general de Pastoral Juvenil se ce­
lebró un Congreso sobre este tema en
el Salesianum de la Casa Generalicia de
Roma los días 9 al 15 de mayo pasado.
Asistieron 85 Salesianos e Hijas de Ma­
ría Auxiliadora de casi todos los países
de Europa, entre ellos 27 de España: 23
salesianos y 4 salesianas, todos vincula­
dos especialmente a este campo predi­
lecto de la actividad salesiana.
Mediante 6 relaciones y 17 comunica­
ciones se hizo una confrontación ex­
haustiva de la labor
-.-•qu----------------que realiza la Familia Salesiana en los distintos ambientes:
Escuelas de Formación Profesional,
centros juveniles, barrios obreros, pa­
rroquias, emigrantes, marginados, etc.;
y en los grupos de estudio y puesta en
común se presentó y discutió la proble­
mática, aroitrándosc posibles solucio­
nes para mantenemos todavía en van­
guardia en este campo «que nos sitúa o
nos debía situar en la patria exacta de
nuestra vocación», como dijo el Rector
Mayor en la homilía de introducción al
Congreso.
También don Egidio Viganó presen­
tó a los congresistas estos tfos puntos de
reflexión: «el coraje pastoral de estar
en frontera y la dimensión secular de la
cqnsw ación salesiana». Breve pero
significativo resumen de lo que necesita
hoy el salesiano para ser fiel a Don
Bosco en este sector típico de la Con­
gregación. que nos exige permanente­
mente actualización en capacidad y en
dis(X)nibilidad conforme con la evolu­
ción y los cambios impuestos por el de­
sarrollo cultural y técnico.
Un eslogan. que surgió en el último
Capítulo General, fue citado repetida­
mente en esta semana de estudio:
ROMA: Un grupo de participantes en
este Congreso Europeo sobre los Salesianos y el Mundo d d Trabajo. En la
foto se ven varios españoles.

«Evangelizar educando y educar evan­
gelizando». Es decir, hemos de vivir las
realidades humanas, profesionales, cul­
turales, cuanto nos exige la presencia
entre los jóvenes de los años 80, «por­
que hemos aprendido desde los oríge­
nes —habla nuevamente el Rector Ma­
yor— que un salesiano no hace nunca
sólo catequesb».
Como muestra de algunas realidades
ya antiguas de la Congregación, aun­
que incrementadas en los últimos años,
las editoriales salesianas SEl de Turín,
Edebé de Barcelona, Elledici de Turín
y Central Catequística de Madrid pre­
sentaron a los congresistas los libros,
audiovisuales y demás material didácti­
co dedicado excluisivamente a la Ense­
ñanza Profesional. Una exposición sin
pretensiones, pero convincente y alec­
cionadora. de una hermosa labor de
promoción humana y cristiana que he­
mos de continuar sin desmayo.
Las numerosas relaciones y comuni­
caciones fueron un material excelente,
aunque seguramente excesivo para la
corta y densa semana de Roma. Por
este motivo, la diligencia y el esfuerzo
de los salesianos miembros del dicasterio

de Pastoral —entre ellos los españoles
Celestino Rivera y Jesús Mairal— con
el P. Juan E. Vecchi, consejero gene*
ral, consiguieron incluir en las carteras
de los congresistas los textos íntegros
de todos los trabajos. Transcribimos
sólo los títulos de la 6 relaciones: Com­
promiso salesiano en el mundo del tra­
bajo y, en particular, en la Formación
Profesional de los jóvenes: datos de la
historia y exigencias del carisma, por
Ramón Álbeidi (España), profesor del
Centro de Estudios!
______________
idios Eclesiásticos
MartfCodolar de Barcelona; Cultura y educa­
ción para el mundo del trabajo en las so­
ciedades industrializadas: connotacio­
nes sociológicas en orden a una inter­
vención educativa pastoral, por Giancarlo Milanesi (Italia), profesor de la
Universidad Pontificia Salesiana; Criterio peculiar de la intervención salesiana
tor salesiano de Milán; Aspectos espe­
cíficos de la Comunidad Educativa Sa­
lesiana al servicio de los jóvenes trabaja­
dores, por Pican Pierre (Francia), direc­
tor de la Escuela Profesional de Caen;
La evangelización de los jóvenes traba­
jadores, por Albert Van Hecke (Bélgica). profesor de la Escuela Técnica de
-Helcnteren;
- ht
y Preparación de los salesianos para el mundo del trabajo, por
don Juan E. Vecchi, consejero general
de Pastoral Vocacional.
Estas relaciones y también las nume­
rosas comunicaciones servirán, a no du­
darlo, para continuar estudiando los
congresistas los distintos temas y para
hacer partícipes a los salesianos de toda
Europa de la labor de unos especialis­
tas que pretenden ayudamos a todos a
perseverar en nuestro campo, el mundo
del trabajo, para ser en él «signos por­
tadores del amor de Dios a los jóve­
nes», según el artículo segundo de las
Constituciones Salesianas.
Porque, como dijo el P. Vecchi en la
■■"ibíc final: «Esta
asamblea
semana de traba­
jo tiene más carácter de principio que
de conclusión, quiere ser inspiradora
de proyectos más bien que una puntualización de ideas y posiciones».
EUNICIANO MARTIN

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T iva la vida
Estamos en contra de la muerte a todo nivel;
En contra del aborto...
En contra de la pena de mnerte...
En contra del terrorismo...
En contra de la violencia...
En contra de! odio...
En contra de la represión...
Y gritamos: ¡Viva la vida!
¡Viva el amor! ¡Viva la libertad!

La boda
de un
paralítico

La niña se salvó
Milagros tiene dos años recién cumplidos. Hace unos
días se debatía entre la vida y ia muerte. ¿Por qué? Una
víbora le había picado durante la estancia de su familia
en la Sierra de Navalón (Valencia).
El centro sanitario municipai al que fue llevada no dis~
ponía del suero antiponzoñoso necesario para contra­
rrestar el veneno de víbora.
El estado de la niña era muy grave y en toda Valencia
no se encontraba el antídoto. El teléfono hivió en llama­
das varias. Del Centro Nacional de Toxicología salió al
cabo de unas horas por vía aérea el remedio. El tiempo
es oro; en esta ocasión aún más: el tiempo es vida.
La policía alertada, la coordinación con el aeropuerto,
el interés por salvar a Milagros hizo lo que parecía impo­
sible: en cinco minutos llegaba el medicamento desde el
aeropuerto al dispensario municipal.
Entre muchos la salvaron. La solidaridad, la generosi­
dad, el interés por lo que no es exclusivamente mío, la
preocupación por el problema del otro, mantienen la vida,
la crean, la hacen crecer, la dignifican, la hacen hermosa.
8

Larry Ronvailet es un jo­
ven norteamericano para­
lítico de cintura para abajo.
Está enamorado de una enfernera. La enfermera le
corresponde. Quieren ca­
sarse.
Pero hete aquí que se en­
teran de que no es posible
el matrimonio, según la
Iglesia Católica, cuando no
se pueden tener relaciones
sexuales. Y precisamente
eso es lo que ocurre con La­
rry a causa de la parálisis
que lo atenaza.
El caso ha saltado a la
prensa. A los pocos días, el
obispo de la diócesis corres­
pondiente ha concedido un
permiso especial, ha autori­
zado el matrimonio.
Nos parece acertada la
decisión. De esta forma, la
sexualidad se ve como una
dimensión de la persona
destinada no sólo ni princi­
palmente a la reproduc­
ción. Así el matrimonio se
concibe como una comuni­
dad de amor. Así la vida y
el amor quedan por encima
de la mera biología.
Que dure, Larry.
CRISTOBAL LOPEZ

ye M aría...
Ave
Ave
Ave
Ave

María en el pinar...
María en la montaña...
María sobre el m ar...
María en la espadaña...

Virgen de la Reconciliación:
Muéstranos al Padre de cada día
y a Cristo que vive en ios hermanos.
Ayúdanos a comprender las exigencias
del Sermón de la Montaña.
Que seamos sal de la tierra, luz del mundo,
levadura de Dios para la historia.
Enséñanos a vivir sencillamente
la fecundidad de la Bienaventuranzas.
Que seamos pobres y misericordiosos,
limpios de corazón y serenos en la cruz,
hambrientos de justicia y hacedores de la paz.
Que gritemos al mundo: «Dios es nuestro Pa<fre»;
y «Todo hombre es nuestro hermano».
Que asúmanos sus angustias y esperanzas.
Que enseñemos a los hombres, descreídos y amargados,
que sólo confían en la ciencia y en las armas,
y viven la explosiva tentación de la violencia,
que «la paz es posible todavía, porque es posible el amor».
EDUARDO F. PIRONIO

ampo
«Abramos nuestros ojos
a todo lo que existe,
y abramos también
nuestro corazón
al mensaje que dice:
“Todo esto fue creado
por medio de El
y con miras a El”.
El es el primogénito.
En todas las palabras calladas
que la creación nos habla,
está El presente,
el Verbo de Dios...»
(Del Catecismo Holandés)

ORACION DEL ARROYO
Aquí, donde la tierra se hace cuenco amoroso,
en ¡a íntima cañada, regazo de los montes,
que soportan el cielo como inmensas columnas
para aliviar el alma, he venido a tenderme.
La calma es una mano que ciñe el corazón.
Un relevo de pinos parte a asaltar las cumbres.
Baja una nube blanda, perdida por los valles,
y con gesto de oveja, se restriega en las ramas.
Por detrás de esos montes siento subir el cielo
un vaho de ciudades lejanas y sonoras,
como cantos de grillos escondidos, que llenan
el ámbito infinito de la tarde vencida.
. . . Y aquí, de piedra en piedra, como un niño descalzo,
va saltando el arroyo. A veces se distrae
contemplando unas guijas o acariciando un pez,
y luego sigue, alegre, su canción mal sabida.
Yo, tendido a su lado, fluyente y paralelo,
voy bogando hacia el mar del silencio sin bordes,
a la oscura inconsciencia que da el ser infinito.
Floto en el son del agua encima de la nada.
A veces en la brisa llega un frescor suavísimo,
como el Beso lejano que manda un pensamiento.
La mano en el arroyo, por los dedos me escapo...
A l pasar por mi pecho, su voz se hace oración...
JOSE M ARIA V ALVERD E

• Celebramos el «Año del Anciano», como se ha celebrado
ya el «Año del Niño» o el de los Derechos Humanos... Buena
oportunidad para rendir un homenaje de cariño y de gratitud a
nuestros mayores; a esos hombres y mujeres de la tercera edad, a
la que todos esperamos llegar...
• «El número de ancianos aumenta en todos los países. Se
trata de personas de la Tercera y Cuarta Edad, pobres bajo dife­
rentes aspectos y no sólo económicamente. Conocemos los pro­
blemas que este número creciente de ancianos plantea a la socie­
dad y a las familias. Podemos entonces preguntamos cómo re­
percute esta situación en los mismos interesados, y también el lu­
gar y el papel que tiene la Tercera Edad en el seno de la familia.
Si partimos del principio de que el aciano es una persona en toda
su dimensión humana, espiritual y social, no podemos olvidar
que por su misma condición es miembro de una familia, se le re­
conozca o no. Sin embargo la familia tiende hoy a desintegrarse
y a dar más importancia a los jóvenes que a los mayores, y obliga
al anciano a solicitar angustiado el ingreso en una casa o entidad
que se ocupe de él».
• «Si es cierto que todo hombre posee una dignidad propia
que merece de nuestra parte todo respeto, el Anciano también la
posee, no por su condición de hombre y hombre concreto, sino
también por su calidad de Anciano: ha recorrido todas las etapas
de la vida, en las cuales se cosechan frutos; los frutos de lo apren­
dido y de lo experimentado, de lo realizado y lo conseguido, los
frutos de lo suMdo y lo soportado».
JUAN PABLO II

ncianos...

75-^F
r
m.

amíno de
Santiago
• Todos los caminos de España
llevan a un templo a una catedral,
a un santuario: Todos los caminos
de España van de romería.
Pero este Año Jacobeo hay una
meta que nos hace señas.
La Vía Láctea se ha enjoyado
con todas sus estrellas, y nos con­
voca al Pórtico de la Gloria, al
Obradoiro, al Sepulcro del Após­
tol...
^
El Botafumeiro ya ha brindado
los primeros espectáculos de su
balanceo...
Todos los caminos de la geogra­
fía peninsular miran a Santiago...
• Desde luego, pasando por
Avila, y por Alba de Termes... y
por tantos lugares teresianos don­
de las piedras hablan y la fe revive.
De pensar en un viaje, ¿quién no
se hace peregrino o andariego?
• La Familia Salesiana también
hizo su peregrinación el pasado 12
de junio. Ya daremos un amplio
informe en otro número. Han acu­
dido a Santiago desde Zaragoza.
Alcoy, La Almunia, Valencia,
Puertollano, Barcelona, Zuazo
Bilbao, San Sebastián... Todos en
marcha salesiana a Compostela,
ratificando de este modo la unidad
y la fraternidad de la Familia de
Don Bosco.
La Catedral compostelana estu­
vo reservada a los Salesianos. No
mltaron ni la imponente danza del
Botafumeiro ni las solemnes notas
del órgano. Una vez más, la Basí­
lica se vio inundada de jóvenes y
se presentaron las ofrendas al Se­
ñor Santiago.

Iré a Santiago
ha podido trasladar esta montaña de piedra
y se ha convertido en torres clamorosas
^
que alzan sus brazos v su voz al cielo de Galiciay en plaza a la vez abierta y ceñida donde se abre y se cierra España
Y hay un bandeo de campanas
y un pórtico que tensa los más bellos arcos del Románico
¡Iré a Santiago!
12

TERESA DE AVILA
TERESA DE ESPAÑA
TERESA DE DIOS

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oír estas palabras y
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donde decía yo que s

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rente cosa
todo una

J ^ ^ i a atrevimiento po-

”¿r;S¿ST5- — '
mos estos s e c r e t o s » . M o r a d a s »
13

Así contemplaba Fray Luis
de León el amanecer:
«Porque entonces la luz,
como viene después de las ti­
nieblas y se halla como des­
pués de haber sido perdida,
parece ser otra y hiere el cora­
zón del hombre con una nueva
alegría; y la vista del cielo en­
tonces y el colorear de las nu­
bes y el descubrirse la aurora,
que no sin causa ios poetas la
coronan de rosas y el aparecer
la hermosura del sol es una
cosa bellísima. Pues el cantar
de las aves, ¿qué duda hay
sino que suena entonces más
dulcemente? Y las flores y las
hierbas y el campo todo despi­
de de sí un tesoro de olor...»
Aplicar nuestros sentidos a
las cosas y rodearlaas con
amor es contemplarlas. Ver y
oír: ¡contemplar! El verano es
el tiempo más apropiado para
la contemplación. ¡Qué ama­
neceres nos perdemos al no ser
madrugadores! ¿Y esos ocasos
eternos? ¿Quién no queda
asombrado ante la luz de esas
tardes veraniegas que se aga­
rra a las cosas para no morir?
¡Qué riqueza de contempla­
ción! Y más si lo miramos todo
como imagen del rostro de
Dios... Pero mejor decirlo con
la expresión de Juan de la
Cruz:
«Mil gracias derramando
pasó por estos sotos
con presura,
y, yéndonos mirando,
con sola su figura,
vestidos los dejó
de su hermosura».

Ahí están los niños en la vida: en la calle, en la familia, en las pandillas, en el colegio, en la ciudad, en el
pueblo... Los chicos nos invaden, nos empujan, nos divierten, nos enfadan, nos molestan, nos exigen, nos
estimulan, nos preocupan...
«¡El arte de educar a los niños de hoy! Muchas máximas y consejos valen para todos los tiempos. Pero, con­
fesémoslo, en el niño de hpy se notan, más que en los de otras épocas, las huellas de un contacto prematuro
con las realidades menos bellas del mundo que le rodea. Carteleras, cines, radio, televisión, anuncios, ejem­
plos de la calle, de los jardines públicos, revistas ilustradas hieren a cual más su alma.
Se embota su curiosidad, su confianza vacila, su espíritu de independencia se manifiesta en forma anárquica.
Los valores capitales que expresan las palabras sinceridad, autoridad, conciencia, caridad han perdido su
fuerza y son, aun entre ellos, dolorosamente envilecidos... Depende de los padres y educadores restaurar en
el espíritu de los niños los valores que esas viejas palabras encierran...
Pero el niño de hoy, como el de siempre, ¿no sigue siendo una inmensa esperanza?»
G. COURTOIS

inos
—tcDame sólo cinco minutos, papá...
Nunca será posible la felicidad sin el bienes­
tar en la familia.
Y no habrá bienestar en la familia cuando no
hay comunicación con los hijos.
Estos tienen necesidad de nosotros.
No sólo de nuestro dinero o de nuestros con­
sejos.
Sino, sobre todo, de nuestro tiempo, de no­
sotros mismos.
Tienen necesidad de contamos sus aventu­
ras.
No es a los 18 años cuando hay que empezar
a dialogar con ellos.

Cuando se ha perdido totalmente la costum­
bre de cambiar ideas;
Cuando no se permite a los hijos que nos di­
gan todo lo que piensan...
Nuestros hijos llegarán a adultos...
Y entonces sí que nos veremos obligados a
ayudarles.
—rOye, papá, sólo eran cinco minutos...
Cuando un hijo te pida cinco minutos, dale
diez.
Y si te pide diez, dale todo el día.»
M. DUBOST
15

Vista panorámica, aunque parcial del
complejo deportivo del Nou Camp de
Barcelona, del Palau Blau-Grana y
otras dependencias, escenario de la
inauguración del Campeonato Mundial
de Fútbol España-82.

cen en nuestros labios y hieren los
oídos más maduros...
Claro que estos macrocampeonatos tienen más cosas buenas que
malas; también cumplen su objeti­
vo de hermanar a los pueblos, de
comunicarnos y abrirnos en convi­
vencia universal y, sobre todo, de
gran espectáculo y de interés hu­
mano y deportivo...
EL OTRO MUNDIAL

stadio...
Los afícionados al fútbol estarán
bien contentos. Encontrarán el ba­
lón hasta en la sc^a y no se lo llevarán a la boca de puro milagro.
ro que,
qi a lo mejor o a lo peor.
Claro
no toda dicha es completa por
aquello de que el equipo prefendo
no suele ser muy generoso en dar
satisfacciones. Pero hasta nuestra
afición tiene su condicionamiento
y su esclavitud, pues no siempre
nos vienen las cosas a nuestro gus­
to.
Sin embargo, ahí tenemos este
fenómeno social. Estos enormes

16

estadios y complejos deportivos
que se llevan tanto dinero con in­
versiones escalofriantes de dinero.
Esos fíchajes fabulosos aue con­
vierten al nombre en un oojeto de
comercio con el que se negocia.
Esos nervios que desatan y susci­
tan la violencia de la hinchada.
Esa ambición de ganar a costa de
todo y justificando siempre los
medios al fin. Ese nacionalismo
que nos saca de casilla y al que
ofrecemos el obsequio de nuestras
iras, de nuestras ferias y malas in­
tenciones. Esas palabras que flore-

Sí, el otro mundial en el que he­
mos comprometido nuestra vida.
Es decir, el Reino de Dios, al que
los jóvenes son los primeros llama­
dos. Aquí es donde hemos de su­
dar la camiseta y ganar el campeo­
nato por la cuenta que nos trae. El
Señor Jesús y Don Hosco nos han
fichado para esta tarea y nos ha
lanzado a todos sus estadios inter­
nacionales...
Para esta reflexión sólo traigo
dos preciosas citas de San Pablo
que nos vienen de perlas en las
presentes circunstancias:
«¿No sabéis que en el estadio
todos los corredores cubren la ca­
rrera, pero uno solo se lleva el pre­
mio? Corred así, para ganar. Ade­
más, cada contendiente se impone
en todo una disciplina; ellos para
ganar una corona que se marenita,
nosotros una que no se marchita.
Pues yo corro de esa manera, no
sin rumbo fijo. Boxeo de esa ma­
nera, no dando golpes al aire;
nada de eso, mis directos van a
mi cuerpo y lo obligo a gue me sir­
va, no sea que después ae predicar
a otros me descalifiquen a mí».
1 Co. 9, 24-27.
«No es que haya conseguido el
premio o que ya esté en la meta,
sigo corriendo a ver si lo alcanzo,
pues el Mesías Jesús lo obtuvo
para mí. Hermanos, yo no pienso
Haberlo ya obtenido personalmen­
te, y sólo una cosa me interesa: ol­
vidando lo que queda atrás y lan­
zándome a lo que está delante, co­
rrer hacia la meta, para coger el
premio al gue Dios llama desde
arriba por el Mesías Jesús. ¡A ver,
los hombres hechos, ésta es nues­
tra línéa! Y sí en algún punto pen­
sáis de otro modo. Dios Se encar­
gará de aclararos también eso. En
todo caso, seamos consecuentes
con lo ya alcanzado». Fil. 3,12-16.

osiego

• • •

Pero, ¿por qué
tenéis
tanta prisa
los mayores?

—Elena, ¡te he dicho que te des pri­
sa. que vamos a llegar tarde!
—¡Jo!, siempre igual, prisa, prisa,
prisa... ¿Por qué metéis tanta prisa?
—¡Mira la hora que es!
—Bueno, pues yo no puedo hacer las
cosas tan de prisa.
Recorte de un diálogo entre Elena,
niña de cinco años, y un adulto: el que
ahora escribe. Si lo escribo, es poroue
este diálogo no pasó por mí como algo
insignificante. Eiena es mi sobrina.
¿Cómo responder a una niña de cin­
co años explicando los motivos de la
prisa de los adultos? «No sé qué os
pasa, vosotros siempre tenéis prisa...»
Sí. una prisa que no nos hace llegar
antes a naaa ni a ningún sitio y una pri­
sa que no nos resuelve grandes proble­
mas.
Tener prisa es una de nuestras enfer­
medades actuales... Y es enfermedad
porque denota un «antes» en el que las
cosas no han marchado como tenían
que ir.
¿Por qué tenéis tanta prisa los mayo­
res?
Quizá porque nos hemos dormido.
Quizá porque no hemos mirado la
hora del mundo.
Quizá porque no sabemos medir
nuestras posibilidades.
Quizá porque hemos perdido algún
tren.
Quizá porque queremos hacer dema­
siado.
Quizá porque no sabemos atender al
que está a nuestro lado.
Quizá porque vivimos despreocupa­
dos.
Quizá porque no tenemos agenda.
Quizá porque se nos olvida siempre
algo importante.
Quizá porque hay que dar la impre­
sión de que tenemos mucho que ha­
cer...
Quizá porque hay demasiadas cosas
superñciales noy a nuestro lado.
Quizá porque es así como la gente va
K r la calle y al metro y al autobús y a
taxis.
Si un día te pregunta un niño por tu
irisa...
no le respondas mirando al rc[
oj. Es un respuesta «para salir del
paso». La verdadera respuesta es siem­
pre otra. Tenemos prisa no porque te­
nemos un reloj que corre siempre como
un loco, sino porque somos unos «lo­
cos» viviendo.
Elena, ya estoy aprendiendo a saber
por qué tengo tanta prisa».
ALVARO GINEL
•En las raíces», pág. 86.

17

Un brote, una flor, una fuente, un cachorro, un niño, no perma*
necen inertes como si fueran objetos. Se van haciendo; CRECEN.
Esta es la maravilla. Es algo imparable. Es la VIDA.
Pero el crecimiento de un niño es algo que desborda todas las de­
más formas de la naturaleza. El horizonte y meta del niño es el
hombre; ese hombre que será mañana. Que soñamos íntegro y
que YA se está haciendo.
Verano... luz, color, descanso, diversión, ilusión... Es tiempo pre­
cioso para el crecimiento que hemos de tener en nuestras manos,
sin que se nos escurra como arena entre los dedos.
Los niños leen. Y es bueno fomentarles la buena lectura.
Proporcionemos a los niños una literatura selecta y rica de valo­
res. Y esos valores, vividos a partir de sus héroes serán como se­
ñales de ruta, como haces de luz. Como contrapunto a ciertas
ofertas de nuestra sociedad consumista, y como estímulo de creci­
miento sano.
Aquí tenemos una pequeña muestra que quizá pueda servirnos...

Tiempo para leer

Libros para niños
hasta los 6 años:
ALBUNES: «Las aventuras de
Zaro». Amaro Carretero. Edicio­
nes S.M.
Cada título presenta la vida de
un animal, inserta en la vida de
Zaro y sus amigos. Combina el
cuento con los conocimientos.
COLECCION: «Cuentos de la
Torre y la Estrella». Ed. S.M.
Historias breves con maravillo­
sas ilustraciones de gran encanto.
Gustarán mucho a los- niños que
empiezan a leer.
• «El mejor regalo»
Las aventuras del principito que
quería ofrecer un regalo tan boni-

18

to como el que llevaba su padre.
• «jCuidado, un dinosaurio!»
Dim aparece en la calle un día y
unos niños se lo llevan a su casa,
con su hermanita. Pero, ¿qué ha­
rán si necesitan un huerto, sólo
para el aperitivo?
• «La canción del pastorcillo»
El abuelo cuidaba el rebaño y
esperaba. También el nieto espe­
raba a alguien. ¿Esperarán los dos
a la misma persona?
• «La canción más bonita»
El rey soñaba y escuchó una
canción. Y le gustó tanto que se
puso a buscar al pájaro que la can­
taba y...
• «El uniforme maldito»
El herrero Andrés, su hija Isa­
bel y su perro tiemblan cuando el

rey se pone el uniforme... ¿qué
pasará?
De 6 a 9 años:

— «Historias de ninguno». P.
Martín. Ed. S.M.
2." Premio «Barco de Vapor».
1980. Fantásticas aventuras de
gran viveza y buen humor. ¿Qué
le daría yo a este niño que abulta
menos que una canica?
— «Chitina y su gato». Montse­
rrat del Amo. Ed. Juventud.
Chitina y su gato harán las deli­
cias de los niños.
— «Zuecos y naranjas». Mont­
serrat del Amo. Ed. la Galera.
Poema en prosa, de una escena
escolar, impregnada de compañe­
rismo, de gratuidad y espontanei­
dad.
— «La gata que quería volver a
casa». Jim Tomlinsson. Ed. Miñon.
Deseo de aventuras de una gari­
ta que llega a aporar el hogar.
— «El reloj de mi barrio». Eu­
lalia Sariola. Ed. Juventud.
Album con una historia de la
llave de un reloj. Ayuda a descu­
brir la vida de barrio y la vida fa­
miliar en sábado.
— «El Pampinoplas». Consuelo
Armijo. Ed. S.M.
Premio «Fundación Santa Ma­
ría», 1978.
Poliche y su abuelo hacen una
pareja fenomenal y se empeñan en
descubrir el misterio de ese Pam­
pinoplas que todos temen en el
pueblo.
— «Rastro de Dios». Montse­
rrat de! Amo. Ed. S.M.
Premio «Lazarillo de Tormes».
1960.
Tres cuentos de ángeles, llenos
de ingenuidad y ternura.
— «Abuelita Opalina». María
Puncel. Ed. S.M.
Isa tiene que hacer una redac­
ción sobre la abuela. Pensando,
pensando, se metió en un lío.
— «Gran lobo salvaje». René
Escudié. Ed. S.M.
Tritus, un perrito es abandona­
do en la autopista. Lo salva el vie­
jo Pomjjón. Y van buscando a to­
dos los antepasados, hasta llegar al
Gran-Lobo-Salvaje, ¿lo encontra­
rán?
— «Diez cuentos de lobos».
Jean Fran^ois Bladé. Ed. S.M.
. Cuentan las aventuras de los lo­
bos que bajaban a las aldeas. Cos­
tumbres de los pueblos.
De 9 a 11 años:

— «Las aventuras de Vania el
forzudo». O. Preussler. Ed. S.M.

Libro de interés infantil, 1980.
Un valiente muchacho va cami­
nando hacia el destino anunciado
por el anciano bajado de los bos­
ques.
— «Charcos en el camino».
Alan Parker. Ed. S.M.
Historia de unos niños que cre­
cen en medio de los horrores de
una gran guerra. Aventura, hu­
mor, ternura.
— «Fray Perico y su borrico».
Juan Muñoz Martín. Ed. S.M.
Premio «El Barco de Vapor».
1979.
Veinte frailes vivían tranquilos
en su convento. Llegan Fray Peri­
co y su borrico y... adiós tranquili­
dad. Sencillez, ingenuidad, ternura.
— «Nube de noviembre». Hilary Rubén. Ed. S.M.
Las aventuras de Konyak. un
adolescente keniata que va bus­
cando a su becerro predilecto. Va
intercalando con mitos y leyendas
de Kenia y pueblos circundantes.
De 9 a 11 años:
• «Los hijos del vicriero». Ma­
ría Gripe. Ed. S.M.
Klas y Klara son llevados a la
Ciudad de todos los deseos. Tie­
nen de todo, pero no son felices...
¿qué habría en su pobreza que los
hacía dichosos?... Alguien va a
ayudarles.
• «A nim ales ch arlatan es» .
Carmen Vázquez-Vigo. Ed. Noguer.
Deliciosa historia de un gato
que cuenta sus experiencias y en­
seña deleitando.
• «Un agujero en la alambra­
da». Fran^ois Santerean. Ed. S.M.
Es una pandilla de chicas y chi­
cos. Han descubierto algo intri­
gante más allá de la alambrada
prohibida. ¿Qué será?
• «El mensaje de Maese Zamaor». Pilar Molina. Ed. S.M.
2.® Premio «El Barco de Va­
por», 1978.
El pequeño reino de Fartuel co­
rre un grave peligro por culpa de
los traidores. Aventura, valentía,
lealtad.
• «Mi hermana la pantera».
Djili Thiam. Ed. S.M.
Porque la pantera es una herma­
na... Me cueste lo que me cueste,
será un combate leal...
Desde los 11 años:
• «Pequeño zorro, gran caza­
dor». Hanns Radan. Ed. Noguer.
Un indio de la tribu de los nat-

sist, de Alaska, apodado Litte Fox
cuenta su historia de un muchacho
regenerado que llega a ser deposi­
tado de las cualidades de un jefe.
Gustará mucho a los lectores.
• «Pequeño zorro, el último
jefe». Hanns Radan. Éd. Noguer.
Continuación del anterior. Pue­
den ser leídos separadamente.
• «El río de los castores». Mar­
tínez Gil. Ed. Noguer.
Cuenta las maravillas de la natu­
raleza en una espléndida historia.
• «Narraciones de ayer y de
hoy». Clásicos, al alcance de los
niños.
• «Cuentos de un viejo moli­
no». A. Daudet. Ed. S.M. Tra­
ducción de Carmen VázquezVigo.
• «Los dos viejos peregrinos y
otros cuentos». León Tolstoi. Tra­
ducción de Angel Jiménez.
• «El príncipe feliz y otros

DU F^RTi DO
4 lo 0 0 .0 # 0 M ^

Loella, cuando la arrancan del
campo, descubre que la ciudad es
algo muy complicado. Y empieza
a soñar con e! regreso de su pa­
dre...
• «El perro loco». J. L. Castillo
Puche. Ed. S.M.
El recuerdo de aq^uel conmove­
dor animal, unido al recuerdo de
la guerra, produjeron en mí una
sacudida tan fabulosa, oue quise
con este libro inculcar a la vez, el
amor a los animales y el horror a la
guerra.
• «Los escarabajos vuelan al
atardecer». María Gripe. Ed.
S.M.
Aventuras y misterio. Jonás,
Anmika, David..., van siguiendo
la pista de una estatua traída de
Egipto en el siglo XVIIl y sobre la
que r>esa una maldición...
• COLECCION: «GRAN AN­
GULAR». Ed. S.M.

V/t/A J ó Ü N K M
PELA n n m

ATJL L í h k O
^,í0 0 ^0 0 0 ft

MI
'>|lnnagfnate lo q u e e e ría un p artid o de fü tbol que d u ra ra ocho h o rael
cuentos». Oscar Wilde. Traduc­
ción de Eduardo Martínez.
e «El cubo robado». Alessandro Tassori-Angelo Pisani. Tra­
ducción de Rafael Pérez.
e «La leyenda de San Julián».
Gustavo Flaubert. Traducción de
Carmen Vázquez-Vigo.
e «El prisionero del Cáucaso y
otros cuentos». León Tolstoi. Tra­
ducción de Angel Jiménez.
e «El cantante de Lucerna y
otros cuentos». León Tolstoi. Tra­
ducción de José González.
De 13 años en adelante:
• «La hija del espantapájaros».
María Gripe. Ed. S.M.

Narrativa juvenil. Una mirada
documentada y crítica al mundo
actual. Garra y encanto.
• «Los muchachos de Dublín».
Jean-Claude Alain.
• «El castillo de Noé». John R.
Townsend.
• «Primer reportaje». María
Alasi.
• «Cinco panes de cebada».
Lucía Baqueaano.
• «Aquila, el último romano».
Rosemary Satcliff.
• «El cazador». Jordi Sierra i
Fabra.
• «El amo de Seijala». Hélene
Vallée.
• «Embarque puerta 9». Juan
Ignacio Herrera. Premio Gran
Angular, 1982.
19

Mamá Margarita se va

15 de noviembre de 1856.
Mamá Margarita cae enferma.
Una violenta pulmonía, que
inmediatamente se muestra
mortífera para sus 68 años gas­
tados por el exceso de trabajo.
Por un momento, parece que
la vida del Oratorio se para.
¿Cómo tirar adelante sin ella?

da. Pero, en medio de aquellas
humildes ocupaciones, estaba
la fortaleza de no cansarse
nunca, la confianza en la Pro­
videncia. Pelando patatas y
dándole vueltas a la polenta
saltaban las lecciones de fe, el
buen criterio, la dulce bondad
maternal...

"M IS CATECUMENOS APRENDEN
CON DIFICULTAD EL EVANGELIO,
EXCEPTO AQUELLO DE VOICHO
SO EL V IE N T R E QUE TE LLEVÓ
y W & PECHOS QUE M A M A ST E'
QUE LO ENTENDIERON EN5E6UI

OA..."

Se alternan junto a su lecho los
clérigos de Don Bosco, los
muchachos mayores. Cuántas
veces habían entrado en la co­
cina diciendo:
—Mamá, ¿me da una man­
zana?
—Mamá, ¿está ya la menes­
tra?
—Mamá, no tengo pañuelo.
—Mamá, se me han roto los
pantalones...
El heroísmo de aquella gran
mujer que se está apagando,
se ha hecho a base de jirones
para remendar, de heno y tri­
go para segar, de ollas y cola20

De ella ha aprendido Don
Bosco su sistema educativo. El
ha sido el primero en educarse
mediante la razón^ la religión y
el cariño. La Congregación Salesiana fue mecida sobre las
rodillas de Mamá Margarita,
que ahora se está apagando
como la llama de una vela.
Llega desde I Becchi José,
con los nietos mayores. El
Teólogo Borel. su confesor
desde que vino a Turín, va a
llevarle el Viático.
Junta las últimas fuerzas
para hablar con su Juan:
—Que vigiles, pues son mu­

chos los que, en lugar de la
gloria de Dios, buscan sólo sus
propios intereses... A tu lado
hay algunos que aman la po­
breza para los demás, pero no
para ellos. Lo que queremos
para los demás tenemos que
comenzar a hacerlo nosotros.
No quiere que Juan la vea
sufrir. Piensa en los demás
hasta el último momento.
—Sal, Juan... Sufres dema­
siado al verme así. Recuerda
que esta vida consiste en padecer. El verdadero gozo está en
la vida eterna... Ahora sal; te
lo pido por favor... Reza por
mí. Adiós.
Margarita Bosco ha expre­
sado en estas sencillas palabras
la genuina «concepción cristia­
na de la vida» de la gente cam­
pesina. La convicción que ha
ayudado a hombres y mujeres
del campo a seguir adelante en
la vida, a pesar de la carestía,
la muerte de los hijos, la fatiga
que mataba. Y esto durante si­
glos.
Junto a la vieja mamá mori­
bunda están José y don Víctor
Alasonatti. Expira a las tres de
la mañana del 25 de noviem­
bre. José va a la habitación de
Don Bosco y se abrazan llo­
rando.
Dos horas después, llama
Don Bosco a José Buzzetti. Es
el amigo de los momentos más
amargos, el único ante quien
no tiene vergüenza de llorar.
Va a celebrar la misa por su
madre en la cripta del Santua­
rio de la Consolara. Se arrodi­
llan después ante la imagen de
la Virgen y solloza Don Bosco:

Cuadro de María Auxiliadora, apareci­
do en la porUda del Boletín Salesiano o
Salesianische Nachríchten.

«Ahora mis hijos y yo nos que­
damos sin madre en la tierra.
Quédate a nuestro lado, haz­
nos Tú de madre».
Unos días más tarde, va Mi­
guel Rúa a Buscar a la suya, la
señora Juana María:
—Desde que murió mamá
Margarita —le dice— no sabe­
mos cómo apañarnos. No hay
nadie para hacer la comida, re­
mendar la ropa. Mamá, ¿quie­
res venir tú?
Con sus 56 años a cuestas, la
señora Juana María sigue a su
hijo y se convierte en la segun­
da mamá del Oratorio. Lo será
durante veinte años.
En esta bellísima narración
de Teresio Bosco subrayamos
tres ideas. Ante todo, la prime­
ra Familia Salesiana del Orato­
rio tuvo en Mamá Margarita
una verdadera madre. Lina
mujer con todas las virtudes de
la campesina piamontesa, entre
las que sobresalen el realismo,
la austeridad y el sentido de
Dios. Todo ello envuelto en un
clima de dulzura y de intuición
femenina. He aquí la hermosa
herencia salesiana transmitida
luego a Don Bosco en su pro­
yecto educativo.
En segundo lugar, la otra
Madre, la del Cielo. Invocada
en un primer momento con el
título de Consolata; luego,
como Inmaculada; y, final­
mente, con la advocación de
María Auxiliadora. María, la
mujer fuerte y poderosa, ejer­
cerá una influencia decisiva y
profunda en el nacimiento, en

OHb

la identidad y en la marcha de
la Familia Salesiana.
Y el tercero, don Rúa, el Su­
cesor. También la madre de
don Rúa será la sucesora de
Mamá Margarita. Miguelito, el
que iba a ir en todo «a medias
con Don Bosco», no podía fa ­
llar en este detalle de tanta finu­
ra...
La Familia Salesiana siem­
pre ha tenido la ternura de una
madre. A l menos, en sus oríge­

nes. Hoy continúa confiando
en la Madre del Cielo. Aún
más, es la misma Virgen María
la que está impulsando su mi­
sión maternal por medio de la
Familia Salesiana para acoger
a los jóvenes que necesitan de
la delicadeza y de la fuerza de
su ayuda. ¡La Virgen! Siempre
está presente en el desarrollo de
su obra. Que es la misma de
San Juan Bosco.
R. A.
21

La alegría crístíana supone un hombre
capaz de alegrías naturales. Frecuente­
mente ha sido a partir de éstas cómo
Cristo ha anunciado el Reino de los Cie­
los. (Gaudete in Domino). Foto: Manuel
TORRE.

más promeiedores, del Catolicismo
en el siglo pasado y en el actual. Y
quiera Dios que así siga siendo en
los venideros».
Y el difunto Pontífice —como ac­
tor morcillero que echara mano de
recursos del momento ajenos a su
papel estricto— de vez en cuando
abandona las cuartillas y pronun­
cia palabras no escritas de antema­
no. Entre ellas, recogidas por el
documento impreso con un tipo de
letra diverso, comprobamos asom­
brados el reto* de una interroga­
ción que nos horripila, quiero de­
cir que nos pone los pelos tiesos.

Dos goles de Pablo VI
Del buscapié al buscapiés o la importancia de una s
Yo califico al Papa Montini de
egregio. Y me remito a la conclu­
yente explicación que del término
hace en un libro suyo de reciente
éxito el Doctor Vaílejo-Nágera a
quien no dudo en atribuir la pro­
piedad del policroísmo que tienen
algunos minerales al adquirir dis­
tintos colores según el ángulo de
quien los contempla.
Egregio, ni más ni menos, es el
que está fuera del rebaño.
Con perdón. Pablo VI. oveja
cándida y mimada del redil, se afi­
cionó tanto a los pastos y senderos
del único Buen Pastor, que siem­
pre mereció comida aparte, como
se dice...
Por ello lo que a continuación se
me ocurre es apenas una pinceladita de lo mucho que por este
mundo pintó este Papa sufrido y
granítico... Si me permiten podría
calificar mi articulejo de buscapié
intencionado. Esto es: alguna mí­
nima pista para dar que pensar y
hablar y rastrear... Estar en Cádiz,
desde donde escribo, y desconocer
el famoso buscapié que escribió
Alfonso de Castro —cultísimo ga­
ditano del XIX— logrando enga­
ñar al lucero del alba atribuyéndo­

22

lo a Cervantes, es no estar al tanto
de una de las más regocijantes y
atrevidas diabluras cometidas en.
la desconcertante república de las
letras españolas.
Pero mi modesto buscapié no
tiene pólvora de buscapiés, con
ese final, que eso es ya cohete
nervioso y desconsiderado capaz
de hacer brincar al más engolado
chulo de la reunión...

PRIMER GOL
En mayo de 1965 Pablo VI reci­
bía y alentaba a los miembros del
XIX Capítulo General salesiano.
Mucha cera se ha quemado desde
entonces...
Releer aquel histórico docu­
mento conforta el ánimo y pone en
contacto al lector con aquel aticis­
mo del Papa, tan cuidadoso al ele­
gir adjetivos y coronar airosamen­
te sus redondos períodos...
Atrevido Pablo VI. A lo largo
de esas breves páginas hay afirma­
ciones rotundas. Como la siguien­
te: tfLos Salesianos representan
uno de los hechos más notables,
más beneficiosos, más ejemplares.

tal como le pasa al Sr. Rodríguez
Sahagún...
La in terro g ació n es ésta:
«¿Quién no quiere bien a los Sale­
sianos?».
Madrecita del alma querida...
Se me viene a las mientes la bio­
grafía de José Mallorquí que leí
hace años. El creador del persona­
je Don César de Echagüe («El Co­
yote») hablaba de los «horribles
Salesianos» recordando años de su
tierna adolescencia estudiantil. Y
es que los Hijos de Don Bosco no
están fabricados de ninguna pasta
especial y también en sus filas y en
su historia de vez en vez aparecen
fantasmones que echan a perder la
función...
^Quién no quiere bien a los Salesianos?... Si la preguntita se lan­
zara al aire ante esas incontables
filas de muchachos que cada ma­
ñana se aprietan ante las aulas de
los colegios salesianos ¿qué res­
puesta masiva obtendríamos?...
Reconozco para mi capote que
este disparo certero del meticuloso
y exquisito Papa Pablo ha clavado
el balón en el fondo de mi red de­
jándome algo aturdido y con nece­
sidad de asistencia sanitaria.

firmas
SEGUNDO GOL
Confieso mi rubor. He tardado
muchísimo en leer esa maravilla
que se llama «Gaudete in Domi­
no». (Me consuela —si seré ton­
to— que muchos Salesianos toda­
vía no lo han hecho y lo que es
peor tampoco lo van a hacer...) El
latiguillo de «exhortación apostóli­
ca» parece añadirle una sensación
de documento campanudo y so­
lemne. No hay nada de eso.
Una crítica ya lejana en el tiem­
po afirmaba que solamente un
Papa capaz de haber sufrido tan
intensamente podía engendrar
unas páginas de tal hermosura.
Exacto... En la brevísima intro­
ducción nos señala el autor que
«es una especie de himno a la ale­
gría» el que desearía entonar
para «encontrar eco en el mundo
entero y ante todo en la Iglesia».
Y vaya si lo consigue... Himno vi­
brante. original, de variados regis­
tros. de sorprendentes matices, de
emoción íntima...
No sé si ustedes saben que Schiller escribió una «Oda a la liber­
tad». no a la alegría como se cree.
Los censores austríacos —según
explica garbosamente Cabodevilla
en su «Cucaña de la libertad>i—
consideraron peligrosa la letra ori­
ginal y cambiaron el Freiheit en
Freude. El formidable escritor es­
pañol (fice que prefiere no indig­
narse por semejante desacato y en
cambio agradecer a aquellos cen­
sores un servicio imprevisto: el ha­
ber revelado que ambas palabras
son sinónimas. El final de la Nove­
na Sinfonía así lo pregona gran­
diosamente...
El documento está firmado en
otro mayo: el del año 1975. Me fi­
guro la avidez con que Don Bosco
hubiera asimilado un mensaje tan
lúcido y tan a tono con el espíritu
que él trató afanosamente ae in­
fundir en su naciente Sociedad. En
el tratamiento del tema ningún
hilo se le escapa al Papa Montini.
El apartado IV centra su anten-

ción en «la alegría en el corazón
de los santos» y allí no falta la cita
nominal de San Francisco de Sales
y de nuestro Fundador.
Don Luis Ricceri echó mano un
buen día de un parangón muy ex­
presivo al tratar de explicar lo que
sería de nosotros el día que la luz
de la alegría salesiana, de hondas
raíces evangélicas, huyera de
nuestro ámbito familiar... Habla­
ba de una choza sin sol.
Adentrarse por la «Gaudete in
Domino» es como una reconfor­
tante zambullida.
...«Que las Comunidades cris­
tianas se conviertan en lugares de
optimismo donde todos sus miem­
bros se entrenen resueltamente en
el discernimiento de los aspectos
positivos de las personas y de los
acontecimientos», dice el Papa.
Muchos de esos momentos desti­
nados a la reflexión común, a la
lectura saboreada de algunas pági­
nas espirituales, deberían tener
como objeto codiciado el conteni­
do de semejante «exhortación».
De entre todos los documentos del
Papa Pablo algunos son solemnes
y decisivos, otros proféticos, no
faltan los impopulares y valien­
tes... El que nos ocupa brilla como
una gema exquisita en la sarta pre­
ciosa que fue poco a poco constitu­
yendo un auténtico tesoro para la
doctrina secular de la Iglesia.
Auncjue yo milite en tercera re­
gional dentro del animoso y ya va­
riopinto ejército salesiano, que si­
gue al cabo de cien años las mis­
mas consignas de su primer Capi­
tán, me atrevo a recomendar al
«desocupado lector», que diría
Cervantes, alguna horita sosegada
en el paladeo de este documento.
Porque sí las celebraciones cente­
narias de 1981 merecen algún fruto
permanente creo yo que ha de ser
el del gozo sobreabundante.
«Gaudete in Domino» parece
cortado a la medida salesiana y sin
duda atizará como una badila en el

rescoldo adormecido
fuego
que Don Bosco, al igual que el di­
vino Maestro, vino a traer a la tie­
rra. Pablo de Tarso hace una con­
fidencia a la comunidad de Corinto que Don Bosco este año haría
suya: «Ya antes os he dicho cuán
dentro de mi corazón estáis para
vida y para muerte. Tengo mucha
confianza en vosotros. Estoy lleno
de consuelo, reboso de gozo en to­
das nuestras tribulaciones».
Juan Manuel ESPINOSA. S.D.B.

PAPUASIA
Un mundo
fuera
del
mundo

Papuasia.—Los salesíanos de Don Bosco llevan un año y medio en esta nación niña. Va­
mos a conocer idealmente su ambiente, las gentes con las que están y el tipo de relación
humana y cristiana que los rodea.
E^te análisis, por ahora, deja a un lado una pregunta: ¿Cómo responden los salesianos a
exigencias tan dramáticas?
La misión salesiana de Papuasia será visitada por el Rector Mayor el próximo otoño.
La isla de Nueva Guinea
está sobre Australia como un
sombrero alegremente ladea­
do. En los mapas aparece con
dos colores: Indonesia y Pa­
puasia autónoma. Esta última
se independizó de Australia el
16 de septiembre de 1975: han
pasado poco más de seis años.
Un pueblo cuyos pulmones
aún respiran infancia.
Su capital es Port Moresby,
con 70.000 habitantes. De Kerema —una ciudad con un
obispo católico sufragáneo de
la «metrópoli»— , Australia es
casi imposible leer su nombre
en los mapas. Pero existe... Es
el menos desarrollado de los
centros cristianos de la isla.
Los católicos de Papuasia an­
dan por el millón, sobre tres
habitantes. Kerema —3.000
24

almas— es la diócesis más he hablado más veces, querría
«primitiva» de una Nación a añadir algo sobre nuestra mi­
todas luces «primitiva», es de­ sión, para que conozcáis tú y
cir, la más misionera. Por eso tus lectores nuestro trabajo».
han ido a ella los salesianos de
Don Bosco.
Aunque desde hace muy LAS RAICES,
poco. Los llamó el obispo ke- EN LA ARENA
remeño, Mons. Virgilio Co­
pas. Desde Filipinas —unas
Araimiri es una plantación
cuatro horas de vuelo— llegó de cocoteros. En la lengua lo­
el P. Valerio Barbero con un cal signifícr «cerca de la are­
puñado de pioneros. Se en­ na», es der «r, junto a la playa.
cuentran en Araimiri, una lo­
Hasta I ^76 estuvieron aquí
calidad que ningún mapa cita, los Misioneros del Sagrado
pero que vive una dramática y Corazón. Luego, por escasez
a veces trágica presencia hu­ de personal, tuvieron que de­
mana.
jarlo. —¿Por qué habían esco­
— «Desde hace año y medio gido para residencia una plan­
me encuentro en A raim iri tación y no una de las muchas
—nos escribe Valeriano—. Doy aldeas del interior?— Porque
gracias a Dios por haberme toda la zona del Golfo —expli­
mandado aquí. Aunque ya te can los lugareños— pertenecía

misiones
Don José Carbonell nos envía saludos
desde Port Moresby, capital de Papusia.
Dice que la foto está tomada en el sitio
donde se levantará un centro juvenil
para los chiquillos de los barrios cerca­
nos.

a los misioneros protestantes
de Londres, incluidas las al­
deas, a pesar de que la pobla­
ción no era cristiana. Sólo ad­
quiriendo una plantación, es­
tuviera donde estuviera, ob­
tendrían el permiso de resi­
dencia. Probablemente aque­
llos pobres misioneros tendrían
otras intenciones; pero les re­
sultaba difícil adquirir áreas
suficientes..No tenían más re­
medio que vivir fuera de las al­
deas.
Es la herencia de los salesianos: un poco robinsones de is­
las perdidas; aunque con la di-

GACETILLAS DE PAPUASIA
PORT MORESBY.—Se han bendecido los terrenos don­
de se levantará una nueva escuela técnica salesiana. Los
proyectos están a punto y aprobados. A la ceremonia, di­
fundida por la radio nacional -^-en Papuasia no hay televi­
sión— han asistido diversas pei^nalidades y muchísima
gente.
KEREMA.—De Filipinas ha llegado otro salesiano. En
seguida ha caído enfermo, quizá por el cambio de clima o
de dieta... El misionero debe contar también con ese tipo de
pequeños problemas...
ARAIMIRI.—Los papayos plantados hace un año han
crecido de prisa. Ahora tenemos de sobra. ¡Pero no sólo se
vive de papayas! También nos sobran plátanos y mangos.
Todo se ha logrado en poco tiempo, pero con métodos ra­
cionales.
una tierra que promete!... Nuestro generador
de corriente sólo funciona por la noche: de seis a nueve y
media... Luego nos arreglamos con una linterna... ¡La
energía eléctrica con cuentagotas ilustra un poco lo que es
el trabajo misionero: Un poco de luz, mucha oscuridad;
pero a! final llegará el sed!
(G. W.)

ferencia de que saben a dónde
van; lo cual cambia todo.
Dice la carta: «Al encomen­
damos todo el territorio, el se­
ñor Obispo nos entregó tam­
bién el «centro» de Araimiri,
donde ya él había abierto una
escuela para los muchachos
que por preparación insufi­
ciente o por falta de recursos
económicos no podían fre­
cuentar la escuela estatal... Un
gesto muy caritativo, pero in­
soportable para sus hom­
bros...».
Un muchacho ha muerto,
parece, de pulmonía. Nos ha
sido imp>osible salvarlo. Aun­
que está a lado del mar, el cen­
tro está aislado. Hasta hace
muy poco no había ni barca ni
camino para ir a Kerema, capi­
tal de la provincia del Golfo.
«El año pasado —añade la car­
ta— yo mismo experimenté el
dolor de una angustia seme­
jante. Una noche se desplomó
delante de mí un muchacho,
hasta el día siguiente no pude
llevarlo a un hospital. Era un
ataque de malaria cerebral.
Afortunadamente el mucha25

papuasia
cho se recuperó; pero yo no ol­
vidaré nunca el pánico de
aquellas horas».
DELIMITACION
INDEFINIDA
Como plan de trabajo, Araimiri presenta dos coordena­
das: la misión y la escuela.
• ¿Es grande la misión?
— No sabría decirlo, por­
que sus límites no los conoce
bien ni el mismo Obispo. Estu­
diando los mapas y los datos
del último censo (1980), yo
mismo he intentado trazar sus
límites probables. Debería
comprender 43 aldeas con un
total de unas 5.180 personas.
La aldea más cercana es Araimiri, a media hora de camino;
la más alejada, a dos días de
barca más una jornada a pie.
• ¿Son acogedoras esas al­
deas?
— Las que están en la costa
viven bastante civilizadas, por
su contacto con el resto del
mundo. Aunque siempre en

sentido relativo: hay un salto
enorme respecto a nuestra ci­
vilización. Aquí llamamos
«autopista» a lo que en Euro­
pa no pasaría de ser un camino
de herradura, un camino de
tierra entre los bosques. Las
aldeas del interior son aún más
primitivas. La gente viste hier­
ba y cortezas. Todavía usa
azuelas para cortar la leña o
para construir canoas...
• ¿Las has visitado ya to­
das?
— «Por desgracia, todavía
no. Están muy distantes, y no
tenemos medios para ir a ellas.
Menos mal que viven con no­
sotros algunos muchachos pro­
cedentes de ellas. Su forma­
ción mejorará mucho el futuro
de esas tribus».
(Tenía razón Don Bosco:
«Empezad por los muchachos;
transformaréis la sociedad»).
• ¿Cuál fue tu impresión al
aterrizar en una misión así?
— «Me pareció volver a épo­
cas ya lejanas. Parece mentira;
pero aquí no ha llegado el pro­
greso. ¡A las puertas del año

W‘

r
BANGKOK (Tailandia): El padre Carlos Delta Torre, fundador de las «Hijas de M ana Inmaculada Reina», quien se hizo salesiano, entregó su alma al
Señor el pasado día 4 de abril.

26

2000 todavía se encuentra uno
con gente a la que hay que re­
galarle cosas de nada para
atraerla! No saben trabajar los
metales, no conocen los ani­
males domésticos, no dispo­
nen de una carreta de mano ni
un trineo para el trasporte...
Todavía pescan a palos o con
raíces venenosas... hasta las
típicas manifestaciones de los
pueblos primitivos, como la
danza, el adorno personal y el
folklore se han quedado em­
brionarios. Como instrumento
musical sólo usan el “kundo”,
una especie de tambor. Para
engalanarse emplean hojas,
plumas de ave, dientes de ja­
balí y barro...».

AQUI NO
HABITA DIOS
• ¿Ni siquiera su religión
ha originado algo de cultura?
— Creo que aquí falta hasta
la religión más elemental... Al
visitar las aldeas da la impre­
sión de que se vive en un ateís­
mo total: nada de oración; nin­
guna divinidad en sus tradicio­
nes... Apenas un sentimiento
indefinido del espíritu de los
muertos, al que sólo se le tiene
alguna consideración hasta que
se han cumplido las obligacio­
nes rituales. Cuando muere
uno, su parentela debe estar
presente no para la sepultura,
que se hace casi inmediata­
mente, sino para la gran fiesta
que se celebra algunos meses
después. En este caso una au­
sencia podría irritar al espíritu
del difunto y provocar desas­
tres familiares. Para estar se­
guros de que el difunto no ven­
ga a incomodar, los parientes
duermen sobre su tumba, que
está debajo de casa. Así le
convencen al espíritu de que le
quieren mucho. Se procura te­
nerlo contento. La fiesta final
no es más que un suspiro de

misiones y tercer mundo
alivio, señal de que ha pasado
un peligro.
(En este pueblo es difícil
sorprender la manifestación
del dolor. Les parece al P. Va­
leriano y a sus compañeros
—observadores meticulosos de
cualquier detalle antropológi­
co— que el llanto sólo es parte
del rito).
— Un día me llamaron para
el entierro de un señor. Cuatro
mujeres rodeaban el cadáver,
que yacía en el suelo: lloraban
y gritaban... los méritos y be­
nemerencias del difunto. No
era gente pagada. Eran su mu­
jer, su hija y dos hermanas.
BACAU (Tímor): Grupo de cristianos,
amigos de ios Salesianos.

FATUMACA (TImor): Pobre mesa de
los niños de Don Bosco: sólo tienen un
poco de arroz para alimentarse. ¡Y que
no les falle!

Cuando pedí un poco de silen­
cio para hacer una oración, me
miraron con alivio. Me expli­
caron que el difunto no había
sido bautizado al morir porque
procedía de una aldea adven­
tista... Comprendí entonces
que para estas gentes la reli­
gión no tiene nada que ver con
Dios; sólo es una expresión de
grupo familiar y social.
Algo semejante me ocurrió
en otra aldea, adonde había
ido a celebrar una Misa. Fui a
rezar por una mujer que aca­
baba de expirar... Pregunté si
era católica y me dijeron que
sí. Para administrarle «sub

conditione» la unción, pregun­
té por el nombre cristiano de
la «difunta». Me dijeron que
nunca había sido bautizada.
En seguida me hago traer agua
y mando quitarle el vendaje
con el que habían envuelto su
cabeza para la sepultura. Libe­
rada de las vendas y al contac­
to con el frescor del agua, la
pobrecilla vuelve en sí y co­
mienza a respirar... ¡Vivió un
año más!
(Así es la gente papuásica.
Habrá que recuperar siglos de
historia humana, sin traumas,
pero con la seguridad de que
sólo con una preparación cul­

tural y con una dura resisten­
cia al impacto con la civiliza­
ción que está llegando se po­
drá salvar ese pueblo).
(Al trabajar por el cielo, los
misioneros saben que también
deben trabajar por la tierra:
construir una nación auténtica,
evolucionada en su línea cultu­
ral propia, alfabetizada e ins­
truida según lo exige la con­
frontación con los demás pue­
blos de la tierra).
— Habrá que comenzar
—dice con razón la carta— por
la juventud.
Brian MOORE
27

noticias
PALERMO (Italia): La Madre Teresa
de Calcuta, Premio Nobel de la Paz, ha
hablado a los Salesianos y a los alumnos
del Centro «Jesús Adolescente». Sus pa­
labras han despertado la caridad hacia
los más pobres y desamparados del
mundo.

Por ahora el ISS ya tiene previs­
ta la edición crítica de las mentes
más importantes, así como algu­
nos estudios científicos de historia
saicsiana y estudios bibliográficos
sobre esa misma historia.

U.P.S.:
«OBSERVATORIO
PERMANENTE DE LA
JUVENTUD

CASA GENERALICIA:
INSTITUTO HISTORICO
SALESIANO

Rom a.~Las bodas de plata de
la Facultad de Ciencias de la Edu­
cación han aportado algunas ini­
ciativas. Sobresale la creación de
un «Observatorio permanente de la
juventud». Semestralmente publi­
cará un boletín bibliográfico sobre
la situación internacional de la ju­
ventud.

PATAGONIA:

Roma.—El Rector Mayor de los PRIMERA MARCHA
Salesianos, don Egidio Viganó, MARIANA
con el voto favorable de su Consa­
jo Superior y en virtud de los po­
Rio Gallegos.—Diez horas de
deres que le confieren las Consti­
tuciones Salesianas, ha erigido ju­ marcha tardan en recorrer el tra­
rídicamente el «Instituto Histórico yecto que separa esta capital del
sugestivo monumento a la Inma­
Salesiano» (sigla ISS).
El decreto correspondiente lle­ culada levantado para implorar su
protección sobre toda la Patagonia
va fírma del 23 de diciembre de
meridional.
1981.
La marcha (6-12-I98I) había
Este hecho responde
---;pc__ ______
a una de_
terminación del 2I Capítulo Gene­ sido propuesta y organizada por
los jóvenes de la zona, que por pri­
ral de la Congregación, que dice:
«El Consejo Superior erigirá lo mera vez acometían una iniciativa
de este tipo.
lás pronto posible un “Institutc
El hermoso monumento a la In­
Histórico Salesiano". Este (orga
nismo), en las formas ideal y técni­ maculada había sido promovido y
bendecido por monseñor Miguel
camente más apropiadas, pondrá a
Alemán, obispo de la diócesis y sa­
disposición de la Familia Salesialesiano. Se encuentra a 31 kilóme­
na. de la Iglesia y del mundo de la
cultura y de la acción social, los tros de Río Gallegos, en el punto
de donde arrancan las diversas ar­
dwumcntos del rico patrimonio
espiritual legado por Don Bosco y terias que llevan a todas las direc­
desarrollado por sus hijos, y pro­ ciones del inmenso desierto pata­
gónico, para que la Virgen vele
moverá. en todos los niveles, su
por quien viene y por el que se “va.
estudio, comentario y difusión.
La peregrinación, dificultada
Tixla la Congregación contribuirá
por el viento constante, que aquel
a la realización y vitalidad de esta
día soplaba a 80-90 kilómetrosimportante iniciativa con el perso................................
nallí vy medios
disponibles», (núm
105).
'
ASUNCION (Paraguay): El Presidente
Estas líneas son las que han ins­ de
la República del Paraguay recibe al
pirado el estatuto provisional que
Rector Mayor y al Provincial de ios Sava anejo al decreto de erección.
iesianos.
28

hora, no fue nada fácil. Pero ni los
organizadores ni los participantes
se rindieron. Cada diez kilómetros
se hacía un alto, para el aprovisio­
namiento y para la asistencia mé­
dica. La marcha, comenzada a las
ocho de la mañana, terminó a las
seis de la tarde, con un solemne
rito eucarístico presidido por
mons. Alemán. Asistía casi un mi­
llar de personas, incluidos los pe­
regrinos. Muy eficaz fue la colabo­
ración de la administración civil,
de la guarnición militar, de las aso­
ciaciones católicas, y de los padres
de íamilia organizados por la es­
cuela salesiana, así como el servi­
cio de los chóferes... Todos a una
se habían puesto en movimiento
para que no fallara nada en esta
manifestación comunitaria de fe.
(P. SABADA)

CHINA:
EVANGELIZAR
EN LA ESCUELA
Hong-Kong.—¿Es una obra de
misericordia el trabajo en la escue­
la? Una pregunta que más de uno
se hacía no hace mucho. Tal era
también el soniquete de algunos
sacerdotes de Hong-Kong. Lo me­
jor —según ellos— es ir directa­
mente al ministerio propiamente
pastoral... Pero ya el mismo Pablo

noticias
VI opinaba contrariamente. Y des­
pués los hechos han ido conven­
ciendo a los objetores. Las escue­
las católicas son un medio eficaz
de evangelización. Así lo prueban
los neófitos de las escuelas salesianas en 1981. Un total de 352 bau­
tismos administrados gracias a la
«pastoral escolar». Y el número se
queda corto, pues no ha sido posi­
ble reunir todos los datos... Ade­
más quedan otros muchos jóvenes
que desearían ser bautizados, pero
no pueden hacerlo porque se opo­
nen sus padres,'porque no se tiene
la certeza moral de su perseveran­
cia, o por otras razones de peso...
Todos los jóvenes habían sido
preprarados en ambientes escola­
res salesianos. La ceremonia, en
cambio, ha sido en diversos luga­
res: en las iglesias o capillas salesianas, o, si lo pedían los interesa­
dos, en sus respectivas parroquias.
Ttimbién se han bautizado dos
maestras de Macao, donde la
evangelización resulta más difícil
que en el mismo Hong-Kong, por
el «agnosticismo» oficial...
Hay que tener en cuenta, ade­
más, que tanto en Macao como en
Hong-Kong son muchísimos los
que estudian la religión cristiana
aunque de momento no se plantee
la posibilidad de recibir el baustismo... Por ahora reciben la semilla;
ya la gracia del Espíritu soplará
cuando quiera.
(Mario RASSIGA)

NICARAGUA:
DISTINCION AL
ARZOBISPO
Managua.—La medalla de oro
del premio internacional «Mercu­
rio» por la paz ha sido concedida
ai salesiano arzobispo de Mana­
gua, monseñor Miguel Obando
Bravo. La ha recibido durante la
21 Conferencia para la Paz y el
Desarrollo, organización de 54 na­
ciones dirigida por la Cruz Roja
Internacional con sede en Cara­
cas.

CHINA:
MISION Y
LONGEVIDAD
Hong-Kong.—La Congregación
Salesiana tiene en China a su her­
mano más anciano. Se trata del sa­

CÜARENTA AÑOS CON LOS ANTIGUOS ALUMNOS
ROMA: Alto, bien cuadrado y robusto, don Humberto Bastas! fue un hombre bien
acunado en salesiano, ya asistiera a grandes congresos internacionales, ya jugara en­
tre los muchachos... Voló al cielo el pasado 12 de marzo. Tenia 77 años de edad. «No
deseo ser brillante —dijo una vez—; sólo quiero agradar al Señor y servir al prójimo
con la ayuda que nunca me han negado la V ii^ n y Don Bosco».

cerdote Galdino Bardello: 99
años, con 77 de profesión religiosa
y 69 de sacerdocio.
Otro es el decano de los misio­
neros chinos: el salesiano laico Oc­
tavio fantini: 90 años, con 72 de
profesión religiosa y 70 de activi­
dad misionera.
Este señor Fantini, además de
ser maestro de taller, ha sido tam­
bién profesor de gimnasia y maes­
tro de música. Para demostrar su
forma, no hace muchos meses
—cuando fue por aquellas tierras
el Rector Mayor, don E adio Viganó— volvió al podio del director
de orquesta para diigir con brío y
buen garbo la banda de música de
Hong-Kong.
¡El Extremo Oriente promete y
da largos años de vida sana y ale­
gre!

HUNGRIA:
SACERDOTE,
PROFESOR Y ESCRITOR
Eszíergom (29-I-1982) . —La
prensa húngara ha dedicado mu­
chas columnas al recuerdo del doc­
tor István Lukács, profesor del colegjo inspectorial KKF (Asocia­
ción de Escuelas Católicas), muer­

to a los 66 años de edad y 40 de sa­
cerdocio.
El P. Lukács era salesiano desde
sus años jóvenes, y tal permaneció
hasta su muerte.
Había estudiado en la Universi­
dad «Pazmany Peter», y se había
especializado en diversas mate­
rias, culminando su preparación
con el doctorado en historia de la
literatura.
Hasta 1950 fue profesor y jefe
de estudios en el bachillerato sale­
siano de Nycrgcsujfalu. Después
dio ciase de bachillerato francisca­
no de Szentendre. Desde 1956 es­
taba en Esztergom. Durante más
de dos decenios desempeñó el car­
go de inspector escolar en las es­
cuelas medias católicas de Hun­
gría (KKF).
Su cultura poco común, su ex­
traordinaria capacidad como pro­
fesor y su sensible humanismo le
granjearon siempre el respeto y
reconocimiento de todos.
A su actividad escolar sumaba la
de escritor: colaboraba en el sema­
nario «Uj Ember» de Budapest y
publicaba libros muy valiosos, en­
tre ellos una «Vida de Don Bos­
co».
Su fama y sus múltiples labores
nunca lo alejaron de sus mucha­
chos, a los que quería sinceramen­
te y por quienes era correspondi­
do.
29

fueron a la casa del padre

Doña Antonia Alvaro Gil
t en Madrid, el 4 de mayo de
1982, a los 77 años de edad.
Después de haber padecido du­
rante el último año la prueba del
dolor que el Señor le envió, supo
aceptarlo en silencio y con cristia­
na resignación.
Madre de cinco hijos, educados
todos ellos en el Colegio de Madrid-Atocha, al fínalizar la guerra
supieron todos ellos, como ex­
alumnos, llevar en su corazón el
amor y el cariño a la Auxiliadora.
Pronto la devoción a la Virgen
María Auxiliadora prendió no
sólo en este hogar, sino en el de
toda la familia y entre sus amista­
des. Las estampas y los calenda­
rios se encargaron de ampliar este
radio de acción y de devoción. Al
mismo tiempo, la madre Supo her­
manar la devoción a la Virgen del
Carmen y a María Auxiliadora.
Pertenecía al grupo de padres
de Salesianos que, en la Inspecto­
ría de Madrid, se reúnen todos los
meses para celebrar la Eucaristía y
hacer la oración en común pidien­
do p>or la vocaciones Salcsianas y
especialmente sus hijos. Ultima­
mente, al sentirse con menos fuer­
zas, pedía q^ue la disculpasen y
sentía no poder asistir.
El Señor, que ve en el fondo del
corazón, sabrá pagar la ofrenda de
su hijo a la Congregación, el ofre­
cimiento de su dolor y las oracio­
nes silenciosas y calladas que sólo
el buen Dios sabe descifrar y re­
compensar.
Descanse en paz y la promesa
de nuestras oraaones a su esposo,
hijos y toda la familia.
D. Justino Frutos Piñel.
El día 9 de enero pasó de esta
vida a la VIDA este hombre sendUo, trabajador y generoso. Iba a
cumplir en breve los 84 años.
Como si la fecha de su boda (31

32

de enero de 1926) fuera una pre­
destinación familiar, quiso entre­
gar sus hijos a Dios en la Congre­
gación Salesiana, aunque las cir­
cunstancias hicieran que sólo el
mayor de ellos‘pudiera llegar a
cumplirlo.
Por imperativos de necesidad
familiar se vio precisado a dejar la
escuela a los 9 años, teniendo que
acompañar a su padre por los in­
terminables caminos de los pue­
blos de alrededor, durmiendo mu­
chas noches en el duro suelo en
ventas junto al crepitante chispo­
rroteo de una encina. Ello fortale­
ció su organismo *dc tal manera
que, mientras le respondieron sus
fuerzas (los 77 años) se levantó in­
defectiblemente mucho antes de
salir el sol para no volver a su ho­
gar sino a horas tardías después de
una dura jornada.
Aunque el campo y la pequeña
cabaña de ganado familiar no fue­
ran, de ordinario, generosos con
su trabajo, él supo serlo con todo
el que tuviera alguna necesidad,
prestando, sin interés, productos
del campo, dinero o avalando con
su hacienda negocios de particula­
res o de amigos.
Era un hombre sencillo, que no
tenía enemigos, pues sabía siem­
pre ceder, para ganar a los demás.
Su optimismo y alegría habituales,
eran una de sus características más
preciadas.
El Señor quiso probarlo como a
un nuevo JOB en los últimos años
de su existencia. Primero con la
enfermedad de su esposa a la que
atendió como fiel enfermero y ser­
vidor en todo cuanto pudo, lo que
desn\ejoró su salud y debilitó su
organismo. Luego él mismo se sin­
tió atacado de una esclerosis tan
pertinaz, que en breve espacio de
12 meses le produjo una hemiplejia que terminó por inmovilizar
todo su ser; se le llenó el cuerpo de
llagas de difícil curación y en los
últimos dos meses de vida una
gangrena en sus pies pronosticaba
un rápido desenlace. A esto se
añadían frecuentes ataques de co­
razón, por insuficiencia circulato­
ria, de los que llegamos a contabi­
lizar hasta z9. Cuando llegaban vi­
sitas a preguntar por él se admira­
ban de verlo siempre tan contento,
como sí nada le sucediera.
Visto su lastimoso estado y la difícultad de poderle atender, me
trasladé a su vera. Sus admirables
ejemplos me han ediñeado. Vien­
do un día los trabajos que por él
nos tomábamos me decía; ¡Cuánto
os doy que hacer! ¿Qué hago ya
aquí, hijo? —Cumplir la voluntad
de Dios hasta que te llame.

El día primero de año le di la
comunión por última vez. El día 9
sin ruido, como había vivido, y en
breves horas, entregó su espíritu
al Padre.
El funeral y sepelio fueron una
muestra patente de afecto y con­
dolencia.
Agradezco a mis Hermanos sa­
lesianos su difícil y arriesgada pre­
sencia a los actos, así como a mi
pueblo de Hinojosa.

4

Rvdo. D. Moisés Barado Ucar.
t en Pamplona el día 27 de fe­
brero a los 86 años de edad y 61 de
sacerdocio.
Había nacido en San Martín de
Unx (Navarra), hijo de unos pa­
dres muy cristianos, Eladio y Lo­
renza. Su hogar se vio bendecido
con tres hij^os sacerdotes, Higinio,
Moisés y Crisanto y una hija reli­
giosa, hija de San José, Fernanda.
Era cooperador salesiano desde
el año 191T Se prendó de los sale­
sianos y de su obra, colaborando
íncondicionalmente con ellos en el
ministerio del sacramento, en es­
pecial del de la reconciliación y en
todos cuantos servicios le pedían
sus salesianos.
Del libro: «UNA OBRA SO­
CIAL: Cincuenta años de presen­
cia salesiana en Navarra», recoge­
mos sus palabras: «Yo soy Salesia­
no. Si triunfan los Salesianos,
triunfo yo; si en algo fracasan, ese
fracaso también es mío. Para mí es
una honra, una gloria, que digan
que soy Salesiano. De este mc^o
queda claro: Yo soy Sacerdote Sa­
lesiano.»
Los últimos años quiso pasarlos
en compañía de la Comunidad Sa­
lesiana de Pamplona, compartien­
do con ellos la vida de oraenón, de
apostolado y de esparcimiento.
Don Moisés era el padre bueno
que a todos quería y a quien todos
amaban.
José FRUTOS

1

Primera Eucaristía
Hablar de Primera Comunión es un equívoco. La Comunión es parte de un todo: la Eucaristía. La Eucaristía es
parte de un todo: el Mensaje y el hecho cristiano. Pero la Eucaristía es. a la vez. resumen del todo.
Preparar al niño para la Primera Comunión es un equivoco. Hay que preparar al niño para la plena
participación en la acción eucarística: prepararlo para la reunión, para la Palabra, para la ofrenda, para la fracción
del pan, para la Comunión. Se trata de convertir al niño en protagonista activo de cada uno de esos signos. Tal es
el objetivo de esta Iniciación.
El objetivo fundamental no es. pues, aprender; sino aprender a ser protagonista.
Este libro lo consigue por dos caminos. En primer lugar, reproduciendo el modelo catecumenal de la Iglesia
primitiva, que consiste en abordar la acción litúrgica signo a signo y, desde la acción simbólica de los signos,
descubrir la totalidad del Mensaje cristiano. De este modo, la vivencia eucarística se convertirá para el niño en un
catecismo permanente abierto ante él en forma de acción.
El segundo pilar de este libro es la actividad. Lo propio de un protagonista es la acción. Y a actuar se aprende
actuando. Esta es la clave de la iniciación. Todos los recursos de la moderna pedagogía activa han sido puestos al
servicio de esta iniciación.
Se trata, pues, de un libro para hacer. La Guía del Educador explica, página a página, cómo hacerla.
HACER PROTAGONISTAS DE LA ACCION EUCARISTICA: ESTE ES EL OBJETIVO. ESTA ES LA CLAVE.

Pedidos a: C E N T R A L C A T E Q U IS T IC A S A L E S IA N A , A lc a lá , 164. MADRID>28

AUTOR JOVEN PARA LOS JOVENES DE HOY
A L F O N S O F R A N C IA
P ro fe s o r d e l C e n tro
d e E stu d io s C a te q u é tic o s
d e S e v illa

U ltim o s
libros
p u b iic a d o s
P LA N C IC L IC O DE F O R M A C IO N J U V E N IL E N T R E S A Ñ O S :
- E n b u s c a d e u n a s h u e lla s (lib ro p rim e ro ).
- T r a s la s h u e lla s (lib ro s e g u n d o ).
- D e ja n d o h u e lla s (lib ro te rc e ro ).
S e rie D O C U M E N T A C IO N Y S E R V IC IO :
-D o c u m e n to s vivo s p a ra p re a d o le s c e n te s .
-D o c u m e n to s v iv o s p a ra e d u c a d o re s .

Pedidos a:
CENTRAL CATEQUISTICA SALESIANA, Alcalá, 164 — MADRID-28 Telf. 2552000

i
I

Fecha
1982.07