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Título
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BS_1983_02
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Descripción
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Boletín Salesiano. Febrero 1983
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extracted text
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y
íK
\
.C 3 .
il!a
Tam bién lo s n m o s a plaud e n el se rm ón de D o n Bo sco ,
«
¡VIVA MI COLEGIO!
M i s queridos a m igo s Juanito y
Mari;
Y o sé que o s gusta m adrugar y
que no necesitáis despertador
porque o s bastan los pajarillos de
la mañana. Y el sol con s u s bue
n o s p u ñ o s de luz. Y el olorcillo
del café calentito. Y el pregón del
chatarrero, que p asa muy tem
p ra n o g rita n d o : « lE I c h a t a rreeeero!» Y las sá b a n a s quedan
com o un cuaderno tirado por el
suelo. Y, ya en la calle, todo el
m un d o o s da los b u en os d(as...
»Lo peor es el colegio, dice
Juanito, porque luego me entra
un sueño... Y más, cuando al
profe se le ocurre soltarnos u n o
de s u s rollos mayúsculos...»
Mari, tú no dices e so porque
para ti no hay rollos. Para ti todo
es papel de seda fina. Y co se r y
cantar. Y ver las horm iguillas de
los libros que corren co m o si
fueran letras. Y mirar las ciuda
d es en los m apas con s u s n om
bres tan bonitos; Paisandú. M a
drigal de las Altas Torres, H o n o
lulú, Belmonte, Sa n lú ca r de Barrameda...
¿ Y si o s dijera que un dia Don
B o s c o predicó un serm ón de seis
h o r a s? ¡Se is horas. Juanito!
-« {M a d re mía, qué rollo!».
Mirad, un día fue D on B o s c o a
un pueblecito de nom bre no tan
bello co m o los de los m apas de
Mari. S e llamaba Saliceto. que es
co m o decir «sauce pequeño».
L o s ca m p e sin o s acudieron en
»
gran núm ero a s u s serm ones y
deseaban que éstos fueran lar
gos. Juanito hubiera deseado lo
contrario, de seguro. A veces
predicaba una hora y m edia y se
veía ob ligad o a decir a la gente:
-T e n é is que perdonarme, pero
ya estoy m uy ca n sa d o y no puedo
hablar más.
-D e s c a n s e usted un poquito, le
decían, pero continúe.
-Q u e re m o s oírle más. le c o n
testaron.
- P e r o yo no aguanto más. El
serm ón ha d urado d o s h oras y
media...
- N o se preocupe. D e sca n se y
luego siga. N osotros esperam os.
Efe ctivam e n te , D o n B o s c o ,
d esp u és de una ligera comida,
volvió al púlpito. La iglesia seguía
llena. C om e nzó a agradecerles su
atención, a alegrarse de su buena
voluntad y a m aw festar la em o
ción que le causaba su fervor. Y
reemprendió el serm ón. De vez
en cu an d o les contaba anécdotas
muy g ra c io sa s que les hacían
reír...
Así, m inuto tras minuto, el ser
m ón duró m ás de seis horas...
Y D on B o s c o se gu ía de nuevo.
U n dia predicó desd e las diez
de la m añana hasta las doce. Y el
a u d ito rio n o re ch ista b a. L o s
cam pesinos, se g ú n su costum
bre. hablan d esayunado bien y.
por otra parte, había una gran
nevada. En la iglesia se estaba
tan calentito...
-C on tin ú e , continúe, le grita
ban cada vez que parecía que iba
a terminar. A la una de la tarde
bajó del púlpito. Pero la iglesia, el
co ro y la sacristía estaban llenas
de gente que no quería irse. Don
B o s c o se dirigió a aquellos h om
bres y les preguntó son rie n d o
qué hacían allí.
Y o no sé si Juanito se hubiera
d orm ido co m o suele hacer con
los rollos de los profes. «¡Esto es
increíble!», p iensa Mari. «Pero
este D on B o s c o es cada día m ás
maravilloso».
« E s que el tío de D on B o s c o es
patrono del cine y del teatro y de
todo lo que h a ga falta... Y n o le
costaba gran co sa hacer pelícu
las. En la tele estoy yo m ás de
se is h o ra s si es preciso...»
Bueno, n o me h a gá is ahora a
mí creer vuestros rollos...
Recibid un abrazo m uy fuerte
de vuestro mejor amigo,
P A D R E RAFAEL
D E E ^T O í;:]!: E ri,H
R e vista d e la O b ra d e D on B o sc o
A ñ o X C V I • N.‘> 2 • Febrero 1963
Director; R A F A E L A L F A R O
C o n s ^ de Redacción; Aureliano
Laguna; B la s Calejero: Antonio
G arcía Vera; Rafael Mcveno Morerto; Laura Iglesias; Javier Artuch; Argentina Sánchez Romo.
Administrador; Ram ón Gutiérrez.
Dirección, Redacción y Admón.;
Alcalá. 164 - Teléfono 2 S 5 20 00
M A D R ID - 28
Depósito Leg¡^: M. 3.044-1958
Imprime: Instituto Politécnico
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(Con censura eclesiástica)
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y amigos.
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de su s lectores.
EN ESTE NUMERO
Así era Don Bosco . . .
Los padres, ios primeros
catequistas de sus hi
jos .....................
Vivencia profética de la
v o c a c ió n ........
4
También ellas van a Togo.
-M e han hecho el Evan
gelio. los Salmos y el
Quijote» ..............
V.° Encuentro Europeo
de Jóvenes: Roma-Taizé 1982-83 ............
Campobosco 102: En
cuentro en La Robla .
Sor Nati y sus mucha
chos ...................
Convivencia de la Fami
lia Salesiana de Ma
drid .....................
Por fin. en la sonada An
gola .....................
N oticias..................
Nuestra gratitud.........
Becas para las vocacio
nes salesianas . . . .
Fueron a la casa del Pa
dre .....................
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NUESTRA PORTADA
Don José Luis Carreño nos sa
luda desde su -I-logar del Mi
sionero» de /Uzuza. Acaba de
celebrar sus bodas de oro sa
cerdotales, y rx}s recuerda sus
treinta años de evangelización
en la India más un lustro en Rlipinas. Incansable anunciador
del Maestro, su palabra tiene
siernpre la ^erza viva del testi
go. ¡Feficidades, Don José Luis,
y que el Maestro ix>s lo conser
ve por muchos años!
30S
Así era DonicÉ^co d?
por Joris Karl Huysmans
Célebre escritor flameoco, aunque vivió en Francia (18481907), Huysmans frecuentó la escuela de Baudclairc y sobre
todo de Zola, de quien aprendió un naturalismo crudo. LLcgado al límite de prácticas satánicas, poco a poco füe recuperán
dose por su finura estética y por sus pacientes meditaciones reli
giosas. Llegó al mundo de lo sobrenatural y aceptó el dolor y la
muerte como respuesta a sus dudas y expiación de sus errores.
Su «Esbozo de Don Bosco», del que entresacamos algunos pá
rrafos, fue escrito en defensa del Santo el año 1902.
Quizá Francisco de Asís no lograra hoy crear su familia, aun
que tenía las cualidades necesarias para hacerlo cuando la fundó.
Los santos de la Edad Media, sin duda más candorosos y sim
páticos, extrañamente se encontrarían en apuros, si tuvieran que
actuar entre las incontables trabas legales y pecuniarias de nues
tro tiempo.
Por eso, cuando el Señor quiere dar una nueva familia a su
Iglesia, hoy echa mano de individuos que, además de la belleza
de espíritu, saben apañarse para la gran tarea que se les enco
mienda. Parece que acepta ponerse al ritmo de los siglos y se
acomoda a sus exigencias.
Tal sucede con Don Bosco: fue el hombre práctico por exce
lencia, aunque vivió la vida sobrenatural y fue, con Vicente de
Paúl, el hombre que más que ningún otro ardió en santo amor
por los niños abandonados.
Pero su mérito mayor estuvo, creo yo, en olvidarse de sí mismo,
en no buscar más que la gloria de Dios, en trabajar sólo por la
salvación de sus hermanos... Y el Señor recompensó con creces
su desprendimiento. ¡Vivió en grado heroico el olvido de sí mis
mo! Se consideraba un instrumento en las manos de la Providen
cia; y lo fue en verdad.
En él se unía a una fe inquebrantable la sagacidad de un per
fecto administrador: ¡el genio de Colbert injertado en la santidad
de Francisco de Sales!
Pero esta observación dice poco. Otros valores muy distintos
nos muestran su bondad y su jovialidad: bondad esplendente de
un alma pura, de un hombre perdido en Dios; jovialidad de niño
candoroso, de alma virginal. Habría podido repetir a los suyos lo
que Francisco de Asís dijo a un novicio melancólico: «¿Por qué
esa cara triste? Sonríe; porque no está bien, cuando se sirve al
Señor, un aire ceñudo y agrio».
Nadie como Don Bosco vivió, pasada la Edad Media, la vida
del Evangelio. Ahora que ha muerto, yo me lo figuro, como en
cuadro de pintor primitivo, bajo un cielo de oro en un prado de
margaritas y violetas, al fondo la vista de Turín, apacentando las
blancas ovejitas que él crió. Bajo sus ojos arrobados adoran al
místico Cordero que está en el altar. Es la traducción pictórica
del «El Cordero redimió a
las ovejas» de la secuencia _
pascual, y a la vez, en el
lenguaje de las imágenes, la —
reproducción del sueño que ^
tuvo el joven Juan Bosco, O
germen de su vocación:
^
Someter pequeños demonios,
apacentar dóciles corderilíos.
VU
Los
padres
los primeros
catequistas
de
sus hijos
Alocución del Papa a los educadores en la fe
Granada, 5 de noviembre 1982
Sois a un tiempo discípulos y apóstoles de Cristo. A El, a El precisamente «ha sido entregado
todo» por el Padre (Mt 11,17). En El ha manifestado el Padre todo cuanto debía ser revelado a la
humanidad desde el tesoro de su divina complacencia: «Y nadie conoce al Hgo sino el Padre, y
nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hgo quisiere revelárselo» (Mt 11,27).
Queridos hermanos y hermanas: el Hgo desea revelaros toda la verdad del amor de Dios, para
que vosotros la anunciéis a los demás hombres, puesto que sois educadores en la fe.
Esa misión, que es un deber
eclesial: «Ay de mí si no evangeli
zare» {¡ Cor. 9,16), sigue teniendo
en nuestros días una importancia
trascendental, para poder condu
cir a los fieles —niños, jóvenes y
adultos—, a través de las diversas
formas de catcquesis y educación
cristiana, al centro de la revela
ción: Cristo. Por eso escribí en mi
trímera encíclica: «El cometido
undamcntal de la Iglesia en todas
las épocas, y particularmente en la
nuestra, es dirigir la mirada del
hombre, orientar la conciencia y la
experiencia de toda la humanidad
hacia el misterio de Cristo, ayudar
a todos los hombres a tener fami
liaridad con el hecho profundo de
la redención cumplida en Cristo
Jesús» {Redempior hominiSs 10).
Tal misión no es privativa de los
f
ministros sagrados o del mundo
religioso, sino que debe abarcar
los ámbitos de los seglares, de la
familia, de la escuela. Todo cris
tiano ha de participar en la tarea
de formación cristiana. Ha de sen
tir la urgencia de evangelizar,
«que no es para mí motivo de glo
ria, sino que se me impone».
Hoy, sobre todo, es necesaria y
urgente dicha tarea, que ayude a
cada cristiano a mantener y desa
rrollar su fe en la coyuntura de rá
pidas transformaciones sociales y
culturales que la sociedad españo
la está experimentando.
Para ello hay que potenciar la
educación en la fe, impartiendo
una formación religiosa a fondo,
estableciendo la orgánica concate
nación entre la catequesis infantil,
juvenil y de adultos y compañando
f promoviendo el crecimiento en
a fe del cristiano durante toda la
vida. Porque una «minoría de
edad» cristiana y eclesial no puede
soportar las embestidas de una so
ciedad crecientemente seculariza
da.
Por estas razones, la catequesis
de jóvenes y adultos debe ayudar a
convertir en convicciones profun
das y personales los sentimientos y
vivencias quizá no suficientemente
arraigados en la niñez. Así halla la
tarea educadora toda su panorá
mica y amplitud para llevar a to
dos a la novedad de la vida en
Cristo. La fe cristiana, en efecto,
comporta para el creyente una
búsqueda y aceptación personal de
la verdad, superando la tentación
de vivir en la duda sistemática y
sabiendo que su fe, «lejos de partir
de la nada, de meras ilusiones, de
opiniones falibles y de incertidum
bre, se funda en la palabra de
Dios, que ni engaña ni se engaña»
{Catecnesi tradendae, 60). Por
ello, la catequesis debe dar tam
bién «aquellas certezas, sencillas
pero sólidas, que ayudan a buscar
cada vez más y mejor el conoci
miento del Señor» {ibíd).
documento
Desde ahí ha de abrirse al cris
tiano la perspectiva nueva que
abarque y oriente toda su existen
cia, ofreciéndole con el programa
cristiano «razones para vivir y ra
zones para esperar» {Gaudium et
spes, 31). En esa línea puede en
contrar su puesto de honor, en el
momento presente, el educador
católico, orientando su esfuerzo
hacia una formación integral que
dé las respuestas válidas que ofre
ce la revelación sobre el sentido
del hombre, de la historia y del
mundo.
ACERCAR A CRISTO
A LOS HOMBRES
Y ACERCAR LOS HOMBRES
A CRISTO
Aunque la educación en la fe es
una tarea que abarca toda la vida,
hay momentos del proceso cristia
no que necesitan una particular
atención, como los de la iniciación
cristiana, la adolescencia, elección
de estado y otras circunstancias de
mayor relieve en la vida personal;
tras una crisis religiosa o cuando se
han vivido experiencias dolorosas.
Son momentos que deberán se
guirse con mayor cuidado para ha
cer oír oportunamente a cada uno
la llamada de Dios (cf. Mt 11,28).
Para poder ofrecer esa ayuda
efícaz en la educación en la re es
necesario e imprescindible que se
forme sólidamente a los catequis
tas y educadores, dándoles una
adecuada preparación bíblica, teo
lógica, antropológica, y que se les
enseñe a vivir ante todo ellos mis
mos esa fe para catequizar a los
demás con la palabra y, sobre
todo, con la profesión íntegra de
la fe. asumida como estilo de vida.
Esta actitud exige, de una parte,
la entrega total a la vivencia de la
fe, y de otra, al servicio de la mis
ma y de ios demás. El Apóstol así
lo subraya en la lectura que hemos
escuchado: «Siendo del todo libre,
me hago siervo de todos para ga
narlos a todos» {1 Cor 9,19).
El Apóstol es un hombre realista;
comprende que su fatiga sólo pro
duce frutos parciales. Sin emoargo se da enteramente: «Todo lo
hago por el Evangelio, para parti
cipar en él».
Sí. el Evangelio no sólo se trans
mite. sino que se participa en él.
Quien más participa transmite de
manera más madura, y quien más
generosamente transmite más pro
fundamente participa. En deñnitiva, el anuncio del Evangelio, el
servicio a la fe, es acercar Cristo a
los hombres y acercar los hombres
a Cristo. Entonces se cumplen sus
palabras: «Venid a mí todos los
que estáis fatigados y cargados,
que yo os aliviaré» {Mt 11,28).
PADRES, MAESTROS Y
EDUCADORES
Dentro del vasto campo de la
educación en la fe, los obispos es
pañoles en su última Asamblea
plenaria han elegido como tarea
prioritaria el servicio a la fe y han
llamado la atención sobre la im
portancia de la transmisión del
mensaje cristiano a través de la ca
tcquesis y de la educación religiosa
escolar.
Es un campo que merece mucha
solicitud pastoral. No cabe duda
de que la parroquia debe conti
nuar su misión privilegiada de formadora en la fe; no cabe duda de
que los padres deben ser los pri
meros catequistas de sus hijos. Sin
embargo, no puede dejar de tener
se en cuenta la transmisión del
mensaje de salvación con la ense
ñanza religiosa en la escuela, pri
vada y pública. Sobre todo en un
país en el que la gran mayoría de
los padres pide la enseñanza reli
giosa para sus hijos en el período
escolar. Habrá de impartirse esa
enseñanza con la debida discre
ción, con pleno respeto a la justa
libertad de conciencia, pero respe
tando a la vez el derecho primor
dial de los padres, primeros res
ponsables de la educación de sus
hijos.
Por su parte, los maestros y edu
cadores católicos pueden tener,
también en el campío religioso, un
papel de primera impiortancia. En
ellos coniían tantos padres y con
fía la Iglesia para lograr esa forma
ción integral de la niñez y juven
tud. de los que en definitiva de
pende que el mundo futuro esté
más cerca o más lejos de Jesucristo
(cf. El laico católico, testigo de la
fe, 81).
LA MAYOR RECOMPENSA
ANUNCIAR EL EVANGELIO
Queridos educadores en la fe:
Ante este estu¡>endo panorama de
un mundo a catequizar para acer
carlo a Cristo. Ante tantos adul
tos, jóvenes y niños que reclaman
una entrega fiel a la causa del
Evangelio, con qué vigor y convic
ción resuenan en este encuentro
las palabras del Apóstol: «Si evan
gelizo, no es para mí motivo de
gloria, sino que se me impone
como necesidad. ¡Ay de m í si no
evangelizare!» {I Cor 9,6). Ojalá
estas palabras se graben profunda
mente en vuestros corazones, que
ridos hermanos y hermanas.
El Apóstol continúa: «Si de mi
voluntad lo hiciera, tendría recompiensa; pero si lo hago por
fuerza, es como si ejerciera una ad
ministración que me ha sido con
fiada» (/ Cor 9,17).
Sí, se trata de un encargo, con
fiado a administradores. Recordad
esta expresión: «Dispensadores de
la Revelación divina». Y dado que
esa Revelación arranca de la com
placencia de Dios hacia los hom
bres, entonces, indirectamente,
sois también dispensadores de
aquella complacencia, de aquel
amor eterno. Habréis de orar y es
forzaos para que vuestros educan
dos en la fe acepten de vosotros no
sólo la palabra de la verdad revela
da, sino también ese amor del cual
nace la Revelación y que en ella se
expresa y realiza.
«¡Ay de mí si no evangelizare!»
Queridos educadores en la fe:
Sea Cristo la recompensa por vues
tras fatigas, cumplidas con desin
terés y magnanimidad en todas las
Iglesias dcEspaña. Que esta fatiga
produzca cosechas de ciento por
uno. Así lo pido a la Virgen de las
Angustias, Patrona de Granada.
JUAN PABLO II
.1q5
educa^ore^
las
lA l^ ás f a n ^ iá s :'« < ¿ T (^ v ía :tie rié ^ in ^
líamada es{^íalJ(l^'^Píos que^com ú^ém e
. llámamo^ “yocátión”? ¿I%ede Dios fascinar
ito^Bvia a lp^i^%énes depi|esti^ ^ ^ a íia sta
' J)upto\jd^i 7^ r a r lo s a‘vivir, tótalihente
{ a rii'^ > |H ^ ib i« ‘i! Nosotros^-^lQs^mediadores,
oiifdl r'CB||^c^ de: pfr(¿er.*U|^^ina£pi 4^
d^vid^ep ÉS^p$^a-
bit 7
Vocación religiosa: Un
don para la persona, para el
mundo y para la Iglesia.
Al mundo le recuerda
con fuerza de impacto que
el hombre tiene como desti
no último al Señor y que no
debe quedar subordinado a
ningún plan o estructura
humanos; es, sobre todo, el
compañero de Dios, escogi;
do por El mismo con su in
terlocutor, por encima de
cualquier organización o
dependencia humana.
Al hombre mismo le re
cuerda que puede escoger a
dado qqé sq^bs
Dios con libertad y dirigir
todo el dinamismo de su ser
a amarlo y a construir la
historia humana, basándola
en la relación filial con su
Señor.
Al mundo le dice tam
bién que la energía para
edificar una sociedad a me
dida de hombre es el amor
que se entrega gratuita
mente y que todos los de
más caminos, aunque pa
rezcan concretos y reales —
pensad en los armamentos,
en el equilibrio de fuerzas,
en el dinero...— , son senci
llamente letales... ¡Quien
vive religiosamente no de
bería dudar de la eficacia
absoluta de los medios
evangélicos, todos ellos
profundamente humanos y
extrañamente pobres!
A la Iglesia la vida reli
giosa le recuerda su voca
ción, su alianza de amor a
Dios y su estar siempre de
parte del hombre, y sobre
todo de quienes siendo
hombres no pueden vivir
como tales. La enriquece
con servicios y ministerios
para que pueda cumplir ín
tegramente su misión y ma
nifestar la múltiple riqueza
de la obra salvífica de Cris
to.
Frente a los interrogan
tes sobre la vocación, den
tro de la Familia Salesiana
y según la naturaleza de la
vida religiosa, quienes se
han consagrado a Dios re
presentan una aportación
vocacional específica e in
sustituible. Tres expresio
nes la resumen: «Ser profe
tas no ambiguos de los va
lores y realidades que están
en la base de toda voca
ción; alzarse como signo de
orientación y convocación
para quienes buscan un ca
mino hacia Dios y hacia el
servicio de los hermanos;
ofrecerse como lugar de
acogida, de discernimiento,
de experiencia y de madu
ración».
SER PROFETAS
TRANSPARENTES
Comenzamos con la fun
ción profética de anuncio
tajante y claro.
En la escritura la voca
ción típica y original, la que
se cuenta y considera como
reflexión
llamada del Señor, es la vo
cación profética. La Biblia
se detiene en ella y la pone
como prueba de la presen
cia del Señor que habla y
llama. Los tiempos malos
son tiempos en que Dios no
suscita profetas; son tiem
pos de silencio de Dios,
tiempos muertos que poco
a poco llevan a la falta de
convicción y de entusiasmo
por la alianza. En cambio
los tiempos mesiánicos se
caracterizan ante todo por
que muchos, todos, profeti
zan.
Ninguna reflexión reli
giosa sobre la vocación es
posible sin acudir a la expe
riencia profética. A través
de ese ministerio y de esa
presencia peculiar, el Pue
blo de Dios comprende qué
quiere decir ser llamado y
qué quiere decir responder
de un modo originalmente
personal. La existencia pro
fética es un espejo en el que
al Pueblo de Dios se le
ofrece la posibilidad de
completar su propia llama
da. La aparición de los pro
fetas es un hecho repentino
e inesperado, no programa
do por los hombres. Los
hombres encargados de la
organización religiosa y cul
tural se esfuerzan por reclu
tar candidatos para el servi
cio del templo, en cambio
Dios irrumpe en el momen
to y forma que los hombres
no habían previsto y va a la
raíz misma de la religiosi
dad, al verdadero e inco
rrupto sentido del hombre
con mensajes llenos de re-
Dod JoaD Vecdii, del Consejo Superior
de los Saleáaoos, autor de este artículo,
conversa o » d Delegado de la Pastoral
JovedO de Vakoda, Angd Larrañaga.
sonancias, con gestos bíbli
cos, con juicios absolutos
sobre los hechos históricos
y con promesas de futuro.
Pero no hay que confun
dir el fenómeno profético
con lo teatral ni con los ges
tos clamorosos, pero tam
poco se puede neutralizar
esa visión identificándola
sin más con los ministerios
instituidos: no tiene nada
que ver ni con lo primero ni
con lo segundo.
PROFETA:
HOMBRE QUE
CONVULSIONA
Y ARRASTRA
reflexión
Seguir la vocacióo es cargar coo la pro
pia cruz, pero es, ¿cómo no?, una em
presa de alegría...
buscar en su propia llamada
la energía profética de
anuncio y de testimonio.
SER SIGNO
desacostumbrada de aque
llos valores y perspectivas
que co^rren peligro de ser
olvidadas por la misma co
munidad creyente, dema
siado metida en su propia
época y demasiado cerrada
en su propia defensa, teme
rosa de ir más adelante.
No se presenta como una
manifestación moderada,
sino radical, con capacidad
para atraer y para arrastrar.
Es un consejo para quienes
buscan; pero también un
clarinazo para quienes no
piensan en ello. No son los
profetas hombres destina
dos a cumplir un servicio
estándar, sino voces y con
ductas que sacuden desde
los valores fundamentales.
El Nuevo y el Antiguo Tes
tamento están llenos de
este fenómeno. Para pre
sentar sólo algún ejemplo,
acudo al segmento de histo
ria que me es más familiar.
Mientras el grupo sacerdo
tal atendía al templo y a su
servicio, porque lo creen el
lugar natural y obligado de
la salvación. Dios suscita a
Juan Bautista, que anuncia
en el desierto la penitencia
del corazón y la proximidad
de Dios para quienes cum
plen la justicia.
Estas apariciones no pro
gramadas que marcan las
etapas de la salvación no
son infrecuentes en la histo
ria de la Iglesia: están en el
origen de la Vida Religiosa.
Sustancialmente es el caso
de Benito, de Francisco de
Asís y de Juan Bosco. Ni
son diversos algunos fenó
menos y personas de nues
tro tiempo que con fuerza
reproponen valores, verda
des y actitudes relacionadas
con la salvación del hom
bre. No habrá vocaciones
para el tiempo nuevo si fal
tan profetas, pues la Vida
Religiosa es, por su misma
naturaleza, profética. Con
su radicalismo, con sus afir
maciones absolutas querría
hacer ver que la existencia
que se centra en Dios es de
seable y satisface; que el
amor al prójimo lleva a la
plenitud personal y cons
truye la comunidad huma
na. Por eso la primera exi
gencia para los religiosos es
Con la fuerza profética
va siempre la capacidad de
convocar. En torno de una
vocación verdadera, senti
da profundamente, mani
festada gozosamente y vivi
da eficazmente, surgen par
tidarios y discípulos. El Se
ñor suscita primero un
hombre: Abrahán, Jesús,
Francisco, Juan Bosco...Y
éstos, no tanto por su pala
bra o técnica cuanto por el
sentido de su existencia, se
convierten en propuesta de
compromiso y en puntos de
convocación.
En las épocas críticas el
Señor no multiplica la can
tidad; se concentra en la ca
lidad. No es difícil descu
brir esa constante en la his
toria de la salvación. Cuan
do la multitud pierde el
sentido de la alianza y de
las promesas, Dios lo reavi
va en un pequeño resto que
será la semilla del creci
miento futuro (...)
En la historia reciente de
la Iglesia no pocas veces ha
ocurrido que mientras se
vaciaban seminarios y casas
de formación de religiosos
ya sólidamente estableci
dos, surgían en los mismos
ambientes fenómenos vocacionales importantes en
torno de una figura renova
da en su frescor evangélico
y en la concreción de una
caridad no necesitada de
reflexión
largas explicaciones para
demostrar que era tal.
SER PUNTO
DE ACOGIDA
(...) El discipulado es
una de las características de
los primeros grandes reli
giosos, es la manifestación
de su paternidad espiritual
y signo de su fecundidad.
Quien ha experimentado
su propia existencia como
una llamada y así la vive a
diario, es un experto para
hacer percibir la voz del Se
ñor y para indicar con sen
cillez un itinerario para dis
cernirla y obedecerla. Con
el correr del tiempo el sa
ber acoger a quienes bus
can su camino hacia el Se
ñor puede extinguirse en
las personas y en las comu
nidades, y limitarse a deter
minadas iniciativas, en las
que las personas delegan su
capacidad de descubrimien
to y de acogida de nuevos
discípulos.
Finalmente, toda voca
ción religiosa comporta el
don personal de la fecundi
dad. Si ese don no fructifi
ca, la misma existencia per
sonal se queda estáticamen
te incompleta.
La Palabra de Dios nos
recuerda los valores del
anuncio. El Señor propone
una vida radicada en Dios,
no en las cosas; propone
compartir su mismo miste
rio, no una existencia en
función de unos planes hu
manos. Todo ello producirá
una vida inundada de ale
gría y caracterizada por la
eficacia.
Dejémonos impresionar
por esas dos palabras:
«Alegría» —nadie podrá
arrebataros vuestra ale
gría—
y
«fruto»
—^vuestro fruto será copio
so— . Y apliquemos la ima
gen del fruto no sólo a
nuestra vida individual,
sino también al mundo y a
la historia (...)
También San Pablo nos
ofrece la imagen de una
respuesta que puede ser
profecía y punto de refe
rencia. «Todo lo tengo por
pérdida, comparado con los
bienes que me ofrece el Se
ñor». Prefiero estar con El,
compartir su intimidad y
participar en sus planes a
cualquier otro empleo, ven
taja o plan. A eso quiero
dedicar mis energías, y co
rro porque sé que vale la
pena y que todavía no he
llegado.
Difícilmente se podría
presentar una imagen más
real del diálogo que debe
haber entre Dios y la perso
na llamada. Una opción lú
cida —diríamos hoy—, y
sin poner entre paréntesis
ni el mundo ni otras alter
nativas, pues se las ha exa
minado diligentemente; de
nada se huye por miedo: se
escoge porque se ha visto,
mediante la moción de
Dios, lo que es mejor.
Concluye el Apóstol con
este consejo a los destinata
rios de su carta: «Herma
nos míos, haced como yo;
mirad a quienes siguen
nuestro ejemplo».
«Que tus pr »fetas. Se
ñor, aparezcan fieles, lím
pidos, transpal ntes y elo
cuentes».
Esta oración de la Escri
tura podría ser nuestra sú
plica incesante.
JUAN VECCHI, SDB
Felices de ser las primeras salesianas que vuelan a Togo, no pueden disimular su alegría. (De izquierda a derecha): Sor Ber
narda García, Sor Paquita Sánchez, Sor Carmen Ballesteros, Sor Lourdes Pino (Madre Inspectora de Ovilla), Sor Paquita
Fernández y Sor Pilar Alvarez.
También ellas van a Togo
Las Hijas de M aría Auxiliadora de Andalucía han acogido con verdadero entusiasmo
el «Provecto Africa». Y también han ido a Togo, a evangelizar y a educar, al lado de sus
hermanos los Salesianos. Esta primera crónica que nos envían rezuma un espíritu misio
nero admirable y un entusiasmo que nos recuerda el de los primeros tiempos de Don
Bosco y de Madre Mazzarello. Su lectura nos reconforta.
Queridas hermanas:
Sobrevolando ya tierra africana,
nuestro pensamiento y nuestro co
razón se vuelven hacia vosotras
con quienes acabamos de compar
tir nuestras últimas horas vividas
en «casa». Antes de seguir os deci
mos que somos felices, que tene
mos el corazón lleno y que no nos
cambiaríamos por naáie.
Ya ha comenzado nuestra «Gran
ventura».
Ya en el avión nos hemos senti
do en ambiente africano pues, es
tamos rodeadas de gente de color.
Ha sido particularmente emocio
nante para nosotras sentir la tierra
africana bajo nuestros pies. A las
10.45 hemos tomado tierra en
Dakar. El vuelo fantásticamente
bien. Ha habido momentos en los
que olvidábamos que estábamos
en el aire.
A las 11.45 ha vuelto a despegar
el avión rumbo a Abidjan. donde
haremos otra escala. Nos han ser
vido la comida que ha sido exquisi
ta.
A las 3,30 acabamos de des
pegar. Nuestra próxima escala:
¡TOGO! En este último tramo, la
Directora va junto a la ventanilla,
queremos que sea ella la que,
como el Capitán de la «Sta. Ma
ría» dé el grito de... ¡TIERRA!
cuando sus ojos descubran el que
rido suelo togolés.
Son las 4,30 de ia tarde.
ACAB.VMOS
DE ATERRIZAR
EN TOGO
Del fondo de cada uno de nues
tros corazones ha brotado un gra
cias al Señor que va a permitimos
extender su Reino en este trozo de
Africa.
Apenas hemos descendido del
avión, lo primero que hemos des
cubierto han sido los rostros de
nuestros queridos hermanos Juan
Manuel Melgar, César Fernández
y Lucas Camino que corrían a
nuestro encuentro. Ha sido un
momento emocionante, tanto para
ellos como para nosotras. Junto
con ellos habían venido en repre
sentación del Arzobispo, los reli
giosos Franciscanos, religiosas de
varias Congregaciones, el Comité
Parroquial y «montones» de niños,
jóvenes y adultos pertenecientes a
las distintas Asociaciones que fun
cionan en la Parroquia de Bé.
Creo que a todas nos parecía so
ñar viéndonos por fin entre aque
lla gente de color que cantaban y
danzaban dándonos la bienvenida.
De allí, en diferentes coches,
fuimos trasladadas a la Catedral,
allí nos esperaba otra gran canti
dad de personas que abarrotaba el
templo. En sus rostros sonrientes
se adivinaba la alegría de que hu
biésemos llegado.
La Eucaristía fue concelebrada
por varios sacerdotes, entre ellos
nuestros queridos hermanos Juan
Manuel, César y Lucas. También
los de Benín. Fue presidida por el
Vicario de la Diócesis. La homilía
fue primeramente en francés y a
hijas de María Auxiliadora
continuación en ewé porque, en
realidad, es ésta la lengua que en
tienden todos. La coral interpretó
algunos cantos de los que no en
tendimos nada aunque se veía que
estaban preparados con esmero.
Delante de nosotros teníamos
los niños que, como siempre, eran
multitud porque aquí parece que
manan. De cuando en cuando vol
vían sus cabecillas curiosas y son
rientes.
Al final de la Misa fuimos pre
sentadas al pueblo que aplaudía
sin parar. Terminada la Misa nos
fuimos rápidamente a la Parroquia
de Bé. Al llegar allí era casi impo
sible bajarse de los coches por la
cantidad de personas que se apre
tujaban alrededor bloqueando las
puertas. Cuando por fin consegui
mos bajar nos hicieron entrega de
unos ramos de flores. Ya en ellos
comenzamos a ver su sencillez. No
eran como los ramos que nosotras
preparamos para estas ocasiones:
rosas, gladiolos, etc... no, ellos
ofrecían sus sencillas flores cogi
das, quizás, de cualquier sitio pero
que habían formado con ellas unos
bonitos ramilletes.
Con las flores en las manos hici
mos nuestra entrada en la PairoQuia. Esta es inmensamente gran
de, está construida de forma que
aún los más alejados puedan ver y
participar. Estaba abarrotada, en
aquella masa negra sólo se distin
guían los ojillos que se movían inuietos y curiosos y las hileras de
ientes blancos que mostraban al
sonreímos.
Allí fue la apoteosis. El Vicario
tuvo que hablarles un poco a fin de
calmarlos para poder comenzar el
Rosario. En este mes esta práctica
reviste una particular importancia.
Era sorprendente ver el recogi
miento y el fervor de aquellas gen
tes. Al terminar el Rosario tuvi
mos la Bendición.
Para terminar, una nueva pre
sentación. A medida que nos iban
nombrando, íbamos al altar. Fue
un gesto simpático el que como no
había ramos de flores para todas
no dudaron en partirlos por la mi
tad y para S. Pilar, gue ftie la últi
ma en ser presentada, ya no que
daba sino una sola flor. La multi
tud de p>ersonas aplaudía frenéti
camente.
Cuando terminó todo, nos con
dujeron a la casa del-Párroco don
de tenían preparada la cena.
Nuestra primera comida en
TOGO fue muy simpática. Comi
mos con el plato en la falda. Las
gentes son muy sencillas, no se ha
cen problemas de nada. Durante
la comida se cantó y se bailó y por
primera vez en TOGO sonaron las
notas de las sevillanas que S. Pa
quita Sánchez bailó con su simpa
tía de siempre. En ningún momen
to nos sentimos extrañas, nos pa
recía que habíamos vivido siempre
en este ambiente.
Terminada la comida nos dispu
simos a marchar a la que sería
nuestra casa desde ahora y hasta
que Dios quiera. Por nuestra ima
ginación pasaban toda clase de ca
sas, de todos los estilos, siempre
pensando en las que nos íbamos
encontrando. Nos acompañaban
nuestros hermanos y todos los Sa
cerdotes que habían estado con
nosotras.
Cual no sería nuestra sorpresa
cuando el coche se paró delante de
una casa espléndida. Os asegura
mos, hermanas, que el Señor es
magnífico. Es verdad que a veces
nos exige un poco de renuncia,
pero es para colmamos luego más
ge el corazón apenas salimos a la
puerta. El barrio es pobrísimo, en
muchas casas aún no tienen luz ni
agua corriente, los niños son le
gión y juegan desnudos por la ca
lle. La gente hace la vida fuera de
las casas. El mercado es su i>cupación principal, todos venden algo.
Por las aceras se ven unos puestos
muy pintorescos en los oue se ven
den las cosas más variaaas.
Creo que no hay ni una calle as
faltada, todo es un'puro arenal
donde se hace difícil caminar.
abundantemente. Esta vez se ha
conformado con nuestra disponi
bilidad, ya que veníamos dispues
tas a lo que nos encontráramos. La
casa es preciosa. Todos los que ha
bían venido por aquí unos días an
tes se admiraban del cambio que
había dado. pues, según parece
esto estaba muy descuidado, hacía
unos 8 años que estaba constmida
pero abandonada, sin puertas ni
ventanas. Durante 3 ó 4 días han
estado trabajando más de 60 obre
ros para ponérnosla a punto. La
verdad es que cuando estamos en
casa nos olvidamos de que esto es
Africa. Sin embargo, se nos enco
SevtUa.— Don Celestino Rivera, Inspec
tor de Sevilla, impone el crucifijo mUioñero a la hermana directora. Sor Car
men Ballesteros.
1)I.\ 21
Estamos en nuestro segundo día
en TOGO. Nos encontramos un
poco despistadas. Nuestros her
manos se encargan de echarnos un
cable. Estamos viviendo realmen
te la fraternidad, los sentimos muy
cercanos.
3
Ellos nos habían preparado las
camas, una mesa, sillas y nos pres
taron sus utensilios de cocina.
Hemos tenido con ellos nuestra
primera Eucaristía en el salón de
nuestra casa. La mesa del altar ha
sido la pequeña mesita que había
en el centro. Una Eucaristía senci
lla pero vivida en profundidad.
Cada uno ha ofrecido al Señor lo
mucho o poco bueno que tenemos
hijas de María Auxiliadora
SevUla.— Procesión de entrada en la ca
pilla del colegio de Nervíón para empe
zar la Eucaristía de despedida a las her
manas misioneras.
y hemos puesto nuestra vida en sus
manos, sabemos que podemos
fiarnos.
La tarde de este día marcará ya
un hito en nuestra historia togole
sa. Después de haber pasado un
día de gran calor, nos salimos al
porche buscando el poquito de
aire que corría. Nuestra puerta es
taba abierta. De pronto, vimos en
trar dos chicas negras preciosas.
Ya por la mañana habían entrado
por la puerta de la cocina porque,
al enterarse que habíamos llegado
querían saludarnos.
Sor Pilar les dijo que si querían,
algún día podían venir a compartir
con nosotras la oración.
Como véis, aquí no es necesario
repetir la invitación. Venían con
sus rosarios di^ueslas a rezarlo
con nosotras. En este momento
vino a nuestra mente el nombre de
Bartolomé Garelli. Como él, ellas
serán las primeras piedras de nues
tra obra en TOGO. Sus nombres:
Marie-Reine Sossou y Rose Kporvi.
Hemos rezado el rosario. Las
invitamos a que enunciaran el mis
terio en ewé y luego rezamos en
francés. Tienen 19 v 20 años. Son
estudiantes de un Liceo que hay
cerca de nuestra casa. Hablan bien
el francés y nos entendemos estu
pendamente. Las invitamos a que
nos cantaran algo en su lengua
cosa que hicieron con mucho gusto
y tamoién nosotras cantamos para
ellas.
Todo este momento importante
para nosotras estuvo presidido por
AQllELLA que ya ha comenzado
a hacerlo TODO también en
Togo. La imagen que hemos traí
do para nuestra capilla la había
mos sacado para que la conocie
ran. El nombre de María Auxilia
dora en sus labios tiene un sabor
10
nuevo y un acento muy particular.
Al terminar el día, nuestro cora
zón ha entonado un gracias al Se
ñor y a María que empiezan a
abrimos camino.
DIA 24
PRIMER 24 en TOGO. Creo
que será inolvidable para cada una
de nosotras. A las 7,15 de la maña
na vino Lucas para llevarnos a la
Parroquia de GBENYEDZI de
donde saldría la procesión de Ma
ría Auxiliadora. Al llegar ya en
contramos en la puerta una gran
cantidad de personas, todas ata
viadas con vistosos trajes de colo
res. Estaba también el Comité Pa
rroquial y varios párrocos. Al lle
gar nosotras, la gente se acercaba
sonriente a saludarnos. Ensegui
da, el Catequista con su megáfono
comenzó a decir el orden de la
procesión. Nosotras íbamos junto
a nuestros hermanos, detrás del
paso de la Virgen. Durante el tra
yecto se fue rezando el rosario en
cwé y cantando.
La procesión duró, aproximada
mente, una hora. Las calles son to
das de arena, llenas de niños su
cios y desnudos. En muchas de las
puertas se asomaban mujeres que
miraban con curiosidad. ¡Qué ne
cesidad tiene la mujer togolesa de
promoción humana! Lo único im
portante para ellas es buscar para
comer, pero cuando se ve la canti
dad de hijos que tiene cada una se
comprende este comportamiento.
Creo q^ue con ellas tenemos una
bonita labor que hacer.
El término de la procesión era
DEKADJEVI. La puerta del re
cinto donde se encuentra la escue
la y en cuya explanada se iba a ce-
lebrar la Misa estaba abarrotada
de gente que cantaba un aleluya
de bienvenida y acompañaban el
canto con palmadas rítmicas.
En medio de aquel arenal ha
bían colocado una tarima y prepa
rado el altar. Delante, a la izquier
da, estaba preparado un pequeño
altar para recibir a nuestra Virgen
que llegaba. Como de costumbre,
una se mareaba en aquel mar de
niños que no se sabía de dónde sa
lían tantos.
La Eucaristía estuvo presidida
por Juan Manuel que con su carac
terísticas salesiana sencillez y
apertura, tiene ganada a la gente.
Sobre nuestras cabezas habían co
locado un toldo, cada pedazo de
un color: verde, rojo, amarillo...
aquello daba la impresión de un
circo barato. Todo el mundo se co
locó como pudo y comenzó la
Misa que duró... un poquillo, porue cada Asociación quiso hacer
emostración de todos los cantos
que habían preparado en latín y
en ewé.
Cuando terminó la Misa y mien
tras hacían una subasta que no se
terminaba nunca, Juan Manuel
nos llevó a algunas de nosotras a
ver el terreno donde será edificada
nuestra casa cuando Dios quiera...
El barrio se llama ABLOGA
ME que significa «EN LA LI
BERTAD». Imaginaos un terreno
amplísimo, lleno de cocoteros. Al
fondo del mismo se encuentra la
escuela, que como todas las otras,
tiene a fe c to de todo menos de es
cuela. E^stá junto a una carretera y
pasando ésta, a pocos metros, en
contramos el mar. Nos parece un
sitio bastante fresco pues corre
siempre la brisa del mar.
Cuando volvimos nos llamaron
para comer. La comida la habían
preparado los del Comité Parro
quial. Estaba preparada en la es
cuela ¡y qué escuela!
Antes ae empezar, el Presidente
del Comité nos dio la bienvenida y
durante la comida, las Asociacio
nes nos obsequiaron con cantos y
danzas, al ritmo de tan-tan. Sobre
las 4 de la tarde y con varios dis
cursos de ocasión en los que tuvo
que tomar parte también la her
mana Directora, terminamos este
primer 24 pasado en TOGO.
He olvidado decir la emoción
que sentimos cuando al terminar
la Eucaristía, Juan Manuel entonó
3
hijas de María Auxiliadora
el «Rendidos a tus plantas» en
ewé, que fue cantado por grandes
y chicos a pleno pulmón.
DIA 28
Después de comer hemos ido a
visitar el hospital. Dicen que es
uno de los mejores de por aquí y,
sin embargo, ¡qué pobreza en
todo! Nos impresionó, sobre todo,
la parte de los niños. Como en las
salas no cabían más, algunos esta
ban en esterillas sobre el suelo,
con unas caritas de tristeza que
partían el alma. Encontramos una
ninita recién nacida. Había nacido
de 6 meses y como no tienen incu
badoras estaba en la cama con su
madre. Su gemela había muerto
ya y ella...
Creo que al llegar la noche a to
das nos fue difícil conciliar el sue
ño recordando aquellas escenas y
sintiendo la impotencia de no po
der hacer nada.
tado el Comité Parroquial y las
Asociaciones.
¡Cuánto trabajo por hacer!...
Aún no sabemos cuando podre
mos comenzar porque la lengua si
gue siendo un gran impedimento.
Aún no hemos empezado el curso
de ewé.
Al terminar la Misa, en la casa
nueva de los Salesianos que aún
está sin estrenar, pero que es muy
bonita y fresca, tuvimos un rato de
convivencia con todos los que for
man parte del Comité. Primera
mente nos hicimos con ellos la foto
histórica.
El presidente nos dirigió la pala
bra expresándonos su alegría y la
de todos por la presencia Salesiana
entre ellos. Juan Manuel también
dijo unas palabras invitándoles a
servir de ejemplo al resto de los fe-
casa acompañadas por Juan Ma
nuel y Lucas que han comido hoy
con nosotras.
Ya vamos a terminar la crónica
de estos días, pero no sin deciros
nuestra alegría porque nuestra
casa ya se está llenando de las vo
ces y de los cantos de los jóvenes
de nuestro barrio.
Os hablamos de las dos prime
ras que vinieron a saludarnos al
día siguiente de nuestra llegada.
Estas han corrido la voz y ayer ya
eran 18 las que pasaban un rato
con nosotras. Les pusimos diaposi
tivas de varios lugares de España:
Madrid. Toledo, Granada... las
que teníamos. Les encantó. Como
algunas estudian, reconocían algu
nos monumentos por haberlos vis
to en ios libros y esto las llenaba
de alegría. Todas manifestaban el
ligreses de esta gran Parroquia que
abarca un radio de 13 Kms.
A continuación, la hermana Di
rectora tomó la palabra para agra
decer la cariñosa acogida que nos
habían dispensado y manifestarles
nuestra alegría al podemos encon
trar entre ellos para participar en
sus trabajos.
Sor Rafaela también habió, lo
hizo en español con toda la expre
sividad que la caracteriza. Sus sen
cillas palabras fueron traducidas al
ewé y todos aplaudieron al saber
que ella sentía marchar y que de
jaba la mitad de su corazón en
TOGO.
Después de un buen rato en el
que nos obsequiaron con algunas
tábidas, manises y otras golosinas
y después de cantar algunos cantos
en español y que ellos acompaña
ron con sus danzas y sus rítmicas
palmadas, partimos para nuestra
I^omé (Togo).— Sor Paquita Sánchez y
Sor Paquita Fernández ya han cunqulstado amigos togoleses.
DIA 31
El Comité Parroquial de GBENYEDZI nos invita. A las 8 ya
está Lucas con el coche por noso
tras. tiene que dar dos viajes.
A las 8,20 hemos comenzado la
Eucaristía. La Parroquia donde se
celebra es la que llevarán los Salesianos. Aquí a cualquier cosa se le
llama una Iglesia. El suelo es de
arena en la que una se va hundien
do al caminar. En el altar sólo
hay un Crucifijo pintado. A los la
dos ha colocado Juan Manuel a
D. Bosco y a M. Mazzarello pinta
dos por él, sin nada de marcos,
simplemente dibujados en negro
sobre un papel y alrededor, con
rojo, simula el marco. Desde lue
go, los cuadros están acordes con
el resto del ambiente. Los pocos
bancos que hay son sin respaldar.
María Auxiliadora, como siem
pre. presidió esta Eucaristía, de
lante de ella era bonito ver un
montón de chiquillos sentaditos
sobre una alfombra escuchando
con mucha atención, aunque esta
mos seguras que no entenderían
palabra.
La Misa ha durado dos horas, a
pesar de que ha sido Juan Manuel
el que la ha presidido. Pero, pen
sad que ya la homilía es un buen
rato, puesto que la hacen en fran
cés y en ewé. Después, están las
tres colectas, los cantos, etc... que
alargan por tiempo indefinido las
celebraaones.
Al terminar hemos sido presen
tadas al pueblo y se nos ha presen
deseo de poder ver España algún
día.
Sobre las 8,30 de la tarde la Di
rectora ha inaugurado las «buenas
noches». Les ha explicado breve
mente en qué consistían y les ha
dejado un buen pensamiento: sólo
la generosidad hacia los otros hace
nacer la alegría en nosotros.
Os agradecemos de veras todo
cuanto habéis hecho, personal y
comunitariamente por nosotras.
Sabemos que vuestra generosidad
para que no nos faite nada, es ma
ravillosa. ¡Gracias!
Hasta siempre. Un abrazo fuer
te de vuestras hermanas misione
ras.
11
entrevista
«Me han hecho el Evangelio,
los Salmos y el Quijote»
Entrevista a Don José Luís Carreño en su fortaleza de Alzuza
¡Bendito sea Dios que me ha concedido la dicha de visitar al Padre Carreño en su soledad de Alzu
za! ¿Quién de la Familia Salesíana de España no conoce a Don José Luís Carreño? El misionero
salesíano, el escritor, el poeta, el músico, el gran especialista en la Santa Sábana... Siguiendo «la
escondida / senda por donde han ido / los pocos sabios que en el mundo han sido», ha clavado su
nido de águila «del monte en la ladera>», en una de las colinas más bellas que circundan a Pamplo
na. Allí subimos a platicar con él la tarde del pasado 27 de diciembre. La casita del misionero nos
ofreció una visión maravillosa de la Capital de Navarra, como la ciudad bajada del cielo. «Antea
yer, me dice, todo estaba nevado. Era un panorama indescriptible». Hoy el aire del norte cortaba
como un cuchillo de hielo. Nos invitaba a entrar, a no desperdiciar ni una sílaba de la conversa
ción de Don José Luis.
Allí, en sus alturas, el veterano apóstol escribe y ora. «Al final de la vida, aquí tienes a este pobre
hidrópico, al que Dios le ha adelantado esta paz, después de tantos caminos...», y me cita, en la
tín, las palabras del Salmo 60: «In petram extollit me et dedit quietem mihi...».
RECUERDOS
DEL MISIONERO
—Don José Luis, le digo, he
venido a conversar con usted.
¿Motivo? Sus bodas de oro sa
cerdotales. Cuéntenos algo de
su vida...
—Hombre, estupendo. Hoy
ha sido un día de entrevistas.
Hace un momento acaban de
irse los del programa «De cos
ta a costa» de Radio Nacional.
Hemos hablado acerca del li
bro «Dictamen sobre la Sába
na de Cristo», de Kenneth E.
Estevenson y Gary R. Habermas, que traduje del inglés, re
cién publicado por la editorial
Planeta...
—Y ahora le toca a! Boletín
Salesiano.
Ya sabemos que, hace unos
pocos años. Oliverio escribía
aquel epigrama tan bello como
definitorio:
«Mis amigos lo saben,
y aunque no lo supieran:
me irrita que me alaben,
me gusta que me quieran...»
entrevista
Por eso no se irritará si le
digo que D. José Luis es una
de las fíguras más originales y
entrañables de la España salesiana, porque es la expresión
del mayor cariño de sus ami
gos...
—Si te parece, empezamos
a hablar de la India. La Con
gregación Salesiana en la India
es el mayor milagro de mi
vida. Siempre creciente, lleva
adelante obras fenomenales de
caridad evangélica. La divina
Providencia les ayuda escan
dalosamente.
—¿Cuántos años de su vida
dejó en la India?
—Cuenta del 33 al 63. To
tal, treinta años. Cuando no
sabíamos adonde íbamos...
Dios se sirvió de los misione
ros para multiplicar su obra.
Puedo nombrar a verdaderos
santos.
Y D. José Luis se pone a re
cordar, a hacer el panegírico
de sus hermanos. Porque él
nunca habla de sí mismo.
—¡El Padre Bagzier! Era el
salesiano de la bondad, el gran
amigo de los pobres. Todos los
necesitados de Madrás acu
dían a él. Cuando los herma
nos le reprendían su generosi
dad desmedida, se volvía a los
mendigos echándoles un rapa
polvo. Pero luego, guiñándo
les un ojo, les decía bajo cuer
da: «¡En el confesonario!» Y
allí encontraban los pobres
todo bien de Dios...
—Monseñor Mathias fue el
gran organizador. Conviví y
colaboré con él durante diez
años. Me comunicó su osadía
y su esperanza, expresadas en
su lema: «Aude et spera».
...Mons. Hubert D’Rosario,
el primer muchachito indio
que puso los pies en mi prime
ra misión de Tirupattur, en el
lejano diciembre de 1933.
Aquel mismo Hubert es hoy el
arzobispo salesiano de Shillong, la metrópoli más prome
tedora de la India...
—Parece que las vocaciones
«Aquí tienes a este pobre viejo, con sus
77 años y tantas esperanzas».
indias superan todos los cálcu
los humanos.
—¡Ya lo creo! El milagro
empezó en North Arcot.
Aquello era un palo seco. Em
pezamos a admitir a chicos in
teligentes de castas inferiores.
Eran listos y formaron familias
ejemplares que han influido
poderosamente en el distrito.
Y vaya si salieron vocaciones.
Levantamos grandes semina
rios y se llenaron. Hoy, a los
treinta y tantos años, el palo
seco ha florecido. El obispo
diocesano nos envidiaba des
pués: «Si yo hubiera sabido
que los Salesianos hacen eso,
no les hubiera dado North Ar
cot...»
—Bien que recuerdo aque
llos años 1946-47. Entonces sí
que éramos mozos de «diechiocho abriles». Cantábamos
con usted el «Tener un hijo
misionero» y nos entusiasma
ban sus empresas de Madrás...
—Eran los duros años del
inicio. Ahora hay más de ¡die
ciocho seminarios! y son cen
tenares, ¡miles! los salesianos
indios. Un verdadero milagro.
Don José Luis se pasaría
días enteros hablando de la In
dia. Ahí están sus libros inte
resantísimos «Singladuras in
dias» y «Urdimbre en el telar».
A ellos me remito. Hablemos
de otra cosa:
50 AÑOS
DE SACERDOTE
Don José Luis acaba de
cumplir sus cincuenta años de
sacerdocio. Llevamos la con
versación a su mundo interior.
—Recibí la ordenación sa
cerdotal en Gerona, en 1932.
Inolvidable la Teología estu
diada entonces a base de ma
drugones. En pleno invierno,
•*
^ *■
a la voz del «Benedicamus Do
mino», me levantaban a las
cinco de la mañana para estu
diar con el Padre Magné.
—¡Menudos cambios de en
tonces a ahora!
—Es un mismo Señor al que
intentamos conocer un poco
mejor. Yo estudiaba los Sal
mos con verdadero cariño.
¡Los he querido tanto! He to
mado siempre los Salmos en
serio.
—Sus traducciones me pare
cen bellísimas...
—A mí me han hecho el
Evangelio, San Pablo, los Sal
mos y el Quijote. Los Salmos
te divinizan. Fruto de ese
amor a los Salmos salió este li
bro «Salmos al viento» que, en
la librería de Madrid lo ven
dieron luego como papel vie
jo, por kilos... Algo imperdo
nable.
—Usted los rezará en latín.
—Tienen un «sabor incon
fundible». También los rezo
en inglés. Las traducciones en
español no me convencen.
Y me lee unos versos del
Salmo 55:
13
entrevista
M
ÉÍ: f
«Sólo me han interesado los santos...»
—«Tú de mis sendas
vas tomando nota
en mi destierro, y cuando
una lágrima brota
de mis ojos tal vez.
Tú gota a gota,
en tus odres, oh Dios,
la vas guardando...»
Esto es de una belleza so
brehumana.
Don José Luis no puede
contener su alma de poeta, y
clama por la falta de sensibili
dad.
—No hay estado de perfec
ción donde se pierden los valo
res humanos.
Luego se entusiasma con el
Quijote.
—Es el libro de la sabiduría
humana. Es la figura del héroe
fracasado que supera su frus
tración y vuelve a empezar
siempre con ánimo nuevo. El
hombre que sabe reírse de sí
mismo y que, en medio de sus
abatimientos, sueña en nuevas
aventuras...
14
—¿Nunca se ha sentido us
ted pesimista?
—¡Nunca! A pesar de la
vida y de sus faenas. Aquí tie
nes a este pobre hidrópico,
con sus 77 años y tantas ilusio
nes. El que tiene fe nunca fra
casa. Siempre está en pie. El
cristiano es un soñador.
—Sí, don José Luis, ¡qué sa
cerdocio más lleno el suyo, por
los caminos de la India, de Fi
lipinas, de España, de Estados
Unidos, de Europa...! En to
das partes ha dejado recuerdos
de su buen corazón, de su ale
gría, de su entusiasmo. Aun
que no pocos han dicho de us
ted que es, eso, un soñador.
Sí, añado, un soñador que rea
liza los sueños que le dejan
realizar...
ESCRITOR
EMPEDERNIDO
¿Quién no envidia la pluma
de don José Luis? Escribe
como habla. Todos sus bolí
grafos los tiene cargados en su
corazón. Y brotan las palabras
de su espíritu. Ahí están sus li
bros, sus traducciones, sus
poemas. Todo impregnado de
gracia.y de ternura.
—¿Cuántos libros de poesía
ha publicado?
—Publiqué «Salmos de la
tarde», «Chispas del trópico»,
«Cromos». Ahora quiero sacar
unas cien meditaciones humil
des.
La poesía de don José Luis
es cordial. Si se hubiera dedi
cado hubiera llegado a ser un
gran poeta. Pocos escritores
tienen una cultura como la
suya. Y un amor a la palabra
precisa. Y un oído y una sensi
bilidad poética fuera de serie.
—Lo lírico me parece algo
impúdico publicarlo...
—Ya lo decía el poeta fran
cés: «Par/er de soi est comme
une indécence». Pero usted
puede hacerlo tranquilo. Lo
peor es pagar las ediciones...
—Has dado en el clavo.
Creo que era don Javier Rubio
el que me dijo una vez: «El pa
dre Carreño, con las deudas
del libro anterior paga el si
guiente...»
El apostolado de la pluma es
una de las cosas que lleva don
José Luis en el alma. Me cita
las palabras de Don Bosco:
«En esto tenemos que ir a la
vanguardia». «Es algo divino».
Y me enseña el nuevo libro
que está preparando: «Las se
ñales». Se trata de los signos
de la presencia de Dios en la
vida. La señal número nueve,
me dice, es el eje: Cristo Resu
citado.
—Creo que es mi último li
bro. Cuando esté publicado le
daré un chutazo de penalti al
planeta tierra para irme con el
Señor...
—Calma, don José Luis.
Usted es escritor, no futbolis
ta...
¿Y sus libros sobre la Santa
Sábana? Ningún hombre tan
convencido de esta señal. Infi
nito el bien que hace con sus
publicaciones...
—Si vieras las cartas que me
escriben. De todas partes.
—Hasta los editores ga
nan...
—A ellos les importa el di
nero. A nosotros anunciar a
Cristo Resucitado. ¡Pero Dios
nos ayuda! ¡Me moriré sin
deudas!
Aquí leemos unos párrafos
de su nuevo libro «Las seña
les». Y dice al terminar:
—Es mi testamento. Des
pués de esto, ya nada.
EL SALESIANO
Seguimos charlando de la
música, de sus músicos preferi
dos.
—Me quedo con Haendel
por su grandiosidad. Con
Beethoven como hombre: la
9.* Sinfonía es un grito de do
lor, el corazón humano estru
jado por el sufrimiento. Y con
El tiempo y el espacio, don
José Luis, son nuestros gran
des verdugos. No perdonan.
Aquí estaríamos eternamen
te...
—Mi reloj: siempre lo tengo
estropeado. Pero yo creo que
lo hemos dicho todo.
Aún le pregunto por las per
sonas más importantes que ha
conocido en su vida. Y me res
ponde;
Hace ya unos pocos años... Don José
Luis con su barba florida y en la India,.
rodeado de misioneros españoles.
la alegría juguetona de Mozart... Pero el primero de to
dos: Bach. Representa la ele
vación religiosa. «Ríete de una
meditación ante cualquier
obra de Bach. Yo creo que la
música terminó con Mendelssohn...»
—No exagere, don José
Luis, que Bela Bartock y Stravinsky y Falla y Debussy y Ravel...
—Hablemos mejor de los
músicos salesianos.
Y salen los nombres de Pagella. De Bonis, Alcántara...
—Con nosotros estuvo Ar
turo Goffard. Cuando no te
níamos más que pianos des
vencijados tocábamos a Beethoven, a Haydn y a Chopín.
Sin radios ni cassettes nos afi
cionamos a los clásicos. Sali
mos enamorados de la música.
Los años de Campello templa
ron noestra vida. Teníamos a
nuestro lado a verdaderos sa
lesianos que nos querían como
padres.
Y don José Luis se explaya
hablando de la vida salesiana.
Dice que las suyas son refle
xiones de un solitario. Pero me
suelta cuatro cosas:
—Primera: Hace falta que
rer a los muchachos. Hoy en
cuentro a chicos que hasta
blasfeman: Presenciamos el
fracaso de una pedagogía cris
tiana.
Segunda: Debemos cho
rrear a Dios. ¿Cómo pueden
salir las vocaciones si no somos
santos? ¡Qué maestros aque
llos: don José Lasaga, don Mi
guel Blanco!
Tercera: La Congregación
ha cometido un error al volcar
se casi exclusivamente en la
Formación Profesional. ¿Qué
jóvenes vienen? Los que sólo
piensan en ganar dinero. Les
interesa la vida terrena, la
electrónica y la mecánica. De
ideal nada. Nuestros mejores
hombres han salido de las es
cuelas de humanismo.
Cuarta: Me duele no tener
un texto de Catecismo. ¡Qué
pena! Lo vamos a pagar. Aho
ra oigo muchas palabras. To
das me saben a hueco.
Y concluye con una frase
dura, para que la oigan los jó
venes:
—¡Juventud pobre y aban
donada: sí la hay, porque na
die se cuida de ella...!
Y en 1963 fue inaugurado el noviciado
de Canlubang en Filipinas, ahí vemos a
Don José Luis con sus jóvenes novicios.
—Sólo me han interesado
los santos.
Y me cita tantos nombres...
Salimos a la terraza. Pam
plona relucía abajo como un
lago de fuego. El coche se en
filó hacia la ciudad. En su nido
de águilas quedaba don José
Luis Carreño. Con sus libros,
con sus sueños, con su liber
tad.
—¡Qué hombre más ex
traordinario!, le dije al salesiano conductor.
—^Sí, es un fuera de serie.
Un tesoro que hemos de cui
dar con cariño.
—Para que nos dure muchos
años.
RAFAEL ALFARO
15
V.® Encuentro
Europeo
de Jóvenes
Roma-Taizé
28 diciembre 1982
1 enero 1983
Roma ha acogido con gozo
a 30.000 jóvenes peregrinos
de toda Europa.
La participación de grupos juveniles salesíanos en estos encuentros suele ser notable
mente sígnincativa. La Inspectoría de Córdoba estuvo presente con 140 jóvenes de Cór
doba, Las Palmas y Ubeda.
Luis Fernández Con^e, colaborador habitual en nuestras páginas, estuvo presente y nos
cuenta su visión del encuentro.
El compartir con los otros aque
llo que somos y tenemos, en un cli
ma de gratitud evangélica, es una
de las características del Espíritu
de Taizé: tú, llegas, hay unos bra
zos abiertos de hermano que te
aprietan contra el corazón, una
sonrisa franca, semáforo en verde
que te dice, pasa, y una mesa, un
techo, una fraternidad que te hace
la vida hermosa y te impulsa a dar
gracias a Dios: «Porque crece tu
Reino en esta tierra, ¡aleluya!»
Si eres salesiano, todo esto te
suena a tus años de formación, a
tu Noviciado, donde, con asom
bro, escuchabas por primera vez
Más de 140 jóvenes de los centros salesianos de Córdoba, Las Palmas y Ubeda
salieron hada Roma.
que en la vida religiosa el que deja
una casa encuentra cíen y el que
deja un hermano encuentra mil.
Es lo que el Hermano Roger llama
el asombro de un amor, que tiene
mil expresiones, y ésta, es una de
las más evidentes.
Y porque eres salesiano y vas de
acá para allá, te llenas de gozo al
«
li
« r - I! r
ver que la palabra de Don Hosco
se mantiene viva en la Congrega
ción, y llegas a Barcelona con 120
jóvenes y te aguardan en MartíCodolar unos hermanos cariñosos,
que te esperan hasta las 12 de la
madrugada porque los horarios
previstos no se cumplieron. Y tie
nes el lecho limpio y todo lo preci-
jovenes
so para reparar fuerzas en tu ruta
de romero por la paz y la reconci
liación. Y retomas por Valencia y
te enteras de que David, el buen
Director de los salesianos de C/
Sagunto, ha regresado precipita
damente de su tierra navarra, por
que Roncesvalles pasa hoy por la
ciudad del Turia, y es hermoso dar
posada al peregrino y hacer vida la
palabra de Don Sosco: «quien
deja un hermano encuentra mil...»
Y todo esto, gratis, a fondo perdi
do, sin pasar factura... como Dios
nos ama.
Este Espíritu de las Bienaventu
ranzas que Don Sosco nos inculcó
a nivel congregacional, Taizé lo si
gue difundiendo a nivel eclesial, y
todos los que se dejan guiar por
El, experimentan el gozo del com
partir y el asombro de un amor
que tiene las mismas raíces y ma
nifestaciones en Roma y en Lon
dres, en París o en Córdoba, en
Valencia o Barcelona. Es el Espí
ritu de Cristo Resucitado que si
gue presente en la Iglesia.
se nutren de los de mayor sensibi
lidad artística.
Los romanos han acogido con
gran calor a los peregrinos llega
dos de todas partes del viejo conti
nente y a los representantes de
otros lugares del planeta. El calor
humano de hace dos años se ha
vuelto a repetir e incluso se ha in
tensificado. También ha crecido la
calidad de los encuentros y la pre
cisión organizativa.
La mañana transcurre en las pa
rroquias entre la oración, la refle
xión en común en torno a la Carta
de las catacumbas, una llamada a
las Iglesias, y a las visitas a los lu
gares de esperanza: lugares de
acogida y de encuentro para ancia
nos, niños, personas que viven en
soledad, marginados, enfermos...
El mediodía y la tarde transcurren
en los encuentros de oración de
San Juan de Letrán, Santa María
la Mayor y San Pedro en el Vatica
no, seguidos de meditaciones bí
blicas, encuentros de silencio ante
el Santísimo y visitas de oración a
las catacumbas, en comunión con
los primeros cristianos.
Cuando la oportunidad lo per
mite, no queda descartada la esca
pada a los lugares de la historia y
el arte de la ciudad eterna.
La jerarquía de la Iglesia Católi
ca ha estado presente en las perso
nas del cardenal vicario de Roma,
Ugo Poletti y del obispo de Grenoble. El encuentro en el Vatica
no en Vigilia de Oración con Juan
Pablo II junto a la tumba de San
Pedro, fue un momento cumbre
del Encuentro. Radio Vaticana re
transmitió en directo este imptirtante acontecimiento ecuménico.
JUICIOS SOBRE
EL ENCUENTRO
—«Lo más emocionante para
mí, fue el encuentro del Papa Juan
Pablo II con el Hermano Roger en
San Pedro del Vaticano, quedará
grabado en mi mente para siem
pre. Creo que ha sido muy cons
tructiva e interesante la conviven
cia con mi hijo en un ambiente re
ligioso y entre jóvenes, sus ami
gos. He sido un amigo más para
TAIZE,
DE NUEVO EN ROMA
Los peregrinos llegados de toda
Europa y los numerosísimos ro
manos que los han acogido en 250
Parroquias han formado un grupo
compacto de cerca de 30.000 per
sonas. Mayoritariamente son jóve
nes, pero tampoco faltan las fami
lias. los adultos e incluso algún an
ciano. Vienen de Finlandia y de
Escocia, de España y de Polonia,
católicos y cristianos de otras con
fesiones.
Algunos de ellos han elegido pa
sar estos cinco días en silencio,
mientras que la mayoría está dan
do vida a las parroquias en anima
dos encuentros de oración, refle
xión en común y compartir de
vida, ilusiones y esperanzas. Los
servicios técnicos ocupan a los más
sacrificados, y la coral y orquesta
En Roma se siente la fraternidad uni
versal.
todos ellos, donde me he sentido
querido por ellos y cariñosamente
respetado. Tanto para Luís Ma
nuel como para mí, creo que esto
es muy interesante y constructivo»
(Feo. Manuel Romero Castillo, 50
años, padre de familia).
Como el camino es muy largo, en el au
tobús hay tiempo para dormir y pen
sar...
17
jovenes
«Lo que más me ha llamado la
atención, al igual que el año pasa
do en Londres, es el Espíritu de
unión y de convivencia que todos
hemos llevado al encuentro de
Roma. He quedado bastante satis
fecho, pero me doy cuenta que
puedo aprovecharlo mucho más.
Me llevo el firme propósito de vi
vir más a fondo los próximos en
cuentros. Le agradezco a usted y a
todas las personas que como usted
han hecho posible este viaje, sú
buena voluntad y su trabajo. ¡Mu
chas gracias!» (Luis Manuel Ro
mero Galán, 17 años, 3.® B.U.P.)
—«Había oído hablar siempre
de Taizé y de su estilo de oración,
y cuando en el 80 tuvo lugar el En
cuentro Ecuménico en Roma,
pude finalmente tener un contacto
con Taizé vivido en primera perso
na, dado que en la Parroquia hos
pedábamos a 30 jóvenes. Fue una
experiencia muy bella y consegui
mos, en 5 días alcanzar una amis
tad verdaderamente fuerte entre
nosotros: poco bastaba para ser
amigos, bastaba descubrir que
creíamos en las mismas cosas,
para sonreír juntos y sentirnos
hermanos, bastaba cantar juntos
una canción para parecer amigos
de toda la vida. Fue también el
primer impacto con cierto tipo de
oración, vivida en una dimensión
personal, pero que al mismo tiem
po conseguía ser colectiva. Fue,
en suma, en su conjunto, una ex
periencia positiva.
Vino de inmediato a nosotros,
romanos, el deseo de devolver la
visita, pero parecía un sueño irrea
lizable poder conseguir llegar a
Córdoba y reencontrarnos con
nuestros amigos, y, la verdad, no
esperábamos mucho. Sin embar
go, el sueño se realizó. El 14 de
abril 1981 se realizó el esperado
viaje que resultó verdaderamente
maravilloso. La acogida de los es
pañoles fue verdaderamente admi
rable, nos trataron como a verda
deros y propios hijos: aquellos la
zos que se habían iniciado, no se
habían aflojado lo más mínimo,
continuaban ligándonos a todos
juntos.
Sin embargo, la experiencia más
completa, más madura, sea desde
el punto de vista humano, sea reli
gioso, ha sido la de este año. Ya
que muchos aspectos ya presentes
en las ocasiones precedentes han
madurado y se han consolidado.
El encuentro ha perdido todo ves
tigio turístico para transformarse
en un verdadero encuentro de re
conciliación vivida en la oración y
en el compartir.
Incluso las relaciones entre no
sotros han perdido aquel entusias
mo sentimental, característico
hace dos años; el encuentro ha
perdido su característica adoles
cente para transformarse en un
verdadero encuentro de fe que va
creciendo hacia la madurez.
Es importante saber que... se
está creciendo, y es por tanto, en
razón de este crecimiento que de
bemos dar gracias al Señor por
esta nueva ocasión de gracia».
(Tina, 22 años, estudiante univer
sitaria).
—«El Espíritu de Taizé es uni
versal, ya que engloba no sólo a
las diferentes interpretaciones del
cristianismo, sino que sus ideales
principales de paz, reconciliación
y compartir coinciden por comple
to con la forma de vida de los pri
meros cristianos.
Dicho Espíritu de Taizé, no se
puede encerrar en la semana en
que se desarrolla el Encuentro Eu
ropeo, sino que ha de ser la conti
nuación de una vida de fe en los
lugares de origen. También el en
cuentro ha de ser el lugar de parti
da hacia la consecución de una
verdadera vida de compartir el
cristianismo.
Si nos referimos únicamente al
Encuentro de Roma, tenemos que
proclamar que su acogida y dispo
sición hacia los foráneos ha sido
excelente y muy difícil de igualar.
Familias humildes, movidas por
Roma es una invitación a la alegría y a
la amistad, a la oración. El número de
cristianos reconciliados se acrecienta de
día en día.
una gran sencillez, ofrecían sus ca
sas y sus enseres a fin de lograr el
mejor acomodo para sus huéspe
des.
La Parroquia era un centro acti
vo, donde los jóvenes fueron, de
hecho los promotores y verdade
ros protagonistas de los actos allí
celebrados.
Preparados para acampar en Roma
jovenes
Pero, como he dicho anterior
mente, el Encuentro debe ser la
confirmación de un trabajo ante
rior, y, por tanto, si uno va a este
“concilio” sin una idea clara de lo
que tiene que realizar, si va con un
espíritu egoísta y cerrado a los de
más, no dando nada de su persona
a los suyos, nunca sacará ^ t o del
Encuentro. Espero que lo haya
mos podido sacar de Roma, lo
pongamos en práctica con los que
nos rodean, haciéndose realidad
un compartir sin intereses.
Mi referencia precedente es
Londres. Roma ha superado con
creces a la capital británica, en
apertura, compartir, movimiento
de jóvenes en las parroquias... Y
no desmereciendo en nada a la or
ganización respecto a Londres. En
definitiva, vuelvo con un espíritu
optimista y con deseo de hacer
realidad el maravilloso objetivo de
Taizé: La reconciliación entre to
dos los hombre». (Nicolás L. Fer
nández García, 17 años, C.O.U.)
EN ESPIRAL
ASCENDENTE
Los Encuentros Europeos de
Jóvenes, promovidos por la Co
munidad Ecuménica de Taizé, tie
nen un ritmo de espiral ascendente
hacia la maduración. Comenzaron
como una eclosión de vida adoles
cente hacia la maduración. Co
menzaron como una eclosión de
vida adolescente en las Navidades
de 1978 —¡...aquel Magníficat,
agarrados de la mano y bailando,
«a la ronde», sobre los bancos de
la monumental iglesia de San Sulpicio de París...!— Hoy, muchos
de aquellos adolescentes quinceañeros, son sesudos jóvenes univer
sitarios y creyentes comprometi
dos, que cargan con sacrificio go
zoso con todo el peso de la organi
zación y animación de estos En
cuentros que, siendo los mismos,
han crecido en extensión y profun
didad. y en los que la calidad hu
mana cristiana- es cada vez más
evidente.
Jamás en la vida de creyente,
consagrado y sacerdote, había ex
perimentado una oración como la
de aquel 28 de diciembre de 1982
El Hermano Roger, de la Comunidad
Ecuménica de Taizé. escribe este año su
«Carta de las Catacumbas»: «Los cris
tianos dd tiempo de las catacumbas sa
caron su valor de lo más profundo del
corazón de la fe. Sometidos a las más
fuertes presioDes. «miprendiertm que,
para d Evangdio. d sentido de la existencia era d de «dar so vida».
en la Basílica de Juan de Letrán en
Roma. ¡Dios mío, qué resonancia
tenía la Palabra de Dios entre
aquellos muros venerables que
acogían a más de 12.000 jóvenes
de la Europa Cristiana y rezaban,
mediante sincronía radiofónica en
unión con los otros más de 12.000
de Santa María la Mayor!
«Tengo la alegría de deciros que
nuestra Parroquia ha sido una de
las primeras en ofrecer mayor nú
mero de plazas en familias para
este Encuentro Romano de Taizé.
y esto es fruto de vuestra siembra
de hace dos años en el Encuentro
del 80 y en la Pascua Cordobesa
del 81. Nuestra Parroquia se ha
visto renovada gracias a vuestro
paso entre nosotros». Así se ex
presaba el buenazo del P. Gagliarducci, párroco de Santa María Addolorata de Roma.
Hasta el cuerpo institucional de
la Iglesia Católica parecía más
ágil, más joven, menos rígido en
sus gestos de ecumenismo prácti
co. «Sin andar buscando quién
tuvo razón o quién se equivocó, vi
vamos ya con un corazón reconci
liado». (La verdad es que, en el
más riguroso sentido histórico de
los acontecimientos, el pecado de
la división, abundó por las dos
partes. ¿Recordáis a Pablo VI pi
diendo públicamente perdón por
ello en lo aue a la Iglesia Católica
concernía?)
Si quisiera sintetizar mi visión
de los encuentros Europeos de Jó
venes promovidos por Taizé du
rante estos cinco últimos años, en
lo referente a los frutos que van
surgiendo, lo haría así:
• Una siembra inmensa y pro
funda de la Palabra de Dios en un
auténtico clima de oración, refle
xión y parábolas de la fe.
• Una maduración humanocristiana evidente en el campo de
la vida interior y el compromiso
cristiano, por parte de los jóvenes
participantes en los Encuentros.
• Una flexibilización y conti
nuo rejuvenecimiento mental y es
piritual en los adultos que partici
pan: se aprende a rezar, a ser más
sencillo, más sincero, más benevo
lente, menos egoísta...
• Las Parroquias se renuevan,
se revitalizan, se rejuvenecen. En
tran en una primavera del Espíri
tu.
• El número de cristianos, re
conciliados ya de hecho en su co
razón, se acrecienta de día en día.
• Las Instituciones Eclesiales
aceleran la hora del «Ut unum
sint» (que sean uno).
• Los responsables de pastoral
juvenil encuentran una fuente ina
gotable de esa VIDA que salta
hasta la eternidad, para ellos y sus
jóvenes.
LUIS FERNANDEZ CONDE
jóvenes
CAMPOBOSCO 102
Encuentro en La Robla
Durante los días 9 al 12 de octubre de 1982 hemos celebrado en La Robla el CAMPOBOSCO 102,
bajo el lema «Con don Bosco y el Papa». Fue un importante acontecimiento juvenil para la Ins
pectoría Salesiana de Santiago el Mayor.
| U P ’^ h L J Í r i | U i r ' ^ k . Í p r T U i
£ lC H M P flB Q 5 C fl.’2 i.ri [ ü
ip i i k j w
ii k a í ii k i r ^ E J f ^
mó para aclamar a Don Bosco;
cada uno de los 25 grupos salió de
su lugar de reunión con una pan
carta y g.itando «vivas» a Don
Bosco. Fue un inmenso estallido
de alegría y entusiasmo salesiano
—que sin duda debió llegar a oí
dos del mismo Don Bosco, que
sonreía satisfecho— , y culminó
con el canto del himno a nuestro
Padre «Salve, Don Bosco, Santo,
joven de corazón».
Y, como suele suceder entre los
salesianos, también María estuvo
presente. El Campobosco se clau
suró a los pies de la Auxiliadora,
en el día del Pilar. Nos despedi
mos pidiendo a María que siga
«En La Robla nos reunimos unos 250 jó
venes de los diversos ambientes del “no
roeste” salesiano, animados por más de
25 adultos de la Familia Salesiana».
Nos reunimos unos 250 jóvenes
de los diversos ambientes del «no
roeste» salesiano, animados por
más de 25 adultos de la Familia SaIcsiana. Y allí hemos reflexionado
personal y grupalmente sobre las
nguras de Don Bosco y el Papa.
San Juan Bosco y Juan Pablo II
son dos personajes en los que he
mos descubierto un gran parecido,
sobre todo en su actitud de cara a
los jóvenes. _
Don Bosco repetía con frecuen
cia que se entregaba por completo
al bien de los jóvenes, que por
ellos daba hasta su último aliento.
Y así fue su vida diaria. «Os amo
porque sois jóvenes».
Juan Pablo II se caracteriza
también por su amor a los jóvenes
y por la confianza que deposita en
la juventud. En sus viajes no falta
algún acto especialmente dedicada
a los jóvenes, ni falta en sus dis
cursos alguna palabra a ellos diri
gida. «Siempre se está bien con los
jóvenes», ha dicho en diversas
ocasiones, y también: «Dios me ha
concedido la gracia de amar mu
cho a los jóvenes; los quiero por
que son como la primavera que se
alza sobre el mundo».
Tanto Don Bosco como Juan
Pablo II son dos líderes de la ju
ventud actual, dos personalidades
20
con un mensaje vivo para los jóve
nes de hoy. Ambos poseen «carisma juvenil». Y por eso los jóvenes
responden a millares ante sus
mensajes... (Esto es algo de lo que
hemos descubierto y vivido en el
Campobosco 102).
Durante los días que convivi
mos en La Robla, con un apreta
dísimo horario de reflexión - diá
logo - puesta en común - celebra
ción. hemos trabajado dos núcleos
temáticos sobre las relaciones de
Don Bosco con el Papa y con los
Obispos, y otros dos núcleos han
iracío en tomo al mensaje de
uan Pablo a los jóvenes: análisis
de la juventud actual y el reto de
Cristo a los jóvenes.
El momento cumbre del Cam
pobosco fue la «manifestación»
que sin previa organización se for-
?
«En medio de la naturaleza convivimos
y reflexionamos los mensajes de Don
Bosco y del Papa».
siendo nuestro Auxilio en el cami
no de nuestra juventud y que Ella
nos ayude a llevar el espíritu que
aquí hemos vivido a los diversos
ambientes de origen.
Para terminar, y evaluando, hay
que decir que creemos que ha sido
una experiencia muy positiva.
Es cierto que nos mojamos un
par de veces; es cierto pasamos un
poco de frío en las tiendas, que
apenas hemos dormido... Pero la
amistad que allí vivimos y la vida
que compartimos en tomo a Don
Bosco y al Papa bien se merecen
esas pequeñas penalidades.
Y repetiremos en el Campobos
co 103.
jovenes
Grupo de la colonia del barrio del Pilar:
El Boñar, 1982.
Sor Nati
y sus muchachos
La Familia Salesiana lleva adelante un hermoso Centro Juvenil en el céle
bre barrio del Pilar, una de las zonas periféricas más pobladas de Madrid.
Un Centro Juvenil también poblado de actividades, de iniciativas, de vita
lidad. Alma de los jóvenes es Sor Nati, una salesiana de corazón oratoriano, entregada a esta misión popular. En un bajo de edifício ha oi^anizado
aulas para conferencias, salas de mecanografía, cuartos para encuentros
de grupos, salón de proyecciones, una capilla encantadora en la que da
gusto rezar... Y todo en unos pocos metros cuadrados. Hay que ver a los
chicos en el desarrollo de sus actividades, en sus ensayos, en las eucaristías
que celebran.
Y también organizan sus colonias de verano. Las preparan con tiempo y
las viven a lo largo de muchos meses, aunque luego sólo duren quince días.
En esta breve página ofrecemos unas notas sacadas del «Diario de una co
lonia».
POR LA SIERRA
DE BOÑAR
Lunes, 16 de agosto de 1982. Las
8 de la mañana de un maravilloso
día...
Es fantástico —pensé al desper
tarme— ya llegó la hora de empe
zar a prepararme para marchar a
las colonias. Un montón de fuer
zas internas empezaron a bullir
dentro de mí.
Curiosidad. ¿Cómo será la casa
del pueblo de Boñar? ¿Oué hare
mos este año? ¿Cómo se portarán
los componentes de la colonia?
Alegría. Llegaba el momento
tan esperado por todos los que de
seábamos con impaciencia reunirnos como en años anteriores, para
disfrutar juntos de la convivencia
tan difícil de realizar en nuestro
ambiente ordinario.
Nerviosismo. ¿Llegaré a tiempo
o no? Sor Nati le molesta que tar
demos en salir. ¿Se me olvidará al
guna cosa o llevaré todo en la mo
chila? Por fín subimos al autocar,
y en él nos encontramos con mu
cha gente a quien no conocía
mos... ¿...? Cuántos interrogantes
ante esos rostros desconocidos.
¿Cómo serán? ¿Nos entendere
mos bien? Sor Nati ordenó pasar
lista y a continuación una breve
oración para pedir a la Virgen Au
xiliadora su bendición y compañía
durante el viaje. Don José Luis
quería oírnos cantar pero no nos
salía la voz, al fin iniciamos unos
cantos y nos olvidamos de la fami
lia que dejábamos en Madrid.
Antes de relataros nuestras
aventuras os voy a presentar las
personas que intervienen de ma
nera directa en nuestra colonia.
— Sor Nati Ortiz. Responsable
y Directora de la Colonia.
— D. José Luis García. Direc
tor Espiritual y Capellán.
— Dña. Lucía Molina. Encar
gada de cuidar nuestros cuerpos y
alimentarlos.
— D. Ildefonso Montesinos.
Vela por el orden y respeto entre
todos los miembros y especialmen
te con su autoridad evita contra-
tiempK)s y gamberreo de gentes
que no son del lugar, y Juan Ontalba Director de Actividades.
Ramón González. Alcalde de la
Colonia, y los siguientes monito
res lodos cooperadores salesianos.
Antonio Lloret. M.* José Fernán
dez, María Montesinos, Mercedes
Dávila, Antonia Gutiérrez y Ro
gelio Sánchez. Es decir que la «Fa
milia Salesiana» se juntó para rea
lizar algo por nosotros. Hacernos
felices y formamos cristianamente
en una convivencia fraterna, llena
de vida y de color.
Después de este paréntesis sigo
con mis impresiones. Llegamos a
las 4,30 el coche paró frente a una
casa preciosa, rodeada de árboles
y verde con muchos balcones y
ventanas, parecía un caserón anti
guo. Nos sentamos por grupos y a
comer con un apetito enorme.
Al terminar, reparto de grupos,
habitaciones con lavabo, armario,
en fin que estábamos emociona
dos. Además Sor Nati nos dejó li
bertad para colocamos las amigas
juntas y esto nos quitó los peque
ños recelos de estar con desconoci
dos. El ambiente estaba algo tiran
te en el comedor, las miradas inte
rrogativas giraban de un lado a
otro intentando averiguar lo que
se escondía detrás de cada rostro.
Entre colocar las cosas de las
mochilas, cuchichear entre noso
tras, recorrer la casa mirando to
dos los rincones, se nos pasó rápi
damente la tarde y después de ce
nar. una reunión de tipo normati
vo, para decir lo que no podíamos
hacer y el plan a seguir dentro del
horario. Como estábamos cansa
das a la cama prontito y mientras
se reunieron Sor Nati y don José
Luis con el resto de encargados y
monitores para organizar las reu
niones, temas de formación y acti
vidades para el día siguiente.
¡Pobres, con lo cansados que te
nían que estar!
Una colonia en la que han parti
cipado 52 jóvenes y o adultos.
Los chicos no sólo se han diver
tido, sino que han hecho de sus va
caciones una escuela de formación
humana y social en el campamen
to, en los juegos, en la alegría. Y
en la espiritualidad, que no falta
nunca. Pero, sobre todo, en enten
der la vida como una maravillosa
tarea que ha de convivirse comuni
tariamente y en amistad.
P. F. R.
21
familia salesiana
Convivencia de la
Familia Salesiana de Madrid
Es ya una tradición viva de la Familia Salesiana de Madrid. Todos los años, en la semana que
precede a la Navidad, se celebra una convivencia familiar en uno de los centros de los Salesianos o
de las Hijas de María Auxiliadora de la capital. Juntos reflexionamos sobre la realidad de la obra
de Don Bosco, celebramos la Eucaristía y el ágape y convivimos la alegría de pertenecer a una
misma familia.
UNA GOZOSA
REALIDAD
El pasado 18 de diciembre
nos reunimos en la Escuela
Universitaria Don Bosco mu
chos miembros de la Familia
Salesiana de Madrid. Había
numerosas hijas de María Au
xiliadora, Salesianos, Coope
radores de todas las edades,
Antiguos Alumnos, Volunta
rias de Don Bosco.
Comenzó el acto con un sa
ludo de don Cosme Robredo,
Inspector de los Salesianos de
Madrid. Dio la bienvenida a
todos en el salón de actos y ex
presó el gozo de poder convi
vir juntos en el mismo espíritu
de Don Bosco que nos anima
en nuestra labor apostólica.
Don Blas Calejero, Delega
do Nacional para la Familia
Salesiana, hizo la presentación
del acto y del conferenciante.
Presentó el tema de refle
xión don Rafael Alfaro, direc
tor del Boletín Salesiano,
quien habló sobre la «Gozosa
realidad de la Familia Salesia
na». Comentó la carta del
Rector Mayor sobre dicho
asunto. Se refirió en concreto
a la realidad de la Familia Sa
lesiana en la Inspectoría de
Madrid y a la importancia de
la unidad de la comunión carismática de sus miembros.
«El crecimiento expansivo de
la Familia Salesiana, dijo, nos
hace pensar en el milagro de
las bodas de Caná. El buen
vino del carisma de Don Bosco
se convierte en vital sangre sa
lesiana para el bien y la alegría
de los jóvenes, por la media
ción .de la Virgen Auxiliado
ra». Subrayó los cuatro objeti
vos que marca don Egidio Viganó: Reforzar el conocimien
to de Don Bosco y nuestra ca
ridad pastoral, preocupándo
nos por la santidad en el en
cuentro diario con Cristo y en
el esfuerzo ascético; realiza
ción del compromiso de la
evangelización educadora de
la juventud: «Educar evangeli
zando y evangelizar educan
do» ; procurar la formación es
pecífica de cada grupo de la fa
milia; y sensibilizarnos ante el
problema de las vocaciones
mediante una pastoral vocacional unitaria.
Después de la reflexión, que
fue una afirmación de la «go
zosa realidad de la Familia Sa
lesiana», se hicieron grupos de
estudio para comentar y pro
fundizar el tema tratado. Las
reflexiones se expusieron pos
teriormente en la homilía.
«NUESTRA PALA
DE ARENA»
Presidió la concelebración
eucarística don Cosme Robre
do. En la homilía participaron
los diversos grupos de la Fami-
Lioia.— El pasado año celebraron los
.\ntiguos Alumnos de Hispanoamérica
su ^ x to Congreso en la capital del
Perú. Uno de Im actos más signiñeativos
fue la ofrenda a Don Bosco, ante su ima
gen en la fachada del templo de María
Auxiliadora.
familia salesiana
lia Salesiana. Don Pedro Ló
pez, Vicario de los Salesianos
de Madrid, expresó el momen
to actual de la Congregación
Muy franciscano es este Don Bosco na¡f
que aparece bordado en un tapiz ale
mán.
ante el inminente Capítulo
Inspectorial y el Capítulo Ge
neral, en los que se tratará so
bre la aprobación definitiva de
las Constituciones renovadas.
Sor Luisa Martín, Vicaria de
las HMA de Madrid, se refirió
a las Constituciones, recién
aprobadas por la Santa Sede.
«Por una vez, dijo, nos hemos
adelantado a los Salesianos».
Se escuchó después la voz
de las Voluntarias de Don
Bosco, de los Cooperadores,
de los Antiguos Alumnos, de
los Cooperadores jóvenes. Y
se hicieron las peticiones.
«Que la Familia Salesiana
crezca y se multiplique»...
Ah, pero uno de los jóvenes
fue gráfico y expresivo: «No
sotros. dijo, hemos puesto
también nuestra pala de are
na». Bien, muchacho, sin los
jóvenes la Familia Salesiana
quedaría sin construcción po
sible. No el tópico del granito
de arena, sino una pala. Mejor
una playa entera, o todas las
arenas del mar, como el cora
zón de Don Bosco...
EL AGAPE
FRATERNO
Después de una Eucaristía
vivida en profundidad, hubo
unos veinte sacerdotes conce
lebrantes, y unos doscientos
asistentes, celebramos el ága
pe fraterno compartiendo
unos momentos de comunica
ción y de amistad en un am
biente de verdadera alegría.
Convivencias como ésta sir
ven para estrechar nuestros la
zos de unión y nos hacen vivir
la realidad de que no trabaja
mos solos. Nos ayudan a man
tener la unidad del espíritu
para un enriquecimiento recí
proco y una mayor fecundidad
apostólica.
Creo que todos sentimos la
comunicación del Espíritu, en
la misma oración que recita
mos coralmente; «Que todos
juntos, en amistad, humilde
mente y sin cansarnos, traba
jemos por el crecimiento de tu
Iglesia y por hacer un mundo
más feliz».
M. A. C.
23
lingüísticas. Es lo que se pen
só... inicialmente. En seguida
se asoció Uruguay; y ahora
también las cinco inspectorías
de Argentina. Se prevé incluso
la posibilidad de alguna cola
boración por parte de la Re
gión Pacífica...
B. S.: Como Don Bosco, us
ted otea el futuro... ¿Entrevé
un provincia salesiana en An
gola?
BINI: Desde el punto de
vista práctico sería la mejor
solución; por tanto, es una
meta. La lengua nacional de
Angola es el portugués, aun
que también se hablan otras.
La lengua portuguesa en Afri
ca se habla también en Mo
zambique, donde por ahora
existen dificultades, y en Gui
nea Bissau, que es pequeña.
En cambio Angola está rodea
da por naciones de lengua
francesa e inglesa. Por eso tie
ne necesidades estructurales
propias. Habrá que tenerlas en
cuenta.
B. S.; Dicen que Africa pro
duce el «mal de Africa», es de-
Por fín en la soñada Angola
Los salesíanos han llegado a dos puntos de la República Popular de Angola.
Por su origen, los más son brasileños. Separados de sus resplectivas provincias salesianas, estos misioneros han recibido una asistencia especial del P. Walter Bini, Consejero
General para la Región Atlántica. Con él hemos mantenido una conversación, que ofre
cemos al lector.
Boletín Salesiano: Por pri
mera vez los salesianos de Don
Bosco se establecen en la Re
pública Popular de Angola.
Proceden, sobre todo, de Bra
sil. Usted ha ido a acompañar
los en su calidad de Superior
para la «Región Atlántica».
Perdone, padre, una pregunta
ingenua: ¿Le gusta Angola?
IIN I: Muchísimo. Pero esta
pregunta...
B. S.: ... viene a que puede
servir a todos los salesianos: la
Congregación y los misioneros
que usted acompañó hace
poco... Habrá un motivo espe
cial para que le guste Ango
la...
BINI: Por lo menos motivos
personales. Yo soy brasileño.
Y Angola se parece muchísi
mo a Brasil desde muchos
puntos de vista: clima, alimen
tación... Angola se encuentra
en el mismo paralelo de nues
tra Bahía. Además la gente es
muy acogedora, expansiva,
alegre y amante del canto. En
cierto modo parece que uno se
encuentra en su propia tierra.
B. S.: ¿Entonces por eso se
abre esta nueva misión con sa
lesianos brasileños?
BINI: También por eso.
Convenía tener en cuenta al
gunas analogías y afinidades
climáticas, étnicas, culturales y
cir, el ansia de volver a ella
para echar raíces en sus tie
rras. Vamos, que se le toma
cariño... ¿Angola presenta
motivos especiales para que
los salesianos «echen raíces»
en ella?
BINI: Sobre todo desde el
punto de vista social, sin duda:
por su modo cortés, casi diría
familiar, y cordialísimo de
acoger, albergar y comunicar
con nosotros... El angoleño es
bueno, abierto y comunicati
vo. Inmediatamente se esta
blece una sintonía de relacio
nes. Esto desde el punto de
vista social. En el aspecto cul
tural se percibe una coinciden-
misiones y tercer mundo
da. Lo cual facilita la labor del
misionero. Yo no he estado
mucho tiempo en Angola;
pero no vi ninguna distinción
racial, aunque los blancos son
una reducida minoría entre los
negros. Esto es admirable, si
se piensa que estamos apenas
a seis años de la lucha por la
independencia...
B. S.: Supongo que el cris
tianismo habrá contribuido a
este fenómeno.
BINI: Sin duda. Los obispos
angoleños quieren una iglesia
que no sea «nacionalista», sino
abierta a todas las razas. Co
nocen, y así lo declaran, «el
peligro de nacionalismo en la
misma Iglesia». Por lo demás,
en Angola se advierte en se
guida la profunda religiosidad
de la población. Es gente que
cree de verdad, profunda e ín
timamente. No he podido ver
por dónde va la población no
católica. Pero los cristianos,
los católicos, viven sin rega
teos la religión que profesan.
Salta a la vista en cualquier
reunión o trato con los cnstianos, que tienen un modo muy
especial, por ejemplo, de par
ticipar en las manifestaciones y
celebraciones de fe. Las vi en
Dondo y en Luena. Me con
movieron: había fe, expresión,
canto popular, participación
general con una espontanei
dad y vibración verdadera
mente impresionantes. Cantos
maravillosos y expresiones
sorprendentes...
B. S.: ¿Tiene ritos propios?
BINI: La liturgia sigue el
rito romano. Pero la participa
ción de la gente es muy típica.
El rito es vivido por gente ex
pansiva... En las misas más so
lemnes, según las vi en Dondo, un grupo de personas
avanza desde el fondo del tem
plo llevando las ofrendas entre
cantos y danzas. Es típica del
mundo africano una expresión
de oración muy sentida y pro
funda que nos impresiona a
nosotros los blancos.
B. S.: ¿No hay peligro de
contaminaciones, como ha su
cedido en Brasil con el Macumba, el Candoblé..., mezcla
de ritos cristianos y paganos?
BINI: Hay que hacer una
distinción fundamental. En
brasil los negros, importados
como esclavos, fueron «obliga
dos» a ser cristianos. Camufla
ron, bajo apariencias cristia
nas, los ritos y creencias que
COINCIDEN DON BOSCO Y EL GOBERNADOR
Corría el año 1886. Según su primer biógrafo, G. B. Lemoyne, «muchísimas veces se le
sorprendía a Don Bosco mirando el mapa de Africa. Observaba Angola, Benguela y Congo.
Con frecuencia hablaba de Angola, y decía que se debía aceptar aquella misión sí se nos
ofrecía».
La información anterior no figura en ninguno de ios veinte gruesos volúmenes de las
«Memorias Biográficas», sino en la «pequeña» vida del Fundador que escribió el mismo Le
moyne: vol. II, capítulo IX («Hacia el ocaso»). Vale la pena ocuparse de ello, porque aquel
detalle tuvo una continuación muchos años después.
Hoy (1981, 1982) los salesianos, efectivamente, han llegado a Angola. Pero de entonces
acá ha sucedido un hecho curioso. Hace treinta años, en 1951, el Gobernador portugués de
Luanda recibió al entonces inspector de la provincia portuguesa, P. Agenor Vieira Pontes,
que iba a Mozambique. Y la conversación recayó precisamente sobre «Angola, Benguela y
Congo», las tierras que contemplaba Don Bosco desde lejos...
El Gobernador ofrecía fundaciones: un gran colegio en la capital, para comenzar... En
tiempo de Don Bosco ios tres territorios citados, y «escrutados» por el Santo, no corres|Mndían a los homónimos estados actuales, sino a «reinos» menores que la Conferencia Africa
na de Berlín (1884-1885), sagazmente manipulada por Otto von Bísmarck, había incorpora
do a Angola (o Ngola, según el nombre del rey fundador), para hacer de ella una colonia
asignada a Portugal.
«Quedé sorprendido —escribió después al Consejo Superior Salesiano el P. Agenor Viei
ra Pontes el 17 de marzo de 1 9 8 (^ de que aquel (^bem ador aludiese con tanta precisión a
ios territorios que habían interesado a Don Bosco, según dice Lemoyne en su pequeña bio
grafía...
Al ir hoy a Angola los salesianos llevan a término la «estrategia misionera» de San Juan
Bosco.
25
misiones y tercer mundo
les habían sido prohibidas. Por
eso en realidad han sobrevivi
do en ellos algunas creencias
africanas, que hoy se manifies
tan más abiertamente en la
mezcla de ritos que todos co
nocemos. En cambio en Ango
la el que es cristiano, se porta
como tal; y el que no lo es, no
tiene por (^ué aparentarlo.
Todo es genuino: el cristiano y
el pagano. Algún tipo de sin
cretismo está apareciendo
hoy; pero de un aspecto muy
diverso, de raíz profundamen
te evangélica protestante: un
tipo de falso «biblismo», que
lee e interpreta la Biblia al
mos en actitud de quien tiene
mucho que aprender y poco
que enseñar. No es fácil captar
una situación humana —cultu
ra, sociedad, estructuras,
etc.— profunda y auténtica
mente. Tenemos por delante
un vasto problema de inculturación. Lo primero, la lengua.
Aunque la inmensa mayoría
habla portugués —con alguna
excepción entre los más vie
jos—, la lengua nativa de la
tribu es muy importante para
quien de verdad desea llegar al
corazón de la gente, logrando
una sintonía más profunda y
una acogida más fácil con per-
r"
%
Ti
Los chavales africanos hacen cola para
recibir a Don Hosco, que está cumplien
do sus sueños en el continente.
modo pagano; lo cual da vida a
pequeñas sectas religiosas afri
canas. importadas sobre todo
de Zambia. y un poco de Zaire; pero no pasa de reducidas
minorías.
B. S.: En el contexto cultu
ral, social y religioso de la ac
tual Angola, ^.cómo han caído
o lo están haciendo los salesianos?
BINl: Se está comenzando.
Por lo menos un año estare
26
sonas que hablan el portugués
sólo como lengua superpuesta
y no como lengua materna.
B. S.: ¿Nunca habían estado
los salesianos en Angola?
BINI: Nunca como misione
ros fijos. Sin embargo hay pre
misas bastante elocuentes. He
sabido que en Ngunza —lla
mado antes Novo Redondo—
algún grupo de antiguos alum
nos y de antiguas alumnas ya
había insistido para que los salesianos fundaran una casa en
su ciudad. Habían estudiado
en nuestros colegios de Portu
gal, y querían —negros y blan
cos— una obra de Don Bosco
en Angola. Antes de la inde
pendencia se reunían en Luan
da, y ordinariamente invita
ban a algún salesiano para que
los orientara. En cierto modo
suplían a los salesianos. Toda
vía el año 1972 el Inspector, P.
Manuel Julio de Bastos Pinho,
presidió una de estas reunio
nes de trabajo. En una ocasión
(año 1951) el Inspector de Lis
boa, P. Agenor Pontes, de
paso por Angola camino de
Mozambique, para fundar la
obra de Maputo (Louren^o
Marques), fue invitado por el
Gobernador portugués a ha
cerse cargo de un gran colegio
estatal de Lubango (Sáda Bandeira). No pudo aceptar por
los compromisos que ya tenía
en Mozambique. Es un ante
cedente histórico.
B. S.: Según eso hoy, des
pués de la independencia an
goleña, los salesianos brasile
ños llevan a término un anti
guo proyecto... ¿Cuántos son
y dónde están?
BINI: En total, seis. Cinco
entraron entre septiembre y
diciembre de 1981. El sexto lo
hace en enero de 1982. Yo
acompañé personalmente al
P. Milán (Uruguayo) el 10 de
noviembre. Ya habían llegado
los PP. Beber y Jurandyr. En
cambio el P. Tironi y el señor
Lopes lo harían en diciembre.
A falta de una casa propia, y
también para aprender algo,
los dos primeros se alojaron en
casa de los Hermanos Maristas
durante algunas semanas. Pos
teriormente se establecieron
en su misión de Dondo, a 180
kilómetros de Luanda por una
carretera asfaltada. Ahí están
por ahora los dos. Más tarde
serán tres. Los demás están en
Luena, otra diócesis en el inte
rior, una zona muy distinta.
Donde se encuentra en la re
gión litoral, cálida y húmeda;
Luena, a 1.300 metros sobre el
nivel del mar, con un clima en
vidiable.
B. S.: ¿Qué se proponen los
salesianos en Angola? ¿Cuáles
son sus proyectos inmediatos?
BINI: Nos hemos puesto a
disposición de los obispos,
aunque diciéndoles claramen-
misiones y tercer mundo
te que somos salesianos; ellos
mismos nos quieren como ta
les. Llevaremos a cabo todo el
trabajo misionero que se pre
sente, pero con nuestro estilo
y preferencias. Dada la pecu
liar situación angoleña, no po
dremos hacernos cargo de es
cuelas. Por eso, hemos ido a
parroquias en zonas rurales
sembradas de pequeños cen
tros misioneros. La parroquia
pues, será la estructura básica
de un trabajo que desarrolla
remos según nuestro carisma,
que busca la gente pobre dei
pueblo con necesidad de ani
madores y pastores.
B. S.: ¿Se multiplicarán
pronto los centros salesianos, o
por ahora se limitarán a los
dos que usted ha dicho?
BINI: Como desde Améri
ca, además de los brasileños
quieren venir a Angola otras
provincias salesianas, nuestra
idea es ampliar pronto la obra,
por lo menos con otros dos
centros. _Como necesidad in
terna de nuestra organización
y a la vez como urgencia apos
tólica objetiva de grandísimo
interés eclesial y salesiano, ha
brá que fundar por lo menos
una obra en Luanda.
B. S.: Naturalmente, como
suelen los salesianos, en las
afueras de la ciudad...
BINI: Sí, claro. El Arzobis
po de Luanda nos ofrece una
nueva parroquia en las afue
ras: cien mil habitantes en una
zona paupérrima. Creo que
podremos establecernos y tra
bajar en ella.
B. S.: Según usted, ¿qué
cualidades debería tener un
salesiano que desee Angola?
BINI: Gran capacidad de
adaptación. No querer todo de
una sola vez, sino tener pa
ciencia, aprender, aclimatarse,
conocer, sentirse dentro de las
situaciones..., cercanía al pue
blo, sintonía de espíritu...;
pero, sobre todo, paciencia,
mucha paciencia... Y también
dominar bien, además de por
tugués, las lenguas locales: el
kimbundo (Luanda, Dondo...), el kyoto (Luena) y
otras. Por ahora nuestro plan
de desarrollamos en las zo
nas de Luanda-Dondo-Luena,
para no tener que afrontar de
repente demasiadas dificulta
des.
B. S.: ¿Cómo se presenta
ahora la situación angoleña
respecto a la libertad de evangelización y promoción huma
na?
BINI: Yo diría que en este
momento la situación es favo
rable. Se puede trabajar. La
autoridad gubernativa ve ne
cesario formar cuadros diri
gentes, y los juzga imprescin
dibles. Es natural. Por eso re
curren a cuantos pueden ayu
dar en tal sentido. Por tanto.
res. También él formaba, so
bre todo para el mundo del
trabajo, cuadros competentes
y responsables. Si nosotros es
tamos llamados a eso, y lo po
demos hacer, estamos dispues
tos a servir. El signo positivo
nos llega precisamente de los
salesianos que ya han entrado
en Angola. Están contentos,
pueden trabajar, y trabajan
mucho, a pesar de las privacio
nes en que viven. ¡Qué pobre
za la suya! No les es fácil la
vida en Angola... Es una na
ción qúe comienza su existen
cia libre: debe fundar todo
desde su cimiento: estructuras.
ff
cualquiera que llegue de An
gola con alguna preparación
específica, es bien recibido. A
partir de esta consideración se
puede hacer mucho, sobre
todo si se busca, como es lo
nuestro, el bien del pueblo
sencillo, sin entrometerse en
cuestiones políticas. Creo que
para los salesianos no es nueva
esta situación. Más o menos es
la que se encontró Don Bosco
en el mundo piamontés de! si
glo pasado. También Don
Bosco, en aquellas condicio
nes, pudo trabajar para formar
ciudadanos leales y acabados,
cristianos sinceros y ejempla
Luanda (Angola).— Antes de la llegada
de kK Salesianos se hicieron presentes
los Antiguos Alumnos quienes dirigie
ron este colegio de Nuestra Señora de la
Paz... Con la pedagogía de Don Bosco
prepararon d camino a sus mismos edu
cadores.
servicios públicos, econo
mía... El que llega, debe estar
dispuesto a aceptar esa condi
ción y vivirla, procurando me
jorarla como pueda, adaptán
dose a una pobreza que ni nos
imaginamos... Con este espíri
tu han entrado los salesianos
en Angola: comienzan en un
Estado que comienza...
27
POR LA UNIDAD
DE LA IGLESIA
NICARAGÜENSE
Managua: «Los sacerdotes tie
nen la obligación de transmitir la
verdad, aun a costa de grandes sa
crificios», ha dicho el Arzobispo
salesiano de Managua monseñor
Miguel Obando en la ceremonia
de la ordenación de los nuevos
diáconos de la Archidiócesis. Asi
mismo ha pedido oraciones por los
obispos y sacerdotes para que con
tinúen anunciando la Palabra de
Dios sin miedo y sin falsificacio
nes. Monseñor Obando ha exhor
tado a los sacerdotes a permanecer
unidos bajo la guía de su obispo.
MISIONERO
INOLVIDABLE
Vemos en estas dos fotografías
al veterano misionero salesiano.
Padre León Liviabella. rodeado
de tres salesianas y de dos sacerdo
tes todos japoneses. Trabajó el
Padre León durante 56 años en la
nación nipona. Compañero de
monseñor Cimatti, formó parte de
la primera expedición salesiana al
Imperio del Sol Naciente en 1926.
Murió el pasado 28 de noviembre
de 1982.
Desde sus inicios, el camino sa
lesiano en Japón estuvo sembrado
de dificultades que obligaron a los
misioneros a una mayor creativi
dad imaginativa. Así se hicieron
célebres los conciertos instrumen
tales y tríos vocales organizados
por los salesianos Cimatti - Livianella - Margiara. No dudaron en
presentarse en teatros, auditorios,
salones, hoteles y plazas públicas
del país. Cosecharon triunfos y
aplausos por su arte. Pero fue un
medio de comunicación para darse
a conocer a la sociedad y estable
cer una verdadera «comunión» mi
sionera.
Su caridad no tenía límites. En
un país opulento, pero no cristia
no, tuviertm que privarse con mu
cha frecuencia de la aimida y de
cosas necesarias para poder man
tener a un huérfano más o a algún
muchacho pt^bre. La historia les
ha dado la razón a estos pioneros.
El Padre Liviabella, que sembró
en el sufrimiento, ha podido ver
sus frutos ai final de su larga vida.
28
LLEGAN
A NIGERIA
LOS PRIMEROS
SALESIANOS
Había nacido en Italia en 1896
en el seno de una familia de músi
cos: Lino, un hermano suyo, es
mundialmente conocido. El sale
siano también fue un músico ex
traordinario. Una de sus últimas
alegrías es la de haber instalado un
órgano estupendo en la iglesia salesiana de Tokio. Inolvidable su fi
gura sobre el teclado o en el patio
rodeado de chiquillos.
Lagos: El pasado 26 de septiem
bre de 1982, y puntuales a su cita,
llegaron a la capital de Nigeria los
tres primeros salesianos: el Sr.
Juan Patrucco y los sacerdotes Ita
lo Spagnolo y Gabriel Wade. Pro
Lo mismo que don Cimatti, el
Padre León se sirvió de la música
como medio de apostolado misio
nero. Aunque sus mayores armas
para la difusión del reino de Dios
eran su pobreza y su sencillez.
Salesiano desde 1913, fue siem
pre coherente con su opción por
Don Bosco y por los pobres, en un
Japón de la anundancia y del bie
nestar.
vienen los tres de la Inspectoría
Italiano-helvética con sede en No
vara. En noviembre se les unieron
otros dos salesianos: don Ricardo
Castellino y don Vicente Marrone.
Y, en diciembre, don Mermes Tessone, procedentes de la Inspecto
ría Subalpina, con sede en Turín.
Estos tres últimos trabajarán en
Akure, la capital del Estado de
Ondo. a 300 km. de Lagos.
noticias
El obispo monseñor F. Alongé
ha comunicado a sus diocesanos:
«Demos tiempo a los Salesianos a
que conozcan a nuestros jóvenes y
que trabajen según su espíritu».
Por lo pronto, los seis salesianos
ya se han enfrascado en el estudio
de la cultura y de la lengua yoruba. Y les debe ir muy bien pues di
cen que «se encuentran como en
su propia casa».
BUTAN:
DONDE SE EXPULSA
Y SE LLAMA
A LOS SALESIANOS
Gauhatt (Assam): Aunque los
salesianos se han tenido que mar
char de Bután, por allá anda toda
vía Don Bosco.
El director del Consejo Nacio
nal para la promoción social y cul
tural del Reino y un consejero
suyo se han desplazado a Gaiihati
para entregar al superior salesiano
una carta singular de su Gobierno.
En ella se les invita formalmente a
los hijos de Don Bosco a semirle
asistiendo en la ejecución de los
planes de promoción juvenil ini
ciados en 1981 por los salesianos
antes de abandonar el País.
El plan de promición incluía
cursillos de tres semanas de dura
ción. En el primero habían partici
pado 35 profesores llegados de
todo Bután. Se trataba de formar
animadores y expertos capaces de
llevar a los jóvenes a un auténtico
desarrollo agrario capilar. La idea
la habían financiado el ESCAP
(ONU) y el Consejo Mundial de
las Iglesias.
Había colaborado eficazmente
el «escultismo», introducido en
Bután por los mismos salesianos, y
lo había hecho con campamentos
semanales para 70 u 80 chicos y
chicas, bajo la guía de seis profe
sores del sur de Bután.
La misma princesa Ashi Perma
Thadem Wangchuk había contro
lado personalmente la eñcacia de
las diversas iniciativas... El entu
siasmo de los participantes y el
éxito logrado hizo que se recono
ciera que había sido el mejor cur
sillo dado en Bután.
Así se explica la invitación del
Gobierno de Bután. Se ve que tie
nen la sabiduría del Oriente, pues
reconocen el error del año pasado.
Ahora encomienda a los salesianos que sigan realizando los cursi
llos de promoción juvenil y de for
mación de animadores.
LOS CIEN ANOS
DEL «SAN GIOVANNINO>^
El San Giovannino es la actual iglesia de San Juan Evangelista
inaugurada en Turín en 1882. Allí mismo, desde 1847, funcionaba
el segundo oratorio de Don Bosco, llamado de San Lui.s.
La iglesia de San Juan Evangelista cumplió el pasado octubre los
cien años de vida salesiana. D e^e 1847 acudían allí unos 600 cha
vales, sobre todo, los domingos y días festivos. Allí mismo es donde
iba a dar clases de catecismo el amigo de Don Bosco San Leonardo
Muríaldo, hace poco canonizado.
Don Bosco construyó la preciosa iglesia con las exclusivas ofer
tas de los fieles. Quiso que fuese un centro de espiritualidad y de
formación. Así lo expre^ el mismo santo en el Boletín Salesiano
del mes de enero de 1882: «La i^esia de San Juan Evangelista está
casi concluida, pero, como sabéis, a su lado se va a levantar un co
legio para chicos pobres y abandonados». En efecto, dos años más
tarde, ya estaba levantado el c o i^ o anunciado Por Don Bosco.
E^te colegio, en los primeros años, acogió a los aspirantes salesia
nos adultos, llamados «hijos de María». Posteriormente se trans
formó en colegio de bachillerato. Total, cien años de acción educa
tiva iniciada por el mismo Don Bosco.
En las fotos, sobre la primitiva obra del Oratorio de San Luis,
surge la esbelta torre y la fachada del colegio.
(CiMresp. J . Knlam, sdb)
29
nuestra gratitud
Madrid: Doy gracias a María
Auxiliadora por ía ayuda experi
mentada por un nieto mío en un
examen muy difícil. Ofrezco un
donativo. Paula Herrera Mateos.
Cañizo (Zamora): Damos gra
cias a María Auxiliadora y envia
mos una limosna por los favores
recibidos. Josefa González; Euse
bia Granado; Dalia Raposo; Ma
ría Cadierno; Emilia Rollón: M é
nica y Leovi^lda Zamorano.
Vitoria: Debiendo someterse
nuestra madre a una delicada in
tervención quirúrgica, invocamos
con toda confianza la protección
de María Auxiliadora.
Una serie de circunstancias en el
momento de la operación pudie
ron acarrear fatales consecuencias
para nuestra madre. Creemos que
la protección de la Virgen hizo que
todo se resolviera satisfactoria
mente. Hoy día, la enferma se ha
lla en pleno restablecimiento. Por
todo ello, con la mayor alegría,
BECAS PARA LAS VOCACIONES SALESIANAS
IN S P E C T O R IA D E B A R C E L O N A
Beca 'S a n Marcos". Primera entrega: 100.000 pesetas.
Beca "Bibiana Soc ias". N. e.: 8.000. Total: 74.000 pesetas.
IN S P E C T O R IA D E B IL B A O
B eca «Sla. Mónlca». Primera entrega: 136.000 pesetas.
Beca "M am á Margarita". N. e.: 28.d00. Total: 112.500 pesetas.
B aca "M aría Auxiliaciora". Deusto. N. e.; 15.000. Total: 50.000 pesetas.
Beca "Rulino Encinas". Vda. de Mauricio. N. e.: 5.000. Total: 47.000 pesetas.
Beca “Luis Torrerio". Vda. de Mauricio. N. e.: 5.000. Total: 35.000 pesetas.
IN S P E C T O R IA D E C O R D O B A
B eca "P ío Campero". Orense. N. e.: 50.000. Total: 150.000 pesetas.
B eca "Rosita Hernández". Córdoba. N. e.: 60.000.Tota!; 180.000 pesetas.
Beca "Familia Salesiana de Pozoblanco". Primera entrega: 60.000 pesetas.
Beca "Joaquín Zayas". Pnm era entrega: 50.000 pesetas.
Beca "Jo sé de Juan". L a s Palmas. Primera e n tr^ a : 313.000 pesetas.
Beca "M aría Auxiliadora". El Sauzal. Primera entrega: 25.000 pesetas.
Beca "D. Bosco". La orotava. N. e.: 100.000. Total; 360.000 pesetas.
IN S P E C T O R IA D E L E O N
B aca "Gon-viz*. Vígo. María Auxiliadora. N. e.; 17.000. Total; 154.000 pesetas.
B b d ~D. Fila". VIgo. M aría Auxiliadora. N. e.: 5.000. Total: 107.000 pesetas.
Baca “S a n Antonio". VIgo. M aría Auxiliadora. Pnm era entrega: 13S.CÍ00 pesetas
Beca “O. Rúa". Vigo. M aría Auxiliadora. Primera entrega: 176.000 pesetas.
BecB"D . Felipe García". Cooperadores C. Soteio. N. e.: 15.000. Total: 105.000pesetas.
Beca ‘Villa de la Robla". Senegal. Primera entrega: 150.000 pesetas.
B eca “Sacerdotal". Vigo. M.* Auxiliadora. N. e.: 50.000. Total: 225.000 pesetas.
Beca “Vocaaonal". Coruña. D. Bosco. N, e.: 50.000. Total: 147.300 pesetas.
B eca "Augusto Czartorisky'- Orense. Primera entrega: 175.000 pesetas.
B ecas Sacerdotales O. Manuel Rodríguez. Primera entrega: 100.000 pts.
Beca "Senegal". N uevas entregas:
Rector Mayor: 84.000 pesetas.
Jo sé M aría Calvo: 150.000 pesetas
Cooperadores: 200.000 pesetas
AJIariz: 174.000 pesetas,
cambados; 11.000 pesatBA.
Otras llmosnasr 7.000 paaiitia.
Total: 6S6:QQOt>*m aSBeca "Alríca SeleeienA". ’THTtln T im riri Pnm era entrega: 20.000 pesetas.
Beca "Familia Sale6iana""Veo.
AuxiliadBifc Trimeia entrega- 250.000 pesetas.
Beca^Fam illa C.
P iIrn u ife n tn gB : m O O p m ettB.
B eca ‘ B a d e w iB « H M lM a M a io *tL O r Q t x á n o "
M * A u x R ia d a i& ^ ^ m a n entrega.
50.000 pesetas
Beca "Patito" Vigo. M .*A » s K id o r a W aaata añasga: 6 .t R n p M t o s .
IN S P E C T O R IA D E M A D R ID
B e sa "Famriia rrancia" N..e - roO Q Tcftal:
B s c a 'M A L ' N a.ri.OOO. TcáMiJlfl
B a a "M a m s d M C r u n i e '. N. a.: £ 0 0
a se a "FlOtitiad". m . a.: lO J M L J U a l:
Baca "S a m Padza" • A M r t a s H £ < C 7 -e . Ta
Beca ‘a n J a H i B o s c e * d a rw n nisii y nniiii t ~ l| ii a i ¿ É Ti i noTinn i»[seaj.
Baca "M a ro aa ii Cruzado". M. s.: 3.000 T o i ^ r ^ ^ i ^ M .
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Baca "Sa n Jaaá y S a n AManto*. N. e.: 5.000. TettostOOO p ñ s t » .
MEPCCTOMULOE VALEM O A
Baca 'BtRiPaueao'. Nevstda. M. a.: tíLflOD. Ttsal: TSHOD r m U i
Baca 'BarrBsrrtardD'. VWan a. M. a.- tOiMD. Total: iSEasO ^ M astas.
B aca S a n Joaa d a W b ara'. M e sy N a.: 15310. TntiT r i fion n a n m i
30
hacemos público nuestro agradeci
miento a María Auxiliadora y en
viamos una limosna. Hermanos
Alvarez Hernández.
Alcoy: Víctima de una fuerte
depresión nerviosa recurrí a nues
tra bondadosa Madre, quien me
otorgó sú auxilio amoroso. Reco
nocida a su favor publico la gracia
y entrego una limosna para su cul
to. M. J. C.
Torrente (Valencia): «En acción
de gracias a María Auxiliadora
por haber aprobado el carnet de
conducir, envío una limosna, ro
gándole lo publique en el Bole
tín». Asunción Mora.
Torrente (Valencia): «Estando
una sobrina mía para operar, sien
do una operación algo complica
da, la encomendé a María Auxilia
dora. En acción de gracias a tan
buena Madre, porque de la opera
ción salió mucho mejor de lo que
esperaba, envío una limosna».
María Piles.
Madrid: En acción de gracias a
María Auxiliadora por un favor
recibido, envío una limosna. V. C.
Vigo: Gracias a María Auxilia
dora por favores .y gracias concedi
das. Ruego se publique en el Bole
tín. Cardama.
Vergara (Guipúzcoa): Doy gra
cias a María Auxiliadora por una
gracia recibida, con el ruego de
c^ue se publique en el Boletín Salesiano. Envío una limosna. Doro
tea Martín.
Puenteseco-Lestemoño (La Co
ruña): Da gracias a María Auxilia
dora por un favor concedido y en
vía una limosna. Asunción Porga
Tamiet.
Vigo: Doy gracias a María Auxi
liadora p>or su intercesión en la
operación de cáncer de garganta
de Luis Torre Reza y le pido la
gracia que no se le vuelva a repro
ducir ni pierda la voz. Agradecida
doy una limosna. Africa.
Zamora: Doy gracias a María
Auxiliadora por un favor recibido
y entrego una limosna. Josefa Bea
to.
Jerez de la Frontera: Dan gra
cias a María Auxiliadora por gran
des favores recibidos durante este
nuestra gratitud
— Dolores Muñoz de Marín su
fría mal de corazón y, encomen
dándose a la Virgen, se sometió a
una operación y se encuentra com
pletamente restablecida.
— Manuel Rueda Cantarero su
frió inesperadamente una trombo
sis en la cabeza. Al enteramos de
que lo iban a intervenir quirúrgicamente, suplicamos su ayuda a Ma
ría Auxiliadora y todo salió mejor
de lo que creían los médicos, no
quedándole ninguna secuela y en
contrándose perfectamente en po
cos días.
— Una familia pasaba por una
situación económica muy difícil.
Encomendándose a María Auxi
liadora, les llegó una ayuda ines
perada.
—Se encontraba José Galván
Aparicio con principios de menin
gitis, lo encomendamos a María
Auxiliadora, superó el mal y se en
cuentra perfectamente.
— Sor Ana Ordóñez agradece a
la Virgen el que un familiar suyo
saliera bien de unas oposiciones
muy difíciles.
—^Todos damos públicamente
gracias a María Auxiliadora por
los favores recibidos. Sor Carmen
Rueda.
Arévalo: Doy gracias a María
Auxiliadora por la completa cura
ción del brazo de mi madre, que
sufrió un profunda fractura en una
caída.
Después de escayolada durante
cuarenta días, no quedó bien. Los
médicos detectaron, mediante una
nueva radiografía, una rotura que
antes no habían visto, por lo que
determinaron que había que vol
ver a escayolar. En esta apurada y
embarazosa situación, comenza
mos una novena y pedimos con
mucha fe a María Auxiliadora que
(Quedase bien, o lo mejor piosible,
si era voluntad de Dios.
A los pocos días, antes de termi
nar la novena, los médicos exami
naron el brazo y vieron que estaba
en pierfectas condiciones, de ma
nera que ya no era necesaria una
nueva intervención.
Actualmente, después de un
año, se encuentra perfectamente;
puede coger peso, y no le ha que
dado señal ni imperfección. Por lo
cual, muy agradecido a nuestra
Virgen Auxiliadora por esta gracia
s in g a r , hago pública esta gracia y
envío un donativo para las Obras
Salesinas. A . Muñoz.
Madrid: Por varios favores reci
bidos, pidiendo a María Auxilia
dora su protección. Doy una li
mosna en favor del Tercer Mundo.
M.‘ del Pilar Rombo.
Madrid: Doy gracias a María
Auxiliadora por la solución de dos
cosas difíciles. Un antiguo alum
no.
San Vicente del Palacio (Valladolid): Doy gracias a María Auxi
liadora y a San Juan Hosco de mu
chos favores que he alcanzado de
ellos y más que espero alcanzar; y
mando esta limosna. Alejandra
Vara y Leandro López.
Llaranes-Avilés: Doy gracias a
María Auxiliadora por el favor
concedido a mi hija en las oposi
ciones. Envío una limosna para las
obras salesianas y sigo confiando
en mi Madre Auxiliadora. Merce
des Suárez.
Llaranes-Avilés: Envío un dona
tivo en acción de gracias a «María
Auxiliadora» por favores recibi
dos, en especial por haber mejora
do mucho a mi marido de una
trombosis cerebral. Otilia López
Abad.
Málaga: Se encontraba mi ma
dre con una herida en la pierna, la
cual por ser diabética le tardaba en
cicatrizar, pero con la ayuda de
María Auxiliadora se vieron coro
nados nuestros deseos. Lo publico
como prometí. Mandando cele
brar una.misa en su honor. Familia
Schanze Fernández.
Astudillo: Habiendo recibido
una gracia de María Auxiliadora,
cumplo la promesa de publicarla
en el Boletín Salesiano y entrego
una limosna para las Obras de
Don Hosco. N. N.
Orense: Encontrándose mi hija
sin trabajo en su profesión de Mé
dico. solicitamos ella y yo. la inter
cesión de María Auxiliadora por
mediación de la Novena recomen
dada por S. Juan Hosco, poniendo
toda nuestra confianza en tan efi
caz Auxiliadora. Hoy damos gra
cias por haber obtenido lo que pe
díamos, logrando plaza en unas
opiosiciones muy difíciles.
Por éste y otros favores recibi
dos entregamos el donativo y ro
gamos se publique en el Boletín
Salesiano para estímulo de otras
personas. R. L. y M." E. O.
Córdoba: Por favores recibidos
de nuestra Madre y Reina María
Auxiliadora, muy agradecida en
vío una limosna para su culto u
otras necesidades. Resu Carmona.
Fermoselle (Zamora): Una de
vota de Fermoselle (Zamora) da
gracias a María Auxiliadora por
una gracia recibida y envía una li
mosna.
Astudillo: Damos gradas u Ma
ría Auxiliadora por los favores re
cibidos. sobre todo uno referente
a la salud de un familiar. Entrega
mos una limosna. Familia R. H.
Vigo: A María Auxiliadora y
San Juan Hosco envío esta peque
ña limosna prometida por un favor
recibido. E. Alonso.
VIgo: A Santo Domingo Savio
envío una limosna prometida por
los favores recibidos. E. Alonso.
Herrera del Pisuerga (Falencia):
Agradecido a María Auxiliadora
por favores recibidos, envía una li
mosna. Un antiguo alumno.
Zamora: Doy gracias a María
Auxiliadora por haber aprobado
unos exámenes y deseo siga ayu
dando. J. Carozo.
Zamora: Soy devota de María
Auxiliadora y Archicofrade. Doy
gracias por el éxito de una opera
ción de mi hijo y los exámenes de
un hijo. A. M.
Orense: Pidiendo una gracia es
pecial a María Auxiliadora envío
una limosna. Rita Pajarín Cam
pos.
León: Habiendo salido un fami
liar bien de una operación por en
comendarnos a María Auxiliado
ra. envío una limosna para las
obras salesianas en agradecimien
to a tan singular gracia. Teodora
Ordos - Villalobos.
Béjar (Salamanca): De nuevo he
de agradecer a María Auxiliadora
un señalado favor que la pedí con
la confianza de siempre, mediante
la novena recomendada por San
Juan Hosco. Al cuarto día me fue
concedido ese favor, y con mi
agradecimiento a Ella, le publico y
envío la limosna prometida. F. M.
M.
Vigo: Por un favor importante
de María Auxiliadora, doy gracias
y envío una limosna. G. A.
31
fueron a la casa del padre
Sra. María Ortego Martín.
t el 23 de octubre de 1982 en
Madrid. Su nombre es familiar y
bien querido para muchos salesianos. Fueron estos los que la cono
cieron en días azarosos y recibie
ron de ella atenciones y ayuda que
no han podido olvidar al cabo de
muchos años. Recién salidos de la
cárcel, desorientados y en peligro,
en la casa de María, enfermera de
la Beneficencia, encontraron ho
gar, alimento, ropa, colocación
para hacer frente a su situación
precaria, cuidados médicos, reco
mendaciones eficaces, y cuanto se
p>odía esperar, no ya de una solíci
ta caridad, sino del cuidado amo
roso de una madre.
Son bastantes los que sienten
hoy la muerte de María como una
desconsolada orfandad. Les com
pensa la pena, la confianza funda
da de que esta nueva y valerosa
«Mamá Margarita» ha mejorado
de condición y estará ya disfrutan
do el premio merecido de mujer
sufrida, rezadora, dadivosa hasta
lo ejemplar, más amiga de dar que
de recibir, de hacer favores que de
pedirlos.
En su testamento hizo donación
de su cuerpo a la Facultad de Me
dicina para quien pudiera ser útil.
Con ese gesto prestó su último ser
vicio como enfermera y como mu
jer caritativa, atenta siempre al
bien de ios demás. Continua ha
ciendo caridades después de muer
ta.
AI final de la vida recordaba
como uno de los días más felices
de su vida el 26 de agosto de 1966.
Fue la fecha en que, en la casa salesiana de Umieta. recién inaugu
rada. ante un público copioso de
salesianos y amigos, se le otorga
ron por concesión del Rector Ma
yor don Luis Ricceri. los diplomas
de Cooperadora Salesiana. de
Bienhechora Insigne y Madre de
Salesianos.' El Boletín Salesiano
de aquel mes recogía la crónica del
32
acto y consignaba, entre otras co
sas: «Velada la voz por la emoción
del momento, María dio a todos
sus más rendidas gracias. Como
recuerdo, entregó a la comunidad,
en un precioso estuche, un copón
de oro y plata». No sería la última
entrega de signo sacerdotal. Con
el fruto de su trabajo, ha costeado
becas y no ha dejado de ayudar,
por cuantos medios le ha sido posi
ble, al sostenimiento de las voca
ciones. Sabía hacer el bien y ha
cerlo de la manera más rentable.
Por exigencias de la edad y de
los achaques, un día tuvo que
abandonar su casa, siempre abier
ta para los salesianos, y acogerse a
una residencia. Fue un sacrificio
que no llegó a superar del todo.
Uno más de los que sobrellevó con
dolorida y resignada actitud.
Dña. Trinidad Guitián Torréns.
t el 26 de noviembre de 1982 en
Lumbrales (Salamanca! a los 86
años de edad, habiendo recibido
con gran devoción los últimos sa
cramentos.
Era madre de doce hijos de los
cuales entregó tres al Señor en la
Congregación Salesiana: dos sa
cerdotes, don Luis y don Bienve
nido García Guitián, de la Inspec
toría de Madrid y una religiosa.
Sor Concepción García Guitián,
también de la Inspectoría de Ma
drid, y en cuyos brazos entregó su
alma al Señor.
Fue muy devota de María Auxi
liadora: tenía el diploma especial
de Cooperadora Salesiana. envia
do por el Rector Mayor, como ma
dre de tres hijos salesianos y reci
bía mensualmente en su casa la
imagen de María Auxiliadora a
cuya Archicofradía pertenecía.
Gran amante del Boletín Sale
siano que recibía puntualmente,
seguía con mucho interés el desa
rrollo de las obras Salesianas en
España y en el mundo entero.
Al funeral de «corpore insepul
to», en Lumbrales, asisti^on nu
merosos Salesianos e Hijas de Ma
ría Auxiliadora. Había en el altar,
concelebrando hasta 40 sacerdotes
llegados de las diversas casas de la
Inspectoría y algunos también del
clero seculáf de los pueblos veci
nos.
Que el Señor y la Virgen Auxi
liadora la hayan recibido en su
seno.
Rvdo. D. Maximino Gallego Ro
dríguez, SDB.
t en Sevilla el 12-de julio de
1982 a los 82 años de edad, 65 de
salesiano y 56 de sacerdote.
Nacido en Cabeza de Framontanos (Salamanca) en 1900, entregó
su vida a Don Bosco en Andalu
cía. Sus estudios de Teología en
Turín márcaron su vida salesiana.
Ordenado sacerdote, trabajó en
San José del Valle durante unos
años, siendo destinado a Carabanchei Alto —Madrid— como profe
sor de Teología Moral de 1934 al
1936, donde lo sorprendió la gue
rra civil. En 1943 y tras un breve
período de tres años de director en
Ecija es nombrado Secretario Ins
pectoría! de Sevilla, servicio que
desempeñará ininterrumpidamen
te hasta 1960, uniendo algunas
ocasiones el cargo de Ecónomo.
Estas tareas definen su personali
dad de hombre discreto, silencio
so, observador, confidente de los
Superiores, inadvertido, amante
de los segundos planos. De 1960 a
1980 es el confesor de la Casa Ins
pectoría! de Sevilla. En este servi
cio sacerdotal desarrolla otra de
las características de su personali
dad: director espiritual, sacerdote
prudente, moralista consultado
por la Jerarquía en los asuntos
más delicados... Otra faceta de su
apostolado: la difusión y propaga
ción del Boletín Salesiano. Gran
parte de la correspondencia que
recibía se relacionaba con esta ac
tividad a la que dedicó atención
preferente cuando ya sus energías
no le permitían otros trabajos.
Don Maximino hacía llegar a to
dos una palabra de fe y de espe
ranza. Grande fue su devoción a
María Auxiliadora, en cuyo altar
celebraba diariamente la Eucaris
tía. De ahí su capacidad de sufri
miento: en medio de las pruebas
de su enfermedad sabía padecer
en silencio, rezar y aceptar toda
suerte de incomodidades. Rodea
do del cariño de sus hermanos sa
lesianos, entregó su espíritu al Se
ñor.
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licadeza por una mujer que conoce el
corazón infantil.
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UN P O E M A D E A M O R : D O N B O S C O . B a silio Bustillo.
M A R IA M A Z Z A R E L L O : LA M U J E R F U E R T E , J. Pablos.
L A M A D R E D E D O N B O S C O : M A M A M A R G A R IT A , B a silio Bustillo.
T E S T IM O N IO S E L L A D O : J A IM E ORTIZ, R. Alfaro.
• C olección E S P IR IT U A L ID A D
C O N S A G R A C IO N Y M ISIO N , HOY/1. Jo se p h Aubry.
C O N S A G R A C IO N Y M ISIO N . HOY/2. Jo se p h Aubrv-
A
« .*-
-
Fecha
-
1983.02