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Título
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BS_1980_07
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Descripción
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Boletín Salesiano. Julio 1980
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extracted text
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REVISTA DE LA FAMILIA SALESIANA • JULIO 1980
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una vida
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ir íC I A I I I I
Iti ('o u firíy ftríó n
jAmigo Juanito!: ya se ve que el arroz da sed...
Y más si es en el mes de julio...
DON BOSGO
UNA PAGINA PARA LOS NIÑOS
I
la mejor
paella
de la historia
/
Queridos amigos Juanito y Mari:
>|Ya era hora de que ilegaran
las vacaciones!", me dice Juanito
en su carta. ¿Qué te parece a ti,
Mari? Uno que está todo el año
de veraneo y encima se queja. Yo
creo que Juanito está estudiando
para especializarse en el paro obre
ro... Tú. en cambio, me dices que
ya tienes la lista de los libros que
vas a leer en el mes de julio, en
el de agosto y en el de septiem
bre. Y que para eso tienen muchas
horas de luz. Ya veo que sí, que
tú estás a años luz de Juanito.
También yo os deseo las mejo
res vacaciones de la historia. Sin
exagerar. Para vosotros lo más bo
nito, lo más dulce, lo más alegre
de la vida.
Oíd. La mañana del 3 de marzo
de 1862 se hallaba Don Bosco en
el patio del Oratorio rodeado de
un tropel de chavales. Les contaba
cosas y bromeaba con ellos. Hubo
un momento en que el santo le
preguntó a uno: «De todo lo más
bello que has visto en tu vida, ¿qué
es lo que más te ha gustado?» El
chaval, que era listo, no se lo pen
só dos veces y le respondió rápido:
«Don Bosco es lo que más me ha
gustado».
¡Vaya un corte!, diría Juanito.
El santo no se inmutó y, cogién
dote la palabra al muchacho, em
pezó a contarles: «Con motivo de
la última rifa que hicimos, vino
muchísima gente a ver la exposi
ción de regalos. Todos iban admi
rando los objetos expuestos, con
templaban su belleza y pondera^
ban su valor. Sólo había un pobre
aldeano que. por lo visto, nada le
llamaba la atención. Y yo decía
para mí: «¿Pero cómo es posible
que entre tantos objetos admira
bles no haya ninguno que le agra
de?». Anduvimos largo rato hasta
que llegamos a un puesto donde
se exhibía un enorme salchichón,
gordo y espléndido. El buen hom
bre abrió redondos sus ojos y ex
clamó maravillado: «¡Ahí va...! ¡Mi
rad qué hermosura de salchichón!».
Los chavales rieron el cuento.
Más el biógrafo del santo comenta:
«La anécdota parece un chiste, pe
ro es un fiel reflejo de la idea que
Don Bosco tenía de sí mismo, al
compararse con un salchichón...».
leza .obras de arte; ciudades leja
nas, cada vez más lejanas, y libros
estupendos cuyas palabras estén
escritas con música de flautas y
oboes... ¡Yo qué sé la de cosas
bonitas que estaréis soñando para
este verano!
Aunque yo estoy seguro de que
Juanito se extasiará todos los días
ante una paella valenciana, porque
conozco muy bien sus gustos. Abri
rá sus ojos admirativos y gritará
como siempre: «¡Ahí va...! ¡Esta
es la mejor paella de la Historial».
Y se llenará el estómago de gra
nos convencido de que ha devora
do la mejor paella de todos los
tiempos...
Mari se echará a reír. Y. en el
fondo, pensará que lo más bello
de las vacaciones sería algo así
parecido a la sonrisa de Don Bosco.
Vuestro mejor amigo.
PADRE RAFAEL
Yo os deseo que en estas vaca
ciones veáis las cosas más bellas
del mundo: paisajes de la natura
R tv ls ti d * la Obra da Don Boaco
Ano XCm • N.e 7 • Julio’ 1980
Director; RAFAEL ALFARO
Consejo de Redacción; Emilio Her
nández; Mari Carmen G arda; An
tonio G arda Vera; Argentina Sán
chez Romo; Javier Artuch; Jesús
María Mélida.
Administrador; Miguel Rodríguez R.
Dirección. Redacción y Admón.;
Alcalá, 164 - Teléfono 255 20 00
MADRID -28
Depósito Legal; M. 3.044-1958
(Con censura eclesiástica]
Imprime: Escuela Gráfica Salesiana
Madrid-Atocha
El Boletín Salesiano
se envía gratis
a la Familia Salesiana,
a sus bienhechores
y amigos.
Y se sostiene
con ios donativos
de sus lectores.
Vacaciones: tiempo de libertad
Tiraré a la papelera la prisa, el horario y el calenda*
rio. Esconderé el reloj en el cuarto oscuro — sólo el
despertador— . Cambiaré las flores de papel y plástico por
las naturales. Quemaré en una gran falla todo lo que es
artificial. Y me iré a la naturaleza: al agua fresca, al vino
tinto, al aire, al sol: todos, todos los caminos del sol.
Vacaciones: tiempo para soñar
Llevaré conmigo diez o doce libros de versos. Miraré
a las estrellas en las profundas noches de verano, y a la
luna, con el sentimiento de que allí no haya ni árboles ni
flores ni agua. Y contemplaré toda, toda la belleza del mun
do hasta que el corazón se haga plegaria...
EN ESTE NUMERO
Por los caminos del sol.
Un verano para contem
plar ..............................
El Papa, con Don Bosco.
El Papa habla en sale
siano ..........................
VIII Asamblea de Asocia
ciones de María Auxi
liadora ......................
Carta a Sor Eusebia Pa
lomino .........................
Tenerife: Jornadas Peda
gógicas ........................
El Salvador, 1980 .........
Vacaciones con Don Bos
co ................................
Hacia los cien años de la
España Salesiana........
Un hombre bueno de
nombre Modesto .........
Por los poblados del Al
to O rinoco..................
Noticias ..........................
Libros B S ........................
Nuestra g ra titu d .............
Fueron a la casa del Pa
dre ..............................
POR LOS CAMINOS
DEL SOL
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NUESTRA PORTADA
Don Modesto Bellido, un
hombre y un nombre para la
historia de ios Saiesianos,
sobre todo, por su trabajo
en favor de las Misiones y
por su sentido vocacional.
Acaba de celebrar su bodas
de oro sacerdotales. Oro fi
no. por su entrega y su ser
vicio a los demás. ¿No es
ese el sentido de la voca
ción sacerdotal y salesiana?
Foto.—José Luis Mena.
Vacaciones: tiempo de alegría
Tiempo de felicidad. Destruiré todas mis caras de vina
gre y sacaré lustro a la sonrisa. Recorreré todos los cami
nos del mundo y. cansado, me tumbaré en la playa a con
tar los minutos que dura una puesta de sol, o a la sombra
de un árbol, en el monte, y me dormiré pensando en la paz
del mundo...
¿En la paz del mundo?
Porque los hombres seguirán con sus absurdas injus
ticias; con sus absurdos terrorismos de cada día. de ca
da semana: con sus absurdos engaños y adulteraciones y
chantajes...
Y en los pueblos del Tercer Mundo seguirá más absur
da el hambre. Y habrá guerras muy absurdas y odios y cár
celes y rejas y telones de acero y de humo. Y habrá más
bombas que tractores. Y el desierto seguirá sin florecer...
Vacaciones:
Tiempo para no olvidarse de
no pueden divertirse... Porque
humor...
Vacaciones:
Me doy cuenta de que no
estoy solo. Siento la ale- ^
gría de tener el corazón Meno de los otros hasta re- q
bosar .. De que así da gus- ^
to ir corriendo por todos
los caminos del sol.
0)
MOCHE CONTEMPLADA
Oh Noche, cuánto tiempo sin verte tan copiosa
en astros y en luciérnagas, tan ebria de perfumes.
Después de muchos años te conozco en tus fuegos
azules, en tus bosques de castaños y pinos.
Te conozco en la furia de los perros que ladran
y en las húmedas fresas que brotan de lo oscuro.
Te sospecho repleta de cascadas y parras.
Cuánto tiempo he callado, cuánto tiempo he perdido,
cuánto tiempo he soñado mirando con los ojos
arrasados de lágrimas, como ahora, tu hermosura.
Noche mía, no cruces en vano este planeta.
Deteneos esferas y que arrecie la música.
Noche, noche dulcísima, pues que aún he de volver
al mundo de los hombres, deja caer un astro,
clava un arpón ardiente entre mis ojos tristes
o déjame reinar en ti como una luna.
ANTONIO COLINAS
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TURIM
PAPA
JUAN
PABLO
CON DON BOSCO
¿Qué hubiera dicho Don Sos
co, el santo del Papa, si hu
biera sabido que un día, an
tes de cumpHrse un siglo de
su muerte, iba a venir a su
casa el Papa en persona, que
iba a entrar en su santuario
para arrodillarse ante su V ir
gen, para venerarlo a él mis
mo, y que iba a cantar con
sus muchachos...?
Porque todo esto suce<lió el
pasado 18 de abril. Un trece
de buen agüero, jornada ya
inolvidable y más, para los
que nos ha tocado vivirla...
«A Q U I M E E N C U E N T R O
MEJOR Q U E E N ROMA...»
«A n te todo, delxí deciros que
aquí me encuentro mejor que en
Rom a». Así. con estas palabras
revolucionarias, comenzó el Pa
pa Juan Pablo a hablar a los jó
venes qué abarrotaban la Plaza
de María Auxiliadora, desde el
palco erigido junto al monumen
to de Don Bosco.
Los 15.000 ó 20.000 especta
dores prorrumpieron en un olea
je de aplausos vibrantes de ale
gría y de fiesta. E l Papa prosi
guió sonriente: «P e ro , dejadme
acabar... M e encuentro mejor
h oy... Porque aquí estoy sólo
una vez...
Turín es una ciudad que, en
el sector religioso-educativo, tie
ne una tradición verdaderamente
ejemplar e insigne. Entre tantos
nombres como podría recordar,
el primero es el de San Juan
Bosco. que fue un gran educador
de jóvenes, no sólo aquí, sino
en toda Italia y en el mundo en
tero. ¿ Y qué decir de mi Craco
via y mi Polonia? Hay allí tan
tos salesianos... Y o mismo he
vivid o muchos años en una pa
rroquia salesiana. Entonces, es
natural que hable de D on Bos
co. . . »
E N E L ORATORIO
DE D O N BOSCO
Eran las 4,40 de la tarde. El
Papa había llegado con una hora
de retraso: no podía dejar sin
una breve visita a los «artesanitos» de San Leonardo Murialdo,
uno de los primeros colaborado
res de Don Bosco y después fun
dador de los Josefinos.
A la entrada de la Basílica de
María Auxiliadora lo esperaban
el Rector M ayor y el Cardenal
Silva Henríquez, que decía: « H e
venido expresamente desde San
tiago de Chile, porque estoy se
guro de que, en mi lugar, el Car
denal Cagliero hubiera venido a
pie, en una ocasión como la pre
sente». También estaban los dos
cardenales que hay ahora en la
e o n r ir e t t e ia s
ciudad de Turín: Ballestrero y
Pellegrino. E l Santo Padre entró
con ellos en la Basílica, donde
iba a celebrar un encuentro con
las religiosas. Eran muchísimas
las Hijas de María Auxiliadora.
E l Santo Padre rezó ante la
urna de Don Bosco y encendió
al Santo una lámpara votiva. L le
gó al altar mayor, saludó a las
Hermanas y recitó con ellas el
Avemaria. «T e n g o que deciros
— añadió señalando a las del la
do izquierdo del templo— que la
última vez que vine a Turín en
septiembre del 78, estuve rezan
do en un banco de esa parte de
la iglesia ...» Alegría de las H e r
manas que ocupaban ese lado; y
santa envidia de las de la otra
parte. «P e ro , tened en cuenta
— continuó el Papa para consue
lo de la derecha— que yo estaba
en el lado de los pecadores...»
El Papa V oijtyla sabe usar es
te humor tan exquisito, siempre
atento a la persona del interlocu
tor: jamás deja paso a la desilu
sión.
A LOS JOVENES
EN LA PLAZA DE MARIA AUXILIADORA
«Como jóvenes que sois, no sólo os estáis preparando vuestro
porvenir sino el de las futuras generaciones. ¿Qué les transmiti
réis? ¿Sólo bienes materiales?, ¿y con ellos, una cultura más rica,
una ciencia más avanzada, una tecnología más moderna?
Pero, además de esto, o antes de ello, ¿no querréis quizás trans
mitir otra perspectiva, otros bienes de orden espiritual, que se lla
man amor a la libertad, sentido de la justicia en todas las relacio
nes humanas, promoción y salvaguardia de la paz?H
«La base firme de estos valores — continuó el Papa— sólo está
en la posesión de una fe sólida y sincera. Donde está Dios, donde
está Jesucristo su Hijo, hay un fundamento seguro. Entonces, la
búsqueda de esos dones preciosos que vosotros los jóvenes podéis
y debéis transmitir a las generaciones futuras, será mucho más fácil
y no podrá fracasar...»
CO N LO S JO V E N E S
A l salir de la Basílica, subió el
Santo Padre al podium levantado
junto al monumento de D on Bos
co. A n te él se extendía la mu
chedumbre de los jóvenes que lo
aclamaban. E l encuentro se trans
form ó en una fiesta multitudina
ria y alegre. Comenzó con un in
tercambio v iv o de preguntas y
respuestas masivas. A l notar que
los muchachos alzaban numerosas
pancartas y carteles con letreros,
el Papa exclamó: «V e o muchas
pancartas, algunas escritas en bo-
Después del discurso a los jóvenes,
el «gracias del Rector Mayor»:
«Creo que el mismo Don Hosco no
se habría imaginado nunca estos
momentos».
hemio, ucraniano y polaco. Las
leo y las entiendo todas, Gracias,
muchas gracias...»
Junto al Fundador de los Salesianos, el Santo Padre recordó
la figura de P ier G iorgio Frassa*
ti, excepcional joven universita
rio turinés, cuya vida fue escrita
por el salesiano don A ntonio Cojazzi, su maestro y director espi
ritual. «Joven de una alegría re
bosante — lo definió el Papa— ,
de una alegría que estaba por en
cima de las dificultades de la v i
da, porque la etapa juvenil es
siempre y al mismo tiempo una
comprobación de fuerzas».
Después de renovar una vez
más su esperanza en los jóvenes,
el Papa se unió al gran coro de
los presentes y entonó con todos
ellos el canto tradicional polaco:
O to jest dziem (E ste es el día
en que actuó el Señor).
H A P P E N IN G
CON E L P A P A
trechaban compactos a su lado
como si quisieran eternizar el
momento histórico.
E l diálogo entre el Papa y los
jóvenes prolongó el encuentro
más de la cuenta. Y más de
150.000 personas esperaban im
pacientes al Santo Padre en la
plaza V ittorio, ante la Iglesia de
la Gran Madre de Dios. M uy a
pesar suyo, el Papa tuvo que
despedirse. «S o y hombre cumpli
dor — dijo a los jóvenes mostrán
doles el reloj de la muñeca— y
no puedo faltar a las citas». ¡El
reloj marcaba dos horas de retra
so!
Entre los cantos y el continuo
trepidar de los aplausos, Juan
Pablo I I dio unas vueltas por
los patios de la Casa M adre, don
de lo esperaban otros miles de
muchachos de las escuelas bási
cas, procedentes de todo el Piamonte. También había allí con
centrados unos cuantos chicos
enfermos, acompañados por sus
padres. E l Papa mandó parar su
coche blanco, bajó de él y se en
tretuvo con ellos.
— ¡N o ! ¡Quédate aún con nos
otros! — le gritaban los jóvenes
como una sola voz— , y se es
H abló con José, un niño de
diez años y con tumor cerebral.
Según los médicos debía haber
muerto la pasada Navidad. La
madre, una señora rubia, ayudó
a José a ofrecer un ramo de flo
res al Santo Padre. E l Papa es
trechó las manos de madre e hi
jo. Más que las palabras, habla
ron los ojos y las lágrimas. «E s
éste el día más bello de mi vid a »,
dijo la señora. Juan Pablo I I le
hizo el obsequio de un rosario
blanco y le dirigió unas palabras
de esperanza: «Jamás he perdido
la esperanza, dijo la madre entre
lágrimas, y le agradezco me ayu
de a robustecerla: me hace tan
feliz».
Conform e
repartía
el
Santo
El Papa Juan Pablo ante la urna de
Don Besco.
eofirlretielas
Padre fotografías con autógrafos
a los chicos en sus sillas de rue
das, los acariciaba saludándolos
afectuosamente. « L e di la mano
— dice nervioso Marcos, trece
años y 10 operaciones en la co
lumna— y ansiaba hablarle, pe
ro no pude; no me venían las
palabras...»
— ¿Qué te dijo el Santo Pa
dre?
— M e ha dicho que me espe
ra, que nos espera a todos en
Roma, porque desea vernos a to
dos.
*
*
*
Cuando
el
coche
pontificio
salió a la plaza Sassari hacia la
última cita del día con la gente
concentrada en la Plaza V ittorio
V éneto, eran las 18,30. Los cha
vales se echaron entonces a la
calle. Volaban aviones hechos
con trozos de periódico. Los pa
peles con cantos religiosos se
N o había protocolo de ningu
na clase. El Papa localizó a un
grupo de muchachos sordomudos
y se dirigió a ellos. Hablaron por
señas y se intercam bi^on flores
y sonrisas y apretones de manos.
El mismo Cardenal Ballestrero
bajó del coche. Había cantos,
aplausos, música, saludos...
«Santo Padre — saltó a los mi
crófonos la voz de un chaval,
rota por la emoción— : gracias
por haber venido a estar con nos
otros. En cierta ocasión dijo Su
Santidad que el Papa represen
taba a la juventud de la Iglesia.
Y hoy se encuentran aquí las dos
juventudes... Le acompañaremos
adonde vaya. Espérenos en R o
ma, pues le devolverem os la v i
sita».
El Papa V oijtyla se detuvo a
hablar con el pequeño locutor.
CONTRA LA VIOLENCIA JUVENIL
El Papa se despide de los Jóvenes
con una guitarra en alto.
«En las grandes ciudades hay muchedumbres de muchachos y de
jóvenes que, con frecuerícia, quedan abandonados por las condicio
nes de trabajo de los padres, por la carencia de estructuras socia
les y, tal vez, por ia falta de interés. ¿Cuántos de ellos sabrán re
sistir a las tentaciones de la droga, a las tremendas seducciones
de la amoralidad o inmoralidad tan descaradamente exhibidas, a los
terribles tentáculos de la violencia y del terrorismo?
[Jóvenes, jóvenes, os hablo a vosotros, no os dejéis vencer!
... El Papa 05 desea, finalmente, que el trabajo no narcotice las
facultades humanas ni tas embrutezca en el odio que destruye y
que no construye nada (...)
La violencia es un mal. La violencia es inaceptable para resolver
problemas. La violencia es indigna del hombre.
Yo rezo con vosotros a fin de que nunca ni nadie llame al ase
sinato con otro nombre que no sea asesinato...»
transformaron repentinamente en
pájaros de vuelo corto. Las tapas
de las fantas y cocacolas chirria
ban sobre los adoquines a los
puntapiés de los muchachos, a
falta de las pelotas...
¿ N o jugaba también al balón
el mismo D on Bosco cuando ce
lebraba con sus muchachos un
día de fiesta?
Sí, el 13 de abril había sido
otro gran día de fiesta. E l mismo
Papa había insistido en una pa
labra que está cayendo un poco
en desuso: ¡la alegría!
PE D R O G R A Z IA N O
POZOBLANCO
Bajo el lema: «María, ale
gría de la Familia», se celebró en Pozoblanco la V IH
Asamblea de las Asociacio
nes de Maria Auxiliadora de
la Inspectoría de Córdoba los
dias 26 y 27 de abril. P a rti
ciparon asociaciones de Cór
doba, Mantilla, Palma del
Río, Pedro Abad, Pozoblan
co, Priego, Jaén, Linares,
Ubeda, Málaga, Antequera,
Ronda, Granada, Guadix, A l
mería, Canarias y otros nú
cleos de la Inspectoría Penibética.
Se eligió la ciudad de Pozoblanco como lugar del en
cuentro por tratarse de una
población que está celebran
do sus cincuenta años de v i
da salesiana y por ser un
pueblo eminentemente mariano, verdadero hogar de la
Virgen de Don Bosco y don
de se vibra al nombre de Ma
ría Auxiliadora.
A '
m m á
Esta V I I I Asamblea ha sido
un verdadero encuentro de
oración y de comunicación
de experiencias. Comenzó en
cada localidad el 2If de abril,
con un pregón de la Asam
blea en la celebración de la
tarde y en la que se hizo un
comentario hom ilético del le
ma de la Asamblea: <nMaría,
alegría de la Familia'».
L A C E L E B R A C IO N
J U V E N IL
El sábado 26 fueron invitados
en Pozoblanco todos los grupos
cristianos de jóvenes de la ciudad.
Hubo una gran vigilia juvenil con
celebración de la palabra en la
Iglesia de María Auxiliadora. Se
comentó el tema: María Auxiliado
ra, una devoción para jóvenes va
lientes. Después del encuentro de
oración y reflexión, tuvo lugar la
Procesión juvenil de antorchas por
las principales calles de la ciudad.
El fuego manifestaba la fe y el fer
vor mariano de los jóvenes que así
preparaban el ambiente popular
para la gran asamblea.
M A R IA A U X IL IA D O R A
CONGREGA A L A
F A M IL IA S A L E S IA N A
El domingo 27 fueron llegando
a Pozoblanco de todas las ciuda
des convocadas. A las once tuvo
lugar en el Colegio Salesiano la
recepción de todos los asambleís
tas. E inmediatamente se pasó a
la concelebración de la Eucaristía,
que presidió el Inspector Provin
cial, don Domingo González.
Hizo hincapié don Domingo en
la idea de las vocaciones: vocacio
nes a la vida salesiana y a la vida
sacerdotal, sobre todo, en unos
tiempos en los que se siente ver
dadera necesidad de hombres y
mujeres consagrados a Dios y al
servicio de la juventud. Hubo una
oración y una intención especial
eoffarlretielatf
M\\\ RSRfTlBLCR
de todos los asambleístas para que
despierte en los jóvenes la idea vocacional de servicio a sus herma
nos los hombres.
Se puso de manifiesto que Pozoblanco es uno de los pueblos de
Andalucía que más vocaciones ha
dado a la Familia Salesiana. En
efecto, en fecha posterior, el do
mingo 8 de junio, se celebraría el
homenaje a los actuales salesianos
e hijas de María Auxiliadora de
Pozoblanco. Hoy por hoy, son 24
salesianos y 21 salesianas más
14 cooperadores. Y sin contar
las figuras ya desaparecidas de
estupendos hijos de Don Bosco
nacidos en la «capital» del Valle
de los Pedroches. Don Bosco reci
bió en ellos el homenaje y la Fa
milia Salesiana de la ciudad los
acompañaría con júbilo en el «ju
bileo» de su medio siglo de vida.
Una meta y un impulso a las nue
vas vocaciones que han de conti
nuar saliendo de la inagotable can
tera.
En la Eucaristía se hizo luego
la ofrenda misionera, en especia!,
por un continente concreto: A fri
ca: y por un país expresamente
necesitado: Etiopía. Se recogieron
limosnas para ayudar a las misio
nes salesianas.
RSOCIRCIOÍICS DC
ÍTlRñlR RUKIURDORR
milia, y por el Papa, para que siga
testimoniando su valiente y total
entrega a Ella.
«María, alegría de la Familia»
sea el lema de nuestro quehacer
cotidiano y un signo de esperanza
para la renovación de los pueblos.
¡Que Ella nos obtenga la paz,
el gozo y la energía salvadora del
Señor resucitado!
Con solidaridad y cariño,
P. EGIDIO VIGANO
1980-81. Año Centenario de la Obra
Salesiana en España. El encuentro
finalizó con una comida fraterna
en «Casa Liborio» y una VeladaFiesta en el Teatro San Juan de
la Ciudad.
ENCUENTRO
D E J U N T A S D IR E C T IV A S
D E L A S A SO C IA C IO N E S
También los Jóvenes vibran por
María Auxiliadora.
F IE S T A Y C O N C L U S IO N E S
La Asociación de Pozoblanco
ofreció una velada festiva a los
M ENSAJE
DEL RECTO R M A Y O R
El Rector Mayor envió desde
Roma su mensaje de adhesión a la
Asamblea y que se leyó en públi
co:
«Saludo efusivamente a los par
ticipantes en la Asamblea de Aso
ciaciones de María Auxiliadora del
27 de abril de 1980.
El cincuentenario de la Obra de
Don Bosco en Pozoblanco adquie
re, con el encuentro de ustedes,
una tonalidad particularmente sig
nificativa, al reafirmar lo impres
cindible del amor a María, Madre
de la Iglesia, y al reavivar el com
promiso concreto y operativo de
una devoción mariana al estilo de
Don Bosco.
¡Qué María Auxiliadora sea
siempre la inspiradora y la guía de
nuestro crecimiento cristiano! Re
guémosle por el feliz éxito del pró
ximo Sínodo episcopal sobre la Fa
Comenzó con un saludo de par
te de la Asociación de Pozoblanco.
Se leyó a renglón seguido la Me
moria de la V II Asamblea y de
las realizaciones llevadas a cabo
durante el año, con un comentario
de Joaquina Cabello de López, Co
ordinadora Inspectoría!.
Don Francisco Aneas, Rector del
Santuario de María Auxiliadora de
Ronda y Consiliario de la Asocia
ción desarrolló el tema: «La cela
dora, figura clave de la asociación.
Su misión hoy en la familia». Hu
bo una serie de comunicaciones de
experiencias por parte de algunas
celadoras y se señalaron a conti
nuación los objetivos para el año
asambleístas. Hubo recital de can
ciones y danzas y en el Colegio
Salesiano se celebró para los pe
queños un Festival Ilusionista a
cargo del Profesor Jacobo Janer.
Pero la realidad de esta concen
tración ha sido una experiencia vi
vida de lo que es la devoción a la
Virgen. María Auxiliadora, se de
cía, tiene un gran poder de convo
catoria. A su llamada, la Familia
Salesiana es un grupo compacto
de hombres y mujeres al servicio
de la juventud.
M. A. F.
CART.
ABIERTA
A SOR EUSEBIA PALOMINO
QutiTidn Sor Eusebia:
Acabo de leer, en estos días, tu
vida y quiero enviarte unas líneas
de saludo y de agradecimiento,
por los buenos ratos que con ella
he pasado; aunque, algunas veces,
de serte sincero, el tono dulzón y
parenético a trasmano, de muchas
de SU5 páginas, me haya molesta^
do, y más de una vez, desasosega
do por los encrespamientos y du
reza de su estilo.
Tú, que moras ya en la exacta
e intacta perfección, que es tam
bién la suma belleza, tienes — lo
sé— una mirada dulce y compasi
va para nuestras pobres lim itacio
nes hmnanas, y no puedes por me
nos de sonreírte, al leer, una vez
más, con otro amigo tuyo, estas
páginas de tu vida, que tantas co
sas bonitos y tan tremendamente
tristes, a veces, contienen, de los
pocos años que con nosotros pa
saste en la dorada claridad de tu
Salamanca, o entre los frebe;os de
cocina de tu querido Valverde del
Camino.
Y, más de una vez también,
asustada en tu humildad por
el aire que le damos los hom
bres, — desmedidos siempre en el
amor y en el odio— a esa vida
tuya, tan sencillamente normal
para ti y tan de asombro en asom
bro para nosotros, que con fre
cuencia nos resistimos o admitir,
habrás exclamado con la gracia y
la guasa andaiusa; *¡Jesús, pero
qué ea;a<7eroda es esta gente!»...
Pero me temo, querida Sor
Eusebia, que estarás fon confusa,
leyendo esta carta, como yo lo es
tuve, con fu biografía.
La culpa es inia, sin duda, y te
pido mil perdonas por ponerme a
hablar así, de sopetón, de tus co
sas y ron una familiaridad, que
te extraña, porque me imoyino
que no lopros catalogarme, aun
que lo estás intentando, entre tus
euros de Valverde y fus pocas
amistades de Salamanca.
10
Y ya desconcertada, sin enten
der absolutamente nada, se te ha
brá subido un poquillo el pavo con
eso de «.querida Sor Eusebia».
Verás, el mundo ha cambiado
mucho, desde que tú lo dejaste,
Sor Eusebia (apenas te serían fa
miliares tu Valverde y Cantalpino), y el turbión del Concilio (p or
que hemos tenido uno, hace ya
unos cuantos años, que nos cogió
a todos de sorpresa^, ha dado un
Sor Eusebia Palomino.
vuelco a las cosas y vida de la
Iglesia. A veces, los que hemos
entrado ya en ¡a segunda edad
(perdona; /otra vez, los rriodos y
modas de ahora! Nadie quiere
confesarse cincuentón — ¿sabes f —
y preferimos hablor de lo segun
da y de la tercera edad. M e ima
gino, por deducción, que os ha
bremos de;ado para vosotros la
cuarta...). Como te decía, los que
andamos ya por la segunda edad
nos encontramos, con relativa fre
cuencia, desasistidos y huérfanos
de teología y de Iglesia, en este
mundo posconciliar, en que esta
mos sumidos. Una ola de irrefre
nable democracia lo ha invadido
todo; oyuntomíenfos, comercios.
aulas, conventos y calles, y ha ba
rrido «dones», «revedendos», «E x
celencias» y «señoras». Compren
derás entonces. Sor Eusebia, que,
si, encima de huérfano, uno se encuefitra reo de leso progresismo,
llamándote «reverenda» y de us
ted tendría ya tales complejos y
estaría tan «o u t», que tendría que
recluirme irremediablemente y de
por vida.
Quedamos pues en «querida Sor
Eusebia». N o te asustes. Es lo
«in ». Lo que va.
Y o también, como tú, soy de
tierras salmantinas. De niño es
tuve en el colegio, en que tú fuis
te criada, a dos pesetas por mes,
y del que no te dejaron salir los
monjas, por miedo al contagio,
cuando tu hermana Dolores se m o
ría.
Años más tarde, volví de nuevo
allí. De capellán, esta vez. Y char
lé muchos ratos con Amelia, tu
compañera de entonces, que, hoy
te sigue recordando. P o r cierto,
que, hace unos meses, le hicimos
un homenaje por sus muchos años
de felicidad y trabajo en el cole
gio. Joven siempre, nadie le echa
tus años... ¡Claro, que a ti te lo
van a decir!
Acabo de leer tu vida, y, por
eso del paisanaje y otras afinida
des, como te decía, me permito es
cribirte estas lineos paro expresar
un agradecimiento, que, de otro
modo, hubiera quedado en admi
ración silente, o en estremecido
asombro.
Gracias, querida Sor Eusebia,
por esa lección de pobreza autén
tica, que nos has dado con tu v i
da. E l mundo hoy vive obsesiona
do con el dinero: se vende a él,
«pone su confianza en é l», y nada
le im porta con tal de lograrlo.
Nos revolcamos en un materialis
mo, que cercena violentamente
cualquier trascendencia en el hom
bre. Andomos desasosegados buscando, con onsia nerviosa, poseer
más, tener cosas mejores. Y nos
»
fa m itia s a le s lo f s a
crearnon asi, de continuo, necesi
dades y caprichos, que engendran
de nuevo, a su vez, una avidez in
saciable de mayor riqueza... A n
damos siempre tan ocupados, al
ojeo y caza del dinero, que no te
nemos tiempo para ser felices.
Por eso, él mundo necesita gen
te como tú, Eusebia, que tuviste
la audacia de afirm ar: <La pobre
za es m i librea, y en ella me de
leito^. Tú, la más pobre del pue
blo de Cantalpino, que tenías que
salir a mendigar por las dehesas
y alquerías, con tu padre, como
último remedio para subsistir. Tú,
Eusebia, a quien la fam ilia de los
Taberneros, de vez en cuando, da
ba una hogaza para aplacar el
hambre. Sí, hambre de dios; de
noches, en que te echabas al jer
gón, sin haber probado siquiera
un mendrugo de pan. Pero fuiste
feliz, sin embargo; tremendamen
te feliz en tu pueblo. Y feliz, cuan
do a los doce años tuviste que
marchar a Salamanca a trabajar
como niñera, o sirvienta, en el asi
lo de San Rafael, o de criada, en
el colegio de las salesianas, a dos
pesetas por mes. Con tus manos
agrietadas, deformiadas por los
sabañones, a fuerza de coladas, en
el rigor del invierno salmantino.
Sin quejarte, con la sonrisa siem
pre. Y así hasta los veintidós
años, en que te decidiste a hacer
te religiosa. Hasta de la dote te
tuvieron que exim ir, por tu abso
luta pobreza.
Y nunca te ruborizaste por eso.
Debieron incluso prohibirte, ya de
monja, que contaras que habías
sido mendiga, cuando eras niña,
porque no era decoroso — decían—
poro una religiosa... M e imagino
tu sorpresa. Sor Eusebia.
Gracias, Sor Eusebia, y danos
las ganas de aupamos, como tú,
sobre las cosas de este mundo,
por atrayentes que parezcan, por
ricas que sean, o por cómodas que
nos hagan las asperezas de este
valle de lágrimas.
Me ha admirado también, en tu
vida, tu espíritu de oración. Fuis
te esencialmente un alma contem
plativa: de niña, de criada, y de
monja. Siempre. Te remontabas a
Dios, como las alondras de tu pue
blo. Como ellas, lo tuyo era la al
tura. Te costaba dejar a Dios, tan
to como a nosotros nos fatiga
presencia.
Era tu oración de adoración y
«tíencio; fuera del tiempo. Pienso
en tu pobre maestra de novicias,
cuando se empeñaba en darte nor
mas y libros para aprender a me
ditar, y tú le respondiste: «ilíe es
suficiente ver un olivo, o un ár
bol cualquiera para contemplar a
D ios».
E l sótano de tu cocina, en Valverde, en la soledad de tu trabajo
supo mucho de ese amor tuyo a
Dios, qué apenas podios represar.
Como la pobre capilla de la comu
nidad: allí, en el estrecho pasillo,
tras el sagrario, desfogabas — de
liquio y éxtasis— tu amor a Dios,
que, a veces, te llevaba, arrodilla
da en el aire, hasta la cruz que
campeaba en el muro.
Todavía rezan por Valverde y
los pueblos del contorno, las ora
ciones que tú escribías para tus
chicas del oratorio, ¿recuerdas*
Y siguen pujantes la devoción a
las llagas de Cristo y a la santa
esclavitud mariana, que tan ar
dientemente tú propagaste, y que
te valieron, en tnós de una oca
sión, admoniciones serias de tus
superioras, que no las juzgaban
muy salesianas...
A quí está, en tu oración, latido
amoroso en Dios, la explicación de
esas cosas tan extrañamente ad
mirables, con que nos topamos en
tu vida: las habas, que crecen re
pentinamente, el agua que brota
del pozo seco, los huevos, el acei
te, los garbanzos, que cunden con
tra toda explicación y regla hu
mana; tu visión del fu turo; tus
sueños, y tantas cosas, que nues
tra sabiduría e inteligencia de
hombres modernos se resisten a
admitir o creer.
Fue la tuya, Sor Eusebia, una
oración ungida de sacrificio, y
proyectada hacia la salvación de
las almas. Tuviste obsesidn por
ellas, como Don Sosco; tanto, que
ofreciste tu vida por los tiempos
nuevos de España.
Gracias por todo esto, también,
Sor Eusebia.
Hoy nos dicen que rezamos po
co, y tal vez, sea verdad. Pero nos
falta tu i>aÍor para dejarnos aban
donados en Dios, como tú, sin
apremios, con infantil entrega a
El. Atida?nos con tantas cosas en
tre manos, tan importantes, tan
opremiontes, tan apostólicos, que
nos olvidamos de que ahora tam
bién es posible el chorro de agua
límpida del pozo seco, y el trastueque de toda lógica humana,
vencida por el amor de Dios.
A ver si tú, desde arriba, queri
da Sor Eusebia, nos concedes tu
debilidad fuerte y tu sabia igno
rancia.
JESUS PA B LO S M ENDEZ
N. B.: Me olvidaba decirte que
soy sobrino de Sor Carmen Mén
dez, la salesiana a quien tú profe
tizaste «muchos sufrimientos», an
tes de su muerte.
Tuve la alegría de convivir con
ella, ya sacerdote, sus últimos
años y puedo decirte que acertas
te plenamente. Pero probablemen
te tú también le diste la ejemplar
resignación con que soportó sus
dolores.
Dale, por favor, un abrazo de
mi parte.
TURIN: El Papa Juan Pablo se dirige a las religiosas en la Basílica de
María Auxiliadora.
11
JORNADAS
PEDAGOGICAS
SALESIAMAS
EN TENERIFE
centenar— se han reunido en el
Colegio Pureza de María de Los
Realejos con el fin de vivenciar y
de interpretar cuanto Don Bosco
nos ha legado en el campo educativo-pastoral.
La crónica de los cuatro días es
sumamente sencilla: Eucaristías,
exposiciones, grupos, seminarios,
puestas en común... Y ratos de con
vivencia y amistad, tan caracterís
ticos del ambiente salesiano.
Abrió las Jornadas el señor Ins
pector Salesiano de Córdoba, don
Domingo González, quien expresó
el gozo de sentirnos reunidos con
un objetivo central: la comunica
ción de un espíritu y la revisión
y planificación de un proyecto a
la luz de lo que *Don Bosco nos
pide aquí y ahora.
La Obra Saleslana en el archipiélago canario tiene nada menos que
ocho centros: tres Colegios de Salesianos y cinco de Hijas de María Auxi
liadora. Centros de Salesianos son ei Colegio de Las Palmas, de más de
cincuenta años de funcionamiento, actualmente con una floreciente EGB,
Parroquia y actividades juveniles. En la isla de Tenerife tenemos la Es
cuela Profesional, recientemente trasladada desde Santa Cruz, a La Cues
ta, en el término municipal de La Laguna, con unos quinientos alumnos
necesitados de promoción y asistencia. Y en la misma isla el Colegio
San Isidro, de La Orotava, con buenas instalaciones, un buen alumnado
de EGB y BUP mixto. Por otra parte las Hijas de María Auxiliadora tie
nen en Las Palmas tres centros de promoción educativa: EGB y BUP en
el Paseo de Tomás Morales, EGB en el populoso barrio de Guanarteme
y EGB y Profesional en el Arbol Bonito. Fuera de la capital, un centro
de EGB y actividades culturales en TELDE. En Tenerife lleva funcionan
do con mucho éxito el HOGAR-ESCUELA, de la Caja de Ahorros de Te
nerife, en EGB y BUP, al que se ha añadido como obra social indepen
diente, la Escuela Universitaria de «María Auxiliadora» como continua
ción de la Escuela de Magisterio que funcionaba desde hace años en el
mismo HOGAR-ESCUELA.
Del 1 al 4 de mayo y con el fon
do del incomparable Valle de La
Orotava se han realizado las mis
mas Jomadas Salesianas que tuvie
ron lugar durante el mes de sep
tiembre en distintos lugares de la
península. Las Islas Canarias se
12
han convertido, asi, en noticia salesiana, al intentar superar con es
fuerzo y en pleno curso lo que la
distancia impidió realizar a mu
chos... Un nutrido grupo de Sale
sianos, Hijas de María Auxiliadora
y profesores seglares — cerca del
La primera sesión de trabajo, en
la tarde del día 1 de mayo, un gru
po de alumnos y alumnas, repre
sentantes de los jóvenes de nues
tros ambientes canarios, expusie
ron sus opiniones acerca de dos
preguntas que se les hizo, en for
ma de Mesa Redonda: 1. ¿Qué va
lores ves en el Colegio y ambien
te en el que te mueves? 2. ¿Cuáles
serían los valores fundamentales
de un educador de nuestro tiem
po?... A estas dos preguntas fue
ron respondiendo sucesivamente
los alumnos de la Escuela Univer
sitaria «María Auxiliadora», Alum
nos del BUP mixto de La Orotava,
Alumnas de BUP del Hogar-Escue
la y de Profesional de Arbol Bo
nito, alumnos de los Salesianos de
Las Palmas, alumnos del Centro
Juvenil de Telde... Es curioso es
cuchar a los jóvenes. Sus afirma
ciones acerca de nuestro estilo edu
cativo hay que oírlas con respe
to... Posiblemente aciertan a dar
en el clavo y resulta saludable que
sepamos cómo piensan de nosotros
y qué soluciones aportan para que
crezcan nuestros valores auténti
cos.
SEGUNDO D IA (2 de mayo)
La mañana del día 2 de mayo
estuvo a cargo del P. Consejero
General para la Pastoral Juvenil.
Presidencia de las Jornadas. (De
izquierda a derecha): D. Domingo
González, Inspector de Córdoba;
D. Juan Vecchí, del Consejo Supe
rior para la Pastoral Juvenil; D. Ce
lestino Rivera, del Dicasterio para
la Pastoral Juvenil; D. Marcelino
Carreto, Director del Colegio de La
Orotava.
don Juan Vecchi, quien expuso el
tema «El proyecto educativo de
Don Bosco ayer y hoy», magistral
conferencia de honda profundización en la teoría y práctica salesiana de todos los tiempos. Fue una
seria interpretación de lo que ha
sido y es hoy la figura de Don Bos
co a través de las líneas de acción
que centraron su vida y se han
prolongado con la experiencia de
estos cien años... La reflexión de
los grupos y la puesta en común
hicieron patente la vitalidad del
sistema y la riqueza espiritual y
pedagógica del pensamiento y la
acción de Don Bosco. De especial
interés — se dijo muy expresamen
te podemos calificar hoy «la pre
sencia activa y educativa entre los
jóvenes» y «el estilo de relaciones
personales».
La jornada del día segundo se
completó por la tarde con el tra
bajo de Seminarios acerca de los
Grupos Juveniles, de Educación de
la fe, y sobre el Proyecto Educati
vo Pastoral. Fueron dirigidos res
pectivamente por don Domingo
González, don Celestino Rivera y
Sor María Grazia Caputo. Las con
clusiones operativas de cada grupo
fueron leídas y discutidas en co
mún.
« lo R H n o n s
TERCER D IA (3 de mayo)
La mañana del tercer día tuvo
como protagonista principal a don
Celestino Rivera, salesiano de la
Inspectoría de Sevilla que trabaja
en el Dicasterio de Pastoral Juve
nil en Roma. Disertó acerca del te
ma «Finalidad del proyecto: madu
ración humana y crecimiento cris
tiano». La exposición del conferen
ciante y el trabajo de reflexión por
grupos fueron enriquecedores y
ocuparon prácticamente toda la
mañana.
La tarde, tras una rápida visita
a los lugares principales del Valle
de La Orotava, para admirar sus
bellezas naturales, estuvo centrada
en el trabajo ofrecido por Sor Ma
ría Grazia Caputo, Hija de María
Auxiliadora y Profesora de la Es
cuela Universitaria de Profesora
do de Santa Cruz de Tenerife. Hi
zo su exposición sobre el tema «El
Sistema Preventivo como modo de
acción dél educador de hoy»... Tan
to el tema como el trabajo de re
flexión ofrecieron la oportunidad
de una revisión de nuestras líneas
operativas personales. De ahí que
el trabajo se enfocase sectorial
mente a padres, religiosos, religio
sas, jóvenes, seglares...
CUARTO DIA
(Domingo, 4 de mayo)
La mañana del Domingo fue el
momento privilegiado de la reco
gida de ideas y conclusiones, así
como la clausura por parte, de don
Juan Vecchi, con Eucaristía para
los asistentes... Nos sentimos, de
este modo, participantes de un
mismo ideal cristiano y pascual,
sumergidos de lleno en el espíritu
salesiano y colaboradores de la mi
sión educativa de Don Bosco, co
mo señal propicia hacia la edad
madura de nuestros ambientes.
Merece la pena ir tomándole el
pulso a nuestras riquezas y a nues
tra acción educativa, tal como en
estos días se ha hecho en Tenerife.
Ya era hora de que la distancia y
el océano no fuesen obstáculo pa
ra llevar a nuestros hermanos y
hermanas, que trabajan en las Is
las, el aliento de una vida que cre
ce con optimismo y se desenvuelve
con alegría. Así, al menos, lo he
mos vivido en ese «puente» de pri
meros de mayo los educadores salesianos de Canarias en Tenerife.
M. C. C.
Jóvenes y profesores participantes
en las Jornadas.
13
El
S a lv a d o r
1980
SAN SALVADOR: Templo de María
Auxiliadora.
El Salvador es noticia diaria. Y, por desgracia, noticia trágica.
No sólo ha muerto trágicamente el Arzobispo mártir, sino que
todos los días cae bajo las balas asesinas gente del pueblo.
«El Pulgarcito de América», como se le dice, es un país super
poblado donde abundan los pobres y los desheredados en los
que se ceba la injusticia. Los Salesianos tenemos en El Salva
dor nueve casas. Actualmente, el Obispo sucesor de Monse
ñor Romero es el saleslano Monseñor Arturo Rivera Damas.
Damos a nuestros lectores una breve información de ios úl
timos acontecimientos por los que está pasando aquel entra
ñable rincón de América.
Al momento de escribir estas notas, más de 200 jóvenes (am
bos sexos). —chiquillos muchos de ellos— , están ocupando,
por sexto día consecutivo, la Parroquia de María Auxiliadora,
y ensayan la guerra. ¿Protestan? ¿O es un sistema de reclu
tamiento e indoctrinación? Ocho Parroquias más están en
idénticas condiciones.
CLIMA: Parecería que una cier
ta calma reina en el ambiente. La
detonación de bombas ha cesado y
el traqueteo de los tiros ha dismi
nuido. Sin embargo, no han dismi
nuido los efectos de una situación
de violencia. Más de 1.200 muertos
han regado con su sangre este pe
queño territorio de 21.000 kilóme
tros cuadrados. Sigue el miedo, la
inseguridad, y el éxodo. Y el clima
de incertidumbre y de desesperan
za con detener el pulso del país,
especialmente en lo que toca a la
actividad económica. Ni el sacrifi
cio de Monseñor Romero, ni el cla
mor de las multitudes que piden el
pan de la paz y del trabajo... ni el
holocausto del Domingo de Ramos
ha logrado poner freno a este cli
ma de violencia.
LA JUNTA, apoyada por la Fuer
za Armada y por la Embajada Nor
14
teamericana, se esfuerza por ganar
puntos a base de decretos refor
mistas. La Nacionalización del Co
mercio Exterior y de la Banca, la
Reforma Agraria y la Ley para la
afectación y transpaso de las tie
rras agrícolas a favor de sus culti
vadores directos, que otorga la pro
piedad de la tierra a ios aparceros
y arrendatorios, han sido las prin
cipales medidas. Y con éstas, re
presión y abusos de fuerza por fal
ta de control.
LA IZQUIERDA: En el ámbito
de la izquierda opositora se ha ido
gestando un proceso de unidad:
unidad de organizaciones entre sí
y la consiguiente apertura a otras
corrientes más moderadas. Este
proceso de unidad comenzó con el
pacto de formación de la Coordi
nadora Nacional Revolucionaria de
Masas (11 de enero de 1980). Esta
coordinadora es el producto de un
intento de unificación de las orga
nizaciones de izquierda:
• El Frente dé Acción Popular
Unificada — FAPU— (surgido en
1974), que agrupa en sus filas a
intelectuales y Obreros, a Profeso
res y estudiantes y a bases campe
sinas y que tiene, como brazo mi
litar, las Fuerzas de Resistencia
Nacional — FRN— .
• El Bloque Popular Revolucio
nario — BPR— (surgido en 1975),
que cuenta con ANDES (Educado
res), MERS (Estudiantes de secun
daria), UTC y FECCAS, UPT, UR19 (Universitarios) y Sindicatos.
Su fuerza militar: FPL (Fuerzas
Populares de Liberación).
• Las Ligas Populares 28 de fe
brero — LP-28— (surgidas en 1977),
que engloban a Grupos Populares
y Sindicatos, FENASTRAS... Su
rama militar: ERP (Ejército Revo
lucionario del Pueblo).
• La Unión Democrática Nacio
nalista — UDN— (surgida en 1969),
con carácter de partido político.
• El PCS: Partido Comunista
Salvadoreño (surgido en 1930).
El viernes, 18 de abril de 1980,
se constituyó el FRENTE DEMO
CRATICO REVOLUCIONARIO de
El Salvador, con características de
Frente Amplio, reuniendo a todas
las fuerzas «democráticas y revo
lucionarias» más importantes del
País: Coordinadora Revolucionaria
de Masas, Movimiento Indepen
diente de técnicos y Profesionales,
Movimiento Nacional Revoluciona
rio — MNR— ; Movimiento Popular
T
in fo rm a c ió n in te rn a e io n a t
Social Cristiano; Asociaciones Es
tudiantiles, Pequeños empresarios
del Transporte; Federaciones Sindi
cales y otros Sindicatos Indepenpientes).
Esta alternativa;
•
agrupa a unos 100.000 miem
bros;
•
apoya la plataforma de go
bierno que en febrero de este
año presentó la Coordinado
ra Revolucionaria de Masas;
•
y propone un diálogo a la
Junta para pedir: Participa
ción efectiva en el Gobierno
y la eliminación del aparato
armado actual para crear otro
nuevo.
de este pueblo laborioso y empren
dedor, seguimos prestando el ser
vicio a la juventud, aceptando de
antemano, las limitaciones que im
ponen las circunstancias, y dis
puestos a afrontar lo que venga,
fiados en Dios y en la protección
de María Auxiliadora, y alentados
por la solidaridad y oración de to
dos los Hermanos.
BO M BAZO
E N E L IN ST ITU TO
DON R U A
Cuando este Noticiero estaba en
impresión, el Instituto Internacio
nal Don Rúa y el Templo María
El Ejército no admite estas con
diciones.
LA DERECHA (extrema), por
su parte, a través de sus aparatos
de poder, va cobrando sus vícti
mas y, con sus intentos de «go l
pe», está dividiendo las Fuerzas
Armadas y, por ende, haciendo el
juego a la izquierda.
Tomas, huelgas, amenazas, asal
tos, incendios, robos y los perió
dicos conjugando estos verbos; ma
tar, asesinar, balear, asaltar en ti
tulares y en pie de fotos.
Puede hablarse ya de una gue
rra civil, es que atendemos al nú
mero de víctimas. Pero se conver
tiría en algo inmensamente peor,
si se diera un levantamiento popu
lar armado o un enfrentamiento
abierto y total entre la Fuerza Ar
mada y los grupos armados de la
izquierda. El tremendo costo de es
ta solución en vidas humanas y en
recursos materiales, tan indispensa
bles para la supervivencia del país,
hacen que deba buscarse otro
«principio de solución».
¿Podrá llegarse a un diálogo?
El nombramiento de nuestro
Obispo Monseñor Arturo Rivera
Damas como Administrador Apos
tólico de la Arquidiócesis, ha sido
el camino más viable en esta co
yuntura para el gobierno de la
Iglesia. Monseñor está propiciando
este diálogo, siguiendo el principio
de optar por el hombre y por los
derechos inalienables del hombre.
Las dificultades, sin embargo, son
reales, inter y externas y, como
punto de partida, asienta la nece
sidad de «conversión».
En nuestro mundo salesiano, vi
vimos las angustias y esperanzas
Mons. Arturo Rivera Damas, suce
sor de Mons. Oscar Romero en el
Arzobispado de San Salvador, en
calidad de Administrador Apostó
lico.
Auxiliadora pagaron su cuota de
violencia y destrozo que azota al
país.
A las dos y veinte de la mañana
del jueves día 15 de mayo, fue lan
zada una bomba de alto poder ex
plosivo sobre la parte norte del
edificio del Instituto Don Rúa. pre
cisamente en la puerta externa de
acceso a la cocina, frente a la casa
de las Hermanas Bethlemitas (La
Madonna). Minutos después fueron
lanzadas otras dos, de menos po
der explosivo, en el garaje del
Don Rúa.
Gracias a Dios no hubo daños
persnales.
La primera bomba zarandeó to
do el edificio (comparándola con
un terremoto alcanzó unos 5 ó 6
grados, de cortísima duración) que
brando la casi totalidad de los vi
drios de las ventanas del costado
norte y algunos de la parte inter
na. La puerta donde fue puesta
quedó desmantelada, y otras puer
tas desvencijadas. El comedor de
los salesianos tenía cara de «terremoteado»; una pared de madera
que lo dividía de la cocina, cayó,
llevándose un chinero donde se
guardaban platos, vasos, manteles,
etc. Las ventanas habían desapare
cido; las persianas de éstas esta
ban a cinco metros, encima de las
mesas. Todo olía a pólvora.
La casa de la Madonna quedó
totalmente al descubierto, pues
desapareció la puerta. A llí tampo
co quedó vidrio bueno; fueron re
movidas varias puertas y el cielo
raso de su comedor se vino abajo.
La capilla de los salesianos su
frió un tanto. Las vidrieras de mo
saico del lado norte cayeron las
tres y una del lado interior; las
otras dos se desnivelaron.
El Templo de María Auxiliadora
no sufrió nada.
Aquello fue un chisporroteo de
vidrios. Cuando bajamos no había
metro cuadrado en donde no hu
biera vidrios rotos por el suelo.
El pórtico del Don Rúa quedó ta
pizado de pedazos de vidrio.
No sabemos quien tiró la bom
ba. La razón: la presencia de los
grupos subversivos en nuestra Igle
sia.
Los daños son cuantiosos en vi
drio, en madera para las ventanas
y en algunas puertas y reparacio
nes de conexiones eléctricas.
Ese mismo día, entre la una y la
una y media de la tarde, salieron
los grupos que estaban ocupando
la Iglesia, dejándola libre. Espera
mos poder celebrar con debida so
lemnidad la Novena de María Auxi
liadora, que empezó con una albo
rada de bombas.
♦ * ♦
INTEGRANTES DEL GRUPO
SUBVERSIVO DEL «MERS» pene
traron ai Colegio Santa Cecilia y
a otros Centros Educativos de San
ta Tecla para indoctrinamíento de
Jos jóvenes el viernes día 16 de
mayo, nos dicen los programas no
ticieros matutinos. No hubo mayo
res incidentes dentro de los recin
tos del Colegio.
Noticiero Salesiano
de Centroamérica y Panamá
15
T
VACACIO NES
Las vacaciones dei verano
de 1860 eran una incógnita.
Pero Don Bosco había pro
metido a sus muchachos
que serían las mejores que
pudieron soñar. Conque
todos las esperaban con
enorme ilusión. Los canto
res ensayaban y los instru
mentos de música no se
cansaban de subir y bajar
escalas. Más de 100 jóve
nes iban a participar en la
aventura. Y hoy sabemos
cómo fueron^ gracias a un
diario que se le ocurrió es
cribir a uno de ellos, y que
hoy titularía: Las vacacio
nes más hermosas de to
dos los tiempos. Veamos...
PROGRAMA GENERAL
Salimos de Turín el 3 de octubre
y llegamos a I Becchi en dos días,
para celebrar la fiesta del Rosario
junto a la casita natal de Don Bos
co. El mismo día 7 comenzamos
una excursión que duró 12 días,
hasta el 19. Recorrimos 4 diócesis.
Los músicos Iban al frente de la
tropa y, muy de madrugada, nos
echamos por los caminos del Piamonte con muchas ganas de juer
ga y diversión.
Todo estaba previsto: ¡hasta lo
imprevisible! N o s hospedábamos
en las casas parroquiales en las
que nos habían preparado cuadras
y pajares: ¡y hasta camas! Comía
mos en cualquier sitio, pero comía
mos ¡y muy bien! El 8 de octubre
por ejemplo, después de la misa
matinal, el párroco de Villa San
Secundo nos preparó en un barre
ño una polenta de más de un me
tro de diámetro. ¡Y era sólo para
desayunar!
Luego, la gente nos esperaba
por todas partes: ¡Una banda de
música, un coro y un Don Bosco
no era cosa de todos los días! ¡Y
menos en el campo! Así que el
gentío salía a nuestro encuentro,
como ocurrió en Mírabello el 12
de octubre. Nos ofrecían vino, cas
tañas, pastas... El 13 de octubre,
fiesta de la Maternidad de la Vir
gen. participaron a la misa canta
da ¡más de 20.000 personas! Se
celebró en la plaza y todos escu
chamos la homilía de Don Bosco.
Tuvimos muchas noches de fuegos
artificiales; el 6 de octubre, en I
Becchi; el 8. en Villa San Secundo:
el 9, en Alfiano; el 11. ante el pa
lacio episcopal de Casale; el 13, el
14 y el 16, en Mirabeilo.
Los cómicos de nuestra farán
dula pusieron en el teatro de ver
dad de Mirabeilo una obra teatral.
Casi siempre actuaban en las pla
zas, sobre palcos improvisados;
tres carretas de bueyes, La coral
cantaba todos los días en la igle
sia y, por la noche, daba concier
tos en la plaza. La banda de mú
sica ya no llevaba cuenta de los
conciertos nocturnos que daba...
Las estancias en los pueblos du
raban uno o dos días. Visitábamos
la población en pequeños grupos.
Y nos reuníamos al son de una
trompeta.
LA FURIA
DE UN SACRISTAN
El 14 de octubre, para preparar
la función de teatro, los artistas
se llevaron las cortinas de la Igle
sia. Necesitaban una tramoya es
pecial. Pero. ¡ay!, el sacristán las
echó de menos. Montó en el ca
ballo de su cólera y se presentó a
armar un follón. Claro que llevaba
unas copas de más. Lo que quería
decir que había empinado más de
la cuenta. Pero ios chicos fueron
amabilísimos con él. Y el sacristán,
emocionado hasta las lágrimas, les
invitó a tomar un vaso, ¡el último!
Al día siguiente. Don Bosco que
se enteró, le dio al sacristán una
generosa propina, por su magnani
midad. El hombre, que lo había ol
vidado todo, se preguntaba la ra
zón de aquel maná que le llovía del
cielo...
UN BANQUETE
IMPROVISADO
El 10 de octubre llegábamos a
Crea muertos de hambre. Eran las
dos de la tarde y no había comída.
Se le había olvidado al administra
dor de Monseñor Calabiana. Y se
hallaba fuera. ¿Qué hacer? Porque
una comida para 100 personas no
se improvisa en cualquier sitio, y
menos en un pueblo.
Sobre una colina se alzaba el
convento de los Franciscanos. Era
la Providencia. Subimos al asalto.
Los frailes estaban dentro y no
contestaban. No abrían por nada
del mundo. Dormirían la siesta. En
tonces nos colamos en la iglesia
del convento y el coro improvisó
un concierto. Se abrió la puerta de
la sacristía y Don Bosco se adelan
tó a hablar con el fraile. Pero el
franciscano le hizo señas ordenán
dole que no interrumpiera un canto
tan hermoso. Llego el Padre Guar
dián. Hablaron. Y. en unos minutos
se preparó la comida para todos.
Terminamos con las reservas de tos
frailes, que nos dieron un banquetazo «gratis et amore Dei». Y de
nuevo al camino.
En fila de casi un kilómetro, íba
mos batiendo el polvo bajo un sol
sofocante. La trompeta se desga
ñifaba. Y el mismo Don Bosco
arrastraba ya sus pies de cansan
cio. Llegamos a Casale a las nueve
de la noche, después de haber an
dado más de 20 kilómetros.
Nos alojamos en el Seminario
por cuyos pasillos corríamos todos.
El famoso administrador nos invitó
a cenar. Nos esperaba el banque
te que había preparado para el me
diodía... Don Bosco cenó con Mons.
Calabiana.
CONCIERTO
EN EL CAMPANARIO
El 15 de octubre llegamos a Lú.
Visitamos el pueblo. Los trompetas
descubrieron una torre a la que su
bieron por una escalera tambalean
te. ¿Cómo no subir a ella cuando
se tienen quince años, hay un pai
saje que contemplar y alegría para
dar y vender? Entonces, ¡arriba que
te quiero! Una vez en lo alto, de
jaron caer sobre el asombro del
pueblo los compases de una mar
cha militar.
El alcalde, furibundo, salió a im
pedir el escándalo. Era un anticle
rical. «jOue la escalera amenaza
ruina!», gesticulaba nervioso. Y.
acompañado por su secretario, man
dó a los ocupantes que bajaran in
mediatamente.
ALOJAMIENTO MILITAR
Valence sur Po, 17 de octubre.
Don Bosco había escrito al conde
de Cárdenas, senador y bienhechor
del Oratorio, pidiéndole un aloja
miento militar. El conde dio órde
nes a su factótum quien, ocupado
en la vendimia, se limitó a rellenar
de paja las cámaras de arriba, re
servando. sólo para Don Bosco, una
habitación de príncipe. Pero Don
Bosco no lograba pegar un ojo: los
somieres no tenían muelles. Con
que se vino con nosotros y aquella
noche tamtiién durmió sobre la pa
ja y. a eso del amanecer, volvió a
su habitación.
—«¿Qué tal habéis pasado la no
che?». les preguntaba el hijo dei
conde a sus huéspedes.
— «¡Magnífica!», respondió el jo
ven Tomatis, agarrándose las cos
tillas. Las carcajadas siguieron to
do el tiempo que duró la visita a
las bodegas...
DOS VAGONES SOLO
PARA NOSOTROS
Valence sur Po. 18 de octubre.
¡Otra novedad! A las 6 de la tarde
subíamos a dos vagones que nos
ofrecía la Dirección de los Ferroca
rriles. Dimos las gracias al director
obsequiándole con una marcha mi
litar. En todas las estaciones se
nos recibía con aplausos. A las
ocho llegábamos a Vlllafranca de
Asti. Fin del trayecto. Cenamos en
casa del párroco y dormimos en la
cuadra. Por la mañana, temprano,
después de la misa y la bendición,
engancharon nuestros vagones al
tren. Y entrábamos triunfantes al
Oratorio de Turín, con la banda de
música al frente y entre cánticos
de alegría.
♦
«
♦
¿Cuántos jóvenes no se apunta
rían hoy con los ojos cerrados, en
1980. a unas vacaciones como las
que tuvo Don Bosco con sus mu
chachos en 1860?
CARLOS DE FREYN
CON D . BOSCO [iaeo
17
í
]
4
'N
DE TURIM A UTRERA
PERIPECIAS DEL VIAJE DE LOS PRIMEROS SALESIAMOS QUE ERVIO DON BOSCO A ESPAÑA
D O N BOSCO LO S A L C A N Z A E N M A R S E L L A
Aquella Cuarta expedición para América tuvo que esperar en San Pier d’Arena desde el 21
de enero hasta el 3 de febrero de 1881.
Fueron días de abundantes nevadas y recios vendavales que hacían barruntar mar picada.
Los que venían a España quisieron aprovechar aquellas jornadas invernales para apren
der la lengua castellana; pero desistieron al fin por falta de un profesor adecuado que les
enseñara la fonética del nuevo idioma.
En Génova los religiosos se dividieron en dos grupos: Los que zarpaban para Buenos Aires
tomaron el vapor Sud-América de la Sociedad Marítima Lavarello. Los destinados a Utre
ra y los del Uruguay se embarcaron en el Humberto I de la Compañía «Rocco Piaggio».
Don Francisco Atzeni en su
Crónica apunta todos los deta
lles:
"Se designaron las cinco de la carde
del día 3 de febrero para partir.
A las tres, ya se habían colocado
cada cual en su camarote...
A las tres, ya se había colocado
Genova.
Era, en realidad un buen buque:
16 metros de largo por 5 de ancho.
Salimos... Don Cagliero se sentó en
una poltrona. Los demás estábamos de
pie en cubierta, hasta que el frío de
Ifl noche nos obligó a retirarnos.
Unos anticlericales comenzaron a
llamarnos “ cuervos”. Lo supo el capi
tán del barco y los amenazó con de
jarlos en tierra en iel primer puerto
si no desistían de tan pesadas bro
mas... Y nos dejaron en paz.
Comenzó a balancearse y moverse
el buque sobre olas gigantescas... Nos
mareamos... Se rompió una hélice...
Menos mal que al anochecer entramos
en el puerto de Marsella, donde nos
esperaba don José Bologna, director
del Oratorio Festivo San León, que
había-preparado unos coches para con
ducirnos a Casa.
Tres días estuvimos en aquel Cole
gio... Desde Italia, por tren, vino a
encontrarnos Don Sosco, que no acer
taba a separarse de nosotros”...
A s í pues, los del Hum berto I,
al llegar a Marsella debieron que
dar anclados tres días. Más que
anclados, en dique seco; porque
tuvieron que cambiar la hélice.
A llí encontraron nuevamente
a Don Bosco que viajó por tierra.
Rocco Piaggio, titular de la Com
pañía a la que pertenecía el bu
que, se llegó al O ratorio de San
León para rogar al Santo de Turín que bendijera su barco, a fin
de que hiciera una feliz navega
ción en aquellos días tan tempes
tuosos.
Accedió Don Bosco, que se
llegó al puerto acompañando a
sus salesianos. Ayudado por unos
y otros logró subir al buque y
bendijo sus dependencias.
Don Bosco
broma y serio:
respondió
entre
— Es m ejor que digáis: « ¡ D o
mine, salva te ipsu m !» (¡Señor,
sálvate a T i m ism o!) Porque vos
otros vais en nombre del Señor y
para realizar idéntico oficio y mi
sión que los que tuvo que reali
zar él.
Fue impresionante la postrera
amonestación del Padre a sus hi
jos. A muchos de ellos ya no los
volvería a ver en esta tierra. Tan
to, que cuando el Santo los ben
dijo. oficiales y marineros tam
bién cayeron de rodillas...
El
armador señor Piaggio
acompañó a Don Bosco hasta
tierra.
Y sólo el martes, día 8, pudie
ron partir hacia Barcelona.
Don A ngel Piccono, bromean
do, se atrevió a preguntar:
E N L A C IU D A D C O N D A L
— ¿Cuántas veces hemos de
rezar en este viaje aquella jacu
latoria evangélica: «D om ine, sal
va nos; perimus» (Señor, sálva
nos porque perecemos)?
E l go lfo de Lyón estaba albo
rotado, furioso.
V iento, olas, cáncamos como
montañas hacían bailar el barco
18
i
Ita e la loft elet» a ñ o s
en torma endiablada. Los nova
tos caían redondos en los cama
rotes, con semblante de muerte.
Con todo, llegaron a la dudad
condal, el mismo día 8 al ano
checer. Como el miércoles 9, de
bían pasarlo cargando mercan
cías, Cagliero, Piccono, Branda y
Pane bajaron a visitar la ciudad
de Barcelona. V ieron la catedral
gótica y el barrio anejo; la Generalitat, los bajorrelieves de
Santa Eulalia, el crucifijo de L e
pante, etc...
H e aquí cómo lo resume todo
la Crónica:
E) mar estaba alborotado y tocábamos
el agua con la mano... Poco faltó par.»
que cayéramos al mar y nos bañára
mos en agua salada. Pero Dios no lo
quiso”.
Luego, los que se dirigían a
M ontevideo pusieron proa al
Ocaso. Y ios que venían a U tre
ra a fundar la primera Casa de
España, se quedaron esperando
barco para Cádiz, pues habían
perdido ya el del viernes.
Tuvieron que pasar tres días
en Gibraltar en casa de un señor
italiano llamado Simón Corsi que
tenía allí abierto un hostal.
“ Nos tocó a ÍO.S salesianos comer en
la misma mesa de un pastor protes
tante’ ...
“ El clero de Gibraltar fue extrema
damente atento y acogedor con nos
otros”.
Todos conocían ya el nombre
de Don Bosco y habían oído ha
blar de su maravillosa Obra.
Los 11 sacerdotes de Gibraltar se hicieron Cooperadores Sa
lesianos antes de que los «utreranos» partieran para Cádiz.
La simpatía y la garra de Juan
Cagliero eran importantes.
A N G E L M A R T I N G L E Z ., SDB
“En Barcelona paramos unas 24 ho
ras. Algunos bajaron a tierra... AI día
siguiente partimos para Gibraltar. Rei
naba una niebla muy densa. También
njvimos tempestad en el golfo de Va
lencia”...
P O R F IN , E N G IB R A L T A R
%
Nuevos mareos en el M ed ite
rráneo valenciano donde el mar
estuvo airado. O tro día de ayu
no perfecto.
La noche siguiente niebla ce
rrada. Luego silbidos constantes,
marcha lenta, precauciones extre
mas.
El día 11 cenaron frente al
peñón de Gibraltar.
Después de la cena los que
iban al estuario del Plata se des
pidieron de la primera Comuni
dad que venia de Utrera. Habían
ido cortando hilo a hilo la red
de los afectos. Ahora se despe
dían por cuarta vez de los H e r
manos.
Sudaron el hopo para conse
guir el desembarco en la pose
sión británica:
“ El Humberto I no tocaba el puer
to de Cádiz — dice la Crónica.
Para desembarcar nos metieron en
una barca. Nos metieron allí a once...
Siervo de Dios don Felipe Rinaldt,
que fue el primer Inspector de to
da la España Salesiana.
19
El pasado 26 de abril celebró don Modesto Bellido sus Bodas de Oro sacerdotales con mucha
solemnidad. Hubo una gran concelebración eucarística en la iglesia de María Auxiliadora de
Atocha con numerosísimos participantes de la Familia Salesiana y con unos 130 concelebran
tes. Entre ellos estaban don Bernardo Tohill,Consejero General para las Misiones y repre
sentante del Rector Mayor; y don José Antonio Rico, del Consejo Superior para la región
Ibérica, quien tuvo la homilía. Asistieron también don Edward Cappelletti, procurador de las
Misiones Salesianas en Nueva York, y Mons. Echenique, del Secretariado de Misiones de la
Conferencia Episcopal de España...
Y el 4 de mayo, homenaje a don Modesto en el Seminario Salesiano de Arévalo, fundado por
él hace treinta años...
El Boletín Salesiano se une a los homenajes a este gran salesiano que cumple sus cincuenta
años de sacerdocio precisamente en el mes de julio. Y ofrece la entrevista que le hizo Jesús
M. Mélida.
— ¿A dónde vas con tantas hojas?
No merece la pena.
— Usted dice las verdades y yo
pongo las mentiras, don Modesto.
— iSí, para eso estáis los perio
distas!
Tengo que reconocer que su estima
por. la profesión periodística no es muy
alta. Claro que su afirmación, además
de ser cierta para alguna que otra oca
sión, tiene más de válvulá de escape
de su. timidez y modestia natural, que
de juicio de valor.
Y ésta va a ser la limitación más
grande a lo largo de la entrevista que,
con motivo de su cincuentenario sacer
dotal, trato de hacerle: «Don Modes
to —según don Modesto— , no ha he
cho nada del otro mundo, todo ha sido
normal, casi vulgar».
Presiento que nuestra conversación
va a tener mucho de guerrilla agaza
pada en la sombra, tratando de sor
prender el error táctico que permita
penetrar por un resquicio en la vida
llena y en la rica personalidad de este
hombre bueno llamado Modesto.
—¿Fecha de su ordenación sacer
dotal?
— El 6 de julio de 1930. El 7 dije
mi Primera Misa.
BECAS PARA LAS VOCACIONES SALESIANAS
INSPECTORIA DE BARCELONA
Beca "San Marcos". Primera entrega: 100.000 pesetas,
Beca "Bibiana Sodas". Total: 52.000 pesetas.
INSPECTORIA DE BILBAO
Beca "Mamá Margarita". L. Caftada. Pamplona. N. a.: 250 Total: 57 000 pesetas
Beca "O. Josó María Taibo". N. e.: 15.000. Total: 75.000 pesetas
Beca "Sr. Magín". N. e.: 10.000. Total: 23.750 pesetas
INSPECTORIA DE CORDOBA
Beca completa "José de Juan". Las Palmas. 280.000 pts
Beca "D. José Doblado". Málaga. N. e.: 12.000. Total; '88,000 pts.
INSPECTORIA DE LEON
Beca "D. Felipe G arda". Cooperadores Corufla Calvo Sotelo. N. e.: 10.000 pías
Beca "D. Rúa". Vigo María Auxiliadora. N. e.; 12.000 pesetas.
Beca "San Antonio". Vigo María Auxiliadora. N. e.: 5.000 pesetas
INSPECTORIA DE MADRID
Beca "Familia Francia". N. e.; 1.000, Total; 105.000 pesetas.
Beca "M. A. L." N. e.; 1.000. Total: 133.000 pesetas.
Beca “ Archicofradia de María Auxiliadora-Atocha". N. e.; 7.000. T.: 117.000 ptas.
Bacas Iniciadas para GUINEA (Parroquia de M.* Auxiliadora. SaJamanca): Beca
"Sagrado C o ru é n ". Beca "María Auxiliadora". Beca "San José"
INSPECTORIA DE SEVILLA
Beca "María Auxiliadora". Arch. Cádiz. N. e.: 1.000. Total: 129.000 pesetas
Beca "Dr. Boza". Sevilla. N. e.; 20.000. Total 80.000 pesetas.
Beca "C otonadórr María Auxiliadora". Sevilla. N. e.: 75.000. Total: 100.000 ptas.
INSPECTORIA DE VALENCIA
Beca "D. Manuel Pérez". Parroquia S. Antonio Abad (Valencia), N. e.: 20.865 ptas.
Beca "Juan Manuel". Col. Don Sosco. Alicante. Nueva entrega: 4.200 pesetas
Beca Francisco G il". Dfta. Vicenta Estreder (Valencia), N. e.. 22.000 pesetas.
20
—Un día de San Fermín, don Mo
desto.
— Un día de San Fermín: en la
Basílica de María Auxiliadora de
Turín, en el altar donde estaba en
tonces la urna con el cuerpo del
recién declarado Beato Don Bosco,
hoy altar de Santa María Mazzarello.
No resisto a la tentación de pregun
tarle por su profesor de Liturgia que le
enseñó a decir misa hace medio siglo.
Ei que un par de horas antes he te
nido el regusto espiritual de decir la
misa con él. Y los gestos, la unción,
la media voz de sus palabras claras,
UN HOM
3
sin acusar los atropellos de cincuenta
años de rutina, sus ojos bajos... eran
gestos, unción, palabras y recato de un
novel sacerdote que estrenara eucaris
tía.
Luego me impresionó verlo senta
do, en acción de gracias después de la
Comunión, con el cuerpo inclinado a
la derecha, y cinco largas hebras de
pelo surcando serenas su mediana cal
va, con sus orejas grandes, sus ojos
entornados, y sus labios musitando
quién sabe qué soneto de algún místi
co castellano... ¿No hay una fotogra
fía igual, igual, de Don Bosco?
En la sacristía, al final de la misa,
continuaría moviendo los labios.
— Me enseñó don Vismara: un
hombre que vivía de y para la litur
gia, íntimo amigo del cardenal
Schuster, precursores y preparado
res ambos de las grandes renova
ciones litúrgicas de los años 60.
— ¿Se acuerda, don Modesto, del
propósito de su primera misa?
— Hombre: lo llevo siempre en el
breviario: «Impendar et superim-
roeaelofftes
misionero era para nosotros algo
esencial en el colegio. Y la teolo
gía en Turín, del 26 al 30. Eramos
230 estudiantes de todo el mundo
salesiano. Años inolvidables...
Y lo dejo que se vaya en pos de
sus recuerdos: soy consciente de que
los fieros limites de la entrevista no
me permitirán recoger sus recuerdos
de compañeros, profesores, ambiente,
vida intensa salesiano de aquel case
rón ex-hospital de la Crocetta en via
Caboio, a veinte minutos de Valdocco,
centro y corazón de los Salesianos.
Luego, a lo largo de sus cincuenta
años de errar por el mundo irá encon
trando rostros de amigos, y le irán sa
liendo a flor de vida el cariño y el an
ua salesianos asimilados por ósmosis
en las fiestas espléndidas de la Casa
Madre, en los «paseos a Valdoccct» du
rante la mayor parte de los jueves es
tudiantiles.
Tiene cimientos sólidos, cincelados
a golpe de lentitud, el bloque sin fi
suras de la salesianidad de don Mo
desto.
CAMPELLO:
INCENDIO Y EXODO
—Y en agosto de 1930 rompe sus
primeras lanzas sacerdotales: cate
quista en Campello. ¿Qué pasó allí
en abril-mayo del 31?
BUENO DE NOMBRE MODESTO
pender...», que. traducido a versión
salesiana. es aquello de: «Dadme
almas y llevaos lo demás».
—MI HERMANO
MURIO ASPIRANTE
—¿Nace usted?
—En San Pedro de Rozados, Sa
lamanca. un 31 de diciembre de
1902.
—Por poco se queda sin año.
—Por poco no lo pesco. A los
diez años se trasladan mis padres
a la capital, y me llevan a estudiar
al Colegio Salesiano de San Benito:
flotaba todavía en el ambiente el
recuerdo de la reciente visita del
Rector Mayor don Pablo Albera.
Primer curso de aspirantado en Carabanchel, Madrid, en 1915. Luego
tres años más en Campello, duran
te ia Primera Guerra Mundial.
—¿Mucha alegría y mucha ham
bre?
—Hambre discreta y mucha ale
gría: tuvimos a don Alejandro Batai-
ni, don Recaredo de los Ríos, don
Mariano Beltrán...
— ...que todavía sigue tomando
el sol de Campello, cuidando su fa
moso «ortus conclusus». Don Mo
desto, ¿qué recuerda de su madre?
—La madre... Sintió mucho mi
partida. Además, por aquellos años,
murió en Villana como aspirante mi
hermano pequeño... tenía quince
años. Ella me decía siempre: >Si
un día no te sientes para eso. ya
sabes, aquí están siempr% abiertas
para ti las puertas de casa».
—¿Y ha recordado usted alguna
vez esas puertas abiertas?
—Felizmente no he tenido nece
sidad de recordar eso en los casi
sesenta años de vida salesiana.
—Luego estudió...
— Noviciado y Filosofía en Carabanchel, con don Marcelino Olaetxea como director. Trienio prácti
co en Mataré: allí nos visitaron,
casi simultáneamente. Mons. Versiglia, que luego moriría mártir en
China, y Mons. Comín. El espíritu
—Al proclamarse la República co
mienzan los incendios de colegios
y casas religiosas. Nos llegaron las
llamas a Campello: tuvimos que sa
lir precipitadamente. Fue mérito del
director don Juan Castaño el que
todo estuviera previsto al detalle
desde hacía varios días. No hubo
ninguna desgracia personal. Cada
uno se buscó...
— Usted, don Modesto, ha vivido
sus años jóvenes en una extrema
inseguridad sociopolitica: ¿de dón
de le ha venido ese aplomo, esa
calma, esa seguridad posterior en
su vida, en sus decisiones?
—¿Seguridad?... Como no sea de
aquello de Don Bosco: «Haced el
mayor bien posible confiando en
la Providencia»...
— Dicen por ahí que usted es op
timista: es famosa su palmadita en
la espalda y su «iánimo!» cariñoso.
— Dicen...
—¿Ha tenido muchas dificultades
en la vida?
— Pues... Las dificultades máte-
21
ríales estimulan, no acobardan;
otras dificultades, pues no: en la
vida religiosa, en los mismos car
gos. no...
No, no hay forma de convencer a
este hombre de nombre y de hechos
«modesto» de que la entrevista va con
él. Responde con verbos impersonales,
sin un «yo» o un «me»: «dicen, esti
mulan...»
Claro que su pudor natural es ya
una respuesta.
Sentado en un sillón —color noga
lina negra— casi digno de Felipe 11,
venido quién sabe de qué abandonado
despacho, ante una mesa pobre y des
colorida y, desde luego, de otro «jue
go» diverso al del sillón —¿Felipe?— ,
aparece don Modesto más modesto to
davía. Apoya los antebrazos con gesto
compuesto sobre la carpeta negra que
cubre media mesa, ocupada en su otra
mitad por papeles, libros, legajos en
admirable orden.
Me marché al final con la curiosi
dad insatisfecha de saber si en alguno
de los cajones de la mesa se oculta
vergonzoso el clásico par de tinteros
de recio cristal con tapes metálicos,
con la tinta reseca.
— ... Dice usted «en los cargos».
Ha sido usted «superior» desde
1934 hasta ei 78: cuarenta y cuatro
años: ¿son muchos años?, ¿está
cansado?
— No son pocos años.
—¿Cuál es la virtud más nece
saria al Superior?
—(Pausa larga)... Difícil: la cari
dad... y la prudencia, el espíritu de
fe.
O ESCAPAR O ARREMETER
—De Campello «huye» usted a
Carabanchel. estudiantado teológico
para toda España. En 1934 lo nom
bran director de Mataró... Luego
los amargos años de la guerra civil:
huidas, asesinatos, escondites, cár
celes, miedo, peligros, actos heroi
cos... De nuevo el éxodo: esta vez
a Francia a través de los montes
de Gerona, con un guía dudoso pa
gado por la madre de un salesiano.
Marsella, Turín... conexión de Ca
pitanía General Salesiana para el
norte de España.
Deusto. director de Pamplona 3838... Y al terminar la contienda, en
1939, director de Sarriá. Barcelona.
¿Cómo encuentra...
Todo estaba destartalado, en rui
nas: los... rojos (bueno, no pongas
esa palabra, que ahora..,) habían
volado ai huir el gran pabellón de
la mecánica. Tuve un momento de .
' Don Modesto, en la India.
22
Jüi redondos sin ansias de contesta
ción y de crisis, de las responsabili
dades difíciles pero gratificantes.
depresión y me dije: «Aquí no hay
otra alternativa, o escapar o lan
zarme de lleno al trabajo».
—Y no escapó.
—No se podía.
—De septiembre del 42 a 1948,
de nuevo en Madrid: es elegido
Provincial de una de las tres ins
pectorías en que se dividía enton
ces la España saiesiana: la Céltica.
¿Qué hizo usted en esos seis años?
—Hombre, pues se logra un buen
desarrollo material en todas las ca
sas; era ei momento; los grandes
pabellones de Atocha, la Iglesia de
Vígo, la de Salamanca, el Semina
rio de Arévalo...
El personal era escaso, de edad
madura, un poco cansado: ¿sabes?,
el gran trauma de tres anos de gue
rra... con tantos salesianos muer
tos. Habría que pensar en los jóve
nes: fueron ellos los que dieron vi
talidad a las obras. Los mayores
pusieron la experiencia, la compren
sión, el cariño. No había las luchas
generacionales de hoy.
—Fueron los años de los grandes
noviciados: en el nuestro, don Mo
desto, éramos 47; ¿qué piensa aho
ra de aquellos reclutamientos ma
sivos?
— No, no: las defecciones de hoy
no hay que achacarlas a aquellos
tiempos: cada tiempo dicta sus
pautas, sus normas. Yo creo que
la formación que se daba entonces
estaba en consecuencia con los
tiempos que se vivían: había ade
más un gran espíritu de sacrificio...
Olvidó, por fin, las tácticas defen
sivas: y habla y cuenta; hasta perso
naliza: en primera persona... del plu
ral todavía. ¡Cuánto sabe y qué bien
puestos tiene los principios este viejo
humilde!
Pero una vez más, hay que rom
per el encanto de los recuerdos: creo
que para él fue ésta su época de oro,
casi diría su época romántica: de las
realizaciones que se locaban con las ma
nos, de los deseos cumplidos, de la
autoridad sin problemas, de los recuerCONSEJERO GENERAL
PARA LAS MISIONES
—Y el año 48 le reclama don Ricaldone a Turín, y le nombra miem
bro del entonces llamado Capítulo
Superior, encargado de las Misio
nes. ¿Le costó el cambio o le ha
lagó la distinción?
— Pues, con toda sinceridad: fue
el sacrificio más grande de mi vi
da... No me asustaba el cargo...
pero me costó mucho renunciar a
ios apasionantes momentos de tra
bajo que estaba viviendo en Espa
ña.
—Tenía usted cuarenta y cinco
años: ¿demasiado joven para tal
responsabilidad?
— Las primeras palabras de don
Ricaldone fueron: «Muy joven», y
sonrió.
—¿Cuál era la cualidad más rele
vante de don Ricaldone?
—Su visión clara de los grandes
problemas y una decisión enorme
para afrontarlos.
— Las misiones salesianas que
le encargan acababan de salir, en
aquel 1948, de una guerra mundial:
¿cuáles eran las necesidades más
perentorias? ¿las dificultades...?
— Yo diría que no encontré difi
cultades.
Y me viene a la rnemoria de nuevo
aquella afirmación sencilla del princi
pio: «Bueno, si, dicen que soy opti
mista».
Hemos ido remando mar adentro:
casi hemos llegado. El tema de las Mi
siones es su tema, es su vida.
Durante veinte años él ha sido, a
nivel de Congregación Misionera, el
hábil timonel que ha pilotado una de
los períodos más emocionantes del mi
sionero salesiano: repetidas visitas ani
madoras a la India — verdadero boom
misionero en la actualidad— . China,
Japón, Thailandia, América: viajes por
todo el mundo...
roeaelot»e«
Con
—He cruzado más de 30 veces ei
Atlántico.
Aquellas espléndidas oleadas de mi
sioneros que eran despedidos con emo
ción y brillo de ilusión en los ojos,
como antaño, en la Basílica de María
Auxiliadora de Valdocco.
— ...No sé: hay estadísticas, pe
ro no me he preocupado de_ saber
las: ¿una media de 60 al ano?
—La animación misionera en todas
y cada una de las obras salesianas. La
fundación del boletín AMS —Agencia
Misiones Salesianas— que comunicaba
experiencias, noticias, y alegrías a to
dos los misioneros salesianas dispersos
por el mundo; y que luego, vistas sus
enormes posibilidades, amplió sus ser
vicios convirtiéndose en el actual AÍ^S
—Agencia Noticias Salesianas— para
todos los sectores de la Congregación.
—Nació de un deseo de comuni
cación, de contagio de entusiasmo
misionero, para aliviar la soledad
material y psíquica de muchos salesianos.
I
PUES,
NO DI LA VUELTA AL MUNDO
Me llama la atención en este mo
mento, sobre la mesa de don Modes
to, haciendo juego con la estampa de
María Auxiliadora, un portafotografías
con el manso rostro de Madre Teresa
de Calcuta, rostro que sonríe con paz
a través de las mil arrugas de dolores
compartidos, rostro iluminado por
unos ojos dulces que no han logrado
endurecer las inútiles muertes de los
caminos de la India.
—¿Ha conocido,' don Modesto, a
Madre Teresa? ¿La admira? El retra
to de Madre Teresa calza sin avaricia
- un montoncilo de giros postales: li
mosnas, par.
Porque la mesa de don Modesto, la
vida de don Modesto, como la de Ma
dre Teresa, sigue llena de trabajo, de
amor, de esperanza misionera.
—Don Modesto, ¿no ha tenido la
curiosidad de contar los kilómetros
que ha recorrido en sus largos
años de visitas a los más lejanos
puestos de misión llevando...
—No. ¿para qué?: ¡qué cosas se
te ocurren!
—Habrá dado alguna vez la vuel
ta al mundo...
—Pues no, siempre me volvía...
—Vaya, no doy una. Dicen que el
Oriente Misionero es su ojito dere
cho.
—Hombre, es que el Oriente
ofrece perspectivas maravillosas.
¡La india!... ¡Filipinas! Será también
porque el Oriente ofrece también
misiones más duras, lentas, agota
doras de la esperanza: ¡Japón!...
—¿Aventuras?
— ¡Ahhh! Muchas. Una tragicómi
ca en China: una noche en uria
barca de transparente por el rio
estuvimos a punto de ser ametra
llados por los soldados nacionalis
tas que nos habían tomado por co
munistas.
Mi pensamiento, curioso pensa
miento. después de haber hecho un
rápido acto de contrición, era; Es
taría bueno que yo. que salvé la
vida de manos de los comunistas
de España, tuviera que morir aquí
ahora, por pareces comunista...
— Peligros de ríos, peligros de
mar...
—Sí, no han faltado los peligros,
sobre todo volando en las avioneCon unos misioneros españoles en
la India.
los
aspirantes de
(Ecuador).
Cuenca
tas. elementales y desvencijadas,
de las misiones. Una vez me dijo
el piloto: «Rece, Padrecito. no res
pondo del aterrizaje». Otra vez. ha
bía oscurecido y el piloto, perdido
por aquellas inmensidades magallánicas del sur de la Argentina, no
daba con la pista de aterrizaje.
Cuando la encontró, sus jefes mi
litares reprendieron su imprudencia.
Si. le reprendieron.
—Vaya.
— Dos veces... ¡tres! he visto
quemarse en pleno vuelo uno de
los motores del avión. Pero no me
había llegado la hora.
— ¿Cuándo cree que le ha seña
lado Dios la llegada de la hora?
— Hombre, pues ya lo dicen...:
en la hora menos pensada, ¿no?
Ya tengo setenta y siete,
—Sí. ¿Volvemos, don Modesto?
— Volvemos.
—De acuerdo. Usted no ha en
contrado dificultades en su función
de Misionero Mayor del Reino. Pe
ro el misionero menor, el misione
ro, ¿tiene problemas específicos?
—Yo creo que tampoco en el mi
sionero menor, como tú dices, en
contré una dificultad así «principal».
Son raros los que se acobardan: al
contrario; el misionero es optimis
ta por vocación, por elección:
afronta con espíritu de fe su tra
bajo... Yo siempre he dicho que
los salesianos más felices que he
encontrado en mi vida han sido los
misioneros.
Don Modesto en Tierra Santa, a la
orilla del lago de Tlberíades, sobre
la «roca de Pedro».
—SI, don Modesto. Sin embargo
comentábamos hace unos dias unos
c o m p a ñ e r o s y yo que... bas
tantes de tos mejores de nuestros
cursos de seminario que fueron a
misiones —concretamente al Orien
te— terminaron agotados física,
psíquica o religiosamente. ¿Qué ha
pasado con ellos? ¿Hay que apun
tar ese fenómeno en el Debe de
las Misiones? Usted mismo podría
enumerar un doloroso rosario de
nombres...
—Pues... ¡Qué sé yo! Habrá que
estudiar la proporción con otros lu
gares. Yo pienso que ese caso que
traes no es ninguna excepción. ¿El
excesivo trabajo?
—¿La soledad que usted apunta
ba antes?
— SI, tal vez: esos a los que te
refieres fueron pioneros: aquellas
Inmensas misiones...
—¿Cuál es la misión que más se
desarrolló en estos cuarenta años
últimos?
— En número la del Assam en la
India. En organización la del Ecua
dor.
—¿Qué misión le hizo sufrir
más?
— Ninguna. Sufrimiento físico... la
de los Jíbaros; tremendas camina
tas a caballo, a pie...
Y LUEGO,
LA PROCURA DE MISIONES
DE MADRID
— Del 66 al 72 ocupa usted, siem
pre dentro del Consejo Superior, el
cargo de Catequista General. No
tenemos espacio para analizar este
interesante período de su vida: son
años densos, profundos, difíciles,
emparedados entre un Concillo Va
ticano II exigente, cambiante y to
davía confuso, y un Capitulo Ge
neral Especial de adaptación, que
tuvo todo de parto bronco, esperanzador, interminable, tenso, y lu
minoso a la postre. Al término de
ese Capítulo deja usted definitiva
mente el Consejo Superior, año
1972, después de veinticuatro apa
sionantes años de gobierno de la
Congregación, y se viene a Madrid,
a su lejano Madrid, a la Procura de
Misiones. ¿Consideró esta venida
como un retiro?
— Desde luego que sí; en propor
ción al trabajo, a la responsabili
dad. la Procura era un descanso.
Y sonríe. ¡Formidable don Modesto
diciendo lo que siente! Así. suave, sua
ve, sonríe.
24
Sonríe desde su jersey gris-feo y su
chaqueta azul-demodé.
Su sonrisa me llega tibia, envuelta
en los débiles soles de esta mañana
invernal madrileña que se cuela cu
riosa hasta la mesa-bazar de don Mo
desto, esquivando la horrenda cortina
de terciopelo sepia que enmarca el
ventanal.
Sonríe don Modesto. Y me clava esa
mirada inocente y mansa.
Los cristales bifocales de sus viejos
lentes le han hecho tomar la costum
bre de alzar con exceso la cabeza cuan
do mira...
—Y el recato ofendido se ha re
fugiado en esas arrugas de la fren
te cargadas de ingenuos interro
gantes.
—Y desde este «descanso» de la
Procura, ¿qué ha hecho usted du
rante estos ocho años?
—Pues... «hemos» procurado se
guir las actividades que ya había
iniciado aquí don Híscio Morales.
—¿Qué función cumple la Procu
ra?
—Sobre todo atender a los misio
neros: luego realizar la animación
de la idea misionera en colegios,
obras... y, en tercer lugar, buscar
ayudas materiales.
—¿Proyectos para el futuro?
—Estos son momentos un poco
de espera... Habrá que construir
obra nueva, habrá que intensificar...
Pero esto ya lo tienen en la cabeza
el nuevo Director de la Procura,
don Antonio Méltda, y Gonzalo y
Severiano...
LA NUEVA FRONTERA MISIONERA
DE AFRICA
—Un enemigo suyo me acaba de
decir que si se perdiera el «don
de consejo» bastaría buscarle a us
ted.
—Esto ni me ha pasado por la
mente.
—A usted no, a su amigo. Pues
bien: aconseje a los Salesianos que
están probando ahora la aventura
misionera de la nueva frontera de
Africa.
—Se cumple un sueño que siem
pre tuve. Desde luego que el por
venir misionero siempre fue incier
to. De aquí el axioma de todo mi
sionero: «Hacer desde el principio
todo el bien que se pueda, sin preo
cuparse demasiado del tiempo que
durará ese bien».
— Estamos en una encrucijada de
soluciones para la Idea misionera.
¿Qué le falta al misionero de hoy
que tenía el misionero clásico?
— Pues... no sabría.
— Sí, sabría, don Modesto: no sea
picaro.
— De veras. Quizás esté menos
habituado al espíritu de sacrificio.
— Quizá... Hay quién dice que
los jóvenes salesianos de hoy no
sienten ya el ideal misionero.
— Sí, ha habido, años atrás, un
compás de espera debido a esas
teorías un poco raras que han apa
recido sobre las misiones. Pero
hoy se advierte, sobre todo en las
casas de formación, un alegre des
pertar. Y en los colegios en los
que algún salesiano remueve el
ambiente, los muchachos responden
como en otro tiempo.
—¿Pocos por ahora?
— Pocos: tienen miedo a parecer
pasados de moda, y a no ser segui
dos por los muchachos.
CONCILIO VATICANO
Y OTROS SUSTOS
— Don Modesto, ¿ha sufrido us
ted el Concilio en su acción o en
su espíritu?
— Pues... lo he ido siguiendo pa
so a paso, como he podido, y con
espíritu de fe: es que somos nos
otros los que tenemos que adap
tarnos al Concilio, y no al revés.
—Tirando una raya de balance,
¿cuál ha sido el resultado del Con
cilio?
— (Ríe). No me atrevo a opinar:
he llevado una vida retirada des
pués del Concilio.
— Gracias por su opinión.
— Usted ha trabajado mucho con
las Hijas de María Auxiliadora.
—Cumplen su misión de una ma-
v o e a e lo t ie s
ñera extraordinaria: sus misioneras
son únicas.
—¿Y cómo ve, desde sus bodas
de oro sacerdotales, el futuro de
esta Congregación que tanto quie
re y a la que ha entregado sesenta
años de su vida?
—Creo que ha trazado un espec
tacular arco en su desarrolló, sobre
todo desde la Beatificación de Don
Bosco.
—... arco que está tocando tie
rra.
—Sí, pero ya nos estamos levan
tando de nuevo.
FUEGO A DISCRECION
—Don Modesto, ¿un bombardeo
final?
—Chico, cuánto trabajo te estás
tomando: haz una cosa sencillita y
breve, y déjalo.
—¿Cuál es el recuerdo más fe
liz de su vida?
—¿Demasiados?
—Demasiados, sí: la ordenación
y primera misa.
—¿Qué acto se preparan para el
Cincuentenario?
—Más de lo que merezco: quie
ren hacer un acto aquí en Atocha,
y luego otra conmemoración más
íntima en Arévalo; y nada más, na
da más. Después, en Salamanca,
con ios familiares, una cosa sen
cillita.
—¿Qué familiares?
—Pues me quedan las tres her
manas. muchos sobrinos, y mil so
brinos-nietos.
—¿Cuándo murieron sus padres?
—Mi madre durante el Capítulo
General del 52, y mi padre en el
Capítulo del 58.
—Caray con los Capítulos.
—¿Y cuántas veces al día se
acuerda de Don Bosco?
—Por un motivo u otro, con mu
cha frecuencia.
—Le han dicho alguna vez que
se parece a Don Bosco?
—Hubieran dicho una mentira.
Y ríe... don Modesto reacciona a las
sorpresas, con sonrisas. En ningún mo
mento le he notado emoción de voz
íjuebrada, de ojos brillantes. Y a fe
que la perseguí.
—¿Y control sobre sí mismo?
Y, sin embargo, la sensibilidad ex
terna de este hombre sencillo y pro
fundo, es exquisita.
Control. Sigue riendo: juraría que
está leyendo mis pensamientos. Usted
gana, don Modesto: no logré penetrar
en el sagrado de sus sentimientos.
Dios y los amigos saben mucho de
su finura de espíritu, de sus emocio
nes blancas.
—¿Ha estado triste alguna vez?
—No han faltado momentos. Es
cosa humana.
—¿A qué salesiano ha admirado
más en su vida?
—A don Ricaldone. Y luego, a
don Marcelino Olaetxea.
—¿Qué piensa de su lejano pro
fesor Unamuno?
—Hombre. ¡Qué recuerdos traes!
Pues, que tenía un sólido funda
mento cristiano. A pesar de que
mi examen con él fue un poco có
mico...
—nCuente, abuelito, cuente».
—Eran los años turbulentos del
32. Unamuno nos había citado a
examen, a mí y a un jesuíta, a las
nueve de la mañana.
—¿Materia?
— Historia de la Lengua. Al en
trar saludé yo: «Buenos días nos dé
Díos>. El levantó la mano y dijo:
■jEsto no cuenta para el examenlDespués me hizo sentar, y, mien
tras hacía bolitas de migas de pan
y las iba tirando a la derecha e
izquierda según su costumbre, me
mostró su reloj diciendo: «¿Qué
hora es?» «Las nueve». Empecé a
hablar, y al cabo de un buen rato
volvió a preguntar: «¿Qué hora es?»
«Pues, las diez». Basta, váyase...
váyase. Me aprobó, sí.
—¿Iba usted vestido de sotana?
— Sí, pero él ya sabía que yo era
salesiano; tenía sus hijos en nues
tro colegio de Salamanca.
—Y, a propósito de cómico: ¿es
cierto que por los años 36-37, en
la cárcel le nombraron en público
algo asi como Modesto «Beiludo»?
—Yo me quise hacer el despis
tado en un examen de religión para
presentarme al final, sin público
menor. Y es cuando apareció por
allí, por los pasillos, un bedel no
muy letrado llamándome a gritos a
examen: «¡Modesto Beiludo, Mo
desto Beiludo!» Un chico que me
conocía me perdió: «Tú, que te lla
man...»
—¿Usted ha solicitado alguna
vez en su vida marchar a las Mi
siones?
—Sí, por los años 40. pero don
Ricaldone no quiso enviarme.
—Y, si hoy don Viganó quisiera
enviarle, ¿a qué misión iría?
—A América, por la facilidad de
la lengua.
— Usted habla inglés y chapurrea
portugués.
—Sí, pero...
—¿Cuál ha sido para usted el me
jor de los 8 Papas que ha conocido?
—Cada uno en su estilo. Quién
sabe... ¿Pablo VI?
—¿Y el mejor Rector Mayor?
—Todos.
—¿Ha tenido miedo alguna vez,
don Modesto?
—No. aun en momentos trágicos:
supongo que por inconsciencia.
—Hombre, como todo salesiano.
Y la quiero.
— Usted tiene muchos amigos, y
¿algún enemigo?
—Hombre, no lo sé. Me figuro
que no.
—¿Cuándo se jubila, don Modes
to?
Pues... cuando nos llame el Se
ñor o nos deje imposibilitados pa
ra el trabajo. Creo que es ésta la
jubilación del salesiano, ¿no?
—Sí.
— Bueno, bueno: ¡Y no escribas
muchas tonterías!
—Todas, don Modesto. Gracias.
JESUS M. MELIDA
En el Chaco Paraguayo, con unos
niños indios chamacocos.
25
POBLADOS DEL ORINOCO
Nos encontramos de visita a las tribus indígenas, llevamos un interesante programa de catequesis y esperamos realizar una extensa campaña de vacunación contra la tuberculosis,
el sarampión y la polio. La Sanidad coopera con nosotros y nos proporciona buenas
embarcaciones, así, dotadas de medios humanos y confiados en el Todopoderoso, hacemos el
recorrido periódico.
Los caseríos son muchos y están ubicados en las orillas del Guariarito, Chutaje, Manapiare, Parucito, Ventuari, Caño Marieta, y otros caños.
Visitamos 27 caseríos. Los indígenas desean ver a las religiosas. Con la atención de los
cuerpos se Jes gana la amistad y se les llega a las almas. Les adyninistramos medicamentos
y nos interesamos por sus necesidades, después nos esforzamos en interpretar sus proble
mas y presentarlos ante las autoridades tanto escolares como sanitarias.
Lamento no tener facilidad de palabra para interpretar los sentimientos de tantas perso
nas que, aunque no tienen instrucción, sí tienen su corazón muy noble y nos confunden a las
religiosas con todas sus atenciones y muestras de cariño que tienen con nosotras.
En la población de Manietaque,
habitada por los Macos, aplicamos
216 vacunas. Después el Padre Salesiano que nos acompañaba en la
expedición, pasó una película so
bre la vida de Jesús de Nazareí.
El jefe de la tribu se me acerca y
me dice: «Hermana, nosotros so
mos los tribus más primitivas que
tú hayas conocido. Nosotros no sa
bemos nada. Queremos enseñar a
nuestros hijos para que sepan de
fenderse. Aquí viene gente pmra
adquirir nuestros productos y nun
ca nos enseñan nada. Mientras que
tú nos enseñas la vida de Cristo.
Así nosotros aprendemos a ser bue
nos, respetarnos y ayudarnos. Tam
bién curas nuestras enfermedades.
Estamos en Garzita, un pequeño
caserío. Los niños se esconden y
escapan. Entro en una choza. Está
muy oscura. Encuentro una viejita
que no se mueve y tiembla de mie
do. Me acerco y observo que tiene
26
el fémur de la pierna izquierda
completamente partido. ¿Qué le ha
sucedido?
A poco rato aparece un jovencito y me dice: «N o quiero que na
die la toque, pero si usted la cura,
sí se dejará tocar». Y así fue. La
curamos y con la pierna entablilla
da con una gruesa corteza de ár
bol pudimos trasladarla al centro
de salud y ponerle yeso.
En Caño Negro (indígenas ma
quiritares) vive una comunidad
evangélica. Después de haber visto
la vida de Cristo joven llamada Jo
sefina se acerca a la Hermana y
toda sonriente agradecida de la vi
sita (por las atenciones prestadas
a la mamá a quien curamos de una
infección) le dice: «Siento el deseo
y la necesidad de ser más buena,
viendo que Jesús no ha hecho otra
cosa que hacer el bien y que tú ha
ces igual. Vuelve pronto y tráeme,
por favor, una estampita para po
nerla al lado de mi chinchorro. Con
las oraciones que aprendí seguiré
rezando por mis hermanos de reli
gión».
Estamos ahora en Guayabito
(poblado por indígenas piaroas). El
sacrificio de la Misa se celebró en
una choza en donde vive el enfer
mo. Su mujer se llama Rogelia.
Los dos son exalumnos de la mi
sión del Ratón. (N. R. se refiere a
la magnífica obra que Salesianos
e Hijas de María Auxiliadora lle
van adelante en la Isla del Ratón,
en el Orinoco). Mientras improvi
samos el altar, un grupo de indí
genas miran curiosos. Una mucha
cha rompe el silencio y pregunta:
«¿Por qué yo no puedo comulgar?
estoy casada y tengo dos hijos.
Quiero bien a todos mis parientes
y a nadie hago mal. Cuando tenga
cuarenta años me casaré con mi
marido por la Iglesia». Terminada
la Santa Misa se acerca el maes
tro del poblado. Se le nota angus-
f
m isio n es y te e e e e m n n d o
tiado y quiere hablar. Nos adelan
tamos a preguntarle: ¿Qué le pasa,
amigo? Nos responde: «Todos mis
alumnos son muy pobres. Hlace al
gunos días uno de ellos murió. Era
el mejor de la clase y ya estaba
en tercer grado. Era huérfano y no
tenía ropa para vestirse. Le gusta
ba estudiar y era inteligente. La
tía le prometía que le iba a com
prar ropita. Pero nunca lo hizo. Un
día no llega a la clase. Lo busca
mos. Lo encontramos muerto cerca
del caserío. ¿Qué había pasado?
Un misterio. Estaba arrodillado
con la cabeza entre las manos».
Llegamos a Taquí Taqul (pobla
ción de Macos y Piaroas). A l ver
que llega la embarcación se ale
gran muchísimo. Aunque son ca
llados y tímidos se les ve expresi
vos y sonrientes. Nos ayudan a
descargar y después nos invitan a
entrar en una churuata redondita
y nuevecita, la mejor hecha de to
das, aunque el piso no era de al
fombra, sino de tierra. El capitán
nos habla de todos sus problemas
y nos narra el hecho del niño que
murió y que se llamaba Juan Bau
tista. «Tú sabes, es el último de
los siete que bautizaron la otra vez
en la escuela durante la Santa Mi
sa, el 24, fiesta de San Juan Bau
tista». Le preguntamos: ¿De qué
murió? Nos responde: «Y o era
grande. Tenía fiebre y escalofríos.
Y así murió. Como él hay otros
dos. Ustedes nos quieren y nos cu
ran. Y no nos piden nada. Pero los
demás pasan con grandes motores,
arriman las embarcaciones a la ori
lla y sólo preguntan si tenemos
carne asada. Cuando les responde
mos que no, que nuestros niños
están enfermos y tienen hambre y
mucha fiebre, que nos den reme
dios, ya no contestan nada; y se
van».
Nosotros comprendemos que es
necesario remediar primero las ne
cesidades materiales más urgentes
para después poderles hablar de
Dios.
Nos paramos en Tavi Tavi y en
contramos una familia provenien
te de Punto Piaroa. Son evangéli
cos, pero otras veces nos han pe
dido que les enseñemos el cate
cismo y que les intruyamos en la
religión católica. Después de va-
Grupo de niños guaicas, en las Mi
siones Salesianas del Alto Orinoco.
A la izquierda, vemos con gorra de
visera, al P. Juan Bosco Ramos
Cervera.
ríos meses piden que les bautice
mos como católicos a sus hijos.
La segunda vez que se celebra allí
la Santa Misa en esta población
se bautizaron trece personas, en
tre ellas los hijos de la familia
mencionada.
Proseguimos el viaje y la noche
nos alcanza en las Carmelitas. Tres
niños están muy malitos, enfermos
de sarampión. Los atendemos. Sus
padres nos piden que celebremos
la misa en su churuata, para que
la presencia de Dios les cure...»
Llegamos a Camani. Un grupito
de piaroas, en cuyos rostros se re
fleja la timidez, nos dicen como
comunicándonos un gran secreto:
«El viejito de cien años, al que
atendieron porque estaba enfermo
y después bautizaron, murió hace
dos días...» La última visita había
sido como la despedida para el vie
jito. El nos dio a entender con el
único idioma que ambos dominá
bamos: una sonrisa.
Recorremos la base de los obre
ros de la malariología. Las muje
res están bastante nerviosas. Nos
piden remedios, después ruegan al
padre Berno que se quede unas
horas y que les bendiga los am
bientes donde viven, porque de no
che se escuchan ruidos: «los espí
ritus malos nos hacen daño», afir
man. El Padre, bondadoso, no sólo
les bendice todas las dependencias,
sino que celebra la Santa Misa.
Ellos, con su fe sencilla, afirman
que los espíritus dejaron de mo
lestarles.
En Majagua, caserío de Yaravanas y Puhinave, un joven se acer
ca y dice: «Mujer mía mala...; po
co vive...; mucha sangre...; ella muy
mala...; tú ampolleta... Providen
cialmente en el maletín tenemos lo
necesario, tenemos que recorrer
unas dos horas a caballo hasta lle
gar a su vivienda. Diez días des
pués de nuestra visita es ella la
que se presenta en la misión, junto
con su fiel compañero, para que
todos veamos que está sana y pa
ra agradecer las atenciones que le
prestamos. Ella no sabía hablar
nuestro idioma, pero mostraba una
sonrisa agradecida y señalaba ha
cia su marido y su hijito.
En San Juan Viejo, de vez en
cuando, les hacemos el regalo de
pasarles alguna película amena y
nos dicen: «Pasen la vida de Je
sús, que nos gusta más que estas
películas». Expresiones como estas
y otras similares se escuchan con
frecuencia en la boca de quienes
nos visitan. Si tuviéramos más
tiempo y supiéramos hablar su
idioma dialogaríamos un poco más
con ellos.
*
*
*
En todos los caseríos que visita
mos dejamos un cuadro de María
Auxiliadora, adherido a madera
rústica pero fuerte. Que Ella, a
cuantos la acogen en su casa, los
custodie y los guarde, y bendiga
a todos estos jóvenes gérmenes de
la Iglesia. Entre estos hijos de la
selva se encuentran perfumadas
flores y lirios de virtudes en ma
yor número de lo que uno puede
imaginar.
Si los misioneros fuésemos más
numerosos y tuviéramos mayores
posibilidades: tiempo, recursos eco
nómicos, la Iglesia en esta zona
crecería y se difundiría y Cristo
reinaría en estas almas moralmen
te sanas.
Pedimos a quienes lean esta re
seña, nos ayuden con la oración y
según sus posibilidades a lograr
este crecimiento.
Sor Felicita Supertino, F.M.A.
'Del Boletín Salesiano de Venezuela)
rr.zsr^ :
EL PADRE SCHLOOZ
SE DESPIDE
DE VYASARPADI
Después de trece años pasados
con sus pobres del Centro «Las
Bienaventuranzas-, el padre Schiooz
ha sido destinado a la misión de
Polur, también en la India. Deja con
inmensa nostalgia a sus enfermos,
a sus leprosos y a sus pequeños,
como lo hace notar en carta diri
gida a sus amigos:
«Hace tiempo pensé que alguien
tenía que sustituirme en el puesto
que ocupaba. Mis fuerzas no podían
más con el peso de una institución
enorme, que muy bien podría divi
dirse en 4 ó 5 casas saleslanas.
Después de un año muy duro, pedí
por enésima vez a los Superiores
que me exonerasen del cargo. Al
fin han acogido mi súplica.
gracias, y ante vosotros, mis ami
gos, que habéis sido los instru
mentos de la Divina Providencia.
Sois maravillosos, pues con vues
tros sacrificios me habéis ayudado
lo indecible. ¡Ay, cómo son los ca
minos de Dios! En 1932 el médico
me dijo en Holanda que no podía
ser misionero y ni siquiera sacer
dote. Y ya llevo nada menos que
cuarenta y cuatro años en el tró
pico...
Estos trece años han sido, sin
duda, los más pesados. Desde las
seis de la mañana hasta las diez
de la noche veía asediada mi habi
tación por miles y miles de pobres
y enfermos. Y así un día y otro día.
Sin embargo, ha sido algo asom
broso: 5.000 comidas diarias, 3.000
raciones de leche para los niños,
ayuda a orfanatos y leproserías...
Y ahora digo adiós con tristeza.
Me consuelan las palabras del Pa
El Rector Mayor, rodeado de salesianos y jóvenes de Nápotes en
la Barriada Amistad, en el centenario de la visita de Don Bosco a
la ciudad. Mucha fiesta y cordialidad. Nápoles cuenta hoy con cua
tro obras y 34 en varias provincias del sur de Italia.
Ha venido a sustituirme el saiesiano indio padre Ittyachen, de
gran inteligencia, palabra muy agu
da y excelentes cualidades de or
ganizador. Lo hará muy bien.
He mirado hacia atrás y he visto
el trabajo realizado en estos trece
años. Siento la necesidad de arro
dillarme ante Dios para darle las
28
dre Inspector en carta del 6 de mar
zo: "El trabajo que usted ha rea
lizado por la Inspectoría ahí queda.
Es posible que los hombres no lo
entiendan, pero arriba hay Uno que
lo comprende todo y que le dará
una buena paga..."P. Francisco Schiooz
Nota de ia R.: También le recor
damos sus amigos de España, pa
dre Schiooz. Le mandamos nuestro
«gracias» por el bien que ha hecho
a los pobres y por ol bien que lo
ba hecho. Le deseamos salud y fe
cunda misión en su nuevo desti
no.
RAMON ALBERDI
PRESENTA SU LIBRO
SOBRE
FORMACION PROFESIONAL
Barcelona: El salesiano Ramón
Atberdi presentó su libro «La For
mación Profesional en Barcelona»
en el Salón de Actos de la Escola
del Treball de Barcelona el pasado
día 3 de junio. Además del autor,
intervinieron en el acto el doctor
Emili Girait i Raventós, decano de
la Facultad de Geografía e Historia
de la Universidad de Barcelona
quien, asimismo, escribió el prólo
go: y el Honorable Sr. Joan Guitart i Agell, Conseller d'Ensenyament de la Generalitat de Catalun
ya.
'Invitaban al acto de presentación
Ediciones Don Bosco (Edebé), el
Instituto Politécnico Nacional Esco
la del Treball, las Escuelas Munici
pales de Formación Profesional. Jo
sé Serrat I Bonastre y Juan Manuel
Zafra, el Instituto Politécnico Es
cuelas Profesionales de Sarriá y la
Escuela Técnico Profesional del
Clot.
«El libro que tengo el honor de
prologar, dice el Dr. Girait, tiene
esas cualidades de sistematización,
orden y claridad. Su autor dice mo
destamente que no es nada más
que una tesis doctoral: yo tengo
que decir que es nada menos que
una tesis doctoral, con todo lo que
ello debe significar de trabajo ma
duro y de sólida contribución cien
tífica».
Ramón Alberdi traza la más com
pleta historia de la formación pro
fesional en Barcelona, y en la que
un capítulo muy importante corres
ponde a la obra de los Salesianos.
EL CARDENAL
NO CELEBRO LA MISA
Santiago de Chile: «Por primera
vez en diecinueve años debemos
renunciar a conmemorar este ani-
noÉieias
versarlo del 1 de mayo a nos tan
querido». Con estas palabras el
Primado de Chile, Cardenal Silva,
comunicó su decisión de no cele
brar una misa en la catedral de
Santiago con motivo de la fiesta
del Trabajo. El Cardenal salesiano
tomó la decisión tras un aviso del
Gobierno: «Por causa de la cele
bración religiosa podrían tener lu
gar choques violentos y hasta al
gunos podrían perder la vida».
«No queremos que se nos haga
responsables, directa o indirecta
mente, de estas posibles desgra
cias», dijo el Cardenal en una co
municación a la prensa. En dicha
declaración invitaba a todos los ca
tólicos chilenos a trabajar a fin de
que el país «vuelva a la normalidad
institucional».
ANS
CARACAS;_________________
ENCUENTRO
DE EDITORIALES
SALESIANAS
Caracas: Los directores de las
Editoriales Salesianas, de los Bole
tines Salesianos y de los Cursos
de Formadores para la Comunica
ción Social celebraron un encuen
tro en Caracas del 16 al 25 de ma
yo, bajo la presidencia de don Juan
Raineri, Corisejero Genera!, y don
Héctor Segneri, del Secretariado
Central.
En este encuentro se han traza
do las líneas de lo que ha de ser
una editorial salesiana. especiali
zada en los servicios catequísticos,
escolares y otros; pero, sobre todo,
se han expuesto las posibilidades
de colaboración entre todas las edi
toriales del mundo salesiano, prin
cipalmente de Europa y América.
Hay actualmente en todo el mun
do salesiano unas 25 casas edito
riales. repartidas en 17 naciones
y en las que trabajan 1.121 perso
nas. La editorial salesiana más an
tigua. sin contar la Librería funda
da por Don Bosco en Valdocco en
1861, es la de Barcelona, hoy Edi
ciones Don Bosco (Edebé). fundada
en 1884.
«Las editoriales salesianas, en
frase del Rector Mayor, han de
cumplir la misión ambivalente de
unir fe y promoción humana, en el
compromiso de evangelizar educan
do y educar evangelizando».
VIENA: El Presidente de Austria, Dr. Bruno Kretsky, quien ha otor
gado un premio especial a dos obispos salesianos: al Cardenal Raúl
Silva, Arzobispo de Santiago de Chile; y a Mons. Miguel Obando,
Arzobispo de Managua. Los dos prelados se han distingido por su
defensa de los derechos humanos.
A su debido tiempo informare
mos con mayor amplitud acerca de
este importante encuentro de Ca
racas.
GUATEMALA:______________
LEVANTAN CASAS
Y ESPIRITUS
San Mateo (Milpas Altas): Los
salesianos han ayudado a terminar
la reconstrución de la población,
arrasada por el terremoto de 1976.
El gobierno del departamento (Ciu
dad de Guatemala) ha comunicado
su reconocimiento al padre Sergio
Checchi. La obra ha consistido en
la construcción de 180 casas nue
vas. con planos diversos según el
número de miembros de cada fa
milia; 39 casas para dos personas,
56 para cuatro personas. 62 para
seis personas, 23 para mayor nú
mero de inquilinos. Además los sa
lesianos han dotado al centro de
escuelas, oficinas y otros servicios,
centro juvenil y campo de deportes,
casa consistorial con dependencias
anejas, archivos y salón de juntas.
También han preparado un dispen
sario médico con farmacia y con
sultorio. Han levantado la iglesia
parroquial y la casa para el cura.
Ahora se proyecta llevar la energía
eléctrica hasta el centro, que no
la ha tenido nunca. Los estudiantes
salesianos de filosofía guatemalte
cos se han encargado de la promo
ción humana y espiritual de la po
blación, después de haberla prepa
rado materialmente contra cual
quier otro posible peligro sísmico.
LOS JOVENES
VOTAN POR LA LITURGIA
Madrid: Después de participar en
una reciente experiencia de «Pas
cua Joven», son los mismos jóve
nes quienes han pedido que se or
ganicen encuentros de reflexión y
plegaria en común. «De ahora en
adelante — han dicho— no nos con
tentaremos sólo con preparar el
triduo pascual, sino que celebrare
mos con fervor juvenil cualquier
otra fiesta litúrgica». Este tipo de
encuentros juveniles agrupa sobre
todo a muchachos y jóvenes que.
a partir de los quince años, han
participado ya en experiencias de
grupo dirigidas por salesianos en
algunos centros escolares, asocia
ciones, parroquias, etc., con una
apertura fraterna a todos los que
deseen participar.
29
lib i a s
RAMON ALBERDI: La Formación
Profesional en Barcelona. Edicio
nes Don Bosco (Edebé); Barcelo
na, 1980. Págs. 788. 0 17 x 24 0 .
En una magnífica edición de Ede
bé nos ha llegado el volumen «La
Formación Profesional en Barcelo
na». del salesíano Ramón Alberdi.
El autor del libro es profesor de
Historia en el Centro Teológico Salesiano de Marti-Codolar y la obra,
según propia confesión de autor
■no es más que una tesis docto
ral». Pero también se adelantó Emili Girait a decirnos en el prólogo
que es «nada menos que una tesis
doctoral, con todo lo que ello debe
significar de trabajo maduro y de
sólida contribución científica».
Este libro es. en nuestra modesta
opinión, el más completo hasta la
fecha en todo lo referente al tema
profesional. Es, además, un modelo
para otros trabajos similares que
se hagan sobre este mismo tema
en otras nacionalidades de España.
En primer lugar, el autor hace un
metódico acerca de la evolución
social y escolar en Barcelona. Lue
go se refiere a las instituciones
concretas de enseñanza profesio
nal: provinciales, municipales y pri
vadas. dedicando especial atención
a las Escuelas Profesionales Saleslanas de Sarriá, como institución
decana.
Ante el Centenario de la Congre
gación Salesiana en España (18811981). el autor se ocupa de presen
tar un estudio sintético de la labor
profesional de los Salesianos y Salesianas durante estos cien años.
Desde los talleres iniciales de 1884
en Barcelona hasta la situación ac
tual. el autor profundiza en los he
chos y en las motivaciones histó
ricas de este fenómeno tan signi
ficativo que caracteriza la Obra de
Don Bosco en España. Pues hablar
de los Salesianos es referirse, prin
cipalmente. a la Formación Profe
sional y a la educación de los jó
venes obreros. Asimismo se desta
ca también la presencia de las Hi
jas de María Auxiliadora en la en
señanza profesional en nuestro
país.
30
El libro nos ofrece, pues, un tra
bajo completísimo, cita obligada de
consulta y de referencia en este
tema de la formación profesional.
-El estudio del padre Alberdi, dice
Emili Girait en el prólogo, es cier
tamente monográfico y queda aco
tado en la historia de la formación
profesional... Pero el lector queda
rá sorprendido ante las implicacio
nes de este tema y las perspectivas
que abre en relación con otros cam
pos de la historia contemporánea.
Su interés trasciende el interés es
pecífico de la formación profesio
nal».
Por otra parte, se subraya en el
prólogo, -el libro del padre Alberdi
es la historia de una carencia u
omisión por parte del Estado que
si po run lado permitió que desde
1867 hasta 1899 no existiera en to
do el territorio español más que
una Escuela de Ingenieros Indus
triales —la que a sus costas sos
tenía fundamentalmente la Diputa
ción de Barcelona— por otro, no
creó escuelas profesionales hasta
1886. El historiador no puede olvi
dar este hecho, causa y efecto, a
la vez. del menguado desarrollo in
dustrial español durante aquellas
cruciales décadas...»
Estamos pues ante un libro de
gran importancia, por su rigor his
tórico y por la temática profesio
nal. Creemos que no debería faltar
en ninguna biblioteca seria, por es
te doble sentido de su valor his
tórico y educativo.
R. A.
TERESIO BOSCO: Santo Domingo
Savio. Ed. Central Catequística
Salesiana. Madrid, 1980. Págs.
132 . 0 12 X 18,50 0 .
Hace poco, llegó a mis manos
• Santo Domingo Savio», de Teresio
Bosco. Lo leí. lo devoré. Y pensé:
¿por qué no ponerlo a disposición
de los muchachos españoles? Le di
la vuelta al castellano, y aquí está
ya, publicado por la CCS de Ma
drid (130 pesetas], a la medida de
nuestros chicos, de nuestros alum
nos.
Un bocado exquisito. Una biogra
fía con garra, difícil de soltar una
vez comenzada su lectura. Y en
ella, toda el alma, la gracia y el
valor de un chiquillo de pueblo que
bn
firma «alianzas» con Jesús a los
siete años. Que hace 10 kilómetros
de camino, a pies descalzos, para
acudir a la escuela. Que sabe al
ternar con muchachos vulgares y
aceptar acusaciones injustas. Do
mingo Savio al descubierto: como
un buen paño en las manos de un
buen sastre, entra en la escuela
de San Juan Bosco. Pide al Santo
que le asocie a su «negocio» de
salvar almas. Y hace en él rápidos
progresos.
Resulta encantador ver qué de
prisa y qué fácilmente se hace
8AKT»
IIOAUKGO
SAVKI
TEDESIO»0«CO
Santo. Un Santo alegre y amigo de
todos: presta la capa, los guantes;
cuenta chistes, tapa bocas blasfe
mas: atiende a los apestados... Tie
ne condición de líder y organiza un
• club» singular con los mejores
compañeros del Oratorio de Don
Bosco. Conquista amigos, rasga pa
peles insolentes, hace atrevidas
penitencias... Su voluntad va a ga
lope hacía la santidad. Se enamora
de la Virgen y se queda extasiado
ante el sagrario. Todos le quieren
Pero, jay!, su salud no es tan fuer
te como su entusiasmo. Y el 9 de
marzo de 1857, muere en brazos
de su padre diciendo: «¡Qué cosas
más hermosas veo!»
Santo Domingo Savio, el mejor
libro para nuestros muchachos de
hoy.
BASILIO BUSTILLO
n u e «C ra
Madrid: Hago público mi agrade
cimiento a María Auxiliadora por
un gran favor recibido y en espera
de continuar acudiendo a su pro
tección. Envío un donativo para su
culto. Pilar Vegas Martín.
Madrid: Doy gracias a María
Auxiliadora por el feliz resultado
de una operación de quiste en el
pulmón a la que fue sometido mi
esposo. Encomiendo también a
unos hijos míos para que se alivien
en las molestias que padecen. En
vío un donativo y deseo se publi
que en el Boletín Salesiano. Leoncia Linares.
Torregardela (Granada): Damos
gracias a María Auxiliadora y en
viamos una limosna para las obras
salesianas por favores recibidos.
Esperanza y Josefa Ocón, María
Vilchez, Ramona Fernández, Carmen
Pérez, Consuelo Rodríguez. Josefa
Ruíz, Carmen Villegas, Dolores
Ocón.
San Fernando (Cádiz): Doy gra
cias a María Auxiliadora por un fa
vor recibido y envío una limosna.
Carmen Piñero.
También dan gracias a María
Auxiliadora por haberles sacado de
un apuro en que se encontraban:
Manolo y María Teresa Sorribas.
Posadas (Córdoba): Doy gracias
a María Auxiliadora por un favor
recibido. Una devota.
Falencia: Envío un donativo de
agradecimiento a María Auxiliadora
por los muchos favores que le pi
do y espero recibir y deseando se
publique en el Boletín Salesiano.
Angeiita Martín.
Barcelona: Llena de agradeci
miento a María Auxiliadora por ha
ber escuchado mi oración ante el
feliz resultado de una intervención
quirúrgica hecha a un familiar mío.
envío una limosna. María Antonia
Roca de Castelltersol.
Madrid: Hago público mi agrade
cimiento a María Auxiliadora por
favores recibidos y envío una li
mosna. Encarnación González.
Madrid: Toda mi gratitud a Ma
ría Auxiliadora por favores recibi
dos. Me encomiendo a ella ante
una situación difícil. Carlos Casado.
Madrid: Doy gracias a la Virgen
Auxiliadora por un favor recibido
y envío un donativo. Juanita de Pe
dro.
Azcoitia (Guipúzcoa): Mis padres
y yo enviamos un donativo a María
Auxiliadora por favores recibidos y
le pedimos nos guíe y nos proteja
a todos los de nuestra familia. Mu
chas gracias. Madre. M. Ockiozola.
Huesca: Como testimonio de mi
gratitud a doña Dorotea por favores
recibidos por su intercesión, envío
un donativo para contribuir a los
gastos de su beatificación y cano
nización.
Aguílar de Campeo (Falencia):
Envío un donativo a María Auxilia
dora. agradecida por un favor reci
bido. Angeles Vielva.
Bilbao: Agradecida a Santo Do
mingo Savio por un favor recibido,
envío una limosna y deseo se pu
blique en el Boletín Salesiano. Isa
bel Ureta.
Málaga: Agradezco al Sagrado
Corazón de Jesús y a Santo Do
mingo Savio el que mi hija haya
salido bien de un parto difícil. Fue
al quirófano con la reliquia del
Santo y regresó con una hermosí
sima niña. En acción de gracias,
envío una limosna y ruego al Santo
siga protegiendo a mi nieta, que
pongo bajo su custodia. Pilar Espejo.
Córdoba: Ya hacía algunos años,
mi madre, venía padeciendo unas
dolores, producidos por el riñón.
Después de haber probado con
toda clase de medicamentos, llegó
el día, en que un fuerte dolor, in
tentara llevársela con el Señor.
Pero yo, como antiguo alumno Sa
lesiano, no pude olvidar a María
Auxiliadora. Así lo hice; le pedí
por ella, y poco a poco, la recu
peración. ha sido total, hasta el ex
tremo, de que lleva algunos años,
que no siente molestia alguna.
Con mucha certeza, sé que la
Santísima Virgen, se adornó de mí.
J. Gómez Romero, Antiguo Alumno.
Ibi (Alicante): Agradecida por ha
ber salido bien de una operación
complicada gracias a María Auxi
liadora, entrego una limosna. Elena
Gómez.
Vígo: Doy rendidas gracias a Ma
ría Auxiliadora porque una vez más
escuchó mi súplica en un asunto
que, de corazón y con toda con
fianza. le encomendé.
En prueba de agradecimiento,
mando una limosna para el Tercer
Mundo. Aconsejo y recomiendo a
todos a que en sus necesidades
espirituales y materiales recurran
a tan buena Madre que no dejará
de atender sus súplicas. N. S. Archicófrade de María Auxiliadora
g ra titu d
Salamanca: No hace mucho, ca
minando por la calle fui objeto de
un atropello de automóvil; pudo
ser grave, pero todo quedó en po
co más que un susto. Agradecida
a mi Virgen Auxiliadora a quien me
encomendé, hago público el favor
y entrego una limosna para su cul
to. Ricarda V.
Salamanca: Deseo dar gracias
públicamente a María Auxiliadora
por una gracia obtenida y envió
una limosna para las Obras Sale
sianas. Francisca Hernández.
Salamanca: Doy gracias a María
Auxiliadora por un favor obtenido
y envío una limosna para la obra
Saiesiana. Paquita Tamames.
Barcelona: Por haber alcanzado
una gracia muy señalada de María
Auxiliadora y esperando alcanzar
otras de tan bondadosa Madre, en
trego una limosna para las Obras
Salesianas. M. L. y M. V,
Salamanca: Por favores recibidos
de María Auxiliadora envío una
limosna. I. L. M.
Salamanca: Por favores recibidos
de María Auxiliadora y San Juan
Bosco. T. R.
Salamanca: Por favores recibidos
envío una limosna a María Auxilia
dora y pidiéndole siga ayudándome
en la situación difícil en que me
encuentro. S. S.
Salamanca: Por la evolución sa
tisfactoria de varias enfermedades
entre varios miembros de mi fami
lia, envío una limosna y deseo se
publique en el Boletín Salesiano
para común estímulo. Antonia Mar
tín.
Salamanca: Por haber salido sa
nos y salvos mi marido y una amis
tad de cierta seria enfermedad,
gracias a la Intercesión poderosa
de María Auxiliadora, envío una
limosna y deseo se publique en el
Boletín. Resti Yugueros.
Salamanca: En acción de gracias
a María Auxiliadora. Carmen Galle
go.
Salamanca: Por favores recibidos
de María Auxiliadora y San Juan
Bosco envío una limosna para las
Obras Salesianas. Juana Rodríguez.
Salamanca: Envío un Donativo
por favores recibidos de María
Auxiliadora. Eugenio García.
31
FUERON
A
LA
CASA
DEL
Durante toda su vida rindió culto
especial a la amistad. Su casa era
la casa de todos; en ella tenia
siempre cordial y bondadosa aco
gida cualquiera que a ella acudiese.
Puertas y corazón siempre abiertos
de par en par.
Doña Carmen Espinosa Capella t
en Sotillo de la Adrada (Avila) el
día 23 de marzo de 1980 a los se
senta años de edad. Mujer muy de
vota de María Auxiliadora. Siempre
preocupada por atender las necesi
dades de los salesianos en las mi
siones. Tenía una beca en Corumbá
(Mato Grosso) para los niños más
pobres en la obra del padre Saksida.
Sus hermanas, que le atendieron
durante la enfermedad, dan testi
monio de que la llevaba con una
resignación ejemplar, ofreciendo los
dolores y molestias por los misio
neros.
Que la Virgen, nuestra madre
Auxiliadora la premie todo cuanto
hizo por ella.
Don Elpidio San Millón Gómez t
el día 29 de enero u. p.. en Zorroza
(Bilbao).
Su inesperada enfermedad y fa
llecimiento han causado profunda
consternación y dolor no sólo entre
sus familiares y amigos, sino en
todo el populoso barrio bilbaino de
Zorroza, donde gozaba de general
simpatía y afecto por su hombría
de bien, su proverbial bondad y
respeto para todo aquel que lo tra
taba. Todos coinciden en que era
todo un caballero. Así lo patenti
zaron en la asistencia masiva a sus
honras fúnebres, con la Iglesia pa
rroquial a rebosar, y las numerosí
simas tarjetas de condolencia que
se recibieron con este motivo. Has
ta un grupo de niñas del barrio
quisieron demostrarle su venera
ción y respeto mandando un ramo
de flores para honrar su memoria.
Ejemplar y responsable esposo y
padre. No vivía más que para su
esposa e hijas. En Venta de Baños,
donde solía pasar el matrimonio la
temporada de verano, era conside
rado y respetado por su trato afa
ble y cariñoso con toda clase de
personas. El matrimonio era admi
rado como la pareja ideal ..
Don Justinlano del Prado Lara,
Salesiano Coadjutor, nos dejó para
ir a la Casa del Padre a los ochen
ta y ocho años de edad desde la
Casa de María Auxiliadora de Deusto (Bilbao).
El hecho luctuoso tuvo lugar a
poco de comenzar el año en curso
ya que ocurrió hacia las tres de
la madrugada del primer día de
enero.
El señor Justi como familiarmen
te se le conocía, era el decano de
la Inspectoría de Bilbao.
Borgalés de nacimiento, entró en
el Colegio de Baracaldo allá por
el 1902 desde donde marchó a Ca-
V'
rabanchel (Madrid) para hacer el
año de noviciado y la profesión
religiosa que tendría lugar en el
1910. Su Consagración definitiva al
Señor la realizaría en 1913 en Carabanchel.
Ejerció el oficio de Sastre en di
versas Casas; Sarriá, Santander,
Madrid. También contemplaron su
dinamismo, entrega y buen humor,
las Comunidades de Pamplona, Vigo y Baracaldo. Pero donde más ha
desplegado su actividad ha sido en
la Casa de Deusto, ya que residía
en la misma desde el año 1943.
Se destaca en su vida, además
de un profundo sentido religiosa,
el afán de bromas y su sentido del
humor, hasta que en sus últimos
once años una demencia jenil le
PADRE
condujo a un mutismo casi com
pleto. pasando prácticamente todo
el día en su habitación entreteni
do en la lectura y contemplando
el corretear de los chavales en los
patios de recreo.
Precisamente el día 24 de dicienv
bre. Nochebuena, una trombosis le
postró en cama y con pocas espe
ranzas de recuperación, no tanto
por su condición física, ya que era
de naturaleza fuerte, sino por la
edad ya muy avanzada.
A los ocho días entregó su alma
al Señor después de haber recibi
do días antes la bendición de Ma
ría Auxiliadora.Los funerales se celebraron en el
Santuario de María Auxiliadora de
Deusto con asistencia de Salesia
nos, familiares y amigos.
Sus restos descansan en el Pan
teón salesiano de Baracaldo.
La Comunidad de María Auxilia
dora de Deusto y familiares agra
decen las muestras de condolen
cia por la pérdida de nuestro siem
pre recordado señor Justi. Descan
se en paz.
Sor Zulima Sánchez Robles. Hija
de María Auxiliadora.
El 29 de enero nos daba su últi
mo {adiós! aquella intrépida misio
nera leonesa que abandonara la
patria, hace casi veinte años para
trabajar en Uruguay —por espacio
de siete años y luego, diez en
Ecuador— .
Aquejada de un mal que <no per
dona» porque todavía no puede
combatirse, volvió entre sus Her
manas por el mes de diciembre del
79. para morir poco después.
El Boletín Salesiano de las repú
blicas suramericanas ha hablado
extensamente de ella; por eso. nos
otros, nos contentamos con subra
yar como virtudes suyas, el res
peto a todos y a todo lo que pu
diera llamarse humano, si no es que
también era afable, buena, sacrifi
cada. humilde, alegre, complaciente
sencilla y «mujer». Amaba entraña
blemente a la Virgen, como de
muestra aquel canto que se oyó en
lecho de muerte de Santa María
Mazzarello, cuya edad de cuarenta
y cuatro años coincidió con la de
Sor Zulima.
Nos cabe la seguridad de ya go
za de aquella vida verdadera por
la que tanto suspiraba, a pesar de
que su organismo se rebelase a
una muerte, relativamente tempra
na.
52
.
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Responde a la materia «Convivencia de BUP.
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