BS_1980_01

Ficha

Título
BS_1980_01
Descripción
Boletín Salesiano. Enero 1980
extracted text
ENERO 1980

LIM
Mis queridos amigos Juanito y Mari:
¡Feliz año 1980! Dentro de veinte años estrenaremos
el año 2000. Para entonces seréis unas personas muy im­
portantes y yo seré un viejito sin dientes y con mucha
nieve en la cabeza. Pero más que pensar en el año dos
mil y pico conviene vivir intensamente el 1980, porque
(¡quién nos asegura que vamos a llegar al próximo siglo?
Ya sé que vosotros os creéis inmortales. Más inmortal era
Cervantes y se murió...
Mas hoy tenemos que hablar de la vida, que es lo
más bonito que hay en este mundo. Y como nosotros
estamos viviendo tenemos esa indecible alegría de estar
conviviendo con otras personas a las que deseamos la
misma felicidad que nosotros tenemos. Por eso no me
extraña que Juanito se levante todas las mañanas y, al
asomarse al balcón y ver la belleza del amanecer, grite con
toda su alma «¡V iva la vida!» Mari lo desafiará para
vocear con más fuerza: «¡V iva la vida!». No sé, pero me
parece que os estoy oyendo gritar como locos...
También un día tuvo Don Bosco un desafío muy
serio con un general del Ejército de Italia. «¡Cómo?
Mirad. El Rey Víctor Manuel había sido impulsado
por sus ministros a firmar una ley en contra de las con­
gregaciones religiosas y contra los curas. Don Bosco le
escribió una carta con mucha elegancia, pero con gran
firmeza diciéndole que no cargara sobre su conciencia la
aprobación de una ley tan injusta.
— «Este Don Bosco no me deja en paz», dijo el Rey.
Y mandó a uno de sus generales a que se lo comunicara
al santo.
A los pocos días, el Conde de Angroña entraba a ca­
ballo en el patio del Oratorio.
— ¿Es Vd. Don Bosco?, preguntó seco el general.
— Y o soy.
— ¿Y es Vd. el que se ha atrevido a escribir al Rey.
imponiéndole el modo de gobernar?
— Sí que le he escrito; pero jamás he intentado im­
poner mi voluntad a nadie...
El general lo cortó, y empezó a insultarle:
— Es Vd. un impostor, un fanático, un rebelde, un
enemigo del Rey. Vd. ha ultrajado a Su Majestad. Y
conste que no he venido aquí a proferir palabras. Ahora
mismo debe escribir pidiendo perdón y retractándose de
lo escrito.
— Sí, pero ¿cómo?
— Siéntese y escriba lo que ahora le dicte.
— El militar empezó a dictarle una retractación. Lo
que había escrito el santo al Rey era mentira.
— Y o no puedo escribir tal cosa, replicó Don Bosco.
Mi conciencia ante Dios no me lo permite.
— Aquí no hay Dios que valga — gritó el general— .
Escriba y calle.
— Pues no escribo — contestó el santo, poniéndose en
pie.
Ante esta respuesta, el general echó mano a la espa­
da. Don Bosco quedó como aturdido. £1 no podía en­
frentarse en un duelo. N o tenía armas...

Asi, sobre el columpio, juani­
to va a llegar más lejos que
Colón, más dlá del año 2000

— En último caso, señor Conde, le desafió a ver quién
de los dos reza más.
— Sin duda que usted, que tiene más tiempo libre.
Todo nervios, el general sacudía la espada y paseaba
furibundo.
— Ya puede hacer, Sr. Conde, todos los gestos que
quiera: yo no le tengo miedo. Sencillamente porque Vd.
es un gentil caballero y un soldado valiente. Y no creo
que se le ocurra hacer nada a un pobre sacerdote sin
armas... Si yo llego a saber esto, me hubiera adelantado en
ir a su casa. Entre los dos hubiéramos escrito una hermo­
sa carta de satisfacción al Rey y habríamos abierto un
par de botellas para brindar por nuestra amistad...
El general no sabía qué hacer. Hasta que exclamó:
— ¿Conque Vd. hubiera venido a mi casa?
— Naturalmente...
A l siguiente día Don Bosco se presentó en casa del
general, con el que tuvo una larga conversación. Entre
los dos escribieron una bellísima carta al Rey. Y, des­
pués de la firma, entró uno de los servidores con una bo­
tella de las bodegas del general.
— Brindemos por esta amistad.
Otro criado trajo una bandeja con bizcochos. £1 ge­
neral tomó uno y se lo ofreció ai santo.
— ¿No tendrán nada dentro estas pastas?
— Tome la mitad — dijo el general, bromeando— .
Y se despidieron, estrechando entre sus manos una
nueva amistad. Días más tarde, el general llamaba a Don
Bosco para que bautizase a un «m oro» que había traído
de Africa...



Basta de rollos y sellemos también nuestra amistad
alzando nuestra copa de champán (sí, de champán) y brin­
demos por nuestra felicidad en este año nuevo 1980 que
acabamos de estrenar.
Y recibid un abrazo de vuestro mejor amigo.
PADRE RAFAEL

DON BOSCO
UNA PAGINA PARA LOS NIÑOS

Revista de la Obra de Oon Boaco
M o X C III - N.o 1 - Enero 1980
Director; R A FA E L ALFARO
Consejo de Redacción: Emilio Her­
nández; Mari Carmen García; An­
tonio G a rd a Vera; Argentina Sán.chez Romo; Javier Artuch; Jesús
Maria Mélida.
Administrador: Miguel Rodríguez R.
Dirección, Redacción y Admón.:
Alcalá, 164 - Teléfono 255 20 00
M A D R ID • 28
Depósito Legal: M. 3.044-1S56
(Con censura eclesiástica)
Imprime: Escuela Gráfica Salesiana
Madrid-Atocha

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y amigos.
Y se sostiene
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de sus lectores.

EN ESTE NUMERO
Relanzamiento del Pro­
y e c t o Educativo de
Don Bosco ...........
El Rector Mayor a la Fa­
milia Salesiana .......
Medalla de Oro de la
Ciudad de Huesca a la
Congregación Salesia­
na..........................
Un Don Bosco. al día ...
Alondras de verdad ...
La Obra Salesiana en
Cádiz cumplió 75 años
Una Inspectoría joven...
¿Tomamos el pulso a su
Inspectoría? ...........
La dicha de ser salesianas .......................
Misioneros S a i esianos,
1979 .....................
Noticias ...................
Nuestra gratitud........
Fueron a la casa del Pa­
dre .......................

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NUESTRA PORTADA
En el mes de año nuevo re­
cordamos a Don Bosco Pa­
trón de los jóvenes aprendi­
ces. Su personalidad de hom­
bre y de santo protege y guía
a los muchachos que han de
engrosar las filas del mundo
obrero.
También aprovechamos este
espacio para desear a todos
nuestros lectores un feliz
Año Nuevo 1980.
Foto.— José Luis Mena

R E L A N Z A M IE N T O
DEL
P R O Y E C T O E D U C A T IV O
D E D O N BOSCO
• Todos nos lo hemos preguntado alguna vez: ¿cómo hemos de
d€«ir en castellano la «consigna» que el Rector Mayor nos da al co­
m enzó del año? ¿Aguinaldo?, ¿consigna?, ¿estrena? Tradicionalmente
siempre hemos dicho aguinaldo, pero secretamente convencidos de
que se trata de un regalo navideño, un obsequio más bien material,
y que se pedía de puerta en puerta. Aunque desusada, es más signi­
ficativa la palabra «estrena». Los italianos así lo llaman: «strenna».
Y tiene el mismo contenido significativo del vocablo español. Estrena:
dádiva o regalo que se da en demostración de alegría, felicidad o be­
neficio recibido. El significado es, sobre todo, espiritual y se refiere
esencialmente a «estrenar» algo. ¿Por qué no se ha usado esta palabra
que, por otra parte, tiene tantas resonancias clásicas?
• Pero dejémonos de semánticas y vayamos al grano. Este año
don Viganó nos ha dado como consigna el Relanzamiento del Proyecto
Educativo de Don Bosco. Destacamos en nuestro artículo editorial
tres modalidades que nos señala el Rector Mayor:
—- Grupos y movimientos juveniles. El Rector M ayor empuja a la
Familia Salesiana a crear y a dar vida a las asociaciones juveniles.
Don Viganó acoge el deseo del Papa de promover el asociacionismo
juvenil. No cabe duda de que, en todas partes, nacen constantemente
g ^ p o s de jóvenes. Unas veces son efímeros, y otras duraderos. Lo
cierto es que se trata de una de las peculiaridades más interesantes
de nuestra misión. La consigna del Rector Mayor es la de lanzamos
de lleno a crear sin miedo grupos juveniles en nuestros colegios, ba­
rrios y comunidades. Y a vitalizar los ya existentes.
— Una presencia amistosa que anime a los jóvenes de estos gru­
pos y les ayude a madurar su vida humana y cristiana. La presencia
salesiana entre los chicc» nunca ha de ser estática o negativa, para
guardar simplemente el orden. No se trata de una presencia policíaca,
sino de un acercamiento a los muchachos para hacerlos amigos. Este
es el dinamismo del Sistema de Don Bosco. Que nuestra presencia
sea un don de simpatía, un regalo que se da, una entrega consciente
y generosa de nuestra vida y de nuestro tiempo.
— Creación de un ambiente educativo, que facilite el desarrollo
de una vivencia rica en valores humanos y cristianos. Esto es, nada
más y nada menos, que el espíritu de familia. C^e es lo propio del
proyecto Educativo de Don Bosco. Pero una familia en la que jóvenes
y educadores se den y se acepten mutuamente con amor.
• Como si lo estrenáramos realmente en este año nuevo 1980,
vivamos el Sisteme de Don Bosco en toda su plenitud. Y el año será
fecundo y feliz. Es lo que nos auguramos de corazón y con espe­
ranza.
¿Cómo le llamamos a todo
esto? ¿ A g u i n a l d o ? ¿Estrena?
¿Consigna? Lo de menos son
las palabras. Lo importante es
lanzamos a la obra, es decir,
llevar a cabo el rdanzamiento
del Proyecto Educativo de D on
Bosco a la medida de nuestras
posibilidades. Y que sean mu­
chas.

E t n & etov MMuytn* a
la, E a m ilia S a l^ sia n a
Consigna para 1980 • Condición juvenil • Presencia amis­
tosa y animadora •

Formación de un ambiente educati­

vo • Grupos y movimientos juveniles • Dedicación plena...

QUERIDOS A M IG O S TODOS
DE LA FAMILIA SALESIANA
A cada uno de vosotros fe­
licito cordialmente el nuevo
año, y pido al Señor que lo
bendiga.
O s envío — según la tradi­
ción que arranca del mismo
Don Sosco— mi «Aguinaldo»
para el nuevo año.
EL «AGUINALDO»
Como p o d é i s comprobar
por el enunciado, repite y
desarrolla el programa que
nos fijamos el pasado año
1979, pero se concreta en al­
gunas «modalidades típicas»
del estilo salesiano que de­
seamos vivir.
El proyecto educativo de
Don Sosco abarca toda nues­
tra praxis educativo-pastoral
y su inspiración radical. Fija­
da nuestra atención, durante
el año pasado, en la síntesis
de las actitudes que compor.a. vendrá muy bien ahora de­
dicarse a repasar y poner en
práctica algunas de las moda­
lidades en que cristaliza.

Condición juvenil

Presencia amistosa
y animadora

Es un hecho que los pro­
blemas cuyos protagonistas
principales son los jóvenes,
se agudizan cada vez más.
Nos encontramos ante una si­
tuación dramática.
Muchos jóvenes tratan de
individuar a los responsables,
y culpan — acaso más de lo
debido— a instituciones, con­
tenidos culturales y personas.
Este malestar juvenil, que
ya está preocupando a educa­
dores, sociólogos y psicólo­
gos, no puede dejar de atraer
la atención de la Familia Saiesiana.
Por otro lado hay que reco­
nocer que, entre los mismos
jóvenes, no pocos de ellos se
esfuerzan p o r afrontar los
problemas aludidos de formas
diversas, según las distintas
sensibilidades, s i t u aciones,
ambientes, territorios y cultu­
ras; así, van descubriendo ios
grandes ideales y las nuevas
responsabilidades religiosas,
humanas y sociales, y luchan
y pagan personalmente.
Urge, pues, saberlos ani­
mar y sostener.

Para Don Bosco, el amor a
los jóvenes se manifiesta en
la presencia física y activa
en medio de ellos. Su sentido
de lo concreto hacía que no
se quedara en meras palabras
de afecto, sino que convivie­
ra con ellos. Este comporta­
miento suponía una ascesis
interna y externa, suscitaba
sintonía y confianza, brindaba
su ayuda amistosa, experien­
cia de vida y testimonio com­
pleto; de relaciones, de idea­
les, de fe.
De este modo superaba la
prestación «educativa» pura­
mente profesional, externa.
Para él, educar era una obra
de la Gracia. Al muchacho y
al joven le llegaba una invita­
ción al esfuerzo y ai creci­
miento hecha por un amigo
que estaba con él.
Tal vez no resulte familiar
a todos la «carga» humana y
cristiana de ese tipo de pre­
sencia e d u c a t i v a que, en
nuestra tradición, se ha veni­
do llamando «asistencia».
Conocemos bien los sufrí-

t

pañía en que se respirara el
aire de una conciencia de mu­
tua simpatía y de un inter­
cambio vital, con la idea de
establecer una especie de
vínculo de parentesco: es lo
que él solía llamar «espíritu
de familia».
Hoy no resulta fácil esta­
blecer un «ambiente» similar
f u e r a de las instituciones
educativas llamadas «interna­
dos», que de hecho son ya
muy pocos.

mientes que Don Bosco ex­
perimentaba, en los últimos
años de su vida, cuando pen­
saba que la expresión más
característica de su estilo al­
gún día pudiera vaciarse de
su significado genuino.
Hoy, al «relanzar» su «Sis­
tema Preventivo», se ha inten­
tado expresar sintéticamente
aquel concepto de «asisten­
cia» con una serie de pala­
bras más cercanas a nuestra
comprensión: presencia amis­
tosa. convivencia animadora,
coparticipación activa y soli­
darla, b o n d a d que suscita
confianza: todo ello a través
de una caridad afable.
La «presencia amistosa» de

que habla el «Aguinaldo» co­
mo «modalidad típica» del es­
tilo salesiano, supone, pues,
un compromiso exigente que
pisa a fondo nuestra voca­
ción. o lo que es lo mismo,
nuestros mejores ideales de
discípulos de Cristo, de con­
sagrados. de comprometidos
a preferir y servir evangélica­
mente a la juventud.
Formación
de un ambiente educativo
Ahora bien, Don B o s c o
orientaba el concepto concre­
to de amistad hacia la crea­
ción de un clima estable de
relaciones, de trato y de com­

No por ello deja de ser una
«modalidad típica» del estilo
salesiano saber crear por do­
quier entre los jóvenes un
ambiente educativo. El am­
biente Influye en nosotros
aun sin darnos cuenta: nos
o f r e c e horizontes, valores,
testimonios, protección, at­
mósfera de examen, ánimo,
estímulo a la conversión, per­
cepción constante de metas
ideales, apoyo y esperanza.
Es el «ecosistema» en que
vivimos y en cuya luz es más
fácil formular y valorar pro­
yectos de vida. Las ideas que
circulan masivamente e n t r e
la opinión pública y en el es­
pacio cultural en que nos mo­
vemos entran también en am­
bientes más reducidos y. den­
tro de ellos, son reinterpre­
tadas, se las calibra, se las
critica, se aceptan o se recha­
zan. El ambiente en que el jo­
ven se siente acogido y en­
vuelto lo arranca de la masa
anónima y lo ayuda a decidir­
se por una opción y a vivir los
valores asimilados personal­
mente.
E s p e r o que al hablar
del «ambiente educativo»,
no pretendemos tanto re­
ferirnos a los elementos ma­
teriales y organizativos, aun­
que también éstos ejercen un
influjo nada despreciable so­
bre la formación de tal zona

de atracción, cuanto a la tra­
ma de relaciones personales,
a las iniciativas de conviven­
cia, a los programas de parti­
cipación, a los tiempos y a
los incentivos de convergen­
cia, a los centros de interés,
a las propuestas de ideales y

Dos modalidades
inseparables
«Presencia a m i s t o s a » y
«ambiente educativo» son dos
necesidades m u y concretas
que pueden vincular no sólo
a ios que trabajan en ínstitu-

Don Viganó saluda y conversa con estos jóvenes mejicanos. «Para
Don Bosco, nos dice, el amor a los jóvenes se manifiesta en la pre­
sencia física y activa en medio de ellos. Su sentido de io concreto ha­
cia que no se quedara en meras palabras de afecto, sino que se con­
viviera con ellos».

a la visión gozosa y promete­
dora de una vida no sólo ati­
nada, sino también verdade­
ramente útil en la historia.
Hay que espabilarse y mo­
verse para crear un ambiente
de este tipo.
Para ello además de la imagi­
nación y una sana creatividad,
es indispensable cultivar, en
nosotros educadores, una es­
piritualidad salesiana vigoro­
sa que dé a nuestras perso­
nas un verdadero campo mag­
nético capaz de crear en tor­
no nuestro una zona de atrac­
ción educativa.

clones educativas, sino tam­
bién a quien sigue a sus pro­
pios hijos y los quiere edu­
car inspirándose en el proyec­
to educativo de Don Bosco.
Tengo mucho interés en ha­
cer notar que estas dos mo­
dalidades son complementa­
rias entre sí.
La «presencia amistosa»
pone de relieve la bondad del
corazón, la sinceridad en el
trato, la espontaneidad de la
predilección, la intuición de
las necesidades y situacio­
nes. el discernimiento de las
personas, la inteligencia amo­

rosa que previene, la capaci­
dad de perdón, paciencia, op­
timismo y aliento, el respeto
de los gustos, la facultad de
amar lo que los j ó v e n e s
aman: en una palabra, un «es­
tar con» que despierta con
toda naturalidad la confianza
mutua y promueve la familia­
ridad y el afecto hacia el edu­
cador.
E I «ambiente educativo»,
en cambio, tiene que ver con
los valores que hay que sem­
brar en el grupo, con los idea­
les que hay que compartir,
con los intereses que llevan
al trato y al intercambio, con
las iniciativas comunes que
hay que programar, con la vi­
vencia comunitaria de ale­
grías. de problemas, cultura,
oración y búsqueda, con la
percepción y profundización
de algunos principios basila­
res y de algunos criterios me­
todológicos que constituyen
el común denominador de la
cohesión del grupo, con la
convicción de que se está
creciendo en una comunión
que lleva al grupo y al movi­
miento hacia una conciencia
de comunidad que establece
vínculos de parentesco edu­
cativo. En una palabra, se tra­
ta de «crear una atmósfera»
donde todos respiran un aire
sano y de dar robustez al cre­
cimiento cristiano de las per­
sonas.
La «presencia amorosa» y
el «ambiente educativo», cul­
tivados simultáneamente, son
exigencias pedagógicas d e I
servicio salesiano a la juven­
tud, sobre todo en los Grupos
y Movimientos juveniles.
Grupos y Movimientos
juveniles
De hecho, el «Aguinaldo»
presenta estas dos «modali­
dades típicas» de estilo sale-

slano como objetivos que hay
que lograr en la experiencia
comunitaria de los Grupos y
Movimientos juveniles.
, Si os fijáis en el texto del
«Aguinaldo», descubriréis fá­
cilmente que he querido diri­
gir, con él, una llamada insis­
tente al «relanzamiento» del
asocíacionismo, como adhe­
sión a la invitación explícita
que nos hizo el Santo Padre
en la plaza de San Pedro el
pasado 5 de mayo de 1979.
Juan Pablo II siente una predilección especial por los jóvenes. Tiene
El Papa nos habló de la «ne­
lo que alguien ha dicho «el carisma de la Juventud». Es muy signifi­
cesidad urgente, sentida un
cativa la atracción que ejerce en las masas juveniles, y una señal de
poco por doquier, de que
esperanza.
vuelvan a aparecer modelos
válidos de asociaciones juve­
niles católicas. No se trata de
crear expresiones militantes horta a ser fieles, perspica­ «comunión y participación».
faltas de Ideales propulsores
ces, ricos de ingenio en este La Asociación d e teólogos
y basadas en la fuerza del esfuerzo por dar una vida ca­ italianos habló en Roma de
número, sino de dar vida a da vez más fecunda a esas
«compañía y conversión»; an­
auténticas comunidades, im­ asociaciones. Es una invita­ teriormente el Vaticano II ha­
pregnadas de espíritu de bon­ ción apremiante que os dirijo bía hablado de «responsabili­
dad. de respeto mutuo y de a todos los responsables de dad y participación» y añadía;
servicio, y, más que nada, uni­ la educación cristiana de la «La educación de los jóvenes,
das por una misma fe y una juventud, los hombres de ma­ sea cual sea el origen, que
ñana».
esperanza común. ...Están
forme hombres y mujeres que
refloreciendo I a s asociacio­
En Puebla los Obispos la­ no sólo sean personas cultas,
nes juveniles. El Papa os ex- tinoamericanos hablaron d e sino también de generoso co­
razón. de acuerdo con las exi­
gencias perentorias de nues­
tra época. Pero no puede lle­
p pasado 5 de mayo, el Papa nos habló en la Plaza de San Pedro de
garse a este sentido de la
la «necesidad urgente de que vuelvan a aparecer modelos válidos de
asociaciones juveniles católicas». Una propuesta que se dejó caer ahí
responsabilidad sí no se faci­
para la Familia Salesiana...
litan al hombre condiciones
de vida que le permitan tener
conciencia de su propia dig­
nidad... Es necesario por ello
estimular en todos la volun­
tad de participar en los es­
fuerzos comunes» (GS, 31.
Traducción B.A. C.)
Todas esas variadas expre­
siones nos deben servir de
Indicación válida para promo­
ver el asociacíonísmo.
En una carta a mis herma­
nos salesianos les decía que
en varias regiones donde tra­
bajamos con los jóvenes «se
ha logrado poner de nuevo en
marcha la experiencia asocia-

tiva: se ha reconstruido una
unidad actualizada entre Cul­
tura y Evangelio, un equilibrio
bien logrado entre el prota­
gonismo de los muchachos o
jóvenes y la urgencia de ani­
mación espiritual y pedagógi­
ca, de apoyo y de conexión;
una armonía renovada entre
la responsabilidad de u n a
51^

mingo Savio culmina en Valdocco con la fundación de
una asociación juvenil, la de
la «Compañía de la Inmacula­
da».
Dedicación plena
Creo que los miembros
más conscientes de la Familia

1

V

autonomía justa de los jóve­
nes y las aportaciones de la
presencia y papel animador
de los educadores: un inter­
cambio espontáneo entre la
circulación de las experien­
cias concretas de ios jóvenes
y la propuesta programada de
contenidos iluminadores».
Pongamos manos a la obra,
y. siguiendo el ejemplo y ex­
hortación del Papa Juan Pa­
blo II. «relancemos» saleslanamente e I asociacionismo
católico. Hagámoslo ponien­
do en práctica y profundizan­
do en ello las dos modalida­
des típicamente salesianas
del proyecto educativo de
Don Bosco. No olvidemos que
la santidad del muchacho Do­

En este dibujo vemos a Miguel Magone, un líder nato de su s compa­
ñeros, cuya biografía escribió el
mismo Don Bosco.

Salesiana habrán comprendi­
do desde hace tiempo que,
para llevar a término este pro­
yecto educativo de Don Bos­
co hay que dedicar la vida en­
tera. hay que darle toda la
existencia personal, las vein­
ticuatro horas de cada día. Es
nuestra «santificación», nues­
tro «éxtasis de la acción». Sin
caer en un activismo extrínse­
co de «stakhonivismc» mate­
rialista. se trata de realizar
sin tregua lo que hace la le­
vadura en la masa de harina:
[tenemos tantos jóvenes a
quienes promover, una cultu­
ra que necesita ser repensa­
da. una sociedad que espera
ser transformada por el Evan­
gelio de Cristo!

Este es el trabajo que san­
tifica, empapado de diálogo
con Dios en la escucha de su
Palabra y en la explosión de
la plegaria.
Cuando se trabaja con pro­
fundidad, con la donación to­
tal de uno mismo alimentada
en la Eucaristía, con la con­
vicción de ejecutar el desig­
nio del Padre, y cuando se es
dócil a su Espíritu, entonces
se vive el Evangelio. Ahí está
la santidad que Don Bosco
sugirió al p r i m e r líder de
aquel Grupo o Movimiento
juvenil del Oratorio que se
llamaba «Compañía de la In­
maculada».
Nosotros acertaremos a
«relanzar» la experiencia comunitaria del asociacionismo,
si cultivamos dentro de nuestro corazón y según las enseñanzas de la escuela de Don
Bosco. este modo de estilo
evangélico.
Q u e r i d í s i m o s amigos,
miembros de la Familia Sale­
siana, contad todos con mi
afecto mientras os expreso
mi deseo de que acertéis a
comprometeros y de que ten­
gáis buenos resultados en la
aplicación del «Aguinaldo».
¡Feliz año y trabajo fecun­
do!
Unido a vosotros cordial­
mente en el Señor.

eonvivenicicis

Huesca:
M e d a lla d e e r e d e l a d u d a d
a l a O e n g r e g a d ó n S a le s ia n a
Hace aproximadamente un año, se anunciaba en el Bole­
tín la conmemoración que el Colegio Salesíano de San Ber­
nardo de Huesca iniciaba: la llegada de los Salesianos a la
ciudad oscense, hacía setenta y cinco años.
El curso 78/79 correspondía a
esta efemérides celebrándose con
diversos actos a lo largo del mis­
mo.
Debemos destacar la inaugura­
ción del m agnífico Polideportivo
«Don Bosco», a la que asistieron
las principales Autoridades locales,
por el fin que encierra en la fo r­
mación deportiva de la juventud,
así como la también destacada pre­
sencia de don José María Javierre,
antiguo alumno del Colegio, quien
en documentada y amena conferen.

bro de lo nuevo y lo transformado
y entre la alegría de volver a re­
memorar recuerdos de otros años,
se hacía un silencio obligado pro­
vocado por el sentimiento humano
y natural.
Pronto, no obstante, el silencio
se tornaba en diálogo, entremez­
clándose con el abrazo sincero y
fraternal.
De todas las edades y de más
de un continente, los salesianos,
repartidos donde haya juventud, se
oteequiaban con el perfume del
encuentro.
El encuentro total era imposible,
pero la asistencia con el pensa­
miento de cada uno de aquellos
que de alguna manera han contri­
buido en la formación y educación
de la juventud oscense era reali­
dad, estamos seguros, porque tam­
bién Huesca los sigue recordando.
Si los salesianos han conmemo­
rado el 75 aniversario de la llega­
da a Huesca, también Huesca, su
gran familia salesiana, ha sido
quien m ejor ha apreciado, por bo­
ca de los abuelos, de los padres e
inclusive de nuestros hijos, el
auténtico fruto que estos setenta
y cinco años han venido dando.

D. Rafael Mercader, en su visita a
Huesca durante el pasado mes de
mayo.

cia habló sobre: ¿Qué tipo de hom.
bre fabrican los salesianos?
A llá por el mes de mayo se ce­
lebraba el Día de Fraternidad Sa­
lesiana.
Poco a poco, el patio del Cole­
gio Salesiano de San Bernardo, re­
cibía familias que, entre el asom­

Entre los salesianos llegados a
la capital del A lto Aragón, no po­
demos silenciar la presencia de
don Rafael Mercader, director que
fue del Colegio en el año 1918.
Y llega desde Puerto Rico, a sus
ochenta y nueve años, para engran,
decer el día de fraternidad salesia­
na.
Recuerda su primera llegada a
Huesca y nos relata sus activida­
des inicíales. Y nos habla con gran
contento, de don José Batini, de
don Vicente SchiralH y de don To­
más N ervi, como Directores ante­
riores a él.

Entrega de la Medalla de Oro de
la Ciudad de Huesca a la Congre­
gación Salesiana.

Recuerdo también, como a nues­
tra pregunta de el pensamiento o
la norma que de Don Bosco, más
haya influido en su vida salesiana,
nos contesta tajante y convencido:
Oración, trabajo, paraíso.
Finalizaron los actos del 75 ani­
versario con el final del curso 78/
79. Pero quedaba algo más.
El Ayuntamiento de las dos ve­
ces Leal, Heroica e Invicta Ciudad
de Osea, a instancia de los anti­
guos alumnos del Colegio de San
Bernardo, ha concedido a la Con­
gregación Salesiana, la Medalla de
Oro de la Ciudad.
El Alcalde de Huesca, don José
Antonio Llamas Almudevar, hizo
entrega el pasado día 4 de noviem­
bre en el salón de «E l Justicia» de
la Casa Consistorial, al Director
del Colegio Salesiano, don José
Arlegui Suescun, de la Medalla de
Oro, en presencia ¡como no!, de
los antiguos alumnos.
bjuestro agradecimiento d e s d e
estas páginas al Ayuntamiento oecense, a su Alcalde don José An­
tonio Llamas, conocedor entusiasta
y «dom inguero» que fue del CcHegio, nuestra enhorabuena a la Con­
gregación Salesiana y nuestra sa­
tisfacción com o antiguos alumnos.
M A N U E L C A R R A N Z A , A. A -S .

r
í

UN DON BOSOO, AL DIA
TERESIO BOSOO!

D O N B O SO O ,
UMA B IO G R A F IA N U E V A
Si usted empieza a leer esta «B iografía nueva» de
Don Bosco, seguramente le pasará lo que a mí.
me ha pasado? Pues que, conforme iba leyendo y le­
yendo, no podía cerrar el libro hasta terminar el ca­
pítulo comenzado. Pero luego, la curiosidad me lle­
vaba a comenzar el siguiente, y el nuevo capítulo
seguía interesándome hasta continuar el otro. Y el
otro y el otro...

EL ESCRTTOR
Y uno no sabe ahora en donde reside el magnetis­
mo de este libro, si en la figura del protagonista o
en el estilo vivísim o del escritor, aunque una y otra
cosa son inseparables. Pero vayamos por partes.
Teresio Bosco es un cura salesiano, teólogo y perio­
dista. Toda su vida ha estado enfrascado en la prensa
salesiana de Italia, y ha publicado una media docena
de libros interesantísimos, principalmente para jó v e ­
nes y que se han traducido a varias lenguas. Desta­
camos «E l Proyecto Cristiano», una adaptación del
Concilio Vaticano II al lenguaje del pueblo y para
el pueblo; «Tierra planeta que sangra», «Tiem pos que
abrasan», «E l mundo mi patria», y «Profesión hom­
bres». De todos estos volúmenes se han hecho edi­
ciones de más de 100.000 ejemplares. Además, ha pu­
blicado las colecciones «Cam peones» y «H éroes», más
de cinco volúmenes de la sección «Una aventura para
cada día», y otros cinco en la Colección «Diamantes».
«Don Bosco, una biografía nueva» es una obra en
la que Teresio ha puesto un cariño especial, entre
otras cosas, por tratarse de un santo que lleva su
mismo apellido y al que eligió desde niño como a su
padre y maestro, según nos dice en la dedicatoria:
« A Don Bosco a quien elegí por Jjadre y maestro
cuando apenas contaba diez años: para que, pese a
todo, me prepare también a mí un trocito de paraíso».

L A FIG U RA DESBORDANTE
Y luego, la figura de San Juan Bosco. Una figura
gigante, siempre inabarcable, que se desborda en las
460 páginas de la obra. Un santo que rezuma una
humanidad y simpatía en todos los momentos de su
vida.
Por su novedad, destacamos el trato que esta bio­
grafía da a la infancia del santo, al nacimiento de la
. obra salesiana y a la lucha encarnizada que le tocó
'sufrir en el choque con el arzobispo de Turín, mon­
señor Gastaldi, nunca tan bien expuesto como ahora. i

Ed. Central Catequística Salesiona.
Madrid, 1979. Páginas 460, / 1 5 x 21

jt

La pluma del periodista corre parejas con el amor del
salesiano. Y el resultado es el de unas páginas bri­
llantes con hermosas intuiciones psicológicas y una
amplia visión de historiador. Asimismo subrayamos la
importancia que el escritor da a otros personajes que
estuvieron al lado de Don Bosco, principalmente Car­
los Buzzetti, Juan Cagliero, Domingo Savio, Mamá
Margarita y Madre Mazzarello.
El libro tiene una estructura deslizante. Está con­
cebido en 51 capítulos, que podrían desencuadernarse
en otros folletos aparte con sus ladillos y titulares,
que facilitan la lectura haciéndola ágil y condensada
a la vez. Els la biografía de un periodista, sí, pero
entendiendo el periodismo no como la escritura de
algo superficial, sino del que trata los temas a fondo,
con esa ágil seriedad del periodismo moderno.
En poco tiempo, la figura de Don Bosco ha salido
a la calle para apoderarse de la gente con la simpa­
tía de su vida y su obra, para ganarse cada ve z más
en profundidad el corazón de la Familia Salesiana y
de todos los que se acercan a él para descubrir los
eternos valores evangélicos. En este mes de enero,
«D on Bosco» es una invitación a encontrarnos con su
ejemplo y su palabra. Los que lo conocemos, para
refrescarnos de nuevo con su espíritu. Los que no lo
conocen, abran estas páginas y prueben. Verán que
es un santo que Ies ganará en seguida el corazón.
Todos comprobaremos la verdad de lo que hemos
cantado tantas veces:
«O íd cuál baten palmas
las gentes a millones
con resonante ardor.
Conquistador de almas,
imán de corazones,
sublime rey de amor».
V ale la pena subrayar la excelente traducción de
la obra. Basilio Bustillo se ha sometido al rigor de la
palabra castellana para ofrecernos en nuestro idioma
la misma agilidad y soltura que corre por las páginas
del original. Nunca agradeceremos lo suficiente el
trabajo oculto de un buen traductor. La buena tra­
ducción es, sin duda, una recreación de la obra ori­
ginal, una nueva realización de la vida de un hombre
a través de la sangre de otro idioma. Aquí Don Bosco
sonríe tan bien en español como en su idioma nativo.
Ah, que no se me olvide algo muy sencillo y prác­
tico; es un libro con el que usted puede hacer un
precioso regalo a sus amigos, a sus hijos, a su biblioR AFAEL ALFARO

AÍOJVURAS
» £

v E iu n A n

La Escolanía «Santo Domingo Savio» del Colegio Salesiano de Santander,
Primer Premio en el XI Torneo Nacional Radio Escolar 1979.
Exito rotundo en el III Festival internacional de Coros Europeos
en Bratislava (Checoslovaquia).
AL COPO DE PREMIOS
Todos los que tengan oídos para
oír y ojos para ver habrán oído por
radio y habrán visto en pequeña
pantalla a los cantores del Colegio
Salesiano de Santander. Una esco*
lanía catalogada y considerada en­
tre las mejores de nuestro país en
su categoría de niños.
Desde el madrileño Hotel Fran­
cisco I, donde se hospedan, me lla­
ma Juan Angel González, el saieslano que los acompaña:
— «Tenemos buenas noticias fres­
cas para la prensa salesiana. Aca­
bamos de ganar el Primer Premio
Nacional de coros escolares en el
XI Torneo de Radio-Televisión Es­
pañola».
No es que me sorprendiera la
noticia. Es la segunda vez que la
escolanía santanderina logra este
difícil triunfo. Estos chicos están
ya acostumbrados a éxitos como el
presente. Me llamaba la atención la
voz emocionada del salesiano en su
afán de ofrecer a la Familia Sale­
siana la primicia del gozo de estos
chicos.
Ya en el Hotel, brindamos por el
éxito con una copa de buen vino y
hablamos del Torneo Nacional y de
la historia del coro, que está con­
solidando su fama no sólo en San­
tander, sino en España y hasta en
el extranjero. Porque parece que
estos chavales van a más y mejor,
al copo de los premios nacionales
e Internacionales.

Xi TORNEO NACIONAL
DE RADIO ESCOLAR
Carlos María Labarta es el direc­
tor de la Escolanía. Habla de ella
como de algo propio, como de una
criatura a la que le ha dado la vida
y a la que le comunica su sensi­
bilidad de artista.
«Hemos participado en este Fes­

10

tival escolar-juvenil de todas las
provincias de España. En la primera
selección — nos dice— quedaron
27 coros de los mil quinientos no­
venta y tres centros que participa­
ron. Al final, quedamos tres finalis­
tas: el coro de la Escuela-Hogar
«Nuestra Señora del Rocío» de Zamora: los «Infantes Nuestra Señora
del Pilar» de Zaragpza; y nosotros.
Hemos interpretado dos obras: el
«Wiegenlied» de Mozart y «Aldeíta
mía» de Pedro Bilbao.
Los de Zamora quedaron en se­
gundo lugar y los «Infantes del Pi­
lar», los terceros. Es algo descon­
certante, porque los zaragozanos
forman un conjunto de voces muy
bien impostadas y, sobre todo, in­
terpretan maravillosamente las obras
clásicas de Victoria o Guerrero.
De todas formas, estamos muy
contentos con este éxito porque
nuestro coro consolida su fama y
es un enorme aliciente para nues­
tros cantores.

UNA ESCOLANIA
ES UNA PALABRA MAYOR
La «Escolanía Domingo Savio»
del Colegio Salesiano de Santander
ya tiene su solera. Lleva cantando
más de doce años. La fundó don
Salvador Bastarrica en un ya lejano
1967. Ahora parece algo muy boni­
to porque está en marcha. Pero ha
costado sus sacrificios.
La componen 55 chicos del cole­
gio. desde el tercer año de Básica
hasta el primero de BUP. Una agru­
pación coral como la nuestra es
una de esas cosas que te hacen so­
ñar y ante la que todos los sacrifi­
cios se realizan a gusto, como toda
empresa cultural y artística. Ahora,
después de hermosas singladuras,
todos estamos de acuerdo en que
se trata de un cauce de primera
para la educación de los mucha­
chos y para la formación de su
sensibilidad.

Ha contribuido al desarrollo de
la escolanía la Caja de Ahorros de
Santander. Con su ayuda hemos sa­
lido a los pueblos. Hemos ameni­
zado las fiestas religiosas, después
de las cuales hemos dado concier­
tos. Hoy la escolanía está muy so­
licitada no sólo por los pueblos de
la provincia, sino también de otras
partes. Sobre todo, hemos dado
conciertos en el Aula de Cultura
de la misma Caja de Ahorros de
la Capital montañesa.
Por otra parte, estamos federa­
dos en la Asociación de Pueri Can­
tores. Como tales hemos partici­
pado en los congresos nacionales e
internacionales de dicha asociación.
Estuvimos en Santiago, en Valladolid, en Barcelona...

EL EXITO
DE BRATISLAVA
Aún está reciente el triunfo que
cosechateis en Bratislava. le digo a
Carlos, ¿quién os llamó a Checos­
lovaquia?
— Fuimos como participantes del
Tercer Festival de Coros Europeos.
Eramos en total 21 agrupaciones
corales de otras tantas nacionalida­
des, casi todas del Este europeo.
Se trataba de un festival competi­
tivo. en el que conseguimos: el Segundo Premio como coro; el Pri­
mer Premio a la mejor técnica de
canto: y el Primer Premio al mejor
solista.
— Tuvimos tres actuaciones, una
de 20 minutos ante e! jurado, en la
que interpretamos cinco canciones.
La segunda actuación fue en la Ga­
la final, en la que interpretamos
«Aldeíta mía» de Pedro de Bilbao.
Los aplausos fueron tantos y tan
insistentes que el jurado nos pidió
otra canción, y cantamos «Más se­
rena sale el agua» de Mediavillas.
Medido por el cronómetro nos enteramos que fue el coro más aplau-



^

eonvIveoelQo
dido. La tercera actuación fue en
una fábrica. En la hora de cultura
de la misma dimos un concierto
para los obreros.
— Recibimos felicitaciones de un
público muy entendido. La Televi­
sión Checa sólo grabó íntegramen­
te para sus programas los coros de
Rusia y de España. Además de los
trofeos y diplomas correspondien­
tes, nos hicieron muchos obsequios,
sobre todo de figuras de cristal de
Bohemia.

llevar los aires frescos del mar y
de la montaña. Hoy no se prodigan
coros de la categoría del vuestro.
Habrá que poneros al lado del de
Montserrat, del de Zaragoza y del de
«Nuestra Señora del Recuerdo» de
Madrid...
— «No hay en Madrid coro co­
mo éste», nos dijo precisamente el
director del coro «Nuestra Señora
del Recuerdo». «Bien orgulloso pue­
de estar vuestro Colegio de tener
un coro tan brillante: ¡vaya vocali-

— Lo importante, me dice, es en­
tregarnos a la música con pasión
sí, pero con esta finalidad de edu­
car la sensibilidad de los chicos
¡Ay!, y cómo responden y correr
ponden estos jóvenes. Si vieras có­
mo les cuesta tener que despedir­
se del coro cuando les llega el mo­
mento de cambiar la voz... Muchos
de ellos siguen para hacer la terce­
ra voz. cuando ya son del BUP. Se
trata de los veteranos, y constltu-

AIRES FRESCOS DEL MAR
Y LA MONTAÑA...

zación y vaya impostación de vo­
ces!»
Carlos Labarta habla con efusión
de sus cantores.
— «Son ellos. Son los padres de
familia. Son los Salesianos; toda la
comunidad educativa la que está
implicada en esta actividad».
— ¿Qué plan tenéis para el futu­
ro? ¿Habéis pensado en grabar al­
gún disco?
— Tenemos un cassette con can­
ciones de Santander y clásicas, pe­
ro no en plan comercial. Ahora pen­
samos en grabar un concierto de
canciones de Navidad. Pero tam­
poco en plan de negocio porque, si
no, hay que pagar mucho a Hacien­
da y no estamos para eso...

yen la genulna solera de la escotanía.

Ahora la Escolanía Domingo Savio arrastra en sus excursiones a
muchos elementos del Colegio, so­
bre todo, a los padres de los chi­
cos cantores, que siguen a sus hi­
jos.
— Este año, entre otras expedi­
ciones — continúa Carlos— hemos
ido a la Cuarta Bienal Internacional
del Sonido de Valladolid. Fuimos in­
vitados juntamente con la escolania «Mater Amabílis» de Madrid a
dar unos conciertos de música co­
ral. También fuimos a Urnieta, a
festejar las Bodas de Oro Sacer­
dotales de don José Arce...
Sí, le digo, a todas partes vais a

*

4



Gerardo Diego, ese gran poeta,
también santanderino, escribió un
libro de poemas titulado «Alondra
de verdad», en donde podemos leer
los mejores sonetos escritos en
lengua española en nuestro siglo.
Pero si hubiera oído a estos mu­
chachos sin duda se vería obligado
a decir «éstos sí que son alondras
de verdad». ¡Enhorabuena, amigos!
El pueblo necesita, hoy más que
nunca, de vuestras voces puras, de
vuestro entusiasmo por algo tan
bello como la polifonía de vuestras
canciones.
R. A.

11

Foto núm. 1
a q u í s ig u e

don

so sco

...

Charla larga y tendida con el
señor Miguel Pereira Guzmán, des­
pués de un paseo a patita hasta
«Puntales» en una mañana de es­
plendoroso sol gaditano.
Desde 1910, con catorce años,
hasta 1972, año de su jubilación,
este chispeante trabajador del pa­
lustre ha consumido años y años
al servicio del colegio. Se merecía
la Medalla al M érito del Trabajo
que se le concedió en el año justo

LA OBRA SALESIAMA EM CADIZ
CUMPLIO 75 AÑOS
AVISO AL POSIBLE LECTOR
Tengo comprobado que los
Salesianos ojean el Boletín
Salesíano. Ojean — sin h, li­
notipista— , con toda la inten­
ción venatoria que comporta
el verbo. Repasan títulos en
negrita, se detienen al pie de
alguna fotografía llamativa,
solamente atienden al vuelo
de alguna pieza que se pone
a tiro y entonces le meten el
diente. Hay que reconocer
que en mis casi treinta años
de Salesiano he observado
— no sin asombro— cómo al­
gún que otro anciano hace del
Boletín Salesiano objeto de
lectura total y sostenida. Pe­
ro se comete el grave delito
de arrinconarlo luego no ya
en los cajones del comedor,
entre potingues y afínes, si­
no incluso en visibles rinco­
nes empolvados de alguna
parroquia, haciendo caso omi­
so de la riqueza de sus pági­
nas, de la emoción de muchas
de sus fotografías...
He dudado mucho, por con­
siguiente, en ponerme a te­
clear por extenso y contar al­
go de lo mucho que la casa
salesiana de Cádiz atesora en

12

su ordenado archivo. ¿Quién
me leerá?... He preferido,
con todo derecho, copiarme a
mí mismo — también lo hicie­
ron eminentes artistas de to­
das las épocas ignorándolo
quizás o advirtiéndolo a pos­
ta— acudiendo a la hojita
«Don Bosco en Cádiz», cuyo
número décimo está ya en
prensa. No descarto la posi­
bilidad de error — aunque no
absoluto— en lo que en este
aviso preliminar me he atre­
vido a afirmar. No poca baza
le toca al mismo Boletín Sa­
lesiano que debería algún día,
de una vez por todas, levan­
tar un vuelo airoso y conver­
tirse en u n a primorosa y
atractiva publicación moder­
na.

de abandonar definitivamente sus
tareas de frangollón y factótum...
Esa estatua de Don Bosco, tan
parecida a la que preside los flo ­
ridos ámbitos romanos de la Casa
Generalicia salesiana, sigue impo­
luta en su mármol de Carrara. M i­
guel dirigió aquella operación con
los marmolistas el año 1931 y re­
cuerda el jollín del barrio, la me­
rienda suculenta de los chavales,

e o n vive rtc ío s

el atrevimiento de don Modesto Ji­
ménez, el que preguntaba para qué
querían su cabeza y qué pensaban
hacer con ella, el más famoso y
dicharachero de los 14 directores
que ha tenido el colegio desde 1904
hasta 1980.
Me prometo contar en un librejo — después de abrumarme un po­
co la generosidad de calificados
lectores del último con el que me
atreví: «L os que dieron la buena
gana»— cuantas iniciativas fueron
incrementándose a la sombra de
este entrañable monumento que
preside el jardín de entrada y el
poder de convocatoria que tiene la
cita con Don Bosco para los alum­
nos mayores que abandonan estos
recintos colegiales y se lanzan a
la vida, a azacanear de lo lindo
en el mundo laboral o universita­
rio.
Si en plena República Don Bosco
fue glorificado en Cádiz, ningún
ultraje podría perpetrarse contra el
trabajo abnegado de tantos Salesianos que por aquí echaron los
bofes como el de faltarle el respeto
de alguna manera a esa piedra
blanca, inconmovible en su lec­
ción de amor hacia los jóvenes
más necesitados de ayuda.

Foto núm. 2
LA GENEROSA
FUNDADORA...
El nombre de doña Ana de Viya
y Jáuregui aparece en los mamo^^
tretos de la «Crónica de la Casa»
ribeteado de encomios y beneme­
rencias... Su bolsillo estaba espe­
cialmente atento a las múltiples
necesidades de Cádiz. Humilde y
simpática pero sobre todo pacien­
te... Se dejó aconsejar por don Fé­
lix Soto y Mancera, luego obispo
de Badajoz. Y se fueron a Turín,
al Oratorio de Valdocco donde Don
Bosco les recibió con su bondad
proverbial. Tupido velo misterioso
sobre esta entrevista... Poco o na­
da sabemos de ella. Los protago­
nistas se mostraron siempre muy
parcos cuando se tocaba el tema...
Pero comienzan las obras. Puer­
ta Tierra era por entonces consi­

derada zona de guerra y las difi­
cultades no fueron pocas. Descam­
pado a pleno sol, los excursionis­
tas domingueros merodeaban en
busca de brisas reconfortantes...
Pronto el colegio, que se llamó en
un principio Asilo-Escuela de San
Ignacio, se quedaría pequeño para
aquellos 50 internos y 100 exter­
nos de la primera intención. Y do­
ña Ana se atreve con la ampliación
de los locales. La guerra mundial
hace estragos con sus certeros gol­
pes financieros en la fortuna de
la señora mermándola radicalmen­
te. Son capítulos de una conmove­
dora historia que merecen ser de­
tallados con minuciosidad histórica
en un futuro próximo. Por unos y
otros caminos el colegio «San Ig­
nacio» fue recibiendo sustanciosos
tentempiés hasta llegar a la hermo­
sa y preocupante realidad actual.
Bendecimos el nombre de la se­
ñora y agradecemos a Dios la po­
sibilidad que por su medio tuvo
la Congregación Salesiana de ha­
cer el bien a miles de jóvenes de
clases populares que se alberga­
ron bajo sus muros...

Foto núm. 3
DON
MIGUEL MORENO MANCILLA
Mirad esas manos aplaudidoras,
anónimas... ¿Por qué aplauden?...
Figuraos a un chico campesino
de principios de siglo que trepa
por su hermoso Alcalá de los Gazules, pueblo traspasado de luces
gaditanísimas, con vocación de al­
tura oxigenada... Figuraos a un
chico que muerde con lágrimas el

13

LA O B R A
S A L E S IA M A
E N C A D IZ
C U M P L IO
7 5 AÑOS

pan de la orfandad primera, que
apaña algunos realillos para aliviar
apuros matemos, que monta en
una mansa burrita para ir a la dis­
tante escuela de cada día... Figu­
raos a un chico que dobla por los
muertos de su vecindario en la
empinada torre parroquial, un chi­
co al que le va apuntando el bozo
mientras crece junto a la ermita
de la Patrona a la que presentan
sus cuitas los alcalaínos...
¡Cuántos años se han ido consu­
miendo desde entonces! Hemos
vuelto en una tarde primaveral a
recorrer los bellos recovecos, los
luminosos caminos de la lejana in­
fancia de don Miguel Moreno. ¡Qué
bonito y conmovedor paseo! Don
Miguel ha sido un Salesiano fiel
a su primera y única vocación. Edi­
ficó sobre roca. N o pudieron con
él los vendavales, las dudas y las
tribulaciones. Don Miguel vivió
humildemente, pobremente, auste­
ramente, durante casi sesenta años
seguidos en nuestro colegio sale­
siano de Cádiz. Trabajando, callan
do, durmiendo en la arrinconada
celda más que monacal de un dor­
mitorio con chicos internos durante
décadas, dedicando al aula y a la
constante presencia educadora en­
tre los alumnos incontables horas
de su existencia.
La llamada Comunidad Educati­
va, por manos del Director don
Manuel Caballero Gallego, le hizo
entrega al final del pasado curso
escolar de un recuerdo que perpe­
túa en noble metal el sentir agra­
decido que todos albergamos muy
dentro recordando tan perseveran­
te dedicación al colegio. Pero ¿qué
plata ni oro ni moro pueden recom
pensar un bagaje humano de tales
quilates? Cuando don Miguel des­
aparezca de este entrañable esce­
nario en el que se abrieron — y se
cerrarán— las cortinas de su ma­
gistral intervención, una visceral
tristeza morderá los huesos todos
de esta casa...
H oy unimos nuestras manos a

14

\.

f 'i i - '

las de la elocuente fotografía para
prolongar en un aplauso que se
perpetúa en la imagen la enhora­
buena que don Miguel Moreno
Mancilla se ganó a pulso tras las
huellas de Don Hosco.

Foto núm. 4
EL TIO Y EL SOBRINO...
En corto y por derecho despa­
cha nuestro Rector M ayor, don
Egidio Viganó, el astifino que hace
años salió de chiqueros sembran­
do el desconcierto en la plaza...
La vocación es asunto personal,
muy personal. N o obstante, digo
yo, si el viento sopla destemplado
el pedaleo puede hacerse más fati­
goso de lo normal y si el pelotón
ayuda y arropa pueden sacarse
fuerzas de flaqueza.
«Fundamentalmente hay que de­
cir una cosa: que si bien las cul­
pas hay que repartirlos siempre un
poco entre todos, ¡a culpa princ’ pal la tiene el interesado. Porque
la vocación es un don personal, vs
infantil refugiarse en culpas ajenas
diciendo que la vocación me la hi­

zo perder la Congregación. No es

cierto. No hay elemento que pue­
da demostrarlo. Y el caso del Vietnam está demostrando que quien
tiene auténtica vocación la sabe
defender y cultivar en cualquier si­
tuación. En definitiva, la vocación
de Jesucristo es saber soportar in­
justicia por amor, injusticias ver­
daderas. La cruz es una injusticia
delante de las leyes del mundo.
Pero yo no quiero justificar a los
que han cruUficado a Jesucristo,
ni quitro justificar a ninguno que
esté crucificando de cualquier ma­
nera que sea a uno que tiene vo­
cación: de ninguna manera. Es fá­
cil, pues, descargar las cosas so­
bre otro. Pero la vocación es una
decisión personal, meditada y total
de toda la existencia de esta direc­
ción».
En Cádiz hemos tenido y goza­
do la oca‘‘ión de contemplar cómo
un veterano de la brega del primer
siglo salesiano en España pasa su
testigo a manos de un m ozo de
nueva hornada. Don José Montse­
rrat. en la jubilosa celebración de
sus sest.ita años, — sesenta— de
sacerdocio, cía la v o z de su sobri­
no, Francisco Luque Montserrat,
haciendo público y sonoro su com­
promiso de entrar por las puertas

eonvivenelQO
de Don Bosco y comenzar a gas­
tar todos sus cartuchos en la tarea
de la viña salesiana...
La cámara fotográfica los sor­
prendió en un idéntico gesto, en
una idéntica sonrisa, ante el gene­
roso vino de estas tierras de glo­
riosos soles y espitas incansables.
Es im brindis simbólico y hasta si
quieren un pase engallado, al ali­
món, cada cual por un extremo
del capote, ante el toro carilargo
del pesimismo.
¿Por qué no darle la razón, una
vez más, a la lucidez del padre
Martín Descalzo?
— «L a curva de las vocaciones
ha subido y faa;ado numerosas ve­
ces. N o es problema de número y
sí de calidad.
— Las mejores épocas de la
historia de la Iglesia no han coin­
cidido ciertamente con las de ma­

yor abundancia del clero. Casi, in­
cluso, podía decirse lo contrario.
— Una Iglesia angustiada por
el número de sus curas se amar­
gará y verá cómo esa amargura
no puede atraer a nadie.
— Habría que preguntarse si la
crisis de la Iglesia no será precisa­
mente estar obsesionada por su
crisis. En la medida en que los
cristianos nos dediquemos a con­
templar nuestro propio ombligo
dejamos de actuar y de amar. Y
lógicamente perderemos vitalidad
e influencia en el mundo».
Nuestro colegio salesiano de Cá­
diz, sin duda por obra y gracia del
celo persona! de los hijos de Don
Bosco y de las actividades juveni­
les comprometedoras desplegadas
en su seno, ha ido dando y con­
tinúa dando frutos vocacionales
que serán, como fueron en el pa­
sado, la m ejor corona de su his­
torial... Pero estos jóvenes espiga­
dos que alternan sus estudios ofi­
ciales con el caliente entusiasmo
de su apostolado juvenil primerizo
no son muy amantes de hacer con­
cesiones a la galería y me han
acorralado hasta vencerme total­
mente a la hora de las fotos y las
declaraciones... Y eso que alguno
de ellos tiene ya acabado un cur­
so de Universidad ai mismo tiem­
po que acompasa su ritmo al que
la Congregación le va marcando.
Nos contentaremos, pues, con la
sencilla grandilocuencia de esta
fotografía que presagia el buen
entendimiento del fecundo pasado
con un presente y un futuro insu­
flados también por el mismo Espí­
ritu...

Foto núm. 5
DATOS
PARA UN ANIVERSARIO
Nuestros responsables no aca­
ban de ganar la batalla contra las
madres de familia. Madres inven­
cibles que con esas colas inaca­
bables de cada curso, que recuer­
dan las del pan y del carbón de
pasadas décadas, impedirán que
las aulas, sobre todo las de E.G.B.,
revienten de chicos.
En días y horas en que otros
centros gaditanos han cerrado el
kiosko (con la k duplicada la pa­
labra parece más turca todavía)
nuestro colegio permanece con sus
cancelas abiertas de par en par
acogiendo chicos de estas barria­
das y deportistas deseosos de pis­
tas e instalaciones a su disposición.
Más de 200 B. Scouts alegran las
dependencias del viejo edificio de
1904. Socios del grupo «A m igos de
Domingo Savio», antiguos alum­
nos, jóvenes de «Cristo v iv e », archicofrades, vecinos y padres de
familia, — y hasta algunas veces
las alumnas de las Hijas de María
Auxiliadora— se encargan de pres­
tar vida al polideportivo y al salón
de actos, manteniendo vivo en el
ambiente un espíritu de fam iliari­
dad y colaboración que marca con
una especial simpatía a la obra
salesiana en la «tacita de plata».
Si hubiéramos de extractar fe­
chas y acontecimientos de estos
setenta y cinco años, desde el largo
directorado del santo don Joaquín
Bressán, alumno de Don Bosco,
hasta el actual de don Manuel Ca­
ballero, el único que entre sus
otros 13 conmilitones ha repetido

en el mismo cargo y en la misma
casa, podrían señalarse los siguien­
tes a ojo de buen cubero:
*
12 de diciembre de 1904; so­
lemne inauguración del Asilo-Es­

cuela «San Ignacio».
* 1 de octubre de 1905: inau­
guración de los talleres de carpin­
tería (ebanistería y talla), sastrería
y zapatería. Algo mós tarde los de
imprenta y encuadernación.
* A l cabo de un año escaso de
/undadón, el centro desarrolla octívidades educativas con artesanos,
estudiantes, escuelas nocturnas y
Oratorio Festivo.
* M ayo 1807: actúa por pri­

mera vez la Banda de Música. Se
incrementarla con Cornetas y Tam­
bores actuando en la capital y pro­
vincia durante muchos años.
* Enero 1908: se comienzan
las obras de ampliación del colegio.
* 30 mayo 1915: sale por pri­
mera vez la procesión de María
Auxiliadora.
* Algunas visitas ilustres de
viejos tiempos: el primer Carde­
nal Salesiano, don Juan Cagliero
(julio 1908); don Pablo Albera, se­
gundo sucesor de San Juan Bosco
(marzo 1913) los misioneros y
obispos salesianos monseñor Comin y monseñor Versiglia (octu­
bre 1922); don Felipe Rinaldi, ter­

cer sucesor de San Juan Bosco
(marzo 1926); don Miguel Primo
de Rivera, Jefe de Gobierno (enero
1927)...
* 27 diciembre 1919: muerte de
la Fundadora, la insigne gaditana

doña Ana de Viya.
J. M A N U E L ESPINOSA, S. IX B.

U X A

IX S P E C T O n iA
J O V E X
Córdoba eum pte 2S años
r' %

Nació en la postguerra,
se hizo adolescente
en la crisis conciliar
y está madurando su juventud
en la democracia.

Los destinatarios de los salesianos tienen que ser los más
pobres. Quizá por eso cuándo, hace cien años, Don Bosco pen^
só en España envió síis hijos a Andalucía. Después, poco a
poco, los salesianos se irían extendiendo por otras zonas de­
primidas de la geografía peninsular. Al llegar la postguerra,
los destinatarios pobres eran numerosísimos, y los hijos de
Don Bosco tuvieron que multiplicarse: llegó la gran expan­
sión. Hubo que dividir las Inspectorías.

A sí en el año mariano de 1954,
por impulso de la Auxiliadora, na­
ció la Inspectoría cordobesa de
Santo Domingo Savío, que iba a
abarcar parte de Andalucía (Córdo.
doba, Málaga, Jaén, Granada y A l­
mería) y las Canarias. Nacía una
criatura nueva pero vieja en sus
orígenes: viviendo Don Bosco ya
estaban los Salesianos en Málaga,
aunque después no se establecie­
ran definitivamente hasta 1897. Y
no fue sólo la pequeña Comunidad
de San Bartolomé de Málaga. 'Dos
años después, don Rinaldi abría la
Casa de Montilla, y a renglón se­
guido las de Córdoba (1901) y Ron.
da (1902). El abrazo de la Andalu­
cía salesiana al archipiélago cana­
rio tuvo lugar en 1923. Y como la
gente sencilla seguía pidiendo la
presencia de los salesianos en sus
t i e r r a s , aparecieron Pozoblanco
(1930) y Antequera (1935). La
«conquista» de Granada no llegó
hasta 1946, con don Manfredini,

trasunto de Don Bosco. Los ante­
cedentes históricos de la Inspecto­
ría se cierran con las dos funda­
ciones canarias de Santa Cruz de
Tenerife y la Orotava (1949).
A l realizarse la división de la
Inspectoría Bética estaba al frente
de la misma don Claudio Sánchez.
Un cordobés, don José María Do­
blado — caballero andaluz, como
alguien lo llamó— fue el primer
animador de la naciente comuni­
dad ínspectorial. El mismo año
1954 se abrieron las Casas de
Guía, T eror y Posadas, con lo que
se fortalecieron los lazos con C a­
narias y la Inspectoría empíezó a
tener Teologado propio. El gran
paso de don José María fue la en­
trada en Jaén, que ya empezaba a
dar muestras de su riqueza en v o ­
caciones salesianas. La monumen­
tal Ubeda, pequeña Salamanca an­
daluza, ^ e
la Ciudad elegida
(1957). El final del sexenio del Ins­
pector lucentino, de tan grato re­

cuerdo, dio paso a la década de
los 60.
EL N U EVO INSPECTOR, DON
A G U S T IN BENITO (1960-66), llegó
a Andalucía procedente de tierras
leonesas. Tuvo que adaptarse a las
costumbres del Sur. L a Inspectoría
ya comenzaba a ser mayorcita. T e ­
nía seis años y comenzó a ir a la
E. G. B. De fondo, las noticias que
llegaban del Aula Conciliar supo­
nían un despertar nuevo, inusitado.
Las vocaciones eran todavía abun­
dantes y vieron la luz nuevas
obras; Pedro Abad (1962), aspirantado modelo; Palma del Río (1963),
una Profesional a la sombra de la
fama de «E l Cordobés», y Linares
(1964), una comunidad parroquial
piloto. Com o en un acorde final
terminaron el Concilio y el sexenio
del padre Benito, que marchó a
Galicia dejando el recuerdo de su
bondad.
Comenzaba la difícil época post­
conciliar de la Iglesia y la Inspec­
toría, con ella, se sentía adolescen­
te en cambio buscando su identi­
dad. En estas circunstancias, fue
encargado de tomar el timón de
la inexperta nave aventurera el
antiguo Ecónomo don Antonio A l­
tare jos (1966-72). Fue un sexenio
de organización y consolidación de
las Obras y Colegios. Particular
atención se prestó a la cualificación de los salesianos: estudios c i­
viles, eclesiásticos y cursillos de
puesta al día. También fue un
sexenio de obras: El Estudiantado

I

Filosófico de Priego (1966), la nue­
va Profesional de Siles (1967), la
Residencia de la Diputación de
Jaén (1970) y el Colegio M ayor
con la sede ínspectorial adosada
(1972). En el Reajuste y Planifica­
ción de obras de 1968 hubieron de
cerrarse las Casas de Santa Teresa
de Ronda, Santa María de Guía,
Teror y Posadas.
El C. I. E. 72 dio paso a un nue­
vo Inspector, el sevillano don An­
tonio Calero (1972-78). Un nuevo
estilo se abría paso en la Congre­
gación: había que traducir a la rea­
lidad los profundos documentos
del Capítulo General Especial, fru­
tos a su vez de la renovación con­
ciliar. La Inspectoría comenzaba a
ser joven, con ima buena carga de
inquietud social en sus venas. Y
aparecieron las nuevas presencias:
Zaidín, Felipe Rinaldi, Am brosio
Morales, la Victoria, Francos R o­
dríguez, La Cuesta, La Fuensanta...
El Colegio de Granada pasó de la
Plaza del Triunfo a una barriada
popular y a la obra salesiana de
Ronda se le dio un nuevo enfoque,
totalmente juvenil y pastoral. Un
sexenio de clara tendencia pastoralista, incluido el Reajuste de
1974 que tuvo que sacrificar obras
importantes por no coincidir con
el espíritu del Capítulo. A l mismo
tiempo, el problema vocacional parece que encuentra su fórmula
adecuada con la creación del M o v í .
miento Luz-Vida.
V IE N E U N N U E V O C A P IT U L O
GENERAL y, con él, un nuevo Ins­
pector, el gallego injertado en an­
daluz por una intervención especialísima de María Auxiliadora, don
Domingo González (1978). Su ani­
mación Ínspectorial acaba de co­
menzar. Este año ha cambiado de
emplazamiento la obra de Santa
Cruz de Tenerife y se ha consti­
tuido una nueva Comunidad en
Guadix (Granada) con la misión de
atender las actividades de la Pa­
rroquia «Sagrado Corazón» de la
localidad y la del anejo de Hernán
Valle y la tarea docente en la Es­
cuela Universitaria del Profesora­
do de E. G. B. Queda por delante
una etapa bonita en la vida de la
Inspectoría. Don Domingo, que
está acudiendo constantemente al
parecer de todos los salesianos
— son tiempos de participación—
estamos seguros que la cumplirá
satisfactoriamente.
Los actos conmemorativos de
estos veinticinco años se han cen­
trado en Málaga, la primera Casa
de la Inspectoría (1897) y en la fe ­
cha del domingo 4 de noviembre,
ífen estado presentes: don Claudio

Sánchez, Inspector de la Bélica en
el momento de la división, y los
Inspectores de estos veinticinco
años, don Agustín Benito, don A n ­
tonio Altarejos, don Antonio Cale­
ro y don Dom ingo González.~§e
unió también a la celebración el
actual Inspector de Sevilla, don
Santiago Sánchez. .V istieron igual,
mente la mayor parte de los sale­
sianos de la Inspectoría y repre­
sentaciones de las Hijas de María
Auxiliadora, de los Cooperadores
y de los Antiguos Alumnos. El pri­
mer acto consistió en un homenaje
de reconocimiento a don José Ma­
ría Doblado, ante su tumba, en el
cementerio de Málaga. A continua­
ción toda la Familia Salesiana, reu.

rior estuvieron reunidos los Direc­
tores de todas las comunidades de
la Inspectoría en unas jomadas
de animación salesiana, pasando
unas horas con ellos el Obispo de
la Diócesis para unirse también a
las Bodas de Plata. La prensa lo­
cal se ha hecho eco de los actos
conmemorativos en varias cróni­
cas. Los Antiguos Alumnos de Má­
laga quisieron aportar algo más en
el reconocimiento a sus educado­
res y representaron el sábado día
3 la obra de A . Casona «L a dama
del alba».
♦ ♦
La Inspectoría de Santo Domin­
go Savio, de Córdoba, acaba de
cumplir sus veinticinco años de

El Obispo de Málaga acompañó al inspector Provincial y Directores de
las casas Salesianas de la Inspectoría de Córdoba en la celebración de las
Bodas de Plata, el pasado 4 de noviembre.

nida y sintiendo con un mismo
corazón, celebró la Eucaristía en
acción de gracias. Igual sentido tu­
vieron todos los números de la V e ­
lada conmemorativa, con partici­
pación de alumnos, antiguos alum­
nos y salesianos. La hermandad
creada desde el principio del día
continuó en la comida. Como un
am igo más, se hizo presente en
estos actos el Gobernador C iv il de
Málaga. Durante la semana ante­

existencia. Es todavía joven, pero
con una juventud que empieza a
serenarse y que madura en el nue­
vo clima democrático español. Una
esperanza se siente en su corazón
juvenil: aumentan las vocaciones,
crece el sentido de comunidad y
la inquietud pastoral es más pura.
Felicidades.

J. M. M.
Córdoba, 15 noviembre 1979

17

¿JLe t o m a m o s

e l p u ls o
a s u M n sp eetoria ?
E n t r e v is t a a D . D o m in g o G o n s á le S f
p r o v i n e i a l d e la I n s p e c t o r í a
c o rd o b e s a

Don Domingo González es el actual Inspector de Andalu­
cía oriental y Cananas. Uno pensaba ya en la alegría de ir a
Córdoba, entre otras cosas, para hacerle esta entrevista. Pe­
ro él se adelantó y vino a Madrid. Así es don Domingo. Tiene
el fino instinto de adelantarse a los deseos de los hermanos.
Buena táctica para estar al timón de una inspectoría joven
como la de Córdoba, la milenaria Córdoba, que salesianamente sólo cuenta con veinticinco años...
— Una inspectoría con buena sa­
lud, a pesar de la dura crisis de
su adolescencia. ¿Le tomamos el
pulso?
— Venga.
Don Dom ingo sonríe. Pero su
rostro cobra en seguida seriedad,

y empieza a hablar por lo más im­
portante: p o r ^ l personal salesiano.
— Cuando comenzó la Inspecto­
ría, en un 8 de septiembre de 1954,
éramos 250 salesianos, en números
redondos. Ahora, después de vein­
ticinco años de rodaje, somos 161.
Don Domingo no es derrotista
y no cae en la magia de los núme­
ros gruesos. Por eso continúa:
— Creo que la Inspectoría tiene
en la actualidad un personal e x ­
traordinario, con gran madurez,
muy cualificado y lleno de equili­
brio. Y , lo que es más importante,
muy entregado al servicio de la
misión. H ay mucho entusiasmo y
gran actividad en todas nuestras
obras.
— Si la misión es efectiva, no
faltarán operarios... ¿Es la esperan,
za tan grande como el entusiasmo?
— Por lo menos, igual. En lo que
nos toca a los hombres, trabaja­
mos intensamente en el movimien­
to vocacional. Estamos entregados
con enorme cariño a los movimien­
tos vocacionales Luz y Vida. Hay
muchos chicos de la segunda etapa
de E. G. B. que pertenecen al gru­
po Luz en todos los colegios de
la Inspectoría. Este movimiento

Vista de uno de los patios del Co­
legio de Málaga, uno de los prime­
ros de España, fundado en 1897.

18

lleva funcionando unos cinco años
y es una esp>ecie de catecumenado
infantil para descubrir su vocación
cristiana.
El movimiento Vida está inte­
grado por jóvenes del B. U. P., del
C. O. U. y de la F. P. Es otra espe­
cie de catecumenado en profundi­
dad. Los jóvenes estudian en serio
su vocación en la Iglesia. De estos
movimientos salen vocaciones para
la Congregación o para el semi­
nario o algún otro instituto religio,
so. O apóstoles seglares...
— El que tiene esperanza camina
hacia el futuro...
— Sí, Dios es el que va delante,
el que nos precede. Por eso exige
nuestro trabajo. En corwreto, en
Montilla, hay una residencia de
orientación vocacional donde se
aceptan chicos de B. U. P. o de la
Formación Profesional. Actualmen­
te tenemos 9 jóvenes en un am­
biente fantástico. Asimismo tene­
mos 3 novicios en Sanlúcar, y 7
postulantes, repartidos en Montilla,
Málaga, Sanlúcar, Córdoba y Ron­
da.
— ¿Hablamos de los destinatarios
de nuestra misión en la Inspec­
toría?
— La Inspectoría de Córdoba es
un escenario inmenso para nuestra
acción pastoral. Hay mucha juven­
tud que exige nuestra presencia.
Tenemos 5 de las grandes ciuda­
des de Andalucía más las de Ca­
narias. H ay pueblos mayores que
muchas capitales de provincia. Hay
obreros y campesinos...
El movimiento juvenil se ha to­
mado en serio y en profundidad.
Hay centros juveniles tan impor­
tantes como los de Córdoba, Mála­
ga, Granada, Ronda y Montilla. En
Guadix funciona otra presencia
juvenil neta. Cuatro salesianos lle­
van la parroquia de un barrio, dan
clases en la Escuela de Magisterio
y están dedicados a la pastoral ju-

c o n v iv e n ia Q S

venil. A esto hay que añadir el
trabajo pastoral que se realiza en
los colegios: Antequera, Córdoba,
Granada, Jaén, Santa Cruz, La Orotava, Las Palmas, Linares, Málaga,
Montilla, Palma del Río, Pozoblanco, Ubeda. H ay otras presencias
no colegiales en Málaga (La V ic­
toria), Jaén y Ronda. Y otras pre­
sencias en las Escuelas Universita­
rias del Profesorado com o Guadix
y Córdoba... Tenemos parroquias
en Guadix, Jaén, La Orotava, Las
Palmas, Linares, M ontilla y Ante­
quera (Cartaojal)...

— Dilo, dilo sin miedo...
Don Domingo hace gestos como
de acordarse de algo importante:
— Ah, sí: la Asociación de María
Auxiliadora. Es un elemento popu­
lar de primera categoría. Existe en
todas nuestras obras, incluso don­
de no hay colegios salesianos. Hay
poblaciones en las que se llena la
iglesia los días 24 de mes. Este
año celebraremos la V III Asamblea
de las Asociaciones en Pozoblan­
co, por tratarse de los cincuenta
años de la fundación de dicha obra.

— Y a veo que el campo es casi
inabarcable...

— Y o recuerdo algunas ciudades
que son «salesianísimas».

— Con el personal que tenemos
quizás no lleguemos más allá de
nuestro deseo. Créeme, habrá dis­
minuido el número de salesianos,
pero ha crecido el ambiente y un
gran dinamismo pastoral. Por otra
parte, las comunidades han logra­
do una gran madurez en su labor
apostólica.

— Ronda, Montilla, Pozoblanco...
son ciudades totalmente salesianas,
en donde nuestros colegios son de
verdad la casa del pueblo.

— Creo que en su Inspectoría es­
tán muy florecientes otras ramas
de la Familia Salesiana...
— Subraya, subraya esto bien:
«Nuestra Inspectoría es sumamente
pobre. Nuestra mayor riqueza es
el personal y la fuerza actual de
los movimientos juveniles». Entre
ellos, están los Cooperadores. Hay
centros muy dinámicos como los
de Córdoba, Montilla, Pozoblanco,
Linares, Granada, La Orotava. Y
grupos de formación en Córdoba,
Granada, Málaga, M ontilla y Ube­
da. ¿Qué representan en la Inspec­
toría? Suponen una alegría inmen­
sa en el ambiente, y un espíritu de
acogida, por una parte, y de co­
laboración. En este momento son
una gran esperanza.

— Más la labor social con los
jóvenes...
— Tenemos colegios profesiona­
les en Málaga, Granada, Santa
Cruz, Palma del Río y Pozoblanco.
Más las residencias juveniles de
Jaén y Málaga. Más los campa­
mentos de verano. Más los campos
de trabajo en distintas zonas ne­
cesitadas, en barrios, etc. El año
pasado emprendimos dos misiones
populares en la provincia de Jaén,
una en Córdoba y otra con los g i­
tanos en Motril.
— La última actividad empren­
dida creo que es una librería en
Córdoba.

— Sí. Esperamos que tenga una
dimensión catequética y juvenil.
La llevamos en colaboración con
la Familia Salesiana, al 50 por 100,
en el inmueble, montaje y perso­
nal.
— ¿Más obras para el futuro?
— Necesitamos casas de forma­
ción para el noviciado, el posnovi­
ciado y los teólogos. Estamos pen­
sando en una casa para el posno­
viciado en Córdoba con grandes
posibilidades culturales, de pasto­
ral y de catcquesis...

*

*

*

Nos faltan, como siempre, el es­
pacio y el tiempo. Don Domingo
es un gallego injertado en andaluz.
El humor celta sabe traducirlo muy
bien a la guasa andaluza. Tiene la
sabiduría de ambos pueblos. La
constancia de hierro de su aldea y
la fina sensibilidad del sur. Hom­
bre sabio, que se las ve venir, co­
noce la Inspectoría y se ha casado
con ella, comprometiéndose a con­
ducirla por caminos antiguos, me­
dios, modernos y contemporáneos.
Y con enorme sencillez, convenci­
do de que cuanto es obra de Dios
no puede pararse y— de que hay
algo que vale más que el número:
la calidad. Con «1» de olé.
RAFAEL ALFARO

— ¿Y los Antiguos Alumnos?
— Hay centros muy tradiciona­
les. Es muy dinámica, por ejemplo,
la asociación de Montilla. Ojalá en.
centráramos antiguos a l u m n o s
comprometidos en actividades cul­
turales, educativas, deportivas...
— ¿Es un reto que lanza desde
nuestra revista?

Más de cincuenta sacerdotes parti­
ciparon en ia Eucaristía concelebra­
da con ocasión de ios 25 años de
ia inspectoría cordobesa y en la
que estuvieron presentes los tres
últimos inspectores de la misma.

19

Parece que habéis tomado muy en serio eso de anunciar el Reino de Dios desde las azoteas

Un sábado por la tarde me
hallaba en el colegio que las Salesianas tienen en la madrileña
calle de Emilio Ferrari. El grupo
de Montañeras de Santa María
acababa de regresar de su excur­
sión a la cumbre de Navacerrada.
Las jóvenes formaban en el pa­
tio un ancho corro y oí que can­

taban la melodía de «Guantanamera», pero con otra letra que,
más o menos decía así:
« Y o quiero ser salesiana
y ayudar al mundo entero.
Y o quiero ser una santa
como Madre M azzarello...»

Y luego el estribillo, que se

BECAS PARA LAS VOCACIONES SALESIANAS
i n s p e c t o r í a d e BARCELONA
Beca "San Marcos". Primera entrega: 100.000 pesetas.

INSPECTORIA DE BILBAO
Baca "D, José María Taibo", N. e.: 15.000. Total; 45.000 pts.
Beca "Sr. Maguin". Un Antiguo Alumno. N. e.: 5.000. Total; 13.750 pts.
Beca "Mam á Margarita". L. Cañada. Pamplona. N. e.; 250. Total; 55.750 pesetas.

INSPECTORIA DE CORDOBA
Beca completa "José de Juan". Las Palmas. 260.000 pts
Beca "D. José Doblado". Málaga. N. e.; 12.000. Total: 08.000 pts.

INSPECTORIA DE LEON
Beca
Beca
Beca
Beca
Beca
Beca

"D. Felipe G arda". La Coruña. Calvo Sotelo. N. e.: 10.000 pts
"María Auxiliadora". N. o. de L. V. {Orense). 10.000 pts.
"D. Augusto Czartoryskl". N, e.; de A. B. (Orense). 50.000 pts
"D. Fila". Nueva entrega; 1.000. Total; 8.000 pts.
"San Antonio". VIgo. Nueva entrega: 5.000. Total; 13.000 pts
"Don Rúa". Nueva entrega: 3.000. Total: 106.000 pts.

entendía más claro:
«Auxiliadora
María A uxiliadora...»

Me di cuenta que, entre las
chicas y también con su indumen­
taria de montañeras, las novicias
eran las que más comunicaban su
entusiasmo hasta enronquecer, las
que contagiaban su dicha de ser
salesianas un día. Fue entonces
cuando surgió en mí la pregunta:
¿por qué no conversar una tarde
con ellas sobre las vocaciones de
las Flijas de María Auxiliadora?
¿No podrían contagiar también a
otras lectoras de la Familia Sale­
siana?
No me lo pregunté dos veces.
Y, al día siguiente, mantuvimos
una conversación que ahora ofre­
cemos en estas páginas vocacionales de nuestra revista.

INSPECTORIA DE M ADRID
Beca
Beca
Beca
Beca
Beca

"Familia Francia”. Nueva entrega; 1.000. Total; 99 000 pesetas
"M. A. L.' Nueve entrega; 1.000. Total: 127,000 pesetas.
"Mercedes Cruzado". Nueva entrega: 3.000. Total- 159 000 pesetas
"Ricardo Rutz Jiménez”. Nueva entrega: 4.500. Total: 31.500 pesetas
"0. C. P." Unica entrega; 50.000 pesetas.

INSPECTORIA DE SEVILLA
Beca "María Auxiliadora". Arch. Cádiz. N. e.: 1.000. Total: 125.000 pesetas

INSPECTORIA DE VALENCIA
Boca "D. Manuel Pérez". Parroquia San Antonio Abad (Valencia). P. e.: 72.935 pts.

20

SO M O S
SOLO DIEZ NOVICIAS
— Somos diez novicias en los
dos años de noviciado, cinco de
primero y cinco de segundo. Dos,
de La Roda de Albacete; dos, de

L A n iC H A
tP E

de la Iglesia, Teología de la Vida
Consagrada y, de idiomas, estu­
diamos el Italiano.

S E R

S A L E S IA X A S
CoDversacíón con las novicias
de las Hijas de María Auxiliadora
de la Inspectoría de Madrid.

Vigo; y una, respectivamente, de
Badajoz, Burgos, Córdoba, León,
Madrid y San Sebastián. Y Sor
Nieves, la Maestra.
— Pero a nosotras hay que
sumar las quince de las otras dos
inspectorías de Andalucía y Aragón-Cataluña-Levante. T o t a l ,
unas 25 en toda España. Y aquí
en Madrid, detrás de nosotras
vienen 6 postulantes y 11 aspi­
rantes. No podemos dar cifras
muy astronómicas, pero creemos
que el Espíritu suscita vocacio­
nes donde hay vida... Y tenemos
fe en su fuerza.
— y a<fUí, ¿qué hacéis en es­
tos dos años de noviciado?
— Pues muchas cosas. En pri­
mer lugar, estudiamos. Las prin­
cipales materias son: Espirituali­
dad Salesiana. Aquí vemos todo
lo referente a nuestras Constitu­
ciones, el desarrollo del Instituto
Salesiano, sus figuras, principal­
mente Don Bosco y Madre Ma­

las de primer año de noviciado al­
ternan la lección con algún canto
acompañadas de guitarra.

zzareUo. También tenemos un
curso de Psicología, otro de Teo­
logía Espiritual, otro de Doctrina

— Fuera del Noviciado, vamos
martes y jueves al Instituto de
Teología de la Vida Religiosa a
la «Escuela Regina Apostolorum», donde hacemos dos años
de Teología General. Allí saca­
mos el título de Educadores de
la Fe, que nos sirve para dar cla­
ses de Religión en la E. G . B.
— Es ésta una experiencia muy
buena, porque convivimos con
otras novicias y novicios de otros
institutos. A mí me ha gustado
porque me he dado cuenta de
que la vida de la Iglesia es ma­
yor de lo que uno pensaba. Pero
además me ha hecho apreciar la
riqueza de mi Instituto.
— Ahí se ve que el Espíritu
sigue invitando a la vida religio­
sa: ¡somos de 22 congregaciones!
Y en todos se observa una acti-

Conste que el noviciado es algo más serio de lo que parece...

tud de dedicación y de entusias­
mo por estudiar la propia identi­
dad.
— Los profesores, que casi to­
dos son claretianos, muestran
una verdadera inquietud por vi­
vir y hacer vivir a fondo la vida
consagrada. En general, se nota
una inquietante búsqueda de la
vida religiosa. Y, al encontrarte
con otros, te das cuenta que la
obra de Dios es muy grande.

EL IDEAL SALESIANO
Hablar con estas jóvenes que
se preparan a la vida salesiana es
recibir una inyección de aliento.
Todas se sienten llenas de felici­
dad ante el futuro que les aguar­
da. «Aquí tenemos ya una estu­
penda iniciación en la actividad
salesiana», me dicen. «Organiza­
mos el Centro Recreativo — an­
tes se decía Oratorio Festivo—
de los domingos con chicas y
chicos. Asimismo, participamos
en la marcha de los grupos Misio22

ñero y Mariano. Los viernes lle­
vamos grupos formativos, y los
sábados los dedicamos a otras
actividades apostólicas. Trabaja­
mos en conexión con la Vicaría
de la Diócesis. Y con las chicas
preparamos teatro, bailes, estu­
dio de guitarra y deportes... So­
bre todo, nos ejercitamos en la
catcquesis...
«Todas estas actividades nos
hacen vivir ya la misión salesia­
na antes de nuestra consagración,
misión que nos llena por el esti­
lo y por el espíritu de familia con
que se trabaja».
«E s interesante nuestra parti­
cipación en el Grupo Mariano
del Colegio. Con las asociaciones
juveniles "Aguilas” y "Montañe­
ras de Santa María” nos reunimos
los sábados por la mañana. Tam­
bién participamos en el grupo
formativo y en la "marcha” a la
m ontaña...»
«E l ideal salesiano nos llena
de alegría y, de hecho, ya nos
sentimos salesianas...»

EN LA ESCUELA
DE ORACION
— «También h e m o s asistido
durante dos semanas a un curso
de "Escuela de Oración" en Majadahonda. Ha sido una de las
iniciativas más bonitas llevadas a
cabo. El objetivo era el de lograr
una experiencia de Dios. Y no
cabe duda que ha sido un en­
cuentro fuerte con Cristo.
— H e m o s comprendido (y
practicado) la importancia del si­
lencio interior y exterior en toda
vida consagrada a la acción y a
la contemplación.
— Se nos decía que de la "es­
cuela” debíamos salir maestras
de oración. También nos ejerci­
tamos en técnicas orientales, co­
mo relajación, vacío y concentra­
ción y la misma celebración del
holocausto como aceptación de
los hechos más desagradables.
— Fueron 15 días muy llenos,
y los considero muy oportunos y
necesarios, importantes, sobre to-

'y ® © © i e i i ® i m © í

L A D IC H A
D E SE H
SALESE A X A S
do, para un cambio de actitudes
y para que nuestra oración no
sea superficial. La oración es la
vida de la persona».

los de cerca y a los de lejos. Me
dicen que mantienen correspon­
dencia con las novicias de Polo­
nia, con las del Japón, con las de
Hispanoamérica. «E l año pasado
éramos 421 novicias en todo el
mundo. Era la Congregación más
numerosa entre los institutos fe­
meninos de la Iglesia».
— ¿No volveréis al triunfalismo?

— Ya estamos curadas. A pe­

sar de la crisis, nuestro entusias­
mo es grande, fuerte y humilde...
Y dejamos a estas jóvenes en
su rincón de Emilio Ferrari, lle­
nas de sueños, de realidades y de
una vida salesiana plena y futura
que ya están tocando con las ma­
nos. Pero el que ha hablado con
ellas ya no puede ser el mismo,
porque ha sido contagiado de su
entusiasmo.

R. A.

UN MENSAJE
PARA LA FAMILIA
En nuestra conversación ha­
blamos de la Familia Salesiana y
del auge que está adquiriendo en
todas partes donde se presenta.
‘— Sí, dijo una de ellas, la Fa­
milia Salesiana debe verificar el
descubrimiento de la grandeza
de nuestra vocación y seguirla
con entusiasmo pues es un don
extraordinario.
—Todos hemos de sentirnos
muy alegres de nuestra misión
tan bonita y de nuestro espíritu,
que también hemos de cuidarlo.
— Eso, eso, hemos de ser fie­
les a nuestro carisma mediante la
creatividad. Fieles y coherentes.
Hemos de estar siempre al día...
— Sobre todo, me gustaría de­
cirles a nuestros padres que se
sintieran felices y que vibraran
por la Familia Salesiana, pues ya
es también su Farnilia, algo que
han de considerar como cosa pro­
pia.

-Y como casa propia.

Podríamos seguir hablando sin
parar. Las novicias son abiertas a

Las de segundo atienden otra lec­
ción de Sor Nieves...

23

r
misiones y lercer mundo
Casi cuarenta misioneros han constituido la 109^ expedición. El «adiós» tradicional
tuvo lugar en la Basílica de María Auxiliadora el domingo 30 de septiembre. Par­
ticularmente numerosos eran los d^tinados a Africa, consecuencia de las
recientos decisiones de la Congregación. En realidad no todos estaban allí:
muchos habían marchado ya, otros no habían podido acudir a la cita, im­
pedidos por sus obligaciones. Podría decirse que sólo había allí una re­
presentación, aunque muy significativa. L a iglesia, como siempre en es­
ta circunstancia, estaba abarrotada de hermanos saiesianos, parien­
tes y amigos. L a Congregación Salesiana despidió esta vez a sus
misioneros con la homiUa de Mons. Emilio Vallebuona, obispo
salesiano de Huaraz, en Perú.

Habría sido muy interesan­
te verlos a todos reunidos,
saiesianos,
V. D. B.,
jóvenes cooperadores laicos...
antes de partir. Acaso Don
Bosco lo hubiera hecho otra
vez así. Pero, en tiempos de
diáspora, también a él le ha­
bría resultado muy difícil. Lo
bueno es que. también este
año, los saiesianos han vuel­
to a dar a la iglesia «de las
fronteras* un buen grupo de
animosos misioneros; la 109“
expedición. Después del Capí­
tulo General 21'*, el fermento
misionero ha recobrado su vi­
gor, tal vez sólo comparable
al de las expediciones de ha­
ce un siglo.
Ahora contamos con la «no­
vedad africana», que los hijos
de Don Bosco se disponen a
afrontar de cara. Toda la Fa­
milia Salesiana participa en
la empresa, religiosos, mon­
jas, jóvenes laicos. En ios me­
ses últimos hemos tenido
ocasión de saludar a algunos.
La víspera de la ceremonia
del «adiós» vimos en Roma a
12, que hacían un cursillo pre­
paratorio en el «Salesianum»;
12. como los apóstoles: un
símbolo. A cada uno le hici­
mos una pregunta. Una sola,
fuera quien fuera. A s í podría­
mos hacer una confrontación
de respuestas. El resultado es

que las motivaciones, a veces
curiosas, son fruto de una
meditación vital, que constitu­
ye, para quienes quedamos
en la retaguardia, un estímu­
lo. La verdad, estos hermanos
tan valientes nos han dado un
poco de envidia. A ver. les
dijimos, ¿por qué has optado
por las m isiones? ¿Qué mo­
tivo concreto e inmediato te
ha hecho dejar tu tierra y par­
tir? Leed las respuestas.
J. LUIS GO M EZ (español,
veintiún años, coadjutor me­
cánico y electromecánico, de
la Inspectoría de Madrid, con
destino a México). «En Espa­
ña somos muchos saiesianos,
todos útiles, pero nadie de­
masiado necesario. Lo he
oído repetir a muchos misio­
neros desde que era pequeño.
Cada vez que oía.hablar de
las misiones, sentía una fuer­
za interior que me empujaba
a ir allá. Ahora ha llegado el
momento. Es todo. Creo que
no sabría decir más».
ALEJANDRO V IV A S (espa­
ñol. cincuenta y cinco años.
Inspectoría de Valencia, coad­
jutor destinado a Zaire). «En
primer lugar he de decir que
me gusta hacer las cosas
bien, no dejarlas a medias;
creo que la vida misionera
exige sacrificio y generosidad

a fondo: por eso la he desea­
do s i e m p r e . Segundo; En
Europa se vive demasiado
bien; pienso que la vida cris­
tiana es todo lo contrario, y
que en las misiones se puede
vivir una vida cristiana mucho
más sincera y generosa. Por
último, tengo el defecto de
sentirme muy coadjutor, y vi­
vir siempre esta vida de “se­
gundo plano": porque, en ge­
neral, se habla mucho del
sacerdote misionero, m i e ntras que el coadjutor lleva
una vida escondida, no apa­
rece, no figura, no llama la
atención de nadie: eso se
puede hacer aún más autén­
ticamente en las misiones.
Hace cuarenta años que ven­
go pidiendo ir a las misiones;
esta vez gracias a Dios, me
han dicho que sí...»
ROBERTO BER G AM ASC H I
(italiano de Lombardía, aca­
bará los estudios teológicos
en Palestina, luego irá a Afri­
ca). «He tomado esta decisión
tras varios años de reflexión.
Las misiones me han intere­
sado desde pequeño. Leía,
hablaba... Luego entré en los
saiesianos y conocí la labor
de misioneros excepcionales:
decidí hacer otro tanto con la
ayuda de Dios. Ahora dejo mi
tierra y me voy a donde más
necesidad haya de ayuda es-

25

M IS IO N E R O S
S A L E S IA M O S
1979

pirítual y material:
anunciar a Cristo».

voy

a

HECTOR B R U SA SC O [ita­
liano de Liguria, sesenta y
dos años, coadjutor destina­
do a Cuenca, en Ecuador).
«La primera vez me fue mal.
Estaba para ir a Palestina, pe­
ro un trágico accidente impi­
dió nuestra expedición. Lue­
go, la guerra. Después otras
dificultades, hasta la grave
enfermedad de mi padre, pa­
ralítico por más de dos años...
M e debí acercar a casa y ter­
miné por pasar veinticinco
años en Sampierdarena. Me
ambienté, me sentí cómodo y
ya no pensaba marchar por-

que — me decía— a cierta
edad no es el caso de insistir
ya. El año pasado llega de
Ecuador un antiguo compañe­
ro. don A. Boccalatte, y me
hace ciertas insinuaciones...
Se marcha, me escribe una y
otra vez, insiste en la invita­
ción... Basta: pensé, recé, y
me decidí. Lo pedí, y ahora
no veo la hora de marchar.
Haré lo que pueda».
C A R LO S TERAN CASTILLO
(chileno de Linares, estudian­
te de teología: la terminará
en Palestina mientras se pre­
para para ir a Africa). «He
cultivado la idea misionera
desde pequeño: se ha ido re­
forzando al conocer misione­
ros admirables. Sobre todo a
uno en particular yo lo iden­
tificaba con Don Bosco. He
decidido ser como él... Se
trata, en estos casos, de pro­
yectos a los que te sientes
invitado casi sin darte cuen­
ta. Con el paso del tiempo,
estamos en grado de respon-

.«i

.4*8

}

HONG-KONG: Ordenación sacerdotal de un salesíano.

26

der con decisiones más medi­
tadas y más evangélicas. Es­
te proyecto misionero no es
mío. Es un proyecto de Dios
al que no se puede uno negar
ni dar excusas.
JUAN KU RAH ASH I [cua­
renta y dos años, japonés:
destino, Bolivia). «Fui bauti­
zado hace ahora treinta años
en el colegio salesiano de To­
kio, el día de la fiesta de la
Inmaculada: tenía doce años.
Hace dos años, después de
un curso de espiritualidad en
Roma, la Provincia me hizo
conocer los misioneros salesianos de Bolivia. Deseo ir
allá. La Congregación ha en­
viado muchos hermanos a Ja­
pón; es justo que por lo me­
nos un japonés devuelva este
favor. He escogido uno de los
países más pobres de Sudamérica...»
VITANGELO PLANTAM URA
[clérigo estudiante italiano,
destinado a Brasil). «M is mo­
tivaciones son comunes: to­
do comenzó con el sueño de
un niño que imaginaba aven­
turas entre ríos y selvas. A
veces ese sueño cristaliza
en una vocación hacia la rea­
lidad misionera. De los misio­
neros que he podido conocer
me ha llamado la tención su
libertad, nacida de un evan­
gelio vivido a fondo. La moti­
vación más decisiva es cierta
inquietud que me produce sa­
ber que en el mundo hay al­
guno que vive peor que yo,
que no está contento como
yo, que sufre más que yo. No
puedo contentarme de "condividir” este mundo únicamen­
te de palabra...»
D O M IN G O BINELLO [sacer­
dote italiano de Piamonte,
cuarenta y tres años; va a
Kami, en Bolivia». «El direc­
tor de Kami pedía una ayuda

ml0iono0 y le rce r mundo
para aquella misión entre los
pobres. Voy a echar una ma­
no por este motivo de solida­
ridad y de amistad».
JOSE A. RODRIGUEZ [clé­
rigo español de Sevilla; estu­
diará en Palestina para ir des­
pués a Africa). «Mi decisión
nace del ejemplo de algunos
misioneros que conocí de mu­
chacho. Nace también de un
deseo de hacerme útil a las
muchas personas que son me­
nos afortunados que yo...»
ESTEBAN BURIA (coadjutor
argentino de origen yugosla­
vo; cuarenta y dos años, con
destino a Angola). «Desde ni­
ño he soñado con Africa, la
he buscado en las narracio­
nes, en las revistas, en las
ilustraciones, en los misione­
ros... Tomé la decisión ei año
pasado después de ia carta
dei Rector Mayor que pedía
personal para Africa, para el
porvenir de la Iglesia en ese
Continente. Si éste depende
de los cristianos, de los reli­
giosos, de mí, voy a poner mi
parte. Como argentino, estoy
orgulloso de pagar a Don
Bosco el favor de haber ini­
ciado en mi patria sus prime­
ras expediciones m i s i o n e ras».
H O N O R A T O A L O NSO
(coadjutor español, Inspecto­
ría Bilbao). «Para dedicarse a
los jóvenes hay lugares con
mayor necesidad que donde
estoy. He pensado que podía
realizarme como salesiano en
las misiones, y heme en ca­
mino hacia Zaire...»
DARIO SUPERINA ( j o v e n
sacerdote italiano de Piamonte, destinado a la nueva mi­
sión salesiana de Kenia). «Me
es difícil responder. Cuando
te preguntan por qué eres sa­
lesiano, por qué eres sacer-

)/

Algo se cuece en esta olla para los niños africanos... cuando estén
tan alegres...

dote, por qué te vas de mi­
sionero, no aciertas a dar con
precisión una respuesta exis­
tencia!, más allá de las gran­
des motivaciones que se en­
cuentran por ios libros. Las
causas periféricas para decir
«sí» pueden ser muchas, pe­
ro... hay algo que sientes
dentro. Eso significa que de­
be haber por medio un don
de Dios, un don gratuito. Sien­
tes dentro ese deseo, una vo­
luntad de hacer, y no te de­
tienes. decides hacer. Hace
quince años que estoy ru­
miando esta inquietud. Ei 28
de marzo pasado tomé un pa­
pel, escribí un poco de mi
historia, dije " s í" a la llama­
da dei Superior para Africa...
¿Por qué lo he hecho? Creo
que el Señor me invitó como
siempre ha hecho con todos
los que quiere mandar a
anunciar su Evangelio. Si que­
remos reírnos un poco, recor­
demos ei dicho de Don Bosco
al hablar de las misiones de
Africa: "Haría falta algún
'embrollón' dispuesto a mar­

char...” Pues yo soy un "em­
brollón’ de Don Bosco, que va
a Kenia para llevar a Cristo
con su espíritu, el espíritu
salesiano».
Se perciben algunas «cons­
tantes» en las respuestas, y
h a y «variantes» totalmente
personales. El lector puede
verlas por sí mismo. En todas
palpita un sentirse llevados
al don total, jóvenes o no
tanto, en la aventura misio­
nera. en la misión eclesial.
No sé si ios primeros misio­
neros de Don Bosco respira­
ban tanta fe, si los mismos
apóstoles de los tiempos
evangélicos irradiaban tanta
satisfacción y alegría al sen­
tirse escogidos y enviados.
La Congregación Salesiana
es joven. La Iglesia de Cristo
está lozana, si sus apóstoles
reverberan tan claramente el
eco de las palabras del M aes­
tro: id por todo el mundo,
anunciad el Evangelio a toda
creatura, y llevad la salvación
a cada hombre.
M A R C O BONGIOANNI
27

tados. Visitan las familias, llevan ayudas económicas,
buscan puestos de trabajo. Muchas veces la catcque­
sis y la misma Eucaristía son «caseras». Pero en un
año ya se ha progresado y se han mejorado la con­
ciencia y la sensibilidad cristiana de la gente.

ITALIA:
DON BOSCO
LLEGA AL PUEBLO DE PIO IX

h

Senigallia; Después de tres años de tratos con los
salesianos de la inspectoría adriática para que crearan
un Centro Juvenil, el obispo de la ciudad, Mons. Odo
Fusi Pecci, ha anunciado a sus files: «Con una alegría
inmensa puedo ahora anunciaros que los salesianos
han aceptado mi invitación». Esta venida, ha precisado
el Inspector de los salesianos, pretende también ser
un homenaje y señal de reconocimiento al gran Papa
Pío IX (que era natural de Senigallia) que tanto quiso
a Don Bosco y por quien fue tan bien correspondido.
El Centro Juvenil Salesiano de Senigallia comenzó en
septiembre un «servicio — dice el obispo— de acogida,
de escucha, de diálogo y de encuentro con Cristo, ofre­
cido a nuestra queridísima juventud».

PORTUGAL:
M ADRINA DE DOCE SACERDOTES
Los chicos de los Salesianos de Ensdorf (Alemania)
han llevado a Roma el relámpago sonoro de sus
trompetas. ¿Por qué no se multiplican estos con<
juntos, antes tan frecuentes en nuestros colegios?

URUGUAY:
COOPERADORES EN ACCION
Las Piedras: Desde hace más de un año el grupo
de Cooperadores salesianos de la parroquia «San Isi­
dro» se comprometió, como «grupo» de actuación, a
echar una mano, con dos secciones distintas, a los
párrocos de la «Capilla del Carmen» — P. Hugo Bordo[|— en la ciudad, y de la «Capilla 'San Francisco de
Sales'», a 25 kilómetros de camino (en la «Ruta 5>).
En el centro del Carmen los Cooperadores trabajan
con sor Angela Amorin H M A en la clase de catecismo,
en preparar al sacramento de la Confirmación, animan
grupos de oración (adultos y muchachos), y promueven
diversas actividades juveniles. Los sábados convoca a
toda la comunidad parroquial una alegre celebración
eucarística.
En el centro «San Francisco de Sales» en cambio
encuentran una zona mucho más misionera por la evangellzación y por la simple promoción humana. Aun ha­
biendo podido escoger otra zona menos marginada y
remota, los Cooperadores prefirieron consagrar allí sus
fuerzas a las almas de aquellos hermanos tan necesi­
28

Lisboa: A la señora Zumira de Andreu Vaferte se la
puede considerar madre de doce sacerdotes. Acaba de
morir a los 93 años. Su amor a las vocaciones fue la
nota dominante de su vida de cooperadora salesiana.
Con sus ofertas contribuyó a sufragar los gastos y for­
mación de doce sacerdotes salesianos. El cariño que
sentía por sus ahijados lo mostraba con delicadeza ma­
ternas, con la alegría de estar con ellos, con su gene­
rosidad. Estaba siempre presente en su ordenación
sacerdotal y vivía en comunión espiritual con el sa­
crificio espiritual que ellos ofrecían diariamente al
Señor.

LEON XIII:
UN MILLON DE LIRAS
Roma, 21 octubre 1879: «No he dejado de referir
— escribía hace 100 años el Card. L. Nina a Don Bos­
co— al Santo Padre (León XIII) todo lo que usted tuvo
a bien exponerme relativo a sus misioneros de Buenos
Aires y a los que van a ir pronto a Uruguay. Su Santi­
dad, que aprecia en su justa medida los no pequeños
avances que hacen los misioneros de su benemérito
Instituto, especialmente en aquellas lejanas regiones
tan necesitadas de ayuda espiritual, se sintió muy sa­
tisfecho; para ayudar a los primeros gastos necesarios
de la próxima expedición, se ha dignado donar para
tal fin la cantidad de mil liras». Hace cíen años equi­
valdrían a unos 1.280 dólares: más de un millón de li­
ras italianas actuales.

noUeloff
INDIA:
fuera la s c h a b o l a s

Madras: En uno de los barrios más pobres de la ciu*
dad, casi todo él de chabolas, la comunidad salesiana
de «St. Joseph Technical Schoo!» con el apoyo de «Madrás Metropolitan Deveiopement Autorities» está ulti­
mando un proyecto de saneamiento de toda la zona
suburbana. En los dos años próximos quedarán arregla­
das tres áreas, con un total de 1.500 familias. La tras­
formación radical de otras doce áreas debería termi­
narse en los diez años próximos al dar a la aglomera­
ción de chabolas un aspecto civil y digno del hombre.
El ambicioso e interesante proyecto prevé tres fases
sucesivas de realización: 1) sensibilizar a los mismos
habitantes en la mejora de los barrios y contar con
ellos: «Estamos convencidos — dicen los salesianos—
que sin eso no conseguiremos nada»; 2) dotar de in­
fraestructuras básicas, como calles, servicios higiéni­
cos, alcantarillado, instalaciones eléctricas y de agua,
etc.; 2) perfeccionar las estructuras hechas y dotar a
cada barrio de consultorios médicos, hospitales, cen­
tros de promoción humana, escuelas diurnas y noctur­
nas, centros recreativos, etc. La «St. Joseph Techni-

\

cal School» incluye ya una parroquia, un centro juve­
nil. una escuela profesional moderna y apreciada. Si­
tuada en uno de los barrios más pobres de Madrás
espera hacer mucho más de lo que dice el proyecto:
o sea, ayudar a millares de pobres para que se den
cuenta de su dignidad humana.

CHILE:
EL CARDENAL Y LOS NIÑOS
Santiago de Chile: El cardenal Raúl Silva Henríquez,
arzobispo de Santiago de Chile, ha dirigido un mensaje
a los niños de la archidiócesis con motivo del Año In­
ternacional del Niño. Escribe el Cardenal que se pone
muy contento cuando sabe que un niño tiene una fa­
milia que lo quiere y cuida. «En cambio — continúa él—
mi corazón de padre sufre cuando me llega la noticia
tristísima de niños que no tienen ya a sus padres, o
tienen el padre sin trabajo, o no tienen casa, o están
enfermos y no pueden jugar. Creo que también vos­
otros — escribe ei Cardenal a los jóvenes destinatarios
de su mensaje— sentiréis la voz de los niños que, en­
tre lágrimas, dicen: tengo hambre, tengo miedo y es­
toy solo por que en mi País los adultos se pelean y
hacen la guerra». El Cardenal Silva Enríquez pide des­
pués a los niños de Chile que no olviden que en todo
el mundo hay niños que sufren, y los invita a rezar mu­
cho para que cesen las guerras y las injusticias.

BRASIL;_____________________________ _
RESPETAR
LOS DERECHOS DE LOS PUEBLOS
Brasilia: Mons. Ivo Lorscheiter, presidente de la Con­
ferencia Nacional Episcopal de Brasil, de los que unos
quince son salesianos, ha declarado en Brasilia que la
guerra civil de Nicaragua «debe servir de lección a los
gobernantes que mantienen sus países bajo un régi­
men de fuerza». El prelado observa después que en
tales casos llega el momento en que los pueblos recu­
rren a gestos desesperados para recuperar la libertad
perdida. Mons. Lorscheiter. pues, ha condenado los re­
gímenes latinoamericanos que siguen la ideología de
la «seguridad nacional» y ha afirmado la necesidad
de una reflexión profunda sobre los problemas polí­
ticos de nuestro tiempo.

EL SALVADOR;________________________
ASISTENCIA MEDICA A LOS POBRES

ROMA: En la capilla de la Universidad Salesiana
la señora Kashiwagy, japonesa, ha recibido los tres
sacramentos de la iniciación cristiana. Como los
Magos de Oriente, Sabina vio la «estrella» y vino
a adorar...

San Salvador: La presidenta de las exalumnas salesianas de Centroamérica, señorita Irma Díaz Fajardo,
comunica que las exalumnas dirigen en San Salvador
un centro de asistencia médica para la gente más po­
bre. que no dispone de otro medio de asistencia.
dos los domingos el consultorio está abierto al pú­
blico, con la participación de algunos médicos, de en­
fermeros, y de otras personas generosas que colabo­
ran en esta obra social.
Las exalumnas salesianas de Costa Rica han abierto
un centro similar,, especializado en niños inválidos.

29

León: Doy las gracias a María
Auxiliadora porque mi hijo ha recu­
perado el oído por medio de una
operación. Deseo sea publicado en
el Boletín Salesiano y envío una
limosna para el culto de nuestra
Madre. María L., archicofrade.
Madrid: Doy gracias a María
Auxiliadora, porque, sufriendo mi
nuera un embarazo muy difícil, con­
fié en Ella y, al Igual que en otras
ocasiones, todo se ha resuelto fe­
lizmente. Agradecida envío un do­
nativo. Lucía Andrés.

Béjar (Salamanca): Una vez más
María Auxiliadora escuchó mi sú­
plica, y me concedió el favor que
le pedí. Se trataba de un problema
de cierta importancia, y no dudo
que su intervención allanó la difi­
cultad para que se resolviera como
deseábamos. Doy gracias a Ella por
tan señalado favor publicándolo y
enviando una limosna. F. M. M.
Guía (Las Palmas de Gran Cana­
ria): Doy gracias a María Auxilia­
dora por una gracia muy especial
recibida de la Virgen. Envío una
oferta para sostenimiento de las
Misiones Salesianas. Carmela Díaz
Gil.
Orense: Estando en una situa­
ción y una enfermedad muy com­
plicada. estuvieron a punto de ope­
rarme y no era sólo la operación
en sí aunque era difícil, si no sus
graves consecuencias, pues no te­
níamos familia y pensaban hacerme
una estreptomía; acudimos a María
Auxiliadora y gracias a tan buena
Madre, no fue necesaria la opera­
ción, encontrándome muy bien y
quedando perfectamente para tener
familia: también sentimos su pro­
tección en mi madre, que estando
enferma y con varias complicacio­
nes la encomendé a María Auxilia­
dora prometiéndole una limosna y
hacerlo público en el Boletín Sale­
siano, gracias a ella pudo superar

todo y hoy se encuentra muy bien.
Que nuestra Madre nos siga pro­
tegiendo, en otro problema que te­
nemos pendiente. En acción de
gracias por todos los favores. M.
E. G.
Burgos: Estoy en deuda con San
Juan Bosco hace muchos años...
casi cuarenta... demasiados... Me
tocó pasar la guerra en Madrid en­
tre cárceles, encondrijos y mil pri­
vaciones y necesidades que son de
suponer. El hecho es que, al termi­
nar la Cruzada, quedé «tocado del
pulmón» muy seriamente. Fueron
pasando así casi tres años entre
radiografías, reposos, inyecciones y
tratamientos médicos: pero las co­
sas iban de mal en peor. El 29 de
noviembre de 1942, en el Noviciado
de Mohernando me comenzaron una
serie de hemoptisis que no había
modo de cortar. Después de más de
un mes de hemoptisis diarias, con
gran trabajo logré ingresar en el
Hospital Provincial de Madrid, pen­
sando que con los recursos que
un hospital puede tener, se corta­
rían rápidamente. Pero, no fue así.
Siguieron más numerosas y más
intensas que antes. Los cuidados
médicos no faltaban, ni las inyec­
ciones. ni el reposo absoluto, te­
nía prohibido el hablar, sólo podía
comunicarme o por señas o por es­
crito: pero, nada se conseguía. Me
fui decayendo cada vez más al no
ver mejoría. Y. para colmo, oí a las
Hermanitas de la Caridad que me
asistían y. cuchicheando, decían:
Este muchacho salesiano se nos
queda en una de éstas, pues, no
le obedecen las medicinas. Des­
pués de oír esto, pasado ya un mes
en el hospital, y después de otro
golpe que me dejó extenuado, me
dije: Si no hay un milagro, esto
no se arregla. Enseguida cogí una
estampita corriente de San Juan
Bosco con una reliquia del Santo
— que tenía a mano— . y soy cons­
ciente que dije: «Si al aplicar esta
reliquia de San Juan Bosco sobre
el pecho no vuelve a salir ni una
gota de sangre, lo atribuiré a una
gracia del Santo y la publicaré en
el Boletín Salesiano lo antes posi­
ble».

Y puedo asegurar, en conciencia,
que desde ese momento no volvió
a salir ni una gota de sangre. De
forma que los médicos constataron
que no existía peligro alguno, y a
los pocos días me dieron de alta.
Me han hecho posteriormente un
sin fin de radiografías para comprobar la total curación y en ninguna
hay señales de peligro, y no he
vuelto a tener molestia alguna des­
de entonces. ¿Curación normal, co­
incidencia, gracia especial, mila­
gro?... E! hecho es que yo lo atri­
buyo, como gracia especial, a San
Juan Bosco, a quien me encomen­
dé e hice la promesa... Y, ahora,
por fin, quiero cumplir lo prometi­
do, aunque sea después de treinta
y siete años... si bien, ha habido
sus razones para diferirlo. Emilio
Alonso Burgos, Sacerdote Salesia-

p

Posadas (Córdoba): Dan gracias
a María Auxiliadora por un gran fa­
vor recibido y envían una limosna.
Elias Maestre y Pepi Vega.
Torre-Cárdela (Granada): Dan gra­
cias a María Auxiliadora y envían
una limosna para las Obras Sale­
sianas: Encarna Sánchez, Encarna
García, Remedios García, María Ji­
ménez, Carmen García, Inocencia
Salcedo y una dovota de la Virgen.
Orense: Doy gracias a María Au­
xiliadora por un gran favor recibido
de tan buena Madre. Le envío una
limosna y deseo se publique en el
Boletín Salesiano. Carmen Vázquez.
Llaranes - Avílés: Encomendé mi
sobrina-nieta a María Auxiliadora en
una grave enfermedad de septice­
mia. Cuando los doctores le daban
pocas horas de vida, empezó una
rápida mejoría. En agradecimiento
a tan buena madre, envío una li­
mosna para las obras salesianas.
Nuria Cantera.
Cruces-Baracaldo (Vizcaya): Envío
una limosna para las obras salesia­
nas y ruego para que nuestra ma­
dre, María Auxiliadora, siga dispen­
sando gracias y favores a sus hijos
necesitados. María Magdalena.

30

I

nueolro gratitud
— Doy gracias a María Auxilia­
dora y a Jesús del Amor Misericor­
dioso por los favores recibidos y
envío una limosna en agradecimien­
to. Angelita Saavedra.
— En agradecimiento a María
Auxiliadora por los favores recibi­
dos, envío una limosna para las
obras de los salesianos. Otilia Libeña.
Santa Marta (Salamanca): Doy
gracias a María Auxiliadora por un
doble favor. El primero y principal
es el de haberme librado de una
dolencia que hacía tiempo me aque­
jaba: imploré el favor de la Virgen
y salí de la peligrosa amenaza.
El segundo es que tenia yo des­
de hacía bastante tiempo un pre­
cioso cuadro con la maravillosa
imagen de María Auxiliadora, a la
que profeso una devoción muy

grande desde que mis dos hijos es­
tuvieron en el Colegio de Pizarra­
les. Con motivo de un traslado de
domicilio este cuadro no aparecía
a pesar de nuestra búsqueda. Pedí
a la Virgen que me diera acierto
para encontrar el mencionado cua­
dro. y algunos días después apare­
ció buscándolo por una de las habi­
taciones menos frecuentadas.
Por todo ello doy gracias a nues­
tra Virgen Auxiliadora y envío un
donativo. Avelia Ramos.
Vigo: Pedí a María Auxiliadora
que mi novio consiguiera un trabajo
fijo y dentro del lugar que a mí me
gustaba. Como he obtenido este fa­
vor y otras muchas gracias que le
he pedido envío la limosna prome­
tida para las vocaciones salesíanas
y deseo se publique en el Boletín
Salesiano. María del Pilar López.
Ponferrada (León): Damos gra­
cias a María Auxiliadora por un fa­
vor recibido. Jesús y Malte.
Puenteceso (La Coruña): Entrego
una limosna a San Juan Bosco y a
María Auxiliadora en reconocimien­

to por los favores recibidos y de­
sea se publique en el Boletín Saleciano. Jesús Tamiet.
Barcelona: Hago público mi agra­
decimiento a María Auxiliadora por
su asistencia y protección en una
delicada operación del corazón, su­
frida por un familiar mío, y entrego,
en testimonio de mi reconocimien­
to una limosna para la Obra de Don
Bosco. Una Voluntaria de Don Bos­
co.
Salamanca: Envío un donativo pa­
ra el Boletín Salesiano.
Quiero con ello, poner un granito
de arena a extender la devoción a
María Auxiliadora, cuyas gracias y
ayuda abundante he recibido de tan
Augusta Madre Celestial.
Enfermo de consideración, fui in­
ternado en un Hospital, donde me
diagnosticaron una «Cirrosis hepá­
tica».
Ante esta noticia, por mi mente
pasó de todo. Desde el desaliento
y el paroxismo de la desesperación,
hasta la duda de ia fe. Estaba en la
encrucijada de desesperarme, o ofre­
cer a Dios por medio de su Santa
Madre, los sufrimientos y desenla­
ce de la terrible enfermedad.
Gracias a la intervención de Ma­
ría Auxiliadora, a la que. aunque
muchas veces de forma más o me­
nos rutinaria, no le había negado
casi ningún día, la Salutación del
«Angelus»... Vi con mucho asom­
bro, cómo la nube que cubría mi es­
píritu, se disipaba y volvía a rena­
cer en mí un horizonte de esperan­
za y de amor.
Ello me ayudó a que virando el
rumbo de mi vida, enfilara la proa
por otra singladura distinta que a
través de la Santísima Virgen, me
llevaría de seguro, a un puerto de
Salvación.
Tomé la cosa con filosofía y, en
vez de desesperarme, llegué a ofre­
cerle todo, de tal manera que has­
ta llegué a bendecir la enfermedad

por la que me había acercado más
a la Madre del Cielo.
El efecto no se hizo de esperar.
Aprendí a valorar los esfuerzos del
magnífico cuadro de Doctores que
me atendía y de las personas que
con tesón colaboraron en mi enfer­
medad, y aprendí también a no ser
desagradecido y seguir con ahínco
cuantos consejos terapéuticos me
daban, y ofrecerlo todo a Dios a
través de su Madre, María Auxilia­
dora.
Hoy día, me encuentro práctica­
mente bien, feliz y muy contento y
sin ninguna nube que empañe el
horizonte de mí vida. Emeterio Bar­
bero Aparicio.
Madrid: Doy gracias a María Au­
xiliadora y a San Juan Bosco por
la protección que me dispensan y
entrego un donativo para ayuda de
la Obra más necesitada. Sría. Emi­
lia Blázquez.

Madrid: María Auxiliadora nos ha
concedido últimamente dos gracias
que deseamos hacer constar: una
se refiere a la salud de uno de los
miembros de esta familia, la ma­
dre, que superó felizmente una
operación.
La otra gracia es de otra índole
y ha traído al ánimo de todos una
tranquilidad que veníamos echando
de menos. Estamos contentos por
ello, damos gracias a María Auxi­
liadora y hacemos llegar una limos­
na para las Obras Salesianas. Fa­
milia Velga Ochoa.
Ciudad Real: Por favores recibi­
dos. Antonio y Solé dan gracias a
María Auxiliadora y envían una li­
mosna. N. N.
Salamanca: Por ios favores reci­
bidos de Nuestra Madre María Au­
xiliadora, quiero expresarlo pública­
mente y envío una limosna para las
Obras Salesianas. I. V. M. M.
Madrid: Doy gracias a María
Auxiliadora por un favor recibido
y le envío un pequeño donativo.
N. N.

31

FUERON

A

LA

CASA

DEL

fidelidad, la serena laboriosidad, la
devoción a la Virgen y la humilde
entrega a la voluntad de Dios.

Don José Coll Oliva t en Barce­
lona el 16 de marzo de 1979 a los
sesenta y ocho años de edad. Un
infarto de miocardio lo sorprendió
en la estación mientras esperaba,
ya acomodado, la salida del tren.
Había nacido en Estach, pueblecito
leridano. A los dieciséis años llegó
como aspirante a Sarriá y, al año
siguiente hizo el noviciado y su pro­
fesión religiosa. En Huesca pasó
los primeros doce años de su vida
salesiana, al principio como coci­
nero y luego como maestro. «Dar
clase mientras se oyen estallar los
obuses y, de cuando en cuando, su
impacto abre un boquete en la pro­
pia casa, es una singular experiencia
que el señor Coll gustaba evocar».
Terminada la guerra y tras bre­
ves estancias en Zaragoza y Alican­
te. trabajó en Alcoy durante nueve
años. «Son 584 los alumnos que
han pasado por mi clase» dejó
apuntado en un cuaderno. En Mataró trabajó durante dieciséis años
con gran ilusión, preparando a los
chicos en la sección de Ingreso.
En 1967 fue destinado al Tibidabo. Sereno, con su punta de hu­
mor. era un hombre que difundía
paz. «|Oué suerte, dijo después de
un serio susto del corazón, morir
en el Tibidabo y en primer viernes!»
Era un saleslano sin aristas, que se
hacía querer de todos. Caracterís­
ticas suyas fueron la discreción, la

Don Alfonso Martínez Díaz t en
Carabanchel Alto - Madrid a los
ochenta y dos años de edad. Había
nacido en La Habana (Cuba) en
1897. Vocación tardía, entró como
aspirante en el Colegio de Santan­
der a los treinta años. Profesó en
Carabanchel en 1929. Primero tra­
bajó en Orense y Baracaldo como
educador. En 1936, después de su
profesión perpetua, fue detenido en
Mohernando, desde donde lo lleva­
ron a la cárcel de Madrid junto con
otros 80 salesianos jóvenes, donde
estuvo nueve meses. Terminada la
guerra realizó su apostolado en Béjar, Baracaldo, San Blas, Colegio de
Huérfanos de Ferroviarios de Ma­
drid y Carabanchel Alto, donde pa­
só los dieciséis últimos años de su
vida.
Su larga vida de salesiano fue
una continua manifestación de po­
breza y de sencillez. Atento y deli­
cado con todos, agradeció siempre
las atenciones que tenían para con
él. Sus antiguos alumnos confie­
san: «Don Alfonso fue un salesiano
trabajador, 'muy amante de los ni­
ños y muy familiar». Demostró
siempre un gran amor a Don Bosco
y a la Congregación, observante de
sus reglas y con un fino sentido
de! humor, del que supo aprove­
charse para verse rodeado de pe­
queños y grandes, a quienes hacía
llegar su oportuna palabra.
Doña Lola Madrid, Viuda de Bo­
rrego t en Ronda (Málaga) el 20 de
noviembre de 1979. Su alma gene­
rosa habrá ya sido recibida en los
brazos del Señor, por quien tanto
trabajó durante toda su vida, y en
los de María Auxiliadora, a la que
profesaba tierna devoción.
Formada la Junta de Damas pro­
tectoras del Oratorio Festivo Sale­

PADRE

slano en las Escuelas de Santa Te­
resa, fue elegida Presidenta. Pre­
sidenta y no de honor, sino de gran
actividad en pro de los centenares
de oratorianos que domingos y días
festivos y de vacaciones llenaban
los patios de las Escuelas de San­
ta Teresa, tan queridas en Ronda
y dirigidas por los salesianos des­
de el año 1902, y 1919 el Colegio
«Sagrado Corazón».

^

Al morir sus tíos, don Francisco
Granadino y Señora, la dejaron co­
mo única heredera y Albacea. Es
verdad que ellos, antes de morir,
ya habían demostrado deseo de que
su hermosa casa pasara a la Con­
gregación Salesiana.
Y doña Lola Madrid, así es cono­
cida por toda Ronda, no duró lo
más mínimo en cumplir la voluntad
de sus tíos, sin pasarle por la men­
te que esa hermosa casa, en bue­
na justicia, podría ser suya. Y tra­
mitó el expediente necesario y en­
tregó esta hermosa casa a los Sa­
lesianos, en la persona de su muy
estimado salesiano don Francisco
de la Hoz Cavielles.
Tanto sus tíos como ella, desea­
ban que fuera destinada a salesia­
nos ancianos y enfermos, ya que el
clima rondeño es tan excelente. Así
fue durante muchos años (hasta el
64 en que murió su Director, don
Salvador Rosés). Cerrados los dos
colegios, pasamos a esta casa los
siete salesianos que en Ronda tra­
bajamos. en la misión que a cada
uno han señalado los superiores.
Doña Lola Madrid, merece de la
Congregación Salesiana, eterna gra­
titud por este acto y cuantos, de
toda índole, en favor de las casas
salesianas de esta hermosa ciudad
de Ronda.

>

Por ello, después de enviar nues­
tro sentido pésame a su hija y nie­
tos y demás familiares, pedimos a
los lectores del Boletín Salesiano,
una muy fervorosa oración por el
eterno descanso de su alma.

32

i

AUDIOVISUALES
Curso de RELACIONES INTERPERSONAIES Y CONVIVENCIA
Responde a la materia «Convivencia» de BUP.
Para grupos de jóvenes y adultos.
2 carpetas — curso.
Cada carpeta con:
— 10 unidades-lecciones.
— 96 diapositivas.
— libro de texto.
— cassette.
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CDlecciÓn PARAROLAS OEL SIGLO XX
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tiene las diapositivas y el texto. El cassette se adquiere aparte.
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FLOR Y LA METRALLA

En nuestra mano tenemos el poder de destruir y de construir.
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: cassette (común con PR. 2)

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Somos muchos los que pasamos de largo cada día
ante la mano-corazón tendida del moribundo.
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LIBERTON

Gatos y ratones en la sociedad actual. ¿Qué clase
de gato? ¿Qué clase de ratón?
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: cassette (común con PR. 4)

PR. 4

600 Ptas.
300 Ptas.

Si LOS TiBURONES FUERAN PERSONAS

Proceso o critica al direccionismo utilitario de la ESCUELA ACTUAL.
Precio: texto y 24 diapositivas
; cassette (común con PR. 3)

700 Ptas.
300 Ptas.

■ |[ ¡^

1. LOS DERECHOS DEL NiNO




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Amplio texto.
48 diapositivas.
Cassette.

Precio con cassette:

1.400 Pta«.

2. CABLES Y PAJAROS




Lecturas para la Escuela.
Máxima utilidad para EGB.
Se compone de — texto de lecturas ilustrado.
— 96 diapositivas.
— cassette.

Precio con cassette:

2.500 Ptae.

CENTRAL CATEQUISTICA SALESIANA — Alcalá 164 — MADRID - 28

Fecha
1980.01