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Título
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BS_1972_10
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Descripción
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Boletín Salesiano. Octubre 1972
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extracted text
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DON BOSCO
UNA PAGINA PARA LOS NIÑOS
LA MANO COMPARTIDA
Guaridos amigos:
Esta rnsAana me sorprendí pensando
en vosotros y en la carta que tenía que
eacribiros. Y es que sois muchos para
escribir y uno solo fiera contestar. ¿Y
de qué les voy a hablar a mis amigos
esta mañana?, me dije. En seguida me
respondí: iN o hay más remedio que ha
blarles de Don Rúa. en este mea que va
a subir a los altares*. ¿A qué altaros
—me diréis— . ahora que están quitando
a los santos de sus nichos en les Igle
sias? ¿Ahora se le ocurre a D. Rúa subir
a ellos? Bien podía haberse encaramado
antea...
Bueno, bueno. GIgo vuestras observa
ciones y sólo me permito daros una bre
ve explicación. Don Rúa va a ser decla
rado bienaventurado por Pablo VI. Eso
quiera decir que lo va a beatificar. Es
el modo con el que la Iglesia va a re
conocer oficialmente que el Primer Su
cesor de S. Juan Bosco ha sido premiado
por Dios en el cielo y que nosotros pode
mos tributarle un culto de veneración. Ni
siquiera hace falta que escale los altares
ni que lo suban a los nichos. Este de
recho a loa altares lo adquirió en vida
alendo un auténtico santo cosa que la
Iglesia reconoce ahora oficialmente.
Por eso.
porque Roma
mer sucesor
llamaba Don
nuestra alegría es grande,
reconoce la santidad del p ri
de San Juan Bosco, que se
Miguel Rúa.
Y, mirad por donde, lo que Roma va
a decir ahora, ya lo había dicho San Juan
Bosco hace más de cien años...: «D. Rúa
es un santo tan grande que si no hace
milagros es porque no quiere*.
Oíd: M iguellto Rúa estudiaba en el
colegio de los Hermanos de la Salle en
Turin. Don Bosco iba a confesar a los
niños del colegio y a llí se encontró por
primera vez con M iguellto. El chiquillo
quedó encantado al ver a Don Dosco y
esperaba con ansia el día en que e l san
to Iba a confesar para poder aca.'ca.'se
a él.
alejaba pensado: «¿Por qué Don Bosco pekr
rece que quiere darme la mitad de su
mano?*.
•A la ida y al regreso de la osct'ela,
M iguellto tenía que pasar por delante del
Oratorio y hada todo lo posible para en
contrarse con el Santo. Se le acercaba
corriendo, lo saludaba y alguna vez le
pedía una estampa. Don Bosco lo recibía
sonriendo, le ponía el sombrero sobre la
cabeza, le decía palabras ocurrentes y
luego hacía un gesto misterioso: abría y
presentaba al niño la palma de la n iino
Izquierda, después ponía sobre ella la de
recha de canto, como si fuera un cuchillo,
y hacía el gesto de separar la mitad ex
clamando: «Toma, toma, M lguelln. ¿Quie
res que hagamos así?». Y sonreía. El pe
queño. con la alegría en el corazón, se
No hace falta explicaros a vosotros el
gesto de partir la mano por la mitad. Me
parece o ír vuestra respuesta: «Pues por
que Don Rúa iba a ser el prim er suce
sor de San Juan Bosco*. Muy bien, y
también porque Don Rúa le iba a ayudar
mucho en la fundación de la Congregar
ción ’Saleslana. Por eso el nuevo «beato*
se considera como el brazo derecho de
San Juan Bosco. Si en vida compartió
los ideales, las alegrías y los sufrimien
tos del santo de fa juventud, también
ahora tenía que participar de la misma
gloria.
Más tarde, el joven preguntó al santo
el significado de aquel gesto con el cual
parecía que le ofrecía Ja mitad de su
mano, cuando lo encontraba por la calle.
Don Bosco. venciendo su conmoción, le
respondió: «Mira, M iguel, Don Bosco que
ría decirte que un día iría a medias con
tigo. Lo coprenderés mejor más tarde*.
Al o ír 'aquellas palabras «iremos a me
dias en todo*, el muchacho se sintió inun
dado de alegría*. (Adolfo L'Arco).
Ahora sí que entendéis bien lo que
Don Bosco quería decir con el gesto de
partir su mano por la mitad.
Bueno, y que os encomendéis al nuevo
•Bienaventurado Don Rúa* para que os
conceda la gracia de subir también a
los altares, aunque sólo sea para quitar
el polvo... Lo Importante es ser santo de
verdad.
Recibid un abrazo de vuestro buen
amigo.
PADRE RAFAEL
de fe Obre de Oon Bosco
AAo LXXXVI - N.o 10 • Octubre 1972
Director;
RAFAEL ALFARO
Dirección, Redacción y Admón.:
Aicaiá, 164
Teléfono 255 20 00
MADRID-2 8
Depósito Legal: M. 3.044-1958
(Con censura ecleslAstioa)
Imprime: Escuela Gráfica Sateelana
Madrid-Atooha
EN ESTE NUMERO:
Pág.
El 29 de octubre .......
A medias con Don Bos
c o ..............................
Don Bosco revive en su
sucesor .....................
Etapas luminosas .......
Sólo hay una respues
ta: la Santidad .......
N o ticia s........................
Juventud de Conii ..
Cooperación
Salesiana
y Tercer Mundo
Misiones del Assam, 5i
años ..........................
“ Me llamo... Nirmala”
El movimiento Kyro-Zai
r e ...............................
Gracias a María Auxilia
dora ...............
Fueron a la casa de
Padre ..............
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NUESTRA PORTADA:
Es el cuadro del pintor Cri
da, que se halla en la igle
sia de San Francisco de Sa
les de Valdocco. Representa
la primera misa de Don Mi
guel Rúa, cantada precisa
mente en dicha iglesia,
acompañado por Don Bos
co, el 30 de julio de 1860.
En la misma iglesia de San
Francisco de Sales, en el
altar mayor, que aparece en
el cuadro, serán colocados
los restos mortales del nue
vo Beato, después de la
Beatificación.
DON RUA A LOS ALTARES
El próximo 29 de octubre tendrá lugar en Roma la BEA TI
FICACIO N de don Miguel Rúa, primer sucesor de San Juan
Bosco. Con él, ya son cuatro los santos formados en la escuela
de Don Bosco: el Fundador, Madre Mazzarello, Domingo Savia
y, ahora, Don Rúa. Cuatro santos de distinto significado y de
gran originalidad personal. Y una escuela fecunda en santidad,
que nos recuerda los tiempos gloriosos de San Ignacio de Loyola y sus compañeros santos en la fundación de la Compañía. Po
cos casos se han dado en la historia de la Iglesia como el de esta
escuela de Don Bosco tan rica y tan fecunda en santidad.
Don Rúa es una gloria de San Juan Bosco, crecido desde pe
queño a su lado y escogido por el Santo para ser el continuador
de su obra. Después de la gracia de Dios y de su trabajo perso
nal, la santidad de Don Rúa es un fruto de la educación de Don
Bosco.
El mismo Fundador supo guiarlo y llevarlo a desempeñar los
, cargos en los que fraguó su heroísmo. Nadie mejor que Don Bos,co conocía a su '^Miguelín” y nadie gozaba más que el Padre
al ver las cualidades del hijo y sus progresos en la virtud. '‘Don
Rúa puede hacer milagros — llegó a decir en una ocasión— si
no hace milagros es porque no quiere.” Por consiguiente, pensa
mos que la beatificación de Don Rúa es un sumando excepcio
nal para valorizar la escuela de santidad de Don Bosco.
Fue en 1890 cuando Don Rúa vino a España como Rector
Mayor. A su paso por Sevilla, le dejaron la sotana descuartizada,
pues todos querían reliquias del sucesor de Don Bosco, que lle
gaba con fama de santo. "Esto no puede ser” — se quejó a Don
Ricaldone. — "Ya le haremos una sotana nueva — le contestó
éste—; pero mire cómo a nosotros no nos meten las tijeras en
nuestros hábitos...”
La fama de santidad de Don Rúa, en vida, era común. Su
muerte fue un triunfo. Más de 100.000 personas desfilaron ante
sus restos en la iglesia de San Francisco de Sales. El cortejo fú
nebre era un río de varios kilómetros de personas. Su tumba
en Valsálice y, posteriormente, en la Capilla de las Reliquias de
la Basílica de Turín fue el lugar de citas a donde acudían sus de
votos a orar. En seguida se introdujo su causa de beatificación.
Pío XII, el 26 de junio de 1953, lo declaró venerable, recono
ciendo la heroicidad de sus virtudes. Y ahora, el 29 de octubre,
Pablo V I lo beatificará, elevándolo al honor de los altares.
Un día glorioso en el que, una vez más, se reconocerá la fe
cunda generación de santos crecidos en la escuela de San Juan
Bosco. Una escuela que no fue de tecnócratas ni de burócratas,
sino de hombres de Dios entregados a la misión de la juventud
pobre y abandonada.
Por eso es también un día en que los hijos de Don Bosco y
toda su Familia Salesiana echamos al vuelo las campanas de nues
tra alegría.
—
1
MENSAJE DE PABLO VI
PARA EL DOMUND 1972
IN MINE
El llamamienlo del Santo Padre para el Domingo Mundial de la Propa
gación de la Fe, que se celebra en toda la Iglesia el próximo 22 de octubre,
reviste este año un carácter excepcional. Pablo V I ha querido dar relieve, con
ocasión del DOMUND, a tres importantes aniversarios de carácter misionero-,
el 350° aniversario de la fundación de Propaganda Pide; el 150° aniversario
del nacimiento de la Obra de la Propagación de la Fe y el 50° aniversario de
la elevación de la Obra de la Propagación de la Fe, la Obra del Clero y la
Obra de la Santa Infancia a la categoría de Pontificias como órgano propio
de la Santa Sede y del Episcopado universal para la animación misionera de
todo el Pueblo de Dios.
Del transcendental mensaje de Pablo V I extractamos los párrafos más des
tacados.
SIGNIFICADO ESPECIAL DE LA
PROXIMA JORNADA MISIONERA
En memoria de este triple acon
tecimiento, deseamos que la Jornada
Misionera de este año constituya un
cálido homenaje de admiración, de
agradecimiento, de ayuda a la S. C,
‘■(le Propaganda Pide” por la inmen
sa contribución que ha dado al des
arrollo de la actividad misionera de
la Iglesia, y a las Obras Misionales
Pontificias, las cuales han promovido
entre todo el Pueblo de Dios un
espíritu verdaderamente universal y
misionero y han facilitado en gran
parte a la citada Congregación para
la Evangelización de los Pueblos la
realización de sus planes apostólicos.
Esperamos que en este año la Jor
nada Misionera Mundial señale para
totlo el Pueblo de Dios un decisivo
paso adelante en la comprensión de
sus deberes misioneros y en su cola
boración a estas Obras de alcance
universal que, aunque se llaman por
antonomasia Pontificas, son también
verdaderamente Episcopales.
Existe en no pocos católicos el pe
ligro de no preocuparse para nada
de la actividad cvangelizadora de la
Iglesia entre los pueblos no cristianos.
Para esta labor —se excusan— dispone
2
—
el Papa de un específico Dicasterio;
y para eso están también los Insti
tutos Misioneros con sus colaborado
res y bienhechores.
LA COOPERACION DE LAS
MISIONES, DEBER DE TODOS LOS
CRISTIANOS
Afirma, efectivamente, el «.'•i.ilio
Vaticano II que el Pueblo de Dios,
“constituido por Cristo para ser co
munión de vida, de caridad y de ver
dad, se sirve también de él como de
instrumento de la redención univer
sal y lo envía a todo el universo, co
mo luz del mundo y sal de la tie
rra” (“Lumen Gentium", 9); que la
Iglesia es misionera por naturaleza y
por mandato (“ Ad Gentes", 2 y 35),
y que, por tanto, el deber misionero
concierne a todos y cada uno de sus
miembros y a todas y cada una de
sus Iglesias y comunidades locales
(“Lumen Gentium”, 9).
Es verdad que este deber afecta de
manera primaria e inmediata al Papa
y a los obispos (“Ad Gentes", 29 y
38). y de modo particular a ios sa
cerdotes y a los religiosos y a las re
ligiosas por su consagración al ser
vicio de Dios y de la Iglesia (“Ad
Gentes”, 39 y 40); pero ningún fiel
cristiano debe creerse ajeno a este
deber, ya que, mediante su bautis
mo, quedó incorporado a una Igle
sia esencialmente misionera (“ Ad
Gentes”, 36).
Este deber de cooperar a la obra
de las Misiones podría parecer a al
gunos —ante el anuncio de una Jor
nada Anual de Misiones— que sólo
exige la colaboración de un único día
al año. Muy al contrario. No se tra
ta aquí de una recomendación mar
ginal, sino de cumplir un deber fun
damental del Pueblo de Dios, inhe
rente a la naturaleza misma del ser
cristiano (“ Ad Gentes”, 36); del “de
ber supremo y más sagrado de la
Iglesia" (“ Ad Gentes", 29).
9 SIN FRONTERAS
ciones, ¿no tendrá quizá su origen
en la ausencia prolongada de autén
tico espíritu misionero?
LAS O.M.P. INSTRUMENTO
PRINCIPAL PONTIFICIO Y EPISCO*
PAL DE LA COOPERACION
MISIONAL
A los cincuenta años de la erec
ción de las Obras Misionales Pontifi
cias queremos testimoniar a éstas nues
tro afecto especialísimo, nuestra pro
funda gratitud por los servicios pres
tados a la Santa Sede y a la Iglesia
entera, y proclamarlas una vez más
como el instrumento principal de la
Santa Sede y del Episcopado en el
campo de la cooperación misional, “ ya
que ellas son —como ha declarado
el Ojncilio— los medios para infun
dir en los católicos desde la infancia
el sentido verdaderamente universal y
misionero y para estimular la reco
gida eficaz de subsidios en favor de
todas las Misiones, según las necesi
dades de cada una". (“Ad Gen
tes", 38).
C^mo la respiración física no pue
de interrumpirse sin peligro de muer
te. tampoco el afán misionero puede
limitarse a una sola Jornada Anual,
so pena de comprometer claramente
el porvenir de la Iglesia y nuestra
misma existencia cristiana. Por esta
razón, en el importante documento
posconciliar “Ecciesiae Sanctae" (III,
3), por el que se aplican a la pasto
ral práctica las normas conciliares, se
afirma que la Jomada Misionera Mun
dial debe ser la expresión espontánea
de un espíritu misionero, mantenido
vivo todos los días del año median
te la oradón y el sacrificio. La as
fixia espiritual en que boy se deba
ten tristemente dentro de la Iglesia
Católica tantos indidduos e institu
La recta ordenación de la coope
ración misional, que debe ser dirigi
da por los obispos a nivel nacional y
diocesano, tendrá en cuenta, por tan
to, esta especial estructura pontificioepiscopal de dichas Obras y la nece
sidad de coordinar con e11a< los dere
chos y las iniciativas de los Institu
tos religiosos y de obras misioneras
particulares.
EL UNIVERSALISMO MISIONERO,
DISTINTIVO PRINCIPAL DE U S
O.M.P. Y DEL DOMUND
El más puro tmiversalismo caracte
rizó desde su nacimiento a estas
Obras, y fue precisamente este dis
tintivo peculiar la razón principal de
su elección para convertirlas en “ins
trumento oficial” de la Sede de Pe
dro para ayudar a todas las Misio
nes (M. P. “Romanorum Pontifi“ Precisamente porque somos cató
licos —declaraba el primer presiden
te de la Obra de la Propagación de
la Fe el año mismo de su fundación
por Paulina Jaricot, hace ciento cin
cuenta años—, no queremos sostener
tal o cual Misión en particular, sino
todas las Misiones del mundo”. El
universalismo misionero debe ser tam
bién el lema que presida todos los
actos que se organicen en torno a
esta Jornada Mundial que os anun
ciamos.
Sabed, por último, que esta Jor
nada, en virtud del documento fun
dacional, está también destinada a la
promoción de estas Obras Misiona
les Pontificias, en particular a la Obra
de la Propagación de la Fe. Conoce
mos las dificultades que encuentran
estas Obras en su camino, sobre todo
en nuestros días; pero nos consuela
grandemente pensar que, a pesar de
todas las dificultades, estas Obras
Misionales Pontificias, en su conjun
to, no sólo no han detenido su paso,
sino que en algunas naciones han su
perado sus antiguos logros.
Rogamos al Señor que las Obras
Misionales Pontificias, renovadas en
sus estructuras, conforme a las orien
taciones pastorales del Concilio Va
ticano II, y bajo la guía del humil
de Vicario de Cristo y de los obis
pos, puedan iniciar en este año de
1972 una nueva era de plenitud y
desarrollo, y realizar su programa de
incorporación de todo el Pueblo de
Dios, de manera eficaz y consciente,
al quehacer misionero de la Iglesia.
A MEDIAS C(
En el mes de la beatificación de Don Miguei Rúa,
presentamos unos capítulos
del hermoso libro de Adoifo L’Arco,
editado recientemente en Barceiona.
Don Rúa, la gran figura humana
UN QESTO MISTERIOSO
Miguel Rúa vio la luz el 9
de junio de 1837 en Turín, en
la barriada de Valdocco, cerca
de la Real Fábrica de Armas,
en la cual su padre era jefe de
sección. Fue bautizado dos días
después. Su padre, Juan Bautis
ta, había perdido a su primera
esposa, que le había dejado cin
co hijos, y había contraído se
gundas nupcias con la señora
Juana María Ferrero (que le dio
otros cuatro hijos, muertos casi
todos en tierna edad). Miguelito fue el último de la nidada.
La fábrica de armas tenía un
capellán que enseñaba catecismo
a los hijos de los obreros y era
maestro de enseñanza primaria.
Miguelín se distinguió en segui
da por su temperamento fino,
por su aplicación al estudio y
por su afición a las funciones re
ligiosas. La señora María, cuan
do terminó la enseñanza ele
mental. lo inscribió en la supe
rior dirigida por los Hermanos
de las Escuelas Cristianas.
Allí se encontró con Don
Bosco. Sobre su rostro Miguelito fijó la primera mirada con
los ojitos de niño que durante
un mes habían llorado por su
padre muerto; le pareció pre
senciar un prodigio; la sonrisa
del padre revivía allí, ante él, y
brillaba más bella sobre aquel
rostro encantador, orlado de es
pesos rizos negros.
El santo, entonces en la trein
tena de su edad, estaba en su
pleno vigor, y el encanto que
se desprendía de él atraía y con
quistaba. El niño se sintió ga
nado totalmente por Don Bos
co, lo mismo que por su madre;
y esperaba ansiosamente el día
de la semana en que Don Bos
co acudía a confesar a los alum
nos de las Escuelas Cristianas.
A la ida y al regreso de la es
cuela, Miguelito tenía que pasar
por delante del Oratorio y ha
cía todo lo posible para encon
trarse con el santo. Se le acer
caba corriendo, lo saludaba y al
guna vez le pedía una estampa.
Don Bosco lo recibía sonriendo,
le ponía el sombrero sobre la
cabeza, le decía palabras ocu
rrentes y luego hacía un gesto
misterioso: abría y presentaba
al niño la palma de la mano iz
quierda, después ponía sobre
ella la derecha de canto, como
si fuera un cuchillo, y hacía el
gesto de separar la mitad, excla
mando: “Toma, toma. Miguelín.
¿Quiéres que hagamos así?” Y
sonreía. El pequeño, con la ale
gría en el corazón, se alejaba
pensando: “«jPor qué Don Bos
co parece que quiere darme la
mitad de su mano?”
Obtuvo con notas brillantes
el diploma del gimnasio: uno de
los examinadores, Domingo Cappellina, de cierta nombradla en
el mundo literario, felicitó a Don
Picco con estas palabras: “Le
envidio a este alumno. Preveo
que hará una espléndida carre
ra
Don Bosco, el 5 de junio de
1852, inició para sus mucha
chos mejores una serie de con
ferencias secretas a las cuales in
vitó en primer lugar a Rúa, que
entonces contaba apenas quince
años. En aquellas conversacio
nes familiares el santo Educa
dor, en tonos muy matizados y
con palabras sencillas, invitaba
a aquel grupo de elegidos a
echar los cimientos de la Con
gregación Salesiana, pero redu
cía al máximo la empresa, pre
sentándola más bien como una
invitación cordial a ayudarlo en
la obra del Oratorio y a consa
grar la propia vida a la salva
ción de los jóvenes.
Don Bosco, cada vez más con
tento de su predilecto, lo invi
tó a vivir con él en el Oratorio;
Miguelito pronunció su primer
“sí” generoso y se unió definiti
vamente al Padre de su alma, el
24 de septiembre de 1852. Don
Bosco lo recibió con estas pala
bras proféticas: “Mi querido Mi
guel, ahora vienes a empezar una
vida nueva; pero sábete que, an
tes de entrar en la Tierra Pro
metida, tendrás que atravesar
el Mar Rojo y el desierto. Si me
4 —
i
que veremos en los altares a fines de mes,
se propuso traducir en su vida ia del fundador,
desarrollar y organizar su obra.
He aquí la gloria de este hombre,
ahora reconocida por la Iglesia.
ayudas, lo pasaremos tranquila
mente uno y otro y llegaremos
a la Tierra Prometida”.
Rúa preguntó al santo el sig
nificado de aquel gesto con el
que parecía que le ofrecía la mi
tad de su mano, cuando lo en
contraba por la calle. Don Hos
co, venciendo su conmoción, res
pondió: “Mira, Rúa, Don Hos
co quería decirte que un día
iría a medias contigo. Lo com
prenderás mejor más tarde”. AI
oír aquellas palabras "iremos a
medias en todo”, el clérigo se
sintió inundado de alegría.
EL PRIMER SALESIANO
El año 1854 para la Obra de
Don Hosco fue un año fecundo
en bendiciones celestiales. Los
acontecimientos, que irradiaron
energía divina, fueron tres: el
nacimiento de la Gíngregación,
la asistencia a los atacados de
cólera y la definición dogmática
de la Inmaculada Concepción.
El 24 de enero de 1854
— primer día del triduo de pre
paración para la fiesta de San
Francisco de Sales— , el Santo
llamó a su habitación a Rúa, a
otro clérigo, a Juan Cagliero y
a otro estudiante y Ies reveló su
secreto. Aquellos cuatro hijos,
— 5
más bien adolescentes que jóve
nes, eran las piedras básicas de
la Congregación Salesiana.
El clérigo Rúa intuyó la mag
nitud del proyecto, aunque se
presentaba en un borrador tan
sencillo, y tomó nota de él en
un documento detallado, que
concluye así: “Se nos propuso
hacer, con la ayuda del Señor y
de San Francisco de Sales, una
prueba de ejercicio práctico de
la caridad hacia el prójimo para
llegar después a una promesa,
y posteriormente, si fuera posi
ble y conveniente, hacer voto de
ello al Señor. Desde aquella tar
de se llamaron salesianos aque
llos que se propusieron o se pro
pusieran en adelante tal ejerci
cio”.
Y el ejercicio práctico de la
caridad se presentó con exigen-
.f .. . V .
das heroicas en el azote del có
lera, que estalló en verano del
mismo año 1854. Don Bosco
animó a los jóvenes a prestar con
él asistencia a los afectados. Cua
renta y cuatro, entre los mayo
res, respondieron a la invitación
con el entusiasmo de los prime
ros cristianos y asombraron a la
población por su intrepidez.
Don Bosco había acogido en
su casa a una veintena de huerfanitos y Rúa, con la ayuda de
Mamá Margarita, tomó su cui
dado a los más pequeños. La
santa mujer, entusiasmada por
el heroísmo del clérigo, expresó
a su hijo: “Juan, aquí todos los
jóvenes son buenos, pero Rúa
los aventaja a todos”.
Mientras tanto, la prueba de
la caridad había sido superada
y, por eso, el Santo podía pro-
‘f ■ i -
V
-
Estos votos presentan una ca
racterística: son emitidos por
amor y se reducen al amor. La
pureza nace del amor a la Euca
ristía, la obediencia del amor a
Don Bosco y la pobreza del amor
al prójimo.
UN MUCHACHO
DE ESPALDAS DE ACERO
El trabajo más abrumador lo
afrontó Rúa en el Oratorio de
San Luis y en el más refractario
todavía de Vanchiglia, zona sub
desarrollada de la ciudad. Allí
afluían muchachos que podríamos
definir como precursores de los
modernos gamberros, amén de
los limpiachimeneas de la ciu
dad, adolescentes que conocían
la miseria en su propia carne.
. '~ á
• •• ‘.
ceder a la aceptación de los vo
tos. El día de la Anunciación
de 1855, mientras Turín feste
jaba la proclamación del Dogma
de la Inmaculada Concepción
de María, arrodillado a los pies
de Don Bosco el clérigo Rúa, vi
brante de caridad, emitía los
votos.
\
Foto
de Don Rúa
de cuando
era joven
sacerdote,
concentrado
en ei rezo
del Oficio
Divino.
Eran precisos allí nervios de
acero, bondad evangélica, abne
gación a prueba de bomba y do
tes excepcionales. En Vanchiglia
funcionaba todo como en Valdocco. El joven Rúa empezó su
trabajo apenas cumplidos los
diecisiete años. Atendía con su
vigilancia constante a los oratorianos, promovía su asistencia,
cuidaba de la disciplina y de la
instrucción religiosa, organizaba
funciones litúrgicas, era el alma
de los juegos, formaba las con
ciencias. Al regreso, en el tra
yecto entre Vanchiglia y Valdocco, invitaba a sus jóvenes cola
boradores a rezar el rosario. Un
muchacho, llamado Fea. agotado
por el cansancio, se negaba a
veces a rezar. Rúa le animaba de
I
á
esta manera: “Reza todavía un
poco; al llegar a casa, te daré
mi plato de carne”. Y el plato
de carne de Rúa pasaba al de
Fea. El se contentaba con la sopa
fría.
Sobre las espaldas de aquel
que era todavía casi un chiqui
llo pesaba otro duro trabajo: el
de amanuense. Los borradores
de Don Bosco eran realmente
jeroglíficos. Nunca quedaba con
tento de lo escrito: escribía, re
leía, corregía, tachaba, apostilla
ba. Las tachaduras y las nuevas
redacciones se entrelazaban en
un remolino de llamadas y de
signos. A Rúa le tocaba orde
narlo todo.
De amanuense pasó a colabo
rador. El Santo le confió prepa
rar la segunda edición de la Historia de Italia. El clérigo realizó
una revisión minuciosa y tan es
merada que mereció amplias
alabanzas.
En 1856, apenas cayó enfer
ma la madre de Don Bosco, en
seguida se apresuró a prestarle
asistencia la madre de Rúa. Y
cuando Mamá Margarita voló al
cielo, ocupó su puesto la seño
ra Rúa por voluntad del Santo.
Juana María tenía a la sazón
cincuenta y seis años, pero dis
frutaba de buena salud, tenía un
gran sentido práctico, una pa
ciencia admirable, una mortifica
ción heroica y una piedad ilus
trada. Era verdaderamente dig
na de su predecesora. La presen
cia de la madre hizo madurar
mejor la personalidad del hijo.
LA REGLA VIVIENTE
Don Bosco solía decir: “Tenemos a Domingo Savio que es
un ángel, pero tenemos a otro
que no le desmerece en nada: el
clérigo Rúa”.
En una de esas
buhardillas
....
trabajaba
y dormía
Don Rúa
de muchacho.
Ahí se preparó
para obtener
sus títulos
académicos.
De su santidad, y no de su
severidad, brotaba aquel presti
gio con el cual Rúa garantizaba
al Oratorio tranquilidad y or
den.
Don Bosco trabajó intensamen
te dos años enteros, de 1855 a
1857, en la redacción de las re
glas de la Sociedad Salesiana.
Una vez acabada esta obra
maestra de su inteligencia y de
su corazón, decidió ir a Roma
a someter su proyecto al Sumo
Pontífice. Pero era lógico que,
con la regla escrita, llevara con
sigo la regla viviente: escogió
como compañero de viaje al clé
rigo Rúa.
Padre y Primogénito salieron
de Turín el 18 de febrero de
1858. Durante la estancia de
Don Bosco en Roma, Pío IX
le comprendió y le tomó profun
do afecto. La caridad fluía del
uno al otro entre estos dos hom
bres extraordinarios en olas de
gran simpatía. El 6 de abril, en
la audiencia de despedida, el
pontífice expresó su complacen
cia j>or la obra del fundador, le
devolvió las reglas, retocadas y
apostilladas de su propio puño
y letra, y le mandó que escribie
ra la narración de las interven
ciones sobrenaturales que ha
bían mediado en su vida.
Miguel Rúa no hubiera podi
do imaginar una aprobación mi»
explícita y más alegre. Las ma
ravillas de que había sido es
pectador y actor le habían dado
una ulterior medida de la mi
sión en la cual el Señor lo ha
bía comprometido.
— 7
Don Bosco revivió en la santidad y tam
bién en el trabajo de su sucesor. En su rec
torado, Don Rúa no creó nada: crear fue el
papel del Fundador. El programa del primer
sucesor está íntegramente compendiado en
dos palabras: desarrollar y organizar. Des
arrolló y organizó la obra del Fundador con
tesón, con ritmo y proporciones maravillo
sas. Quien veía por primera vez a Don Rúa,
alto y moreno, quedaba impresionado por su
delgadez.
El ascetismo vigoroso de su pensamiento
y de su vida estaba impreso fuertemente so
bre aquel rostro, en el cual resaltaban las
formas de los huesos bajo la piel; pero ape
nas se oía la voz y se iluminaba la sonri
sa, el candor y la bondad irradiaban sobre
el interlocutor y electrizaban a las muche
dumbres.
Desde hace muchos años, aquellos po
bres ojos están enrojecidos, enfermos; pero
bajo los párpados inflamados, brillan como
los de un niño y penetran como los de un
escudriñador de corazones. En su cara se
ve sonreír el alma, por eso su sonrisa no
estalla, sino que brilla. La sencillez esca
mondaba su persona y su figura de todo
gesto, de toda palabra y de todo ademán con
sabor a afectación: era un hombre en que
todo era cuadro, sin marco alguno.
Sabía armonizar muy bien la austeridad
con la humildad. No se acaloraba jamás al
hablar, si bien su conversación estaba siem
pre sazonada de santa jovialidad. En el diá
logo, su palabra sencilla, sosegada y mo
desta llegaba a las fibras más delicadas del
corazón, y los rasgos de su rostro, con ra
pidez sorprendente, reflejaban sus estados
de ánimo, que sintonizaban siempre perfec
tamente con el dolor o la alegría del inter
locutor, el cual se sentía comprendido y
amado.
Su inteligencia no era genial como la de
Don Bosco, pero, indudablemente, era ex
traordinaria y también dirigida a lo concreto.
Este asceta activo parecía caminar ilumi
nado y movido por una lámpara interior en
cendida por la fe y por la voluntad. Acos
tumbraba decir a sus íntimos: “ Yo, un poco
de audacia, la he tenido siempre” .
Don Rúa en Barcelona, en la visita que hizo en 1890 a España; vites había
acompañado a Don Bosco. Detrás Don Rinaldl y Don Rlcaldone.
¿Quién ha dicho que Don Rúa no reía? El fotógrafo
ha desmentido esa teoría sorprendiendo al Beato en
una ancha carcajada.
Habitación de Don Rúa en Valdocco, junto a la que
tenía Don Bosco. En ella vemos el sofá en que dor
mía, nunca más de cinco horas.
iJ" -
■
SI TUVIERA DIEZ DON RUAS,
EMPRENDERIA LA CONQUISTA
DEL MUNDO
En él se realizaba esta verdad: la cor
tesía es el pedestal del Evangelio.
En la práctica de toda virtud se le podría
llamar un genio de la miniatura. Pero su es
mero resplandecía, conquistaba y asombra
ba al observar su igualdad de humor. “ Pa
recía imposible —se afirma en el proceso—
tanta serenidad de ánimo en todo instante,
en todo lugar, en toda circunstancia.”
El alma de Don Rúa estaba hermoseada
por una cultura amplia y sólida, que unida
a su ingente trabajo, nos parece milagrosa.
Impresionaba el ardor con que estudiaba
la Sagrada Escritura y meditaba en sus len
guas originales: la hebrea y la griega. Le
eran también familiares los Santos Padres,
a los que, sin ostentación, solía citar muy
oportunamente. “ Varias veces —atestigua
ba don Pablo Valle— me llamó a hacerle la
lectura espiritual, que entonces era sobre las
obras de San Cirilo de Jerusalén, en grie
go. Y no sólo me seguía, sino que me correDon Rúa profundamente recogido en oración.
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gía en seguida, si por casualidad cometía al
gún error.”
Los Salesianos no se sorprendieron cuan
do el 12 de octubre de 1873, la Academia
de la Arcadia lo admitió entre sus miembros
con el nombre de Tíndaro Stinfálico, y cuan
do el mismo monseñor Gastaldi lo hizo
miembro de la Academia de Historia Ecle
siástica del Piamonte.
Había conseguido aprender varias lenguas:
francés, portugués, español, inglés y enten
día también el alemán.
El gobierno de Don Rúa fue aceptado,
apreciado y amado por todos sin distinción;
él no tenía súbditos, sino sólo hijos. La auto
ridad jerárquica, que en él era suprema, pa
saba a segundo plano, mientras que la
autoridad moral se presentaba humilde
mente, se imponía irresistiblemente y triun
faba alegremente. Don Rúa, antes que Su
perior, era Padre. Y, antes que Padre, era
un santo, que vivía su vida como una entre
Don Rúa y Don Rlnaldi, primero y tercer sucesores de
Don Bosco, dos facetas diversas de una idéntica es
piritualidad salesiana.
ga a sus hijos. La santidad del sucesor de
Don Bosco no abundaba en carismas extra
ordinarios, pero se manifestaba por la cor
dura y por la prudencia que poseía en sumo
grado: estas dos virtudes disponen los áni
mos a aceptar la santidad sin discutirla.
Todos los Salesianos aceptaban la san
tidad de Don Rúa como aceptaban la luz del
día: era un hecho admitido y verificado sin
controversia. Era voz común que Don Rúa
era el continuador de Don Bosco, porque ha
bía heredado su santidad y su espíritu em
prendedor.
Dos cualidades que hoy difícilmente se
avienen, como si la primera fuese enemiga
de la segunda, y la segunda ahogara la pri
mera. Aquí habrá que buscar quizá hoy la
crisis de testimonio, que se hace sentir. Es
cierto que el testimonio tiene hoy tonalida
des más secretas, más matizadas, pero la
auténtica santidad inunda y devora. Es pletórica de inventivas. No le asustan los pa
peles feos. Obra al descubierto. Se arriesga,
apuesta, paga. Si falta hoy e! espíritu em
prendedor, o se le mira de soslayo, ¿no será
porque es desmirriada la santidad y el modo
de concebirla y vivirla?
HUBIERA QUERIDO REVESTIR
DE AMOR AL MUNDO
En Don Rúa la austeridad, la pobreza y el
heroísmo constituyen el aspecto macroscó
pico de una realidad más profunda, menos
vistosa y más sublime: el amor de Dios. El
solía afirmar que en el estudio diario y apa
sionado de Don Bosco, su modelo vivo, nin
guna de las virtudes que resplandecían con
vivísima luz, le habían impresionado tanto
como su amor al Señor, del cual saltaban
las llamas del celo que lo devoraban. Esta
primacía del amor, que había visto actuarse
en la vida de! Padre y había estudiado teó
ricamente en los escritos de San Francisco
de Sales, le graduó el ángulo visual con que
contempló, amó y siguió a Jesús.
Al leer la biografía de Don Rúa se corre
el peligro de admirar el agobiante trabajo
y los sufrimiento del héroe que resaltan en
toda su magnitud, y de olvidar el amor que
los alivia. Se percibe el gran árbol de la cruz
y no se ve e! néctar que destila.
Para comprender la resistencia prodigiosa
al pesado trabajo, el celo por la pobreza, el
hambre de sacrificio y la sed de almas y de
10
—
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O R A T O R IO
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mo dice San Francisco de Sales, porque en
el trato con el prójimo se imaginaba tratar
con El.”
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En este hombre de voluntad recia y pala
bra descarnada ,e! carisma de la paternidad
espirtiua! poseía una riqueza de tonalidades
afectivas: acomodaba su amor paternal a las
necesidades del alma amada, y lo acomo
daba en cantidad, en intensidad y en tonali
dad. Su corazón era como una fuente pura
que da al caminante el agua según su sed.
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Vemos aquí un autógrafo de Don Rúa y un libro de
calificaciones en el que el Beato ocupa siempre los
primeros puestos.
la gloría de Dios que lo consume hay que
estudiarlo en su intimidad divina: entonces
no se duda un sólo instante en afirmar que
en nuestro Beato el heroísmo es una necesi
dad impelente del alma, una exigencia del
corazón.
En Don Rúa todo pensamiento, toda pala
bra, toda acción está conformada siempre
por esta convicción radical que se ha con
vertido en una segunda naturaleza: “Todo
por amor, nada sin amor.” Asimismo, siem
pre repetía sonriendo a sus hijos: “ La me
dida de! amor a Dios es amarlo sin medida.”
Cabría suponer que este continuo pensar
en Dios alejaba a Don Hua de los hombres;
nada más falso. “ Dejaba con facilidad al Se
ñor por el Señor— afirma el Proceso— , co
TODO PARA TODOS,
SERVIDOR DE TODOS
Don Felipe Rinaidi, en el Proceso, ha sin
tetizado admirablemente la obra de su pre
decesor y en la línea del Concilio Vatica
no II: “ Lo vi siempre totalmente entregado
a todos, servidor de todos.”
Todos estaban convencidos de que Don
Rúa no disponía ni un solo minuto para sí
mismo. Cuando, hacia la media noche o en
las primeras horas después de media noche,
Don Rúa se acuesta sobre una especie de
sofá-cama, el celo ha consumido todas sus
energías del día, sin dejar resto alguno.
Evidentemente, sus mejores fuerzas las
empleaba en favor de los Salesianos. Hasta
1902— es decir, hasta que las inspectorías,
en que estaba dividida la Congregación, no
se organizaron como centros autónomos de
vida y de actividad— Don Rúa conocía uno
por uno a todos los hermanos de cada casa
y se interesaba por las necesidades y vida
espiritual de cada uno. A varios hermanos
residentes en el extranjero y en países de
misión les hacía enviar medicinas y alimen
tos que no se encontraban allí; a otros les
proporcionaba libros de clase y de cultura,
y a los que prestaban servicio militar en Piamonte les hacía llegar regularmente la muda
de ropa.
Al rogar a los superiores que se tomaran
el necesario descanso, les daba esta norma,
que podría regir la actual reestructuración;
“ No somos de hierro, y cada uno sólo vale
por uno.”
Don Rúa solía repetir: “ Si aún tuviera que
hacerme relígoiso, mi! veces escogería la
Sociedad Salesíana.” Pues bien, con su sa
bio gobierno y, más aún, con sus amabilidad
paternal puso la misma expresión en los la
bios de todo Salesiano.
—
11
arrolló con tono intim o e intensa
participación espiritual.
E l dom ingo siguiente tuvo lugar
una fiesta en honor del nuevo
sacerdote. E n tre los cantos y las
luces brillaban las ñ o res ofrecidas
por los m uchachos del O ratorio de
Vanchiglia. El hom enajeado te n ía
el corazón reb o san te de g ratitu d
p ara con el Padre C elestial y p ara
el padre terren o , Don Bosco.
Com enzó a ejercer su sacerdocio
con Un celo y a un ritm o no infe
riores a los de Don Bosco: ten ía
a su cargo la dirección y vigilan
cia de tres oratorios, frecuentados
p o r centenares de jóvenes; en ellos
confesaba y predicaba, m ultiplicán
dose casi a sí mismo: enseñaba
S agrada E scritu ra a los estudian
tes de Teología, y era d irecto r de
todas las clases del O ratorio.
DON RUA. SACERDOTE
El 18 de diciem bre de 1859. Mi
guel Rúa y otros dieciséis jóvenes
colaboraron con Don Sosco para
e stru c tu rar la célula prim igenia
que se había de desarrollar con
virtiéndose en el organism o de la
Congregación Salesiana.
Después de la oración de la no
che. se reunieron y fijaron el fin
de la Sociedad: «Prom over la glo
ria de Dios y la salvación de las
alm as, especialm ente de las más
necesitadas de instrucción y educa
12
—
ción, teniendo com o p unto de m ira
la salvación propia.» Después, en
una auténtica elección dem ocráti
ca, Rúa fue elegido por unanim idad
director espiritual.
La ordenación sacerdotal era in
m inente y el candidato intensificó
su fe rv o r hizo los ejercicios espi
rituales en la C asa de los Misione
ros de Turín y pasó en oración
to d a la noche que precedió a su
ordenación sacerdotal. E sta tuvo
lugar en la Capilla de S an ta Ana.
en Caselle. Lo ordenó el obispo
m onseñor Balma. El rito se des
En 1863, y a sus veintiséis años
de edad, va com o d irecto r del pri
m er Colegio Salesiano fu era del
O ratorio, M irabello M onferrato.
Poco tiem po desde luego debía es
ta r allí, pues en 1865, m ientras se
hallaba ocupado en organizar el
trab ajo p ara el nuevo año escolar,
e n tra en la dirección Don Provera,
llegado de Turín, y le dice: «¡Don
Bosco te espera!»
Don Rúa deja de escribir y, sin
pedir explicación, sin p reg u n tar
nada, se levanta, tom a el brevia
rio y exclam a: «¡Estoy p rep ara
do!», y m archa a Turín a ocuparse
de la disciplina y de la adm inis
tración, adem ás de ser el m aestro
de novicios. En M irabello dejaba a
su madre.
AUNQUE TE ARROJARAN
POR LA VENTANA,
NO MORIRIAS
En 1868 Don R úa preparó un
verdadero triunfo m ariano p ara ce
lebrar la consagración de la Basí
lica de M aría A uxiliadora. Unos
días después d e la fiesta, el siervo
de Dios, a pu n to de sa lir po r la
portería, aquejado de peritonitis,
se vio obligado a apoyarse en su
acom pañante.
hechora enferm a— . Q uisiera que
estuvieran aquí aquellos herm anos
que no saben acostum brarse a cier
ta s econom ías para decirles: ¿V eis
cóm o viven nuestro s bienhechores,
que h an dado todo lo que tenían
para las obras de Don Bosco?»
A m adei nos describe a este tra
pero d e Em aús del sitem a preven
tivo recogiendo p o r el patio lo que
no debe ir a p a ra r al basurero: «Lo
estam os viendo todavía, m ientras,
después de h ab e r celebrado, al ir
a to m ar un poco de agua caliente
con una o dos cucharaditas de ca
cao, atrav esab a el patio presuroso
y recogido, con las m anos dentro
de la sotana y la m irada en tie-
Don Bosco, al ver sobre la mesita de noche la bolsa de los santos
óleos, reprendió p o r su poca fe al
que la h abía traído, y después, di
rigiéndose al enferm o, le dijo con
la más bella sonrisa: «Mira: jtú no
te m orirías ahora ni aunque te
tirasen por la v en tan a al adoqui
nado!»
Y apenas Rúa, convaleciente, dio
los prim eros pasos fuera de su h a
bitación, la C asa se vistió de fiesta.
Entonecs se vio cómo se le quería.
EL TRAPERO DE EMAUS
Como adm instrador de la Con
gregación, D on R úa fue un espe
cialista de la pobreza evangélica.
Los bienes que pasaban po r sus
manos eran de la divina Providen
cia. F ruto de heroicos sacrificios,
eran destinados siem pre a los po
bres. R etenerlos o adm inistrarlos
mal signifícaba robarlos a los hijos
de Dios m ás necesitados.
«¡M ira cu á n ta pobreza! —excla
mó al v isitar la casa de u na bien
Iglesla
de Santa Ana
de Caselle
(Turfn),
en la que
Don Rúa
recibió
la ordenación
sacerdotal.
•3
Ü
rra, para ver si había alguna cosa
extraviada por los alum nos; y más
de una vez lo vimos inclinarse
p ara recoger un pcdacito de pan
y m etérselo en el bolsillo; otras
veces, una plum a de escribir nue
va y, siguiendo apresurado su ca
mino, enseñársela a los que hallaba
al paso, diciendo: ¡”Mira, he en
contrado con qué escribir por algu
nos meses!” »
Don Rúa. trapero de Em aús, era
del parecer que antes que recoger
de en tre la basura los objetos utilizablcs, hay que utilizarlos antes
de tirarlos.
LA COMPAÑIA DE LOS «TOC»
—¿Quién es aquel sacerdote fla
co com o la m uerte y tan pobre
m ente vestido? —se preguntaban
varias personas que lo habían ob
servado en Niza M onferrato— ¡Se
guro que viene a pedir limosna!
Una Salesiana les dijo;
—Es el sucesor de Don Bosco,
el Superior de los Salcsianos.
Y aquella gente exclam ó a una
voz:
— ¡Entonces es un santo!
Tam bién la habitación donde
pasó los últim os veintidós años
com o R ector M ayor era todo un
himno a la pobreza. U na sencilla
mesa, dos o tres sillas corrientes;
dos hum ildes estam pitas, sujetas
con un alfiler. N ada más. U na v er
dadera porciúncula estilo ocho
cientos.
En cuanto a los m anjares, Don
Rúa sólo encontraba buenos los
condim entados con la pobreza.
Desde joven solía alim entarse de
los m endrugos de pan que recogía
por el suelo en el com edor o en
el patio. Esta m ortificación, adver
tida e im itada por otros, dio origen
a la «Compañía de los Toe», es
decir, de los pedazos de pan deja
dos por los dem ás. El P ater noster
huele a pan: y el pan, para quien
tiene buen gusto, sabe a P ater
noster.
Un día. en presencia de Don
Rúa, Don Bosco repitió la conoci
da profecía de que uno de los pre
sentes llegaría a obispo. Todos se
volvieron al siervo de Dios y em
Don Rúa murió en olor de multitudes. Más de 100.000 personas desfila
ron ante sus restos. Su entierro fue triunfal y el cortejo fúnebre ocupó
varios kilómetros.
pezaron a llam arle M onseñor; pero
el santo exclamó: «Don R úa no
será nunca M on-signore (mi señor),
será siem pre M on-povero (mi po
bre).»
Su am or al ahorro p ara venir
en ayuda de los m arginados tiene
mucho que decirnos hoy a noso
tros, hijos de la civilización de
consumo. La espiritualidad de Don
Rúa, sum am ente actual hoy día,
seguirá siéndolo m ientras, en nues
tro planeta, su fra ham bre un solo
niño.
«¡POBRE DON RUA,
QUE FEO ES!»
El 29 de julio de 1910 se debía
festejar su jubileo sacerdotal. Pero
el cansado obrero de Dios percibía
las señales anunciadoras de la h er
m ana m uerte y rep etía brom ean
do: «Se celebrará la fiesta sin el
santo!»
El 9 de junio de 1909 había cum
plido los seten ta y dos años, bajo
cuyo peso iba en aum ento el de
caim iento físico. S ufría especial
m ente por unas llagadas varicosas
que ten ía en las piernas desde
1904. Don Rinaldi, cuando advir
tió su m alestar, hizo que lo visi
ta ra el doctor Fondace, quien des
cubrió una enferm edad m ucho más
grave que las varices: u n a m iocar
ditis aguda, causa a su v ez de la
inflam ación de las piernas.
Con todo, el siervo de Dios se
m antuvo trab ajan d o constantem en
te h a sta el 15 de febrero de 1910.
Aquel infausto día, al recibir el co
rreo, abrió u n a carta, intentó leer
la, pero después de dos o tre s ten
tativ as, tuvo que rendirse; llamó
al prefecto y le dijo: «No puedo
m ás, la v ísta m e d a vueltas y y a
no puedo leer.» Fue ésta su últim a
acción com o R ector Mayor.
H acía u n añ o que Don R úa h a
bía em pezado la preparación pró-
14
i
m entado, precedido p o r los herm a
nos que rezaban conmovidos.
El 28 de m arzo pidió el sacra
m ento de los enferm os. E staba en
su pleno conocim iento y respondió
con el fervor de los m ejores tiem
pos. H oras después Don R úa expe
rim entó miedo, el m iedo de la ago
nía. Se encom endó a los presen
tes; «Temo presen tarm e al juicio
de Dios; tem o no te n er fuerzas su
ficientes p ara so p o rtar la agonía.»
El 5 de abril siguió la m isa con
devoción y recibió p o r últim a vez
la Eucaristía. A cabada la misa, Don
Rinaldi le rogó que bendijera a
todos los Salesianos presentes y
ausentes, a sus alum nos, a todos
los Cooperadores y todas las obras
Salesianas. El V enerable dijo que
sí: con voz fuerte y solem ne p ro
nunció la fórm ula de la bendición.
Los chicos ca n tan u n him no a
Don Bosco cuyas palab ras finales
dicen: D on Bosco, vengo a te (Don
Bosco, v o y a tu lado). Don R úa
ab re los ojos y con dulce sonrisa
repite: «Sí, Don Bosco... tam bién
yo m e voy a tu lado. ¡Don Bosco,
me voy a tu lado tam bién yo!»
H acia las veintidós h oras en tra
en agonía m uy sereno, sin grandes
xim a p ara recibir dignam ente a la
herm ana m uerte. En C atania im
herm ano anciano lo había saludado
con estas palabras; «¡Pobre Don
Rúa, qué feo está!» En tono sere
no, Don Rúa le respondió: «¡G ra
cias! U n día Don Bosco m e dijo:
Cuando te llam en feo, piensa que
se te acerca la m uerte".»
sufrim ientos y conservando siem
pre el conocimiento. Don Francesia le su su rra jaculatorias y le
pronuncia con frecuencia el nom
bre de Don Bosco. «Dulce C ora
zón de M aría, haz que yo salve
el alm a mía...» Y Don Rúa p ro
nuncia con claridad; «Sí, salv ar el
alm a lo es todo... lo es todo... cal
v ar el alma...»
Fueron sus últim as palabras. H a
bía llegado ya el alba del G de
abril. Salesianos e Hijas de María
A uxiliadora desfilan por el locho
del moribundo.
A las 9,37 horas del día 6 de
abril Don Rúa entregaba su alm a
al Señor.
D esde entonces está al lado de
Don Bosco p ara ir a medias con
él por toda la eternidad.
Su vida y su m uerte son hoy
gloriosas. La Iglesia lo reconocerá
el próxim o día 29 de octubre como
hom bre «bienaventurado». Desde
la G loria de Bernini com unicará a
la Congregación Salesiana su m en
saje glorioso, el m ensaje de ser, a
su ejemplo, fieles a Don Bosco.
Capília sepulcral en Valsálíce, donde fueron inhumados sus resios.
¡DON BOSCO,
ME VOY A TU LADO!
El 14 de febrero de 1910 cele
bró Don R úa su últim a misa con
el ferv o r de la prim era. En su le
cho recibe, en tre o tras visitas ilus
tres, la del C ardenal Richelmy, la
del C ardenal Mafft y la del C arde
nal M ercíer, p o rtad o r de una b en
dición especial de San Pío X.
El 24 de m arzo, jueves santo,
quiso recibir el V iático, que le fue
adm inistrado en form a solemne.
Don Rinaldi llevó a Jesús Sacra—
15
:PABLO0LVI0A HLASHHUASUNI
RES
DE MARIA AUXILIA
P rím aG ia tía ia vida In ta H o r en
lam a o tlvld a d ea da a§$amialada.
Las Hijas de María Auxiliadora han celebrado este
año, el primer Centenario de su fundación, realizada
por San Juan Bosco y Santa María Mazzarello, en
Mornés el 5 de agosto de 1872.
iniciaron los actos conmemorativos el 24 de mayo
con ia consagración del Instituto a María Auxiliadora,
en la Basílica de Turín, construida por San Juan Bosco.
Durante julio y agosto se han sucedido actos sig
nificativos que congregaron numerosas Hijas de María
Auxiliadora, jóvenes y exalumnas del Mundo entero
en Roma, Turín, Nizza Monferrato, Mornés I Mazzarelli,
etapas del triunfo paso de la urna de Santa María
Mazzarello por estos mismos lugares que contempla
ron los heroísmos de su vida terrena.
Solemnísima la ceremonia de la consagración dei
Templo de Santa María Mazzarello, en las cercanías
de la casita donde nació, convertida hoy en centro
de espiritualidad Salesiana.
El regreso a Turín culmina en competiciones depor
tivas entre jóvenes de distintas naciones.
La palabra que el Santo Padre dirigió en ia audien
cia del 15 de julio al nutrido grupo representativo,
presidido por la Superiora General, presente todo el
Consejo, las Provinciales del mundo, procedentes de
57 naciones, representantes de las Misiones y Supe
riores de todas las casas de Italia, será luz y estímulo
en su tarea apostólica. Así les dijo;
y benemérita multitud de Hermanas vuestras que en
todos ios continentes, humildes y generosas gastan su
vida, gozosa y alegremente , por los intereses del Rei
no de Dios, en ayuda de la Iglesia, por el bien de las
almas. Pensando en la tarea que vuestra familia reli-
‘'Queridísimas hijas en Cristo.
Con ánimo lleno de paterna emoción saludamos a
tan numerosa y escogida representación de las Hijas
de María Auxiliadora, reunidas para damos testimonio
de su fidelidad y adhesión en el Centenario de la fun
dación del Instituto.
Este encuentro evoca en nuestra mente la grande
16
ÉÉ
SANTIDAD
lORA EN EL CENTENARIO DE SU FUNDACION
i )e
Lm V ir g e n M a r ta , m o d e lo o I d e a l
d e to d a v id a o o n a a g ra d a m
ligiosa desarrolla en el Seno de la Iglesia, numerosas
reflexiones y sentimientos presionan nuestro espíritu
y para expresarlos, como conviene, quisiéramos no
vernos impedidos por los límites de esta breve audien
cia.
Deseamos que nuestras palabras sean de agrade
cimiento a Dios y a todas y cada una de vosotras por
el espectáculo consolador y rico de promesas que nos
ofrece vuestra Congregación en fecha tan significativa.
Vemos en vosotras la continuación ininterrumpida y
lá espléndida floración de un ideal de caridad y celo
que brotó en un lejano 5 de agosto de 1872 por obra
de San Juan Bosco y Santa María Mazzarello, cuando
las primeras Hijas de María Auxiliadora, en Mornés,
ofrecía al Señor su vida e iniciaban su camino apos
tólico por las sendas del mundo. La pequeña semilla
de entonces, en estos cien años, germinó y se desarro
lló de manera prodigiosa cual majestuoso árbol que
ya extiende sus ramas en todas las partes del globo,
doquiera el celo ardiente de los hijos de Don Bosco.
iCuántos motivos, pues, para congratularnos con vo
sotras, hijas queridísimas! iBenditas seáis!. La Iglesia
se honra de vuestros progresos, de vuestro testimo
nio evangélico, de vuestra generosa entrega apostó
lica.
Claro que ia celebración de una fecha tan impor
tante para la vida de vuestro Instituto no puede limi
tarse a simple mirada retrospectiva de un luminoso
pasado. Es necesario mirar también al porvenir. ¿Vues
tra Congregación sabrá responder a la llamada de la
Iglesia en la hora tormentosa que vive? ¿De qué medios
se servirá para que ia antigua vitalidad del vigoroso
tronco, plantado por vuestros santos Fundadores, con
tinúe floreciendo en toda su plenitud? Hijas, para
estos interrogantes no hay más que una respuesta
que, al igual que explica ia extraordinaria fecundidad
del pasado también asegure a vuestro Instituto infa
liblemente la vitalidad del porvenir: la santidad.
Para vosotras, la Santidad significa asegurar la pri
macía de la vida interior en medio de todas vuestras
—
17
actividades educativas, caritativas y misioneras, sin
•ener miedo que de este modo mengüe vuestro dina
mismo apostóilco u os impida dedicaros a fondo al
servicio de los demás. Significa amar la oración, la
pobreza, el espíritu de sacrificio, la cruz. Significa
además un empeño especial por vuestra parte en re
producir, en vuestra vida de piedad y apostolado, los
ejemplos dei amor adorador y activo de María Santí
heroísmo apostólico, no mermará nunca en vuestro
Instituto aquella fuente de generosidad y entrega,
de interioridad y fervor, de santidad y gracia, que ha
hecho de vosotras tan valiosas colaboradoras de Nues
tro Señor Jesucristo para salvación de ias almas.
sima.
Con vosotras está nuestra oración que pide al Señor,
por intercesión de la Santísima Virgen, premio de mé
ritos eternos cuanto habéis hecho hasta ahora, gene
rosidad, constante para el presente, y una riqueza
Cómo quisiéramos que se conservara entre voso
tras con toda su primitiva floración, este carácter
marcadamente mariano que, en todas partes, consti-
Esto espera la Iglesia de vosotras. No defraudéis
sus esperanzas, respondedle más allá de sus mismas
esperanzas.
ROMA.__El Sanio Padre en medio de las Hijas de Maria Auxiliadora, en la audiencia concedida.
tuye la nota inconfundible de la espiritualidad de las
Hijas de María Auxiliadora!. Tenéis el privilegio de
pertenecer a una familia religiosa que es toda de María
y que todo lo debe a María. ¿No es vuestro instituto
el monumento viviente que Don Bosco erigió a la
Virgen como prueba de eterno agradecimiento por los
beneficios que de Ella recibió? Si, hijas, mientras que,
en la escuela de María sepáis aprender a ofrecer todo
a Cristo, su Divino Hijo, mientras tengáis fija vuestra
mirada en Ella, que es la obra maestra de Dios, mo
delo e ideal de toda vida consagrada, sostén de todo
cada vez más abundante de frutos apostólicos para
el futuro; con vosotras está nuestro recuerdo y afecto
y finalmente, está con vosotras nuestra Bendición Apos
tólica que os impartimos con todas vuestras Hermanas,
como prenda de las mejores gracias del Cielo.”
Al terminar su discurso el Santo Padre entonó la
“ Salve Regina” y al final impartió su Bendición Apos
tólica.
En gesto paterno regaló a las congregadas una es
tampa-recuerdo con la afigie de la Virgen y una ora
ción compuesta por El.
18
i
ENTRE EL ADIOS Y LA BIENVENIDA.— El 20 del pasado mes de agosto se celebró en la
parroquia de María Auxiliadora la toma de posesión del nuevo Inspector salesíano para la provincia
de Madrid.
Fue una ceremonia íntima, sencilla, enmarcada en la asamblea parroquial y con la presencia de
una nutrida representación de toda ia familia salesíana.
Al final, en uno de los salones del colegio de Atocha, don Emilio leyó el nombramiento oficial
con el que los superiores designaban provincial-inspector, por un sexenio, a don José Antonio Rico, y
con palabras emocionadas le deseó feliz éxito en su delicada tarea.
Don José A., a su vez, le agradeció públicamente y en nombre de toda la provincia los afanes y
sacrificios que, a lo largo de estos años, habla sobrellevado para el sostenimiento y desarrollo de la
Congregación.
BODAS DE ORO SALESIANAS
Don Eusebia Hernández Martín
es un coadjutor salesiano nacido
en El Manzano (Salamanca) en
1903, y en el seno de una familia
que daría tres hijos a Don Basco.
Totaliza actualmente su familia
14 miembros religiosos, de los cua
les, 9 son salesúinos, 3 mártires y
2 sobrinos misioneras.
Recientemente don Eusebia ha
cumplido áncuenta años de vida
salesiana De ellos, cuarenta y seis
los ha vivido en HispanoaméricaSu primera profesión la hizo en
San José del Valle en 1922. El 10
de enero de 1925, el siervo de Dios
don José Calascoiz lo envió a La
Paz (Boliviá), donde fue maestro
jefe de imprenta durante 36 años
casi consecutivos. Allí dirigió el
diario católico ^Presencia*, de gran
tirada en la actualidad. De La
Paz pasó a Lima, donde trabajó
siete años y después a Buenos A i
res.
En 1969 regresó a España, con
destino a Sevilla El pasado agos
to, y en unión con sus familiares,
celebró el gozo de sus bodas de
oro salesianas.
Cincuenta años de vida salesiana son muchos días de entrega al
S eñ o r y de servicio a la juventua.
Enhorabuena.
— 19
Ji.
JUVENTUD
O
»
o o
o
Estamos en Conil de la Frontera. Formidables playas, es
tupendos pinares, mucha historia, las mejores minas de azu
fra sin que por eso sea la boca del infierno... magnifico pue
blo, buena gente y mejor juventud. Sin haber colegio salesiano, se realiza una de las más bonitas obras salesianas, de la
que damos noticia en estas páginas.
A conil fue el corazón y el celo apostólico de don Siró
Vázquez, director de Campano, un salesiano de altura física
y simpática. Acompañado de otros salesianos, ha fundado
un maravilloso centro juvenil. Pero dejémosle hablar a él.
—¿Por qué en Conil?
—A principios de febrero se
presentó en el colegio de Cam
pano el padre M ateo invitándom e
a darles las Conferencias C uares
m ales a los jóvenes de Conil. A cep
té y, cuando me puse en contacto
con ellos, vi que estaban faltos de
atención en todos los campos. Me
di cuenta que había una m adera
estupenda, pero que faltaba la m a
no m aestra que supiera tallarla...
E l penúltim o día, en nom bre de
la juventud conileña, me pidió uno
que me quedase con ellos para
prestarles mi colaboración, y acep
té. Así de sencillo fue todo.
Hoy, gracias a la entrega gene
rosa de un grupo de jóvenes com
prom etidos y a la colaboración
del padre M ateo y o tras personas,
Conil cuenta con auténticas rea
lidades.
—¿Podría explicam os algunas?
— Don S iró clava sus ojos en
el infinito, hace un gesto c a racte
rístico de cabeza y com ienza a
hablar.
—Todos los sábados, a las 9,30
de la noche, tenem os u na m isa de
la Juventud. A ella acude un gran
20
—
núm ero de jóvenes que va aum en
tando cada vez más. La llam am os
m isa de la ju v en tu d no sólo porque
los que asisten son jóvenes, sino
tam bién porque ellos lo hacen todo,
menos de cura, claro — A quí don
Siró dibuja u n a sonrisa inocente—
cantos, proclam ación de la pala
bra, moniciones... P ara que la misa
esté m ejor atendida, me ayudan
tres padres salesianos. Es m uy elo
cuente el núm ero de com uniones
que se vienen repartiendo.
O tras actividades?
—Sí. U na revista sem anal, lla
m ada CLARIN. Se tra ta de una
hoja ciclostilada p ara inform ar y
m entalizar al pueblo. Me consta
que se lee con provecho y está
haciendo un bien inmenso.
Tenem os tam bién, a disposición
de todos, una BIBLIOTECA, que
acaba de enriquecerse con nuevos
libros, a la que acude todas las
noches un buen grupo de jóvenes
lectores. Su uso es com pletam ente
gratuito.
En este mismo local funciona
una «Oficina de Inform ación», con
la m isión de tran sm itir al pueblo
los acontecim ientos y problem as
actuales. Toda persona que tiene
algún problem a acude p ara reci
bir orientación. E ste año se realizó
un trab ajo m uy concreto como
fue la distribución de becas para
que puedan estu d iar ios chicos de
Conil.
— ¿No faltará el deporte?
— Cuando en tré en Conil, me
di cuenta del g ran aburrim iento de
la juventud. Sus diversiones, el
cine, y luego v u eltas y más vuel
tas del A rco a la Fuente del Gallo
y, de ésta al Arco.
E ntonces se pensó en un trofeo
de fútbol p ara los domingos. Don
Pedro Olmedo m e brindó desinte
resadam ente el Campo de D epor
tes «Los Bateles». Expuse la idea
a un grupo de jóvenes y así nació
el trofeo de fútbol «PRIMAVERA».
En él particip an siete equipos. De
esta m anera, todos los domingos
tenem os en el pueblo tre s encuen
tros de fútbol. E sto h a dado m ucha
vida a la población y los domingos
se resp ira u n am biente lleno de
alegría y optim ismo.
— ¿Es g ra tu ita
campo?
— N o . C uesta
la
en tra d a
cinco
al
pesetas.
!V E N C D
Don Síro,
en amena plática,
con unos jóvenes
del Centro de Coníl.
¡Todo un dineral...! El Com ité de
Com peticiones acordó em plear el
60 por 100 del taquillaje en bene
ficio de los mismos jugadores y
lo resta n te para cub rir gastos.
A hora querem os organizar un
trofeo de baloncesto femenino.
—¿Qué es la JUVENCO?
—Fue mi gran ilusión y hoy es
ya una realidad. JUVENCO quie
re decir «Juventud Conileña». Y
es una asociación de Jóvenes cuyo
fin es su form ación hum ana y
cristiana. Es lo que pudiéram os
decir La C asa de la Juventud Co
nileña.
—Yo he visto el C entro Juve
nil JU V EN C O . Es un am plio y
herm oso salón, adornado con m u
cho gusto, creo que es de lo mejorcito que existe por estos alre
dedores. ¿Le h a costado mucho sa
crificios?
—Eso, sólo Dios lo sabe. Para
nií es un auténtico m ilagro. Pien
se que se em pezó a m ontar con
cero céntim os. Y ahí está. No te
níamos nada. P ero nos sobraba
ilusión.
A ctualm ente son 150 socios. Con
diciones p ara perten ecer a él son:
te n er 15 años cum plidos, com por
tam iento ejem plar y com prom e
terse a observar ciertas norm as
del Centro.
—¿Qué puede hacer un socio
en el C entro Juvenil?
—M uchas cosas. Leer la p ren
sa del día. Tenem os a dis|X)sición
de todos el D iario de Cádiz, el
ABC, Sem ana y o tras revistas.
Se puede ju g ar una p artid a de
dam as, dominó, ajedrez, ping-pong,
monopoly... Escuchar m úsica o
sim plem ente convivir con los d e
más.
—¿Qué actividades despliega el
Centro?
—Todas las anterio rm en te cita
das. Los m iem bros de JUVENCO
son el m otor propulsor de todo
lo que se realiza en el pueblo,
sobre todo, su directiva que es
formidable.
H ay que d estacar la agrupación
coral de chicas «Nueva Juventud»,
que y a va dando su s frutos. Así
por ejem plo, el 23 de m ayo p ar
ticiparon en el II Festival de M ú
sica M oderna organizado p o r el
Colegio Salesiano de Cam pano. El
resultado no pudo ser m ejor, pues
de los cuatro prem ios que consta
ba el Festival, se trajero n dos
p ara Conil.
Don Siró me habla de otros
muchos problem as, que no se pue
den solucionar de una vez y de
más ilusiones. Me habla de la poca
sensibilidad social que encuentra
en m uchas partes y de la falta
de m entalización.
«Hace falta — me dice— que los
m ayores tengan mucha com pren
sión hacia los jóvenes; que se den
cuenta que la juventud de hoy no
puede vestir, rezar, am ar y pensar
com o lo hicieron ellos. Los jóve
nes, a su vez, necesitan un gran
respeto a los mayores. En una
palabra, lo que dice el Concilio
V aticano II: «Procuren los adul
to s en tab lar diálogo am igable con
los jóvenes... Los jóvenes, por su
parte, llénense de respeto y con
fianza p ara con los adultos...»
(A postolado de los Seglares, 12).
Me despido de don Síro y lo
anim o a que siga su siem bra en
tre los jóvenes de Coníl.
C orresponsal
21
i
C0$opefación S a le s ia n a ff T e t*e e r M u n d a
MONSEÑOR OBELAR CONTENTO
las oraciones de los Misioneros y
de los Indígenas.
Se encomienda encarecidamente
a las suyas, su afmo en Xto.
Con el mes de octubre comien
za el segundo año de nu estra cam
paña. Muy pronto tendrem os el
gusto de enviar particularm ente a
cuantos han participado en ella
una Relación de las cantidades re
cogidas y del m odo como se han
distribuido.
Hoy quiero transcribiros una
ca rta que nos envía el obispo salesiano del Chaco P araguayo, a g ra
deciendo la m otobom ba que g ra
cias a vosotros va a poder in sta
lar p ara alivio de una tribu de
indios.
Vicario
Dice así:
M uy apreciado hermano:
Acabo de recibir su carta del
15 de junio. Una larga ausencia
imposibilite su pronta llegada a
n is manos. Le agradezco de co
razón su generosa ayuda de 1.200
Así de guapo y emplumado se va
a poner este Indígena chamacoco
para celebrar la llegada del agua
a sus campos, cuando Monseñor
Obelar Instale la motobomba po
tente, gracias a la ayuda de los
Cooperadores de España.
dólares para nuestro motor. Lo
compraremos en el Brasil donde
nos resulta todo mds barato. Le
avisará en caso de que nos falte
dinero. En cuanto instalem os en
Olimpo la nueva m otobom ba le
mandaré una fotografía de la mis
ma junto con indios Chamacocos
que van a ser ¡os beneficiados
con el agua.
La ayuda que los cooperadores
de E spaña nos proporcionan, adem ds del valor pecuniario que ya
lia Salesiana. Las ayudas que re
cibimos satisfacen nuestras nece
sidades materiales y terminan con
es mucho, encierra otro mucho
mds pleno y con/o rtan te p ara el
misionero: el de darse cuenta de
que no trab a ja solo, sino que lo
ra.
Mil gracias por todo y cuente
22
—
acom pañan la iglesia y la Fami
n uestra soledad, que constituye el
sacrificio m ás g ran d e del misio
nero.
Ustedes son los m isioneros de
la retaguardia, que no olvidan a
los que bregamos en la trinche
usted y todos los cooperadores con
ALEJO OBELAR
Apostólico del Chaco
Paraguayo
Las palab ras de n uestro querido
obispo salesiano son p ara todos
los cooperadores un m otivo de re
flexión an te la fecha del Domund,
que se avecina, y, al m ism o tiem
po, de satisfacción al v er la ale
g ría que despiertan en esos bene
m éritos hom bres entregados de
lleno al sacrificio del apostolado,
al sen tir que no están solos, sino
que d etrá s de ellos h ay m iles de
corazones que les acom pañan en
su soledad y alivian sus muchas
necesidades.
Tam bién es m uy herm oso consi
d erar que esos hijos de Dios, re
cién llegados a la fe, los indios,
que carecen de todo, com prueben
que su s herm anos los cooperado
res salesianos piensan realm ente en
ellos y les solucionan esa necesi
d ad del alim ento diario, sin tener
que v ag ar p o r los bosques en bus
ca de un problem ático alimento.
E stas realidades ta n maravillo
sas del Cuerpo M ístico, que es la
Iglesia, nos induzcan a perseverar
en n u estra ay uda y au m en tar nues
tra caridad, sí fuese posible.
JAVIER RUBIO
Delegado N acional de C oopera
dores
ENVIARON SU DONATIVO
DURANTE EL MES DE AGOSTO
Las escenas de niños tienen un encanto e ^e c ia l siempre. Para núes*
tra sensibilidad los niños negros son despertadores de ternura, de amor
y protección. Por los niños negros estamos dispuestos siempre a hacer
algo, porque nos los imaginamos desvalidos, carentes de muchas co
sas, necesitados de muchas más. Su sonrisa nos ensancha el corazón,
su tristeza nos lo encoge. Estos negritos que le dan a la lima y al serru
cho con aplicación suscitan una sonrisa grata, llevan un alivio al alma
porque sabemos mucho de ellos. Sabemos que el P. Bohnen los sos
tiene y les ayuda; que esos niños aman a los Cooperadores españoles y
rezan por ellos. No son unos extraños; algo de ellos nos toca a nos
otros y nosotros les deseamos que salgan de su situación de pobreza.
Cuando las miréis asi de aplicados complaceos y pedid al Señor que
el Padre Bohnen pueda hacer mucho más bien y dar a todos los cua
tro mil niños no sólo comida diaria, sino la enseñanza de un oficio que
les garantice la vida de mañana.
F a m ilia G onzález K ein , E le n a H e
l a d i o . A n to n ia d e la B lanca, C arm en
B u iz . J o s é G a rc ía A lb a. M anuel SolA,
M a ría D o lo re s B o d rifru cs. P e d r o A raíTüés. J o s é M a ría C onde D iez A leg ría,
M a ría D iez A leg ría, C lo tild e I z q u ie r
do. M ercedes V a lla d o se ra . V da. de A.
F u e n te . J u a n D íaz, S a lv a d o r S oler,
lin o s . M a n sc rg a s, P ila r V clasco. L u la
V elaaco. M a n o lita F a n d iñ o , C o o p e ra
d o re s de A llariz, E p ifa n ía Ire n e . Coo
p e ra d o re s d e E stre c h o -M a d rid , G u a d a
lu p e P e r re ir o , I. P e ñ a ra n d a , D olores
M a rtín ez, A n to n io F e rn á n d e z . A tairnaio F e rn á n d e z . A lborto M a d rig al, F r a n
cisc a G arcía, R a im u n d o F a u re . C a r
m en V iñas. C a rm en Jim é n e z . C lcm entin a d e V ega. A n to n ia C a rb o n ell, V ir
tu d e s N a v a rro . A n to n io E ste b a n . J u a
n a P é re z . A na M aría C u rad o , S alv ad o r
R u b io . M ari C a rm en R uiz, Jo a q u ín
R o q u e ta s,
E velio B clloso, Jo s e fin a
J u liú , F e r n a n d o B ro s. A n to n io T a lta v u ll. J u a n P rie to , T e re s a V illa. J o s é
B a d rin a s , J a c in ta V ieira. L ib r a d a V ie
r a . B r íg id a V ieira. D o ro te a C elaizab al.
P r a d o P a s c u a l. B ellcver, E m ilia P a
sió n . A n g eles U tr illa . J u a n P é re z , S a n
tia g o C o stero , R a m ó n T in to ré , M. S ala,
M a ría R o d ríg u e z , V isitac ió n Z ap ata.
A n g eles M a rtín ez, M a ru ja C onde, S re s.
d e l a C ruz, J u a n S an M a rtín , A.
L a to r r e . J u l i á n P rie to , M a rian o B la n
co. S u s a n a E liz a ld e , J o s é T o rré n s,
R o sa C asellas, V a le ria n o C alafell. S a
b in a A rrie ta , J o s é S eñ o r, M ariano
A lonso, M a ría C o rté s. C oncha L ópez.
M aría T e re s a V alencia. C. P e rre iro ,
E nzo M acchini, J u l i a G aseó, A n to n ia
B ellido. J o s é S an z B u ra ta , C arm en
B a u tis ta , J o s é M aría Góm ez, A g u s tín
C a ste lls, A sunción C a rrillo . L a u ra ,
C oncepción y F ra n c is c a , C o o p e rad o res
S a lc sla n o s de A lcoy, J u a n a G u tié rre z .
R am ó n L o ren zo . J u a n R iv as, D io n isio
P é re z . A n to lln M a las, M a ría d cl P ila r
S án ch ez. E .O .T , J u a n a G alm és. E n r i
q u e S a lv a d o r y E m ilia F e rn a n d e z .
D.
Calle ...........................
Pueblo y provincia .............................................
se suscribe por .
.......pesetas anuales, mensuales, que
enviará a su comodidad a Cooperación Salesiana y Tercer
Mundo por giro postal a Alcalá, 164 - Madrid-28 o por trans
ferencia al B. H. A. Sucursal Plaza de Roma, 2 - Madrid, a la
cto. cte. de Cooperadores Salesianos. Indicadnos vuestras se
ñas para poder acusar recibo.
NO TIRE LOS
SELLOS USADOS
También puedea
ayudar con ellos
a ! Tercer MundOm
E nríalos a i
FILATELIA SALESIANA
Alcalá, 164 - Madrid 28
— 23
MISIONES DEL ASSAM;
50 AÑOS
El misionero se siente feliz entre los niños, sobre
lodo si al mismo tiempo que les proporciona agua,
puede ser también el medio de la gracia de Dios.
En el mes de noviembre de este año se celebrarán en
Shülong grandes festejos recordando con gran solemnidad
el doble suceso de la llegada de los primeros salesianos
a la India y de la fundación de las misiones en el Assam.
El 13 de enero de 1922 llegaban a Shülong, capital del
Assam, el primer grupo de diez salesianos, dirigidos por
un sacerdote, primera figura en la Iglesia india y en la
Congregación Salesiana, monseñor Luis Mathias. Los en
viaba el rector mayor, don Pablo Albera, quien precisa
mente fallecía en Turín durante el viaje de nuestros mi
sioneros. De los diez adalides, cuatro eran españoles, de
los cuales todavía viven monseñor Manuel Mars y el
coadjutor don Gumersindo Cid.
Por aquellas calendas, Assam era una provincia de la
India inglesa, formada por la inmensa vega del Brahmaputra, las montañas que le bordean, últimas estribaciones
del colosal Himalaya y una porción de la llanura de Ben
gala, el actual Bangla Desh. Una zona completamente pa
gana, aunque los protestantes llevaban cincuenta años de
predicación, patrocinados por la corona británica. Su evangelización había sido confiada a los Padres de la Con
gregación del Divino Redentor, de reciente fundación. Di
chos padres iniciaron con gran fervor su trabajo en 1889,
pero, por ser de nacionalidad alemana, tuvieron que salir
de la India al concluir la guerra europea. Todo el terreno
formaba una extensísima prefectura apostólica, añadiendo
el Bután independiente y el estado de Manipur, tributa
rio. Pero en estos estados, como en varios otros del mis
mo Assam. estaba prohibida la entrada al misionero. Al
salir los Padres Salvatorianos, se encargaron de regentar
provisionalmente dicha región los Padres Jesuítas de
Calcuta.
Concluida la guerra europ>ea. comoquiera que a los Pa
dres Salvatorianos no se les permitía volver a la India,
la Sagrada Congregación de Propaganda Fide buscó en
vano un Instituto Misionero que se encargase de la laEwr
evangelizadora de estos pueblos, sin encontrar a ninguno
dispuesto a aceptar semejante carga. Insistió ante don
Albera, quien, tras haber buscado mU formas de soslayar
esta pesada carga, no tuvo otro remedio que aceptar por
.^in con las palabras evangélicas: “En tu Nombre echaré
la red".
FRUTO ABUNDANTE
Echando ahora una mirada retrospectiva, bien podemos
afirmar que el Señor ha E>endecido con abundantísima co
secha esta oE)ediencia de la Congregación Salesiana al de
seo de la Santa Sede. Vamos a ceñimos sólo a las Misio
nes del Assam. pues capítulo aparte y bien extenso y
nutrido merecería la expansión sdesiana en la India que.
24 —
Don Eduardo Gutiérrez, el misionero español que ha
dejado sus cincuenta años en la India. Suyo es este
artículo optimista y esperanzador.
a sólo cincuenta años, tiene cuatro inspectorías con cerca
de 900 salesianos, la mayor parte autóctonos.
Cuando los salesianos entraron en el Assam serían unos
5.000 los católicos. Hoy día superan los 300.000. Los
misioneros, con grandes sacrificios y muchas veces con
riesgo aun de sus propias vidas, han recorrido todo el
territorio, incluso aquellas regiones anteriormente vedadas
(en el mismo Bután hay incluso una casa salesiana). Han
fundado por doquier estaciones misioneras, con catequis
tas preparados al frente; han edificado innumerables es
cuelas, iglesias, dispensarios e incluso un grandioso hos
pital en la capital.
El mejor resultado ha sido el que la Santa Sede ha
creído el momento de instalar la jerarquía eclesiástica en
lo que antes era una humilde prefectura apostólica y en
la actualidad es una provincia eclesiástica con su arzo
bispo en Shillong y tres diócesis sufragáneas: Tezpur, Dibrughard y Silchar, dos de las cuales han sido confiadas
a los cuidados del clero diocesano formado en nuestros
seminarios y con los cuatro obispos oriundos de la misma
India, así como la mayor parte del clero. Los cuatro gran
des seminarios, repletos de aspirantes al sacerdocio, ase
guran la sucesión del clero nativo. Y ¿qué más?
Las Hijas de María Auxiliadora, las Misioneras de Cris
to Jesús, las Religiosas de Nuestra Señora de las Misiones,
las Misioneras de María Auxiliadora (de fundación dioce
sana) y otras varias congr^aciones religiosas colaboran
en sus escuelas, hospitales, catcquesis, obras de asistencia
social y educación contribuyendo eficazmente al estable
cimiento y consolidación del espíritu cristiano. En una pa
labra: la Iglesia se encuentra sólidamente establecida y
asegurado su por\'enír.
PROMESAS
Paralelo a este progreso en una zona de la India, el
Assam, se ha propagado la Congr^ación Salesiana en toda
la India. El & 5or dispuso que los salesianos U fados al
Assam no quedaran reducidos a los límites de esta re
gión, sino que se extendieran a lo largo de la inmensa
India. Primero en Calcuta, luego en Bombay. Bandel, etc.
Hoy los salesianos trabajan en las más populosas ciudades
de la India: Calcuta, Madras, Goa, Nueva Delhi, divi
didos en cuatro inspectorías, con ochenta y cinco casas.
de las cuales dos son estudiantados filosóficos, con unos
120 alumnos; una, teologado, con unos 90 estudiantes,
y dos son noviciados, con un promedio anual de 80 novi
cios. Los salesianos originales de la India alcanzan el nú
mero de 700 y pasa del millar el de los aspirantes.
Desde la India pasaron los salesianos al estado de Bir
mania; no obstante estar bajo gobierno comunista, los
20 salesianos allí residentes trabajan en tres casas.
El mismo Bután, cerrado herméticamente a toda acti
vidad religiosa, ha abierto sus fronteras a los Hijos de
Don Bosco, que dirigen una escuela industrial, muy apre
ciada por las mismas autoridades.
Este es, en líneas generales, el fruto de aquella humilde
semilla sembrada hace cincuenta años al pie del Himalaya.
Sería interesante poder seguir paso a paso la historia
de estas misiones, con sus múltiples sucesos, inevitables
dificultades, penas y triunfos... pero los estrechos límites
de esta reseña no consienten mayor extensión. De todos
modos no resisto a la tentación de indicar algunos puntos
más destacados de tan notable historia.
La evangelización del Assam se presentaba como una
empresa por demás ardua: el atraso en que vivía la po
blación, la mvJtiplicidad de tribus (unos 160 pueblos de
distintos orígenes), con costumbres y lenguas distintas,
hubieran amedrentado al más valiente adalid de las misiones,_ pero no así al capitán de este pacífico ejército:
monseñor Mathias. Hombre de capacidad y experiencia
tenaz en sus resoluciones y prudente para ponerlas en
práctica, tenía todas las cualidades necesarias para la em
presa que los superiores le confiaran. En la ceremonia de
despedida de los Misioneros en Turín, el Padre Mathias
se encargó del sermón de despedida. En tal augusto mo
mento, entre otras cosas dijo que si las lenguas del Assam
eran tantas, ellos hablarían la lengua del Señor que por
todos sería entendida como otrora en Pentecostés. Y a
esta distancia podemos afirmar que así fue, en efecto. El
aprendizaje de las lenguas fue una de las primeras preocu
paciones de los nuevos misioneros, que en poco tiempo
lograron aprender lo necesario para ponerse en contacto
con la población y empezar con fruto a evangelizar el
Assam.
LLENE LA INDIA DE DON BOSCO
Pero, aunque los resultados fueran buenos, el Padre
Mathias notó que con tan escasos misioneros a su dispo
sición, aunque reforzados de cuando en cuando con nue
vos envíos, los resultados esperados serían lentos al par
que las disposícoines de la población eran excelentes y
apremiantes. Y tuvo una idea, que alguien consideró en
exceso arriesgada, pero que la experiencia probó ser la
más prudente. Pidió a los superiores le enviasen personal
en formación para que, haciendo sus estudios en estas
tierras, se aclimatasen a ellas, aprendiesen sus lenguas y
costumbres y pusieran las bases de seminarios indígenas
para el fomento de las vocaciones en la propia India.
Monseñor Mathias en sus “ Memorias” recuerda que
en el año 1925 monseñor Lepicier, que a la sazón era
Visitador Apostólico de la India, pasó unos días en la
misión del Assam. Un día, hablando con monseñor Mathias del sistema educativo de Don Bosco, le dijo: “Mon
señor, monseñor, llene la India de Don Bosco.” Las lí
neas que preceden creo demuestran suficientemente que
monseñor Mathias y sus sucesores han sido fieles a esta
reccnnendacíón del ilutre prelado. Quiera el Señor que al
cabo de otros cincuenta años la India esté verdaderamente
llena de Don Bosco.
P. Eduardo Gutiérrez
— 25
rr
ME LUM I. N D IIU '
Desde Madrás, escribe la Misionera Salesiana Sor Hilda Barragán.
Es delegada de 20 oratorios de su Inspectoría, y nos dice que tiene que
conjugar el verbo "pedir” en muchos tiempos para tantas necesidades
como tiene. Su dirección es: “ Salesian Sisters - 77 Broadway - MADRAS
S. India.
Ahí están, con sus ojos bien abiertos, en espera de
algo, estas simpáticas chiquillas del Orfanato de Nirmata.
7
í
No sólo a la máquina de coser, sino también a la de
escribir se aplican estas jóvenes Indias.
Las Hijas de M aría A uxiliadora, conocidas como
H erm anas Salesianas de San Ju a n Bosco, en la In
dia, abrieron últim am ente un C entro recreativo en
M adrás, en lengua tam il, «Nirmala», quiere decir
Inm aculada. Este centro tiene el fin de enseñar a
toda clase de niñas pobres, sin distinción de religión
o casta, a gan arse la vida aprendiendo algún ofi
cio.
«Nirmala» ofrece clases de costura, corte, m eca
nografía e inglés y tam il p ara aquellas niñas pobres
que no saben leer ni escribir, ésta es una labor so
cial p ara ayudarlas a m ejorar las condiciones de
sus fam ilias, que son verdaderam ente pobres.
La escasez de H erm anas en este país, es como en
o tras p artes del mundo..., y por eso, nos hem os vis
to obligadas a em plear m aestras laicas, que paga
mos con donativos que nos envían personas de bue
n a voluntad que desean ay u d ar a esta noble causa,
estas niñas pobres tien en tam bién diariam ente m e
dia hora de Instrucción Religiosa; todas ellas necesi
tan de una buena form ación moral, ya que la mayo
ría han frecuentado las escuelas de gobierno o no
han tenido la oportunidad de ir a la escuela. An
te s de irse a sus casas, tienen las tradicionales «Bue
nas Noches», com o lo hacía Don Bosco en su O ra
torio.
O tra de las actividades a que nos dedicam os son
tres O ratorios Dominicales en los suburbios de Ma
drás, m uy concurridos por to d a clase de niños po
bres, de todas las religiones, el más num eroso de
todos es el de V yarsarpadi, con más de 500 niños,
ahí tam bién tenem os la oportunidad de cu rar e ins
tru ir a los leprosos y a sus hijos que h an sido se
parados en este lugar... Cada domingo necesitam os
dinero p ara pagar el autobús u rbano y, a veces, h as
ta dos, para ir a estos lugares y si querem os darles
alguna cosa tenem os que com prarla, nos p arte el co
razón no poderles aliviar sus m últiples sufrim ien
tos..., al m enos podem os consolarlos con la palabra
de Dios.
HILDA BARRAGAN
M isionera Salesiana
26
V\.
ZAIRE.— E( misionero anima a sus jóvenes feligreses al saiir de la celebración dominical.
El movimiento Kyro-Zaire
Lubumbashi.—£1 pasado mayo
los jóvenes pertenecientes al mo
vimiento cristiano Kyro-Zaire ce
lebraron los 25 años de su funda
ción. A l son del tambor y el tre
molar de sus banderas entraron en
el estadio de la capital para asis
tir a la concelebración de la Euca
ristía presidida por el arzobispo.
Actualmente son unos 70.000 afi
liados. En sus filas se han formado
lideres cristianos de ambos sexos.
Este movimiento nació en Bélgica
y fue fundado en el Zaire por el
Salesiano Don José S terk, adap
tándolo a la juventud del país afri
cano. La fuerza de este movimiento
espiritual radica en Cristo Resuci
tado y exige un profundo com
promiso de fe.
Los m ás jóvenes se estimulan y
se les ayuda a ¡levar con fidelidad
sus promesas bautismales. Llega
dos a la edad de los catorce a die
ciseis años reciben una orienta
ción para hacer suyo el espíritu de
la confirmación, comprometiéndo
se a la lucha cristiana por el bien
en medio del mundo pagano: a to
mar la vida con seriedad; a la con
quista de sus jóvenes amigos.
Este movimiento nació exclusi
vamente para la juventud salesiana; pero enseguida cundió entre
las Hijas de María Auxiliadora y,
luego, a toda la juventud católica
del país.
El arzobispo, monseñor Kabanga, les ha recordado la intrepidez
de su mensaje: sEs esencial — les
ha dicho— que los jóvenes Kyro
jamás se encierren en sí mismos:
la formación y las riquezas que
reciben del movimiento, deben co
municarlas a los jóvenes abando
nados de nuestras ciudades, víc
timas de su ocio obligado, expues
tos a peligros de todas clases».
— 27
D O N IK E lO U E Ia R IT A
TRES TESTIMONIOS DE PESO
"He visto un milagro: he visto
a Don Bosco resucitado. Don Rúa
no es solamente su sucesor, es
otro Don Bosco. Tiene su dulzura,
su humildad, su sencillez, su alma
grande, su alegría comunicativa.
Todo es prodigioso en la vida
de las obras de Don Bosco, pero el
mayor prodigio me parece su pro
longación en la persona de don
Rúa. ¿Qué hombre grande, qué
otro santo tuvo un sucesor semejan
te a él?
He oido predicar a don Rúa: pre
dica con la misma sublime sen
cillez. Le he visto en reuniones pri
vadas: habla con el mismo encan
to sugestionador. Estuve a su lado
durante una fiesta que le dieron
en el Circulo Católico Obrero de
Niza: me parecía ver y oír a Don
Bosco. Don Bosco era una copia
viviente de Jesucristo: cuando don
Rúa hablaba o escuchaba me pare
cía tener ante mi otra nueva ima
gen del Salvador".
P. Maria Antonio, apóstol de Tolosa, en Francia, cuya causa de
Beatificación está introducida.
“ Nada más fácil y al mismo tiem
po más difícil que el elogio fúnebre
de don Rúa.
Sus días fueron siempre iguales.
De todos se puede decir lo mismo.
Ahí está la dificultad. ¿Cómo ha
blar, cual convendría de su profun
da humildad y de su celo ardiente?
Gracias a ella descendió sobre él
abundante lluvia de gracias divinas,
y por su celo no se desperdiciaba
el más pequeño favor del cielo.
Aunque fue un maestro inconparable de la palabra y de la pluma,
enseñó más con los ejemplos de
su santa vida. Fue una lección vi
viente y modelo admirable para
todos, particularmente para los que
le rodeaban con su tierna piedad,
su minucioso cumplimiento de las
Reglas, la continua vigilancia sobre
sí mismo, el empleo escupuloso de
todos sus minutos y su empeño en
avanzar constantemente por el ca
mino de la perfección. Aunque sin
proferir sus labios las palabras del
Apóstol: Imitatores mei estote sicut
et ego Christi, las iba repitiendo sin
cesar con su actitud.
¡Qué escuela de virtud la suya
cuando decía la santa misa, hacia
meditación, lectura espiritual, la
visita al Santísimo Sacramento;
cuando hablaba, cuando acortaba
sus noches y cuando abrazaba a
sus hijos que partían para las mi
siones!
Cardenal Richedmy, Cardenal Ar
zobispo de Turín a la muerte de
don Rúa.
***
“ Espero que no echará en olvido
a don Rúa — declaraba San Pío X
al Cardenal Salotti— . Yo veo en él
ese conjunto de virtudes heróicas
que constituyen el santo. ¿A qué
aguardan los salesianos para empe
zar su causa? ¡Oh, qué gran sier
vo de Dios! ¡La Iglesia se ocupará
de él ciertamente!” .
(Tomados de “ DON MIGUEL RUA” ,
de Agustín Auffray)
AQ U STIM A U F F R A Y
'^DOM M IG U E L R U A '^
Edii. ” Gonirat CaisquisUoa Salosiana^
-
Madríd-2B
Hermoso estudio biográfico del nuevo Beato, en donde se ve el itinerario humano
y religioso del primer sucesor de San Juan Bosco. Un san to formado por otro santo.
Don Rúa, dotado de un c a rácter fuerte y perseverante, de una enorm e cu ltu ra y con
una gran sensibilidad para los problem as de su tiempo, dio un impulso decisivo al des
arrollo de la Congregación S alesiana en todo el mundo. Un libro que profundiza en ¡a
personalidad de Don Rúa, haciendo resa lta r su bondad. Una bondad sencilla y sin li
mites. en el m ás genuino sentido evangélico.
Pedidos: Alcalá, 164. MADRID-28.
380 páginas. Precio: rústica, 1(K) ptas.; tela, 125 ptas.
PEREGRINACION SALESIANA
a ROMA
y TURIN
28
con motivo de la Beatificación del Venerable Miguel Rúa
Viaje en avión y autocar.
Solicite información a su Colegio Salesiano o a
Viajes Altamira, S. L. - Joaquín María López, 44 bis.
Teléfono: 244 06 27, MADRID-15.
Gracias
a
María
Auxiliadora
Montilla.— El ascensor atrapó una
mano de mi hija pequeña. En aquel
momento de nerviosismo acudí a
María Auxiliadora y, la mano que
creí perdida para siempre, sólo
presentaba pequeñas erosiones.
Agradeoída, envío una limosna.
Una devota.
Madrid.— Por haber curado una
hermana mía de esu grave enfer
medad, envío una limosna para las
obras salesianas. María Pa2 Rodrí
guez Martínez.
Vigo.—Agradecida, envío una li
mosna por haber obtenido la gra
cia de mi curación. Carmen Otero
Pérez.
Cáceres.—Agradecida, envío un
donativo, por haberse restablecido
una sobrina mía de un accidente
de automóvil. Emilia Gómez Muñoz.
Tordesiilas.— Operaron a una ami
ga mía y el diagnóstico médico era
de caso gravísimo. Acudí a María
Auxiliadora y hoy se encuentra re
cuperada. Agradecida, envío una
limosna. Teodora González.
Vlllafranca de Córdoba.—Agra
dezco la solución de varios proble
mas difíciles. Cumplo mi promesa
de enviar un donativo para las Mi
siones Salesianas. J. M. T.
Solana de los Barros.— Por
ber salido bien una hija mía
parto y por haberle conocido
niña preciosa, doy gracias y
vío una limosna. Josefa Caro
vado.
ha
del
una
en
La
Torre Cárdela (Granada). — Mi
último estado de gestación fue di
fícil y con pocas esperanzas, se
gún los doctores, de que todo fue
y a
su Apóstol
San Juan
Sosco
ra bien. Me encomendé a la Santí
sima Virgen María Auxiliadora y a
San Domingo Savio y hoy estamos
en casa contentísimos con el naci
miento de un niño. El y yo estamos
bien, por lo que damos gracias
por este favor, y envío una limos
na para las Obras Salesianas. Isa
bel Andújar.
Montilla (Córdoba).— De verdade
ro milagro califico dos hechos que
me han sucedido. En ambos casos
he implorado el favor del Señor
através de María Auxiliadora y he
sido atendido, por lo que expreso
mi gratitud públicamente y envío
una limosna para las Obras Sale
sianas. José Cabello de Alba-Ruíz.
DAN GRACIAS
A MARIA AUXILIADORA
Y A SAN JUAN BOSCO
Y ENTREGAN UNA LIMOSNA
María Peña, de Torre Cárdela
(Granada), por la protección reci
bida en su viaje a Alemania; Isa
bel Peña Justicia, de Torre Cárdela,
por varios favores; Francisca Es
pinosa, de Torre Cardéis, por ha
ber salido bien de una operación
difícil y por el feliz aimbramiento
de una hija suya; Marisol Moreno,
de Posadas, por un gran favor;
Trinidad Segovia, Josefa Segovia, Justa Titos y Petra Titos, de
Torre Cárdela; Virtudes Martínez
Morante y Rafael Medina, de Guahortuna; Teresa Vílar, de Navata
(Gerona), por varios favores de Ma
ría Auxiliadora y Santo Domingo
Savio; A.B. de M, de N. N.; Guada
lupe Ferréíro, de Madríd; Milagros
García Guindal, de Cádiz; Enrique
Schanze Fernández, de Torremolinos, por muchos favores y manda
celebrar una misa de agradecimien
to; Sra. de Rodríguez, de Puerto
Real; Vda. de Cameno, de Barce
lona, esperando la mejoría de una
amiga y por la felicidad de otra
persona: Tránsito Blanco, de Za
mora; J.B. y V.D., de Falencia, por
favores recibidos y especialmente
por haberles concedido ‘ una niña;
D.- Antonia de la Blanca, de Ubeda;
N.N., de Valmojado; N.N., de Gra
nada; Antonia Prieto Rodríguez, de
Barruecopardo; Marujita Márquez,
de Allariz (Orense); Doña María
Florido, de Rota, por una gracia
muy señalada; F. Rodríguez, de Mérida; María Natividad Martínez, de
Salas, por un favor recibido; F. Enrich, de Mataró, por varios favores
recibidos: Sabina Arrieta, de Llaranes, por varios favores, y por uno
muy especial: Una devota, de N.N.;
Isabel García López, de Algecíras,
por haber aprobado unas exámenes;
M.M. Rodríguez, de Mérida, por
haber salido bien de una operación;
L. Sagalés, de Barcelona; N.N., de
Zamora: Dionisia Ortega, deValladolid; María Aída Hermida, de La
Coruña; Carmen y Antonia, de Po
sadas, por un gran favor; Aguada
Sancho, de Salamanca; Sra de Gar
cía, de Avila; Dolores Sánchez, de
Salamanca; Soledad de la Fuente,
de Madríd; María Sala, de Barcelo
na; María Josefa García Herrero,
de Salamanca; Purificación Montes,
de Linares; Elias Ramírez, de Valtueña; María Angeles Blanco, de
Zamora; Nicolasa Muñoz, de Na*
valcán; A. Martín, de Valladolíd;
T. Vivó Berenguer, de Valencia;
Cándido Hernández López, de Sa
lamanca; Angeles Sanz Sanz, de
Carabanchel Alto (Madríd); J. Ubina, de Rentería (Guípúzcua); Julia
Muñoz, de N.N.; Mariano Alonso,
de Madríd; N.N., de Orense.
—
29
FUERON A LA GASA DEL PADRE
manifestada en conversaciones sinceras y admirables,
en las que traslucía la impresión de sus estudios y
lecturas teológicas.
Sin duda que su alma estaba madura para la eter
nidad, a pesar de la trágica circunstancia de su
muerte en la playa. Su nombre siempre será un admi
rable recuerdo de generosidad para con el Señor y
para los que han convivido a su lado.
He aquí algunos pensamientos recogidos de sus
apuntes espirituales: "Mi deseo de trabajo, constan
cia, cariño e interés, es gracia que el Señor no me
negará porque se la he pedido y se la pediré por
intercesión de la Santísima Virgen.” Empeñado en la
perfección y conociendo su temperamento y su ca
rácter, se esforzaba en controlarse para corregirse:
“Trabajaré por corregirme en las contestaciones du
ras y no negar nada a nadie.” Antes de exigir a los
demás, se pedía cuentas a sí mismo: “ Sea cada uno,
en su esfera, fiel cumplidor de las exigencias de la
caridad y así contribuiremos con nuestro granito de
arena a salvar el mundo."
Rvdo. Don Santiago Rivera t en Utrera (Sevilla),
el 16 de agosto, a los cuarenta y dos años de edad.
Natural de Junquera de Ambla (Orense), se entregó
desde niño a Don Sosco, siguiendo su vocación salesiana.
Para ello,
Andalucía a
Antequera y
del Valle y
Utrera.
dejó su tierra de Galicia y marchó a
fin de cursar sus años de aspirantado en
Montilla. Profesó en 1948 en San José
estudió la Filosofía en Consolación, de
Sus primeras actividades apostólicas de trienal las
desarrolló en Montilla, con los aspirantes, a los que
contagió su entusiasmo por la vocación y les infundió
su amor al estudio.
Hizo los años de Teología en Alcalá de Guadaira
y en Posadas, recibiendo la ordenación sacerdotal
en 1957.
Dotado de excelentes cualidades intelectuales, en
seguida acudió a la Universidad de Sevilla, donde
adquirió la Licenciatura en Químicas. Siempre recor
daba con gusto los años de contacto con los jóvenes
universitarios, en especial con los del Colegio Mayor
de San Juan Sosco de Sevilla. Su bondad natural y
su sencillez estuvieron siempre al servicio de su celo
sacerdotal.
Los últimos años los pasó en el colegio de Utrera,
primero como encargado de la Pastoral Juvenil y,
posteriormente, como administrador de la casa salesiana.
De don Santiago Rivera siempre recordará su bon
dad y su sencillez. Era el sacerdote bueno y sencillo,
siempre a disposición de todos. Transparentaba un
alma de niño, generosa y humilde, feliz cuando podía
ofrecerse a los demás.
Habiendo vivido a su lado durante varios años,
siempre pude constatar su profunda espiritualidad,
30 —
Don Valerio García Gómez t en Valladolid el pasa
do 25 de junio, a los ochenta y cinco años de edad.
Había nacido en Garganta la Olla (Cáceres), aunque
desde pequeño se formó en el colegio salesiano de
Béjar. Se preciaba de ser uno de sus primeros anti
guos alumnos y recordaba las visitas que a su cole
gio hicieron don Rúa y don Rinaldi.
Trasladado a Talavera de la Reina, celebró todos
los años con fervor la novena a María Auxiliadora y
el triduo a San Juan Bosco en la céntrica iglesia de
San Francisco, encargándose él mismo de buscar el
sacerdote que predicara y animara los cultos.
Una vez jubilado, vivió en Salamanca, feliz de estar
cerca de su antiguo colegio de Béjar, que visitaba
con frecuencia. Vivió sus últimos días en Valladolid,
en donde se reunía con un grupo de antiguos alumnos
para celebrar unidos todos los 24 de cada mes. En
unión con otros señores de esta ciudad, fue al Sr.
Obispo para solicitar la presencia de los Padres Salesianos en la ciudad castellana. Grande fue su felici
dad al saber que habían llegado finalmente a hacerse
cargo de una parroquia de la capital. Murió santa
mente como había vivido.
Doña Lucia Anderez Alonso t en Mudá (Patencia),
el pasado 6 de agosto a los setenta y dos años de
edad. De carácter alegre y simpático. Educó a seis
hijos en la vida cristiana, dando dando a la Iglesia a
dos de sus hijas como religiosas misioneras, mercedaría una e Hija de María Auxiliadora otra, Sor Agus
tina Alonso, actualmente en Puerto Ayacucho (Vene
zuela).
Doña Felisa Roy Vefüla t en Sevilla el pasado 10
de julio. Madre del director de una importante empre
sa sevillana y bienhechora de la obra salesiana de
la Santísima Trinidad de Sevilla.
BECAS PARA
LAS VOCACIONES
SALESIANAS
“ El mejor premio que Dios concede ■
una familia es un hijo sacerdote."
(Don Bosco)
INSPECTORIA BARCELONA - ‘'BESABAR”
P. Provincial: Pateo San Juan Botco, 74 - Barcelona-17
B E C A S E N F O R M A C IO N
Beca « F a m ilia B a ra u t-O b io ls» . N . e. 3.000. T o ta l: 56.500.
Beca «D on F e lip e A lcán tara» . N . e . : 100. T o ta l: 7.600 p ta s.
B eca «D on J o s é C alasanz». N. e .; 200. T o ta l 2.700 p ta s .
B eca « P a d re Viñeis». N . e . : 500. T o ta l: 3.000 p ta s.
B eca « B ib ia n a Socías» 1.5 e . : 5.000 p ts .
B eca P e r p e tu a « P a lm ira E ste v e y F am ilia » . T . : 300.000 p ts
B eca « H erm an o s S. R .» T o ta l: 6.000 p ts .
B eca « D an iel C onde». T o ta l: 85.000 p ts .
B eca « J u a n A lb erto » . A. A. d e R o c a fo rt. T o ta l. 13.000 p ts .
Beca «S an P e d ro » . T o ta l: 50.000 p ts .
B eca « P ila r» . T o ta l: 45.000 p ts .
B eca «San C osm e y S a n ta M a g d alen a» . T o ta l: 92.500 p ts .
B eca «San J o s é (H n a s. C a ta sú s)» . T o ta l: ¿).000 p ts .
B eca « J. M. y M. C.» T o ta l: 25.000 p ts .
B eca « S a g ra d o C o razó n d e J e s ú s » . T o ta l: 2.500 p ts .
B eca « M aría A u x iliad o ra» . T o ta l: 2.500 p ts .
B eca « N u e s tra S e ñ o ra d e M o n ts e rra t» . T o ta l: 99.500 p ts.
B eca « N u e sta S e ñ o ra d e la M erced». T o ta l: 2.500 p ts .
B eca «S an Jo sé» . T o ta l: 23.500 p ts .
B eca «S an J u a n Bosco». T o ta l: 2.500 p ts .
B eca «San F ra n c is c o d e S ales». T o ta l: 2.500 p ts .
B eca « S an to D o m in g o Savio». T o ta l: 2.500 p ts .
Beca « S a n ta M a ría M azzarello». T o ta l: 2.500 p ts .
B eca «S an J o s é C afasso». T o ta l: 2.500 p ts .
B eca «D on A n to n io Aim e». T o ta l: 2.500 p ts .
B eca «D on J u a n A ntal» . T o ta l: 96.600 p ts .
B eca « A n tig u o s A lu m n o s S alesla n o s» . T o ta l; 2.500 p ts .
B eca «D on M an u el B ars» . T o ta l: 2.500 p ts .
B eca «Don A n d ré s B e ltram i» . T o ta l: 2.000 p ts.
B eca «D on J o s é B in elli» . T o ta l: 2.500 p ts .
B eca «D on J u a n C ag liero » . T o ta l: 2.500 p ts .
B eca «D on J o s é L u is C arreño». T o ta l: 2 . ^ p ts .
B eca «D on L u ís Cid». T o ta l: 2.500 p ts .
B eca «D on S e rg io Cid». T o ta l: 2.500 p ts .
B eca « C o o p e rad o res S alcsian o s» . T o ta l: 2.600 p ts .
B eca «D on L u is C u tlllas» . T o ta l: 10.000 p ts .
B eca «Don C o n ra d o C ard és» . T o ta l: 2.600 p ts .
B eca « D o ñ a D o ro tea» . T o ta l: 2.600 p ts.
B eca «S r. F ra n c is c o F e rn á n d e z » . T o ta l: 2.500 p ts.
Beca «D on R o d o lfo F ie ro » . T o ta l: 2.600 p ts .
B eca «Sr. M a rtín G oicoechea». T o ta l; 2.500 p ts.
B eca «D on E d u a rd o G u tiérrez » . T o ta l: 2.500 p ts .
B eca «D on M an u el H e rm id a » . T o ta l: 2.600 p ts.
B eca «Don M ig u el M agone». T o ta l: 2.6W p ts .
B eca «M am á M a rg a rita » . T o ta l: 2.600 p ts .
B eca «D on J o s é M artí» . T o ta l: 2.600 p ts.
B eca « F a m ilia M a rti C odolar». T o ta l: 2.500 p ts .
Beca «D on Ig n a c io R u b io » . T o ta l: 2.500 p ts.
B eca « T em p lo d el T ib id ab o » . T o ta l: 2.600 p ts .
B eca «V ocaciones S a le sia n a s» . T o ta l: 2.600 p ts.
INSPECTORIA DE BILBAO
P. Provincial: Escuelas Salesianas • Deusto-Bribao
B E C A S E N FO R M A C IO N
B eca «M am á M a rg a rita » . L . C a ñ ad a. P a m p lo n a . N . e . : 250.
T o ta l: 30.750 p ta s .
B eca « F é lix V id a u rrá z a g a » . B ilb ao . T o ta l: 5.000 p ts .
B eca « S r. M agín», p ro m o v id a p o r R ic h a r. D e u s to . T . : 800.
B eca « F a m ilia Im b e rt» . T o ta l: 60.000 p ts .
B eca «D. R a m ó n Z abalo». B a ra c a ld o . M . F d e z . T .: 50.000.
B eca «D on E la d io P érez» . T o ta l: 35.000 p ts .
B eca «D on J o s é P u e r ta s » . A. A . D e u s to . T o ta l: 16.000 p ts .
B eca « S eñ o r Ju sÜ » . D e tis to (C o leg io ). T o ta l: 22.500 p ts .
B eca «C am ilo F d e z . F a n d iñ o » . p ro m . p o r J . G esto so . 30.000.
B eca «D on J o s é M a ría T aib ó » . m . T o ta l: 27.000 p ts .
B eca «D on J o s é D íaz d e C e rio V alle y P e t r a G a s tá n V en to
sa». T o ta l: 26.000 p ts .
B eca « M a ría A u x ilia d o ra » , n . A rc h . B a ra c a ld o . T .: 62.000.
B ecas « P . B e o b id e - F a m . S a le s ia n a , G uipúzcoa». T .; 251.775
B eca « D < ^ C a rm e n A g u irre » . T o ta l: 21.000 p ts .
B eca « M a ría A u x ilia d o ra » . A rc h . D e u s to . T o ta l: 21.000 p ts
B eca « M aría A u x iliad o ra» . D . R . G. 11. T o ta l; 30.000 p ts.
B e ca «Don J o s é S an to s» . D e u sto (C olegio). T o ta l: 23.000 p ts .
B eca « S e ñ o rita M arig de F elip e» . T o ta l: 60.000 p ts.
B eca « M aría A n g eles P o s tig o L a b ra d o r» . T o ta l: 30.000 p ts .
B eca «C onchita D iez N oza». T o ta l: 30.000 p ts .
B eca « V irgen d el C astillo». E l R o y o . T o ta l: 9.800 p ts.
B eca «D on Bosco». C iu d ad L a b o ra l. P a s a je s . T . : 5.720 p ts .
B eca « S a g ra d a F am ilia» . S an S e b a s tiá n . T o ta l; 10.000 p ts .
B eca « F ra n c isc o T ie rra » . B u rc e ñ a . T o ta l: 8.600 p ts.
B eca «San J u a n Bosco». T o ta l: 5.000 p ts.
B eca «S anto D o m in g o Savio». S a n ta n d e r. T o ta l; 19.600 p ts .
B eca «S an J o s é O brero». I n d u s tr ia le s . S a n ta n d e r. T . : 10.000.
B eca « M aría A u x iliad o ra» . A rch . S a n ta n d e r. T o ta l: 6.000.
B eca «S eñores de U d aetx e» . B ilb ao . T o ta l: 34.000 p ts.
B eca «S an A ndrés». B u rg o s. T o ta l: 1.327,36 p ts.
B eca « N u estro s M á rtires» . Z uazo. T o ta l: 18.509 p ts.
B eca « M aría A u x iliad o ra» . TI. T o ta l: 20.000 p ts .
B eca «A lfonso Góm ez P in ed a» . P a m p lo n a . T o ta l: 5.000 p ts .
B e c a «S an P a u lin o » . B a ra c a ld o . T o ta l: 6.000 p ts.
B eca « E d u a rd o C ap ran i» . B a ra c a ld o . T o ta l: 6.000 p ts.
B eca « J e s ú s A zner». p ro m o v id a p o r d o ñ a M a ría S a lm e ró n
V d a. d e A z n a r. T o ta l: 7.000 p ts.
INSPECTORIA DE CORDOBA
P. Provincial: Calle María Auxiliadora, 14
Córdoba
BECAS CO M PLETA S
B e c a «Sgo. C orazón». T . R . L a s P a lm a s. T o ta l: 100.000 p ta s .
B eca « F a m ilia M a rrero-M uñoz». D. M anuel M a tre ro y seño
ra . L a s P a lm a s. T o ta l: 160.000 p ts.
BECA S E N FO R M A C IO N
B eca « F a m ilia R u iz G onzález». G ra n a d a . l.« e . ; 2.000 p ta s .
B eca «Don A n tonio Do Muifto». F a m ilia P in o -A lc aid e. Montilla . N . e .: 10.000. T o ta l: 45.000 p ía s.
B e ca « M aría A u x iliad o ra» , d e ja d a p o r don E d u a rd o O rtiz
M ata. A lc a u d e te ( J a é n ) . N , e .: 10.000. T o ta l: 30.000 p ta s.
B eca «D. S e b a s tiá n M a ría P a sto r» . C ó rd o b a. N . e. 60.000.
T o ta l; 68.016 p ta s .
B eca «Sto. D o m in g o Savio». C ías. J u v e n tu d S a le sia n a . L a s
P a lm a s. T o ta l: 60.800 p ts .
B eca « M aría A u x ilia d o ra » . F a m . P o y a to -P a d illo . N u ev a C a rte y a (C ó rd o b a ). T o ta l: 2.600 p ts.
B eca « S a g ra d o C orazón». L a s P a lm a s. T o ta l; 87.456 pts.
B eca « F a m ilia L a ra » . L a s P a lm a s. T o ta l; 8.400 p ts.
B eca « J . H . S.» L a s P a lm a s. T o ta l: 48.0Ó0 p ts.
B e ca «F . H e rn á n d e z C hacón». L a s l^alm as. T o ta l: 19.400 p ts .
B eca « V irgen del P in o » . L a s P a lm a s. T o ta l: 7.700 p ts.
B eca «A rch. M a ría A uxil.». S ta . C. T e n e rife . T . ; 46.000 p ts .
B eca M isio n era «D on D io n isio Ric». T o ta l: 30.000 p ts .
B eca « N tra . S ra . C onsolación». T o rre d o n jlm e n o . T . : 46.000.
B eca «San J u a n Bosco». p o r lo s AA. AA. T o ta l: 51.000 p ts .
B eca « M aría A u x ilia d o ra » . M álaga. T o ta l: 38.300 p ts.
B eca «D. B e rn a rd o L ó p e z B acna». C ó rd o b a. T o ta l: 25.000.
B eca « R o m ero -M artín ez» . Id á la g a . p o r d o ñ a D o lo res M ar
tín e z V d a. d e R o m ero . T o ta l: 35.000 p ts.
B eca « S an to C u ra d e A rs». C ó rd o b a. T o ta l: 17.000 p ts .
B eca « F a m ilia L ag o » . T o ta l: 12.700 p ts .
B e c a « F a m ilia T e re sa » . G ra n a d a . T o ta l; 19.160 p ts.
B e c a «S. J o s é y N tr a . S ra . M o n tse rra t» . G an ad a . T .: 19.700.
B eca «M iguel M agone». L a s P a lm a s . T o ta l: 6.600 p ts .
B eca « F a m ilia L in a re s » . L a s P a lm a s. T o ta l : 3.700 p ts .
B e c a « F a m ilia N a ra n jo » . L a s P a lm a s . T o ta l: 6.800 p ts .
B e c a « M a ría A u x ilia d o ra » . R o n d a . J . T ro y a Z. T .; 25.000.
B e c a « B a ld o m cro P a g á n » . P o zo b lan co . T o ta l: 25.000 p ts .
B e c a « F a m ilia T o rre» . L a s P a lm a s . T o ta l; 4.700 p ts .
B eca «C ías. J u v e n tu d S alesia n a» . L a O ro tav a. T o ta l : 43.000.
B e c a «FY ancisco L eó n N av arro » . L a s P a lm a s . T .: 3.600 p ts .
B eca « P u r a B erm údez». M á lag a. T o ta l: 28.500 p ts .
B eca « F a m ilia M uñoz». T o ta l: 21.000 p ts .
B eca « S a n ta Isa b e l» . G ra n a d a . T o ta l: 40.200 p ts .
B e ca «San J u a n B a u tis ta » . T o ta l; 21.600 p ts .
B eca «Elscuelas E x te rn a s » . M o n tilla. T o ta l; 12.000 p ts .
B eca « N tra . S ra . d el C arm en». P o zo b lan co . T .: 40.000 p ts.
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Beca
B eca
B eca
B eca
B eca
B eca
B eca
B eca
B eca
B eca
B eca
B eca
B eca
c F a m llia N av arro » . T o la l: 7.100 p ts .
« S an ta C ata lin a» . I I . L e s P a lm a s. T o ta l: 3.000 p ts.
« S an ta A na». A lcalá la R e al. T o ta l: 20.000 p ts.
«Don V icen te R eyes». T o ta l: 2.700 p ts .
«M aría A u x iliad o ra» . A n tonio R o y á n . T o ta l: 28.800.
« M aría A u x iliad o ra» . Coop. A n te q u e ra . T . : 11.500 p ts .
« F a m ilia d el P in o M uñoz». J a é n . T o ta l: 10.000 p ts .
« S an ta C ruz do T en erife» . T e n e rife . T o ta l: 32.000 p ts .
« S an to D o m in g o Savlo». C ías. T e n e rife . T .: 21.000 p ts .
« F am ilia A tlllo L ey». L a s P a lm a s. T o ta l: 1.500 p ts .
« Ju a n X X IIl» . M o n tllla. T o ta l: 14.350 p ts.
« F am ilia E sp e jo Góm ez». M o n tllla. T o ta l: 12.000 p ts.
p e rp e tu a « T ra y a G ozálvez». R o n d a . T o ta l: 24.000 p ts.
INSPECTORIA DE MADRID - "BESAMA"
P. Provincial: Paseo del General Primo de Rivera, 27
Madrid (5) • Teléfono 227 56 91
BECA S E N FO R M A C IO N
B eca «San R ic a rd o . N . e .: 5.000 p ta s . T o ta l: 15.000 p ta s .
B eca m ay o r «D. J o s é A g u ilar» . C. R e a l; 10.00. T .: 100.00
Beca « F am ilia F ra n c ia G.». S a la m a n c a ; 1.000. T . : 17.000.
Beca «San Jo sé» . A rch. P iz a r ra le s : N . e .: 1.000. T .; 50.000.
Beca «M.# A ux.» A ch. E x tr e m a d u r a . N . e.: 10.000. T o ta l:
B eca «M.6 A uxll.» A ch. E x tr e m a d u r a . N . e . : 10.000 p ts .
S re s. J im é n e z : 500 p ts . T o ta l: 10.500 p ts .
Beca «San A ntonio». A. A ngulo. N. e . : 10.000. T . : 50.000.
B eca «l''elícldad», T o ta l; 1.000 p ts.
Beca «M.S A uxll.» A rch. A tocha. N . e .: 8.000. T .; 31.725 p ts .
B eca p o rp . «M ercedes C ruzado». N. e . : 3.000. T ,: 72.000 p ts.
Beca p o rp . «B esam n». L . L im ia. 100 p ts .; E . Jlm é n e z -A rn a u ,
8.000 p ts .: M.B C a rm en A rjo n a . 10.000 p ts . T o ta l; 96.600.
B eca «S. F eo . d e Sales». I I . Coop. E s tre c h o . T . : 21.690 p ts .
Beca «M. A. L .» T o ta l: 53.000 p ts.
B eca « S ag rad o C orazón». T o ta l: 27.000 p ts.
B eca «D on Ju a n » . I I. T o ta l; 35.000 p ts.
Beca « F am ilid M esonero R o d ríg u ez» . T o ta l: 60.000 p ts .
B oca « N tra. S ra . d el C a rm en y S a n L u cas» . T . : 30.000 p ts.
B oca p e rp e tu a « S alcsia n o s D on S osco». I I I . T o ta l: 53.999.
B eca « S an ta T e re s a y S an V icente». T o ta l: 50.000 p ts .
B eca « Jo se fa R o ld án y fam ilia» . T o ta l: 40.000 p ts .
Boca «A rch. M a ría A u x iliad o ra» . C a ra b a n c h e l. T . ; 46.000.
B oca « V iuda d e P u ja d a s » . T o ta l: 22.000 p ts .
Beca M ay o r «R ein a de los A ngeles». T o ta l: 70.000 p ts.
B eca « M aría A u x iliad o ra» . S a la m a n c a . T o ta l: 11.000 p ts.
Beca <F. C anales». T o ta l; 24.000 p ts.
Beca « F a m ilia A. M iran d a» . T o ta l: 20.000 p ts.
INSPECTORIA DE SEVILLA - “ BESASE”
P. Provincial: Calle de María Auxiliadora, 18 - Sevilla
Teléfonos 35 04 86 y 30 01 00
BECA C O M P L E T A
Beca «Don F ra n c isc o J a v ie r M ontero». N o n ativ o de s u s A n
tig u o s A lu m n o s. T o ta l: 100.000 p ts .
BECA S E N FO R M A C IO N
A lcalá. Beca « N tra . S ra . del A guila». T o ta l; 25.200 p ts.
A lcalá. B eca «San P ed ro » . C o o p e rad o res. T o ta l; 8.0Ó0 p ts .
A lcalá. B eca «A rch. M a ría A u x iliad o ra» . T o ta l: 5.000 p ts .
A lg eclras, B eca «D on A n d ré s Y ún». T o ta l; 5.000 p ts .
A lm e n d ra le jo . B eca « N tra . S ra . de la P ie d a d » . I n ic ia d a p o r
F a m . R a fa e l M artín ez* C o rd ó n c Isa b e l M a rtín ex A s u a r en
m em o ria d e d o ñ a C rosconcia A su ar. T o ta l: 36.600 p ts.
C ád iz. B eca «M aría A u x iliad o ra» . T o ta l :52.000 p ts.
C ádiz. B oca «D. C lem en te Q uede*. T o ta l: 14.675 p ts .
C ádiz. B eca « M aestro P ag és» . T o ta l: 18.295 p ts.
Cádiz. B eca «R vdo. D . J o s é M o n tserrat» . T o ta l; 13.000 p ts .
Cádiz. B eca « S a n tia g o A póstol». T o ta l: 70.000 p ts.
C ádiz. B eca «San Jo sé» . T o ta l: 8.000 p ts.
C a m p a n o . B eca « B e rtem atl» . T o ta l: 6.000 p ts.
C a rm o n n . B eca «Don F e rm ín M olpcceres*. T o ta l: 13.000 p ts.
C á c e re s. B eca «San J u a n Bosco». T o ta l: 16.760 p ts.
Je re z . Beca «D on J u a n T o rre s» . T o ta l; 2.600 p ts.
Je re z . B eca « E scu ela d e M aestría» . T o ta l: 20.000 p ts.
L a L in e a . B eca « In m a c u la d a C oncepción». T o ta l: 500 p ts .
L a P a lm a . B eca «San A ndrés*. T o la l; 10.000 p ts .
M éridn. B eca «E>on J a v i e r M ontero». T o ta l; 12.500 p ts .
M orón. Beca « N tra . S ra . d el S a g ra d o C orazón». T .: 26.000.
M orón. B eca « M á rtire s S a le sia n o s de M orón». T .: 3.500 p ts .
P u e r to R eal. Beca « M aría A u x iliad o ra» . T o ta l: 18.000 p ts.
R o ta. Beca « N tra . S ra . del R osario». T o ta l: 14.000 p ts .
S evilla. B eca « M aría A u x iliad o ra» . A. R . T o ta l: 30.000 p ts .
S ev illa. B eca « C o rp u s C h ristl» . S rta . J . Q u ita n a . N . e . :
100 p ts . T o ta l: 15.500 p ts .
S evilla. B eca «D. A n to n io M arcolungo* de D oña C a rm en H i
d a lg o . V da. d e C o rté s de B ien v e n id a . B ad ajo z. N. c. 35.000
T o ta l: 90.000 p ts.
S ev illa. B eca « P , T o m á s G u tié rre z » . P rim e r a e .: 7.000 p ts
S e v llla -T rln ld a d . B eca «M aría A uxil.» A rch . T .; 30.000 p ts.
32
—
S e v illa -T rin id a d . B eca «S tm a. T rin id a d » . T o ta l: 15.000 p ts.
S e v illa -T rin id a d . B eca «D. T o m á s G onzález». T . : 30.000 p ts .
S e v illa -T rin id a d . B eca «D. F ra n c is c o d e la H oz». S ra . V da.
d e C aso. T o ta l: 31.000 p ts .
S e v illa -R e sid e n c ia . B eca *S. J u a n B osco* I I I . T . : 15.000 p ts .
S ev illa. B eca « N tra . S ra . de l a P ie d a d » . T o ta l: 31.106 p ts .
U tr e ra . B e ca «D. A g u s tín N ofre». T o ta l: 30.000 p ts .
U tr e ra . B e ca «D. M an u el F e rn á n d e z » . T o ta l: 30.000 p ts.
U tr e ra . «B eca sa c e rd o ta l-m a ria n a P . C am poy». N . e. 2.500.
T o ta l: 3.500 p ts.
U tre ra . B eca «B odas de O ro. D . J o s é N ovoa». T . : 29.000.
INSPECTORIA DE VALENCIA
P. Provincial: Calle de Sagunto, 190 - Valencia
BE C A C O M P L E T A
B eca p e rp . «D oña M a ría A g u ila r V d a. d e M orales». P rim e r a
e n tr e g a : 50.000 p ts .
B E C A S E N FO R M A C IO N
B eca « S a g ra d a F am ilia» . N . e . : 50.000. T o ta l: 150.000 pts.
Beca « J e s ú s M endívil». N . e .: 1.500. T o ta l: 26.500 p ta s.
B eca «San B e rn a rd ln o » . V lllen a. T o ta l : 62.000 p ts.
B eca « S a n ta T e re sa » . C rev illen te. T o ta l: 38.000 p ts .
B oca «S an C ayetano». C rev illen te. T o ta l: 100.000 p ts .
B re a « C o o p e rad o res de V alencia». T o ta l: 13.000 p ts.
B eca p e rp . « M aría A m p aro T ren o r* . V alencia. T . : 100.000.
B eca p e rp . « Jo sé F ellu » . D .9 A. B u só . V alencia. T . : 100.000.
B eca «San V icen te F e r re r » . V alencia. T o ta l: 5.000 p ts.
B eca « S an ta R osa». Coop. de A lcoy. T o ta l: 50.000 p ts .
B eca «Colegio S a n to D o m in g o Savio». V alencia. T . : 30.000.
B eca «A rch. M a ría A u x iliad o ra» . V alen cia. T o ta l: 28.000 p ts.
B eca « C o rso rtes P a y á » . A lcoy, d o s b e c a s p e rp . T . : 200.000.
B eca «D.9 M;9 Góm ez G enovés*. V alencia. 2 b e c a s : 100.000.
B eca « F ra n c isc o Gil E steve». T o ta l: 24.000 p ts .
B eca « F a m ilia G óm ez B aldoví». p e r p e tu a . T . : 150.000 p ts .
B eca « R om ero A m orós», p e rp e tu a . U ltim a e n tr e g a : 25.000.
B eca « Jo sé C a rbonell», p e rp e tu a . T o ta l: 82.000 p ts .
B eca «D.9 D o lo res B e re n g u e r» , p e rp . A lican te. T .: 100.000.
B e ca «R vdo. F ra n c is c o S e rra ts » . V alen cia. T o ta l: 8.000 p ts.
B eca «S an A g u stín » . A lcoy. T o ta l: 18.000 p ts .
B e ca «D on R e c a re d o d e lo s R íos». A lican te. T o ta l; R.OOO p ts .
B eca «M uy R v d o . D on J o s é C alasanz». T o ta l: 20.915 p t?.
B eca «R vdo. D . L u is B e re n g u e r» . A lican te. T o ta l: 20.000 p ts .
B eca «R am ón G u erre ro * . A lb acete. T o ta l: 22.550 p ts .
B eca «C írculo D o m in g o Savio». T o ta l: 2.000 p ts .
B eca «D on A n d ré s T a r i N av arro » . E lc h e. T o ta l: 100.000 p ts.
B eca p e r p e tu a «A. B . A.» V alen cia. T o ta l: 150.000 p ts .
B eca «D. V icen te G alván». A lican te. T o ta l: 100.000 p ts .
B eca «D. M anuel P érez» . V alencia. T o ta l: 250.000 p ts .
B eca «N iño Je sú s » . T o ta l: 20.000 p ts .
B eca «D oña A n to n ia C abot». A lbacete. T o ta l; 20.000 p ts.
B eca p e r p e tu a «San P a tric io » . Ib i. T o ta l; 50.000 p ts.
B eca « M aria P e ire » en m e m o ria de s u esp o so . T o ta l: 20.000.
B eca «R vdo. D . M an u el P érez» . I I . T o ta l: 7.500 p ts.
B eca «R vdo. D . M a rian o A lsa». B u r r ia n a . T o ta l: 17.600 p ts.
B eca «M isiones S ale sla n a s» d e A lcoy. P rim . e n t.: 6.000 p ts .
INSPECTORIA DE LEON
P. Provincial: Apartado 425 - León
BECAS CO M PLETA S
B oca «D. R a fa e l C a ste lls y D .i V a le n tin a C u a d ra» . 100.000.
B eca « F am . R . D . V ic to ria n o R g u ez.» V a lsa b ro so . 100.000.
BECA S E N FO R M A C IO N
B eca «D on F e lip e G arcía». Coop. C o ru ñ a. N . e .; 2.800. T o
ta l 28.735 p ts.
B eca «D om ingo Savio». Col. L la ra n e s -A v ilé s. T . : 3.000 pts.
B eca <D. J o s é S ab u rld o » . A llariz. T o ta l: 46.000 p ts .
B eca «M aría A u x iliad o ra» . A llariz. 34.000 p ts .
B eca « M aría A u x iliad o ra» . Coop. y A rch . L la ran es-A v ilé s.
T o ta l: 1.800 p ts.
B eca «A ngel V alverde». V lgo. T o ta l: 100.000 p ts .
B eca <P. M anuel L ino». La C o ru ñ a . T o ta l: 17.700 p ts.
B eca « U n iv ersid ad L a b o ra l» . Z am o ra. T o ta l: 50.000 p ts.
B eca « F a m ilia D a m iá n F e rá n d e z y S ra .» V igo. T . : 15.000.
B e sa « M aría A u x iliad o ra» . V igo. T o ta l: 50.000 p ts.
B eca « P . M ig u el S algado». V igo. S. M a tía s. T . : 86.750 pts.
B eca « Jo s é S ab até» . V igo. T o ta l: 41.500 p ts .
B eca «Don P e d r o M asaveti». O viedo. T o ta l; 20.000 p ts .
B eca «Son Jo s é » . V igo. S an M a tía s. T o ta l: 72.000 p ts .
B eca «D oña P i l a r G ago». V igo. T o ta l: 30.000 p ts .
B eca «D oña M a ría d el C a rm en O liveros». T o ta l: 30.000 p ts .
B eca «Don P e d r o Olivaxzo*. A s tu d illo . T o ta l: 18.700 p ts .
B eca « V irgen de V illan u ev a» . A llariz. T o ta l: 22.725 p ts .
B eca «M aría A u x iliad o ra» . C elanova. T o ta l: 82.000 p ts .
B eca « M aría A u x ilia d o ra » . A rch . V igo. T o ta l: 34.000 p ts .
B eca «D. E rn e s to A n n elles» . C o ru ñ a . C olegio. T .: 50.000 p ts .
B eca « M arta A uxil.» Z am o ra. R e y F e m a n d o . T o ta l: 10.000.
B eca « D om ingo Savio». L eón. T o ta l: 16.665 p ts .
B eca « N tra. S ra . d e C ovadonga». T u d e la V e g u ín . T .: 19.346.
B eca «Don E m ilio M ontero». O re n se . T o ta l: 22.000 p ts .
PIA OBRA DEL SA6RAD0 CORAZON
San Juan Bosco, antes de su muerte, fundó con ia aprobación del
Papa León X III, la Pi'a Obra del Sagrado Corazón para que se cele*
braran SEIS MISAS DIARIAS Y PERPETUAS en la Basílica del
mismo nombre, en Roma, a intención de cuantos se inscribieran en
élla. Todos los inscritos participan a su vez del fru to aplicable de tas
oraciones de los niños de los Colegios Salesianos y de las oraciones
y buenas obras de los Salesianos e Hijas de Mari'a Auxiliadora.
INSCRIPCION
1. Puede inscribirse uno a si' mismo y a otras personas, vivas o
difuntas, por las que quiere pedir o sufragar.
2. La Inscripción, que es nominal, se efectúa tras (a apK>rtación
por una sola vez, de una limosna superior a 25 pesetas, o de esa
cantidad (que se puede enviar por giro postal o en sellos de correos
de cualquier valor). La inscripción se acredita con una Cédula.
3. Para inscribirse: Envíe con letra bien clara el nombre o nom
bres y apellidos de la persona que se Inscribe, indicando si es viva o
difunta (no olvide este detalle) a:
OBRA VOCACiONAL DE LOS COOPERADORES SALESIANOS
Alcalá, 164 - M ADRID (2)
¿QUE PUEDE HACER CON
ESTE TESORO ESPIRITUAL?
APROVECHELO PARA USTED MISMO
Tiene sin duda asuntos que le preocupan; quizás dificultades en
su familia; tal vez desea perfeccionarse en su vida cristiana o asegu
rarse sufragios para su alma... Inscribiéndose en la Pi'a Obra, seis
sacerdotes intercederán todos los días por usted.
HAGA PARTICIPES DE EL A LOS SUYOS
Usted desea para los suyos lo mejor: unos están estudiando,
otros abriéndose camino en la vida, tal vez haya algún enfermo...
Una ayuda positiva es encomendarlos al Señor; si usted no puede
pedir bastante, los miles de niños y salesianos lo harán por usted.
APLIQUELO A LOS DIFUNTOS
Nada alivia a los difuntos: ni las flores, ni las esquelas, ni su mis
mo recuerdo, ^ l o las oraciones y los sufragios llevan a las almas un
alivio. Inscribiéndolas en la Pía Obra, recibirán de su parte cada día,
el mejor recuerdo: el tesoro infinito de seis misas, y de las oracio
nes de millares de niños.
Acompaña al joven
— «centro y corazón
del mundo»— en su
d e s c u b rim ie n to del
cristianismo.
Títulos publicados
• CRISTOEL HOMBRE NUEVO
• EL HOMBRE NUEVO
«Su autor llega hasta
el umbral del alma ju
venil y delicadamente
no la traspasa. Espera
que el «yo» personalísimo del joven salga
a la puerta para enta
blar el diálogo...»
Cada ejemplar 120 pesetas.
NOTA; La cédula artística en la que se acredita la inscripción en
Obra Pía contiene dos nombres: el de la persona inscrita y el de la
persona que hace el obsequio. Este detalle la hace muy apta para
hacer un delicado presente en una fecha familiar; santo, cumple
años, fin de carrera... Asi también las cédulas de los difuntos pue
den ser muy oportunas para dar el pésame o recordar un aniversario.
PEDIDOS:
Cendal Catequística Salesiana
Alcalá, 164
—
MADRID (28)
UNA
FILMINA
DIFERENTE
S í ¿MA=RI’A
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L a t e o lo g ía m a r ia n a j
a tra v é s d e
la v i d a o r d i n a r i á
d e u n a fa m ilia d e h o y
-
Fecha
-
1972.10