BS_1974_01

Ficha

Título
BS_1974_01
Descripción
Boletín Salesiano. Enero 1974
extracted text
UNA META SEfiURA
Queridos amigos Juanito y Mari:
Alzo mi copa para brindar por vosotros, por vuestros
papás y por todos los lectores de esta página: ¡Feliz
Año Nuevo 1974!
No sé si vosotros lo sentiréis, pero yo si que
siento un poco de vergüenza por este sediento deseo
de felicidad que llevamos en la sangre, cuando hay
tantas personas que sufren. Recuerdo un poema de
José María Valverde titulado •Ronda de Angeles-, en
el que un ángel cuenta sus tristezas a sus colegas
porque habla visto tristes a los hombres:
«Hermanos, yo he llorado
mucho en medio del hombre,
y he andado entre preguntas,
y a penas he podido recordar mi tarea
de hablarles al oído, de alumbrarles los pasos,
porque lloraba, estaba confuso y de su parte,
como si no pudiera regresar a mi dicha
mientras ellos siguieran por la tristeza a tientas».
•Andar a tientas por la tristeza- es la vida de
tantos... ¿No parece un contrasentido eso de querer
ir con alas por la luz, que serla la felicidad?
Sin embargo, acabo de leer una página de la vida
de Don Rosco y me he convecido de que el Padre
sabia convertirlo todo en luz. Hasta las mismísimas
tinieblas del dolor. Mirad lo que hacía:
• Cuando Don Rosco oía a alguien que se quejaba
por cualquier incomodidad —escribe un testigo — en
seguida se acercaba a él para animarlo: •No te olvi­
des que sufres y trabajas por un Amo tan bueno
como lo es Dios. Trabaja y sufre por amor de Jesu­
cristo que tanto trabajó y sufrió por ti. Un pedazo
de cielo todo lo arregla-.
SI alguno le hablaba de ciertos problemas que
resolver o de algún caso difícil, exclamaba: •Esto no
lo tendremos en el Paraíso-. Y cuando le aconsejaban

DON B O S C O
Una página para los niños

Mari me saca la lengua,
nade menos que desde Gijón.
¡Vamos, hombre. Juanito.
sonríe un poco!

^

que se tomara unas vacaciones veraniegas, decía:
•Nuestras vacaciones las tendremos en el Paraíso-.
Si acaso volvía cansado de su callejeo por la ciudad
y su secretario le invitaba a un rato de descanso antes
de ponerse a trabajar, el santo sonreía: -Descansaré
en el Paraíso-.
Una vez sostuvo una larga discusión que terminó
con estas palabras: -En el Paraíso no tendremos estos
altercados. A llí todos seremos del mismo pensar-.
Nos aseguraba —afirma el mismo testigo — que
había pedido y alcanzado del Señor por medio de la
Virgen María un puesto en el Paraíso para centenares
de millares de hijos suyos: por eso, a cada momento
elevaba la mente de sus alumnos al Cielo, dándoles
la completa seguridad de que un día se habrían de
encontrar con él arriba. Pero luego siempre añadía:
¡Ay del que falte a la cita! Y esto llegaría a ocurrir
si no fuéramos fieles a nuestros deberes de buenos
cristianos-.
A menudo nos decía a cada uno de nosotros
—continúa el testigo — ; -Si eres bueno, te tendré
preparado conmigo un puesto en el Paraíso*. Para
nosotros era esto como una verdadera revelación de
Dios-.
Amigos, ya veis cómo hay que luchar contra las
dificultades de la vida con un espíritu superior y con
ánimo cristiano. De esta manera, los mismos fracasos
serán hasta motivo de gozo. Es más, los dias más
amargos de la vida quizá serán después los recordados
con más cariño, cuando todo esté transformado en
gioria. ¿No es éste un buen secreto para la lucha y.
por consiguiente, para la felicidad?
•¡Qué tostón! —me diréis— ¡No empezamos mal
el año, no!-. Yo os lo deseo mejor. Y con un abrazo
muy fuerte.
Vuestro amigo.
PADRE RAFAEL

Rtvíita

ia Obra da Don Boaco

AAo LXXXViti • N « 1 • Enaro 1874

Director: RAFAEL ALFARO
Dirección, Redacción y Admón.:
Alcalé, 164
Teléfono 255 20 00
MADRiO-28

Dos

Depósito Legai: M. 3.044-1958
(Con censura eclesiástica)
Imprime: Escuela Gráfica Saleslana
Madrid-Atocha

EN ESTE NUMERO
Dos preguntas ..............
Orientar, promover, fo­
mentar ........................
El Rector Mayor a ia Fa­
milia Saiesiana .........
Nuevas Obras de los Salesianos e Hijas de
María Auxiliadora en
1973 ...........................
El juego .........................
Un excepcional virtuoso
del pedal ....................
Un paso adelante .........
La visita del Cardenal
Silva ...........................
Una vida condecorada ...
Por el mundo salesíano.
¿Por qué me hice sacer­
dote? Once respuestas
La Navidad en Campur.
Cooperación Saiesiana y
Tercer Mundo .........
Nuestra gratitud a María
Auxiliadora y a San
Juan Sosco..................
Fueron a la casa del Pa­
dre ..............................

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NUESTRA PORTADA:
En este mes de enero ofre­
cemos a nuestros lectores el
cuadro de Don Sosco, obra
de! pintor español Vela Zanetti, que está en el Colegio
de La Robla (León). Son for­
midables los trazos robustos
en los que el artista ha que­
rido plasmar la espiritualidad
fuerte y el celo ardiente del
santo de los jóvenes.
Foto.—José Luis Mena.

p re g u n ta s

Preciosa es la tarea que nos encomienda don Ricceri este año
en su Aguinaldo sobre las vocaciones. En este número de la revis­
ta ofrecemos un hermoso comentario del mismo. Nos parece que
las programáticas palabras del Rector Mayor no necesitan mucha
explicación, pues son claras y tienen fuerza expresiva para mover
nuestro espíritu y lanzarnos a la acción. Por nuestra parte, sólo
quisiéramos hacer dos preguntas a nuestros lectores y amigos:
1.
“ ¿Sentimos como nuestra la crisis de vocaciones sacer­
dotales que actualmente sufre la Iglesia o la consideramos ajena,
algo que sólo concierne a la jerarquía y a los superiores?
Creemos que cuando los problemas de la Iglesia no los hace­
mos nuestros, no nos duelen en carne propia, desde ese mismo
momento sólo debemos considerarnos cristianos pasivos.
2.
“ ¿Q ué haremos este año para poner en práctica el Agui­
naldo del Rector Mayor? Nos parece que puede haber muchas
respuestas. Cada lector, cada familia, cada joven... tiene a su al­
cance una palabra que decir, una solución suya. Lo peor sería
la actitud de cruzarse de brazos, esperando que la crisis se resol­
viera con el tiempo o dejándole a Dios que E l se solucionara la
papeleta. Sin embargo, creemos que éste es un problema que el
Señor nos ha encomendado a los hombres. No está bien devol­
verle la pelota.
Hace unos días, ha llegado a nuestras manos una revista con
una interesante encuesta sobre la fe de los españoles. Respondían
a ella 6.428. Una de las preguntas era ésta: "Entre las tareas
evangelizadoras, elija la más importante". Pues bien, de las vein­
te tareas que se proponían, "la formación de sacerdotes, semina­
ristas y religiosas” ocupaba el cuarto lugar en importancia. Esto
nos da una idea del interés que va tomando en nuestro pueblo
la formación y la promoción de las vocaciones sacerdotales.
Todos tenemos nuestra vocación en la Iglesia y en la Familia
Saiesiana. Que en 1974 se robustezca nuestra fe en ella y nuestra
respuesta a Dios sea más generosa. Y que, al cumplir el Aguinal­
do del Rector Mayor, tengamos en nuestra familia, en nuestra
sociedad, en toda la Iglesia, un nuevo florecimiento vocacional
De nuestro trabajo depende. Buena tarea la que se nos ha con­
fiado.
Con nuestros mejores deseos, nuestra felicitación más cordial
en el presente año nuevo.

Comentario de D. JU V EN A L DHO
al Aguinaldo del Rector Mayor
EL AGUINALDO DE LAS VOCACIONES PARA 1974
“ Fieles a las enseñanzas y al ejemplo de Don Bosco, todos los miembros de la Familia Salesiana consi­
deran como debida coronación de su acción educativa:


orientar y formar vocaciones apostólicas en la Igle­
sia;




dedicarse con especial esmero a los llamados a la
vida sacerdotal y consagrada;
promover e incrementar las vocaciones salesianas
para cumplir el mandato de continuar en la Iglesia
el carisma de Don Bosco.”

El Aguinaldo del Rector Mayor
para 1974 no es sólo un programa
anual: es un reclamo de un com­
promiso derivado del hecho de per­
tenecer a la Familia Salesiana. Di­
cho Aguinaldo se centra en el te­
ma de las vocaciones, y nos pide
un esfuerzo especial a fin de darle
su ucbida y necesaria importancia
a esta acción pastoral que adquie­
re dos dimensiones:
• una general, la promoción de
vocaciones apostólicas laicas;
• otra específica, la promoción
de vocaciones sacerdotales y reli­
giosas. Sustancialmente —v i e ne
subrayado— se trata de una mis­
ma y única actividad, es decir, la
de dar a los jóvenes una educa­
ción cristiana integral, verdadera y
responsable, como supo hacerlo
Don Bosco.
El afán apostólico llevó a Don
Bosco a una total entrega a los
jóvenes, a su promoción humana
en todos los sentidos, procurando
por consiguiente acercarlos siem­
pre a Cristo, hacerlos miembros vi­
vos de la Iglesia y, en este senti­
do, estamos llamados a actuar de
tal manera que cada uno de ellos
pueda ccultivar su vocación de
conformidad c o n el Evangelio»
(PO. 6).
Nuestro reciente Capítulo Gene­
ral nos ha recordado a todos que

tenemos «la misión de asistir a los
jóvenes en el esfuerzo de definir
su propia vocación, y de descubrir
su tarea personal en la comunidad
humana y en la Iglesia».
ORIENTAR A UNA VIDA
CRISTIANA COMPROMETIDA
Nuestro compromiso fundamen­
tal es pues el de ayudar a los jó­
venes en el arduo y delicado pro­
ceso de definir su propia vocación
y en la elaboración de su «pro­
grama de vida», de manera que la
elección y realización de sus idea­
les se hagan de acuerdo con los
valores cristianos, con espíritu de
servicio y disponibilidad al bien de
los hermanos, y los conduzcan a
asumir con responsabilidad el pa­
pel y los cometidos que el Señor
les confía en la Iglesia.
Es evidente que la familia, la
clase, la parroquia, los grupos, las
asociaciones y el ministerio deben
estar al servicio de los jóvenes,
Estos jóvenes salesianos
de Medina
han sabido responder
con generosidad a la llamada.
ahora sienten el gozo
de su entrega
al servicio de los jóvenes.

ofreciéndoles un clima de luz y
comprensión, a fin de que su bús­
queda —aun siendo trabajosa—
pueda desarrollarse con seriedad.
Pero es con nuestra vida antes
que con nuestras pal'abras (convie­
ne recordarlo) como obtendremos
que todo joven en contacto con
nosotros llegue a vivir su cristia­
nismo bajo el signo de la misión,
como una exigencia de su bautis­
mo.
PROMOVER VOCACIONES
RELIGIOSAS EN LA IGLESIA
El ejemplo de Don Bosco nos
llama a un segundo compromiso
en la misma línea. Muchos son los
jóvenes llamados por «el Dueño
de la mies» a realizar en la Igle­
sia una tarea ministerial o un tes­
timonio religioso. Todos sabemos
el empeño que tenía nuestro Pa­
dre en que estos chicos recibieran
esta llamada y que respondieran a
ella con generosidad.

itr
Las condiciones concretas del
mundo de hoy crean a menudo al­
rededor de los Jóvenes un ambien­
te de confusión y desasosiego que
les hace difícil la llamada divina.
Pues el Señor sigue llamando por­
que tiene necesidad de operarios.
Dice Pablo VI; «Es una voz que
fluye sobre las cabezas de los hom­
bres también de esta generación
que, sumida como está en la vorá­
gine de la vida moderna, se diría
que es sorda e inepta para captar
su sentido secreto y dramático; pe­
ro no es así: Siempre hay alguno
que escucha». Y el Papa concluye:
«Los jóvenes tienen aún el oído
sano para oír su voz» (Insegnamenti di Paolo VI, vol. VI, pági­
nas 1175 y 135).
Las condiciones sociales, familia­
res y religiosas, no eran más fa­
vorables para las vocaciones ecle­
siásticas en tiempo de Don Sosco.
Antes bien, «remediar la penuria
de vocaciones —escribe su biógra­
fo— parecía una empresa huma­

namente imposible. Sin embargo,
él sentía en sí mismo que Dios
le había confiado ya misión de pro­
veer a las necesidades urgentísi­
mas de la Iglesia, y no dudó» (MB,
V, 388-389).
Bien sabemos cuánto trabajó.
Hasta poder afirmar: «¡Estoy con­
tento! He mandado hacer una cui­
dadosa estadística y hemos com­
probado que han salido de nues­
tras casas más de dos mil sacer­
dotes». Mas el biógrafo, a renglón
seguido, anotó que la estadística
no era correcta e hizo que la cifra
saltara a los seis mil» (MB, V,
411-412).
Don Bosco recordaba a menudo
esta misión a los Salesianos y a
las Hijas de María Auxiliadora, y
también a los Cooperadores y Ex­
alumnos, sobre todo si eran sacer­
dotes. Sabía, como hoy nos lo ad­
vierte la Iglesia, que el cuidado y
la promoción de las vocaciones
«concierne a toda la comunidad
cristiana» (OT, 2).

FOMENTAR
LAS VOCACIONES SALESIANAS
Finalmente hay un compromiso
que llega al corazón de nuestra
vocación; «Cada salesiano, en vir­
tud de su propia vocación, se sien­
te responsable del desarrollo de la
Sociedad. Se compromete, por tan­
to, con generosidad, en la tarea de
promoción y cuidado de las voca­
ciones salesianas» (Const., 107).
Esta afirmación de las Constitu­
ciones salesianas sirve también pa­
ra todos los miembros de la Fami­
lia Salesiana, en la medida en que
se sienten unidos al espíritu y a la
misión de Don Bosco.
Estamos llamados, en efecto, a
prolongar en la Iglesia el carisma,
el don que Dios le ha otorgado en
Don Bosco. Por consiguiente no
podemos dejar de comprometemos
con nuestro testimonio vivo y de
fomentar con nuestra palabra y
oración el despertar de vocaciones
salesianas.
Y hablamos dA «vocaciones sale­
sianas» en sentido global, refirién­
donos ante todo a las dos prime­
ras ramas de nuestra familia espi­
ritual, Salesianos e Hijas de María
Auxiliadora; pero también a las
otras. Porque todos, si bien de di­
versa manera, somos herederos de
la misión de nuestro Padre.
* * *
Haga el Señor efícaz, mediante
su gracia, esta invitación y esta
llamada del Sucesor de Don Bosco,
a fin de que Salesianos, Hijas de
María Auxiliadora, Voluntarias de
Don Bosco, Cooperadores, Exalum­
nos y todos cuantos en la Iglesia
viven el espíritu de Don B<»co. A
su ejemplo, muevan corazonw, in­
teligencias y voluntades para ser
animadores y guías lúcidos y se­
guros de vocaciones para la Iglesia
y para la Familia Salesiana.
DON JUVENAL DHO,
Consejero Gral. de Pastoral Juvenil

co con los once Inspectores Salesianos de la zona Pacífico-C^be
de América Latina. En la misma
ciudad también he asistido al «IV
Congreso Latinoamericano de los
Ex alumnos de Don Bosco». Y he
aprovechado el tiempo para rea­
lizar una visita a Managua, la ca­
pital de Nicaragua semidestruida
por el terremoto, donde Salesianos e Hijas de María Auxiliadora
se han entregado desde un prin­
cipio a la población duramente
probada, y ahora, mientras em­
prenden la reconstrucción de sus obras destruidas o dañadas, des­
arrollan un trabajo providencial
de promoción humana y cristiana.
Son centenares y millares los jó­
“Arrivedercl..." A su regreso de esta breve ronda al mundo, don RIcceri
venes que adquieren una cualificaha escrito esta densa carta a los miembros de la Familia Salesiana. Gra­
ción profesional a fin de ocupar
cias, muchas gracias.
un puesto digno y útil en la so­
ciedad.
También he estado en la Mi­
sión de los Mixes en México, don­
de me he encontrado con imas
comunidades que, por el fervor y
la sinceridad de su estilo de vida
cristiana me recordaban las primi­
tivas comunidades de la Iglesia.
Después he pasado por las pro­
vincias de Estados Unidos y Aus­
tralia, las cuales me han dado ima
diversa y, al mismo tiempo, con­
soladora visión de la actividad
salesiana en países enormes y con
ingente multitud de jóvenes que
crecen en la escuela de Don
Bosco.
Finalmente, tras una breve es­
tancia en Tailandia, he pasado
unos días con los salesianos e
Hijas de María Auxiliadora de
Vietnam.

Muy queridos amigos de la Fa­
milia Salesiana;
Escribo esta carta anual —le­
gada a una tradición casi secu­
lar iniciada por nuestro Padre
Don Bosco— aún bajo la oleada
de impresiones reconfortantes y
conmovedoras recibidas a través
de mi no corto viaje por América,
Australia y Asia salesianas.
A través de las diversas fuen­
tes de información os habréis en­
terado de que durante el último
período del aflo, he podido tener
una reunión en la ciudad de Méxi­

URECTOe
MAYOR

ALEGRIA
EN LA ABNEGACION

Os comunico que es asombroso
y conmovedor ver el desarrollo de
nuestro apostolado en este país.
Figuraos que, en medio de los
horrores del estado de guerra (no
se puede decir que haya terminado
todavía), ha aumentado notable­
mente el número de salesianos, y
sigue ensanchándose el área de
nuestra peculiar actividad en fa­
vor de los huérfanos y abandona­
dos, víctimas del conflicto cruel.
El intenso trabajo a que se dedi­
can tantos Salesianos e Hijas de
María Auxiliadora, con abnega­
ción revestida de serenidad y ale­
gría, y casi del todo al servicio de
la juventud especialmente pobre
y necesitada, ha suscitado en mí
sentimientos de gran confianza y
de esperanza.
Pero, sobre todo, los numero­
sos encuentros que he tenido con
misioneros y misioneras en sus

campos de trabajo apostólico, han
confirmado mi convicción de que
la Familia de Don Bosco, y en
primer lugar en sus dos Congre­
gaciones, tiene en los millares de
misioneros esparcidos por el mun­
do, ima poderosa fuente de ener­
gías —ricas y sanas— para ali­
mentar la fecunda vitalidad de la
Familia Salesiana.
He encontrado tantos que, a
menudo lejos de la patria y re­
nunciando a los afectos más natu­
rales y al confort de la civiliza­
ción técnica y del consumo, viven
su cotidiano sacrificio en la ma­
yor alegría. Todos repetían al Rec­
tor Mayor para que se enterasen
en todas partes: «Nos sentimos fe­
lices en nuestra pobreza y en las
molestias que trae consigo la vida
misionera; pero nos sentimos aún
más contentos de vivir entre esta
gente humilde y sencilla, con la
que compartimos penas y moles­
tias, y las pequeñas pero purísi­
mas alegrías, al mismo tiempo que
buscamos penetre en la realidad
de nuestra vida la palabra de Jetús: «El Señor me ha enviado a

por una pena; En todos los sitios
adonde he ido, misiones o casi
misiones u obras impropiamente
misioneras, siempre he oído la
misma queja, la misma angustio­
sa lamentación; «Somos demasia­
do pocos, no somos suficientes
para la obra a que nos dedicamos;
es un pecado no poder realizar
por falta de personal tanto bien
como tenemos al alcance de la
mano». ¡Hacen falta brazos!
AGUINALDO
SOBRE LAS VOCACIONES

Comprenderéis que el Rector
Mayor no puede quedar insensi­
ble a este S. O. S., y al darse cuen­
ta de que, hoy más que nunca, el
problema de la evangelización
—no sólo sentida por las Misio­
nes en el sentido tradicional, sino
también por los países de tradi­
ción cristiana hoy en crisis— es,
ante todo, un problema de hom­
bres, mejor dicho, de vocacio­
nes.

• orientar y formar vocacio­
nes apostólicas en la Iglesia;
• dedicarse con especial esme­
ro a los llamados a la vida sacer­
dotal y consagrada;
• promover e incrementar las
vocaciones salesianas para cum­
plir el mandato de continuar en
la Iglesia el carisma de Don Bos­
co».
Como podéis constatar, el Agui­
naldo viene expresado en una fór­
mula tal que puede interesar, aun
más comprometer, a todo miem­
bro de la Familia Salesiana, cual­
quiera que sea su posición perso­
nal. En esta santa empresa hay
puesto y responsabilidad para to­
dos: sólo se trata de acoger con­
cretamente la invitación y reman­
garse, como decía Don Bosco.
Para no alargar demasiado esta
carta, añado aparte un breve co­
mentario al Aguinaldo. Pero mi
idea es que las diversas ramas de
nuestra Familia recojan el tema
para profundizarlo de modo que
se lleve a los planes concretos de
acción y mentalización conforme

A LA FAMIUA SALESIANA

nevar la Buena Noticia a los po­
bres».
Podéis comprender, queridísimos,
que una visión como ésta hace que
brote en el corazón tanta esperan­
za, a la vez que frena un cierto
sentido de desaliento y descon­
fianza que, a veces, pueden ten­
tar a uno ante crisis, miserias, pro­
testas e incoherencias que hoy,
por desgracia, se encuentran en
ciertas zonas del mundo. Nuestra
familia, como la Iglesia, si bien
encuentra en sus hombres defi­
ciencias e infidelidades, a Dios
gracias también encuentra unas
formidables y auténticas ener­
gías de hombres que, sin alhara­
cas de congresos o periódicos, edi­
fican con fe viva y vivificante, a
la vez que con sencillez y humil­
dad, el reino de Dios, animados
con el espíritu de nuestro Padre
Don Bosco.
Mirad por donde, resulta ver­
dad que la vida de las Misiones
es —para nuestra Familia— el ca­
mino de la más auténtica y fecun­
da renovación.
Pero si he de ser sincero con
nosotros también debo deciros que
tanto gozo encontrado por doquier
ba estado un poco ensombrecido

Con demasiada frecuencia, el vi­
tal problema de la evangelización
queda reducido a un cuadro de
contenido principalmente económi­
co; cuando la necesidad es la de
que los factores esenciales y fun­
damentales de la misma son ~después de la gracia de Dios que ac­
túa por obra del Espíritu Santo—
los anunciadores del Evangelio.
En otras palabras: la evangeliza­
ción, que es el gran mandamiento
de Cristo a la Iglesia, tiene una
insustituible necesidad de voca­
ciones, y de vocaciones adecua­
das, desde todo punto de vista, a
las necesidades y exigencias de
los tiempos.
Ya tenía en la mente el con­
fiar para este año 1974 a la re­
flexión común y al celo operativo
de toda nuestra familia el tema
de las vocaciones: los recientes
encuentros me han confirmado la
importancia y urgencia del Agui­
naldo.
He aquí su texto: «Fieles a las
enseñanzas y al ejemplo de Don
Bosco. todos los miembros de la
Familia Salesiana consideran como
debida coronación de su acción
educativa:

a las variadas situaciones y posi­
bilidades de cada Institución.
Luego, a lo largo del año, los
«Boletines Salesianos» han de pre­
sentar iniciativas e ideas que sir­
van para mantener vivo el inte­
rés por el enorme problema y, al
mismo tiempo, para dar a cono­
cer concretas experiencias dignas
de imitación.
Finalmente, recuerdo a todos
que, alma y condición de un tra­
bajo como éste, de índole eminen­
temente espiritual, es la oración;
es el Señor quien, en definitiva,
ha de dar el incremento a nues­
tro siempre modesto trabajo, y
la oración es, sin duda, el medio
para alcanzarlo.
OBRAS NUEVAS
REALIZADAS
DURANTE ESTE ARO

Quiero hablaros ahora de las
obras nuevas llevadas a cabo du­
rante el año 1973. Como ya os
escribía en la carta del pasado
año, nos hemos dedicado princi­
palmente a consolidar nuestras
actividades má.s que a crear nue-

vas obras. Sin embargo, en 1973
hemos podido poner en práctica
iniciativas de especial interés y
actualidad, según el espíritu del
Concilio y de nuestro Capítulo Ge­
neral Especial. Merecen destacar­
se las de Roma; La primera es el
Salesianum, un «centro de cul­
tura y espiritualidad» junto a la
Casa Generalicia, como sabéis.
Abierto el pasado enero, ha sido
sede de muchos encuentros, re­
uniones, semanas de estudio y re­
tiros para comunidades religiosas
y parroquiales de todo género. El
pasado noviembre, por ejemplo,
las Superioras Generales de todo
el mundo celebraron un congre­
so muy importante sobre «la mi­
sión de la mujer consagrada en
el mundo de hoy».
En la actualidad, el Salesianum
alberga al primer «Curso cuatri­
mestral de formación permanen­
te» para los salesíanos que han
de ser el día de mañana los ani­
madores espirituales de las comu­
nidades. En breve intervalo de
tipmpo se sucederán cursos como
éste.
Ciframos grandes esperanzas en
esta experiencia renovadora.
Otros tipos de experiencias se
han llevado a cabo en la Univer­
sidad Pontificia Salesiana. En pri­
mer lugar, una serie de cursos de
especialización y actualización,
comenzados el pasado octubre.
Los cursos más importantes, como

E BiaOR MAYOR
ya .sabréis por otras fuentes, son
un «Bienio de especialización en
Teología» que, al final, otorga una
licenciatura; un «Bienio de espe­
cialización en espiritualidad» sub­
rayando especialmente la espiri­
tualidad salesiana, abierto a to­
dos los miembros de nuestra Fa­
milia, también seglares; y un «Cur­
so anual de actualización» para
sacerdotes ya comprometidos en
la acción pastoral. Y, para el
próximo año, hay en proyecto un
«Curso de teología para seglares».
Siempre en la Universidad Sa­
lesiana, y dependiendo de la Di­
rección General de la Congrega­
ción, ha sido fundado un «Centro
de estudios de historia salesiana», que atiende a una serie de
publicaciones sobre las Misiones
Salesianas con ocásión de su pró­
ximo centenario, y a tal fin, coor­
dina la colaboración de investiga­
dores en diversos lugares del mun­
do salesiano.
Como podéis comprender, me­
diante estas iniciativas la Univer­
sidad Salesiana está cada vez más
en una línea de servicio y orien­
tación de nuestra Familia.

También hay una novedad en
Turln-Valdocco: desde octubre
funciona un «Centro Salesiano de.
Pastoral Juvenil» llamado a des­
empeñar en Italia un «servicio de
estudio, promoción y animación»
en las relaciones de los herma­
nos y sus jóvenes.
EN OTRAS PARTES
DEL MUNDO SALESIANO

Ensanchemos el horizonte de
Italia al resto del mundo salesia­
no. Me limito a algunas referen­
cias, consciente de muchas omi­
siones, porque son múltiples las
situaciones e iniciativas nuevas
dignas de atención. A veces se
trata de originales cambios estruc­
turales de edificios, como en Medellín (Colombia), donde la vieja
y ruinosa «Ciudad de los Mucha­
chos» ha trasladado su nueva sede
a una zona de colinas (para cuya
construcción los bienhechores de
allí se han superado en una con­
movedora porfía de generosidad).
Desde ahora, los chicos de la calle
estudiarán en un ambiente lumi­
noso, ya formativo por sus mis­
mas estructuras.
Otras veces se trata de alen­
tadoras obras sociales creadas en
puntos periféricos, como el Cen­
tro Juvenil de Taipei, en Formosa; o el Patronato Agrícola para
Menores de Porto Velho (Brasil),
dirigido por un salesiano y dos vo­
luntarios laicos para el tercer
mundo (dos esposos), quienes lo
llevan adelante con admirable en­
trega.
Otras veces se trata de nuevos
modos de presencia, como la lle­
vada a cabo por los Salesíanos
de la Inspectoría española de Ma­
drid en Bata (Guinea Ecuatorial).
Su mismo tipo de acercamiento es
muy delicado en aquella reciente
nación africana y, aunque neceEn Luanda de Angola, la provínds
portuguesa de ultramar, no hay Sa­
lesíanos; pero hay antiguos alum­
nos, quienes han fundado este Co­
legio de Nuestra Señora de la Paz
y lo dirigen ellos mismos con la
pedagogía de Don Bosco.

A LA FAMILIA SALESIANA

No es un mejicano cualquiera, es nada menos que don Riccerí, con su sombrero de ala ancha, en su recienta
viaje a la capital azteca con motivo del IV Congreso Latinoamericano de Exalumnos Salestanos.
sitada de ayuda, a veces descon­
fiada con quienes llegan de fue­
ra. Pero es muy significativo el
hecho de que los siete hermanos
que allí trabajan no hayan roto
los puentes con su inspectoría de
origen: continúan perteneciendo a
ella como enviados y como expre­
sión concreta de su misión.
Entre los nuevos modos de
presencia simpáticamente salesiana, debo señalar el de Angola. En
este sufrido país no hay salesianos, pero sí hay ex alumnos, los
cuales han abierto colegios que
dirigen y en los que se educa con
la pedagogía de Don Bosco.
Igualmente, en Australia, un
equipo de Cooperadores y Coope­
radoras ha adquirido en South
West Victoria un hotel viejo y lo
han transformado en un tCentro
de Encuentros», donde con la ani­
mación y asistencia de los Salesianos e Hijas de María Auxilia­
dora. se llevan a cabo las más
variadas actividades en favor de
la juventud femenina, como tur­
nos de vacaciones veraniegas, jor­
nadas de orientación vocacional.
seminarios didácticos sobre temas

políticos y sociales de actualidad,
etcétera. Pocos ejemplos entre
tantos, pero significativos.
EL PAPA NOS LLAMA
A UN SERVICIO
CUALIFICADO

Hay una forma muy importante
de servir a la Iglesia. De vez en
cuando, el Santo Padre, con su
bondad, se digna escoger a al­
guno de las filas de los humildes
hijos de Don Bosco. Tres son los
obispos salesianos que han dejado
su sede vacante en 1973: Monse­
ñor Lehaen, por razón de salud;
Monseñor Boric y Monseñor Borgatti (por fallecimiento). Pero han
sido distinguidos con la dignidad
episcopal otros cuatro hijos de
Don Bosco: Monseñor Coronado.
Obispo de Girardot (Colombia);
Monseñor Castillo, Obisj)o coadju­
tor de Trujillo (Venezuela); Mon­
señor Alangimattahil, Obispo de
Kohima-Imphal (India), y Monse­
ñor Baroi, Obispo de Krishnagar
(India).

Con Monseñor Baroi son 56 los
actuales obispos salesianos. Como
recordaréis, en el consistorio del
pasado marzo. Su Santidad nos dio
la gratísima sorpresa de anunciar
que nuestro venerado hermano
Monseñor Trochta era Cardenal
«in pectore» desde hacía cuatro
años.
Son también significativos al*
gunos cambios en la (llamémosla
así) «geografía salesiana» en este
año 1973. Me refiero a las dióce­
sis misioneras que estaban confia­
das a la Congregación y que aho­
ra se han considerado maduras
para pasar al clero secular. Asi­
mismo, vastos territorios se han
subdividido para crear en ellos
nuevas diócesis que se han con­
fiado a obispos salesianos. Así se
ha hecho en la India con los nue­
vos episcopados de Kohima-Imphal y Tura. Para consuelo de to­
dos, estos cambios nos irniícan que
el trabajo de los misioneros salesiandls ha producido buenos fru­
tos. Por todos estos pasos que se
han dado, hemos de dar gracias
a Dios que bendice a sus hijos.
(Pasa a la página siguiente)

LAS NUEVAS OBRAS DE LOS SALESIANOS
La lista de las “ nuevas obras” que paso a pre­
tentaros, aunque incompleta, os dará la oportuni­
dad de valorar lo que nuestras dos congregaciones
han podido realizar con vuestra ayuda indispensa­
ble, en 1973.

EN AMERICA
CHILE.— Santiago-La Florida: "Casa de la Fami­
lia Salesiana” , Centro de espiritualidad.
COLOMBIA.—Medellín: nueva sede de la "Ciudad
de los Muchachos” .
VENEZUELA.—San Félix (Ciudad Guayana): "Cen­
tro Don Bosco", para la pastoral juvenil.

EN ASIA
INDIA.—Cuddapah (Andra Pradesh): Hospicio y
Escuelas profesionales con internos.
Dimapur (Nagalandia): Casa episcopal, Misión, Pa­
rroquia, Enseñanza Media y Superior con residencia.

Margao (Fatorda): Escuelas profesionales, Ora­
torio.
Selsella (Garó Hills, Meghaiaya): Parroquia, Mi­
sión, Escuela de Primaria.
Tamenglong (Manipur): Parroquia, Misión Primera
Enseñanza y Bachillerato con residencia.
TAIWAN.—Taipel: Centro juvenil.

EN EUROPA
ITALIA.—Turin: Centro de Pastoral Juvenil para
Italia.
YUGOSLAVIA.—Prvic-Luka: Parroquia y novicia­
do (nueva sede).
ESPAÑA.— Barcelona-Verneda: Comunidad para la
animación catequética de la juventud.
Madrid: Residencia para sacerdotes salesianos
universitarios de la Inspectoría de León.
Vigo: Residencia para exalumnos obreros y estu­
diantes.

NUEVAS OBRAS DE LAS HIJAS DE MARIA AUXIUADORA
Fieles a su programa de reajuste y planificación
de obras, también las Hijas de María Auxiliadora
han puesto los máximos límites posibles a las nue­
vas fundaciones. Excepto una obra realizada en
Australia, todas las demás han tenido lugar en Amé­
rica Latina.
Y motivadas por la presión de las circunstancias,
•on todas de carácter asistencíal y de promoción
•ocial.
AUSTRALIA.—Bayswler (Melbourne, Victoria): Es­
cuela parroquial infantil y elemental.
BOLIVIA.—Okinawa (Santa Cruz de la Sierra): Es­
cuela elemental parroquial, catequesis en los po­
blados, colaboración pastoral en la parroquia.

BRASIL.—Salvador (Bahía); Centro asistencíal con
Orfanatrofio y Escuelas elementales y profesionalea.
Campiña (Sao Paulo): Casa para la Catequesis
Pastoral.
COLOMBIA. — Canaguaro (Prefectura Apostólica
de Ariari): Hogar Campesino con clases nocturnaa
y catequesis.
URUGUAY.— Rincón del Pino (San José): Centro
de promoción social.

y

Por todas estas nuevas obras abiertas en 1973,
damos gracias a Dios y a las numerosísimas per­
sonas buenas que están siempre cerca de nosotroe
y nos ofrecen su mano generosa.

ANIVERSARIDS QUE NDS AGUARDAN
Antes de acabar, aún quiero in­
vitaros, queridisimos amigos de la
Familia Salesiana, a mirar algu­
nos aniversarios que nos esperan
en este año que estrenamos.
Estoy seguro de que el aconte­
cimiento eclesial del Año Santo ha
de encontrar a la Familia Salesia­
na dispuesta a realizar la «renova­
ción interior y la reconciliación
con los hermanos», objetivos es­
pirituales propuestos por el Papa
Pablo a ios verdaderos cristianos.
Tomemos pues parte, individual­

8

mente o por grupos, y en unión
con los obispos, en las iniciativas
de la Iglesia local, y animémoslas
con nuestra contribución afectiva,
según el espíritu del Concilio.
Además, en 1974, los Salesianos
también conmemoran el centena­
rio de la aprobación de sus Cons­
tituciones. Que esta efemérides sea
un motivo para reexaminar su fi­
delidad a Don Bosco y a la Igle­
sia.
Sólo me resta ofreceros a todos
mi felicitación afecuosa y sincera

que deseo extendáis a vuestras fa*
millas. Que el año que comenzar
mos sea, con la gracia de Dios,
portador de aquella alegría que
tiene su manantial en la paz con
el Señor (1^ verdadera paz en te
tierra), y en la paz con el prójimo
en el que vemos a nuestro herma*
no con los ojos de la fe.
Roma, diciembre de 1S7S
Sac. LUIS RICCERL
Rector Mayor

EL JUEGO
“También el juego es un factor social y no de los menores. El Juego
enseña a controlarse a sí mismo para no injuriar ni molestar a
los compañeros; desarrolla el sentimiento de sociabilidad,
incrementa los hábitos de cortesía, de afabilidad, de
buena educación, fomenta el ejercicio de la
justicia y de la lealtad, condiciones in­
dispensables no sólo para el jue­
go, sino para toda forma
de actividad social.”

DON SOSCO

Las más fuertes y sabrosas discusiones que se dan
en mi casa son sin ningún género de duda las que
tienen lugar el domingo por la noche. ¿Motivos? Los
partidos de la jomada de liga. De los cuatro hombres

que somos en casa, dos pertenecemos a un partido y
dos a otro. Juan y yo somos del Real Madrid. Luis y
Carlos del Atlético de Madrid. Mi mujer y mis hijas
no son chinchas» de ninguno concreto lú definido.

PAGINA PAR A TO DA LA FAM ILIA

PAGINA PARA TO DA LA FAM ILIA
se adhieren siempre a aquél que mantiene más en
auge la discusión cuando ésta va decayendo.
Esto siempre es motivo de numerosos «piropos»
por parte de mi hijos.
—¡Chaqueteras!
—A las mujeres no hay quien os entienda, hoy de­
cís una cosa y mañana otra!
—¡No entendéis nada!
—¡Sois unas maletas!
—¡Basta!, —cortaba.
Todos los domingos ocurría lo mismo. Opté por la
total prohibición d:^ hablar de fútbol. El domingo por
la noche se hablaría de otra cosa, menos de fútbol.
Antes de tomar esta medida represiva había tratado
por todos los medios de inculcar a mis hijos el senti­
do social del juego, el saberse dominar, el no insultar.
Isabel me dijo en una ocasión:
—No te harán caso. El primero que te acaloras
eres tú, por eso no tienes fuerza para mandarlos
callar.
—¿Yo?, ¿qué yo me acaloro? Pero si precisamente
me aguanto y me cojo a la silla para no levantarme

EL JUEGO
y darles cuando nos insultan de esa forma. Pero no
te preocupes, esto se acabó.
Y así fue como emané de mi autoridad de padre
la real orden por la cual el domingo por la noche no
se podía hablar de fútbol.
Isabel no estaba conforme con la orden.
—¿Qué te propones con esa orden?
—Que no se hable de fútbol.
—¿Acaso es malo que se hable?
—No, pero no saben hablar.
—Ya. No saben.,.
—O no sabemos.
—Enséñales.
—Si precisamente me estás diciendo que yo no sé,
pues lo mejor será que nadie hablemos, así se evitan
discusiones inútiles, insultos, malas caras, y también
vuestro juego favorito que es incordiamos a unos
contra otros. No te creas que no me he dado cuenta.
—O sea, que la orden tiene im objetivo importante
que es evitar esa serie de dificultades que se ocasio­
nan con motivo de la discusión. Oye una pregimta,
¿qué construyes con eso?

Hubiera preferido que Isabel me chillara diciéndome que había cometido una necedad, pero no podía
soportar que con tantas preguntas me estuviera edu­
cando a mí, ahora.
—¿Qué construyo? La paz de mi familia, ¿te pa­
rece poco?
—Me parece mucho, pero... no todo.
—Pues por el momento seguiremos así.
Dicho esto abrí el periódico, lo cual indicaba que
no tenía más ganas de discutir.
Abrí el periódico, sí, pero no me enteraba de nada.
Bailaban en mi mente las preguntas y las respuestas
que me iba haciendo y dando mi mujer y sobre todo
aquello de «¿qué construyes?»
Tienen razón los psicólogos cuando dicen que «en
la mujer predomina la voluntad de interioridad. Tra­
ta de influir delicadamente sobre otras personas me­
diante una actividad psíquica que se insinúa en las
vitalidades de la otra persona...»
Así pasaron dos domingos desde que di la orden
de no hablar de fútbol. Al tercero... Estábamos ce­
nando. Paloma se levantó, y no sé si queriendo o sin
querer —es imposible saber la intención de mis hi­
jos— dio una patada a Carlos que se levantó gri­
tando:
—¡Gol, gol, ha sido gol!
—Nada de gol, papá, ha sido córner, que lo he vis­
to yo —decía Luis. Miré a los dos seriamente.
—¿No he dicho que no se hable de fútbol?
—Pero papá, —decía Carlos con cara de bueno— si
es que Paloma me ha dado una patada y como ha
acertado tan bien en la espinilla, se me ha ocurrido
gritar gol.
—Y como yo he visto que salía por el ángulo de
la mesa, he dicho comer —añadió Luis.
Todos nos reímos y así fue como quedó anulada
aquella orden que a mí me estaba pesando por no
tener nada de constructiva, pero que mi orgullo de
padre no hacía nada por anular.
Procuré desmenuzar en distintos momentos y con­
versaciones las enseñanzas tan útiles y actuales que
tiene Don Bosco al respecto:
— enseña a controlarse a sí mismo para no
injuriar ni molestar a los compañeros
— desarrolla el sentimiento de sociabilidad,
incrementa los hábitos de cortesía, de afa­
bilidad, de buena educación
— fomenta el ejercicio de la justicia y de
la lealtad...
Más o menos las discusiones se fueron sucediendo
en un marco de amistad. Yo tenía buen cuidado de

PAGINA PARA TODA LA FAM ILIA
que así fuera, dado que «el árbitro» —mi mujer—
no perdía ripio de lo que allí se decía.
A Carlos, de todas las enseñanzas que la había
propuesto, la que más le gustaba era esa de «fomen­
tar la justicia y la lealtad».
—Mira, papá, yo eso de saber ganar o perder, bien.
Pero siempre que sea con justicia, si no, no me callo.
—Tendrás que callarte para demostrar tu dominio
y educación. Tarde o temprano se saben las cosas.
Hacía ya tiempo que los chicos me habían invitado
a un partido entre la selección del Colegio y los per­
tenecientes a un equipo de un pueblecito fuera de
Madrid. Estaban entusiasmados. Yo también lo es­
taba, francamente. Disfrutaba del entusiasmo de mis
hijos y estaba convencido que los tropiezos del juego
podían ir limando las aristas de ese «otro hombre»
que no quisiéramos aflorara nunca, pero que por des­
gracia siempre añora. Veía necesario que desde pe­
queños afrontaran su propio límite. Ese límite que
quizá conocemos, pero que no reconocemos por falta
de reflexión, o de enfrentarnos con él mismo. Ese
límite que puede hundirnos hasta el paroxismo, o que
puede hacernos adoptar una actitud agresiva. Y no
basta que se lo digamos, es necesario que ellos mis­
mos lo descubran. Claro que todas estas reflexiones
que yo me hacía eran más para adultos que para
dos chiquillos que lo único que se proponían era
dejar el Colegio en buen lugar.
Llegó el día. Del Colegio salió un autocar con el
equipo y «Los aficionados», que éramos casi todos
los padres de los que jugaban. Yo hubiera preferido
llevarlos tranquilamente en el coche, pero Carlos se
negó en redondo diciéndome que la emoción del auto­
car era ya una preparación al partido. Tardamos más
de una hora en llegar al pueblecito, ya que la salida
de Madrid nos llevó casi la hora. Imposible describir
la emoción que embargaba a todos los jugadores. Si
vencían a este equipo —que a juicio de mis hijos eso
estaba «chupao»— pasarían a la semifinal.
—No lloverá, ¿verdad papá? —dijo Carlos.
—No seas gafe, chico, —le contestó Luis.
En efecto, había unos nubarrones negros que no
IM'esagiaban ningún sol espléndido, pero esperábamos
que se mantuviera la mañana en ese tono gris «seco».
No soy ningún Matías Prats para retransmitirles
el partido, pero sí se pueden hacer una idea si Ies
digo que a las doce en punto comenzó el partido de
fútbol, a las doce y media se había convertido en
rugby y antes de terminar el primer tiempo el campo
había tomado el aspecto de un magnífico ring de
boxeo.
Los «cascos azules» de la O.N.U. hubieran sido inaufícientes para poner en orden y paz a aquellos furi­

bundos jugadores. En su ausencia tuvimos que susti­
tuirlos los aficionados, que armándonos de un valor
muy lejos de sentir —lo confieso— los separamos
evitando una catástrofe mayor. Una benéfica y abun­
dante lluvia acabó de despejar el campo, anulándose
el segundo tiempo.
La vuelta en el coche fue algo menos animada que
la ida. Todos comentaban la forma tan sucia que
habían tenido los otros de jugar y hacían buenas re­
flexiones sobre lo que tantas veces había dicho del
juego. Carlos no hacía más que suspirar diciéndonos
a Luis y a mí:
—¡Cómo sacudían!
Nos pusimos de acuerdo para no contar nada en
casa. Afortunadamente Carlos no tenía ninguna señal
externa que denotara la refriega.
Llegamos a casa antes de lo previsto, diciendo que
a causa de la lluvia se había suspendido el segundo
tiempo.
Por la tarde cuando nos quedamos solos Isabel me
dijo:
—Esta mañana encontré una cosa muy buena so­
bre el juego en una Enciclopedia pedagógica. Escucha:
—«Es innegable que el juego, sobre todo el colec­
tivo, favorece grandemente los hábitos de sociabi­
lidad...»
Oír eso y entrarme una tos tremenda fue todo uno.
—¿Qué te pasa, Juan, te has enfriado?
—Puede ser, me «cayó» una buena esta mañana.
Pero no creo que tenga importancia. Continúa.
—«... de compañerismo, de disciplina, de dominio
de sí...»
Yo seguía tosiendo. Isabel me trajo un poco de
agua. Todo inútil. Con voz entrecortada por la tos
la invité a continuar. ¡Era tan interesante!
—«... modestia en los triunfos, magnanimidad en
las derrotas, etc. Hay que saber perder y hay que
saber llevar con garbo y sin orgullo las victorias; hay
que saber quedar en segunda fila para dejar a otros
del equipo adelantarse al triunfo...»
—Realmente admirable... Se deberían repartir co­
pias de los partidos.
—«... En el juego es obligado armonizar con los de­
seos de ios demás. Incluso los choques inevitables de
temperamentos distintos sirven admirablemente para
ir puliendo y formando los caracteres en auténtico
adiestramiento para el futuro».
—Si consiguen todo esto nuestros hijos ya no seré
tan enemiga del balón.
—Lo conseguirán, Isabel, no sabemos cómo f>ero
lo conseguirán...
PILAR P. SALCEDO

El PADRE NIEBLA RIOS
visitó Lourdes y París en
la segunda quincena del
pasado julio, partiendo de
Sevilla y recorriendo 150
ó 200 kilómetros diarios.
En 1968 llegó a Roma. Ha
visitado también Suiza en
un “raid” cícloturístico in­
ternacional.

Las Impresionantes torres humanas
en Santiago de Compostela
sirven de telón de fondo a este trio de veteranos.
Don Juan Niebla, sentado.

Don Juan Niebla dijo sí a ia bi­
cicleta. Eddy Merckx se lo dijo
hace tiempo a Ciaudine, su pimpoiiuda novia, pero en francés, no
en flamenco, por lo que hubo una
pasajera, aunque encendida, ira en
las filas de los seguidores belgas
del gran deportista...
Simón Rufo ha escrito escrupu­
losas páginas plagadas de estadís­
ticas, haremos, fotos antológicas,
que don Juan me enseña como

12

buen admirador del coloso... ¿Se­
rá que el campeón no ha encon­
trado verdaderos enemigos?, se
pregunta nuestro ciclista salesiano, ai igual que otros grandes afi­
cionados a las dos ruedas. El
Merckx del Ventoux, de las neva­
das implacables, de los grandes re­
suellos ante el calor insufrible, de
la “ maglia rosa” y el “ maillot” ,
infalible, el Merckx perdido entre
la tramoya del paisaje, como su

tjnica vocal acorralada por conso­
nantes, debería conocer a nuestro
entrevistado, por cuanto tiene de
curioso aleccionador y pintores,
co...
No es cosa de coser y cantar
la de penetrar impunemente en la
habitación de este sacerdote, hijo
de Don Bosco, que es don Juan
Niebla Ríos, en el colegio salesiano de la Santísima Trinidad de Se­
villa.
Me explico en seguida: es hom­
bre que — con permiso de la Rea]
Academia— "relojea", pedalea, “ organea", "musiquea” , “ patinea” y
se bandea, con infinito placer, por
las filas héticas con un carnet de
privilegio que le abre todas las
puertas verdiblancas... No nos ex­
trañe que su celda, hasta la que
suben perfumes del cercano pa­
tio florido, sea mitad relojería, mi­
tad taller de bicicletas, estudio de
profesor de Letras y refugio noc­
turno para sus pautas y orquesta­
ciones...
De cualquier estante donde hur­
gue don Juan puede surgir la sor­
presa. Quizás suene el "cuco” de
un reloj, aparezca un himno pol­
voriento del año treinta y siete es­
crito a lápiz, salga rodando una
rueda de cojinete o silbe peligro­
samente por los aires algún muelle
que se libera de su antigua opre­
sión... Este arca de Noé de uso
casero tuvo la culpa de que un
desaparecido compañero recomertdara a los turistas que se deja­
ban caer por Sevilla en aquellos
años, que hicieran cola para visi­
tar la morada de don Juan Niebla,
cometiendo el desafuero, el muy
guasón de marras, de equipararlo

NAL VIRTUOSO DEL PEDAL
en cierto modo con piedras prehis­
tóricas y monumentos venerables.
¿Recuerdan “el más triste y do­
loroso llanto del mundo” , al que
se abandonó Sancho Panza cuan­
do el ladrón y embustero Ginés
de Pasamente le dejó sin su asno
en las mismísimas entrañas de Sie­
rra Morena?... Robadle a don Juan
Niebla su bicicleta de carreras y
veréisle andar y marear y azacanar sin norte ni brújula ni conso­
lación posible hasta dar con el fe­
liz paradero. Para hablar de estas
cosas del pedal me he colado en
sus dominios mientras danzan bus­
cando algún rinconcejo en que des­
cansar, ios exámenes escritos de
sus alumnos bachilleres...
No es el caso de aguantar de­
masiado a píe cojito como si uno
tuviera agilidad' de ave palmípeda
y por eso mis preguntas serán
certeras y rápidas.
— Don Juan, ¿cuántos años?
—Sesenta, sesenta, aunque al­
guno no lo crea. Pelo blanco pero
agilidad suficiente.
— ¿Qué tal la última hazaña?
— Bien, con ios accidentes de
siempre y las contrariedades pro­
pias del caso. En la segunda mi­
tad del pasado julio, acompañado
por mi gran amigo, mecánico ci­
clista y campeón de veteranos de
Sevilla, Francisco Rodríguez Velasco— “El Niño de Ginés"— vi­
sité Lourdes y París.

A SUS
SESENTA
AÑOS

— ¿Kilómetros diarios?
—De ciento cincuenta a dos­
cientos.
—¿Es esta la primera vez que se
lanza en serio a la carretera?
— Qué disparate... En mil nove­
cientos sesenta y ocho fuimos va­
rios amigos de cincuenta y tantos
años a Roma, tom ando Sevilla
como punto de partida. Visitamos
Turín, ya que se trataba de una
importante efemérides salesíana. He
Ido a Santiago de Composteia.
He intervenido como único andaluz
y sevillano en el Raid Cicloturistico Internacional a Suiza, en el
que particip^an cincuenta corre­
dores de diversos países. También
el pasado verano di una vuelta a
Andalucía en excursión ciclista
particular.
— ¿Cuánto tiempo hace que no
sube al tren?
— {Uf!... Veinte o treinta años.
Que no se entere la Renfe.
— ¿Desde cuándo con esa boni­
ta bicicleta?
—Desde mil novecientos cin­
cuenta y tres. Pero no queda de
aquella primitiva ni un radio. Le
pasa como a Jaime Oslos, que no
tiene — dicen— ni una gota de san­
gre suya en las venas.
Llevo entre manos los dos dia­
rios de sus principales recorridos.
En el de Roma habla de la ‘‘pája­
ra” — léase hambre— y de las cu­
netas en las que durmieron algu­
na noche.
—También en este último viaje
■ Lourdes y París hemos sabido lo
que es apretarse el cinturón... En
Milán, durante una semana, estu­
vimos a pan y queso. Tuvimos que

Es muy extraño
que ai lanzarse
a la carretera
falte en sus
atuendos
deportivos
algún signo
bético—
El verde
es un color
que abunda
por esas rutas
de Dios...

ahorrar para comprar algunas cosillas y echamos mano del presu­
puesto alimenticio...
Salgo de la morada de este fu­
ribundo bético. “ Don Juan y ma­
ñana ¿qué?, le pregunta una y
otra vez un compañero en la mesa.
Los pelos blancos del veterano casi
se ponen de pie, de escalofrío o
de ira “beticóflla", presintiendo ca­
tástrofes en el marcador...
Lleva en el bolsillo un carné de
cicloturista internacional y local por
si los tortazos... Pero sobre todo
lleva encendido en el espíritu un
envidiable fuego deportivo y Ju­
venil que mucho deberíamos ati­
zar en nuestra vida cotidiana, a ve­
ces tan necesitada de levitaciones
y arranques de coraje...
Siempre soñó don Juan Niebla
con una buena bicicleta. La ac­
tual tiene frenos de la misma mar­
ca que la de Eddy... Seguramente
si algún día le sobreviene la somniloquia, algo muy frecuente en la
vejez, hablará en alto a las tantas
de la madrugada de su adorada
compañera de largas y sudorosas
rutas... Precisamente don Miguel
Rúa, beatificado hace un año, mi­
lagreó a sus anchas con un sacer­
dote saiesiano italiano amarrado
al manillar bicicletero en su apos­
tolado cotidiano.
Duro el pedaleo, efímero ei aplau­
so, continuo el sudor, esforzado
el ánimo de estos hombres madu­
ros. pero tan jóvenes, tan ilusio­
nados... Merecen la admiración de
todos y que alguna mano generosa
se les tienda en el camino.
Cristián DOVAL

OTRO PASO ADELANTE
EN LA CAUSA DE DOÑA DOROTEA

Al comenzar el nuevo año 1974, Año Santo por
paternal permisión del Sumo Pontífice, mientras en­
vío a todos los queridos devotos de doña Dorotea mis
más cordiales felicitaciones, tengo el gusto de parti­
ciparos una buena noticia, que todos estábamos es­
perando con santa impaciencia.
El Promotor General de la Fe —vulgarmente lla­
mado el cAbogado del Diablo», ha hecho entrega a
nuestro Postulador General en Roma, reverendo pa­
dre Carlos Orlando, de las ANIMADVERSIONES con­
tra la heroicidad de las virtudes de la Sierva de Dios,
manifestada por los testigos de los Procesos Ordina­
rio e Informativo.
La Iglesia, extremando la prudencia en todo cuanto
se reftere a la veracidad y exactitud en las Causas
de sus Santos, nombra un Fiscal, encargado de es­
tudiar a fondo las declaraciones de los testigos lla­
mados a deponer en las Causas de Beatificación o
Canonización, y toma nota minuciosa de estas decla­
raciones, anaJizándolas de un modo exhaustivo, por
si encuentra en ellas algo menos ajustado a la ver­
dad, exageraciones, contradicciones, partidismos más
o menos justificados por la simpatía o el parentesco
de los testigos; y también de las posibles deficiencias
de fondo o forma en las Actas de los Procesos.
Todas estas notas, expuestas en un documento im­
preso, forman las llamadas ANIMADVERSIONES o
impugnaciones que el Promotor General de la Fe,
obedeciendo al mandato de la Iglesia y a los dicta­
dos de su propia conciencia, presenta al Postulador
General de la Causa, a fin de que las estudie, y en
su caso aclare, resuelva y justifique lo que al parecer
del Promotor de la Fe pudiera entorpecer la buena
marcha de la Causa o incluso, determinar su apla­
zamiento sine die...
Hemos de agradecer a la Santa Madre Iglesia el
rigor usado en las Causas de Canonización, porque
él nos da la seguridad de que en asunto de tanta
monta, no se procede a la ligera, y en cuanto con­
cierne a la participación humana, se ha hecho todo
lo posible para no caer en el error, en partidismos o
simpatías personales, populares o nacionales...
Después vendrá la intervención divina, mediante
los milagros, que son como la rúbrica al trabajo de
los hombres, milagros necesarios para la declaración
oficial de santidad, y estos milagros, que se analizan
H

con extrema minuciosidad por tribunales a propósito,
constituidos por eminentes médicos, cirujanos y es­
pecialistas, además de Teólogos y Juristas, una vez
probados hasta la evidencia, son los que conducen a
la solemne declaración de santidad, por el Sumo Pon­
tífice. Luego, pasado algún tiempo, si se han obteni­
do y probado nuevos milagros, se llega a la procla­
mación e inserción del nuevo Beato o Santo en el
catálogo de los Bienaventurados.
Falta, pues, todavía un largo y difícil camino que
recorrer para ver a la Sierva de Dios en los altares.
Pero, por de pronto, se ha dado, con las Animad­
versiones, un gran paso hacia el término definitivo.
Esperamos ahora que el Postulador General presente
las RESPONSIONES o respuestas adecuadas a las
ANIMADVERSIONES, y como tenemos la fundada
esperanza de que todo procederá según nuestros fer­
vientes deseos, sigamos rogando al Señor para que
pronto tengamos la satisfacción, superado este obs­
táculo, de seguir adelante hacia el nuevo paso: la
aprobación de los milagros.
Mas para ello es necesario que doña Dorotea haga
milagros: no bastan las gracias y favores ordinarios,
como los que se publican en las páginas del BOLE­
TIN. Son necesarios verdaderos milagros, sin los cua­
les quedaría detenida la Causa.
Por eso rogamos a nuestros queridos lectores y fer­
vientes devotos de doña Dorotea que se encomienden
a su intercesión en caso de graves enfermedades, im­
posibles de resolver por la ciencia, y animen a sus
amigos y conocidos a que recurran también a ella
en las mismas circunstancias. Una labor eficacísima
la pueden llevar a cabo en este sentido las Religiosas
que atienden a los Hospitales y Clínicas, en donde
son más frecuentes estos casos.
Y envíen la relación detallada de los posjbles mi­
lagros al encargado de la Causa en España, Colegio
Salesiano, Mataró, o al Director del Boletín, o en su
defecto, al Director de cualquier Casa Salesiana.
Que el Señor nos bendiga a todos, nos conceda un
Año Nuevo lleno de bendiciones, y adelante el día
en que podamos ver elevada al honor de los altares
a nuestra querida Sierva de Dios doña Dorotea de
Chopitea.
AMADEO BURDEUS

Ei Cardenal saleaiano, en «u comunicación fraternal en el Colegio de Atocha.

LA

V IS IT A

DEL

CARDENAL

S IL V A

Los pasados días 12, 13 y 14 de noviembre estuvo en Madrid el Arzobispo de San­
tiago de Chile, Cardenal Henríquez Silva, salesiano. Venía de Roma y otras ciudades euro­
peas, en un viaje de información directa sobre los acontecimientos de septiembre en la
nación hispanoamericana, y el estado actual de la Iglesia en aquel país. Personalmente
había querido comunicar a! Santo Padre, a los episcopados y a los ambientes eclesiásti­
cos cómo ve la Iglesia la política chilena y cómo la ha captado, pues muchos periodistas
de todas partes han deformado sus declaraciones.
El cardenal salesiano realizó en nuestro país una serie de visitas al episcopado.
Estuvo con el cardenal Tarancón, presidente de la Conferencia Episcopal Española, con el
secretario de la misma. Monseñor Elias Vanes y otros obispos. El mismo día 6 almorzó
con los Salesíanos de Atocha y, acompañado del Inspector de Madrid, hizo una visita al
cardenal de Toledo y Primado de España. Por la tarde, a las siete y media, celebró una
conversación familiar con los salesianos de Madrid en el nuevo salón de conferencias de
la casa de Atocha. Se le hicieron algunas preguntas y el Cardenal no hizo sino confirmar
las informaciones que viene haciendo en su periplo por Europa.
“ La actitud de la Iglesia en Chile siempre ha sido clara y sin doblez. La Iglesia chi­
lena no se siente llamada a establecer o derrocar gobiernos. Estamos colocados entre dos
alternativas, la extrema derecha y la extrema izquierda. Las dos nos molestan. Las dos lu­
chan contra nosotros. Pero, a pesar de todo, podremos seguir con nuestra labor, que cree­
mos será a favor de la gran mayoría de los chilenos” .
En un clima de cordialidad y de comunicación fraterna, el Cardenal se vio rodeado
del afecto de muchos miembros de la Familia Salesíana que acudieron a oírlo a la casa
de Atocha. Después de una hora de charla familiar fue aplaudido por los asistentes con
una larga ovación.
15

Dm León Gerteelo recibe de! Be^
tie rn o español la Crux de Alfon^
so X el Sable, p or sus méritos
y largos años de enseñanza en
Españam

«S. E. el Jefe del Estado Español, Gran Maestre de
la Orden Civil de Alfonso X el Sabio, y, en sn nombre,
el Ministro de Educación y Ciencia, Gran Canciller de
la misma, en consideración a los méritos que en vos
concurren, he tenido a bien concederos, por orden de
esta fecha la CRUZ DE ALFONSO X EL SABIO. Ma­
drid, 18 de julio de 1973.»
Señor don LEON CABTOSIO BIANCHI.

Así de solemne es el documen­
to que elevó a nuestro querido
don León a la categoría de Ca­
ballero de la prestigiada Orden
Civil de Alfonso X el Sabio. Co­
mo el buen paño en el arca se
vende, cuando la actividad docen­
te de don León, tan clamorosa
durante más de cincuenta años
en toda nuestra geografía, se ha
extinguido y enterrado en el arca
de un oscuro confesonario de
Vigo, es cuando su fama ha lle­
gado a las alturas.
Hace unos meses, el señor Di­
rector del Colq^io Salesiano de
Vigo recibió una carta del señor
16

Embajador de Italia en la que se
interesaba por el “curriculum vitae” de don León, con ánimo de
recompensar, con algún honor ci­
vil, su larguísima y plenísima en­
trega a la labor docente en Es­
paña. Circunstancias paralelas pu­
sieron a la vez el asunto en manos
del Gobierno español. Esta vía
fue más rápida, y hoy tenemos
a don León convertido en Caba­
llero de una Orden Civil espa­
ñola. [Enhorabuena!
El acto solemne de la imposi­
ción se celebró en el Colegio Sa­
lesiano de Vigo, el pasado 25
de noviembre. Precedió una con­

celebración de unos treinta sacer­
dotes, exalumnos casi todos de
don León. Con esta misa cum­
plía don León sus Bodas de Dia­
mante Sacerdotales, pues se or­
denó en Campello (Alicante) en
1913. Don Arturo González tu­
vo la homilía, muy ajustada a las
circunstancias y muy suya.
Siguió el acto de la imposición
de la insignia por el ilustrísimo
señor don José Luis Meilán Gil,
Secretario General Técnico de
Obras Públicas, en representación
del señor Ministro de Educación.
En breves palabras explicó cómo
este sencillo acto era un tributo
justo a la benemerencia de don
León, y, en su persona, un acto
de agradecimiento a la labor edu­
cativa realizada en España por los
Salesianos. Don León lo agrade-

rial; el antiguo padre Inspector,
don Emilio Corrales, también él
Caballero de dicha Orden; el an­
terior padre Inspector, don San­
tiago Ibáñez, quien venía en re­
presentación del padre Inspector
de Madrid; los Salesianos don
bajador de Italia y de los padres José Quintero y don Javier Ro­
Inspectores Salcsianos de Espa­ dríguez, asimismo Caballeros de
ña), y dio por terminados los dicha Orden; y el señor Presi­
actos.
dente Regional de los Antiguos
Alumnos, don Gonzalo Rev.

Don León Cartosio
recibe la encomienda
de Aifonso X ei Sabio
en un simpático acto
del Colegio Salesiano de Vígo.

¡O MDII

ció indicando que aceptaba este
honor en nombre de tantos otros
Que en verdad lo merecían. Ce­
rró el acto el señor Inspector
agradeciendo a todos su presen­
cia.
Después se tuvo una comi­
da-homenaje con más de trescien­
tos comensales. A los postres se
suprimieron los brindis previstos,
dado lo avanzado de la hora. El
señor Director, don José A. San
Martín, leyó parte de los tele­
gramas recibidos (entre ellos, de
don Luis Ricceri, del señor Em­

Don Joaé Luis Meilán Gil
abraza a don León
daapuéa d« Imponerie ia Cruz
en nombre
del Ministro de Educación.

ASISTIERON...

En esta feliz jornada, acom­
pañaron además a don León, en­
tre muchos exalumnos suyos, el
excelentísimo señor Gobernador
de la provincia, don Manuel
Arroyo, exalumno de Salamanca;
ilustrísimo señor Alcalde de Vigo, don Antonio Fernández; ilus­
trísimo señor Delegado de Edu­
cación y Ciencia, don Jaime Gar­
cía; ilustrísimo señor Delegado
de Agricultura, don Francisco
Ayuso, exalumno de Carabanchel; ilustrísimo señor Vicecón­
sul de Italia, don Femando Con­
de, en representación del señor
Embajador; el padre Inspector,
don Manuel de Lorenzo, con los
miembros del Consejo Inspecto-

LO QUE SABEMOS
DE DON LEON
Ahora tendríamos que dar a
los lectores del BOLETIN una
semblanza de don León. Cuantos
hemos convivido con él sabría­
mos hacerla de corrida con sólo
hilvanar los recuerdos que su vi­
da, escondida y cronométricamen­
te regulada, nos ha dejado: des­
de su trotedllo habitual para lle­
gar siempre a tiempo, hasta su
comida fría y seca a las 3 (¡tran­
vías renqueantes de los (tarabancheles!) o la luz de su habita­
ción a altas horas de la madru­
gada, allá en “ Casas - Viejas ”,
cuando a una labor docente más

Don León
también celebraba
sus “Bodas de Diamante'
sacerdotales.
Sesenta años
de sacerdocio
representan
una vida entregada
siempre a los demás...

EN DIALOGO CON EL
—Enhorabuena, don León.
¿Está usted contento del home­
naje?
—Confuso. Esto habría que
haberlo dado a otros.

que normal, unía estudios oficia­ lez, en “Don Alejandro Battailes en la Universidad de Madrid ni”).
por los años veintitantos.
b) “El año 1907 vino a SaUna biografía de don León se­ rriá como asistente de novicios
ría muy breve, aunque por rigu­ el clérigo León Cartosio, verda­
rosa obediencia la escribiera él dero regalo del Cielo al novicia­
mismo, pues la exactitud en los do. A un elevado espíritu religio­
deberes cotidianos, el estudio par­ so unía su pericia en griego y la­
ticular en su habitación (sin ca­ tín y en Ciencias Naturales y
lefacción durante más de cuaren­ Físicas” (Rodolfo Fierro. “Me­
ta años), un corto paseo una vez morias”).
por semana, acceder a todo y no
c) El “Boletín Salesiano” de
dar nunca la menor molestia, son
agosto
de 1963 publica una bre­
cosas que aun un talento con mu­
cha facundia las resume en dos ve reseña de la fiesta celebrada
folios. Las anécdotas ocuparían en la Universidad Laboral de Za­
mora, con motivo de las Bodas de
algo más.
Oro sacerdotales de don León.
La bibliografía sobre don León
Como por nuestra parte ya es­
es muy corta también. Creo cono­

dicho todo sobre don León,
cerla toda, y la voy a trasladar
vamos
a trasladar aquí la despe­
aquí:
dida que con él hemos tenido.
a) “También habría que ha­ Así, este número del Boletín re­
blar un día del benemérito don cogerá cuanto se ha publicado so­
León Cartosio". (Arturo Gonzá­ bre don León:
18

—Siempre que se habla de su
magisterio, se citan materias dis­
pares; Griego, Matemáticas, In­
glés... ¿Cuál es su especialidad?
—Mi licenciatura por la Uni­
versidad de Madrid es de Cien­
cias Naturales; pero mi afición,
desde joven, ha sido estudiar; sin
mayor preferencia de unas cosas
sobre otras. Nunca me ha cansa­
do el estudio y ahora no me can­
sa el confesonario.
— ¿Ha aprovechado siempre el
tiempo en su propio provecho?
—Casi nunca, pues al impo­
nerme a mí mismo la obligación
de corregir detenidamente los
ejercicios de los alumnos (con
frecuencia distintos a cada uno),
he empleado en ello tal número
de horas de tiempo libre que he
perdido la ocasión de completar
mis conocimientos y de seguir la
evolución del pensamiento mo­
derno y del desarrollo de la Li­
teratura, Historia y Qendas. Por
esa razón ha quedado atrofiada
mi cultura.

UNA VIDA CONDECORADA
—¿Está usted arrepentido de
ello?
—Sí. Aunque creo que con esa
labor alcancé buenos resultados,
opino ahora que eran despropor­
cionados al tiempo empleado por
mí. Aquí, como en todo, debe
presidir la vieja sentencia de
“modus in rebus”.
— ¿Cultiva usted todavía el In­
glés, el Alemán y las Lenguas
Clásicas?
—Poco. Me va fallando la me­
moria. No obstante, hace unos
meses, todavía tuve el humor de
escribir una Gramática Griega,
que me pidieron de Madrid.
—En la enseñanza de las len­
guas clásicas, ¿ha logrado usted
“acertar”?
—Durante muchos años, no,
por dedicar excesivo tiempo a la
enseñanza de la gramática, según
el uso de los antiguos dómines
que aún conocí en mi niñez. Lue­
go, cambiando de método, conse­
guí que mis alumnos leyeran has­
ta libros enteros de autores lati­
nos y griegos.
— ¿Cuáles han sido sus épocas
más felices como maestro?

Aunque no se les vea bien,
ahí esté patente
la alegría de los Salesianos
que contemplan la escena.

—Aquéllas en las que tuve
discípulos mayorcitos deseosos de
aprender. Por ejemplo, los años
1939 y 1940, cuando enseñaba,
a nuestros filósofos de San José
del Valle (Cádiz), Matemáticas,
Física, Química, Latín y Griego.
Aprendían con tal provecho que
no pesaba la enseñanza.

siempre he tasado la ración dia­
ria de los deberes escolares con
parsimonia.
—Tiene usted razón. Conozco
a muchos para quienes nunca fue
usted un “hueso”, antes bien, un
repleto supermercado, donde los
alumnos responsables, como us­
ted dice, encontraban siempre las
provisiones necesarias. Creo que
bastantes salesianos, de no haber
sido usted quien fue, habrían si­
do distintos.
— jNo tanto, no tanto!
—Más vale que haya sid isí.

—Usted ha tenido fama de
maestro muy exigente.
—Sí. Reconozco que he sido
lo que se dice un “hueso”. En
parte lo atribuyo a mi tempera­
mento, y en parte a que lo he
sido precisamente cuando he to­
pado con estudiantes perezosos o
ligeros; pero nada de “hueso”
c o n estudiantes responsables: Eduardo GANCEDO IBARRONDO

MISIONERO Y
AROUITECTO
Eugenio Ojer es muy conocido en los ambientes de
nuestra España saiesiana. No hace mucho, estuvo por
nuestra tierra con intención de dar algún que otro
sablazo. El regresó a su tierra de misión dejándonos
el recuerdo de su figura, de su simpatía, de su boi^
dad. Por aquí nos dejó también constancia de su es^
tupenda sensibilidad poética en su libro «Romanees
del misionero», un poemario que recoge versos, expre­
sión de su intensa vida de apóstol en la inmensa In­
dia. Hay en el hermoso libro una dedicatoria: «A los
que alimentáis a Cristo. A los que le vestís... A los
que en vez de pensar en conquistar la luna dais algo
para que el mimdo florezca de rosas... A ti que lees es«
tos versos, que no son literatura, sino sangre del cora­
zón».
Hoy, Eugenio nos envía estas tres fotos de la igle­
sia que ha construido y que ha dedicado a Don Rosea
Porque Eugenio, además de ser salesiano, sacerdotOp
misionero, poeta... es también ARQUITECTO.
Hizo sus estudios de Arquitectura en la Universi­
dad de Calcuta. Y ahí lo tenemos construyendo tem­
plos, seminarios y viviendas para los pobres. Pero,
sobre todo, está dedicado a la «construcción» de la
Iglesia de Dios en el pueblo indio. Y con toda el
alma.
«¿Quién se viene conmigo?» Así decía la cancide
del padre Carreño. También Eugenio nos pide com­
pañía. Se la aseguramos todos los lectores del Bole­
tín Salesiano español.
Oigamos lo que escribe al final de su libro: «Ufe
llaman a desayimar. Una taza de café. Siendo negro,
no se nota la suciedad. Se nota en los huevos, amar­
gos, mal fritos... En ese pan duro que trajimos de la
ciudad de Krishnagar el martes pasado. Pero... ttéb
pobres... No tienen ni café, ni pan duro, ni huevos
sucios para almorzar... Ni un vestido para ir a la es­
cuela. ¡Cuántos! ¡Cuántas! Mis hermanos, los pobres...
El gran escándalo del siglo XX. Esa hilera de muje­
res... cinco, siete... que vienen a pedir limosna a i ^
el despacho parroquial. Porque sus maridos no tiense
trabajo... Los pobres, los sin trabajo, los sin todo...»

ESCUELA UNIVERSITARIA
3J

D.

SOSCO

99

Para la formación del Profesorado de E. G. B.

Madrid.—La Escuela Universitaria
<DON BOSCO», nace de la fusión
de la Escuela Normal de la Igle­
sia «San Juan Bosco» de Madrid
<Hijas de María Auxiliadora), con
la de «San José» de Guadalajara
(Salesianos), las cuales han venido
prestando, hasta el presente, va­
liosísimos servicios a la Iglesia y
a la sociedad mediante la aporta­
ción de 361 maestros y 418 maes­
tras de Enseñanza Primaria, que
desde 1959, año de la ereción de
ambas, hasta 1972, han salido for­
mados de sus aulas.
Cuatro Inspectorías Salesianas
(las de los salesianos de Madrid
y de León y las de las Hijas de
María Auxiliadora de Madrid y de
Barcelona) han aunado sus esfuer­
zos para participar asociadamente
en la formación de la nueva Es­
cuela Universitaria «DON BOS­
CO», de acuerdo con la vigente
legislación del Estado.
La jornada de inauguración fue
el día 16 de octubre en el colegio
de la Dehesa de la Villa. Estaban
presentes la Madre Inspectora y
todo el Consejo con las directoras
de Madrid; todo el claustro de
profesores; en nombre del señor
Inspector estuvieron presentes el
Vicario inspectorial y don José
Sánchez, Delegado inspectorial de
Estudios; tomó parte también en
el acto don Fulgencio Sánchez, co­
mo miembro de la Comisión Aca­
démica en su fase preparatoria, y
todo el alumnado.
Los actos de inauguración fue­
ron; una misa concelebrada, pre­
sidida por don Jesús Pablos, quien
tuvo también la homilía. En ftlla

POR
EL MUNDO
SALESIANO
43 SALESIANOS:
EXPEDICION
MISIONERA DE 1973

se expresó así: «Buscar la verdad.
Vivir en la verdad. Este ha de ser
nuestro primer objetivo, vuestro
La expedición misionera de 1973
primer objetivo. Buscadla apasio­
nadamente y vivirla después sin constaba de 43 safesionos. Podía
claudicaciones. El estudio metódi­ haber llegado a los 60 si les hu­
co, serio y la reflexión personal bieran dado el pasaporte a tiem­
os llevarán a su encuentro. Esto po a los 17 salesianos de Polonia
va a exigir de vosotras una pro­ que estaban preparados para par­
funda labor intelectual, que exclu­ tir.
ye fáciles concesiones a la pereza
Los 43 misioneros (24 sacerdo­
mental y al absentismo crítico.
tes, 10 coadjutores y nueve cléri­
eran doce italianos, once es­
Y luego vivir en la verdad. Vi­ gos)
pañoles, seis irlandeses, tres belgas,
vir de ella. La verdad es incómo­ dos respectivamente de Filipinas,
da, nos molesta a los que nos ro­ Francia, Polonia y Estados Unidos;
dean. Hace falta auténtica claridad
respectivamente de Argen­
humana y elegancia espiritual pa­ ytina,unoCosta
Rica e India.
ra ponerse íntegramente a su ser­
vicio. Por eso los hombres nos
El destino de los 43 es así: 25
esforzamos por amor-dazarla, por van a América (seis a Venezuela,
quitarle mordiente, por edulcorar­ cinco a Brasil, tres respectivamen­
la y vivir así de medias verdades te a las Antillas, Ecuador y Pa­
o de mentiras completas, que ha­ raguay; dos a Solivia y a México:
cen más agradable y a p a c i b l e uno a Uruguay); 13 van a Africa
nuestra existencia...»
(seis a Wazilandia y a Suráfrica;
cuatro a Guinea Ecuatorial: y uno
Después de la misa, reunidas respectivamente a Costa de Mar­
las autoridades religiosas, acadé­ fil, Gabón y Zaire); cinco van des­
micas y el alumnado, en una de tinados a Asia (dos a Tailandia;
las aulas tuvo el discurso de aper­ y uno respectivamente a Filipinas,
India y Timor).
tura don Antonio Escaja.
esta expedición misionera hay
A continuación se ofreció un queA unir
la de las Hijas de María
vino de honor y se visitaron las Auxiliadora
eran 11. Tres ita­
diversas dependencias preparadas lianas, tres que
portuguesas, dos e s­
provisionalmente, mientras se van pañolas, una india, una francesa
proyectando los planos de la fu­ y una norteamericana. Van desti­
tura Escuela en terrenos del co­ nadas a Mozambique, México, Ve­
legio mencionado de las Hijas de nezuela, Cercano Oriente y Ga­
María Auxiliadora. Anejo a la Es­ bón.
cuela funcionará el Departamento
Salesianos están preparan­
de Orientación Psicopedagógica y doLos
el centenario de su actividad
Vocacional, que se pone al servi­ misionera, comenzada en 1875, con
cio de los psicólogos y orienta­ una serie de iniciativas. Las ex­
dores que trabajan en los centros pediciones misioneras constituyen,
de Salesianos y Salesianas de esta sin duda, uno de los datos más
zona.
importantes y concretos. (ANS).
21

¿POR QUE ME
HICE SACERDOTE?
¡Qué lejanos los días de
Avila en diciembre de 1972!
Y ¡qué estupenda la vista de
la ciudad amurallada envuel­
ta en el frío de la tarde des­
de nuestras caldeadas habi­
taciones de invierno! El silen­
cio y la reflexión de aquellos
días cuajó en tantos pensa­
mientos sacerdotales y tan
formidables propósitos... Re­
cuerdo que se me ocurrió
hacer unas preguntas a los
Jóvenes que, en ese año, re­
cibirían la ordenación sacer­
dotal. ¿Por qué me hice
sacerdote? Después de un
año asoman a las páginas de
nuestro Boletín. Son respues­
tas que reflejan el Ideal sacer­
dotal de once jóvenes saleslanos. Les dejamos hablar:

AMADEO ALONSO, de Mecerreyes (Burgos), veintiséis años.—
He decidido ser sacerdote porque
veo que en este camino hallo las
mayores posibilidades de mi rea­
lización personal; yo la veo en
lograr la perfecta comunión con
Dios y, mediante El, con los her­
manos. Ahora bien, en la reali­
zación hacia Dios, ¿qué otro pue­
de gozar de mayor intimidad que
el sacerdote ya que él, hasta ins­
titucionalmente está gozando de
esa cercanía de Dios en Cristo?
Y respecto a los hombres, ¿quién
puede establecer con ellos una co­
munión más íntima que quien vie­
ne a hablarles y testimoniarles la
existencia y compromiso de una
realidad superior? Esta es la pers­
pectiva que veo yo en mi sacer­
docio, ayudar a Cristo en su mi­
sión de puente entre Dios y tos
hombres. Y esta llamada la siento
yo como un imperativo. Tendría
la seguridad de no ser fiel a mt
mismo de no poner de mi parte

BECAS POR LAS VOCACIONES SALESIANAS

INSPECTORIA DE BARCELONA

Beca «Santa Faz», en memoria de don Mateo Bordas; 100.000 pesetas.

INSPECTORIA DE BILBAO

Beca «Mamá M argarita». L. Cañada. Pam plona. N. e.: 350. T .: 34.250 pts.
Boca «Pro Vocaciones». Doña M arta Luisa de Felipe; 100.000 pts.

INSPECTORIA DE CORDOBA

Beca «Nuestra Señora del Pino». Las Palm as. N. e.: 3.000. T .: 11.800 pts.
Beca «Nuestra Señora del Carmen». Poxoblanco. N. e.: 7.000. T .: 47.000 pts.

INSPECTORIA DE LEON

[if

Beca «Universidad Laboral». Zamora. N. e.; 36.000 pts.
Beca «P. Manuel Lino». N. e .: 600. T .; 17.300 pts.

INSPECTORIA DE SEVILLA

Beca «María Auxiliadora». Arch. Cádiz. N. e.: 1.000. T .; 66.000 pts.
Beca «Dr. Boza Ocheé». Sevilla, l . t e .; 30.000 pts.

INSPECTORIA DE VALENCIA

Beca «San Bernardo». Villena. N. e.; 10.000. T .: 93.000 pts.
Beca «D. Francisco Serrata». Valencia. N. e.: 4.000. T .: 13.000 pts.
Beca «Arch. de M arta Auxiliadora». Valencia. N. e .: 4.000. T .: 36.000 pts.

22

todos los medios para mi autorrealización más perfecta si no siguie­
ra este camino.
FELIPE BANDERA DE LA
RIVA, de Pedrín de Torto (León),
veintiocho años.—^Me hice sacer­
dote para ser testigo en el mundo
y para el mundo de una realidad
superior y trascendente. Para brin­
dar a los jóvenes mi amistad. Por­
que me gusta y encuentro en el
sacerdocio valores que me reali­
zan plenamente.
JESUS ALVAREZ, de Arganza
del Bierzo (León), veintiséis años.
Me hice sacerdote porque me sien­
to llamado a realizar una misión
dentro de la Iglesia, la de llevar
los jóvenes a Cristo, es decir, me
siento llamado a ayudar a los jó­
venes a que se realicen como hom­
bres y como cristianos. Es más,
he visto que el mundo, y en es­
pecial el mundo juvenil necesita
hombres entregados a ellos, y he
visto que yo puedo ser uno de esos
hombres; y, dado que necesitan y
yo puedo, me entrego a esa mi­
sión sacerdotal dentro de la Con­
gregación Salesiana, para así ser­
virles mejor a ellos y a la Iglesia.
PEDRO MARIA AGUIRRE CELAYA, de Ondárroa (Vizcaya),
veintiocho años. ¿Siempre me atra­
jo sobremanera la gran figura de
Jesús de Nazaret y su mensaje
universal. Sin la persona de Je­
sús no veo solución a los proble­
mas más íntimos del hombre. Su
mensaje es el más válido para
cambiar la faz del mundo. Por
todo lo dual me parece que hoy
tiene pleno sentido el intentar
realizar sus veces, consagrándome
para los hombres, mis queridos
hermanos, ayudándoles a vivir fe­
lices en las luchas que la vida
trae consigo, materiales y espiri­
tuales.

ONCE RESPUESTAS
: 1i 11 j i j

i ■

f :
í

EDUARDO BLANCO MARTIN,
de CastÜ de Vela (Falencia), vein­
tiocho años.—Desde pequeño me
sentí atraído por la figura de un
sacerdote. Era la persona más im­
portante y venerada del pueblo.
Era joven, sencillo, piadoso, ama­
ble. Nos daba clase de religión y
catcquesis, nos llevaba a su casa
a escuchar la radio, jugaba con
nosotros, visitaba las familias y se
preocupaba de los pobres. Cuando
cumplí mis doce años, me llamó
a su casa y, después de charlar
un rato y darme un buen rollo
de cromos de la Biblia, me pre­
guntó; ¿No te gustaría ser sacer­
dote?
Respondí que sí. ¿Para qué?
Pues para hacer como él. Más tar­
de conocí la figura de Don Bosco,
apóstol de los jóvenes. Su misión
me ha cautivado y ha reafirmado
mi primer deseo: servir a Dios
como sacerdote salesiano, traba­
jando en el sector de la juventud,
en especial, los pobres y abando­
nados.
JESUS SA£Z C., de San Barto­
lomé de Pinares (Avila), treinta y
dos años.—^Me hago sacerdote por­
que creo que Dios me quiere en
esta vocación. Me siento enviado
para llevar a los jóvenes la pala­
bra y los sacramentos. Esta llama­
da ha ido madurando a través de
múltiples circunstancias. Creo que
es Cristo quien me envía y quien
me espera en cada joven. Sé que
esta vocación supone renunciar a
formar un hogar; pero merece la
pena ser generoso con Cristo. Si
El me quiere dedicado a los hom­
bres en el ministerio sacerdotal,
¿por qué iba a negarme? No me
hago sacerdote para tener una
mejor posición social, ni para ser
reverenciado; sino para hacer la
voluntad de Dios aun con sacrifi­
cio, siguiendo a Cristo con la cruz:
«Comenzar a ser sacerdote es co-

Vista del Estudiantado
Teológico de Salamanca,
donde se forman los sacerdotes
de tres inspectorías españolas.

menzar a sufrir», dijo Mamá Mar­
garita a Don Bosco. Yo quiero
serlo por amor a los hombres, en
especial, a los más pobres, los
oprimidos, los que sufren, los jó­
venes.
JUAN LINARES MUÑOZ, de
Guijo de Avila (Salamanca), vein­
tinueve años.—Creo que el Señor
me ha llamado a trabajar en la
Iglesia como sacerdote. En esta
estupenda realidad que es el pue­
blo de Dios es necesario que haya
mensajeros de la palabra y minis­
tros de la gracia; hombres que ha­
gan presente en este mundo, tan
nuestro, el misterio de salvación
realizado por Cristo. Yo deseo ser
uno de esos mensajeros. Quiero
ayudar a los hombres, sobre todo
a los jóvenes, a ser cristianos com­
prometidos, a realizarse plenamen­
te. Quiero ser portador de un men­
saje de esperanza y de alegría.
Decir a ios hombres que estamos
salvados. Quiero ser testigo de
Dios.
SEVERINO LAREDO NEILA, de
Hermosilla de Bureba (Burgos),
veintisiete años.—Me hice sacer­
dote sencillamente por amor. Dios
es amor. Esta frase llena ahora
toda mi existencia y da razón de
ser a mi vida. He visto mi sacer­
docio como un acto de gratitud,
como una total donación a Dios.
Me ha entusiasmado ser un peque­
ño «ajrudador» de Dios, su lugar­
teniente en la tarea de anunciar
a los pobres la Buena Nueva...
Me entusiasma un Don Bosco
olvidado de sí mismo y entrega­
do totalmente a los jóvenes más
pobres. Quiero enfocar mi sacer­
docio en ayuda a estos jóvenes y
promocionarlos en todo sentido.

construir el pueblo de Dios por
medio de la palabra y la gracia.
El sacramento del Orden capacita
a unos hombres para realizar di­
cho servicio. La Iglesia necesita
de estos hombres cada vez con
mayor urgencia. Esto me ha im­
pulsado a hacerme sacerdote. Es
una consecuencia de la disponibi­
lidad que quisiera ver siempre en­
carnada en mi vida.
AGUSTIN PACHECO PASCUA,
de Bilbao, veintiocho años.—Me
hago sacerdote porque creo haber
sido llamado para este ministerio
y porque quiero servir a los de­
más. Ambas cosas y un poco de
fe han sido la causa de mi deci­
sión de entrega al Señor en bien
de los jóvenes.
URBANO SAINZ DE BARAN­
DA, de Bocos-Villarcayo (Burgos),
veintinueve años.—Espero el sa­
cerdocio con un poco de temor y
mucha ilusión. El mensaje y los
valores de Cristo y su Evangelio
me parecen la mayor cumbre a
que puede aspirar el hombre. Quie­
ro poner mi vida al servicio del
Evangelio para llevarlo a los hom­
bres, sobre todo, a los jóvenes,
tan sensibles a sus valores.

ENTRE
LOS KEKGHIES
A decir verdad, los kekchíes no tienen Navidad,
ésta es una conmemoración que para ellos no existe;
no obstante, los descendientes de los españoles, «la­
dinos» les llaman así, han conservado una costumbre
de sabor navideño, traída posiblemente del sur de
España.

por tambor: cascarón de tortuga

Los indígenas improvisan ai momento
un mercado de mangos
o bananos...

Con su estilo sencillo y con su
entusiasmo misionero, nos llegan las
crónicas de este salesíano español
Gabriel Canóniga, a quien los indios
le llaman “Cacua Doctor” (Señor Doc­
tor), porque es el que les pone las in­
yecciones y les da aspirinas. Desde
nuestras páginas seguimos sus peri­
pecias misioneras y lo acompañamos
con nuestro cariño, deseándole que
sean muy eficaces sus curaciones y
su apostolado.

24

Recordando un poco atrás: Era el mes de diciem­
bre, mis primeras Navidades entre los kekchíes. Los
villancicos que se dejaban oír por la radio, era casi
lo único que me inspiraba la pronta llegada de la
Navidad, pues por aquí, no se ven adornos ni faro­
lillos de colores; la exuberante vegetación estaba co­
mo siempre: de día respiramos su oxígeno con olor
a humedad, y en la noche, nos cierra más la oscu­
ridad.
Ya hacia rato que el astro rey se había ocultado.
Alrededor de nuestra iglesia - ermita se velan niños
y hombres y mujeres que con su candelita de cinco
centavos, murmuran palabras misteriosas mientras si­
guen arribando más indígenas—. Dentro de la ermita
hay unas ollas de tamaño mediano, donde a todo el
que llega le ofrecen un vaso de «elote» cocido que
sirven unas viejitas indias, que suelen ser respetadas
en el lugar: ya por ser esposas de los «mertones», o
bien, por su avanzada edad y espíritu religioso.
Empiezan a sonar dos raros instrumentos, uno con
tono agudo y el otro más grave, como respondiendo
al primero. Y al son de este lúgubre toque, todos co­
mienzan a encender sus candelas y rodean a San José
y María que, vestidos con trajes andaluces sin fal­
tarles el sombrero, tirados con unas andas con capote
que trasportan al hombro cuatro muchachos, comien­
za a estirarse un río de candelas en dirección a la
ermita de Secumún, que queda a dos kilómetros de
distancia.
Seguimos adelante con paso casi estático, mientras
varios venerables de Campur, comienzan a dirigir el
Rosario en alta voz, a lo cual como un centenar de
gente van contestando en tono cantado, la segunda
parte del Ave María:
Santa María
laat Na lí Dios
chayaba’ ta ¡i Dios
sa ka ben, lao a j mac
jo’ta sa ’ka yuam
jo’ta sa ka mic
ojo’can taxak.

A mí me llamaron la atención los dos muchachos
que por el extraño aparato que hacían sonar. Me
acerqué. Uno iba adelante y el otro detrás, a unos
50 metros; uno era xm niño como de diez años, el
otro ya era de edad. El curioso sonido brotaba del
caparazón de un par de tortugas, atrapadas, a saber
cuándo, a orillas del río Chajmaic.
Comienza a llover, pero para el indio no importa
esto; a mí me ha venido varias veces el pensamien­
to de que si serán anfibios estas gentes; pues no les
da más pena caminar bajo el agua. Llueva o no, se
sigue la marcha, lenta pero hasta llegar al destino.
Un camión, cargado del puerto fluvial de Sebol,
viene detrás enfocando la negra noche de diciembre:
hace señales de pedir paso, pero aún tendría que es­
perar un buen rato para poder hacerlo, mientras la gen­
te se pega a las ramas de los árboles para darle paso.
En la mente del indio no hay cabida para la prisa,
todo es sometido a una lenta y reflexiva filosofía,
donde las agujas del reloj no cuentan.

una vez. Dados nuestros usos de higiene, uno loma
por compromiso. Basta que les diga que a un padre
de aquí español, pensando que era un buen recipien­
te para ofrecer un pollo cocido, se lo ofrecieron en
un orinal.

despedida
Como a las diez de la noche, nos despedimos, no
sin antes saludar a la usanza, mientras las notas de
la «marimba» de misteriosos sentimientos para el in­
dio, que hace llorar su alma al escudxarla en las tar­
des de la floresta, van alejando nuestros pasos guia­
dos por las linternas que ahora dan la noche, nos­
otros llegamos a la Misión.

LA NAVIDAD EN CAMPÜR
llegada a Secumún
Escalando una pequeña ladera, siempre con el tun
tun del «tambor-tortuga», y con el parpadeo de las
candelas damos arribo a la ermita de Secumún. Allí
están los «mertones» del lugar, que al ver que llega
la «posada» toman en sus brazos al santo, patrón de
la ermita, y lo ponen a la entrada para con tres re­
verentes inclinaciones de este santo a los que traen
los de la posada, quede dada la venia para que José
y María entren a esta ermita; así se cumple el rito
de entrada.

saludos rituales y comida
Ya está en el centro San José, con aire de torero,
y María; cubiertos con un ramaje, mientras lenta­
mente las candelas van destilando la suave cera ha­
ciendo nudos de sus lisos cuerpos.
—Guachin... —Nachin... —sachó..., sachó... Este
murmullo es el saludo que dura varios minutos, pues
se saluda de uno en uno, acompañado de una pe­
queña reverencia... Seguidamente los jefes de la er­
mita. llaman a los principales para que pasen adelan­
te, ahí voy yo también... y comienzan a darles cere­
moniosamente un «guacal» de atol cocido, con unos
sorbos de cacao. Se invitan a repetir. El indígena
Cuando tiene, da sin medida, aunque él mañana ya
no tenga qué comer. Para mí me fue suñciente con

¡Cuántos recuerdos en estos días Navideños, lejos
del turrón de Alicante! Aquí tan diverso todo: per­
sonas, costumbres...
Pero la Navidad es de todos, aunque de diferentes
maneras. Pues siempre hay muchos mundos dentro
de éste que llamamos «tierra».
GABRIEL CANONIGA,
Salesíano
Una ermita muy pobre de loa indios Kekchies.

A las nueve comenzó la Misa. Hubo cantos y bas­
tantes niños se acercaron a recibir al Señor, vestidos
como lo hacen los pobres, pero que tal vez por ser
necesitados todavía escuchan la palabra de Dios.

EN
LA
COSTA
DEL
PACIFICO

el niño limpiabotas

Me gusta ver el paisaje. El día invita a salir, y en
mente hay una meta; Puerto San José, en el Pací­
fico, a 100 kilómetros de la Capital.
Son las diez de la mañana, y a bordo de la ZUZUKI, que en la Misión es castigada duramente por
los malos caminos, aquí van tragando asfalto sus
ruedas pantaneras, con mis 145 libras y un jovencito limpiabotas, llamado Oscar, que fue recogido de
la calle, por el Hermano Salesiano Elíseo, el cual tra­
ta de formar un hombre para el mañana, ayudándole
en su indigencia material, y enseñándole la doctrina
Cristiana, para poder bautizarlo a últimos de octu­
bre. Sin embargo, todas las mañanas se le ve salir
camino de los parques en busca de unos centavos.
Después de ver los exámenes clínicos, el doctor Estos niños abundan por estos lugares, fruto de la
Vela sentenció: «tiene usted una afección a los ri­ irresponsabilidad y de la miseria.
ñones»; tome esto y regrese por aquí a los veinte
días». Esto fue hace tres semanas, y ahora de nuevo
me hallo en Guatemala ciudad, puntual a la cita.
Hoy es domingo día 15 de octubre, y el sol asoma
rodeado de pesadas nubes.
no se ven indígenas

oyendo misa en "De Lo Coy"
A las ocho de la mañana salgo con el padre Mora­
les, profesor del Filosofado Salesiano con destino a
la aldea «De Lo Coy». En pocos minutos el Datsun,
con varios niños a bordo que recogimos en el ca­
mino, nos dejaba en el lugar. Había ya un número
considerable de niños y niñas recibiendo catcquesis,
por parte de los Hermanos de la Salle.

La ZUZUKI sigue deslizando sus llantas con rum­
bo hacia el sur. Cada vez que nos vamos acercando
a la costa, el ambiente de humedad y calor va ha­
ciendo pegajosa nuestra piel. Grandes rectas se van
sucediendo en una llanura continua, regada de pra­
deras con abundantes palmeras y cocoteros.
No nos libramos de fuertes chaparrones de pesa­
das gotas que azotan la costa Sur de Guatemala. En
toda nuestra marcha hacia el Pacífico, apenas vimos
un indígena. Los habitantes de esta zona todos en
su casi totalidad son blancos, descendientes de espa­
ñoles, mas esto no quita que su vivir sea a nivel in-

ENTRE
LOS
KEKCHIES

Un niño guatemalteco
ante ídolos
de los Mayas.

V

A

LA
NAVIDAD
EN
CAMPUR

Danzas indígenas en medio de ia seh'a.

dígena por parte de una mayoría, como mozos de
fincas de algodón y trabajando en granjas de ganado.
charla con un negro del puerto
Sus casitas, son auténticas chozas cubiertas por la
exuberante vegetación que las cubre en gran parte
de la vista. Los niños juegan al lado de la carretera
Nos disponíamos a aparcar la moto, para visitar el
a pie descalzo, o bien, miran los coches que pasan. muelle...
Después de cuatro horas de rodaje, una escolta de
Y... Don, le cuido su moto, nos dice un niño de
palmeras nos adentra en el Puerto San José.
cabello descuidado.
—«Correcto, ahí la cuida bien», le decimos, mien­
tras nuestras botas caminan sobre el entablado del
muelle.
—Jefe, le preguntamos, a un robusto negro que pa­
saba junto a nosotros y aparentaba tener algún cargo
de autoridad. ¿Qué cargamento llevan los barcos que
en el puerto
atracan aquí?
—Mire Don. algunos llevan café, pero la mayor
es de algodón.
Nuestra primera preocupación, fue buscar un lu­ exportación
—¿Y
de
dónde
vienen esos barcos?
gar para comer. Se veia mucha gente vendiendo fru­
—Algunos vienen de Asia: Japón, Filipinas... Tam­
tas del lugar. Son de regular estatura y su tez es bién
los hay que vienen de Europa: Helsinki... y de
bronceada, abunda la gente joven. Nuestras ropas, muchas
partes del mundo.
se presentaban mojadas, debido a las rachas de agua
jefe, sólo eso deseamos saber, así es co­
que con rapidez fantasmal aparecían en nuestro ca­ mo—Gracias
nos
despedimos
mino. Apenas nos daba tiempo de cobijarnos bajo en los cuarenta años.del bondadoso negro, que frisaba
una palmera, cuando nuestra tela ya había sido re­
Regresamos a la moto. Las olas golpeaban fuerte
gada por las golpeantes y gruesas gotas de agua.
la
playa.
No faltan niños que se ganan sus centavos indi­
Un
cándole el lugar más barato donde se puede comer debajo.grupo de muchachos las sorteaban pasando por
bien.
En un puesto de curiosidades, compramos un pe­
—Don, venga; acá cobran barato y sirven pescado, queño velero hecho de pequeñas conchas, luciendo
nos dice uno de ellos.
los colores de la bandera de Guatemala: azul, blan­
Oscar queda cuidando la moto y yo le sigo. A los co. azul, que simbolizan el ciclo de este pueblo. A un
pocos segundos enfilamos unas escaleras de madera costado del velero bajo fondo blanco dice en letras
que nos alojan en un primer templete, donde varias rojas «MUÑECA», nombre que le pusieron.
A las seis de la tarde hacíamos nuestra entrada
gentes comen, lo que en un fogón preparan varias
muchachas negras que atizan el fuego con leña. En en el Filosofado Salesiano. con ánimo alegre porque
el centro de la sala se ven unas segundas escalinatas habíamos conocido otros lugares y gentes, que nun­
que dan a otra terraza con vísta ai mar. Todo el edi­ ca antes los habíamos visto.
Van a dar las once de la noche en la ciudad de
ficio está sostenido por abundantes estacas, que lo
privan de inundarse cuando sube la marea. Así están Guatemala, yo voy a descansar, mientras la radio
construidas la mayor parte de las casas, por causa trasmite noticias de la guerra del Oriente Medio
En Puerto San José, hoy vimos niños reír junto a
de las lluvias. Todo ello me dio aspecto de ambiente
de gente de color. Di cinco centavos al niño y le dije las olas; en Oriente Medio, otros niños estarán tris­
que iba a buscar otro lugar. Al poco rato estábamos tes y asustados, de oír el traqueteo de las metralle­
en el comedor La Cubana, disfrutando de un buen tas, pregón de muerte que rodea.
pescado con tomate, lechuga y cebolla, con broche
G. CANONIGA
de dos vasos de agua como usa la gente humilde.
Salesiano

COOPERACION
SALESIANA
Y
TERCER MUNDO

¿Cuánto daría usted por estos barracones? Afíne el precio: las paredes
son de planchas, el techo de urallta; cuando llueve le ofrecerte cobijo,
pero no venga a guarecerse del calor o del frío, no dan para tanto. Sin
embargo, para los salesianos del Alto de la Paz son un tesoro; para mu­
chos jóvenes su único medio de llegar a ser algo, muy poco, pero algo,
porque en ellos están los Incipientes talleres donde aprenden un oficio
manual, pan para hoy; en ellos las salas donde les hablan de Dios donde
se les enseña y se les cura. Los salesianos no se los venderán, mientras
alienten, porque son el fruto de muchos sudores y de mucho mendigar,
son el soñado instrumento de su trabajo apostólico, son el rincón que
ofrecen a los jóvenes más pobres dlcíéndoles: es vuestro. Los salesie*
nos ya querrían cambiar los míseros tabiques por paredes más acoge­
doras, pero...

LA ETERNA PESADILLA

En este mes
presentamos
EL CENTRO JUVENIL
DEL ALTO DE LA PAZ
En Bollvia

En una barriada
de 100.000 pobres.
En él se promocionan
estudiantes pobres;
se cura a los enfermos;
se atiende
a familias necesitadas.
Urgen; 250.000 pesetas
para ampliar
pabellones.

28

Bolivia es uno de los países tí­
picos del Tercer Mundo. Por típico
no entendemos decir folklórico, si­
no ejemplo fehaciente de lo que
es el Tercer Mundo: gente buena,
con ganas de trabajar y salir de
su postración y subdesarrollo pa­
ra vivir dignamente como perso­
nas, pero que carecen de trabajo,
de poder económico, de recursos
culturales y, por eso mismo, ate­
nazados por una pobreza, que no
les deja levantar cabeza, y por
el hambre. Un tanto por ciento
muy elevado de las gentes boli­
vianas necesita urgente ayuda pa­
ra salir o al menos para paliar su
escasez.
Los salesianos se han enfrenta­
do en varios puntos de Bolivia
con esta situación, sobre todo allí
donde la juventud necesita que se
la ayude con mayor prontitud. Os
quiero presentar dos obras salesianas; os voy a decir lo que han
empezado a hacer y lo que nece­
sitarían para que vosotros, ami­
gos del Tercer Mundo, compren­
dáis lo importantes que sois para
tantos jóvenes pobres; compren­
dáis también el mucho bien que
estáis haciendo con vuestros do­
nativos y cómo, gracias a vos­

otros, Dios está salvando muchos
jóvenes que en su día ayudarán
al bienestar de su patria.
El primero es el Centro Juvenil
de el Alto de la Paz. Está situado
en un suburbio de la capital bo­
liviana; a 4.100 metros de altitud,
donde tantos corazones fallan; se
trata de cien mil habitantes que
tienen muy poco y necesitan de
todo.
El Centro Juvenil, materialmen­
te, son dos galpones o dos barra­
cones de paredes ligeras, de cha­
pa; ahora después de tres años
comienzan a levantarse otros de
mampostería; serán tres y en pe­
setas cuestan unas doscientas cin­
cuenta mil, menos que un piso
malo en Madrid; para ellos sin
embargo van a ser un ideal.
En el frontis de uno de los gal­
pones reza este lema tan salesiano, adoptado como consigna para
los jóvenes «Trabajo es vida... y
vida es trabajo».
Social y religiosamente es una
colmena de actividades, unas tran­
sitorias y otras permanentes, en
favor de los pobres: cursos ex­
traescolares para complementar y
orientar al trabajo; enseñanza de
oficios manuales a obreros y a

estudiantes para que puedan ayu­
darse económicamente y, esto es
lo curioso, en régimen de coope­
rativa, de suerte que al mismo
tiempo que aprenden ganan el
50 por 100 de lo que se puede sa­
car de sus trabajos; asistencia sa­
nitaria a base de consultorios pa­
ra la barriada; evangelización del
barrio mediante cursillos, confe­
rencias, formación de pequeños
grupos de jóvenes apostólicos para
fermento y conquista de otros jó­
venes...
El Centro juvenil aspira a ser y
lo es ya en buena parte un foco
de irradiación que vaya exten­
diendo y penetrando, con las ideas
cristianas y con la preparación de
jóvenes para el trabajo y la fami­
lia, en los hogares a fin de con­
servar y aumentar la fe en Jesu­
cristo.
Como véis es una labor muy
necesaria y muy sacrificada la que
realizan los salesianos y sus co­
operadores bolivianos en el Alto
de la Paz. La pobreza de la vida
de estos salesianos es tal que el
mismo Rector Mayor les envía con
alguna frecuencia ayuda económi­
ca conseguida con el sacrificio que
otros salesianos hacemos por ellos.
Vamos a ayudarles también nos­
otros con generosidad.
El segundo caso es otro Centro
Juvenil, radicado en Sucre. Este
está dando sus primeros pasos y
está encomendado a un salesiano
español, recién llegado a Solivia.
Se trata del padre Nicanor Car­
nero. Escribe: Me han encargado

de la formación de un Centro Ju­
venil en esta ciudad de Sucre. Es
una ciudad eminentemente estu­
diantil; hay cerca de veintidós mil
estudiantes. Por decirle algo de lo
que aquí sucede le diré que no
existen casas para estudiantes; he
visto con mis propios ojos lugares
donde viven, mejor habría que de­
cir donde malviven. Los salesianos
hemos pensado en un centro ju­
venil que recoja a la juventud, que
no tiene donde ir, desde las seis
hasta las diez de la noche, pero
necesitamos muchas cosas. Entre
otras una casa donde reunir a los
chicos que vienen de aldeas y pueblecitos; en ella hallarían aloja­
miento y lugar de estudio. Tene­
mos a la vista ima casita que po­
dría ser el comienzo de la obra
que iríamos ampliando, pero son
200.000 pesetas, para nosotros un
fortunón. Pedimos la generosidad
de esos amigos cooperadores sa­
lesianos, que por el Boletín ve­
mos que ayudan en muchas partes.
cEspero sus noticias».
Os insisto de nuevo en que
veáis el bien tan grande que es­
táis haciendo con vuestra genero­
sidad. ¡Cuántos vuelven a vosotros
sus ojos! ¡Cuántos confían en vos­
otros! Por eso, aunque para no
pocos de vosotros 100 pesetas al
año supongan un sacrificio, pen­
sad que para otros es una puerta
grande por donde puede entrar
mucha bendición de Dios.
JAVIER RUBIO
Delegado N. de Cooperadores

En el Centro Juvenil del Alto de la Paz en
un rinconelto unos muchacho* enseñan a
otros a leer y escribir; parece poco y, sin em­
bargo, es algo que jamás se aprecia bastante.

DONATIVOS
PARA EL TERCER MUNDO
recibidos en noviembre

M aría Dolores Bello, Julio Lópei,
M aría B. Jiménex, A ntollna García,
José Olaverri, Francisca H idalgo, H i­
laria Fernándex, Miguel Calleja, Atanasio Rodrlgucx, M aría Hurguete, Juan
Sánchez y Sra., Eugenio Olaharrlcta,
Carmen Jim énez, Victoria Carbajo, P,
Bcllver, M aría López, Baldomero Lara, Fillberto G utiw rcz, Antonia Gar­
cía, Manuel Mingo, Consuelo de la To­
rre, A ntoñita de Cabo, A ntonia F er­
nández, María Angeles Pérez, P ilar Mí­
rales, M aría Espina, M aría Diez Ale­
gría, José M aría Conde, Francisco Madorcll, Juan Mera, Cclsa Mlgucz, L ui­
sa Eiroh, M aruja Comí, Ciríaco Calle­
jones, Rosario Sánchez, T eresa Báez.
Candela González, M aría Josefa Lago,
Manuel Bonilla, Prado Pascual, Miguel
Torrecilla, Angela Hernández, María
Segarra, Mercedes Rodríguez, Presen­
tación Riscos. L uisa Fernández, José
Casas, Josefa Avalos, Rodrigo de la
Torre. Consuelo M artínez, Francisco
M artín. Juan Pérez. P ilar Ayala, F ran ­
cisca García, P ilar Sandonis, Esposos
Bagur, C. de Amusategui, M aruja Con­
de, Clcmcntina de Vega, M arta G ar­
cía, M arquesa de Fresno, Cooperadores
de Barcelona. M aría del Carmen Ma­
teos. Amalia Vda. de U riartc, José L.
López, Ramón López, Juana Romero.
M. León, M aría García, Antonia Serrat, Juan Díaz. Leonisa M artínez, se­
ñores de Cruz. C ristina H errero, Te­
resa Santiago, Milagros Pérez. Pedro
Iñigo, Gregoria Serrano, Eulogio Ló­
pez. Ana M aría Curado. José Fdez.
Alejandre, Encarnación López. Ju an i­
ta Galmés, T rinidad García, Em ilia Bonelli, Teresa Cruxent, Sebastián M ar­
tínez. Fam . Ladrón de Guevara, José
Monitor, Luis Noguera. Guadalupe Lá­
zaro. Rosario Conde. José L. Bas, Teó­
fila Macho, Antonio Sánchez, Carmen
Ruiz, Isabel Valverde, Josefina Juliá,
Faro. Gil Sanchfs, H ijas de C. Cacho.
Asunción Faura, A ntonia Ruiz. Domi­
nica Zubiaurre, A urelia Perea. Inocen­
cia García, M aría Gloria Zarranz, Anas­
tasia Berasateguí, Rosi Rosas. Carmen
Blanco. Magdalena González, Elvira
Rodríguez, Micaela Repiso, Ju lia Acea.
Angeles Marcos, Elena Guzmán, Al­
fonso López, Antolín García, A urora
Laínez, Juana Sanm artín. Mercedes
Santiago, Antonia Soldcvilla. Catalina
Jim énez, Anuncia Alvaroz. Domingo
Páram o. Dolores Fernández y Coope­
radores de Torrecardela, Cecilia Viloria, Victoria Eugenia. Camilo Ferreíro,
Manolo Serrano. Angel Rodríguez, P a­
checo. José, Loll y Patricia, P ilar Sán­
chez. M aría T eresa Díaz, Ramón Aizamora, Concepción Luna. Desam para­
dos T renor, U. M adera, Angel ArmeIles, Juana Vicente. Gabriel Colinas.
M aría Cruz Muricl, M aría Romero. Ma­
nuela Fernández, Salvador Pérez. Vda.
de Queimadclos, Cooperadores de Cee.
M aría P ilar González, Jesús Pau, Bsth er Aparicio. Francisco Bros, M aría
T eresa Villalba, Josefa Fernández, Ma­
ría Cortés, Rosario Pérez, Vda. de H.
García, M ari Ledesma, Cooperadores
P P . de Saleslanos-M adrid, Isabel de
Torres, B altasara Rodríguez. Isabel de
Torres, José Cáscales, Nieves Picher.
E steban H ernández, L ola Guzmán.
Paulino Orejón. M aría T eresa Costa.
Cooperadores Vigo, y Barcelona, L ui­
sa Carmona. Jacinta y L ib rad a Viera.
Blanca Diez, Alejandro Pascua, José
Navas. Mari Lozano. P aquita C arras­
co. P ilar Alvarez. P ilar M aruny, Pino
Trejo, L uis González. Dolores M artí­
nez. R egina Alvarez. Manuel Ruiz. P u ­
ra Pelayo, Cooperadores de Celanova.
M aría Casas. José M aría Gomnez. J u a ­
na Taibo.
29

NUESTRA
GRATITUD
A
MARIA
AUXILIADORA
Y
A
SAN JUAN
60SC0

Madrid.— Por una gracia recibida
de María Auxiliadora, hago público
mi agradecimiento y ofrezco un do­
nativo simbólico. L. F. V. G.
Pozoblanco. — Agradezco a Ma­
ría Auxiliadora la pronta curación
de mi hija y lo publico en el BO­
LETIN SALESIANO, enviando una
limosna. F. R. C.
Sevilla.—Agradezco públicamente
el haber sido liberada de una mo­
lestia. Envío una limosna. Ana de
Montaña.
Huesca.— Cumplo mi promesa de
publicar el feliz resultado en la
operación de una sobrina de tres
años de un mal cardiaco. Hago una
novena de agradecimiento. Nativi­
dad Moreno.
Madrid.— Encontrándome en unas
circunstancias nada favorables re­
lacionadas con mi trabajo, pedí a
la Madre Auxiliadora intercediese
por mí. Paulatinamente he podido
apreciar que todos estos proble­
mas, poco a poco van desapare­
ciendo. Doy públicas gracias y en­
vío una limosna. Un devoto.
Z a m o r a . — Hallándome en un
trance muy apurado recurrí a Ma­
ría Auxiliadora. Creo haber sido es­
cuchado. Agradecido, envío una li­
mosna. V. B.
Toledo.—Agradecida por haber
mejorado de mi salud, envío una
limosna. Olvido Sánchez.
Coín (Málaga).— Por el feliz éxi­
to de una operación, doy gracias
a la Virgen y envío una limosna.
Lola Guzmán.
Valencia.—Angustiada por un de­
fecto de mi hija, acudí a María
Auxiliadora. Le doy gracias por su
auxilio maternal y envío una limos­
na. M. T.
Málaga.— Habiendo tenido q u e
sufrir una operación de cálculo en
la vejiga y próstata recurrí al auxi­
lio de nuestra Madre. Después de
haber tenido complicaciones, hoy
me encuentro plenamente restable­
cido. Hago público mi agradeci­
miento y envío un donativo para
las Misiones. J. G. A.
Torregrosa.— Pienso que he sido
escuchada varias veces. Ultimamen­
te acudí a María Auxiliadora en tres
problemas hartamente difíciles y en
grave enfermedad. Puse todo en
sus manos y prometí publicarlo.

30

Hoy cumplo mi promesa. Julia Baró.
Sevilla.— Doy gracias por haber
curado de una dolencia de oídos.
Envío una limosna. Joaquina Quin­
tana.
Vigo.— Hallándome en una situa­
ción difícil me encomendé a María
Auxiliadora con la promesa de
publicarlo en el “ Boletín Salesiano”
si se resolvía favorablemente. Doy
gracias a la Virgen por el favor ob­
tenido y muchos alcanzados por su
protección. Agradecida envío una
pequeña limosna. C. F. V.
Alemania.— Hago p ú b l i c o mi
agradecimiento a María Auxiliadora
por haber quedado mi hija Loli,
completamente bien y sin ninguna
señal de unas quemaduras que su­
frió en la cara y en los ojos. Muy
agradecida y en acción de g|racias
envío una limosna. Dolores Peña
Fernández.
Cáceres.— “ Hago p ú b l i c o mí
agradecimiento a MARIA AUXILIA­
DORA.
Desde el principio la ciencia dio
un diagnóstico dudoso y pesimista
sobre la gravísima enfermedad que
aquejaba a una íntima amiga mía.
Tengo la plena seguridad, después
de haber sido testigo de muchos
y difíciles momentos, que la supe­
ración de la enfermedad de mi ami­
ga, que año tras año voy compro­
bando, se debe a la VIRGEN” . M.
Villena.— El pasado 24 de mayo,
fiesta de Nuestra Madre, Ella sal­
vó milagrosamente a mi hija de
una terrible operación de vértebras.
La desaparición total de los agu­
dos dolores y la radiografía con­
firmaron que el milagro era real.
iGracias, a María Auxiliadora! En­
vío a las Misiones un donativo,
símbolo de mi gratitud. Virtudes
Navarro Campos.
La Palma del Condado.— Se pre­
sentó un asunto urgente y de difí­
cil solución y me encomendé a
María Auxiliadora. Hoy le agradez­
co su protección y ruego se publi­
que en el “ Boletín Salesiano” . Ma­
ría Luisa Castillo.
Puig (Valencia).— En io una li­
mosna para las Misiones agrade­
ciendo públicamente la gracia re­
cibida al ser operada mi madre y
salir todo bien como se lo había­
mos pedido a la Virgen. María Auxi­
liadora Navas.

Arévalo (Avila).— Se encontraba
mi hermano sin empleo, acudimos
a María Auxiliadora y hoy, gracias
a la protección de la Virgen, está
bien situado. Doy gracias y con­
fío nos siga protegiendo. J. C.
Celanova.— Expreso mi gratitud
a María Auxiliadora y a Santo Do­
mingo Savio por el feliz alumbra­
miento de mi hija y por otros fa­
vores que espero recibir. Envío una
limosna y cumplo mi promesa de
publicarlo. Vda. de C., Coopera­
dora.
Reu8.— Habiendo obtenido u n a
vez más varios favores de María
Auxiliadora, envío un donativo de
agradecimiento, con la espera de
continuar bajo su protección. J.
M. S.
DAN GRACIAS
POR FAVORES RECIBIDOS
Y ENVIAN UNA LIMOSNA

A
3

Pilar Domíngez, de VIgo; Rafae­
la Pérez de Ríos, de Sevilla; Sor
Jesús María Caballero Domínguez,
de Alicante, por muchos favores y
gracias recibidos; Beatriz Meire, de
Vergara (Guipúzcoa); Dolores Car.
celler, Pastora Rifá y María Car­
men Buscá, de Manileu (Barcelo­
na); D. G., de Zamora, por una gra­
cia muy grande; U. V. A., de Sa­
lamanca; C. N., de Zamora; C. R.,
de Salamanca, por un favor conce*
dido a su sobrino; María Romero
Costa y María Costa de Romero, de
Moaña; Vda. de Queimadeloa, de
Moaña; Sra. Pacheco, de Ciudad
Rodrigo; Rosa Roca, de Madrid,
agradecida a M a r í a Auxiliadora,
Don Bosco y doña Dorotea; Arse.
nio Gutiérrez, de León; Eulogio
López, de NN.; Arsenio González
de Vega, de NN.; Margarita Jaume, de Palma; Rosalía Sánchez, de
Mieres (Oviedo); A. Casado, de La
Robla; Pilar Fernández, de San Se­
bastián; Asunción Fauro, de Bar­
celona; Encamación Sánchez y Te­
resa Santiago, de Posadas; Anto­
nia Ruiz Ruiz, de Málaga, envía un
donativo para las Misiones; M. Te­
resa Báez, de Tingas (Las Palmas);
María García, de San Miguel del
Río (Asturias); Anuncia Morales, de
Vlllarejo de Orbigo; A. P. M „ de
Orense; A. de M., de Béjar; Julia
Blanco González, de Oiriedo; Rosa
Castellano, Carmen Ojeda, María

C. D., de Fontanales Bco. dsl Pinar,
María Ojeda, Una devota y A. M.
B., de Fontanales Bco. de Laurel.
GRACIAS A NUESTROS SANTOS
Y SIERVOS DE DIOS
Fontanales Bco. de Laurel.— En
acción de gracias a Santo Domin­
go Savio envío un donativo. Cán­
dida Almeida Rivero.
Salamanca.— Por favores recibi­
dos de doña Dorotea de Chopltea,
envío una limosna y deseo se pu­
blique en el Boletín. C. R.
Córdoba.—agradecida a d o ñ a
Dorotea por muchos favores reci­
bidos, y especialmente por haber
aprobado una hija mía las oposicio­
nes, envío una limosna. María Jo­
sefa Rodríguez.
Barcelona.— Hago p ú b l i c a mi
gratitud a doña Dorotea por haber
encontrado unas joyas que me ha­
bía prestado una amiga y que ya
creía perdidas. Angustiada me en­
comendé a la sierva de Dios y las
encontré con gran emoción de mi
parte. N. N.
San Adrián del Besós.—Tengo
un hijo que trabaja en el extranje­
ro, del cual no sabía nada desde
hacía tres años, lo cual me llenaba
de angustia y preocupación. Afor­
tunadamente cayó en mis manos
una novena de doña Dorotea, y lle­
na de fe la recé pidiéndole me
procurara alguna noticia de mi hijo.
No fue vana mi confianza, pues
poco después recibí noticias suyas:
se ve que sus cartas se habían
perdido, pero ahora, después de
tres años, nos hemos puesto en
contacto y estas próximas Navida­
des, pensamos pasarlas juntos con
la alegría que es de suponer. Muy
agradecida a la Sierva de Dios,
mando una limosna para su Causa
y ie ruego puolique la gracia. Candelaira de la Torre.
Sarriá (Barcelona).— Me encon­
traba muy apurada pues los médi­
cos decían que tendría que operarm-!, y encomendándome a doña
Dorotea, me puse buena sin nece­
sidad de intervención n i n g u n a .
También le pedí la reconciliación
de mis hijos, separados a causa de
intereses económicos, y fui igual­
mente atendida, por lo cual envío
una limosna para su Beatificación,
y le ruego publique mi gratitud. N.
N.

3j

FUERON

A

LA

CASA

DEL

Procura gran parte de los benefi­
cios cosechados en su baratillo. Era
trabajador, responsable y preventi­
vo. Mitad niño, mitad ^ u e lo ; mez­
cla de mimo, capricho y generosi­
dad, le gustaba verse rodeado de
alumnos y profesores que le dier 1 una “ lata benigna” . Hombre
bondadoso; obsequioso y reverente
p ra con los superiores; mimoso
para con los niños y salesianos
jóvenes: muy querido de todos.
Descanse en paz.

Don Salvador Soler Fons, S. D.
B. t en Oviedo el 9 de agosto
de 1973, a los sesenta y siete
años de edad. Había nacido en Carcagente (Valencia) en 1906. Había
probado el noviciado con los fran­
ciscanos, luchó en la guerra civil
española, y en la posguerra traba­
jaba en los suburbios de Madrid,
divirtiendo a los niños con juegos
sencillos y quitándoles el hambre
de toda la semana con unas sabro­
sas paellas a la valenciana” .
En Madrid conoció a los Salesianos cuando comenzó a frecuentar
el colegio de Atocha. Lo entusias­
maron Don Bosco y María Auxilia­
dora. En 1957 abandonó el puesto
de naranjas en que trabajaba y
comenzó en Zamora su aspirantado. Hizo su noviciado en Astudillo
y en 1956 profesó como coadjutor
salesiano. Trabajó en el Colegio de
Huérfanos Ferroviarios de León y
en el Colegio de Naranco de Ovie­
do.
Era un hombre profundamente
religioso con una piedad hecha de
sentimiento y oración sencilla. Ami­
go de las misiones, enviaba a la

32

Doña Pilar Vadillo Elorduy t el
día 30 de octubre, a los ochenta y
un años de edad, descansó en el
Señor en Baracaldo, esta buena
Cooperadora Salesiana.
Mujer de fe y de bondad, ejem­
plar esposa y madre de familia,
amantísima de María Auxiliadora
y de la Obra Salesiana, especial­
mente de sus Misiones. Ella fun­
dó una Beca Misionera en favor
de la Misión en Corea del padre
Melero, primer salesiano español
por aquellas sufridas y lejanas tie­
rras. Con la colaboración de su
hija y de otra amistad, se afanaba
por recoger las aportaciones de
buenas familias baracaldesas. Mu­
cho había conseguido en favor de
la Misión de Corea. Por su entu­
siasmo y ejemplo la Beca conti­
nuará con el favor de todos. Des­
canse en paz tan ejemplar Coope­
radora.
Don José Cruz Marcos t el día
14 de octubre de 1973.
La paz y serenidad en su muerte
y la aceptación plena de su enfer­
medad denotaron muy a las cla­
ras la fortaleza de su espíritu y la
integridad de su vida cristiana.
Su matrimonio fue bendecido con
tres hijos, uno de los cuales es

PADRE

Hija de Jesús. Esta era una de sus
alegrías más íntimas.
Tuvo una gran devoción a Don
Bosco, cuya reliquia llevaba siem­
pre en sus visitas a las enfermas.
Como médico fue querido por
todos.
Que descanse en paz y en el
abrazo del Señor, quien siempre
estuvo al servicio de sus herma­
nos, los hombres.
Doña Dolores Medina Díaz f en
Las Palmas de Gran Cardaría. Era
devota de María Auxiliadora y re­
cibía con gusto al Boletín Salesia­
no, siguiendo a la Congregación
de Don Bosco.
Doña Lorenza Pindado Martín t
el día 20 de noviembre de 1973 en
Llano de Olmedo (Valladolid), a la
edad de cincuenta y nueve años.
Era una mujer de acendrado cris­
tianismo, de fe práctica y caridad
eficaz y silenciosa.
Lo delicado de su salud no era
para ella impedimento ninguno en
el cumplimiento de sus deberes da
madre y esposa.
Se sentía feliz de ser Coopera­
dora Salesiana y ostentaba con dig­
na sencillez la medalla de “ Madre
de Sacerdote” . Ambos títulos le
fueron otorgados el día de la Orde­
nación sacerdotal de su hijo José.
Su espíritu de religiosidad, sacri­
ficio y trabajo hizo del hogar un
semillero de virtudes donde brota­
ron para el Señor flores escogidas.
De los seis hijos de familia, una
es religiosa cisterciense, otro sacer­
dote secular y dos son salesianos.
Son éstos don José Vicente Pinta­
do, Administrador en el Colegio Sa­
lesiano de Santander, y don José
María, profesor en Logroño.

Colección «PASTORAL JUVENIL»
Para educadores y sacerdotes, con abundantes temas de
documentación y reflexión. Contiene multitud de recursos
para la acción pastoral unidos a orientaciones contrastadas
con la acción educativa diaria.

Sección Estudios:
le PASTORAL JUVENIL EN UN MUNDO SECU­
LARIZADO.
2e RITMO JOVEN DEL AÑO LITURGICO. Aldazábal-Aubry-Colomer. 222 págs. 150 ptas.
Sección Subsidios:
1s LOS JOVENES ANTE LA PALABRA.
2s EN RUTA CON MARIA. (Lecturas sobre la
Virgen). 302 págs. 160 ptas.
3s PALABRAS AL OIDO. Juan Manuel Espinosa.
4s EVANGELIO Y JUVENTUD. J. R. Urbieta • A.
Mélída. (Campaña de formación para gru­
pos). 208 pags. 130 ptas.
NOVEDAD:
5s SEMINARIOS DE RELIGION PARA COU. J.
María Maíllo. (Esquemas y técnicas de es­
tudio). 150 ptas.
6s TERCER MUNDO Y VOCACION CRISTIANA.
J. A. Samaniego. A. Mélida. 320 págs. 185 pts.
PEDIDOS.—Central Catequística Salesiana.
Alcalá, 164. — MADRID - 28.

O B R A V O C A C IO N A L
DE LOS COOPERADORES SALESIANOS
A fin de ayudar al sostenimiento de las voca­
ciones salesianas, los Cooperadores Salesianos
promueven la PIA OBRA DEL SAGRADO CORA­
ZON. instituida con la aprobación del Papa León
XIII. por el propio San Juan Bosco, con dicha
finalidad.
La Pía Obra celebra todos los días perpetua­
mente en la basílica del Sagrado Corazón de
Roma. 6 misas a intención de cuantos se ins­
criben en ella.

Colección «HUELLAS»
* Rápidas biografías de personajes de la
Familia Salesiana.
* Folletos de 32 páginas en un estilo ágil
y nervioso. Se leen en breves minutos,
mientras se viaja en metro, en autobús.

PVBUCADOS

!•— Basilio Bustillo.—«Un poema de amor».
(Don Bosco).
2.
— Rafael Alfaro.— «A medias con Don
Bosco». (Don Rúa).
3.
— jesús Pablos.— «La mujer fuerte».
(María Mazzarello).
4.
— Rafael Alfaro.— «Testimonio sellado».
(Jaime Ortiz).
5. — Basilio Bustillo.—«La Madre de Don
Bosco» (Margarita).
6. — Jesús Mairal.—«Padre Mantovani».
PEDIDOS.—Alcalá, 164.—MADRID - 28

E d u c a c ió n p a ra el A M O R
Va han ufido aiata tamas de esta colección indispensa­
ble, moderna y audaz para su educación integrada de los
edoleecentes. a nivel biológico, psicológico, socio-eulturei
y cristiano.

TEMA 0.—EL PROBLEMA; Planteamiento a tra­
vés de un hecho concreto (40 diapositivas).
TEMA 1.—EL MIEDO A LA LIBERTAD (Represión
sexual y apertura a une sana liberación). 120
diapositivas.
TEMA 2.—SEXUALIDAD Y AMOR (El sexo es
una realidad Integradora, creedora, dinámica,
comunicativa y trascendente). 80 diapositivas.
TEMA 3.—LA BISEXUALIDAD (Diferencias ana­
INSCRIPCION:
tómicas y psicológicas entre el hombre y la
1.— Puede inscribirse uno a sí mismo y a otras
mujer). 120 diapositivas.
personas, vivas o difuntas, por las que
NOVEDAD:
quiere pedir o sufragar.
TEMA 4.—EL CUERPO. INSTRUMENTO DE CO­
2—La inscripción, que es nominal, se efectúa
MUNICACION (La bisexualidad al servicio
previa aportación, por una sola vez, de una
del encuentro interpersonal).
limosna equivalente al estipendio de una
TEMA 5.— HACIA UNA SEXUALIDAD SANA
misa en la propia diócesis.
(Identificación sexual: desviaciones sexuales:
3-—La InscripciÓTt se acredita con una cédula
elementos de una sana sexualidad).
en la que consta nombre y apellidos de la
TEMA 6.— DESARROLLO DEL IMPULSO SEXUAL
persona inscrita, por lo que se ruega clari­
(Etapas: la infancia y la pubertad desde el
dad al enviar dichos datos.
punto de vista fisiológico y psicológico).
(En preparación).
Para la inscripción diríjase a:
TEMA 7.—LA MADUREZ SEXUAL Y AFECTIVA
Obra Vocacional Cooperadores Salesianos
(Fundamento, etapas y rasgos de madurez).
(En preparación).
Akalá, 164 • Madrid 2 8 .

Fecha
1974.01