BS_1972_03

Ficha

Título
BS_1972_03
Descripción
Boletín Salesiano. Marzo 1972
extracted text
T

TRES NOMBRES DE PILA
Queridos amigos:
No sé si fue a Juanito a quien
le preguntaron su nombre de pila
y salió diciendo la marca de pila
de su transistor... Claro que no
me refiero a ti, sino a otro J.janito
que vosotros no conocéis. Pero la
cosa tiene <gracia, ¿verdad?...
El otro día asistí a un bautizo y
gocé lo Indecible viendo llorar a
aquellos seis diablejos de chiqui­
llos. Ponían unas caras preciosas.
El cura les echaba el agua y la
Iglesia se llenaba de gritos con­
movedores. Pero al mismo tiempo,
por las vidrieras entraba la luz a
raudales y. con la luz. la sonrisa
de todos los ángeles del Paraíso
que adquirían nuevos hermanitos
en aquellos niños llorones.
Yo creo que vosotros no lloras­
teis o. al menos, ahora os sentís
tan felices de haber pasado por el
agua del bautismo, ¿no? Porque
ser cristiano es lo más hermoso
que puede ser una persona. Somos
parte del Señor, a quien pertene­
cemos para siempre y de quien
seremos en la vida, en la muerte
y en la eternidad.
Entre los primeros cristianos
había uno que iba continuamente
a ver la pila donde fue bautizado
y dejó escrita esta expresión:
•Nosotros fuimos metidos en el
agua como pececlllos para pare­
cemos al PEZ grande que es Cris­
to-. Esta persona se llamaba Ter­
tuliano. '.jn gran sabio de loa pri­
meros años del cdstianismo.
No sé si os gustará lo de los
pececlllos. Al fin y al cabo son
tan bonitos en el acuario... Pero,
por si os reís de los peces de co­
lores. oíd la historia de D. Bosco:
El día de Reyes de 1667 hubo
una hermosa fiesta en el Oratorio
de San Juan Bosco. Se celebró un
bautizo muy solemne. Tres chicos
rublos como el cabello de ángel
habían llegado de Nueva York. Eran
protestantes anglicanos y su padre
había muerto, dejándolos en la

Aquí «atamos
todos tos d(M da nuestra vida
en pie da bautismo,
prontos a sufrir.
a morir
y a rasucitar con Cristo.

miseria más espantosa. El caso es
que el Santo los acogió en su casa,
los educó y les enseñó el catecis­
mo. Al fin pidieron el bautismo
católico. Monseñor Balma, un obis­
po amigo de Don Bosco, los bajtizó y el .mismo santo les buscó
como padrino al Conde Don Luis
GIrlodi.
¿Y qué nombres les pusieron?,
me preguntaréis. Pues bien, a uno
se le puso el nombre de Luis, al
otro el de José y al otro el de
Juan. Pero oomo tenían mucha de­
voción a la Virgen, los tres qui­
sieron llevar también el nombre
de María, de modo que se llama­
ron; Luis María, José María y Juan
María. ¿O s gusta? Por eso a los
tres les llamaban «los tres hijos
de María-.
Naturalmente que en casa a
todos nos llaman por nuestro nom­
bre. Tal vez. en el colegio o en
algún otro sitio nos llaman por el
apellido; pero a todos nos gusta
que nos llamen como en nuestra
casa, porque nuestro nombre pro­
pio suena a música en nuestros

oídos. También es hermoso pensar
que un día ha de pronunciar nues­
tro nombre el Señor al llamamos
como a sus amigos.
Yo sé que vuestros papas siem­
pre tienen en sus labios y en su
corazón los incomparables nom­
bres de -Juanito- y -Mari-. Esto
os debe recordar continuamente
el día de vuestro bautismo, -rito
sagrado con que se presenta y
efectúa la unión con la muerte y
resurrección de Cristo» y en el
que nacimos a la vida cristiana.
Bien, cuando vayáis a la iglesia,
a ver si os asomáis a la pila bau­
tismal y repetís la belleza de vues­
tro nombre, recordando que allí
fuisteis hechos -hijos de Dios».
Ah. y que si alguna vez os pre­
guntan vuestros nombres de pila,
no vayáis a salir por los cerros
de Ubeda...
Hasta el próximo mes, un abra­
zo muy fuerte de vuestro buen
amigo.
PADRE RAFAEL

í
f

Revísta de la Obra de Oon Bosco
Año LXXXVI • N.o 3 • Marzo 1972

"SEPABENONOS... UNIDOS

Director
RAFAEL ALFARO
Dirección, Redacción y Admón.;

E x t r a c t o cíe f d is c u r s o d s í R a o tc r
M a y o r e n ia e ia u s u r a d e ! Oapi^
tu to Generaim

Alcalá, 164
Teléfono 255 20 00
M A D R ID -2 8
Depósito Legal: M. 3.044-1958
(Con censura eclesiástica)
Imprime: Escuela Gráfica Salesiane
Madrid-Atocba

EN ESTE NUMERO:
Pág.

1

“Separémonos... unidos”
El sacramento de la alegría recobrada .......
El Capítulo General y
América Latina ......
Doble éxito de la Frensa Sale sia na..........
Los jóvenes festejan a
Don Bosco ...........
El Capítulo por fuera ...
Por el mundo salesiano
Cooperación y Tercer
M u n d o ..................
Cristo en una choza de
bam bú..................
Experiencia 13-13 ......
Gracias a María Auxiliadora .................
Fueron a la casa del
P a d re ...................
Becas vocacionales ...

n u estra

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portada

Nuestro fotógrafo entró en el
taller de Pedro Mercedes de
Cuenca. El alfarero nos re­
cuerda al Creador que, cofno se nos narra en e! Gé­
nesis, moldeó al hombre con
el barro de la tierra.
Foto— Joeé U is Mena

Vivamente conmovido por la emoción del momento y ante
la gran asamblea capitular, el Rector Mayor pronunció el dis­
curso de despedida. “Después de casi siete meses de convivencia
— comenzó— en que nos hemos visto reunidos en la oración, en
el trabajo y en el sufrimiento; a menudo abatidos por el cansan­
cio y por las dificultades de todo género que crecían conforme se
prolongaban las tareas... Pero dispuestos en todo a servir a la
Iglesia y a la Congregación y animados por un inmenso amor a
Don Bosco, siempre superior a las mayores dificultades..., hoy
asistimos a la clausura de este XX Capítulo General Especial.”
Continuó el Rector Mayor expresando su alegría por tener
una representación de toda la Familia Salesiana: Salesianos, H i­
jas de María Auxiliadora, Voluntarias de Don Bosco, Cooperado­
res y Ex alumnos.
“Por ello nos alegramos, pues así se abre el camino a una co­
laboración más eficaz y consistente, fruto de esa unidad de espíri­
tu y de misión que, en diferentes formas, nos une y estrecha en
el Padre común, Don Bosco.”
Después de estas palabras, el Rector Mayor felicita a las H i­
jas de María Auxiliadora, por su centenario, a las Voluntarias
de Don Bosco por la reciente aprobación de su Instituto por la
Santa Sede, y entrega personalmente a los Cooperadores y
Ex alumnos los documentos capitulares a ellos dirigidos, diciendo:
“En una ocasión tan solemne como ésta, siento una alegría
especial de entregar oficialmente a los queridísimos Cooperado­
res la Declaración del Capítulo General Especial en respuesta a
su Mensaje: haciendo votos porque tanto de esta respuesta como
del Mensaje que dirigimos a los Salesianos, se verifique un reno­
vado compromiso y un despertar de vida no sólo para los Coope­
radores, sino incluso para los Salesianos de los que ellos esperan
esa animación espiritual de la que sienten vivísima necesidad.
A los queridísimos Ex alumnos les entrego con inmensa ale­
gría esta Declaración capitular — que es un compromiso— . Tam­
bién vosotros, por diferente título y de forma diversa, estáis es­
trechamente unidos a la Congregación: lo sabemos y lo constata­
mos cada día. Yo espero firmemente que esta “Declaración” no
sólo sirva para consolidar los vínculos que nos unen con recípro­
co afecto, sino que haga de vuestra Confederación, mediante la
decidida actividad de los Salesianos, una fuerza viva, intrépida y
fecunda de penetración y difusión, en la sociedad, de esos valo­
res cristianos y salesianos que son el don más preciado de vues­
tra vida, por la educación que redbisteis en la Casa de Don
Bosco.”
— 1

UN ACONTECIMIENTO
ESPIRITUAL DE
GRAN TRANSCENDENCIA
“No me parece exagerado
afirmar que este Capítulo ha
sido un “Acontecimiento espi­
ritual” de extraordinaria impor­
tancia para toda la Familia Salesiana, para la Congregación,
ante todo, como responsable de
la animación de las diversas agrU'
paciones de la gran Familia. Sin
duda que ha sido uno de los
acontecimientos más densos de
significado de nuestros cien años
de historia.
Podemos afirmar que “Dios
nos ha visitado” y lo ha hecho,
a pesar de nosotros, a través de
nuestras debilidades, de nuestras
deficiencias, nuestros errores y
nuestros pecados. La alianza que

el Espíritu Santo inició con nues­
tro Fundador y Padre se ha re­
novado, se ha confirmado. Vien­
do lo que hemos recibido en es­
tos meses, se alza de nuestras
almas un sentimiento de admi­
ración y de gratitud; aún más,
tenemos la convicción íntima
que nos incita a exclamar: ¡Dios
nos ama. El Señor quiere nues­
tra vocación en la Iglesia! La
Virgen está con nuestra Congre­
gación como en los tiempos de
su fundación.
Esto nos lleva a alimentar en
el ánimo la llama del optimismo
bosquiano que, a la vez que nos
hace ver con realismo las difi­
cultades del presente, no nos
hace perder la serena confianza
anclada en la fe. Es cierto que
estamos asistiendo a un cambio
de cultura; es cierto que los sig­

La asamblea aplaude al Rector Mayor recién elegido.

nos de los tiempos están for­
jando un hombre nuevo; es cier­
to que el proceso de seculariza­
ción obliga a una revisión pro- .
funda de tantas tradiciones tan
queridas para nosotros. Pero
también es cierto que “Dios
está con nosotros” para sugerir­
nos la respuesta cabal a las exi­
gencias de la historia que se ave­
cina”.

UN COM PRO M ISO
DE RENOVACION
“Antes de regresar a las trin­
cheras, donde nos aguardan mi­
les de problemas como enemi­
gos armados, hemos de tomar
conciencia de un compromiso
bien definido, ¿cuál? El Capítu­
lo General Especial nos exige a
todos, y en primer lugar a nos-

otros que hemos sido sus artífi­
ces, un coherente compromiso
de renovación. El Capítulo Ge­
neral ha dado sus respuestas.
Ahora es necesario que cada uno
traduzca a su vida dichas res­
puestas. Ha llegado el momento
de la decisión responsable en el
que ya no es tiempo de buscar,
sino de ejecutar. Cada cual ha
de empezar su obligada tarea de
construcción, colaborando y cum­
pliendo cuanto se ha estable­
cido.”

MANOS A LA OBRA
“Una palabra sobre dos acti­
tudes que hasta pueden echar
por tierra la Renovación del Ca­
pítulo y contra las que se ha de
reaccionar; la indiferencia, que
puede provenir de diversas cau­
sas, y la desilusión, que amena­
za al que se espera del Capítulo
lo que éste no puede dar.
El Capítulo Especial, como un
retorno a las genuinas fuentes
evangélicas y salesianas, es un
reclamo al generoso seguimien­
to de Cristo pobre, casto y obe­
diente; un reclamo a esa reno­
vación interior hecha de oración,
de vida espiritual comprometida,
premisas que alimentarán el im­
pulso apostólico exigido por
nuestra misión.
Esto nos exige poner en se­
guida manos a la obra, empren­
der la iniciativa, sacudir la po­
sible indiferencia, mover ánimos
y fuerzas metódica y gradual­
mente; pero siempre con fe y
entusiasmo. No el entusiasmo
huero de las frases hechas, fruto
del frondoso idealismo. Nuestro
entusiasmo proviene de la ma­
durez consciente de quien se
aplica al ju ^ o ; proviene de una
re robusta y humilde, esa fe que
mfunde constancia y valentía a
lo Don Bosco: “Contra spem*,
en orden a iluminar las almas,
conquistar los corazones y com­
prometer las voluntades.*

i

SEPAREMONOS... UNIDOS
“Hermanos y — permitídme­
lo— queridísimos hijos: he aquí
que debemos separarnos des­
pués de siete meses de camino
común y agobiante. Lo que os
digo no es ningún juego de pa­
labras: separémonos... unidos.
Durante nuestro trabajo, tal vez
nos haya visto desunidos un dis­
tinto enfoque de ideas y visio­
nes o la diversa valoración de
hombres y de cosas. Desde este
momento, no: “unum simus”.
Olvidemos y no llevemos de
aquí a las Inspectorías ningún
recuerdo que no sea de confian­
za, de caridad, de comunión.
Pensemos en los jóvenes, en la
muchedumbre de jóvenes ham­
brientos de amor,' y a menudo de
pan y de todo, en los jóvenes
que nos esperan para hallar en
nosotros el consuelo, la luz y la
verdad. Ellos — recordémoslo—
son esenciales para nuestra mi­
sión, ya como destinatarios de
la misma, ya como futuros her­
manos nuestros. De nosotros,
menos jóvenes, más que de los
jefes, esperan ejemplos; quieren
de nosotros hombres dedicados a
ellos, que les abran el difícil ca­
mino con el ejemplo. Es el pen­
samiento de un viejo estadista no
creyente, pero sabio, un ex­
alumno.
Pues bien, a estos jóvenes,
que son el motivo de nuestra
misión y de nuestra esperanza.
Presentémonos UNIDOS, en las
ideas, en los métodos y en las
metas que nos ha indicado el Ca­
pítulo Especial, en la caridad que
sacamos de él. Les abriremos el
camino, les allanaremos la dura
senda del mañana, que es toda
la razón de nuestra misión.*
«

*

«

“He terminado. Al mismo
tiempo que os doy las gracias
a todos los del Capítulo, parti­
cularmente a sus mayores artífi-

t

Don Riccert y el Ecónomo Gene­
ral, D. R. Pilla, ambos reelegidos,
se saludan como viejos amigos.

ces, sus más insignes y especia­
les “víctimas* en cuanto que han
llevado su enorme peso, os su­
plico que llevéis mi saludo a to­
das partes.
Me es grato concluir dirigien­
do un pensamiento filial a Aque­
lla que siempre ha estado presen­
te con su acción maternal en
todos los momentos de nuestra
historia: MARIA INMACULA­
DA AUXILIADORA.
Que Don Bosco nos mire co­
mo a auténticos hijos suyos y
nos dé su larga y paternal ben­
dición.*
Roma, 5 de enero de 1972.
Luis Ricceri

El
sacramento
de
la alegría recobrada
ESAS CONFESIONES DE NIÑOS
El sacramento de la Penitencia se encuentra en
su etapa de revisión. El Vaticano II lo había de/ado
escrito: cRevísense el rito y la fórmula de la Peni­
tencia, de manera que expresen más claramente la
naturaleza y efecto del sacramento» (S. C., 72).
Se están haciendo experiencias simplemente: la
reforma oficial aún no ha aparecido. Quizá por esto
estemos atravesando un momento dificií. necesario
por otra parte en una revisión hecha sobre bases
reales.
Entre todos, la confesión de los niños es uno de
los puntos de mayor urgencia. Esas confesiones en
masa, donde, por exigencias del tiempo, tan poca
atención se presta a tas almas infantiles, tienen que
resultar necesariamente mecánicas y deformadoras.
Epocas hubo en que las exageraciones llegaron ol
colmo. Sólo faltó inventar un dispositivo creparte
absoluciones».
Este articulo viene a completar aquel otro «Pero,
¿los niflos pecan?», aparecido en el BOLETIN en la
cuaresma del año pasado. Me he volido, en parte,
de una reciente publicación titulada «Les parents
devant la confession des enfants». Su autora. Lucie
fCocfeeroIs, es modre de familia, catequista y maes­

4 —

tra, lo que le ha servido para sacar el tema del
ámbito eclesiástico habitual.
Sí, hay que revisar el sacramento de la Peniten­
cia. Hasta el nombre necesita revisarse. Alguien,
adelantándose a la reforma, lo ha llamado ya «el
sacramento de la alegría recobradav. Pero decir que
hay que revisar la Penitencia no significa, por ejem­
plo, que haya que terminar con la confesión de los
niños. Lo único que se quiere es darle forma, ha­
cerla más expresiva, más auténtica. Hasta, si se
prefiere, disminuir su frecuencia para atender más
a ella. Porque el fallo ha estado en creer que el
medio más eficaz para «hacer» cristianos estaba en
multiplicar los sacramentos, tomando la sacramentalización como objetivo primario de la educación
en la fe.

LA CONFESION
TIENE TRES TIEMPOS
El sacramento de la Penitencia se ha mecaniza­
do mucho: se trataba de «hacer esto» y €decir esto»;
«haciéndolo» y «diciéndolo» así, quedábamos tran­
quilos.
La confesión es algo más personal, porque perso-

Los padres ante la con­
fesión de s a s hijos.
¿Son los niños sujetos
capaces de este sa c ra ­
mento?
0

nal también es el pecado: una persona es la que
peca, personas igualmente son las perjudicadas con
la acción y, sobre todo, una Persona es la ofendida.
Dios. Fi/arse sólo en la materialidad del acto (una
mentira, una desobediencia...), es coger el rábano
por las hojas.
Se corre otro riesgo: centrar el pecado en la pro­
pia persona. La consecuencia de esto es inmediata:
se crea un sentido de culpa que nos abate. En el
fondo, es fomentar el egoísmo. Lo que hay que bus­
car no es el sentido de culpa, sino el sentido de pe­
cado. que lleva consigo un sentimiento de pesar ante
la Persona ofendida y ante las personas perjudicadas.
Hoy mismo, antes de escribir este artículo, he es­
tado dos horas confesando niños; quería que mis pa­
learas no fuesen pura teoría. Lo he hecho a conciendespacio, viviéndolo. Cuando les preguntaba qué
habían hecho antes de acercarse al confesionario,
casi todos me respondían: pensar los pecados.
Aquí está el mal. Se insiste demasiado en el exa­
men y en la acusación de las faltas. La preocupación
del niño (porque se la hemos metido en la cabeza),
está en no olvidar ningún ^pecado*, en recordar el
mímero de veces que los ha cometido y en saber ex­
presarse delante del confesor. Casi me atrevería a de­
cir que lo que le preocupa es fsaberse bien la lección».

El sentido positivi
la Penitencia.

do

Yo suelo decirles que la confesión tiene otros dos
tiempos. Uno, cuando pensamos en Dios, a quien no
hemos querido bastante, y le decimos «que sí, que la
culpa la hemos tenido nosotros, pero que siga que­
riéndonos porque ya no va a pasar más». Mirando a
nosotros, los adultos, sería el momento en que «reco­
nocemos» llanamente, delante de Dios, que le hemos
ofendido. Que es, ni más ni menos, lo que hacemos
(o deberíamos hacer) al comienzo de la Misa.
El otro tiempo, también olvidado, es cuando pensa­
mos en las personas que han resultado perjudicadas
con nuestras /altas, y le pedimos, si es posible,
perdón.
Después de esta comunicación personal con Dios
y con nuestros hermanos, ¿qué importa que el niño
no recuerde las veces que faltó a Misa o que haya
dejado de decir tres pecadillos por olvido o nervio­
sismo?

PERO ;PUEDEN LOS NIÑOS
CONFESARSE?
A la confesión de los niños suelen ponérsele bastan­
tes objeciones. Se dice, por ejemplo:
«A esa edad no comprenden el sentido de la con­

1 1

versión a Dios, que es el fundamento para una con­
fesión fructuosa.*
«£{ niño convierte el sacramento en algo nocional
(lista de pecados, a veces inventados, acusación me­
cánica, penitencia...), y no en un hecho religioso.»
nExaminarse es buscar las causas de nuestras caí­
das, y eso no son capaces los niños de hacerlo.»
«Eiios viven sólo el presente, olvidan fácilmente io
de la semana pasada, ¿cómo podrán, entonces, sentir
pesar de ello?»
tA l niño le choca tener que pedir perdón a Dios
por una culpa que ya sus padres le han perdonado.»
«Los niños encuentran grandes dificultades para ex­
presar ante el confesor lo que han hecho.»
«Si el niño no comete pecados, ¿para qué fomen­
tar en él el sentimiento de culpabilidad haciéndole
decir unas faltas de las que no se siente culpable?»
El resumen de todas estas objeciones, y de otras
parecidas, se podría concretar en la falta de madurez
de los niños, debido a su corta edad. Por eso, las
soluciones que se están intentando van un poco por
ese camino.
Una de las soluciones, ya en práctica en algunas
diócesis del centro de Europa y del Canadá, es la de
retrasar la Penitencia hasta después de la primera
Comunión. Según esto, los niños podrían comulgar
a los siete años, y aun antes, dejando la confesión
para los diez años o más tarde. Desde el punto de
vista jurídico no hay dificultad, pues el canon 901
dice claramente que está obligado a confesarse sola­
mente quien ha cometido pecados mortales después
del Bautismo. Y por otra parte, la Penitencia no es
un sacramento de iniciación, como el Bautismo, la
Confirmación o la Eucaristía, sino de conversión, de
reconciliación: es el sacramento de la readmisión del
cristiano pecador en la comunión de la caridad eclesial, rota por el pecado.
Otra solución, menos fundamentada que ésta, es
la de retrasar tanto la primera Comunión como la

Penitencia. Pero ante esta medida, habría que pre­
guntarse: ¿Por qué impedir la participación en el ban­
quete eucarístico a los niños si no hay ningún obs­
táculo para que se acerquen a él?

NO ES SOLO
PROBLEMA DE EDAD
Muchas de las trabas que ponemos a los niños, en
lo que a la recepción de los sacramentos se refiere,
tendríamos que ponerlas igualmente a los adultos
(falta de formación...).
La edad hay que tenerla presente: es un dato im­
portante para calibrar la madurez de una persona.
Pero corremos el riesgo de darle demasiada importan­
cia. Y yo pienso que, al menos en este caso, el pro­
blema no está en la edad, sino en la manera de con­
cebir el sacramento y de recibirlo.
Querer perpetuar esas confesiones en masa, a mar­
cha forzada, sin disposición alguna, en las que im­
pera lo mágico y rutinario y en las que falta la
vivencia religiosa, es nefasto a los siete, a los doce,
a los quince años. Y también a los cincuenta.
En cambio, una confesión concebida como encuen­
tro con Dios Padre, en una actitud de arrepentimien­
to amistoso, no de pecados (que no los hay en el
niño), sino de sus pequeñas negativas a dejarse amar
por Dios: una confesión en la que casi se prescinde
de la acusación de las faltas y de los detalles inhe­
rentes a la misma, valiéndose de ésta sólo para una
orientación de signo positivo: una confesión enten­
dida como un acto de fe en la grandeza y bondad de
Dios; una confesión, transformada de «examen es­
colar» en acontecimiento religioso, vivido personal­
mente: una confesión en la que el sacerdote, cono­
ciendo algo de psicología infantil, se interesa por el
niño y le trata cariñosamente, prescindiendo, si para

Esas confesiones m masa,
en las que impera
lo mágico
y rutinario
y en las que falta
la irivencla religiosa^

6



ello es necesario, de la rejilla y del mismo confesio­
nario; una confesión aprovechada para una catequeindividual y viva; una confesión en la que los
ritos se convierten en algo vivo, los signos cobran
toda su expresividad y la rutina se rompe con la na­
turalidad y el ingenio; una confesión así, ya lo creo
que es apta para niños.
Aparte de que «el sacramento no es sólo el gesto
de un hombre; es también el gesto de Dios y el gesto
de ia comunidad. Hacer ios sacramentos accesible a
los niños tiene el valor de poner en evidencia la ac­
ción de Dios. Dios habla primero. Posee la iniciativa
y la poseerá siempre. En cualquier edad y a cualquier
nivel, el acercarse a recibir un sacramento es una
respuesta. Y una respuesta, digámoslo también, co­
lectiva:» (Kockerols).

POR QUE CONVIENE
LA CONFESION INFANTIL
£{ niño, desde m uy pequeño, tiene el sentido de
Dios. Por otra parte, aunque no hay en él capacidad
de pecado, vive en un mundo de pecado; desde dentro
y desde fuera le acosan actitudes contrarias a las
Bienaventuranzas, nuestro gran código de vida cris­
tiana.
Bastarían estos presupuestos para poder afirmar
que la confesión de los niños es conveniente y cons­
tructiva. ¿Por qué?
Porque es una educación en el espíritu evangélico
a la medida de sus posibilidades.
Porque les refuerza la presencia de Dios en la vida
de los hombres, con miras a la realización de la fra­
ternidad humana.
Porque Ies descubre los brotes menos buenos na­
cidos en el caldo de cultivo de una sociedad mala
y de una naturaleza egoísta.
Además, la confesión, tal como la venimos pre­
sentando, «constituye uno de los gestos eclesiales que
más eficazmente puede contribuir a la maduración y
educación cristiana de las conciencias» (Ramos Re­
gidor).
Pero, repito, esto será verdad sólo cuando la cele­
bración del sacramento resulte algo vivo, religioso,
y no un rito mecánico y rutinario. Porque de ser así,
podría comprometerse el ulterior desarrollo del niño
en su camino hacia una actitud penitencial adulta,
con el peligro, incluso, de llevarle al abandono de la
confesión en sus años de la adolescencia.

EL SACRAMENTO
DEL PERDON EN LA FAMILIA
El papel de los padres en lo que se refiere a la edu­
cación penitencial de sus hijos se puede resumir bajo
esta doble vertiente: unos padres que se confiesan
y
padres que, perdonando, enseñan a perdonar.
El niño que ve a sus padres confesarse y que ad­
vierte en ellos la alegría del perdón, recibe así la me­
jor catcquesis. A l mismo tiempo, los padres, al ser
objetos de la misericordia de Dios, encuentran fuer^ para perdonarse mutuamente, perdonar a sus hifos y hacer nacer en ellos el deseo de entrar en conJesús, el Amigo que perdona.
«o es al nivel de las ideas cómo el niño percibe el
valor del perdón de Dios, sino a través de la expe­
riencia vivida. Pero, desgraciadamente, estas vivencias
openas son conocidas por muchos niños; no ven a sus

Un sacramento que está llamado a ser el sacramento
del abrazo gozoso de Dios.

padres confesarse, pero ni siquiera son testigos de al­
guna demostración de perdón mutuo. ¿Cómo podrán,
entonces, prepararse vivamente al sacramento de la
Penitencia?
Hasta que llegue el momento de ¡a primera confe­
sión, los padres pueden ejercer, en cierta manera, un
ministerio sacerdotal perdonando las pequeñas faltas
de sus hijos. Independientemente del valor que pueda
tener el sacerdocio común de los fieles, el hecho con­
creto de unos padres que, en esa inigualable liturgia
familiar, besan a su hijo perdonándole una travesura,
constituye la mejor preparación al sacramento, pues
es el signo de la misericordia de Dios. Y si a esto
añaden una oportuna reflexión bíblica o una orien­
tación moral, el camino hacia la confesión sacramen­
tal queda abierto e invita a avanzar.
Hay que afirmar, pues, que, también en este campo,
el papel de los padres es insustituible. La familia,
eiglesia doméstica», donde se vive el perdón y la ale­
gría del perdón, es el signo más vivo de la realidad
religiosa que debe llevar consigo toda celebración sa­
cramental.
Mientras llega la ansiada renovación querida por
el Concilio, aquí quedan estas ideas, que no intentan
sino llamar la atención sobre la falta de vitalixlad de
un sacramento que está llamado a ser «el sacramento
del abrazo gozoso con Dios» y que nosotros estamos
convirtiendo en «el sacramento mágico de la tran­
quilidad personal». En los adultos y, lo que es peor, en
los niños.
José María M ARTIN FLORES

— 7

é

El saleslano padre Jaime Rodrí*
guez, secretario del Instituto Lati­
noamericano de Pastoral Juvenil de
Bogotá, escribe este articulo para
nuestro Boletín. Doctor en Sociolo­
gía por la Sorbona de París y autor
de un libro titulado “Educación ca­
tólica y Secularización’’, conoce en
su carne viva los problemas del
continente americano.
En una de sus Intervenciones del
Capítulo citó las palabras de un
sociólogo contemporáneo. “Ese so­
ciólogo — dl)o al final— soy yo”.
Le agradecemos estas reflexio­
nes que escribe para nuestra re­
vista.

A LO S CIEN AÑOS,
VUELTA A EMPEZAR
Hace exactamente noventa y seis
aftos, partía hacia América la pri­
mera expedición de misioneros salesianos. Don Bosco enviaba allá
a sus mejores hijos. “Yo voy con
vosotros”, les decía conforme les
entregaba el libro de las Consti­
tuciones. Su palabra de orden era:
la caridad sea vuestra respuesta,
la única a los problemas de los
emigrados de lejanas tierras. SI,
era cierto, Don Bosco también par­
tía. El mundo era todavía inmenso
y las distancias infinitas, pero el
santo quería estar presente adon­
de Iban los pobres. La historia de
la Congregación en América Latina
comienza en el muelle de un puer­
to italiano.
Hoy son más de 20.000 los saleslanos que trabajan en todo el mun­
do. De los que unos 5.000 se
hallan en América Latina. En otros
términos, somos la cuarta parte de
la Congregación. Y, entre los 202
salesianos llegados al Capítulo de
todos los continentes, naciones,
razas y lenguas, los 60 latinoame­
ricanos formamos el grupo más nu­
meroso. Representamos una reali­
dad continental del nuevo mundo.
Pero también una realidad que po­
dríamos llamar mundial: la del Ter­
cer Mundo, el gran signo de los
tiempos que hoy interpela a la ci­
vilización. a la iglesia, a la Con­
gregación.

EN BUSCA
DEL PROBLEMA FUNDAMENTAL
Un capitulo general es una pro­
funda reflexión sobre la historia a
la luz del Evangelio. Es un diálogo,
una búsqueda de autenticidad en
el espíritu de Don Bosco, de fide­
lidad a su mensaje. Se trata de
reflexionar acerca de nuestra mi­
sión para servir mejor al Señor en
la persona de los jóvenes necesi­
tados y de los pobres.
Y todo esto, en vista de un de­
cisivo viraje para adaptar la vida
salesiana a los tiempos modernos,
para robustecer el impulso apos­
tólico y dar a la Congregación el
sentido de su misión.

Esperamos que este Capítulo Ge­
neral sea algo así como el muelle
del puerto de hace noventa y seis
años, el punto de partida de una
gran aventura misionera impulsada
por el espíritu de Don Bosco hacia
un mundo nuevo.
Con más del doble de su po­
blación de hace veinticinco años,
con la necesidad de la formación
de los jóvenes ante el descubri­
miento de la vida y para su inte­
gración en el plan divino de la
redención, América Latina pone en
evidencia la actualidad de la Con­
gregación Salesiana.
Pero es. sobre todo por su cor>texto de tercer mundo, por su cre­
ciente condición de pobreza y sub-

desarrollo humano y social, por las
tensiones que la sacuden con vio­
lencia frente a un desarrollo cerra­
do que quitan toda esperanza a
millones de Jóvenes, por lo que
América Latina se presenta al Ca­
pítulo para interrogar a la Congreflauón en nombre de todos los
oprimidos del mundo.
La presencia del tercer mundo
plantea miles de problemas:
¿Quiénes son los pobres? ¿D óiv
de se encuentran? ¿Qué hace por
8llos la Congregación? ¿Están en
nuestras obras o, más bien, son
ellos nuestra obra? ¿Qué haría Don
Bosco hoy? ¿Qué espera el tercer
mundo de los salesianos? ¿Qué

— 9

1

quiere decir evangelizar a los po­
bres?
Estos son problemas que con­
ciernen a nuestro carisma y a nues­
tra misión. ¿Cuál será la respuesta
de esta Institución mundial que es
la Congregación Salesiana? Este
es el verdadero problema.
ESC U C H A RN O S MUTUAMENTE

No es fácil una reflexión comu­
nitaria a nivel mundial. Hace falta
remover muchos obstáculos y de­
rribar barreras que no son exclusi­
vamente lingüísticas. En la bús­
queda sincera de la unidad, son
diferentes los puntos de vista; en
la interpretación de los signos de
ios tiempos la sensibilidad es di­
vergente y hasta opuesta. Todo es­
to se traduce en actitudes capitu­
lares no desprovistas de tensiones.
América Latina tiene sus pro­
pias miras y actitudes, una unidad
continental cuya dirección ha sido
trazada en Medellín donde la Igle­
sia se ha constituido pionera. Uni­
dad que no significa una realidad
uniforme, que no existe, y que no
consiste en acentuar unos proble­
mas comunes de subdesarrollo. Se
trata, más bien, de una unidad he­
cha voluntad firme de comprome­
terse en un esfuerzo común para
la liberación y promoción del hom­
bre.
Para eso hemos venido a este
Capítulo. Queremos escuchar, sin
duda. Las experiencias, las refle­
xiones de nuestros hermanos de
todo el mundo nos enriquecen. Pe­
ro también nosotros tenemos una

palabra que decir y queremos que
se nos escuche. Sin embargo, es
difícil hacerse oír. Se estaba de­
masiado acostumbrado a hablar­
nos y a darnos. Así es como ve­
níamos al centro de la Congrega­
ción aceptando que se nos dijera
cómo teníamos que vivir para ser­
vir mejor a nuestro prójimo en nues­
tro continente. Aceptábamos las in­
terpretaciones de nuestra realidad
y esperábamos las soluciones y
respuestas. En seguida había so­
luciones listas PARA América La­
tina, para S U S problemas y SU
subdesarrollo.
La presencia masiva de América
Latina en el Capítulo de una So­
ciedad religiosa de origen europeo
pone en evidencia el conflicto de
las generaciones.
Nosotros somos el “Nuevo Mun­
do”, un continente, una Iglesia, una
congregación joven que empieza
a insertarse en la historia. Y nos
permitimos pensar de distinta ma­
nera en muchas cosas. No todos,
ciertamente. También entre nos­
otros hay una generación vieja que
no se encuentra cómoda ante nues­
tras tomas de conciencia y nues­
tras posiciones. Pero se ve con cla­
ridad et perfil de una nueva línea
de ¡deas y actitudes.
Se trata de una crítica positiva.
¿Contestación? Llámese como se
quiera. Pero, en nombre de la crea­
tividad, nos permitimos saltarnos
los cánones fijos e “intocables",
las reglas inmutables, la historia
que se nos propone. Nuestra reali­
dad nos ha descubierto que es
más importante escuchar a los jó­
venes y a los pobres que hablarles.

Nos ha hecho comprender de una
vez, a través del ejemplo de DON
BOSCO, que no hemos de vivir
PARA los destinatarios de nuestro
apostolado, sino CON ellos.
No nos asustan demasiado ios
riesgos de las nuevas formas de
presencia y de acción apostólica
porque estamos rodeados de ries­
gos, tensiones y peligros que pre­
vemos han de ser mayores todavía.
S E TRATA DE CONSTRUIR
UN MUNDO NUEVO

Pero lo que dificulta más el que
seamos escuchados es que no s6lo hayamos venido a hablar de los
problemas de América Latina, sino
de los de todo el mundo.
Lo que nosotros decimos en el
Capítulo, no es que se trate de
construir una nueva sociedad en
América Latina, sino que nos urge
construir en todas partes un mundo
nuevo. América Latina no es sino
una síntesis de los problemas hu­
manos de subdesarroito creados
por la dinámica social de una cul­
tura que se dice cristiana.
Cuando hablamos de LIBERA­
CION, a menudo se nos mira con
desconfianza. Para algunos, ésta
sería una palabra ambigua, hasta
peligrosa. Sin embargo, para no­
sotros es la palabra de orden de
la Iglesia y de la Congregación en
América Latina. Es el punto de par­
tida y la promesa que impulsan
al hombre latinoamericano hacia
su EXODO de redención. Aunque
no cabe duda que es una palabra
que dice mucho, tal vez demasiado.

Latinoamérica
se industrializa,
es enorme
su expansión
demográfica;
ia juventud espera.

10



.

r

Habla de compromiso por la justicia
social y, al mismo tiempo, entraña
un compromiso político, pues el
subdesarrollo depende fundamen­
talmente de un orden social y polí­
tico. El pecado del mundo tiene
unas dimensiones sociales y polí­
ticas. No se puede luchar contra
el pecado sin luchar contra las
estrechuras sociales y políticas.
La liberación, pues, entraña la
LUCHA. He aquí otra palabra sos­
pechosa difícil de comprender. Se
le confunde con la violencia, la de
los pobres. Para nosotros es una
palabra que habla de la VIOLEN­
CIA DEL EVANGELIO (cuya ausen­
cia desencadena la violencia social).
La violencia del Evangelio es ne­
cesario ponerla en acción contra
nosotros mismos, contra el egoísmo
que nos impide ser hermanos y
que es una negación del amor que
entrega la vida por sus hermanos.
Todo esto exige la solidaridad
verdadera: un “estar con” que, en
el Evangelio, se llama ENCARNA­
CION que, a su vez, supone una
liberación de nosotros mismos, pa­
ra ponernos en marcha y estar con
ellos, luchar con ellos, amar con
ellos, buscar con ellos el camino,
sufrir con ellos y liberarnos con
ellos. Es lo que Cristo ha hecho
por nosotros: ¡el misterio de su
pasión, muerte y resurrección!
¿ES SUBVERSIVA
LA SALVACION?

Sí, es cierto, la LIBERACION es
una PALABRA SUBVERSIVA. Pone
muchas cosas en tela de juicio:
nuestros dogmatismos, nuestra posi­
ción, nuestros modos de vivir, nues­
tro conformismo con las circunstan­
cias culturales y sociales que nos
rodean, nuestros clichés, etc. En
cambio esta palabra nos exige po­
breza, no sólo personal, sino tam­
bién estructural. La solidaridad nos
pide un camino de pobreza. La li­
beración exige, sobre todo, la bús­
queda y la eceptación de caminos
que nosotros jamás hubiéramos
escogido y, tal vez la aceptación
de compañeros de ruta que jamás
hubiéramos sospechado.
Pero, sobre todo, LIBERACION
DE UTIN O AM ERICA. LIBERACION
d e l h o m b r e d e l t e r c e r MUN­
DO. ¿Liberación de qué? ¿D e qué
ataduras? ¿D e qué opresiones, so­
ciales, culturales, económicas, mi­
litares y hasta religiosas? ¿N O SE
t r a t a d e o p r e s o r e s ? ¿ q u ie ­
n e s SO N ? No cabe duda que la
palabra LIBERACION echa por tie»Ta muchas cosas: nuestro orden
aocial, una buena parte de nuestra
civilización, nuestras “pertenencias

Este es
el Consejero
Regional
para
la América
del litoral
del Pacífico.
Es venezolano
y su nombre es
don José
Henriquez.

sociales" como congregación reli­
giosa, nuestras ideas de educación,
de promoción, de acción, de servi­
cio de los pobres, nuestras grandes
obras.
Nosotros, los Salesianos latino­
americanos, hemos venido a Roma
porque creemos profundamente en
la unidad. Para sentir la fuerza de
la comunidad, para comunicarle
nuestra fuerza. Nuestras manos siem­
pre estarán tendidas y abiertas, ya
no para recibir, sino para estrechar
las de nuestros hermanos y para
empezar a recorrer el mismo cami­
no hacia la construcción de un
mundo nuevo.
COMO EN LO S TIEM POS
DE DON BO SCO
DON BO SCO fundó la Congrega­
ción para ayudar a los primeros
“desperdicios humanos" del tipo de
sociedad a que todos nosotros per­
tenecemos, producto cada vez ma­
yor del subdesarrollo. Se trataba
de una respuesta al hombre. ¿Cuál
será hoy la respuesta de !a Congre­
gación Salesiana? Un problema de
dimensiones mundiales necesita una respuesta de la misma dimensión.

¿Qué esperan de nosotros los jó­
venes que queremos evangelizar?
¿Asumirá nuestra congregación su
propia sensibilidad? ¿Será pobre
con ellos? ¿Será capaz de reju­
venecerse?
América Latina, el Tercer mundo
esperan mucho de la Congregación
Salesiana. ¿S e espera de ella de­
masiado? Hoy nuestra misión es
más actual que nunca: hace que
Cristo esté presente donde nadie
puede sospechar que llegue su
Reino.
Nosotros queremos para Améri­
ca Latina una Congregación abier­
ta ai hombre, llena de amor hacia
él, como el espíritu de Don Bosco
que, hace 96 años, rompió las dis­
tancias para hacerse presente don­
de hacia falta ir.
Hoy el mundo es más pequeño.
Las distancias han quedado reduci­
das a breves horas de viaje. Pero
el camino de los pobres es cada
vez más doloroso. Es necesario
enderezar nuestra ruta hacía ellos.
Que éste sea el EXODO DE LA
CONGREGACION HACIA EL TER­
CER MUNDO: esperamos una res­
puesta.
Jaime Rodríguez
Roma, 18 noviembre 1971

11

DOBLE EXITO DE U
"La composición en Artes Gráficas”, libro publicado en ia Escuela
Gráfica Saleslana de Barcelona, ha obtenido la Medalla que concede
el Instituto Nacional del Libro Español al libro mejor editado, en 1970.

PREMIO
AL LIBRO
MEJOR
EDITADO

12

Recientemente, el Instituto Nacio­
nal clcl Libro Español (INLE) ha
otorgado los premios a los libros me­
jor editados en España, concediéndo­
les la Medalla Araldo Guillen de
Brocar.
Dicha Medalla la ha conseguido
el libro titulado “La composición en
Antes Gráficas”, del sector científicotécnico. Se trata de un libro de las
“Ediciones Don Bosco” y ha sido
impreso en la Escuela Gráfica Salesiana de Barcelona.
Don Euniciano Martín ha venido
a Madrid a recibir el galardón obte­
nido. Ha pasado por nuestra redac­
ción y hemos podido hacerle unas
preguntas.
Don Euniciano es un coadjutor salesiano. Director técnico de la Edito­
rial Salesiana y profesor de Tecnolo­
gía y sus prácticas en la Escuela Grá­
fica; lleva muchos años en Barcelona,
desde 1943, aunque me dice que es
de Salamanca. Tiene la pasión de la
imprenta y habla con satisfacción y
gozo de su arte. Es bajo de estatura;
tal vez por eso tiene siempre los ojos
altos, con aspiraciones a nuevas con­
quistas.
— ¿Contento con el premio alcan­
zado?
—Presentamos nuestra obra con la
ilusión de obtenerlo. El premio viene
a darnos el gozo del triunfo. Ha sido
un galardón al esfuerzo común de
cuantos trabajamos en la Escuela Grá­
fica Salesiana de Barcelona. Esfuerzo
no sólo del presente, sino también
del pasado, de los que nos han pre­
cedido. porque la ^cuela tiene una
gran solera desde su fundación en
1884...
-—¿Se concede este premio todos
los años?
—Sí. El INLE otorga tres meda­
llas a los tres libros mejor editados:
un libro de creación, un libro cien­
tífico-técnico y un libro de arte. Este
año. la medalla al libro científicotécnico ha correspondido al editado
en nuestra Escuela Gráfica Salesiana.
titulado “ L;t composición en Artes
Gráficas".
— Por lo visto, ya habéis recibido
otros premios en años anteriores.
—El libro “Técnica de la Impre­
sión de Offset" obtuvo el Premio de

la Feria de Muestras de Barcelona y
del INLE. La revista Jóvenes, tam­
bién editada por nosotros, consiguió
tres premios.
— ¿En qué consiste el premio ac­
tual?
—Es sólo honorífico. La concesión
dice así: “En atención a las altas ca­
lidades técnicas y estéticas de la edi­
ción”, con la firma del Director del
INLE. La distinción consiste en una
medalla de bronce con la efigie de
Arnaldo Guillén de Brocar, el célebre
impresor de la Biblia Complutense.
— ¿Supone el premio otro alicien­
te?
—Un estímulo para hacer el tomo
segundo y un compromiso para com­
pletar la obra, a la misma altura del
tomo primero. Es además una garan­
tía del buen trabajo que los Salesianos realizamos en nuestra Escuela y
un reconocimiento del mismo.
— ¿Se trata de un trabajo muy com­
plicado?
—“ La composición en Artes Grá­
ficas” consta de 600 páginas y tiene
394 ilustraciones y ejemplos gráficos.
Una persona sola no puede llevar a
cabo una obra de esta envergadura.
Se necesita un equipo.
— ¿Cuántos maestros salesianos tra­
bajáis en la Escuela Gráfica?
—Somos solamente cinco.
—¿Alumnos?
—Más de un centenar, distribuidos
en Oficialía y Maestría. Puede decir
que la nuestra es la única escuela en
Cataluña con Maestría de Artes Grá­
ficas.
—Y además, con un gran porvenir,
porque Barcelona tiene las mejores
editoriales de España.
—No sólo en calidad, sino en can­
tidad. £1 60 por 100 de los libros
que se editan en España, sale de Bar­
celona. De todas partes nos demandan
jóvenes preparados en el arte de im­
primir.
Don Euniciano viene documentado
con juicios criticos de la obra premia­
da. Me los hace leer y no me resisto
a copiar algunos:
• Revista Nacional de Artes Grá­
ficas: “Es lo mejor que hasta ahora
se ha hecho en España en su género.
La bondad y categoría de las ense-

i



i

fianTag que proporciona su obra son
escepcionales”. (Don Antonio G. Ubeda).
• Woljgang A. Hartmann: “ Co­
nozco algunos libros sobre la ense­
ñanza tipográfica en idioma Alemán;
pero la obra ahora editada por uste­
des me parece la más amplia y com­
pleta".
• Don Ricardo Giralt Miracle: “Lo
estimo bueno de verdad, completísi­
mo y muy actual”.
• Giuseppe Pelleteri, Coordinador
de Publicaciones técnicas en Italia:
‘En España se trabaja con seriedad,
de lo cual hay que dejar constancia”.
• Gráficas de Madrid: “La reali­
zación de este libro es claro ejemplo
de buen hacer en el arte editorial”.
• Artes Gráficas de Nueva York:
'El atuendo gráfico de este volumen
casi entraña una temeridad editorial
en tierras de habla hispánica; no es­
tán acostumbrados a obras de esta
naturaleza profesional con tal riqueza
de ilustraciones y buena presentación”.
• Rector Mayor: “Me congratulo
vivamente con vosotros y os deseo
’Ad majora semper”.
—Pues nada, enhorabuena por el
premio recibido y... que no sea el
último.
El maestro sonríe y agradece las
fAcitaciones y enseña ¡a medalla con
satisfacción. No como cosa suya per­
soné, sino como un trofeo cuyo mé­
rito se debe é trabajo del gran equi­
po séesiano de la Escuela Gráfica
de Sarriá.
R. A.

Medalla de oro
-Orden de Cisnerosconcedida al
salesiano
D. Cesáreo Fórmese

7

“Mi casa” llamaba don Pedro Ricaldone a ésta de la Santísima Tri­
nidad de Sevilla. Aquel esqueje que el gran trabajador de la vida
salesiana hincara en tierra sevillana ha dado hoy un fruto apretado
para cuyo cultivo hacen falta brazos generosos y especializados.
Don Pedro — como todo hijo que haya salido al Padre, según pa­
labras de don José Luis Carreño— amaba la imprenta. Heredó de
Don Bosco esa bendita afición por la letra impresa, olorosa de tinta
reciente, y a ella consagró fecundas horas de su laboriosa vida apos­
tólica. Hoy, el padre Ricaldone pasearla sonriente escuchando el ja­
deo constante de estas máquinas para las que no falta abundante
quehacer diario.
Timonel de este buque ha sido don Cesáreo Formoso, emprende­
dor y amigo de riesgos emocionantes, como buen gallego. Le han
concedido la MEDALLA DE ORO, de la Orden de Cisneros.
— Hace casi veinte años que pisé esta nave de la imprenta. Eran
cuatro operarios. Ahora son veinte. La encuademación también tra­
baja lo suyo. Las máquinas automáticas han ido llegando con nuestro
esfuerzo constante.
En esta imprenta podrán ustedes ver libros de texto de Catedráti­
cos de la Universidad hispalense, de profesores de la Laboral; Tra­
bajos de la Jefatura Provincial del Movimiento, horarios para la Com­
pañía Iberia, material de propaganda para la Cruz del Campo, Cen­
tral lechera o la Lactárea Andaluza... De sus diligentes máquinas sale
“Cádiz Gráfico”, la cartilla litúrgica de la diócesis, los pregones de
Semana Santa, la propaganda de elecciones de Procuradores en Cor­
tes, trabajos para la Escuela de Ingenieros, libros de historia salesiana,
biografías de santos salesianos.
— No necesita propaganda. Tenemos un volumen de trabajo sufi­
ciente como para no tener que pedir auxilio, gracias a Dios.
Somos testigos de esta actividad de don Cesáreo, constantemente
optimista, enamorado de su trabajo. La perfección y diligencia de
estos servicios han ido dándole prestigio y nombre a esta editora sa­
lesiana. El Cardenal Bueno Monreal bendijo el material moderno de
que se ha ido proveyendo.
— Estuve en Cádiz, en el “Colle Don Bosco”, en Santa Cruz de
Terrerife. Pero en Sevilla es donde he trabajado más a fondo y con
una continuidad más provechosa.
A la hora de felicitar a don Cesáreo Formoso por la Condecora­
ción recibida, se nos viene a las teclas de la máquina el nombre de
don Francisco de la Hoz, salesiano terco, divinamente terco en su
salesianismo, que tanto compás y prisa prestó a estas linotipias se­
villanas.
Ojalá el apasionado amor de Don Bosco por la prensa se repita
en muchos hijos suyos de la presente hora que presten sus talentos
para hacer más sabroso y alimenticio este segundo pan nuestro de
cada día...
J. M. E.

— 13

M A D R ID

Los aprendices
a su patrono

LOS JOVEN

Este año el escenario es el pabellón de deportes
del Real Madrid que impresiona a los espectadores
por sus extraordinarias condiciones acústicas debido
a su estupenda instalación megafónica. Y los que
están ahí son los aprendices de las diversas escuelas
de Madrid que han respondido a la invitación del
comité organizador consciente de que la idea sería
del agrado de todos; y me parece que sí.
Cuando entro en el pabellón me impresiona el gran
número de jóvenes que casi llenan los graderíos; no
oigo más que gritos y palmas. ¿A qué colegios per­
tenecen? Si hubiera preguntado con el afán de ser
exacto, seguramente se me hubiera dado esta res­
puesta: mira y escucha. Y sin ningún esfuerzo rápi­
damente llegan a mis oídos los gritos de Paloma...
bien; y sólo los escasos compases de silencio me
dejaban oír los gritos de Atocha... y nadie más. De
otros colegios me llaman la atención su limpio y
atractivo uniforme; son todos, y de ambos sexos
los que a porfía manifiestan su alegría y algazara
juvenil.

Y PARA EMPEZAR, LA EUCARISTIA
Silencio; monseñor Ricardo Blanco está con nos­
otros para presidir nuestra asamblea eucarística; y
iqué extraño! No, más bien diría, ¡qué elocuente!;
es el silencio de una juventud que se siente respon­
sable, que sabe a qué ha venido. Y las notas de las
guitarras electrónicas con el canto vibrante de todos
los presentes convierten el silencio en oración; sí
también en un palacio de deportes Dios está presen­
te, se hace presente con estos jóvenes; y para ellos
no es un compás de espera la celebración de la
Eucaristía, mejor diría que en esta fiesta no puede
faltar; es Don Bosco en la persona de los educado­
res quien descubre todavía a la juventud de hoy,
que la Eucaristía es la columna imprescindible en
una auténtica formación cristiana. Y hay una voz
que me susurra al oído: es impresionante la alegría
que hay en esta misa y la formalidad que todos
observan. ¿Y no te impresiona la naturalidad con
la que todos esos bajan a confesarse a la cancha?
Claro que sí; en toda mi vida había visto una misa
así; de verdad que estoy impresionado.

PERO TODOS DE DON BOSCO
La alegría se exteriorizaba de nuevo en gritos y
palmas una vez terminada la misa; las actuaciones
de distintos centros acentúan en los graderíos una

14 —

gran rivalidad para dejar constancia de la mejor
actuación de su centro. cSí toda esta rivalidad es
magnífica, pero por este camino no vamos a ter­
minar; aquí lo que importa es que todos somos de
Don Bosco». Y el aplauso para Amadeo, antiguo
alumno de la Paloma, que amenizaba la sesión, no
se hizo esperar.
La coral de San Femando deleitó por la estupenda
interpretación de varias canciones; la rondalla y coro
de la Paloma hizo gala de su buen estilo; tampoco
faltó el colorido y buen gusto con una danza de las
alumnas salesianas. Y finalmente el equipo gimnás­
tico de San Estanislao de Kostka hizo las delicias del
público.
La sencilla figura de Don Bosco que preside en
pabellón es testigo de que los jóvenes aprendices
también gustan de la sencillez y la alegría que es
fruto de la paz.
LUIS ALVAREZ

FESTEJAN A D. SOSCO
glosando el tema de la juventud, y cómo San Juan
Bosco había venido a ensanchar los horizontes lumi­
nosos de la juventud de su tiempo, que no era aten­
dida ni amada.
Comentó el Evangelio del día. “Si no os hiciereis co­
mo niños, no entraréis en el Reino de los Cielos", y
estudió los tres grandes ideales de San Juan Bosco;
alegría, piedad auténtica y trabajo honesto; las tres
luces que alumbran la juventud.
Asistieron más de 3.000 muchachos de las Escuelas
de Formación Profesional que en gran número se
acercaron a la comunión.
La parte musical estuvo apoyada por un coro acom­
pañado de instrumentos eléctricos.
EN PORTACELI HONRARON A SAN JUAN BOSCO

MADRID:
La Ciudad
Deportiva del
Real Madrid
fue este año
el escenario
en donde
celebraron
los jóvenes
la fiesta
de Don Bosco.

S E V IL L A
»

M A S D E T R E S M IL JOVEM ES
EH LA C A TE D R A L

Trescientos jóvenes se dieron cita en el salón de
actos del Colegio Portaceli para contemplar la repre­
sentación de la obra de teatro “Hoy es fiesta”, ori­
ginal de Antonio Buero Vallejo. La puso en escena
el grupo de teatro del COU Portaceli, en honor de
San Juan Bosco.
“Hoy es fiesta”, no tiene nada que ver con San Juan
Bosco, aunque Juan Bosco tuviera que ver con el
mundo del teatro y de ia juventud de su tiempo. El
supo como nadie los secretos del mismo y el gesto,
los misterios de un escenario, cosechó aplausos, son­
risas, y atrajo a la juventud; brincó como un saltim­
banqui de feria en feria. Supo como nadie plasmar
y encamar las principales interrogantes de su tiempo.
Juan Bosco sonrió desde la gran azotea del cielo,
al ver esta lección que ayer tarde aprendieron los
jóvenes de Sevilla. Que es necesario estrenar cada
día una esperanza y saber que la esperanza muere
con el día.
“Del Correo de Andalucía”
MADRID: Autoridades y Salesíanos que presidieron
los festejos de Don Bosco en la Ciudad Deportiva.

En la festividad de San Juan Bosco, el cardenal
celebró acción litúrgica en la Catedral, y dirigió su
palabra a los alumnos allí concentrados de las Es­
cuelas profesionales Salesíanas.
Asistieron al acto autoridades civiles y académicas
así como profesores de los mismos centros.
Por la noche, a las ocho, hubo en el Colegio Ma­
yor Universitario “San Juan Bosco” la imposición de
becas, que fue presidida por el rector de la Univer­
sidad y seguida de una charla sobre “Los Colegios
Mayores, hoy", del vicerrector, don Luis Núñez Contreras, y nombramiento de becados de honor.
El cardenal pronunció una homilía en la Catedral.

L

K

Capítulo por dentro vie­
ne reflejado en los veinte
documentos encuadernados
en ese grueso volumen que se aca­
ba de editar con el título de
cXX Capítulo General Especial
Salesiano» y con el subtitulo
«Orientaciones Doctrínales-Pasto­
rales y para la acción». Para ha­
blar del Capítulo «interior» —ese
capítulo aparte de las sesiones de
cada día— uno debía haber asis­
tido a las reuniones plenarias pa­
ra tom ar nota de las intervencio­
nes de altura que hubo en la gran
asamblea salesiana. No pude asis­
tir. Esta crónica tiene pretensio­
nes más modestas, aunque quie­
re ser más periodística, reflejan­
do más un ambiente que un con­
junto de estudios y ponencias.
l

E

16

El que escribe fue a Roma con
el enorme interés de llegar a tiem­
po de asistir al Capitulo General
más largo y más numeroso de la
historia de la Congregación. La
cosa tenía su importancia, pues
me iba a encontrar con el perso­
na! más cualifícado del mundo sa­
lesiano. Allí conviviría con los
inspectores y delegados de los
cinco continentes. Allí estarían el
bloque oriental, el bloque ameri­
cano y el europeo. La plural rea­
lidad de la Congregación en la
nueva casa generalicia salesiana
de Roma. Don Bosco hablando en
todas las lenguas y — ¡oh asom­
bro!— el Castellano la más repre­
sentada.

VIA DELLA PISANA, l i l i
Llegué al Leonardo da Vinci.
el aeropuerto romano internacio­
nal. Me esperaban el Inspector de
Bilbao, don Luis Puyadena, y don
Manuel Díaz. Breves minutos de
coche y en seguida en la Via della
Pisana, l i l i , que está muy cerca
del aeropuerto. Era el atardecer.
El sol caía sobre la campiña ro­
mana dorando los redondos pi­
nos. De sobra sé que no eran és­
tos los lugares, pero instintiva­
mente mi pensamiento voló a las
Geórgicas de Virgilio. «Labor omnia vincit improbus...» Había que
trabajar arduamente...
La casa generalicia es un mun­
do en el desierto de esta parte
de la campiña romana. El ladrillo

r

CRONICA DESDE ROMA
por RAFAEL ALFARO

Consejo Superior entrante y sa*
líente.

rojo de los colosales ediñcios des­
cansaba pesado como un enorme
avión sobre un campo cercado de
pinos con sus alas abiertas. La
agilidad de la torre de la iglesia
sobresalía con las dos aletas de
su fantástica hélice.
Conforme pasamos infinitos co­
rredores, todavía más infinitos
con el peso de las maletas, apa­
recen capitulares españoles. Salu­
dos de rigor. Una vez instalado
en el silencio del cuarto, no hay
más remedio que hacer uso del
teléfono interno. Hay muchas per­
sonas que saludar, de España y de
América, con las que luego pasa­
ría momentos de inolvidable con­
vivencia.
Después, los saludos y felicita­
ciones a los nuevos superiores,
que estaban estrenando el cargo
tras las recientes elecciones: el
Rector Mayor, don Scrivo, don Viganó, don Castillo, don Tohill, don
fHlla. don Raineri. Y los nuevos
consejeros regionales, en especial
don Antonio Mélida...
Todavía —me dijeron— se no­
taba en el ambiente el arco rela­
jado después de la aguda tensión
a que había estado sometido en
los momentos clave de las elec­
ciones. No es de extrañar que en
un Capítulo de gran transcenden­
cia renovadora se enfrentaran dos
mentalidades de distinto signo, la
^ g r e s is ta y la conservadora,
^ m o en todas partes. Como se
M en la Iglesia y en la Política.
Dos mentalidades que expresaban
su amor a Don B o ^ de distinta

manera, pero que hacían el diá­
logo más difícil y más lenta la
marcha.
Todo esto se respiraba en el
clima capitular, en las conversa­
ciones, en las personas. Había
olor a pólvora quemada.
Una breve visita por la inter­
minable casa me dio la impresión
de un trabajo arduo, asiduo, empeñativo. Por casi todos los cuar­
tos se oía la ametralladora de la
máquina de escribir. ¿No estaban
en pie de guerra? ¿No era el Ca­
pítulo un campo de batalla? La
sala de «ciclostilatura», principal­
mente, daba Ja sensación de un
incandescente homo de letras
donde se cocían diariamente las
copias que luego se repartían a
los capitulares. Hay estadísticas
que hablan de las toneladas de
papel consumido en siete meses
de Capítulo y de verdaderos ríos
de tinta, sin hipérboles de ningu­
na clase.
La sala capitular, con sus esca­
ños dotados de los más recientes
adelantos de la electrónica y la
automación. Hablan de que es la
última palabra de la técnica. Pero,
bien vista, desde luego, uno no
halla ningún signo externo de
lujo.
Y el amplio comedor con el ár­
bol de Navidad al fondo. Los ca-

pitulares se cambiaban semanal­
mente de mesa para conocerse,
para platicar y compartir el pan
y la amistad. Cosa singular, el
Inspector de Córdoba me había
buscado un puesto en su mesa,
frente a él y al lado de don To­
hill.
Y la capilla, en forma de in­
mensa rotonda, que convocaba a
todos en torno a la mesa de la
Eucaristía. Era hermoso oír por
la mañana las celebraciones en
las diversas lenguas: Cantos de
salmos, comentarios homüéticos.
La oración matutina aglutinaba a
los capitulares y el Espíritu baja­
ba diariamente a iluminar, acla­
rar, fortalecer y consolar a los que
estaban legislando para una con­
gregación de dimensiones mundia­
les. ¡Hablaban muchas lenguas!
Era im verdadero Pentecostés
Y corredores, muchos corredo­
res, interminables corredores, ¿pa­
ra qué olimpiada? ¡Ah. se trata­
ba de poner a la Congregación al
día! Había mucho que correr.
LAS BUENAS NOCHES
Las tareas del día acababan con
las palabras de uno de los capi­
tulares, en las tradicionales «bue­
nas noches». Son muchos ios que

Alegría ante la elección de don C. Scrivo como Vicario General.

suben al púlpito a contarnos sus
experiencias. Inspectores y delega­
dos de Oriente y Occidente. Una
noche, don Francisco Oliván nos
habla del Tíbidabo; otra, el direc­
tor de Goa nos cuenta interesan­
tes historias de la India...
Después de las elecciones, los
nuevos Superiores suben a la cá­
tedra a hablarnos de sus proyec­
tos, a descubrirnos la impresio­
nante belleza de su vida. Don Scrivo, el gran organizador del Capí­
tulo, se nos presenta como un
hombre de clara inteligencia y de­
cisión ante los nuevos signos de
los tiempos. Don Viganó, europeo
de nacimiento y suramericano de
formación, habla de la adaptación
de la Congregación Salesiana a
un mundo en creciente proceso
de secularización. Don Raineri y
don Castillo exponen sus ideas
acerca de la pastoral de adultos
y juvenil. Don Tohill, don Wi­
lliams, don Fiora...
Pero no sólo pasan los nuevos
superiores, sino también los anti­
guos, los que han ejercido su car­
go durante años. Don Modesto Be­
llido habla de la vida de piedad
que ha de brillar en el salesiano.
Y DON RENATO ZIGGIOTTl
La palabra siempre lúcida y sim­
pática del Rector Mayor emérito
ha resonado como un eco impre­
sionante. Se diría el «abuelito» del
Capítulo que, encorvado, se lle­
gaba hasta el púlpito a dar su
pensamiento y su atinado conse­
jo. Su oratoria aún tenía deste­
llos arrolladores. Emotiva fue su
despedida. En los oídos y en el
corazón de todos quedó la expre­
sión de su entusiasmo: «¡Qué be­
lleza!» El hombre que afírmaba
ser salesiano de nacimiento, ex­
presaba su alegría ante los cam­
bios de una nueva Congregación
que nacía en este Capítulo. Y se
despedía: «Los Superiores me en­
vían nada menos que a un novi­
ciado de mi tierra natal». Don
Ziggiotti también renacía con
gozo, otra vez, a la nueva vida sa­
lesiana.
Y las buenas noches de don Ricceri, con su humor, su clarividen­
cia. Toda una cátedra de salesianidad.
LAS CONCELEBRACIONES
FESTIVAS
La Eucaristía era el centro vi­
tal del Capitulo. Bastaba partici­
par en las concelebraciones para
darse cuenta de ello. Recuerdo la
concelebración, esta vez cuadra
como nunca el adjetivo de solem­

18



nísima, del día 20 de diciembre
en San Pedro, antes de la audien­
cia privada con el Santo Padre.
Por las bóvedas de la Basílica Va­
ticana resonaban las voces de los
capitulares: «Víeni, Gesü, resta
con noi», las moniciones de don
Mouillard, los acordes del órgano,
la homilía del Rector Mayor: «He­
mos venido a testimoniar nuestra
fe y nuestra voluntad de comu­
nión y unidad con la Iglesia. He­
mos venido a reconocer nuestro
compromiso de amor al Papa». Y,
luego, el canto del Credo alrede­
dor del altar de la confesión. La
estatua de Don Bosco presidía la
escena desde la altura de su nic h o. Allí estábamos Salesianos, Salesianas, Cooperadores, Ex
alumnos, Voluntarias de Don Bos­
co... Toda la Familia Salesiana,
afirmando las palabras del Fun­
dador: «El objetivo fundamental
de los Salesianos es el de soste­
ner y defender la autoridad del
Jefe Supremo de la Iglesia entre
la clase más necesitada de la so­
ciedad y, primordialmente, entre
los jóvenes en peligro».
Luego, las concelebraciones de
la Misa del Gallo, la solemne de
Navidad, la de Año Nuevo, la de
Clausura del Capítulo, la de Re­
yes... Como para recordar a to­
das las Casas de la Congregación
que lo más importante de la vida
ha de ser «nuestra Eucaristía de
cada día». Aun hoy, de vez en
cuando, me sorprendo tarareando
la musiquilla y las sabrosas letras
italianas de nuestras concelebra­
ciones capitulares.
ALEGRES SOBREMESAS
Ante todo, la de Navidad. Des­
pués del «cenone» regado con
buen vino siciliano y el tradicio­
nal «panettone», los cantos navi­
deños. Cerca de ochenta salesíanos cantamos villancicos en cas­
tellano. Los entendían todos. La
«Campana sobre campana» daba
la una. las dos y las tres: un coro
formidable animado por el acor­
deón de don José Luis Pérez y
por la formidable voz de don San­
tiago Ibáñez, el Inspector de León.
Los alemanes, polacos e ingleses
cantan sus villacicos clásicos, lo
mismo los portugueses y brasile­
ros. Don Aubry no deja vacío el
hueco de los franceses. Una ale­
gría navideña expresada en todas
las lenguas. El Inspector de Cuen­
ca del Ecuador nos dejó con tres
cuartas de narices ante la expec­
tación del concierto de villanci­
cos indígenas. Tomó el violín en
sus manos, dio dos o tres golpes
con el arco y «así van desfilando

los indios durante tres y cuatro
horas —dijo— hasta que llegan
a la capilla». El Rector Mayor exi­
gía silencio, pero el concierto aún
lo estamos esperando...
Y la sobremesa de clausura en
la que extremaron su agudeza el
padre Sangalli, delegado de Mi­
lán y el padre Gouriou, Inspector
de París. Al final, el Rector Mavor quiso dar un abrazo a un
capitular que representara a to­
dos. Cundió una voz que se hizo
coro: «¡Don Burguer!, ¡¡Don Burgerü» Todas las miradas con­
fluían en el Inspector de Munich,
el hombre más grueso del Capítulo. El abrazo del Rector Mayor
debía ser amplio, amplio y generoso. Un aplauso crepitante esta­
lló en el comedor ante la hilari­
dad de todos. Era un abrazo que
también sabía a despedida. Desde
entonces. Inspectores y delegados
tenían puestos sus ojos en la rosa
de los vientos. «Separémonos...
unidos» había dicho el Rector
Mayor en el discurso de clausura.
Ahora, un abrazo generoso era
como el símbolo de la despedida
en la unidad... también generosa.
ULTIMOS TEMAS
«Motus in fine velotior». Des­
pués de las fiestas de Navidad

i
j

sólo quedaban por a ta r los últi­
mos cabos del Capítulo. Había
prisa y los capitulares ya estaban
nerviosos. Pero aún quedaban dos
o tres tem as interesantes. Llegué
a respirar el ambiente que susci­
taron los problemas: «El PAS y
su problemática», exposición pre­
parada por la comisión encargada
para el estudio del Pontificio Ate­
neo Salesiano. El padre Cuevas,
delegado de la Inspectoría de
Chile, leyó el resultado de los es­
tudios realizados y se presenta­
ron las nuevas orientaciones del
Ateneo como Universidad, como
Pontificia y como Salesiana.
Gran interés hubo en la expo­
sición sobre el problema de las
defecciones de las vocaciones salesianas, tem a propuesto a la re­
flexión de la Asamblea. El Ins­
pector de Filipinas enumeró las
causas generales m ás comunes. Y
el padre Gruen, de la Inspectoría
de Belo Horizonte —Brasil— pre­
sentó un estudio fenomenológico
acerca de la problemática vocacional. Una profunda reflexión en
la que —al decir de muchos capi­
tulares— puso el dedo en la llaga.
No es éste el momento de hacer
un tratado, sólo se pretende su­
brayar la magnífica intervención.
El padre Gruen tuvo otra ad­

mirable intervención en unas bue­
nas noches. Hablando de la En­
carnación, manifestó su esperan­
za de que en el próximo capítulo
también tuviera la Congregación
sus representantes negros por ha­
berse encamado en el mundo de
color.
ima asamblea de gran nivel teo­
lógico y humanístico. Raro era el
capitular que no poseyera uno o
más títulos universitarios.
SESION DE CLAUSURA
El 5 de enero de 1972 es ya
una fecha histórica para la Con­
gregación Salesiana. La Asamblea
capitular se reúne por última vez,
una reunión definitiva. Se canta
el «Veni Creator». De nuevo el
Espíritu, el gran Protagonista del
Capítulo. El regulador, Don Gouríou, pide a la asamblea que no
se lean las actas. Es correspon­
dido con un aplauso. También
es la ocasión propicia para dar
ima ovación a los secretarios por
su ímprobo trabajo de siete me­
ses.
El Rector Mayor habla del pro­
blema que han presentado unos
coadjutores de España acerca de
la igualdad. Se refiere a la verda­
dera igualdad, a la perfecta igual­

dad. «Yo no me siento —dijo—
más que el coadjutor que enseña
en el Pampa o que se ocupa de
las gallinas. No soy más por ser
superior. Qmen sea Rector Mayor
o Inspector ha de respetar la
igualdad de todos los hermanos.
Pero hay cargos —continuó— que
implican servicios pastorales y,
por consiguiente, sacerdotales. De
todas formas, es una problemáti­
ca de difícil solución y no dejare­
mos de trabajar hasta que sea re­
suelta».
Una de las últimas intervencio­
nes capitulares fue la del padre
Mariano Carrillo, Inspector de Mé­
jico, quien pidió en nombre del
continente latinoamericano: «El
próximo Capítulo General desea­
mos se realice en una nación la­
tinoamericana». Nuevo aplauso. E
inmediatamente, el discurso de
clausura del Rector Mayor. Asis
tía una representación de Hijas de
María Auxiliadora, de Cooperado­
res, de Voluntarias de Don Bosco,
de Exalumnos y Alumnos salesianos.
Al señalar su agradecimiento a
los que más habían trabajado en
las tareas capitulares, indicó a su
izquierda: «Aquí hay uno, don
Scrivo», hombre que ha llevado el
peso de la preparación y realiza­
ción del Capítulo General Espe­
cial». La Asamblea subrayó esta.?
palabras con un aplauso prolon­
gado.
AI term inar el discurso, las mi­
radas convergieron en el reloj au­
tomático. Eran las 11.11, número
de la Vía della Pisana una cifra
simbólica.
SUS OJOS FUERTEMENTE
LLORANDO

Concelebración
en San Pedro,
Los c^ituiares
encienden
su fe
y su amor
a la Iglesia,
su fidelidad
ai Papa,

Sí. las lágrimas afluían a mu­
chos ojos. El Rector Mayor había
terminado conmovido, entre sollo­
zos. Don Scrivo se levantó para
hablar del Rector Mayor con un
nudo en la garganta: «En él
—dijo— hemos visto lo que es
consagrar su vida a la Congrega­
ción. Nunca ha dicho «no» al tra ­
bajo. Ha puesto en el Capítulo to­
das las fibras de su ser. Ha dado
todo lo que podía dar. En él se
veía a Don Bosco. Con justicia se
le podrá llam ar «Eí Rector Mayor
de la Renovación Salesiana según
el Vaticano II*.
Una lluvia de aplausos y lágrim as de alegría. Se diría que la
emoción empañaba la mirada de
todos. Se cerraba un Capítulo histórico en el que se había trabajado y se había sufrido mucho,
Ahora había una hermosa cosecha de alegría.

— 19

POR
EL M UNDO
SALESIANO

UNA NUEVA CRUZ BRILLA
EN EL CIELO DE TOKIO
Tokio.— Espléndida la cruz que surge de la facha­
da de esta nueva parroquia salesiana de San Juan
Evangelista de Tokio. A ambos lados de la cruz, se
ven las estatuas de San Juan Bosco y de San Juan
Evangelista. La linea es sobria y moderna, pero ele­
gante. El Interior es luminoso y devoto. La luz llueve
en abundancia por enormes ventanales. El altar es
de mármol blanco. La cruz cuelga en el centro y,
debajo de ella, el sagrario. Hay un hermoso viacrucis
y dos esbeltas estatuas del Sagrado Corazón y de
María Auxiliadora, a los lados del presbiterio. Hay
abundantes salas para la catequesis, aulas, enferme­
ría, escuela materna, oficinas. Pero lo más hermoso
son los cuarenta años de trabajo apostólico de los
saleslanos en la inmensa barriada de Mikawashima de
Tokio. No es raro que ahora estrenen una obra tan
bella.

EL GOBIERNO JAPONES
AGRADECE...
Roma.— El embajador japonés en Roma, Tokichi Takano, ha entregado al misionero salesiano don Clodoveo Tassinari la Cruz de cuarta clase de la Orden
del Tesoro Sacro que le ha concedido el Emperador
Hlrohlto, a propuesta del Gobierno, "en reconocimien­
to de sus altos méritos en el campo de las obras
sociales de asistencia juvenil, y en señal de gratitud
por las actividades realizadas en el País".
El misionero salesiano durante la guerra mundial,
lundó para los furoji (limpiabotas) la Boys Town Satesio. Ciudad de los muchachos. Sucedió después
a don Cimatti como Inspector del Japón. Ha sido tam­
bién presidente de la "Caritas Japan” por la que han
florecido en las tierras niponas tantas obras de ca­
ridad y asistencia social.
"Este gesto — ha dicho el misionero salesiano—
honra grande.r.enle al Japón que reconoce el trabajo
realizado sin discriminación de nacionalidad o de re­
ligión".

20



POR
EL MUNDO
SALESIANO

SE HACEN LIMPIABOTAS
POR AMOR A LOS
PROFUGOS OE BENGALA
Calcuta.— “Un día — escribe el director de LÜuah—
tuvimos una reunión con los alumnos mayores y los
exalumnos para estudiar unidos los problemas de los
refugiados de Bengala. Una de las propuestas fue
la de hacerse limpiabotas para sacar fondos en fa­
vor de los prófugos. Se acogió con entusiasmo y
en seguida se pusieron manos a la obra. Seis de
ellos se instalaron ante el “Gran Hotel” de Calcuta
y a lo largo de la gran avenida “Chowringhee” la
más aristócrata de la ciudad, dispuestos a limpiar los
zapatos a todo transeúnte.
Hay que destacar que estos jóvenes son “Bramanes” y estudiantes universitarios para los que un tra­
bajo de este tipo es algo repugnante.
Los primeros días fueron difíciles y no pocos les
tomaban el pelo y se burlaban de ellos. Pero ellos,
impertérritos, continuaban su trabajo. A todos les ha­
blaban del Pakistán. Pronto se constituyeron en gru­
pos a los que lanzaban sus mítines. Muchos pasaje­
ros, aunque no se limpiaban los zapatos, siempre
daban su oferta.
Los periódicos volcaron sus tinteros en alabanza
de estos jóvenes. Y la noticia se divulgó por toda la
ciudad. De todas partes llovieron felicitaciones. Un
exalumno escribió: “Soy un antiguo alumno de los
viejos. Me siento orgulloso de este gesto de caridad.
Ojalá que este ejemplo cunda entre la juventud y que
la apartase de otros caminos menos recomenda­
bles...”
Y el ejemplo cundió entre los alumnos de otras
escuelas chinas y anglo-hindúes, que también se de­
dicaron a este trabajo una vez terminadas las cla­
ses.'

EllSABETH-NEW YOBK
Estos siete sacerdotes salesianos, han celebrado
sus bodas de plata sacerdotales. Y han querido ha­
cerlo con el obispo que, hace veinticinco años, los
había ordenado. Concelebraron la Misa presidida por
el Obispo salesiano monseñor Morrow, en la que agra­
decieron al Señor, sobre todo, el don de la perse­
verancia.
En el centro, monseñor Morrow. Todos fueron hués­
pedes del antiguo inspector, P. A. Bosio, quien los
recibió en su parroquia de San Antonio.

tóVtfí?/; U/lit

COOPERACION
SALESIANA
Y
TERCER MUNDO

S i o y e s en tu s
a d e n tr e s ta v o z
d e ia m is e r ic o r d ia
no o ie r r e s tu c o ra z ó n .
22

X J K JEEP P A R A I.AS
STA. ISABEZf-CHlURE
Una de las obras que Cooperación Salesiana y Tercer Mundo ha
tomado bajo su protección es la de Santa Isabel-Chiure, en Mozam­
bique. Africa. En ella trabajan varias monjas españolas. La labor que
realizan tiene un objetivo preciso: la redención de las jóvenes negras.
Esta labor comprende una etapa escolar, otra prematrimonial y la asis­
tencia a las ya casadas: nociones de cultura, higiene, costura, pueri­
cultura y religión son las principales «asignaturas».
Las primeras etapas se desarrollan en plan de internado para las
negritas jóvenes, cuyas familias viven lejos en el interior de la selva
o diseminadas por los campos. La última, mediante las visitas que
las hermanas van haciendo por chozas y aldeas. La cosa dicha así
parece sencilla y nada importante, sin embargo, situados en el lugar,
viendo las distancias y los caminos, los prejuicios y costumbres absur­
das de la gente y la acción de los brujos, ya no resulta tan sencilla.
Darse a pie caminatas de muchos kilómetros, bajo un sol implacable,
para visitar a una joven esposa, que en poco tiempo ha perdido o le
han hecho perder cuanto de bueno aprendió en la misión, no es nada
agradable ni alentador.
Pero será mejor que dejemos a sor Dorinda que nos hable de Santa
Isabel. Copiamos trozos sueltos de una de sus cartas:
'
«El problema de la mujer y la falta de medios para el sostenimiento
de la Casa da pena.» «Las chicas siguen viviendo en grupos y prepa­
rándose para el matrimonio en nuestra Casa; las más adelantaditas
en costura, etc., enseñarán después a sus compañeras, pero sin má­
quinas de coser.» «Las chicas forman su hogar muy jóvenes y, si no
se acude en su ayuda, en poco tiempo vuelven a continuar el ritmo
de sus antepasados, que quien cose es el marido, y ellas esclavas en
el campo y en casa con sus hijitos.»
«El apego de estas gentes a su clan es tan grande que, si un cris­
tiano, por serlo, no sigue ciertas costumbres, al poco los hechiceros
habrán logrado que queden aislados y sin ayuda en sus apuros.»
«El padre no tiene autoridad sobre sus hijos; quien la tiene son los
tíos maternos. Pero él tendrá que cargar con sus sobrinos.»
«Las chicas no pueden escoger novio; han de casarse con quien
escoja la familia.»
«Los chicos dicen: cuando yo sea profesor quiero irme lejos, a don­
de no me vieron nacer; allí tendré mi casita decente, como la de los
blancos. Yo no desprecio a mis padres ni a mis vecinos, pero cuando
voy de vacaciones me guardo muy bien de ir bien vestido y de comer
con cuchara; me siento en el suelo, pues de lo contrario creen que
los desprecio.»
«Los misioneros, a los que estamos ayudando, en vista de estas
dificultades de convivencia, están formando comunidades cristianas fie* ^
les a los compromisos bautismales, favoreciendo la vida de imión entre ■
todos los cristianos. Para ello se reúnen con frecuencia para exponer
sus problemas, comer juntos, distraerse juntos un rato... Así encuentran
una fuerza en el nuevo clan, diríamos, de la Iglesia.»
«Los que más sufren son los profesores, porque por su sangre
corren todas estas enseñanzas y costumbres y al mismo tiempo com­
prenden que no son buenas, por lo que se tienen que enfrentar con los
suyos y, muchas veces, sufrir por cumplir con su deber de cristianos.
Lo mismo oí decir a un profesor: Yo no tendré suerte con mis hijos
hasta que no me cambie y me vaya a otro sitio civilizado. Y lo decía
con razón, porque matemáticamente, al llegar sus hijos a los tres años,
morían envenenados.»
«Muchas veces las Hermanas vamos a visitar los poblados y cho­
zas..., a pie o en bicicleta. El problema es dónde dormir, pues dentro ,
de las chozas es imposible: los mosquitos, etc, etc... En pocos días nos
quedamos sin ánimo para nada. Las chicas de cerca y no tan cero
vienen a vemos; las madres, lo mismo. Sentimos ima gran alegría

HAN ENVIADO DONATIVOS
PARA COO PERACIO N SALESIAN A
Y T ER C ER MUNDO
(Mes de enero)

Los negritos del padre Bohnen siguen gozando de un apetito excelente.
Ellos piden al Señor su “plato diario de arroz con judías”. Y el Señor
para ello cuenta con vosotros lectores del Boletín Salesiano. Siempre se
ha dicho que los caminos del Señor son imprevisibles: un botón. Una
señora envía siempre que puede cien pesetas para los negritos. ¿Por qué?
Ella misma lo escribe: “A mí me gusta mucho los niños y como soy per­
sona de buen comer me da mucha pena de los que no tienen qué co­
mer”. Querido lector, que aún no te has inscrito, no seas perezoso y
manda tu aportación. La necesitamos.

mutua al veraos, pero se van en seguida, a las tres, pues tienen un
terror grande a la noche, así que por atenderlas nos quedamos sin
comer hasta las cuatro; algunas familias nos ofrecen plátanos, trozos
de gallina, arroz hervido. Y así vamos pasando... Regresamos hechas
una pena, sudorosas, llenas de polvo..., pero con una satisfacción que
una no sabe explicarla.»
A través de estos destellos podemos dam os cuenta de la fatigosa
que es la vida de estas Hijas de M aría Auxiliadora y del ambiente hos­
til que las rodea y también cómo, pese a todas las difícultades, perse.
verán en su misión y aún desean ampliarla más. Suspiraban por un
fjeep» que les permitiera llegar a más sitios, atender a más jóvenes y
más madres, sin dejar la salud a chorros por la selva. Pues bien, gra­
cias a vosotros. Cooperadores salesianos, si no hay difícultades de
aduana, las Hermanas tendrán un cjeep» antes de un mes.
¿No os parece maravilloso que, allá en la lejana Santa Isabel, un
puñado de almas levanten sus ojos al cielo para rezar al Padre por
los hermanos y herm anas españoles que les ha dado tan buenos, tan
bondadosos? No dudéis de las oraciones de las negritas y de las Salesianas de Chiure, porque en eso son maestras. Ya ló veis, pidieron a
María Auxiliadora un «jeep», ¡y ya lo tienen!
JAVIER RUBIO.
Delegado Nacional de Cooperadores

Los cooperadores de Baracaldo, de
E strecho-M adrid, de Salam anca, Mi^ e l M alacuera, S usana Ellzaldc, Joité
M aría Oppelt, S atu rn in o de Andrés,
G uadalupe F e rreiro , A urora Medina,
M i ^ c l Fernández, Constancio Núftcz,
E lena M artín, Conde de San L uis, Te­
re sa S antiago. Ana M aría Curado, An­
selm o C. Novelle, J u a n Pérez, M agda­
lena González, C. D ans, M aría Uaz
M artin. M aría dcl Carm en T am arlt.
M. H iera, Ju a n Sánchez. Cooperadores
de L a Alm unia, L uisa L abrador, An­
tonio M artínez, H nas. Rlvilla, Dolores
P ina. Je sú s Oreja, ManoU de la F u e n ­
te, Camilo F e rreiro . Inés M ateo. José
M artin, M ilagros A ndreu, P ila r Cam ­
bín. F élix Amor. Cooperadores de
Monzón, Jo sefin a Ju liá. A lejandro P a s­
cua, L uis Velasco. Francisco T obaruela. Cooperadoras de T orre Cárdela,
Vda. de P érez T ., D orotea Cclalzábal,
R osario V ergara, M aría G racia, Isido­
ro Diez. F e rnando H ipóla y Sra.. F ra n ­
cisco Esteve, T eresa Pons, L uisa L im ia, M aría L uisa Nieto, F elisa F e r­
nández, Inocencia G arcía. J . M. Sáiz.
M aruja Conde, M aría Anglés, Aresio
González. Antonio León, T eresa Mon­
tenegro, M anuela H ernández, Manuel
V arela, F am ilia B atallé, L uisa Carm ona, P ila r Rom ero, Angel M artín.
E stefan ía H ernández, E m ilia Pasión,
N atalio González. M anuela Tomé, Vi­
centa B ay arri, M aría dcl Carmen P é ­
rez, M ilagros de la Llave. M odesta
López, J u a n Arcas, M. Moreno. P ra ­
do Pascual, Cooperadores de Barcelo­
na. C ooperadores de Carabanchel Alto,
C arlos Ja m b rin a , C ooperadores de Villaam il-M adrid. H erm inia Conde, E s­
trella Suárez. Miguel Mendive, C ar­
men de L ara. V aleriano Cabanillas.
M aría M artin, F rancisca L lam as. Ma­
ría M anchado. Palom a Ulecia, C. Oraa,
P ila r F ernández, G regorio Meléndez,
M aría P e tra, F rancisco Morán, Sres.
d e Soloaga, Concha F rancés, Sra. de
Bregel. L eonor Bengoa, N atividad
Bengoa, M aría L uisa A legría. Piedad
Muñoz. P ila r A m enábar, T eresa Gu­
tiérrez. E loísa R uiz de In fan te, José
S antiago, Iren e Galdeano, M aría L ui­
sa Unam uno. Sra. de B.

D .....................................................................................................................................................................................................

QUE VIVO en calle ............................................................................................................................
pueblo y provincia de ............................................................................................................................
COOPERARE con ................... pesetas anuales, que yo mismo enviaré a mi comodidad, a
COOPERACION SALESIANA Y TERCER MUNDO - Alcalá, 164 - Madrid (28).—O a Cuenta
Corriente: «Cooperadores Salesianos» - Banco Hispano Americano, Plaza de Roma, 2 - Ma­
drid (2).
23

Cristo en una choza de
bam bi como sus hermanos
•W

i

li

Monseñor Carretto, el Obispo misionero de Tailandia, nos cuenta la maravillosa his­
toria del nacimiento de un pueblo para los Jóvenes pobres. Como buen salesiano, lo bau­
tizó con el nombre de “María Auxiliadora”.
los pocos años de terminada
la segunda guerra mundial co
menzó el ¿codo de Ratburi.
Los jóvenes se iban a la ciudad. £1
territorio agrícola que rodeaba la mi­
sión católica estaba más que repleto
de brazos y de bocas. Pegujales de
tierra como un pañuelo verde eran
explotados por dos o tres familias
hasta agotarlos. Los jóvenes, ante
aquel enjambre humano, sacudían la
cabeza y se iban.
En cualquier transporte, como po­
dían. se lanzaban a la capital Bangkok,
sin miedo a los 3?4 kilómetros de dis­
tancia. El caso era huir. Una vez en
la ciudad, se hacinaban en las barra­
cas de los suburbios, dispuestos a vi­

A

24 —

vir de lo que viniera hasta que un
“golpe de suerte" les proporcionara
el trabajo que buscaban.
Yo era obispo de Ratburi. Veía par­
tir a la juventud y el corazón tambión se me partía de otro modo. No
podía decirles que se quedasen. No
se le puede decir a un joven de vein­
te años: “quédate a morir de ham­
bre". Pero de sobra sabía lo que iban
a encontrar en los suburbios de Bang­
kok.
Hasta que en 1952 logré que el
Gobierno me diera un buen trozo
de selva: seis kilómetros cuadrados.
Tierra fértil, aunque invadida de raí­
ces y lianas enmarañadas. De regreso
a mis muchachos, pude anunciarles

triunfante: “Ahora ya hay trabajo
para el que quiera. Hala, a desbastar
la selva y a plantar cocoteros, pla­
taneras, caña de azúcar y tapioca. Ésta
tierra es vuestra y de vuestra fami­
lia”.
La Península de Oro que se estira
desde Birmania y Tailandia hasta Ma­
lasia, está atravesada por la intermi­
nable “carretera del sur”. Cuando uno
llega en auto al kilómetro 254, puede
ver el rótulo “Villa Estrella Matuti­
na". El pueblecito se acurruca lumi­
noso en tomo a la iglesia y a la nue­
va escuela a la que acuden más de
500 chavales. En aquellos seis kiló­
metros cuadrados de selva, donde an­
tes crecían árboles corpulentos, res-

plandecía la blancura de las casitas
habitadas ahora por miles de tailan­
deses huidos de las chabolas de las
afueras de Bangkok.
LA SEGUNDA CRISIS
Diecisiete años después, en 1969,
comenzó a repetirse la crisis y de nue­
vo cundió el éxodo de los muchachos.
Otra vez se habían multiplicado bo­
cas y brazos. Los jóvenes de la nueva
generación intentaron trabajar como
obreros al servicio de los grandes la­
tifundistas que los explotaban mise­
rablemente hasta verse obligados a
marcharse. Ese mismo año, la dióce­
sis de Ratburi pasaba al clero autóc­
tono.
En mi nueva diócesis de SuratThani (500 kilómetros más al sur),
decidí comenzar por el principio: crear
una nueva población sobre un terre­
no ganado a la selva.
Presenté mi proyecto al Goberna­
dor de la provincia. En diciembre
del mismo año se reunió el consejo
provincial y me llamó para que le
explicara mis proyectos hasta en sus
más mínimos detalles. No bastó. Me
fue preciso visitar al Ministro de Agri­
cultura. Finalmente, el Gobierno asig­
nó a la Misión mil hectáreas de selva
virgen en orden a la realización de
las obras programadas.
No había más remedio que reman­
garse la camisa y comenzar el trabajo
que exigía mayores y más comprome­
tedoras tareas que las de 1952. Ante
todo, había que trazar carreteras. Des­
de la carretera general hasta el centro
del nuevo poblado había 19 kilóme­
tros de selva espesísima. Una red de
más de 80 torrentes la atravesaba en
todas direcciones.
“El nuevo pueblo llevará tu nom­
bre, “María Auxiliadora", —le dije
a la Virgen—. Echame una mano y
no permitas que haga una mala fi­
gura”.
A fin de salvar varios riachuelos,
era necesario construir un puente:
hierro y cemento, 30 metros de largo,
4 de ancho y 6 de alto. Los inge­
nieros de las modernas autopistas se
echarán a reir al leer estas cifras real­
mente microscópicas, en comparación
de los formidables viaductos que
construyen ahora. Aquí quisiera ver­
los en la inextricable red de la selva
virgen, luchando con nuestro clima y
con nuestros pobres instrumentos de
trabajo...
Mi vicario general se puso al frente
de las obras. Con la a\aida de otros
cuantos misioneros pronto se llegó a
rematar las construcciones: la carre­
tera y el puente. Tiempo empleado:
ocho meses.
El pasado 8 de septiembre celebra­
mos la inauguración de la carretera.
En una glorieta apenas desbastada de

árboles centenarios se reunieron las
autoridades provinciales: el Goberna­
dor, el alcalde, el bonzo-abad del ve­
cino monasterio y otros funcionarios
públicos.
Di las gracias a María Auxiliadora,
nuestra mayor bienhechora, y a todos
los demás colaboradores. Unos obse­
quiaron el hierro, otros el cemento y
hasta hubo una empresa que nos re­
galó un tractor de ocho toneladas...
Terminé diciendo: “Nosotros no
trabajamos para hacer dinero, ni para
que luego se levante un monumento
en nuestro honor. Nuestro único an­
helo es el de servir a los pobres, dar
trabajo a los obreros y preparar un

¡Buena cosecha!, ¿eh, Monseñor?

porvenir más seguro a los jóvenes
tailandeses”.
Me respondió el Gobernador: habló
de su admiración y del asombro de
su gobierno por los misioneros cató­
licos, por el bien que hacían y por el
desinterés que mostraban.
CRISTO EN LAS CHABOLAS.
COMO SUS HERMANOS
Ojnforme escribo a vuela-máquina
estas ideas, escucho el fragor de los
tractores y el rítmico golpear de las
hachas. Hace veinte días que hemos
empezado a desarbolar la zona donde
se construirá el pueblecito con el
nombre de “María Auxiliadora”. El
terreno lo hemos dividido en 200
parcelas que se adjudicarán a otras
tantas familias. Un centenar de ellas
ya trabaja en la tala de árboles y en
las nuevas plantaciones de cocoteros,
plátanos y naranjos. Por ahora viven
en chozas de bambú. Las mujeres y
los chiquillos se entretienen en el
cultivo de hortalizas, cuidando las
sabrosas papayas, verduras y otras
clases de árboles frutales.
Sin embargo, pronto las chozas de
bambú se verán desplazadas por pre­
ciosas casitas de madera con su te­
jadillo de zinc y sus correspondientes
albañales para recoger el agua de llu­
via y aprovecharla para beber.
Apenas se termine la construcción
del poblado, iniciaremos la residencia
misionera y la capilla. Por de pronto,
Jesús Eucaristía también tiene su casa
en una choza de bambú como la de
sus hermanos. Luego pensaremos en
las escuelitas y demás obras sociales.
Y aún nos quedará tiempo para soñar
en nuevas obras.
Cuando me pongo a pensar en las
deudas que tenemos y en las canti­
dades que debemos pagar, se me eri­
zan los pelos de la cabeza. Pero, en
seguida pienso en Don Bosco y
en su vida, que fue una conti­
nua, pero sonriente batalla contra
las deudas. Ello me anima. Y digo a
la Virgen: “En realidad. Tú estás
mucho más comprometida que yo”.
Mediante la ayuda de tantas per­
sonas calladas y buenas hemos ido
adelante hasta el presente. Así lo se­
guiremos haciendo.
Don Bosco decía que cada piedra
del Santuario de María Auxiliadora
era un milagro de la Virgen. Lo mis­
mo pudiera decir yo. Cada casita,
cada metro de la carretera hacia el
pueblecito “María Auxiliadora” es
otro milagro. Y la Virgen no nos de­
jará. Porque sólo tenemos una am­
bición, la de difundir el Reino de
Dios entre los pobres y humildes.

MON5. PEDRO CARRE7TO
Obispo salesiano
de Surct-Thani {Tailandia)

— 25

EirEIIENCM 13-13
E l p a d r e Is a u r o P e d r a x a n o a c u e n ta a u e
a o É M d a d e a y e s p e ra n x a a e n t r e lo s ntixesm

El recorrido entre Oaxaca y
Ayutla-mixes, puerta de entrada
esta última a los centros de mi­
sión salesiana, dura unas tres ho­
ras si las cosas andan bien.
Anduvieron bien las cosas el
otro día que hicimos el viaje cua­
tro valientes. Al volante el Pa­
dre Leopoldo. Un segundo horquetado sobre la palanca de veloci­
dades. Otro compañero de cuadri­
les lozanos y un servidor, el me­
nos joven, nos fuimos turnando
en plan sincronizado a la orden
de «ahora tú», «ahora yo» para
poder estirar las extremidades in-

feriores y salvaguardar obviamen­
te aquellas regiones en donde la
espalda...
El paisaje, durante el recorri­
do, especialmente en tiempo de
lluvias, es formidable. Se suce­
den las barrancas a donde ha ro­
dado más de algún vehículo. A
cada paso surgen estribaciones
montañosas que se estiran hasta
perderse en el horizonte. Parece
aquello una gigantesca acuarela
en relieve. Las moles de montaña
parecen acabadas de hacerse el
pelo con sus rizados e intermina­
bles pinares. La tarde que rodába-

mos en la jadeante «Internatio­
nal» del Padre Leopoldo, amena­
zaba lluvia. Siempre al frente,
entre nubarrones densos, asoma­
ba, de vez en cuando, más de al­
guna sospecha de azul.
A unos 10 kilómetros antes de
llegar a Ayutla, allá abajo, en el
llano, como palomar de fantasía
con sus techos rojos, asienta nues­
tra escuela «tipo» de Matagallinas. El sol ya ha declinado. Que­
dan los bordes del horizonte con
una filigrana encendida. Cortados
a tijera como papel de trabajos
manuales, quemándose en iridis­
cencias, semejan los contornos de
algún palacio encantado.
La experiencia 13/13 no está
em parentada con ningún revólver
30/30. Tampoco hay gnomos a la
vista. Las cébalas no tienen en­
trada aquí. Se trata, por el con­
trario, de una experiencia de pro­
moción humana de lo más avan­
zado en el campo misionero-indí­
gena.

•*•
ih
.H i
'Jr.

A'V

La experiencia durará dos años
para el sujeto que la empiece y
la termine. Interviene el «Miséreor» de Alemania como institu­
ción benéfica. Más: el experimen­
to arrancó el pasado 1 de julio,
lleva tres meses con diez días en
el momento que escribo y en lu­
gar de veinte candidatos indíge­
nas han llegado veintiocho.
Se concentran 13 días en Matagallinas y salen 13 días a
sus comunidades correspondien­
tes. Monseñor Braulio Sánchez,
pionero, pasta de apóstol y promo-

26



tor incansable de la experiencia,
nos informaba el otro día que
veintiocho elementos están rela­
cionados con 12 ó 14 comunida­
des indígenas.

gües. La cultura, que yo sepa, no
hace daño a nadie. Estarán en la
posibilidad de transacciones comer­
ciales con Oaxaca y con la capi­
tal.

El futuro sonríe halagador. Son
variados los aspectos de la pro­
moción. Mencionamos aquí algu­
nos de los más salientes.

Esta experiencia 13/13 que se
ha iniciado el pasado 1 de julio
de 1971, se irá sucediendo mes a
mes, año con año hasta lo inde­
finido. Creo que el aspecto de
perfectibilidad humana no tiene
límites. Se proyecta ima funda­
ción y experiencias similares para
la región de la «Chinantla», zona
misionera en Veracruz y Oaxaca.

Dos o tres jóvenes o adultos
están aprendiendo primeros auxi­
lios. Cuatro o seis se dedican a
la cuestión agrícola. Otros gru­
pos estudian el español como fu­
turo elemento de cultura para sus
hermanos de habla mixe. Otros
aprenden fruticull ura para mejo­
rar la economía de la comunidad,
a corto y largo plazo.

No se crea que la cosa es fá­
cil. El misionero tiene que ven­
cer
innumerables
dificultades.
Unas porque se conocen, otras
porque se prevén y otras muchas
porque se presentan de improviso.
Sólo un corazón muy generoso
es capaz de afrontar y vencer ese
cúmulo de variadas situaciones.
El misionero tiene ese «corazón
muy generoso». También lo tiene
el indígena. Ya lo estamos pal­
pando. Especialmente cuando en­
tiende estar ayudando a su com­
pañero de raza.

Cuando vuelven por 13 días a
sus localidades, los vecinos los re­
ciben expectantes y llenos de ilu­
sión. Se opera o se irá operando
el cambio. «A quién le dan pan
que llore.» Aquello parece toda
una nueva oportunidad. Mejorará
la región. Los campos podrán es­
ta r mejor cultivados. Las infec­
ciones y diarreas m atarán menos
niños. Las futuras mamás esta­
rán en condiciones de prevenir las
peligrosas fiebres puerperales.
Se cocinará en chimeneas de
fabricación casera. H asta ahora
lo han hecho en el suelo. Es común que los niños se caigan al
íuego. El peligro se verá conju­
rado.
Mi abuelo solía decir: t¿y a

\

Yo creo poder decir: ¿a cuál de
los mixes no le gustarán las fru­
tas en miel?
Bien pronto, una vez que do­
minen el español, los mixes en
un alto porcentaje serán bilin-

-h
¿N o parece
que
ia alegría
de este
chico mixe
nos infunde
un poco
de tristeza?

■- •

— 27

y

Gracias
a
María
Auxiliadora

CONSIDERO
QUE FUI ESCUCHADO
Velllla de Valderaduey (León).
En la segunda quincena del pró­
ximo pasado mes de agosto, se me
presentaron de noche unos dolores
agudísimos hasta producirme es­
pasmos. Avisado de urgencia el
médico, ordenó sin falta mi internamiento en el Hospital General
de León, donde fui operado de
apéndice, al tiempo que se proce­
dió a explorar otras partes vitales
del organismo en previsión de ma­
les mayores. Por esta razón, me
fue seccionada parte del hígado.
Como considero que fui escucha­
do en momento tan difícil, por
nuestra Madre Auxiliadora, de la
que somos tan devotos, quiero ha­
cer público mi agradecimiento y
enviar una limosna, como había
prometido. Hoy me encuentro per­
fectamente y haciendo vida casi
normal. Isaac González.

TOMA VARIO S TRANQUILIZANTES
Montaña Alta (Gran Canaria).—
En un descuido, un nietecito de
trece meses tomó varios tranqui­
lizantes. Se encontraba muy grave
cuando llegó a mi casa la visita
domiciliarla de María Auxiliadora.
Postrada ante ella, te supliqué sal­
vara al niño y consolara a sus pa­
dres, que no tenia otro y estaban
llenos de dolor. Al dia siguiente
el niño comenzó a mejorar. Actual­
mente el niño se encuentra bien.
Después de haberle hecho ei elec­
troencefalograma, los médicos ase­
guran que está en perfecto estado.
Agradecida, envió una limosna
para tas misiones. Una devota.

28



a

su Apóstol
San Juan
Bosco

Barcelona. — Habiendo nacido
prematuramente la tercera de mis
hijos y estando a los pocos días
en peligro de deshidratación, in­
voqué a María Auxiliadora para
que vetara por ella, prometiéndole
un donativo para las misiones salesianas y la publicación de esta
carta. Ahora, después de varios me­
ses, cumplo la promesa y continúo
rogándole que no ia desampare
nunca. T. R.
Elche.— Encontrándome en una
situación familiar difícil pedí a Ma­
ría Auxiliadora su intercesión para
que se hiciera una luz entre pa­
dres e hijos para llegar a una con­
clusión justa. Para ello hice una
novena. Hoy, agradecida, envío una
limosna para las obras saiesíanas.
J. Meléndez.
ATROPELLADA POR UN COCHE
Córdoba.— Habiendo sido mi hija
Paqui Piñas Guzmán otropetlada
por un coche con una violencia
tan grande que estuvo varios días
en estado de coma, acudí con una
confianza muy grande a María Auxi­
liadora. Puse a la cabecera de su
cama una estampa de la Virgen y
todos en la familia nos pusimos a
invocarla con fe y devoción. Pron­
to la niña comenzó a recobrar el
conocimiento y su curación se fue
haciendo cada vez más sensible
hasta tal punto que hoy su recu­
peración es total habiendo podido
reincorporarse a sus estudios.
Doy gracias a María Auxiliadora
por este favor y le envío una li­
mosna pidiéndole que nos siga pro­
tegiendo siempre. Tomás y Mar­
garita.

DAN G RACIAS
Y ENTREGAN UNA LIM OSNA
POR FAVORES RECIBIDOS
Virtudes Selva, de Villena; Ju­
lián Torres P„ de Olivares, por el
éxito en la operación de un sobri­
no: Emilia González Almeida, de
Arinaga - Agüimes (Las Palmas),
por haber curado de una úlcera
varicosa en una pierna; Dolores
Fernández, de Montefrío; M. Espi­
no, de Córdoba, por el éxito en
unos exámenes difíciles; Saturnina
Blázquez Sánchez, de Salamanca,
envía limosna para una misa de ac­
ción de gracias; E. P. G.; Sor Ma­
ría Elena Ferrando, de Alicante,
por una gracia recibida; Una lec­
tora de Cañizo de Campos (Zamo­
ra); J. M.® S., de Reus, por varios
favores recibidos; J. S., de Las Pal­
mas, por la curación de su herma­
na, a la que se le habían compli­
cado dos enfermedades y por la
que temían un desenlace fatal, des­
pués de una novena, fue curándo­
se poco a poco y ahora se encuen­
tra bien; Jacinta Alvarez, de N. N.;
Ciriaco Gallejones Gómez, de Ma­
drid, por varios favores recibidos:
1. R. B., de Buriana, por ia protec­
ción recibida en un accidente de
circulación; Adoración Benito, de
Salamanca; Ester Toledano, de Sa­
lamanca; Paulina Moriñigo, de Sa­
lamanca; R. Serrano, de Salaman­
ca; Amalia López Rodríguez, de
Miranda, por la curación de una
amiga de Cesuras (La Coruña) y
para que proteja a dos enfermos;
María del Carmen Tamarit, de Valiadolid, en agradecimiento al Sa­
grado Corazón de Jesús y María
Auxiliadora; La señora de B., de
Bilbao, por varios favores recibí-

dos; C. G., de Cañizo; E. R., de
Cañizo, por no haber sido nece­
saria la intervención quirúrgica de
una hermana suya; G. Z., de Ca­
ñizo, por favores recibidos; Una
devota, de Vigo, por un favor al­
canzado; Eladia Márquez, de Sa­
lamanca, cumpliendo una promesa
por una gracia recibida; María Monteverde, de La Línea de la Con­
cepción, por una gracia recibida;
N. N., de Valencia, ofrece un do­

nativo diciendo: “Nuestro gusto se­
ria para los niños pobres y en es­
pecial a hijos de padres de mala
conducta”; Regina Castaño, María
Cuevas y M. S., de Astudillo, por
favores recibidos; Felipe García, de
Renedo de Zalíma, cumpliendo una
promesa por un favor recibido; Una
entusiasta de María Auxiliadora, de
Arévalo, por la solución de un
asunto que pidió a la Virgen; L. P.,

de Barcelona, agradecida a San
Juan Bosco por el éxito de una
operación sufrida por su esposo;
Pablo Marcos Holgado, de Sala­
manca; A. R., de N. N.; H. López,
de Salamanca; Una devota, de Sa­
lamanca; J. A. S. M., de Orense,
por un favor muy grande; Bernar­
da Quiles de Almansa, de León;
N. N., de Elche, para las Misiones
del padre Bohnen.

Gracias
de nuestros
siervos
de Dios
Barcelona.— Por un favor muy Im­
portante de María Auxiliadora y
Santo Domingo Savio, envío una
limosna, «f. O. C.
Astuditlo.— Doy gracias a Santo
Domingo Savio y envío una limos­
na. Rosa Luena.
Las Palmas.— Doy gracias a Do­
mingo Savio por la protección pres­
tada a mi sobrina. A la vista de
unos análisis, dos médicos diagnos­
ticaron meningitis. A los pocos días
de empezada la novena al santo,
un tercero comenzó a retirarle to­
das las medicinas que se trataba
de una equivocación. La niña co­
menzó a mejorar rápidamente. J. S.,
exalumno.
GRACIAS A
NUESTROS SIER V O S DE DIOS
La Línea de la Concepción.— Doy
gracias a la sierva de Dios Doña
Dorotea de ChopHea, por su inter­

cesión por haber aprobado mi hijo
sus exámenes de bachillerato. Agra­
decida, envío una limosna para su
causa de beatificación y lo hago
público en este BOLETIN. María
Sánchez Lorente.
Montefrío.— Agradecida a varios
favores de Doña Dorotea, envío una
limosna. Dolores Fernández.
Cañizo de Campos.— Por un fa­
vor recibido de Doña Dorotea, en­
vío una limosna. Una lectora del
BOLETIN SALESIANO.

doblado, que me era totalmente
desconocido. Lo recogí con extrañeza y me puse a leerlo; era un
ejemplar del “Boletín Informativo"
de la sierva de Dios Doña Dorotea
de Chopitea. Lo leí con curiosidad
y me impresionó vivamente el rela­
to de su vida. Decidí desde en­
tonces a probar la eficacia de su
intercesión. Cada vez que se me
presenta algún problema, acudo a
la sierva de Dios y siempre obten­
go alguna solución.

Ciudadela.— Agradecida a Doña
Dorotea por favores obtenidos, en­
vío una limosna. Una ciudadelana.

Lo que más nos urgía era en­
contrar un trabajo bien remunera­
do para mi esposo. Pues bien, ha­
ce unos días lo encontramos. Por
ello hago pública mi gratitud y en­
vío una limosna para la causa de
beatificación. María Elena de Osseguera.

Rubí (Barcelona).— Hace dos me­
ses, recién llegada a esta región
con mi esposo e hijos, advertí un
día, en el suelo, un papel impreso,

Barcelona.— Envío una limosna
para la causa de beatificación del
mártir salesiano don Recadero de
los Ríos. Ricardo Nácher, S. D. B.

Salamanca.— Agradecida a Doña
Dorotea por varios favores, envío
una limosna para su beatificación.
A. G.

FUERON A LA CASA DEL PADRE

R . F . D on T O M A S
G U T IE R R E Z
CUADRADO
y del bachillerato; logro del con­
venio con la Universidad de Sevi­
lla, a fin de utilizar uno de los pa­
bellones del edificio como Facul­
tad de Ciencias; instalación de una
Residencia Universitaria. Su presti­
gio se ha visto rubricado en la con­
dolencia masiva, que significó el
funeral y en la propuesta del Ayun­
tamiento de dar su nombre a una
de las calles adyacentes al Cole­
gio".

R. P. Don Tomás Gutiérrez Cua>
drado t en Hinojosa de Duero (Sa­
lamanca), el 2 de noviembre de
1971, a los sesenta y nueve años
de edad, cincuenta y uno de pro­
fesión y cuarenta y uno de sacer­
docio.
Desde el Colegio Mayor San Juan
Bosco de Sevilla, nos envían las
notas biográficas de este gran salesiano que fue don Tomás. “Tra­
bajaré en la sombra hasta que el
Señor me quiera recoger", había
declarado pocos días antes de su
muerte. Y el Señor lo llamó para
darle el premio a su vida de traba­
jo a los sesenta y nueve años de
edad, cincuenta y uno de saleslano
y cuarenta y uno de sacerdocio.
Buen bagaje de servicio a los jó­
venes, como hijo de San Juan
Bosco.
Don Tomás es recordado con
cariño en todos los campos de su
actividad salesiana: en Córdoba, en
Trlana, en la Universidad Labora!
de Sevilla, en Mérida, en Badajoz.
Durante el trienio 1968-71, fue el
primer director del recién estre­
nado Colegio de Badajoz. “Por sus
dotes personales y su experiencia,
fue considerado idóneo para orien­
tar y dar la impronta a esta nueva
casa, no exenta de dificultades. Y
en tres años ha quedado patentiza­
da su idoneidad: funcionamiento
perfecto de la enseñanza básica

30

Destaca de don Tomás su dina­
mismo salesiano. “Hombre de su
tiempo, supo hacer de la acción
— a lo Don Bosco— el medio há­
bil para su misión de apóstol sa­
lesiano. “A pesar de sus aparien­
cias — escribe un salesiano— fue
siempre un hombre responsable,
constante, metódico". En ello ra­
dica el secreto de su actividad
apostólica que, a los setenta años,
hace escribir a otro salesiano:
“Parecía un hombre que nunca iba
a morir, viéndolo tan dinámico a
sus años”.
Su amor a la Congregación, sin
miedo a "gastarse y desgastarse",
a lo San Pablo, por la juventud,
hasta contraer en sus años jóve­
nes una enfermedad larga y pe­
nosa.
Su bondad, a pesar de sus apa­
riencias duras e intransigentes, con­
forme a la estampa del clásico
"consejero" salesiano, en su inte­
rior encerraba un alma dúctil, sen­
cilla, bondadosa, pronta a recibir
una broma y a dejarse prender en
las redes del afecto para sentir la
alegría de ofrendar respuesta si­
milar.
Una profunda espiritualidad, ba­
sada en la Sagrada escritura, que
siempre tenía a mano; en la ora­
ción: "Oraba mucho... Le sorpren­
díamos rezando... Nos edificaba
con sus rezos"; en la devoción a
María Auxiliadora.
Soñaba con un descanso, bien
merecido, en la tierra, y el Señor
se lo otorgó en el cielo.

Doña Manuela Roldán Pozo t en
Horcajo de Santiago (Cuenca),
cuando iba a cumplir noventa años
de edad — había nacido el 31 del
XII de 1881— , tras una rápida en­
fermedad, el día 16 de diciembre
de 1971. Era hermana del bene­
mérito don Agapito Roldán, coad­
jutor salesiano de la Inspectoría
de Madrid.
Como coperadora fue muy aman­
te de las obras salesianas con las
que estuvo en contacto a través
de su hermano, y por las que pe­
día a María Auxiliadora en el rezo
diario del Santo Rosario, una de
sus devociones preferidas.
El señor Cura Párroco, que la
conocía bien, decía que era un
alma transparente, sinceramente
cristiana, sumergida de lleno en la
voluntad de Dios.
Esperamos que su vida virtuosa,
sus fervorosas confesiones y co­
muniones, la Santa Unción y la Ben­
dición Papal recibida, así como la
recomendación del alma que siguió
con perfecta lucidez hasta el fin,
la hayan hecho ya participar del
gozo de Cristo Resucitado.
Doña María dei Carmen Salva­
dor Sabat t en Gerona, el 18 de
noviembre de 1971, a la edad de
setenta y cuatro años.
La vida de doña María, se des­
arrolló haciendo el bien, practican­
do la caridad, tal como nos la en­
señó el Señor, sin miramientos y
sin la espera de la recompensa en
este mundo.
Entusiasta Cooperadora Salesia­
na, siguió las huellas de sus pa­
dres, don Luis M. Salvador y doña
Dolores Sabat, quienes le inculca­
ron el amor a la Virgen Auxiliado­
ra, ya que su Padre, fue de los
primeros Cooperadores en Gerona,
quien tuvo la suerte de haber co­
nocido personalmente a Don Bos­
co, a quien pudo saludar cuando
visitó las nacientes Escuelas Salesianas en Puente Mayor, a su
paso por la Ciudad de Gerona.
Enferma desde hacía casi un
año y durante los últimos meses
agravada su enfermedad por ha­
berse quedado imposibilitada, y
perdida el habla durante cerca de
dos meses, soportó con ejemplar
resignación los intensos dolores
que la enfermedad le ocasionaba,
siendo de admirar su conformidad
con la voluntad de Dios, como an­
tes había soportado las infinitas
contrariedades de la vida.
Don Antonio de la Loma Martí­
nez t en Astudillo (Palencia).

^

BECAS PARA
LAS VOCACIONES
SALESIANAS
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una familia es un hijo sacerdote."
(Don Bosco)
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Beca «M aria A uxiliadora». D. R. O. R. T otal: 30.0Ó0 pi^.
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Beca p erp etu a I I «Señoritas de Felipe». P rim era e n t.; 60.000.
Beca <Familia B araut-O biols». N. e.: 500. T otal: 52.000 pts.
Beca «Don Jo s é Santos». D eusto (Colegio). T otal: 23.000 pts.
Beca «San Cosme y S anta M agdalena». N. e .: 2.600 pts. To*
Beca «Señorita H a ría de Felipe». T otal: 50.000 pts.
tal: 92.500 pts.
Beca «Inm aculada Concepción». J . L . M. T otal: 11.500 p ts.
Beca «San Jo s é (H nas. C atasús)». N. e.: 6.000. T .: 20.000.
B eca «M aría Angeles P ostigo L abrador». T o ta l: 30.000 p ts.
Beca «J. M. y M. C.» N. e.: 6.000 p ts. T otal: 25.000 pts.
Beca «Conchita Diez Noza». T otal: 30.000 pts.
Beca «Sagrado Corazón de Jesús». N. e.: 1.000. T .: 2.500.
Beca «Virgen del (O tilio » . E l Royo. T o ta l: 9.800 pts.
Beca «María Auxiliadora». N. e .: 1.000. T o ta l: 2.500 pts.
Beca «F. Canales». T otal: 14.000 pts.
Beca «Ntra. Sra. de M ontserrat». N. e.: 1.000. T .; 99.500.
B eca «M aría A uxiliadora». Zuazo. T otal: 5.500 pts.
Beca «Ntra. S ra. de la Merced». N. e .: 1.000. T o ta l: 2.500.
Beca «Don Bosco». C iudad L aboral. P asajes. T otal: 5.720pts.
Beca «San José». N. e .: 1.000 p ts. T o ta l: 23.500 pts.
B eca «Sagrada Fam ilia». San Sebastián. T otal: 10.000 pts.
Beca «San Ju a n Bosco». N. e .: 1.000 p ts. T o ta l: 2.500 p ts.
Beca «Francisco T ierra». B urceña. T otal: 8.600 pts.
Beca «San F rancisco de Sales». N. e .: 1.000. T o ta l: 2.500.
B eca «San J u a n Bosco». T otal: 5.000 pts.
B eca «Santo Dom ingo Savio». S antander. T otal: 19.600 pts.
Beca «Santo Dom ingo Savio». N. e.: 1.000. T otal: 2.500 pts.
B eca «San Jo sé Obrero». In d u striales. S antander. T . : 10.000
Beca «Santa M aría Mazzarello». N. e.: 1.000. T otal: 2.500.
Beca «M aría Auxiliadora». A rch. S antander. T o ta l: 6.000 pts.
Beca «San Jo sé Cafasso». N. e.: 1.000 p ts. T o ta l: 2.500 pts.
Beca «Señores de Udaetxe». Bilbao. T o ta l: 34.000 pts.
Beca «Don Antonio Aime». N. e .: 1.000. T o ta l: 2.500 pts.
Beca «San Andrés». B urgos. T o ta l: 1<327,35 pts.
Beca «Don Felipe A lcántara». N. e .: 1.000. T o ta l: 7.500 pts.
Beca N uestros M ártires». Zuazo. T otal: 18.6(» pts.
Beca «Don J u a n Antal». N. e .: 1.000 pts. T otal: 96.500 pts.
Beca «M aría Auxiliadora», n . T o ta l: 20.000 pts.
Beca «Antiguos Alum nos Salesianos». N. e .: 1.000. T . : 2.500.
Beca «Alfonso (Sómez Pineda». Pam plona. T otal: 5.000 pts.
Beca «Don M anuel Bars». N. e .: 1.000 pts. T o ta l: 2.500 pts.
Beca «San Paulino». Baracaldo. T otal: 6.000 pts.
Beca «Don A ndrés B eltram i». N. e .: 1.000 p ts. T otal; 2.000.
Beca «E duardo Caprani*. Baracaldo. T otal: 6.000 pts.
Beca «Don Jo sé Binelli». N. e.: 1.00 p ts. T otal: 2.500 pts.
Beca «Jesús Aznar», prom ovida por Doña M aria Salmerón,
Beca «Don
J u a n Cagliero». N. e.: 1.000 p ts. T : 2.500pts.
Vda. de A znar. T o ta l: 7.000 pts.
Beca «Don
Jo sé Calasanz». N. e.: 1.000 p ts. T : 2.500pts.
Beca «Don Jo s é L u is Carreño». N. e .: 1.00 p ts. T : 2.500.
Beca «Don
L uis Cid». N. e.: 1.000 p ts. T o ta l: 2.500pts.
INSPECTORIA DE CORDOBA
Beca «Don
Sergio Cid N. e .: 1.000 p ts. T o ta l: 2.600pts.
Beca «Cooperadores Salesianos». N. e.: 1.000 p ts. T : 2.500.
P. Provincial: Calle María Auxiliadora, 14 - Córdoba
Beca «Don L u is Cutillas». N. e.: 1.000 p ts T : 10.000 pts.
BECAS COMPLETAS
Beca «Don Conrado Cardé». N. e .: 1.000 p ts. T : 2.500 pts.
Beca «Doña Dorotea». N. e.: 1.000 p ts. T otal: 2.500 pts.
Beca «Fam ilia Marrero-M uftoz». D. Manuel M arrera y seño­
Beca «Sr. F rancisco
Fernández». N. e.: 1.000pts. T : 2.500.ra. L as Palm as. T otal: 100.000 pts.
Beca «Don
Rodolfo Fiero». N. e.: 1.000 p ts. T : 2.500 pts.
BECAS EN FORMACION
Beca «Sr. M artin Goicoechea». N. e.: 1.000 pts. T : 2.500.
Beca «Don
E duardo Gutiérrez». N. e .: 1.000pts. T : 2.500.
Beca «N tra. Sra. Consolación». T orredonjlm eno. N. e .: 6.000
Beca «Don
M anuel H erm ida». N. e .: 1.000pts. T . 2.500.pesetas. T o ta l: 45.0(X) pts.
Beca Don F ederico Jordana». N. e .: 1.00 p ts. T : 2.500 pts.
Beca «Sagrado Corazón». L as Palm as. T otal; 79.456 pts.
Beca «Don Miguel Magone». N. e.: 1.000 pts. T : 2.500 pts.
Beca «San J u a n Bosco». por los AA. AA. N.
: F . Ortega,
Beca «Mamá M argarita». N. e.;
1.000 p ts. T o ta l:
2.500pts.
L in a res: 2.000 p ts. T o ta l: 61.000 pts.
Beca «Don Jo sé Martí». N. e .:
1.000 p ts. T o ta l;
2.500pts.
Beca «M aria A uxiliadora». M álaga. N. c .: 3.000. T . ; 38.800.
Beca «Fam ilia M arti Codolar». N. e.: 1.000 pts. T : 2.500.
Beca «D. B ernardo López Baena». Córdoba. N. e .: 5.000.
Beca «Don Ignacio Rubio». N. e .: 1.000 p ts. T . ; 2.500 pts.
T otal: 25.000 pts.
Beca «Templo del Tibidabo». N. e.: 1.000 pts. T : 2.500 pts.
Beca «Rom ero-M artfnez». M álaga, p o r D.4 Dolores Martínez,
Beca «Padre Viñas*. N. e .: 1.000
p ts. T otal: 2.500 pts.
Vda. de Rom ero. N. e .: 5.000 pts. T otal: 35.000 pts.
Beca «Vocaciones Salcsianas». N. e.: 1.000 pts. T ; 2.500.
Beca «M aría Auxiliadora», d ejad a por D. E duardo Ortiz
Beca «Pilar». N. e.: 5.000 p ts. T o ta l: 40.000 pts.
M ata, q.e.p.d.; A lcaudete (Ja én ), P rim era e n t.; 10.000 pU.
Beca «Herm anos S. R.» N. e.: 2.000 p ts. T o ta l: 6.000 pts.
Beca «Fam ilia L ara». L a s Palm as. N. e.: 400. T . : 7.900 pts.
Beca P e rp e tu a «P alm ira E steve y Fam ilia». 300.000 pts.
Beca «Santo C ura de Ars». Córdoba. N. e.; 7.000. T . : 17.000.
Beca «Daniel Conde». P rim e ra e n tre g a ; 85.000 pts.
Beca «J. H . S.» L as P alm as. T o ta l: 32.000 pts.
Beca «Juan Alberto». A. A. de R ocafort. T otal: 13.000 pts.
Beca «Fam ilia Logo». T o ta l: 12.700 pts.
Beca «San Pedro». T o ta l; 60.000 pts.
Beca «E. H ernández Chacón». L as P alm as. T o ta l; 17.900 pts.
Beca «Virgen del Pino». L as Palm as. T otal: 6.700 pts.
Beca «Santa Teresa». G ranada. N. e .: 3.00D. T otal: 19.160.
INSPECTORIA DE BILBAO
Beca «Arch. M aría A uxiliadora». S ta. C. T enerife. T . : SZ.V*).
Beca M isionera «Don Dionisio R i o . T otal: 24.000 pts.
P. Provincial: Escuelas Saiesianas ■ Deusto>Bílbao
Beca «S. Jo s é y N tra. Sra. M ontserrat». G ranada. T . : 19.70t.
Beca «Miguel Magone». L as P alm as. T otal: 6.500 pts.
BECAS E N FORMACION
Beca « F a m il^ L inares». I ^ P alm as. T otal: 3.700 pts.
Beca «Fam ilia N aranjo». L as P alm as. T otal: 6.800 pts.
Beca «Mamá M argarita». L . Cañada. Pam plona. N. e .: 250.
B eca « H aría A uxiliadora». Ronda. J . T roya Z. T . : 25.000.
T otal: 29.250 pts.
Beca «Baldom cro Pagán». Pozoblanco. T o ta l: 25.000 pts.
Beca «Camilo Fdez. Fandifio». prom ovida por J . Gestoso.
Beca «Fam ilia T orre». L as P alm as. T o ta l: 4.700 pts.
30.000 pts.
Beca «Cías. Ju v e n tu d Salesiana». L a Orotava. T o ta l: 43.000.
Beca «Don Jo sé M aría Taíbó». m . T o ta l: 27.000 pts.
Beca «Francisco L ^ n Navarro». L a s Palm as. T . : 3.600 pts.
Beca «Don Jo sé D íaz de Cerio Valle y P e tra G astón Vento­
Beca «D. S ebastián M.6 Pa.^to^>. Córdoba. T o ta l: 8.015 pts.
sa». T otal: 36.000 p ts.
Beca «Sto. Dom ingo Savio». (Tías. Ju v e n tu d Salesiana. L as
Beca «María Auxiliadora», n. Acrh. B aracaldo. T.: 62.000.
P alm as. T o ta l: 44.300 pts.
Beca «Fam ilia Im bert». T o ta l: 40.000 pts.
Beca « P u ra Berm údez». M álaga. T otal: 28.600 pts.
Becas «P. B eobide - F a m ilia S alesiana de Guipúzcoa». N. e .:
Beca
«Fam ilia Mtifioz». T o ta l: 21.000 pts.
8.000: T o ta l: 239.775 pts.
Beca «Santa Isabel». G rana-la. T o ta l: 40.200 pts.
Beca «Don R a m te Zabalo». B aracaldo. M. F ernández. T o­
B eca «San J u a n B autista». T o ta l: 21.000 pts.
tal : 45.000 pts.
Beca «E scneliú E d e m a s » . M ontilla. T o ta l: 12.000 pts.
Beca «Di^la Carm en A g u irro . T o ta l: 21.000 pts.

INSPECTORIA BARCELO NA - “B ESA B A R "

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«Ntra. Sra. del Carmen». Pozoblanco. T .: 40.000 pts.
«Fam ilia N avarro». T o ta l: 7.100 pts.
«Santa Catalina». II. L aa Palm aa. T otal: S.OOO pts.
«Santa Ano». Alcalá la Real. T otal: 20.000 pts.
«Don V icente Reyes». T otal: 2.700 pts.
«M aría Auxiliadora». Antonio R oyán. T otal: 28.800 pts.
«M aría Auxiliadora». Coop. A ntequera. T .: 11.500 pts.
«Fam ilia del P ino Muftoz». Ja é n . T otal: 10.000 pts.
«Santa Cruz de Tenerife». T enerife. T otal: 32.000 pts.
«Santo Dom ingo Savio». Cías. Tenerife. T . : 21.000 pts.
«Fam ilia Atlllo Ley». L as Palm as. T otal: 1.500 pts.
«Juan X X III». M ontllla. T otal: 14.350 pts.
«Fam ilia E spejo Gómez». M ontllla. T otal: 12.000 pts.
perp etu a «T raya Gozálvcz». Ronda. T o ta l: 24.000 pts.

INSPECTORIA DE MADRID . “D ESA M A ”

P. Provincial: Paseo del General Primo de Rivera, 27
Madrid (5) - Teléfono 227 56 91

BECAS COMPLETAS
Becas perpetuas «Salcslanos Don Bosco» I y II. 500.000 pts.
BECAS EN FORMACION
Beca ])crpctua «Besama». E. Jim énez-A rnau, 8.000; L. Limia, 150; P . R. Ponga. 2.000; C. M. G.. 6.000; M.a C. L ló­
renle. 3.000. T otal: 70.000 pts.
Beca perpetua «Salcslanos Don Bosco» III. T . ; 11.499 pts.
Beca «Fam ilia F ran cia G.» Salam anca. N. c.: S.OOO. T otal:
11.000 pts.
Beca «M. A. L.» M. A ranguren. N. c .: 1.000. T . : 49.000 pts.
Beca «S. F rancisco de Sales» II. Coop. E strecho. N. e.: 2.640
pesetas, T otal: 17.006 pts.
Beca perpetua «Mercedes Cruzado». N. e.: 3.000. T . : 66.000.
Beca «Fam ilia Mesonero». N. e .: 14.000. T otal; 50.000 pts.
Beca m ayor «Sgdo. Corazón». N. e .: 2.000. T otal: 23.000 pts.
Beca «Sta. T eresa y S. Vicente». N. e .: 10.000. T . ; 50.000.
Beca «Josefa R oldan y familia». N. e.: 4.000. T .: 40.000.
Beca «S. Antonio». A. Angulo. N. e .: 10.000. T otal: 40.000.
Beca «Arch. M arín A uxiliadora*. Carabanchcl. T . ; 46.000.
Beca «Viuda de Pujadas». T otal: 22.000 pts.
Beca «Corazón Duro». T otal: 60.000 pts.
Beca perpetua «Besnma». L. Conde. T otal: 61.350 pts.
Beca «El C oadjutor Salcslano». Palom a. T otal: 47.000 pts.
Beca «San José». Arch. P izarrales. T o ta l: 45.000 pts.
Beca «S. Ricardo». T otal: 10.000 pts.
Beca M ayor «Reina de los Angeles». T otal: 70.000 pts.
Beca «M aría Auxll.» Arch. Atocha. T otal: 23.725 pts.
Beca «Don Juan». II. T otal: 30.000 pts.
Beca perp etu a «Saleslanos Don Bosco». T otal: 204.825 pts.
Boca «Ntra. Sra. del Carm en y S. Lucas». II. T otal: 15.000.
Beca «Arch. M arta A uxiliadora». Carabanchel. T . : 36.000.
Beca «Don Jo sé Aguilar». Ciudad Real. T otal: 20.000 pts.
Beca «M aría A uxiliadora». Salam anca. T otal: 11.000 pts.
Beca «F. Canales». T otal: 24.000 pts.
Beca «Fam ilia A. M iranda». T otal: 20.000 pts.

INSPECTORIA DE SEVILLA - “B E S A S E ”
P. Provincial: Calle María Auxiliadora, 18 • Sevilla
Teléfonos 35 04 86 y 30 01 00
Beca «Don F rancisco Ja v ie r M ontero». D onativo de su s An­
tiguos Alum nos. T otal: 100.000 pts.
BECAS EN FORMACION
Alcalá. Beca «Ntra. Sra. del Aguila». T otal: 26.200 pts.
Alcalá. Beca «San Pedro». Coop. T o ta l; 6.000 pts.
Alcalá. Beca «Arch. M aría A uxiliadora». T otal; 5.000 pts.
Algcciras. Beca «Don A ndrés YOn». T otal: 6.000 pts.
Alm cndralcjo. Beca «N tra. Sra. de la Piedad». In iciad a por
Fnm . Rafael M artínez Cordón e Isab el M artínez A suar en
mem oria de doña Crescencla A suar. N. e .: 4.500. T .: 36.600.
Cádiz, Beca «Marín A uxiliadora». T otal; 46.000 pts.
Cádiz. BtH:a «D. Clem ente Guede*. N. e .: 2.600. T . : 14.676.
Cádiz. Beca «M aestro Pngés». N. e .: 2.000. T . : 16.295 pts.
Cádiz. Beca «Rvdo. D. Jo sé M ontserrat». T otal: 13.000 pts.
Cádiz. Beca «Santiago Apóstol». T otal; 70.000 pts.
Cádiz. Beca «San José». N. e.: 2.000 p ts. T otal: 8.000 pts.
Campano. Beca «Bertem atl*. T otal: 6.000 pts.
Carm ena. Beca «Don F erm ín Molpeceres». T otal: 13.000 pts.
Cácere.s. Beca «San J u a n Bosco». T o ta l: 16.760 pts.
Jerez. Beca «Don J u a n Torres*. T o ta l: 2.600 pts.
Jerez. Beca «Escuela de M aestría». T o ta l; 20.000 pts.
L a Linea. Beca «Inm aculada Concepción». T o ta l; 500 pts.
L a P alm a. «San Andrés». N. e .: 5.000. T o ta l: 10.000 pts.
L a Palm a. Beca «Virgen del Valle*: 1.» e .: 9.500 pts.
M érida. Beca «Don Ja v ie r Montero*. T otal: 12.500 pts.
Morón. Beca «N tra. Sra. del S agrado Corazón». T . : 26.000.
Morón. Beca «M ártires Salcslanos de Morón». T .: 3.500.
P u e rto Real. Beca «M aría A uxiliadora». T otal: 18.000 pts.
Rota. BiTa «N tra. Sra del Rosarlo». T o ta l; 14.000 pts.
Sevilla. Beca «Marta Auxiliadora». A. R. T otal: 30.000 pts.

32 —

Sevilla. Beca «Corpus Christi». S rta. J . Q uintana. N. e .:
100 p ts. T otal: 14.800 pts.
Sevilla. Beca «D. Antonio M arcolungo» de D oña Carm en H i­
dalgo, Vda. de C ortés de Bienvenida Badajoz. T .; 17.000.
Sevilla. Beca «P. T om ás Gutiérrez». P rim era e.: 7.000 pts.
S evilla-T rinidad. Beca «M aría Auxil.» Arch. T .: 30.000 pts.
S evilla-T rinidad. Beca «Stma. Trinidad». T otal: 16.000 pts.
S evilla-T rinidad. B eca «D. Tom ás González». T . : 30.000 pts.
Sevilta-R esidencia. Beca «S. J u a n Bosco» i n . T . : 16.000 pts.
Sevilla. Beca «N tra. Sra. de la Piedad». T o ta l: 31.106 pts.
S evilla-T rinidad. Beca «D. F rancisco de la Hoz. Sra. Vda,
de Caso. N. e.: 10.000 pts. T otal: 21.000 pts.
U trera. Beca «D. A gustín Nofre». T otal: 30.000 p ts.
U trera. Beca «D. MAnuel Fernández». T otal: 30.000 pts.
U trera. «Beca sacerdotal-m ariana P . Campoy». T o ta l: 1.000.
U trera. Beca «Bodas de Oro. D. Jo sé Novoa». T . : 29.000.

INSPECTORIA DE VALENCIA
P. Provincial: Calle de Sagunto, 190 - Valencia
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BECAS EN FORMACION
«Sagrada Fam ilia». T ercera e .: 25.000. T . : 75.000 pts.
«San Bernardino». Villena. N. e .: 8.000. T . : 62.000 pts.
«Santa Teresa». Crevillente. N. e .: 7.000. T . : 38.000.
«San Cayetano». Crevillente. N. e .: l.OÍM. T .; lOO.OOÜ.
«Cooperadores de Valencia». T otal: 13.000 pts.
P e rp . «M aría Am paro Trenor». Valencia. 100.000 pts.
perp. «José Feliu». D.« A urora Busó. Valencia. lOO.OOC.
«San V icente F errer». Valencia. T o ta l: 5.0(W pts.
«Santa Rosa». Coop. de Alcoy. T otal: 60.000 pts.
«Colegio S anto Dom ingo Savio». Valencia. T .: 30.000.
«Arch. M arta A uxiliadora». Valencia. T otal: 28.000 pts.
«Consortes Payá». Alcoy, dos becas p erp etu as: 200.000
«D.i M.« Gómez Genovés». Valencia, 2 becas: 100.000.
«Francisco Gil Esteve». T otal: 24.000 pts.
«Fam ilia Gómez Baldovi», perpetua. T .: 150.000. pts.
«Romero Amorós», perpetua. U ltim a e n tre g a: 25.000,
«José Carbonell», perpetua. T o ta l: 82.000 pts.
«D.i D olores Berenguer», perp. Alicante. T . : 100.000.
«Rvdo. F rancisco Serrats». Valencia. T otal: 8.000 pts.
«San A gustín». Alcoy. T o ta l: 18.000 p ts.
«Don R ecaredo de los Ríos». Alicante. T o ta l: 8.000 pts.
«Muy Rvdo. Don Jo sé Calasanz». T o ta l: 20.915 pts.
«Rvdo. D. L u is B erenguer». Alicante. T o ta l: 20.000 pts
«Ram ón Guerrero». Albacete. T otal: 22.550 p ts.
«Círculo Dom ingo Savio». T o ta l: 2.000 pts.
«Don A ndrés T a ri N avarro». E lche. T otal: 100.000 pts
p e rp etu a «A. B. A.». Valencia. T o ta l; 160.000 pts.
«D. V icente Galván». A licante. T o ta l: 100.000 pts.
«D. M anuel Pérez». V alencia. T otal: 250.000 pts.
«Niño Jesús». T otal: 20.000 pts.
«Doña A ntonia Cabot». A lbacete. T otal: 20.000 pts.
p erp etu a «San Patricio». Ibi. T otal: 50.000 pts.
«M aría P eire» en m em oria de su esposo. T otal: 20.000
«Rvdo. D. M anuel Pérez*. II. T otal: 7.500 pts.
«Rvdo. D. M ariano Aisa». B urrlana. T o ta l: 17.500 pts
«Misiones Salesianas» de Alcoy. P rim . e n t.; 6.000 pts

INSPECTORIA DE LEON
P. Provincial: Apartado 425 • León
BECAS COM PLETAS
Beca «D. R afael C astells y D.* V alentina Cuadra». lOO.OOC
Beca «Fam . R. D. V ictoriano Rguez.». V alsabroso. 100.000
BECAS EN FORMACION
Beca «D, Jo sé Saburido». A llariz. N. e .: 4.500. T .; 44.600.
Beca «MarSa Auxiliadora». A llariz. N. e .: 2.000. T .: 34.000.
Beca «María A uxiliadora». Coop. y Arch. Llaranes-Avilés. N. c.: 600 pts. T o ta l: 1.800 pts.
Beca «Domingo Savio». Col. L larancs-A vilés. N. e.: 1.500
pesetas. T o ta l: 3.000 pts.
Beca «Angel Valverde*. Vlgo. N. e.: 25.000. T .: 100.000 pts.
Beca «P. M anuel Lino». L a Coruña. N. e.: 1.000. T .: 17.700.
Beca «Unlv. L aboral». Zam ora. N. e.; 10.000 p ts. T .: 47.300.
Beca «Fam ilia D am ián F ern án d ez y Sra.». Vigo. T .: 5.000
Beca «Don F elipe García». Coop. Coruña. T otal: 23.135 pts.
Beca «M aría A uxiliadora». Vlgo. T otal: 60.000 pts.
Beca «P. Miguel Salgado». Vigo. S. M atías. T .: 86.750 ptsBeca «José Sabaté». Vigo. T otal: 41.500 pts.
Beca «Don P ed ro Masaveu». Oviedo. T o ta l: 20.000 pts.
Beca «San José». Vigo. San M atías. T otal: 72.000 pts.
Beca «Doña P ila r Gago». Vigo. T otal: 30.000 pts.
Beca «Doña M aría del Carm en Oliveros». T otal: 30.000 p ts
Beca «Don P ed ro Olivazzo». A studillo. T o ta l: 18.700 p ts
Beca «Virgen de Villanueva». A llariz. T otal: 22.725 pts.
Beca «María A uxiliadora». Celanova. T o ta l: 82.000 pts.
Beca «María A uxiliadora». Arch. Vigo. T otal: 34.000 pts.
Beca «Don E rn esto Armelles». Coruña. Colegio. T otal :38.2b'
Beca «María Auxil.» Zam ora. R ey F ernando. T otal: 10.000
Beca «Domingo Savio». León. T o ta l: 16.665 pts.
Beca «N tra.Sra. de Covadonga». T udela V eguín. T .: 19.346
Beca «Don Em ilio M ontero». Orense. T o ta l: 22.000 pts.

PIA OBRA DEL SA6RAD0 CORAZON
San Juan Bosco, antes de su muerte, fundó con la aprobación del
Papa León X III, la Pi'a Obra del Sagrado Corazón para que se cele­
braran S E IS M IS A S D IA R IA S Y P E R P E T U A S en la Basílica del
mismo nombre, en Roma, a intención de cuantos se inscribieran en
ella. Todos los inscritos participan a su vez del fruto aplicable de las
oraciones de los niños de los Colegios Salesianos y de las oraciones
y buenas obras de los Salesianos e Hijas de Mana Auxiliadora.
IN SC R IP C IO N
1. Puede inscribirse uno a si' mismo y a otras personas, vivas o
difuntas, por las que quiere pedir o sufragar.
2. La inscripción, que es nominal, se efectúa tras la aportación
por una sola vez, de una limosna superior a 25 pesetas, o de esa
cantidad (que se puede enviar por giro postal o en sellos de correos
de cualquier valor). La inscripción se acredita con una Cédula.
3. Para inscribirse: Envíe con letra bien clara el nombre o nom­
bres y apellidos de la persona que se inscribe, indicando si es viva o
difunta (no olvide este detalle) a:
O B R A V O C A C IO N A L D E LO S C O O P E R A D O R E S S A L E S IA N O S
Alcalá, 164 - M A D R ID (2)

LIBROS
para m a r z o
FERNAN DO URBINA

«Violencia en el mundo
y en la Iglesia»
Ed. «Nova Terra»
Barcelona, 1970
Un análisis para llegar a la refletxión sobre
un tema de candente actualidad.

M. USEROS
«Cristianos
en la vida política»
Colección «Séptimo sello»
Ediciones «Sígueme»
Salamanca, 1971
Libro interesante para los cristianos que
tienen el empeño de traba)ar por la construcción de la ciudad secular.

BERNARD ALFRINK

«Amar a la Iglesia»

¿QUE PUEDE HACER CON
ESTE TESORO ESPIRITUAL?
A P R O V E C H E L O P A R A U S T E D M IS M O
Tiene sin duda asuntos que le preocupan; quizás dificultades en
su familia; tal vez desea perfeccionarse en su vida cristiana o asegu­
rarse sufragios para su alma... Inscribiéndose en la Pía Obra, seis
sacerdotes intercederán todos los días por usted.
H A G A P A R T IC IP E S D E E L A LO S S U Y O S
Usted desea para los suyos lo mejor: unos están estudiando,
otros abriéndose camino en la vida, tal vez haya algún enfermo...
Una ayuda positiva es encomendarlos al Señor; si usted r>o puede
pedir bastante, los miles de niños y salesianos lo harán por usted.
A P L IQ U E L O A LO S D IF U N T O S
Nada alivia a los difuntos: ni las flores, ni las esquelas, ni su mis­
mo recuerdo. Sólo las oraciones y los sufragios llevan a las almas un
alivio. Inscribiéndolas en la Pía Obra, recibirán de su parte cada día,
el mejor recuerdo: el tesoro infinito de seis misas, y de las oracio­
nes de millares de niños.
NO TA; La cédula artística en la que se acredita la inscripción en
Obra Pía contiaie dos nombres: el de la persona inscrita y el de la
persona que hace el obsequio. Este detalle la hace muy apta para
hacer un delicado presente en una fecha familiar; santo, cumple­
años, fin de carrera... Asi también las cédulas de los difuntos pue­
den ser muy oportunas para dar el pésame o recordar un aniversario.

Colección .«Hinnení»
Ediciones '«Sígueme»
Salamanca. 1971
Con claridad y con amor, el cardenal de
Holanda presenta la tarea y los problemas
de la iglesia de nuestra época.

ANTONIO HORTELANO

«La Iglesia del futuro»
Colección «Verdad e ImagenEdiciones «Sígueme»
Salamanca. 1970
El teólogo español nos presenta une Ima­
gen de lo gue ha de ser la Iglesia del
próximo siglo.

B. HARING.— J. A R IA S
J. M. GONZALEZ RUIZ

«La violencia
de los cristianos»
Colección «Séptimo sello»
Ediciones -Sígueme»
Salamanca. 1971
Estos tres teólogos nos presentan una
clasiflceclón de las diversas actitudes
cristianas ante la violencia y sus dife­
rentes tipos.

PEDIOOS:
Central Catequística Salesiana
Alcalá. 164



M ADRID (28)

UNA

FILMINA

DIFERENTE

Si ¿MA^I’A
^ tV ÍE m ^O Y...

La te o lo g ía m anaría
a tra v é s d e
la vid a o rd in a ria
d e un a fa m ilia d e hoy.

Fecha
1972.03