BS_1969_12

Ficha

Título
BS_1969_12
Descripción
Boletín Salesiano. Diciembre 1969
extracted text
¡FEUCES PASCUAS
DE

BOLETIN SALESIANO
ORGANO DE LA FIA U N IO N DE
COOPERADORES
SAIESIANOS

Revista de la obra de Don Bosco
Año LXXXIII - N.9 12 - Diciembre, 19Ó9

NAVIDAD!
«Sentí decir ¡Belén!,
y un inseguro empuje
me arrastró...»
Luis R osales

DIRECTOR:

JA V IE R RUBIO IBA Ñ E Z
DIRECCION, REDACCION Y ADMINISTRACION:

Alcalá, 164
Telefono: 255 2000
MADRID-2
Depósito legal: M. 3.044-1958
{Con censura eclesiástica)

S U M A R IO
FELICES PASCUAS D E NAVI­
DAD ...................................................
2
NOTICIAS SA LE SIA N A S...............
3
AL ENCUENTRO DE DIOS . . .
4
UN ALMA MARAVILLOSA . . . .
6
EDUQUEMOS COM O D. BOSCO . 11
UNA OBRA SOCIAL DE LAS HI­
JAS DE MARIA AUXILIADORA
EN COSTA R I C A ............................. 12
DON JOSE DOBLADO CELEBRA
SUS BODAS DE O R O .....................15
EL NUEVO OBISPO DE RATBURI
HABIA SIDO UN FERVOROSO
B U D IS T A ........................................... 16
POR EL MUNDO SALESIANO . . . 18
ESTOY VIENDO COM O SE ASAN
LOS C U R A S ........................................20
ANECDOTARIO DE DON BOS­
CO .......................................................... 23
GRACIAS DE MARIA AUXILIA­
DORA Y DON B O S C O ..............24
¿QUEREIS AYUDAR AL TERCER
M U N D O ? ............................................. 28
BECAS SACERDOTALES.....................30

2 —

La Navidad nos acerca
a Dios, a Belén, a nuestros
años de pequeños. Parece
que el antiguo niño, que
duerme en nosotros, se
despierta en estas fechas
para llevamos de la mano
a Dios con un corazón
más sencillo y más puro,
para sentir la paz de su
amor en la intimidad de
nuestros hogares.

EL BOLETIN SALESIANO
desea:

a todos sus lectores
a los Cooperadores
Salesianos
a los bienhechores
de la Obra de Don Bosco
a todos sus familiares
y amigos unas
FEUCES NAVIDADES;
y agradece

la simpatía con que ha sido acogido
y la ayuda que ha recibido a lo largo
del año 1969.

NOTICIAS

S A LES IA N A S

BOLETIN SALESIANO
EN AUSTRALIA
El salesiano Lorenzo Sweener,
jefe de los talleres de imprenta de
Oakleigh (Australia) dirige la im­
presión del Boletín Salesiano de
aquel país.
El Boletín Salesiano es el órgano
o revista oficial de la Obra de San
Juan Bosco. Hoy se imprime en
doce lenguas y 31 ediciones, con
una tirada de un millón de ejem­
plares en conjunto. En sus páginas
se informa sobre las actividades
de la obra salesiana en todo el
mundo, principalmente en las avan­
zadas de la Iglesia y de la Con­
gregación en tierras de misión.

MEMORIAS BIOGRAFICAS
DE DON BOSCO
EN INGLES
El pasado mes dábamos la noti­
cia de la traducción de los XIX vo­
lúmenes de la vida de San Juan
Bosco a la lengua inglesa. En esta
foto vemos la presentación de los
tomos. Acaba de aparecer el sexto.
cUna fiel traducción del original
—dice la leyenda— magistralmente
hecha». cAsf saboreará usted la
vida de Don Bosco mucho más
que antes».
No cabe duda que la lengua in­
glesa es la más hablada en nues­
tro mundo occidental y la que tie­
ne mayor porcentaje de lectores en
el mundo. Ahora Don Bosco será
más conocido.

FILATELIA SALESIANA
£1 coadjutor salesiano, Prof. An­
gel Gabusi, ha preparado la
XIV Exposición Filatélica en la
dudad de Salsomaggiore (Italia).
En dicha exposición ha presentado
48 carteleras de sellos y estampi­
llas sobre el tema cDon Bosco y
su obra».
Ha sido un éxito no sólo filaté­
lico, sino, sobre todo, de difusión
de la Obra de Don Bosco, hábil­
mente presentada.

VISITA A KATANGA
El P. Inspector de Africa Cen­
tral visita las casas de su Inspec­
toría del Congo. Rwanda y Burun­
d i Dicha Inspectoría consta de
doce casas más la diócesis de Sakania con otras trece obras. Es
extraordinaria la labor que reali­
zan los salesianos en Africa Cen­
tral, en donde llevan adelante hos­
pitales, escuelas profesionales, le­
proserías, misiones, parroquias, se­
minarios, colegios de primera y se­
gunda enseñanza.
Y es también grande la esperan­
za de la Congregación y de la Igle­
sia en las tierras africanas. Los
ojos pacíficos y la sonrisa alegre
y confiada de estos negritos, en
los que se transparentó un alma
muy blanca, ensanchan el corazón
del misionero y abren también su
sonrisa y su satisfacción de ofre­
cer su vida y su trabajo por la
juventud centroafricana.

— 3

C ttn n d o la

X a v i d t t t l ll^f/a

AL ENCUENTRO DE DIOS

El mes de d iciem b re se halla
dom inado p o r la fecha cum bre
del d ía v einticinco, q u e trae a
los hom bres la m em oria d el N a­
cim iento d e l Redentor.
De tal m anera se ha im puesto
la N av id ad a la concien cia del
m undo, q u e ap en as h a y nación
o ciudad, incluso p a g an as o no
cristianas, q u e no m uestren su
regocijo p o r ella.
Para los cristianos la N avidad
ha d e te n e r repercusiones in ti­
mas, de lo con trario corren el
riesgo d e v aciar d e co n ten id o el
m ayor m isterio d el Señor, su
Encarnación.
Y repercusiones intim as son,
en tre otras, a d q u irir m ayor con­
cien cia de por q u é v in o al m un­
do, de la m isión q u e le traía;
pero, sobre lodo, d e la misión
q u e traia p a ra la v id a d e cada
hom bre, o sea, p a ra n u estra v id a
y n u estra alma.
El Señor v ie n e a redim irnos,
a in je rta r en su tronco vigoroso

los ram os carcom idos d e los
hom bres, a fin d e q u e la savia
de su V ida, la Gracia, pen etre
en ellos y los h ag a florecer en
hijos de Dios.
Luego, u n a vez rehechos y
ren o v ados con la v id a d iv in a
p e d irá a los hom bres, nos p e d i­
rá, q u e p ien sen no sólo en la
p ro p ia dicha, sino en la d e to­
dos los que v in o a redim ir y
no han recibido aú n su m ensa­
je d e salvación.
La N a v id ad nos in v ita a re­
flex io nar sobre la actitu d d e
nuestro R edentor para con nos­
otros y con los dem ás hom bres
y sobre lo q u e h a d e ser nues­
tra correspondencia a esa acti­
tu d ; esta reflexión es m ed ita­
ción, es oración.
De entre las infinitas co n side­
raciones q u e p u e d e n b ro tar de
n uestra alm a ante el h echo ú n i­
co y grandioso d e la E ncam a­
ción d e Jesucristo y su N aci­
m iento, u n a d e las prim eras que

se p resen tan es q u e Jesús q u i­
siera asum ir personalm ente la
dolorosa tarea de la R edención
hu m an a; q u e sea El, en perso­
na, q u ie n v e n g a a resolver
nuestro problem a capital. N o lo
fia a su om nipotencia, ni a un
ár\gel, n i a la h u m an id ad entera
a la q u e en realid ad le corres­
po n d ería pagar, p o rq u e ella ha­
b la faltado, sino q u e El mismo
se presen ta en el m undo para
p ag ar d e persona n u estra deuda.
A nte esta actitud d e Jesucris­
to, u n cristiano tien e tam bién
q u e ad o p tar u n a actitu d perso­
nal p ara d a r a Cristo su res­
puesta.


*



La respuesta q u e el Concilio
su g iere es la reno v ació n perso­
nal, o sea, q u e los cristianos ad­
q u ieran conciencia d e fe, v id a
y obras cristianas y a y u d e n al
m undo a ser más cristiano, a es-

írucíu rarse cristianam ente, sien­
do en su seno como ferm entos
d e Cristo.
Pablo VI, con ese d o n de la
o p o rtu n id ad con q u e Dios lo h a
enriqu ecid o , h a reco rd ad o que
tal cosa n o será p o sib le si no se
v u e lv e a la oración personal.
C uand o nació Jesús, los pasto ­
res fuero n jun to s a v e r al Re­
d e n to r nacido, p ero cad a u n o
le ofreció su p ro p io don.
Igualm ente ahora todos somos
P ueblo de Dios, lodos oramos
juntos al P adre en la oración li­
túrgica, p ero no p u e d e faltar
nuestra oración p ersonal. Y la
v u elta a la oración p ersonal p o ­
d ría m uy b ie n ser n u estra res­
p u e sta en N avidad.
cLa n o v e d a d d e la oración
cristiana, h a dicho recien tem en ­
te u n autor, está to d a en el m is­
terio de la E ncam ación, q u e fu n ­
dam enta n u estra v e rd a d e ra re la ­
ció n con Dios.»
*

*

*

El Papa, e n u n o d e sus últim os
discursos sobre la oración p e r­
sonal, exp resó su o p in ió n de que
h o y se reza m ucho m enos: iLos
buenos, tam b ién los fieles, in ­
cluso las alm as consagradas a
Dios, rezan m enos q u e antes». Y
M onseñor A ntonelli, secretario
d e la C ongregación q u e estudia
las causas d e los Saiüos, y, por
tanto, hom bre en terad o d e los
fenóm enos religiosos, confirm a:
«Hay u n a m asa, la g ran m asa
d e los hom bres q u e no reza
nada, o q u e n o sabe rezar, o
q u e reza poco o mal, m enos y
p e o r q u e e n tiem pos pasados.
Existe u n a crisis de oración, que
en el fondo es crisis de fe v iv a
en Dios, p o rq u e u n a fe v iv a en
Dios p id e y co n d u ce a u n en­
cuentro con El, en cu en tro que
se co n v ierte en oración».
R esulta más fácil a los hom ­
bres m odernos h a b la r d e las
conquistas espaciales q u e de la
oración, p o r q u e em briagados
com o están p o r las conquistas
de la ciencia, se co n sid eran el
centro d el u n iv e rso y los do­
m ina la m ateria, p o r lo q u e no
sien ten n ecesid ad d e rezar, se
o lv id a n d e ello, si es q u e n o la
con sid eran com o d e b ilid a d o su­
perstición.

La oración personal recomendada
tan encarecidamente por Pablo VI
es una manera eficaz de salir al
encuentro de Oíos.

Sin em bargo, esta actitud, que
no tiene n ad a de científica, tie­
ne e n contra u n a larga tradi­
c i ó n in in terru m p id a q u e d e­
m uestra q u e el hom bre, cualqfuiera h a y a sido la época o la­
titu d en q u e v iv ió , ha h echo de
la oración el p a n d e su v id a re ­
ligiosa.
N o o b stan te hem os d e reco­
nocer q u e el orar se ha hecho
más difícil en estos tiem pos, d e­
b id o especialm ente a que la
id e a d e Dios ha p e rd id o lum i­
nosid ad en la m ente d el hom ­
b re m oderno; p o r u n em pobre­
cim iento d el v alo r q u e d a a
Dios en la v id a y p o rq u e el in ­
terés, respecto a El, h a dism inui­
d o en lo co n cerniente a la rea­

lid ad personal d e Dios, es d e­
cir, para m uchos Dios no es una
persona, sino algo difuso.
La deb ilitació n d e la fe m ina
a la oración por su misma base.
Y a m enos oración, o a oración
m enos ferviente, sigue la d e b i­
litación de la fe. De esta suerte
se ha iniciado en estos tiem ­
pos un proceso, o mejor, un
circulo vicioso en el q u e el fallo
de la fe y de la oración se van
d e b ilitan d o m utuam ente.
¿Cóm o rom per este circulo?
En su aspecto global, en cu an ­
to q u e abarca a todos los hom ­
bres es difícil. Pero en cada
hom bre no lo es tantoj si yo
quiero, fácilm ente p u ed o v o lv er
a mis prácticas de p ie d a d abandonadasj p u ed o em beberm e da
la p alab ra d e Dios, q u e en g en ­
dra y aum enta la fe, ley en d o las
Sagradas Escrituras, m editando
el Evangelio, p articip an d o en la
oración litúrgica.
A yu d ará al cristiano a m oder­
nizar su oración, a tom ar con­
ciencia d e u n a oración m uy ad e­
cu ad a a los tiem pos, el saber ad ­
v ertir en todo lo creado la p re­
sencia d e Dios. Los hom bres de
h o y nos sentim os en el centro
d e u n a civilización construida
con nuestras fuerzas y con el me­
tro de nuestras exigencias. C uan­
do sob rev ien en fallos en ella
p iensan inm ediatam ente en una
corrección de la ruta; pero n u n ­
ca sospechan q u e esos fallos
p u ed an ser causados por una in­
g en u a presunción o por un cu l­
p a b le o lvido de Dios. Y los cris­
tianos no están libres de esta
m entalidad.
Por tanto el cristiano ha de
esforzarse por v er a Dios en todo
lo creado. Esto le aum enta­
rá la fe y le creará la necesi­
dad d e resp o n d er personalm en­
te a Dios, según las condicio­
nes de su p ropia vida.
*

*

*

Todo lo dicho, sin em bargo,
d ep en d e d e u n en cu en tro bási­
co con Jesucristo; d e u n a res­
pu esta a su in v itació n y m en­
saje. He aq u í q u e Jesús v ien e
a nosotros en la N a v id a d ; no
tenem os ni n ecesid ad d e salir a
buscarle, p o rq u e El mismo se
nos presenta.

— 5

Vn alma maravillosa

TUVO
EN SUS BRAZOS
NIÑO JESUS
O

En este siglo afanado por desacralizar lo
sagrado, empeñado en la muerte de Dios
e indiferente ante lo maravilloso sobreña*
tural, una mujer vive inmersa naturalmente
en un mundo en que el Señor, María Auxi­
liadora, Don Bosco, Domingo Savio... son
personajes que se mueven a diario en
iorno a ella. Se trata de Eduvigis Carboni,
muerta hace 17 años en Roma en olor de
santidad.

|_|
I

I ACE u n año, el 6 de di­
ciem bre, las escaleras y
el apartam en to de V ia Camila,
e n Roma, se h a lla b a n e n g a la n a ­
d as p o r g en til obseq u io de los
in q u ilin o s y d e los adm iradores
d e la señorita E duvigis C arbo­
ni, p o rq u e ese d ía y e n p re se n ­
c ia del c ard en al A n g el DelI'Acc la, V icario de Roma, d a b a coi.'.ienso el proceso o rdinario de
6 —

beatificación y canonización de
d ich a señorita.
E duvigis C arboni v i v i ó en
Roma desde el 1938 hasta su
m uerte, en 1952. H abía nacido
en Pozzom aggiore (Sassari, Cerdeña), el 3 d e m ayo d e 1860, se­
g u n d a d e u n a fam ilia d e seis
herm anos. Jo v en cita p erd ió su
m adre y se vio con la respon­
sab ilid ad d e la fam ilia. Esto dio

al traste con su id ea d e hacerse
religiosa entre las H ijas de la
C aridad.
El itinerario terreno de esta
alma, ém ula de Gema G algani
y d e Santa Teresita d el N iño Je ­
sús lle v a m arcado el sello de
la sencillez más encan tad o ra:
m uchacha piadosa, h ija afec­
tuosa y obediente, herm ana
prem urosa y solícita, am iga

íiel, perfum ó con su b o n d a d
Y caridad, prim ero, su p u eb lo
natal, luego, algunas lo calid a­
des d e l Lacio y, p o r fin, Roma,
d o n d e el artista d iv in o d io a su
alm a b e lla los últim os retoques.
Su v o cació n de víctim a en a­
m orada d e la cruz, p re a n u n c ia d a
m isteriosam ente p o r u n a crucecita im presa en su p ech o desde
a l nacim iento, recib ió su con­
firm ación al inscribirse en la archicofradía de la Pasión, erig id a
en el santuario d e la Escala San­
ta, q u e se conv irtió e n m eta p re ­
ferida d e sus am ores y
*®sligo de su ardor p o r Jesús C ru­
cificado h asta la mism a v ig ilia
d e su m uerte.
M uchos sacerdotes la ap recia­
ron g ran d em en te y, en tre ellos,
el P. M anzella, ap ellid ad o el
apóstol d e C erdeña, q u e in tu ­
y en d o h asta q u é alturas d e p e r­
fección la h a b ría d e e le v a r su
amor a la cruz, exclam ó: En Cer­
d e ñ a tenem os u n a santa.
El párroco de M aría A u x ilia­
dora, d e Roma, nos escribe: iConocí m uy b ie n a la señorita C ar­
bón!, q u e v iv ía e n n u estra p arro ­
quia. Ignoro si e stab a inscrita
en los cooperadores, p ero ella
Y su h erm an a se com portaban
realm en te com o dos auténticas
cooperadoras salesianas. Celosa,
llen a d e d elicadezas p ara con
los sacerdotes d e la p a rro q u ia y
m uy d ev o ta de San Ju a n Bosco
Y d e Santo D om ingo Savio. Co­
m unión d iaria. Pero lo q u e siem­
p re m e llam ó podero sam en te la
aten ció n e n e sa b u e n a m ucha­
ch a era la d u lzu ra d e su carác­
ter, incluso e n las co n traried a­
des d e la vid a.
Cerró su carrera terren a en
Roma, la ta rd e d el 17 d e feb re­
ro d e 1952, d e ja n d o e n los p re ­
sentes la im presión d e q u e Dios
la h u b iese llam ado a recoger el
fruto d e su anim osa sem ejanza
con C risto C rucificado. M uchos
asegu ran h a b e r ex p erim en tad o
y a su intercesió n eficaz.

;VISIONARIA O SANTA?
En la v id a d e E duvigis Carbon i ab u n d a lo ex trao rd in ario . Su
biógrafo, e l P. Rosati, pasionista,
no v a c ila e n h a b la r d e «sobre­
natural», p e ro afírm a q u e, en

m edio d e las frecuentes m anifes­
taciones ex traordinarias, su v id a
fue o rdinaria, hecha d e hum il­
de sencillez y d e continuo tra­
bajo. fC uanlas veces tu v e el
gusto d e ir a su casa, escribe
u n a am iga, jam ás la h allé inac­
tiva, siem pre estaba ocupada en
algo, b ie n b ordando, b ie n fre­
g an d o el s u e l o o realizando
c u alq u ier otro trab ajo hum ilde
dom éstico, y siem pre con adm i­
rab le calm a y diligencia.»
«Escucha, Paulina, d ecía a su
herm ana, estos son regalos que
Jesú s con cede a qu ien sufre^
pero no son los éxtasis los que
h ac e n a los santos, sino la h u ­
m ildad, la p aciencia, el amor al
sufrim iento, el saber perdonar,
com padecer y p erd o n ar las ofen­
sas. Los santos no se h an hecho
tales p o r sus visiones, sino por­
q u e h a n sab ido practicar la h u ­
mildad.»
De sus prim eras m anifestacio­
nes ex trao rd in arias h a b la ella
m ism a e n u n a carta al confe­
sor: «C uando era m uy p e q u e ­
ña, ten ía cinco años, mi m adre
me d e ja b a sola e n u n a h a b ita­
ció n ; e lla se ib a a trab ajar y yo
m e q u e d a b a com pletam ente sola.
En la h ab itació n u n cuadro de
la V irgen co n el N iño en b ra ­
zos Y la V irgen m uchas veces
me d a b a gusto d ejándom e el
N iño. IQ ué horas tan herm oM uchos hechos ex trao rd in a­
rios tu v iero n lu g ar sólo para fa­
v o recer la carid ad de Eduvigis,
u n a carid ad tan g ra n d e q u e h a ­
cía p en sar e n la expresión de
Santo Tomás: «El corazón d e los
santos es líquido». Con frecuen­
cia E duvigis d a b a su com ida a
los pobres, contentándose ella
con p a n solam ente; otras m u­
chas v eces regaló a los pobres
su ropa b lan ca y sus vestidos.
Dios dem ostró su com placencia
p o r esta c a rid ad d e forma m ila­
grosa, com o sucedió en 1949. Es­
tan d o rezando le pareció d e re ­
p e n te h allarse e n las grutas del
P alatino. A llí h a b ía u n hom bre
que, e n e l colm o d e la desesp e­
ración, estaba a p u n to d e q u i­
tarse la v id a co n u n revólver.
A parecióse entonces San Sebas­
tián, v e stid o d e trib u n o rom a­
no, q u e dulcem ente le dijo:
«Hermano, ¿ q u é v as a h acer? y

le q u itó el arm a de la mano. El
hom bre, llorando a lágrim a viva,
respondió: «Soy u n p in to r sin
trab ajo y en casa mis hijos se
m ueren de hambre». £1 soldado
le replicó: ¿V es esta señorita?
Te v a a d a r 20.000 liras». El p in ­
tor le d io las gracias llorando.
C uantas p u ertas h ab ía llam ado,
pidiendo, otras tantas se le h a­
b ían cerrado. C uando E duvigis
v o lvió en sí le contó a su h er­
m ana lo sucedido y am bas fue­
ron a com probar si les faltaban
las 20.000 liras del arm ario. Efec­
tivam ente faltaban las liras. J e ­
sús h ab ía dispuesto que dos p o ­
bres ay u d aran a otro pobre.
Esta alma carism ática fue favo­
recida con éxtasis frecuentes.
Su últim o confesor, el pasionis­
ta P. Ignacio, escrib e: «He asis­
tido m uchas veces a la com u­
n ió n de Eduvigis. A penas co­
m ulgaba entraba en un recogi­
m iento profundo. Diez m inutos
después la oía conversar con Je ­
sús. Eran coloquios en los q u e
e lla solicitaba la m isericordia
de Jesús p a ra alg ú n pecador o
p e d ía gracias. Lo hacía con gran
esp o n tan eid ad y e lla no se dab a
cu en ta que yo y otros la escu­
chábamos».
Q ué pro fu n d id ad teológica im­
p re g n a b a estas m anifestaciones
extraordinarias lo rev ela una
carta a su confesor, las cuales,
en o p inión d el biógrafo, son un
tratado d e teología... «Padre, es­
cu ch e lo q u e me ha dicho J e ­
sús esta m añana: Dile a tu con­
fesor q u e se confie a mi M a­
d re más íntim am ente... Le dirás
tam bién q u e la santificación es
obra d e amor, pero el am or in ­
creado, el Espíritu Santo, p e rte ­
nece a mi M adre p o r las adm i­
rables relaciones q u e tu v o con
Ella para actuar el p lan d e la
Redención. Sólo mi M adre, M a­
ría, lo posee perfectam ente y lo
p u e d e com unicar a q u ien q u ie­
re Y especialm ente a sus hijos
predilectos...»

JESUS LE CARGA
CON SU CRUZ
D esde n iñ a E duvigis com pren­
dió la m isión d e víctim a a q u e
Dios la destinaba. Solía rep etir:
«Nací el d ía d e la santa Cruz

Y/ p o r consiguiente, ten d ré que
sufrir siem pre... Jesús q u iere de
mi sacrificios, desprecios, hum i­
llacio n es!.
C uan d o su herm ana P aulina
se lam en tab a con ella p o r a lg u ­
n a h u m illación sufrida le re p li­
cab a: iTú no estás ilu m in ad a/
Jesús trata asi a las alm as q ue
q u iere elev ar a las cum bres de
la perfección... Jesús se q u eja de
q u e n ad ie q u iere sufrir/ me dice
q u e incluso los sacerdotes am an
las com odidades y Iqs d iv ersio ­
nes. Por eso son tan pocas las al­
mas que co nsiguen la p erfec­
ción!.
R ogaba a Dios q u e lib rase a
u n sobrino suyo, salesiano, de
unos dolores de cabeza persis­
ten tes/ p ero Jesús le respondió
q u e el dolor era u n m edio de
santificac jn. C uan d o se lo refi­
rió a su sobrino co n clu y ó : Di­
choso tú, q u e sufres una crucecita por el Señor.
Sin em bargo, a ella el So.ñor
n o S9 contentó con im ponerle
u n a cru cecita: le cargó las es­
p a ld a s con su mism a cruz. «Ayer
tarde, escribía u n a vez a su con­
fesor, fui a v isitar la Escala San­
ta. H ice el Vía crucis con las d e ­
más p e r s o n a s congregadas.
M ientras m ed itab a con ferv o r en
la Pasión d e Jesús, oí q ue me d e ­
cían al oído: fH ija, ay ú d am e a
lle v a r la cruz: p esa tan to que
a p en as pued o resp irar!. Conm o­
v id a hasta las en trañ as le res­
p o n d í: ISí, b u e n Jesús, le a y u ­
d o / dam e tu cruz, dám ela en se­
g u id a I A penas p ro n u n cié e.rtas
p alab ras, sentí en mis espaldas
Y en los hom bros un peso, un
peso Y u n dolor, q u e me p a re ­
cía morir.
D espués de la función quise
v o lv e r a casa, p ero no p o d ía d ar
u n paso: el peso me d errib ab a
p o r tierra. Por fin lleg u é al tran ­
vía, subí las escaleras d e casa.
Mi herm ana, v ién d o m e m edio
m uerta m e acostó. D espués de
u n a hora, Jesú s v o lv ió p o r la
c ru s y me sentí aliv iad a.!

ESTIGMATIZADA
Jesú s fue más lejos y la aso­
ció a su p asió n con u n regalo
q u e recu erd a a San Francisco de
Asís, a C atalina d e Siena, a Ge­
8



ma G algani, al Padre Pío..., pero
oigám osle a ella q u e nos lo
cuen te con su acostum brada sen­
cillez: «Un d ía m ientras me h a ­
llab a rezando fui arreb atad a. Se
me p resen tó Jesús y me dijo:
¿Q u ieres sufrir, h ija m ía? Res­
p o n d í; ¡Sí, Señor, p o r tu amor
q u iero sufrir m ucho, m u c h o !
M ientras tanto Jesús se me p re ­
sentó en form a d e crucificado:
d e sus h erid as b ro tab an unos ra­
yos de luz q u e vin iero n dere­
chos a herirm e las manos, los
pies, la cabeza y el costado. Sen­
tí u n dolor en todas las partes
h erid as y d u ran te horas perm a­
necí caída por tierra. M e desp er­
té y vi q u e d e las heridas sa­
lía u n poco d e san g re; en todo
el cu erp o notó u n dolor m uy in ­
tenso. Tenía entonces v e in tin u e ­
v e años. Desde aquel d ía me afi­
cionó a m editar sobre la Pasión
da Jesús, m añana y tarde, y no
deseé consuelos, sino sólo su­
frir hasta el p u n to de o lv id ar­
me de mí misma y de v iv ir solo
p a ra Ti, Señor!.
Su herm an a P aulina com enta
así este hecho: «La noticia se es­
p arció de un extrem o al otro de
la isla y g en te de toda clase acu ­
d ía a Pozzom aggiore para cu rio ­
sear. Mi p ad re d esp ach ab a con
sev erid ad a todos. E duvigis se
tap ab a la cabeza y las manos,
cu an d o salía, con u n chal de
lana... Tenía rep aro d e todos, in ­
cluso d e mí, y pro cu rab a tener
ocultos siem pre los estigm as. Los
pies y las m anos los ten ía ho­
radados por am bas partes. La
llag a d el costado, a la derecha,
era larga, y los v iernes y d u ­
ran te la cuaresm a sangraba un
poco. Sólo después d e m ucho
rogarle me perm itió q u e se la
viera. Pese a todas esas heridas
tra b a ja b a sin lam entarse!.
El P. Ignacio escrib e: «Supe
p o r Eduvigis, q u e uno d e sus
confesores, no sé si el Padre
M anzella, le hizo p e d ir al Se­
ñor q u e le quitase las llagas p a ­
ra no exponerlas a m iradas p ro ­
fanas. Las llagas d esap arecie­
ron. En estos últim os años le
v o lv iero n las d e los p ies y la
d el costado, p ero no las d e las
m anos!.
U n a am iga íntim a cu en ta:
«Una vez E duvigis se h allab a
enferm a con dolores d e g a rg a n ­

ta y fui a d arle unas pin celad as;
su herm ana P aulina se h allab a
fuera. La encontré sen tad a e n la
cam a con los pies fuera, las ma­
nos juntas Y los ojos clavados en
un cuadro d e M aría A uxiliado­
ra. M iré sus pies, d o n d e tenía
los estigm as que le sangraban.
Tam bién v i las llagas del cos­
tado y d e la frente form adas por
la corona d e espinas..., el cami­
són lo ten ía m anchado de san­
gre sobre la espalda derecha.
Yo le d ije: ¿pero, qué has h e­
cho con esa esp ald a? Me con­
testó: N ada, no es n ad a!.

SE LE APARECE
DON ROSCO______________
«San Ju an Bosco y Santo Do­
m ingo Savio, testim onia el P. Rosaii, fueron, se p u e d e decir, los
celestes em bajadores q u e con
m a y o r frecuencia alentaron y
aconsejaron a las dos b u e .as
herm anas E duvigis y Paulina.!
R ealm ente D on B o s c o se le
ap arecía con frecuencia, solo o
acom pañado de su discípulo. En
esas apariciones le exhortaba
continuam ente a la p acien cia y
a la oración, p ero tam bién más
de u n a vez le apareció para
traerle socorros m ateriales. He
aq u í algunos ejem plos sacados
del diario de Eduvigis.
«Vi en sueños a D on Bosco.
Se m e acercó y sonriente m e d i­
jo: «Estate tran q u ila; no te q u e ­
jes con n a d ie; ofrecéselo a Je ­
sús y v erás q u é m é r i t o s tan
grandes obtienes. C u a n d o le
sientas atrib u lad a v e ante el Sa­
g rario y d esahógate con Jesús
Sacram entado; sólo con El, hija,
y de El recibirás fuerza y alien ­
to p ara soportar todas las penas
con amor.!
D espués d e una triste visión
en la q u e contem pló a un famo­
so sacerdote apóstata, q u e rech a­
zó los sacram entos hasta en p u n ­
to de m uerte, sufrir en el infier­
no, y a otros sacerdotes p o r el
cam ino d e la p erdición, se le
apareció Don Bosco y le dijo:
R ogad p a ra q u e estos sacerdo­
tes ilum inen d e n u e v o sus v i­
das, en d erecen las ram as, ruina
d e m illones de alm as.!
«Una tarde, sigue el diario,
se me presentó D on Bosco y me

d ijo : Hija, si supieses cu an to su­
frí YO orí el m undo. Mi v id a fue
u n m a r t i r i o . Tú ahora, sufre,
acuérd ate d e q u e te ofreciste
como víctim a p a ra la liberación
de los p o b res rusos d el b o lch e­
vismo, en carn ecid o p erseg u id o r
d e Dios. Ruega, h ija, ru e g a p ara
q u e el C rucificado v u e lv a p ro n ­
to a Rusia.»
Pero D on Bosco no o lv id ab a
a su fam ilia religiosa: tM ás de
u n a vez, escribe el P. Rosati, San
Ju an Bosco la exhortó a rezar
p o r sus Salesianos y
decía
q u e e n su C o ngregación h ab ía
m uchos santos sacerdotes, como
algunos q u e ella conocía y
los q u e le d ab a el nombre».
M uy in teresan te tam bién esta
afirm ación d e E d uvigis: iDespués d e la com unión Jesús me
hizo v e r a D on Bosco. M e acer­
qué a él ju n to con mi herm ana
Y nos d ijo : Os q u iero p o rq u e
sois sencillas».
Q ue D on Bosco q u ería a las
dos h erm anas lo dem uestra el
hecho d e q u e el Santo en d istin­
tas ocasiones las socorrió con alimerüos, incluso golosinas como
café Y azúcar, en aq u ello s tiem ­
pos de g u erra en q u e todo era
tan d ifícil d e co n seg u ir; otras
veces estos recursos m ateriales
se los traía Don Bosco p a ra q ue
E duvigis p u d ie ra h acer la cari­
d ad q u e su corazón le p e d ia en
tiem pos tan calam itosos: ciSi tú
supieras cu án to se sufre en Ro­
ma! H asta ham bre. C uántos días
nos falta el pan, la grasa, todo,
p ero lo ofrecem os al Señor para
la salv ació n de las almas...»
Las frecuentes apariciones de
D on Bosco y d e su d iscíp u lo no
m arav illan tan to si se p ie n sa en
el g ra n d e am or q u e E duvigis les
profesaba y en la n o tab le afini­
d a d espiritual de la sierv a de
Dios con Don Bosco. Así, p o r
ejem plo, ella llam ab a isueños»
a sus visiones,- ig u al q u e el Gris,
el p erro q u e tan tas veces salvó
la v id a a D on Bosco, u n perro
m isterioso la salvó a e lla d e un
hom bre q u e p re te n d ía aten tar
co n tra su virtud,- com o D on Bos­
co, cu an d o oía cosas co n tra la
pureza, cam b iab a d e color y su­
fría incluso físicam ente; com o el
apóstol d e la ju v e n tu d p ad eció
más d e u n a vez las v ejaciones
d e l dem onio al q u e v io b ajo for-

CON LOS AMIGOS
SANTO

DOMINGO SAVIO

Obedecer, estudiar, conservar la pureza, estar alegres, ayudar a
los demás... constituyen el programa de acción de más de un millón
de Amigos de Santo Domingo Savio, agrupado.s en 2.500 clubs. Esto
sucede en Estados Unidos. Los de Amigos de Domingo Savio son
jovencitos de 10 a 15 años que han tomado al santito salesiano por
modelo. Se rigen por un Consejo Superior que radica en New Rochelle, cerca de Nueva York. Todos los años eligen y proclaman a

los tres Amigos que más se han destacado por su bondad. Este año
han sido proclamados buenos entre los buenos esa niña y esos jo­
vencitos que nos sonríen desde la foto superior. También en varias
naciones de Europa existen los Amigos de Domingo Savio. En la
foto inferior un escuadrón de camigos» franceses atraviesa a bande­
ras desplegadas los campos de Mondonio donde vivió Santo Domin­
go Savio.

— 9

m a de anim al m onstruoso sobre
e l cuello d e a lg u n a perso n a en
p e c a d o ; cu an d o e n la Iglesia, en
e l tra n v ía o p o r la calle se acer­
c a b a a E duvigis u n a persona,
q u e estu v iera en p ecado, sentía
u n hed o r m isterioso y se lam en­
tab a con Paulina d e q u e la g e n ­
te apestab a a im pureza.

MARIA AUXILIADORA
LE ENTREGA AL NIÑO
Toda su v id a fue m u y d ev o ta
d e la Santísim a V irgen, p ero se
le acen tu ó su d e v o c ió n en Ro­
ma, cu a n d o v iv ió com o felig re­
sa de la p arro q u ia de M aría A u ­
x iliadora.
He aq u í u n testim onio elo ­
c u e n te de su sencillez: «En la
h ab ita c ió n de E duvigis había,
co lg ad o d e la pared , u n cuadro
m uy b ello d e M aría A u x ilia d o ­
ra. La celeste M adre n o sabía

p erm anecer m uda ante la in v o ­
cación d e su am ada h ija y con
m ucha frecuencia la im agen del
cu ad ro se an im aba y le h a b la ­
ba. C uando am anecía el d ía 24
y las cam panas d e la parro q u ia
a n u n c iab an arm oniosam ente e 1
d ía q u e los salesianos consagran
a M aría A uxiliadora, las dos nor­
m anas sen tían u n a alegría in d es­
crip tib le. Ese d ía la celeste M a­
d re p asab a un rato con sus dos
hijas y exh o rtab a a E duvigis al
sufrim iento, a soportar p acien te­
m ente a las personas molestas
del v ecin d ario y a todas. Solía
d ecirle: «Yo tam bién h e v iv id o
en la tierra, y he sido hum illada
y d esp reciad a en la v id a común,
l y y o era la M adre d e Jesúsl
A nim o, mi E duvigis, sufre y ama,
p o rq u e están reservadas g ran ­
d es cosas a los q u e sufren am an­
do al Sumo Bient.
En las am arguras, q u e almas
v u lg ares le prodigaron, E duvi­

gis sintió la tern u ra de M aría
A u x iliad o ra: «El 4 d e m ayo, es­
cribe ella en su diario, u n a se­
ñora me hum illó terriblem ente.
M ientras rezaba $e m e presentó
M aría A u x iliad o ra con el N iño
Jesús en brazos; yo, arrodillada
d elan te d e ella, llo rab a y reza­
b a ; la celestial M adre m e son­
rió y me puso unos mom entos
en mis brazos al Santo N iño: p a­
sé mom entos de cielo i.
#

%

Q uienes conocieron a E duvi­
gis sintieron la fascinación de
la lum inosa trasp aren cia de su
espíritu.
La Iglesia h a recogido el testi­
m onio p o p u lar y con su autori­
d a d exam ina las p ru eb as de san­
tid ad de u n a v id a p riv ileg iad a.
Es una lección d e hum ildad, de
carid ad y d e u n ió n a los sufri­
m ientos de Jesús, q u e p u e d e v a­
ler p ara todos.

ROMA.— Como todas las grandes ciudades modernas, Roma, también padece unos suburbios en los que se
acomodan las gentes desplazadas de los pueblos y aún no acondicionadas en la c ^ íta l. En sus miseras cha­
bolas la lucha por la vida compromete gravení>ente su fe tradicional; esto lo saben los comunistas italianos
que hacen su agosto entre ellos. A pocos centenares de metros del Pontificio Ateneo Salesiano surge uno
de esos suburbios. Sacerdotes y estudiantes salesianos acuden los días libres para mezclarse, como hacia
Oon Bosco, entre los jóvenes y los niños en un empeño de preservarlos de los peligros morales que les
acechan.

10



E d u q u e m o s _____
c o m o D o n B oso o

ENSEÑADLES
EL SENTIDO
FILIAL
La familia es una escuela de humanidad.

«Cierto día —cuenta el conde Carlos Conestabile— fui a ver a Don Bosco y lo encontré en su des­
pacho con los ojos fijos en una hoja con una lista de
nombres. «He aquí —me dijo— el nombre de algu­
nos de mis golfillos, cuya conducta deja mucho que
desear.» Yo conocía muy imperfectamente sus mé­
todos pedagógicos y le pregunté por el castigo que
reservaba a los desobedientes. «¿Castigo?», ninguno
—me respondió—, Este, por ejemplo, es el más sin­
vergüenza de todos, pero tiene un corazón de oro.
Entonces, voy a llamarlo para preguntarle: —«¿Es­
tás contento de ti, hijo mío?» Ante esta pregunta, él
quedará desconcertado; después se ruborizará y ba­
jará los ojos. Luego insistiré: —«Vamos, hijo, tú
tienes algo que no va bien. Parece que de salud no
estás mal; pero tu alma..., ¿cómo está tu alma? ¿Hace
mucho que no te confiesas?» Tenga usted por segu­
ro que, a los pocos minutos, lo tendré en el confe­
sionario y no volveré a tener más quejas de él». Yo
escuché en silencio, subyugado por el encanto y la
dulzura de su palabra paternal.»
*

*

*

En nuestro tiempo, concluyen diversos psicólogos,
se ha perdido el sentido del respeto y los padres han
sido las primeras víctimas. En vez de hacer de pa­
dres, parece que han preferido hacer de compañeros
de juego, privándose, al mismo tiempo, de sus prerro­
gativas y de su autoridad. Creyendo suprimir así las
distancias, han visto con dolor que sus hijos los han
abandonado. Y la generación actual ha sido definida
como «una generación de huérfanos». El mundo, cier­
tamente, está sufriendo una gran transformación;
pero las relaciones fundamentales entre padres e hi­
jos no deben variar en sus notas fundamentales. Pue­
den cambiar de estilo, pero no de naturaleza.
Hay que infundir en los hijos el sentido filial, que
es de respeto y de dependencia. El hijo ha de acep­
tar humildemente su dependencia que ha de ser to­
tal en la infancia. Luego, ha de disminuir progresi­
vamente, conforme va adquiriendo mayor responsa­

bilidad en la libertad. Pero la dependencia no des­
aparece jamás; se espiritualiza y llega a transformar­
se en reconocimiento.
Hay que infundir en ios chicos la gratitud hacia sus
padres.
Un hijo nunca debe olvidar los años en que sus
padres lo fueron todo para él. Un hijo nunca llegará
a comprender del todo hasta qué punto ha sido el cen­
tro de los pensamientos e ilusiones de sus padres.
«Sólo se trabaja para los hijos», dicen todos ellos.
Hay que enseñar a los chicos que el momento de
la vejez de sus padres y, sobre todo, en su muerte,
alcanzarán la plenitud de su dignidad de hijos. Esta
dignidad exige obligaciones muy graves. Es necesa­
ria una gran delicadeza filial, siempre alerta, para
tratar con la elegancia del amor a los padres, con­
forme van haciéndose viejos y van perdiendo sus
fuerzas y sus facultades. El deber de hijo, en las
circunstancias de la vejez de los padres, llega a ser
objeto de uno de los mandamientos de Dios: «Honra
a tu padre y a tu madre». Muchas veces, los achaques
de los padres pueden constituir una dolorosa prue­
ba para los hijos. Pero es un maravilloso campo en
el que se puede ejercer y demostrar el verdadero
amor filial. Un hijo que cuida amorosamente a sus
padres, ya sin fuerzas y achacosos, en cierta mane­
ra llega a ser como el padre de sus mismos pa­
dres.
Para educar al chico en este sentido filial es nece­
sario que los padres sepan guiar sin coactar, sepan
mandar sin hacerse unos dictadores, y sepan alabar
la libertad del hijo en un clima de autoridad indul­
gente. Los padres necesitan mucho tacto, respeto, pre­
caución y dulce energía, sobre todo, durante la ado­
lescencia de sus hijos. A la sumisión del niño, el arro­
jo y desenfreno del joven, ha de seguir también la
confianza agradecida del adulto. Y, desde el padre,
el hijo se remontará a Dios, «del que toma nombre
toda paternidad en el cielo y en la tierra». El sen­
tido filial desemboca naturalmente en el sentido re­
ligioso. Este era todo el sistema educativo de Don
Bosco.


11

¿QUIERE USTED UN CARRO?
Si u síed v a alg u n a vez a San José, la capital
d e la sim pática R epública d e Costa Rica, con un
esp añ o l casi cantado, el tax ista le p re g u n ta rá con
to d a am ab ilid ad : ¿Q u iere usted u n carro? U no
q u e d a m arav illad o al v e r la ed u cación y
delicad eza de los (ticos», q ue se ofrecen con el
m ayor am or d el m undo al ex tran jero q u e lleg a a
su país. Un país v e rd e y espléndido, con u n a M e­
seta C entral en d o n d e su rg en las p rin cip ales c iu ­
dades. La nación se en cu en tra e n vías de desarro­
llo, con la realid ad de una gran in d u stria d e ho­
rizontes centroam ericanos y los m ejores cultivos
d e productos tropicales. P olíticam ente es u n a re­
p ú b lic a dem ocrática. No tien e ejército, p ero sí una
leg ió n d e maestros. Es u n o de los países d e A m é­
rica con m ayor p o rcen taje d e libros v en d id o s al
año y q u e cu en ta con el índ ice más b ajo d e an al­
fabetism o. A Costa Rica se le d ice la (Suiza C en­
troam ericana» p o r sus m ontañas, p o r su v erd o r y,
sobre todo, por la paz del país.
Los salesianos y las salesianas tien en en Costa
Rica div ersas obras, en las q u e colaboran a la ele­
v ació n cu ltu ral de la nación.
Q uerem os aq u í p resen tar u n a herm osa obra so­
cial, d irig id a p o r las Hijas de M aría A uxiliadora.
U na obra que d esp ierta el m ayor interés po rq u e
rebasa los cálculos hum anos. U na obra en la que
(se p a lp a el m ilagro», como nos d iría Sor M aría
Romero, la d irecto ra del Centro.

EL CAMPO DE TRABAJO:
UNA CASA ORtGINALISIMA
¿Q u ién es v a n al C entro Social de M aría A uxi­
lia d o ra ? Todos cuantos n ecesitan ay u d a m aterial
o esp iritual, sin distin ció n de ed ad ni de sexo.
Hom bres, niños, m ujeres, enferm os, am igos de la
obra... Todos a cu d en al alm a del C entro: Sor M a­
ría Romero —en Costa Rica tien e fama de san­
ta— y todos salen enriq u ecid o s d e b ien es m ate­
riales y, sobre todo, de u n enorm e gozo espiri­
tual.
N aturalm ente, los preferidos son los niños. To­
dos los dom ingos acu d en en tropel, d esd e unas
d ieciocho b arriad as de la ciudad, unos cuatro o
cinco mil niños y niñas p a ra p asarlo d iv ertid o s y
alegres y para recib ir sus lecciones d e catecism o.
H erm anas, alum nas y ex alum nas se p restan para
organizar juegos, paseos, diversio n es y para dar
las clases de R eligión.
Es conm ovedora la fiesta de los Santos Inocen­
tes. M ás de dos mil niños pobres, de m enos de
dos años, com o los d e Belén, son llev ad o s en b ra ­
zos d e sus mamás p a ra recib ir los regalos del
am or: vestidos y juguetes. A l año, se re p arten en
el C entro más d e 13.000 v e s t i d o s com pletos.
¿Q u ié n m anda tanta ropa a l C entro? Sólo Dios lo
sabe. Pero h a y g rupos d e cooperadoras y ex alum ­
nas d ed icad as a la confección d e ropa. Tam bién
los m ayores recib en su obseq u io d e N av id ad :
vestidos, ropa b lanca, juguetes...

12

UNA OBRA
SOCIAL
DE LAS
HIJAS DE MARIA
AUXILIADORA
EN COSTA RICA

¿Y LOS ADULTOS?
Tam bién los m ayores tien en necesid ad d e a y u ­
da. M uchas m ujeres, q u e v iv e n en la m ayor p o ­
breza, a c u d en al C entro q u e les da todo cuanto
le lleg a diariam ente. Las q u e se d istin g u en por
su p u n tu a lid a d a las clases de catecism o o por la
lim pieza y el orden en sus casas, recib en como
prem io, m uebles y utensilios p a ra el h o g ar o lo­
tes de ropa blanca...
Pero la carid ad no sólo consiste en el reparto
del pan . C uántas m adres d e fam ilia se sienten
acom plejadas p o r no saber leer ni escribir... Pues,
con la a y u d a d e las cooperadoras y ex alum nas,
se h an establecido cursos para adultos. En 1967
ap ren d iero n a leer y escribir unas sesenta p er­
sonas m ayores, alg unas de las cuales p asab an de
seten ta años...

PRIMERAS COMUNIONES Y MATRIMONIOS
N o es raro d ar con adultos q u e no h an hecho
su prim era com unión o q u e se en cu en tran en una

Las Hijas de María Auxiliadora realizan una preciosa labor social en todo el mundo. En el artículo hablamos
de la obra de San José de Costa Rica; esta foto corresponde al Congo-Katanga, donde las salesianas tienen
cuatro casas en plena actividad.

’J S fffB T .
situación co n y u g al irregular. Las herm anas del
C entro d e d ic a n a éstos la m ayor atención y los
p rep ara n p a ra q u e rec ib a n con fe y am or los sa­
cram entos del M atrim onio y de la Eucaristía. To­
dos los años, el día 8 de diciem bre, fiesta de la
Purísim a, p eq u eñ o s y gran d es v iv e n el d ía de su
prim er en cu en tro con Jesús en su prim era com u­
nión.
A la aleg ría d el esp íritu se añ ad e la q u e reci­
b e n con los regalos num erosos: vestidos, libros,
rosarios, dulces e n abundancia... Los novios reci­
b e n el an illo n u p cial y las arras, y cu an d o v ien e
a la fam ilia la ale g ría d e u n n u e v o nacim iento se
le o b seq u ia al p e q u e ñ o u n aju a r com pleto y la
ro p a del bautizo.
Las h erm anas n u n c a p ie rd e n d e v ista a estas
personas. Todos los meses, con ocasión d el p ri­
m er viern es, les ofrecen la p o sib ilid a d d e reno­
v a r sus com prom isos de v id a cristiana.
En cierta ocasión, el C entro in v itó a dos
A rzobispos: M ons. C arlos R odríguez, arzobispo de
San José y al arzobispo salesiano, Mons. Turcios.

Am bos aceptaron con alegría el ir a celebrar la
m isa al C entro Social. Mons. Rodríguez habló a
los 400 pobres q u e asistieron a la cerem onia, diciéndoles con toda am abilidad: iN u n ca nos h e­
mos encontrado dos arzobispos juntos en la mis­
m a función religiosa..., p ero aq u í nos ha u n id o el
servicio d e los pobres».
La p ersev eran cia d e estas fam ilias se asegura
m ediante el retiro m ensual y los Ejercicios Espi­
rituales que hacen todos los años.

EL DISPENSARIO MEDICO
El C entro se ha desarrollado prodigiosam ente.
£1 arzobispo de San José, Mons. Carlos Rodríguez,
b en d ijo la prim era p ied ra de u n edificio d e tres
pisos, destinado a dispensario m édico, el 8 d e
diciem bre d e 1966. En él se atien d en a los po­
bres más pobres de la nación. A los seis meses,
el mismo arzobispo b en d ecía la obra term inada:
seis clínicas de consulta m ódica, más u n a d e Ra-

13

yos X, u n laboratorio, u n a sala de oftalm ología y
otra d e o dontología y h asta u n consultorio ju rí­
dico.
¿C on q u é d in ero se realizó esta o b ra? Respon­
d e n las herm anas del C entro: iT odo lo h a hecho
la V irgen: Ella h a q u erid o esta obra y la h a rea­
lizado». U n ejem plo: el órgano de la iglesia es un
obseq u io del n icarag ü en se d o n A ngel Bonilla.
Tenía d eclarad o u n cán cer en la cabeza. Los m e­
jores especialistas de San José no le d a b a n más
de dos días de vid a. Pero no h a b ía co nsultado aún
a la V irgen. La in v o ca con fe y alcanza la g ra­
cia de u n a com pleta curación. El órgano cantará
todos los días su agrad ecim ien to p o r el milagro.
¿Y q u ién p ro p o rcio n a las m edicinas a tantos
enferm os p o b res? iT am poco nos p reo cu p a esto
—resp o n d en las herm anas—, M aría A uxiliadora
se en carg a de todo. Tenem os u n a fe ciega en la
prom esa del Señor: iB uscad p rim ero el rein o de
Dios y su justicia y lo dem ás se os d a rá por añ a­
didura». El mismo señor A rzobispo nos h a ase­
g u ra d o q ue n u n ca nos faltará la Providencia.»
Y el D ispensario funciona, siendo u n auténtico
y conm ovedor testim onio de v id a cristiana. iLas
consultas a los m édicos y al ab ogado —d icen las
herm anas— son u n a realid ad . M ódicos y abo g a­
dos se h an ofrecido g ratu itam en te a p restar sus
servicios. Son los m ejores especialistas d el país.
Sus mism as esposas colab o ran con ellos p ara h a­
cer d e enferm eras jun tam en te con R eligiosas d e
d istin tas com unidades. Es, pues, u n a obra en la
q u e todos cooperan form ando u n solo corazón y
u n a sola alm a, com o los prim eros cristianos. De
este m odo se p ractica u n a carid ad in in terru m p i­
da hacia los m iem bros v iv o s de Jesús. Es un es­
p ectácu lo m agnífico el v e r lleg ar a los doctores
con sus señoras. M ientras ellos recib en la con­
sulta, ellas h a c e n de enferm eras, cum pliendo así
el deseo d el Señor: «El m ayor de entre vosotros
sea como el más peq u eñ o , y el q u e p resid e sea
el que sirve».

LAS ANIMADORAS DEL CENTRO
¿C u án tas son las Hijas d e M aría A uxiliadora
que lle v a n u na obra tan com p leja? La respuesta
nos d esconcierta aú n más: com enzaron dos^ ah o ­
ra son tres. Ellas mismas reconocen su insuficien­
cia y, p o r eso mismo, están asom bradas d e que
p u e d a n aten d er con seren id ad y eficacia u n a obra
de tales proporciones. «Pero nos a y u d a n los seg la­
res —d icen —. Solas no podríam os nada. Para esto
fundó Don Bosco a los C ooperadores y asi lo q u ie ­
re h o y la Iglesia d el C oncilio. C uando más se n e­
cesita, la mism a V irgen nos e n v ía personas g en e­
rosas q u e p id e n el honor d e a y u d a r y d e trab a­
jar en favor de los pobres en la Casa d e M aría
A uxiliadora. Con su ay u d a, la obra cam ina y...
crecerá to d av ía más porque, e n confianza, acari­
ciam os u n sueño bellísim o; la construcción de un
A silo y d e unas escuelas d e prim aria para niños
14 —

pobres y unas clases de econom ía dom éstica para
m uchachas, tam bién pobres, naturalm ente. Q ui­
siéram os q u e n u estra obra fuera como u n arca de
salvación p a ra tan ta ju v e n tu d aban d o n ad a, qui­
siéram os m ultiplicar la alegría de ofrecerle todo
cuanto necesita, no sólo su cuerpo, sino su alma.
La V irgen atenderá a su obra...»
La razón más p ro fu n d a d e este p rodigio h a y que
buscarla en la fe y en el am or d e estas m uje­
res generosas. Ellas h an lom ado al p ie d e la le­
tra la in v itació n de D on Bosco: «Propagad la de­
voción a Jesús Sacram entado y a M aría A uxi­
liadora, y v eréis lo que son milagros». Así, todo
el que llega a la «Casa de la Virgen» p a ra cual­
q u ier necesidad, lo prim ero q u e se le dice es que
p o n g a su confianza en la D ivina P rovidncia y
q u e se dirija con amor a Jesús Sacram entado y
a M aría A uxiliadora. Los favores no se h acen es­
p erar y las ayu d as lleg an siem pre conform e a las
necesidades...

LA LOURDES DE COSTA RICA
El fin p rin cip al del C entro es el de d ifundir la
fe y el amor a Jesús Sacram entado y a M aría A u­
xiliadora. Todos los sábados lleg a u n a m ultitud
de fieles a la iglesia d e la «Casa de la Virgen»
p a ra honrar a M aría con la m isa y con la com u­
nión. Pero, sobre todo, el 24 de m ayo la casa se
transform a en u n a Loiudes centroam ericana, como
d icen los costarricenses.
En la novena, desde las siete de la m añana has­
ta las siete de la tarde, h a y un desfile ininterrum ­
p id o d e fieles e n continua oración. La noche de
la víspera, la iglesia se llena contin u am en te; lle­
g an haces de flores para ad o rnar el altar y las ca­
lles d e la procesión... El d ía 24, la casa se in unda
d e g en te que v ie n e d e todas partes, de Costa
Rica y d e C entroam érica, p a ra honrar y dar gra­
cias a la V irgen. A las cuatro de la m añana, los
devotos salen por las calles de la ciu d ad can tan ­
do las m añanitas, acom pañados de b an d as y or­
questas y rezando el rosario de la aurora. Luego
com ienzan las misas, u n a tras otra. Varios sacer­
dotes confiesan sin treg u a y otros rep arten la san­
ta com unión. Por la tarde se celeb ra la últim a
misa, después de la cual, sale la solem ne proce­
sión a la q u e p articip an m iles y m iles d e p er­
sonas. Sólo los niños desfilan en núm ero de dos
o tres mil. U na señora, q u e asistía p o r prim era
vez a un espectáculo como éste, com unicó a la
herm ana, toda llen a de asom bro: «¡Esto es el Cie­
lo en la tierral M adre, déjem e telefonear en se­
g u id a p a ra d ecir a mi fam ilia que v e n g a a v e r
este espectáculo».
Esta obra, llen a de entusiasm o religioso y d e
poesía, nos hace pen sar en los prim eros tiem pos
d e D on Bosco y en los sueños d el santo. U na obra
n u trid a de id én tica fe y d e idéntico amor, aco­
m odada a las necesidades hum anas d e los países
hispanoam ericanos.

SI HUBIERAMOS CUMPLIDO NUESTRA PROMESA..
A n e c d o t a t ^ o d e D o n B om co

—Perdone esta molestia de ha­
cerle venir a casa.
—Cuando se trata de la gloria
de Dios y del bien del prójimo no
hay molestia que valga. Es un de­
ber que realizo de mil amores.
Unos jóvenes esposos de Turín,
pertenecientes a la nobleza, dialo­
gaban con Don Bosco. Lo habían
llamado a su casa porque se sen­
tían tristes. Después de varios años
de matrimonio no hablan tenido
hijos. «Si Don Bosco nos bendice
—habían pensado— vendrá a nues­
tra casa la alegría de un hijo».
—Don Bosco —le dijeron— us­
ted que es tan bueno, pida por
nosotros. Haga rezar a sus chicos
para que el Señor nos conceda un
heredero que alegre nuestro hogar.
—¿Habéis acudido a la Virgen?
Oh, hemos de acudir a María Auxi­
liadora.
—Dénos su bendición, Don Bos­
co. Ambos se arrodillaron y el san­
to trazó sobre ellos la señal de
la cruz.
— ¡Qué dicha si la Virgen nos
concediera la alegría de un hijo!
Si obtenemos la gracia de un
heredero, prometemos un hermoso
y valioso regalo para la iglesia de
María Auxiliadora.
—Os tomo la palabra —respon­
dió Don Bosco—. Y os prometo en
nombre del Señor que alcanzaréis
este favor que ahora pedís. Rezad
y tened fe. Don Bosco os enco­
mendará todos los días en la san­
ta misa.
Al año siguiente. Dios premiaba
la fe de los esposos concediéndo­
les un precioso niño. Pero pasaban
los meses y no se acordaban de la
promesa.
Don Bosco sí que seguía con sus
apuros, sobre todo, cuando el em­
presario de las obras de la cons­
trucción de la Basílica le exigía
dinero para pagar materiales y ma­
no de obra. Un día se acordó de
la promesa del Marqués... «Ah
—pensó para sí— quedaron en ha­
cer un valioso regalo a la Vir­
gen...»
—¿Qué di<» el Reverendo? Pero,
¿a qué promesa se refiere? Ade-

A Don Bosco le gustaba verse ro­
deado de jóvenes. Estos chicos de
Manila han captado el amor del
santo y acuden cariñosos alrede­
dor de su Imagen.

más, ¿quién es usted para venir a
recordarnos...?
El santo no se inmutó. Les ha­
bló de sus apuros con la mayor
humildad. Les había encomendado
tantas veces...
—No recuerdo ninguna prome­
sa —sonrió el señor.
—Señor Marqués —interrumpió
el santo—. Tenga presente que la
promesa no se la hizo a Don Bos­
co, sino a Dios. Y con Dios no se
juega. Piense ahora con más se­
riedad en sus palabras y mire bien
lo que hace.

Y se retiró saludándoles cotésmente.
No habían pasado dos horas,
cuando la Marquesa se presentó
sollozando ante su marido. El ni­
ño había comenzado a indisponer­
se. Se llamó al médico. El niño em­
peoraba. No había remedio. «¡Es
un castigo de Dios!» —decían—.
«Si hubiéramos cumplido nuestra
promesa...» «En seguida los caba­
llos; vamos al Oratorio».
—Ah, Don Bosco, venga conmi­
go a casa. Mi hijo muere.
—¿No os dije que con Dios no
se juega? Ahora no tendremos más
remedio que exclamar: ¡Dios nos
lo ha dado... y El nos lo quita!
Inmediatamente se encaminaron
a casa del Marqués. A penas ba­
jaron de la carroza, a las mismas
puertas de la casa, aparecieron los
criados con cara llena de tristeza.
—¿Qué hay? —preguntó el Mar­
qués.
— ¡Muerto! ¡Su hijo ha muerto!
Entraron en la habitación. La
Marquesa no podía refrenar el
llanto ante el cadáver del pequeño.
—Por un poco de dinero —so­
llozaba el Marqués— hemos ma­
tado a nuestro hijo. Dios ha cas­
tigado nuestra avaricia. ¡Ay de
nosotros! Ahora otra vez solos en
este mundo... Don Bosco, le supli­
co nos perdone. ¡Rece por nos­
otros para que el Señor perdone
nuestro pecado!
Don Bosco se contagió con el do­
lor de la familia y terminó con­
moviéndose. Al fin, habió con cla­
ridad:
—Sí, Dios es misericordioso y
os perdona. Hay lecciones muy du­
ras que es preciso aceptar. De
ahora en adelante seréis más di­
ligentes en la práctica de nuestra
Religión, sobre todo, ayudando a
los pobres y necesitados. Es el
único modo de poder un día gozar
de la compañía del pequeño en el
cielo... El, ahora, pide por vos­
otros...
«Es doloroso —comentaba luego
el santo— tener que recibir los
castigos de Dios por no cumplir
las promesas que se le hícierort»

— 15

POR
EL MUNDO
SALESIANO
EL NUEVO
OBISPO DE RATBURI
HABIA SIDO
FERVOROSO BUDISTA
Por hacerse católico fue deshereda­
do por su padre.
Consagración episcopal del nuevo obispo tailandés.
En la foto aparece dando las gracias a los asisten­
tes a la ceremonia.

Pero recibe en herencia la diócesis
regada con los sudores del obispo
salesiano, Mons. Carretto.

LOS SALESIANOS A U N A NUEVA MISION

LA NUEVA DIOCESIS DE RATBURI

Con decreto del 12 de julio de este año, el Papa
P ab lo VI d iv id ía la M isión Salesiana d e Ratburi (Tailandia) en dos. £1 obispo salesiano, M onse­
ñor Pedro Carretto, p asab a a reg ir la n u ev a dió­
cesis d e Sural-Thani y los salesianos p asab an tam ­
b ié n a ro turar el n u ev o cam po d e trab ajo de la
n u e v a misión.

En u n a extensión com o la de G alicia y A stu­
rias h a y unos 13.500 cristianos, atendidos por 22
sacerdotes ind íg en as y 12 salesianos. Tiene la ac­
tual diócesis del n u ev o obispo tailandés 12 igle­
sias p arro q u iales y 15 residencias m isioneras. Las
escuelas d e las M onjas A uxiliadoras Diocesanas,
fundadas por Mons. C arretto, y de los salesianos,
sum an u n total de 15 centros de enseñanza, don­
d e se educan unos 10.000 jóvenes.
Al obispo salesiano, en cam bio, le tocó roturar
u n n u ev o terreno para la siem bra del Evangelio
en el sur de Tailandia. Su n u e v a diócesis com­
p re n d e 15 provincias con ap en as 6.000 cristianos,
10 p arroquias y 12 centros de misión, atendidos
por 19 salesianos y 4 religiosos. H ay tam bién 12
colegios con unos 8.000 jóvenes.
El N uncio, al presen tar a M ons. Roberto Raí,
com o n u ev o obispo d e Ratburi, elogió grandem en­
te al obispo y a los m isioneros salesianos. iLa
C ongregación Salesiana —dijo— p u e d e sentirse
orgullosa al d ejar al clero local u n a m isión tan
com pleta en obras de apostolado, con u n a fe tan
floreciente y con unos sacerdotes form ados tan
eclesialm ente.»

Para reg ir la diócesis d e R atburi, en la q u e tra­
b a ja b a el obispo salesiano, el Santo Padre nom ­
b ró obispo a Mons. R oberto Rat B am rungtrakul,
p o n ién d o la en m anos d el clero diocesano.
La con sag ració n del n u e v o obispo tuvo lugar
e n el Sem inario D iocesano de Ratburi, el d ía 7
d e septiem bre. Mons. C arretto fue el olsispo con­
sag ran te prin cip al, asistido p o r otros ocho obis­
pos, represen tan tes de Tailandia, Laos y M alasia.
El G obierno de T ailan d ia estaba rep resentado por
el G obernador C ivil y su señora, am bos paganos»
e n rep resen tació n d el Budismo, acu d iero n los A b a­
d es d e los M onasterios d e la ciudad.
A lred ed o r d e l n u e v o obispo h ab ía más d e cien
sacerdotes y religiosos, unas 450 m onjas y más
d e 20.000 católicos lleg ad o s d e todas las diócesis.

16



EL NUEVO OBISPO, MONSEÑOR «RAT»
Prim ogénito d e u n o de los com erciantes más
ricos d e Bangkok, iRat», com o lo llam aban en
casa, tu v o u n a ed u cació n netam en te bud ista. Con
su fam ilia acu d ía d e p eq u e ñ o a la áu rea p ag o d a
iB uda d e esm eralda», d o n d e e l G ran P atriarca ex­
p lic a b a los p recep to s de Buda. Todos los días q u e ­
ría presen ciar la o frenda ritu al d el arroz q ue h a ­
cían los m onjes budistas.
Como p e rte n e c ía a u n a fam ilia acom odada, hizo
todos sus estu d io s d e Prim aria y S ecundaria en
el Instituto C atólico d e Bangkok. El p a p á soñaba
p a ra su h ijo u n p o rv e n ir esp lén d id o y lo en v ió
a H ong-K ong a h acer sus estudios d e Economía
y Com ercio. A llí lo e sp e ra b a la gracia de Dios.
En la resid en cia de los Jesuítas, d esp u és de m u­
ch a reflexión y oración y p re v ie n d o la g ran opo­
sición d e su p ad re, p id ió el bautism o.
A l reg resar a su p a tria halló cerradas las p u er­
tas d e su casa. A ú n más cerrad o el corazón de
su p a d re q u e lo desh ered ó . Roberto, ém ulo de
San Francisco d e Asís, se despojó d e todas sus
riquezas y, desd e aq u e l día, sintió el gozo de d i­
rigirse a Dios llam ándolo tpadre».
Con su títu lo d e doctor, h ijo d e u n o d e los más
ricos de la ciu d ad , lleg ó u n a calurosa tard e de
verano, con u n p o b re b u llo b ajo el brazo, a lla­
mar a las p u ertas d el Sem inario Salesiano de la
M isión. C on los brazos abiertos lo recibió el gran
corazón d e l obispo, Mons. C ay etan o Pasotli. Seis
años de estudio y d e reflexión. En el sem inario sa­
lesiano se ejercitó e n las p rin cip ales v irtudes
sacerdotales.
En la fiesta d e San Ju a n Bosco de 1948, Roberto
Raí celeb ró su prim era misa. Lo asistió el P. Kelly,
jesuíta, e l mismo q ue lo h a b ía bautizado.
fN unca o lv id a ré —escribe Mons. C arreíto— un
espectáculo tan conm ovedor com o el d e a q u e ­
lla m añana. La mamá, aú n bu d ista, cedió a las in­
sistencias del h ijo y, a escondidas d e su esposo,
se halló d e rodillas an te su hijo Ral, p id ién d o le
la ben d ició n . Luego, el hijo se arrodilló tam bién
ante ella p a ra p e d irle la b en d ició n m aterna. Des­
pués, in d escrip tib le el in term in ab le abrazo, las lá ­
grim as de ambos... Todos nos conm ovim os ante
u n a escena tan emocionante...»
El n u e v o sacerdote quiso h acer p artícip es de
su fe y de su felicid ad a sus herm anos. Escribió
varios textos de R eligión p ara las escuelas del
país. P rofundo conocedor d el Budismo, dio testi­
m onio d el E vangelio en tre los m edios más cultos
d e la sociedad.
En 1962, M onseñor C arretlo lo e n v ió a Bélgica
p a ra q u e h ic ie ra sus estudios d e C aíeq u ética en
el Instituto tL um en Vitae». Se en c o n tra b a e n Eu­
ro p a cu a n d o recib ió la dolorosa n o ticia de la
m uerte d e su mamá, p ero con la inm ensa aleg ría:
tam bién ella h a b ía recib id o el b autism o antes de
morir.
Con u n a ex celen te p rep aració n h u m an a y teo ­
lógica, el n u e v o obispo en tra a reg ir la diócesis
d e R atburi, re g a d a p o r el sudor y el trab ajo del
obispo salesiano. M onseñor Carreíto.

El obispo sale­
siano, Mons. Carretto pronuncia
la homilía en la
consagración de
Mons. Roberto.

POR
EL MUNDO
SALESIANO
RENACE EL «PADRE PATAGONIA»
iP ad re P atag o n iai, le llam ab an al P. A lberlo De
A goslini cu an d o v o lv ía a lla lla d e sd e las lejanas
íierras del sur argenlino. Pues p arece ser q u e el
mismo p a d re acab a de reg resar d esd e sus más
lejanas Iierras de la e te rn id a d p a ra p a rlic ip ar en
el XVIII Festival In tern acio n al de M ontañism o y
Exploración de Trento. Fuera d e concurso se ha
p resen tad o en d ich o festival una p e líc u la titu la ­
d a iT rein la años en la P atag o n iai. Esta p elícu la
ha utilizado el inm enso m aterial q u e h a b ía ob te­
n ido el m isionero salesiano, P. A lberto De A gos­
lini, en sus expedicio n es y ex p lo racio n es p o r los
m ontes y fiordos d el arch ip iélag o fueguino, del
1910 al 1960. El salesiano P. M arcos B ongioanni y
otros am igos del m isionero —p ro d u cció n SIPRA—
h a n p resen tad o u n filme que v ie n e a ser como
u n a introd u cció n del vastísim o m undo fílm ico del
P adre De A gostini, sobre la orografía, fau n a y
antrop o lo g ía d e las rem otas tierras antárticas. El
m isionero salesiano, en sus num erosas e x p e d i­
ciones, logró u n a g ran c an tid ad de m aterial fo­
tográfico, del q u e se espera sacar varios docu­
m entales.
El caso es que «Treinta años en la P atagoniai
h a sido u n éxito. Por ello se co nsidera ahora a
De A gostini com o u n p io n ero que trab ajó en años
e n los q u e no existía com o h o y la estructura ci­
nem atográfica, ni d isp o n ía de los m ontajes d e la
aotualidad.
Explorador, científico y geógrafo, el m isionero
salesiano cap tó como n ad ie la u rd im b re hum a­
na de las g entes a las q u e transm itía el E van­
gelio. En sus p elícu las se en cu en tran personajes
d e tribus h o y desaparecidas, com o las O nas, Alakalufes, Y aganes, Teuelches...
Casi lodo el m aterial d el m isionero se e n cu en ­
tra en el m useo q u e llev a su nom bre, en Puntarenas.

PROM OCION DE CATEQUISTAS EN LA INDIA
El m isionero español, P. Ju a n Larrea, d irig e una
escu ela d e catequistas e n la India, en la d ió ce­
sis d e D ibrugarh. D espués d e tres años de p re ­
paració n intensa, los 19 prim eros catequistas in­
dios h a n recib id o del obispo Mons. H uberto De
Rosario el crucifijo y el diplom a y el m ism o Pas­
tor los h a «enviado! a en señ ar y a trab ajar p or las
18

POR
EL MUNDO
SALESIANO
aldeas y
confiado.

pueb lo s de la m isión q u e les h an

A hora Mons. De Rosario acab a de ser Irasladado com o obispo d e la diócesis de Shillong. Ha
sido herm osa la lab o r de p re p a ra r a los cateq u is­
tas seglares p a ra d ifu n d ir la fe e n las extensas
regiones d e la India. Y no sólo la fe, sino tam ­
b ié n la ap ortación h u m an a p a ra trab ajar en el
desarrollo d e aq u el país.

ALUM NOS SALESIANOS DE IRLANDA

Los alum nos d e los colegios salesianos de Irlaíida lle v a n en sus rostros la aleg ría d e p o d er
rep artir am or y sim patía p o r las calles de la ciu ­
d ad. En las b an d ejas lle v a n los regalos q u e re­
p a rte n a los pobres. Es herm oso v e r a jóvenes
entreg ad o s a estas obras de am or a sus sem ejan­
tes. M ientras en el U lsíer los jó v en es de Irlanda
d el N orte e x h ib e n p ú b licam en te su odio y su se­
paratism o religioso, es reconfortante v e r el re v e r­
so de la m edalla en estos alum nos salesianos en
su tarea de rep artir el amor.

ARROZ CALIENTE EN CAÑAS DE BAMBU

Estos alum nos del C olegio Sarasil de Ban Pong
(Tailandia) n o p u e d e n d isim ular su ale g ría p o r­
q u e v a n de excursión. Y nos en señ an los p a q u e ­
tes en los sue co n serv an su arroz: cañas de
bam bú.
En este núm ero del «Boletín» hablam os del n u e ­
v o obispo tailandés, q u ie n se formó en el sem i­
n ario q u e d irig e n los Salesianos en la diócesis de
R atburi. La C o ngregación desarro lla e n T ailan­
d ia u n a herm osa lab o r docente y m isionera.

RESIDENCIA PARA OBREROS EN LUXEMBURGO

En la fotografía ap arece sin estren ar aún este
g ra n edificio recién construido p a ra resid en cia
d e los jó v en es obreros d e L uxem burgo. La Con­
g reg ació n Salesiana d esarro lla esta a c tiv id a d de
ofrecer a los jó v en es obreros y e stu d ian tes u n ho­
g a r d e residencia. Esto se h ace más necesario en
las g ran d es ciu d ad es p a ra reco g er e n la casa de
D on Bosco a los jó v en es trab ajad o res q u e no tie­
n e n su fam ilia e n la ciu d ad . En estas residencias
en c u e n tra n el calo r de la fam ilia salesiana.

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— 19

¡iii

S A a^.-. \

/.-dj

Parte del edificio e igiesia en construcción.

Después del incendio, a

Sucúa, una población central del valle del Upano en el Vicariato de Méndez, es crisol en
donde han comenzado a fundirse dos razas: ios SHUARAS ( = Jibaros), indígenas de la re­
gión; ios COLONOS ( = blancos), que bajan de la Sierra en busca de terrenos de cultivo.
Como en todo proceso de esta naturaleza, las fricciones no faltan. Ultimamente ha sido
causa de graves disensiones la ocupación de siempre mayores zonas de terrenos de par­
te de los colonos, que para ello han querido muchas veces invadir los que los mismos
shuaras estaban cultivando. Los misioneros salesianos han apoyado a los más débiles,
ios shuaras, acarreándose odiosidades de parte de los colonos.
En la madrugada del 5 de julio alguien prendió fuego a un sector importante de los edi­
ficios de la Misión, destruyéndolo por completo.

TODO, POR EL INCENDIO

A cabo d e v o lv e r d e Sucúa, un
cen tro en tensión. He v isto ros­
tros q u e lle v a n escrita u n a p en a
m uy gran d e. He contem plado
otros q u e h a b la n con m iedo de
lo q u e p u e d e ven ir. En noches
pasadas, algunos barrios se des­
p o b laro n Y sus h ab itan tes se re­
fugiaron en los cam pos. La Es­
cu ela Salesiana ha ten id o que

20



despedir a sus alumnos. Los
shuaras de los alrededores están
casi en pie de guerra. Y todo por
el incendio del día 5.
¡ESTA NOCHE
SE QUEM A ESTOl

La noche del 4 al 5 comenzó
como todas las noches de la Mi­
sión desde 1931, cuando los Sa­

lesianos nos establecim os ofi­
cialm ente en u n a plan icie a ori­
llas d e l U pano que, d esd e fines
d el siglo pasado, habíam os ido
recorriendo en form a irregular.
Es cierto q u e u n p a r de jóvenes,
m ientras gozaban d e l aire fresco
ju nto al jeep d e la misión, h a­
b ía n oído a alg u ien p asar m as­
cu llan d o entre d ien tes: ciEsta
noche se quem a esto li Pero ex ­
presiones por el estilo no eran

T

¡ESTOY VIENDO
COMO SE ASAN
LOS CURAS!

retirar los escombros.

nuevas. H abía cierta tirantez e n ­
tre algunos colonos deseosos de
adueñarse d e siem pre m ayores
porciones de tierra, y los m isio­
neros q u e im ponían el respeto
para las p ro p ied ad es de los
shuaras.

LA CONSTRUCCION
SE CONVIRTIO
EN UNA ANTORCHA
Era la m edianoche y todos d o r­
mían. Los alum nos internos, con
los dos salesianos encargados de
ellos, estab an en el edificio de
cem ento d e l C iclo Básico. En la
construcción d e m adera (que e n ­
cerraba habitacio n es, despachos,
archivos, biblioteca, teatro, g al­
pones y garaje), h a b ía cuatro sa­
lesianos más, los dos Com isiona­
dos del M inisterio de E ducación
venidos de C uenca p ara los ex á­
m enes finales, y otros seis a d u l­
tos (tres blancos, tres shuaras),
m iem bros d e u n C urso de C oope­
rativism o q u e se estaba d ic ­
tando.

El rep resen tan te d e A guacate,
Luis Ju ra d o Segarra, ocupaba el
prim er cuarto a la izq uierda de
la entrada. Lo despertó brusca­
m ente la luz d e u n a lin tern a de
m ano: alg u ien lo enfocaba. Se
incorporó: ¿quizás uno d e los
Padres, en g ira de inspección?
Se retiró la linterna. Ju rad o des­
p ertó a su com pañero d e cuarto,
Francisco Peña Loja^ se fijaron
en la hora: las dos m enos v ein ­
te. Se echaron d e n uevo. Lo mis­
mo hiciero n los tres shuaras que
dorm ían en el teatro, cu an d o un
h om bre alto y flaco, con una ca­
zadora, b arrió lentam ente con su
lám para el local, retirándose en
seg u id a. Blancos y shuaras tra­
taron d e co nciliar nuevam ente
el sueño. Pero en esos m om en­
tos la ú n ica escalera del edificio
se con v irtió en u n a antorcha.
Lo q u e sig u ió fue u n a escena
d e p esad illa. La construcción se
transform ó e n u n a te a q u e alum ­
b ró la m isión en tera, calcinó los
naranjos, re v e n tó d e uno en uno
los v itrales de la iglesia... Y en
esas tierras q u e no sab en d e h a­

zañas de bom beros, doce perso­
nas sorprendidas por el fuego se
agolparon en el balcón p id ie n ­
do a gritos, en vano, una esca­
lera.
De su sector de la m isión lle­
garon las herm anas. Vino co­
rriendo la gente del pueblo. Un
ladrón se m etió en el hospital
y robó lo q u e pudo. i¿ Q u é h a ­
ces?» p reguntó alg u ien a la si­
lueta d el hom bre que se d ib u ja­
ba, inm óvil, ju nto a un naranjo.
■IEstoy v ien d o como se asan los
curasi»
LO DEMAS SE ACHICHARRO
Pro no se asaron, gracias a
Dios. El P. G abrielli, director de
la m isión se descolgó prim ero
p o r el balcón. El P. Sutka, ase­
sor d e la Federación de Centros
Shuaras, lo siguió con los demás.
Comenzó el trabajo febril para
sacar del galpón la cosecha, del
teatro los vestuarios, d e l garaje
el jeep... Lograron solam ente lo
prim ero. Lo demás se achicharró
ante las m iradas im potentes.
D urante todo el d ía hum earon
los escombros. Era sábado. El do­
m ingo h u b o M isa concelebrada.
Los sacerdotes la d ijero n juntos,
ante la población q u e acudió en
masa. A gradecieron a Dios que
les había salvado la v id a ; rep i­
tieron a la gente q u e en sus co­
razones no q u ed ab a hu ella de
rencor.
El lunes com enzaron a lim piar
los escombros. A y u d aro n todos:
Los viejos, que lloraban al sacar
los restos de vigas, rep etían :
iLas trajim os a hom bros hace 33
años, cu an d o no h ab ía cam inos
para las bestias d e carga». Los
jóvenes, que h ab ían acudido día
tras día a ese edificio, p o r años
enteros, para las clases, p a ra las
representaciones teatrales. Los
blancos, llev an d o en su corazón
el deseo d e q u e se d escu b ra a
los responsables, para q u e no
recaiga sobre todos el b a ld ó n
vergonzoso d e unos pocos. Los
shuaras, resentidos en el alm a
contra aquéllos q u e h an aten ta­
do a la v id a d e los misioneros...


21

VUELTA A EMPEZAR

Estos h a n com enzado a recons­
truir. Los Salesianos somos una
fam ilia g ran d e: de u n o y otro
lado v a lleg an d o la ay u d a. Te­
nem os a m uchos y buenos am i­
gos: todos arrim an el hom bro.
Pero h a y m iedo y tensión en
Sucúa. No p o r lo q u e se ha d e s­
truido. Edificio y enseres, q ue
p u e d e n rep resen tar u n a p é rd id a
de 300 mil sucres —q u in ce mil
dólares— , más de u n m illón de
pesetas, se irán rep o n ien d o poco
a poco. Es otra cosa la q u e nos
aterra. Las mismas voces q u e a n ­
tes d ijero n : ilEsta noche se q u e ­
ma e sto lt, ahora su surran: lIN o
es sino el p rim er paso. S eguire­
mos quem ando. A alg ú n cura lo
vam os a matarl»
Los shuaras traen tablas desd e
sus caseríos, p a ra la n u e v a cons­
trucción. A l mismo tiem po, v a n
m oliendo lentam ente p o r dentro,
en corazones forjados en la h e ­
ren cia de m iles de años de lu ­
chas y venganzas, el resen ti­
m iento contra el b lan co al cual
h a b ía n com enzado a amar. H asta
ahora los m isioneros los hem os
p o d id o d etener. Pero, d e h ab er
otro desm án, ¿lo lograrem os? A
Sor M aría Troncati, u n a H ija de
M aría A u x iliad o ra a q u ie n v e ­
n eran p o r largos años d e v id a
a ellos en treg ad a heroicam ente,
cu an d o les d ijo q u e tie n e n q u e
o lv id arlo todo, le contestaron:
ilM ad re, no te m etas: esta es
n uestra cacería l>
Y la cacería d el sh u ar n o es
ju eg o de niños. A rrasó p o b lacio ­
nes enteras h ace siglos. P eq u e­
ñas ciu d ad es q u e h a b ía n flore­
cido en la selva, y cu y a huella
la selva borró p o r com pleto.
Mis H erm anos están tra b a ja n ­
do. No co n sig u en rep o n er aún
las sotanas quem adas, y y a co­
m ienzan a reconstruir, p re d ic a n
la serenidad, la colaboración
m utua.
A p esar de ello, h a y m iedo y
tensión e n Sucúa. He enco n tra­
do a u n n iño q u e se p re p a ra b a
a e le v a r su com eta en la tard e
lum inosa. Pero, p o r la noche,
h a y casas q u e q u e d a n vacías...
P. ANGEL BOTTA, S .D .B .

22

Vista parcial del edificio que ardió.

El médico del hospital, el P. Sutka y Jurado.

El P. Gabriellí dice: “Hay que perdonar''

PON JOSE MARIA POBLADO
CELEBRA SUS BODAS DE ORO SACERDOTALES
En la vida de Don José María
Doblado del Pino hay una fecha
y una ciudad de muy grato recuer­
do para él: Lucena, 1919. Allí y
en ese año, rodeado de las perso­
nas más queridas, celebró su pri­
mera Misa.
Yo que, desde pequeño había
aprendido a rezar a la Virgen de
Araceli por arte y magia de los
orfebres lucentinos que han lleva­
do la imagen de su Patrona a me­
dia España, también viví, porque
así Dios lo quiso, mi gran día
sacerdotal en Lucena. Con una di­
ferencia muy notable: me separan
de Don José María más de cuaren­
ta años de entrega al sacerdocio
y a la familia salesiana. Un largo
camino por recorrer, pero para el
que ha recibido su ejemplo de re­
ligioso abnegado y sus directrices
de superior. Le conocí en mis años
más jóvenes de salesiano. Era Pro­
vincial de la recién fundada Ins­
pectoría de Santo Domingo Savio.
Todos le apreciábamos por la an­
chura de su corazón. Se podía de­
cir de él, y se puede continuar di­
ciendo porque su corazón no se ha
estrechado, lo que la liturgia apli­
ca a Don Bosco: «Le dio Dios un
corazón amplio como las playas
que abarcan los mares».
Pero hay otro título que oí en­
tonces y que le cuadra perfecta­
mente: «Don José María Doblado,
un auténtico caballero andaluz».
Todo un caballero y, por si fuera
poco, cordobés. «Un hombre de
bien», sacerdote salesiano, director
muchos años y también Inspector,

gional, hablan de lo emotivo de la
jornada. Entre los actos destaca­
ron, según referencias, la Conce­
lebración de la mañana, en la que
se vio acompañado por otros 18
salesianos, y el homenaje íntimo
de la tarde, que se prolongó entre
anécdotas y recuerdos de cuantos
oradores tomaron la palabra.
En la Misa jubilar actuaron co­
mo padrinos eclesiásticos los seño­
res Inspector y Director de los Sa­
lesianos, y como padrinos de ho­
nor, el conocido industrial cordo­
bés, Don Baldomcro Moreno con
su esposa.
Entre los invitados a uno y otro
acto figuraban el Presidente de la
Diputación y otras autoridades,
junto con representaciones de casi
todos los colegios de Andalucía y
algunos de Madrid. Tuvo una lu­
cida actuación el Seminario Sale­
siano de Priego. Terminó el acto
el propio Don José María, atribu­
yendo cuanto era y había hecho a
María Auxiliadora y a Don Bosco.

Don José Doblado ha recibido el
homenaje de ia inspectoría de Cór­
doba, en sus bodas de oro sacer­
dotales. Todos han querido respon­
der con afecto a la bondad del gran
sacerdote y del gran salesiano que
es Don José, el primer Provincial
de la Inspectoría cordobesa.

acaba de celebrar sus Bodas de
Oro Sacerdotales.
No he podido estar presente, pe­
ro cuantos tuvieron esa suerte, así
como las páginas de la prensa re­

He aquí un homenaje familiar
para quien fue un padre con to­
dos. La Congregación Salesiana,
con los Antiguos Alumnos, agrade­
ce su entrega de años y brínda por
la próxima conmemoración, las Bo­
das de Diamante.
También el pueblo cordobés en
reconocimiento a la labor realiza­
da entre sus hijos en distintas épo­
cas de su vida, le prepara un me­
recido homenaje.
JOSE M.* MARTIN FLORES

— 23

G U A C IA S
da

iff« t * Í € E

No fue necesaria la operación

Alcaudete
- Encontrándose mi padre
muy grave, con una úlcera en el duodeno, de la
cual habla sido operado ya dos veces anteriormente, y habiendo diagnosticado ahora varios mé­
dicos que era Imposible operarlo por tercera vez,
dada la debilidad física en que se encontraba,
pues no podía comer, lo estaban llevando a base
de calmantes. Sus dolores eran agudísimos, no
podía comer y su edad alcanza los 74 años. Hon­
damente preocupados, mi señora y yo ofrecimos
la novena do María Auxiliadora y precisamente
el último día tuvimos una conferencia de mis
hermano.s. Nos dijeron que estaba mucho mejor
y que lo habla visto otro médico. Después de
analizarlo, diagnosticó que no era preciso operar
de momento, un tratamiento serla suficiente, pero,
en caso de que no lo fuera, se podría operar tran­
quilamente sin correr riesgo alguno. Muy agra­
decidos a María Auxiliadora y a San Juan Bosco
por esta gracia, enviamos un donativo. Antonio
Garrido Villén, Cooperador Sálesia^io.
Estuvo dos meses sin conocimiento

Encontrándose gravísimo un vecino mío a causa
de un fuerte golpe que recibió en la cabeza al
caer de unos nueve metros de altura y temiendo
un fatal desenlace, lo encomendé a María Auxi­
liadora a fin de que se recuperase y quedase nor­
mal. El accidente le ocurrió en un 24. Hoy sigue
en el sanatorio, pero so le ve mejorar de día en
día con la esperanza de que pronto so recupere
del todo. Agradecido a María Auxiliadora, cum­
plo mi promesa de enviarle una limosna y de pu­
blicarlo en el Boletín Salesiano. L. de Nicolds.
Se habría visto en la calle

Sevilla.- -Llegué a encontrarme en una situa­
ción apuradísima y, de no resolverse adecuada­
mente, hubieran podido ponerle los muebles en la
callo a una familia. Como esto hubiera sido bocharnoso, me encomendé a María Auxiliadora,
prometiéndole publicarla si me concedía la gra­
cia de ayudar a dicha familia. Hoy cumplo mi
promesa con alegría, dando testimonio del auxilio
do la Santísima Virgen. José Fernández.
Mi lia sin esperanzas de vida

Jfodrid.—Esas fueron las palabras que recibí
por teléfono de una hija suya que reside en Va­

24 —

A u x U ia d w m
lencia. Había sido operada y a los pocos días tu­
vieron que volverla a operar con pocas esperan­
zas de salvarla. En aquel momento la encomendó
a María Auxiliadora haciendo la Novena reco­
mendada por San Juan Bosco, prometiendo pu­
blicar la gracia y mandar una limosna para las
obras salesianas.
Después de dos meses se encuentra muy mejo­
rada. Doy una vez más gracias a María Auxi­
liadora y cumplo la promesa. Angel García.
Nos salva de un accidente

Sanlúcar la Mayor (Sevilla).—Al adquirir el
coche automóvil necesario para el desempeño de
mi cargo de representante de la Casa Nestlé, lo
primero que hice fue bendecirlo y ponerlo bajo
la protección de María Auxiliadora, cuya devo­
ción tanto me inculcaron en el colegio salesiano:
adquirí una placa con su imagen y la coloqué en
el coche, pidiéndole fuese mi guía y me protegie­
se en todos mis viajes. Esta protección la expe­
rimenté de un modo palpable en el último que
hice con él: pues yendo de Pilas a Sanlúcar la
Mayor con otros tres compañeros, reventó una
rueda, el coche perdió la estabilidad, dio varias
vueltas y quedó plegado como un acordeón, siendo
los cuatro caminantes despedidos a través del
cristal delantero, que qeudó hecho añicos, sin que
a ninguno le pasara nada, con la admiración, no
sólo de los cuatro, sino de varios chiquillos que
estaban jugando en la carretera y quedaron estu­
pefactos al ver ilesos a los que creían cadáveres,
dado el estado en que quedó el vehículo.
Para que destacara más la protección de María
Auxiliadora, la placa de la Virgen quedó adherida
al coche, como dominando la chatarra en que que­
dó convertido, cuando las otras placas y todas
las demás cosas salieron despedidas a bastante
distancia.
¡Gracias, Madre mía, y sigue auxiliándome! A n­
tonio Ortiz.
Con el corazón a la derecha

Punquera de Henares (Guadalajara).—Como
soy gran amigo de su papá, apadriné a la niña
Paulita Abad Molina. Pero notamos que la pe­
queña acusaba ciertas molestias y tosía con harta
frecuencia. Asustados por la tierna edad de la
pequeña la encomendamos a María Auxiliadora.
Con gp'an sorpresa nuestra y de los médicos, éstos
nos dijeron que Paulita tenía el corazón en la
parte derecha, así como sus órganos internos cam­
biados de lugar.

y de »u A p ó sto l
San Joan Basco
Ya han desaparecido las molestias de la niña,
que podrá hacer su vida normal, según han afir­
mado los especialistas. Agradecidos a María Auxi­
liadora a quien acudimos confiados en los prime­
ros momentos de estupor enviamos una limosi\a
para su culto. Luis Gordo.
Después de tres meses sin empleo

Sevüla.—Esperando colocarse un familiar mío
en determinado empleo y habiendo pasado tres
meses sin solucionarlo, recurrí a María Auxilia­
dora y le empecé su novena. El día antes de ter­
minarla tuvimos en casa la gran notocia de que
se había colocado, y agradecida por este favor y
otros varios que me ha concedido, envío una li­
mosna y lo publico en el Boletín, porque confío
en su protección. C7na Devota.
En pocos días me salvó

Quiero testimoniar públicamente mi gratitud a
la Santísima Virgen bajo el título de Auxiliadora
por lo que a través de mi vida me ha favorecido.
Siempre he notado el cariño de Madre de la Vir­
gen para conmigo. Desde los siete años que perdí
a mi madre, cuando en 1963 entré a formar parte
de la Congregación Salesiana... Mas su cariño de
Madre se ha manifestado este año de una manera
especialísima. Y aquí e.stá el milagro, la gracia
que Ella ha hecho conmigo.
En el año 1968 fui trasladado a Cuenca. Aquí
mi vida transcurría feliz, alegre. Pasó el tiempo,
caí enfermo y después de pasar unos días algo
molestos por dolor de cabeza, mal sabor de boca,
el día 8 de diciembre amanecí grandemente hin­
chado. Se avisa al médico, me mira detenidamen­
te y diagnostica; Nefritis.
Pasa el tiempo, la enfermedad, en vez de ser
vencida por los medicamentos y cuidados del mé­
dico, aumenta su virulencia. Pasan los meses. Se

llama a un especialista quien, después de un re­
conocimiento a fondo, ordena mi ingreso en el
hospital. Pone un tratamiento muy fuerte pero en
mí no había reacción favorable, por lo cual, des­
pués de un mes de este tratamiento y viendo que
cada vez la enfermedad ganaba terreno, ordena
mi traslado a Valencia. Eese mismo día viene otro
especialista y determina poner otra medicación
ortísima para ver la manera de reaccionar de mi
organismo.
El 24 de abril, a un mes justo de la fiesta de
María Auxiliador-a, recuerdo que le pedí insisten­
temente a la Virgen que para su fiesta de Mayo
estuviera ya bien.
Y aquí se resuelve todo. Lo que en cinco meses
los médicos no hablan conseguido, aun poniendo
su mejor buena voluntad y su máxima atención,
la Santísima Virgen hizo que en pocos días la
enfermedad diera un gran viraje, se parase todo,
el mal no prosiguiera y el día de su fiesta, al
cabo de cinco meses y medio de postración en
cama, pudiera levantarme asistir a Misa, a los
juegos deportivos y por la tarde al cine.
Desde este día bendito hago ya vida normal,
claro está que con las precauciones debidas, sin
realizar esfuerzos.
En la última revisión que me hizo el médico,
una vez ya curado, declaró que yo estaba desahu­
ciado, que no tenía salvación posible, humana­
mente hablando, que si había rezado a la Virgen
que lo considerara por ello como un auténtico
milagro.
Bien está pues, que dé las gracias a nuestra
común Madre la Santísima Virgen por lo que Ella
en pocos días realizó. Elscuchó las oraciones de
los salesianos, de los muchachos de los colegios
salesianos de Cuenca e Ibi, de las personas que­
ridas que tan Insistentemente le pedían mi cu­
ración.
Sirvan, pues, estas letras para que quien las
lea comprenda que Ella se muestra siempre so­
lícita con aquéllos que de veros le Invocan, siendo
camino para llegar a Cristo. Pepe Sala, 8.D .B .

O tro s c o ra z o n e s a g ra d e c id o s
Baza.—Agradecida a María Auxiliadora por va­
rios favores recibidos, envío una limosna y deseo
se publique en el Boletín Salesiano, María López.
Outedo.—Damos gracias a María Auxiliadora y
ofrecemos una limosna para las vocacinoes salesianas, por muchos favores recibidos. Hacemos
público nuestro agradecimiento en el Boletín Sa­
lesiano. María de la Luz Bláquez (y otras per­
sonas).

Madrid.—^Agradecida a María Auxiliadora por
varios favores recibidos de tan bondadosa Madre,
envío una pequeña limosna para las obras salesianas. R. Bustillo.
Esparraguera.—Siendo devota de María Auxi­
liadora y habiendo recibido de ella varios favores,
envío una limosna para su culto y suplico sea pu­
blicado en el Boletín Salesiano. G. G. M.
Villagarcía de Arosa.—Soy estudiante en la Es-

— 75

cuela de Aprendices de ViUagarcia de Arosa. Para
aprobar el curso, me encomendé a nuestra Madre
María Auxiliadora y con este fin hice una Nove­
na. Gracias a tan buena Madre y a los esfuerzos
realizados, vi cumplidos mis deseos. Agradezco
a la Virgen su ayuda y envío una limosna para
su culto. Elias Igareta.
Barcelona.—Habiendo caído enfermo del estó­
mago, acudí a María Auxiliadora, haciendo la
Novena, prometiendo publicar la gracia y mandar
una limosna. Restablecido, cumplo mi promesa
lleno de agradecimiento. Ún estudiante.
Cádiz.—Encontrándose enferma mi madre, hice
la Novena de María Auxiliadora, pidiendo su me­
joría. La Santísima Virgen me ha escuchado y
mi madre ha recobrado su salud. Por ello doy
gracias a la Virgen y a San Juan Bosco y envío
una limosna. María Rodríguez Castillo.
Zafra.—Nos encontrábamos en casa muy ape­
nados al leer en el diario que se encontraban en
paro obrero los talleres en donde trabaja mi her­
mano. Sin saber de él, le pedí a María Auxiliado­
ra y a todos los santos y siervos de Dios salesianos que tuviéramos buenas noticias. Al día si­
guiente vino mi hermano con gran alegría de to­
dos trayéndonos la alegre noticia de que ya esta­
ban trabajando. Asimismo pido a la Virgen otro
favor que espero conseguir. Agradezco todos es­
tos favores y envío un donativo. María Pérez.
Baracaldo (Bilbao). — Doy gracias a María
Auxiliadora por un favor recibido y envío una
limosna. Társila Muñoz.
Quadalafara.—Por favores recibidos de María
Auxiliadora, le damos gracias públicamente y en­
viamos un donativo, ¿ a familia de un A. A.
Madrid.—^Doy gracias a María Auxiliadora y
envío una limosna, deseando se publique en el
Boletín Salesiano. Irene Hernández de Valencia.
Sueca.—Por un gran favor de María Auxilia­
dora y otras muchas gracias recibidas, y pidién­
dole continúe su protección sobre nosotros, hago
público mi agradecimiento y mando una limosna
para las misiones salesianas. Maria Vicenta, Anti­
cua Alumna.
Mérida.—^Por favores recibidos de María Auxi­
liadora y Santo Domingo Savio, envío una limos­
na, como ofrecí. Una devota.
Vigo.—Por unos favores Importantes de nues­
tra Virgen Auxiliadora, doy gracias a tan buena
Madre y entrego una limosna con el ruego de que
se publique en el Boletín Salesiano. Pilar Domín­
guez Cañero.
Madrid.—Envío una limosna a Nuestra Señora
María Auxiliadora en agradecimiento por favores
recibidos y para que continúe su protección sobre
noosotros. Deseo hacer pública mi gratitud en el
Boletín Salesiano. Angeles Rocha.
Santander.—Doy gracias a San Juan Bosco por
habérseme solucionado favorablemente un asunto
familiar y envío una limosna. Benedicta AteBa.
áfohemando.—Damos gracias a nuestra Madre
María Auxiliadora y enviamos una limosna por
la ayuda prestada a nuestras hijas en sus exá­
menes. También agradecemos el que nuestra ma­
dre no haya tenido ninguna enfermedad malig­
na. Familia B. O.
Bilbao.—Agradecida a María Auxiliadora por
un favor recibido, entrego una limosna para su
culto y para las vocaciones salesianas. Conche
Francés.
Barcelona.—Acudí a Maria Auxiliadora con
26



confianza de hija y escuchó mi oración a penas
la invoqué. Day gracias por el favor recibido. Ca­
ridad Gómez Armiñán, Cooperadora Salesiana.
FontaTiales (Gran Canaria).—Doy gracias a
María Aiixiliadora por varios favores recibidos;
entrego una limosna y le pido nos siga prote­
giendo. Una Cooperadora.
Ribeira.—^Por favores recibidos y otros que es­
pero me conceda nuestra Madre María Auxilia­
dora, hago público mi agradecimiento y envío im
donativo. Carmen Ros.
Puerto Real.—Un hijo mío se sintió desanimado
de estudiar en el colegio salesiano de esta ciudad.
En estas circunstancias le supliqué a San Juan
Bosco que solucionara los problemas de mi hijo,
él que tanto se había preocupado de los mucha­
chos. Como si hubiera venido del cielo la solu­
ción, mi hijo se encuentra en el colegio lleno de
felicidad, después de solucionados todos sus pro­
blemas. Agradecida, publico esta gracia para ha­
cer ver el poder de las súplicas de San Juan Bos­
co ante Dios, Dolores García Andrade.
Valencia.—Doy gracias a San Juan Bosco y a
Mamá M argarita por haberme atendido en lo que
les pedía. También agradezeeo a Jesús y a Ma­
ría Auxiliadora su protección. Envió una limosna
para las misiones salesianas y deseo se publique
en el Boletín. Ana.
Válladolid.—-Doy infinitas gracias a María Auxi­
liadora y a San Juan Bosco por muchas gracias
recibidas. Gracia especial fue la mejoría de mi
hermana quien se encontraba desahuciada de los
médicos y ahora está recuperada. Suplico a la
Santísima Virgen y a Don Bosco que protejan a
mis hijos. Envío una pequeña limosna. A. Aíaríín.
Valencia.—Llena de agradecimiento cumplo mi
promesa de enviar una limosna para las misiones
salesianas por un favor obtenido de San Juan
Bosco y de Mamá Margarita. Gracias a su pro­
tección, se ha solucionado mi situación econó­
mica. Ana Espinosa.
Sevilla.—Doy gracias a María Auxiliadora por
haber curado a mi madre de una grave enfer­
medad. Pepita Pérez.
Puerto Real.—Doy gracias a María Auxiliado­
ra por haber librado a mi hijo Rafael de un acci­
dente mortal en el trabajo y envío una limosna
para las obras salesianas, deseando se publique
en el Boletín Salesiano. Magdalena García Regó.
Fítenteguináldo (Salamanca).—Envío una li­
mosna para las obras salesianas, agradeciendo a
María Auxiliadora el haber librado a mi casa y
hacienda de un voracísimo incendio. Angeles Gó­
mez Sánchez.
Madrid.—Doy gracias a nuestra Madre María
Auxiliadora por los favores materiales y espiri­
tuales que me ha concedido; envío una limosna
y pido a la Santísima Virgen que nos siga pro­
tegiendo. ifarfa D. A.
Dan gracias a María Auxiliadora y
a San Juan Bosco y envían una limosna:

Carmen Salamanca; María Pilar, de Monzón
(Huesca); Cándida Vigo, de Malpás: Amalia San
Miguel, de Salamanca; Consuelo, de Murcia; Ri­
cardo Font; María Carmen Alvert, de Barcelona;
Virginia Pestaña, de Madrid; Cilomartes, de Gra­
nada: Una devota, de Madrid; Rosa Benítez, de
El Pagador (Gran Canaria); J. B., Je Fontanales

(Gran Canaria), por dos gracias; Una devota,
de la provincia de Avila; A. T., de Villafranca
de Córdoba; Josefa Soto, de Guadalajara; Cán­
dida Barreña, de Salamanca; M. R. R., de Orense;

Arsenio Gómez Ortega, de León; Dolores Caamaño, de El I*uerto de Santa Maria; Carmen Merpe, de Puerto Real (Cádiz); N. N., de Mnlgrat
del Mar (Barcelona).

FAVORES DE SANTO DOMINGO SAVIO
Protector de los Madres y de ios Cimas
Hago público mi agradecimiento a Santo Do­
mingo Savio por una súplica que le hice en fa­
vor de una conocida mía que tuvo momentos muy
difíciles en el trance del parto. El día 13 de agos­
to dio a luz una preciosa niña que, a los siete
días de nacida, fue bautizada con el nombre de
Ana Maria. Antonia CasteXls.
Puentecesures (Pontevedra) .—Agradezco a San­
to Domingo Savio una gracia especial, el salvar

la vida de mi esposa y demi hijo. Envío un do­
nativo. Eloy Bustelo.
Fontanales (Oran Canaria).—Muy agradecida
a Santo Domingo Savio por un favor obtenido
envío una limosna. N. N.
Sevilla.—Agradezco a Santo Domingo Savio un
favor alcanzado por su intercesión y envío un do­
nativo. N. N.

FAVORES DE DOÑA DOROTEA DE CHOPITEA
Cooperadora Salesiana
Barcelona.—Tengo en Caracas (Venezuela) una
hija la cual, al enterarse de que gracias a Doña
Dorotea salí muy bien de una operación que me
hicieron hace ya cuatro años, sintió gran con­
fianza en la Sierva de Dios, y al encontrarse ahora
ella enferma de gravedad, acudió también a tan
poderosa intercesora y me comunica que también
ella ha sido favorecida con la ayuda de tan ce­
lestial protectora, por lo que agradecida me envía
una cantidad, que unida a lo que yo puedo man­
darle, le remitimos para la causa de Doña Doro­
tea, en acción de gracias y para ayuda de su
beatificación. Anita Pantiga.
Buenos Aires (Argentina).—Estoy en deuda con
Doña Ilorotea por varios favores recibidos por su
ayuda. En primer lugar, mi esposa, que padecía
de insomnio, se vio aliviada de su dolencia des­
pués de invocarla con toda confianza. Además,
conseguimos que mi suegro cobrara su jubilación.
Más tarde, de nuevo mi esposa sufría unas llagas
en las encías y también éstas desaparecieron al

invocar a Doña Dorotea. Por todo ello cumplo
con g;usto mi promesa de enviarle una limosna,
destinada a la causa de beatificación de la Sierva
de Dios. Le ruego publique las gracias en el Bo­
letín, como testimonio público de nuestra grati­
tud. Carlos Alberto Larumbe.
Palafrugéü (Gerona).—En esta fecha le remito
una limosna para los gastos de la beatificación de
Doña Dorotea, en cumplimiento de una promesa
que le hice con ocasión de hallarse gravemente
enfermo uno de mis familiares más queridos y
que pudo obtener la salud gracias a María Auxi­
liadora, por intercesión de Doña Dorotea, de la
cual soy soy un entusiasta admirador. Ruégole se
sirva publicar la gracia en el Boletín. Miguel Es­
teva Girbau.
Valencia.—Deseo manifestar públicamente mi
gratitud a la Sierva de Dios, Doña Dorotea de
Chopitea, por haber recibido diferentes gracias
de su bondad para las personas necesitadas de
su ayuda.

R o g u e m o s p o r n u e s t r a s d ifu n to s
Doña Mercedes Guerrero de la Vega, de Mena, t en
Madrid, el 24 de octubre de 1969. Había nacido el
14 de mayo de 1898 en La Línea de la Concepción.
Se casó en Marruecos con don José Luis Mena V.
De los seis hijos que tuvo, entregó al Señor una
hija (Dominica de la Presentación) y un hijo (Salesiano). Fue Cooperadora Salesiana ya desde los
tiempos del Beato Don Bosco, ayudando de mil ma­
neras a ios Salesianos de Casablanca. Se distinguió
siempre por su trabajo abnegado y por su buen co­
razón con todos. En 1961 regresa a España con toda
la familia y se instala en Madrid. Padece sucesivas
embolias en 1965 y 1967 con el consiguiente su­
frimiento. Recae de nuevo el 23 de septiembre últi­
mo, y después de un mes de continuos dolores so­
portados con cristiana entereza, entrega su alma a
Dios...
Doña Elisa Alonso Sánchez t el 12 de septiembre de
1969 a los ochenta y cinco años de edad. Coope­

radora Salesiana. Muy devota de María Auxiliadora
infundió a sus seis hijos el amor a la Virgen de
Don Bosco y a la Obra Salesiana. En sus largos
años el Señor la probó con toda clase de sufrimien­
tos que soportó cristianamente, dando a todos ejem­
plo de acatamiento a la voluntad del Señor.
Adolfo García Llórente t en el Colegio Salesiano de
Astudillo (Falencia), a la edad de dieciocho años.
Lievaba 24 días de noviciado y ya era conocido en­
tre sus compañeros por su espíritu de aiegría y de
trabajo. Por eso su muerte ha sido muy sentida. Un
lamentable accidente lo llevó de entre nosotros.
Doña Elisa Bela, Don José María Pastor y Doña Luisa
Gutiérrez f han entregado su alma ai Señor en Puer­
to Real (Cádiz) durante este año, después de una
santa vida. Que Dios haya premiado con creces fus
buenas obras y ei amor que tenían por todo
saiesiano.

2'-

COOPERADORES

QUEREIS AYUDAR
AL TERCER HUNDO?

SALESIANOS

m rASARPADI
ES T A ES L A OBRA QUE A D O PTA N LOS
COOPERADORES SALESIANOS D E ESPAÑA

QUIERE DECIR

6.
7.
«.

9.
10.

11.

Lazareto para 320 leprosos.
Hospital para 200 pobres, pobres.
3.000 (tres mil) comidas diarias para pobres.
Distribución de leche en polvo para 920 bebés.
Dispensario gratuito para un promedio de 350 per­
sonas diarias.
Orfelinato con 70 niños y niñas abandonados.
Residencia siempre abierta para leprosos eventuales.
Construcción de chozas para pobres.
Recogida de moribundos y entierro de muertos.
Las escuelas siguientes:
Escuela de carpintería y soldadura para tullidos.
Escuela de chóferes, con un viejo Fiat.
Escuela para 970 refugiados de Birmania.
Sección de costura para 50 muchachas.
Escuela de taquimecanograffa.
Jardín de infancia.
Todo esto supone: Dos cocinas gigantescas.
Cultivo de una huerta.
Una imprenta.
Llevan adelante la Obra tres salesianos:
El P. Francis Schiooz, holandés.
El P. John, indio.
El P. Roberto Pernfa, español.
y cooperan:

33

monjitas de la Madre Teresa, de Calcuta,
médico que vista el lazareto tres días por semana,
médico que atiende diariamente a los enfermos nue­
vos y veteranos,
personas de servicio.

De todas estas actividades nos irá hablando, mes tras mes,
el P. Roberto Pemía.

El Papa ha hecho repetidos lla­
mamientos en pro del Tercer Mun­
do, señalándolo ala caridad de los
cristianos. Los Cooperadores Sale­
sianos de España quieren acudir
al llamamiento del Papa y adoptar
un punto, una obra de ese nece­
sitado Tercer Mundo para volcar
sobre él su generosidad cristiana.
Y han adoptado Vyasarpadi.
¿Dónde está? En la India.
¿Qué necesita? Lee a tu izquier­
da y pesa.
¿Por qué hemos escogido Vyasapadi?
Porque
mente.

lo

necesita

inmensa­

Porque nos lo ha pedido un salesiano español: el P. Roberto Pernía, que conoce y trabaja en Vya­
sarpadi.
Porque es un lugar conocido ya
por nuestros lectores, pues, se tra­
ta de la obra del P. Mantovani ya
difunto; obra que ha crecido de
modo prodigioso.
El P. Pemía nos irá a lo largo
del año dando noticias de Vyasar­
padi, de lo que allí se hace, de
cómo se emplea la ayuda que en­
viemos.
Adoptando Vyasarpadi los Co­
operadores Salesianos de España
nos sumamos a otras Organiza­
ciones Católicas que están volcan­
do su ayuda en diversos puntos
del Tercer Mundo.

1

V y asarp ad i está situado en las
afueras de M adras. A ntig u am en ­
te fue u n lago, p ero d eb id o a
la falla d e llu v ia d e sd e h ace
cuatro años la tierra se secó y
h o y d ía es el esp acio d o n d e se
aglom era u n a p o b lació n d e cer-,
ca d e cien mil h ab itan tes. Sólo
a lo larg o de la calle p rin cip al
se v e n u n as casas d e cem ento,
todas las dem ás son sencillam en­
te chozas d e p a ja y bam bú.
La inm ensa m ayoría de la p o ­
b lació n está form ada p o r tra b a ­
jadores ev en tu ales, ic o o líe si. La
desocu p ació n es u n problem a
gravísim o au m en tad o p o r los re ­
fugiados d e Birm ania, y los cien ­
tos d e m iles d e personas q ue
aban d o n aro n sus tierras y se re ­
fu giaro n e n M adrás e n b u sca de
trabajo. Baste d e c ir q u e M adrás
h a pasado, p o r causa d e estos
em igrantes, d e u n m illón a cinco
m illones d e alm as en v e in te
años.
£1 ritm o d e M adrás es lento.
En seg u id a q u e se p o n e p ie en
e lla se a d v ie rte n inm ensas m u­
chedum bres q u e se m u ev en len ­
tam ente p o r plazas y m ercados/
los innum erab les m endigos, tan
insistentes, los ruidos, el típico
d eso rd en de las callejuelas. Se­
g ú n las estadísticas g u b ern am en ­
tales h a y e n M adrás unos 620
barrio s bajos, insalubres y m ise­
rables. Si consideram os q u e m u­
chas de las v iv ie n d a s q ue lla­
m an csanas» están p o r d eb ajo
d e los lím ites d e la h ig ien e, se
p u e d e d e c ir q u e la g ran m ayo­
ría d e los h ab itan tes de M adrás
v iv e n en condiciones m uy m a­
las.
V y asarp ad i com enzó a crecer
cu an d o la p o licía d esalojó d e la
estación del ferrocarril a los n u ­
merosos o cupantes q u e se h a ­
b ía n in stalad o e n ella p o r n o e n ­
contrar otro sitio. C uando el g o ­
b iern o d e B irm ania exp u lsó de
su territo rio a los ciu d ad an o s in ­

Estos son los tres salesianos que dirigen Vyasarpadi: con la hermana
Annabel, de irqulerda a derecha, el P. Perhia; el P. Schiooz, holandés;
y el P. Juan, indio. Los tres se pusieron muy contentos cuando les
comunicamos que los cooperadores españoles iban a ayudarles todo
lo que pudieran.

PRESENTACION DE VYASARPADI
dios m uchos vin iero n a M adrás
y se estab lecieron en V yasarpa­
d i con sola su m iseria y su
desesperación.
En resum en, los problem as de
V y asarp ad i son:
a) Falta d e trabajo. Esto hace
q u e acep ten trabajos por una ru ­
p ia al día, o sea siete u ocho p e ­
setas, con todas las consecuen­
cias.
b) D esnutrición, ag rav ad a por
la sequía. No h a y com ida. M u­
chísim as p ersonas no reciben ni
lo m ínim o p a ra sobrevivir. Los
niños y los ancianos q u edan
ab andonados.
c) Salud rota: la falta de ali­
m entos trae sus consecuencias.
Todas las en ferm edades se m ul­
tip lican rápidam ente. Son com u­

nes la lepra, la tuberculosis, an e­
mias, cólera, fiebre am arilla, etc.
d) V iv ien d a: el problem a es
agudísim o. Parece im posible que
se p u eda v iv ir en estas co ndi­
ciones.
e) Falla d e ag u a: el ag u a p a ­
ra b e b e r se v en d e a 35 cén ti­
mos de ru pia el tcladero» y aún
asi no está lim pia. Pocos p u e ­
d en perm itirse el lujo de b a ñ a r­
se, lo que es esencial en un cli­
ma tan caluroso y húm edo com o
éste.
Este es el m arco d o n d e se des­
en v u e lv e la acción del Padre
Pernía y de oíros dos salesianos/ acción, com o p o d r á n ir
viendo, ray an a en el puro h e­
roísm o d e caridad y am or cris­
tiano.

DONATIVOS

!.— Cooperadores Salesianos • Alcalá, 164 - Madrid (2), indicando
siempre en el dorso del giro postal esta palabra VYASARPADI.

Quien desee sumarse a la adopción
de Vyasarpadi puede mandar sus
limosnas a:

2.—O a Cta. Cte. Cooperadores Salesianos - Sucursal del Banco His­
pano Americano - Plaza de Roma - Madrid (2).

3eea$jun*ásostenimiento^
fomaeiónéüocaciones
‘El mejor premio que Dios concede a una familia es un hijo sacerdote.” (Don Bosco.)

INSPECTORIA DE BARCELONA
P. Provincial: Paseo San Juan Bosco, 74 • Barcelona-17
BECAS EN FORMACION
Beca «Familia Baraut-Oblols». N.. e.: 9.000. Total: 41.000.
Beca «S. Pedro» (por difuntos de familias fundadoras). To­
tal: 50.000 pts.
Beca «Manolita Pérez» (por difuntos de su familia). To­
tal: SO.OOO pts.
Beca «Amig:os del P adre E scuselb (preces por amigos di­
funtos). Total: 86,000 pts.
Beca «Don Luis Cutlllas». Total: 7.100 pts.
Beca «San Marcos». Prim era y única entrega: 100.000 pts.
Beca «Ntra. Sra. de Monserrat». Total: 96.000 pts.
Beca «José María Valles Plá». Total: 11.000 pts.
Beca «Beca Pilar». Total: 16.000 pts.
Beca «Amigos P. Escursell». Total: 41.000 pts.
Beca «Santos Antonio y Sebastián». Total: 20.000 pts.
Beca «J. M. y M. C.» Total: 16.000 pts.
Beca «San José». Total: 16.000 pts.
Beca «Felipe Alcántara». T o tal: 6.100 pts.
Beca «Don Juan Antal». Total: 94.100 pts.
Beca «Gratitud» por amigos de las Vocaciones Salesianas.
Total: 85.000 pts.
Beca «Claudio García». Total: 26.000 pts.

INSPECTORIA DE BILBAO
P. Provincial: Escuelas Salesianas • Duesto-Bilbao
BECAS EN FORMACION
Beca «Mamá Margarita». L. Cañada. Pamplona. N. e.: 260
pesetas. Total: 23.000 pts.
Beca «D. José Puertas». A. A. Deusto. N. e .: 500. T .: 11.600.
Beca «Doña Elvira Vda. de Vidaurrázaga». T .: 10.000 pts.
Beca «Don José María Taibó». Total: SO.OOO pts.
Beca «María Auxiliadora». 2.9 Arch. Baracaldo. T .: 41.600.
Beca «D. José Díaz de Cerio Valle y P e tra Gastón Ventosa».
Total: 20.000 pts.
Beca perpetua 2.1 «Srtas. de Felipe». 1.1 e.: 60.000 pts.
Beca «D. Ramón Zabalo». Baracaldo. M. Fernández. To­
tal: 36.000 pts.
Beca «Doña Carmen Agulrre». Total: 15.000 pts.
Beca «Familia Imbert». Total: 90.000 pts.
Beca «Don José Santos». Deusto (Colegio). Total: 39.000 pts.
Beca <Sr. Justi». Deusto (Colegio). Total: 90.600 pts.
Beca «Maria Auxiliadora». Archicofradía Deusto. 10.000 pts.
Beca «D. Eladio Pérez». 10.000 pts.
Beca «Srta. María Luisa de Felipe». Total: 60.000 pts.
Beca «Inmaculada Concepción». J . L. M. Total: 11.500 pts.
Beca «Marta Auxiliadora». D. R. Q. R. Total: 96.000 pts.
Beca «María Angeles Postigo Labrador». Total: 30.000 pts.
Beca «Conchita Diez Noza». Total: SO.OÓO pts.
Beca perpetua «San Cosme y Santa Magdalena». T .: 80.000.
Beca «Virgen del Castillo». El Ro>o. Total: 9.800 pts.
Beca «F. Canales». Total: 14.000 pts.
Beca «María Auxiliadora». Zuazo. T o tal: 5.500 pts.
Beca «Don Bosco», CMudad Laboral. Pasajes. Total- o.720.
Beca «Sagrada Familia». San Sebastián. Total; 10.000 pts.
Beca «Francisco Tierra». Burceña. Total; 8.600 pts.
Beca «San Juan Bosco». Total: 5.000 pts.
Beca «Santo Domingo Savio». Santander. Total: 19.600 pts.
Beca «San José Obrero». Industriales. Santander. T .: l0.0()0.
Beca «Marta Auxiliadora». Arch. Santander. T .: 6.000 pts.

30

Beca «Sres. Udaetxe». Bilbao. Total: 34.000 pts.
Beca «San An'drés». Burgos. Total: 1.827,86 pts.
Beca «Nuestros Mártires». Zuazo. Total: 18.509 pts.
Beca «María Auxiliadora» II. Total: ^.000 pts.
Beca «Alfonso Gómez Pineda». Pamplona. Total: 6.000 pts.
Beca «San Paulino». Baracaldo. Total: 23.000 pts.
Beca «Eduardo Caprani», Baracaldo. Total: 6.000 pts.
Beca «Jesús Aznar», promovida por Doña María Salmerón.
Vda. de Aznar. Total: 7.000 pts.

INSPECTORIA DE CORDOBA
P. Provincial: Calle María Auxiliadora, 14 - Córdoba
BECAS COMPLETAS
Beca «María Auxiliadora». Fam ilia Gómez Briasco. Granada.
N. e.: 61.000 pts. Total: 100.000 pts.
BECAS EN FORMACION
Beca «María Auxiliadora». Málaga. Total: 26.300 pts.
Beca «Santo Domingo Savio». Cías, de la Juventud Salesiana. Las Palmas. Total; 44.300 pts.
Beca «Archicofradía de María Auxiliadora». Santa Cruz de
Tenerife. Prim era entrega: 15.000 pts.
Beca «Pura Bermúdez». Málaga. Total; 28.600 pts.
Beca «Familia Muñoz». Total: 21.000 pts.
Beca «E. Chacón de Hernández». Las Palmas. T .: 11.400 pts.
Beca «Santa Isabel». Granada. Total: 40.200 pts.
Beca «Ntra. Sra. de Luna». Pozoblanco. Total: 90.000 pts.
Beca «Familia Lago». Las Palmas. Total: 8.000 pts.
Beca «Familia Naranjo», Las Palmas. Total: 5.300 pts.
Beca «Miguel Magone». Las Palmas. Total: 5.000 pts.
Beca «Francisco León Navarro». Las Palmas. Total: 3.300.
Beca «Familia Lllnares». Las Palmas. 1.9 e.: 1.600 pts.
Beca «San Ju an Bautista». Total: 21.000 pts.
Beca «Sagrado Corazón». Las Palmas. Total: 46.166 pts.
Beca «Escuelas Externas». MontiUa. Total: 12.000 pts.
Beca «Ntra. Sra. de la Consolación». Torredonjimeno. To­
tal: 30.000 pts.
Beca Misionera «Don Dionisio Ric». Total: 12.000 pts.
Beca «D. Sebastián M.9 Pastor». Córdoba. Total: 6.016 pts.
Beca «Baldemoro Pagán». Pozoblanco. Total: 23.500 pts.
Beca «Ntra. Sra. del Carmen». Pozoblanco. T.: 40.000 pts.
Beca «Virgen del Pino». Las Palmas. Total: 2.600 pts.
Beca «Don Bernardo López Baena». Córdoba. T .: 16.000 pts.
Beca «Santa Catalina» II. Las Palmas. Total: 3.000 pts.
Beca «Familia Navarro». Total: 7.100 pts.
Beca «Santa Ana». Alcalá la Real. Total: 20.000 pts.
Beca «Familia L ara Padfn». Total: 6.300 pts.
Beca «Don Vicente Reyes». Total: 2.700 pts.
Beca «Maria Auxiliadora». Antonio Royán. Total: 28.800 pts.
Beca «María Auxiliadora». Coop. Antequera. T .: 11.500 pts.
Beca «D. Antonio Espinosa». Tenerife. Total: 106.800 pts.
Beca «Familia Torre». Las Palmas. Total: 4.100 pts.
Beca «Familia del Pino Muñoz». Jaén. Total: 10.000 pts.
Beca «Romero-Martinez». Málaga, promovida por Doña Do­
lores Martínez. Vda. de Romero. Total: 30.000 pts.
Beca «Cias Juventud Salesiana». La Orotava. T .: 40.000 pts.
Beca «Santa O u z de Tenerife». Tenerife. Total: 32.000 pts.
Beca «Santo Domingo Savio». Cías. Tenerife. T .: 21.000 pts.
Beca «Familia AtUio Ley». Las Palmas. Total; 1.500 pts.
Beca «Juan XXIII». Montilla. Total; 14.350 pts.
Beca «Familia Espejo Gómez». Montilla. Total: 12.000 pts.
Beca perpetua «Troya Gozálvez». Ubeda. Total: 34.000 pts.
Beca «Virgen del Pino». Las Palmas. Total; 1.000 pts.

INSPECTORIA DE MADRID - “BESAMA”
P. Provincial: Paseo del General Primo de Rivera, 2S
Madrid (5) - Teléfono 227 56 91

Recordamos a todos ios particvpantes en SESAJifA Jas
dos categorías de Becas Completas.
— Beca O RD IN ARIA: 50.000 pesetas.
— Beca MAYOR: 100.000 pesetas.
Siempre pueden enviar donativos para W completando
las becas *BE8AMA».

Mérida. Beca «Don Javier Montero». Total: 12.500 pts.
Morón. Beca «Ntra. Sra. del Sagrado Corazón». T.: 24.000.
Morón. Beca «Mártires Salesianos de Morón*. Total: 2.000.
Puerto Real. Beca «María Auxiliadora». Total: 17.000 pts.
Rota. Beca «Ntra. Sra. del Rosario». Total: 14.000 pts.
Sevilla. Beca «María Auxiliadora». A. R. N. e .: 600 pts. To­
tal: 16.500 pts.
Sevilla. Beca «Corpus Christi*. Srta, J. Quintatia. N. o.;
100 pts. Total: 12.150 pts.
Sevilla. Beca «D. Antonio Marcolungo». Donación de Dofta
Carmen Hidalgo, vda. de Cortés do Bienvenida Badajos.
Sevilla-Trinidad. Beca «M.l Auxil.» Arch, Total: 7.000 pts.
Sevilla-Trinidad. Beca «Stma. Trinidad». 1.6 e.: 15.000 pts.
Sevilla-Triana. Beca «Don Tomás Oonzálet». Total: 30.000.
Sevilla-Residencla. Beca «San Ju an Bosco». (3.1) T ,: 15.000.
Sevilla. Beca «Ntra. Sra. de la Piedad». Total: 31.106 pts.
U trera. Beca «Don Agustín Nofre». Total; 29.210 pts.

BECAS COMPLETAS
Beca «Sto. Tomás de Víllanueva». Arch. María Auxiliadora.
Total: 50.000 pts.

INSPECTORIA DE VALENCIA
P. Provincial; Calle de Sagunto, 212

BECAS EN FORMACION
Beca cJosefa A. Roldán y familia». Total: 35.100 pts.
Beca «Arch. María Auxiliadora». P.8 Extrem adura. Total:
30.000 pts.
Beca «Besama IV». Total: 4.200 pts.
Beca «Familia Mesonero Rodríguez». Total: 16.000 pts.
Beca «Mercedes Cruzado». Total: 39.000 pts.
Beca «San José». Arch. María Auxiliadora. Pizarrales.
Total: 18.000 pts.
Beca «Bodas de Diamante. D. Luis Conde». Total: 16.000.
Beca Mayor «Salesianos D. Bosco». Total: 68.250 pts.
Beca
Salesiano Coadjutor». Cías Paloma. T .: 28.000 pts.
Beca «San Francisco de Sales». Estrecho. Total: 33.715 pts.
Beca «San Antonio». A. Angulo. Total: 20.000 pts.
Beca «Padre Esteban». AA. AA. Paloma. Total: 30.671 pts.
Beca «M. A. L.» Total: 31.000 pts.
Beca «D. Félix González». Fam iliar Pardo. T .: 27.000 pts.
Beca «Ntra. Sra. del Carmen y S. Lucas». Total: 44.000 pts.
Beca «Doña Dorotea». Madrid Don Bosco. Total: 27.500 pts.
Beca «María Auxiliadora» II. Atocha. Total: 41.825. pts.
Beca «Archicofradía M.S Auxiladora». Carabanchel. 10.000.
Beca «M.§ Auxiliadora». Total: 36.300 pts.
Beca «Sta. Teresa y S. Vicente». Total: 18.000 pts.
Beca «Viuda de Pujadas». Total: 16.000 pts.
Beca «Familia D. A. Miranda, salesiano». Total: 17.000 pts.
Beca «María Auxiliadora. Salamanca. Total 10.000 pts.
Beca «Centro Juvenil». P.fi Extrem adura. T o til: 28.600 pts.
Beca «Antonio Durán». Total: 26.000 pts.
Beca «Don Juan» II. Total: 15.000 pts.
Beca «Don Manuel Nicolás». Total: 18.000 pts.
Beca «Sto. Domingo Savio». C.fl M.ft Aux.-Atocha. T .: 16.000
Beca «Viuda de Casanovas». Total; 6.000 pts.

< Valencia

BECAS EN FORMACION
Beca «D. Recadero de los Ríos». Alicante. Total; 3.000 pts.
Beca perpetua «A. B. A.» Valencia. Total: 100.000 pts.
Beca perpetua «Muy Rvdo. D. Vicente Galván». Alicante.
Total; 100.000 pts.
Beca perpetua «D. Andrés Tari Navarro». Elche. 1.6 e .:
50.000 pts.
Beca perpetua «Rvdo. D. Manuel Pérez». Valencia. To­
tal: 250.000 pts.
Beca «Muy Rvdo. D. José Calasanz». N. e .: 6.890 pts.
Beca «Arch. M.S Auxiliadora». Val. N. e .: 4.000. T.: 20.000.
Beca «Rvdo. D. Luis Berenguer». Alicante. N. o.: 1.000 pts.
Beca «San Bernardo». Vlllena. Total: 38.000 pts.
Beca «Niño Jesús». Entrega de 6.000 pts.
Beca «Doña Antonia Cabot». Albacete. Total: 20.000 pts.
Beca «San Cayetano». Crevillente. Total: 74.000 pts.
Beca perpetua «San Patricio». Ibi. Total: 60.000 pts.
Beca «María Peire» en memoria de su esposo. Total: 20.000.
Beca «Ramón Guerrero» por un empleado de la Casa de
Albacete. Total: 10.000 pts.
Beca «Ckwperadores de Valencia». T otal; 13.000 pts.
Beca «Revdo. D. Manuel Pérez». 2.6 Total: 1.000 pts.
Beca «Círculo Domingo Savio». Total: 1.500 pts.
Beca perpettia «Juan Manuel», por doña Carmen Gómez de
Tortosa. Alcoy. Total: SO.OCiO pts.
Beca «Rvdo. D. Mariano Aisa». Burriana. Total: 17.500 pts.

INSPECTORIA DE LEON
P. Provincial: Apartado 425 • León

INSPECTORIA DE SEVILLA - “BESASE”
P. Provincial: Calle María Auxiliadora, 17
Teléfonos 35 04 86 • 30 01 00



Sevilla

BECAS COMPLETAS
Beca «Don Rafael Castells y Dofta Valentina Cuadra». To­
tal: 100.000 pts.
Beca «María Auxiliadora». Ovicdo-Naranco. T .: 60.000 pts.
BEJCAS EN FORMACION

BECAS EN FORMACION
Alcalá. Beca «Ntra. Sra. del Aguila». N. e.: 9.000 pts. To­
tal: 25.200 pts.
Alcalá. Beca «San Pedro». Cooperadores. Total: 4.000 ptB.
Alcalá. Beca «Archic. María Auxiliadora». Total: 5.000 pts.
Algeciras. Beca «Don Andrés Yún». Total: 5.000 pts.
Almendralejo. Beca «Ntra. Sra. de la Piedad». Iniciada por
Familia Rafael Martínez Cordón e Isabel Martines Asuar,
en memoria de doña Crescencia Asuar. Total: 32.100 pts.
CMdiz. Beca «Rvdo. D. José Montserrat». N. e.: 5.000 pese­
tas. Total: 11.500 pts.
Cádiz. Beca «María Auxiliadora». Arch. N. e.: 1.000 pts. To­
tal: 22.000 pts.
Cádiz. Beca «Maestro Pagés». Total: 13.295 pts.
Cádiz. Beca «Don Clemente Guede*. Total: 10.675 pts.
Cádiz. Beca «Santiago Apóstol». Total: 70.0(X) pts.
Cádiz. Beca «San José». Total: 3.000 pts.
Campano. Beca «Bertemati». Total: 6.000 pts.
Carmona. Beca «Don Fermín Molpeceres». Total: 13.000 pts.
Cáceres. Beca «San Juan Bosco». Total: 16.750 pts.
Jerez. Beca «Escuela de Maestría». Total: 20.000 pts.
Jerez. Beca «Don Ju an Torres». Total: 20.000 pts.
L a T.tnoit Beca «Inmaculada Concepdón». Total: 500 pts.
L a Palm a. Beca «San Andrés». Total: 5.000 pts.

Beca «D. Pedro Olivazzo». Astudlllo. N. e.: 4.716. T .: 18.700.
Beca «P. Manuel Lino». La Corufta. N. e.: 6.000 pts. ToU l: 14.900 pts.
_
Beca «Virgen de Víllanueva». Allariz. N. e .: 800 pts. Total:
22.125 pts.
__
_
.
Beca «Don José Saburído». Orense. N. e .: 2.000 pts. Total:
28.800 pts.
Beca «María Auxiliadora». Allariz. N. e.: 1.000 pts. Total:
26.000 pts.
Beca «Angel Valverde». Vigo. Total: 50.000 pts.
Beca «San José». Vigo. San Matías. Total: 66.000 pts.
Beca «José Sabaté». Vigo. Total: 36.000 pts.
Beca «Universidad Laboral». Zamora. 1.6 e .: 17.(X)D pts.
Beca «D. Pedro Masaveu». Oviedo. 1.6 e.: 10.000 pts.
Beca «P. Miguel Salgado». Vígo-San Matías. T.: 75.4SO ptsBeca «María Auxiliadora». Celonova. Total: 82.(XX) pts.
Beca «Don Felipe García». Coop. Corufta. T otal: 12.235 pts.
Beca «Don Pedro Olivazzo». Astudillo. Total; 14.065 pts.
Beca « M ai^ Auxiliadora». Arch. Vigo. T o tal: 34.000 pts.
Beca «D. Ernesto Armelles». Coruña. Colegio. T .: 38.250.
Beca «María Axix.» Zamora. Rey Fem ando. T .: 10.000 pts.
Beca «Domingo Savio». León. Total: 16.665 pts.

Beca «Ntra. Sra. de Covadonga». Tudela Veguín. T .: 19.348.
Beca «Don BmJUo Montero». O en se. Total: 22.000 pts.

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PIA OBRA DEL SAGRADO CORAZON
San Juan Bosco, antes de su muerte, fundó con ia aprobación del Papa León XIII
la Pía Obra del Sagrado Corazón para que se celebraran SEIS MISAS DIARIAS
Y PERPETUAS en la Basílica del mismo nombre, en Roma, a intención de cuan­
tos se Inscribieran en olla. Todos los inscritos participan a su vez del fruto apli­
cable de las oraciones de los niños de los Colegios Salesianos y de las oraciones
y buenas obras de los Salesianos e Hijas de María Auxiliadora.
INSCRIPCION

1. Puede inscribirse uno a sí
mismo y a otras personas, vivas o
difuntas, por las que quiere pedir
o sufragar.
2. Puede inscribirse una o más
veces la misma persona para au­
mentar su participación en los be­
neficios espirituales.
3. La inscripción, que es nomi­
nal, se efectúa tras la aportación
por una soia vez de una limosna
superior a 25 pts. o de esa can­
tidad (que se puede enviar por giro
postal o en sellos de correos de
cualquier valor). La inscripción se
acredita con una Cédula artística.
4. Para Inscribirse: Envíe con
letra bien clara el nombre o nom­
bres y apellidos de la persona que
se inscribe, indicando si es viva o
difunta (no olvide este detalle) a:
OBRA VCjCACIONAL DE LOS CO­
OPERADORES SALESIANOS
Alcalá, 164 - MADRID (2).

¿QUE PUEDE H ACER
C O N ESTE TESORO
ESPIRITUAL?
APROVECHELO PARA USTED MISMO
Tiene sin duda asuntos que le preocupan; quizás
dificultades en su familia; tal vez desea perfeccio­
narse en su vida cristiana o asegurarse sufragios
para su alma... Inscribiéndose en la Pía Obra seis
sacerdotes intercederán todos los días por usted.
HAGA PARTICIPES DE EL A LOS SUYOS
Usted desea para los suyos lo mejor: unos están
estudiando, otros abriéndose camino en la vida, tal
vez haya algún enfermo... Una ayuda positiva es en­
comendarlos al Señor; si usted no puede pedir bas­
tante los miles de niños y de salesianos lo harán
por usted.
APLIQUELO A LOS DIFUNTOS
Nada alivia a los difuntos: ni las flores, ni las es­
quelas, ni su mismo recuerdo. Sólo las oraciones y
los sufragios llevan a las almas un alivio. Inscribién­
dolas en la Pía Obra recibirán de su parte cada día
el mejor recuerdo: el tesoro infinito de seis misas,
y de las oraciones de millares de niños.

E. G. Salcsiana: Madrid-Atocha

Fecha
1969.12