BS_1968_05

Ficha

Título
BS_1968_05
Descripción
Boletín Salesiano. Mayo 1968
extracted text
® ° '# A m i A N O
OROANO M
A R O IXXXII

IO S C O O K K A O O U S SAIESUNO S

NUMERO S •
MAYO, 1 M

S o

■2 á § ~

O¿

LOS 100 AÑO S
DE LA BASILICA DE MARIA AUXILIADORA
QUE SE CUMPLEN EL 9 DE JUNIO PROXIMO
NO S HA DETERMINADO A OFRECER A LA VIRGEN DE D O N BOSCO
ESTE NUMERO DEL BOLETIN SALESIANO
POR SER M AYO PARA NOSOTROS
EL MES DE MARIA AUXILIADORA.
ES SOLO UN MODESTO HOMENAJE
A LA MADRE DE LA FAMILIA SALESIANA.
ELLA MERECERIA MUCHO MAS.
PRESENTAREMOS BOTONES DE MUESTRA
TODOS REFERENTES AL M U N D O SALESIANO.
DELIBERADAMENTE DEJAMOS DE LADO LOS DEMAS.
N O SE ACABARIA NUNCA DE HABLAR DE MARIA AUXILIADORA.
LA PORTADA A TODO COLOR
SE LA OFRECE
LA ESCUELA GRAFICA SALESIANA DE MADRID-ATOCHA
C O M O CONSAGRACION DE LA PERFECCION ADQUIRIDA
EN LA IMPRESION OFFSET
CON QUE HA ENRIQUECIDO SU ENSEÑANZA.
OJALA QUE EL PRESENTE NUMERO
AYUDE A NUESTROS LECTORES
A AMARLA UN POCO MAS
Y A CONFIAR MAS EN MARIA AUXILIADORA.

PUNTO DE APOYO, CENTRO DE COHESION, MONUMENTO A MARIA

EL SANTUARIO DE LA AUXILIADORA
Y
LA CONGREGACION SALESIANA
Los grandes santuarios ejercen en torno suyo una influencia que cristaliza
en polarización de corrientes religiosas, centros de espiritualidad, forma­
ción de poblados... El artículo que sigue, inspirado en los Anales de la
Congregación Salesiana de Eugenio Ceria, refleja la que el Santuario de
María Auxiliadora ejerció en la familia de Don Rosco al principio y des­
pués. Y la que tiene como Santuario Mariano.

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El templo de María Auxiliadora tal como lo dejó Don Bosco, según un grabado de la
época. Posteriormente y dada la importancia adquirida, fue notablemente ampliado y em­
bellecido en su interior con mármoles y otras piedras nobles.



1

varios meses
hablando del centena­
rio de 'la consagración
de la Basílica de María
Auxiliadora de Turín. Pudiera
parecerle a alguno excesivo. Sin
embargo no es así. Para la Con­
gregación Salesiana el Santua­
rio representa algo excepcional.
Hace cincuenta años en los
parajes de Cova de Iría, en
Fátima, no había otra cosa que
encinas y carrascas. Hoy, a la
sombra del santuario de Nues­
tra Señora está creciendo una
población típica de casas de
ejercicios, de retiro, de forma­
ción y hospedaje, que hacen de
Fátima un centro permanente de
espiritualidad y de irradiación
mariana, y no el ocasional de
una peregrinación que llega,
descarga su contenido piadoso
emocional y se va.
La historia del Santuario de
Fátima es una entre tantas de
las que se han repetido a lo
largo de los años con otros san­
tuarios: L o u r d e s , Mariatzell,
Czestokwa, Guadalupe de Mé­
jico, etc... De todos ellos, con
ciertas variantes, podría decir­
se lo mismo.
El Santuario de María Auxi­
liadora está en la misma linea,
en lo que se refiere a su cate­
goría de santuario mariano de
primera fila. Pero con la fami­
lia salesiana ha operado algo
más profundo; para ella es algo
más que un simple santuario
célebre/ es parte de su vida, no
sólo de su historia.
Don Bosco al recibir de la
misma Virgen María la enco­
mienda de construirlo, si bien
midió desde el primer momen­
to los duros esfuerzos, que en
todo sentido le supondría la
construcción por carecer de me­
dios económicos, también vio
en ello la solución de muchas
preocupaciones internas que le
producía la creación de la Con­
gregación Salesiana.

L

leva m o s

Pongámonos en ambiente. Es­
tamos en 1862 cuando recibe el
mandato de edificar una gran
iglesia. Tres años antes había
reunido a diecinueve de sus
alumnos que estudiaban en el
Oratorio con él la carrera ecle­

siástica para proponerles que se
quedaran toda la vida en el
Oratorio, después de renunciar
a todo porvenir fuera de él y
ligarse con los votos de obe­
diencia, pobreza y castidad.
¿Qué les ofrecía? Sueños.
Sueños y mucho trabajo; que
formarían una gran Congrega­
ción, que tendrían grandes ca­
sas, millares de alumnos, misio­
nes lejanas... Pero la realidad
era que vivían de precario, en
un pabellón tan pobre que las
habitaciones altas se enlagaban
los días de lluvia a fuerza de
goteras/ comían pobrísimamente, carecían de calefacción sien­
do así que el clima de Turin
es muy duro. Y ¿qué decir de
lo:' muchachos con quienes con­
vivían a diario para educarles?
Bastantes de ellos golfos de la
calle, muchos otros buenos chi­
cos, de corazón leal y noble,
pero marcados por los estigmas
de una niñez misera traducidos
en escasa educación y tosca
sensibilidad, cuyo trato exigía
un aguante excepcional.
Don Bosco derrochaba con sus
primeros jovencisimos salesianos, calladamente y a diario,
paciencia sin límites, optimis­
mo, corazón, comprensión, ale­
gría, y mucha espiritualidad.
Sólo el haberse adueñado del
corazón de los primeros jóve­
nes salesianos sostenía la cohe­
sión del grupo. Es verdad que
le idolatraban y que los había
dispuestos a morir por él. Esa
era su garantía; mas Don Bos­
co pensaba, y con razón, que
nc era suficiente para asegu­
rar la perseverancia de sus clé­
rigos ni el futuro del grupo.
¿Qué sucedería el día en que
un contratiempo, la sacudida de
una persecución o el halago de
puestos más honrosos y produc­
tivos en el 'mismo campo ecle­
siástico o un porvenir más con­
fortable en el mundo les hicie­
ra caer la venda de su amor a
Don Bosco y ver el auténtico
panorama de la realidad que
les envolvía? Porque la reali­
dad era que estaban en un asi­
lo de muchachos, un asilo que
vivía en parte de la caridad y
del nombre de Don Bosco y en
parte de sus mismos esfuerzos

heróicos, que materialmente ha­
blando rentaban bien poco.
Se comprende la situación aní­
mica de Don Bosco durante es­
tos años en que sostenía a pul­
so la vocación y las esperanzas
de los suyos con «buenas pa­
labras» y contándoles «sueños».
Si esta era la situación ínti­
ma respecto a los suyos, de ca­
ra a la estabilidad de la inci­
piente Congregación no andaba
mejor. Aún no había consegui­
do la aprobación canónica; es­
taba a merced de la incertidum­
bre/ un plumazo de un obispo
susceptible podía acabar con
ella. Al fin y al cabo no es cosa
inquietante cerrar un asilo aun­
que se llame Oratorio.
Pero si el Oratorio contase
con una iglesia grande, más am­
plia que cualquier parroquia,
más visitada por los fieles y
con mayor culto que cualquier
parroquia de la ciudad y aureo­
lada con el nombre de Santua­
rio de la Virgen, la situación
nc sería tan insegura.
Y ¿el efecto sicológico que
causaría en sus salesianiíos ver
surgir al lado mismo de los pa­
tios de juego un inmenso tem­
plo? Cómo se les ampliarían los
horizontes; la estrechez present'í perdería agudeza; ellos se
verían pioneros afortunados de
una gran obra que sería tal co­
mo Don Bosco se lo venía repi­
tiendo un día tras otro para
darles ánimo.
En resumen, Don Bosco ne­
cesitaba urgentemente en aque­
llos años de un sólido punto de
apoyo, como dice su biógrafo
Ceria, un punto sobre el cual
moverse y sobre el que fundar
ur hogar sagrado para los pre­
sentes y los futuros salesianos.
El Santuario que María le
mandaba construir le daba el
punto de apoyo que andaba
buscando, convertía el Oratoric en el hogar sagrado, en la
casa - madre, aureolada con el
prestigio de casa solariega y
con la posesión de un Santua­
rio digno famoso, centro de es­
piritualidad y de atracción de
las almas de todos los sale­
sianos.

La basílica de María Auxiliadora se convirtió desde el principio en escenario de toda clase de
{unciones litúrgicas y manifestaciones de vida salesiana. Aquí se despiden los misioneros, se pone
sotana a futuros salesianos, y reciben las órdenes sagradas sacerdotes de iodo el mundo. Aquí se ce*
lebró el triunfo de la beatificación y canonización de Don Bosco, de Santa María Mazzarello y
de Santo Domingo Savio.. Y hasta aquí llegan peregrinos de lejanos países, como ésta (foto inferior)
de la Costa de Marfil.

Don Sosco, pues, no veía sólo
un monumento mariano al que
acudirían devotos de todo el
mundo» veía que con él llega­
ba la cohesión espiritual que
un amor especialísimo de todos
‘SUS hijos a María Auxiliadora
produciría.
Esa ha sido luego la realidad.
Cuando los primeros salesia-^
nos, durante cinco años, vieron
surgir, a fuerza de milagros de
la Virgen, los muros y coronar­
se con las cúpulas se conven­
cieron de que eran los escogi­
dos del Cielo para una obra
grande, deseada por Dios.
Cuando esos mismos salesianos Y los muchos otros, que se
formaron a la sombra del San­
tuario, se desparramaron por el
mundo para levantar otros cen­
tros semejantes al Oratorio, lle­
varon consigo una nostalgia tal
de la iglesia madre que conta­
giaron a los demás salesianos
nacidos lejos y, hoy mismo, ape­
nas hay en el mundo un salesiano que en el secreto de su
alma no albergue el íntimo de­
seo de ir un día a Turín para
ver con sus ojos la imagen de
María Auxiliadora y postrarse
ante su altar. Podría decirse que
la Basílica con todo lo que re­
presenta va en la entraña de
todo hijo de Don Bosco. Ver­
daderamente el santuario ha si­
do un centro de irradiación y
lo es en la actualidad, lo mismo
que de cohesión salesiana.

M ONUM ENTO
M A R iA N O
Es también un monumento a
María.
Toda devoción requiere un
punto de apoyo, un santuario
que canalice la devoción de
los fieles Y en donde ésta pue­
da manifestarse con plenitud.
Don Bosco, escribe Eugenio
Ceria en los Anales de la Con­
gregación Salesiana, procuraba
dar a cuanto emprendía toda la
amplitud posible. Al construir
la iglesia de María Auxiliadora
nc pensó únicamente en el Ora-

4 —

24 d e M A Y O
APOTEOSIS DE MARIA AUXILIADORA
Precedido de un mes de funciones en honor de María Auxiliadora,
que llenan tres y cuatro veces al día la Basílica llega el 24 de mayo.
La noche del 23 ya no cierran sus puertas. Peregrinaciones y de­
votos se suceden sin interrupción: confiesan, comulgan, se consa­
gran, piden y dejan sitio a otras oleadas, a otros millares, noche
y día. La tarde del 24 todos formarán en la procesión o se agolpa­
rán para verla pasar. Es el- día de María Auxiliadora.

Al lado, la carroza con la imagen de María Auxiliadora a la que acompañará una ingente multitud
por las calles de Turín: (Arriba) pequeño clero y estudiantes salesianos llevando las banderas de
cada nación y estudiantes universitarios, con sus gorros goliardicos. (Abajo) parte de la muchedum­
bre congregada frente a la Basílica, cuando la imagen va a ser retirada, después de la procesión.

— 5

Icrio, no se limitó sólo a la
Congregación, sino que ensan­
chó su mirada por todo el mun­
do Y trató de alzar un santua­
rio en el que la Madre de Dios
fuese universalmente glorifica­
da. Por tal razón dirigió su lla­
mamiento a todo el mundo, pa­
ra que le ayudaran en la cons­
trucción Y »1 mundo no fue sor­
do a sus reiteradas invitaciones.
Pero hay que confesar que la
misma Virgen mostró su agra­
do Y acudió poderosamente en
su ayuda, dispensando con lar­
ga mano favores y gracias e
incluso milagros a cuantos con­
tribuyeron en construir, decorar
Y proveer al sagrado edificio.
El día antes de comenzar los
trabajos Don Bosco dijo al clé­
rigo Pablo Albora: iNo tengo
un céntimo, no sé tampoco de
dónde sacar dinero, pero esto
no importa. Si Dios la quiere,
la iglesia se acabarái. Y cuan­
do los trabajos tocaban a su
fin, escribió: iCada día que pa­
sa María Auxiliadora hace algo
más por su iglesia, algo más es­
trepitoso. Harían falta volúme­
nes». Ciertamente no nos puede
parecer enfático que, desde el
pulpito, se proclamara durante
lar fiestas de la consagración
las palabras «María se edificó
su casa».
María edificó su casa y no la
abandonó después de haberla
edificado. Prueba luminosa es
que no se haya agotado la fuende gracias que empezó a
manar en el santuario; lo cual
explica la expansión continua
de la devoción a María Auxi­
liadora por todos los rincones
de* la tierra. La regia imagen,
pintada en el gran cuadro de
Lorenzoni, no ha cesado de ser
reproducida en tela o modela­
da en plástica para miles de al­
tares, capillas e iglesias para
sur devotos; ni de ser reprodu­
cida, en toda clase de tamaños,
por las planchas litográficas pa­
r í uso de cuadros domésticos.
Todos son reclamos del santua­
rio turinés. Además, la fiesta del
24 de mayo siempre tuvo y tie­
ne vasta resonancia lejos de
Turín, como tuvo siempre y si­
gue teniendo infinitas imitacio­
nes con férvida participación
6



popular. No hablo de las pere­
grinaciones, que edifican con
sus piadosas manifestaciones a
los habituales frecuentadores
del santuario.
Respondía, por tanto, a una
necesidad instituir la Asocia­
ción de devotos de María Au­
xiliadora, la cual, ramificándo­
se por todas partes, tuviese uni­
da con el centro las legiones de
fieles deseosos de participar más
abundantemente en la fuente de
beneficios espirituales, de la que
es manantial perenne. Y como
quiera que nadie ignoraba a
quién se debía tan grande di­
fusión del culto a María Auxi­
liadora, he aquí que el pue­
blo, intuitivo Y maestro en sín­
tesis, llamó a María Auxiliadora 'la Virgen de Don Bosco.
Iglesia verdaderamente mila­
grosa esta de María Auxiliado­
ra: milagrosa, por haber sido
mostrada, con mucho tiempo de
antelación al santo en su lugar
Y forma; milagrosa, en su erec­
ción, porque Don Bosco pobre
Y padre de pobres, sólo pudo le­
vantarla gracias a medios pro­
videnciales; milagrosa, por el
río de gracias que no ha cesado
nunca de correr como alimen­
tado por manantial inagotable;
milagrosa, por sus restauracio­
nes suntuosas, comenzadas me­
dio siglo después de la muerte
del fundador y llevadas a cabo
de tal modo que su sola des­
cripción parece fábula. En efec­
to, cuando pareció justo dar al
santuario el decoro, que conve­
nía a monumento tan venerado
de la bondad de María, bastó
publicar la noticia para que, co­
mo si se hubiese vuelto a los
tiempos de su construcción,
afluyeran donativos de todo el
mundo, expresión no sólo de in­
tensa piedad filial, sino con mu­
cha frecuencia de vivísima gra­
titud por la obtención de insig­
nes favores. Muy bien están,
por tanto, en el santuario y en
un puesto de honor las reliquias
del Santo que gastó su vida en
glorificar sin descanso su y
nuestra celestial Patrona.
Escribía Don Bosco en 1887:
«El recurrir a María Auxiliado­
ra aumenta cada día más entre

el pueblo fiel y da pie para afir­
mar que llegará un tiempo en
que todo buen cristiano, junto
con la devoción al Santísimo
Sacramento y al Sagrado Cora­
zón de Jesús, se gloriará de pro­
fesar una devoción tiernísima a
María Auxiliadora.» Esta cons­
tatación, hecha nueve años des­
pués de haber abierto al culto
la iglesia, está en relación con
dos afirmaciones suyas del 1862,
cuando el Santo empezaba a re­
velar el secreto de la empresa.
En diciembre de aquel año, con­
templando la iglesia de San
Francisco de Sales, dijo al clé­
rigo Pablo Albera: «Nuestra ac­
tual iglesia es demasiado pe­
queña. Edificaremos otra mucho
más hermosa, más grande y que
sea magnífica.»
Se ha hecho notar que con
aquel plural «edificaremos», di­
cho a un sucesor suyo jPablo
Albera fue el segundo sucesor
de Don Bosco}, pareció ir más
allá de su propia obra, compro­
metiendo a los que vendrían
después de él. Pues, en reali­
dad, si los dos primeros adjeti­
vos, «más hermosa y más gran­
de», estaban bien aplicados a la
primitiva forma del santuario,
el tercero tuvo su plena actua­
ción mucho tiempo después, en
estos últimos años.
Poco antes, hablando de lo
mismo con el clérigo Anfossi,
Se le habían escapado las si­
guientes expresiones: «La igle­
sia será muy amplia. Muchos
vendrán aquí a invocar el po­
der de María Virgen.» Estas pa­
labras aún tienen más sabor
piofético.
Amplitud Y suntuosidad de la
iglesia, oleadas de fieles que se
agolpan en el santuario, devo­
ción mundial a María Auxilia­
dora: he aquí tres presagios que
podemos decir hoy que se han
cumplido los tres. En cuanto a
\\ universalidad del culto ha­
llamos eco en los últimos Pon­
tífices; todos ellos solicitaron
del mundo católico que invo­
cara en las graves necesidades
de los tiempos, que corremos,
la potente ayuda de María con
el título de Auxiliadora de los
Cristianos.

MEDIO DE SANTIFICACION Y APOSTOLADO

LA A R C H IC O F R A D IA
D E M A R IA A U X IL IA D O R A
S cosa corriente en las iglesias salesianas
ver acercarse al comulgatorio hombres y
mujeres, que llevan colgando del cuello,
mediante una cinta azul y rosa, la meda­
lla de María Auxiliadora. Son archicofrades de
la Virgen de Don Bosco.
La Visita domiciliaria, la conmemoración de los
días 24, la asistencia a las funciones del mes de
María y la participación masiva en la fiesta y
procesión de María Auxiliadora, el 24 de mayo,
son las manifestaciones visibles del fervor de esa
legión de archicofrades, que llevados de su amor
a la Auxiliadora de los Cristianos, propagan su
devoción, recomiendan su novena, reparten me­
dallas, dan esplendor y sostienen su culto.
Gracias a la labor de los archicofrades, millares
de cristianos conservan y aumentan su vida cris­
tiana y oíros recuperan su fe y enderezan su
vida. Basta leer la sección de gracias de los Bole­
tines Salesianos del mundo entero para ver aflorar
entre ellas, de cuando en cuando, casos que
comprueban nuestra afirmación; pero quienes po­
drían narrarnos conversiones, superación de cri­
sis de fe, propósitos de vida más santa... gracias
a María Auxiliadora, conocida por la labor de
su Archicofradía, son los sacerdotes salesianos.
No es de extrañar, por tanto, que el IV Sucesor
de Don Bosco, Don Pedro Ricaldone, dijera de la
Archicofradía de María Auxiliadora que es el
tercer monumento vivo, que Don Bosco levantó
en honor de la Auxiliadora» los otros dos son la
Congregación de las Hijas de María Auxiliadora
y la Obra de las vocaciones tardías.

E

UN P O C O D E H IS T O R IA

La devoción a María Auxiliadora, en Ronda, ha
dado origen a una costumbre típica: cuando llega
el 24 de mayo, los comercios adornan sus esca­
parates con la imagen de María. En la foto una
alusión a María, faro del mar» el pedestal y la
nave, hechos a base de pastas y paquetes de ga­
lletas Y chocolate, sobre un mar de caramelos.
En el panel del fondo el Diploma acredita que
el escaparate tuvo premio.

Cuando Don Bosco, terminada la iglesia cuyo
centenario celebramos, se dio cuenta del impacto,
que había hecho en el Piamonte y en Italia el
sin número de gracias y favores concedidos por
la Virgen, invocada con el título de Auxilio de
los cristianos, pensó en extender más y más su
devoción y en canalizar y dar forma al fervor
de sus devotos.
Una de las ideas fijas de Don Bosco fue siempre
que los buenos unidos hacen más que aislados
o solos, por eso quiso unir a los devotos de su
Virgen con unos lazos que, al mismo tiempo que
los susluviera en la devoción a María Auxilia­
dora, los lanzara a propagarla. Existe en la Igle­
sia una forma consagrada para este tipo de unión,
las cofradías. Supo que en Munich, en Alemania,
venía funcionando desde el triunfo de los cris­
tianos sobre los turcos en Viena, una archicofra-

día con el título de Auxilio de los Cristianos, que
además estaba enriquecida con buen número de
favores espirituales e indulgencias, de las cuales
tan ávido era. Se decidió a crear otra archicofra­
día por el estilo en Turín, radicada en su iglesia.
Siguiendo los pasos jurídicos necesarios para
conseguir la aprobación de la autoridad eclesiás­
tica, solicitó del arzobispo de Turín, previa la
presentación de los estatutos, el reconocimiento
de una cAsociación de devotos de María Auxi­
liadora», cuyo funcionamiento estaba calcado de
la antiquísima archicofradía de Munich. El arzo­
bispo aprobó el 18 de abril de 1869 la Asociación
y sus estatutos.
Dado con fortuna el primer paso preparó el se­
gundo: que la Asociación pasara de diocesana a
universal, de manera que se convirtiese en el

— 7

cantro de íodas las asociaciones de devotos de
María Auxiliadora que se crearan allí donde fue­
ran los salesianos, disfrutando de los mismos fa­
vores espirituales que el santuario íurinés.
Acudió a su gran bienhechor el Papa Pío IX y 1©
pidió el reconocimiento de la Asociación como
Archicofradía y ésta como centro autónomo, con
facultad de agregar otros grupos de devotos ya
existentes o que se fundarían en el futuro. Pío IX
le concedió, sin más, lo primero y sin limitacio­
nes/ a lo segundo, asi lo exigían los cánones,
sólo si se trataba de grupos nacidos o por nacer
en la diócesis de Turín. Esto fue el año 1870.
Siete años después, cumplidos los requisitos de
tiempo legales, Pío IX rompió las barreras dioce­
sanas y las extendió a todo el Piamonte. Así dejó
Don Bosco establecida la Archicofradía. Un año
después de su muerte, su sucesor, Don Miguel
Rúa, consiguió del Papa León XIII que el rector
mayor de la Congregación Salesiana pudiera eri­
gir y agregar a la Archicofradía, que funcionaba
normalmente en la basílica, todas las asociaciones
de devotos de María Auxiliadora fundadas o por
fundar en las iglesias y oratorios salesianos de
todo el mundo. En 1913, la Superiora de las Hijas
de María Auxiliadora obtuvo para el rector ma­
yor de los salesianos el privilegio de hacer lo
mismo respecto a las iglesias y oratorios de su
Instituto.
Con estas y otras medidas de menor importan­

A los santuarios dedicados a María Auxi­
liadora en España pronto se agregará el de
Ubeda, Jaén, que espera para terminarse la
generosidad de los devotos de María.

8 —

cia, el año 1914, la Archicofradía de María Auxi­
liadora adquirió autonomía y fisionomía propias.
LA AR C H IC O FR AD IA, MEDIO
DE S A N T I F I C A C I O N Y A P O S T O L A D O

Si estos pasos jurídicos y canónicos eran nece­
sarios para dar agilidad y soltura a la Archico­
fradía en su expansión, lo que Don Bosco y sus
sucesores perseguían era que se convirtiese no
sólo en un instrumento de propagación de la de­
voción a la que es Auxilio del pueblo de Dios,
sino también en un medio de santificación de
los archicofrades.
Esto último aparece claro en los estatutos for­
mulados por Don Bosco y que han permanecido
inalterables durante los 99 años que tienen de
existencia. Antes de reproducir aquí para cono­
cimiento de los lectores los principales artículos
del estatuto queremos notar que Don Bosco en
su programa de espiritualidad une, siempre e in­
variablemente, la devoción a Jesús Sacramenta­
do, en su forma de comunión y participación dia­
ria del santo sacrificio, con la devoción a María
y el apostolado.
No podían faltar en el reglamento de la Archicoíradía, como vamos a ver en los artículos del
mismo que siguen, los tres elementos, fuentes de
vida y de vitalidad para todo cristiano, que quie­
re cumplir con su misión:
Art. 1. En la iglesia dedicada en Turín a María
Auxiliadora se ha constituido... una Asociación
de sus devotos, que se proponen promover la glo­
ria de la Divina Madre del Salvador para mere­
cerse su protección en vida y en particular a la
hora de la muerte.
Art. 2. Dos medios especiales proponen: Difun­
dir la devoción a la Santísima Virgen y la vene­
ración al Santísimo Sacramento.
Art. 3. A tal fin se esforzarán en promover con
palabras, consejos, obras y con la autoridad el
decoro y la devoción en las novenas, fiestas y so­
lemnidades, que a lo largo del año se celebran
en honor de la Virgen y del Santísimo Sacra­
mento.
Art. 5. Los socios se empeñarán por sí y por
medio de sus subordinados en impedir la blasfe­
mia y cualquier conversación contra la religión
y, en cuanto dependa de ellas, suprimir cualquier
obstáculo que se oponga a la santificación de los
días festivos.
Bastan estos artículos para corroborar lo dicho
anteriormente.
La Archicofradía está a punto de celebrar tam­
bién su primer centenario. A todos los archicofrades, a sus Juntas Directivas sobre todo, les de­
seamos que estudien las coincidencias profundas,
existentes entre sus Reglamentos y las disposi­
ciones del Concilio, y aprovechen una ocasión
tan solemne para que todo archicofrade compren­
da, con conceptos conciliares, cual es su papel
de archicofrade dentro del Pueblo de Dios.

ES MARIA AUXILIADORA, DULCE FARO DE LA MAR

Medalla acuñada por Don Sosco
para conmemorar la inauguración
del Santuario en 1868.

FRUTOS
DE UN
CENTENARIO

Por JOSE LUIS CARBEfiO
sucedió hace algunos meses. Acaba­
ba y o de volver a Madrid de una de
nuestras ciudades norteñas, cuando so­
nó el teléfono.
—•Conferencia de NN.»
—iPero, Isi hace unas horas estaba yo allí to­
davía íi
En fin, una voz querida me informaba que ha­
bía por allí un enfermo de cáncer que se rehusaba
en absoluto confesarse a no ser que fuera <o con
su antiguo Consejero, Don Marcelino Olaechea,
o con su antiguo condiscípulo el P. Carreño».
El caso era que hacía por lo menos cincuenta
años que no nos habíamos visto. Y como no era
tampoco cuestión de molestar a nuestro querido
Arzobispo, me volví inmediatamente al Norte.
Me senté a la cabecera del enfermo. Pronto el
recuerdo había echado un puente mágico sobre
un medio siglo, transportándonos a ese pasado
que con razón llamamos el «ayen. Y casi sin dar­
me cuenta (yo he cantado más en clínicas que en
e

M

óperas) me encontré canturreando con mi voz
carrasposa:
«Es María Auxiliadora
dulce faro de la mar.
Es el amor de mi alma
desde que yo supe amar.»
Las lágrimas que rodaban por las mejillas del
enfermo me indicaban que se había reblandecido
su determinación.
—«Déjanos un momento» —le dije a su mujer...
quien también lloraba de consuelo.
Y cuando le llamé de nuevo a la alcoba fue
para decirle que pidiera al Párroco que trajera
el Santísimo a mi querido condiscípulo lo más
pronto posible.
Cuando, meses más tarde, tuve que volver a
la ciudad norteña por razones editoriales, ya mi
amigo se había ido a nuestro Hogar permanente
donde nos aguarda nuestra Madre común, María
Auxiliadora.

— 9

En la presente loto se puede apreciar la ampliación que la basílica ha experimentado en estos últi­
mos treinta años: la cúpula menor y todo el espacio lateral que aparece más blanco, desde las torres
pl

fo n O A

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P rílflA IA

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la n rlA

&

m an a

Tenemos otro Santuario de María Auxiliadora en
la ciudad de Bombay, que llamó la atención del
mundo cuando fue visitado por Paulo VI en oca­
sión dei Congreso Eucarístico Internacional. En
aquel templo, siempre hirviente de gentío y de
devoción sacramental, se ve claramente cumplida
la promesa que ostenta en su fachada la Basílica
de Turín: De aquí saldrá mi gloria. De la Basí­
lica de Turín han salido los millares de misione­
ros salesienos que han llevado por la rosa de los
vientos el amor a María Auxiliadora.
Pero, a corto plazo de este Centenario del mo­
numento de piedra de Don Bosco a María Auxi­
liadora, va a llegar el Centenario de otro monu­
mento, y este de carne, que él le erigió... y Dios
sabe a trueque de qué contrariedades. Un monu­
mento viviente que dió tan magníficos resultados
sobre todo en pro de las misiones, pero que he­
mos descuidado un tanto/ el que el Santo llamó
«La Obra de María Auxiliadora!,• por antonoma­
sia, por lo tanto, porque todas sus obras lo eran
de la Auxiliadora ciertamente. Se trata de una
obra para multiplicar las vocaciones sacerdotales
en tiempos de crisis y para regiones donde esca­
sean. ¿Quién podría decir que esta urgencia ha
decaído, sino más bien que ha aumentado en
gravedad? Con ella Don Bosco pretendía formar



____________

sacerdotes, partiendo de jóvenes de edad ya algo
avanzada/ sabía que por una parte les habría re­
sultado duro a estos jóvenes sentarse en los mis­
mos bancos del Seminario junto con niños diez
años más jóvenes que ellos/ pero además sabía
que el porcentaje de perseverancia entre estos
jóvenes era muchísimo más alto que entre aque­
llos arrapiezos. De esta «Obra de María Auxilia­
dora! han salido los misioneros más aguerridos
de la Congregación Salesiana. Cuando Don Bos­
co la fundó, acuciado por «la escasez de sacer­
dotes!, había en Italia más de cien mil. Nos po­
demos imaginar cómo Don Bosco habría sentido
esta urgencia hoy, ante la trágica escasez de sa­
cerdotes, por ejemplo, en el continente hispano
americano. Hoy por hoy celebramos el centenario
del día en que Mons. Riccardi, en junio de 1868,
consagró la Basílica/ dentro de otros siete años
nos llegará el centenario del día en que la Vir­
gen Sma. le pidió personalmente a Don Bosco
que hiciera algo extraordinario para multiplicar
con urgencia las vocaciones sobre todo para tie­
rras de misiones, honrando a esta obra con su
propio nombre; Obra de María Auxiliadora. ¿No
se esperará Ella de nosotros que le preparemos
para el centenario, que se nos echa encima, un
reverdecerse del viejo tronco cristalizado en al­
guna hermosa realidad?


11

¿QUE HUBIERA RESPONDIDO USTED?

M A R IA A U X IL IA D O R A
EN N U E S T R A V ID A
¿Qué es María Auxiliadora
en su vida? Nos han respondido:
AGUSTIN CASTELLANOS MAR
TINEZ «EL PURI.
T orero

María Auxiliadora ha invadido
mi existencia hasta tal extremo,
que Ella lo es todo. No en vano
la llamo «mi Señorai.
Aunque sea algo egoísta, he
de decir precisamente ante los
toros es cuando Ella no me ha
faltado ni un momento. Conste.
Toreaba yo la Novillada más
interesante de mi carrera, en
Zaragoza. En el primero de mi
lote (de muy mala entraña y
peor sentido), no pude sacar el
partido que deseaba y hacía fal­
ta. Pues bien, en el burladero,
mientras salía el segundo, con
mucha leña en la cabeza y cas­
ta por arrobas, entre lágrimas
y apretando la estampa, que lle­
vo en el pecho de esta mi Se­
ñora, exclamé: iMadre Auxilia­
dora, que yo le corte las orejas
a ese toro! ¡Gracias) Ella no sólo
me concedió las dos orejas, sino
también el rabo de aquel novi­
llo, trofeo que hacía 25 años no
se concedía en aquel coso.
Recuerdo que el señor obis­
po me habló de un otro «toro»
(el demonio) más fiero que los
que yo mataba. Yo le contestó
que «ese» me daba menos «cornás» que los de carne, porque
procuraba torearlo con el man­
to de María Auxiliadora, cuya
devoción me exige la vida de
gracia.
MARIA EMILIA CON/.All/. SI
VILLA
Penodiafa

Muchas cosas: un ideal, un
recuerdo que salva, una segu­

ridad, un arrepentimiento cuan­
do se cae, una amistad...
Mi lema: «Quiero, Madre, que,
al mirarme, puedas sonreír.#
Ella, mi Auxiliadora, es la luz
que me indica el camino, des­
de la cuneta —con el farolillo
de su vida valiente, enfrentada
a la sociedad envilecida de lo­
dos los tiempos, pero amando
y callando también— hacia la
luz del fondo, hacia la Vida, la
Verdad. Y cuando la busco a mi
lado, Ella se esfuma, se diluye.
Acaso para darme la seguridad
do que soy yo quien camina se­
gura, sin vacilaciones. Y yo, en
mi interior, sé que no es así...

JOSE ANTONIO

BARTHEÍ.EMV

In gen iero de cam inos

María Auxiliadora es para mí
algo propio. Ella es «mi Vir­
gen». La devoción que a Ella se
me inculcó en Utrera es, rotun­
damente, lo más hondo y en­
trañable de mis recuerdos de
niño; y a la vez algo así como
el último reducto y rincón má­
gico en que me refugio y de
donde saco fuerzas para defen­
derme en los momentos en que
la vida aprieta su cerco.

SEVERINO REIIA
F u tbolista, d efen sa d el Z aragoza

«La devoción a María Auxilia­
dora, que no he dejado nunca
desde que me eduqué con los
padres salesianos, ha represen­
tado para mí el todo, tanto en
mis éxitos como fracasos, pues
tengo la ética de saber que las
contrariedades terrenales o mis
estados de ánimo no deban dis­
minuir en nada mi fe en la
Virgen.

No ha faltado nunca mi visi­
ta a la Virgen Auxiliadora, en
su iglesia, en mis largos des­
plazamientos».
BOBBY DEGI.ANE
R ealizad or y locu tor de R adio
E sp añ a d e M adrid

Para un hombre de 62 años de
edad, cuya niñez y parte de su
adolescencia se formaron dentro
de las normas Salesianas, pre­
guntarle hoy, qué significa en
su vida María Auxiliadora, es
algo así como si preguntáramos
a un viejo lobo de mar qué sig­
nificación tiene para él un faro.
Contestará de inmediato, «la luz
protectora que amparó a través
de muchas noches oscuras y en
medio de muchas tormentas, su
feliz arribada a puerto seguro».
Para este viejo antiguo alum­
no, María Auxiliadora ha sido
el faro de los navegantes de la
■mar. Más aún, el aliento mater­
nal que endulza, al final de ca­
da jornada, las asperezas de la
lucha o de la incomprensión;
los terribles instantes de duda
fueron por Ella aclarados, y los
jirones que dejamos en el cami­
no, por Ella fueron, como madre
solícita, reparados.
lOSE LUIS TELADA
P oeta

Untura de las manos
paz de las plantas, sobre de los
brisa de los veranos,
[ojos,
espigas entre rastrojos,
mirla blanca entre tantos mirlos
Ayudadora mía
[rojos.
ayúdame a olvidar cuando no sea
la palabra María,
la palabra y la idea,
la palma en que un Dios toda se
[recrea.

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Autógrafo y retrato del teniente general Don Antonio Barroso.
Para mí la devoción a María Auxiliadora representa un consuelo y una esperanza diarias.
Todos los días le rezo y le pido, con tanta seguridad de obtener la gracia, como asi ha sido en
la gran parte de los casos, que si no la tuviera

JO A Q U IN PO LO Y DIEZ

P resid en te nacional d e los an ti­
gu os alum nos salesxanos

Desde mi punto de vista pue­
do afirmaros que desde que, en
loe remotos años de mi niñez, al
entrar en un colegio salesiano
se despertó en mi la devoción
hacia Ella, María Auxiliadora
no me ha abandonado en nin­
gún momento y siempre he sen­
tido su protección sobre mí y
sobre los míos. Por ello, puedo
afirmar que María Auxiliadora
es para mí y los míos nuestra
Madre por excelencia.
EVA GALAN
/íiapecíora d e E nseñanza P rim a­
ria.—P resid en ta de an tigu as alum ­
nos sa lesia n a s d e V illaam il-M adrid

Pregunta difícil de contestar,
como se hace difícil analizar o
describir la vida íntima o cual­
quier tipo de sentimiento, sin
caer en tópicos comunes. Más
no por ser palabras en boca de
todos, dejan de tener autenti­

a la cabeza de mi cama y no la llevara conmigo
en todos mis viajes creo que me faltaría algo
esencial en mi vida.
ANTONIO BARROSO
Cooperador Salesiano

cidad única y de descubrimien­
to para el que los vive.
Es María Auxiliadora, mi de­
voción mariana única, mi ejem­
plo y meta de perfección, el re­
fugio de mis necesidades, la
alegría de mis alegrías, senti­
miento e idea, que ha perfilado
mi modo de ser católica con el
distintivo especial del salesianismo, que informa mi modo de
ser fiel, en todos los órdenes,
en todas las circunstancias y
para toda mi vida.
ANTONIO .MURCIANO

por 80 metros— en el zaguán
de mi casa, imagen de talla
presidiendo mi despacho profe­
sional, fotografía en el dormi­
torio de mis hijos, pequeña es­
tampa bendecida en mi cartera.
Ella es como aire suave y per­
fumado que aroma mi casa y
mis cosas.
Y Ella será, estoy seguro, mi
puerta de Dios, un día.
\Qué puede decir en siete lí­
neas quien le viene dedicando
desde su niñez kilómetros y ki
lómetros de versos y tiene a ga­
la ser su cantor?

A cadém ico, ab o g ad o

Ella ha sido la advocación ma­
riana más entrañable para mí,la Virgen celeste y rosa de mis
colegios menores y mayores.
Ella ha sido lo que hasta hoy
inspiró mi voz, guió mi pluma
y dirigió todos mis pasos.
Ella es un nombre querido y
bendito, tan dentro del corazón
que me anda a diario a flor de
labios. Ella es el gran amor de
m; vida hecha cuadro —de 1,25

VICEN'IE GUTLLOT

F u tbolista, d elan tero d el Valen­
cia, F . C.

Me eduqué en los salesianos.
A ellos les debo lo que soy. Mi
devoción a la Virgen Auxilia­
dora es verdadera y real.
A Ella encomiendo toda mí vi­
da, toda mi felicidad y mis asun­
tos. Reconozco su protección en
la infinidad de peligros con qu'
el mundo nos rodea.

íVl**-^

PRESENCIA
DE MARIA AUXILIADORA

14 _

MONUMENTOS
IGLESIAS
CAPILLAS

\

i

Comodoro Rivadavia* Argentina

'^O sw iecim - Polonia

M
jo s s a le s ia n o H lleva»
Lima-PerúJT"

* . « * ! * « d e v » c ió n has­

ta los eofi fines de la
tie r r a m

(d.

bo s CO)

— 15

MARIA AUXILIADORA EN E L MUNDO
EN CHINA

CORTADME LA CABEZA SI QUEREIS
En general, los primeros salesianos aunque conocían muy bien el origen
del título de «Auxilio de los cristianos» aplicado a María, se creían pio­
neros únicos de su devoción. De ahí sus sorpresas, sus gratas sorpresas,
al encontrarse, cuando comenzaron a expansionarse por el mundo, que
María Auxiliadora les había precedido. China fue uno de esos lugares.
De la extraordinaria devoción a María, en Pekín, nos dice cosas intere­
santes el presente artículo.

PEKIN.—Taxistas de crícsos» alineados en el |aidin de la que fue casa salesiana de Pekín, delante
del monumento a María Auxiliadora. Uno 7 otro desempeñaron un papel importante en el artículo
presente.

16



devoción a María Au­
xiliadora en China es
anterior a la llegada de
los Salesianos. Se des­
arrolló paralelamente a la de Turín. En 1924 el Delegado Apos­
tólico, Mons. Consíantine con­
sagró toda la China a María
Auxiliadora.
Los Cooperadores Salesianos y
la devoción a la Virgen de Don
Bosco permanecen unidos desde
el principio en estas tierras de
oriente. Misioneros franceses e
italianos conocedores de los pro­
digios obrados por María Auxi­
liadora, según pudieron leer en
la vida de San Juan Bosco y a
través del Boletín Salesiano, que
algunos de ellos recibían como
Cooperadores Salesianos, hizo
que fueran entusiastas propaga­
dores de esta devoción.
Mons. Paolino de Azevedo y
Castro, Arzobispo de Macao y
Cooperador Salesiano, consiguió
que los Hijos de Don Bosco ini­
ciaran su labor misionera en la
China. La expedición llegó el
6 de febrero de 1906, dirigién­
dola D. Luis Versiglia, que lue­
go fue obispo y mártir.
Así se iniciaba el cumplimien­
to de la profecía de Don Bosco
escrita de su puño y letra: «A
su debido tiempo se instalarán
nuestros misioneros en la China
y concretamente en Pekín. Pero
no se olvide que nosotros nos
ocupamos de los niños pobres y
abandonados. Allí, entre esos
pueblos desconocedores del ver­
dadero Dios, se verán maravi­
llas increíbles, que Dios Omni­
potente manifestará al mundo.i

L

a

PEKIN,
CONSAGRADA A
MARIA AUXaiADORA
En diciembre de 1946 entran
los Salesianos en Pekín. Sus ha­
bitaciones son tan pobres que re­
cuerdan la cueva de Belén. A
los pocos meses reciben a los
primeros huérfanos. El ambiente

de fartülia hará que compartan
el mismo pan.
La guerra civil se aproxima a
la Capital. El Administrador
Apostólico, Mons. Tchao, S. J.,
propone a toda la diócesis una
novena a María Auxiliadora,
por mediación de San Juan Bos­
co, para alcanzar la protección
sobre la ciudad. En enero de
1949, la diócesis fue consagrada
a María Auxiliadora. Así se no­
tificó a Roma.
A partir de este momento la
capilla del Colegio Salesiano ve
aumentar cada vez más el fer­
vor Y los actos de culto en ho­
nor de la Auxiliadora.
Entre los cristianos refugiados
en Pekín se encontraba toda una
diócesis, en su mayoría conduc­
tores de «ricsó», taxis a base de
una bicicleta, con una silla de
ruedas para transportar al via­
jero. También esta diócesis se
consagró en pleno a María Auxi­
liadora. Estos cristianos, en tes­
timonio, determinaron: no tra­
bajar los domingos, rezar el ro­
sario en familia lodos los días,
Y honrar a María Auxiliadora,
también familiarmente, el 24 de
cada mes para lo cual cada uno,
tirando de su cochecito, cargado
con toda su familia se presenta­
ba en la iglesia. Daba gusto ver­
les impecables en su vestido y
luciendo una medalla de la Vir­
gen, que luego pasearían hasta
los últimos rincones de la ciu­
dad mientras cumplían con su
oficio.

EN LA PERSECUCION,
SIGNO DE FIDELIDAD AL PAPA
En 1951 comienza la persecu­
ción oficial. La prensa ataca a
la Iglesia y al Papa. Fieles y
sacerdotes tienen que soportar
interrogatorios, denuncias, ame­
nazas Y la cárcel para arrancar­
les firmas de aprobación de la
ireforma» de la Iglesia y tener
pretextos para expulsar al inter­
nuncio, Mons. Riberi.
Los fieles sienten cada día más

la necesidad del Auxilio de Ma­
ría. Acuden a Ella de todas par­
tes, incluso de lugares tan dis­
tantes como Tienísin, Tangshan
Y Paoting. Acuden individual­
mente o en grupos, ricos, pobres,
seglares y eclesiásticos. Real­
mente se puede decir que for­
maban un sólo bloque, una sola
familia entorno a su Madre Au­
xiliadora, que les daba valor y
fortaleza.
El 22 de diciembre jefes y
miembros del iComité de Refor­
ma» se instalaron en la propia
casa de los Hijos de D. Bosco. A
los dos días, día 24, los católicos
acudieron en bloque y en ma­
yor número aún que en las fe­
chas precedentes. Conscientes
de lo que arriesgaban, no tenían
otro modo de exteriorizar en si­
lencio su protesta unánime y de­
mostrar al Gobierno popular la
verdadera voluntad del pueblo,
que quería salvaguardar el san­
tuario Y la casa de su Madre.
Cristianos y parroquias enteras,
que se habían dejado seducir o
caído en la trampa, preparada
para que se afiliaran a la Igle­
sia «independiente», acuden ante
María Auxiliadora, como hijos
ante su Madre, para pedirle per­
dón Y suplicarle fuerza para per­
manecer fieles a la fe del bau­
tismo.
La iglesia de María Auxiliado­
ra, con no ser pequeña, se ve
repleta de fieles que soportan
la incomodidad de tener que es­
tar de pie. Los que no caben
aguantan afuera el frío y la llu­
via. Aquí se sienten en familia
junto a su Madre. Los que vie­
nen a la ciudad por algún asun­
to no dejarán su visita a María
Auxiliadora. Los obispos y sacer­
dotes vienen a celebrar la Misa
en su altar.
Quinientos universitarios acu­
dieron en un día para renovar
las promesas del bautismo y su
fidelidad a María.
El 24 de marzo de 1954, merece
destacarse por la significación
de lo acaecido. Cordones de po­
licía rodean el santuario y con

17

sus metralletas amenazan a los
cristianos, que desean entrar en
la iglesia para realizar sus acos­
tumbradas devociones ante Ma­
ría Auxiliadora. Conforme pasa
el tiempo crece el número de
fieles apelotonados delante de
la barrera de los guardias co­
munistas. No valen insistencias
para que les peímitan el paso.
De pronto se oye la voz de
los muchachos rezando en la
iglesia e inmediatamente todos
se arrodillan frente a las armas
que les amenazan. Como no les
dejan entrar en la iglesia, inva­
den el jardín del colegio y re­
zan el rosario ante la imagen
que lo preside. Los comunistas
tratan de impedir sus oraciones
y sus cantos. Todo es inútil. Ellos
continúan invocando el Auxilio
de María. Nuevas voces se unen
a las suyas. Son los nuevos pe­
regrinos que, encontrando las
puertas del colegio cerradas por
la policía, desde la calle se unen
a sus cantos y oraciones. No im­
porta que los comunistas pon­
gan altavoces a toda potencia.
Ellos siguen proclamando su
amor a María y su fidelidad al
Papa.
Sus sentimientos de fidelidad
y devoción los expresaban con
este himno que estaba en los la­
bios y en el corazón de todos
los cristianos de Pekín:
Santo Afona, M adre del Cie­
lo, — Tú eres la V irgen om nipo­
tente, la A uxiliadora de los C ris­
tianos, — N osotros te su plicam os:
p ro teg e al P apa, — Te su plica­
m o s: p ro teg e a la Ig lesia ca tó ­
lica, — Te su plicam os: p ro tég e­
nos, — Santa M aría, ten pirdorf
d e nosotros. Santa M aría .sálva­
nos. — N osotros con wn sólo co ­
razón nos ac o g em o s a Ti. — ¡A u­
xiliadora de los Cristianos, te
vw ocam os. ruega p or nosotros!

LA GASA
DE MARIA AUXILIADORA
Junto a la iglesia de María
Auxiliadora no podía faltar la
obra dedicada a los muchachos.
Por el amor filial, que reinaba
en toda ella hacia la Madre de
Dios, mereció llamarse: iLa Casa
de María Santísimai.
18



eDesde el principio se confia­
ron a María Auxiliadora todas
las esperanzas y todos los te­
mores: recibió la ofrenda de to­
las las alegrías y de todas las
penas y correspondió con favo­
res extraordinarios a esa con­
fianza depositada.»
Llegaron las horas difíciles de
la persecución. El gobierno arre­
bató de las manos de los misio­
neros todas las obras dedicadas
a la juventud. El último baluar­
te era esta obra en manos de los
Salesianos.
En nombre de la libertad y de
la democracia se vieron no obs­
tante continuamente acechados.
Estonces los mismos muchachos
se organizaron. Se hablaba de
democracia y allí existía la más
ejemplar de todas. Dos mucha­
chos mayores llevaban toda la
organización y velaban para
que se cumplieran con fidelidad
las normas de la casa. Aplican
consignas como ésta: «Mientras
tengamos el dominio de nosotros
mismos, superaremos todos los
obstáculos; si cedemos a las ten­
taciones todo estará perdido».
Porque tenían conciencia de es­
tar en la Casa de María Santísi­
ma querían mantener lejos de
ellos el pecado.
Se les pidió su colaboración
para atacar a la Iglesia y a sus
Superiores. Se quiso conseguir
de ellos firmas para la expulsión
del representante del Papa, Mon­
señor Riberi. Usaron todos los
trucos, hasta despertarles de im­
proviso para que inconscientes
firmaran en los pliegos de acu­
sación.
—No podemos vender nues­
tra alma con una firma. Les res­
pondió un muchacho de 11 años.
—Esto quiere decir ¿qué no
amas a la patria?
—Si, amo mucho a mi patria,
pero a la de esta tierra prefiero
la del cielo: observaré todas las
leyes de mi patria, mientras es­
tén de acuerdo con las de mi
Iglesia, la cual prohíbe firmar;
y tú no puedes ir contra mi con­
ciencia, porque nuestro «buen
gobierno», entre otras libertades
predica la de la religión. Si el
Gobierno quiere maltratar al re­
presentante del Papa, puede ha­

cerlo, si quiere, pero ¿para qué
nos exige nuestras firmas?...
Ante la insistencia de que de­
nuncien a los Salesianos un mu­
chacho, que había presenciado
el suplicio de su padre simple­
mente porque llevaba al cuello
una medalla de la Virgen, les
respondió:
—Aquí no se nos golpea, no
se nos maltrata como hacéis vos­
otros. Los padres son buenos y
se sacrifican por nosotros. Me
resisto a acusar a ninguno de
ellos. Si queréis cortarme la ca­
beza, hacedlo.
Estos magníficos ejemplos eran
el fruto de las oraciones y sa­
crificios de los jóvenes y de to­
dos los cristianos de Pekín ofre­
cidos a María Auxiliadora para
obtener la fidelidad de todos.
Llegó lo irremediable, primero
con la orden de expulsión de
los Salesianos extranjeros y fi­
nalmente, el 3 de marzo de 1954,
se condujo a la cárcel al direc­
tor, Don Pablo Fong.
La policía se vio impotente
ante la actitud de los mucha­
chos que, como un bloque se
apretaron alrededor del padre.
Los mismos policías tuvieron
que rogar a su víctima que pi­
diera a los muchachos no impi­
dieran la orden de detención.
Así lo hizo.
Al llegar delante del monu­
mento de la Virgen, en el jar­
dín, dirigiéndose a ellos por úl­
tima vez, puso de manifiesto la
injusticia de su arresto y su
aceptación de la voluntad de
Dios.
Los muchachos hincados de
rodillas le pidieron la bendición
de María Auxiliadora. Cuando
de nuevo intentó avanzar se lo
volvieron a impedir otra vez.
Emocionado ante una muestra
tan firme de amor, les pidió ca­
riñosamente que demostraran la
eficacia de la disciplina apren­
dida en el colegio y que con­
fiaran en María Auxiliadora: «La
Santísima Virgen os protegerá».
Así terminó una obra comen­
zada bajo el amparo de la Auxi­
liadora. Quiera Ella cerrar cuan­
to antes el paréntesis abierto
por la revolución.

MARIA AUXILIADORA EN EL MUNDO
EN AUSTRALIA

PATRONA DE AUSTRALIA EN 1847

CUANDO Don Bosco vaga­
ba de prado en prado con sus
c:entos de golfillos, su Oratorio
trashumante; cuando ni sospe­
chaba que estaba llamado a ser
apóstol de María Auxiliadora,...
en la lejana Australia, unos cató­
licos irlandeses, allí deportados
por católicos, amaban y perseve­
raban en su je cristiana invocan­
do a María Auxiliadora. El saIc^iano Don Juan Ayers, desti­
nado en Australia, es el autor
del artículo.
UANDO los salesianos
arribaron Australia en
1923, tuvieron una gran
sorpresa. Estaban acos­
tumbrados a conocer a María
Auxiliadora como la Virgen de
Don Bosco, y se encontraron con
que aquí tal devoción se les
había adelantado cien años;
existía antes de que Don Bos­
co naciera. En esta i Tierra del
Sun ocupada hacía poco, vie­
ron con gozo la primera ba­

C

SUNBURY, Australia.—El 24 de mayo las diversas casas salesianas de Australia organizait procesiones para sostener el culto
a María Auxiliadora. En ellas toman parte diversos grupos de
emigrantes católicos con estandartes y vistiendo sus trajes regio­
nales europeos. En la loto el grupo yugoslavo.
sílica del mundo dedicada a
María Auxiliadora (1821); la pri­
mera tierra que escogió a María
Auxiliadora como su Patrona
principal (1824); el país prime­
ro en celebrar la fiesta de Ma­
ría Auxiliadora como fiesta na­
cional (1844).
¿Cómo fue que esta devoción,
que tiene sus raices entrecruza­
das en la historia de la vieja
Europa, vino a florecer en esta
joven sociedad? Muchos indi­

cios permiten asegurar que la
introdujeron s e g l a r e s y no
sacerdotes.
Los primeros cincuenta años
después que Inglaterra tomó po­
sesión de ella, Australia vio
arribar grupos de deportados,
c £ s t o s emigrantes irlandeses
—muchos condenados por mo­
tivos políticos y otros por re­
ligiosos— llevaron consigo la
devoción a la Auxiliadora de
los Cristianos; y en su desola-

— 19

dor destierro, privados de sacer­
dotes, conservaror\ en sus almas
dolientes este tesoro de fe.» Así
escribió el cardenal Morán.
Nuestra devoción nacional a
María Auxiliadora comenzó por
tanto cuando el pueblo oprimi­
do por la injusticia social recu­
rrió al auxilio de María: es el
mismo sentimiento común que
empujó a los primeros cristia­
nos, oprimidos por las dificulta­
des, a dirigirse a la Madre do
la Iglesia el día de Pentecostés.
Es evidente en este hecho que
no fueron los sacerdotes quie­
nes propagaron la devoción en
la tierra del Sur. En Australia
surgió espontáneamente entre el
pueblo; fue una clásica ilustra­
ción de la relación que María
guarda con la Iglesia en las
páginas de la historia.
MARIA Y LOS DEPORTADOS
La historia mariana en Aus­
tralia es sorprendente. En 1606
el explorador español De Quirós había deseado «sobre todo
construir en esta tierra del Sur
una capilla a la Virgen de Loreío», como escribió al Rey de
España. Pero De Quirós y los
españoles no hallaron la tie­
rra del Sur.
Se vuelve a hablar de María
doce años después de la prime­
ra fundación inglesa, año 1788.
La lápida sepulcral más antigua,
puesta en memoria de una ni­
ña de seis años, Brígida Egan,
en 1800, tiene una cruz con el
rosario entrelazado; un símbolo
muy expresivo para los depor­
tados irlandeses.
En la época de los deportados,
que va del 1788 al 1840, los pri­
meros infelices que padecieron
tal castigo recibieron al embar­
car en Cork, en Irlanda, rosa­
rios y libros de oraciones. Cómo
emplearon los rosarios lo co­
nocemos a través de una con­
movedora crónica de aquellos
tiempos, que narra las peripe­
cias de un viaje de 12.000 mi­
llas: «Dieron permiso a un con­
denado político para reunir a
los católicos en el puente de la
nave y, juntos, rezar el rosario.
En el hemisferio Sur se vieron
20



envueltos en una tremenda bo­
rrasca y arrojados por un foríísimo vendabal c o n t r a una
montaña de hielo. Rezaron el
rosario y la tempestad cesó.»
Un médico de la armada bri­
tánica atestiguó en el Parlamen­
to inglés que los deportados re­
zaban el rosario en el barco.
Otro testimonio lo proporciona
el reo, Juan Me Creman, que
prefería que lo metieran en el
cepo antes que se burlaran del
rosario.
Confrontando estos primeros
testimonios no es difícil el pa­
rangón entre la Iglesia austra­
liana, nacida entre cadenas, y la
Iglesia apostólica, perseguida,
ambas asistidas por María.

MARIA Y LAS COLONIAS
Hasta 1901 no hubo Federa­
ción Australiana. Hasta ese año
los seis primeros Estados vivie­
ron como colonias independien­
tes entre sí. Cada colonia atra­
vesó un largo período de tiem­
po sin sacerdotes. Los fieles se
reunían regularmente en algu­
na casa particular para rezar el
rosario. Cuando llegó el primer
sacerdote se construyó una ca­
pilla provisional; luego el gru­
po creció, se consolidó y se es­
tableció la jerarquía. Tan rápi­
do desarrollo aparece más nota­
ble cuanto que en esa misma
época el anticlericalismo ense­
ñoreaba Europa. Fue, entonces,
evidente la protección de Ma­
ría «Auxilio de los Cristianos»,
«Auxilio de los obispos», Madre
de la joven Iglesia australiana.
La historia católica de Sidney
es típica. Durante doce años, los
pioneros, como ovejas sin pastoi, se reunían unas veces en
casa del señor Davis, otras en
la del señor Dempsey o del se­
ñor Redington para rezar todos
los días el rosario. Finalmente
llegó un sacerdote, el padre Jo­
sé Therry, que construyó la
iglesia madre de Australia en
1821. No hubo vacilación algu­
na a la hora de dedicarla.
¿Quién fue escogida como Patrona por el pueblo y su pastor?
María, la Madre de Dios, con
el titulo de «Auxilio de los

Cristianos». Este título, aún hoy,
es dado leerlo grabado en la
piedra-recuerdo de la actual ca­
tedral. La historia se repitió en
las otras cinco colonias.
PATRONA DE AUSTRALIA
La propuesta de aceptar ofi­
cialmente el título de Auxilio
de los Cristianos para la Patrona de Australia procedió del
padre Therry. En 1844 la Igle­
sia y la jerarquía estaban firnTuemente asentadas. En el síno­
do provincial de aquel año se
decretó que María Auxiliadora
sería Patrona principal de nues­
tra tierra australiana. El decre­
to fue aceptado por Roma en
1847 y formalmente aprobado en
1852. De esta manera en la pri­
mera asamblea de la Iglesia,
reunida en los dominios britá­
nicos, desde los tiempos de la
Reforma, María fue devuelta a
su sitio de honor.
El periódico de Sidney, «Cró­
nica de la mañana» de septiem­
bre de 1844 trae: «El jueves, 25
de septiembre de 1844, tuvo lu­
gar una Misa votiva en honor
de la Santísima Virgen, «Auxi­
lie de los Cristianos», título con
el que la Santa Madre de Dios
es invocada como Patrona.»
En abril de 1847, la Sagrada
Congregación de Propaganda
respondió afirmativamente a una
petición formulada por el obis­
po de Sidney, Mons. Polding,
de que lucraran indulgencia
plenaria todos los fieles que el
24 de mayo recibieran la comu­
nión. Otra vez, al fin del pri­
mer sínodo general se le tribu­
tó a la Virgen oficialmente el
siguiente homenaje: «Debe ren­
dirse todo honor y loa a la glo­
riosa Reina del Cielo, Madre de
Dios, concebida sin pecado, Au­
xiliadora de los Cristianos, Pa­
trona de esta tierra del Sur.»

DOS KILOS DE ORO
PARA PIO IX
Durante la carrera del oro, en
Victoria, no se olvidó a María.
El arzobispo de Melbourne llevó
a Pío IX dos kilogramos de oro.

ofrenda de los mineros de Aus­
tralia. A petición de los mismos
el precioso metal se empleó en
la acuñación de las medallas
papales conmemorativas de la
definición del Dogma de la In­
maculada. La definición no fue
celebrada tan solemnemente Y
con tanto entusiasmo como en
la iglesia de María cAuxilio de
los Cristianosi de Sidney. Nue­
ve días duró la fiesta en la ca­
tedral siempre abarrotada de fie­
les. Un calendario de 1862 clasifi­
caba el 24 de mayo como «Doble
da 1.^ clasei y de este período
data la recomendación del Vica­
rio de Sidney a todos los cristia­
nos de encomendarse a la pro­
tección de María «Auxilio de
los Cristianos*.
Hacia finales del siglo pasade pareció cpie la devoción se
debilitaba. El cardenal de Sidney para conjurar este peligro
comenzó a reunir todos los 24
de mayo a los alumnos de las
escuelas diocesanas en la cate­
dral Y celebrar para ellos una
solemne misa. Por desgracia la
devoción a nuestra Patrona no
ha vuelto a recobrar el antiguo
fervor y, en gran parte, también
ha disminuido el entusiasmo.
Para vergüenza nuestra, María
Sü^ ha convertido en la Patrona
olvidada de Australia.
EN LA AUSTRALIA DE HOY
Pese a todo María Auxiliado­
ra ha tenido en los últimos años
sus centros de devoción. La dió­
cesis de Townsville, en el norte,
ha dado el ejemplo. Cada año,
el 24 de mayo, tiene lugar una
gran fiesta, que dura semanas
enteras y culmina con una pro­
cesión eucarística por las calles
de la ciudad .
El capellán militar australia­
no Don José King hizo mucho
por incrementar esta devoción
Y colocó en el altar de su igle­
sia una reproducción del cuadro
de María Auxiliadora de Turín.
Otro párroco distribuyó mi­
llares de cuadros para exponer­
los en las iglesias, casas y es­
cuelas. Un editor católico de
Queensland hizo otro tanto.
En 1932 los seminaristas de
Victoria lograron que se rezara

AUSTRALIA.—Dos aspectos de la procesión del 24 de mayo.
Arriba el grupo étnico de Eslovaquia de Melbourne y, abajo,

el grupo de Eslovenia, en Sunbury. Unos y otros son feligreses
de las
ia parroquias salesianas de las respectivas ciudades.

cada domingo una oración en
honor de la Auxiliadora en to­
das las iglesias, en tanto que
las autoridades eclesiásticas co­
mo el cardenal Gilroy, el arzo­
bispo Mannix y los obispos Me.
Covern y Fox se esforzaban en
promover tal devoción.
LOS SALESIANOS
Los hijos de Don Bosco pue­
den aprender de los seglares en
esto de la devoción a María Au­
xiliadora. Han continuado mo­
destamente alimentando el amor
a María Axixiliadora, regando
una semilla sembrada mucho an­
tes de que ellos llegaran a esta
tierra. Además del celo desple­
gado en promover la devoción,
publican una revísta titulada

«La Auxiliadora de los Cristia­
nos* Y han difundido diversos
fclletos Y opúsculos sobre ella.
Mandaron a cada sacerdote aus­
traliano una copia artística de la
bendición de María Auxiliadora.
Y todos los años piensan algo
nuevo.
Nuestra devoción a María Au­
xiliadora de los Cristianos en
Australia es cosa única en el
mundo católico; la herencia de
un laicado australiano y una de­
voción popular, espontánea a la
vez que litúrgica. Aquí, noso­
tros, nos sentimos orgullosos de
nuestra iglesia vigorosa y bien
organizada, joya viva sobre
el manto de María Auxiliadora,
embellecida por el azul océano
Pacífico bajo la luminosa Cruz
del Sur.


21

M A R IA A U X IL IA D O R A E N L A S M ISIO N ES
EN

LO S BO RO RO S

NO LES HAGAIS MAL ALGUNO
IEMPRE el misionero salesiano ha contado
con el apoyo de María Auxiliadora, pero
en la historia de la conversión de los bo*
roros tiene una resonancia particular. La
entonces terrible y sanguinaria tribu de los bororos ocupaba gran parte del Mato Grosso, Brasil,
junto al río Das Mortes.
El 18 de enero de 1902, después de un mes de
largo y fañgoso caminar, llegó la expedición mi­
sionera de Salesianos e Hijas de María Auxilia­
dora a situarse dentro de las mismas tierras de
los bororos. El P. Bálzola, jefe de la expedición,
escogió un lugar estratégico para construir las
chozas, que constituirían la Misión del Sagrado
Corazón.
Pasaron largos meses de angustiosa espera. So­
bre ellos se cernía la inquietante pregunta: ¿Có­
mo se comportarán con nosotros los indios? ¿Cómo
será el primer encuentro? Sólo la oración y la
confianza en María Auxiliadora calmaba los es­
píritus.

S

EL PRIMER ENCUENTRO
Los misioneros estaban muy lejos de imaginarse
que los deseados bororos se encontraban a dos
pasos espiándoles y que sus flechas venenosas
les apuntaban para darles muerte. El P. Bálzola
salvó la vida gracias al cacique, que desarmó a
uno de sus hombres cuando ya iba a dispararle
al corazón.
Antes de darles muerte quisieron saber si aque­
llos hombres eran buenos o malos. Pidieron al
barí (brujo) que preguntara al bope (espíritu del
mal) cuáles eran las intenciones de los intrusos.
El bope les respondió: iNo quisiera decirlo,
pero me veo forzado. Son buenos y buscan vues­
tro bien, pero pobre del que acepte su fei.
Finalmente una expedición de bororos, tomadas

Cacique bororo adornado a la antigua usanza.

22



las debidas precauciones se presentó ante los
misioneros al grito de:
—íBoroa boa! IBoroa boa! (Bororos buenos).
Los misioneros les salieron al encuentro y los
abrazaron. El P. Bálzola les dijo que sólo deseaban
su bien y les preguntó por sus cosas. Les habló
de Dios y les enseñó un cuadro de María Auxi­
liadora. Al ver la imagen el jefe de la expedi­
ción de bororos oyó una voz en su interior: «No
les hagáis ningún mal, son míos. Vele, habla a
tus compañeros y díles que han venido sólo para
ayudar a los bororos». El indio maravillado pre­
guntó quien era la mujer del cuadro y el padre
le dijo que su nombre era María, la Madre del
Espíritu bueno, que se llama Jesús.
El cacique, Uké-Wagú, recibidas las nuevas de
la expedición, determinó dirigir personalmente
la próxima. Al contarle las palabras y la visión
de la Señora, recordó la que él tuvo en medio
de una terrible tormenta, cuando ya creía pró­
ximo su fin. Recibió la más sorprendente emba­
jada de su vida:
«Llena de resplandeciente luz apareció una Se­
ñora vestida con una larga túnica rosa y con un
amplio manto de color de cielo. Su aspecto era
atrayente, hermosísimo, los ojos, su mirada dul­
císima, su figura toda luz. En su cabeza brillaba
una corona de estrellas más fúlgidas que las que
parpadean en el cielo en noche serena. Sus pies
estaban envueltos por una ligera nube de los
colores del arco iris. Acompañaban a la Señora
unas cuantas doncellas de inefable hermosura, to­
das vestidas de blanco, ceñidas con una faja es­
plendorosa, como los primeros rayos del sol na­
ciente,- llevaba en sus manos una flor hermosísima
y brillaba en su pecho la señal de la cruz bor­
dada en oro. Una de aquellas doncellas le hizo
señas para que se acercara a la Señora. Uké-Wagú
quiso alzarse, pero no pudo, parecía como si un
peso se lo impidiera. Dirigió entonces una mirada
suplicante a la Señora, pidiéndole su auxilio.
Ella se le acercó amablemente, lomó la Cruz del
pecho de una doncella de su celestial comitiva,
se la llevó a sus labios benditos y la besó amo­
rosamente. Después tocó con ella la frente del
cacique y se la acercó a la boca. Pero en el mis­
mo momento en que los labios del salvaje iban
a cerrarse en un beso sobre el signo de la Reden­
ción, desapareció la visión».
Cuando el cacique contempló la imagen de la
Auxiliadora exclamó:
—üEs Ella, es Ella! ILa Señora que vi!
Todos los indígenas estaban profundamente emo­
cionados, pues el cacique les había revelado el
secreto de su sueño.

HORnS DE AMARCURA
No lodo fue fácil. Siguieron momentos críticos
que pusieron a la misión al borde de la ruina.
En 1908 una banda de música integrada por
veintiún bororos acudió a la capital del Brasil

con motivo de la Exposición Nacional. Fueron
acogidos triunfalmente por la población y por las
autoridades. Desgraciadamente la muerte llamó
a tres de aquellos muchachos, precisamente a los
hijos del cacique. Don Bálzola recibió la triste
noticia como un desastre irreparable para la inci­
piente misión. ¿Cómo recibiría el cacique tan
fatal noticia? Sólo existía una esperanza: «Todo
1-0 he confiado a María Auxiliadora», se decía.
La protección de la Virgen se hizo patente ante
la admirable resignación con que el cacique reci­
bió la noticia de la muerte de tres hijos suyos.
La tribu de los bororos se calmó ante la actitud
de su jefe.
Otro de los momentos críticos se produjo con
la visita del Director General del Servicio Protec­
tor de los Indios. El ilustre visitante fue respe­
tuosamente acogido y manifestó repetidamente vi­
vas muestras de admiración y elogio ante la labor
de los misioneros salesianos. Pero luego desde
Cuyabá mandó, indignado, un telegrama, —cuya
copia facilitó el telegrafista al Inspector de los
Salesianos— informando que la labor de los mi­
sioneros se reducía a esclavizar y maltratar a
los indios. La prensa anticlerical aprovechó la
oportunidad para lanzar una campaña en la que
se pedía la sustitución de la «catcquesis salesiana» por una «catcquesis laica».
Es más, se buscaron falsos testigos entre los
bororos para lograr se condenara en un juicio
a los Salesianos.
Los defendió, D. José Pessina, abogado, buen
conocedor de la lengua de los bororos, quien de­
mostró cómo los testigos caían en contradiccio­
nes. Brilló la verdad y los días de calma volvie­
ron para los calumniados misioneros.

"PAGGE" Imadre nuestra]
La predilección de María Auxiliadora encontró
especiales muestras de gratitud y amor entre los
bororos.
Espontáneamente invocaban a la Santísima Vir­
gen con el nombre de Pagge (Madre nuestra). La
palabra tiene una honda significación, pues supo­
nía que la integraban dentro de su propia tribu.
Entre ellos la madre es el centro fajmiliar y social,
a ella pertenecen exclusivamente los hijos.
Con este nombre de Pagge, Madre nuestra, la
invocaban no sólo los bautizados, sino también
aquellos que rehusaban el bautismo.
El corazón del misionero se alegraba cuando
les oía invocarla en sus necesidades con la expre­
sión: «Ruega por nosotros, Pagge María».
Desde el principio el P. Bálzola dijo: «Experi­
mento la protección de María Auxiliadora/ le edi­
ficaremos un hermoso templo».
La promesa se cumplió con la inauguración del
primer santuario dedicado a María Auxiliadora
en el Mato Gjpsso. Los bororos contribuyeron con
su trabafó^ara edificar la casa de Pagge María.

— 23

ESPAÑA
SALESIANA

TREINTA Y CINCO
NUEVOS SACERDOTES
SALESIANOS EN SALAMANCA
Los días 3 y 4 de lebrero tuvie­
ron lugar en el seminario salesiano de la capital salmantina la
ordenación y primeras misas de
35 nuevos sacerdotes, pertene­
cientes principalmente a las ins­
pectorías de Madrid, Zamora y
Bilbao. En las fotos los sacer­
dotes noveles, unos momentos
de su ordenación y unos afor­
tunados padres sirviendo el agua
durante la primera misa de su
hijo.

LOS COOPERADORES
SALESIANOS
DEL CENTRO EXTERNO
DON BOSCO
felicitan a ios misacantanos
y a sus padres
que han dado
lodos su nombre a ios
cooperadores salesianos.

24

A s a m b le a de la A rch ic o fra d ía de M a r ía A u x i­
liad o ra en C d c e r e s
La archicofradia de María Auxiliadora de Cáceres
celebró reunión general, el 21 de enero, siendo muy
concurrida, mosti'ando con ello el interés que tienen
por Ella. Asistió, especialmente invitado, el delegado
inspectorial de cooperadores de Sevilla y D. Federico
Montero, último director salesiano de la ciudad.
La reunión comenzó con una misa celebrada en
la parroquia de San Pedro de Alcántara, donde se
encuentra la imagen de María Auxiliadora; de allí
pasaron al colegio de las Hermanas de la Caridad,

CACERES.—Aspecto parcial de la Asamblea de
la Archicofradia de Maria Auxiliadora.

CACERES.—La Srla. Guadalupe Blázquez, tesorera
de la Archicofradia, durante su intervención.
en cuyo teatro se verificó la Asamblea. El Rvdo. Don
José Polo disertó sobre la incidencia de la devoción
a María Auxiliadora en la vida de los archlcofrades
y cooperadores y exhortó a trabajar en equipo. A
continuación se nombró nueva Junta Directiva y se
trataron diversos asuntos entre otros cómo cele­
brarían este año el día 24 de mayo. Se dio cuenta
del movimiento de caja, de la labor de los visitadores
de enfermos, catequesis y clases de alfabeti2wición
en favor de un grupo de obreros.
E l delegado inspectorial y Don Federico Montero
recordaron tiempos pasados y animaron a todos los
presentes a perseverar en su amor a María Auxi­
liadora.

CADIZ.—Monseñor Añoveros, obispo de Cádiz, de^ués de bendecir el nuevo taller de electrónica,
con que se amplían las escuelas profesionales salesianas, dirige la palabra a las autoridades y ^Ástentes ai acto.

— 25

i

i

EL RECTOR MAYOR
EN CALCUTA
El 29 de febrero el aeropuerto
internacional de la capital de
Bengala lomó un aspecto Y
aire muy particular: la atmós­
fera de cuando se espera a una
persona,
conocida, a la que
se ama y ®
quiere
expresar afectuosa gratitud y ^1
orgullo de ser mandados por él
Y amados.
Había muchos salesianos, hijas
de María Auxiliadora, con sus
alumnos y alumnas, de Bengala.
Los más pequeños llevaban en
sus manos flores, los mayores
guirnaldas olorosas. Todos mi­
raban al cielo atisbando si apa­
recía el avión que dejaría en­
tre nosotros al rector mayor,
Don Luis Ricceri.
No es la primera vez que Don
Bosco viene a Calcuta, cerebro
Y corazón de la grande y popu­
losa Bengala. Don Bosco llegó
a Calcuta en uno de sus sueños
famosos el 10 de abril de 1886.
Volvió en la persona de su quin­
to sucesor en diciembre de 1955.

Vuelve este año, dignamente
representado por el actual rec­
tor mayor, que ha contemplado
de nuevo la visión de Don Bos­
co: colegios florecientes hirvientes de vida y alegría, de juven­
tud, de juventudes salesianas,
casi todos cuentan menos de cin­
cuenta años, en la joven inspec­
toría de Calcuta, que en cierto
modo nace en Bandel, se des­
arrolla en los valles del Himalaya y pasa como río benéfico
en las catorce florecientes y pobladísimas casas, escuelas, cole­
gios para entregar a los herma­
nos indios la antorcha de la ver­
dad Y de la ciencia en las es­
cuelas clásicas, técnicas, comer­
ciales...
Pero dejémonos de visiones y
volvamos a la crónica.
El «caravelle» aterriza puntual­
mente a las cuatro de la tarde.
El capitán del avión es padre
de dos alumnos de nuestro co­
legio de Park Circus y está or­
gulloso de traer entre sus pasa-

CALCUTA.—El rector mayor entre los a tira n te s s a l e s i a n o s de
Bandel, esperanza de la Iglesia en la India.
26



CALCUTA.—El rector mayor con
D. Francisco Mármol, 80 años de
edad, patriarca de la inspectoría
india de Bengala. Es español.

jeros al Superior de todos los
salesianos del mundo.
En cuanto el rector mayor pu­
so pie en tierra se vio rodeado
de sus hijos. Al llegar a la te­
rraza del aeropuerto le llovió un
sin fin de pétalos, guirnaldas y
flores que los alumnos y los an­
tiguos alumnos, los salesianos y
los cooperadores a porfía le
arrojaban.
Del aeropuerto la caravana
partió para el Park Circus, sor­
teando el caos de tráfico de una
ciudad como Calcuta. En la casa
inspeclorial se desarrolla el re­
cibimiento, al que Don Ricceri
responde evocando los gloriosos
pioneros, la vieja guardia que
capitaneada por el inolvidable
Mons. Mathias abrió Calcuta a
los salesianos; el veterano mi­
sionero español Don Francisco
Mármol, patriarca de la inspec­
toría con sus 80 años, recibe un
abrazo especial como represen­
tante de aquellos primeros mi­
sioneros.
Los días siguientes el rector
mayor giró una visita por los
principales centros salesianos y
se despidió de todos dejando co­
mo consigna: Querámonos bien.
Y esta consigna es la que cum­
plida hasta ahora ha hecho flo­
recer espléndidamente la vida
salesiana en Bengala.
DANIEL VENIA, S.D.B.

Gracias de María ¿uxilladora
y de su Jípóstol S. Juan Sosco
Quedaron en medio del torrente

Esperaba funestas consecuencias

L im a, (P erú ).—Un grupo de alumnas de nues­
tro «Colegio María Auxiliadora» de Lima había
ido de paseo y saltaba alegremente entre las ro­
cas del río Rimac, bajo las caricias del incom­
parable sol de Chosica. Eran las tres de la tarde,
cuando de repente oímos g ritar: L a corriente,
la corriente, que se echa encima la corriente.
Afuera todas.
i Qué sucedía ? Pocos kilómetros más arriba ha­
bían abierto, sin previo aviso, unas compuertas
que regulan el caudal del río y una enorme ave­
nida de agua se echaba encima. A la vista del
agua furiosa las alumnas abandonándolo todo
trataron de ganar la orilla consiguiéndolo con
escasos segundos de margen. Pero cuatro de ellas
quedaron en medio del torrente; la menos afor­
tunada fue lanzada de lleno contra dos inmensas
rocas que milagrosamente la sujetaron impidien­
do que fuera arrastrada por la corriente que la
cubría casi por completo. A los gritos desespe­
rados de sus compañeras acudieron dos señores,
uno de los cuales movido por una inspiración
misteriosa se había acercado al lugar provisto
de una cuerda.
Tras largos minutos de lucha con la corriente,
durante los que no se oían más que los sollozos
y las plegarias a nuestra Madre Auxiliadora,
casi sofocadas por el rumor del río, pudimos
ver a salvo a nuestras cuatro pobres y queridas
alumnas. Gracias, María Auxiliadora, es el grito
que brota espontáneo de tus hijas reconocidas.
L a d irectora y alum nos d el C olegio M aría Au­
xiliadora.

Sev>illa.—Hallándome bastante atribulada pues
esperaba graves consecuencias de unos aconte­
cimientos, acudí a María Auxiliadora, comenzan­
do una Novena, pidiendo que no sucediera nada
y que adelantara la solución de todo. Tenía una
fe ilimitada en la que siempre me ha atendido.
Yo esperaba las funestas consecuencias para el
día 28 de febrero. Cuál sería mi sorpresa y la de
todos al ver que no sólo no se realizaban mis
presagios, sino que María Auxiliadora tenía a
bien resolver todo satisfactoriamente el mismo
día 24, adelantando lo que nadie esperaba. Por
este y por otros muchos favoi'es le doy gracias
a María Auxiliadora, envío una limosna y ruego
se publique la gracia. A. S án chez E scobar.

Desaparecido durante ocho días
Desapareció de casa de una amiga mía su so­
brino, que ya tiene 25 años, pero, por haber su­
frido meningitis de pequeño, no es una persona
normal. Lo buscaron por todas partes, avisaron
a la policía y dieron la noticia por radio y, en
los periódicos, además, apareció su fotografía.
Pasaron ocho días sin que se supiera nada. Al
ver tan abatida a su tía invoqué a María Auxilia­
dora prometiéndole que si aparecía aquel mismo
día o al siguiente publicaría la gracia en el Bo­
letín. Aquel mismo día por la mañana supimos
que estaba bien atendido, ya que se encontraba
en el Hospital Provincial. Agradecida cumplo
mi promesa. B la n ca P a z L ópez.

Curó en pocos días
S alam an ca.—P ara estímulo de todos y gloria
de M.S Auxiliadora deseo que se publique en el
Boletín Salesiano el haber salido mi hija en muy
pocos días de una dolencia que el médico ase­
guró sería pesada. Animo a todos a recurrir a
María Auxiliadora en cualquier trance apurado
con la segruridad de que no se verán defraudados.
Envío una limosna para el culto de M .i Auxilia­
dora. Matwli Vicente.

Nos ofreció la solución del piso
L a Coruña.— Hace año y medio que llevamos
casados y como todo el mundo con la ilusión de
poder tener piso propio en La Coruña, pues aquí
hemos iniciado nuestra nueva vida con un peque­
ño negocio. Relacionados con un Padre Salesiano,
nos aconsejó ponerlo en manos de María Auxilia­
dora. Así hicimos. Pronto apareció una persona
muy amante de la Obra Salesiana y ella misma
nos ofreció la solución del piso. Posteriormente
surgieron mil diñcultades de todo tipo, pero Ma­
ría A\ixiliadora fue allanando el camino hasta la
feliz solución. En agradecimiento a tan excelsa
Madre, siempre atenta a nuestras llamadas, ani­
mamos a todos a confiar en Ella. Publicamos la
gracia como habíamos prometido y enviamos una
limosna para su culto. H elio y Carmen.

Recobré la alegría
M adrid.— Estando en un momento, de gran des­
esperación, pedí con todo fervor a María Auxí-

— 27

liaclora que me ayudase y protegiese, ahora y
siempre, para que la conversación que yo había
oído fuera un mal entendido por mi parte. Han
pasado varios días y parece que las cosas se van
solucionando, y yo al mismo tiempo me voy cal­
mando y recobrando la alegría de vivir. Todavía
no se ha solucionado del todo mi problema, pero
sé que María Auxiliadora me ayudará siempre,
y hará que las cosas se vayan solucionando para
que no tenga todas las puertas de la vida cerra­
das. Prometí publicar la gracia y enviar un do­
nativo, lo cual hago con la mayor alegría y sa­
tisfacción, para que su culto se propague más
y más. M ercedes.

Dos gracias señaladas
Vigo.— Encontrándose enfermo de muerte mi
padre y no queriendo confesarse lo encomendé
a María Auxiliadora y con gran alegría conseguí
que se confesara. Doy las gracias a mi querida
Auxiliadora. Encontrándonos mi marido y yo en
una situación monetaria mala, pues tenía mal
empleo, acudí a María Auxiliadora y rápidamente
le apareció uno mejor de lo que soñara. Muy
agradecida a mi buena Madre mando una li­
mosna. T. A.

Otros corazones agradecidos
L a Ahnunia.—Doy gracias a M.a Auxiliadora
por varios favores recibidos y animo a todos los
jóvenes a confiar sus problemas a nuestra Ma­
dre María, pues «Ella continúa desde el cielo su
función maternal do cooperadora en el desarrollo
de la vida divina en cada una de las almas de
los hombres redimidos» (Pablo V I). M anuel Sán­
chez.
Tocína.—Teniendo mi hijo pequeño que pre­
sentarse en el mes de septiembre pasado a la
convocatoria de Ingreso al Magisterio, siendo
este año la última vez que lo concedían con cuar­
to y reválida, me encomendé a M.5 Auxiliadora,
la dulce Madre que tantos favores me ha conce­
dido, y de nuevo fui atendida, ya que mi hijo
fue de los pocos que aprobaron. Muy agradecida
le doy las gracias y mando la limosna ofrecida
para la Obra salesíana, ya que tengo un hijo se­
minarista salesiano. L eon or Sánchez.
A studillo.—Habiendo invocado a María Auxi­
liadora para alcanzar una gracia que necesitaba,
siendo escuchada por tan buena Madre, cumplo
la promesa de publicarlo en el Boletín Salesiano
y envío una limosna. Afariawo Solórzano.
H errera de P isu erga.—Habiendo obtenido una
gracia de María Auxiliadora por intercesión de
Santo Domingo Savio, envío un donativo para
las Obras Salesianas. Doy gracias por ese sin­
gular favor y cumplo la promesa de publicar­
lo. A. A.
B ilbao.—Habiendo recibido de Marín Auxilia­
dora dos gracias de excepcional importancia, quie­
ro hacer público mi agradecimiento a la Virgen
por medio del Boletín Salesiano. Entrego para
su culto la limosna prometida. Marlbrí H ernández.
Avila. - Habiendo tenido un hijo gravemente
accidentado, acudí a María Auxiliadora y a San
Juan Cosco a fin de que intercedieran en favor
del mismo. Agradecida porque atendieron mis sú­
plicas y se encuentra restablecido, envío una li­
mosna con destino a las Misiones Salesianas.
Inás S egovia.
VaÍPHcia.—Hice una novena a María Auxilia­
dora pidiéndole una gracia muy importante, pro­
metiendo que si se realizara escribiría pidiendo
que se publicara en este boletín, dando así pú­
blicamente las gracias, cosa que hago con todo
mi cariño y para que sirva también de testimonio
y aumente la devoción y fe a nuestra querida y
buenísima María Auxiliadora, ya que lo que le
pedí se realizó satisfactoriam ente y no sólo eso

28

sino que siempre que me he encomendado a Ella
he salido victoriosa. M.9 A ngeles Sanz.
B etan cu ria.—Por una gracia recibida de María
Auxiliadora y San Juan Bosco y con la plena
confianza de alcanzar otras muchas, que con tan­
ta confianza le tengo pedidas, principalmente que
mi marido se restablezca en su salud, envío una
limosna y deseo que se publique en el Boletín
Salesiano. Una devota.
Madrid.— Sufriendo una dolorosísima enferme­
dad acudí a María Auxiliadora, a quien recurro
en todas mis necesidades. Como buena Madre,
no tardó en hacerme sentir su ayuda. Hoy plena­
mente restablecida, cumplo mi promesa. Muy
agradecidas mi hija y yo mandamos una limosna
para su templo. B ibian a y Carm ina.
Orense.—Habiendo recibido de María Auxilia­
dora un señaladísimo favor, que le había rogado
me concediera para un familiar, envío una limos­
na para su culto. Agradecida, deseo que se pu­
blique en el Boletín Salesiano, según había pro­
metido. Consuelo P. Martínez.
F errol.— Hacía tiempo que queríamos vender
un chalet de nuestra propiedad, sin resultado. Se
me ocurrió una novena a San Juan Bosco, al que
tengo mucha devoción, y al tercer día se pre­
sentó un comprador. Mando la limosna prome­
tida al Santo. I. E spinosa.
A lcoy.—Mando una limosna en acción de gra­
cias a María Auxiliadora por el feliz nacimiento,
que se veía algo complicado, de un nieto. Af. Gisbert.
S ád ab a.— Ofrecí publicar la gracia y mandar
una limosna si mi hijo de 15 años encontraba
colocación. Ofrecí la santa misa el 10 de febrero
y a loa tres días ya le habían admitido. Fue una
gracia muy señalada de San Juan Bosco. Muy
agradecida cumplo mi promesa, pues mi hijo
sigue muy contento en su trabajo. N. P. C.
A révalo.- -Agradecidas a María Auxiliadora por
diversas gracias que nos ha concedido, cumplimos
nuestra promesa de enviar un donativo y publi­
car nuestra gratitud en el Boletín Salesiano. J a ­
cinta y Pilar.
Madrid.—Hallándome en diversas ocasiones en
situación apurada, acudí con confianza a María
Auxiliadora y siempre fui atendida. L u cia A ndrés.
Doy gracias a María Auxiliadora por el feliz
resultado de una operación, después de invocarla
con su novena. Cumplo lo prometido publicando
la gracia y enviando ima limosna. J . L. M.

Doy gracias a María Auxiliadora por varios
favores, uno muy especial, que le pedí prome­
tiendo dar una limosna y publicarlo en el Boletín.
Cumplo lo prometido y animo a todos a que acu­
dan a tan buena Madre que estoy segura de que
no les dejará de conceder cuanto le pidan. Una
coop eradora.
B arcelo n a.—^Por una gracia obtenida de María
Auxiliadora en favor de su h ija agradecida envía
una limosna. T eodora L ópez.
B a ra ca ld o .— Agradecida a María Auxiliadora
por una gracia obtenida por su intercesión, cum­
plo la promesa de publicarla en el Boletín Salesiano y mando una limosna para su culto. A m ­
p aro L epe.
L a s P alm as d e Graii C anaria.—-Por un favor
recibido, envío una limosna para el culto de Ma­
ría Auxiliadora, dando las gracias y suplicando
se publique en el Boletín, para aliento en su de­
voción. Ju a n a M elián S arábia.
G erona.—Muchos son los favores que he de
agradecer a mi buena Madre María Auxiliadora.
E ntre los últimamente recibidos he de mencionar
la acertada intervención quirúrgica y rápido res­
tablecimiento de mi nieto que padecía de la gar­

F t t v a r e s

ganta. el haberme dado fuerzas para resistir la
fuerte neuralgia en un costado, que me sobrevino
hace poco y, días después, el haberme librado de
otros dos ataques cuando, al sentir los síntomas,
invoqué su protección. Cumplo la promesa do pu­
blicarlo y de hacer celebrar dos Alisas on su
honor. A na, Vda. de Varés.

Dan gracias a María Auxiliadora y
a San Juan Bosco y envían una limosna:
María Mayoral de Claparols, de A (/ullana; P.
Velasco y una Cooperadora Salesiana, de M adrid;
Evaristo Saá Rodríguez, de L a C oruíla; Dolores
Sillá, de G od ellcfa ; Pilar Rabanillo, de P uerto
R e a l; M. P., de M onzón; M.S Dolores Nieto Sán­
chez de Castro, de V igo; Aníbal Fernández, de
M e c e n e y e s : A. M. de F., de M ataró; Isabel F er­
nández, de Z am ora; Familia Fernández, de H ues­
c a ; D. B., L. N., de B a rcelo n a ; Carmen Prieto,
Paulina Garrido, una devota y una archicofrade,
de S ala m an ca ; una dovota, de C alzada de Valdu nciel; Micaela Alonso, de A studillo; M.5 Dolo­
res de González, Guadalupe Ferreiro y L. N. N.,
de Madrid.

d e

S A X T O nO M IX G O SAVIO
Pt*ofectof* de la s Jfadre» «/ de la s C u n a s

Ni el especialista lo esperaba
S ala m an ca.—Doy gracias a María Auxiliadora
y Domingo Savio por alcanzarme que el hijo que
esperaba naciera, bien y muy hermoso, después
de todos los percances y serie de cosas que me
sucedieron durante los siete primeros meses. Ni
el mismo especialista esperaba que pudiera lle­
gar y menos que naciera bien. He cumplido la
promesa de unas misas que ofrecí y ahora la
publicación en el Boletín para gloria suya. Espe­
ro también me concedan dos cosas muy impor­
tantes para mí, si es que me convienen. Una
fam ilia muy agradecida. C. 8. 8.

Para mayo seré madre
B ussigny-Suiza.—Por un milagro muy grande
recibido por intercesión de Sto. Domingo Savio
Ies mando una limosna y ruego publiquen la gra­
cia en el Boletín, a ñn de que todas las ptersonas
en iguales circunstancias puedan acudir a él con
confianza.
Fui operada hace cuatro años de ovarlos, ha­
biendo estado durante ella con bastante grave­

dad. Unos meses más tarde el médico que efec­
tuó la operación (al que visitaba con frecuencia)
me dijo que desgraciadamente a causa de aquella
intervención no podría tener hijos.
Aunque entonces estaba soltera acudí a dos
médicos más, dado que pensaba casarme en bre­
ve y, con todo lo que me gustaban los niños, la
idea de no poderlos tener se me hacia dolorosfsima. También estos dos me afirmaron que no
podía tenerlos.
Como soy muy devota de María Auxiliadora,
acudía con mucha frecuencia a los Salesianos de
Málaga, en donde adquirí unos meses antes de
casarme un escapulario de Santo Domingo Savio,
toda vez que sabía su protección especíalísima
en favor de la maternidad.
Contraje matrimonio en julio del pasado afio
y en agosto comencé una novena a Sto. Domingo
Savio, con una fe y una confianza grandísimas.
Unos días después de terminada la novena me
encontraba algo indispuesta, acudiendo mes y me­
dio más tarde a un especialista, me afirmó que
desde hacía dos meses esperaba un hijo.
Todo sigue normalmente y sí Dios quiere para
mayo seré madre. Una d ev o ta de M aría A uxi­
liadora.
-

29

Somos padres de una hermosa niña
R ens.—Me encomendé a María Auxiliadora y
Santo Domingo Savio para que nos concediesen
un hijo. Yendo de un médico a otro, todos me en­
contraban obstáculos. Durante todo el tiempo de
la gestación, día tras día, no dejé de encomendar­
me a ambos, y hoy doy gracias porque somos
padres de una hermosa niña, que lleva por nom­
bro P. María Auxiliadora, y desde que nació ya
es «cooperadora». D olores Muñoz de L ópez.

______ Ya no me quiié el escapulario_______
L a Coruña.—Esperaba con ilusión de madre a
la que habla de ser mi primera hija, Angela
María. E l peligro natural del primer alumbra­
miento, me hacía temer lo peor. Casados en la
Iglesia de María Auxiliadora, (mi marido es
Vicepresidente de la Asociación de Ex-alumnos
de Don Bosco) tuvimos siempre mucha amistad
con los Salesianos. E l P. Consiliario, me reco­
mendó me pusiera el escapulario de Sto. Do­
mingo Savio, protector de las madres y de las
cunas. A este santlto le encomendamos el éxito
prometiendo publicar la g^i’acia y enviar una
limosna. A partir de este momento ya no me
quité el escapulario de encima. Puedo decir que
me cesaron las preocupaciones, abatimiento y
nerviosismo. Sin ansiedades ni dolor alguno pu­
dimos celebrar el nacimiento de una niña moní­
sima, bautizada también por un padre salesiano.
Por su protección manifiesta, prometo seguir
extendiendo su devoción y envío una limosna.
Afarin E len a B arrio C ordeiro.

Por medio de su escapulario
Beus.—Con grandísima alegría nos ha nacido
nuestro primer hijito, después de dos embarazos
frustrados y a nuestra edad no demasiado joven.
Mandamos una pequeña limosna con el ruego
de que tenga a bien publicar en el Boletín Sale­
siano lo que consideramos una gracia de Santo
Domingo Savio por medio de su escapulario. Gus­
tav o Puig y M aría Cinta VaWs.

Gracias de doña Dorotea de Chopitea
C o o p e r a d o r a S a le s ia n a
______________ Rápida solución______________
E l Plantío.— Una seria dificultad económica ha­
cía que toda la Comunidad sintiera honda pre­
ocupación.
Felizmente, algunas Hermanas sugirieron la
idea de encomendar la solución del no pequeño
problema a Doña Dorotea. Pocas gracias había­
mos pedido por intercesión de la Sierva de Dios,
pero, unánimemente, aceptamos la invitación.
Con rapidez no esperada y más completa en
detalles de lo que suponíamos logramos la tan
suspirada gracia.
Brota espontánea la gratitud hacia esta que­
rida Protectora, depositando nuestra confianza en
ella, pues tan visiblemente nos ha protegido.
S. C. A. C olegio M.B Auxil. E l Plantio-M adrid.

________ Recupero un valioso folleto________
Madrid.—^Me había obtenido un amigo para de­
terminado estudio biográfico un folleto raro que
tenía en la mayor estima su propietario, para
mí desconocido.
Por una serie de especiales circunstancias dicho
folleto se transpapeló y por mucho que lo busqué
hube de darlo por perdido con la consiguiente hu­
millación y contrariedad.
Inútilmente en principio reponerlo, incluso por
reproducción fotográfica del ejemplar que existía
en una biblioteca pública. E n este apuro después
de ofrecer la consabida limosna a San Antonio
encomendé, como mediadora práctica la difícil
solución a la Sierva de Dios, Doña Dorotea Cho­
pitea, ofreciendo publicar el favor y una limosna.
Y cuando desalentado consideraba fracasado el
intento y daba por inútil toda gestión se ofreció
espontáneamente la aparición del extraviado fo­
lleto. donde menos podía Imaginar y el generoso
ofrecimiento de otro ejemplar ya no fue necesa­
rio. Agradecido cumplo lo ofrecido. P. C ervera.

Roguemos por nuestros difuntos
Cooperadores: Rvdo. Sr. D. José Roura, arcipreste
de Anglés y Rvdo. Sr. D. José Ferriol, párroco
de Ceirá, ambos de Gerona.
Doña María Dolores del Valle Bechade 4* en Cam­
bados, el 11 de octubre de 1968.
La misteriosa providencia del Señor la condujo
desde Angouleme (Francia), —donde nació el
24 de abril de 1885—, hasta el Pazo de Serantelíos, lugar en el que ahora se ©leva el aspirantado salesiano. Su alma es, al mismo tiempo
que sus pies, andariega/ recorre los momentos
del encuentro con Don Bosco y su obra, el de
la admiración, el del entusiasmo y el de la
generosidad. Precisamente en el Pazo es donde
confluyen los dos caminos. El es la ofrenda a
Don Bosco y el signo inequívoco del afecto de
Doña Dolores. Bien lo demostró en innumerables
ocasiones, en que resplandecieron su exquisita

30 —

sensibilidad y su maternal desvelo. Se sentía
madre del aspirantado y como tal se comportó.
Vino a vivir sus últimos meses con nosotros y
nos fue ejemplo de vida cristiana; bástenos re­
cordar su serena agonía, en la que gozosamente
repitió: «Ahora sí que voy al Padre». Gran aman­
te de la Congregación, la Congregación corres­
pondió a su entrega y amor. Y es para los que
vivimos con ella una inmensa alegría recordar
las palabras, que pronunció un día antes de
morir: «Sabía que me querían mucho, pero nun­
ca creía que fuera tanto».
Don José Ruiz Alcántara 4< en Córdoba y a los
83 años de edad, el día 24 de febrero, consa­
grado a María Auxiliadora. Cooperador Sale­
siano, la Santísima Virgen se lo llevó en su
día; jamás entraba y salía de casa sin saludar
la imagen de la Virgen. Lo hacía con una sen-

^eeas ¡m d ^ostenímíento
formacíoNdeilocacíones
«El mejor premio que Dios concede a una familia es un hijo sacerdote.» (Don Rosco.)
INSPECTORIA DE BARCELONA
P. Provincial: P.« San Juan Bosco, 74 - BarceIona-17
BECAS COMPLETAS
Beca «Nuestra Señora de la Alegría». 100.000 pts.
Beca «José Basa García». Barcelona-Rocafort. 50.000 pesetas.
Beca «Florencio Sánchez». Total: 30.000 pts.
Beca
Beca
Beca
Beca
Beca
Beca

BECAS EN FORMACION
«Ntra. Sra. de Montserrat». N. e.; 20.000. T . : 80.000.
«Stos. Antonio y Sebastián». N. e .: 5.000. T . : 15.000
«Familia Serdá Dasquens». l.§ entrega: 5.000 pts.
«Don Juan Antal». Total: 94.000 pts.
«José María Valles Plá». Total: 6.000 pts.
«Claudio García». Total: 25.000 pts.

INSPECTORIA DE BILBAO
P. Provincial: Escuelas Salesianas • Deusto-BUbao
Beca
Beca
Beca
de
Beca
Beca
Beca
Beca
Beca
Beca
Beca
Beca

BECAS COMPLETAS
«San Juan Bosco». J . Alvarez. lOO.OOO pesetas.
«D. Pedro Olivazzo». Total; 30.000 pesetas.
«D. Cirilo Sagastagoitia». promovida por los AA. AA.
Baracaldo. Total: 30.000 pts.
«Santísima Trinidad». Total: 30.000 pts.
«Carmina Gutiérrez». Total: 30.000 pts.
«Agustina Alonso». Total; 30.000 pts.
«Piedad Ramos». Total: 30.000 pts.
«Natividad Postigo». Total: 30.000 pts.
«Rosario Gutiérrez». Total: 30.000 pts.
«Paquito Gutiérrez». Total: 30.000 pts.
«Femando y Rufina». Total: 30.000 pts.

cillez Y devoción que edificaba. Una de sus
grandes alegrías fue la Ordenación y primera
Misa de su nieto, D. Angel Bermúdez Ruiz, Salesiano. Cooperador Salesiano desde hace mu­
chísimos años, vivió el mensaje de la Coope­
ración de la Iglesia según la mística salesiana
de una manera admirable.
Doña Mercedes Marzal López
en Barcelona.
Madre ejemplar y cristiana dio a sus cinco hijas
constantes muestras de laboriosidad y acepta­
ción de los sacrificios, que el Señor le pedia.
Su amor a María Auxiliadora era extraordinario
Y difundía su devoción con gran celo. Cuando
sus hijas hacían la primera comunión las lle­
vaba ante el altar de María y las inscribía en
la Aichicofradía de María Auxiliadora, de la
que era celadora. Su hogar salesiano, era espo­
sa de un antiguo alumno, dio tres hijas al Se­
ñor, dos Hijas de María Auxiliadora,- entre
ellas la actual directora del Colegio de Santa

BECAS EN FORMACION
Beca «Mamá Margarita». L . Cañada. Pamplona. N. e .: 250
pesetas. Total: 19.000 pts.
Beca «María Auxiliadora*. D. R. G. R. Total; 25.000 pts.
Beca «María Auxiliadora». 2.6 Arch. Baracaldo. T .: 21.600.
Beca «D. Ramón Zabalo». Baracaldo. M. Fernández. Total:
26.000 pts.
Beca «D. Jo sé Díaz de Cedo Valle y Petra Gastón Ventosa».
Total: 9.000 pts.
Beca «Restitución-Gratitud». J . G. Total: 10.000 pts.
Beca «San José». J . G. Total: 10.000 pts.
Beca «María Auxiliadora». J . G. Total: 10.000 pts.
Beca «Doña Carmen Aguirre». Total: 5.000 pts.
Beca «Sra. de Vidarrézaga». Total: 6.000 pts.
Beca «Familia Imbert». Total: 10.000 pts,
Beca «Virgen del Castillo». El Royo. Total: 9.800 pts.
Beca «M.6 de los Angeles Po.stigo Labrador». Total: 15.000.
Beca «Conchita Diez Noza». Total: 15.000 pts.
Beca «Srtas. Ramona y Joseñna de Felipe». T .: 50.000 pts.
Beca perpetua «San Cosme y Sta. Magdalena». T .: 75.000 pts.
Beca «F. Canales». Total: 14.000 pts.
Beca «Matilde Pelayo». Pamplona. Total: 5.000 pts.
Beca «María Auxiliadora». Zuazo. Total: 5.500 pts.

INSPECTORIA DE CORDOBA
P. Provincial: Calle María Auxiliadora, 14 - Córdoba
BECAS COMPLETAS
Beca «San Isidro Labrador», fundada por la Srta Pilar
Martín Sevilla. Madrid: 100.000 pts.
Beca «María Auxiliadora». Santa Cruz de Tenerife, fundada
por la Srta. María Gracia P. R. 100.000 pts.
Beca « J. M. Manfrcdlnl». Granada. Total: 100.000 pesetas.
Beca «Don Salvador Rosés». Ronda. T o tal: 100.000 pts.

Dorotea, de Barcelona. Murió víctima de cáncer
cuyos dolores soportó con entereza cristiana.
Boguemos también por Don José Rojas Gallar­
do, fallecido en Puerto de Santa María f se dis­
tinguió este cooperador por su amor a los po­
bres Y a las misiones. Don José Carbonell, fa­
llecido en Burgos, cooperador y bienhechor de
la Obra de Don Bosco en Puerto Real. Don Ra­
món Calm Soler, hijo de la cooperadora Doña
Catalina Soler, de Llagoslera. Doña Mercedes
Godé, fallecida en Huesca, archicofrade de Ma­
ría Auxiliadora muy activa siempre dispuesta
a ayudar a la Obra de Don Bosco como buena
cooperadora. Por Don Sixto Ruscalleda, de San
Felíu de Guixols y Don Gaspar Reig, de Alcoy.
Por estos queridos difuntos y por todos los co­
operadores, cooperadoras, hijas de María Auxi­
liadora Y salesianos difuntos pidamos al Señor
les conceda el descanso eterno.

— 31

BECAS EN FORMACION
Boca «Komero-Martinez». Málaga, promovida por Doña Dolorc» Martínez, Vda. de Romero. l.S e.: 30.000 pts.
Beca «E hcuoIhb Externas». Montilla. Total: 9.000 pts.
Beca «Nuestra Señora de la Consolación». Torredonjimeno.
Total: 25.000 pts.
Beca «Baldomcro Pagán». Pozoblanco. Total: 17.500 pts.
Beca «Ntra. Sra. de Luna». Pozoblanco. Total: 40.000 pts.
Beca «Sagrado Corazón de Jesús». Las Palmas. T . : 30.395.
Beca «María Auxiliadora». Málaga. Total: 18.300 pts.
Beca «Familia Ansorena». Total: 19.000 pts.
Beca «M.9 Aux.» Familia Gómez Briasco. Total: 39.00 pts.
Beca «Ntra. Sra. del Carmen». Pozoblanco. Total: 36.000 pts.
Beca «Cías. Juventud Saloslana». La Orotava. T .: 40.000 pts.
Beca «Don Antonio Espinosa». Tenerife. Total; 42.800 pts.
Beca «Santa Cruz do Tenerife». Tenerife. Total: 32.000 pts.
Beca «Santo Domingo Savio». Cías. Tenerife. T . : 21.000 pts.
Beca «Virgen del Pino». Teror. Total: 47.000 pts.
Beca «Familia Atilio Ley». Las Palmas. Total: 1.500 pts.
Beca «KuniUia Naranjo». Las Palmas. Total: 2.900 pts.
Beca «Familia Lago». Las Palmas, Total: 4.800 pts.
Beca «Familia E. de Chacón Hdez.» Las Palmas. T . : 5.100.
Beca «Familia Torro». Las Palmas. Total: 3.800 pts.
Boca «Familia Feo. León Navarro». Las Palmas. T .; 2.900.
Beca «Familia Laru Padln». Las Palmas. Total: 5.100 pts.
Beca «Santo Domingo Savio». Cías. Las Palmos. T . : 30.800.
Beca «Juan X X III». Montilla. Total: 14.350 pts.
Beca «María Aux.» Cooperadores. Antequera. T . : 6.500 pts.
Beca «San Juan Hosco». Lopera (Jaén). Total: 20.000 pts.
Beca «Familia Espejo Gómez». Montilla. Total: 12.000 pts.
Beca «Familia Muñoz*. Total: 18.000 pts.
Beca «Marín Auxiliadora». Antonio Royán. Total: 25.200 pts.
Beca perpetua «Troya Gozálvez». Ubeda. Total: 24.000 pts.
Beca «Familia Franchis». Las Palmas. Total: 600 pts.
Beca «Vli'gen de! Pino». Las Palmas. Total: 1,000 pts.
Beca «D. Bernardo López Baena». Córdoba. T . : 12,000 pts.
Beca «Pura liminúdez», Málaga. Total: 26.000 pts.
Boca «P. Santa Catalina». 2.8 Las Palmas. Total: 1.000 pts.
Beca «N. Rodríguez». Las Palmas. Total: 2.100 pts.
Beca «Familia Vargas». Ronda. Total: 10.000 pts.
Beca «Doña María». Las Palmas. Total: 3.700 pts.
Beca «Manuel Moreno*. Las Palmas. Total: 1.500 pts.
Beca «Mártires de Pozoblanco». Total: 8.726 pts.
Beca «Matrimonio CLM-SCB.» Málaga. Total; 46.060 pts.

INSPECTORIA DE MADRID - «BESAMA»
P. Provincial: Paseo del General Primo de Rivera, 25
Madrid (5) ■ Teléf. 227 56 91
K’crorda»no.s a todos los participantes en BESAMA los
dos categarías de B ecas C om pletas:
■- B eca O RDINARIA: üO.OOO pesetas.
- - B eca MAYOR: 100.000 pesetas.
Siem pre pueden enviar donativos para tr com pletando
las becas «BESAMA».
BECAS COMPLETAS
Boca «Sagrado Corazón de Jesús». F . Perezagua. Coope­
radora Salesiana. Total: 50.000 pts.
Beca «Santa Inés». Total: 50.000 pts.
BECAS EN FORMACION
Boca Mayor «Salesianoa Don Bosco», M. Suárez. 600: L.
González. 5.000; J . M. Graaset. 5.0(X): J . Iribas, 500: F.
Brlones. 200: R. López, 26.000; F . Cnbrodo. 50; N. N.
1.100. Total; 37.350 pts.
Beca «San José». Arch. M.8 Auxiliadora. Pizarrnle.s. P. e .:
8.000 pts.
Beca «San Ricardo». Total: 6.000 pts.
Beca «Fam. Mesonero Rodríguez». Total; IJ.IKX) pts.
Beca «M. A. L.». Total: 23,000 pt.s.
Beca «Vda. de Pujadas». Total: H.tXX) pt.s.
Beca «Mercedes Cruzado». Total: 18.000 pts.
Beca «i’ndre Estebnn». AA. AA. Paloma. Total: 19.305 pts.
Bren «S, Vicente Ferrov». Primeen entrega: 10.000 pts.
Beca «.losé Félix». Primern entrega; 25.000 pts.
Becn «Antonio D»irán». Primera entregn: 35.000 pts.
Beca «Besnmn». T o tal: 8.360 pts.
Boca «El Coadjutor Snleslano» II. Cías. Paloma. 5.000 pts.
Becn Mavor «Nuestros Mártires*. Gral. López de Letona.
Total: 80.000 pts.
BiH-a «Don Juan». II. Total: 15.000 pts.
Beca «Don Mnmiel Nicolás». Total; IS.OOO pts.
Beca «San Francisco de Sales». Estrecho. Total: 12.645 pts
Bw a *1>.8 Dorotea». .Madrid-Don Bosco. N. e.: 1.000 pts.
Total: 2.3.600 pts.
Becn «Casimiro Ramiro*. A. A. Atocha. Total: 34.000 pts.
Beca «Ntra. Sra. del Carmen y S. Lucas». Total: 34.0(X) pts.
Becn «Archicofradia María Aíixiliadora». P.P Extremadura.
Total: 17.000 pts.

32 —

Beca
Beca
Beca
Beca
Beca
Beca
Beca
Beca

«Sto. Domingo Savio». C.9 M.8 Aux.-Atocha. T .; 16.CK)0.
«D. Félix González». Fam ilia Pardo. Total: 21.500 pts.
«María Auxiliadora», II. Atocha. Total: 34.325 pts.
«Familia D. Antonio ’ Miranda, salesiano». T .: 15.CMXI.
«Josefa A. Roldán y Familia». Total: 30.600 pts.
«María Auxiliadora». Salamanca. T o tal: 16.300 pts.
«Vda. Casanovas». Total: 5.000 pts.
«Centro Juvenil». P.9 Extremadura. Total: 13.600 pts.

INSPECTORIA DE SEVILLA - «BESASE»
P. Provincial: Calle María Auxiliadora, 17 ■ Sevilla
Teléis. 35 04 86 . 35 Ol 00
BECAS EN FORMACION
Beca «Ntra. Sra. de la Piedad». Almendralejo, iniciada por
Familia Rafael Martínez Cordón e Isabel Martínez Asuar,
en memoria de doña Crescencia Asuar 1.a e .: 25.0Ü0 pts.
Beca «M.8 Aux.» Archicofradia. Cádiz. N. e .: l.OCH) pts.
Total: 5.000 pts.
Beca «Corpus Christi». J . Quintana. Sevilla. N. e .: 100 pe­
setas. Total: 10.430 pts.
Beca «M.8 Auxiliadora», por A. R.. Sevilla. N. e .: 500 pese­
tas. Total; 7.000 pts.
Beca «Clemente Guede». Cádiz. Total: 8.775 pts.
Beca «P. Agustín Nofre». Utrera. Total: 27.210 pts.
Beca «V. Esperanza». Sevilla. Total: 1.850 pts.
Beca «S. Pedro Apóstol». Cooperadores. Alcalá. T . : 2.000 pts.
Boca «Mártires Salesianos de Morón». Morón. 1.8 e.: 1.S16.
Beca «Ntra. Sra. Sgdo. Corazón». Morón. Total: 20.000 pts.
Beca «Stella Maris». Huelva. Total: 28.100 pts.
Beca «Virgen Victoria». Mérida. Total: 55.500 pts.
Beca «Colegio Salesiano». Sevilla, por A. R. 1.000 pts.

INSPECTORIA DE VALENCIA
P. Provincial: Calle de Sagunto, 212 - Valencia
BECAS COMPLETAS
Becas Perpetuas «D. Francisco y D.8 Pilar», fundadas -por
D.8 Hilaria y D.8 P ilar Romañá, en memoria de sus pa­
dres. Total: 250.000 pesetas.
Beca «D.S Josefa M.8 Canelles Patuel, Vda. de Llop». To­
tal: 100.000 pts.
Beca «Santo Domingo Savio», en memoria de doña Ana Ma­
ría González Llach. Total: 100.000 pts.
Beca «D.8 Carmen Tortosa. Vda. de Vicens». T . : 50.000 pts.
BECAS EN FORMACION
Beca 2.8 «Rvdo. D. Manuel Pérez». Total: 1.000 pts.
Boca «María Peire». en memoria de su esposo. T . ; 10.000 pts.
Beca «San Cayetano*. Total: 38.000 pts.
Beca «(Cooperadores de Valencia». Total; 8.500 pts.
Beca «Azul y Rosa». Total: 27.500 pts.
Beca «Círculo Domingo Savio*. Tota!; 1.500 pts.
Beca perpetua «Juan Manuel», por D.S Carmen Gómez de
Tortosa. Alcoy. Total: 60.000 pts.
Beca «Rvdo. Don Mariano Aisa». Burriana. Total: 17.500 pts.
Beca «San Bernardo». Villena. Total: 22.000 pts.
Beca «Nuestra Señora dol Pilar». Zaragoza. Total; 43.500 pts.
Beca «Archicofradia de M.8 Auxiliadora». Valencia. N. e.
4.000 pts. Total: 8.000 pts.

INSPECTORIA DE ZAMORA
P. Provincial: Universidad Laboral - Zamora
BECAS EN FORMACION
Beca «D. Pedro Olivazzo*. Astudillo. N. e, 200 pts. Total:
12.576 pts.
Beca «D. Ernesto Armelles». Coruña. Colegio. N. e. 4.5(XI pts.
Total: 38.250 pts.
Beca «D. Jo sé Saburido». Orense. N. e. 800 pts. Total:
22.800 pts.
Beca «María Auxiliadora». Oviedo. Naranco. N. e. 6. 776 pts.
Total: 24.166 pts.
Beca «D. Felipe García». Cooperadores Coruña. Hogar.
1.8 e. 3.000 pts. Total: 3.000 pts.
Beca «P. Miguel Salgado». Vigo. S. Matías. T . : 49.150 pts.
Beca «San José». Vigo. S. Matías. Total: 59.000 pts.
Beca «M.8 Auxil.» Zamora. Rey Femando. Total; lO.OtX) pts.
Beca «Domingo Savio». León. Total; 16.665 pts.
Beca «Virgen de Villanueva». Allariz. Total; 21.125 pts.
Beca «Ntra. Sra. de Covadongra». Tudela Veguín. T .: 19.346.
Beca «Maria Auxiliadora». Allariz. Total: 25.(X)0 pts.
Beca «José Sabaté». Vigo. Total; 31.000 pts.
Beca «Don Emilio Montero». Orense. Total: 22.IXK) pts.
Beca «María Auxiliadora». Celanova. Total; 32.000 pts.

RODOLFO ilERRD TORRES
U N A C IF R A R E D O N D A :

88 a ñ o s de Enistoria sa le sia n a
88 a ñ o s de Eiistoria m undial

El
a u to r
Y la
obra

Esa ancha frente enmarca sus amplios pensamientos. Esos
ojos miopes se gastaron curiosamente entre las páginas de los
libros. Sus pies caminan lentamente mientras siguen volando
las ansias de su espíritu... Los años fueron desgastando, gota
a gota, la pétrea voluntad del Padre Fierro. ¡La voluntad de
don Rodolfo que no dejó descanso a la pluma ni a la vozl
Ambas abrieron páginas y páginas de pedagogía y publicaron
las maravillas del campo social cristiano. Por Colombia, en Ve­
nezuela, por Italia, en España... Su quijotesca lanza derribó ver­
daderos gigantes antirreligiosos y su poética voz abrió auroras
de apostolado postescolar en fecundos colores y risueñas es­
peranzas. El Padre Fierro fue rodando por el mundo este su
poético filme de fe en Dios y amor a los hombres, para pro­
yectarlo hoy en la blanca pantalla de sus Memor/os, lleno de
esperanza y gratitud.
La escuela salesiana y la pedagogía social; las maquinas
de imprimir y los hombres de gobierno, de la cátedra, del co­
mercio, del taller y del altar; los de su tierra natal de Colombia
y su amada Venezuela, los de Italia y los de España, que le
quieren como suyo, se gozan contemplando la figura del hom­
bre que cruzó sus caminos dejándolos orlados con flores de
bondad.

In tom o de 640 páginas, tamaño 16 x 22 cms., en cartulins
ion sobrecubierta a colores.________________ P tas. 220’Dirija sus pedidos a:

EDICIONES DON BOSCO

Paseo San Juan Bosco, 62
Teléfono *203 74 08
BARCELONA-17 (España)

• L L A M A D A URGENTE •

Así se encuentran las obras del Santuario a María Auxiliadora, de Ubeda,
primero que se te alza en la provincia de Jaén, con motivo del Centenario de la Ba­
sílica de Turín. Se pensaba inaugurar el mismo día 9 de junio. Pero las dificultades
económicas van a obligar a parar las obras.
Los cooperadores y antiguos alumnos de Ubeda hacen una llamada urgente:
si cada lector del Boletín Salesiano enviara sólo CIEN PESETAS, el Santuario podría
bendecirse en lo fecha prevista.
Dirija sus limosnas al padre salesiano:

D. Gonzalo Huesa Lope - Santuario María Auxiliadora - Ubeda (Jaén)

Fecha
1968.05