BS_1968_01

Ficha

Título
BS_1968_01
Descripción
Boletín Salesiano. Enero 1968
extracted text
AÑO LXXXII - N.o 1 - ORGANO DE LOS COOPERADORES SALESIANOS - ENERO, 1968

T
N O T IC IA R IO
S A L E S IA N O

BOLETIN SALESIANO
ORGANO DE LA PIA UNION DE
COOPERADORES
SALESIANOS

NUEVAS

FUNDACIONES

Revista de la obra de Don Sosco
B A L E S IA N O S

A ño LXXXIl -Núm. 1 - Enero, 1968
EUROPA

DIRECTOR:

JA V IE R

RUBIO

IBAÑ EZ

E S P A Ñ A . Villagarcia (Pontevedra): es­

cuelas elementales y profesionales.
Fregenal de la Sierra (Badajoz): Bachi­
llerato para internos y externos. La R o­
ca (Barcelona): Obra social.

DIRECCION, REDACCION Y ADMON.

Alcalá, 164-Apartado 9.134

A U S T R IA . W ien-Erlaa: Parroquia.

Teléfono: 255 20 00
MADRID-2
Depósito legal: M. 3.044-1958
{Con censura eclesiástica)

B E L G IC A : Bierbeek: Noviciado.
París: Casa inspectorial,
centro de propaganda, librería.

F R A N C IA .

IT A L IA . Potenza: Parroquia y Oratorio
diario; Salargius (Cagliari): Escuelas

profesionales.
Y U G O E SLA V IA . Zelim lje: Noviciado,
Estudiantado y Parroquia.

AMERICA

SUMARIO

¿FUE DON BOSCO SALESIANO?

EUROPA

IT A L IA . San Benigno (Turín), Trieste:
obras parroquiales y Oratorio festivo;
Cagliari: Escuela profesional y residen­
cia universitaria.

8

UNA BUENA INVERSION

15

SEMANA SANTA EN CHAMIL.
p o r O rlan d o C a l e r o ....................

16

GRAFICA

AMERICA

B R A S IL . Belém do P a ró : Centro social,
escuelas elementales y profesionales, catequesis; P orto A legre: Casa inspecto­
rial, catcquesis.

19-25

CO LO M B IA . Bogotá: Escuela popular,
Oratorio y asistencia social; Duitana

(Boyacá): Escuelas elementales y bachi­
llerato; La Ceja (Antioquía): colabora­
ción doméstica.

H A a A LA UNION DE LOS CRIS­
TIANOS..............................................
24

BECAS

GRACIAS

SACERDOTALES .

E C U A D O R . Quito-Cumbaya: colabora­

ción doméstica en el aspirantado salesiano.
Estados Unidos. Passaic: Catequesis con
los puertorriqueños.

26
30

ASIA
2



A R G E N T IN A . San M iguel: Casa para

ejercicios espirituales.

MI PADRE REPETIA SIEMPRENO, p o r A m ílcar B erlolucci . . 20

DE

E S P A Ñ A . Barcelona-Montbau: Escuela
profesional; Villagarcia de Arosa, cola­

boración doméstica en el colegio salesiano.

PRIMER FESTIVAL DE LA C A N ­
CION BLANCA
........................ 12

CRONICA

do, centro vocacional.

HUAS DE MARIA AUXILIADORA

CARTA DEL RECTOR MAYOR A
LOS COOPERADORES SALESIAN O S ...........................................

INFORMACION

E C U A D O R . Quito-Cumbaya: Aspiranta-

IN D IA . Tiruvottiyur: Orfelinato.

POLONIA

BRASIL

COLOMBIA

ITALIA

E n el despacho que la Hija de María
Auxiliadora, Sor Leokadia Zujko, tiene
en la biblioteca de la universidad de
Lublín, descubrió la policía una copia
del discurso que el vicedirector del De­
partamento para asuntos religiosos diri­
gió al Estado Mayor polaco explicándo­
les las iniciativas del Hlstado contra la
Iglesia. Como la hermana no pudo justi­
ficar la posesión del documento secreto
ha sido condenada a varios meses de
cárcel, pese a sus protestas de ino­
cencia.
E l trabajo etnográfico y lingüístico, que
con gran exigencia crítica, llevan a cabo
los salesianos César Albisetti y Angel
Santiago sobre la tribu de los bororos
se acaba de enriquecer con el segundo
volumen de la «Enciclopedia Bororo».
En ella recogen 62 leyendas que repro­
ducen en lengua original, traducción li­
teral y literaria y un estudio completo
de los nombres propios bororos, deriva­
dos en gran parte de las mismas leyen­
das. Bastantes de estos nombres, usados
por indios bororos, que han vivido estos
últimos tiempos, van acompañados de in­
teresantes datos biográficos. Si un día el
pueblo bororo llegara a pensar decisiva­
mente en su propio territorio y alcan­
zara una civilización adulta, el trabajo
de los dos salesianos sería la prímerísima fuente de todo trabajo histórico et­
nográfico y lingüístico del mismo.
E l presidente internacional de los ex­
alumnos salesianos, D. José María Ta­
beada, ha convocado para los días 20-24
de agosto del presente año, el n i Con­
greso interamericano para estudiar la
inserción de los antiguos alumnos en
una participación más viva y organiza­
da en la vida católica de ios respectivos
países. Se celebrará en Bogotá.
E n la finca de los Moglia ha sido colo­
cado un busto en bronce de Don Bosco
para recordar los años que en su infan­
cia pasó como peón guardando vacas y
trabajando en el campo de la familia
Moglia, que siempre le trató con afabi­
lidad y cariño. Bendijo la estatua y ce­
lebró la misa con numerosa asistencia
de fieles el ex rector mayor Don Renato
Ziggiotti.

NUESTRAS FOTOS: (Arriba) Sobre sn tumba, en To­
kio, ha sido colocado el busto del primer misionero
salesiano en Japón, Mons. Vicente Cimatti. (Abajo) El
Prefecto general de la Congregación impone el cmcdfijo de misionero a un coadjutor salesiano, que
forma parte de la 93 expedición misionera; estas ex­
pediciones no se han interrumpido ni un sólo año
desde la primera que mandó D. Bosco a la Patagonia.
— 3

EL RECTOR MAYOR
A LOS

COOPERADORES SALESIANOS
E

P

B o n e m é r íio s c o o p o f a d o r B s y oooporadorasm
N los comienzos de un nuevo año y siguiendo el surco de nuestra tradición, me es
motivo de intima satisfacción, como Superior de la Familia Salesiana, remachar el
vinculo de solidaridad espiritual que nos une en el nombre de Don Bosco y diri­
giros mi palabra de augurio y de gratitud. Conforme mi cargo me lleva a ensanchar
el campo de la experiencia, voy comprobando el número siempre creciente de los que
se estrechan en torno de nuestra Obra y la colaboración que aportan a nuestras ac­
tividades con toda forma de ayuda espiritual y material. Quedo admirado de esta
generosidad y saco, con todos los salesianos, un fuerte estímulo para proseguir
junto a vosotros la misión que Don Bosco nos ha abierto en la Iglesia.
Hace poco concluyó el Sínodo de los Obispos y, habiendo tomado parte en esa
grande asamblea junto con otros Superiores Religiosos, he podido comprender con
mayor claridad las graves y urgentes obligaciones que nos esperan, si queremos
participar eficazmente en la renovación que se está actuando después del Concilio
en la Iglesia. Sé que estáis unidos a nuestra Congregación precisamente porque
queréis condividir con nosotros, dentro de vuestra especifica calificación de segla­
res, las responsabilidades del apostolado; por eso muestro a vuestra atención el
programa que nos proponemos para el año 1968.
EL AÑO DE LA FE
ABLO V I ha proclamado, con ocasión del Centenario del martirio de San Pedro
y San Pablo, el Año de la Fe y ha movilizado con esta intención a todas las fuerzas
de la Iglesia. “Nos sonríe la esperanza, dijo, que la conmemoración centenaria se
resuelva para toda la Iglesia, principalmente, en un gran acto de fe .” Este aniver­
sario, añadía el Papa, es “una feliz ocasión que la Divina Providencia ofrece al Pue­
blo de Dios para que tome conciencia exacta de su fe, la reavive, la purifique, la
confirme, y la confiese”. Asimismo indicó concretamente cómo quiere que se actúe
su propósito; y, en estos momentos, en toda la catolicidad se han puesto en marcha
una larga serie de iniciativas, en el plano doctrinal, devocional y apostólico con la
finalidad de que se renueve entre los fieles la Fe y, reavivándose, lleve a la ani­
mación cristiana del mundo. El primer empeño, a que os exhorto es el de inseriros
válidamente en el fervor de fe de toda la Iglesia, sea porque, como Cooperadores,
vuestro cometido tiene un carácter netamente eclesial, sea porque el florecimiento
de la fe en nuestras almas y en la vida de la sociedad es el único fin hacia el que
nos guía Don Bosco. El fue hombre de fe y la irradió con la palabra y con el ejem­
plo, la defendió en una época de contrastes difíciles, hizo de ella la inspiración pro­
funda de sus obras, iluminó con ella su propia concepción de la vida en contra del
arraigo del laicismo y de otras tendencias más o menos encaminadas a desconsagrar
la vida. El nos dejó este mensaje de fe y no podemos considerarnos sus herederos
espirituales si nos limitamos a copiar aspectos temporales de su figura y de su obra.
Mientras os exhorto a secundar todas las iniciativas que se desarrollarán a pro­
pósito del Año de la Fe en el ámbito de vuestra parroquia y diócesis, séame permi­
tido animaros, con acentuado interés, a intensificar vuestra instrucción religiosa. Es
el supuesto de una conciencia cristiana, de una coherente práctica de la religión y
de nuestro estrechísimo deber de apostolado. Desearía que esta instrucción religiosa

X ti r í n
JPiesfa d e In Jtttttciculadici

1 9 tí7

la buscarais este año teniendo en cuenta las exigencias concretas de vuestra vida,
con los métodos e instrumentos más adecuados a nuestros tiempos y a través de
todos los conductos por los que os pueda llegar. Son muchas las posibilidades de
elegir-, leed algún libro que ilumine problemas que os afectan directamente; sen­
tid la necesidad de escuchar transmisiones de radio o televisión de carácter religioso
y abonaos a alguna revista de información católica; frecuentad cursos especializados.
Podrían multiplicarse los ejemplos e incluso nuestra Familia, con sus iniciativas y
publicaciones, se pone a vuestra disposición para esta catequesis renovada del cris­
tiano de nuestro tiempo. Lo esencial es que en todos vosotros haya la voluntad deci­
dida de hacerse con una fe consciente, robusta, íntegra, luminosa e irradiante, ver­
daderamente digna de vuestra vocación de hijos de Dios. Cada uno debe preguntarse:
¿Qué estoy haciendo, que no haga ordinariamente, para responder al deber que me
ha sido impuesto con el Año de la Fe?
A fin de concretar nuestra adhesión a la llamada de Pablo V I a todos los fieles,
he señalado este tema como aguinaldo del 1968: al cual se junta el segundo, sobre
el Centenario de la Basílica de María Auxiliadora, del que hablaré después.
Acogiendo con filial devoción la exhortación del Sumo Pontífice con ocasión
del Centenario de los santos Pedro y Pablo
INVITO
a toda la Familia Salesiana a celebrar el Año de la Fe, con el generoso y férvido
propósito de
— profundizar en el valor auténtico de la fe;
— reavivar su conocimiento y eficacia en la propia vida;
— dar testimonio de ella en la hora presente con coherencia cristiana.
Que María Auxiliadora, valiosa defensa y sostén de la fe, en el Centenariu de
la Consagración de su Basílica de Turín, nos conforte en nuestro empeño.

E

CENTENARIO DE MARIA AUXILIADORA
L 9 de junio, de este año se cumplen cien años de la Consagración del Tem plj de
María Auxiliadora y quisiera que este acontecimiento acaparara el segundo gran
interés de la Familia Salesiana durante el 1968. La Basílica de María Auxiliadora
forma tal parte de nuestra vida, aún hoy y nos deja oír una llamada a valores tan
esenciales para nosotros, que hemos de darle el máximo relieve a la celebración
del Centenario. La Iglesia de María Auxiliadora es el homenaje que Don Bosco
rindió a la Virgen por medio de una floración de prodigios de las más maravillosas
de nuestro tiempo; es el centro espiritual, el alma mater” de la casa de Valdocco,
donde tuvo origen la Congregación y bajo sus bóvedas se custodia nuestra más genuina riqueza espiritual; es el punto de irradiación de la Congregación por el mundo,
porque de sus umbrales han partido y continúan partiendo sus escuadrones de mi­
sioneros; es el lugar donde la Virgen deja sentir con predilección su presencm y a
donde se vuelven con nostalgia, como para recoger una vez más la señal de su ben­
dición, todos los salesianos, las hijas de María Auxiliadora, los cooperadores, los

s

6



antiguos alumnos y los alumnos de todos los continentes, liuestra Familia se apoya
y se rige sobre la fuerza espiritual que la Virgen ha difundido desde su templo de
Turin; y, por otra parte, la devoción a la Virgen con el título de Auxiliadora ha
cobrado una vivísima actualidad y una resonancia universal después del Concilio
Vaticano: el acontecimiento, por tanto, alcanza en cierto modo a toda la Iglesia.
No queremos que la celebración se agote en actos externos, antes al contrario,
miramos hacia otros resultados: quisiéramos que se robusteciese la devoción a la
Virgen de acuerdo con las normas concretas del Concilio, que se sintiera a la Virgen
como actual inspiradora de todas nuestras obras y que Ella nos conceda reencontrar
toda la genuinidad de nuestro espíritu, como Don Bosco lo vivió en los orígenes
del Santuario, para que pudiésemos actuar, por su medio, la gran renovación con­
ciliar. Que la Virgen, que fue la primera de los creyentes", haga cada vez más
viva y sólida nuestra fe: en este sentido Ella no sólo no nos aparta de la actuación
del Año de la Fe antes nos fortifica.
NUESTRAS OBRAS
EGUN costumbre salesiana debería daros ahora una recensión de nuestras obras,
en particular de las referentes al año transcurrido. La lista de casas nuevas (como
podéis apreciar en pág. 2) es muy exigua, porque de propósito, como también os
decía el año pasado, más que a una expansión cuantitativa, nuestra Congregación
mira en estos momentos a una revisión de las obras existentes, a su adecuación con
las exigencias postconciliares y a la cualificación del personal en las nuevas activi­
dades. El Concilio y nuestro reciente Capitulo General quieren tal orientación.
Aprovechando la ocasión que esta carta me ofrece, me parece mejor dirigir
vuestra atención hacia algunas actividades que estamos desarrollando últimamente
y que son conocidas en parte, pero no quizás, en su conjunto y en su real incidencia
pastoral. En estas actividades, no menos que en las obras tradicionales, se manifies­
ta el específico apostolado salesiano. He aludido anteriormente a la campaña cate­
quística que debe caracterizar el Año de la Fe. En este sector he de señalar una
notable consolidación del Instituto de Catcquesis del PAS, del Centro Catequístico
de Turín con su editorial, la Librería de la Doctrina Cristiana y de otros Centros
fuera de Italia. Las actividades promovidas por estos Centros ha sido variadísima:
estudios de carácter científico y pastoral, cursos de preparación de expertos en
catequesis y profesores de religión ( como por ejemplo los que cada año tienen lugar
en Méndola), congresos de estudio de radio local, nacional, participación en los tra­
bajos de los máximos organismos catequísticos de la Iglesia y ediciones de carácter
escolar y subsidios audiovisuales. Hemos recibido autorizados reconocimientos de
estas actividades y si la Fe se alimenta de la claridad de la enseñanza religiosa, el
Año de la Fe encuentra un auxilio muy válido en nuestros Centros Catequísticos.
En este sector actuamos uno de los fines precisos y característicos de nuestra Con­
gregación.
Otro sector en el que se ha trabajado mucho en estos últimos años (y con
frecuencia en puestos de vanguardia) es el de los Centros de Orientación. La psico­
logía ofrece hoy óptimos subsidios a la formación, pero no carece de peligros, si no
se orienta con la luz cristiana. Hemos montado diversos centros en diversas in. pectorias y algunos, por su instrumental y preparación de los profesores, se cuentan
entre los más completos y más apreciados. En ellos se atienden consultas psicopedagógicas, se preparan colaboradores de psicología para la escuela y otros servicios,
se presta una ayuda segura en la elección de profesión y de manera especial en las
vocaciones religiosas y sacerdotales. Se auxilia con medios científicos a la familia,
a la escuela, a las asociaciones juveniles, a fin de conseguir una educación más efi­
ciente y de acuerdo con las exigencias de la personalidad juvenil dentro de la com­
pleja sociedad moderna.
Estos centros son instrumentos eficacísimos para afirmar, indirectamente, con su
seriedad científica y su prestigio, los sanos principios de nuestra pedagogía. Nuestra
presencia en este sector tiende a oponerse a la influencia de una pedagogía indife-

L

rente o negativa respecto a la religión. Nos parece que ésta haya sido ¡a norma prác­
tica de Don Bosco: abrirse a todos los recursos de la ciencia moderna, permaneciendo
fieles al patrimonio educativo cristiano.
Dentro del campo de la educación, en estos últimos años más que ahrir nuevas
escuelas y colegios se ha preferido atender a nuevas o a renovadas exigencias peda­
gógicas. A título simplemente indicativo señalo algunas. Se han incrementado du­
rante los meses de verano los campamentos escolares y los de orientación vocacional,
tratando respectivamente de formar dirigentes para las asociaciones juveniles y de
guiar a los jóvenes en el difícil descubrimiento de su vocación. En varias nachnes
se han creado centros juveniles que, desarrollando la fórmula de los Oratorios, se
organizan de modo que respondan a las exigencias actuales de la sociedad. Se están
experimentando nuevas instituciones, como las escuelas de orientación apostólica
tendentes a crear ambientes idóneos en los cuales se pueda descubrir y favorecer
la vocación de los jóvenes al apostolado eclesiástico, religioso o seglar. Se incre­
mentan, asimismo, ciertas iniciativas unidas a la formación, como las de los cirjulos
de cine para el recto uso de los medios audiovisuales, y las nuevas formas asociativas
de carácter religioso, cultural y recreativo. También hemos encarrilado publicaciones
periódicas diversas, como ‘'Dimensioni” para adolescentes, '"Meridiano 12” para
familias, “Duemila” para niños, "Escuela viva” para profesores de escuela Media
y Superior y está en desarrollo una acción de renovación e incremento de nuestras
editoriales y en primer lugar de la Sociedad Editora Internacional y de la Librería
de la Doctrina Cristiana. Se han creado diversos organismos a nivel inspectorial,
nacional e internacional para coordinar la labor educativa de los jóvenes o del apos­
tolado entre adultos, de modo especial con los Cooperadores y Exalumnos.
Para coordinar y animar el movimiento de estas ideas y actividades que se ve­
rifica en la Congregación, están programadas para el 1968 tres grandes reuniones
con los inspectores salesianos de todo el mundo en Roma, Bangkok y Caracas. En
ellas se echará el punto de todo el trabajo en que la Congregación está empeñada
en estos momentos y se hará una especie de verificación acerca de las directrices,
que fueron dadas por el Concilio y el Capítulo General.
He señalado un tantico, sin pretensiones de decirlo y profundizarlo todo, algu­
nas de las actividades, que llevamos a cabo actualmente, para poner en evidencia
las lineas, según las cuales se está desenvolviendo nuestro apostolado. Es un período
intenso de búsqueda, de experimentación y de renovación que requiere un gran
empeño.
Sé el interés grande con que seguís todas nuestras cosas y como deseáis colaborar en
todas las formas de solidaridad que os son posibles. Por eso os he entretenido con
un tema que puedo considerar común; cierto, que por lo que he expuesto, tendréis
base para reconocer mejor y para desenvolver alguna actividad de apostolado, pre­
ferentemente aquellas que miran a los jóvenes.
El Año de la Fe y el Centenario de María Auxiliadora son una buena ocasión
para dar impulso a nuestra acción: a los actos de devoción añadamos obras concre
tas y actividades que queden como monumento vivo de estas conmemoraciones
centenarias.
En Turin nos hallamos retocando y restaurando la fachada de la Basílica y pre­
parando, en la cripta, una exposición que ilustre la historia y la vida de la Congrega­
ción. Son ciertamente cosas hermosas, pero materiales: quisiera que la Virgen pu­
diera ofrecer, sobre todo, al Señor el fervor renovado de nuestras almas y un lanza­
miento nuevo de obras, dignas del tiempo posconciliar.
O pido con todo mi corazón en mis oraciones, y al mismo tiempo os aseguro que os
recuerdo a vosotros, a vuestras familias, y todas vuestras intenciones. La bendición
de la Virgen nos acompañe en la “auténtica y sincera profesión de fe “ que el Papa
quiere se “eleve desde lo intimo de todo corazón fiel y resume idéntica y amorosa
en toda la Iglesia”, en este Centenario de los Santos apóstoles Pedro y Pablo.
DON LUIS RICCERÍ Rector Mayor.

— 7

DON HOSCO BUEN DISCIPULO DE SAN FRANCISCO DE SALES

DON BOSCO
; FUE S A L E S I A N O ?
La pregunta tal cual no dejará ciertamente de sorprender a muchos
de nuestros le<;tores. ¿Quién no sabe que Don Hosco fue el fundador de
los salesiaiios?
Si la planteamos así es porque el año 1987 nos ha recordado útilmente
el origen de esta palabra: Salesiano. Procede de uno de los santos más
conspicuos de la Iglesia, Francisco de Sales, nacido en 1567, y obispo de
Ginebra. Por tanto cuando oímos expresiones tales como espíritu sale­
siano, espiritualidad salesiana, optimismo salesiano y otras parecidas las
hemos de referir a él. Por otra parte son innumerables los «salesianos»
que ligan con este Francisco y que no han llegado a él a través de
Don Hosco.
Don Hosco, al borrarse modestamente, ocultándose detrás de otro
nombre, no llegó a prever que el prodigioso desarrollo de su obra pondría
con el tiempo en riesgo de olvido al que fue su inspirador.

Así pues v a le la p en a que
nos
hagam os
la
p reg u n ta
¿Francisco de Sales fue ú n ic a ­
m ente u n testaferro p a ra Don
Bosco? ¿Le escogió sólo por
rabones d e d ev o ció n personal
o local? ¿O b ien en tre él y
Francisco h ab ía corresponden
cia más p ro fu n d a? ¿Q uiso e n ­
trar, con sus hijos, en la escue­
la de la le sp iritu a lid a d Sale­
siana» para co n trib u ir a su es­
p len d o r?
N uestro articulo aporta al­
g unos elem entos p a ra facilitar
la respuesta. Pero las palabras
d irig id as por Pablo VI y por
D. Ricceri a los Salesianos de
D on Bosco, con ocasión del
cu arto cen ten ario d e Francisco
d e Sales in v ita n a efectuar u na
v e rd a d e ra p ereg rin ació n a las

8 —

fuentes de la isalesianid 1
y
a d a r con la in tención p ro v i­
d en cial q u e guió la elección
h ech a por D. Bosco.
UNA REUNION HISTORICA
«La tard e del 26 d e enero de
1854 nos reunim os con D. Bosco, en su desp ach o : Rocchetti,
A rtiglia, C agliero y Rúa: nos
p ropuso hacer un ensayo, con
lu a y u d a del Señor, d e consa­
g ració n concreta en favor del
prójim o, a la q u e seguiría una
prom esa y más tarde, cuando
p areciese oportuno, nos iigariam os al Señor con voto. Esa
tard e se dio el nom bre d e sa­
lesianos a los q u e se com pro­
m etieran a seguir este cam i­
no».

Estas líneas del entonces jo­
v en de 17 años, M iguel Rúa,
nos perm iten señalar la fecha
exacta en q u e D on Bosco y sus
prim eros hijos entraron en las
filas de v id a espiritual p a rtic u ­
larm ente fecunda.
PerO; ¿cu ál fue la razón que
im pelió a D. Bosco a escoger a
San Francisco d e Sales p o r titu­
lar y m aestro espiritual da la
fam ilia religiosa que ib a a
fu ndar?
Q ue nos responda D. Felipe
Rinaldi, tercer sucesor de Don
Bosco: «San Francisco de Sales
es u n n o tab le educador en la
santidad, y sus obras se hallan
pen etrad as d e esa pedagogía,
q u e dos siglos más tarde, nues­
tro fu n d ad o r supo transcribir
adm irablem ente y prodigiosa-

m ente no en los libros, sino en
u n e sociedad creada por el p a ­
ra la salvación de los jóvenes.
El mismo bautizó esta ped:\gogia con el ad jetivo «salesianai,
para indicar a sus futuros com ­
pañeros el m anantial v iv o y
ab u n d an te al que d eb ía n de
acudir a beber».
Es cierto q u e tam bién Don
Bosco es un autor espiritual,
pero su preocupación m ayor la
puso en infundir un espíritu
en u n a obra v iv a : el corazón
de sus hijos. La doctrina la te­
nía puesto a p u n to en S. f r a n ­
cisco de Sales. Lo im portante
para D. Bosco, su misión p ro ­
v id en cial, era realizar esta doc­
trina Salesiana, darle vid a e r
el seno de una sociedad reli­
giosa y más tarde en la irra­
diación de sus cooperadores y
antiguos alumnos.
Mas ¿cuándo entró Don Bos­
co en la escuela del obispo de
G inebra? ¿Será preciso v er una
señal m isteriosa de este en ­
cuentro el el célebre sueño de
los 9 años cu ando Ju an ito oye
al personaje celeste decirle;
»No con golpes, sino con la
dulzura de la carid ad te g an a­
rás el corazón de tus com pa
ñeros?»

YO SOY BOSCO DE SALES
En el sem inario de Chieri,
en el que cursó sus estudios
D. Bosco, se v en erab a p articu ­
larm ente a S. Francisco d e Sa­
les que había sido huésped del
mismo, en 1622, últim o año de
su vida. Ju an Bosco, q u e se re­
conocía a si mismo d e carée­
le»’ im petuoso y ardiente, esco­
gió entonces a San Francisco
como m odelo personal d e flexi­
b ilid a d y dulzura en las rela­
ciones hum anas.
H abía por entonces en el se­
m inario otro alum no llam ado
exactam ente Ju a n Bosco, como
él. Am bos am igos trataro n de

Cuadro de la iglesia, levantada
por Don Bosco en honor de San
Francisco de Safes; en él se nos
muestra a Don Bosco al pie del
altar del santo saboyano.

añ ad ir a su ap ellid o u n sobrenom bre q u e los d istin g u ie ra y
ev ita ra confusiones. A lu d ien d o
a la p a la b ra Bosco, q u e en piam ontés significa im adera», el
am igo, b rom eando d ijo : Yo me
llam aré: «Bosco di néspolo* (ma­
d era d e níspero) esto es u n a
m adera dura, nudosa, resisten
te. Yo, dijo D. Bosco, me llam a­
ré: «Bosco di salesi (m adera de
sauce), esto es, m adera flexible,
blanda.
Llegado al sacerdocio, Ju an
Bosco com enzó su m inisterio en
u n a casa de carid ad de Turín,
fu n d ad a p o r la m arquesa Barolo, la cu al ten ía in ten ció x da
fun d ar u n a congreg ació n d e sa­
cerdotes d ed icad a a S. Fri.icisco d e Sales.
El 8 da diciem bre de 1844
D. Bosco b en d ijo u n a cap illa
en honor del Santo en casa de
la M arquesa B ard o . En 1845 le
d e d ic a b a otra en casa Pinardi,
el prim er establecim iento de su
obra en favor de los jóvenes.
Seis años más tarde, construyó
en honor de San Francisco de
Sales, no y a u n a capilla, sino
u n a iglesia q u e to d a v ía existe
d en tro d e la casa m adre de los
Salesianos.

DON BOSCO EN LA ESCUELA
DE FRANCISCO DE SALES
Las razones ad u cid as nasta
este m om ento p a ra ex p licar p o r­
q ué D. Bosco adoptó como ti­
tu lar Y pro tecto r d e su O rato ­
rio a San Francisco de Sales
no p arece q u e co n stitu y an aún
u n lazo substancial entre él y
el santo saboyano. En realid ad
el apóstol d e los jó v en es vio
en Francisco el tipo perfecto da
la calma, de la b o n d ad , de la
caridad al q u e se pro p o n e im i­
tar Y p o n er como ejem plo a sus
co laboradores en la educ.-ición
de los jóvenes. D entro de es­
tos lím ites tam poco se p u e d e
to d av ía h ab lar d e salesian id ad
ex p lícita a propósito de Don
Bosco.
Pero la tarde d el 26 d e enero
d e 1854, al d a r a sus prim eros
can d id ato s a la v id a religiosa
el nom bre de salesianos, Don
Bosco enfoca su concep to d®.
la v id a de perfección y por
vez prim era p o n e de m anifies­

10



to q u e es u n discípulo de la
«escuela salesianai.
D edicar u n a iglesia a un san­
to Y confiarle u n a in stitución de
p ied ras v iv as no tien en la m is­
m a significación. El calificati­
v o «salesianoi tenía, y a en tiem ­
pos de Don Bosco, un conte­
n id o doctrinal e histórico p re­
ciso, que Ju a n Bosco p o d ía en­
riq u ecer p ero no m odificar
substancialm ente. La significa­
ción espiritual d e esa histórica
reu n ión es la d e u n a adhesión
firme a la esp iritu alid ad d e San
Francisco de Sales.
Creemos que esta elecrrión,
p o r v e n ir de un hom bre que
n o tom aba n in g u n a deci-sión
im portante sin haberse puesto
a la escucha del Espíritu Santo,
n o ha p o d id o ser sino fruto de
u n a inspiración d iv in a / el
p u n to de encuentro p ro v id e n ­
cial de dos personalidade?. Se
h a dicho de San Francisco de
Sales: «Los dones de la gra­
cia se h an u n id o en él a los
d e la naturaleza p a ra form ar
u n o de los santos más com ple­
tos Y más
atrayentes». Y a
propósito de D. Bosco u n b ió ­
grafo p u d o escribir: «Es uno de
los hom bres más acabados que
he conocido, u n fruto ex q u i­
sito d el cristianism o latino.»
Dios no crea los hom bres ni los
santos en serie. Pero p o d ría d e ­
cirse, ante ciertas obras maestras
suyas, q u e siente p lacer en h a­
cer com o u n a seg u n d a edición,
seg ú n el «agiornam ento» req u e­
rido por la época, con caracteres
propios Y p len am en te originales.

UNA ESPIRITUALIDAD
ENEMIGA DEL FORMALISMO
El espíritu salesiano v iv id o se ­
g ú n D. Bosco Y aplicado en su
fam ilia a la p e d ag o g ía espocialm ente ten d rá sus rasgos propios,
p ero ah ora a nosotros nos in te­
resa más resaltar los p u n to s de
co in cidencia d e los dos m aes­
tros d e espiritualidad. Son mu■chos Y profundos.
La esp iritu alid ad de D. Bosco
es hum ana, v iv a , concreta, en e­
m iga d e l formalismo. Es la espi­
ritu a lid a d d el hom bre d e acción,
d el hom bre m oderno q u e quiere
lleg ar al Señor por u n cam ino

directo y v erd ad ero y, en cierto
modo, sin presiones.
Oigam os otra vez a D. R inaldi:
«En D. Bosco n ad a de m étodos
com plicados ni de fórm ulas em ­
barazosas, la sencillez e v a n g é li­
ca Y n ad a más. Empezar por
apartar d el cam ino lo q u e obs­
taculiza la u n ió n con D ios: el
pecado, las m alas costum bres y
esto de forma ráp id a y decisiva.
Y luego, enseguida, a correr p o r
el cam ino trazado, realizando
obras de amor aceptando las sa­
crificios q u e el apostolado exige.

TRABAJO Y ORACION
O tra característica com ún de
los dos santos: u n a esp iritu ali­
d ad de acción. El C oncilio ha
canonizado en cierto m odo este
tipo d e espiritualidad. En el de­
creto sobre el apostolado seglar
se lee: «Ni el cuidado de su fa­
m ilia, ni los negocios tem porales
d eb en ser extraños a su santidad,
seg ú n la p a la b ra del A póstol.
Todo cuanto hacéis, en ob;as o
p alab ras, hacedlas en nom bre
d e Jesús, con acción d e gracias a
Dios P adre por El».
San Francisco d e Sales p ie n ­
sa, según él, q u e es u n error m a­
nifiesto creer q u e las ocupacio­
nes legítim as ap artan d el amo:
divino. Y en señ a todo lo contra­
rio: que no h ay m edio m ejor p a­
ra unirnos con Dios q u e re a li­
zarlas puram ente p ara gloria suya.
Don Bosco p en sab a lo mismo,
e hizo del trabajo santificado
uno d e los ejes de su esp iritu a­
lidad. Dio a sus hijos norm as que
h u b ie ra n atiesado las orejas de
ciertos maestros d e ascética- «No
os recom iendo pen iten cias corpo­
rales ni disciplinas, sino trabajo,
trab ajo y trabajo». A sus segui­
dores prom etía: «Pan, trab ajo y
Paraíso». Y resum ía en u n a fór­
m ula sin concesiones su ascética
del trab ajo : «Quien no sabe tra­
b ajar no es Salesiano».
San Francisco de Sales nos po­
n e u n ejem plo d e este trabajo
santificante com o pro ced en te de
u n a carid ad p acien te y heroica.
«No tien e rem edio, decía de
él Santa Ju a n a d e C h antal: su
incom parable dulzura no le per-

m ile rehusarse a n adie. Creo que
no co n v ien e im portunarle a que
se libre de la g e n te grosera, p o r­
q u e sería cau sarle d o b le pena,
tan to d esea satisfacer a todos.
Este d ig n o P adre es u n m ilagro
d e v irtu d y bondad.»
De S. Ju a n Bosco u n o de sus
am igos, el P. Félix Bruno, O b la­
to de M® Inm aculada, escribió:
«¡Cuántas horas de au d ien cia ca ­
d a día, cuántas v isitas iní3rminab les y m uchas veces d e p e rso ­
nas inoportunas, groseras, de p o ­
bres, de personas atorm entadas
Y , sobre todo, de indiscretos! Y
acogía a todos sonriente, les es­
cu ch ab a con atención, sin jam ás
ap resurarse a despedirles».

UN MENSAJE ACTUAL
TODAVIA
Se p o d ría n p o n e r de m anifies­
to otros m uchos p u n to s de con­
tacto en tre San Francisco y Don
Bosco: el optim ism o, la ten ­
d en cia a resaltar los aspectos
atray en tes d e la v irtu d , el arte
d e m ortificar el p ro p io egoísm o
h asta el extrem o d e no aparecer
n u n ca ex teriorm eníe las m ues­
tras de esta au sterid ad de fondo,
la sencillez am able en las rela­
ciones sociales, la serenidad
constante, so n rien te y v o lu n ta ­
riam ente hum orística, la disposi­
ción al diálogo con todos, p ró ­
xim os o lejanos.
Este últim o rasgo h a sido p u e s­

to de re lie v e p or Pablo VI sn su
carta apostólica sobre S. Fran­
cisco d e Sales. «Por su espíritu
ecum énico, es u n santo actual
relev ó el Papa. Con su aposto­
lad o trazó u n cam ino lum inoso
q u e h a d e ser im itado tam bién
h o y día...»
«Libre d e toda ag resiv id ad d u ­
ra n te la discusión, am a a los que
y e rra m ientras corrige sus erro
res; p a ra él d iscrepancia no es
aversión, apro xim a una luz a
otra luzj- porfiado en el amor,
en la oración, en el cu id ad o por
esclarecer, sabe a g u a rd a r el tiem ­
p o necesario y conducir g rad u al­
m ente h acia la p len itu d a e la
v e rd a d a los que se han sepa­
rado de ella, de aq u ella verdad
se en tien d e, d e la q u e no es lí­
cito separarse y q u e n ad ie p u e ­
de aminorar.»
P aralelam ente el prim er bió­
grafo de D. Bosco escribe; «En
ii s disputas con los protestan­
te •. algunos no conservaban los
m odales co nvenientes, pero él
n u n ca se d esp ren d ía de su inal­
terab le dulzura. D ecía q u e esta
v irtu d es la más necesaria, en
p a rtic u la r en los herejes. Pues si
ellos se d a n cu en ta d e que se p re­
ten d e te n e r su perioridad sobre
ellos se p o n e n e n g u ard ia p ara no
acep tar la v e rd a d sino com batir­
la,- las discusiones agrias cierran
la p u erta d el corazón, m ientras
q ue u n poco de afabilidad las
h a b ría d ejad o abiertas. La fuerza

de una argum entación sin d u l­
zura jam ás h a con v ertid o a na­
die».
In ev itablem ente se piensa en
la famosa sentencia d e S. Fran­
cisco de Sales; «Más moscas se
cazan con una gota de miel q u e
con un barril d e vinagre». Peto
profundicem os en la intención
honda que anim a a este Santo.
Según él la dulzura no es una
táctica ni una sonrisa d e encar­
go para conseguir conversio­
nes. Toda su actuación está a n i­
m ada interiorm ente por el resp e­
to al otro, am ado por sí mismo.
H oy se com prende mejor, dentro
del clim a ecum énico del V atica­
no II, q u e no se co n v ierte a n a­
d ie por agresión exterior sino
confiando osadam ente en la p a i­
te de v erd ad que cada uno lleva
consigo. Este espíritu salesiano
ha pasado entero al m étodo p e­
dagógico d e D. Bosco q u e pone
resueltam ente su confianza en los
resortes in te rn o s.del niño o d el
adolescente, cuyo e d u c a d o ' ha
de em pezar por ganarse su ::orazón.
De lo dicho se d esprende que
m uy b ie n se p u e d e afirm ar que
Don Bosco al llam ar «Salesianos»
a sus colaboradores, se inscribió
con los suyos en la escuela del
«Doctor d el amor d iv in o y de la
dulzura evangélica». Asimilo
perfectam ente el espíritu salesia­
no, un espíritu hum ano, vivo.
Y entregado a lo esencial: amar.

f

A

ANNECY.—Basílica de la Visitación. Urna con los restos mortales de San Fran­
cisco de Sales.
-

11

UNA REALIZACION DE LA PASTORAL JUVENIL SALESIANA

PRIMER FESTIVAL
NACIONAL
DE LA CANCION BLANCA
VALENCIA.—A ctuación de M iguel Pereira, de Cádiz.

i U n mitiído con frincheras.* ¡N O ! ¡N O !
N o nos ¡egttéis más sombras,
ni gente sin calor.
¡Vamos a abrir caminos nnei’os.../

Q uerem os hablarles d e u n a g ran idea, hecha
realid ad . Hemos h a b la d o m ucho d e l diálogo
con la ju v e n tu d y
querem os presentarles
u n a m agnífica realización. Todos los q u e la

12

h an p resen ciad o q u ed aro n cautivados, p o rq u e
lo q u e uno se im agina q u e d a sup erad o ante la
cap acid ad d e los m uchachos.
C anción Blanca es el fruto d e escuchar lo
q u e interesa a la ju v en tu d . Lanza canciones
netam en te ju v en iles p o r su ritm o y p o r su le­
tra hasta los últim os rincones de la geografía
española. C onstituye u n Sí d e la ju v e n tu d y
d e sus valores. Por decirlo escu etam en te: D ig­
na realización d e la p e d ag o g ía d e D on Bosco.

A últim os de n o v iem b re e n el
C olegio Salesiano de V alencia
se celebró el Prim er Festival N a­
cional d e la C anción Blanca. Par­
ticip aro n los rep resen tan tes de
todas las Inspectorías d e toda
España. Las canciones q u e se
p resen taro n d e b ía n ser o rig in a­
les. Todos los intérpretes y c a n ­
ciones fueron m uy ap lau d id o s
con el entusiasm o d e los jó v e ­
nes asistentes. £1 ju ra d o califica­
d o r era m uy com petente. C ita­
mos los nom bres de algunos:
D. José Roca Coll, C atedrático y
Ex-Director del C onservatorio de
M úsica de V alencia, D. Ju a n
M artínez B águena, com positor, y
D. Carlos Sentí Esteve, P eriodis­
ta, R edactor Jefe d e R adio Na-

SU PEQUEÑA HISTORIA
El Festival d e la C anción Blan­
ca nació en V alencia, el año
1964. N acía com o u n a expresión
de la aleg ría ju v e n il q u e se v i­
v e en los colegios de Don Sosco
y como p resen cia de la ju v e n ­
tu d salesiana en el m undo de
la Canción.
D urante los dos años siguien­
tes se ex ten d ió expecialm eníe
p o r la zona d e Levante y tam ­
b ié n p or Zaragoza, C uenca, Cór­
d oba y Barcelona. En 1967 al­
canzó su m adurez con su reali­
zación d e ám bito nacional.
A ctualm ente el Festival consta
d e tres fases: U na lase local que
se celeb ra en todos los colegios
salesianos. Los distintos cursos o
secciones d el colegio presentan

VALENCIA.—Jesús N aya, d e La C oruña, prim er prem io d e in te r­
p retació n con la canció n «Juventud».
cional... Todos ellos alab aro n
g ran d em en te la m agnífica reali­
zación del festival.
£1 marco, n ecesariam ente re ­
d ucido de u n teatro, alcanzó ma­
y o r resonancia gracias a la tran s­
m isión q u e realizaron los e q u i­
pos d e Radio N acional d e España
y las cám aras d e T.V.E.

sus candidatos p ara conseguir la
selección de los dos m ejores in ­
térpretes. Estos p a rticip arán en
u na selección por zonas o ag ru ­
p ació n de varios colegios pró­
xim os. Los seleccionados de las
v arias zonas de q u e consta una
inspectoría o p ro v in cia com peti­
rá n a nivel inspoctorial o fase

FOTOS DE PAGINA ANTERIOR. VALENCIA.—(Arriba). Luis Tormo
p resentó el festival con m aestría y dotes n ad a com unes... (Abajo). El
am plio teatro del C olegio Salesiano se llenó de alum nas y alum nos
d e los d iversos colegios salesianos de la cap ital le v a n tin a ; todos
sig u iero n con in terés y entusiasm o las canciones e incidencias del
icsxival, q u e h a constituido u n éx ito p o r el q u e cabe felicitar cáli­
d am ente a los organizadores.

14 —

regional. Las canciones q u e se
presen ten d e b e n ser originales.
Las siete inspectorías o p ro v in ­
cias, en q u e se d iv id e la a ctiv i­
d a d salesiana en España, apor­
tan todas ellas dos canciones
p a ra la fase nacional. El alm a de
toda esta organización es el C en­
tro N acional Salesiano d e Pasto­
ral Ju v en il. El cu al ha lanzado
y a u n disco con cuatro can cio ­
nes d e los éxitos q u e más se
h a n popularizado.
PREMIOS Y CANCIONES
N o falta al festival el ali­
ciente de unos prem ios sustan­
ciosos p a ra los com positores y
p a ra los jó venes y adolescentes
que en él q u ieran participar.
Los prem ios unos están esta­
blecidos p a ra las canciones,
otros para los in térpretes d e las
mismas y uno p ara la m ejor
letra.
Las canciones p u e d e n gan ar
u n prim er prem io d e 5.000 p e se ­
tas con m edalla de oro; u n se­
g u n d o con 2.500 pías, y m edalla
de p la ta y u n tercero dolado
con 1.000 pías, y m edalla d e
bronce. Los autores d e las can­
ciones, así com o d e las letras,
p u e d e ser cu alquiera, sea jo v en
o no.
Los m uchachos y jóvenes, d e
los colegios salesianos, únicos
que p u e d e n in terp retar las can ­
ciones p u e d e n obtener estos p re­
mios: El prim ero, m edalla de oro
y 1.000 p esetas; el segundo, m e­
d a lla de p la ta y 700 pesetas, y
el tercero 500 pesetas y m edalla
d e bronce.
A la m ejor letra le correspon­
de u n a p laca d e p la ta y 1.000 p e ­
setas.
En el prim er Festival tales p re ­
mios h an correspondido a la can ­
ción: Vamos a ab rir n u ev o s ca­
minos, de A licante, el p rim ero ,
a U n chico de la n u e v a ola, d e
U trera, el segundo y a N ovedad,
de Barcelona-Rocafort, el tercero.
El prem io a la m ejor letra se
lo h a llev ad o el d ú o Sotil-M arco,
de Barcelona, y los d e in terp re­
tación han co rrespondido por es­
te orden a Jesús N aya, d e La
C oruña, a J. M. N avarro y M.
A m aro, del C olegio Pizarrales d e
Salam anca y a A lberto M uñoz,
d e Barcelona-Sarriá.

AL N I^O LE FORMA EL AMBIENTE DE SU FAMILIA

UNA
BUENA
INVERSION
A
Jk.

Don Bosco invertía una buena
parte de su saber pedagógico en
crear en su casa una atmósfera
sana, sencilla, familiar. Un olima
sano, un aire puro son indispen­
sables para la buena salud; nadie
resiste mucho en un ambiente per­
judicial.
El concebía el buen ambiente
como la envoltura protectora de
la educación de los muchachos.
Sus consejos, sus enseñanzas, la
práctica toniñcante de los sacra­
mentos y de la religión hallaban
en la atmósfera que había conse­
guido crear de familiaridad, de
alegría y de optimismo su mejor
complemento y protección.
Un magnolio crece sólo si en­
cuentra ambiente apropiado; un
manzano no da buenos frutos en
regiones demasiado cálidas. Un
niño no crece en educación ni da
frutos, y menos de educación cris­
tiana, en un clima familiar des­
templado.
En una familia el ambiente es
algo más que una envoltura, pe­
netra de tal manera en los hijos
que liega a influir en su menta­
lidad, en sus sentimientos, en sus
gustos, en sus juicios acerca de
las cosas y de los acontecimientos,
en el aprecio de las personas. Si
se dice que cada uno ve las cosas
según el color del cristal con que
se miran, del ambiente familiar
habría que decir que es el princi­
pal cristal a través del cual con­
templan nuestros hijos el mundo,
la existencia y ias personas.
En una familia cuya atmósfera

sea fría, distanciada, en la que
los padres y luego los hermanos
mayores hablen sólo de dinero, de
negocios; en la que lo que más
cuenta es lucir o aparentar ante
los demás; en la que divertirse
es tanto o más que comer; en la
que se percibe que los padres se
evitan o no se entienden, etc..., los
hijos crecerán fríos, frívolos, gam­
berros, o angustiados e insatis­
fechos.
En otra familia, con ambiente
cristiano, cálido, sereno, amable,
en la que los hijos ven cómo el
amor entre los padres y para con
los hijos es objeto de atenciones, de
sacrificios, de esfuerzos generosos
y alegres... lo natural es que ger­
minen en ellos todas esas semillas
y las otras que la educación de la
escuela y de la Iglesia, con su li­
turgia. siembran en sus almas.
La familia viene a ser un mun­
do en pequeño, un resumen ver­
dadero de la vida; en ella los ni­
ños hacen su primer aprendizaje
de la misma y es decisivo!
«La psicología y la pedagogía
modernas ponen en evidencia la
importancia de la educación reci­
bida en los primeros años: lo que
constituye la formación del niño
no es una enseñanza más o me­
nos sistemática, sino el ambiente
de su hogar, ia presencia y el
comportamiento de sus padres, de
sus hermanos y hermanas, el cur­
so de la vida cotidiana con todo
lo que el niño ve, oye y expe­
rimenta.» (Pío x n .)

Tengan, pues, esto en cuenta
ios padres:
— Lo que más educa no son las
palabras y las exhortaciones, que
prodiguemos al niño, sino la at­
mósfera familiar que creamos den­
tro de nuestro hogar.
— El clima familiar, la menta­
lidad que poco a poco se va for­
mando y definiendo en el seno de
la familia, deja huella indeleble en
la formación humana, espiritual y
social de los hijos.
Conseguir este clima familiar es
un arte al que se han de consa­
grar con empeño todos los padres
pero de modo especial los padres
jóvenes, los que tienen todavía a
sus hijos pequeños y esperan
otros.
He aquí algunas normas que fa­
cilitan su logro:
— Traten de «vibrar todos los
de familia a un tiempo, gozar las
mismas alegrías, congeniar en lo
más íntimo».
- Multipliquen los buenos ra­
tos, intimos, en los que los corazo­
nes se expansionen con alegría,
con serenidad y faciliten la mutua
compenetración de todos los miem­
bros de la familia.
— Sean los padres loa primeros
en demostrar lo que valen con su
ejemplo personal y, con ese mis­
mo ejemplo, den a cada cosa su
valor. Dios, el prójimo, el trabajo,
las virtudes sociales, etc..., han de
ser medidas en la estimación y
juicio de loe hijos por el aprecio
personal que los padres muestran
hacia ellos con su ejemplo.

15

16

MISION EN «SAN PEDRO DE CARCHA»
GUATEMALA

SEMANA SANTA EN CHAMIL
Escribe el P. O rlando Calero, tran sierid o este
año a la P arroquia de San Pedro C arché (Gua­
temala), constituida en su m ayor p arte p o r abo­
rígenes Q uekchies, q u e v iv e n dispersos por las
frondosas m ontañas de A lta V erapaz.
SABADO DE PASION
En las regiones altas d e l n orte d e Guatem ala,
colin d an d o con las llanuras d el P eten (zona im­
p o rtan te de la g ran d io sa cu ltu ra M aya), v iv e
u n p u e b lo pacífico y en can tad o r: los Quekchíes... A llí me tocó este año c eleb rar u n a de
las Sem anas Santas más típicas d e mi vida.
El Sábado d e Pasión salí rum bo a las m onta­
ñas, allá p o r d o n d e h a c ía poco h a b ía n tenido
sus cam pam entos los guerrilleros... C am inando
por los senderos d e la selv a p asé b o rdeando
m uchas veces los profundísim os siguanas (po­
zos natu rales con ríos subterráneos), y e n uno
d e ellos estu v e a p u n to d e desap arecer p ara
siem pre... A mi guía, u n in diecito llam ado Pa­
blo Tun Cho, le p reg u n té, p o r h ab lar de algo, el
o rigen de uno de tantos, y él me resp o n d ió con
in g en u id a d y co n v icció n : lEn este lu g a r e n te ­
rraron a u n m uchachito q u e m urió sin li cubijé
(bautism o), y la tierra se h u n d ió h asta tocar el
mar. Por las noches toda la g en te ve salir al
niño con cuernecitos y con alas, a com er e n el
m onte, y apenas sale el sol se v u e lv e a su
sig u áiu .
D espués de su b ir y b a ja r laderas lleg u é a
contem plar en u n recodo del cam ino la bella
ald ea d e Cham il. E spontánea b ro tó d e mis la­
bios una exclam ación: C hinaus Cham il! (iQ ué
lin d a es C ham il I) Esta es u n a p o b lació n to tal­
m ente in d íg e n a y allí no se h ab la más que
len g u a quekchí.

>

DOMINGO DE RAMOS
Todo el p u eb lo se m ueve alegre con palm as
y candelas a celebrar el D om ingo d e Ramos.
Flota en el am biente una ex trañ a m ezcla d e
Religión C atólica y de antiguas y arraig ad as
tradiciones de cultos ancestrales. A tabales y
chirim ías hablan un lenguaje de m isterio y le­
yenda.
Triste nota de agresividad y anacronism o la
dan los iprotestantes» de por estas regiones^
p ero tam bién de positiva organización: con
pastores indígenas, conocedores perfectos de
len g u a y sentim ientos, con altoparlantes, con
literatu ra ab u n d an te y baratísim a, allí están
ellos, sin d iálo g o conciliar y en p lan d e con­
quista. ¡Tristeza tam bién por pen sar en tantos
católicos q u e dejan solos y sin recursos a sus
m isioneros!
LUNES SANTO
La pacien cia es p ro v erbial en este pueblo, y
uno d eb e arm arse de esa v irtu d para hacer
algo... H asta las n u ev e de la m añana com ienza
a llegar gente a la M isa an u n ciad a para las
siete.
Al presentarm e con mi propio y p o p u lar ap e­
llido d e Padre Calero, fui mal e n ten d id o y
resultó bautizado allí mismo como Padre Caal.
Este es un ap ellido m uy corriente en tre los «natu ralesi d e esos lugares. Por dem ás está d ecir
q u e mi influencia se acrecentó con la opinión
de ser d e sangre india, y hasta el alcald e de la
ald ea conjeturó con m ucha seried ad q u e mi
vocación sacerdotal v en d ría d e q u e mi p ad re
o mi ab u elo h ab ían sido, sin lu g ar a dudas,
buenos brujos.

SAN PEDRO DE CARCHA, G uatem ala.—^Los indios quekchies, cristianizados por
los m isioneros españoles, se h a n visto largos años priv ad o s de sacerdotes después
de su in d e p e n d e n c ia. Froto de este ab an d o n o son la floración de supersticiones y
el renacim iento de ciertos ritos pag an o s ancestrales, relacionados con el cultiv o d el
maíz, alim ento b ase de la p oblación. H oy ritos y supersticiones co n v iv e n con ideas
y prácticas cristianas a las p u ertas m ism as de las m om unentales iglesias dejadas
p o r la colonización española. En la loto ind io s q uekchies practicando sus «devo­
ciones a la en trad a d e la iglesia de San Pedro de Carché».



1?

MARTES Y MIERCOLES SANTO
D octrina, confesiones, leer p asajes de la Pasión
d el Señor e n len g u a quekchí, rezar oraciones en
la misma lengua, etc., son el trab ajo de todo el día.
Ya desd e mi lleg ad a el sáb ad o anterior me di
cu en ta del «poder d etrás d el tr o n o i: los m ertomes,
o sea los m ayordom os d e las cofradías. Estas son
unas organizaciones religiosas fu ertem ente unidas,
q u e ciertam ente tu v ie ro n b u e n p rin cip io , p ero con
el tiem po fueron h acién d o se in d e p e n d ie n tes del
sacerdote en su d ev o ció n al santo patrono, mez­
c lan d o m uchas v eces lo católico con lo supersti­
cioso. Eso ten ía q u e suceder, p u esto q u e en el
p aís h u b o u n tiem po d e extrem a escasez d e clero.
A hora q u e p oco a p oco v u e lv e n a ap arecer los
sacerdotes, los m ertom es no q u ieren ceder «sus
d erech o s a d q u irid o si, no siem pre ortodoxos.
El prim er m ayordom o, el C ajagual-quim , José
M aría Ik, me sirv ió d e m ucho p a ra ad e n trar e n la
m en talid ad in d íg en a, y con él v isité la c u e v a don­
de p ara siem pre se sepultó en vid a, con todos sus
tesoros el gran caciq u e Ju a n Pop M atalbaíz.
JUEVES SANTO
Por la m añana, en p e reg rin ació n hero ica por ce­
rros y barrancos, sale la im agen d el N azareno. Al
c a e r d e la tarde, en el m isterio d el am biente de la
m ontaña, celebram os la Institución d e la Eucaris­
tía. El lav ato rio de los p ies d e doce ru d o s cam pe­
sinos me trajo autom áticam ente a la fantasía aq u e­
llos pies «galanes» d e los prim eros apóstoles en la
U ltim a Cena.
C onm em orando la cena del Señor, com em os ju n ­
tos los m ertom es y y o el p a n y la m iel silvestre
en las prim eras horas de la noche.
Entre rezos y cantos cristianos pasam os ante
Jesús Sacram entado las horas q u e p reced iero n al
V iernes Santo.
VIERNES SANTO
A pesar d e la noche p a sa d a en v ela, la m uche­
d u m b re de in d íg en as se h ace fuerza p a ra celebrar
d eb id am en te la Pasión y M uerte d el S alvador. De
los m ontes aledaños se v e n d e sc e n d e r in term ina­
b lem en te n u ev o s g rupos d e indiecitos, que vienen
presurosos a la aldea. A las diez d e la m añana co­
m ienza el santo V ía-Crucis, que d esde el C alvario
d e sc ie n d e hasta u na cap illa (la cosa d e b ería ser
al revés) d ed icad a al C aciq u e d e C aciques Don
Ju a n M atalbatz. O tra vez se están m ezclando el
pensam iento cristiano con el cu lto al últim o rey
d e los quekchíes.
Por la noche del V iernes Santo contem plo desde
el v alle el ard er de las can d elas en u n a g ruta si­
tu ad a casi en la cum bre del m onte Cham il. Pre­
g u n to al C ajagual-quim , y él me d ice q u e los
ancianos h a n su b id o a la m ontaña a in v o car la
p ro tecció n de los espíritus sobre la siem bra del
maíz.
SABADO SANTO
Entre v ariad as im presiones d e este d ía , dos me
p arecen d ig n as d e ser anotadas. La prim era fue la
C alek o faen a p re p a ra to ria p a ra la siem bra d el

18



maíz. Todo al m undo sale el Sábado Santo a lim ­
p ia r los campos, preparándolos (Li C alek p a ra la
A uk o siem bra propiam ente d ich a, q u e será en
abril. Lo q u e en otras p artes no es más q u e u n tra­
b ajo rutinario, p ara esta g en te co n stituye algo
religioso-social. M ientras la m ayoría se d e d icab a
a la Calek, el Padre p asab a b e n d icien d o las casas
d e los m ertom es.
La seg u n d a im presión fue el b a n q u e te d el me­
diodía. La g en te se reú n e por clanes fam iliares,
p id e n la b en d ició n d e l maíz y com en el C hunte,
es decir el p avo, originario d e n u estra A m érica
india. Esta com ida e n rito fam iliar es la in au g u ra­
ción d e las faenas del maíz, el m ilenario maíz, eje
d e la cultura y costum bres.
Por la tarde, de tanto subir y b a ja r por los cerros
b en d icien d o las chozas, me sentí mal al lleg ar a
u n a cum bre. Gracias a Dios el m alestar pasó p ro n ­
to, p ero dio ocasión p a ra que mi sacristán, Don
Luis de Cham elco, me narrara la sig u ien te anéc­
dota.
En años pasados h ab ía aq u í u n Padrecito, m uy
bu en o p a ra largas y rápidas cam inatas, a p esar de
q u e era bastan te gordito. U na vez fue llam ado a
confesar a u n enferm o hasta la misma cum bre d e
la m ontaña. El caso era u rg en te y e l P adrecito ib a
com o u n v en ad o , d ejan d o atrás a los m ertom es y
hasta a los m uchachos. Pero al fin le cay ó mal el
sofoco y se desm ayó. V uelto e n sí p o r los cuidados
d e los m ertom es, dijo m edio serio m edio rien d o :
«V ayan con cuidado, p o rq u e por aquí an d a un
b ru jo que me h a echado pom ; p ero no le ten g an
m iedo: yo soy más b ru jo q u e él».
A mi p re g u n ta curiosa d e q u ie n sería a q u e l Pa­
drecito, me contestó con adm iración: «Era el Padrecito M árquez, el m ayor co n trab ru jo que hem os
tenido».
DOMINGO DE RESURRECCION
A p esar d e l d esvelo de la sag rad a noche d el
Sábado y alb o rad a d e l Dom ingo, el p u e b lo sigue
v iv ie n d o intensam ente la aleg ría de la R esurrec­
ción. H ay procesión, h a y misa, h a y m atrimorüos,
h a y num erosas com uniones. Pero a las ocho d e la
m añana está todo term inado. Los indígenas, y yo
tam bién, estam os agotados. Tomo mis cosas y em ­
p ren d o el cam ino de regreso p o r la m ontaña. Al
surcar las v eredas oigo a lo lejos el sonido carac­
terístico de los cuernos d e b u ey . Son los jefes d e
fam ilias q u e se v a n con v id an d o p ara hacer transi­
tables los cam initos de las faldas d e las m ontañas.
Al cruzar un to rren te por encim a de u n árbol
caido, diviso en la cresta d e la sierra la cam ioneta
d e C archá q u e v a pasando. Pego gritos, h ag o se­
ñas y, con el resto d e fuerzas q u e aú n conservo,
salgo a cam po trav iesa rom piendo m onte, arañ án ­
dom e las m anos y la cara y... co n el ojo alerta a
los traidores siguanes, p o rq u e se ab ren a p iq u e y
d e im proviso. Llegué ex ten u ad o y más m uerto que
vivo. Y al m otorista q u e tu v o la fineza d e esperar­
me, le a g rad ecí con un lán g u id o p ero sen tid o Bantiosh! (¡Gracias!) Mi prim era Sem ana Santa con los
Q uekchíes h ab ía concluido.

ROMA.—£1 card e­
n al M axim iliano
de F u r s t e n b e r g ,
titu la r de la Basí­
lic a salesian a del
Sagrado Corazón,
p ro ced e a tom ar
posesión de su
i g l e s i a card en a­
licia.

ROMA.—El card e­
n al Francisco Carpino, titu la r de la
iglesia salesiana
de M aría A u x ilia­
dora, c o n v e r s a
con el rector ma­
yor, d u ran te la to­
m a d e posesión
de su iglesia car­
denalicia.

HONG K O N G .—
La ju v e n tu d «pa­
dece» como n u n ­
ca la m úsica; a
su in fluencia p o ­
cos escapan. No
son ex cep ció n los
aspirantes salesianos d e esta ciu ­
dad, que h a n for­
m ado u n resp eta­
b le conjunto in s­
trum ental.

— 19

«ANTES ME MATO QUE SER FRAILE». Y ACABO SALESIANO

N I PADRE REPETIA SIEMPRE

n ro
El padre Amilcar Bertohicci
hace ya varios años que se
fue al cielo, pero dejó una se­
rie de manuscritos entre los
que acaba de aparecer, n arra­
da con encantadora sencillez,
la historia de su vocación:
Hela aquí:

nacido en Módena, pe­
ro mi papá fue inducido
a internarme en el Cole­
gio de Alassio junto con
mi hermano Julio.

H

e

En A lassio conocí a D on Bosco, p o r prim era vez, en la prim a­
v e ra d e 1883 cuando ib a de ca­
m ino p ara Francia. El estaba m uy
cansado. A la m añana sig u ien te
d e su lleg ad a ten ia q u e decir
misa en el altar m ayor p a ra to­
dos los alum nos, p ero a últim a
hora se d ecid ió q u e la dijera
p riv ad am en te en el altar del Sa
g rad o Corazón. Como lodos se
d isp u tab an el honor d e a y u d á r­
sela y el alboroto era regular,
D on Rocca cortó por lo sano y
señalándom e dijo: La ay udarás
tú. Yo aq u ella sem ana te n ia el
cargo de aten d er a la sacristía.

Todos los años se repite esta escena en las inspectorías salesianas
del mundo entero: al comenzar el noviciado se impone la sotana a
los candidatos. Es una fecha en que se invita a padres y familiares.
Una vez recibido el hábito talar, bendecido, al pie del altar la tra­
dición exige que el novicio pase a la sacristía, en donde le aguar­
dan sus padres y familiares para abotonarle la sotana. Y no faltan
las lágrimas de la madre y las sonrisas alegres del que recibe plá­
cemes y augurios de perseverancia.

20



Pregunté si podía recibir la
comunión de manos de Don Hos­
co. Me dijeron que sí; entonces
armándome de valor pedí al mis­
mo Don Bosco si quería confesar­
me. Se había puesto ya el amito
y se estaba colocando el alba
por lo que el P. Rocca trató de
impedirlo alegando que era tar­
de.

Sí, sí d ijo Don Bosco con es­
tupefacció n d e los presentes. In­
terrum pió la vestició n de los or­
nam entos, me confesó y al lai''
m inar a ñ a d ió : Está alegre, nos
volverem os a ver.
N o d i entonces im portancia
n in g u n a a esta frase, p ero dos
años después me la recordó el
mismo Don Bosco en cirsunsíancias p a ra mí b a sta n te dram á­
ticas.
H abiéndom e, en efecto, en
1885, d ecid id o a hacerm e salesiano, después d e unos ejerci­
cios esp iritu ales q u e h ice en San
B enigno con otros com pañeros
d e A lassio, mi p a p á a q u ia n le
p ed í perm iso p o r carta, me negó
ro tu n d am en te su consentim iento.
Pese a ello fui con los adm itidos
al no v iciad o a p asar unos días
d e vacacio n es e n Lanzo m ien­
tras esperábam os se nos im pu­
siera la sotana. M an tu v e u n a ac­
tiv a corresp o n d en cia con mi p a ­
d re tratan d o de in d u cirlo a p le ­
g arse a mis deseos, p ero su n e ­
g a tiv a era cad a vez más d eci­
dida.
Llegó el d ía en q u e se nos
llam ó a San Benigno p a ra la ce­
rem on ia de la vestició n clerical
q u e celeb raría el mismo Don
Bosco.
El P. Barberis, directo r y m aes­
tro de novicios, me m andó lla­
m ar la víspera, a eso de las dos
d e la tarde, m ientras mis com­
pañ ero s se arreg lab an p a ra salir
d e paseo. Me m ostró u n a carta
d e mi p a d re con la últim a n e g a ­
tiv a d e su consentim iento para
q u e me p u sieran la sotana. Su­
p liq u é , entonces, me d e ja ra n h ib la r con Don Bosco:
—Ve, si quieres, replicó el P.
Barberis, p ero m añana, n a d a d s
sotana.
Salí resu elto a todo y llam é
a la p u erta d el d espacho de Don
Bosco. Su secretario me oojetó
q u e quizás se h alla b a reposando
u n poco y q u e v o lv iese más tar­
d e. Insistí ro g án d o le que el caso
era m uy urgen te. Entró y salió
dicién d o m e q u e D on Bosco me
esperaba. Lo h allé sen tad o en
u n sillón sin ap o y arse en el res­
p ald o y con la cabeza lig era­
m ente inclinada. Le b esé la m a­
no y p erm an ecí a lg ú n tiem po
en silencio an te él. D aba la sen­

sación d e q ue estaba adorm i­
lado.
A u n a señal suya me senté i
su izquierda y le expuse mi caso
y cómo yo, pese a todas las n e­
g ativ as de mi padre, quería re ­
cib ir el h áb ito de sus manos.
En lu g a r d e responderm e v o l­
v ió la cabeza hacia una v e n ta ­
n a q u e d a b a al hu erto del p árro ­
co y perm aneció así d u ran te v a­
rios m inutos. Mi corazón g o lp ea­
b a / a g u ard ab a con ansia la p a la ­
b ra decisiva.
Finalm ente, Don Bosco se v o l­
vió h acia mí y con el tono más
natu ral me dijo:
—Bien, m añana te daré la so­
tana. Si el p ap á insiste en que
v u elv as a casa o vayas a Alassio,
v ien es otra vez a hablarm e y v e­
rem os q u é corresponderá hacer.
LLEGO EL TEMIDO
ULTIMATUM
Salí d el despacho de Don Bos­
co rad ian te de alegría, no sin
antes h a b e r conseguido q u e me
d ie ra la b en d ició n de M aría
A uxiliadora. Mis com pañeros se
h a b ía n ido y a de paseo. Fui a
la cap illa y pasé la m itad de la
ta rd e llorando y d an d o gracias
al Señor p o r la decisión favora­
ble. A q u ella tarde huí del Pa­
d re Barberis y él se olvidó de
llam arm e p a ra conocer la deci­
sión d e Don Bosco.
A la m añana siguiente tenía
lu g a r la vestición d e las sotanas.
Me h ab ía asegurado q u e mi so­
tana estab a en la mesa, junto al
altar y con mi nom bre. C uando
D on Barberis d esd e el com ul­
gatorio hizo señas para que nos
ad elantáram os hasta el p resb ite­
rio me le v a n té tam bién tratan ­
d o d e esconderm e detrás de un
com pañero más alto q u e yo, para
q u e el P. Barberis no me viese.
Un sacerdote comenzó a lla­
m arnos u n o por uno. Don Bar­
b eris se h a b ía o lv id ad o tam bién
de borrarm e de la lista/ cuando
sonó mi nom bre alzó la cabeza...
Yo con los ojos bajos pasé a su
lado con m iedo a q u e me para­
se. No p asó n a d a / me d ejó lle­
gar h asta Don Bosco, me arrodi­
llé, recibí la sotana y me retiré
d etrás d el coro en d o n d e mis
com pañeros contentísim os m e

ay udaron a abrocharm e los boto­
nes.
Ni aquel día ni después alu ­
dió el P. Barberis una p alab ra a
mi caso. Com encé de esta suer­
te el noviciado, mas no por eso
d ejab a d e insistir con mi p.tdre
para q u e consintiera en q u e me
hiciese salesiano.
A prim eros de diciem bre llegó
el tem ido ultim átum de mi p a­
d re: lO a A lassio o a c a sa '
El P. Barberis, sin alu d ir al p a ­
sado, me preg u n tó :
—Y ahora ¿ q u é hacem os?
Entonces le conté lo ocurrido
entre Don Bosco y yo, y le ped í
me dejara ir a Turín para ex p o ­
nerle la situación. A quella m is­
ma tarde con el ab rigo del Pre­
fecto q u e me v en ia g ran d e y su
sombrero, pu esto q u e no nos ha­
bían hecho más q u e la solana,
desgarbado, me fui a Turín.
ME ESCONDI DETRAS DE
UN MERCANCIAS
G racias al P. C errutti, q u e h a ­
b ía sido director mío en /«lassio, p u d e ser recib id o aquella
misma noche, después d e cenar,
en el mismo com edor d e los Su­
periores, por Don Bosco, q u ien
me hizo sentar a su derecha en
el sitio de Don Rúa y repartió
conm igo la m itad de una taza
d e café, q u e le h ab ían servido
en aquel m om ento/ él se lo tomó
en el platillo y a mí me m andó
tom árm elo en la tacita. lO h, el
b u e n p adre I
D espués quiso q u e le contara
mi caso. Escuchó recogido en sí
mismo/ luego me dijo:
—¿R ecuerdas q u e en Alassio
cu ando le confesé antes de la
misa te d ije: Está alegre, nos v o l­
verem os a v e r? Pues bien, a h o ­
ra te d ig o lo mismo, está alegre,
v ete a casa tranquilo, yo pediré
m ucho por ti, tendrás q u e aguan
tar un poco, pero nos verem os
*de nuevo. A hora lom a mi rosa­
rio y encom iéndale a la Vir­
gen.
Besé su m ano con el corazón
lleno de alegría, me bendijo, sa­
lu d é al P. C errutli q u e »e in te­
resó por m í y mis cosas. Tam­
b ié n él me aseguró q u e rezaría
por mí y q u e descansara tran ­
q u ilo en la p alab ra d e Don Bos­
co. Me buscó u n rincón para dor—

21

mir, q u e fue en v e rd a d incóm o­
do, bajo los techos del edificio,
con unas goteras q u e d escarga­
b a n sobre la cam a. Pero ¿ q u ié n
p en sab a en eso? M e acosté v es­
tido Y me dorm í rezando.
A las cinco de la m añana u n
herm ano me condujo a la esta­
ción d esde d o n d e teleg rafié a
mi p a d re que lleg aría a casa en
el tren de las n u e v e d e la noche.
D urante el v ia je sólo pen sé en
rezar y discurrir el m odo d e arre­
glárm elas d u ra n te el prim ar e n ­
cu en tro con mi pad re. Al llegar
a la estación d e M ódena, m ien­
tras el tren ralen tab a, vi a mi
p a d re aguardándom e.
T em iendo u n a escena d esag ra­
dable, p u es me atrev í a ir v esti­
do de sotana, b a jé p o r el lado
contrario y
escondí detrás
de u n tren d e m ercancías con
id ea de q ue mi p a d re se fuera,
al no verm e bajar, y en co n trar­
lo en casa a la q u e y o lleg aría
antes, atajan do p o r ciertas ca­
lles. Pero me salió d el ravés.
E quivoqué el cam ino, tu v e que
v o lv e r tras mis pasos y al d es­
em bocar en v ía V ittorio me hallé
cara a cara con mi p a d re on el
p u n to más ilum inado por el fa­
rol de la esquina.
G randem ente m arav illad o mi
p a d re me m iró de arrib a ab-ijo y
d e pies a cabeza. T em iendo la
escena, allí mismo me apresuré
a d ecirle:
—Papá, y a hablarem os en casa,
con v ien e q u e aquí n ad ie se dé
cu en ta d e tu disgusto.
Replicó ain más:
—Sea.
Y p oniéndom e a su lado cam i­
nam os hasta casa.
La criada me h ab ía p rep arad o
cena. Mi pad re, q u e no h ab ía
p ro n u n ciad o ni u n a p a la b ra to­
d avía, me indicó la cen a a ñ a ­
d ien d o : iCom e, es m uy íird e ,
m añana hablarem os!. Y se re ti­
ró a su habitació n . La criada,
cu an d o nos quedam os solos, m e
ad v irtió q u e me esp erab a un
mal ralo, p o rq u e mi p a d re en los
dias p reced en tes h ab ía desaho­
g ad o contra ella todo su m alhu­
mor.
Le respondí que la Virgeix me
a y u d a ría y le p e d í q u e me d es­
p ertara a las cinco de la m añana,
p u es q u ería h acer mis d ev o cio ­
nes en la iglesia de San Francis­
22



co. P ensaba v o lv e r antes d e que
mi p a d re se lev an tara, y acos­
tarm e otra vez sin q u e se diera
cu en ta. N o q u ería disgustarle.
En mi cuarto vi, encim a de la
cam a d e al lado, el traje de mi
herm ano; com prendí q u e mi p a­
d re p e n sab a hacerm e v estir de
paisano. Recé mis oraciones y
me acosté vestido. Lo mismo hice
a la m añana siguiente al v o lver
de la iglesia.
PERO, ¿DONDE ESTA
LA SOTANA?
H acia eso de las siete oí que
mí p a d re se le v a n ta b a y en tra­
ba en mi habitación. A rrebujado
b ajo las m antas seguí todos sus
pasos. Poquito a poco, m uy des­
p acio pasó por d elan te d e mí
cam a, giró por toda la h a b ita ­
ción Y le oí m urm urar: Pero,
¿d ó n d e está la sotana? A l p a ­
sar de n u ev o junto a mí, se paró
u n m om ento a escuchar mi res­
piración. Im aginándose q u e dor­
mía le v an tó suavem ente las m an­
tas Y al verm e con la sotana
p u esta exclam ó: IV aya pillín!
N u n ca lo h u b iera creído capaz
de tanto... Pero cederá.
Y se retiró a su h ab itació n en
tan to q u e yo, ap retan d o el rosa­
rio, p e d ía a la V irgen y le p ro ­
m etía no ceder en lo d e q u itar­
me la sotana. Las palab ras de
Don Bosco las ten ía delante
com o p ren d a d e profecía se­
gura.
D urante el desay u n o insistió
en q ue me vistiese d e paisano.
Le contesté q u e h a b ía recibido
el h áb ito d e la Iglesia y q u e no
p e n sab a quitárm elo.
—Ya tengo un hijo sacerdote
(aludía a mi herm ano José, se­
m inarista) Y creo q u e es sufi­
ciente.
—T am bién tienes dos hijos sol­
dados, pu ed es darle otros dos al
Señor, repliqué.
Se hizo hora d e m archar a la
oficina Y se fue no sin a d v e rtir­
me q u e do b leg aría mis cap ri­
chos.
D urante q u in ce días la b a ta ­
lla co n tin u ó im placable. Para
d esm ontar la q u e él llam aba tes­
tarudez me llevó a v isitar am i­
gos Y p arientes, p ero no siem pre
le d a b a n la razón. A todos les
resp o n día yo invariab lem en te

q u e mi decisión era quei.arm e
con Don Bosco.
M uy pelig ro sa fue la v isita
q u e tu v e que h acer la tarde d el
prim er dom ingo al café Luppi.
Mis herm anos y yo habíam os
crecido casi com o herm anos con
las hijas del dueño, de nu^ístra
misma edad,- desde q u e m i p a ­
d re me pu so interno m e h a b ía
d a d o cuenta d e q u e aq u el café
no era u n lu g ar m uy a proposito
p ara las buenas costum bres. Por
tanto, ten ía u n a id ea clara del
p elig ro q u e me am enazaba, d a ­
dos mis quince años y la fam ilia­
rid ad h ab id a. D ecidí salir dei
apuro haciéndom e el tonto.
C uando entram os en el café
metí u n a m ano en el bolsillo y
agarré con fuerza el rosario de
D on Bosco. A penas v ieron a mi
p a d re exclam aron:
—¿Luis, has traído a A m ilcar?
Yo estaba un poco escondido
detrás d e él. £1 abrigo, q u e me
v en ía ancho, y el som brero feí­
simo ciertam ente no favorecían
mi figura. Mi p a d re se apartó y
al p u n to me v i ro deado y apos­
trofado d e mil m aneras; se reían
Y m e tom aban el p elo tanto q u e
llam aron la atención de todos
los concurrentes. N o abrí la boca
Y como si se tratase de algo, que
no tenía n ad a que v er conm igo,
me senté en un rincón co a los
ojos bajos, esp eran d o q u e la b a ­
tahola pasase. Rezaba y m e e n ­
com endaba a la V irgen.
Las brom as y los insultos so­
brepasaron toda m edida. N o p u e ­
do decir cuanto tiem po duró. La
m ayor de las m uchachas, Emma, tu v o al fin com pasión de
mí Y salió en mi defensa; p ero
hubo u n m om ento en q u e no
p u d o menos de exclam ar:
—Pero Luis, si A m ilcar parece
atontado, déjele que se hag a
cura.
Sólo entonces lev a n té la cabe­
za Y susurré: Si este es el m e­
dio p ara conseguirlo, b e n d ito
sea Dios.
Y me m arché d el café. Mi p a­
d re me seguía. No hablam os p a­
la b ra p o r el camino,- pero, q u i­
zás, d e lo acontecido sacó la
conclusión mi p ad re q u e m i pro­
pósito era serio e in v en cib le.
Como m e q u ería m ucho (antes
de ir al colegio era su benja-

mín) al lleg ar a casa rae e x ­
plicó :
—Si de v e rd a d pien sas así, no
q u iero p o n e rle más obstáculos
n i im p ed ir q ue logres tus me­
tas.
Y me d ejó solo sin a ñ ad ir más.
ANTES ME MATO
M e retiré y o tam b ién a mi h a ­
b itació n Y di gracias a la V irgen
p o r hab erm e lib rad o del p e ’igro
Y po rq u e com prendía q ue resta­
b a cerca mi v ictoria. Pero h icie­
ro n falla otros ocho días de in­
sisten cia razonada. M e ay u d ó
m ucho insistir sobre las v e n ta ­
jas q u e obtenía p or el lado de
los estudios/ sobre la v e.itaja
económ ica, sobre la certeza de
q u e u n d ía él estaría orgulloso
d e mí. Fue d ecisiv o p a ra conse­
g u ir el perm iso u n encu sntro
casual q u e tuvim os en la lib re ­
ría d e la cated ral con unos co­
nocidos q u e criticaron el com­
portam ien to de mi p a d re y
b aró n mi decisión, al mi"mo
tiem po q u e en salzaban a Don
Bosco d el q u e afirm aban era
m u y conocido y ap reciado en
M ódena.
A qu ella ro c h e , d esp u és de c e ­
nar, mi p a d re p ro n u n ció las sus­
p irad as palab ras:
—Bien, no te d e te n g o más.
T rata de h acerte honor en el ca­
m ino q u e escoges. Si n o creí
oportu n o acep tar el hecho con­
sum ado no fue tanto p orque me
disgu ste el cam ino q u e quieres
seguir, cu an to p o rq u e me p are­
cía im posible, después de tus anceden tes de estos dos últim os
años e n casa, q ue tú p u d ieras
cam biar tan radicalm ente.
Y e n esto mi p a d re p o d ía te ­
n er razón. Pues recuerdo q ue
cu an d o cu rsab a la q u in ta ele­
m ental, a causa de mi estatura
cu ad ra d a y robusta, h u b o uno
q u e com entó u n día, m ie.itras
volvíam os de escuchar u n ser­
m ón d e u n dom inico:
—De ti podríam os sa c a : u n
b u e n frailazo.
A lo q u e respondí inm ed iata­
m ente:
—A ntes m e mato.
La sep aració n fue doloiosísima, a p e sa r d e la alegría que
sentía p o r la victoria. Las tres
horas d e tren h asta Piacenza me

BARCELONA.—Don Tomás Bordas celebra sus bodas de oro sacer­
dotales. Los españoles, que pasan por la casa-madre de Turin, donde
él reside de ordinario como secretario técnico del Consejo Superior
de la Congregación, conocen bien su interés por facilitarles una
grata visita. En la foto lo vemos celebrando en Sarriá-Barcelona,
acompañado por el provincial, P. Francisco Oliván y el misionero
salesiano, director de Nueva Delhi, India, P. Mariano Uguet. El Pa­
dre Bordas conmemoró la dorada fecha en Gerona, Madrid, Salaman­
ca y otras ciudades en las que trabajó antes de su traslado a Italia.
las pasé llorando: dolor p o r la
separación, alegría y g ratitu d a
Dios p o r verificarse cuanto Don
Bosco me h a b ía dicho.
Llegué a Turin a las ocho de
la noche. C uando le conté al
P. C errutti lo q u e me h ab ía su­
ced id o me llevó a d ar gracias
a la V irgen. Don Bosco oíd a que
h u b o mi av en tu ra de M ódena,
concluyó:
— Te he acom pañado día a

P E R E G R IN A C IO N

d ía/ la V irgen ha sido m uy b u e ­
n a contigo, ah ora el perseverar
es cosa tuya.
Al siguiente d ía v o lv í a San
Benigno. El P. Barberis quiso sa­
b er porqué, a pesar de su pro­
hibición, había ido con sotana.
Después d e oír mi relato conclu­
yó: Don Bosco es, e n v aid ad ,
un santo/ sin él no habrías g a ­
n ad o la batalla. Trata de crece:
digno de él.

S A L E S IA N A

a

A N N E C y y a TURIN con motivo del IV CENTENARIO
del nacimiento de San Francisco de Sales y del I CENTENA­
RIO de la Basílica de María Auxiliadora.
Organizada por la PARROQUIA DE San Francisco de Sales
de MADRID. Calle Francos Rodríguez, 5 (del 24 de abril al
6 de mayo).
IMPORTE POR PERSONA: 7.550 pesetas.
En él va incluido el viaje en auto-pullman, alojamiento en
Hoteles de 2.§ categoría, las tasas e impuestos de los mismos
y una póliza de seguro de equipaje por valor de 2.000 pesetas
por persona.
INFORMACION E INSCRIPCION: P. Laurentino Martínez.
Salesianos. Calle Francos Rodríguez, 5. MADRID t20).

23

CAMPAÑA ANUAL: LA FE

HACIA
LA UNION
DE LOS
CRISTIANOS
Encuentro de Pablo VI y A tenágoras.
NO de los tiempos fuertes que hemos de re­
calcar con fuerza e iniciativa en este Año
de la Fe es el Octavario por la Unión de las
Iglesias.
Como pregón deberían resonar en nosotros las pa­
labras de las alocuciones y los gestos de Pablo VI y
Atenágoras. Su abrazo no nos ha quedado sólo
como profundo recuerdo histórico, es sobre todo un
estímulo para conseguir la unidad de todos los cris­
tianos, empezando por los ortodoxos, que son los
más próximos a nosotros.
El día que los cristianos nos sepamos amar, si­
guiendo los luminosos ejemplos de Pablo VI y Ate­
nágoras, será no el abrazo de dos, todos nos abraza­
remos en el espíritu de la unidad.
Entresacamos algunos párrafos del último encuen­
tro en Roma de los dos heraldos de la unidad, Pa­
blo VI y Atenágoras. Elste nos dice:
«Nos encontramos en este lugar santo, al lado
de vuestra santidad, junto al altar, y nos preparamos
con el corazón y el espíritu a caminar hacia una
Eucaristía común, con los sentimientos del Señor,
que lava los pies a los apóstoles, y sentimos en este
momento, exccpcionalmente santo, el grito de la san­
gre de los apóstoles Podro y Pablo, la voz de la Igle­
sia, de las catacumbas y de los mártires del Coliseo,
que nos invitan a agotar todos los modos y todos
los medios pivra llevar a término la obra santa con\enzada, la de la unión de la Iglesia dividida de
Cristo, no sólo para que se cumpla la voluntad del
Señor, sino para que el mundo vea resplandecer lo
que es. según nuestro símbolo de fe, la primera pro­
piedad de la Iglesia: la unidad.:»
A la pregunta que todos nos hacemos de cuando
llegará la unidad. Atenágoras sugiere:
í E s cuestión de fe el resultado final, de muchas
oraciones, de santa paciencia, de trabajo asiduo, pero

U

24

sobre todo, una cuestión de caridad. Pues es sólo en
la caridad donde podemos purificarnos de todos los
elementos negativos que hemos heredado del pasa­
do, y podremos remover los obstáculos que surgen,
restablecer plenamente la recíproca confianza fra­
terna y, creando en el recíproco respeto una menta­
lidad nueva, la de la familia, nosotros construiremos
de modo estable y seguro la unión de nuestras igle­
sias en Cristo Jesús, que es la Cabeza de la Iglesia. :-^
El Papa por su parte nos dice en su respuesta a
Atenágoras:
«Esta es la razón por la cual hemos querido consa­
grar a la fe, a la renovación y a la profundización
de la fe, este año del decimonoveno centenario del
martirio de Pedro y de Pablo, del supremo testimonio
de su fe, de su amor y de su esperanza. ¿Qué sería
una renovación que no terminase en una afirmación
de la fe, en un mayor fervor de la caridad y en una
mayor certeza de la esperanza? ¿Qué serla una re­
novación que no avivase nuestra fe en esta comu­
nión profunda y misteriosa establecida entre nos­
otros por una misma obediencia al Evangelio de Cris­
to, por los mismos sacramentos y, sobre todo, por el
mismo bautismo y el mismo sacerdocio que celebra
la misma Eucaristía, el único sacrificio de Cristo,
un mismo episcopado recibido de los Apóstoles para
guiar al pueblo de Dios hacia el Señor y predicarle
en su palabra?
Solamente llegando a ser hijos en el Hijo en toda
realidad nosotros venimos también a ser real y mis­
teriosamente hermanos los unos de los otros. <Cuanto más estrecha sea nuestra unión con el Padre y
con el Verbo y con el Espíritu Santo, podremos ha­
cer más intima y fácil la mutua fraternidad».

Por otra parte, tal esfuerzo de santidad pone en
acción todo este patrimonio común.i-

MELBOURNE, A ustralia.—KcPueri cantores» o niños cantores
d el colegio salesiano. D on Bosco c u ltiv a b a a los m uchachos
q u e g u stab an de serv ir o can­
tar en la ig lesia y no pocas
veces d escu b ría en ellos g é r­
m enes de v o cació n sacerdotal.

MANAOS, Brasil.—En las m ár­
gen es d el rio l^ana, la trib u de
los M acús, se ex tin g u e. La m i­
sión salesian a se ha h echo car­
go de las esperanzas de resu­
rrecció n trib al y cristiana de
esos pobres indios, co n sid era­
dos raza inferior p o r los de las
otras tribus.

UDON TAÑI, T ailandia.—El ce­
lo de las salesianas p o r las n i­
ñas pobres les im pele a con­
sagrarse a m il v ariad as obras
de c a rid a d ; e n esta pob lació n
h a n com enzado u n orfelinato
com binado con u n ja rd ín de
in fan cia d el q u e nos m uestran
u n as cu an tas flores.

25

Gracias deMaría Auxiliadora
y desuApóstol S. JuanSosco
Sintió com o q u e la ah o g ab an

Enferma con an g in a d e pecho

Alcoy.—Hace tres años, mi esposa se tragó una
tetina pequeña. Luego cogió una pulmonía por
efectos del agua que le cayó encima un día de
lluvia, llegando a estar a un paso de la muerte.
Los médicos creyeron que la enfermedad era de­
bida al resfriado, descartando la posibilidad de
que la tetina permaneciera en su organismo, pues
la observaron infinidad de veces por rayos X, sin
aparecer nada.
Todos los años se le reproducía la afección
pulmonar con fiebres muy altas, y siempre se pen­
saba en la tetina, pero los médicos y los rayos X
no descubrían nada... Hasta que a finales de enero,
el 31 fiesta de S. Juan Bosco exactamente, des­
pués de una fuerte afección, la noche del día cita­
do sintió como que la ahogaban, al tiempo que
expulsaba la tetina de goma, completamente in­
tacta.
Los médicos al día siguiente no daban crédito,
poro era la realidad. ¿Dónde había estado alojada
durante estos tres años? ¿Y cómo había escapa­
do a la ciencia y a los aparatos médicos? Yo
solamente pienso en la Virgen, que nos ha conce­
dido esta gracia, por la cual le estamos muy
agradecidos. Le agradecemos otros muchos fa­
vores. Mandamos una limosna y le pedimos que
nos ayude a solucionar todas nuestras dificulta­
des. Francisco Carbonell.

Celanova.—Teniendo a mi madre enferma con
angina de pecho, rogué a la Sma. Virgen Auxilia­
dora que la curara, puesto que los médicos ha­
bían dicho que en uno de los frecuentes ataques
que le daban, podía ocurrir el fatal desenlace.
Pasados seis o siete meses se encuentra comple­
tamente curada, y hace aproximadamente dos
años que viene haciendo vida normal.
Encontrándome con unos amigos en situación
apurada, sin conseguir dar con la solución, les
invité a que confiaran en María Auxiliadora que
Ella nos ayudaría. Y así fue, a los pocos días es­
taba nuestro problema completamente resuelto,
al concedernos María Auxiliadora una gracia
mucho mayor, que la que habíamos pedido.
Por todos estos favores, y otros obtenidos an­
teriormente, y por uno muy especial, que desde
hace algún tiempo le vengo pidiendo con mucho
fervor, y en la seguridad de que seré oído, doy
gracias a María Auxiliadora, a la que ruego me
siga protegiendo. Un Cooperador Salesiano.

Ha sido cosa d e la P rovidencia
Valdeorres. — Tenía que sufrir una operación
quirúrgica pero no me aseguraban el éxito, pues
era la tercera vez que me intervenían y tenían
que hacerme tres Injertos. El temor del médico
estaba en que alguno de ellos dejara de prender.
Yo con todo ol fervor hice una novena a María
Auxiliadora y le prometí que si quedaba bien lo
publicaría para gloria suya y para que todas las
personas que se encuentren en alguna dificultad
acudan a Ella. Y hoy, después de dos meses de la
operación de la que salí estupendamente, deseo
que publiquen esta gracia tan grande, ya que el
doctor no esperaba que quedara tan bien. Ade­
más no se explica cómo no hubo ninguna compli­
cación. Dice que esto ha sido cosa de la Provi­
dencia.
También doy gracias a S. Juan Bosco por una
gracia que me ha concedido. Envío una limosna
conforme había prometido. Afarfa Crisfiníi García.

26



Sin esperanza de v o lv e r a v er
Fontanales.—Hace unos meses un joven cono­
cido mío, en accidente de trabajo sufrió un golpe
muy grave en la cara, tanto que tuvieron que
extraerle un ojo y el otro se le quedó bastante
estropeado, sin esperanza de volver a ver. Según
los médicos, quizá, con el tiempo pudiera ver un
poco. Al ver tal calamidad imploré a mi Auxilio
del Cielo, pues hacia un mes que se había casado.
Le pedí a mi buena Madre, que todo lo puede an­
te su divino Hijo, que por lo menos volviera a
ver su hogar recién formado. Mi Madre bendita
me oyó. A los pocos días le intervinieron de nue­
vo en el ojo y recobró la vista en el mismo. Doy
rendidas gracias a tan buena Madre, deseando
que lo publiquen y entrego una limosna.
Una Cooperadora

U na g rav e lesión en el corazón
Vigo. —Habiendo reconocido varios médicos a
mi marido, determinaron que tenía una grave
lesión en el corazón. Al enterarme de esta noticia
le encomendé a María Auxiliadora, prometiéndole
que, si lo curaba, lo pubicaría en el Boletín y
daría una limosna para su culto.
Uno de los médicos que lo trataba me dijo que

era muy conveniente que lo viese otro especialis­
ta particular. Con mucho trabajo conseguimos
que lo visitase. Y cual seria mi sorpresa al de­
cirme que ya no tenía ninguna lesión. Conside­
rando esto como una gracia de María Auxilia­
dora cumplo mi promesa y mando una limosna.
C7»w Cooperadora

Enferma de riñón
Zaragoza.— Gracias, madre mía, por haberme

curado. Durante dos años he estado enfernm de
riñón y he estado tomando medicinas constante­
mente; un día al pedirle a María Auxiliadora por
una persona muy querida para que la curase
—pues estaba enferma— y al escucharme, decid!
con gran confianza empezar una novena prome­
tiéndole publicar la gracia si me curaba y envi­
arle una limosna: hoy después de tres meses me
encuentro perfectamente y doy las gm cios a tan
buena Madre, pues EUln nunca abandona a sus
hijos. Mi familia se ha alegmdo muchisimo de
mi curación, y todos agradecemos a la Virgen el
favor recibido. Af. Luz Rubio.

Otros corazones agradecidos
Las Palmas de Gran Canaria.—Estando muy
preocupada por un asunto que tenía que resolver
para el bien de toda mi familia y mío, me enco­
mendé a María Auxiliadora con toda mi alma
para que nos alcanzara esta gracia. Después de
cinco meses de pedírsela nos la ha concedido. Es­
tamos muy agradecidos a tan buena madre.
María Melián Rodríguez
Cindadela.—Estando mi sobrino gravemente en­
fermo, ya desahuciado de los médicos, lo encomen­
dé a la Virgen con toda mi alma. Al día siguiente
empezó a mejorar y actualmente se encuentra
perfectamente bien. Muy agradecida a María
Auxiliadora cumplo mi promesa de publicarlo.
F. R.
Granada.—Habiendo pedido a María Auxilia­
dora una colocación, por encontrarme en una si­
tuación bastante apurada, me la ha concedido.
Mando un donativo. Gracias, Madre mía, viviré
siempre muy agradecido a ti. Diego Chacón
Madrid.—Doy gracias a la Santísima Virgen
Auxiliadora por haberme concedido un favor que
creía imposible. Mando la limosna que ofrecí y
encomiendo a tan buena Madre la salud de mi
esposo y la mía. Agradezco muchísimo la infini­
dad de favores que de Ella estoy recibiendo.
Cecilia Vázquez
Zaragoza.—Doy gracias a María Auxiliadora
por haber llegado bien de un largo y peligroso via­
je. Le quedo muy agradecida y mando una limos­
na para extender su devoción. Pepita Soriano.
Matalavilla.-—Agradecida a María Auxiliadora
por favores de Ella recibidos mando una limos­
na con el corazón y el alma llenos de gratitud.
Florentino Pérez.
Antequera.—Por una gracia especialísima al­
canzada de María Auxiliadora deseo que se publi­
que en el Boletín, para que todos los lectores
tengan una confianza ilimitada en la bondad de
nuestra bendita Madre. Al mismo tiempo entre­
go una limosna para su culto. C7arm.en Cervantes.
Tudela Veguin.—Doy gracias a María Auxilia­
dora por un favor recibido de Ella. Entrego una
limosna y ruego publiquen la gracia por haberlo
prometido. Una archicofrade.
Allariz. —Elstando mi madre enferma, recurrí a
María Auxiliadora. Habiendo sanado, agradecida

doy una limosna y publico la gracia en el Bole­
tín para ejemplo de los demás. C.L.R.
Béjar.—Agradecidas a María Auxiliadora por
su protección durante un examen de Importan­
cia, envían una limosna y animan a todos a con­
fiar en Ella en todas las dificultades de la vida.
Dos chicas.
Gerona.—Muy agradecida a María Auxiliadora

y a S. Juan Bosco por su protección mando una
limosna y espero que nos sigan ayudando.
ilf. M. A.
Madrid.—Hallándose mi esposa gravísimamente enferma y teniendo que ser sometida a una
operación de la que habla muy pocas esperanzas
de que saliera con vida, nos encomendamos a
Ella y contra todo pronóstico salló felizmente de
la misma. Hoy se encuentra casi totalmente res­
tablecida. Tanto mi esposa como yo considera­
mos la curación como un verdadero milagro de
María Auxiliadora, a la que damos públicamente
gracias enviando una limosna para su culto.
Aparicio Sanz.
Palencia.—Mi gratitud a María Auxiliadora
por un favor concedido en la persona de mi que­
rido padre a quién le salió un bulto maligno en
el paladar, considerado así por los médicos. In­
vocamos en familia el Auxilio poderoso de la
Virgen por mediación de S. Juan Bosco, cuya
reliquia «ex carne> se colocó al enfermo. Este
está hoy en perfecta salud. Rindo homenaj? de
acción de gracias a la Virgen y entrego una
limosna. P. C.
Zamora.—Agradecida a nuestra celestial Madre
Auxiliadora por recientes favores recibidos de
Ella, como la curación de una enfermedad que
aquejaba a mi padre; no haberle pasado nada a
un familiar que tomó distraídamente una solu­
ción de almidón plástico por leche; y que una
persona alejada se acercara a los sacramentos,
más otros varios favores que me ha concedido
a mi personalmente, envío una limosna y animo
a todos a recurrir a tan bondadosa Madre Auxi­
liadora. Luisa Bueno.
Aguilas.—Envío una limosna para el culto de
María Auxiliadora y en acción de gracias por
haber salido bien mi nieto de loe exámenes de
julio y una sobrina de una operación bastante de-

— 27

licada. Ruego que se publique y le pido a la Vir­
gen que nos siga protegiendo. Aíaría Mompó.
Elche.—Agradece a San Juan Bosco la ayuda
prestada en un momento de apuro, y envía una li­
mosna. Em ilia Soler Simón.
Fuerteventura.—Doy gracias infinitas a Ma­
ría Auxiliadora y cumplo mi promesa de mandar
una limosna que hice por los exámenes de un her­
mano y por todos los beneficios, que continua­
mente estoy recibiendo de su misericordiosa ma­
no. Carlota de L.
Aviléa.—Envío una limosna para cumplir una
promesa de gratitud a María Auxiliadora y a
María Mazzarello por una colocación alcanza­
da. J. Garda.
Canarias.—Doy gracias a María Auxiliadora
por dos graves operaciones que sufrí, de las que
me hallo bastante bien, y deseo se publique <^n el
Boletín. Envío una limosna para su culto. Pino
Santana Froya.
Vigo. —Después de finalizar mis estudios me
empleé, y estando en el período de prueba, todo
me salía mal. Me iban a despedir, pero invocando
a María Auxiliadora me lo solucionó todo de tal
manera que actualmente hasta me felicitan por
mi trabajo. Envío una limosna y hago pública mi
gratitud e invito a los demás a confiar en Ma­
ría. Una devota.
Salamanca.—EJsperando una vez más la protec­
ción de María Auxiliadora la invoco para que me
conceda un favor. Envío una limosna. D. R.
Madrid.—Gracias, María Auxiliadora, por la
salud del Sr. Arbones. A. L. y C. P.
Béjar.—A María Auxiliadora por los favores
recibidos envío una limosna, como muestra de
gratitud. Le pido que nos siga protegiendo. A.M.C.

Reus.—Doy Gracias a María Auxiliadora por
la protección concedida a mi hijo en los exáme­
nes. Hago público mi agradecimiento y envío una
limosna. F . T. S.
Madrid.—^Habiéndole pedido un favor a Mafia
Auxiliadora me lo concedió más pronto de lo que
esperaba. Mando una limosna y animo a los de­
más en su protección. Adela Castro.
Madrid.— Doy gracias a San Juan Bosco, pues
al encontrarse mi padre a punto de perder un pie,
le invoqué prometiéndole una limosna para sus
obras si lo salvaba. Quedó perfectamente bien.
B. A.
Barcelona.—Agradecida a San Juan Bosco y a
Santo Domingo Savio mando una limosna, pues
nunca me defraudan en mis peticiones. Angela
Gelpi de Gelpi.

Habiéndome hecho dos intervenciones quirúr­
gicas en la garganta y esperando una nueva recu­
rrí a María Auxiliadora. Agradecido por evitarme
una tercera intervención mando una limosna. Un
devoto.

Dan gracias a María Auxiliadora
Y

a San Juan Bosco y envían una limosna

Señora de Villoría, de Madrid: Josefa Jásense,
de Barcelona: Guadalupe Ferreiro, de Madrid;
María de la Soledad Cuesta, de Navarredonda de
la Sierra; Antonio González, de Salamanca; Na­
tividad Arios, de Puertollano; Dolores Muñoz M u­
ñoz, de Sevilla; Isidora Moreno, de Bilbao; Fidela
Pérez, de Madrid; una dovota de M aría Auxilia­
dora, de Villaseca; de Salamanca: I. R., I. R. A.,
T. G. y V. H .; N . N., de Valencia; una devota. A.
Martín, de Valladolid.

F a vo w es d e
S a n ta MMaminga S a v io
M ^ r o ie o to r d e

Torro».—Siendo devota de San Juan Bosco y
Domiiií/o Souio me encomendé a estos milagrosos
santos pidiéndoles que mi hijo recién nacido con
una falta en el brazo izquierdo por la parte del
hombro, fuese curado. Lo llevé al médico y me
dijo que tendría que llevarlo a un especialista por
ser bastante delicado lo que tenía, pero con tanta
fe me entregué a ellos en mis oraciones, al mismo
tiempo que le ofrecí una limosna, que a los pocos
meses observé cómo el niño movía el brazo nor­
malmente y sin ninguna clase de molestias, con­
firmándome el médico que ya no existía ninguna
clase de peligro.
28



la s B ta d r e s

tf d e

la s C a n a s

Como gratitud a dichos santos envío una li­
mosna. Antonia Ruiz Ruiz.
Tordesillas.—Habiendo tenido varios hijos muer­
tos y en espera de otro, le pedí a Domingo Sa­
vio me lo concediera con vida. Nació una niña
preciosa y considero que es un favor de Dominguito Savio. J. G. González.
Vigo. —Nació mi primer hijo siete mesino con
2 1/4 kgs. de peso y por desgracia tenía un vien­
tre voluminoso y además Dios permitió que fuera
mongólico. Me encomendé durante todo el emba­
razo a santo Domingo Savio y cuando me comu­
nicaron la noticia volví a pedir para que sucedie-

-I

ra lo mejor para el niño. A los ocho días subió
ai cielo. Elstoy plenamente convencida que esto
era lo mejor para mi hijo. Cumplí mi promesa de
dar una limosna. Ufaría Vicíono fiu».
Mérida .—Mando una limosna como gratitud a
Domingo Savio porque por su intercesión con­
siguió mi hijo tener como fija una colocación que
hasta ahora la tenía eventual. Otro hijo mío apro­
bó la reválida. Actualmente le tengo encomenda­

da otra gracia muy importante y que necesito.
C. B.
Cádiz.—Agradezco a Domingo Savio el quo

me concediera la venida feliz a este mundo de
un hijo imposible de conseguir. Mando una limos­
C.
na y deseo publiquen la gracia obtenida. E.
Aguilas .—Doy gracias a Domingo Savio por
iin^ gracia conseguida por su intercesión. Mando
una limosna y deseo se publique, ilf. .Ifoínpd.

G R A C I A S D E D O Ñ A D O R O T E A D E C H D P IT E A
ICoo|iei*acloi«ci S n l e s l n n a ]
Zamora .—^Doy gracias a Doña Dorotea por
un señaladísimo favor que creía no poder obtener
y que lo considero como verdadero milagro. Muy
agradecida envío una limosna para su causa de
beatificación. Piedad Balzá.
Reus .—^Por obtener varios favores de María
Auxiliadora y de la Sierva de Dios Doña Doro­

tea de Chopitea mando una limosna pnra las
Obras Salesianas en acción de gracias y deseo
que lo publique en el Boletín. C7«a joven.
DAN TAMBIEN GRACIAS A DOÑA DOROTEA
DE CHOPITEA Y MANDAN UNA LIMOSNA
Luis Cestero y Sra.; N . N., de Vigo.

Roguemos pDr nuestras difuntos
Salesianos fallecidos: Rvdo. D. Francisco V illan u ev a , Rvdo. D. M anuel C erdá y D. A nasiasio
M artín.
D on José B eñarán G arín 4* el 4 de noviem bre, en
San S ebastián. E special am igo de la O b ra Salesiana, en treg ó como D irector d e la C aja d e A ho­
rros P rovincial d e G uipúzcoa a la Fam ilia Salesiana, la C iu d ad D on Bosco, d e Pasajes, a y u d ó
a las obras de la casa de estudios de U rnieta.
En su m uerte se h a n destacad o las dos grandes
v irtud es d e su v id a : su íe y religiosidad, y su in­
terés p o r la Iglesia.
D oña M aría García, v iu d a d de Rosés t en Barcelo­
na, e l 13 d e n o v iem b re de 1967, C ooperadora del
Centro Santa Dorotea.
D urante su pen o sa enferm edad, larg a y molesta,
d io p ru e b a s d e su esp íritu p ro fu n d am en te cris­
tian o : su p o u n ir sus dolores al Sacrificio re d e n ­
tor de C risto p o r la Iglesia, el Papa, su fam ilia
y en esp ecial p o r la C o ngregación d e D on Bos­
co. U no d e sus m ayores consuelos y satisfaccio­
nes fue el p erten ecer a la U nión d e C oopera­
dores.
D oña E lvira Costa Cornelias, de A ym erich ^ en
San V icente deis Horts. La Fam ilia Salesiana d e
San V icen te deis Horts, h a p e rd id o en ella u na
m adre, y a q u e ella con su la b o r c a lla d a pero
eficaz y su entusiasm o p o r la o bra y su atención
a sus m iem bros la h an c o n v ertid o e n u n a v e r­
d a d e ra m adre de la misma. N o dudam os q u e si
h asta ahora h a sido su coo p erad o ra será d esd e
ah ora su fiel intercesora.
D oña M aría A lvarez A lvarez, cooperadora sale­

siana, m uerta a los 77 años d e edad, en A studi11o (Falencia).
M adre cristiana y ejem plar. Sus cuatro hijas
ap ren d iero n d e ella la v erd ad era p ied ad . La más
p eq u eñ a. Sor Carm en Ferróte, Hija d e M aría
A uxiliadora.
Fueron características suyas la ig u ald ad d e ca­
rácter y un gran espíritu d e sacrificio, no h a­
b iéndose oído jamás ni u n a sola q u eja salida
de sus labios en las pruebas de la vida.
Su m uerte seren a y tranquila, cum pliéndose en
ella las palab ras q u e tantas veces solía repetir:
iC om o se v iv e, así se muere.»
D on A ntonio N onell Comas >i< en M ataró, en no­
viem b re p.p. Fue el prim er am igo y orientador
d e los Salesianos, cu ando en el año 1905 se ins­
talaron en M ataró. Ha sido el Sr. N onell, un
g ran cooperador de esta casa# él fue q u ien el
año 1909 avisó al C olegio antes d e llegar los
incendiarios de la Sem ana Trágica. D urante nues­
tra últim a g u erra a y u d ó cuanto pudo a los Sale­
sianos y tuvo en su casa alg u n o de los disp er­
sos aspirantes a salesianos, q u e d e esta forma
p u d iero n lleg ar al sacerdocio. Poco antes de
m orir recibió la visita d e nuestro C atequista Ge­
neral, D. M odesto Bellido, q u ie n le recordó los
favores de él recibidos, lo mismo q u e otros sa­
lesianos, aú n jugándose la v id a, anim ándole por
lleg ar el m om ento d e recib ir el prem io de sus
m uchas obras buenas.
Por estos y todos los cooperadores salesianos di­
funtos elevem os al Señor frecuentes p leg arias y
apliquém osles sufragios e ind u lg en cias para q u e
pro n to p u e d a n gozar de Dios felizm ente.

— 29

Becas de formación
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P. Provincia: P.® San Juan Bosco, 74 . Barcelona-17
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Beca «José M aría Valles PIA». T o ta l: 6.000 pts.
Beca «Claudio García». T o ta l: 25.000 pts.
Beca «M aría Auxiliadora». R. V ergés L lard en t. T .: 30.000.
Beca «Doña B ibiana Socías». T otal: 17.000 pesetas.
Beca «Don Felipe A lcántara». S a rrlá. T otal: 3.000 pts.
B eca «M aría A uxiliadora». T arra sa . T otal: 15.000 pts.
Beca perp etu a «D.» C lem entlna V allm ltjana Croa de Baró».
T otal: 20.000 pts.
Beca «Sr. V.» T o ta l: 8.000 pts.
B eca perp etu a «M aría C asacuberta de Masó». T otal • 5 000
B eca «Santo Dom ingo Savio». T o ta l: 16.000 pts
Beca «E stanislao Muzás». T o ta l: 16.000 pts
Beca «San José». T o ta l: 6.000 pts.
B eca «Doña Dorotea». R ocafort. T o ta l: 27.000 pts
Beca «Santa Em ilia». T otal: 25.000 pts
B eca «M aría A uxiliadora». S a rrlá. T o ta l: 5.000 pts.
B eca «Don Jo sé Recasens». T o ta l: 4.199,60 pts
Beca «Dolores Casacuberta». T otal: 10.000 pesetas
B eca «M aría A. P o rta de D urán». T o ta l: 8.000 pts
B eca «Sr. M artín Golcochea». Colegio S a rrlá. T otal; 25.000
Beca «P. Viñas». A rchlcofradfa de S a rrlá. T otal: 5.000 otas
Beca perp etu a «J. M.» T otal: 5.000 pts.

INSPECTORIA DE BILBAO
P. Provincial: Escuelas Salesianas - Deusto-Bilbao
BECAS PE R PET U A S
Boca «San J u a n Bosco». J . Alvarez. 100.000 pesetas.
BECAS E N FORMACION
Beca «R estitución-G ratitud». J . G. 10.000 pts.
Beca «San José». J . G. 10.000 pts.
Beca «María Auxiliadora». J . G. 10.000 pts.
Beca «Doña Carm en A guirre». 5.000 pts.
Beca «Sra. Vda. de V idaurrázaga». 5.000 pts.
Beca «Fam ilia Im bert*. 10.000 pts.
Beca «Mamá M argarita». L . C añada. Pam plona. N. e • 250
pts. T otal: 18.000 pts.
Beca «Virgen Castillo». E l Royo. N. e .: 500. T otal: 9.800 pts.
Beca «M .a de los Angeles P ostigo L abrador». T o ta l: 15.000
Beca «Conchita Diez Noza». T otal; 15.000 pts.
Beca «Srtas. R am ona y Josefina de Felipe». T .: 50.000 pts
Beca «D. P e d ro Ollvazzo». T otal: 30.000 pesetas.
Beca «D. C irilo Sagastagoitia». prom ovida por los AA. AA
de BaracaJdo. T o ta l: 15.000 pesetas.
Beca «D. Jo sé D íaz de Cerio Valle y P e tra Gastón Ventosa».
T otal: 4.000 ptas.
Beca «Santísim a Trinidad». T otal: 27.000 ptas.
Beca «Carmina G utiérrez». T o ta l: 29.000 pts
Beca «Agustina Alonso». T otal: 28.000 pts.
Beca «Piedad Ramos». T otal; 38.000 pts.
Beca «Natividad Postigo». T otal: 39.000 pts.
Beca «P aqulto Gutiérrez». T o ta l: 28.000 pts.
Beca «Rosarlo Gutiérrez». T o ta l: 29.000 pts.
Beca «Fernando y Rufina». T otal: 28.000 pts.
Beca p erpetua «San Cosme y S ta Magdalena». T .: 75.000 pts.
Beca «M aría A uxiliadora». 2.» Arch. B aracaldo. T .: 13.000
Beca «F. Canales». T otal; 14.000 pts.
Beca «Matilde Pelayo». Pam plona. T otal: 5.000 pts.
Beca «D. Ram ón Zabalo». Iterae&ldo. M. Fernández. To­
ta l; 25.000 pts.
Beca «Sr. Ju stt» . D eusto (Colegio). T otal: 19.500 pts.
Beca «I. Concepción». J . L . M. T otal: 5.500 pts.
Beca p erp etu a «San M artín». T otal; Ü.OOO pts.
Beca «María Auxiliadora». Zuazo. T otal: 5.600 pts.
Beca «D. Bosco». C iudad L aboral. P a sa jes. T o ta l; 6.720
Beca «Francisco T ierra». B urceña. T otal: 8.500 pts.
Beca «Sagrada Fam ilia». San S ebastián. T o ta l: 10.000 pts.
Beca «San J u a n Bosco». S antander. T o ta l: 6.000 pts.

30 —

Beca «Santo Dom ingo Savio». S antander. T o ta l: 19.500 p ts.
Beca «José Puertas». D eusto. T otal: 10.000 pts.
Beca cSres. de Udaetxe». Bilbao. T o ta l: 34.000 pts.
Beca «M aría A uxiliadora». D. R . G. R. T o ta l: 20.000 pts.
Beca «San Andrés». B urgos. T otal: 1.327,35 pts.
Beca «N uestros M ártires». Ztiazo. T o ta l: 18.509 pts.
Beca «M aría Auxiliadora», n . T otal: 20.000 pts.
Beca «Alfonso (Mmez Pineda». Pam plona. T o ta l: 6.000 pts
Beca «S. Jo s é Obrero». (In d u striales-S a n ta n d e r). T .: 10.000.
Beca «M aría A iixilisdora». (Arch. S a n tan d e r). T .: 6.000 pts.
Beca «S. Paulino». Baracaldo. T o ta l: 23.000 p ts.
Beca «E. D. Caprani». B aracaldo. T o ta l; 6.000 pts.
Beca «D. J . Santos». D eusto. T otal: 17.000 pts.
Beca «Jesús Aznar». P rom ovida p o r D oña M aría Salm erón
Vda. de A znar. T otal: 7.000 pts.

INSPECTORIA DE CORDOBA
P. Provincial: Calle María Auxiliadora, 14 - Córdoba
BECAS COMPLETAS
Beca «J. M. M anfredini». G ranada. T o ta l: 100.000 pesetas.
BECAS E N FORMACION
Beca «Baidomero Pagán». Pozob. N. e .; 1.500. T . : 17.500 pts.
Beca «N.8 S.8 de Luna». Pozob. N. e.: 15.000. T . : 40.000 pts.
Beca cSgdo. Corazón Jesús». P alm as. N. e .: 6.533. T . : 30.395.
Beca «María Auxiliadora». M álaga. T otal: 18.300 pts.
Beca «Fam ilia Ansorena». T otal; 19.000 pts.
B eca «M.8 Aux.» Fam ilia Gómez Briasco. T otal: 39.000 pts.
Beca «Ntra. Sra. del Carmen». Pozoblanco. T otal: 36.000 pts.
Beca «Cías. Ju v e n tu d Salesiana». L a Orotava. T .: 40.000
Beca «Escuelas E xternas». M ontilla. T o ta l: 6.000 pts.
Beca «Don A ntonio Espinosa». T enerife. T .; 42.800 ptas.
B eca «Santa C ruz de Tenerife». T enerife. T .: 32.000 ptas.
Beca «Sto. Dom ingo Savio». d a s . T enerife. T . : 21.000 ptas.
B eca «Virgen del Pino». T eror. T o ta l: 47.000 pts.
B eca «Fam ilia Atilio Ley». L a s P alm as. T o ta l: 1.500 pts.
Beca «Fam ilia N aranjo». L as P alm as. T o ta l: 2.9(X) p ts.
Beca «Fam ilia Lago». L as P alm as. T o ta l: 4 . ^ p ts.
Beca «Fam ilia E . de Chacón Hdez.» L as P alm as. T . 6.100.
Beca «Fam ilia Torre». L a s P alm as. T o ta l: 3.800 pts.
Beca «Fam ilia Feo. L eón Navarro». L as P alm as. T . : 2.900.
Beca «Fam ilia L a ra Padin». L a s P alm as. T o ta l: 6.100 p ts.
B eca «Sto. Dom ingo Savio». Cías. L as P alm as. T .: 30.800.
B eca « Ju an X X III». M ontilla. T otal: 14.3M pts.
Beca «M aría Aux.» C ooperadores. A ntequera. T .; 6.500 pts.
Beca «S. J u a n Bosco». L opera (Ja é n ). T otal: 20.000 p ts.
Beca «Fam ilia E spejo Gómez». M ontilla. T o ta l: 12.000 pts.
B eca «Domingo Savio». Cías, R eligiosas del Colegio S anta
T eresa. T otal: 4.700 pts.
Beca «D. Salvador Rosés». R onda. T o ta l: 99.000 pts.
Beca «Fam ilia Muñoz». T otal: 18.000 pts.
Beca «M aría Auxiliadora». Antonio R oyán. T o ta l: 25.200 pts.
B eca perp etu a «T roya Gozálvez». U beda. T o ta l: 24.(X)0 pts.
Beca «N tra. Sra. de Consolación». T orredonjim eno. T . : 20.000
B eca «Fam ilia F ranchis». L as P alm as 1.8 e.: WO pts.
Beca «Virgen del Pino». L as P alm as 1.8 e.: 1.000 pts.
Beca «D. B ernardo L ópez Baena». Córdoba. T .: 12.0(X) pts.
Beca « P u ra Bermúdez». M álaga. T o ta l: 28.000 p ts.
B eca «Santa Isabel». G ranada. Total; 34.000 pts.
Beca «Sto. Dgo, Savio». (Tías. R eligiosas. R onda. T .: 13.0(X).
Beca «S. Jo sé y N tra . S ra. M onserrat». G ranada. T .: 18.200.
Beca «U trera Deherves». Córdoba. T o ta l: 10.000 pts.
Beca «Nicolás R odríguez». L a s P alm as. T o ta l: 2.100 pts.
Beca «San José». Pozoblanco. T o ta l: 4.CÍ00 pts.
Beca «Santa Teresa». G ranada. T o ta l: 16.150 pts.
Beca «Moisés R edondo T irado». Pozoblanco. Prom ovida
p o r D. Jo s é Fernández. T o ta l: 40.000 pts.
Beca «San Rafael». Córdoba. T o ta l: 17.737 pts.
Beca «San Miguel». M ontilla. T otal: 21.300 pts.
Beca «Manuel H ernández». L as P alm as. T o ta l: 6.000 pts.
Beca <P. S a n ta C atalina». 2.8 L as P alm as. T o ta l: 1.000 pts.
Beca «S. J u a n B autista». Córdoba. T o ta l: 13.000 pts.
Beca «M aría Auxiliadora». Pozoblanco. T o ta l: 60.000 p ts.
Beca «D. S ebastián M aría P astor». T o ta l: 4.016 pts.
Beca «R afael M oure Ríos». Córdoba. T o ta l: 8.750 pts.
Beca «D. V icente Reyes». Córdoba. T o ta l: 3.2()0 pts.
Beca «N. R odríguez». L as P alm as. T o ta l: 2.100 pts.
Beca «Sra. F . Peña». M álaga. T o ta l: 12.000 p ts.
Beca «MMitilla». Mcmtllla. T otal: 25.000 pts.
Beca «Fam ilia V argas». R onda. T o ta l; 10.000 pts.
Beca «Doña María». L as P alm as. T o ta l; 3.700 p ts.
Beca «Manuel Moreno». L as P alm as. T o ta l; 1.300 p ts.
Beca «M ártires de Pozoblanco». T o ta l: 8.726 p ts.
Beca «M atrim onio CLM-SCB». M álaga. T o ta l: 46.060 p ts.

INSPECTORIA DE MADRID - «DESAMA»
P. Provincial: Paseo del General Primo de Rivera, 25
Madrid (5) . Teléf. 227 56 91
Recordam os a todos los p a rticip a n te s en B E S A U A las
tre s categorías de Becas Com pletas:
—Beca O R D IN A R IA : SO.OOO pesetas.
—Beca M A Y O R : 100.000 pesetas.
—Beca P E R P E T U A : 950.000 pesetas.
Siem pre pueden enviar donativos para ir completando
las becas sBESAM A*.
BECAS E N FORMACION
Beca «Besama» III. C. F ., 500. T otal; 500 pts.
Beca «Sánchez Blanco» II. N. e.: 3.000 p ts. T otal: 9.000 pts.
Beca M ayor «N uestros M ártires». Gral. López de L etona.
N. e.; 7.000. T o ta l: 67.000 pts.
Beca M ayor «V. S.» P.S E xtrem ad. N. e.: 25.000. T .: 75.000.
Beca «Casimiro Ram iro». Atocha. N. e .: 2.000. T . ; 32.000.
Beca «D.a Dorotea». Mad.-D. Bosco. N. e .; 1.000. T . : 21.000.
Beca «Doña M ercedes Cruzado». T otal: 15.000 pts.
Beca «Sto. Dom ingo Savio». C.fi M.a A ux.-Atocha. Fam ilia
Cestero. T o ta l: 16.000 pts.
Beca «Arch. M.S Aux.» P.fi E xtrem adura. T o ta l: 15.000 pts.
Beca «D. F é lix González». F am ilia P ardo. T o ta l: 21.500 pts.
Beca «San Ricardo». T otal: 5.000 pts.
Beca «M.4 A uxiliadora» II. Atocha. Vda. Velayos. 300: F a ­
m ilia Cestero, 4.000. T otal: 34.825 pts.
Beca «Fam ilia D. Antonio M iranda, salesiano». T . : 15.000.
Beca «Josefa A. R oldán y Fam ilia». T otal: 30.600 pts.
Beca «Fam ilia M esonero Rodríguez». T otal: 11.000 pts.
Beca «P adre E steban». AA. AA. Palom a. T otal: 19.306 pts.
Beca «M. A. L.» T otal: 18.000 pts.
Beca «M aría A uxiliadora». Salam anca. T o ta l: 16.300 pts.
Beca «Don Juan». II. T o ta l: 10.000 pts.
Beca «B. E stanislao». F am ilia I ^ p e z Alvarez. Salam anca.
T o ta l: 30.000 p ts.
Beca «El C oadjutor Salesiano». Cías. Palom a. T .: 40.000 pts.
Beca «D. H iginio Arce», p a ra C oadjutor Salesiano. T . : 25.00U
Beca «S. F ran cisco de Sales». E strecho. T otal: 9.645 pta.
Beca «P adre E steban». AA. AA. Palom a. T otal; 9.S00 pta.
B eca «Vda. Casanovas». T o ta l: 5.000 p ts.
B eca «F. de B.». B éjar. T o ta l: 25.000 pts.
B eca «Vda. de P ujadas». T otal: 12.000 p ts.
Beca «Centro Juvenil». P.S E x trem ad u ra. T otal: 13.600 pts.
Beca «N tra. Sra. de las A ngustias». Arévalo». T . : 26.500 pts.
B eca M ayor «Sta. T eresa y S. Vicente». T otal: 98.000 pts.
Beca «N tra Sra. del Carm en y S. Lucas». T o ta l: 24.000 pts.
Beca «Doña Carm en Olalla». T otal: 35.000 pts.
Beca «Manuel Nicolás». T o ta l: 10.000 pts.

INSPECTORIA DE SEVILLA - «BESASE»
P. Provincial: Calle María Auxiliadora 18 . Sevilla
Teléfs. 35 04 86 . 35 01 00
BECAS E N FORMACION
B eca «Corpus Christi». J . Q uintana. Sevilla. N. e.: 100 pe­
setas. T otal: 10.030 pts.
Meca «M.& Auxil.» p o r A. R ., Sev. N. e.: 600. T .: 5.000 pts.
Beca «M ártires Salesianos de Morón». Morón, l.ft e .: 1.816.
Beca «N tra. Sra. Sgdo. Corazón». Morón. T o ta l: 20.CI00 pts.
B eca «Stella M aris». Huelva. T o ta l: 28.100 pts.
Beca «Colegio Salesiano». E cija. T o ta l; 26.600 pts.
B eca «Virgen Victoria». M érida. Total: 65.600 pts.
B eca «Clemente Guede». Cádiz. T otal: 6.776 pts.
Beca «Santo Dom ingo Savio». E cija. T o ta l: 23.000 pta.
Beca «Colegio Saleaiano». Sevilla. P o r A. R. ' Ono pts.
Beca «N tra. Sra. del Rosario». R ota. T o ta l: ...oOO m i.
B eca «D. F . J a v ie r Montero». Tota*: 7.600 pt».
B eca «Santiago Apóstol». Cádiz. T o ta l: 60.000 pts.
B eca «M aría Atixlliadora». P u e rto Real. T o ta l: 14.000 pts.
Beca «Don F lorencio Sánchez». 3ev.-1M n. T otal: 10.000 pts.
B eca «D. L uis H ernández». Sevilla T rin id ad . T o ta l: lO.OrtO.
Beca «Rvdo. Tom ás González». Sevilla. Trisma. T .: 2S.000.
Beca «Bodas de Oro». Al. G uadaira. T o ta l: 60.000 pta.
B eca «Cor. de Jesás». H . Dfia. Salvadora G a rd a . T . : 10.000
Beca «V. Esperanza». Sevilla. T o ta i: 1.750 pts.
B eca «D. J u a n Torres». Jerez. T o ta l: 20.000 pts.
B eca «Sgdo Corazón». Coop. U trera. T o ta l: 63.000 pts.
Beca «R. Romero». S. J . del Valle. T o ta l: 6.193 pts.
B eca <D. A ndrés Yun». A lg e d ras. T o ta l: 5.000 pts.
B eca «F. Molpeceres». Carm ona. T o ta l: IS .l’*'' ota.
Beca «C. I. C o t^ ra d o re s » . T o ta l: 15.000 p ts
B eca «C. S. San Pedro». Sevilla T o ta l: l.ono {-«.
B eca «Doña. Jo s e fa R odríguez». T o ta l: 2.000 ots.
B eca «I. Concepción». L e L ínea. T o ta l; 500 p ts.

Beca
Beca
Beca
B eca
Beca
Beca
Beca

«M aestro Pagés». Cádiz. T otal; 13.295 pts.
«San Ju a n Bosco». (3.4). R. U. S. T otal. 'i.OOO pta.
«F. Alcalá Viva». Morón. T otal: 10.000 pts.
«San Andrés». P . del Condado. T otal: 5.CKX) pt».
«P. A gustín Nofré». U trera. T otal: 26.810 pts.
«San J u a n Bosco». Cáceres. T otal: 16.750 pts
«D. José Canal». Sevilla. T otal; S1.5C0 pta.

INSPECTORIA DE VALENCIA
P. Provincial: Calle de Sagunto, 212 - Valencia
BECAS PER PETU A S
Becas P e rp e tu a s «D. Francisco y D.* Pllni . ftmdnd.ta |>or
D.4 H ilaria Rom anó, en mem oria de axis padrea. T otal;
250.000 pesetas.
Beca «D.6 Jo sefa M.B Canollos Pntuel Vda. do L lop-, T o­
tal: 100.000 pts.
Beca «Santo Domingo Savio» en m em oria de Doña Ana Ma­
ría González Llacli. T otal: 100.000 pta.
BECAS EN FORMACION
Beca «M aría Pciro* en m em oria do su esposo, p, e. 10.000.
Beca «San Cayetano». N. c .: 8.000. T otal: 38.000 pts.
Beca «Cooperadores de Valencia». T otal: 8.500 pts.
Beca «Azul y Rosa». T otal: 27.600 pta.
Beca «Círculo Domingo Savio». l . i e .; 1.500 pts.
Beca perpetua «Juan Manuel», por D.B Carm en Gómoc de
T ortosa. Alcoy. l.B e .: 50.000 pts.
Beca «Niño Je sú s dol Milagro». T otal; 30.000 pts.
Beca «Rvdo. D. M ariano Aisa». B urrlana, T o ta l: 17.600 pts.
Beca «San B ernardo». Villena. T otal: 22.000 pts.
Beca «Ntra. Sra. Pilar*. Zaragoza. N. e .: 10.500. T . : 43.600.
Beca «Antonia Cabot». Albacete. T otal: 26.000 pts.
Beca «Jesús Mendlvil». Valencia T otal: 25.000 pts.
Beca «D. L uis Berengner». Alicante, T otal: 20.000 pts.
Boca «P. Tarín». Godella. T otal: .'i 000 pta.
Beca «T rabajo y Honradez». Valencia. T otal: 24.000 pts
Beca «San Vicente». Valencia T otal: 54,0(¥) pts.
Beca «Archicofradía de M. A. 2.4». Prlm'>ra e.; 4.000 pta
Beca «Francisco Serrats». Valencia T otal: 8 00n pts.
Beca «Ramón Guerrero». Albacete. T otal: 12.550 pts.
Beca «San Agustín*. Alcoy. T otal: 18.000 nts.
Beca «Virgen de Luz». Cuenca. T otal: 13,725 pts.
Beca «Colegio Salesiano». Valencia. T otal: SS.rrfio pts.
Beca «Perpetuo Socorro». Valencia. T otal: 6.000 pts.
Beca «San José». Alicante. T otal: 10.(XK) pts.
Beca «Virgen del Pilar». Alicante. T otal: 6.(X)0 pts.
Beca «Colegio Salesiano B urriana». T otal; ll.OCÍO pts.
Beca «D. Jo sé Calasanz». T otal: 14.026 pts.
Beca «Antiguos Alumnos» Valencia. T o ta l' 2.050 pts.
Beca «Colegio San Ju a n Bosco». Valencia. T o ta l: 6.000 pt*

INSPECTORIA DE ZAMORA
P. Provincial: Universidad Laboral - Zamora
BECAS EN FORMACION
Beca «P. M iguel Salgado». Vigo. S. M atías. T .; 49.160 p ts.
Beca «San José». Vigo. S. M atías. T otal: 59.000 pts.
Beca «M.4 Auxil.» Zam ora. Rey F ernando. 1.1 e .: 10.000 pts.
Beca «M aría A uxiliadora». Oviedo-Naranco. T otal; 1 7 . ^ .
Beca «D. P ed ro Olivazzo». A studillo. T otal; 12.376 pts.
Beca «Domingo Savio». León. T otal: 16.666 pts.
Beca «Virgen de Vlllanueva». Allariz. T otal: 21.125 pts.
Beca «N tra. Sra. de Covadonga». T udela Veguln. T .; 19.346.
Boca «M aría A uxiliadora». AlIarlz. 1.1 e .: 25.000 pts.
Beca «San Benito». Allariz. T otal; 28.000 pts.
Boca «José Sabaté». Vigo. T otal: 31.00G pts.
Beca «Don Em ilio Montero». Orense. T otal: 22.800 pts.
Beca «D. Jo sé Saburido». Orense. T otal: 22.000 pts.
Beca «D. E rn esto Armcllcs». Conifla. (Colegio). T .: 33.760.
pesetas.
Beca «M aría A uxiliadora. Celanova. N. e .: 30.000. pesetas.
T otal; 32.000 pesetas.
Beca «M aría Auxiliadora». Are. Zam ora. T otal: 19.500 pts.
Beca «P. C irilo Sagastagoitia». León. T otal: 36.100 pts.
Beca «D. Tom ás Bussons». Vigo. 8. Alatías. T o ta l; 20.000 p.
B eca «M.4 Auxiliadora». Vigo. S. M atías. T o ta l: 32 000 pts.
Beca «San C ristóbal». Vigo. 8 . M arías. T otal; 8.000 ptas.
Beca «Doña L ucía Bechade». C am badni. T otal: 14.260 pts.
Beca «P. F ila Arce». (Bodas de P la ta ), táasaveo. T .: 32.000.
Beca «Sto. Dom ingo Savio». Vigo. 8 . ft «tías. T o ta l: 10.600.
Beca «Cooperadores Cánido». Vigo. 8 M stlas. T .: 9.000 pts.
Beca «San Ju a n Bosco». Vigo. H ogar. T otal: 7.000 ptas.
Beca «Ceferino Nam uncurá». Vigo. L o g a r, l o t a i : 8.000 pts.
Beca «María A uxiliadora». Vigo. H ogar. T o tc l: 5.00C ptas.
B eca «Sto. Dom ingo Savio». ^ m b a d o s . T o ta l: 14 500 ptas.
B eca «San José». Cmnpafílas. Zam ora. T otal. 11.000 ptas.
Beca «José Irisa rri» . E stu d ian tes. Z am ora. T . : 7.250 ptas.
B eca «Círculo Sto. Dom ingo Savio». Zam ora. T .: 14.000 pts.
B eca «S. León Magno». Zam ora. T o ta l; 26.000 p^sn.
Beca «Sto. Dom ingo Savio». Aviiés. T o ta l; 4.600 pesetas.

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Deseamos
a nuestros lectores

FELIZ AÑO NUEVO
Que la bendición de Dios
haga
que el 1968 sea:
AÑO DE GRACIA
AÑO DE FE
AÑO DE NUESTRA INCORPORACION
A CRISTO EN EL APOSTOLADO

PARA NUESTRAS HIJAS
PARA LAS JOVENCITAS

PRIMAVERA
REVISXA JUVENIL FEMENINA

P R I M A V E R A e s /a r e v i s i a s i m p á t i c a , q u e H e ^ a e n s u s p á g i n a s

u n a o le a d a

d e lu x a s u s h o r a s d e e s p a r c im ie n t o .

Suscripción anual: 132 ptas.
Suscripciones en PRIMAVERA: Paseo San Juan Rosco. 24 ■BARCELONA-17

E scuela G ráñca Salesiana: M adrid-A tocha

Número suelto:

12 ptos.

Fecha
1968.01