BS_1966_06

Ficha

Título
BS_1966_06
Descripción
Boletín Salesiano. Junio 1966
extracted text
ASO LXXX - Núm. e - ORGANO DE LOS COOPERADORES SALESIANOS - Junio líMiG

NO HAY DE8CRIM1NACI0N RACIAL
NI «APARTHEID» EN IOS COLEGIOS
SALESIANOS DE KATANGA

Los ñiños son campo abonado para sembrar en ellos las sanas y
cristianas ideas de amor entre todas las razas y todos los hombres.
En ellos está la esperanza de un futuro me|or en las relaciones
de todos los hombres. Por eso los salestanos del Congo en sus
escuelas y talleres promueven las amistades y el trato entre niños
negros y blancos, convencidos de que quienes se amaron de ni­
ños no podrán odiarse de hombres.

BOLETIN SALESIANO
ORGANO DE LA PIA UNION DE
COOPERADORES SALESIANOS
Revista de la Obra de Don Bosco
AÑO LXXX - Núm. 6 - Junio 1966
D IR E C T O R :

JA V IE R RUBIO IBAÑEZ
D IR E C C IO N , R E D A C C IO N Y

A D M O N .;

Alcalá, 164-Apartado 9134
Teléfono: 255 20 00
MADRID-2
Depósito legal: M. 3.044-1958
(Con censura eclesiástica)

C. o. Saleslana: Madiid-Atocha

S

u

m

a

r

i o

MARIA, MADRE DE LA IGLESIA..................
EL PAPA EN LA PARROQUIA SALESIANA
DEL TESTACIO...................................................
EL CURA DE LAS SERPIENTES.......................
SAN JUAN BOSCO PATRONO OFICIAL DE
LA PATAGONIA..............................................
COOPERADORES Y CONCILIO.—MENTALI­
DAD N U E V A ...................................................
BODAS DE ORO DE D. VALENTIN GRASSO .
NOTICIARIO GRAFICO SALESIANO . . . .
COOPERADORES EN A CCIO N .......................
EN LAS RIBERAS DEL Y A U P I.......................
DESDE HONG-KONG.—¿DONDE ESTA MI
PADRE?................................................................
CRONICA DE GRACIAS.....................................
BECAS SACERDOTALES.....................................

CONSEJO SUPERIOR DE LA CONGREGACION SALESIANA.—En primera fila. De
iiquierda a derecha: D. Arqnimedes Pianani - D. Roger Pilla - D. Albino Fedxi*
? otti • D. Luis Ricceri - D. Modesto Bellido - D. Cayetano Scrivo ■ D. Luis Fiora.
n segunda fila: D. Bernardo Tohill - D. Pedro Gamero - D. Ernesto Giovannini
D. Guido Borra - D. Isidro Segarra - D. Juan Ter Schure • Tibtircio Lupo.

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MARIA
MADRE DE LA
Roma, en el siglo V después de Cristo,
murió un niño cristiano que atendía por el
curioso nombre de Mago. La losa que cu­
brió su sepulcro, con su inscripción, ha lle­
gado hasta nosotros y se conserva en el museo del
Laterano. En ella sus padres vierten su pesar y su
sentimiento ante la pérdida del hijo¡
•Mago, niño inocente, has comenzado a vivir en­
tre los inocentes. ¡Cuán segura está ahora tu vidal
¡Cuánta felicidad para ti, que apenas salido de este
mundo, has sido acogido por la iMadre de la Iglesia 1
Reprimamos pues, los gemidos de nuestro corazón y
enjuguemos las lágrimas de nuestros ojos».
Cuánta poesía y cuánta fe en esta lápida sepulcral.
El pequeño niño romano, perdido para su madre te­
rrena ha corrido a refugiarse en el regazo de la Ma­
dre celeste. Es sorprendente que aquellos lejanos fie­
les llamaran ya a la Virgen con el nombre de Madre
de la Iglesia: el mismo Título que Pablo VI le con­
firió oficialmente durante el Concilio Vaticano II al
término de la tercera etapa del Concilio, 21 de no­
viembre de 1964.
Aclamado por los Obispos y entre ardientes aplau­
sos dijo: «Para gloria de la Virgen, para aliento nues­
tro. Nos proclamamos a María Santísima «Madre de
la Iglesia», esto es, madre de todo el pueblo de Dios,
tanto de los fieles como de los Pastores, que la llaman
Madre amorosísima. Y queremos que de ahora en
adelante sea invocada y honrada, cada vez más, por
el pueblo cristiano con este suavísimo título».
María. Madre de la Iglesia, no es un título nuevo.
Fijado hace mil quinientos años en la fría lápida se­
pulcral de un niño romano, era usado con frecuen­
cia por los cristianos. Así lo atestiguan los escritos,
los teólogos y los libros litúrgicos y devocionarios. En
un himno litúrgico dd 1200 se halla la estrofa:

E

n

«Oh Virgen, Madre de la Iglesia,
Puerta de la gloria eterna,
ruega por nosotros que te festejamos».
En 1330 se hallaba muy difundida entre los fieles
esta invocación:
«Oh Abogada nuestra. Madre de la Iglesia, vuelve
tus ojos llenos de misericordia y de esplendor a la
Iglesia tu hija.» En los ílorílegios marianos pue­
den encontrarse decenas de testimonios semejantes
a estos. A tan hermoso titulo mariano sólo le faltaba
la aprobación oficial de la Iglesia y eso es lo que
hizo Pablo VI aquella mañana del 21 de noviembre.
APARECIO F.N EL CIH.O UNA GRAN SEÑAL
La maternidad de María respecto a la Iglesia se
desprende de la Biblia y no sólo del Nuevo Testamen­
to, sino también del Antiguo en cierta manera, por­
que es un acontecimiento ligado al misterioso desig­
nio de la redención, escondido en la mente de Dios
desde el principio.
En los comienzos de la historia de la salvación,
cuando Dios prometió a la humanidad un Salvador,
amenazó a la Serpiente, que había arrastrado a los
primeros padres al pecado: «Pondré enemistades en­
tre tí y la Mujer; entre tu descendencia y la suya. Ella
aplastará tu cabeza y tú pondrás asechanzas a su
calcañar. >
La descendencia de la mujer no es solamente el Sal­
vador, es también d Cuerpo Místico de Cristo, el
reino del Mesías, la Iglesia entera.
San Juan en d capítulo XII del Apocalipsis lo deja
entrever: son pocos versículos, pero preciosos; la Li­
turgia ios escogió c<MDO primera lectura en la misa


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en honor de María Auxiliadora, cuya fiesta acabamos
de celebrar. El vidente de Palmos describe en ellos
una dramática visión, tenida por él y que represen­
ta al vivo la lucha entre la serpiente y la Mujer y
entre sus respectivas descendencias.
Oice¡ Apareció en el cielo una señal grande: una
mujer envuelta en el sol, con la luna debajo de sus
pies y sobre la cabeza una corona de doce estrellas.»
Mas he aquí que aparece en la visión el enemigo de
la Mujer: «Apareció en el Cielo otra gran señal, y vi
un gran dragón del color del fuego» que era «la anti­
gua Serpiente, el demonio, esto es Satanás, el seduc­
tor del mundo entero.»
Sigue diciendo San Juan del Dragón: «Con su cola
arrastró la tercera parte de los astros del cielo y los
arrojó a la tierra.» Los teólogos con unánime coinci­
dencia interpretan que esos astros derribados son los
ángeles rebeldes, los que forman la descendencia del
diablo. San Juan presenta así la descendencia de la
Mujer:
«La Mujer dio a luz un niño varón, que ha de apa­
centar a todas las naciones con cetro de hierro».
Sobreviene la lucha anunciada en el Antiguo Tes­
tamento: «El Dragón se preparaba a tragarse al niño
apenas naciese, pero sus planes se desvanecieron por(|ue -el Hijo fue arrebatado a Dios y a su trono. La
mujer huyó al desierto, en donde tenía un lugar pre­
parado por Dios».
EL ULTIMO DESESPERADO COMBATE
«Entonces, prosigue San Juan, hubo una gran ba­
talla en el cielo: Miguel y sus ángeles peleaban con
el dragón y peleó el dragón y sus ángeles y no pu­
dieron triunfar ni fue hallado su lugar en el cielo,
lú e arrojado el dragón grande, la antigua serpiente,
llamada Diablo... Entonces -co n tin ú a San Ju a n - oí
una gran voz del cielo que decía: Ahora llega la sal­
vación. el poder, el reino de nuestro Dios y la auto­
ridad de su Cristo... Por eso regocijaos cielos y todos
los que moráis en ellos.»
Mas la batalla no terminó con esto. So desplazó
del cielo a la tierra solamente. Por eso prosigue el
Vidente: «Ay de la tierra y del mar. porque descen­
dió a vosotras el diablo, animado de gran furor, por
cuanto sabe que le queda poco tiempo».
Tras haber intentado inútilmente poner insidias
contra la Mujer, la antigua serpiente entabló un úl­
timo dcsesf>erado combate, que dura hasta nuestros
días en el que los hombres soti espt'ctadores y par­
ticipantes: «El dragón: «furioso fuese a hacer la gue­
rra contra el resto de su descendencia, contra los que
guardan los preceptos de Dios y tienen el testimonio
de Jesús».
Con estas palabras se cierraií la visión de San
Juan, el cual como muy bien se ha podido notar, no
limita la descendencia de la Mujer únicamente al Ni­
ño. que regirá a) mundo con cetro de hierro, sino
que la extiende a los restantes hijos de la mujer, a los
que obedtxx'n las órdenes de Dios y dan testimonio
(le Cristo. De ahí que la desauidencia de María se
entiende no en sentido individual sino colectivo. Con
toda justicia, pues, y precisión los cristianos han
llamado a lo largo de los siglos a María Madre de la

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Iglesia y con todo derecho el Papa confirmó la le­
gitimidad de este título.
MADRE PARA SUS HIJOS
¿Qué Madre terrena no ayudará a sus hijos? Con
mayor razón lo hace la Santísima Virgen, que es de
todas las madres la más poderosa y buena.
Como buena madre madrugó en demostrarlo. En
Caná influyó en que se produjera el primer milagro
de Jesús. En el Calvario, donde Jesús nos rescataba
con su sangre María se asoció a El con su dolor y
su obediencia. El día de Pentecostés, cuando el Señor
vivificó su Iglesia con el soplo del Espíritu, María
estaba presente en el Cenáculo. En los albores de su
vida la Iglesia gozó de la asistencia de María. Ahora,
asunta al cielo, María ejercita su maternidad con su
mediación y auxilio. Porque es Madre de la Iglesia
se hace Auxiliadora de los Cristianos.
No cabe la menor duda de que el nuevo titulo de
María le había causado vivo gozo a Don Bosco, que
siempre vio a la Iglesia ligada indisolublemente a
María. El cuadro concebido por Don Bosco para Ma­
ría Auxiliadora nos la presenta rodeada por los Após­
toles solamente, por incapacidad de lugar, pero él la
quiso rodeada de toda la Iglesia, puesta en medio de
ella como Reina y Madre.
¿Por qué el Papa ha querido darle este título oficial­
mente durante el Concilio? Hubo por esos días algu­
no que mostró su descontento. Se sabe que la doctri­
na de la Iglesia acerca de María es uno cíe los puntos
de discrepancia con los protestantes. «Por un equivo­
cado concepto de ecumenismo - declaró el cardenal
Siri - han creído algunos incautamente que se debía
atenuar en la Iglesia la expresión del culto a la Vir­
gen. ¿Pero no sabemos, ha remachado el cardenal,
(lue los protestantes están buscando precisamente una
Madre? Volverán a la Iglesia porque la Iglesia tiene
una Madre, María Santísima. La invocación de María
como Madre de la Iglesia, valdrá, por tanto, para
acercar a nosotros a los protestantes».
El cardenal Siri, adujo otro motivo al firmar que
nunca, como ahora, siente la Iglesia la necesidad de
la protección de María. Amenazan a la humanidad
demasiados peligros. «En el mundo de hoy hay locos,
aun más. han aumentado. Al aumentar los locos
aumenta la posibilidad de que la paz del mundo se
pierda. He aquí porqué la Iglesia se ha sentido como
im niñO: se ha dado cuenta que la fuerza del viento
contrario se ha hecho más impetuosa. Entonces ha
alargado su mano y le ha dicho a la Virgen: Madre,
tú nos trajiste a Jesús, lo nutriste, salvaste, lo acompa­
ñaste en las horas de dolor y te retiraste en las del
triunfo. Volviste cuando volvieron aquéllas y fuiste
al encuentro de ia cruz donde pendía tu Hijo. En­
tonces, Madre, acuérdate que también eres madre
nuestra.»
Oración sencilla y filial que corresponde plenamen­
te a las intenciones de Pablo VI, quien al proclamar
a María Madre de la Iglesia dijo: «De esta manera en­
tendemos confiar a los cuidados de la Madre celeste
la familia humana entera, con sus problemas y sus
afanes, con sus legítimas aspiraciones y sus ardien­
tes esperanzas.»

EL PAPA
EN LA PARROQUIA SALESIANA
DEL TESTACIO

ROMA.—El 20 de marzo, Pablo VI visitó la parroquia salesiana de Testado, siendo
clamorosamente acogido. Entre los dones que le ofrecieron no faltó el simbólico
cordero.

había visitado el
Testado u n Papa. Pa­
blo VI llegó a él el 20 de
marzo, entre un mar de
banderas blancas y ama­
rillas que escribían sus colores en
el délo agitadas por el entusiasmo
desbordante de millares de niños
y niñas de los Oratorios festivos
del Testado.
unca

N

Era el cuarto domingo de Cua­
resma y el Papa, Obispo de Roma,
realizaba una de las ya acostum­
bradas, y sin embargo tan espe­
radas. visitas a sus parroquias.
Fue recibido por el Redor Mayor
a las 4 y media de la tarde en el
patio del Oratorio salesiano, escu­
chó el discursito de un niño de
seis años; temUó por él cuando

vio que se cortaba y perdía el hi­
lo de sus palabras, lo cobijó bajo
su manto para consolarlo, recibió
de sus manos las ofrendas «para
el hambre del mundo», que k>s ni­
ños habían recogido, y finalmen­
te escuchó el discursito, esta vez
de una niña, que le ofreció un ra­
mo de flores. En este momento el
entusiasmo de los pequeños feli­

te, que se aventurase por las calles
del Testacio, conía riesgo de ser
apedreado por la chusma y jamás
se libraba de las subidas injurias
en las que tan rica es la jerga ro­
mana. En el barrio se predicaba y
se practicaba el sacrilegio, se paro­
diaban los ritos sagrados y se bau­
tizaba con vino. La historia peque­
ña de Roma cuenta cosas peores,
difíciles hoy de creer y penosas de
recordar. Con razón el Cardenal
español Vives, definió al Testacio
la «China» de Roma.
Con una maniobra, estilo Cata­
cumbas, penetró el cristianismo en
el barrio; la primera misa se cele­
bró el año 1887, en la tienda de
un zapatero convertida en capilla.
Una comunidad de monjas tuvo su­
ficientes arrestos para instalarse y
en 1889 ofreció la capilla del con­
vento como iglesia parroquial pro­
visional al primer párroco, el cual
prudentemente puso su domicilio
fuera del barrio. Las monjas empe­
zaron abriendo un oratorio para las
niñas: algo por el estilo realizó un
seglar para los niños: abrió tímida­
mente sus puertas una escuela pon­
tificia y hasta una Conferencia de
San Vicente de Paul. Fue como una
cabeza de puente, pero quedaba
toda la batalla por dar.

greses se desl)ordó y las autorida­
des se vieron y desearon para con­
seguir un poco de orden y silen­
cio. Pablo VI exhortó a sus peque­
ños «hinchas» a querer siempre a
su parroquia y a empeñarse en ser
buenos cristianos, rezó con ellos un
Avemaria, saludó a los de las pri­
meras filas y cuando una nube de
palomas remontaba su vuelo ha­
cia lo alto se encaminó procesio­
nalmente a la Iglesia para celebrar
la Santa Misa.
Don Carlos Torello, recuerdo vi­
vo. con sus 80 años, de los tiem­
pos heroicos del l'estacio «comen­
tó! «F1 Testacio se ha ganado la
visita del Papa.» Y quien sabe có­
mo il)an las cosas entonces, no pue­
de menos de estar de acuerdo con
él.

LA -CHINA» DE ROMA
¿Cómo era entonces el Testacio?
Pió XI dejó un recuerdo, que se
remonta a sus tiempos de estudian­
te, a los años 1879-86: «Había al­
guna chabola, simulacros de casas,
y luego... el desierto».
El hampa de Roma habia hecho
de él su guarida. Pordioseros y ma­
leantes sin techo ni pan se reco­
gían en él después de haber reco­
rrido to<la la ciudad para sustraer­
se a la vigilancia y planear tran­
quilamente sus negocios poco lim­
pios. Poco a poco se les fueron
agregaiulo elementos de toda laya
y procedencia, sin tradiciones co­
munes y de difícil amalgama. No
había Iglesia, y las infraestructuras
sociales brillaban por su ausencia.
El Testacio era un campo abierto
y arado li.sto para recibir la semi­
lla del anticlericalismo. Y la semi­
lla cayó abundantemente.
Los círculos anarquistas crecie­
ron y prosperaron en las mismas
barbas do la ley y sobrevivieron
al fascismo. Don Torello recuerda
estas frases intercambiadas con un
jefedllo anarquista:
- ¿Cuántos sois?
- Somos 655 - declaró el anar­
quista coií cierto orgullo.
- Y no ¿tenéis miedo?
- Retamos todos armados.
I.as organizaciones «republica­
nas» no eran menos aguerridas ni
menos anticlericales. L'n sacerdo-

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LA CliLPA LA TUVO UNA
PIEDRA

ROMA.—En una de las visitas
cuaresmales que el Papa gira los
domingos a las diversas parro­
quias romanas tocó este año a
la salesiana del Testacio; barrio
redimido a lo largo del siglo por
la labor de heroicos salesianos
que supieron soportar, con espe­
ranza de días mejores, insultos,
S edradas, amenazas y calumnias.
oy el Testacio es una parro­
quia donde florecen toda clase
de Asociaciones apostólicas. En
la loto superior la procesión que
se encamina a recibir al Papa.
En la inferior el niño Marcos rerisse que le dirigió un saludo en
nomore de todos los niños.

Los salesianos se establecieron en
el Testacio por culpa de una pie­
dra, mejor de una pedrada. En oc­
tubre del 1900 un Monseñor del
Vicariato de Roma abordó al Con­
sejero del Capítulo Superior, Don
Cerruti, que estaba de paso en Ro­
ma y lo convenció de que debían
dar un paseo en coche por el Tes­
tacio. Atrincherados tras las dis­
cretas cortinillas de la carroza, los
dos eclesiásticos recorrieron las ca­
lles del peligroso barrio sin ser ad­
vertidos y sin incidentes. Al re­
torno fueron descubiertos por la
chiquillería. Un proyectil lanzado
con gran tino se estrelló contra los
vidrios de una ventanilla, p>enetró
derecho hasta alcanzar los de la
ventanilla de enfrente y salió por
la parte opuesta dejando tras si ios
cristales hechos pedazos. El Monse­
ñor se limitó a comentar:

-V e a , Don Cerruti si hacen fal­
la aquí los salesianos.
- Sí, Monseñor, replicó el salesiano. Los enviaremos.
Hacía dos años que algunos sa­
lesianos residentes en el Sacro Cuore acudían diariamente al Testado
a dar clase en la escuela pontificia.
En 1901, se establecieron definiti­
vamente en un edificio alquilado
al que pasaron la escuela y el ora­
torio. Inmediatamente los anticle­
ricales abrieron un centro de re­
creo al lado mismo y se encendió
la lucha. Volaron palabrotas, pe­
dradas. garrotazos y algún que
otro tiro.
Los salesianos no se amedrenta­
ron y en 1903, abrieron una ‘es­
cuela nocturna y proyectaron la
edificación de la Iglesia parroquial,
Santa María Libertadora que ahora
alberga diversas pinturas pertene­
cientes a la más antigua iglesia ro­
mana dedicada a la Virgen.
Naturalmente el dinero para
construirla faltaba, pero los Coope­
radores solicitados por el «Boletín
Salesiano», ayudaron generosamen­
te. Los albañiles, casi todos ellos
anticlericales, declaraban, con gus­
to, frecuentes huelgas para demo­
rar lo más posible la terminación
y decían con sorna: Ahora hace­
mos la Iglesia, pero luego la echa­
remos abajo». Fue inaugurada en
1908 y por primera vez un Papa
ha dicho Misa en ella el 20 de
marzo de 1966.
Don Torello, sobreviviente de
los tiempos heroicos, recuerda que
dos salesianos fueron apaleados.
Recuerda también las p>eripecias
que tenía que pasar para dar cla­
se de catecismo. Entonces en las
escuelas estatales sólo se enseñaba
religión si los padres lo solicitaban
y Don Torello, que era el profesor
de una de las escuelas no muy dis­
tante de la casa salesiana, iba acom­
pañado de dos guardias hasta el
mismo portal. El primer día se ha­
lló en una amplia clase con solo
doce niños asustados; pero poco a
poco los niños fueron aumentando,
llenaron d aula y terminaron por
no caber, pues pasaban de cien.
L n día, mo\idos por esa inspira­
ción festiva propia de la niñez, le
acompañaron en masa hasta la ca­
sa salesiana. Algunas mujeres \iendo al cura en medio de tanto chi­
quillo comenzaron a insultarle. Ni

cortos ni perezosos los chiquillos
echaron mano a su fácil recurso a
las piedras y, si no fuera por la rá­
pida intervención de Don Torello,
las mujeres hubieran guardado un
largo y no grato recuerdo de sus
palabras. Don Torello aprovechó
para dirigirse a las mujeres, respal­
dado por los bravos honderos y
decirles:
- ¿Qué mal os he hecho? Mi­
radlo, son vuestros hijos. Los Ins­
truyo. los hago jugar. ¿Por qué me
insultáis?

la parroquia arrastró una vida pre­
caria. Al principio los fieles eran
pocos y tímidos. El primer mes de
mayo nadie acudió a o.'lebrarlo.
Unos cuantos niños y una docena
de mujeres. En la procesión final
muchos niños y casi nigün adulto.
La procesión se atrevió a salir del
patio vsalesiano y fue recil)ida a pe­
dradas. -Los padres, consta en las
crónicas, tiralran piedras contra
sus hijos».
Al año siguiente 1910, fue la co­
sa mucho peor. Los «republicanos»

■lí M
ROMA.—En su visita al Testacio, Su Santidad, penetró en el Patio
del Oratorio Salesiano. Los miles de niños y niñas congregados en
él aclamaron cariñosamente al Papa y le ofrendaron diversos dones
que Pablo VI recibió complacido. Luego estrechó las manos de los
alineados en las primeras filas.

El. QUE TIENE HILO TEIE
El primer párroco del Teslacio
tuvo un dia con un tragacuras del
barrio las siguientes palabras:
- ¿Por qué habéis venido los
salesianos a este barrio?
Por que hay jóvenes.
- Para los jóvenes estamos nos­
otros.
- Pero son jóvertes católicos.
- ¡Qué católicos ni que ocho
cuartos! Son nuestros. Quítenselo
de la cabeza, no venceréis.
- Veremos, le respondió el pá­
rroco. Quien tenga más hilo, más
tela tejerá.
Eran los comienzos del 1909.
Hasta la prim ea guerra mundial

se alinearon frente a la iglesia, in­
sultabais y molestaban a los niños,
se peleaban con los jóvenes del
círculo e interrumpían el sermón
ílel párroco.
Cuando la estatua de la Virgen
apareció en la puerta aquello fue
el fin del mundo: gritos, blasfe­
mias, imprecaciones. Los f i e l e s
reaccionaron vigorosamente y gri­
taban: Viva .María y los contrarios
g r i t a b a n «Viva Jordán Bruno.»
tjordano Bruno, ha sido siempre
símbolo de los llamados «víctimas
del clero»). Ambos coros se supe­
raban en potencia de gritos para
ver quien hacía callar a quien.
Don Torello oyó de labios de una
mujer del pueblo esta jaculatoria
— 7

que difícilmente encontraremos en
los devocionarios: Oh María, San­
ta Maria hermosa, se meten conti­
go, jlos oyes? contigo. Hazlos mo­
rir bien muertos a esos truhanes,
lintre jaculatorias e imprecaciones
la procesión caminaba despacio,
cuando de improviso se oyeron
toques de corneta, l,legaban los
guardias con un comisario al fren­
te. l.a chusma se replegó. Los fieles
terminaron la procesión y volvie­
ron a sus casas casi a escondi­
das. No todos llegaron sanos: a
más de uno se le vapuleó por el
camino.
No mucho después los anarquis­
tas, convocados y arengados por
un albañil, que había participado
en la construcción de la Iglesia,
realizaron una marcha sobre el
restado. La gente, oliéndose lo
peor, atrancó puertas y ventanas.
Los tragacuras desfilaron al son de
tambores, bien encuadrados, pre­
cedidos por muchachos vestidos
de «bersaglieri» agitando numero­
sas banderas. Al llegar a la altura
de la Iglesia potrían cabeza abajo
las banderas en señal de desprecio.
Otra bravuconería se permitie­
ron a costa de una cruz de made­
ra li*\’antada sobre el monte Testacio. hl Testacio, conviene recor­
darlo. es un monte o así se lo pa­
recía a ios romanos antiguos, for­
mado con los restos de las vasijas
o ánforas en que se llevaban a Ro­
ma los cereales y el aceite de las
provincias. No cabe duda que un
inien estrado del mismo está for­
mado con las ánforas rotas, hechas
en Tarragona. En la cima del l’estacio había una cruz de madera
y los -republicanos» la abatieron:
en su lugar dejaron un letrero tojo
que decía «Por venganza». Los
fieles del Leslacio, mediante una
suscripción sustituyeron por una
de hierro v la fijaron coi\ cemen­
to al suelo, .^^ln está et\ el ntismo
lugar.
La guerra europt'a w hó mucha
agua sobre la {XHiueña guerra del
Testado: al \'olver la paz tenta­
ron las escaramuzas. En 1920, en
la vitrina parroquia de San Sabas
una procesión corría el riesgo de
no poder celebrarse, porque no ha­
bía quien quisiera llevar la cstátua. Sabido por los jttvenes del ora­
torio del Testacio ellos la llevarott.
A su vuelta fueron agredidos y
apaleados. Don Torello recuerda

que tuvo que curar once cabezas
sanguinolentas y acompañó a 1
puesto de socorro a catorce mu­
chachos.
Luego llegó el fascismo y pasó.
Hoy los salesianos siguen en el
'Lestado: tuvieron más hilo y han
tejido la tela.
LA AYUDA SECRETA DEL
PAPA
La parroquia del Testacio cuenta
en la actualidad 18.000 fieles y se
distingue por ser una de las más
activa.s de la ciudad. La vida re­
ligiosa penetra y fermenta la vida
comunitaria. La piedad eucar'stica es muy intensa: en 1965 se re­
partieron 215.000
comuniones,
unas 600 diarias. Sería muy largo
enumerar las asociaciones apostó­
licas de toda clase que en ella fun­
cionan.
San Pío X, en 1908, previo de
alguna manera y hasta profetizó
esta primavera espiritual. Al reci­
bir a Don Miguel Rúa, después de
la consagración de la Iglesia, le di­
jo: «Seréis combatidos por vues­
tros enemigos, pero no os desani­
méis. Sed fuertes en la lucha: si
perseveráis, cosa de la que estoy se­
guro y que se desprende de vuestta manera de ser hasta ahora, mis
queridos hijos de Don Hosco - los
frutos que cosechéis serán copio­
sos - . Veréis en la tierra correr ha­
cia la casa de Dios numerosas per­
sonas y en el cielo tendréis fru­
tos abundantes, porque Dios sa­
brá recompensar con creces vues­
tra olrra».
Pío X no se limitó a palabras.
En 1910 los salesiaiíos impartían
la enseñanza en la casa alquilada,
con todas las molestias que eso
supone. Tenían los planos de im
nuevo wlificio, pero como siem­
pre los medios estaban en bolsillos
ajenos. Se tratal>a de 150.000 li­
ras, de las de entonces. Un día
P ío X recibió en audiencia al salesiano P. Conelli.
- Necesito de vosotros un favor,
dijo el Papa.
- Mande. Santo Padre.
- El Testacio no tiene todavía
escuelas propias.
- E s así. Santo Padre.
Ambos repasaron la situación.
.\1 fin Pío X concluyó:

-¿C u á l, Santo Padre? Pregun­
tó el P. Conelli.
- Que nadie, absolutamente na­
die. sepa quien os da los dineros.
Y comenzad enseguida.
Los salesianos del Testado no
se lo hicieron repetir dos veces y
al año siguiente inauguraban las
nuevas escuelas construidas con
la ayuda secreta del Papa.

j.

UN BARRIO BUENO: ESCO­
GIDO BELLO
El 20 de marzo, Pablo VI en la
iglesia, que edificaron albañiles an­
ticlericales y se olvidaron de echar
abajo, rezó apenas entró en ella
las promesas bautismales. La gente
que tuvo que quedarse afuera ya
no gritaban «Viva Jordán Bruno»,
repetía con fe: Creo, prometo... re­
nuncio.
Luego el Papa dijo la Misa en
italiano; recibió de manos del pá­
rroco un millón de liras para la
Campaña de! Hambre y un corde­
ro, obsequio de los matarifes del
barrio. A su vez el Papa regaló a
la parroquia la planeta y el cáliz
con que había celebrado y una li­
mosna para los pobres de la ba­
rriada.
En su homilía pronunció estas
palabras: Testacio, un nombre que
cMi otros tiempos daba un poco de
miedo y desconfianza se ha con­
vertido en una barriada hermosa,
selecta y buena, llena de muchas
energías espirituales.
Mientras tanto entre la gente cir­
culaba una octavilla escrita en dia­
lecto romano en verso, titulado:
El Papa en el Testado.
Se encamina hacia la parroquia,
y por las calles
ve la gente que saluda y se arrodilla
a lo largo de las aceras...
Con sus brazos abiertos sobre
el barrio
recoge las miserias de la gente
porque siente sus lágrimas,
sus penas,
sus disgustos.
Toda las ahnas inocentes
andan vestidas de candor
para ofrecerlas en el altar
del Señor.
También por este inspirado ho­
menaje popular merecía el Testa­
cio que el Papa lo visitase.

8

i

En cuanto los chiquillos de T o­
kio divisan de lejos a don Ri­
chard Goris lo señalan con el dedo
y exclaman con alegría: *E1 cura
de las serpientes»; luego corren a
él, se le estrechan en torno y le­
vantan sus naricillas mirándole de
hito en hito y aguardando les diga
algo de sus serpientes. Don Ri­
chard Goris, es un salesiano jo­
ven, oriundo de Estados Unidos.
Quien lo ve una vez ya no se le
despista más. Mide uno ochenta y
cinco de estatura; tiene espalda de
púgil y calza unos zapatos en los
que caben tres pies normales de ja­
poneses. Sonríe incluso cuando es­
tá serio y tiene la facilidad de pro­
vocar las más sonoras y contagio­
sas carcagadas. Hoy este cura nor­
teamericano tiene adeptos y sim­
patizantes en todo el Japón. La Te­
levisión japonesa lo ha llamado va­
rias veces a sus estudios: a él y

a sus terribles amigas, las serpien­
tes.

EPISODIOS ESCALOFRIANTES
La primera vez que la televisión
japonesa se interesó por él fue a
título de crónica por un suceso de
miedo. Un día una gruesa serpien­
te pitón que el buen salesiano
guardaba con las debidas precau­
ciones, a pesar de ellas, se eclipsó
sin previo aviso. Una pitón suel­
ta no es una broma; constituye en
una ciudad un peligro público y
se dio la voz de alarma. Dieron
con ella un mes después, localiza­
da a 25 kilómetros del punto de
fuga. Estaba tostándose perezosa­
mente en la orilla de un río. Los
cameramen de la TV. tuvieron su
faena. Otra vez volvía el P. Goris

de dar una conferencia sobre ser­
pientes, ilustrándola con la exhi­
bición de diversos ejemplares. En­
tre ellos una boa. Esta fue la prota­
gonista del suceso. El P. Goris, to­
mó un taxis. La boa forcejeó y
se salió del saco sin que el sale­
siano se diese cuenta y se acomo­
dó en el a.siento libre. iJegado a
destino, el Padre pagó y se metió
en casa tan tranquilo. La que no
se metió tan tranquila en el taxis
fue la señora que quiso tomarlo
después de él. Vio la serpiente,
lanzó un grito y se desmayó. Acu­
dieron los de la TV y de nuevo
tuvieron su faena. La más famosa
y la más clamorosa intervención
se la deparó una serpiente de cas­
cabel, temible por su poderoso ve­
neno. Un día se le puso enfermo
el mejor ejemplar de serpiente de
cascabel de su particular colección.
H P. Goris le andaba desinfectan— 9

TOKIO.—El P. Ricardo Goris actuando ante las cámaras de la televisión tokiota
con algunos ejemplares de su serpentario. Los japoneses han encontrado simpático
el programa del salesiano y
bautizado con el nombre de «el cura de las
serpientes».

do la boca, pero su extraño cliente
perdió la paciencia y le lanzó una
dentellada que le alcanzó en un
dedo. Era la primera vez que en
Japón una serpiente de cascalx;!
envenenaba a un hombre: acudie­
ron a curar y presenciar el caso
unos veinte médicos especialistas
y tampoco faltaron esta vez ios
muchachos de la televisión para
ver cómo salía del apuro el P. Goris. Salió bien y perdonó al agre­
sor.

mal. El P. Goris fue llamado a la
televisión p>ara protagoniz,ar una
serie de emisiones acerca de las
serpientes. Llevó consigo a sus
alumnos y los telespectadores con­
tuvieron más de una vez la res­
piración al contemplarles jugue­
teando con las cobras y viendo a
los jovencitos echarse al cuello una
serpiente viva como si fuese una
estola.

El año pasado se conmemoraba
en lapt>n el año de la serpiente.
EJ viejo calendario nipón divide
el tiempo en doce periodos de
doce años y cada período está de­
dicado simix3licamente a un ani­

UNA AFICION
CURIOSA Y PELIGROSA

10



Naturalmente para el P. Goris
las serpientes no son únicamente

una afición, todo lo peligrosa que
se quiera, pero al fin y ai cabo me­
ra afición. Empezó con ella desde
niño, criándolas en los cajones de
la cómoda de su casa sin que su
madre lo supiera, la cual le había
prohibido frecuentar tan malas
compañías. En Japón figura como
uno de los fundadores de la «So­
ciedad Japonesa de Herpetología»,
dedicada al estudio de las serpien­
tes y lleva publicado un volumen
con sus estudios sobre los reptiles.
Mas aunque nadie conseguirá
arrancarle su afición él dedica sus
horas principales a la enseñanza
del inglés en el Instituto Técnico
Salesiano, de Tokio y a la direc­
ción del Oratorio Festivo.

Su gran despacho refleja plena­
mente sus variadas ocujjaciones:
junto a un montón de juegos y
de libros en inglés, acoge cuader­
nos por corregir, cachivaches y el
variado repertorio de cosas nece­
sarias en un Oratorio; y todo vi­
gilado por 200 ojos fríos de ser­
piente. Las serpientes cómodamen­
te instaladas en cajas de madera
con puertas de cristal ocupan tres
de las cuatro paredes del despa­
cho. Las hay de todas las clases y
de todos los continentes: desde las
innocuas culebras de agua a las
boas de fatales espirales, a la ana­
conda. a las cobras, a la serpiente
de cascabel cuya mordedura no
perdona. En el patio alberga dos
cocodrilos y varios lagartos gigan­
tes. Se halla en relación con estu­
diosos de todo el mundo y man­
tiene su serpentario y lo enriquece
cambiando ejemplares japoneses
por otros extranjeros.

ier del presidente ya ba i>edido el
bautismo y el marido ha hecho
saber que seguirá a su mujer en
la fe. De esta manera este sacer­
dote que con frecuencia saca de
paseo a sus serpientes como si fue­
ran perros, se introduce en el inun­
do de la cultura ganándose simpa­
tías y aprecio para la joven Igle.sia
japonesa. Se renueva el milagro de
Don Cimatti: éste se introdujo gra­
cias a lo música, el P. Goris a las
serpientes.
Por otra parte la serpiente es uit
animal muy respetado en el lapón¡ es símbolo de paz. de prospe-

lidad, de fortuna y de salud. Quien
sueña con una serpiente, creen, se
hará rico. A los japoneses les gus­
tan las serpientes, hasta el punto
de que en Tokio existe un restau­
rante donde se puede comer carne
de st'rpicnie hasta hartarse. El Pa­
dre Goris aprovecha la coyuntura
favorable entre su afición y la men­
talidad japonesa.
El apóstol San Pablo e.scribía:
Prol>adlo todo y quedaos con lo
bueno. El que tanto entendía de
formas de apostolado es de creer
que daría su aprobación al apos­
tolado del «cura de las serpientes».

TOKIO.—A los programas de televisión el Padre Goris suele llevar
muchachos y muchachas a los que ha introducido en el secreto del
trato con las serpientes y hacen con ellas toda clase de exhibiciones.

LOS JAPONESES GUSTAN
DE LAS SERPIENTES
El P. Goris ha sabido dar a su
afición una función apostólica.
Profesores de universidad, médi­
cos, maestros, periodistas y sim­
ples curiosos que han visto sus
programas televisivos van a visi­
tarlo porque quieren conversar
con este extraño cura católico que
trata familiarmente con las serpien­
tes. Vienen a verle por las serpien­
tes: esto es lo que cuenta para
ellos, pero tras la serpiente, como
en el paraíso terrenal, viene la in­
tervención de Dios.
Cuando era clérigo llegaron a
verle cuatro estudiantes para ha­
blar de reptiles. Se hicieron ami­
gos. Pasaron horas enteras hablan­
do de culebras. El clérigo les habló
después de Dios y los muchachos
se dieron cuenta que era mucho
más interesante hablar de Dios que
de serpientes. Más tarde el clérigo
Richard Goris fue ordenado sacer­
dote y dos dias después tenía la
dicha de bautizar a sus cuatro ami­
gos. Uno de ellos es ahora clérigo
salesiano.
L'na profunda amistad bga al
P. Goris con d presidente de la
«Sociedad Herpetológica*. La mu—

11

SAN JUAN BUSCO
PATRONO OFICIAL
DE LA PATAGONIA
12

El 31 de enero p. p. entra en la
historia de la Patagonia como el
día del reconocimiento oficial de
su Santo Patrono, por parte de las
cinco Provincias que conforman el
territorio patagónico. Una activa
Comisión de Festejos no descuidó
detalles de la magna fecha. Durante
el MES DE DON BOSCO los dia­
rios, Radios y Televisión de Co­
modoro Rivadavia salpicaban el
programa diario con pensamientos
textuales de Don Bosco. La nove­
na fue predicada por el escritor Jesuitd, P. Alberto Ibáñez Padilla,
quien diariamente extendia a la teleplaíea y a los radioescuchas el
beneficio de la predicación reali­
zada en la Iglesia Catedral.
Entretanto la fiesta del Santo Pa­
trono de la Patagonia cobraba re­
percusión nacional por la iniciati­
va de ubicar en todo el País a to­
dos los exalumnos de hace más de
50 años que hubieran cursado es­
tudios en cualquier Colegio Salesiano o de María Auxiliadora de
Id Patagonia. Dichos exalumnos y
cxalumnas serán condecorados el
15 de agosto próximo, al cerrarse
el año sesquicentenario del Naci­
miento de Don Bosco. Además un
GRAN CONCURSO FOTOGRA­
FICO NACIONAL interesó a los
fotoaficionados de la República so­
bre una Exposición de fotografías
sobre motivos religiosos. Unas 200
ampliaciones fotográficas esperan el
veredicto de un jurado especial
que premiará a las mejores con
viajes de turismo gratuitos por to­
da la Patagonia.
Llegado el lunes 31 de enero,
por primera vez toda la Patagonia.
gozó del día feriado que cada Pro­
vincia había fijado para las fiestas
del Patrono. La Misa Concelebrada
de las 11 horas dio ocasión al Co­
ro Parroquial de la localidad de
Sarmiento para ejecutar por prime­
ra vez motetes folklóricos con letra
litúrgica, al compás de guitarras y
tambores. La Procesión del Santo
Patrono engalanó las calles del re­
corrido hasta la Municipalidad con
la algarabía de bander¿is. cantos.
fer\-or y rezos. La Sagrada Imagen
que fue bendecida en Roma por

ORDENACIONES SACERDOTALES

S. S. Juan X X in cerca de la Urna
de Don Bosco, volvió al Palacio
Municipal donde siete años antes
había sido condecorada con las In­
signias del Patrono de la Ciudad.
Pero esta vez el Delegado perso­
nal del Excmo. Sr. Presidente de la
República. Dr. Rodolfo Arambarri,
Subsecretario del Culto de la Na­
ción, le impuso las Insignias oficia­
les de PATRONO DE TODA LA
PATAGONIA que fueron bende­
cidas en Roma, por S. S. Paulo \H.
el 25-VIII-65. El acto se transmitió
en cadena con todas las radios na­
cionales del País y muchas radioe­
misoras particulares. Sobre la Ban­
da de Honor del Santo Patrono
cada Gobernador de Provincia, o
Delegado de él. fue colocando el
escudo de su Provincia. Los dis­
cursos del Subsecretario de Culto
y del Gobernador del Chubut can­
taron la epopeya heroica de la
Conquista Espiritual de la Patagonia realizada por el gran Profeta
de la Patagonia: San Juan Bosco
y sus hijosj los Salesianos.
La imagen del Santo Patrono,
ya condecorada, regresó luego
triunfalmente a su Catedral en
construcción cargado con la respon­
sabilidad de medio millón de súb­
ditos diseminados sobre un millón
de kilómetros cuadrados. Don Bos­
co nunca rehuyó responsabilida­
des. en vida, y más tratándose de
la Patagonia. Y ahora desde el
Cielo, ya no se trata de la Pata­
gonia inhóspita del siglo pasado
sino del asombro incontenible de
gobiernos y de pobladores que
febrilmente desentierran los tesoros
que el Santo vislumbraba en sus
visiones proféticas de 100 años
hace. Los devotos de Don Bosco
de todo e! País consideran la Ca­
tedral de Comodoro Rivadavia,
anclada en el corazón Geográfico
de la Patagonia. como un elocuen­
te monumento de gratitud de los
Argentinos hacia el gran Civili­
zador de esas tierras. Las paredes
V el techo del t«nplo se yerguen
cada vez más desafiantes contra
los vientos patagónicos atestiguan­
do cada día más de amor que sus
habitantes le profesan.

'' i

/ J,

lURlN.—Todos los años en la Basüica de María Atudiiadora se ordenaron solemnemente sacerdotes salesia­
nos de diversas nacionalidades. Asiste el Rector Mayor
Y el Consejo Superior y se reprodncen las escenas emo­
cionantes que embargan especialmente a las madres de
los ordenados.

Cooperadores

y

Concilio

mentalidad nueva

Hasta hace poco la mentalidad de que el seglar es­
taba como fuera de la Iglesia, en postura extraña, pa­
siva y hasta hostil, estaba tan difundida que se lle­
gaba con facilidad a la conclusión de que la Iglesia
eran los sacerdotes.
Lo mismo que en terreno civil se pensaba de la
autoridad, cuando se hablaba del Estado, esto es que
las autoridades son el Estado, así sucedía cuando se
hablaba de la Iglesia que se le confundía con sus
ministros.
Esta mentalidad hoy, después del Concilio, no tie­
ne respaldo alguiro. En el plano de los estudios se
ha elaborado una teología completa del laicado, hace
años un seglar escribió un librito titulado «NOS­
OTROS, LA IGLESIA». Era un precursor del actual
movimiento integracionista de los seglares en la Igle­
sia con todas sus ventajas y deberes.
Tal movimiento que se insinuaba lenta y tímida­
mente ha recibido el pleno espaldarazo y el comple­
to reconocimiento en los Documentos Conciliares.
Basta leer aunque sea de corrida el Decreto sobre el
Apostolado Seglar y la Constitución Dogmática acer­
ca de la Iglesia para advertir el gigantesco paso dado
por la teología del laicado y el potente soplo pentecostal que ha barrido toda una mentalidad ajena.»
lustamente se ha hecho observar que asi como el
Concilio de Trente fue el Concilio del Clero, porque
do él salió renovado, el Vaticano II es el Concilio del
l.aicado, que en él ha encontrado la Carta Magna de
su existencia y acción.
La nueva mentalidad se pone de manifiesto en el

mw
TURIN.—El la­
moso Abbé
Piene, de Pa­
rís, in n d a d o r
de la cCasa de
Emmarisa para
los mendigos 7
«clomardis» de
París dio en la
Casa Madre
u na conferen­
cia s o b r e el
hambre en el
mundo.

modo de tocar el tema de la Iglesia. Un esquema al
modo antiguo hubiera adoptado inmediatamente el
orden de presentar una Definición clara y neta de la
Iglesia, sociedad visible.- hubiera seguido por el Papa,
los Obispos, clero secular y regular para terminar con
un capítulo-apéndice sobre los seglares. .
Por el contrario el Lumen Gentium emprende su
acción partiendo de la unidad fundamental del Pue­
blo de Dios, del que todos formamos parte: no uni­
dad monocolor e indiferenciada, sino orgánica como
todo lo vivo con su especificación y variedad de
funciones en los diversos miembros. Pero la unidad
se presupone como el sustrato del que emergen todas
las distinciones y en el cual van a parar reabsorbidas
definitivamente: unidad del Pueblo de Dios que es
sacramento de la unidad misma de Cristo.
Y he aquí otro admirable cambio de perspectiva:
no se presenta la Iglesia exclusiva o principalmente co­
mo una sociedad, sino como misterio, sacramento, o
sea, como un ente visible, que nos relaciona con otro
invisible, significado y realizado: comunidad de sal­
vación en la que los creyentes se encuentran con
Cristo, vivo y resusitado en el Espíritu Santo, anima­
dor del organismo entero.
El Concilio en vez de presentar al seglar negativa­
mente y antipáticamente como alguien que no es
sacerdote ni religioso, lo hace positivamente, como
un miembro de plenos derechos, sin disminuciones o
reducciones, del Pueblo de Dios, de esta comunidad
de salvación, que, cual signo levantado en medio de
los pueblos, realiza su peregrinación, ahora bajo la
nube de la fe, después en el mediodía esplendoroso
de la Gloria.
•Con el nombre de seglares se abarca a todos los
fieles que después de haber sido incorporados a
Cristo por el Bautismo y hecho Pueblo de Dios y par­
ticipantes, en su medida del oficio sacerdotal, profético y real de Cristo, realizan por su parte en la
Iglesia y en el mundo la misión propia de todo el
pueblo cristiano.»
En estas breves pero densas frases de la Constitución
conciliar queda revelado el genuino perfil del seglar
católico y las líneas de su actividad específica, borra­
das u oscurecidas en tiempos pasados.
EL SEGLAR INCORPORADO A CRISTO
A través del Bautismo - puerta de ingreso en la
Familia o Pueblo de Dios - el hombre es incorporado,
injertado vitalmente en Cristo: toma su imagen hasta
el punto de ser reconocido por el Padre como hijo.
Bajo este aspecto de la incorporación a Cristo v
de la filiación divina todos somos iguales en la Igle­
sia: solamente varía el grado y la cantidad de la Gra­
cia y de la correspondencia personal. Ser hijos: esta
es la condición previa para toda otra cuestión acerca
de las diferencias de funciones y cometidos en la
Iglesia.

I

f

EL SEGLAR ES SACERDOTE
Del hecho que el seglar es miembro vivo de Cristo
se deriva lógicamente que participa de las mismas
dotes y prerrogativas de Cristo. El Concilio, a pesar
de las vacilaciones de muchos, ha hecho suya la doc­
trina tradicional de que todo bautizado participa del
sacerdocio de Cristo. Además del sacerdocio jerár­
quico que da el poder de obrar, consagrar, obsolver,
santificar y enseñar como instrumentos de Cristo,
existe un sacerdocio común expresado en los textos re­
velados y por los Santos Padres, y con el que todo
fiel está revestido en virtud misma del Bautismo.
Todo el Pueblo de Dios es un pueblo sacerdotal
habilitado para el culto de Dios: el seglar por el Bau­
tismo adquiere un carácter sagrado que lo hace idó­
neo para ofrecer a Dios un culto saaiíicial.
En cuanto sacerdote el seglar puede y debe ofrecer
a Dios hostias y sacrificios espirituales, o sea:
* el obsequio de la mente en el acto de fe
* la sumisión de la voluntad en la fidelidad a la ley
de Cristo
* el propio cuerpo, «hostia grata a Dios»
* la participación f>ersonal de los sacramentos y en
p>articular del culto eucarístico, al que en último
término se refieren todos los demás.
* su actividad «secular», «profana», familiar, profe­
sional, cívica
* sus «limosnas», la disponibilidad de los bienes co ­
munes para que lleguen a todos los hombres.
EL SEGLAR ES REY
Cristo es rey, porque tiene el supremo dominio so­
bre todas las cosas: hombres, espíritus, mundo. Todo
lo creó el Padre por El, y todo lo puso en sus manos:
todo lo salvó H y lodo lo entregará El al Padre el
día de la restauración final.
El seglar bautizado es hecho también partícipe de
esta dignidad real. El seglar, (que está en el mundo
aunque no es del mundo) está llamado a adquirir fir­
memente el dominio de sí mismo, librándose progre­
sivamente de la servidumbre del viejo fermento de la
culpa: a liberar a los hombres, a la familia y a la
sociedad de la esclavitud del demonio, de las escorias
del pecado, de la sordidez que lo envilece: humani­
zando, animando y restaurando todo y a todo, a fín
de que el Reino de Dios halle progresivamente su
encarnación en el mundo, y la persona humana no
sea esclava de las estructuras y de las cosas, sino que
pueda usar de ellas libremente para su propio des­
arrollo y ser verdaderamente libre y reconocer a Dios
como único Señor.
Tal «animación cristiana» del orden temporal, lla­
mada también consagración dd mundo (terminología
de la que se abstieiren los documentos conciliares por
su ambigüedad), constituye el cometido específico,
aunque no exdusivo, del lateado católico, en cuanto
seglar.
a SEGLAR ES PROFETA
No se ha de pensar en la capacidad de anunciar
futuros acontecimientos ni tampoco en el poder de
enseñar infaliUemente. En sentido amplio profeta es
el que da testimonio a Dios con su propia vida, con
la palabra y olnas de apostolado.

La colonia lituana de aspirantes salesianos, en
Italia, dejó constancia de su fe con esta artística
cruz de madera que domina buena parte del
Valle de Acosta.
El seglar que vive en el mundo, debe demostrar
con su vida fiel al Evangelio que Cristo es siempre
actual, que sólo El puede salvarnos. Este testimonio
para el que nos habilita de modo especial el sacramen­
to de la confirmación, se manifiesta en la vida, en
la palabra franca, en el diálogo abierto, en la profe­
sión competente y penetrar de sentido cristiano, y
en las muchas y variadas formas de apostolado seglar.
Gracias a esta prerrogativa profética todo el Pueblo
de Dios testimonia además que Dios es fiel a sus pro­
mesas y que la unión amorosa en el Espíritu de Je­
sús, característica fundamental de la asamblea cristia­
na, es un preanuncio de la plena realización unita­
ria final, cuando Dios será todo en lodos.
No se puede finalmente olvidar, que el Pueblo de
Dios, por la indefectible asistencia del Espíritu Santo
cuando unitariamente profesa una verdad de fe. goza
de infalibilidad y constituye un argumento para even­
tuales definiciones dogmáticas, como aconteció con
el dogma de la Irunaculada y de la Asunción de la
Virgen.

Tanta y tan grande dignidad del fiel cristiano le
ha de servir más que de orgullo, que ser de poco,
para comprometerse. Porque dice el Concilio: «Re­
cuerden bien los hijos de la Iglesia que su privilegiada
condición no es debida a sus méritos sino a una es­
pecial gracia de Cristo: por lo cual si no corresponden
con el pensamiento, con las palabras y con las obras,
no sólo no se salvarán, sino que serán más severa­
mente juzgados.


15

Bodae de O ro
Sacerdotales
de*°Don

VALENTIN
GRASSO






Fue M a e s tro de N o­
v ic io s d e l C a r d e n a l
S a le s l a n O f R a ú l S i l v a
A stu d illo.— C on motivo de sus Bodas de Oro sacerdotales y de las
Bodas de P la ta con la Casa de Astudillo, la población entera ha dedi­
cado un hom enaje a D. V alentín Grasso, que desde hace 25 años viene
trabajand o al sei’vlclo principalm ente de la juventud del pueblo.
Hom bre infatigable ha sido p ara todos modelo de tra b a jo , de sacriflció, de entrega y de humildad. L a fam ilia salesiana de este pueblo y
las Autoridades Civiles y E cle siá stica s han participado en este hom e­
n aje con su presencia y con la concesión de distinciones honoríficas al
festejado.
E l P adre G rasso que habla sido profesor del hoy Cardenal Salesiano
Arzobispo de Santiago de Chile, llega a esta fech a'cu m b re de su sa cer­
docio cargado de m éritos y de ejem plaridad.
E l acto m ás destacado del día fue la M isa Solem ne oficiada por
D. V alentín, L a hom ilía corrió a cargo del D irector del Teologado S alosiano de Salam anca, D. Jo sé Antonio Rico, a. a. de este Colegio.
E n el T eatro P rin cipal el Alcalde Presidente entregó al festejad o el
titulo de h ijo adoptivo y un Cáliz, obsequio del pueblo. E l Delegado
Provincial de Juventudes le entregó una placa de p lata como hom enaje
do la juventud astudillana.
Cerró el acto el P . Ju liá n O caña, D irector del Secretariad o N acional
do Form ación P rofesional de la Iglesia.
Al mediodía D. V alentín acogió en su m esa a los invitados entre los que
figuraban los diversos D irectores de la Casa de Astudillo en los años en
que ha trab ajad o en ella D. V alentín y los Inspectores de Zam ora y
Madrid.
Clausuró la jornad a el festejad o con palabras que vibraban de sa tis­
facción sacerdotal y de emoción salesiana.

Apadrinados por D. Emilio Sendino, alcalde de Astudillo, y su
señora Doña Carmina Ferróte,
D. Valentín Grasso celebró una
misa solemne seguida de besa­
manos (loto sup.) En el Teatro
Principal, estando presente todo
el pueblo, se le nombró hijo
adoptivo de Astudillo y el D. P.
de Juventudes le entregó la «Pla­
ca de la Juventud» (loto interior
izq.). En la otra, D. Julián Ocaña,
ex-director del aspirantado de
Astudillo durante su interven­
ción.

NOTICIARIO
GRAFICO
SALESIANO

El Cardenal Suenens, primado de
Bélgica, rodeado de los Superio­
res Salesianos, junio al monu­
mento de Don Bosco en el Ora­
torio de Turin.

Primera misa de un sacerdote ja­
ponés, celebrada en Tokio.

Ji

£1 ministro japonés de Educa­
ción Nacional, Nakamura Umekichi, inauguró en su visita a las
Escuelas Profesionales Salesianas
de Toldo una moderna m á q ^ a
de imprimir. La visita del minis­
tro a las Escuelas es una prueba
del aprecio que gozan aiüe las
autoridades de la nación.

r

COOPERADORES
EN ACCION
ORENSE.—Cooperadores de la Inspectoría de San*
tiago el Mayor, que han hecho ejercicios cerrados
en la casa diocesana de Orense.

«L a m ás sa n ta entre las obras san­
tas es c o o p e r a r en la salvación de
las alm as». E s ta sentencia de San
Ju a n Crisóstomo era tan fam iliar a
D. Bosco, que la citab a en todas sus
Conferencias a los Cooperadores y la
repetía como un s lo g a n para que se
les m etiera en sus corazones como
un clavo santo. E n ella está conteni­
da la razón m ism a del nom bre: Coo­
perador. S a n Pablo a firm a que somos
c o o p e r a d o r e s d e D ios en el plano de
la salvación.
P o r esta razón el nombre dado
por Ju a n Carlos Borrom eo a los se­
g lares que cooperaban con los párro­
cos en el cuidado de las alm as ju v e­
niles en los O ratorios festivos, tr a ­
ducía m ejor que ningún otro la idea
de Don Bosco a cerca del v e r d a d e r o
c ristia n o que se preocupa de salvarse
y de sa lv a r a los demás.

ZAMORA.—Jóvenes zamoranas que han dado su nombre a la
Cooperación Salesiana.

L os papas, desde Pío I X a Ju a n
X X I I I , entendieron a los cooperadores
salesianos en el sentido paulino de
«cooperadores de Dios». Ju a n X X I I I
en la audiencia concedida a los Coo­
peradores el día de la Ascensión del
1959 definió con solo tre s palabras
latinas, que estam pó al pie de una
foto suya, el program a de los sale­
sianos externos: Cooperaíoribua m in ísíerti n ostri.
A los cooperadores de nuestro mi­
nisterio.

ALCOY.—Siguiendo su tradicional costumbre los jóvenes coopc
redores de Alcoy han iniciado la serie de Ejercicios Espirituale
cerrados con este grupo de 27.
18

E l m inisterio del P apa, de los Obis­
pos, de los párrocos, es esencialm en­
te sa lv a r alm as. E l P a p a Ju a n vio en
la T ercera F a m ilia S alesiana válidos
cooperadores de su m inisterio papal.
Don Bosco se hubiera emocionado
h a sta las lágrim as, al leer esas tres
palabras, precisam ente porque su
ideal era crea r una Unión d e S e g la r e s
a l s e r v ic io d ir e c to d e l P a p a y d e la
Ig le s ia , tan to que en uno de sus es­
critos Uamó a los Cooperadores la
«Obra d e l Papa».

T
CADENA DE LUZ
Como mancha de aceite, lenta­
mente, se va extendiendo Cade­
na de Luz. Es una exquisita obra
de caridad que los Cooperadores
Salesianos van realizando. Los
eslabones de la luminosa Cade­
na van encendiendo horas de
paz en hospitales, sanatorios, cár­
celes. Ayúdales con tu óbolo
grande o pequeño; pero ayúda­
lacer
les. Siempre es tiempo de nt
una buena obra.

EN SEVILLA

EJERCICIOS CERRADOS PARA MATRIMONIOS DE COOPERADORES
S ev illa .— Once m atrim onios, fo r­
mados por Cooperadores S a lesia ­
nos, han realizado ejercicios espi­
rituales cerrados durante tre s días
completos en la C asa de E je r c i­
cios de San Ju a n A znalfaracheSevilla.
L a característica m ás notoria
de los m atrim onios participantes
ha sido la satisfacció n por verse
reunidos en un am biente que rá ­
pidamente se tornó de íntim a y
espiritual fam iliaridad: las m ism as
religfiosas que atienden la casa de
ejercicios no salían de su asombro
ante la actitud de aquellos m atri­
monios.

O tra nota es el entusiasm o por
el Concilio.
L a s m editaciones y las pláticas
tenían lugar en los documentos
conciliares correspondientes en la
mano, viéndoseles subrayar aque­
llos puntos sobre los que desea­
ban ñ ja r luego su atención.
Elem ento esencial de los e je rc i­
cios fue el diálogo, la convivencia.
Desde el prim er día se encontra­
ban como si hubieran convivido
siem pre ju n to s y los tem as de
conversación los de los E jercicio s.
L os encuentros duraban algu­

nos m ás de dos horas y había que
term inarles por fuerza, pues to ­
dos deseaban siguiera.
Como elem ento de perseveran­
cia y prolongación de los tres días
tan provechosos y gozosos se aco­
gió la idea de fundar los H oga­
res Don Bosco.
Una nota sim pática y de color
preciosa la dieron dos niñas, h^as
de uno de los m atrim onios el cual
deseando hacer ejercicios, pero no
teniendo con quien d ejarlas, las
H erm anas de la Casa, com pren­
sivas en grado sumo, las admi­
tieron y cuidaron de ellas.

• Grupo de 11
matrimonios co­
operadores sale­
sianos que prac­
ticaron E je r c i cios Espirituales
en S. Ju an de
AZNALEA­
RA C H E .

— IP

T
S una tarde de calor fuerte. Una de tantas
que han pintado en el agua las palmeras
reales que rodean la cercana laguna.

E

las R iberas
del ITaupi

p o r A NTON IO IR U R R E
m is to n o r o s a lo s lo n o

Sobre el camino que atraviesa los cam­
pos de cultivo y se pierde luego en la flo­
resta, aparecen pequeños grupos de jíbaros que se
acercan.
Ya llegan. Sus pies descalzos traen regueros de
barro que el sudor ha hecho con el polvo recogido.
Algunos hace más de dos horas que comenzaron a
andar.
Otros grupos van descendiendo por la senda me­
dio escondida entre la maleza que desde las últimas
estribaciones de la Cordillera Andina conduce a la
misión. Cuando al doblar el último recodo divisan
las planchas de zinc que cubren la iglesia de madera
brillando a los rayos del sol, los caminantes cortan
con sus machetes amplias hojas de plátano que al
anochecer harán servir de colchón y sábana.
Así, triunfantes, les vemos entrar en la misión.
Las mujeres vienen con sus hijos de pecho, en
brazos, sujetos en una como bolsa que se amarran
por detrás. En la espalda, la canasta con la olla, la
comida para la cena del sábado y desayuno del do­
mingo, y la ropa de iglesia. Cuando no cabe en la
canasta traen en la mano el poro, (especie de cala­
baza seca y vaciada) con la chicha, su compañera
inseparable de todo viaje.
Los hombres, con su escopeta, vienen cargando
con canastas de yuca, maíz o plátanos que vende­
rán en la misión para comprar ropa, municiones o
calzado.
Desde las tres o las cuatro en adelante los ma­
trimonios jíbaros - cristianos o catecúmenos - que
han dejado su casa de techo de hojas de palma y
paredes de chonta (especie de palmeras delgadas y
altas de madera muy dura) hacen su entrada en los
patios de la misión.
Después de asearse, saludan al misionero, se co­
munican las noticias de primera página como diría­
mos nosotros y los más animosos, dejando a un lado
la camisa como una prenda molesta, saltan al cam­
po de baloncesto o al campo de fútbol entretenién­
dose como en los días mejores, hasta muy avanzada
la tarde.
En estos partidos, se dan las interrupciones de ri­
gor. para saludar a los amigos que van llegando y
cobrar energías apurando a largos sorbos la chicha
que sus mujeres les traen.
Todos los sábados hemos contemplado este espec­
táculo.
l^nas veces nos han encontrado acarreando tron­
cos. cortando plátanos: otras cosechando maíz, o
sembrando arroz...
Cuando estábamos cerca, han venido a saludamos,
a hablar un rato con sus hijos internos: nos han
ofrecido la fruta que para ellos traían.
Al volver los chicos y chicas internas del trabajo
(por la mañana tienen clase y por la tarde cultivan
las plantaciones de la misión) la animación y alegría
en los patios y dependencias de la misión, es grande.
Los chicos alrededor de la hoguera que su madre
preparó de antemano, comen el pescado, la yuca o

20

i

el plátano que les han traído, mientras van respon­
diendo a sus preguntas, o interrogan a sus padres so­
bre la semana que han pasado en la selva.
Así hasta la hora en que todos se congregan en la
iglesia, asistiendo a una sencilla función religiosa que
termina con las palabras del misionero, preparándolos
para la festividad dominical y para las confesiones
que a veces duran varias horas.
En las noches daras. la conversación se prolonga
más de lo ordinario.
Sus palabras y risas llegan hasta el pequeño dor­
mitorio. Algunos están sentados en el patio. Otros
conversan junto a la hoguera que no dejan apagar en
toda la noche.
La cama la tienen siempre preparada: el entarimado
de las clases o del teatro, con las hojas de plátano por
colchón y sábanas, y una manta en la mayoría de los
casos. En las jibarías duermen cerca de la hoguera.
Apenas amanece el domingo, la campana de la
iglesia, lanza su saludo festivo llamándonos a la fun­
ción litúrgica...
Mientras los internos hacen su limpieza, los jíba­
ros, con su camisa de fiesta, y los más afortunados
con zapatos, van juntándose a la puerta de la igle­
sia hasta la hora de entrar.
Sorprende su atención y buena compostura en la
misa.
Hombres y mujeres han ido pasando ante el sen­
cillo confesionario, y a la hora de la comunión, nos
dan un ejemplo admirable de gravedad propia de
quien está convencido de hacer algo de suma im­
portancia.
Después del desayuno, tienen lugar las reuniones
de padres de familia, al mismo tiempo que las Her­
manas Salesianas reúnen a las cristianas para seguir
completando su formación religiosa y humana.
A media mañana, se van despidiendo hasta el
próximo sábado, sintiendo esta separación que se
íes hace menos prenosa al pensar que va a durar
seis dias.
Otros continúan sus deportes. Con frecuencia se
enfrentan los equipos de los casados contra los mu­
chachos internos, que algunas veces son sus propios
hijos.
No todos los fines de semanas son como el que
hasta aquí hemos descrito. Con frecuencia, la natura­
leza se opone a nuestros deseos.
Las lluvias frecuentísimas, hacen intransitables los
estrechos y difíciles senderos.
Los ríos crecen de manera sorprendente, siendo im­
posible en tales días cruzarlos en canoa o en balsa.
En los ríos pequeños el agua se lleva ios troncos
que sirven de puente.
Otras veces, dejaron su casa con un sol espléndido
y antes de llegar a la misión les cogió la tempestad,
llegando completamente mojados.
En ocasiones, no pueden venir, porque tienen al­
gún familiar enfermo.
Hay un contraste grande entre las tardes de sábado
despejadas, en que se congregan casi todos los cris­
tianos. y esas otras grises, dé lluvia jiersistente en
que los jíbaros no pueden venir y falta la alegría y
bullicio de las familias que \'uelven a reunirse. En

i

Indieciia jibara.

la calequesis y en la misa, aparecen los últimos ban­
cos de la iglesia, vados...
De todos modos, el corazón del misionero, ve pa­
gado en parte sus desvelos ante la fidelidad de estos
jíbaros cristianos, que van asimilando a grandes pa­
sos la civilización y que procuran, a pesar de sus de­
bilidades. cumplir con los preceptos que han acepta­
do en el bautismo.
Sin pretenderlo, estos hijos de la floresta, dan una
lección de sacrificio, que difícilmente será imitada
por muchos cristianos. Pensad si no, lo que supone
para ellos andar dos, tres y hasta más horas, sobre
el barro, mojados en bastantes ocasiones, luchando
contra los ríos crecidos...
Han comprendido que el cristianismo significa re­
nuncia. que exige una vida conforme a las enseñan­
zas de Cristo, y en su comportamiento, demuestran
que las aguas del bautismo, no han sido derramadas
en vano sobre ellos.
También en el Oriente Ecuatoriano, junto al ma­
jestuoso río Yaupi cuyas aguas v^an a engrosar el cau­
dal dd Amazonas, los jíbaros hacen sábado inglés
y se unen a la oración y al culto con que los cató­
licos de todo d mundo honran especialmente en el
día domingo, al Padre común que no distingue a los
hombres por su raza o cultura, sino por su amor y
sencillez de corazón.
21

DESDE HONG-KDNG

¿Dónde está m i padre?
Domingo es m uchachito que va
a la escuela salcsian a de Hong
Kong. Su nombre de verdad no es
Domingo, pero por prudencia lo
vam os a llam ar asi. Aunque es
tan sólo un niño sabe cómo se
vive en la China lib e r a d a de Mao,
porque vivió esa vida siete días
y le han bastado. ¡V aya que si
le han bastado!
Domingo tiene en China toda
su fam ilia. Un día de cielo gris, Do­
mingo, estudiante en Hong-Kong,
cae enferm o de un mai que a taca
a todos los niños separados de su
m adre; la nostalgia. S e lo dice
a los superiores de su colegio y
con su ayuda hace la petición
oficial para poder ir a ver a su
madre. R ellena módulos y más
módulos y aguarda un m es tras
otro h asta que por fin llega el
permiso. Domingo se siente feliz:
podrá posar quince días enteros
con su madre.
Tom a el tren de Hong Kong,

En nuestro número de Ma­
yo dábamos en estas mis­
mas páginas noticia de la
labor caritativa del misio­
nero salesiano, P. Mantovani, en la ciudad india
de Madrás. Han llegado a
nuestra mesa de redacción
las dos fotos que presen­
tamos. Ambas pertenecen
al refugio por él creado, lla­
mado de las Bienaventuran-

22



llega a la frontera, pasa el puen­
te y vuelve a tom ar el tren en la
orilla opuesta. E n la estación de
su pueblo le aguarda otro chico
de su m isma edad:
- - ¿ D e dónde vienes?
— Vengo de Hong Kong.
— ¿ E>ónde se está m ejor en Hong
Kong o en C hina?
— D éjam e que lo pruebe algún
día y después te lo diré.
— Tu madre ahora está tra b a ­
jando en la com u n a. No la puedes
ver. E s ta noche cen arás con los
huéspedes, m ientras tu m adre lo
h ará en el comedor común. D es­
pués yo mismo te llevaré a casa.
D urante la cena, huéspedes no
hay m ás que dos: Domingo y su
som bra, el chico que fue a espe­
rarlo a la estación. Después de
cenar lo acom paña a su casa. L a
madre y a ha acostado a los herm anitos pequeños de ocho y cua­
tro años respectivam ente y lo es­
pera a la puerta.

Madre e h ijo cumplen las reve­
rencias en inclinaciones de rigor
y entran en casa.
— S ién tate hijo, ¿ cómo estás ?
— E sto y muy bien, madre. Y
¿ tú ?
— Bien.
— ¿ Y podré?
— Calla, responde con un susu­
rro la madre.
Se miran largo ra to a la cara
como para leer en los ojos y lue­
go la madre lo acu esta también
a él.
A la m añana siguiente Domin­
go se despierta un poco tarde. Su
madre ya se ha ido a tra b a ja r y
sus herm anitos están en la guar­
dería. E n la puerta está su amigo
que lo espera.
— ¿Q ué ta l has dorm ido? ¿T e
guata tu P a tria ? Y tu madre ¿ qué
dijo anoche ?
— ^Mi madre me preguntó: ¿ E s ­
tá s b ien ? Y yo le con testé: E stoy
m uy bien.
— ¿N ad a m á s?
— N ada más, contesta Domingo
y para sus adentros piensa. « ¿ Y
qué le im porta a ese lo que mi
madre me ha dicho o dejado de
decir?
A mediodía come tam bién en la
sa la de huéspedes. E s ta vez hay
diez o doce chicos, que están muy
alegres charlando y riendo, pero
que de cuando en cuando le pre­
gun tan:
— ¿Q ué te dijo tu m am á ano­
ch e ?
P o r la noche después de cenar
lo acom pañan o tra vez a su casa.

A solas con su m adre vuelve a
preguntarle:
— ¿D ónde está mi padre?
Pero la madre le hace callar. Se
m iran largam ente a los ojos, en
silencio y lo acu esta.
A sí pasaron seis días, e x a cta ­
m ente iguales. A l sexto Domingo
le dice a su am igo:
—M añana m e vuelvo a Hong
Kong.
— Pero tu tienes un permiso
que dura quince días, le observa
el amigo.
—Si, pero me quiero volver a
H ong Kong.
P o r la noche se lo dice tam bién
a su madre. U na vez m ás su m a­
dre lo m ira largam ente a los ojos.
Luego se levanta. E scu cha detrás
de la puerta y ventana. Cuando
se convence que están bien cerra ­
das y que nadie espía, m ete en la
cam a a Domingo, apaga la luz
y se sienta ju nto a él: le toma
la cabeza entre sus m anos y m ur­
m ura con voz apenas perceptible:
—Jú ram e, hijo, que de cuanto
tu madre va a decirte tú no repe­
tirá s ni una sola p alabra m ientras
estés en China.
—Sí. m am á.
— Jú ra m e que si te preguntan
qué te ha dicho tu madre, respon­
d erás: Me ha dicho, h asta vem os
o tra vez; y nada más.
- - S í m am á, te lo juro.
E ntonces la madre en la oscuri­
dad de la noche, con un hilo de voz
le habla de sí misma, de su padre,
de sus herm anitos. A l padre hace
mucho tiempo que se lo llevaron

muy lejos. ¿A d ónde? L a madre
repite «lejos», como si fuese una
ciudad o un pueblo. E l hermano
m ayor desapareció y no sabe nada
de él. E lla se ve obligada a tra b a ­
ja r en una comuna de tra b a jo y
solo puede ver a los niños un poco
por la noche nada m ás. L a madre
cuenta, mezclando palabras y lá ­
grim as, desahogando su dolor.
A la m añana siguiente Domingo
vuelve a encontrar a su am igo que
lo espera a la puerta. Pero ahora
Domingo sabe muy bien qué res­
ponderá.
— ¿ Se está m ejor en Hong Kong
o en C hina?
— China es mi p a tria ; por tanto
se debe estar m ejor.
— E ntonces ¿ por qué quieres
volverte a Hong Kong ? ¿ Qué pin­
ta s tú allí ?
— E stud iaré acosta de los impe­
ria lista s y luego vendré a servir
a m i patria.
— ^Bravo, así se hace. Y tu madre
¿qué te dijo anoche?
— Me dijo, «H asta vernos otra
vez; y nada más».
Y a en el tren, un señor se sienta
ju n to a Domingo.
— V as vestido muy bien. ¿ E s que
vienes de H ong K o n g ?

— SI, y ahora me vuelvo.
—Y tu m adre ¿qué te ha dicho
antes de s a lir?
Domingo piensa en sus ad en tros:
«Pero ¿p o r qué nadie me pregunta
qué me ha dicho m i padre ? E so es
que lo saben, es que saben que no
está y adem ás saben de mí todo.
Son unos espías.

E n o tra estación otro señor:
— ¿ V a s a Hong K o n g ?
— Sí.
— ¿ E stu d ias ?
— Sí.
— ¿ E n qué escuela estud ias?
— E n la escuela salesiana de
T a n g K ing Po.
— ¿ T u d irector no te ha dicho
nunca que nosotros lo m etim os en
la c á rce l?
— ¿C óm o? ¿D on Suppo estuvo
en la c á rc e l? P ero si es tan bueno.
¿ Y por qué?
- -Porque era un espía de los
im perialistas. Y tu m aestro ¿sa b es
cómo se llam a?
— Se llam a Yip.
— Y ¿ no te ha dicho que cuando
era general lo echam os de China?
E r a uno m ás de esos perros de
Chan K a i Chek. P o r eso lo echa­
mos.
«Tam bién éste lo sabe todo»
pensó Domingo.
P o r fin el tre n llegó a la fron­
te ra . Ahí está el puente. Lo pasa
con unos cuantos v iajero s más.
Domingo oye un altavoz que re­
tum ba a sus espaldas. «Recordad
que sois chinos y que vu estra pa­
tr ia es la China. Recordad que solo
el pueblo chino debe ser servido y
no los perros im perialistas. Volved
a vu estra patria.»
Domingo vuelve a pensar en su
madre, en sus herm anitos, en su
padre que sabe Dios dónde estará.
L a s lágrim as le hinchan los ojos
y en su interior se prom ete no
volver ja m á s a pisar C%ina mien­
tra s manden los com unistas.

zas. María Auxiliadora lo
preside. Junio a ella y de
espaldas el P. Mantovani
planea con sus inmediatos
colaboradores el reparto
de auxilios en especie que
sus amigos de ¿alia aca­
ban de mandarle. En la
otra loto conversa iamiliaxmenie con dos iamilias, cu­
yos niños ha salvado del
hambre.


23

G r w n e ia s
d e

...

M ñ a e ia

Jk u jc ilin d a e a
y i<"_sJt

Publicación

de

gracias

1.
— R e c o r d a m o s a lo s q u e nos co m u n ica n g r a c ia s y fa v o r e s d e M a ria A u x ilia d o ra y d em á s
sa n to s o s ie r v o s d e D ios salesiay ios, q u e d e b e n v en ir fir m a d o s con n o m b re, a p e llid o s y lu g a r d el
firm a n te. N o o b s ta n te , s i a lg u n o d e s e a q u e su n o m b r e íw fig u re a l p u b lic a r la g r a c ia , p u ed e
a d v e r tir lo y s e le c o m p la c e r á siem p r e.
2.— L a s g r a c ia s q u e s e r e c ib e n d en tro d e un m es, p o r ra z o n e s d e im p ren ta , n o p u ed en
s e r p u b lic a d a s h a s t a e l seg u n d o m e s d e s p u é s d e re c ib id a s . R o g a m o s a lo s « im p a cien tes» ten g a n
en cu en ta e s t e d eta lle .

Eran las miatxo menos diez de la tarde
M á la g a .— M ontejaquo es un nombre, que quedará
unido durante mucho tiem po al recuerdo de uno de
los m ayores y luctuosos accidentes de ca rretera . El
27 do abril del presente año, a las cuatro menos diez
do la tardo un autocar, ocupado por cu arenta alum ­
nos y profesores del In stitu to Oficial de M álaga, se
despeñaba barranco abajo. Siete m uertos y m ás de
trein ta heridos, algunos de ellos gravísim os. E n tre
tan tos solo uno resultó ileso. E l joven afortunado y
su fam ilia atribuyen a M aría A uxiliadora la gracia.
Y tienen toda la razón. U na serie de pormenores lo
corroboran.
L a fam ilia, residente en esta ciudad, os profunda­
mente devota de M aría Auxiliadora. No sólo los
días 24, sino todos acuden a su iglesia a oir misa y
com ulgar; el joven no fa lla ningún día en su am or
a la V irgen de Don Hosco.
E l día del accidente, su madre, a jen a a todo, mien­
tras tra jin a por la casa después de com er, se da cuen­
ta que la m ariposllla, que arde ante eV-cuadro de M a­
ría A uxiliadora está quedándose sin aceite. Buena
madre cristian a tiene la costum bre, cuando alguien
de la fam ilia sale de viaje, de &ncender una lam pa­
rilla ante la V irgen. A l ver que la llam a vacila, e x ­
clam a: ¡Qué poco a ceite tiene; voy a ponerle m ás!
Y m ientras lo pone le reza interiorm ente a M aría:
Pon a mi hijo b ajo tu manto... y como si tuviera re­
mordimientos añade, y a todos sus com pañeros. Lo
recuerda p erfectam ente: E ra n las cuatro mehos diez
de la tarde.
A esa mism a hora M aría Auxiliadora .estaba e x ­
tendiendo su m anto sobre el hijo. Cuando éste se

24



dio cuenta de que se despeñaban por el barranco,
según re la ta él mismo, se olvidó de todo y comenzó
a g rita r: M aría Auxilio de los Cristianos. No sólo
sino que invitaba a los demás a que rep itieran la
ja cu la to ria . Algunos heridos recuerdan de aquellos
trág icos momentos, cuando el coche iba de tumbo
en tumbo golpeándose contra los salientes de las pe­
ñas haber oído una voz que con fu erza gritaba
«Auxilio de los C ristianos ruega por nosotros.»
Añade el m uchacho: S en tí la m uerte muy cerca,
pero tenía el convencim iento de que no podía morir.
Y así fue. N i murió ni siquiera resultó herido, por­
que no se pueden llam ar heridas al ligero rasguño
que se hizo en la cabeza y en un brazo.
M aría Auxiliadora recompensó así a una fam ilia
en la que tan to se le a m a : Aviso y ejem plo para
que todos aum entem os hacia E lla nuestra devoción
y am or.— E . F er n á n d ez .

Sti parecer era totalmexüe pesimisia
S a la m a n c a .— Aunque ya hace algún tiem po ocu­
rrió el hecho, no quiero dem orar m ás el h acer pú­
blico en el B oletín mi agradecim iento a M aría Auxi­
liadora por un señalado favor.
Encontrándom e aquejad a de continuos dolores acu­
dí a varios médicos, que no daban con el remedio a
mis m ales. Una ju n ta de los m ejores especialistas de
Salam anca diagnosticó por fin : «Tum or canceroso en
el intestino». Su parecer e ra totalm ente pesim ista
en cuanto a la curación, y a que llegaron a decir
que- no viviría mucho tiempo.
E n v ista de lo cual y recordando la g ra n devo-

I

I

ción de m i fam ilia a la V irgen de Don Bosco, nos
encomendamos todos los de la casa a E lla fervoro­
samente y me decidí a que m e intervinieran en M a­
drid. a lo que fu era. Y aquí vino la protección am o­
rosísim a de M aría Auxiliadora, pues resultó ser un
tumor benigno, que m e extirparon y hoy, com pleta­
mente restablecido y haciendo la vida norm al, no
puedo d ejar de darle g ra cia s a ta n buena Madre,
publicar la g racia y cumplir la prom esa que le hice
de ayudar a las O bras Salesianas m ás necesitadas.
A . C ab ez a s.

Se corló el dedo pulgar
T o cin a (S e v illa ).— E l año pasado un tío mío tuvo
un accidente de tra b a jo en el que se cortó el dedo
pulgar de la mano izquierda. Hecha la prim era cu­
ra urgente lo enviaron a una clínica de Sevilla, por­
que el médico, en v ista del estado del dedo, dictaminó
que había que am putarlo. E l disgusto que tenía y
teníam os todos era muy grande ante el tem or de que
no pudiera tra b a ja r, siendo como es padre de cinco
hijos pequeños.
Y o le prom etí a M aría Auxiliadora que si no le
am putaban el dedo y quedaba útil p ara el tra b a jo
lo publicaría en el Boletín y daría una limosna. Una
vez en Sevilla los doctores de la clínica, antes de
cortarle el dedo, determ inaron probar si el hueso y
los músculos se soldarían. E fectiv am ente eso suce­
dió. Muy agradecida a M aría A uxiliadora cumplo
mi promesa.— A n toñ ita M an ota.

Creo en el poder de María Atudliadora
A rros de la F r o n t e r a .—Quiero h acer patente mi
sincero agradecim iento a nuestra A uxiliadora por
un favor otorgado a mi fam ilia, que todos ca lifica ­
mos de m ilagroso y que prom etí hacerlo público,
caso de obtenerlo.
Una n ietecita mía, de apenas un mes de edad, fue

víctim a de una anem ia ta n intensa que el mismo
médico nos invitó a poner el caso en manos de Dios.
L a sangre de la cria tu rita se h acía agua por mo­
mentos. Con m ás fe en el poder de M aría A u xilia­
dora que confianza en la medicina, el médico le p rac­
ticó una tran sfusión de sangre como últim o rem e­
dio y con el tem or de un fa ta l desenlace, dada la
debilidad de la niña.
No obstante nuestra querida m adre nos escuchó.
L a niña resistió y hoy se encuentra mucho m ejor y
fu era de peligro. Al p ar que cumplo mi prom esa y
envío un donativo p ara las obras salesianas, invito a
todos a creer y acudir a l poder de M aría A uxilia­
dora.—F r a n c is c o R efjo rd á n .

Dudé d« aUá
Ha?-ce?o»o.— E stábam os pasando en casa serias
dificultades y sin sab er cómo solucionarlas, cuando
me llegó un B oletín Salesiano a m is m anos y leí
las g ra cia s que M aría A uxiliadora concede. Le pedí
entonces que m e solucionara el problem a de mi ho­
g a r y me concediera o tra g racia. E m pecé la nove­
na y a los cuatro días solucionó lo primero, que le
había pedido, y pocos días después m e concedía la
o tra gracia..
P ero yo dudé de E lla , diciéndome que había sido
casualidad. Cual no sería mi asombro cuando a los
cinco dias de haber dudado del poder de M aría las
cosas volvían a ponerse peor de lo que habían es­
tado. E ntonces acudí de nuevo a M aría Auxiliadora,
le pedí perdón de m is dudas y empecé o tra novena.
E s ta vez la V irgen quiso probarm e: cuatro meses
me tuvo implorándole las g ra cia s que por mi culpa
había perdido. Al fin se apiadó otra vez de mí y
me la concedió de nuevo. Y a no dudo de E lla y sólo
le pido que me siga ayudando en todo.
Cumplo lo prometido de publicar mi fa lta y mi
gratitu d y envío un donativo para su culto. Nunca
d ejaré de repetir a cuantos se encuentren en apu­
rado tran ce que acudan a su poderoso interce­
sión.— P. S. P.

O tra s coraxones agradecidas
V illa fra n ca d e l P a n a d é s .—Debiendo ser interveni­
da una persona am iga de una gravísim a enfermedad
cerebral con peligro de quedar peor e incluso m orir
a causa de la m ism a, le encomendé con toda confian­
za a M aría A uxiliadora: y no solo se ha salvado
sino que ha m ejorado tanto que puede volver a tr a ­
b ajar casi con toda normalidad y con tendencia a
mejorar. Quede bien claro que la S an tísim a Virgen
atiende a los que la invocan confiadam ente.— J . R.
U beda.— ^Imploré a M aría A uxiliadora p ara que me
solucionara un im portante asunto fam iliar. E lla me
ha concedido la g ra cia por lo que muy agradecido
le mando una lim osna para su culto.— ü n A lu m n o d el
C olegio S a lesia n o .

S e r r a d illa d e l A rroyo.— Muy agradecida a M aría
A uxiliadora por una g^racia m uy im portante para
mí, que le pedí y me concedió, envío una limosna.
M aria A lv a rez .
B a rcelo n a .-—S e hallaba m i madre muy enferm a y
acudí a M aría AuxUiadora empezando una novena.
A los dos días mi m am á se encontraba m ejor y
ahora e stá y a en vías de pleno restablecim iento.
P o r eUo expreso mi gratitu d a la Auxiliadora y en­
vío una lim osna p ara su culto.— M. T. d e B a r tr a .
A n tig u a A lu m n a S a le sia n o .
C a r a b a n c h é l A lto (M a d rid ).— L len a de confianza
acudí a M aría A uxiliadora reglándole me solucionara


25

satisfactoriam en te la colocación de un fam iliar, pro­
metiéndole una limosna y publicar la g racia. L a
V irgen atendió m is súplicas. Agradecida por este
favor, cumplo lo prometido y animo a todos a con­
fia r plenamente en tan poderoso Auxilio de los C ris­
tianos.— F ilo m e n a M a n ch a d o y C ó rd u la G arcía.
J á t iv a .— H ace m ás de un año, un herm ano mió,
enferm o de n efritis tuvo que som eterse a una ope­
ración. P o r padecer dicha enfermedad el peligro
era grande. Pero rogué a la V irgen M aria A uxilia­
dora que saliera bien y le prom etí publicar la g ra ­
cia si todo salia bien. Muy gustosa cumplo lo pro­
metido y envío adem ás una limosna. ¡G racias, M a­
ria A uxiliad ora!— Aíarla C on su elo.
V a len cia.— Doy g ra cia s a M aría A uxiliadora por
haberm e salvado la vida y entrego una lim osna p a­
ra sus obras.— C. R.
Tocina.—-Tengo un hijo estudiando en el Colegio
Salesiano de A lcalá de Guadaira. Como lo hace co­
mo becario, le pedí a M aría A uxiliadora que saliera
bien en .sus estudios y volviera a g an ar la beca. G ra ­
cias a M aría A uxiliadora así sucedió y ahora le pido
term ine felizm ente su cuarto curso y la correspon­
diente reválida. Envío muy agradecida una limosna.
L e o n o r Snneftes.
ro c in a .—Estando trab ajand o en una fá b rica , a
prim eros de enero, me puse muy enferm a por causa
de una Intoxicación en la sangre. Muy grave me lle­
varon a mi casa. Vino el sacerdote y m e confesó.
E n aquel tran ce tan apurado tom é una im agen de
M aría Auxiliadora y la estreché contra mi pecho
pidiéndole que me salv ara prometiéndole v estir su
hábito si llegaba a sanar. Cuando me encontré un
poco m ejor empecé a h acer una novena a M aría
Auxiliadora. Mes y medio después, restablecida, me
ponía el hábito de la Santísim a V irgen. Envío una
limosna y ruego publique en el Boletín Salesiano
la g ra cia .—A n to ñ ita Üíanofn.
Vipo.— Estando mi herm ana enferm a y con mu­
chos dolores, m ientras esperaba un hijo, le anuncia­
ron en una consulta que la cria tu rita nacerla m uer­
ta. Desde ese momento m e acordé de M aría Auxi­
liadora de quien soy muy devota. Tam bién invoqué
a Domingo Savlo y San Ju a n Bosco. Con asombro
de los mismos médicos nació un hermoso niño, que
es la alegría de sus padres. D am os g ra cia s a tan
buena Madre y cumplo la pi'omesa de enviar una
limosna para su culto. - Afaría d e R od ríg u ez .
B é ja r .— M e encontraba en un tran ce muy apura­
do. que me hizo derram ar abundantes lágrim as. P o­
cos días después me acordé de M aría Auxiliadora y
comencé a Invocarla pidiéndole me protegiera. E lla
ha oído m is súplicas y hoy me encuentro p erfecta­
m ente bien. Cumplo mi prom esa y deseo se publi­
que en el B oletín para que cuantos se encuentren en
cualquier caso angustioso o de peligro recurran a
tan buena Madre, que no les defraudará. Envío una
limosna para su culto.— S . G a rcía .
M a ta ré.— Hallándonos mi esposa y yo muy preo­

26



cupados por un asunto de cierta trascendencia, acu­
dimos confiados a la V irg en Santísim a, practicando
la novena recom endada por San Ju a n Bosco. Antes
de term inarla, comenzó a tom ar el asunto favorable
cariz y habiéndose solucionado a poco sa tisfa cto ria­
m ente, cumplo lo prometido y deseo se publique la
g ra cia en el Boletín, rogando a cuantos se encuen­
tren agobiados recu rran con entera confianza a Ma­
ría Auxiliadora. Envío p ara su culto una limosna.
F r a n c is c o E n rich .
M á la g a .— E sto y muy agradecido a M aría Auxi­
liadora por haber resuelto a mi fav o r una im portante
cuestión de vivienda, después de haber hecho la no­
vena recomendada por S a n Ju a n Bosco. Agradecería
se publicase la g ra cia en el B oletín.— M. M artin.
E l P a s o ( I s la d e la P a lm a ) .— D oy gracias a Ma­
ría A uxiliadora por haberm e escuchado en varias
ocasiones y envío una limosna p ara las misiones.
J u s t o G on zález.
A b a s ta s ( P a le n c ia ) .— Doy g ra cia s a M aría Auxi­
liadora por un señalado favor, que me ha concedido,
y envío una lim osna para su culto con el ruego de
que publiquen dicho favor.— A u ro ra d e S a n tia g o .
A b a s ta s ( P a le n c ia ) .— P o r unos favores recibidos
de la V irgen Auxiliadora envío una lim osna con el
ruego de que publiquen dicho favor.— P a u la F e r ­
n án d ez.
L a T o r r e d e A lis te (Z a m o r a ).— Habiendo recibido
un gran fav or de M aría A uxiliadora hemos enviado
una lim osna con el ruego de que conste nuestra g ra­
titud a M aria en el B oletín .— P ila r T ov ar.
L a C ortiila.— P o r diversos m otivos fu i retrasan ­
do h asta hoy el com unicar la especialísim a gracia
de M aría A uxiliadora concedida a una h ija m ía, en­
ferm a de una m olestísim a u rticaria, que le hacía
su frir enorm emente. Cumplo ahora mi obligación y
mando la limosna pi'ometida.— C a rm en S ou za.
C a r a b a jic h e l A lto .— Doy g ra cia s a M aría Auxilia­
dora por haber sacado con bien a un herm ano mío,
que hace un año tuvo una perforación de estómago
y recientem ente ha sido operado de una úlcera en
el mismo. Hoy se halla perfectam ente, por lo que
le mando una lim osna.— Anpeles San z.

Dan gracias a Maria Auxiliadora
Y envían una limosna
Dan tam bién g ra cia s a M aría Auxiliadora y en­
vían una lim osna.— Juíidn T o r r e s P a lla r á s , d e O liva­
r e s ; E n c a m a c ió n M olin a, d e R io g o rd o , (M á la g a );
E m ilia L la u s a n a , d e Ig u a la d a ; H o n o r a to M ier, de
S a n ta n d e r : R ic a r d o A lo n so G a lle g o , d e Z a m o r a ; M a­
n u el Cid, de B a ñ o s d e M o lg a s ; T. P . B ., d e R e a s ;
N iev es R o d ríg u e z , d e B é ja r .

Gracias de San Juan Bosco
y de Santo Domingo Savio
De pronto veo a San Juan Bosco
A leja n d ría d e E g ip to .— H abía sido operado de
apendicitis aguda. T re s m eses después enferm é de
nuevo. T ra s varios análisis, que m e hicieron en el
hospital italiano de esta ciudad, fu i dado de alta.
Aun no habían pasado tre s días cuando fu ertes dolores
abdominales m e obligaron a volver de nuevo al ho.*?pital, en donde me encontraron una perforación in­
testin al debida al tifu s, del que ningún doctor se ha­
bía dado cuenta, atribuyendo m i a lta fiebre a otras
causas.
LfOs médicbs apenas m e abrieron quisieron cerrar
la herida y dejarm e m orir, pues no había nada que
hacer. A sistía a la operación la Madre Superiora
de la comunidad del hospital, am iga de mi fam ilia,
quien les rogó inten taran la operación. Cinco días
perm anecí entre la m uerte y la vida. Uno de los
cirujanos, íntimo am igo mío, m e asistió cinco noches
consecutivas. A la sex ta no teniendo ánimos para
verme m orir m e dejó solo.
Aquella noche no podía ag u an tar m ás y notaba
que me m oría. De pronto veo en mi habitación a
San Ju a n Bosco. Lo llam é ansiosam ente. Y él me
dijo: ¿Q ué d eseas? <Ayúdame, le supliqué, no puedo
más.» «Pues bien, m e respondió, pídele a la S a n tísi­
ma V irgen lo que quieres». E n aquel momento apa­
reció a la derecha de mi cam a. M aría Auxiliadora.
Llorando le supliqué me salvara. L a V irgen, vuelta
hacia Don Bosco. le dijo una sola p alabra: «Contén­
talo». E ntonces Don Bosco se acercó a mi lecho y
acariciándome la cabeza me d ijo: «Duerme, e stá tra n ­
quilo».
A las cinco de la m añana siguiente, el cirujano
preguntó a la herm ana cómo m e hallaba, esperando
que le respondiera que yo había m uerto ya. L a her­
mana vino a verm e y me encontró tranquilo y sereno.
Pocos días después asistía a la M isa que mandé ce­
lebrar en acción de g racia s en la cap illa de la casa
salesiana, precisam ente el día 31 de enero, fie sta de
San Ju an Bosco. Los médicos cuando supieron mi
curación, confirm aron unánim em ente que ellos no
podían hacer nada por m í durante mi enfermedad.
J u a n B ru n o a .a . s a lesia n o .
A lcoy.— Habiendo conseguido por mediación de
Don Bosco un g ran fav o r relacionado con mi profe­
sión. le prometí una limosna, lo que cumplo deseando
se publique.— Un C o o p era d o r.
C a rd b a n ch el B a jo (M a d r id ).— A gradecida por una
gracia de S an Ju a n B osco envío una limosna.
C a ta lin a L u q u e.

M a d iid .—'Da g ra cia s a Don B osco y envía una li­
mosna para sus obras.— B o sífa.

Yo sentía poca mejoría
T«cnm d« (A r g e n tin a ).— Desde mi adolescencia he
venido padeciendo de sordera en ambos oídos, y des­
de hace nueve años tenía que valerm e de un audífono
para poder oír. E n diciem bre pasado me som etí a
una operación en el oído derecho, que era el m ás
afectad o; p rácticam ente lo tenía perdido, pues ni
con el audífono oía con claridad.. Desde el momen­
to de la operación m e puse b a jo la protección del
santito Domingo Savio, cuya reliquia llevo siempre
conmigo. L a operación duró casi tre s horas, y qui­
rú rgicam ente resultó un éxito; pero yo sentía muy
poca m ejoría. T enía que volver a nueva revisión
a los cuatro m eses después de la operación, pues si
no m ejo raba lo suficiente, me iban a efectu ar una
nueva intervención.
Con toda mi fe puesta en m i Santito, empecé una
novena, suplicándole curase m i sordera sin necesi­
dad de una segunda operación. R ecé dos novenas, y
cuando fa lta b a n solam ente seis días para la revisión,
mi oído comenzó a p ercibir con ta l claridad, que ya
no necesito para nada del audífono, pues oigo m ejor
que con el aparato.— M aría T. P. d e M edran a.

5e abre la puerta del coche y el niño sale despedido
V icen z a .— Volvía a mi casa con mis dos hijos pe­
queños. Como era tarde apreté el acelerador. De pron­
to una portezuela del coche se abrió y el aire a rre ­
bató a mi pequeño de dos años y medio, que estaba
de pie mirando por la ventanilla. P reñ é inm ediata­
m ente; el coche en medio de un ch irria r estridente
prosig^uió quince m etros más.
Con el alm a anhelante volví sobre mis pasos te ­
miendo que sólo podi'ía recoger los restos de mi hi­
jo . P ero cual no sería mi sorpresa, cuando me vi
delante a m i pequeño que lloraba y me llam aba;
P apá. papá. E r a evidente una intervención de lo
alto. Me lo confirm aron en el hospital a donde llevé
el chico. Som etido a un exam en de rayos X , lo en­
contraron totalm ente ileso, sin una contusión si­
quiera. Elstas fueron las palabras del je fe del hos­
p ita l: <Si cree en Dios y en los Santos, vaya y ha­
g a celebrar algunas m isas».
A tribuyo la g ra cia a San to Domingo Savio, bajo
cuya protección mí h ijo e stá desde su nacimiento.
Seguram ente que el san tito lo ha sostenido cuando mi
pequeño en su e ^ a n to s o vuelo rozaba el parachoques

— 27

ROGUEMOS POR NUESTROS DIFUNTOS
SALESIANOS DIFUNTOS

Don José María Lasaga
Falleció en Valencia a
los 75 años de edad. Después de largos años de
trabajo en las casas salesianas de Barcelona y
Madrid pasó a Valencia como ayudante del ar­
zobispo salesiano, Mons. .Marcelino Olaechea,
quien escribe: «Durante mucho tiempo perma­
necerá en la memoria de todos el gran bien que
reportó a esta y otras diócesis de España el di­
namismo y la habilidad económica de Don Jo­
sé Lasaga, que dio un increíble impulso a las
obras de caridad y asistencia social.*
Don Francisco Serráis Falleció también en Valen­
cia a la edad de 79 años. En Barcelona, donde
trabajó intensamente, después de nuestra gue­
rra civil, en el Valencia en donde ejerció de
párroco de los últimos años de su vida se con­
quistó el alecto de muchas personas por su sen­
cillez y entrega al projimo; por su caridad y
amor al projimo.
Don Juan Amarilla ^ Falleció, víctima de su de­
ber en aguas de Mazagón, al intentar salvar
varios aspirantes salesianos en peligro. Muy
querido de sus superiores y alumnos que lo llo­
ran inconsolables, cumplió el supremo acto del
amor: dar la vida por los suyos.
COOPERADORES SALESIANOS DIFUNTOS

Don Enrique Gimeno Riera ^ en Barcelona el 19 de
abril a los 80 años. Cooperador salesiano, dedicó
durante muchos años todo su saber y cariño de
médico al cuidado de los salesiano del Colegio
de San José de Barcelona, y de las Hijas de Ma­
jas Auxiliadora, que siempre lo hallaron dis­
puesto a atenderlos. Murió repentinamente y su
úmilde acto había sido rezar el santo rosario con
su esposas. Piedad y cumplimiento de haber:
he aquí dos virtudes que resplandecieron en
tan buen cooperador.
Doña Dolores Cruz Llopis
el 14 de abril de 1966
a los 89 años en Gibraleón, Huelva. Era celosí­
sima propagandista de la devoción a María
Auxiliadora. Su amor a la Virgen de Don Bosco
la llevó a construir y dotar un altar en la parro­
quia de su pueblo. Sostenía asimismo varias ca­
pillas de las visitas domiciliaria de María Auxi­
liadora, animando a la celebración de los día
24. De carácter bondadoso, sufrido y de un es­
de un cam ión y de un palo telefónico yendo a parar
a un hoyo.
Le estam os agradecidísim os al pequeño g ran Santo.
Todo so rovsolvló norm alm ente.

Todo se resolvió normalmeiUe
Atco.v.— E n la espera de nuestro te rce r hijo está ­
bamos muy preocupados. Nos encomendamos muy
fervientem ente a Santo Domingo Savio, protector de
las m adres y de las cunas, y tuvimos la inmensa ale-

28

píritu fino y delicado con todos, se ganaba las
simpatías cuantos le trataban para el bien. La
Santísima Virgen le recompensó con la vocación
salesiana de uno de sus hijos, el actual director
del Colegio Salesiano de Málaga, y de un so­
brino, D. Javier Pacheco.
Doña Ines Hermosa García
en Salamanca a los
69 años de edad, el 7 de abril. Ejemplar coope­
radora salesiana llevó su última enfermedad con
gran resignación, sabiendo aceptar y ofrecer
los sufrimientos que aquella le proporcionaba.
Amaba entrañablemente a la Familia Salesiana
a la que entregó una de sus hijas, sor Inocencia
de la Calle.
Don Cosme Fábregas Rosell
en Alella, el 12 de
abril, a los 78 años de edad. Ha sido como el
varón justo del Evangelio que ha ido a recibir
el galardón de su fidelidad al Señor. Falleció
precisamente a la hora en que solía reunir a la
familia para rezar el Rosario, rodeado de sus do­
ce hijos. Su gran alegría era que Dios hubiese
elegido a cuatro de sus hijos como religiosos,
dos sacerdotes, uno salesiano y otro escolapio
y dos Hijas de María Auxiliadora. Mostraba con
orgullo su diploma de cooperador y la insignia.
Don Benito Condado Alegría í el 16 de marzo. Es­
te buen cooperador salesiano mostró su temple
cristiano en la paciencia con que sufrió los atro­
ces dolores que un cáncer de gaganta le pro­
dujo en sus últimos seis meses, aunque venía
padeciéndolo desde hacia tres años.
Su gran alegría era haber dado a su hijo Don
Lorenzo a la congregación salesiana.
Doña María de Prado «i* el 6 de marzo, cooperado­
ra salesiana de Granada ayudaba con su espo­
so a los salesianos en todo cuanto pudieran ne­
cesitar y alcanzaban sus fuerzas.
Reguemos también por los cooperadores Don
Pablo Borge y Don Justino Gutiérrez, muertos
en accidente de carretera en Abasta, Falencia.
Por Doña Ciríaca Mateo, Doña Siníorosa Pajares
y Doña María Fernández, de Abastas. Por Doña
Dolores Rodríguez Martínez, de Madrid y por
Don José Catá de Sarriá de Ter y Doña Esperan­
zas Bas, de Barcelona.
Por todos estos queridos difuntos y por lodos
nuestros cooperadores fallecidos elevemos al
Señor nuestras plegarias para que El los acoja
prontamente en la patria celeste.

.
\

T

g ria de que todo se resolviese norm alm ente. A gra­
decido envío una limosna cumpliendo nuestra pro­
mesa. — 1/« anfi^ito aU inuio sa lesia n o .

Es la segunda niña
C ela d illa d e l P á r a m o .— Después de tres hijos m alo­
grados, de nuevo San to Domingo Savio me ha escu­
chado; y esta es la segunda niña. M aría V ictoria,
que vive por intercesión del San tito. Desde la prim era
g racia que me concedió he prometido publicar en



1

el B oletín todos m is hijos. Quiero hoy cum plir mi
promesa. Envío una lim osna para que se celebren
dos m isas y p ara el culto de San to Domingo Savio.
M aru ja Ariaa.
Dan G racias a Domingo Savio, C o n cep ció n y E li­
s a V áz q u ez, d e S ev illa .

Gracias de nuestros siervos de.Dios
C a m p illos

(M á la g a ).— ^En agradecim iento

a

un

fa v o r muy señalado por la intercesión de Doña D o­
rotea, envío una lim osna para la causa de beatifi­
cación.— E n c a m a c ió n F e r n á n d e z A lv a rez .
C ád iz .—P o r un fav o r de Doña D orotea de Chopitea envío una limosna.— J . C.
P eñ a fiel.— E n agradecim iento por un fav or re ci­
bido de Don F elip e R inaldi, envío para su cau sa de
beatificación una lim osna.— M. S. R.
C á c e r e s .— P o r un fav or recibido de Doña D orotea
envío una limosna muy agradecida.— M aru ja M on tero.

BIBLIOGRAFIA
Tres lextos para aprender el latín del Bachilléralo, aprobados por el Ministerio. (Plan
actual).
P. Eduardo GANCEDO IBARRONDO;
GRAMATICA LATINA. 48 pesetas.
LATIN PRACTICO. Método para el Grado Elemental. 48 pesetas.
LATIN PRACTICO. Método para 5.? Curso. 48 pesetas.
Editados por Ediciones Mater et Magistra, S. A. Marqués de Cubas, 23 - MADRID (14).
La Gramática latina es completa en morfología y sintaxis, y sirve para todo el Bachi­
llerato Y para todos los cursos de latín de los Seminarios. La sintaxis sigue al conocido ma­
nual de Ernout-Thomas. El empleo de dos tintas, los recuadros y grabados dan amenidad al
texto, de suyo ya claro.
En el Método del Grado Elemental, el autor se alista entre los que prefieren el latín
facilitado como camino para entrar en el de los clásicos. De este Método escribió el cate­
drático Sr. Pejenaute en Estudios Clásicos (n.^ 39): lUna consecuencia quisiéramos sacar de la
obra: se impone un nuevo procedimiento de la enseñanza del latín. El P. Gancedo nos ha
venido a confirmar la idea de en qué puede consistir. No creemos que sea pequeño mérito».
El Método de 5.? Curso es una antología de latín (más iclásico» que el del volumen
anterior) y de latín clásico de César, Salustio, Cicerón y Virgilio: todo con sus introduccio­
nes respectivas, notas aclaratorias, grabados y lecturas.
Ambos Métodos son un camino que facilita el conocimiento del latín en el grado que
es asequible al principiante. Quien de verdad quiera prenderlo, y más si es un adulto, pue­
de tener por seguro que, siguiendo estos Métodos y Gramática, se familiarizará con el latín
en poco tiempo y con poco esfuerzo.

NUEVAS DIRECCIONES V CAMBIO DE DIRECCION EN EL BOLETIN

Rogamos a nuestros lectores tengan presentes las siguientes notas para todo lo que
se refiere a altas y bajas y cambio de dirección en el «Boletín Salesiano».
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3.9 Los cambios de dirección, además de atenerse a las notas anteriores, deben soli­
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el «Boletín»; caso contrario, envíen siempre la dirección antigua y la nueva.
AQUEUOS QUE RECIBEN EL BOLETIN DIRECTAMENTE DESDE UN COLEGIO SALESIANO, EN CASO DE ALTAS O BAJAS O CAMBIOS DE DIRECCION, DIRÜANSE EXCLU­
SIVAMENTE A DICHO COLEGIO.



29

T
íomacm áisocaclimes
«El m ejoi pzemio que Dios concede a una familia es un hijo sacerdote.» (Don Bosco)
INSPECTORIA DE BARCELONA
P. P r o v in c ia l: P a s e o S a n Ju a n B o s c o , t k
B a rcelo n a -1 1
HECAS COMPLETAS
Beca «NucHtrn Señora de lii Merced». 100.000 pta.
Boca «Bodaa de Plata Sacerdotales de D. Fernando Ifílesias
RodrÍRUoz». 30.000 pts.

Beca cBodo.s do Plata Sacerdotales do D. Manuel Díaz
Ledo». 30.000 pts.
BECAS EN FORMACION
Beca «-Josfi María Moretó». N. e.: 4.000 pta. Total: 24.000.
Beca «Don Florencio Sánchez». Total: 13.000 pts.
Beca «Santos Antonio y Sebastián». l.B e.: 5.000 pts.
Beca perpetua «D.6 Clomentina Vallmitjana Cros de Baró».
Total; 20.000 pts.
Beca «Sr. V.» Total: 8.000 pts.
Beca «Ntra. Sra. de Montserrat». Total: 35.000 pts.
Beca «Felipe Alcántara». Sarriá. Total: 2.000 pts.
Beca «José y Maria Valles Plá». Total: 3.000 pts.
Beca perpetua «María Casacuberta de Masó». Total: 5.000.
Boca «Santo Domingo Savlo». Total: 16.000 pts.
Beca «Estanislao Muzás». Total: 15.000 pts.
Beca «San José», Total: 5.000 pts.
Beca «Doña Dorotea». Rocafort. Total; 27.000 pts.
Beca «Santa Emilia». Total: 26.000 pts.
Beca «Doña Bibiana Socias». Total: 11.000 pts.
Beca «Maria Auxiliadora». Sarriá. Total: 5.000 pts.
Beca «Don José Rccascns». Total: 4.199,60 pts.
Beca «Dolores Casacuberta». Total: 10.000 pts.
Beca Marta A. Porta de Durán». Total: 8.000 pts.
Beca «Sr. Martin Golcoechea». Colegio Sarriá. Total: 25.000.
Beca «P. Viñas». Archlcofradia de Sarriá. Total: 5.000 pts.

INSPECTORIA DE BILBAO
P . P i'ov in cial: E s c u e la s S a le sia n a s
D etisto-B ilb ao
BECAS EN FORMACION
Beca «Mamá Margarita». L. Cañada. Pamplona. N. c .: 250
pesetas. Total; 13.750 pts.
Beca «Santísima Trinidad». Total: 15.000 pts.
Boca «Carmina Gutiérrez». Total: 17.000 pts.
Beca «Agustina Alonso Andérez». Total; 15.000 pts.
Boca «Piedad Ramos». Total: 15.000 pts.
Beca «Natividad Postigo». Total: 18.000 pts.
Beca «Rosario Gutiérrez». Total: 20.000 pts.
Beca «Paquito Gutiérrez». Total; 17.000 pts..
Beca «Fernando y Rufina». Total: 15.000 pts.
Beca perpetua «San Martin». Total: 31.000 pts.
Beca perpetua «S. Cosme y Sta. Magdalena». T .: 70.000 pts.
Beca «Modesto Nájera». l^mplona. Total 2.500 pts.
Beca «María Auxiliadora». Zuaio. Total: 5.500 pts.
Beca «Don Bosco». Ciudad Laboral. Pasajes. Total: 5.730.
Beca «Francisco Tierra». Burceña. Total: 8.600 pts.
Beca «Sagrada Familia». San Sebastián. Total: 10.000 pts.
Beca «I. Concepción». Bilbao. J . L. M. Total: 3.500 pts.
Beca «San Juan Bosco». Santander. Total: 5.000 pts.
Beca «Santo Domingo Savlo». Santander. Total; 19.500 pts.
Beca «Modesto Nájera». Pamplona. Total: 1.500 pts.
Beca «Don Ramón Zabalo». Baracaldo. M. Fer^ndez. To­
tal; 15.000 pts.
Beca «José fhiertas». Deusto. Total: 10.000 pts.
Beca «Señor Justi». Deusto (Colegio). Total: 19.000 pts.
Beca «Virgen del Castillo». El Royo. Total: 8.300 pts.
Beca «Señores de Udaetxe». Bilbao. Total; 34.000 pts.
Beca «Maria Auxiliadora». D. R. G. R. Total: 30.000 pts.
Beca «Don Podro Olivazzo». Baracaldo. Total: 18.000 pts.
Boca «San Andrés». Burgos. Total: 1.S27.S6 pts.
Beca «Nuestros Mártires». Zuaao. Total: 18.509 pts.
Beca «Marta Auxiliadora» II. Total: 30.000 pts.
Beca «Alfonso Gómez Pineda». Pamplona. Total: 6.000 pts.

30

Beca «S. José Obrero». (Industriales-Santander). T .: 10.000.
Beca «Marta Aux.» (Arch. Santander). Total: 6.000 pts.
Beca «San Paulino». Baracaldo. Total: 28.000 pts.
Beca «D. E. Caprani». Baracaldo. Total: 6.000 pts.
Beca «D. J . Santos». Deusto. Total: 17.000 pts.
Beca «Jesús Aznar». Promovida por Doña María Salmerón
Vda. de Aznar. Total: 7.000 pts.

INSPECTORIA DE CORDOBA
P. P r o v in c ia l: C a lle M a ria A u x ilia d o ra , 14
C ó rd o b a
BECAS COMPLETAS
Beca «Manuel Doreste y Señora». Las Palmas, de G. C.
Total; 100.000 pts.
BECAS EN FORMACION
Beca «Familia Hoyos González». N. s.: 8.035 pts. Total:
44.013 pts.
Beca «D. Baldomero Pagán». Pozoblanco. N. e .: 1.000 pese­
tas. Total: 14.000 pts.
Beca «Juan X XIII». Montilla. N. e.: 1.125 pts. Total: 12.800.
Beca «Escuelas Externas». Montilla. l.§ e .: 3.0(X) pts.
Beca «Nicolás Rodrigruez». Las Palmas. T .: 2.100 pts.
Beca «San José». Pozoblanco. T .: 4.000 pts.
Beca «Troya-Rosés». Ronda. N. e.: 3.000 pts. Total; 81.000.
Beca «Don Salvador Rosés». N. e .: 25.000. Total: 80.000 pts.
Beca «Santa Teresa». Granada. Total: 16.150 pts.
Beca «M. Utrera Deherves». Córdoba. Total: 11.000 pts.
Beca «Moisés Redondo Tirado». Pozoblanco. Promovida por
D. José Fernández. Total: 40.000 pts.
Beca «Santo Domingo Savio». (Cia. de la Juventud Salesiana). Las Palmas. Total: 12.500 pts.
Beca «Familia Espejo». Montilla. T .: 8.250 pts.
Boca «San Rafael». Córdoba. Total: 17.737 pts.
Beca «San Miguel». Montilla. Total: 21.300 pts.
Beca «Manuel Hernández». Las Palmas. Total; 6.000 pts.
Beca «J. M. Manfredini». Granada. Total: 67.000 pts.
Boca «Familia Ansorena». Córdoba. Total: 7.000 pts.
Beca «P. Santa Catalina». 2.8 Las Palmas. Total: 1.000 pts.
Beca «San Juan Bautista». Córdoba. Total: 13.000 pts.
Beca <M. Aux.» F. Gómez Briasco. Granada. T .; 27.000 pts.
Beca <M. Aux.». Antonio Royán. T .: 21.600 pts.
Beca «Ntra. Sra. de Araceli». Pozoblanco. Total: 50.000 pts.
Beca «Ntra. Sra. de Consolación». Torredonjimeno. Total:
15.000 pts.
Beca perpetua «Troya G onzál^. Ubeda. Total: 12.000 pts.
Beca «Ntra. Sra. del Carmen». Pozoblanco. Total: 10.000 pts.
Beca «Ntra. Sra. de Luna». Pozoblanco. Total: %.(jO0 pts.
Beca «Santa Cruz de Tenerife». Total: 28.000 pts.
Beca «S. Domingo Savio». Cías. Tenerife. T .: 19.000 pts.
Beca «Familia Torres». Las Palmas. Total: 700 pts.
Beca «F. E. Chacón Hernández». Las Palmas. T .: 800 pts.
Beca «Familia Lago». Las Palmas. Total: 1.600 pts.
Beca «Familia Naranjo». Las Palmas. Total: 900 pts.
Beca «Familia Atilio Ley». Las Palmas. Total: 500 pts.
Beca «Familia Lora». Las Palmas. Total: 8.600 pts.
Beca «Familia León de Navarro». Las Palmas. Total: 1.600.
Beca «Maria Auxiliadora». Málaga. Total: 4.300 pts.
Beca «S. José y N. Sra. Montserrat». Granada. T .; 15.500.
Beca «San Isidro». Compañías. La Orotava. Total: 10.000.
Beca «D. Bemado Baena». Córdoba. Total: 9.000 pts.
Beca «María Auxiliadora». Pozoblanco. Total: 60.000 ptsBeca «D. Sebastián Maris Pastor». Total: 4.016 pts.
Beca «Familia Muñoz». Córdoba. Total: 15.000 pts.
Beca «Santo Dcaningo Savio», por las Cías, de la Juventud
Salesiana. Colegio Ronda. Total; 8.0()0 pts.
Beca «Rafael Moure Ríos». Córdoba. Total: 8.000 pts.
Beca «D. Vicente Reyes». Córdoba. Total: 3.300 pts.
Beca «N. Rodríguez». Las Palmas. Total: 3.100 pts.
Beca «Ntra. Sra. del Pino». (Por las Compañías de la Ju ­
ventud Salesiana). Teror. Total: 25.000 pts.
Beca «Sra. F. Peña». Málaga. Total; 12.000 pts.

Beca
Beca
Beca
Beca
Beca
Beca
Beca
Beca
Beca
Beca
Beca
Beca
Beca

«MontiUa». Montilla. Total: 3S.CNXI pta.
cFamiUa Vargas». Ronda. Total: 10.000 pts.
«D. Savlo». (Bscuelas). Ronda. Total: 2.700 pts.
«Doña María». Las Palmas. Total: 3.700 pts.
«Sagrado Corazón». Las Palmas. Total: 13.000 pts.
«San Juan Bosco». Lopera. Total: 10.000 pts.
«Manuel Moreno». Las Palmas. Total: 1.600 pts.
«Santa Cruz de Tenerife». (Casa). Total: 6.800 pts.
«Mártires de Pozoblanco». Total: 8.726 pts.
«María Auxiliadora». Cooperador. Málaga. T .: 8.000.
<5to. Domingo Savio». Las Palmas. Total: 22.600 pts.
«Matrimonio CLM-SC!B». Málaga. Total: 46.060 pts.
«Doña Pura Bermúdez». Málaga. Total: 20.000 pts.

INSPECTORIA DE MADRID
P . ProvinoiaZ; P a s e o d e l C teneral P rim o d e R iv er a , 25
M adrid (5 ) - T é lé f. 227 56 91
BECAS EN FORMACION
Beca «Nuestros Mártires». Excmo. D. Emilio López de Le­
tona. 1.8 entrega: 40.000 pts.
Beca «El Coadjutor Salesiano». Cías. Paloma. Total: 10.000.
Beca «San Francisco de Sales». Cooperadores. Total: 3.010.
Beca «San Eduardo y Santa Margarita». Sres. Rey Martí­
nez. Total; 16.000 pts.
Beca «Doña Dorotea». Madrid-Don Bosco. T .: 12.950 pts.
Beca «D. Félix C^n^l^». D. Isabel L. de Pardo. T .: 11.000.
Beca «Centro Juvenil». P.S Extremadura. Total: 5.000 pts.
Beca «Padre Esteban». A. A. Paloma. Total: 9.300 pts.
Beca «Familia Mesonero Rodríguez». Total: 6.000 pts.
Beca «Josefa A. Roldán y familia». Total: 27.000 pts.
Beca «Viuda de Pujadas». Total: 10.000 pts.
Beca «Sta. Teresa y San Vicente». Total: 78.000 pts.
Beca «F. de B.» Béjar. Total: 20.000 pts.
Beca «San Juan Bosco» A. 6 . Total: 9.300 pts.
Beca «Doña Dorotea de Chopitea». Arévalo. Total: 15.000
Beca «Ntra. Sra. Angustias». Arévalo. Total: 25.000 ptas.
Beca «Laura Vicuña». Teologado. Total: 23.100 pesetas.
Beca «María Auxiliadora». Guadalajara. Total: 6.600 ptas.
Beca «Sto. Domingo Savio». (San Blas). Total: 18.306 ptas.
Beca «Casimiro Ramiro». A. A. Atocha Total: 19.000 ptas.
Beca «Ntra. S ra del Carmen y San Lucas». Total: 6.000
Beca «D. A. Garzón». Atocha Total: 10.(^ pesetas.
Beca «Sagrado Corazón». IV. Total: 21.987 pesetas.
Beca «María Auxiliadora». Salamanca. Total: 6.300 pesetas.
Beca «Doña Carmen Olalla». Total: 20.000 pesetas.
Beca «San José Obrero». San Femando. Total: 7.600 ptas.
Beca «Escuela de Automovilismo». Total: 6.000 pesetas.
Beca «Don Buenaventura Roca». Béjar. Total: 5.000 ptas.
Beca «Santiago Apóstol». Paloma. Total: 11.000 pesetas.
Beca «A. y G.» Total: 6.000 pesetas.
Beca «Fuentes Bajo». Total: ^.000 pesetas.
Beca «N. N.». Total: 12.000 pesetas.
Beca «María Auxiliadora». II Atocha. Total: 16.760 pesetas.
Beca «Pío XII». Vlllaamil. Total: 13.417,65 pesetas.
Beca «Vicente Iravedra». Total: 10.000 pesetas.

INSPECTORIA DE SEVILLA
P. P r o v in c ia l: C a lle M a ria A u x ilia d o ra , 18
S ev illa
■ BECA COMPLETA
Beca «N. Sra. de la Soledad», de D. Dolores Vargas. Viu­
da de Salvago. Marchena: 60.000 pts.
BECAS EN FORMACION
Beca «Rdo. Tomás Goazález». Sevilla. Triana. Total: 25.000.
Beca «Stella Maris». Huelva. Total: 6.000 pts.
Beca «Ntra. Sra. del Sgdo. Cor.». Morón. Total: 14.000 pts.
Beca «Bodas de Oro». Al. Guadaira. T .: 60.000 pts.
Beca «Corpus Chriatl». Srta. Joaquina Quintana. Sevilla.
Total: 7.930 pts.
Beca «Cor. de Jesús». H. Dña. Salvadora García. T .: 10.000.
Beca «V. Esperanza. Sevilla. Total: 1.750 pesetas.
Beca «Santiago Apóstol». Cádiz. Total: 60.000 pesetas.
B6C& <Maria AuxÍlÍsdora>.
de Guadaira. T .: 5.425 pta.
B ^ «p. Clemente (^ede». Cádiz. Total; 4.760 pesetas.
N. e.: 6.000 pesetas. Total: 21.000 pesetas.
Beca «Virgen de la Victoria». Mérida. Total: 15.000 ptas.
Beca «Acb. María Auxiliadora». P. Real. Total: 11000 ptas.
Beca «Santo Domingo Savio». Erija. Total: 18.000 pesetas.
Beca «Col^o Salesiano». Erija. Total: 17.600 pesetas.
Beca «D. Juan Torres». Jerez. Total: 20.000 pesetas.
Beca «Sgdo. Consóa>. Coop. Utrera. Total; 63.000 ptas.
Beca «R. Romero». S. J . del Valle. Total: 6.193 pesetas.
Beca «Doña Josefa Rodríguez». Total; 2.000 pesetas.
Beca «D. Andrés Tun». Algeciras. Total: 5.000 pesetas.
Beca «C. S. San Pedro». S^ illa. Total; 1.000 pesetas.
Beca «C. I. Cooperadores». Total; 15.000 pesetas.
Beca «Maestro Pagés». (Mdiz. Total: 13.296.30 pesetas.

Beca
Beca
Beca
Beca
Beca
Beca
Beca
Beca

«I. Concepción». La Línea. Total: 500 pesetas.
«F. Molpeceres». enarmona. Total: 13.100 pesetas.
«San Juan Bosco». (3.8). R. U. S. Total: 5.000 pesetas.
«F. Alcalá Viva». Morón. Total: 10.000 pesetas.
«San Andrés». P. del Condado. Total: 5.000 peseta*.
«San Juan Bosco». Cáceres. Total; 16.750 pesetas.
«P. Agustín Nofre». Utrera. Total: 26.810 pesetas.
«D. José Canal». Sevilla. Total: 31.600 pesetas.

INSPECTORIA DE VALENCIA
P . P r o v in c ia l: C a lle d e S a g u n to , 212
V a len c ia
BECAS COMPLETAS
Beca «Romero Amorós». Valencia, en sufragio de sus pa­
dres, 100.000 pts.
Beca «Dolores Berenguer». Alicante. 100.000 pts.
Beca «Niño Jesús del Milagro». N. e .: 6.000 pts. T .: 30.000.
BECAS EN FORMACION
Beca «Circulo Domingo Savio». Valencia. N. e .: 1.500 pese­
tas. Total: 25.000 pts.
Beca «Archicofrade M. A. 2.8» Primera entrega: 4.000 pts.
Beca «Ramón Guerrero». Albacete. Total: 12.650 pts.
Beca «Círculo Domingo Savio». Valencia. Total: 23.700 pts.
Beca «Virgen de la Luz». Cuenca. Total; 13.726 pts.
Beca «San Agustín». Alcoy. Total: 18.000 pts.
Beca «Colegio Salesiano». Valencia. Total; 83.500 pts.
Beca «Ntra. Sra. del Pilar». Zaragoza. Total: 24.120. pts.
Beca «Rvdo. D. Mariano Aisa». Burriana. Total: 7.050 pts.
Beca «Antonia Cabot». Albacete. Total: 6.000 pts.
Beca «Virgen del Carmen». En memoria de doña Adelaida
Higón. Valencia. Total: 25.000 pts.
Beca «Cooperadores de Valencia». Total: 6.500 pts.
Beca «Perpetuo Socorro». Valencia. Total: 6.000 pts.
Beca «San Bernardo». Villena. Total: 14.000 pesetas.
Beca «Jesús Mendivil». Valencia. Total: 20.000 pesetas.
Beca «San José». Alicante. Total: 10.000 pesetas.
Beca «Virgen del Pilar». Alicante. Total: 5.000 pesetas.
Beca «D. Luis Berenguer». Alicante. Total: 19.600 pesetas.
Beca «D. Silverio Maquiera». Alicante. Total: 25.000 pts.
Beca Perpetua «Abad Nájera». Alicante, en las Bodas de
Oro. Total: 80.000 pesetas.
Beca «Colegio Salesiano Burriana». Total: 11.000 pesetas.
Beca «Don José Calasanz». Total: 14.025 pesetas.
Beca «Don BYancisco Serrats». Total: 5.000 pesetas.
Beca «Antiguos Alumnos». Valencia. Total: 2.050 pesetas.
Beca «Azul y Rosa». Valencia». Total: 16.000 pesetas.
Beca «Colegio San Juan Bosco». Valencia. Total: 6.000 pts.
Beca «Niño Jesús del Milagro». Total: 25.000 pesetas.
Beca «Virgen de los Desamparados». Total; 60.000 pesetas.
Beca «P. Tarín». Godelleta. Total: 1.000 pesetas.
Beca «Trabajo y Honradez». Valencia. Total; 12.000 ptas.
Beca «San Vicente». Valencia. Total: 34.000 pesetas.

INSPECTORIA DE ZAMORA
P. P r o v in c ia l: U n iv ersid a d L a b o r a l. Z a m o ra
BECAS EN FORMACION
Beca «P. Miguel Salgado». Vigo. S. Matías. N. c .: 3.300 ]>csetas. Total: 44.460 pts.
Beca «María Auxiliadora». Celanova. N. e .: 5.000 pts. To­
tal: 12.000 pts.
Beca «Virgen de Villanueva». Total; 4.700 pts.
Beca «D. Emilio Montero». Orense. Total: 16.000 pesetas.
Beca «D. Pedro Olivazzo». Astudillo. Total: 10.976 pesetas.
Beca «D. José M.8 Sabaté». Vigo. Hogar. T .; 13.200 ptas.
Beca «María Auxiliadora». Are. Zamora. Total: 19.500 pta.
Beca «P. Cirilo Segastagoitia». León. Total: 36.100 pesetas.
Beca «D. Tomás Bussons». Vigo. S. Matías. Total: 20.000
Beca «M.8 Auxiliadora». Vigo. S. Matías. Total; 32.000 pts.
Beca «San Cristóbal». Vigo. 8. Matías. Total: 8.000 pts.
Beca «Don Ernesto Armelles». La Coruña (Colegio). Total:
25.100 pesetas.
Beca «D.8 Luda Bechade». Cambados. Total: 14.250 ptas.
Beca «D. José Saburido». Cirense. Total: 21.000 pesetas.
Beca «San José». Vigo. S. Matías. Total: 58.000 pesetas.
Beca «P. Fila Arce». (Bodas de Plata). Masaveu. T .: 32.(NX)
Beca «Sto. Domingo Savio». Vigo. S. Matías. Total: 10.500
Beca «Cooperadores Cánido». Vigo. San Matías. T .: 9.000
Beca «San Juan Bosco». Vigo. Hogar. Total: 7.000 pesetas.
Beca «Ceferino Namuncurá». Vigo. Hogar. Total: 8.000 pts.
Beca «María Auxiliadora». Vigo. Hogar. Total: 5.000 pts.
Beca «Santo Domingo Savio». (tambados. Total: 14.600 pts.
Beca «Ntra. Sra. de Covadonga». Tudela Veguín. T .: 13.246
Beca «San José». Compañías. Zamora. Total: 11.000 ptas.
Beca «José Irisarri». Elstudiantes. 2iamora. Total: 7.250 ptas.
Beca «Círculo Sto. Domingo Savio». Zamora. T .: 14.000 pts.
Beca «S. León Magno». Zamora. Total: 26.000 pesetas.
Beca «Sto. Domingo Savio». AvUés. Total: 4.600 pesetas.
Beca «Domingo Savio». León. Total; 13.355 pesetas.

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Entrando en Cadena de Luz con un donativo puedes llevar un sensible alivio
a la soledad de un enfermo, de un encarcelado.
Cadena de Luz es un apostolado conjunto de buena prensa y caridad apto
para todos nuestros lectores.

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QUINTA «ELACION DE 1966:
Cooperadores Salesianos de La Almunia de D.& Godina; 50 pesetas.—Lacaya, de Barcelona: 10.
Honorato Mier. de Santander: 100.—Adolfo Rodríguez, de I.a Almunia de Doña Godina: 50. —Co­
operadores Salcsianos, de X : 200.—Peño de la Amistad. Colegio Salesiano de La Coruña: 400.—
Com]>añIas de la J . S.. de La Coruña: 200.—E. M., de Madrid: 200.—Consuelo Hernández, de Villena: 200.—Milagros Andreu, de Mahón: 200.—Dolores Toscano, de Ceuta: 15. —Francisco F. Fer­
nández. de Barcelona: 100.—Antonio Terrón, de Iznalloz: 300.—Eleuterio Angulo, de Burgos: 60.
Teodoro Martínez, de Aranjuez: JOO.—Luis Kaifer, de Vigo: 50.—Gregorio Alonso, de Gijón: 200.
Victoria Gil, de Madrid: 150.—María Brufau, de Ibars: 100.
Son 2.675 pesetas. Son catorce nuevos Centros atendidos por la generosidad de los suscriptores
de Cadena de Luz.

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EN NOMBRE DE TODOS LOS ENFERMOS BENEFICIADOS POR VUESTRA
GENEROSIDAD, GRACIAS. ¡MUCHAS GRACIAS!
Vuestros donativos a: CADENA DE LUZ; Alcalá, 164 • Madrid (2).

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E. G. Salesiana: Madrid-Atocha


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Fecha
1966.06