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Título
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BS_1964_07
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Descripción
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Boletín Salesiano. Julio 1964
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extracted text
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COOPERADORES
En Pasajes.
PEREGRINACION A ROMA Y TURIN
Un grupo de Cooperadores de Guipúzcoa
realizaron una peregrinación a Roma y Turín, que ha dejado en ellos unos recuerdos
imborrables, tanto por lo que han visto y
oído como por los catorce días de convi
vencia salesiana que los noventa y seis pe
regrinos han disfrutado
En Roma oyeron la Santa Misa en la
Capilla Sixtina; misa que celebró el Papa
para unos grupos de peregrinos europeos.
Qué emoción al verle llegar y sobre todo
en la homilía, cuando en español dijo a los
peregrinos que llevaba a la católica Espa
ña en su corazón y les exhortó a guardar
EN
A C C IO N
celosamente su fe e inculcarla en el cora
zón de los jóvenes, siendo y haciendo de
buenos pastores. Era el Domingo del Buen
Pastor.
Al terminar la Misa, los peregrinos se
estrecharon en torno de Pablo VI, gritan
do sin poderse contener: ¡Viva el Papa,
España por el Papal Pablo VI, cual otro
Buen Pastor, pasó por medio de ellos son
riente y bendiciendo. Después de esta es
cena, refiere uno de los peregrinos, “baja
mos las doscientas y pico escaleras sin dar
nos cuenta y contando cada uno la dicha
que había tenido”.
furín era la otra meta de la peregrinación.
El 16 de abril, a las ocho y media de la ma
ñana oyeron la Misa del Rector Mayor en
la Basílica de María Auxiliadora.
TURIN.—El UTUpo de 96 peregrinos guipuzcoanos, formado por Cooperadores Salesianos, ante la Basílica de María Auxiliadora, presididos por don Renato Ziggiottí.
nuestro Rector Mayor,
-I _
LA CORUÑA.— Los Cooveradores Que han constituido el
Centro del Hogar *.CaXvo
SoíeZo».
En La Coruña.
SE CREA UN CENTRO
DE COOPERADORES
El Colegio Hogar Calvo Sotelo de esta
ciudad ha formado un Centro de Coopera
dores que ha comenzado a funcionar desde
el mes de enero. Previa invitación del Di
rector del Colegio, don Felipe García, a
un grupo de simpatizantes de la Obra de
Don Bosco y deseosos de cumplir sus obli
gaciones de apostolado seglar, dicho grupo
se reunió tres tardes para oír lo que es y
representar el Cooperador Salesiano en las
actuales circunstancias. Entusiasmados con
la idea dieron su nombre a la Pía Unión de
Cooperadores para iniciar las actividades
apostólicas.
El día de la fiesta del Director se entregó
con gran solemnidad a cada uno su corres
pondiente diploma.
Auguramos a este nuevo centro se con
vierta en un foco de apostolado y aumente
día a día el número de los Cooperadores.
En Herrera de Pisuerga, nuevo Centro.
También en esta ciudad palentina han
fundado los Cooperadores un Centro, for
mado en principio por unos cincuenta y
cinco miembros. El celo del Director de
la Casa y del Delegado, don Glicerio San
tiago, han dado este hermoso resultado que
no dudamos será el comienzo de una gran
labor apostólica en bien de la población.
Deseamos a los Coopedadores de Herre
ra que consoliden su Centro y a partir de
ahora lo tengan como una de las cosas más
queridas, a fin de que prospere cada día
más.
HERRERA DE PISUERGA.—Los Cooperadores de Pisuerga fundadores del Centro,
que recibieron su Diploma solem nem ente el dia de la fiesta del Director de la Casa.
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3
BOLETIN
SALESIANO
LA
VOZ
ORGANO DE LA PIA UNION DE
COOPERADORES SALESIANOS
DEL
R e v is ta
de
la
O b ra
de
D on
AÑO LXXVIH
PAPA
B osco
Núm. 7
Julio 1964
S U M A R I O
P é g s.
• Gracias a Dios, el sentido de Iglesia se
va haciendo cada vez m ás vivo y profundo
en el seno de la com unidad cristiana; y es
el laico mismo el que se h a despertado a su
vocación eclesial y no se resigna a ser ins
trum ento solam ente pasivo e insensible, sino
que pide con entusiasm o el poder hacer algo
por el crecim iento y edificación de la Iglesia.
• Si en tiempos pasados la Jerarquía po
día asum ir com pletam ente la responsabili
dad y el ejercicio de todo el m inisterio de
la evangelización y santificación, hoy día
es la Jerarquía m isma la que invita, la que
urge al seglar a tom ar conciencia de su res
ponsabilidad an te el desarrollo portentoso
del progreso técnico abocado al m aterialis
mo. a n te la exigencia m isionera de m asas
de alejados de la vida cristiana de la p a
rroquia e im penetrables a la acción sacer
dotal.
• Por esto precisam ente Nos no hemos
dudado en afirm ar que ésta es la hora del
apostolado seglar.
• Apostolado que se desarrolla con diver
sas form as y con diversos instrum entos, e
iguaim ente con diversos, aunque siem pre
preciosos resultados.
(C arta al Episcopado argentino
sobre la Acción Católica.)
4 -
DE ESPECIAL INTERES
M aría A uxiliadora,
coronada en
CiDDADELA ...........................................
4
M o’A llem S rügi .............................
10
Los MEDIOS PARA EDUCAR LA VO
LUNTAD ...................................................
12
P eregrinación nacional de C o
operadores SALESIANOS A LOUR
DES ....................................................
16
Los
SALESIANOS PENETRAN EN LA
ISLA DE FORMOSA ..........................
N ueva
versión de
D il u v io .........
20
23
SECCIONES FIJAS
C ooperadores e n acción ...........
H abla el P apa .................................
E spaña salesiana .........................
C rónica de g r a c ia s .......................
B ecas y necrología ......................
2
4
8
24
30
*
d ir e c to r :
JAVIER RUBIO IBAÑEZ
★
D irección , R edacción
y
A dmón. :
Alcalá. 164 - A partado 9134
Teléfono 2 55 20 00
MADRID-2
Depósito legal: 3044.—1958
(Con censura eclesiástica.)
N U E STRA P O R T A D A — En el Coléalo
Salesiano de Horra se ha levantado, por
la piedad de los alumnos, A niiguos
Alumnos y Padres de Familia, este airo
so monumento a María Auxiliadora, que
preside los campos de deportes del
Colegio.
MARIA AUXILIADORA
CORONADA e» CIUDADELA
aquellas imágenes sagradas nimba
S OLO
das por la antigua veneración de los
pueblos reciben el honor de la coronación
pontificia. En Cindadela, de Menorca, la
Auxiliadora de los cristianos de tal manera
se ha ganado el fervor de sus habitantes,
que su devoción bien puede considerarse
como uno de los fenómenos religiosos más
característicos de la blanca ciudad medite
rránea.
Ya hablamos en otra ocasión de cómo
María Auxiliadora había sido proclamada
Patrona principal de Cindadela. Desenlace
previsto de tal declaración ha sido su co
ronación pontificia, que ha tenido lugar en
su sagrada imagen el mismo día 24 de
mayo ante una multitud, venida desde todos
los puntos de la isla, y congregada en la
amplia plaza del Borne, a la luz de un es
pléndido sol.
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5
CIUDADELA.—La coronación de la imagen de María Auxiliadora co7istituyó un
acontecimiento religioso de primera m agnitud en toda Menorca; lo prueba la
muchedum bre Que se volcó en la plaza del Borne. Asistieron todos los alcaldes de
la isla, las autoridades civiles y m ilitares y representantes de las m áxim as auto
ridades de las Baleares. Una com pañía de marinería le rindió honores. Las bandas
de música del Regimiento de Mahón y de los Migares Ana G. de M undet de Bar
celona realzaron los actos religiosos y amenizaron los profanos.
Concedida benignamente por la Santa
Sede y delegado en su Obispo el cumpli
miento de la sagrada ceremonia de la co
ronación. Cindadela se preparó enfervori
zada para el grande acontecimiento.
Tres días antes de la festividad la imagen
de María fue trasladada desde su Santua
rio Salcsiano a la Iglesia Catedral, donde
recibió solemnes cultos. Flámulas y gallar
detes ondeaban suavemente al viento, ban
deras nacionales y de María Auxiliadora
adornaban ventanas y balcones del trayec
to. Su paso por las calles fue una apoteosis
superada sólo por el entusiasmo y la mul
titud del acto mismo de la coronación.
El Ayuntamiento entronizó en el Salón
Gótico la in\agen de María Auxiliadora
como acto previo a la coronación.
Dos coronas de oro, finamente cincela
das, sobrias en su arte delicado, fueron
ofrecidas al señor Obispo, Dr. Pascual
6 -
Marroig, en el Ofertorio de la Misa ves
pertina que celebraba en la plaza mayor,
don Juan Antal, Catequista General de la
Congregación Salesiana. en representación
del Rector Mayor. Venían en manos de don
Carlos de Olivar y de doña Eugenia de
Olivar, padrinos de la coronación.
El señor Obispo, revestido de pontifical,
las bendijo y procedió a coronar con ellas
las imágenes de María Auxiliadora y el
Niño Jesús. Presenció el acto una muche
dumbre enardecida que no cesaba en sus
vítores, aplausos y vivas. Rendían honores
una compañía de Infantería de Marina del
Regimiento de Mahón, con bandera y mú
sica.
Todos los alcaldes de la isla de Menorca
asistieron especialmente invitados.
Terminada la Misa la imagen volvió pro
cesionalmente a su santuario. Le acompa-
CWDADELA.—El señor Obispo de Menorca, Dr. Pascual Marroig coronó, por de
legación pontificia, la im agen de María Auxiliadora y de su Divino Hijo. El acto
se desarrolló a partir de las seis y media de la tarde, hora en que el delegado
del Rector Mayor de los Salesianos, Rvdmo. don Juan Antal, celebró la santa
Misa. Leído el decreto de coronación, el señor Obispo procedió entre vítores y
grandes aclamaciones a la imposición de las coronas. Fueron padrinos de la
coronación don Carlos y doña Eugenia de Olivar y Olives.
ñaban todas las autoridades civiles y mi
litares de la isla y representación de las
primeras autoridades de las Baleares. El
Alcalde, don Simón de Olivar, y el Ayun
tamiento en pleno, que tan eficazmente ha
contribuido al esplendor del triunfo de Ma
ría Auxiliadora, formaban ejemplarmente
en la procesión.
Era ya noche caída cuando la sagrada
CIUDADELA.—Calda la no
che, la Virgen inició su retor
no a su Santuario Salesiano.
acompañada por los millares
de devotos que presenciaroii
su coronación. En nuestro
grabado, una m uestra de có
mo los padres tra n sm iten a
sus hijos la devoción que
aprendieron en el Colegio sa
lesiano.
imagen volvía coronada a su trono del San
tuario Salesiano, desde el que preside la
formación y educación de la niñez y ju
ventud ciudadelana.
Las jornadas vividas por Ciudadela en
torno a la Virgen de Don Hosco, han sido
la expresión fiel del amor, que en ella, ge
neración tras generación, van trasmitién
dose de padres a hijos.
^ u e A ,io
dieoZ ¿ (M fC M ta
n o in e ^ d o a
l/K o A Í a
u n
m a-
A w c ¿ ¿ ia c t& > u z
Puerto Real vivió el 24 de mayo u n a jornada g ran
diosa. Toda la población de esta herm osa ciudad se h a
volcado m aterialm ente p a ra h o n ra r a la S antísim a Vir
gen, a la que h a querido levantar un m onum ento en
uno de sus m ejores paseos, como señal de su especial
devoción.
En las prim eras horas de la tarde, el Paseo de M aría
Auxiliadora se vió concurridísim o y adornado con mi
llares de banderas y guirnaldas.
M inutos antes de la h o ra anunciada p a ra los actos,
llegó el capitán general del D epartam ento, don Pascual
Cervera. Le acom pañaba su h ija Lolita Cervera Govantes, m adrina del m onum ento a la Virgen. El alcalde
ofreció a la m adrina un ram o de flores. Momentos después llegaba el señor
Obispo titu la r de la
diócesis. El Doctor Añoveros fue recibido por todas las
autoridades allí reunidas. Tam bién estaban presentes
el alm irante don Eduardo G ener Cuadrado y el delega
do provincial de Sindicatos, don Antonio G arcia-B ernalt.
En u n a trib u n a colocada al efecto, se situaron las
autoridades y la m adrina, acom pañada de sus h er
manos.
El rector de la Comunidad Salesiana, don Manuel
Caballero Gallego, dió las gracias a las autoridades y
al Ayuntam iento de Puerto Real, por la rotulación de
este paseo, con el nom bre de M aría Auxiliadora. Agra
deció vivam ente la presencia de las autoridades y la
concurrencia del vecindario a este acto. Dijo que este
m onum ento y fuente se ofrece a Puerto Real.
Seguidam ente hizo uso de la palabra el alcalde, don
Alfonso López M artínez, diciendo que la m ejor m anera
de agradecer a los Padres Salesianos la gran labor que
vienen desarrollando en Puerto Real, en favor de la
Juventud p ara su formación, era el de h o n ra r a su
Madre y P atrona. y que ello había sido principal motivo
para honrarnos todos haciendo este hom enaje a la Vir
gen Auxiliadora.
guxado,' tí ze-
ñt>r
O b is p o .
Dr. Aiwveros. y
«n aspectc dei
Poseo Mtaria
A u.xiltttitQra
dnTonie ekacto
8 ~
E ntre aplausos, la m adrina
depositó a los pies de la Virgen
un ram o de flores.
El Doctor Añoveros, revestido
de iwntiñcal, procedió a la ben
dición dei m onum ento y fuente,
en un m arco excepcional de fla
m ear de banderas, de cánticos
m arianos y de m ucho fervor.
Después de la bendición, ei
prelado pronunció unas p ala
bras. Dedicó prim eram ente un
bello canto a la espiritualidad
que encierra el ram o de flores
que la m adrina acababa de de
positar a los pies de la Virgen.
Continuó expresándose con
palabras llenas de celo apostóli
co, social y pastoral, y nos dijo
que la, Virgen quiere santificar
este lu g ar al lado de u n a In sti
tución que está dando a la so
ciedad hom bres capacitados y
formados cristianam ente por una
Comunidad Salesiana que ta n
dignam ente sigue la senseñanzas de su Fundador San Ju an
Sosco.
Momentos después comenzó la
m agna procesión con la S antísi
ma Virgen, que de form a triu n
fal recorrió las calles de la po
blación.
Parroquia a María Auxilia
dora, en Tarrasa.
CARMONA.—Los esposos don Ignacio Pazos y doña Ger
trudis Hoyos de Pazos entregan al Director del Colegio
Salesiano una im agen de Maria Auxiliadora con destino
al nuevo colegio. Con este gesto quieren proclamar su
agradecimiento a la Santísim a Virgen por los favores
recibidos de tan excelsa Señora.
El día 24 de mayo dió comienzo en la Obra
Salesiana de T arrasa una nueva actividad
apostólica; la P arroquia que, bajo el título
de M aría Auxiliadora, h a sido confiada a los
Salesianos por el Excmo. y Revd. Sr. Arzo
bispo de la archidiócesis de Barcelona, ad
nutum Sanctae Sedis.
La nueva P arroquia es u n a p arte disgre
gada de la de la S agrada Fam ilia y com
prende dos núcleos de población suburbana,
habitados en absoluto por fam ilias m odestas
de trabajadores inm igrados, en su m ayor
p arte del Sur de España, y dentro de usa
zona sum am ente accidentada que hace muy
difícil su urbanización. Baste decir que en
una ciudad ta n in dustrial como T arrasa, en
el térm ino de la nueva P arroquia no hay
más que u n a industria, y ésta es u n a fábri
ca de ladrillos.
Los principales actos celebrados con mo
tivo de la inauguración de dicha P arroquia
fueron: la S a n ta Misa, a las diez de la m a
ñ an a, la prim era pro popTüo, celebrada por
el recién nom brado C ura Párroco Rvdo. don
Rómulo Pinol, h a sta ahora Director de la
Obra Salesiana. Se calculan en unos mil
quinientos los fieles asistentes, en tre los que
hay que señ alar la presencia de las autori
dades locales, algunos Antiguos Alumnos de
otras Casas, que fueron y siguen siendo los
m ás eficaces propulsores de la Obra de Don
Bosco en su ciudad, y num erosos Bienhecho
res y Cooperadores, cordiales e incondicio
nales amigos de todos los mom entos
Los fieles, al term in ar la S an ta Misa, re
cibieron la bendición de M aría Auxiliadora
y pasaron a visitar las obras del tem plo que
se está levantando y que se espera inaugu
ra r dentro del año en curso. Este templo,
de u n a sola nave, tiene u n a superficie de
m ás de mil metros.
Por la tarde, después del Ejercicio del
Mes de las Flores y la bendición eucarística,
dió comienzo u n a espléndida tóm bola-pre
mio a los niños del O ratorio Festivo y niñas
de la Catequesis, todos los cuales pudieron
llevarse abundantes premios proporcionados
a sus vales de asistencia, aplicación y buen
com portam iento. La tóm bola ten ia m ás de
ocho m il objetos, donación de los in d u stria
les y com erciantes de la ciudad, que h an
respondido m agníficam ente al llam am iento
de los Padres de Fam ilia del O ratorio Fes
tivo Salesiano «Santo Domingo Savlo», quie
nes distribuyeron personalm ente centenares
de circulares y oi^anízaron a m aravilla eJ
agradable entretenim iento.
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9
Flores
Salesianas
MirALLEMm í\
En el Patriarcado Latino de Jerusalén se confía iniciar cuan
to antes el proceso de información sobre la fama de santidad
y virtudes de Simón Srugí, de Nazaret, coadjutor salesiano.
por la malaria se apaga
C ONSUMIDO
ba el 27 de noviembre de 1943, en
Beitgemal, a 30 kilómetros de Jerusalén, el
salesiano Simón Srugi.
Había nacido en Nazaret sesenta y cin
co años antes.
Más de una vez, bromeando, le habían
repetido la frase de Natanael a Felipe:
¿Puede salir algo bueno de Nazaret?. Y
Simón, que bien sabía que de Nazaret un
día salió algo, no sólo bueno, sino la Bon
dad misma, con suavidad respondía: “Así
es, de Nazaret ha salido algo que no vale
nada y ese algo soy yo".
La hermosura de la respuesta vibraba en
el timbre amable y convencido de su voz.
Un epitafio elocuente.
En la cripta del “Martyrium” de San
Esteban, en Beitgemal, reposan los restos
mortales de Simón Srugi. En la lápida, que
oculta su ataúd, se lee esta sencilla frase:
Insigne por su piedad-humildad-caridad.
Piedad, humildad y caridad unidas a un
espíritu de dulzura y pureza angelical fue
ron las virtudes características de este ñdeHsimo hijo de Don Bosco.
Era de estatura media, persona grácil,
voz débil. Vestía pobremente, pero siempre
muy limpio; sobre el pecho llevaba siem
pre su pequeño crucifijo. De ojos negros y
vivos su mirada era profunda, penetrante,
pero siempre controlada. Su mirada sonrien
te y dulce reflejaba un continuo coloquio
con Dios.
Su familia, griego católica, era pobre pero
firme en la fe. Su padre, Azar, oriundo de
la ciudad libanesa de Zahleh se había es
tablecido en Nazaret con otros dos herma
10 -
nos. En Nazaret nació Simón, el quinto de
sus hijos.
Quedó huérfano de padre cuando aún
no contaba un año; pocos años después
perdió también su madre. Se encargó de
su educación una tía. El 8 de diciembre de
1888 entraba en el orfanato católico de Be
lén, levantado por el celo de Don Belloni,
conocido en toda Palestina con el nombre
de Abuliama, esto es. Padre de los huér
fanos. Esta y todas las demás Obras por
éi fundadas se incorporaron a la Congrega
ción Salesiana, en la cual murió.
Ese muchacho no es como los demás.
Movido por una voluntad decidida de en
tregarse a Dios, el 25 de agosto de 1892,
Simón pasó al Noviciado Salesiano de Beit
gemal. Tenía quince años. Su entrega fue
seria, consciente, superior a los años que
tenía. Se distinguió por la delicadeza, la
caridad premurosa, el espíritu de aposto
lado. Coronó su noviciado con la profesión
temporal, que fue perpetua el 20 de sep
tiembre de 1900, en Belén.
Su petición para la admisión a los votos
perpetuos está encabezada por el saludo
que dirigirá durante toda su vida a hom
bres y mujeres, niños, hermanos y parien
tes, cristianos y musulmanes: Viva Jesús.
Sigue una frase en la que está toda su alma :
“Para uniformarme en todo a las Reglas”.
Su conformidad con las Reglas, alegre, in
teligente, amorosa, lo distinguió hasta el
fin de su vida de manera excepcional. Aun
antes que hiciese sus votos, más de uno
dijo de é l: “Ese muchacho lo hace todo a
K: perfección; no es como los demás”. Y
en verdad que no fue como los demás en
T
toda su vida salesiana, que duró casi cin
cuenta años en Beitgemal, donde ocupó
cargos y desempeñó oficios variadísimos.
Fue maestro de árabe, sacristán, molinero,
sastre, enfermero. En todas sus ocupacio
nes la oración era su asidua compañera.
Siendo aspirante iba con frecuencia, por
mandato, a sacar agua del pozo. A cada
impulso de brazo que tenía que dar con
aquella antiquísima bomba brotaba una
jaculatoria de sus labios. Era su propósito
que “cada golpe de brazo fuese un acto de
amor a Dios para la conversión de los pe
cadores”. Con frecuencia se estaba horas
enteras sin interrupción bombeando el agua.
Sus delgados brazos resistían como soste
nidos por una arcana fuerza; su unión con
Dios.
“Viva Jesús, Viva María”, eran su ritornello desde los primeros minutos del día.
Los campesinos de los alrededores queda
ban como fascinados; les producía la sen
sación de una persona en comunicación con
Dios.
Venerado por los musulmanes.
Humildad, mansedumbre, bondad brillaion en Simón Srugi. Habitualmente tran
quilo y sonriente, se encontraba a sus an
chas en el último lugar. Su compostura hu
milde y dulce le atraía la simpatía, aún
más, la veneración de los musulmanes. No
tenía otro título para ello que su vida san
ta, pero ellos lo llamaban Mu’allem, que
quiere decir maestro.
Un alumno suyo, Muhammad Abulabán,
cuenta: “Mu'allem Srugi nos trataba a to
dos con dulzura y amabilidad, especialmen
te a los niños y no se enfadaba nunca con
ninguno. Era nuestro maestro; nos afilaba
los lápices. No he encontrado nadie que los
afilara tan bien. Todos estábamos contentos
con él. Cuando nos enseñaba caligrafía
guiaba nuestras manos con tanta dulzura
que ni siquiera nuestro padre lo habría
igualado.
Simón Srugi era el Evangelio en acción.
Un cristianismo que se presenta en hechos
impresiona y se impone. Por eso Simón hoy
está más vivo que nunca.
Paciente como Job.
La orientación de su vida era decidida
mente sobrenatural. Sabiendo que era hom
bre de fe, muchas veces se recurrió a su
oración y a su fe, capaz de hacer milagros.
Un día que la casa de Beitgemal se ha
llaba en graves apuros económicos su di
rector le llamó y le dijo : “Señor Srugi, rece,
porque no tenemos ni un céntimo” .
Simón rezó, colgó de la estatua de San
José, de quien era muy devoto, una bolsa
y al día siguiente se halló en ella una bue
na cantidad de dinero.
Pero las escenas más conmovedoras era
cuando le traían enfermos graves. Los faniiliares le rodeaban; los hombres le be
saban los vestidos rogándole la curación
del enfermo. Le pedían que impusiese sus
manos sobre los enfermos, porque a su
contacto sanarían.
El sabía darse maña para invitarles a re
zar, aun a los no cristianos.
—¿Ya has rezado a Sitti Mariaml les
preguntaba, acompañándoles a los pies de
una estatuilla de la Virgen, colocada en el
estrecho ambulatorio. Yo te daré las me
dicinas en nombre de Jesús, pero vosotros
sp las llevaréis a vuestros enfermos en nom
bre de Sitti Mariam. (Así saludan los ára
bes a la Virgen María). ,
De esta suerte el saludo a María reso
naba también en los labios de los musul
manes. Estos estaban convencidos de que
los curaba en nombre de Dios. Abdcl
Fattah El Arag atestigua, aun hoy día, que
cuando ponía una inyección Simón Srugi
decía siempre: “En nombre del Curador”.
Tal expresión la usaba con cuantos, ignoran
tes de la fe cristiana, sabían poco o nada
en torno a Jesucristo, el médico divino.
Tenía la paciencia de Job.
Un día fue tal la cantidad de enfermos
que llegaron al ambulatorio que hubo ne
cesidad de atrancar las puertas. Srugi mien
tras tanto iba curando uno tras otro a me
dida que los iban introduciendo. De pronto
se oye un vocerío y altercado extraordina
rio, luego un empujón formidable. La puer
ta fue arrancada de quicio y Srugi que, en
ese momento estaba de espaldas, fue tirado
por tierra. Hubo quien gritó contra aque
llos desesperados, tratando de echarlos fue-
11
n. del ambulatorio. Simón se alzó del suelo
con la cara sucia, se limpió, sacudió el pol
vo y dijo dulcemente: “Este es el momen
to bueno para demostrar que tenemos pa
ciencia, que somos verdaderos cristianos y
que los amamos”. Y de esta manera calmó
incluso la ira del que lo ayudaba. Y como
quiera que algunos beduinos trataban de
linchar a los promotores del disturbio tuvo
que asomarse a la puerta de la calle para
que todos se calmaran; los beduinos no
querían tolerar que su Mu’allem, a quien
tenían por un santo hubiese sido arrojado
por tierra.
Una copa de miel.
La llamaban para que hiciera de árbitro
en los pueblos de la zona. “Acudimos al
señor Srugi, decían, porque él es para nos
otros el primero después de Dios; es un
hombre tamam, justo.
Cuando desempeñaba el oñcio de moli
nero en la granja agrícola de Beitgemal le
dejaban sus sacos de trigo, sin haberlos pe
sado antes, y cuando volvían hallaban ya
su trigo molido. Estaban seguros que
Mu’allem Srugi no les defraudaba ni de
un granito. Tal era su confianza que si uno
había pesado el grano en casa y Srugi en el
molino, Srugi tenía razón porque, comen
taban, es incapaz de engañar a nadie.
Un árabe musulmán traza de él este re
trato : “Yo conocí a Mu'allem Srugi como
la palma de mi mano. Mi padre y yo hemos
arado los campos de Beitgemal, recogido el
trigo y la cebada y las lentejas durante mu
chos años. Lo conocí muy b ien: Mu’allem
era como una copa de miel. Yo soy musul
mán y él cristiano, pero me trataba siem
pre como si fuera yo su hermano. Sabía
tratar bien a todos, con amabilidad, con
dulzura, todos eran amigos suyos. Nadie
bajo la capa del cielo podía ser enemigo de
Mu'allem Srugi”.
El bue>n siunaritano.
El dispensario de Beitgemal fue la pales
tra cotidiana donde de la mañanaa la no
che se prodigó haciéndose todo para todos.
Eran numerosísimos los enfermos que se
llegaban hasta é l: enfermos de tracoma, de
malaria...
12
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Llegaban a montones, demacrados, su
cios y llenos infaltablemente de pulgas y
piojos. Había para sentir repugnancia. No
obstante Simón jamás la sintió con nadie,
pero sí una piedad extraordinaria.
Hasta en el más infeliz y sucio, Srugi
veía solamente a Cristo. Lo venían a bus
car a cualquier hora, hasta durante la co
mida; entonces dejaba su modesta refec
ción para correr a casa del enfermo. Lo
llamaban de noche, en invierno y en ve
rano, para que acudiera a curar a un mo
ribundo o, al menos, para consolar al pobrecito con su presencia.
La presencia de Mu’allem Srugi aliviaba
el dolor y hacía menos sombrío el misterio
de la muerte. Y todos estaban persuadidos
que curaba a los enfermos más con su san
tidad que con sus medicinas.
Una vez tuvo lugar una incursión de re
volucionarios que cayeron de improviso
sobre Beitgemal golpeando y maltratando
a los Salesianos. Cuando compareció Srugi
su jefe ordenó: “Muchachos, saludad mi
litarmente a Mu’allem Srugi. Hacedlo en
señal de respeto y deferencia”.
Su caridad alcanzó la cima del heroís
mo, especialmente después de la desapari
ción de Don Mario Rosín, su director de
Beitgemal. Habiendo ido a la finca de Rafat, media hora de camino a caballo, al vol
ver fue asaltado y muerto a pedradas. La
yegua que lo había llevado volvió sola...
Tres días después se supo lo que había su
cedido. La policía investigó y llegó a saber
quien había sido el jefe de los asesinos.
Un día, éste, herido en la cabeza y en
ia espalda, fue a parar al dispensario donde
Srugi trabajaba junto con la Superiora de
las Hijas de María Auxiliadora. La herma
na lo reconoció al momento. También
Srugi. Era el momento bueno para entregar
lo en manos de la justicia, que le pisaba los
talones. Los policías a caballo habían en
trado en el patio de las escuelas. Srugi tran
quilo, como si no aconteciese nada curó al
herido, lo trató con gran delicadeza. Ter
minada la cura, habiéndose cerciorado de
que nadie los veía, hizo salir al cabecilla
por una puerta no vigilada. Entonces dijo
a la hermana: “Nosotros estamos aquí
sólo para hacer el bien, como lo hizo el Se
ñor. Don Rosín ya está en el cielo. Jesús
HAAD~T^^ - TAILANDIM^—j5a Oráeaíe tienen, gran, importancia ?oa m anifestacio
nes ttdjkióTTcas y gim n ú st icas, como prueba de la bondad de la enseñanza de los
Colegios. Los Salesianos, como es lógieo, no ¿eacttttíaw este aspecto s oroíOtieetrL
todos los
rf/iuiJAo¿ festIsSSeo co» los ahinm os de las esctteBs «a£ÓÜcas. La
foto nos m aestra U s M iü a n m
in^ Hijas de JMp ría Auxiliadora exáiibiéTtdDse
con delicado arte en una danm -eaiental; nótense los rrfriTi1nii_|Miiiii*Lj de dedos
puritiagudos para dar mayor expresión a lo^-rt2j ^ m i i ^ o s .
-------- ------------ -----------------------------------___________________
en la cruz perdonó a todos y nosotros he
mos de hacer otro tanto”.
Perdura la fama de santidad.
Imitando al Maestro vivió y cerró su jor
nada terrena. En los últimos días de su vida
sufría una sed terrible. Su director le dijo
un d ía : “Señor Srugi, voy a mandar traer
un poco de hielo de Ramie para usted, por
que veo que sufre mucho a causa de la
sed”. Srugi agradeció la delicadeza, pero
cayendo en la cuenta que aquel día era
viernes le respondió: “No mande usted por
hielo. Jesús en la cruz sufrió mucho por la
sed y quiero imitarlo”.
Cuando murió, la casa se convirtió en
meta de peregrinaciones de todos los pue
blos de los alrededores. Los jefes de las
comunidades musulmanas de Daraban y
Betnatif exaltaron la memoria del humilde
salesiano “de corazón grande y de la bon
dad sin límites”. Más de uno exclamó:
“Ha muerto un santo”. Un musulmán se
expresó a su m odo: “Lástima que Mu’aliem
Srugi fuese un cristiano. Si hubiese sido
musulmán lo convertiríamos en uno de
nuestros santones”.
Su último Inspector hablando de él afir
mó : “Conocí a muchos Santos salesianos
de la primera hora. Srugi les ha igualado
a todos en la práctica heroica de la virtud.
Idénticos sentimientos albergaba Monse
ñor Barlassina, Patriarca de Jerusalén.
Cuando este último iba a visitar a los Sa
lesianos de Beitgemal a todos daba a besar
su anillo pastoral, pero al señor Srugi le
daba un abrazo. Y se explicaba: “Srugi es
un santo”. Mons. Carlos Radonski, obispo
polaco exilado, que conoció y apreció mu
cho al señor Srugi, decía: “Queredlo mu
cho y anotad sus acciones y recoged cuan
to hace porque es un Santo”.
Don Miguel Rúa, que visitó la casa de
Beitgemal en 1908, recomendó a los Salesjanos: “Observad al hermano Srugi; ano
tad sus palabras y acciones día por día. Es
un auténtico Santo”.
-
13
LA FAMILIA
EDUCADORA
LOS MEDIOS P lO l EDDEOO LO VOLDIIIOD
padres deseosos de conseguir la
U NOS
educación de la voluntad de sus hijos,
en lo que respecta a su conducta, lógica
mente se preguntan por los medios y los
métodos con que cuentan para lograrlo.
Dejando para otra ocasión los métodos,
veamos en ésta los medios.
Estos se reducen a tre s : la imposición,
la costumbre, la convicción. Pero diremos
en seguida que ninguno de los tres se pue
de emplear aisladamente a lo largo de una
educación. Han de ser sabiamente mezcla
dos, según ocasiones y circunstancias y per
sonas: de donde resulta una dirección,
ejercida por una autoridad. A esta direc
ción operativa y eficaz de la educación de
los hijos han de tender todos los padres.
La imposición. Son bastantes los que
aún sostienen que la mejor manera de ob
tener de los niños el respeto a las normas,
que regulan la moralidad de las acciones y
de su conducta en casa y fuera de casa, es
U’. imposición física, el recurrir a los cas
tigos corporales, a las amenazas de penas
severas, si traspasan sus órdenes.
Aunque los valedores de este sistema de
educar la voluntad aleguen que es el más
fácil, las múltiples experiencias de toda claS‘*. de padres y educadores podían demos
trar evidentemente que es el menos eficaz,
que son poquísimos los niños, educados
mediante la imposición, que llegados al uso
de su libertad no hayan sacudido airada
mente todas las imposiciones. Que éste sea
el único sistema que muchos padres pueden
emplear, porque no son capaces de otra cosa,
es lamentable, pero no justifica su empleo
habitual.
No se ha de confundir la imposición con
la firmeza en exigir lo mandado cuando es
racional y justo, ya que la voluntad del
niño, que es pieza esencial en su educación
moral, debe ser con frecuencia sostenida
por la firmeza de los padres. Ceder a la pri
mera flaqueza del hijo o a sus primeras
quejas no es educativo. No se puede olvi
dar que educarse es costoso para el niño y
que, por consiguiente, uno de los medios de
ayudarle es la firmeza en sostenerle para
que cumpla y en exigirle que cumpla.
14 -
mientras lo preceptuado esté dentro de los
límites de sus fuerzas.
De esta firmeza a la imposición, como
medio ordinario de educación, hay un abis
mo.
La costumbre. Todos conocen el valor
simplificativo de la costumbre. Cuando uno
se acostumbra a algo, su ejecución le re
sulta más fácil. Los padres tienen mil ejem
plos en la vida diaria de sus hijos. Cuántos
equilibrios, cuántos miedos, cuántos sudo
res mientras el niño aprende a andar, a
manejar los objetos, a vestirse, pero una
vez acostumbrado todo resulta sencillo y
natural.
Como se les enseña a caminar se les en
seña a rezar antes de acostarse, a ir a misa
cuando tiene siete años, a ir a la procesión,
quizá a rezar todos los días el Santo Rosa
rio. Este medio tiene sus ventajas positivas
enormes; incluso educacionalmente impli
ca, por parte de los padres, una constancia
en exigir cosas buenas y necesarias... pero
hemos de tener todos mucho miedo a una
conducta religiosa y moral basada sola
mente en la costumbre. Estamos siendo tes
tigos de que un número extraordinario de
personas y hasta de familias enteras, bue
nas y religiosas por costumbre tradicional
de sus pueblos, que al tener que abandonar
éstos para trasladarse en busca de un tra
bajo más remunerado a otros pueblos y
ciudades, sus buenas costumbres han ce
dido, en gran mayoría, a los primeros em
bates.
Este fenómeno de nuestros tiempos nos
dit la lección de que toda buena costumbre
ha de estar sostenida por la convicción.
Pío XII lo graba con una de sus frases : “No
dura mucho tiempo una vida espiritual hecha de laudables costumbres, si no está
enraizada sobre firmes convicciones”
La convicción. Los educadores cuando
quieren conseguir resultados duraderos tra
tan de convencer, de llevar al ánimo de sus
educandos la persuasión de que conviene
obrar de una manera determinada en vista
de las razones y ventajas que reporta.
Es, sin duda, un medio eficaz, adecuado
a la naturaleza libre del hombre.
^
\
^
Por tanto, los padres junto a la firmeza
en sostener las decisiones adoptadas y a
acostumbrar a sus hijos a una conducta
respetuosa y cristiana han de cargar el acen
to en que sus hijos se convenzan de que
han de obrar el bien y evitar el mal por
oportunas razones.
Las razones que se emplean para conven
cer son unas de tipo utilitario, es decir, po
nen de manifiesto y resaltan más las ven
tajas o daños materiales y espirituales que
se derivan de la acción; como cuando ex
ponemos la felicidad del cielo, la tranquili
dad de conciencia como fruto de las buenas
acciones.
Otras veces la convicción es racional,
como cuando se dice al niño que toda obra
buena le perfecciona; que las mentiras le
hacen peor. La convicción religiosa se basa
en razones elevadas como son la belleza de
la obediencia a Dios, la perfección que se
adquiere al imitar a Jesucristo, etc...
Convencer por las razones dichas es siem
pre bueno. Lógicamente se ha de empezar
por las razones utilitarias, que son las más
convincentes cuando se tiene corta edad y
escasa educación y cultura, para ir ascen
diendo progresivamente a lo largo de los
años y del desarrollo del niño.
Estos son los medios principales con que
cuenta un padre para educar la voluntad
de su hijo. Los tres dosificados y emplea
dos oportunamente conseguirán la educa
ción moral de la conciencia y de la vida y
la conformidad de la voluntad humana a
la divina, que es la meta de toda alma que
ama a Dios.
ROMA,—Los Testos m ortales del Cardenal Cagliero han sido trasladados a la
catedral de Viedma. a bordo del Uulio César». De esta suerte, el que fu e el primer
evangelizador de la Patagonia irá a reposar en la tierra de sus primeras fatigas.
Fue despedido en Roma con un fu n e ra l solemne, al que asistieron los embajadores
argentinos ante la Santa Sede e Italia.
-
15
PEREGRINACION NACIONAL DE C 05
Lourdes .—Subiendo desde la explanada
de la Gruta por un sendero umbrío y silen
cioso, que lleva a las oficinas del Santuario,
en un recodo se levanta un sencillo monu
mento representando un hombre rodilla en
tierra, las manos juntas y la cabeza y el
cuerpo lanzados hacia adelante, como si la
fuerza de sus ojos, que escrutan el infinito,
arrastrara al hombre entero. Una leyenda
en el pedestal dice que el monumento lo
erigió una dama italiana, incrédula, que en
Lourdes recuperó la fe al contemplar la de
las muchedumbres ante la Gruta de la
Inmaculada.
Yo he visto esa fe prendida en los ojos
de centenares de Cooperadores Salesianos;
yo he contemplado la fuerza de unas mi
radas que decían mil veces más que las pa
16
-
Los dias 6 y 7 de junio se concentraron en Lo«j’’S
TJnnnrnn autocares
nrit.nrnrfis desde
rlpuiip todos
tndna Inx
Llegaron
los 'nnntOR
puntos dpi 1
Vülena, Valencia, Madrid, Salamanca, Zamori
Pamplona, Badalona, pero sobre todo de Zara^ '• V
gente. A pesar de la masa de Cooperadores a»
de don Aíodesío Bellido, delante de la capilla dt
lugar del suceso* con excesivo retraso. Es de >
este recuerdo los que llegaron, pero no estuvi^*^
labras y los gestos. He visto llenarse de
lágrimas tantos ojos y las he visto correr
silenciosamente mejillas abajo. He visto la
fe en esos ojos serenos de los hombres, fi
jos en la blanca estatua de la Inmaculada
Concepción. No creo que en mi vida pueda
ya olvidar la media hora que pasé junto a
los Cooperadores en la Gruta de Lourdes
y menos el espectáculo que siguió luego,
cuando los peregrinos se lanzaron a besar
)9PERADORES SALESIANOS A LOURDES
!S más de mil Cooperadores salesiaTios peregrinos,
gt^paña: de Sevilla, Córdoba, Cáceres, Murcia, Alicante,
*tgo. La Almunia, Sádaba, Bilbao, San Sebastián,
y Barcelona-Rocafori, que dieron el mayor continfiijte ven en torno al señor Obispo de San Sebastián y
l^:osario, fa lta n más de trescientos, que tllegaron al
erar que en la próxim a peregrinación no se pierdan
Sino tam bién los que no pudieron estar.
y tocar las rocas de la Gruta de las apari
ciones.
Pero vayamos por partes.
Ei ambiente.
Cuando el tren me dejó en la estación de
Lourdes me pareció hallarme en una ciudad
militar. Soldados por todas partes, soldados
vistiendo los más extraños uniformes, sol
dados rubios y soldados color chocolate,
soldados venidos de Dinamarca, Holanda,
Bélgica, Estados Unidos; soldados llegados
de España, de Alemania, de Italia, pero
sobre todo soldados franceses, con sus uni
formes claros y su aire joven y marcial.
Pronto supe que la peregrinación de los
Cooperadores Salesianos iba a coincidir
con la de los militares de dieciséis nacio
nes. Me temí que íbamos a naufragar entre
los 50.000 soldados, pero fue todo lo con
trario, porque nos permitió contemplar uno
de los acontecimientos religiosos más in
teresantes de Lourdes.
¿Qué peregrino no se emocionó y mara
villó ante la procesión de las antorchas en
la que participaron los soldados?
En Lourdes todo está bien organizado
-
17
T
y todos pueden satisfacer sus actos colec
tivos con tal de sujetarse a un horario con
venido entre todos los directores de las
peregrinaciones, que coinciden en un mis
mo día. Gracias a ello la peregrinación de
los Cooperadores Salesianos pudo desenvol
verse tranquilamente sin molestar ni ser
molestada.
Ante la Inmaculada.
LOURDES.— Tres m omentos del comienzo de
la peregrinación: Arriba, la bandera del cen
tro de Za?nora, portada por una gentil co
operadora. y «n cooperador con el ciriootrenda, esperan el m om ento de encam inar
se hacia la Gruta. Centro, la peregrinación
en marcha. Abajo, ante la G ruía, a los pies
de María inm aculada, los peregrinos escu
chan al Muy Rvdo. Sr. D. Emilio Corrales.
Más de mil doscientos Cooperadores es
pañoles se dieron cita en Lourdes la tarde
del 6 de junio. Presididos por el señor
Obispo de San Sebastián, Dr don Lorenzo
Bereciartúa, por don Modesto Bellido, del
Capítulo General; por los señores Inspec
tores de Barcelona, don Isidro Segarra; de
Valencia, don Tomás Baraut; de Bilbao,
don Emilio Hernández, y de Zamora, don
Emilio Corrales, se pusieron en marcha
precedidos por la bandera de los Coopera
dores de Zamora.
El saludo del Avemaria resonaba en los
aires, mientras la peregrinación avanzaba
lenta y solemnemente para ocupar su lugar
ante la boca misma de la Gruta. Dio la
bienvenida a los peregrinos el Delegado
Nacional y cedió la palabra al Muy Reve
rendo don Emilio Corrales. Sólo quien tuvo
la dicha de escucharle puede dar fe de la
emocionante presentación que él hizo de
los peregrinos a la Santísima Virgen, de sus
súplicas, de sus ruegos, de sus preces por los
suyos, por las personas amadas, por los
enfermos de las familias, pero sobre todo
de los anhelos y votos de la Pía Unión de
Cooperadores Sajesianos de España para
formar un cuerpo aguerrido de apóstoles
seglares que con Don Bosco y siguiendo
sus consignas ganaran muchas almas para
Dios y para la Inmaculada Auxiliadora. La
fervorosa presentación, tan medida y ajus
tada en conceptos y expresiones, tan vi
brante en el tono y fervor, tan suave en los
afectos, dispusieron los ánimos para el rezo
del santo Rosario, que dirigió el Delegado
Inspectorial de Zamora.
Terminado, los peregrinos comenzaron a
desfilar por la santa Gruta para besar sus
rocas y pasar por ellas rosarios y objetos
piadosos.
Aquí es donde la fe y el amor a la Virgen
tomaron formas tangibles. Los peregrinos,
unos, con unción y respeto, pasaban sua
vemente las manos por la peña y deposita
ban su beso; otros, más bien peregrinas,
como no pudiendo soportar por más tiempo
la tensión de la espera, pasaban una y otra
vez sus manos por las rocas, las palpaban,
apretaban sus rosarios sin saber despegarse,
olvidando que tras ellas venían centenares
de impacientes. Media hora después aún
no habían pasado la mitad de los peregri
nos ; aquí se rompieron las filas y se preci
pitaron sobre las paredes de la Gruta. Desde
arriba, la Inmaculada Concepción sonreía
y les decía con las mismas palabras que le
dijo a Bernardita, no en francés, sino en
un dialecto español, como da fe la inscrip
ción puesta a sus pies: “Que soy, era la
Inmaculada Concepción”, manera de decir
en el dialecto de la región que siempre,
siempre fue Inmaculada.
La Misa de la peregrinación.
El día 7 amaneció temprano para los pe
regrinos ; a las siete y media de la mañana,
en la capilla del Rosario, capaz para mil
quinientas personas, sentadas, el señor
Obispo de San Sebastián celebró la Santa
Misa, dialogada y dirigida por el Delegado
Nacional don Javier Rubio. La comunión,
repartida por el señor Obispo, don Modesto
Bellido, don Tomás Baraut y don Nemesio
Delgado, duró veinticinco minutos; durante
la misma los peregrinos cantaron admira
blemente dirigidos por el P. Fernando
Abad.
Vía Crucis.
El tercer acto oficial de la peregrinación
era el Vía Crucis de expiación y peniten
cia. El Calvario de Lourdes llama la aten
ción por el arte y plasticidad de sus esta
ciones. Las figuras, de bronce y de tamaño
natural, invitan a representarse fielmente
la vía dolorosa del Señor. Levantadas sobre
el monte cercano a la Basílica, el camino
que lleva de una a otra está hecho de gui
jarros y piedras desnudas, de suerte que el
mismo caminar recuerda los dolores de
Jesús. Dignas de admiración son tantas y
tantas Cooperadoras que subieron al Cal{Pasa a pág. 20.)
LOURDES.—La -peregrinación se cerraba
con un Via Crucis de penitencia por el Cal
vario; las estaciones del mism o son de gran
belleza y expresión, ayudando poderosamen
te a la m editación del paso que se contem
pla. Cada estación era m editada por un co
operador de distinta inspectoría. Cerró el
acto el Rvdo. don Modesto Bellido, con la
meditación de la catorce estación. Las fotos
nos m uestran algunos aspectos del Via
Crucis.
-
19
LOS SALESIANO S
PENETRAN
EN LA ISLA DE FORMOSA
Últimos veinte años la suerte
E ndeestos
Formosa, la isla bella, situada entre
el Japón y las Filipinas, ha sufrido alterna
tivas diversas: desde la liberación del do
minio japonés hasta convertirse en refugio
de los chinos nacionalistas, defendidos de
los comunistas de Mao Tse Tung por un
amplio brazo de mar y, lo que más’cuenta,
por los cañones de la flota americana.
Formosa se ha convertido en una nación
floreciente y próspera, en la que conviven
los aborígenes de la isla y los millones de
refugiados chinos, que sólo esperan el mo
mento de poder volver al continente.
Los salesianos acaban de entrar por pri
mera vez en este reducto de la China para
hacerse cargo de una parroquia, que el
Obispo de Tainán ha confiado a sus cui
dados.
Formosa es el nombre occidental de la
isla de Taiwan. Cuenta once millones de ha
bitantes, de los cuales sólo 200 000 son abo
(Viene de ¡a pág- 19.)
vario hincando sus rodillas duiante las es
taciones, sin buscar tampoco el cobijo
de una sombra que hacía apetecible un sol
a ratos implacable.
Cooperadores y Delegados de las siete
Inspectorías de España fueron meditando
las diversas estaciones con consideraciones
apropiadas.
Corona lo alto de la montaña la duodé
cima estación. Las tres cruces recortándose
sobre las últimas copas de los árboles do
minan la escena de la Virgen Madre, ayu
dada de Juan y de las santas mujeres, en
tanto que los sacerdotes y los soldados
bajan del monte sobrecogidos de espanto.
Un amplio semicírculo permite la concen
tración de todos los peregrinos: se les ve
20
-
rígenes. Pertenecen a varias tribus: Tayal,
Bunum, en otro tiempo célebres cortado
res de cabezas, los Ami y los Paiwan. To
das estas tribus, llegadas a la isla en tiem
pos remotos, carecen de escritura por lo que
no se conoce su historia; sus leyes se tras
miten por tradición, si bien el jefecillo de
la tribu es suficiente para dictar leyes, se
gún su leal saber y entender, aplicar casti
gos y premiar.
Su nota más destacada es el profundo
amor a la familia. El nacimiento de un niño
es motivo de grande alegría y lo consideran
don del cielo. Tienen tan prohibida la po
ligamia y el adulterio que quien tal hace
es condenado a muerte en la plaza pública,
para escarmiento.
Creen en la inmortalidad del alma y en
seres superiores a los que ofrecen sus sa
crificios, encomendados a viejas sacerdoti
sas. Las almas buenas, después de esta vida
van a un lugar de felicidad, pero han de
que acompañan a Jesús con oenitencia y
fervor. A la vuelta la décimotercera esta
ción : el descendimiento de la Cruz. Luego
el camino baja largamente para llegar al
Sepulcro. La décimocuarta estación la me
dita don Modesto Bellido; sus palabras
calan hondamente, sus exhortaciones pro
Cooperadores Salesianos caen en terreno
abonado; él en Turín, los peregrinos en
España coincidirán ante el altar de María
> de Don Bosco para obtener del Señor un
apostolado fecundo.
El mismo don Modesto despide oficial
mente a los peregrinos que fueron a Lourdes
a pedir a la Santísima Virgen que nos man
de a la Pía Unión apostólicos delegados,
fervorosos celadores, santos cooperadores
que dilaten por toda España el grito de Don
Bosco: “Dadme almas”
n
conquistarlo con grandes esfuerzos ya que
está situado en lo alto de una montaña de
pendiente rápida y salvaje. Extraño con
cepto de la inmortalidad de un alma.
Como es natural, los cortadores de ca
bezas se guardan muy bien de hacerlo y
sólo es un recuerdo de tiempos viejos. Ve
neran mucho a sus muertos; su entierro
es algo chocante; envuelven al difunto en
una piel de ciervo, con todos sus utensilios
y luego toda la famila reunida lo llora en
alta voz. En tanto el difunto no es ente
rrado se abstienen de todo trabajo y de la
caza. El sepulcro se cava dentro de la cho
za donde había vivido.
El rostro de Taiwan.
Montañas siempre verdes, arrozales en
los que la vista se pierde, ricas ciudades
de aire oriental, chozas, barracas, cabañas
de barro, gente vestida a la europea, abo
rígenes de túnicas de chillones colores:
éste es hoy el rostro de Formosa.
Cómo son capaces de vivir en esta pe
queña isla once millones de seres es casi un
misterio. Sin duda el carácter tenaz e in
dustrioso de los chinos resuelve muchos
problemas.
El formosano se contenta con satisfacer
mal que bien sus necesidades más urgen
tes ; el chino, por el contrario, mercader por
naturaleza sabe sacar partido de todas las
cosas. No deja escapar la menor ocasión de
J
TAINAN.—Avenas, entrado en For
mosa. el misionero salesiano co
mienza sus expliaañones de a ü ec ismo a los ehi^uSUos. al aire abierto,
ju n to a iotas barracas de madera
<íue le sirven de casa. Luego, los
atraerén ta sim paíia de
los padres ítaeia el m t í i o n e r ^ poco
a poco sttrffirá tota eristiañdad en
tom o, d e la
saleüaxM
desde la
Don Bosco
AuxQSááorá fusat comenraáoiSte
netración en ta talla beUaC
ganancia y tiene por instinto el arte de sa
ber engañar.
La gran mayoría de los habitantes vive,
sin embargo, en los arrozales.
Un gran sombrero de paja en la cabeza,
desnudos de torso y brazos, metidos en el
agua fangosa hasta la rodilla, pasan días y
días trabajando duramente: desde mayo a
julio con la primera cosecha; de octubre
a diciembre con la segunda.
La Iglesia en marcha.
La mezcla de paganismo y de budismo
en que vive la mayor parte de los habitan
tes permite la penetración de otras reli
giones.
Los antiguos usos en decadencia, las ri
diculas supersticiones, las creencias en tan
tos espíritus, dejan el alma de los formosanos insatisfecha y amarga.
Ciertamente Formosa es un campo abier
to al cristianismo. El año 1962 se contaron
unos 20.000 convertidos. El ritmo sería más
apresurado si no careciesen de sacerdotes
para instruir a los neófitos y catecúmenos.
Seiscientos sacerdotes para once millones
de habitantes son muy pocos sacerdotes;
a esta escasez se añade la falta de catequis
tas bien formados, pues la Iglesia es muy
reciente en Formosa. Para paliar de mo
mento esta escasez y remediarla con el
tiempo, se han fundado tres seminarios y
un Centro para vocaciones adultas. Una
gran dificultad para las vocaciones es la
duración del servicio militar, tres años,
dada la especial situación de peligro en
que constantemente se halla la isla amenadada por los comunistas chinos.
Es curioso notar que en tanto que en
China la acción de las misiones iba enca
minada a las clases populares, siendo mal
vistas por los intelectuales, en Formosa su
cede lo contrario. Los intelectuales, pro
cedentes de China, se convierten o al me
nos simpatizan con cierta facilidad con la
Iglesia Católica,
La razón de esta actitud radica en que
la Iglesia ha sido el único organismo que
no se ha quebrado ni cedido ante el comu
nismo, como lo ha hecho el budismo y el
protestantismo; esta actitud gallarda de
los católicos le ha dado un gran prestigio.
Hoy día 150 profesores y 1.400 universita
rios son católicos.
Toda Universidad tiene su Centro cató
lico atendido por uno o dos sacerdotes que
no se dedican sino a atender al Centro;
ordinariamente éste se halla provisto de
capilla, salones, biblioteca, salas de reunio
nes y de esparcimiento. Los universitarios
se llegan a estos centros para divertirse,
oír conferencias, aprender lenguas y poco
a poco se verifica su acercamiento a la
Iglesia.
Todos los días se dice la Misa y son bas
tantes los universitarios paganos que asis
ten: pero lo más importante son los cur
sos de religión, que en tales Centros se dan
con altura universitaria. Aquí es donde
madura la conversión de los jóvenes, tanto
más valiosa cuanto que mañana serán los
dirigentes de la nación.
A pesar de todo, la escuela es un campo
difícil para el misionero, dado que el Go
bierno exige muchas condiciones para po
der montarlas: gran extensión de terreno
para juegos y deportes, profesores gradua
dos, excesivo control de programas de en
señanza... Estas dificultades hacen que la
Iglesia sólo cuenta en Formosa con cinco
escuelas elementales, tres profesionales y
catorce de enseñanza media.
La Iglesia en estos momentos está mon
tando en Taipeh la Universidad católica,
grandemente necesaria para atender a los
universitarios convertidos y para cobrar
verlos subiendo y bajando a
M epieparece
y cargaditos por los cerros del
alto Ventuario. ¿A quiénes? Al Padre Mi
sionero y a Yarú, que es el capitán de los
indios yavaranas. Suben derechitos y sin
zigzaguear, pues estos indios desconocen el
zigzag. Va delante Yarú y detrás el Misio
nero, junto a él, que no quiere ir a la zaga
y ser menos que é l; el indio este, tal vez
para probar su fortaleza, no se da punto
de reposo. Así caminaron unas ocho horas
hasta llegar a la meta, que era la llanura
que recoge las aguas del monte Guanay, y
era la residencia de algunas agrupaciones
de indios.
—Bueno, Padre, yo preparando tu chin
chorro y durmiendo a tu lado
—No, capitán, no te molestes; me lo
preparo yo o alguno de los indios.
—No, Padre, porque ya v es: yo ser ca
pitán de yavaranas y tú ser capitán de todos.
En un saitamén todo quedó arreglado, y
mientras unos indios cocinaban un sabroso
venado, díjole el Padre al capitán:
—Mira, Yarú, cuéntame algo de esta tu
tierra.
— ¡Ay!, Padre, nosotros sabemos tanto
como tú. Tú contando Iglesia, diluvio de
aguas y Dios y Ararat y Jesús subiendo al
cielo, y nosotros recordando muchas aguas,
prestigio ante las cinco universidades es
tatales.
La prensa católica se va difundiendo apo
yada por los católicos. La fuerza de cho
que está constituida por dos semanarios,
dos revistas mensuales y una tercera de filo
sofía. Hay además dos casas editoriales ca
tólicas que publican solamente libros ca
tólicos, devocionarios, traducciones de au
tores famosos, novelas y libros de cultura
católica.
A la tarea han venido a samarse en el
pasado mes de febrero los salesianos, em
pezando por el clásico Oratorio festivo,
que ya reúne unos centenares de mucha*
chos“ Don Bosco hará que la semilla de la
primera parroquia crezca y se multiplique
en muchas y grandes obras que prestigien
la Iglesia Católica y avniden a la conversión
de las almas.
NUEVA
VERSION
DEL
DILUVIO
por P. J. V.
Misionero Solesiono
ai dios Mayóvoca y a Guanay, y el monte.
—Quisiera que me explicaras este pare
cido.
—Pues mira, Padre. Un día Mayóvoca
mandó que las nubes llovieran mucho y
que los ríos se desbordaran y cubrieran
toda la tierra. Estos obedecieron y ante el
peligro de la inundación, todos los indios
y los había yavaranas, maquiritares, guaja
ribos y piaroas y hasta civilizados, corre
que te corre en curiaras a refugiarse en el
monte Guanay. Las aguas subiendo, su
biendo, y ellos subiendo hasta que al llegar
a la cumbre, no viendo otra esperanza de
salvación que la de excavar el monte y ha
bitar en sus entrañas, se apresuraron a
ahuecarlo y después, fíjese, Padre, con mu
cho bastimento empezaron a entrar los ya
varanas que ocuparon los mejores puestos,
a su lado los maquiritares y racionales y,
finalmente, pero muy lejos y en lugares pe
dregosos, los piaroas y guajaribos. Luego
cerrando con piedras y peramán la entrada,
no pasando agua y nosotros quedando sal
vos.
—Mucho me gusta, capitán, tu historia;
pero dime, ¿por qué lejos y en lugares pe
dregosos los piaroas, y los yavaranas en los
mejores?
—Pues, ¡gua!, porque ellos no son gen
te y verás como Mayóvoca lo dice también.
—Después de un tiempo menguaron las
aguas y Mayóvoca recorrió en cudiara estos
parajes; mas al llegar al Guanay, díjole un
pariente que lo acompañaba:
—Se oyen voces humanas.
— ¿Dónde y cómo? ¿Pues las aguas no
acabaron con todos los hombres?
—Sí, pero escucha; aplica el oído a tie
rra y oirás...
—Cierto—dijo Mayóvaca—. Vamos a
cortar la montaña y averiguar el origen de
estas voces. Tráeme el machete y el hacha.
A este punto interrumpió el misionero:
—Pero, mi buen Yarú, con el hacha y el
machete no se pueden cortar las montañas.
—Cierto, Padre; pero estas herramientas
en manos de Mayóvoca todo lo pueden y
fíjate si no cómo lo dejaron en forma de
silla. A los furiosos golpes del dios retum
ban los montes y tiembla adentro la india
da, y se acurrucan al ver que entra a to
rrentes la luz y que han sido descubiertos.
Una voz muy fuerte dice mientras ta n to :
—¿Qué hacéis en estos antros y por qué
tenéis miedo? Entonces fue cuando el ca
pitán de los yavaranas, valiente valiente, y
solo solo, contestó al visitante y dio la ra
zón de su encerramiento; y valiente de
nuevo preguntó a su vez: — tú, ¿quién
eres? —Yo soy el dios Mayóvoca. A tal
respuesta, el capitán se arrodilló y díjole:
—Yo adorarte, yo ser tuyo. —Bine, capitán;
tú ser guapo y yo querer premiarte. Sal
gan todos, y luego d ijo : —Yavaranas que
dando aquí con maquiritates, en tierras
buenas, civilizados allá iejos (e indicaba el
norte), y piaroas y goajaribos lejos, pues no
son valientes y si vienen a vosotros, haced
los trabajar. Así se repartieron las tierras.
Mayóvoca se quedó con yavaranas allá en
la explanada del monte que vosotros lla
máis Santo y que nosotros llamamos de la
Curiara y Canalete de Mayóvoca, pues allí
los dejó hechos piedra al separarse. Hizo
grandes fiestas, bebimos bastante yaraque
y bailamos mucho; luego puso un tigre en
aquel monte de dos picos que lleva su nom
bre para que nadie pasara adelante y dán
donos estas tierras como las mejores, se
apoyó sobre un pie y brincando se fue al
cielo.
El indio acabó su relato con estas pala
bras : “Y esto es cierto, pues yo te ense
ñaré las huellas que dejó Mayóvoca sobre
la piedra al subir al cielo.”
-
23
••
í-i'JyV'
y'.^K
MARIA AUXILIADORA
CAYO POR EL VENTANAL
MAlaga.—Mien tras me encontraba ocupa
da en quehaceres del hogar, mi h ija M aría
del Carm en Vera Peña, de cuatro años de
edad, se encontraba jugando en el corredor
de la casa. En el referido corredor había una
escalera de blanqueador apoyada en la p a
red, pero muy próxim a a un ventanal de
cristales.
O tra h ija mía. al verla subida en la es
calera, quiso bajarla, con ta n m ala suerte
que la pequeña cayó por el ventanal de cris
tales al patio, con u n a profundidad de cin
co metros.
Al sen tir el golpe, volviéndome a u n a im a
gen de M aría Auxiliadora, que precisam ente
m iraba hacia la ventana por donde la niña
cayó, exclamé: «¡Madre m ía Auxiliadora,
sálvala!»
En aquel preciso m om ento llegaba mi es
poso, que al sentir el golpe corrió para auxi
liarla.
La n iñ a no perdió el conocimiento, a p>esar, incluso, de h aber caldo entre los cachi
vaches de los blanqueadores.
Solam ente sufrió la fra c tu ra de un tobillo.
C uantas personas acudieron para consolar
nos estuvieron acordes en decir que sólo un
m ilagro de M aría Auxiliadora había salvado
a la niña.
Fue llevada al Hospital, donde los m édi
cos corroboraron no haber ningún daño In
terno y sólo la fractu ra del tobillo.
Al día siguiente fue llevada al especialis
ta de huesos y nos aseguró que dada la m ala
condición de la fractu ra la n iñ a quedaría
coja.
Fue escayolada y cuando, a los veinte días,
le fue quitad a la escayola la n iñ a andaba
perfectam ente bien, sin quedarle señales del
golpe recibido. Doy in fin itas gracias a M aría
Auxiliadora por ta n gran favor recibido, al
mismo tiempo que invito a cuantas perso
n as se sientan atribuladas acudan a tan
bondadosa M adre.—Josefa Peña Leiva.
:4 -
FUI INTERVENIDA
C am pello .— Encontrándom e muy enferm a
ful traslad ad a a M adrid p a ra ser interveni
da de estenosis m itral, pero los médicos te
m ían llevar a cabo la intervención por te
m or a que surgiera u n a complicación de h e
patitis. En este tran ce acudí a M aría Auxi
liadora. empezando u n a Novena. Por fin fui
intervenida, no teniendo complicación algu
na, con asombro de los médicos. Hoy doy
gracias públicam ente a M aría Auxiliadora
y envío la lim osna.— Paquita Verdú.
DELICADA OPERACION
P uerto R eal .— Con Inm ensa alegría y para
anim ar a todos a que acudan en sus nece
sidades a M aría Auxiliadora, publico la si
guiente gracia: Mi padre, de edad avanzada,
enferm o desde hace quince años, tuvo que
som eterse a una delicada operación. Como
tenían que intervenirle directam ente en los
tejidos cerebrales, era sum am ente peligro
sa; con asombro de todos y del mismo mé
dico se verificó la operación, y a los cinco
días, sin fiebre y sin molestias, era dado de
a lta en perfectas condiciones. Cumplo lo
prom etido de publicar la gracia.—M. Caba
llero.
RENACI
M álaga.—Habiendo cedido a la am able in
vitación de d a r unas vueltas en m otocicleta
por el patio del Colegio Saleslano, puesta ya
en m archa, al cam biar de velocidad aceleré
erróneam ente en lugar de atenuar, viéndo
me de repente frente al m uro del pórtico,
sin tiempo ni para fren ar n i para d a r la
vuelta, a causa de la vertiginosa velocidad
alcanzada.
Considero u n a gracia verme ileso y de pie
a tres pasos del vehículo y a uno de la pared,
a pesar de haber quedado la m otocicleta
com pletam ente destrozada en su p arte de
lantera, atribuyéndola a M aría Auxiliadora,
por la circunstancia de estar haciendo unas
Novenas consecutivas a n u estra Celestial
Reina y Madre.—Rafael Gil Gutiérrez.
LE SOBREVINO UN DERRAME
M arbella .— Tuvo m i n ieta Isabel u n a tos
ferina ta n violenta que de la fuerza del ac
ceso le sobrevino un derram e de sangre en
la vista, quedando la criatu ra desfigurada y
con peligro de perder la visión. Acudí con
todo fervor a M aría Auxiliadora, prom etien
do publicar la gracia y enviar u n a limosna,
cosa que cumplo con profundo agradeci
m iento a ta n tie rn a Madre, que escuchó mi
ruego, pues la n in a quedó com pletam ente
bien y d n señales algunas de ta l derram e.—
Angela Caballero.
Para fomentar y ahondar en la de
voción & la Virgen Auxiliadora ha
aparecido un folleto titulado
MISA Y VIGILIA BIBLICA
EN HONOR DE
MARIA AUXILIADORA
Recomendamos a todos los devo
tos de María Auxiliadora y a los Salesianos encargados de la Archicofradía adquieran dicho folleto para
seguir con él la misa de los días 24.
Precio: 15 pesetas.
Pedidos: a D. I. C. - PP. Salesianos.
María Auxiliadora, 18. — Sevilla.
O tr o s G o r s x o n o s
a g r a d e c id o s
Luis Álvarez, de León, agradece a M aría
Auxiliadora h aber salvado la vida de u n fa
m iliar suyo, gravem ente herido en acciden
te de auto: publica la gracia y envía una
limosna.
R. B., de Málaga, agradecida por un favor
que considera decisivo en su vida, envía una
lim osna para el culto de M aría Auxiliadora.
Jesús Navarro, de Benifayó, agradece a
M aría Auxiliadora su protección sobre Julia
Navarro, operada de un tumor.
Vicente Carreño, de Fuenteguinaldo, da
gracias a M aría Auxiliadora por haberle
concedido la salud necesaria, y envía una
limosna.
Amparo Salcedo, de Valencia, da gracias a
M aría Auxiliadora por haber salido bien su
m adre de u n a operación, y envía una li
mosna.
EmüUy González, de Vigo, muy agradecido
por los favores recibidos, envía u n a lim osna
p ara el culto de M aría Auxiliadora.
Marina Bermejo, de Puertollano, d a g ra
cias por h ab er curado a u n a sobrinita en
ferm a de tifus y ya desahuciada por los
médicos. Envía u n a limosna.
Amalia Fernández, de La Coruña, da gra
cias a M aría Auxiliadora porque hallándose
gravem ente enferm a del corazón una per
sona muy querida de su fam ilia, salió con
bien de la operación y hoy está com pleta
m ente restablecida .Manda u n a limosna.
Dolores Carballar, de La Algaba, agrade
ce a M aría Auxiliadora la protección dis
pensada a su h ijlta, de cuatro años, en una
delicada operación de garganta.
R. Calvo, de Vigo. por varios favores reci
bidos de M aría Auxiliadora, agradecida en
vía u n a lim osna y desea se publique su g ra
titud.
Ana María Riba, de Igualada, suplica a
M aría Auxiliadora le conceda u n a gracia y
envía u n a limosna.
Teresa Berengueras, de S an ta M aría de
Olot, envía agradecida u n a limosna, espe
rándolo todo de M aría Auxiliadora.
Dan gracias a Marta Auxiliadora y envían
una limosna:
Araceli Orellana, F. D.. R afael Bengoechea, V. de T., Francisco López y N. N., de
M álaga; M aría Maeno, de Aigecíras; N. N.,
de S erradilla del Arroyo; S. C.. de S alam an
ca; José M aría Salvado, de Reus; P. M. M.
y I. V., de Sabadeil; P eiñta Sánchez, de Algeciras; M aría Buxadó, de B arcelona: Ma
ría Angulo, de S an tan d er; C. F., de Prado
del Rey; Cesárea G arcía, de Bustillo:
H. Aparicio, de Madrid.
-
25
m js^:kXjc<jc\jóy\
SQQBQBBQWOQWMmam
S to rO o m ín g o S a v í o
HA SALVADO A MAS DE UNO
Ñ apóles .— Me hallaba Internado en un
hospital de Campobasso, por una hem orra
gia nasal persistente. El especialista me h a
bla practicado un taponam iento, que en po
cas horas se había revelado inútil. Me qui
taron los prim eros tapones y volvieron a
colocarme otros, pero tam bién éstos fueron
superados por la violencia de la hem orragia.
La m isma suerte tuve con u n a tercera in
tervención, a pesar de las vartas inyeccio
nes de coagulantes que me habían aplicado.
Fn vista del curso fatal de la hem orragia
me llevaron urgentem ente a la F acultad de
Medicina de Nápoles. De nuevo se me prac
ticó un cuarto taponam iento, con aparien
cias de éxito; pero a las cinco horas la san
gre volvió a salir, prim ero por la boca y
luego por las narices.
Confieso que me estaba desesperando al
pensar que debía abandonar a mi esposa y
d ejar huérfanos a m is tres hios; no obstan
te pensé tam bién en encom endar mi alm a
a Dios. En aquellos terribles m om entos llegó
a mi cabecera un herm ano que tengo, sacer
dote salesiano, que sacando u n a reliquia ex
ossibus de Santo Domingo Savio, me dijo;
—Querido herm ano: esta reliquia h a sal
vado a m ás de uno. Ten confianza en Do
mingo Savio; lo que no puede la ciencia lo
h a rá Dios por su mediación.
Apenas me la apliqué cesó la hem orragia.
Tres dias después me quitaron los tapones y
una sem ana después salla de la clínica cu
rado.—L hc Io /io BarancUi.
m édicas el m al persistía, nos encomendamos
a S anto Domingo Savio, santo protector de
las m adres y de las cunas, experim entando
prontam ente su protección. Antes de acabar
la Novena sintió ya u n a notable m ejoría; en
la actualidad se halla en perfectas condicio
nes de salud, libre de todo cuidado. Agrade
cido envío una lim osna.—Francisco Raspall.
D ijo n
(Francia).—Doy gracias a Santo
Domingo Savio por haberm e protegido visi
blem ente en un tran ce difícil. Llevaba tre in
ta y tres dias hospitalizada, con grandes
padecim ientos debidos a la albúm ina y una
flebitis aguda en un riñón, haciendo tem er
que mi cuarto hijo naciera muerto.
En ta n apuradas circunstancias recurri a
Santo Domingo Savio. nuestro celeste pro
tecto r de las madres, y u n a vez m ás demos
tró su poder Intercesor. En agradecim iento
puse a mi hijo el nom bre de Domingo y en
vió una limosna, deseando se publique la
gracia en el «Boletín Salesiano».—Esperan
za Carreño.
O rihuela .— En mi casa hemos obtenido
u n a gracia por intercesión de Santo Dom in
go Savio. El día 1 de marzo mi esposa dio
a luz felizmente un niño. A prim eros de
abril entró la gripe en mi casa, cayendo en
ferm as mi esposa y dos hijas. ^ esposa, que
es m uy devota de S anto Domingo Savio. y
yo le pedimos fervorosam ente que el niño
no cayera contagiado, pues hubiera sido
muy peligroso para él. Damos gracias al
Santito. porque nos escuchó, ya que a pesar
de un resfriado nasal que cogió no pasó
de ahí.—N. N.
ANTES DE ACABAR LA NOVENA
S ab.\dbll .— Habiendo m i esposa dado a luz
al tercer hijo, se apoderó de ella u n a grave
y m olesta flebitis, obligándole a completo
reposo, trasto rn ando toda la organización
del hogar. Como a pesar de las indicaciones
26
-
B arcelona .— Estando aquejado de un fuer
te dolor de muelas, un sacerdote salesiano
me recomendó que acudiera a S anto Do
mingo Savio. Lo hice y pronto desaj»recíó
el dolor, por lo cual, agradecido, envío una
limosna.—D. Ferrer.
Faifores de
Santa M a ría M a ix a r e llo
NO ME DABAN UNA HORA DE VIDA
C atania .— El año pasado, durante el mes
de mayo, m i m am á se rompió el cuello del
fémur. Fue enyesada y las previsiones del
médico era n que d u ran te m ucho tiem po te n
d ría que perm anecer con la escayola. Un
día, estando hablando con u n a H ija de Ma
ría Aujdlladora, le conté el accidente de mi
m adre. La H erm ana me invitó a confiarla
a la protección de S an ta M aría Mazzarello.
Pasado u n mes, hecha u n a radiografía, se
le quitó el escayolado, que según las previ
siones debería haber durado tan to tiempo.
La m aravilla de todos fue que, después de la
radiografía y del examen ortopédico, estaba
ta n perfectam ente curada que ni el mismo
médico lograba convencerse de una curación
ta n extraordinaria.
En noviembre del mismo añ o fui atacado
por fuertes y difusos dolores abdominales.
Mi médico y los llam ados a consulta diag
nosticaron u n a colitis b astante fuerte. T an
tos antibióticos me dieron que casi estaba
intoxicado. El 10 de enero me dio un ataque
m ás fuerte que de costumbre, que no se cal
mó a pesar de los sedantes o tras veces usa
dos Cuando llegué a mi casa estaba con una
fiebre altísim a y mi cuerpo recorrido por
escalofríos. E ntre dolores y fiebres me pasé
cinco días.
El 15 de enero el dolor era insoportable.
Un cirujano llam ado por mi padre, que es
médico, dictam inó que se tra ta b a de una
perforación del apéndice y de u n a perito
nitis m uy difundida y no advertida a tiem
po: no me dio m ás de u n a hora de vida. Mi
padre le rogó que, bajo su responsabilidad,
me operara de urgencia. Yo me encomendé
a S an ta M aría Mazzarello.
Dos horas y m edia duró la operación. Du
ra n te la m ism a los médicos estaban con
vencidos de que no llegaría al fin. dada la
enorme cantidad de pus. No obstante salí
bien de ella. S an ta M aría Mazzarello, a
quien d u ran te mi convalecencia seguí en
comendándome, completó bien todo. Toda
m i vida le agradeceré ta n señalado favor.—
Dr. Manuel R apisardl
G üaratingueta íBrasil).—Un Internado de
esta S an ta Casa había sufrido un in farto
cardíaco. Sus condiciones eran desesperadas
en opinión de cinco médicos, uno de los cua
les era hijo del paciente y otro su cuñado.
El corazón se resistía a funcionar, a pesar
del oxigeno que se le aplicaba y de los enér
gicos cardlotónicos sum inistrados.
El cardiólogo, convencido de la Inutilidad
de sus esfuerzos, dijo: «No hay n ad a que
hacer, es un caso perdido.»
Los otros médicos iban predisponiendo a
la fam ilia para la fa ta l noticia, cuando uno
de ellos, muy devoto de S an ta M aría Mazza
rello, propuso aplicarle su reliquia.
Al Instante, entre el estupor de todos los
doctores, el pulso comenzó a latir, señalan
do ochenta y cuatro pulsaciones por m inu
to; el enferm o cambió de aspecto y abrió
los ojos.
El médico no cesaba de repetir a los otros
doctores:
—Toquen, toquen el pulso. ¿Qué es esto,
sino un verdadero m ilagro de S an ta M aría
Mazzarello?
El hecho tuvo u n a gran difusión y reper
cutió enorm em ente en la ciudad.—Sor Ma
ría Amorin Ramos.
B arcelona .— Agradecida a S an ta M aría
Mazzarello por un favor recibido en benefi
cio de la salud de u n a H erm ana, envío una
lim osna y le ruego lo publique en el «Boletín
Salesíano».—Sor Angeles Giménez.
-
27
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DOÑM DOROTEA
ME SACA DEL APURO
ME AYUDA EN LOS EXAMENES
A lo ecira s (Cádiz).—Necesitaba urgente
m ente u n a pequeña cantidad de dinero y no
sabia de dónde sacarla; pero acordándom e
de los num erosos favores que Doña Dorotea
otorga a sus devotos, le expuse mi situación,
rogándole me ayudase en ta n apurado tr a n
ce. No se hizo esperar su ayuda, pues al día
siguiente me tocó u n a rifa y con ella la su
ficiente cantidad p a ra salir del apuro Agra
decida envío una lim osna para su causa de
Beatificación y ruego publique la gracia en
el Boletín.—E. C.
B arcelona .—Teniendo que realizar vatios
exámenes finales y otros de reválida acudí
a Doña Dorotea y m ediante su ayuda con
seguí aprobarlos todos. Por lo cual, sum a
m ente agradecida a la Sierva de Dios, le
envío u n a lim osna y ruego publique la g ra
cia en el «Boletín Salesiano».—R. R.
NOS PROPORCIONA EL PISO ANHELADO
Vico (Pontevedra).—Buscábamos con to
do interés un piso para cam biam os de domi
cilio. pero todos los que se nos ofrecían eran
excesivamente caros y, además, se encontra
ban alejados de la población. Entonces acu
dimos a Doña Dorotea, prom etiéndole una
limosna y publicar la gracia en el «Boletín>
y rezando su Novena. A los pocos días de
em pezada encontram os un piso muy con
fortable. céntrico, y de una re n ta Inferior
a la que nos pedían por otros m ás pequeños
e Incómodos. Agradecidos, cumplimos la pro
mesa.—i4//o«so Forneiro.
NOS DEVUELVE LA SALUD
B arcelona .—Encontrándom e u n a larga
tem porada con décim as de fiebre y tem ien
do recaer en una enferm edad que padecí de
Joven, me encomendé a la Sierva de Dios.
Doña Dorotea, para que me alcanzase del
Señor la curación, y gracias a su ayuda me
encuentro ya en perfecta salud. Tam bién
encomendé a la Sierva de Dios a mi m adre
que se encuentra muy delicada de salud, y
actualm ente se encuentra ya del todo bien
Por ambos favores dam os públicas gracias
a Doña D orotea y enviamos u n a limosna
p ara su Beatificación.—C. G. de Sttía
28
-
Agradecidos, envían una lim osna para la
Beatificación de Doña Dorotea: P. F. Y, de
M álaga; Rafael López, de Mesón de Cabóos;
Jorge Peris; Juana Triviño, de Algeciras;
R. P. y M. P., de Alcoy.
Nos h a n señalado gracias del Venerable
don Miguel Rúa, Elena Preyse, de Murcia, y
Dolores Marín, de Barcelona.
Dan gracias a Don Rlnaldl. M arta Jesús
Refifítera, de Jerez de la F rontera, por haber
triunfado en unas oposiciones; y don Casto
Montoto, de Sevilla, encom endándose a su
intercesión.
B ra o iB B a M k u itia m
a n u e m tr o a m é r tir e m
V a l en c ia . — En agradecim iento al m ártir
don José Calazans Marqués, por un favor
alcanzado por su intercesión, envió 25 pe
setas para su Causa de Beatificación.—María
Pérez.
PiCASENT (Valencia).—Estando enferm a
de eczema, que me cubría todo el cuerpo,
sin que los tratam ientos médicos consiguie
ra n m ejoría alguna, me encomendé con viva
fe ai m ártir Salesiano don Ju a n M artorell.
A poco desaparecieron todas las m anifesta
ciones del mal, por lo que agradecida a la
intercesión del m ártir envío u n a limosna
para su Beatificación, rogando publique la
gracia en el «Boletín Salesiano».— Teresa
Martorell.
PiCASENT. Desde hace algún tiem po sen
tía dolores en la g arg an ta sin que los m é
dicos atin asen a curarlo. Acudí entonces ^
un especialista, que m e dijo era cuestión
de las am ígdalas y hab ía que extirparlas.
La operación parecía sencilla, pero como es
tas glándulas se encontraban com pletam en
te ocultas, iba a resultar difícil su extirpa
ción. Entonces encomendé el caso a don
Ju a n M artorell y la operación, a pesar de la
declaración del cirujano que decía era de
las m ás difíciles en que hab ía intervenido,
tuvo un rem ate feliz; por lo que doy gra
cias al m ártir saleslano. enviando una li
m osna p a ra su beatificación.—Francisco So
ria Hernández.
PiCASENT.— Hace tiem po que tengo una
deuda con el m á rtir salesiano don Ju a n
M artorell. Soy casada y la prim era vez que
iba a ten er u n hijíto hube de renunciar a
ta n ta felicidad, a segunda vez iba por el
mismo cam ino por lo que. llena de angustia
y no queriendo verme defraudada, acepté de
buena gana la invitación que me hizo una
buena am iga p ara que encom endase el
asunto a don Ju an Martorell. Así lo hice.
y an te la im agen del m ártir, que me regaló,
comencé u n a Novena pidiéndole su a 3mda y
prom etiéndole que si lograba m is aspiracio
nes publicaría la gracia en el «Boletín> y
enviaría u n a lim osna para su beatificación.
Y me escuchó, pues he tenido con toda feli
cidad un herm oso niño; y agradecida cum
p la lo “prometido.—/lnffc G arcía.'
PicASENT.— No hace m ucho tiem po tuve la
desgracia de caerm e por la calle. Sentí unos
dolores ta n agudos que creía haberm e roto
la cadera. El médico, que me reconoció dete
nidam ente. me dijo que no ten ia n ad a roto
pero que se h ab ía declarado un derram e en
el interior de la cadera. En ta n afligida cir
cunstancia acudí, como siem pre suelo hacer
en mis dificultades, a don Ju a n M artorell.
haciéndole u n a Novena y prom etiéndole una
lim osna p a ra su beatificación. Hoy me en
cuentro perfectam ente restablecida y cum
plo mi prom esa enviando u n a lim osna y ro
gándole publique m í gratitu d en el «Boletín
Salesiano».—Anrparo Albert.
PicASENT.— Agradecida al m á rtir salesiano
don Ju an M artorell por u n a gracia recibida
por su intercesión, envío u n a lim osna para
su C ausa y ruego publique m i g ratitud en
el «Boletín».— Amparo Soria.
MEGROLOaiA
D o n a C a r m e n In s a
V d a . d e R u i z - Z o r r illa
A la edad de 43 años, y a consecuencia de una
operación, falleció esta Cooperadora, benemérita
por su obra social, en Mataró.
Sin excusarse nunca en su salud, que reclama
ba solícitos cuidados, se dedicó con todas sus fuer
zas a remediar las múltiples necesidades que sur
gen en una barriada de 10.000 habitantes que se
ha levantado en pocos años.
Con otra Cooperadora organizó clases nocturnas
para unas cuarenta muchachas, que se perfeccio
naban en corte y confección para poder desempe
ñar mejor sus trabajos y prepararse así para llevar
su hogar.
Miembro de la Junta del Centro Social, se inte
resaba e interesaba a personas influyentes en la
solución de los problemas de la población.
Inculcaba su profunda religiosidad a cuantas
personas la trataban, procurando conferencias re
ligiosas en Cuaresma para las alumnas y ayudán
dolas a recibir los Santos Sacramentos, además de
aconsejarlas cuantas veces se le presentaba opor
tunidad. Más de una vez se la vio. al frente de las
mismas, ultimar la limpieza y adorno de la iglesia
en diversas festividades.
En Madrid ha fallecido la Cooperadora Salesiana doña María Ruíz de Pedrosa.
-
29
d3eco4- p/jMi imccix>io^ú- SaleMOMOA
«El mejor premio que Dios concede a una familia es un hijo sacerdote» (Don Bosco)
iM /fiQ c ic ^ d a do, d ia /u c /d /m a
P. P ro v in c id li P a i« o S g n J u a n B o ie o , 7 4 . B o rc a lo n a .
BrCAS COMPI.FTAS
Beca “Don José Calasanz”. 30.000 pts. Colegio Saksiano de Mataró.
BECAS EN FORMACIÓN
Beca "Doña Dorotea". Rocafort.—T .: 27.000 pts.
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Beca ”D. Rafael Cerdá”. Mataró.—T.: 2.000 pts.
Beca “D. José Recasens".—T.: 4.199.60 pesetas.
Beca "M. R. D. Florencio Sánchez.—T .: 8.600 pts.
Beca "Dolores Casacuberta”.—T.: 10.000 pts.
Beca "M.* Antonia Porta de Durán”. T .; 6.000 pts.
Beca "María Auxiliadora". Tarrasa. N. e.: 15.000
pesetas.—T .: 25.000 pts.
Beca "Josi y María Valles Plá”. T .: 1.000 pts.
Beca "J. M. Morató". N. e.: 4.000.—T.: 8.000 pts.
Beca "Sr. Martín Goicoechea”. Colegio Sarriá.
N. e.: 10.000 pts.—T.: 25.000 pts.
Beca "Don Guillermo Viñas". Archicofradía de
Sarriá. Primera entrega: 5.000 pts.
Jnáp-acéo^Ua de. dSilíao
P re v in e la li E ic u a to s S o la it o n a s . D a u it o B ilbao .
BECAS EN FORMACIÓN
Beca "San Andrés". Burgos.—T .: 1.327.35 pts.
Beca “Nuestros mártires". Zuazo.—T.: 18.509 pts.
Beca “M.* Aux. D .R.G .R. T.: 10.000 pesetas.
Beca “Enrique Sáiz” (Burgos) T.: 17.779 pts.
Beca "María Auxiliadora II”.—T .: 20.000 pts.
Beca "Alfonso Gómez Pineda". Pamplona.—Total:
5.000 pesetas.
Beca “Domingo .Savio". Santander. T.: 13.500 pts.
Beca "San José Obrero". (Industrialcs-Santander.)
Total: 10.000 pesetas.
Beca "María .^ux." (Arch. Santander). T.: 6.000.
Beca "Francisco Tierra". Burceña.—^T.: 6.500 pts.
Beca "I. Concepción". Bilbao. J. L. M.—T.: 1.500.
Beca "M. Margarita". Pamplona. L. Cañada.-N. c.: 250.- T.: 4.750 pts.
Beca "San Paulino”. Baracaldo.—T .: 23.000 pts.
Beca "Arch. M. A.". Baracaldo.—T.: 25.000 pts.
Beai "D. P. Olivazzo". Baracaldo. E. Rodríguez.
Total: 15.000 pts.
Beca "D. E. Caprani". Baracaldo.—^T.; 6.000 pts.
Beca “Virgen del Castillo". El Royo.—T.: 6.800.
.^0
Beca "D. R. Zabalo". Barac. M. Fernández.—
Total: 5.000 pts.
Beca “Sres. de Udaetxe”. Bilbao.—T .: 24.000 pts
Beca "Sr. Justi". Deusto. Colegio.—T .: 18.000 pts.
Beca “D. J. Santos”. Deusto.—Total: 17.000 pts
Beca "D. José Puertas”. Deusto.—T.: 5.000 pts.
Beca “M.‘ Auxiliadora". Zuazo.—T .: 5.000 pts
Beca "Jesús Aznar". Promovida por doña María
Salmerón, Vda. de Aznar.—T .: 7.000 pts.
Beca “Cosme y Magdalena”. Barcelona. Total'
30.000 pts.
Inápacíaua da Gá^dcUa
P. P ro v in c ia l; C a lle M . " A u x ilia d o r a , 14. C ó r d o b o
BECAS EN FORMACIÓN
Beca “D. Vicente Reyes”. Córdoba.—^T.: 2.200 pts.
Beca “N. Rodríguez”. Las Palmas.—T .: 2.100 pts.
Beca “Ntra. Sra. del Pino”. (Por las Compañías
de la J. Salesiana.) Teror.—Total: 25.000 pts.
Beca “D. A. Espinosa". Tenerife.—T .: 28.800 pts,
Beca "D. S. M.* Pastor". Córdoba.—T.: 3.765 pts.
Beca “Familia Muñoz". Córdoba.—T .: 9.000 pts
Beca "San Rafael". Córdoba.—Total: 16.737 pts
Beca “Rafael Moure Ríos”.—T .: 7.000 pesetas.
Beca "Juan XXIII (P. Do Muino).-T.: 10.250 pts
Beca “Sra. F. Peña". Málaga.—T .: 12.000 pts.
Beca "Montilla’. Montilla.—Total: 25.000 pts.
Beca ‘San Miguel". Montilla.—Total: 21.300 pts
Beca ‘Familia Vargas”. Ronda.—T.; 10.000 pts.
Beca ‘D. Savio" (Escuelas). Ronda.—T.: 2.700 pts.
Beca “Doña María". Las Palmas.—T.: 3.700 pts
Beca “Sgdo. Corazón". Las Palmas.—T.: 13.000
Beca “Familia León Navarro”.—T .: 500 pts.
Beca “San Juan Bosco". Lopera.—T .: 10.000 pts
Beca "Manuel Marrero". Las Palmas.—T .: 1.500
Beca "S. D. Savio". Tenerife.—T .: 12.000 pts.
Beca “Sta. Cruz de Tenerife”. 1.—T .: 25.000 pts
Beca "Sta. Cruz de Tenerife". II.—T .: 25.000 pts
Beca "Sta. Cruz de Tenerife" (Casa).—T.: 6.800
Beca “Parroquia Sta. Catalina". Las Palmas.—To
tal: 25.320 pts.
Beca “S. D. Savio”. Las Palmas.—^T.: 3.000 pts
Beca “Manuel Hernández".—Total: 6.000 pesetas
Beca “D.* P. Bermúdez". Málaga.—T .: 17.500 pts
Beca "Familia Lara”.—Total: 2.100 pts.
Beca "S. José". C. (I^abrera. Pozoblanco.-^T. 4.000
Beca "Mártires de Pozoblanco".—T .: 8.725 pts.
Beca "San Juan Bautista”. Córdoba.—T.: 8.000 pts
Beca “M. Aux.”. A. Royán.—T.: 14.400 pts.
Beca "M. Aux.". Cooperador. Málaga. T.: 4.000
Beca "Sta. Teresa de Jesús”. Granada. T .: 5.000
Beca “San José y Ntra. Sra. de Montserrat”. Gra
nada.—Total: 9.000 pts.
Beca “J. M. Manfredini”. Granada.—T.: 50.000
Beca "D. Bernardo López". Córdoba.—T .: 6.000
Beca "M. .Aux.^G. V. V.. Coop. Córd. T.: 10.000
Beca “D. Baldomero Pagan”.—^T.: 5.000 pts.
Beca “Ntra. Sra. de Luna”. Pozoblanco. T.; 7.000.
Beca ”S. D. Savio”. Las Palmas.—T.: 22.500 pts.
Beca “Ntra. Sra. de Consolación”. Torredonjimeno
Total: 8.0Ó0 pts.
Beca “Matrimonio CLM-SCB”. Málaga.-T. 45.060.
Beca “María Auxiliadora”, de la familia Gómez
Briasco. Granada. N. e.: 3.000.—T.: 15.000 pts.
Iné/pQcim^ do, ]/Had^id
P. P ro v in c ta li P a s e o G ro l. P rim o d a (O vera, 2 5 . M a d r id
BECAS EN FORMACIÓN
Beca “Ntra. Sra. del Pilar”.—40.000 pts.
Beca “D. A. Garzón". Atocha.—T.: 10.055 pts.
Beca “Sagrado Corazón”. IV. T .: 21.987 pts.
Beca S. D. Savio” (San Blas).—T .: 15.306 pts.
Beca “M. Aux.”. Salamanca.—^T.: 6.300 pts.
Beca “San Juan Bosco”. A. G.—^T.: 450 pts.
Beca “Doña Carmen Olalla”.—T .: 20.000 pts.
Beca “S. José Obrero”. S. Femando.—^T.: 7.500 pts.
Beca “Escuela Automovilismo”.—T.: 20.000 pts.
Beca “Santísima Trinidad”. Escuela de Automovi
lismo.—T .: 15.000 pts.
Beca “D. Buenaventura Roca”. Béjar.—T.: 5.000.
Beca “Santiago Apóstol”. Paloma.—^T.: 11.000 pts.
Beca “A. y G.”.—Total: 5.000 pts.
Beca “Viuda de Pujadas”.—Total: 6.000 pesetas.
Beca “Fuentes Bajo”.—Total: 28.000 pts.
Beca “N. N.”.—Total: 12.000 pts.
Beca “F. de B.“. Béjar.—T.: 10.000 pts.
Beca “D. Francisco Fuentes”. A. A. de Ubeda.—
Total: 36.000 pesetas.
Beca “Niño Jesús y M. Aux.”.—T.: 16.509 pts.
Beca "San Luis Gonzaga”.—Total: 25.000 pts.
Beca “Virgen de Vilna”.—Total: 4.500 pesetas.
Beca “Ludezu”.—Total: 40.000 pts.
Beca “M. Aux.”. II. Atocha.—T.: 15.750 pts.
Beca “Pío XII”. Villaamil.—T.: 13.417,55 pU.
Beca “D. Juan”.—Total: 20.000 pts.
Beca “Sánchez Blanco”. Total: 15.000 pts.
Beca “D. Felipe Hernández”. AA. AA. de La Pa
loma.—Total; 14.328 pts.
Beca “Sta. Teresa y S. Vicente.—T .: 53.000 pts.
Beca “Ntra. Sra. Angustias”. Arévalo. N. c.: 1.000
pesetas.—T .: 22.000 pts.
Beca “Laura Vicuña” N. e. 600 pts.—T .: 22.600
pesetas.
Beca “A. Roldán v familia”. N. e.: 2.000 pls.-T.; 22.000 pts.
Beca “Vicente Iravedra”. N. e.: 5.000 pts. -To
tal: 10.000 pts.
Beca “María Auxiliadora". Doña ignacia V. y don
Adolfo P. N. e.; 30.000 pts.—T.: 60.000 pts.
Beca “D. Casimiro Ramiro”. A. A. Atocha. Nue
va entrega: 3.000 pts.—T .: 10.000 pts.
Beca “María Auxiliadora". Guaoaiajara. N. e.;
I.OOO pts.—T .: UOO pts.
Beca “D. Félix González y doña Isabel L. de Par
do”. N. e.: I.OOO pts.—T.: 6.500 pts.
Beca "D. E. Sáiz". Sres. Feijóo. por un favor re
cibido. N. e.: 2.000 pts.—T .: 3.000 pts
Beca “S. Vicente Paúl”. Arévalo.—^T.: 30.000 pts.
Beca “Marquesa. Vda. de amarasa”.—T .: 100.000
pesetas.
do, SeAjU U a
P. P ro v in c ia l: C a lle M .° A u x ilia d o r a , 18. S e v illa .
BECAS EN FORMACIÓN
Beca “D. Juan Torres”. Jerez.—Total: 20.000 pts.
Beca “D. Pedro Ricaldone”. Sevilla.—Total: 2.500.
Beca “D. José Canal”. Sevilla.—T.: 15.000. pts.
Beca “Sdo. Corazón”. Coop. Utrera.—T .: 63.000.
Beca “Sgdo. Corazón de Jesús”. Herederos de doña
Salvadora García.—Total: 10.000 pts.
Beca “R. Romero”. S. J. del Valle.—T.: 5.913 pts.
Beca “Doña Josefa Rodríguez”.—T .: 2.000 pts.
Beca “D. Andrés Yun”. Algeciras.—T.; 5.000 pts.
Beca “C. S. San Pedro". Sevilla.—T.; 1.000 pts.
Beca “Virgen del Rocío". Sevilla.—Total: 15.000.
Beca “C. I. Cooperadores.—Total: 15.000 pts.
Beca “Maestro Pagés". Cádiz.—Total: 13.295.30.
Beca “P. Clemente Guede”. Cádiz.—Total: 3.950
Beca “I. Concepción”. La Línea.—^T.: 500 pts.
Beca “F. Molpeceres”. Carmena.—T.: 7.100 pts.
Beca “San Juan Bosco” (3.*). R. U. S.—T.; 5.000,
Beca “N.^Sra. del Rosario”. Rota.—T.: 9.000 pts,
Beca “F. Alcalá Viva”. Morón.—^T.: 10.000 pts
Beca “Sra. del Sgdo. Corazón”. Morón.-T.: 5.000.
Beca “C. Christi”. Srta. J. Quintana. Sevilla.—To
tal ; 5.630 pts.
Beca “San Andrés”. P. del Condado.—T.: 5.000.
Beca “Arch. M. Aux.”. P. Real. N. e.; 2.000.—
Total: 8.000 pts.
Beca “S. Domingo Savio”. Ecija. N. e.: 3.000.—
Total: 10.000 pts.
Beca “Colepio Salesiano N. S. del Carmen”. Ecija.
N. c.: 1.000.—Total: 7.000 pts.
Beca “.San Juan Bosco". Cáceres. N. e.; 2.000.—
Total: 16.750 pts.
Beca “Compañía Religiosa Colegio Salesiano”. Mérida. N. e.: 10.000.—Total: 18.000 pts.
Beca “Santiago Apóstol”. Cádiz. N. e.: 10.000.—
Total: 26.500 pts.
Beca “Virgen de la Esperanza de la Trinidad". Se
villa. N. e.: 1.000.—Total: 1.750 pU.
Beca “Virgen del Carmen". Puerto Real Nueva
entrega: 5.000 pts.—T.: 21.000 pts.
Beca “P. Agustín Nofre”. Utrera. Nueva entrega:
5.000 pts.-T .: 26.810 pts.
Beca "Bodas de Oro Colegio Salesiano". Alcalá de
Guadaira. Primera entrega: 30.000 pts.
de, l/a¿enoia
P, P ro v in e lo l; C a l i * d * S a g u n t o , 212. V a ia n c lo
BECAS EN FORMACIÓN
Beca “S. D. Savio”. Valencia.—T .: 10.703 pts.
Beca “San José”. Alicante.—Total: 10.000 pts.
Beca “Virgen del Pilar”. Alicante.—Total: 5,000
Beca “AA. AA.”. Valencia.—T.: 2.050. pts.
Beca “San Jorge”. Alcoy.—^Total: 20.000 pts.
Beca “D. José Calasanz".—Total; 14.025 pts.
Beca “D. Luis Berenguer”. Alicante.—T.; 19.500
Beca “AA. AA.”. Burriana.—2.050 pts.
Beca “Colegio S. Juan Bosco”. Valencia.-6.000 pts.
Beca “C. Sal. Burriana III”.—^T.: 16.000 pts.
Beca “D. Francisco Serrats”. Valencia. T .: 5.000.
-
Beca “Col. San Antonio”. Valcncia.-T.: 83.509 pts.
Beca “Ntra Sra. del Pilar”. Zaragoza.—16.565 pts.
Beca "D. Silvcrio Maguiera”. Alicantc.-T.: 25.000.
Beca “Jesüs Mcndivil”. Valencia.—T.: 5.000 pts.
Beca “Perpetuo Socorro”. Valencia.—^T.: 5.000 pts.
Beca Cooperadores de Valencia”.—T .: 5.500 pts.
Beca “San Agustín”. Alcoy.—T.: 6.000 pts.
Beca “A. Martínez y P. Martín”. Valencia.—To
tal: 5.000 pts.
Beca “D.* Juana Casanova”. 1.* entrega: 12.000
Beca “Padre Tarín”. Godelleta. T .: 1.000 pts.
Beca “Trabajo y honradez”. Valencia.—T.: 12.000.
Beca “Sagrada Familia”. Valencia.—T.: 12.000.
Beca “San Vicente”. Valencia. T.: 34.000 pts.
Beca “Mosén Chusep”.—T.: 20.000 pts.
Beca “Arch. M. A.”. Valencia.—T.: 26.500 pts.
Beca “Azul y Rosa”. N. e.: 2.600.—T.: 7.000 pts.
Beca “A. y T. Marqués”. Total: 50.000 pts.
Beca “Jesús del Milagro”. Alcoy.—T.: 5.000 pts.
Iné/pacixMa do, *Eamo^a
f. P ro v in c ia l) U n lv o r ild o d L a b o ra l. Z a m o ra .
BECAS EN FORMACIÓN
Beca “Santa Lucía”, Vigo. S. Matías.—T.: 34.000
pesetas.
Beca “San José”. Vigo. S. Matías. N. e.: 5.000 pts.
T.: 45.000 pts.
Beca "Santo Domingo Savio”. Vigo. S. Matías.—
T.; 8.500 pts.
Beca "D. Tomiís Biissons”. Vigo. S. Matías.—To
tal 15.000 pts.
Beca “María Auxiliadora”. Vigo. S. Matías.—To
tal 30.000 pts.
Beca ".San Cristóbal”. Vigo. S. Matías.- 5.000 pts.
Beca “Cooperadores Cánido”. Vigo. S. Matías.—
T .: 9.000 pts.
Beca “P. Miguel Salgado”. Vigo. S. Matías. Nue
va entrega: 2.000 pts.—^T.: 26.150 pts.
Beca “San Juan Bosco”. Vigo-Hogar T.: 7.000
Beca “Ceferino Namuncurá”. Vigo Hogar Total:
8.000 pts.
Beca “María Auxiliadora”. Vigo Hogar.—^Total:
5.000
Beca “D. Ernesto Armelles”. La Coruña. Colegio.
T.: 10.600 pts.
Beca “S. Benito”. Allariz. N. c.: 825 pts.—Total:
22.925 pts.
Beca “D. Pedro Olivazzo”. Astudillo.—T .: 10.074.
pesetas.
Beca “D.* Lucía Bechade”. Cambados.—Total:
12.250 pts.
Beca “Santo Domingo Savio”. Cambados.—Total;
14.500 pts.
Beca “D. Emilio Montero.” Orense.—^T.l 1.500.
Beca “Don José Saburido”. Orense. N. e.: 2.071
pesetas.—T .: 19.000 pts.
Beca “Ntra. Sra. de Covadonga”. Tudela Veguín.
T.: 13.246.
Beca “San José”. Compañías de Zamora.—Total:
11.000 pts.
Beca “Jorge Irisarri”. Estudiantes de Zamora.—
T.: 7.250 pts.
Beca “María Auxiliadora”. Archicofradía de Za
mora. N. e.: 2.000 pts.—T .: 9.500 pts.
Beca “Círculo Domingo Savio”. Zamora.—Total:
14.000 pts.
Beca "San León Magno". Zamora.- -T.: 26.000
pesetas.
Beca "María Auxiliadora”. Celanova.—T .; 2.000
pesetas.
Beca “Santo Domingo Savio”. Avilés. T .: 4.600
pesetas.
Beca "Domingo Savio”. León.- T .: 13.355 pts.
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-
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