BS_1956_02

Ficha

Título
BS_1956_02
Descripción
Boletín Salesiano. Febrero 1956
extracted text
Bibliografía: Librería Luis Gilí.—Barce­
lona. Mons. F rancisco Olgiati; Silabario
de la Teología. Versión de la 2.* edición
Italiana, por el Dr. Antonio Riva, Pbro. Pro­

fesor del Seminario Conciliar de Barcelo­
na. Un vol. de 12 x 17 cm. 372 págs. En
rústica, ptas. 40; encuad., 48. Conocidísi­
mas son la personalidad y las obras del
ilustre profesor de la Universidad Católi­
ca de Milán y compañero'del Padre Gemelli. El manantial de doctrina que aquí ofre­
ce es abundante y aprovechable para toda
clase de personas medianamente instrui­
das. Es un medio eficacísimo de instruirse
bien y ponerse al día en las cuestiones de
la Doctrina Cristiana.

Obra Pía del Sagrado Corazón de Jesús
Fué fundada por el primer sucesor de funtas, y variar la intención cuantas ve­
San Juan Bosco y benignamente aproba­ ces les plazca. Una misma persona pue­
da por Su Santidad León XIII, el 30 de de inscribirse repetidas veces renovando
la limosna de cinco pesetas.
iunio de 1888.
Las limosnas recibidas por este con­
Con sólo la limosna de CINCO PESE­
TAS, entregadas una vez, se adquiere ducto destíñanse íntegras a promover la
derecho a participar de todas las oramo­ gloria de Dios y el mejoramiento de la
nes V buenas obras de la Sociedad Sa- Sociedad, acogiendo a niños pobres y
lesiana y a la APLICACION DE SEIS abandonados para educarlos cristiana­
MISAS, que se celebran todos los días, a mente. Cada inscrito recibe su cédula de
perpetuidad, en nuestra Basílica del Sa­ inscripción.
Las limosnas se enviarán directamen­
grado Corazón de Jesús, en Roma: dos
en el Altar del Sagrado Corazón, dos en te, o por mediación de las Casas Salesiael de María Auxiliadora y dos en el de nas, a la Dirección del Boleh'ín SalesiaNo. Alcalá 164, Madrid, que tiene en Es­
San José.
Los que se inscriben en la OBRA P ía paña la representación del Reverendísipueden aplicar el fruto de estas misas a simo señor Rector Mayor de los Salesí mismos o a otras personas vivas o di­ sianos.

UTTFQTB A PO R TA D A -

Evvmo. Cardenal Juan Cagliero, Salesiano. Honramos este
B oletín Salesiano estampando en su portada la figura
<iel preclaro y predilecto hijo de San Juan Bosco, porque
<a frente de un grupo de Salesianos enviados por el mismo Don Bosco llegó a
fSevilla >el 16 de febrero de 1S81 para abrir la primera
e 7 ^ e s tr a
cumplen, pues, en este 7nes los setenta y cinco anos de la Obra Salesmna en nuestra

NUESTRA POKTAU A.

Cardenal Cagliero. nacido el 1838. fué uno de los primeros sacerd^es salesia^
nos (1S6'>) A.I frente de la primera expedición de misioneros salesianos, ewt ó
Arg<mt%aelaño 1875. En el año 1884 fué elevado a la d ^ ^ } < ^ ,^ ^ o p a l . y el m S
a í de Arzobispo: en el 1908 fué nombrado Deleg^o
el 1915 elevado a Cardenal. Ha sido el primer Obispo y Cardenal de la Congregació
Salesiano.
,
_
, _
Heno de años y de méritos, moría en Roma el ano 1926.
2



R E V I S T A
K E D A C C I O N

Año

LXX

DE
Y

L A S

O B R A S

A D M I N I S T R A C I O N ,

^

DE
A L C A L

FEBR ER O 1956

D O N
A



,

1 «

B O S C O
4

M A D R I D

Número 2

2

Cooperadores Salesianos...............
Clónica de g ra c ia s.........................
U on Bosco en láarriá, año 1886 . . .
Se constituye en Sevilla el Tribu3
nal para el proceso de Beatifica4-5
cáón de nuestros m á rtire s.........
6-9 Inspectoría de N uestra Señora de
10-14
la M erced......................................
11 - N ecrología........................... ....... .
15-20 S. E. I.............................................

O bra Pía del Sagrado Corazón de
Jesús........................................... 2
El aguinaldo del Reverendísimo

s.

21-23
24-27
26
27
28-29
30
31

EL AGUINALDO DEL REVERENDISIMO RECTOR MAYOR
Propuesto en su carta anual a los
Cooperadores dice así:
« E d u c a d o r e s , a lu m n o s , e x - a lu m n o $ y
C o o p e r a d o r e s S a le s t a n o s d e n l a m á x im a
im p o r to n c ia a la in stru c c ió n r e lig io s a , s o s ­
tén d e la Fe y g u ía s e g u r a e n la v id a c ris­
tian a» .

Pocas palabras para com entar tan
im portante consigna, tanto m ás cuanto
que él m ism o ya la com enta en su carta.
La necesidad de instrucción religiosa
en la sociedad actual salta a la vista.
De todo se sabe, de todo se discute:
pero en tanta variedad de cosas y tan­
ta disipación de vida, la R eligión des­
cuidase casi com pletam ente. No es
raro hallar supina ignorancia religiosa
entre los m ism os projesores de las u n i­
versidades. Parece como si la tuvieran
a m enos, lo cual es una prueba más' de
esa m ism a ignorancia. ¡Y, sin em bar­
go, es lo m ás necesario, y es la más
alta, augusta y fecunda de las cien­
cias! Por eso va el m un d o como va...
E n el espíritu y en el sistem a edu­

cativo de Don Bosco, la instrucción y
educación religiosa es el eje fu n d a ­
m ental y esencial de la vida. S u p ri­
m era y m ás acariciada obra: el Orato­
rio F estivo, ¿a qué m ira, sino a dar
instrucción religiosa a los niños que
vagan por las calles o que por cual­
quier otro m otivo se v e n privados de
ella, que, sin embargo, les es necesa­
ria para v iv ir cristianam ente y sal­
varse?
Sus Escuelas Profesionales y A g rí­
colas, stts Colegios, sus obras círcum y
post-escolares persiguen el m ism o fin ,
porque a todos nos es necesaria con
necesidad de m edio o de precepto, para
lograr el fin de la existencia.
Para d ifu n d ir e intensificar la in s­
trucción religiosa fu n d ó la Sociedad
Salesiana en sus tres Ram as: Salesianos, Salesianas y Cooperadores.
A éstos les confía como uno de los
fin es esenciales de su in stitución la
enseñanza de la Doctrina Cristiana.
Todavía m ucho preocupa la solución


»

de los problem as sociales, porque, a
pesar de los indudables adelantos que
han conseguido las legislaciones de to­
das las naciones, m ucho, m uchísim o,
queda por resolver. Y lo resolverá só­
lo..., sólo la Doctrina de Cristo, la R e ­
ligión de Cristo... Cada día que pasa,
la experiencia, la doloroso experiencia,
lo va diciendo rr.ejor. ¡Oh! ¡Si lo com ­
prendiera la UNESCO!
Pero esta Religión y esta Doctrina
hay que conoceila. Y para conocerla

se necesita estudiarla. Y para estu­
diarla se necesita que haya quien la
enseñe. Y de nuevo, para enseñarla,
se necesita estudiarla a fondo. Con m u ­
cha razón Don Rosco, el am ante de las
almas, asigna a sus hijos, Religiosos y
Cooperadores, esta form a de apostolado.
¡Cuánto m erecerán de Dios y de los
hombres los que practiquen con en tu ­
siasmo y decisión la consigna que en
su aguinaldo nos da el R vdm o. Rector
Mayor!

}

A F I N I D A D E S
Bastante relación tienen con el agui­
naldo de nuestro Rector Mayor los pre­
ocupaciones que no pocos educadores po­
nen de relieve en artículos y en libros.
El R. P. Escolapio Rafael Pérez ha es­
crito un oportunísimo libro de 214 pági­
nas, titulado íiEl mundo mejor y... los
Colegios)) (1). Lo prologa, como él sabe
hacerlo, nuestro Hermano y Padre el se­
ñor Arzobispo de Valencia, y lo avalora
un cálido «SaliLdo del P. Lombardh. Son
38 capítulos, breves, incisivos, llenos de
verdad y de ardor. E n ellos estudia las
causas que hacen poco fecundos de ver­
dadero bien, bien duradero, a muchos
Colegios, y propon( los remedios, los úni­
cos remedios, los eficaces remedios para
convertir la este^lidad en fecundidad.
Nos tomamos la libertad de trasladar a
las páginas de nuestra Revista-órgano de
la Familia Salesiana en sus tres Ramas:
Salesianos, Salesianas y Cooperadores Salesianos. un capítulo, casi al azar— el V—,
para que hagamos todos tm poquito de
examen de conciencia y, si es el caso,
nuestros propósitos convenientes.

¿Son los Colegios Modernos Colegios
del Mundo Mejor?
Seria reflexión.—Hay una ley humana
por la cual la letra tiende a matar al es­
píritu que la ha creado.
La carne quiere mandar sobre el alma
(1>

4 . »

E ^ u e la s P faS 'trach e (N avarra^: 2S pesetas.

1

que le da la vida, y lo real pretende ne­
gar lo ideal (2).
En los mismos religiosos la alta ideali­
dad educadora, que debería estar omni­
presente a toda su actividad, lentamente
enflaquece y muere en el ejercicio de las
escuelas.
Entonces el «Religioso que es Profe­
sor, se hace Profesor que es Religioso (3).
Los rasgos áureos de la vida, profesión
y espíritu religioso, quedan en su figura
espiritual, como el dorado de las anti­
guas estatuas: testimonio de un esplen­
dor perdido y débil resplandor de un
ideal olvidado.
El Religioso educador tiene su especi­
ficación en el ejercicio de la escuela.
Amenaza gravísimo peligro que la es­
cuela absorba la totalidad de las preocu­
paciones del Religioso educador.
Que se contente con enseñar matemá­
ticas o latín.
Mas hay que afirmar que es rasgo es­
pecial primario del Religioso educador
el espíritu apostólico, la preocupación por
la Iglesia, la inquietud de las almas.
El Colegio o escuela debe ser ganglio
vital y forja de cristianos al estilo de la
hora presente.
¿Necesitan renovarse?—La adaptación
(2) Más bien q u e t r e a l i , n o so tro s d iríam os d o
e x te rio r, lo Inm ediato, lo a p aren te» , p o rq u e lo que
el P a d re e n tien d e p o r «ideal» e s d o m ás excelsa­
m ente real» q u e puede d arse, p u e sto q u e e s d o
esencial d e la E ducación».
(3) Lo q u e se dice del R eligioso d ebe decii3e de
todo educador c ristian o : hojr m ás q u e n u n ca e l Lalcado C atólico e s tá Identificado co n n u e s tro s ideales.

)

a los tiempos presentes para mayor capa­
citación y técnica del Apostolado debe
entrar en los Colegios para conseguir el
máximo rendimiento para EL MUNDO
MEJOR y la ERA DE CRISTO.
La vitalidad de un Colegio y de una
Orden o Congregación Religiosa dedica­
da a la enseñanza, debe juzgarse no por
el número de matrículas o sobresalientes
en el Bachillerato Superior o Preuniver­
sitario, . sino por su espíritu apostólico
adaptado a las necesidades presentes (4).
El Colegio inadaptado debe ceder el
paso al colegio vital en Cristo y por Cris­
to, en consonancia con las exigencias
presentes.
Los Colegios de la Iglesia son Colegios
FORMALMENTE RELIGIOSOS.
Estructura y alma.— no se da un ca­
rácter religioso a la enseñanza con el rezo
antes o después de la lección, con la hora
de la Misa o la Novena.
Estos son aspectos de estructura y no
de alma, exteriores; y deben estar en co­
nexión con una enseñanza íntimamente
religiosa, que inyecte vida de Cristo por
medio de sus educadores profesores.
Lo que es trascendental.—¿Existe esa
preocupación primordial religiosa, formativa, en todos y cada uno de los profeso­
res del Colegio?
¿Es una realidad la conciencia indivi­
dual y colectiva de que el cargo de Di­
rector espiritual es de MAXIMA RES­
PONSABILIDAD en el Colegio?
¿Es Director espiritual cualquier re­
ligioso Sacerdote o Padre, sin mirar a las
múltiples y dificilísimas cualidades inte­
lectuales, morales y de adaptación al ca­
rácter y temperamento de niños y jó­
venes y a las exigencias de la hora
presente?

¿Existe el cargo de Director espiritual
sólo como en formalismo y no como una
», realidad actuante y eficaz?
He aquí problemas de verdadera tras­
cendencia para el Colegio que quiera ser
de verdad colegio del Mündo Mejor. Es­
tos son problemas de alma y no sólo de
estructura del colegio.
El Nuevo Mundo avanza.—Comenzó
por Roma.
Cardenales y Obispos en tierras evan<4* L a ex p erien cia n o s dice q u e c^lando se busra el re in o d e Dios, lo d em ás se nos d a p o r a ñ a ­
did u ra. íD cltuo e l éx ito d e los exám enes

y

A S T U D I L L O .—Inspectoría d e Santiago el
M ayor. C antorcillos de la Virgen, en pos de su
estrella.

gelizadas y de Misión, impulsan la veni­
da de LA ERA DE JESUS.
Y en Italia, y en Brasil y en España y
en la India, va fermentando la semilla
lanzada por el Papa Pío XII y por los su­
dores del P. Lombardi y otros apóstoles
del Mundo Mejor.
Y en cursillos ininterrumpidos. Sacer­
dotes seculares y religisos estudian en la
encantadora villa de Mondragone, Cuar­
tel general del Movimiento, la nueva es­
trategia.
Algo realmente nuevo y espectacular:
así ha calificado Su Santidad Pío XII al
Movimiento por un Mundo Mejor.
Y según dice el Padre Santo en la car­
ta de 18 de mayo de 1953 al P. Lombar­
di : (idebe reclutar nuevos elementos co­
laboradores y tomar contacto con los
Obispos y Superiores Religiosos para rea­
lizar más eficaz y uniformemente la labor
de ese movimiento.
Cada uno en su puesto.—Todos tene­
mos que hacer algo, cada uno lo suyo, en
estas circunstancias.
Cada orden y Congregación Religiosa
debe examinar cuál es su puesto y si­
tuarse con decisión en su línea de com­
bate.
Y en su línea indagar;
a) Las necesidades fundamentales de
su puesto de combate y campo de tra­
bajo.
b) Las fuerzas disponibles y su al­
cance.
c) Un plan unitario de acción.
Sin olvidar nunca que, las Ordenes y
Congregaciones religiosas dedicadas a la
enseñanza son FUERZAS DE PRIME­
RA CATEGORIA EN ESTA CRUZADA.
— 5

PERU
Cuzco celebra el Cincuentenario de la
fundación de su Colegio Salesiano. Cuzco
fue ya la sede de la más avanzada y
progresiva civilización incaica.
De 1905 a 1955 el Colegio ha visto des­
filar por sus aulas multitudes de jovencitos que venían a saturarse del espí­
ritu de Cristo, al mismo tiempo que a
adquirir los conocimientos y habilidades
que les harían triunfar en la vida, con­
vertidos en ciudadanos dignos de su
grande Patria.
i ’res días duraron los festejos (23, 24
y 25 de septiembre), precedidos de un
importante cortejo vespertino de carro­
zas alegóricas, en que tomaron parte los
alumnos, los Antiguos Alumnos, los pa­
dres de familia y los amigos de la Obra
Salesiana: una riada de gente que se vol­
có sobre las plazas y avenidas de la ciu­
dad, atraídas por las festivas notas de
las tres bandas de los Colegios Salesianos
do Cuzco, Puno y Yucay.
El primer día', dtxiicado a Santo Do­
mingo Savio, vió a los jóvenes llenar la
vasta y clásica iglesia de los Padres Je
suítas. oír Misa y comulgar devotamente.
Y por la tarde, en el cinerradio del Cuzco,
gentilmente cedido por su Director, el
ingeniero D. Carlos Lizarraga. tuvo lugar
la conmemoración cívica, en la cual el
grande literato Dr. Gabriel Cossio ilustró
la figura del jovencito Santo y la del
grande bienhechor de la Obra Salesiana
Monseñor Antonio Falcón.
El segundo día. consagrado a María
Ai'xiliadora. reunió a los pies de la sa­
grada imagen alumnos, exalumnos, alumnas. cxalumnas salesianas. Después déla
Misa recorrió las calles de la ciudad una
imponente procesión con la estatua de
Domingo Savio escoltada por los alum­
nos. la de María Auxiliadora, por las
Alumnas y Antiguas Alumnas. y la de
6



San Juan Rosco, por los Antiguos Alum­
nos y padres de familia.
Un variado y bien desarrollado progra­
ma deportivo entretuvo todas las tardes
a los jóvenes y al numeroso público.
El día 25, después de una Misa de cam­
paña, celebrada por el M. R. Sr. Inspec­
tor P. Carlos Orlando, los alumnqs, las
autoridades y numeroso público, llenaron
la monumental Catedral, donde todos los
;i:V i?'

C U Z C O .—La h istó rica iglesia de la
C om pañía.

alumnos interpretaron magistralmente
una Misa coral, pontificó el Excmo. se­
ñor Arzobispo Dr. Santiago Felipe Hermoza, pronunció la oración gratulatoria
y entonó el solemne Tedéun, seguido por
la inmensa masa coral.
Acto seguido, las autoridades y ciuda­
danía presenciaron el grandioso desfile
de los colegios, sus exalumnos, los padres
de familia y representantes de todos los
colegios y escuelas de la ciudad. Las ban­
das de los tres colegios uniformaban el
paso de los desfilantes, entre los aplau­
sos del público. Después del desfile, la
primera autoridad militar consignó al
Cclegio la medalla de plata, premio má­
ximo que se concede al Centro que más
se distingue en las actuaciones premili­
tares.
Por la noche, imponente función en el
teatro municipal.
Como último número, la bendición del
mausoleo que los padres de familia han
construido para la Familia Salesiana. La
Piensa se ha portado con admirable so­
lidaridad.

C U Z C O .—En el triu n íal desfile.

F R A N C I A

resante conferencia, grupos selectos del
Conservatorio ejecutaron algunas de esas
composiciones, entre otras "Suzanne”, de
Didier Lupi; "Sálve, Salutaris Victima”,
de Philipe Jambe de Fer; ”Bon jour, bon
an”, de Eustorge de Beauliu, y "Noel,
Noel’, de Frangois de Layolle.
El humilde coadjutor fué recibido por
M. Herriot, a quien ofreció una reproduc­
ción del "Kyrie”, de Layolle, de Marsella.
"Las Academias de Lyon y de Marsella
bendicen el paso por sus aulas del humil­
de salesiano y lo animan a proseguir sus
estudios e investigaciones.”

A R T IST A Y MUSICOLOGO.—El coad­
jutor salesiano don Antonio Anda, espe­
cialista en la historia del arte musical,
ha enriquecido con sus trabajos y hallaz­
gos las Academias de Ciencias, Bellas
Artes y Letras de Lyon. El señor Auda
ha realizado una verdadera tarea de be­
nedictino, escudriñando bibliotecas y co­
ros y sacristías, y teniendo la fortuna de
encontrar tesoros escondidos. Mucho han
llamado la atención sus conferencias en
diversos lugares, y especialmente en los
solones de la Academia. Una de ellas ver­
só sobre ’Xos compositores e impresores
de miísica lioneses en el siglo XV F’. Se­
gún los datos que ha recogido, en 1493
había en la ciudad 75 impresores de m ú­
sica, y en 1520 había 80. Lo cual revela
una grandísima afición en el público y
una educación musical maravillosa. Como
es de estilo en esta clase de conferencias,
que se pueden calificar justamente de
científicas, el señor Auda ilustró sus con­
ferencias con proyecciones de sus foto­
copias. Nada menos que de 17 impresoTti- presentó libros de canto gregoriano
litúrgico. Y luego, reconstruyó la biogra­
fía de los principales compositores y la
lista de sus obras más salientes.
Como complemento de la docta e inte-

PARIS. El nHogar Social».—En uno
de los más apacibles rincones de la capi­
tal francesa, rúe Crillon, existe un her­
moso centro de juventudes. Data del
año 1867, Hoy se llama Foyer Don Ros­
co, Sus estatutos fueron aprobados por
Napoleón III. Era y es su objeto «acudir
en auxilio de los chicos huérfanos o ne­
cesitados y proporcionarles, con una só­
lida instrucción, los medios de ganarse
honradamente la vida». Tres sectores
comprenden las actividades del Centro:
los huérfanos, los aprendices y los estu­
diantes u obreros, antiguos alumnos del
Hogar. Para completar este hermoso con­
junto hay una Mutualidad que tiene 200
socios y les asegura indemnizaciones en
caso de enfermedad, nacimiento de hijos
y vejez.
Se les confió a los Salesianos en 1938.
Hay muchachos escalonados de los cator­
ce a los veintidós años: la mayor parte
son huérfanos; los demás carecían de
hogar. Todos encuentran allí, según el
Sistema de Don Rosco, una verdadera
familia. La disciplina existe, porque si
no no habría familia; pero es eso: disci­
plina de familia bien ordenada; una res­
petuosa y amable familiaridad reina en­

tre todos, superiores y chicos. Gracias a
ello el espíritu que allí reina es excelen­
te. El año pasado salieron del hogar cua­
tro muchachos para el seminario: dos
para un aspirantado salesiano de voca­
ciones tardías y uno para el noviciado
de ios Dominicos.
Alegría y trabajo. ¿Y cómo se logra?
Ante todo, con una honda instrucción y
educación religiosa. La doctrina se estu­
dia y se vive. Luego, con el trabajo:
quien estudia, estudia en serio: los
aprendices están distribuidos en talleresescuelas, como se hace en todas nuestras
escuelas profesionales.

Arzobispo de Olinda y Recife, Monseñor
Pereira, hermano del Padre director de
la Casa, y los Inspectores de las cuatro
Inspectorías brasileñas.
Por la tarde y la noche, un festival
gimnástico y una velada lírico-musical
bajo el titilar de las estrellas de un cie­
lo terso, con que los alumnos obsequia­
ron al amado Padre, interpretaba el do­
lor del abandono y la alegría de la ele­
vación.

INGLATERRA.—Hace cincuenta años
llegaron los Salesianos a Londres. Para
celebrar el cincuentenario se reunieron
en la casa inspectorial de Londres todos
los salesianos actuales de Inglaterra e
Irlanda y los misioneros que parten, pa­
ra dar gracias a Dios. Nota simpática y
tal vez única: cumple también cincuen­
ta años en su cargo el maestro de novi­
cios.

B ogotá.—Catolicismo, la célebre, por
documentada y valiente, revista colom­
biana, en su número 1.393, da cuenta de
«la enorme labor social» que en la pa­
rroquia que los Superiores le han confia­
do viene realizando el Padre salesiano
Carlos María Carli.
Como hijo del gran Santo de lo social
que es San Juan Bosco, el Padre Carli,
desde que le encargaron de la parroquia,
trató de hacerse cargo de las principales
necesidades que sufren sus parroquianos.
Como en Colombia, al igual que en Es­
paña, el Gobierno se preocupa seria y
prácticamente de las viviendas, el Padre
obtuvo del Excmo. Sr. Presidente de la Re­
pública eficaz recomendación para que el
«Instituto de Crédito Territorial» prestara
su válida ayuda—como en España lo hace
el Instituto de la Vivienda—, y ya ha

BRASIL.—La casa inspectorial, radi­
cada en Recife, ha tenido un día grande
el 12 de octubre, en que su Inspector,
P. Ladislao Paz, se convirtió, por la con­
sagración episcopal, en Monseñor Paz.
Salesianos fueron también el Obispo con­
sagrante, Monseñor Lustosa, y los asis­
tentes Monseñor Chaves y Monseñor Resende. Presente estaba también el señor

COLOMBIA
Una hermosa obra social

r '"

B O G O T A . — En su p arroquia del Suburbio la C ita los Salesianos construyen casas
para obreros.

8 —

entregado a sus vecinos 50 cómodas ca­
sas en el barrio Don Bosco. El Instituto,
entusiasmado, ha completado por su
cuenta la obra santa y ha cedido una
casa para im dispensario, que funciona
desde el principio del año con personal
competente y abnegado.
El celoso párroco ha fundado también
un Secretariado Social que atiende a más
de cien familias. Está constituido por un
centenar de señoras que reparten medi­
cinas, ponen inyecciones, proporcionan
ropas, dan catecismo, imparten instruc­
ciones y normas a las madres de familia
para dirigir bien los hogares, cuidan de
los «costureros parroquiales», etc. Y pues
los caballeros no pueden ser menos que
las señoras, tienen también sus grupos,
que se han repartido las «veredas» de la
parroquia para atender a sus diversas
necesidades. Se establece así la verdade­
ra fraternidad cristiana que tanto desea­
ba Don Bosco y que tanto preocupa a
la Iglesia...
A fin de que las señoritas de la Ac­
ción Católica practiquen la enseñanza,
funciona una escuela de niñas internas
que se ha acreditado tanto, que hasta un
discreto número de señoras acuden to­
dos los jueves a recibir clases de modis­
tería, canto y economía doméstica.
En su recinto la Parroquia alberga
nueve comunidades religiosas, que de
una y otra forma contribuyen a la ins­
trucción y educación de todos los parro­
quianos. Así, por ejemplo, los Padres Je­
suítas colaboran con las Hijas de María
Auxiliadora en los Catecismos parroquia­
les, científicamente organizados por equi­
pos ; el Gimnasio campestre mantiene
sus equipos volantes de catequesis y de­
portes. La educación de los niños y jóve­
nes está ampliamente atendida en una co­
laboración armoniosa de diversas institu­
ciones religiosas y seglares, estrechamen­
te unidas con la parroquia. Organizacio­
nes como la Legión de María, la Archicofradía de María Auxiliadora y los Sier­
vos del Santísimo avivan sin cesar el fer­
vor espiritual y la piedad viva, sin la
cual hasta lo más beUo decaería.

truir una carretera y preparar conve­
nientemente los basamentos. El Cerro,
que ha cambiado su nombre por el de
«María Auxiliadora», domina la ciudad y
ya es meta de peregrinaciones.

{A T E N C IO N !

{A T E N C IO N !

M u c h o s n o s p id e n u n a b u e n a V i d a de
S a n J u a n B o sco» b ie n ilu s tr a d a y s u fi>
c ie n te m e n te a m p lia .
P e r o esto cu esta b a s ta n te d in e r o , y l a
S £ I n o lo tie n e . P id e , pues, a lo s ami.^
gos y a d m ir a d o r e s d e l S a n to le a y u d e n
a p u b lic a r la , sea e n v iá n d o le lim o s n a s ,
sea s u s c rib ié n d o s e p o r a n t ic ip a d o a a l ­
g u n o s e je m p la re s . P u e d e c a lc u la r s e en
c ie n p esetas c a d a e je m p la r .

ARGENTINA

L o s o r ig in a le s está n p re p a r a d o s ; f a l t a

Chosmalai*.—Por iniciativa de los jó­

u n a sum a in ic ia l p a ra co m p ra r e l p ap el

venes del Oratorio Salesiano, todos los
habitantes de la población han erigido so­
bre el «Cerro San Martín» un hermoso
monumento a María Auxiliadora. Han
trabajado por bastante tiempo, imponién­
dose renuncias y sacrificios, para cons­

y p a g a r a lo s o b r e r o s c o m p o s ito re s , im ­
p re s o re s y

e n c u a d e rn a d o re s . L a e x p e ­

r ie n c ia d ic e q u e S a n J u a n B o s c o n o se
d e ja v e n c e r en g e n e ro s id a d .

— 9

r
l U

Parroquia en la selva.—Tan grande
como una diócesis extensa.
Era mi primer deber de misionero tra­
tar de conocer el territorio que se me
confiaba. El centro de él es la población
da Nongpoh, que está situada a mitad
de camino entre Gauati y Shillong. Es
vasta y está sembrada de pueblecitos y
aldeas. Algunos albergan hasta 200 fami­
lias. Otros, en cambio, constan de 10 ó 15
chozas. Todos estos poblados están es­
parcidos por la región llamada Bhoi. más
extensa que la diócesis de Milán o la de
Sevilla. En muchos de ellos viven cris­
tianos mezclados con los paganos. Al le­
vantar mi mapa, los he señalado con una
crucecita. Pasan de 120. jY los Misione­
ros somos, apenas... dos! Las comunica­
ciones son bastante malas. Siendo las po­
blaciones especies de vanos abiertos en
la selva: sus caminos son más bien sen­
deros que se entrecruzan en todas direc­
ciones. a través del bosque, subiendo co­
linas y serpeando por valles regados de
corrientes más o menos abundosas. A
medida que nos vamos alejando, se van
haciendo más difíciles, y se encuentran
malezas que albergan bestias feroces.

m

m

^

ves eternas, y las brisas nos traen un
alivio en la temperatura. Es la época
propicia para los viajes; y el Misionero
la aprovecha. Es una verdadera prima­
vera, en todo sentido.
Eran, como he dicho, 120 los poblados
que me esperaban. Catecúmenos prontos
para el Bautismo, primeras comuniones,
matrimonios a bendecirse o legitimarse,
visitas a los enfermos... en suma, el tra­
bajo misional. Y mi tiempo era limitado.
Tenía que ir de prisa. Sólo en los mayo­
res pude detenerme dos días. Eso sí, la
acogida era siempre cordial. Me habían
esperado un año entero. Para ellos iba:
era el padre que visitaba a los hijos. La
iglesita está adornada con flores; las
casitas también lo están.
Los niños son siempre los primeros en
adelantarse a saludar al Padre. Horas v
horas habían estado espiando su llegada
desde lo alto de una colina. Incorporado
ya a ellos, le forman cortejo, ondeando
sus banderas, y acompañándolo hasta el
pueblo. Ha caminado hasta cinco horas
seguidas; está cansado... Pero el tiempo
urge. Un pequeño refrigerio, una taza
de té, y ¡al trabajo! Cuatro, seis horas;
y a noche avanzada, a descansar sobre
una estera. Madruga para seguir la ta­
rea. Toma con los fieles la refección que
le ofrecen, y prosigue su camino, para
otros pueblos. Pero antes hay que bende­
cir el cementerio. Así lo desean. Y así lo
hace. Es una siembra. Y promete ser fruc­
tuosa.
Entre los lyngngam.

Cómo reciben al }fisionero.
Aquí en Assam. pasado el mes de octu­
bre. van cesando las lluvias; el cielo se
torna límpido y sereno. Se mitigan los
grandes calores, y el clima se hace hasta
agradable. Al alejarse la nubosidad, queda
al descubierto, hacia el Norte, la majes­
tuosa cadena del Himalava. con sus nie­
10



Forman parte de mi parroquia los Lyn­
gngam, que viven en los altos valles, casi
inaccesibles, del Ilaka Jymgam, o sea «la
Región Verde», en el extremo occidental
de las colinas Khasi, a 150 kilómetros de
NonggpK)h. Es una tribu salvaje, en la
verdadera acepción de la palabra, con
lengua y costumbres propias.

MAMÁ M ARGARITA
MADRE DE SAN JUAN SOSCO

LA MIMA BUEM.A
Era Margarita una humilde campesina de Capriglio, pueblecito cercano
a la villa de Castelnuovo de A sti (hoy Castelnuovo Don Bosco), en el
Piamonte.
Había nacido el 1 de abril de 1788, y fueron su padres Melchor Occhiena y Dominga Bassone. Cinco hijos completaban aquel hogar feliz, sie?ido
Margarita la tercera en orden de edad.
Corrían por aquel entonces tiempos asaz difíciles. Un año tenía sólo,
cuando desencadenóse la gran Revolución, y nueve, cuando oyó referir cómo
la chusma de A sti se había sublevado contra el rey Carlos Manuel IV, en
cuya defensa volaron todos los jóvenes de la comarca.
Sus cristianos padres la educaron según los principios de la Ley de Dios
y las normas de la Iglesia, y así fué creciendo la niña tiernamente aficio­
nada a la virtud y a la piedod.
Margarita, según puede deducirse de la única fotografía que ha llegado
hasta nosotros, y que fué sacada siendo ya anciana, debió de ser hermosa,
con hermosura natural, de facciones noÚes, ojos inteligentes, líneas finas
y regulares... Puede, creerse, pues, que su alma ardiente y enamorada de
la exuberante naturaleza en que se meció su infancia, habría de sentir to­
dos los atractivos de la juventud; pero supo rechazarlos siempre que creyó
que podían apartarla del camino que su voluntad firm e y decidida se había
trazado.
Y así, cuando sus amigas la tentaban diciendo: Margarita, ven tú también
al baile, ella, graciosa y modestamente, respondía: Cuidadito, que quien haya
jugado con el demonio no podrá gozar con Jesús.
La muchacha no perdía por nada su continente alegre y jovial; y si las
más rompían en una estrepitosa carcajada para sacudirse de encima el re­
mordimiento, no faltaba alguna que, inclinando la cabeza, tomaba el cami­
no de su casa para refugiarse junto al corazón de su madre. Y las madres
bendecían a Margarita, la niña buena, angelical... ¡la mejor amiga de sus
hijas!

Hace algunos años una docena de jóve­
nes lyngngam, deseosos de conocer el
mundo, salieron de sus valles y fueron a
buscar trabajo en el camino que se esta­
ba construyendo entre Boko y Sonapahar, que serpentea entre colinas por 50
kilómetros, uniendo con el mundo un ya­
cimiento de piedra de grandísimo valor
metalúrgico. Después de algún tiempo,
otros y otros se les unieron; luego com­
praron algunas lomas cubiertas de jun­
gla, y construyeron sus ranchos, llamados kyndang, sobre ios árboles. Por eso
llamaron al nuevo poblado Nongkyndang,
que significa villorrio de cabañas sus­
pendidas.
Un caballero inglés, Míster Don, an­
glicano, muy bueno, ingeniero y jefe de

los que abrían la carretera, se había es­
tablecido entre ellos, y les hablaba fre­
cuentemente de Jesucristo y de su Reli­
gión, poniendo así los primeros gérme­
nes de la fe cristiana en sus corazones,
rectos de suyo.
Un día les dijo: «Ahora, si queréis
haceros cristianos, buscad misioneros ca­
tólicos, porque eMos son los verdaderos
cristianos. Nuestras iglesias protestantes
son como ramas separadas del tronco,
por el capricho de algunos hombres. Nos­
otros permanecemos en ellas, porque en
ellas hemos nacido y estamos ligados
por muchos intereses sociales».
El mismo llamó al misionero católico,
y entre tanto, cuando fué necesario man­
dar un catequista, no vaciló en hacerlo,


11

y así prepararon muchos al bautismo.
Esto sucedió hace cuatro años. Al pre­
sente, entre ellos tenemos 12 pueblecillos
católicos y un buen número de catecú­
menos, con tres maestros, tres escuelas
y cinco iglesitas. Fruto, en gran parte,
del celo de los primeros neófitos, quie­
nes no se dan paz hasta ue no vean
a todos sus hermanos en el regazo de la
verdadera Iglesia.
No hay duda de que sus oraciones le
alcanzarán a Mr. Don, la gracia de las
gracias.
Luchas y esperanzas.
La vida humana es en todas partes
una lucha permanente. Durante mis lar­
gas excursiones, mis cristianos me con­
taban las luchas que deben sostener por
la fe. precisamente con sus hermanos
quv; han permanecido abajo, en los va­
lles.
—Nos llaman traidores—me dicen—, y
sería por ahora imprudente bajar a ha­
blarles de religión. Tienen costumbres
feas, pero tan arraigadas, que les costa­
ría mucho renunciar a ellas. Por ejemplo,
cuando muere uno de los jefes, van a
otra tribu enemiga a cortar algunas ca­
bezas para quemarlas con el cuerpo del
jefe muerto. Y como no están controla­
dos por leyes humanas, no tienen el me­
nor reparo en hacer desaparecer un
hombre por una simple sospecha.
—¿Y si voy yo?—les dije sonriendo.
—Si vas tú serías el primer extranjero
que va a esos lugares, y probablemente
te tomarían por un semidiós, y te col­
marían de atenciones... Pero... es prefe­
rible que esperes.
En Wab Sinhg encontré un maestro
lyngngam, que llegó con el primer gru­
po. Me contaba que cuando decidió ha­
cerse cristiano, fué antes a su pueblo a
buscar una paisana con quien casarse,
que la llevó consigo, y que cuando él y
su esposa y su hijo se bautizaron, los
parientes de ella mandaron a sus dos
hermanas para que la volvieran a llevar
al pueblo. Pero las dos muchachas, ad­
miradas de la belleza de la Religión cris­
tiana. se bautizaron antes de volverse al
pueblo. Cuando sus parientes descubrie­
ron que eran cristianas, las maltrataron
brutalmente. La mayor tuvo que huir,
por la floresta, con el rostro horrible­
mente desfigurado y dos dientes rotos;
anduvo errante durante diez días, ali­
mentándose de raíces y durmiendo sobre
los árboles, hasta que pudo llegar a
12

Ncngkyndang, a unirse con su hermana,
que, con él, el maestro se había estable­
cido allí, en ejercicio de su profesión.
También la hermana menor tuvo que
huir, y después de muchas peripecias se
unió a ellos y les ayuda en la educa­
ción de los niños.
Mis excursiones.
No existen pasos ni puertos que unan
la región de los Lyngngam con Nongpoh
a través de las colinas, sino que es nece- )
saric bajar al valle del Brahamaputra,
pasar por Gauati y proseguir en diligen­
cia 150 kilómetros a poniente.
El año pasado fui después de Pascua.
Sufrí un calor espantoso. En Nongkyndang había estallado la epidemia y moría
mucha gente. Unas fiebres altísimas con­
sumían a los enfermos en tres o cuatro
horas. Creí era mi deber apresurarme y
asistirlos. Presencié heroicidades. Una
jovencita que murió en esos días había
preparado para el Bautismo a dos ami­
gas suyas, y ella murió abrasada por la
fiebre, ofreciendo su vida por sus amigas
y por la población. Y, en efecto. Dios re­
cibió la oferta, y Nansi—que así se lla­
maba—fué la última víctima de la epi­
demia, y ésta cesó inmediatamente.
Volví en noviembre. Temía que se hu­
biesen debilitado en su fe. Pero gracias
a Dios, era una pura aprensión mía. Me
tenían preparado un hermoso grupito
para el Bautismo.
La primera pregunta que me hicieron
fué: «¿Has visto nuestro cementerio?»
Habían escogido para él una hermosa colinita, trazándolo a guisa de parque,
en forma de cruz, circundado de espeso
seto. A la entrada, tres arcos, que ador­
nan con ramos y flores, lo mismo que las
tumbas.
A la mañana siguiente nos traslada­
mos procesionalmente a él y lo bendiji- ^
mos con toda solemnidad. Era conmove­
dor ver cómo rivalizaban en adornar con
ñores y linternas las tumbas de sus se­
res queridos. Ninguno lloraba, ni aun
durante la plática de los difuntos; más
bien cantaban: «¡Paraíso, paraíso!»...
¿No os parece hallaros en los tiempos
primitivos del Cristianismo?
Mokoihari.
La última vez que los visité me lleva­
ron a un pueblo nuevo, llamado Mokoibari, va en los confines con los Caros.

Caminamos largo trecho sobre la pendien­
te de una extensa colina. En su cumbre
me enseñaron «el elefante petrificado».
En realidad es una piedra que afecta la
forma de un elefante arrodillado. Dice la
leyenda que este elefante perseguía a un
caballero, y que al llegar a este punto
cayó sin fuerzas y fué convertido en pie­
dra. Más adelante hallamos «el caballo
petrificado»; y más allá, «el caballero
petrificado», tendido y con las manos
j cruzadas sobre la nuca. Y este es el pun' to extremo de la colina, frente a un
monte llamado Lang-iu, que domina toda
la región. Según la creencia khasi, sobre
este monte los espíritus de los antepasa­
dos habitan en palacios fantásticos, visi­
bles sólo en las noches sin luna, cuando
dichos espíritus danzan y cantan alrede­
dor de unos fuegos que aparecen y des­
aparecen de improviso.
Sobre una pequeña altiplanicie, al lado
del monte Lang-iu, surge Mokoibari. Es
un pueblecito de catecúmenos que hacía
dos años nos esperaban para recibir so­
lemnemente el Bautismo. Habían ya
construido su hermosa iglesita, tenían
regularmente todos los domingos la ins­
trucción religiosa, dada por los catequis­
tas, y celebraban sus reuniones presidi­
dos por los antiguos católicos, y se lla­
maban y se llaman unos a otros «her­
manos cristianos».
Por desgracia, en todos estos sitios
hace estragos la lepra. También aquí la
hay. ¿Y cómo viven? Se construyen sus
casitas en lugares algo apartados, y allí
viven resignados con su suerte. Yo vi a
un excelente muchachito, llamado Tarsicio, con los dedos ya comidos por la en­
fermedad. Su padre murió el año pasado,
consumido por la enfermedad. El vive
con la madre, enferma también, en una
cabaña retirada. Les ayudé lo que pude;
1 pero hubiera deseado hacer por ellos mu­
cho más. El chico había venido esa ma­
ñana a cumplir con Pascua; se había
salido pronto de la iglesia, y me confió
luego que lo hacía así para no causar
molestia a nadie, y oír así la santa misa
desde lejos, fuera de la iglesia, cuyas
puertas quedaban abiertas.
Notas estadísticas.
Después de mis últimas excursiones,
puedo dar los siguientes datos: Hay
cerca de 4.0C0 cristianos católicos, con

ASSAM .—Tipo nagam .

l:?{) comunidades, 36 escuelas primarias
con 38 maestros y 62 capillas. Nuestra
nueva residencia está en el centro de
Nongpoh. Todavía está casi todo por ha­
cer. Como iglesia usamos la estancia más
espaciosa, y como escuela el atrio de
la residencia. Para habitación de los
jóvenes catequistas usamos una calaña
de bambú cubierta de paja.
Con la ayuda de buenos amigos y co­
operadores habíamos construido un .her­
moso local para escuela, cubierto de lá­
minas de cinc; pero... un ciclón endia­
blado nos lo ha deshecho, y tenemos que
comenzar de nuevo. Dios mediante, lo
haremos en la esiación seca.
Fieles y misioneros romos sumamente
pobres; pero viv’mos contentos; nues­
tra fe es grande, y estamos ciertos de
que la Divina Providencia seguirá asis­
tiéndonos, y que esta Misión hallará en
su misma pobreza los entusiasmos nece­
sarios para ulteriores incrementos y com­
pleto desarrollo.
ViCTORIO Maüri, S. D. B.
M isionero.

13

TRABAJO MISIOMERO
EM PERSIA
Escribe el P. Mulligan, S. D. B .:

A badan (Irán).—Hace poco tiempo que

estamos aquí; pero tenemos una flore­
ciente misión en la parroquia. Unos 60
jóvenes vienen todos los viernes (el vier­
nes es el día festivo) para asistir a la
santa Misa, rezar las oraciones y oír la
explicación del Evangelio, que se hace
en lengua persa.
Después de la Misa les damos una lec­
ción de inglés, lo que constituye para
ellos su principal atractivo, y a esto si­
gue la lección de Catecismo. Solamente
diez lo estudian en su propia lengua.
En esta enseñanza nos prestan precio­
sísima ayuda dos generosos Cooperadores
Salesianos. Nosotros somos los primeros
que hemos introducido el persiano en la
escuela y en la parroquia. Las demás pa­
rroquias en Persia son más bien para
ciudadanos de diversas nacionalidades, y
cada cual habla y predica en su lengua:
los europeos en las suyas, y así los cal­
deos. y ármenos. En las Compañías de
petróleo todos los empleados hablan in­
glés; pero los obreros hablan en sus len­
guas de origen. Por eso nosotros procu­
ramos hacerlo en persa.
Casi todos los días visito el hospital.
Así he tenido la fortuna de hacer volver
a la práctica de la Religión a no pocos
que la habían abandonado por completo.
La Obra del (^Apostolado del mor» está
aquí floreciente. Visito todos los barcos
que llegan. Digo Misa a bordo; y tengo
permiso de decir dos misas al día, ma­
ñana y tarde; los domingos digo, por lo
regular, tres misas. El Apostolado del
mar es una magnífica institución y da
frutos consoladores y abundantes. (A.
M. S.)

Roguem os por nuestras Inspectorías
Febrero, ^11:
12-18:
1^25:
26- 3:
Marzo.
4-10:
11-17:
18-24:

Napolitana.
Nováronse.
Romana.
Sícula.
Véneta.
Austríaca.
Belga.

V o cacion es entre los jóvenes
del V íetnam

H ong-K ong (China).—En el aspirantadü salesiano de Hong-Kong han sido
aceptados los primeros jovencitos vietnamneses que desean hacerse religiosos
de Don Bosco. Huyeron de la zona del
Norte, controlada, como es sabido, por
los comunistas, y se les encaminó a los
Institutos religiosos de Saigón. Seis de
ellos han pedido ser admitidos entre los
aspirantes salesianos, y por eso se les
ha enviado a Hong-Kong. Otro grupo se
encuentra en las Filipinas, también co­
mo aspirantes salesianos. La fe de estos
cristianos, que han sabido abandonar
cuanto más amaban en la vida, para sal­
varla, es profunda y firme, y las voca­
ciones brotan espontáneas como flores
entre las ruinas de la persecución (A.
M. S.)

U rge sa lv a r a los ind ios del
leona

Río I cana-A mazonas-B rasil .—Hace al­
gún tiempo los Misioneros Salesianos
catequizan las riberas del Icana, impor­
tante afluente del Amazonas, con maniñesto fruto. Pero últimamente tienen
que afrontar un gravísimo inconvenien­
te. Han llegado los protestantes, con
abundancia de medios, como subvencio­
nados espléndidamente que están por sus
respectivas sectas. Han fundado ya más
de 40 capillas, han distribuido a millares
opúsculos evangélicos en lengua baniva,
española y portuguesa.
Para hacer frente a esta nueva situa­
ción, los Salesianos se preparan a fun­
dar una nueva misión aUende «Tuni Cacheeira», en la confluencia del Cuoirí.
En el ínterim, las Hijas de María Au­
xiliadora preparan en su residencia de
Assungao un internado para los hijos de
los indios de la zona invadida, y el
P. José Schneider, S. D. B., está prepa­
rando un Catecismo en lengua nehengatú para los niños banivas del Icana.
(A. N. S.)
(C e n tirá a en la pág. 24)

14

s

cc

y

so
da
de

m
al
de
m;

Sálesiátu
HACE SETENTA Y CINCO ANOS
se fundaba en España la Obra Salesiana
Finamente obsen’-a Ceria que Don Bosco estuvo tres veces en España: prime­
ro. con sus obras; luego, con el milagro
de la bilocación (viniendo su «doble» a
Sarriá), y finalmente, en persona.
Parece una graciosa broma andaluza la
manera como vinieron los Salesianos a
España. El Marqués de Casa Ulloa, que­
riendo abrir en Utrera—su patria chi­
ca— un instituto para niños huérfanos o
pobres, se dirigió al Superior de una co­
nocida Orden religiosa, y le rogó pasarse
por su casa de Sevilla para concertar la
fundación. El Padre fué dos veces al pa­
lacio del Marqués y, no hallándolo, trun­
có todas las relaciones. Entonces el Mar­
qués se dirigió al señor Arzobispo, Mon­
señor Joaquín Lluch y Garriga, carmeli­
ta, pidiéndole consejo. El Prelado, que
había conocido y tratado íntimamente a
los Salesianos en Lúea (Italia), le aconse­
jó traerlos. Para el gentilhombre, que
nada sabía de Salesianos ni de sus obras,
la conversación con el santo carmelita
fué una verdadera revelación. Entusias­
mado y esperanzado, rogó al Arzobispo
escribiera a Don Bosco.
También al Santo halagó la propuesta
y la perspectiva; pero careciendo en ab­
soluto de personal, se tuvo que limitar a
dar esperanzas. Esto sucedía a fines
de 1879.
Pero como atraído por una misteriosa
intuición, al comenzar el año 1880 envió
al Padre Juan Cagliero—el futuro Car­
denal—, acompañado del fidelísimo Her­
mano Coadjutor José Rossi. ducho en es­

tos menesteres por' haber actuado en las
fundaciones de Francia, a explorar el te­
rreno. Llegó Cagliero al palacio arzobis­
pal, casualmente (!) cuando estaba el
Marqués de Casa Úlloa departiendo con
el Prelado. Era el 24 de enero. El Arzo­
bispo se manifestó contentísimo de reci­
bir a los Hijos de Don Bosco, los abrazó
con efusión y dió rendidas gracias a Dios
por las persoectivas que se le abrían a su
Archidiócesis.
Estaban con el Marqués su hijo Anto­
nio y su yerno don Enrique Muñoz. El
Marqués tenía ya setenta y un años, era
varón chapado a la antigua, de fe robus­
ta y caridad ardiente. Desde aquella en­
trevista con el Arzobispo, le peíiía todos
los días al Señor la gracia de no morir
sin ver a los Salesianos instalados en su
querida Utrera. Toda su familia, anima­
da de idénticos sentimientos, lo secunda­
ba en sus deseos. Ante todos ellos, el Ar­
zobispo hablaba con entusiasmo de Don
Bosco y de su Obra todas las veces que
se le presentaba la ocasión.
Marqués, hijo y yerno marcharon con
los dos Salesianos a Utrera. El señor Ar­
zobispo había avisado apresuradamente
al Vicario de Utrera, de modo que todo
el clero se puso en movimiento para dis­
pensarles un recibimiento digno. Otro
tanto hizo el señor Alcalde, Don Manuel
Labat y Martínez del Campo, excelente
católico, quien no sólo salió a su encuen­
tro a! frente de una buena representa­
ción de las fuerzas vivas y del pueblo,
sino que, no contento con esto, durante
— 15

-<^ U T R E R A .—A ngulo del p a tio de en tra d a .

varios días los acompañó personalmente
a ver las iglesias, escuelas y principales
establecimientos de la ciudad.
Desde ese primer día quedaron esta­
blecidas las cordiales relaciones que han
hecho del Colegio Salesiano de Utrera un
centro de irradiación cultural y religio­
so y en breve un Colegio de primerísima
importancia.
La villa tenía entonces algo más de
12.000 habitantes, «más bien un poco flojillos en asuntos de religión», de lo que
se aprovechaban los protestantes para su
D o n J u a n CagÚ, <
c u a n d o el 16'2'fleg'
proselitismo: que, por una de esas con­
tradicciones tan frecuentes en la huma­
nidad, y especialmente entre las sectas
protestantes, no fiándose de la inspira­
7 C la u stro in fe rio r del p a tio de festejos.
ción privada del Espíritu Santo, que ellos
proclaman, tienden a invadir los domi­
nios donde la Iglesia Católica, desarrolla
tranquilamente su labor.
Padre y Marqués se entendieron fá­
cilmente en el asunto de la fundación:
que si el uno era abnegado, como buen
Salesiano, el otro era generoso, a fuer de
buen español. La fundación quedó, pues,
aceptada, en principio, pendiente de la
aceptación de Don Bosco, que Cagliero
daba por descontada, más si se tenía en
cuenta que, también casualmente (!) era
el tiempo en que Don Bosco daba cima
a sus fundaciones de Turín, Alasio, Vareze, Spezia y Bordighera, precisamente
para contrarrestar la influencia protes­
tante en regiones italianas.
*

«

*

Como Cagliero previera, el Santo Fun­
dador aceptó; pero sólo en principio, re­
servándose la fecha de abrir formalmen­
te la casa.
La ciudad tenía varias iglesias, algu­
nas de ellas verdaderas catedrales, pero
que por falta de clero estaban casi siem­
pre desiertas, y entre éstas el Arzobispo
dijo a Cagliero que escobera la que más
le gustara para que sirviera como centro
del Colegio. El escogió la de Nuestra Se­
ñora del Carmen, como la más cómoda
para la población y también como la más
distante de la parroquia. Un inconve­
niente había, y era el ser la casa dema­
siado pequeña para que la Comunidad
Iglesia del Carm eD : fa c h a d a p rin c ip a l.

S aló n de A ctos: v ista - ^
parcial.

pudiera desarrollar su la­
bor. El Marqués puso
entonces a su disposi­
ción, temporalmente, la
suya propia, que se le­
vantaba allí cerca.
Llegó la fiesta de San
Francisco de Sales, se le
dió solemnidad, y el Pa­
dre Cagliero dió la Con­
ferencia Salesiana, expli­
có claramente lo que es
¡li. el futuro C ardenal,
la «Pía Unión de los Co­
-legó a U trera a fundar.
operadores Salesianos», y
después de ella inscribió
los primeros Cooperado­
res Salesianos», cuya lista se apresuró a
mandar a Turín.
El Padre no daba un paso sin infor­
mar detalladamente a Don Bosco, y tam­
bién a Don Rúa, como el mismo Don
Bosco se lo había recomendado. Son be­
llísimas las cartas que les escribió, sal­
picadas del buen humor monferrino y sa­
zonadas de sal andaluza: que por algo
era artista y poseía extraordinario don
de asimilación. Partió dejándose ganados
todos los corazones. En Sevilla le volvió
a recibir el señor Arzobispo y a colmarlo
de cariñosas atenciones. Refleja sus sen­
timientos en dos cartas, una a don Rúa
y otra a don Julio Barberis, el Maestro
de Novicios. Al primero le dice:
«El señor Arzobispo nos quiere en su
Sevilla y en otros puntos de su dilatada
archidiócesis. Se ha constituido en el
gran papá de los Salesianos. El señor
Marqués de Casa Ulloa, su hijo y su yer­
no y el señor Alcalde, con sus respecti­
vas familias, quieren ser los primeros
Cooperadores Salesianos de España. Gi­
rando por el mundo, ya teníamos nos­
otros idea de cortesía y de fraterna bon­
dad; pero el primado creo lo tenga Es­
paña, y en especial Andalucía.»
Y al segundo:
«De nosotros se forman un
ideal tan grande, que me causa
miedo. Di, pues, a tus novicios
que se preparen bien: pudiera
suceder que varios de ellos los
tenga Dios destinados a venir a
hacer milagros en este vastísimo
y ubérrimo camp>o de trabajo. Y
G abinete de Física e H ist. N at.

¿ R e ta b lo del a lta r m ayor.

piensen que es la tierra de las Teresas
de Jesús, de los Ignacios de Loyola, de
los Domingos de Gujímán, de los Juanes
de Avila, de los Alfonsos Rodríguez, de
los Isidoros y de los Tomases de Villanueva...» Y, efectivamente, entre los No­
vicios que oyeron leer y comentar esta
carta estaba aquél a quien la Divina Pro­
videncia destinaba a consolidar, organi­
zar y extender la Obra Salesiana en Es­
paña ; el Siervo de Dios don Felipe
Rinaldi, tercer sucesor de Don Bosco.


*

tando y recibiendo en dondequiera tan
gratas impresiones, que se convirtió en
un panegirista entusiasta de la Penínsu­
la Ibérica. Y como no tenía facultad para
fundar, ni Don Bosco personal para man­
darle, regresó a Turín con el alma sa­
turada de optimismo. Esta gira la recor­
dó siempre como un singular don de
Dios.
Los compañeros del P. Branda fueron;
don Ernesto Oberti, don Carlos Pane,
don Francisco Atzeni y los Coadjutores
don Miguel Aranda y don José Goitre.

*

MADRID-ATOCHA.—El Templo que
honor de María Auxiliadora se está
Solamente a principios del año 1881
pudo San Juan Bosco enviar el personal )(^construyendo puede ser uno de los ob­
para fundar definitivamente la Casa, y jetivos a lograr durante este año de las
lo mandó acompañado del mismo Caglie- BODAS DE DIAMANTE de la Obra Sa­
ro. Entraron el 16 de febrero. Los Utre- lesiana en España. No hay que olvidar
ranos les dispensaron un gran recibi­ qu(> Madrid es la Capital de la Nación.
miento, y desde ese primer instante sin­ El 12 de junio del año pasado se bendijo
tonizaron como si siempre se hubieran y colocó la primera piedra. Poco después
conocido y tratado. Y es que tanto Sale- se derribó la antigua iglesita, la que por
sisnos como andaluces tienen como prin­ tantos años recogió las multitudes de
nuestros niños y las de tantos devotos
cipal motor de sus acciones el corazón.
La música, el canto, el rezo en común, que venían a orar ante la Virgen taumala alegría expansiva del espíritu salesia- turga, a consagrarle sus almas y sus asun­
no encontraron en aquellas almas una co­ tos, a pedirle y darle gracias por sus in­
rrespondencia muy natural y espontánea. numerables beneficios. No sin dolor vimos
El primer Director fué don Miguel demoler sus muros y sus techos. Pero
Brando, avispado y santo varón, a quien lo vimos todo con una grande esperanza;
Don Bosco había recogido niño, huérfa­ la de que pronto la iglesita sería sustitui­
no de padre, y educado. Designado Direc­ da por una grande basílica digna de Ma­
tor de Utrera el día de Santa Teresa, en drid. ¡Y lo será, Dios mediante! Circuns­
1880, le dijo Don Bosco, paseando bajo tancias no previsibles, pero quizás alta­
los pórticos del Oratorio, y mirando ha­ mente providenciales, han aplazado ia
coi'strucción. Dominadas, la obra segui­
cia la cúpula de María Auxiliadora:
«Ahora vas a Utrera, a Andalucía, la tie­ rá rápidamente con la protección de la
rra de María Santísima. Utrera será una Virgen y la cooperación de sus devotos.
Como en Turín, la basílica será el cen­
cuna. Kn Utrera nos prepararemos para
grandes obras en toda España. De aquí tro de convergencia de muchas obras re­
a no mucho, una señora, hoy casada, en ligiosas y culturales, especialmente las
Barcelona (y mira que no estoy soñando), Escuelas.' tanto las profesionales como las
al quedar viuda, nos invitará a fundar do cultura general, la Archicofradía, la
una casa en osa ciudad, y tras esa fun­ Asociación de Antiguos Alumnos y la
central de los Cooperadores Salesianos,
daremos muchas...»
Viudez, invitación, fundación y funda­ etcétera, etc.
ciones. todo se verificó a la letra, y don
SALAMANCA.—«El Adelanto», diario
Branda pudo comprobarlo en su misma
salmantino de la mañana, trae dos artícu­
persona.
La aludida o vista en sus sueños no los sobre las en construcción Escuelas
durmiendo, era la Sierva de Dios doña Profesionales Salesianas de «I^s Pizarra­
Dorotea Chopitea de Serra. por cuya Cau­ les», firmado uno por D. Santiago Pedraz
sa de Beatificación y Canonización pedi- y otro p>or el M. I. Dr. D. José Artero.
¡Cuánto sentimos que la estrechez de
mo" oraciones a nuestros lectores.
En cuanto a Cagliero, como su misión nuestras páginas no nos permitan repro­
era de exploración e información, dejada ducirlos por completo! Vayan, pues, al­
funcionando la casa de Utrera, recorrió gunos datos:
«Como por arte de magia..., ha surgian parte de España y Portugal, susci­
18 —

gido en pocos meses una sólida edifica­
ción donde antes había solamente un
terreno; y para completar el prodigio,
entre cuatro paredes y los techos todavía
en construcción, se cobijan ya dos cen­
tenares de chavalilios, alegres, despier­
tos, vivarachos, que día a día van reci­
biendo sabias enseñanzas. ¿Cómo se ha
producido el milagro? Sólo Dios lo sa­
be..., y también el Padre Director...
...Nuestras grandes hazañas jamás hu­
bieran sido realizadas ni por dinero ni
por egoísmo; se hicieron por aquello de
que tEspaña y yo, somos así».
...Los Salesianos y su ideal «son así».
«K1 dinero es lo de menos», dijeron. Se
tomó a broma la frase; pero comenzaron
a trabajar y lo demás vino por sí: el
Ayuntamiento regaló los terrenos; un
antiguo alumno dió unos miles de pese­
tas ; otros lo imitaron; un arquitecto,
también antiguo alumno, hizo el proyec­
to, grandioso, por cierto; no pocos pa­
dres de familia se unen a los albañiles,
y trabajan gratis, para que sus hijos ten­
gan pronto escuelas; los mismos chi­
cos, en los recreos, se ponen alegremen­
te a ayudar en el acarreo de los materia­
les, se disputan los instrumentos, y...
juegan a trabajar. Y... y... en los dos pi­
sos ya construidos, se instalan clases,
con los bancos y mesas traídas del viejo
San Benito... Un poema de amor y de
cultura... Las Escuelas serán para Sala­
manca y su comarca un beneficio de in­
calculable valor.
Las peticiones ya llegan a centenares.
María Auxiliadora ya tiene su trono. Y
el teatro ya comienza a hacer pinitos, de­
bido al entusiasmo de los Antiguos Alum­
nos. Todo ha cambiado en los Pizarra­
les: todo, menos el espíritu de Don Ros­
co: ni el espíritu, ni la letra, ni la
historia. Esta de los Pizarrales tiene toda
Id pobreza, toda la simpatía, todo el he­
roísmo de aquella inicial Casa Pinardi de
los suburbios de Turín, toda la semejan­
za con esa otra obra similar de Madrid
en el suburbio de Vicálvaro. Aquí está
igualmente naciendo toda una institución
que honrará a Salamanca y educará nu­
merosas juventudes.
MATARO.—^En el brillante acto acadé­
mico del reparto de premios a los alum­
nos de mejor conducta y aplicación
durante el curso pasado, ocuparon la
presidencia el Sr. Obispo de Colofón.
Fr. Matías Solá, el representante del se-

El Excm o. Sr. O bispo de Córdoba en el E stu­
dian tad o Teológico S alesiano de P osadas.

ñur Alcalde Dr. Puig, el teniente alcalde
Don Domingo Monserrat, el Delegado del
Frente de Juventudes, representaciones
del Instituto Raimes, de Rarcelona, de
los Colegios de los Rvdos. PP. Escola­
pios y Hermanos Maristas y varios Di­
rectores de Colegios Salesianos.
El salón estaba abarrotado de padres
de familia y amigos del colegio. Se abrió
el acto interpretando la orquesta del Co­
legio la «Doble Aguila» de Wagner, y
cantando todos los alumnos el Himno
del Colegio, del Maestro Alcántara. El
discurso de apertura o lección modelo,
estuvo a cargo del Dr. Chinchilla, Direc­
tor del Instituto Jaime Raimes, de Bar­
celona, y versó sobre «la trabazón que
existe entre las Matemáticas y la Filoso­
fía» y «el desarrollo de estas ciencias a
través de los siglos». Hubo cantos, de­
clamaciones, interpretaciones de música
clásica y moderna, en cuyos entreactos
pasaban los alumnos premiados a reci­
bir de la presidencia aquellos a que se
habían hecho acreedores.
Como final se proyectó el documental
de las Bodas de Oro del propio Colegio,
celebradas el año pasado, que para mu­
chos fué una sorpresa como de televisión.
Cerró el acto con vibrantes palabras el
señor Obispo. Y la concurrencia desfiló
a las notas del pasodoble «Soy de Espa­
ña», interpretado por la orquesta.
MURCIA.—Ya tiene Murcia su Casa
Salesiana, debido a la munificencia de
un sacerdote Misionero, D. Antonio Valverde Valero, que hace unos cuantos
— 19

años partió a Colombia, como seminaris­
ta, se ordenó en Santa Marta, misionó
eutre los caribes, regentó una parroquia,
luchó con la masonería y el protestantis­
mo invadentes, abrió un colegio de niños
y otro de niñas, roturó campos, enseñó
agricultura racional, ganó simpatías, y
con los ahorrillos y los donativos que la
gratitud le hacía, volvió a la patria, y
compró un campo en la Huerta de Mur­
cia, cerca de la ciudad, con el propósito,
ahora realizado, de regalárselo a los Sa-

Jóvenes M isioneros Salesianos que
las Inspectorías cordobesa y sevilla­
na envían a tierras am ericanas.

lesianos. a quienes admira por la labor
pedagógico-social.
Ya se ha levantado un magnífico pa­
bellón para enseñanza primaria gratuita,
de seis magníficas aulas y un gran salón
de actos. Desde su terraza se domina una
buena parte de esa maravilla que es la
Huerta de Murcia.
Pronto se levantará también un Inter­
nado para Segunda Enseñanza, y una
Escuela Profesional Laboral con orienta­
ción agrícola. Y, si Dios sigue bendi­
ciendo la obra, habrá también un Semi­
nario Menor para cultivo de las vocacio­
nes religiosas y sacerdotales.
VALENCIA.—El Excjno. y Rvdmo. Señor
Arzobispo. D. Marcelino Olaechea, S.D.B..
20



ha sido condecorado por el Gobierno fran­
cés con la corbata de la Legión de Honor,
por su caballerosidad, actividad y cortesía
durante las fiestas pluricentenarias de San
Vicente Ferrer, nacido y formado en Es­
paña y muerto en Francia.
BARCELONA-TIBIDABO. La alegría de
una fiesta infantil.—Los veraneantes del
Tibidabo llegan a formar casi una familia
con el Pequeño Seminario que los Salesia­
nos tienen sobre la cumbre santa, al abrigo
del Santuario Expiatorio Nacional. Los
pequeños seminaristas o aspirantes a sa­
lesianos atienden a sus estudios de bachi
llerato para su debida formación y orien­
tación. Y según'el Sistema Educativo de
Don Bosco, tienen gran libertad de inicia­
tiva. Y así, entre otras cosas, preparan ve­
ladas y fiestas. Una es la de «Los cuatro
hermanos Miau», en que participan cela­
dores. padres de familia, veraneantes, en
homenaje colectivo y familiar al Sagrado
Corazón, que los acoge bajo la sombra de
sus divinos brazos abiertos. El 10 de sep­
tiembre fué la fecha escogida.
Los «Cuatro Hermanos Miau» durante
dos o tres semanas prepararon una bonita
función de teatro, pintaron el escenario, la
representaron y trajeron al templo, como
ofrenda-sacrificio, lo recaudado' en la fun­
ción.
Es hermoso ver cómo esos niños, durante
sus recreos y vacaciones ponen su ingenio
y actividad al servicio del Sagrado Cora­
zón. Ellos gozan, porque la mayor alegría
de un niño—como de cualquier persona—
es desplegar su actividad cuanto más libre
y espontáneamente, mejor.—Los papás se
alegran y gozan quizás más que los mis
mos chicos, y el Sagrado Corazón recibe el
homenaje de la inocencia, que le compren
de y sabe reparar por los pecados de los
hombres.
Los entreactos del drama o comedia son
graciosísimos. A veces se hacem en ellos
ofrendas como estas: «Tesoro de desagra­
vios» : Se adelanta una niña y ofrenda:
—Sacrificio de un helado: tres pesetas.
Y otro:—Como soy tan p^ueñito y no
puedo hacer grandes sacrificios, he son­
reído a mis padres, que me han dado cinco
pesetas para confites. Aquí las tienes. .lesús divino, para tu Templo.
Y una niña:—Esta peseta es de patatas
fritas, que me gustan mucho.
Y así por el estilo: el sacrificio de unos
dulces, de un chocolate, de unas galle­
tas... «Jesús mío querido: estas cinco pe­
setas, el sacrificio de una entrada al cine.»
Y se adelantó un papá, y dijo:
—Me uno al homenaje infantil, ofrecien­
do al Sagrado Corazón el sacrificio de un
capricho: setenta y cinco pesetas.
¿Verdad que todo esto es muy bonito
V . . . muv educador?

COOPERADORES SALESIANOS
Constituyen una verdadera «Terce­
ra Orden», como los Terciarios Do­
minicos y los Franciscanos, cuyos pri­
vilegios les fueron comunicados por
Pío IX. Hijos de su tiempo, su distin­
tivo es, según palabras de Pío XII, «el
factor actividad apostólica».
La actividad apostólica necesita ali­
mento, y éste no puede ser otro que
el espíritu de Piedad salesiano, es de­
cir, según lo entendió San Francisco
de Sales y lo aplicó San Juan Bosco.
Oigamos, pues, lo que nos dice nues­
tro Santo Patrono:
Dios, en el acto de la creación, mandó
Que cada planta diese fruto según su es­
pecie. De igual modo ordena a los cristia­
nos que produzcan frutos de devoción (o
piedad), según el propio carácter y la pro­
pia calidad. La piedad dehe ser practica­
da de una manera por el caballero y de
otra por el artesano; por el criado y por
el príncipe; por la viuda y la soltera; por
la doncella y por la casada: liay que rela­
cionar su práctica con las fuerzas, las
ocupaciones y deberes de cada estado.
¿Seria fasto que el Obispo observase una
vida de soledad semejante a la del monje
cartujo? Y si los casados no quisieran po­
seer nada como tos capuchinos, y el arte­
sano pretendiese estar todo el día en el
templo como los frailes, y el religioso en­

tregado a toda suerte de relaciones para
servir al prójimo, como el obispo, ¿no re­
sultaría todo ello devoción ridicula, des­
ordenada e intolerable?
La devoción nada perjudica cuando es
verdadera; al contrario, todo lo perfeccio­
na. La abeja saca miel de las flores sin
dañarlas. La piedad se comporta aún me­
jor, pues no solamente en nada perfudica vocación ni ocupación ninguna, sino
que por el contrario, las adorna y embe­
llece. Las piedras preciosas, introducidas
en miel, se hacen más resplandecientes,
cada una según su propio color; de la
misma manera cada uno se hace más per­
fecto en su estado cuando va dirigido por
la piedad. Con ella, el cuidado de la fami­
lia se hace más apacible; el amor del ma­
rido y de la mujer, más sincero; el servi­
cio al gobernante, más fiel, y todas las
ocupaciones, en general, más suaves y
más amables.
Es un error, mejor dicho, una herejía,
querer suprimir la devoción de los cuar­
teles, de los soldados, del taller, del ar­
tesano, de la corte, de los príncipes o de
la sociedad conyugal. Ciertamente que
la piedad puramente contemplativa y mo­
n t u c a no puede desarrollarse en los am­
bientes citados; pero es que hay muchas
clases de devoción, aptas a procurar la
perfección a los que viven en el estado
secular...
Dondequiera que nos encontremos po­
demos y debemos aspirar a la vida per­
fecta. (Filetea, Libro I. cap. III.)

SUMARIO de las Indulgencias, Privilegios e Indultos
Concedidos a los Cooperadores y a las Cooperadoras de la Cía Unión Salesíana
Extracto de los Decretos de la S agrada Penitenciaría Apostólica 22 - V - 194-1.
I.

I ndulgencus

plenarias.

c) el día en que por vez primera se con­
sagraren al Sagrado Corazón de Jesús;
d) una vez al raes, el día en que inter­
vienen a la conferencia que trata argumen­
tos de piedad o de caridad;
e) una vez al mes, el día que hacen el
Ejercicio llamado de la Buena Muerte;
í) una vez al mes. en un día de libre
I.
a) el día en que dan su nombre a elección;
la Pía Unión;
g) cuantas veces hicieren los Ejercicios
b)
una vez al día, con tal que unan al­ Espirituales durante ocho días seguidos:
guna piadosa invocación a cualquier clase
h) una vez al mes, si todos los días del
de trabajo;
mismo hubieran rezado seis Padrenuestros.
Los cooperadores de la Sociedad Salesiana que, confesados y comulgados, en visi­
ta devota a cualquier iglesia o capilla pú­
blica, rezaren según la intención del Sumo
Pontífice, pueden ganar indulgencia plenaria:



21

AveTTiarias y Glorias, según la intención
del Sumo Pontífice, o sea por la paz de las
almas, por la debida libertad de la Iglesia
en todo el mundo, por la concordia y pol­
la verdadera prosperidad de todos los pue­
blos.

III.

I n d u l g e n c ia s

p a r c ia l e s .

A) De diez años:

Cada vez que rezaren seis Padrenuestros,
Avemarias y Glorias, a lo menos con co­
razón contrito, según la intención del Su­
mo Pontífice, que es la salvación de las
II.
Con las condiciones acostumbradas, almas, la libertad debida en todas partes a
la Iglesia y la concordia y verdadera pros­
en las siguientes festividades:
peridad de todos los pueblos.
a) Santísima Trinidad,
B) De siete años:
b) Navidad, Circuncisión, S a n t í s i m o
a) cada vez que, arrepentidos por lo me­
Nombre de Jesús, Epifanía, Transfigura­
ción Ascensión, Sagrado Corazón, Preciosí­ nos, renovaren la consagración de ri mis­
sima Sangre de N. S. Jesucristo, como tam­ mos al Sacratísimo Corazón de Jesús;
bién en los días de Corpus Christi. Cristo
b) todas las veces que, a lo menos arre­
Rey, Invención y Exaltación de la Santa
enseñaren a otros la manera de
Cruz, Sagrada Familia. Pentecostés y Do­ pentidos,
ayudar la Santa Misa:
mingo de Ramos:
c) todos los viernes de Cuaresma, siem­
c) Igualmente los días de la Purísima pre que, al menos arrepentidos de cora­
Concepción, de la Natividad. Presentación, zón, rezaren devotamente cinco Padre­
Asunción, Desposorio, Visitación, Purifica­ nuestros, Avemarias y Glorias en memoria
ción, Anunciación, Dulce Corazón, Dulcísi­ de la Pasión de N. S. Jesucristo.
mo Nombre, Dolores {viernes que sigue al
Domingo de Pasión y el 15 de septiembre),
C) De cuatrocientos días:
Maternidad, Pureza (16 octubre) y Santísi­
mo Rosario de la Virgen María; como tam­
Cada vez que, al menos con el cora­
bién en la conmemoración de Nuestra Se­ zón arrepentido, añadieren a sus ocupadoñora del Monte Carmelo y de María Auxi­ 7ies. serviles o liberales, alguna piadosa
invocación.
liadora;
d) Aparición y Dedicación de S. Miguel
Arcángel, S. Juan Bautista, S. José. Espo­
so de la Virgen María, Cátedra de S. Pe­
dro en Roma y en Antioquía, Conversión
y Conmemoración de S. Pablo, S. Fi'ancisco de Sales, S. Juan Bosco. Santa Cecilia,
San Roque confesor.

D) De trescientos días: cada vez que.
a lo menos con el corazón arrepentido:
a) rezaren devotamente la invocación
Maria Auxilium Christianorum, ora pro
nobis;
b) ejercitaren alguna obra de piedad o
de caridad.
estas indulgencias, exceptuada só­
III.
En punto de muerte si. confesados lo Todas
la plenaria que puede conseguirse en
y comulgados, o arrepentidos al menos^ de punto
de muerte, son también aplicables
sus pecados, invocaren deiwtamente el San­ a las almas
del Purgatorio.
tísimo Nombre de Jesús, de palabra, si
pueden; o sí no, con el corazón: y acepta­
ren con paciencia, de los monos del Señor,
IV. P r i v i l e g i o s e i n d u l t o s .
la muerte como tributo del pecado.
11.

I n d u l g e n c ia s

k s t a c io n a i .e s .

Los dias de las Estaciones notados en el
Misal Ro7nano los Cooperadores de la So­
ciedad Salesiana, si en visita a cualquier
iglesia u oratorio público, donde no hubie­
re iglesias estacionales, rezaren según la
intejición del Sumo Pontífice, pueden lu­
crar las misinos indulgencias que ganarían
visitando personalmente en tales días las
iglesias, dentro y fuera de Roma, señaladas
en el Misal, siempre que cumplan a la
letra las otras cláusulas y prescripciones.
99

I.
Los sacerdotes cooperadores que ejer­
cen el cargo de Directores Diocesanos, y
tienen ya facultad de confesar, gozan, siem­
pre según las normas del Decreto de la
S. Penitenciaría Apostólica del 20 de mar­
zo de 1933, de la facultad:
a) de bendecir con sólo la señal de la
Cruz, fuera de Rojna. siempre gratuita­
mente, con permiso del Ordinario del lu­
gar en cuyo territorio ejercen dicha facul­
tad, privadamente siempre, en público
sólo en tiempo de Adviento, de Cuaresma,
de Ejercicios Espirituales, de Misiones por
ellos predicadas: Rosarios, Cruces, Crucifi-

jos, estatuitas religiosas, medallas devotas:
pudiéndoles aplicar las Indulgencias Apos­
tólicas: y además, a los Rosarios, las indul­
gencias llamadas de Santa Brígida;
t>) de impartir con el Crucifijo y con la
señal de la cruz únicamente, en su último
sermón de Cuaresma, de Adviento, de San­
tas Misiones y de Ejercicios Espirituales,
la Bendición Papal con indulgencia plenaria, que pueden lucrar todos los fieles con­
fesados y comulgados que hayan asistido
al dicho último sermón y a lo menos a
otros cinco, predicados con permiso del
Ordinario, en los tiempos dichos, y hayan
rezado según la intención del Sumo Pon­
tífice. Los fieles que hubieren asistido a
algunos de tales sermones, podrán adqui­
rir cada vez doscientos días de indulgencia.
II. Estos mismos sacerdotes g o z a n ,
siempre según la norma del Decreto de la
S. Penitenciaría Apostólica del 20 de mar­
zo de 1933, del indulto personal de altar
privilegiado cuatro días por semana, con
tal que no hubieren obtenido ya semejante
indulto para otro día.
III. Todas las misas, celebradas por
cualquier sacerdote, en sufragio del alma
de algún Cooperador fallecido en gracia
de Dios, son privilegiadas, igual que si hu­
bieren sido celebradas en un altar privi­
legiado.
IV. Los Cooperadores que, por enfer­
medad o convalecencia, no pudieran salir
cómodamente de casa, ganan las indulgen­
cias amiba mencionadas rezando devota­
mente, en vez de visitar la iglesia, cinco
Padrenuestros, Avemarias y Glorias.
V. Los Cooperadores que viven en lu­
gares dónde no hay iglesia de los Salesianos o del Instituto de las Hijas de Ma­
rio Auxiliadora, pueden ganar las indu’gencias concedidas a dichas iglesias visi­
tando la respectiva iglesia parroquial y ob­
servando las otras prescripciones.
VI. Los Cooperadores que viven en Se­
minarios, Colegios y otras Comunidades,
pueden adquirir tanto las indulgencias con­

Propagad las Revistas
In ven l i i J

M

i s ! iieira
isio

S. D. B. Lecturas Católicas

cedidas a los Cooperadores como las otor­
gadas a las iglesias de la Sociedad Salesiana o del Instituto de las Hijas de Ma­
ría Auxiliadora, visitando piadosamente la
iglesia, o en su falta el oratorio privado de
su comunidad y cumpliendo las otras pres­
cripciones.
* * *
Los Cooperadores en la mente y en el
corazón de San Juan Bosco y de los Papas:

«Los Cooperadores Salesianos están
llamados a realizar un bien inmenso en
la Iglesia y en la sociedad. Con el andar
de los tiempos su obra será tan aprecia­
da, que ya me parece ver, no sólo fami­
lias, sino ciudades y naciones enteras ha­
cerse Cooperadores Salesianos.» (Pío IX,
1875.)
«La obra de los Cooperadores, la obra
del Papa, está instituida para sacudir el
dinamismo de la caridad. Es la obra que
aparece excepcionalmente oportuna para
estos tiempos, como lo ha dicho el mis­
mo Sumo Pontífice. ¿Hubieran podido
hacer los hombres solos lo que nosotros
hemos hecho? No; el hombre solo no lo
habría podido hacer. ¿Entonces? No es
el hombre, no es Don Bosco, es la mano
de Dios, y se sirve de los Cooperadores.»
íMemorie biografiche, vol. XVIII, pági­
na 161.)

La XXIV Semana de Educación de la
Federación Am igos de la Enseñanza
D e l 2 6 a l 3 l d e d ic ie m b r e »e d e s a rr o ­
l l ó en B a r c e lo n a l a X X I V S e m a n a de
E s t a d io s q n e d esd e b a c e 25 a ñ o s v ie n e
c e le b r a n d o a n u a lm e n te l a F e d e r a c ió n
d e lo s a m ib o s d e l a E n s e ñ a n z a y E d n c a c ió o . A r r a p a n a to d a s la s C o n g r e g a ­
c io n e s D o c e n te s , q n e p o r e l ú lt im o C o n ­
c o r d a to d e E s p a ñ a c on la S a n ta Sede,
p e rte n e c e n a l M a g is t e r io d e la I g le s ia , y
a n a b u e n a p a r t e d e l a E n s e ñ a n z a lib r e .
L a S e m a n a v e r s ó s o b re /a f o r m a c i ó n
t n o r a í y r e l i g i o s a d e l a ¡ a v e n ta d .
C o m o e r a n a t u r a L S a le s ia n o s , H ija s
d e M a r ía A u x ilia d o r a y C oop era d ores
t o m a r o n p a r t e e n e lla c on e n tu sia sm o y
a lg u n o s t u v ie r o n u n p a p e l m u y des­
ta c a d o .

— 23

DE MARIA AUXILIADORA

terminar la novena se hallaba completa­
mente curada.— Asunción Gianone.

S. S evero.—En el pasado mes de agos­
G erona.—Por causas que sería pro­
to una hermana mía sintió repentinamen­
te fuertes dolores de estómago que la lijo enumerar, me cupo en suerte el reci­
obligaron a meterse en cama con altísi­ bir en mi casa la hermosa imagen de Ma­
ma fiebre. Examinada detenidamente por ría Auxiliadora que hace cinco meses re­
el médico y para evitarle una peligrosa corría triunfalmente las callejuelas de es­
operación, cpmenzó a suministrarle pe­ ta barriada del Calvario. Nada diré del
nicilina. En vano esperamos durante diez fervoroso cariño filial con que fué reci­
días ver en la enferma alguna mejoría: la bida por toda la familia; pero sí he de
fiebre se mantenía alta y los dolores iban publicar para gloria de María Auxiliado­
en aumento. Hubo consulta de médicos ra y como prueba de gratitud que, desde
y determinaron hacerle la operación al el mismo momento en que tomó pose­
día siguiente. Comenzamos inmediata­ sión de nuestro humilde hogar, mi ma­
mente una novena a María Auxiliadora dre, enferma de cuidado desde hacía al­
para que, por intercesión de San Juan gún tiempo, comenzó a mejorar y, al pre­
Bosco, concediese a mi hermana la gra­ sente, no sólo no guarda cama, sino que
cia de verse libre de la temida interven­ atiende a los trabajos de la casa y va rá­
ción quirúrgica. ¡Oh bondad de la Vir­ pidamente hacia el completo restableci­
gen! A media noche comenzó a bajar la miento de sus fuerzas .— Antonia Oliver.
fiebre que hasta entonces se había man­
L as P almas.—Habiendo sido curada
tenido en unos 40 grados. Cuando llegó
el médico la halló fuera de peligro. Al de una fuerte bronquitis, doy gracias a
* * * * * * * * * *
recen muchas obras: 4 dispensarios con
(V ie n e de la pá¿- t4 )
-------------- 1 una media de más de 20.000 consultas;
12 orfanatos con 1.896 niños asilados;
En la m isión s a i e s i a n a de
51 escuelas elementales, 5 de enseñanza
media y 9 de enseñanza superior y 2 Es­
Vellore (India)
cuelas Normales..., con un total de
12.000 alumnos.
Mucho se trabaja para conservar la fe
ASSAM. —P asan d o un río.
y aumentar el número de creyentes. Es­
te año se ha reparado la secular iglesia
de Vellore, gastándose más de 15.000 ru­
pias. Ahora puede servir de catedral.
Además se están construyendo escuelas,
talleres y un pequeño Seminario vocacional, que costará no menos de 40.000 ru­
pias. En la diócesis trabajan 31 sacerdo­
tes salesianos, 20 sacerdotes seculares y
4 franciscanos. Las Hijas de María Au­
xiliadora son 32, y hay otras 80 religio­
sas de diversas Congregaciones. La dió­
cesis se fundó y confió a la Congregación
en 1952. En una población de 2.177.900
habitantes, los católicos son 32.798. Flo24 —

María Santísima Auxiliadora y envío una
limosna para su culto.—Sor María Sán­
chez.
Expreso mi agradecimiento a María
Auxiliadora por su rápida intervención
en la última recaída en la penosa enfer­
medad con que Dios me ha querido visi­
tar.—Rafael Ayala.
Cáceres .—Agradecida a María Auxi­
liadora por haber aprobado mi hijo sus
asignaturas, envío tres velas para que
se consuman ante su milagrosa imagen,
como símbolo de mi dedicación a Ella.—
María Romero.

Cecilia Trejo Morgado envía una vela
a María Auxiliadora por haber salido
bien de una difícil operación.
CÁDIZ.—Doy las más rendidas gracias
a María Auxiliadora por los muchos fa­
vores que he recibido de su mano, pero
especialmente por uno muy señalado de
carácter íntimo, que me concedió en el
mes de octubre.—José Quirós Rodríguez.
B urgos .—En un trance de familia muy
apurado, puse el asunto en manos de
María Auxiliadora y Ella me lo arregló
del mejor modo que era posible esperar;
por lo que, agradecido, publico el favor
y ponemos en manos de nuestra Celes­
tial Madre otro asunto que nos preocupa,
y exhortamos a todos a que confíen en
Ella y pongan todo en sus manos. Envío
25 pesetas para fomento de vocaciones.—
R. M. N.
G ranada.—^Agradecida a María Auxilia­
dora, por una gracia recibida, mando de­
cir una misa en su honor.—<?. Montiüa.
L as P almas.—Estuvo mi esposo desa­
huciado por los médicos, debido a una
pertinaz angina de pecho. Me acogí al
manto de María Auxiliadora, y cuantas
veces la invoqué en los accesos mayores,
siempre fui escuchada oportunamente; y
luego nos concedió la gracia completa.
Todos consideran esta curación como un
milagro patente. Por eso, llena de grati­
tud envío cien pesetas y ruego la publi­
cación en el B oletín S alesiano.—Dolores
Muñoz Calderón.

ViGO.—Teniendo a mi madre enferma,
les pedía a María Auxiliadora y a San
Juan Bosco con todo fervor que me la

curasen, prometiendo dar una limosna y
publicar la gracia. Hoy, que está comple­
tamente restablecida, cumplo mi prome­
sa.—Celia Várelo.
DE SANTO DOMINGO SAVIO
S evilla.—En agradecimiento de un fa­
vor señalado pedido a San Dominguito
Savio y prontamente concedido, publico
la gracia y envío 75 pesetas para su cul­
to.—Afaría del Carmen N.
V alverde del camino (H ublva).—En­
contrándome bastante mal, afligida por
no poder cumplir mis deberes, habiendo
tanto trabajo; fui a ver al médico, quien
vió la cosa bastante mala, y se decidió
a hacerme un tratamiento. Me llevó a su
clínica, y comprobó que se trataba de una
pleuresía descuidada, y por ello afectan­
do el pulmón. Durante cinco días me
^aplicaron el neumo tres veces al día, pe­
ro sin resultado, pues por las condicio­
nes del mal, el aire no penetraba. Al ver
el doctor que estas curas eran ineficaces,
resolvió que si al sexto día no daban re­
sultado, recurriría a la operación. He de
confesarlo, ante tal perspectiva mi es­
píritu se contristó grandemente, y sin
poderlo remediar, lloraba de pena pen­
sando en esta nueva cura.
De pronto me acordé de Santo Domin­
go Savio, y con toda la fe y fervor me
encomendé a él, tomé dos reliquias que
tenía suyas y me las apliqué en la parte
enferma.
Al sexto día vino el doctor y volvió a
aplicarme el neumo; y cuál no fué su
sorpresa al ver que el aire penetraba con
suma facilidad y resultado satisfactorio.
Sin poderse contener, exclamó: ¡Esto es
un milagro!
Permanecí en la clínica aún varios
días con progresiva mejoría, marchando
luego a casa llena de alegría, con pro­
fundo agradecimiento al Señor y a Do­
mingo Savio, que había intercedido ante
él por mí, y llena de ardor para prose­
guir mis la b res como buena hija de Ma­
ría Auxiliadora.

VIDA

DE

MIGUEL

M A G O N E

por

SA N J UAN Bo s e o
S E I, 1 9 5 6 . - 5 p e s e t a s
— 25

Han pasado dos años. Creo que es tiem­
po suficiente para comprobar que la cu­
ración es una realidad, cumpliendo con
todos los trabajos que la Obediencia me
asigna, y haciendo perfecta vida de co­
munidad. Agradecida, publico la gracia
y exhorto a todos a los que se hallen en
necesidad, se encomienden de veras a tan
amable Santito.— Una Hija de María Au­
xiliadora.
(La Directora del Colegio envía a la
Redacción una tarjeta, avalando cuanto
dice la Hermana).

DEL SIERVO DE DIOS DON FELIPE
RINALDI
C.AMPANO (Cádiz).—Tuve que someter­
me a una operación de úlceras en el es­
tómago, y en los momentos más difíciles
de la operación se pasó el efecto dél clo­
roformo; empecé a sentir dolores atro­
ces. a hinchárseme el estómago y a fa­
llar el corazón. La operación, por tanto,
no podía continuarse, y todos temieron
un fatal desenlace.
En trance tan apurado, se empezó una
novena al Siervo de Dios Don Felipe Ri-

DON BOSCO EN SARRIA, AÑO 1886
El muy ilustre abogado, Presidente
que fué del Tribunal de Protección de
Menores, de Barcelona, don Ramón Albó,
narra este episodio, recuerdo de su niñez.
Uno de los días de la histórica estan­
cia de Don Bosco en Barcelona, yo era
un niño, en cuya imaginación la idéa de
un santo, así, vivo y caminando, no en­
traba del todo.
¡Santos y muchos en el Cielo!
¿Pero, un santo... en la tierra?
Cuál no sería mi sobresalto cuando mi
padre me dice:
—¿Quieres ver un Santo, Ramón?
Abrí unos ojos... tamañicos; no con­
testé.
Mi padre, excelente cristiano, repite
la pregunta.
—¿Quieres venir a ver a un Santo?
—¿A dónde?, pregunto.
—Vamos a Sarriá. Estos días está allí
un santo.
—¿Y se le puede ver?
—Sí.
—¿Y hablar?
—Sí. ¿Qué le vas a decir?
—Aún no lo tengo pensado.

En Sarriá, en los Talleres Salesianos,
no se podía dar un paso. Entrar era
peco menos que un milagro, tal era el
gentío que se agolpaba en la misma ca­
rretera con el propósito de ver y hablar
con el santo de Turín.
26



Pero eran contadas las personas que
lograban más que una bendición y una
palabrita de Don Bosco.
Yo fui más afortunado.
Con mi padre y otras pocas personas
entramos en una sala y vimos al santo.
Yo no pude ni supe decir nada. Me sentí
estremecido cuando puso su mano sobre
mi cabecita y me dijo que fuera muy
bueno, muy buen cristiano.
Nos daba una medallita de la Virgen
a cada uno. Para todos tenía una pala­
bra de bondad. Yo no sabía separarme
de él.
Con nosotros entró un joven de unos
dieciocho años.
Don Bosco no le decía nada. Repartió
las medallas a todos menos a él.
Entonces se acercó y muy delicada­
mente le dice al santo:
—Don Bosco, ¿no tendrá una medalli­
ta también para mí?
Don Bosco se volvió entonces, sereno,
pero serio.
Y mientras sacaba una medallita y se
la daba, le dijo:
—Si no eres muy bueno, no te salvarás.
Has dejado a Dios abandonando tu vo­
cación y Dios no está contento de ti.
Era un Santo. Lo había conocido bien
sin que nadie le hubiera dicho nada.
Se me grabó mucho aquello.
He seguido la vida de aquel joven.
Fué luego, efectivamente, muy fervo­
roso y murió bien. El consejo fué para
él de santo.

naldi, y al segundo padrenuestro bajó la
hinchazón, decrecieron los dolores y pu­
dieron terminar la operación.
Doy también gracias al Siervo de Dios
por la curación de un ojo, que creía per­
dido; al aplicar una reliquia y pedir la
curación, fui atendida por él. Han pasa­
do algunos años. Estoy perfectamente
bien. La experiencia me dice que el ama­
do Padre, que tanto se desveló por nues­
tra Congregación, no olvida a sus Hijas.
Por estos y otros favores recibidos, hago
público mi agradecimiento y enviamos
una limosna para su Causa de Beatifi­
cación.—Sor Pilar Martínez, H. de M. A.
Orellana de la S ierra (Badajoz).—
PoT* un favor recibido del Padre Felipe
Rinaldi, envío cien pesetas para su Cau­
sa de Beatificación.—Ana Medina Gon­
zález Rodríguez.

DE NUESTROS MARTIRES
S an J osé del V alle (Cádiz).—Encon­
trándome en apurado trance, acudí a los
Mártires Salesianos don José Limón y
don Pablo Caballero en demanda de auxi­
lio, y casi inmediatamente recibí una li­
mosna que solucionó a satisfacción ese
conflicto. Lo hago público para gloria
de Dios y honra de sus siervos.—Ernesto
Olivares Figueroa, S. D. B.

♦ ♦ ♦

SE CONSTITUYE EN SEVILLA EL
TRIBUNAL PARA, EL PROCESO DE
B E A T IF IC A C IO N DE NUESTROS
MARTIRES

H iguera de la S ierra (Huelva).—An­
tiguo Alumno de las Escuelas Salesianas
de la Santísima Trinidad en Sevilla,
cuando el siervo de Dios era Rector Ma­
yor; suelo encomendarme a él en mis
apuros y necesidades. Y el buen Padre
me escucha siempre. Ultimamente me ha
concedido un favor importante; por lo
cual le doy rendidas gracias y ruego la
publicación en el Boletín.—Carmelo Gon­
zález Bejarano.

El 16 de diciembre, 75 aniversario de
la llegada de los Salesianos a España, el
señor arzobispo-administrador apostólico
ha presidido, en la capilla del Seminario,
el acto de apertura del proceso informa­
tivo para la beatificación de 19 religio­
sos Salesianos y tres cooperadores, que
sufrieron martirio por la fe, en Andalu­
cía, durante la Cruzada de Liberación.
Se constituyó el Tribunal eclesiástico
y actuó de juez-delegado el arzobispo de
Methymne, monseñor Lissón. Entre los
asistentes se encontraban el postulador
M adrid.—En la primera quincena del
mes de diciembre pasado comencé a sen­ general de la Congregación Salesiana,
tir fuertes dolores en un oído y un cons­ don Julio Bianchini, que representaba al
tante zumbido que me causaron sordera Rector Mayor; los Provinciales de Sevi­
y fiebre durante una semana. Los reme­ lla. Córdoba y Barcelona: Superiores de
dios humanos—médicos y medicinas—■ gran número de casas salesianas y miem­
hicieron desaparecer la fiebre y el dolor, bros de la Comunidad, así como cerca de
pero el zumbido y la sordera continua­ 40 familiares de los mártires y muchos
ban durante otras dos semanas. Entonces fieles.
acudí a don Felipe Rinaldi, haciendo un
Hecha la invocación al Espíritu Santo,
triduo y prometiendo publicar la gracia. el canciller del Arzobispado dió lectura
En esos mismos días desapareció el zum­ al acta de iniciación del proceso infor­
bido y comencé a oír perfectamente. Ya mativo, y se procedió seguidamente a la
ha pasado otra semana sin haber notado jura. Durante unos veinte minutos conti­
en ella molestia alguna. Agradecido, nuaron los trámites canónicos.
cumplo la promesa.—Teodoro Nieto,
Finalmente, el doctor Bueno Monreal
S. D. B.
pronunció una alocución.

E l que fom enta una vocación sacerdotal o de Coadjutor construye
un altar sobre su propia tum ba y prolonga indefinidam ente el bien
que hace.

— 27

INSPECTORIA
S % ^ S ^ (k u W

DE
u x d

NIUESTiRAS VOCACIOMES
Un llamamiento angustioso llega a los
oídos atentos que se han dedicado a aus­
cultar un poco el estado del mundo ac­
tual en plena pendiente materialista. Ese
anhelante grito brota del fondo del co­
razón de la humanidad, de la entraña
maternal del corazón de la Iglesia, y de
la inmensa angustia del Corazón de Je­
sús en ansias redentoras:
¡Dadnos apóstoles!
¡Dadnos almas abnegadas que se en­
treguen I
¡ Dadnos sacerdotes, religiosos, hom­
bres que se sientan capaces de inmolarse
pü-* los demás y salvarlos!
¡Colegios, escuelas, oentros, familias
cristianas—sobre todo, vosotras, faniilias
cristianas—, dadnos vocaciones con ideal
de sublime entrega para cambiar la faz
del mundo!
Y este grito halla eco en los corazones
más nobles, inocentes y puros de nues­
tros niños. Lo perciben, sobre todo, los
pobres, con potente ímpetu de misionar
la masa obrera. Llega a los oídos de los
mejores en todas las edades, climas, es­
tratos sociales.
Pero surge inmediatamente la muralla.
No tienen medios. Como Juanito Bosco,
que hubo de mendigar de puerta en puer­
ta para ir al seminario, no disponen más
que de un santo y sublime ideal.
Así llegan a nuestros aspirantados de
Campello, Huesca. Tibidabo, Gerona^ Arbós, San Vicente deis Horts. Martí Codclar a centenares.
Ellos han oído la voz de Dios y la si­
guen...
Nosotros hemos de oír ese grito an­
gustioso : ¡dadnos apóstoles!, sosteniendo
económicamente estas Casas de forma­
ción con el óbolo de vuestra plegaria in­
cesante, y vuestra generosa limosna, si
os es posible.
28 —

BECAS VOCACIONALES
¿Qué es una beca?
Es una cantidad de dinero para sos­
tener en su estudios a una vocación has­
ta su ordenación sacerdotal o prepara­
ción completa técnica, y lanzarse ya ai
apostolado.
Sus clases e importe.
Beca completa: 30.000 pesetas para
sacerdote; 20.000 pesetas para coadjutor.
Beca anual: 3.600 pesetas.
Beca mensual: 300 pesetas.
Beca perpetua: 90.000 pesetas.
Con los intereses producidos por el ca­
pital de noventa mil pesetas, puede sos­
tenerse perpetuamente un aspirante en
las Casas Salesianas de formación.
Cuando el ahijado que ha disfrutado
de la beca llega al final de la meta de
su carrera sacerdotal o religiosa, los in­
tereses de ese capital siguen favorecien­
do a un nuevo ahijado.
La persona donante, padrino, puede
poner a su beca el nombre de un santo
do su devoción, su propio nombre y ape­
llido, el de un ser querido suyo, el de
un difunto de su familia, y con ese nom­
bra serán publicadas y quedan anotadas
para aplicar oraciones, sufragios, etc.
¿Es necesario que la ofrenda se entre­
gue toda de una vez? No es necesario;
se puede hacer sucesivamente en cuotas
mensuales o anuales de una cantidad.
Participará no sólo del agradecimien­
to del ahijado, sino, sobre todo, del mé­
rito de sus oraciones, apostolado, de las
almas que salve, de las obras de miseri­
cordia que en favor de los prójimos rea­
lice.
Puesto que cada dieciséis años se for-

ma un sacerdote, cada dieciséis años ten­
drá un sacerdote nuevo que salve almas.
¿No deberá animar esto a muchos pu­
dientes para que formen una o más be­
cas? i Tengan la seguridad de que sus
Sacerdotes Salesianos atraerán sobre sus
personas y fortunas las bendiciones del
Dios que todo lo recompensa con creces.
¿No debían los sacerdotes dejar un
sucesor suyo en el apostolado ayudando
a formar otra vocación que prolongue su
labor apostólica?
¿No podrían los padres poner a sus
mismos hijos bajo la protección de las
oraciones y ministerio de un sacerdote
que salve almas por sus hijitos, para que
el Señor se los bendiga?
BADALrONA.—En esta ciudad, situa­
da a 12 kilómetros de Barcelona, y no­
table por su grande y variada industria,
tienen los Salesianos un amplio campo
de apostolado por prevalecer en ella el
elemento obrero, tan grato al corazón
de Don Bosco.
Ya en el año 1921 acudieron los Sale­
sianos, llamados por un sacerdote dioce­
sano, Mosén Antón Roméu, que a seme­
janza de San Juan Bosco, dedicaba sus
horas a la educación e instrucción de la
juventud obrera. Junto con él montaron
un Oratorio Festivo dominical que tras
diversas vicisitudes cristalizó en el ac­
túa. Oratorio Festivo Salesiano de María
Auxiliadora. Tanto los locales como la
obra desarrollada en dicho Oratorio hace
ya mucho tiempo que se revaloraron in­
suficientes, por lo que se ideó la implan­
tación de unas Escuelas diarias. En el
año 1945 la benemérita familia Ventós
Mir cedió a la Congregación Salesiana un
vasto solar para que en él levantara unas
Escuelas Salesianas; la idea fué acepta­
da con entusiasmo por la Congregación
Salesiana y por las Autoridades y po­
blación de Badalona. Desgraciadamente,
dificultedes imprevistas retrasaron la
ejecución de los planes proyectados.
Hoy, puesta la primera piedra del nue­
vo edificio el día 18 de julio de 1955, las
obras avanzan y se espera poder montar
dos escuelas para 100 niños el próximo
octubre. Con todo, la ambición es más
vasta, ya que en un futuro, que creemos
próximo, recibirán instrucción y la ense­
ñanza de un oficio 500 aprendices, dis­
tribuidos entre preaprendizaje y apren­
dizaje de Mecánica y Electromecánica,
además de cultura general. Simultánea­

mente funcionará el Oratorio diario y
un< amplia acción postescolar, que brin­
de a la juventud de Badalona campo an­
cho para sus ansias espirituales, depor­
tivas, teatrales y para cuantas iniciati­
vas de bien surjan.
Rogamos a nuestros buenos Coopera­
dores eleven sus preces al Sacratísimo Co­
razón de Jesús, a fin de que pronto sean
una realidad nuestras esperanzas y pue­
da El reinar en el corazón de los niños
y jóvenes de Badalona.

VOCACIONES S A L E S IA N A S SALIDAS DE
NUESTROS COLEGIOS EN 1950-55
C URS 0 s
C o l e g io s
50-51 51-52 52-53 53-54|54-55
PAMPLONA
— A r a l a r ...............
— R u a r t e ...............

8

8

5

5
0

9
0

ARAGON
— Zaragoza . . . .
— Huesca . . . .
— Mozón . . . .

3
5


2
1


3
3
1

6
3
5

12
0
8

CATALUÑA
— S arriá...................
— San José . . . .
— H orta...................
— Parroquia . . . .
— M ataré . . .
— San Vicente . . -

3
0
1
0
1
0

3
2
1
0
0
0

0
1
3
0
0
0

0
0
5
1
2
1

6
2
3
1
3
0

VALENCIA
— San Antonio. . .
— San Juan Bosco .
— Burríana . . . .
— Alicante. . .
— Alcoy...................
— V ille n a ...............

7
1
1
1
3
0

4
2
0
7
3
0

4
3
1
2
4
3

5
2
6
0
8
I

9
4
1
0
10
1

C iu d a d e la ................

0

4

3

1

0

T o ta l. . . .

34

37

36

51

69

Dirección:
R . R . In s p e c t o r ^ P r o v ín c ía l
P a s e o D o n B osco, 74
B A R C E L O N A

— 29

DON JUAN-ANTONIÜ PEREZ-URRUTl
VILLALOBOS

los niños. Conoció a Don Bosco, y de ello
se gloriaba. Amando como amaba a la
niñez y juventud, admiraba a los Salesianos y hacía propaganda de su obra.
Visitando el departamento de niños de
la cárcel de Barcelona, recibió tal im­
presión, que se propuso acabar con «esa
injusticia social», y no paró hasta fundar
el «Patronato del niño abandonado y pre­
so», que más tarde, y por empeño del
mismo señor Albo, dió origen a los «Tri­
bunales Tutelares de Menores». Trabajó
incansablemente, con una inteligencia y
un tesón que le constituyen en' uno de
los mayores bienhechores que ha tenido
la infancia desheredada en estos últimos
tiempos. Montero Ríos, Gabriel María
Ibarra y Ramón Albó fueron los autén­
ticos fundadores y sostenedores de la
obra de estos Tribunales Tutelares en
España. Escribió interesantes obras sobre
ellos. Gran devoto del Sagrado Corazón,
de María Auxiliadora y de San Juan
Bosco, ellos le habrán recompensado ya
su grande y práctico amor a los pequeñitos.

El día 13 de Diciembre dejó de existir,
santamente, como había, vivido, este Co­
operador Salesiano desde la primera ho­
ra de nuestra fundación en Colegio de
Torres (Murcia).
Tocia su vida profesional, como Inge­
niero de Montes que era, fué un cons­
tante ejemplo de vida cristiana. Se dis­
tinguió por su amor a los obreros y a su
puerta no llegó pobre alguno que dejase
de ser abundantemente reconocido.
A su esposa D.“ Carolina Codorniu
Bosch y familiares, nuestro pésame y
nuestras oraciones, a los que ciertamente
se unirán las de tantos amigos y so­
cios de la Pía Unión de Cooperadores. ^ ^ DON HIGINIO PRANCOY BALANCIA
Después de una larga enfermedad fa­
lleció en Vigo la virtuosa Señora
D." MARIA GOMEZ DE PEREZ GRANJA
A su apenado esposo Don Manuel y
familia nuestro más sentido pésarne y a
los lectores del Boletín una plegaria por
la extinta.
ILUSTRISIMO SR. D. INDALECIO
ABRIL Y RAMIREZ DE AREELANO.
En Madrid, y a edad bastante avan­
zada. murió este benemérito Cooperador
Salesiano. Era ingeniero industrial. Des­
de que conoció la Obra Salesiana quedó
prendado de su carácter scxíial. Hablaba
donde podía de las cosas Salesianas y
ora un enamorado de su sistema educa­
tivo. Eavoreció las vocaciones y dejó
fundada una beca. Descanse en paz y re­
ciban nuestro pésame sus familiares y
relacionados.
EXCMO. SR. D. RAMON ALBO
Y MARTI
En Barcelona, y a los 85 años de etiad.
pasó a mejor vida este benemérito Co­
operador Salesiano y celosísimo amigo de
30 —

Víctima de fulrninaírte-éolencia, murió
en la paz del Señor este benemérito Co­
operador Salesiano, hermano de nuestro
queridísimo Hermano el P. Máximo, Di­
rector del Seminario Teológico de (Jarabanchel. y de don Francisco, Secretario
de la Junta Directiva de Antiguos Alum­
nos Salesianos. Sobrellevó con grande
entereza cristiana los gravísimos dolores
que asaltaron su cabeza. Poco antes de
morir bendijo a sus diez hijos, se despi­
dió de sus hermanos y amigos.
Había nacido en Arascués, provincia de
Huesca, y en esta ciudad estudió con los
Salesianos. Pasó después a la Academia
Militar de Toledo, y en la carrera militar
llegó a Comandante, distinguiéndose en
la Cruzada. Poseyendo grandes conoci­
mientos en las Artes Gráficas, se retiró
de las armas para atender a su imprenta
editorial. Contaba apenas cuarenta y nue­
vas años.
Nuestro pésame más sentido a todos
los suyos y la seguridad de nuestras ora­
ciones.
R. I. P.
*

CON LICENCIA ECLESIASTICA



T

ALCALA,

164

s. E.

El día 9 de marzo se celebra la fiesta
de Santo Domingo Savio, el gran mode­
lo de nuestras juventudes.
Para su mejor conocimiento recorda­
mos que la S. E. I. puede servirle:

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páginas, con profusión de grabados, re­
produciendo los hechos principales de
la vida del santito.
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C-)Precio, 90 pesetas.
Número 375. La Inmaculada, 3.* Parte
(39 c.).
Precio, 90 pesetas.
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venta desde el mes de marzo de 1956,
segunda quincena . S ueños de D on B osco

Número 271. La embarcación salvadora
(40 c.).
Precio, 65 pesetas.
Número 272. El elefante misterioso
(34 c.).
Precio, 65 pesetas.
Número 273.E l infierno (46 c.).
Precio, 65 pesetas.
Número 274. Los tres lazos (28 c.).
Precio, 65 pesetas.
E vangelios

dominicales

319. La semilla —Sexagésima
Precio, 90 pesetas.
Número 320. E l ciego de Jericó.—Quin­
cuagésima (51 c.). Precio, 110 pesetas.
Número 324. Los Cinco Panes.—IV Cua­
resma (38 c.).
Precio, 90 pesetas.
Número 325. Pasión de Jesucristo.—L*
Parte (39 c).
Precio, 90 pesetas.
Número 326. Pasión de Jesucristo.—2.'
Parte (37 c.).
Precio, 90 pesetas.
Número 327. Pasión de Jesucristo.—3.*
Parte (45 c.).
Precio, 90 pesetas.
Número 328. Pascua.—1.» Parte (38 c.).
Precio, 90 pesetas.
Número 329. Pascua.—^2.* Parte (40 c.).
Precio, 90 pesetas.
Número 372. Todos los Santos (49 c.).
Precio, lio pesetas.
— 31

UTRERA. —(En la fotografía superior). Un ángulo del grandioso patio de recreo.—(En la Infe­
rior). F achada principal del Colegio de N uestra Señora del C arm en, el prim ero fundado en E s­
p añ a p o r voluntad expresa de S an Juan H osco. Este C entro de tan glorioso historial cuenta en
la actu alid ad con m ás de un m illar de alum nos, entre estudiantes bachilleres y alum nos de
prim era enseñanza gratuita.

Talleres Gráficos de E d ic io n e s C a c tiix a . S. A. - Alcalá, 126. M adrid

Fecha
1956.02