BS_1951_11

Ficha

Título
BS_1951_11
Descripción
Boletín Salesiano. Noviembre 1981
extracted text
SUMARIO
Apóstoles Seglares.— Hacia el fin a l.— Cristianos, te­
ned compasión.— Efem érides seculares: El perdón de
las ofensas.— Hermoso ejem plo de Cooperación Sa­
les! ana.— Un Salesiano en la Antártida Argentina.—
Gran jornada catequística en Concepción.— Avance
de program a para e l XXXV Congreso Eucaristico
Internacional de Barcelona.— De nuestras Misiones:
Visita del Revdmo. P. Candela a las Casas Salcsianas
de la India: Un fruto del O ratorio de Madrás. La
Obra de las HH. de M . A. en la Misión Salesians
del North Arcot. — Relatos m ision eros.— Crónica de
g racias.— In m em oriam .— B ib lio grafía

la primera quincena de octubre se ha
celebrado en Roma el Congreso Inter­
nacional del Apostolado Seglar. A él
han acudido representaciones de todo el
mundo, esto es, de 74 países con 38 orga­
nizaciones.
Entre estos países se cuenta, naturalmen­
te y entre los primeros, nuestra Patria; y
entre las organizaciones, la Pia Unión de
ios Cooperadores Salesianos y la Federación
Internacional de los Antiguos Alumnos SaIcslanos.
Como representante de ambos organismos,
e invitado de manera especial, ha asistido
al Congreso el Presidente Nacional de los
Antiguos Alumnos Salesianos, don Angel
Carda de Vinuesa.
Realmente, la Pía Unión de los Coopera­
dores Salesianos, en la cual se integran en
primera linea los Antiguos Alumnos, es una
de las más poderosas fuerzas del apostola­
do seglar de la Iglesia Católica, tanto, que
a su Fundador, San Juan Bosco, le ha me­
recido el titulo, que muchas y muy altas
jerarquías de la Iglesia le han dado, de
'Precursor de la Acción Católica” .
Esta Pia Unión celebra en este año el
LXXV aniversario de su fundación. A los
numerosos testimonios de aprobación y
aliento recibido de los Sumos Pontífices, a
partir del angelical Pío IX (que quiso en­
cabezar la primera lista de Cooperadores)
hasta P ío XI, que se gloriaba de ser llama­
do "el Papa de Don Bosco” , se añade la si­
guiente carta, que transcribimos integra
para solaz y consuelo de nuestros amadísi­
mos Cooperadores y Cooperadoras.

E

n

•SECRETARIA DE ESTADO
DE SU SANTIDAD
Núm. 258846
En el Vaticano, 12 de agosto de 1951
Revdmo. Sr.: El anuncio del t.XXV aniver­
sario de la fundación de la Pla Unión de
los Cooperadores y Cooperadoras Salesianos
ífM

ha sido recibido con paternal satisfacción
por Su Santidad, que conoce los fines y el
espíritu que animan dicha Institución.
El Padre Santo se ha complacido al com­
probar la beneficiosa actividad desplegada
en tan largo periodo de tiempo, y desea
hacer llegar a V. S. sus congratulaciones.
La providencial Pía Unión, en efecto, con­
tribuye a enriquecer y a coronar la mara­
villosa floración de obras que la gloriosa
Familia Salesiana ha heredado de su Santo
Fundador. Por consiguiente, el Padre San­
to abriga la seguridad de que para todos
los miembros de la Pia Unión, los cuales,
esparcidos por todo el mundo, se unirán es­
piritualmente a tan fausto acontecimiento,
el recuerdo del bien llevado a cabo será
un eficaz estimulo que alimente la llama de
su apostolado y les anime a continuar cada
vez más ardorosamente el camino empren­
dido. Y mientras señala a todos esos sus
amados hijos los fúlgidos ejemplos de Don
Bosco, Su Santidad desea que la presente
efemérides acreciente el amor y el interés
por una obra tan benemérita, y para ello
muy de corazón les imparte La Bendición
Apostólica a ellos, a sus respectivas fami­
lias y a toda la Sociedad Salesiana.
Aprovecho la ocasión para reiterarme con
los sentimientos de la más distinguida es­
tima
De V. S. Rvdma, afmo. en el Señor,
C. Grano, C. d.
Revdmo. Sr. D. Pedro Ricaldone, Rector Ms*yor de la Sociedad Salesiana de San Juan
Bosco.—Turin.”

Se están llevando a cabo los grandes pre­
parativos para el XXXV Congreso Eucarlstico Internacional que se celebrará en Bar­
celona a fines de mayo.
Varios actos del Congreso tendrán por es­
cenario el Templo Nacional Expiatorio al
Sagrado Corazón de Jesús en la cumbre del
Tlbidabo.

Este Templo, que San Juan Bosco profe­
tizó el año 1886 a los pies de Nuestra Se­
ñora de la Merced, en Barcelona, y el año
1911 fué declarado Nacional en el Congreso
Eucarístico Internacional celebrado en Ma­
drid, es una maravillosa muestra de la in­
finita bondad de la Divina Providencia. En
efecto, se ha construido en una de las épo­
cas más borrascosas de la historia del
mundo y de nuestra Patria, por una Fami­
lia religiosa que sólo ahora comienza a te­
ner ¡o que podríamos llamar prestigio his­
tórico y arraigo nacional, y con limosnas
podríamos llamar prestigio histórico y a
fruto de callados y humildes sacrificios.
Por ello es un Templo “ vivo” . Sus piedras
cantan el grandioso himno del poder de Dios
y del amor cristiano. España entera ha
contribuido a su erección. España entera
exultará del más vivo gozo al poner la úl­
tima piedra.
Esta es la meta próxima. Hace falta un
esfuerzo más. El Corazón de Jesús ha sido
divinamente generoso con nosotros: extre­
memos por nuestra parte la manifestación
de nuestra gratitud y ayudemos a la feliz
terminación del Trono desde el cual Jesús
quiere reinar en España.

Este es el grito que en el mes de noviem­
bre, de un modo más particular y con ma­
yor intensidad, hacen llegar al corazón
de los cristianos las Almas Benditas del
Purgatorio.
Los fieles que mueren en gracia de Dios,
pero sin haber satisfecho del todo y en­
teramente a la Divina JusUcia, tienen que
pasar más o menos tiempo en el lugar de
purificación llamado Purgatorio.
Cuanto se sufra en ese lugar es muy di­
fícil de imaginar y más aún de decir por
quienes no conocemos más que los dolores
de esta vida terrenal, que, a! igual que sus
alegrías y placeres, están amenguados por

la particular composición de nuestro ser hu­
mano y atemperados por la misericordia
divina que, antes que llegue la muerte, se
sobrepone a su justicia. Pero las almas, des­
prendidas de esta corteza material del cuer­
po, se hallan en condiciones de percibir en
toda su plenitud y hasta el más perfecto
grado, tanto el placer como el dolor.
En el Purgatorio sufren muchísimo las al­
mas. Al decir de muchos escritores eclesiás­
ticos, su sufrimiento sólo se diferencia del
de los condenados en el Infierno en cuan­
to que éstos están desesperados, mientras
que las Almas benditas tienen la dulcísima
esperanza y la seguridad más firme de que
habrán de ir a gozar de Dios al final de sus
Dolores.
¿Pero cuándo acabarán sus dolores?
Nosotros, los que aun peregrinamos en la
tierra, podemos apresurar la hora y aliviar
a las almas de nu^tros difuntos. La Igle­
sia pone a di^osición nuestra abundantes
medios para ayudar a las Almas del Purga­
torio: los sufragios.
Recemos por nuestros difuntos: apliquémosles el fruto de nuestras buenas obras:
asistamos a la Santa Misa; hagamos decir
algunas Misas por su eterno descanso, a la
medida de nuestras posibilidades; ganemos
con santa codicia cuantas indulgencias po­
damos.
La Familia Salesiana tiene muchas oca­
siones y muchas facilidades para lograr in­
dulgencias aplicables a las Almas del Pur­
gatorio. Recordemos, una vez más, la ma­
ravillosa “ Indulgencia del trabajo santifica­
do", concedida como especial privilegio
por S. S. Pío XI, tercer Sucesor de San
Juan Bosco, al Siervo de Dios don Felipe
Rinaldi para toda la familia salesiana.
Recordemos también la concesión de la
Obra Pía del Sagrado Corazón de Jesús, de
Roma, con sus seis Misas diarias perpetuas.
Tengamos compasión de las benditas Al­
mas. Y pensemos que quizá pensando en
esta situación dijo Jesucristo en el Evanlio: "Con la misma medida con que midie­
reis seréis medidos.”

La Congregación Salesiana es eminentemente misionera. Sur.
misioneros (sacerdotes y coadjutores) se hallan esparcidos p o r
todo el mundo. Las Casas de España han comenzado a intensi­
ficar el envío de misioneros salesianos españoles. Este año han
sido treinta y uno los que hstn partido en diez distintas direc­
ciones. Para ayudar a estas expediciones recuerde que en Ma­
drid funciona el SECRETARIAEK) DE LA S MISIONES SALESI A N A S : Alcalá. 164. Apartado 9.134.
fe :
— 165

EFEMERIDES SECULARES. . .

\

DON

I

B05C0

EN 1851

Un domingo (I), refiere José Brosio, des­
pués de la función religiosa de la tarde,
no viendo a Don Bosco por el patio e igno­
rando la causa de tan insólita ausencia, le
busqué por todos los rincones de la casa.
Finalmente, le encontré en su habitación,
sumamente triste y casi llorando.
Al verle tan abatido le rogué insistente­
mente me descubriera la causa de su pesar.
Don Bosco, que jamás me habla negado
ningún favor, cediendo a mis repetidas sú­
plicas, me refirió que un joven (y me de­
claró el nombre) le habla ultrajado hasta
el punto de causarle grave disgusto.
— Pero —añadió— no me importa la
ofensa a mi persona; lo que más me duele
es que ese infeliz va camino de la perdi­
ción eterna.
Estas palabras me hirieron a mi en lo
más vivo del alma, y traté de marcharme
en busca del ofensor para hacerle enten­
der. y no precisamente con palabras de
miel, lo inconsiderado y feo de su pro­
ceder.
(I)
Aunque el autor de las “ Memorias BiogrAfiras” no expresa el mcs, podemos creer qmFuera el de noviem bre de 1S5I, pues sitúa el
hecho- entre otros alrededor üe esta fecha.

PiRO O N
l

AS

DE

O F E N S A S

Mas Don Bosco, que advirtió mi altera­
ción, me detuvo, y sonriendo me dijo:
—Tú quieres castigar al ofensor de Don
Bosco, y tienes razón. Pero la venganza !a
tomaremos los dos juntos. ¿Te parece bien?
— Si— respondí yo.
Pero el despecho no me permitió en
aquel momento advertir que Don Bosco
quería vengarse con el perdón. Efectiva­
mente, me invitó a rezar con él por el in­
feliz joven, y estoy seguro de que también
debió de rezar por mi, porque al instante
me sentil cambiado, y el despecho contra
el compañero se convirtió en amor, hasta
el punto de que si lo hubiera tenido a mi
lado le hubiera hasta dado un beso.
Concluida la oración,, manifesté a Don
Bosco mi cambio interior, y entonces él
me dijo;
—Siendo la venganza del verdadero ca­
tólico el perdón de las injurias y la ora­
ción, por la persona que nos ha ofendido,
cuando tú has rezado por tu compañero
has hecho una cosa grata al Señor, y por
io mismo te encuentras ahora tan conten­
to. Hazlo siempre asi y pasarás una vida
feliz.

(De ¡as “ M emorias B/ográ//cas” . Capitu­
lo X X V I I , volum en IV.)

HERMOSO ¿JEMPLO DE CO O PERA CIO N SALEStANA
La Congregación Salesiana tiene enBlaisdon (Inglaterra) una escuela donde seten­
ta muchachitos abandonados reciben educa­
ción moral, pan e instrucción. Cuando sa­
len de la escuela, después de su aprendi­
zaje agrícola, se hallan ante el pavoroso
problema de encontrar casa y hogar don­
de vivir.
Hasta ahora se hablan dado varias solu­
ciones. todas fruto del interés de los Salesianos, pero ninguna satisfactoria. Habla
que encontrar una fórmula que permitiera
atender a las necesidades de los mucha­
chos, tanto materiales como espirituales, y
particularmente a éstas, a fin de que no
se perdiera el trabajo de sus educadores.
Estos hallaron finalmente la solución, va­
liéndose de un grupo de cooperadores que
so ofrecieron generosamente a ayudarles.
El año 1948 este grupo de cor^eradores
comenzó a hacerse cargo de los jóvenes que
salen de la escuela, y les busca trabajo y
té ü —

alojamiento. Es más; cada cooperador se
encarga de seguir paternalmente al joven,
protegerle, aconsefarle, buscarle buenas
compañías y amistades; le lleva a menudo
a su casa o a casa de otros buenos cató­
licos y le proporciona relaciones sanas
donde no peligren su fe y las costumbres
adquiridas en la escuela.
1.05 miembros del citado grupo se encar­
gan además de enviar frecuentemente no­
ticias sobre sus protegidos al Director de
los Salesianos.
Los resultados están siendo maravillosos.
La correspondencia de los jóvenes a estos
desvelos de sus bienhechores es consolado­
ra por demás.
Preside el grupo de cooperadores el in­
dustrial Mr. Harold Cirkett, el cual tiene
montada su industria según la más pura
doctrina social pontificia y, por consi­
guiente, con espíritu de un digno coopera­
dos de Don Bosco. Conoce a todos sus em-

fif

pleados, con los cuales se comporta como
un padre, les ayuda en todas sus necesi­
dades, condivide con ellos las ganancias
anuales. Ies proporciona facilidades para
mejorar su situación en el alojamiento, en
la educación de los hijos, en la propia
cultura, etc. En una palabra: es un verda­
dero cooperador salesiano, pues trabaja en
c! mundo con el mismo espíritu con que los
religiosos de Don Bosco trabajan en sus
escuelas y colegios; con la vista puesta en
la redención y elevación de las clases obre­
ras para la salvación de sus almas y la
gloria de Dios.

UN SALESIAKO EN LA ANTARTIDA
a r g e k t ;n a
El día 7 de febrero de este año zarpó de
Buenos Aires, a bordo del barco "Santa Mi­
caela", una expedición que, a las órdenes
del coronel don Hernán Pujato, debia cum­
plir una misión científica en las tierras
australes. Como capellán del grupo iba el
reverendo doctor don Juan V. Monticelli,
salesiano, el cual, a su regreso, rem itió al
ilustrísimo señor Vicario general de la dió­
cesis de Viedma, monseñor José Borgatti,
también salesiano, el siguiente brevísimo
informe que copiamos de "Suplemento del
BXETIN SALESIANO" del mes de julio:
"Buenos Aires, mayo de 1951.
Excelentísimo señor Vicario de la diócesis
üe Viedma.
Habiendo sido designado capellán de la
expedición científica a la Antártida, por cu­
ya incorporación al territorio argentino
pugna el actual Gobierno, y no estando aún
delineada la jurisdicción eclesiástica, en­
trego un breve informe del trabajo espiri­
tual realizado, y pienso que, por razones
de vecindad, debe ser incorporado al haber
de esa diócesis, la más austral del mundo.
Desde un comienzo me encontré en un
ambiente cálidamente católico, desde el
jefe de la expedición, coronel Hernán
P. Pujato, y el capitán del barco, señor
J. Farrel, hasta los demás miembros de la
Comisión, los veinticinco inscritos y la do­
tación ordinaria del barco. Ya la Empresa
Pérez Companc, fundada por dignos ex
alumnos de San Juan Bosco, con sus cua­
tro famosos barcos, había creado en las
costas patagónicas una tradición de vida
religiosa a bordo y en todos los puertos.
La Misa y la correspondiente homilía
evangélica fué celebrada siempre con todo
el decoro que corresponde y la solemnidad
que los uniformes militares y marinos sa­
ben comunicar al acto. Pude también dar
instrucción religiosa, especialmente a los
conscriptos, de los cu al^ preparé tres a
la primera Comunión y dos al bautismo,
que celebré luego, de retorno a Buenos

Aíres, con participación conmovedora de
sus re^>ectivos familiares.
El día 9 de marzo celebré la Misa más
austral de la historia, con solemne asis­
tencia de la oficialidad del barco, de la
Comisión y la plana mayor del remolcador
"Sanavirón", fiel compañero de la audaz
empresa.
El día 23 de marzo bendije en un emoti­
vo acto, después de los rituales patrióticos
de regla, la base General San Martín, que
allá quedó definitivamente Instalada. Pas­
cua, en cambio, fué celebrada con pobre
ritual por la inclemencia del tiempo, y el

martes de Pascua emprendimos el peligro­
so retorno.
Como episodio final debe constar que los
conscriptos, cumpliendo una promesa, hi­
cieron a su regreso una peregrinación a
pie al Santuario Nacional de la Virgen de
Luján. y en un sencillo acto, que tuve el
honor do presidir, dejaron una placa con­
memorativa.
Entrego estos datos al señor Vicario,
quien seguramente los trasladará a la Re­
vista del Obispado para que se salve del
olvido este episodio de la historia nacional,
que, como siempre, ha sido fie! a las vie­
jas tradiciones de catolicidad.
Saluda con tal motivo a Su Excelencia,

Juan V. M ontlcelH, S . D. B.

GRAN JORNADA CATEQUISTICA
EN CONCEPCION (Paraguay)
La religión no es el o^plo del pueblo. Eila
contribuye a su felicidad aun temporal,
prepara generaciones tuertes para Dios v
la Patria.
La extensa parroquia de María Auxiliado­
ra, a cargo de los Padres Salesianos, ha
vivido en los días 8 y 9 de septiembre úl­
timo horas de profundas emociones.
La A. C., que tan abnegadamente traba­
ja en los dieciocho. Oratorios de campaña
con que cuenta la Parroquia, respondiendo
a la llamada del párroco, organizó una gran
concentración de niños del Catecismo, de
primera Comunión y perseverancia, como
adhesión al Congreso Catequístico nacional
del mes de diciembre próximo.
Desde las primeras horas del día 8 co­
menzaron a llegar las caravanas de niños,
*os grupos de los hombres y mujeres, con
banderas nacionales y pontificias, al lugar
^^I^Snado, a tres leguas de la sede parro¡Qué espectáculo conmovedor ver a esos
niños, acompañados de sus padres, reco­
rrer 20 y 25 kilómetros por caminos polvoíetiv?do^ 'í'^sérticos! Parece el Evangelio
Para alojar a tantos peregrinos se im­
provisaron enramadas hechas de hojas de
palmera; a pesar de todo, muchísimos tu­
vieron que pasar la noche a Ja intemperie,
invuoltos en sus mantas e iluminados oor
una luna espléndida.
^
El domingo 9 el señor Obispo diocesano,
monseñor Emilio Sosa Caona, muy de mar S ílf’ v?t
lugar de la concentra­
ción. Mientras tanto, las Misas se suceellas*
numerosas comuniones todas
,A
Obispo comenj o la Misa de los ñiños. El altar se levanOratorio, en la ImpomAc

®

1° ^ a s i s t e n ! ^

más de 1.500 ñiños. El pastor, con visible
168

emoción, repartió las Sagradas Formas a
aquellas almas tiernas, que, conducidas por
sus beneméritas catequistas, iban llegando
en bello desorden al comulgatorio. La mul­
titud lormaba un imponente marco a aque­
lla ceremonia inolvidable.
Horas más tarde, el señor Obispo confilió el Sacramento de la Confirmación a
1.047 ñiños y niñas. Con paciencia inalte­
rable esperaron, bajo un sol abrasador, ce
Icbrante y confirmados la conclusión del
sagrado rito. Hecíios soldados de Dios, iban
a desparramarse de^ués para irradiar a
Cristo.
La ceremonia terminó con una ofrenda,
para el Seminario Diocesano, al señor Obis­
po, el cual agradeció conmovido las senci­
llas palabras de aquellos ñiños, que lleva­
rían metidas muy dentro las impresiones de
aquel día, lleno de sol, de luz y de suaves
recuerdos. ¡Qué bien recompensadas queda­
ron las horas de confesonario, los sacrifi­
cios de los organizadores, las privaciones
de todos!
AI caer la tarde comenzó la dispersión.
Todos voLvían felices del sacrificio realiza­
do: no contaron las leguas recorridas; el
Señor las tendría en cuenta.

AVANCE DE PROGRAMA PARA EL
XXXV CONGRESO EUCARiSTICO
INTERNACIONAL DE BARCELONA
Día 25 de mayo, dom/ngo.—Empieza el
triduo de preparación espiritual para el
Congreso en diversos templos de la ciudad.
Inauguración oficial de las exposiciones de
arte eucaristico antiguo y moderno.
Dia 27, m artes. — Inauguración del Con­
greso.
Tarde: Solemne recepción de Su Eminen­
cia el Cardenal Legado. Actos inaugurales.
Vela nocturna en el Templo Expiatorio Na­
cional del Sagrado Corazón de Jesús, en el
nbidabo.
Dia 26, m ié rco le s.—D\a de la Eucaristía
y la paz individual y familiar.
Mañana: Misas de pontifical y de comu­
nión para los ñiños. Sesiones de estudio por
secciones sobre los temas del día.
Tarde: Asamblea de estudio por naciones.
Homenaje de la familia cristiana a la Sa­
grada Eucaristía. Hora santa sacerdotal en
la parroquial basílica de San José Oriol.
Solemne sesión académica.
Día 29, ju e ve s .—Dia de la Eucaristía y de
la paz social.
Mañana: Misas por los enfermos y perse­
guidos de todo el mundo. Comunión de en*
lermos, llevada solemnemente, en medio
del silencio de la ciudad, a hospitales y ca­
sas particulares, Visita de consuelo a entermob y de ayuda económica a los necesi*

tados. Sesiones de estudio por secciones so­
bre el tema del día.
Tarde: Homenaje del mundo laboral a
J;;5ucristo. Solemne sesión académica. Auto
sacramental.
Oía 30, viernes.—Día de la Eucaristía y
de la paz internacional.
Mañana: Misas pontificales y de comunión
para señoras y señoritas. Sesiones de estu­
dio por secciones sobre el tema del día.
Tarde: Asambleas de estudios por nacio­
nes. Plegarias de las naciones por la paz
del mundo. Solemne sesión académica.
Concierto del “ Orfeó Catalá". Auto Sacra­
mental.
Día 31, sábado.—Dia de la Eucaristía y
y la paz y unidad eclesiástica.
Mañana: Ordenación general de sacerdo­
tes, administrada por varios Prelados. Mi­
sas en diversos ritos en varias iglesias de
la ciudad. Sesiones de estudio por seccio­
nes sobre el tema del día. Concierto de or­
feones.

Tarde: Solemnísima sesión académica.
Predicación en todas las iglesias de la ciu­
dad, preparatoria a la comunión nocturna
de hombres
Noche: M:isas de comunión para caballe­
ros en desagravio y pidiendo el reinado so­
cial de Jesucristo.

Día i de ju n io . Pascua de Peníecosfés.—
Clausura del Congreso.
Mañana: Solemnísimo pontifical, que ofi­
ciará Su Eminencia el Cardenal Legado.
Homilía.
Tarde: Procesión eucaristica. Acto final:
plegaría por el Papa, por la Iglesia y por
el mundo. Bendición con el Santísimo, im­
partida por su Eminencia el Cardenal Le­
gado. Radiomensaje de Su Santidad.
Día 2, lunes de Pentecostés .—Acción de
gracias en el santuario de Nuestra Señora
de Montserrat, Patrona del Congreso, apli­
cándose la Santa Misa en sufragio de los
difuntos.

CONCEPCION (Paraguay).— El obispo salfsíano, Mons. Emilio Sosa Gaona,
distribuve la Comunión a los niños concentrados en üVilla María Auxiliadoran

— 169

i DE NUESTRAS MISIONES f
VISITA D EL REVDMO. PADRE A. CAN­
DELA A LAS CASAS SALESIANAS DE
LA INDIA
E| Revdmo. Padre A. Candela, del capitulo su¡)Crior d e ]a Congre^aciím Salesiana, se detuw
por algún t i m p o en la India a su vuelta de la
visita cainónlca a las Casas Salesianas de los Es*
lados Unidos, Canadá y Australia. Desembarcan­
do en Cotombo {O oylán), salió en avión para
Madrás, donde tuvo la oportunidad de apreciar
el colosal progreso de las Obras Salesianas en
la India dc| Sur durante los quince años quo
iranscurricron desde su prim era visita a la In­
dia. Pudo adm irar e l m agn ifico ediH clo cono-'
cldo poT 01 nombre de Calholic Centre, que
S. ,E. R«vdma. Mons. Mathias está ultimando en
i‘ l corazón d e aquella gtan mcnrópoli, y donde
residirán las varias asociacrones y obras cáfólicas do la archidiócesis. Se espera que la inaucuraciún do aquella m agna obra tendrá Tugar
el dia de Epifanía dol aéo que viene, cuando se
• umpHrán los treinta años d e la llegada de mon.oftor Maihias cor»' los prim eros saJesianos (tres
de los cuales, españoles) a p layas' indias para
encargarse de ¡a misión d d Assam.

El Padre Candela tuvo la satisfacción de visi­
tar también la nueva Escuela Profesional de San
José, en la localidad do Madrás, conocida como
"Basin D rigde” , y donde dos m agníficos talleres
üc m ecánica y de carpintería funcionan actualluonlo junto con la sección do arte, d irig id a por
un Coadjutor saleslano español.
Visitó también la prometedora Colonia A g rí­
cola de Maria Auxiliadora, en Uriurkuppam, a
unos 60 km. do Madrás, donde los salesianos
han transformado en un granero para sus ra­
sas de caridad unas cien hectáreas de terreno
linsta ahora improductivas.

Dccjdc Madrás, el Padre Candela se d ir ig ió a
PoonamaSlo, el majestuoso sem inarlo archidioccsano d irig id o por los PP- Salesianos, donde unos
cíen seminaristas so preparan a ocupar su pues­
to en la Viña def Stañor, junto a sus hermanos
indios del clero diocesano.

Continuando su via je a] North A rcot, tan tra­
bajado por la terrib le sequía, que va durando ya
cinco años, cj P. Candela llevó una p a lia ra de
aliento y esperanza a los denodados misroneros.
Pero en su v ia je le esperaba una hermosa rea li­
dad y una agradable sorpresa: a 230 km. d e Ma­
drás encontró cwuplctaínente transformada la m i­
sión d e Tlrupattur, por él v is íta la quince añO'

<mtes. Efectivamente, Tirupattur cs hoy un ver.
dadero alcázar salesiana: los 200 y tantos fixterfanltos que alii se albergan,, tai, casi 230 as­
pirantes que alli crooen y sc preparan a las bata­
llas de Dios, det)ian d e llenar de consuelo e l co­
razón d e un superior salesíano. Además, pudo
constaitar la presencia d e nuevos e d ificio s, d e una
hermosa iglesia, de amplios locatcs para aulas,
laboratorios y talleros. Se congratuló por el
triunfo reciemornente obtenido, ya que la Univer­
sidad ha reconocido aquel Aspiraniado com o Colegdo U n iversitario, donde los jóvenes aspirantes
y clérigos podrán prepararse hasta la Licencia­
tura en Letras y Ciencias.
Para ahorrar al ilustre y venerable visitanie
un la rgo via je a las Montañas Azules, los Ncwicios
d e K otagiri habían bajado a la llanura, d e modo
que ej dia d e la A ^ n c ió n , que os ta m b i^ la fies­
ta de la In d c^ n d en cía d e la India, veinticuatro
Novicios Salesianos indios recibían la sotana de
Dcgi Bosco de manos del P. Candela.

De alli llegó en pocas horas a las verdes mon­
tañas Shovaroy, donde unos treinta estudiantes
do T e o lo g ía so preparan para c*} sacerdocio en el
Estudiantado d e Yercaud, en encantadora posi­
ción, a unos 1.500 metros, casi a pique sobre la
Uanurn de Salem.

De vuelta a Madrás, ol venerado Superior ben­
decía la nueva Capilla de M aria Auxiliadora
la Escuela de Ra>in B rid gc y tomaba q avión
para Calcuta y Shillong. Dias más tarde Ilcg'aba a
Bombay, donde pasaba un g ra to dia consiatandu
q casi m ilagroso desarrollo de la "Escuela Don
Basco” de aqucila grande m etrópoli, d e más de
tres millones de h ^ ita n to s . Efectivamente, cuando
q P. Candela visitó Bombay tres lustros hace, los
Salesianos no tenían ni siquiera e i terreno en que
hoy se alza e l Instituto d e Don Boeco, y hoy podía
adm irar un m agn ifico terreno de cas¡ siete heclárcaS en una de las m ejores localidades d e la
ciudad, con dos majestuosos ed ificios g'dnaelos
donde unos 1.500 muchachos reciben cristiana
educación.

UN FRUTO D EL ORATORIO DE MADRAS
C(xno es sabido, los Salesianos d irigen en cl
corazón de la ciudad una gran de escuela d e se­
gunda enseñanza y , anejo a ella, un floreciente
O ratorio de más de 300 muchachos, d e los cuale-soiam eme la mitad son cristianos. E] año pasado
un joven brahmán, que frecuentaba asiduamente
. q Oratorio Don Bosco, encariñado con ei m isio­
nero y atraído por los fulgores dei Evangelio, sv
decidló a bautizarse. Pocos m isioneros podran

»ener e l consuelo de la conversión de un brahmán.
El íQien se bautizó con t í nombre de Dom ingo
Savio. Aqué] fué el principio d e su calvario.. Sus
familiares le encerraron en casa; le péga'ron, le
amenazaron y le sometieron a una constante” persecución: todo en vano. DomirrSa se consideró
bian fdliz de sufrir a l? o por Jesucristo. Todas las
mañanas, a las cuatro y m edia, recib ía t í Pan de
los fuertes en la capilla dej Oratorio y luego iba
a Irdbajar en su oficina de una gran fábrica de
tejidos de la ciudad. A las cuatro d e la tarde
ya estoja otra vez en el Oratorio, ft íiz d e ser
de d go n a utilidad ai Padre en la evangelización
de sus paisanCB. Como éste ha habido otros casos
de conversión d e jóv-enes de alta casta por medio
del Oraíork».

UN JUBILEO APOSTOLICO. LA OBRA
DE LAS HIJAS DE MARIA AUXILIADORA
EN LA MISION SALESIANA DE MADRAS
Y D EL NORTH ARCOT
El 5 de agosto pasado, S. E. Revüma. Mons.
Mathias, de Madrás, bendijo e i nuevo e d ific io de
la Escuela Mormai Superior, d irig id a por las Hijas
de Marta Auxiliadora on Tirupattur, en la Misión
Salesiana d>^ North Arcot. En la alocución, cS
S3ñor Arzobispo ofrecía su enhorabuena a las co­
losas misioneras porque en e l año d e la canoni­
zación de su Madre, Sta. M. M azzareifo, habían
logrado obtener <5 reconocim iento oficial de d i­
cha Escuefta Normal Superior. E fectivam ente, esto
rcpresonia Un hermoso triunfo para la Ig le s ia en
esta misión. Es ella la segunda escuela norma|
que las hijas d e M aría Auxiliadora fundaron en
el Norte Arcot para la form ación d e maestras
católicas; sólo que la prim era, que tí)rieron en
Veliore, es sóFo para maestras elemonialos, y esta
de Tirupattur, prepara también maestras paca
enseñanza mod a infCTior. Las jóvenes ejue fre­
cuentan sus aulas son 57 este año. Además d t
esta escuela hay aneja a ella una Hi?ñ School,
donde casi todas las ninas de la ciudad reciben
educación. Es conmovedor ver a niñas brahmanes
ir todas los díag a visitar al Señor en el Saniisimo Sacramento y rozaj- en alta \t) z t í Padre­
nuestro y el Avem aria.
*

*

*

El desarrollo de las H i ] ^ de María Auxiliadora
én la India del Sur ha sido \erdaderamente maras'ilkso. Desde que en 1926 se encargaron de
la dirección de una mísera escutíita en la ciudad
de Madrás, hasta este año ju bilar d e 1951,
■cuánto camino se ha hecho, a pesar de tantas
oposiciones, estrecheces y dificultades! La Virgen
Auxiliadora ha intervenido a cada paso.
Lo Obra de Madrás fué ]a que más oposición
Encontró. Hoy es, en cam bio, la Sede Inspecto­
r ía de la Congregación para todos I05 Institutos
de las Hijas d e M aría Auxiliadora en toda ía in ­
dia y e l Siam. En la Casa Inspectoría] se alber?an unas cien niñas huérfanas; hay, además, es­
cuelas elementales y m aiias, aspirantado, escue­

la de costura >■ m ecanografía, ele. Pero la M i­
sión del North Arcot tem a más necesidad d e las
Hijas d e M aría A u x ilad ora. Llegaron, efectiva­
mente, a Vtílore el p rim er viernes d e iunio
de Í928. Tam bién aquí los principios fueron hu­
m ildes y duros; se req u irió toda la paciencia y
el espíritu d e sacrificio de aquellas fundadoras
para alap tarse a viv ir en aquellos ruinosos QJificios, y entre privaciones sin cuento. Sin
b argo , antes de que pasaran dos años surgían
ya en Veliore una casa para huerfankas y una
Escuela Elemental Superior. El progreso no cesó
desde entonces. Brotaron nuevos edificios; la
cuela elemental subió a escuela m edia, y al cabo

— 17 1

de un tiempo llegió a ser escuela normal. Hoy
hay en las varias secciones unas 700 alumna^
extcrnars y unas 300 Internas, entre oducandas y
huerfanltas. Las familias m ejores de la cludasi
se precian do mandar a su-; hijas a la escuela
católica.
*



*

El mismo año de i92S vela a las de M ana
Auxiliadora On la lejartó estación misionera de
Polur, donde se encardaron en soguida de un
dispensario y de una escuela textil y de borda­
d o } hoy tienen también en sus manos la escuela
parroquial y oi O ratorio Festivo.
El mismo año del Señor se d irig ía n también
al gran centro a grícola de Arn i. La Casa de
San José es la casa de la caridad por excelen­
cia. No se la puode visitar sin sentinsc profunda­
mente conmovidos. El orfanato acoge a 320 huerfanJtas On amplios y sanísimos locales. A la izqu lcn la, una modesta dependencia, separada de
las dtMnis construccloiKs, es la sede de la San­
ta Infancia, donde van a parar tantos pequeñitos ir>ocomcs, que ei mundo rechaza y que sus
padres han abandonado a su suerte. Muchos lle­
gan ya en condiciones tan precarias, que apenas
hay tiem po de mandarlos al Cielo con el bautis­
mo regenerador. Los que sobreviven se presen­
tan avispados y sanos, y no dejan un minuto de
sosiego a las monjitas. La escuela aneja al orfa ­
nato es la m ejor d e la zona, y acaba de ser re­
conocida como HIgh School, Otra hermosa acti­
vidad de las monjitas de A rn l os el dispensario
público adonde acuden más de 200 casos diarios.
En esta obra de caridad, las monjas tienen tam­
bién una oportunidad m agnifica para administrar .
numerosos bautismos "in articulo m ortis” . El año
pasado habrán dado unos 370 bautismos. Ade­
más, una de las Hermanas está encargada de vi­
sitar aldeas y ocuparse de los niños y enfermos
que no pueden \ e n ira la m isión. Es ésta una oca­
sión providencial pora ponerse en contacto con
las m ujeres y niñas do los villorrios ntás apar­
tados, y en esas “ visitas apostólicas’ * no falta
ocasión ixara mandar gente al C ielo con e l santo
bautismo adntinistrado en necesidad extrema.

• • •
En ol año 1^32, las HlJaj, de M ana Auxiliado­
ra abrieron Cn Pallikonda un asilo para niños
provenientes de la Santa Infancia de A rn i y
otros centros. Son actualmente unos ciento los
niños allí recogidos, y «s hermoso verlos vesti­
dos con bU uniform e blanco y azul los dom ingos
y fiestas, rezando como angelitos a su M adre co­
mún, María Santísima Auxiliadora, cn la misma
capíllita donde falleció ol gran A rzobispo Saleslano monseñor M oderlet, mientras ejercitaba el
m inisterio de la confesión. También en Pallikon­
da las monjitas tienen un dispensario, adonde
acuden hindúes y mahontclanos, en gran núme­
ro, de toda la comarca.
• * •
En I93S, las Hijas de María Auxiliadora alza­
ron cf \itelo hasta Saliaranpur, no awiy lejos de

Nueva Oelhi, para encargarse de una importante
<%cuela, que luego debieron abandonar, a raíz
de la guerra.

* * *
Y asi llegamos al 1940, cuando las Hijas de
M aría Auxiliadora s© d irig ie ro n a Tirupattur, a
trabajar al lado de la imponente Institución que
allí tienen los Saleslanos. A llí, especialmente, se
manifestó la intervención de Marta Santísima
Auxiliadora. No lejos de la propiedad de los Salesian'os vivía un anciano doctor protestante, qui’
poseía una hermosa quinta, rodeada de vastos
terrenos. Sucedió una noche que su m ujer, que
era católica, tuVo un extraño sueño: le pareció
ver una muchedumbre d e niñas jugando felizmente en su jardín, ¡unto a “ m onjitas vestidas de
blanco” . Poco tiem po después m oría la piadosa
señora, y más tarde el A rzobispo conseguía com­
prar parte de aquella propiedad dei, doctor pro­
testante. Allí fué donde las m isioneras comenza­
ron su labor, utilizando com o escuela para ex­
ternas una casita de la finca. Las alumnos subie­
ron pronto a 2 0 0 ; eran casi todas paganas, pero
bien pronto las monjas, confiando en Dios, abrie.
ron un asilo para unas cien huorfanitas católi­
cas. M oría, entre tanto, el viejo doctor, y ya las
monjas pudieron dar expansión a su obra y aco­
g er unas 700 alumnas. Pero un grave obstáculo
impedía e l desarrollo de la obra: un cam ino Pu­
blico atravesaba la propiedad, im pidiendo el fun­
cionamiento regular del instituto. L ^ buenas
monjas encomendaron
problema a te Virgen
Santísima, y precisamente el año pasado, en ©i
día do la proclamación dci dogm a d e la Asun­
ción, se obtenía Inesperadamente, y tros pcnosA
y combatidos trám ites, que duraron unos dos
años, que las monjas pudieran alzar una tapin
y cegar e! frecucntadisimo cam ino. Hoy, una her.
mosa cerca defiende ©^te verdadero “ fortín de
M ana Auxiliadora” , y las monjitas “ vestidas de
blanco” alternan en los juegus de «n tc n a r c s de
bulliciosas niñas. El sueño se lia cumplido.
*

*

>•

üna nota conmovedora es la que se presencia
constantemente: niñas sin cuento acuden a llevar
fiores a la Virgen Santísima y a rezar fervoro­
samente ei Avem aria; casi todas son paganas.
“ ¡Qué hermosa os vuestra Reina deí Cielo!” , di­
cen a menudo a las monjas. “ Es mucho más
hermosa que las diosas de nuestros templos.”
El año pasado, una niña brahmina de siete
años, alumna d e las m onjas, se había encariñado
con la Virgen d e los Cristianos. Todos los días
v«n ia a arrodillarse ante la estatua d e la Reina
de| Cielo y a d ecirle sus oraciones. Una vez pre­
guntó a la m onja si olla también iría después d©
la muerte a ver a la V irgen en e» Cirio. ’T u reza
para que la Virgen te conceda la gra cia de re­
c ib ir el bautismo antes de la muerte” , le había
contestado la maestra. Meses después, ía peque­
ña brabmir>a enferm ó de tifus y fué desahuciada
d e los médicos. “ Papá, irá a n e a las m onjitas;
qu iero \-cr todavía una Señora blanca” ... El biien
hombre quiso contentar a su hijita. La direc-

(Ora se dió cuenta en seguida de cpje no había
•-•speranza d e vida. La niña se le ^ r a z ó fuerte­
mente y le suplicó:
“ Sister (Herm ana), dame
Qi bautismo, porque quiero jr al Cielo a ver a
la Reina...” Temblandoi de em oción, la m onjita
derramó furtivamente sobre aquella cabecita de
fiebre ei agua regeneradora dci bautismo. “ Qué­
date tranquila — le murmuró al oído— , muy
prontito irás a ver a la Reina del Cielo.” Efecti­
vamente, la niña m urió aquella misma noche; el
papá no podía entender cóm o pudo quedarse tan
tranquila y serena después de la visita de parte
de la Casa de la Inmaculada.
9 * i
En estos veinticinco años de Izbox, las Hijas
de María Auxiliadora han escrito en la$ Misiones
de Madras y dO] North Arcot páginas estupendas
de sacrificios heroicos, d e dedicación íncondicionada, de fecundo apostolado, de caridad sin li­
mites ni m edida. Que su ejem plo inspire a otras
almas juverrites a abrazar una vocación tan her­
mosa y tan sania.

P. LUIS RAVALICO, S. D. B.

IR E L A T O Si
j MI S I O N E R O S j
EL P O N G Y IB Y A N
UANDO uno de los qiondes jefes del
budismo muere en Birmania, luego al
punto comienzan los preparativos para
el ftpongyibyoá» o cremación oficial del ca ­
dáver, que tiene lugar im año después.
Las ceremonias, en sí mismos, son tttuy
sencillas, pero esper-xdas con anticipación,
como tiempo de fiestas y vacaciones.
Se diría que tienen algo de semejante con
nuestros ferias valencianos, con sxts follas
destinadas a l fuego.
En tifi lugar hacia las afueras d e la d u ­
dad se instalan las tiendas y barracas que
han d e contribuir a la alegría de la fiesta,
y los artistas del borro, del yeso, del pa-

C

Las Hijas de María Auxiliadora, esto es, las Saléslan^s de Don Bosco, realizan
una m agnifica misión en la India. ¡Cuántas ninas pobres > huérfanas na tienen
acogidas en sus asilos y orfanatos! Todas esas niñas, m u cb.s de eüa: ya c:ist'::nas
y otras en vías de serlo, serán el día de mañana otras lan ía; rratres úe fam ilia,
reinas de un hogar donde se amará a «ósueristo



17 3

i

lejos de adivinar aue se están llevando a
cóbo Honras fúnebres.
Entre lo multitud pululan centenares de
budistas, vestidos con sus túnicas y mantos
amarillos. Durante esta semana son seres
privilegiados, o los cuales la multitud obse­
quiará con numerosos regalos, deseosos de
ganar méritos.
Durante la cremación, suenan ntunerosas
orquestas de flautistas, y una verdadera ba­
tería d e tambores atruena el espacio. Dan­
zas típicas completan el funeral.

i}

y

EL B O N ZO BUENO

't.

AT-PLENG es un pueblecito o, mejor di­
cho, im a gran cantidad de casos es­
parcidos acá y acullá en medio de. un
laberinto d e canales y ocultas por im a in­
finidad de cocoteros y árboles frutales. En
estos sitios, donde b o y agua abundante, la
naturaleza es exuberantísima.
Besada por los tranquilos aguas de un
gran canal navegable, S9 alza nuestra igle­
sia. Los cristianos ascienden al millar, cosa
no muy común en e l Siam.
Esta Residencia fué fundada por e l P. Petit, de los Misiones Extranjeros de París, allá
por el año 1900. El P. Petit era uno de aque­
llos misioneros de voluntad férreo. Visto que
hubo estos lugares, decidió fundar una ccqsiUa. No. lejos del lugar designado por e l P. PeUt para construir la capilla se alzaba una
maciza pagoda, que olbergaba im buen nú­
mero de bonzos.
El misionero, franco y abierto, no tar­
dó en trabar amistad con las gentes d e los
alrededores, no excluyendo a los bonzos.
El superior de oqueUa pagoda ero un bonzo diferente de los demás. H abía posado su
madurez y se entraba por las puertos de la
vejes sirviendo a Buda. Como era sencillo y
llano, fio tardó en trabar amistad con é l eu­
ropeo. Poco a poco, la amistod se transfor­
mó en confidencia; e l Padre europeo se ganó
el corazón de aquel bonzo franco y le d .
Hcd>loron de religión, discutieron, mas co­
mo am igos... El misionero rogaba a Dios aue
iluminara «1 alm o del pobre bonxow Pasaron
los díctt... Una tarde se encontraron... Hacía
tiempo que en el alm a del bonzo se des­
arrollaba una dura lucha. Venía cofi intención
de desahogarse con el omigo.
— Pongamos a un lado — dijo a l misione­
ro— todos los intereses particulares, las pa­
siones que ciegan lo inteligencia, y razone­
mos. Si m e convences, me haré cristiano. Si
te convenzo, tú te harás budista. ¿Aceptas?
El misionero, sin titubear:
— ^Acepto— le dijo.
Y alzando desde el fondo de su corazón
una sentida oración, comenzó el primero a
demostrar la verdad de la Religión católica

V

peí y los colores comienzan a construir gi
gantescos tMnplos, elefantes, que nimca fal­
tan en toles ocasiones, y todo género de
fantásticos figures, destinados a perscer en­
tre las llamask
Todos los dios, durante lo semana que pre­
cede a la cremoedón, el cuerpo, encerrado eft
un dorado ataúd, es llevado prooesionolmente por las coUss, entre músicas y batir de
tambores; finalmente, lo colocan en otro
ataúd de madera de sóndalo, perra ser quemeedo en la pira.
Unos veces ^ e l ataúd descansa entre los
brazos de un ídolo tan grotesco como gigan ­
tesco; otros, sobre los lomos de un colo*
8<d elefante. Durante la procesión con el ca­
dáver. los portadores agitan violentomenio el
féretro en todas direcciones, para evitar que
ningún espíritu mol© penetre dentro.
Los tiendecillas y puestos preparados pa­
ro e l coso, donde se venden golosinas y
otros cosos, dan un <dre de fiesta casi ex­
clusivo a lo que debiera ser sólo xm fu neral
hasta el punto que uno que llegara a l lu­
gar sin saber de qué se trota, estaría muy
»r 4

y le falsedad del budismo. El semblante del
misionero retrataba la fuerte convicción ds
lo que demostraba. Sus palabras certeras lle­
gaban a la profundidad del corazón del
boiiio, que le escuchoba absorto. Terminó de
hablar. Un profundo silencio reinó entre los
dos interlocutores. El misionero rezaba.
Poco a pocOi e l boñzo levantó los oíos y
miró de hito en hito a l misionero. Este lo
envolvió en una m úada de amor.
—Creo — dijo e l bonzo— ; creo que tu Re­
ligión es la verdadera.
El Padre lo cdorazó; las lágrimas de los dos
amigos se mezclaron, y obecidas por e l mi­
nistro del Altísimo, subieron al Cielo.
El bonzo estudió
recibió el bautismo. Un
anhelo grande, digno de su noble corazón,
albergaba en su olma: llegar o ser sacerdo!e. Con humildad y paciencia, comenzó a
estudiar los rudimentos del latín. Su aspira­
ción era llegar a la cumbre; mas e l Señor

«Con la.s glorias ,c . .;a.¡r ’ mín: "•riJ’j-f . .
3Í refrán. No
s'vitt..;
fl ílc.-*:'-;-

' £9 iK: S MARTIRES
•.

se contentó con sus deseos y lo trasplantó al
Cielo siendo clérigo, un clérigo con ochenta
años. Su cuerpo fué sepultado cerquita de
la iglesia, a l I c ^ del Dios que lo había ama­
do con amor de nredilección. Con el correr
de los años, la iglesia fué trasladada y el
pequeño monumento que encierra las cenizas
de aquel gran hombre se quedó abandonado
en medio de im campo, cobrado por la som­
bra de los muchos árboles que crecen en sus
alrededores.

í;.i ¡ dp que d h í i u t í Qi os yctushnen».
-lirrs dt r.ucsíra Cruzoda. j Q u e
••

0l ;
ser

el r-'.Ttir'.

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C R O N I C A DE G R A C I A S
G R A C IA S IN G U L A R IS IM A D E L B E A TO
D O M IN G O S A V IO
El día 5 de abril del corriente año mi sobrino
Jesús Martín Biscarri, alférez cadete de !a Academia
de Artillería de Segovia, sufrió con otros compa­
ñeros un gravísimo accidente durante unos pérci­
dos de tiro. Debido, sin duda, a a l g ^ defecto en
U construcción de! proyectil, éste hizo explosión
al ser introducido en el cañón, que reventó y pro­
dujo JA
la áUUVlVC
muerte casi instantinea de uno de
ser«W los w
w
vidores de la pieza, otro perdió el brazo deredio,
V también por milagro y penda no común del exporto y piadoso cirujano, se salvó la mano izquierque 'ambién había quedado materialmente des­
trozada.

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E1 alférez Jesús Martín Biscarri, si bien no perdió
el conocimiento n¡ su habitual buen humor y opti­
mismo, cayó a los pocos momentos acribillado por
la metralla y con el rostro chamuscado y negro del
fogonazo, perdiendo abundante sangre de las nume­
rosas heridas, que los compañeros se afanaban en
vano por tapar con sus pañuelos y camisas, hasta
que la ambulancia pudo llevarlos al Hospital M i­
litar.

Estado en que quedó el cañón después del
accidente

A llí se limitaron a vendar las heridas y colocarle
en* la cama, sin atreverse a la menor intervención,
temerosos ae acortar las diez horas que le daban
de vida.
Transcurrieron éstas con sorpresa de médicos y
Hermanas y en medio de la mayor ansiedad de
<05 pocos tarailiares, que anhelaban la llegada de
su madre, residente en Barcelona, sin esperanzas de
que aun yendo en avión llegara a verle vivo.
Estando yo en clase, rae entre^jó el señor Director
un telegrama cuyo texto no podía ser más alar­
mante; los niños me miraban, entre curiosos y com­
pungidos, y yo, después de leerles el telegrama, les
dije: O e o que en lo humano no habrá esperanzas;
os toca a vosotros alcanzar de vuestro santito com­
pañero Domingo Savio que le salve la vida, si ello
ha de ser para bien de su alma y gloria de Dios;
por eso desde hoy, al salir del taller, empezaremos
todos una novena. Así lo hicimos, y era de ver el
fervor con que todos rezaban a su Santito.
Aquel mismo día supimos por conferencia que
había llegado su madre, y el enfermo, aunque gra­
vísimo, se sentía animado. Primera gracia conse­
guida. Varios días pasaron entre alternativas y trans­
fusiones de sangre, sin que los médicos se atrevie­
ran a dar la menor esperanza, razón por La cual
.mimó más a los niños a pedir por él.
Los médicos 'opinaban que la metralla debía de
h.iberle destrozado el pulmón y la pleura, e insta­
laron debajo de la cama los ravos X , pues juzga­
ban peligrosísimo moverle, y efectivamente, cncontiaron todo el pulmón encharcado de sangre, mien­
tras la herida drenaba abundantemente y .salían a
veces pedacitos de hueso astillado; a los diez días
el doctor, que seguía pesimista, notó al examinarte
un gran trozo de metralla a flor de piel en la es­
palda; con mil precauciones logró extraerla, aunque
con gran dificultad, pues pesaM la tontería de 235
grumos.
Desde entonces se empezó a notar una mejoría
que sorprendía a todos, a pesar de lo cual los doc­
tores opinaban que con el pulmón tan mal herido
era de temer quedara enfermo e inútil para siempre.
Comuniqué a los alumnos tan tristes pronósticos,
animándoles a seguir rezando hasta obtener la gracia
por entero.
Así lo hicico'n. y desde entonces las noticias
llegaban cada vez más esperanzadoras, y de tal mo­
do atendió Domingo Savio las fervientes oraciones
de sus amiguitos. que el pulmón y la pleura están
completamente sanos. El antebrazo, fracturado por
tres partes, tan perfectamente soldado, que no le
impide ningún movimiento; las heridas de! cuello
fueron tan precisas, que la metralla penetró lo justito para no perforar la tráquea, y queda sólo por
extraer un pedacito de metralla, alojada en el hom­
bre, justamente entre una arteria y un manojo de
nervios, que por ahora dificultan un poco la extrac­
ción. pero que, afortunadamente, no molesta.
ir é —

Todo en este caso es tan maravilloso, que el
mismo médico hubo de preguntar al herido cuál
era el santo de su devoción, pues debía ser muy
poderoso, ya que tantos pedazos de metralla parecía
iubían sido guiados por mano expertísima, para pa­
sar justamente rozando órganos vitales sin dejar m.í$
señal que la cicatriz de entrada y salida, como un
pedacito que salió rozando la columna vertebral.
En resumen, y sin quitar nada a la fe con que
m.uchas almas buenas rogaron por él a los santos
de su mayor devoción, yo no dejo de atribuir la
gracia a las oraciones de mis queridos alumnos,
que por tantos días y con todo fervor la pidieron
d su compañero Domingo Savio, que la c o n f i ó
t.in completa, que mi sobrino pudo aun no sólo
extminarse y aprobar bien el curso, sino- que ade­
más está útil para todo servicio y continúa en la
Academia sus estudios con la ilusión de ser un día
no lejano un bizarro y pundonoroso militar.
Vaya también desde estas columnas del BOLE­
T I N la gratitud m is sincera de la familia al te­
niente coronel Madrigal, habilísimo cirujano, que
con tanta solicitud atendió siempre al herido; como
asimismo a todas cuantas buenas personas nos acom­
pañaron en aquellas horas trágicas con su cariñosa
asistencia y sus fervorosas oraciones.
Y nosotros, los Salesianos, tengamos la persuasión
de que el Beato Domingo Savio tiene mucho poder
en el cielo, y no será nunca sordo a las oracione*de sus "compañeros” los jovencitos alumnos de
nuestros colegios.
Así se complace en testificarlo este su agrade­
cido devoto.— Antonio Martin, S. D . B.
B AR RU EC O PAR D O (Salamanca).— Agradecida •'
María Auxiliadora y a San Juan Bosco por un fa­
vor concedido; envío una limosna para las Obras
Salesianas en Las Palmas de Gran Canaria.— Consuelo Fernández.
S A L A M A N C A .— Acudí a La intercesión de M.ifla
Auxiliadora y de San Juan Bosco suplicándoles su
valimiento en una empresa difícil, y deseo expresar
mi gratitud por haber sido escuchaaa, enviando un.í
limosna para las Obras Salesianas en Las Palmas.—
Maria Josefa Calache.
C U E N C A .— Encontrándome un asunto muy difí­
cil de resolver « nuestra Madre María Auxiliadora
por intercesión de San Juan Bosco. prometiendo pubinarlo en el B O L E T IN para mayor gloria de nue$tr.\ celestial Madre, y de su Siervo, San Juan Bosco.
Ofrecí también una limosna, y habiendo sido escu­
chada cumplo mi promesa, llena de gratitud.—
Arétalo.
V A L O R IA D E L ALC O R. — Agradecida a María
Auxiliadora, envío una limosna para el B O LbiTN Rosa Gómez.
S A N T A C RU Z DE TENERIFE. — Una terrible
duda atormentaba mi alma. Aquellas horas de inj
certidumijre me parecían eternas, me oprimían e.
pecho como una losa.
Pero al recordar las bondades de la Virgen de
mi infancia, me animé a recurrir una vez m-s *
la que fué el Auxilio en todas mis necesidades. An­
te su altar le recé con todo fervor el Ac'^rdaos de

San Bernardo, y al punto sentí que en mi espíritu
leoada la calma
completa.
Desde aquel momento las oid>Ias se disiparon y
brilló el sol de la verdadera alegría. H oy soy felia.
Gracias, Madre mía.— Un ex alumno salesiano.
S A N T A C R U Z D E TENERIFE.— El problema pa­
rtea ínsoluble. Los daños materiales y morales au­
mentaban cada día. Vanas novenas a nuestros San­
tos, Beato y Siervos de Dios, nos consiguieron la
í?iacia tan deseada y de la manera más insospechada.
¡Cuánta verdad es que el que es constante en la
orcdón obtiene lo que pide, si el favor ha de ser
para gloria de Dios y bien de las almas!— Un Cooptrador Salesiano.

IN

MEMORIAM

Doña Matilde Muñoz, viuda de d o n ' Moisés M o ­
reno.— ^Falleció en Pozoblanco, cristianamente rodea­
da de sus hijos y nieto. Imposibilitada en la cama
curante varios años, llevó con gran resignación la
auz que el Señor cargó sobre sus hombros; ella
Siempre tan activa y dinámica, ayudándole a sufrir
—decía ella— San Juan Bosco, cuya reliquia a todas
horas llevaba sobre su ptcho. Efectivamente, la ale­
gría se reflejaba siempre en su semblante, y a .su
lado se pasa!:» un rato agradable viendo cómo Dios
premia a los suyos aun en esta vida endulzándoles
e¡ dolor. Que desde el Cielo vele por sus hijos y
meto, a los cuales damos nuestro sentido pésame...

Igualmente a los sobrinos y familiares de la se­
ñorita Angeles Olm o, de la Directiva de la Archicofradía, muy devota de María Auxiliadora y tam­
bién entusiasta Cooperadora salesiana, que, como la
anterior, y doña Em ilia Gosálvez de Castro, habrán
recibido el premio que Dios reserva para la otra
vida a los que ejercen la caridad.
A don Alfonso Castro, hijos y nietos, nuestro
ariñoso y sentido pésame y la promesa de nuestras
oraciones, aunque suponemos que los dolores que
con tar^ paciencia llevó en la tierra le habrán ser­
vido para subir antes al Cielo.
Don Vicente Homs Manén. — En la ciudad de
Mataré, donde residía, entregó su alma al Señor, el
día 23 del pasado agosto este fervoroso y qemplar
Cooperador Salesiano. N o hace mas que cuatro me­
ses había pasado por el trance de perder a su es­
posa, cuya muerte le había afectado visiblemente;
pero fervoroso cristiano, aceptó resignado la sepa­
ración y continuó su vida de piedad, caridad y apost<dado que le dkrínpiía Su gran corazón no sabía
negarse nunca a las llamadas de la caridad. Y en
las Confereodas de San Vicente de Paúl y en la
Asociación de los Am igos de los Enfermos prodil^aba sus consuelos a los necesitados, juntamente coo
generosas limosnas.
Era asimismo el presidente de la Asodadón Católiat local, cum i^endo a satisfacdón de todos el
delicado cargo, que le obligaba a grandes y secresacrifidos.
Desde que conodó a D on Bosco se inscribió eníre los Cooperadores Salesianos. juntamente coo to­

da su familia, y no faltaba nunca a los cultos en
honor de M ar& Auxiliadora.
La muerte le sorprendió de repente. Una angina
de pecho le a rru ta b a al cariño de sus hijos y de
sus numerosos amigos, cuartdo a los cincuenta y
siete años de edad todo hacía suponer todavía una
larga vida de apostolado y beneficencia. Pero no
fué la suya una muerte sin preparación. Todos los
días oía la Santa Misa y comulgaba en ella coo
devoción ejemplar; por lo cual nos cabe el con­
suelo de pensar que D ios lo llevaría al paraíso a
darle el merecido premio de sus caridades y virtu­
des. Coo todo, lo encomendamos a las oraciones
de todos los Cooperadores, mientras de corazón da­
mos el m is sentido pésame a sus hijos José, Pedro
Nuria y Jorge. R. I. P.
RVDO. DON JOSE HOLGADO GONZALEZ.— Des­
pués de una penosa y larga '«^ferm edad que le
venia aquejando por espacio d e varios años, y
que supo soportar con verdadera y ejem plar re­
signación, falleció santamente en ei C olegio de
Utrera este insigne y benem érito h ijo d e Don
Bosco, a los cincuenta y tres años d e edad.
Apenas difundida la noticia de su fallecim ien­
to por la Prensa y Radio de Sevilla, se recibie­
ron multitud de cartas y telegramas de sus an­
tiguos alumnos, que, esparcidos por toefa Espa­
ña, guardaban el m ejor de sus recuerdos para
su maestro y educador.
Toda Su vida s^csiana la paso en e l Colegio
de Utrera, donde desarregló m agníficam ente su
labor de educador, destacándose por la rectitud
de su criterio y la maestría d e su profesorado.
Ejemplo bien palpable de la formación que
daba a sus alumnos es el recuerdo Impregnado
de cariño y gratitud que casi todos ellos han
demostrado en m lj ocasiones, y sobre lodo, la
sincera condolencia y profundo pesar al verlo
partir para la eternidad.
A l mismo tiempo que reiteramos nuestro pé­
same a sus hermanas y fam iliares pedimos al
Señor nos envíe muchas vocaciones que puedan
reem plazar la sensible pérdida d e nuestro que­
rido don José (q. e . p. d .).
D on Juan M ir, Coadjutor Salesiano.— El día 17
de octubre falleció, con una muerte edificante, en
U Casa Salesiana de Barceltma-Sarriá. este buen hijo
de Don Bosco, que por tantos años había trabajado
humilde y escondido e o dicha Casa, al frente de
la sección de lfl>rerfa. Su carácter, franco y cam­
pechano, le había atraído las simpatías g a era les de
Hermanos, alumnos y clientes. Su espíritu de la«oriosida<C ordenada y constante, ha sido digno de
todo encomio. En los ratos de descanso que le per­
mitía su cargo, dedicó su buen humor y gracia^ al
arreglo de no pocas de las antiguas obras cómicas
de la célebre Galería Dramática, y aun algunas,
se puede decir que salieron nuevas de su pluma.
El día de Nuestra Señora del Pilar recibió, con
gran edificación y fervor, k>s Santos Sacramentos.
Rogamos a todos una oradón por d eterno des­
canso de su olmo.


17 7

"C'uiój} de educttdón religiosa del a p re n d i¿ '.^ E d i­
tado por el Coinejo Superior de Hombres de A c ­
ción Católica. 104 páginas. Precio, 12 pesetas.
H1 origen de este librito, esmeradamente presen­
tado, es el siguiente: Con ocasión de una confe­
rencia dada por un Padre Salesiano acerca de la
formación religiosa del aprendiz obrero, el Patro­
nato de Formación Profesional Obrera de A . C. abrió
un concurso para hacer un guión sobre la materia.
El trabajo galardonado con el primer premio fuó el
presentado por el Seminario Teológico Salesiano de
Carabanchcl Alto. Este trabajo, con un precioso
proemio del Consiliario del Consejo Superior de los
Honores de A. C., M. Rvdo. doctor don Enrique
Valcarcc Alfayatc, y dedicado por los autores a
San Juan Hosco, "Padre y Patrono de los aprendi­
ces españoles", y a don Andrés Manjón, "gloria de
la pedagogía española", es el que con verdadero gozo
anunciamos en estas líneas. En él. al decir del pro­
loguista, se han condensadu las normas esenciales
de tipo pedagógico que harán fecunda la enseñanza
de la Religión en esas instituciones para aprendices.
N os permitimos traer aquí el cuadro sinóptico de
lo tratado en el volumen, pues dice nías él que

cuantas alabanzas
"G uión” .

pudiéramos nosotros tributar al

C U A D R O S IN O P T IC O .— Pmwerfl par/t.- A ) Nor­
mas pedagógicodidácticas: Educación física. Educa­
ción intelectual, a ) Noimas generales, b ) Normas
especi.ales: atención, memoria, imaginación, racioci­
nio. Educación moral: Medios para educar la vo­
luntad: el ejemplo, la disciplina, el amor a bs
alumnos, los premios y castigos. B ) Recursos di­
dácticos: Intuición (ejemplos, gráficos, láminas, es­
quemas, proyecciones luminosas). Actividad: a ) in­
dividual (diálogo, ejercicios de recapitulación, en­
cuestas, trabajo trimestral ilustrado), b ) Social
(cercímenes, m ural). V ida: Flor, Círculos de estu­
dios.
Segunda parte.— 'Programas; R E L IG IO N : Primer
curso (freinta lecciones; primer ciclo). Segundo
curso (treinta lecciones; primer ciclo), Tercer cur­
so, Dogma (E l Credo; quince lecciones); Moral
(formación de la conciencia; nueve lecciones); M o­
ral (Virtudes; seis lecciones; tercer ciclo). Cuarto
curso. Dogma (Sacramentos; once lecciones); Mo­
ral (Mandamientos; diecinueve lecciones; tercer ci­
c lo ). SO C IO LO G IA . Prim er curso (alumnos de ter­
cer curso; quince lecciories). Segundo curso (alum­
nos de cuarto curso; veinte lecciones).

n
La Obra Pía del Sagrado Corazón de Jesús, dé
Roma, fué fundada por el primer Sucesor de San
Juan Hosco, el Siervo de Dios Don M iguel Rúa;
aprobada por el glorioso Pontífice León X III, el
AO de junio de 1888 ; tiene por sede la basílica del
Sagrado Corazón de Jesús en Roma, levantada por
San Juan Hosco como homenaje de la entonces re­
cién fundada Congregación Salesiana, al Corazón
Divino y a su Vicario el Papa; se propone ayudar
con limosnas al sostenimiento de las Doras Salesianas en favor de los niños pobres, muy especialmen­
te en las Misiones, y ofrece a los bienhechores que
en ella se inscriben la purticipación én rodas las
oraciones-V buenas obras de la Sociedad Salesiana
s a la aplicación de seis misas diarias, que se cele­
bran en la citada basílica, esto es. dos en el altar
mayor, dos en el de María Auxiliadora y dos en
el de San José.
La limosna mínima hasta ahora, desde su funda­
ción. habla sido una peseta. Pero a todas luces esta

BOLETIN SALESIANO
Apartado

9 .l 3 4. — M A D R I D

Beeamot a 1m ■•fioraa «a p lv a d M d * C»m M M «itra a d » v « lv « r a l u m &m d «l r«lea ejem pluea evye dastiaelerie
• e aee lielU do. Meeliaa gtaeiaa.

1

limosna ya no puede responder a los fines que se
piopusieron el fundador de la Obra Pía y su Au­
gusto aprobador, dada la progresiva depreciación de
la moneda.
Teniendo en cuenta estas circunstancias, ©1 reve­

rendísimo señor Rector Mayor ha tenido
a bien disponer que en lo sucesivo sea
de CINCO PESETAS la limosna mínima
para las nue\*as inscripciones a la Obra Pía del
Sagrado Corazón, de Roma, cuyas cor>diciones, en
ia mente del Augusto Pontífice que concedió _el
Privilegio, encerraban estas tres cosas: On pequeño
saorinclo r>or parte del donante de la limosna,
una apreciable ayuda para las obras benéficas
y un incalculable benencio espiritual en favor
de los participantes del Privilegio.
Para informes y hojas de inscripción: Dirección
del B O L E T IN SALESIANO .

Alcalá, 164

Madrid
Prensa Gráfica, S

Tel. 25 37 71
A •—Madrid.

Fecha
1981.11