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Título
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BS_1946_08
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Descripción
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Boletín Salesiano. Septiembre-octubre 1946
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extracted text
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Inscribios en la Pía Obra del Sagrado
Corazón de Jesús de Roma
L a B aiflica d el S agrado C orazón d e Je«ú*
en R om a v e l P ^ a L e ó n X Ill.—>£1 año 1679,
el Papa L eón X IU con fió a don Bosco la
construcción del tem plo al Sagrado C ora
zón de Jesús, que se había em pezado a le
vantar en R om a en el lugar denom inado
Castro P reto rio . £1 Santo aceptó al punto
tan honroso encargo, si bien conocía cuán
4 ifícÍl y costosa debía serle la empresa. V e n
ciendo m il dificultades, pudo cum plir sa
tisfactoriam ente los deseos d el Papa, vien
do consagrado el nuevo y m agn ífico tem plo
el año lo 8 7 . D on Boscó, que y a apenas p o
día tenerse en pie, quiso ir p or última
v ez a R om a para o fre ce r a Su Santidad
L eón X ll l , en su Jubileo Sacerdotal, la Ba
sílica com pletam ente terminada.
Sais misas cotidianas perpetuas p a ra los
inscritos vivos jr difuntos, y otros favores
espirituales,— Fuó fundada la P ía cO bra del
S agrado C o ra zó n » p or el prim er sucesor
de San Juan Bosco, y benignam ente aproba
da p o r S. S. L e ó n X II I el 30 d e junio
de 1888.
Con sólo la lim osna de una peseta, se ad
qu iere d erecho a p articipar d e todas las
oraciones y buenas obras de la Sociedad
Salesiana, y a la aplicación d e seis misas,
ue se celebran toaos los días, a perpetuiad, en nuestra Basílica del S agrado C ora
zón de jesús en R om a, dos en el altar
m ayor, dos en el de M aría A u x ilia d o ra y
dos en el d e San José.
a
U
n
r
u
e
g
L o s que se inscriben en la «P ía O b ra »
pueden ap licar e l fru to de estas misas a
sí mismos, o a otras personas, vivas o d i
funtas, y variar la intención cuantas veces
les plazca.
limosnas recibidas p or este conduc
to destíñanse, de m odo exclusivo, a p ro m o
ver la glpria d e D ios y los intereses cultu
rales de la sociedad, acogiendo a niños
pobres y abandonados para educarlos cris
tianamente.
^^uien no contribuirá, pues, con algu
nos céntimos, qu e con tanta facilid ad se
astan, a esta invitación paternal d e San
uan Bosco y d e la Iglesia, inspirada en
ideales tan nobles y caritativos?
i Q uién no siente la necesidad d e ase
gurarse la b en evolencia divina, en este
mundo y en e l otro, m ediante la aplicación
d e los m éritos inhuitos d el Santo Sacri&cia
d el altar?
¿Q uién no tiene seres queridos, vivos o
difuntos, a quienes obsequiar con tan es
pléndido regalo espiritual?
Í
P id an hojas d e inscripción y envíen las
limosnas a la D irección del cBoletín Ssdesian o», A p a rta d o 91 34 , M adrid, que es la
representación d el R vdm o. R ector M a y o r de
la C on gregación Salesiana.
o
Muy encarecidamente se lo hacemos a nuestros lectores, S a l^
fíanos, Hijas de María Atixiliadora, Cooperadores y Antiguos Alum>
nos, para que envíen a esta Redacción del Boletín (Alcalá, 164 M adrid) cuantos datos, anécdotas, impresiones y juicios crean ha
brán de servir para tejer la biografía del queridísimo Coadjutor
Salesiano don José Recasséns (q . s. g. h .).
A l mismo tiempo agradecemos la delicada atención de quie
nes respondieron a nuestra invitación del mes de junio»
138 —
i
R E V IS T A DE
LAS OBRAS DE
DON B O SC O
Redacción y
B O l E TI M
AIESIANO
Administración; Alcalá, 164.
A Ñ O
L
S E P T .-O C T .
I X
1946
NUM EROS 9 y
Apartado 9134. . MADRID
S U M A R IO :
L os hijos d e M an a.— E fem érides seculares.— N otic ia rio Salesiano: España (C ádiz. Sam ander. Santa Cruz d e T e n e rife . Cam pillos. Sevilla. Ciudadela. G e r U a .
L c ija . V a le n c ia ): E xtran jero (Ita lia , Estados Unidos. P olo n ia. A m é ric a del
C entro. Chile, A rge n tin a P alestin a) .— L o s tch icos d e la c a lle ..— Palabras
E ducación— De nuestras misiones (M a tto Grosso.
G u a la q u iza ).
L a Sierva d e D ios doña D orotea d e Chopitea.— C rónica de
Gracias.— In m em oriam .
Los Hijos de M a r í a
refrescar el recuer Conocemos a muchos que, a estas ho
ras, se hallan ya muy cerca de alcan
do de la Obra de don Bosco,
que lleva esta denominación. Mas,zar
a la meta de sus nuevos ideales, bien
decir verdad, el título oficial sería pro en el Seminario diocesano, bien en el
piamente «O bra de María Auxiliado seno de las familias religiosas.
Sin embargo, aunque en España la
ra» ; pero en el lenguaje común el
primero fué tomando el lugar del se etapa de la postguerra puede consi
derarse liquidada, siquiera en muchos
gundo hasta llegar a sustituirle.
La idea de volver a tratar este ar de sus aspectos, no faltan ni faltarán
jóvenes adultos que, al orientar su vi
gumento nos ha sido sugerida por
una noticia aparecida en la Prensa. da hacia el santuario, vendrán provi
La noticia es esta: Más de 200 excom dencialmente a llenar los vacíos cau
batientes de los Estados Unidos han sados por la revolución, la guerra y
solicitado la admisión en la «Socie mil causas mas, en las filas sacerdota
dad de las Misiones Extranjeras» de les. Elste era el fin que se proponía
Maryknoll. Se dicídieron a ello ante don Bosco al fundar la Obra de los
Hijos de María. También entonces
los ejemplos de sacrificio observados
las vocaciones eclesiásticas, por las
en los misioneros en todos los países
dificultades propias de los tiempos,
adonde la guerra les llevara.
Por lo demás, tanto en nuestra Pa comenzaban a escasear tanto que los
tria como en el resto de las naciones señores obispos se hallaban alarma
dos.
más o menos afectadas por el último
Entretanto, por diversos motivos,
conflicto mundial, no han sido pocos
los jóvenes que, templados con los se podía esperar muy poco de las fa
sufrimientos de la vida de campaña milias acomodadas; por lo cual, don
y perdidas muchas ilusiones acaricia Bosco iba repitiendo que «era nece
d a en otro tiempo, han sentido la sario buscar ministros del Señor en
divina inspiración que les llamaba a tre los que manejan la azada y el
empresas mayores, a combates más
m artillo». Sin embargo, también aquí
sublimes y a triunfos más gloriosos. se hallaban no pocas dificultades. Muuerem os
Q
—
139
10
cho8 niños, a pesar de todos los cui
dados y atenciones, se perdían por el
camino. Parecíale al Santo que de
bía ocuparse de los mayores.
Primeras experiencias.
Tras varias pruebas y ensayos, lle
gó a madurar en su mente un proyecto.
La primera de dichas pruebas fue
ciertamente muy curiosa. Hallándose
estudiando en Chieri, trabó estrecha
amistad con el sacristán mayor dé la
catedral, un tal Carlos Palazzolo.
hombre de muy buena pasta, quien,
sin asustarse por sus treinta y cinco
años, ansiaba llegar al sacerdocio.
Bosco, a petición suya, comenzó a
darle clase diaria gratuitamente, y
en menos de dos años le preparó para
recibir al hábito clerical. N o salió del
todo mal el examen, Palazzolo entró
en el Seminario y, siempre ayudado
por Bosco, terminó sus estudios y fue
un buen sacerdote.
Regularizados los cursos de segun
da enseñanza, el éxito alentador de
aquella remota prueba le animó a
poner mano a otra de mayor enverga
dura. Adm itió a las clases de gimna
sio, junto con los jovencitos, también
a individuos de edad más avanzada
que mostraban buena voluntad y las
disposiciones suficientes para empren
der la carrera sacerdotal. Pudo así
comprobar qiie tales individuos tenían
aplicación, piedad y santas aspira
ciones. Pero, mezclados con los pe
queños. se hallaban no poco incómo
dos e iban demasiado despacio. ¿N o
era el caso de formar una sección
aparte, señarlarles un programa es
pecial y trabajarlos de distinto modo
que a los otros >
Laces de lo alto.
Mientras iba rumiando este pensa
miento. he aquí que a principios del
año 1875 tuvo una ilustración del Cielo
que. como un relámpago, le descu140
—
brió delante un horizonte más ancho.
De lo sucedido dejó una relación de
tallada a los miembros del Capítulo
Superior, dos de los cuales la trans
cribieron al punto con toda fidelidad.
Don Bosco habló así:
«U n sábado por la tarde me halla
ba confesando en lá sacristía y me
quedé distraído. Pensaba en la es
casez de sacerdotes y de vocaciones
y en el modo de aumentarlos. Estaba
viendo delante de mí a tantos jóvenes
que venían a confesarse, buenos e
i n o c e n t e s ; pero decía entre mí:
¿ Quién sabe cuántos no seguirán y
cuánto tiempo Se necesita aún para
que lo sean los perseverantes ? Y las
necesidades de la Iglesia son peren
torias.
«M u y distraído con este pensamien
to, si bien continuaba confesando,
me pareció hallarme en mi cuarto,
junto a la mesa en donde suelo traba
jar, y tenía en la mano el registro de
los que vivían en la Casa. Pensaba:
¿ Qué significa esto} Estoy confesan
do en la sacristía y a la vez me hallo
en mi cuarto. ¿Estaré soñando? No:
este es precisamente el registro de los
jóvenes, esta es mi mesa donde sue
lo trabajar. Entretanto oí una vo z de
trás de mí que me dijo: ¿Quieres sa
ber el modo de aumentar y pronto
el número de los buenos sacerdotes ?
Observa este registro; por el sabrás
lo que hay que hacer.
«O bservé y dije después: Estos son
los registros de los jóvenes de este
año y de los años precedentes, y na
da más. M e hallaba preocupado, leía
nombres, pensaba, miraba y remira
ba por ver si hallaba algo más. Pero
nada veía.
«Entonces dije entre mí: ¿Sueño, o
estoy despierto ? Sin embargo, estoy
aquí junto a mi mesa; la voz que he
oído era de veras. Y al punto quise
levantarme para ver a Aquel que me
hablaba; y en efecto, me levanté. Los
jóvenes que estaban a mi alrededor
para confesarse, al verme levantar
tan de prisa y como sisustado, creye
ron que me encontraba mal; quisieron
í
f
1
m
T U R IN :
I
í
Acto
conmemorativo
del Centenario
del
Oratorio
de Valdocco.
sostenerme; pero, asegurándoles que el cambio de voluntad que frecuen
no era nada, continué confesando.
temente se produce en el año de R e
»Terminadas las confesiones y lle torica. En cambio, de los venidos ya
gado a mi habitación, miré sobre la
adultos, casi todos, ocho sobre diez,
mesa y vi sobre ella, efectivamente,
vistieron el hábito eclesiástico y lle
el registro con los nombres de todos
garon a esto con menos tiempo y fa
los que vivían en casa, pero nada
tiga.
más. Examiné el registro, pero no
»D ije, pues: En éstos se puede con
acerté a sacar de él el modo de tener
fiar e ir más aprisa; es lo que yo que
curas, muchos curas y pronto. Repasé
na.- Será necesario que me ocupe de
los otros registros con esperanza de
ellos de modo muy especial, que abra
sacar algo en limpio, pero tampoco
colegios expresamente para ellos y
de ellos logré obtener nada. Pedí otros que busque la manera de cultivarles
registros a don Ghivarello, mas todo
de modo particular. Luego los resul
fue inútil. Mientras continuaba pen tados harán ver si cuanto ha sucedi-'
do es sueño o realidad.»
sando en lo mismo y seguía repasando
los registros antiguos con el fin de
obedecer a la misteriosa voz, vine a
Com ieozot de la Obra.
observar poco a poco que de entre
tantos jóvenes como comenzaban los
Desde aquel día la idea de abrir
estudios en nuestros colegios para se
casas, en las cuales también los jóvenes,
guir después la carrera aclesiástica,
no tan imberbes, llamados al estado
apenas dos sobre diez llegaban a ves
eclesiástico, pudiesen tener un curso
tir el hábito eclesiástico, alejados
rápido de estudios a ellos adaptado,
del santuario por asuntos de familia,
fue tomando cuerpo, transformándo
por los exámenes de bachillerato, por se poco a poco en un propósito fir—
141
me y decisivo. Gravísimos eran los
obstáculos que a ellos se oponían, ta
les cuales no se hubieran podido nun
ca imaginar: pero Dios quiso lo Obra,
y la Obra se fundó. La bautizó «Obra
de María Auxiliadora», y no colegio
ni instituto. En su concepto debía ser
una institución sostenida con la ayu
da de ios fieles; ya que preveía que
la mayor parte de sus componentes
los tendría que reclutar entre las fa
milias modestas o pobres, era nece
sario asegurar su porvenir dándole el
apoyo de una asociación cuyos miem
bros se obligasen a contribuir con una
cuota anual a la manutención de los
alumnos y a cubrir los gastos de sus
estudios.
En febrero, habiendo ido a Roma,
expuso el proyecto al Padre Santo
Pío IX, quien tuvo la bondad de tra
tar con él detenidamente sobre dicho
asunto. El Papa coincidió completa
mente con los puntos de vista expues
tos por don Hosco, por lo cual le
manifestó su intención de recomendar
solemnemente la Obra. Tan sólo le
indicó que antes la diese a conocer
a algunos Obispos para obtener su
aprobación, y en un Breve a propó
sito le daría un impulso decisivo. El
Papa quiso saber incluso cómo había
concebido aquel proyecto. Don Hosco
se lo declaró sin callar ni siquiera lo
sucedido el sábado durante las con
fesiones.
Primer Reglamento.
•
Animado con las palabras del V ica
rio de Jesucristo, puso manos a la
obra dispuesto a vencer cualquier di
ficultad. Comenzó primeramente por
redactar y hacer imprimir luego un
breve Reglamento, que tituló «Obra
de María Auxiliadora para las voca
ciones al estado esclesiástico». Seguía
el conocido texto evangélico sobre la
abundancia de la mies y la escasez
de segadores (Luc., X , 2 ). El con
tenido, después de un modesto pero
eficaz preámbulo sobre las razones
M2 —
de la Obra, se hallaKa dividido en
cuatro partes: Aceptación (edad de
16 a 30 años, y m odalidad); Medios
(la caridad de los fie le s ); Observa
ciones (explicación del título y res
puesta a quien temiese perjuicios para
obras ya existentes) ; Ventajas espiri
tuales (por entonces genéricas, pero
en espera de gracias especiales de la
Santa Sede).
Los Obispos.
De este Reglamento envió una co
pia a unos diez Obispos, y pasado al
gún tiempo, lo publicó por la Prensa
y por medio de circulares a los pá
rrocos. Entre el 12 y el 18 de abril
recibió siete cartas laudatorias de los
Obispos de Albenga, Vigevano, Acqui, Alejandría, Tortona, Casale, G e
nova, y sin más las envió a Roma, de
donde le llegó una bendición conce
dida por el Papa «con el mayor pla
cer y de todo corazón».
El Obispo de Vigevano descubría
«impreso (en la Obra) el espíritu de
don Hosco», en quien él admiraba «al
hombre de D io s ». Según tel Obispo
de Acqui, la tal Obra remediaría «una
sentida necesidad». El Obispo de A le
jandría «d e buen grado» recomenda
ba el proyecto, pidiendo a Dios que
le ayudase con su gracia para llevar
lo a la práctica. El Obispo de T o r
tona. «aunque considerando oportu
no y muy útil recoger con tiempo a los
niños en el refugio del Seminario pa
ra encaminarles con mayor seguridad
al ministerio eclesiástico», sin embar
go juzgaba «innegable» que median
te la Obra de María Auxiliadora se
les añadiría «un contingente considera
ble, y por demás necesario», en aque
llos tiempos, «d e jóvenes adultos con
mayores aptitudes para llegar a ser
buenos sacerdotes».
Primeros ensayos.
Don Hosco deseaba hacer el primer
ensayo bajo sus propios ojos, en un
lugar a propósito al ‘lado izquierdo
de la iglesia de María Auxiliadora;
pero no pudo conseguirlo. Entonces,
de acuerdo con el Arzobispo de Génqva, determinó comenzar la Obra
en Sampierdarena, donde ya existía
e l Hospicio de San Vicente de Paúl.
Con todo, aunque el primer núcleo
de Hijos de María se hospedase en
aquella Casa, un grupo bastante nu
meroso continuaba viviendo en el
Oratorio, no formando sección apar
te, sino en compañía de los mucha
chos. De todos modos, en marzo
de 1876, reunidos los más adelanta
dos, se formó con ellos una clase dis
tinta, a base de latín y de italiano,
con intención de acelerar para ellos
•el fin de curso y prepararles a la vestición clerical para el próximo noviem
bre. Aquella clase extraordinaria, por
e l ardor y rapidez con que se proce
día en los estudios, fué denominada
en la jerga de la Casa «escuela de
fu e g o ».
La noticia de esta rapidez atraía
al Oratorio y a Sampierdarena tam
bién a los adultos, que, según decía
don Bosco, podían considerarse co
mo verdaderos santos y se hallaban
muy instruidos en cosas de religión. Elstos en pocos años se hallaron en con
diciones de recibir las órdenes sagra
das.
^
Detengámonos tan s ó l o a cc^nsiderar los resultados, obtenidos en
el año escolástico 1875-76.- Helos
aquí:
De un total de cien alumnos ter
minaron el gimnasio treinta y cinco,
ocho de los cuales aspiraban al estado
religioso; a las Misiones Extranjeras,
seis, y veintiuno se inscribieron en el
Clero de sus diócesis.
Don Bosco dijo un día: — Y o creo
que de aquí en adelante esta Obra se
rá la mejor cantera que tendrán los
Obispos para formarse sacerdotes que
no les sean luego robados por las
quintas— pues poco tiempo antes se
había impuesto el servicio militar
también a los alumnos de los semi
narios.
M A D R ID (A to ch a) : Grupo de niños del Oratorio Festivo que se clasíHcaron los
primeros en el Certamen Catequístico del pasado junio, en el que tomaron parte
mil ciento tres oratorianos.
—
143
EFEMERIDES
D o n
S o s c o
SECULARES
en
1 8 4 6 ...
exp on erla a p eligros que el lector po~
meses hacía que don Bosco se
drá fácilm en te adivinar. Después d e haber
hallaba en el seno de su fam ilia (en
discurrido detenidam ente, p ero en vano, so
B e c c h i), y gracias al descanso, a la salu
bre esto, fue a verse con el p árro co d e Casbridad del clim a y a los am orosos cuidados
telnuovo y le m anifestó su necesidad y sus
de los suyos, podía considerarse com pleta
temores.
m ente restablecido de su gravísim a en fer
— T ien es a tu m adre, que te servirá a
m edad, Enternecido p or las frecuentes v i
las m il m aravillas— contestó el párroco.
sitas que le hacían los muchachos para lle
Don Bosco quiso ob jetar algunas d ifi
varle de nuevo a T u rín , con m ovid o por las
cultades; p ero el p árroco, interrumpiendo,,
tiernas cartas en que le pedían que volviese,
le rep licó:
había p rom etid o darles gusto, y los días se
— L le v a a tu m adre. V e tran q u ilo; ten
le hacían siglos esperando el m om ento de
drás un ángel a tu lado.
m archar hacia el O ratorfo. P e ro dos cosas
y a la verdad, M argarita era un á n g e l
le teníaO p e rp le jo y retardaban el cum pli
de la tierra. B ajo las apariencias de un ca
m iento de sus deseos: loa consejos d e los
rácter sencillo y am oroso, ocultaba un al
am igos, que le disuadían d e ello, y las c rí
ma ardiente en la virtu d más pura y dis
ticas circunstancias de su nueva vivien d a en
puesta a los sacrificios más heroicos.
V ald occo.
Don Bosco regresó a su casa convencido«T ú necesitas, le decían sus com pañe
d e las razones del buen párroco. Sin em
ros. tú necesitas pasarte un año alejad o
bargo, dos m otivos le tenían aún suspenso
del O ra to rio ; sin esto estarás siem pre en
e indeciso. £1 prim ero era la vida de p ri
p e lig ro de una recaída que te hará inútil
vaciones a qu e su m adre d ebería natural
pora el trabajo o te llevará infaliblem ente
mente sujetarse en aquella nueva posición.
a la tu m b a.! D e este p arecer eran incluso
El segundo era ocasionado p or la rep u g
el A rzo b is p o y don Cafasso, que le habían
nancia que experim entaba en p rop on er a
escrito aconsejándole que perm aneciese en
su m adre un ofic io que iba. en cierto m o
su pueblo y asegurándole que su O ra torio
do, a colocarla en un estado de dependen
estaba en buenas manos.
cia con respecto a su mismo hijo. Don Bos
P e ro un imán potentísim o atraía a don
co tenía veneración tan gran de a la buena
Bosco hacia e l O ratorio, a cuidarse d e sus
M argarita y le profesaba respeto tan p ro
muchachos, y sentía un disgusto, una pena,
fundo y cariño tan acendrado, que no hu
una repugnancia indecible al aceptar se
b iera p od id o preten derlo m ayor una reina,
m ejantes consejos. P o r lo cual, d e v iva vo z
de sus súbditos. Para don Bosco no había
y por escrito, al dar las gracias a los am i
más que su m adre, y estaba acostumbradogos p or el afecto que le m ostraban, res
con el herm ano José a acatar com o ley
pondía com o San P a b lo : «D e ja d que yo
cualquier deseo qu e ella expresara. C on
vaya adonde el Señor me llam a. £1, que
todo, después de haber pensado y razona
es el om nipotente y el que abate y levanta,
do, con clu yó:
sabrá robustecer mis fuerzas y darm e la
— M i m adre es una santa, bien p u e d o
salud que necesito. Y con todo, si tuviese
por consiguiente hacerle la propuesta.
que sucumbir, ¿quá im porta ? N o tem o lo
Un día. pues, le habló en estos térmique decís, ni ten go mi vida en más que
m i m inisterio; es más, m e sentiría fe liz si
— ^Yo he resuelto, m adre mía. v o lv e r a
pudiera term inar mi carrera en bien d e la
T u rín con mis queridos niños. D^ h oy en
p ob re ju ventu d.»
adelante, no vivien d o ya en el A s ilo , meA l ver esta firm e resluciún. don Cafasharía falta una persona de s ervicio: el lu
so y. entre otros, Mons. Fransoni, consin
gar donde iré a establecerm e en V a ld o c c o .
tieron en qu e v olviera al O ratorio, V en cid a
debid o a ciertos vecinos de conducta sos
esta d ificu ltad, se presenta la otra mucho
pechosa. se hace m uy peligroso y m e llena
m ayor. A l v o lv e r a T u rín don Bosco tenía
d e recelo. U sted es la única persona que
que fija r su m orada en V a ld o c c o . junto
p odría desvanecer mis tem ores, ¿estaría us
al O ratorio, y conocía bien cuán peligroso
ted dispuesta a ven ir conm igo ?
era habitar en aqxiel sitio, tanto p or la posa
A esta inesperada propuesta, la piadosa
da d e la G iardiniera. com o p or ciertos v e
m ujer se quedó unos m om entos pensativa.
cinos y vecinas d e vid a reprobable. O cu
En seguida con testó:
pado de continuo en eje rc ic io de su misiún,
— H ijo m ío, y a puedes figu rarte lo q u e
experim entaba la necesidad d e una persona
costará a m i corazón abandonar esta ca
en casa que le auxiliase, p ero no sabía resol
sa. d ejar a tu herm ano y demás p e rs o n a »
verse a tom arla, tem iendo, y con razón,
T
res
144
—
i
El día 3 de noviembre, madre e hijo se ponían en m archa...
queridas; a pesar d e todo, si te parece
que este sacrificio agradará al Señor, es>
to y dispuesta a seguirte.
Don Bosco la aseguró d e ello, y, dándole
las gracias, con clu yó;
— Preparem os, pues, lo necesario y des
pués de la Fiesta de T o d o s los Santos par
tiremos.
A la verdad, el abandonar una casa en
qu e se encontraba com o dueña absoluta, era
para M argarita un sacrificio heroico. Bien
vista de todos y estim ada entrañablem ente
por grandes y pequeños, nada le faltaba pa
ra v iv ir feliz. N i m enos penoso era el sa
c rific io para los m iem bros de la fam ilia,
los cuales, en cuanto llegaron a conocer es
ta determ inación, llenaron la casa de lá
grim as y gem idos. A l fin y al cabo ellos
perdían una m adre que p racticaba fielm en
te los preceptos d e San P a b lo a T it o : «L a s
m ujeres ancianas tengan un p orte santo,
no sean calum niadoras, sean sobrias y
maestras d e lo bueno; tales, en fin , que
enseñen a las m ujeres d e sus Hijos a ser
castas,
tem pladas,
hacendosas,
benignas,
obedientes a sus m aridos para qu e no sea
ultrajada la palabra d e D io s .» P e ro reina
ba en aquella casa e l santo tem or d e Dios:
así es que. pensando en el o b je to qu e m o
tivab a su alejam iento, cada uno se calló
resignado.
El fin que se p ro p o n ía M argarita al des
prenderse d e su hogar era verdaderam ente
noble y generoso. Iba a v iv ir con e l hijo,
no para llevar . una vid a más cóm oda y
placentera, sino para d iv id ir con él los tra
bajos y las angustias en fa v o r d e centena
res d e niños pobres y abandonados. Se d e
cidía a ello, no impulsada p or la codicia
de ganancias tem porales, sino p o r el am or
de Dios y de las almas. N o ignoraba que
la p arte d el sagrado m inisterio que había
tom ado don Bosco a su cargo, lejos d e ser
fecunda en lucros y ganancias, pondríale,
p or e l contrario, en la necesidad d e gastar
lo suyo, y ob ligaría en seguida a salir en
busca de limosnas. Sin em bargo, esta re
flexión «no fué bastante para arredrarla,
antes, adm irando el v a lo r y celo d el h ijo,
sintióse cada v ez más estimulada a acom
pañarle. a im itarle hasta la m uerte. ¡D ic h o
sos los sacerdotes que tienen tan virtuosas
m a d re s !
£1 día 3 d e n oviem b re m adre e hijo se
ponían en m archa hacia T u rín . Cam ina
ban a p ie sobre la blanca nieve, que cubría
la tierra com o un manto d e inocencia. Y
sobre ellos se exten día am orosa la b endi
ción d el Señor.
(D e las «Memorias Blogrmfícas». Tom o II, cap. L IV .)
145
N o tic i a r io S a l c s i a n o
E
C A D IZ :
Solem ne
dUtribución
de
s
I »
prem io*.
(D e l p erió d ico «L a Inform ación d el Lu<
ness, d e C ádiz, d el 1-7-46.)
En la tarde de ayer, y con tanta solem
nidad com o brillantez, tuvo lugar en el C o
le gio Salcsiano d e nuestra capital el re
p arto de prem ios a los más aventajados
alumnos del curso 1945-46.
Loa que asistimos a este acto pudimos
com probar la m eritísim a labor que reali
za la O b ra Saleaiana que fundara aquel
gran educador que fue San Juan Boaco.
L a prim era p arte del program a tuvo ca
rácter religioso. En la capilla del C olegio,
y con asistencia d e los alumnos actuales y
antiguos y muchos d e sus fam iliares, el
P a d re D irector pronunció una plática de
recuerdos.
Seguidam ente tuvo lugar la Exposición
d e Su D ivina M ajestad y la bend ición con
el Santísimo.
P or últim o, se cantó la Salve y despe
d id a a San Juan Bosco.
P oco dffapués tuvo lugar e l acto acadé
m ico en el herm oso patio d el C olegio.
Presid e e l Excm o. Sr
G ob ern ad or C i
v il d e la P ro vin cia, don R ic a rd o Zam ora.
A la derecha d el señor Z a m o ra García
se sientan el lim o. Sr. D elegad o P ro vin cial
d el T ra b a jo , don P e d ro A m b les ; D irector
d el C olegio, don Luis H ern ánd ez; Inspec
tor Jefe de T ra b a jo , don Joaquín Bueno
A p a r ic io ; S ecretario particular d el señor
G obernador, don M anuel G arcía C eballos:
D irecto r del C ole gio Salesiano de San José
del V a lle , y otros profesores del C olegio
d e Cádiz.
A la izqu ierda de la presidencia, el D e
lega d o P ro v in c ia l de Sindicatos, don Isaías
M on forte E xtrem iana; H erm ano Julián, D i
rector del C ole gio d e la M iran d illa; don
M anuel Pascual Cano. A d m inistrador Sin
d ical P ro vin cial, y don Enrique A lc in a , Je
fe P ro v in c ia l d e la O b ra Sindical Educación
y Descanso.
El señor Bueno A p a r ic io ocupa la tri
buna. siendo recib id o con una la rga salva
de afectuosos aplausos.
El orador, después d e saludar a auto
ridades y personalidades, anuncia que no
va a pronunciar un discurso, sino la últi
ma lección del curso qu e acaba, ap rovech an
do e l exord io para elogiar la m eritísim a
labor de la Casa Salesiana.
Sigue con un herm oso canto a San Juan
Bosco, y pasa seguidam ente a exp licar su
146
—
a .
a .
(le c c ió n » b ajo los siguientes puntos; «D e l
orig en y naturaleza del tra b a jo; d el tra
b ajo com o d eber para con D ios; com o
d eber m oral; com o d eber ju ríd ico y com o
d e re c h o .»
Fué la «le c c ió n » o fre cid a p or el señor
Bueno A p a r ic io una lección dicha con so
berana elocuencia y digna de ser escucha
d a no por niños, sino p or m ayores.
A continuación el alumno V a lle c illo p ro
nunció unas m uy bien dichas palabras d e
despedida.
Siguió un precioso y p atriótico cuadro,
en el qu e tom aron p arte varios alumnos,
que h icieron resaltar m agníficam ente la fi
gura d el Caudillo Fran co com o el m ejo r
capitán de España.
L a banda d el C olegio , adm irablem en te
d irigid a p or e l señor Pages, in terpretó con
sigular m aestría «E l asom bro d e D am asco»
A continuación tuvo lugar la entrega d e
prem ios, qu e consistieron en;
P rim er p rem io, 150 ptas. y d iplom a d el
Presid en te d e la Diputación P ro v in c ia l; se
gundo, 100. ptas y diplom a d el D elega
do S. P .; tercero, 100 ptas. y diplom a de
la O b ra Sid ical d e Form ación P ro fesio n a l;
cuarto, lo o ptas. y diplom a d e la O . S. Edu
cación y Descanso; dos prem ios d e hon or
(1 0 0 ptas, banda, diplom a y m edalla) d e l
Excelentísim o Sr. G ob ern ad or C ivil, etc.
T e rm in a d o el reparto, un pequeñuelo,
lleno de gracia, recita una bella poesía, ex
presión d e gratitud y cariño a los p ro fe
sores, y le acom paña el co ro del C olegio.
U n b on ito cuadro titulado
«L a
rato
nera d e don B o s c o », p or pequeños alum
nos, y term ina el brillantísim o acto con
un pasodoble por la banda salesiana.
Después, autoridades e invitados pasan
a visitar la Exposición d e trabajos, que
es verdaderam ente
m agnífica,
donde
se
ven cosas extraordinarias en talla en ma
dera, carpintería, m ecánica, sastrería, za
patería y otros.
SANTANDER;
C ertam en
C atequístico
d io -
El pasado mes d e jun io se celeb ró un
m agno
C ertam en
C atequístico,
p residido
p or las autoridades civiles y eclesiásticas,
con el Excm o. y R vd m o. Sr. O b ispo al
frente. T o m a ro n p arte en la com p etición
los niños representantes d e los A rc ip re s tazgos, dividid os en grupos según la edad-
Entre los vencedores se cuentan los siguien
tes alumnos d el C ole gio Salesiano d e San
tander; En él segundo grupo (d e nueve a
once a ñ o s ): Francisco C ortési p rim er p re
m io ; en e l tercer grupo (d e d oce a cator
ce años) : Francisco G. Bezanilla, segundo
prem io con título d e P rín c ip e ; en el cuar
to grupo (d e quince y más años) : Baldo
m cro M adrazo, p rim er prem io con e l tí
tulo d e T riu n fad or.
S A N T A C R U Z D E T E N E R IF E : Fin de cur
so y Certamen Cateriuístico.
(D el pÁ'iódico <La T a rd e », del 2 de
julio de 1946.)
Se celebraron las ^fiestas d e Clausura
d e curso en las Escuelas d e los H ijo s de
San Juan Bosco.
Durante los días 26, 27 y 28 se celebró
fervoroso triduo al S agrado C orazón d e Je
sús, predicando los tres días el P a d re D i
rector, que desarrolló estos tres tem as: *lr
en pos d e Cristo, id eal supremo d e las ju
ven tu d es», «E storbos para ir en pos de
Cristo, tentaciones y enem igos d el hom
b r e », y, finalm ente, «M ed ios para seguir a
C ris to ...»
£1 día 29, durante la com unión en la
misa de 8,30, .se pudo ad vertir claram ente
el fe rv o r y recogim iento d e los colegiales
y de los numerosos fieles qu e llenaban to
talm ente la capilla, la cual es necesario
por todos los m edios posibles agrandar o
trasladar a otros locales más am plios. Des
V A L E N C IA :
El Sr.
Arzobispo
pués d e la misa solem ne salió Jesús Sacra
m entado en procesión p or los patios del
C olegio.
P o r la tarde, a las siete, llega al C ole gio
el gran bienhechor d e estas Escuelas y
d e tod o el A rc h ip ié la g o , el Excm o. señor
Capitán G eneral don Francisco García-Escámez, que es recibido con delirantes v i
vas y aplausos, m ientras la Banda d e mú
sica lanza a los vientos las vibrantes notas
del pasodoble «B a ilé n ». Ocupan la presi
dencia S. E. e l señor D irector d el C ole
gio, P . Espinosa: la señora inspectora Jefe
de. P rim e ra Enseñanza y su esposo, don
Eutim io Sánchez de la Barreda, C onseje
ro d el C abildo Insular; e l E xcm o.' señor
don Francisco L a R och e y su dignísim a
señora, doña M aría M iranda de L a R oche,
y varios señores y señoras más. £1 p ro
gram a se desarrolla im pecablem ente. El*
P. D irector, después d e breves palabras
de saludo a la P resid encia y a todos los
presentes, expliqa brevem en te la im portan
cia d e los prem ios en e l sistema educati
v o d el gran p ed a go go d el siglo X IX , San
Juan Bosco. Después, d irigiéndose a los ni
ños, d ijo : «O s v o y a dar la últim a lección
d e este curso, tan p rom eted or y tan lleno
de halagüeñas esperanzas. L e c ció n solem
nísima p or el m arco 'e n que está encua
drada. Presid e nuestro gran bienhechor el
Excm o. . señor Capitán G eneral, en cuyo
pecho anidan e l valor y la h idalguía; p re
siden tan dignísim os señores y señoras...
O s v o y a dar esta lección delante d e todos
vuestros superiores y de vuestros p ad res...
corresponde a
las aclamaciones de
la muchedumbre.
—
147
G rabad en vuestros corazones con caracte
res indelebles estos dos amores, puros y
santos; El am or de la M adre y d e la P a
tria .» Sigue el P. Espinosa cantando las be
llezas y encantos de estos dos amores, que
en las Escuelas Salesianas se cultivan con
p red ilección especial. T erm in a su brillante
disertación con vivas a -España, al C audi
llo y a S. E. Los pequeños escolares po
nen en escena el ensayo d ram ático «E l
M ártir d e la E u caristía», que fué muy
aplaudido. Em pieza el reparto d e prem ios,
recibiendo los alumnos preciosos diplom as
con feccion ados en las A rte s G ráficas de
estas Escuelas, y valiosos prem ios consis
tentes en libros y ob jetos escolares.
AREVALO
(A v ila ) :
A sp ecto
y d el señor D irector d e las Escuelas Sale
sianas. se celebró el prim er C ertam en Ca
tequístico.
Se pone en escena un precioso cuadrito de la «In fan cia de Jesús», y en seguida
em piezan los Certám enes Catequísticos de
cada sección.
R om pen el fu ego los pequeñines d e la
clase prim era, que contestan con soltura
y seguridad. Siguen a éstos los alumnos de
las clases segunda y tercera d e estudian
tes y los alumnos artesanos, pasando los
presentes un rato agradabilísim o y satis
factorio. pues pudimos apreciar^ la m agnífica labor realizada en tan p oco tiem po
en las Escuelas Salesianas.
qu e ofrecía n en m ayo las obras d el nuevo
Salesiano en construcción.
N ota destacada la dió la Banda d e mú
sica. que, en tan p oco tiem po com o llevan
los alumnos, nos d eleitó a todos con gran
des piezas de concierto.
T erm in ad o el acto se recorren todos los
talleres, en cada uno d e los cuales hay
im provisada una pequeña exposición de
los trabajos ejecu tados en lo » cuatro m e
ses que llevan funcionando las Escuelas
P rofesionales Salesianas.
quedando
todos
adm irados y com placidos d e los adelantos
y progresos realizados en tan poco tiem po.
• A l despedirse S. E. en la p ortería del
C olegio, d ijo al señor D irector estas p a
labras; «E xpreso a usted, y deseo lo ha
ga exten sivo a los demás P ad res y maes
tros. mi satisfacción y cord ial enhorabuena.»
En presencia d e la obra realizada, no
podem os d ejar ,de recom endar la m ayor
p rotección a estas E scuela», para que qu e
den satisfechas al menos las siguientes ne
cesidades; A m p liación de la C apilla de M a
ría A u x ilio d o ra y construcción d e un d o r
m itorio capaz para 125 internos más.
El dom ingo. 30 de junio, b a jo la p re
sidencia d e la dignísim a señora Inspectora
Jefe de P rim era Enseñanza, y d e su espo
so. don Eutim io Sánchez d e la Barreda.
Sem inario
Resultaron vencedores 65 alumnos. A
todos entregó la presidencia preciosos cro
mos com o p rem io. L a banda d e música
am enizó el acto.
C A M P IL L O S (M á la g a ) : N oven a y fiesta de
M aría A u x iliad ora.
C on extraord in ario esplendor se celebró
la novena y fiesta d e M aría A u x ilia d ora .
El día 17 de m ayo com enzó e l solemne
N oven ario, pred icad o p or el M . R vd o . P a
dre don M anuel M artínez Ruiz, S. J.. que,
con su verb o cálid o y brillante, supo en
salzar y enaltecer las glorias de nuestra
V irgen .
El día 29, fiesta trasladada de M aría
A u x ilia d ora , celebróse Misa cantada d e co
munión gen eral, acercándose a la Sagra
da Mesa gran núm ero d e fieles. A continua
ción. y p or el R vd o . don José Camp oy. S. S., fueron impuestas las medallas
de la A rc h ic o fra d ía a un crecido número
de señoras y señoritas qu e lo solicitaron.
E ntre vítores y aplausos, salió la im agen
en solem ne procesión p or las calles d e nues
tro pueblo, engalanadas con colgaduras y
148 —
I
banderas, dentro d el m ayor recogim iento
y compostura.
£s d e esperar que estas raíces, aun d é
biles, d e la d evo ción a M aría A u x iliad ora,
en nuestro pueblo, se vayan robusteciendo,
con el esfuerzo y la cooperación d e todos,
para conseguir que nuestro pueblo sea el
prim ero entre los d evotos d e la V ir g e n
de don Bosco.
S E V I L L A : H onrosa distinción
op erad or Salesiano.
un
C ertam en
Co>
£1 día 10 de julio, festividad de Nues
tra Señora del Carm en, le fue impuesta
con gran solem iydad la insignia d e la O r
AREVALO
a los pies d e tan buena M ad re en su d ía 24,
com o lo hiciera por p rim era v e z veinti
cinco años ha, en igual fecha, en e l prim itivo santuario a Ella consagrado.
En la adjunta fo to g ra fía ap arece este
gran d evo to d e M aría A u x ilia d o ra rodea
do del señor D irector d el C olegio , del p re
dicad or y am igos y com pañeros* que le asis
tieron en tan solemnísima ocasión.
<Ad m ullos an n osis
Catequístico
V a siendo ya tradicional la solem nidad
con que el C ole gio distingue
todos los
años el exam en de R eligión con un reñi
d o Certam en C atequístico. Este año se ce
lebró durante los días 25, 26 y 27, en pre-
( A v i l a ) : O tra vista de las obras d el Sem inario que, gracias
ridad d e los C ooperadores, han p rosperado grandem ente.
den de San R aim undo d e P e ñ a fort al in
signe C oop erad or Salesiano don Manuel
R íos Sarm iento, qu e se ha , hecho acreedor
a tal distinción d el G ob iern o por su labor
constante e in teligente en la Asesoría ju
rídica d e la C om andancia de Marina.
A I benem érito C oop erad or Salesiano. que
con tanto a fecto y generosidad ha m ira
do siertipre la O b ra d e don Bosco, nues
tra más sincera y entusiasta felicita ció n .'
C IU D A D E L A (M e n o rc a ) : Bodas de P lata
Sacerdotales d e un A n tigu o A lu m n o y
C oop erad or Salesiano.
D entro d el herm oso m arco d e adm ira
ble fe rv o r y devoción en que se celebra
ron las fiestas en honor de la V ir g e n de
don Bosco durante e l mes d e m ayo, cabe
destacar una nota altam ente sim pática y
con m oved ora: las Bodas de P lata Sacer
dotales d el buen antiguo alum no y co
op erad or salesiano M u y Iltre. Sr. L ie . R e
verendo don Juan F lorit T arrasa, canónigo
L ec to ra l d e esta Santa Iglesia Catedral,
e infatigab le apóstol d e M aría A u x ilia d o
ra, e l cual quiso celeb rar su Misa Jubilar
a
la
ca
paración a la fiesta de las Com pañías pia
dosas.
H u b o una prueba de inteligencia por
escrito y la prueba oral p or clases, todo
con carácter elim inatorio. Después d e una
reñida contienda en cada clase y d e la
prueba pública en el teatro, se celeb ró
el día 30 e l certam en final, en qu e se dis
putaban los valiosos prem ios y el título
glorioso d e P rín cipes d e cada clase. Asis
tieron a esta prueba final, junto con los
niños del C olegio , sus fam ilias, deseosas
d e presenciar el triunfo de los valientes.
P residieron
la s
dignísim as
autoridades,
eclesiásticas y escolares, acom pañando al
E xcelentísim o señor O b ispo de la D ió
cesis. D octo r don B artolom é Pascual Marroig, quien siguió con gran interés y ca
riño la aplicación d e los niños en la ma
teria catequística, m ostrando su satisfac
ción en las oportunísim as palabras que d i
rigió a todos com o corona del acto.
GERONA:
B endición
de
un
nuevo
nltnr.
En el Santuario d e M aría A u x ilia d ora
d e Gerona, y con ocasión d e su fiesta prin—
149
cipal, fué ben d ecid o un nuevo altar d ed i
cado al Sagrado C orazón de Jesús, h erm o
sa obra de arte salida -d e manos de los
alumnos d e nuestras Escuelas P ro fesio n a
les d e Barcelona. L a cerem onia fué o fi
ciada por el Excm o. y R evm o. Sr. O bis
po de la diócesis, y apadrinada por el E x
celentísim o St. A lc a ld e de San D aniel y
su digna esposa.
E C lJ A
(S e v illa ) :
F eria Infantil.
R ep a rto
de
prem ios
y
Con m otivo de la clausura del curso es
colar. el día 7 -del pasado ju lio tuvo lugar
la solem ne repartición d e prem ios a los
alumnos de las Escuelas y la llam ada ^Fe
ria In fa n til» para todos los niños del O ra
torio Festivo.
Se efectu ó en el patio central d el C o le
gio, donde p reviam ente se había coloca
do la tribuna de la presidencia, y qu e ocu
paron con el Sr. D irector d el C o le gio el
A rcip re s te de la ciudad, d octor don F ran
cisco D om íngu ez; com andante St. Reinoso, en representación d el señor C oron ef
C om andante M ilitar de la P la za ; don P ed ro
Bugallal, Juez d e Instrucción; Presidente de
los A n tigu os Alum nos, don D iego Cana
les G uerra, y varios padres de los alum
nos.
Se dió com ienzo al program a con una
marcha de cornetas y e l Him no de San
Juan Bosco cantado por todos los alumnos.
L u ego pronunció un bello discurso don Jo
sé B ravo Sánchez. M aestro N acional y A n
tiguo A lu m n o Salesiano, que fué un v e r
dad ero canto a la p ed a go gía salesiana. Fué
muy aplaudido. Después d e varios cantos,
diálogos y otros números prim orosam en
te ejecutados por los niños, e l Sr. D irector
leyó los nombres de los prem iados, que p a
saron a recoger sus respectivos prem ios y
diplomas.
L u e g o se celeb ró la cFeria In fa n til», en
que los pequeños, con sus vales d e asis
tencia. com praron a placer dulces, jugue
tes. libros, churros, gaseosas, helados, et
cétera. etc.
L a gran fe ria finalizó, ya entrada la
noche, con una vistosa sesión de fuego.'<
artificiales.
V A L E N C IA :
nuevo Sr.
A p oteó sico
A rzob isp o.
(R ecortam os
de
la
recibim ien to
Prensa
del
valencian a.)
El día 14 del pasado junio hizo su triun
fa l entrada en el territorio de su diócesis
e l nuevo A rzob isp o d e V alen cia. Excelen150 —
tísim o y R vdm o. Sr. don M arcelin o O laechea, salesiano.
En el pueblo d e Barracas le d ió la bien
venida el gobern ador eclesiástico y Obis
po d e A lin d a , Dr. don Juan H ervás, con
el Excm o. Sr. G ob ern ad or d e Castellón.
Seguido de una larga caravana de coches
oficiales, particulares y autobuses, e l P re
lado se d irig ió a Segorbe, donde le espe
raban las autoridades que acom pañaron
a S. £ . a visitar el nuevo Sem inario.
E l paso dol Sr. A rzob isp o por ios pue
blos d el recorrid o fué verdaderam ente apo
teósico, ya que los vecin darios en masa
se agolpaban en los lugares d él trayecto
para vitorearle, m ientras se disparaban tra
cas y las campanas de los tem plos lanza
ban sus sones al aire.
En el Puig, el Sr. A rzo b is p o y su séqui
to se d irigiero n al Santuario d e Nuestra
Señora. En presencia d e los com ponentes
d e la H erm andad d e Caballeros d e Nuestra
Señora, m iem bros d e la O rd en d e la M er
ced y otras representaciones religiosas y
culturales, e l P a d re P ro v in c ia l y D efin id or
d e la citada O rden impuso al Sr. A rzo b is
po la placa d e honor d e dicha Herm andad.
A lre d e d o r de las d iez de la noche, y
siem pre en m edio
de
entusiastas acla
maciones. llegaba la com itiva a la entrada
de la ciudad. En 'e l C o le g io Salesiano de
San A n to n io esperaban al Sr. A rzob isp o
numerosos D irectores de los C olegios Salesianos de España, junta N acion a l de los
Antigu os Alum nos, religiosas H ijas de M a
ría A u x ilia d ora , Junta y A A . A A . Salesianos d e V a len cia , alumnos, C ooperadores,
as..«c¡acione8 parroquiales, etc.
L a llegada de S. E. se anunció con el
disparo de fuegos sueltos y tracas y volteo
de campanas, entrem ezclado con aplausos
y grandes aclam aciones, m ientras la banda
de cornetas y tam bores d el C o le g io inter
pretaba la m archa d e Infantes.
E l Sr. A rzob isp o hizo su entrad^ en el
C olegio en m ed io d e una lluvia d e flo
res. y en e l vestíbulo d ió la bendición a
los presentes.
P o c o después llegaba la com itiva a las
T o rre s de Serranos, en torn o d e las cuale l se había con gregad o una inmensa mul
titud. que ren ovó las pruebas de afecto
y veneración al P rela d o . A llí se encontra
ban e l Ayu n tam ien to y Diputación en c or
poración, padrinos y representaciones de
organism os oficiales, que con las autorida
des y demás personalidades d el séquito del
señor A rzo b is p o acom pañaron a su E xce
lencia R everendísim a hasta el p ie de las
T orre s , cuyos grandes puertas se encon
traban cerradas, a fin de cum plir el cere
m onial señalado.
ARCOS
D E L A F R O N T E R A (C á d iz ) : R on da lla d e las Escnelas Salesianas, qu e ha
d ad o masrnífícos con ciertos en varias ciudades d e An dalu cía.
El E ic m o . Sr. A lc a ld e , C onde d e T rénor. besando e l anillo pastoral, hizo en
trega de las llaves de la ciudad al P relado,
quien p roced ió sim bólicam ente a abrir las
puertas. En coche descubierto, tirado por
cuatro caballos lujosam ente ' enjaezados, el
señor A rzob isp o se d irig ió entre vítores y
aclam aciones al C ole gio d e Jesús y M aría,
donde se le tributó un recibim ien to ^cordialístmo.
El día
16. la C orp ora ción M unicipal
acom pañó al señor A rzo b is p o desde el C o
legio d e Jesús y M aría hasta el C onvento
d e la T rin id ad , donde le esperaban las
demás autoridades: excelentísim o y reve
rendísimo señor O b ispo d e A lin d a , doctor
H ervás; G eneral Sanjuáti, icom o Capitán
G eneral acciden tal; Jefe p ro vin cial d el M o
vim iento y G obernador C ivil, Sr. Lap orta
G irón ; C oron el G arcía d e Cáceres, en re
presentación d el Jeje d e la T e rc e ra R egión
A érea ;
C om andante M ilitar d e Marina,
don C alixto de P ared es y C hacón; R ector
d e la U n iversidad, d octor R od rígu e z Fornos; Presidente d e la A u d ien cia, don F ran
cisco M on terd e: Jefe Su perior d e P olicía,
don Eustaquio P a rd o Z u rilla ; Presidente de
la Diputación, don A d o lfo R incón d e A r e llano. al fren te d e la C orp o ra ció n : señor
C onde d e R od ezno, vicepresidente- d e la
D iputación P ro v in c ia l d e N a v a rra ; G ob er
nador d e N avarra, don Juan Junquera; d i
putados p ro vin ciales d e N avarra, señores
M artínez M orentin y F erra r; señor U riz.
Secretario d e 1¿ m ism a: A lc a ld e d e Pam
plona, don D aniel N a g o re ; concejales, se
ñores M edran o y E ch ávarri; don José V i
cente A la m a , Jeje d e A b o g a d o s del Esta
do, en representación del D elegad o d e H a
cienda; D elega d o P ro v in c ia l d el T ra b a jo ,
don M artín M erin o; Jefe d e la Fiscalía de
Tasas, don R icard o P a n e ro ; A yu n tam ien to
de Baracaldo, ciudad don de nació el se
ñor A r zo b is p o : Jefe d e las Fuerzas d e P o
licía A rm a d a , don D an iel VÜlanueva M u
ñoz; Ten ien tes C oroneles R ojas y P erla,
en nom bre d el C u erp o d e la G uardia C iv il;
S ecretario gen eral d e P olicía, don F ed eri
c o Estrada, y gran núm ero de representa
ciones d e otras entidades oficiales.
Seguidam ente, el señor A r zo b is p o , en
tre una m ultitud que le aclam aba incesan
temente. se d irig ió a la iglesia d el exp re
sado convento, en don de o r ó ante Jesús
Sacram entado.
A continuación, se form ó e l c o rte jo pa
ra acom pañar al señor A rzo b is p o a la p la
za d e Tetuán.
En la fachada d e la iglesia d e Santo
D om ingo se instaló un altar, don de había
d e revestirse e l P re la d o d e sus ornam entos
episcopales. Incontables m illares d e valen
cianos ocupaban las aceras y parte d e la
calzada. En una d e las aceras se extendía
un bellísim o bosque d e centenares d e ban
deras blancas d e A . C. F rente al altar los
cleros p arroquiales d e V a len cia , y . cerran
do uno d e los ángulos d e la plaza, los cen
tenares d e seminaristas valencianos. Junto
al altar, e l C a b ild o M etrop olitan o, y detrás,
los cam areros d e Su Santidad, señores
—
I5 Í
don C o d o fre d o Roa, don José Casanova y
don A lfr e d o Rico.
Rendía honorea una aección del R e g i
m iento de Z apadorea número 3, con eacuadra y banda de múaica.
Su excelencia descendió d el coche a los
sones de la marcha de Infantea, siendo sa
ludado por las jerarqu ías y representacionea.
Seguidam ente subió al estrado, ocupaado el sitial de honor instalado al efecto.
P o r la puerta de los H ierros, en donde
ae habían instalado los retratos de los más
distinguidos >prelados
valencianos,
entró
en la M etropolitan a el cortejo que acom
pañaba al señor A rzob isp o. P o c o después
de su llegada, se abrieron a loa fieles las
puertas d e la iglesia C atedral, llenándose
por com pleto, de m odo que muchos milea
quedaron fuera de ella.
Después d e orar breves mom entos en la
capilla del Sacram ento, se d irig ió al altar
m ayor.
M ientras tanto, la capilla de música de
la C atedral, b ajo la dirección d el m aestra
Soler, había iniciado e l canto del « T e D é u m »,
que fué seguido con gran fe rv o r p or loa
fieles.
Rezada ' que
fué
la oración
de
acción d e gracias por el deán de la M etro
politana, entonaron los sochantres el can
to de la antífona y d el versículo d e la T i
tular, cuya oración fué cantada p or e l se
ñor A rzob isp o. A continuación^ d ió e l abrazo
ritual al señor O bispo d e A lin d a y a los
canónigos de la C atedral, y dió a besar su
anillo pastoral a los beneficiados de la
mtama.
Después de haber dado a los fieles su
prim era bendición en la iglesia C atedral,
el P re la d o d irigió la palabra a los d ioce
sanos. Su sentidísima alocución fué escu
chada por el pueblo valenciano con em o
cionada atención.
Em pezó poniendo su p on tifica do en V a
lencia b ajo la p rotección d e la V ir g e n de
los Desamparados, com o había puesto su
anterior episcopado b a jo el m anto d e la
Patron o de N avarra. Continúa p idien do la
protección de los santos patronos de V a
lencia. V icen te. M ártir, y V ic e n te F errer.
Ultim am ente, invoca a los santos A rzob isp os
T om á s d e V illan u eva y Juan d e R ibera,
sus predecesores en la Sede valentina, que
de ellos tom ó sus más bellos fulgores. Con
bella y tierna palabra, le pide a D ios amor
para sus sacerdotes en especial, y para to
dos sus diocesanos, «a todos los cuales— d i
ce.— sin distinciones de clases y d e creen
cias. lleva en su corazón, por ser su única
finalidad la d e buscar a Jesús y llevarlo
al alma de todos sus h ijo s ». Después d e un
cariñoso recuerdo para su inm ediato p re
decesor. el d octor M eló y A lc a ld e , fa lle
cid o en V alen cia, da las gracias, con p ala
bras efusivas, al señor O bispo d e A lin d a .
C ab ildo M etrop olitan o, cle ro secular y re
gular. autoridades y fieles en general, de
V A L E N C I A : O tro m om ento d e la apolí
de sn . i!
ios cuales venía recibiendo, en los breves
días de su estancia en V a len cia , inequ ívo
cas muestras d e am or. A c a b a el P relada
d irigien d o paternales y cariñosas frases a
las representaciones de N avarra y Baracaldo,
que quisieron
gentilm ente
asociarse
al hom enaje del pueblo valenciano.
T erm in ad a su alocución, e l señor A r z
obispo. acom pañado d el C ab ildo y d e sus
padrinos, señores C onde d e T ré n o r y Ba
rón de C árcer. se d irig ió a su sitial en el
prebisterio. y allí se d esp ojó d e los orna
mentos pontificales y se vistió los capisa
yos. Después, con el C abildo y las autori
dades, se d irig ió a la capilla del Santo C á
liz, oran do breves m om entos ante la ve
neranda reliquia.
S E V IL L A :
rífica.
Visita ilustre y distinción hono
E l 24 d e m ayo visitó la Residencia U n i
versitaria Salesiana d e Sevilla el Exem o. se
ñor M inistro d e Educación N acional, don
José Ibáñez M artín, a quien acom paña
ban otras distinguidas personalidades. De
su satisfacción al com probar la benem éri
ta labor que los hijos d e don Bosco llevan
a cabo en la nueva y m agn ífica Residencia,
son índice las palabras qu e p ronu n ció Su
Excelencia, respondiendo al saludo d e l R e
verendo Sr. D irector, palabras qu e trans
cribim os literalm ente en otro lugar del
«B o le tín ».
152 —
á
«F ortes in Fide>
En m arzo p. p. se celeb ró en nuestro
O ra torio d e A q u ila , b ajo los auspicios y
con la bendición d el Sr. A rzob isp o, un C on
greso d e afirm ación cristiana. L a masa ju
venil com enzó sus trabajos con un desfile
por las calles de la ciudad, cantando los
himnos más populares de la escuela d e don
Bosco. B ajo la presidencia del Sr. Inspec
tor y en sucesivas sesiones, trataron acer
ca d el respeto humano en la fam ilia, en
la escuela, en las asociaciones, p or la calle,
en los lugares públicos, en los cam pos de
deportes, en el cine. etc. Conclusiones prin
cipales del C ongreso lo fueron las siguien
tes: 1.* Un curso d e conferencias apologético-sociales sobre problem as de actuali
dad. 2.^ U na protesta o fic ia l a las autori
dades c o n t r a
la Prensa p orn ográfica.
3.* U n V iacru cis solem ne el día d e V ie r
nes Santo p or las calles d e la ciudad y p re
dicad o p or ios jóvenes. E l Sr. A rzo b is p o ce
leb ró la Santa Misa d el últim o día y d iri
gió su alentadora palabra a los jóvenes re
unidos en la basílica de San Bernardino d e
Sena.
ote '¿a entrada del Sr. A rzob isp o en la capital
u j Loidiócesis.
E S T A D O S
U N I D O S
* * a
N u eva escuela p arroquial.
N os com placem os asimismo en notificar
a nuestros lectores que dich o Sr. D irector,
R everendo don Francisco d e la H oz. fué
nom brado con fech a 14 d e junio p or una
nimidad académ ico num erario d e la R eal
A cad em ia de Buenas Letras d e Sevilla. R e
ciba nuestra más cord ial enhorabuena.
E
X
T
ü
a
i
V
J
E
Ü
O
I T A L I A
£1 C entenario d el O ratorio
L a fech a centenaria d e l traslado d efin i
tivo del O ra to rio a la Casita P inardi ( i 2 de
a b ril) fué celebrada con entusiasmo y es
plendor dentro d e la m ayor intim idad. L a
basílica d e M aría A u x ilia d ora se llenó de
Salesianos, d e H ijas d e M aría A u x ilia d ora ,
de jóvenes d e nuestros oratorios y colegios
de la ciudad d e T u rín . O cho sacerdotes se
ocuparon contem poráneam ente en repartir
la Sagrada Com unión en cuatro altares dis
tinto^. El cuarto Sucesor d e don Bosco. el
Reverendísim o don P e d ro R icald on e. d ir i
gió su en fervo riza d a palabra a los m iles
de asistentes. D io después la Bendición con
S. D. M . y entonó un solem ne T e Demn.
£n la sacristía fueron inaugurados dos m ag
níficos cuadros d el p in tor C rida, que repre
sentan, respectivam ente, a don Bosco con
fesando a sus niños y salvado p roviden
cialm ente p or el «G r is ».
H a sido inaugurada en P ort Chester, ba
jo la advocación del Santo R osario, el d ía 4
d e n oviem b re pasado. L le v ó a cabo el ac
to d e la inauguración e l Emm o. C ardenal
A rzo b is p o d e N ueva Y o rk . Mona. Spellman,
que llegó acom pañado p or ilustres perso
nalidades del cle ro y escoltado por los Ca
balleros d e IColón. Su £ m in e n c ia d irigió
la palabra a la m ultitud, y, recordan do su
reciente
viaje,
con clu yó
d icien d o:
«H e
visto el trabajo que realizan los Salesia
nos. L o s he visto despegados d e todo, p re
ocupados sólo del bien de los jóven es qu e
se les confían, con e l único deseo d e guiar
sus almas por los cam inos d e C risto.»
D esde los cam pos d e concentración.
El día 16 d e fe b re ro se celeb ró la fies
ta d e San Juan Bosco en el cam po d e con
centración d e «E d w ard s M ass», en Esta
dos Unidos. Un nutrido co ro ejecu tó la par
titura «R e g in a P a c is », con acom pañam ien
to d e orquesta.
P O L O N I A
El D irector d e nuestra Casa de Przem ysl
(P o lo n ia ), en carta fech ada el 18 d e d i
ciem b re d e 1945 y llegada a T u rín a úl
tim os d e m arzo, escrib ía: «H e m o s visto dis
m inuida Ja Inspectoría en 34 m iem bros:
veintidós sacerdotes, siete estudiantes y cin—
153
c o coa<}jutoreB. En la Inspectoría del N orte
ha fucedido, poco más o menos, lo mismo.
F ia t voluntas D e i ! Esto quiere d ecir que
tenemos nuevos protectores en el C ielo. H a
ce meses recibim os breves noticias suyas
que nos alegraron . Rezam os m ucho y es
peram os qu e e l Señor envíe la paz al p o
bre mundo y am anezca por fin una era
nueva d e verdadera vid a y de santidad,
después de este dilu vio de lágrim as, de
sangre y destrucción. Bendíganos, amado
P ad re, y encom iéndenos a la V ir g e n San
tísima A u x iliad ora y a nuestro Santo.
*
*
4:
L a visitadora en Polon ia, M adre Laura,
en carta dei 26 de noviem bre, después de
un largo silencio de tres años, ha podido
enviar algunas noticias.
L os cam bios y vicisitudes políticas del
territorio,
perteneciente
ya
a Lituania.
ob ligaron al personal polaco a abandonar
las antiguas Casas de W iln a y d e Laurow .
L a prim era se tuvo que cerrar, y en la
otra quedaron sólo las Herm anas lituanas,
más p or la im posibilidad de salir d e su pa
tria que por la esperanza de p oder con ti
nuar las obras allí existentes. Fué una ver
dadera em igración, pues con la M adre L a u
ra y casi tod o el personal de las dos Ca
sas. p artieron en n oviem bre últim o los 106
niños polacos asilados en Lau row . L a coim tiva, guiada por nuestro Inspector, ocu
p o d iez vagones del con voy, que traslad'aba
a la parte oriental de P olon ia 1.243 p ola
cos. Después del p rim er trozo del trayec
to, los carrom atos que ocupaban los nues
tros. fueron enganchados a trenes de m er
cancías con carbón, yeso y
remolacha.
Sólo hacia el final del viaje, por p ro v i
dencial intervención de la D irección G ene
ral d e ferrocarriles, pudieron afectuar d i
rectam ente la última parte d e trayecto, em
pleando dieciséis días en un v ia je que p u e
d e hacerse norm alm ente en p oco más de
una jornada. A pesar de los intem peries
invernales, ninguno se resintió en la salud;
llegaron sanos y salvos a P a w lo w ic e, donde
los niños fueron cariñosam ente acogidos
en un antiguo y grandioso palacio puesto a
su disposición p or el G obierno.
Las otras Casas d e las H ijas de M aría
A u x ilia d ora han sido abiertas d e nuevo to
das. y se p royectan nuevas fundaciones,
especialm ente O rfan atos y Escuelas, pues
son muchísimos los niños qu e han quedado
abandonados.
El fe rv o r de las vocaciones no se ha en
fria d o durante la guerra. Baste recordar
qu e e l 5 d e agosto d e 1944, dos Herm anas
polacas, deportadas para trabajar en A le
mania. consiguieron un b reve perm iso, y.
tras no pocas diScultades y aventuras, lle
garon a la Casa más cercana d el lím ite de
la Inspectoría germ ana, donde tuvieron la
154 —
dicha d e recib ir loa Santos Sacramentos,
después d e un año d e verse privadas de
sem ejante consuelo, y la alegría de pronun
ciar los V o to s perpetuos.
. A l día siguiente, depuesta la coron a de
rosas y los hábitos religiosos, tuvieron que
despedirse
nuevam ente,
para
em prender
otra v e z en el destierro la vid a d e duro
trab ajo que llevaban hacía y a tres años.
A M E R I C A
D E L
C E N T R O
El D irector d e Santa T e c la , £1 Salvador,
con fecha 13 de m arzo p. p., escribía que
con tres coadjutores, dos clérigos <y otro
coadjutor, encargado d e la lib rería, había
lograd o tener en e l colegio 280 alumnos
d e las escuelas elem entales y medias, y ha
cer funcionar las escuelas populares coa
otros 273 muchachos. El O ratorio tiene
d e 350 a 500 chicos. L a escasez de perso
nal se hace sentir mucho. E l c oleg io está
esperando la vuelta d el antiguo D irector,
don P ed ro A m o ld o A p a ric io , elegid o Obis
po A u x ilia r de San Salvador.
C H I L E
cE l tem plo nacional a don Bosco en Cis
terna (S a n tia g o ) va aparecien do más gran
dioso d e día en día. T ie n e 72 m etros
por 26. Se han gastado ya tres m illones
d e pesos chilenos, casi todos recibidos de
lim osna, sin que hasta ahora se haya hecho
ni un céntim o d e deudas. Don Bosco se
encarga de construirse su tem plo. L o que
más consuela es qu e don Bosco es cada
día más am ado y venecado en C hile. Nues
tros aspirantes son 118; los novicios chi
lenos son 209. B endíganos.*
(C a rta del
Inspector, don G audencio M anachino.)
Los
u tó lic o s
yugoslavos.
«N o es d e extrañar que la guerra haya
d ividid o a los católicos yugoslavos. En p o
cos pueblos ha causado más estragos e l te
rrib le fla g elo . P e ro , afortunadam ente, para los yugoslavos d e Punta A ren a s debía
presentarse una ocasión p ro p icia para la
unificación de los ánimos, y ella fué el
C ongreso Eucarístico.
El d om ingo 6 de feb rero se hallaron con
gregados en el am plio recinto d el santua
rio d e M aría A u x ilia d o ra alreded or d e 700
católicos yugoslavos para asistir a una M i
sa im petratoria para e l é x ito del C on gre
so. O fic ió e l Santo S a crificio el R vd o . P a
d re W la d im iro Borle, y lu ego usó d e la
palabra en idiom a yu goslavo el R vd o . P a
d re M artín M arosa. E l orad or enalteció la
obra netam ente católica y d e adhesión m i
lenaria a la Iglesia d e todos los católicos
yugoslavos, y los exh ortó a unirse al pie
del altar, en un solo sentim iento evocad or
C IU D A D E L A
(M e n o r
e s ) : E l M . Itre. y ReTerendo D . Juan F lorit, e l d ía d e su Misa
ju b ila r
en
la
Casa
Salcsiana.
de le fe inquebrantable d e los antepasados.
Un coro, com puesto exclusivam ente p or yu
goslavos, entonó cantos nacionales, ensa
yados p reviam ente p or e l P. M aiosa.
A l salir d e la iglesia, la banda d e mú
sica d el C ole gio Salesiano d e Concepción,
con la m aestría y e l buen gusto que puso
en todas sus m anifestaciones, ejecu tó mú
sica apropiada a la circunstancia.» (D e l Su
plem ento d el cBoletín S a lesian o». Buenos
A ires, abril, 1946.)
•Se recuerda a los católicos que vienen
del N orte, ya sean A u toridades. Jetes de
R eparticiones. Em pleados, T ra b a jad ores, et
cétera. qu e el Señor los m anda com o un
ferm ento de vida espiritual a es*
~ona,
y que e l m ostrarse cobardes o in d iferen
tes en cuanto a religión es ser traidores a
la m isión qu e la Iglesia con fía y espera
d e ellos en esta zon a.»
P A L E S T I N A
Alg^unas d e las
d el C ongreso.
conclu sioao»
•Im pulsar la renovación
espiritual de
C hile y d el mundo, esperanzados no en»
el deven ir d e los acontecim ientos y d e la
Hum anidad, sino en la ren ovación d e cada
individuo en p articu lar; y no d el in d ivi
duo aislado, sino d e l c ató lico organizado,
a base d e la vid a interior alim entada por
la E ucaristía: y d el apostolado exterior, co
ordinado p or la Jerarquía d e la A c c ió n C a
tó lica .»
•S e solicita qu e sea declarad o «M o n u
m ento N acional la C ruz d e los Mares, del
cabo F ro w ard . en recuerdo de la prim era
Misa dicha en C h ile: y que el terreno ad
yacen te sea ced id o en prop ied ad al V ic a riato A p o s tó lic o d e M agallanes, que allí le
vantará la últim a erm ita d el Continente A m e
ricano, santificando así con esa cru z el tu
rismo de las tierras m agallánicas.»
£1 D irecto r d e nuestra Casa de Belén,
con fecha 6 d e fe b re ro p. p., escribía que.
a pesar de la escasez d e m edios, e l O r fa
nato había abierto sus puertas a otros huér
fanos. El O ra torio Festivo, frecuentado por
doscientos cincuenta muchachos, inauguró una
sección d e «E x p lo ra d o res d e don B osco».
Espera llegar en b re v e a 300 oratorianos.
A R G E N T I N A
Los A n tigu os Alum nos del C o le gio Sale
siano de L a P lata representaron la noche
del lunes i 1 d e fe b re ro p. p. la obra de
Pem án «E l D ivin o Im p acien te», en el tea
tro Politeam a. E l pú b licó colm ó todas las
plateas y tertulias y hubo qu e agregar
asientos para aquellas personas qu e llega
ron con retraso. L o s artistas cosecharon
nutridos aplausos p or la im pecable inter
pretación d e la excep cio n al com posición
en ^erso que llevaron a las tablas.
—
155
Los
“ chi cos
(C ontinuam os la relación d e julio-agos
to, pagina 1 1 4.)
L a prim era estadística presentada al P a
dre Santo o prim eros de abril de 1945.
ofrecía los siguientes datos; En las Casas
Salesianas de
R om a
se
habían
reco gi
do 200 muchachos huérfanos y en condi
ciones sumamente lam entables. Los csciuciíkB que acudían al O ratorio del Sagrado
C orazón eran 2 38: al del M andrione, 120:
al d el T estaccio, 8 0 ; a la P arroqu ia de T o r
M arancio. 100; al d e M on teverde, 6 5 ; al
d e Q u articciolo, más de 200, y al d e Cmecittá. 90.
N o vienen com prendidos en estas cifras
los muchos centenares de niños que fre
cuentan d e ordinario los citados O ratorios.
£1 horario m ínim o seguido en el O ra
torio dcl Sagrado C orazón, y que paulati
namente fueron adoptando loa otros, fué
el siguiente: entrada a las trece horas; re
creo en el patio hasta las catorce: Catecis
mo hasta las qu in ce; com ida y nuevo recreo
hasta las dieciséis treinta. A n tes d e enviar
les a sus casas, una buena palabra y cla
m oroso y efusivo intercam bio de saludos y
adioses.
El problem a más grave lo constituyó sin
duda la alim entación d e esos pobres mu
chachos. N o era ni es fácil p reparar todos
los días la mesa para centenares d e bocas
en tiem pos de tal carestía d e vida y en una
nación asolada por la guerra.
En el H osp icio del S agrado C orazón los
Salesianos y sus alumnos internos fueron
los prim eros en dar ejem p lo d e heroica ca
ridad. privándose de una parte d e su ya
reducida ración para socorrer a sus her
manos más pobres. Después, loa en carga
dos del avituallam iento se lanzaron a la
calle a pedir de puerta en puerta. N ada se
dejaba de visitar; cuarteles, centros bené
ficos. empresas y p articu lares... T o d o s los
días la com isión de tronsporte recibía la
alegre orden d e hnllorse con sus carreti
llas en determ inados
sitios para
retirar
arroz, pescado, higos, botes de leche o
d e fruta en con serva...
Jóvenes del O ra to rio Festivo y d e la A c
ción C atólica tenían a grande honra e l ti
rar de las carretillas a través de las calles
y ,avenidas d e la ciudad escoltados por los
m ayores para evitar posibles a s a lto s * por
parte de las bandas en estado aú n ... sal
vaje.
El día de San José, Mons. B arbieri pa
gaba toda la vajilla com prada exp rofeso
para los «sciuciáa. El m ism o día se preseirtÓ un capitán inglés con veinte mucha
chos. que diariam ente acudían en busca
d.; rancho a su cuartel, y se com prom etía
156 —
de
la
cal l e
4 4
a enviar al O ra torio víveres para ellos la
dos los días.
£1 día 20 d e m arzo se les pudo dar, ade
más, un plato de p ollo con patatas, y antes^
de acabar el mes com enzaban a ser aten
didos también en lo referen te a vestido y
calzado. Sim ultáneam ente
se buscó coa
éxito trab ajo honroso p a la muchos.
Entr'.tanto, con igual entusiasmo y veaciendo quizá m ayores dificultádes, se tra
bajaba tam bién en todo el Sur de Italia.
e«pecol>iiL-nte en Nápoles, i fa v o r d e los«ch icos d e la L a lle ». En Cntania llegaron
en i-c«.0 ' días al núm ero de 500, E.i un
p rin cip io
autoridades c iv ílls se hirier n 8i>rdas a las insistentes 1 amadas d e la
c arid a d ; más poco a p oco fueron prestán
d ole su atención y ap oyo. L a U N R R A ter
minó por asignarle 657 raciones. L a Sec
ción P ro v in c ia l d e A H m eniación, a instan
cias d el A lto Com isario, d eterm inó asig
nar 7 0 d raciones para tres com idas al din
a p recio de m ayorista, reconociendo la O b ra
com o una entidad hotelera.
Las H ija s d e M aría A u x ilia d ora , imbui
das en el mismo espíritu d e caridad de
San Francisco d e Sales y de San Juan Sos
co. han puesto m anos a la obra para reco
ger y educar a las «niñas de la c a lle ».
A n im ad os con el ejem p lo de loa Salesianos, sus A n tigu os Alum nos y sus C oop e
radores y C ooperadoras, han acudido en
su ayuda, quiénes con aportaciones mateeriales, quiénes prestándose voluntaria y abnegadam ente a asistir a los niños, a p re
parar la com ida, a con feccion ar nrendas
de vestir, etc. A lgu n o s jóvqnes d e Rom a
lanzaron la idea, qu e fué al punto calu ro
samente acogida, de llevarse los catequis
tas todos los dom ingos a com er con sus íespectivas fam ilias sendos «ch icos de la c a lle ».
Con los Salesianos y con las H ijá s de
M aría A u x ilia d ora , en R om a se pusieron a
disposición d e los «s c iu c iá »: los institutos
de D. O rion e en cinco centros populosos;
la C om pañía d e San P ab lo, con e l O ra to
rio en San Sabas, qu e cuenta con 250 mu
chachos. y otros. En Nápoles, los jesuítas,
los josefinos. los Guanellianos, organ iza cio
nes diocesanas, etc.
P a ra coordinar e l apostolado de todos,
el P a d re Santo dispuso un regular y p ro
vechoso contacto con la P. C. A . (P o n ti
ficia Com isión de A sisten cia^. la cua!, a
pesar de ser tantas y tan urgentes las ta
reas d e caridad que tiene encom endadas
y lleva a cabo a fa v o r d e prisioneros y
repatriados, asignó la subvención mínima
de cinco m illones d e liras al mes para los
«sciu ciá » d e Italia.
( Continuará.)
,
dei Excmo. Sr. M i n i s t r o de E d u c a c i ó n
en la R e s i d e o E i a D n i v e n i í a i i a
es para la Institución SaleFué para mí una satisfacción inmen
siana y para esta magnífica R e sa el sabér que los gloriosos Padres
sidencia día de gloria, porque en Salesianos,
él
de tan reciente y maravi
celebran la principal de sus fiestas en
llosa historia, consagraban parte de
honor de la Reina de los Cielos. Ma su actividad a la ‘formación de los jó
ría Auxiliadora, que, en aquella di venes universitarios. España y la Hu
fícil, penosa y cada día renovada ta manidad les deben gratitud por las me
rea de vuestro ilustre Fundador ilu joras logradas en los ámbitos del mun
minó los mejores ‘c aminos del bien.
do a favor de la clase obrera; pero
Y o tengo en mí modesto haber per faltábales llegar a la Universidad, y han
sonal la fervorosa satisfacción de ha llegado. Decía hace unos minutos el
ber casi aprendido a leer en el «B o señor Rector Magnífico de la Univer
letín de los Cooperadores Salesianos»,
sidad, recordando palabras de un ilus
cuando el gran pedagogo no era más tre pensador: «Dadm e la Universidad
que don Juan Bosco en la demarca y lo demás me sobra.» Queremos la
ción humana, puesto que santo fue
Universidad, sí, pero una Universidad
siempre, y en el Cielo estaba desde
en la cual la imción religiosa corra pa
que murió en la tierra.
ralela con la formación profesional y
Ha hecho notar de modo certero
humana de los jóvenes. De lo contra
vuestro Padre Director cómo la obra
rio, nada se podría hacer, todo esfuer
de Franco se nutre, fundamentalmen zo seria vano. Y lo que ahora digo co
te sustentada, defendida y llena de
mo Ministro de Educación Nacional,
ilusión, por el cálido entusiasmo de
igualmente lo diría como el último de
estos jóvenes que en los presentes mo los ciudadanos españoles. Por eso os
mentos representan a toda la juven agradezco, abnegados sacerdotes, la
tud española. No es menos cierto que
labor que hacéis ahora en pro de los
cuantos hombres quisieron realizar
jóvenes estudiantes, a los que también
en el mundo empresas magníficas de
quiero agradecer esta cálida y fervo
renovación espiritual se entregaron
rosa acogida que yo con ellos refiero
por completo a la transformación de
a Freinco, el hombre lleno de ilusión,
la juventud. Pensad vosotros en aque iluminado por la protección de Dios,
llas escenas profundamente emocio que trabaja sin descanso con el pen
nantes de don Bosco frente a los jó samiento puesto nada más que en el
venes abandonados de las ciudades
bien común de los españoles.
del norte de Italia. V e d cómo se le
Vosotros, jóvenes generosos, que te
parte el corazón de pena contemplan néis la suerte de no conocer las cala
do sus miserias, y cómo logra con los
midades que se derivan de las preocu
dones inefables de la caridad darles paciones materiales, habéis de ser el
más de lo que tiene. Adm irad cómo
mejor soporte de esa ilusión, grabán
ningún taumaturgo del siglo X IX ha dola muy hondo en el surco de vues
sabido tan venturosamente adminis tros corazones: el afán cada vez más
trar el don de la Providencia obran vivo de una Elspaña libre, grande, me
do los milagros tan sorprendentes que jor. ¡Arriba España!»
•
tanto le acercaban a la figura sacro
(D e l núm. 18 de crOríentacións.)
santa de Jesús...
o y
H
—
157
D e nuestras Misiones
JAATTO
Amadísimo P a d re:
Creo 8tr& del agrado de nuestros Coopera
dores un breve resumen de cuanto, con la
ayuda de Dios, se ha hecho eh estos doce
últimos años en la Inspectoría misionera
de San Alfonso, que comprende el M atto
Grosso, Goyas y una parte del Estado de
San Pablo.
Obras surgidas en las ciudades principales
y n.4s populosas: Tres cursos superiores o liceos clásico-científicos; siete bachilleratos;
tres corsos técnico-oomerciaks (s e is .^ o s );
siete cursos aliméntales.
En preparación: Facultad tmiversitaria de
Filosofía y Derecho en el Ateneo don Sosco
de Ooyania. Hasta el presente, entre los re
ligiosos, sólo lo tienen los Benedictinos de
San Pablo.
Los ctnsos y escuelas han sido equiparadas
a los del Estado. lo s profesores (menos el
diez por ciento) son Salesianos, reconocidos
por ti respectivo Departamento del Ministerio de Instrucción y Educación Nacional.
Tienen un total de tres a cuatro m il alum
nos. Los cursos y escuelas funcionan en edi
ficios nuevos construidos exprofeso, moder
nos y espaciosos según todas las normas higié
nicas. didácticas, pedagógicas, salesianets y
brasiltñas.
Las Hijas de M aría Auxiliadora tienen
o t m tantos Colegios y alumnas.
Dirige las construcciones una comisión téc
nica formada por tres sacerdotes y dos coculjutores salesianos.
Se han edificado a la vez siete templos de
dicados a santuarios o a parroquias. En Corumbá, el Santuario de M aría Auxiliadora
(46 X 13). gótico puro; en Campo Grande,
la monumental iglesia de San José (60 x 14),
de estilo colonial; en Tres Lagoes. nconstrucción de la parroquia, qtte ha sido am
pliada y decorada; en Tupá, el Santuario
156 —
GROSSO
de M aría Auxiliadora (30 x 11), con dos to
rres campanario en la fachada; en Goyania,
en la ciudad, el Santuario de don Bosco
(60 X 14); en el suburbio Villanova, una igle
sia al Sagrado Corazón de Jesús con O rato
rio diario.
« a
*
Es sorprendente el desarrollo de la Obra
salesiana en Goyania, la nueva capital de
Goyas. En los c o m ie n ^ de su fundación
fui a visitarla con e l querido don Pian, en
tonces Director de Bonfim. Nos llamaron la
atención dos cosas: el número impresicmante de capillas y Cintros protestantes (conta
mos hasta ocho) en comparación de la úni
ca capillita (llamada catedral provisional)
atendida por un solo sacerdote secular; en
segundo lugar, el número enorme de chicos,
sucios y semidi snudos, que poblaban las ca
llas, especialmente en el suburbio Botaf<^o
(que llamaban en cambio «Bota-faca», porque
en él las riñas a navajazos estaban a la o.*den del día). Suburbio de obreros de la ciu
dad en construcción: casi todos comunistas
o protestantes. Era la primera vez que dos
sacerdotes se avmturaban a caminar por
aquellos parajes.
Cuando usted, amadísimo don Ricaldone.
junto con el inolvidable don Rinaldi. fué a
buscar sitio para el futuro Oratorio de San
Pablo, fué recibido con burlas y al grito de
«quá, quá, qxiá...» (1). Nosotros, todo lo con
trario : los niños nos rodearon en masa, alar
gando sus manos sucias y pidiendo: «Bencao; Padre, un santinho.. Decidimos tomar
posesión de Goyania c<m un Oratorio Fes
tivo precisamente donde los muchachos nos
habían detenido. Nos presentamos al Gober
nador para pedirle el te r r e o . N o nos k>
(i )
tmitacióA « a
(N. deU R .)
íUliano del trraznido dei c u e rve .
negó; pero añadió: «N o basta xin Oratorio;
los Salesianos tienen que entrar esi la capi
ta l como Sal^sianc^...» «Es lo que estamos
pidiendo, los muchachos más pobres y aban
donados son nuestros predilectosj» «Compren
do, comprendo», repitió dos veces S. E., que
en realidad no comprendía. «Ustedes son
maestros, profesores, educadores, los mejores
educadores que yo conozco; deben fundar
un gran colegio con enseñanza media y supe
rior ; entren en Goyania como grandes seño
res...» «Nosotros I f daremos gusto, Excelen
cia: pero debe proclamarse con nosotros el
protector número uno de los pobres niños de
Botafogo. Con la ayuda de su Gobierno, construiremos primero allí un escuela y una igle
sia; después, en lugar apropiado, el gran co1-gio que V. E. desea y que llamaremos...»
«Ateneo Goyano», d ijo el Gobernador. «A te
neo don Bosco». corregí yo. « Y el éxito del
Ateneo irá ligado' a l éxito del Oratorio de
Botafc^o.»
El Oratorio tomó a l punto un impulso
ravilloso, y a l mismo tiemx>o la construcción
del Colegio: tres plantas d.- 9? x 16. Es
imo de los más btUos y simtuosos edificios
de t^yania. El Santuario hace d e catedral.
Costó un millón doscientos mil «cruzeiros»,
y del Estado no recibimt^ más que e l terreno,
así como para el Oratorio. Se tardó dos años
en la construcción. Parece como si hubiera
surgido repentinamente del suelo. Pero en los
caminos s. cretos de la Providencia había una
misteriosa correspondencia entre el Oratorio
(en la parte opuesta de la ciudad) y e l Ate
neo. Aquel alimentaba a éste. El p r c ^ fs o
del primero íué siempre en aum ento: tres
función^ religiosas los domingos, con una
asistencia de 500; centenares de comuniones
a la semana; escuelas diurnas y nocturnas;
comida para los más pobres; Junta de Da
mas Protectoras; Conferencias de San V i
cente de P a ú l; Compañías y Asociaciones;
rifas, ttatro. excursiones, procesiones; entro
nización del Sagrado Corazón de Jesús en
la mayor parte de las casas. Se ha tenido
que construir una segunda iglesia, doble mayor que la primera. Ahora estamos constru
yendo una casa para los Sal-, sianos, que
tendrán que form ar una segunda comunidad,
ya que es imposible continuar yendo del Ate.
neo a l Oratorio, n i aun empleando «b ici» y
motocicleta.
Conclusión: hemos pagado todas las deu
das y las dos obras e s t ^ en su apc^eo. Pero
lo repito: quienes sostienen con sus oracio
nes y comuniones el Ateneo son los niños
del Oratorio.
Dos palabras sólo acerca de nuestra Obra
en Campo Grande. S? comenzó con un sen
cillo Oratorio Festivo. Cuando don Pian, destinado a i M atto Grosso, se despidió de dea
Rinaldi, éste le ineguntó: < ¿Adonde te mp-n
da tu Inspector?» « A Campo Grande», res
pondió. «A llá tenéis sólo v¡n Oratorio Fes
tivo; desarrolladlo y... veréis... Sí, dirás a tu
El Exemo. y Rvdmo. Mont. Comín, S. S., con
un cacique jíbaro de su Vicariato.
Inspector que Campo Grande será en breve
un gran campo sajesiano.»
El Oratorio se desarrolló, y ahora tiene im a
gran iglesia y un cuerpo de escuelas popu
lares diurnas y noctiumas. L a ciudad cuenta
con tres casas de H ijas de M aría Auxiliado
ra y cuatro de Salesianos.
En el campo de las Misiones.
Hemos construido: dos colegios en Guíratinga, capital de los «garim pos» (tierras dla.
m antííeras); la nueva Catedral en la misma
ciudad; e l Seminario en Araguaya. Hemos
ampliado los dos colegios, de niños y de ni
ñas, en Araguayana
Las asi llamadas «Colonias Bororas» han
cambiado por completo, porque los viejos
ranchos han sido sustituidos por edificios
de mampostería, d e ^ u é s de poner de nuevo^
en actividad los antiguos hornos locales.
Hay allí amplias capillas, clases, refectorios,
dormitorios, con bancos, mesas,
ar
marios y muebles en gen eral construidos
en las anejas escuelas. Merouri tiene inclu
so estación telegráfica tn casa. A l presente
está asegurada en agua también para los
meses secos, mediante la desviación de los
torrentes: la «M ortandade», en Sangrodou—
159
ro, y el «M iruin», en Merouri, que, gracias
a un salto, accionan la dínamo que da luz
a la iglesia, las escuelas y las casas, y ener
gía motriz a las máquinas de los talleres y
del campo. L a misma agua sirve para regar
los pastos y la huerta. «Garlmpeiros y fazendeiros» han ¡poblado en estos últimos
años las fértiles riberas del río Das Garglas y del río Das Mortes. que ya no tstán
infestadas de indios chavantes; y nos en
vían en abundancia a sus hijos para que
se eduquen a l lado de los indiecitos bororos.
En el resto de la Inspectoría tenemos otras
tres escuelas agrícolas en Coxlpó da Ponte,
en Silvania y en Campo Grande. Asimismo
tenemos en Cuyabá unas Escuelas Profesio
nales muy bien provistas para mecánicos,
sastres, zapateros, tipógrafos y encuadenradores. En estas escuelas se aceptan casi ex
clusivamente sólo muchachos pobres y aban,
donados.
Alm a de este movimiento lo es el Obispo
misionero Excmo. y Rdo. don José Selva, de
quien se ha escrito: «Sublime y ardiente
avanguardista del Evangelio, ha tomado por
palacio episcopal la inmensidad de su pre
lacia (175.000 k m s * q u e en un año ha reco.
rrido por entero a caballo. Los bororos le
aman como a un padre. Los buscadores de
diamantes le llaman «nuestro Obispo»; los
así llamados «garimpeiros», inclinados día y
noche escioitando ávidamente los tesoros de
la tierra, acuden a sus sermones; Mons. les
predica los resplandores y los tesoros inmar
cesibles del Cielo. Atraídos por la palabra y
el apostolado del Obispo misionero, esos aven
tureros, que mataban por im a sola palabra
de desprecio o de ofensa y que vivían en la
más d; senfrenada corrupción, se van trans
formando en buenos cristianos, jefes de fa
m ilia y fundadores de ciudades.» (Cfr. «Poliantela cinquantenaria» pág. 23.>
V IC A R IA T O A PO S TO LIC O
DE M ENDEZ Y G U A L A Q U IZ A
Ecuador,
14 de febrero de 1946
Sr. Consiliario del C irculo eMons. Comino.
V A LE N C IA
M i buen a m igo :
Muy grata sorpresa m e dió su carta del
18 de septiembre del año pasado, la que lle
gó en estos días primeros de 1946.
Doy gracias primero a Dios por haberme
dado, en el Círculo que honra m i nombre,
unos excelentes colaboradores, los que, con
sus oraciones y sacrificios, me ayudan en la
d ifícil empresa de conquistar para Dios a
los infelices jíbaros de la Floresta amazóni
ca. Después vayan mis gracias a ellos, que
han tenido la feliz idea de unirse para Apo
yar una obra qu;' les merecerá tantas ben
diciones del Señor.
Que el fervor misionero en esos buenos jó
venes continúe creciendo y veremos aumen
tar el m ilagro que hoy tanto consuelo me
d a : el de ver que los jíbaros, antes refrac
tarios a toda civilización, hoy la abrazan o
comienzmi a abrazarla. Y a tenemos colonias
de jíbaros cristianos. Unos cuatrocientos, 'en
tre jíbaros y jibaritas, se educan en asilos
que abrimos para ellos en la Floresta.
Bendigo a todos. Superiores y alumnos.
Afectísimo,
Mons. Com in
P. D.—^En 1944, más de ciento fueron lle
vados a n co rrer las ciudades del Ecuador
con ocasión del clcuentenario de nuestras
Misiones de la selva ecuatoriana, y desper
taron simpatías y admiración. Quisiera que
esos buenos amigos del Círculo me obtuvie
ran de Dios que mueva a las almas buenas a
ayudamos, para que muy pronto todos los ji
baros sean de Dios. Baste por hoy. Ruego
a Dios por todos.
Ernesto Carletti, Pbro. Inspector.
La
Doña
S i e r v o
de
Do r o t e a de C h o p i t e a
C o o p e ra d o ra
X IX
(Coarinuoción)
ardiente de caridad era el cora
zón de la Sierva de Dios, pero estaba
mu>» lejos esta caridad de parecerse al
altruismo o humanitarismo que lleva a fa
vorecer a l pobre y a l necesitado por un mero
sentimiento natural de compasión o por fines
torcidos y miras interesadas, entre las cua-
H
160
orno
—
D i o s
Salesiana
les es la más frecuente la vanidad, que »•
alimenta de vanos aplausos.
Sólo en la religión católica, y c ^ p lie n d o
sus enseñanzas, puede practicarse la verda
dera caridad que ama y socorre a l desdichado
con amor de hermano, que da c<m \ma ma
no sin extender la otra para recibir el pago
frío
miserable de la adulación, que no suena la
trony>eta a los cuatro vientos, que no envi
lece a l beneficiado con prolijas y repetidas
exigencias de reconocimiento, sino que. por
el contrario, procura que e l bálsamo mate
ria l derramado sobre su miseria física pene
tre hasta el fondo del alma y cicatrice llagas
muy hondas, tan hondas que sólo las pueden
ver los ojos iluminados por Ja luz poderosa
de la gracia y del amor de Dios.
Si quisiéramos resumir en una sola pala
bra todas las cualidades d e la verdadera
caridad según la describe San Pablo, diría
mos que la caridad cristiana es ((humildad»,
es decir, es consecuencia del recsonocimiento
del poder omnipotente de Dios en primer
lugar, y de nuestra propia miseria después,
tal que si El no nos hubiera dotado d ^ bienes
ya de fortuna, ya de inteligencia o de vo
luntad, seríamos los más pobres, ciegos y
miserables.
Doña Dorotea, lo hemos repetido varias
veces a los largo de est<K artículos, era humüdemente caritativa, y esta caridad humilde
se basaba, como en todos los infinitos mode
los que la Iglesia y sólo ella puede ofrecer,
« 1 su íntima unión con Dios por la gracia
y por la vida interior.
Penetrem<tó una vez más en e l secreto de
su alma grande por la puerta de sitó propó
sitos tomados en los Ejercicios Espirituales.
«Resoluciones tomadas durante los Ejer
cicios, que empezaron e l 13 de abril de 1890
en e l Ckilegio del Sagrado Corazón de Sarriá.
»1.‘ Prometo a Dios, m i Señor, consagrar
me enteramente a El y a la salvación del
prójimo por todos los medios que estuvieran
mi alcance.
a
HUESCA:
»2.* Procuraré dominar m i genio demasia
do vivo, estando atenta a calmarlo luego que
f^ t e en ello.
»3.* Tendré un particular cuidado en pu
rificar m i intención
todas las cosas, para
cuyo fin haré examen particular tres veces
a l día.
L a meditación deberé hacerla según
los avisos que nos ha dado el Padre.
«Ruego a mi Señor que si faltare en la
primera resolución, me castigue tan fuerte
como quiera, pues prefiero m orir antes que
ofenderle. Dorotea.»
Esta súplica a l final descubre el carácter
varonil de la Sierva de Dios y la luz interior
con que el Señor la iluminaba. Promete no
sólo consagrarse a Dios y a la salvación del
prójimo, sino que promete consagrarse «en
teramente». Y en seguida añade xm propó
sito sobre la humildad, que hasta podríamos
decir está formulado «con humildad», porque
no dice, por ejemplo, que será «dulce» en e l
trato con e l prójimo, especialmente <K>n las
personas a quienes fevorece; reconoce sen
cillamente «su genio demasiado vivo».
Vayamos a los ejemplos.
Establecido en este mismo año en Barce
lona el «Albergue de San Antonio» bajo los
amorosos cuidados de las H ijas de la Caridad,
doña Dorotea, sin que para ello fuera reque
rida, ofreció al punto su generosa coopera
ción, comprometiéndose a hacerles suminis
trar el agua. N o pudo aceptarse e l ofrecimien.
to. porque el agxia que la Sierva de Dios que-
L a ifleaía de M aría A uxiliadora embellecida con tm hermoso conjunto de
obsequio de los Antiguos Alum nos y Cooperadores Salesianos.
—
16i
ría suministrar a la casa no llegaba entonces
a la calle en que está construida, que es la
de Roger de Flor.
Pué, sin embargo, la Superiora a darle las
gracias, y al despedirse le dijo doña D orotea;
«Hermana, haga usted concluir e l plano de
la casa y hacer el presupuesto; tráigamelo
y veremos lo que se puede hacer.» Cuando
la religiosa volvió con los planos y el presu
puesto, después de examinarlos atentamente,
le dijo doña D orotea: «Pues adelante; que
se termine en seguida el edificio. Ahora vie
ne el buen tiempo.»
Después del edificio para albergue vino la
capilla, amplia y capaz; luego... sumas y
más sumas para sostener la obra con decoro.
Tanto, que un día una Hermana, al ver que
doña Dorotea dejaba caer en manos de su
Superiora quince m il pesetas como quien
deja caer un puñado de calderilla, se echó a
llorar, tanto más cuanto que antes parecía
ella, la Slerva de Dios, la favorecida que la
favorecedora. Doña Dorotea, al observar el
llanto de la Hermana y al oír sus palabras,
con gran serenidad le d ijo ; «Sosiégúese usted,
H erm ana; los ricos esto tenemos que
hacer, que para ello nos ha dado Di<» el
dinero».
«
*
«
^1 leer este relato puede ser que a más
de' un lector se le vengan a las mientes la
tán repetida y manoseada objeción contra
la religión católica: «S i todos los ricos fue
sen así... Pero hay muchos que a pesar de
ser católicos y de frecuentar las iglesias'
tienen el corazón más duro que las rocas.»
Rechazamos la objeción atacándola por
dos puntos distintos, ambos igualmente v\ünei-ables. Pi’imeramente hay que decir que
no son tantos los que parecen católicos y
cumplen sus deberes ext<mos para con Dios
y luego son injustos para con sus prójimos.
Llaman más la atención y dan más en ojos,
ciertamente, pero no son tantos, ni por
otra parte se debe juzgar ligeramente por
las apariencias.
En segundo lugar, debe saberse que nun
ca un buen católico se podrá fin gir ateo,
mundano, frívolo y pecador; pero todos
los ateos, numdanos, frívolos y pecadorazos
puedeh. si así les peta y les conviene, fin
girse no sólo católicos, sino Incluso cofrades
y archicofrades. socios y dirigentes de las
agrupaciones piadosas, sociales y benéficas
de la Iglesia, la erial ni tiene espías para
descubrirlos ni está en su espíritu el pedir
fuego del Cielo para que el Señor y los
hombres acaben con ellos.
«
*
«
De mayor importancia fué la fundación
de Pueblo Nuevo en San M artín de Provcnsals. N o quería ella que la población de
esa barriada, obrera en su casi totalidad.
162
—
careciese de escuelas para sus h ijos; por lo
cual contribuyó con 50.000 pesetas para el
establecimiento de escuelas de niñas a car
go de las Hermanas Terciarias de San
Francisco.
Hizo doña* Dorotea esta fundación con
gran secreto de tal manera, que ni siquie
ra las personas más intimas sabían que
fuese ella quien la costi-aba. Súpolo im a de
sus hijas, y al observar le reserva con que
procedía su madre, respetó su humildad y
ni Se atrevía a mover conversación sobre
dicha escuela. Un día, sin embargo, en que
se ofrgció ocasión de hablar de la obra,
preguntóle la h ija quién la costeaba, a lo
que la Sierva de Dios contestó con senci
llez y naturalidad: «Ten go entendido que
la costea una señora caritativa.» «S i yo— de
cía después la hija—no hubiera sabido que
esa señora caritativa era mi madre, jamás
llegara a sospechar que fuera ella, pues
nada de esto dejaba traslucir la manera
con que m e habló.»
*
«
«
Otras veces se valía de ingenuas estra
tagemas para que se quitase importancia
a sus cuantiosas subvenciones. T a l ocurrió
con la Casa que las religiosas de M aría
Inmaculada o del Servicio Doméstico le
vantaron en la calle del Consejo de Ciento.
Comprometióse a pagar 1.000 duros mensuales durante el primer año de las obras j
1.500 durante el segimdo año, a excepción
del último mes, en que pagaría 2.000, con
lo cual serían 152.500 pesetas, que era la
cantidad en que se ímbía presupuestado
la obra. Lloraban de emoción las religiosas
al escuchar esta proposición tan generosa,
cuando doña Dorotea, para disminuir ex
ternamente el mérito de su buena acción,
añ adió: «P ero m e tienen que pagar e l al
quiler de la casa que ahora ocupan mientras
yo viv a ; luego ya no.»
Quisieron estas buenas religiosas obse
quiarla, y para ello la invitaron repetida
mente a que visitara la nueva casa; per»
nunca pudieran acabar con ella, de manera
que murió sin ver siquiera el edificio levan
tado con su generosidad.
* * ««
También los ancianitos recogidos por las
Hermanitas de los Pobres en el Asilo de 1*
calle Borren sintieron las cariñosas y ma
ternales manifestaciones de lia ínagotablt
caridad de doña Dorotea. Después de haber
los favorecido cem muchas limosnas, angus
tiada a l saber que eran muchos los ancia
nos desvalidos que debían ser rechazados
por falta de lugar, animó a la Superiora a
que emprendiera la construcción de un nue
vo edificio con capacidad para acoger a
setecientos asilados.
(Continuará.)
L A S P A L M A S : G ra p o d e alumnas d e las H ija s d e M a ría A u x ilia d o ra en e l nuevo Co*
le g io que éstas han ab ierto recientem ente en e l b a rrio d e Guanertem e.
Crónica de gracias
M A L A G A .— H allándom e
en
un
apuro
grandísim o, acudí a m i M ad re A u x ilia d o ra
con toda la seguridad d e ser escuchada.
Em pezam os una novena, qu e term inó el
día 24; y el mismo día p o r la noche esta
ban en nuestro p oder los docum entos de
los que dependía la solución satisfactoria
de nuestro asunto. A g ra d ecid os, tomamos
parte en la procesión de M aría A u x ilia d o
ra y publicam os la gracia.— M. L . V ., H i
ja de M aría.
S A N JOSE D E L V A L L E (C á d iz ).— H a
llándose gravem en te enferm o uno d e mis
fam iliares, acudí a M aría A u x ilia d o ra p o
niendo por prin cipal intercesor al Siervo
de Dios don A n d ré s Beltram i. y prom etien
do publicar la gracia si se dignaba con ce
dérm ela. P o c o tiem po después recib í car
ta d e mi fam ilia anunciándom e la curación
del citado en ferm o. A g ra d e c id o , cum plo mi
p ro m e s a ,p a ra g lo ria d e la V ir g e n Santísi
ma y d el S iervo d e Dios.— Un N o v ic io Salesiano.
hasta encontrarse a los pocos días fuera
de p eligro. A I publicar la gracia alcanzada
por la intercesión d e San Juan Bosco, en
v ío cinco pesetas d e limosna.— F. R ovira.
Z A R A G O Z A . — H ab ién d om e
encargado
de dos nietecitos m íos m ientras sus padres
se hallaban en Barcelorv^. en ferm ó uno de
ellos d e once años d e edad. Sufría d e g ri
pe, que se com p licó después con pleuresía.
Estábamos verdaderam ente apurados, y con
nosotros el m édico d e cabecera. A c u d í a
San Juan Bosco, y el últim o día d « la no
vena que hicim os ante su reliquia b ajó la
tem peratura al grad o norm al. Sigu ió m ejo
rando el niño y el día de M aría A u x ilia
dora pujJimos visitar al Santo en su capilla,
acom pañando al en ferm ito ya com pletam en
te curado. M uy agradecida, le en vío la lim os
na p rom etida y le ruego publique la gra
cia.^—M aría P ila r del Cacho, viuda d e Blasco.
Z A R A G O Z A . — E n vío una lim osna que
o fre cí a San Juan Bosco al suplicarle que
interpusiera su valiosa m ediación, a fin de
que los m édicos adivinasen prim ero y cu
rasen después la enferm edad de mi hija,
M aría P ila r. D esde el 28 d e fe b re ro no ha
vuelto a sentir la hienor m olestia, y por
los análisis hechos se ha p od id o com p ro
bar que está com pletam ente curada.— M a
n a Luisa P . Cistué d e C abrera.
. Z A R A G O Z A . — D ebía op erarm e d e ar
tritis. pues todos los rem edios habían re
sultado inútiles. M e hallaba ya en la* c lí
nica y toda m i con fianza estribaba en la
novena qu e estaba haciendo a- San Juan
Bosco. P u ed o asegurar que la hacía con
gran fe. A n te s d e trasladarm e a la sala
d e operaciones m e hicieron un nuevo exa
men, y cuál no fué mi alegría al escuchar
la frase; cN o es necesaria la o p era ción .»
H o y , com pletam ente curada, visito al Santo
y hago en trega d e una lim osna en prueba
de m i gratitud.— M aría d e los A rcos.
Z A R A G O Z A . — Encontrándose un sobrinito m ío gravem ente enferm o, acudí a San
Juan Bosco p id ién d ole su curación. A par
tir de aqu el m om ento com enzó a m ejorar.
A R R IA T E
(M á la g a ).— R ecu rrí a M aría
A u x ilia d o ra en un m om ento d e capital im
portancia para m í; m e o y ó . con cediéndo
m e la gracia. E nvío una lim osna para su
culto.— ^Antonio G am arro.
—
163
L A C O R U Ñ A .— P or un fa v o r recibido
entrego cincuenta pesetas a M aría A u x ilia
dora para la O b ra Salesiana.— M. Chicharro.
L A C O R U Ñ A .— D o y gracias p or un fa
v or recibido y en vío 'v e in tic in c o pesetas
para su iglesia.— C. Castro.
T IB ID A B O (B a rc e lo n a ).— D o y gracias al
V en era b le D om ingo Savio. a quien puse
por intercesor ante M aría A u x ilia d o ra y
San Juan Bosco, por haberm e concedido
la gracia d e aprobar el curso, y cum plo la
promesa de publicar la gracia v d e entrear una limosna para el T e m p lo N acional
xp iatorio.— Un aevoto.
M A D R ID .— A l notar los síntomas d e una
en ferm edad incurable, m e encom endé a
M aría A u x ilia d ora y a San Juan Bosco, p i
diéndoles no se me declarara tan g ra v e mal,
y p rom etí una lim osna y publicar la gracia
en el «B o le tín ». M és tarde se repitieron
los siniestros síntomas, v me encom endé a
la Beata M azzarello y al V e n e ra b le Dom in
go Savio, haciendo el m ism o ofrecim iento.
H o y puedo dar gracias a mis celestiales
p rotectores y cum plir mis promesas, pues
me he visto lib re de la tem ida enferm eaad.— M. T .
P U E B L A DE G U 2 M A N (H u e lv a ) .— P r o
m etí publicarla en e l «B o le tín » si M aría
A u x ilia d ora m e concedía una gracia que
le pedía, y com o quiera que esta celestial
M adre o y é mis súplicas, cum plo m i p ro
mesa y envío una lim osna para las O bras
Salesianas.— ^Teresa Dom ínguez,
M ALAG A.
Encontrándom e sin trabajo
y con muchas necesidades, acudí llena de
confianza a M aría A u x ilia d ora pidién dole
me p roporcionara trab ajo y p rom etiendo
entregar la prim era paga para su culto.
H o y puedo cum plir mi prom esa y dar g ra
cias a tan bondadosa M adre.— Juana L . C.
M A L A G A . — ^Teniéndome que presentar
a exámenes, de los cuales dependía mi p or
venir. acudí a M aría A u x ilia d ora , pidién
d ole me sacara triunfante. Mis súplicas han
sido Finalmente escuchadas y d o y gracias
a la V irg e n de mi C olegio , la A u xiliad ora
d e los cristianos, publicando el favor y en
tregan do una pequeña lim osna, fru to de
mis ahorros.— A n to n io Lu qu e O rtiz.
M A L A G A . — Sumamente agradecida, ha
go publicar la gracia que m e con cedió du
rante su novena. T en ien d o a uno d e mis
fam iliares oue llevaba ya quince años sin
recibir los Sacram entos y a quien no se le
podía ni hablar a este respecto, le p ed í la
gracia de la conversión a M aría A u x ilia
dora durante su novena. E l día 24 de m a
y o pude ver a mi pariente confesar para
com ulgar al siguiente día.— N . O . P .. A rchicofrade.
M A L A G A . — V ié n d om e p recisado a so
m eterm e a una dificilísim a y delicada op e
ración, me encom endé a mi buena M adre
M aría A u x ilia d o ra , prom etién dole una li
mosna de cincuenta pesetas para su culto.
164
—
H oy , al ven ir a postrarm e a los pies d e
la m ilagrosa im agen después del fe liz re
sultado d e la operación, entrego ai señor
D irector del C olegio Salesiano la cantidad
prom etida y ruego se publique el fa v o r al
canzado, para aliento de quienes se encuen
tran en trances d ifíciles com o e l m ío.— José
G areni Farajo.
B A R C E L O N A .— H abiendo
sentido
sín
tomas de asma, pedí a la V ir g e n que me
curara, p rom etien do una lim osna y publi
car la gracia en e l «B o le tín ». A g ra d e c id a ,
cum plo mi promesa y en vío d iez pesetíip.—
Una d evota de M. A .
UTRERA
(S e v illa ).— Su friendo
ciertas
dolencias y tem iendo se vieran defrau d a
dos mis deseos de p o d e ^ escalar la cum bre
d el sacerdocio a su debido tiem po, me en
com endé a D om ingo S avio y fui escuchado,
d e b o hacer tam bién relación de otras dos
gracias que considero verdaderos m ilagros.
T en íase que som eter m i m adre a una in
tervención quirúrgica, y com o e l m édico no
m anifestara confianza en el éxito d e la op e
ración, la encom endé a D om ingo Savio.
O perada ya, m i m adre goza al presente d e
buena salud. En aquella circunstancia v i
sité a una enferm a desahuciada p or el m é
dico, puesto que padecía una em bolia. A c o n
sejóle que hiciera una novena a D om in go
S a vio en com pañía de sus fam iliares, y
se puede decir que desde aquel mon^ento
desapareció el p eligro, quedando com pleta
m ente restablecida a los pocos días; y. por
últim o, d ebien do som eterse a una sencilla
operación, todo se siguió norm alm ente gra
cias a la p rotección d el V en e ra b le.— ^Un Sa
lesiano.
G R A N A D A .— H ab ien d o indicado los m é
dicos que era prob ab le que tuviese cierta
grave enferm edad, invoqué a M aría A u x i
liadora. p or cuva poderosa intercesión con
seguí que resultaran falsos mis tem ores y
los pronósticos d e los facultativos. A g ra d e
cido, publico la gracia en e l «B o le tín ».—
J. P.
A S T U D IL L O (F a le n c ia ).— D o y gracias a
M aría A u x ilia d o ra p orqu e no sólo ha es
cuchado mis ruegos d evo lvien d o la salud
a dos fam iliares míos gravísim am ente en
ferm os, sino que ha tocado e l corazón de
un herm ano m ío d ecidiéndole a com enzar
los estudios del latín para ser salesiano. y
a m í mismo me ha ayudado a salir victo
rioso en mis exám enes.— U n A sp ira n te Sa
lesiano.
A L D E A D A V I L A DE L A R IB E R A (Salam a n c a ).— P o r una gracia recibida d e Ma
ría A u x ilia d o ra envío la lim osna de vein
ticinco pesetas para la O b ra Salesiana.—
Crescencia V icen te.
M A D R ID .— Cum plo la prornesa qu e un
día hiciera a los pies de Jesús Sacram en
tado. de M aría Santísima y d e San Juan
Bosco d e p u blicar m i gratitud p or los in
num erables favores v gracias qu e m e han
con cedido antes y después d e profesar en
la C on gregación Salesiana. Y entre estas
gracias es la p rim era y prin cipal m i voca
ción , en la que espero perseverar toda mi
vida con la p rotección d e M aría A u x ilia<iora y para bien d e muchas almas.— U n Saiesiano.
M A D R ID .— Infinitas gracias le d o y a M a
ría A u x ilia d o ra p or todas las que £ lla me
ha con cedido durante toda m i vid a y es
pecialm ente p or la últim a qu e m e otorgó
nace unos meses cuando al encontrarm e
enferm a diagnosticaron los m édicos que te
nía para mucho tiem po; p ero a las vein ti
cuatro horas de com enzar e l tratam iento
estaba com pletam ente bien.
C um plo mi
tremesa de dar una lim osna y d e publicar
a gracia en el tB o Ie tín ».— ^Una C oop era
dora.
f
U T R E R A (S e v illa ).— Dam os m uy de c o
razón gracias infinitas a M aría A u x ilia d o
ra. d e quien hemos sido siem pre m uy d e
votos, por un fa v o r extrao rd in a rio ob te
nido. y público testim onio d e su p od er pa
ra qu e todos se animen a in vocarla en sus
necesidades.— U na devota.
U T R E R A (S e v illa ).— A g re d e c id a a M a
ría A u x iliad ora, qu e siem pre escuchó mis
súplicas, esta v e z curando a mis hijitas,
hago publicar la gracia y en vío una lim os
na.— Una devota.
S A N JOSE D E L V A L L E (C á d iz ).— H a
biendo sido m ordido m i padre p or un p e
rro sospechoso de rabia, se encom endó a
M aría A u x iliad ora, p rom etien do a tan bue
na M adre hacer celeb rar una Misa en su
honor si le lib ra ba de tan e ^ a n to s a en
ferm edad. H o y m i padre está fu era d e io
d o peligro y ha cum plido y a su promesa.
D oy gracias a la V ir g e n d e don Bosco por
la gracia concedida y le p id o siga b endi
ciendo copiosam ente a t o d a
m i fam i
lia.— N. N.
A L IC A N T E .— H ace cinco o seis años tu
ve una firm e vocación religiosa, vocación
que p erdí por m i inconstancia, llegando por
fin a olvid arm e de ella, hasta el extrem o
de no qu erer ni siquiera oír nom brar a
las m onjas y d e avergon zarm e de em i fana
tism o». com o solía d ecir en m i lengua
je frív o lo y mundano. Mas en m edio de mis
locuras jam ás d ejé d e visitar a la V irg e n
A u x iliad ora, con o sin ganas, y d e recitar
siem pre algunas oraciones a sus pies. Un
d ía en qu e m e encontraba cansada d e mi
mundana vida, le p rom etí qu e si m e de
volvía la vocación qu e tan fe liz m e había
hecho años atrás, publicaría la gracia en
el c B o letín ». A u n qu e se lo p ed í con todo
m i corazón, no esperaba la gracia, pues m i
alejam iento espiritual era gran de y se ne
cesitaba un verd ad ero m ilagro. A l d ía si
guiente. v o lv i a m i vid a frív o la ; p e r o ,
i a h !, la prom esa estaba hecha, y, aunque
olvidada p or m i parte, en poco tiem po se
efectu ó un cam bio p rod igioso en m i vida,
y hoy me encuentro fe liz y dichosa en un
m onasterio, desde e l que nunca m e cansa
ré de dar gracias a M aría A u x ilia d o ra y re
com endar a enferm os d e alma y d e cuerpo
que acudan
alumna.
confiados
a
Ella.— U n §
Ex
CARM ONA
(S e v illa ).— ^Una
trem enda
caída m e p rod u jo la fractura de la pierna
p or el fém ur y la rodilla. En tan gravísim o
apuro acudí a María- A u x ilia d ora , con tal
fe rv o r, que hasta en m ed io de mis intensí
simos d olores exclam aba: ¿ V erd a d que no
es nada. M adre m ía A u x ilia d ora , y que me
vas a curar í A s í fué, en efecto, a pesar de
la tardanza en ponerm e a cura, de la es
casez de m edios y d e las dificu ltades del
tratam iento. T a n extraordinaria ha sido la
curación, que, ,al parecer d e los mismos
facultativos, no cabe duda de la protección
palpable d e la Santísima V irg e n . P o r lo
cual, agradecida, cum plo m i prom esa de
dar una lim osna de veinticinco pesetas pa
ra su culto.— M aría G onzález.
CARM ONA
(S e v illa ).— D o y
gracias
a
M aría A u x ilia d ora p or innum erables fa v o
res recibidos y p or haberm e curado d e una
enferm edad nerviosa que a to4.os r|os te
nía bastante preocupados. D eseo se publi
que la gracia en e l «B oletín S a lesian o». c o
m o se lo o fr e c í a la R ein a de los Cielos,
para que todos recurran siem pre a su p o
deroso auxilio.— D. D.
R IO G O R D O (M a la g a ). — C onocida p or
demás es la d evo ción qu e la ciudad d e M á
laga p rofesa a M aría A u x ilia d ora . N o le
van a la zaga los pintorescos y alegres pue
blos m alagueños que, para honrar a su
C elestial M ad re, no m iden distancias ni
consideran obstáculos e incom odidades. V i
sitaba en .la p arroquia doña Encarnación
N avarro a Jesús Sacram entado, y qu erellá
base ella ante el D ivin o P risio n ero d e que
para honrar a M aría A u x ilia d o ra tuviera
ue desplazarse a la ciudad. Muchos, se
ecía, no podrán presentar a la Santísima
V ir g e n el tributo d e su am or y gratitud. Y
en un gen eroso arranque p rom etió qu e si
un día se lo perm itían sus bienes, la A u x i
liad ora d el pueblo cristiano sería honrada
y venerada por todos sus paisanos. Rasa
ron unos días y la m encionada señora' reci
bió la noticia d e qu e un número qu e ju
gaba a la lotería había sido prem iado
con 28.000 pesetas. N o m ucho tiem po des
pués la V ir g e n d e don Bosco entraba triun
fante en R íog ord o. Desde entonces sus ha
bitantes se glorían d e que, a pesar d e no
haber allí Salesianos, profesan gran d e y fi
lial d evo ción a tan C elestial Señora. A otras
partes, dicen. la V ir g e n ha sido lleva d a ;
aquí, ha venido Ella.—-E ncarnación M olina.
a
M A L A G A . — Durante una epidem ia de ti
fus, qu e causó no pocas víctim as en esta
ciudad, en ferm ó gravem en te d e lo m ism o
una joven , cuya vid a se v ió am enazada al
m ism o tiem po p or una p e rfo ra c ió n intesti
nal, d e m odo que, al d ecir d e los m édi
cos, el caso era desesperado, y para ago
tar todos los rem edios humanos decid ieron
com o últim o recurso som eter a la enferm a
a una d ificilísim a op eración quirúrgica. Una
señora, m uy d evota d e M aría A u x ilia d ora ,
qu e v iv ía en o tro piso d e la misma casa.
'
—
165
y qu e padecía !a misma enferm edad, sabe
dora d e la determ inación d e loa m édicos y
segura de la in eficacia d e la operación, co
m enzó a encom endar a Dios a la p ob re jo
ven, a fin d e que la ayudara a presentarse
lo m ejo r posible a su d ivin o T rib u n al. F^ro al tropezar su m ano con una m edalla de
M aría A u x ilia d o ra , que siem pre tenía d e
b ajo de la alm ohada, tuvo la fe liz in ^ u a ción de encom endar a tan buena M adre
a su p ob re vecina, y así lo hizo, al mismo
tiem po que encargaba
ib i a sus parientes col'
raran d el cuello d e la joven la m edalla de
a Santísima V irg e n . R ecib id o sólo e l Sa
cram ento d e la Penitencia, pues los fre
cuentes vóm itos no le perm itían com ulgar,
la paciente fué trasladado a un sanatorio
para ser operada. Y a en la inesa de op e
raciones. los m édicos descubrieron qu e la
causa de la tem ible graved ad d e la en fer
ma no era la supuesta p erforación intesti
nal, sino otra más grave aün y qu e oculta
mente venía desarrollándose en la joven des
de hacía ya bastantes años, p e ro que había
llegado a tal grado que, d e tardar unas
horas más en ser llevada al quirófan o, hu
biera seguram ente m uerto. H oy , dicha jo
ven se encuentra com pletam ente restable
cida, y. agradecida a M aría A u x iliad ora,
a cuya intercesión potentísim a atribuye la
salvación d e su vida, y deseosa de p ro p a
gar su devoción entre los fíeles, quiere» que
se publique el fa v o r recibido.— R . M- O-
f
I G U A L A D A (B a r c e lo n a ).— M u y agrade
cida a la V ir g e n A u x iliad ora p or los varios
favores p or su intercesión obtenidos, y en
especial por haber socorrido m aternalm en
te a mi querida sobrina en trance en' que
p eligraba su vida, en vío una lim osna pa
ra las obras salesianas.— M. Bausili D o
mínguez.
A L D E A D A V I L A D E L A R IB E R A (S a
la m a n c a ).— Estando m í h ijo en ferm o del
pecho y con una com plicación al parecer
grave, acudí a la que es A u x ilio d e los cris
tianos, p rom etién dole publicar la gracia,
entregar una lim osna y hacer celeb rar una
misa en acción de gracias si m i h ijo cura
ba. H o y cum plo lleno d e alegría y d e re
conocim iento m i prom esa.— Un fie l devoto.
IN
M E M O R I A M
D on José Cárdenas M orilla. C oad ju tor
SsJesiano.— L a C on gregación Salesiana, y
m uy especialm ente la Inspectoría Bética.
están de luto por la m uerte de este ejem plarísirao hermano, cuyas virtudes y dotes
de trab ajo constituían un verd ad ero tesoro.
H abía nacido en M orón de la F rontera el
12 de agosto d e 1889. d e m uy buena y
cristiane la m illa . En 1906 fué adm itido en
el C ole gio de E cija en calidod de Aspirante,
V después de dos años d ió comienzo^ al
santo N o viciad o, qu e cum plió en Sevilla,
para em itir sus prim eros votos e l 3 d e no
viem b re d e 1908. Desde entonces hasta su
m uerte han sido treinta y och o años d e v i
da salesiana fecunda, en una siembra cons
tante d e bien por el ejem p lo, la palabra y
el sacrificio en todas las Casas que le ^se
ñaló la O bedien cia, y que fueron Sevilla,
E cija, M ontilla, A n te q u e ra y M álaga. Elsta
última Casa fué e l verd ad ero cam po d e su
apostolado. En ella desplegó su celo en b ien
de las almas d e m il maneras, com o^ maes
tro, com o sacristán, enferm ero, asistente,
etcétera. En su no común habilidad para
la escena halló un gran m edio de santificar
a las almas con el lem a netam ente salesian o: eServid al Señor con a le g ría .» T o d a
M álaga le conocía p or su carácter jovia l,
su p orte llano y humilde, su sonrisa siem
p re a flo r de labios, que le ganaba los c o
razones y las simpatías de cuantos le tra
taban.
El Señor le p ro b ó con no pocas tribu
laciones durante su vida, entre las cuales
fué una d e las m ayores la falta d e salud,
qu e él soportó con ed ifican te sumisión a la
voluntad d el Señor. L o s dos últim os años
han sido para e l buen religioso un cons
tante m artirio, pues, inm ovilizado en el le
cho. ha sufrido lo que sólo é l y D ios saben.
D on José Cárdenas fué un religioso en
todo el estricto sentido d e la palabra, e l
hom bre d e Dios de qu e habla el A p ósto l.
A m ó la humildad, buscando siem pre y en
todo la gloria d e Dios y no las alab an za»
de los hom bres. L le n o d e caridad Hacia
todos, se hallaba siem pre dispuesto a pres
tar su ayuda a quien la necesitara. Sentía
la p ieda d y nutría una m uy tierna d e v o
ción hacia e l Santísimo Sacram ento y ha
cia M aría A u x ilia d o ra . L a d elicadeza d e
conciencia constituía una d e sus dotes ca
racterísticas.
O b edien te,
escrupulosam ente
observante d e sus R eglas, lleno d e senci
llez. su recuerdo habrá de ser para cuantos
le con ocieron p od eroso estímulo en la v ir
tud. Es d e tod o punto im posible hacer re
saltar debidam ente, en los estrechos lím i
tes d e un artículo n ecrológico., su am or en
tusiasta e inquebrantable hacia la C on gre
gación, a la qu e se había c e n s u r a d o , p u ie ra el Señor enviar a nuestra P ía S ociedad
m uchos hermanos del tem ple y fib ra d el
qu erido don José, los cuales, llenos d e su
m ism o espíritu, hagan revivir entre nos
otros las am able figu ras d e Jesús y d e don
Bosco y pasen com o ellos haciendo e l bierr
a manos llenas.
R everen d o don E nrique Buj, S a cerd ote
Salesiano.— Después
de
haber
trab ajad o
con gran generosidad y a cierto com o Ca
tequista en la Casa Salesiana de la A n ti
gua R on da d e A to c h a (M a d r id ), y en las
d e A lic a n te y d el T ib íd a b o com o D irector,
m archó a C h ile com o m isionero, donde, tras
d e catorce años d e fecundo apostolado, ha
o íd o la v o z d el Dueño d e la viña qu e le
llam ara a recibir la recom pensa de sus mu
chos servicios y virtudes. Su verd ad ero cam
p o d e acción lo constituyó la ciudad d e
T a lc a , d on de d irig ió las Escuelas P op u la
res y e l O ratorio F estivo d e Santa A n a .
frecuentado p or un m illar d e niños d e los
más pobres de la ciudad,
N o bastándole a su ardien te celo e l tra
b ajo d el C ole gio y O ratorio, exten día su
caridad a la cura d e almas y d e la p ob la
ción obrera, arreglan d o m atrim onios y p ro
curando que nadie m uriera sin los a u x ilio »
166 —
-
d e la R eligió n . Y tal era el c e lo desplegado
p or don Erlque, que se le tenía por todos
en opinión d e santo.
A u n qu e é l no se preocu paba ni p oco ni
mucho d e su m altrecha salud, los Supe*
riores le exim ieron d e la pesada c a rga ; pero
él, previen d o tal v ez su cercan o fin, se dio
a pred icar con ren ovad o ard or entre las
eotes esparcidas en los grandes latifunios, obteniendo no p o c o fru to con su per*
suasiva palabra y su gran caridad.
Su enferm edad fué corta, p e ro sobre
llevada con resignación ejem p lar. A n te s de
m orir recordaba con cariño a su querida
España, pidien do para ella días de ventu
rosa paz y prosperidad.
f
D on Francisco Javier Fages. d e Clim ent.—
Con la m uerte d e este ilustre abogado,
Figueras acaba de perd er a uno d e sus m e
jores conciudadanos. Su m uerte fué la de
un santo, com o lo fué su larga vida. R e
cibió los Santos Sacram entos y la Bendi
ción Ap ostólica d e Su Santidad. L a Con
gregación Salesiana le es deudora de mu
chos favores, y a que, com o gustosamente
nos lo recordaba, había con ocid o y habla
do con San Juan Bosco al pasar p or G e
rona y Figueras en dirección a T u rín el
año 1886. Sin duda alguna que su inten
ción le acom pañó todos los días d e su vida,
como le acom pañó su retrato, qu e enseña
ba com placido a los qu e iban a visitarle.
A su señora esposa, a don A n to n io Fages
y demás fam iliares, con nuestro sentido p é
same, ofrecem os n u estra» oraciones y las
de nuestros lectores.
Ilustrísimo señor don José M .* Bonm atí
P u jol.— E l día 16 d e m ayo pasado fa
llecía cristianam ente en Barcelona el llustrísimo señor don José M.* Bonm atí y P u
j o l , con fortad o con los Santos Sacram en
tos y B. A . de S. S. Su m uerte fué com o
su vida, la d el justo. L a im ponente m ani
festación d e duelo en su en tierro •• fune
rales, tanto en B arcelona com o en Bon
matí. donde descansan sus restos m orta
les. dicen bien alto lo que fué don José M a
ría durante su v id a ; un excelen te caballero
cristiano, un p ad re d e los menesterosos, un
adm irador e in fatigab le bienhechor d e to
das las obras d e c e lo y caridad. T a l fué
para él. com o lo había sido para su difun
to padre, la obra de San Juan Bosco en
G erona y B a rcelon a ... D esde su estableci
m iento en G erona filé uno d e los más ce
losos cooperadores. A su apenada esposa,
a sus numerosos h ijos y a todos sus fam i
liares. nuestra condolencia más sentida.
V
P rín cipe José A u gu sto d e C zsuioryski.—
T ra s largos días d e padecim ientos, en los
que recibió repetidam ente los Santos Sa
cramentos. ha fa llecid o en Sevilla el prín
cipe de C zartorysld.
H ab ía nacido S. A . S. el p rín cip e ¡osé
Augusto M aría P ío en V a rs o v ia (P o lo n ia ),
el 20 d e octu bre d e 1907, tercer h ijo del
p rín cipe A d a m Luis C zartorysk i y Borbón.
y d e la princesa M aría Luisa, condesa Kras-
ne-Jkrasinka. P o r perten ecer a la estirpe d i
nástica lituana y ser e l m ayor de los hijos
varones, sucedió a su p a d re en la jefatura
d e la Casa, siendo e l X I l l p rín cip e de C zar
toryski. Eran sus herm anos: la fin ad a prin
cesa M argarita, esposa qu e fué d e S. A . R . el
p rín cip e don G ab riel d e B orbón-Sicilia (h e r
m ano d el infante don C arlos) ; la princesa
Isabel, la princesa Y ola n d a , e l p rín cipe L a
dislao— mucho tiem po p risionero d e los ru
sos y qu e luego fué puesto en libertad.— la
rincesa T e re s a y e l p rín cipe don Luis, faecido durante esta guerra m undial.
Desde muy joven se d edicó el p rín cipe
a la agricultura en las extensas p ro p ied a
des que la fam ilia C zartorysk i posee en
Polon ia, en las cuales residía habitualm ente. R e a lizó diversos viajes al extran jero,
visitando Inglaterra, A le m a n ia y Francia,
principalm ente.
En 1937 con tra jo m atrim onio en Laussane (S u iza ) con S. A . R. la princesa doña
D olores d e Borbón S icilia y O rleáns, hija
de SS. A A . R R . los Infantes doña Luisa
V don C arlos, de cu yo m atrim onio nació en
S evilla un h ijo en enero de 1940, el prín
cip e A d a m C arlos, y más tarde, en fe
b rero d e 1945, el m alogra do p rín cipe Luis,
fa llecid o hace pocos meses.
En 1942 fué recib id o e l p rin cipe Augus
to de C zartorysk i C ab allero d e la R e a l
M aestranza de C aballería de Sevilla.
Largo s padecim ientos había su frido el
p rín cipe durante la guerra, con toda la
secuela d e privaciones, qu e m inaron su
existencia, y tras muchas vicisitudes consi
guió llega r a España.
Su pensam iento, siem pre puesto en la
!»ia n a patria, le hizo ocuparse activam ente
d e sus com patriotas, y com o m iem bro d e
la C ruz R o ja polaca in tercedió de con ti
nuo p or ellos, p rocurándoles socorros v ay^udándoles tanto dentro com o fuera d e E s -'
paña.
H a sido enterrado en la iglesia d e la
Santísima T rin id a d d e las Escuelas Salesianas de Sevilla.
R
R everen d o don A gm tín Pallares, S. S .* ^
Era n a tu ral d e Barcelona, donde naciera
el año 1881. En 1900 p rofesó en la Con
gregación Salesiana. en la cual ha traba
ja d o incansablem ente hasta su m uerte, ocu
rrida en M ohernando (G u a d a la ja r a ). H a
bía sido D irecto r d e las Casas Salesiana»
d e Huesca, Santander (C . V iñ a s ). Baracaldo y M adrid (E s tre c h o ). L a bondad y
dulzura salesiana» fueron la característica
de su la rgo y efica z apostolado.
D on Juan B a rceló B argit, S. S.— F alle
ció e l día i 3 d el p. p. ju n io este santo coad'utor salesiano en la Casa d e G erona, en
a cual trab ajó hum ilde e incansablem ente
desde el año d e su p rofesión (1 9 0 6 ) hasta
qu e le sorp ren d ió la m uerte a los ochenta
y uno d e su edad. Su vid a puede resumirse
en estas tres p alabras: trab ajo, ob ediencia,
caridad.
Í
—
167
Cooperadores Salesíanos, Antiguos Alumnos, lectores del «Boletín»:
No permitáis que falte el
CA
NDARIO -TACO
Y
ts J L iv
p ara
a o a i v
o o s c o
1947
en ningún hogar, despacho, oficina, tienda, taller, clase, sala de visita,
etcétera, donde tengáis influencia o intervención
C A R T O N E S
N.® 1. Sagrado Corazón de lesús.
N.® 2. MxRlA AUXtLUDO^A Y S A N JUAN
BOSCO. Cuadro del a tar de San Juan Boaco
en la Basílica de Turín.
Pedidlo cuanto antes a la Casa Salesiana más próxima, o bien
(mínimum de diez ejemplares) a la S E I, Alcalá, 164, Madrid.
páginas en papel biblia, i i x i6 cm.
Encuadernación en tela flexible edi
ción de bolsillo.
Ptas. 25.
N o v e d a d e s de la S E
Historia de la Iglesia, por Rómulo Piñol, S. S., desarrollada en cien pun
tos o capítulos.— II2 páginas de
lectura amena e instructiva.—Abun
dantes y artísticos grabados.
Ptas. 6,00.
Album de cromos de HISTORIA SiOSADA
Evangelio, Catecismo, Historia. Ho
Album de cromos de SAN JOAI BOSCO
(74 cromos)
(54 cromos)
Muy útiles para estimular el interés de
los niños en escuelas y catcquesis.
milías C a t e q u í s t i c a s un párroco .—
Un verdadero tesoro para predicadores y catequistas.—Cerca de 600
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LECrm S
BOLETIN
CATOLICU
SALESIANO
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S l S a . M A D R l I >
i 5 p «seta«.1 2 tomoa al año
S. E. 1.. A lc a lá ,
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Madrid
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Maestro, dime:
¿Qué he de creer?
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Carabiftchel Alto.— Madrid
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Fecha
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1946.09
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1946.10