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Título
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BS_1945_10
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Descripción
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Boletín Salesiano. Diciembre 1945
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extracted text
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IN MEMORIAM
Doña Teresa Balaguer.— Moría, esta insig
ne devota de M aría Auxiliadora, y una de
las fundadoras de su Archicoíi-adia, en Za
ragoza, el 18 del pasado octubre, a los ochen
ta años de edad. A sus hijos, entusiastas
Cooperadores Salesianos, nuestro más senti
do pésame junto con la promesa de las fer
vorosas oraciones de nuestros niños.
Doña Sofía Castellanos de Cóloiner.—El 11
de septiembre moría cristianamente esta piadosa señora, h ija de los Marqueses de Ja
ral, insignes Cooperadores Salesianos. A los
padres y a su afligido esposo les acompa
ñamos en el dolor y pedimos a M aría Au
xiliadora les consuele en su pena.
Señorita Elena Alvares M ir. — Tras una
enfermedad sumamente dolorosa y larga ha
fallecido santamente en L a Coruña e s t a
fervoiosa Coopei*adora Salesiana. Durante
muchísimos años ocupó cargos de relieve en
la Archicofradia de M aría Auxiliadora. Se
guía siempre con el mayor cariño el des
arrollo de las. Obras Salesianas, a las que
quería como cósa propia. Ultimamente, ante
el gran aumento de las vocaciones salesia
nas, no regateó esfuerzo para contribuir a
su sostenimiento, en la medida de sus po
sibilidades. A sus hermanos, y en especial
a su hermana María, su ángel ctistodio du
rante la larga enfermedad, nuestro más sen
tido pésame con la promesa de nuestras fer
vorosas oraciones.
D.^ IsSbel Navarro Oliver. Falleció en Za
ragoza el día 5 de noviembre. Esta gran
Cooperadoi*a Salesiana se distinguió duran
te toda su vida por su devoción tierna y
acendrada a M aría Auxiliadora, cuya Archicofradía fim dó hace años en Zaragoza. Cuan
do el segimdo sucesor de don Sosco, el R e
verendo D, Pablo Albera, vino a España, se
hospedó en casa de doña Isabel, que con
servó luego todos los objetos usados por el
Rector Mayor de los Salesianos con gran
veneración y respeto. Hallándose en cierta
ocasión a punto de muerte, recibida ya la
Extremaimción, le pareció ver a don Bosco.
que le decía que había de curar, como así
sucedió, con gran maravilla de todos. A su
hermano y demás fam ilia e l más sentido
pésame con la promesa de abundantes su
fragios.
Rvdo. D . José CaiTasco: Con tiempo justo
pai*a insertai'la en el B oletín , recibimos la
triste noticia del fallecimiento de este ejemplaiísimo sacerdote salesiano, director de la
Casa de Arcos de la Pi-ontera. Tan to en esta
ciudad como en las de A ^ecíi'as y Ecija,
donde había estado antes como párroco y
director, respectivamente, gozaba fam a de
santo por su exquisita dulzura y caridad
para con todos. Quiera el Señor aoc^erle
cuanto antes en su reino para que en él
sea un intercesor potentísimo que atraiga
gracias y bendiciones celestiales sobre los
continuadores de su obra en la tien-a.
BIBLIO G RAFIA
E l C atecismo de Séñeri , o sea, «E l Cris
tiano instruido en su ley». Discursos morales
y doctrinales dados a luz por el Reverendí
simo. P. Pablo Séñeri, S. J. Obra muy útil
para toda clase de personas, doctas e indoc
tas, llena de todo género de erudición sa
grada y profana. Corregido, expurgado y
comperuliado por U n P árroco. Prólogo del
Exemo. y Revdmo. Sr. Obispo de Avila. So
ciedad Editora Ibérica. 654 páginas. Edición
de bolsillo en papel biblia. Encuademación
en tela, rótulo en oro. Precio, 25 pesetas.
El PÁRROCO que se cita es el por tantos
años conocido bajo el nombre de Cura de
Cardeñosa. De él hace el más cumplido elo
gio el Exemo. Sr. Obispo de A vila en el pró
logo de la o b ra : «Aun sabiendo positivamen
te que m ortifico a nuestro querido PárrocoArcipreste de Cai'deñosa, paxéceme casi un
deber de caridad para con los demás sacer
dotes—por lo que el caso tiene de ejem
plar— proponerle como muestra elocuente de
«lo que puede un Cur^ hoy»... cuando arde
el corazón en celo y amor de Dios. Además
de una exim ia labor pastoral mantenida por
espacio de tantos años, nuestro Párroco se
propuso, y lo consiguió, beneficiar con los
frutos de su experiencia a otros muchos
sacerdotes aim fuera de la Diócesis. E l es
mero del Párroco de Caideñosa en prepa
rar sus catcquesis y homilías es im caso in
sólito y edificante de sagrado respeto a la
palabra divina. Baste decir que la mayor
parte de los volúmenes publicados por la
B. P. de P. P. son eco fiel y fruto sazonado
de su propia Catcquesis y predicación pa
rroquial.»
S U M A R IO ;
Felicidades.—L a grandeza del niño.—Efemérides seculares.— Noticiario salesia
no.—De nuestras Misiones.—Crónica de gracias.—Indice.
206 —
R E V I S T A DE
LAS OBRAS DE
D O N HOSCO
Redacción
y
8 0 l ETl N
SAIESIANO
Administración:
Alcalá,
164
J L I C I Ü i ^ V
Apartado
A N O ' I- V I M
DICBRE.
194Í
NUMERO
Vi
9134. • M A D R ID
J D 3 E S !
B O LE TIN SALES!ANO , lazo de unión entre los Salesianos y
ios Cooperadores de las Obras que inmortalizan a San Juan
Bosco, siente como nunca en este año, después de todo lo ocurrido,
las satisfacciones de esta unión, y en nombre del Rector Mayor,
Rydmo. D. Pedro Rícaldone, y de todos ios Salesianos y niños que
bajo la égida de la excelsa Auxiliadora forman sus corazones para
las luchas de la vida; en nombre de las Hijas de M aría Auxiliadora,
ángeles bienhechores de la juventud femenina, dirige a todos la más
cordial felicitación en las próximas Pascuas de Navidad e implora
del Divino Infante que desde el pesebre de Belén mande sus más
preciosas bendiciones sobre los Cooperadores y Cooperadoras Sale*
sianos y sus fam ilias, al mim o tiempo que agradece con toda efusión
la generosidad con que vienen prestando su decidido apoyo a la
Obra Salesiána
E
l
La grandeza del niño
N
UKHTRO amadísimo Prefecto
General, en la carta-circular
de la que transcribimos algunos
rrafos en el número anterior, descri
bía el trabajo realizado en Roma pol
los Salesianos en favor de «dos niños
de la calle, el producto más triste de
esta tristísima guerra». Posteriormen
te el Gobierno español ha tenido el
hermosísimo rasgo de ofrecer hospi
talidad a cincuenta mil niños de las
naciones más afectadas por los estra
gos de la contienda mundial. A nadie
debe extrañar este interés por la in
fancia. En la guerra se ha destruido
mucho pasado; si no salvamos a la
niñez y a la juventud física y moralmente, el futuro física y moralmente
se perderá.
En este mes, el mes del niño por
excelencia, pues es el mes de sus ale
grías
pá y de sus goces más íntimos y pu
ros en torno a la Cuna del Niño Dios,
vamos a dedicar nuestro editorial a
un argumento tan propio y digno dt
nuestra revista, y tan del agrado d<
nuestros beneméritos Cooperadores.
Hablemos del niño, de la grandeza del
niño a la luz de los principios peda
gógicos cristianos.
Decimos «grandeza d e l niño». Po
drá parecer el enunciado una parado
ja. Ño lo es. Podrá creerse que des
conocemos l o s defectos del niño, dt
todos los niños. No los desconocemos,
antes los afirmamos.
¿Entonces? Es que tenemos muy pre
sente que el Divino Redentor, el úni— 207
El Divino Maestro gustaba de rodearse de
niños...
co Maestro de los hombres, señalando
hacia los niños, dijo un día: «(Videte
ne contemnatis unum ex his pusillis:
Guardaos de despreciar a ninguno de
estos pequeñuelos.» (Mt. X V III, 10.)
La palabra de Jesús es para nos
otros decisiva y no admite réplica. Sin
embargo, no estará de más el aclarar
las razones para mejor comprender el
pensamiento de nuestro adorable Re
dentor.
.Ante todo observamos que el niño,
aun el más infeliz y, al parecer, per
verso, es una criatura racional, y ya
por esto sólo superior a todo otro ser,
bruto o material apreciable cuanto se
quiera por su mole, fuerza o habili
dad. Fll niño posee una inteligencia
capaz de entender incluso las más
profundas verdades; en él reside la
memoria, que es un arsenal o tesoro
admirable de conocimientos, de he
chos: en él despliega sus espléndidas
imágenes una fantasía ardiente; en él
208
—
palpita un corazón que sabe encen
derse en amor; en él impera libre y
poderosa la voluntad susceptible por
su naturaleza de todo entusiasmo, de
toda generosidad, de todo heroísmo.
Y , custodio sobre todas estas sorpren
dentes potencias, la conciencia las co
rrige, las frena, las guía, las alaba,
las vitupera, proclamando la nobleza
y la dignidad del espíritu humano,
y haciendo hasta un rey del universo
del hombre más infeliz.
Pero sobre todo es la voluntad lo
que n o s hace entrar en admiración
del ser humano, pues ella, iluminada
por el entendimiento, tiende hacia el
bien, lo sigue, se abraza a él, afron
tando y venciendo las dificultades,
acortando dilaciones, abatiendo obs
táculos, reprimiendo 1a s m il contra
rias inclinaciones, férrea, audaz, cons
tante, hasta hallarse en posesión del
botín ansiado.
Admirables por demás son asimis
mo los medios externos de que se vale
el hombre en sus empresas, es decir,
los sentidos corporales, la v i s t a , el
oído, el tacto y el sobremanera prodi
gioso don de la palabra.
Ahora bien: el niño, el alumno me
nos dotado de la menos dotada escue
la rural, posee todo este conjunto de
valores tanto del espíritu como d e 1
cuerpo, y en germen o potencia todas
esús fuerzas, las cuales, desarrolla
das un día y puestas en acción, po
drán quizá asombrarnos con obras
que ahora, engañados por las aparien
cias, estamos muy lejos de sospechar.
Salvo poquísimas y muy contadas
excepciones, a la mayor parte de los
niños les cuadra maravillosamente el
elogio que de los jóvenes hace Mon
señor Dupanlovp en su áureo libro
titulado precisamente «E l niño». Dice
así: «E l niño es el hombre mismo con
todo su porvenir encerrado en sus
primeros años; el niño es la esperan
za de la fam ilia y de la sociedad; es
el género humano que renace; la pa
tria que se perpetúa; él es como un
retoño de la humanidad aún en flor.»
j
Puesta así a la luz la importancia
d e l pequeño personaje, desciende el
ilustre pedagogo a tratar de las pre
ciosas cualidades propias de su edad,
y dice: «E l niño es una criatura ama
ble, cuyo candor, simplicidad, senci
llez y confiada docilidad se adueñan
de nuestros afectos y ofrecen las más
bellas esperanzas. El niño es la ben
dición de Dios, un sagrado depósito
del Cielo, un alma inocente a quien
las pasiones no turban aún los pláci
dos sueños, cuya rectitud no se ve to
davía alterada por el señuelo de la
mentira y las ilusiones del mundo. El
niño es un corazón sencillo y puro, al
cual se le puede presentar la religión
con confianza, porque aun no tiene
ningún secreto interés q u e le ponga
en guardia contra ella, y voluntaria
mente se deja enternecer por su voz
materna.»
El escritor, después de enumerar los
muchos defectos que no deja de reco
nocer en la infancia, añade: «Con de
masiada frecuencia nos espantamos de
ios defectos de la primera edad. Las
más de las veces, bajo rústica corteza,
vive un tronco lleno de savia, que da
rá en breve excelentes frutos; al igual
que, alguna vez, superficie llana y pu
lida esconde perniciosos principios de
corrupción... Observen (los padres y
educadores) con atención y verán que
el niño más inquieto, más alborota
dor, aun en medio de sus defectos, po
see algo de veraz, de ingenuo, de sen
cillo, que es grandemente digno de
aprecio y merecedor de todo respeto.»
Concluyamos con otra reflexión, no
menos eficaz que las anteriores, para
inculcarnos muy hondamente grande
estima y respeto hacia el niño. Aunque
tengamos que habérnoslas con un niño
lleno de defectos y de pequeñas bella
querías, hemos de entender que no
sólo tiene la potencia, sino también
la docilidad suficiente para secundar
a quien le corrige, y de hecho se en
mienda abandonando sus caprichos y
Don Bosco, Tiacido para los jóvenes, se sen
tía 'fe liz en medio de ellos...
terquedades, enderezando sus pasos
por el camino del bien. Son los hom
bres los que difícilmente se persuaden
y enmiendan de sus no pocas miserias.
El niño, en cambio, no tarda en re
conocer sus errores y la obligación que
tiene de corregirse.
Por aquí entenderemos también nos
otros, como Mons. Dupanloup, cuán
to agradasen los niños a Jesús; debe
mos, pues, en obsequio a su amoroM
intimación «N e contemnatis», nutrir
grande y afectuosa estima hacia los
niños, sin permitirnos jamás despre
ciar a ninguno, pues todos, absoluta
mente todos, son grandes y dignos del
mayor aprecio, como mejor se decía
rará. Dios mediante, cuando conside
remos la grandeza del niño a la luz
de la fe.
— 209
EFEMERIDES
SECULARES
D o n B o s c o e n l 8 4 5 ...
a una.iglesia pax*a oír las tres Misas; pero
último domingo de Adviento, dia 22 de
fué una fiesta muy diferente de la del año
diciembre, don Bosco y sus niños aban
donaron definitivam ente la iglesia de losanterior, y este pensamiento infim día en sus
corazones una insólita tristeza.
Molinos.
Sin embargo, don Bosco, aunque honda
A l salir del templo, el Santo levantó los
mente preocupado, por temor de que sus
ojos al cielo y exclam ó: «Do?nini est te n a
muchachos se cansasen de acudir a l Orato
et plenitudo eius.yt Y vuelto a los muchachos
rio, ocultaba su pena, se mostraba con ellos
añadió: — ¡Paciencia! ¡L a Virgen Santísi
de buen humor y les iba alentando y ani
ma nos ayudará! Vamos en busca de otro
mando a la perseverancia. Y así les refería
local.
m il maravillas acerca del futuro Oratorio,
— ¿ Y dónde lo encontraremos?— pregunta
que por entonces sólo existía en su mente
ron algunos.
y en los designios del Señor.
— Aquél que depara nido a los pájaros y
—N o temáis, mis queridos hijos—les de
guarida a las fieras en el bosque no nos ol
cía : —está ya preparado un hermoso edificio
vidará.
para vosotros; pronto iremos a tomar pose
El día de Navidad, los jóvenes, como atraí
sión de él. Tendremos ima magnífica igle
dos por don Bosco, Se dirigiei-on en masa
sia, una casa grande, patios espaciosos y un
\l R efugio de la marquesa Barolo. ¿Qué ha
número grandísimo de muchachos que ven
cer? La habitación, ya estrecha de por sí,
drán a divertirse, a jugar y a trabajar.
se hallaba atestada de aparejos de juego y
Y ¡oh m aravilla! ¡Los jóvenes le creían!
objetos de iglesia, llevados allí desde los MoParecía que tan crítica situación iba a des
'.inos o sacEidos de la capilla del Hospitalito.
vanecer como humo hasta la idea del Ora
p on Bosco, rodeado í » r una multitud de
torio y a dispersar* a los que la frecuenta
oinos dispuestos a seguirle por doqnier, no
ban ; y, en cambio, su número iba siempre
:enía ni un palmo de terreno para entre
en aumento.
tenerles. L a estación era dura por demás.
Nadie podía imaginarse, ni siquiera el mis
mo don Bosco. dónde haUarían por fin un
(De las ^Memorias Biográ
Asilo estable. Entretanto, se dirigieron todos
ficas», tom o II, cap. XXXVI.)
E
l
Noticiario
ROMA: Audiencia del Papa a los n i
ños abandonados.
(Copiamos dei «Y a ». 31-10-45.)
«C IU D A D D EL V A T IC A N O .— El Papa ha
recibido en audiencia singular a cent«iai*es
de ex golfillos que se dedicaban a lo que en
España se llama el «estraperlo». Entre tan'xe tristísimos efectos, las circunstancias ac
tuales provocai-on el que se echaran a la
calle millares de niños o aband<mados o de
trás de una ganancia que la ocasi&i ofre
cía con todos sus peligros espirituales y físi
cos. En Rom a se hicieron famosos, princi
palmente como limpiabotas y no menos co.no revendedores de «bolsa negra». Se les
vela a bandadas, pero desde el invierno pa
sado la Iglesia comenzó a pensar en ello.
Desde cinco centros diversos los religiosos
210 —
salesianos recogieron unos miles. L a Com
pañía de San Pablo, unos centenares. Se les
ha regenerado. Se les va educando. Ayer
oyeron misa en San P e d ro ; luego subieron
a la sala de las Bendiciones, donde ya esta
ban algunas de las personalidades que ayu
dan la obra providenciaL Se puede imaginar
el entusiasmo de los peques al ver al Papa.
Este se dignó dirigirles im discurso. Luego,
dos de los niños le presentaron unos obse
quios espirituales y una limosna para las misiones y hasta un escrito de homenaje de
uno de ellos. El Papa, complacidísimo, dió
a besar la mano a las personalidades y en
vió más tarde una buena siuna para la obra.
Las ovaciones, los cantos y los vivas se re
produjeron a l salir el Papa de la sala. Una
vez en los patios del Vaticano, la gente me
nuda- tuvo un buen desayuno, y al U ^ a r a
sus colegios una buena comida, regalo del
Papa.—LO O O S.»
ALGOY: Inauguración del Círculo de
Estudios para Catequistas y A uxi
liares.
E l día 3 de octubre p. p., y bajo la presi
dencia del M. Rvdo. Sr. Inspector, se inau
guró el Círculo de Estudios para los Cate
quistas y Auxiliares del Oratorio Festivo.
Leída el acta por el vicesecretario, el Cate
quista Carlos Company dió la bienvenida
al Sr. Inspector en nombre de los presen
tes. El encargado del Cü'culo hizo público
el progi-ama para el curso que empieza, pro
grama que se resume en los siguientes pun
tos : Formación de la Piedad, Pedagogía Ca
tequística y Acción Católica.
Finalmente, el Sr. Inspector puso de re
lieve la meritísima labor de los Oratorios
Festivos, el bien grande que reportan a las
almas y la eficacia del apostolado cai'a a
Dios y a la sociedad.
C A D IZ: inauguración de una Escuela
de mecánica.
{D el «D ia rio de Cádiz», 4-11-45.)
«A medio dia de ayer se ha efectuado so
lemnemente la inauguración de la nueva Es
cuela de Artes Mecánicas en las Escuelas
Profesionales Salesianas, que con tanto ce
lo y eficacia dirigen los H ijos de San Juan
Hosco, que tanto bien proporcionan a la ju
ventud, formándola material y espiritual
mente.
El acto fué presidido por el Excelentísimo
Sr. Capitán General del Departamento M a
rítimo, almirante don R afael Estrada, apa
drinándolo el Excmo. Sr. Gobernador Civil,
don Ricardo Zamora García.
Poco antes de la hora citada llegó a las
Escuelas Salesianas el Excmo. y Rvdmo. Pre
lado de la diócesis, don Tomás Gutiérrez
Diez, acompañado de su capellán, don Mar-
A l c o y : Cateffuistas y Aiu
xiliares del O ratorio Fes
tivo.
tj-niann Pastor, siendo recibido p>or las au
toridades, que ya se encontraban en el esta
blecimiento ; otras p>ersonalidades, el Direc
tor de las Escuelas, don Luis Hernández, y
el Prefecto, D. Abraham Lorenzo.
C omienza
el acto.
En el patio principal del establecimiento
se había instalado el estrado, ocupando la
presidencia el Excmo. y Rvdmo. Sr. Obisp»
con los Excmos. Sres. Capitán General del
Departamento: Gobernador C iv il; el vice
almirante. Excmo. Sr. D. Fausto Esciigas;
el Comandante de M arina y Gobernador Militai' accidental, coronel D. Eduardo Aranda.
Ocuparon también sitios en el estrado el
Delegado Provincial del T rab ajo; el Dele
gado sindical provincial: el Párroco de San
Lorenzo, D. Francisco Jiménez-Alfaro; te
niente coronel de Artillería, señor García
de Paredes; G ^ to r municipal, Dr. D. José
Jiménez-Alfaro; comandante de la Escuela
de T iro y Aplicación, D. José Gómez Salas;
Director de la Factoría de Matagorda, don
Federico Beigbeder; comandante de lan-i
chas rápidas, D. Manuel Lahera; segundo
comandante de Marina, D. José F. Palomi
no ; profesor de la Escuela Náutica, don
Ramón Díaz M artínez; Párroco de San Jo
sé ; Director del Colegio de San Felipe N e r í;
Secretario de la Delegación de Industria.
D. M ariano de las M uías; Presidente de la
Asociación de Antiguos Alunnaos Salesianos;
capitán del destacamento de Cortadura, don
Manuel M artín Baena, y otros. También
concurrieron numerosos Antiguos Alumnos
Salesianos.
El acto dió comienzo con una alegre mar
cha interpretada por la banda de música
de las Escuelas, y a continuación el alum
no interno Francisco de la Puente leyó unas
cuartillas de salutación a las autoridades y
personalidades. Después Se cantó el himno
a la Bandera por todos los alumnos que for
maban en el patio.
I nauguración
de los talleres .
Seguidamente las autoridades y persona,
lidades pasaron a la nueva Escuela de A r
tes Mecánicas pai-a su inauguración. A llí
nuestro Prelado se revistió con los sagrados
ornamentos y procedió solemnemente a la
bendición de los talleres, auxiliado por el
pári'oco de San José, don Abelardo Olivera.
Terminada la ceremonia de la bendición
y después de unas acertadas palabras del
Rvdo. Sr. Director, el Excmo. Sr. Goberna
dor C ivil puso en marcha los motoi’es y se
pusieron en funcionamiento todas las má
quinas con que cuenta la nueva Escuela de
llísima Capilla del establecimiento, toda ella
construida también en aquellos lugares.
Por último, fueron obsequiados con un vi
no de honor.»
PALABR.AS DEL SR. DIRECTOR.
Aunque dirigidas a los Sres. Cooperado
res presentes al acto, las palabras del R e
verendo Sr. Director de las Escuelas Salesianas de Cádiz tienen no poco interés pa
ra muchos de los ausentes. Por último re
producimos aquí algimos de los puntos prin
cipales de su breve pero vibrante alocución.
CÁDIZ: He cuiui la nueva Escuela de la qug saldrán religiosos maestros, de generaciones
de obreros. Ayudad a la form ación de Coadjutores Salesianos.
Artes Mecánicas. Esta reúne toda ciase de
maquinaria moderna y en ella podrán rea
lizarse toda clase
trabajos.
Las autoridades y personalidades efectua
ron una detenida visita a dichos talleres,
que están a cargo del maestro don Fernan
do López, siendo encargado de curso don
Mariano Muñoz.
Después fueron igualmente visitados con
detenimiento los talleres de imprenta, en
cuademación. carpinteria. sastrería y zapa
tería. admirándose las magnificas obras alli
realizadas, llamando poderosamente la aten
ción el soberbio mobiliario construido en las
Escuelas.
Antes de darse por terminada la \*isita. las
autoridades oraron unos momentos en la be-
212
—
Excelejitisimos señores, señoras:
Os admirará, sin duda, el contraste
y desproporción que advertís entre el núme
ro y calidad de los concurrentes y la peque
nez e insignificancia de lo que tenéis a vues
tra vista. Desproporción que viene a ser enorvie si ponemos por una parte vuestra dig
nación, y por otra que aun esta pequenez
presente más es señal de nuestra ambición
que realidad. Porque tan sólo en una peque
ña parte f^os pertenece haber satisfecho su
im p orte: y rayará en locura si os digo que.
mientras sin recursos hemos emprendido es
ta obra, tenemos que contem plar con pena
cóm o hasta los techos de la casa se nos caen
a pedazos, sin poder acudir a levantarlos por
carecer en absoluto de recursos.
Somos lo$ Salesianos hijos de un hombre
QUe al raso, en un prado, por carecer hasta
de Un cobertizo, comenzó la empresa de red&ndón social ique hoy llena el mundo), y
que en el día de la colocación de la primera
piedra de la más grandiosa de sus obras, la
Basílica de M aría Auxiliadora, sólo pudo de.
positar en inanos del maestro de obras cua
renta céntim os: i todo su capitall
Nosotros, com o Salesianos, no podíamos por
mó3 tiempo desoír las voces de la muchachada
nes, por su incompetencia projesional, ha
bían de
P^
condición de vijeriorídad,
candidatos a satélites del más desvergonza
do de los peones^
Nuestro amor a los jóvenes y nuestra conciencia no podían coTisentirlo, Como tam.
poco podíamos acallar por más tiempo las
voces de mando y consigna gue por parte
de autoridades y jerarquías no5 llamari con
apremio a tom ar en nuestras manos la D i
rección de otras escuelas de Form ación P ro
fesional: y esto nos es absolutatnente impo
sible si no formamos antes nuestro personal
té cn ico : el salesiano obrero, esa creación ge
nial de San Juan Bosco, ese caballero cruza-
O
C Á D IZ :
Las dignísimas autoridades que con su presencia dieron realce al acto de la
inauguración de la nueva Escuela de Mecánica.
obrera que acude de continuo a ntiestras
puertas, en demanda del pan de hoy y de
un medio honesto para ganárselo mañana.
N o podíamos en conciencia m utilar su por
venir por carecer en nuestra casa de la es
cuela que les oriente hada donde p or las
condiciones especiales de la comarca han
de desembocar la mayor parte de ellos.
do del trabajo, m onje y soldado, que reza
y comJiate, luz y ejemplo del alumno que
ju n to a él, en su mismo banco de trabajo,
con sus mismos modos y expresiones, con
su mismo tra je de faena, mientras le da la
enseñanza práctica o teórica del oficio, le
pone delante de los ojos el alto ejemplo de
su vida íntegramente cristiana, toda sacri
ficada por él.
¿Podríamos seguir sufriendo la bochorno,
sa situación de que mientras los Directores
de las factorías, en su deseo de favorecer a
nuestros muchachos, nos los pedían para
darles un puesto digno entre « ís mejores
obreros, nosotros solamente pudiéramos se
guirles ofreciendo e importunando con quie-
Este es, señores, ^ doble fin de la Escuela
que nace en esta pequenez: F orja obreros
completos al servicio de Dios y de España
y, especialmente, almáciga y plantel, semi
nario y escuela de la que sálgan los con
quistadores del obrero, los que sean después
— 213
alma y vida de otras Escuelas Projesionales:
los coadjutores salesianos maestros de taller.
Don Bosco decía muchas veces a sus co
operadores y bienhechores; « A vosotros se
debe, después de Dios, tanto bien. Sin vues
tro auxilio el pobre don Bosco no hubie
ra podido hacer nada.i>
Asi también o$ digo yo ahora a todos los
QUe con vuestra asistencia mostráis tal sim
patía hacia la obra salesiana de jorm ación
obrera, que hoy se remoza con este nuevo
brote de v id a : A vosotros se debe ye, des
pués de Dios, lo que se ha hecho : a los que
cuando nada existia habéis hecho nacer la
pequeña realidad de hoy.
A vosotros todos Sg deberá cuanto bien
en ellas se haga, y a vosotros se deberá tam.
bié7i el que esta vida Que hoy comienza ha
lagüeña llegue a sazón y fru ctijiqu e o lan
guidezca en la indijerencia, se m archite en
el desvio o muera en la inanición y el aban
dono.
Nosotros los Sc)lesianos xtermajiezere^nos
aqui, al pie del yunque, volcando nuestras vL
das en el trO bajo; pero desde u q u i. tende
remos y tendemos ya n u e s t r a s manos
buscando vuestro apoyo, requiriendo vues
tra ayuda, pidiéndoos vuestra cooperación.
Y cuando lus dificultades entorpezcan
nuestra marcha, cuando la falta de materia
les hagan caer en ocio los brazos de nues
tros aprendices o cuando la carencia de re
cursos amenacen de muerte esta obra, a vos.
otros iremos para que nos ayudéis a llevar
adelante esta empresa, que no es nuestra,
sijio que es de todos; que no es para nues
tra utilidad y granjeria, sino que es para
bien de Cádiz y de toda su comarca.
T elegramas
recibidos.
Con motivo dt' la inauguración de las nue
vas Escuelas de Mecánica, se han recibido
telegramas de adhesión del Secretario parti
cular del Jefe del Estado en nombre de
S. E. el Generalísimo Fi-anco, del Exemo. se
ñor Ministro de Marina, del Exemo. Si*. D i
rector general de Enseñanza Profesional y
del Exemo. Sr. Delegado Nacional de Sin
dicatos.
M ALA G A : Oratorio Festivo Salesíano.
La labor realizada durante el vei-ano en
el Oratorio Festivo ha cristalizado en fru
tos prácticos y eficaces.
Ultimamente, aprovechando la fecha del
último martes de mes. dedicado a San Juan
Bosco. tres alumnos han hecho su Primera
Comxinión. tix El acto se revistió de toda so
lemnidad. Acudieron todos los oratorianos,
y en el momento de la Comunión el Sr. D i
rector pronunció un encendido fervorin, cal(i) Vcíise el numero anterior.
214 —
deando los ánimos en el amor eucarístico.
Se cantaron sentidos motetes. Después de
la Misa todos los asistentes fueron obséquiados con el desayuno, preparado con su
mo gusto y delicadeza.
Por la tarde tuvo lugar el reparto de pre
mios a los oratorianos más asiduos y ejem
plares. Los premios consistieron en tremíatrajes completos, treinta pares de zapatos y
crecido niímero de prendas de ropa inte
rior, todo confeccionado por distinguidas
señoras que se asocian de este modo a la
labor oratoriana, que es sinónimo de labor
cristiana y social.
Otro fruto práctico ha sido el costear a un
niño la estancia en el internado durante un
año, pagándole, además, todo lo necesario
de ropa, menaje de cama, etc. Pero donde ha
culminado el fruto del Óratoño ha sido en
la a d q u i s i c i ó n de una beca completa
(25.000 pesetas) para un aspirante salesiano.
Todos estos frutos ha conquistado el Ora
torio Festivo Salesiano de Málaga, amén de
otros regalos con que ha ido obsequiando a
los niños, como, por ejemplo, el almuerzo,
verdadero banquete, que tuvo lugar a media
dos de septiembre, y los distintos repartos de
i-opa hechos a los más necesitados.
Vayan desde estas colximnas las gracias más
efusivas a cuantos ayudan con sus limosnas
para Uevai- a la práctica todos nuestros deseos
en pro de esta juventud necesitada y pobre,
predilecta de nuestro Santo Padi*e. «L a s
limosnas que se reparten en este mundo son
letras pagaderas en el otro...», son sus pala
bras.
U TR E R A : La Congregación Salesiana
se hace cargo del Santuario de
la Consolación.
En Utrera, en medio de feracísima llanu
ra. existe un magnífico Santuario dedicado
a Nuestra Señora de la Consolación. «L a
iglesia es de una nave capacísima, de 70 pa
sos de longitud. 14 de latitud y 30 de alti
tud, de estilo mudéjar y de extraordinario
mérito.» (Don Banuel Morales.)
Fué levantado por los frailes Mínimos con
limosnas de los fieles de España y ultras
mar, agradecidos a los favores de su «M adre
de Consolación.» Los exvotos que penden
de sus paredes, se cuentan por miles. LaVirgen Santísima ostenta en su mano un
•barco de oro ofrecido desde aguas cubanas
en un peligro de naufragio.
Es tal la devoción que los habitantes de
la comarca le tienen, que. desde la exclaus
tración de 1833 nunca han faltado en el
Santuario de día ni de noche fieles que han
ido a contar sus penas y a buscar alivio a
los pies de la Madre de Dios, sin que ha
yan sido obstáculo a enfriar su piedad ni
las largas temporadas de abandCHio que ha
sufrido el sagrado recinto, ni siquiera la per
secución religiosa que destruía im ágeres o
incendiaba iglesias.
El día 6 de septiembre p. p. el Emmo. y
Rvdmo. Sr. Cardenal de Sevilla, Dr. D. Pe
dro S ^ u ra y Sáez autorizó la cesión del
Santuario, en cuanto a l uso, a los Salesiar
nos, dando con ello una prueba más del gran
aprecio en que tiene a los hijos de don Sos
co. Estos, a su vez, a^adecidos a su in
signe bienhechor y celosísimo Prelado, sa
brán hacer honor a la responsabilidad con
que se les honra y a su conocido amor a la
Santísima Virgen, heredado de su Padre y
Pimdador.
Junto al Santuario se ha establecido el
Estudiantado Filosófico de la Inspectoría
Bética Salesiana, que hasta ahora había re
sidido en San José del Valle. Esta Casa que
dará para los Novicios, cuyo número, siem
pre en consolador aumento, es este año de
cincuenta y cuatro.
L a ciudad de Utrera, la primera de Es
paña que tuvo la dicha de recibir a los Salesianos en el Colegio de Nuestra Señora del
Carmen, allá por el año 1880, ha recibido
ahora a los de la nueva fundación con in
descriptibles m u e s t r a s de cariño y entu
siasmo. ■
El día 7 de octubre se celebró en el San
tuario una Misa solemne oficiada por el
M. Rvdo. Sr. Inspector, don Florencio Sán
chez, y en la que ocupó la sagrada cátedra
el Rvdo. D. P. Javier Montero, Director del
Colegio Salesiano de Córdoba e hijo adop
tivo de Utrera. Los Estudiantes de Filosofía
ejecutaron con gran acierto una partitura
a varias voces.
El Sr. Alcalde, con su Concejo y las dig
nísimas Autoridades eclesiásticas, se suma
ron al júbilo de la población y de los Salesianos. L a Archicofradia de M aría Auxilia
dora confeccionó cincuenta roquetes y su se
ñora Presidenta regaló un velo humeral.
La Iltre. Cofradía de Ntra. Sra. de la Con
solación tuvo el hermosísimo rasgo de co
rrer con todos los gastos de la fiesta.
Una nota simpática la dió el «Coro de
Campanilleros» de Castilleja. que, con sus
típicos cañtos alusivos a la Consolación, re
corrió las calles de la ciudad invitando a
los vecinos a la Misa solemne.
U trera.; In te rio r del Santuario de la Consolación.
— 215
De nuest r as Mi si ones
(Relación enviada por el Misionero Salesiano, Rvdo. D. Juan Vem et.)
Los plaroas son los indios comarcanos de
Puerto Ayacucho, y viven preferentemente
en las riberas del Cataniapo, afluente del Ori
noco, de aguas limpias y frescas. Son deseenfiados, 'huraños y recelan de todo, quizá por
haber sido objeto de malos tratos y de no po
cos engaños por parte de los civilizados. A l
gunos, en efecto, han llegado a creer que los
civilizados se comen a los niños píaroas. Por
este motivo, cuando vienen a la capital del
Territorio para sus pequeños negocios, vienen
solos, raramente acompañados de sus muje
res. A los hijos los dejan escondidos en lu
gar seguro hasta su vuelta. Y si algún piaroa se atreve a dejar a su chico en la Misión,
se hace pagar la enti-ega con regalos, y no
tardará en volver a rescatarlo o a insinuarle
la fuga.
Un caiácter tan esquivo contrasta con el
hecho siguiente sucedido en Puerto Ayacucho
en enero p. p . :
A principios de dicho mes, se divisaron
en la sábana, camino de Ayacucho, tres per
sonas : una mujer y dos niños de seis a ocho
años. A l verlos, dijo uno de los nuestre»:
—Piaroas tenemos. —^No—añadió un segun
do,—^pues t r a e n niñ<». —Serán civiliza
dos— añadió un tercero.
Llegan los tres viajeros a la Misión, y la
mujer, con desparpajo impropio de quien
vive en rma selva, dice sin más preám bulo:
— Somos piaroas, e l niño quedando aquí; la
niña, allí (e indica a los pequeñuelos). y yo
al bosque.
Los niños vestían sólo un miserable gua
yuco.
—Pegui, pegui (siéntese, siéntese), le de
cimos.
N o acepta la invitación y rep ite:
—Niño aquí, niña allí y yo al bosque.
Evidentemente es una respuesta estudiada
que supone algo que nos oculta.
— (^Mañoco savá'i (¿Bebiendo agua de ma
ñoco?).
—No— contesta; —yo entregando niños.
— ¿Es acaso su mamá?
—Ella no és la mamá de los niños, pero
los regala a la Misión—interviene xm piaroaita de los asiladc^.
—Muy b ien ; deje, pues, al niño aquí y
la niña allí (o sea, en el Asilo de Madre Mazzai-ello).
La piaroa no se hace repetir la orden dos
veces; toma a la pequeña de la mano y di
ce a la Superiora:
—Niña aquí y yo al bosque.
— Aguarde un poco—le contesta la Madre
Superiora; —pegui (siéntese), que voy a traer
le un regalo.
A poco vuelve la Directora y le regala a
la india un 'par de alpai^atas, que ésta se
cuelga del cuello a modo de corbata. Des
pués se levanta, toma el camino del bos
que y desaparece en él m ie n tra nos pre
guntamos: ¿Quién será esta mujer? ¿Por
qué obra tan opuestamente a las costum
bres de los piaroas? ¿ Quién le habrá inspi
rado el veril- a la Misión?...
En esto, el indiecito admitido se nos pre
senta ya vien vestido, con una estampa de
don Bosco en la mano y la sonrisa en los
labios. Su sonrisa aclara nuestras dudas y
exclamamos: —Es nuestro Padre don Bosco
quien la ha enviado, es él quien nos man
da los niños en este mes. Es don Bosco, que
desde el Cielo sonríe a sus hijos de Puerto
Ayacucho; y tú, ¡oh bendito n iñ o!, ya que
eres una scmrisa paterna y nos la recuer
das tan gratamente, te llamarás como é l:
serás nuestro Juanito Bosco.
Crónica de gradas
A M P U D IA (Paíencta).—Damos gracias a
María Auxiliadora y a Sen Juan Bosco por
un favor concedido y enviamos cincuenta pe
setas para la Obra Salesiana.—Dorotea y
Alejandro Simón.
xiliadora. y al terminarla, el doctor, después
de sacarme una radiografía, me dió por com
pletamente curada. Cumplo mi promesa de
publicar la gracia y enviar una limosna.— Ma
ría Jesús Jiménez.
A L C A L A DE G U A D A IR A (SeüíH a).-D es
de pequeña tenía una pierna paralizada, y
hace poco di una caída, a consecuencia de
la cual sufrí un grave derrame en la rodi
lla. que me obligó a completa inmovilidad.
Comencé al punto ima novena a M aría Au
A L C A LA DE G U A D A IR A (Sevilla).—Agra
decida a M aría Auxiliadora por haber cu
rado a mi hija gravemente enferma, envío
una limosna para la Obra Salesiana.— Dolo
res Gutiérrez Granado.
216
t
I
A révalo (Aüfia):
í
Estado
de
«<is
)bras del nuevo
Semi7iario
Sa-
icsiano.
I
1
Las obras del Seminario de Aré
valo Se ’van realizando en ver
dad C071 extraordinaria rapidez.
Impacientes contemplan la su
bida de los muros cerca de tres
cientos muchachos, aspirantes
latinistas, esparcidos hoy, por fal
ta de siUo, en cuatro Casas Salesianas. ¿Cuándo podrán re
unirse bajo el mismo techo to
dos esos jóvenesl Una vez más llamamos la-atención de nuestros beneméritos Cooperado
res sobre esta obra tan necesaria para el desarrollo de la Congregación Salesiana en, el
Centro y N orte de España.
A Z C O IT IA (Guipúzcoa).— Doy muy de co
razón gracias a M aría Auxiliadora por un
favor extraordinario obtenido, y envío una
limosna para el culto en su Capilla.— T. A.
cuerdos que entrañaba. Fuimos a l punto es
cuchadas. Agradecidas enviamos una limosno..— Elena Coll de Cosáis.
BARC ELO NA. Doy gracias a San Juan
Hosco, que me libró de una operación para
m i muy desagradable. Entrego diez pesetas
de limosna.—N. N.
C A D IZ.— Viendo a mis Superiores preocu
pados por la solución do un problema que
de años atrás venia siendo la pesadilla del
Colegio, encomendé el asunto a nuestro
Santo Fundador y Padre, prometiéndole pu
blicar la gracia. Obtenida ésta, doy público
testimonio de su poder recomendando a to
dos no dejen de invocarle en sus apuros,
J. C., Salesiano.
BARCELONA.— Entrego una limosna agra
decida a San Juan B<»co por haber curado
a un sobrinito mío.— Una suscriptora.
BARCELO NA.— ^Temiendo una interven
ción quirúrgica y al verme imposibilitada
de cumplir mis deberes de madre de fam ilia
a (»u s a de vina peligrosa caída, acudí a
San Juan Bosco, prometiendo hacer celebrar
una misa y public^ar la gracia. El alivio de
mis decores fué tan rápido, que a l día si
guiente pude atender a mis ocupaciones.
Pocos días después recurrimos a Sen Antonio
y a San Juan Bosco por haber perdido mi
mamá una joya muy querida por los re
. C ARM O NA.—Hallándose m i h ijo muy en
ferm o de un vóm ito de sangre, acudí a Mar
ría Auxiliadora. Por cuarta vez ha escucha
do mis oraciones la V iigen Santísima acer
ca de este h ijo mío. Según lo prometido,
envío una limosna y publico la gracia.— En
riqueta (sic.).
C O R R A L DE A L M A G U E R (Toledo).— En
centrándome en un gran apuro recurrí a
— 217
San Juan Bosco, y me escuchó en seguida.
Agradecidísimo, envío 25 pesetas de limos
na para el B oletín .— Un áevoto.
sia. L a Virgen de don Bosco oyó mi oi*ación, y por mi parte comienzo a cumplir lo
prometido.—Antonio Rueda Montoya.
L A CORUÑA.—M aría Auxiliadora, te doy
gracias por haberme aliviado en mis penas
y envío una iimosna.—Francisca López.
M A L A G A .—^Darnos gracias a Dios por ha
ber curado corpoi-ai y espiritualmente a un
señor que, tías veinte .años de vida apar
tada de la moral cristiana, se hallaba a
punto de muerte víctima de una in g e s
tión cerebral. A l tercer día de haber co
menzado por él una novena a María Au
xiliadora, el enfermo despertó y pidió con
fesión. Pocos días después estaba fuera de
peligro y rectificaba la mala vida anterior.—
A. G. D.
L A CORUÑA.—Doy gi*acias a M aría Auxi
liadora por haber librado a mi h ijo de una
enfermedad que podía haber sido muy gi*ave.— Ü7ia cooperadora.
LA S PA LM A S .—Muy agradecida a la Sierva de Dios doña Dorotea de Chopitea pol
ea favor obtenido, cumplo gustosa lo ofi-ecido, publicando la gracia y enviando una
limosna.— J. G. C.
LA S PALM AS. — Hallándose gravemente
enfermo un h ijo m ío con fiebre muy eleva
da, empecé una novena a M aría Auxiliadora,
que no tardó en atender mis ruegos. En
acción de gracias hice celebrar una misa en
su honor y asistí a ella con mi marido y mis
hijos. Cumplo la promesa de publicar la
gracia y entregar una limosna.—Mercedes
Gómez de Juan.
LA S PA LM A S . Entrego 25 pesetas de li
mosna y hago celebi-ar una misa, según lo
prom etí a M aría Auxiliadora y a San Juan
Bosco, que me socorrieron en im trance muy
apui-ado en que me hallaba, y a la vez les
pido me concedan la curación de un hijo
enfermo.—Mercedes Ca7ials.
L A S PALM AS.— Sobrecogido de improviso
por un fuerte dolor de hígado que me impo
sibilitó para el trabajo, acudí a la Beata M a
ría Mazzai-ello, prometiendo una limosna de
cinco pesetas para las Misiones Salesianas
del Congo Belga. Tres horas después me sen
tía curado y podía continuar mi ocupación.
Cumplo mi promesa v hago pública mi gra
t it u d . ^ . M. A.
LA S PA LM A S . Habiendo sabido que* mi
hermano, soldado en Tenerife, se hallaba gi-avemente enfermo de peritonitis ^ u d a , re
currí con fei-vor a San José, a M aría Auxi
liadora y a San Juan Bosco. Pocos días des
pués, y a pesar de lo d ifícil de la operación,
m i hermano se hallaba entre los suyos en
franca convalecencia. Todos damos gracias
al Cielo y yo mando celebrar una misa se
gún lo piometí.— JíojMieí Lorenzo Reina.
M A D R ID .—Por una gracia obtenida de
M aría A u x ilia d o r envío diez pesetas para
la Obra Salesiana.— Af. T. A., ex alumna.
M A LA G A .—Se hallaba mi esposa gravisimamente enferma. Acudí lleno de confian
za a María Auxiliadora, prometiéndole oír
durante un rms la misa primera en su igle218 —
M A LA G A .— Todos los días encomiendo a
San Juan Bosco a m i hijo. Un día, mien
tras éste trabajaba en su oficio, se le in fla
mó la gasolina y se le prendió fuego a la
cara. Según el médico que le asistió, el ac
cidente debía haberle costado la vida o por
lo menos la pérdida de la vista y una in
toxicación general por haber tragado algo
del líquido. Sin embargo, pocos días des
pués se hallaba mi h ijo fuera de peligro,
tanto, que el mismo facultativo h u b o de
preguntarle a qué Santo se había encomen
dado. Agradecida, publico la gracia, ani
mando a todos los jóvenes obreros a que
sean muy devotos del Santo de la juventud
obrera.—Encarnación Lalamne Gándara.
ORÉNSE. — Entrego una limosna para el
Colegio Salesíano y hago pública mi grati
tud a María Auxiliadora por un favor ob
tenido.— Ü7i Antiguo Alum no y Cooperador
Salesiano.
SALAM AN C A. — Hallábase enferma una
señorita de la Residencia a causa de una
meningitis epidémica. U n sacerdote salesia
no nos díó a la enferm a y a toda la Casa
la Bendición de M aría Auxiliadora, y todos
juntos empezamos una novena. A l presen
te, dicha señorita se halla curada y no se
ha dado ningún otro caso de semejante
enfermedad en la Residencia. Aprovecho esta
ocasión para dar públicas gracias a la Vir
gen de don Bosco por otros muchos favo
res alcanzados de su bondad maternal.—
U7ia hija de M aría Auxiliadora.
V ALD E C AR R O S (.Salamanca). — Debien
do sufrir un sobrino mío una delicada ope
ración. acudí a M aría Auxiliadora, c u y a
devoción reina en mi casa, devoción q u e
nos mueve a ayudar más y más cada día
a las obras salesianas. Alcanzada la gracia,
hago pública mi gratitud a M aría Auxilia
dora y entrego una limosna para al Semi
nario Salesiano de Astudillo. — Agueda Ma
teos, Vda. de Bautista.
V IG O .—Por una gracia obtenida de Ma
ría Auxiliadora, por intercesión de San Juan
Bosco, mando celebrar una misa y e n v í o
una limosna para su templo.—Sira Covelo
Alvares de Vázquez.
U B IE R N A (Burgos).— Conduciendo un pa
riente mío un pesado can-o por la carre
tera de Madidd, cayó de tal suerte, que una
de las ruedas le pasó sobre el vientre. Sin
embargo, no recibió daño algtmo. El atri
buye el prodigio a la protección de San
Juan Bosco, a cuya Congregación ha entre
gado gustosamente tres
N. N., novicio salesiano.
de
sus
U T R E R A (.Sevilla).— Hallándome enferma
de gripe fui acometida de pleuritis. M e en
comendé en seguida a San Juan Bosco, y
aquella misma noche me sentí grandemen
te aliviada, desapai*eciendo ai día siguien
te los dolores, con gran admiración de los
médicos que me asistían. Agradecida, envío
cien pesetas de limosna.— Moría de Quinta
de Prieto.
I n d i ce g e n e r a i d e l a ñ o 1945
A R T IC U LO S
DE
FONDO
Carta del Revmo. Prefecto General, pá
gina 3.— ^Lecturas Católicas, 19.—E l Siervo
de Dios Ceferino Namuncurá. 43.— Elegió
de un libro del Revdmo. Sr. D. Pedro Ricaldone, 63.— L a Virgen Santísima, manantial
inagotable de caridad, 83.— Tibidabo, 103.—
E l trabajo en el sistema educativo de San
Juan Bosco, 123.—E l S a n t í s i m o Rosa
rio, 159.— El cristiano y sus difuntos, 191.—
La grandeza del niño, 207.
N O T IC IA R IO SALE SIAN O
De España.
A lcalá de G uadaira : Jomadas catequís
ticas. página 9; Fiesta de la Inmacula
da, 29.— A lcoy : Fiesta de San Juan Bos
co. 51: Visita del Sr. Presidente de las Cor
tes, 130; Asamblea vocacional, 166: Círculo
de estudios para Catequistas, 211.— A révalo :
Las vocaciones salesianas, 110.— A vila : Fies
ta de San Juan Bosco, 52.— A z a n u y : A la
memoria de lui preclaro h ijo de don Bos
co. 129.—A zc o itu : C l a s e s nocturnas de
Orientación Profesional, 108; Fiesta de M a
ría Auxiliadora, 144.— B arcelona : Se orga
niza el primer grupo de Tarsicios, 70; Una
Prim era M i s a , 89; Certamen Catequísti
co. 165; Pin de curso, 168; E l arte en nues
tras Escuelas Profesionales, 181.— C abra :
Fiesta de San Juan Bosco, 53.— C ádiz : Visi
ta del Exemo. Sr. Gobernador, 91: Visita
del Delegado N acim al de Sindicatos. 131;
Nueva Escuela de mecánica, 211.— Campello :
Nueva Archicofradia de M aría Auxiliado
ra, 10: Fie.sta de San Juan Bosco, 71.—C aRABANCHEL ALTO I Nuevos Sacevdotes. 132;
Cui-sillo Nacional de Apostolado obrero, 197.—
C iudadela : Los Antiguos Alumnos, Coopera
dores Salesianos, 9 ; Hom enaje a un precla
ro h ijo de don Bosco, 51; Ciclo de Conferen
cias fonnativas, 89; Fiesta de M aría Auxi
liadora, 143.—CÓRDOBA: Merecido homena
je, 29; Reparto de premios, 166.—E stella :
Fiesta de San Juan Bosco, 53.—^Fuentes de
A ndalucía : Fiesta de San Juan Bosco, 72.—
G er o n a : Triduo de preparación al Mes de
María. 110; Fiesta de María Auxiliado
ra, 144.— H orcajo de S antiago : Fiesta de
María Auxiliadora, 164.— H uesca : Notables
mejoras en la Residencia Provincial de ni
ños. 169.—J erez de la F rontera : Expone
su vida en favor de los niños pobres, 28.—
L as P almas : Fiesta de la Purísima Concep
ción, Fiesta de San Juan B o s c o , 72.—
M adrid : Fiesta de San Juan Bosco, 53; Inau
guración de nuevos t a 11e r e s-escuela, 89 :
Inauguración del Nuevo pabellón e imposi
ción de la Medalla del Trabajo a l Coad
jutor Salesiano D. José Recaséns, 137; Ho
menaje de gratitud a la Duquesa de Mon
tero, 163; Exposición Profesional en la Ins
titución «Virgen de la Palom a». 168; Evi
tando el peligro y aprovechando el tiem
po. 170.— M álaga : Fiesta de San Juan Bos
co, 72; En hwior del Exemo. y Rvdmo. se
ñor Obispo, 109; Fiesta de M aría Auxilia
dora, 144; Distribución de premios, 166;
Modo práctico de ejercer la caridad, 196;
E l Oratorio en verano, 214.—M ataró : Solem
ne reparto de premios. 30; Inauguración del
salón de actos. 133.—M ortellano : Nueva
— 219
fundación salesiana, 28.— M orón de la F ron
; Bodas de oro sacerdotales de un co
operador salesiano, 71.— Olver a : Se declara
festivo el día de San J u ^ Bosco, 30.— O r í huela : Fecha memorable, 10.—P amplona :
Conferencia a los Cooperadores Salesianos,
por el Excmo. y Revdmo. Sr. Obispo, 90;
Feria del Oratorio Festivo, 196.— P ilar de
H oradada : Nuevo Oratorio Festivo, 131.—
R o t a : Nuevo Colegio de las Hijas de María
Auxiliadora, 90.— S alamanca : Inauguración
de la iglesia de M aría Auxiliadora, 134.^—
San José del V a l l e : Campaña a favor de
las Iglesias Orientales, 50.—Fiesta de Santo
Tomás, 91.— S evilla : El Capitán General vi
sita las Escuelas de Triana, 28; Los Reyes
Magos en el Colegio 'Salesiano de San Pe
dro, 49; Residencia Universitaria «San Juan
Bosco», 50; Bodas de oro sacerdotales, 163;
Fiesta de fin de curso, 168.— U trera : San
tuario de N.* S.* de la Consolación, 214.—V a
l e n c ia ; Estatua de San Juan Bosco, 52.—
Z aragoza : Fiesta de San J^^an Bosco, 53;
Conferencia a los Cooperadores, 108; Fiesta
de M aría Auxiliadora, 144.
tera
Del extranjero
A r g e n t in a : página 111.— I t a l ia ; 68, 86,
128, 195, y 210.— M anila : 91.— P arís : 9L—
P ortugal : 87 y 164.
T E M A S V A R IO S
Discurso del Excmo. y Rvdmo. Sr. Obispo
de Canarias, páginas 33 y 54.—L a Primera
Comunión. 16.— L a madre de San Juan Bos
co, 94, 113 y 147.— Aspecto apostólico de la
formación profesional. 177 y 200.
BOLETIN
D e nuestras m is io n e s ; paginas 12, 73. 92,
131, 172 y 216.
E femérides seculares ; p á g in a s 7, 67, 85, .-N
106, 127, 163, 193 y 210.
L a S ie r v a de D io s d o ñ a D o r o t e a de C h o p it e a :
p á g in a s
31, 57, 76, 93, 112, 146, 176
y 198.
N E C R O LO G IA
Salesianos difuntos
M. Rvdo. D. Julián Massana, página 13; Rvdo. D. José Carrasco, 14; D. Antonio Fer^
nández, 38; Rvdo. D. J. B. Grosso, 58; Re^
verendo D. Juan Pagella, 58; D. Heribert<i.'
González, 78; Rvdo. D. Julián Sánchez, 98;
D. Esteban Giarola, 98; Rvdo. D. Sixto Santolino, 118; D. Pedro Bardají, 186; Reve
rendo D. Eladio López, 186.
Cooperadores dijuntos
D. R afael Crespo, página 14; D.^^ Angela
Torrent, 14; D. José Gola, 14; D.‘ Piedad
Izaguirre, 15; D.» Laura Rodríguez-Vega, 38;
D.» M aría Herce, 78; Rvdo. D. Juan Pargas, 78; D. Joaquín Linés, 78; D. Joaquín^Coch, 98; D. Trinidad Delgado. 117; D.* CoiJ
cepción M arín del Campo, 153; D.* M a r » i
D í a z Labandero, 153; D. Antonio Mi
guell, 153; D.» Dolores Muñoz, 153; D.
nuel Javierre, 153; D.» Petra Redondo, 1
D.» Dolores Carranza, 186; D. Francisco 1 diguero, 186; D. Juan Marín del
po, 202; D.» Dolores Salas, 204; D. Ani
Gómez, 204.
A P A B X A D O
SALESIANO
T t t o g s a f ía
de
OI
M X P B I P
la
S.
£. L - A
lcalI ,
1 6 4 .- H
*■'.
^
ad
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Fecha
-
1945.12