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Título
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BS_1944_09
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Descripción
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Boletín Salesiano. Septiembre-octubre 1944
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extracted text
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NUM ERO
15
Scp.-Olb. 1944.
Cooperadores
CAPITAL BIEN C O L O C A D O
Slntiéndoso mayormente en estos tiem
pos la falta de medios materiales p ara edu
car en la Fe y buenas costumbres a los ni
ños pobres y abandonados, la Santísima V ir
gen se ha constituido personalmente su
protectora y, por consiguiente, favorece a
sus bienhechores y bienhechoras con gra
cias extraordinarias, tanto espirituales co
mo temporales.
Y o mismo, y conmigo todos los salesianos, somos testigos de que muchos bien
hechores nuestros que poseían escasos bie
nes de fortuna, favorecidos por Dios, los
han visto aumerftar gradualmente, desde el
momento en que comenzaron a ser genero
sos con nuestros huerfanitos.
P o r este motivo, y satisfechos de la expe
riencia hecha, varios de eUos, quién de ima
manera, quién de otra, me dijeron varias
veces estas o semejantes frases: N o tiene
usted que darme las gracias cuando hago
algún donativo para sus huerfanitos; yo soy
el que tengo que dar tas gracias a usted,
que me pide la limosna, pues desde que he
empezado a socorrer sus obras, mis bimc'>
se han triplicado. Otro señor, el OÓinendador don Antonio Cotta, venía a menudo él
mismo a traer sus donativos y me decía:
Cuanto más dinero destino a sus Obras, tan
to más me prosperan mis negocios. Yo ex
perim ento prácticamente que el Seúor me
da aún en la idda presente el céntuvlo de
cuanto yo doy por am or suyo. Y continuó
siendo siempre nuestro bienhechor hast.a la
edad de ochenta y seis años, cuando Dios
lo llamó a la vida eterna p ara gozar allí,
del fruto de su caridad.
(.De la carta-testamento de San
Juan Bosco a ios Cooperadores
Salesianos.)
TESORO E S P IR IT U A L
Los Cooperadores que. habiendo confesa
do y c ^ u lg a d o . visiten una iglesia u ora
torio público (los Religiosos y Religiosas, la
suya privadai, y recen allí segxln la intcaiclón del Sumo Pontífice, pueden gan ar:
Salesianos
C O M U N IO N DE BIEN ES
1.® Los señores Cooperadores participa
rán de todas las Misas, oraciones, novenas,
triduos, ejercicios espirituales, predicaciones,
catecismos: en una palabra, de todas las
obras de caridad que hagan los Religiosos
Salesianos en el ejercicio de su ministerio,
en todas las partes dei mundo donde se en
cuentren.
2.0 Participarán igualmente de las M i
sas y oraciones que ^ digan diariamente
en la iglesia de M aría Auxiliadora, de Turín, a ñn de atraer las bendiciones del Cie
lo sobre los bienhechores, sus fam ilias y es
pecialmente sobre aquellos que hayan he
cho algún beneficio moral o material a la
Congregación Salesiana.
3.0 E l día siguiente a la fiesta de San
Francisco de Sales, todos los Sacerdotes,
tanto Salesianos como Cooperadores, cele
brarán la santa M isa por los socios fina
dos. Los que no sean Sacerdotes procura
rán recibir la santa Comimión y rezarán la
tercera paite del Rosarlo
En caso de enfermedad de alguno de los
cofrades se d ará aviso inmediatamente al
Superior, quien ordenará se eleven oracio
nes especiales al Señor por él. L o mismo se
hará en caso de muerte de algún Coope
rador.
(D e l Reglamento de los Coopera
dores Saiesianos. Cap. v i l . )
LECTO RES DEL «BO lET IN >
Se acerca el mes de noviembre, mes de
dicado a las Almas del Purgatorio... ¿Qué
pensáis hacer p or ellas?... ¿ P o r qué no
inscribir a vuestros queridos difuntos en la
O bra P ía del S agrado Corazón de J esús
DE R oma ?
Jesús con la boca, y si no pueden, con el
^ corazón.
C ad a mes:
1. ® U n día del mes a su elección.
2.
® E l día en que hacen el Ejercicio de
la Buena Muerte.
3.
® El d ía que asisten a la Conferencia
mensual salesiana.
O ctubre: D ía 7, el Santo Rosario: II,
M aternidad de M a ría ; 16. Pureza de María.’
iVowembre: 21, Presentación ae Nuestra
Señora; 22, Santa Cecilia.
I N D U L G E N C IA P L E N A R IA
1.
* E l día en que dan su nombre laa
Pía Unión de los Co<^>eradores.
2.
® El día en que, por ve* primera,
se
consagren al Sagrado Ojrazón de Jesús.
3.
® Todas las veces que, durante ocho
C O O P E R A D O R E S S A L E S tA N O S
días seguidos, hagan Ejercicios Espirituales.
4.
® En punto de muerte si confesados y Una moriera óptim a de ayudar a las
comtilgados. o al menos con «w a z ó n con
Obras de don Bosco es buscarles nuevos
trito. Jnvocaren devotamente el Nom bre de
Cooperadores.
148 —
BOLETI N
SALESI ANO
i>6p.-Oct. de 1944;
2.* Epoca-Núm. 15 I
R E V I S T A DE
LAS OBRAS DE
DON BOSCO
y Adm inislración: A lcalá, 164. - A p a rta d o 9134 - MADRID
-----...................................................................................................................... ........ .
^ d a c c ió n
SUHARI0
San Juan Bosco y la devoción del Santo Rosario-Efemérides secuIares.-Acüvidades Salesianas Nuestros Sem,nanos y
Mislones.-U sierra de Dios doña Dorotea de Chopitea -Crón1« Íe Gra
cías.—In memonam.—Un ruego.—Sección Catequística.
^
'-romea ae Gra
San Juan Bosco
y la devoción del Santo Rosario
IH
L Rosario ! H e aquí el libro oue
no se h a 11 a ni en librerías
ni en bibliotecas, y que, sin em
bargo, está al alcance de todas las
fortunas, lo pueden comprender los sa
bios y analfabetos, y puede leerse lo
mismo a plena luz que en las tinieblas,
en la iglesia como en el hogar o en la
oficina, en el tren o en el lecho del
dolor... H e aquí una bellísima fórmu
la de oración, vocal y mental a la vez,
que los cristianos deberían practicar
con frecuencia y , a ser posible, todos
los días.
A l través de los siglos, la Historia
nos ofrece innumerables ejemplos de
gracias y prodigios obrados por virtud
del 3^nto Rosario. D e entonces acá,
esta devoción ha sido la característica
de la santidad católica. T o d o s los
cristianos que han llegado a un grado
eminente de perfección, han sobresa
lido por la constancia y fervor en el re
z o de esta devoción tan acepta a los
ojos de D ios y de la Santísima V i r
gen.
^ Bien puede afirmarse que e s t a
fórmula de oración nos ha sido ense
ñada por el C ielo mismo, porque la
Sanbsima V ir g e n se la ofreció al es
pañol Santo D om ingo de Guzm án co
mo arma poderosa contra los herejes
A lbigensés, que con sus errores aca
rreaban gravísimo daño a l a s almas.
A lbigenses, no vencidos por la
fuerza dé la s armas materiales, lo fue
ron estrepitosamente por el arma santa
Y don Bosco no podía ser menos.
E l aposto! infatigable de la devoción
a M a n a , a la cual había aprendido a
amar sobre las rodillas d e su madre en
la paz de un hogar cristiano de los de
antes, en que se hubiera dejado la ce
na por no dejar el Rosario familiar ;
él el luchador impertérrito contra el
demonio, el primero y gran hereje de
todos los tiempos, em brazó siempre con
fe intrépida este escudo, y , con él am-
y pacífica del Rosario, y muchos de
ellos volvieron al buen camino.
— 149
parado, luchó y venció las batallas del
de un modo claro, por más que mis
terioso, la eficacia del .Rosario contra
Señor.
Permítasenos traer aquí para espi
ritual s o la z , de nuestros amadísimos
Cooperadores, y en este mes de octu
bre, algunos hechos que sobre esta de
voción altísima hemos espigado en las
M emorias Biográficas de nuestro
el demonio.
.
En el volumen V i l de las citadas
M emorias B iográficas se refiere
uno de los sueños d el Santo, y que
él mismo narró por extenso a sus jo
venes en la platiquita de las «buenas
Padre y Fundador.
Campanas que repican
SOLAS
E l domingo, 5 de abril de
don Bosco, expulsado del prado F ilippi, en el que desde varios domingos
venía reuniendo a sus muchachos, y no
sabiendo dónde hacerlo el siguiente,
los condujo en peregrinación al san ea
rlo de Nuestra $eñora del Campo. C a
mino adelante, iban rezando en voz
alta el Santo Rosario. L u eg o cantaron
las Letanías y otrqs alabanzas a la
Santísima V irg e n , pidiéndole se digna
ra proporcionarles un lugar a proposi
to para establecer el Oratorio Festivo.
A l tomar la calzada que conduc-i al
Santuario, las campanas de éste comieiizan a tocar y a voltear camo en
los días *de fiesta. Don Bosco quiere
agradecer al Superior y a los buenos
frailes la cariñosa acogida : pero tan
to el uno como los otros afirman que
nadie ha tocado las campanas, tanto
menos cuanto que el campanatm esta
cerrado con llave. L a conclusión es
unánime: — ¡H a n tocado sola.*!! Y .
en efecto, la V irg e n agradeció el h o
menaje de don Bosco y de sus jovenes,
pues al domingo siguiente daban con
el sitio que iba a ser la basi estable
de la gran O b ra Salesiana : la casita
del señor Pinardi, en V a ld o c co . {M e
morias Biográficas I I , 41 9 -4 2 0 .)
R emedio in f a l ib ií
Com o a Santo D om ingo, también
a don Bosco quiso el C ielo mostrarle
150 —
noches».
Parecióle ver una enorme y rnonstruosa serpiente. U n desconocido 1® ^
una cuerda y le invita a que la deje
caer cruzada sobre el espantoso rep
til. O bedece don Bosco, y la serpieiite, al sentir la cuerda sobre su espi
nazo, comienza a revolverse con tan
ta furia, que ella misma se despedaza
hasta darse la muerte. E l desconocido
toma la cuerda y la coloca dentro de
una cajita, que cierra inmediatamen
te. A l volverla a abrir, la cuerda apa
rece dispuesta de tal manera, que for
ma la palabra « A v e M a ría ».
— ¿ L o m o es posió/e?— exclama el
Santo— . i N o pusiste la cuerda de
cualquier manera}
__ M ira — le dice el desconocido— ,
la serpiente es figura del demonio, y
la cuerda, del A vem aria, o m ejor, del
Santo R osario, que es una serie de
Avemarias con las cuales, bien reza
das, se puede derrotar y destruir a io
dos los demonios del infierno.
A rma conquistadora
En otro sueño que e l .Santo en per
sona refirió al Papa P ío I X el año
1 876, v ió una inmensa turba de hom
bres de una corpulencia y robustez e x
traordinarias, de aspecto feroz, de lar
ga y revuelta cabellera de color bron
ceado , medio vestidos con pnantos de
pieles de animales y armados de pun
tiagudas lanzas... Después de verlos
llevar a cabo actos de verdadero sal
vajismo, observó don Bosco q u e L chaban contra soldados vestidos^ a la
europea, a quienes derrotaban rapida-
mente. V a n os grupos de misioneros
que intentaron evangelizarlos, fueron
exterminados del modo más cruel. F i
nalmente VIO acercarse hacia los sal
vajes a un grupito de misioneros, en
quienes no tardó en descubrir a sus Salesianos. Espantado, iba ya a impedir
les que se acercaran a aauellos bárba
ros, cuando con gra:n estupor... uüi
— son sus palabras— que nuestros m i
sioneros avanzaban hacia aquellas hor
das sanguinarias, l a s enseñaban y
amaestraban, y los salvajes aprendían
con facilidad y aceptaban dócilm ente
sus amonestaciones, poniendo en prác
tica cuanto les indicaban. Observé con
más atención y vi que los misioneros
rezaban el Santo R osario, mientras los
salvajes se abrían en ala para darles
paso y les hacían coro en el re z o ...))
{M . B . X , 54 -55 .)
Don Bosco no sabía q u é salvajes
eran aquéllos. M ás tarde supo que se
trataba de los feroces habitantes de la
Patagoma, entonces región salvaje,
Hoy ganada para la civilización y para
la Fe por los hijos del Santo, que en
traron en ella con el Rosario en la ma
no, en los labios y en el corazón.
El
R osario ... cada día
Y no sólo en los Salesianos, sus re
ligiosos, sino también en los alumnos
inculcaba don Bosco esta devoción sa
ludable, convencido de que debía
ser para ellos la mejor defensa contra
los peligros del mundo cueuido saliesen
a enfrentarse con la vida.
En cierta ocasión, volvía al atarde
cer camino de su casa, cuando alcan
z ó a un joven del Oratono que cami
naba delante de él cargado con una
gruesa viga de madera, y bajo aquel
peso pareda como si gimiese, pronun
ciando algunas palabras : — José— le
dijo don Bosco— , debes de estar muy
I.n sien'a de Dios Juña pnrotea de Chopiien, modelo en
que rueden espejarse lodos nuestros Cooperadores. K!
pincel dcluran artisla Montserrat nos la ha dejado represen
tada con el rosario en la mano, pues fué esta devocíc'm una
de las más arraigadas en el corazón de la Insigne limosnera
cansado. — N o mucho— contestó el
muchacho— ; he ido a hacer un reca
do de parte de m i amo. — M e pare
cía que ibas hablando... ¿ Q u é de
cías} — \ E h l . . . m ire : esta mañana
no he podido ir a M isa, y por lo mis
mo no he rezado el R o s a rio ... ¡ Y lo
rezaba ahora aprovechando el tiem
po l . . . { M . B. I V , 4 7 5 -4 7 6 .)
¿ A ntiguallas ?
U n día se presentó a don Bosco el
pélebre D ’ A z e g h o para rogarle qui
siera asistir con sus muchachos a una
mamfestación política. D on Bosco, de
licada, pero enérgicamente, se negó a
ello , porque él no tenía otro fin que
e l de hacer el bien a sus jóvenes por
— 151
medio de la educación y del trabajo.
N o quería de ninguna manera llenarles
la cabeza de ideas políticas, sino ha
tinuar en mi O ratorio el rezo del Santo
R osario. ( M . B . I I I , 2 9 3 -2 9 4 .)
cerlos buenos hijos de fam ilia y ó p ti
mos ciudadanos. Y mientras así le h a
blaba, iba acompañando al visitante
Estamos en octubre, mes del Rosa
rio. Intensifiquemos el fervor al rezarlo.
Ejercitemos la mente en u n a . verda
dera meditación de los principales mis
terios de nuestra F e , mientras la len
gua va repitiendo las dos oraciones mas
bellas : el Padrenuestro y e l A vem a
ria. P o r lo mismo, no nos coníentemos
simplemente con enunciar u oír enuiiciar el misterio para olvidarlo en segui
d a ... N o ; procuremos contemplarlo con
los ojos de nuestra imaginación como
se contempla en un cuadro un hecho de
la vida de Jesús o de la V irg e n , y
de esta manera nuestro corazón se sen
tirá movido por piadosos afectos a for
mular buenos y santos propósitos.
E l Rosario así rezado será salvaguar
dia personal contra las insidias del de
monio, escudo defensor de las virtudes
familiares, y arma poderosa contra los
enemigos de la sociedad y de la Iglesia.
por las varias dependencias del O rato
rio, le manifestaba sus proyectos y le
explicaba el horario de la c a s a .
D ’ A z e g lio lo admiraba y lo alababa
todo, pero ju zgó tiempo perdido el de
dicado a largas oraciones, diciendo que
aquello de rezar cincuenta avemarias
era una antigualla que él no podía
aprobar y que don ¡Bosco debía abolir.
— Pues bien— contestó el Santo ama
blemente— ; yo tengo muy a pechos
esta práctica y podría decirle que so
bre ella se basa mi o b ra ; y estaría dis
puesto a dejar otras cosas , al parecer
más imporíanfes, antes que suprimir
esta devoción. Es más : si fuese nece
sario, renunciaría incluso a su preciosa
amistad de usted, con tal de poder con-
T EFEMERIDES SECULARES )
Don
B
O
s c
O
El segundo domingo de octubre de 1844.
M aíem tdad de Nuestra Señora, comunicó a
la turba de
muchachos el próxim o tras
lado del O ratorio Festivo a su nueva sede
del Refugio. De momento, la noticia produ
jo cierto turbación entre los jóvenes; pero
cuojido les d ijo que los conduciría a otro
San Francisco más grande, más bello y más
cómodo, y que aHÍ podrían cantar, correr,
saltar y divertirse a sus anchas, se llenaron
todos de alegría, y cada cual e s t a b a ya
con impaciencia el próxim o domingo pura
gozar de la novedad que su aun infantil
/antasia aqrandaba hasta lo tnveroswnii.
Sin embargo, se les advirtió que. por m otitos especiales, no acudieran al nuevo local
por la mañana, sino sólo por la tarde.
Y he aguí qtie la tercera dominica de oc
tubre. dia que la Iglesia consagra a la Pu
reza de lo Virgen Santísima, poco después
(¿ í mediodía, una turba numerosísima de
152 —
en
18 4 4 . - .
muchachos de variada edad y condición, lle
garon corriendo a la barriada de Valdocco
en busca de don Rosco y del nuevo Oratorio.
— ¿Dónde está don Bosco?... ¿dónde está
don Bosco?— iban preguntando a voces— . Era
uno verdadero invasión de jóvenes. A sus
gritos, los vecinos se asomaron a las venta
nas poco menos que asustados. La primera
im presión ' de aquellas buenas gentes fué
la de que tos muchachos traian malas in
tenciones.
Y com o quiera qu^ por aquellos ccmtornos no se había oído todavía hablar de don
Bosco, de O ratorio n i de cosa que se le por
redese, la gente, un tanto amoscada, res
pondía :
— ¡Q u é don Bosco ni qué Oratcalo!
fuera de aquí, granujas l
¡Ea.
Los muchadios, creyendo ser objeto de
una burla, alzaban más el grito y lo ponían
en ei cielo, con lo cual aumentaba el furor
y eZ griterío del vecindario, que tomaba por
insulto a sus persoTias las voces de los jóve
nes.
Iban tomando las cosas mal sesgo, cuan
do don Bosco, oyendo él oZboroío, $e dió
cuenta de que eran sus muchachos que ve
nían a buscarle. Les oia repetir:
— i El nos d ijo que viniésemos aquí 1 ¡ Vete
a saber cuál será su puerta!
En esto, un jovenzuelo recién llegado gri
tó con aire de triu n fo :
—Don Bosco está aq^uí, seguidme.
En aquel m om ento apareció don Bosco
en el umbral de la puerta.
Aparecer don Bosco y levantarse un cla
mor estrepitoso de gritos y de vivas, fué todo
lo m ism o:
— ¡O h !... ¡don Bosco!... ¡V iv a don Bos
co I ¿Dónde está el Oratorio? ¡Venim os al
Oratorio!...
Y mientras asi gritaban aquellos mucha
chos, se lanzaron en trom ba a rodear a don
Bosco, a besarle la mano, a darle las bue
nas tardes.
Ante tan desacostumbrada escena, el eno
jo de los vecinos se trocó en admiración y
maravilla y no cesaban de preguntarse unos
a otros quién fuese aquel cura que tanto as
cendiente tenía sobre aquellos jóvenes.
A las preguntas de éstos sobre ei nuevo
Oratorio, el hábil director contestó que el
verdadero O ratorio no estaba todavía ter
minado; que entretanto subiesen a su ha
bitación, la cual, siendo bastante amplia,
podía suplirlo por entonces. Toda aquella
tropa enfiló la escalera forcejeando cada
cual por ser d prim ero en llegar a la estáncia de don Bosco. Una vez en ella, unos se
sentaron sobre la cama, otros sobre la
mesa, quienes en el suelo, guien en el an
tepecho de la ventana... Aquel domingo se
salx>ó la situación com o se pudo, y aunque
la estrechez del sitio no perm itía el des
ahogo que ellos se hablan imaginado, se
marcharon, sin embargo, bastante satisfe
chos.
P or lo demás, a ftúta de otros alicientes,
don Bosco, con su bondad, con su am ibilidad. con su gracia y buen donaire, supo
hacerles pasar la tarde de la manera más
divertida y santamente alegre. Les explicó
un poco de Catecismo, les enseñó una nueva
oración, y, después
narrarles algún que
ejem plo edificante, se cantó una letrilla
piadosa en honor de la Virgen Santísima.
El domingo siguiente Sg presentó ya con
mayores dificultades, pues a los muchachos
del anterior Se juntaron no pocos de la ba
rriada. Parecía imposible colocar tantos chi
cos en tan poco espacio. Habitación, come
Síes. Cooperadores:
dor, escalera... ¡todo se llenó de muchachosl
Don Bosco explicó el Catecisino y el Evan
gelio en su aposento, mientras el Teólogo
Borel, que se había ofrecido incondicional
mente para ayudarle, hacia lo misnio en la
escolera. Tenninada la explicación, era de
ver la batahola que se armaba para el re
creo. Uno encendía el fuego, otro lo apagaba;
éste barría la sala sin humedecer eí suelo,
y aquél intentaba quitar el p o lv o ; quién
lavaba los platos y quién los rompía. Mue
lles, paletas, pozales, cántaros, sillas, libros,
ropa, zapatos, en fin. todos los objetos visi
bles Se veían revueltos y traídos de acá para
allá, mientras ios muchachos mayores y
más seriecitos intentaban en vano orde
narlos de nuevo. Y nuestro querido don
Bosco lo observaba todo y reía, limitáTidose a recomendarles que no rompiesen ni
estropeasen nada. C haiitas patiens est
( I Cos. x m , 41. La caridad es paciente, y
i p or cuántos años ejercitó él en graao
heroico la virtud de la' fortaleza vencién
dose a si mismo, permaneciendo entr^ sus
muchachos alborotadores y m al educados !
(D e las “Memorias Biográficas”, II, 26.)
Tr^'x: Caif^a adyacente al <Rcfugio>. se^nda sede dcl
Oratorio Festivo
dad a conocer el B O L E T I N S A L E S I A N O ,
propagad las Obras de San Juan Bosco
— 153
ACTIVIDADES
M A L A G A : K eparío ae ^>remí^s eii et
Colegio Salesiano.—E\ día 21 del pasado
mes de junio se celebró en el Colegio Salesiano de M ála ga la solemne repaitición
de premios del curso 1943-44, con la asislencia de pei*sonalidades de alto relieve, en
tre las que figm-abau el insigne Coopera
dor Salesiano D. José Gálvez Ginachero
el Sr._ Cónsul del Brasil.
Tuvo Jugar el acto en el patio de i'ecreo
engalanado con prim or y ocupado por nu
meroso público de toda clase, destacando,
enti-e todos, los familiares de los alumnos.
Después de un brillante discurso del Reve. endo D. Francisco Víllanueve, S. S., y en
tre amenos números de música y declaInación, fuése haciendo entrega de los di
ferentes premios a los alumnos qué se ha
bían hecho acreedores a ellos por gu con
ducta y aplicación durante el año escolar.
Entre aplausos y grandes manifestacio
nes de simpatía por parte de todos loa
asistentes al acto, se acercaron a recibir de
manos del Sr. Director
de don José G á l
vez el diploma de oficiales los cinco alxunnos que este año han terminado el apren
dizaje de su oficio (dos cajistas, un impre
sor y dos mecánicos). Asimismo les fuercm
entregados sendc® sobres, cada uno de los
cuales contenía más de mil pesetas.
L a banda del colegio, con su variado re
pertorio, amenizó el acto, que dejó en cuan
tos lo presenciaron los m ás gratas impre
siones.
•oOOOo-
Z A R A G O Z A : Reporto do premios en el
Oratorio Festivo Salesiatio.—P o r la Prensa,
y de boca de muchos conocidos con quienes
hemos hablado este verano, sabemos cuán
grandioso resultó el reparto de premios a
los niños y a los jóvenes del Oratorio Fes
tivo de Zaragoza; reparto que tuvo lugar
el día 29 de jimio, p. p. Tanto se nos ha
dicho y con tal seriedad por testigos ocu
lares. que no \-acilamos en calificarlo de
ruidoso acontecimiento. Este acto h a de
mostrado dos cosas principalm ente: la fe
cundidad creadora de la O bra S alesiara
dondequiera que plante sus tiendas, y la
generosidad sin límites de los católicos
zaragozanos.
D e lo primero dan ie los quinientos mu
chachos qir?. aparte los menos constantes,
acuden domingo tras domingo a l O rato
rio PestiTO.
Lo segundo viere patentizado por el inccmtable número de objetos que 1<« Coope
radores y amigos de la O bra Salesiana en
Zaragoza han regalado, a fin de que pu154 —
SALESIANAS
dieran ser premiados con abundancia to
dos los niños. Dichos objetos fueron expues
tos en el primer piso ya teiminado del edi
ficio en constnicción, y se hallaban clasi
ficados « n cinco glandes secciones: jiiguetes, calzados, prendas de vestir, libros
y útiles de escuela.
G ran parte de estos felices resultados se
deben sin duda a la lectura de la vida de
San Juan Bosco, pues, según estadísticas de
librerías, es Zaragoza una de las ciudades
de España en que m ás difusión h a tenido
la biografía del Fundador de los Orato
rios Festivos.
Entusiasmados con dicha lectura, un nu
trido grupo de jóvenes animosos y apostó
licos h an fundado la AsociaciÓ7i de jóvenes
de A. G. “San Juan Bosco", cuyo fin prin
cipal v a a ser colaborar en el trabajo del
Oratorio Festivo Salesiano para, un a vez
penetrados de su ei^íritu y prácticos en
sus métodos y santas Industaias, fundar
otros Oratorios Festivos en los idistintos
barrios de la ciudad. D icha Asociación es
interparroquial y h a sido reconocida por
la Curia. S u labor, en un futuro próximo,
comenzó a verae facilitada el y a citado
día 29 de junio, pues, con ocasión d el re
parto de premios, acudiercm al Oratorio
hasta otros mil quinientos niños de todas
las barriadas de la ciudad, a los cuales se
obsequió con juegos y premios abundantes,
de tal m anera que se marcharon con el
deseo y la esperanza de que no tardarán
en tener el Oratorio Festivo m ás cerca de
sus respectivas viviendas, con lo que les se
r á fácil y hacedero asistir a él todos los d >
mingos y fiestas.
O jalá así sea. Pidámosle a l Señor, por
intercesión de la Santísim a Virgen del P i
lar, Señora de España y R eina de Zara
goza, se digne apresurar l a hora.
•oOOOoB A R A C A L D O : Rasgo, digno de todo en
comio.— ^Tal h a sido el de la Asociación de
Antiguos Alumnos Salesianos de B aracaldo al crear un a beca de 1.200 pesetas para
el sostenimiento an u al de un muchacho
aspirante que estudia latín en alguno de
los Seminarios Salesianos de la Inspecto
ría Céltica. H e aquí cómo se expresa la
reiista local “Eco Salesiano” en el número
de Julio;
La ceremonia de entrega tuvo lugar en el
Solón de Actos del Colegio, el D ia del An
tiguo Alum no Salesiano. A cto sencillo, pe
ro de indudable ejemplaridad y estimulo.
Los espectadores, que invadían el Salón,
aplaudieron entusiásticamente la feliz ini-
ciaMva, eS acto de la entrega y la promesa
oficial, hecha p or to ca del Presidente, de
que la Asociación hada de la beca com
promiso de honor.
En el fondo, la fiesta anual del Antiguo
Alum no Salesiano viene a proclamar que
los Antiguos Alumnos Salesianos aman y
admiran a los Salesianos, g u » quiereii su
existencia y permanencia en la Sociedad
y que anhelan su m áxim o desarrollo. Y
esto— lo han comprendido bien los Antiguos
Alumnos— no se coTisigue más que ayu
dando al sostenimiento m aterial de los jo vencitos, en cuyas almas Dios ha deposi
tado la semilla de la vocadón al sacerdodo
o al estado religioso, para educar a la ju
ventud.
oO@Oo-
HUESCA:
Prim era
Misa .— (Ck>piamos de
“E l Noticiero”, de Zaragoza, del día 6 de
ju lio ): E n la mañana del últim o domingo
tuvo lugar, en la Casa Aspirantado de los
P P . Salesianos, el solemne acto de cele
brar su prim era misa el nuevo sacerdote
de dicha Congregación don Juan Roig
Roig, quien, a pesar de haber redbido las
Sagradas Ordones en Madrid, quiso tuvie
ra lugar dicho acto en Huesca, donde años
atrás había ejerddo de maestro.
Fueron padrinos seglares don Francisco
Francoy Palacin, abogado y vicepresidente de
esta Diputación, y doña Petra Redondo, viu
da dé Montestruc, entusiasta cooperadora sa~
lesiana y fundadora del mencionado aspirantado, sito en la calle de Heredia.
Actuó de presbítero asistente el direcíor de
la Casa, don Pedro Iglesias, y predicó las glo
rias deí sacerdocio él R. P. D. José Carrasco,
perteneciente a las Escuelas que la Congre
gación tiene también en nuestra ciudad. Des
pués de la misa, hubo un besamanos. Los
alumnos Aspirantes cantaron una hermosa
misa gregoriana.
La com unión general a los aspirantes y fie
les en la misa que se celebró a las ocho y me
dia, fué administrada por el nuevo sacerdote.
Por la tarde hubo una velada-homenaje de
dicada al nuevo m inistro del Señor, en la que
se interpretaron himnos, discursos, poesías,
diálogos y plegarias, u>ao con et mayor
acierio.
*
Recíba el parabién e¿ nuevo saceraote
y la Congregación Salesiana, que de tanto
arraigo y simpatía goza en Huesca.
■oOOQoB A R C E L O N A : Escuelas Profesionales Saiesianas.— ^Hace ahora cinco años, las Escue
las Profesionales Salesianas de Barcelona
^Sarriá) ofrecían a las fam ilias que a ellas
llevaban a sus hijos p ara el curso escolar
de 1939 - 40 un a^>ecto desconsolador por
demás. Sabido es por todos que, a los m a
les acumulados por la revolución y la gue
rra en general sobre los edificios religio-
Za
Varias instantincas del Oratorio Festi/ >
SOS, en las Escuelas Salesianas de Sarriá
se juntó la demolición producida por la
explosión intencionada de grandes cantida
des de dinam ita en el mismo momento en
que las tropas nacionales ponían su plan
ta vencedora en las calles de la ciudad
condal. Pabellones enteros quedaron en im
momento reducidos a ingentes knon tañas
de escond}ro6. E l trabajo que tomar<m so
bre sí aquellos salesianos. varios de los cua
les ac a b a la n de salir enfermos y avieja-
!? T o ('
' 1 • f» * O S • 0 e i n n r i í f
H a r c b i .c k a
í ir o 'o ir n I t e s 9 0 1 * W o ^
q r g p g
y
f
(Sa^íá): Grupo de alumnos de las Escuelas Profesionales
dos de las cárceles rojas, puede llamarse,
más que otra cosa, trabajo de fundación.
A l concluir el primer lustro de esta se
gunda época lanzan a la vida, pictóricos
de energías y de nobles ideales, a veinte
jóvenes oficiales (catorce de los cuales apa
recen en la fotografía), la prim era de una
nueva serie de promociones de obreros
seriamente formados en su arte y recia-,
mente cimentados en los principios y en
la práctica de la fe católica: promociones
que. como las anteriores al afio 36. héroes
a la Patria y mártires a la Religión, da
rán hombres cabales, según Dios, para la
tarea de la reconstrucción no sólo de la
Patria, s iró de la sociedad entera cuando
ésta intente levantarse de la postración
moral y física en que yace.
E l resurgir de las Escuelas Profesiona
les de Barcelona ha tenido dos aspectos:
el material y el espiritual.
Del resurgir del prim w o es índice, amén
de la reparación y habilitación de los lo
cales que por milagro quedaron en pie. la
construcción de im grar dioso pabellón de
tres mil metros cuadrados de superficie,
destinado para escuela de las artes del hie
rro y de. la ¡madera. Aunque terminado
hace y a dos años, ambos talleres-escuela
han sido finalmente adaptados para su
destino en el pasado curso. E n el de me
cánica. por permitirlo y exigirlo la índole
especial de esta disciplina, pueden verse
claramente distribuidos el espacio y el m a
terial en los cinco cursos o partes en que
se divide su enseñanza. Venciendo grand í^ m as dificultades, se h a podido repwier
en gran parte el material didáctico de
esta escuela: l a i ^ s hileras de tomillos
individuales. \'arias fresadoras (algunas de
ellas, como asimismo las taladradoras, cons
truidas en estas Escuelas', una magnifica
156 —
in w
planeadora, m ás de veinte tomos de diver
sos modelos y aplicaciones, etc. E n el cur
so pasado se h a construido, con intervaición de los alumnos de los tres últimos
cursos, im a lim adora mecánica monopolea.
Fe y testimonio de la labor educativa
realizada en las Escuelas Profesionales Salesianas, pueden darlos las relevantes per
sonalidades de Barcelcma, indiistiiales y
autoridades, que asistieron a los exámenes
de fin de curso, pues todas ellas tuvieron
frases de sincero elogio p ara los alumnos
al ver su aprovechamiento y los trabajos
realizados. Durante el acto del examen,
visitaron la exposición de trabajos el señor
Delegado del T ra bajo de la provincia y los
señores Directores de la Escuela de Inge
nieros y Peritos y de la Escuela del T raba
jo de la Diputación de Barcelona. El an
tedicho señor Delegado firmó, juntamente
con el señor Director de las Escuelas Pro
fesionales Salesianas, los diplomas de los
alumnos que terminaban el oficio.
Estos se reunieron luego en la habitacióncapilla de San Juan Bosco, con los miem
bros de la Jimta Local de Antiguos Alum
nos Salasianos. Después de una emocicmante plática del M . Rdo. Sr. Bispector don
Juan Alberto, y de unas palabras del Pre
sidente, Sr. Pérez, y del Sr. Director d?
las Escuelas, recibieron la msignia de A n
tiguos AJumnos y fueron inscritos como
tales. Po r la noche, los nuevos oficiales
se saltaron a cenar en compañía de sus
superiores y maestr<». concluyendo así, de
una m anera tan familiar, esta e t^ ia de
su vida en que se han hecho hombres capaces de defender un a posición social dig
na y airosamente.
Las Escuelas Profesionales Salesianas de
Barcelona están de nuevo en marcha.
Cuatrocientos c in c u «ita alumnos internos
las pueblan... E l viejo árbol, bendecido por
la mano de San Juan Sosco, que se posó
paternal sobre su débil tallo cuando era
«j'in tierno arbolillo, injertado con sangre
de mártires, h a dado la prim era cosecha...
Sin embargo, el esfuerzo realizado hasta
el presente no basta. Estas Escuelas nece
sitan ser apoyadas y sostenidas por la ca
ridad de todos los buenos. A la vez que
desde estas columnas hacemos pública la
gratitud de los hijos de don Bosco hacia
aquellas personas que hasta la fecha se
han sacrificado por favorecer un a obra
tan necesaria, suplicamos a todos cuantos
se hallen en condiciones de hacerlo que
no dejen de cooperar a la. completa re
construcción y al mejoramiento de las Es
cuelas Profesioimles de- Barcelona, Son
muchas, mtichísimas las necesidades que
quedan por cubrir y las dificultades que
se tienen que salvar. N adie mejor que sus
actuales superiores podrá inform ar a quie
nes de verdad se determinen a hacer algo
por ellas.
Es más, insistiendo en el pensamiento
apuntado en el editorial del número an
terior de esta revista, diremos que ya va
siendo hora de que surja en nuestra Patria
la persona, física o moral, que levante el
Sem inario de coadjutores sa/esianos maes
tros de taller, con lo cual, no ya las Escue
las Profesionales Salesianas de Barcelora,
sino todas las demás de España existen
tes y que se habrían de crear, recibirían el
más decidido y eficaz empuje.
este pueblo una simpática fiesta dedicada
a la Patrono de los Salesianos, M aría A uxi
liadora, y que ha sido motivada por la do
nación hecha a esta Parroquia de una pre
ciosa Virgen, bajo dicha aavocacton, por
dos piadosas familias de esta localidad.
Tras un solemne novenario, el axa 15
se ha celebrado la fiesta que se reseña,
en la que a más de la misa de Coiuuntoxi
General de ambas raxnas de la Juventud
de Acción Católica, fuuo lugar la misa
solemne, en la que magistraUnente ensal
zó las glorias de M aría Axtxiliadora eli R e
verendo D. Esteban Ruiz, Salesiano. Con
sencillez, pero con cálida elocuencia y pro
funda doctrina moral e histórica, el P. Ruiz
presentó ante el numeroso auditorio a M a
ría como auxiliadora de la Humanidad a
través de los siglos y com o auxiliadora de
la Iglesia en todos los tiempos, haciendo
de paso una ligera pero bellísima biogra
fía del Apóstol del siglo pasado, propaga
dor de esta det>oción mariana, que se lla
m ó San Juan Bosco.
P o r la tarde, la nueva imagen recorrió
triunfalm ente las calles del pueblo, entre
cánticos de entusiasmo y fervor de todo el
vecindario que se sumó al homenaje.
Tan lucida ha resultado esta fiesta, cele
brada por primero vez en esta villa, que
su recuerdo quedará imperecedero entre
los hijos de Horcajo, que. deseosos de hon
rar cada dia más a M aría Auxiliadora, ha
cen propósito de conmemorar este dia en
lo sxícesivo, con, la misma solemnidad que
este año .— F. A.
oOPOooOpOo-
H O R C A JO D E S A N T IA G O
(Cuenca >:
Fiesta de M aría Auxiliadora.— (Recortamos
del periódico “Ofensiva”) : El dia 15 de los
corrientes, festividad de la Asunción de
la Santísima Virgen, ha tenido lugar en
BakCKLOSA '.'irriá.rGr^',
V I G O : Raparte Cl cuadros de Manu
Auxiliadora a los Antiguos Aíumnos casa
dos.— (D e “El Pueblo de Vigo” ): Tuvo lugar,
después de la Jnisa de comunión mensual
’2<: ;!ises eleioenUles y de Comercio
— 157
Reproducción en negro de la imagen a todo color de María
Auxiliadora representada en el cuadro a que hace refe
rencia la relación de Vigo
del A ntiguo Alum no, un s im p a d o ccío
organizado por el D irector de la comuni
dad Salesiana, en honor de los antiguos
alumnos casados.
Este neto consistió en la entrega a cada
m atrim onio de un hermoso cuadro con
la imagen de M aría Auxiliadora, sú excelsa
Patrona, p ara que ella presido el hogar
cristiano de cada uno de aquellos que fue
ron formados en él ambiente salesiano.
A esta misa mensual acudieron nume
rosos Antiguos Alumnos, y los casados en
su mayoría acompañados de sus esposas.
Terminada la misa, e¡ Sr. D irector dirigió
la palabra a los Antiguos Alumnos y es
pecialmente a los que han form ado un ho
gar, congratulándose de que continúen fue
ra del Colegio prjocticando la vida fervo
rosa allí aprendida y transm itida. ahora a
nuevas generaciones que son el bendito
fru to que Dios entrega a los esposos.
Después se procedió a la bendición de
los numerosos cuadros que estaban expues
tos al lado del altar de la Virgen. Term i
nada la bendición, él Sr. D irector fué en
tregando a cada uno de los Antiguos Alum
nos casados el cuadro correspondiente.
Este simpático acto resultó grandemente
edificante y ha sido una prueba más tfcJ
entrañadle cariño que une a la benemé
rita comunidad Salesiana con los que han
sido educados bajo su custodia.
Nuestros seminarios y los Misiones
~J~ODOS nuestros lectores habrcti oído
• má$ de una vez de labios de las per
sonas de su relación, esta frase que en
cierra, a no dudarlo, un fondo de negro
pesim ism o: N o hay nadie bueno hoy d ía ;
todos buscan sólo sus gustos, comodidades
y provechos... ¡E l m u rd o está Invadido de
egoísmo! No vamos a entablar polémica
para defender un punto de vista contra
rio. Tan sólo nos limitaremos a tra r aq'ui
ejemplos de generosidad, de idealismo rec
to y cristiano, que demuestran que si bien
hay muchos indiferentes a los males ajenos,
que bajan por este cam ino del Jericó de
¡a vida haciendo caso omiso de los p ró
jim os que ¡es tienden la m ano,' no faltan
los Buenos Samaritanos
anhelan dul
cifica r las heridas de la pobre Humanidad
abandonada a su suerte por malo de sus
pecados. Demos gracias a Dios p or ello y
abramos ei corazÓ7i a la esperonsa.
Hay apóstoles que trabajan y hay jóveties con alma de apóstoles gue se preparan
para rem over las cenizas del mundo y ha
cer brotar de nueoo en él Za lloTna del amor
de Dios y del prójim o, para hacer lucir
de nueix) la luz consoladora de la Fe ca
tólica.
158 —
Quisiéramos peder disppner de espacio
suficiente para reproducir las cartas y re
laciones que nos llegan de los varios Se
minarios Sglesianos de España para que
n u e s t r o s beneméritos Cooperadores pudiesen compt'ejider y gozar el santo entu
siasmo de que están inflamados los jóve
nes estudiantes y novicios de la Congre
gación por las Misiones en tierras de in
fieles.
Asi, por ejemplo, en Gerona, donde la
Inspectoría Tarraconense tiene su Estu
diantado de Filcsofia, funciona un Circulo
M isionero bajo el patronazgo dei Obispo
salesiano Mons. VersigUs^. asesinaao en
odio a la Fe por los piratas chinos. El fin
principal que se propone dicho Circulo es
ayudar con oraciones y sacrificios a los
misioneros que luchan en lejanas y difieiles tierras, e inyectar en sus socios un amor
tal a his Misiones que tos haga propagan
distas y misioneros en ei campo deZ tra
bajo que, como, maestros, va en breve a
destinariss la Obediencia, para conseguir
estos fines no se perdona medio a lgu n o :
conferencias, rsur.icnes, artículos, periódi
cos murales, exposiciones, etc. Este vera
no. asi como para engarzar en form a me-
tódica las rntútiformes actividades misiona
les del curso, lian celebrado con gran es
plendor y con ie rvor especiaX\ un hermoso
congresillo misionero - catequístico durante
los dias 28, 29 y 30 de julio, con sesiones
inañana y tarde, en las cuales, además de
hacer la historia de las principales misio
nes salesianas, se han tratado arguinentos
tan importantes como estos : El Salesiano
catequista. Su misión y necesidad. Formación cultural. Formación moral. Formación
pedagógico-didácUca, etc., etc.
Véase ahora lo que escriben los novicios
y estudiantes de Filosofía de San José del
Valle {Cádiz):
“Este mes ha sido -el Rdo. Sr. Conse
je ro guien, al glosar en la conferencia el
opúsculo del Rvdmo. Sr. D. Pedro Ricaldone.
“ Todos misioneros", infundió en nosotros
nuevos ánimos para seguir trabajando en
la buena marcha de nuestro Circulo.
Consecuencia práctica de la conferencia
fué la form ación de once grupos de oración
entre tos estudiantes y realizar en las pre
sentes vacaciones un estudio a fondo del
trabajo que en diversas misiones efectúan
nuestros Hermanos. E l fecundo programa
misional que nos proponemos desarrollar en
las vacaciones es, pues, un estudio histórico,
geográfico, social de los pueblos y de las di.
ficultades dg todo señero, sacrificios y pri
vaciones de nuestros 7nisioneros, así como
tajnbién de la religión, costumbres, tradicio.
nes, ideología de los infieles, y, sobre todo,
la form ación de un “G ran Tesoro Espiritual" unido a la “Cruzada de sacrificios pro
misiones" que hemos de presentar el Domund
a Nuestro Señor en lugar del tesoro pecu
niario, que podrán ofrecer las personas de
toda España."
Amados Cooptradores \ Con intencioiiado
propósito no hemos querido daros estas noti
cias a modo de crónica porque tienen algo
más
to fría relación de un hecho sucedido.
Según indicábamos más arriba, son como
chispazos de una fuerza latente y hasta casi
com o ahogada en medio del m ar de las pa
siones que nos envuelve; pero fuerza que
vive, porque es inm ortal, ya que inm ortal
es la. fuente prím era que la a lim en ta : el
amor de Dios.
Que hallen apoyo, sostén y ayuda en todos
tos buenos católicos estos ideales juveniles,
para que un dia no lejano puedan conver
tirse en trabajo fecundo y práctico de sal
vación de almas.
Bienhechores de la Obra Salesiana. ayu
dad» a nuestras Casas de Form acióu, ayu
dad a tos futuros apóstoles y misioneros de
Cristo.
Barcsi^ sa: Catorce de los veinte
alumnos que han concluido el
aprendizaje de su oficio en las Es
cuelas Profesionales Salesianas. De
los veinte, dos son tipógrafos; tre.s,
carpinteros; dos, sastres; uno, elec
tricista. V doce, mecánicos
S I l C
R
V
X> 9-Z
i l .
U
l
O
H
Doña Dorotea de Chopitea
C O O P E R A D O R A
Quiso el Cielo visitar a la famlMa con la
tribulacitm p a ra que se arraigase la virtud
más y m ás con los golpes de la adversidad.
E ra el año 1848. A causa de los trastornos
pc^ticos de que Italia íué victima y que
tuvieTon eco, como es natural, en otras
naciones de Europa, hallóse gravemente comprmnetido el esposo de d c ^ Dorotea, y ame
S A X y iC fb X A > ' A
nazado de susi>ender pagos, con grandísimo
detrimento de su forttma y fama.
Aquella fué una de las ocasiones en que
mejm’ mostró la ilustre dam a los tesoros
de fortaleza y am or que atesoraba su pe
cho. L a naturaleza, que apenas le había
concedido el don de lágrimas, le había dado
en abimdancia el dtm de los consuelos. Con
— 159
la sonrisa en los labios, cuando el corazón
se hallaba desgarrado, logró hacer rwiacer
la tranquilidad en el ánimo de su atribu
lado esposo. Endulza su am argura recordán
dole sus sentimientos cristianos y la nece
sidad de confiar en la Providencia; en una
palabra, le restituye el sosiego y la sereni
dad necesai-ias para conjurar el desastre.
U n a violenta borrasca había estado a prmto
de hacer zozobrar la barquilla de la casa
Chopitea, logrando un experto piloto ponerla
a rumbo y salvarla del naufragio. Este pi
loto fué el inteligente y fiel dependiente
don Isidoro Pons, a quien D. José M aría re
compensó tan relevantes méritos elevándo
lo primero a socio de la casa, y dándole
más tai-de la mano de su h ija mayor. El
2 de abril de 1853 el confesor de la fam i
lia dió la bendición nupcial en la iglesia
de Santa M aría del M a r a los nuevos es
posos, don Isidoro Pons y doña Dolores
Serra y Chopitea.
E n cuantas ocasiones difíciles se presen
taron fué doña Dorotea, como en la que
acabamos de referir, el apoyo de su esposo
y aficaz auxiliar en sus necesidades. A es
te propósito, una persona de la fam ilia ha
dejado escrito lo que sigue: Tanto su. es
poso com o toda su /amilia y amigos, encon
traron siempre en ella el más cariñoso apo
yo. prudente consejo y una enjermera tan
solicita como diligente. Era verdaderamente
hacendosa, cuidando hasta con nimiedad
de la marcha de la casa, aun en medio de
los múltiples e importantísimas atenciones
gvig la rodeaban. Se jijaba en los menores
detalles, haciendo las más atinadas ob
servaciones a sus hijas y sirvientas acerca
de lo que constituye la econo>mÍa domés
tica. Ella, tan espléndida, tan gra7idemente
dadivosa para con los pobres, no perm i
tía que en su casa s^ desperdiciasen n i aun
unas ftebras de /ido.
VI
Am aestrada por la experiencia y ponien
do en práctica la prudencia y penetración
de que la naturaleza la dotara, siempre
procuró Dorotea al colocar a sus hijas po
nerlas casa aparte, para evitar esos roces
que resultan inevitables cuando hacen to
dos vida común. La diferencia de edad, la
autoridad que los padres están acostum
brados a ejercer sobre sus hijos, les hace
pensar que. aun después del cambio de
estado, pueden entrometerse en sus asun
tos más delicados e imponerles su volun
tad. Tam bién la introducción en el hogar
doméstico de una persona extraña puede
traer graves perturbaciones a las familias
aun cuando se hagan esfuerzos en mante
ner el equilibrio. ¡C u án grande, sin em
bargo. habla de ser el dolor de aquella ma
dre ejem plar al separarse de aquellos pe
dazos de su corazón por los que estaba dis
puesta a sacrificarlo todo! Po r lo que toca
160 —
a la formación de sus caracteres, se halla
ba completamente tranquila. L a sólida en
señanza de sor Juana y los ejemplos que
de ella recibieran podía hacerle prometer
que serían continuadoras dignas de las
virtudes de sus padi-es.
A la vez que m anifestaba la convenien
cia de esta separación, nada inculcaba con
tanto empeño a sus hijas como que fuesen
dulces y piadosas con los nuevos padres
que el Cielo les había deparado.
•—Contentad —les decía— , contentad a
vuestros maridos, contentando a sus podres.
Redoblad vuestras atenciones por ellos a
medida que las debilidades de la edad las
hagan más necesañas. HabladXes siempre
con un religioso respeto.
i < ^ é hermosa y prudente lección que,
practicada, se convierte en iris de paz pa
ra las fam ilias! U n delicadísimo sentimien
to, í u ^ t e del am or m ás puro, respiran
también estas frases encantadoras:
— A m i siempre me encontraréis, yo sienvpre seré vuestra madre. Cariño, no lo de
mando; me contentaré con el que me deis.
Y o os doy todo ei que tengo.
Alentando eUa misma su independencia,
eludía, con un tacto exquisito, entrome
terse en sus asuntos más íntimos, dejando
a los esposos que por sí mismos se gober
nasen. Soilaménte cuando alguna de sus
hijas caía enferma, acudía al punto para
servirla y consolarla: pero, hablando en
general, si ellas deseaban verla, era preciso
que fuesen a casa de su madre. Solíales
decir:
— Si estáis enfermas, allá me tendréis.
Estando sanas, aquí me encontraréis.
(Continuará.)
S Crónica de Gracias
B
LORA D E
ESTEPA
(Sevilla).— Encon
trándose nuestra querida madre gravemen
te enferm a de pulmonía con varias compli
caciones, después de recibir los Santos S a
cramentos llegó el m al a tales extremos,
que todos temíamos fundadamente im tris
te desenlace. Acudimos a M aría Auxilia
dora, que no tardó en m anifestamos su
protección poderosa, pues en aquel mismo
momento comenzó la enferm a a mejorar
rápidamente hasta restablecerse por com
pleto. Agradecidos, cumplimos la promesa
de asistir a la proce^ón de M aría Auxilia
dora que se celebró el 4 de junio en la
ciudad de M álaga.— Hermanos Cantos M u
ñoz.
M A L A G A .— Hallándome sin colocación y
económicamente necesitado, comencé una
novesra a M a ría Auxiliadora. Antes de ter
minarla. esta buena M adre había resuelto
mi situación. Agradecido, envío 25 pesetas
para su culto.— José C abrería.
O N D A (Castellón).— Cumpliendo la pro
mesa de hacer un donativo en beneficio
de la O b ra Salesiana por tm a gracia ob
tenida de la Santísima Virgen Auxiliadora,
le remito la cantidad de 18 pesetas para que
tenga a bien destinarlas a dicho fin.— José
M aría Miravet.
B A R C E L O N A .— Cumplo mi promesa de
publicar en el B oletín mi gratitud a M a
ría Auxiliadora, de quien obtuve la cm*ación de m i hermana, enferma hacía ya
varios años, y cuyo mal no acertaban a
diagnosticar los médicos.—Carreras.
M A L A G A .— Agradecido a M aría A uxilia
dora por una señaladísima gracia que me
h a otorgado, cumplo mi promesa de pu
blicarla en e l B oletín .— José Fernández.
A L IC A N T E .— Hace más de un año cayó
gravemente enferm a de la vista una, per
sona p ara m í muy querida. Guando se di
rigió a visitar a su médico, yo le pedí a
San Juan Bosco que, a pesar de lo gi‘a\isimo del caso, el médico pudiera diagnos
ticar un principio de mejon'a. Así suceiió,
y, agradecida, deseo hacer público ei fa
vor.— Angeles Jordán Peña.
IG U A L A D A
(Barcelona).— Doy infinitas
gracias a M a ría Aiixiliadora por dos sin
gulares favores que me ha concedido, y
gustosa cumplo mi promesa de publicarlo
en el B oletín y de enviar una limosna.—
Gertrudis Jené.
M A L A G A .— Habiendo sido trasladado mi
hijo a otra ciudad con grave perjuicio para
su salud, y después de intvmiar en vano
todos los medios a mi alcance p ara obte
ner su regreso, acudí a San Jxian Bosco,
asistiendo a l solemne triduo en su honor,
y prometiendo hacer celebrar una misa y
publicar la gracia en el B olcjin . Chiando
menos se podía esperar, recibí la noticia
de la vuelta definitiva de mi hijo a esta
capital. Sean dadas gracias infinitas a mi
poderoso y celestial protecto’*.— C r m
Aguilar.
Z A M O R A .— E n acción de gracias por un
favor recibido de M aría Auxiliadora, en
vío diez pesetas de limosna.— Una devota.
I n
m
e m
o r i a m
Srf.* D.* M aría Asunción de Arines.— Con
la paz de los justos ^ t r e g ó su alm a a Dios
en los últimos días de julio p. p. esta
benemérita Cooperadora Salesiana q u e
pertenecía a una de las m as distinguidas
fam ilias de Vigo, de rancio y glorioso abo
lengo. Persona de acrisolada virtud, era
am antísim a de M aría Auxiliadora, cuya
cam arera íué durante c a ^ medio siglo, y
en el desempeño de tan noble misión le
BWp rq id ió la muerte. L a estima general de
¡Serena, dulce y siempre amable figura de San Juan Boscol La S. E I., con el buen deseo de llenar la necesidad
que de imágenes de don Bosco se Iiacia sentir, ha editado
hermosos cromos a todo color <40 x 50 cms.) del Santo,
como también de María Auxiliadora (de los cuales se hace
mención en una relación de Vigo en estas páginas).
que gozaba se puso de manifiesto en el en
tierro y funeral, que se vl.*r(3n concurridí
simos. A sus atribulados hermanos damos
el más sentido pésame por tan sensible co
mo irreparable pérdida, con la promesa de
abundantes sufragios.
Dr. José Blanch Causell.— Educado en el
C o l ^ o de la Esmeralda y luego en el de
Sarriá, conservóse siempre unido en espí
ritu a sus educadores y a la Institución
Salesiana, a la cual, según solía decir, de
bía todo lo que era. Devotísimo del Sagra
do C orazt^ y amantislmo de su Templo del
Tibidabo, acosttimbraba a contribuir a su
fábrica con relevantes sumas, en diversas
ocasiones cada año, y t^d a vez más fre
cuentes. Este año había preferido d ar en
el mes de s ie r o im a suma correspondiente
para todo el año, por si por cualquier mo
tivo no podía hacerlo en los tiempos por
él establecidos.
CoDcurrió además con sus donativos pa
ra las obras de Turin, cuando supo ha
ber sido perjudicadas por los bombardeos.
E ra muy amante de hacer el bien, y mu
chas personas, e l día de su entierro, se
(XHnplacian e n ctmtar los favores de él re
cibidos.
E n el ataque de parálisis que le llevó a
ia tumba, quedó privado d el h a b la ; pero
— 161
su hija, que temió le sorprendiera la muerte sin confesarse, le pidió a San Juan Bosco
la gracia que le devolviera el poder ha
blar, lo que obtuvo poi* un espacio de tiem
po suficiente para recibir los Santos Sa
cramentos y comunicarse con los suyos,
volviendo, luego en seguida al estado ante
rior de privación de la palabra. Su hija,
U
E
N
R
bien que puede hacer un libro bue
no, es muy grande. De Dios sólo es
conocido.
Los libros buenos que duermen en los
estantes de una biblioteca, han muerto. N o
hacen el bien. Cuando u r a mano bonda
dosa les quita el polvo, los abre de nuevo
y los lee o consulta, estos libros renacen,
vuelven a hacer el bien.
L a biblioteca de una Redacción católi
ca es una biblioteca viva, sus libros están
siempre en constante actividad; el bien que
han hecho se va renovando y reproducien
do maravillosamente.
L a Redacción del- B oletín • Salesiano ca
rece en absoluto de los libros que podría
mos llam ar “salesianos”. Nuestras Casas,
la mayoría de ellas devastadas por la re
volución, se han visto privadas de sus bi
bliotecas, y no pueden, por consiguiente,
acudir en su ayuda. Por otra parte, es evi
dente que en los momentos actuales, es
l
que prometió publicar la gracia, lo hace
constar aquí en agradecimiento a San Juan
Bosco.
M urió el buen doctor en Barcelona, el
22 de julio, a los sesenta y un años de
edad, dejando tras de sí una estela lumi
nosa de caridad y virtud.
U
E
G
O
inútil esperarlos de más allá de la fron
tera.
Así, pues, nos vemos precisados a diri
gim os a nuestr<» lectores. Cooperadores,
Antiguos Aluiimos y Amigos de las Obras
ds San Juan Bosco, etc., rogándoles cuán
encarecidamente podemos tengan a bien
obsequiamos con aquellos libros e impresos
en general, referentes a la Congregación
Salesiana, anteriores al año 40, que po
sean, y de los cuales puedan desprenderse
fácilmente.
D e un modo particular nos serían de
gi-ande utilid ad : números del B oletín S.aLEsiANo, Juventud Misionera, Oratorio Fes
tivo, Lecturas Católicas, biografías de don
Bosco, “Iton Bosco con Dios”, “Los cinco
lustros”. ías obras de don Rodolfo Fierro,
etcétera.
Gracias anticipadas a todos le» buenos
amigos, que responderán generc«amente, no
lo dudamos, a nuestro ruego.
(SEC C IO N C A T EQ U IST IC A !
---------------- ------------------------------------------------ . s V
E L G R A N R ESO R TE
L os
confesores, los directores de cen
tros de educación y aun los maestros
en general, oyen con frecuencia de labios
de madres de fam ilia estas o semejantes
expresiones:
— ¡A y l... i « o quiero usted saber!... Des
de hace unos tneses a esta parte, m i h ijo
está cambiadisisno, se ha vuelto liuraiio,
tai7nado, callejero, desobediente... En sumo,
no es el mismo de antes. A m i me despre
cia. a sus hennanitos les pega, a su padre...
yo casi diría que le odia. ¡N i los buenos
dia$ nos do! En casa no hay nodo seguro:
se ríe de las cerraduras. ¿A misa? Los do
mingos. a la últim a y... i gracias \ ¿Qué
puede haberle sucedido? Porque mire us
ted que en casa se le ha educado y bien...
¿Malos ejemplos?... ¿de quién puede ha
berlos recibido? ¿Caprichos? ¡Bueno es su
padre para dejarle saHr con ellos! P o r amor
162 —
de Dios, se lo pido a usted,-vea de hablarle,
de traerle a. mejores sentimientos...
Y el confesor, el director o el maestro, en
el noventa y nueve por ciento de los casos,
prometerán hablar al muchacho y despe
dirán a la madre con las mejores pala
bras de aliento y de esperanza.
Sin embargo, al hablar asi más podemos
llamarlos indulgentes que sinceros. N o tie
nen casi ninguna esperanza y no les dicen
a esas mamás lo que sienten y lo que con
vendría decirles a la mayoría de ellas.
L a respuesta m ás adecuada, fuera de
los casos de excepción y dejando siempre a
salvo la buena volimtad de todas las m a
dres. sería esta otra:
"U sted me permitirá, buena señora, que
compare a su hijo a una ciudad fuertemen
te sitiada (pues sitio y sitio terrible es esa
edad en que h a entrado el m uchacho: la
pubertad». E l enemigo le rodea por todas
partes... Estímulos externos, su curiosidad.
Cív DA DE LA.-«Grupo de vencedores en el
Certamen Catequístico
SU fantasía alocada, libros, figuras, conver
saciones, palabras... y los s e n t i d o s to
dos como caballos desbocados... Ustedes ha
bían creído el alm a de sus hijos parape
tada ccmtra todos los ataques, pues usted
misma afirm a que le h a educado bien. Con
todo," creo que los parapetos q u e.le han pro
porcionado no pasan de defensas de... car
tón. T a l como se lo digo. P a ra tener sumi
so a l muchacho, usted lo recordará mejor
que nadie, desde chiquitín comenzaron a
hablarle del coco, del bu, del duende... Si.
ya sé que me dirá que estos recursos los
empleaban, las sirvientas y las tías del ni
ño. Usted recurría a medios m ás sensatos,
¿verdad? Po r ejemplo al demonio, al in
fierno, etc. D e modo que si el chiquitín se
em perraba en no tomar la papilla, al mági
co conjuro de estas palabras cerraba los
ojitos, ab ría la boquita y engullía el dulce
am asijo de leche y harina.
M ás adelante logró usted que el angeli
to aborreciera de los charcos de' ^ u a más
que un reumático, se d ejara atormentar la
cabeza por los peines y los hierrds, calzar
se unos zapatitos harto más cortos que
su pie... p>orque de lo contrario se lo hu
biera llevado el demonio, se hubiera ido
al infierno...
Después que hizo su primera Comunión,
usted, aunque no quiera confesarlo, pasó a
la reserva... Pero no se dió xisted cuenta,
porque entraron en función los negros bi
gotes. l a voz recia y las pesadas manazas
de su marido. Y el niño se conservó tan
angelote... a l parecer. E l coco, el bu, el
duende, el demonio y el infierno... habían
sádo sobradamente sustittiídos por el se
vero y cejijunto papá. Y usted satisfecha,
satisfechísima... ¿No tanto? Sí. ya sé que
se le partía el alm a cada vez que las pe
sadas
del señor se levantaban
sobre el inocente. Usted le d efaid ía. claro
está. ¿Qué m ejor m anera de obtener el
am or y el cariño y la obediencia del niño?
Pero todo esto sirvió mientras el enemi
go. el verdadero enemigo estuvo lejos del
alma, del h i j o - Ahora. ya no. A h o ra él no
cree en cocos ni en fantasm as; duda o no
se preocupa del demonio y del infiemo, pues
to que im agina que si usted, su madre, le
engañó antes haciéndole pasar por peligro
y por pecado lo que no era tal, bien pue
den engañarle ahora quienes no son su m a
dre. Los negros bigotes y las pesadas m a
nazas le tienen sin cuidado... ¡ Pegarle a él,
que ya lleva pantalón largo, que se echa
sus pitillos y que tiene un bigote, no tan
negro como el de papá, pero bigote al cabo!
¿L a protección de usted?... ¿Su cariño? Y a
sabe componérselas por su cuenta; tiene
adonde ir y con quien estar sin necesidad
de su madre.
Es un cuadro muy triste, señora, tanto
triste cuanto que son ustedes muchísi
mas las mamás que tienen que lamentar
situación semejante.”
Padres y madres de fam ilia; L a educa
ción del hombre es un edificio tan colo
sal que necesita fundamentos solidísimos, y.
si el edificio h a de llegar hasta Dios, los
cimientos han de ser divinos.
Nuestros hijos han de soportar una lu
cha enconada contra sus enemigos, su al
m a es como una plaza cercada. Pero esta
plaza la defienden ellos para Dios. Luego
de Dios h a de venirles el auxilio y en
Dios han de hallar ellos su fortaleza.
D e aquí que la base de toda educación
verdadera y eficaz h a de ser el am or de
Dios y el conocimiento de su ley para cum
plirla' Este am or no estará exento de cier
to temor, no cabe d u d a ; pero será un
temor reverencial, im temor de hijo que
teme ofender a su padre bondadoso que
le «Ama, y a quien sabría muy mal tener que
castigar a sus hijos.
El conocimiento de la ley de Dios irá
desarrollándose paulatinamente en e l ni
ño a medida que avance en edad, pero j a
más deberá ir mezclado con errores, doc
trinas falsas o engaños que falseen la con
ciencia del niño.
Tomen ejemplo las madres cristianas de
la m adre de 3 a n Juan Sosco. Nosotros
oOTtemplamos esa figura excelsa de gran
educadora y quedamos maravillados y lle
nos de estupor. Pero no basta. Es necesa— 163
rio descubrir el secreto del éxito de su mi
sión m aterna; es necesario echar un puen
te sobre esa ribera exuberanted de verdor
donde ella, grande y humilde, plantó y cui
dó hasta la madurez más cumplida el ex
quisito fruto de la santidad de su hijo.
¿Cuá.1 es este secreto?
Helo a q u í: M argarita vivía y hacía vi
vir a sus hijos del pensamiento de Dios.
M ejor dicho, del pensamiento amoroso de
Dios. Y este pensamiento es presencia, es
conocimiento, es adoración, es inmolación,
es gozo, es felicidad, es Cielo.
Luis Veuiliot ha dejado escrito: E l amor
de Dios da inteligencia para comprender
la creación, y sin él apenas llegamos a des
cifra r las palabras esparcidas en el gran
libro del Universo.
A este propósito viene bien recordar una
página bellísima que se lee sobre M argari
ta en las M emorias B iográficas de don
Sosco:
Habiendo salido al aire libre en una her
mosa noche estrellada, mostraba al cielo
a sus hijos y les d ecía: — Es Dios guien
ha creado ei mundo y puesto allá arriba
tantas estrellas. Pero si es tan bello el fir
mamento, ¿qué no será el C ielol
A la llegada de la primavera, ante una
risueña campiña o ún prado salpicado de
flo re s ; a l nacer de una plácida aurora o
frente el espectáculo de un dorado crepúscu
lo. exclamaba-. — \Cuántas cosas bellas
ha creado él Señor para nosotros'. S i se
desencadenaba un temporal y ai retumbar
del trueno los niños se agrupaban a su al
rededor, observaba: — ¡ Ved cuán podero
so es el Señor] ¿Quién será capaz de openérselel P o r consigui'-mte, procuremos no
cometer pecados.
Cuando una granizada ruinosa devasta
ba ios cosechas, iba con sus hijos a cocn-
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S*»Ti Curt t>K
La primen Junla de las CoropaAias piadosas en las Escuelas Protesionales reciente
mente inaugundas
164 —
probar los daños y decía: — E l Señor nos
lo había dado y el Señor nos lo ha quitado.
El es él dueño. Que todo sea para bien.
Pero tened en cuenta que existen castigos
para los malos y que con Dios no se juega.
Cuando, en cambio, las cosechas se lo
graban y eran abundantes, repetía: — De
mos gracias al Señor. \Qué bueno ha sido
paro con nosotros dándonos el pan de ca
da dial
Durante el invierno, cuando todos se ha
llaban sentados al am or de un buen fue
go, mientras afuera sólo había hielo, vien
to y nieve, ella hacia reflexionar a su fa
milia : — j Cííónfo gratitud, le debemos al
Señor, que nos provee de todo lo necesario]
Dios es verdaderamente un padre. \Padre
nuestro que estás en los cielos l
M argarita, pues, convertía el pensamien
to amoroso de D ios e n instrumento de
educación p ara sus hijos.
D e tres palabras mágicas se valia cem
frecuencia, segura de que habrími de pro
ducir el efecto apetecido: Dios te ve. Estas
tres palabras hacían algim a vez ruborizar
e inclinarse a tierra el rostro de sus hijos,
para levantarlo luego con los ojos claros y
diáfanos donde la madre leía toda la ver
dad.
M argarita estaba persuadida de que el
amor a Jesucristo, a la Virgen Santísima,
el horror al pecado como ofensa del Crea
dor v la esperanza del Cielo,' constituyen
el rfeáorte secreto que h a hecho a los san
tos. Y por otra parte sabia que no hay en
la tieira labios más poderosos p ara incul
car estos sentimíent(¿ creadores que los
labios de la madre. Lo instrucción re-
giosa que da una madre, no por breves mo
mentos, como hacen el sacerdofe en la igle
sia y el maestro en la escuela, sino cons
tantemente, con ío palabra, con el ejem
plo. con la confrontación de la conducta
del h ijo y los preceptos particulares d il
Catecismo, hace que la práctica de la re
ligión se convierta en naturaleza y que
el pecado se aborrezca p or instinto, como
por instinto se ama el bien, (D . Ricaldone.)
Y M argarita lo sacrificaba todo con tal
de que sus hijos crecieran bajo la salu
dable impresión de la presencia paternal
de Dios.
i Y pensar que M argarita no sabía leer
ni escribir! Pero sabía prácticamente mu
cha F ilosofía la Filosofía que encierran
estas palabras del gran educador M a n jó n :
No hacemos bien sino lo que hacemos por
gusto y con amor. ¡C o n am or! M argarita
amó a Dios y a sus hijos e hizo b io i las
cosas, cumplió su cometido a perfección.
Y sus hijos, con ese am or de Dios, pa
saron los vados de la vida con felicidad,,,
hasta Uegar al mismo Dios por caminos
rectos.
EISRIOANDO
CERTAMEN01412110/
O N gusto damos noticia del Certamen
Caiequ^tico celebrado en las Escuelas
Salesianas de Ciudadela. Desarrollóse dicho
Certamen durante los días 27, 28 y 29 del
pasado mes de junio. L a rapidez, seguridad
y claridad con que todos los participantes
en él Certamen contestaron a las numero
sas y no siempre fáciles preguntas, dieron
a entender bien claramente la profim da la. bor realizada por maestros y alumnos en el
estudio y conocimiento de la ciencia m ás im
portante.
A las jom adas del Certamen Catequísti
co siguieitm, respectivamente, dos sesiones
de un Congresillo de Compañías, bajo el te
m a “E l sacerdote, su misión, su dignidad y
modo de ayudarle”, desarrollado en su pri
mera sesión, y en la segunda, “El Papa,
Pastor supremo de la ^ le s ia , obligación de
rogar con él y por él”. Los conferenciantes,
jóvenes estudiantes de bachillerato, hicieron
honroso alarde de su ciencia literaria y re'^iosa, logrando captarse la atención y simbia de los asistentes. Como fm to práctico
este Congresillo se propusieron y apro
baron, después de acalorada discusión, las
^guíenles conclusiones:
E n la pHmera sesión, sobre e l tema “El
sacerdocio, su misión y dignidad” : 1) Cele
brar un a conferencia mensual tratando so
bre el sacerdocio, dirigida a las clases su
periores en particular. 2) Los jueves de ca
da sem ana ofrecer la Comunión y todas las
obras buenas del d ía p ara pedir ai Señor
que envíe muchos y buenos operarios a su
\'iña. 3) Adherirse con verdadero interés a
la fiesta anual llam ada “D ía del Semina
rio", haciéndosela preceder de alguna re
unión para*, tratar lo que más conviene ha
cer.
Sobre la vocación religiosa: 1) Buscar fina
revista adecuada, como “Ven... y sígueme",
que trate de vocación sacerdotal y religio
sa, preferentemente "salesiana. y propagarte
con entusiasmo. 2) Ofrecer, las oraciones y
comimiones del último martes de cada mes.
dedicado a Smi Juan Bosco. p ara pedir al
Señor al aumento de las vocaciones sacer
dotales. religiosas y salesianas.
Por falta de e^>acio, dejam os para otro
número te descripción de te Exposición ca
tequística, inaugiuada cem ocasión del Cer
tamen.
C
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ElegaTUe colección de tarjctas-'postales.
Dibujos jinos y artísticos.
Indicadas para premios.
Precio de la colección. 2 ptas.
P edidos s S. E I . - A lcaul 164-MsiHtiD.
G racias
a ellos
Aniigiuis Alumnos cooperan con
tanto cariño y desinterés a la obra del Ora
torio Festivo, que, gracias a ellos, se han
podido representar varios dramas y zarzue
las, todo preparado por ellos, y no con gen
te formada, sino con los mismos chicos, el
mayor de los cuales tiene dieciséis años-,
aprendices que vienen a ensayar al salir de
talleres y comercios."
“ ...dos
(D e un a carta particular.)
»
U no
SI
oue esta esíterado
U n buen señor, de carrera y padre de fa
milia. nos dice con aplom o; — Yo quisiera
que las m onjitas hicieran algo para entre
tener a las niñas las tardes del domingo...,
porque los chicos... ¡los chicos ya se arreg la n l... Se van por ahi con sus amigos...
¡Q ué lástima que haya tantos buenos papás que enfoquen tan m al te cuestión 1
“ El
domingo
trabajo también
trono "
por
mi
pa
“Sí, señor, tal com o lo oye... Soy Antiguo
Alum no Síüesiano y trabajo en los talle
res X ... N o gano mucho, que digamos. Aun
asi, los domingos voy con otros compañeros
de A. C. a dar Catecismo por los suburbios,
o hacer Oratorio, a decirles a esos futuros
obreros de mañana que sean buenos cris
tianos. que amen a Dios y que no asalten
los talleres y fábricas de nuestros patronos
com o lo hicieron sus padres."
•
De
O
O
u n dialogo cogido al vuelo
— Ha m uerto Fulanito. el Qve fué su alum
no. \Si lo hubiera tñstoí... ¡Pobre muchacho\ M o rir a los dieciocho años...
— ¿Recibió los Sacramentosl
•— i Q u id ! Cuando fueron a darse cuenta,
ya había expirado.
— N o sabe usted cuánto me apena... Re
cuerdo perfectamente la tarde en que su
madre vino a retirarlo del colegio porque
había manifestado deseos de ser sacerdote.
m u r . i o o w j\
C ien
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cimoctava edición, que encabeza la serie de
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lección lleva su correspoc diente grabado fi
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Fecha
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1944.15