BS_1944_04

Ficha

Título
BS_1944_04
Descripción
Boletín Salesiano. Abril 1944
extracted text
l o n r i b i o s en la Obra Pía del Saorado [orazón de Jesús
L a B a s íl ic a del S ag r ad o C o r a z ó n de J e ­
EN R o m a y e l P a pa L e ó n xm .— El año

sús

1879, el Papa León X I I I confió a D. Bosco
la construcción del templo al Sagrado Co­
razón de Jesús, que se habla empezaao a
levantar en Rom a en el lugar denominado
Castro Pretorio. El Santo aceptó al punto
tan honroso encargo, si bien conocía cuán
difícil y costosa debía sei-le la empresa.
Venciendo mil dificultades, pudo cumplir
satisfactoriamente los deseos del Papa, vien­
do consagrado el nuevo y magnífico templo
el año 1887. D. Bosco, que ya apenas podía
tenerse en pie, quiso ir por última vez a
Rom a para ofrecer a Su Santidad León X III,
en su Jubileo Sacerdotal, la Basílica com­
pletamente terminada.
S e is m is a s c o t id ia n a s p e r p e t u a s p a r a l o s
INSCRITOS VIVOS Y DIFUNTOS, Y OTROS PAVO­
RES ESPIRITUALES.— Pué fundada la Obra Pía

del Sagrado Corazón por el primer sucesor
de San Juan Bosco, y benignamente apro­
bada por S. S. León X I I I el 30 de junio
de 1888.
Con sólo la limosna de una peseta, se adcfUiere derecho a participar de todas las oi‘aciones y buenas obras de la Sociedad Salesiana, y a la aplicación de seis misas, que se

□r JE S O M o

celebran todos los días, a perpetuidad, en
nuestra Basílica del Sagrado Corazón de
Jesús en Roma, dos en el altar mayor, dos
en el de M aría Auxiliadora y dos en el de
San José.
Los que se inscriben en la Obra Pía, pue­
den aplicar el fruto de estas misas a sí
mismos, o a otras personas, vivas o difimtas, y vai'iar la intención cuantas veces les
plazca.
Las limosnas recibidas por este conduc­
to destíñanse, de modo exclusivo, a promo­
ver la gloria de Dios y los intereses cul­
turales de la sociedad, acogiendo a niños
pobres y abandonados para educarlos cris­
tianamente.
¿Quién no contribuirá, pues, con algunos
céntimos, que con tanta facilidad se gastan,
a esta invitación paternal de San Juan
Bosco y de la Iglesia, inspirada en ideales
tan nobles y caritativos?
¿Quién no siente la necesidad de asegu­
rarse la benevolencia divina, en este mundo
y en el otro, mediante la aplicación de los
méritos infinitos del Santo Sacrificio del altar?
¿Quién no tiene seres queridos, vivos o
difuntos, a quienes obsequiar con tan es­
pléndido regalo espiritual?

JE S IP J[ l í ][ T U I \ JL,

Los Cooperadores que, habiendo confesado y comulgado, visiten una iglesia u orato­
rio público (los Religiosos y Religiosas, la suya privada), y recen allí según la intención
del Sumo Pontífice, pueden ganar:
IN D U L G E N C IA

P L E N A R IA

1.® El día en que dan su nombre a la P ía Unión de los Cocqieradores.
2.® El día en que. por vez primera, se consagren al Sagrado Corazón de Jesús.
3. ® Todas las veces que, durante ocho días seguidos, hagan Ejercicios Espirituales.
4.0 En punto de muerte si confesados y comulgados, o al menos con corazón contrito,
invocaren devotamente el Nombre de Jesús con la boca, y si no pueden, con el corazón.
Cada mes;
1.0 Un día del mes a su elección.
2.0 El día en que hacen el Ejercicio de la Buena Muerte.
3.0 E l día que asisten a la Conferencia mensual salesiana.
A b r il: Domingo de Ramos. Pascua de Resurrección.
M ayo: 3. Invención de la Santa Cruz; 8, Aparición de San Miguel Arcángel; 17,
Aniversario de la Coronación de M aría Auxiliadora: 18, Ascensión; 24, M aría Auxiliadora.

SIM
A
R
ÍO
:
Don Bosco, escritor.— Las Editoriales Salesianas.— Efemérides seculares.— Dis­
curso del Kxcmo, Sr. Gobernador Civil de Gefona.—^De nuestras casas (Smita
Cruz de Tenerife, Málaga, Sevilla, Baracaldo, Gerona, Zaragoza, M adrid y
(Jiudadela).— Palabras de elogio sobre S. J. Bosco ^ r D. José M .» Taboada.—De
nuestras Misiones.— L a Sierva de Dios, Doña Dorotea de Chopitea.—Crónica
de gracias.—Necrología.—^Página catequística.

RUdStra portada: cib u jo a pluma, que representa el grupo central del mcrnum entó a D. Bosco, erigido en lá Plaza de M aría Auiüliadora, en Turin.
50

i

BOLETI N
SALESI ANO
A b r i l de 1944
2.* Epoca*Núm. 10

R E V I S T A DE
LAS OBRAS DE
DON BOS CO

Redacción

y

Administración: ■Alcalá,

164. - Apartado

9134. • M A D R ID

San Juan Bosco, escritor
A l cumplirse el C e n t e n a r io de la prim era obra salida de la pluma y del corazón de
San Juan Bosco, que en abril del año 1844 dió a la im prenta la vida de su angel^al
y santo amigo el seminarista Luis Com ollo, B O L E T IN S A L E S IA N O rinde al Apóstol
de la juventud del siglo xix el homenaje de su más ferviente devorion, a la vez que
se verm ite presentar a sus lectores, dibujada a grandes rasgos, esta tal vez la menos
conocida, pero ciertam ente admirable faceta de su Santo Fundador y prim er redactor.

f Cuádrale a D . ¡Bosco el apelativo
de escritor} D . Bosco escribió m ucho...
Tanto, que resulta poco menos que in­
explicable el que, dadas las múltiples
e ingentes obras de apostolado que lle ­
vó a término, pudiera hallar tiempo
para publicar lo que publico v dejar
otros escritos que no vieron la luz pu­
blica, pero que constituyen, englobados
en las distintas obras que sobre su la ­
bor y espíritu se han escrito, especial­
mente en las M em orias Biográficas, un
verdadero arsenal y archivo adonde han
ido y habrán de ir a beber generacio­
nes enteras de escritores y tratadistas de
pedagogía y religión.
P e r o ... no puede llamarse D . Bos­
co escritor en el sentido más estricto de
la palabra. Y es que O . Bosco no to­
mó nunca en sus manos la pluma c<m el
fin de escribir para el arte o para fines
puramente intelectuales, por mas que
legítimos y elevados.
D on Bosco no escribió para el arte,
sino para las almas ; como no h a b lo en
público para la oratoria, sino para las
alm as; ni viajó para su deleite o ilustraciOT, sino para las alm as... i es
que los santos, aun cuando caminan so­

bre la tierra, tienen siempre fijos sus
ojos en el C ielo.
sin em bargo, este aspecto de la
actividad de D . Bosco no es ni_ acce­
sorio ni menos apreciable, sino impor­
tantísimo y digno de todo nuestro inte­
rés y estudio. N o es un capítulo para
completar su biografía, sino una de sus
vidas, una de las muchas vidas vivi­
das por é l, todas paralelas, todas des­
granadas sobre el mismo fuego de su
amor a D ios y de su celo por la sal­
vación de las almas.
esta vida se le presentó siempre,
en la conciencia de su vocación, como
un deber ineludible que tenía que curnplir para llenar plenamente la misión
que D ios le había señalado. Es cier­
to que no le fue ammciada ni ordena­
da esta actividad en sus sueños, pero
tuvo de eüa una rápida, precisa e in­
discutible intuición ; sintió en el fon­
do de su alma que tenía que ser así, y
de ello nos dan fe sus mismas pala­
b r a s : H a sido esta una de las princi­
pales empresas que me ha confiado la
divina Providencia, y a la que h e te­
nido que dedicar mis cuidados, a pe­
sar de mis otras m il ocupaciones.

Y,

Y



51

Don Bosco, pues, fue escritor-propaRandista en fuerza de su misma vo­
cación apostólico-pedaRÓgica ; para lle­
nar, podría decirse, una condición más
sine qua non) a la que el 3eñor su­
bordinaba la amplia satisfacción que
la dado al Rrito de su apóstol, \ D a
m ihi animas caetera tolle !
L a palabra autorizada de un hom ­
bre de libros y bibliotecas, la voz au­
gusta de un hom bre dedicado al estu­
dio y al pensamiento, cual fu é 3u San­
tidad P ío X I (d . f. m .), vienen a de­
rramar torrentes de luz sobre la obra
de p . Bosco como escritor, pues el
Pontífice de la A c c ió n Católica ha sa­
bido presentarnos la potencia de su
gran ingenio, de su inteligencia lum i­
nosa, üioa, perspicaz, vigorosa, que
aun limitándose a la tarea del estudio
.V de la ciencia, habría dejado tras de
Sí profunda huella de su paso por la
tierra ... de aquel ingenio, en todo el
profundo y verdadero sentido de la pahabría podido
dificultad alcanzar la categoría de
sabio y de pensador. Bastarían estas pa­
labras del Papa P ío X I para poder
discurrir largamente sobre este tema de
la capacidad operativa intelectual del
Santo.
Y ha sido el mismo Pontífice quien
nos ha dado la clave para entender el
porqué la literatura^ de D . Bosco no
alcanza aquella perfección de forma y
elegancia de estilo que podía esperar­
se de su vasta cultura y de sus escla­
recidas dotes de mente. D . Bosco mis­
mo. en la revelación confidencial que
hiciera al entonces joven sacerdote
A q u iles Ratti, en el año 1883, nos da
la explicación del fenómeno, si tal
puede llamarse, cuando, después de ha­
blar de sus naturales inclinaciones y
hasta de las insistentes invitaciones re­
cibidas para que se dedicara a empre­
sas mayores, concluye d ic ien d o : H e
comprendido que el Señor me reserva
para otras tareas. Es decir, el 3cñor le
reserval:», le llamaba para las empre­
sas sublimes, divinas de la caridad y del
apostolado. D . Bosco renunció a la
glona del ingenio, pero no al bien que
con él podía y sentía que debía hacer.
52 —

Y se entregó de lleno a su literatura
especial, peculiar, propia, divulgado­
ra, popular, infantil a veces, hecha pa­
ra todos a fin de alcanzar el fin que
se proponía.
Y en este sentido, ,D. Bosco es es­
critor, un verdadero escritor. Porque
las cualidades que acabamos de enu­
merar, no deben hacernos pensar en un
estilo superficial, chabacano o ramplón.
Sus trabajos, aunque motivados la ma­
yor parte por necesidades ocasionales,
no adolecen de los defectos tan fre­
cuentes y numerosos de los escritos de
O ca sió n .

Fuélos escribiendo uno tras otro con
toda la seriedad del método crítico, y
del estudio de todos ellos, impresos e
inéditos, se deducen estos dos hechos
desconocidos e insospechados : que don
Bosco tuvo la paciencia de escribirlos
todos por sí mismo (lo que parece in­
creíble), pues dictar era para é l pala­
bra desconocida; y que en todos puso
a contribución el cúm ulo enorme de
sus Vastos conocimientos y una d iligen­
cia digna de un profesional de la pa­
labra escrita.
Sirva de ejem plo la obra V iT E DEI
P a pi (V id a s de los Papas), editada
en folletitos en las LECTURAS C ATO ­
LICAS. Esta obra, popular cuanto se
quiera, va ilustrada y anotada con una
serie tal de notas bibliográficas cual
no se hallan sino en los trabajos más
eruditos de su tiempo.
L a S t o r i a D ’ I t a l a , escrita para
la juventud, obra, al parecer, sencilla,
sin trascendencia, está toda ella entre­
tejida con citas de más de ochenta au­
tores.
Y en cuanto al estilo bien podemos
afirmar que ni se puede imitar ni admi­
te retoques. A m a d eo Peyron, a quien
don Bosco rogó que tuviera a bien h a­
cerle las correcciones que creyera con­
venientes, tuvo aue declinau el encar­
g o . pues no hallaba palabra en que
poner la pluma. Cuantos han querido
imitar el estilo de D . Bosco han dado
en lo desaliñado y en lo pedestre.
Y es que D . Bosco, para poner al
alcance de todos verdades, principios
y doctrinas trascendentales, quiso escri-

i

bir fácil, y no, por el contrario, expo­
ner vulgaridades para atraerse lectores
y admiradores.
Buena prueba de lo que venimos di­
ciendo puede verse en la HISTORIA
Sa g r a d a , que en verdad^ podría­
mos llamar la B ib lia de los jóvenes, y
en la que de forma maravillosa sabe
don Bosco enlazar la sencillez, clari­
dad y naturalidad de estilo, con la ma­
jestad y dignidad que el argumento y
el original divino exigen.
Quienes han estudiado a fondo la
obra de D , Bosco como escritor han
tenido que reconocer, aun los más ex i­
gentes, la claridad, la serenidad, la so­
lidez y la sabia exposición p e d a g ó p c a .
Y sus libros se han d if^ d id o , alcan­
zando centenares de ediciones, y algu ­
nos han sido traducidos a diversas len­
guas, como, por ejem plo, la V id a de
D om ingo Saüio, que se ha publicado
hasta en japonés.
T ien e su comienzo la serie de pu­
blicaciones del ‘3 anto, según hemos d i­
cho al principio de estas páginas, el
año 1844, y continúan durante veinti­
séis años, hasta el 1870. En ellos dió
a la prensa unas 168 obras, en las cua­
les trata de religión, moral, piedad, de­
beres cívicos, economía doméstica, his­
toria sagrada y proféma, biografía, epi­
grafía, aF>ologética, narraciones y rela­
tos educativos, dram as..., etc. P ero,
no nos cansaremos de repetirlo, en to­
da esta variedad de obras late un cora­
zón común a todas ellas, vibra la mis­

ma alma, alienta el mismo espíritu : el
corazón, el alma, el espíritu del edu­
cador católico, del hombre de Dios,
del Santo que busca sin descanso el bien
temporal y eterno del pueblo y de la
juventud.
En una carta escrita el 19 de mar­
zo de 1885, nos dice D . Bosco ha­
blando de sí mismo : C on las ^ C I D ­
RAS C a t ó l i c a s , mientras buscaba
instruir a toda suerte de personas del
pueblo, tenia por mira el entrar en los
hogares y hacer conocer el espíritu que
reina en nuestros colegios, y atraer a
los joüencitos al camino de la virtud.
E n el jOVEN CRISTIANO quise a ficio ­
narles a las prácticas de piedad y a
la frecuencia de Sacramentos. C on la
colección de CLASICOS ITALIANOS Y
LATINOS EXPURGADOS, COn la H IS ­
TORIA DE I t a l i a y otros escritos his­
tóricos y literarios, quise sentarme a su
lado en la escuela y preservarlos con­
tra tantos errores y pasiones que habrían
de serles fatales para el tiempo y para
la eternidad. A nh ela b a , com o en otro
tiem po, ser su compañero en los re­
creos, por lo cual determiné publicar
para ellos una serie de libros amenos
¡ H e aquí por qué y para qué es­
cribía D . Bosco 1 Era apóstol, y e/
apóstol, en la merite de 3^n P a b lo ,
es madre. 3 i examinamos palabra por
palabra los escritos de D . Bosco, nos
convenceremos de que, con espíritu de
madre, aparta cuanto aun de lejos pue­
de dañar en lo más mínimo la serena

D. Bosco en la modestísima

estancia

d o n d e escribió la
mayor parte de sus
obras.
(D e imft actáquisima fotografía).

- 53

L

inocencia de sus hijos, pues ni una e x ­
presión, ni una sílaba se halla en to­
dos ellos que provoque una imagen m e­
nos pura que pueda nublar la concien­
cia más candorosa. N o todos los es­
critores, aun entre los que se llaman
católicos y editan para jóvenes, pue­
den ponerse eri manos de éstos con la
absoluta seguridad de que no van a
aplicar a su alma la chispa que pro­
duzca uri gran incendio, la tenue piel
de naranja que ocasione el primer res­
balón en la pendiente fatal del pecado.
Don Bosco, apóstol maternal de la

juventud, ha sabido darle, b a jo la for­
ma de lectura, alimento para sus al­
mas, y este alimento, este pasto espi­
ritual, recado por la Sangre de Cris­
to, ha florecido en lirios y azucenas.
Y es aue el apostolado, el celo, la ac­
tividad. la obra, la santidad de don
Bosco, aun con ser tan universales, tie­
nen una definición, no diremos única,
pero sí aproniadísima, v que su cuarto
Sucesor, el R evm o. Sr. D . Pedro R icaldone, ha expresado con frase exacta
diciendo que la santidad de D . Bosco
es pureza.

!3

D ITO R IA LE S
D on Bosco no se conform ó con escribir, y
se Im z ó o editar obras por su cuenta e im ­
primirlas en talleres propios \ no sólo las
propias, sino otras muchas oue pudieran
servir a sus altísimos fines. ¡Nada de em­
presas comerciales l, sino organización de to­
do un frente de combate contra el in fier­
no y sus emisarios para salvar las almas.
Las imprentas de D. Bosco tienen por ob­
jeto principalísimo, y aun podríamos decir
único, el favorecer la difusión de la Buena
Prensa y ser palestra donde se ejerciten los
jóvenes aprendices de las Artes Gráficas.
Solía decir el Santo: Y a lo veréis: tendre­

=4C

S A L E S IA N AS
mos ima imprenta, después una grande im­
prenta, después muchas imprentas. L a pre­
visión se ha confirmado. Hoy las que tiene
D. Bosco son ciento veintiocho, que, calcu­
ladas solamente a razón de dos máquinas
cada una, arrojarían un total de doscientas
cincuenta y seis máquinas de im prim ir, dos­
cientas cincuenta y seis catapultas enfila­
das contra las murallas de la inmoralidad
y de la irreligión, doscientas cincuenta y
seis eTnpresos encargadas de cubrir el mun­
do de centenares de millones de hojas, por­
tadoras de palabras y de ideas santas, que
encauzan actividades en los campos del Señor.

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T-

• L>•


J l

Vna rotativa de la Prensa
Salesiana.

1 1
i i

-'Úf
54 —

- 1
■ s

Sección de máquinas pla­
nas de una de las im pren­
tas salesianas.

EFEMÉRIDES
Don

Bosco

Es ya hora de representamos a D. Bosco
tomando axjuella plum a de apóstol, que no
debía dejar ya en todos los dias de su vida.
Desde los años de Sem inario tenia de continuo ante sus ojos la amable y querida f i­
gura de su inolviddble y santo amigo Luis
Comollo. Resonaban con insistencia en su
alma las palabras que en una de aquellas
noches de insomnio y de delirio pronuncia­
ra Luis, debatiéndose en los estertores de
una agonía prolongada: "C o n vuestro pode­
roso auxilio, oh M aría, venceré a mis ene­
migos... Si, vosotros sois los vencidos, y yo
el vencedor, porque de Ella es la victoria.”
Don Bosco anotó en sus apuntes estas pa­
labras que fueron tem a de uno de sus p ri­
meros trabajos en este mismo año de 1844
V que muchas veces rep itió en sus sermones.
Todos conocían iy la asoml>rosa aparición
en ei dorm itorio del Sem inario la confirm a­
ba) cuánta era la amistad que unía a Don
Bosco con Luis, amistad que, com o la de
David con Jonatás, Sq basaba en el am or
de Dios y la práctica de la virtud más acen­
drada. Habían pasado cuatro años desde la
muerte de Comollo, y sus compañeros semi­
naristas conspiraron en secreto para abrir
su tumba. Una noche, removida la losa que
la cubría, descendieron a l sótano con an­
torchas encendidas, y he aquí que aparece
la caja m ortuoria enterrada al lado izquier­
do dél altar. Descubren él cadáver y obser­
van con gran m aravilla que está incorrup­
to. Con toda rapidez, aunque con m ucho
respeto y veneración, se reparten la sota­
na; y uno de aquellos jóvenes arranca un
dedo del cadáver y se lo lleva conMgo. Ta­
les trazas se dieron, que nadie llegó a des­
cubrir el hecho. Pocos dios después, acérca­
se un seminarista a D. Bosco y le dice con
tár^ de m isterio;
—Debo confiarte im asunto de suma ünportazicia. ¿Pronietes guardarme secreto?

SECULARES
e nn

1844...

— Lo prometo con tal de que ello no supon­
ga ofensa de Dios ni perjuicio afeuno para
el prójimo.
—Tranquilízate. Sólo se trata de una co­
sa que... ¡a y de nosotros si llegase a sa­
berse!
Y después de narrarle la hazaña de los
seminaristas, le mostró el dedo diciéndole:
—Esta reliquia la he guardado para ti.
D. Bosco TIO daba crédito a sus ojos por­
que aquélla carne tenia aún el color y con­
sistencia com o si perteneciese a una perso­
na viva. Tras unos rjiomentos de silencio,
afeó él proceder de sus compañeros, no qui­
so quedarse con la reliquia e insistió para
que la enterrasen en tierra sagrada
Cincuenta años después, con ocasión de
unas reformas que tuvieron que hacerse, se
bajó al subterráneo y no se halló más que
el esqueleto del seminarista Comollo.
La veneración y estima altísima que por
su amigo sentía habían dado ocasión a aque­
lla imprudencia de sus compañeros, y D. Bos­
co, incluso para condescender con él deseo
manifestado repetidamente por muchos de
ellos, quiso perpetuar la memoria del ama­
ble joven presentando un modelo especial­
mente para quienes en el Seminario se pre­
paran a ser un día dignos obreros del cam ­
po del Señor y de la Iglesia.
L a vida de Luis Com ollo la escribió D . Bas­
co cuando aun estaba en él Seminario, y la
presentó a sus Superiores para que la exa­
minasen y le diesen la aprobación.
Describiendo él sueño misterioso tenido por
el protagonista poco antes de m orir, en
que vió a varias relevantes personalidades
caer o hallarse en él infierno, daba sus nom ­
bres, y com o la mayor parte de aquellas per­
sonas aun vivían y eran tenidas en buena
opinión, los Superiores indicaron a D . Bos— 55

co la conveniencia de suprimirlos, cosa que
él ya tenía pensado hacer.
Plenamente autorizada y aprobada se pu­
blicó la obra en 1844, en la Tipografía Speiranl e Perrero. Esta prim era edición, de la
que se tiraron 3.000 ejemplares, constaba de 82
páginas, no llevaba el nombre de su autor
y tenía por títu lo : C e n n i s t o r i c i s u l l a v it a
DI L U IG I COMOLLO, MORTO NEL SEMINARIO DI
CHIE3II, AMMIRATO da TUTTI PER LE SUE SINGOLARI VIRTU, SCRITTI DA UN SUO COLLEGA.

Iba precedida de un breve prólogo, que
cojnemaba a s i: A los señores seminaristas
de C h leri: De la misma manera que el
ejemplo de las acciones virtuosas vale bas­
tante más que un elegante discurso, así no
estará fuera de razón el que os presente
un resumen histórico sobre la vida de quien,
habiendo vivido en el mismo lugar y bajo
la misma disciplina en que vosotros vivís,
os puede servir de verdadero modelo, para
que logréis haceros dignos del fin sublime
a que aspiráis, y podáis llegar un día a ser
dignos y óptimos operarios en la viña del
Señor.
Y concluye el preámbulo con estas pala­
bras : Si leyendo este escrito os sintiereis
animados a seguir alguna de las virtudes
que en él se relatan, dad gloria a Dios, al
cual, mientras le pido que os sea siempre
propicio, consagro única y exclusivamente
este trabajo.

A l mismo tiempo, D . Bosco ofrecía las
pñmicias de sus escritos a la Virgen Santí­
sima en form a de dos fragantes ramilletes
de flores. Consistía el prim ero en un fas­
cículo en que mostraba la devoción a la Ma­
dre de Dios en vida y en muerte de un
clérigo su devoto. E l segundo era un líbrito
titulado: C o r o n a d e i s e t t e d o l o r i d i M a­
r ía ,

CON SETTE BREVI CONSIDERAZIONI SOPRA I
f o r m a d e l l a V i a C r u c is .

m e d e s s im i , s p o s t i i n

Este librito, publicado también bajo él
anónimo, e impreso en la tipografía antes
citada, se distribuyó en gran abundancia en­
tre él pueblo, y se hicieron de él varias y
numerosas ediciones. Es un testimonio más
de la gran devoción que D . Bosco nutria
hacia la Pasión del Señor y hacia los Do­
lores de la Virgen Santísima. N o sin razón
la Divina Providencia disponía que, sobre la
tumba de D . Bosco, pintara él exim io ar­
tista R o llin i él cuadro de la Virgen de los
Dolores, com o para exhortar a todos los
hijos, discípulos y devotos de D. Bosco a
que jamás aumentaran con los propios pe­
cados los sufrimientos del corazón amantisimo de nuestra Madre, que, con los ojos
arrasados en lágrimas, parece d ecim os: ¡ Oh
vosotros que pasáis por el camino, ved y
considerad si hay dolor semejante a m i do­
lor. (Jer. Lam. I, 12.)
(Memorias Biográficas. Tom o II.)

D IS C U R S O

dcl Excmo. Sr, Gobernador Civil de Gerona en las
fiestas del Cincuentenario dé la Obra Salesiana en aquella ciudad

Señoras, señores:
A l alzar mi voz para sumarme al home­
naje que tributamos a San Juan Bosco con
m otivo de cumplirse el prim er Cincuente­
nario de la Obra Salesiana en Gerona, he
de Ibnitarme, en breves y sencillas palabras,
a señalar el profundo contenido social del
apostolado que la venerable Congregación
que él fundara desarrolla en toda la su­
perficie de la tierra, ya que otros oradores
han puesto a contribucióji su verbo más atitorizado para evocar las virtudes heroicas
y las muestras de subidísima santidad de
que está llena la vida fecunda y maravi­
llosa del Fundador.
En la prim era mitad del siglo xnc, cuan­
do ya se columbraban en el horizonte las
nubes tormentosas de ¡a revolución social,
que habría de manifestarse a poco, y cu­
yas terroríficas y sucesivas explosiones lle­
nan hoy el mundo, poco antes que el ju ­
dio M a rx sembrara su demoníaca doctrina
de odio y de destrucción, antes también de
que el verbo profético de Donoso Cortés y
la pluma doctísima de Balmes anunciaran
el peligro que sobre las sociedades civiles
se cernía. San Juan Bosco inicia, bajo la
protección de M aría Auxiliadora, su obra
56 —

misionera. Obra de santificación personal,
pero obra orientada también a la solución
del problema social, mediante la creación
de las escuelas para obreros en tres grados,
de escuelas elementales, escuelas profesio­
nales y escuelas facultativas.
Acoger al niño necesitado, infundirle ro­
busta fe religiosa en el corazón, capacitar­
le para la lucha por la vida. H e aquí un
ciclo form ativo completo, espiritual y prác­
tico a la vez, que, de haberse adoptado tem ­
pranamente por el poder temporal, hubie­
ra impedido, o atenuado al menos, esa ex­
plosión de odio, de envidia y de resenti­
miento, que son los motores de la revolu­
ción comunista.
Porque, entendedlo bien, a la solución del
problema social, tal com o hoy está plantea­
do, o se llega p or el cam ino del am or o
no ífene acceso p or ninguna otra vía. Sólo
la caridad predicada por Cristo puede dar­
nos la norma capaz de d irim ir las pugnas,
de resolver los conflictos laborales. Esto re­
quiere obreros cristianamente formados, pa­
tronos imbuidos de la verdad católica, se­
gún la cual son meros administradores de
sus fortunas, de cuyas rentas han de de­
traer una parte considerable en favor de
los obreros, y un poder público fuerte, que,

luego de im pregnar sus disposiciones y or­
denanzas de ese mismo espíritu emanado
del Evangelio, imponga en cada caso su
decisión inexorable, con severidad si es pre­
ciso, que no infrecuentem ente la severidad
en el gobernante es form a amorosísima de ca­
ridad para con los gobernados.
Hoy, por fortuna, se dan en España es­
tos supuestos previos. L a legislación iaboral, que tiene su más alta enunciación en
el Fuero del Trabajo, acoge las inspiracio­
nes de los Pontífices con luces divinas, ex­
presadas en las enciclicas "R e ru m Novarum " y "Quadragesimo anno”. Una genera­
ción joven surge encuadrada en las organi­
zaciones sindicales de F. E. T. y de las
J. O. H. S., y un Caudillo providencial vi­
gila y estimula él ritm o de las realizacio­
nes sociales. E n él ambiente, la espléndi­

da Obra Sálesiana puede dilatarse amoro­
sa con la santa alegría que inform a la octuación de su Fundador. Alegría de juegos
sanos e ingenuos, alegría de himnos y can­
ciones, alegría de oraciones aceptas a M ario
Auxiliadora, alegría en tom os y ruedas, que
giran en él claro local del taller en que la
imagen de Cristo, divino Obrero manual,
preside: alegría de conciencias limpias, re­
licarios de fe religiosa y de amor patrio.
Y que no turbe siquiera este cristiano jú ­
bilo el recuerdo entrañable de los caídos de
la Obra, pues ellos dieron sus vidas por
Dios y por España a impulsos del amor, y
desdé el Cielo, donde gozan de la gloria del
Señor, han de contem plar también con ale­
gría esta abundante recolección de mies en
los campos que regó su sangre generosa.
i Arriba España! ¡ Viva F ra n co !

G E R O N A : M agnifico paseo recientemente dedicado a San Juan Bosco.

DE N U E S T R A S
S a n t a C r u z de T e n e r i f e : Las fiestas de
San Juan Bosco en ei Hogar Escuela.—-1^
e l hermoso Colegio que dirigen las Hijas
de M aría Auxiliadora en Santa Cruz de T e­
nerife, se celebró con. inusitado esplendor
la fiesta de S. Juan Bosco. Predicó el triduo,
hi7n el panegírico del Santo y dió la Con­
ferencia anual reglamentaria a los Coope­
radores Salesianos el Rdo. Sr. D. Andrés
Yun Encinas, S. S. El Exemo. e Emo. señor
Obispo de la diócesis, Dr. Pr. Albino Gon­
zález y Menéndez Reigada, c ^ ó la Misa
de Ccanunión del día de la fiesta, pronun­

CASAS

ciando un magnífico fervorín con la elo­
cuencia en él característica. L a Misa solem­
ne fué oficiada por el M . Dtre. Sr. D. Fran­
cisco Herráiz Malo, Maestrescuela de la
S. L C. de L a Lagima. Interpretóse una
partituia a dos voces del Mt.“ Vilaseca. L a
velada teatral, que tuvo lugar por la tar­
de, gustó sobremanera al numeroso públi­
co que llenaba ^ amplio salón de actos.
R e c o m p e n s a a u n C o o p e r a d o r S a l e s ia k o .—

L a Exema. Diputación Provincial de Málaga
ha tributado un rendido homenaje de gra— 57

L

tltud al doctor Gálvez Gínachero, condeco­
rándole con la Cruz de Beneficencia de pri­
mera clase y erigiendo un busto del insig­
ne médico en una de las salas del Hospi­
tal Civil, donde desde hace cincuenta años,
viene prestando sus humanitarios y abne­
gados servicios. L a fam ilia salesiana de M á­
laga, y aun de España entera, se une al
homenaje y manifiesta desde estas colum­
nas su gratitud al doctor Gálvez por lo mu­
cho que ama y ayuda a los Hijos de D. Hos­
co, y pide a l Cíelo quiera derramar sobre
sus caritativos trabajos y desvelos laó más
escogidas bendiciones.
S evulla : Escuelas Profesionales SalesiOrno5.—El dia 31 de enero tuvo lugar, en las
Escuelas Salesianas de la Santísima Trin i­
dad, la bendición de una nueva máquina de
imprimir. De esta bendición a que aludimos
ya en una relación del número anterior, se
ha ocupado la Prensa, de la cual entresaca­
mos algunas líneas: Ya tienen los jovencitos aprendices de las Escuelas Salesianas
una 7iueva máquina en su taller de Artes
Gráficas. En ella centenares de alumnos
aprenderán, en el transcurso de los años, a
labrarse un porvenir honrado, bajo la amo­
rosa guia de sitó abnegados maestros los Salesianos... Bendijo la nueva máquina de
im p rim ir el Excmo. Sr. Arzobispo de Lima,
Monseñor Lissón y Chaves. E l acto se cele­
bró, aunque en medio de gran sencillez, con
aquella solemnidad inim itable que adquiere
todo cuanto se rodea de alegría franca y
serena de juventud en gracia de Dios. El
P. Director, D. Manuel Fernández, pronun­
ció elocuentes palabras como apertura del
acto, y una vez bendecida la máquina, que
recibió el nombre de "San M iguel", se im pri­
m ió en ella una estatnpa com o recuerdo. El
Excmo. Sr. Conde de Sánchez Dalp, que
juntam ente con su disWiguida señora, £).* M a­

ría de los Angeles Marañón, se había dig­
nado apadrinar la nueva máquina, pronun­
ció estas breves pero sentidas palabras: “Na­
da más grato para nosotros que expresar
nuestra admiración p or el inodo sencillo con
que se desarrolla este acto trascendental de
bendecir la maravillosa máquina de im pri­
m ir destinada a difundir la Fe de Cristo y
el esfuerzo dichoso del hombre. Y al mismo
tiempo que agradacemos la bondad dcl
Rdo. P. D irector de esta Casa, al invitam os
a este hermoso acto que nos perm ite perci­
bir de cerca él am or humano de D. Bosco,
queremos expresar, tanto m i esposa com o yo,
el afán con que pedimos a Dios, Nuestro
Señor, que la bendición efectuada p or un
digno m inistro suyo sea m anantial fecundo
de clara ventura y prosperidad para esta
obra insigne que admiramos. Quede también
patente él hon or que recibimos al apadrinar
esta ingeniosa máquina en que se ve, como
en todas partes, la presencia de Dios Crea­
dor.”
B ar ac ald o : Triduo y Fiesta de S. Juan
Bosco.—Durante los días 28, 29, 30 y 31 tu­
vieron lugar los solemnes cultos en honor de
S. Juan Bosco. Los sermones corrieron a
cargo del notable orador sagrado Rdo. P. Jo­
sé Alcorta C. M. P.
L a gian devoción que el pueblo de Bara­
caldo siente hacia San Juan Bosco, devo­
ción que se viene cultivando a lo lai^o del
año los últimos martes de mes con misa
en el altar del Santo, veneración de su R e­
liquia, Santo Rosario y apropiado ejercicio
piadoso y Bendición con S. D. M., se exte­
rioriza de vui modo consolador durante los
días que preceden a la Fiesta con una afluen-

:o ’*íí'o
.•'■•'oV

M A D R ID : Escuelas Salesianas, (Francos Rodríguez, 5).
Un mom ento de la bendición de la bandera del
Circulo "D om ingo Savio".

G E R O N A : Superiores y

cia tal de fieles, que se llena por completo
la iglesia de M aría Auxiliadora.
E l día 31 Se administi'aron centenares de
comuniones. L a misa solemne íué oficiada
por el Rdo. Sr. Párroco de Baracaldo. El
mismo día los niños de las Escuelas fue­
ron obsequiados con im espléndido des­
ayuno.
L a Asociación de Antiguos Alumnos de Ba­
racaldo, a los que se unieron los de Sestao
y Erandio, quiso rendir su homenaje de
amor a San Juan Bosco con la hermosa y
nutrida Comunión del día 30, día en que,
además, se bendijo la bandera de la Asocia­
ción y en que el orador del Triduo dió la
Conferencia anual a los Cooperadores Salesianos.
G e r o n a : Circulo Misionero " M otis. Versiglia".—^Recientemente se h a organizado en
el Estudiantado Filosófico Salesiano de Ge­
rona el Circulo M isionero " M otis. Versiglia",
cuyo fin es contribuir a arraigar más y más
en el alma de aquellos futuros sacerdotes
salesianos el ideal altísimo de las Misiones.
Pué fundador del Círculo el actual Vicario
General de la Archidiócesis de Madrás (In ­
dia), Mons. Carreño, y entre los opimos
frutos que dió desde su fundación, el año
1931, hasta su disolución forzosa, en 1936.
puede presentar no pocos de sus miembros
aureolados con la gloria de la muerte cruen­
ta sufrida en aras del amor de Cristo y re­
cibida, a ejem plo del esclarecido Titular
del Círculo, de manos de los enemigos de
Dios y de la Iglesia.
Z a r a g o z a : Conferencia a los Cooperado­
res Salesianos.— El diario A m a n e c e r re se ñ a

í o ’íU'o)
O;"'-

con amplitud el acto celebrado el día 2 de
febrero, p. p., en el Ateneo de Zaiagoza, con
ocasión de la Conferencia anual reglamen­
taria a los Cooperadores Salesianos dada
por el Excmo. e lim o. Sr. Obispo de Pam­
plona, Mons. Olaechea. Presidieron el acto
los Excmos. Sres. Arzobispo de Zaragoza,
Dr. Doménech; Gobernador Civil, camara­
da Baeza; Gobernador Militar, Oral. Cremades, que ostentaba también la represen­
tación del Capitán G en era l: Alcalde, Sr. Ca­
ballero; Presidente de la Audiencia, Sr. Millaruelo; Fiscal de la misma, Sr. De la
Puente; Rector de la Universidad, Dr. Sán­
chez Izquierdo: Presidente del Ateneo,
Sr. Lagrnia Azorín, y Marqués de la Ca­
dena
Después del rezo de unas preces dirigidas
por el Excmo. Prelado de la diócesis, el
Rdo. Sr. D. Pedro Escursell, Director de la
Obra Salesiana en Z a r^ o za , pronunció unas
entusiastas palabras de ofrecimiento y sa­
ludo, y acto seguido comenzó el desarrollo
del programa, que consistió en im movido
diálogo entre niños, cantos pedagógicos, con­
ferencia e himno en honor de San Juan
Bosco. El Sr. Laguna Azorín presentó al
egregio conferenciante con palabras de alto
elogio para el preclaro h ijo de San Juan
Bosco y para la Obra Salesiana.
El Excmo. Sr. Obispo de Pamplona hizo,
al decir del cnmista, utio charla salesiana,
pues fué discurriendo, con aquel gracejo y
amenidad en él tan naturales, por las obras,
virtudes, milagros y sucesos anecdóticos de
la vida de D. Bosco, haciendo acertadas alu­
siones a personajes y hechos históricos re­
lacionados con la Congregación Salesiana,
y terminó diciendo que a semejanza de aquel
niño que. introduciéndose en el nicho sepul­
cral del Santo en Valsálice, decía hacer de
D. Bosco, así él quería en aquellos momen­
tos hacer de D. Bosco para pedir una limos­
na por la Obra Salesiana en Zaragoza.

M A D R ID : Escuelas Salesianos, (Francos Rodríguez, 6).
Grupo de entusiastas jóvenes que constituyen él
Circulo “D om ingo Savio".

del Estudiantado filosófico.

II
M ad r id : Ronda de Atocha, Fiesta del C ir.
culo "D om in go Savio”. Nos escribe una deta­
llada relación el secretario del mismo Círculo.
Se comenzó con un triduo en honor de
nuestro Santo Patrono, y por su pronta bea­
tificación, dirigido por el Rdo. Sr. Director,
don Alejandro Vicente, que con su celo tan
peculiar fué empapando almas y volunta­
des.
Este acto resultó grandioso, por el fervor
que en los tres días, y a pesar de las difi­
cultades de la hora, demostraron los so­
cios acudiendo en su mayoría, pues llega­
ron casi todos los días al centenar.
Y llegó el tan esperado domingo de la
fiesta. Acto culminante, donde todos los en­
tusiasmos juveniles y los fervores de amis­
tad se fimdieron en último abrazo, resultó
ser la impresionante misa de Comunión. Si
grande fué el triduo, la Santa Misa fué so­
lemnísima y conmovedora. Creo que nuestro
Patrono, Domingo Savio, habrá sonreído
desde el Cielo al ver a tantos jóvenes que,
con verdadero sacrificio, se acercaron a la
Sagrada Comunión. Por no encontrarse en
Madrid, como nos px’ometió, nuestro reve­
rendo Sr. Inspector, ofició el Rdo Sr D i­
rector, ayudado por el Clero y dos socios
del Círculo.
De 153 socios inscritos fueron 144 los asis­
tentes, y más de las tres cuartas partes nu­
trieron su alma con el “ pan de los fuer­
tes”.
En el desayuno, servido en el amplio sa­
lón, reinó la más cordial camaradería.
La “ foto” que nos hizo para recuerdo de
la fiesta el Rdo. D. Jesús Marcellán. recogió
el bullir de toda esta juventud.
A las once de la mañana se celebró el
tan ansiado encuentro de fútbol entre los
Antiguos Alumnos (Sosco F. C.) y el Club
Deportivo Savio, el cual terminó con em­
pate a cero, que a todas luces debimos ga­
narlo.
En la velada, el Rdo. Sr. D. Rómulo Piftol, que disertó sobre el tema “ Domingo
Savio, Apóstol de la Juventud” , nos cau­
tivó con su conferencia, amena y sujesti\*a. salpicada de anécdotas de la vida de
nuestro preclaro modelo. Un pequeño dis­
curso de nuestro Presidente, recital de poe­
sías. concierto por la rondalla, entrega de
premios a los vencedores de los concursos
y campeonatos de ju ^ o s organizados, fina­
lizando con el himno a Domingo Savio.
A la mesa hogareña de la Casa se sentó
la Junta: la alegría. 1(k brindis, hicieron
del ágape un momento delicioso.
P o r la tarde, el Cuadro Artístico repre­
sentó magníficamente a nuestros fam ilia­
res. clases y oratonianos. etc., el drama ale­
górico religioso el "C ortejo de la muerte”
y la zarzuela “ Almas en pena” , que fué co­
mo el broche de oro de este día de inolvi­
dable memoria en cuantos tuvimos la di­
cha de vivir horas tan llenas de cariño y
fraternidad salesianas.
En suma, gran fiesta, la m ejor desde que

60 —

acabó la guerra, y todos los superiores, y
especialmente el Sr. Director, encantados de
la marcha del día. pues no pensaban re­
sultase como salió.
S o l e m n e b e n d ic ió n de u n a n u e v a im a g e n
DE M a r ía A u x il ia d o r a .— En la iglesia parro­

quial de Campillos (M álaga) tuvo lugar, en
la mañana del día 10 de febrero próximo
pasado, la solemne bendición de la nueva
imagen de M aría Auxiliadora, donada por
don Manuel Alvarez-Ossorio en cumplimien­
to de una promesa de su difunta madre,
la virtuosa dama D.*^ Vicenta Bensusán y
Martínez, que en vida, a impulsos de su acen­
drada devoción a la Santísima Virgen, te­
nía costeadas otras varias imágenes de la
Vii^en de D. Bosco para diveisas iglesias.
L a preciosa y artística escultura es obra de
las Escuelas Profesionales Salesianas de
Barcelona, y viene a enriquecer el tesoro
artístico de la citada parroquia, en la que
M aría Auxiliadora quería tener un altar
donde sus devotos encontrasen luz en sus
dudas, consuelo en los pesares, y en los pe­
ligros, seguro auxilio.
Luego de bendecida la imagen, dió co­
mienzo la Misa solemne, oficiada por el re­
verendo Sr. Arcipreste-Párroco, D. Casáreo
Alonso. Ocupó la sagrada cátedra el reve­
rendo Sr. D. José Flor Alfaro, Párroco de
Teba. A l term inar la Santa Misa se proce­
dió a la imposición de la medalla de María
Auxiliadora a los nuevos archicofrades. Por
la tarde de dicho día tuvieron comienzo so­
lemnes cultos a M aría Auxiliadora, predi­
cando los dos primeros días' del triduo el
reverendo Sr. Cura de Ardales. D. Nicolás
Lasarte Rodríguez, y el último día, el re­
verendo Sr. Arcipreste. Todos los actos re­
sultaron muy brillantes, y los cultos se
aplicaron en sufragio del alma de la que
fué espejo de madres cristianas, D.* Vicen­
ta M aría Bensusán.
Que M aría Auxiliadora premie la genero­
sidad de la ferviente devota teniéndola en
su compañía en el Cielo, y atraiga sobre
su fam ilia las más escogidas bendiciones
del Señor.
C iu d a o e l a : Santuario de A fa r ía Auxiliado­
ra.—Como índice consolador del pujante
fervor religioso que esta casa saipsiana ha
polarizado, damos a conocer, sin comenta­
rio. la siguiente c ifra : Durante el año 1943
se han repartido en el Santuario de Afana
Auxiliadora 85.600 comuniones.
En esta misma Casa, con la bendición del
Excmo. e lim o. Sr. Prelado de la diócesis
y organizadas por la Unión de A. A., han
comenzado una serie de CO NFERENCIAS
F O R M A T IV A S que se dan todos los lunes
durante la Cuaresma. L a primera, con el
tema La Iglesia de Jesucristo, ha corrido a
cargo del M. I. Sr. Lie. D. Juan Florit. Canóiügo de la S, I. C. y Antiguo Alumno Salesiano. En ella trató puntos
interesan­
tes como los siguientes: ¿Qué es la Iglesia?,
Cristo vive entre nosotros, la Esposa de Cris­

to, el Cuerpo m ístico de Cristo, etc., etc.
segunda conferencia, dada por D. Joaquín
Pardo, Antiguo Alumno Salesiano y Profesor
del Colegio, tuvo por tem a L a ía m ilia y la
Iglesia. Ambas se han visto concurridas por
gran número de Antiguos Alumnos y Coope­
radores Salesianos, deseosos de completar
su formación religioso-moral, y de disponerse
a mejor defender sus ideales en la práctica
diaria de la vida cristiana.
A lcoy : Rasgo generoso de los Antiguos
Alumnos.— Poniendo en práctica una de
las ideas preconizadas en las Asambleas re­
gional y nacional del pasado año, los An­
tiguos Alumnos Salesianos de Alcoy han te­
nido el hermoso rasgo de hacerse coopera­
dores de sus maestros costeando la merien­
da a im rniiin.r de niños de las Escuelas y
del Oratorio Festivo. El mismo día, es de­
cir, el de su fiesta anual, quisieron dedicar
la función religiosa de la tarde para pedir
por la paz mimdial.
M aorid : Escuelas Salesianos (Francos R o­
dríguez, 5).— El día 5 de marzo, después de
ima intensa propaganda en la que se repar­
tieron veinte m il octavillas a domicilio, dió
comienzo la Santa Misión, que duró hasta
el día 12, con un fervor siempre creciente
y con la asistencia de multitud de fíales que
llenó todos los días la amplia y majestuosa
iglesia salesiana, centro de un gran movi­
miento espiritxxal en la barriada de Cuatro
Caminos. En dicho día 12, celebróse, ade­
más, la fiesta anual del Círculo de Domin­
go Savio, con la bendición de la bandera y
otros actos muy significativos y de ocasión.

M A D R ID : Am plia y majestuosa iglesia salesia-^
na. centro de un gran movim iento espirituai
en la barriada de Cuatro Caminos.
Dignóse apadrinar la nueva y hermosa ban­
dera la distinguida señorita Mary-Juany, hija
de los Sres. de Iturbe. grandes Cooperadores
Salesianos.

La figura gigante de San Juan Bosco
Espigamos en Palabras de elogio de San
Juan Bosco y de la Obra Salesiana, pro­
nunciadas en la Emisora Nacional de Espa­
ña el día 31 de enero por D. José M.* T a ­
beada L a g o :

más completos y más absolutos que haya
conocido la tierra” , o si se quiere, el hombre
que, desde la Edad Media, revivió los Evan­
gelios m ejor que nadie, al decir de Huysmans.

“ San Juan Bosco, pues que ha fallecido
en 1888, experimentaba las mismas inquie­
tudes e idénticas preocupaciones que sufri­
mos hoy. León X I I I le consideró com o un
horribre providencial, un Santo, calificando
a su Obra de extraordinaria, por exceder de
las fuerzas' humanas. U n exim io obispo es­
pañol, el D r. D. Manuel González, tras un
estudio concienzudo de su vivir, llega a la
audacia de considerarle como sombra viva
de Jesús, extremando su ponderar elogioso
al punto de declarar que en el Santo se
veía a Jesús descaradamente obrando ma­
ravillas.
...D on Bosco. o San Juan Bosco, al de­
c ir de Joergensen, es “ uno de los hombres

Se daba perfecta cuenta de la excelsitud
del individuo y del valor de la dignidad
humana. Quería capacitar al hombre, tra ­
tando de hacer desaparecer una de las la­
cras sociales más pavorosas, y no sólo pre­
tendía la conversión, sino la utilización
adecuada com o ser benéfico e incluso com o
dirigente, es decir, com o aristocracia del pro­
letariado. capaz un día de ocupar puestos
destacadisimos, no sólo al frente de masas
obreras, sino incluso en la dirección del
Estado, porgue él juzgaba que, hasta ahora,
nadie ha podido poner vallas al talento,
y nadie, salvo Dios, ha podido decirle: de
aquí no pasarás.

61

O E

Í N U E S X I ia .^
(JR]E¡lL.i»CIOlV

OE

(CONTINUACION.)
En

g u a r d ia

contra

C am pam ento. U n

lo s

salvajes

c a c io u e

Hacer la guardia durante la noche es in ­
dispensable por estas latitudes, puesto que
es necesario evitar cualquier sorpresa de los
indios, los cuales podrían robarnos algún ca­
ballo o matamos o. flechazos p or habernos
atrevido a llegar hasta sus dominios. Los
salvajes tienen ideas harto extrañas respec­
to de la propiedad: cazan pájaros, guana­
cos y zorros en sus campos, donde no puede
entra r persona alguna de otra tribu, y el
llegar a ellos de improviso es com o una de­
claración de guerra.
Bmcábamos los orígenes de R io Grande
caminando siempre hacia él sudeste’, pero
en esta dirección se extendían bosques in­
terminables, de tal forma, que sólo después
de seis dias de marcha a caballo, p or 'terre­
no minado por las célebres talpas, pudimos
llegar al nacimiento de dicho río. Era el día
22 de febrero.
Las humaredas que el día anterior había­
mos visto no lejos del camino nos indicaban
los lugares de caza preferidos por los onas.
Pasamos el río, y a las tres de la tarde nos
detuvimos en una isla abundante en pastos
y con algunos robles, ios wZíímos que había­
mos de encontrar. Luis distinpuió a poca
distancia un gran campamento de indios,
y com o se animara a llegar hasta ellos con
Octavio y exponerles el objeto de nuestro
viaje, les recomendé les advirtiera que no
se acercaran de noche a nuestra tienda,
pues nuestros perros podrían acometerlos,
que. en coinbio, vinieran por la mañana, pues
serian muy bie?i recibidos.
Luis y Octavio se vistieron una piel de
guanaco y partieron. Entretanto el P. Beauvoir y yo nos pusimos a. visitar la isla y a
buscar cami7io por donde continuar el viaje ai dia siguiente.
Llegaron nuestros indios al caer de la
tarde acompañados de otro indio, capitán o
cacique de aquella tribu, cubierto con una
piel y ensangre7itadas Zas piemos.
Dos dios antes hábia trabado combate con
los indios de otra tribu y había perdido a
dos de los suyos. Ahora, al ver nuestra ho­
guera, habióse figurado que aquella tribu
€ne77iiga quería atacarle de nuetx>; pero
Zuepo
supo por Luis que éraTTios gente
de paz y (zue nos ofrecíamos com o arTiigos
que intentara hacerles daños, vino alegre y
dispuestos a defenderlos contra cualquiera
confiado a nuestra tienda. N o aceptó la so­
pa ni la galleta que le ofrecimos, pero si un
pedazo de pato asado que com ió con mucho
gusto. Luego le obsequié con dos rnantas de
62



M I B I O I V E

3VX01VS. Ei5LG I^ÜtiVO )

lana y le puse al cuello una medalla de Ma­
ría Auxiliadora; le prometí, devolverle la vi­
sita al día siguiente y se retiró satisfecho.
Con todo, no dejamos de estar alerta duran,
te la noche’’...
Una

t r ib u

in d ia

en

nuestras

t ie n d a s

A la mañana siguiente, mientras hacía­
mos nuestra meditación, comenzaron a lle­
gar indios que fueron recibidos alrededor
del fuego que habíamos encendido. Colo­
cáronse en orden, hombres, mujeres y niñ<»
mirando hacia el altar. Comencé a celebrar
la Santa Misa, quedando Luis encargado
de procurar que los indios guardaran silen­
cio, al mismo tiempo que asistían a ella. San­
tiguóse Luis al comenzar el Santo Sacri­
ficio, púsose a rezar el Rosario y de cuando
en cuando volvíase hacia los indígenas co­
mo diciéndoles: Y o conozco todo eso...
Concluida la M isa y acción de gracias,
vino a m í el cacique y me ofreció una piel
de guanaco, que acepté con muestras de gra­
titud. Renovamos nuestro pacto de amistad,
y acercándose los demás indios, regalé a
cada xmo de los hombres y mujeres una
manta de lana y una medalla de M aría Au­
xiliadora. Hecho lo cual ensillamos nues­
tros caballos, retiramos la tienda y, mien­
tras los indios observaban con gran curio­
sidad nuestros movimientos, para inspirar­
les mayor confianza monté a las ancas de
mi caballería a un indiecito de diez añ<K,
de lo que se mostraron muy satisfechos.
U n a v i s i t a a l c a m p a m e n t o d íd io

Cuando estuvimos preparados quiso Fe­
rrando manifestarl^es la potencia tde las
armas que teníamos para la caza y para
defenderlos disparando algunos tiros de es­
copeta. Mucho se maravillaron los indios.
Y a en marcha tomamos nosotros por un
camino ancho, a propósito para las caballe­
rías, y los indios siguier<Hi un sendero. Pa­
sados unos tres cuartos de hora estábamos
en medio de la tribu am iga donde habían
quedado los ancianos y los niños en núme­
ro de cincuenta y dos. D i a cada uno una
manta y im a medalla, nos entretuvimos con
ellos un rato y, prometiéndoles volver, nos
disponíamos a partir, cuando vimos llegar
a un salvaje que arrastrábase con dificul­
tad por tener paralizada la parte inferior de
las piernas. Le hablé de muletas, le expliqué
el uso que se hace de las tales y le ofrecí
obsequiarle más adelante ctm un par de
ellas.
iContinuará.)

LA

SIERVA

DE

DI OS

Doña Dorotea de Chopitea
COOPERADORA

Nació Dorotea en Santiago de Chile, el
4 de junio de 1816, de D. Pedi'O de Chopi­
tea, residente en Chile, pero h ijo de Lequeitio, en Vizcaya, y de Doña Isabel de Villota, h ija de españoles nacida en Chile, ambcs de acrisoladas virtudes y de brillante
posición social.
Tuvieron dieciocho hijos, aunque nunca
vivieron juntos rnás de doce. Uno de los úl­
timos en nacer fué Dorotea.
L a guerra de independencia de las col<>
nias americanas obligó a la fam ilia Chopi­
tea a trasladarse a España. Tras un viaje
penoso y a rro s tra d o m il dificultades, se
talaron en Barcelona en el año 1819. L a niña
Dorotea contaba, pues, tres años de edad;
de modo que por haber vivido en esta ciudad
desde tan temprana edad y por el singular
cariño que le profesó, bien podemos decir
que ella fué su verdadera patria, ya que en
vivió y murió.
Era Dorotea de natural dócil, y esto, jun­
to con los admirables ejemplos de sus vir­
tuosísimos padres, fué el sólido fundamen­
to en que descansó e l sublime edificio de
santidad que el Espíritu de Dios había de
levantar en aquella alm a privilegiada.
El hogar doméstico regido por el tacto
exquisito de D. Pedro y la solicitud mater­
nal de Doña Isabel, fué la escuela en que

SALESIANA
se formó Dorotea con sus hermanos ma­
yores, tomando aquel camino del cual no
había de desviarse nunca, sino, a l contrario,
ir creciendo de virtud en virtud como el
sol, hasta llegar a un esplendoroso medio­
día.
Aquel hogar era escuela de todas las vir­
tudes, pero sobre todo de la caridad. Para
que sus hijos se acostumbrasen de peque­
ños a practicarla, había recogido a un an­
ciano caballero, a quien reveses de fortuna
habían lanzado a la más espantosa miseria.
El pobre viejo comía a la mesa con los de­
más de la casa en una mesita que se agre­
gó a la que servia para todos, pues no car
bían todos en una sola, y a la que los pa­
dres hacían sentar a tres o cuatro de sus
hijos. Estos se remudaban por tum o con
sus hermanos para acostumbrarlos a todos
al trato y fam iliaridad con los desgracia­
dos. De este modo procuraban sembrar en
aquellos jóvenes corazones los primeros gér­
menes de la compasión, acostumbrándoles al
trato y comunicación con la gente pobre,
i Cuánta verdad es que lo que en la cuna
se aprende dura para siempre 1 Indudable­
mente este acto de caridad que la niña Do­
rotea comenzó a practicar desde su infan­
cia, fué la semilla que con los años había
de convertirse dn árbol gigantesco, bajo
cuyas ramas frondosas habían de cobijar­
se centenares de pobres.

M A D R ID : Escuelas
Profesionales

Sale-

sianas. N utrid o ffnipo

de

entusiastas

jóvenes que compo­
nen él Circulo Do­
mingo Savio.

— 63

Viendo aquella madre solicita que por si
sola no podía atender al cuidado y educa­
ción de tan numerosa familia, dispuso que
las hijas mayores la ayudasen en tan di­
fícil empresa, tomando a su cargo a una de
las menores y reservándose ella la vigilan­
cia sobre todas y la parte que no podía
confiarse a su poca experiencia.
En esta prudente distribución de trabajo
quedó Dorotea al cargo de su hermana Jo­
sefa, que tenia nueve años de edad más
que ella y a quien la Providencia destinaba
también para la educación de las oti*as
hermanas de Dorotea.
Desde aquel momento comenzó a formar
e l carácter de la niña. Por otra parte, las
disposiciones de Dorotea eran excelentes.
Dotada de un natural reposado e inteligen­
te, manifestaba una cordura y una gra­
vedad muy superior a sus tiernos años.
Cuando los padres de Dorotea se vinie­
ron a España, siguióles el ama de Doro­
tea, que acababa de enviudar y estaba sin
hijos, que no pudo separarse de aquella ni­
ña a quien amaba como si fuera su hija.
Aquí casó con tan adversa fortuna y reci­
bía tan malos tratos del marido, que tuvie­
ron que separarse los esposos. L a nodriza
fué acogida de nuevo en la casa de Dorotea,
que, a pesar de sus pocos años, fué su pa­
ño de lágrimas, teniendo para sus hijos tal
solicitud como si fueran hermanitos suyos,
i Qué alegría experimentó Dorotea cuando
aus padres pudieron reconciliar al marido y
a l am a! Y a se revelaba la excelente futu­
ra madi'e de familia.
Servía de grande ayuda a Josefa en sus
trabajos el joven sacerdote, coadjutor y
beneficiado de la parroquia de Santa María
del Mar. D. Pedro Naudó, que fué su con­
fesor durante cincuenta y tres años, o sea,
hasta la muerte del celoso sacerdote, ocu­

rrida en 1882. Comprendiendo que e l Cielo
la- había adornado de gracias particulares,
le prescribió un método de vida propia pa­
ra la santificación de sus almas; determinó­
le las devociones que había de practicar y
la frecuencia con que había de acercarse
a los Santos Sacramentos, basando la per­
fección de su vida en el exacto cumplimiento
de los deberes como hija.
Todas sus hermanas vestían con notable
sencillez y modestia, y a todas hacían ven­
taja Josefa y Dorotea. L a primera sentíase
atraída fuertemente por el espíritu de abne­
gación, m ortificación y penitencia; y se
atraía con suavidad y eficacia a los mismos
ejercicios a su hermanita Dorotea, mode­
rando el sabio Director los fervores de en­
trambas, conforme a la edad y a la divina
vocación, que comenzaba a despuntar en Jo­
sefa para la soledad del claustro y en Do­
rotea para el matrimonio, en el que con sus
virtudes tanto había de resplandecer en lo
sucesivo.
En efecto, Josefa entró a los veinticinco
años en el Convraito de Nuestra Señora de
los Angeles, de Madres Dominicas, toman­
do el nombre de Sor Juana, donde murió ya
anciana en olor de santidad, gozándose
siempre cuando ya Dorotea desechaba por
siis virtudes de que con ella había hecho
oficios de madre.
iContinuaTá.)

La relación de gracias obtenidas por in ­
tercesión de la Sierva de Dios Doña D oro­
tea de Chopitea y las limosnas para la Cau­
sa de Beatificación, envíense al Vice-Postulador, muy Rdo. Sr. D. Julián Massana, Pa­
seo D. Bosco, 74, Barcelona.

E S T U D IA R E L O R IG E N D E L O R A T O R IO F E S T IV O ES P E N E T R A R EN E L C O RA­
Z O N D EL PAD RE. D EL C U A L B R O T O L A SO CIED AD S A L E S IA N A ; ES REM O N­
T A R S E Y S A C IA R L A SED EN L A PU E N T E C E L E S T IA L EN DO ND E M A N A EL ES­
P IR IT U D EL G R A N P A T R IA R C A ; ES E M B R IA G A R S E EN LO S AR D O R E S DE L A
C A R ID A D EN QUE E L SE AB R A SA B A
(D. Pedro RicalÁone.)

RASGO DIGNO DE IMITACION
Después de la furia iconoclasta que ha
sufrido nuestra Patria es necesario recons­
truir altares e imágenes sagradas. Pero no
debemos olvidar que las imágenes no ten­
drán quién las venere y que sobre nuestros
altares no se celebrarán los divinos miste­
rios que dan valor al mármol y al oro, si
no hay sacerdotes que instru>*an y entusias­
men a los fieles y consagren el Pan y el
Vino de la Eucaristía. Sintiéndolo así, ima
señora, que para permanecer en el más ri­
guroso incógnito nos ruega ocultemos hasta
el nombre de su población y provincia, de64 —

dica a la creación de una beca sacerdotal
el dinero que podría haber empleado en la
compra de hermosos brillantes o lujosos
vestidos. H a querido «m v e r tir preseas ca­
ducas de la tierra en engastes riquísimos
que durarán por toda la eternidad. Y . co­
mo muy bien dice ella, ha entregado su di­
nero para hacer un santo, no de piedra o
de madera, sino de carne y huesos, vivo, Bede fuego de am or de Dios y de celo por la
salvación de las almas. Dios se lo tenga en
cuenta y suscite muchos imitadores de tan
noble rasgo.

M O H E R N A N D O (Guadala ja ra ); Hermoso plantel
de futuros apóstoles que
alienta la esperanza de
un próxvno y fecundo
porvenir para la Congre­
gación Salesiana en
España.

G loria a Dios, que, al cumplirse el cuarto aniversario de la terminación
de nuestra gloriosa Cruzada, en la que tantas vidas de religiosos y sacerdo­
tes se vieron cortadas en la flor de sus años, ha querido darnos el consuelo de
ver florecer nuestros N oviciados 3alesianos en España con más de un cen­
tenar de ardorosos jóvenes que ansian luchar enrolados en las banderas de
don Bosco.

C ró n ic a de G ra c ia s
San Juan Sosco oye a sus devotos.—^Muy
preocupado me tenía la salud de una de
mis pequeñas hijas. Enferm a desde algún
tiempo, no veía resuelta la crisis de su en­
ferm edad; por el contrario, aparecían sín­
tomas que hacían temer cualquier compli­
cación que, seguramente, mi h ija no hubie­
ra podido resistir. Entonces fué cuando, lle­
no de confianza, acudí a S. Juan Bosco, pro­
metiéndole im a limosna y que publicaría la
gracia si escuchaba nuestras súplicas. El
que hoy salga en el B o l e t ín significa que
la gracia fué completa, pues la enferm a ha
recuperado la salud y ha vuelto a reinar
la alegría en la familia. Cumplo gustoso lo
prometido entregando 100 pesetas para la
Casa Salesiana.
Rom án Olivan
Huesca, diciembre de 1943.
Debiendo someterme a una delicada ope­
ración quirúrgica, y no pudiendo hacerlo a
causa de im a pertinaz bronquitis, que no
me dejaba punto de sosiego, acudí a María
Auxiliadora, que no tardó en -venir en mi
ayuda, pues cesó la tos y pudo serme prac­
ticada la operación con éxito feliz. Agrade­
cido, hago público el favor obtenido para
mayor gloria de la que es Salud de los en­
fermos.
José F errer
Málaga, enero de 1944.

En acción de gracias a M aría Auxiliado­
ra por haber salido bien de una dificilísi­
ma operación, hago público mi agradeci­
miento y envío una limosna.
Una devota
Barcelona, enero de 1944.
Habiendo tenido a mi hijito Miguel An­
gel con una fuerte bronconeumonía, me en­
comendé a M aría Auxiliadora, ofreciéndole
la limosna de 25 pesetas para su culto. Co­
mo quiera que la Santísima Virgen me ha
escuchado favorablemente, cumplo lo pro­
metido, suplicándole siga dispensándome su
valiolísima protección.
Isabel Zampaña ae Escooat
Cádiz, enero de 1944.
Encontrándome muy apurada de reclu­
sos, hice una novena a San Juan Bosco pi­
diéndole m ejorara mí situación, y a los po­
cos días recibí un socorro de 300 pesetas.
En prueba de m i agradecimiento, hago pú­
blico el favor obtenido y envío una limos­
na para las Escuelas ^lesianas.
ilfaría Luisa Caro
San Femando, enero de 1944.
Agradecida a M aría Auxiliadora por una
gracia obtenida, envío una limosna para
las Obras Salesianas.
M aría F . de Nin.
Mataró. febrero de 1944.
— 65

Doy gracias a M aría Auxíliadoi*a por un
favor muy especial recibido por su inter­
cesión, y después de animar a todos a po­
ner su confianza en tan bondadosa Madre,
cumplo la promesa de publicar la gracia y
envío 100 pesetas para el sostenimiento de
su culto.
Carmen González
Málaga, enero de 1944.
Con ocasión de un grave y doloroso dis­
turbio sufrido por mi familia, acudí a nues­
tra buena Madre M aría Auxiliadora implo­
rando su auxilio por intercesión de nues­
tro glorioso Padre D. Bosco. Comencé con
este fin una novena, y antes de transcurrir
los nueve días, volvía a reinar la paz y la
alegría en medio de los míos. Agradecido
a tan valiosos protectores, hago público en
el B oletín m i agradecimiento, para que to­
dos se animen a acudir a ellos en las ne­
cesidades de la vida.
F. Callejas, s. s.
Madrid, marzo de 1944..
Habiendo llegado la enfermedad de una
hija mía a tal extremo de gravedad que los
médicos juzgaban perdida su vida, recurrí
con gran fe y confianza a M aría Auxilia­
dora, comenzando su piadosa novena, pro­
metiendo publicar la gracia en el B oletín
S alesiano , hacer una limosna y mandar ce­
lebrar im a misa en acción de gracias. Pul
escuchado. A l segundo día de la novena
empezó la mejoría, y al quinto, el médico
declaró a mi hija fuera de peligro. A l pre­
sente se halla en perfecto estado de salud.
Agradecido a la Santísima Virgen, cumplo
gustosísimo mis promesas.
José Blasco R ichart
Játiva, marzo de 1944.
Dan también gracias a M aría Auxiliadora,
por gracias y favores obtenidos por su in­
tercesión maternal, Juan Carreras. Rosa
Gardell, Carmen Alsina. Teresa y Juanita
Pascual, Josefa Riera Fonollet, M aría Ange­
la Viñas Vidal. Dolores Ronquillo, Catalina
Gelabert, Sr.» Pujol y Mercedes Casabona
SolA. (Gerona.)

N E C R O L O G I A
Don Ramón Cardoner.— Falleció en M ata­
ré en el pasado mes de diciembre. Gran
amigo y favorecedor de la Obra Salesiana,
supo prodigar sus buenos oficios como ex­
perto contratista de obras. Durante la pa­
sada guerra ocultó en su casa con giun ca­
ridad a un sacerdote salesiano, albergando,
además, por mucho tiempo, a un jovencito
aspirante, hoy salesiano. A sus afligidos hi­
jos enviamos el pésame más sentido y la
promesa de nuestros sufragios.
66



Don Francisco Gisbert Vitoria.— ^Falleció
cristianamente, como había vivido, en Alcoy, este cooperador salesiano el día 3 de
febrero p. p. A su esposa e hijos, tan aman­
tes de M aría Auxiladora, nuestro más sen­
tido pésame.
Doña M aría A. Sobrado Guerrero.— ^Entre­
gó su espíritu al Señor en Cádiz el 6 de
enero p. p. Quiera Dios piadoso acoger cuan­
to antes en su seno a la que en vida fué
modelo de madi’es cristianas y ferviente de­
vota de M aría Auxiliadora. Nuestro pésame
a su familia, y en especial a su h ijo el iltistre canónigo de la S. y A. I. C. de (3ádiz,
don Pedro Jesús Bravo.
Doña Isabel López Navarro.—Falleció san­
tamente en Sevilla el 14 de enero de 1944.
Fue durante varios años tesorera de la
Archicofradía de M aría Auxiliadora en Ma­
drid, trabajando con celo incansable.
D on Dom ingo Sagastagoitia.— ^E1 día 21
de febrero p. p., entregaba su alma a Dios
don Domingo Sagastagoitia, a la edad de
noventa y seis años. Dotado de fuerte y ro­
busta complexión, daba fundadas esperan­
zas de que le veríamos alcanzar los cien
años de vida; pero una caída desgraciada,
que le postró durante dos años en cama,
vino a cortar su ejemplarísima vida. Sopor­
tó con admirable resignación la larga en­
fermedad, y vió llegar su última hora con
ánimo serajo y sosegado. Hombre eminente­
mente piadoso, fué fundador y socio de las
asociaciones religiosas de la localidad. Acti­
vo y generoso Cooperador Salesiano, hizo
entrega a Dios y a la Congregación Sale­
siana y a las H ijas de M aría Auxiliadora
de sus hijos D. Cirilo y Sor Irene. Su entie­
rro fué una demostración patente de cuán­
to aprecia el pueblo de Baracaldo las bon­
dades y simpatías que durante su la iga vi­
da supo sembrar a su alrededor el llorado
extinto. Descanse su alma en paz, y reci­
ban sus hijos y demás fam ilia la expresión
de nuestro más sentido pésame.
Han pasado también a m ejor vida los si­
guientes Cooperadores Salesianos: E n Ge­
rona, D. Camilo Brú Carrera. D. José Arnáu Juliá, D. José Busquéis Callicó. D. R a ­
món Sanllehí Masdevall y D.» Amparo Ló­
pez Gonzalo. En Cádiz, D.» Carmen Bernal Jiménez-Trejo y D.* Julia Martínez Fer­
nández de Cádiz.

-©E l E j e r c ic io de l a B u e n a M u e r t e d e v u e l ­
o a u m e n t a l a p a z del CORAZON, FACILITA
LA ADQUISICION DE LAS VIRTUDES, NOS HACE
FUERTES EN LAS PRUEBAS DE LA VIDA T NOS ES­
TIMULA AL APOSTOLADO.
ve

(D. Pedro Ricaldtme.'i

PAGINA

CATEQUISTICA
.x f

Desde el solio más .elevado de la tierra,
cual es aquel en que se asienta el Vicario de
Jesucristo, hasta e l centro educativo más
humilde, se ha levantado en estos últimos
tiempos un grito de alarmante angustia:
¡Se pierde la Sociedad porgue se 7ios pier~
■de la juventud'.
y es cierto. N o nos esforzaremos en demostrarlo. Todos cuantos se preocupan se­
riamente por el problema de la salvación
de la sociedad moderna, hma planteado
el estado de la cuestión, han estudiado las
posibles - soluciones, y han lanzado con cla­
ridad la consigna: H A Y QUE V O LV E R A
D IO S P O R E L C A M IN O DE L A IG L E S IA
EN L A R E G E N E R A C IO N D E L A F A M IL IA
N ETAM EN TE C R IS T IA N A .
Y ha comenzado la lucha con entusiasmo,
con fe, con la seguridad de un triunfo ro­
tundo. Y se empieza a vencer. Como indi­
cio de este comienzo de victoria, aducimos
tan sólo el siguiente hecho: Muchos padres
de jamüia, muchísimos padres de familia,
han comenzado a sentir inquietud, entre­
mezclada a veces con saludable remordi­
miento, por el porvenir m oral de sus hijos.
Y estos padres, con el corazón lleno de
zozótiru, se pregim tan: ¿Qué hemos de hacerl ¿Cómo, p or nuestra parte, podremos
contribuir a detener esta ola de paganis­
mo que amenaza anegar al mundo?
Nos permitimos dar la norma universal a
todos aplicable:
¡V ID A C R IS T IA N A EN
LA F A M IL IA !- ¡V ID A DE F A M IL IA V IV I­
D A C R IS T IA N A M E N T E !
Y para actuar .este programa máximo hay
que tener en cuenta estos tres principios bá­
sicos ' preconizados por la ciencia y por la
experiencia:
E L H O G A R C R IS T IA N O ES U N A ES­
CUELA.
EL H O G A R C R IS T IA N O ES U N T E M ­
PLO.
E L H O G A R C R IS T IA N O ES U N CIELO
E N L A T IE R R A .
Escuela de virtudes, templo de oración y
cielo de felicidad.
Discurramos brevemente sobre el primero.
Cuando la fam ilia está ccmstituida según
la voluntad de Dios y el espíritu de Jesu­
cristo, es escuela de santidad. Los primeros
maestros, los maestros naturales puestos por
Dios en esta escuela son él padre y la ma­
dre. ¡L o s dos!
Y en su labor srai insustituibles. Si a ^ no
fuera, no tendría razón de ser la profunda
compasión que inspira todo huérfano, aun­
que heredero de ingente fortuna.
Se habla mucho de sistemas de educa­
ción. M as. podríamos afirmar que gran par­

te de los maestros de hoy día, más que mé­
todos para educar necesitan métodos para
reeducar. Porque reeducar es suscitar no­
bles ideales en un corazón que ha crecido
en medio de frivolidades de todo género, ob­
tener esfuerzo intelectual o físico de quien
se ha criado entre mimos y caricias, ha­
blar de Dios y hacerlo entrar en el alm a de
jovencitos que no lo han aprendido de unos
labios que la naturaleza Im hecho precisa­
mente para enseñar este nombre santo.
¡Padres, madres de familia, sois los res­
ponsables directos ante Dios de la educa­
ción de vuestros hijos! Los maestros os po­
drán ayudar, no suplir. Un gran ¡jedagogo ha
dicho: E l hombre seta lo que es su madre.
Perm itirá el Señor, en sus altos designios,
algunas excepciones a . esta regla general,
p ero. se cumple casi siempre lo que ya de
antiguo viene expresado en la Sagrada Es­
critu ra: El joven sigue el camino que em­
prendió al trasponer los umbrales de la vida.
L a ciencia pedagógica moderna proporcio­
na a los padres no menos que a los maes­
tros, abundante material didáctico y cono­
cimientos Utilísimos para facilitar la ense­
ñanza catequística en el hogar. Feliz la ma­
dre que, como la de D. Bosco, Margarita,
sabe hacer de su h ijo un santo sin más
auxilios que su fe. su amor a Dios, y su
sentido práctico. Pero sí a muchas les falta
por naturaleza, y a veces por circunstan­
cias especiales de la vida, habilidad o modo
para llenar cumplidamente su deber de
maestras del bogar, tienen, con todo, quien
les enseñe de viva voz o mediante libros, fo­
lletos, revistas y hojas divulgadoras. Acu­
dan siempre que puedan a esas conferen­
cias sobre temas educativos, consulten con
sacerdotes y maestros catóúcos experimen­
tados, lean temas pedagógicos y educativos,
y esfuércense, por más renimclas y sacrifi­
cios que ello les suponga, en poner por obra
cuanto unos y otros les sugieran.
¡T o d o por los hijos! Pero recuerden que
Dios Nuestro Señor cuando les llam e a su
divino Tribunal no les preguntará por las
cantidades que en el testamento han deja­
do a sus hijos, sino si éstos les siguen por
el sendero de la virtud, camino del Cielo.
L A IG L E S IA , SIE M PR E V IG IL A N T E
Y S IE M PR E M AD RE. H A L E V A N T A ­
D O R E PE TID A M E N TE SU VOZ, SO­
B R E TO D O E N ESTO S U L T IM O S
ANOS, P A R A S E Ñ A LA R E L G R A N
MAT. y C O N VO C AR L A S A N T A C R U ­
Z A D A DE L A E N SEÑANZA R E L IG IO ­
S A P A R A A C U D IR A REM ED IARLO .
(D . Pedro Riealdone)

— 67

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Fecha
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