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Título
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BS_1938_05
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Descripción
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Boletín Salesiano. Mayo 1938
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extracted text
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Año LUI - N,
5
MAYO
1938
a e^iano
R E V I S T A
..
DE
L A S
O B R A S
DE
D O N
B O S C O
INSCRIBIOS EN LA PÍA OBRA
DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
DE ROMA
¿ Quién no conoce la Obra del Sgdo Corazón
de Jesús?
Filé fundada por el Primer Sucesor de San
Juan Bosco, y benignamente aprobada por
S. S. León XIII el 30 de junio de 1888.
Con sólo la limosna de una peseta, u otra
moneda equivalente, se adquiere derecho a
participar de todas las oraciones y buenas
obras de la Sociedad Salesiana y a la aplicación
de seis misas, que se celebran todos los días,
a perpetuidad, en nuestra Basílica del Sgdo
Corazón de Jesús de Roma, dos en el altar
mayor, dos en el de María Auxiliadora y dos
en el de San José.
Los que se inscriben en la Obra Pía pueden
aplicar el fruto de estas misas a sí mismos, o
a otras personas, vivas o difuntas, y variar la
intención cuantas veces Ies plazca.
Las limosnas recibidas por este conducto
destíñanse, de modo exclusivo, a promover la
gloria de Dios y los intereses culturales de la
sociedad, acogiendo a niños pobres y abando
nados, para educarlos cristianamente. .
I Quién no contribuirá, pues, con algunos
céntimos, que con tanta facilidad se gastan,
a esta invitación paternal de San Juan Bosco
y de la Iglesia, inspirada en ideales tan nobles
y caritativos ?
¿ Quién no siente la necesidad de asegurarse
la benevolencia divina, en este mundo y en el
otro, mediante la aplicación de los méritos
infinitos del Santo Sacrificio,del altar?
¿ Quién no tiene almas queridas, vivas o di
funtas, a quienes obsequiar con tan espléndido
regalo espiritual ?
No tardéis en pedir Hojas de suscripción.
Rector M ayor de los S alesianos.
Cottolengo 32 - Turín (109) (Italia).
Las limosnas pueden enviarse al mismo Rector
Mayor o directamente a nuestra casa de Roma. Ospizio Sacro Cuore - Via Marsala, 42.
Normas para los corresponsales de Boletín Salesiano
1. — Recibimos siempre con agradecimiento cuantas informaciones se nos quieran enviar,
que, de algún modo, pueden interesar a las Obras Salesianas. Aunque todas evidentemente no
podrán ser publicadas, servirán para enriquecer el Archivo de nuestra Casa Madre.
2. — Las croniquillas de fiestas o acontecimientos de especial importancia deberán ser breves,
se evitarán en ellas repeticiones y detalles innecesarios, y, de ser posible, se escribirán a máquina
con líneas bien espaciadas.
3. — Salvo rarísimas excepciones, la Revista no publica poesías ni trabajos ajenos a la Obra
Salesiana. No inserta el nombre de los autores ni devuelve originales.
4. — Siendo, de hecho, nuestro Boletín una Revista ilustrada, rogamos encarecidamente el
envío de buenas y luminosas fotografías. Hoy, un simple grabado dice a veces más que una cró
nica, y, cuando acompaña a ésta, la avalora de modo extraordinario. Aviven pues su celo nuestros
corresponsale.s, quienes deben saber a este respecto que de los diarios ilustrados que nos envían
no es posible reproducir ningún grabado.
5. — A los que tienen la bondad de remitimos gracias o necrologías hemos de asegurarles
que, de llegar a nuestro poder, más tarde o más temprano las verán publicadas. Si a veces aparece
sólo el nombre, es, o porque no recibimos otra cosa, o porque a última hora nos viene a faltar
espacio, o porque la relación carece de especial interés.
■p
R E V IS T A DE
L A S OBRAS DE
DON BOSCO
REDACCION
Y
BOLETIN
ALESIANO
ADM INISTRACION:
VIA
COTTOLENGO.
3a
-
TURIN
Año LU I - Número 5
M A YO
( 1 09)
-
1938
ITALIA
SUMARIO: Las fiestas del próximo junio. - La estrella de oro " AI mérito rural ” concedida al Rvmo. Sr. Don
Pedro Ricaldone. - Nueve meses en el Extremo Oriente. - La obra de Don Bosco en España y América: Pamplona.
En las Escuelas Profesionales Salesianas - Cboele Choel. Fiestas patronales y nuevo templo - Córdoba. Homenaje
a Guillerm o Marconi - Guanabacoa. Fiestas por el cincuentenario de la muerte de S. J. Bosco - Perú. Maestros
rurales indígenas - Caracas. Un almuerzo a 400 ancianos pobres y a 200 oratorianos. - Grave pérdida: Ha muerto
Don Félix Masera. - L a voz de los Obispos españoles ha hecho extremecer de pena hasta las selvas. • Impresiones
de la revolución española: Algo de lo que hizo la bestia roja en Morón. - Crónica de graciess. - Necrologías.
Las fíesías del próximo Junio
Constituirán el más espléndido
de los homenajes que la Familia
Salesiana de todo el mundo po
día tributar a su excelsa Patrona
María Auxiliadora y a su ama
dísimo Fundador S . Juan Bos
co., haciéndoles entrega, en me
dio de efusivas y solemnísimas
manifestaciones, de la grande,
rica, majestuosa ampliación de
la Basílica, con sus dos nuevos
y monumentales altares, el de la
Madre y el del H ijo predilecto.
E l Oratorio de Valdocco, desde
el 9 al 12 de junio, será un ver
dadero paraíso; cuatro días de
continuas bendiciones y de ale
grías inefables: pontificales mag
níficos, músicas, comuniones,disairsos de Exemos. Prelados, pe
regrinaciones y Procesión apoteósica, la tarde del día iz .
Una verdadera delicia para /os que podrán disfrutar de estas fíesias
y una satisfacción inenarrable para Jos que, poco o mucho, han con
tribuido a hacer posible tan grandioso y fíiial homenaje.
--
97
La estrella de oro ‘Al mérito rural’
concedida al Rvmo. Sr. D. Pedro Ricaldone
Rector Mayor de la Sociedad Salesiana.
A propuesta del Ministro de Agricultura,
Kxemo. Sr. Rossoni, el Gobierno de S. M.
Real e Imperial de Italia ha concedido a nues
tro venerado Rector Mayor esta altísima dis
tinción que tanto le honra’a el, y, consubstan
cialmente, a la Sociedad Salesiana.
HKsta tan codiciada condecoración — dice la
prensa — es un reconocimiento de la obra
inteligente y proficua desarrollada por la So
ciedad Salesiana en el campo de la Agricul
tura, con sus numerosas Escuelas Profesiona
les Agrícolas y sus magníficos establecimientos
de Granja modelo, que constituyen, especial
mente en el Piamonte, la admiración de los
técnicos no sólo de Italia sino también del
extranjero. El Régimen Fascista,.que tan enér
gicamente impulsa la educación agrícola de la
juventud, ha querido justamente premiar con
esta distinción las actividades docentes de la
Sociedad Salesiana que, a través de los dignos
Sucesores de su Fundador, San Juan Hosco,
tan digna y sabiamente viene desarrollando en
Italia y en el mundo el espíritu educativo del
mismo ».
l'an ciertos estamos nosotros, salesianos,
del profundo y cordial reconocimiento de nues
tro Rector Mayor hacia las más altas jerar
quías de la nación que de tan significativas
maneras le demuestran su estimación y bene
volencia, como de la desazón moral que le
habrá producido ver divulgado por la prensa
este honor tributado a su persona, -aun cuando
todos sabemos que los éxitos personales él
los atribuye siempre a la Sociedad de la que
es dignísimo representante, y cuya exaltación
y progreso promueve con insuperable inteli
gencia y desvelo.
Es público y notorio que el P. Ricaldone
viene siendo, desde hace cuarenta años, pala
dín incansable de la rehabilitación de la tierra,
que es fuente inoxausta de riqueza y moralidad
y, por ende, de bienestar social. Sacerdote e hijo
de Don Hosco por encima de todo, dedicóse
en cuerpo y alma a divulgar los métodos de
la Agronomia moderna y racional, a)ucebida
por el como un nuevo y efiaicísimo instrumento
de apostolado. El insigne genovés Estanislao
98 ^
Solari, con sus originales teorías de la doble
anticipación y de la inducción gratuita del ni
trógeno, que, medio siglo hace, revolucionaban
en todo el mundo la ciencia del cultivo de la
tierra, le inspiró la norma; y el mediodía de
España, rico de todo bien de Dios, con sus
irracionales barbechos y sus inmensos cortijos
emperezados que la labor de los bueyes can
sinos no hacía más que arañar, brindóle un
mundo ideal para sus fervores de propagan
dista.
Director, por aquellas fechas, de la inci
piente casa salesiana de Sevilla,, y adueñado
rápidamente de la opulenta lengua de Cervan
tes, que el P. Ricaldone llegó a manejar con
extraordinaria propiedad y soltura, fundó la
Biblioteca Agraria Solariana, empresa editorial
de grandes vuelos, que, bajo su inmediata di
rección y personal colaboración, publicó nada
menos que n o volúmenes, continuando, luego
de haber sido él nombrado miembro del G o
bierno Generalicio de Turín, hasta rozar el
número de 200.
Muy pronto aquella sabia y atrevida publi
cación despertó el interés de los grandes terra
tenientes andaluces, que iban a Sevilla, a nues
tra humilde casa de la Trinidad, a consultar,
a recibir orientaciones, a compulsar las nuevas
teorías solarianas con los brillantes resultados
de las experiencias verificadas por el P. Ri
caldone en la reducida huerta de sus Escuelas.
De muchos de los volúmenes de la Biblio
teca hubo que hacer docenas de ediciones,
especialmente de los titulados E l clero, ¡a agriatltura y la cuestión social - Las Leguminosas
- Los cereales - E l problema forrajero, que,
entre las obras salidas de la pluma de nuestro
Rector Mayor, son las que alcanzaron éxitos
más clamorosos.
' En las cálidas sementeras sevillanas y cordo
besas conocióse bien pronto la enorme impor
tancia de la obra renovadora: trigales opulentos
que duplicaban las cosechas; panochas desco
munales, cuyos granos de oro, heridos por un
sol que tiene honores de tropical, llenaban de
gloria aquellos campos; olivares frondosos;
alfalfares y pastizales, y por doquiera el pol
villo fecundante de las sales químicas y las otras mil que son el asombro de los que le
mastodónticas máquinas-oruga importadas de rodean, unida a los muchos viajes que hizo
los Estados Unidos.
como Visitador y le permitieron conocer de
A estas horas, pasan con mucho del millón visti todas las obras salesianas del mundo, y
los opúsculos que la Biblioteca Agraria ha di a sus principales cooperadores, añaden una
fundido en toda España y en los países de brillante aureola de admiración y cafiño a su
habla española, llevando a las diversas latitu natural venerabilidad de IV Sucesor de San
des, con el discreto y oportuno granum salis Juan Bosco, de quien recibe todas las inicia
de la invitación a la vida cristiana y evangélica, tivas, de cuya fe granítica en la Divina Pro
estímulos poderosos de renovación agrícola videncia vive y se alimenta, de cuyas virtudes
teórica y práctica, y sólidas y positivas ventajas es genuino heredero, de cuya pedagogía de
para la economía de las naciones.
amores y realismos es vocero admirable en
Italia, tierra natal de nuestro Rector Mayor,
todo el mundo.
le debe también a él la iniciativa de otras dos
N O T A INFORM .^TIVA
publicaciones agrícolas importantísimas: 1 ¡ibri
delVagricoltore; I libri del contadino, que fueron
La distinción honorífica que nos ocupa fué
comenzadas por la Editorial S.E.I. y luego
creada con Decreto de 31 de enero de 1933, en
interrumpidas, pero que ahora serán reanuda
el que se determina, entre otras cosas:
das apenas se traslade a Turín la Rivisia d'A 1. Las concesiones hotnorificas A l mérito
gricoltura, nacida, como la Biblioteca Agraria
rural»
consisten en diplomas de mérito de i®,
Solariana, alrededor de hace medio siglo tam
clase, que dan al agraciado la faailiad
bién con marchamo salesiano, y publicada en 2& y
Roma, donde actualmente lleva su dirección de condecorarse con la estrella, respectivamente,
de oro, de plata o de bronce.
el eminente cooperador salesiano Dr. Benassi.
Don Pedro Ricaldone, que, antes de ser
2. La estrella «A l mérito rural« lleva en el
elegido Rector Mayor, había ejercido el cargo anverso el nudo de Saboya con la leyenda k A l
de Director General de las Escuelas Profesio mérito rurale », y en el reverso el Fascio Lictorio
nales y Agrícolas Salesianas, dotó a estas últi rodeado de una corona con símbolos agrícolas.
mas de una organización que podríamos lla
3. La distinción honorífica « A l mérito rurahi
mar perfecta; las estudió hasta en sus más puede ser acordada a todos los propietarios,
pequeños detalles y trazó él mismo los pro arrendatarios, enfiteutas, aparceros, colonos, di
gramas por que tenían que regirse y que no
rectores de hacienda que hayan aportado una
creemos hayan sido superados, siendo muchos efectiva actividad a la explotación o dirección
los profesionales y hombres de gobierno de de fincas agrícolas o forestales, realizando obras
Europa y América que los solicitaron y adop notables dé mejora en el régimen del fundo, o en
taron.
el arrendamiento rural, o en la técnica de los
A fin de ayudar y estimular, más y más a
ailtivos e industrias agrícolas o forestales, me
sus hermanos Salesianos a la actuación de diante prestaciones personales o notables sacrifi
esta especialidad de la enseñanza agrícola, dió cios pecuniarios que constituyan manifestaciones
a luz, quince años hace, un magnífico trabajo,
ejemplares del progreso agrícola y contribuciones
en folio, con 20 páginas de texto y 14 láminas,
eficaces al mismo.
titulado Scuole Agricole Salesiane, que con
4. La recompensa tiene carácter de premio
tiene normas sapientísimas concernientes a los
edificios y al menaje escolar. Arquitectos e personal, y por consiguiente no puede ser conce
ingenieros de reconocida competencia hicieron dida a las personas encargadas de dirigir o re•presentar entitades ¡as cuales no hayan prestado
de esta obra calurosos elogios.
una obra personal efectiva.
Y esta labor de cultura, lejos de remansarse,
5. Los diplomas de primera clase se concede
recibe continuamente nuevos impulsos. Es
cada día más vivo en el ánimo de Don Pedro rán c.xclusivamente para recompensar méritos
Ricaldone el deseo de extender e incrementar eminentes y excepcionales; los de segunda podrán
en la Sociedad Salesiana el área, ya dilatadí ser otorgados a los que desarrollan acciones de
sima, de las enseñanzas agrícolas, que actual particular relieve, tanto desde el punto de vista
mente cuentan con 77 Escuelas, 19 en Italia de la ejemplaridad como de la eficacia de los
y 58 en otras naciones de Europa y demás resultados obtenidos; los dé tercera se asignarán
a los que, por cualquier concepto, estén dentro
continentes.
Esta actividad suya tan característica, que de las condiciones previstas en el art. 1 del De
en nada disminuye el ritmo ni la eficacia de creto de 17 nov. de 1932.
99
Nuestro Rvmo. Prefecto General entre un grupo de nedQlos de Mong>Kong.
NUEVE MESES EN EL
EXTREMO ORIENTE
{Conforme habíamos prometido^ publicamos
la hermosa conferencia que el Rvmo. Prefecto
General, Don Pedro Berruti, dió a los Coo
peradores Salesianos, el día z de febrero, en
nuestra Parroquia de San Juan Evangelista de
Turín).
Han transcurrido 50 años de la muerte de
San Juan Hosco; se han celebrado, y siguen
celebrándose, fiestas litúrgicas y conmemo
raciones solemnes con tales entusiasmos y fer
vores populares que proyectan sobre él una
gloria no común, inusitada hasta en las exal
taciones de los más grandes Santos. Pero la
aureola más fúlgida que rodea la figura de
Don Hosco, en este año cincuentenario, es,
sin duda alguna, la que le dan sus Obras,
hoy tan extendidas y desarrolladas que las
proporciones que han alcanzado parecen in
creíbles. Es éste tal vez el milagro más grande
hecho por él.
En 1932, el actual Rector Mayor de la So
ciedad Saicsiana, R\ii\o. Sr. Don Pedro Ricaldone, dispuso que se girase una visita a
todas las Obras de Don Hosco, y encargados
de verificarla fueron los mismos miembros del
Capítulo Superior, que han empleado en ha100
cerla seis largos años. Podemos decir sin exa
gerar que hemos recorrido toda la extensión del
planeta, superando enormes distancias, atrave
sando las fronteras de todas las Naciones, pene
trando así en las populosas ciudades como en
las más- humildes aldeas, dondequiera que los
Salesianos e Hijas de María Auxiliadora, en
su incontenible anhelo de salvar a las juven
tudes, han ido a establecerse.
El que os habla no ha visitado más que una
parte de las Obras Salesianas, y, no obstante,
sumadas las distancias recorridas, en América
durante el año 1936, y en Oriente durante el
T937, hacen tantos kilómetros como los que
resultarían de dar tres veces la vuelta al
mundo. Esto puede dar una idea de lo vasto
que es nuestro campo de apostolado.
Llegado, pocos días hace, del Extremo
Oriente, donde he transcurrido nueve meses,
tendría un mundo de cosas que deciros, y por
fuerza habré de contraerme a algunas someras
noticias de nuestras Misiones. Omitiré todo lo
que tenga carácter histórico, científico o político;
nada diré tampoco de las florecientes Misiones
que allí tienen los PP. Dominicos, Francisca
nos, Jesuítas, Lazaristas; ni de esos admira
bles vanguardistas del Evangelio en Extremo
Oriente, los PP. de las Misiones Extranjeras
IP"
de París, que han dotado aquellas regiones de
magníñcas iglesias dignas de fígurar al lado
de nuestras catedrales, y que tanto edifican a
cristianos y paganos con los heroísmos de su
vida sublime de abnegación; las numerosas
cristiandades por ellos fundadas figuran hoy
entre las más florecientes y ejemplares. Mi
información se ceñirá pues a nuestras cosas de
familia, a lo que de modo particular interesa a
los Cooperadores de Don Bosco, o sea, a las
Obras que los Salesianos e Hijas de María
Auxiliadora tenemos en el Extremo Oriente.
Haremos \m rápido recorrido por los terri
torios en que se desarrollan las Misiones y
diremos algo del trabajo que hacen los Misio
neros y de los resultados obtenidos.
TERR ITO RIO S. — Los territorios, o re
giones que hemos risitado, en estos nueve
meses, son verdaderas inmensidades geográ
ficas enclavadas en la India, Siam, China y
Japón, naciones que complexi^'amente suman
cerca de mil millones de habitantes, de los
cuales sólo son católicos unos 6.870.000. Esta
estadística es, a la verdad, poco lisonjera. ¿ Cual
puede ser la causa de este número tan exiguo
de católicos, después de cuatro siglos de
esfuerzos, de heroísmos y de martirios ?
La explicación hay que buscarla en las ex
traordinarias dificultades de orden diverso que
allí encuentran los Misioneros, descollando
entre todas la religiosa.
Las ideologías paganas hállanse, en efecto,
profundamente radicadas en el alma de los
Orientales: los mejores edificios de la India son
las mezquitas y los templos hindúes. Atribúyense a la India 380 millones de habitantes;
pues bien, pasan de 70 millones las cria
turas que carecen totalmente de qué vivir,
que no tienen asegurado el sustento cotidiano,
a pesar de que se reduce todo él a un mísero
plato de arroz; ello no obsta, sin embargo, para
que las vacas sagradas que libremente circu
lan por las calles de Calcuta y demás ciudades
indostánicas sean opíparamente cebadas por el
fanatismo del pueblo, en evidente y violento
contraste con la extrema delgadez de los in
numerables parias que como perros callejeros
\*agan sin saber cómo quitarse el hambre.
En Siam recorrimos 20 kilómetros en barca
sobre el río Meklong, para trasladamos de
Rajaburi a Bank Nok Kuek. En aquel breve
trayecto vimos nada menos que 200 pagodas
de techos dorados y de gráciles y elegan
tes líneas arquitectónicas. £1 pueblo siamés,
como el indio, \-ive sobriamente, y mejor
diríamos pobremente, pero mmca falta su
óbolo cuando se trata de constmir alguno
de esos templos, o de su conservación y orna
mentación, y suministra generosamente arroz
a los bonzos que, em^eltos en sus mantos
amarillos, pasan todas las mañanas de casa en
casa a recoger su alimento cotidiano. La pagoda
real de Bank-Kok es tal vez el templo pagano
más suntuoso de todos los que yo he visto: intégranlo tres enormes edificios literalmente cu
biertos de mosaicos de oro. Uno de estos edi
ficios, soberbio cono de líneas sinuosas y de
treinta metros de altura, se presenta todo dora
do desde la base hasta la cima. Sus puertas son
de ébano y madreperla y están cubiertas de
espléndidas tallas de hojas, fina y profusamente
dibujadas; de oro macizo son sus grandes y
deslumbradores candelabros, sus lámparas vo
tivas y todos los objetos del culto que rodean
la estatua de Buda hecha de esmeraldas. Y,
al socaire de tantas y tan ampulosas fastuosida
des, pulula aquel pobre pueblo arrastrando
los harapos de su mísera existencia, viviendo
en sórdidas cabañas, o en casitas de madera,
o dentro de achatadas barcazas, pero siempre
reputándose feliz de poder dar a Buda las
pocas o muchas monedas que a él le permiti
rían humanizar un poco más la vida.
Sin embargo, a estos pueblos el paganismo
no los hace fanáticos sino más bien estoicos.
Indios y Siameses viven extrañamente resigna
dos a sus miserias y dolores, satisfechos de lo
poco, o nada que tienen; sin ambiciones, sin
deseos de poseer lo que no es suyo, y tan lejos
de codiciar dichas y felicidades que ni aun
ante las riquezas y bienandanzas del Paraíso
que el Misionero les promete, en cambio de
los sacrificios que impone la vida cristiana,
salen de su abúlica indiferencia.
Los Chinos, sumamente atentos y corteses,
pero celosos de sus tradiciones, tienen leyes
familiares que hacen a los hijos depender en
cuerpo y alma de los padres, siempre y en
todo lo que concierne a la vida civil y reli
giosa, sujetando la misma autoridad de éstos
a un consejo de familia que sistemática
mente se muestra inexorable con los que
tratan de abandonar la religión nacional, con
denándolos al ostracismo y arrojándolos sin
piedad en medio del arroyo.
En cuanto al Japón, su categoría es hoy,
como todos saben, la de una gran nación orga
nizada. Aseguran los japoneses que su im
prenta es la más perfecta y desarrollada del
mundo. No sé hasta qué punto será esto cierto,
pero me citaron los nombres de siete diarios
que tiran cada uno diariamente más de un
millón de ejemplares, alcanzando dos de ellos
lO I
1
En lu India.
• Visitando u unas monjiias misioneras.
el millón y medio. Las fábricas cubren, al píe
de la letra, todo el suelo del Japón e invaden con
sus manufacturas Oriente, América y Europa.
La ciudad de Osaka, para citar una de tantas,
que tiene cuatro millones de almas, es una
tupida selva de chimeneas; ni en América ni
en Europa he visto tantas. Las comunicaciones
ferroviarias han alcanzado el ápice de la preci
sión, de la elegancia, de la comodidad. No
hay industria europea o americana que no
tenga en el Japón otra igual o equivalente. Allí
sólo se importan materias primas; todo lo que
se encuentra en los mercados europeos lo tie
nen ellos, pero fabricado por ellos. ¿ Y qué
ticcir de la escuela? la educación pública.me
rece una atención preferente y especialísima
de las autoridades; es una verdadera mara
villa de organización. Kiuskiú es la Beoda del
Japón; Miyazaki es una ciudad no muy grande
de Kiuskiú que cuenta apenas setenta mil
habitantes; pues bien, además de los nume
rosos asilos y escuelas elementales, tiene
nada menos que diez escuelas secundarias y
superiores.
El br. Obispo de Os;ika deseaba que los
Salesianos fundáramas en su Diócesis. Se
trataba de ponerse de acuenlo sobre el género
de actividades a que debería dedicarse la nueva
casa, y el Superior defendía la oportunidad
de unas Escuelas Profesionales.
— Bien, dijo el Prelado; pero tened en
cuenta que en Osaka tenemos ya 300 Escuelas
Profesionales; ¡ni una más ni una menos!...
El Japón, consciente de lo que vale, sabe
que en todos los terrenos hállase a la altura
de la nación mejor organizada, y es fácil ima
ginar los sentimientos que debe inspirarle una
religión que, como la cristiana, no es japonesa
sino importada de pueblos a los que se cree
superior.
Al lado de estos tropiezos de orden religioso
y psicológico, los Misioneros encuentran otros,
acaso no tan difíciles de vencer, pero más du
ros e ingratos.
El primero es el de las lenguas. A las natu
rales y invencibles dificultades de su fonética,
a menudo exuberante de sonidos para nosotros
desconocidos, únense las de la sintáxis, sobre
manera compleja, que subvierte totalmente
nuestra manera de decir; y, sobre todo, la
multiplicidad de lenguas dentro de una misma
nación. En China hay cinco lenguas que po
dríamos llamar principales de las que nacen
innumerables dialectos recíprocamente ininte
ligibles. En la India, hay tantas lenguas como
naciones y éstas son más numerosas que las
de Europa. Sólo en Assam se hablan ciento
treinta lenguas diversas.
Tanto en China, como en Siam y en la parte
montañosa de Assam la falta de caminos im
pone también al Misionero muchas y conti
nuas penalidades.
La mayor parte de las excursiones misio
neras tienen que verificarse a pie, a través
de veredas medio borradas que serpean en
tre arrozales, bajo los rayos calcinadores del
sol y bordeando charcos y lagunas incuba
doras de fiebres que aniquilan al organismo
ya abatido por el cansancio. En otros sitios,
el Misionero para poder visitar ciertas, resi
dencias lejanas, tiene que subir y bajar co
linas y montañas rocosas que el calor solar
pone casi incandescentes. En Krishnagar y
en otros países, durante la estación de las llu
vias, no es posible dar un paso sin hundirse
en barro hasta las rodil'as empleándose uno
o dos días en recorrer trayectos que, de estar
buenos los caminos, no exigirían sino breves
horas.
\ iajaba por el Bramaputra, el río sagrado
del Norte indostánico, y a derecha e izquierda
sólo veíamos estepas sin horizonte; extensio
nes que se dilatan hasta más de 80 kilómetros,
cubiertas de yerbas leñosas, duras y cortantes,
y tan altas que cubren a hombres y animales.
Los Misioneros tienen que atravesar a pie
aquellas terribles tjunglas» con la sotana re-
102
i
ir
ft m
cogida a la cintura. Ya podéis imaginar en qué
estado llegan a la residencia, con manos y
piernas llenos de rasguños y cortaduras. Su
gerí al que me acompañaba el uso de polainas
de cuero o de goma y me respondió: ¿ Quién
podría aguantar esto con el calor que aquí
hace ?» Para mayor tormento, aquellos herba
zales hier\'en de sanguijuelas, que, pegándose
a las ropas, penetran hasta la piel. El Misio
nero, ajetreado y medio muerto de cansan
cio, no se da cuenta de su presencia hasta
que advierte en su sotana blanca las manchas
de sangre.
Otra dificultad es el calor. El termómetro
marca 46, 48, y a veces hasta 50 grados a
la sombra. Regiones hay en que el bochorno es
tan pesado y enervante que se hace imposible
dormir de noche, teniendo el misionero que pa
sar continuamente de la cama a la mecedora
y.viceversa. Si alguna noche consigue conci
liar el sueño, cuatro o cinco horas, experimenta
la misma sensación de alivio que se nota
cuando cesa un dolor de muelas o una fuerte
jaqueca. Hay que pensar además que, para
mitigar algo estos calores tan horribles, el M i
sionero no dispone, como nosotros, de be
bidas heladas, ni siquiera de unos sorbos de
agua fresca. En sus excursiones evangélicas
tiene que saciar su sed con el agua tibia de los
ríos, cuando no de los pantanos y barrizales.
El Extremo Oriente es todo él un inmenso
arrozal; zonas extensísimas vense periódica
mente inundadas por los grandes ríos que las
atraviesan, en cuyas corrientes perezosas pu
lulan y se multiplican, activados por el calor,
ejércitos innumerables de mosquitos de todas
clases, verdaderas nubes de insectos que pican,
atormentan, hacen sangrar y ponen los ner
vios de punta.
Naturalmente, el paludismo es la enferme
dad endémica y los misioneros le pagan tam
bién tributo. En general, nuestros hermanos
gozan de buena salud, pero no puedo olvidar
la pena que me produjo ver a alguno con el
rostro anémico, chupado, de color terroso: los
pobrecitos llevan en la sangre el enemigo im
placable que mina su organismo y, destruyendo
sus defensas, los entrega inermes a todas las
enfermedades tropicales.
FU LG O R ES D E H EROISM O . — Dentro
de este marco sombrío parece que no puede
caber sino un cuadro desconsolador, parece que
aquellos cientos de misioneros tienen por fuerza
que. vivir ganados por el desaliento, inertes,
forzados a esperar que amaine la insoportable
canícula, que las condiciones de \ida se hagan
más humanas y las poblaciones estén mejor
dispuestas a recibir el Evangelio. Pues bien,
ocurre cabalmente todo lo contrario.
He aquí el programa de trabajo dominical
de nuestros Misioneros: Se levantan a las 4,
confiesan de ordinario a varios centenares de
fieles, bautizan a veces hasta a treinta niños
y adultos, celebran la Santa Misa, administran
la confirmación, dan audiencia a los cristianos,
para resolver los casos que Ies presentan porque
el misionero para ellos es a la vez el magistrado
que falla y aconseja. Hasta la una o las dos
de la tarde, y a veces hasta anochecer no
pueden permitirse un momento de respiro,
y hasta entonces no les es dado desayunarse.
Por Navidades del año pasado, en una resi
dencia de Krishnagar, un misionero febricitante
estuvo trabajando en el confesionario desde
las cuatro de la tarde hasta medianoche, luego
celebró la Santa Misa, y acto seguido trasladóse
a pie a otro pueblo para confesar de nuevo
hasta las nueve y media y decir una segunda
Misa. Inmediatamente, partió para un tercer
pueblo, siempre a pie, confesó a un buen
número de fieles y a la 14,30 dijo la tercera
Misa. Eran las cuatro de la tarde cuando pudo
tomar un poco de té.
Estos casos de genuino heroísmo están allí
a la orden del día. He aquí lo que me refería
el Director salesiano de uno de aquellos co
legios. Un Misionero debía tomar el auto de
línea para llegar, el sabado por la noche, a su
residencia. Perdió el correo y, a 52 kilóme-.
tros de distancia, quedóse sin ningún otro me
dio de locomoción. No desistió por esto de
su plan, echó a andar tranquilamente, y, entre
la tarde y la noche, salvó a pie los 52 kiló-
D espacbo a m b a la a te eo a a a b azca china.
103
metro». Llegó a las primeras horas de la ma
ñana cuando los fieles estaban ya agolpados
en torno de su confesionario, en vista de lo
cual, sin sacudirse el polvo del viaje, se sentó,
confesó a todos, dijo misa, hizo un largo ser
món, y, terminada la función de iglesia, re
cibió en audiencia a una fila interminable de
cristianos. Después partió, esta vez en auto
móvil, j^ara'Otro pueblo que distaba trece ki
lómetros, confesó tle nuevo, dijo, a las
12 y media, una segunda Misa y concedió la
acostumbrada audiencia. Tomó un bocadillo,,
regresó a la residencia, hizo catcquesis, dió la
bendición y pudo ai fin comer un poco ya bien
entrada la tarde, .^vin volvió a salir de casa
para presidir una reunión de cristianos, que
no terminó sino hasta cerca de media no
che y a las once tomó algo frío y se acostó.
l’iste hecho, tomado entre mil, demuestra
el trabajo terrible a que se someten aquellos
queridísimos hermanos nuestros para los cua
les no existe la palabra cansancio. Pocos ellos,
y relativamente muchos y fervorosos los cristia
nos, acostumbrando éstos cada vez que oyen
Misa hacer la Santa Comunión, oblíganles a
largas horas de confesionario. Misioneros hay
que tienen que visitar periótlicamente hasta iio
cristiandades dispersas y enonnemente distantes
imas de otras, teniendo que servirse de caminos
accidentados que exigen viajes fatigosísimos.
Kn esas localidades, una de las tareas que
les pnjporcionan mayores desvelos es acercarse
a los paganos, ganárselos, prepararlos para el
bautismo, rodearles de muchas y minuciosas
atenciones para que no se desvíen del buen
camino; otra es la compleja formación de los
catequistas; otra, en fin, la correspondencia
con los bienhechores, la propaganda para
allegar mcílios que den vida e incremento a
sus obras.
Todo esto supone un enorme dispendio de
energías ,y a pesar de esto, ni siquiera cuando
el cuerpo del Misionero se siente deshecho
por la fatiga dase él por vencido, hallándose
siempre dispuesto a apelar a su heroico espíritu
de abnegación. Vive de sacrificio y la última cosa
en que piensa es en su persona. «¡Todo lo
que tienen lo dan! » decía, lamentándose con
migo, un Kxemo. Obispo de nuestra Sociedad.
A un misionero enfenno de paludismo le di
diez cajas de quinina y, a los quince días,
no tenía una. las había regalado todas. Al aco
meterle de nuevo la fiebre, no pudo curarse ».
Diríase que la s;dud es para ellos un lujo
y que ha qucnlado borrada del número de
sus preocvipacioncs. No piensan en q\ic tienen
<iue comer. En las excursiones misioneras, co-
104
i
mén lo que se les ofrece, con frecuencia arroz
cocido en una caña de bambú, sin sal ni con
dimento alguno. Si se Ies da dinero para
comprarse una cabalgadura, o una bicicleta,
continuán viajando a pie y emplean aquel di
nero en aumentar el número de sus catequistas
y de sus maestros.
Bien podemos afirmar que nuestros Misione
ros han alcanzado las más altas cumbres del
sacrificio, que son verdaderos héroes.
Ese heroísmo culminó en el martirio de
Mons. Luis Versiglia y de Don Caravario,
asesinados por los piratas bolcheviques, a
orillas del Kuang-shui. Y este es le pan coti
diano de la vida misionera. El misionero in
mola, día a día, toda su persona en un conti
nuo holocausto; dando a los otros todo lo que
tiene y reservando para sí las incomodidades
y privaciones.
R E SU LTA D O S. — ¿ Cuáles son los fru
tos de tantos trabajos ?
En 1922, sólo teníamos en Extremo Oriente
un incipiente Vicariato Apostólico, 5 casas y
alguna que otra residencia, con un total de 30
salesianos. Dios los ha bendecido y multipli
cado prodigiosamente, porque, en estos últi
mos 15 años, surgieron una Archidiócesis,
2 Diócesis, un Vicariato Apostólico y 2 Pre
fecturas Apostólicas. En cuanto a las casas de
Salesianos e Hijas de María Auxiliadora, lle
gan hoy a 96 y el número de Misioneros ha
alcanzado la cifra de 670.
No menos consoladoras son las estadísti
cas de los cristianos. Me limitaré a citar la
de la Diócesis de Shülong. Cuando se nos
confió aquella Misión, el número de cristianos
llegaba a duras penas a 5000, mientras que
hoy son ya 54.000 y el movimiento de conver
siones aumenta allí con ritmo cada vez más»
acelerado.
Pero estas estadísticas callan lo más impor
tante que es el fervor nada común de aquellas
cristiandades. Su vida religiosa está impregna
da de una fe vivísima que comunica a sus
obras un impulso admirable, ofreciendo las
características de maduración y robustez de
que podría hacer gala el más genuino espíritu
cristiano, e.\halando ese perfume de áurea sen
cillez que distinguía los primeros siglos
de la Iglesia. Yo no sé si podría darse una
ré'plica más perfecta del retrato del cristia
nismo naciente, con sus mártires y sus Arge
nes. Los cristianos que allí he visto tienen
una docilidad infantil y un afecto filial para
el Misionero.
Las comunidades cristianas constituyen
T
Rio Gallegos (Argeotina). - La banda de miisica de nuestras Escuelas.
San Juan (Argentina). - Los 750 alumnos de nuestras Escuelas cómodamente instalados en la nueva capilla
donde aprenderán la ciencia de la honradez cristiana.
105
r
grandes familias en las que el sacerdote es
prácticamente el Padre. He aquí un pequeño
sucedido, entre los muchos que podría referir.
Un día, en un pueblecito de la India, el M i
sionero celebraba la MLsa; eran las ocho de la
mañana. Idegado a la consagración, acometióle
una fiebre violentísima, sintió desvanecimien
tos, no pudo consumir las sagradas especies
y tuvo que ser transportado a su habitación.
Siguió falto de conocimiento hasta el medio
día; después la fiebre empezó a remitir, se
levantó, y volvió a la capilla para terminar el
Santo Sacrificio. Kra la una y media de la
tarde, y ¡cuál no sería su sorpresa al encon
trarse allí a todos los cristianos que, al cabo
de cinco horas, esperaban aún pacientemente
poder recibir la Santa Comunión! Comulga
ron, y siguieron haciendo sus largos rezos
de acción de gracias.
En otra Misión, habíase preparado un Pe
queño Congreso Eucarístico. Durante los tres
días llueve torrencialmente. La segunda no
che, se desencadena una furiosa tormenta
derribando los postes de la luz eléctrica y
el gran cobertizo hecho de cañas de bambú
donde se refugian más de 2.000 cristianos;
la falta de luz aumenta el espanto y la confu
sión de aquellas horas; parece el fin del mundo.
Aquellas pobres gentes tuvieron que dormir
al raso dos noches seguidas, sobre agua y
barro, y estuvieron más de 48 horas sin po
der probar más que un puñado de arroz cmdo,
porque en medio de aquel aguacero no era
posible encender fuego. El Director, atacado
de fiebres palúdicas, tuvo que meterse en ca
ma, y los otros dos sacerdotes que quedaban
tuvieron que confesar mañana y tarde en la
misma habitación en que yacía el Director
enfermo, por ser la única disponible. Pasa
ban de 3.000 los cristianos que, tumbados en
el fango, veían ya casi agotada su resistencia,
pero el último día, por la mañana, tenía que
llegar el Sr. Obispo y había que hacer la
procesión, y esperaron. El Obispo no llegó
sino a las once y media del domingo; sin to
marse ni un un minuto de dcvscanso, bendijo
dieciséis matrimonios, y, a las 12 empezó la
Mivsa Pontifical, que duró hasta las dos de la
tarde. [Parece increiblc! A pesar de la intem\Ínable espera y las durísimas incomodidades
ocasionadas por el temporal, no desertó ni uno
solo de aquellos cristianos; todos asistieron
al Pontifical y a la procesión eucarística que
salió a las 17 y terminó entre arroyos de
agua y en medio de una sinfonía de truenos
y rayos. Aquellos 3000 fieles extenuados, ham
brientos, calados como peces, estuviéronse
106
aún adorando tres cuartos de hora con las
rodillas hundidas en el fango.
En el campo de la educación, los resultados
obtenidos por Salesianos e Hijas de María
Auxiliadora son todavía más admirables, si
se tiene en cuenta el cúmulo de dificultades
de orden psicológico con que tienen que lu
char y que humanamente parecen insupera
bles. Los pueblos orientales tienen civilizacio
nes milenarias y llevan diluida en la sangre
toda la grandeza de los siglos pretéritos. Si
en muchas de aquellas naciones la antigua
grandeza se ha eclipsado, brillan todavía en
el horizonte sus claridades con resplandores
nostálgicos. El misionero no pertenece a su
raza, es un extranjero; la lengua que habla
casi siempre Ies resulta extraña; y, fallando la
lengua, falla el medio más poderoso de que
él podría echar mano poder influir en las al
mas, especialmente las de los niños.
Más todavía: la mentalidad oriental difiere
de la occidental. Nosotros tenemos ideas,
principios, sistemas que a ellos les parecen
inadmisibles, cuando no absurdos, y esto hace
que la labor de nuestros educadores resulte
con frecuencia estéril y siempre insuficiente.
Ahora bien, en una atmósfera tan difícil
como la de aquellos países, ¿qué resultados
han conseguido los misioneros ?
Hace tres años, fueron a Junnanfu, capital
de Junnan, al sur de la China. Apenas llega
dos, algunos viejos Misioneros que en aquel
Vicariato habían precedido a los Hijos de
Don Hosco, les dijeron: « Aquí no haréis nada
con vuestras escuelas; os moriréis de pena.
Esta ciudad cuenta apenas con 300 cristianos
¿ dónde iréis a pescar a vuestros alumnos ?».
Pese a esta ducha fría, pusiéronse los nues
tros a trabajar con el mayor entusiasmo. El
primer semestre no hubo más que 16 alum
nos; en el segundo llegaban a 40 y, al fina
lizar el segundo año, a 286. Aquellos buenos
Misioneros no acertaban a creer lo que veían.
La ciudad mira ahora la escuela salesiana con
extraordinaria simpatía, las autoridades se de
claran orgullosas de ella, todos aplauden con
demostraciones de alegría la pequeña banda
de ocho instrumentos tocados por arrapiezos
que antes tunanteaban libremente por las
calles de la ciudad. En la escuela brillan el
orden, la moralidad, la piedad; es la más dis
ciplinaria y simpática de aquellos contornos
y, no obstante, casi la totalidad de los esco
lares son paganos.
En Hong-Kong tenemos tres Institutos.
Uno de ellos, la Industrial School^ de Aberdeen,
fundada hace tres años, es el ídolo de la urbe.
r
Las autoridades la tienen en tan alto concepto
que, siempre que llega algún gran personaje
a la ciudad, y todas las veces que un nuevo
Gobernador toma posesión de su cargo, la
visita a nuestras Escuelas Profesionales consti
tuye uno de los números obligados. Las prue
bas gimnásticas ejecutadas con admirable pre
cisión, los cantos, y sobre todo la alegría e
ingenua expansión de aquellos niños, que es la
nota característica de nuestros Institutos, for
man el encanto de cuantos la visitan. Su
Excia. De Stefani, Académico de Italia, siendo
Consejero adininistrativo del Jefe del Gobemo,
en China, visitó aquellas Escuelas, y tanto le
cautivaron quej al salir del local, deshacíase
en elogios por el aspecto inmejorable de los
alumnos, su disciplina, la serenidad y jovia
lidad de sus rostros francos y abiertos, y di
ciendo que no se hubiera imaginado nunca un
espectáculo semejante en aquellas regiones.
¡Qué consoladora y edificante es la piedad
que reina en aquellos nuestros Colegios! El
día de San Pedro, tuve el consuelo de admi
nistrar, en uno de ellos, 24 bautismos; jamás
he visto, en ninguna parte, niños, ni más devo
tos, ni mejor penetrados de la grandeza del
acto que estaban realizando. Llevo aún gra
bada en mis pupilas la imagen de nuestros
niños de Macao: son casi todos paganos, y
todos, sin excepción, frecuentan gustosos y
espontáneamente nuestra iglesia, ni más ni me
nos que si se tratara de niños europeos; rezan
en voz alta, distinta, perfectamente uniforma
dos; cantan letrillas piadosas en latín y misas
corales, y en sus coros poderosos se siente vi
brar algo indefinible pero perfectamente pal
pable, el fervor y arrebato de su piedad.
Aquellos niños oyen hablar de la confesión,
ven a sus compañeros cristianos acercarse al
confesionario y volver a sus puestos conten
tos y radiantes de paz, y he aquí que también
ellos, paganos, quieren ir al confesor a que les
diga algo. Éste Ies acoge con amable pater
nidad, les da oportunos consejos, les invita a
pedir perdón a Dios, a rezar un Avemaria
a la Virgen para que les ayude a ser buenos
y a enmendarse de sus faltas; les bendice y
vanse satisfechos.
El jueves santo del año pasado, a las once
de la noche, hubo necesidad de arrancar ma
terialmente de la capilla a los niños para que
fuesen a dormir, y dejasen a los Salesianos y
a ex alumnos el honor de hacer la vela al
monumento. Pero la amable violencia de los
Superiores fué inútil. Apenas se hubieron reti
rado éstos del dormitorio, dejaron la cama a
hurtadillas, primero dos, luego cinco, diez,
veinte y volvieron a la iglesia para hacer com
pañía a Jesús.
Este ambiente'profundamente cristiano ejer
ce en todos aquellos niños un influjo irresisti
ble. Es muy raro que los alumnos paganos,
tanto estudiantes como artesanos, que empiezan
y terminan sus estudios en aquel Colegio no se
decidan a bautizarse; hasta ahora lo han hecho
todos, a excepción de dos hermanos que no
pudieron conseguir el permiso de sus padres.
No consta que haya habido ninguna apostasía.
URGENTE N E CE SID A D D E A U X I
L IO S. — He aquí expuesto sumariamente algo
de lo que he podido observar en mi visita a
nuestras Misiones del Extremo Oriente. Ahora
debo confesar que mi alegría, ante el esplén
dido espíritu misionero de aquellos nuestros
hermanos y ante los resultados obtenidos, no
logró desvanecer la inmensa pesadumbre que
se apodera del ánimo viendo aquellas formi
dables masas de paganos, en comparación de
las cuales son gotas de agua perdidas fen el
océano nuestras comunidades cristianas.
¡Unas tres cuartas partes de la humanidad
desconocen todavía al verdadero Dios y siguen
las sendas del error y de la perdición! ¡Cerca
de 1.500 millones de almas, creadas a imagen
y semejanza de Dios, viven privadas de los
beneficios de la Redención!
Urge, por consiguiente, que preparemos
nuevos Misioneros; que dupliquemos su nú
mero, que lo decupliquemos, si posible fuera.
Las Misiones tienen necesidad de iglesias, de
escuelas, de colegios, de asilos; hay que edi
ficar, hay que dotar los edificios de mil cosas
necesarias, pero ¿ de dónde salen los medios
para hacer todo esto?...
Beneméritos Cooperadores: Vuestras ora
ciones, vuestros sacrificios, el óbolo generoso
de vuestra caridad son los que harán el mi
lagro. Don Bosco os colmará de bendiciones
y seguirá dispensándoos la cariñosa y pa
ternal asistencia que solemnemente os pro
metió, en su famosa carta-testamento, con
.estas precisas palabras: «Si, después de mi
muerte, la divina misericordia, por los méri
tos de Jesucristo y la protección de María
Auxiliadora, me encuentra digno de ser recibido
en el cielo, rogaré siempre por vosotros, por
vuestras familias y por todas las personas que
os son queridas, para que un día podamos
todos reunimos en la eterna bienaventuranza,
donde, por los siglos de los siglos, alaba
remos la Majestad del Criador, gozaremos
de sus divinas dulzuras, y cantaremos sus
infinitas misericordias >.
—. 107
T
LA O B R A D E
DON BOSCO
ESPAÑA - Pamplona. — En las Escuelas
Profesionales Salesíanas.
Conforme se anunciaba por radio, y se habla he
cho antes por la prensa, en el SahSn de Actos de
lus Escuelas Profesionales de esta ciudad tuvo lugar
lu Conferencia Salesiana.
A la horo fijada y a los acordes de una brillante
marcha, se descorrió e! telón de! escenario donde
apareció la presidencia (que acogió el público con
una salva de aplausos) ocupada por el Excmo. e
lltmo. Sr. Obispo de la Diócesis; el señor Juez don
Carlos García Rodrigo, el M. I. Sr. Vicario General
del Obispado y Canónigo Maestrescuela de la S. 1.
Catedral Doctor Don Juan José Santander; el Re
verendo Sr. Cura Párroco de San Agustín Dr. D.
J.uis Idoy; el Sr. Presidente de la Junta de Coopeindorcs Sulesianos don Leandro María Cañada; el
Vicc-Rector de los RR. PP. Escolapios con el R.
P. Seguí; el Reverendo D. Santos Beguiristain, etc.
Comenzó el'ncto después del canto de un himno
Choete Choele (Argentina) . • El«e<
acompañado de la Banda, con la lectura de la carta
que anualmente el Rvmo. Sr. Rector Mayor de los
Salcsianos manda a los señores Cooperadores; carta
en la que la proverbial paternidad del Reverendísimo
Rector Mayor se puso patente una vez más a! de
ducir serenas consecuencias de las vicisitudes de la
atribulada España.
En ella daba a conocer también once nuevas fun
daciones Salesianas y cincüenta de las Hijas de Ma
ría Auxiliadora y proponía nuevos proyectos para
el año 1938, descollando entre ellos el grandioso
Homenaje que la Triple Familia de San Juan Bosco
(Salesianos, Hijas de María Auxiliadora y Coopera-
Guunabavoa. - L m huestes jm-enUcs de las Hijas de Marta Auxiliadora desfilando en la Procesión de S. J. Sosco.
108 ^
i
J
T
EN ESPAÑA
Y AMERICA
Üm-o Santuario dcl Sgdo. Corazón.
dores) tributarán en el mes de junio próximo a su
Santo Fundador ofreciéndole la ampliación dcl
Templo de María Auxiliadora en T uiín y el monu
mental y artístico altar dedicado al mismo Santo
Fundador.
Un chispeante diálogo, admirablemente interpre
tado por los niños, constituyó las delicias del audi
torio. La Banda de Música ejecutó magistralmente
la sinfonía « Fiesta Campestre », de- Bartolucci.
Finalmente, se presentó ante el público el confe
renciante, quien excusó la ausencia del que debía
serlo, ya que se encontraba atendiendo necesidades
ineludibles de su cargo.
En pocas palabras explicó el signiñcado y trascen
dencia de los Cooperadores Salesianos; los medios
de cooperación (Oración, Propaganda, Limosna).
H'zo' un caluroso llamamiento para socorrer la
necesidad apremiante en que se hallará la Congre
gación Salesiana, en un mañana no lej.ino, para
sostener las Casas que actualmente se hallan en
poder de ios rojos, debido al número glande de
salesianos que han caído víctimas de la barbarie
marxista; y brindó la idea de sostener una vocación
salesiana, ya sea un sacerdote, ya un hermano coad
jutor, « una de esas joyas, como él decía; creación
genial de San Juan Bosco, religioso con mono,
como un obrero cualquiera, quien con su sierra,
con su máquina, busca el alma del niño para ense
ñarle a santificar su trabajo *.
Habló después brevemente de las necesidades de
la Casa y apuntó dos de ellas. La primera vale la
pena de transcribirla más o menos literalmente;
« Esta Casa, afirmaba, necesita una iglesia digna
de María Auxiliadora; y que sea como el índice de
(iuanabacoa. - El clero infantil haciendo guardia de honor a la imagen de San Juan Bosco.
109
lu piedad de los navarros que, en un arranque de
amor entrañable a la Relitpón que profesamos y a
la Patria idolatrada, dieron cuanto tenían porque die
ron su vida. La sanare de nuestros Mártires la
reclama >■
Con la pastoral bendición del Excelentísimo Sr.
Obispo terminó el hermosísimo acto.
IDiario de Navarra).
ARGENTINA - Córdoba. —
a Guillermo Marconi.
Homenaje
Los salesíanos de Córdoba, que entre las obras
de su apostolado tienen la de la asistencia a los nu
merosos italianos residentes en esta populosa ciudad
y provincia arftentinas, han tributado un homenaje
al insigne sabio Guillermo Marconi, cuya muerte es
un luto para Italia, su patria, para la raza latina en
general, para la ciencia y también para la Iglesia,
de la cual el ilustre sabio fué hijo ferviente y sumiso
hasta la muerte.
El domingo 24 de octubre, se ofíció en nuestra
cripta de María Auxiliadora una Misa en sufragio
del extinto, a la que asistieron el Sr. Cónsul y repre
sentaciones de todas las sociedades italianas, con
insignias y banderas.
'I'crminado el oheio religioso, se trasladaron todos
al salón de actos, donde, en sitio preferente, se desta
caba un cuadro del famoso inventor adornado con
banderas argentinas e italianas. Inicióse el programa
con un himno a Marconi, compuesto expresamente
para este acto, el cual ejecutaron los alumnos con
acompañamiento de banda. Ocupó luego la tribuna
el Rdo. P. Domingo Moiini, salesiano, sacerdote
de vasta cultura y muy relacionado con la colonia
italiana, quien trazó la semblanza del gran gigante de
la ciencia destacando la importancia de sus estudios
e inventos, en este siglo al que se ha dado en llamar
el siglo de la electricidad.
Siguióle en el uso de la palabra un joven maestro
salesiano el cual habló de Italia como tierra fecunda,
no sólo de santos, sino también de artistas y de sabios
de primer orden, que formaron escuela en todas las
épocas, entre los cuales se destaca, como astro de
primera magnitud, el gran Marconi. Ambos ora
dores fueron muy felicitados.
Amenizaron el acto los alumnos internos del Co
legio Pío X cantando con entusiasmo algunas can
ciones patrióticas en lengua italiana.
ARGENTINA - Choele Choel.
Patronales y nuevo templo.
Fiestas
Con inusitada solemnitad realizáronse los festejos
patronales en la localidad Luis Beitrán, de la isla
de Choele-Chocl. Para las solemnes ceremonias fué
habilitada provisionalmente la nave central del gran
dioso templo \-oti\-o al Sgdo. Corazón que se está
erigiendo en el lugar, con las limosnas que a ese
efecto recoge el K. P. Domingo Anselmo, ^Icsiano.
Presidió las ceremonias el Obispo Diocesano.
Mons. Nicolás Esandi.
Ijí primera misa lué celebrada por el antiguo y
lio
benemérito misionero P. Domingo Anselmo, quien
distribuyó primeras comuniones.
El citado Señor Obispo celebró la misa mayor, en
la que pronunció una elocuente disertación el cura
vicario, B. P. Domingo Pérez, haciendo la historia
del Santuario, que será un monumento votivo recor
datorio de la entrada de los Salesianos en la Patagonia cuando se inició la conquista del DesiertoLos cánticos estuvieron a cargo de un coro de
señoritas.
Al mediodía, más de 200 comensales rodearon
la mesa presidida por Mons. Esandi, por el R. P. An
selmo y por los padrinos, señores Costaguta.
CUBA - Guanabacoa. — Solemnes festejos
conmemorativos del cincuentenario de
la muerte de San Juan Bosco.
La Casa de Formación de la Inspectoría Antillana
no quiso quedarse atrás en la celebración de estas
fiestas. Ya toda la Casa, en pleno, participó, el mismo
día 31, en las solemnidades que los devotos habaneros
dedicaron a Don Bosco en el Templo de María Auxi
liadora de la Capital. Impedidos precisamente por
la celebración de estos festejos, tuvimos que trasla
dar los nuestros al domingo siguiente, 6 de febrero.
A este propósito, y con el fin de dar más am
plitud ai acto, se escogió la vasta iglesia parroquial,
cedida amablemente por el infatigable y celoso
Párroco Fr. Tomás de Soloeta O. F. M.
Un triduo predicado sirvió para preparar más el
ambiente, que yá va conociendo a nuestro simpá
tico Santo. Dignóse predicarlo el M. R. P. Fr. Pe.
dro Aranguren, Comisario de los PP. Franciscanos
de Cuba. Con galana y fácil palabra tuvo pendiente
de sus labios al auditorio, trazando con rasgos vigo
rosos la figura moral de nuestro Fundador, sus he
roicas virtudes, sus portentosos milagros, etc.
Si los días del triduo habíanse viato metidos en
agua, el día 6 amaneció lleno de luz, como querien’ do contribuir con sus esplendores al brillo de la
fiesta. A las 7.30 hubo la Misa de Comunión, con
canto de escogidos motetes por nuestros Estudian
tes de filosofía, celebrando en ella el Sr. Párroco,
entusiasta admirador de Don Bosco y sus Obras.
A las 9 dió principio la Misa solemne que se dignó
celebrar el M. I. Mons. Dr. Manuel Arteaga y
Betancourt, Vic. Gral. del Arzobispado y Director
Diocesano de los Cooperadores Salesianos. Infra
Missam cantó las glorias de S. Juan Bosco el Comi
sario de los PP. Franciscanos. Con elegancia y amor
supo presentar a los oyentes la gigantesca figura del
Apóstol de los tiempos modernos. Empezó recor
dando el amor de Don Bosco hacia la Orden Fran
ciscana, a la que estuvo a punto de dar su nombre
cuando todavía no se aclaraban los horizontes de
su vida. Habló luego de sus virtudes que le valieron
ya en vida la wneración de sus coetáneos, y le pro
curaron más tarde la suprema glorificación de la
Canonización. Terminó haciendo mención, somera
pero completa, del prodigioso crecimiento de su
triple Familia, y del no menos prodigioso multipli
carse y desarrollarse de sus Obras en el mundo.
Párrafo aparte merece la sección vespertina de
las fiestas. Despufe del canto de vísperas en que,
como por la mañana, la parte coral estuvo a cargo
de nuestra Schola Cantorum, integrada por nuestros
Aspirantes y Filósofos, se procedió a! traslado en
forma procesional de la estatua del Santo desde la
Parroquia a nuestro Colegio. Abría la marcha el
nutrido grupo de los Oratorianos, los predilectos
de nuestro Padre; seguían las Asociaciones parro
quiales, el Clero Infantil de la Casa de Formación
con los estandartes de las Compañías de S. José
y de S. 'Luis, y, como centro de la procesión, el
artístico paso en que se conducía la estatua de Don
Bosco. Inmediatamente, y cerrándola, el M. R.
P. Director de la Casa, D. Rafael Mercader, que
llevaba la reliquia ex carne del Santo, además los
representantes de las Comunidades de PP. Francis
canos y Escolapios, y fieles en general. Durante el
trayecto se alternó el rezo del Sto. Rosario con
devotos cantos en honor de S. Juan Bosco, hasta
llegar a la Capilla del Colegio que esta vez de veras
resultó pequeña para contener los numerosos devo
tos, que quisieron con su presencia demostrar cuán
hondamente está arraigado ya en sus corazones el
amor hacia el Taumaturgo del siglo XIXAntes de poner fin a las fiestas con la Bendición
del Smo. y veneración de la reliquia del Santo,
quiso el P. Director exteriorizar una vez más su
gratitud a todos los presentes e invitarlos a recurrir
en todas sus necesidades a la intercesión de tan
poderoso Protector.
PERU — Maestros rurales indígenas.
e
Con amabilidad exquisita son reconocidos y
admirados, hasta fuera de la nación peruana, los
éxitos de nuestra Granja Escolar de Puno.
El diario El Debate, que se publica en La Paz,
capital de Bolivia, dedica a dicho Centro el siguiente
artículo:
« Los Salesianos no se limitan a cumplir el pro
grama que les tiene asignado al Gobierno Peruano,
en la dirección de la Granja Escolar, sino, que
además, por su iniciativa, de entre los 200 alumnos
indígenas, han seleccionado a los que mostraron
vocación y aptitud para el magisterio, preparán
dolos como Maestros Rurales, en forma que han
merecido la plena aprobación del Señor Inspector
General de Instrucción, mandado expresamente a
Puno para examinarlos.
El fotograbado presenta a esos jóvenes que, llenos
de entusiasmo, se disponen a iniciar sus labores en
las nuevas Escuelas Indígenas del Departamento
de Puno.
En la clausura del año escolar, uno de ellos, en
nombre de todos, habló en la forma siguiente: * So
mos once muchachos que, llenos de buena voluntad,
y deseosos de dedicamos a la noble tarea del magis
terio, entre los niños de nuestra raza, hemos tenido
la suerte de ser animados a ello por el Supremo
Gobierno, y auxiliados eficazmente por los buenos
Salesianos, que - han sido los iniciadores de esta
nueva sección en la Granja Escolar. El ejemplo y
Puno (Perú). - L a Primera Promoción de Maestros rurales.
III
CaraCAS. - Comisión de Damas do Maria A. que organizaron y sirvieron el almuerzo a los pobres y a los oratorianos.
Caracas. - Almuerzo ofrecido
112
a
400 pobres el D ia de San Juan Bosco.
ir
abnegación de nuestros educadores que, sin tener
obligación alguna, se han tomado el trabajo y gasto
necesarios para preparamos al magisterio, con el
único nobilísimo objeto de ayudar al Gobierno en
su patriótico deseo de ele\*ar el nivel de cultura entre
la raza indígena, nos ha servido de estímulo eficaz
para dedicarnos con toda voluntad al estudio, con
el fin de resultar maestros aptos, en el humilde
ambiente en que debemos actuar. No nos presenta
remos con ínfulas de sabios ni con ridiculas preten
siones de regentar cátedras de altas ciencias, que se
rían ridiculas fanfarronadas en el ambiente de nues
tra actuación. Seremos simplemente los afables
maestritos de los niños indígenas de nuestras aldeas,
dedicados con amor a enseñarles el habla, lectura,
escritura, cuentas, religión, higiene y los deberes
cívicos y morales, tratando a nuestros alumnos como
si fueran todos hermanitos nuestros, según el mé
todo del inmortal Don Bosco, aprendido con el
ejemplo que nos han dado sus dignos Hijos, que hán
sido nuestros educadores en esta Granja Escolar *.
El Sr. Inspector General de Instrucción de la Re
pública del Perú, después de haber examinado a estos
maestros, dejó escrito el siguiente autógrafo: «No me
ha sorprendido la grandeza de la obra que realizan
en esta Granja Escolar los Hijos de Don Bosco, por
que siempre he sabido de lo que es capaz su virtud
y su trabajo. Establecimientos como éste deben mul
tiplicarse para el progreso de la Patria, pero po
niéndolos siempre bajo la dirección Salesiana, si
es que se quiere asegurar el éxito *. M auro C acho
Bernales , Inspector General de Instrucción.
He aquí otro juicio de la profesora María Rosario
Araoz, Presidente de la Acción Católica de Mujeres,
en Lima: « Con !a más profunda admiración por la
gran obra civilizadora que los beneméritos Hijos
de Don Bosco realizan en esta Granja. Mi espíritu
de católica y de peruana ha sentido la emoción más
intensa al constatar la transformación maravillosa
que se opera en los niños indígenas, bajo la hábil
dirección de los Padres Salesianos. La Patria debe
estarles agradecida por su magnífica labor civiliza
dora y patriótica, a la luz del Evangelio de Cristo.
Como miembro de la Acción Católica Peruana rindo
mi homenaje de gratitud y admiración entusiasta a
esta obra incomparable •.
' Antiguo admirador de esta Granja Escolar, escri
be el Sr. Cura Párroco de Cabana, me ha tocado la
dicha de experimentar sus benéficos frutos en la
Parroquia de Cabana, donde estoy de.Párroco. Allí
están domiciliados tres exalumnos de esta santa
Casa de Educación, los cuales, con su conducta
ejemplar, son de eficaz estímulo a toda la población,
además de *quc apoyan eficazmente la labor del
Párroco, con el Catecismo a los‘niños, oraciones y
cánticos sagrados, durante la santa Misa. Me com
plazco en poder dejar testimonio tan fehaciente de
la patriótica y religiosa labor que realiza este Centro
Educacional del Gobierno Peruano, a cargo de la
benemérita Institución de los Salesianos.
Otro testimonio: « En mi condición de oficial del
Batallón N° 4, manifiesto que tos mejores clases
del Batallón son los c ía himnos de esta Granja Esco
lar, dirigida p>or los Salesianos ». - Fdo.: A- B aramM. L.
El 24 de diciembre, el Rvdmo- Sr. Inspector Salesiano tuvo el consuelo de entregar personalmente
el Diploma de Catequistas a los alumnos que termi
naron en la Granja el 5” año, quienes rindieron
su examen de religión a la Comisión enviada por
el Exemo. Sr. Obispo de Puno, Dr. Salvador
Herrera.
A nuestros abn^ados hermanos de la Casa de
Puno nuestras sinceras felicitaciones, haciendo votos
por que la benemérita obra en favor del indígena
se desarrolle y prospere siempre más.
diarán
VEN EZUELA - Caracas, — Un almuerzo
a 400 ancianos pobres y 200 niños en
el Colegio Salesiano.
El día 31 de enero, fiesta de San Juan Bosco, el
gran patio del Colegio salesiano, adornado con ga
llardetes y banderas nacionales, y con largas hileras
de mesas aderezadas a lo largo de tos anchos pórti
cos, ofrecía un espectáculo por demás alegre y
atrayente. Pero este espectáculo adquirió matices
de lo más simpático y encantador cuando, a eso
del mediodía, se presentaron los 300 pobres, porta
dores de la respectiva tarjeta, añadiéndose luego un
centenar más que habían quedado rezagados. Los
viejecitos,algunos de los cuales apenas podían andar,
por los años y los achaques, fueron colocándose
ordenadamente en las mesas que las cariñosas Da
mas de la Comisión habían engalanado con visto
sas flores.
El suculento y abundante almuerzo sirviéronlo
las propias Damas de la Comisión, que se'disputaban
el honor'de agasajar a esos pobres desheredados de
la fortuna. Y a fe que el menú fué rico, variado y
abundante. Un plato de sabrosos macarrones sirvió
para abrir el apetito, siguiéndose luego, jamón,
carne asada, dulces, cerveza, y hasta cigarros, y por
añadidura un buen paquete de comida fría y pren
das de vestir para llevarse a sus respectivas familias.
La Banda de los artesanitns de Don Bosco, a los
cuales no les pesó retrasar por unas dos horas s\i
almuerzo colegial, alegró este cuadro sugestivo con
las notas armoniosas de sus instrumentos.
Nunca, acaso, los pobres viejecitos pasaron unos
ratos más contentos; muchos, llenos de satisfacción,
no tuvieron reparo en manifestar su alegría lan
zando al aire un estentóreo grito de: ¡;« Viva Don
Bosco »H
El domingo siguiente, las mismas caritativas Da
mas que obsequiaron a los ancianitos, quisieron ob
sequiar también a los zoo bulliciosos muchachos
del Oratorio.
Al terminarse la comida, se les repartieron nú
meros para una rifa de juguetes regalados por las
mismas Damas y por algunas casas de comercio.
El Exemo. Sr. Nuncio Apostólico y muchos distin
guidos coopeiadorts presencia-on emocionados estos
hermosos cuadros que la caridad de unas benemé
ritas Damas ha tenido el buen gusto de brindar al
Santo más popular de los tiempos modenK».
II3
GRAVE
PERDIDA
Ha m uerto el
abogado
D. F É L IX MASERA
Presidente de la Federación Internacional
de E x alumnos Salesianos.
Nuestros Ex alumnos están de luto, y a él
se asocian con honda pena todos los Salesianos.
Era un caballero, un apóstol, un Presidente
ideal, un hombre esencialmente optimista y
dinámico. Ingenio despierto y profundo, cohe
rencia, sentido exquisito de la vida, arte, histo
ria, visión y asimilación de las cosas bellas,
todo este conjunto ideal de exquisiteces, sen
sibles y espirituales a un mismo tiempo, ha
bíanse dado cita para adornar y enriquecer el
alma del buen ex alumno de Don Bosco.
No son anémicos espirituales, no, los que
se alimentan de los ideales cristianos. NuCvStro
gran amigo, con sus vivas, luminosas y fecun
das actividades, ha desmentido rotundamente
esta estulta ligereza de los que miran siempre
con prejuicio las cosas de la religión.
Con su espíritu siempre tenso, con su sed
inextinguible de luz, con su oratoria alada,
fascinadora, que reflejaba como un espejo toda
la hermosura > honradez de sus convicciones,
dirigió y adoctrinó valientemente a las juven
tudes, convenciéndolas de que es insensato
querer extrañar de la vida moderna al pensa
miento cristiano, y de que la caridad de Cristo
tiene virtud curativa más que suficiente para
hacer desaparecer todas las llagas sociales.
II4
Don Félix Masera ha sido el primer Presi
dente de la Federación Internacional de los
Ex alumnos Salesianos, creada y organizada
por nuestro llorado e inolvidable Don Felipe
Rinaldi.
Alumno del Colegio Salesiano de Fossano,
laureóse en la Universidad de Turín, y des
pués de la gran guerra en la que defendió
valientemente a su patria cpn el grado de
capitán, ingresó en las filas de esta otra mi
licia que se llama la Acción Católica, haciendo
en ella sus primeras armas como escritor de
pura y abundante doctrina, pero especialmente
como orador brillante y sugestivo. La prestan
cia de su juventud fuerte y gallarda y las altas
temperaturas que en el crisol de la educación
salesiana habían adquirido sus ideales, ganá
ronle el favor de las multitudes y su nombre
se hizo rápidamente popular.
En IQ20, convocados por el mencionado
Don Rinaldi numerosos representantes de las
Asociaciones de Ex alumnos Salesianos de
toda Italia, constituyóse la Federación Nacional,
y al frente de ella fué colocado, por unanimi
dad, el abogado Masera. Lo propio ocurrió,
pocos años después, al surgir la Federación
Internacional, siendo también nombrado Pre
sidente de la misma, habiendo ejercido siem
pre este cargo con fervoroso y juvenil entu
siasmo, y dejando federadas, al ocurrir su
muerte, 25 naciones con un promedio de
400.000 socios.
Cuando se organizaron las fiestas de la
Beatificación de Don Bosco y más tarde de
su Canonización, el Sr. Masera postergó gene
rosamente todos sus graves asuntos profesio
nales para ir a encender en toda Italia la llama
de sus entusiasmos salesianos; recorrió enton
ces la península, de punta a punta, visitó más
de cien Uniones de Ex alumnos y a todas
comunicó el impulso de su elocuencia y el
fuego de su alma.
Hasta entregar el último aliento, vivió siem
pre en íntima unión con los Salesianos, siendo
rara la semana que no le viéramos en la Casa
Madre, a donde venía a departir filialmente
con los Superiores Mayores y poner a su dis
posición sus actividades, y todo el precioso
caudal de su doctrina jurídica. Siempre que
se ventilaban asuntos referentes a la vida y a la
organización de las Asociaciones de Ex alumnos,
todos sabían que podían contar con su con
sejo, y, muchas veces, también con su asisten
cia, a pesar de que su bufete de abogado era
un hervidero de consultas, y una clientela nu
merosísima embargaba todo su tiempo. Son
innumerables las reuniones y fiestas a que
asistió y en las que tomó la palabra, bastán
dole, para acudir a ellas, una simple indicación
de los Superiores.
Cuando toda\da esperábamos grandes cam
pañas de apostolado de su madurez espiritual
y de su atlética constitución física, que le había
permitido llegar a los 58 años sin el menor
síntoma de declinación o de cansancio, una
apoplejía fulminante lo arrebató a nuestro ca
riño. Estuvo varios días sin conocimiento, y
Ejios le concedió sólo algunos momentos de
lucidez para que pudiera recibir los últimos
Sacramentos que él mismo pidió a su esposa
con edificante piedad e insistencia. El día 7 de
abril entregaba su hermosa alma al Cre
ador.
Los numerosos telegramas de pésame que
de muchísimas asociaciones de Ex alumnos
ha recibido su familia, siendo la primera en
telegrafiar la Federación Nacional Argentina;
y las sentidas condolencias de las muchas Ins
tituciones culturales y religiosas que él presidía
o asesoraba, son prueba elocuente del hondo
pesar que ha causado su muerte, evidenciado
todavía más en sus funerales, celebrados en
Moncalieri donde tenía su residencia ha
bitual.
Nuestro venerado Rector Mayor, que amaba
entrañablemente al ex alumno Sr. Masera, no
sólo le visitó varias veces durante los breves
días que estuvo enfermo, y llevó luego sus
consuelos a la viuda, sino que asistió per
sonalmente asu entierro, con todo su Ca
pítulo y con nutridas representaciones de la
familia salesiana, y en el camposanto, antes
de que los restos mortales del amigo queri
dísimo bajaran a la tierra, pronunció pala
bras ungidas de piedad y emoción paterna.
Nuestros teólogos de I^a Crocetta ejecuta
ron, con su indiscutible maestría, los tristes
y solemnes cantos de la liturgia, y los ex alum
nos de Turín disputáronse el honor de llevar
el féretro. La concurrencia era imponentísima:
autoridades, catedráticos, abogados, fuerzas
del ejército, representaciones del Real Co
legio de Cario Alberto, muchas banderas, y
masas enormes de pueblo. Moncalieri no re
cuerda otro funeral como el de Don Félix
Masera.
i Que el Señor lo haya recibido en su
gloria!
En la patria de Jesús. - Ni&os del Orauvio Salesiaoo de Belén.
San Joaó ile Costa Rica. - El Centro Social de Jóvenes Católicos de nuestro Oratorio Festivo.
LA VO Z DE LOS OBISPOS ESPAÑOLES
ha hecho exíremecer de pena hasía las selvas.
Macas - 5
Enero de 1938.
Excmo. y Rvmo.
Sr. Don M arcelino O laechea
Pamplona
Dilectísimo Hermano en Cristo:
A !a sublime armonía que forman las voces
del Episcopado católico en testimoniar su adhe
sión a la querida, noble y mártir España, no
quiero que haya una nota discordante por la
falta de adhesión del Vicariato Apostólico de
Méndez y Gualaquiza.
Por esto me dirijo a Vuestra Excelencia, por
sernos más Intimos lOs lazos que nos unen,
pero con la intención de que Vuecencia haga
conocer esta mi carta al Emmo. Cardenal Pri
mado y al Episcopado de la Nación Misionera
por antonomasia.
Desde el principio de la gran renovación de
España, hemos estado, todos los Obispos del
Ecuador, a Nmestro lado, acompañándoos con
nuestras oraciones; pero, de un modo especial
y cotidiano, los Salesianos que trabajamos en
este apartado Vicariato Apostólico.
Por Vosotros, X’enerables Hermanos, se reza
116
en todas las Misiones, y diariamente los hijos
d? las florestas hacen llegar, en su idioma jíba-.
ro, sus humildes súplicas al Dios de los Ejér
citos para que dé pronto el triunfo a las armas
que defienden la buena causa de la Religión
y de la Patria.
Desde el principio hemos estado con vivo
entusiasmo a vuestro lado, pero lo hemos estado
de un modo especial después de haber leído,
con lágrimas en los ojos, la « Carta colectiva
del Episcopado Español », en ' que con tanto
acierto hacíais el estudio analítico del estado
de España, y nos dabais cuenta de los horrores
de que han sido víctimas muchos de nuestros
hermanos en el Episcopado y millares de sa
cerdotes y fieles.
Tened por seguro. Venerables Hermanos,
que todos los católicos estamos por Vosotros
y con Vosotros, con nuestro corazón y con
nuestras incesantes plegarias.
Dios guarde y conserve a Vuestra Excelen
cia Rcvdma.
Affmo. Hermano en Jesucristo
^ D omingo C omin , Vicario Apostólico
de Méndez y Gualaqtdza.
w
Impresiones de la revolución española
ALGO DE LO QUE HIZO LA
BESTIA ROJA EN MORON
La horrenda aventura de un Salesiano f u s i l a d o , referida
por él mismo.
(Continuación).
3) A L CEM EN TER IO . — Serían poco más de
las 8 ^ ; las sombras de Ta noche habían venido
a añadir a la escena un colorido de lo más espe
luznante que imaginarse pueda. AI hacer su aparición
el camión abierto que había de transportar los ca
dáveres, los camaradas de los balcones gritaron casi
a coro: « cuidado, compañeros, que en una de esas
casas se ha metido un fascista »; era cierto: conocí
por la voz al joven obrero Rafael Crespo, quien, al
ser sacado de su escondite y verse encañonado, gritó:
f matadme por favor al lado de mi padre », mas la
respuesta, impregnada de improperios y palabras
soeces, fué una descarga cerrada, y el cuerpo cayó
pesadamente a tierra. Acto seguido, y previo reco
nocimiento, a la luz de una linterna, las víctimas
fueron arrastradas y hacinadas sin ningún género
de consideraciones sobre la plataforma del camión
de carga.
Llegó mi turno: un piadoso miliciano que me tenía
cogido por las piernas advirtió en mí señales de vida,
y, dejándome caer de nuevo en tierra, instaba al
compañero que me sostenía por los brazos a que me
rematase con su pistola, mas éste, sin soltar la carga,
logró hacerle desistir diciendo: o quita, hombre, si
es imposible que éste llegue vivo al cementerio;
¿tú no ves?, no se menea»; me arrastraron hasta
el camión, y a impulso de un fuerte balanceo caí
sobre aquella gran masa de carne y sangre hirviente;
en contacto con aquellos cuerpos maltrechos me
di cuenta bien pronto de que estaba encima y al
lado de dos seres vivos aún como yo. Seguí paso
a paso la escena sangrienta que momentos después
se desarrollaba con el Sr. Director: «otro cura, pues
hay que acabar con todos ellos; no queremos jesuítas,
hay que acabar con el clero »; insultos, blasfemias,
procacidades; le hicieron una ruidosa descarga que
me hizo estremecer de pies a cabeza; a poco sentí
el peso de su cuerpo ensangrentado que me arrastra
ron por encima hasta acomodarlo en un extremo del
coche. Entonces pude presenciar más de cerca su
dolorosa y prolongada agonía: con mis pies apo
yados sobre su pecho sentía su respiración afanosa,
escuchaba de sus labios ayes entrecortados y pala
bras de perdón y misericordia (« Jesús, misericor
dia ■> ’ Perdón, Señor »), que los milicianos corea
ban con interpretaciones soeces y blasfemias.
Cerrada la compuerta, el vehículo emprendió la
marcha escoltado por dos parejas de rojos decididos
y bien armados. A l entrar en la Plaza del Ayunta
miento, un foco potente iluminó aquel cuadro ma
cabro y uno de los cuatro valientes me sorprendió
un gesto involuntario: « chico, el siciliano ha movío
los ojos »; el compañero pidió inmediatamente una
pistola; me hubiera rematado a toda costa, si otro
rojo, alegando al desconcierto que había de ori
ginar una detonación en la plaza pública, no se la
hubiese negado con promesa de hacerlo más tarde
en la Alameda. El camión se paró entretanto; dos
nuevos cadáveres vinieron a disputarnos el sitio
de preferencia: lo.s arrastraron por encima de nos
otros y los acomodaron como mejor pudieron;
percibí de nuevo angustiosamente la voz dcl Sr.
Director a quien uno de aquellos cuerpos oprimía y
ahogaba; yo también me asfixiaba bajo otro cuerpo
frío y pesado; me mordía los labios y estaba ya para
gritar un jayl angustioso, pero quedó sofocado en
mi garganta al verme de improviso libre de una
opresión tan insoportable, gracias a un entorpeci
miento que encontraron los milicianos al cerlter de
nuevo la compuerta. Mi martirio, sin embargo, no
había terminado, porque mientras el cuerpo de aque
lla víctima, que después supe era el joven D. Luis
López Montero, giraba hacia im lado a impujso de
un fuerte empellón, dándome una terrible cabezada,
sentí que dos grandes caños de sangre me empapaban
la cara y cabeza, y que una ancha herida oprimía mi
boca; la abundante sangre que manaba, depositán
dose en mi estómago, me dejó estragado el gusto y el
olfato durante varios días. El vehículo prosiguió su
marcha por calle Nueva y lentamente se iba aproxi
mando a la Alameda, a través de aquella carrera de
balcones cerrados y de un silencio sepulcral, interr
umpido sólo por los vivas de los que paseaban aquel
carro triunfal, al grito estentóreo y aterrador de
«¡¡Once canallas menos!!». Una vez que hubo
arribado el camión a aquel alegre paseo central,
meta favorita del pueblo de Morón en su clásica
feria de septiembre, avanzó unos pasos más, no
obstante la oposición de los que pretendían que se
estuviese ante una taberna instalada en el ccntni,
y llegó al fínal de su trayecto iluminado por el
último foco del paseo, sobre cuyo piso de asfalto
descargaron y depositaron las once víctimas. Debí ser
yo uno de los primeros en ser echado a tierra puesto
que me encontraba próximo a la compuerta, pero,
providencialmente y contra todos los cálculos huma
nos, dieron comienzo a la operación del descargue
por los cuerpos próximos a la cabina, que momentos
después me habían de amortiguar el golpe; una de
ellos fué el Sr. Director que recibió un fuerte
empellón 7 fué arrojado al suelo sin consideración
alguna. Llegó mi tumo: al cogerme por una pierna
y arrastrarme hasta el borde del tablero, una voz
gritó: « allá va el jesuíta chico », « pues échalo aquí
con el gordo », le contestaron; y acto seguido me
dieron un empujón, perdí el equilibrio, y caí dando
—
II7
vueltas Bobrc el Sr. Director, frío como un témpano,
maKullado y todo empapado en sangre, que,
al sentir este nuevo golpe lanzó un doloroso e
imperceptible ¡ay!; era aquélla la última queja, el
último aliento de una preciosa existencia que le
fué quitada inmediatamente con una descarga cerrada,
después de echarme a mí hacia un lado; pues
me creían ya muerto; breve estertor, y su espíritu
purificado sobreabundantemente, después de una
tremenda agonía que se prolongó por más de
dos horas, voló a ios brazos del Creador con la
blanca estola sacerdotal tima en el rojo de su sangre.
Eran aproximadamente las lo de la noche del martes,
21 de julio.
Oyeron también nquellius fieras la voz de D.
Jorge Angulo tjuc yacía a mi derecha, y que aún
murmuraba entre dientes un «Jesús, misericor
dia », sonó una nueva descarga, y un « ya acabaste
tú también, canalla», que repercutió en aquella
arboleda; dos perdigones me quedaron incrustados
en la cabeza como recuerdo del tiro de gracia
que tronchó la vida de este buen amigo nues
tro. Ninguno más dió señales de vida; todo era
silencio, sólo se oía u algún que otro miliciano que
hablaba bajo. El crimen estaba consumado, y fué
acto seguido rubricado con una promesa formal;
• Compañeros, que ni siquiera se sepa en casa quienes
sernos los que habernos hecho esto ». Y como digno
colofón de tan heroica gesta, propuso uno quitarles a
los muertos hasta la ropa que llevaban puesta; «si
quiera ios zapatos, que algunos los tienen muy bue
nos >, añadió otro; <nuda, concluyó una voz autorita
ria, solamente los registraremos por ai tienen cosas de
valor o documentos; con que, manos a la obra, com
pañeros *, y una plaga de vándalos que nos ca
chearon de pies acabeza cayó sobre nosotros;
a la luz de aquel último foco pasaron el rato leyendo
papeles sin importancia, e hicieron reparto del botín:
la cartera del Sr. Director fué muy codiciada, pues
contenía lo puco que en papel se había podido
librar del saqueo del Colegio; mas no tuvo la misma
suerte mi pobre reloj de baratillo que, después de re
cibir una injuria que le tocaba también de cerca a su
amo, ignoro si fué a parar a los próximos rastrojos.
En esa. vergonzosa operación Ies sorprendió un
grupito de camaradas que venían de visiteo: comen
tarios soeces, insultos e improperios, nueva inspec
ción a la luz de la linterna, recuento de cadáveres:
«mira, dijo uno de los recién llegados, aquí hay
un cura» « es un fraile salesiano » concluyó otro;
«¿y éste?, añadió, refiriéndose a mí, hay que ver cómo
tiene la cara *; y cuando el grupo se dirigía ya hacía
la cuneta donde estaban depositados ¡os cadáveres
de dos Guardias Civiles, volvió a insistir aquél de
monio de miliciano: « pues yo apuesto que este cura
está todavía vivo, fijarse como menea la barriga;
trae, dijo pidiendo un arma, que vamos a rema
tarlo *, » quita allá, le interrumpió uno, yo te ase
guro que ese parma con toa la sangre que se le va »,
«este no se levanta más, pues ¿no ves que está
todo acribillao?» concluyó otro; y mientras esto
decía continuaba con la linterna puesta fijamente
sobre mi cara. Y cuando ya se marchaban, aquel
primero, terco aún en su afirmación, me levantó
por delante la sotana, y cubriéndome la cara
dijo: «¡anda, que está arreglao!»
Al marchar éstos, se cruzaron a los pocos pasos con
un nuevo grupo de camaradas deseosos de gozar
también del espectáculo: se acercaron de nuevo, y
dieron vueltas y más vueltas alrededor de las vícti
mas reproduciendq los mismos dicterios y procaci
dades ; uno que me destapó la cara la volvió a cubrir
deseguida diciendo: «¡ ojú, qué cara más fea! ». Por
fin tomó la iniciativa otro que por el tono de voz
parecía ser el cabecilla de todos ellos, y dijo: « Com
pañeros, el comité no ha señalao guardia, y por lo
tanto no responde de la vida de ningún compañero
que venga por la noche aquí donde están los muertos;
y más, que los Guardias que se han escapao estarán
por ahí escondíos; con que ya sos habéis enterao.
Vámonos». Momentos después, las voces de los que
marchaban hacia el pueblo se perdían allá en la
lejanía: un grupo entró en la taberna próxima; y
todo quedó en silencio
{CotUimiard).
Morón. - La alameda, lugar donde descargaron los cadáveres y de donac huyó el protagonista de este relato.
ii8
Bernál (Argentina). - Dam as y caballeros protectores de la Obra de Maria Atixiliadora para el fomento
de vocaciones han hecho una visita a esta magnifica Casa de formación.
Crónica de Gracias
conseguidas por mediación de M aría Auxi^
dadora, d e S an Juan B o sco y d e nuesíros
S iervo s d e D io s ,
E S P A Ñ A - Jrrez. — Habiendo tenido, toda mi vida,
grandísima confianza en la maternal protección de la
Stna. Virgen Auxiliadora y en la de su gran Siervo San
Juan Bosco, he acudido a ellos en mis necesidades, ha
biendo sido siempre atendida. Ultimamente, tengo que
agradecerles s'arios importantísimos favores, obtenidos
por su mediación, y, entre dios, el de haber podido salir,
de manera providencial, con todos los de mi familia, de
la zona roja de nuestra querida España, a pesar de que,
por circunstancias muy especiales, parecía cosa iiñposible.
Por todo ello quedo muy agradecida a tan excelsos
protectores y cumplo mi promesa de mandar decir una
Misa cantada en el altar de María Auxiliadora, dar una
limosna para las obras de Don Bosco y hacer público
mí profundo agradecimiento.
La Duquesa Vda. d e A lm o dó var .
ESPAÑA^ - Zaragoza, febrero de 1938. — Empecé
una novena de comuniones con el ñn de que la Virgen
Santísima me alcanzara una gracia deseada, rezando al
mismo tiempo el rosario, todos los días, con el mayor
fervor posible. La ayuda de María Auxiliadora no se
hizo esperar y la gracia me fué concedida.
No olvidaré nunca las bondades de tan buena Madre
que atiende sin falta a los que filialmente la invocan.
Un soldado del ejército libertador de España.
ESP.AÑA - Badajoz, marzo de 1938. —• Encontrán
dome en grave apuro, acudí llena de confianza a nuestra
celestial Madre, en su advocación de • María Auxilia
dora *, suplicándola me atendiera benigna, k» que Ella
hizo con su nunca desmentida bondad maternal, alcan
zándome el favor que tamo anhelaba
Con suma alegría cumplo hoy la promesa hecha de
expresar públicamente mí gratitud a la excelsa Señora
y enviar un donativo para el culto en su ampliada Basiiica de T urín.
D. O.
M EJICO - Aguascalientes, 4 de febrero 193S. — Por
varios meses padecí grandes molestias y dolores en la
vista, a causa de unas cataratas que se me formaron.
Sometida a larga curación y no hallando el resultad'»
que esperaba, puse el caso en manos de San Juan Bosco,
consiguiendo verme restablecida completamente. Hoy,
muy agradecida, cumplo la promesa hecha de hacer pú
blico tan señalado favor y enviar una oferta para las
Obras de mi celestial Protector.
F ran cisca V . V d a . d e .Arenas
Cooperadora Salesiana.
S A N T O D O M IN C íO - Ciudad TrujiUo, enero de 1938.
— Kn varías ocasiones hemos acudido a la intercesión de
San Juan Bosco, tanto para asuntos espirituales como ma
teriales, y habiendo obtenido una deseada solución de
modo providencial, inesperado y rápido, no hemos po
dido menos de atribuirla al poderoso patrocinio de este
Santo. Esto nos obliga a darle gracias y prometerle nues
tra cooperación fervorosa a su grande obra salesiana.
Esposos S osa O r tiz -M as.
Por intercesión de nuestros Siervos de
Dios.
C U B A - Mayari-Orienit, febrero t8 de 1938. — Es
taba mi esposo delicado de Ips pulmones; lo encomendé
al Siervo de Dios Don Miguel Rúa, rezándole su oración
diaria en la Santa Misa, y pidiéndole mucho la gracia de
que lo sanara; he visto mi súplica concedida, pues haÚéndosele sacado nuevamente la radiografía, se ha visto
que la lesión estaba completamente calcificada. Gracias
infinitas al buen Sier\*o del Señor, que, por intercesión
también de mi querida Madre María Auxiliadora, me
ha concedido tan confortadora gracia.
F ran cisca F aeis d e B o n n in .
T I9
u m
Dan también gracias a Marja Auxiliadora y
a San Juan Bosco por favores recibidos:
AnOENTiNA (Córdoba) - Camilo Aldao. — María C.
de Torino - María U. de Galiano - Inocencia G. Vda.
de Villascca.
AnnuNTiNA (Santa Te) - Sarmiento. — Dominga Vda.
de Rubiolo.
EBTAl)0.>t UNlt>os (California) - Los Angeles. — Vito
Cumpanclli - Muría Concepción Díaz de León.
IÍ8TADOK UNinOfl (California) - Pittshurg. — Concep
ción Agredano.
M éjico (Michoacán) - Morelia. — Sor María de ios
Dolore» Suliizar.
M éjico (Michoacán) - Zamora. — Muríu Gutiérrez
Vda, de Verduzco - Epifanía Martínez - María de los
Angeles C. de De - María Guzmáii.
M éjico (Michoacán) - Zitdcuato. — Jesús L . de IIurrera.
M éjico (Sinalou) - Guasave. — Aurora C . de Rivera
- Rosaura M. de Castro.
M éjico (Sonora) - Navojoa. — Concepción Z. Vda.
de Cainpoy,
Comillas (España), donde terminó con lucimiento, sus
estudios, recibiendo las borlas de doctor en Filosofía y
Teología.
Después de regresar a la patria y de ejercer el Minis
terio sacerdotal ejemplarmente, la Santa Sede le honró
con el cargo de Arcediano de la Catedral, donde se captó
el cariño de sus Prelados y de sus compañeros de Coro.
Entusiasta Cooperador salesiano, anualmente ofíciaba
con gran fervor en las fiestas que se celebraban en honor
de nuestro Santo Fundador.
Como siervo bueno v fiel que dilató el reino de Cristo,
confiamos habrá ya recibido el premio ofrecido a los
que pelean con denuedo por el triunfo de la Iglesia.
Al hacer presente nuestro más sentido pésame a sus dig
nos familiares, encomendamos el alma del Dr. Calvo
a las oraciones de nuestros lectores.
E CR O LO GI A S
SAI. ESIANOS DIFUNTOS:
Luis Ferrari, sacerdote — de Vcnecia f en 'I'urín, el
i8 marzo de Kj.tK.
Santiago Avalle, sacerdote — de Villanova (Italia)
t en Concepción (Chile), d 5 diciembre de iy 37 .
Juan Lofti, sacerdote — de Damasco (Siria) t en Nazaret (Palestina) el 21 diciembre de 1937.
Jos/ Pach, sacerdote — de Siemnnowice (Polonia) f en
Stryj (id.) el i i diciembre de 1937.
ÁnIonio Russo, sacerdote — de Caatellammnre (Italia)
+ en Stabia (id.), el 17 enero de 1938.
¿Mauricio Dailly, sacerdote — de Saint-Malo (Francia)
t en Rennea (id.) el 31 diciembre de 1937.
Víctor Manuel Orosco — de Bogotá t en Contratación
(Colombia), el as noviembre de 1937.
C O O P F R A D Ó R F S DIFUNTOS:
M. I. Sr. Dr. Jesús Enrique Calvo
Arcediano de la Catrilrnl de Pasto (Co/omóm).
M urió el 19 de enero de 1938. después de soportar
heroicamente y con resignación cristiana la enfermedad
que le llevó a la tumba.
l.as virtudes que 1c adornaban y su decidida \*ocación
al estado eclesiástico le valieron que a los doce años de
edad se le adjudicara una beca para el Seminaría de
120
Rdo. P. Arístides Gutiérrez Villota S. O.
Ex-Prepósito de la Congregación de S. Felipe Neride Pasto.
Murió el 29 de enero de 1938. Era popular la santidad
de este ilustre hijo de San Felipe Neri.
Su talento y cualidades no comunes los puso al ser
vicio de la religión y de la patria. Poeta de grandes snielos,
insigne orador sagrado, dramaturgo, miembro de la Aca
demia de Historia de Bogotá y del Centro de Historia
de Pasto, en todo descolló en grado eminente, ganándose
el aprecio y estimación de todas las clases sociales.
El P. Arístides era el alma de los ejercicios espirituales.
En 49 años de ministerio, fucror» millares-las almas que
hizo volver al camino de la virtud con el celo infatigable
de un verdadero Apóstol de Cristo.
Murió en una pobreza verdaderamente religiosa, pues
todo lo que adquiría era para socorrer a las familias ne
cesitadas.
Fué el primer decurión salesiano que hubo en esta
ciudad, pocos años después de la muerte de nuestro Santo
Fundador, a quien profesó siempre especial amor y ve
neración y cu>*a imagen colocó en el altar de Alaría
Auxiliadora.
A sus exequias, celebradas cl día del 50° aniversario
tle la muerte de Don Bosco, concurrieron desde el l’rclado Diocesano hasta el más humilde obrero; todas los
clases sociales se dieron cita para tributar el último home
naje al santo sacerdote que fué un aller Christus y pasó
sobre la tierra haciendo bien.
A su digno hermano, M . 1. Sr. Canónigo Dr. Luis
Gutiérrez y demás parientes, enviamos nuestra sincera
expresión de pésame.
Han muerto también en la paz del Señor:
M éjico
M éjico
guez.
M éjico
.Méjico
- Capital. — Angel Dueñas Padilla.
(Tanxaulipas) - Tampico. — .Andrés A. Rodrí
(Trujillo) - Betijoque. — María Josefina Lera.
(Sinaloa) - Rosario. — Victoria Vergne.
Con aprobación de la autoridad eclesiástica. - Esiabiectmiento T ip. de la S.E.I. - Turin.
Director responsable: D. GUIDO FAVINI - V ia Cottolengo. 3a - TU RIN 109 - (Italia).
Tesoro Espiritual
18
23
25
29
Relación de las Indulgencias Plenarias
que los Cooperadores Salesianos pue
den ganar en el transcurso del año.
1) M O V IB LE S:
Sagrada Familia (el primer domingo después
de la Epifanía).
Dolores de la Sma Virgen (El viernes de Pasión).
Domingo de Ramos.
Pascua de Resurrección.
Ascensión del Señor.
Domingo de Pentecostés.
Fiesta de la Sma Trinidad.
Corpus Christi.
Fiesta del Sgdo Corazón de Jesús (primer viernes.
después del Corpus).
Fiesta del Sgdo Corazón de María (día siguiente
del anterior).
2) F IJA S:
ENERO
1 - Circuncisión del Señor.
2 - SantisÍTno Nombre de Jesús.
3 - Epifanía.
Cátedra de San Pedro en Roma.
Desposorios' de la Sma Virgen.
Conversión de San Pablo.
Fiesta de San Francisco de Sales.
FEBRERO
I. — Una vez cada díay elevando a Dios, en
medio del trabajo y aunque sea sólo mentalmente,
una piadosa invocación cualquiera, previas las
demás condiciones ordinarias, o sea el estado de
gracia, la confesión y comunión sacramentales
y la visita a alguna iglesia u oratorio público,
rogando por la intención del Soberano Pontífice.
Esta indulgencia del trabajo santificado pue
den ganarla los Cooperadores Salesianos, Hijas
de M. Auxiliadora y sus respectivos alumnos
y ex-alumnos. Si, hallándose en estado de gracia,
se sigue repitiendo la misma piadosa invoca
ción, u otra cualquiera durante el trabajo, se
puede ganar, cada vez, una indulgencia parcial
de 400 días.
2 - Un día de cada mes, el que uno elija.
1
- E l día en que se hace el piadoso Ejercicio
Mensual de la Buena Muerte.
4. - E l día que se asiste a la Conferencia
Mensual Salesiana.
5
- E l día en que uno inscribe su nombre en la
Pía Unión de Cooperadores Salesianos.
(3 - E l día en que por primera vez se consagra
uno al Sgdo. Corazón de Jesús.
7 - Cada vez que practique los Santos Ejer
cicios Espirituales, de ocho dios.
% - A la hora de la muerte, con tal que, con
fesado y comulgado o por lo menos arrepentido
de sus pecados, invoque, con los labios o con el co
razón, el nombre sacratísimo de Jesús.
EN CA D A UNA
DE LAS SIGUIENTES FIESTAS:
-
2 - Purificación de la Sma Virgen.
22 - Cátedra de San Pedro en Antioquía.
MARZO
•19 - Fiesta del Patriarca San José.
25 - Anunciación de la Sma Virgen.
MAYO
3 - Invención de la Santa Cruz.
8 - Aparición de San Miguel Arcángel.
11 - Aniversario de la Coronación de María
Auxiliadora.
24 - Fiesta de María Auxiliadora.
JUNIO
24 - Natividad de San Juan Bautista.
29 - Fiesta de San Pedro y San Pablo.
30 - Conmemoración de San Pablo.
JULIO
1 - Preciosa Sangre de Ntro Señor Jesu
cristo.
2 - Visitación de Ntra Señora.
16 - Fiesta de la Virgen del Carmen.
AGOSTO
6 - Transfiguración del Señor.
15 - Asunción de la Sma Virgen.
16 - Fiesta de San Roque.
SETIEMBRE
8
12
14
15
29
-
Natividad de la Sma Virgen.
Dulcísimo Nombre de María.
Exaltación de la Santa Cruz.
Los Siete Dolores de la Sma Virgen.
Dedicación de San Miguel Arcángel.
OCTUBRE
7 - La Virgen del Rosario.
- Maternidad de María.
16 - Pureza de María.
II
NOVIE.MBRE
21 - Presentación de Ntra Señora.
22 - Fiesta de Santa Cecilia.
DICIEMBRE
8 - Inmaculada Concepción.
25 - Natividad de Jesús.
Para lucrar las antedichas Indulgencias
se requiere, además de las condiciones ordi
narias, que los Socios de la Pía Unión recen
cada día un Padrenuestro, Avemaria y Gloria
con la invocación Sánete Francisce Salesi, ora
pro nobis, según la intención del Romano Pon
tífice.
E L SANTUARIO-BASILICA DE
MARIA AUXILIADORA DE TURIN,
AMPLIADO r
EM BELLEC ID O
Ningún devoto de “ /a Virgen de Don Bosco** debe dejar
de contribuir, poco o mucho, a este homenaje mundial.
-
Fecha
-
1938.05