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Título
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BS_1939_01
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Descripción
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Boletín Salesiano. Enero 1939
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extracted text
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IN S C R IB ÍO S
EN
LA
P ÍA
OBRA
DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
DE ROMA
i Quién no conoce la Obra del Sgdo Corazón
de Jesús ?
Fué fundada por el Primer Sucesor de San
Juan Bosco, y benignamente aprobada por
S. S. León XIII el 30 de junio de 1888.
Con sólo la limosna de una peseta, u otra
moneda equivalente, se adquiere derecho a
participar de todas las oraciones y buenas
obras de la Sociedad Salesiana y a la aplicación
de seis misas, que se celebran todos los días,
a perpetuidad, en nuestra Basílica del Sgdo
Corazón de Jesús de Roma, dos en el altar
mayor, dos en el de María Auxiliadora y dos
en el de San José.
Los que se inscriben en la Obra Pía pueden
aplicar el fruto de estas misas a sí mismos, o
a otras personas, vivas o difuntas, y variar la
intención cuantas veces les plazca.
Las limosnas recibidas por este conducto
destíñanse, de modo exclusivo, a promover la
gloria de Dios y los intereses culturales de la
sociedad, acogiendo a niños pobres y abando
nados, para educarlos cristianamente.
¿ Quién no contribuirá, pues, con algunos
céntimos, que con tanta facilidad se gastan,
a esta invitación paternal de San Juan Bosco
y de la Iglesia, inspirada en ideales tan nobles
y caritativos?
¿ Quién no siente la necesidad de asegurarse
la benevolencia divina, en este mundo y en el
otro, mediante la aplicación de los méritos
infinitos del Santo Sacrificio del altar?
¿ Quién no tiene almas queridas, vivas o di
funtas, a quienes obsequiar con tan espléndido
regalo espiritual?
No tardéis en pedir Hojas de suscripción.
Rector M ayor de los Salesianos.
Cottolengo 32 - Turín (109) (Italia).
Las limosnas pueden enviarse al mismo Rector
Mayor o directamente a nuestra casa de Roma. Ospizio Sacro Cuore - Via Marsala, 42.
Normas para los corresponsales de B o letín S a lesian o
I.
— Recibimos siempre con agradecimiento cuantas informaciones se nos quieran enviar,
que, de algún modo, pueden interesar a las Obras Salesianas. Aunque todas evidentemente no
podrán ser publicadas, servirán para enriquecer el Archivo de nuestra Casa Madre.
2.
— Las croniquillas de fiestas o acontecimientos de especial importancia deberán ser breves,
se evitarán en ellas repeticiones y detalles innecesarios, y, de ser posible, se escribirán a máquina
con líneas bien espaciadas.
3.
— Salvo rarísimas excepciones, la Revista no publica poesías ni trabajos ajenos a la Obra
Salesiana. No inserta el nombrp de los autores ni devuelve originales.
4.
— Siendo, de hecho, nuestro Boletín una Revista ilustrada, rogamos encarecidamente el
envío de buenas y luminosas fotografías. Hoy, un simple grabado dice a veces más que una cró
nica, y, cuando acompaña a ésta, la avalora de modo extraordinario. Aviven pues su celo nuestros
corresponsales, quienes deben saber a este respecto que de los diarios ilustrados que nos envían
no es posible reproducir ningún grabado.
5.
— A los que tienen la bondad de remitirnos gracias o necrologías hemos de asegurarles
que, de llegar a nuestro poder, más tarde o más temprano las verán publicadas. Si a veces aparece
sólo el nombre, es, o porque no recibimos otra cosa, o porque a última hora nos viene a faltar
espacio, o porque la relación carece de especial interés.
1
T
R E V IS T A DE
LAS OBRAS DE
DON BOSCO
REDACCION
y
B O L E T I N
A lE S I A N O
ADM INISTRACION:
VIA
COTTOLENGO,
32
-
TÜRIN
íus
A A o L I V - N ú m e ro i
E N E R O 1 939
(109)
ITALIA
S U M A R IO : E l I V S u c e s o r d e D o n S o s c o a lo s C o o p e ra d o re s S a le s ia n o s . Carta anual del Rector Mayor. - L a B e a
tific a c ió n d e M a d r e M a z z a r e llo . (A sp e c to d e l a B a s ílic a V a t ic a n a . E l B r e v e d e B e a tific a c ió n . E n l a " G l o r i a d e
B e r n in i" . £1 P a p a a n te l a r e l iq u ia d e l a n u e v a B e a ta . E l R e lic a r io . L a m e m o r a b le a u d ie n c ia d e l d ia 1 9 . L oa
d o s g r a n d io s o s T r id u o s e n h o n o r d e l a B e a ta . E n l a g lo r ia d e l a B a s ílic a d e M a r ía A u x ilia d o r a . • E p ilo g o tr iu n fa l) . -
Crónica de gracias. - Necrologías,
El IV Sucesor de Don Bosco
a los Cooperadores Salesianos.
Twnn, 1 de enero de 1939.
Beneméritos Cooperadores:
E l año que acaba de expirar ha sido pró
digo en especiales bendiciones para la Familia
Salesiana, y esto me mueve a invitaros a
elevar con nosotros un himno de acción de
gracias a la bondad divina.
Por las crónicas que ha venido publicando el
Boletín os habéis ya enterado de que las Fiestas
Cincuentenarios tuvieron un éxito esplendo
roso, y , lo que más importa, fecundo de frutos
espirituales. A hacerlas más solemnes con
tribuyó sobremanera la presencia de varios
Emmos. Cardenales y de muchos Excmos,
Sres. Obispos, a los que de nuevo queremos
hacer llegar la expresión de nuestro profundo
agradecimiento.
Ha sido para todos motivo de mucho con
suelo el coro unánime de alabanzas que las
obras de ampliación de nuestra queri^ Ba
sílica han suscitado, especialmente los majes
tuosos altares de María Auxiliadora y de
San Juan Bosco.
Durante las fiestas, y después de ellas, fu é
realmente enorme y conmovedora la afluen
cia de peregrinaciones tanto nacionales como
e.xtranjeras, presididas muchas de ellas por
los propios Obispos diocesanos y por Emmos.
Principes de la Iglesia.
Habréis de permitirme, amados Coopera
dores, que, después, de agradecer a Dios
tantos y tan inefables consuelos, os dé también
las gracias a vosotros, asegurándoos, una vez
más, que, en nuestra grandiosa Basílica, tanto
los centenares de niños que a su sombra se edu
can como los salesianos seguiremos invocando
sobre vosotros y sobre vuestras familias las
más anheladas bendiciones de la potente Auxi
liadora y de San Juan Bosco.
Otro de los acontecimientos que ha venido
a aumentar nuestra deuda de gratitud hacia
la Bondad divina es el éxito en extremo pro
flcuo y satisfactorio del X V Capitulo Gene
ral, que ha constituido una vibrante y mag
nifica prueba de intima compenetración fra
terna; una bella y mutua porfia de filia l
adhesión a nuestro Santo Fundador; una so
lemne afirmación de que todos nos hallamos
dispuestos a propagar con renovado entusias
mo, siempre y en todas partes, las obras del
Gran Padre sin desviarnos ni un ápice de sus
directivas y cada dia más identificados con
su espíritu.
Y como si no bastara todo esto para col
mar nuestra alegría, dispuso la amorosa
Providencia que las Fiestas Cincuentenarios
hayan tenido su espléndido coronamiento con
la glorificación de la Beata María Dominga
M azzarello, Primera Superiora y Cofundadora de las Hijas de María Auxiliadora. Esta
solemne glorificación, que en todos ha dejado
los más suaves recuerdos y en la que las ahnas
hallarán dulce y poderoso esiimulo para el
apostolado del bierti otra luminosísimaprtie~
ba de la poderosa eficacia que Dios ha dado
al espíritu de nuestro gran Padre para pro
ducir frutos de santid^. La nueva Beata, m
efecto, no sólo se formó en su esaiela y le
veneró siempre como Fundador y Padre, sino
(pie nutica dejó de exhortar a sus Hijas a que
imitasen sus virtudes y se asimilasen su espí
ritu, mediante la fiel observancia de las
Reglas que él les ha dado.
Es harto conocido el maravilloso desarrollo
que, con varia y sorprendente multiplicidad
de obras, ha alcanzado, hoy día, hasta en
las regiones más apartadas, esta Congregación
de que fu é Primera Superiora la Beata María
Mazzarello, a quien honra la Iglesia con el
título de Cofundadora. Llegan ya a 78^ los
Institutos esparcidos en todos ¡os continentes
y en las tierras de misión, y en esos Institutos
más de 9.000 Hijas de María Auxiliadora
vienen realizando una fecunda labor esmal
tada toda ella de fúlgidos s<icrificios, creando
e impulsando obras de fe y de civilización que
Dios y los hombres betidicen de consuno. Evi
dentemente, lo más útil que puede hacerse para
honrar a la nueva Beata es cooperar con en
tusiasmo a que todas esas obras tan amadas
de su ardiente corazón crezcan y se propa
guen.
Pero la realidad viene siempre a recordar
nos, amados Cooperadores, que la tierra en
que vivimos es un valle de lágrimas, y por
muchas y grandes que sean nuestras alegrías
nunca faltan penas y dolores que las entur
bian, como raras veces faltan entre las rosas
espinas que lastiman y hacen sangre. Y he
aquí porque, a pesar de que nuestro corazón
haya recibido tantos consuelos, sangra-pen
sando en las numerosas casas e Hijos e Hijas
de San Juan Bosco que, en la España mártir,
siguen aún penando bajo la dominación roja;y
viendo como nuestras obrtis de la lejana China
son durisimamente probadas por la guerra; y
recordando tos enormes daños de la inundaciótt que hace poco devastó nuestra po
bre misión de Krishnagar. Abrigitmos la
e penutza de que todos estos daños podrán
ser reparados rápidtmente v estatnos bien se
guros de que el corazón generoso de nuestros
tmigos no pemitirá que aquellos desolados
hermanos nuestros y aquellas poblaciones in
dígenas a ellos confiadtu carezcan de lo más
necesario a la vida.
Después de estas manifestaciones, he aquí
la relación de las nuevas obras que, gracias a
la caridad con que nos habéis socorrido, han
podido ser iniciadas en el pasado año de 1938.
Nuevas fundaciones.
L o s Salesianos.
Creo será de vuestro agrado saber que la
primera casa que, en
fundó Don Bosco
fuera de Turin, en Mirabello Monferrato,jy
que luego había sido trasladada a Borgo San
Martina., ha sido ahora nuevamente abierta
y considerablemente ampliada, gracias a la
munificencia del Ingeniero Sr. Provera. Este
nuevo Instituto liase destinado a la formación
de misioneros para la Inspectoría Oriental,
y cabe a él se abrirá un Oratorio Festivo.
Han sido además abiertas las siguientes
casas:
I talia : Agrigento. Un Oratorio Festivo.
— Bolzano. E l Rainerum. instituto para estu
diantes de escuelas medias. — Nave (Brescia).
Un estudiantado filosófico.
B élgica : Lovaina. Un internado para estu
diantes universitarios salesianos.
C hecoeslovaquia: Bratislava Dornkapein. Un Oratorio Festivo con iglesia pública.
Y ugoeslavia: Celje. Un Oratorio Festivo.
— Uroszva.c. Una Parroquia con Oratorio
Festivo.
L itüania : Kaunas. Una Parroquia con
Oratorio Festivo. — Saldutiskis. Un Ora
torio, Parroquia y Casa de formación.
F rancia : París. Un Pensionado para jó
venes artesanos.
E spaña : Deusto (Bilbao). Unas Escuelas
Profesionales. — Azcoitia. Un Oratorio Fes
tivo con Escuelas elementales. — Campano
(Cádiz). Una Escuela Agrícola.
P ortugal: Mogoflores. Un Noviciado. —
Semide. Una Escuela Agrícola.
P olonia : Kamienny-Most. Una Escuela
Agrícola. — Kopiec. Un Aspirantado para
coadjutores. — Kutno. Un Oratorio Festivo.
— Rumia Zagorze. Un Oratorio Festivo.
I ndia : Madrás-San Gabriel. Una Es
cuela con iglesia pública. — Madrás-Poonamallee. La dirección del gran Seminario arquidiocesano. — Lillooah (Calcuta). Una Es
cuela Profesional con Parroquia dedicada a
San Juan Bosco. — Rurkee (Agrá). Una
Parroquia. — Sonada (Darjeelmg). Un Es
tudiantado filosófico y un Noviciado.
É
B rasil: Fortaleza (Ceara). Un Oratorio
Festivo. — San Pablo. Unas Escuelas exter
nas.
C olombia : Usaquén. Un Noviciado.
C uba: Habana. Una iglesia pública dedi
cada a María Auxiliadora.
L a s H ijas de M aría A iixiliad o ra.
I talia : Básico (Mesína). Un Orfanato. —
Battaglia Terme (Padua). Un Penríonado
para familias necesitadas de curas termales,
con Escuela de párvulos, Escuelas Profesionales
y Oratorio Festivo. — Florencia. Un Pensio
nado para muchachas de carrera. — Isorelle
(Alejandría). Un Internado para jóvenes obre
ras. — Momberceli (Alejandría). Una Es
cuela de párvulos y de trabajo, con obras cate
quísticas y parroquiales. — Pallanzeno (No
vara). Un centro post-escolar con Oratorio
Festivo. — Brescia. La dirección de la Obra
t Baldini », con Escuela Profesional y Pensicrnado para niñas estudiantes y empleadas. —
Pescia (Pistoya). La dirección del Real Con
servatorio San Miguel.
B élgica: Bruselas. Escuelas y obras pa
rroquiales, con Oratorio Festivo.
F rancia : Wittcnheim (Alto Rin). Un
Pensionado y Externado para Cursos de Eco
nomía doméstica.
E spaña: Campano (Cádiz). Escuelas ele
mentales para hijos de colonos y un pequeño
Dispensario médico.
A lemania : Innsbnik. Una casa con obras
an^as al Instituto salesiano.
Y ugoeslavia : Lubiana. Un Pensionado
para niñas con obras populares y Oratorio
Festivo.
I ndia : Saharampur y Shillong. Escuelas
y Oratorio Festivo. — Polur. Un Oratorio
Festivo.
A rgentina : Stroeder. Un Externado, con
Escuelas elementales y de trabajo y Oratorio
Festivo.
B rasil : Anaplis (Goyaz). Un Externado
y semi-extemado con Escuelas elementales y
normales y Oratorio Festivo. — Campo
Grande (\Iato Grosso). Un Externado con
Escuelas elementales y de trabajo, y Oratorio
Festivo. — Recife-Varzea ^emambuco).
i
Un semi-intemado con Escuela de párvulos.
Escuelas elementales y Oratorio Festivo.
C olombia : San Juan de Guamacayo (San
tander). Un Internado para niños sanos
hijos de padres leprosos.
E cuador: Amaguna (Quito). Escuelas y
obras populares para indígenas ya civilizados.
E stados U nidos: Roscto y Easton (Pensilvania). Un Jardín de infancia, con labora
torio y Oratorio Festivo.
Propuestas para el año 1939.
Ya en otra ocasión tuve el gusto de anun
ciaros que nos estamos preparando a conme
morar solemnemente la obra de los catecismos
San Juan Bosco iniciara con el niño
Bartolomé Garelli, el % de diciembre <¿«1841
en la sacristía de la iglesia de San Francisco
de Asís de Turín. Pues bien, yo quisiera que
en esta ocasión memorable los trabaios de la
Basílica estuviesen totalmente terminados y
pudiesen ser inaugurados. He aquí porgue
este año os hago sólo estas tres recomen^ciones:
i)
Sostened las obras existentes, de modo
especial nuestros orfanatos y casas de for
mación.
2)
Propagad con crínente celo las devo
ciones de María Auxiliadora y de San Juan
Bosco.
3)
Contribuid con generosidad a ultimar
los trabajos del Santuario.
Beneméritos cooperadores, lancémonos todos
al trabajo con fervoroso entusiasmo. Y a fin
de que este entusiasmo no decaiga, pensad a
menudo en las bendiciones y premios que Dios
ha prometido a los que con E l cooperan a la
salvación de las almas, y en el hecho confor
tante de que cada día, y mejor aún cada
minuto, desde todos los diversos puntos de
la tierra donde hay Sálesianos se dirigen a
Dios continuas y fervientes oraciones para que
derrame sobre vosotros abundantes gracias.
En nombre de San Juan Bosco, os envío
a todos la bendición de María Auxiliadora,
mientras con sentimientos de la más profunda
gratitud me profeso vuestro
obligadísimo en el Señar
PED R O R IC A LD O N E , Pbro.
Rector Mayor.
La Beatificación de Madre Mazzarello
Ofpo gran iriunfo
k la
Familia$ale$iana
E n l a B a s ílic a d e S a n P ed ro . - E l p ú b lic o e n «orno d el a lt a r d e l a C o n fe s ió n .
...y siguen repicando las
campanas salesianas en Ro
ma, en Turín, en el mundo.
Aún no se habían extinguido
del todo los sones triunfales
que suscitara por doquiera
la Canonización de Don
Bosco, el Santo Fundador,
cuando viene a reavivarlos
y expandirlos, llenando de
alegría la anchura de los
cielos, la Beatificación de
Madre Mazzarello, la ad- .
mirable Cofundadora.
Ya tienen las dos Institu
ciones hermanas de Salesianos e Hijas de María Auxi
liadora aureolada su cabeza
con esa luz de la santidad
que viene de lo alto, y con
forta y consuela, y añade
autoridad y prestigio, y afir
ma con la más abrumadora
de las definiciones el ca
rácter divino de su misión
en la tierra.
Esta exultante glorificatión de la humilde campe
sina de Momese era espe
rada con ansia por decenas
de miles de almas que esta
ban en el secreto de los
opulentos caudales de san
tidad por ella ocultamente
ate'sorados, y no hay incon
veniente en decir que este
altísimo reconocimiento de
la Iglesia hacía también falta
para complementar e inte
grar, en una unidad per
fecta y gigantesca, la ante
rior glorificación de Don
Bosco; no porque los atri
butos de nuestro Fundador,
reconocidos y admirados por
todos, tengan necesidad de
ganar nuevo brillo sino por
que muchos que sólo de un
modo superficial le conocen
creen tal vez erróneamente
que el Santo prefería ser
virse de medios clamorosos
para imponer sus ideas y
sus obras.
Nada más contrario a la
verdad, y para los que no
estuvieran plenamente con-
--'U-
CUADRO
DE
LA
BEATA
MAZZARELLO
q u e fu é exp u esto e n la fach ad a de la B a sílica d e San Pedro
p en d ien te d e la lla m a d a “ L o g ia d e las B e n d ic io n e s ”
vencidos de que para extender el bien sabía María Mazzarello, como fulge ya sobre la
también utilizar las irresistibles energías del frente de Don Bosco la suprema glorifica
silencio y de la santidad oculta, aquí está, ción de la Santidad, porque si él fué la
refulgente de gloria en los altares, la hu luz alta y descubierta de que habla San
milde figura de María Mazzarello.
Mateo, destinada por Dios a iluminar per
Dificilmente se encontraría una criatura petuamente las rutas de dos grandes Fa
más silenciosa, más escondida, más ansiosa milias religiosas, ella es la evangélica leva
de vivir olvidada, eclipsada detrás de la dura que, oculta entre la masa dispuesta
gran figura de Don Bosco, de sus hermanas, y preparada por el Fundador, ha sabido
de todo el mundo. Poca^ almas habrá ha comunicar movimiento y sabor propios a
bido más convencidas que ella de su pro la segunda de estas dos grandes Familias,
pia inutilidad e ignorancia; de su radical el Instituto de las Hijas de María Auxi
incapacidad para los cargos, para ejercer liadora.
autoridad, para alumbrar en su cerebro la
Del maravilloso acercamiento de estas dos
menor iniciativa útil.
grandes figuras de la Santidad surge esa
Y sin embargo, el Santo Fundador la eli eufórica sensación de cosa acabada y per
gió como eficaz colaboradora suya, la hizo fecta que tienen siempre las obras de Dios,
piedra angular de su Instituto femenino y en la que se halla el secreto de su fuerza,
de las Hijas de María Auxiliadora, la elevó de una fuerza que es roca cristalina para
a la dignidad de Cofundadora de sus obras la resistencia y muelle incoercible para la
geniales; y he aquí que contemplamos hoy expansión.
estas dos figuras brillando, una al lado de
Embebidos en estos pensamientos, asisotra, dentro del mismo halo litúrgico que no •tíamos el domingo, 20 de noviembre, en la
recibe su luz de la tierra sino del cielo, Basílica de San Pedro, al rito solemiiísimo
y es muy fácil predecir que, en día no de la Beatificación, con las rodillas en
lejano, fulgirá también sobre la frente de tierra, con los ojos deslumbrados por las
B a s ílic a d e S a n P ed ro . - D u ra n te l a le c tu r a d e l B r e v e d e B e a tific a c ió n .
ñ
M o m e n to d e a p a r e c e r l a im a g e n d e l a n u e v a B e a ta e n l a « G l o r i a d e B e m in i» .
divinas claridades que descendían de la
Gloria de Bernini, en la que la auréola de
la nueva Beata se nos antojaba un reflejo
de la auréola de San Juan Bosco, cuya
imagen colosal parecía moverse en su nicho,
arrebatada de gozo, entre guirnaldas de
flores y constelaciones de luces.
Aspecto d e la B asílica Vaticana.
Fulgente de divinas claridades, fastuosa
de colores bellos y armónicos, imponente
de majestad y grandeza veíase colmada de
fieles en número tan extraordinario que
superaba al que suele verse en los mayores
acontecimientos litúrgicos. Conversando
con un Prelado de la Sgda. Congregación
de Ritos que, por su cargo y edad, ha
debido presenciar muchas canonizaciones,
decía que no obstante ser éstas las solem
nidades que suelen llevar a Roma mayores
masas de público, no todas, ni mucho me
nos, han conseguido llenar el templo como
lo ha llenado esta Beatificación. Para hallar
otro concurso semejante, para igualar el
tono de este clima saturado de fe y en
tusiasmo, de exaltación ardiente y unánime
en el aplauso popular, hay que trasladarse
a los días gloríosos de la Beatificación de
Don Bosco.
El 20 de noviembre fué un día azul, es
pléndido de sol. M uy de mañanita, tanto en
la Ciudad del Vaticano como en los palacios
de Roma que, en virtud de! Tratado Lateranense, gozan del privilegio de la extra
territorialidad, veíanse ondear al viento las
banderas pontificias. Una hora antes de
empezar la función, cuando nosotros entra
mos en la Basílica, hallábase ya ésta com
pletamente llena; preguntadas algunas per
sonas cuánto tiempo hacía que estaban allí
dijéronnos que d e ^ e las seis, lo cual quiere
decir que más de cuatro horas antes de
la ceremonia había ya sitios ocupados por
esos que siempre gustan de madrugar para
situarse en los mejores observatorios y no
perder detalle de la ceremonia.
Eran muchas y numerosas las peregrina
ciones que, en trenes especiales, habían
venido a Roma; muchísimas las represen7
taciones enviadas por las Hijas de Máría
Auxiliadora y por los Salesianos de todo el
mundo. La plaza de San Pedro era un hor
miguero, y a pesar de que caben en ella
holgadamente varios cuerpos de ejército,
sólo con gran dificultad conseguíamos
abrirnos paso.
A las diez, todos los preparativos para el
solemne rito de la Beatificación hállanse
y los altares; brillan los bronces salomóni
cos de la Confesión, recordando tal vez
con pena, en medio de este ambiente de
gloria, la palidez de aquellas solemnidades
paganas por ellos presenciadas en otros tem
plos, hace más de veinte siglos; lucen triun
fadores los soberbios mármoles, que el arte
ha ofrecido a la religión y prodigado en
hornacinas y en mausoleos papales; y por
doquiera los rojos damascos ostentan la
opulencia y alegría joyante de sus sedas.
La nave del ábside, que preside la Cáte
dra de Pedro primorosamente enlazadas con
la Gloria de Bernini, bordadas ambas por el
genio único del gran escultor, es toda ella
una viva llama plácida, inefable que llena
de luz estelar todas las pupilas, mientras
los lienzos y tapices que, dentro y fuera
del templo, representan los milagros de la
Beata van con su fnudo lenguaje insinuán
dose dulcemente en los corazones, ha
blándoles del maravilloso poder que Dios
ha concedido a esta humilde hija de la Igle
sia, a esta florecita de los campos, a esta
buena y fiel discípula de San Juan Boscó.
Ya hemos indicado que nuestro Santo
Fundador fué el invitado de honor en esta
fiesta, como era de estricta justicia, pues
que la exaltación de Madre Mazzarello a
la gloria de los altares es un nuevo y exqui
sito fruto de la fecundidad de su espíritu,
una renovada apoteosis de su santidad
maravillosa; por esto su estatua marmórea,
que campea entre las de los Santos Funda
dores de Congregaciones religiosas, veí^e
circundada con una auréola de lampadarios
que lucían con brío triunfal, y con frescas
guirnaldas de flores.
E l B reve d e Beatificación.
E l r e lic a r io o fr e c id o a l P a p a q u e co n tie n e u n a v e rte b r a
d e l a B e a ta M a r ia M a z z a r e llo .
ultimados: enciéndese de pronto el mara
villoso templo y un ¡ah! profundo, vasto,
incontenible expresa el gozo y la admi
ración del público. Toda la masa del aire
palpita como si en aquel océano de blan
quísimas claridades tuviesen que irrum
pir de un momento a otro los ángeles del
cielo; enciéndense al mismo tiempo, despi
diendo vi^’as centellas, los clásicos esmal
tes de los mosaicos que ornan la cúpula
8 -
Comenzada inmediatamente la ceremonia,
salió de la sacristía un mejestuoso Cortejo de
Cardenales, Prelados, Canónigos de San
Pedro y Representantes de todas las Ordenes
Religiosas residentes en la Ciudad eterna,
yendo a ocupar sitio en la nave del ábside,
al pie de las amplias tribunas rebosan
tes de obispos y diplomáticos, de altos
personajes y títulos nobiliarios, de Supe
riores Religiosos y de público distinguido'.
En las usuales banquetas forradas de car
mesí y alineadas al lado del Evangelio,
acomod áronse los Eminentísimos Carde
nales de la Sgda Congregación de Ritos:
Granito, Dolci, Verde, Rossi, Fossati, Salotti, Kaspar, Tisserant, Pellegrinetti, Ca-
nali; y frente a ellos el
Rvmo. Capítulo Vaticano en
corporación, sin que faltara
uno solo de sus altos digna
tarios, presididos por Su
Eminencia R\Tna. el Card.
Eugenio Pacelli, Secretario
de Estado de S. S. y Arci
preste de la Basílica.
En otro lugar, sentábanse
los Consultores, Prelados y
Oficiales de la misma Con
gregación.
Entre los muchos Arzobis
pos y Obispos allí presentes
hallábanse los Excmos. Sres.
Vassallo di Torregrossa, Lari,
Mazzella, Cattaneo, Hanna,
Der Abrahamian, Delponte,
Lisson, T renta, Faggiano,
Orente, Frazioli, Camarlen
go, Peruzzo, Rousset, Peroni, Ubaldi, Tibiletti, D i
cha, Dereeré, Balconi, Perlo,
Mangino, Paseucci, CapetS. S. p í o X I o r a n d o , a n te l a r e liq u ia
d e l a B e a ta .
E l P a p a d u r a n te e l c a n to d e l a ' a n
tífo n a y oremfts d e la B e a ta .
tini, Castelli, Van der Bosch; y los Salesianos: Guerra, Ferrando, Olivares, M unerati, Selva, Emanuel, Rotolo, Coppo y
Cognata; con los Monseñores Prefectos y
Administradores Apostólicos de la misma
Congregación: Rubino, Cimatti y Scuderi.
Al Postulador de la Causa y Procurador
Gral. de la Sociedad Salesiana Rvdo. P.
Tomasetti correspondió iniciar la ceremonia.
Acompañado del Secretario de la Sgda.
Congregación de Ritos Mons. Carinci, pre
sentase al Emmo. Cardenal Salotti Prefecto
B a s ílic a d e S a n P ed ro . —
E l C o n s e jo G e n e r a lic io d e l a s H ija s d e M a r ía A u x ilia d o r a .
de la misma Congregación, para hacerle
entrega del Breve Apostólico de la Beati
ficación y pedir su venia para leerlo. El
Cardenal Salotti, concedido su permiso, in
dica al Postulador y Secretario que se di
rijan al Cardenal Pacelli, Arcipreste de la
Basílica, para poder leer en ella pública
y solemnemente dicho Breve. Solicitada
y obtenida esta segunda autorización, el
P. Tomasetti entrega el precioso Docu
mento a Mons. Grosso, quien, desde un
pequeño piilpito preparado al efecto, pro
cede a su lectura en medio de la general
expectación. En esta Letra Apostólica, que
publicaremos D . m. el mes que viene, S. S.
Pío X I ilustra la vida y milagros, las virUides heroiciis y las actividades apostólicas
de* la Venerable Mazzarello, y la declara
digna de ser inscrita en la categoría de los
Beatos.
En la “ G lo ría de Bernini
Terminada la lectura, uno de los sanipietríni, que, instalado sobre le punto céntrico
de la altísima comisa que atraríesa el testero
10
del ábside, esperaba este momento, y cuya
presencia habíamos ya notado con extrañeza,
a pesar de hacerse casi invisible desde abajo,
libra la cuerda que sujeta el velo colocado
sobre la Gloria de Bernini,y, cayendo éste
rápidamente, aparece, en medio de serafines
de oro y cataratas de luz, la figura triunfante
de María Mazzarello, mientras sus Hijas
desde abajo tienden hacia ella sus manos que
un impulso filial ha juntado, mientras brilla
en sus ojos la alegría de las lágrimas, y,
a coro con todos los Salesianos, y los miles
de alumnas y cooperadoras, y la imponente
masa de fieles que lo llenan todo, gritan y
aplauden como fuera de sí hasta que los
majestuosos coros de la Capilla Julia co
ronan estos momentos de indescriptible
fervor entonando las estrofas del Tedeum.
Simultáneamente, descúbrese en el altar
de la Cátedra el rico ostensorio que con
tiene la reliquia de la nueva Beata, y per
cíbese el alegre repique de las campanas
que viene de fuera, el júbilo impresionante
del público de la plaza que, libre de los
miramientos que impone el lugar sagrado,
expresa sus entusiasmos de un modo mucho
más clamoroso, cuando aparece sobre el
enorme tapiz que pende del centro de la
fachada la suave figura de la nueva heroína
de la Iglesia, besada por el sol fulgurante de
este magnífico noviembre romano insóli
tamente tibio y sereno.
Concluido el Himno ambrosiano, el
Patriarca de Constantinopla, Mons. Rossi,
canta por primera vez el Oremus de la Beata
y celebra en su honor la Misa Pontifical
voti\'a, mientras varias docenas de estudian -
T
tes salesianos de la Gregoriana distribuyen
miies de vidas y estampas de la que acaba
de ascender a la gloria de los altares, siéndo
les materialmente arrebatadas de las manos.
A las once y cuarenta y cinco minutos
había terminado la primera parte de la ce
remonia de la Beatificación, que es también
la más importante, aun cuando tradicio
nalmente suele rodearse de mayor solemni
dad la de la tarde, cuando el Papa baja a
postrarse ante la reliquia.
acompaña al Pontífice hasta que el augusto
anciano octogenario cae de rodillas ante
la reliquia de la Beata Mazzarello.
Hay unos momentos de sublime y pia
doso recogimiento en los que hasta los
más leves murmullos de la masa humana
quedan en suspenso. El Papa deja caer so
bre el rojo almohadón del falcistorio su
frente fatigada, martirizada por los mil
dolores y perfidias y villanas deslealtades
de la hora presente, y ora largo rato en si
lencio ¿Ante quien ora? ¡Oh, estupenda
L a solem nidad de la tarde. - £1 Papa
ante la R eliq u ia d e la nueva Beata.
Este es el acto más esperado, y al que
asisten oficialmente las más altas represen
taciones, y bien se echaba de ver que en
la Basílica era esperado el Vicario de Jesu
cristo. Las consignas eran rigorosísimas;
por doquiera, los guardias nobles obstruían
puertas y pasillos, y las entradas especiales
de que se hallaban provistos los fieles te
nían que someterse a comprobaciones en
serie; especialmente las tribunas del áb
side, veíanse rebosantes de casacas galo
neadas y trajes de etiqueta; el centro de
la inmensa nave y los dos lados de la Con
fesión manteníanse celosamente despejados
para que pudiera desfilar el cortejo papal.
S. S. Pío X I, «el Papa de Don Bosco »,
va a ser recibido, una vez más, por toda
la Familia Salesiana con sus numerosas re
presentaciones venidas de todas partes; va
a sentirse de nuevo envuelto en esa ola cá
lida de amor filial que a esta Familia le re
bosa del alma y la hace feliz cuando puede
derramarse a los pies del Vicario de Jesu
cristo, En esta ocasión, su felicidad llega al
colmo, y apenas sale el Papa de la capilla
del Sacramento para hacer su ingreso en la
Basílica, desátase como un alud el himno
resonante de las aclamaciones, el ímpetu
torrencial de los aplausos, por él correspon
didos con .gestos y demostraciones de pa
terna bondad, mientras desde lo alto de
la silla gestatoria que avanza meciéndose
sobre aquel mar de cabezas, bendice y
sonríe a todos.
Este fragoroso entusiasmo juvenil que
hacen aún más ardiente los clangores vi
brantes y cadenciosos de las trompetas de
plata y el atuendo marcial, vario, pinto
resco de la Corte Pontificia con sus im
polutas y alechugadas gorgneras y su ana
crónica escolta de corazas y alabardas,
N u e s tr o R v m o . R e c to r M a y o r D o n P ed ro
R ic a ld o n e c o n lo s S u p e rio re s d e l C a p it u lo
e n l a B a s ílic a d e S a n P ed ro .
y castiza democracia cristiana! Ora ante
una oscura aldeana que, por su fidelidad
heroica a los deberes cotidianos, ha mere
cido los supremos honores de la Iglesia; la
mejestad coronada más alta y abrumadora
que existe en la tierra, ante la cual se humi
llan todas las majestades; el Maestro de los
maestros, el Definidor infalible de la ver
dad se postra ante una pobre mujercita
pueblerina desprovista en absoluto de va
lores humanos, a la que el mundo hinchado
de soberbia no se dignaría ni siquiera mirar,
y le dirige sus ojos suplicantes poniéndola
como abogada ante Dios para que remedie
las necesidades de la inmensa comunidad
católica...
Terminada su oración, el Papa inciensa
la Hostia Santa expuesta en el altar de la
Cátedra, mientras la Capilla Julia canta el
Jesu cororiA.yirginum, a cuyo canto siguen
el Oremos de la nueva Beata, el Himno
eucarístico y la triple Bendición con el San
tísimo que el Representante de Jesucristo
recibe de rodillas como los demás fieles
II
E l n ic h n d e Su n Juan Bosco
n im b a d o
12
d e re s p la n d o re s .
impartida por el Exemo. Sr. Obispo de
Acqui, diócesis de la Beata.
Después de la Bendición, el Postulador
de la Causa P. Tomasetti, acompañado de
nuestro Rector Mayor Rvdo. P. Ricaldone,
de varios Inspectores Salesianos y del citado
Sr. Obispo de Acqui, ofrecían al Santo
Padre la Reliquia de la Beata, artísticas
estampas de la misma, vidas ricamente
encuadernadas, una medalla de oro con la
efigie de Pío X I en el anverso y de la
Beata en el reverso, y el tradicional ramo de
flores. Y mientras se distribuían también
vidas y estampas a los Emmos. Cardenales,
Obispos, Prelados, Monseñores, Cuerpo D i
plomático y demás personalidades que asis
tían al acto. Pío X I examinaba el precioso
Relicario, departía amablemente con los ofe
rentes y servíase de tal o cual detalle del
mismo para hacer útiles y elevadas observa
ciones propias de su gran ingenio y exqui
sita espiritualidad, subiendo en seguida a
la Silla gestatoria para regresar a su Pa
lacio Apostólico precedido, como antes,
de su cortejo y, como antes también, acla
mado de un modo delirante durante todo
el trayecto hasta su llegada a la capilla de
la Piedad. Antes de desapacerer, aún hizo
que le volvieran y, alzándose de pie, sonrió
y bendijo de nuevo a aquellos miles de hijos
suyos de los que se siente tan ardorosa
mente amado. El momento fué de una emo
ción y entusiasmo indescriptibles.
A este ceremonia de la tarde acudió como
decíamos todo el elemento oficial. En la
tribuna de los príncipes Reales, asistía S.
A. I. el Príncipe Don Pedro de Orleans
Braganza.
En otra igualmente reservada, S. A. el
Príncipe Ludovico Chigi Alb.’.ni della Rovere, Gran Maestro de la Orden Militar
Soberana y Jerosolimitana de Malta; los
Exemos. Parientes de su Santidad y el
Exemo. Sr. Marqués Serafini Gobernador
del Estado de la Ciudad Vaticana.
En la del Cuerpo Diplomático, hicieron
acto de presencia, entre otros, los embaja
dores de Italia, España, Perú, Colombia,
Chile, Brasil, Bélgica, P/jlonia; Ministros de
Checoeslovaquia, República Dominicana,
Rumania, Portugal, Inglaterra, Ecuador;
Encargados de Negocios de Lituania, Po
lonia, Argentina, Francia, Hungría, Vene
zuela; Consejeros de Alemania, Orden de
Malta, Irlanda, ele. amén de muchos otros
Consejeros y Secretarios eclesiásticos.
En otras tribunas especiales vimos a re-
.BASILICA
DE
SAN
PEDRO
A sp e cto d e la n ave d e l á b sid e e n la im p o n e n te s o le m n id a d d e la tarde.
presentantes de la citada Orden de Malla,
de la Academia Pontificia de Ciencias, del
Patriciado y Nobleza Romanos, de la Orden
Ecuestre del Santo Sepulcro de JerusaIcn, etc.
Finalmente, ocupaban también puestos
distinguidos los Parientes de la nueva
Beata, con una repesentación de su pueblo
natal, Mornese; una nutrida delegación de
la Sociedad Salesiana presidida por el Rector
Mayor y su Capítulo, y otra de las Hijas
de María Auxiliadora con el Consejo Generalicio. Hallábanse además en esta tri
buna las dos señoritas favorecidas con los
milagros que la Sgda. Congregación de
Ritos aceptó como válidos para la Beati
ficación: KrcoHna Mazzarello (que a pesar
de su apellido no tiene ningún parentesco
con la Beata) y Rosa Bellavita.
Tanto la función de la mañana como la
de la tarde fueron transmitidas por la Ra
dio Vaticiina.
E l R elicario.
Es un fino trabajo de la orfebrería ita
liana y obra de una acreditada casa milanesa el relicario ofrecido al Papa. Una gran
custodia con cuatro haces de resplandores,
formando una cruz griega, sostenida por
grácil y elegante pie. Mide unos setenta
centímetros y está forjado con materiales
de oro y plata y con preciosos esmaltes
y piedras de valor. En el viril octogonal
del centro guárdase la venerada reliquia
consistente e a una vértebra de la Beata, y
en torno de él difúndese un estrellón de
filigranas en forma de lenguas de fuego
dispuestas con gran originalidad, a las que
va sobrepuesto un aro de perlas y brillan
tes alternados con cabecitas de ángeles.
En la base de la cruz ábrese un ramo de
azucenas finamente cinceladas, y en la
mediación del astil vense los escudos en
esmalte de Pío X I y del Instituto de las
Hijas de María Auxiliadora. Otros esmaltes
de querubines adornan el pie.
Examinando el Papa esta reliquia obser
vaba a los donantes que la vértebra de la
Beata acusa por su tamaño fuerza y ro
bustez, como la de San Juan Bosco que él
regalara a nuestra Basílica de María Auxi
liadora de Roma a raíz de la Canonización.
La santidad de estos dos grandes Siervos
de Dios — proseguía el Papa — era recia
y bien plantada como su columna verte
bral; prodigiosamente humilde y sencilla
pero al mismo tiempo enérgica, volitiva,
operativa. Y a antes había hecho notar a
Don Pedro Ricaldone, al recibir también
de él un precioso retrato de la nueva Beata,
que el modo que tenía ella de unir las
manos sobre el pecho es idéntico el que
habitualmente se ve en los retratos de
Don Bosco.
R o m a . • E l p ú b lic o q u e q u e d ó e n l a p la z a p o r im p o a ib U id a d d e e n tr a r e n e l te m p lo .
1
T
Lros c in c o C a r d e n a le s q u e a s is t ie r o n a l T r id u o c e le b r a d o e n n u e s tra
Y es que la santidad de estas dos grandes
almas, hechas para comprenderse y ayu
darse en sus vastas y saludables empresas
de redención religioso-social, se
parecía hasta en sus gestos y ac
titudes exteriores, había logrado
plasmarse con un troquel único
hasta en la arcilla deleznable del
cuerpo humano.
B a s ílic a d e l S g d o . C o r a z ó n d e R o m a .
En el fondo del salón alzábase el trono
papal y debajo de él sentáronse el Rector
Mayor Don Pedro Ricaldone, que mo-
L a m em o rab le audiencia
d el día 19.
Todas las peregrinaciones y re
presentaciones salesianas habían
sido bondadosamente admitidas, el
día 19, a una audiencia del Santo
Padre.
En seguida, hubo que pensar en
el salón más grande del Palacio
Apostólico, el llamado de las Ben
diciones, que, a eso de mediodía
abríase de par en par para lle
narse completamente, hasta tal
punto que hubo que ocupar otro
contiguo, la Sala Regia, rebosante
también como el anterior.
A los miembros y alumnos de
la Familia Salesiana uniéronse, a
última hora, para no cansar dema
siado a Su Santidad, 400 nuevos
esposos que habfan sido citados
para la misma fecha.
R o m a . - E s p ir a d o r d e l a B a s if ic a d e l S g d o . C o ra z ó o .
15
i
L OS
DOS
MILAGROS 1
tos del alma, no menos
que para hacer tesoro
de sus palabras de vida.
Huelga decir que a las
Hijas de María Auxilia-;dora, numerosísimas, y
a sus aún más nume
rosas alumnas y ex alumnas les saltaba el
alma de gozo desha
ciéndose en manifesta
ciones de fervor.
Desde que apareció
Pío X I en el salón, lle
vado en la silla gestato
ria, hasta que se hubo
sentado en el trono, los
vivas y aplausos fueron
continuos, delirantes,
pero hubo un profun
do y religioso silen
cio en cuanto hizo ademán-que querer hablar.
He aquí su discurso:
L a n iñ a H e r c u iln a M a z z a r e llo cu ra U a r e p e n tin a m e n te d e p a r á lis is in fa n til.
meatos antes había sido recibido en au
diencia privada, el Postulador de la Causa
P. Tomasetti y el Capítulo Superior Salesiano, así como el Gobierno Generalicio
de las Hijas de María Auxiliadora. Figura
ban en el mismo grupo casi todos los Obis
pos y Monseñores Salesianos, varios Sres.
Inspectores y otras personalidades. Los
peregrinos allí reunidos pasaban de 6.000.
Sin hacer mención de las numerosas repre
sentaciones venidas del extranjero, sabemos
que había 800 de Turín, 300 de Milán,
500 de Ñapóles, 500 de Sicilia, 425 de L i
guria y Toscana, 300 del Véneto y de la
Kmilia, 400 del Monferrato, 180 de Vercelli, etc. etc.
La espera fue un poco larga, pero la
incomodidad de tener que estar algunas ho
ras de pie y apretujados veíase abundante
mente compensada, en muchos, por la ale
gría de ver al Papa por primera vez en la
vida y tenerlo casi al alcance de la mano,
en todos por el ansia filial de expresar nue
vamente su reconocimiento al bondadoso
Pío XI que tanto ama a los Salesianos,
y derramar a sus pies los más íntimos afec
16
Venimos a daros nues
tra cordial bienvenida a
£1 v e n e ra d o cu e rp o p
E LA B E A T I F I C A C I O N
todos, delecítsimos hijos
y dilectísimas hijas, y
ante todo a Dosotros, di
gnísimos Obispos y Pre
lados harmanos nuestros,
a los nuevos esposos y
a las numerosas hilas y
devotas de la Venerable
María Mazzarello, de
cuyo triunfo nos gloria
mos y alegramos todos.
¿Qué es loque se puede
decir o añadir a lo que
ya, con su propia elo
cuencia, dicen las cosas,
los acoritecimientos? por
que es, en verdad, un
gran acontecimiento este,
que el Señor nos permite
presenciar, a sárer, la
exaltación de su fiel Sierva a los supremos hono
res que atraen sobre ella,
desde todas las partes del
mundo, la luz de San
Juan Bosco en medio de
la cual resplandece.
R o s a B e lla v it a , p r ó x im a a m o r ir , v e se lib r e d e s u p e r ito n itis tu b e rco lo s a .
Nos sólo queremos una cosa; que recojáis
la enseñanza que se desprende de este cconteciníiento, enseñanza que confiamos a vuestra
memoria y a vuestra solicitud de hijas y de
hijos devotos. Ahora nos hallamos aquí reuni
dos; mañana nos hemos de reunir otra vez pa
ra asistir a un acto aún más solemne y
grandioso que nos permitirá gozarnos y glo
riarnos, también nosotros, en la gloria de la
gran Sierva de Dios. Decimos también nos
otros porque esto es lo justo y natural desde
el momento que pertenecetnos a su familia, y
asistimos a un hecho que se verifica dentro de
nuestra familia. En la comunión de los San
tos y en la unión del Cuerpo místico de
Cristo somos, no sólo hermanos y hermanas
sino además miembros de este Cuerpo, de este
organismo sobrenatural que vive la vida
misma de Dios y en él se transfunde. Justo y
natural es, por consiguiente, que las hijas y los
hermanos se glorien de la gloria de la madre
y del padre, y he aquí la enseñanza práctica
que de esta consideración se desprende. Bueno
es que nos gloriemos de esta hermana nuestra
que va a ser exaltada a tanto honor; esto
podemos y debemos hacerlo, pero no olvidemos
—
17
que esta hermana time a su vez el derecho,
un derecho más alto, grande y soberano de
gloriarse también de nosotros, de tmer hijas
(jue no sean descastadas sino fieles a la gloria
de la sangre divina (¡ue a ella la ha sant^ado
y que nos santificará también a nosotros.
Hijos fieles al gran nombre de la familia cris
tiana que a todos nos une con Jesucristo y con
todos los Santos hemos de imponernos nosotros
el deber de honrar y glorificar a esta gran
familia. Que jamás imga ella que avergonzarse
de ninguno de nosotros, sino todo lo contrario,
(pie de nosotros pueda gloriarse siempre, y de
nuestra conducta, de nuestra vida cristiana,
L a o s la tu a d e S a n J u a n B o aco r o d e a d a d e g u ir n a ld a s .
i8 ^
de una vida santa como la de la gran Sierva
de Dios. Aunque no se nos da a todos la gracia
en igual medida, a todos se nos da la vocación
a la santidad. Todos hemos sido llamados a la
santidad, a formar parte de una fam ilia de
santos, y por ende también nosotros, en el
modo por Dios establecido y m proporción
con el caudal de gracia que E l nos concede
y no nos deja faltar nunca, a condición de
que nuestra conducta corresponda fiel y ge
nerosamente.
Haced que toda vuestra vida — como diria
el Apóstol — tanto m las obras como m las
paliaras, sea digna del gran nombre que lleva
mos, de la gran familia a la que pertenecemos.'
Sólo de este modo honraremos también nos
otros a esta Sierva de Dios tal como se quiere
que la honremos; sólo asi podrá decirse con
verdad aquella gran palabra, una de las pa
labras más grandes que haya dicho jamás San
Pablo: Apóstoli gloria Christi. Palabra estu
pendamente bella, sublimemente elevada. Esta
y no otra es la vocación de todos .los fieles,
llegar a ser, en la medida que Dios desea y
conforme a la gracia que se da a cada uno,
gloria de Cristo, como lo fu é y lo será, por
los siglos de los siglos, su humilde Sierva
María Mazzarello.
He aquí una criatura (que, con su nombre,
con su fama, con su ejemplo abarca ya el
mundo entero, dominándolo, proclamando en
todas partes la gloria de Cristo, que es el
único capaz de hacer este milagro de elevar a
una humilde mujer a una belleza moral tan
grande, a esta sublimidad tan excelsa que
cautiva la admiración del intuido y le obliga
a decretarle los más grandes honores.
Este es el augurio paterno que os dejamos
como fruto de esta gran solemnidad, hijas y
hermanos de Santos; seamos también nos
otros santos como ellos, y que nuestra vida se
asemeje a la suya, (pie refleje también algo
de su sublimidad moral y llegue a hacerse
participe de esa gloria que tributamos a los
Apóstoles, la gloria de Cristo.
Después de esta bella y paterna alocución,
álzase del trono la blanca figura de Pío X I,
y con gesto que la emoción y la debilidad
física del augusto anciano hacen vacilante
y aún más conmovedor, bendice a todos sus
hijos, que atruenan el inmenso salón con
sus \’ivas y aplausos, y fijan con ahinco en
la película sensible de sus pupilas y de sus
corazones el momento glorioso que están
viviendo a fin de no ohddarlo y regodearse
siempre con su recuerdo.
T r iu n f o d e l a B e a ta M a z z a r e llo e n l a B a s ílic a d e M a r ia A u x ilia d o r a .
Los dos grandiosos Triduos
en honor de la Beata.
Como se hizo con la Beatificación y Ca
nonización de Don Bosco, y se hará, sin
duda alguna, con los demás Siervos de Dios
que el cielo conceda a la Familia Salesiana
ver eleva.dos al honor de los altares, María
Mazzarello, después de su glorificación en
la Basílica Vaticana, fue, en seguida y suce
sivamente, glorificada con Triduos solemní
simos en nuestra Basílica del Sgdo. Corazón
de Roma y en la de María Auxiliadora de
Turín.
Son las primeras etapas obligadas del
espléndido recorrido triunfal que empieza
a hacer ahora la nueva Beata por todas las
naciones del mundo.
Nosotros sólo reseñaremos, y esto a
vuela pluma, uno de estos Triduos, el de
Turín, dado que ambos se parecen mucho,
y a fin de que la descripción de las fiestas
pueda publicarse íntegra en este número de
la Revista, sin necesidad de tener que vol
ver a ocuparnos de ellas en meses sucesivos.
Del Triduo de Roma nos limitaremos a
insertar el Progra.ma, al fin de esta relación,
y en verdad que sólo él basta y sobra para
dar una idea exacta de la grandiosidad que
revistieron aquellos cultos.
En la g lo ria de la B asílica
de M aría A uxiliadora.
La jubilosa expectativa que reinó en la
Casa Madre, la mañana del 20 de noviem
bre, era bien visible en todos los rostros.
19
Mientras en Roma, aquella mañana, ma
sas imponentes de fieles se dirigían a San
Pedro para vivir el momento emocionante
en que, cayendo el velo de la « Gloria de
Bernini», quedaría consagrada al culto y a •
la veneración de los siglos una nueva he
roína de la santidad, su cuerpo, aquella frágil
arquitectura de huesos y de nervios en que
el alma grande de esta heroína hubo de
apoyarse durante 44 años para dar cima a
la difícil empresa de la santidad; su cuer
po, decimos, que ahora es una ruina sa
grada y preciosa, hallábase esperando, en
su dorada urna de cristales, que cayera el
velo de la Gloria de Bernini para librarse
también él del otro velo que le ocultaba
a los ojos de los fieles,
Y a la hora precisa de la Beatificación,
cuando en la Basílica de San Pedro apa
recía, entre nubes de gloria, la imagen de
la nueva Beata, en la Basílica de María
Auxiliadora quedaban de manifiesto sus
mortales despojos nimbados de suavidad
y de luz. Refleja dulcemente este cuerpo
ía serena sonrisa con que le sorprendió la
muerte. Es un cuerpo alabastrino, ya
cente, como el de muchas estatuas de hé
roes legendarios que nosotros hemos visto,
pero sin las recias armaduras de aceros
nielados que simulan tener esos héroes,
porque sobre los huesos de la Beata Mazzarello sólo se ven pobres y humildes be
atillas de color negro, como las que vistió
ella y visten sus hijas, linos de bruñida
candidez que parecen tejidos con pétalos
de las azucenas de su pureza angélica.
Apenas desapareció el velo que cubría
este sagrado cuerpo, ahora colocado provi
sionalmente en la capilla de San José,
toda la Fam'lia Salesiana allí reunida pro
rrumpió, con enorme entusiasmo, en un
Tedeum de acción de gracias, al que se
unieron los fieles que literalmente llenaban
el templo.
Y empezaron éstos a desfilar, ante la
insigne reliquia de la Beata Mazzarello,
iniciando este movimiento de fervor po
pular que hemos visto crecer de modo
prodigioso durante los días del Triduo, y,
como la onda que se forma en las aguas
dormidas de un lago, irá siempre ensan-'
chándose, de año en año, de siglo en siglo,
hasta perderse en la orilla lejana que separa
el tiempo de la eternidad.
L a B e a ta .M aE sa reilo e n e l a c to d e s e r n o m b r a d a p o r S . J. B o sco P r im e r a S u p e r io r a d e la s H ija s d e M a r ia A u x ilia d o r a .
20
£1 T riduo.
El templo se presenta soberbio. Al es
plendor triunfante de los mármoles de la
parte nueva añádese la suntuosidad de las
colgaduras que tapizan la que aún queda
por restaurar. Del centro del altar mayor,
con amor las cosas salesianas y sabe expre
sarlas con arte elevado; todas aparecen ma
gníficamente colocadas e iluminadas, ofre
ciendo un golpe de vista precioso.
El anuncio de estas solemnidades había
despertado gran entusiasmo en toda Italia,
y la concurrencia de fieles ha sido tal que
o! [o
L a a c tu a l S u p e r lo r a G e n e r a l d e la s H ija s d e M a r ía A u x ilia d o r a M a d r e L u is a V a s c h e tti.
sobre el gran cuadro de María Auxilia
dora, pende la misma tela que figuraba en la
Gloria de Bernini. Esta imagen de la Beata
se ve mejor aquí que en Roma, porque ni es
tan grande la distancia ni hay tantas cosas
que embarguen la atención. A pesar de estar
en el cielo, resplandeciendo entre ángeles,
su actitud es de encogimiento, pareciendo
querer decimos; ¿ De donde a mí tanta
gloria, pobre y humilde sierva del Señor ?
A ambos lados del crucero penden igual
mente los dos milagros que antes habíamos
admirado en las logias de San Pedro, y otro
cuadro la representa en el momento de ser
elegida Primera Superiora de las Hijas de
María Auxiliadora siendo el que en Roma
se hallaba colocado sobre la puerta central
de la Basílica Vaticana. Las cuatro telas son
obra del pincel de Crida que siempre trata
creemos no lograron superarla ni las pa
sadas fiestas de junio.
En el primer día del triduo llegaron ya
peregrinaciones de Roma, Nápoles, Pisa,
Florencia, Arezzo, Carrara, La Spezia, Livorno, Alejandría, Padua, Venecia, Gorizia.
A las 6,30, el Obispo salesiano Mons.
Selva, Prelado de Registro de Araguaya
(Brasil) dijo la primera misa de comunidí d
para los alumnos artesanos de la Casa
Madre, y una hora después, la decía Mons.
Ferrando para los estudiantes.
A las 10, la misa pontifical, oficiada por
Mons. Lorenzo Delponte, Obispo de Acqui,
en cuya diócesis, por espacio de 57 años,
guardóse celosamente el precioso tesoro de
los restos mortales de la Beata hoy venera
dos, como se ha dicho, en la Basílica. Este
mismo Sr. Obispo predicó luego, después
21
r
de las Vísperas pontificales de la tarde,
ensalzando con gran feryor y cariño las
virtudes de María Mazzarello; dando es
pecial relieve a su pobreza, a su celo en el
apostolado y a su caridad y prudencia en
el gobierno del naciente Instituto de las
Hijas de María Auxiliadora, al que dio la
solidez de la roca y un impulso realmente
gigantesco.
A las 8 de la noche, nueva plática de
Mons. Ferrando y siempre con la iglesia
llena apiü non posso. Nuestro buen Obispo
misionero refería que, en sus largos viajes
por la India, ha podido siempre admirar
la labor magnífica que, aun en el campo
fatigoso de las misiones, llevan a cabo las
Hijas de la nueva Beata.
Nada diremos del esplendor de todas
estas funciones, de los cantos, de las cere
monias, de nuestro maravilloso presbiterio
<lc la Basílica que en estas grandes solemni
dades vesc convertido en un pedazo de
cielo. Esto el lector ya lo sabe y no hay
necesidad de repetirlo a cada paso.
22
D ía tercero.
Esta tercera y última jomada, que exce
dió en solemnidad, a las anteriores, dedi
de comunión dijéronlas, cóse a los Internados y Oratorios de los 14
el Exemo. y Rvmo. Sr. Centros que las Hijas de María Auxilia
dora rigen en la
capital del Piamonte. La urna
de la Beata vióse
materialmente
asediada,duran
te todo el día,
por falanges de
niñas y adoles
centes diversa
m ente u n ifor
madas que, con
incesantes ple
garias y precio
sos cánticos, ex
presaban a M a
dre Mazzarello
el amor y agra
decim iento de
sus almas.
Y como si es
tos miles de ino
centes creaturas
no bastaran pa
ra llenar el tem
plo, nuevas olea
das de peregri
A r t ís t ic a m a s c a r il la d e l a B e a ta (o b r a d e l e s c u lto r N o ri)
nos
sucedieron a
q u e s im u la e l ro s tro d e s u c u e r p o y a c e n te .
D ía segundo.
Las dos misas
respectivamente,
Don Félix Am
brosio Guerra,
y el Exemo. Sr.
Don José Selva.
J'il s o l e m n e
Pontifical de las
10 fué oficiado
por el Emmo.
Cardenal Nasal11 Rocca di Corneliano. Arzo
bispo de Bolo
nia. Llegaron,
este día, ntievas
peregrinaciones
de Giaveno, Ccrova, íntra, Alilán, Scandeluzza Monferrato,
Chicri. Los 350
aspirantes a mi
sionero del Ins
tituto « Conti
Rebaudengo »
desem peñaron
con gran luci
miento los ser\ncios de altar y
los cantos del coro, ejecutando una gran
diosa partitura polifónica del Mtro. Pagella.
A las 17, Vísperas Pontificales con asis
tencia de varios Sres Obispos, y sermón a
cargo del mencionado Sr. Cardenal Arzo
bispo de Bolonia. Dice el insigne Príncipe
de la Iglesia que se considera dichoso de
poder exaltar la santidad de esta nueva
Beata, discípula de San Juan Bosco, en la
misma Basílica de María Auxiliadora que ya
presenció el triunfo incomparable del Santo
Fundador. Pone de manifiesto la identidad
del espíritu de Don Bosco y el de Madre
Mazzarello. Ambos, aun sin conocerse, fue
ron guiados por la Providencia Divina hacia
los mismos fines y adoctrinados con los
mismos métodos. Termina haciendo un pro
fundo estudio de la humildad de la Beata,
rasgo el más esencial y característico de su
figura.
Mons. Humberto Rossi, Obispo de Asti,
tuvo el sermón de la noche.
•T u rín . - E l E m m o . C a r d . P ia z z a P a tr ia r c a d e V e n e c ja e n e l P o n tific a l d e l te r c e r d ia .
las anteriores, llegando, en grandes auto
buses, grupos numerosísimos de Aosta,
Bérgamo, Meda, Arignano, Pessione, Torre
Bairo, Rosignano, Treviglio, Viarigi,
Los Excmos Sres Obispos Coppo y Rossi
celebraron las misas de comunidad, y a
las 10 pontificó el Emmo. Cardenal Adeodato Piazza, Patriarca de Venecia, con asis
tencia de los Excmos. Sres. Colli y Coppo.
Y oímos por segunda vez, en la Basílica,
la Misa * Papa Marcello » del gran Palestrina, reducida a cuatro partes por el Mtro.
Pagella y ejecutada exclusivamente con vo
ces blancas. Más de 200 alumnas e Hijas de
María Auxiliadora de los varios colegios de
Turín y alrededores, estupendamente disci
plinadas por la mágica batuta del P. Grosso,
que cuenta ya más de ochenta años y da
ciento y raya al director más activo y ner
voso, realizaron verdaderos prodigios de in
terpretación, corriendo también a su cargo
el programa musical de la tarde, en que
hubo, como los demás días. Vísperas ponti
ficales, sermón ybendición eucarística. Tuvo
el sermón el Emmo. Patriarca de Venecia;
una verdadera pieza oratoria dedicada a es
tudiar la fecunda maternidad espiritual de la
Beata IV^zarello. Como el discurso fué to
mado taquigráficamente, algún día D . m.
lo publicaremos en estas páginas.
Por la noche, oímos otro sermón no
menos admirable del Excmo. Sr. Obispo de
Pisa, Mons. Colli, que goza fama de gran
orador en toda Italia.
L a fiesta. - E pílogo triunfal.
El 4 de diciembre, domingo, cerráronse
estos cultos excepcionales con una solemni
dad que bien puede ca.lificarse de abruma
dora. La fiesta de la Bea.ta Mazzarello no
hubiera podido desear un marco más digno,
y nosotros no sabríamos de qué colores
echar mano para describirlo. Sobrecogidos
y conmovidos hasta las lágrimas oíamos re
petir, una vez más, que, exceptuada Roma,
no es fácil hallar en todo el mundo otro
templo donde concurran tantos y tan va
liosos factores para vestir con expresiones
grandiosas la fe y devoción populares. Hay
que verlo para creerlo, y aun viéndolo se fi
gura uno sofmr. Si este día no desfilaron
por la Basílica cien mil personas es que, en
estos tiempos, por fallar muchas cosas, fallan
ya hasta las matemáticas. Durante horas y
horas, todas estas puertas que la iglesia ha
23
T U R IN
L os E m in o s. Sres. C ar
denales que in tervin ie
ron en las solem nidades
del dom ingo.
De arriba abajo:
E m m o . C ard . P iazza;
E m m o . C ard . N a sa lli R o cca;
E m m o . C a rd . Fossati.
adquirido providencialmente con las nue
vas obras de ampliación semejaban las es
clusas abiertas de una gran presa; eran ver
daderos torrentes de fieles lo que entraba y
salía por ellas, viéndose compacto y macizo
por dentro el recinto sagrado, maciza y com
pacta la plaza, y hormigueando los patios
y los santos lugares que en esta Caaa Madre
guardan los suaves recuerdos de Don Bosco.
Mañana, tarde y noche, sobre estas' ma
sas imponentes de público caldeado por la
tablemente a redondeamos la fiesta,. Un
sol espléndido, digno de los mejores días
de mayo, derramaba luz y alegría, y un
ambiente tibio como de primavera hacía
grata la estancia, fuera del templo, a las
miles de personas que en él no habían po
dido hallar acomodo.
M uy de mañanita, empezaron a llegar las
últimas peregrinaciones que fueron tam
bién las más numerosas: Alba, Alejandría,
Asti, Acqui, Rognola, Borgo Masino, Bo-
B a s ilic a d e M a r ia A u x ilia d o r a , - M o m e n to d e l a e le v a c ió n e n l a m is a P o n tific a l d e l d o m in g o d ía 4.
( A r r o d illa d o e n p r im e r té r m in o e l E m m o . P a tr ia r c a d e V e n e c ia ).
llama del entusiasmo, pasaban y repasaban,
ampliadas por los micrófonos, todas las
palpitaciones de la Basílica; las preces de
los sucesivos celebrantes, las palabras de
los predicadores, la polifonía de los po
tentes coros, las sonoridades del órgano,
los cánticos populares y hasta el devoto bis
biseo de las oraciones íntimas.
De cuando en cuando, la masa humana
se rebullía para dar paso a algún Cortejo
majestuoso de obispos que iban o volvían,
mientras el concierto de las campanas sem
braba a voleo en el ambiente divinas idea
lidades. Por un favor excepcional del
cielo piamontés, el tiempo contribuyó no
ves, Rivoira, Borgo San Martino, Casalnuovo. Diano d ’Alba, Falicetto, Gattinara,
Génova, Grinzone, Mathi, Momese, No
vara, Perosa, Rifreddo, Riva di Chieri, Riva
Vercelli, Rossana, Rossignano, Sant’Ambrogio, Sciolze...
Sólo de Momese, pueblo natal de la
Beata, vinieron 400 devotos; hay que ver
el gentío inmenso que todo esto supone,
teniendo en cuenta además que el vecin
dario de Turín se desvive, en estas oca
siones, para no faltar, volcándose sobre Valdocco hasta los de los más extremos barrios.
En este día repartiéronse comuniones
desde las 4 hasta las i z casi sin intervalos de
25
T
descanso. A las 6,30, El Rector Mayor
celebró la misa que oyeron todos los alum
nos internos del Oratorio, alrededor de
Soo. A las 8,30, díjola para las internas
de las Hijas de María Auxiliadora el Pa
triarca de Venecía. A las 10, cantábase el
grandioso Pontifical en que oficiaba el
Emmo. Cardenal Fossati y al que asistían
el citado Sr. Cardenal de Venecía y los
líxcmos Sres. Arzobispos y Obispos Guerra,
Coppo, Colli, Selva.
La Scfiola Cantonmy con elementos del
Oratorio y de la Crocetta, ejecutó la gran
Misa de Wit.
A las 15, el Excmo. y Rvmo. Sr, Don F é
lix Ambrosio Guerra hizo un hermoso dis
curso, dando en seguida la bendición el
Excmo Sr. Don Ernesto Coppo. A las 16,30,
Vísperas Pontificales solemnísimas, a las que
asiste un mundo de gente, con las Autori
dades civiles y militares provinciales y lo
cales. Cantadas las Vísperas, el Emmo. Sr.
Cardenal arquidiocesano hace otro magnífico
discurso relacionando las vidas de las tres
Beatas que, en estos últimos domingos, fue
ron, una tras otra, elevadas al honor de los
altares: Rosello, Cabrini, Mazzarello. Hace
de las virtudes de ésta un panegírico conmo
vedor y exalta la fecundidad maravillosa de
las Hijas de María Auxiliadora que, en tan
poco tiempo, se han multiplicado de modo
asombroso, pudiendo decirse que, como los
Salesianos, llenan ya toda la tierra.
Cantóse en seguida el Tedéum de acción de
gracias y cuando el Sr. Cardenal se disponía
a dar la bendición eucarística, desde una de
las grandes tribunas laterales, era divina
mente sublime la visión que desde allí ofrecía
la Basílica convertida en una gloria de luces
y cuajada toda ella de cabezas, como se cuaja
de espigas la besana bajo la gloria del sol.
Al salir el público del templo, todo el
palacio de María aparece hecho un ascua
y de sus torres y cúpulas propágase la
llama a los edificios laterales de la plaza,
incendiando los remates y cornisas de la
Casa parroquial, de la SEly de la Casa
Generalicia de las Hijas de María Au
xiliadora. Un indiscutible triunfo de
nuestros electrotécnicos, inagotables en la
presentación de nuevas combinaciones lu
mínicas. Singularmente la cúpula grande
preséntase sobremanera fantástica, rica de
color, fascinadora de luz, exquisita de arte.
P o n tific a l d e l d i a 4 e n l a B a s ílic a d e M a r ía A u x ilia d o r a . - E l P a tr ia r c a d e V e n e c ia
a s is te d e s d e s u s o lio , a l la d o d e l a e p ís to la .
26
1
T
El gusto del más experimentado orfebre no
habría podido combinar mejor aquellos
apacibles verdes de esmeralda con los rojos
encendidos del carbúnculo y los ricos y do
minantes tonos dorados. Bella y gigantesca
joya, en verdad, digna de coronar estos ho
menajes triunfales que la Familia Salesiana
ha tributado a nuestra incomparable he
roína, la Beata María Mazzarello.
Program a del T rid u o celebrado en la
B asílica d el Sgdo. Corazón de Rom a.
Martes, 22 de noviembre.
A las 7,30 —- Misa de comunión general
celebrada por el Rvmo. Sr. Don Pedro
Ricaldone Rector Mayor de la Sociedad Sa
lesiana.
A las 10,30 — Misa solemne, pontificada
por el Excmo. Sr. Don Salvador Rótolo
Obispo Titular de Naciancio, Aux'liar de
Velletri.
A las 17,45 — Rosario, Panegírico del
Excmo. Sr. Don Luis Olivares, Salesiano,
Obispo de Sutrí y Nepi — Motete, Himno
de la Bea.ta, Bendición eucarística impartida
por el Excmo. Sr. Don Lorenzo Lauri
Penitenciario Mayor.
Miércoles, 23 de noviembre.
A las 7,30 — Misa de comunión general
celebrada por el Emmo. Cardenal Alejan
dro Verde Ponente de la Causa.
A las 10,30 — Misa solemne pontificada
por el Excmo. Sr. Don Luis Olivares.
A las 1745 — • Rosario, Panegírico del
Excmo. Sr. Don Francisco De-Filippis
Obispo de Veroli — Motete, Himno de la
Beata, Bendición eucarística impartida por
el Emmo. Cardenal Maurilio Fossati Arzo
bispo de Turín.
Jueves, 24 de noviembre.
A las 7,30 — Misa de comunión general
celebrada por el Emmo. Cardenal Salotti
Prefecto de la Sgda. Congregación de Ritos.
A las 10,30 — Misa solemne pontificada
por el Excmo. Sr. Don Félix Ambrosio
Guerra, Salesiano, Arzob. Titular de Verissa.
A las 17,45 — Rosario, Panegírico del
Excmo. Sr. Don Angel Bartolomasi Arzo
bispo Titular de Petra y Ordinario militar
— Mótete, Himno de la Beata, Tedeum —
Bendición eucarística impartida por el Em
mo. Cardenal Vicente L a Puma Prefecto
de la Sgda Congregación de Religiosos.
P M itiS c a l d e l d i a 4 e n l a B a s ílic a d e M a r ía A u x ilia d o r a . - E l ilu s t r e c e le b r a n te E m m o . C a r d . F o ss a ti
e n s u s o l i o , a l la d o d e l e v a n g e lio .
27
i
EL
PROGRAMA
DE MUSICA SACRA
La Schola Caniorum eje
cutó:
El día 22 de noviembre
Missa Jubilaris del M.
V i T T A D iN i, a 3 voces mixtas.
“
23-24 de noviembre —
Misa en honor de la Beata
María Mazzarello, a 4 voces
mixtas del M . A ntolisei ( i ®
•ejecución).
Todas las noches del tri
duo:
Himno de la Beata, a 4
voces, de A ntolisei.
Tantuin ergo, a 4 voces (i®
ejecución) del M . D e Bonís .
Motetes de Palestrina, Pe
ros!, Moreno, Ravanello.
Crónica de Gracias
conseguidas p o r m e d ia c ió n d e M a r ía
A ux^
U adora, d e S a n J u a n B o s c o y d e n a e sfro s
S ie rv o s d e D io s ,
ESPAÑA - San Sebastián, octubre de 1938. —
En los primeros meses de la guerra, fui detenida
por los rojos y llevada a una iglesia de los salesianos
convertida en checa. Yo, que he sido siempre ad
miradora y amiga de esta Institución y devotísima
de María Auxiliadora, al ver su altar y camarín vacíos
y horriblemente devastados sentí una pena enorme,
y hondamente contristada por esto y por la suerte
que me aguardaba invoqué en el fondo de mi co
razón a la Virgen de Don Bosco, rogándola con
lodo fervor que me sacara de allí y ofreciendo
publicar la gracia en el Boletín Salesiano, y visitarla
los días 24 de cada mes.
Cuando nadie podía esperarlo, presentóse en la
checa el Cónsul de una nación extranjera librán
dome de aquel encierro y seguramente también
de la muerte.
En otra ocasión, pedí a esta buena Madre que
una persona por la que yo me interesaba aprobase
unos cursillos, y no sólo los aprobó sino que alcanzó
un destino muy bueno.
Por estos y otros señalados favores doy gracias
de todo corazón a mi excelsa Protectora.
N. N.
ESPAÑA - Sevilla, noviembre de 1938. — Una
de mis nueras, cuya vida es muy necesaria para sus
hijos, enfermó tan gravemente que su estado se hizo
alarmante y se desconfiaba de poder salvarla. Con el
corazón lleno de zozobra la encomendamos fervoro
samente a San Juan Bosco y le pusimos una me
dalla con la efigie de este Santo. Al día siguiente,
hizo crisis la enfermedad y mi nuera entró en franca
mejoría.
Refirió ella que, en uno de los accesos febriles,
le pareció ver a un sacerdote que entraba en su ha
bitación notando al instante una sensación de
bienestar. Sin necesidad de dar a ese hecho una
explicación sobrenatural — esto sólo Dios lo sabe
— es lo cierto que la enferma obtuvo la curación
de modo inusitado, viéndose hoy de nuevo com
pletamente sana y restituida al cariño de sus hijos.
Por todo lo cual, agradecida ella y toda la familia,
damos público testimonio de lo ocurrido para gloria
de nuestro Santo Protector y estímulo de las personas
que necesitan pedirle algxma gracia.
A. O.
COLOM BLA - Cali, julio de 1938. — Mi hijito
Carlos Arturo cayó afectado gravemente de bron
quitis. Pedí inmediatamente a S. Juan Bosco la cu
ración de él y fui sin demora atendida por el gran
taumaturgo. Cumplo gustosa la promesa de publicar
la gracia y enviar una limosna.
N
ora
BüE^^DlA
de
S uarez.
C O L O M B IA (Santander) - Girón, mayo 3 de
1938. — D oy rendidas gracias a María Auxiliadora
y a su glorioso Siervo San Juan Bosco por haber
alcanzado, mediante su intercesión, la salud de dos
hijos míos, curando a uno de una tos pertinaz y
al otro de una grave infección intestinal. Encomen
dando mi casa y familia a tan grandes y solícitos
Protectores, hago público mi reconocimiento, a la
vez que envío una pequeña limosna para los huerfanitos del Santo.
Je s u s it a
a
.
de
S errano S
C O L O M B IA (Valle) Palmira, septiembre de
1938. — Encontrándose gravemente enfermo nues
tro muy querido papá y declarando los médicos que
lo atendían que el caso era perdido y que sólo du
raba diez días, pues decían que era un tumor can
ceroso en el hígado, acudí llena de fe y confianza
a María Auxiliadora, nuestra buena Madre, y a
San Juan Bosco a quienes llamo yo mis médicos
de cabecera porque todos nuestros enfermos de
casa son al punto curados cuando los invoco. Aquel
mismo día se llamó otro doctor recien llegado al
pueblo quien se comprometió a curarlo, no hallando
ya cáncer en el hígado, y en ocho días quedó el
enfermo fuera de peligro recuperando poco a poco
sus fuerzas. Hoy, goza de buena salud, y convencida
de que todo fué un milagro de tan bondadosos
protectores, resolví, en acción de gracias, hacer la
novena de María Auxiliadora en uno de los tem
plos donde se venera su sagrada imagen y publicar
el milagro en el Boletín y, hoy llena de gratitud,
viendo a papá lleno de salud, cumplo lo ofrecido.
G
u il l e r m in a
R o ja s E.
C O LO M B IA - Fumio, junio de 1938. — Abru
mado por una deuda y en peligro de perder mi
finca, acudí confiadamente a María Auxiliadora, y
Ella me ayudó con su maternal bondad; todo pude
arreglarlo y rescatar la finca. Agradecido publico
esto para mayor gloria de la Virgen de Don Bosco.
J o a q u ín R . R o ja s .
E L SA L V A D O R - San Salvador, octubre de
1938. — Hago público mi agradecimiento a Nuestra
Madre María Auxiliadora, quien, por intercesión
del gran Santo Don Bosco, me ha concedido varias
y señaladas gracias.
Habiendo ofrecido una limosna para los niños
huérfanos de Turín, cumplo reconocida mi pro
mesa a nuestra buena y misericordiosa Madre, ha
ciendo sinceros votos para que todos hagamos
de nuestra fe el pedestal de las gracias que nece
sitamos.
R
o m il ia
D
ía z .
IT A L IA (Aosta) - Bollengo, noviembre 26 de
1938. — Doy gracias a María Auxiliadora por ha
berme curado un fuerte dolor de muelas al invo
carla con la jaculatoria « María Auxiliadora, rogad
por nosotros *. Habiendo prometido publicar esta
gracia, lo hago acogiéndome a la amabilidad del
Boletín Salesiano.
M
erced es.
29
MEJICO - Capital, noviembre de 1938. — Dóy
inñnitas gracias a San Juan Sosco por haber librado
a mi híjíca de una enfermedad contagiosa, y por
otros muchos bencñcios. Su fiel devota
M
a r ía
C
arm ona db
C
a iu ia s c o .
MEJICO (Michoacán) - Ziritzicuaro, octubre de
1938. — Hacía aproximadamente 30 años que venía
atormentado de un reumatismo, que me hacía sufrir,
física y espiritualmente, de un modo espantoso.
Todos los remedios ordenados por doctores y cu
randeros resultaban completamente inútiles. Por
fortuna mía, llegó a mi conocimiento la nueva de
voción ya tan extendida de María Auxiliadora, y
los favores innumerables que esta celestial Madre
derrama en todas partes sobre loa que a Ella acuden
en bus necesidades. Al momento, mi corazón se abrió
a la más dulce alegría y esperanza, y acudí a Ella
con sincera fe, suplicándola se apiadara de mis
males, y prometiéndole ser devoto suyo y publicar
la gracia, de cuya obtención estaba yo seguro. Seguí
redoblando mis súplicas, y al poco tiempo me en
contré libre del reumatismo.
Hoy, mientras añrmo que no hay mejor medicina
que esta Celestial Medicina, cumplo la promesa de
publicar esta gracia y enviar una limosna para la
Uasílica de mi Protectora.
C
ir o
G
o n z Xl b z .
A l cabo de tres meses, la pierna quebrada quedó
completamente sana, como si nada hubiese suce
dido y el agraciado pudo reanudar sus tareas mi
nisteriales.
Sumamente reconocido al Santo de su devoción,
envía una pequeña oferta y por mi intermedio so
licita la publicación del favor obtenido.
P. S e r a f í n S a n t o l i n i , Salesiano-
Por intercesión d e nuestros
Siervos de D ios.
g r a c i a s a l V e n e r a b l e D O M IN G O SAVIO:
Paz T . de Castillo, de Manila (Islas Filipinos).
D
a
D
a
g r a c ia s a l a S ie r v a d e D io s D O R O T E A D B
CH OPITEA:
Inéa I. Arroyo Lameda, de Caracas (Venezuela^
D an tam bién gracias a M aría A uxiliadora y a
San Juan Bosco por favores recibidos:
A r g e n t i n a (Santa Fe) - Pilar, — Margarita B.
Vda. de Badino - Isabel Colombato.
A
(Santa Fe) - Sarmiento. — Casínta
r g e n t in a
R. de Cazano.
MEJICO (Nuevo León) - Linares, agosto de 1938.
— I Oh María Auxiliadora I Vengo a postrarme a
tus pies para expresarte mi gratitud por haber escu
chado mis súplicas, devolviéndome la salud y la
vida, minada de gravísima enfermedad. Hoy cumplo
la promesa de publicar este gran favor tuyo y enviar
mi óbolo para tu majestuosa Basílica de Turín.
E ster C
anto
M.
MEJICO (Nuevo León) - Linares, junio de 1938.
— Quedo eternamente agiadecida a San Juan Bosco
y envío una modesta oferta para sus Obras y Mi
siones porque, por su intercesión, conseguí que uno
de mis hijos cambiara de conducta y siguiera sus
estudios con formalidad y aplicación.
C
l o t il d e
L
ozan o de
A
dam e.
MEJICO (Nuevo I ^ p ) • Afino, enero de 1938.
— Manifíesto toda mi gratitud a San Juan Bosco
por haber atendido a la petición que le hiciera en
favor de mi esposo, que \Tnía sometido a dura
prueba para su honorabilidad. Correspondo con una
oferta en pro de las Obras de mi celestial protector.
A
m e l ia
M.
de
C
árd en as.
V E N EZU ELA - Caracas, noviembre de 1938.—
Nuestro buen amigo, el P. Esteban Reverón, párroco
de la Candelaria de esta ciudad de Caracas, tuvo la
desgracia de caerse con tan mala suerte que se
quebró una pierna. Su edad más bien adelantada,
y sobre todo la gra\*cdBd de la lesión inspiraban se
rios temores. Pero el P. Reverón tiene una fe ciega
en la protección de San Juan Bosco y depositó en
El su entera confianza.
C o l o m b i a (Santander) - Girón. — Pedro Cortés
Duro - Mercedes Silva - Jacinta Acosta - Ana Mer
cedes V. Vda de Pedraza - Fortunato Prada R. Samuel Serrano - Ana Francisca Prada y hermana
- Isabel Lizarazo - Otros devotos.
C o l o m b i a (Santander) - Palogordo. — Trinidad
González de Parra.
C o l o m b i a (Valie) - Ginebra. — Esther de Gonzá
lez - José Pío González - Miguel Tascón - Ciro
Tascón - Rodolfo Quintero - Tránsito de Reyes Paulina Reyes - María Vda. de Caicedo - Ana de
Saavedra - Elisa Saavedra - Clímaco Reyes - Otros
devotos.
Es t a d o s U
n id o s
(California) - Independence. —
Rufina R. Canepa.
E stad os
U
n id o s
(California) - Los Angeles. —
María C. de Moya.
It a l ia
(Imperia) - San Remo. — Dolores E. de
Molinari.
M é j i c o - Aguascalientes. — María de los Dolores
Romo F. -'F élix Moreno - N. N. - Ramón Reyes •
María del Refugio Reyes de G.
M
é jic o
- Guadalajara. — Julia Arámbula.
M é j i c o (Michoacán) - Santa María de ZiritMcuaro. — Petra Chávez Ayala - Albertina Espinoza
- Delfina Osomio.
M é j i c o (Sonora) - Natxgoa. — María Valenzuela
- Genoveva Valenzuela - José Ruy Sánchea - Elena
N. de Ruy Sánches - Concepción Z. Vda. de Campoy.
30
1
ECROLOGIAS
S A L E S IA N O S D IFU N T O S:
Juan Sanguinetti, coadjutor — de Chiavari (Ita
lia) t ett Villa Colón (Uruguay) el 15 de agosto a
la edad de 88 años.
Marcos Sánchez Pascual, coadjutor — de Odón
(España) t en Santander (id.) el 10 de junio a la
edad de 77 anos.
Carlos Buss, sacerdote — de Londres f en Peterson (Estados Unidos) el 18 de agosto, a la edad
de 65 años.
Antomo Baccaro, coadjutor — de Lezzo Atestino
(Italia) t en Cremisan (Palestina) el 26 de agosto,
a la edad de 72 años.
Carlos Fligier, sacerdote — de Dabrow Gornizca
(Polonia) t en Santa Rosa (Pampa Argentina) el
27 de junio, a la edad de 63 años.
Antonio De Martini, coadjutor — de Lugaagia
(Suiza) + en Buenos Aires, el 13 de agosto, a la
edad de 61 anos.
José Schallinger, coadjutor — de Holzen (Alema
nia) t en Munich (id.) el 9 de setiembre, a la edad
de 53 añosJosé Matjaséc, clérigo — de Lipa (Yugoeslavia)
t en Piossasco (Italia) el 15 de setiembre, a la edad
de 25 años.
Enrique Gramigni, clérigo — de Vicchio (Italia)
t en Sampierdarena (id.) el 3 de setiembre, a la
edad de 22 años.
Manuel Villafuerte, coadjutor — de Camagüey
(Cuba) t en Guanabacoa (id.), el 30 de agosto, a la
edad de 18 años.
pero nada logró. Afligido se marchaba del pueblo,
cuando, al pasar por la plaza principal, \-ió que allí
se celebraba una flesta: « Señor, exclamó entonces,
i por qué el demonio tiene todas las facilidades para
perder a las almas y T ú tienes tan pocas para sal
varlas ? Mira, si no se logra esta misión el que sale
perdiendo eres T ú ». Y se puso de rodillas en me
dio de la plaza con los brazos abiertos en cruz, pi
diendo al Señor que, a lo menos, la gente que ahí
se divertía no eometiera pecados. Al ver a un sacer
dote rezando con los brazos en cruz en aquel lugar
de baile y diversión, la gente se le acercó creyéndolo
un loco. Cuando supo el motivo de aquella plegaría,
la mayor parte desistió de divertirse y, accjrtando
la invitación del misionero, fué a una llanura cer
cana para dar principio a la misión ». Episodios
como éste pueden contarse por docenas. Su celo
por la instrucción religiosa fué semejante. Hubo vez
COOPERAD O RES D IFU N TO S:
E xcm o. y R evm o. Sr, D r.
D on Rafael G u íza r y V alencia
Obispo de Veracruz {Méjico).
• Méjico ha perdido a su Francisco de Sales, al
forjador de almas sacerdotales, al Apóstol de innu
merables pueblos, al Catequista insuperable, al Pa
dre de los pobres ». Con estas palabras, que no exa
geran en un ápice la realidad, daba la noticia de
tan llorada pérdida el Mensajero 'del Corazón de
Jesús.
El día 6 de junio p. p. entregaba plácidamente
su alma al Señor este Prelado ejemplar y apostólico:
un Santo en el sentido más estricto de la palabra.
Alma verdaderamente extraordinaria, apóstol in
cansable, padre sincero y tiemísimo para todos.
Fué un Apóstol. Su característica fueron las mi
siones. Y las dtó por centenares, todas ellas con
muchísimo fruto, en M^'ico, en Cuba, en Guate
mala y Colombia. « En un pueblo de Cuba la iglesia
era muy angosta para dar aHí una misión. Alquiló
un salón de los Ih-otestantes; pero cuando éstos se
dieron cuenta de lo que se trataba, rescindieron el
contrato. Acudió entonces al empresario de un cine;
que mandó imprimir un millón de ejemplares de su
catecismo diocesano en nuestros talleres de Santa
Julia.
Fué.Padre de los pobres. «Que no se gaste nuda
de superfluo en mi entierro, decía. Lo que emplea
rían en comprar un ataúd, que sea para los pobres ».
Quería, en efecto, que su caja fuera de tablas co
rrientes pintadas con humo de ocote, la pintura
más barata que tenemos en Méjico. « Llegué a mí
diócesis, dijo en uno de sus últimos días, con un
peso en el bolsillo. M i mayor satisfacción es morir
sin un centavo. Tengan como norma dar mucho
para tener mucho. Con este sistema pude sostener
un seminario de 200 alumnos y socorrer muchas
necesidades ». (Hubo días en que repartió más de
cien pesos de limosna, quedándose él sin un solo
centavo). Había que ver la pobreza de su habita
ción y de su mesa. En el último y largo destierro
de su amada diócesis virió varios años en la Capital
de la República, muchas veces oculto. Pues bien,
para localizar su casa en el pobrísimo barrio donde
vivía, bastaba ver en qué lugar se congregaban los
pobres para esperarlo. « No obstante hacer nacido
de padres adinerados, decía un periódico no cató
lico de esta Capital al dar la noticia de su muerte,
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nunca tuvo amor a las riquezas y, según nos relatan
sus propioa familiares, al recibir una herencia de
un millón de pesos, la dedicó totalmente a obras
de caridad. Otro dato que pone de maniñesto su
amor a la pobreza es el del obsequio que su hermano
Don Prudencio le hiciera el día de su congración.
Gmsistió éste en un pectoral riquísimo que costó
tres mil dólares. El Obispo consideró que era de
masiado para su persona y, previa anuencia del do
nante, lo vendió, distribuyendo el producto en obras
de caridad y adquirió un nuevo crucifiio que le
costó quince pesos, el mismo que usó después y
estrechaba entre sus manos a la hora de la muerte *.
Hubo vez que no tenía lo necesario para poder to
mar un tranvía y se vió forzado a caminar largas
distancias a pie.
Fué un Santo y un gran admirador de Don Bosco.
En sus últimos días, recomendó con insistencia que
los seminaristas en sus conversaciones hablasen de
Nuestro Señor.
Fué Apóstol de la Comunión frecuente ¡ mártir,
diríamos, del Sacramento de la Penitencia-A pesar de
la suspensión de cultos en su probada diócesis, con
taba por millares las comuniones mensuales, hechas
a escondidas. A los Hijos de Don Bosco nos dis
tinguió siempre con su benevolencia paternal. Nunca
le pedimos un favor sin ser solícitamente atendidos.
Es más, no obstante que nunca ha existido casa
salesiana en su diócesis, él mismo se acordaba es
pontáneamente de nosotros, para faTOrecernos de
una o de otra manera. En varias ocasiones tuvimos
la fortuna de que nos predicara los Santos Ejerci
cios, y entonces se podían conocer mejor los cauda
les de santidad y de abnegación que encerraba aquel
corazón. Bastaba oírlo, bastaba escuchar su palabra
llena de unción y de ferv’or para sentirse conmovido
y arrastrado hacia el bien. Con ingenuidad de Santo
narraba en esas ocasiones hechos sorprendentes en
los que el Señor lo había querido actor o, cuando
menos, testigo. Enumerarlos seria imposible... Pero
de su santidad hablan elocuentemente la transfor
mación llevada a cabo en su diócesis durante su
episcopado; las innumerables conversiones, casi dia
rias, que obraba, muchas de ellas de personas que
habían pasado toda la vida apartadas de Dios y que
se negaban a recibir los últimos auxilios, pero que al
llegar el santo Obispo deponían su actitud y se
deshacían en llanto; los numerosos sacerdotes que
formó, forjados en su feiror eucarístico, en su celo
apostólico, en su abnegación a toda prueba, mártires
algunos de la persecución, como el P. Darío Acosta,
asesinado en Vemerux mientras catequizaba a los ni
ños; o bien del trabajo, pues muchos, en la flor de la
edad, han muerto a consecuencia de sus fatigas apos
tólicas; el incontable número de almas que a su escuela
y biyo su ejemplo >nven enamoradas de Jesucristo
Nuestro Señor. Por eso el pueblo cristiano ha
comenzado a gloríhcar en la tierra al que en ella fué
su Padre, Ihistor y Maestro.
Su entierro no fué una nota de duelo, sino un
triunfo, una apoteosis de Santo. El cadá\'cr fué trans
portado a su diócesis. * Al llegar el fúnebre cortejo
a la primera población del Estado de Veracruz,
le esperaba inmensa muchedumbre de Pueblo que
fué aumentando hasta lo increíble en el trayecto.
A veces era materialmente imposible avanzar. Para
recorrer los últimos seis kilómetros que faltaban
para llegar a Jalapa, la Capital, se emplearon más
de dos horas, tanta era la aglomeración. £1 pueblo
lloraba, entonaba los cánticos que el Sr. Obispo
le había enseñado en las misiones; echaba flores
al paso del féretro; quería ver por última vez al
llorado Pastor». Copiamos de otro periódico no
católico: «El camino se vió iluminado en forma
extraordinaria. Cuatro mil católicos con ceras en
cendidas y ramilletes de flores venían escoltando
el coche fúnebre que al llegar frente a la Escuela
Normal Veracruzana se detuvo para que seis se
minaristas cargaran en hombros el severo ataúd.
Una enorme bandera mejicana con la imagen de
la Virgen de Guadalupe encabezaba el destile. Más
de quinientos campesinos lo escoltaban con igual
número de damas y de ancianas. Todos llevaban
ceras encendidas y entonaban cánticos sagrados...
Las calles estaban materialmente pletóricas de fa
milias de todas las clases sociales que vestían de
luto y llorando arrojaban flores al paso del ca
dáver. AI llegar a la Catedral hubo gritos de ] Viva
Cristo Rey! y cánticos sagrados. £ 1 templo fué
incapaz para contener el mundo de gente que
pretendía entrar ». Allí, desde hora temprana, más
de mil niños vestidos de blanco esperaban al que
en vida tanto, tanto los había amado. Los llantos y
las plegarias ahogaban los cánticos litúrgicos. El acto
terminó a las doce de la noche. Su conducción al
cementerio fué un triunfo semejante. Hoy su tumba
es meta de innumerables fíeles.
Los Salesianos, unidos a los fervorosos fíeles de
la diócesis veracruzana en su justo duelo, pedimos a
nuestros amados Cooperadores una oración por el
alma del Santo Obispo, oración que deseamos y espe
ramos acelere el día de su glorificación en la tierra
•con la aureola de la santidad...
Han muerto también en la paz del Señor:
A
r g e n t in a
C
o l o m b ia
- Mendoza. — Elcira M. de Garelli.
(Nariño) - Tumaco. — Manuel S. Be-
nítez.
C o l o m b i a (Santander) - Girón. — Concepción
Rey Vda. de Reyes.
C o l o m b i a (Valle del Cauca) - Ginebra. *— Raquel
T . de Ayalde - Rodolfo Quintero - Rosario de
Victoria - Rita R. de Ocampo - Gregorio Benavides
- Népomuceno Valdés - I.«ónidas Rengifo.
E s t a d o s U n i d o s (California) - Los Angeles. —
Refugio González.
I s l a s F i l i p i n a s - Manila. — Matias Sánchez y
Mijares.
M é j i c o (Michoacán) - Ziritzicuaro. — Victor
Al\‘arado - .\dela González.
M é j i c o (Zacatecas) - J^erez. — El Sr. Cura Párrot»
Don Daniel Márquez hiedina • María Cosme Sán
chez.
C o a aiM o b ació n d« l a a u to r id a d e c le s iá s t ic a . - E s t a b le c im ie n t o T i & d e l a S .E .I . - T u r i a
D ir e c to r re s p o n s a b le : D . G U I D O F A M N I - V i a C o lt o le n c o , 3 3 • T U R I N 109 - U ta lia )
Tesoro Espiritual
Relación d e las Indulgencias Plenarias
q u e lo s C o o p e ra d o re s S a lesia n o s p u e
d en g a n a r e n e l tra n scu rso d e l año.
I . — Una vtz cada dia, elevando a Diof, en
medio del trabcgo y aunque sea sólo meniaJmeníe,
una piadosa invocación cualquiera^ previas las
demás condiciones ordinarias, o sea el estado de
gracia, la confesión y comunión sacramentales
y la visita a alguna iglesia u oratorio público,
rogando por la intención del Soberano Pontífice,
Esta indulgencia del trabajo santificado pue
den ganarla los Cooperadores Salesianos, Hijas
de M. Auxiliadora y sus respectivos alumnos
y ex-alumnos. Si, hallándose en estado de grada,
se sigue repitiendo la misma piadosa invoca
ción, u otra cualquiera durante el trabajo, se
puede ganar, cada vez, una indulgencia parcial
de 400 días.
2 - Un dia de cada mes, el que uno elija.
3 - E/ dia en que se hace el piadoso Ejercicio
Mensual de la Buena Muerte.
^ - E l día que se asiste a la Conferencia
M ensual Salesiana.
S - E l día en que uno inscribe su nombre en la
Pia Unión de Cooperadores Salesianos.
(i - E l dia en que por primera vez se consagra
uno al Sgdo. Corazón de Jesús.
7 - Cada vez que practique los Santos Ejer
cicios Espirituales, de ocho dios.
8 - A la hora de la muerte, con tal que, con
fesado y comulgado o por lo menos arrepentido
de sus pecados, invoque, con los labios o con el co
razón, el nombre sacratísimo de Jesús.
EN CADA UNA
D E L A S S IG U IE N T E S F IE S T A S :
1) M O V IB L E S :
Sagrada Familia (el primer domingo después
de la E p ifa n ía ),
Dolores de la Sma Virgen (El viernes de Pasión).
Domirgp de Ramos.
Pascua de Resurrección.
Ascensión del Señor.
Domingo de Pentecostés.
Fiesta de la Sma Trinidad.
Corpus Ckristi.
1
Fiesta del Sgdo Corazón de Jesús (primer viernes
después dei Corpus).
Fiesta del Sgdo Corazón de Moría (día siguiente
del anterior),
2) FIJA S:
ENERO
1 - Circuncisión del Señor.
2 - Santísimo Nombre de Jesús,
3 - Epifarda. —
18
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25
29
-
Cátedra de San Pedro en Roma.
Desposorios de la Sma Virgen.
Conversión de San Pablo.
Fiesta de San Francisco de Sales.
FEBRERO
2 - Purificación de la_ Sma Virgen.
22 - Cátedra de San Pedro en Antioquia.
MARZO
19 - Fiesta del Patriarca San José.
25 - Anunciación de la Sma Virgen.
MAYO
3 - Invención de la Santa Cruz.
8 - Aparición de San Miguel Arcángel.
11 - Aniversario de la Coronación de María
Auxiliadora.
24 - Fiesta de María Auxiliadora,
JUNIO
24 - Natividad de San Juan Bautista.
29 - Fiesta de San Pedro y San Pablo.
30 - Conmemoración de San Pablo.
JULIO
1 - Preciosa Sangre de Ntro Señor Jesu
cristo.
2 - Visitación de Ntra Señora.
16 - Fiesta de la Virgen del Carmen.
AGOSTO
6 - Transfiguración del Señor.
15 - Asunción de la Sma Virgen.
16 - Fiesta de San Roque.
SETIEMBRE
8
12
14
15
29
-
Natividad de la Sma Virgen.
Dulcísimo Nombre de María.
Exaltación de la Santa Cruz.
Los Siete Dolores de la Sma Virgen.
Dedicación de San M iguel Arcángel.
OCTUBRE
7 - L a Virgen d el Rosario.
II • M aternidad de M aría.
16 - Pureza de M aría.
NOVIEMBRE
21 - Presentación de N tra Señora.
22 - Fiesta de Santa C ecilia.
DlCIEMBRe
8 - Inmaculada Concepción.
25 - N atividad de Jesús.
Para tuciar las antedichas Indulgencias
se requiere, además de las condiciones ordi
narias, que los Socios de la Pía Unión recen
cada día un Padrenuestro, Avemaria y Gloria
con la invocación Sánete Francisce Sa lesi, ora
pro naba, según la intención del Romano Pon
tífice.
I
AMÍÍ30S Y G©Gn>pRAD©REs DE
CQn{riÍ3im d
GOíl
g en eto síd ^ d
a uljimar !os trabajos d e su Santuario d é M a ría A uxiliadora.
-
Fecha
-
1939.01