BS_1937_07

Ficha

Título
BS_1937_07
Descripción
Boletín Salesiano. Julio 1937
extracted text
JULIO 1937

r e v i s t a

d e

l a s

o b r a s

de

d o n

h o s c o

INSCRIBIOS EN LA PÍA OBRA
DEL SAGRADO CORAZÓN DE JE S Ú S
DE ROMA
¿ Quién no conoce la Obra del Sgdo Corazón
de Jesús?
Fué fundada por el Primer Sucesor de San
Juan Bosco, y benignamente aprobada por
S. S. León X III el 30 de junio de 1888.
Con sólo la limosna de una peseta, u otra
moneda equivalente, se adquiere derecho a
participar de todas las oraciones y buenas
obras de la Sociedad Salesiana y a la aplicación
de seis misas, que se celebran todos los días,
a perpetuidad, en nuestra Basílica del Sgdo
Corazón de Jesús de Roma, dos en el altar
mayor, dos en el de M aría Auxiliadora y dos
en el de San José.
Los que se inscriben en la Obra Pía pueden
aplicar el fruto de estas misas a sí mismos, o
a otras personas, vivas o difuntas, y variar la
intención cuantas veces les plazca.
Las limosnas recibidas por este conducto
destíñanse, de modo exclusivo, a promover la
gloria de Dios y los intereses culturales de la

sociedad, acogiendo a niños pobres y abando­
nados, para educarlos cristianamente.
I Quién no contribuirá, pues, con algunos
céntimos, que con tanta facilidad se gastan,
a esta invitación paternal de San Juan Bosco
y de la Iglesia, inspirada en ideales tan nobles
y caritativos ?
I Quién no siente la necesidad de asegurarse
la benevolencia divina, en este mimdo y en el
otro, mediante la aplicación de los méritos
infinitos del Santo Sacrificio del altar?
¿ Quién no tiene almas queridas, vivas o di­
funtas, a quienes obsequiar con tan espléndido
regalo espiritual ?
N o tardéis en pedir Hojas de suscripción.
R ector M a y o r de los S alesianos .

Cottolengo 32 - Turín (109) (Italia).
Las limosnas pueden enviarse a l mismo Rector
M ayor o directamente a nuestra casa de Roma. Ospizio Sacro Cuore - Via Marsala, 42.

Normas para los corresponsales de Boletín Salesiano
I.
— Recibimos siempre con agradecirpiento cuantas informaciones se nos quieran enviar,
que, de algún modo, pueden interesar a las Obras Salesianas. Aunque todas evidentemente no
podrán ser publicadas, servirán para enriquecer el Archivo de nuestra Casa Madre.
2.
— Las croniquillas de fiestas o acontecimientos de especial importancia deberán ser breves,
se evitarán en ellas repeticiones y detalles innecesarios, y, de ser posible, se escribirán a máquina
con líneas bien espaciadas.
3.
— Salvo rarísimas excepciones, la Revista no publica poesías ni trabajos ajenos a la Obra
Salesiana. No inserta el nombre de los autores ni devuelve originales.
4 * — Siendo, de hecho, nuestro Boletín una Revista ilustrada, rogamos encarecidamente el
enyío de buenas y luminosas fotografías. Hoy, un simple grabado dice a veces más que una cró­
nica, y, cuando acompaña a ésta, la avalora de modo e.xtraordinario. Aviven pues su celo nuestros
corresponsales, quienes deben saber a este respecto que de los diarios ilustrados que d m envían
no es posible reproducir ningún grabado.

5. — A los que tienen la bondad de remitimos gracias o necrologías hemos de asegurarles
que, de l l ^ r a nuestro poder, más tarde o más temprano las verán publicadas. Si a veces aparece
sólo el nombre, es, o porque no recibimos otra cosa, o porque a última hora nos viene a faltar
espacio, o porque la relación carece de especial interés.

REVISTA DE
LA S O B R A S D E
DON

BOSCO

REDACCION

V

BOLETIN
SALESIANO

ADMI NISTRACI ON:

VI A

COTTOLENGO.

32

-

TURIN

AAo LII ‘ Número ^

JU L IO
(

i oq )

1937

- ITALIA

SUMARIO: El deber de la limosna. - Las grandes fiestas de Maria Auxiliadora en la Casa Madre. • La Obra
de Don Basco en España y América: La Coruña. En honor de Domingo Savio - Pasto. Triunfos de S. J. Bosco •
Perú. La Granja Escuela de Yucay - Montevideo. La Cruzada de los Mil. - Gacetillas Salesianas: Nuevo obispo
ex alumno - El ¡Viva D. Bosco! de Mussolini. • El Pailre Salesiano Soukoup y la flora peruana • Homenaje a
un cooperador salesiano. • De nuestras Misiones: Assam. Triunfo Eucaristico en Tezpur - Tokio. Las Asocia­
ciones deportivas como instrumento de apostolado misionero. - Impresiones de la revolución espaftola. •
Crónica de gracias. - Necrologias.

EL DEBER DE LA L I M O S N A
(Conclusión).
Con ocasión del Centenario de! nacimiento
del Siervo de Dios M iguel Rúa; conmemorado
el mes anterior, repasando nosotros hechos y
documentos de su largo y fecundo Rectorado,
tropezamos con un opusculito impreso en
Sevilla, el año de 1900, que lleva este título;
« Sevilla al Sucesor de Don Bosco ».
El opusculito contiene las poesías y discur­
sos que se declamaron en la gran Velada-ho­
menaje dedicada al SieiT’O de Dios, en su me­
morable visita a aquella ciudad.
Merece una mención especial aquel home­
naje.
El santo Cardenal Spínola, panegirista exi­
mio de Don Bosco y amigo personal suyo,
cuya causa de beatificación está también in­
coada, quiso, no sólo dar al acto mayor calor
y solemnidad con su asistencia personal, sino
proporcionarle uno de los marcos más aristo­
cráticos que cabe imaginar, cediendo el gran­
dioso salón de Santo Tom ás de su propio
palacio arzobispal.
D e aquella gran fiesta de cariño y de cul­
tura, celebrada el 3 de abril de 1899, nosotros,
que tuvimos la fortuna de asistir a ella, pode­
mos asegurar que, con haber sido tantas las
demostraciones grandiosas recibidas en aquel
riaje triunfal por el Primer Sucesor de Don
Bosco, ninguna alcanzó un éxito tan clamo­
roso y definitivo.
Basta decir que el que regía entonces la
Casa Salesiana de la capital de Andalucía era
Don Pedro Ricaldone, nuestro actual Rector
.'iayor, y que fu é él, joven a la sazón de 28 años.

el organizador y animador de equellos festejos,
consiguiendo poner al rojo vivo el entusiasmo
del buen pueblo sevillano, en cuya alrta se
había adentrado como dueño y señor, y agru­
pando en tom o del amado Superior la flor del
talento y de la nobleza: oradores tan magníficos

145

V
como Sánchez de Castro y el Magistral Roca
y Ponsa, cuya reputación era indiscutida en
toda España; poetas como Montoto y M uñoz
y Pabón, que hoy figuran en las Antologías
entre los buenos ingenios del último tercio del
siglo X IX , músicos tan distinguidos como Insausti, García del Busto y la arpista López
Meyer.
Esta grata reminiscencia, ya tan lejana,
encajada en un artículo que trata del deber de
la limosna, podrá parecer inoportuna o cuando
menos intempestiva, pero no lo es.
Aparte de que bastaría el Centenario que
estamos conmemorando para justificar la revi­
vificación de un triunfo que revela hasta qué
punto se distinguía y veneraba, aun fuera de
Italia, al Primer sucesor de Don Bosco, hay
en aquellos magistrales discursos entonces pro­
nunciados enseñanzas tan luminosas y cate­
góricas, respecto del deber cristiano de la
caridad, que no podemos resistir a la tentación
de exhumarlas, y hay además clarividencias tan
manifiestas, que ha bastado una historia densa
y trágica de sólo cuarenta años para darles el
valor de profecías.
D e los dos discursos que figuran en la Co­
lección reproduciremos los párrafos que más
hacen a nuestro caso:

L a c a r id a d d e D o n B o s c o , la z o
u n ió n e n tr e p o b r e s y r ic o s .

de

< La sociedad humana es algo más que un
conjunto de cálculos matemáticos, de máqui­
nas y de carbón, de caminos suaves, de calles
alineadas y de palacios magníficos. En los
sepulcros blanqueados, bajo los bellos mármoles
de Carrara puestos por el arte en el cementerio
de Génova, fermentan los gusanos de la corrup­
ción. Los cómodos trenes, las ricas telas, las
músicas y las zambras no sir\-cn para aquietar
li>s vaivenes de! espíritu, ni en los lechos de
plumas desaparece el insomnio del remordi­
miento. A las puertas de Epulón está Lázaro,
está el pueblo degradado cuyas llagas lamen
hoy perros rabiosos para envenenárselas. Si la
fuerza estimulada por el interés, guiada por la
inteligencia y multiplicada por el dinero puede
transportar grandes trasatlánticos y perforar
los Alpes, nada puede para mover y penetrar
el corazón humano más pesado y más duro
que el acero y el granito, e insensible a todo
menos a la vibración rítmica del amor di­
vino.
• Eso es lo que aprendió D o n Bosco en el

146

regazo materno; esé es el principio y ese el se­
creto de la vitalidad de su obra. ¿Cómo no re­
cordar la fecha del nacimiento de este humilde
protector de los pobres? F u é la misma, o mejor,
dos meses después de la batalla de Waterlóo.
En Waterlóo se oscureció el coloso del siglo
para ir a morir en el destierro de Santa Elena,
y en los rastrojos de un hogar casi de mendigos
prendía el alma de Don Bosco para elevarse
hasta la inmortalidad del cielo.
» Nada queda de la efímera gloria de Napo­
león, mientras que la obra de Don Bosco se
extiende ya por todo el mundo entre las ben­
diciones universales. Sublime fué el. grito que
resonó en Waterlóo “ jla guardia muere pero no
se rinde!” , pero es más sublime sin compa­
ración el grito del alma de Margarita Ochiena
pidiendo la bendición de Dios para el fruto
de sus entrañas y guiándole por la senda del
bien. ¡El amor de una madre cristiana! ¡esa
sí qu e.es guardia imperial! La de Waterlóo
no se rinde pero muere; y esa otra guardia
que Dios ha puesto en el corazón de la mujer
piadosa no sabe rendirse ni puede morir ja­
más B.

Entre ricos y pobres han abierto un abismo,
en el siglo actual, la dureza de unos y las am­
biciones de todos. .Aleccionadas las turbas
hambrientas por una nueva generación de bur­
gueses que se enriqueció despojando a la Igle­
sia de sus bienes, no pueden estrecharse ami­
gablemente la mano callosa y sucia del obrero
y la pulida y perfumada del aristócrata de nuevo
cuño. Con el contacto yo no sé cuál de ellas
se mancha; ¡quizá las dos!... Es preciso pués
que entre estas manos que no pueden juntarse
estén las del sacerdote católico ungidas con
el óleo santo de la consagración: y a eso ha
venido Don Bosco: a formar la fraternidad de
pobres y ricos llevando a unos de una mano y
a otros de otra, y realizando con la derecha el
milagro de la multiplicación de las avellanas
V con la izquierda el más admirable de la mul­
tiplicación de las limosnas ».

£1 e s p ír it u d e D o n B o s c o p u e d e r e d i ­
m i r a l p u e b lo y r e s o lv e r la c u e s tió n
s o c ia l.
t ¡ Pueblo, despierta! — exclamaba Lamennais — esclavos, levantaos, romped vuestras
cadenas... ¿ Queréis que algún día digan vues-

a la raíz del mal, es alcanzar de un golpe la
tros hijos “ Nuestros padres fueron más viles
espiritualización de los grandes y el socorro
que los esclavos romanos porque no se en­
de los pequeños.
contró en ellos un solo Espartaco?” . ¡Ah! no,
)>H e aquí porque los ricos necesitan tanto
no es Espartaco el que tiene que surgir; no
de Don Bosco como los pobres. Necesitan
es un gladiador seguido de esclavos que ensan­
aprender que los bienes que poseen son de
grienten las calles de Roma, es Don Bosco,
Dios, que el acumularlos no es un fin, que es
seguido de sus salesianos y cooperadores, el
preciso que de ellos se desprendan para bien
hombre que la Providencia suscita para le­
de sus semejantes necesitados y que, si el po­
vantar e) pueblo abyecto y redimir a los escla­
bre necesita del rico para vivir, el rico nece­
vos de la civilización; es Don Bosco, que no
lleva en la mente estudios de sabiduría excep­
sita del pobre para salvarse.
» Enseñar el desprendimiento, hacerlo sua­
cional sino sólo fe humilde y sincera: es Don
vemente obligatorio, constituirlo en un estado
Bosco, que no lleva en el alma odios de clases
por medio de la cooperación salesiana, es
sino sólo amor, el Espíritu de Dios que una
obligar a la riqueza a que rinda tributo a Cristo
vez más renovará la faz de la tierra: es Don
Bosco, en fin, que no lleva en las manos la
y a loS' ricos a que se acuerden del cielo. Es
tea incendiaria sino sólo la bendita imagen
en fin regenerarlos. Es además asociarlos a su
de M ana Auxiliadora,
obra, hacerlos partícipes de su mérito, de su
» Que esperen, que esperen un momento los
gloria y del inmenso bien que por sus hijos
esclavos; D on Bosco los cobijará para darles
se realiza. Así, con una sola obra, Don Bosco
libertad. Sin protectores de ningún género,
salva al obrero y salva a los ricos; a todos los
sin meetings ruidosos, sin folletos de propa­
glorifica, a todos los redime.
ganda, sin capital alguno edificará para ellos
MPero más importante aún que todo esto,
un palacio, y luego otro, y luego m il; les pro­
era poner en íntimo contacto a pobres y ricos,
veerá de un magisterio que los aleccione y
ya que el positivismo anárquico y la anarquía
fundará una Internacional que los proteja...
positivista hanse esforzado con actividad dia­
y ya no habrá latitud donde no se eleve la
bólica en abrir un abismo insondable entre
bendita imagén de María Auxiliadora sobre
ambas clases, materializando el corazón del
un taller convertido en altar, o donde no se
rico para que no viera en el pobre sino materia
escuchen, con el hen,dr de la fragua y el estri­
explotable y envenenando el corazón del pobre
dente ruido de la sierra, las argentinas voces
para que, esclavizado por la envidia y el en­
de los obreros salesianos que cantan con la
cono, odiara con odio de muerte al que pose­
alegría de los pájaros cuando en sus bosques
yera algo en propiedad.
obscuros penetran los rayos de la aurora ».
■■ Modificados los corazones . de unos y
otros, sólo faltaba establecer entre ellos una
corriente de simpatía, llenar el abismo de
P o r q u é fu é c r e a d a la P ía U n ió n d e
separación, allanar el breve trecho que les
separaba, y arrojar, en nombre de Cristo, a
loT c o o p e r a d o r e s s a le s ia n o s .
los ricos en brazos de los pobres y a los pobres
en brazos de los ricos.
f .\nte todo, es un cuerpo de auxiliares que
^ ¡O h, santa caridad de Nuestro Señor Je­
dan su dinero, su influencia y sus conocimientos
sucristo, cuán hermosa y fecunda eres! So!
para contribuir a la obra de la regeneración del
que a todos en>-uelve con sus resplandores y
obrero. Son la providencia terrenal de los salea todos con suaWsimo calor vivifica; arco iris
sianos, la representación .de la mano protectora
de bellísima y consoladora esperanza que,
de Dios.
apoyando sus extremos en los ricos y en los
El mal de las clases directoras, sí son ca­
pobres,
se eleva hasta el cielo, juntando al gé­
pitalistas, está en una ambición desmedida de
nero humano entre sí y uniéndolo estrecha­
riquezas; si políticas, en una ambición sin
mente con D ios; fuerza eficacísima que con
fondo y sin orillas de influencia y poder; si
indecible blandura allana collados, eleva valles,
científicas, en un ardor por la gloria humana
endereza caminos torcidos, siembra de flores la
que no se apaga ni extingue con ningún género
senda de la vida, regenera las almas y derrama,
de homenajes. Conseguir que el rico sea ge­
mejor que la abundancia del paganismo, trida
neroso, que el hombre influyente se consagre
clase de bienes sobre los mortales. ¡Bendita
ai obrero y que el sabio se convierta en cate­
sea la caridad 1
quista, es poner el dedo en la llaga, el remedio
H 7

Las grandes fiesías de María Auxiliadora
en la Casa Madre,
Dias azules.

confesores vense siempre asediados, en tanto
que romeros y peregrinos llegados de todas
L a solemnidad de María Auxiliadora es la
partes, no habiendo logrado aún acoipodo en
que más sugestiona al vecindario de Turín,
el' templo, convierten en salas de espera
y la que más almas moviliza, tanto en la ciudad
todas las habitaciones susceptibles de ofrecer
como en los demás pueblos del Piamonte.
una mínima comodidad.
Desde la víspera, miles de peregrinos acu­
A las 10 celébrase el solemnísimo Pontifical,
den de todos ellos al Santuario a postrarse
que oficia el Emmo Cardenal Fossati, en
ante la Virgen taumaturga, pasándose horas
medio de un fausto grandioso y de una impo­
enteras en dulce y sabroso éxtasis, aunque
nente asistencia de clero. Poderosos altopar­
tengan que estar apretujadas de modo inve­
lantes transportan a grandes distancias los
rosímil.
recitados y cantos litúrgicos, y las sobrehuma­
El cielo, como si quisiera quitamos el mal
nas polifonías de nuestra incomparable Schola
sabor de boca que la lluvia dejara años an­
Cantorum, así como el precioso panegírico del
teriores, nos ha ser\-ido este año unos mara­
sacerdote Angresani, sobremanera culto y
villosos días azules, y sin que en ti firmamento
piadoso y lleno de sublime arrebato.
apareciera la menor borrosidad, base visto flo­
Terminado el Pontifical a la hora en que
tar en él continuamente el manto purísimo de
muchos hogares suelen tener ya puesta la mesa,
la Inmaculada.
prodúcense en el templo grandes vacíos que
Al terminar la última función del domingo,
llenan en el acto otras masas humanas estacio­
23, el área soberbia de la regular y magnífica
nadas en la puerta, que ya almorzaron, o lo
plaza que se abre frente al Santuario era un vas­
harán mas tarde, o que tal vez han renunciado
tísimo trigal de cabezas humanas, fijas todas las
a hacerlo, y la congestión de la Basílica sigue
miradas en el Palacio de María, en un silen­
manteniéndose en su grado máximo.
cio cuajado de expectación. A las nueve de la
Y dan las 3 de la tarde y se cantan las prinoche, un grito admirativo y un fragor de aplau­
mera.s Vísperas, luego otras a las 4,30 y otras a
sos anunciaban el aparecer de las luminarias
las 6,30; todas solemnísimas, todas predicadas,
tradicionales. Cúpulas y cupulinos, columnas,
mientras en patios y galerías vase organizando
cornisamentos, aparecen de pronto proyectados
la procesión a la que concurren diez mil per­
sobre el espacio azul por vivísimas constela­
sonas: Instituciones y Congregaciones reli­
ciones eléctricas; toda la masa del templo se
giosas de ambos sexos y todos los Colegios y
ilumina y retulgc. a manera de joya colosal
Oratorios Salesianos y Casas de las Hijas de
cuyos diamantes, nibícs y esmeraldas estuvie­
María .Auxiliadora que hay en Turín.
sen en ignición.
Angelitos que parecen auténticos, y que
Et\ el Santuario se inicia, en seguida, la vela
uno se hace la ilusión a cada momento de que
nocturna, en la que los fieles se renuevan difí­
irán a levantar el vuelo, siembran de flores
cilmente por la casi imposibilidad de romper
las calles que ha de recorrer la Virgen. Largas
la masa humana. A media noche empiezan las
teorias de niños y niñas de Primera Comunión
misas, y siguen cclebrándo.se sin interrupción,
Ileran con ostensible gozo las vestiduras cán­
hasta las 12 del día 24, no sólo en la Basí­
didas de su inocencia. Son imponentes las
lica, sino en todos los locales (y son muchos)
falanges de la Juventud Católica, obrerista,
del Oratorio donde hay un altar consagrado.
escolar, universitaria, y las representaciones
Hasta en las nuevas obras de anipliación,
de Padres y Madres de familia católicos con
cuyos trabajos de decorado no han hecho más
sus Juntas de gobierno; y todos desfilan can­
que empezar, hubo que colocar un ara y un
tando o rezando; todos llevan su bandera a
altavoz.
la cabeza de la agrupación; son 200 banderas
Docenas de confesionarios, ocasionalmente
que lucen desplegados al sol los tres colores
instalados en capillas y salones, ofrecen co­
simbólicos de la Patria Italiana cariñosamente
modidad a las almas para adquirir, o purificar
abrazada a su religión tradicional.
más y más, la ve.stidura de la gracia y presen­
Después, el clero en largas filas que no aca­
tarse luego al Banquete Eucarístico, y los
ban nunca; monaguillos, teólogos de la Cro14 S

i

cetta, sacerdotes y Párrocos y Superiores re­
ligiosos que han venido a tomar parte en este
general plebiscito de amor a la Virgen de Don
Bosco. Las bandas de música rompen, de tre­
cho en trech o ,. el gigantesco rosario humano
para acompañar los cantos, sostener el ritmo de
la marcha, anmentar la animación del cortejo.
Presiden el Capítulo Superior Salesiano,
varios Sres Obispos y su Eminencia el Sr. Car­
denal, cerrando la Procesión la carroza de la
Patrona esplendente de oros y de luces, y
literalmente cubierta de vistosísimas flores
recién cortadas. Destrás va, como atraída por
imán irresistible, una muchedumbre enorme
de pueblo y grandes grupos de peregrinos.
Este maravilloso desfile, prodigio de orden,
de entusiasmo y de piedad mariana, discurre
continuamente entre muros compactos de
personas que, al pasar la sagrada imagen,
rezan y se persignan, y que no cabiendo en las
anchas avenidas turinesas, se arraciman en los
balcones, polícromos de colgaduras y esplen­
dorosos de luminarias. A l regresar la Virgen a
su templo por la calle Cottolengo, los inmensos
edificios de la Piccola C a si aparecen engala­
nados, y por sus anchas puertas salen a pos­
trarse ante la Madre de las misericordias grupos
de enfermos y lisiados de todas clases, poniendo
un paño de emoción en los ojos de los que los

contemplan. L o mismo hacen las refugiadas
del Instituto Barolo, y unos y otras reciben la
doble bendición de la Sma Virgen y del
Sr. Cardenal.
Finalmente, al cabo de dos largas horas de ho­
menajes apoteósicos, vuelve María Auxiliadora
a su Basílica, en medio de un fervor indescripti­
ble que se deshace en vítores y aplausos y en
vivo frenesí de músicas y cantos. Cada uno de
los grupos que, al llegar, han ido remansándose
frente a la fachada y en tomo al monumento de
Don Bosco, entona a la Reina su canción fa­
vorita; todos gritan, ninguno amaina; cientos
de modulaciones diversas y a veces contrarias
se cruzan con otras cien, chocan, se elevan,
se embisten, pero saben al fin armonizarse
de tal manera que de su conjunto resulta un
contrapunto sublime, una melodía inverosímil
que pone en tensión las fibras del alma y que
ningún músico, por grande que sea, sabría
interpretar y mucho menos reproducir.
Una doble Bendición Eucarística, primero
en el altar y luego en la plaza, ante 30.000
personas en ella congregadas, es el último
latido de esta gran corazonada de amor, la
última estrofa de este poema divino y eterno
que San Juan Bosco rimó en honor de su
Virgen y que sus hijos recitan todos los años
con sin igual cariño, en Turfn y en el mundo.

Recuerdo de la ▼ieita Que Don Rúa hizo a E»pa&a en i899*
Rodeante ex alumno» de Barcelona, mucho» de lo» cuales habían conocido a Don Bosco.
I

i

149

LA OBRA DE DON BO SCO EN
ESPAÑA Y AMÉRICA
Relaciones enviadas al Rector Mayor.

E SP A Ñ A - L a C oru ñ a. —
D o m in g o Savío.

E n h on or de

Con éxito superior al esperado celebró
nuestro « Círculo Domingo Savio n, en su se­
gundo año de vida, la fiesta de su Titular. El
programa, magnífico en su contenido, se cum­
plió a la letra.
Tres días de preparación religiosa con admi­
rables conferencias, expuestas con sabia y
gráfica expresión por el P. Marcelino Talavera,
y la dolorosísima Vía del Calvario por todos,
seguida mentalmente y con unción, caldearon
los ánimos y los predispusieron para el día
ansiado.
Aquel día la Capilla presentaba el aspecto
de las grandes solemnidades. El altar mayor,
desnudo desde el comienzo de la severa cua­
resma, recobró su esplendor y vistió sus
mejores galas, gracias a sus abnegadas camareras.
Los Ex alumnos asistían en corporación con
su magnífica bandera. A las ocho y media co­
mienza el Santo Sacrificio que es seguido por
todos con gran recogimiento. La iglesia está
llena, y bellas e inspiradas melodías eucaristicas de Irruarizaga, Gálvez y i^Iagri, invitan
a la Sagrada Mesa. Ninguno de los presentes
falta a ella. Los socios del Círculo cumplen
devotamente con el precepto pascual. U n solo
sentimiento existe y es alcanzar del Altísimo
la pronta glorificación de nuestro Venerable y
simpático Patrono.
A las diez y media. Oficio Solemne, a gran
orquesta, cantando con admirable competencia
la Escolanía del Colegio alternándose con la
masa coral de los alumnos. A la elevación, el
Himno Nacional nos hace postrar en tierra
e implorar, en momentos tan solemnes, la pro­
tección divina sobre la Patria. Como fin del
acto religioso, surge de todos los pechos, gran­
dioso y potente, el himno al futuro santo, que
nos recuerda el lema sublime que le ha santifi­
cado. ■ .\ntes morir que pecar».
Entre los demás números del programa
merecen destacarse: la inauguración del nuevo
mobiliario del local, el desa\*uno-obsequio a
los alumnos del Colegio, los actos fraternales
habidos en el comedor, donde a la vez que se
confortaron los cuerpos se expansionaron los
espíritus en sana alegría, y la grandiosa velada
en que una vez más se pusieron de mani­
15 0

fiesto los elementos valiosos con* que cuenta
esta Asociación juvenil, de reciente furtdación.
Los artistas del drama « El secreto de la Con­
fesión » lo hicieron sentir tan hondo que las
lágrimas se mezclaron con los aplausos. Y
por último, «Lirio Temprano», zarzuela del
P. Alcántara sobre la vida del Santo, puso
el broche de oro a la fiesta.
C O L O M B IA - Pasto. — T r iu nfos d e San
Juan B osco.
Pasto, la simpática ciudad edificada en el
risueño Valle de Atriz, que tiene como centi­
nela al milenario volcán Galeras y alrededor
21 aldeas de indígenas, cada una con su res­
pectiva iglesia, acaba de dar nuevo testimonio
de acendrado amor a San Juan Bosco, cele­
brando con extraordinaria pompa y esplendor
su fiesta, el 31 de enero, precedida de una
fervorosa novena.
Todas las clases sociales se dieron cita,
coadyuvando en forma eficaz a fin de que los
cultos resultaran dignos del Santo. Numerosos
cartelones de devotos agradecidos pregonaban
junto al altar — el primero que se dedicó en
América a Don Bosco después de su canonición — , las bondades del Taufnaturgo del si­
glo X IX . En todos los hogares se conserva
con gran veneración la imagen del Santo
protector de Pasto.
En los cultos oficiaron y predicaron miem­
bros de todas las comunidades religiosas que
hay en la ciudad, pudiéndose decir con toda
verdad que la fiesta de Don Bosco es la más
solemne en todo el año.
Trasladada procesionalmente la imagen y
reliquia a la Catedral, el 21 de enero, al siguiente
día se dió principio a la novena.
En las 40 Horas de los días 28, 29 y 30, pre­
dicaron con santa unción los RR. PP. Tarcisio
de Sapuyes, capuchino, Roberto Martínez, S. J.
y el M . I. señor Canónigo D r. Peregrino
Santacruz, oratoriano, quienes presentaron a
Don Bosco como consumado maestro en la
solución real y eficiente de la llamada cuestión
social y tuvieron frases encomiásticas para los
Salesianos por su constante y tesonera labor
en pro de las clases desheredadas.
L a magnificencia desplegada en la Misa

i


Pontifical hace pequeña toda ponderación y
la concurrencia de fieles fué tal, que no había
materialmente un solo lugar desocupado en
el espacioso templo. L a inauguración de la
espléndida iluminación eléctrica del nuevo
dínamo de la Curia Diocesana convirtió la
Catedral en un pedazo de cielo.
El panegírico pronunciado por el señor
Rector del Seminario, R. P. Marcos Gelves,
eudista, fué un tejido de alabanzas a Don
Bosco « gloria de la humanidad, quien no sólo
supo honrar y llevar con dignidad esa sotana
tan odiada de los enemigos de la Iglesia, sino
que supo extenderla para amparar con ella a
los niños pobres, a'los obreros, a los enfermos
y a los desvalidos». El insigne orador retó a
los impíos a que ellos presentaran hombres
benefactores de la humanidad, de la talla de
un S. Juan Bosco y de un S. Vicente de Paul.
Por expresa disposición de Mons. Diego
María Gómez, se hizo la consagración de los
niños y centros catequistas a Don Bosco; se
bendijeron los estandartes de los varios cen­
tros y a continuación se verificó, por las calles
de la ciudad, una imponente procesión con la
imagen del Santo, formando un golpe de
vista encantador los numerosos estandartes y
banderas que portaban los niños, los cuales, en
número de más de 3.000, aclamaban a Don
Bosco. Monseñor Gómez, en unión del Clero
y del Seminario, se dignó presidir la procesión
hasta que fué dejada la imagen en la Con­
catedral.
En la tarde del día de Ja fiesta, con igual*
concurrencia, se verificaron los cultos, que cerró
con broche de oro el panegírico del gran ora­
dor sagrado Pbro. Dr. Teófilo Albán.
PERU* — E n la G ra n ja -E scu e la Salesiana
d e Y u ca y .
Para honor y aliento de esta magna Insti­
tución benéfico-cultural, reproducimos el in­
forme dado por el Visitador Inspector de las
Escuelas Fiscales de la República Peniana, en
su visita oficial girada el 18 de diciembre del
pasado año. Dice así:
En mi visita efectuada, en el día de la
fecha, a la Granja Escuela Salesiana de Yucay,
experimentado satisfacción profunda «im ­
probando la excelencia de su organización, el
celo y competencia singulares del Padre D i­
rector, de los Padres que colaboran con él en
los diversos aspectos de la Escuela y de los
Pr.^fesores que cumplen su misión en calidad
de subordinados. Y mi satisfacción ha sido
mayor aún al comprobar el aprovechamiento

i

de los alumnos, quienes no sólo egresan tn
posesión de un oficio y de capacidad para la
aplicación de métodos modernos en el cultivo
de la tierra y crianza de animales, sino que,
en virtud del ambiente en que se educan,
obtienen un nivel cultural que implica una
superación mental efectiva. Siendo de advertir
que su influencia sobre su medio de origen

Pasto (Colombia). - 8. Juan Bosco en la catedral.

sería aún más eficaz, siempre que se realizara
una acción complementaria referida al ambiente
donde ha de actuar el indígena superado por
la acción eficiente de la G ranja».
1% de diciembre de 1936.
C arlos A qüiles H errera .

U R U G U A Y - M on tevideo. — L a C ru zada
d e los M il. - 1.146 niñ os p obres en el
Santuario de V illa Colón.
Las avenidas de Colón se despertaron a los
bullangueros gritos de: ¡ Viva Cristo R ey! De
los cuatro puntos cardinales de la parroquia
venían, cargados de almas puras y alegres, los
pesados camiones, dejando tan preciosa carga
frente al Santuario para volverse por los ca­
minos vecinales y recoger más niños que, des­
de temprano, aguardaban en los lugares de
concentración. Banderas, carteles y discos
anunciaban el día final de la Cruzada de los

M il. Con los catequistas a la cabeza, largas
filas de niños entrabaji en el Santuario, api­
ñándose en los bancos y en los rincones y lle­
nándolo todo; altares, sacristía, coro.
L o s CANILLITAS DE COLON... ¡ A dELANTe ! —

Con su fajo de diarios bajo el brazo pasaron
con aire de satisfacción los treinta y dos ca­
nillitas de Colón, Sayago y Villa Colón (lla­
man en Montevideo "canillitas” a los niños
que venden los diarios). Su puesto era el de
honor, en el presbiterio, cerca del Celebrante,
cerca de María Auxiliadora, « la Virgen de
los Canillitas ».
¡Con qué devoción, con qué fervor se conilujeron estos simpáticos hijos predilectos del
Oratorio Festivo!
L a m isa . — Hacerles entender el Divino
Misterio del Santo Sacrificio, mientras se está
efectuando, no es cosa fácil. No lo es tampoco
emocionar el alma aún no preparada de! niño
para que participe de las sublimes ceremonias
de la Liturgia. D e ahí la explicación « sui
g'éneris » que es necesario hacerle al niño para
que viva el momento sublime del altar. Y eso
fué lo admirable en aquella reunión de más
de mil niños que seguían atónitos el significado
de las ceremonias. .
Llegado el momento de la comunión, como
que era imposible que pudieran moverse de
sus sitios en la iglesia, Jesús Hostia fué llevado
por los sacerdotes a los rincones, a las ban­
cos, a los altares y allí los niños recibían a
Cristo.
Lágrimas de emoción asomaron a nuestros
ojos al oir la primera acción de gracias de
aquellos niños. Gritaban: ¡Jesús, Dios de los
niños pobres, quédate entre nosotros. Jesús,
Dios de los Canillitas, ten cuidado de nuestras
pobres almhs expuestas a tantos peligros.
Consér\-anos puros y líbranos de los que nos
quieren engañar abusando de nuestra pobreza...
¡Jesús, los niñas pobres y los canillitas te aman
mucho... mucho!
Se intensificó la oración cuando comenzaton a
rc/ar por .sus catequistas, por aquellos otros ni­
ños apóstoles, que hacía dos meses, los reunían
en pobres casas o en ricas mansiones para ense­
ñarles el catecismo, y se les oía clamar: Jesús,
que estos niños compañeros nuestros, que nos
enseñaron el catecismo, aprendan a amarte a tí
en la persona del pt>bre... que tengan perse­
verancia en esta obra de salvación.
D espués de la co m id a del a l m a , la del
CUERPO. — Aquellos mismos niños apóstoles

que les habían preparado a recibir el alimento
espiritual se encargaron luego de servirles el
H2

alimento, del cuerpo; con sus propias manos
les habían preparado tres mil « refuerzos »,
hasta las altas horas de la noche habían es­
tado abriendo • panecinos y- rellenándolos con
trozos de «paté» y de «comed beef» obsequio
de los frigoríficos « Anglo » y « Swift ».
Muchos, tiritando de frío, hincaban el diente
en aquel pan con las mismas ansias con que
habían comido sus almas las Carnes Divinas
en la Sagrada Comunión, y luego, de manos
de damas y señoritas caritativas, recibió cada
uno una bolsa repleta de comestibles. Los
que presenciaron la emoción de la mayoría
de aquellos niños, que no podían andar con
aquella bolsa, casi tan grande como ellos, no
olvidarán nunca aquella mañana...
Qué ES « EL DIA d e l KILO ». — Las grandes
obras, de redención del obrero nunca se rear
fizarán con grandes capitales, ni contando en
general con los grandes capitalistas. A l obrero
y al pobre habrá que redimirlo por medio del
mismo obrero y del pobre. Estos están espe­
cialmente capacitados para comprender sus nece údades, porque las sienten en carne propia.
El 25 de Junio había sido señalado para la
Cm zada de los M il, con el nombre de « Día
del K ilo ». En ese día, cada niño va al almacén
y, con los ahorros que hizo durante la .semana,
no comprando caramelos o no comprando un
nuevo cuaderno a fuerza de conservar el
viejo, o ahorrando en fin el dinero que ma­
lamente iba a gastar en el cine, adquiere un
Jdlo de come.ítibles y lo deposita en la bolsa de
un pobre, pidiéndole que niegue por él o su­
frague el alma de sus padres... ¡Y pensar
que vienen a traer su " quilito » muchos niños
que tres días después pasarán ellos también a
buscar su bolsa! ¡El óbolo de la Viuda!
A nécdotas . — U n pupilo del Colegio Pío
no tiene dinero en ese momento.
Corre al estudio, contempla el paquete de
yerba y azúcar que él utiliza todas las tardes
para tomar mate, y va y lo deposita en la
bolsa del niño pobre.
u No tengo dinero... pero lo que tengo esto
te doy ».
Los hermanos V... son hijos de unos pobres
hortelanos que desde las 6 de la mañana re­
parten la leche al vecindario. El padre les suele
dar algunos céntimos los domingos, que cui­
dadosamente guardan en su alcancía. El día
del kilo, traen unos paquetes y dejan en la
bolsa del pobre todos sus ahorros.
Sería interminable leer las interesantes de­
claraciones de cada niño al depositar el kilo
de comestibles, fruto de sus privaciones, y en

esto consiste la verdadera caridad cristiana:
dar, sacándoselo de la boca, porque dar lo
que sobra, lo que se va a tirar, no es caridad
perfecta.
U n a tarde de oratorio salesiano . — En
el patio del Colegio Pío la banda popular de
Villa Colón da una retreta. De los centros ca­
tequísticos parten nuevamente los camiones
repletos de niños alegres que gritan a voz en
cuello ¡Viva Cristo Rey! ¡Viva San Juan Bosco!
Llegan a las puertas y pelotones de niños se
precipitan a tierra.
A las dos de la tarde había reunidos 1.146.
Hubo catecismo como siempre. Unos avisos
para consen^ar ordtn a la salida. Cánticos.
L a bendición con S. D. M . Vino luego el
teatro y se rifaron once pelotas de fútbol, un
corderito negro, el más simpático corderillo
de nuestros campos.
Se rifaron además riquísimas tortas, pelotas
de todos los tamaños, etc.... Luego el conjunto
artístico Mons. Stella hizo las delicias de la
i' botijada ». A las 6 comenzó la dispersión
de aquellos felices niños. Ocho camiones atesta­
dos partían... y se perdían en los solitarios
caminos de Colón, de Conciliación, de Sayago,
de Peñarol, de la Tablada. Los niños partían
con la dulce sensación de aquel día feliz, pasado
en el oratorio salesiano al lado de Don Bosco
y de María Auxiliadora.

Perú. - Un padre indígena en medio de sus dos
hl{08. Ei de la izquierda ha terminado su aprendizaie.

Perú. - Indigenas que han terminado este año su aprendizaie en nuestra Escuela aerícola de Yucar.

15 3

1.

GACETILLAS

SALESIANAS
ha querido premiar el talento y virtudes de un alma
selecta, apostólica, llena de optimismos, adornada con
el brillo siempre antiguo y siempre nuevo de la caridad
hacia el prójimo, especialmente hacia el pobre y el
indigente.
I os ex alumnos gloríense de contarlo en sus filas.
|A d multos annos!
El ¡Viva Don Boscol de Mussolini.

Mona. VioHi.

Un nuevo obispo ex alumno salesiano.
La Iglesia Vrugwn-a, por tontas títulos etemplar y
gloriosa, tiene un obispo nids, narido en su tierra, y la
Saciedad Salesiana se felicita
se hottra de poder
contarlo m el numero de sus ex alumnos. Alons. Viola
se gloria también de serlo.
Cuando, a raia de ím consagración, hablaba el nuevo
obispo a nuestros alumnos del Colegio Pió, dljoles:
<• Tute el honor de sentarme en estos mismos bancos en
gue x-osotros os sentdis, siendo alumno salesiano; pasé
en la casa de Don Bosco los anos mds felices de mi vida
y en ella aprendí lo que luego me sirvió para hacer
triunfar a Cristo».
Kn las grandes efemérides salesianas, en los grandes
atontecimtentos, él ha estado siempre con-sus vicios
maestros, sobre todo al lado del primero entre sus
amigos, el P. Gamba, a quien amo con amor filial.
Por lema de su escudo ha elegido un mote que
coincide con el programa salesiano: M e mandó a
evanfrelizar a los pobres. Es natural que el rruex'o
obispo ex alumno haga honor a su estirpe, al ca­
rácter inconfundible de todo ex alumno, de entregarse
a la evangelizQción de los pobres, de los humildes, de
los obreros.
En este glorioso escudo, pinto con las leyes arcaicas
de la heráldica, campea f-ues rf espíritu de la educa­
ción salesiana.
En este kw«t o Prelado, la Santa ^fadre Iglesia

15 4

El cotidiano « Italia » ha referido lo siguiente:
Durante su estancia en Milán, el Duce tuvo que
fa 'ar por delante del Instituto Salesiano.
Para obsequiarlo, habíanse alineado los alumnos, a
lo largo de la imponente fachada, con todos los Supe­
riores y numerosos ex alumnos de las Asociaciones
lombardas.
A l llegar -el automóvil que conducía al Sr Mussolini, la banda ejecutó * Giovinezza », mientras cen­
tenares de voces saludaban, adamando al Jefe del
Gobierno.
Un alumno del Instituto se adelantó, y, en nombre
de sus compañeros, ofrecióle un gran ramo de flores.
Agradecido el Duce y vuelto hacia las filas compactas
de alumnos salesianas, gritó con fuerza: ¡Viva Don
B osco!, desatando en las masas allí congregadas oleadas
de entusiasmo.
E l auto de Su Excia. reanudó su marcha, mientras
subía al cielo un coro formidable de vivas, que ailminahan en su último y mds vibrante saludo.

El padre salesiano Soukoup y la flora peruana.
(Tomamos de « El Mercurio » de Lima).
Teniendo conocimiento el corresponsal-de la United
Press de que el notable botánico, sacerdote salesiano,
Soukoup, había regresado de un viaje hecho a la región
de los bosques, en donde había tenido oportunidad de
realizar importantes estudios científicos, le pidió una
entrevista a ¡a que accedió gustoso el referido religioso.
E l padre Soukoup ha estado en la zona montañosa
de San Galván 3- ha manifestado que hay allí exube­
rancia 3’ diversidad de plantas medicinales, cuyas pro­
piedades son magnificas.
Ha dicho también el religioso botánico que ha visi­
tado varias fuentes de aguas minerales, que merecen
¡a mayor atención y que debieran ser analizadas cien­
tíficamente.
Ha traído el padre Soukoup varias clases de insectos,
y una interesante colección de mariposas para hacer
estudios, de ¡os que espera conseguir buenos resultados
científicos en beneficio de la flora y de ¡a fauna de
esa zona del territorio peruano.
El padre Soukoup se muestra satisfecho del viaje
que ha realizado y lamenta que las fuertes y copiosas
lluvias le hayan impedido hacer mayores investiga­
ciones.

Público y solemne homenaje a un Coopera­
dor Salesiano.
Llena de intima y sentida grati ud, el domingo 2 de
febrero, celebróse, en el Colegio Don Bosco de Lima,
•una fiesta de homenaje al Sr. Blaindel, bienhechor
insigne de la Obra Salesiana en el Sur del Perú.
Accediendo amablemente a la invitación que se les
había hecho, el Sr. Blaindel y su dignísima r.sposa,
con otras personas de su familia, asistieron a la misa
de salud que f u i oficiada, en el Santuario de María
Auxiliadora, por el Rmo. P . Inspector Don Gaudencio
Manachino, mientras en el coro se ejecutaba un selecto
programa de música sagrada.
Infra Missam, ocupó la sagrada cátedra el
R . P . Briata, quien, al comentar el Evangelio del día,
hizo referencia al homenaje que en aquellos momentos
se tributaba, como testimonio de la gratitud que los
Salesianos guardan para con sus bienhechores, si­
guiendo el luminoso ejemplo de San Juan Bosco.
A l medio dia se ofreció al Sr. Blaindel un modesto
ágape, que. fu e honrado con la presencia del limo
Mons. Guevara, Dr. Bailón Landa, Com. Arboleda,
Com. Gambetta, Sr. Cavallero, Dr. Barreda, Sr. Ins­
pector y muchos Directores salesianos. A los postres hi­
cieron uso de la palabra el P . Briata, el P. Inspector, el
Com. Gambetta, el Dr. Bailón Landa y el P. Víctor
Alvarez, alternándose los brindis con cantos de autores
clásicos, hermosamente interpretados por los P P . Ba­
rde y Hudek, entre ¡os aplausos entusiastas de los
asistentes.

Piura (Perú). • El nuevo y hermoso edificio de las
Escuelas Saleslanas

1f

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■ -t-,

11
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Piura (Perú). - Grupo ceoeral de los alumxM* de las Escuelas Saleslanas.

03

DE N U E S T R A S M I S I O N E S

ÍSA!

■ m
India (Tezpur). - ler término: £1 río Bramaputra. • IF : El enorme gentío que asistió al Congreso.

INDIA - Assam.
T r iu n fo E u c a r ís tíc o e n T e z p u r .
Tezpur, con sus 14.000 habitantes, se halla
situada eijtre Dibrugarh y Gauhati, en la orilla
derecha del sagrado e imponente Brahmaputra,
arteria principal de esta pintoresca Assam,
extremo nordeste de la misteriosa India,
aprisionado por las montuosas y salvajes fron­
teras del Tibet, China, Biimania.

Su posición, debida a sus verdes colinas y
transparentes lagos, es por demás encantadora.
Y como si esto fuera poco, allá en lontananza
la ingente mole del Himalaya, en cuyas cimas
casi siempre anidan las tormentas formando
caprichosas figuras...
Hace 5 años, este distrito de Tezpur, que
cuenta con un millón de habitantes, tenía sólo
2.000 católicos esparcidos en una extensión
d 6.000 millas cuadradas. Como en él no
había todavía residencia misionera, era visi-

\

iDdia (Teipur). - Choza que sirve de capilla y que pronto seri sustituida por un magnifico templo
dedicado a S. Juan Bosco.

15 8

tado sólo alguna que otra vez, desde Gauhati.
Pero sonó por fin la hora de la Providencia,
y dos jóvenes sacerdotes salesianos tomaron
posesión de esta tierra, alquilando una casuca;
después de todo así es como suelen comenzar
las obras de Dios.
Hoy, los 2.000 oristianos se han convertido
en 15.000. A l « nomoscar », saludo hindú, y
al « salam », saludo musulmán. Ies ha salido
un rival en el « Jesu ki barai » (alabado sea
Jesús) de nuestros cristianos. ¿ N o te parece
ver esta inmensa selva del Assam, sumida en
las sombras de muerte por tantos miles de
años, despertar poco a poco, a la voz, dulce y
potente a un tiempo, del León de Judá ? Per­

la Procesión Eucarística que puso un bro­
che de oro a nuestras fiestas.
Al conjuro mágico de la «Mohasobha », se
han puesto en movimiento, en todo nuestro
distrito, un sin número de caravanas de lo más
típico que se pueda imaginar. Felices los que
han hallado medios y posibilidad de usar un
pequeño tren que atraviesa una parte de
nuestro territorio. Contentos los que han
hallado cabida en alguno de los pocos automóriles de pasajeros que hacen servicio entre
los centros más importantes. Pero alegres sin
duda también loS que, por florestas y caminos
que nada tienen de tales, cargados con sus
cazuelas, arroz y chiquillos, caminan sin darse

India (Tezpur). - Antes de dar comienzo al Congreso Eucaristico.

míteme, pues, lector amable, que del fondo
de esta floresta majestuosa y callada te invite
a unirte al *i Jesu ki barai » de nuestros cristia­
nos. ¿ Quién si no El debe con toda justicia
vencer, reinar e imperar?
Se cuentan por millares los pobres misio­
neros anonadados por el fruto siempre amargo
de la no correspondencia. Los tres sacerdotes
a los que nos ha cabido en suerte este pedazo
de viña tan fértil nos sentimos, en cambio,
agobiados ante la imposibilidad de poder
atender esta ingente turba que se despieita
de su letargo de siglos. ¿ Q ué maraWlla si al­
zamos la voz en demanda de ayuda ?
Precisamente ahora hemos celebrado la
mohasobha » (congreso eucaristico anual).
Comenzó el 18 de Febrero y culminó con

cuenta de los kilómetros, al ritmo soñoliento
de sus cantos y tambores.
La residencia queda convertida por encanto
en enjambre rumoroso. Ha llegado el gran
día; se repite la entrada titunfante de Jerusaíén, con una diferencia que Jesús, en vez
de llorar, ríe. El rumor de los rezos y cantos
indianos tiene ecos misteriosos en estas colinas
que, por tantos siglos, vieran sólo pasar la innu­
merable caterva de dioses y diosas del olimpo
indiano. L a luz de las antorchas se mueve
en los lagos cristalinos, en cuyo fondo se me
antoja ver esconderse espectros informes,
mientras que Jesús, rodeado de un pueblo
que le aclama por Rey, sonríe y bendice a
(^ntenares de paganos que absortos contemplan
el grandioso espectáculo. He aquí descrito en
"

15 9

ip

fapán (Tokio). - Los vencedores reciben la copa. - El ¡hurra! de la victoria.

pocas palabras el triimfo de Jesús Hostia en
Tezpur...
Los sacerdotes tuvieron por demás en que
entretenerse, bautizando a io6 catecúmenos que
se estimaban suficientemente preparados para
ser incorporados a la Iglesia. Nuestro Sr.
Obispo de Shillong, que, naturalmente, ha
querido presidir la fiesta, confirmó también
a 360 nuevos soldados de Cristo Rey.
Pasó la fiesta. Los centenares, o mejor dicho
millares, de fieles desandan los más o menos
kilómetros que los separan de sus pueblos,
pensando ciertamente en cuando se les llamará
de nuevo.
Al poner fin a esta somera descripción, me
tomo la libertad, lector buenísimo, de invitarte
a cooperar a esta obra divina como tú buena­
mente pudieres. Ni aun aquí en Tezpur, sede
de 15.000 cristianos, tenemos una iglesia que
se pueda llamar tal. Claro que estos pobres
hijos de la floresta se sienten contentos con
su mísera choza; pero ni nosotros, ni quien
ame de veras a Jesús puede quedar indiferente
al verle de nuevo en un establo, aunque sea
rodeado de tantas almas buenas que le aman.
C ipr ia n o S án ch ez Pbro.
Misionero Salesiano.

JAPON (Tokio)
E l M is io n e r o y la s A s o c ia c io n e s d e ­
p o r t iv a s c o m o in s tr u m e n to d e a p o s ­
to la d o .
S ü E S T R O S B O Y -S C O U T S . — L a 0 1^ nización de un grupo de Boy Sc»uts católicos
de Tokio era muy deseada por nuestros Su­
periores eclesiásticos, pero no había quien se
at^e^^era a cargar con los gastos necesarios
para realizarla. Finalmente, con un poco de
buena voluntad, y gracias a los bienhecho­

res de nuestro Oratorio Festivo de Mikawajima, los Boy Scouts católicos surgieron en
el corto plazo de tres meses, y su nacimiento
fué saludado con ^^vos aplausos por todos los
Misioneros de esta grande capital, y por lo.s
mismas Autoridades civiles que ven en esta
organización un medio de instruir a ios mu­
chachos en los deberes que todo buen ciuda­
dano debe conocer y cumplir.
D IF IC U L T A D E S . — Las obras juveniles,
en el Japón, florecen con rapidez. Pero, si no
se vigilan muy de cerca, son « flores de un día »,
pues a estos niños, más que a los de otras la­
titudes, el entusiasmo se les pasa muy rápi­
damente; según mi modo de ver, el defecto
dominante de estos muchachos es la volubi­
lidad, de aquí que nuestro grupo de Boy Scouts
católicos ha tenido que pasar, como todos, estas
viruelas de la inconstancia; su número de
60 disminuyó primero a 50, y ahora queda
reducido a 40, costándonos Dios y ayuda
mantener su buen espíritu.
L O S J E F E S . — A esta enfermedad de la
inconstancia pagan también largo tributo los
jóvenes encargados de los mandos, y ello
agrava más y más la situación, porque con su
ejemplo desaniman a los más optimistas.
Nuestro grupo en esto es* una excepción, por­
que tiene de jefe a un Salesiano Teólogo,
entusiasta como él solo, y .gracias a su tesón,
hemos podido responder afirmativamente a
esta pregunta que se nos hizo desde altas esfe­
ras ofici^es: ■ ; existen todavía vuestros BoyScouts ? s. Gracias también a nuestro Jefe
Salesiano, la Federación japonesa nos ha dis­
pensado el alto honor de tener como con­
secro de nuestro Grupo nada menos que aV«
general japonés, el cual se ha encariñado tanto
con nuestra obra que toma parte en todas
nuestras fiestas y se sienta a nuestra mesa,
como si fuera uno de los nuestros.

161

mil maravillas para mantener elevada la moral
de nuestros muchachos.

Iap6n (Tokio). - Ei Sr, Arzobispo y el Sr. Delegado
Apostólico visitan nuestra Misión.

E X C U R S IO N E S . — Para animar a estos
Boy Scouts, organizamos mensualmente pa­
seos y excursiones a los parques de la ciudad,
a los palacios de nuestros bienhechores, ha­
biendo tenido una acogida principesca en las
Embajadas de Italia y Bélgica. Próximamente
serán recibidos en las del Canadá y Turquía
que cuentan con estupendos jardines. Para el
próximo verano, gracias a la cooperación de
los Boy Scouts franceses, preparamos un
campín, habiendo ya adquirido el material
de campaña necesario, esperando ser\’irá a las

U N T O R N E O . — Para estimularlos más
y más, se organizó, el día de Pascua, tina lu­
cha a escutista» en la que se disputaban una
estupenda y magnífica copa regalada por el
Sr. Delegado Apostólico y por el Sr. Arzo­
bispo de Tokio. El jurado lo formaban re­
presentantes de las Autoridades, asistiendo
Emi^ajadores, Ministros y hasta un Almirante
en representación del gran Jefe de la Federa­
ción nacional japonesa. El torneo fué para
los nuestros una enorme inyección de en­
tusiasmo, pues vencidos netamente por ellos
todos los demás grupos contendientes, obtuvie­
ron la copa en medio de los ^’ítores y aplau­
sos de los centenares de asistentes a la fiesta.
F IN D E N U E S T R A O R G A N IZ A C IO N .
— Es ir formando a estos muchachos en un
espíritu fuerte y noble, separarles de las peli­
grosas diversiones, que aquí abundan, como
en todas partes, y poco a poco ganarles a nues­
tra santa religión, ya que la gran mayoría son
todavía paganos.
P edro E scursell Pbro

Misionero Salesiano.

Japón. - Jóvenes de la Acción Católica.

Sres Cooperadores,

consultad ci T E S O R O

e s p ir it u a l

Propagad la O B R A PÍA DEL S G D O C O R A Z Ó N , Véase !a cubierta de nuestro “ Boletín*'.

162

i

Impresiones de la revolución española
Dos meses entre los rojos.
{Continuación).
N u estra Jornada.
I Cómo se desliza nuestra vida en los Hoteles ?
¿ Qué hacemos niños y salesianos en el dfa intermi­
nable ?
Sin olvidar que pesa sobre todos la amenaza cons­
tante de los Rojos, que estamos representando a
los ojos del mundo un papel violentísimo, el de
Colonia Escolar obrera, laica y comunista, nuestra
yida es sencillamente monótona, aburrida, desespe­
rante.
Nos levantamos a las siete y media o a las ocho.
Limpieza, desayuno, y a las nueve, en el patio de
butacas del hotel, un grupo juega a las cartas, otro
al dominó, damas, ajedrez, parchís... los menos leen,
escriben, charlan. U n grupito ha desarrollado pa­
cientemente todo un cursillo de taquigrafía. Y así
hasta la una que es la hora de la comida. A las dos
otra vez al patio. A veces, para no molestar a los
huéspedes, tomamos una horita de siesta. Los del
hotel Castillo salen a jugar a la plaza del Socorro.
Los del R oyal.q u e son los ma>ores, pasan casi un
mes sin salir a la calle. Han amenazado con llevarlos
al frente y no conviene exhibirse demasiado. Sólo
los pequeños, a eso de las seis, salen a jugar a la
amplia y espaciosa Alameda, frontera a! Hotel. A las
ocho la cena, y a las nueve a dormir, a los acordes
de la Internacional y al arrullo de las sabrosísimas
charlas de la radio Madrid, plagada de partes pin­
torescos y bulos monumentales.
Hemos dicho que somos de Montilla y que for­
mamos una Colonia Escolar, y esto nos obliga a una
constante vigilancia sobre nosotros mismos. Una
palabra, un gesto, una confidencia imprudente puede
delatamos y costamos la vida. L os camareros, los
milicianos, los carabineros, nos asaltan a preguntas.
A veces son capciosas e intencionadas... Tenem os
montado un admirable servicio de defensa entre los
mayores, para estar al quite y desconcertar a los
curiosos. L os pequeñitos son los que más caen en
las redes.
Hasta nosotros debemos hacer nuestro papel. A
rní me llamarán el Jefe, a secas, o D . Florencio, o
el camarada Sánchez; lo mismo a los demas. Alpar­
gatas, un babis o simplemente en mangas de camisa,
V arremangados hasta el codo. Tam bién sabemos
aiiemar con los rojos y aceptar el obsequio de un
agarrillo. Sudamos tinta, pasamos fatiguitas sin
cuento, pero a la postre, hasta aprendemos a liarlos.
L o que más coraje me da es tener que usar gorra,
i C<nno que no me la quito, ni para dorm ir! Una
ñamante bilbaína cubre mi coronilla. Es la única
línea divisoria entre el sacerdote de Cristo y el rojo
discípulo de Lenín. ¡ Q ué papales! Y todo por sal^ v
a aquellos niños que un día feliz oyeron en sus cora­

zones inocentes la voz del Señor que los llamaba a
seguirle por los senderos de luz de su Sacerdocio.
Tam bién D . David hace, siguiendo mi ejemplo,
una vida casi eremítica. A. los dos nos conocen en
el pueblo y podríamos levantar sospechas desagra­
dables. Sólo D. Juan y D . Serafín salen y entran
llevando toda la pesadumbre del trabajo.
En un momento de pravísimo peligro, cuando en
el Comité de Defensa es reclamada, con urgencia y
a raiz de un disgustillo. la presencia del Jefe de la
Colonia, D . Juan no consiente que el sacerdote se
exponga; él se ofrece y, bien aleccionado y prevenido,
se presenta al Com ité. Todos quedamos rezando por
él, en la soledad y apartamiento de los cuartos, el
Sto. Rosario. L a Virgen ha puesto en sus labios la
palabra certera, segura, tajante. Y ha vuelto, son­
riente y tranquilo. Desde ese día se ha ganado por
\manimidad el título de Jefe de la Colonia, y como
tal actuará ya en los momentos más graves y solem­
nes.
D. Serafín es desde el principio el brazo derecho,
el hombre de confianza, el que ha de representar el
más difícil y delicado papel de la farsa. El ha de dar
la cara mañana y tarde ante los distintos Comités,
él aguantará con calma admirable las sonrisas bur­
lonas, los gritos, las amenazas de algunos directivos;
él sacará los ^•ale8 y logrará los permisos y buscará
la comida y pedirá las alpargatas y prendas que la
Colonia necesita. Los dos hacen su papel a mara­
villa. Sus carnets de estudiantes del magisterio les
ponen a salvo de sospechas y recelos.
¡Que el Señor les premie sus aciertos, y sobre todo
su generosidad y sus sacrificios'

jQ ue v ien e el D rácu la!
Este famoso personaje, lector curioso, es un co­
che, el coche fatídico que hace su aparición mañana
y tarde por calles y plazas, siempre sediento de
sangre. Han dado en llamarlo así y su lúgubre y
desentonada bocina siembra el terror y la muerte
por donde pasa. Entra en una calle, y automática­
mente se cierran puertas y ventanas; se contiene
hasta el aliento.
Los primeros días vivimos en una angustia y en
un sobresalto constantes. Sabemos de los martirios de
nuestros hermanos en religión, de los asesinatos
horribles de los otros sacerdotes de la ciudad. Lle­
gan también a nuestros oídos las muertes de perso­
nas queridas. L a aristocracia de la sangre, de la
yirtud y de la cultura. Jóvenes falangistas y de A c­
ción Popular, ex alumnos nuestros, la flor del mo­
cerío rondeño segado bárbaramente...
Por delante del hotel pasa el coche fatídico camino
del cementerio. Es hacia el amanecer. T ras la bocina
ronca y quejumbrosa se oyen de vez en cuando
llantos, gemidos de angustia, voces de socorro. A
la media hora escasa, la descarga de fusilería. Al
principio voy tomando nota de las víctimas. Muchos
oombres acuden a mi memoria en estos instantes.

16 3

! lasta un centenar largo tengo apuntados en mi lista.
N o quiero citarlos por no abrir a los familiares he­
ridas aún no cicatrizadas. El total pasa de los seis­
cientos.
A ios sacerdotes nos tienen una predilección sin­
gularísima. Las bajas pasiones, excitadas por la pren­
sa y por los mítines callejeros, se sacian a su antojo.

E l m a rtirio de las alm a s.
Una última pincelada g e i^ a l.
Sí el martirio de los cuerpos es bárbaro, brutal,
inhumano, no tiene sin embargo punto de compa-

Siquiera ellos tenían libertad absoluta para sus re­
zos; hasta un niño, Tarcisio, podría llevarles secre­
tamente, convertido en Tabernáculo viviente, la
sagrada Eucaristía. Nosotros ni eso.
Y a la pregunta que la tarde de un domingo
hiciera a un grupo de niños de la Colonia:
— ¿ Cuál es la pena más grande que habéis sen­
tido en est^e día ? muy bien pudo contestarme uno
de ellos:
— El no haber comulgado esta mañana.
Es cierto también que todos los días, después de
la limpieza, antes de bajar al desayuno, se rezaban
en cada cuarto las oraciones de la mañana y el Sto.
Rosario; que se hacían durante el día visitas muy
disimuladas a los cuartos y allí, ante una estampita
de la Virgen o de S. Juan Bosco, se rezaba y se
hacían Novenas fervorosísimas; que por las noches
antes de entregamos al descanso volvían a rezarse
las oraciones. Es verdad que en los hoteles Polo y
Castillo podía hacerse, aunque con cautela suma,
todo esto en común y tener incluso las buenas no­
ches y, los domingos, la explicación del Sto. Evan­
gelio; pero también es muy cierto que todas estas
naturales expansiones de la piedad, eran vigiladas
y expiadas terriblemente; que en el hotel Polo, por
ejemplo, al lado del libro de oraciones y del Rosario,
había un espejo y un peine, y agua, barajas y jue­
gos, para cambiar la decoración al primer ruido que
se sintiese a la puerta del cuarto.

U n letrero fam oso.

Ronda. - La famosa Cueva de) Ga(o,
rica de misterios y maravillas.
ración con el lento y prolongado martirio de las
almas.
Somi»s sacerdotes y aspirantes al sacerdocio todos
los componentes de la llamada Colonia Escolar. El
Tam blo de decoración ha sido verdaderamente radi­
cal. De la paz del claustro, del ambiente saturado de
piedad y recogimiento del Colegio, a la calle poblada
de ruidos y blasfemias; al hotel iqjoso y confortable
pero frío y desnudo de símbolos religiosos. Es cierto
que los dueñas son buenos, cristianísimos, pero las
circunstancias ntandan y el laicismo es Ley que a
todos nos obliga.
Las sabrosas dulcedumbres de la Sta. Misa, el
Pan robusto de la Comunión sacramental, las rega­
ladas mieles del Breviario, el consuelo indecible de
la señal de la cruz, el Rosario, las oraciones, nada de
esto nos es permitido. Envidiamos la suerte de los
primeros cristianos sepultados en las Catacumbas.

16 4

Y ahora, a los apuntes.
Amanece el día del Apóstol Santiago. L a negra
cerrazón del horizonte, la amargura que a todos nos
im-ade, nos permite todavía soñar. Vemos al Apóstol
cabalgar en su blanco caballo, como en la batalla
de Clavijo, por tierras de España. ¿Se repetirá el
milagro ?.....
Damos los primeros pasos ante el Com ité de D e­
fensa para salir de Ronda. La impresión no es del
todo pesimista. Queremos poner un telegrama a
Montilla pidiendo camiones. N o es posible. Esta
ciudad está en poder de los fascistas. El corazón
nos da un s*ucIco. Pero la alegría no nos cabe en el
pecho.
El z6, gracias a las gestiones de D . Serafín, logra­
mos rescatar la ropita de los niños que no se habían
Ites'ado los rnílicíanos. A jiz y Camacho entran con
el mismo D . Serafín en el abandonado Colegio y
llenan unos sacos. La impresión que traen del
edificio es desoladora. Han desaparecido las i8o
mantas, las sábanas, colchas, almohadas... Este
día, ha habido en Ronda una irrupción pacifíes
de carabineros. Dicen que ya suman 400. En
nuestro hotel se han alojado hasta una docena.
De .Almargen trae uno de ellos el encargo de los
padres de Insunza y Rodríguez de llevárselos al
pueblo. Ven el cielo abierto. Los que quedamos
en tierra, prisioneros en la jaula de doradas rejas
del hotel, pensamos también en nuestras familias
y alguna lagrimilla resbala por los ojos.
Ya lle\-amos tres días.
A pesar de las muchas garantías y seguridades

prometidas a Jos niños, no estamos tranquilos. Que­
remos más. Se nos ocurre una ¡dea. Colocar en la
fachada de los hoteles grandes letreros anunciadores
de la Colonia, i L o consentirán ? Manos a la obra.
Hablo por teléfono con el Sr. Alcalde. En princi­
pio lo aprueba. El letrero ha de estar concebido en
estos términos:
“ Colonia Escolar — Respétese este local — El
Comité de Defensa” . Ellos se resisten a que se ponga
“ El Comité de Defensa” . Porfío con todas las veras de
mi alma. Conferencian los Jefes, y a la postre ceden.
Insisto aún más pidiendo autorización escrita para
la colocación. M e dicen que no hace falta, pero, tras
duro porfiar, logro que firmen y sellen con sus cua­
tro sellos-la que yo mismo les he redactado por tri­
plicado.
Estamos de enhorabuena.
La Sra. Julia saca un rollo enorme de tela. Ella
misma corta lo necesario. D. Aniano sale a comprar
pintura, y, ayudado por Vasallo, dibuja los letreros
monumentales. Ya están pintados de un rojo vivo.
El color de moda. ¡ A la fachada con é l!
Ese día pueden oirse ios comentarios que inspira
el letrerito.
Por la noche, tiene lugar, según me dicen, en la
carretera de Antequera, la matanza general de fas­
cistas que se hacinaban en la cárcel. Pensaron sen­
cillamente meterla fuego y abrasarlos a todos den­
tro ; pero, respetuosos con el inmueble, optaron
por la degollina.
D. Serafín sorprende en plena calle el comentaiio
que esto merece a uno de los autores de la matanza.
Su cinismo horroriza.

¡L os fascistas, los fascistas!
Se acentúa el terrorismo.
El aire de tragedia es cada día más denso.
Insistimos otra vez sobre la marcha, y surgen las
primeras dificultades.
— ¿ Quién nos asegura — dicen — que los ca­
miones que lleven a los niños han de volver a
Ronda ?
Salimos al paso de esta dificultad y pintamos con
los más vivos colores la situación desesperada de los
niños, la pena de sus familias... Nos piden un día
de tregua para pensarlo.
En esto, un movimiento inusitado en la ciudad.
Rumores, carreras, caras alargadas, voces de man­
do...
i Que vienen! jque vienen! pasan gritando algu­
nos milicianos frente a la Casa del Pueblo — j Los
fascistas están en O lveia, y en LTirique...!
En !a tarde de este día volvemos a la carga sobre
k) del viaje. En mal hora lo hicimos. Reciben mal.
— Estos salesianos nos van a dar más lata que los
propios fascistas.
Es llamado ante el Com ité de Defensa el Jefe de
3 Colonia.
— “ Tenem os que ajustar cuentas” .
La tormenta se cierne en 1^ alturas, ruge d
trueno... El pobrecillo de D . Juan lleva — digámoslo
claro — un poquito de miedo.
A la medía hora, el Santo Rosario ha despejado

las nubes, ha brillado el so!. D . Juan vuelve son­
riente. N o cabe por la puerta... i Gracias a Dios, no
ha pasado nada!
El día 30 llega de Málaga el padre de Gutiérrez.
Viene a buscarlo. Estarán más tranquilos tenién­
dolo a su lado. Se le saca el salvoconducto de rigor.
Nos cuenta algo de lo mucho que ha pasado en M á ­
laga. La triste suerte de aquella casa salesiana, la
detención y encarcelamiento de nuestros Hermanos.
Una herida más se nos abre en el alma. M e invitan
a marchar, a ponerme a salvo, refugiándome en su
casa. Agradezco la atención cariñosísima. ¿ Cómo
voy a separarme de los niños? Con él se va también
Gámez.
El mes de Julio se cierra con otra exigencia, con
otra prueba más de nuestra fidelidad al régimen.
Los lazos rojos deben ostentar además el sello de las
agrupaciones^ proletarias. Se mandan ai Comité.
A l del estampillado se le sube la mosca a la nariz,
al contemplar el montón y, sellando algunos, de­
vuelve los restantes.
¿Apurados nosotros? ¡S i somos más valientes
que el C id! Con tinta, con lápiz, le pintamos el
U . H. P. ¡ N o faltaba m ás! Algunos hasta lo bordan.
Empiezan a llegar milicianos huidos de los pue­
blos conquistados por la tropas nacionales. Familias
enteras hallan refugio en la fraternidad acogedora
de los rojos rondeños. Pero surgen los abusos. Hay
quien come y no trabaja. Se precisa organizar el
censo de la población Botante.
Desde este día, para poder sacar los vales, es ne­
cesario presentar relación detallada del personal que
duerme en el Hotel, así como dal dinero que cada
uno posee.
Y empieza el mes de agosto con un susto más.
Por la mañana llega de Málaga un hermano de Julio
del Castillo. Viene también a buscarlo. Su entrada
en el Hotel pudo ser algo trágico. M e hallaba en mi
rinconcito del patío bajo, magnífico puesto de obser­
vación y de refugio, cuando le oigo gritar mientras
se dirige a mi escondite.
— ¿ Dónde está el Director ?
Sin inmutarme, le contesto
— Ahora, ahora se lo buscaremos. Y qué, ¿ por
Málaga hace mucho calor? (1 !)
Menos mal que el hermano, más comprensivo y
prudente, lo ha llamado aparte y le da una leccióncita. Tam bién el chófer que le acompaña es de los
que meten miedo. El relato de sus hazañas es espe­
luznante en extremo.
El dfe dos se marchan también con Julio, muy de
madrugada, Emilio y José María. Ya son cinco los
malagueños rescatados. Entonces nos unimos a su
algria. Hoy lloramos su prolongado cautiverio.
A la hora del desayuno llega a mis oidos la noticia
terrible. N o acierto a darle crédito. Han matado a
D . Joeé Furets j Don José! el amigo bueno, el Coo­
perador cariñoso, el cristiano ejemplar, el patrono
modelo, d pundonoroso padre de familia... Y lo
mataron, según dicen, en el mismo patio del Colegio
salesiano. i Y todo porque nos quería mucho, porque
oía m udias m isas! j Q ué cinismo 1
(Continuará).

16 5

Las obras de la BasUica van recibiendo los últimos toques en su parte exterior.

Crónica de Gracias
conseguidas p o r m e d ia c ió n d e M a r ía
¡¡ad ora , d e S a n J u a n B o s c o y

A u x i^

d e n u e stro s

S ie rv o s de D io s

A R G E N T IN A (R'o Negro) Valchfta, julio de
1936. — Hace un mes pedí a San Juan Bosco una
gracia pant una enferma desahuciada y prometí
que, de conseguirse, daría una limosna para el altar
que en TVirín se le está ctmstruycndo y publicaría
la gracia en el Boletín Salesiano. Habiendo sido
escuchada cumplo muy agradecida ambius promesas.
Una admiradora de San Juan Bosco.
M E JIC O capital, Abrí! 7 de 1937. — I>arga y
pemwa enfermedad me tenía sometida a durísimas
pruebas del alma y del cuerpo, por el diagnóstico
de los Doctores, que aseguraban era incurable.
Por la lectura de! Boletín Salesiano me di
cuenta de los milagitvs y gracias señaladísimas que
María Auxiliadora y S;m Juan Bosco prodigan in­
cesantemente a aquellos que acuden a su intercesión.
Un rajx» de esperanza iluminó y tonifícó mi aba­
tido espíritu; supliqué con toda fe y confianza a la
Sma. Virgen y a San Juan Bosco que tuvieran mi­
sericordia de mí y \nnieran en mi socorro; y al poco
tiempo conseguí mucha mejoría en mi cuerpo enfermo.
En la certeza de que mis celestiales Protectores

i66 —

continuarán intercediendo por mí, hasta que consiga
mi completa curación, quiero hoy manifestar públi­
camente, como lo prometí, mi profunda gratitud
por la mejoría.
A na M . R. de Pedroza
M É JIC O (Sinaloa) Sinaloa, octubre 19 de 1936.
— Doy gracias a Dios por haberme concedido, me­
diante la intercesión de su gran Siervo San Juan
Bosco, que mi esposo saliera bien de una operación
a que tu m que someterse, a causa de un malestar
que venía padeciendo hacía tres años. En agradeci­
miento por tan señalado beneficio, envío a T urín , por
conducto de nuestra celadora Salesiana, una pequeña
limosna para el Altar de San Juan Bosco.
M agdalena A . de H iguera.
D a n ta m b ié n g racia s a M a ría A u x ilia d o ra y a
San Juan B o sco p o r favo res recib id o s:
A rgentina Buenos Aires. — M . E. Cebreiro —
Rosa Russo.
A rgentina (Córdoba) Ramón Coreano. — Elena
Vda de Ronco — Juan Ronco — María M artín —
Emilia de Arroyo.
.Argentina (Chubut) Trelexc. — Catalina P. de
Carella.
.■\rgentina (Santa Cruz) Puerto Deseado. — Rvdo.
P. .\rsenio Guerra.
CoLOMBLA ( N a riñ o ) Ipiales. — R o m e lio L u n a .
C olombia (Valle) Ginebra. — Marta C . de Tascón

— Jaime Tascón — Camilo Tenorio — Lucinio
Lince — Rosalba Santibáñez — Rosalbina de Na^•arTO — Ignacia de Saavedra — Manuela de T e ­
norio — Lisímaco Saavedra — Carmen de Nunez
— Elisa Saavedra -— Abigaíl de Tenorio — Enrique
Reyes — Bárbara de Mejía — José Pío González
— Sabas Jiménez — Alfonso Tenorio — Luciecia
Tenorio — Leónides de Lince — Bárbara de Reyes
— Silvia de Reyes — Adán Reyes — Carmen Arza>-uz — Purificación Ocampo — Rodolfo Quintero
— Leticia Vda de Escobar — Rita de Ocampo —
Gertrudis de Ocampo — Julia de Núñez — Eva
de Saavedra — Lucía de Lince — Cecilia de Jaramillo — Carmen de Reyes — Elviia de López —
Miguel Jai amillo — Esther de González — Clímaco
Reyes — Carmen de Otero — Elvira Vda de G uzmán — Bertilda de Reyes — María Luisa de Reyes
— Ciro Arturo Tascón'— Pedro V . Tascón — N . N .
Estados U nidos (California) Pomona. — Fran­
cisca de T rujillo — María Zúñiga.

F il ip in a s (Isabela) EchagUe. —

Familia de Bo­

nilla
I t a l ia (Imperia) San Remo. —

Dolores E. de

Molinari.
M éjico Capital. — Alicia Salinas de Rondón.
M éjico Aguascalientei — Cecilia R . de Herrera

— María del Refugio de Martínez — Felipa RubalcaxTi — Concepción Estrada — Angela Valadez —
Líe. José G . .\vila.
M éjico Guadalupe. — Ramona H . de Maldonado
— Agustina Carlos de Mesa.
M é jico (Michoacán) Zamora. — Isaías Franco —
Rafael Blancas •— Una devota — N . N.
M é jic o Morelos. — I. Gracia Martínez.

M é jico (Sinaloa) Guasave. — L u z L . Borboa
Esther Borboa — M . Isabel de López.
M é jic o Tampico. — M iguel Díaz.
M é jic o (Veracruz) Coatepec. — Piedad Molina.
U r u g u a y Montevideo. — María Esteb y Catalina
Aguirre.

E n co m en d em o s a ¡a M ise r ic o r d ia D iv in a a n u estro s m ártires: Sa/esia nos,
H ija s d e M a ría A u x ilia d o r a , C o o p e r a d o r e s y E x A lu m n o s, q u e en E sp aña
han d erram ad o su sa n g re, víctim as d e la s b a r b a r ie roja: a lo s q u e h ero ica
y g e n ero sa m en te han su cu m b id o en e l cam p o d e b a ta lla en d efen sa d e ¡a
R e lig ió n y d e ¡a P a tria ; a io s q u e sig u en luchan do, y a lo s q u e, ca u tivo s
d e la h idra rev o lu cio n a ria , su fre n hora s d e agonía.
r Q u e e l b u en J e s ú s , p o r in terc esió n

d e M a r ía

A u x ilia d o r a y

de

S a n J u a n B o s c o , co n ced a a lo s m uertos e l p rem io etern o, y a lo s dem ás,
g r a cia s e s p e c ia le s q u e le s hagan so p o r ta r la p r u eb a co n invicta fo rta leza
cristia n a !

P o r in tercesió n d e nuestros
Siervos de D io s.
M E J IC O (Jalisco) Guadalajara, marzo de 1937 — Las Rvdas. Madres, Siervas del Sgdo. Corazón,
expresan su agradecimiento al angélico joveneíto,
Vhle. Siervo de Dios Domingo Savio, por el señalado
favor que obtuvieron, medíante su intercesión, de
poder seguir trabaj'ando en beneficio de las niñas
pobres y huérfanas sin que el Gobierno les pusiera
trabas ni les exigiera compromisos, y hoy cumplen
la promesa de enviar una oferta para los gastos de
Canonización de su Protector.

E xp resan ta m b ié n su agrad ecim ien to :
A ía Sierra de Dios María Mazzarello. •— Una
co(^>eTadoTa salesiana, de Parada Francia (UruguayArtigas).
A I Venertdrle Domingo SmHo. — Catalina Lehr,
de Anabeim íCalifom ia) Julia Rueda R. de Girón
(Santander-Colombia).

^ NECROLOGÍAS ^
S A L E S T A N O S D IF U N T O S :
Hermenegildo Blanco, sac. de Costiglione d ’Asti
(Italia) t en Casale M onfeirato, el 30 de marzo de

1937Prudente Jadoul, sac. de S. Georges-lez-Huy
(Bélgica) t en Grand Halleuz (id-), e! 16 de enero
de 1937Tomas Pía, sac. de Valencia (España) f en Indanza
(Ecuador), el 12 de diciembre de 1936.
Simón Amoldi, coad. de Revo (Italia) f en T urín ,
el 3 de febrero de 1937.
Pedro Sarkis, sac. de Akura (Líbano) t en Belén,
el 20 de febrero de 1937yuan Cozzo, dérigo, de D o^ iani (Italia)! en Píos•asco (id.), el 25 de enero de 1937.

167

Ceiar Bassam, clérigo, de Lurago d ’Erba (Italia)
t en Novara (id.), el 25 de febrero de 1937.
Fufienio Cortassa, clérigo, de Carmagnola (Italia)
t en San Gabriel (Brasil), el 17 de noviembre de
1936.
Héctor Massari, coad. de Bagnacavallo (Italia)
t en Roma, el 19 de febrero de 1927.
Adalberto Urbauotcis, coad. de Horberni (Polonia)
t en Recife (Brasil), el 4 de enero de 1937.
Juan Bautista Crosio, sac. de T rin o (Italia) t en
Pisa, el 3 de diciembre de 1036.
Angel Rota ,coad‘. de Mirabello (Ita lia 'f en Turfn,
el 28 de marzo de 1937.

CO O P E R A D O R E S D IF U N T O S

D r . E r n e s to P e tru n ti.
Abandonaba repentinamente esta tierra para re­
cibir de Dios el premio de sus buenas obras, el 4 de
abril p.p., a 1» avanzada edad de 80 años. Su re­
pentino deceso sumió en el más profundo dolor a
los Salcsianos, novicios y niños de la Casa de For­
mación de Fortín Mercedes, en donde había agotado
los tesoros de su gcnciosidad y de su ciencia.
Nucido eu Carpinone (Italia), el 20 de Junio de
1857, coronaba en 1885 sus brillantes estudios con
la láurea de Doctor en medicina. Impulsado por
su magnánimo corazón, se estableció en la Repú­
blica Argentina con el deseo de cooperar al bienestar
de los numerosos hijos de Italia, que allá trabajan
fecundizando aquellas tierras vírgenes.
Avecindado en la ciudad de Giles, pronto se cautiv'ó el cariño de todtvs los habitantes. L o demuestran
sus 45 años dr continua y cordial asistencia a toda
clase de enfermos. Para diagnósticos de gravedad
sus dictámenes eran puntualmente ejecutados.
Atendía a los pobres sin querer retribuciones, sólo
por amor a Dios. Como sincero cristiano deseaba
que el Sacerdote le acompañara en sus %isipas a
moribundos. Entre sus documentos se ha encon­
trado una libreta en la que estaban minuciosamente
señaladas las limosnas que mcnsualmente y semanalmcnte envíab» a las db'ersas obras de benefi­

168

cencia existentes en la ciudad de S. Andrés de Giles
y en diversas localidades.
Después de su fallecimiento, llegó a su residencia
una carta en la que una madre le rogaba se dirigiera
a Buenos Aires, porque su hijito rehusaba some­
terse a una operación, si no estaba presente el
Dr. Ernesto Petrunti. Evidente manifestación de
su afecto para los niños, afecto que le llevó al co­
nocimiento y amor de la Obra Salesiana, tan bene­
mérita en la educación de la juventud y a ella se vin­
culó como entusiasta y activo Cooperador.
Y a entrado en años, decidió retirarse de las distrac­
ciones del mundo, para prepararse santamente al
gran paso. L a Divina Providencia lo llevó a la Casa
Salesiana de Fortín Mercedes (Patagonia). A llá le
atraían el Santuario de la Virgen Auxiliadora y a su
lado un plantel de almas jóvenes que se. preparan
para el apostolado y a los cuales podía aliviar en sus
enfermedades. Mandó construir una casita al lado
dej Santuario y allí, alejado del mundo, brilló su
virtud como luz vivísima; pues, sí el exterior es
reflejo del interior ¿ qué diremos del llorado
Dr. Petrunti? Apenas llegado, pidió el horario de
la casa que fijó delante de su escritorio. Desde aquel
día quiso vivir como verdadero salesiano. Era pun­
tualísimo a todas las funciones de la Iglesia, a las
que asistía con edificante piedad.
En el comedor deseaba el último rincón y ninguna
particularidad en la comida, no obstante su ancia­
nidad y sus consiguientes achaques.
Respetaba y amaba a los Superiores a los cuales
siempre ayudaba y sostenía con sus consejos y li­
mosnas; en las grandes solemnidades era él el padrino
de la fiesta corriendo por su cuenta los gastos con­
siguientes y los dulces para los niños, y todo, sin que
nada aparentara al exterior. Delicadísimo de con­
ciencia, consultaba a los Superiores sobre cosas que
otros hubieran fácilmente descuidado.
Su caridad no tuvo límites. N o sólo visitaba a los
enfermos con delicadeza y frecuencia sumas; sino
que quiso además hacerse pobre en Cristo empleando
el fruto de sus trabajos en el engrandecimiento de la
Casa de Formación Salesiana de Fortín Mercedes, la
cual, si hoy contempla con satisfacción edificios
nuevos, repletos de niños sanos y alegres, lo debe en
gran parte al corazón magnánimo del querido di­
funto...
Dios misericordioso, que todo lo ve y concede el
ciento por uno, sabrá consolar el aciago dolor de los
Salesianos- de Fortín Mercedes, y dar al llorado
Dr. Ernesto Petnm ii el premio eterno del cielo.
¡ Reguemos por la paz eterna de su alma 1
Han muerto también en la paz del Señor:
COLONfBlA (Nariño) Tiimaco. — María Albán.

M éjico Capital. — Luis Gaxiola.
M é jico Aguascalietites. — Celia Ch. de S ilazar.
M éjico (jalisco) Magdalena. — Nicolasa López
Vda de Jiménez.
M éjico (Nayarit) San Pedro Lagum'Uas. — Igna­
cio Gue\"ara — iVlanuela Delgado de Cortés.
M éjico (Sinaloal Guasare. — Catalina Menchaca.

Con aprobacMn de Ja autoridad eclesttslica - Director-respoosable: D. GUIDO FAVINI.
EsieblecimientoTip. de la Sociedad Editora IntemaciMial • Turin. Coreo R efina Margb., 1 7 6 .

Tesoro Espiritual
R e la c ió n d e la s I n d u lg e n c ia s P le n a r ia s
qae los Cooperadores Salesianos pue­
den ganar en el transcurso del año.

I. — Una vez cada día, elevando a Dios, en
medio del trabajo y aunque sea sólo mentalmente,
una piadosa invocación cualquiera, previas las
demás condiciones ordinarias, o sea el estado de
gracia, la confesión y comunión sacramentales
y la visita a alguna iglesia u oratorio público,
rogando por la intención del Soberano Pontífice.
Esta indulgencia del trabajo santificado pue­
den ganarla los Cooperadores Salesianos, Hijas
de M . Auxiliadora y sus respectivos alumnos
y ex-alumnos. Si, hallándose en estado de gracia,
se sigue repitiendo la misma piadosa invoca­
ción, u otra cualquiera durante el trabajo, se
puede ganar, cada vez, una indulgencia parcial
de 400 días.
2 - Un día de cada mes, el que uno elija.
2 - E l día en que se hace e l piadoso Ejercicio
Mensual de la Buena Muerte.
4 - £*/ día que se asiste a la Conferencia
Mensual Salesiana.
$ - E l día en que uno inscribe su nombre en la
Pía Unión de Cooperadores Salesianos.
6 - E l dia en que por primera vez se consagra
uno a l Sgdo. Corazón de Jesús.
7 - Cada vez que practique los Santos Ejer­
cicios Espirituales, de ocho dias.
Z - A la hora de la muerte, con tal que, con­
fesado y comulgado o por lo menos arrepentido
de sus pecados, invoque, con los labios o con e l co­
razón, el nombre sacratísimo de Jesús.
EN CA D A UNA
DE LAS SIGUIENTES FIESTAS:

1) M O V IB L E S :
Sagrada Familia (el primer domingo después
de la Epifanía).
Dolores de la Sma Virgen (El viernes de Pasión).
Domingo de Ramos.
Pascua de Resurrección.
Ascensión del Señor.
Domingo de Pentecostés.
Fiesta de la Sma Trinidad.
Corpus Christi.
Fiesta del Sgdo Corazón de Jesús (primer viernes
después del Corpus).
Fiesta del Sgdo Corazón de M aría (día siguiente
del anterior).
2) F IJ A S :
ENERO

1 - Circuncisión del Señor.
2 - Santísimo Nombre de Jesús.
3 - Epifanía.

18 - Cátedra de San Pedro en Roma.
23 - Desposorios de la Sma Virgen,
25 - Conversión de San Pablo.
29 - Fiesta de San Francisco de Sales,
FEBRERO

2 - Purificación de la Sma Virgen.
22 - Cátedra de San Pedro en Antioquia.
MARZO

19 - Fiesta del Patriarca San José.
25 - Anunciación de la Sma Virgen.
MAYO

3 - Invención de la Santa Cruz.
8 - Aparición de San M iguel Arcángel,
11 - Aniversario de la Coronación de María
Auxiliadora.
24 - Fiesta de M aría Auxiliadora.
JUNIO

24 - Natividad de San Juan Bautista.
29 - Fiesta de San Pedro y San Pablo.
30 - Conmemoración de San Pablo.
JULIO

1 - Preciosa Sangre de Ntro Señor Jesu­
cristo.
2 - Visitación de. Ntra Señora.
16 - Fiesta de la Virgen del Carmen.
AGOSTO

6 - Transfiguración del Señor.
15 - Asunción de la Sma Virgen.
16 - Fiesta de San Roque.
SETIEMBRE

8 - Natividad de la Sma Virgen.
12
14
15
29

-

Dulcísimo Nombre de María.
Exaltación de la Santa Cruz.
Los Siete Dolores de la Sma Virgen.
Dedicación de San M iguel Arcángel.
OCTUBRE

7 - La Virgen del Rosario.
I I - Maternidad de María.
16 - Pureza de María.
NOVIEMBRE

21 - Presentación de Ntra Señora.
22 - Fiesta de Santa Cecilia.
DICIEMBRE

8 - Inmaculada Concepción.
25 - Natividad de Jesús.
Para lucrar las antedichas Indulgencias
se requiere, además de las condiciones ordi­
narias, que los Socios de la Pía Unión recen
cada día un Padrenuestro, Avemaria y Gloria
con la invocación Sánete Francisce Salesi, ora
pro nobis, según la intención del Romano Pon­
tífice.

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Proyecío, en ejecución, de ampliación y embellecímienfo
del Santuario-Basílica de M aría Auxiliadora de Turín.

Ningún devoto de “la Virgen
de Don Bosco debe dejar
de contribuir, poco o mucho,
a este homenaje mundial.



Fecha
1937.07