BS_1936_10

Ficha

Título
BS_1936_10
Descripción
Boletín Salesiano. Octubre 1936
extracted text
iño L - N . 10

OCTUBRE

1936

a eiiano

Re v i s t a d e l a s o b r a s d e d o n b o s c o

INSCRIBÍOS EN LA PÍA OBRA
DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
DE ROMA
¿ Quién no conoce la Obra del Sgdo Corazón
de Jesús?
Fué fundada por d Primer Sucesor de San
Juan Bosco, y benignamente aprobada por
S. S . León X I I I el 30 de junio de 1888.
Con sólo la limosna de una peretOy u otra
moneda equivalente, se adquiere derecho a
participar de todas las oracKMtes 7 buenas
obras de la Sociedad Salesiana y a la ^^kackkt
de seis misas, que se celebran todos los días,
a perpetuidad, en nuestra Basílica del Sgdo
Corazón de Jesús de Roma, dos en d ahar
mayor, dos en el de María Auxiliadora y dos
en el de San José.
Los que se incriben en la Obra
pueden
aplicar el ñuto de estas misM a sí míanos, o
a otras personas, vivas o difuntas, y variar la
intención cuantas veces les plazca.
I<as limosnas recibidas por este conducto
destíñanse, de modo exclusivo, a promover la
gloría de Dios y los intereses culturaka de la

sociedad, acogiendo a niños pobres y abando­
nados, para aducarios cristianamente.
¿Q uién no contribuirá, pues, con algunos
céntxmoe, que con tanta faiálidad se gastan,
a esta invitación paternal de San Juan Bosco
y de la I^csia, inspirada en ideales tan nobles
y caritativos?
¿ Quién no dente la necesidad de asegnrarse
la benevc4 enda divina, en este mondo y en el
otro, mediante la aplicación de k s méritos
infinitos d d Santo Sacrificio d d altar?
¿ Quién no tiene afanas queridas, vivas o di­
funtas, a quienes obsequiar con tan esjfdéndido
r ^ a lo espiritual?

N o tardéis a pedir H ojas de sstscripcióiu

Rector M ayor de los S alesianos.
Cottdengo 32 - T u ifn (109) (Italia).
Las Usáosnos pueden estoiarse a l snismo Rector
M ayor o directasssente a w estra casa de Roseta. Ospizio Sacro Cuoce - V ia Maisala, 42.

Normas para los corresponsales de B o k tín S a k sia n o
1 . — Recibimoa siempre ccm agradecimiento cuantas inñmnackmes se nos quieran enviar,
que, de algún modo, pueden interesar a las Obras Salesianas. Aunque todas evidentemente no
podrán ser publicadas, wrvirán para enriquecer el Archivo de nuestra C a n Madre.
2. — Las croniquillas de fiestas o acontecimientos de «pacas? iatpartameim deberán ser breves,
se evitarán en ellas repetieboes y detalles innecesarios, y , de ser posiUe, se escribirán a máquina
con líneas bien espaciadas.
3> — Salvo rarísimas excq>cioncs, la Revista no publica poesías ní trabaos «genos s la Obra
Salesiana. N o inserta el nombre de ios autores ni devuelve ordinales.
4. — Siendo, de becbo, miestro Boletín una Revista Rastrada, rogamos #!nramwfamii?ntf; d
envío ^ buenas y lum inosn fatografias.
un simple grabado dice a veces más que una crónica,
y, cuando acompaña a ésta, la avalara de modo extraordinario. Aviven pues su celo nuestros co­
rresponsales, quienes deben saber a este respecto que de k » diarios ilustrados que nos e n v t o
DO es posible reproducir ningún grabada
5. — A kn que tienen la bondad de remitimos gradas o oecrologds hemos de asegurarles
que, de llegar a nuestro poder, más tarde o más tenqnano las verán publicadaa. Sí a veces p arece
sólo el nombre, es, o porque no recibimos otra cosa,- o porque a última hora nos viene a faltar
esp.'K'io, o porque la relación carece de especial interés.

REVISTA DE
LAS O B R A S D E
DON B O S C O

BOLETIN
SALESIANO

HEDACCrON Y A D M I N I S T R A C I O N : VI A C O T T O L E S G O

12

-

A flo L 1

N ú m e ro lO

OCTUBRE

T U R i N Uo<))

-

1936

ITALIA

SU M A R IO : L a s B o d a s d e O ro d e n u e s tra R e v is ta . - E l S e x a g é s im o A n iv e r s a r io d e la s M is io n e s S a le s ia n a s . • Sa n
Juan H osco, lo s S a le s ia n o s y la P re n s a . - L a fo r m a c ió n d e c o a d ju to re s m is io n e r o s . - L a O b ra d e D o n B o sco en
España y A m é r ic a : S e v illa . E l d ia d e l a s p ira n te d e la s J u v en tu d es C a t ó lic a s ; M é jic o . F ie s ta s s a le s ia n a s s in S a l ^
sianos ( A g u a s c a lie n te s . S a n P e d ro L a g u n illa s . Z a m o ra ; P u n o . N u e v a d is tin c ió n a n u e s tra G r a n ja - T a lle r . - l>e
n u e s tra s M is io n e s : R io N e g ro , R e s u lta d o s d e a o a ñ o s d e A p o s to la d o . - C r ó n ic a d e g r a c ia s . - N e c r o lo g ía .

Las Bodas de Oro de nuestra Revista.
En este mes de octubre de 1936, el Boletín
Salesiano de lengua española cumple sus cin­
cuenta años de vida.
Cuando é l nació, aún vivía Don Bosco y aún
tuvo tiempo e l buen Padre de hacer oír su voz,
tres veces, desde sus páginas, comunicando a sus
cooperadores los proyectos y necesidades de su
incipiente Congregación.
Desde entonces ¡qué trayectoria la que ésta
velozmente ha recorrido!
S i nuestra hum ilde Revista pudiera atribuirse
algún mérito, seria precisamente e l de haber re­
cogido con la mayor asiduidad todas las bellas y
pujantes palpitaciones de vida, y seguido paso
a paso el maravilloso crecimiento de las Obras
de Don Bosco, historiándolas, explicándolas y
contribuyendo con filia l fervor a extenderlas y
propagarlas en el mundo.
Para esto y únicamente para esto creó e l Santo
su Boletín Salesiano, y , a l cum plir ahora éste,
el de lengua española, su edad cincuentenario,
creemos que el mejor elogio que de é l podría ha­
cerse es afirmar que, en este prim er lapso de vida,
nadie ha visto ni un solo momento desdibujada
su fisonom ía, conservándose absolutamente fie l a
su misión.
Esta es clara, definida y categórica. N t po­
lítica, TÚ ciencia, ni literatura en sus páginas.
Defender los intereses específicos del Papado
y d é la Iglesia católica desde los hum ildes reductos
de la Sociedad Salesiano; ser e l vinculo uni­
tivo entre las diversas Fam ilias de cpte ésta se
compone; seguir la marcha progresiva de sus
obras en fa v o r de la juventud; propagar e l sis­
tema educativo y las enseñanzas de San Juan
Bosco; fun d ir, si posible fu era , a todas las

clases sociales en e l crisol bendito del amor
cristiano. H e aquí la tarea que incumbe a nuesto
Boletín y que, en la medida de sus fuerzas, ha
procurado éste desempeñar, gracias a l apoyo en­
tusiasta de los miles de cooperadores y amigos
que lo leen, propinan y sostienen con e l óbolo
generoso de su caridad.
Esta fecha aniversaria, como es natural, nos
llena de satisfacción, y para celebrarla conveTÚentemente teníamos e l proyecto de regalar a
nuestros lectores un interesante y bello Número
Extraordinario, que les hubiese servido de re­
cuerdo, pero nuestro deseo se ha visto truncado
en flo r por la tremenda tragedia de España,
donde la despiadada hoz comunista siega vidas
de hermanos nuestros, de ex alumnos y cooperado­
res queridísimos, y donde los numerosos lectores
de nuestra Revista vense privados de recibirla,
porque su envió podría significar para ellos una
sentencia de muerte. H asta este extremo han lle­
gado a llí las cosas.
En medio de tanta desolación, nuestros acentos de
jú b ilo desentonarían, las grandes titulares anun­
ciadoras de triunfos serian inoportunas. L o que de
nosotros exijen pues las circunstancias presentes
no son ruidos de fiesta n i repiques de campanas,
sino rumor de lágrimas y oraciones que suban
a aplacar a la misericordia divina; luto muy denso
en los corazones y en las páginas del Boletín.
S i de é l quisiera hoy acordarse el lector para
renovarle e l crédito precioso de su benevolenaa,
y pedir a l cielo le conceda nuevos y largos años
de vida completamente empleados en promover
la gloria de D ios, nosotros le estaremos muy agra­
decidos y daremos por bien celebradas estas
Bodas de Oro.

A l v o lv e r la h o ja h a lla r á e l le c to r re p r o d u c id a c o n B el e x a c tit u d l a p r i­
m era p á g in a d e l p r im e r n ú m e ro d e l B o le tín S a le s ia n o d e le n g u a e s p a & o la .

233

ANO I . - N .

Sale una

1.

T ez

al mes.

OCTÜBBE

BOLETIN S4LESIAN6
Debemos ayudar á nuestros henna>
nos á fin de cooperar ¿ la difu*
sioD de la verdad.

Cualquiera que reciba á un niño ea
mi nombre, recibe á mí mismo.
íM a t . x m u

(iii S. J u a n . 9)

Atiende á la bnena lectura, á la es*
hortacion y á la ensenansa.
(i

tiU

IT. ]S).

Entre las cosas divinas la más di*
vina es la de cooperar con Dios
á la salvación de las almas.
(S. Dionisio)

Tin amor tierno háoia el prójimo es
uno de los más grandes y excelen*
tes dones, que la divina bondad
puede hacer á los hombres.
(El Dort S.

F ranc .

Os recomiendo la ninez y la juveitud ¡ cultivad con grande empeño li
educación cristiana; propocionadla
libros qué ensenen á huir el vicá
y á practicar la virtud.
(Pío E]

Bedoblad todas vuestras fuerzas pait
retraer á la ninez y juventud ¿í
las insidias de la corrupción y di
la incredulidad y preparar de esU
manera una nueva generación.

de Sales)

(Leor xni)

DIRRCCIOX cu el Oratorio Saicsiano. —Callo Cottoleago
SUMARIO — La voz de los Misioneros de la Patagonia
— El Corazón de Jesús y la nirTez
La iglesia del
Sagitado Cornzon en Roma —• Noticias de la Patagonia
Caria de Paysandú — Una' abjuración — D. Bo'sco
en Milán Gracia de Minria Sma. Auxiliadora — Colegio
tie Nuestra S&nora dol Cannen en Utrera.

LA VOZ DE LOS MISIONEROS DE LA PATAGONIA
A DON B O SC O
V A LOS COOPBRADORBS Y COOPERADORAS SALESIaKAS.

Quisiéramos que en este mes una voz
se ligase oir desde uno al otro confín.del
mundo y que el presente número del Boletín
Solesiano, viniese á dar en las manos de
cuantas personas tienen fe en Dios y amor
A las almas. Esperamos, sin embargo, que
esta voz será siquiera oida por nuestros
Cooperadores y Cooperadoras y por ellos
divulgada como un eco fiél entre sus co­
nocidos y amigos, moviendo la caridad y
el zelo de todos.
La voz que indicamos es la voz de los
Misioneros Salesianos de la Patagonia, de

.

32, Turin (Italia)

la Tierra del Fuego y de las Islas Malvi
ñas. Después de las recientes exploracione
que ellos practicaron por espacio de 2,50
kilómetros; después de haber subido y re­
corrido la mayor parte de los Andes; des­
pués de haber hallado numerosas tribus
de salvajes; después de haber instruido
bautizado á infinidad de personas; despueí
de haberse encontrado, no pocas veces, ex
puestos á grandes peligros ya de morir de
hambre, de perecer ahogados, ya de ser
devorados por las fieras, aquellos Misione­
ros vueltos á sus respectivas moradas, hi­
cieron oír á D. Bosco y á sus hermanos de
Europa, una voz digna de ser escuchada
Esta suena así: « Mandadnos ayudes pe^
sonales y materiales y nosotros darémosi
Dios, á la Iglesia y á la sociedad, la Pata­
gonia cristiana y civilizada- »
No era ciertamente diferente la voz qo*
en sus tiempos hacía resonar desde el Asii
á la Europa toda, el grande apóstol de l2
Indias S. Francisco Javier; ni tampoco 1
de los primeros y últimos operarios evan­
gélicos; antes al contrario esta es la vot
que resonaba en los labios del Divino Sák

I
Celebración del Sexagésimo Aniversario
de las Misiones Salesianas,
M ientras llegan informaciones particulariza­
das de las brillantes fiestas con que las República
del Plata han celebrado ese fausto Aniversario,
del cual sólo conocemos hasta ahora algunos do­
cumentos fotográficos, itisertamos un bello comen­
tario que a los actos realizados dedica la revista
argentina de Rosario, Cristóforo Colombo, y
un bien escrito editorial de El Bien Público, de

Montevideo.
L e g í t i m a s a le g r ía s .

L a Fam ilia Salesiana ha festejado con el na­
tural regocijo e l 6o aniversario de la llegada
de los d iez primeros salesianos enviados por San
Juan Rosco a la Argentina, con la cual e l Santo
iniciaba sus proezas misioneras en e l mundo.
Es ese un acontecimiento que, en realidad, no
interesa sólo a los H ijos de Don Rosco, sino que
debe hallar ecos de simpatía en cuantos hombres
se preocupan del .progreso social de los pueblos
y de las conquistas d el Evangelio.
S i alguien nos preguntase el por qué de las ale­
gres y magnificas demostraciones celebradas en
la capital de la República y , con mayor o menor
esplendor, en otras varias ciudades de nuestra
patria y de naciones hermanas sudamericanas, le
diríamos que se trata sencillamente de un fen ó­

meno de ¡a vida común; que procedemos en este
caso como el labrador, que, de vez en cuando,
retira sus ojos de la besana mojada con sus su:ores para fijarlos abstraído en ¡a contemplación
de los frutos cosechados. La Fam ilia Salesiana,
olvidándose, un momento nada más, de la tarea
agobiadora de todos los días, contempla hoy go­
zosa las cosechas de bien que deja detrás de
sí, y recoge alientos y experiencias para el fu ­
turo.
P or fortuna, lo que los Salesianos encuentran
hecho es obra por demás sólida, que ha ido cua­
jándose a fu erza de bendiciones del cielo, obteni­
das por la bondad materna de M aría A u xilia ­
dora, y su única preocupación en estos momentos
es entonar un vibrante T e Deum de acción de
gradas.
Expresión ésta de obligada ju stid a y de legí­
tima alegría, compartida por millones de dudadanos que, en estos 6o años, han ido siguiendo
los pasos de los H ijos de Don Rosco y contemplan
admirados la maravillas realizadas.
¿ Q ué m aravilla más grande — para no ce­
ñirnos más que a un hecho — que la conquista
total de nuestra inmensa Patagonia, que San
Juan Rosco había visto, quizá sobrenaturalmente,
a través de sus sueños?
En aquella época, no había ninguna carta

L o s d ie z p rim o tM n u s io a e r o s s a le s iz o o s . - E n e i co n tro D oQ B o sco j e l C ó n s u l d e A r c m t io a S r . G a z z o lo .

235

i

f¡enf¡ráfica que supiese precisar lo que contenían
nuestros helados desiertos del Sur, y e l Santo,
con una precisión desconcertante, rasgó la nebu­
losa, descifró el misterio.
Con heroica y porfiada tenacidad, luchaba el
valeroso ejército argentino para obtener la con­
quista y sumisión de aquellas tierras plagadas de
tribus feroces y belicosas, pero veíase detenido, a
cada paso, por la encarnizada resistencia que las
mismas le hacían. A la fu erza respondían los
indios con la fu erza , y los progresos de los solda­
dos de la República eran por demás lentos y
efímeros.
M ilitares de honor y de reconocida capacidad
estratégica, que viven todavía y form aron parte
de aquellas lejanas expediciones, nos han confe­
sado que, sin la obra caritativa y eficaz de los
H ijos de Don Bosco, la ocupación permanente
de las inmensidades patagónicas habría sido im ­
posible, o se habría retardado cuando menos de­
cenas de años.
Pero he aquí que donde la espada se rompía,
triunfaba la caridad. A la fu erza se reaccionaba
con la rebeldía, a l amor en cambio se respondía
con la sumisión. L a historia registra muchos y
magníficos episodios de aquellas luchas entre la
civilización y la barbarie, y en ellos resplandece
con los más claros destellos la misión pacificadora
del misionero salesiano, que, sin vacilar, interpo­
nía su pecho entre las armas en choque.
Gracias pues a esa abnegada obra de media­
ción, aquellos mismos bárbaros que voluntaria­
mente se habían sometido a l yugo dulce y suave
del Evangelio, fueron luego los que intervinieron
para que las landos desérticas en que vivían
quedasen abiertas para siempre a los obreros de
la civilización, y para que la bandera argentina
pudiese ondear soberana sobre los helados picos
de la cordillera del Sur, virgen aún de toda
influencia y en la que jamás hombre alguno habla
puesto su planta.
D e aquella Patagonia de antaño hoy sólo queda
e l recuerdo. Conquistada definitivam ente para la
civilización y la soberania de la patria, canta,
con su progreso y sus riquezas, los resultados de
(>o fliiay de apostolado misionero, y bastaría este
testimonio para colmar e l jú b ilo de la gloriosa
fiesta anh'ersaria que celebramos.

(De la Revista “ Cristóforo Colombo” ).

S e s e n ta añ o s.

Culm ina hoy la celebración de una gran fecha
para e l catolicism o del R io de la P la ta : sesenta
años de labor salesiana.
.Aquel Don Bosco, que y a está en los aliares
2^6

con los honores máximos de la Iglesia, enviaba,
hace doce lustros, a esta región de Am érica, sus
primeros apóstoles; los apóstoles de ese apostolado
nuevo y viejo a la vez, que ha impreso su sello
a una labor enorme y fecundísim a. V iejo, porque
es e l mismo apostolado cristiano que se prolonga
a través de los siglos sin mudar sus raíces y sin
cambiar la naturaleza de su savia. N uevo, por­
que en Don Bosco, como en otros tiempos en San
Francisco de A sís, o en San Ignacio de Loyola,
o en San Vicente de P aúl, o en San Francisco
de Sales, o en tantos otros santos de acción social,
cobra un aspecto nuevo, inventa form as nuevas,
y da señales propias de la vida que se adapta
a las cirainstancias combatientes, y que en cada
panorama que se presenta llena una nueva mi­
sión.
Los salesianos llegaron a Am érica como en
el espíritu de una segunda conquista de estas
tierras, con la visión de un mundo desconocido,
de energías vastísimas, cuya potencialidad para
la vida del espíritu era preciso encauzar hacia la
verdad de la fe , y la excelencia insuperada de
la virtud y el ideal cristianos. Y la conquista
fu é. A q u í multiplicaron su acción y aquí vieron
surgir, a la medida de las exigencias crecientes,
vocaciones y brazos para cumplir con éstas. Sin
recursos, comenzaron en todo momento obras de
titanes que parecían imposibles del todo y que,
sin duda, lo eran humanamente. E llas contaban
con la protección visible de lo alto, y son aún, en
su magnitud m aterial, un signo palpable de esta
protección que jam ás fa lta a los que buscan pri­
mero e l reino de D ios y su justicia.
Colegios, escuelas industriales, escuelas agrí­
colas, oratorios festivos, centros juveniles, obras
parroqmales, misiones rurales y en tierras vírge­
nes, de todo ofrece su labor proteiform e en favor
del humilde y del desamparado.
Obra popular por e.xcelencia, ella sabe entre­
garlo todo a los débiles, requiriendo e l apoyo de
los que pueden. Y con esto, favorece a ambos:
a l que da, con el beneficio moral de su caridad
en acción; a l que recibe, con e l beneficio espiritual
de la doctrina, o con e l intelectual de la ense­
ñanza, o con e l m aterial de la ayuda necesaria;
y a todos, con su espíritu evangélico de sencilla
fraternidad, y de adhesión sincera a los intereses
y anhelos legítimos de cada uno.
Obra cristiana hasta la médula, es por eso
mismo obra social por excelencia. E lla demuestra
la relación estrechísima entre los vínculos sociales
y las xñrtudes propias del cristiano. Desarmada
de toda arma de contienda, la acción salesiana
quiere ser obra de solo amor; y lo consigue. E l
salesiano no es polem ista, ni discute con dialécti­
cas complejas, ni se enciende en espíritu de guerra

frente a l m al o a l error. E l salesiano enseña
pacificamente, poniendo sobre su cátedra humilde
la sinceridad d el corazón; y por encima de todo,
defiende los derechos d el amor fraternal.
Esta es su técnica y a la v ez e l secreto de su
éxito. L a obra salesiana alcanza así a ser la
obra de todos, la obra del pueblo; y en ella ricos
y pobres encuentran la coincidencia de sus senti­
mientos, y la revelación de su fraternidad cris­
tiana.
Digna es, pues, de celebración esta fecha de
hoy, en que, ante e l magnifico marco de la obra
múltiple del presente, se recuerda, en contraste
maravilloso, e l día en que los primeros hijos de
Don Bosco llegaban, desamparados y débiles, a
poner sus plantas en las orillas del P lata.

(D el diario “ El Bien Público” ).

C óm o surgieron
las M ision es Salesianas.
Ir a las misiones fue para San Juan Bosco
el sueño dorado de toda su vida sacerdotal,
no obstante que su director, el Beato Cafasso,
le hubiese asegurado terminantemente que él
no debía pensar en ser misionero.
Y es cosa singular que la tierra de misiones
preferida por el Santo y la primera que llamó
su atención fuese la Patagonia. ¿ Q ué vería
en ella, y qué porv'enir destinaría la Providen­
cia a aquel ignorado rincón argentino?... Ya
en 1848, cuando hacía aún pocos años de su
ordenación sacerdotal, oyóle exclamar Don
Santiago Belia: jO h, si yo tuviese a mi dispo­
sición muchos clérigos y sacerdotes, les envia­
ría a evangelizar la Patagonia y Tierra del
Fuego!
Allá por el año de 1871 o 1872 (D. Bosco
no precisó la fecha) tuvo un sueño extraordi­
nario que se ha hecho célebre. En él parece
que Dios le trasportó en espíritu a las lejanías
meridionales patagónicas y le puso de mani­
fiesto su carácter, su geografía, sus tribus in­
dígenas y su evangelización por obra de los
salesianos.
Era una película cinematográfica esplendo­
rosa pero muda y falta de toda leyenda, y
había que identificar los detalles observados.
Don Bosco consultó, hojeó libros de viajes,
tuvo conferencias con misioneros experimen­
tados; uno venido de Abisinia, otro de Hong
Kong, y otros de Australia y de la India. Pero
ninguno de los tipos y paisajes por ellos descri­
tos coincidía con los que él había visto. Estas
dos últimas regiones llegaron a alucinarle por
algún tiempo, haciéndole dudar de si serían
las del llamamiento ditino, tanto que hubo de

D o n B o sco ' b e n d ic ie n d o a u n o s in d io s p a ta g o n e s q u e le
p re s e n ta M o n s. C a g ü e r o a s u re g re so d e A m é r ic a .

ordenar a alguno de sus sacerdotes que apren­
diera la lengua inglesa, pero he aquí que, en
diciembre de 1874, recibióse en el Oratorio una
carta del Arzobispo de Buenos Aires, el Excmo
y Rvmo. Sr. Don Federico Aneyros, por me­
diación del Cónsul de Argentina en Savona,
Sr. Gazzolo, y a renglón seguido, otras de
Mons. Cecarelli, párroco de San Nicolás de
los Arr<^os, en la misma República.
En aquellas cartas se invitaba al Santo de
un modo formal a aceptar la Misión de la
Pat^onia, y este hecho y la detallada motiva­
ción que del mismo hacía Mons. Aneyros, die­
ron al traste con todas las t'acilaciones de Don
Bosco. El sueño misterioso quedaba descifrado;
la Patagonia se revelaba como la genuína tierra
de promisión de sus misioneros.
En enero de 1875, llegó el Cónsul Gazzolo
al Oratorio llevando unos pliegos importan­
tísimos; era la aceptación oficial de las condi­
ciones que el Santo había puesto a la propuesta
del Prelado bonaerense, y la súplica de que
cuánto antes los misioneros se pusieran en
viaje.
-

á

237

Ocurría esto el día víspera de la fiesta de
San Francisco de Sales, Patrono de nuestra
Sociedad, y, por tratarse de una decisión histó­
rica, que ahora vemos proyectada con enorme
grandeza, Don Busco quiso rodearla de un
marco de solemnidad. .
Hizo adornar el pequeño palco escénico
instalado en el viejo salón de estudios, invitó
a que tomaran asiento en él a su Capítulo Supe­
rior y a varios Directores de Casas llegados con
ocasión de la fiesta patronal, y, a una señal
suya, el Cónsul Gazzolo, vestido de riguroso
uniforme, atravesó el salón lleno de niños y
salesianos, y, en medio de un religioso silencio,
dió lectura a las cartas argentinas.
Levantóse en seguida Don Bosco, y, ante la
estupefacción de todos los salesianos allí pre­
sentes, conocedores de su enorme pobreza de
medios, dijo que él, por su parte, aceptaba en
firme la Misión, quedando sólo pendiente de la
última y definitiva conformidad del Santo
Padre Pío IX . no obstante que contaba ya con
ella.
A la perplejidad que habían producido sus
palabras, sucedió bien pronto una reacción in­
descriptible de entusiasmo, que estalló en de­
mostraciones clamorosas y, como una corriente
eléctrica, se propagó fuera del Oratorio. En
todos los presentes surgió, a la vez, el presen­

M od s . C e c a r e lli.

238

S u E x c ia R v m a . M o n s. F e d e ric o A n e y r o s .

timiento de que algo muy grande había na­
cido aquella tarde.
A los ocho días, el Santo, alborozado, comu­
nicaba a sus hijos, en una circular, la buena
nueva, y en una de sus famosas « buenas no­
ches » trazaba su nuevo método de misionar.
Adentrarse en la selva, en busca de los neó­
fitos, a pecho descubierto y sin ninguna pre­
paración, es exponerse al fracaso y con fre­
cuencia también a una muerte inútil. Don
Bosco prefiere emplear otra táctica. Sus misio­
neros empezarán abriendo escuelas y asilos
en regiones limítrofes con las de los salvajes,
y procurarán atraer allí a los hijos de éstos
para catequizarles y hacérselos amigos, mientras
de ellos aprenden su lengua y costumbres y
aseguran la ulterior y sólida evangelización de
sus padres.
En aquellas buenas noches, invitaba a los
niños del Oratorio, con aquel donaire suyo tan
peculiar, a que se alistasen entre los primeros
misioneros que iban a América para fundar
en Buenos Aires y San Nicolás de los Arroyos,
y, trazando la figura diríamos caleidoscópica
del coadjutor misionero salesiano, que, — como
viene demostrando nuestra Revista, — ha adqui­
rido hoy un relieve magnífico y consolador, les
decía entre otras cosas: « Allá hacen falta misio­
neros predicadores, maestros de escuela, mú­

sicos, cantores, y hasta misioneros que lleven
a pastar las ovejas y las esquilen y ordeñen
y sepan hacer queso. En una palabra, necesi­
tamos sal^ianos que sepan de todo, y puedan
desempeñar cualquiera de los oficios de la
casa».
Ello explica que entre los diez primeros ele­
gidos que habían de ir a América, casi la mitad
fuesen coadjutores. He aquí sus nombres, que
bien merecen ser hoy recordados, con tanta
más razón cuanto que muchos llegaron a ser
grandes figuras de la Iglesia: los sacerdotes
eran Cagliero, Fagnano, Cassinis, Tomatis,
Baccino y Allavena; y los coadjutores Scavini
(carpintero), Molinari (músico y zapatero),
Gioia (cocinero) y Belmonte (recadero).
Ya sólo faltaba avituallar la expedición y
establecer el día de la partida.
Para lo primero, Don Bosco, siempre prácti­
co, que dejaba a la Providencia sólo lo que a
él le era absolutamente imposible, tendió una
vez más su mano a la caridad e hizo circular
unas hojas impresas con una lista de todo lo
que hacía falta a los misioneros; un mundo de
provisiones; medias, calcetines, camisas, za­
patos, sotanas, manteos, sobretodos, enseres
domésticos, objetos de iglesia, cálices, misales,
antifonarios, casullas, libros españoles, obras
predicables y de ascética, etc. etc.

Y en Turín se inició entonces ese fervoroso
y conmovedor movimiento de cooperación
misionera, que, ahora todavía, y anualmente,
ofrece al Rector Mayor un enorme bazar de
ropas confeccionadas, de medicinas y objetos
para el culto. M ás de diez comunidades reli­
giosas y numerosas familias particulares pu­
siéronse a trabajar, y los primeros misioneros
de Don Bosco estuvieron listos para partir el
14 de noviembre de aquel mismo año de 1875.
Tres días antes, la basílica de María Auxilia­
dora, solemne y esplendorosa como nunca lo
había estado desde el día de su cons^ración,
vió por primera vez el acto conmovedor, que,
desde entonces, todos los años, viene cele­
brándose, de la despedida de los misioneros.
Don Bosco lloraba al ir abrazando uno a uno
a aquellos hijos suyos alineados en el presbi­
terio, y, hablándoles desde el púlpito a ellos
y al buen pueblo turinés que presenciaba ató­
nito aquella escena nunca imaginada, dejó
correr a raudales la ternura de su corazón.
Luego, el venerable anciano quiso ir a G énova a despedirles, y los heroicos vanguardistas
de las misiones salesianas, antes de zarpar,
recibieron, de rodillas sobre la cubierta del
Savoia, una de las bendiciones más fecundas
de bienes y conquistas que hombre alguno ha
recibido jamás en esta tierra.

E c u a d o r • G u a la q u iz a . - N u e s tr o C o n s e je r o G r a l R v m o P . S e rié p re s id ie n d o u n g ru p o d e m isio n e ro s
7 d e p e q u e ñ o s jib a ro s.

239

San Juan Bosco, los Salesianos y la Prensa.
{Conclusión)

L a o b r a d e lo s h ijo s.

Véase ahora, a cincuenta años de distancia,
lo que los salesianos, fieles a estas directivas del
Santo, y ayudados de sus cooperadores, han
podido realizar.
En más de 40 naciones y hasta en tierras de
misión, como Sangay en China, La Kafubu rn
el Congo belga, Shillong en la India, Tokio
en el Japón, tienen establecidas y funcionando
147 Escuelas Profesionales tipográficas, con sus
correspondientes litografías y encuadernaciones.
En 18 naciones de ambos hemisferios tienen
fundadas 25 casas editoriales; una de ellas,
la S . E . . (Sociedad Editora Internacional)
radica en Turín, cuenta con seis grandes su­
cursales en Italia, y su volumen de trabajo iguala
al de cualquiera de las editoriales más acredi­
tadas del mundo.
Esta Sociedad inunda la península italiana de
libros buenos de todo género y los expide ade­
más a todos los países, distinguiéndose sus edi­
ciones clásicas, religiosas, pedagógicas.
Desde que San Juan Bosco, con ímpetu irre­
sistible, lanzóse a este magnífico apostolado, las
Escuelas Profesionales Salesianas han volcado
sobre el campo de las industrias gráficas 38.540
obreros del libro: compositores, litógrafos, lino­
tipistas, impresores, encuadernadores, libreros.
Actualmente, edócanse en estas Escuelas
4.332 aprendices repartidos en 40 naciones.
De las 147 imprentas salesianas citadas salen
477 periódicos de todas clases: científicos, lite­
rarios, religiosos, pedagógicos, misioneros; so­
ciología, teatro, música, sport, agricultura, li­
turgia, hojas parroquiales, cultura popular,
propaganda... De ellos, 242 se publican en Eu­
ropa: 206 en América, 23 en .\sia y 6 en Africa,
siendo semanales 43, mensuales 399, quince­
nales 14, y 21 bimestrales.
Ya hemos hecho mención de la impresio­
nante tirada que alcanza Boletín SaJesümo; y
en cuanto a las demás publicaciones de los
lujos de Don Bosco, son muchas las que me­
recen destacarse por el favor siempre creciente
que les dispensa el público. Ciñéndonos a
Italia y a los países de lengua española, cita­

1

240

remos sólo R ivista dei Giovani, Catechesi, Convknum , Gymnasium, Cristoforo Colombo, Ju ­
ventud M isionera, E x Alumnos de Don Bosco,
Revista Social, Excelsior, Albores, Lecturas C a ­
tólicas, E l Oratorio Festivo, Flores del Campo,
L a C ruz del Sur, E l Apóstol de la Prensa, E l
M ensajero de M aría Auxiliadora, A rte Gráfica,
Alborada, Don Bosco .....

Dentro de su sobriedad, esta breve reseña
estadística tiene una positiva elocuencia. Dice
de un modo vibrante que, alarmados los sale­
sianos y sus cooperadores, por el estrago inte­
lectual y moral que causa la prensa impía •
simplemente desaprensiva, recogiendo la ini­
ciativa de Don Bosco y respondiendo a las
excitaciones de los Papas, han trabajado con
todas sus fuerzas, valiéndose de la pluma y de
las artes del libro, por inundar la sociedad
cristiana de enérgicos contravenenos, o mejor
y según las directivas del gran educador, por
prevenir el mal mediante la difusión escrita,
atrayente y abrumadora, de la verdad.
Es triste tener que reconocer que los fauto­
res del error y del vicio jamás se dan por ven­
cidos. No pasa un solo año sin que veamos
aparecer nuevas publicaciones, revistas, diarios,
obras en serie, puestas al servicio de las fuerzas
del mal.
Incumbe por lo tanto a los católicos oponer
a esas fuerzas maléficas una poderosa organi­
zación, vivir siempre alerta para poder señalar
a los buenos obreros de la pluma los avances
del enemigo, alentar sus campañas con ora­
ciones y simpatías, multiplicar su clientela con
propagandas inteligentes, ayudar el apostolado
de los escritores con dádivas generosas; sostener,
en fin, nuestras Escuelas Profesionales, nuestras
librerías salesianas, toda esa vasta red de insti­
tuciones de celo que, lo mismo en Europa que
en América y en el remoto Oriente, procuran
con toda su alma elevar diques capaces de con­
tener las aguas destructoras del mal, disci­
plinar y encauzar a juventudes ardientes,
áridas de pelea y de conquista.

ESCUELA
AGRICOLA
M IS IO N E R A
DE

C U M IA N A

L a m a c n iR c a
ta la c ió n

in s­

a v íc o la ,

d o n d e ae c u ltiv a n
laa m e jo r e s

ra za s

d e p o n e d o ra s.

La

e x p lo ta c ió n

p o rc in a , te so ro p re ­
c io s o d e l a ect» o>
m ia d o cn é stic a , o*
cu pa

lu g a r d e s ta ­

c a d o en e l ra m o d r
la g a n a d e ría .

te

L a E s c u e la A g r íc o la M is io n e ra d e C u m ia n a . - V is ta p a n o rá m ic a .

UN DIFICIL PROBLEM A
La formación de coadjutores misioneros.
(Continuaaón)

M ed io s d e fo rm a ció n . — La formación
intelectual, profesional, religiosa y misionera
se procura en estas casas que sea completa, y
se da con la mayor intensidad posible.
Especificaremos estos diversos aspectos de
la formación, señalando lo que ésta tiene de
común en los diversos Institutos y lo que de
específico en cada uno.
In stru cció n in telectu a l y p ro fesio n a l. —
Comprende: religión, cultura general, cursos
de lengua nacional y lenguas extranjeras,
(fnincés, español, inglés), geografía, historia,
matemáticas, contabilidad, ciencias, teoría y
práctica profesionales, dibujo, nociones gene­
rales y aplicadas de las di\-ersas artes v oficias
24¿

que se cursan en el Instituto, educación física,
artes recreativas (música, canto, declamación).
Las 24 horas del día háUanse distribuidas .
de este modo: clase y estudio, 4 horas; trabajo
manual y lecciones de teoría, 6 horas; prácticas
de piedad, recreos y ocupaciones varias, 6
horas; descanso, 8 horas.
La enseñanza se da conforme a un programa
progresivo, hecho en vista del aprendizaje que
antecede al noviciado y de los tres años de per­
feccionamiento que le siguen. A este último
periodo cultural se le añaden cursos de peda­
gogía, sociología, higiene, tecnología, economía
rural, y rudimentos de legislación obrera y
agraria.
Los jóvenes profesos quedan de este modo

1
perfectamente capacitados para tomar la di­
rección de un taller o de una explotación agrí­
cola. Bajo el control superior del maestro, encomiéndaseles a ellos, durante las horas de tra­
bajo, el cuidado de los alumnos de cursos infe­
riores, y de este modo se les ofrece ocasión,
aparte otras ventajas, de descubrir y rectificar
por sí mismos errores de ejecución, idear y
dibujar croquhs, etc.
L a E scu ela P ro fesion al ** C on tí R eb au d en go
— Dase en ella la enseñanza
de los siguientes oficios: carpintería, eba­
nistería, mecánica, electrotécnica, forja, sas­
trería y zapatería, estando en proyecto la
instalación de otras Secciones, como arte textil,
albañilería y construcción. Para el aprendizaje
de las artes del libro {composición, imprenta,
encuademación), los alumnos son enviados a
otra de nuestras Escuelas Profesionales vecinas.
Añadamos de paso que el Instituto « Conti
Rebaudengo» ocupa una extensión de 30.000
metros cuadrados y está integrado por un
imponente sistema de magníficos pabellones
modernos, flanqueados de espaciosos patíos y
galerías, siendo capaz de albergar cómodamente
a 250 alumnos. Su material escolar, sus instala­
ciones, sus maquinarias, corresponden amplia­
mente a los fines específicos de su fundación,
desde el punto de vista profesional, que tiende,
no sólo a formar obreros hábiles, sí que tam­
bién a proveer a nuestras Misiones de buenos
jefes de taller, pertrechados de los necesarios
conocimientos técnicos y prácticos para ha­
cerse cargo de la dirección de cualquier Escuela
e implantar en ella la enseñanza racional v
metódica de su especialidad respectiva.
L a E scu ela A g ríc o la d e C u m ia n a. —
Persigue los mismos fines que la anterior,
pero aplicándolos al cultivo racional de la
tierra y de alguna de las industrias inmediatas
que de ella se derivan.
En un campo de experimentaciones de 65
hectáreas, se adiestran los futuros misioneros
agricultores en la obtención racional de cereales,

arroz, forrajes, plantas de jardin, árbles frutale.s,
especies tropicales obtenidas por estufa, gana­
dería (vacas, cerdos, caballos), e industrias
derivadas de la leche (elaboración de quesos,
requesones, mantecas). Ejercítanse, además, en
la cría, conforme a los últimos procedimientos,
de aves de corral, abejas, etc.
Como es lógico, contemporáneamente con
estas prácticas, se desarrolla un programa
bastante completo de ciencias agronómicas, ini­
ciándose además en determinados cultivos que
no pueden tener en la Escuela su desenvolvi­
miento práctico. Dispone la Escuela de obser­
vatorio, gabinetes de física y ciencias natura­
les, geofísica, agrimensura, y de un laboratorio
químico de primer orden.
Hállase también dotada de los más indispen­
sables talleres de reparaciones (forja, electrici­
dad, carpintería basta) capaces de subvenir a
las habituales necesidades de las labores cam­
pestres.
L a E scu e la d e C ateq u istas. — Para esta
tercera categoría de misioneros salesianos coad­
jutores la prueba que precede al noviciado
dura de dos a tres años, según la habilidad y
grado de preparación de cada alumno.
Su programa de cultura general es idéntico
al de la Escuela Profesional «Conti Rebau­
dengo », especializándose únicamente en el
estudio de la religión (exposición clara y metó­
dica de la doctrina, apologética, historia sa­
grada y de la Iglesia). El futuro catequista mi­
sionero tiene que aprender además rudimentos
de economía doméstica, de contabilidad, de
higiene, y habilitarse para los menesteres más
indispensables en una casa de misión, debiendo
saber hacer de sacristán, enfermero, cocinero,
chofer, lampistero, electricista, sastre, zapa­
tero... en una palabra, lo que del coadjutor
catequista se pretende es que sea un auxiliar
precioso del misionero en todas las necesi­
dades de su vida de apostolado, así en los
centros de población como en el desolador
aislamiento de la selva.

Sres Cooperadores,

{ConUnuará).

consultad d

tesoro

e s p ir it u a l .

Propagad la O B R A PIA DEL S G D O C O R A Z Ó N . Véase la cubierta de nuestro 'Boletín'

243

L a Escuela

ñera de Cunian:

dotada de to|D el
de

explotac^

pudiéndose a|siir

las másbo^
m a q i^

f
pcola M isiotpna ha sido
4o el m aterial
Ib necesario,
tirar en ella
lernas
Inrías.

LA OBRA DE DON BOSCO EN
ESPAÑA Y AMERICA
Relaciones enviadas al R edor Mayor.

ESPAÑA

- Sevilla.



E l d ía

d el

aspi­

rante de las Ju ventudes C atólicas c o n ­
vertido en h om en aje a San Juan B osco.
El < Dia del Aspirante » de la Juventud Católica,
que por vez primera se ha celebrado en Sevilla,
podemos decir que fué un homenaje de entusiasmo
y de cariño de los jóvenes Católicos a San Juan
Hosco.
Se celebró el domingo, dia cinco de julio, en las
Escuelas Salesianas de la Santísima Trinidad.
Muchos son los motivos de haber celebrado los
j<>venes católicos sevillanos esta primera fiesta
«enera! de Aspirantes en el ya citado Colegio Salesinno: la amplitud de su iglesia, teatro y patios,
la comodidad de encontrar locales para los dife*
rentes actos, la cariñosa y amable scogida que se
encuentra siempre en los superiores salesianos y
el celo incansable de los hijos de San Juan Bosco;
pero sobre estas razones, hay otra más fundamental:
'■ Que las Juventudes Católicas Sevillanas han

querido celebrar el primer día dedicado a su aspirantado, a los pies del Apóstol, amigo y maestro
de la juventud y de los niños, han querido unir la
Acción Católica a la Salesiana, la voz del Papa a la
de aquél que en toda su vida no hizo sino recomen­
dar la obediencia y filial cariño al Vicario de Je­
sucristo. Por eso, el nombre de San Juan Bosco ha
resonado en los labios de los oradores que intervi­
nieron en la velada, por eso podemos decir con
toda verdad « Que el primer día de Aspirantes de
las Juventudes Católicas en Sevilla fué como un
homenaje al precursor incansable de la Acción
Católica, t San Juan B osco».
P

V

M o n s. P erd o m o , A rz o b is p o d e B o fo ta
h a v is ita d o la C a s a M ad re.

246

rogram a

.

Con asistencia de Aspirantes de las distintas
Parroquias de Sevilla, distinguiéndose los centros
San Julián, San Roque, San Isidoro y San Lorenzo,
de la nueva Juventud Católica del Colegio Salesiano
de la Santísima Trinidad, de sus aspirantes y de
los de las Escuelas Salesianas de Triana, se oyó la
Santa Misa, que fué oficiada por el Provincial de la
Inspectoría Bélica Salesiana, Reverendo Padre
Don Sebastián M . Pastor. L a Comunión fué nu­
merosísima y en total calculamos que serían unas
trescientas personas las que recibieron a Jesús
Sacramentado.
Terminado el Santo Sacrificio, se procedió a la
imposición de distintivos de J. C . a nueve jóvenes
del grupo de artesanos y a tres de la sección de
estudiantes, y la insignia de aspirante a dieciséis
niños de la Trinidad, nueve de Triana y ocho de
San Julián.
Don Sebastián M . Pastor cerró este piadoso acto
con entusiastas palabras dirigidas a los jóvenes.
elada

l it e r a r ia

.

Se celebró por la tarde en el amplio salón teatro
exornado con las banderas de la Juventud.
Fué presidida por el Presidente de la U. D . de
j . M . de A . C . en esta diócesis, M iguel Pérez
Jiménez, que tenía a su derecha al Sr. Director de
los Salesianos, Don Manuel Fernández, y a su
izquierda al Sr. Consiliario de la Juventud, Don
.\ntonio Jurado Armario. Tam bién tomaron asiento
con la presidencia los oradores y miembros de U . D.
El salón ofrecía magnífico aspecto, dando co­
mienzo el acto a tas cinco y media.
Por los antiguos alumnos salesianos interxnene
José M . Trujillo de Vargas, de J .C . Desarrolla con
gran elocuencia el tema Las juventudes católicas y
las compañías religiosas en las casas salesianas.
Juzga trascendentales los momentos por que
atra%esamos. Señala la importancia de la Acción
Católica y su influencia en la vida de las naciones.
Manifiesta que, siguiendo la labor emprendida, se

va a la foraiacidn exquisita y perfecta de minorías,
con espíritu de sacrificio para arrastrar a la masa
enarbolando el lema de estas Juventudes: Piedad,
Estudio y Acción. Se extiende en atinadas demostra­
ciones.
Señala a San Juan Bosco como precursor de la
A. C . Este apóstol infatigable de la Juventud, dice,
establece en sus casas normas de selección en los
niños, por medio de las compañías religiosas. '
Termina, dedicando palabras de aliento a los aspi­
rantes, escuchando al fínal de su discurso muchos
aplausos.
L e siguió en e! uso de la palabra Miguel Gutiérrez
Arce, de la Escuela de propagandistas de la U. D.
que desarrola con la misma fortuna que el anterior
este interesante tema: « El Aspirante y el dei>orte ».
Terminada la velada, se canta el himno de San
Jiian Bosco, se le hace entrega de la copa al equipo
vencedor del torneo celebrado anteriormente en
las Escuelas de la Santísima Trinidad; Don José
M . Pachón Peña, vocal de la U . D . dirige breves
palabras a los aspirantes, trazándoles un plan de
fecundo apostolado.
Entonado por todos el Himno de las Juventudes
de Acción Católica, se hizo un grupo fotográfico
y se proyectó una película sobre la Santa Misa.
C H I L E - M agallan es. — G ran d io so triunfo.
Los grandes festejos en honor de San Juan Bosco,
Patriarca de las Obras Salesianas, que se iban prepa­
rando desde varios días, culminaron en un gran­
dioso triunfo religioso, el domingo 26 de Abril.
Desde las 6 de la mañana, las campanas del tem­
plo anexo al Instituto Don Bosco, con sus alegres
repiques, anunciaban al pueblo el alba del día de­
seado, y el pueblo correspondió con extraordinario
entusiasmo, asistiendo a las varias funciones religio­
sas. El templo Don Bosco, el más amplio de Maga­
llanes, se hizo estrecho para contener a los fíeles
que durante el día se sucedieron continuamente. En
las Misas de Comunión presentáronse más de 800
personas a recibir el Pan Eucarístico.
M uy solemne resultó el Pontifical oficiado por
Mons. Arturo Jara. A l Evangelio, ocupó la sagrada
cátedra el P. Boric, que tejió un magnífico panegí­
rico a San Juan Bosco.
A medio día se sirvió un almuerzo de familia en
que el Sr. Inspector tuvo la satisfacción de verse
rodeado por las Autoridades locales, los Presidentes
de las varias Instituciones católicas y los princi­
pales amigos de las Obras Salesianas.
A los postres hizo uso de la palabra el mismo
Sr. Inspector, Padre Aliberti, manifestando su agra­
decimiento a los asistentes. Contestó el Sr. Ernesto
Pisano, Alcalde de la ciudad, quien, en frases muy
felices, expresó el honor que le cupo de haber reci­
bido la primera educación en los C o le to s Salesianos. Habló lu ^ o Don Alfonso Menéndez Behety
tributando un recuerdo a su maestro, el inolvidable
Mons. José Fagnano, Apóstol de la civilización cris­
tiana en estas r^ km es. Finalmente, levantóse el Di­
rector de la Unión para confirmar lo que ya sabía-

EI E x c m o . S r. D O N M A N U E L M O L L S A L O R D ,
V ic e -R e cto r d e l C o le g io E s p a ñ o l d e S a n José e n R o m a,
e Ilu stre e x a lu m n o s a le s ia n o d e C in d a d e la (M e n o rc a ),
h a s id o n o m b r a d o O b is p o C o a d ju to r , c o n d e re c h o a su ­
c e sió n , d e la d ió c e s is d e T o rto s a . • E s e l p r im e r e x
a lu m n o e s p a ñ o l e le v a d o a la d ig n id a d e p is c o p a l.

Nuestra enhorabuena y A D M U L T O S A N N O S.
mos, que es uno de los más grandes admiradores de
San Juan Bosco.
A las 14 horas el Tem plo estaba, como por la
mañana, repleto de fíeles. Hecha la Hora Santa, se
efectuó la Procesión con el Santísimo Sacramento
por el interior del templo y se impartió la Bendi­
ción Eucarística.
En el patio del Colegio los padrinos de la fiesta,
Don José Davet y su señora Dona Felicidad Pérez
de Davet, repitieron su generosidad de la mañana
haciendo distribuir golosinas a los numerosos niños
que asistieron.
Luego en el Teatro del Instituto, se dió una diver­
tida función recreativa en que los actores cosecharon
continuos y merecidos aplausos. A l final fué sor­
teado entre los Oratoríanos un cordero vivo y un
reloj, obsequiados por amigos y bienhechores.
M E J IC O

• —

Fiestas

salesianas sin

Sa-

lesianos.
A gu a scalien tes.
Con extraordinario entusiasmo se recibió en esta
ciudad lina escultura de San Juan Bos(x>. para ser
venerada en la Sta. iglesia catedral.
Habiéndose fijado de día 24 del corriente para la
bendición solemne de la misma, gran número de
fieles, y entre ellos multitud de niños de todas las
247

Laguníllas celebrar una M isa en la parroquia de
T epic, capital del Estado, mientras en el pueblo la
fiesta se redujo a una visita domiciliaria, extraordi­
nariamente concurrida, al rezo del Rosario por la
tarde, ofrecimiento de flores y cantos sagrados.
San Juan Bosco fué honrado a su vez con un
novenario, terminado con un rasgo delicadísimo de
los niños y niñas del pueblo, los cuales ofrecieron
cada- uno un puñado de maíz que, vendiéndolo,
enviaron convertido en dinero a los niños de la
Casa Madre de Don Bosco, con el fin de estimu­
larles a unir sus oraciones a las de ellos para con­
seguir del Santo que el Gobierno vuelva a permitir
el culto en su parroquia.
Z a m o ra .
A r g e n tin a • R io G a lle g o s . - in a u g u ra c ió n d e u n n u evo
tea tro e n e l C o le g io S a le s ia n o .

M uy Reverendo Padre:
M e parece oportuno hacerle saber el fervor que
ha despertado en los fieles de Zamora la devoción

clases sociales, llevados del atractivo que para dios
tiene este Santo, y por haber sido invitados espe­
cialmente para dicho acto, llenaron la nave central
de la iffiesia.
El Exemo. Sr. Obispo, Don José de Jesús López,
dc.spués de bendecir la imagen, habló en forma
sencilla y conmovedora del amor que el Santo pro­
fesó siempre a los niños, a quienes consagró su vida,
y de la conveniencia de que todos los niños de la
diócesis, y en particular los que pertenecen a la
parroquia del Sagrario, se pongan bajo su protección
y setin, de hecho, sus devotos, ya que San Juan
Bosco, declarado recientemente por su Santidad
Pfü X I, patrono de la niñez y juventud mex canar,
no deja de protegerlos y de interceder por ellos.
A continuación se hizo un ejercicio solemne y se
dió la bendición con el Santísimo.
A l día siguiente, a las 7, varios centenares de ni­
ños se acercaron a recibir el Han Eucarístico en
honor del Santo.
El 26, a la s'7 en punto, tuvo lugar una primera
Comunión de pequeños pertenecientes a una escuela
particular. Se dignó celebrar el Sto. Sacrificio y
decir el fervorín el Sr. Cura Párroco, Don Felipe
Morones. Durante la misa hubo música y cantos
selectos, y al terminar dicho acto, todos los niños
se consagraron al Santo.
San P ed ro L a ^ n il l a s .
Como en gran* parte de esta noble Nación meji­
cana, el culti> y el amor a María .Auxiliadora y a
San Juan Bosco se hallan arraigados en los felices
inonidorcs de este pueblccito de costumbres sencillas
y fuertentonte apegado a la religión de sus padres.
Eso débese particularmente a la entusiasta, fer\x>rosa e incansable celadora salesiana local, digita de
todo encomio.
En carta al Rector Ma\-or hace esa Señorita un
interesante resumen de los de\'Otos obsequios tri­
butados al Santo en su fiesta de abril, y a María
Auxiliadora el 24 de mayo. .A falta de templo, que
por disposición gubemati^-a sigue todavía clausurado,
ntandaron los buenos cooperadores de San Pedro
248

E n la c a te d r a l d e A R u a s c a lie m e s . P r im e r a C o m u n ió n
e n b o n o r d e S . Ju an B o sco .

a la Sma. Virgen bajo el título de María Auxiliadora,
y a su siervo S. Juan Bosco. Una idea de ello le dará
el modo cómo se celebró la fiesta de la Santísima
Virgen el 24 del presente.
Como preparación a dicha fiesta, se hizo un nove­
nario que consistió en una misa con cantos. Por la
tarde, rosario cantado con exposición mayor. El día
de la fiesta, desde las primeras horas se vió la pa­
rroquia pictórica de fieles que se disputaban el honor
de honrar a la Sma. Virgen. El templo, compuesto
como pocas veces se había visto, inspiraba a los
fieles fervor y alegría. El altar mayor fué adornado

con un hermoso frontal de fino paño y de rica pin­
tura que para esta fiesta se mandó hacer, luciendo
gran cantidad de flores blancas, en su mayor parte
azucenas. A la derecha de dicho altar, se le%'antó
otro convenientemente adornado, en el cual se colo­
caron las imágenes de María Auxiliadora y S. Juan
Bosco.
La misa de Comunión general se celebró a las 7.
En ella recibieron el Pan Eucarístico cerca de 400
niños y gran número de adultos. A las 10 hubo
la misa mayor que se dignó celebrar el celoso Pá­
rroco del lugar. U n grupo de seminaristas ejecutó
la partitura a tres voces iguales de Perosi.
Por la tarde, después del rosario, el mismo Sr.
Párroco Don Jesús Arroyo predicó un elocuente
sermón en el que dió a conocer a los fíeles el celo
de S. Juan Bosco por la educación de la niñez y de
la juventud, su extremada pobreza, sus dificultades
y su confianza ilimitada en la Sma. Virgen bajo el
titulo de María Auxiliadora. Se dió término a la
función con la bendición del Santísimo y las ala­
banzas propias de la Virgen Auxiliadora.

P E R U . - Puno. — N u e v a distin ción otor­
gada a la G ran ja-taller escolar.
Esta grande y benemérita Institución, confiada a
los Hijos de Don Bosco, que, como repetidas veces
se ha dicho en estas páginas, sostiene el Gobierno
de aquella culta nación a beneficio exclusivo de las
razas indígenas que pueblan las altas y desoladas

regiones andinas limítrofes del Titicaca, ha llamado
nuevamente la atención de la prensa de su país que,
en estos pasados días, le prodigaba grandes elogios.
Es el caso que en la Exposición agrícola-industrial
últimamente celebrada en Puno, la Granja ha obte­
nido por segunda vez el Premio máximo, o sea:
Diploma de Honor con medalla de oro, siendo de­
clarada fuera de concurso. El Jurado calificador
concedióle esta altísima distinción * por su labor
progresista en la agricultura, ganadería e industrias
regionales, y por su eficacia en la educación de la
raza indígena >.
Los diarios, al comunicar esta halagadora noticia,
comentan como un mérito excepcional los éxitos
obtenidos por la Granja en determinados cultivos,
capaces ellos solos de asegurar a la pobre y árida
región donde está implantada días de bienestar y
de ventura.
Figuran entre esos éxitos 115 ^'ariedades de pa­
tatas y la aclimatación, lograda tras de largos y pa­
cientes estudios, de una variedad de trigo excelente,
en condiciones casi inverosímiles, pues se trata de
terrenos situados a 4.000 metros sobre el nivel del
mar.
Grandes e indiscutibles triunfos son estos, que
llenarán de satisfacción a nuestros hermanos de
Puno, pero que ellos posponen, sin duda alguna, a
otros éxitos de orden más ele\'ado, obtenidos en la
educación cristiana de aquellos niños indígenas,
que ya comienzan a plantar en las míseras aldeas
originarias los jalones de un porvenir más rico de
medios materiales y de esencias espirituales.

P e r ^ - L a ju v e a t a d e s c o la r io d ig e n a q u e s e e d u c a e n o o e s tra c r a n ja d e P u s o .

249

DE N U E S T R A S M I S I O N E S
BRASIL
(Río Negro y Porto Velho).

A orillas del A m azo n as. - R esultados de zo
años de apostolado.
Veneradisimo Sr. Don Ricaldone.
Van a cumplirse 20 años de la llegada de los Hijos
de Don Bosco a estas vastas regiones de Río Negro,
veinte años de que los salesianos enarbolaron la
primera cruz en medio de esta red inextricable de
ríos caudalosísimos y de selvas primitivas, por los
que aún vagjin numerosas tribus salvajes.
Paréceme esta una bonita ocasión para entonar
un fervoroso himno de agradecimiento a la bondad
de Dios por los innumerables favores recibidos, y
ofrecer a nuestros cooperadores y amigos un breve
cuadro comprensivo de los trabajos realizados en
estos cuatro lustros, con la ayuda de su caridad y
de sus oraciones.
Al contemplar ahora este hermoso panorama de
obras llevadas a feliz término, no podemos a menos
de tributar un recuerdo cariñoso a nuestros grandes
misioneros de la primera hora, Mons. Giordano y
el P. Bálzola, que, \’alientemente y con sublime
monosprecio de sus vidas, iniciaron esta conquista
de almas pródiga de etapas, ora tristes ora gozosas,
pero todas interesantes y dignas de la historia de
esta región que cuidadosamente las tiene registradas.
Los restos mortales de estos dos santos misioneros
reposan ahora en estos territorios fecundados por
sus sacrifícios, junto con los de otros salesianos e
Hijas de María Auxiliadora, cuyos sepulcros, mar­
cados con una tosca cruz, vense arrullados continua­
mente por los misteriosos cantos y murmullos con
que parece rezar la inmensa selva.
Fueron los trabajos y es ahora la mtercesión de
estas ilustres víctimas los que han dado efectividad
a las iniciativas desarrolladas y obtendrán seguro
éxito a las que e.stán en vías dv realización.
¡Cuántos episodios, cuántas sorpresas, y también,
cuántas deficultades y persecuciones' Al principio,
Iii falta de adaptación al medio y las terribles epide­
mias de estas regiones parecían hacer imposible
nuestra penetración. Después, en 1925, dos sepultunts abríanse simultáneamente para recibir los
cuerpos de dos magníficos luchadores del Evangelio,
caídos el día anterior, en los que nuestra Sociedad
tenía cifradas grandes esperanzas. Otro año, fué una
sequía pertinaz de x-arios meses la que nos puso
en trance de morir de hambre, y, finalmente, tam­
poco faltó la amenaza feroz de nuestros indios, de
cux*os primeros impulsos escaparon milagrosamente
con vida los misioneros.
T odo esto pertenece ahora a un pasado que nos
parece j-a muy lejano, y sólo quedan los frutos de
aquella abundante siembra de sacrificios, convortídos en casas y escuelas, en talleres y hospitales, que
estos indígenas aman y bendicen por los enormes
beneficios que les reportan.
250

M A G N IF IC A C O S E C H A D E O B R A S . —
Como himno de acción de gracias a María Auxilia­
dora, a la cual estas Misiones fueron consagradas en
1921, vamos a hacer un recuento estadístico de las
obras que, paso a paso, han venido adueñándose de
estas milenarias florestas, de estos ríos inmensos.
En 1916, Mons. Giordano. establecía la primera
residencia en San Gabriel que es ahora la sede de
nuestra Prelatura. Esta Misión posee dos hermosos
Colegios en los que viven y se educan gratuitamente
220 niños internos, un hospital con 30 camas, talle­
res, dispensario, ambulancia farmacéutica, y una
floreciente Escuela de Agricultura de la que han
salido ya preparados más de 300 jóvenes. L a electri­
cidad ilumina, desde hace años, todos estos locales,
y una preciosa iglesia de cemento armado, capaz para
1000 personas, sólo espera para decirse terminada
la construcción de su esbelta torre, que izará la
bandera de nuestra redención a 36 metros de altura.
En 1924, se fundaba la Misión de Taracuá para
los indios Tucanos. Hoy, esta Misión cuenta con
dos Colegios capaces de contener 170 alumnos,
hospital, ambulancia, talleres, fábrica de tejas y
ladrillos, y espaciosa iglesia. A l calor de esta Misión
. viven un millar de indígenas establecidos en sus alre­
dedores.
En 1928, surgía otra Misión en Barcellos, sobre el
río Negro.^ Antaño, Barcellos fué capital de la Pro­
vincia .Amazónica, pero, asediada por la miseria y
por las fiebres, desapareció bajo las exuberancias de
la selva. Resucitada hoy por obra del misionero,
mírase alegre y coquetona en el espejo del río, con
sus modernos edificios de dos pisos y sus anchas
calles provistas de luz eléctrica, con la vasta y apacible cintura de sus campos de cultivo. Hoy es el
centro más civilizado de la región, cuenta con dos
grandes Colegios para 200 alumnos internos, hospi­
tal y dispensario. En sus alrededores surgen todos
los días nuevas casas para colonos y, dentro de poco,
tendrá también su teatro, especialmente necesario
en estas silenciosas soledades, para el honesto espar­
cimiento de estos sencillos agricultores.
En 1929, tocóle a Porto Velho, sobre el río Madeira, la suerte de convertirse en centro de una
intensa vida civil y religiosa. Su hospital, dotado de
80 camas, puede ufanarse de poseer todos los ade­
lantos de la ciencia médica, contando además con
siete Dispensarios escalonados a lo largo del rio,
con una Casa de maternidad, un pequeño Asilo para
mendigos, otro Asilo infantil y dos grandes C o la o s
de dos y tres pisos respectixTunente. El número de
alumnos que en ellos se educan es de 600, y, por su
ejemplar asistencia al Oratorio Festi\-o, se les ha
regalado este año un cinematógrafo.
Simultánea fué también la fundación de HumaxTá, con su iglesia parroquial, un hospital con 28
camas, asistencia médica y dos dispénsanos.
En «930, nuestros misioneros tocaron el extrem-»
confín del Brasil, y, frente a las tierras colombianas
que Umita el alto Waupés, establecieron el Centro

E sto s fainos d e la s e lv a , a
q u ie n e s h a v is ita d o e l D i­
r e c to r e s p ir itu a l d e n u e stra
S o c ie d a d , R v d o . P . T ir o n e
(v é a s e

ó v a lo

c e n tra l)

v an

e n tra n d o p o r lo s c a r r ile s d e
la v id a n x K le n ia .

i i

misionero de Jauareté-Cachoeira, para las tribus de
Tucanos, cuyos hijos disponen ahora de dos Cole­
gios capaces para 210 alumnos, en los que está pró­
xima a inaugurarse la luz eléctrica, gracias a una
magnífíca turbina hidráulica que regalaron los coo­
peradores de Bérgamo.
luí setiembre del año pasado, inauguróse también
en esta Misión un hospitalito con 24 camas y su
correspondiente Dispensario.
Actualmente se prepara un nuevo Centro en Paray-Cachpeira como el de Jauareté, y a fin de sor­
tear las muchas y peligrosas cascadas que existen
en esta región, unirénse ambos Centros con una
carretera de 30 kilómetros que tenemos en proyecto.
Quedan para más adelante otras dos nuevas Misio­
nes, en Parintintina sobre el río Machado, y en
Yunny sobre el Issana, habiendo quedado elegido el
sitio de su emplazamiento en la excursión que reali­
zamos el pasado noviembre.
P O B L A D O S IN D IG E N A S . — Todos estos
Centros misioneros, para una región de 250.000
kilómetros cuadrados, representaban sólo algunas
docenas de casas perdidas en la inm'nsidad del de­
sierto, y para que los indios quedarjn de un modo
permanente y definitivo incorporados a la vida civil,
había necesidad de reunirles en grandes agrupaciones.
\ o era ciertamente tarea fácil, porque todas las
apetencias de estas pobres gentes son por la vida
errabunda de la selva y dédalos inextricables de los
ríos. Realizóse un esfuerzo máximo, y, hoy uno y
mañana otro, han ido surgiendo hasta 37 pueblos,
todos con su capilla y sus casitas modernas. Ahora
cada familia tiene su casa y su campo de cultivo y
han desaparecido completamente las antihigiénicas
malocas, o chozas primitivas, causa de tantos desór­
denes, donde los pobres indios vivían en repugnante
promiscuidad.
Hoy pasan de 3.700 los indígenas voluntariamente
sometidos a esta convivencia civil de la aldea. Los
misioneros les dirigen, consuelan y socorren, hacién­
doles continuas visitas, gracias a los cuatro vaporcitos, a aceite pe.sado, que ha adquirido la Misión:
el María Auxiliadora, el Don Basco, el San Aíi'gwe/
y el Santa Teresita, los cuales recorren ágiles todos
estos ríos, de punta a punta
O B R A S D E M A Y O R R E L IE V E . — Beto esta
herniosa siembra aislada de poblados misioneros
resintióse en seguida de falta de trabazón y unidad,
y hubo necesidad de centrar su vida y su adminis­
tración. Para ello pusimos los ojos en Manaos. ca­
pital del Estado, donde hoy radica nuestra Casa
Central de tas Misiones. En esta casa hallan amorosa
acogida los misioneros salesianos que necesitan
restaurar sus fuerzas, agotados por las fatigas del
u)>ostolado o enfermos de paludismo, y de ella salen
mensuiilmente las provisiones de todo género de que
han menester las diversas casas.
ciudad capital del Estado, exigía, sin embrago,
algo más, y Manaos puede hoy ufanarse de tener
una de las más grandes obras salesianas det Brasil:
el Colegio « Don Bosco * con más de 1.500 alumnos,
el Instituto « María Auxiliadora » con 600 alumnas.
252

dos magníficas iglesias, una de las cuales está dedi­
cada a San Juan Bosco y puede dar cabida a más
de 1.500 personas, y un modernísimo Dispensario
y Ambulatorio que data de 1929 y atiende a no me­
nos de 10.000 clientes.
En la misma capital, sobre la orilla derecha del
río Negro y en el populoso barrio llamado «la Cachoeirinha », se está ahora levantando un Instituto
Profesional femenino, que la Prelatura quiere confiar
a las Hijas de María Auxiliadora y en el que podrán
educarse cristianamente y adquirir una completa
formación doméstica hasta 300 alumnas obreras.
N o podía quedar olvidada, en esta floración de
iniciativas y de obras, la formación de nuevo personal
misionero, que es sin duda alguna la preocupación
más vital y más importante de todas, y ya en 1922
nuestros Estudiantados de Recife y Saboatao abrie­
ron sus puertas a los primeros aspirantes. El año
próximo D . m. se ordenará de sacerdote el primer
salesiano, hijo de estas selvas de Río Negro.
¡D E O G R A T I A S ! — Que nuestra excelsa Patrona María Auxiliadora acepte esta, árida enume­
ración de éxitos y de obras como un fragante ra­
millete de flores que los Hijos de D on Bosco depo­
sitamos agradecidos a sus pies, al finalizar estos
veinte años de Misión.
La amorosa Providencia no nos ha dejado faltar
ni un momento sus maternales consuelos, y, aunque
todavña gravitan sobre nuestros hombros fuertes y
considerables deudas, ocasionadas por este hermoso
bullir de obras y fundaciones, hemos podido encon­
trar y satisfacer varios millones de liras.
Instrumento precioso de esta Providencia Divina
ha sido para nosotros el Gobierno Federal de la
República, al cual hemos de expresar públicamente
nuestra más sincera gratitud. Nadie como él ha po­
dido ver y apreciar el trabajo y los sacrificios que, a
todo lo largo y ancho de estas zonas desiertas y
enfermizas, prodigan tanto los Salesianos como las
Hijas de María Auxiliadora, asistiendo alegremente a
la consunción orgánica de sus cuerpos, a la disminu­
ción diaria de sus fuerzas, y dándose por pagados sólo
con los frutos espirituales obtenidos. Llegana 150.000
las comuniones que anualmente se distribuyen en
estos diversos Centros de M isión, y bastaría este dato
para demostrar que el sentimiento religioso y moral
vibra ya fuerte y pujante entre estos hijos de la seh"a.
Recuerdo que a nuestro D on Bálzola, cuando en
los años crepusculares de su vida, ya viejo y cansado,
contemplaba los resultados obtenidos hasta entonces,
se le arrasaban los ojos de lágrimas y, le%"antándolos
al ciclo, prorrumpía en esta expresión que a él le era
familiar:/ Deo grafios! ¡Deo gratias!
.Aquellas palabras de nuestro gran misionero sa­
lesiano son las que en estos momentos acuden también
a mis labios. Creo, Padre amadísimo, que ninguna
otra expresión podría resumir con mayor énfasis de
gratitud al Señor, Dueño adorable de las mieses
que cultiva el misionero, todas estas vicisitudes v
resultados de nuestros primeros veinte años de apos­
tolado. Si, ¡Deo gratias! ¡Deo gratias!

Mons. Pedro M assa, .Administrador Apostólico.

!

ir

Crónica de Gracias
conseguidas p o r m ed iació n d e M a ría A a x i¡¡adora, d e S a n J o a n B o s c o y d e n aestros
S ie r v o s d e D io s

A R G E N T IN A - Alpachiri, i6 julio de 1936. —
Muchos son los favores que me ha concedido San
Juan Bosco. En primero de junio, una sembradora
con 9 caballos y 24 discos pasó con toda velocidad
sobre mi cuerpo sin producirme el menor daño.
A una de mis hijas, de 5 años de edad, pasóle
también una rastra de discos, y quedó salva. A otro
hijo que, en una locura, tomó veneno, le aplicamos
una reliquia de San Juan Bosco, y quedó libre de
una muerte segura. Por tantos y tan señalados favores
doy públicamente gracias a mi santo Protector, del
cual quiero ser fielmente devoto hasta la muerte.

G uillermo C ostilla.
A R G E N T IN A (Bs. A s.) Victoria, 26-6-1936. —
Hallándonos mi esposo y yo en una situación suma­
mente angustiosa, recurrimos llenos de confianza a
María Auxiliadora y a San J. Bosco, prometiendo
publicar el favor, y , habiendo sido escuchados, da­
mos gracias infinitas, e invitamos a otros a poner
su confianza en tan amables protectores.
M . E. D . DE L eón .
.A R G E N T IN A (Río-Negro) Alien, julio 16 de
1936. — M i esposo esperaba una importante mejora
en el cargo que viene ocupando, por sus méritos
reconocidos y dos años de trabajo desinteresado,
l ’uvimos noticia de que el asunto no se resolvería
de modo favorable porque personas de mucha in­
fluencia política estaban interesadas en que ocurriese
así. Entonces, y en virtud de la devoción que profeso
a la Virgen Auxiliadora, la invoqué por intermedio
de la Sierva de Dios Dña. Dorotea de Chopitea
y le hice una novena. jC u á l no sería nuestra alegría
al tener noticia de que después de dos años de tre­
gua, habíamos ganado la causa, a pesar de la oposi­
ción que se hizo! Este favor de María Auxiliadora
coincidió con la primera visita pastoral del Obispo
Mons. Nicolás Esandi, quien felicitó a mi esposo
y le auguró éxitos para el futuro. ¡ Gracias, Madre
m ía!

V ictoria D íaz A lcubilla .
A R G E N T IN A , San Nicolás de los Arroyos, 31
julio de 1936. — Uno de mis hijos, jóven de 25
años, fué atacado de una seria depresión nerviosa
con alarmantes manifestaciones de melancolía y
fijaciones de culpabilidad. Agra'vado su estado men­
tal, hubo que internarle en una casa de salud. £1
diagnóstico xie los facultativos especialistas, tras
cuatro meses de internación, oñecía sólo perspecti^'as sombrías. Llena de fe y ansiosa de su salud,
recurrí confiada a Xlaria Auxiliadora, a San Juan
Bos«» y a la Madre Mazarello. Después de encargar
una misa, en la que comulgamos todos, y hacer una
novena, resolvimos reintegrar a mi hijo al bogar en
momentos en que su estado 00 denunciaba ni pro­

metía ninguna mejoría. Y ésta se manifestó visible
y definitiva, casi instantáneamente, al cabo de sólo
m uy pocos días. Su equilibrio mental y su estado
físico perfectos, asegurados tras seis meses de com­
probación eficiente, me lle\-an a cumplir esta pro­
mesa de dar publicación al señalado favor, después
de satisfecha también la limosna prometida.

M aría C ampora de V olpato.
E C U A D O R (Los Ríos) Vinces, mayo de 1936. —
D oy gracias a la Sma. Virgen Auxiliadora y a San
Juan Bosco por haber sah’ado a mi mamá, ya ago­
nizante, de grave y larga enfermedad. Gustosa cum­
plo la promesa de hacer pública mi gratitud y enviar
una limosna para el Altar de nuestro querido Santo.
ZoRAiDA M u ñ o z A.
Cooperadora Salesiana.
E C U A D O R (Los Ríos) Vinces, mayo de 1936. —
Damos gracias a María Auxiliadora, la cual, por in­
tercesión de su predilecto Siervo San Juan Bosco,
nos consiguió ver librado a nuestro querido padre
de una operación quirúrgica. Correspondemos a
tan señalado favor con una pequeña limosna.

Primitiva M osquera y hermana
Cooperadoras Salesianas.
E S T A D O S U N ID O S (Texas) San Antonio, abril
de 1936. — M i hijo, a consecuencia de una inyección,
padecía de un tumor maligno desde hacía dos m eses;
las medicinas no le hacían efecto alguno, y siendo el
único sostén de la casa, no podiendo acudir al tra­
bajo, estaba en peligro de perderlo. Una amiga mía
me aconsejó encomendara el asunto a la intercesión
de S. Juan Bosco, regalándome al mismo tiempo su
estampita-reliquia, que coloqué en la cama de mi
hijo. Este comenzó luego a mejorar, y el día que
amaneció enteramente bien fué nuevamente admitido
a su trabajo. D oy gracias a tan gran santo y envío
una limosna para su altar de Turín.
R. G . Vda. DE T ijerina.
E S T A D O S U N ID O S (Texas) San Antonio, abril
de 1936. — Hacía siete años que mi hijo padech
de una pierna, a consecuencia de un golpe. A pesar
de medicinas y curaciones, empeoraba de día en
día, de tal manera que los médicos declararon nece­
saria la amputación.
Tristemente angustiada, acudí a S. Juan Bosco,
y apliqué a mi hijo una reliquia, que me obsequiaron
las Hijas de María Auxiliadora recien llegadas a esta
ciudad, y ¡oh milagro! los médicos, antes de la
operación, volvieron a examinar la pierna y consta­
taron con sorpresa que el mal había desaparecido
completamente.
D oy también gracias a mi Protector por haber
devuelm la salud a una hija mía que padecía de ena­
jenación mental desde hacia 4 años, habiendo sido
desahuciada.
R omana L . Vda. de Z ertuche
M E JIC O , Aguascaüentes, julio de 1936. — En
momentos de terrible ansiedad por la suerte de una
niña, a punto ya de ahogarse, invoqué con fervor
el auxilio de mí celestial M adre por mediación del

253

ESCUELA
A G R IC O L A
M ISIO N E R A
D E C U M IA N A

M fx le m is im a

ins*

t a la c ió n

qui*

m ic a ,

de

con

m esaa

d e tr á b a lo

in d iv i­

d u a le s y co le ctiv a s .

prodigioso Santo, Don Bosco, y tuve la inmensa
alegría de verla sal\'a.
Agradecida, cumplo la promesa de publicar la
gracia y dar una pequeña limosna para las Obras
Salesianas.

A delina Blanco.
M EJICO (Jalisco) Guadalajara, julio de 1936,
— Habiendo alcanzado, por mediación de San Juan
Bosco, mi salud, le correspondo con una oferta para
su Altar de T urín, a la vez que deseo demostrar
públicamente mi gratitud al prodigioso Santo.

C armen N avarro de M endoza.
M E JIC O (M ich.) Zamora. — Estando grave­
mente enferma de la espina dorsal, declaró el médico
difícil mi curación; invoqué a María Auxiliadora y
prometí publicar el milagro del que ahora doy gra­
cias, par haberme o>ncedido la salud.
M . C oncepción I. de A reco.
M E J IC O (Nayarit) Compostela, enero 17 de 1935.
— D oy gracias a la Sma. Virgen Auxiliadora y a
San Juan Bosco por haberme aliviado de una enfer­
medad y hago una limosna para las Obras Salesianas.

F rancisca Peña.
M E J IC O (Nayarit) San Pedro Lagunillas, junio
30 de 1936. — D oy gracias a María Auxiliadora por
haberme librado de la pérdida de un brazo, a causa
de un graWsimo tumor, y por haber podido reanu­
dar mi trabajo. Con mucho gusto envío una limosna
para los gastos de ampliación de la Basílica-Santua­
rio de T urín.

F rancisco Plasencia.
M E JIC O (Nayarit) San Pedro Lagunillas, junio
30 de 1936. — D oy gracias a mi querida celestial
^‘ladre María Auxiliadora por haberme librado de
muerte segura en un caso lamentable, y me inscribo
en su Asociación, haciendo a la vez una pequeña
oferta para su culto.

A delaida S ibrian.
U R U G U A Y (Montevideo), Colón, julio de 1936.
— D o y gracias a San Juan Bosco por haberme li­
brado de una grave enfermedad, sin necesidad de
ser operada, como los doctores opinaban indispen­
sable. Cumplo con la promesa de hacerme Coopera­
dora Salesiana, enviar una limosna para el A ltar del
Santo y hacer pública mi gratitud.

M a r u M endy de S osa.
D an ta m b ié n g ra c ia s a M a ría A u x ilia d o ra y 3
San lu á n B o sco p o r fa v o re s recibido s:

España (Barcelona) San Visens deis Horts. —
El Director de la Casa Salesiana local.
A rgentina Buenos Aires. — E. Pasqualetti.
A rgentina (Córdoba) Cam ilo Aldao. — María
de Olañeta — María Vda de Selva — Adela C . de
Corsi — L ucía S . de Bergia.

Ecuador (L os Ríos) Vinces. — Paula Villamar de

Mendoza — Tebno Villamar V . — Rita de Cema
— Lucila León V .

G uate-MALA (Alta Yerapaz) Co6dn. — Rosita de
Ligorria — Francisco Ponce — Lucila de Santa
Cruz — Servanda V. de Góm ez — Sara de Narciso
— Vicenta Chamrría — Virgilio G . Hernández —
Felicitas de Narciso — Carlos R. Narciso — Alfredo
y Waldemar Guillermo — Anastasia Ch. de Guay
— Matilde Valle de Bailón — Julia de Chavarría
— Graciosa de Búrmester — Carmen Concepción
Barrios — Alberto Gusmán — Jesús Figueroa ~
Isabel de Barrios — Trinidad Torres — Belén de
Sánchez — Leonardo Ramos.

M éjico Aguascallentes. — Francisca V . Vda de
Arenas.

M éjico (Nay.) San Pedro Lagunillas, — Trinidad
L . de Penterio — Herculano Ruíz y Señora.
M éjico (Zac.) Jerez. — Rafael Ramírez — N . N.
Por in tercesión
D io s.

de

nuestros

Siervos

de

j Gracias a Madre María ^lazzarello!
Hacía algún tiempo que deseaba una gracia que
dependía da la voluntad de los hombres, y con ese
fin había hecho diversas novenas y práticas de pie­
dad.
En cierta ocasión, una Superiora del Instituto de
María Auxiliadora me refirió una gracia conseguida
de la Madre Mazzarelio, y pensé podía ser esto un
aviso y una inNÍtación a que encomendase mi asunto
a esta Sien'a de Dios, y comencé en esc mismo día
una novena, teniendo conmigo una reliquia de esta
Madre.
A ! tercero o cuarto día, un hecho que se produjo
me hizo dudar por un momento, pareciéndome más
difícil que nunca el obtener la gracia. No obstante,
continué la novena y pedí añadiese un favor más
relacionado con la gracia principal.
Pasó la novena y siguieron algunos días más de
ansiedad, pero cuando al fin llegó la solución de lo
que yo deseaba y en la forma que lo deseaba, vi
con alegría que todo se había arreglado en el octavo
día de la novena.
D oy gracias a Madre Mazzarelio, cumplo con la
promesa de publicar la gracia recibida, y exhorto a
las almas necesitadas a que experimenten el vali­
miento de esta Sietva de Dios.
José F uchs S. S.
M EJICO -Copíía/, 24 julio de 1936. — Habiendo
quedado mi cuñada enteramente ciega, a causa de
cataratas, y además escasa de recursos, acudí a
Doña Dorotea, ofreciéndole publicar la gracia en el
Boletín Salesiano, si con s^ uia medios para venir a
la capital a operarse.
T odo se consiguió; habiendo tenido éxito feliz la
operación y quedando enteramente curada la en­
ferma, cumplo agradecida mi promesa.
N. N.
Manifiestan su agradecimiento a la Sierva de Dios
Dña. Dorotea de Chopitea, una Cooperadora Sale­
siana de Colón (Uruguay-M ontevideo), y Florencio
L eón, de Sinaloa (M ^ico).
255

NECROLOGIAS
S A L E S I A N O S D IF U N T O S .
Cayetano Modesti, sacerdote — de Casaibuttano
(Italia) t en Cartago (CostaRica), el 17 de mayo
de 1936.
Andrés Migliardi, sacerdote — de Savona (Italia)
t en Aiassio (id.)> el 23 de abril de 1936.
Julián Pou Datilida, sacerdote — de Barcelona
(España) t en Las Palmas (id.), el 5 de junio de
1936.
Francisco Spadaccini, coadjutor — de Settimo T o rinese (Italia) f en Sucre (Bolivia), el 30 de marzo
de 1936.
Lorenzo Orsi, sacerdote — de Castellazzo Bormida
(Italia) t en San Juan (Argentina), el 30 octubre de

1935-

Agustín Foresi, coadjutor — de Macerara (Italia)
t en Ídem, el 25 mayo de 1936.
Salvador Bordieri, coadjutor — de Palazzolo
Acreide (Italia) t en Portici (id.), el 31 de mayo
de 1936.
Tulio Gomales Marco, coadjutor — de Concordia
(Colombia) f en Mosquera (id.), el 12 marzo de
1936.
Guillermo Pérez, clérigo — de L a Calera (Colom­
bia) t en Mosquera (id.), el 20 marzo de 1936.
Jorge Campos Maia, clérigo — de Piumhy (Bra­
sil) t en San Pablo (id.), el 26 de julio de 1936.
C O O P E R A D O R E S D IF U N T O S .
M o n s . P a b lo C a b r e r a .
El 28 de enero, falleció en Córdoba (Argentina)
a una edad avanzada el Rvdo. Sr. D . Pablo Cabrera,
decano de los sacerdotes y de los cooperadores salesianos de aquella ilustre ciudad. Su muerte, aunque
desde algún tiempo prevista, conmovió hondamente
a la sociedad cordobesa y a todo el país.
Hombre de inteligencia privilegiada, de va.sta
cultura, de agudísimo sentido de investigación, honró
las ciencias históricas argentinas y americanas con
sus prolijos y pacientes estudios sobre los aborígenes
de la zona y sobre personas y sucesos de la lejana
época colonial, estudios que llamaron poderosa­
mente la atención de los doctos y le x'alieron hon­
rosas distinciones de altos Institutos científicos del
país y del extranjero,
Pero su gloria más sólida fué el haber honrado
siempre el hábito y ministerio sacerdotales. Fué pám'K.'o celoso, dispensador elocuente de la divina pa­
labra, iniciador y propulsor de obras sociales, de­
fensor acérrimo de los derechos de la Iglesia en la
cátedra, en el púlpito, en la palestra periodística;
consejero de nobles y de grandes, quienes, aun los
que enin de distinto credo religioso, no podían a
menos de recibir con respeto la palabra grave y
autorizada de quien les hablaba como sacerdote.
Enamorado de la Pedagogía de D on Bosco y de
los excelentes frutos que ella produce, trabajó incan­
sablemente por la \'enida de los salesianos a Cór­
doba y no se dió reposo hasta \*erlos definiti\-amente

2 s6

establecidos en esta ciudad. E l fué quien los recibió,
quien compartió con ellos las primeras penas y los
primeros triunfos. Monseñor Cabrera vivía de nues­
tra vida; asistía con gusto a todas nuestras fiestas y
actos de alguna importancia para la Congregación.
En los últimos años de su vida, al hablar en público,
se emocionaba hondamente al recordar a los antiguos
salesianos de Córdoba, especialmente al Padre Guerra
y al Padre Vespignani, y al contemplar en pleno y
vigoroso florecimiento el árbol gigantesco que él
muchos años antes viera como diminuta simiente.
L a familia salcsiana le tributó solemnes homenajes
de gratitud y aprecio el año 1933, en que Mons. Ca­
brera, con gran regocijo de Córdoba y de San Juan,
su ciudad natal, celebró sus Bodas de Oro sacer­
dotales.
Descanse en paz el querido Monseñor, y desde,
el cielo siga protegiendo a su amado Colegio Pío X
y a los niños que en él se educan.
D o n A n t o n io A r d ile s .
Tam bién en Córdoba, entregó plácidamente su
alma al Creador el Sr. D on Antonio Ardiles, miem­
bro de una familia distinguida por sus relaciones
sociales, pero más aún por sus virtudes cristianas
conservadas religiosamente en el seno del hogar a
través de muchas generaciones.
El ilustre extinto fué siempre entusiasta admira­
dor de Don Bosco y activo Cooperador de las Obras
Salesianas en Córdoba, desde su inicio en 1905.
El acto más sobresaliente de caridad tuvo ocasión
de realizarlo cuando se trató de adquirir el terreno
para edificar la nueva iglesia de María Auxiliadora,
edificio de imperiosa necesidad, dado el incremento
que habían alcanzado el culto religioso y la devoción
a la Virgen de D on Bosco en este extenso barrio de
la ciudad desprovisto de iglesia. El dueño del solar
se oponía tenazmente a la edificación de la iglesia,
y, si después de varias ofertas se decidió a venderlo,
fué con la condición expresa y formal de que el
comprador no lo revendiese para uso sagrado. El
Sr. Ardiles, dispuesto a someterse a esa cláusula del
contrato, adquirió el terreno, y luego, para no faltar
a la palabra empeñada, en vez de revenderlo a los
salesianos, se lo regaló.
Es así como se pudo le\'antar, en tiempo relativa­
mente breve, la grandiosa cripta que es hoy uno
de los templos más concurridos de la ciudad y que
se espera coronar con la iglesia superior, lo que
forma una ardiente aspiración de los feligreses y de
los innumerables devotos de María Auxiliadora de
la ciudad y campiña cordobesas.
L os salesianos, agradecidos a tan ilustre bien­
hechor. después de haber sufragado su alma, se
proponen (no bien les sea posible) guardar sus restos
mortales en una dependencia de la cripta, a fin de
que las futuras generaciones conozcan y bendigan
perpetuamente al hombre generoso de que se sii^nó
María Auxiliadora para les'antarse allí su morada,
desde donde prodiga infinidad de gracias a sus hijos.
Con reverente afecto depositamos esta modesta
corona funeraria sobre su sepulcro en el primer
anix'ersario de su fallecimiento.

Coa
dte h M tonU td c c k t M s lK * . — Direciar-respoaMblet O. G U ID O FAViNl
E»t»bU cl»ltoÍaT ^ ^ U Sociedad Editora laferaseioaal - Torio. Carao
M a e f k u r ff u , i r s

TESO RO

E S P IR IT U A L

18
23
25
29

Relación d e las In d u lgen cias P lenarías
qu e lo s C o o p e ra d o re s S a lesia n o s p u e ­
den g a n a r, en e l tra n s cu rs o d e l año.
I.

-

Cátedra de S a n Pedro en Rom/’
Desposorios de la Sm a Virgen.
Conversión de S an Pablo.
F iesta de San Francisco de Sales.
FEBRERO

— U na v ez cada diay elevando a D ios, en

2 - Purificación de la Sm a Virgen.
22 - Cátedra de San Pedro en ATtiioquÍA.

medio d el trábelo y aunque sea sólo mentalmente,
una piadosa invocación cualquiera, previas las
demás condiciones ordinarias, o sea e l estado de
gracia, la confesión y comunión sacramentales
y la visita a alguna iglesia u oratorio público,
rogando p or la intención d el Soberano Pontífice.
Esta indulgencia d el trabajo santificado pue­

19 - F iesta del Patriarca San José.
25 - Anunciación de la Sm a Virgen.

den ganarla los Cooperadores Salesianos, Hijas
de M . Auxiliadora y sus respectivos alumnos
y exalumnos. Si, hallándose en estado de gracia,
se sigue repitiendo la misma piadosa invoca­
ción, u otra cualquiera durante el trabajo, se
puede ganar, cada vez, ima indulgencia parcial
de 400 días.
z - U n d ia de cada mes, e l que uno elija.

24 - Fiesta de M aría Auxiliadora.

MARZO

MAYO

3 - Invención de la Santa C ruz.
8 - Aparición de San M iguel Arcángel
1 1 - Aniversario de la Coronación de M aría
A uxiliadora.
JUNIO

24 - N atividad de S an Juan B autista.
29 - F iesta de San Pedro y S a n Pablo.
30 - Conmemoración de San Pablo.

2 - E l día en que se hace e l piadoso Ejercicio
M ensual de la Buena M uerte.
^ - E l día que se asiste a la Conferencia
Mensual Salesiana.
$ - E l día en que uno inscribe su nombre en la
Pía Unión de Cooperadores Salesianos.
6 - E l dia en que por prim era v ez se consagra
uno a l Sgdo. Corazón de Jesús.
Cada v ez que practique los Santos Ejercicios
Espirituales, de ocho días.
% - A la hora de la muerte, con ta l que, confeutdo y comulgado o por lo menos arrepenüdo de
sus pecados, invoque, con los labios o con e l corazón,
el nombre sacratísimo de Jesús.

JULIO

1 - Preciosa Sangre de N tro Señor Jesu­
cristo.

2 - Visitación de N tra Señora.
16 - Fiesta de la Virgen d el Carmen.
AGOSTO

6 - Transfiguración del Señor.
15 - Asunción de la Sm a Virgen.
16 - Fiesta de S an Roque.
SETIEMBRE

8
12
14
15
29

EN CA D A U N A
D E L A S S IG U IE N T E S F IE S T A S :

1) M O V IB L E S :
de la Epifanía).

después del Corpus).
Fiesta del Sgo Corazón de M aría (día siguiente

del anterior).
2) F IJ A S :
EN E R O
I

- Circuncisión d el Señor.

2 - Santísim o Nombre de Jesús.
3 - E pifanía.

N atividad de la Sm a Virgen.
Dulcísim o Nombre de M aría.
Exaltación de la Santa C ruz.
Los S iete D olores de la Sm a Virgen.
Dedicación de San M iguel Arcángel.
OCTUBRE

Sagrada Fam ilia (el primer domingo después
Dolores de la Sm a Virgen (El viernes de Pasión*
Domingo de Ramos.
Pascua de Resurrección..
Ascensión d el Señor.
Domingo de Pentecostés.
Fiesta de la Sm a Trinidad.
Corpus C krü ti.
Fiesta d el Sgdo Corazón de Jesús (primer viernes

-

y - L a Virgen d el Rosario.
I I - M aternidad de M aría.
16 - Pureza de M aría.
NOVIEMBRE

21 - Presentación de N tra Señora.
22 - F iesta de San ta C ecilia.
DICIEMBRE



8 - Inm aculada Concepción.
25 - N atividad de Jesús.

Para lucrar las antedichas Indulgencias
se requiere, además de las condiciones ordi­
narias, que los Socios de la Pía Unión recen
cada día un Padrenuestro, Avemaria y Gloria
con la invocación Sánete Francisce Salesi, orn
pro nobis, según la intención del Romano Ponciñee.

0 e la E D I T O R I A L L U IS G I L I - C ó rceg a, 405,
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En las páginas de este libro ofrécense las bellas y
sublimes doctrinas con que el mismo Dios dignase aleccio­
nar a las familias que desean ver florecer la paz en sus
hogares y quieren que los hijos constituyan su gozo y
su corona.
Nos quejamos a diario de la juventud de nuestros días
y sería harto más justo quejamos del absoluto desorien­
tamiento y dejación de muchísimos padres, hoy tan
alejados de las nobles figuras patriarcales que, de mano
maestra, aparecen dibujadas en este libro. Propagarlo
y hacer que se lea en los hogares sería una hermosa obn
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de Pío XI, a cuyas directivas se ajusta estrictamente el
hermoso libro de Mona. Chiesa
SIG A M O S L A SA N T A M ISA . — Por el Dr. Pío
Parsch. Versión de la z* edición alemana. Un vol. de
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Precioso estudio encaminado a facilitar, con sucesivas
explicaciones, lo que la Santa Misa es y significa; su plan,
origen, etc.
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Fecha
1936.10