BS_1936_07

Ficha

Título
BS_1936_07
Descripción
Boletín Salesiano. Julio 1936
extracted text
JU LIO 1936

a e^iano

•Re

v i s t a

de

l a s

o b r a s

de

d o n

h o s c o

INSCRIBIOS EN LA PIA OBRA
DEL SAGRADO CORAZON DE JESUS
DE ROMA
¿ Quién no conoce la Obra del Sgdo Corazón
de Jesús?
F u é fundada por el Primer Sucesor de San
Juan Bosco, y benignamente aprobada por
S. S. León X I I I el 30 de junio de 1888.
Con sólo la limosna de una peseta, u otra
moneda equivalente, se adquiere derecho a
participar de todas las oraciones y buenas
obras de la Sociedad Salesiana y a la aplicación
de seis misas, que se celebran todos los días,
a perpetuidad, en nuestra Basílica del Sgdo
Cora^jón de Jesús de Roma, dos en el altar
mayor, dos en el de María Auxiliadora y dos
en el de San José.
Los-que se incriben en la Obra Pía pueden
aplicar el fruto de estas misas a sí mismos, o
a otras personas, vivas o difuntas, y variar la
intención cuantas veces les plazca.
Las limosnas recibidas por este conducto
destíñanse, de modo exclusivo, a promover la
gloria de Dios y los intereses culturales de la

sociedad, acogiendo a niños pobres y abando­
nados, para aducarlos cristianamente.
¿Q uién no contribuirá, pues, con algunos
céntimos, que con tanta facilidad se gastan,
a esta invitación paternal de San Juan Bosco
y de la Iglesia, inspirada en ideales tan nobles
y caritativos ?
¿ Quién no siente la necesidad de asegurarse
la benevolencia divina, en este mundo y en el
otro, mediante la aplicación de los méritos
infinitos del Santo Sacrificio del altar?
¿ Quién no tiene almas queridas, vivas o di­
funtas, a quienes obsequiar con tan espléndido
regalo espiritual P
N o tardéis en pedir Hojas de suscripción.

Rector M ayor de los S alesianos.
Cottolengo 32 - T u rín (109) (Italia).
Las limosnas pueden enviarse al mismo Rector
Mayor o directamente a nuestra casa de Roma. •
Ospizio Sacro Cuore - V ia Marsala, 42.

Normas para los corresponsales de B okfín Salesiano
I. — Recibimos siempre con agradecimiento cuantas informaciones se nos quieran enviar,
que, de algún modo, pueden interesar a las Obras Salesianas. Aunque todas evidentemente no
podrán ser publicadas, servirán para enriquecer el Archivo de nuestra Casa Madre.

2. - Las croniquillas de fiestas o acontecimientos de especial importancia deberán ser breves,
se evitarán en ellas repeticiones y detalles innecesarios, y, de ser posible, se escribirán a máquina
con líneas bien espaciadas.
— Salvo rarísimas excepciones, la Revista no publica poesías ni trabajos ajenos a la Obra
Salesiana. N o inserta el nombre de los autores ni devuelve originales.
4. — Siendo, de hecho, nuestro Boletín una Revista ilustrada, rogamos encarecidamente el
envío de buenas y luminosas fotografías. H oy, un simple grabado dice a veces más qué una crónica,
y, cuando acompaña a ésta, la avalora de modo extraordinario. Aviven pues su celo nuestros
rresponsules, quienes deben saber a este respecto que de los diarios ilustrados que nos envían
no es posible reproducir ningún grabado.
5. — A los que tienen la bondad de remitimos gracias o necrologías hemos de as^urarles
que, de l l ^ r a nuestro poder, más tarde o más temprano las verán publicadas. Si a veces aparece
sólo el nombre, es, o porque no recibimos otra cosa, o porque a última hora nos viene a faltar
espacio, o p<.>rque la relación carece de especial interés.

REVISTA

DE

LA6 O B R A S D E
DON

BOSCO

REDACCION

y

BOLETIN
SALESIANO

ADMINISTRACION:

VIA COT TOLB NGO.

^2

Año LI ■ Número 7

JULIO

T U R I N ( i oqi

-



1936
ITALIA

StJMARIO: El Oficio y Misa de S. Juan Bosco extendidos a la Igliesia universal. - Decreto referente a la V 'ñerable Mazzarello. - La exposición m undial de prensa católica. • Consagración del nuevo templo de M aria A. en
Roma. • La obra de Don Bosco en España y América: Sevilla. La fiesta de S. Juan Bosco; Mendoza, El Ministro
de Agricultura visita nuestra Escuela A grícola " D o n B o sco ” ; Bogotá, Celebración del prim er centenario de la
toma de sotana de S. Juan Bosco; Pasto, En honor de S. Juan Bosco; Haití, Nueva fundación. — De nuestras
Misiones: Japón (Mikawajima*Tokio); Bollvia (La Paz) Un descanso bien aprovechado. * Gracias. Necrologías.

El Oficio y Misa de San Juan Bosco
extendidos a la Iglesia universal.
Su Fiesta, fijada para el día 31 de enero.
D E C R E T O de la Sgda Congregación
de Ritos de 25 de M arzo de 1936.
Urbis et Orhis.
Festum S a n cti Joannis Bosco, Confessoris,
ah universa Ecelesia, cum O fic io et Missa
propria, celehrandum decémitur.
T o d o e l pu eblo cristiano vio con sum a
alegría que el Soberano P on tífice, P ío Papa
XI, decretara para el Beato Juan Bosco
los honores de los santos, el año en que
se celebraba e l C en tenario de nuestra santa
redención.
Inm ediatam ente, no sólo la Fam ilia
Salesiana, sino tam bién m uchísim as d ió­
cesis, em pezaron a venerarlo de un m odo
especial com o padre de las ju ven tu d es, y
viendo com o iba crecien do, de día en día,
su d evoción , innum erables O bispos, a
fin de obtener fru to s m ás abundantes de
santidad en tre las alm as de los fieles y
singularmente de los jóven es, elevaron al
Sumo P on tífice, P ío Papa X I , hum ildísim os
y fervorosísim os ruegos para qu e extendiese
a la Iglesia u niversal el culto de u n hom bre
tan grande y tan ben em érito de la causa
católica.
En vista de ello , S . S ., oído el parecer
del infrascrito C ard en al P refecto de la
Sgda C ongregación de R ito s, en audiencia de
25 de m arzo d e 1936, acogió benignam ente
los votos d e tantos Card en ales, A rzobispos,
y O bispos de la Santa Rom ana Iglesia, y
decretó qu e la F iesta de San Juan Bosco,
Confesor no P on tífice, sea celebrada por toda

la Iglesia universal, con rito doble menor,
en conform idad con el O ficio y M isa que
acom pañan el presente D ecreto , el día 31
de enero, siendo trasladada la Fiesta de
San P edro N olasco C o n feso r al 28 del
m ism o m es. Contrariis non obstántibus
quibuscumgue.
D ad o en R om a por la Secretarla de la
Sgda C ongregación de R itos, el 25 de
m arzo de 1936.

C . C ardenal L aurenti P refecto
A. Carinci Secretario.

Las obras de la Basílica de M aría Au­
xiliadora.

NUEVA SUSCRIPCIÓN
Cubierta sólo ' en dos meses — como y a
se ha dicho — la suscripción de las columnas
destinadas a nuestra Basílica de Tarín,
hdse abierto una segunda suscripción para
costear las pilastras pareadas correspon­
dientes a dichas columnas.
Estas pilastras son 60, también de ricos y
variados mármoles, y costará cada una:

6.000 liras.
E l nombre de los oferentes irá grabado
en la base con caracteres de oro.
*

*

*

Y a tienen abierto un nuevo cauce a su
generosidad los que se lamentaban de no
haber llegado a tiempo para tomar parte
en la suscripción anterior.

— 161

Italia. • La Superlora Gral. de las Hijas de M aría Auxiliadora preside en Ñápeles una magna asamblea de Inspectoras
y Directoras, reunidas para celebrar la proclamación de la heroicidad de las virtudes de Madre Mazzarello.

DECRETO
de la Sgda Congregación de Rifos, declarando la
heroicidad de las virtudes de la Sierva de Dios

MARIA

M A Z Z A R E L L O

n Dios, después de haber creado al hombre,
dijo: No es bueno que el hombre esté solo: ha­
gámosle ayuda y compañía semejante a él.
(Gen. II, i8).
Kn lii primera mitad del pasado siglo, Dios
.suscitó un hombre verdaderamente admirable,
Don Rosco, el cual, ansioso de ver remediados
los muchos y graves males que aflijían al
mundo, fundó la Sociedad de San Francisci
de Sales, que, largamente extendida hoy por
la universalidad del orbe, gana para Cristo a
intinidad de almas, especialmente jóvenes.
Pío IX . de santa memoria, vista la abundancia
de frutos que esta Sociedad ib^ cosechando
cu la obra de la educación de la juventud,
y mo\ndo acaso por inspiración de lo alto,
puso gran empeño en que el Santo diese
actuación al propósito por éste tenazmente aca­
riciado, de fundar otra Sociedad análoga que
atendiese a la educación de la juventud feme­
nina. Y Dios misericordioso, oyendo las ve162

.

hementes súplicas de su Sier\'^o, dispuso, en
los consejos de su admirable Providencia,
que San Juan Rosco encontrase una ayuda y
compañía semejante a él, trasunto exacto de
su proprio espíritu, María Dominga Mazza­
rello, de cuyas heroicas virtudes se ocupa el
presente Decreto.
María Dominga Mazzarello nació en Mornese.
diócesis de Acqui, el q de mayo de 1837, casi
al socaire de una capilla dedicada a la Bien­
aventurada Virgen Auxiliadora, siendo sus
padres José y María Magdalena Calcagno,
píos y honestos aldeanos, de cuyos siete hijos
María fué el mayor, y recibió el bautismo el
mismo día de su nacimiento.
Con desvelo verdaderamente ejemplar con­
centró el matrimonio todos sus esfuerzos
en educar santamente a su prole, y ello hizo
que. desde sus más tiernos años, arraigasen
en la Sierva de Dios los primeros gérmenes
de las virtudes cristianas, que, gracias a los
cuidados del piadosísimo sacerdote Domingo

I
Pestarino, iban adquiriendo mayor desarrollo
de día en día.
Apenas admitida a la Mesa Eucarística y
robustecida con el Sagrado Crisma, sus pro­
gresos en la práctica de todas las virtudes
fueron en extremo rápidos, esmerándose de
modo especial en hacer con la mayor per­
fección posible las cosas de su vida ordinaria.
Amantísima de la Sagrada Eucaristía, iba
muy temprano a oír la Santa Misa y recibir
la Santa Comunión, aun en las rigurosas tem­
poradas de invierno, antes que fuese de día y
sin que le importaran los fríos ni las nieves.
Por la tarde, cuando no podía ir a la iglesia,
fija en ella la mirada desde su casa, pasábase
largas horas en oración.
Al cumplir los diecisiete años, ingresó
en la Asociación local de las Hijas de María
Inmaculada, sinúéndole esto de mayor estí­
mulo para llevar una vida aún más perfecta,
cooperando de este modo a los designios
divinos.
Primero ocupóse en los quehaceres del
campo ayudando a sus padres, lo mismo que
S. Juan Bosco; después en las labores de costu­
ra, y en todas esas ocupaciones tenía habitual­
mente su mente puesta en Dios, refiriéndolo
todo y sin reser\'as a la gloria divina: puede

España • San José del Valle. - Artístico altar de mar­
mol de Carrara y metal dorado que los novicios
acaban de inaugurar.

España - San Joss del Valle. - Grupa general de este floreciente Noviciado.

16 3

atirmarse que no daba su aguja una sola pun­
tada que no fuese un acto de amor de Dios.
Nada tiene de extraño, por consiguiente,
que un día se acusase en público de haber de­
jado pasar un cuarto de hora sin elevar su
corazón a Dios.
IJena de ardiente celo por las almas, hacía
todo lo que sus fuerzas le permitían para lle­
varlas al conocimiento y amistad de Cristo.
Allá por el año de 1869, María Dominga,
que ya desde 1865 vivía retirada con algunas
jóvenes en una casa contigua a la parroquia,
recibió de San Juan Bosco una regla de vida.
Y cuando éste, oído el consejo de algunas
almas buenas, a cuyas instancias uniéronse
bien pronto las de S. S. Pío IX , decidió fundar
una nueva Sociedad que se consagrase a la
educación de las niñas, eligió a las Hijas de
la Inmaculada Concepción como piedra an­
gular de su Instituto, no sin haber antes con­
sultado con Don Pestarino y con el Sr. Obispo
de Acqui.
Kn virtud de esta elección, el día 5 de agosto
de 1872, las Hijas de María Inmaculada to­
maron el hábito de la nueva Sociedad, y María
Dominga hizo sus votos religiosos en pre­
sencia del Obispo y de San Juan Bosco.
Este nuevo Instituto quiso el Santo que se
llamase de las Hijas de María Auxiliadora, y
confió su gobierno, aunque sólo con el carácter
de Vicaria, a María Mazzarello, la cual, a los
dos años, por votación unánime de las Her­
manas y el beneplácito de San Juan Bosco,
quedó elegida, con la máxima autoridad,
Superiora General.
En el desempeño de este cargo, fué siempre,
para sus hijas, espejo fulgentísimo de todas
las virtudes, y, no obstante su dignidad de
Superiora General, jamás hubo de permitirse,
aun estando enfenna, la menor dispensa u
omisión <le los deberes de la Comunidad.
Era tan rígida y severa en la observancia de
la pobreza que gozábase en usar hábitos de­
teriorados, y jamás toleró en su humildísima
celda nada que no fuese estrictamente nece­
sario. ••Vbsteníase, por regla ordinaria, de todo
companage y de las viandas especiales que,
cu (letemtinadas ocasiones, solían ser\nrse a la
mesa común. Su gran humildad y extrema
desconfianza de sí misma, la hacían vivir
dichosamente someiida'Tíl espíritu y a las in­
dicaciones de San Juan Bosco.
Siendo éste un conocedor eximio de las
virtudes y dotes que adornaban a la Sierva
de Dios, aunque dióla un delegado suyo para
la asistencia espiritual, y dictó él las Reglas
del Instituto, dejóla no obstante con la más
iC 4

plena libertad de gobierno, habiendo demos­
trado los hechos la gran sabiduría de esta
conducta del Santo.
Fué tal, en efecto, la prudencia con que la
Sierva de Dios gobernó el Instituto, que,
aún en vida de la misma, se extendió éste
de un modo maravilloso, produciendo muchí­
simos y muy lozanos frutos. Aprobado no há
mucho por la Sede Apostólica, cuenta hoy
con más de seiscientas casas, extendidas por
todo el mundo, hasta por tierras de infieles,
en los lugares más recónditos de misión, y
sus miles de Hermanas, en las que vive pu­
jante el espíritu de ambos fundadores, ilustran
la Iglesia de Dios con su piedad activísima.
En María Dominga refulgió el candor de
una vida inocentísima. Aceptó con ánimo tran­
quilo, siempre serena y gozosa, todos los
acontecimientos, fuesen prósperos o adversos,
alegres o penosos, considerándolos como dones
de Dios. Sentía vivísimos transportes de amor
hacia la divina Eucaristía, como si en ella
viese con sus propios ojos a Jesús realmente
presente. T u vo a la Bienaventurada Virgen
una devoción tiernísima; por todo lo cual
pudo decir también ella, como el Apóstol
San Pablo: Nuestra conversación está en el cielo.
A esta continua e íntima unión con Dios
hay que atribuir el que, siendo ella casi igno­
rante de las letras humanas, escribiese y hablare
tan sabiamente como lo hizo. Dios la enri­
queció con el don de escnitar los corazones
y dióla además otros muchos dones. Entre
los que admiran la santidad de esta Siert a de
Dios se cuentan muchos y muy autorizados
varones.
Afectada, en Nizza Monferrato, de grave
pleuresía, confortada con los Sacramentos,
recomendando a sus Hijas la caridad, la hu­
mildad y ¡a obediencia, e invocando los dulcí­
simos nombres de Jesús, María y José, entregó
a Dios su alma purísima, el 14 de mayo de
1881, a los cuarenta y cuatro años de edad.
La fama de su santidad extendióse bien
pronto rápidamente, y ello hizo que, en 1911.
la Curia Episcopal de Acqui instruyera los
oportunos procesos que duraron hasta 19171
uniéndose a ellos dos petitorias de la diócesis,
de Buenos Aires y de San José de Costa Rica. •

Hasta aquí el Decreto, cuya traducción li­
teral habíamos prometido a nuestros lectores.
Omitimos, por no alargar demasiado, la mi­
nuciosa enumeración que hace de todos los
trámites que ha seguido la Causa hasta llegat
al actual estado en que se encuentra.

L

ü

Exposición
mundial
de Prensa
_^AERAÍ«JSCV5 -SA1 ESIV¿; .

Católica

ESPOSIZIOI^tE MONIHALE
DELLASTAMRACATTDUCA
-

................... ,

.

ESPOStZIOMEMONDiAlE
PELLA STAMPA CATTOUCA
<.*U1*W*

Sellos conmemorativos de la Exposición m undial de Prensa Católica que
la Administración postal de la Ciudad Vaticana ha puesto en circulación.

S o le m n e a c to d e a p e r tu r a .
Se quiso que este acto coincidiera con el
día onomástico de S. S. Pío X I, que se celebra
el 12 de mayo, y, como era de esperar, ha
revestido caracteres de una imponente gran­
diosidad.
Inten-inieron el Sacro Colegio Cardenalicio;
el Gran Maestre de la Orden de Malta; el
Cuerpo Diplomático acreditado cerca de la
Santa Sede; el Gobernador de la Ciudad del
Vaticano; el Nuncio Apostólico de Roma;
Arzobispos, Obispos, Prelados, Dignatarios
de la Corte Pontificia; Superiores de Ordenes
y Congregaciones Religiosas y de Institutos
Católicos, figurando entre los primeros nuestro
Rector Mayor, Don Pedro Ricaldone. Pasaban
de 500 las personalidades allí presentes expre­
samente invitadas.
Es cosa sabida que esta magna Exposición
tiene el sentido preciso de un homenaje hecho
al Santo Padre por la prensa católica de todo
el mundo, respondiendo a una invitación del
gran rotativo central « Osserratore Romano »,
que cumple ahora sus 75 años de vida.
La pompa y solemnidad de la apertura
debía pues corresponder a este carácter de
augusto y universal homenaje al Representante
de Cristo en la tierra.
El aula papal, donde la ceremonia tuvo lugar,
se presentaba imponente. Su iluminación, obte­
nida mediante reflejos, que descendían de lo
alto del Nicho bramantesco del Belvedere,
producía efectos mara^-illosos. En el fondo del
aula, las gigantescas columnas seculares que

el arquitecto Sr. Ponti ha sabido encajar muy
bien dentro de un marco de decoración mo­
dernísima, en el que se hacían admirar los
dos imponderables tapices rafaelescos de la
Natividad y de la Resurrección. Sobre las
columnas, un sencillo escudo pontificio de
blasones dorados, cobijando el rico trono del
Papa, que los operarios de lodo género em­
pleados en la Exposición han querido ofrecer.
Pío X I hizo su entrada a las once en punto,
siendo recibido con vivas y aplausos, que
eran paternalmente correspondidos con sa­
ludos de mano.
Apenas acomodado el Papa en su trono, el
Conde de la Torre, egregio director del Osservatore Romano, ofreció el homenaje de la
Exposición con breves y jugosas palabras, que
muy acertadamente la definen y hacen su co­
mentario.
He aquí un resumen;
¡Beatísimo Padre!
La Exposición que ahora os dignáis inaugurar
es un testimonio del amor de la Prensa Católica
hacia el Sucesor de San Pedro, que, por ser
piedra y fundamento de la iglesia, es a la vez
fuente inextinguible de su predicación.
Periodistas católicos de cuarenta y cinco na­
ciones de Europa y América y de cincuenta y
tres regiones de Asia, Africa y Oceania, han
venido aquí a desplegar las banderas de sus
patrias respectivas. A la cita no ha faltado ni
uno solo. Hasta los hermanos de Alemania están
aquí ardientemente unidos en espíritu con nos­
otros.

-

165

En estos solemnes instantes, ofrecemos a Dios
el dolor de su ausencia material, para que
la libertad cristiana haga revivir de nuevo
aquellas gloriosas tradiciones que hoy habrían
aportado pruebas tan magníficas de su fe, de su
doctrina y de su organización en la defensa de
¡a Religión y grandeza de la Patria.
La presencia aquí de tatitos huéspedes, demues­
tra, Santo Padre, que vuestro deseo ha sido
atendido.
Cuando, hace dos años, surgió la idea de ce­
lebrar juntos de esta manera, al pie de vuestro
trono, el Jubileo del Ossen'atore Romano, pro­
nunciasteis Vos estas palabras que, con efusión,
suelen brotar habituahnente de vuestros labios:
» Vengan, vengan; les espero a todos en la Casa
del Padre ».
Y no os contentasteis con esperar que vinieran.
Creasteis para ellos una nueva Casa dentro de
Vuestra misma Casa; una nueva casa que de la
antigua recibe serenamente su gloriosa luz, en­
vuelta en el prestigio del ábside bramantesco, y
de la famosa Pigna, evocadora, con la figura y
el verso de Dante, de la piedad y el genio de
los siglos cristianos.

Concebida, preparada y concluida esta Exposi­
ción, en rnedio de la inquietud y amenaza de pro­
fundas conmociones, revela hasta qué punto el
Reino de Cristo es capaz de asegurar a los súb­
ditos sinceros de su ley santa buenas inteligencias
y armonías de una pa z amable.
Recoge, soldándolos en un solo bloque, sectores
de todas las latitudes del globo; flamean aquí
las enseñas de todas las naciones, háblanse todas
las lenguas; óyese palpitar el alma de los
pueblos más heterogéneos, a pesar de que aún
persisten entre ellos numerosos puntos de fricción;
ansias, sospechas, mutuos contrastes.
Las fronteras de esos pueblos, cerradas y de­
fendidas en otras partes, óbrense aquí, de pabe­
llón a pabellón, invitando a una confiada convi­
vencia, facilitando y hasta señalando el camino
que ha de llevarnos a una común ascensión,
que para todos termina y descansa en el Vicario
de Cristo.
Este ejemplo, este augurio, interpretación y
refino de Vuestras supremas aspiraciones, será
la recompensa más preciada de todos los que
han contribuido, con su esfuerzo, a hacerlo
tan extraordinariamente elocuente y esplén­
dido. Será la recompensa, en primer lugar.

Kum^ > Exposición de Prensa Católica. • Aspecto del Aula magna en el momento de la inauguración.

i6 6

de la Sagrada Congregación de Propaganda
Fide y de la Oriental; de los Seminarios y Uni­
versidades de Estudios; de los treinta y cinco
Institutos y Ordenes Religiosas que han querido
honrar esta Exposición con Iwninosísimos testi­
monios de la utilidad de la prensa en las obras
de la conquista de la f e y divulgación de la doctri­
na católica; de los Gobiernos y de sus ilustres
Representantes cerca de la Santa Sede, que
kan prodigado a las Comisiones Nacionales
tantas facilidades; de las Autoridades Italianas
(fue cordialmente han correspondido a la so­
licita invitación de la «Peregrinatio ad Petri
Sedem»; de la Oficina Técnica de la Ciudad
del Vaticano, ágil, exacta, genial en la ejecución
de este grandioso proyecto.
Sepan todos esos eficacísimos cooperadores que
sus aportaciones han sido seguidas en todo mo­
mento, y día a día, por el Papa, con esa solici­
tud paterna que, en las grandes expectaciones,
piensa en todo y provee a todo pena que la hospi­
talidad sea más confortable; que impulsa y ase­
sora, que aconseja y critica y anima y aplaude.
No hay nada que haya pasado inadvertido
a su mirada, a sus intenciones, a sus deseos.

El Discurso con que el Santo Padre contestó
a este «Indirizzo » del Sr. Conde de la Torre
ha tenido larga resonancia en diarios y revistas
de todo el mundo, y es por demás conocido.
A través de aquellos luminosos alardes de
propaganda de los Hijos de la luz que encan­
dilaban los ojos del Padre común de los fieles,
veía éste desfilar ante su espíritu, con un tem­
blor de angustia que impregnaba todas sus
palabras, las propagandas satánicas que hace

Las obras buenas.
San Juan Rosco refería un día este apólogo:
Un hombre tenía en el mundo tres amigos: el
dinero, la familia y las obras buenas.
Llegó la hora de su muerte, y fueron estos tres
a visitarle.
— En cuanto hayas muerto, encenderé una lám­
para a tu memoria — díjole el dinero parj conso­
larle.
— Y o te acompañaré hasta el cementerio y,
durante un año entero, vestiré luto por tí — añadió
1* familia.
^liró tristemente el agonizante al tercer amigo,

el comunismo, y que en algunas naciones
católicas permiten alegremente sus gobiernos.
Recalcó el Santo Padre que el comunismo es
hoy el primer peligro, el más grande y el más
extendido. Quiere que los periodistas católicos
se hagan eco, profusamente, de su dolorosa
preocupación ante la amenaza de esta tremenda
plaga que ha causado ya la ruina de tantas
cosas y de tantas almas, pero quiere, al mismo
tiempo, que reflejen su imperturbable con­
fianza en la firmeza granítica de la Iglesia,
que tiene en su favor promesas divinas.
Podrán, — dijo el Papa — podrán las fuerzas
adversas alcanzar proporciones de suprema
amenaza, extremos de violencia y perfidia
jamás conocidos, pero está escrito: Non praevalebunt, y ésta es palabra de Dios, y de la
palabra de Dios no se puede tachar ni una
tilde.
He aquí el tema de las severas palabras que
pronunció Pío X I, además del recuerdo paterno
que tuvo para los periodistas católicos ale­
manes, privados por su gobierno de concurrir
a la Exposición, y de haber aludido a la desgra­
ciada política que hacen quienes ponen obstá­
culos a la labor de la Iglesia, pretextando in­
tromisiones que, o no han existido, o son acti­
tudes defensivas perfectamente correctas y
legítimas de sus propias posiciones espirituales.
La presentación material de la Exposición,
cuyas líneas generales conocen ya nuestros
lectores, ha resultado un gran éxito. Ilustrar
y detallar debidamente su enorme valor docu­
mental nos llevaría muy lejos, y en cuanto al
fl Stand » de nuestra Sociedad, de él nos ocu­
paremos, Dios mediante, en números suce­
sivos, al hablar del apostolado de la prensa
salesiana.

y, despidiéndose, le dijo: M e muero, ¡adiós! — No
digas adiós, replicaron en seguida las buenas obras,
porque dondequiera que tú vayas, te seguiremos.
Aquel hombre expiró.
El dinero cumplió su promesa y encendió una
lámpara; la familia, severamente enlutada, fué a
acompañar el cadáver hasta el cementerio, mientras
las obras buenas llegaban con el difunto ante el trí-,
bunal de Dios. En este tribunal, de nada sirvieron
ni la lámpara, ni los lutos, ni el cortejo fúnebre.
En cambio las obras buenas hicieron de aquel hom­
bre una defensa tan elocuente, que el Divino Juez
le abrió en el acto las puertas del cielo.
A l a hora de la muerte



concluía D on Rosco



se recoge d fruto de las obras buenas.

16 7

Consagración del nuevo íemplo de María A. en Roma.
Cóm o surgió la idea del templo.
Don Basco y el Papa. — ¡Q u é magnífico
tema, qué floración de recuerdos, qué exalta­
ciones de emoción y de orgullo suscitan en
nosotros, salesianos, estas dos grandes palabras
asociadas!
Como en las obras musicales de los genios,
donde la libre inspiración artística se muestra
inagotable de filigranas melódicas sin que
jamás se pierda el sabor del tema dominante,
así, en la densa y multiforme actividad de la
jornada terrena de Don Bosco, la idea del Papa,
el amor y la devoción al Papa destacan siempre
vivos y luminosos.
Kn el décimo viaje que nuestro Santo hizo
a Roma, fué como de costumbre a rendir filial
homenaje al Vicario de Jesucristo. Pidióle
entonces a Pío IX , su gran amigo, que le diera
un Protector para dos nuevas Instituciones que
acababa de fundar, la «Pía Unión de los Coo­
peradores Salesianos » y la « Obra de los Hijos
de María » para el fomento de vocaciones de
adultos al estado eclesiástico.
El venerando Pontífice sonrió y le dijo:
¿ Cuántos protectores queréis ? ¿ N o estáis
contento con el que habéis tenido hasta ahora ?
M e habéis llamado siempre Padre y Protector,
y lo se ré ».
Al cabo de algunos días, hallábase de nuevo
el Santo a los pies de Pío IX , para despedirse
y rogar al Papa le dijera algunas palabras
para llevar como recuerdo a sus Hijos de
Turín, a cambio de las que ellos, por su
conducto, le presentaban.
Decid — respondió Pío IX — y recomen­
dad a todos que prometan obediencia y fideli­
dad al Vicario de Jesucristo».
— Precisamente, Santo Padre. He aquí la
ilcclaración escrita que me han entregado mis
Hijos: «Aseguramos obediencia y fidelidad
al Vicario de Jesucristo
¡Grande y dulce legado de Don Bosco
esta suave consigna dejada a sus Hijos de
devoción y amor ilimitados, de absoluta do­
nación al Vicario de Jesucri.sto! Esta devoción
j s;ilesiana y el afecto solícitamente paterno con
¿¡uc a ella corresponde el Papa, y en especial
el n Papa de Don Bosco n Pío X I, hoy fe­
lizmente reinante, nos recuerdan otro episodio
memorable, cuya evocación resulta ahora par­
ticularmente oportuna.
' Cuando nuestro actual Ecónomo General,
Don Fidel Giraudi, en nombre del entonces
Rector Mayor, Don Felipe Rinaldi, se postró

i68 ^

a los pies de Pío X I para presentarle los planos
de las nuevas Escuelas Profesionales que, a
él dedicadas, la Sociedad Salesiana se proponía
elevar en Roma, el Papa, después de exami­
nar atentamente dichos planos, hizo esta pre­
gunta: «¿ Y no habéis pensado en construir
también alguna iglesia al lado de esas Es­
cuelas ?»
— Desde luego, Santidad, pero esto más
adelante.
— Cómo más adelante — repuso Pío XI
— ahora mismo, y para que podáis comen­
zarla sin dilación, aquí tenéis esta modesta
oferta del Papa — y le entregó uñ cuantioso
donativo.
Si los deseos del Vicario de Jesucristo fueron
mandatos para Don Bosco, bien demostrado
tienen sus Hijos que lo son y lo serán siempre
también para ellos. Por esto Don Rinaldi,
ansiando convertir este deseo del Papa
en inmediata realidad, estableció que, el día
4 de junio, a raíz de la Beatificación de Don
Bosco, junto al grandioso Instituto Pío XI
recién construido, fuese colocada la primera
piedra de este nuevo y grandioso templo dedi­
cado a M aría Auxiliadora.

D escripción del templo.
Sin apartarse del estilo bien definido y ca­
racterístico de las grandes iglesias romanas,
construidas en la segunda mitad del siglo XVI
y primera del X V II, refleja este templo una
fuerte y atractiva individualidad artística, y en
él hánse aplicado las normas y materiales de la
construcción moderna, sin que las líneas del
pasado que se pretendía imitar sufran la menor
deformación.
El proyecto ha sido desarrollado en forma
de una gran cruz latina, midiendo 72 metros
el brazo mayor, desde la entrada del pronaos
hasta la extremidad del ábside, y 42 el brazo
menor.
La única, enorme y luminosa nave está
flanqueada, a uno y otro lado, por capillas
que se comunican unas con otras.
El crucero, grande como una plaza, deja
ver perfectamente el altar mayor desde los
rincones más distantes, sir\'iéndole de corona
una original y magnífica cúpula. M ejor que
cúpula es una media naranja hecha a case­
tones, por el tipo de la de Santa Sofía de Constantinopla, sin cornisón de base, sin tambor

y sin linterna. D e sus 32 lacunarios, la mitad
son clarísimos- ventanales que derraman por
todo el templo una difusa luz dorada.
La decoración interna es de sabor clásico
en consonancia con el estilo, y se_ distingue
por su sobriedad, habiendo logrado el arqui­
tecto dar la impresión de verdadera riqueza
ornamental sólo con cuidar la armonía de las
líneas constructivas y el equilibrio de la masas.
En los muros se ha empleado el ladrillo, y en la
fachada, flanqueada por dos campanarios, el
travertino y la piedra artificial.
El pavimento, que tiene 2.000 metros cua­
drados de superficie, es de mármoles de Carrara, lo mismo que los altares. En el centro
del crucero, campea un artístico escudo de
Pío X I con dibujo de jaspes embutidos, en
tomo del cual una inscripción latina recordará
a las venideras generaciones que el templo ha
sido erigido en Roma y dedicado a la Sma
Virgen Auxiliadora de los cristianos, por ex­
presa voluntad del Santo Padre, manifestada
el año de 1929, tres veces memorable: por
celebrarse en él su Jubileo Sacerdotal, por
haberse firmado los célebres Pactos Lateranenses entre la Iglesia y el Estado Italiano, y
por haber tenido lugar la Beatificación de
Don Bosco.
Los planos de tan soberbia obra son de
nuestro arquitecto salesiano Don Julio Valotti,
el mismo que realiza actualmente las obras
de ampliación de la Basílica, el afortunado
autor del Instituto Misionero Conti Rebaudengo y de otros muchos Colegios e iglesias.

Su consagración.
No podemos entretenemos en describirla.
Sólo diremos que su grandiosidad ha sido digna
del marco que, para actos de este calibre,
ofrece la eterna Roma.
N o fué una fiesta, sino una serie de fiestas,
que duraron desde el 17 al 24 de mayo.
En las diversas solemnidades, intervinieron
los siguientes Eminentísimos Cardenales: Pacelli, que actuó de ministro consagrante;
Lauri, Penitenciario M ayor; Gaspam\ Prefecto
del Tribunal de la Signatura; Fumasoni Biondi,
Prefecto de Propaganda Pide; Capotosti, Datario de S. S. Pío X I ; La Punía, Prefecto de la
Sgda Congregación de Religiosos; Eaurenti,
Prefecto de la Sgda Congregación de Ritos;
Jorio, Prefecto de la Sgda Congregación de
Sacramentos; Boetto y Salotti, que celebró
el fastuoso Pontifical del 24.
Pontificaron y predicaron los Rvmos y
Excmos Sres Arzobispos: Lisson, Pisani, Guerra,
Borgoncini Duca, Bartolomasi, Pizzardo, y los
Excmos Sres Obispos: Giordani, Olivares,
Emanuel, Cognata, Spolverini, MigHorelli.
Finalmente, tuvieron intervenciones de
honor: nuestro Rector Mayor, Rvmo Sr.
Don Pedro Ricaldone, y Sr. Ecónomo Gral,
Rvmo Sr. Don Fidel Giraudi; el Prior Gral de
los Siervos de María, Rvmo P. Baldini; el
Superior Gral de los Dominicos, Rvmo
P. Gillct; el Superior Gral de los Josefinos,
Rvmo P. Casaril, y el Prepósito Gral de la
Compañía de Jesús, Rvmo P. Ledocowski.

Roma. - E l nuevo templo Marta Auxiliadora.

16 9

LA OBRA DE D O N B O S C O EN
ESPAÑA Y AMERICA Relaciones enviadas al R edor Mayor.

Colombia - Bogotá. • Grupo de novicioc que han conmemorado el centenario de la vestlción clerical de S. J. Bosco.

ESPAÑA - Sevilla. —
Juan Bosco.

La fiesta de San

Cclcbrdsc en el coIcrío de In Sma. Trinidad, con
actos solemnisimos.
El triduo, que empezó el jueves, día 33 de abril,
fuó una maravilla de fervor; mucho público, y el
predicador Rvdo. Sr. IXm Juan Torre.s Silva, Be­
neficiado de la ColeRinta de Jerez de la Frontera
y A . A. de esta casa, hizo conmovedores elogios
de nuestro Santo, recordando distintas fases de su
vida. El Domingo. Misas de Comunión para in­
ternos y externos, celebradas por el Rvdo. Sr.
Inspector, Don Sebastián M.* Pastor y Rvdo. Sr.
Director, I ^ n Manuel Fernández, recibiendo el
Pan de los .\ngeles numerosísimos niños y devotos
del Santo,
Misa Solemne fué a las i i , cantán­
dose por los alumnos internos una preciosa parti­
tura polifónica y ocupando la Sagrada Cátedra el
referido Señor Torres Silva, que hizo un bella pancRÍrico, impregnado de amores salcsianos y reciK'rdos de su infancia.
A las 5 de la tarde, el Emmo. Cardenal Arzobispo
vino a honrar a San Juan Bosco, actuando de Ponti­
fical en la Bendición de S. D . M .
170

Term inó este día de gloria con una función teatral
en nuestro salón de actos, que se hallaba totalmente
lleno, ponióndose en escena por los niños del exter­
nado la zarzuelita Lirio Temprano, tomada de la
vida de Domingo Savio, y por los internos el drama
en tres actos Nobleza y Lealtad.

ARGENTINA - Mendoza. — El Ministro
de Agricultura visita nuestra Escuela
Agrícola " Don Bosco ” .
Cortamos esta gacetilla de un diario local:
R O D E O D E L M E D IO (Mendoza), — El ministro
de Agricultura de la nación, doctor Miguel Angel
Cárcano, acompañado por el gobernador doctor
Cano, y una distinguida y numerosa comitiva,
ha visitado la Escuela agrícola enológica • Don
Bosco *.
A l recorrer las diversas dependencias, el Sr.
Ministro se mostró sumamente complacido por
la obra educadora que desarrolla el acreditado
establecimiento,calificándola de «progresista, eficaz y
tesonera *. Luego, con su fineza característica, hablo
a los alumnos, alentándolos al estudio, ofieciendo

w
su valioso apoyo, ya demostrado a la Escuela, con
haberle concedido la nacionalización de sus títulos.
A su vez, el gobernador doctor Cano tuvo con­
ceptuosas frases de aprobación para la labor que
desarrollan los Padres Salesianos.

COLOMBIA - Bogotá. — La Inspectoría
salesiana de Colombia celebra el pri­
mer centenario de la toma de sotana
de nuestro fundador San Juan Bosco.
A las 3 de la tarde del domingo i6 de febrero
último, el nuevo Santuario de Nuestra Señora del
Carmen estaba rebosante de juventud: los colegiales
del León X III , los de la casa de Mosquera y el
Oratorio festivo. En el presbiterio, los afortunados
novicios, y a un lado, los padrinos y madrinas.
Entra el Excmo. Sr. Nuncio de S. S. L e recibe
la orquesta con la Marcha Papal y sube a la tribuna
el R. P. Inspector. Su discurso, sencillo y breve, se
refiere a la trascendental ceremonia que va a reali­
zarse: la vestición religiosa de 14 novicios estudiantes
y la imposición de la medalla a 7 hermanos coadju­
tores. El motivo de esta solemnidad, la conme­
moración del primer centenario de la toma de sotana
de San Juan Bosco.
Acto continuo, se despojaron los afortunados
jóvenes de sus hábitos laicos para ponerse la vesti­
dura talar. Los padrinos les ayudan, mientras el
coro de Mosquera desgrana armonías netamente
litúrgicas... Hermosa y conmovedora ceremonia
tantas veces repetida y siempre emocionante: es el
fervor de ^'alerosos jóvenes que renuncian a cuantos
lazos les sujetan al mundo para dar los primeros
pasos en el camino de la religión.
Son los refuerzos que el Señor envía a su comu­
nidad; los luchadores noveles de la causa santa, los
futuros educadores de las nuevas generaciones.
Doce de los que vistieron son colombianos; los
otros dos lib aro n de Alemania últimamente. Los
siete coadjutores son todos nacionales.
Una conferencia del R. P. Emilio Rico y el canto
del hermoso Himno salesiano, finalizaron el acto.

COLOMBIA - Pasto. —
San Juan Bosco.

En honor de

El 16 de abril, con la pompa de siempre y
acompañada por las escuelas y gran muchedumbre,
fu¿ trasladada la imagen de Don Bosco a la iglesia
Catedral. Hacía guardia de honor a la misma el
Seminario menor, mientras, la banda de la Sociedad
Obrera * Antonio Ricaurte » tocaba alegres marchas.
A l día siguiente principió la novena, realzada este
año con la asistencia y los cantos de los niños del
• Instituto San Juan Bosco * hábilmente dirigidos
por e] ex alumno salesiano y maestro del mismo,
señor Buenaventura Moran.
Durante las 40 Horas, ensalzaron las virtudes de
nuestro Santo M ons. GógMZ y los Pbros. Agustín
Arévalo, Director del f& titu to ‘ S. Juan Bosco *
y Jesús Villarreal.

F u é solemne, tierno y conmovedor el acto de lu
Primera Comunión de 90 niños, el día de. lu
fiesta, 26 de abril. Sus padres, pobres obreros,
mostraban en el semblante visible satisfacción
por la felicidad de sus hijos. Al salir del templo
fueron obsequiados con un abundante desayuno
por señoritas de la Acción Católica. El Director del
Instituto habló a los obreros para felicitarles, diciéndoies que sólo la Iglesia Católica proporciona
esos momentos de íntima sati.sfacción espiritual, y
que los titulados * redentores del pueblo » no son
sino explotadores que les hunden en el más gro­
sero materialismo. La Banda de la Policía amenizó
el desayuno.
En la Misa semi-pontifical de la fiesta, la Catedral
presentaba un aspecto imponente por la gran con­
currencia de fieles; el panegírico, pronunciado por
el Pbro. Sr. Luis Rodríguez M , estuvo a ia altura
de la fama que tiene este insigne orador sagrado.
En la función de la tarde ensalzó las glorias de
Don Bosoo el R. P. Antonio Egaña, S. J. Con la
procesión del Santísimo por las naves de la Cate­
dral terminaron los cultos.
A l día siguiente volvió a ser trasladada, con la
misma pompa, la imagen del Santo y nuestro Prelado
se dignó presidir la procesión hasta la puerta de
su palacio.
Estuvo m uy simpática la función lírico-dramática
que en la noche del día de la fiesta dieron los alumnos
del » Instituto San Juan Bosco ». En ella desarro­
llaron números alusivos a la Primera Comunión y
a la fiesta de nuestro Santo.

El pequeño limpiabotas de S. Juan Bosco.
Esa vieja ciudad de Pasto, capital del Distrito columbiano de Nariñu, vive muellemente recostada en
una altiplanicie de la cotdillera andina, al socaire del
volcán Galera que tenía todas las apariencias de
un monstruo domesticado, pero que recientemente,
en 1932, aterró con sus rugidos aquellos contornos.
Ciñe a la población una extensa y feraz llanura rica
de frutos de todas clases, y sus habitantes conservan
inalterada, como oro en paño, una rancia ejecutoria
de honradez y valentía y singularmente de religio­
sidad, que santos y excelsos Prelados diocesanos
han cuitiv-ado siempre con ejemplar desvelo.
En mayo del año anterior, celebraba esta ciudad,
donde no hay Salesianos, la fiesta de Han Juan
Bosco, semejante a la que acabamos de reseñar.
M uchas de las campanas de sus veinte iglesias, cuyas
altas torres van a clavarse en las nubes a cerca de
tres mil metros sobre el nivel del mar, la anuncia­
ban con loca algarabía.
Varios y solenmes fueron también los cultos tri­
butados por el buen pueblo pastopolitano al Santo
que ama y sonríe a sus juventudes, y grande la
afluencia de fieles de todas las clases sociales que
acudieron al templo catedralicio a postrarse ante la
bella imagen del taumaturgo.
Por entre las filas de la muchedumbre filtróse un
a\ispado limpiabotas, y no osando abrirse paso por
estorbarle los trastos del oficio que consigo llevaba,
I7 I

A lgun as de las Paeg
durante el mes it
dora han visitad* o

d e 'Jnri

172

'7 3

¡
quedóse cabe a la puerta apacentando su infantil
curiosidad con lo que veía y oía y halagando a la
vez sentimientos que muy escondiditos llevaba en
el alma.
Mas, como la urgencia de ganar el pan no le
permitía proU»ngar indeíinidamente aquella especie
de arrobamiento místico, tuvo al poco rato que
abandonar el templo, insatisfecho y a regañadientes.
La fiesta se inició con la triunfal procesión del
Santo, cuya imagen antes de subir a su altar pasó
la noche en las propias andas, donde largas teo­
rías de fieles, la habían cómodamente contemplado y
besado.
A la mañana siguiente, muy tempranito, estaba allí
otra vez nuestro simpático limpiabotas con todo el
sencillo atuendo de sus cepillos y de sus cremas.
Pensó que, a aquella hora y después del trajín del día
anterior, la iglesia estaría desierta y podría curiosear
u sus anchas y decirle a Don Bosco quien sabe qué
intimidades.
Y salióle a pedir de boca. En la catedral, no había
alma viricnte; sólo alguna mujeruca arrebujada en
la penumbra que nadie hubiese podido decir si re­
zaba o dormitaba, y el sacristán, hecho a mañanear,
quien, advertida la presencia del gamin, mirábale
de cuando en cuando con ojos detectivescos como si
presintiese alguna ratería.
Cuando el pequeño estuvo seguro de que nadie
le observaba, veloz como una chispa, arrimó una
silla a las andas, sacó de su caja cremas, cepillos y
bayetas, y, en menos que se dice un credo, lustróle
las botas al Santo, que, observadas el día anterior
se le habían antojado de un negro poco llamativo,
impropio de la jerarquía de quien las llevaba.
Echó, al terminar, la cabecita atrás, moviéndola a
un lado y a otro, hasta encontrar el ángulo de luz
conveniente para ver si brillaban a gusto suyo, y
alegre como unas pascuas, puso en seguida tierra
por medio lanzándose a la calle antes que el descon­
fiado sacristán pudiese pedirle cuentas de su desen­
voltura y atrevimiento.
N o es detalle que huya podido averiguarse, peto
creemos que en aquel instante la imagen de San
Juan Bostx) acentuó su habitual sonrisa paterna. Lo
que sí está compiobado es que el pequeño gtwiln,
devoto de nuestro Santo, tuvo aquel día una clientela
desacostumbrada, que se rompió las manos sa­
cando lustre y llevó a su casa cinco veces más cen­
tavos de los que solía llevar otras veces.
Es innegable — termina el que este gracioso
episodio nos comunica - - que el Santo tiene para
los niñrrs un especial atractivo y que éstos suelen ser
fértiles en bellas originalidades para demostrar a los
seres de su predilección el cariño que por ellos
sienten.

H A I T I — Esta pequeña República ocupa ia
parte occidental de la isla antillana de Santo D o ­
mingo, y equivale a una tercera parte de ella. Suelo
montañoso si los hay, roto sólo por algunos valles
que le dan el tono de amenidad.
Siendo tropical su clima, es lógico que lo sean sus
producciones: café, caña de azúcar, tabaco, bananas...
La capital, Port-au-Prince, constituye el corazón
del país y cuenta con unos loo.ooo habitantes. Se
asienta al pie de altas montañas que le hacen corona,
frente a una bahía vastísima, a la que protege contra
el poniente una isleta de regular extensión puesta
a su entrada.
L a población es negra casi en su totalidad, con
una minoría mulata que constituye la «é lite », y
su lengua es ta francesa. L a historia de la insurreción sangrienta de sus antiguos esclavos,
que dejó completamente arrasada ia exigua y si­
barítica colonia francesa, es bien conocida. Su
independencia, fruto de aquella insurreción, ha ve­
nido conservándose victoriosamente pese a las
expediciones militares de Napoleón Bonaparte y a
todos los intentos posteriores encaminados a destruirla.
Este país atravesó un largo periodo de guerras fra­
tricidas; a raíz de la guerra mundial fué ocupado
por los Estados Unidos, y actualmente hállase em­
peñado en un trabajo serio de reconstrucción na­
cional, vigorosamente impulsado por el Presidente
de la República, Sr. Vincent.
L A F U N D A C I Ó N S A L E S I A N A — T u vo su
origen en el deseo del Presidente de renovar y sanear
el populoso barrio de la capital, llamado < L a Saline *. Las condiciones de miseria espiritual y ma­
terial en que vivía este barrio no son para descritas.

REPUBLICA D E HAITI - Port-au-Prince.
— Nueva fundación.
Habíamos ya aludido a ella, el trotar en el Boletín
de enero de la fundación lucha en la República Dotninicana, pero (jueremos insistir ahora, de un modo
espeaal, porque la obra lo merece «i naa'mienlo ha
r eñido rtxleado de cirt-unstanaas realmente singulares.
174

Colombia. * La ciudad de Pasto y su volcán Galeras
retratado en una de sus fases eruptivas de 193a.

Para que esta obra de reno\adón y saneamiento
fuese efícaz, había que empezar haciendo desaparecer
las viejas chozas, que eran pocilgas infectas donde
toda degradación e inmundicia tenían asiento, y
sustituirlas con viviendas limpias e higiénicas. La
sustitución se llevó a cabo y prosigue sistemática­
mente.
Pensóse luego en educar a la población infan­
til de ambos sexos, destinada, entre tantas sucie­
dades, al más absoluto embotamiento de la sen­
sibilidad moral, y oyóse en seguida el nombre de Don
Bosco, sugerido por el Sr. Arzobispo local, Mons.
Le Gouaze, no menos que por el gran amigo de
nuestro Santo, Mons. José Fietta, Nuncio Apostólico
de toda la isla.

Colom bia • Pasto. • La imagen de S. Juan Bosco
entrando en la catedral.

educativa, quedaríase atónito ante aquel nuevo y
fehaciente testimonio de la eñcacía omnipotente
del espíritu de Don Bosco, filial y dócilmente apli­
cado por nuestras Hermanas.
Frente a su Colegio, y en un solar muy espacioso,
surgía entre tanto, como por ensalmo, el magnífico
edificio para los Salesianos, destinado a Escuelas
de artes y oficios.

Colombia - Fasto. - El altar mayor de la catedral con
la imagen de S. Juan Bosco.

Entonces — hace ahora año y metho — iniciábase
precisamente nuestra obra en la República hermana
de Santo Domingo, bajo la sabia dirección del P.
Pittini, elev-ado poco há, a la silla arzobispal domini­
cana, y llamando a este Padre el Presidente Vincent,
convino con él el primer proyecto de fundación que
más tarde aprobó y formalizó el Rvdo. P. Candela,
a su paso por aquella isla.
Las Hijas de María Auxiliadora se harían cargo
de educar a las niñas y los Salesianos a los niños.
Apenas hubieron recibido aquéllas su Colegio, en
octubre del ano pasado, reunieron en torno suyo
un número considerable de rapazuelas zafias y
montaraces, completamente incorregibles al pa­
recer, por no decir indomables. El que hoy girase
allí una visita, después de un semestre de labor

S U IN A U G U R A C IO N . — Aunque estas Es­
cuelas todavía no funcionan, fueron ya inauguradas
y bendecidas el 29 del pasado Marzo, dando lugar
a una fiesta de importancia y solemnidad tales, qtie
para el barrio y aun para toda la ciudad fué un verda­
dero acontecimiento.
La feliz coincidencia de que tuviera lugar aquel
mismo día, en la catedral, una consagración epis­
copal. permitió que asistieran al nacimiento de la
nueva obra salesiana de Port-au-Prince nada menos
que seis Obispos y el Exemo Sr. Nuncio. Nuestro
Mons. Pittini, Arzobispo de Santo Domingo, hallá­
base entre ellos, y fué el que bendijo los nuevos
locales y dió las gracias en nombre de los Salesianos.
Las niñas del Orfanato de las Hermanas cantaron
con muy buena afinación el Himno Nacional, en
medio de la sorpresa y los aplausos de todos los
presentes.
En el desarrollo de ambas fundaciones vése de un
modo palpable la mano de Don Bosco, que, en estos
dos últimos años, parece haber concentrado toda
su protección y afecto en La Española.
Que él siga guiando y bendiciendo a sus Hijos
e Hijas hasta que alcancen el máximo esplendor
de sus obras en estas bellas y luminosas tierras an­
tillanas, para la salvadón de la Juventud de ambas
Repúblicas.
*7 5

DE

NUESTRAS

MISIONES

Jai>ón. Tokio. • Los boy scouts haciendo el arco de bastones.

JAPON (M ik a w a jim a -T o k io ).
Reverendísimo Sr. Don Ricaldone:
Amadísimo Padre y Superior: Permítame con
la presente darle algunas noticias de nuestra Casa de
Mikawajima, que creo yo, sin exageración, es uno
de los Oratorios festivos más ilbrecientes de nuestra
amada Congregación.
La causa es doble: primero, por la superpoblación
de este barrio. Según me han dicho las autoridades,
a pesar de que las escuelas han debido establecer
dos tumos de clases, quedan todavía unos 2000
niños que no pueden recibir educación alguna,
lo cual no ocurre en ningún otro barrio de esta
inmensa capital, y mucho menos en las otras ciu­
dades del Japón. El segundo motivo es el afecto y
simpatía que los niños encuentran en nuestra casa,
lo que hace que estén más tiempo con nosotros
que con sus padres; así lo declaran éstos un poco
asombrados.
Con el grande elemento de este Oratorio festivo
hemos organizado el primer cuerpo de exploradores
católicos,que tanto se echaba de menos en la Capital
del Japón.
Apenas llegué a Tokio, supe que era éste uno
de los %dvfsimos deseos del Sr. Arzobispo, que
ama a la Juventud y a los niños como el que más.
Para darle pronto esta grande satisfacción, puse mano
a la obra, buscando al que debía ser Jefe-Instructor,
rasa que no era nada fácil. AI cabo de dos meses,
di con el individuo que se ne«sitaba.. era un joven
católico que organizó a los exploradores católicos de
Kobé y que hacía pocos días se encontraba esta­
blecido en esta Capital. N o bastando este Jefe-Ins­
tructor, y a fio de dar a los jóvenes exploradores
Una instrucción que fuera lo más salesiana posible.

designaron los Superiores al clérigo Dupont, que
ha sido Jefe de Boy-Scouts en Francia.
Cuando tuve asegurados los mandos, me puse a
Duscar a los muchachos que debían formar el primer
'grupo de Boy-Scouts católicos, y los escogí de entre
los mejores de nuestro Oratorio Festivo.
Cincuenta empezaron con ardor y entusiasmo a
aprender los reglamentos y la técnica del buen
Boy-Scout, y viendo los ptogresos que hacían,
fijé la fiesta de inauguración, para el hermoso día de
Pascua, 12 de Abril.
Una cosa me asustó desde el principio, y fué
el tener que pagar, con los pocos medios económi­
cos que tengo, el vestido, sombrero, etc. a cada uno.
Escribí cartas a varias personas y comunidades,
pero esta vez con escaso resultado. Las Jóvenes
de la Acción Católica de nuestra parroquia me sa­
caron de apuros, encargándose de confeccionar los
vestidos y sombreros, y hasta la bandera.
El día de Pascua, fué para todos hermoso en
extremo. Nuestros bravos muchachos, desde la
mañanita, estaban ya en nuestra casa para prepa­
rarse a la fiesta. Después de la M isa cantada, en la
que tuve el consuelo de ver acercarse a la comunión
cerca de 200 cristianos, empezaron a evolucionar
los Boy-Scouts con una precisión digna de encomio,
lo que hacía prever que la fiesta sería un éxito
completo.
A las dos de la tarde, empezaron a llegar los invi­
tados. Grupos de Boy-Scouts de la capital con sus
banderas, coyos jefes saludaban a los nuestros,
dándoles la bienvenida; el jefe de los Boy-Scouts
de todo el Japón, y poco después el Sr. Arzobispo,
siendo ambos recibidos con los honores de regla­
mento.
A la hora fijada, empezó la fies^ con el canto del
Himno Nacional, durante el cual veíase subir lenta177

mente la bandera en la grande asta del Colegio.
Después, el Sr. Arzobispo bendijo la insignia de los
nuevos exploradores y el Conde Futahara pronunció
la frase de ritual * Loa Boy-Scouts católicos de Tokio
acaban de nacer», y loa muchachos cortaron las
serpentmas que lea unían a la bandera, saludando
con un clamoroso « Hurra *. Después, en grupo de
a seis, hicieron el juramento de fidelidad ante el
gran Jefe japonés y mostraron su habilidad delante
de los invitados, haciendo variadas e interesantes
evoluciones. Finalmente, invitaron a las persona­
lidades que asistían a pasar por el arco de bastones.
Con unas palabras del misionero que escribe estas
líneas, del Sr. Arzobispo y del gran Jefe Scout
terminó la fiesta, dándose los tres vivas de regla­
mento a la familia real, que fueron contestados en­
tusiásticamente tanto por los exploradores como
por los niños del Oratorio, en número de 450. Y los
invitados pasaron al salón, donde fueron obsequiados
con un lunch. Fntre ellos, tuvimos el gusto de ver
al Sr. Embajador de Italia, S. E. Auriti, al Ministro
de Chile con su esposa, al Cónsul de Nicaragua,
ni • rey del C a f é » Sr. Assumcao, a muchos sacer­
dotes y superiores de colegios religiosos de la ciudad,
y a una nutrida representación de la Acción Católica
de Tokio con su Presidente.
Por la noche, como premio a los nuevos BoySciíuts, se dió un precioso 1 film », en el que se ponían
en evidencia los buenos sentimientos de que debe
estar poseído un buen explorador. Entre proyección
y proyección, hacíamos pasar la vida de nuestro
Santo Padre, Don Bosco, siendo muy admirada y
su explicación escuchada en religioso silencio...
Los niños que asistieron a la velada nocturna
pasaron de 700...
I-a fiesta dejó una agradabilísima impresión en

todos los que asistieron, y de un modo particular en
las autoridades civiles, que sienten viva simpatía
por nuestra obra.
F IE S T A B E N E F IC A . — Ocho días más tarde,
dimos un concierto, cuya organización corrió a
cargo del Consejero de la Legación de España,
bajo el alto Patrocinio del Sr. Ministro, para so­
correr a los niños de los pobres obreros que fre­
cuentan nuestra Casa de Mikawajima. Prestáronse
a hacer más atrayente el concierto otras personali­
dades, como el Sr. Embajador de América, re­
galando un hermosísimo film sonoro, el de Francia
encargándose de tres números, una distinguida
Señora se ofreció a cantar diversas composiciones
musicales y nuestro amado Prefecto Apostólico
Mons. Cimatti aceptó tocar cuatro piezas al piano.
El día fué espléndido. D e antemano todo el
Cuerpo diplomático se había suscrito con vistosas
ofertas para ayudar a la construcción del salón asilo,
que era el objetivo benéfico del concierto. L a asisten­
cia fué numerosísima y muy escogida. Tuvim os el
honor de ver a los Embajadores de Italia, Brasil,
Turquía y Francia; a los Sres. Ministros de España,
Portugal, Polonia, Chile, Colombia, Argentina,
Checoeslovaquia, Suiza, y personal de casi todas
las Embajadas y Legaciones. Tam bién la aristo­
cracia japonesa quiso asistir numerosa. En fin, todos
quisieron demostrar, con su presencia, la simpatía
que sienten por la obra social y benéfica que lleva­
mos a cabo en este populoso y pobre barrio obrero.
Y o agradecí la asistencia de tan ilustres personajes
y supliqué continuaran dispensándonos su pro­
tección, lo que me aseguraron al despedirse con
palabras de grande afecto.
Vea, amado Superior, como nuestra pobre obra
va encontrando protección y poco a poco se va

Japón - Tokio. - Los Boy-scouts cantando el Kimi-ga-yo.

178

Japón - Tokio. • Los boy-scouts católicos haciendo el juramento de fidelidad.

abriendo camino, haciéndonos abrigar la esperanza
de verla desarrollarse rápidamente y, en la medida
que nuestro corazón desea, ayudar a los pobres de
este grandísimo barrio de Tokio.
Implorando su bendición sobre todas las obras
sociales de Mikawajima, al mismo tiempo que sobre
todos sus bienhechores, se despide profesándose de
Vd. humildísimo hijo.

Pedro M. Escursell Pbro.
Misionero Salesiano.

B O L IV IA - L a Paz.
Un descanso bien aprovechado.
Rf'áo. Padre Don Pedro Ricaldone:
Con el fin de alegrar su bondadoso corazón que se
desvive por el bien de las almas, le doy conocimiento
de una excursión apostólica misionera improvisada
entre los Aymarás, descendientes de los famosos
Tiahuanacus.
Invitado por algunos señores, que poseen fundos
*on numerosos colonos, a pasar algunos días de
descanso, se procuró que éste redundara en provecho
espiritual de estas pobres gentes que hacía tres
*nos que no cumplían con la Iglesia.
En medio de una gran necesidad espiritual, piden
d pan de la gracia y no hay quien se lo parta, a
causa de la suma escasez de sacerdotes en esta
dilatada diócesis.
El primer centro de misión, si así puede llamarse,

fué la haciepda HuacuHani, de la Sta Rosa Quiroga
I., hermosa propriedad sita a orillas del lago, en
la que abundan las liellezas naturales. Por una se­
mana tuve que atender a los 300 colonos preparán­
doles para la confesión y comunión, que recibieron
devotamente, celebrándose una misa solemne, proce­
sión alrededor de la finca y bendición de los campos.
De este punto pasé a Quiripuyo, propiedad de la
distinguida señora Uberlinda de Ím Uz , enclavada
en la parroquia Aygachi, que hace años está huérfana
de sacerdotes, y administré otras zoo Comuniones,
terminando la misión como en la finca anterior.
Finalmente, visité a los colonos de la Sra. Ge­
noveva Vda de Loza, dueña de cinco fincas, consa­
grando un día a cada propiedad, y consiguiendo otras
300 Comuniones.
T engo que poner de relieve, amado Padre, la
valiosa cooperación de nuestros buenos ex alumnos,
quienes me preparaban el campo admirablemente,
facilitando con gran celo e inteligencia la obra del
misionero salesiano.
Esta jira misionera ha arrojado un total de 800
Comuniones. A Dios gracias, no me ha faltado
salud, y los dueños de los terrenos que he visitado
han extremado sus atenciones para conmigo.
Term inaré manifestándole el entusiasmo que
ha despertado entre estas buenas gentes nuestro
Santo Padre Don Bosco, aclamándole con delirio,
cuando contemplaban su bondadosa figura desta­
cándose sobre el fondo azul del cielo.
Sin otro particular, amadísimo Padre, con afecto
filial se despide su improvisado misionero.

M a -vuel C. C ampo, Pbro.
179

Crónica de Gracias
con se g u id a s p o r m e d ia c ió n

de

lia d o ra , d e S e n J u a n B o s c o y

M a r í a A u x i­
de

n u e stro s

S ie rv o s de D io s

E S P A Ñ A (Almería) Vera, abril de 1936. — Estoy
muy agradecida a San Juan Bosco por un gran
favor que me obtuvo de mi celestial Madre A uxi­
liadora y cumplo la promesa de hacer público mi
agradecimiento y mandar una limosna, que deseo
sea para su nuevo altar de T urín.

Isabel C ervantes.
A R G E N T IN A Buenos Aires, 21 de abril de 1936.
— Por causas ajenas a mi voluntad, hasta hoy no
me ha sido posible publicar una gracia especial,
curación completa de bronconeumonía compli­
cada y obtenida el año de 1928, y después de haber
sido desahuciado por los médicos.
En mis años de estudios teológicos, Don Bosco
filé también mi protector cariñoso, salvándome de
muchas diBcultadcs. — Agradecido por todo, cumplo
la promesa de publicar estas gracias, para que sirvan
también de aliciente a las almas, animándolas a
confiar siempre en Don Bosco y en María Auxiliadora.
i Santo Padre Don Bosco, santificad mi aposto­
lado sacerdotal I

Francisco E chevarría, S.S.
A R G E N T IN A (Chubut) Comodoro Rivadavia,
febrero 7 de 1936. — A consecuencia de una graví­
sima enfermedad que me puso a las puertas de la
muerte, los médicos se pronunciaron por una ope­
ración urgente, si quería salvarme. MÍ ánimo aba­
tido sufría mucho, moral y físicamente, cuando, a
invitación de las Hijas de María Auxiliadora, que
me asistían en el Hospital con amor materno, co­
mencé una novena a la que es Auxilio de los Cristia­
nos y salud de los enfermos. Mis ansias cesaron en
seguida y la operación se hizo con toda felicidad.
Corno mi salud sigue buena, hoy resuelvo dar
públicamente gracias a mi Madre celestial y remitir
una limosna para su Basílica de Turín.

H krmbunda de S obrkvia
Cooperadora Salesiana.
A R G E N T IN A Buenos Aires, diciembre de 1935.
— Habiéndosele fracturado a mi mamá la pierna
derecha y herido la izquierda tan gravemente que
se le produjo la gangrena, diagnosticaron los mé­
dicos que era caso perdido, y acudí a María A uxi­
liadora, con ilimitada confianza suplicándola, (>or
los méritos de San Juan Bosco, que no tuviera la
cnfcima un desenlace fatal.
El éxito coronó mis ruegos, pues mi mamá se
halla hoy completamente restablecida; por lo cual,
hago pública mi profunda gratitud y cumplo la
promesa de enviar una limosna para la ampliación
del Santuario-Basílica de mi celestial Madre .Auxi­
liadora.

A malia de la Peña.
18 0

C O L O M B IA (Santander) Toledo, marzo de 1936.
— A principios del año pasado, llegó a mi cono­
cimiento que, arbitrariamente, habíase procedido
al embargo de una finca de mi propiedad. T al asunto
lo recomendé a María Auxiliadora, poniéndola a
Ella por abogada y prometiéndola publicar la gracia,
si conseguía una sentencia favorable. L a Sma. Virgen
oyó benignamente mis súplicas, pues la finca fué
devuelta a mi completa satisfacción.
Llena de agradecimiento, cumplo lo prometido.
Una devota.
C H IL E Magallanes, marzo 24 de 1936. — Mi
hijito menor, de once años, cayó gravemente en­
fermo el año pasado. L a enfermedad presentóse con
gravísimas complicaciones. Los médicos no daban
esperanza de salvarlo. En tan angustioso trance,
acudí, llena de fe, a nuestra buena M adre María
Auxiliadora, suplicándola me lo sanara. M is ruegos
fueron atendidos y mi hijo, contra toda esperanza,
goza hoy de perfecta salud.
Gracias sean dadas mil veces a tan amantísima
Madre que a nadie niega sus favores.
F ortunata R. de B aeriswyl.
Cooperadora Salesiana,
E L S A L V A D O R Santa Tecla, marzo de 1936. —
U na grave enfermedad me llevó al borde de la tumba.
Una fiebre continua que oscilaba entre los 39 y 40
grados; serios trastornos intestinales, infección en las
vías biliares trabajaban inexorablemente mi orga­
nismo, y no había medicina que mejorase mi estado.
Viendo la impotencia de los medios humanos, pu­
simos en Dios toda nuestra confianza, pidiéndole,
por intercesión de San Juan Bosco, mi curación.
El 19 de agosto de 1930, año de mi enfermedad,
tuve una crisis mortal. M e tomaron varias radiogra­
fías, se me hicieron siete exámenes de sangre y uno
de los riñones; pero en las radiografías aparecía el
organismo en perfecto buen estado, mientras los re­
sultados de los exámenes eran todos negativos, lo
que desconcertó más a los facultativos, quienes, casi
convencidos de que mis padecimientos provenían de
una infección muy oculta, recurrieron al absceso de
fijación, con lo que no lograron sino hacerme padecer
más. Como el mal continuaba inexorable, el 24 de
septiembre se me administró la Extrema Unción. .A
pesar de que el cielo parecía sordo a nuestras sú­
plicas, el fervor continuaba.
Los médicos, completamente desorientados, or­
denaron fuese trasladada a otra ciudad, diciendo que
un cambio de clima me seria favorable, y el 21 de
noviembre me llevaron a San Salvador. Allí otro
médico de gran fama diagnosticó que mí mal era in­
curable, pero prometió hacer cuanto estuviera de
su parte para mejorarme.
T o d o inútil, la gravedad persistía, y a fines de
enero del año siguiente, la Superiora de la Casa
dispuso hacer una Novena a nuestro Santo, con
toda la Comunidad y las educandas, firmemente con­
vencida de que esta vez seríamos escuchadas.
Así fu é ; al tercer día, por primera vez me dejó la
fiebre por algunas horas; llegó, no obstante el último

día de la novena, y aún no se había alcanzado la com­
pleta desaparición. L a fe grande de mi Directora,
unida a la nuestra, enternecieron el corazón de San
Juan Bosco. El 31 de enero, aniversario de su muerte,
ordenóme la Directora resueltamente que me levan­
tara y bajara o oir M isa y comulgar. Ante aquel man­
dato, que al buen sentido podía parecer absurdo,
sentí yo también reanimarse mi fe, obedecí en el acto,
bajando sin mayores dificultades, desde el segundo
piso, aunque sostenida por dos Hermanas, lo cual
podía ya considerarse un milagro, después de siete
meses de cama y de continuo padecer. Llegué a la
Capilla un poco fatigada, pero pronto me repuse.
A la hora de la Comunión, fui conducida al comulga­
torio, y ¡oh poder de la gracial; allí, mientras estaba
arrodillada, sentí un suave calor que me reanimaba
y una fuerza extraña que vigorizaba mi extenuado
cuerpo. Fué ese, sin duda, el momento feliz de la
intervención del Santo, porque, desde esa hora, expe­
rimenté grande y progresiva mejoría.
Al regresar a la enfermería, pude ya subirlas gra­
das con facilidad y desde entonces me dejó la obsti­
nada fiebre. M i convalescencia fué prodigiosa, y
actualmente sigo bien y con más salud que antes.
Gracias infinitas sean dadas a Dios, y sea por todos
glorificado nuestro Santo Padre Don Bosco, por
tan insigne beneficio.
Una Hija de María Auxiliadora.
E S T A D O S U N ID O S (California) Los Angeles,
marzo 27 de 1936. — C on el corazón henchido de
alegría y de infinito reconocimiento, cumplo la pro­
mesa de hacer pública la singularísima gracia que
Jesús Sacramentado se dignó concederme, mediante
la intercesión de María Auxiliadora y de San Juan
Bosco.
El día 16 de febrero próximo pasado, mi esposo se
vió gravemente atacado de bronquitis asmática.
Consultamos inútilmente a varios médicos; las medi­
cinas no hicieron más que acrecentar sus dolores.
Di principio a la Novena de San Juan Bosco, y al
amanecer del séptimo día mi querido enfermo expeI imentó una ligera mejoría, y al terminarse la N o­
vena, pudimos los dos ir a Misa y comulgar, en hacimiento de gracias a nuestros divnnos Protectores.

Rufina C anepa.
E S T A D O S U N ID O S (Florida) Tampa, — Rindo
filial homenaje de amor y gratitud a mi celestial
Madre Auxiliadora y al muy querido y portentoso
•San Juan Bosco por haberme salvado de una fuerte
^ peligrosa congestión pulmonar. Envío una limosn<ta para la ampliación de la Basílica de Turín.

M atilde N ales.
G U A T E ^ L A L A capital, marzo 24 de 1936. —
Hace siete años fui operada da un cáncer en el
pecho. El mal estaba muy avanzado; había íntere'»do el brazo, la garganta y el pulmón izquierdo.
L>do hacía temer un desenlace fatal.
Personas amigas me aconsejaron acogerme a la
protección de María Sma Auxiliadora y de su hijo
predilecto D on Bosco. Y comenzamos con gran fe
s Novena. U n sacerdote salesíano me prestó una

reliquia del Santo y i'urante la operación quirúrgica
que tuvieron que hacerme a la desesperada, la tuv«
puesta sobre el pecho. T an incierto era el resultado
del acto operatorio, que los doctores que lo practi­
caron reconocieron que el buen éxito del mismo
era un milagro.
He dejado pasar siete años para que éste resplan­
deciera con evidencia absoluta, y hoy me decido
a publicar mi humilde reconocimento a la que es
Salud de los enfermos y Auxilio de los Cristianos, y
a su Siervo predilecto San Juan Bosco.
Oportunamente hice entrega de una pequeña
limosna para las Obras Salesianas.

C armen L L arden.
IS L A S F IL IP IN A S (Isabela) Echagüe, marzo
de 1936. — M i única nieta, Lidia Rosario, de nueve
meses, estuvo varios días al borde de la tumba, aque­
jada de fiebres muy altas que desembocaron en una
bronconeumonía, temiendo todos de un momento a
otro un fatal desenlace, que sin género de duda hu­
biera acaecido, a no ser por la valiosísima intercesión
de María Auxiliadora, a quien estuvimos encomen­
dándola de corazón, haciendo su novena y colocando
en el pecho de la chiquilla una estampita de nuestra
celestial Madre.
He de decir muy alto que, antes de acudir a la
Virgen, a mi nieta no le sirvieron para nada todos
los remedios empleados por la ciencia; y sólo hemos
empezado a ver la mejoría cuando llegamos al tercer
día de la Novena. Hoy, la chiquilla sigue completa­
mente restablecida.
En testimonio de nuestra inmensa gratitud a tan
misericordiosa Madre, yo, en nombre de los padres
de la niña y en el mío propio y de mi familia,
cumplo gustosísimo la promesa de publicar en el
Boletín Salesiano este señaladísimo favor, y dedicar
una pequeña suma a las obras de ampliación de la
Basílica de nuestra divina Auxiliadora, en l'u rín .
Juan M . de Bonilla , Procurador Judicial
Cooperador Salesiano.
M E JIC O Aguascalientes, a&ril de 1936. — lloras
tristísimas pasé junto a la cama en que mí hija
María Altagracta estaba gravemente enferma de un
terrible derrame cerebral. T odo parecía sin remedio;
ios médicos decían que el caso era perdido; no había
más que prepararse a un fatal desenlace. En medio
de tan angustiosa situación, recurrí a María Auxilia­
dora, poniendo p>or intercesor al grande Santo,
Don Bosco, y fueron indecibles mi asombro y alegría
al constatar que mis ruegos habían sido acogidos
salvándose mi hija de una muerte cierta. Agrade­
cida de todo corazón, cumplo la promesa de publicar
la gracia.

D olores C alvillo Vda. de C havez.
Cooperadora Salesiano.
M E J IC O Aguascalientes, abril de 1936. — Pro­
fundamente agracedidos a María Auxiliadora por
..abemos sanado a nuestra querida hija Marta del
Socorro, -vnctima de grave enfermedad, cumplimos
la promesa de hacer pública nuestra gratitud y
18 1

Turin -

Madre. • La procesión de Maria Auxiliadora también este afto ha resultado imponente
y solemnísima. Formación de los primeros grupos.

costear el bautizo de una niña pagana de la China,
que se llamará como nuestra hija « Marta del Soco­
rro ».
S alvador H . D uqub

y M a . del R efugio de D uque.
M E JIC O (Jalisco) Guadalajara, abril de 1936.
— Madre mía, Maria Auxiliadora, te doy infi­
nitas gracias, porque e ruegos de S. Juan Bosco,
me has concedido la dicha inmensa de recuperar a mi
níetecita de dos años de edad, robada misteriosa­
mente por malas personas. ¡Gracias, Madre mía,
gracias! Envío un pequeño obsequio para las Obras
de tu predilecto Dor* Bosco.
Jesús V idrio O. Vda. de V illask^or.
M E JIC O (Jalisco) 7'omí/<», marzo 10 de 1936. —
En octubre de 1934. a consecuencia de una grave
caída, mi hermano Gregorio sufrió la rotura de una
costilla, que hirió uno de los pulmones. Su estado
en los primeros días fuá gravísimo; pero encomen­
damos nuestra pena a la poderosa intercesión de San
Juan Bosco y él nos consiguió de Dios y de Maria
.•\uxiIiadont la,perfecta curación de nuestro hermano,
en tiempo relativamente breve. Cumplimos la pro­
mesa de hacer pública nuestra gratitud, enviando a
la vez. una oferta para los gastos de ampliación de la
Basílica de Maria .Auxiliadora, en Turin.

F rancisca C h.acon y familia
Cooperadores Salesianos.
M E JIC O (Michoacán) Zitdcuaro, marzo de 1936.
— Son incontables los favores que San Juan Bosco me
ha concedido en estos dos últimos años, y deseando
aumente la devoción a tan gran Santo, hago público
18 2

mi agradecimiento, enviando para sus obras una
limosna.
M . D olores C . de S abnz.
M E JIC O (Michoacán) Zintzlcuaro, abril de 1936.
— Hace aproximadamente año y medio que mi
híjita de dez años de edad, subiendo a una cerca de
piedra, se derrumbó improvisamente con ella, que­
dando tendida en el suelo y, sujetada una pierna con
piedras grandes, hubo necesidad de llevarla alzada
a casa. La pierna se le inflamó en su totalidad, po­
niéndosele de color morado negruzco y sufriendo
la niña dolores terribles. Angustiada yo, pedí un
milagro a la Virgen Auxiliadora, y ¡cuál no seiíi
nuestro asombro y alegría al constatar lo pronto que
mi hijita sanó, sin intervención del médico y sólo
aplicándosele medicamentos caseros! N o obstante
el largo tiempo transcurrido, la niña sigue perfecta­
mente bien sin haber tenido consecuencias que
lamentar.
.Agradecida de todo corazón, cumplo mi promesa
de hacer público tan gran favor y enviar a Turin una
pequeña limosna para la ampliación de la Basílica
de nuestra celestial Protectora María Auxiliadora.

Eufrasia E. de Perez.
V E N E Z U E L A Maracaibo, noviembre de 1935— Habiéndose visto mi hijo amenazado de muerte a
consecuencia de un terrible golpe, llena de angustia
y dolor, invoqué con todo mi corazón a mi amadísima
Madre Maria .Auxiliadora y a San Juan Bosco, y
fui escuchada; pues, aunque ha quedado muy delidado, espero de tan grandes .Abogados que muy
pronto estará bien del todo. En\-ío una pequeña li-

>r

mosna para las misiones y otra para el culto de mi
nuena Madre María Auxiliadora.

M.« ua de de Jongh
Cooperadora Salesiana.
Dan también gracias a María Auxiliadora y a
San Juan Sosco por favores recibidos:
E SP A Ñ A (Almería) Vera. — Antonio Ferrer
Pbro. — Angeles Vesga Vda de González.
A R G E N T IN A (Corrientes) Paso de Libres. —
Ana Rosa Villalba.
C O L O M B IA (Santander) Girón. — Fortunato
Prada R. — María Valdivieso — Ursula Mantilla
de Chaparro. — Tránsito Sanmiguel de Navas. —
Evaristo Prada. — Delfina O. de Acebedo.
C O L O M B IA (Valle) E l Castillo. — Clementina
Guzmán. — Cupertino Daraviña — Regina Vda
de Restrepo.
C O L O M B IA (Valle del Cauca) Ginebra. — L e ­
ticia Vda de Escobar — Miguel Tascón — Lucrecia
Tenorio — Emilia R. de Núñez — Esther de Gkjnzáles — Leónidas de Lince — Manuela de Tenorio
— Lucindo L nce — Cecilia de Jaramillo — Arístipo
Lince — Carmen Tascón — Camilo Tenorio —
Carmen de Otero — Rita de Ocampo — Jaime
Tascón— Soledad de García — Margarita de García
— Mercedes Escobar — Camilo García — Rosalbina de Na^^rro — Julia de Núñez — Silvia de
Reyes — Jeremías Reyes — Purificación Ocampo
— Carmen de Reyes — Rosalba Santibáñez —
Dolores Hurtado — Gertrudis de Ocampo.
E S T A D O S U N ID O S (California) Los Angeles.
~ María C . Moya.
M E JIC O (Jalisco) Colotidn. — Juana Hernández.
M E JIC O Puebla. — Josefina G . Vc’ a de Quintero
— María S. de González.
M E JIC O (Zacatecas) Momax. — Refugio Román.
— Concepción Román — Leonarda Huerta —
Juliana Escobedo — Herminia Román — Antonia
C. de Campos — Una familia agradecida.

Por intercesión de nuestros Siervos de
Dios.
A R G E N T IN A Rio Negro, febrero de 1936. —
Hacía dos años que mí esposo desempeñaba interi­
namente el cargo de Director en un Establecimiento
nacional. Llegó el momento de que había de ser nom­
brado Director efectivo, pero las intrigas políticas
eran tantas que, influyendo en las deliberaciones de
la Presidencia, nos hacía temer la pérdida del empleo.
En esta poca tranquilizadora situación, yo enco­
mendé el asunto a María .Auxiliadora por medio de
la Sierva de Dios Dna. Dorotea de Chopitea, y a los
pocos días, tuve la inmensa satisfacción de ver con­
firmado a mi esposo en su puesto. Agradecida, envío
uru limosna para los gastos de Beatificación de mi
Protectora.
V. D íaz .Alcubilla
Cooperadora Salesiana.
Expresa también su agradecimiento a la Sierva
de Dios Dorotea de Chopitea, Doña Beatriz Medrano.
de San Pedro Lagunillas (Méjico).

E S T A D O S U N ID O S (Arizona) Nogales, marzo
de 1936. — En la noche del día 8 de este mes, fu'
acometido por un acceso de bronquitis, que me pusii
en gran aprieto porque no tenía a quien pedir au­
xilio, pues como estoy desterrado de M éjico por
ser sacerdote, vivo en un cuarto solo, sin tener a nadie
conmigo. El caso era grave y casi no podía respirar;
me encomendé a Dios Nuestro Señor, por interce­
sión de'sus Santos, pero sin conseguir mejoramiento.
Entonces me acordé del santo joven el Venerable
Domingo Savio, y le supliqué me alcanzara el alivio,
prometiéndole mandar una limosna para su Beati­
ficación, e instantáneamente de,sapareció el peligro de
segura muerte, sintiéndome aliviado y tranquilo, pudiendo descansar toda la noche.
Así, pues, hoy cumplo mi promesa, dando gracias
a mi Protector y enviando una insignificante oferta,
que yo quisiera fuera de consideración, si mi con­
dición de desterrado me lo permitiera; pero después
que Dios se apiade de nosotros, prometo mandar
más.

F rancisco de P. F ernandez.

N E C R O L O G ÍA S
S A L E S IA N O S D IF U N T O S .
Juan Bta Boem, sacerdbte — de Gorícizza Codroipo
(Italia) t en T urín , el 13 de mayo de 1936.
Pedro Ghislandi, sacerdote — de Buenos Aires,
t en Ídem, el 6 de enero de 1936.
Enrique Angel Muras, sacerdote — de Buenos Aíres,
t en Ídem', el 6 de enero de 1936.
Juan Castro, sacerdote
de Montilla (España)
t en Calcuta (India) el 7 de marzo de 1936.
Luis Busst, clérigo — de Vinchio (Italia) f en Piossasco (ídem), el 13 de abril de 1936.
Angel Caimo. sacerdote — de Gattico (Italia) t
en T urín , el 28 de abril de 1936.
Taddo Piuko, coadjutor — de I.«sna (Polonia) f
en Géno\‘a, el 18 de abril de 1936.
C O O P E R A D O R E S D IF U N T O S .

Ezemo y Rvmo
Sr. Don Pascual Díaz,
Arzobi^K» Primado de Méjico.
M urió santamente en M éjico, el zo del pasado
mayo, viniendo esta muerte a renovar gravísimamente el luto de la heroica Iglesia Mejicana, ya
inconsolable por la reciente pérdida del Santo Obispo
de Guadalajara.
Era M on. Díaz ilustre miembro de la tantas veces
ilustre Compañía de Jesús, y alumno distinguido de
los PP. Franciscanos.
Nacido en Zapopán (1876), de una pobre familia
india, recibió de ésta la riquísima herencia de una
robtBta V acendrada fe cristiana, y de Dios un co-

183

Ta7. ó n y talento privilegiados que una educación
asidua hizo fructiñcar de un modo admirable.
En vista de sus grandes disposiciones, le fué
iacilitado un viaje de estudios por Europa, primero
en Oñü (España), y después en Enguien (Bélgica).
De regreso a M éjico, fué rápidamente ascendido en
su carrera sacerdotal. Cuando la enconada contro­
versia entre la Iglesia y el Estado llegó a su punto
culminante en M éjico, en el año 1926, njonseñor
Díaz era Obispo de Tabasco. Llegó a ser el brazo
derecho del Delegado Apostólico monseñor Leo­
poldo Ruiz y Flores, y con él negoció, cerca del pre­
sidente de la República, don Emilio Portes Gil,
la firma de un « modus viven d i» entre la Iglesia y
el Estado federal.
Encontrándose en aquel momento vacante el
puesto de Arzobispo de M éjico, con prerrogativa
de Primado, Su Santidad designó a monseñor Díaz
para ocupar dicho cargo. Cuando la persecución re­
ligiosa, monseñor Díaz, considerado como el más
propicio a la conciliación, permaneció en Méjico.
En la primavera del año pasado fué a San Antonio
(Texas) para conferenciar con monseñor Ruiz,
entonces desterrado, y decidir la creación en Texas
de un seminario para la formación de sacerdotes
mejicanos. A su regreso a M éjico, cayó enfermo
monseñor Díaz, contrayendo la dolencia que le ha
causado la muerte.
Mon. Díaz tiene el alto honor de figurar como
la primera victima de la persecución, entre sus her­
manos los Obispos Mejicanos, habiendo tenido que
abandonar antes que ninguno su amada diócesis
de Tabasco.
Era gran cooperador salesiano y admirador de San
Juan Bosco el virtuoso Prim ad' de Méjico. Visi­
taba con el más paternal afecto nuestras casas, pre­
dicaba en nuestras iglesias, ayudaba y consolaba a
tos salesianos de mil maneras, especialmente cuando
llegó también para ellos la hora de la tribulación y
ilel destierro.
A l ser canonizado Don Bosco, quiso que tan
grandioso acontecimiento se celebrase en su propria
catedral metropolitana, con la mayor solemnidad y
pontificando él mismo, y débese a una personal ini­
ciativa suya el que el Episcopado Mejicano pidiera
y obtuviera últimamente de la Sede Apostólica la
designación de San Juan Bosco como Patrono de
la niñez y juventud de su patria.
Con este motivo, el ilustre Prelado publicó una
Pastoral sentidísima que, en lo substancial de ella,
reprodtyo nuestro Boletín y reflejaba de un modo
elocuente el profundo amor y admiración que nuestro
Santo y sus obras de apostolado le inspiraban.
(Que el Señor haya recibido en su gloria al celoso
Primado de M éjico!

Mons. Santiago Garrote Amigó.
Santanxentc murió en la ciudad de La Habana
(Cuba), cerrando asi una vida llena de méritos.
Era canónigo de la Iglesia Metropolitana y la
Santa Sede lo había distinguido con la dignidad de
rotonotario Apostólico < ad instar >.
Famoso predicador, muchas \ cces cantó las glorias
1S 4

de M aría Auxiliadora y las virtudes de San Juan
Bosco, de cuyas Obras era fervoroso admirador e
insigne cooperador.
Suplicamos una oración por su alma.

Señorita Teresa Leroy R.
Cumplióse en abril el primer aniversario del fa­
llecimiento, en Cartagena (Colombia), de la Señorita
Teresa Leroy R ., insigne cooperadora salesiana y
esta fecha nos brihda ocasión de dedicarla un pia­
doso recuerdo, ya que, al ocurrir su muerte no tuvo
noticia de ella el Boletín, sin duda por extravío de
la correspondencia.
F ué la Señorita Leroy modelo de austeridad y
llaneza. Una rectitud inflexible y una laboriosidad
infatigable la inclinaron desde pequeña a cooperar
por todos los medios a su alcance, a las obras de
carácter benéfico, concediendo sus simpatías a la
Institución Salesiana, que recibió de ella generosas
limosnas, fruto casi siempre de severos ahorros \
privaciones.
Como no podía ser a menos, tuvo siempre una
grande y tierna devoción a María Auxiliadora,
devoción que, según decía ella, fué la más rica he­
rencia recibida de sus cristianos padres.
Creemos que Dios Nuestro Señor la habrá ya re­
compensado de tantas buenas obras, y de la abnegación
con que, a los setenta años, abandonó sin vacilar las
comodidades de su casa para irse a vivir con las
Hijas de María Auxiliadora de Cartagena, de cuya
obra era cofundadora con el Padre José Muñoz,
sometiéndose como la más humilde religiosa, a todas
las privaciones de la vida de comunidad.
Sus numerosos amigos y beneficiados, al recor­
darla en esta fecha aniversaria, le ofrecen sus ora­
ciones y sufragios y la recomiendan a las oraciones de
nuestros buenos cooperadores.

Sra Carolina, Vda de Zanichelli.
Entregó plácidamente su alma a Dios, el día 8
de marzo, en el pueblo de Selva (Argentina), a la
edad de 70 años, habiendo sido confortada con todos
los auxilios de la santa Iglesia y asistida y consolada
por sus numerosos hijos e hijas.
Fué la Sra Vda de Zanichelli una madre profun­
damente cristiana que, consciente de sus deberes
y sin el menor asomo de respeto humano, antepuso
a todo la práctica rígida, integral, de la santa Religión.
Norte de su larga y fecunda existencia fué una
tierna devoción a la Sma Virgen y a San José, y su
acendrado espíritu de caridad culminó en la coope­
ración salesiana, habiendo dado generosamente uno
de sus hijos, hoy sacerdote, a nuestra Congregación.
Su muerte, precedida de larga y cruel enfermedad,
que sobrellevó con dulce y cristiana entereza, reveló
las simpatías de que universalmente gozaba la Sra
Carolina.
ID ulce Señor Jesús, dadle el descanso eterno!
Han muerto también en la paz del Señor
C O L O M B IA (Santander) Girón — Antonio
Valdi\*ieso Sánchez — Alberto Reyes González.
M E JIC O Zacatecas— Guadalupe Torres Oro.:co.

Coa a p ro b ^ tS m de la a a l o r á ^
— Oirector-reapoBsablei O. G U I D O FAVIN i
Calablcdalealo Tl|». de la Sociedad ÉdRoeo laieraacioaal - Taria. Corao Rtgimm M *-g*ertia. i n

TESO RO ESPIRITU A L
Relación de las Indulgencias Plenarias
que los Cooperadores Salesianos pue­
den ganar, en el transcurso del año.
I. — Una vez cada día, elevando a Dios, en
medio del trabajo y aunque sea sólo mentalmente,
una piadosa invocación cualquiera, previas las
demás condiciones ordiyiarias, o sea el estado de
gracia, la confesión y comunión sacramentales
y la visita a alguna iglesia u oratorio público,
rogando por la intención del Soberano Pontífice.
Esta indulgencia del trabajo santificado pue­
den ganarla los Cooperadores Salesianos, Hijas
de M . Auxiliadora y sus respectivos alumnos
y exalumnos. Si, hallándose en estado de gracia,
se sigue repitiendo la misma piadosa invoca­
ción, u otra cualquiera durante el trabajo, se
puede ganar, cada vez, una indulgencia parcial
de 400 días.
2 - Un dia de cada mes, el que uno elija.
3 - E/ día en que se hace el piadoso Ejercicio
Metisual de la Buena Muerte.
^ - E l día que se asiste a la Conferencia
Mensual Salesiana.
5 - E l dia en que uno inscribe su nombre en la
Pía Unión de Cooperadores Salesianos.
6 - E l día en que por primera vez se consagra
uno al Sgdo. Corazón de Jesús.
Cada vez que practique los Santos Ejercicios
Espirituales, de ocho días.
8 - A la hora de la muerte, con tal que, confe­
sado y comulgado o por lo menos arrepentido de
suspecados, invoque, con los labios o con el corazón,
el nombre sacratísimo de Jesús.

EN C A D A UN A
DE LAS SIGUIENTES FIESTAS:

1) M O V IB L E S :
Sagrada Familia (el primer domingo después
de la Epifanía).
Dolores de la Sma Virgen (El viernes de Pasión).
Domingo de Ramos.
Pascua de Resurrección.
Ascensión del Señor.
Domingo de Pentecostés.
Fiesta de la Sma Trinidad.
Corpus Christí.
Fiesta del Sgdo Corazón de Jesús (primer viernes
de^ u és del Corpus).
Fiesta del Sgo Corazón de María (día siguiente
del anterior).
2) F IJ A S :
ENERO

1 - Circuncisión del Señor.
2 - Santísimo Nombre de Jesús.
3 - Epifanía.

18
23
25
29

-

Cátedra de San Pedro en Roma.
Desposorios de la Sma Virgen.
Conversión de San Pablo.
Fiesta de San Francisco de Sales.
FEBRERO

2 - Purificación de la Sma Virgen.
22 - Cátedra de San Pedro en Antioquía.
MARZO

19 - Fiesta del Patriarca San José.
25 - Anunciación de la Sma Virgen.
MAYO

3 - Invención de la Santa Cruz.
8 - Aparición de San Miguel Arcángel.
11 - Aniversario de la Coronación de María
Auxiliadora.
24 - Fiesta de María Auxiliadora.
JUNIO

24 - Natividad de San Juan Bautista.
29 - Fiesta de San Pedro y San Pablo.
30 - Conmemoración de San Pablo.
JULIO

1 - Preciosa Sangre de Ntro Señor Jesu­
cristo.
2 - Visitación de Ntra Señora.
16 - Fiesta de la Virgen del Carmen.
AGOSTO

6 - Transfiguración del Señor.
15 - Asunción de la Sma Virgen.
16 - Fiesta de San Roque.
SETIEMBRE

8
12
14
15
29

-

Natividad de la Sma Virgen.
Dulcísimo Nombre de María.
Exaltación de la Sania Cruz.
Los Siete Dolores de la Sma Virgen.
Dedicación de San Miguel Arcángel.
OCTUBRE

7 - La Virgen del Rosario.
I I - Maternidad de Marta.
16 - Pureza de María.
NOVIEMBRE

21 - presentación de Ntra Señora.
22 - Fiesta de Santa Cecilia.
DICIEMBRE

8 - Inmaculada Concepción.
25 - Natividad de Jesús.
Para lucrar las antedichas Indulgencias
se requiere, además de las condiciones ordi­
narias, que los Socios de la Pía Unión recen
cada día un Padrenuestro, Avemaria y Gloria
con la invocación Sánete Francisce Salesi, ora
pro nobis, s ^ ú n la intención del Romano Pon­
tífice.

que, en la lectura del Breviario, descubren veneros
nil» se
ea
riqueza y hallan una gran delectación espiritual, que
renueva según las fiestas del año.
Faltaba en España este tesoro que ya poseían otras
naciones católicas, y, gracias ala paciencia verdaderamente
benedictina de este sabio monje que ha empleado diez
años en prepararlo, la Editorial Gili puede hoy ofrecerlo
espléndidamente editado.
A todos será útil esta preciosa publicación, pero no
hay que decir cuán necesaria se hace para los religiosos
y religiosas que tienen la obligación del Oficio Divino.

AD VERTENCIA A L LECTO R. — Boletín Salesiano no
puede encargarse de proporcionar ¡os libros aquí anun­
ciados. listos deben pedirse directamente a las Casas que
los editan.

L A ENCICLOPEDIA ESPASA.
¿ Quien no conoce o no lia oído hablar de esta obra
giganteí l’oacer este inapreciable resoro es lo mismo
que poseer una biblioteca que constase de 3.000 volúmenes
y abarcase todos loa conocimientos hunmnps.
T‘!n ella han expuesto e ilustrado las más diversas disci­
plinas las primeras figuras de la ciencia, del arte y de la
tócnica, de España y de Hispanoamérica, en forma
concisa como corresponde n una obra de este pénero,
pero completa y al alcance de cualquier persona media­
namente culta.
Su parte Rrática e.s tan a.sombrosa que pasan de 155.000
las ilustraciones en negro, colores, huecograbado, etc.,
incluyendo las de los nuevos .Apéndices. Se acercan a
dps millones las informaciones bibliográficas citadas al
pie de los artículos, lo cual permite a los estudiosos
ampliar un tema cualquiera casi hasta agotarlo. De la
mayor parte de las voces da además la versión francesa,
inglesa, alemana, italiana, portuguesa y en esperanto. El
criterio dominante de la obra se inspira en la ortodoxia
católica y S. R. Pío X I la tiene en su biblioteca.
Los que deseen adquirirla, pidan el folleto ilustrado,
que se remite gratis, a Ii<pasa-Calpe S . A , — R íos Rosas,
a6. M adrid .
De la Editorial LU IS G ILI — Córcega. 405 • Barcelona.
B R E V IA R IO R O M A N O - Traducido al castellano y
anotado por el P. Alfonso Gubianas, Benedictino de Mont­
serrat. Dos vol. con un total de a.800 págs. (i«)X la), con
abundantes y artísticas ilustraciones. Tela, ptas. ^$. Otras
encuadernaciones de lujo, 8 2 -io o-ytlo ptas.
Contiene este Hreviario Romano, en lengua vulgar, la
oración oficial de la Iglesia. Creen muchos que é.sta sólo
interesa a los sacerdotes, y no es así. Kn los primeros
siglos, todos los fieles sin distinción tomaban parte en la
salmodia, y a esto se desea volver, siendo cada día más
abundantes los grupos de católicos selectos del laicado

EL L A IC IS M O Y L A O R A C IO N D E L A IGLESI.d.
Por el mismo P. Gubianas. Un rol. de qo págs. Rústica
I pta.
Ja oración cotidiana practicada consciente, fervorosa
y humildemente, en unión con la Santa Iglesia y por
medio dcl Breviario Romano, es una de las más poderosas
armas destinadas a conseguir la victoria contra la plaga
moderna dcl laicismo.
He aquí el tema que desarrolla el autor en este opor­
tunísimo libro.
M A N D A R E S S E R V IR ■ - Por A . Bessieres, S. J.
Traducción del francés. Un vol. de 232 págs. Rústica,
3 Ptas.
Consta este libro de tres partes: t - Jesús modelo de
servidores. 2 - Gobernar es servir. 3 - Servir es reinar.
Lleno de erudición, su lectura impresiona y deja en el
ánimo la más profunda huella.
E L R E IN O D E J E S U S E N L A S A L M A S C R IS T IA ­
N A S — Por S. Juan Eudes. Traducción del francés. Un
vol. de 204 págs. Rústica 2,50 ptas.
Dice el P. Lebrun: « S. Juan Eudes ha condensadoL
en este libro, con luminosa precisión, sus ideas sobre la
vida cristiana, su naturaleza, sus fundamentos y .su
expansión en la práctica de las virtudes ». El P. Herambourg añade: • No conozco ningún otro libro que en­
señe con tanta claridad y brevedad el secreto de la vida
interior r.
L A H O R A S A N T A — Por el P . José Petaasi S . J.
Traducción del italiano. Un vol. de 350 págs. Rústica
3,50 ptas.
Serie de meditaciones breves para todos ios jueves del
año. Piedad poco común, suave unción, aplicaciones j
certeras y oportunas. Termina este libro con la Hora
Santa que solía praticar la Beata Gemma Galganí.
L A C O R O N A D E L A S D O C E E S T R E L L A S EN
T O R N O A N U E S T R O O F IC IO M . 4 R IA N O — Por
el P. Mundign O. S . B . Versión del alemán. Un vol. de
250 págs. Rústica 2 ptas.
El autor desentraña en esta obrita el contenido doctri­
nal ascético y místico dcl Oficio de la Virgen, ayudando
poderosamente a rezarle con provecho en medio de los’
quehaceres ordinarios de la vida.

V

Fecha
1936.07