BS_1935_09

Ficha

Título
BS_1935_09
Descripción
Boletín Salesiano. Septiembre 1935
extracted text
INSCRIBIOS EN LA PÍA OBRA
D E L SA G RA D O CO RAZÓ N D E JE S Ú S
D E ROM A
¿ Quién no conoce la Obra Pía del Sgdo Coraaón
de yesús f

¿ Quién no contribuirá, pues, con algunos cén­
timos, que con tanta facilidad se gastan, a esta invi­

Fué fundada por el Prinrier Sucesor de San Juan
Bosco, y benignamente aprobada por S. S. León X III
el 30 de junio de 18S8.

tación paternal de San Juan Bosco y de la Iglesia,
inspirada en ideales tan nobles y caritativos?
i Quién no siente la necesidad de asegurarse la

Con siSlo la limosna de una peseta, o de otra mo­

benevolencia divina, en este mundo y en el otro,

neda equivalente, se adquiere derecho a participar

mediante la aplicación de ios méritos infinitos del

de todas las oraciones y buenas obras de la So­

Santo Sacrificio del altar?

ciedad Salesiana y a la aplicación de seis misas que

¿Quién no tiene almas queridas, vivas o difuntas,

se celebran todos los días, a perpetuidad, en nuestra

a quienes obsequiar con tan espléndido regalo espi­

Basílica del Sgdo Corazón de Jesús de Roma, dos

ritual ?

en el altar mayor, dos en el de María Auxiliadora y
No lardéis en pedir Hojas de suscripción.

dos en el de San José.
Los que se inscriben en la Obra Pía pueden apiicai

R ector

el fruto de estas misas a sí mismos, o a otras personas,

M

ayor

de

los

S a l b s ia n o s

Cottolengo 32 - Turín (109) (Italia).

vivas o difuntas, y variar la intención cuántas veces
les plazca.

^ d*

Las limosnas recibidas por este conducto destí­
ñanse, de modo exclusivo, a prcanover la gloria de
Dios y los intereses culturales de la sociedad, aco­

Las limosnas pueden enviarse al mismo Rector

giendo niños pobres y abandonados, para educarlos

Mayor o directamente a nuestra casa de Roma. •

cristianamente.

Ospizio Sacro Cuore - Via Marsala 42.

Pedid que os envíen et
BOLETIN

SUMARIO

SALESIAN O

Propagnd/ot Aconsejadío.

Cumpleaños del Papa y onomástico del Rectoi
MaycK. — 1.4 nueva Sierva de Dios Sor Magdalena

Suscribios o

Morano. —

JU V EN TU D
M IS IO N E R A
Es una Revista interesantísima y pul­
cramente ilustrada, que no debería
faltar en ninguna familia cristiana.

C^ebrando el Centenario dd voto

de la Consolata. — Las fiestas de María Auxiiiadora:
Arequipa, Astudillo. Ecija, Hinojosa d d Duque.
Las Palmas, Málaga, Montilla, Morón de la Frondera. Pamplona, Stroeda-, Vélez-Málaga, Villena. —
Mds sobre la Obra de Don Bosco en España y A mérica:
Argentina-Vicdmi, La hermosa capital de Rfo N ^ ro
recibe con ddirante entusiasmo a su Primer Obispo
Diocesano, Exmo Sr. Drm Nicolás Esandi. — Perú-

SU SC R IPC IÓ N ANUAL

Ltraa: El Rvdo P. José Reyneri. ha sido condeco­

S Hras — 5 pías — o su equf
valettcia en otras monedas.
REDACCIÓN:

rado por d Exemo Sr. Presidente de la República

Cottolengo, 32

Sol *. — Crónica de las gracias. — .Verra'o^iot.

« Turín (Ifoiia).

con las in s o la s de • Comendador de la Orden de)

I

R E V I S T A DE
LAS OBRAS DE
DON BO SCO
REDACCION

Y

BOLETIN
SALESIANO

A D M IN ISTRACIO N :

VIA

COTTOLBNGO

%a

TURIN

Año L • N úm ero 9
SETIEM BRE 1935
(xo'i)

ITALIA

Por las obras de ampliación de la Basílica
de M aría Auxiliadora y el Altar
de San Juan Bosco
Estos excelentes muchachos de nuestras Escuelas de Canarias oyeron hablar
sin duda del lad rillo que Don Bosco pedía a cada uno de sus amigos
para poder levantar su Basílica de María Auxiliadora, y, deseando llevar
también ellos su ladrillo a las obras de ampliación de la misma, durante
el mes consagrado a la Reina del cielo organizaron una Jo rn ad a Mariana»
que les dio muy buen resultado.
Es una bonita iniciativa que puede inspirar otras parecidas y ser fácil­
mente imitada.
— 257

Cumpleaños del Papa
y el onomástico del Rector Mayor
£1 cumpleaños del Papa.
Como todos los años, S. S. Pío X I, llegada
la fiesta de su natalicio, se digna recibir, en
especial y solemne audiencia, a nuestro co­
legio « Pío X I » de Roma, en pleno, con todos
sus Superiores y alumnos.
La audiencia, esta vez, tuvo lugar el día de
la Ascensión, a las 11,30 precisas. Formado el
Colegio, con su banda de música a la cabeza,
entró por las puertas de bronce, y, atravesando
el patío de San Dámaso, subió a las estancias
pontificias, ocupando la sala del Consistorio
y otras contiguas.
Al aparecer el Pontífice en dicha sala, re­
sonó una fervorosa salva de aplausos y acla­
maciones, mientras la Schola Cantorum eje­
cutaba una partitura, a seis voces, de Ghedini,
y el Tú es Petrus, a tres, de Ravanello.
Terminado el besamanos, amablemente, el
Papa de Don Bosco, acompañado por el P.
Rótolo, Director del Instituto, pasó a ver los
regalos que ofrecían los alumnos, expuestos

en una mesa lateral, en tanto que el Mtro
Antolisei hacía ejecutar una preciosa Ave María
original.
Dichos regalos consistían en trabajos primo­
rosos de los propios alumnos del Instituto:
composiciones tipográficas, encuademaciones
artísticas, dos espléndidos candelabros de me­
tal, motivos en hierro forjado, dos consolas de
nogal, etc. La Escuela de Sastrería ofreció al
Papa un solideo blanco, que él se puso en se­
guida, quitándose el que llevaba y regalándolo
a su vez a los alumnos.
La entrevista se desarrolló en un ambiente
de espontaneidad, sencillez y ternura real­
mente conmovedoras. Era el Padre que alegre
se solazaba viéndose en medio de tantos hijos
buenos y queridos, y tan devotos de su persona.
Eran los hijos que se sentían atraídos y sub­
yugados por el trato amoroso, cordial, acce­
sible del Vicario de Jesucristo.
Después de un breve saludo felicitación del
P. Rótolo, en nombre y representación del
Colegio, habló el Papa con su acostumbrada

T u ria . C a o M adrs. - £1 R ecto r M ayor al sa lir de la Velada.

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T u r in . C a *a M a d r e . • L a s o le m n e o rd e n a c ió n s a le s la n a d e e s te añ o e n la B a s ílic a d e M a ría A u x ilia d o r a .

Nos dice esta visita que no sólo sois hijos de la
efusión de alma, y les dijo estas palabras:
¡Bien, bravo, bravo! ¡Muy bien por los cantores gran familia que el Señor ha querido confiar a
Nuestros cuidados, sino que sois hijos buenos,
y por todos los demás!
particularmente
buenos; hijos que han querido
La enhorabuena en primer lugar aJ maestro,
venir
a
ver
al
Padre,
traerle una prueba de su
porque, si cada uno de los cantores hace bien
su parte, la obra de concertarlos le corresponde habilidad, pedirle su Bendición. Bastarla eio
toda a él y esa obra no suele ser siempre fácil. para colocaros entre los mejores y más queridos
Nos nos congratulamos con los dos maestros, Don de nuestra familia.
Pero Nos os contemplamos además desde otro
Schlosser y Don Antolisei, Nos congratulamos
con todos los compositores, directores, ejecutantes. punto de vista siempre más grato y consolador, os
Y Nos apresuramos a dar las gracias por esos contemplamos bajo el estandarte de San Juan
hermosos regalos que Nos ofrecéis. Los agradece­ Bosco, de Don Bosco Sanio.
Y en los comienzos de su obra (y Nos de esto
mos por lo que valen, y más aún porque son
vuestros, totalmente vuestros, ya que los habéis sabemos algo, pues que personalmente lo hemos co­
hecho con vuestras manos, y esto los hace más nocido y admirado, si no en los mismos comienzos
agradables. Son una prueba, casi un muestrario de de su ^ a , al menos cuando ésta era todavía
lo que sabéis hacer, y Nos queremos apresurarnos joven) constituía una especialidad de esas obras
a daros las gracias, hasta para dar cumplimiento formar buenos y escogidos hijos de la Iglesia, y
a aquello que decía nuestro San Ambrosio de por ende particularmente afectos al Papa, al
Milán, que no hc^ deber más urgente que el del Papa que, venga cuando venga y llámese como
agradecimiento. Nos caeremos prestar el debido se llame, es siempre el Vicario de Cristo, el
obsequio a una palabra tan autorizada y tan Padre de todos los creyentes, de todos los hijos
de la Iglesia universal.
educativa.
Sirva esto para significar con qué efusión de
Los hijos mejores y más queridos.
viva y cordial alegría nos hallamos aquí en medio
Pero agradecemos todavía más, inmensamente de vosotros, hemos venido aquí a veros, hemos
más, este otro don inestimable de veros a vosotros, correspondido a vuestras demostraciones filiales.
Sirva a la vez para daros a conocer los senti­
aquí presentes, de recibir vuestra visita filial,
mientos
que hemos experimentado, y que se iban
que, por si sola, dice ya tantas cosas, y todas
bellas y predtaas para el corazón del padre. renovando en el corazón, a medida que al acer-

i

259

Caritos a vosotros, en el rápido besamanos, os
veíamos uno a uno, con el gozo, inapreciable
para el corazón de un padre, de §oder conoceros
individualmente a todos.
Siempre más y- siempre mejor.

Se diría que no es posible añadir nada más a
tantas y tan bellas y queridas cosas, y no obstante
aún hemos visto otras, igualmente queridas y
bellas, en el saludo que se Nos ha hecho, al
anunciaros o presentaros á Nos. No es que
ignorásemos lo que se hace y se sabe hacer en
las Casas que prosperan bajo la protección de
San Juan Bosco, pero en aquel saludo hemos
podido ver vuestras especiales habilidades, hemos
podido ver, con satisfacción, con paterna satisfac­
ción, vuestros grandes éxitos": los premios, los pa­
rabienes, los concursos ganados. A todo eso no
podemos menos de añadir nuestras congratula­
ciones, todos esos votos y sentimientos que necesa­
riamente surgen en presencia de cosas que son
buenas y dignas de aplauso.
Siempre más y siempre mejor; he aquí la ley
del bien, a la que es preciso someterse, porque
es propio del bien aspirar a subir siempre más
alto,. a conseguir siempre lo mejor. La sen­
sación de que este augurio se está cumpliendo
nos viene de todo eso que hacéis y habéis hecho,
bajo la égida de los que tan tidmirablemente os
guían y dirigen.
El regalo del Papa.

Os damos pues las gracias por vuestros dones, y
hemos pensado que Nos tenemos que haceros
también nuestro regalo. Vedlo aquí (y el Santo
Padre hizo descubrir un bellísimo cuadro ejecu­
tado en madreperla, con incrustaciones, que re­
presenta la Ultima Cena), No ha sido esculpido
en madera, que es materia más susceptible de
hacer obras magistrales, perq tiene su mérito,
no sólo por el asunto que representa, tan grato al
corazón de todos los fieles, sino porque viene de
aquella Tierra Santa en la que los hijos de Don
Bosco tienen también obras, muy prósperas por
cierto, dedicadas al bien de las almas. Hemos
querido informamos a qué altura esta vuestra
carpintería y el arte de taracear, y creemos que
no le será difícil a alguno de esos artistas repro­
ducir este cuadro en otra materia, la madera p.
ej. que, más dúctil que la madreperla, permite
mayor pureza de lineas, y pensamos hasta que
podría hacerse en metal, en hierro... pero basta,
no queremos poner limites a vuestras habilidades,
y esperamos que, viéndolo y estudiándolo, sacaréis
algo de él.
260

La educación cristiana
de los hijos de Don Bosco.

Con estos pensamientos y con todas aquellas
altas satisfacciones que vuestra presencia y el
saludo de vuestro Rector Nos
producido,
os queremos dar la Bendición Apostólica, que
con espíritu de fe y piedad filia l habéis venido
a pedir al Vicario de Jesucristo, al Padre co­
mún de vuestras almas. Una Bendición grande
para todos y cada uno, para los que comparten
los afanes de vuestra existencia, para vuestros
parientes y vuestras familias. Pero de un modo
especial (y con esto creemos interpretar vuestra
piedad y reconocimiento filiales) una Bendición
para vuestros buenos superiores, sacerdotes o lai­
cos, que de diversas maneras prestan su coopera- ción, os hacen bien, un bien tan grande.
Muchos son los beneficios que bajo la protección
de Don Bosco recibiréis en cada una de vuestras
artes y oficios: habilidad, virtudes, de las cuales
os ayudaréis para desarrollar los dones de la na­
turaleza y aseguraros nobles ocupaciones en la
vida.
Esto sólo representa ya un cúmulo de grandes
beneficios, pero es inmensamente mayor sin com­
paración el que todos vosotros estáis gozando, sea
cual fuere la categoría a que pertenezcáis o el
nombre con que se os distinga, el beneficio de la
cristiana educación, y no de una educación cris­
tiana ordinaria, sino de la que los hijos de Don
Bosco saben daros; no de una educación cristiana
cualquiera, sino una educación profunda, exqui­
sita, capaz de hacer frente a todas las necesidades
del alnia y a- todas las exigencias de la vida.
Hijos dilectísimos; todos los que os quieren bien
— y son todos los que os conocen, porque sois los
predilectos de los que os preceden en el camino
de la vida — os auguran un feliz porvenir. Pero
grabad bien ese pensamiento, ese sentimiento,
que, por grandes que sean las dichas que os pue­
dan caber en suerte, ninguna será más grande ni
más preciosa que esa educación cristiana que
estáis recibiendo.
Ello demuestra que la responsabilidad de los
que se consagran a esa obra que tantos bienes
os procura es grande en grado sumo. Nos sa­
bemos bien con cuánta devoción procuran ellos
estar a la altura de ese sublime empeño, que era
el alma del alma de Don Bosco.
Ello os ha de hacer ver también a vosotros con
cuánta diligencia debéis recoger hasta las más
pequeñas partículas de ese tesoro que se os re­
parte, a todas horas y en cada momento.
Ello debe estimularos a conservarlo, cuando
estéis, no ya b<qo las alas de Don Bosco, sino en
el gran mundo, donde las dificultades no os fa l-

i

Ittí

,,

.

« .n iA n rild a V e íe m o la r

de

F o n n a c ió n . T o d o s es'w s Jóvenes e s tá n Im p a -

señ an za s d e S . |. B o sco .

taran, donde no os faltarán tampoco por desgra- estáis recibiendo, sino además a guardarlo celosacia los enemigos, {¡doloroso palabra!) -los enemi^ . ment^ para que sus inestimables beneficios vayan
POS del bien
siempre crfciendo y multiplicándose.
Ello debe estimularos, no sólo a aprovecharlo
Que nuestra Bendición os acompañe ahora y
ese tesoro de la educación cristiana,
ahora siemprtr.

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E n U m i « n a C « . - E « n d U n ie s d e « r t o I « p e c . o r i « d e I . R e h í l e
Qt»a M d ig n ó V ie it a r k * , e n o c a e ló a d e l C o n gren o E u e a rie tic o .

261

El onomástico del Rector Mayor.
Como donosamente observaba Don Pedro
Ricaldone al dar las gracias después de la
fíesta, esta se ha desenvuelto este año en medio
de fervores pocas veces conocidos.
Con las temperaturas siempre altas de amor
filial que aquí tenemos, coincidieron, este 29
de junio, las más altas temperaturas que ha
registrado el termómetro en lo que va de siglo.
Aquella ola agresiva de calor con que se
anunció el verano y que parecía haber recibido
el encargo de dorar a fuego lento a media
humanidad, estaba haciendo entonces de las
suyas en Turín, y no digamos en Valdocco, que,
térmicamente, es el punto más vulnerable de
la gran urbe subalpina.
Esta fiesta que el Oratorio tributa todos los
años al Rector Mayor, el día de su santo, ha
venido conservando a través de los tiempos
la fisonomía que quiso darle Don Bosco, pues
al fin y a la postre es a él a quien se sigue aga­
sajando, en la persona de sus sucesores.
Pero así como antaño era una pequeña fa-

b e lH s im a e sta tu a d e la V tr s « n d e la M e rc e d , c u y a
fiesta s e c e le b r a e l 24 d e e s te m e s , e s la q u e v e n e ró
S . Juan B o s c o e n s u fa m o s o te m p lo d e B a rc elo n a .

262 ^

milia la que batía palmas alrededor dei Padre,
hoy es ya una familia grande, inmensa, que de
continuo sigue creciendo, y quiere verse toda
representada. Por fuerza, pues, aunque el ca­
rácter tradicional de la fiesta continúa inalte­
rado, su volumen, su expresión exterior tienen
que cobrar proporciones siempre mayores.
No diríamos nada nuevo si nos pusiésemos
a ponderar el brío con que se han manifestado
los afectos filiales y la excelencia y ejecución
de los Programas, tanto el religioso como el
profano, si es que puede haber algo profano
en este género de manifestaciones. Siendo cosa
del Oratorio, huelgan los panegíricos.
La comunión, siempre concurridísima, pero
’ excepcional el día de San Pedro, fué distribuida
por el amado Superior, que, de seguro, go­
zaría momentos de paraíso. La solemne Misa
cantada y Vísperas de la tarde dieron ocasión
para que, una vez más, nuestra Basílica de
María Auxiliadora desplegara los máximos es­
plendores de que es capaz la liturgia romana.
De la Velada, que se celebró la noche ante­
rior, y en la que, según hemos dicho, inter\’inieron numerosas representaciones, ocupando
honrosísimo puesto las Hijas de María Auxilia­
dora con sus Superioras Mayores, destaca­
remos sólo una nota, que fué como el tema
dominante de toda ella; el ardoroso entusiasmo
con que manifestó todo el mundo a Don Pedro
Ricaldone su satisfacción por las iniciadas obras
de ampliación de la Basílica y erección del altar
de San Juan Bosco.
No hay duda que se hará todo lo imaginable
para que no falten los recursos necesarios, hasta
dar cima a las dos magnas obras. Hubo quien
citó ejemplos conmovedores de niños y niñas
de las Escuelas, y estos relatos y actitudes, y
el encendido entusiasmo con que eran subra­
yados, ponían un claro y vivo resplandor de
alegría en el rostro del venerado Rector Ma­
yor. Se le veía satisfecho de veras al buen
Padre, especialmente cuando el abogado Sr.
Masera y el Exemo Sr. Conde Rebaudengo, que
acaba de cumplir 73 años, le aseguraban, uno
en nombre de los exalumnos y otro en el de
los cooperadores de todo el mundo, que la
noble iniciativa había sido acogida con universal
aplauso y con la máxima generosidad sería
secundada.
Todo hace prever y esperar que los hechos
serán aún más elocuentes que las palabras, y
que, al repetirse D. m, esta misma fiesta, el
año venidero, vendrán esos hechos al salónteatro del Oratorio a colocar un nuevo y más
vivo resplandor de a la ria en la frente de Don
Pedro Ricaldone.

La nueva Sierva de Dios
Sor Magdalena Morano
Por fin se han decidido las Hijas de María
Auxiliadora a sacar del arca del tesoro familiar,
donde tanto bueno guardan escondido, esta
perla preciosa, de tan varios y dulces reflejos.
La humanidad no podía ignorarla. Tenía
derecho a recrear sus ojos en un-alma como la
de Sor Morano, y recibir de ella orientación
y estímulo.
Veamos si de estos cuatro renglones sale su
bosquejo moral, brevemente, como hemos pro­
metido.
No es tarea fácil. Cuanto más llena y activa
es una vida, tanto mayor es la dificultad de
discernir y captar lo que en ella hay de esen­
cial y característico, y la vida de esta religiosa.
Hija de María Auxiliadora, fué un torbellino de
actividades, torbellino que, no obstante, se des­
envolvió metódicamente, dentro de un mar
dulce y tranquilo, siempre iluminado por una
alegre luz de buen humor, que, a intervalos,
chispeaba de un modo genial.
Su retrato de mujer santa tiene mucho pare­
cido con el de Teresa de Avila: abanadono
absoluto en el amor de Jesús, superior inteli­
gencia, don de gentes, carácter varonil, espíritu
de empresa, genio alegre y decidor, prudencia,
sacrificio... y si quisiéramos también acercarlo
a alguno de los retratos que más descuellan
en nuestra ya abundante galería salesiana,
podríamos acaso compararlo con el del Car­
denal Cagliero, al cual sor Magdalena trató
bastante, de sacerdote y también de obispo,
y del cual recibió sin duda aquel savoir faire,
típicamente salesiano, como de él había ya
recibido el impulso decisivo que determinó su
vocación.

Residía la joven Morano en Chierí, donde
ñera la luz primera el 15 de Noviembre de
1847. Hija de una santa mujer del pueblo y
de un tapicero de la Casa Real, en tiempos de
Carlos Alberto, pasó por las más duras tra­
gedias de la vida: vese huérfana de padre, desde
muy niña; es pobre y enfermiza; ve también
morir, uno tras otro, a
todos sus hermanos;
quiere estudiar y no puede, por falta de medios;
la ayuda que debe a la madre nuda y el in­
menso amor que le tiene someten su frágil

existencia a duros calvarios, pero no renuncia
al ideal de los libros, y ayudada por la caridad
de algunas vecinas, logra que al fin éste pre­
valezca y triunfe, pudiendo dedicar algunas
horas al estudio, después de sus tareas diarias.
Pisaba, sin saberlo, las mismas espinas de la
pobreza y del sacrificio, que ensangrentaron
los primeros pasos del que había de ser su
Fundador y Padre, San Juan Bosco.
Un sabio y celoso Director espiritual que el
cielo le proporcionó la sostuvo en aquella
lucha, demasiado agria para sus pocos años,
y, de día en día, fuése delineando en ella el tipo
evangélico de la mujer fuerte, pero con fiso­
nomía marcadamente eucarística y misionera.
Aún no había llegado a la pubertad, cuando
despertó en ella, fuerte y avasalladora la sed
de sufrimiento y expiación tan característica
de las almas que sienten la atracción de la
santidad. Aspiraba nada menos que a ser mártir,
y ante la imposibilidad de lograr su deseo,
convino con su buena amiga Olimpia Stura
en que se martirizarían mutuamente. Pasaban
ciertos días de la semana a pan y agua, ator­
mentaban el sueño poniendo entre las sabanas
piedrecitas y trozos de hierro, se pellizcaban
Lenemente hasta dejar cubierios sus bracitos
de estigmas amoratados, se pinchaban con
las agujas de hacer costura... Aquellos rigores
insólitos pusieron bien pronto un sello de dema­
cración en los rostros juveniles de las dos
niñas que, delatadas, viéronse obligadas a dejar
semejantes fervores. Mientras Magdalena sos­
tenía, en pane, la casa, con su trabajo, los estu­
dios que hacía aprovechando retazos de tiempo,
llegaban a obtenerle el título de Maestra Ele­
mental. Ya antes de adquirirlo y cuando sólo
contaba ella 14 años, el Sr. Cura de Buttigliera
había adivinado sus raras dotes, y la había
puesto a dar clase en un asilo por él fundado.
A la novel maestra ofrecióle en seguida una
escuela en propiedad el Municipio de Montaldo,
y allí estaba todavía, dueña absoluta del amor
del pueblo, al cumplir sus 30 años; allí, Dios,
que es buen pagador, viéndola tan fiel y per­
severante, tan buena y fervorosa, tan entre­
gada a la perfección y al bien de las almas,
hízole oír su voz que la llamaba entre sus almas
escogidas.

"

263

Primero pensó ingresar en las Hijas de la
Caridad, después en las Dominicas, cuando
acertó a pasar por Montaldo el sacerdote Don
Juan Cagliero, y ella fué a consultarle.
— Ni las unas, ni las otras, — díjole el
Hijo predilecto de Don Bosco, que había
intuido claramente las especiales aptitudes de
su interlocutora — y Dominica menos todavía.
¿ No ve Vd. que, dada su natural viveza, se le

L a Sicr\-a d e Dk>s M a gd ad a icn n M o ra n o

caería de las manos el libro de los Divinos
Oficios ?
.\quella entrevista determinó su ingreso en
el nuevo Instituto de las Hijas de María Au­
xiliadora, que ofrecía campo maravilloso a
sus condiciones excepcionales de carácter y
a su vocación de enseñante.
No sin dificultades — puesto que según
hemos dicho pasaba ya de los 30 — , fué admi­
tida en Momese, y, en 187S, empezaba allí su
noviciado, al lado de la SÍer\"a de Dios María
Mazzarello.
i Qué de progresos no haría, en el año de
la prueba, una novicia ya madura de edad y
experiencia, sólidamente entrenada en las lides

264

de las virtudes, santa, en una palabra, y puesta
bajo lá dirección de otra santa, como dijo muy
bien el obispo Costamagna?
Allí, en Mornese, tuvo .ocasión de conferir,
mano a mano, con Don Bosco, a quien, siendo
niña, llena de asombro infantil, había ya visto,
una vez, como Zaqueo, desde lo alto de un '
árbol, cuando aclamado por sus tropas de
biricchini iba por los campos de Buttigliera,
en sys anuales paseos de Turín a
I Becchis.
Al hacer los primeros votos, pidió •
a Dios, como gracia especial, que
no le enviara la muerte hasta' que
no fuera santa, e impuso a su alma
un gobierno, a imagen y semejanza
del que regía su Instituto. Nombró
Madre General a la humildad, Ma­
dre Vicaria a la mortificación. Madre
Ecónoma a la obediencia. Madre Asis­
tente a la presencia dé Dios, y Se­
gunda Asistente a la vigilancia.
Cuando ya era profesa, tuvo oca­
sión muchas veces de volver a visitar,
en el Oratorio, al Santo Fundador,
para recibir su bendición y • respirar
ávidamente los efluvios de su espí­
ritu, y mientras fué Directora, se
preocupó mucho de que sus subordi­
nadas,’ antes de dejar la Casa Madre,
pasasen a vér a Don Bosco y oír de
él palabras de vida. Directora lo era
ella ya a los dos años de salir del
Noviciado, o sea,en i88i,.pruebaevidente del alto concepto en que era
tenida por sus superioras y del grado
de perfección a que había llegado.
Cuando la Sierva de Dios María
Mazzarello dejaba esta tierra para
volar al cielo. Sor Morano tomaba
el tren para ir, a Sicilia, donde un año
antes habíanse establecido las Hijas
de María Auxiliadora. La nueva Casa que allí
la esperaba era un Conservatorio, de gestión
muy difícil, erizada de cortapisas y preven­
ciones, mas todo lo venció la nueva Directora
sin mayores esfuerzos, y tanto y tan rápida­
mente crecieron su autoridad y estima fuera y
dentro de la Congregación, que cinco años des­
pués era nombrada Inspectora de toda aquella
provincia, cargo en el que pareció hacerse insus­
tituible y hubo de llevar al sepulcro.
Habría materia para llenar muchas páginas,
si quisiéramos ilustrar con hechos de su vida
este periodo de 24 años que se cierra con su
muerte, y esto, sin tener en cuenta para
nada las obras de su gobierno e.\terior, sus

CANARIAS.
C o m o to d o s lo s a ñ o s , l a c iu d a d
d e T e ld e h a tr ib u ta d o u n g ra n •
tr iu n fo a M a ría A u x ilia d o r a .

éxitos como Superíora, porque, si fue rica y
voluminosa esta parte de su actividad, lo fué
inmensamente más la que dedicó a su santiñcación personal y al cultivo y edificación de
las almas a ella confiadas.
Todas las virtudes resplandecieron en Sor
Morano,y tal vez la Iglesia no tarde mucho en
decir que en grado heroico.
Su alegría era la de un cielo sin nubes, por
grandes que fuesen las batallas que le movía
el infierno; era la alegría típicamente salesiana,
tal como la quería Don Bosco. Bastaba que las
hermanas o las educandas vieran su rostro, o
cambiaran con ella una palabra, para que se disi­
pase en el acto cualquier niebla de preocupa­
ción y melancolía. Y esa alegría presentaba
todos los caracteres de una virtud sobrenatural:
no era clamorosa, sino dulce y mesurada; no
procedía a saltos, según el humor o la veleta,
sino que se conservaba igual y constante; si
para comunicarse a los otros tomaba a menudo
acentos cómicos y tonos exhilarantes, no quería
esto decir que fuese vana o vacía de significado,
yendo siempre derecha a la consecución de
algún fin moral o educativo. Su actividad fué
una irradiación continua de santa alegría, y las
cartas que dejó escritas ríen todavía plácida­
mente, comunicando a quien las lee algo así
como un fluido de bienestar y optimismo.
Su amabilidad no tenía límites, y hacía que
Sor Morano fuese en todas partes la bien que­
rida. Sólo el temor de que las Superioras pu­
diesen llamarla a ocupar más altos cargos, hizo,
muchas veces, que hermanas y novicias llora­
sen convulsivamente su separación hipotética.
Practicó como nadie lo que enseñaba Don
Bosco: « El educador debe hacerse amar, si
quiere hacerse temer ».
Su caridad llegó hasta el heroísmo. Vaya
un caso, entre mil: No sabiendo ya como conso­
lar ni como medicar a una hermana que su­
fría un acceso terrible de dolor de muelas,
corrió a la iglesia, se postró ante al sagrario, y
al rato volvió a salir alegre y confortada, pero
llevando en la boca una legión de diablos, pues
el Señor, oyendo sus oraciones, había pasado
a ella el tormento de la pobre religiosa.
Especialmente, con las enfermas, sus deli­
cadezas no tenían límites. He aquí una de sus
santas y amables e.xcentricidades: Visitaba la
Casa de Mesina. Había en ella una enferma,
a la que había subido a consolar varias veces.

Un día. Sor Magdalena, al salir del refectorio,
mientras se recreaba con la comunidad, dijo
de repente: Nosotros estamos aquí tan conten­
tas, y la pobre hermana G. C. está en la enfer­
mería tal vez apenada y triste de verse sola.
Ea, vamos a improvisar algo que la proporcione
un rato de buen humor. Dicho y hecho. Toma
ella una lata de petróleo, da a ésta dos tapade­
ras que hagan de platillos, a esotra un tambor
de feria, a una tercera una mandolina, a una
cuarta... y puesta a la cabeza de la caritativa
murga, se dirige al lecho de la enferma. Lle­
gadas a la puerta de la habitación, da la señal
de empezar el concierto. ¡Ya se puede imaginar
la sorpresa y alegría de la pobre enferma, ante
la familiar delicadeza de su Madre Inspectora!
Era humilde como la tierra, y si alguien,
espigando en sus escritos, quisiera hacer un
florilegio espiritual sobre esta virtud, lo logra­
ría en extremo edificante y con suma facilidad
y no poca originalidad.
La perfecta observancia de los votos religiosos
fué para sor Morano el afán de todos los días
y la meta de todas las ambiciones.
Nada diremos de su mortificación, a la que,
según hemos visto, perdió el miedo completa­
mente, desde que era niña, ni de su celo por
la gloria de Dios, ni de su piedad y devoción
a Jesús Sacramentado, a María Auxiliadora, y
especialmente, a San José. « Es mi viejecito»
decía con encantadora confianza, y no sólo le
invocaba todos los días, sino que a menudo le
confiaba la solución de los asuntos más difí­
ciles, con un abandono tal de su fe, que el
Santo la premió con verdaderos milagros.

He aquí el perfil, ligeramente esbozado, de la
Sierva de Dios que va a emprender el camino
de los altares, y que esperamos recorrerá en
breve tiempo.
Hace 27 años que murió, y todavía su me­
moria se conserva viva y admirada, en cuantos
la conocieron, y su acusado relieve de mujer
santa y extraordinaria se agranda más y más,
a medida que el tiempo pasa.
Si es mucho lo que nosotros podremos lo­
grar, mediante nuestras solicitudes y oraciones,
para que su Causa no encuentre demoras ni
tropiezos, es inmensamente 'más lo que ella
puede hacer y a no dudarlo hará desde el cielo,
obteniéndonos gracias y favores divinos.

S res Cooperadores,

consultad d TESO R O

espru tu al.

Propagad la O B R A PÍA DEL S G D O C O R A ZÓ N . Véase la cubieria de nuestro ’BolcUn*.

266 ^

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fofi? •i<;

Celebrando
el Centenario
de un t)oto
Esta vez no son nuestras fiestas las que
vamos a reseñar, pero se trata de la ciu'
dad que meció la cuna de las Obras
Salesianas y las ama siempre con ca­
riño de madre, y es natural que a los
Hijos de Don Bosco no les sean indife­
rentes las expansiones del alma turinesa, máxime cuando tienen por objeto
honrar a la Sma Virgen, y son tan
bellas y solemnes como las que acabamos
de presenciar.
La Consolata **
devoción clásica piamontesa.

Domicilióse esta devoción en Turín,
en los primeros años del siglo V. Pocas
invocaciones de la Virgen podrán, pues, enoigullecerse de una antigüedad semejante.
Su signo visible es una deliciosa « leona» que tiene todo el valor de un monumento de
la primitiva Iglesia.
El pequeño pero maravilloso cuadro, es un regalo que a Augusta Taurinorum hízole su
obispo San Máximo, en prenda de agradecimiento por la victoria obtenida por mediación
de la Reina del Cielo sobre la hergía arriana. Parece que antes había pertenecido a San. Eusebio de Vercelli, el cual lo trajo de Palestina.

267

Con razón esta « madbnnina » roba los ojos
y los corazones de todo el país subalpino,
porque, contemplada no más como obra de
arte, es ya un prodigio. Ni el convencionalismo
bizantino, ni la dureza barbárica han podido
despojar a la Virgen y al Niño del regio atractivo
de una pureza virginal inimitable y de una son­
risa, apenas esbozada, que da a sus rostros
expresión de infinita bondad.
El pueblo, al ver instalada a su Virgen en
la humilde ermita de San Andrés, cayó de
rodillas, invocándola instintivamente con el
nombre de « Consolata », y‘ esta certera invo­
cación popular ha logrado conservar hasta
hoy su primitivo perfume, a través de los em­
bates de quince, centurias, y arrullada por
grandes y continuos milagros, que demuestran
lo grato que a la Madre de Dios le resulta
verse así invocada.
El actual santuario de la Consolata erigido
en el vetusto riñón de la ciudad -romana,
no es ni muy grande ni muy hermoso, pero es
extraordinariamente rico en mármoles y pin­
turas, y es, sobre todo, una arquitectura viva,
un gran corazón de piedra que canta, llora,
palpita, con ritmo inmortal. Sus arcos y cú­
pulas dicen que por allí ha pasado el genio de
Juvara y Guarini; su tesoro y sus estatuas oran­
tes recuerdan la piedad de una Dinastía de
Santos, la Saboyana; sus muros cuajados de

leyendas y exvotos hablan de la gratitud de
millones de almas.
De lo viejo, no queda, alrededor del cuadrito,
más que la lámpara inextinguible de la fe re­
ligiosa y la torre medieval de San Andrés, bien
plantada, como un centinela de Teodorico
el Grande, que, burlón y sarcástico, con los
ojos negros de sus vanos semicirculares,
guiñara a sus modernas y petulantes rivales
de hierro y cemento, la «Littoriale » y la Antonelliana.
Graves han sido las vicisitudes por que ha
tenido que pasar este cuadro de la Consolata.
En rhedio. de las continuas invasiones, a sangre
y fuego, que cayeron sobre Turin, a la que
inútilmente pretende defender la gigante mu­
ralla de los Alpes, desapareció dos veces, per­
maneciendo oculto durante años y siglos, y
siendo siempre revelada su presencia por medio
de milagros.
Pero desde los primeros albores del siglo
X III, la preciosa «leona» no ha vuelto ya a
moverse de su altar, y la devoción tantas veces
secular a ella ligada, ha dejado de tener eclip­
ses, arraigando y encendiéndose, de día en día.
El santuario de María se ha venido embelle­
ciendo cada vez más. Empezó a ser meta de
peregrinaciones; su nombre fue adquiriendo ce­
lebridad, y Turíh se convenció bien pronto de
que en él tiene el remedio infalible contra

D«stU« d e lo s a lu m n o s d e la C a sa M a d re e n la p ro c e s ió n d e la C o n so la ta

268

E l V e n e ra d o S a n tu a rio d e la Pa'.rona d e T u r l o , c o n s u c o lu m n a v o t iv a y su v e tu s to c a m p a n a rio d e S a n E s te b a n .

muchos males incurables del alma y del cuerpo,
y para salir indemne de los más graves azotes
públicos.
La peste.

Hasta muy entrado el siglo X IX , el azote
que más temieron los pueblos fué el cólera
morbo, la peste, porque contra sus estragos
no había defensa posible, y uno de los últimos
coletazos del monstruo fué el que se dejó
sentir en 1835, en toda la Europa central
y meridional, empezando a atacar el Piamonte
por el condado de Niza y por Cúneo, donde,
de 3.000 habitantes que quedaron dentro de
sus muros, murieron más de mil.
Las noticias que se recibían de Génova eran
también aterradoras; se sabía que los pueblos
huían en masa, y en Turín la nerviosidad y
el espanto llegaban al paroxismo.
Sin pérdida de tiempo, la caridad cristiana
empieza a movilizar sus fuerzas: hospitales,
laz^etos. Comités de asistencia; todo improvi­
sado con rapidez vertiginosa porque la pálida
muerte llama ya a las puertas. Entre los miem­
bros del Comité permanente figuran Silvio
Pellico, el Conde Tancredi y su noble consorte,
la Marquesa Barolo. Don Bosco tenía entonces
veinte años y estudiaba en Chieri. Cuando, un

poco más tarde, haga la peste sus postreras
irrupciones en Europa, también él se lanzará
heroico, con los niños de su incipiente Oratorio,
a salvar de sus garras a los pobres enfermos
de Turín.
El voto del Municipio turinés.

Al caer las primeras víctimas en el arrabal
de Vanchiglia, el vecindario en masa acude,
con ruegos y lágrimas, a los pies de la Consolata. El Arzobispo Fransoni ordena tres días
de rogativas, y el Municipio se reúne apresura­
damente en Consejo General, y, recordando
lo que en otras ocasiones idénticas se había
hecho, especialmente en 1629, pronuncia por
unanimidad un solemne voto, comprometién­
dose, sí la Virgen libra a la ciudad del con­
tagio, a restaurar por su cuenta la capilla
subterránea del santuario, llamada de las Gra­
cias; a erigir en la plazuela de la Consolara
una columna votiva de granito que perpetúe
la gratitud popular, y a costear anualmente
actos religiosos, con asistencia oficial.
He aquí el momento trágico e intensamente
espiritual que Turín vivió, hace ahora un siglo.
A la í^remonia del voto se le dió una gran
solemnidad y en ella desplegaron los piadosas
munícipes toda la majestad del protocolo.

269

El Arzobispo celebró la misa y, llegado el
Ofertorio, los dos Síndicos del Ayuntamiento
Conde Fallió di Rinco y Barón Lúea Martín di
San Martino, seguidos del llamado Cuerpo
Decurional, en pleno, se adelantaron hacia el
altar, llevando el tubo cilindrico de plata que
contenía el texto del voto, escrito sobre perga­
mino, con todos los signos y firmas de la
autenticidad oficial.
Leído allí el voto en voz alta, por el Procura­
dor General de la Ciudad, uniformado de gala
y con espada al cinto, fué solemnemente en­
tregado al Arzobispo celebrante, quien lo de­
positó sobre los corporales, detrás del cáliz,
ofreciéndolo al Omnipotente, por mediación
de la Reina del Cielo.
El efecto fué inmediato. Las Crónicas de
aquella época registran, que, de 126.000 ha­
bitantes que había en Turín, apenas sucumbie­
ron 120, por efecto de la epidemia, quya acción
destructora quedó detenida en seco por una
mano invisible y evidentemente milagrosa.
Silvio Pellico, haciéndose una vez más intér­
prete del alma de sus conciudadanos, cantó
aquel milagro en inspirados versos.
Y estos son los hechos que ahora, al cumplirse
los cien años, la ciudad ha querido conme­
morar con fiestas y regocijos impregnados de
gratitud y fervor.

Las fiestas centenarias.

Con gran anticipación fueron anunciadas,
en una buena parte de Italia, y el éxito ha supe­
rado las más optimistas esperanzas.
Como preparación a ellas, el Emmo Sr. Car­
denal Arzobispo Mons. Fossati dispuso que se
predicasen misiones, simultáneamente, en los
templos más grandes y estratégicos de la ciu­
dad.
« No es ya el cholera morbus — decía — lo
que hoy produce víctimas entre nosotros, sino
el pecado. Purificar nuestra alma del pecado;
he aquí el objeto principal, la razón precipua
de estas solemnidades centenarias de la Consolata, y el modo prácticamente eficaz de
demostrar a María nuestro amor y agradeci­
miento por sus grandes bondades ».
A este reclamo del buen Pastor respondió
la piedad turinesa llenando los templos y coro­
nando la Santa Misión con decenas de miles de
confesiones y comuniones. Nuestra Basílica
de María Auxiliadora, que fué una de las igle­
sias designadas, vióse, cuatro veces al día,
atestada de público, que se turnaba para oír
la palabra de los diversos predicadores, algunos
de los cuales daban especial atractivo y ame­
nidad a sus intervenciones, haciendo las plá­
ticas dialogadas, como antaño Don Bosco.
El santuario de la Titular, muy próximo al

S . J. B o o co fu é s ie m p r e m u y d e v o to d e la C o n so ia ta . c u y a Im a g e n e s la p r im e r a q u e s e v e n e ró e n la h is tó ric a
c a p illa P in a r d i, d o n d e a ú n s e co n s e rv a c o m o p re c io s a r e liq u ia .

270

de María Auxiliadora, tenía sus puertas abier­
tas todo el día y a veces también de noche y
era un continuo hormiguear de fieles, un en­
trar y salir incesante de forasteros, un trasiego
enfervorizador de cantos y oraciones, de ofren­
das y de misas.
Celebróse con gran solemnidad un Congreso
Mariano en San Felipe, el templo más grande
y más hermoso de Turín, que transformado
en severo y elegante salón, resplandecía de
brocados, oros y terciopelos. Las Sesiones
desenvolviéronse durante los días 13, 14 y
15 de Junio, con un lleno de congresistas, ve­
nidos de todas las Diócesis de Italia. Presidié­
ronlo, con el Emmo Cardenal Fossati y una
docena de Obispos, las más altas Autoridades
Fascistas, encuadradas por soldados y jerar­
quías del ejército. En algunos de los sillones de
la presidencia vimos a nuestro Rector Mayor,
Don Pedro Ricaldone, con otros Superiores del
Capítulo.
Fueron invitados a disertar oradores de
fama, los cuales desarrollaron temas de carácter
dogmático, pero especialmente prácticos, enca­
minados a encender, encauzar y prestigiar,
cada día más, la consoladora devoción mariana.
Una bella iniciativa.
Casas consagradas.

Durante este ciclo de fiestas, muchas casas,
viejas y nuevas, señoriales y populares, del
centro y de la periferia, adornaron sus atrios,
puertas o zaguanes con efigies y medallones
de la Consolata. La iniciativa, largamente se­
cundada, fué de la benemérita Asociación del
Coraggio CatlóIicOy resucitando con ella una
tradición muy italiana, que en Roma, Florencia
y otras mil ciudades, prodigara en otros tiem­
pos esos barros deliciosos de artistas como La
Robbia, esas expresiones pictóricas y plásticas
de rara belleza que hoy admiran por igual la
piedad y ios turistas de todo el mundo. En no
pocas oficinas y establecimientos comerciales,
la imagen de la Consolata ha tenido así mismo
entusiasta acogida, y sabemos que en el testero
principal del despacho privado del Alcalde de
Turín, domina también, desde hace tiempo,
sobre fondo de oro.
Conclusión de las fiestas.

El día 17 Junio, los diarios locales se desha­
cían en descripciones grandilocuentes, para
reñejar, de algún modo, la magnitud de la
procesión que, en la tarde de la víspera, clau­
suró las fiestas.
Transcribiremos algunas impresiones de
« La Stampa» y • La Gazzetta del Popolo »:

Turín, decían, convirtióse ayer, entre cuatro y
ocho de la tarde, en un inmenso templo orante,
en una catedral imponente fragorosa de cantos,
impetuosa de fe, con el altar mayor de sus co­
linas verdeantes sobre el fondo incompanible
de la Gran Madre.
Muchedumbres incalculables llenaban sus
gigantescas naves, que tenían arriba el cielo
azul, tendido como un b.'ildaquín soberbio. Y si
no veíamos las llamas de los altos caadeleros de
oro, percibíamos igualmente el flamear del
fervor que irrumpía de cien mil pechos, de más
de cien mil almas, que ayer quisieron ver de
nuevo consagrada su querida Ciudad a la Reina
del Cielo.
La procesión hallábase integrada por 17
Secciones o Grupos, y ninguna pluma sería
capaz de reflejar toda su amplitud y significa­
do. Teorías interminables de fieles, a todo lo
largo de las vías céntricas, miles de banderas,
de colgaduras, de gonfalones; 24 bandas de
música entonando himnos a la Consolata; las
máximas Autoridades religiosas y civiles; Su
A. R. la Princesa Adelaida de Saboya-Génova,
en representación de la Dinastía reinante; el
Cardenal con dieciocho obispos piamonteses
dando escolta al milagroso cuadro que salió
del corazón de esta tierra subalpina; las turbas
aclamantes de los Oratorios, de las Cofradías, de
las Ordenes Religiosas, de los Colegios, de los
Capítulos; el Prefecto, representando al Go­
bierno Fascista; el Jefe Federal, al Partido; el
Podestá, a la ciudad; grupos y más grupos de
Camisas Negras acordonados en la carrera,
afirmando la perfecta annonía entre los ideales
de fe y de patria; el Ejército con sus batallo­
nes armados; las Milicias con sus enhiestos
banderines al sol; los Ex-combatientes con
sus medallas y sus glorias... En una palabra,
toda la ciudad, toda la provincia, todos los uni­
formes y divisas; la negra sotana y la púrpura
cardenalicia, el verde-gris del soldado y los
cándidos velos de las niñas con alas de ángeles.
La procesión salió del Santuario en medio
del fragor de todas las campanas. Todas las
torres y espadañas, y hasta las ermitas de las
colinas, difundieron potente sobre la ciudad el
himno de sus sagrados bronces echados a vuelo.
Las calles Consolata y Garibaldi, las plazas
Castello y Vittorio Véneto, fueron sucesiva­
mente invadidas, inundadas, por avenidas
enormes de fíeles.
La aparición del milagroso cuadro en
t Piazza Castello ■ que es el corazón de la ciu­
dad vieja y moderna, fué saludada por un
triunfo frenético de banderas, por la campana
solemne de la torre Lictoria y las de las iglesias

271

vecinas, mientras sobre los grandes cristales
dcl palacio Madama los últimos rayos del día
se deshacían en un vivo centelleo de oro.
Cuando la taumaturga Virgen, rodeada por los
caballeros de las Ordenes de Malta, del Santo
Sepulcro, de San Silvestre y San Gregorio
Magno, pasa por debajo de los balcones de la
Universidad, la lluvia de flores, que no ha
dejado nunca de caer, se hace más intensa, la
tropa alineada presenta armas, los miles y
miles de Camisas Negras extienden el brazo
saludando romanamente, y el pueblo cae de
rodillas, conmovido, anonadado.
Y la procesión continúa solemne, majestuosa,
rimando su paso al son de cánticos marianos
en un incesante ondear de estandartes polícro­
mos, en dirección a la Gran Madre, término
prefijado del rito propiciatorio. De nada ser­
viría dar aquí nombres y distinguir y señalar
grupos. Todos estaban ayer presentes; las
personas más humildes y las más altas y en­
copetadas, y todos igualmente sentíanse sub­
yugados por la sinigual belleza de la manifes­
tación.
La plaza de la Gran Madre es todo un triunfo
de festones y de banderas. Lá imponente esca­
linata de los pronaos del templo está alfom­

brada, y apoyado en las macizas
columnas, la Ciudad ha erigido un
altar encuadrado por amplias y
solemnes colgaduras y rematado
por un elegante cupulín de oro.
Junto a él van colocándose las
contadas personas invitadas: la au­
gusta Princesa con las Autoridades,
el Cardenal con los Obispos y el
clero parroquial. Allí, ante aquellas
masas expectantes, ante aquel mar
en calma sobre el que flotaban
como una selva inmensa miles de
banderas y gallardetes, subió, izado
a lo alto de las columnas, un macizo
marco de plata que encerraba, co­
mo una custodia, el cuadro de la
celestial Patrona; clavóse en los
aires un agudo toque de clarín, y el
Cardenal Arzobispo, con voz clara
y pausada leyó el acto de consagra­
ción, que los altoparlantes trasmi­
tieron a todas partes, siendo escu­
chado en medio de un silencio im­
presionante y solemne, y se alzó
como una sola voz un himno
formidable de acción de gracias.

dando lugar a una visón de tal intensidad, a
un espectáculo de tal fuerza, que el corazón
no lo olvidará jamás.
Después, en el aire tibio de la tarde, vibró
todavía un canto, se elevó todavía una oración
y un aplauso, y las muchedumbres comenzaron
a dispersarse. Por entre los grupos que se
deshacían en todas direcciones, cruzó rápida
una caravana de automóviles: el Sr. Cardenal
y los Obispos llevaban de nuevo el cuadro mi­
lagroso al Santuario de la Consolata. Las gen­
tes, á su paso, se descubrían y persignaban.
He aquí el diorama de las fiestas que Turín
marianá ha celebrado. Resulta casi inútil añadir
que en todas estas espléndidas manifestacio­
nes, y especialmente en la última, han tomado
parte los elementos salesianos de todo género
que hay en Turín, con sus cantores, sus gallar­
detes y "bandas de música y sus filas compactas
de miles de niños y juventudes de ambos sexos.
Han acudido en masa, con gozoso entusiasmo,
tanto más acentuado, cuanto que el otro triünfo
mariano que la ciudad suele gozar anualmente,
o sea la Procesión del 24 de Mayo, este año había
quedado frustrada, a causa del mal tiempo.
Dondequiera que se trate de glorificar a
María allí estarán siempre los hijos de D. Bosco.

//

" L a C o n s o la ta ”
P a tro n a d e la c iu d a d d e T u r in .

EC O S DE TODAS PARTES

Las fiestas de María Auxiliadora
E n AREQ U IPA (Perú).
Las funciones en el templo de María Auxi­
liadora, tanto en la mañana como por la noche,
se han visto muy concurridas, especialmente, los
días últimos del triduo.
El director del Colegio Don Bosco en una
serie de elocuentes sermones, desarrolló temas
de vital actualidad.
El día de la fiesta celebró la misa de comu­
nión el Excmo. Obispo de la Diócesis Mons.
Mariano Holguín. La solemne la celebró el
superior de los lazaristas y capellán del Orfe­
linato Chave de la Rosa, R. P. Germán Puech.
Depués del Evangelio ocupó la sagrada cá­
tedra el prior del Santo Domingo M. R. P.
Fr. Domingo Távara, quien pronunció un
brillante panegírico.
A la misa estuvieron presentes el vocal de
la Corte Superior de Justicia doctor E. Adolfo
Chaves, el canónigo señor Arturo Gutiérrez
Bailón, el guardián de San Francisco M. R.
P. Fr. Antonio Benavente, el vicario de la
Recoleta R. P. Fr. Rafael Terraz, religiosos
mercedarios. Hermanos de las Escuelas Cris­
tianas, ex alumnos, cooperadores, la directiva
y socias de la archicofradía de María Auxi­
liadora con sus insignias, alumnos del Colegio
de Don Bosco y un gran número de fieles.
Por la tarde tuvo lugar la solemne pro­
cesión de María Auxiliadora.
En A S T U D IL L O (España).
Desde las primeras horas de la mañana,
las campanas de la iglesia anuncian a la villa
un día grande.
No se ha dicho exactamente el número de
los que recibieron de manos del superior la
Comunión, pero se puede asegurar que desfiló
todo el «mundillo jo ven » de Astudillo.
A las diez en punto, el pueblo vuelve de
nuevo al templo y escucha absorto ese formi­
dable conjunto de voces de la t Escolanía Car­
denal Cagliero >.
Después del Evangelio, subió a la cátedra
sagrada el superior de los Salesianos en San­
tander, P. A ^ stln Pallarés, quien, en párra­
fos brillantísimos, glosó la vida de S. Juan
Bosco, y la protección de María Auxiliadora.
Por la tarde, las damas de la archicofradía

274

de María Auxiliadora obsequiaron a los alum­
nos con bolsitas de bombones y caramelos.
Por la tarde se organizó la procesión, en
la que destacaban los pasos de San Juan Bosco
y María Auxiliadora.
Una nutrida representación, con bandera, de
los antiguos alumnos Salesianos de Valbuena
y Melgar de Yuso, daba a la procesión una
marcada nota de simpatía.
Es inenarrable el entusiasmo y el fervor que
en ella reinó. El pueblo en masa la seguía con
fe indescriptible.
A las nueve y media, en el inmenso patio del
Colegio, se quemó una colección de preciosos
fuegos artificiales, celebrándose una rifa, con
objetos donados por las damas de la archico­
fradía y distinguidas personalidades de la loca­
lidad.
En resumen, una fiesta grandiosa y grata.
En E CIJA (España).
Las Hijas de María Auxiliadora, que tienen
en esta ciudad un floreciente Colegio, han cele­
brado con gran fervor y entusiasmo las fiestas,
unidas, de M. Auxiliadora y de S. Juan Bosco.
Dieron comienzo con un triduo, el día 21
de Mayo. Con exaltada admiración, con cariño
sincero, con un conocimiento minucioso de la
vida de Don Bosco, el Rvdo. P. Antonio Lo­
zano C. M. F., nos lo presentó como santo,
como héroe y como educador. jCómo se agi­
gantaba a impulso de su palabra fácil y esco­
gida la figura excelsa de nuestro buen padre!...
La parte de canto, abundante y escogida,
puso a gran altura la pericia de nuestra esco­
lanía, que puede estar orgullosa y satisfecha
de su acertada actuación.
El público, en aumento progresivo, pese al
mal tiempo y a la lluvia.
El día 24 filé un día salesiano a lo clásico.
Don Bosco, si hubiese organizado él mismo
la fiesta, no habría variado gran cosa las líneas
del programa. Empieza éste con una Misa de •
Comunión General. Angeles; muchos ángeles
que se acercan por primera vez a recibir al
Dios-Eucaristía, ante una muchedumbre com­
pacta que evoca, envidia y... llora. ¡Lágri­
mas benditas que dicen de dolor, de arrepenti­
miento, de añoranzas de inocencia, de anhelos
de santidad!

A las lo ^ , Misa cantada con panegírico a
cai^o del citado P. L#ozano. Lepaato, Viena y
las demasías napoleónicas vuelven a dar tema
para demostrar una vez más, en breve pero
sustanciosa pieza oratoria, el Auxilio que siem­
pre dispensó María a su pueblo.
La parte musical fué interpretada por una
nutrida masa coral mixta, iñtegrada por ele­
mentos de asociaciones piadosas infantiles.
Juventud de A. C., alumnas de este Colegio
y niños del colegio de P. P. Salesianos. Como
toda frase encomiástica, aunque merecida,
suena a alabanza exagerada, diremos, simple­
mente, que resultó muy bien.
Tarde del día 24. Agua, mucha agua cae del
cielo; fieles, muchos fieles por las remozadas
galerías del antiguo convento de la Merced.
Es la cita de amor.
Conjunto abigarrado de mantillas y tocas
monjiles; nieve de gasa de ángeles y motas de
fuego de rojas sotanas de avispados e inquietos
monaguillos...
Bajo artístico palio del siglo XVI y en manos
de nuestro celoso Arcipreste, Rvdo. Dn.
Francisco Domínguez, sale Jesús-Hostia de
la estrechez del tabernáculo a la amplitud de
las vetustas galerías, de estas galerías que nos
hablan de partidas de heroicos religiosos y de
retornos jubilosos de cautivos...
¡Cómo se gozaría Don Bosco al ver en una
de sus casas tantas rodillas en tierra, tantos
labios en fervorosa oración, tantas gargantas
cantando himnos eucarísticosl... Y pasea Jesús
triunfante, aclamado, bendecido, la cuádruple
galería conventual, derramando bendiciones
sobre la multitud, como en las apacibles tar­
des primaverales, de hace veinte siglos, por las
verdes praderas de Galilea...
Falta aún un detalle para que las fiestas en
honor de S. Juan Bosco tengan pleno sabor
salesiano: la parte recreativa.
Tiene ésta lugar el domingo día 26. Público
numerosísimo y ávido.
No intento hacer ni la crónica de la velada,
ni la crítica del programa. Palabras, llenas de
entusiasmo y afecto filial, en ei hermoso discurso
pronunciado elocuentemente por el Rvdo. Don
J. Joaquín Cabello S. S.; genial interpretación
de un ■ Ave María » a tres voces, con represen­
tación escénica atinadísima de la Anunciación;
mucha paciencia y mucho gusto, traducidos
en la feliz ejecución del «Arte M usical»; ino­
cencia y gracejo andaluz en otros varios numeritos; esto es todo.
Don Bosco no ha muerto; decía desde el
escenario un angelito de voz atiplada, melenita
rubia y flotantes alas de rizado papel. No ha

E c iia . A lu n ix iu q u e e ) e c u u r o n la p ie c e c ita U rica
" E l a r te m u a ic a l

muerto, no; flota su espíritu en cada una de
sus casas, se reencarna en cada uno de sus hijos
e hijas que a imitación de la estatua que se ve­
nera en el camarín, nunca se cansarán de le­
vantar el brazo hacia el cielo para guiar las
almas a Jesús que está en brazos de María.
En HINOJOSA D E L D U Q U E (España).

Aromas de la sierra mezclados con el olor
de las mieses maduras, suaves brisas prima­
verales, flores tempranas, rojas y blancas, cá­
lices de pureza henchidos de savia mariana;
he aquí la ofrenda anual de la naturaleza a
la Virgen Madre de Dios.
Ricos tapices, tejidos con la urdimbre de la
tradición católica, espléndidas iluminaciones,
al^ re voltear de campanas, músicas, cantos,
panegíricos; he aquí 1^ ofrendas de los hijos
amantes que tienen la dicha de postrarse ante
el trono de oro, ante el magnífico paso lleno
de candelabros fiilgentes, de la bella imagen
de María Auxiliadora, que anualmente sale
275

triunfante a bendecir las calles de nuestro pia­
doso pueblo.
La procesión, espléndida, inacabable, ha sido
este año, como los anteriores, el magno aconte­
cimiento de nuestras magníficas fiestas, a las
que suele asistir el pueblo en masa.
•En los varios y solemnes cultos, la sagrada
cátedra estuvo ocupada por el Rdo P. Modesto
Eizmendi, erudito franciscano, que con elo­
cuente verbo, esbozó temas de gran contenido
dogmático; por el Sr Cura Párroco de el Viso
de los Pedroches, Don Francisco Alarcón;
P. Vicente Flores, franciscano, y por los direc­
tores de los Colegios Salesianos de Pozoblanco y Montilla respectivamente, que, con
palabra fácil, supieron ensalzar las glorias de'
Don Bosco, e imprimir en el corazón de los
fieles la devoción de su Virgen, María Auxilia­
dora.
Todo ello fruto magnífico de la obra infati­
gable de un antiguo alumno salesiano del Co­
legio de Utrera, que, sin reparar en miserias
terrenas, en más o menos'gastos, introdujo en
esta ciudad esta devoción consoladora, Don
Gabriel Murillo Torrico, ilustre farmacéutico,
alma de estos cultos, ya tradicionales en Hinojosa.
jQue la'Virgen premie sus generosidades
y su fervor ardiente, sentido y ejemplarl

E c l í r . U l« « ia

276

l u H ija s d e M s r U A u x ilia d o r a .

En LA S PALM AS (Canarias-España).

Con una concurrencia extraordinaria de fieles,
con gran solemnidad, luciendo el templo sus
mejores galas, se ha celebrado, desde el día
17 de mayo al 25 del mismo mes, el solemne
novenario, que, año tras año, viene consti. tuyendo en Las Palmas el acontecimiento
religioso más importante del poético mes de
las flores.
Día 24 de mayo. — Con numerosísima con­
currencia de archicofrades se hizo la consagra­
ción de las familias a María Auxiliadora, y ade­
más hubo imposición de medallas.
Día 25. — Fiesta trasladada de María
Auxiliadora. Misas concurridísimas, especial­
mente la de 7 y media y io y media.
En la primera hicieron su primera comu­
nión un numeroso grupo de niños y niñas.
A las diez, misa solemne, asistiendo de capa
magna S. E. Rdma. señor don Miguel Serra
Sucarrats, Obispo de Canarias.
Ofició de celebrante el Rdmo. señor don
Antonio Socorro Lantigua, Párroco de Teror.
La escolanía del colegio, acompañada de nu­
trida orquesta, ejecutó música preciosa. El
panegírico, a cargo del Padre Daniel Pinedo
(Redentorista) fué magistral, recibiendo justos
elogios.
A las 5 y media el director de la archicofradía sube al pulpito, excita al fervor y re­
cogimiento de todos los presentes y el Rdo.
Padre Bonifacio González entona el « Procedamus in pace » y empieza la procesión.
Abren la marcha los niños del colegio con
numerosos estandartes, al final de los cuales
van niños vestidos de blanco delante de San
Juan Bosco que, primorosamente engalanado,
recorrió por primera vez las calles de nuestra
ciudad. Seguían después las Hijas de María,
las Archicofrades de María Auxiliadora, con su
estandarte llevado por entusiastas señoritas;
niñas de primera comunión, clero infantil y
Junta directiva de la misma archicofradía y
una representación de la de Telde; después el
trono de María Auxiliadora que engalanado
con exquisito gusto con rosas blancas y azu­
cenas, robaba todos los ojos y prendía todos
los corazones. Cerraban la procesión los mi­
nistros y dos presidencias, una formada por
sacerdotes y otra por caballeros, la banda del
y en masa compacta, religiosa, devota,
sin distinción de clases sociales, imponente
manifestación de fieles. La procesión recorrió
la c^le de León y Castillo, y varias más de
la Ciudad Jardín, siendo aclamada constante­
mente la milagrosa Virgen de Don Bosco; nota

i

i

C AN AR IAS
L a flc s ia d e M a rta A u x i­
lia d o ra e n

la c iu d a d d e

L a s P a lm a s .

,

’ A:

i A

f

característica fué el ofrecimiento de flores por
niñas vestidas de blanco, y el canto constante de
las archicofrades. Entre vivas y aclamaciones de
los fíeles, estando el templo materialmente ma­
cizo de público, hacen su entrada triunfal San
Juan Bosco y María Auxiliadora; hay nuevo
ofrecimiento de flores a la Santísima Virgen
y el señor Director de la Archicofradía sube
al púJpito y, vivamente emocionado, da las
gracias a los fíeles, por su religiosidad y compor­
tamiento.

La función de la tarde, hermosa de verdad.
La Iglesia, de bote en bote.
La parte musical, a cargo de la escolanía de
los aspirantes, dirigida por el maestro sale­
siano Padre Femando García, selecta y maravi­
llosamente ejecutada.
Cantó algunas noches plegarias sentidísimas
el tenor Sr. Márquez Ahumada.
El ofrecimiento de flores a la Virgen, a cargo
de las niñas del Colegio de San Luis, primoro­
samente ataviadas por la Sita. Pilar Jiménez
Duque, emocionante y simpático por demás.
En M A L A G A (España).
Al final de los cultos, se repartieron todas
las noche lindas hojitas de propaganda.
Desde el i® de Mayo se ha venido haciendo
El día de la fiesta fué todo él un día de ju ­
el mes de María tan devoto como concurrido;
bileo.
la artística capilla estaba radiante de luz, y
Desde las seis de la mañana hasta las diez
la parte musical ha sido tan varia y litúrgica, y media se dijeron sin interrupción misas en
que ha movido a la concurrencia a la mayor el altar de la Virgen, y>se distribuyó a los fieles
devoción y recogimiento.
la Sagrada Comunión.
El día i 6 , a las 5 y media de la tarde, empezó
¡Qué espectáculo el de la misa de ocho y
la solemne y devota Novena, cuyo triduo pri­ media! Cincuenta niños de primera Comu­
mero fué predicado por el Sr. Don Antonio nión, vestiditos de blanco, llenaban el amplio
Pancorbo, S. S.
presbiterio.
El triduo final estuvo a cargo del ilustre
Dijo la misa el Padre Rebolledo, haciendo
orador sagrado Dr. Don Mariano del R. Gon­ un fervorín bellísimo.
zález, Beneficiado de esta S. I. C. y gran entu­ Había emplazado a los fieles todos para esta
siasta y propagador de la Obra de Don Bosco.
hora gloriosa y allí estaban. ¡Qué Comunión
Y llegó el día 24. Todas las misas fueron de más consoladora!
Comunión general, pues en todas ellas la
El acto más tierno es el de la tarde.
afluencia de público fué tal, que se hacía muy
A las tres en punto, la capilla está otra vez
difícil poder acercarse al comulgatorio.
invadida. Ahora son nuestros niños y las ni­
Se calculan en más de 2000 las comuniones ñas del Colegio de San Luis, que vienen a
repartidas en este día.
consagrarse a la Virgen.
A las diez, tuvo lugar la función principal.
Cerca de 800 almas, blancas y puras, que
El R. P. Manuel Fernández Ferro, sacer­ alzan sus corolas, como flores de primavera,
dote salesiano, cantó las glorias de María hasta el trono cuajado de flores y radiante de
Auxiliadora de modo fervoroso y admirable, luces de la Reina de la Pureza, nuestra Madre
y los alumnos interpretaron una preciosa Misa benditísima.
a dos voces.
Por la noche, la función de clausura de la
Tan solemnes cultos habían de cerrarse con fiesta.
una devota procesión claustral con el Santí­
El délo está encapotado, llueve durante la
simo Sacramento, que recorrió el amplio patio tarde. No importa; a las dete, la Virgen barre
principal de la Casa, adornado con las macetas las nubes y serena el délo para que sus devotos
de nuestro parque, cedidas galantemente por puedan asistir a los cultos.
el Sr. Alcalde, con numerosos tapices y gallar­
El sermón, formidable; la súplica de despe­
detes, y alfombrado de oloroso follaje.
dida, sentida, cariñosa, emodonante.
Muchos ojos se humedecen. Después de la
bendidón, el Padre Director lee la consagradón;
En M ONTlLLA (España).
sus palabras se van clavando en las almas^ que
Los cultos de este año en nada han desmere­ en esta noche bendita son todas de la Virgen.
cido de los anteriores. Entusiasmo desbordante,
La fundón ha terminado; pero los frutos
fervor intenso, devoción sentida y popular.
de la fiesta, las emodones hondas y sentidas,
£1 Triduo ha sido por extremo consolador. las enseñanzas redbidas estas noches, desde
El predicador, d docuente orador sagrado la cátedra augusta de la Verdad, no terminarán
y fervoroso amante de María, P. Teodomiro tan pronto: han quedado muy metidas en la
Rebolledo, C M . F.
entraña.
278

.

En MORON D E L A FRON TERA (Es­
paña).

El día 24, desde las 7 de la mañana empeza­
ron a llegar los fieles a la capilla de María
Aaxiliadora, para poder tener sitio, ya que la
insuficiencia de ésta ng permite más de 500
personas.
Ofició la misa el señor Arcipreste de la ciu­
dad, don Manuel Tobar Marín, en la cual re­
cibieron por primera vez el Pan de los Angeles
54 niños, de los 360 que reciben educación
en estas escuelas, a más de las comuniones
de señores, antiguos alumnos y demás alumnos
del Colegio.
Antes de la Comunión, el Reverendo Sr.
Director del Colegio, don Gregorio María Fe­
rro dirigió a los niños un fervorín Eucarístico.
Terminada la misa, pasaron los niños al
comedor, donde fueron obsequiados con un
espléndido chocolate servido por los antiguos
alumnos.
Por la tarde, se efectuó la procesión por el
patio, con el Santísimo Sacramento, del cual
fué portador el ya citado Arcipreste y en la
que con un p>erfecto orden tomaron parte más
de 4.000 personas.
Termináronse estos cultos con la consagra­
ción de María Auxiliadora.
En PAM PLONA (España).

De extraordinarias pueden calificarse las
fiestas con que Pamplona ha festejado a la
Santísima Virgen bajo el título de María Auxi­
liadora.

V i l l a » . • £1 S r. O b ttp e eo

El mes, concurridísimo como nunca; a la
novena, realzada por la brillantez tanto de la
música, como de los oradores sagrados que
desarrollaron importantes temas de actualidad,
asistió tanta concurrencia que desbordó la
iglesia.
El día 24 fué un día en extremo grandioso.
Día de peregrinación a María Auxiliadora se
le puede llamar, pues pasaron por su santuario
la mayor parte de las familias de Pamplona.
La misa de las ocho la celebró el Exemo e
limo. Sr. Obispo. En ella S. E. impuso la
medalla de congregantes de María Auxilia­
dora y San Juan Bosco a diez antiguos alumnos
salesianos.
A las cinco de la tarde, los que tuvimos la
suerte de poder entrar en la iglesia, nos senti­
mos emocionados ante el espectáculo de la
Consagración de niños y niñas a María Auxilia­
dora y el ofrecimiento de sus respectivos ramos
de flores.
El 26, día de la fiesta, a pesar del tiempo
amenazador, todos los actos fueron concu­
rridísimos, pero lo principal fué la solemne
procesión por los patios.
Más de 500 niños desfilaron, con sus ramos
y respectivas banderas, ante lá Virgen: los
alumnos, antiguos alumnos, los cooperadores,
la Archicofradía y un enorme gentío formaron
el cortejo de María Auxiliadora.
Una gran parada, en el mismo lugar que ha
de ser altar de la Virgen en la futura iglesiasantuario del colegio. Sobre un templete ar­
tísticamente adornado se colocan las andas:
banda, cantos, rezos, lágrimas y dos palabras

Cm b

OI ocM Íóo d e lee Seetas.

279

del Padre Director, que invjta a rezar con fe
y confianza para que la Virgen Santísima haga
su templo.
Otra parada de una visión fantástica, ante el
grupo de los 500 niños del Oratorio Festivo, que
en perfecta formación aguardaban el paso de la
Virgen, con ramos y luces, cantando con toda
su alma su himno a María.
¡Gran despedida dentro de la iglesia 1 Todos
cantan, se entona la Salve, se reza, se enfervo­
rizan ante las palabras de despedida del Padre
Director. Desfilan los fieles por el Camarín
de la Virgen para besarla, y se marchan con el
corazón henchido de fervor ante las fiestas
que han presenciado.
En STROEDER (Argentina).

Con una temperatura hermosa y primaveral
celebróse el 26 de Mayo la fiesta de María
Auxiliadora, atrayendo una concurrencia enor­
me de fieles al templo parroquial de Stroeder,
tanto en la Misa de Comunidad como en la.
cantada de las 10.
En la primera Misa, entre patéticos cantos
corales ejecutados por el coro del colegio salesiano, acercáronse a comulgar un compacto
grupo de niños, jóvenes y hombres y todas
las asociaciones parroquiales, a saber: del
Angel Custodio, San Luis, Santa Inés, Hijas de
María y Damas Católicas. El celebrante, Rdo
Padre Antonio Consonni, párroco y director
del colegio hCardenal Cagliero«, con su
apostólico celo y acostumbrada elocuencia,
dijo maravillas de la devoción a nuestra María
Auxiliadora, dejando entusiasmado a numeroso
público y arrancando lágrimas de ternura
al describir, de paso, la figura inmortal de
San Juan Bosco.
En la Misa solemne de las 10, oficiada por el
Rdo Padre Mazzoglio, la schola cantorum del
colegio dió gran realce con un coro de voces
varoniles magistralmente acordadas.
Por la tarde, en el salón de Actos del colegio
salesiano, repleto de un público selecto, el centro
de los ex-alumnos de Stroeder obsequió a
nuestros amigos con una grandiosa función
teatral, poniendo en escena el drama titulado:
n Un veneno, o la profanación de los días fe­
stivos » que fue muy bien interpretado.
En los entreactos se ejecutaron los cantos
« Himno Nacional» a Curupayti» « San Lo­
renzo »y «M i Bandera \ por el coro del colegio
con acompañamiento de piano, y varias poesías
patrióticas lindamente declamadas por niños y
niñas del Oratorio.
El público quedó plenamente satisfecho,
retirándose emocionado.
280

En V EL EZ -M A LA G A (España).

El día dos de-Junio, e n .k casa de Don Se­
bastián Recio Pastor, Alcalde de la barriada de
la Caleta, de esta ciudad, ante un altar prepa­
rado con todo primor por su hija la señorita
Ana Recio', lleno todo él de macetas y flores,
y en el que destacaba una preciosa imagen de
María Auxiliadora, celebró una misa el sacer.dote de Torre del Mar, D. Manuel .González
Pareja. . . .
Por la noche, dicha imagen, preciosamente
adornada, fue sacada . en procesión, siendo
acompañada con gran fervor por numerosos
fieles, que recorrieron las -principales calles de
la barriada, a los acordes de la banda de mú­
sica de Vélez y disparándose gran cantidad
de cohetes voladores.
Es digna de grandes elogios la labor realizada
por la señorita Recio y demás señoritas de la
Archicofradía de María Auxiliadora.
En V IL LE N A (España).

Día del triunfo Salesiano en Villena puede
calificarse la fecha del 26 de MayOf en que se
celebró en este Colegio la fiesta en honor de
María Auxiliadora y San Juan Bosco, y Día
del Antiguo Alumno Salesiano^
Ya desde las primeras horas notábase bulli­
cio extraordinario en los patios del Cole­
gio, en espera de la llegada de nuestro ama­
dísimo Sr. Obispo de la Diócesis de Cartagena,
Exemo. Sr. D. Miguel de los Santos Díaz y
Gómara, quien aceptó ‘gustoso nuestra invita­
ción, honrándonos con su asistencia a todos los
actos de este día, siendo el primero la Misa de
Comunión General, que celebró el mismo
Sr. Obispo, en la que recibieron por primera
vez el Pan de los ángeles numerosos niños
de estas Escuelas Salesianas. De este banquete
eucarístico participaron tocias las clases socia­
les de Villena. A sacerdotes que a>-udaban-el
santo sacrificio vimos llorar de emoción ante el
magno espectáculo. Se calcula en mil doscientas
las personas que comulgaron de manos de Su
Excelencia y de otros sacerdotes que le ayu­
daron.
El Sr. Obispo desayunó con los niños de
primera comunión exhortándoles a perseverar
en el bien.
La solemne misa se celebro a las once, con
asistencia del mismo Señor Obispo, y fué can­
tada por todos los niños del Colegio. El celoso
sacerdote Don Rafael Revert enalteció con gran
elocuencia las glorias de María Auxiliadora.
El jueves siguiente, festiWdad de la Ascen­
sión del Señor, se celebró solemnemente
la procesión por los patios dd Colegio.

1

MÁS SOBRE LA OBRA DE DON
BOSCO EN ESPAÑA Y AMÉRICA

9é*Ji
U n o d e lo s g ra n d io s o s p a is a je s d e i r io N e g ro .

ARG EN TIN A — Viedma, la hermosa ca­
pital de Río Negro, recibe con deli­
rante entusiasmo a su Primer Obispo
Diocesano, Excmo Sr. Don Nicolás
Esandi.

Fervorosamente despedido Mons. Esandi,
en Buenos Aires, donde hasta ahora había
ejercido el cargo de Inspector Salesiano,
llegó a la capital de su Diócesis el i8 del
pasado Marzo, víspera de San José.

La población en masa esperaba en el muelle,
con febril ansiedad, la empavesada lancha
que había de llevarle a su Primer Obispo, y
apenas su silueta apareció en medio del río,
estalló una imponente salva de aplausos y
atronaron los aires los estampidos de las bom­
bas, los repiques jubilosos de las campanas
de la catedral y las bandas de música.
Apenas el Excmo Sr. Esandi sube al palco
oficial en compañía de las Autoridades, el

V is ta p a a o r á m ic a d e V ie d m a .

281

Sr. Gobernador lo saluda con un magnífico
discurso, denso de ideas, que es un pane­
gírico constantemente aplaudido del esfuerzo
salesiano en la Patagonia.
Y se forma la comitiva para dirigirse a la
Municipalidad, donde lo saluda también, en
nombre del pueblo, el Presidente Municipal
Sr. Don Enrique Inda.
Terminado el discurso, entre fragorosos
aplausos, el Sr. Obispo pasó a la Casa del
pueblo donde debía revestirse de pontifical. Se
forma la imponente manifestación religiosa y,
bajo palio, Monseñor Esandi hace su ingreso
triunfal en la Catedral.
La plaza Alsina y las adyacencias de la
misma están repletas de un gentío enorme
que aplaude sin cesar al paso del Ilustre Pre­
lado, mientras la Scola Cantorum de Fortín
Mercedes inicia sus cantos y Su Excia. avanza
con paso firme y grave, bendiciendo constan­
temente bajo una lluvia de flores. Al llegar
al altar, la bandera histórica del regimiento

la te r io r d« U ca ta d ra l d« V i« d m a .

N° 7 sostenida por los conscriptos, juntamente
con los estandartes y banderas de la Cia. de
Boy Scout Argentinos y del Círculo de Obre­
ros, se inclinan, y después de breve oración,
se da comienzo a la ceremonia, leyendo el
Cura Párroco Pbro, Antonio F. Fernández,
desde el pülpito, las dos bulas por las que S. S.
Pío XI designa a Mons. Nicolás Esandi, y pide
a todos sumisión y obediencia al nuevo Pastor.
Acto seguido, el Inspector Salesiano Pbro.
Francisco Picabea, en elocuente discurso, pre­
senta su saludo al Sr. Obispo, haciéndole ofi­
cialmente entrega de la Diócesis.
Después el P. Picabea pone en manos del
Sr. Obispo un precioso pectoral de oro, usado
por Mons. Lasagna y Ñtons. Cagliero, como
ofrenda de los Salesíanos de éstas que hasta

282 —.

hoy han sido las Misiones Salesianas de la
Patagonia.
Y se hizo la toma de Posesión, que fir­
maron todas las autoridades presentes al acto.
Recepción y Lunch en la Gobernación. — Fué
este uno de los actos que merecen especia!
mención, por la numerosa concurrencia y el
entusiasmo reinante.
AI hacer Monseñor su entrada en el Salón el
Señor Gobernador del Territorio Ing. Adal­
berto T . Pagano, en una improvisación que
arrancó aplausos, con palabra elocuente y
galana, ofreció al Primer Obispo de Viedma
la colaboración de su gobierno. Siguiéronle
en el uso de la palabra el Rdo. Dr. CarlosPesce Battilana, los P P. Pedemonte y Boigatti
y el Secretario de la nueva diócesis P. Raúl
Entraigas, cosechando todos grandes aplausos.
Al finalizar, su Excelencia, impresionado
por el significado del homenaje, expuso la
misión que la Divina Providencia le con­
fiara, manifestando que era su más vehemente
deseo continuar el programa del apostolado,
comenzado por los beneméritos y abnegados
hijos de Don Bosco que, cual un Monseñor
Cagliero, Pagliere, Pedemonte y otros, dejaron
en la Patagonia huellas imborrables de su pro­
ficua labor.
E l banquete en el Argentino. — A las 12,30
sirvióse el banquete-homenaje en el Salón del
Teatro Ai^entino de la Sociedad Obrera de
Socorros Mutuos, que lo cedió galantemente.
Doscientos comensales rodeaban al Sr. Obis­
po. Fué empeño de la Comisión presentar
en este banquete los vinos exquisitos y la
rica fruta del Alto Valle del Río Negro y
del Chubut, como también los postres, que
fueron preparados por apreciables familias de
nuestra sociedad.
El Secretario General de la Comisión, Sr.
Don Fernando F. Soler, ofreció la demos­
tración. Fué su discurso interrumpido por
prolongados aplausos, cuando feliz y oportu­
namente se dirigiera al Sr. José Esandi,
padre del homenajeado, que estaba allí pre­
sente. Hablaron a continuación otros varios
y distinguidos comensales.
Y el Sr. Obispo, profundamente emocio­
nado y en medio de fragorosos aplausos,
levantóise para dar las gracias: a las digní­
simas Autoridades, al clero, a los salesíanos
e Hijas de María Auxiliadora, a las Asocia­
ciones, a las juventudes, a las Comisiones que
tanto se habían movido en obsequio suyo; en
una palabra, a todos sus muy amados diocesa­
nos. Antes de terminar, tuvo para su anciano
padre palabras filiales, transidas de vene-

B a h ía B la n c a . • L o s e x a lu m n o s s a le s la n o s c u m p lim e n ta n a M o n s . E sa n d I, a s u p aso p o r la e sta ció n .

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1^ ' ' '

V ie d m a . • £ b e l a tr io d e la c a te d ra l, eep eta n d o a l S r . O b l^ M .

ración y amor, y levantada la mesa, entre
músicas y alegría, abriéronse de nuevo, para
el vecindario en fiesta, las puertas de la
catedral, cuyas campanas invitaban solemne­
mente a la función de Vísperas.




Día 23 — Reparto de comida a 1000 pobres,
por ministerio de las beneméritas Damas de la
Conferencia de San Vincente de Paúl de Vied­
ma. — Pan, carne, fideos, yerba mate y azúcar,
siendo generosamente donados los 900 kilos
de carne por los Señores Don Andrés Iribarren
y Don Nazario Contín.
Día 25 — Ultimo de los festejos. Jomada
Eucarística para hombres — Retreta — Des­
file de autos.
Este último acto, que tuvo lugar a las 21,30,
fué sin duda uno de los más brillantes, con
haberlo sido todos de un modo excepcional.
Viedma entera y Patagones volcáronse en la
plaza Alsina y delante de la catedral, y cien
automóviles ocupados por lo más granado de
ambas ciudades, esparcieron aires de triunfo
y alegría por calles y avenidas, hasta dejar
instalado al Sr. Obispo en su residencia, pro­
fusamente iluminada, mientras el público se
desgranaba por todas partes, entre toques de
bocinas, bombas de colores y de estruendo,
vivas, burras y aplausos, que hacían extremecer la capital, vestida de flores, esplendente
de luces y llena de regocijo y de fe cristiana.



Las fiestas en obsequio del Sr. Obispo se
prolongaron todavía durante varios días, pues
todo loque en Viedma vale y significa hubo de
preparle su agasajo, rivalizando unos con otros
en la exteriorización de su afecto.
Para no hacernos interminables, haremos una
simple enumeración de actos; al lector no le
será muy difícil suplir con su imaginación el
aparato exterior de que deliberadamente los
hemos despojado.
El mismo día 19, al salir de Vísperas, los
150 estudiantes salesianos de Fortín Mercedes
improvisaron, en el atrio del templo, una de­
mostración simpatiquísima, que llegó a adqui­
rir momentos de grandiosidad y colmó la satis­
facción del vicindario.
Día 20 — Jornada Eucarística y Homenaje
de las Asociaciones Femeninas, en el Colegio
de las Hijas de María Auxiliadora — Buenos
regalos, música escogida y gran profusión de
discursos.
Día 21 — Demostración en el Círculo Ca­
tólico de Obreros, organizada por esta entidad,
Centro de Exalumnos y Asociación de San
José. — Concurridísimo Lunch, valiosos re­
galos de cada una de las agrupaciones, y des­
bordes de elocuencia juvenil.
Día 22 — Misa y homenajes en la vecina
ciudad de Patagones (orilla izquierda del río
Negro) — Agasajos en los Colegios de San
José y María Auxiliadora y visita de Mon­
señor al hospital de la ciudad

PERU’ - Lima. — El Rvdo P. José Reyneri, ha sido condecorado por el Exemo
Sr. Presidente de la República con las
insignias de “ Comendador de la Orden
del Sol” .

Con motivo de haber sido destinado el
P. Reyneri, Inspector hasta ahora de Perú y
Solivia, a ocupar la Inspectoría Argentina de
San Francisco de Sales, los salesianos, coope­
radores y amigos de aquellas dos Repúblicas
le han prodigado grandes demostraciones de
cariño, y el Presidente, Exemo Gral. Benavides.
le ha hecho objeto de distinción altísima

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Crónica de ¡as G racias
conseguidas p o r mediación de María Auxi­
liadora, de San Juan B osco y de nuestros
Siervos de Dios
ESPAÑA Astudillo, 4 de mayo de 1935. — En
septiembre del pasado año ful a Italia para acompa­
ñar a los Aspirantes Misioneros de este Colegio que
debían hacer el Noviciado en Villa Moglia (Turín).
A los tres días de llegar a la cuna de nuestra amada
Congregación, uno de ellos, Angel Abad, se puso
gravemente enfermo con una fiebre altísima.
Los doctores de cabecera creyeron tratarse de! Tifus
o de una septicemia, y ordenaron su inmediato tras­
lado al Hospital de San Giovanni. En situación tan
apurada, por la gravedad del mal y ante la pena
de perder una excelente vocación Misionera y que
la muerte le sobreviniese a los pocos días de haber
abandonado su Patria y su querida familia, acudimos
con una fe ardiente e ilimitada confianza a la potente
intercesión de S. Juan Bosco, comenzando una nosena, ante la urna que contiene sus gloriosos restos.
A pesar de que no notábamos ninguna mejoría,
no perdimos nuestras esperanzas , y, además de con­
tinuar haciendo otra y otra novena, interesamos a
los aspirantes de Astudillo y demás Colegios Mi­
sioneros Salesíanos. Don Bosco se dignó al fin oír
nuestras oraciones, y después de un mes de terri­
bles alternativas y penosa incertidumbre, ignorando
en concreto los competentes doctores del acredi­
tado Hospital, de qué se trataba, fué desaparecién­
dole la fiebre. Hoy hace ya varios meses que dis­
fruta de perfecta salud y está haciendo regularmente
su Noviciado, sin sentir la menor molestia. Su cu­
ración fué completa. Sumamente agradecido a Don
Bosco, hago pública la gracia, para que otros se ani­
men a recurrir en casos apurados a su valiosa inter­
cesión.
E s t k b a n R uiz PbroE SP A Ñ A (Cuenca) Imesta, abril de 1935. —
Estando sufriendo de fuertes dolores en una pierna
y no sintiendo mejoría con los remedios de la ciencia,
supliqué a San Juan Bosco me librara de tal siniación. aplicándome a la vez su reliquia en la parte
dolorida. A las pocas horas, el dolor desapareció
como por encanto. Muy agradecida por tan seña­
lado fa\'or, envío una pequeña limosna para el
nuevo Altar del Santo en la Basílica de María Sma.
Auxiliadora, en Turín, esperando me siga ayudando
V protegiendo con los míos.
Isabel T

om as db

S errano.

ESPAÑA (Canarias) Las Palmas — 17 mayo de
*935' — Desde dos años acá, \'engo hallándome falto
de los imprescindibles recursos para atoider á múlti­
ples y agobiantes compromisos económicos, p«o,
mediante novenas sucesivas, invocando a la Sma.
Virgen Auxiliadora por intercesión de nuestro Santo,
Juan Bosco, notaba que poco a poco se me abrían
puertas y se me facilitaba el cumplimiento de tales
compromisoe; sin embargo, como a fines de este

286

mes de Mayo expiraba el plazo para satisfacer una
deuda considerable y carecía hasta de las necesarias
garantías para encontrar el dinero indispensable,
me encomendé fervorosamente a la Sma Virgen
Auxiliadora y al glorioso San Juan Bosco, mediante
novenas que comencé a principios de este mismo
mes, y estando a la mitad de la segunda novena, me
vf sorprendido por el espontáneo ofrecimiento de
un íntimo amigo mío que me sacó del terrible trance.
Y como esto, y muchas otras gracias recibidas, son
fruto exclusivo de nuestra divina Madre y del tau­
maturgo Santo, por quienes siento predilecta de­
voción, y a los que prometí en mis oraciones que,
de concederme esta gracia, habría de ofrendarles
un donativo para el Altar de San Juan Bosco y demás
obras de ampliación del Santuario de la Virgen en
Turín, y manifestarlo públicamente, cumplo mi pro­
mesa, expresando mi profunda gratitud a mis celes­
tiales Protectores.
Jo sé H

ernández

S án ch ez.

A R G E N T IN A (Buenos Aires) Bernal, febrero 5
de 1935. — Profundamente agradecido a San Juan
Bosco, hago pública mi gratitud; pues encontrán­
dose mi hijito de 2 años gravemente enfermo y
temiendo por su vida, acudí al Santo, implorando
su intercesión, e inmediatamente me oyó benigno,
como lo ha hecho en otras, diversas circunstancias.
C

arlos

T

ortello.

CO LO M BIA (Valle) Co/r, febrero de 1933- —
Atormentada por una cruel enfermedad a) hígado,
acudí a María Auxiliadora y a San Juan Bosco en
demanda siquiera de algún alivio. Mi súplica fué
en seguida benignamente atendida, por lo cual doy
gracias a mis Protectores.
A poco de con-seguir la susodicha gracia, hallá­
base en el campo una hija mía, cuando fué sorpren­
dida de extraños y agudísimos dolores. En la im­
posibilidad de acudir a los médicos, recurrimos a
María Auxiliadora y a San Juan Bosco, y los do­
lores desaparecieron casi instantáneamente.
T . L . DE H

ern án dez.

MEJICO (Michoacán) Mordía, 24 de mayo 1935.
— Encontrándome en grave apuro para presentar
mi examen profesional en leyes, s^ ú n mi costumbre,
me encomendé a la Virgen Santísima Auxiliadora
y a mi Patrono San Juan Bosco. Después de breves
y fáciles gestiones obtuve con toda oportunidad lo
que tanto deseaba. Por tal motivo doy gracias rendi­
das a mis Santos Protectores y envío una oferta
para las Obras Salesianas.
Ju a n

Ibarrola B .

MEJICO (Michoacán) Ziritxícsáaro, marzo 30
de 1935. — En uno de los conflictos político-reli­
giosos que conmueven a este país, filé encarcelado
uno de mis familiares, acusado de sedición contra el
Gobierno, llevándolo al cercano pueblo de Mara
vatio, en febrero del presente año, y dejando a su
esposa, hijitas, padres, abuelos y demás familia su­
midos en la más honda tristeza.
En esas horas angustiosas, pa«a»rtag entre continuos
sollozos, pero confortados por nuestra fe, invocamos

de rodillas el fevor divino por intercesión de María
Sma. Auxiliadora y de San Juan Bosco, haciendo
a la vez celebrar una misa por la liberación de nuestro
ser querido, y Ellos vinieron sin tardanza en nuestro
socorro, pues a los tres días tuvimos el irunenso con­
suelo de ver regresar a nuestro lado a quien creíamos
todavía encarcelado, ya sano y salvo.
Hoy, retornada la paz a nuestro hogar, damos
infinitas gracias a nuestros amados Protectores y
abogados, deseando a la vez sea hecho público este
señaladísimo favor
M áximo C ha\’ez.
PERU Callao, 6 de mayo de 1935- — Hallán­
dome muy errferma y en vísperas de una operación,
a la cual yo tenía horror, puse toda mi confianza
en la intercesión de mi buen Padre San Juan Bosco,
y me sometí a ella. Hoy, grandemente agradecida
por encontrarme bien, cumplo con la promesa de
hacer pública esta gracia por medio del Boletín Salesiono y enviar una limosna para los fines de las
Obras Salesianas.
M. A. DE LA C.
VEN EZU ELA San Fernando de Apure, 26 de
abril de 1935. — Cumplimos con el deber de hacer
público que habiendo hecho una novena a San Juan
Bosco para obtener la salud de nuestra querida ma­
dre, muy enferma con bilharsijosis aguda, ofrecién­
dole introducir su devoción en estos extensos Lla­
nos venezolanos, en donde todavía no se le conoce,
y publicar la gracia en el Boletín Salestano, empezó
la mejoría, y hoy, día de su fiesta, pudo la en­
ferma, junto con nosotros, asistir a la misa can­
tada que, en honor del Santo Fundador de los
Salesianos, se había mandado celebrar. Enviamos una
pequeña limosna para e! altar que se construye en
su honor en la Basílica de María Auxiliadora en
Turín.
H ermanos M arcano L eón.

M é j i c o (Guanajuato) VaHe de Santíngo. María
del Refugio González.
M E J I C O (Hidalgo) Tulonángo. Felipe Olvera —
Amelia de la C. Olvera.

Por intercesión del Ven. Domingo Savio
y otros Siervos de Dios.
A R G E N T IN A San Carlos de Bariloche, 8 de
mayo de 1935. — Tenía que pagar un documento
y no tenía dinero. Pedí al Vble. Domingo Savio
me ayudara en este trance, prometiendo rezarle
todos los días un padre nuestro, avemaria y gloría;
r^alar a la iglesia de Bariloche la efige de D. Bos­
co y mandar el material para tapizar sus paredes.
El día del vencimiento se me concedió prórroga y
facilidades para el pago, de un modo para mí ines­
perado.
Venerable Domingo Savio, gracias te doy de todo
corazón!...
C o n r a d o S. M o l i n a .
MEJICO Capital, 15 enero de 1935. — Doy
gracias a Domingo Savio porque estando mi hijo
enfermo y temiendo fuera de gravedad, se lo en­
comendé, y el gracioso y santo jovencito Domingo
Sa^do intercedió con María Auxiliadora y con San
Juan Bosco, consiguiendo la salud casi instantá­
neamente.
V . L. M.
E SPAÑ A Fuerte-Ventura — Da gracias al Siervo
de Dios Miguel Rúa por un favor recibido.
M a r í a H. G a r c í a y G a r c í a .

N ECRO LO G IAS
S A L E S IA N O S D IFU N TO S.

Dan también gracias a Dios por favores recibidos:
España - Barcelona. — Sra Soler Vda de Shelly.
España (Coruña) Santiago. — Mercedes García
de Comellas.
A rgentina - Buenos Aires. — Sara López Jordán.
C o l o m b i a (Santander) Gtrón. — Nicolás Rey
— Domingo Calderón - María Rey G. - Irene Man­
tilla - Carmelita R. de Lizaraza - Julio Balaguera Heliodora Rey - Ramón Prada G.
MEjiCO Capital. María R. de Romo — Francisca
Malagón — Laura A. Vda de Baeza — María L.
Palacios Hope — Teresa de Villar — Luisa F. de
Taw» — Angel Pérez Angulo — Mai^arita A- de
Barrera — Concepción Z. de Rozado — María T .
de Herrera — Esther T . de Martín — Dolores M.
de Vülela — Carlos Cerda — Guadalupe Rodríguez
— Rafeela hf. de López — Sara Cervantes — G.
Barríentos — Guillermina L . de Pérez
X . F. C.
— María Esther Cald»thi — Ignacia Bolantút —
MEjico (Guadalupe) Hidalgo. M . Herrera — Gua­
dalupe I. de Herrera.
hlcjicx) (Guanajuato) León, L uz Vda de Aldana.

Pedro PiacenzQ, sacerdote — de Feisoglio (Italia)
t en Tokio, d 2 de Junio de 1935.
Francisco Liberti, coadjutor — de Cava de Tirrení
(Italia) t en Puebla (Méjico) el 22 de Febrero de 1935*
fosé Solari, sacerdote — de Borgomanero (Italia)
■ J en Guaratinguctá (Brasil), el 5 de Marzo de i 935Armando Hamel, sacerdote — de Coutances (Fran­
cia) f en Md!e»-lez-Toumai (Bélgica) el 13 de Marzo
de >935Tareisio Dalia Nora, clérigo — de Mansue (Italia)
t en Montechiarugolo (ídem) el 31 de Marzo de
*935Pedro Guillermo Quiynen, clérigo — de Dongen
(Holanda) f en El Cairo, el i® de Abril de i 93SAgustín Oscila, sacerdote — de Carmagnola (Ita­
lia) t «n Mathí Torinese (ídem) el r® de Mayo de
*935DanU Carien, sacerdoU — de Florencia t en
Montechiartigolo (Italia) el 11 de Abril de 1935Héctor Leonardi, sacerdote — de Vo d’Avio (Italia)
t en T rieau (kkm), d 16 de Abril de 1935-

287

C O O P E R A D O R E S D IF U N T O S

Don José B. Scapíno.
Muiió en Rueños Aires el día 2 de abril.
Todo lo que se diga de su vida de piedad y de
su celo por la gloria de Dios es pálido ante la rea­
lidad.
Amor, y mucho amor; luz y más luz; verdad
y más verdad; he aquí la base de su gran aposto­
lado seglar.
Dechado de todas las virtudes, lo era especial­
mente de la caridad, que practicaba y hacía prac­
ticar a numerosos jóvenes alumnos del Colegio Pío IX,
de quienes se hacía acompañar en sus visitas a los
pobres.
Poseía un espíritu eminentemente salesiano que
lo impulsó siempre a estrechar vínculos con los
Hijos de D. Rosco y sobre todo con su muy amada
Parroquia, a la cual consagró sus generosas energías.
Cuando las hordas revolucionarias amenazaban y
atacaban los conventos y casas de Religión durante
la semana trágica de Buenos Aires, nuestro llorado
amigo cooperó desinteresadamente en la defensa del
Colegio de María Auxiliadora. Habiéndose enterado
de un proyectado asalto al Colegio del Niño Jesús,
se proveyó de vestidos de mujer, con los cuales se
presentó a aquella casa religiosa, y consiguiendo
que las Hermanas se vistieran con los mismos, las
hizo alojar en varias casas de Almagro.
Cuando su enfermedad le impidió llegarse hasta
la Iglesia, se hacía llevar el Pan de los fuertes a su
hogar, todos los domingos y fiestas de precepto.
Con la tranquilidad y la paz más edificantes su­
frió las crueles alternativas de una dolencia que le
retenía prisionero en su hogar, lejos de las obras de
apostolado que eran el objeto de su vida.
Llegada su hora postrera, recibió con unción los
Santos Sacramentos y entregó al Creador su exqui­
sita alma.
Con motivo de su muerte se puso de manifiesto
el hondo pesar causado por su desaparición. Visi­
taron lu capilla ardiente, entre otras personalidades,
el Exemo Sr. Arzobispo de Buenos'Aires, el Arzo­
bispo de Santa Fe, así como numerosos prelados y
sacerdotes de di\ersas órdenes y congregaciones, y
un numeroso concurso de amigos y conocidos.
i Paz en su tuntha'

Don Rafael Córdoba Z.
En la ciudad de Pasto-Colombia, a la a\-anzada
edad de 88 años, entregó su espíritu al Creador en
el mes de marzo pasado, el señor Rafael Córdoba Z.,
entusiasta Cooperador Salesiano. Caballero sin
tacha y cristiano ejemplar, fué probado duramente
por Dios N. S., sin que jamás se le hubiera escapado
una sola queja, pues su frase fa\-orita era: «Dios
lo ha querido así, que se cumpla su santa roluntad ».
Por muchos años sirWó con entusiasmo de agente
del Boletín Salesiano, hasta que sus achaques le
obligaron a dejar esa noble tarea que se había im­
puesto. Perteneció a una generación de católicos
ejemplares que practicaban la religión sin ningún

288

Cm

de ¡mo

E iI iM t iH iI t iI o T V ^

respeto humano. Dios le premió sus virtudes con­
cediéndole una larga vida, hasta que se lo llevó a
darle el premio prometido a los que le sirven con
fidelidad. Mientras enviamos a sus tres hijos nues­
tro más sentido pésame, rogamos a los coopera­
dores ofrecezcan abundantes sufragios por su alma.

Señorita Adela García López.
En Concepción (Chile) falleció el 28 de febrero
p. p. a las 10,30 p. m. esta benemérita Cooperadora
Salesiana, confortada con todos los Santos Sacra­
mentos, después de una larga dolencia que supo
sobrellevar con cristiana resignación.
Baja a la tumba la señorita Adela García López,
después de haber vivido una vida entregada toda
entera a las obras de misericordia y en socorrer a
los pobres, en las diversas sociedades de que for­
maba parte.
Pertenecía a la Acción Católica del Sagrario; fué
su activa secretaria desde su fundación; hija de
María del Colegio del Sagrado Corazón, siendo su
tesorera desde hace cuarenta años; era también
miembro del directorio de las Hermanas Terceras
de Santo Domingo.
No hubo obra de caridad en que ella no figurara
y diera sus generosas limosnas.
Presentamos nuestro sentido pésame a su dolo­
rida familia y numerosas amistades.

Doña Eusebia Luengo Gonzáles.
Falleció en Fontiveros (Avila-España), el día 16
de mayo de 1935. Alma generosa e íntimamente sa­
lesiana, Dña Eusebia seguía con particular cariño el
desarrollo siempre creciente de las Obras de San
Juan Bosco, a las que prestó su apoyo fervoroso y su
simpatía desinteresada, por espacio de 40 años.
Muy devota de María Auxiliadora, procuró, con
incansable ardor, inculcar su devoción y propagar
su culto a cuantos tenían con ella relaciones, sobre
todo entre los Cooperadores, cuyo número incansa­
blemente procuraba aumentar.
Los Salesianos no olvidaremos nunca a tan buena
y entusiasta Celadora, cuya alma encomendamos
muy encarecidamente a las oraciones de nuestros
lectores, a la vez que enviamos nuestro sentido
pésame a sus deudos, especialmente a doña Vitorina
López, hija política de la piadosa finada, que espon­
tánea y generosamente se ha ofrecido a sustituir a su
madre política en el apostolado de la propaganda
salesiana.
C o l o m b i a (Valle) Cali. — Femando Mosquera Femando Perea - Pascual Escobar - Clementina
Manzano - Rosina Chárria B.
E s p a S a - Málaga. — José M. Cañizares Zurdo Dr. Ramón Oppelt y Sans - Narciso Díaz de Escobar.
C o l o m b i a (Valle) Caldono. — Darío Suárez.
C o l o m b i a (Valle) Silvia. — Rosalía Hurtado Teodolinda Machado - Daniel Machado.
C o l o m b i a (Santander) Girón, — Medardo Navas
- Ramón Gonzále .
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eekeiéeliam. — D irectar-resfOM able
EJÍIm

la te rM c ia M l - Terte. C e t m

D . G U ID O F Á V IN I
M ar^ er^

tn

y

TESORO ESPIRITUAL
Relación de las Indulgencias Plenarias
que los Cooperadores Salesianos pue­
den ganar, en e l transcurso d el año.
i. — Una vez cada dia, elevando a Dios, en niedio
del trabajo y aunque sea sólo mentalmente, una piadosa
invocación atalquiera, previas las demás condiciones or­
dinarias, o sea el estado de gracia, la confesión y co­
munión sacramentales y la visita a alguna iglesia
u oratorio público, rogando por la intención del So­
berano Pontífice.
Esta indulgencia del trabajo santificado pueden
ganarla, los Cooperadores Salesianos, Hijas de
M. Auxiliadora y sus respectivos alumnos y exa­
lumnos. Si, hallándose en estado de gracia, se sigue
repitiendo la misma piadosa invocación u otra cual­
quiera durante el trabajo, se puede ganar, cada vez.
una indulgencia parcial de 400 días.
2 . Un dia de cada mes, el que uno elija.
3 . El dia en que se hace el piadoso Ejercicio Mensual
de la Buena Muerte.
4 . El dia en que se asiste a la Conferencia Mensual
Salesiana.
5 - El día en que uno inscribe su nombre en la ría
Unión de Cooperadores Salesianos.
b - El dio en que por primera vez se consagra uno al
Sgdo. Corazón de Jesús.
■ Cada vez que practique los Santos Ejeracios Es­
pirituales, de ocho dias.
S - A la hora de la muerte, con tal que, confesado y
comulgado o por lo menos arrepentido de sus peca­
dos, invoque, con los labios o ron el corazón, el
nombre sacratísimo de Jesús.

BN C A D A U N A
de

0

las

s ig u ie n t e s

FIESTAS:

M O V IB LE S.

18 - Cátedra de San Pedro en Roma.
23
- Desposorios de la Sma Virgen.
25 - Conversión de San Pablo.
2Q - Fiesta de San Francisco de Sales.
resRK RO

2 - Purificación de la Sma Virgen.
22 - Cdtedra de San Pedro cu Antioquia.
MARZO

19 - Fiesta del Patriarca San José.
25 - Anunciación de la Sma Virgen.
MAYO

3 • Invención de la Santa Cruz.
8 - Aparición de San Miguel Arcángel.
II - Aniversario de la Coronación de Marta
Auxiliadora.
24 - Fiesta de María Auxiliadora.
jU N lO

24 - Satividad de San Juan Bautista.

29 - Fiesta de San Pedro y San Pablo.
30 - Conmemoración de San Pablo.
JULIO

1 . Preciosa Sangre de Ntro Señor Jesucristo.
2 - Visitación de Ntra Señora.
16 - Fiesta de la Vi'rgat del Carmen.
AtJOSTO

6 - Transfiguración del Señor.
15 . Asunción de la Sma Virgen.
16 • Fiesta de San Roque.
SETIE-MHRK

Natnidad de la Sma Virgen.
Didcisimo Nombre de María.
Exaltación de la Sania Cruz.
- Los Siete Dolores de la Sma Virgen.
29 - Dedicación de San Miguel Arcángel.
OCTUBRE

Sagrada Familia (el primer domingo después de la
Epifanía).
. n ^ »
Dolores de la Sma Virgen (El vjemes de Pas;ón).
Domingo de Ramos.
Pascua de Resurrección.
.■ iscensión del Señar.
Domingo de Pentecostés.
Fiesta de la Sma Trinidad.
Corpus Christi.
Fiesta del Sdo Corazón de Jesús (primer ^^emes
después del Corpus).
Fiesta del Sdo Corazón de María (dia siguiente de
anterior).
2) FIJAS:
ENERO

1 - Circuncisa del Señor.
2 - Santísima Sombre de Jesús.
6 - Epifanía.

7 . La Virgen de! Rosario.
I I - Maternidad de María.
16 • Pureza de María.
NOVIEMBRE

21 - Presentación de Ntra Señora.
22 - Fiesta de Santa Cecilia
DICIEMBRE

8 - Inmaculada Concepción.
25 - Natividad de Jesús.
ycw Para lucrar las entedichas Indulgencias se re­
quiere, además de las condiciones ordinarias, que
los Socios de la Pía Unión recen cada día un Padre­
nuestro, Avemaria y Gloria, con la invocación SancU
Francisce Salesi, ora pro nobis, según la intención
d d Romano Pontífice.

Obras últim am ente recibidas:
L O SO B R E N A T U R A L E N D O N BO SC O . — Un
tomo de más de 400 pdgs. de Nice Lotus. Biblioteca
de Doctrina Católica. Calle Brasil. 864 • Buenos
Aires.
I5c buena Rana, si no fueran tan largos, recogeriamos los unánimes y entusiásticos juicios que ha
hecho sobre esta obra la prensa de Buenos Aires,
especialmente los rotativos « La Prensa » y «El Pue­
blo ». Resumiendo:
Dice • La Prensa *: — La obra se propone hacei
conocer la personalidad de D. Bosco • a las masas
ignaras y a las minorías displicentes » según expre­
sión dei autor, como argumento apologético en favor
de la vitalidad siempre creciente de la Iglesia Ca­
tólica.
Es un ingenioso e inteligente estudio, en el se ha
ordenado hábilmente el acervo documental que ha
ido formándose con la serie interminable de obras
y milagros debidos a D. Bosco. Poi lo mismo el
contenido de este libro tiene un gran valor informa­
tivo, especialmente respecto a las obras misioneras
y de educación, creadas y patrocinadas por el Santo.
Dice ♦ El Pueblo *: — La obra de Nice Lotus es
clara y diáfana como un silogismo. Tal es su clari­
dad y trasparencia como pan» que la entiendan pár­
vulos y gusten sabios. Su pórtico es una explanación
de la idea de santidad, y por él se entra en la vida
sobrenatural de Don Bosco.
I luy en esta obra capítulos que. por lo argentino»
llaman extraordinariamente la atención. Entre ellos,
cabe notar los títulos: El Adelantado de la Patagonia
V Panorama Salesiano

Siempre, al tratarse de producciones literarias se
habla de broche de oro. Bien suele ser, no pocas
veces, un broche de similor. Este libro sí que tiene
su broche de oro, y es « La plegaria a Don Bosco »,
donde el autor pide al Santo que la divina virtud de
la caridad una a los hombres todos. Bella, muy bella
es esta oración o plegaria del sacerdote-poeta que
siente, en su propia carne, los dolores de los hijos
de su siglo.
Al concluir de leei este libro, la imagen del Santo
Apóstol queda para siempre dueña del espíritu.
Añadiremos nosotros a estos y otros juicios de la
prensa bonaerense que el autor de « Lo Sobrenatural
en Don Bosco » es un joven sacerdote salesiaxu) de
sólida cultura, y poeta que honra a la nación argen­
tina, y que este voluminoso tomo sobre Don Bosco,
a pesar de su variedad de argumentos, no sólo no
fatiga, sino que, lleno de agilidad y elegancia, lleva
al lector de emoción en emoción y de sopresa en
sorpresa, obligándole a no soltar el libro hasta ha­
berlo leído, de la cruz a la fecha.
BR EV E T R A TAD O D E RELIG IO N - Por José
Mortarino. Traducción de la 8® Edición italiana,
por Cipriano Montserrat, Pbro. Un vol. de 1 1 X 16,
de 286 págs. Rústica, ptas 2,50; encartonado,
ptas 3 (Por correo certificado 0,30 de más). Luis
Gili editor. Barcelona. Calle Córcega, 415.
La 1° edición de esta obra se agotó en menos de
dos años, y esto bastaría para demostrar lo excelente
de sus cualidades intrínsecas. Los maestros de Re­
ligión y los catequistas han hallado en ella un texto
ideal para sus alumnos, dadas las condiciones emi­
nentemente didácticas de que el autor ha sabido
dotarla. I^a Sagrada Congregación del Concilio hubo
de distinguirla con su aprobación
EL TRIU N FO DE L A FE - Opúsculo de * Lecturas
Católicas * de Buenos Aires.
C A M IN O D E G LO R IA {Cuentos para müos) Imprenta Moderna de Alguero y Baiges - Tortosa (España).

I

I

Fecha
1935.09