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Título
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BS_1936_05
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Descripción
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Boletín Salesiano. Mayo 1936
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extracted text
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M A Y O 1935
Año LI - N. 5
k e v i s t a
d e
l a s
o b r a s
de
d o n
b o s c o
INSCRIBÍOS EN LA PÍA OBRA
DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
DE ROMA
¿ Quién no conoce la O irá dd ^ d o Coraxóa
de Jesús?
Fué fundada por el Primer Sucesor de San
Juan Bosco, y benignamente aprobada por
S. S , León X I l l el 30 de junio de 188S.
C or sólo la limosna de una peseta, u otra
moneda equivalente, se adquiere derecho a
participar de todas las oraciones y buenas
obras de la Sociedad Salesiana y a la aplicación
de seis misas, que se celebran todos los d te ,
a perpetuidad, en nuestra Basílica del Sgdo
Corazón de Jesús de Rozna, dos en el altar
mayor, dos en el de M aría Auxiliadora y dos
en el de San José.
Ix)s que se incriben en la Obra Pía pueden
aplicar el fhito de estas misas á sí m ém os, o
a otras personas,-; vivas o difuntas, y variar la
intención c u a n ta . treces Ies plazca.
L.as limosnas r á b id a s por este om docto
destíñanse, de modo excluavo, a promover la
gloria de Dios y k » intereses culturales de la
sociedad, a c o g i d o a niños pobres y abando
nados, para aducarlos cristianainente.
¿Q uién no contribuirá, pues, con algunos
céntimos, que con tanta facilidad se gastan,
a esta invitacKhi paternal de San Juazt Bosco
y de la Iglesia, in^nrada en ideales tan nobles
y caritativos?
¿ Q uién no siente la noresidad de as^urarse
la beneverfenda divina, en este muzKÍo y en d
otro, mediante la ^)licación cte los mérims
infinitos del Santo Sacrificio del altar?
¿ Q uién no tiene almas queridas, vivas o £ funfc^, a quienes obsequiar con tan espléndido
r ^ a lo e^ iritu al ?
No tardéis en pedñ Hfqas de suscripdm.
Rectc» M a t o s
db los
S alesianos .
Cottoiengo 32 - T u ifn (109) (Italia).
Las limosnas pueden eteciarse al mismo Rector
Mayor o directamente a nuestra casa de Rama. Ospizío Sacro Cuore - V ia Marsala, 42.
Normas para los corresponsales de
Boletín Solesiano
X . — Recibimos siempre con :^radecimiento cuantas informacíODCS se nos quieran enviar,
que, de a^ún modo, pueden interesar a las Obras Salesianas. Aunque todas evidentemente ito
podrán ser publicadas, servirán para enriquecer ei Archivo de nuestra Casa Madre.
2.
Las croniquillas de fiestas o acontedmientos de especial importancia deberán ser breves,
se evitarán en cDas repeticiones y detalles innecesarios, y , de ser posible, se escríbirán a máquina
con líneas bien espsoadas.
3.
Sohro rarísimas excepciones, la R o ista no publica poesías ni trabaos ajenos a la Otna
Salesiana. N o inserta el ncnnbre de los autores ni devudve (xiginales.
4. - Siendo, de hecho, nuestro Boletín una Revista ilustrada, rogamos encarecidamente el
envío ^ buenas y luminosas fotogra& s. H oy, im simple grabado dice a veces más que ana crómea,
y, cuando acompaña a ésta, la avalora de modo extraordinario. Aviven pues su celo nuestros conesponsafes, quienes deben saber a este respecto que de los diarias ilustrados que nos envían
DO es posiMe reprodudr ningún grabado.
5 . —• A los que tienen la b(»dad de remitimos gracias o oecrotogías hemos de asegurarles
q\ie, de
a nuestro poder,
tarde o snúx tcmpraim las w rá n publicadas. S i a veces p a rece
sólo el Dombee, es, o porqu e no rcdbim as otra cosa, o porque a última hora nos viene a fidtxr
espacio, o porque la relación carece de especial interés.
T
REVISTA DE
LAS O BRAS D E
DON B O SC O
REDACCION
Y
BOLETIN
SALESIAN O M
Avo
Año L I - Número 5
ADMINISTRACION:
VIA
COTTOLBNGO,
3a
TUR IN
( log)
ITALIA
SUMARIO: Bajo el manto de Marta Auxiliadora. - Cóm o quería Don Bosco el teatro en sus casas. - ‘Memorias
de mi madre” . - La obra de Don Bosco en España y América: Alcoy, Fervor de obras; Bilbao, En el Oratorio
Festivo de Eleiabarri; Las Palmas, En favor del tem plo del Tibidabo; Ronda, Una pequeña escolta de honor
para el Smo Sacramento; Santander, Nuevo monumento a San Juan Bosco; S. José de Misiones. Distribución
de premios en la Escuela ARricola Salesiana “ Pascua! G entilini” ; Viedm a, Con brillantes resultados fué conm e
morado el Icr aniversario del X X X II Congreso Eucaristico Internacional; Mosquera Visita gratísim a de! Exmo Pre
lado diocesano; Magallanes, Ecos de la ñesta de la Purísima; Lim a, El primer Congreso Eucaristico Nacional. De nuestras Misiones: Macas, L a ñesta de San Juan Bosco en “ Sevilla Don Bosco"; Katanga, Nuestra Misión
bajo la furia infernal de una espantosa tromba de agua. Ruinas y victim as. • Crónica de las gracias. - Necrologías
Cóm o se bailan actualmente las obras del Santuario
Bajo el manto de María Auxiliadora.
U n a A s o c ia c ió n p r o v id e n c ia l. — A l día
siguiente de haber sido consagrada la gran
Basílica de V aldocco, San Juan Bosco, dedeoso de que la devoción de la titular se
extendiera m ás y m ás y llegara hasta los
últimos confines de la tierra, concibió la
idea de erigir canónicam ente la P ia A sodación de devotos de y ia ría A uxiliadora.
Redactado un pequeño Reglam ento, el
Prelado arquidiocesano M on s. Riccardi
aprobó dicha A sociación, m ediante D e
creto de 18 de abril de 1869, y S. S . Pío IX
la elevó, un año m ás tarde, al rango de
Arekieofradía.
Pasado algún tiem p o, por especial digna
ción de L eón X I I I , los R ectores M ayores
—
113
de nuestra Sociedad quedaron facultados
para erigir esta A rchicofradía en todas las
iglesias y oratorios públicos salesianos y
agregarla a la prim aria de T u rín .
D o s son los fines principales que se pro
pone la Asociación: I - P rom over el honor
y el culto de M aría Santísim a, bajo la dulce
advocación de Auxiliadora de los cristianos,
para m erecer su especial protección en la
vida y en la hora de la m uerte.
II - Fom entar y d ifun d ir cada vez m ás
la adoración de Jesús Sacram entado.
I n v ita c ió n a lo s C o o p e r a d o r e s S a le s ia
n o s . — T o d o s nuestros Cooperadores de
berían estar inscritos en esta A rchicofradía y
procurar con su celo extender la inscripción
a los m iem bros de su fam ilia, a los am igos y
conocidos. Es notorio que uno de los pre
ciosos l e r d o s que Salesianos y Coopera
dores recibim os de labios de nuestro com ún
F undador y Padre, cuando se hallaba en su
lecho de m uerte, fu é que extendiéram os
con todas nuestras fuerzas la devoción de
M aría Auxiliadora.
H e aquí, a propósito de esto, alguna de
las conclusiones del I I I Congreso G ra l de
Cooperadores Salesianos: « Considerando
que la devoción de M aría Auxiliadora viene
a ser uno de los caracteres distintivos de la
piedad del cooperador salesiano y que
im porta en gran m anera m antener viva esta
devoción y extenderla dondequiera, por ser
uno de los m edios que m ás ayudan a estre
char la unión entre los m ism os cooperado
res, se recom ienda encarecidam ente:
1 - Q ue procuren los cooperadores sea
erigida, donde se pueda, en cualquier
iglesia u oratorio público, la Pía Asociación
de devotos de M aría A uxiliadora, pidiendo
el oportuno decreto del O rdinario y ha
ciendo las neccs;irias diligencias para su
agregación a la prim aria de T u r ín , ya
que sin esto no gozarían los asociados de
las numerosas indulgencias concedidas.
2 - Q ue so introduzca esta devoción
donde aún no es conocida, invitando a los
fieles a inscribirse, bien directam ente en
'ru r in , bien en la A rchicofradía m ás pró
xim a.
3 - Q ue el B oletín Salesiano tenga al
corriente a los cooperadores de todo lo
que a esta devoción se refiere.
4 - Q ue se prom ueva la erección de igle
sias, capillas, altares dedicados a M aría
A uxiliadora,
5 - Q ue se difundan las publicaciones
I14
populares, estam pas, m edallas y demás
objetos y recuerdos propios para hacer
am ar este devoción.
L a V ir g e n d e D o n H osco. — A sí ha lla
m ado siem pre el buen pueblo a M aría A u
xiliadora,' deslum brado por las obras pro
digiosas de caridad y los continuos y extra
ordinarios m ilagros que la rendida devoción
filial de nuestro Santo a la celestial Madre
venía realizando.
C ó m o s e c o n s ig u e n la s g r a c ia s . — A
cuantos acudían a él para que Ies ayudara a
obtener de esta V irgen algún favo r, les re
com endaba invariablem ente que hicieran
la novena de M aría A u xiliado ra. Consistía
ésta en rezar durante nueve días tres
Padrenuestros con Avem aria y G loria y tres
Salves.
A d vertíales, adem ás, que un m odo efica
císim o de obtener favores del cielo es po
nerse en gracia de D ios, m ediante una buena
confesión, y hacer alguna lim osna.
« D ios — decía — no puede ser menos
generoso que el hom bre. Cuando alguien se
le presenta a pedirle un favor y lleva ya
en las m anos algo de lo que tiene para dár
selo a E l en la persona de sus pobres,
no puede dejar de oírle. L a experiencia
— añade el Santo — m e ha hecho ver de
un m odo palpable que el que comienza
dando con generosidad, sin regateos ni
restricciones, tiene andada m ás de la mitad
del cam ino para obtener las gracias más
señaladas. Esto yo lo he experim entado
m uchas veces ».
B u e n te s tig o , e l S a n tu a r io d e T u r ín . —
A n te estas explícitas invitaciones del Santo,
el pensam iento vuela espontáneam ente a
nuestro Santuario de M aría A u xiliadora de
T u rín , objeto actualm ente — com o todo
el m undo sabe — de vastas y costosas re
form as, y testigo, durante setenta años, de
todo un poema de m aravillas obtenidas con
los m edios que aconsejaba San Juan Bosco.
Creem os nosotros que este m es de mavo,
especialm ente consagrado a la R eina del
cielo, decidirá hasta a los hijos m ás reacios
a dedicarla algún recuerdo, algtm a flor deli
cada de su cariño, pensando que si Ella
no tiene m anos para elevar materialm ente
los m uros y colum nas que habrán de hacer
m ás grande su bienam ada Basílica, las
tiene m u y ágiles y dadivosas para premiar
a todos los que con su óbolo contribuyan
a la m agna obra.
Cómo quería Don Bosco el teatro en sus casas.
(En ocasión dei cincuentenario de nuestras “ Lecttiras Dramáticas” ).
{Continuación),
Exclusiones.
Las obras destinadas a la escena, en nuestrós
Colegios, es necesario ante todo que no exce
dan a la capacidad de los niños. Esto es lo
primero que quiere Don Bosco.
Si el teatro ha de ser para ellos, es natural
que les sea presentado en forma que puedan
comprenderlo. Resultarían, pues, inedecuados e inadmisibles esos dramas en los que se
ventilan tesis filosóficas o morales a través de
argumentaciones abstnisas, que con frecuencia
suelen ser hasta mal interpretadas.
" La materia del teatro — dice nuestro Padre
— debe ser proporcionada a la capacidad del
auditorio, o sea, debe servir exclusivamente
para instrucción y recreo de los alumnos, sin
preocuparse de los gustos y grado de cultura
de las personas externas que asisten al entre
tenimiento. E)sos invitados y amigos muestran
de ordinario su satisfacción cuando ven que
las obras están al alcance de la inteligencia de
los niños y resultan provechosas para su edu
cación ».
Pero, como ya indicamos, lo que a Don
Bosco más le preocupaba es que el teatro sea
moral, o Una buena representación — decía —
vale tanto y acaso más que un sermón «.
La escena, según el pensamiento del Santo,
debe ser espejo de virtudes y cátedra de ver
dades; nunca y por ningún motivo se la con\ertirá en sala de disección o en gabinete de
psiquiatría. Debe ser siempre solaz de los
ojos y alegría de los espíritus, nunca quimera
apasionada de hazañas de bandoleros. Para
obtener que los niños odien y aborrezcan el vi
cio, no es buen método presentaries la fealdad
repugnante de éste; resulta más eficaz realzar
ante sus ojos la belleza de la virtud contraria.
Este es el camino que han seguido los santos
y los grandes artistas de la vida espiritual.
Siendo esto así — continúa — deberán
ser proscritos los dramas, tragedias, comedias
y hasta los sainetes en los que aparece retratado
un carácter cruel, vengativo, inmoral, aunque
en el desarrollo de la fábula se vea claro el
deseo de estigmatizario y corregirlo».
Y da esta razón: ft En el alma de los niños
dejan siempre honda huella las cosas que ello.s
ven vivamente representadas y es muy difícil
hacérselas luego olvidar con razones o hechos
contrarios ».
Quien haya tratado con niños comprenderá
fácilmente la alta sabiduría de estas palabras.
L a impresión producida en los jóvenes por
el acto malvado es por desgracia mucho más
fuerte y duradera que la que pueden producir
les actos de la virtud opuesta. Por esto quiere
Don Bosco que « Los duelos o desafíos, los
disparos de fosil y de pistola, las amenazas
violentas, los actos atroces, sean desterrados de
nuestro teatro ».
Y es que, en efecto, todas esas violencias
turban la serenidad de las almas infantiles, son
elementos negativos cuando no contraprodu
centes para su educación. Al educador menos
avisado le será bien fácil comprobar este aserto
sólo con obser\’ar a los niños el día siguiente
al de una representación teatral de este género.
Hasta los más pequeños procurarán hacerse
de cañas y bastones para convertirlos en espa
das, puñales, fusiles, y en las horas de recreo
reproducirán las escenas y actitudes más trá
gicas ,y hasta repetirán las palabras fuertes o
injuriosas que escucharon de labios de los
actores.
Por esto Don Bosco recomienda que no
se lleve al teatro el santo nombre de Dios,
como no sea p>or modo de enseñanza o cuando
se simula alguna oración. Menos todavía deben
proferirse blasfemias o imprecaciones, aunque
sea con el deliberado propósito de afearlas y
corregirlas. Evítese, así mismo, toda frase o vo
cablo que, dichos fuera del teatro, serían tenidos
por menos educados o excesivamente groseros.
Bien a las claras se echa de ver en estas
recomendaciones que nada pasaba inadvertido
a la mirada pedagógica de Don Bosco. E!
teatro ha de ser tan esencialmente educativo,
que a él no le satisfacen ni siquiera esas obras
hechas sólo para deleitar y divertir, que hoy
llamaríamos amorales.
Sin querer aquí resucitar controversias harto
conocidas de nuestros lectores, expresamos
11
nuestra convicción de que ninguna obra tea
tral debería ser representada que carezca en
absoluto de alguna tendencia educativa y moralizadora. Así como prácticamente no hay
escuela neutra, tampoco debe haber teatro
amoral.
Las reducciones escénicas.
¿ Qué decir de las llamadas reducciones, he
chas expresamente para eliminar o sustituir
papeles asignados al otro sexo, o para amputar
o remendar escenas escabrosas a todas luces
inoportunas? Responderemos sencillamente
tiue Don Bosco no las aprobaba.
En cierta ocasión, fue reducida y represen
tada en el Oratorio la obra Gelindo, o La N a
tividad de Ntro Señor Jesucristo, y cuáles no
serían los inconvenientes a que dio lugar
ctiando el Santo tuvo que prohibir que de
nuevo se pusiese en escena.
Ese género de remiendos ,bien porque de
ordinario nunca falta entre el público quien
conoce la trama original y se encarga de ins
truir a los compañeros, bien porque el arreglo
se ha hecho de un modo tan burdo que sólo
Dios sabe las fantasías a que da lugar, suelen
ser grandemente perjudiciales.
Aun dejando aparte lo que siempre se ha
dicho, que ciertas escenas y personajes, no
obstante haber sido suprimidos en el libreto,
siguen vivos en la representación, o, lo que
aún sería peor, entre bastidores, Don Bosco
mostróse tan severo a este respecto que, un
día, — el hecho es bien conocido — invitósele
por una familia religiosa a una representación
teatral, y al darse cuenta de que no estaba
conforme con las nonnas que hemos expuesto,
dijo, sin poderse reprimir: ¿Pero Vdcs repre
sentan esas cosas ? y levantóse, abandonando
el salón.
Entreactos.
Para lograr todas estas finalidades, quiso,
además, Don Bosco que, durante las repre
sentaciones teatrales, y más concretamente, en
los entreactiis, se hagan declamar trozos
csct>gidos de buenas autores, en ver.<io o en
pros;»: fábulas, relatos históricos, pasos gra
ciosos, tan ridículos como se quiera con tal que
no rocen la moralidad; música vocal e instru
mental, partes obligadas a solo, duetos, ter
cetos, cuartetos, coros; todo elegido y selec
cionado de forma que resulte apto, no sólo
para dar amenidad sino también para pulir
más y más la educación y edificar las buenas
costumbres.
Hay que notar, a este propósito, que, en
tiempo de Don Bosco, ese modo de amenizar
las funciones teatrales gozaba de cierta autono
mía y nunca se le sujetó a programa. Los niños
leían o declamaban mientras quedaba tiempo
hábil, y luego entregaban las composiciones al
• superior. Recuerdos encantadores de una vida
de familia hecha de sencillez y espontaneidad.
Y adviértase que esas recitaciones durante
los entreactos, lo mismo que las Academias o
Veladas, hechas a base de cantos, diálogos y
demostraciones literarias, tienen una fuerza
educativa que supera, en muchos casos, a la
de la misma representación teatral.
Ante todo, es mayor el número de los que
en ellas toman parte y se benefician de este
estimulo pedagógico, aprendiendo el arte de
saber desempeñarse en público. En segundo
lugar, el ejercitar la memoria y aprenderse de
coro trozos selectos de buenos autores es un
medio poderoso de enriquecer la formación
cultural y artística de los alumnos. No es raro,
además, que sean ellos mismos los autores de
los trozos que recitan, y esto les habitúa a la
reflexión y contribuye a formar su carácter,
llevándoles a contrastar y depurar sentimientos
y afirmaciones que, poco a poco y sin sentirlo,
serán norma fecunda de su propia existencia.
Eran tan del agrado de Don Bosco esas re
citaciones, y tanto y tan beneficiosas las de
mostró la experiencia, que al reglamento del
teatrito le fué añadido este artículo de una gran
utilidad práctica: « .A los Directores, no menos
que a los demás superiores, se les recomienda
envíen al Inspector Provincial las composicio
nes escénicas que cst.men susceptibles de ser
representadas según las reglas expuestas. El
Insi>ector, después de aprobarlas, previas las
correcciones que pudieran hacer falta, formará
con ellas colección.
Sres Cooperadores,
{Continua) á).
consultad ci
teso ro
e s p ir it u a l .
Propagad la O B R A PÍA DEL S G D O C O RA Z Ó N . Véase la cubierta de nuestro 'Boletín .
1 ib ^
«
Memorias de mi madre
»
£1 don profético de San Juan Bosco y su
celo en defensa de la libertad de la Iglesia.
El día i8 del pasado noviembre murió, en
la ciudad eterna, uno de los miembros más
destacados de la nobleza y patriciado romanos.
Su Excia Mons. Hugo Boncompagni Ludovisi, Vice Camarlengo de la Santa Iglesia.
Eran sus padres el Príncipe de Piombino
y Doña Inés Borghese, duquesa D i Sora,
estampa clásica de matrona romana e hija de
la célebre Guendalina Talbot, muerta en olor
de santidad.
Catorce años hace, el ilustre finado, Mons.
Boncompagni, produjo mucho revuelo entre
los hombres cultos de Italia con la publica
ción de un libro que tituló Memorias de mi
madre.
La duquesa D i Sora, desde la edad de 12
años, había tenido el cuidado de ir coleccio
nando en su diario particular todo lo que de
más notable sucedía en torno suyo, y como
era mujer de gran discreción e inteligencia, y
en sus villas y palacios había conocido a los
más influyentes personajes de la política y de
la Iglesia, sus notas y obser\ aciones, ordenadas
y publicadas por su hijo Hugo, revelaron no
pocos hechos hasta entonces inéditos, que han
venido a arrojar nueva luz sobre un periodo
histórico de la más alta importancia, y tan
extenso que abarca casi ochenta años.
Entre los personajes célebres de aquella época que desfilan por las páginas de este cu
rioso libro, figura también Don Bosco, y aun
que lo que de él se dice ya lo sabíamos, y ape
nas si difiere de lo que consignó Lemoyne en
su monumental biografía, queremos no obs
tante recogerlo para que venga en cierto modo
a adverar y precisar el honrado relato de nuestro
gran historiador.
El rev Francisco II, cuyas débiles manos
eran va de suyo incapaces para sostener un
cetro, tuvo que empuñar el de las Dos Sicilias en un momento por demás difícil, en que
las pasiones políticas de toda Italia hen'ían
encandecidas como hierven las solfataras de
la capital partenopea. N o es pues extraño que
a los primeros soplos del huracán que contra
él desató Garibaldi, huyera a recluirse en su
castillo fronterizo de Gaeta, y que acosado tam
bién allí por la revolución acabara por capi
tular y refugiarse en Roma.
En la ciudad papal vivió con la reina muchos
años habitando el palacio Farnesio que era
de su propiedad, pero^nunca le faltó la espe
ranza de recobrar el trono perdido, y negóse
tenazmente a abdicar, soportando por ello con
magnánima entereza la confiscación de todos
sus bienes.
Aquellos reyes destronados, en Febrero de
1867, hallábanse de temporada en la villa Ludovisi, huéspedes de los Príncipes de Piom
bino. L a espléndida morada señorial que en uno
de los sucesivos ensanches de la ciudad eterna
ha venido a desaparecer y cuyos despojos artís
ticos constituyen hoy el Museo Boncompagni,
había sido construida por un ilustre antenado
de la familia, el Cardenal Ludovisi, sobrino
de Gregorio X V , conforme a planos y deco
raciones del Dominiquino y era a la sazón lugar
de cita donde solían reunirse los hombres más
representativos de la nobleza y cultura roma
nas.
Don Bosco entonces se hallaba también en
Roma, gestionando, en medio de indecibles
trabajos, la aprobación de su Sociedad Salcsiana, y conocedores los ex reyes de su gran
fama de santo, desearon vivamente saber lo
que les diría sobre su futura y soñada restau
ración en el trono de Ñapóles.
L a duquesa D i Sora, que ya otras veces
había invitado a Don Bosco a decir misa en
su oratorio, les facilitó la entrevista, y el 4 de
aquel mes de febrero nuestro Fundador tras
ponía otra vez las puertas de la famosa Villa
aristocrática.
Con los reyes se hallaba también en aquel
momento M r. Charette, comandante de los
Zuavos pontificios. Celebró el Santo la misa y
predicó durante diez minutos sobre la virtud
de la fe, y la Duquesa se hizo nuevamente
lenguas del efecto que le producían siempre
los sermones de Don Bosco.
— ¿ Pero de dónde sacará esos argumentos ?
— decía — N o he oído jamás a nadie que
tenga tanta fiierza de persuasión y sepa hablar
como él lo hace.
—
II7
Después de dar gracias, Don Bosco hizo
saber a Su Majestad que estaba a su dispo
sición, y ambos se retiraron a una sala con
tigua, que la Duquesa en sus Memorias llama
« el Casino Grande ».
T^a conversación — añade — íué larga, y
Lemoyne precisa que duró cerca de tres cuar
tos de hora, habiéndonos trasmitido lo subs
tancial del diálogo, que seguramente reco
gería de labios del mismo Santo
Francisco II, últim o rey de Nápoles.
Después de algunas generalidades, el rey
pidió a Don Bosco le manifestara con toda fran
queza si volvería a ocupar el trono.
Esa obsesión de Francisco II era por demás
natural, y contribuían a arraigarla en su cere
bro todos lo que le rodeaban, diciendole, unos
por adulación, otros por un elemental senti
miento de caridad y muchos tal vez por creerlo
así de buena fe, que en Nápoles la restaura
ción monárquica era cuestión de meses.
Nuestro Santo quiso desviar la conversa
ción, diciendo que no estaba en su mano des
cifrar el porvenir, pero el monarca insistió de
tal manera, que con una claridad desconcer
tante, hubo aquél de responderle:
Pues que desea saberlo, diré a Vuestra
Majestad que nunca más volverá a ocupar
el trono.
-- ¿ Y en qué se funda para asegurarlo ?
¿ 'Fiene de ello indicios ciertos r
— Los tengo.
— (j Y serían ?
— El modo con que los reyes de Nápoles
han tratado a la Iglesia.
— ¿ Q ué quiere significar con esas palabras ?
— Que la Santa Iglesia no ha recibido en
Nápoles las consideraciones debidas.
ii8
^
M e extraña que hable de ese modo. ¿ Acaso no ha sido suficientemente protegida ?
— ¿Protegida la Iglesia? Durante más de
sesenta años han estado allí en vigor las le
yes Febronianas. En virtud de ellas, los Obis
pos no podían administrar la confirmación sin
licencia del Rey; no podían ordenar nuevos
sacerdotes, ni convocar sínodos, ni hacer vi
sitas pastorales, ni mantener correspondencia
con Roma, sin el plácet de su Majestad. ¿ Era
ésta la protección de que gozaba la Iglesia ?
— Estas, querido Don Bosco, eran medidas
generales, y hay que saber hacerse cargo. Exi
gencias de la política, modos de frenar la revo
lución, precauciones imprescindibles, en fin, del
poder civil para no ver mermadas las pre
rogativas de la Corona.
— ¿ Y cree Vuestra Majestad sinceramente
que semejantes medidas contra la Iglesia po
dían ser aprobadas ? ¿ que debía ser mante
nido aquel pésimo tribunal de la monarquía
que ha funcionado en la Legación Apostólica de
Sicilia, y, por espacio de más de un siglo, ha
intervenido en la isla casi toda la vida déla Igle
sia?... Aquel tribunal que vigilaba y frustraba
toda relación del clero regular y secular con
la Santa Sede ? que ponía a merced de jueces
usurpadores e inicuos la autoridad del Papa
y del mismo Soberano?...
Por obra de aquellos jueces se hacían ine
ficaces las órdenes y disposiciones de los Obis
pos, se oprimía a los religiosos ejemplares y
favorecía a los díscolos, dando lugar a desór
denes espantosos que colmaban el escándalo
de los fieles; inmoralidades, fraudes, simonías,
excesos de poder, colación de cargos y preben
das a personas indignas, aplicación de bienes
religiosos a usos profanos, y otros mil abusos
que no hay necesidad de recordar. Esto es lo
que aquellos jueces amparaban o cuando menos
permitían, y esta es la causa. Señor, del cas
tigo que Dios envía ahora a la Dinastía.
— Pero Vd. no ignorará — repuso el Rey —
que la Majestad de Don Fernando, mi padre,
de acuerdo con el Papa, procuró en los últimos
años de su reinado suprimir no pocos de aquellos abusos que de antiguo habíanse arrai
gado en Sicilia.
— L o sé, pero no se quisieron o no se
pudieron remover las causas que los origina
ban, y siguió viviendo con ^'arios privilegios
aquel per\-erso tribunal, que merecía ser com
pletamente suprimido.
Quedóse un momento pensativo Don Bosco y
como enagenado, y el Rey, después de un corto
silencio, exclamó:
— Si yo volviese a ocupar el trono de
mis mayores, ¿ cree Vd. que todas estas cosas
no habrían de tener arreglo ?
— Majestad, conozco muy bien vuestra sin
cera devoción a la Santa Sede y las pruebas
luminosas que de ella le habéis ofrecido. Al
fin sois hijo de una madre santa, (i) ¿Pero co
rresponderían los hechos a los propósitos ? ¿ El
influjo perverso de ciertos consejeros no ha
conseguido acaso, durante años, mantener en
cendido en el corazón de vuestro mismo pa
dre un mundo de recelos y prevenciones con
tra la Roma Papal ? Hay cosas en que, sin
una gracia especial del cielo, podríais también
Vos fácilmente reincidir.
Mostróse el Rey algo resentido ante esta
suposición y replicó vivamente a Don Bosco:
— ¿ Sabe que nadie me ha hablado nunca
como Vd. lo está haciendo ? N o obstante, me
gusta que se me digan las cosas con franqueza,
y por lo mismo, deseo saber de Vd. si cree
probable que se produzcan hechos capaces de
devolverme el trono de Nápoles.
— Hay un solo hecho, pero no ocurrirá.
— ¿ Cual ? dijo el Rey con viva curiosidad.
— Que, precipitados los pueblos en una
general anarquía, faltos de todo freno y espe
ranza, más pronto o más tarde vuelvan los
ojos al Rey que antes les gobernaba, recor
dando sus buenas acciones. Repito, no obs
tante, que esto es una mera suposición.
to iban dirigidas a la desdichada actuación de
toda una Dinastía, esclava de doctrinas y pro
cedimientos regalistas, y no a la persona de
Francisco II que apenas si logró reinar un
año, y era además religioso y ecuánime, sa
lió éste de la entrevista con mal sabor de boca,
y más aún que él, la ex reina Doña Sofía, que
enterada del augurio catastrófico de aquel nuevo
Jonás venido del Piamonte, deseó-también ella
consultarle sobre el mismo tema de la restau
ración monárquica, siendo Don Bosco invitado
nuevamente a decir misa, pero no en la villa
Ludovisi sino en el propio palacio Farnesio,
residencia de los ex reyes.
El Santo quedó en que iría cuatro fechas
más tarde, o sea el viernes.
Del resultado de aquella segunda entrevista
nosotros no sabemos nada, pero es de suponer
que el invencible optimismo de los reales- cón
yuges tampoco salió bien librado.
Los hechos, con ruda y tajante elocuencia,
han venido a confirmar, sin ninguna proba
bilidad de futuras rectificaciones, la profecía
de nuestro Santo.
ARMA
VERIT
TIS
Así terminó el angustioso diálogo que nos
transmite Lemoyne y substancialmente han
venido luego a confirmar las a Memorias » de
Doña Inés Borghese, duquesa D i Sora.
Es sobremanera bello el alarde de- fuerza
moral que da tono a tan interesante entrevista,
y en ella uno no sabe qué admirar más, si el
encendido celo de San Juan Bosco por el pres
tigio de los derechos de Dios y de su Vicario
en la tierra, o la libertad intrépida de su pa
labra.
Aunque aquellas acres admoniciones del San(i) Francisco II era hijo de la Venerable María
Cristina de Saboya, que sólo por un acto de obediencia
a su confesor aceptó el matrimonio.
No ha existido tal vez n'nguna reina a quien pesase
tanto la airona.
Antes y después de su muerte, ocurrida a la edad
de 23 años, el pueblo de Nápoles la veneró siempre
como una santa y las turbas iban al convento de Santa
Clara para arrodillarse ante su nimba.
Cuando ésta fué abierta, en 1853, por el Cardenal
Riario Sforza, iniciado ya el proceso de canonización,
los restos de la joven reina se encontraron enteramente
'ncomiptos, tanto que un artista pudo hacerle un retrato.
En 1859 S. S. Pfo IX la declaró Venerab'e.
ESPDSIZII^HIPIALE
DaUSTÁiiO TO UCA
CITTA DELVATICANO 193B
PflINAVERA A B T y ilO S S S
El c a r t e l d e l a EqM Sición m u o d ia l d e prensa católica
que s e in a u g a r a e l zz d e e s te mes en Roma.
II9
LA OBRA DE DON SO SCO EN
ESPAÑA Y AMÉRICA Relaciones enviadas al Rector Mayor.
1
’
Bilbao. • Niños y familias del Oratorio favorecidos por la feria.
ESPAÑA - Alcoy. — Fervor de obras.
Grande es el bien — nos dicen — que realiza la
obra salesiana en esta encantadora ciudad levantina
que ha tenido *ia suerte de que un gran patricio se
haya preocupado de la formación religioso-moral de
sus juventudes.
Rebosantes actualmente sus Escuelas diurnas, al
canzan una matricula de 480 niños, subiendo, de día
en día, como una marea de bendición, el número de
ios pretendientes que esperan turno. Como son casi
todos hijos de obreros que tienen prisa de arrimar
el hombro al trabajo, los Padres procuran intensiñear
la enseñanza, forzando especialmente las dosis de
Contabilidad y Cálculo mercantil.
E l Oratorio Feitivo reúne no sólo a los niños de
nuestras Escuelas sino a los de otras particulares y
oficiales; es la verdadera Casa de la jwvntud, ya que
niños y jóvenes, los domingos, lo invaden todo.
Asisten por tandas. A la misa de 7, los que por ser
ayíulantes de barbero, vendedores de periódicos,
etc. no podrían acudir a otra hora; a la misa de 8,
los que desean hacer la santa comunión, y son m u
chos; a la de 10, los demás.
1.0 restante del día, ya se sabe: juegos para todos
los gustos del inagíitablc repertorio salesíano, y, por
la tarde, catecismo, plática y adoración eucarística.
Ciento dic- bancos hay en la pobie y desman
telada iglesia V todos se llenan, teniendo muchos
zagales que estarse de pie en el coro y en ios pasillos.
El día temrina con una función de teatro o cine
ofrecida como premio a los que justifican su asis
tencia a la doctrina y a la misa.
C a n t i n a y C o l o n i a e s c o l a r e s . — Aunque falta
local adecuado, funciona pvara estos pobres niños
una Cantina escolar, donde unos gratuitamente (\-arios bienhechores costean el plato) y otros por
poctis cuntimos, comen opíparamente.
120
Durante el verano, 65 de ellos pasaron una temporadita de doce días en la soleada playa de Denia
bendiciendo a las almas buenas que les proporcio
naron este tónico regocijante.
Y como regalo exquisito de las Escuelas al Cora
zón de Jesús, este año pasado 158 niños y jovencitos,
cuidadosamente preparados, hicieron su Primera
Comunión.
i Bendiga San Juan Rosco desde el cielo a sus abne
gados obreros salesianos que preparan en Alcoy
tan hermosas sementeras de almas, y a los admirables
amigos y cooperadores que Ies ayudan en su labor'
ESPAÑA - Bilbao. En el Oratorio Festivo
de Elejabarri.
P r e m io s d e R e y e s . — El 12 de enero fuá un ver
dadero día de Feria para este Oratorio. M uy de ma
ñana, irrumpieron los niños en el local llenos de
ilusión, con caritas de pascua y contando y recon
tando las papeletas que iban a cambiar por regalos
y que eran fruto de sus asistencias dominicales.
Hubo misa paia todos, y en ella se rezó el santo
rosario y se cantaron tiernas letrillas a la Virgen.
Después, el público pasó a visitar el salón profusa
mente adornado, donde lucían las innumerables
prendas y juguetes destinados a la rifa.
En una larga mesa hallábase instalada la sección
de libros y dulces.
A las primeras horas de la tarde, la población in
fantil hallábase en la puerta frenando su impaciencia;
una gran masa compacta de cabecitas. Se les hizo
entrar por grupos y en muy poco tiempo dieron
huerta cuenta del bien surtido bazar.
Haciendo cabriolas inverosímiles y dando gritos de
alegría, todos v iv ie r o n a sus casas con algo en las
m anos: vestidos nuevos, zapatos, juguetes, dulces.
1
Jomada inolvidable para nuestro Oratorio, que
con seguridad servirá de acicate a estos pobres niños
tan encariñados con este providencial refugio dommguero, donde no hay lazos para su inocencia y
con dulces y suaves maneras se les guía por el
camino de la salvación.
ESPAÑA - Las Palmas. — En favor del
templo del Tíbidabo.
Se ha querido que este grandioso templo surja
fuerza de sacrificios, y encargado el P. Cid por
nuestros Superiores de incrementarlos y recogerlos,
recorre incansable una y cien veces los pueblos de
España, peregrino del Corazón de Jesús.
Habitualmente enfermo, con fiebre en la sangre,
cae a lo mejor derrumbado en mitad del camino y
tienen hasta que administrarle la extremaunción,
pero su espíritu no se derrumba jam ás. C on la misma
facilidad con que se vigorizan los neumáticos desin
flados de un automóvil, restaura él sus músculos
faltos de vida y a correr por esos mundos. Es su
sacrificio.
Ahora ha saltado hasta Canarias, emprendiendo una
larga travesía marítima, que, pese a las excelentes
motonaves de la Transmediterránea, no siempre hace
buena cara al viajero ni es grata a todos los estómagos.
E! domingo 26 de enero, el P. Cid dió una confe
rencia en nuestro Colegio de Las Palmas, a la que
a
acudieron — según dice el cronista — más pobres
que ricos. Cuán cierto es que Dios no tiene hambre
de oro sino de corazones, o lo que es lo mismo de
sacrificios, que son las bellas flores del amor.
El entusiasmo fué enorme y loS frutos consola
dores.
Presentado por el Sr. Director P. Antonio Espi
nosa, expuso los orígenes del templo votivo del Tihidabo — es cosa archisabida que se debe a una inspiraeión de San Juan Rosco — razonó bellamente su
oportunidad y conveniencia, refirió, sacándolas de su
abultado archivo, anécdotas conmovedoras de cjemplarísimas aportaciones, y exhibió un documental
mai-avilloso de las obras que se están realizando. Este
templo — dijo — es el monumento de la expiación
nacional, es el ara expiatoria de los pecados' de la
patria, es la profesión colecti\'a de la fe de España.
Su inauguración será el momento del perdón de Dios.
Terminada la conferencia, varias señoras se des
prendieron de alhajas y un caballero entregó una
traba de corbata de gran N'alor.
Mientras el público iba desfilando para dejar en
manos del P. Cid el óbolo del Sgdo Corazón, una
pobre sirvienta movíase nerviosa en su asiento;
pidió a una compañera que le prestara una peseta,
y la amiga se rehusó. L a venganza no se hizo espe
rar; presentóse en el Colegio, la mañana del día si
guiente, y entregó para las obras del templo ciento
tres pesetas que tenía ahorradas.
¡ Oh, n o ; nadie piense que son los arquitectos y los
Bilbao. - U n rincón de la feria.
121
T
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r í í . if j
,J lttC l
O^lfcgiJííali
El grupo de Tarcisíos.
canteros y albañiles los que elevan el alcazar magnifleo del Corazón de Jesús, son esas almas humildes
las que lo empujan hacia arriba con la palanca for
midable del sacrifício.
ESPAÑA - Ronda. — Una pequeña escolla
de honor para el Smo Sacramento.
El día « de diciembre, tiesta de la Inmaculada,
en las Escuelas de Santa Teresa de esta ciudad, fué
innuKiirado solemnemente el prupo de Tarcisíos
adoradores del Smo Sacramento.
Expuestas por el Sr. Director, P. .Mohedano.
en sentida plática, las excelencias del Amor Sacra
mentado, acercáronse gozosos varios niños a re
cibir de sus manos el ambicionado distintivo eucarístico y un nuevo apostolado quedii puesto en
marcha, del que pronto sentirán los más bencheos
efectos el pran número de escolares que frecuentan
estas Escuelas.
ESPAÑA - Santander. — Nuevo monu
mento a S. Juan Bosco.
Era una de las más ardientes aspiraciones de la
M utua Escolar Cantábrica, y se esperó que llcpara
la ñesta de San Francisco de Sales. A los doce, el
Exemo Prelado Diocesano, en medio de la ruda
sinfonía de un furioso vendabal «le agua y viento,
bendijo el bronce en que sonríe Don Bosco. To^
davía no se habían apagado del todo los ecos triun
fales del magniheo coto «le aoo voces que acababa
122
de cantar la misa solemne, oficiada por tres ex
alumnos.
A l bondadoso Pastor se le obsequió luego con
una cultísima velada, en la que se cantó con primor
y se declamaron preciosas composiciones.
Uno de los vicepresidentes de la Mutua Escolar,
Don Rodrigo Guate, leyó unas cuaitillas de ocasión
explicando la génesis del monumento, y el Exemo
Sr. Obispo cerró la fiesta con sabias y paternales pala
bras que tuvieron la virtud de reavivar en todos los
presentes la llama de su amor a San Juan Bosco.
ARGENTINA - S, José de Misiones. —
Distribución de premios en la Escuela
Agrícola Salesiana “Pascual Gentilini”.
El 28 de noviembre hubo la repartición de premios
a los alumnos de la Escuela en ocasión de Ja clau
sura del año escolar 1935. T odos los números del
programa fueron interpretados con gusto y maestría.
U n gentío inmenso llenaba de bote en bóte el am
plio salón de la Escuela, exquisitamente adornado,
notándose la presencia de Autoridades civiles y
escolares de Posadas, de Apóstoles y S. José, padres
de niños internos y numeiosos invitados.
Los alumnos, aunque se alejaban con sentimiento
del Colegio, haaanlo no obstante llenos de satis
facción por haber obtenido el certificado de la Mesa
examinadora de la Escueta Fiscal, llenos de agra
decimiento y convencKkw de su positivo adelanto
en la educación e instrucción que se les impartió
durante el año escolar
F iesta d e l a p t o i s i m a . — Grandiosa resultó
también la fiesta de la Purísima celebrada el 8 de
diciembre. Por la mañana, durante la Sta. Misa,
hubo Comunión general de todas las Asociaciones,
y un crecido número de niños y niñas se acercaron
por vez primera a recibir el Pan de los ángeles.
La Vice Presidenta de la Liga de Dámas Cató
licas, Sra. Símblina C . de Carvallo, invitó a todas
las niñas en su casa para un sabroso desayuno, y
otra Sra de la misma entidad, Doña Adelaida G . de
Esquivel, encargóse de obsequiar a los niños.
A las i8 salió de la Iglesia la hermosa imagen de
la Virgen para bendecir a la población. Precedíanla
los niños del « Pequeño Clero » correctamente ali
neados.
Todo el pueblo acompañó a la Purísima Reina
del cielo, entre súplicas vehementes y cánticos
religiosos. Las Hijas de María y otras piadosas
Congregaciones acudieron numerosas con banderas
y estandartes. Llegada ia procesión al sitial que se le
vantaba en la plaza « D . B O S C O » junto al monu
mento homónimo, el Rector de-la iglesia, Don José
María Ciolfi, dió por terminada la fiesta con un
sermón alusivo al acto.
La Banda de Música de la Escuela Salesiana,
gentilmente cedida por el Director de la misma,
hizo oir las mejores piezas de su repertorio en la
plaza * D . B O S C O », y durante la procesión acom
pañó magistralmente los cánticos de los fieles. Q ue
dará memoria de este acto en los fastos religiosos
del pueblo de S. José.
Santander. - El nuevo monumento.
Santander. • U na de las anchas galerías del Colegio.
12 3
ARGENTINA - Viedma. — Con brillan
tes resultados fué conmemorado el
aniversario del X X X II Congreso Eucaristíco Internacional.
De la organi/ación de esta ñcsta encargáronse
con gran acierto la Asociación « San José » de hom-
M osquera. • E jercicios fisicos.
bres y la Compañía del Smo. Sacramento del Co
legio S. Francisco de Sales.
M
isa
cam pal.
8 oo
n iñ o s
form an
una
herm osa
— A las 8 del sábado, 800 niños,
después de depositar al pie de la gran Cruz un ramo
de flores, mientras cantaban »L a O fren da», for
maron en magnífico conjunto una gran cruz blanca,
frente a la G R A N C R U Z de ocho metros que se
levantaba airosa cubriendo el monumento de Do
mingo Savio, en el espacioso patio del Colegio Salesiano, Cruz que recordaba la levantada en la ca
pital de la República. L os Boy Scouts Argentinos
de la Compañía Card. Cagliero y los Exploradores
del flamante Batallón " Comandante Piedrabuena
de Patagones formaban severo marco a aquella cruz
humana
CRUZ BLANCA.
M osquera. - Revista gim nástica.
Sao José de Misiones. - Peregrinos saliendo de la iglesia de M aria Auxiliadora.
12 4
(
pronunció con honda emoción las palabras de con
sagración que repitieron todos a una con encime
fert’or.
E l d e s a y u n o . — Antes de
servirse el desayuno, el Sr. Cura
Párroco, Don Antonio F. FerViedma. - El Vicario y Provisor
de la diócesis Mons. Borgatti d i
ciendo la misa campal.
Mosquera. - Mons. González como un buen papá en
medio de nuestros estudiantes y novicios.
Oficiaba la M isa el Vicario y Provisor de la dió
cesis Mons. José Borgatti, el genial organizador en
Buenos Aires de la grandiosa jom ada de los 107
mil niños. Cantábase la Misa de Angelis, U n sol
esplendente en un cielo azul iluminaba la blanca
escena que-reproducía en pequeñas proporciones la
que en Palermo hizo exclamar al Cardenal Pacelli:
♦ esto es el paraíso *. Numeroso público con los pa
drinos de la fiesta presenciaban entusiasmados la
emotiva ceremonia. La comunión fué distribuida
por cinco sacerdotes.
C o n s a g r a c ió n d e l o s n i ñ o s . — A l terminar la
Misa, Mons. Borgatti, en una vibrante y tierna
peroración, felicitó a los niños y niñas, pidiéndoles
conservasen siempre la blancura de sus almas y
Vtedma. • En el patio del Colegio &00 níAos forman una inmensa cruz blanca.
12 5
nándcz, que dirigía la ceremonia, anunció a los niños
que el chocolate que iban a tomar era obsequio de la
Casa St-Hermanos. Una salva de aplausos y un fuerte
« Viva * fué la expresión del agradecimiento de los
niños. En pocos instantes fué servido el desayuno,
que también gu.staron Muns. Borgatti y los padrinos
y madrinas. Antes de disolverse aquella cándida
asamblea de almas amigas de Jesús, resonaron atro
nadores en los espacios gritos de «viva » a Mons.
Esandi, a Mons. Borgatti, al Presidente de la Re
pública, a la Patria, al Sumo Pontífice, a Jesucristo
Rey Eucarístico.
L a V e l a d a E u c a r ís t ic a . — Por la noche, en el
mismo patio del Colegio Salesiano profusamente
iluminado y engalanado, realizóse una Velada Euca
rística que nicaivzó relieve inusitado. L a ilumina
ción, los hermosos transparentes que a manera de
( vitreaux» cubrían las ventanas del edificio, los
cánticos y coros polifónicos, las piezas ejecutadas
por la Banda de Música, los fuegos artificiales y los
elocuentes discursos tuvieron la virtud de hacer
pasar instantes de verdadera y honda emoción re
ligiosa. Hablaron el niño José Velasco y el joven
seminarista Carlos Almada. El elocuente discurso
del señor José María Pérez fué una pieza oratoria que
arrancó frenéticos aplausos, porque tuvo' el signifi
cado de un desagravio por las injurias que un diario
metropolitano infiriera a Jesucristo. Habló también
el Padre Antonio F . Fernández, Director y Párroco,
demostrando que la- fe del pueblo argentino había
sido el secreto del éxito del Congreso Eucarístico
Internacional. Por último, ante el creciente entu
siasmo y la espectativa del inmenso público, pro
nunció su discurso Mons. José Borgatti que tuyo
la virtud de conmover y entusiasmar, arrancando
frecuentes y fragorosos aplausos.
COLOMBIA - Mosquera. — Visita gra
tísima del Exmo Prelado diocesano.
D ías de f e l ic id a d . —
Lo fueron para esta
casa de formación de la Inspectoría Colombiana, los
que corrieron de at a 34 del pasado setiembre. El
Exemo Sr. D . Juan Manuel González, Arzobispo
Coadjutor de nuestra arquídíóce.sis bogotana, debía
practicar la visita pastoral de la parroquia de M os
quera, y en su bondad se dignó admitir que uno de
tales días fuera dedicado a una fiesta de familKi con
que los estudiantes de dicha casa en número de 200
querían agasajar al Pastor, antiguo Director de los
Cooperadores Salesíanos en la Arquidiócesis de
Medellín y amigo fidelísimo de nuestra Obra.
Inicióse el día salesiano, que fué el lunes 23. con
la misa de comunidad celebrada en la capilla dcl
Instituto por el Prelado y solemnizada con melo
días gregorianas. A aumentar el regocijo espiritual
vino el haber sido este el lugar y momento escogidos
para el ingreso de una nuc^-a os-eja en el rebaño de
Cristo: el Sr. Hans Zijsling, técnico de nacionalidad
holandesa y trabajador en la Hacienda de los Andes,
a quien Su Excia Rdma recibió en la Iglesia Católica,
administrándole los sacramentos de bautismo,
comunión y confirmación.
12 6
R e v is t a g i m n á s t i c a . — Siguióse, antes de medio
día, una brillantísima revista gimnástica, ofrecida
por los alumnos de la sección de Aspirantes. Junto
con Su Excia. presenciaron el acto el Sr. Vicepresi
dente del Concejo Municipal, el Sr. Alcalde, Auto
ridades y personalidades de la población. Presentó
el acto uno de los gimnastas, quien entre otras cosas
hubo de decir: « Aspirantes a la vida salesiana, los
aquí reunidos nos proponemos ejercer el magisterio
entre la niñez y juventud, y tal misión ha de encon
trarnos integialmente preparados, según todas las
exigencias modernas: hé aquí la explicación de que
en este plantel, seminario de virtud,y de ciencia, se
nos forme también esmeradamente en la gimnasia*.
Hacia el final del acto el Sr. Vicepresidente del Con
cejo dirigió la palabra al Prelado, en un jugoso dis
curso al que respondió el Sr. Arzobispo con la opor
tunidad que le es propia.
Siguió a esto un modesto almuerzo, servido en el
refectorio de la comunidad. Hubo brindis, y la or
questa formada de jóvenes que se preparan al sacer
docio hizo gozar su repertorio genuinamente clásico.
L a v e l a d a . — y vino lo principal en las horas de
la tarde, la academia músico-literaria. Bajo elegante
dosel tomó asiento el Prelado, circundado por las
Autoridades, los sacerdotes acompañantes en la
Visita Pastoral, los Superiores de la casa, varios
párrocos vecinos y distinguidos caballeros. El D i
rector del Instituto leyó la dedicatoria del acto,
y los números fueron sucediéndose conforme al
programa: composiciones en prosa y en verso,
piezas en español y otios idiomas, donde los vo
ceros de las diversas secciones demostraron su
adhesión al Pastor, mientras discurrían sobre la
Iglesia, el Papa, Don Bosco, la Congregación Salesiana. Y alternando con la líteraiia, la parte musical:
los himnos pontificio y salesiano, un trozo gregoriano,
dos (poderosos coros polifónicos, y una linda bar
carola de sopranos ejecutada con acción. En conjunto,
dos horas de fruición espiritual que parecieron un
momento: así lo declaró el obsequiado, quien repe
tidas veces agregó: * este acto podía figurar en cual
quier centro europeo; en seminarios de Roma habré
presenciado cosa igual, pero superior, no >.
D A v id a s d e l I’ a s t o r . — Tales fueron los home
najes con que nuestra casa de formación agasajó a
su Prelado. En cambio, este varón privilegiado vertió
sobre ella, con vetdadera profusión, los caudales de
su inteligencia y los tesoros de su corazón.
Para nuestros aspirantes y novicios, filósofos y
teólogos esta visita fué un curso de elocuencia y un
ciclo de conferencias religioso-morales. L a tarde de
su llegada pudimos saborear su palabra tres veces
en menos de tres horas: sobre relaciones entre la
Iglesia y los fieles, al responder al discurso de bien
venida que le dirigió un caballero en nombre de la
población; sobre el tema inagotable de la gracia
divina, en la plática de introducción a la visita; y
sobre nuestra Sociedad Salesiana, cuando, ya en
el interior del Instituto, le dirigió éste su saludo
particular, nombrándolo huésped de honor.
El domingo quiso regalar a la comunidad, reu-
!
nida en la capilla, con algo de su caudal teológicoascético: una conferencia sobre la caridad en la
\4da religiosa, como acaso n o ' la habíamos oído,
y al finalizar la academia fué su palabra el nú
mero anhelado, el broche de oro de tan solemne
acto: aqm no se contentó con expresar en frases
escultóricas su agradecimiento por los agasajos, de
clararse salesiano de corazón y proclamar su amor
sin límites a María Auxiliadora y D on Bosco; fué
además analizando uno por uno los números de la
velada, dedicándole páirafo en francés a la composi
ción francesa, en italiano a la italiana, en clásico latín
al discurso latino, y en griego a! saludo griego. Y
aun no quiso terminar el día sin trasladarse, ya por
la noche, a la mansión particular de los novicios, y
allí entretenerlos con una amigable, amena exhorta
ción propia para ellos.
L a d e s p e d id a . — ‘ Grande fué como es natural
el sentimiento de todos cuando el 24, por la mañana,
debieron dar el adiós a quien tantos afectos se lle
vaba consigo. C on íntima emoción se recibieron su
bendición y sus últimas palabras; aun los más pe
queños no acertaban a separarse de él y casi debi^
arrancarse por fuerza para poder subir al automóvil.
CHILE - Magallanes. — Ecos de la fiesta
de la Purísima.
Una vez más Magallanes ha sabido dar prueba
excelente de su fe y de] amor que nutre hacía la
Reina del Cielo, en las grandiosas y conmovedoras
manifestaciones del 8 de diciembre, cuyo recuerdo
quedará grabado para siempre en los anales reli
giosos de esta ciudad, al lado de los apoteósicos
triunfos tributados a Cristo Eucarístico, a la Virgen
del Carmen y a San Juan Bosco.
Conniovedor ha sido el espectáculo de los centena
res de personas que el sábado anterior a la fiesta se
acercaron devotamente al tribunal de la Penitencia,
durando las confesiones hasta las tardas horas de
la noche.
N o menos conmovedor el espectáculo que ofrecían
en la mañana del día 8, las diversas iglesias de la
ciudad, que se vieron incapaces de contener los miles
de personas de toda clase y condición, que se acer
caron al banquete Eucarístico.
Pero Ib que tal vez llamó más la atención de todos
y llenó de entusiasmo los corazones fué la grandiosa
manifestación de la tarde, en la que infinidad de
personas reunidas al rededor de la Reina del Cielo,
pasearon por las calles de la ciudad su sagrada efigie,
que, colocada en un hermoso carro triunfal y ro
deada por un gracioso grupo de angelitos, parecía
sonreír desde lo alto de su trono a la enorme multitud
de fieles que la aclamaban.
Frente a la Parroquia y después de vibrante alo
cución, se clausuró el acto con la bendición con
S. D . M ., en la que Jesús no habrá ciertamente
dejado sin recompensa los grandiosos homenajss
tributados a su S S . Madre.
Terminada la bendición, la multitud de los fieles
no sabía apartarse de su celestial Protectora y quiso
acompañar, en medio de los cantos y preces, el carro
triunfal de la Virgen hasta el templo D on Bosco,
donde el Rmo P. Aliberti agradeció vivamente a
todos la fe y entusiasmo con que festejaron a la
Madre del Cielo.
PERU’ - Lima. — El Prim er Congreso
Eucarístico Nacional.
Solemne y magnífico, sobre toda ponderación,
resultó el homenaje que Perú entero ha tributado
al Divino Prisionero de nuestros Altares, con mo
tivo del Primer Congreso Eucarístico Nacional, cc-
M agailanes. • Blanca visión
de la Inmaculada en plena
noche.
12 7
L I M A (Per«).
El Colegio SaEesiano desple
g a d o ant e el
monumento
del General San
Martin.
Los E x p lo ra *
d o re s del Ora
torio F estiv o
hacen su salu
d o aj héroe ar
gentino.
'
lebrado en esta capital, dei 23 al 27 de octubre del
pasado año.
Ha sido el triunfo de los más santos ideales, la
fusión de todos los corazones, el resurgimiento de
la fe, la apoteosis de Dios Eucaristía.
La Institución Salesiana no podía quedar atrás
en este hermoso om cierto de amor, y sumó sus
mejores entusiasmos y energías a estas vigorosas
explosiones de fe colectiva.
Las Semanas Eucaristicas de preparación en nues
tro Santuario de Lim a y en nuestras casas de
Magdalena del M ar y del Callao, tuvieron pleno
éxito por la extraordinaria concurrencia que, en
fervorizada por los oradores sagrados, acudió solí
cita en torno de la Hostia de amor.
del Episcopado Argentino. Aclamado solemnemente
a su llegada, alojóse en nuestro C o l ^ o , teniendo
luego una destacada participadón en los actos del
Congreso. O fid ó en el Campo Eucarístico el día
del ejérdto, acto religioso en el que se acercaron
a la Sagrada Mesa desde el Presidente de la Re
pública, General Oscar Benavides, con sus M i
nistros y primeras autoridades, hasta los soldados de
tropa oportunamente preparados.
Antes de regresar a su diócesis. Mona. Tavella
.rindió homenaje público y solemne al héroe argen
tino don José de San Martín, depositando una corona
de flores al pie de su monumento. En este acto
estuvo acompañado por el Embajador de la Repú
blica Argentina, el Inspector Salesiano y todos los
Una triste noticia.
A última hora, se ha recibido en la Casa Madre un telegrama de Mons. Ferrando, obispo
de Shillong {India), redactado en estos términos:
Noviciado, Estudiantado, Catedral, Residencia obispo, destruidos in
cendio. Sin desgracias personales. Daños inmensos. Urgen socorros.
Esta terrible noticia ha dejado consternados a todos, pero de un modo especial a nuestro
amadísimo Rector Mayor, ya tan atribulado por las desgradas de la Misión del Congo que se
menáonan en este mismo número, y por tos mil problemas de la hora presente.
Tanto los salesfanos, novidos y estudiantes, como él mismo S r. Obispo que es e! primero de
aquella ftoredente diócesis redén creada, se han visto de la noche a la mañana privados de iodo;
carecen de techo y de lo más indispensable a la vida, y es /dril suponer la cmgustia que debe
reinar alli.
N o hemos querido aguardar los detalles del espantoso siniestro para que, cuánto antes, lo
ccmoacan nuestros amigos y cooperadores y pueda - aquella pobre misión recibir sus oradones y
los socorros materiales que demanda la urgenda del caso.
De un modo particular, la Semana dedicada sólo
a los Obreros, en la que las funciones de la noche
eran retrasmitidas por radio, atrajo a nuestro San
tuario de María Auxiliadora, desde el primer día,
no menos de cinco mil hombres, que llenaban cada
noche de bote en bote las amplias naves.
El Excmo Sr. Nuncio de Su Santidad, el A rzo
bispo de Lim a, y otros dignísimos Obispos dieron
enotme realce con su presencia a estas grandiosas
asambleas. Idénticas escenas se renovaron durante
la Semana Eucaristica dedicada sólo a las Obreras.
El 27 de octubre, desde nuestro Santuario de
María Auxiliadora, jo3fa de arte y uno de los mejores
templos modernos de Lim a, el L ^ a d o Papal Excmo
Mons. Gaetaoo Cicognani sacaba en triunfo a Cristo
^^ey Eucarístico, llevándolo en magnifica carroza
preparada ad hoc hasta la Plaza D os de M ayo.
P r e lad o s S a l e s ia x o s
e s hl
C o n g r e s o E u c a r is t i -
— S. E. Mons. Roberto Tavella, salesiano,
•«obispo de Salta, trajo a Lim a la representación
alumnos de nuestro Colegio de Lim a, con los Explo
radores de D on Bosco del Oratorio Festivo, y sus
respectivas bandas de música. El joven Prelado ha
dejado en todos imborrables impresiones.
A sí mismo tuvimos ocasión de hospedar a S. £.
Mons. Octavio O rtíz Arrieta, Obispo salesiano de
Chachapoyas. L a permanencia entre nosotros de
este primer salesiano peruano, que tanto honra a la
Congregación y al Perú, dió lugar a las más caluro
sas demostraciones de aprecio y de afecto, especial
mente el 20 de noviembre, en que celebramos su
onomástico con diversas actuaciones públicas.
Los Ex
ALUMNOS
S a l e s ia n o s
y
el
C o n g reso
— Digno de ixotarse ha sido el entu
siasmo con que kts Antiguos Alumnos actuaron en
los trabajos preparatorioe del Congreso y en los
de su realizadÓQ. Con su válida ayuda se podo
lograr que la Semana Eucaristica de los Obreros
en el Santuario de María Auxiliadora alcanzara
grandiosidad y eficiencia insuperables. Llamados a
formar en las filas de la Guardia Particular de)
E u c a r ís t ic o .
12 9
Lim a. • Parte de los ex alumnos que acudieron a celebrar e] “ D ía del Colegio” .
Congreso con los miembros de la «Juventud CatóIjcu *, un buen número de los nuestros acudió a
enrolarse en este grupo distinguido que tanto conttibuyó a In disciplina y al éxito de las magnas jor
nadas eucarísticas.
Y la noche del 26 de octubre, cerca de un millar
de ex alumnos de Lim a, junto con los del Callao,
formaron una masa compacta en la gigantesca mani
festación de cien mil hombres, que desde la Plaza
de la República hasta el Campo Eucarístico recorrió
la ciudad, caldeando el ambiente con sus vítores a
Cristo Rey, y poniendo con la hombría de su fe tal
L im a . • E x alumn«M que formaron parte de la Com isión Organizadora del Congreso. En el centro Moos. Cico*
gnani Nuncio del Peni, Mona Ortiz e Inspector P. Manachino.
13 0
vez la nota más vibrante de entusiasmo y emoción
de estos días.
A sa m b l e a N
a c io n a l d e
E
x alum nos
S a l e s ia n o s .
— Verificóse del 23 al 31 de octubre la primera Asam
blea Nacional de E s alumnos Salesianos. Asistieron
delegaciones de Lim a, Callao, Arequipa, Píura,
Huancayo, Yucay, Cuzco, Chachapoyas y Ayacucho.
Las sesiones de inauguración y clausura revistieron
gran solemnidad, presidiendo el Excm o Sr. A rzo
bispo de Salta Mons. Tavella, el Excmo Sr. Obispo
de Chachapoyas Mons. O rtiz Arrieta, el Revmo
En el Oratorio festivo “ Santa Rosa” .
El día 8 de diciembre, en el Oratorio Festivo de
Santa Rosa se llevó a cabo una brillante fiesta con
ocasión de la inauguración de la Brigada de Boyscouls
compuesta de 200 oratorianos, completamente uni
formados, gracias a la generosidad de una dama
limeña que corrió con todos los gastos.
El amplio patio, profusamente embanderado y
ornado con arcos triunfales y abundantes ñores,
presentaba un aspecto magnífico, sobre todo por
LIMA
-
(Perú).
F
k-i
Cómo estaba el templo
de María Auxiliadora du
rante la Semana Eucarisika del Obrero.
snHS)
Sr. lns{>ector P. Gaudencio Alanachino, y varios
otros beneméritos Prelados y Cooperadores.
De vita! importancia fueron las conclusiones apro
badas, referentes a la organización de las Uniones,
t la participación de los E x alumnos en la Acción
Social Católica, y a sus actividades en pro de la
Obra de S. Juan Bosco en el Perú. Se resolvió entre
otras cosas, fundar Centros eucaristicos en las asocia
ciones locales; fomentar el teatro mora], según el espí
ritu de Don B osco; contribuir a edificar el templo
que se proyecta levantar a nuestro Santo en el Callao.
Se decidió finalmente que la segunda Asamblea
NacKHia) de Ex alumnos se celebre en Arequipa.
«1 1940.
los centenares de cooperadores y amigos que qui
sieron acompañar a la familia Salesiana, en ocasión
tan solemne, dándole una prueba más de su simpatía
y cariño.
El discurso de circunstancia !o pronunció el
Rvdmo Sr. Inspector P. Manachino; el Excmo
Sr. Obispo de Chachapoyas, M ons. Octavio Ortiz
Arrieta bendijo el gallardete de la Brigada, y sir
vieron de Madrina la Sra Francisca Benavides de
Benavides, dignísima esposa del Presidente de la
República, y de Padrino el Excmo Sr. Ministro de
Justicia y Culto, D r. Wenceslao Delgado, a quien
tanto debe la Escuela Agrícola de Puno confiada a
los Salesianos.
DE N U E S T R A S MISIONES
ECUADOR - Macas.
La fíesta de San Juan Bosco en **Sevilla
Don Bosco**.
Amadísimo Padre,
Ern el 14 de julio. La humilde capilla de la Misión
hecha de palmeras y cañas de bambú y sólo techada
a medias, fué profusamente adornada con festones
y Kuirnaldas. El altar, casi siempre abandonado y
frío, revistióse del aire devoto y atractivo que el
afecto de los hijos supo comunicarle.
Desde la víspera y no obstante la inclemencia del
tiempo, ffiupos de salvajes, atraídos por la voci
ferante propa(tanda de los priostes de la fíesta,
y lo fueron todos los miembros de las nuevas familias
cristianas, bajaban por todos los senderos ávidos
de presenciar, no una de esas orgías brutales a que
ellos suelen entregarse, sino una fíesta dulce y
serena de amor y gratitud, la fiesta de San Juan
Hosco.
Los referidos priostes, verdaderos modelos de
entusiasmo y cristiana sinceridad, se comportaron
con una prudencia y caridad tan exquisitas, que no
hubo que lamentar el menor desorden.
Para hacer más solemne nuestra fíesta vinieron
los hermanos y alumnos de la casa de Macas, y con
sus cantos y músicas pusieron ai rojo vivo la alegría
de los concurrentes.
De noche, la capilla presentaba un aspecto en
extremo recogido y pintoresco. El altar e imagen
del Santo, bien adornados e iluminados, veíanse
rodeados de más de ciento cincuenta sah’&jes de la
Horesta que absortos y llenos de infantil curiosidad
los contemplaban. Después de las vísperas, les
hice un breve fervorín, vibrante de entusiasmo,
procurando convencerles de la necesidad de seguir
nuestra santa religión y renunciar para siempre a
sus fiestas salvajes, sustituyéndolas con las nuestras
que dejan el corazón lleno de paz y de inefables
consuelos.
Nunca la Horesta secular había contemplado
reunidos a tantos jívaros y sólo I>on Bosco con su
enorme fuerza de atracción ha podido conseguir
este milagro.
Los ntismos salvajes expresaban su maravilla
viéndose juntos en tan gran númeio. Es un paso
significativo hacia la unión fraterna de estos pobres
seres que se odian unos a otros cordialmente, hacia
la conversión y pacífica convivencia de esta raza re
belde en el aprisco único y salvador de Jesús.
Terminada la función de la noche, con gran mara\‘illa de estos pobre hijos de la selva se encendió
la iluminación del patio y se dispararon fuegos
artificiales. Estaban locos de alegría, hacían los
comentarios más disparatados y rompían en carca
jadas estrepitosas. L o que en esta fiesta ha colmado
nuestra alegría es que ya en el mismo corazón de la
floresta los neo cristianos \Tin frecuentando la santa
13 2
comunión; llegaron a veintinueve los que el 14 por
la mañana se acercaron al banquete eucarístico.
Resultaron muy bien tanto la misa solemne como
la procesión con la reliquia del Santo, que todos
besaron luego con fervor emocionante. A cada
uno le fué distribuida una estampa-reliquia de
San Juan Bosco para que la conserven en sus
casas como prenda de alianza y amistad.
Term inó la simpática fíesta con una gran rifa
en la que nadie dejó de alcanzar gratuitamente algún
regalo.
Amado Padre: Nuestro corazón se abre a las
previsiones más lisonjeras de un porvenir que no
puede ser lejano, en el cual. Dios mediante, será
un hecho la tan anhelada metamorfosis de esta raza;
pero hace falta mucho trabajo y mucha oración.
Las nue\’as familias cristianas que rodean la Misión
y los grupos cada día más numerosos de salvajes
que frecuentan los catecismos dominicales requieren
una asistencia ininterrumpida, y desde luego más
asidua de la que nosotros podemos prestarles, 8Í
se quiere que el movimiento ascensional de con
versiones sea cada vez más rápido y fecundo.
En un año hemos logrado catequizar a unos míl
jívaros y sabe Dios cuántos más habrían oído la
palabra de vida si fuésemos los misioneros más
numerosos.
Bendiga, amado Padre, a esta pequeña grey que
tanto promete y bendiga de modo especial a este
su humilde servidor
A
ngel
R o u b y PnRO.
Misionero Salesiano.
CONGO BELGA - Katanga.
Nuestra Misión bajo la furia infernal de
una espantosa tromba de agua. Ruinas
y victimas.
Amadísimo Padre,
H oy nuestro correo le lleva una triste y dolorosa
nuera. E! 14 de noviembre, a eso de mediodía,
mientras la ciudad de Elisabethville temblaba y
se estremecía en un abrazo formidable del huracán
que todos los años viene a visitarla en la estación de
las lluvias, nuestra Misión de L a Kafubu recibía
los tremendos coletazos de un ciclón de violencia
inaudita.
Una altísima tromba de agua, atornillándose en
el aire con velocidades fantásticas, desplomábase
locamente sobre nuestro seminario mayor, le arre
bataba el tejado como si fuera una paja y sorbía ma
terialmente camas y muebles del gran salón-dormi
torio, mientras los hermanos y clérigos que no
sospechaban tamaño peligro,-hallábanse reunidos
en una sala vecina.
Después de esta fechoría, pasó el ciclón sobre
una alverca excavada entre el seminario y el ala
izquierda de la residencia misionera y cayó con
redoblada furia sobre el edificio, aplastándolo en
un frente de quince metros y dejándolo también
sin techumbre.
Describiendo luego caprichosa curva, se abatió
sobre el atrio, le quitó el techo, devastó el refectorio
y dormitorio del ala derecha, hendió con estrépito
ensordecedor el departamento destinado a los
misioneros, y, bramando como fiera herida, fué
a clavar sus tirabuzones siniestros en el corazón de
la selva.
Todo esto ocurrió en menos que se dice amén.
Puede imaginarse el pánico de alumnos y supe
riores. Superada la primera impresión, capaz de
helar la sangre en las venas, saltaron instintivamente
los misioneros sobr^ Jas minas y el espectáculo
que se ofreció a sus ojos fué horroroso.
Cuando la tromba de agua destrozaba el ala iz
quierda del edificio, ochenta alumnos y un sa
cerdote que les asistía hallábanse allí reunidos.
El infernal zarpazo del meteoro derribó los muros,
hizo añicos los bancos y , en un abrir y cerrar de ojos,
la enorme brecha producida quedó colmada de rui
nas, debajo de las cuales yacían enterrados cuatro
niños moribundos y otros quince gravemente
heridos que, con ayes de angustia, gritaban pidiendo
socorro.
El sacerdote, que también resultó herido, no'
acertaba a darse cuenta de nada, presa de violenta
Recitación nerviosa. De los cuatro moribundos
uno apareció con un pie cortado en redondo como
de un hachazo brutal, otro estaba con la cabeza
casi separada dal tronco, y los otros dos gemían
horriblemente aplastados. Aún vivieron lo suficiente
para recibir la santa extremaunción que les admi
nistró el Señor Director, quien al sobrevenir la
catástrofe no había hecho más que salir de casa.
Cuando, en dos saltos, volvió a ganar la puerta,
halló ya el zaguán lleno de nuestros alumnos
negros que, apretujados y temblorosos, gritaban como
locos diciendo que todos los clérigos y misioneros
habían sucumbido.
.^visadas en seguida las .-Autoridades locales,
vinieron de Elisabethville el Comisario del Distrito
y algunos médicos, cuyo primer ciudado fué reco
nocer y curar a los heridos, haciéndolos trasladar
al hospital de la ciudad.
A l día siguiente, teníamos en casa una escuadra
de soldados ingenieros descombrando el edificio.
Como la tromba de agua nos había también
destrozado la instalación eléctrica, nuestros hermanos,
después de dejar atendidos a los heridos, diéronsc
sin descanso a reparar líneas y soportes y aquella
noche misma quedó restablecida la luz.
A l ocurrir esta desgracia hallábame yo en K ypushya. Apenas recibido el doloroso telegrama,
lancéme con mi automóvil a devorar los 380 kiló
metros que me separaban de Katanga y llegué
cuando los pobres muertos acababan de ser pia
dosamente inhumados en el cementerio de la Misión.
Presidió el entierro y funerales el Exemo Sr.
Vicario Apostólico Mons. D e Hemptime y asistieron
los Rvdos PP. Benedictinos y las principales Auto
ridades. El duelo de todos nuestros colonos fué
sincero y cordial; todo el mundo se asoció fra
ternalmente a nuestro dolor.
H e aquí, amado Padre, la tremenda desgracia
con que el cielo ha permitido sea probada esta
nuestra pobre Misión. Gracias a la bondad divina,
parece que los heridos están fuera de peligro y
confiamos poder salvarlos a todos.
Nuestros hermanos se han comportado de un
modo heroico; su abnegación ha llenado de asombro
tanto a los niños como a los colonos.
Adoremos los designios de la Divina Providencia.
Ahora tendremos que empezar a subir un nuevo
calvario, hay que rehacerlo todo, y esperamos que
en esta dura y penosa tarea, no nos faltará la ayuda
de Dios ni la caridad nunca desmentida de nuestros
cooperadores.
Envíenos su bendición, que es la bendición de
Don Bosco, y pida mucho para que esUs funestas
y sensibles maniobias del enemigo de las almas
no logren detener ni menoscabar el bien que aquí 8C
está haciendo.
Affmo en C . J.
Mons. José S a k .
Prefecto Apostólico.
C oofo belga. - Los temporales de agua anegaroo campos y destruyeron poentes.
13 3
Crónica de /as Gracias
con seg uid as p o r m e d ia c ió n
de
d a d o ra , de S a n J u a n S o s c o y
M a n a A u x i~
de
n u e sfro s
S ie rv o s de D io s
E S P A Ñ A (Almería) Vera, Febrero 3 de 1936.—
Una señora que oculta su nombre, agradecida a
María Auxiliadora poi un grande beneficio que le
obtuvo, envía un generoso donativo para la amplia
ción de la Basílica, y pide le conceda otro favor que
necesita.
E S P A Ñ A Barcelona, 7 Marzo de 1936. — Ante la
terrible perspectiva de quedar sin empleo acudí
a S. Juan Hosco rogándole, que, como a exalumno
suyo, no me desamparara en tan crítica situación.
La gracia fué obtenida cumplidamente, pues, antes
del cese de la entidad donde trabajaba, ancontré
colocación en otra del mismo género, no habiendo
quedado ni un solo día sin trabajo.
Agradecido, publico la gracia y envío una limosna
para las obras del Tem plo al Sagrado Corazón de
Jesús del Tibidnbo.
Josfe C a m p o n M u ñ o z .
E S P A Ñ A Cddiz, febrero 9 de 1936. — Expreso
mi profunda gratitud a San Juan Hosco .por haberme
salvado la vida después de una peligrosa operación
salida perfectamente, no obstante el parecer contrario
de los médicos.
Una det>ota.
E S P A Ñ A Sevilla, enero de 1936. — Se me
formó un pequeño bulto en el pecho, cuyos dolores
no podía soportar de día ni de noche; fui a ver al
médico Don Salvador de Amores y me dijo ■ que
no se me quitaba si no se operaba *.
Fui luego a Don Julio Talegón y me contestó
igualmente, asi como Don Ignacio Fcdriani.
M e deciüi también a consultar a Don Francisco
Galnurea, y lo mismo.
Era la fiesta del Sagrado Corazón y ul día siguiente
tenia que ingresar en la Cruz Roja para ser operada
por este último Doctor, pero antes quise entrar en
la Iglesia de los Salesianos para encomcndamtc a
la Santísima Virgen Auxiliadora, a la que desde
pequeña he tenido mucha devoción, suplicándola
ihiminuru a los médicos, siquiera por mis hijos, y
se cumpliera la \olvmtad del Señor.
l.a noche la pasé bien y tranquila, y cuando a la
m.u'uma siguiente fueron a operarme, me dijo Don
Francisco y otro médico que en el pecho ya no
había nada y que podía marcharrne.
'lo d o el nxundo se quedó admirado, y cuando
fuertm a preguntar cómo había resultado la operación,
salí yo misma a decirles con gran alegría lo que
había ocurrido.
Harx de esto cerca de 4 años y sigo gozando de
perfecta salud, por lo cual estoy convencida de que
María Auxiliadora ha hecho el fa \ w completo.
Gracias, Madre m ía; agradecida cumplo mi pro
mesa de publicarlo, como te ofrecí en aquellos
134
momentos de pena y desaliento, deseando se me
inscriba en la Pía Unión de Cooperadores Salesianos.
A n t o n i a S err .a n o .
A R G E N T IN A Buenos Aires, 27 noviembre de
1935. — T u vo mi marido una mala temporada a
consecuencia del juego. Y o , desesperada y con el
ansia que él dejara una vez por todas tan detestable
vicio, acudí a San Juan Hosco, mediante el rezo
de su tan recomendada novena. Pronto advertí
que mi marido salía de casa sin dejarse atraer como
de costumbre por el funesto vicio, y hasta hoy, en
que ha pasado bastante tiempo, él no ha vuelto al
juego. Por este señaladísimo favor y por otro no
menos importante de la salud conseguida de mi
madre, me creo en deber de demostrar toda mi
gratitud a María Auxiliadora y al moderno tauma
turgo San Juan Bosco, enviando a la vez un humilde
donativo para el grandioso Altar que en su honor
será construido en el Santuario de María Auxilia
dora de T urín.
Una devota.
A R G E N T IN A Entre Ríos, 23 de febrero de 1936.
— ¡ Oh María Auxiliadora 1 Quiero manifestarte
públicamente mi eterna gratitud' por los innume
rables beneficios que varias veces te has dignado
concederme, mediante la intercesión de mi querido
prodigioso Santo, D on B osco; sobre todo no ol\'idaré el haber salvado de segura muerte a un hermano
mío, gravemente enfermo y desahuciado por los
médicos.
C . L . B.
C O L O M B IA (Valle) Cali, febrero de 1936. —
Hallándome atacada de terribles cólicos, que me
reducían a un estado agónico, llena de confianza
acudí a María Auxiliadora, suplicándola, por medio
de San Juan Bosco, que me curara. Com encé una
novena con toda mi familia, y desde el primer día
noté consoladora mejoría, que se acentuó hasta con
seguir completa salud.
¡Gracias, Madre m íal Siga protegiéndome con
los míos.
L u c r e c ia O . d e C a y c e d o .
E C U A D O R (Riobamba) Chitnborazo, enero 25 de
1936. — Gracias os doy. Soberana Reina del Uni
verso en vuestra advocación de Auxiliadora de los
Cristianos, por haberme salvado la vida de una en
fermedad reconocida incurable, y haberme en otra
ocasión aliviado del brazo derecho casi paralizado.
.\quí tenéis al hijo agradecido, que os rinde su
profundo agiadecimiento.
J. N
a z a r io
A
n co x selo
G
u .a ff i .
E S T A D O S U N ID O S (California) Los Anquíes,
febrero 10 de 1936. — Altamente agradecido por
el señaladísimo favor que obró María Auxiliadora,
por intercesión de San Juan Bosco, de haberme ali
viado de unos dolorosos reumatismos en las piernas,
envío una pequeña dádiva para las Obras del Santo,
suplicando a la vez la inserción en el Boletín Salesiano de este testimonio de mi gratitud.
S alvador C
a stelo .
IT A L I .\ Ivrea, marzo de 1936. — Hacía doce
años que había tenido que interrumpir por enfer-
medad mís estudios eclesiásticos. Durante ese tiempo
me encomendé muy de veras a la protección de M a
ría Auxiliadora y D on Bosco, a ñn de que, allanán
dose todas las dificultades, pudiera reanudar mis in
terrumpidos estudios. E l año pasado, de la manera
más inesperada, desaparecieron las dificultades y
mejoró mi salud. A sí que pude reintegrarme a mis
clases.
Gustoso cumplo m i promesa de publicar el favor
en el Bc^etin Salestano, invitando a sus lectores a que
acudan con confianza y constancia a María Auxilia
dora y a su fiel siervo S. Juan Bosco.
Jo sé L u i s G
onzález.
M EJICO Capital, diciembre 26 de 1935. —
Cumplo 6on la promesa hecha de dar públicamente
gracias a María Auxiliadora y a San Juan Bosco por
haberme sanado de tres graves enfermedades, en
tiempo relativamente- breve. Envío una limosna para
las Obras del Santo, cuyo patrocinio invocaré en
todas mis necesidades.
P . L . de C e r v a n t e s .
M EJICO (Michoacán) Santa María Ziritzicuaro,
enero 31 de 1935. — E l día 5 de julio del año pasado,
estando la niña Celia Ruíz, de diez años de edad, aten
diendo a sus quehaceres en el molino de Nixtamal,
se le cogió la mano derecha en la barrena, fracturán
dosela de íal manera que los dedos quedaron pega
dos y deshechos entre las piedras, de donde se extra
jeron, mientras el brazo resultó lastimosamente lesio
nado. El médico no pudo más que constatar la gra
vedad del caso, y desde luego opinó indispensable
la amputación del brazo, si se quería la salvación
de la enfermita. Y o , al oir tal pronóstico, desespe
rada y afligida, acudí en el acto a la intercesión de
María Sma. Auxiliadora y de San Juan Bosco, enco
mendándoles la solución del caso, sin que fuera
necesaria la operación sugerida por el doctor.
Pasaron unos cuantos días, y Dios Nuestro Señor
tuvo piedad, porque sin grandes esfuerzos y sin que
se ejecutara la catastrófica decisión del médico, la
niña quedó casi completamente sana, pues no le
quedaron más que unos ligeros defectos en el dedo
pulgar y brazo. Actualmente sigue desempeñando
perfectamente sus quehaceres.
Por tan señaladísima gracia, que yo considero
verdadero milagro, rindo tributo de eterno recono
cimiento al Señor, a su Sma. M adre y al poderoso y
compasivo Santo, D on Bosco, para cuyo Altar en
cwistrucción de la Basílica de María Auxiliadora de
Turín en\-ío una modesta oferta.
C.AMERINA R ü lZ DE DELGADO.
Cooperadora Salesiana.
M é j i c o (Michoacán) Zitdaioro, febrero de 1936.
Mi corazón está henchido de alegría y de eterna
gratitud hacia el prodigioso San Juan Bosco, porque
estando yo postrada a i el lecho del dolor y ya asn
el sudor en la frente, síntoma de mi próximo fin, me
libró de la muerte y me ha devuelto la salud. H oy
quiero corresponder con una oferta, aunque pequeña,
sus admirables Obras de caridad, que benefiraan al mundo entero.
Ju a n a M a r t ín e z .
L T IU G U A Y Departamento de Rivera, — Encon
trándose el más pequeño de mis hijos próximo a
morir a causa de la asfixia producida por un veneno,
llena de confianza invoqué la protección de María
Auxiliadora y San Juan Bosco, y al punto fui oída.
Agradecida a tan insigne favor cumplo con In
promesa de publicar la gracia en t\ Boletín Salestano
y hago una limosna para las obras del Santo.
R. L . DE C .
D a n ta m b ié n g ra c ia s a M a ría A u x ilia d o ra y a
S an Juan B o sco p o r fa v o re s recib id o s:
España Barcelona. — Magdalena A . de Segraud
y esposo.
E spaña Cádiz. — Carmen Herrera.
España (Marruecos) Cettta. — Pilar Navarro.
E spaña (Zaragoza) Ateca. — Delfina Oróz —
Pilar Cejada — Paula Cristóbal.
-Argentina Buenos Aires — Adela A . Borelü —
-Isabel Wirth.
A rgentina (Bs. As.) Lo6oí. .-r-.Josefa Rossellí —
Paula C . dé Rosselli — Nelidita Mela.
A rctn tina (Chubut) Treleto. — Catalina P. de
Carella — Familia .Aidar.
ARGENTiNA,(Santa Fe) Sarmiento. — Catalina Vda
de Fomasero — Dominga Vda de Arnaudo.
C o l o m b ia (Santander) Girón. — Manuela Rodrí
guez — Teresa González de Rodríguez — Isabel
Lirazazo — Herminia P. de González — Tránsito P.
de Balaguera — José Ascensión Picó — Patrocinio
G . Vda de Orejarena — María P. de Mantilla —
Juan Francisco M árquez N . — Escolástica Rodrí
guez — Roberto Rodríguez — Próspero Mantilla —
Josefina Cancino — Edelmira Domínguez — Bár
bara S. de Serrano — Mercedes R. Vda de Valdi
vieso — Pabla O . de Roa — Cristóbal Serrano —
José de J. Mantilla — Ana del Carmen Mantilla
— Trinidad G . de Parra — Benicia Roa — Ana
Victoria Jaimes — María de la Cruz C . Vda de Ordóñez — Belén Uribe Ordóñez.
C olombia (Valle) Cali. — Feliza N . de Cayeedo
— Beatriz O . de Ocampo - N . de Rengifo.
C olom bia (Valle) Yumho. — Purificación Guvara
— Rosario de Sanclemente — Julia de Jesús Ortíz
— Cecilia Zúñiga.
E cuador (L os R íos) Vinca. — M . Wilfrida
V éliz — Rosa María Mendoza — Celsa León N . —
Dima de V éliz — María de León — Zebeída I^eón
•— Nilo Gema A . — Lucila León V . — Apolonia
de Hidalgo — Eloísa V éliz — Elvira A . de Cerna
— Perita León — Proto León G . — Clarinda de
Gutiérrez — Diógenes de Sánchez —- Zoraida M u
ñoz A.
E stados U nidos (California) Los Angeles. —
Manuela Cano — Mercedes Campanelli — Marga
rita Pérez — Juan Carrera — María Jesús de la Rosa.
F ilipin as Manila. — Cíecilia Javier — María
Auxilio Gómez.
M ejkx > Cenital. — Elena Cesar — María López
— Guadalupe Becerra Macntaimus — Alberto Sán(diez — Guadalupe Romero - M . C . B.
M éjico Aguascaliema. — Eufemia Alba.
M éjico (Guanajuato) Irapuaío. — María G . de
Ríos — Cannen Nieto.
M éjico San Pedro Laguniüas. — Luisa A . Torres.
13 5
NECROLOGIAS
S A l.E S I A N O S D I F U N T O S !
Orestes Trinchieri, sacerdote — de Barge (Italia)
t en San Francisco de California (Estados Unidos)
el i6 de enero de 1936.
Carlos Clii^Hone, sacerdote — de Roascio (Italia)
t en Polonghera (id.) el 27 de diciembre de 1935.
yeróninio Bisio, sacerdote — de Isola del Cantone
(Italia) t en T u iln el 6 de enero de 1936.
Javier Dosivald, sacerdote — de Zu g (Suiza) f en
Lugano (id.) el 6 de enero del 1936.
Doiiiiti^o Monta^Ttini, sacerdote — de Trino Vercoliese (Italia) t en Grand-Bigard (Bélgica) el 19 de
agosto de 1935.
José Colut'cin, sacerdote — de Martano (Italia)
t en Bari (id.) el 28 de enero de 1936.
Santiago Garihaldi, coadjutor — de San Pietro di
Zclli (Italia) t en Ramos Mejía (Argentina) el 20 de
noviembre de 1935.
Ramón Vidal, coadjutor — de Escós (España) t en
Sarria (id.) el 14 de enero de 1936.
I’7<tor Marino, sacerdote — de Corrales (Colom
bia) t en MedelHn (id.) el 27 de noviembre de 1935.
José Carrascosa, sacerdote — de Alicante (Es‘
p añ a)t en Valencia (id.) el 28 de noviembre de 1935.
Bruno Larra, clérigo — de Allenstein (Alemania)
I en Tréviris (id.) el i6 de enero de 1936.
C O O P E R A D O R E S D IF U N T O S
Don Reinaldo Villota.
Casi octogenario, el to de enero, en la ciudad de
Pasto (Colombia), rindió tributo a la muerte este ce
loso Cooperador Sulesiuno, después de haber pa
sudo la vida prodigando el bien a manos llenas y
practicando todas las virtudes cristianas en tal grado,
que es creencia general que no perdió la inocencia
bautisma'. No se ha conocido hasta hoy en esta ciudad
una persona como don Reinaldo que haya sido tan
devota de Don Hosco y huya propagado su culto y
devoción con tanto ahinco y entusiasmo. Por esto y
por las virtudes que practicaba sin respeto humano
era conocido popularmente por Don Bosquito, apel
lido cariñoso con que él solía nombrara nuestro Santo.
En plena juventud se ausentó de esta ciudad a la costa
del Ecuador, donde conoció y trabó estrecha amistad
con los primeros Salesianos que llegaron a Guaya
quil el 30 de enero de j S88. subyugándole de tal
manera, que se entregó por completo a propagar el
ideal salesiano y la dcNOción a Don Bosco. L e distinguicion con su amistad y especial cariño el santo
Obisjx» Podro Schumacher, desterrado de su Sede
do Portoviejo a esta ciudad. Monseñor Domingo
Com ía, desde que fué Superior de la Casa de RíoIwmlv». y nuestro Inspector en Colombia. Rvmo.
P. José María Bortola. Sentía especial consuelo en
13 6
la comunión diaria, y la pulmonía que le llevó al
sepulcro fué consecuencia de haberse levantado muy
de mañana el primer viernes de enero para recibir
a Jesús Sacramentado. « Lleno de virtudes y mereci
mientos — decía la prensa local — ha descendido
al sepulcro *; y un sacerdote decía formalmente que
si don Reinaldo no estaba ya eii el Cielo, no habría
entonces quien entrara en la gloria. Nuestros Supe
riores saben cómo trabajaba don Reinaldo por las
Obras Salesianas y la ayuda efectiva que aportaba
de cooperaciones y limosnas; por eso su pérdida es
irreparable para los Salesianos que sólo se consuelan
pensando que tal modelo de cristianos goza ya del
premio prometido por Dios a los que trabajan por
su gloria.
Descanse en paz el alma de don Reinaldo, modelo
e espejo de Cooperadores Salesianos y mientras la
sufragamos con nuestras oraciones hacemos presente
a sus hermanos, R. P. Gustavo, ex Prepósito de la
Congregación Neriana, y Leónidas y demás familia,
nuestro sentido pésame.
Señorita Irene Chávez.
E l fallecimiento de la benemérita señorita Irene
Chávez ha dejado un gran vacío en la ciudad de Are
quipa (Perú) que ella había llenado con obras de
exquisita caridad cristiana.
Consagró los mejores años de su existencia al
apostolado de la enseñanza, habiendo cosechado en
él ópimos frutos y toda una generación de madres
de familia recuerdan su labor con gratitud.
En los últimos años de su vida, puso su casa a dis
posición de la Asociación de María Auxiliadora y la
convirtió en taller de labores encaminadas a confec
cionar y reparar ornamentos y ropas para el culto.
Como eocia de la Archicofradía de la Virgen de
Don Bosco fué siempre muy asidua, y como coopera
dora salesiana muy generosa.
Enviamos nuestro sentido pésame a su hermano
el doctor Adolfo Chávez, benefactor salesiano de la
primera hora.
Han muerto también en la paz del Señor:
E s p a S a (Barcelona) Manresa — María Carlota Segoviano, religiosa de la Visitación.
E s p a ñ a (Toledo) Villa de Don Fadrique — Isidora
Castillo.
F i l ip i n a s Capital — Valeriana Valdezco Vda de
Rosario — Dr. León Guerrero — Casimiro Pilápil.
F i l ip i n a s Cebú — lim o Sr. D . Juan Bta Pto.
Gorordo.
F i l ip i n a s (Iloilo) Molo — D. Nicolás Valencia y
Reyes Pbro.
F i l ip i n a s (Pampanga) Angeles — Don Pascual
Rigor Pbro.
M k; ico Aguascalientes — Alicia Martínez.
M éjico (Nayarit) San Pedro Lagunillas. — Juan
G . de Quevedo.
M éjico (Zacatecas) Jerez — Guadalupe Escobedo
y Escobedo.
Coa aproSacMa 6r ¡a matonóaa ecfcMástfca. — Diredor-ccapo—«Elct O. GUIDO PA\IN!
E«tablcci«icD(o Tip. de la Sodeded Editora laleroacioBai • Tarín, Carao ffegraa Alarg4er/Ia. tCt
T
TESORO ESPIRITUAL
JRelación de
i
la s In d u lg e n c ia s P le n a ria s
que los Cooperadores Salesianos pue
den ganar, en el- transcurso del año.
Una vez cada día, elevando a Dios, en
medio del trabajo y aunque sea sólo mentalmente,
ata piadosa invocación aialquiera, previas las
\demás condiciones ordinarias, o sea el estado de
gracia, la confesión y~ comunión sacramentales
y ¡a visita a alguna iglesia u oratorio público.
Timando por la intención del Soberano Pontífice.
Esta indulgencia del trabajo santificado pue
den ganarla los Cooperadores Salesianos, Hijas
de M. Auxiliadora y sus respectivos alumnos
y exalumnos. Si, hallándose en estado de gracia,
se sigue repitiendo la misma piadosa invoca
ción, u otra cualquiera durante el trabajo, se
puede ganar, cada vez, una indulgencia parcial
de 400 días.
2 - Un dia de cada mes, e l que uno elija.
2
- E l día en que se hace el piadoso Ejercicio
Mensual de la Buena Muerte.
4 - £/ dia que se asiste a la Conferencia
Mensual Salesiana.
5 - E l dia en que uno inscribe su nombre en la
Pía Unión de Cooperadores Salesianos.
b - El dia en que por priméra vez se consagra
^uno al Sgdo. Corazón de Jesús.
Cada vez que practique los Santos Ejercicios
Espirituales, de ocho días.
B - A la hora de la muerte, con tal que, confe
sado y comulgado o por lo menos arrepentido de
tuspecados, invoque, con los labios o con el corazón,
d nombre sacratísimo de Jesús.
I. —
EN CADA UNA
DE LAS SIGUIENTES FIESTAS:
1) M O V IB L E S :
S<^ada Familia (el primer domingo después
de la Epifanía).
Dolores de la Sma Virgen (El viernes de Pasión’
Domingo de Ramos.
Pascua de Resurrección.
Ascensión del Señor.
Domingo de Pentecostés.
Piesta de la Sma Trinidad.
Cc^us Christi.
Piesta del Sgdo Corazón de Jesús (primer viernes
después del Corpus).
Piesta del Sgo Corazón de M aría (día siguiente
del anterior).
2) F IJ A S :
ENERO
1 - Circuncisión del Señar.
2 - Santísimo Nombre de Jesús.
3 - Epifanía.
18
23
25
29
-
Cátedra de San Pedro en Roma.
Desposorios de Ja Sma Virgen.
Conversión de San Pablo.
Fiesta de San Francisco de Sales.
FEBRERO
2 - Purificación de la Sma Virgen.
22 - Cátedra de San Pedro en Antioquia.
MARZO
19 - Fiesta del Patriarca San José.
25 - Anunciación de la Sma Virgen
M AYO
3 - Invención de la Santa Cruz.
8 - Aparición de San M iguel Arcángel.
II - Aniversario de la Coronación de María
Auxiliadora.
24 - Fiesta de M aría Auxiliadora.
JUNIO
24 - Natividad de San Juan Bautista.
29 - Fiesta de San Pedro y San Pablo.
30 - Conmemoración de San Pablo.
JULIO
1 - Preciosa Sangre de Ntro Señor Jesu
cristo.
2 - Visitación dé Ntra Señora.
16 - Fiesta de la Virgen del Carmen.
AGOSTO
6 - Transfiguración del Señor.
15 - Asunción de la Sma Virgen.
16 - Fiesta de San Roque.
SETIEMBRE
8
12
14
15
29
-
Natividad de la Sma Virgen.
Dulcísimo Nombre de María.
Exaltación de la Santa Cruz.
Los Siete Dolores de la Sma Virgen.
Dedicación de San M iguel Arcángel.
OCTUBRE
y - La Virgen del Rosario.
I I - Maternidad de M aría.
16 - Pureza de M aría.
NOVIEMBRE
21 - Presentación de N tra Señora.
22 - Fiesta de Santa Cecilia.
DICIEMBRE
8 - Inmaculada Concepción.
25 - Natividad de Jesús.
Para lucrar las antedichas Indulgencias
se requiere, además de las condiciones ordi
narias, que los Socictó de la Pía Union recen
cada día un Padrenuestro, Avemaria y Gloria
con la invocadón Sánete Francisce Salesi, ora
pro nobis, según la intención del Romano Pon
tífice.
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pocos días antes de abrirse el curso, son muchos los Seminarios
y Centros de formación eclesiástica que se apresuraron a adoptar
la como libro de texto, ;• muchos más los que prometieron
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voluminosas historias conocidas, difíciles de consultar v más
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no se ha editado en ninguna lengua extrangera. Quien deec
conocer a fondo a la Beata Gema- y sondear sus profundidada
místicas, que han llenado de estupefacción al mundo, ticat
que acudir a esta obra que no tiene igual y difícilmente podti
ser superada.
Estudiar esos fenómenos a la luz, tamo de la ciencia cristisu
como de las ciencias naturales, ilustrarlos debidamente pn
que las almas sencillas no los confundan con la santidad, d^eaderlos de los otaques del racionalismo moderno, es el ifls
espléndidamente coronado del sabio Pasionista.
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SALESIANO
I
-
Fecha
-
1936.05