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Título
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BS_1936_01
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Descripción
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Boletín Salesiano. Enero 1936
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extracted text
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ü '- 7 ' 9
Año LI - N. 1
R E V I S I T A
ENERO 1936
DE
L A S
O B R A S
DE
D O N
H O S C O
j
INSCRIBÍOS EN LA PÍA OBRA
DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
DE ROMA
¿ Quién no conoce la Obra del Sgdo Corazón
de 'íesús ?
Fué lundatla por el Primer Sucesor de San
Juan Bosco, y benignamente aprobada por
S. S. León X III el 30 de junio de 1888.
Con sólo la limosna de una peseta, o de otra
moneda equivalente, se adquiere derecho a
participar de todas las oraciones y buenas
obras de la Sociedad Salesiana y a la aplicación
de seis misas, que se celebran todos los días,
a perpetuidad, en nuestra Basílica del Sgdo
Corazón de Jesús de Roma, dos en el altar
mayor, dos en el de María Auxiliadora y dos
en el de San José.
Los que se inscriben en la Obra Pía pueden
sociedad, acogiendo niños pobres y abando
nados, para educarlos cristianamente.
¿ Quién no contribuirá, pues, con algunos
céntimos, que con tanta facilidad se gastan,
a esta invitación paternal de San Juan Bosco
y de la Iglesia, inspirada en ideales tan nobles
y caritativos ?
¿ Quién no siente la necesidad de asegurarse
la benevolencia divina, en este mundo y en el
otro, mediante la aplicación de los méritos
infinitos del Santo Sacrificio del altar ?
¿ Quién no tiene almas queridas, vivas o di
funtas, a quienes obsequiar con tan espléndido
regalo espiritual ?
No tardéis en pedir Hojas de siiscnpctón.
Rector Mayor
Salesianos
aplicar el fruto de estas misas a sí mismos, o
a otras personas, vivas o difuntas, y variar la
intención cuántas veces les plazca.
Cottolengo 32 - Turín (loq) (Italia).
Las limosnas recibidas por este conducto
Las limosnas pueden enviarse al mismo Rector
destíñanse, de modo exclusivo, a promover la
gloria de Dios y los intereses culturales de la
Mayor o directamente a nuestra casa de Roma. -
P e d id que os envíen eJ
B O LE TÍN
SA L E SIA N O
Prop ag ad lo , Aconsejadlo.
Suscribios Q
JU VEN TU D
M ISIO N ERA
Es una Revista interesantísima y pul
cramente ilustrada, que no debería
fallar en ninguna iamilia cristiana.
SUSCRIPCIÓN ANUAL.
8 liras — 3 pías —
valencia en otras monedas.
o su equb
REDACCIÓN;
C o ttolen go , 32
-
Turín
(Italia).
de los
Ospizio Sacro Cuore - Via Marsala, 42.
SUMARIO
El Sacerdote Pedro Ricaldone a los Cooperadores
Salesianos. — Vestición Clerical digna de recordación.
— S. Juan Bosco en las Repúblicas de Santo Domingo
y Haití. — Consagración Episcopal del Exmo e limo
Sr. Don Marcelino Olacchea para la Sede de Pamplona
(España). — Lfi Obra de Don Bosco en España 3’ América:
España (S. José del Valle). Bodas de plata de la fundación
de la casa. — Argentina. (Córdoba). Asambleas de
formación sacerdotal. — Argentina. Ra-wson y Trelew
han tributado un gran recibimiento al Exmo. Sr. Obispo
Diocesano, Mons. Esandi. — Costa Rica. Las Hijas
di M. A. de Alajuela festejan a su excelsa Patrona y a
S. Juan Bosco. — Cuba. (Habana). Bendición y de
dicación de un altar a S. Juan Bosco. — Méjico. (Mon
terrey). Fiesta de María Auxiliadora. — Méjico. )San
Pedro Lagunillas). Fiesta en honor de San Juan Bosco.
Méjico (Tonila). Honrando a María Auxiliadora. —
Perú (Puno). Impresiones de un Superior Salesiano
en carta dirigida al Rector Mayor. — Crónica de las
Gracias. — Necroli^fas.
R E V I S T A DE
L A S O BR A S D E
DON BOSCO
REDACCION
Y
BOLETIN
SALESIANO
ADM INISTRACION:
VIA
COTTOLBNGO.
ja
Año L I - N úm ero r
ENERO
TURIN (loo)
1936
ITALIA
El Sacerdoíe Pedro Ricaldone
a los Cooperadores Salesianos.
TunUy 24 de diciembre de 1935.
Benem éritos C ooperadores y C oop era
doras: Sea m i prim er saludo expresaros
a todos y a ’cada uno, singularm ente, los más
felices augurios para el nuevo año y los
sentim ientos de m i profunda gratitud.
T en ed la dulce seguridad de que en todas
las casas y M isiones, tanto de Salesianos
com o de H ijas de M aría A uxiliadora, se
os recuerda, y que no pasa día sin que en
ellas se eleven a D io s fervientes súplicas
para obteneros a vosotros y a vuestras
fam ilias especiales gracias y bendiciones en
el añno 1936. H aga la divina m isericordia
que sobre todos, individuos y naciones,
sonría de un m odo perm anente eí sol bendito
de la paz, vivida en estrcho abrazo con la
caridad, fuen te inexhausta de dicha tem poral
y eterna.
Recibid así m ism o el agradecim iento de
nuestros am ados huerfanitos, de innum e
rables alm as sustraídas a los errores del
paganism o, de los salvajes redim idos de
sus m iserias m orales y m ateriales, de todo
ese m undo, en fin, de corazones que sin
cesar experim entan los efectos m atem os
de vuestra claridad.
ATuchas y m uchas veces, en m edio de
la tristeza de horas d ifíciles, que las penosas
vicisitudes presentes vienen a hacer m ás
som brías, m e he hecho a m í m ism o esta
pregunta: ¿ C óm o nos las arreglarem os ahora
para qu e vivan todas esas obras y M isiones
que hem os esparcido por el m undo ? —
Y la bondad divina, por m edio de vosotros,
benem éritos C ooperadores, no m e ha dejado
faltar nunca su respuesta consoladora y
práctica.
h través de vuestras generosidades hemos
podid o, no sólo m antener sino hasta acre
centar el núm ero de esos huerfanitos que,
día a día, m ientras nutren su cuerpo con
el pan de vuestra caridad, em bellecen su
alm a con los m ás puros ideales de una
vid a civil y cristiana.
T a m b ié n hem os visto aum entarse las fa
langes de jóven es que, sintiéndose llam ados
por D ios al apostolado salesiano y m isionero,
vienen con ím petu consolador a nuestros
Institutos de Form ación, para adiestrarse
en el arte sublim e de salvar las almas.
D e estas Casas de Form ación que cuentan
h oy por m illares a estas juventu d es pródigas
de heroísm os, han salido tam bién este año
num erosos m isioneros, a los que se unieron
otros venidos de diversas naciones.
Y aquí tenéis cóm o, a pesar de las cre
cientes dificultades de todo género, el Señor
nos regala el dulce consuelo de haber podido
preparar, en estos últim os meses, una fuerte
expedición de 249 m isioneros, que, m uchos
han partido ya y otros partirán próxim a
m ente, hacia las m ás opuestas regiones del
m undo. D e ellos 179 son Salesianos, y 70
H ijas de M aría A uxiliadora.
Esto lo hem os podido hacer, gracias, una
v e z m ás, a vuestra caridad incansable, que,
no contenta con sostener y desarrollar
nuestras obras ya existentes, aún nos per
m ite estable cer otras nuevas.
Seguro de que a vuestros corazones les
ser\nrá de consuelo y eficaz estím ulo, vo y
a haceros una breve reseña de las fu n
daciones qu e Salesianos e H ijas de M aría
A u xiliad o ra hem os llevado a cabo en 1935.
Lo s Salesianos:
I T A L I A . — E n A qu ila se ha abierto un
segundo Instituto. E n Borgo San Lorenzo
(Florencia) un O rfanato con Iglesia pública.
E n Cúneo un O ratorio F estivo . E n Catania
liase inaugurado un C en tro para estudiantes
de L iceo . E n Sa nt'A gata d i M ilitello (S i
cilia) un O ratorio F estivo . E n Tárenlo un
nuevo Instituto con O ratorio F estivo. E n
Turin la Casa « D o n Juan Bta L em oyn e »
adjunta al O ratorio.
C H E C O E S L O V A Q U I A . — E n Brc^a
U n a Casa con Parroquia.
F R A N C I A . — E n C oa t en Dock (B re
taña) una Casa para Aspirantes a M isionero.
E n M illaii un C olegio. E n Rennes un O ra
torio Festivo.
E S P A Ñ A . — E n Sevilla (barrio de T ria na) Escuelas Externas con O ratorio F e
stivo. E n la m ism a Sevilla hem os aceptado
adem ás una E scuela diurna parroquial con
m ás de lOO alum nos y su correspondiente
Colonia de V erano. E n Antequera (M álaga)
E scuela A grícola y Clases elem entales exter
nas. E n Santa M aría del Vallés (Barce
lona). U n a E scuela de A gricu ltu ra y E co
nom ía dom éstica, con grandes posibilidades
para el porvenir religioso y cultural de la
ju ven tu d obrera y cam pesina de Cataluña.
A L E M A N I A . — E n K assel una P arro
quia.
I N G L A T E R R A . — E n Blaisdon una
E scuela A grícola y Profesional.
P O L O N I A . — E n Reginow. U n a E scu e
la A gríco la.
H U N G R I A . — E n M ezonyarav una
E scuela A grícola.
C H I N A . — E n Yum ianfú Escuelas p ri
m arias, secundarias y profesionales. En
N ankin una Escuela Profesional.
J.‘\ P O N . — E n T o h ’o U n N oviciad o y
un Estudiantado F ilosófico-T eológico.
A R G E N T I N A . — E n C u m zú -C u a tiú
U n C olegio. E n Paraná idem .
BR.'VSIL. — En San Pablo - M onte
Carmelo U n N oviciado.
C O L O M B I A . — E n C a li unas Escue
las Profesionales. E n Facatativa una Escuela
A grícola con O rfanato.
V E N E Z U E L A . — E n Cumayia U n C o
legio. E n Los Teques U n Instituto para
E studios de Bachillerato y una nueva casa
para N oviciado y Estudiantado FilosóficoT eo ló g ico .
R E P U B L IC A D O M IN IC A N A . — En
Santo Domiftgo una E scuela Profesional,
por m unífica iniciativa d el m ism o S r. P re
sidente de aquella R ep ública.
L a s H ijas de M aría A uxiliadora.
I T A L I A . — N u evas y sendas Casas en
Grinzane (C úneo), Pomaro (A lejandría),
Palestra (N ovara), Leonforte (Enna), M ercogliano (A vellino), Vittorio Véneto d i Serravalle (T reviso), Valdagno (V icenza), Collegno (T u rín ), M onte Zatta (G én ova). M u
chas y varias son las actividades qu e des
arrollan estas nuevas fundaciones: Escuelas
de m aternidad y de trabajo; O ratorios F esti
v o s; Catecism os Parroquiales; E scuelas de
E conom ía dom éstica, higiene y trabajo;
O bras de asistencia para o b re ro s; P oliam -'
bulan cias; A silos, Colegios e internados
para obreras; Escuelas Elem entales y P ro
fesionales, etc. N ad a direm os de las casas
que han am pliado sus obras ya existentes.
F R A N C I A . — E n Bordeaux — Talence.
E scuelas elem entales y un pensionado.
C O N G O B E L G A . — Y n Saint AmandM usoshi una Casa de M isión con A sp irantado para la form ación de H erm anas
Indígenas, E scuela de m aternidad y de tra
bajo para cristianas y catecúm enas, O bra
de protección para los niños indígenas,
y D ispensario.
E S T A D O S U N ID O S D E A M E R IC A .
— E n San Antonio (T exas) Escuelas, L a b o
res y O ratorio.
H A I T I . — E n P ort au Prince las H ijas
de M aría A uxiliadora, a instancias del
E xcm o S r. Presidente de aquella R epública,
se han hecho cargo de la D irecció n de un
Internado y Patronato en pro de la niñez
m ás pobre y abandonada de la capital.
V E N E Z U E L A . — D o s nuevas fu n da
ciones en San Felipe y en San Fem ando
que serán verdaderos centros de M isión .
P E R U . — U n a nueva casa, en M oliendo,
con florecientes obras en favor de la n i
ñez pobre y desvalida.
Y no es sólo esto lo que se ha hecho,
sino que aún hay otras obras qu e nos in
vitan a elevar a D io s, con creciente en
tusiasm o, el him no de acción de gracias.
P or m iedo d e hacerm e pesado dejo de
enum erar las m uchas iglesias abiertas al
cu lto y las nuevas e im portantes activida
des que, en su continuo progresar, han
establecido no pocas de nuestras casas, m as
1
no puedo m enos de recordaros la iglesia
de Bari, y singularm ente el tem plo del
Sgd o C orazón de Bolonia.
E ste gran m onum ento de arte derrum
bóse en 1929, viéndose reducido casi todo
él a m inas, y , gracias a vuestra caridad y
a la perseverante d iligencia de nuestro
amado D o n G a vin elli, en solos tres años de
trabajo feb ril, lo hem os visto resurgir m ás
bello y m ajestuoso que antes, y el 17 del p. p.
m a)'o, era de nuevo consagrado, en m edio de
un cortejo de solem nidades cuya m ajestad
im ponente dejará en los ánim os dulce e
im borrable recuerdo. N o es que se halle todo
term inado y aún es bastante lo que queda
por hacer, pero lo que se ha logrado hasta
el presente es sólida garantía de próxim o y
definitivo éxito.
Pero todos estos acontecim ientos, a pe
sar de su innegable im portancia, vienen a
quedar com o obscurecidos por otro al
cual, de un m od o creciente, sentim os
ligado todo nuestro interés y afecto la
Fam ilia Salesiana y los benem éritos C o o
peradores. M e refiero — ya lo adivináis —
al altar d e San Juan Bosco y am pliación
del Santuario-Basílica de M aría A uxiliadora.
So n ya incontables los devotos de todas
las partes del m undo que nos envían cartas
llenas d e fervor y de estím ulo; que desean
saber si progresan las obras, que con im
petuosa insistencia nos excitan a term inar
las lo m ás pronto posible. A u n q u e el rostro
cada d ía m ás severo de los tiem pos que
correm os sería capaz de hacem os tem blar
y desistir, ese coro afectuoso y anim ador
de m iles de alm as generosas viene a en
sanchar nuestro corazón y a llenarlo de
optim ism os, dándonos la d ulce seguridad
de que una y otra obra hanse de ver co
coronadas rápidam ente con la victoria m ás
com pleta.
E l Boletín os tiene ya al tanto de los tra
bajos que venim os realizando. U ltim adas
las parciales e indispensables dem oliciones,
procedióse a una excavación am plia y pro
fu n da de los terrenos qu e habrán de ser
cubiertos por la nueva fáb rica, y aquí y allá
vese ya su rgir a flor de tierra alguno d e lo
anchos y robustos m uros qu e servirán de
base.
D e un m odo sim ultáneo se trabaja tam
b ién , y sin descanso, en la preparación del
artístico altar de nuestro Santo. T u v e , hace
poco, la d ich a d e v e r alguna de sus piezas
ya term inadas y quisiera poder com unicaros
toda la satisfacción que experim enté al ad
m irar el m ajestuoso conjunto de las líneas
arquitectónicas y el esplendor triunfal de
los preciosos m árm oles.
C asi siem pre, en ocasiones com o la pre
sente, solíam os preguntarnos: « ¿ Q u é nue
vas em presas vam os a realizar el año que
em pieza ?» mas ahora, después de lo que
acabo de exponeros la respuesta queda ya
form ulada de un m odo claro y transparente.
N ecesitam os, ante todo, vuestra con
tinua y eficaz ayuda para sostener las obras
y M isiones que tenem os en m archa; nece
sitam os que no nos dejéis faltar el pan y
los m edios indispensables para mantener
y educar a nuestros pobres y queridos
hu erfan itos; que acudáis diligentem ente a
la ayuda y sostenim iento de las vocacio
nes salesianas y m isioneras, a fin de asegurar
el porvenir de tantas y tan bellas iniciativas
benéficas.
A q u ello s a quienes D ios ha favorecido
con bienes d e fortuna, m áxim e si no tu
viesen herederos, será bueno recuerden que,
fundando y dotando un Instituto M isionero
o al m enos una Beca M isionera, realizarán
una de las obras que m ás agradan a D ios,
y más eficazm ente contribuyen al progreso
creciente de la Iglesia y al bienestar social
d e los pueblos, y m ás hum anitarias y ben é
ficas resultan, puesto que habrán de con
cu rrir a la salvación de m illones de her
m anos nuestros que aún viven sepultados
en las tinieblas del error.
T o d o s, absolutam ente todos, aun los que
no disfrutan de una especial situación eco
nóm ica, pueden, por m edio de lim osnas y
oraciones, y en la m edida de sus fuerzas,
atraer sobre sí las bendiciones de D ios
cooperando a sus obras.
M as a parte de estas recom endaciones,
para este nuevo año que em pieza de 1936
quiero haceros una súplica especial, que
de seguro hallará eco benévolo en vuestros
corazones; súplica que yo desearía conside
raseis hecha por nuestra m ism a M adre M aría
A u xiliadora y por nuestro San Juan Bosco:
Q u e todos contribuyamos a la ampliación
de la Basílica de M aría Auoñliadora y a
la erección del A lta r de San Juan Bosco.
L a m ism a necesidad que siento nueva
m ente de daros gracias por todo lo que
hasta ahora habéis hecho, m e invita y acucia
a exhortaros a la perseverancia y a que llevéis
hasta e l fin vuestra generosa cooperación.
Q uisiera qu e todos os penetrarais bien
de las altas finalidades que con estas obras
nos hem os propuesto. E s nuestro m ás ar
r
diente deseo que el núm ero de los devotos
de M aría A u xiliad o ra y de San Juan Bosco
aum ente de un m odo tal, qu e nadie, de ser
posible, pudiera quedar ex clu id o ; querem os
que sobre todas las naciones y fam ilias
desciendan con siem pre m ayor abundancia
las bendiciones de nuestra M adre celestial
y de nuestrp Santo Fundador.
O s lo repito pues: Continuad ayu d án
donos. Santificad con la lim osna los acon
tecim ientos venturosos o tristes de vuestra
vida; un bautism o, un m atrim onio, un
onom ástico, el logro de un em pleo o de
un título académ ico, un negocio felizm ente
term inado o que se desea term inar bien.
Y dígase lo m ism o de otros sucesos m enos
afortunados: una desgracia, una enferm edad,
la m uerte de un ser querido, el deseo de
sufragar a nuestros difuntos, un aniversa
rio, una gracia que urge conseguir... H e
aquí algunas de las ocasiones propicias,
entre las m il que seguram ente se os pre
sentarán, para obtener del corazón m aterno
de M aría A u xiliadora o de la intercesión
de San Juan Bosco gracia, favor, consuelo;
U n a lim osna, aun siendo m odesta, ofre
cida en alguna de estas circunstancias,
atraerá especiales bendiciones sobre vo s
otros y sobre vuestras fam ilias.
A l hacer este llam am iento, quisiera des
pertar una santa em ulación entre nues
tros generosos Cooperadores. E n to m o de
las dos grandes capillas que, a uno y otro
lado del nuevo altar de M aría A uxiliadora,
tratam os de construir, correrá sobre tres de
sus lados una esbelta galería, de la que fo r
m arán parte 46 colum nas de preciosos m ár
m oles. E n el frontispicio de am bas capillas
y sosteniendo las tribunas superiores, habrá
otras cuatro m ás grandes y que, por estar
m ás próxim as al altar m ayor, contribuirán
extraordinariam ente al em bellecim iento del
nuevo presbiterio.
Son pues cincuenta las colum nas que
esperan los nom bres de cincuenta devotos
o fam ilias, ávidos de ofrecer este filial ho
m enaje a la A u xiliadora y a San Juan Bosco.
E sos nom bres figurarán grabados con carac
teres de oro en la base de cada una de las
colum nas ofrecidas, para que quede p er
petua m em oria de la generosa piedad de
los oferentes, y sir\’an adem ás de estím ulo
vivo que, a todos los que, en el correr de
años y siglos, \*isiten este Santuario, les
invite a rogar por quienes tan eficazm ente
han contribuido a hacerlo m ás d igno de la
celeste A uxiliadora.
E n el B oletín de F eb rero aparecerá
pu blicad a la planta de las obras, con las
cincuenta colum nas num eradas y su coste
respectivo.
T e n g o la plena seguridad d e que, com o
en los tiem pos d e San Juan Bosco y d e su
P rim er Sucesor, el Siervo d e D io s D o n
M ig u el R úa, verem os nuestro Santuario de
M aría A u xiliadora decorado y enriquecido
con esos nom bres de m uchos y generosos
devotos.
N uestro Santo Fu nd ad or, al levantar esta
Basílica, propúsose, com o fin p rincipal, ex
tender la devoción de nuestra M ad re ce
lestial, y todos sabem os con q u é abundan
cia, m ientras duró la construcción de su pa
lacio, hizo llover E lla gracias y bendiciones
sobre la cabeza de sus fieles cooperadores.
D eseosos ahora nosotros de secundar m ás
y m ás aquellos m ism os paternos anhelos,
quisiéram os que con la d ulce devoción de
M aría se extendiera a la vez en todas partes
la consoladora de San Juan Bosco, y a que sa
bem os de un m odo cierto que el H ijo p re
d ilecto de nuestra A u xiliadora ansia tam
b ién él derram ar a m anos llenas consuelos
y bendiciones sobre todos los qu e acudan
a im plorar su intercesión.
V alor, pues, benem éritos y generosos
Cooperadores. H aced una activa propa
ganda entre vuestros am igos y conocidos,
y sentios bien orgullosos de poder contri
b u ir a acrecentar el núm ero de los devotos
de M aría A u xiliadora y d e San Juan Bosco,
el núm ero de los cooperadores de sus obras;
y de v e r cóm o, por obra vuestra, prende
en tantos y tantos corazones la llam a de
la caridad cristiana. T e n e d la seguridad
de qu e sobre vosotros y sobre esos nuevos
cooperadores y devotos caerán los m ás
inefables favores del cielo.
N o olvidem os nunca que, especialm ente
en las horas difíciles, en que las necesi
dades se hacen m ás agudas y aprem iantes,
es cuando m ayorm ente se im pone el gesto
valiente de nuestra caridad, qu e, por el
hecho de llevar el perfu m e del sacrificio y
hacerse por ende m ás agradable a D io s,
desatará con la m áxim a abundancia e l to
rrente de las divinas gracias.
A todos os las deseo m u y de corazón,
y m ientras le p id o a D io s qu e os las con
ceda sin tasa ni m edida, con la expresión
de m i m ás profunda gratitu d , m e reitero
vuestro
obligadísim o s. s. en C . J.
PE D R O R IC A L D O N E .
i
S. Juan Sosco al pie del altar pidiendo el hábito clerical.
Vestición Clerical
digna de recordación
Aludimos a la de nuestro Don Bosco, aca
ecida, hace ahora cien años, el 25 de octubre
de 1835.
Fue aquel uno de los actos culminantes de
su vida, pues que determinó, de manera
irrevocable, su vocación sacerdotal, su aban
dono definitivo de las filas del laicado para
adscribirse a las gloriosas milicias eclesiásticas,
donde la Providencia le tenía reservado un
puesto tan eminente.
Nada más bello y admirable que la ascensión
emprendida por aquel muchacho de veinte
años. N o hubo en ella el fausto y el tumulto
de que suelen ir acompañadas las ascensiones
de los hombres de fortuna que el mundo eleva
sobre su pavés. F u é la ascensión callada y
humilde de un alma qne, obediente al im
pulso divino, lanzábase a recorrer la empi
nada senda de las más altas y exquisitas vir
tudes; ascensión que, a través de otras suce
sivas y gloriosas, tenía que conducirle, lógi
camente, a aquella última y apoteósica de los
altares del día de Pascua de 1934. Lógica
mente, porque en las cosas de Don Bosco
resplendece siempre la lógica, esa lógica de
Dios que, no sólo marca los caminos que ha
de recorrer cada uno de sus santos, sino que
metódicamente los va jalonando y hermo
seando con las más sublimes ascensiones
sobrenaturales.
He aquí cómo refiere Lemoyne aquel acon
tecimiento:
« Decidido a ingresar en el Seminario,
a5oadáronle, con dinero el teólogo Guala, y
con prendas de vestir los buenos feligreses del
arcipreste Cinzano: éste le regaló su proprio
manteo, el Señor Sartoris la veste talar, el
Sr. Pescarmona el sombrero; otros le propor
cionaron, quien los zapatos, quien el alza
cuello, etc.
Don Bosco decía: Y o siempre he necesi
tado de la ayuda de todos. Don Cinzano,
cuya caridad exquisita conocían muchos clé
rigos pobres, decía a su vez: Veréis, veréis:
este joven llegará a obrar cosas grandes.
Y o moriré y no podré alcanzar sus éxitos
pero vosotros veréis como el mundo se llena
de su fama.
Llegado el 25 de octubre, Don Bosco hizo
una santa confesión y comunión, corona de
una larga e intensa preparacióm anterior, y
el Arcipreste de Castelnuovo, Don Cinzano,
antes de la misa solemne, bendijo su sotana y
le vestió de clérigo.
Jín la iglesia, (así se lo refirió a Don Se
gundo Marchisio el profesor de Castelnuovo,
Sr. Bertagna), había un número extraordi
nario de jóvenes, venidos hasta de los pueblos
vecinos, y todo el mundo admiró la compos
tura, la gran devoción y humildad de Juan
en el acto de aquella vestición clerical. »
P a la b ra s d e l S an to .
De los copiosos recuerdos personales que
Don Bosco nos dejó escritos entresacamos
lo que sigue: « Cuando el Señor Arcipreste me
invitó a despojarme de las ropas seglares, con
estas palabras: Exuat te Dóminus véterem hóminem cim áctibus suis, yo iba diciendo en.mi
interior: ¡cuánto trasto viejo tengo que echar
fuera! ¡Dios mió, destruid en mí todos los
hábitos perversos! B
«Y cuando después me entregó la sotana,
diciendo: Indnat te Dóminus novum hómiuem
qui secundum Deum creatus est Íti justitia et
sanctitate veritatis^ me sentí profundamente
conmovido y dije en al secreto de mi alma:
Si, ¡Dios mió! haced que en este momento
me revista de un nuevo hombre, o sea, que
empiece a vivir una vida nueva, plasmada
toda ella en la voluntad divina; que la justicia
y la santidad sean objeto constante de mis
pens;imientos, de mis palabras y de todas mis
obras. Así sea. ¡Oh María! sed mi salvación ».
n Terminada la fiesta religiosa, el Sr. .Arci
preste quiso hacerme asistir a otra que era pa
gana de pies a cabeza; llevóme a la fiesta de
San Rafael que se celebra en Bardella, pueblo
de las cercanías de Castelnuovo. Pensaba con
ello darme un alegrón pero a mí me hizo muy
poca gracia, porque a la legua se traslucía que
aquellas diversiones no era para mí. Asistí a
ella como sobre alfileres, no .sin haber ex
puesto antes infinidad de razones para hacer
desistir al buen .Arcipreste, empeñado a todo
trance en dantie aquel gusto».
«En medio de la comida, observando la con
trariedad en mi rostro, hubo de preguntarme
qué es lo que tenía, y yo le dije: Sr. Arcipreste,
estoy apesadumbrado porque yo creí que esta
fiesta concordaría con la religiosa de esta ma
ñana en género, número y caso, y veo que
no hay entre ellas concordancia posible. L e
diré más; he visto a personas, de las que
nunca hubiera podido sospechar semejante
cosa, que, medio borrachas, han hecho el
payaso en presencia de todos los convidados y
esto es como una bofetada dada a mi vocación.
Si alguien me asegurase que yo llegaré a ser,
con el tiempo, como alguno de estos sacerdotes,
me quitaría ahora mismo esta sotana y se
guiría mi pobre pero cristiana vida de estu
diante, o me alejaría del mundo para hacerme
cartujo o trapense ».
« El mundo está hecho de este modo, repuso
el Sr. Arcipreste, y hay que tomarlo tal como
es. Para poder combatir el mal, hay que verlo
y conocerlo; para hacer aguerrido a un soldado,
hay que enseñarle a manejar las armas, y esto
hace especialmente para nosotros cuya vida
es una lucha continua contra los enemigos
del bien, n
n L e dejé que hablara y no respondí, pero
allá en mi corazón hice este porpósito: no
volveré a asistir jamás a , públicps festines,
como no sea obligado por motivos de religión. »
C o n s e jo s d e u n a m a d r e san ta.
Don Bosco hizo su ingreso en el Seminario,
el penúltimo día de aquel mes de octubre.
L a noche anterior, llamóle Mamá Margarita
en la intimidad y le dijo: « Hijo de mi alma:
Y a vistes el hábito clerical, y yo experimento
por ello toda la inmensa satisfacción que puede
experimentar una -madre el contemplar feliz a
su hijo.
Acuérdate, sin embargo, de que no es el
hábito lo que honra una vida como la que tú
has abrazado, sino las virtudes. Si pre
sintieras que algún día puede flaquear tu
vocación, ¡por el amor de Dios! no quieras
exponer ese hábito a la deshonra; sería mil
veces mejor que lo dejaras ahora mismo. Pre
fiero tener por hijo a un pobre campesino,
que a un sacerdote relajado en el cumpli
miento de su deber.
Cuando viniste al mundo, te consagré a '
la Santísima Virgen; cuando comenzaste “
tus estudios, te recomendé que fueses muy '•
devoto de esta buena Madre. Pues bien; L
ahora vuelvo a recomendarte que te entregues
totalmente e Ella. -Ama a los compañeros
i
I
que son devotos de María, y cuando seas sa
cerdote, recomienda y propaga sin descanso
su devoción...
L a voz de mi madre temblada emocionada
al pronunciar estas palabras, y yo estaba
deshecho en lágrimas.
Madre, le dije, os agradezco todo lo que
me habéis dicho y habéis hecho por mí. No
temáis que vuestras palabras puedan caer en
La parroquia
de
Castelnuovo
Sin la caridad de ellos, le hubiera sido poco
menos que imppsible llegar al sacerdocio y
emprender su brillante camino de conquistas.
¡Cuántas veces lo repitió él mismo!
D e aquellas buenas gentes de Castelnuovo
que se apresuraron a vestir al hijo idolatrado
de la pobre de MamáMargarita, y a costear sus
primeras pensiones, puédese lógicamente ase
gurar que ahora están en el cielo gozando
donde tuvo lu^ar
la vesllción cleri
cal de S. J. Bosco.
el vado, porque yo haré de ellas tesoro de mi
existencia. »
Y allí, el joven clérigo, en el recinto claustral
del Seminario de Chieri, seráficamente per
fumado por las virtudes del hoy Beato Cafasso, continuó sus divinas ascensiones, de
dicóse con ardor incontenible a cubrir con
sólidas pinceladas de luz ese lienzo maravilloso
que ha salido de sus manos, que hoy culmina
con toda su belleza en su Apostolado en pro de
la juventud, en la magnífica universalidad
que han alcanzado sus obras.
Con razón dijo de ellas Léon X III: ¡El
dedo de Dios está aquí!
L a cooperación.
Pero sobre ese fondo de santidad en que
hemos visto proyectada la humilde vestición
clerical de nuestro Fundador, hay un mat-í^
que merece ser destacado, porque, dentro del
cuadro de sus futuras actividades, llegará
a hacerse predominante:
A l lado de Don Bosco, y desde sus juveniles
años, vemos moverse ya sus cooperadores.
el premio de su buena obra, porque, si
vestir al desnudo es ya un acto de caridad
tan exquisito que Dios ha querido hasta ga
rantizar su premio en el Evangelio, vestir
a un clérigo pobre, a un futuro Ministro de
Dios, y más si éste se llama Don Bosco;
cooperar a la formación de un alter Christus aquí en la tierra, ¿ qué calificativo
merecei^ este género de caridad ? ¿ en qué
sublime categoría no habrá de ser clasificada
esta cooperación ?, ¿qué premio no tendrá
reservado en la otra vida ?...
Ahora bien, todos esos cooperadores de Don
Bosco que han recibido ya en el cielo la corona
de su cooperación y al lado de nuestro amable
Santo disfrutan felicos la eterna bienaventu
ranza, son un poderoso aliento, como es na
tural, para los demás cooperadores que aún
trabajan para conseguir esta bienaventuranza.
Piensen éstos que el clérigo Bosco, comple
tamente pobre y falto de recursos, viene perpe
tuándose sin cesar en esos centenares de no
vicios que la Sociedad Salesiana tiene que vestir
tcxlos los años; en esas falanges de jóvenes
misioneros, de quienes habla nuestro Rector
T
Mayor en su Carta, que llaman a las puertas
de las Casas de formación sm llevar en sus
manos el pan que ha de sostenerles en sus
largas probaciones y en sus costosos y pro
lijos estudios.
Piensen que así como la herida del Corazón
de Jesús no se cierra nunca, y generosamente,
día y noche, va dejando caer sobre los altares
su sangre redentora, los que por amor suyo
recorren los caminos del mundo en busca de
almas que salvar no pueden limitar su ardor
de apostolado, ni decir basta en su carrera, ni
galvanizarse en sus posiciones, ni dejar de
impulsar sus conquistas.
Nuevos Misioneros.
Por esto, una vez más, nos fué dado asistir,
el primer domingo de octubre, a esa conmo
vedora Función de despedida de los misioneros,
que, iniciada por San Juan Bosco, se ha ce
lebrado luego todos los años, sin que nada en
el mundo la haya podido perturbar, ni la
escasez de personal, ni las crisis económicas,
ni las zozobras de las guerras, ni las revolu
ciones, ni los elementos. Este acto que anual
mente llena de júbilo y emoción nuestra gran
Basílica de María Auxiliadora se ha hecho
ya tan necesario como el mismo ritmo vital del
corazón de nuestra Sociedad; mientras este
corazón no muera, el ritmo no faltará.
Decíamos, pues, que asistimos a la fiesta.
Aunque la urgencia del socorro hizo que 8o
misioneros tuvieran este año que ponerse en
viaje, sin esperar esta solemne despedida fa
miliar, aún se reunieron en la Basílica, al pie
del altar de la Virgen, un centenar de salesianos y 70 Hijas de María Auxiliadora en
la iglesia de su Casa generalicia.
El Emmo Sr. Cardenal Arzobispo de Turín
entregó a los primeros el arma del misionero, o
sea el crucifijo, en presencia del Rvmo Rector
M ayor y demás Superiores de su Capítulo;
el Kvdo P. Montaldo, Inspector Salesiano
del Ecuador, dirigióles una elocuente y sen
tida exhortación, y, entre cantos y oraciones
litúrgicas, entre abrazos efusivos de parientes
y hermanos en religión, retiráronse los misio
neros para ultimar sus preparativos de viaje.
Y antes de que caigan las primeras nieves,
una tras otra, las grandes motonaves que hacen
rumbo a los puertos de Oriente, lo mismo
que las que surcan el norte y sur atlánticos,
trasladarán a lejanas tierras a todos estos
sacerdotes y coadjutores y Hermanas salesianas, cuyo negro distintivo recordará don
dequiera la sotana humilde de Don Bosco,
pero no una sotana cualquiera sino la pri
mera sotana regalada, pues de no seguir
existiendo, con siempre renovados fervores
aquella magnífica caridad de cooperación que,
hace ahora un siglo, empezó a despuntar
en Castelnuovo, los misioneros salesianos no
podrían embarcar en busca de almas, ten
drían que quedar inmovilizados en Europa.
Custa Rica. - Nuesuas Escuelas Profesionales de Cartazo.
T
Santo Dom ingo. • Vista d el parque Colón y de la catedral.
SAN JUAN B O S C O
EN LAS REPUBLICAS
DE SANTO DOMINGO Y DE HAITI
D os nuevas fundaciones salesíanas que vien en a cerrar un
ciclo glorioso.
A los sesenta afios precisos y cabales de
haber enviado San Juan Bosco sus primeros
hijos al continente iberoamericano, vine a
completarse, felizmente, la penetración salesiana en todas y cada una de las veinte
Repúblicas, o tierras de soberanía, que in
tegran dicho continente.
Este no es un hecho cualquiera, es la pro
clamación ante el mundo de una de las más
grandes victorias larga y fatigosamente prepa
radas por nuestro Fundador y Padre.
Resulta curioso observar cómo la marcha
salesiana en América ha venido siguiendo una
trayectoria enteramente contraria a la que
siguieron los primeros misioneros y o>lonizadores españoles. Estos empezaron en las
Antillas su obra civilizadora, siguieron por
el Pacífico, y terminaron en los territorios
del Plata. Los hijos de Don Bosco empezaron
por el Plata, saltaron lu ^ o al Pacífico, y
vienen a terminar ahora en las Antillas, si-
S. E. Mona. Fietta.
guiendo la línea zigzagueada que puede verse
en el gráfico que publicamos.
l'am bién es curioso observar como siendo
la isla de Santo Domingo una de las primeras
tierras americanas que atrajeron la mirada
santamente codiciosa de Don Bosco, pues
que ya en 1877 proyectaba fundar en ella,
venga a ser ahora la última de las veinte Re
públicas que entrega a los Salesianos el tesoro
de sus juventudes.
N o es fácil, ni importa lo más mínimo,
buscar una explicación racional a estas cosas.
La Providencia sabe el por qué; a los Sale
sianos nos basta saber, de un modo indudable,
que La Española no ha sido nunca la última
en el afecto a nuestras obras, y que no lo será
desde luego en el fervor de la cooperación
en estos días con tanta elocuencia manifes
tado.
Antes de consignar los pocos detalles que
de estas dos nuevas fundaciones nos han en
viado, recordaremos brevemente lo que es y
significa
América y la única que personalmente orga
nizó Cristóbal Colón. D e esa primera célula
madre irradió la vida al gigantesco cuerpo
imperial surgido de las olas, y ella fué la que
formó los grandes capitanes, de hazañas y
fama nunca igualadas: Cortés, Pizarro, Balboa,
Hojeda, Ponce de León y cien otros.
Entre todas las tierras e innumerables
islas descubiertas por «el A lm irante», fué
La isla Dominicana.
Sus naturales la llamaron Haití, o sea
«tierra a lta », siendo en efecto muy monta
ñosa, especialrnente en su parte occidental,
con ;otas que sobrapasan los 3.000 metros,
l'u é la primera colonia que creó España en
El Excmo y Rvm o. Sr. Don Ricardo Pittiai,
Arzobispo electo de Santo Domingo.
El Exmo Sr. Gral Trujülo,
Presidente de la República.
10
ella la predilecta: la bautizó con el nombre
mismo de la metrópoli, llamándola Hispamola-, perpetuó en la primera ciudad allí
fundada el nombre de su gran bienhechora,
la reina Isabel de Castilla; la eligió para morada
suya y de sus descendientes, habiendo él ejer
cido el Virreinato unos dos años y cerca de
nueve su hijo Diego y, finalmente y a peti
ción de la viuda de éste, fué a dormir en ella
su sueño eterno, siendo confiado el tesoro de
sus restos mortales a la catedral de Santo
Domingo.
Aparte de que fué esta isla una de las pri
meras en ser descubierta, está sobradamente
justificada esa predilección que el glorioso
Almirante sintió por ella y que en grado
mayor, sí cabe, guardóle así mismo la Madre
España.
Era valiente. Celosos los naturales de su
independencia salvaje, la defendieron tan
magníficamente que su último cacique Cao-
nabo sólo pudo ser reducido por engaño, y
cautivado con cadenas chapadas de oro, como
convenía a un rey tan altivo y bizarro. Su
secuestro por el capitán Hojeda es una de
las más bellas hazañas de aquella epopeya
de conquistas.
Era leal. Tanto, que únicamente obligada
por fuerza mayor aceptó separarse de la
Madre Patria, y aún volvió luego por algún
en la prematura secesión de la isla, partida
en dos soberanías distintas; la haitiana y la
dominicana; en los frecuentes cambios de
dominación; en las continuas y cruentas
revoluciones y en el gobierno poco afortunado
de la metrópoli.
Tales contrariedades, sin embargo, han con
tribuido notoriamente a templar el carácter
de los dominicanos, no menos que de los
£1 nuevo colegio saleeiano de Santo Domingo.
tiempo y libremente a sus brazos, en cuanto
pudo disponer de sus destinos.
Era rica, habiéndola Dios dotado de un suelo
prodigiosamente fértil y de un subsuelo abun
dante en codiciados metales.
Era hermosa, por lo variado de su paisaje;
por sus valles, bosques y montañas cruzados
por doquiera de corrientes de agua; por la
dulzura de sus playas y lo bonancible de su
clima, especialmente en las regiones altas.
Rubén Darío la llamó: i isla fecunda y solar
que fue deleite de los ojos del iluminado na
vegante *.
Debemos aún añadir que la República D o
minicana es exquisitamente culta. Como que
ha sido llamada « la Atenas del Nuevo Mundo»,
titulo que sólo podría parecer e x ecra d o a los
que no conociesen el número y calidad de
sus escritores, de sus sabios y de sus poetas.
Todas estas excelencias han tenido su con
trapartida, durante siglos y siglos, en las
constantes incursiones de piratas y bucaneros;
haitianos, siempre más numerosos y turbu
lentos. Hoy las dos Repúblicas hermanas,
zanjado definitivamente el pleito de sus límites,
que como los de Portugal y España carecen de
razón geográfica, se desenvuelven en paz y
buena vecindad, progresando a ojos vistas
bajo la firme dirección de sus respectivos
Presidentes, que, oficialmente y con efusiva
cordialidad, acaban de cambiarse la visita
para bien de los dos pueblos.
L a ñindación Salesiana.
Signo de ese progreso, que en lo posible
se va moldeando dentro de las normas cris
tianas, y fruto de dos altas iniciativas feliz
mente asociadas, la del mismo Presidente de
la República Exemo Sr. Don Rafael Trujillo
Molina, y la del Exemo Sr, Nuncio Apostólico
Mons. Fietta, ha sido el magnífico Colegio
Salesiano de la capital que en breve se va a
inaugurar.
11
Kn calidad de coordinador y ejecutor ma
terial de esos esfuerzos fué llamado, oportu
namente, desde los Estados Unidos, donde
ejercía cargo de Inspector o Provincial, el
Rvdo P. Ricardo Pittini, cuya destacada
personalidad se ha impuesto en Santo D o
mingo de tal manera, por su prestancia espi
ritual y sus grandes dotes y aciertos, que
mientras escribimos estas líneas (primeros días
de noviembre) nos llega de Roma la fausta
noticia de su nombramiento para ocupar
la Sede Arzobispal de aquella misma Repú
blica, vacante por muerte del anterior Prelado.
Como se ve, la bondad paterna del Soberano
Pontífice sigue honrando a la familia salesiana
con obediencias de enorme responsabilidad
que nos confunden más que nos honran.
Hoy, precisamente, nos toca anunciar la
consagración ,en Madrid, del Excmo Sr. Don
Marcelino Olaechea, obispo de Pamplona, y
es lógico suponer que el mes que viene ten
dremos que anunciar así mismo la del Excmo
y Rvmo Sr. Don Ricardo Pittini. Par? el
cronista no puede haber tarea más grata.
La nueva casa de Santo Domingo, cuya
construcción éste ha dirigido e impulsado, está
situada en la parte más alta, sana y panorá
mica de la ciudad y dispone para sus meneste
res de tres hectáreas de terreno, en el cual,
con arreglo a planos encargados a nuestro
Estudio de Arquitectura «Vespignani» de
Buenos Aires, han surgido, en muy p^co
tiempo, vastas y cómodas edificaciones capaces
de contener unas Escuelas Profesionales de
Artes y Oficios, un Externado para enseñanza
popular, y un gran Oratorio Festivo.
En la República de Haití.
Y mientras estas futuras Escuelas Salesianas
veían crecer sus muros, como por ensalmo, el
Presidente de la otra República hermana, Excmo
Sr. Vicent, solicitaba de nuestros Superiores
otras iguales o parecidas para uno de los barrios
más necesitados de su capital, Port au Prince.
Queríanse allí, no sólo los Salesianos, sino
también las Hijas de María Auxiliadora; éstas
para ponerse al frente de un Orfanato fundado
por una hermana del citado Sr. Presidente.
Aprovechando para ello la visita que el
Rvdo P. A . Candela, Director Gral de nuestras
Escuelas Profesionales y Agrícolas, hubo de
girar a las obras salesianas de Venezuela, se
le invitó a hacer un alto en ambas Repúblicas,
y todo quedó definitivamente arreglado.
Las buenas e infatigables Hijas de María
Auxiliadora están ya establecidas en su nuevo
campo de trabajo de la capital haitiana, y los
Salesianos, que también son allí, como ellas,
solícitamente deseados por al pueblo y auto
ridades, no menos que por S. E. Rvma el
Sr. Arzobispo Mons. Gouaze, esperan sólo
que el edificio que se está construyendo
esté en condiciones de habitabilidad.
Que san Juan Bosco desde el cielo bendiga
copiosamente este nuevo y significativo avance
de la Obra que él sembró en la tierra.
jF íu» T » tiLa
f
A * ‘
•
•
1 ..
■ : MAPA
-
^EPIBUCA DÓMimCANÁ
m
i t o t^má
C on sagración Episcopal
del Excmo e limo Sr. Don
M A R C E L IN O O L A E C H E A
para la Sede de Pamplona (España)
Debidamente anunciada, verificóse el do
mingo 27 de octubre, en la catedral de Madrid.
Como hacíamos notar en nuestro Boletín
de noviembre, que insertó una breve biografía
del nuevo prelado, es el primer salesiano
español que tiene el honor de ser elevado a la
dignidad episcopal, y es Pamplona la primera
Sede española que se ve ocupada por un
Obispo salesiano.
Esta feliz circunstancia había rodeado la
consagración del P. Olaechea de una expecta
ción inusitada, y de modo indiscutible ha ma
tizado la ceremonia, dándole un tono caracte
rístico. Esta, que de suyo es siempre imponente,
ha visto congregados en esta ocasión elementos
más que suficientes para convertirse en so
lemnidad abrumadora, pero matizada, insisti
mos, de un tono de sencillez que fascinaba y
estaba plenamente de acuerdo con lo que es
y ha representado hasta ahora la ilustre per
sonalidad del consagrando.
Dejaremos que el acto nos lo describa el
benemérito a Diario de Navarra >, e insertare
mos luego un bello artículo que el rotativo
madrileño a líl Debate a ha dedicado al nuevo
Obispo Salesiano:
« El domingo por !a mañana tuvo lugar, en
la Catedral de M adrid, la consagración del
nuevo Obispo de la diócesis de Pamplona
Excmo. c lim o. Sr. Marcelino Olaechea y
Loizaga.
El acto, rodeado de las solemnidades acostum
bradas, constituyó un verdadero homenaje po
pular de cariño y afecto. Había mucha gente,
la iglesia estaba materialmente abarrotada;
había personalidades, diputados, representa
ciones; pero sobre todo, había niños y jó
venes; había pueblo. El nuevo Prelado pudo
sentirse satisfecho en medio de los suyos, sin
empaque, sin más protocolos que la liturgia.
El salesiano, ensalzado a la más grande digni
dad del sacerdocio, estuvo rodeado principal
mente de sus amigos, los niños pobres, el
pueblo humilde, los ex alumnos reconocidos.
Pocas veces, en efecto, reviste un acto de
esta índole caracteres tan populares, tan sen
cillos, tan cordiales.
El nuevo prelado entró en la Catedral exacta
mente a las nueve y media de la mañana.
Iba revestido con los capisayos episcopales pero
sin cruz pectoral ni anillo. En su Trono se
encontraba orando el que había de actuar de
Prelado consagrante. Nuncio de Su Santidad,
Monseñor Tedeschini. Inmediatamente .des
pués llegaron los Prelados asistentes, Dr. Eijo
obispo de Madrid-Alcalá y Dr. Lauzarica y
Torralba, obispo auxiliar de la diócesis de
Valencia y titular de Simando. En un reclina
torio, en el mismo presbiterio, estaba el Obispo
de la diócesis de Calahorra, y junto al presbi
terio, los padrinos don Tom ás Urquijo y
Aguirre y su esposa doña Piedad Izaguirre de
Urquijo.
Revestidos, monseñor Tedeschini de pontifi
cal y el nuevo Obispo con ornamentos de
simple presbítero, éste fué conducido por los
prelados asistentes ante el consagrante que se
hallaba sentado en la silla «faldistorio». Y
llegó la primera emoción.
E l Dr. Eijo, que lleva de la mano derecha a
don Marcelino Olaechea, se dirige al Prelado
consagrante Monseñor Tedeschini y le dice:
Reverendísimo Padre, la Santa M adre Iglesia
Católica pide que a este presbítero aquí pre
sente elevéis ai cargo del episcopado.
El consagrante pregunta: ¿ Tenéis mandato
apostólico ?
Y el prelado asistente: L o tenemos.
Y solemnemente, con el empaque que co
rresponde al acto trascendental, el D r. Eijo
recibe de manos del maestro de Ceremonias la
Bula Pontificia y la lee. f E l Sumo Pontífice,
presbítero de los presbíteros y prelado de los
prelados ha elegido el Excmo. e lim o. Sr. don
Marcelino Olaechea y Loizaga obispo de la
diócesis de Pamplona». Todos los presentes, los
del altar con sus palabras y los demás con el
corazón, dan rienda suelta a su alegría con la
fórmula maravillosamente lacónica de la li
turgia: ¡Deo gratias!
Acto seguido, el nuevo Obispo presta un
juramento solemne. Ante Dios y ante sus mi
nistros, promete defender los derechos del V i
cario de Jesucristo, obedecer sus mandatos y
cumplir todas las obligaciones anejas a su
nuevo carácter episcopal.
Comienza la misa. U na misa doble (si cabe
la palabra) que ofician simultáneamente el Pre
lado consagrante y el nuevo Obispo. E)ste se
ha despojado de sus hábitos sacerdotales, de
la Capa pluvial y se reviste con los episcopales;
sandíúias, pectoral, estola colgante de los hom
bros, tunicela, dalmática, casulla y manípulo.
Terminado el Gradual, se interrumpe la
misa. Parece como si la liturgia no estuviera
satisfecha; es necesario orar antes de proceder a
la consagración; es necesario que el nuevo
obispo recalque en su alma la grave caiga
que ecfia sobra sí. E l Prelado consagrante se
lo recuerda: Al Obispo le corresponde juzgar,
interpretar, consagrar, ordenar, ofrecer, bau
tizar y confirmar.
Y el pueblo le ayuda en su oración. Invoca
a todos los santos, por medio de las Letanías
mientras el Consagrando las recita echado de
bruces en el suelo.
Terminada esta sentida ceremonia, el Con
sagrante, ayudado de los Prelados asistentes,
impone sobre la cerviz y espaldas del electo el
libro de los Santos Evangelios. L os tres Pre
lados oficiantes, puestas las manos sobre la
cabeza del Consagrando, invocan para éste la
bendición celestial, la gracia del Espíritu Santo.
A continuación se d ñ e la frente del Consa
grando con una cinta de lino y el Consagrante
unge la cabeza y las manos de aquél cxin óleo
y con crisma. Y a consagrado, el nuevo Obispo
recibe el báculo y el anillo que coloca en su
mano.
Prosigue la misa interrumpida, y al ofer
torio el Consagrado ofrece a su Consagrante
dos dríos encendidos, dos panes (uno dorado
y el otro plateado) y dos tonelitos de vino.
Desde este momento, el Consagrado, que
decía la misa en una esquina del altar, es admi
tido al altar del Consagrante, con quien con
tinúa ofreciendo el Santo Sacrificio. Ambos
formulan al mismo tiempo las palabras de la
Consagración y (»mulgan de la misma hostia
y del mismo cáliz.
Terminada la misa, viene lo que se podría
llamar exaltación apoteósica del nuevo prelado.
Este recibe la mitra y los guantes y, conducido
de la mano derecha por el propio Consagrante,
se sienta en la silla faldistoria, llevando en sus
manos el báculo pastoral. Se entona un so
lemne Te Deum y, mientras se canta, el Prelado
Consagrado recorre la iglesia en medio de los
dos prelados asistentes impartiendo al pueblo
la bendición.
Para que todo haya terminado sólo falta
una ceremonia. D e las de más emoción; de
las de mayor aparato; impartir por primera vez
la triple bendición episcopal. El D r Olaechea,
pese a su entereza característica, canta con
voz quebrada por la emoción. Levanta tem
blorosa su mano para bendecir al pueblo que
está de rodillas, y mientras el órgano desborda
la catarata de sus armom'as, repite humilde de
hinojos, con unción emocionada, ante Monse
ñor Tedeschini, las palabras litúrgicas que
componían los anhelos de todos: A d multas
annos, por muchos años.
...Ya no hay orden; ya no hay sosiego;
es una avalancha humana, son todos los mu
chachos, todos los fíeles los que se apresuran
a besar el anillo al nuevo Prelado. Es el ca
riño, es la gratitud, es el orgullo filial que se
desborda.»
« Diario de Navarra > hace aquí una larga
lista, que ocupa casi una columna, de las nu
merosas personalidades, representaciones ofi
ciales, y Salesianos de toda España que se
hallaban en la catedral madrileña.
Es muy interesante, aun cuando nosotros
estamos convencidos de que se omiten muchos
nombres, pero de ella hacemos gracia a nues
tros lectores. Hemos de subrayar, no obs
tante, con especial satisfacción, la presencia
del Excmo Embajador de Italia, Sr. Pedrazzi.
Enumera después c Diario de Navarra > los
valiosos r ía l o s hechos al‘ nuevo Obispo de
Pamplona, y dice:
Entre los valiosos r ía l o s que se le han ofre
cido al nuevo Prelado, muchos de ellos, por
humildad de los donantes, tienen que ser
silenciados. Recordamos los s i l e n t e s : un bá
culo, costeado por suscripción popular en Baracaldo, pueblo natal del doctor Olaechea; una
casulla de tisú de plata bordada en oro, re
galo de los padrinos; un cáliz ofrecido por la
Provincia Salesiana Céltica; un anillo por la
15
T
Provincia Tarraconense; un pectoral, igual que
el que usaba San Francisco de Sales, por las
religiosas de la Orden de la Visitación cuyo
Colegio se halla situado en el paseo de Santa
Engracia; un pectoral regalado por la Pro
vincia Salesiana Bélica; una M itra por M on
señor Santander, y una capa magna por una
benemérita cooperadora salesiana de la ciu
dad andaluza de Pozoblanco.
A medio día — sigue diciendo el Diario —
se celebró una comida íntima en el colegio
de los salesianos de la Ronda de Atocha. Pre
sidieron, con el nuevo prelado, los obispos de
Madrid-Alcalá, auxiliar de Valencia y de Ca
lahorra, y el embajador de Italia señor Pedrazzi.
Había sido invitado al banquete, como de
cano de la representación parlamentaria el
conde de Rodezno, quien delegó con satisfac
ción de todos en el Padre Gafo.
Tam bién asistieron el auditor de la Nuncia
tura, monseñor Crespi; la representación del
Cabildo de la Catedral de Pamplona, venida
a Madrid; el deán y jefe de Ceremonias de
M adrid en representación del Cabildo Ca
tedral, una representación del Cabildo de
párrocos de Madrid y todos los salesianos
venidos a Madrid con tan fausto motivo.
Terminaremos diciendo que el epílogo más
simpático y emotivo de la augusta ceremonia
lo constituyeron los 2.000 niños pobres que,
hasta hace pocos días, tuvieron a Mons. Olaechea de Director y Padre.
¡Había que ver con qué ímpetu de cariño
y de viva alegría le rodeaban y vitoreaban, al
llegar triunfalmente al Colegio de la Ronda de
Atocha, y cómo, en afectuosa porfía, se col
gaban de su anillo pastoral I
En cuanto a la parte musical de la ceremonia,
fué magistralmcnte desempeñada por la Schola
Cimtorum del Estudiantado Teológico Salesiano de Carabanchel Alto que tuvo el honor
de recibir una de las primeras visitas del nuevo
Prelado.
• • •
H e aquí finalmente lo que el insigne perio
dista Don Manuel Graña dice del nuevo
Obispo en el órgano de la Acción Católica
española: «El D ebate».
Un Obispo Salesiano.
Con It consagración episcopal del padre Marcelino
Olaechea, para la diócesis de Pamplona, entra en
el Episcopado español el primer Obispo salesiano.
18
^
La Santa Sede, al elevarlo a esta dignidad, no sólo
ha tenido en cuenta los méritos y dotes del nuevo
Prelado; ha querido también honrar a la modesta
cuanto benemérita Congregación Salesiana, cuya
labor grandiosa se ha manifestado al mundo en la
apoteosis de la canonización de su fundador, San
Juan Bosco.
No es éste el momento de recordar la obra ingente
y universal que estos modestos y abnegados obreros
de la viña evangélica vienen realizando en el mundo:
escuelas, colegios, talleres, misiones, granjas agrícolas,
seminarios, oratorios festivos, obras postescolares;
en resumen, una vasta serie de organismos de edu
cación cristiana * popular »; intensa y cristianamente
popular.
Traemos esto a cuento para esbozar el ambiente
en que se ha formado el nuevo Obispo de Pamplona,
y para predecir también el campo y la modalidad
de su celo pastoral.
Los obreros, la juventud pobre, la educación
profesional, las multitudes de niños de los oratorios
festivos, he ahí lo que ha ocupado hasta ahora la
actividad del P. Olaechea.
Parece providencial que la Iglesia haya elegido
para esta misión, ia más necesaria de nuestros
tiempos, precisamente al hijo de un mecánico de los
Altos Hornos de Vizcaya, al hijo de un obrero
industrial; aquellos obreros que han sido en mayor
número víctimas del marxismo embrutecedor y
revolucionario. El nuevo Obispo quiere que todo e l .
mundo lo sepa, y para indicarlo ha puesto en su
escudo episcopal chimeneas y otros símbolos del
ambiente en que nació. Acaso es el primer ejemplo
en la heráldica de nuestro Episcopado; pero este
ejemplo dice muchas cosas que no podemos comentar
ahora.
He aquí un Obispo que sale del oratorio festivo
de Baracaldo; un hijo de un obrero que Dios coloca
«entre los Príncipes de su pueblo ». ¿Por qué y pa
ra qué? Dejando a la providencia sus secretos,
sólo podemos decir que la Santa Sede ha visto en él
no ya un religioso ejemplar, sino un verdadero Su
perior, con aquellas dotes de mando que son nece
sarias para regir la « Iglesia de Dios »; un sacerdote
que h.i consagrado por manera solemne toda su
vida al apostolado más necesario de nuestros tiempos;
un miembro ilustre de una Congregación que ha
dado ya, en su corta existencia, muchos Prelados a la
Iglesia fuera de España; que ha realizado en nuestra
patria una labor que equivale a evangelizar varias
diócesis.
Por encima de la «fábrica », que campea en el
escudo del Obispo de Pamplona, se extiende el
emblema de la Congregación salesiana con su mote:
« Da mihi animas, caetera tolle ». Esto, encima del
industrialismo capitalista, señala una ruta en la
senda del nuevo Jerarca; nunca se delineó con más
propiedad ni con más sentido moderno la misión
de un Obispo en nuestra época. El espíritu salesiano;
el sentido «obrerista », popular, de sus trabajos;
la educación cristiana de las clases obreras que va
a emprender un Obispo que toda su vida no ha
hecho otra cosa, ni ha querido hacer otra cosa.
LA OBRA DE D O N BOSCO EN
ESPAÑA Y AMÉRICA
Relaciones enviadas al Rector Mayor.
E S P A Ñ A - S. Jo sé d e l V a lle . —
B o d as
d e p la ta d e la fu n d a ció n d e la C a sa .
Hermosos días los que vivimos en este
Noviciado y Estudiantado Filosófico, desde
el 28 de Junio al 3 de Julio p. p.
Para conmemorar el 25® aniversario de su
fundación se proyectaron una serie de festejos.
E l 28 de Junio, en la Capilla, sobria y ar
tísticamente decorada, tuvimos una Hora Santa,
en la que pedimos abundancia de vocaciones,
para nosotros y para los Seminarios dioce
sanos. El 29, que pasamos rpdeando en espí
ritu a nuestro amadísimo Rector M ayor, hi
cimos un detenido y provechoso estudio de
las tradiciones Salesianas.
El 30, nuestro Círculo Misionero o Don
Andrés Beltram i» nos obsequió con una Veladita Misionera ilustrando el tema « Don
Bosco y las Misiones ».
Y se dió comienzo a un solemne triduo
con coplas polifónicas y sermón, a cargo de
Señores Directores que hicieron su novi
ciado en esta Casa.
A todos gustó el bonito busto de D. Bosco
que, sonriente, desde un modesto pedestal
rodeado de flores y azulejos sevillanos, presi
dirá en adelante las alegrías de nuestros recreos,
como también la artística lápida dedicada al
insigne y Santo Sacerdote Don Rafael Ro
mero, padre de los pobres, prodigio de hu
mildad y de celo, e inolvidable y muy querido
fundador y bienhechor de esta casa, al cual
en vida los novicios llamábamos cariñosamente
€ el A b u elito ».
Busto y lápida fueron bendecidos el día
2 por nuestro amadísimo Sr. Inspector Don
Sebastián Pastor.
En la tarde de este mismo día celebróse
una academia en la que la parte musical estuvo
a cargo de nuestros filósofos y novicios, que
interpretaron muy bien trozos a tres y cuatro
voces. Visiblemente satisfecho el Sr. Inspector,
después de las dos horas y media que duró
la Velada, dió gracias a todos por el cariño
y entusiasmo con que habían respondido a
la invitación que Ies hiciera.
Por la noche, iluminación y cantos tra
dicionales, m uy a propósito para aumentar la
animación que debía culminar el día siguiente.
Fue éste al 3 de julio. Para mejor so
lemnizarlo vinieron los hermanos de la Casa
de Utrera, con la banda de música y un coro
de cantores, siendo admirable la seguridad
con que desempeñaron su programa.
Hubo Misa Solemne a las diez; en la ca
pilla no se cabía; la escolanía interpretó una
partitura a 3 voces del Maestro Grassi.
El Rvdo D . Francisco Javier Montero,
Director de dicho Colegio de Utrera, en her
mosísimos párrafos, nos presentó el Corazón de
Jesús como manantial de todas las energías
que habrán de sernos necesarias en nuestro
futuro Apostolado.
Durante el ágape fraternal nos recrearon
los chicos utreranos con sus cantos y piezas
de música.
A l terminar, el Rvdo Sr. Cura Párroco de
S. Pedro de Jerez, Don Anselmo Andrade,
manifestó una vez más su admiración por
D . Bosco, presentándolo como modelo que han
de copiar los seminaristas de todo el mundo,
y nuestro S. Inspector invitó a todos a dar
gracias al Señor con un « T e D e u m ». A
las 5 ^ nuestros filósofos obsequiaron a todos
los que habían asistido a nuestras fiestas con
la representación del cuadrito bíblico « Ven
y sígueme ».
A R G EN TIN A - Córdoba. — Asambleas
de formación sacerdotal.
Es costumbre loable y tradicional en este
Instituto, introducida por su primer director
P. Luis Vaula, el celebrar todos los años un
triduo de asambleas o, como hoy suele decirse,
unas jomadas de oración y estudio para pro
fundizar algún punto de capital importancia
en orden a la formación sacerdotal y salesiana
de los estudiantes.
Este año fué objeto de estudio prolijo y
concienzudo la áurea circular « Santidad es
Pureza > que nuestro venerado Rector Mayor
dirigió a todos sus hijos como recuerdo de la
Canonización de Don Bosco. Como se ve,
el tema sugerido por el mismo P. Vaula no
podía ser ni más útil ni más oportuno.
Las asambleas, anunciadas con suficiente an
ticipación, despertaron indecible entusiasmo en
la casa, y todos, sin alterar el ritmo habitual
de los estudios, se dispusieron a trabajar den
tro del maro} de sus habilidades.
19
Rdo. Padre Guillermo Cabrini,
nuestro amadísimo Inspector;
cantó la Misa Solemne el D i
rector de la Casa Rdo. Padre
Emilio Cantarutti; pronimció
el panegírico de la Virgen el
Pbro. Dr. Juan Carlos Vera
Vallejo, quien conmovió a los
circunstantes con su palabra
llena de unción y de piedad
hacia la Madre de Dios. Siguió
San José del Vallo. • Patio de
recreo y nuevo monumento a
Don Dosco.
Siendo asambleas de oración
y estudio, se efectuaron fun
ciones religiosas por la ma
ñana y actos académicos por
la tarde. Formaron parte de
las primeras, a más de la misa
de comunidad, una misa so
lemne que fué oficiada por
tres superiores de Congregaciones religiosas:
Corazón de María, Redentoristas y Jesuítas.
Por la tarde se llevaron a cabo las asambleas
de estudio en el salón de actos. En cada una
de ellas se pronunciaban tres discursos de un
cuarto de hora, al cabo de los cuales se pro
cedía a la discusión pública de los conside
randos y resoluciones, fruto de prolijas y fre
cuentes juntas de las Comisiones de estudio.
Estas .\samblcas fueron amenizadas con esco
gidos números de música y poesías bien de
clamadas.
tales actos hay que añadir otros más
expansivos pero muy aptos para mantener vivo
el entusiasmo; tales fueron, la primera noche la
bendición y descubrimiento de la imagen de la
Inmaculada, de seis metros de alto, en el m i
rador del Instituto; la iluminación fantástica
de los jardines e inauguración del parque « Car
denal Cagliero », la segunda noche; y la pro
cesión de antorchas a la gruta de la Virgen
de Lourdes, el último día.
La solemne clausura de las Asambleas se
celebró el Domingo 15, fiesta de la Virgen
de los Dolores. Rezó misa de comunidad el
20
'V
a la Misa una devota procesión eucarística
por los corredores del Instituto, que terminó
con la bendición con S. D . M.
Por la tarde, a las 15, vísperas solemnes.
A las 16,30, velada, en la que se representa
ron dos dramitas en verso: el primero « Covadonga n de asunto netamente mariano; el se
gundo HLa espada feudal n, en dos actos. A
esta velada asistieron también algunos estu
diantes de teología del próximo Instituto de
los Redentoristas recientemente inaugurado, y
del Estudiantado de los PP. Jesuitas.
En\naron su adhesión a las asambleas algunos
Arzobispos, Obispos y distinguidos sacerdotes;
pero la más preciosa fué ciertamente la de
S.S. Pío X I que leyó el Rdo. Padre Inspector,
durante la primera asamblea, y que todos escu
charon de pie.
El Sr. Arzobispo, imposibilitado a última
hora de asistir, (como lo había prometido)
envió su bendición y concedió además cien
días de indulgencia a los que, tomando parte
en las asambleas, hubiesen asistido a algunas de
las funciones religiosas de esas Jomadas.
En ellas jugó un papel importante la mú-
sica, como lo comprueba el siguiente programa
de las piezas ejecutadas:
a) Tres misas gregorianas distintas: Cum jú
bilo, Orbü factor, Fotis bonitatis.
h) Partes variables íntegras en canto grego«
nano; diferentes los tres días.
f) Ocho motetes en canto gregoriano.
d) Grandiosa Misa Regina Coeli, de Jacobo Kerle, a 3 voces, el día de la clausura.
e) Veinticuatro coros polifónicos a 3, 4 y
5 voces, de autores antiguos y modernos.
/ ) Diez cantos de música de salón.
Por la ejecución esmerada y artística de
este programa fué muy felicitado el Maestro
de Capilla Rdo. Padre Pedro Ochoa, profesor
del Instituto.
Una nota original del programa de música
fueron las Vísperas extralitúrgicas de Lilio
coTWalium (Del lirio de los valles) con antífo
nas, salmos, capítulo, himno, y oremus pro
pios referentes a la virtud de la pureza. Se
ejecutaron devotamente delante de la gruta
de la Virgen, en la tarde del 11 de Septiembre,
víspera de las Asambleas, y fueron presididas
por el Rdo. Padre Inspector.
Para perpetuar el recuerdo de estos días
memorables se piensa imprimir un opúsculo
con las actas, discursos y resoluciones.
ARGEN TIN A. — Rawson y Trelew han
tributado un gran recibimiento al
Excmo. Sr. Obispo Diocesano, Mons.
Es andi.
{Tomamos del diario local « La Cruz del Sur »).
Jamás presenció la Capital del Territorio
acontecimiento semejante. La primera visita
Pastoral del Excelentísimo Sr. Obispo Dioce
sano venía polarizando, desde tiempo atrás,
la atención del pueblo entero, con sus autori
dades a la cabeza.
A su llegada a Rawson, y a pesar del fuerte
viento reinante, hallábase estacionada en las
inmediaciones de la municipalidad una gran
multitud.
El Batallón de los Exploradores de Don
Bosco, en correcta formación; las alumnas del
Colegio María Auxiliadora, las Asoéiaciones
Parroquiales con sus distintivos, y especial
mente una compacta columna de hombres,
presidida por el Sr. Gobernador del Terri
torio Don José M . Baños y otras distingui
das personalidades, esperaban al bondadoso
Prelado.
Al aparecer éste cortejado por una numerosa
caravana de automóviles, la banda de la Go
bernación saludó al ilustre huésped, con los
San José del VaUe. • Los novicios j estudiantes de fllooofia con todos los salesianos invitados a la fiesta.
21
acordes de una marcha, mientras el público
aplaudía delirantemente a su Pastor.
Mechas las presentaciones por el cura pá
rroco y recibidos los saludos de las autorida
des, el Pte. del Hble. Concejo Sr. Raimundo
Caratozzolo, en nombre de la población, sa
ludó con oportunas palabras al dignísimo Sr.
Esandi, quien encaminóse luego, al frente de
una compacta columna humana, hacia el Co
legio Salesiano, donde se revistió pontifical
mente para hacer su entrada en el templo
bajo palio que llevaban el Sr. Goberna
dor, el Juez Letrado, el Presidente Municipal
y el Presidente de la Comisión Central de
Recepción y Homenaje.
A su llegada, el coro de las hijas de María
entonó el « Sacerdos et Póntifex », encon
trándose el templo materialmente repleto de
fieles.
El Cura Párroco saludó con breves palabras
al dignísimo Prelado, quien lleno de conmo
ción, agradeció al pueblo de Rawson el cordial
homenaje que le había tributado.
A continuación Mons. Esandi entonó el
Te Deum que el Coro ejecutó impecable
mente, impartiendo luego la Bendición Pas
toral.
El primer domingo de su estancia en la
capital del Territorio, celebróse, con nunca
visto fervor y entusiasmo, una Jornada eticaristica, en la que recibieron a Jesús Sacramen
tado medio millar de personas, número real
mente extraordinario, si se tiene en cuenta que
la ciudad consta únicamente de 2.000 habi
tantes.
Otra Jornada, a la que el cronista llama
carcelaria, fué consagrada a aliviar el dolor
material y moral de los pobres reclusos, y su
éxito fué tan grande, que en la capital del
Chubut no se olvidará fácilmente.
A este éxito contribuyeron, como princi
pales factores, las dignísimas Autoridades del
Territorio, no menos que el caballeroso D i
rector de la cárcel, Sr. Osvaldo Rocha, quienes,
no sólo acogieron la iniciativa con la más
franca simpatía, sino que dieron toda clase de
facilidades y prestaron su colaboración, hasta
los límites de lo imposible.
Nada digamos del celo exquisitamente cris
tiano desplegado en este conmovedor festi
val por la Cornisón de damas, que preside
la esposa del Sr. Gobernador, Dña Indiana
F. de Baños.
Sir\'iéronles de preparación a los presos
ocho conferencias morales y doctrinales, con
gran unción y elocuencia desarrolladas por
22
el lim o Sr. Vicario Gral de la Diócesis Mons.
José Borgatti y por el venerable Párroco, y
llegado el día 2 de septiembre, el Sr. Obispo,
con lágrimas en los ojos que delataban toda la
ternura de su caridad paterna, pudo distribuir
la sagrada Comunión a i i o feligreses queri
dísimos de aquella población penal, que re
cordarán mientras vivan el gesto delicado y
paterno de su Pastor, y saborearán en lo más
íntimo del alma las dulzuras de la paz y amistad
divinas.
Terminada la misa, el Sr. Obispo recibió
calurosos homenajes, primero del personal di
rectivo, y luego de los presos, que todo aquel
día lo pasaron de gaudeamus, entre músicas
y fiestas, y con un suculento asado a la hora de
yantar.
En
el
C olegio
de
M aría A uxiliadora .
L a visita de su Excia lim a al Colegio de María
Auxiliadora, donde celebró uno de aquellos
días la santa misa, resultó un acto lucidí
simo.
Todas las Asociaciones Parroquiales, alumnas y exalumnas, se hallaban allí para hacerle
objeto de las más espontáneas y entusiastas
demostraciones, realizando verdaderos pri
mores de arte en la velada músico literaria
que le tenían preparada, cuyos números arran
caron unánimes aplausos de los numerosos
invitados, entre los que tuvimos el gusto de
ver al Sr. Gobernador y a su distinguida
esposa.
Los E xalumnos.
El Centro de Exalumnos del Colegio quiso
ofrecer a su amadísimo Prelado un almuerzo,
en el que usaron de la palabra muchos y dis
tinguidos oradores, culminando entre ellos,
siempre condescendiente con los deseos de los
jóvenes, el lim o Sr. Borgatti, quien a todas
horas fácil y afortunado de palabra, trazóles,
en breve síntesis, el programa del Exalumno
y 'd e l Obrero católico.
El Sr. Obispo, radiante de satisfacción, agra
deció aquel agasajo filial y ponderó el gusto con
que recibía el pergamino que los exalumnos le
dedicaban, el cual figurará — dijo — en las
galerías del Seminario diocesano, como pri
mor de arte y como recuerdo perdurable del
cariño de sus amados hijos de Rawson.
L a orquesta local, hábilmente dirigida por
el exalumno Sr. Terraza, amenizó el almuerzo.
i
I nauguración
V acchina ” .
de la
«“ C alle Bernardo
U n negro cendal de nubes parecía querer
impedir una de las ceremonias más impor
tantes de estas grandes jornadas, pero a pesar de
ello y del intenso frío reinante, el pueblo de
Rawson se reunió en masa frente a la placa de
bronce, que recordará a los pósteros el valor
de un héroe y el reconocimiento de un pueblo.
En nombre de los exalumnos, ofreció la
placa el Sr. Domingo Laurini, presidente del
Centro. Luego el Secretario Municipal, Sr.
Carlos J. Segovia, por las autoridades muni
cipales, pronunció un hermoso discurso, ha
ciendo resaltar la obra del Padre Vacchina en el
Chubut y de los hijos de Don Bosco en ge
neral.
E l*Sr. Obispo cerró el acto, con breves
palabras de elogio al gran misionero salesiano y al pueblo de Rawson.
*
*
*
Por no hacemos prolijos y pesados en la
narración, omitimos un considerable número
de agasajos oficiales, de discursos y actos populares ofrecidos a su Excia lima, así como
iu visita que luego hizo a Trelew, que, en sus
demostraciones de veneración y cariño al Pre
lado, ha afirmado ser digna rival de Rawson,
distinguiéndose por su fervor los elementos
salesianos, y repitiéndose allí escenas idénticas
a las que hemos procurado reseñar en estas
líneas.
COSTA RICA. — Las Hijas de María
Auxiliadora de Alajuela festejan a su
excelsa Patrona y a S. Juan Bosco.
(Nos escribe el exalumno Don A . Afurillo):
Tantas son las emociones que he recibido
en estos días, que es para mí un gran compro
miso expresarlas.
Como estaba anunciado, el 31 de mayo
comenzó la novena en la S. Catedral, dirigida
por el cooperador salesiano, Rdo. José M .
Barboza; más de 500 personas asistieron regu
larmente. L a sorpresa más grande fué al co
menzar el Triduo, predicado por el Rdo. P.
Caveto, Redentorista, porque ya no hubo
asiento en la Catedral, y las gentes venían
trayéndose sus sillas. Los temas tratados fue
ron sobre Don Bosco y María Auxiliadora.
Las Vísperas animadísimas. A las 12: bombetas y Banda, obsequiada galantemente por
el señor Comandante.
Para el día 9 llegan gentes de todas partes
y de todos los distritos de la ciudad. A las
7 celebra la M isa de Comunión Su Excia.
Rvma. Mons. Monestel, que, al tomar la pala
bra, dice que le parecía encontrarse en Turín,
tanta era la concurrencia y la devoción de
los fieles.
A las 9: Misa de revestidos, con asistencia
de las autoridades eclesiásticas y cívilesi el
señor Gobernador, el señor Comandante.
El panegírico fué predicado por el Rvdo.
Superior de los P. P. Redentoristas. Y des
pués de la misa la solemne procesión, que
fué la nota sobresaliente de la fiesta, por la
gran concurrencia de fieles y la devoción ma
nifestada en ella. Llegaron de Heredia las
alumnas internas y externas del Colegio de
María Auxiliadora de San José y el Centro So
cial Don Bosco; de aquí tomaron parte las
alumnas del Colegio de las Hermanas Salesianas; todas las cooperadoras, y alumnos
del Oratorio Festivo: una verdadera mani
festación de vida cristiana, que nadie había
previsto.
N o faltaron los juegos y una velada por la
noche, obsequiada por los socios del Centro
•
Social, a beneficio del Oratorio Festivo de
Alajuela.
Ha sido una fiesta religiosa verdaderamente
salesiana, amenizada con juegos y diversiones.
CUBA - Habana. — Bendición y dedi
cación de un altar a San Juan Bosco.
Nunca hubiéramos creído — dice nuestro
corresponsal — que en la Habana, desde la
Canonización de Don Bosco, había adquirido
tanta preponderancia su devoción, a no haberlo
visto.
Es entusiasta y grandiosa esta devoción
en la Capital de la República de Cuba.
Bien pueden cantar el Alleluya de la victoria
y el Te ¿euw de acción de gracias los hijos del
Santo.
A esta hora tan solemne para los Salesianos,
Monseñor A r t e r a y Betancourt, Director Dio
cesano de los Cooperadores, procedió a ben
decir el nuevo altar de San Juan Bosco en la
iglesia salesiana.
Este altar es una preciosísima joya del arte,
de estilo romano. Tiene 6 metros de alto,
destacándose, dentro del primor general de
la obra, el Sagrario de bronce repujado; así
como el escudo salesiano, el Angel del Buen
Consejo y las nueve columnas, en las cuales
están esculpidos a cincel algunos de los Sueños
Proféticos de Don Bosco--
23
Kawson. - El floreciente Círculo Católico de Obreros homenajeando a Mons. Esandi
en presencia de las más alias Autoridades del Territorio.
Este altar es homenaje de los fieles agradeci
dos a los favores alcanzados del Señor por
intercesión del Santo.
A la bendición, siguió la Misa Solemne en
el mismo altar, oficiando de Preste el R. P. José
Misieri, a quien el hoy San Juan Bosco vistió
el hábito talar.
El virtuoso anciano se encontraba emocioJiadísimo al presenciar el gran triunfo del
amado Fundador a quien él trató en este valle
de lágrimas.
Monseñor Santiago G . Amigó pronunció un
grandilocuente y sublime panegírico de Don
Bosco y de su obra.
Fué unánimemente ensalzado por la enorme
multitud.
La famosa Academia « Amelia Izquierdo»,
interpretó magistralmente una Plegaria a Don
Bosco, una misa a tres voces y el Himno a
San Juan Bosco, tres grandes obras musi
cales hechas expresamente para esta fiesta por
la ilustre compositora cubana Señora Blanquita Fernández de Castro de Jardines, que
fué muy felicitada.
A las 5 de la tarde hubo solemnes ejercicios,
se distribuyeron libritos sobre San Juan Bosco
y se dió a besar su reliquia.
I.a fiesta dedicada al Santo Fundador de
los Salesianos resultó solemnísima, habiendo
sido preparada con un triduo de comuniones
generales y de conferencias que predicó elo
cuentemente el P. SaU-ador Herrera S. S.
24
MÉJICO - Monterrey. - Fiesta de María
Auxiliadora.
{De una carta de la Presidenta de las exalumnas, M . A . Carrillo).
Con verdadero entusiasmo, las exalumnas
de Monterrey nos dimos a la tarea de honrar,
el día 24 de mayo, a nuestra bien amada
Madre la excelsa Auxiliadora.
Nunca como en las horas de duelo, necesita
el corazón humano encontrar una Consoladora.
Una profunda confianza nos animó desde el
primer instante, seguras de que María Auxilia
dora nos haría vencer todas las dificultades
que pudiéramos encontrar. Y en verdad que
nuestra fe se vió premiada.
Amaneció el suspirado día, y a las 7 de la
mañana se congregaron en el Tem plo de
Nuestra Señora del Roble todas las exalumnas.
Ofició la Misa cantada el Rvdo. P. Jesús
González Montemayor, quien, con gran bondad
y por el grande amor que profesa a la Virgen
de Don Bosco, nos ayudó y favoreció en toda
la fiesta. Numerosas fueron las almas que, en
santa comunión con Jesús Sacramentado. le
contaron sus cuitas y sus temores.
U n grupo de pequeñitas, luciendo primoroso
traje rosa, formaron corona ante el ^tar de la
Auxiliadora, adorando con luces y flores. El
altar mayor se engalanó con niveas azucenas,
que nos recordaban a las Hijas de María
Auxiliadora, nuestras antiguas y buenísimas
maestras. Por ia tarde, a las 5, el rosario
solemne y el ofrecimiente de flores fueron
momentos de verdadera piedad y alegría.
El sermón, breve, pero sentido y elocuente,
del Rvdo. Padre, dejó en el ánimo del auditorio
una dulce confianza en la protección de nuestra
celestial Consoladora.
Acto continuo, se impartió la bendición con
S. D. M . y en seguida se llevó en procesión
la bendita imagen de nuestra Madre.
El memorable día terminó dejando en
nuestra alma un embriagador deleite, y, agra
decidas las exalumnas a la celeste Reina y
Protectora de las obras salesianas, acordamos
enviar, como recuerdo de la fiesta, un donativo
pequeño, pero afectuoso, para contribuir
a la erección del altar de nuestro amado Padre
San Juan Sosco a quien rendidas pedimos su
bendición celestial.
MÉJICO - San Pedro Lagunillas. — Fies
ta en honor de San Juan Sosco.
(De una carta de la celadora Néstora Alba).
D e acuerdo con el Sr. Cura D. Angel
P. Cárdenas, nos reunimos en el local acostum
brado, algunas devotas de San Juan Bosco
Rawson. • £1 Sub. Director de la cárcel saluda
al Sr. Obispo.
para rezarle su novenario, que consistió en
el rosario de las Santas Llagas, la novena y la
oración del Santo. El objeto de esta fiesta fué
impetrar de él nos obtenga la libertad de la
Rawsoa. » El Batallón de expIorad,om “ Don Bosco” qae tanto realce d ió a los bomenajes tributados al Sr. Obispo.
-
25
Iglesia, pues en este Estado de Nayarit está
suspendido el culto religioso. Durante la
novena, y mientras los fieles iban reuniéndose,
la Cooperadora Sra. Ernestina Serafín de
Delgado daba lectura a algún pasaje de la
vida del Santo.
El día primero de abril, se pudo, con la
ayuda de Dios, celebrar una Misa rezada.
A eso de las ocho de la mañana, un buen
número de devotas acudieron a la iglesia
para asistir al santo Sacrificio, y la Srta. Jesús
García se encargó de rezar las oraciones,
acompañándola todas las asistentes. L a imagen
de S. J. Bosco se colocó en el altar de María
Auxiliadora, apareciendo adornada con flores
naturales y velitas votivas. Las visitas se
renovaban continuamente: primero se rezaba
al Smo. Sacramento expuesto, y después al
Santo, con la oración «¡ Oh glorioso San
Juan Bosco! etc». Abundaron las ofrendas de
flores naturales, se formularon votos y promesas,
se pidió mucho por la niñez, tan amagada en
estos tiempos. Desde las nueve de la mañana
hasta las seis de la tarde, fueron entrando
grupos de peregrinos, andando de rodillas,
y durante todo el novenario estuvo la imagen de
nuestro Santo alumbrada con velas votivas,
costeadas por sus devotos. Tam bién se acordó
dar una limosna, según las facultades de cada
uno. para el Altar del Santo, que se está eri
giendo en Turín, a cuyo efecto se organizó la
visita domiciliaria entre los Cooperadores y
<levotos.
MÉJICO - Tonüa. — Honrando a María
Auxiliadora.
{De una carta de doña Dolores Chacón Vda
de Prado).
El i6 de mayo principió la novena a la
Sma. Virgen Auxilio de los Cristianos en el
Tem plo Parroquial.
El día veintitrés por la noche, y como prepa
ración, se celebró una Hora Santa con expo
sición de S. D. M.
Por la mañana del día veinticuatro, la Banda
recorrió las calles de la población y los actos
verificados en el Tem plo estuvieron ameni
zados por la orquesta y un buen coro.
A las nueve horas a. m. tuvo lugar la Misa
solemne con Comunión general, en la que
tomaron parte numerosos devotas llevando sus
distintivos. Al terminarse ésta quedó expuesto
el Smo. Sacramento.
Poco después, numerosos fieles, precedidos
por un grupo de Puritas, entraron en pere
26
grinación, que fué recibida por nuestro Pá
rroco el Sr. Don Mariano de P. Ahumada,
rezándose el Sto. Rosario con ofrecimiento
floral.
Por la tarde, nuevamente hubo rosario
cantado, con ofrecimiento; sermón, canto del
T e Deum y bendición de N . Señor Sacra
mentado.
PERU’ - Puno. — Impresiones de un
Superior Salesiano en carta dirigida
al Rector Mayor.
Revmo. y Carísimo Señor Don Ricaldone:
L e escribo desde nuestra Escuela Agrícola
de Puno, o mejor, desde la Escuela Agrícola
que nos confió el Gobierno para la educación
de los hijos de los indígenas, y le diré sin más
que le escribo con la más viva alegría.
L a entrada al Colegio, sin dejar de ser lujosa,
es verdaderamente artística; lo primero que
llama la atención es un bellísimo fresco en el
que se destacan los fundadores del Imperio
de los Incas: Manco Kápac y Mama O dio,
su esposa.
Cuando llegué, fui acogido con mucho ca
riño por los doscientos indígenas que allí
se educan, de los 14 a los 20 años de edad,
todos elegantemente uniformados, precedién
doles su bien orgánizada banda de música.
A l día siguiente, celebré la misa de Comuni
dad, con comunión general, y por la tarde,
con el canto de las Vísperas solemnes y la
Bendición, iniciamos la fiesta de María Auxi
liadora.
Mientras escuchaba a nuestros indios can
tar los salmos, las Letanías de la Virgen, el
Ave Verum, O Saiutaris Hostia; y los veía
hacer de turiferario, acólitos y ceroferarios;
y contemplaba el numeroso clero, devoto y
perfectamente aleccionado en las varias cere
monias de la liturgia, yo me preguntaba a mí
mismo si soñaba o estaba despierto.
M ucho mayor fué mi admiración al día
siguiente, oyéndoles cantar la misa de Oltrasi,
y ejecutar perfectamente las ceremonias, du
rante la Misa Pontifical, oficiada por el limo.
Salvador Herrera, obispo diocesano e insigne
bienhechor nuestro. . .
L a procesión de María Auxiliadora y de
Don Bosco fué cosa excepcional, única, a mi
parecer, en toda la Congregación. Los parti
cipantes eran todos indios: padres e hijos.
Concurrieron también los dos Oratorios Fes
tivos fundados para la educación de los'indi
a n a s de Puno, y frecuentados por cerca de
cuatrocientos oratorianos.
•a
1
Por la tarde no faltó una correcta represen
tación teatral.
M e agradaron, sobre todo, las danzas pre
paradas para esta ocasión; mientras ios mú
sicos, con la zampona y la " quena ” recordaban
algunos motivos musicales,- aprendidos de sus
antepasados, los bailarines nos alegraban con
su destreza. M e llamó particularmente la aten
ción la agilidad con que movían las piernas y
las cruzaban, cómo manejaban el hacha, el arco,
la flecha y el bastón, mientras seguía la danza.
A cada momento parecía que fuesen a chocar
unos con otros, o a herirse con sus armas de
combate, lo que no obstaba para que todo
procediese en perfecto orden y siempre al
compás de la música.
Bailaron « El Chum citos», danza muy ele
gante, y « El Acom inos», ejecutado p>or gue
rreros salvajes, armados de arcos y flechas.
Este baile es muy impresionante, y termina
lanzando los guerreros sus saetas contra el
público. Una pasó silbando cerca de mi oreja,
y di gracias a Dios de haber salido ileso.
Estos indígenas, a pesar de encontrarse en
el C o l^ o desde hace tres, cuatro o cinco
años, y haber alcanzado ya un notable grado de
civilización con respecto a sus demás hennamxs
que viven en el campK), retoman a sus costum
bres, especialmente a su música, a sus cantos,
a sus danzas, con pasión salvaje. |Cuán cierto
es que la costumbre es una segunda natura
leza!
Son inteligentes, fuertes, robustos, y muy
agradecidos por la obra que los Salcsianos'
desarrollan en beneficio de ellos.
Después de haber pasado doce gratísimos
días en su compañía, emprendí el regreso, y
mientras Don Marabini me invitaba a contem
plar, desde la ventanilla del tren, la plácida be
lleza del campo, la suave ondulación de los mon
tes, el verde opaco de los « Kiswaros i> (olivos
silvestres), y toda la magnificencia del pano
rama, yo prefería continuar pensando en la
admirable obra redentora que con tanto éxito
realizan , en favor del indio, nuestros her
manos de Puno.
Puno. - U n dia de cam po y de sol en compa&ia del Exemo Sr. obispo diocesano Mons. Herrera.
Sres Cooperadores,
consultad d t e s o r o
e s p ir it u a u
Propagad la O B R A P Í A D E L S G D O C O R A Z Ó N . Véase la cubierta de nuestro ‘Boletín’ .
27
El Salvador. - Los que frecuentan el Oratorio Festivo “ Mercedes Peralta.
l-.spañ.i. Alicante. - Grupo de generosos y denodados Jóvenes exalumnos que se proponen reconstruir nuestras
Escuelas, victim as de un ciego %'endabal de odio revolucionario. Estas tristes y mutiladas ruinas que sirven
de fondo ai cuadro piden oiviJo y coHtpmttÓH a lodos los que seriamente se preocupan de cim entar sobre
sólidas iMses las nuevas generaciones. lArriba otra v e * estos muros! El bien de las almas lo exije.
Buenos Aires. - Los Exalumnos del Oratorio de S. Fr. de Sales celebran el as° Aniversario de su Asociación.
Las tres Directivas reunidas, de mayores, de jóvenes y de menores.
Buenos Aires. - En el m ism o Oratorio. Los exalumnos departiemki fraternalmente en la mesa.
Crónica de las Gracias
conseguidas por mediación de M aría Auxi~
Hadara, de San Juan Sosco y de nuestros
Siervos de Dios
E SPAÑ A (Alicante) Alcoy. 13 de Octubre de 1935.
— Dios me hizo la gracia de conocer la Congregación
Snlcsiana y los ñnes caritativos que persigue y son
su objeto, y me constituí entusiasta Cooperador
de tan magna obra.
Mis simpatías fueron desde entonces para sus
obras, a las que procuré favorecer en todo lo que
pude. La protección divina descendió visiblemente
sobre mi familia y mis empresas, pudiendo repetir
también yo que Dios nos bendecía en la medida con
que mi familia cooperaba a la obra salesiana, espe
cialmente en su misión de trabajar en favor de la
niñez pobre y abandonada.
En las circunstancias adversas he implorado el
favor de la protección de nuestra Virgen Auxiliadora
y de nuestro Padre San Juan Hosco, y puedo afirmar
he experimentado siempre la protección de tan
valiosos intercesores.
Asi lo hago constar en el Boletín Salesiano, ante
todo para manifestar mi profunda gratitud, y luego
a fin de que sirva de estímulo para que muchos se
animen a inscribirse entre los Cooperadores Salesianos, favoreciendo las obras de la Congregación
fundada por San Juan Hosco, y acudan a su in
tercesión y a la de María Auxiliadora.
'
V ic e n t e G is b e r t Ju l i a .
Nota de la Redacción. — El Sr. D. Vicente Gisbert,
autor de la carta precedente, es el fundador de la Casa
de Alcoy, en aiyas Escuelas diurnas reciben instrucción
y educación más de quinientos niños, siendo también
muchísimos los jóvenes que concurren a las Escuelas
nocturnas y unos mil los que, por término medio,
asisten todas las fiestas al Oratorio Festivo. Los Salesianos atienden además en dicha Casa al Patronato de
la Jttvetitud Obrera de Alcoy, cuyos socios se cuentan
por centenares, im'ciado hace más de cinmenta años por
beneméritos señores de esta ciudad, hondamente preonipados del bienestar de la clase obrera, entre los cuales
descuella como mentor y animador el inolvidable Mosén
Jttsep Jordd, que le consagró por completo toda su vida,
sintiéndose verdaderamentefelis cuando en 1927, gracias
a la iniriatwa y generosidad de D. Vicente Gisbert,
vió el citado Patronato befio la dirección definitiva de
los hijos de San Juan Bosco, cuyo retrato presidió
siempre las salas del mismo desde los inicios de su
fundación, acaso en trida aún de nuestro Santo.
La modestia e.'ttraordinaria de D. Vicente Gisbert y su
queridísima familia, consecuentes con la recomendación
evangélica: no sepa tu mano izquierda las buenas obras
que haces con ¡a derecha, ha construido evitar hasta
ahora que se citara su nombre, pero nosotros no queremos
dejar pasar la oportunidad de esta carta sin hacer
púNica nuestra gratitud y la de millares de familias
hacia estos bienhechores salesianos, cuyos nombres
serán beruleados en Alcoy durante generaaones y
genertraones.
30
ESPAÑA. Córdoba. 15 de Octubre de 1935. —
Estando en Italia con motivo de la canonización
de Don Bosco, me encontré un dia solo y enfermo en
Florencia. Aunque procuré por todos los medios
hacerme fuerte, llegó un momento en que me venció
la fiebre; además, los dolores que me producía la
hiperclorhidria que padecía (agravada por el exceso
de actividad y el cambio de comidas), llegaron a
ser tan horribles que temí quedarme en dicha ciudad,
aislado de la peregrinación de que formaba parte.
Imploré entonces fervorosamente el auxilio de
San Juan Bosco, y fué tan visible y eficaz su ayuda
que a la mañana siguiente me encontré completa
mente bien, sin que volviesen en aquel día ni en
los siguientes la fiebre ni los dolores.
Prometí hacer pública tal gracia y hoy cumplo
agradecido mi ofrecimiento.
Ün Cooperador,
E SPAÑ A (Córdoba) Mantilla, junio de 1935. —
El 26 de Mayo salió la procesión de María Auxilia
dora por la calles de Montilla, después de cinco
años interrumpida: le acompañaba la imagen de
San Juan Bosco, por primera vez después de su
canonización. De las muchas gracias que la Santí
sima Virgen prodigaba en su triunfal paseo, quiso
por la intercesión de sus siervos San Juan Bosco y
Domingo Savio, concederme a mí una muy especial.
La salud, o mejos dicho, la vida de mi hermana
Felisa, la cual padecía hacía un año, un tumor que
por su situación (entre la cintura y pecho) y gran
tamaño, era, según opinión de varios expertos
doctores, imposible de curar, y menos, extirpar por el
peligro de que quedara la enferma en la operación, por
lo que se desistió de hacérsela. El volumen cada día
aumentaba más, por lo que ya sólo Dios y su San
tísima Madre eran nuestra única esperanza. A Ella
por mediación de S. Juan Bosco y Domingo Savio
se lo pedí, y no tardó en oimos, pues a los pocos días
cirujanos muy diestros se arriesgan a operarla, y
sale bien de ella; la cura que es peligrosísima procede
también sin novedad y los médicos quedan asombra
dos de ver el resultado y rápida mejoría. Ahora
la tenemos en casa completamente bien.
Al exteriorizar mi agradecimiento, cumplo mi
promesa de propagar este singular favor para mayor
honra y gloria de nuestros Santos protectores.
M ig u e l M á r q u e z .
A R G E N T IN A San Juan, julio 15 de 1935. — En
el mes de mayo del presente año, tuve un hijo de 26
años de edad gravemente enfermo de septicemia,
y según el pronóstico de tres facultativos que en
el hospital Romson le asistían, debía morir, lo ope
rasen o no. Habían muerto de la misma enfermedad
y en aquel hospital cinco p>ersonas, entre ellas el
doctor Rivero del mismo establecimiento. Pero los
ruegos a San Juan Bosco no cesaban, tanto alÜ
como en la casa del enfermo donde hacíamos la
novena del Santo que recibí de Turín. Se pusieron
a la cabecera de la cama estampas de Marti Auxilia
dora, de San Juan Bosco y del Sdo Corazón de
Jesús, y jcosa admirablel en el preciso momento
en que los médicos iban a operar, se reventó espon
táneamente el lugar donde tenía el mal.
] Salvo! dijo uno de los médicos que debieron
operar: « Cómo no había* de curar, niño, con lo que
tienes en la cabecera » (la* estampas mencionadas).
L e dijeron al enfermo que en 15 días estaría sairo,
y al volver el mismo médico, sorprendido, le dijo
que ya estaba en estado de irse a su casa. La ciencia
calla,
para nosotros es un milagro.
Otro nos hizo todavía. Como consecuencia de
loa desvelos de la madre del enfermo, callóse ella
que le había sobrevenido un grave panadizo, que,
examinado por el médico, creyóse tendría fatales
consecuencias. Después de dejar pasar cuatro meses
se acordó del médico sublime (Don Bosco) y en
treinta días consiguió verse completamente resta
blecida.
Por medio del Boletín damos a nuestros inefable*
Protectores incesantes gracias.
Satuhnino C ordero.
ECUADO R Guayaquil, i i de agosto 1935- —
Mi madre querida, anciana de 80 años, existencia
preciosa para nosotros sus hijos, fué atacada de una
fuerte bronconeumonía, y en un momento se debilitó
tanto por la fiebre altísima y la incesante tos, que no*
desesperó a todos de salvarla; los notables médicos
que la asistían, nos previnieron el desenlace fatal.
En esto, un respetable amigo nuestro nos aconsejó
que encomendáramos su salud a la intercesión de
San Juan Bosco, proporcionándonos al mismo
tiempo su milagrosa reliquia « Ex Capsa », para que
la aplicásemos al pecho de nuestra querida mori
bunda. Yo tomé con grande fe la santa reliquia,
y prometiendo al taumaturgo y amado Santo hacer
una limosna para sus Obras, la apliqué junto con la
medalla de María Auxiliadora; y, jcosa asombrosa 1
esa noche durmió, lo cual no conseguía hasta la fecha,
y al otro día empezó a mejorar, tanto que el médico
que la asistía no pudo menos de maravillarse, y
en fin, a los pocos días estaba fuera de peligro,
aunque débil, hasta que se levantó sana y salva.
iSan Juan Bosco salvó a mi mamacita querida!
Hoy, llena de la más intensa gratitud, cumplo lo
prometido, deseando que este grande milagro sea
hecho público para gloria del Santo y consuelo
de los numerosos devotos.
R osa E lvira L ópez H.
E L SALVA D O R Santa Tecla, Agosto de 1935. —
Matilde de Gallardo de Vülatoro da infinitas gracia*
8 San Juan Bosco por haber conseguido de María
Auxiliadora la curación total de su hermana Elisa,
gravemente enferma y operada en lo* Estados
Unidos. Además le pide obtenga para ella y loa
suyos la especial protección de María Auxiliadora
en la vida y especialmente en la hora de la muerte.
E STA D O S U N ID O S (CaUfomia) Los Angeles,
setiembre de 1935. — A la semana de estar enfermo,
mi hijo de ocho años de edad, se agravó en tal grado
que los Doctores opinaron que sólo una operación
de las más peligrosas podría salvarlo. En trance
tan doloroso y llena de ansiedad, yo recurrí a Don
Bosco y lé dije: « Santo mío, tú que eras tan hábil
con tus manos, opéralo tú. Si tú lo operas, estoy
s^ura que sanará y quedará mi hijo sin achaques *.
Don Bosco se dignó oír mi súplica, pues, no
obstante que el doctor de cabecera dijo que el niño
sólo tenía una probabilidad entre mil de salvarse,
todos, en el hospital, se quedaron maravillados
cuando al día siguiente le vieron que estaba rela
tivamente bien. Hoy, en perfecta salud, mi hijo, con
grande orgullo, dice que él es un «biricchino > de
Don Bosco.
Mi esposo y yo damos infinitas gracias a María
Auxiliadora y al glorioso San Juan Bosco por este
faN'or, el cual no dudamos considerar vcrthidero
milagro.
C armen C. db P uente.
G U A T E M A L A Capital, julio is de 1935- —
Doy infinitas gracias a la Sma Virgen Auxiliadora
por haberme curado a mi hijito José de una grave
enfermedad de la vista. Conforme prometí, envío
una limosna para la ampliación de la Basílica de mi
excelsa Señora y Madre.
E mma de AnRioo.
M EJICO Capital, setiembre 24 de 1935- — Doy
gracias a María Auxiliadora y a San Juan Bosco por
el feliz resultado de una peligrosa operación, a la
que tuve que someterme a causa de una úlcera en
el duodeno.
Salvador C ortina.
P A R A G U A Y Concepción, Julio de i 9 3 S- — Una
parienta mía enfermó gravemente, y tan grave era su
estado que el generoso médico que la asistía desconfió
de salvarla. En esta situación angustiosa que ame
nazaba dejar huérfanas a dos tiernas criaturas,
invoqué la misericordia del glorioso San Juan Bosco
para que inspirara al doctor el medio de salvar la
preciosa vida de una madre tan tierna. Y así fué,
porque desde que i’ccibió la Santa Comunión,
prometida al Santo, la querida enferma empezó a
mejorar. En acción de gracias, publico este inmenso
favor y doy una pequeña limosna para sus Obras.
F lorinda E. de I nsfran.
U R U G U A Y Montevideo, octubre i de 1 9 3 5 - —
Teniendo a un miembro de mi familia desahuciado
por varios médicos, hice celebrar una Misa en honor
de San Juan Bosco, pidiendo nos consiguiera la
salud del enfermo. El Santo benigna y prontamente
se dignó escuchar mi* ruego*, pues el enfermo
reconquistó su aalud, co«a que por la ciencia había
sido declarada imposible. Eternamente agradecido
al Santo prodigioso, quiero hacer pública mi gra
titud. Para mí que »oy un recién convertido a la
religión católica esta es una prueba palpable de la
intervención de Dios, que glorifica a sus Santos y se
digna ser glorificado poi- ellos.
O. M. F.
Dan también gradas a María Auxiliadora y a
San Juan Bosco por favores recibidos:
E spaña - Barcelona. — Teresa Serra — Elvira
Barba.
España - Cádiz. — Marina Herrera, cooperadora
salesiana.
España - Cuenca. — Luis González Herrero —
Marfil E. A. Gómez — M. L.
E spaña (Cuenca) Albendea. — Algunos coopera
dores y devotos.
-
31
E spaña (Cuenca) H o r c a ja d a d e la T o r r e . — Con
cepción Moreno — Agueda Rufz — Segunda
González — Aniceto Lángara — Una devota y
otros más.
España (Cuenca) P o n e d a — Luis Lángara.
España - L a C o n ir ía . — M. C.
España - O r e n s e . — Y. P. de Rodríguez.
E.SPAÑA (Valencia) J i í t iv a . — J o s é Blanco Ricaharh
E spaña - V is o . — La Comunidad de la Anunciada
de Villafranca de Burzo — Manuel Friegue — Una
devota.
A rgentina - B u e n o s A ir e s . — María Isabel
Obarrio — Mercedes López Jordán — Teófilo
Lelong — C. L. L. — N. N.
A rgentina (Bs. As.) A lf o n s o . — Isabel Calandrí
de Kearuey — A. Calandri.
A rgentina (B s. A s.) B e r n a l. — M. B. de Lapargue.
A rgentina (Bs. A s .) H a e d o . — María P. de Casarini
— María E. Laxague.
A rgentina (Bs. A s .) N a v a r r o . — María Lucía
Sticrani.
A rgentina (B s. A s.) S a n P e d r o . — Nazareno
Tesei, exalumno.
A rgentina (Córdoba) C a m ilo A ld a o . — Una
devota.
A rgentina (Pampa) V i l l a A lb a . — Amelia Gaviot,
cooperadora.
A rgentina - R o s a r io . — Dora Fillol Day.
A rgentina (Santa Fe) S a r m ie n to . — Catalina
Tardivo — Cecilia, Deotilia, Yolanda, Marta, Juana
y Amalia Lucca — Josefa Fomasero — Adela
Cattaneo — Valenta R. de Baroni — Catalina V. de
Canavesio — Lucía G. de Caussa — Catalina G. de
Rubiolo — Ana G. de Vogt.
A rgentina (Santa Cruz) R i o G a lle g o s , — Una
devoti.
C olombia (Narjño) T u m a c o . — Elvira García de
Castillo.
C olombia (Santander) B u c a r a m a n g a . — Ana
Rosa Ferrcira de Serrano.
C olombia (Santander) G M n . — Casimira G. de
Ruíz — Mauricia P. de I^andazabla — Francisca
P. de Reyes — Guillermo González — Dolores
Valdivieso Rodríguez — Presentación Mantilla —
Berta Chaparro — Anunciación Rueda — Cenovia
Chaparro — María de los Angeles L. Vda de Ruíz
— Una devota.
C olombia (Santander) f l a t o s o . — Pedro Antonio
Domínguez Vargas.
C olombia (Stintander) P a lc ^ o r d o . — Gregoria
Gómez — Alberto González S.
C olombia (Santander) P ie d e c u e s ta . — Domingo
Blanco y Señora — M. S.
C olombia (Valle del Cauca) E l C a s t i llo . — Licenia I..ópez de Cañizales.
Ecuador - R io b a m b o . — Miguel Peñafiel y familia.
El S alvador - S a n t a A n a . — Carmen A. de
I..arfn.
Est.ados U nidos (California) L o s A n g e le s . —
Consuelo H. de Montes — Jesús J. Carrera — Juan
T. Carrera — L. de De la Torre — Concepción
Muritlo — Refugio V. de Acosta — Paula C. de
Fernández.
32
E s t a d o s U n i d o s (California) La Veme. — Ma
nuela Hurtado, cooperadora.
E s t a d o s U n i d o s (Florida) Tampa. — María
Díaz de Rosas.
M é j i c o - Capital. — Dolores Marín — N . N. —
Guadalupe U. de Orellana — Emila F. Vda. de
Mansera — Ana María Herrera de la Rosa y Morales.
N E C R O L O G IA S
S A L E S IA N O S D IF U N T O S
Luis Baldi, sacerdote — de Camerana (Italia)
+ en Macerara (id.) el 17 de Junio de 1935.
José Binelli, sacerdote — de Caresana (Italia)
t en Turín el 2 de Julio de 1935.
Santic^o Flovier, sacerdote — de Blackford (In
glaterra) t en Chertsey (id.) el 13 de Junio de 1935.
Tomás Bruzzone, sacerdote — de Sestri Ponente
(Italia) f en Buenos Aires el 14 de Junio de 1935.
Antonio de Lucia, coadjutor — de Fondi (Italia)
t en Piossasco (id.) el 4 de agosto de 1935.
yorge Furacher, sacerdote — de Darshofen (Baviera) f en Viena el 30 de Junio de 1935.
Juan Bautista Firgelli, coadiutor — de Minas
(Uruguay) f en San Pablo (Brasil) el 2 de Junio de
1935C O O P E R A D O R E S D IF U N T O S.
Dr. Don Belisario Soto.
Sincero y benemérito cooperador salesiano de
Arequipa (Perú) ha sido llamado por Dios al premio
de los justos, habiendo sido su muerte sentidísima
en todos los medios sociales de la ciudad. Tanto en
su vida pública, de alcalde, como en su vida privada,
fué dechado de bondad y de honradez cristiana.
Admiró siempre la Obra Salesiana y la defendió y
so3 tu\t) con una entereza digna del mayor encomio.
Paz en su tumba y resignación cristiana para su esposa
y familia, estrechamente vinculadas con los Hijos
de Don Bosco.
H a n m u e rto ta m b ié n en la p az d e l S eñ or:
- Cuenca. — Constancio de la Rosa Torres.
- Buenos Aires. — Mons. Roque Ca
rranza, Cura Rector de la iglesia de la Piedad y
Director Arquidíocesano de los Cooperadores Salesianos — Carolina Levaggi de Terrile.
C o l o m b i a (Bolívar) Cartagena. — Teresa Lcroy R.
C o l o m b i a (Huila) El Retiro. — Gumersindo
Lei^'a — Marcelina Silva de Polo — Omaira Polo
de Silva — Moisés Oliveros — Pedro Vicente Bo
nilla — Ramón Darío Castro.
C o l o m b i a (Valle) Tiple. — Nicanor Pérez.
M e i i c o (Michoacán) Morelia. — Daniel 2>peda R.
E
spa ñ a
A r g e n t in a
C oa mprobmciúm tft ia aaforioao cctestéttK m . — Direcior^vapooMbtes D . G U ID O F A V i^
EaUblcdaHcato Tip. 4e U Sociedad EdBera lalceMcioBaJ - Taria. C o n o Regima M argáerit», I
<
1
TESORO ESPIRITUAL
R elació n de ¡as In d u lg en cias P le n a ria s
que los Cooperadores Salesianos pueden ganar, en e l Iranscarso d el año.
I. — Una vez cada día, elevando a Dios, en
medio del trabí^o y aunque sea sólo mentalmente,
una piadosa invocación cualquiera, .previas las
demás condiciones ordinarias, o sea el estado de
gracia, la confesión y comunión sacramentales
y la visita a alguna iglesia u oratorio público,
rogando por la intención del Soberano Pontífice.
Esta indulgencia del trabajo santificado pue
den ganarla los Cooperadores Salesianos, Hijas
de M . Auxiliadora y sus respectivos alumnos
y exalumnos. Si. hallándose en estado de gracia,
se sigue repitiendo la misma piadosa invoca
ción, u otra cualquiera durante el trabajo, se
puede ganar, cada vez, una indulgencia parcial
de 400 días.
2 - Un día de cada mes, el que uno elija.
2 - E l día en que se hace el piadoso Ejercicio
Mensual de la Buena Muerte.
4 - E l día en que se asiste a la Conferencia
Mensual Salesiana.
5 - E l día en que uno inscribe su nombre en ¡a
Pía Unión de Cooperadores Salesianos.
6 - E l día en que por primera vez se consagra
uno al Sgdo. Corazón de Jesús.
- Cada vez que practique los Santos Ejeraaos
Espirituales, de ocho días.
8 /fl hora de la muerte con tal que, confe
sado y comulgado o por lo menos arrepentido de
sus pecados, invoque, con los labios o con el corazón
el nombre sacratísimo de Jesús.
EN C A D A U N A
D E L A S S IG U IE N T E S F IE S T A S :
i) M O V IB L E S :
Sagrada Familia (el primer domingo después
de la Epifanía).
Dolores de la Sma Virgen (El viernes de Pasión).
Domingo de Ramos.
Pascua de Resurrección.
Ascensión del Señor.
Domingo de Pentecostés.
Fiesta de la Sma Trinidad.
Corpus ChrKti.
Fiesta del Sgdo Corazón de Jesús {^rirntr viernes
después del Corpus).
Fiesta del Sgo Corazón de Marta (día siguiente
del anterior).
2) F IJ A S :
EN ERO
Circuncisión del Señor.
2 - Santísimo Nombre de Jesús,
6 - Epifanía.
I-
1
18
23
25
29
-
Cátedra de San Pedro en Roma.
Desposorios de la Sma Virgen.
Conversión de San Pablo.
Fiesta de San Francisco de Sales.
FEBRERO
2 • Purificación de la Sma Virgen.
22 - Cátedra de San Pedro en Antioquía.
M A R ZO
19 • Fiesta del Patriarca San José.
25 - Anunciación de la Sma Virgen.
M AYO
3 - Invención de la Santa Cruz.
8 - Aparición de San M iguel Arcángel.
I I - Aniversario de la Coronación de María
Auxiliadora.
24 • Fiesta de María Auxiliadora.
J U N IO
24 - Natividad de San Juan Bautista.
29 - Fiesta de San Pedro y San Pablo.
30 - Conmemoración de San Pablo.
J U L IO
Preaosa Sangre de Ntro Señor Jesu
cristo.
2 - Visitación de Ntra Señora.
16 - Fiesta de la Virgen del Carmen.
I
-
AGOSTO
6 - Transfiguración del Señor.
15 • Asunción de la Sma Virgen.
16 - Fiesta de San Roque.
SETIEMBRE
8 - Natividad de la Sma Virgen.
12 • Dulcísimo Nombre de María.
Exaltación de la Santa-Cruz.
14
Los Siete Dolores de la Sma Virgen.
15
Dedicación de San M iguel Arcángel.
29
OCTUBRE
7
- La Virgen del Rosario.
I I - Maternidad de María.
16 - Pureza de María.
NOVIEMBRE
21 - Presentación de Ntra Señora.
22 - Fiesta de Santa Cecilia.
D IC IE M B R E
8
- Inmaculada Concepción.
25 • Natividad de Jesús.
Para lucrar las antedichas Indulgencias
se requiere, además de las condiciones ordi
narias, que los Socios de la Pía Unión recen
cada día un Padrenuestro, Avemaria y Gloría
con la invocación Sánete Francisce Salest, ora
pro nobis, según la intención del Romano Pon
tífice.
y hasta si c a b e ro b u s te c id o , el p e n sa m ie n to g e n u in o de
la Ig le s ia s o b re m a te ria ta n d e lic a d a y re sb a la d iza .
E l e stilo e s tá p la sm a d o e n u n a d iá fa n a cla rid a d y sobrii
elega n cia .
L a y a c é le b re C o le c c ió n Manuales S T U D IÜ M de
cultura religiosa h a a d q u irid o c o n e ste lib r o y e l q u e le
s ig u e d o s n u e v a s jo y a s .
U n t. d e 208 p á g s . - 1 9 X 1 3 - su e lto 3 P ta s . P o r su scrip
c ió n a la S e rie , 2,50.
¿ E L C A T O L IC IS M O E N C R IS IS ? —
D e l D r.
G a r c ía y G . d e C a stro .
H e a q u í u n tem a h o y a g ita to p o r m u ch o s espíritu s
su p e rficia le s, q u e a b o rd a co n sin ig u a l co m p e te n cia el
cu ltís im o ca n ó n ig o L e c to ra l d e G ra n a d a , jo v e n , avizo r,
filó s o fo re p o sa d o y te ó lo g o p ro fu n d o , g lo ria d e la m o
d ern a a p o lo g é tic a y d e la lite ra tu ra esp añ olas.
C o m o m an u a l d e la p rim e ra , d e b e fig u ra r e ste lib r o en
la v a n g u a rd ia , p e r d e re c h o p ro p rio , y e n c u a n to a su
v a lo r lite ra rio , ap arece b ie n d e re lie v e , s ó lo co n h o je arle .
U n t. d e 200 p á g s . - 1 9 X 1 3 ; p re cio s co m o e l lib ro
a n te rio r.
R.
D IC C IO N A R IO
E N C IC L O P E D IC O
A B R E V IA D O
(K s p a s a -C a lp e - S . A . —
R íos R o sa s,
26 -
M a d rid
La obra más perfecta de mtestra
época, por las siguientes razones:
1. - B l p re s tig io y a u to rid a d d e su s red a cto res, m u y
c o n o cid o s , p u e s so n lo s m ism o s q u e crearo n la fam osa
E N C I C L O P E D I A E S P A S A . L a p o d ero sa o rg a n iz a c ió n
d e la ed ito ra , q u e c u e n ta co n o b rero s y artista s m u y
es p e c ia liza d o s y m aterial g rá fic o p e rfe ctís im o , so n la
p rim era ga ran tía q u e en cu en tra el lecto r.
2. • L a g ra n m o d e rn id a d d e la o b ra , q u e le p erm ite
estar al d ía y o fr e c e r tem as d e p a lp ita n te a c tu a lid a d q u e
n o se c n c u e n tr a c en o b ra s sim ila res, es la se g u n d a ca
ra cterística.
3. - C o n tie n e u n lé x ic o a m p lio d e l id io m a, p u e s no
s ó lo re c o g e el o ficial d e la A ca d e m ia , sin o q u e in c lu y e
a m erican ism o s, v o c a b lo s té c n ic o s , eq u iv a le n cia s d e las
v o c e s p rin cip a les e n fra n c é s , in g lé s, alem án e italian o .
LA
OBRA CO N STA DE TRES
E S P L E N D ID O S V O L U M E N E S .
O fr e c e un to tal d e m á s d e c in c o m il p á g in a s, d e a p re
tada lectu ra . E l ta m añ o d e cad a v o lu m e n es d e z6 >^iy
c e n tím e tro s y está n b e lla m e n te e n cu a d e rn a d o s. E sta
m agn ífica o b ra c o n tien e, en co n ju n to : 130.000 artíc u lo s,
4.500.000 d e p ala b ra s, 30 m illo n es d e letra s, 10.000 ilu stra
cio n e s en n e g ro , 150 lá m in a s a to d o co lo r.
Precio 190 pesetas. E n E sp añ a p u e d e a d q u irirs e a
p aga r en p la zo s m en suales.
P id a a la C a s a e l fo lle to ilu stra d o q u e se en v ía gra tis.
De la casa L U I S G IL I —
Córcega. 4 :5 - Barcelona:
A P O S T O L A D O D E L O S S E G L A R E S — D el D r.
E , B eitia.
E s una re c a p itu la c ió n c o m p le ta d o las lec cio n es e x p li
ca d as, en d o s añ o s c o n s e cu tiv o s , en el C e n tr o d e E stu d io s
U n iv e r sita r io s d e M a d rid y en ln U n iv e r sid a d C a tó lic a
d e v era n o d e S a n ta n d er.
E s una v isió n sin té tica d e U .A cción C a tó lic a , lo g ra n d o
q u e .se d esta q u en b ie n .sus lín eas gen era les, acerca d e
su co n c e p to , h isto ria y fin es. E n e l c a p ítu lo d e d ica d o a
la p o lítica q u e d a m an ifiesto , d e u n m o d o tran sp a ren te
F R A N G I T E P .A N E M — B r e v e co m e n ta rio literalh is tó ric o -a s c é tic o -d o g m á tic o ,
s o b re la
S a n ta
M isa
y su s ce re m o n ia s; d e M o n s . M a e s a n o , P ro fe s o r d e te o - '
lo gia de! S e m in a rio d e A s ís . V e rs ió n d e l P b r o C . M o n t
serrat.
C o n sig n a d o el titu lo , h u e lga re se ñ a r su a rg u m e n to , .|
p ero b u e n o será a ñ a d ir q u e , p ara co m o d id a d d e los'tl
le c to re s, v a n in se rto s en está o b ra en d o b le co lu m n a , |
el te x to la tin o d e l M is a ! y su tra d u cc ió n castellan a.
E n o p in ió n d e la re v ista 't C iv ilr á C a tto lica » e ste lib ro s]
se rá ú til, no s ó lo -a lo s fieles, si q u e ta m b ié n a lo s s a c e r - '
d o te s , q u e te n d rá n e n él u n v e rd a d e ro p ro n tu a rio p ara]
su s
in s tru cc io n e s
ca te q u ís tic a s .
™
U n t. d e 242 p á g s . - i 6 x n - rú s tica , 3 P tas y tela, 4,50.
M E N T E Y C O R .A Z O N
«—
R eflexione.s para los
jó v e n e s , d e l D r . J . Z a ffo n a to .
P re c io so m an u al d e m e d ita cio n e s p ara u so d e la ju v e n
tu d . Irra d ia sim p a tía hasta en su p re se n tació n m aterial.
E s u n a o b ra q u e v ie n e p re ce d id a d e u n é x ito ro tu n d o ,
p u e s s u p rim e ra e d ic ió n italian a d e 10.000 e j. se a g o tó j
rá p id a m e n te .
l ' n t. d e 344 p á g s . - 1 5 X 1 0 - R ú s tica , 3 ,50 P ta s . y
tela, 5.
De la Editorial L U I S V IV E S — S ic ilia 400 - B a rce lo n a.
.A T L .A S E L E M E N T . A L — L a tan a c re d ita d a casa
L u is V iv e s ha c o n s e g u id o en esta o b ra , c o n é x ito e n v i
d ia b le , u n ir d o s em p e ñ o s e s p e c ia lm e n te d ifíc ile s : ia
ca lid a d c a rto g rá fic a y el re d u c id o co ste.
D e stin a d a , s e g ú n e x p re sa su títu lo , a los p e q u e ñ o ;
esco larc« . v e n d r á a s e r en su s m an o s u n in s tru m e n to in a
p re c ia b le p ara , d e s d e .su p rim e ra in ic ia c ió n e n los estu d io s
g e o g rá fic o s ,a d q u irir el h á b ito d e s a b e r localizar rá p id a
m e n te .
C o n sta d e 24 m ap as, fís ic o s y p o lític o s , co n sa g ra n d o
a d e m á s u n a p ágin a a C o s m o g ra fía , d o s a lo s H e m is fe rio s,
y c u a tro a la P e n ín su la Ib é ric a .
U n v o lu m e n d e 2 s x i 6 - 3 p tas.
BOLETI N SALESI ANO
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Fecha
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1936.01