BS_1935_02

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Título
BS_1935_02
Descripción
Boletín Salesiano. Febrero 1935
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nH nm üf

I N S C R . I B Í O S
EN LA

PÍA OBRA
DEL SGDO. CORAZÓN DE JE S Ú S DE ROMA
¿Qtilén no conoce la Obra Pia del Sgdo Co­
razón de Jesús?
Pué fundada por el Primer Sucesor de San
Juan Bosco, y benignamente aprobada por S. S.
r ^ n X III, el 30 de junio de 1888.
Con sólo la limosna de U7ia peseta, o de otra mo­
neda equivalente, se adquiere derecho a partici­
par de todas las oraciones y buenas obras de la
Pia Sociedad Salcsiana y a la aplicación de seis
misas que se celebran todos los días, a perpetui­
dad, en nuestra Basílica del Sgdo Corazón de
Jesús de Roma, dos en el altar mayor, dos en el
de María Auxiliadora y dos en el de San José.
Los que se inscriben en la Obra Pía pueden
aplicar el fruto de estas misas a sí mismos, o
a otras personas, vivas o difimtas, y variar la
intención cuántas veces les plazca.
Las limosnas recibidas por este conducto
destíñanse, de modo exclusivo, a promover la
gloria de Dios y los intereses culturales de la
sociedad, acogiendo niños pobres y abandonados
para educarlos cristianamente.

Pedid que os envíen el

BO LETÍN

SA L E SIA N O

Propagadlo, Aconsejadlo.

Suscribios a

JUVENTUD
MISIONERA
Es uno Revista inleresantísimo y pul­
cramente ilustrada, que no debería
faltar en ninguno familia cristiana.
SU SC R IPC IÓ N ANUAL:

8 liras — 3 pías — o su equi­
valencia en otras monedas en cualquier
C asa Salesiana. o Redacción - Cotfolengo. 33, Turin (Italia).

¿Quién no contribuirá pues, con algunos cén­
timos, que con tanta facilidad se gastan, a esta
invitación paternal de San Juan Bosco y de la
Iglesia, inspirada en ideales tan nobles y
caritativos ?
¿Qmén no siente la necesidad de asegurarse
la benevolencia divina, en este mxmdo y en el
otro, mediante la aplicación de los méritos
infinitos del Santo Sacrificio del altar?
¿Quién no tiene almas queridas, vivas o di­
funtas, a quienes obsequiar con tan esplén­
dido regalo espiritual?
No tardéis en pedir Hojas de suscripción
R e c t o r M a y o r d e dos S a d e s u n o s

Cottolengo 32 - Turín (109) (Italia).
Las limosnas pueden enviarse al mismo Rectot
Mayor o directamente a nuestra casa de Roma.
- Ospizio Sacro Cuore - Via Marsala 42.

SUMARIO
Más luz sobre las obras y la personalidad de
S. J. Bosco. Impresiones del episcopado meji­
cano. — E l Cardenal PacelH es nombrado Pro­
tector de la Sociedad Salesiana. — Rema­
chando el clavo. — L a nueva Provincia Ro­
mana de Lictoiia y ima Profecía de S. J . Bosco.
— Los funerales que al P. Ubaldi ha hecho
la XJnivesidad Católica de Milán. — La Obra
de Don Bosco en España y América. Trelew.
Inauguración de una calle dedicada a S. Juan
Bosco. - Callao. Exalumnos. — La glorificación
de 5 . J . Bosco en el mundo. Las Fiestas de la
Canonización en Mohemando (España) - Cór­
doba (Argentina) - L a Paz (Solivia). — De
nuestras Misiones. Dos nuevos mártires salesianos. — Crónica de ¡as gradas. — Necrologías.

T

I

A ÑO L

-

N. 2

BOLETÍN
SALESIANO
1935

REVISTA DE LAS OBRAS DE DON BOSCO

FEBRERO

MAS LUZ SOBRE LAS OBRAS Y LA
PERSONALIDAD DE S. JUAN BOSCO
SECCIÓN

DE

Impresiones del dignísimo
episcopado mejicano.

COLABORACIÓN

Juan Bosco, haya sido recibido por él, con
la singular benevolencia que en el mundo
le caracterizó; y que, al serle grato, lo haga
convertirse en nuestro más poderoso in­
tercesor ante la Misericordia Divina, para
alcanzar, a sus Hijos los Salesianos, a sus
Cooperadores y devotos, abundancia de
gracias y bendiciones del Cielo; y a nuestra
Patria, a la que ha querido extender el be­
néfico influjo de su admirable Obra, el re­
medio de todas sus gravísimas necesidades...»
— PASCUAL, Arzobispo de México.

...«Ha sido grande la complacencia y
satisfacción por mí experimentadas, desde
que tuve noticia de la exaltación a los al-'
tares, del ínclito Padre Fundador de los
Salesianos.
Estos muy íntimos sen'timientos fueron
aumentados grandemente, al ver la especial
de\^ión con que se llevaron a cabo estas
festividades en mi Arquidiócesis y que cul­
minaron con la Solemne Misa de Pontifical
Las fiestas celebradas en La Compañía el
con que quise unirme de todo corazón al
homenaje mundial tributado al eximio edu­ día 8 de abril del año corriente, y días des­
cador de los tiempos modernos, San Juan pués en la Santa Basílica Catedral de Puebla,
Sosco, tan providencialmente deparado por
en honor de San Juan Bosco, el humilde
la misericordia de Dios, para que con su Apóstol de los pobres y de los niños, fueron
grandiosa Obra fuera el baluarte de la niñez un eco de las grandiosas fiestas de la Ciudad
desamparada y expuesta a tantos peligros Vaticana, donde la Iglesia toda estuvo re­
en los tiempos actuales.
presentada, para celebrar la gloria inmar­
Este acto con el cual quisimos dar una cesible de su santidad, proclamada en la
prueba latente de especial veneración a más alta tribuna de la tierra.
Don Sosco, resalta todavía más, por la
No se puede sembrar profusamente el
belleza que le imprimieron las ceremonias
amor sin recoger espléndidos frutos de ca­
litúrgicas, por el brillante Panegírico pro­ riño, que algún día estalla en aclamaciones
nunciado por eminentísimo Prelado mexi­ triunfales. Puebla ha participado de la in­
cano, gloria de nuestra oratoria, y, singu­ mensa Imguera que, ardiendo intensamente
larmente, por d grandísimo fervor de las
en el alma de San Juan Bosco, prendió muy
plegarias elevadas al predaro Hijo de María pronto hasta los confines del Orbe; por esto
Auxiliadora.
tomó parte, a la medida de su posibilidad,
Abrigo la esperanza de que este signifi­ en el homenaje universal al Santo más po­
cativo tributo de nuestra devoción a San
pular y querido de nuestros tiempos.

El recuerdo de las fiestas perdurará largo
tiempo eu la memoria y en el corazón de
cuantos las disfrutamos, y nos llamamos
Salesianos por el cariño y el amor. —
PEDRO, Arzobispo de Puebla.

...«Todos los Santos son grandes, porque
fueron, mientras vivieron en este mundo,
verdaderos héroes en el campo de la verdad,
debido a sus heroicas virtudes y a sus enor­
mes esfuerzos por salvar al hombre. Mas es
fuera de toda duda que algunos de los santos
han sobresalido entre los demás, por los
rasgos característicos de una ardiente ca­
ridad que les ha identificado con los senti­
mientos más elevados de Nuestro Redentor
Divino; y entre ellos figura San Juan Bosco.
Cuando el Redentor del mundo quiso
apreciar las virtudes de San Pedro, le dijo:
«Me amas más que éstos? Dícele: Sí, Señor,
tú sabes que te amo. Dijo a Pedro: Apacienta
mis corderos. Segunda vez le dice: Simón,
hijo de Juan, ¿me amas? Respondióle: Sí.
Señor, tú sabes que te amo. Le dijo: Apa­
cienta mis corderos. Jesús preguntó por
tercera vez: Simón, hijo de Juan, ¿me amas?
Pedro se contristó de que por tercera vez
le preguntase si le amaba y así le respondió:
Señor, tú lo sabes todo; tú bien sabes que te
amo. Díjole Jesús: Apacienta mis ovejas».
Se desprende, con toda claridad de este
pasaje del Evangelio, cómo Jesucristo nos
ama tanto, que no consiente en que nosotros
le amemos con todo el corazón, con todas
las fuerzas de nuestra alma, si no derrama­
mos nuestra ferviente caridad en bien de
sus ovejas. Así lo dió también a conocer en
aquellas palabras del Evangelio en las que
refiere Jesucristo que, cuando venga a juzgar
al hombre en el último día de los tiempos,
dirá a los escogidos: «Venid Ixíiiditos de mi
Padre a poseer el reino que os he preparado,
porque tuve luimbre y me disteis de comer,
tuve sed y me disteis de beber, estuve des­
nudo y me vestisteis». Una vez más nos
hace ver Nuestro Di\nno Redentor que su
gloria es nuestra gloria y que quien ama a
sus ovejas a El le ama.
San Juan Bt>sco dedicó todas sus energías,
de un modo especialísimo, a la niñez y a la
juventud des\’alidas; y aunque partió de
este mundo hacia la Eternidad, cuando la
muerte le cortó el hilo de su vida temporal,
tan grande era el celo que le consumía, por
amor a las ovejas de Cristo, que dejó en la

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tierra establecida su grande obra imperece­
dera: L a Institución Salesiana, que como
nave preciosísima se ha extendido por todo
el mundo, navegando entre las pasiones tor­
cidas y el mar borrascoso de la vida humana
para apacentar las ovejas de Dios, especial­
mente a los pobres que forman el tesoro de
Nuestro Señor Jesucristo.
De esta manera San Juan Bosco se iden­
tificó con las más nobles aspiraciones de
Jesucristo, mostrándole la grandeza de su
ferviente caridad, apacentando aquellas ove­
jas tan amadas del que murió por el hombre
clavado en la Cruz y dejando su imperece­
dera obra Salesiana, para que continúe tan
altísima misión sobre la tierra, hasta la con­
sumación de los siglos.
j Bendito una y mil veces el Santo que
amó intensamente a Cristo, apacentando
sus ovejas! — R A FA E L , Obispo de Veracruz.
...«Por el numeroso concurso que henchía
las naves de la Catedral, por la pompa de
las ceremonias Pontificales, por la armonía
de los cantos litúrgicos y por el piadoso en­
tusiasmo de todos los corazones, la magnífica
fiesta me recordó nuestras grandes solemni­
dades de antaño como las inolvidables del
Congreso Eucarístico de 1934.
Llama la atención la santa popularidad
de Don Bosco, solamente comparable con
la de otra santa, también de nuestra época,
Sta. Teresa del Niño Jesús. ¿Qué misterioso
atractivo tiene en todas las almas el humilde
pastorcito de los Becchi, transformado en
un apóstol mara%dlloso, Padre de una descen­
dencia numerosa como las estrellas del cielo
y las arenas del mar?
Desde la cátedra que tuve el honor de
ocupar en esa solemnidad contemplaba el
grandioso espectáculo: en tom o del Prelado
arquidiocesano un grupo de Obispos, los
cabildos de la Catedral y de la Basílica de
Santa María de Guadalupe y una multitud
incontable de sacerdotes y de clérigos; los
Hijos y las Hijas de Don Bosco con el cor­
tejo de almas qüe guían hacia el cielo; fieles
de todas las clases sociales reunidos a mi­
llares por la fascinación de un hombre in­
mortal, y niños, muchos niños que por la
intuición de sus almas inocentes ven en Don
Bosco el perfecto trasimto de Aquel que
dijo: «Dejad que los niños se acerquen a mí ».
Entre la multitud heterogénea atrajeron
mis ojos los sacerdotes y los niños, que por

1

su importancia -y por su número parecían
formar una corona de amor en tom o del
nuevo Santo. Así debía ser: tmos y otros
tienen con el corazón de Don Bosco íntimas
relaciones. Dos Sacerdotes vemos en él el
tipo del sacerdote moderno benchido de la
caridad de Jesús y conocedor profundo de
las actuales necesidades de las almas, el
protector celestial de nuestro ministerio
apostólico, y aún, me atreveré a decirlo, al
compañero, al amigo que recibe desde el
Cielo nuestras confidencias y vierte en nues­
tras almas el consuelo, la fortaleza y el amor.
Los niños ven en él al padre que pasó su
\ida mortal amándolos y que pasa su cielo
velando por ellos con la \drtud de su inter­
cesión y con el ministerio de sus Hijos.
Y vi entre los niños a los predilectos de
Don Bosco, los pobres, los desamparados
que necesitan recibir de las manos del gran
apóstol el pan- del tiempo y el Pan de la
eternidad.
¡Con qué complacencia nos miraría desde
el Cielo el Santo dulcísimo!
La fiesta de Don Bosco fué lo que debió
ser, un éxito debido más que a los esfuerzos
meritísimos de los organizadores, a ese mi­
lagro de amor que desde su vida mortal
comenzó a realizar Don Bosco, el milagro
de atraer a todos los corazones con una
fascinación irresistible y oculta. Lo que vie­
ron nuestros ojos ese día, lo verá el mundo
en el porvenir: las almas, y especialmente las
de los sacerdotes y los niños, agrupadas en
tomo del Apóstol admirable y por él con­
ducidas al Corazón divino de Jesús.
Cuando al fin de la solemnidad resonaron
en las bóvedas sagradas las notas del Te
Dcum, el cántico de la acción de gracias,
nie pareció la síntesis perfecta, la condensa­
ción riquísima de los sentimientos que lle­
naban todos los corazones: gratitud hacia
Dios y hacia la Iglesia, amor al Santo y
esperanza’ en él y una íntima alegría, una

alegría cel^ tial como misteriosa participa­
ción de la alegría eterna. . . ». — LU IS M.
M ARTIN EZ, Obispo Aux. de Mordía.
*
* «

En el mundo entero ha causado alegría
muy grihide la Canonización de S. Juan
Bosco, pero la satisfacción y el contento
que en México ha producido es algo muy
especial..., propio únicamente de México.
Porque no es solamente la satisfacción que
causa ver glorificado a un héroe de santidad
y abnegación, que hizo cuanto pudo por
formar la juventud y la niñez, sino que es
para nosotros los mexicanos como un rayo
de luz en medio de tma noche obscura: una
esperanza cuando todo parecía perdido.
¿ Quién ignora el empeño con que se procura
apartar en México a los niños y a los jóvenes
de Cristo Ntro Señor? Todos los medios se
han puesto en juego para lograr que la pró­
xima generación en nuestra Patria sea una
generación de descreídos y ateos... las fuer­
zas humanas faltan, únicamente Dios nos
puede salvar. Pues bien, al ver aparecer en
el cielo de la Iglesia la imagen venerable
del Padre D. Bosco glorificado en la tierra
por el Romano Pontífice, los mexicanos le
decimos en un grito de angustia « San Juan
Bosco, salva a nuestros niños » y en su sem­
blante sereno y en la paz que revela toda
su figura nos parece descubrir estas pala­
bras: «No seáis de poca fe, confiad en Jesús,
los niños y los jóvenes de México se salvarán *.
Que revista pues para nosotros los me­
xicanos la Canonización de Don Bosco la
dulce alegría que produce la esperanza, y
la satisfacción de tener tan grande abogado
delante de Dios para salvar la fe en nuestra
niñez, y así en las futuras generaciones. —
JOSE, Obispo Titular de Roso.
Argentina - Roca. — Nota gráfica de las
Fiestas en honor de San Juan Bosco.

EL CARDENAL PACELLI
es nombrado Protector de la Sociedad Salesiana
lista gran noticia que ha llenado ae gozo
a todos los Hijos de Don Bosco, fué recibida
por nuestro Héctor Mayor el mismo dia en que
'rurln Salesiana doblaba las campanas por el
ilustre Protector difunto, y en la Basílica de
María Auxiliadora, severamente enlutada, se

aligerar todo lo posible, sino lograr que se con­
vierta en verdadero descanso eufórico, con
nuestra exacta fidelidad al espíritu y letra de
las Constituciones, con nuestro renovado aca­
tamiento a la Silla Apostólica, con nuestro
mayor celo en jiroraover los intereses de Dios
y de la Iglesia.
¡A d mullos anuos!

La práctica de señalar Cardenal Protector a las
Ordenes y Congregaciones Religiosas se remonta a
los tiempos medioevales y está íntimamente felacionada con la Leyenda Franciscana.
San Francisco de Asís vió un día en sueños una
gallina clueca que, alarmada al notar la presencia
de algunos gavilanes revoloteando sobre su nume-

El Emmo Card. Pacelli nuevo Cardenal Prolector.

celebraban solemnes fmierales ix>r el eterno
descanso de su alma.
No es necesario vsubrayar la alta significa­
ción de ese nombramiento que t;uito ñas honra
y consuela, a rjilz de la jK'rdida siifrida, ni
mucho menas destacar la i>ersoanlidad del
siuito y Ivmmo. Príncij>e de la Iglesia que, tan
a satisfacción nuestra, se presta a llenar el
enorme \‘acío dejado |X)r el antecesor.
Pero seria inexcusable que no demostrásemas, \ma vez más. en estas j'iáginas. nuestro
liliiü agradecimiento al Padre Santo, por su
siempre exquisita boudad y benevolencia para
con nasotros, y al propio Cardenal Pacelli,
q\iien, a jiesar de sus graves y abrumadoras
ocupaciones, no ha vacilado en echarse encima
benignamente es;\ nueva obligación, que será
empeño de todos los Salesianos, no solamente
36

E1 Emmo Card. Nina que fué
el primer Card. Protector de nuestra Sociedad.

rosa pollada, se afanaba por meter a todos los polluelos debajo de sus alas, pero éstas resultaban
pequeñas para darles protección y siempre había
alguno que quedaba fuera, expuesto a la rapacidad
del enemigo. En medio de aquel apuro vió el Santo
aparecer un enorme pájaro de grandes alas el cual
ayudó a la gallina a cobijar a toda su prole.

S‘'

Al despertar S. Francisco pidió al Señor le revelara
si aquel sueño encerraba alguna enseñanza para
él; díjole el Señor que sí, que la gallina era imagen
del mismo Santo y los polluelos de sus religiosos y
que para defender a éstos eñcazmente contra las
insidias y acecbanzas de que eran víctima, debía
colocarlos bajo la protección especial de algimo de
los Príncipes de la Iglesia.
Y añade Bercastel, en su Historia Eclesiástica,
que atribulado el Patriarca de Asís por los muchos
enemigos que tenían sus frailes Menores, y con­
solado por este sueño, fué a Roma, postróse ante
el Papa Inocencio III y le dijo: «Santo Padre,
vuestra bondad hacia nuestros pobres hermanos
me tiene confundido; para mí es muy doloroso
tener que venir tantas veces a distraer a la Cabeza
de la Iglesia de sus graves ocupaciones, sustrayén­
dole momentos preciosos que yo considero sustraídos
a la Iglesia misma; por esto acudo hoy a suplicar
a Vuestra Santidad se digne nombramos un Car­
denal que, siempre bajo la superior autoridad del
Papa, nos ayude, a resolver nuestros asuntos ».
Oyó el Pontífice con agrado la petición del Santo
V le dió como Protector de la Orden a su mismo
sobrino el Cardenal Ugolino Conti.
Es éste por consígnente el primer Cardenal Pro­
tector de que tenemos noticia y a él siguieron,
en seguida, otros muchos, pues las demás Ordenes

Religiosas solicitaron una tras otra, el mismo favor
de que gozaban los Frailes Menores de S. Francisco.
En 1894 el Papa Inocencio X II, en la Constitu­
ción « Christi Fidelium » determinó la especial au­
toridad de los Cardenales Protectores, y De Lucca,
en su obra «El Cardenal Práctico », habla de s\i
misión propia, que consiste — dice — en defender
los derechos y privilegios de sus protogido,s, ante
al Papa y las Sagradas Congregaciones y donde
sea necesario; en celar sus interc.ses; en impedir que
sus religiosos sean vejados y oprimidos, etc.
Los Cardenales Protectores son nombrados por
el Papa, mediante Breve Apostólico, que se expide
en cuanto es conocida la aceptación del Prelado.
El nombramiento puede recaer en la persona que
la Orden o Congregación designe como más de
su agrado, pero no es raro que el Pontífice lo haga
a su gusto y de su propia iniciativa.
Los Cardenales Protectores que hasta ahora ha
tenido nuestra Sociedad son los siguientes: Nina,
Parocchi, Rampolla, Gasparri y Pacelli. Todos
ellos, a excepción del segundo, fueron a la vez Se­
cretarios de Estado de S. S.
E l último nombramiento pues que acaba de hacer
el Papa en favor de la Sociedad Salesiana. desi­
gnándole como Protector a su propio Cardenal Se­
cretario, viene a confirmar un precedente que es ya
casi una tradición.

Casa .Wadre. - Después del CoogrestUo diocesano anual del Clero Infantil o < Pequeño Clero *,

S res Cooperadores,

consultad d T E S O R O e s p i r i t u a l .

Propagad la O B R A PÍA D EL S G D O C O R A Z Ó N . Véase la cubierta de nuestro ‘Boletín*.

37

REM ACHANDO

EL

CLAVÓ

T

APOSTILLAS A LA CARTA ANUAL DE MUESTRO RECTO R MAYOR

Iva .sociedad de nuestros días estará muy
pervertida, no lo negamos, ¡Xíro es lo cierto
que, envueltas en los torbellinos de la perver­
sión, viven muchas, muchísimas almas que sin­
tiéndose inclinadas de un modo irresistible a
darse a Dios comjdetamente, tratan de ser­
virle no sólo en espíritu sino en verdad, y de
verdad.
He aqui el hecho consolador que venimos
comprobando, día a día, y que dichosamente
y de un modo jjroíjresivo crece en intensidad
y extensión.
No lodo han de ser alannas y pesimismos
en nuestro vivir diario. Ivl fuego sagrado de
la caridad cristiaiu» arde con llama vivLsima
y, a poco que se sople en él, producirá vastos
y poderasos incendios.
Ñas lo asegura un número gríuide de esas
almas aludidas que, incesantemente, de pa­
labra o jíor escrito, se dirigen al Sucesor de
Siui Juan Hosco y le dicen: ¡Presente! ¿Kn
qué i«xlemas servirle?
— ¿Kn <pié? — Y a lo sabéis, almas generasas. Kn la hennasa Carta tenéis trazada una
parte de vuestro jirograma para este año.
Deciniíxs una parte, porque este documento
paterno de nuestro Rvmo. Don Pedro Ricaldone, dirigido el mes pasado a los Sres Coope­
radores. no pretende en modo alguno limitar
su actividad, que tiene horizontes muy vastos,
sino sim])leniente encauzarla, ilustrarla, esj)ecificarla.
Doble es la meta que en dicho documento
se nos señala: ofrecer a Sa» Juan Hosco ««
altar que no desmerezca del amor que le tenemos,
con la consiguiente amf>liaciihi de su iglesia f>redilecta, la liasiliea de María Auxiliadora, y
firomover una fuerte recluta de roívn ionrs gene­
rosamente sostenidas.
l.íi necesidad >• urgencia de estas das ¡iropuestas salta a la vista.
Sería aKsolutamcnte incomprensible que
de.spués de las luminarias gigantescíis de eutnsiasmo <iue jior dixpiiera liemos visto encen­
didas en hon»>r del nuevo Santo, nos mastráramas ahora remisos en dotarle de lo que para
el culto de es<xs seres pre<Uleotas de Dios es lo
primero y más elemental, el altar, o sea el
trono donde su jioder de mciliadores viene
exímo a establecerse y materializarse. |>ara
desde allí ejercer su l>enéfica abogacía en favor
de las olmas que acuden a invocarlos.
Nadie que en lo sucesivo venga a visitar la
Casa Madre podría comprender que el precioso
>• venerado cuerpo de S. J uan Bosco apareciese

instalado provisionalmente y como de prestado;
que no tuviese altar y capilla propios y dignos
de él el Santo que ha merecido tan excepcio­
nales honores en San Pedro y en el Capitolio;
que durante muchos días consecutivos pola­
rizó las miradas y la admiración del mundo
entero; que en Roma y en Turín y sucesiva­
mente en infinidad de ciudades grandes y pe­
queñas de todos los continentes, ha enloque­
cido a las muchedumbres; que prendidos en
el hilo de oro de su simpatía atrae a millones
de corazones; que es Padre de 20.000 religiosos
que anteponen a todas las felicidades terrenas
la de poder llamarse liijos suyos, y amigo en­
trañable de más de 300.000 creyentes que re­
putan como una gloria el ser cooperadores de
sus obras, y maestro, en fin, de generaciones
densas de juventudes, de uno y otro sexo, que
le son deudoras de ima vida serena, saturada
de ideal.
No, Don Bosco, el inefable, el queridísimo
Don Bosco, no puede quedar sin esta demostra­
ción inmediata, tangible, del fervor y agrade­
cimiento de sus innumerables devotos; la pro­
puesta de nuestro Rector Mayor se im¡x»ne;
el altar tiene que smgir en el acto, y esta santa
impetuosidad de nuestro amor hará, además,
(pie sea bello y espléndido. No pretendemos
desde luego fiacerlo deslumbrador como los que
hemas visto, de algunos grandes Fmidadores,
enritiuecidos de lapizlázulis y ágatas colosales,
pero tampcxx) lo queremos con la austeridad
medioeval que caracteriza p. ej. al de San
Francisco de Asís, aunque ya el arte se en­
cargó de vengar su de.sniKiez en las bóvedas
que lo cobijan, cuajándolas de pinturas tan
preciasas que muchos las comprarían, poniendo
en su lugar chapas de oro.
Todo espíritu alaba al Señor y nosotros en­
tendemos que el altar de San Juan Basco debe
hablar a las generaciones venideras, nó de su
jxibreza heroica, tan admirable en su esemúa
como la del Pobrecico de A sis, sino de la riqueza
de nuestras sentimientos filiales, de la fastuo­
sidad de nuestra devoción, de las exuberancias
de nuestra gratitud. Su pobreza ya la verá el
numdo reflejada en nuestro espíritu y en nues­
tra vida y en nuestras obras.
Cincuenta años cumplirá, dentro de unos
meses, nuestro Boletín de lengua española,
y en este lapso de tiempo han desfilado por
sus páginas y las de los demás Boletines, de­
cenas de miles de nombres, deseosos de hacer
pública su gratitud por favores recibidos de
la mano bondadosa de nuestro Santo.

iS

i

¡Cuántas almas consoladas! ¡Cuántas fami­
lias arrancadas a la desesperación y a la ruina!
¡Cuántos dolores mitigados o decisivamente
aniquilados! ¡Cuántas conversiones obtenidas!
E s esta una ocasión bien propicia para que
esos ejércitos de favorecidos vengan a demos­
trar, una vez más, los bellos sentimientos de
su alma.
¡Con qué gusto descendería el espíritu dé Don
Bosco, para bendecir y derramar gracias, a im
altar cuyas piezas arquitectónicas y ornamen­
tales fuesen, en su totalidad, corazones por él
sautificados o curados de alguna herida!
No creemos que haya necesidad de insistir
más sobre la realización de este deseo, que
nuestro venerado Rector Mayor ha hecho pú­
blico, interpretando los sentimientos y las más
ardientes aspiraciones de cuantos conocen, ad­
miran y aman a nuestro Santo.
Y ahora, que cada cual cmnpla con su deber;
los Salesianos; la H ijas de María Auxiliadora; los
cooperadores, alumnos y exalumnos de ambas
Instituciones; ios que han obtenido o esperan
obtener algún favor de nuestro amable Fimdador.
Nada hemos de añadir tampoco a lo y a ma­
nifestado p>or nuestros Superiores sobre la otra
parte complementaria del proyecto de altar,
o sea la ampliación de la Basílica.
Fácilmente comprenderán nuestros amigos
que cuando se emprende una obra de tal en­
vergadura y que resulta tan costosa, a pesar
de haber sido recortada para que responda si­
quiera a las mínimas exigencias, es porque la
necesidad se ha impuesto ya de un modo des­
pótico.
Hace muchos años que se viene acariciando
la idea y aplazándose su ejecución, pero el
templo primario de nuestra Sociedad se ha
venido encogiendo de im modo tan alarmante,
que, no ya en las grande solemnidades, como
ha ocurrido siempre, pero ni siquiera en los
domingos ordinarios puede hoy ofrecer medio
metro cuadrado, para estar de pie. a muchísimas
personas que muy a pesar suyo tienen que ]>rivarse de asistir a los emocionantes y luminosos
cultos que en él se celebran.
Esto Don Bosco, si él viviera, no lo sufriría
en modo alguno. E l que, preriendo la situación
embarazosa a que hemos venido a parar, quiso
dar ya a la Basílica proporciones mucho ma­
yores de las que tiene, haría — estamos bien
seguros — lo posible y hasta lo imposible para
ofrecer comodidad a los devotos de nuestra
Auxiliadora.
Que él nos ayude desde el délo a convertir
ahora en realidad esta bella aspiradón suya
y de su cuarto Sucesor.
La s^ im da propuesta de éste referente a
las vocadones, será objeto. Dios mediante, de
otro artículo u artículos sucesivos.

La Parroquia de Licforía confiada a los Salesianos.

LA NUEVA
PRO VIN CIA

ROM ANA

DE LICTORIA
Y UNA

PROFECÍA DE S. JUAN BO SC O
Traducimos de *La Gazzetia del Pópolot,
diario de Turin, esta interesante noticia:

• Don Bosco vaticinó fe nueva Provincia y los
obras que sus Salesianos habían de desa­
rrollar en ella.
Roma, i8 diciembre; noche.
H oy, en que Lictoría nace a su nueva vida
de Provincia de Italia, nos viene a la memoria
un episodio narrado en las Memorias Biográ­
ficas de San Juan Bosco, el cual, de un modo
indudable, previó el saneamiento del agro pontino y la labor espiritual que en él desarrolla­
rían con el tiempo sus Salesianos.
E l día 5 de Abril de 1880, S. S. León X III
pidió a Don Bosco, en audiencia particular,
que tomara sobre sí el empeño de continuar
las obras del templo del Sgdo Corazón del
Castro Pretorio, a la sazón interrumpidas. El
Santo aceptó inmediatamente el encargo, y
como el Papa le hiciera observar que no podría
ayudarle ñnanedariamente — No importa, Pa-

39

E l Fascismo ha creado Lictoria y en esta
93* Provincia italiana, hoy mismo inaugurada
por el Duce, hace y a un año que los Salesianos prodigan su labor espiritual.
E l primer párroco de Lictoria es el salesiano
« Don Torello * y adscritos a la parroquia hay
otros tres Hijos de Don Bosco, cuya obra es
meritísima sobre toda ponderación.
Los días festivos, además de atender a la
iglesia catedral de San Marcos, sirven otras
cinco iglesias de la circimscripcióu; las de
Grappa, San Miguel, Carso, Sabotino y Pogdora. Durante la semana hacen diariamente
catecismo en Lictoria y otros pueblos colin­
dantes, y se dedican a visitar a sus en­
fermos.
Han sido y a preparados por ellos y admi­
tidos a la primera comunión y Confirmación

III enjambre humano se dirige a poblar los (errenos
robados a “la malario’’.

dre Santo, díjole, yo no pido a V . Santidad
dinero, sino bendiciones.
Y León X III le hizo el encargo en firme.
Al aceptar Don Bosco tan grave compromiso,
veía sin duda, no sólo la grandiosa Institución
Salesiana que debía surgir en Roma, sino algo
más todavía.
En efecto, conversando aquel mismo día
con el P. Marenco, más tarde obispo, y entonces
Director del Colegio de Lucca, le preguntó:
¿Sabes i>or qué hemos aceptado este
compromiso aquí en Roma?
— Si Vd. no me lo dice... repuso el sacerdote.
— Pues oye y no lo olvidos. Lo hemos acep­
tado porque aquí fundaremos ima casa, y
cuando el Papa sea aqttél qnr debe ser y del modo
que debe ser. entonces esta casa se convertirá
en centro de operaciones para la evangelización
del Agro Ronumo. Será ésta una obra no menos
imjKirtante que la de evangelizar a la Patag(»nia.
Cuando llegue este momeuto, los Salesianos
serán conocidos y su gloria resphmdocerá en
todas ixirtes.
Estas jmiabras, desp\iés del hedió de * La
t'ondliación * y la redención reciente del Agro
Pontino, pueden ser consideradas como una
profecía del Santo».

40

Ast son los cenfenares de casas de colonos que en
menos de dos anos se han visto nacer y florecer en,
los que eran campos de desolación.

6.000 niños de ambos sexos, y actualmente
hay otros mil que se están preparando para
las próximas fiestas de Navidad.
Han celebrado además 300 matrimonios ca­
nónicos, legitimado 55 niños, y verificado
550 bautismos.
Tedas estas cifras son un elocuente elogio
de la labor desarrollada en Lictoria por los
Hijos y sucesores del Santo que la hubo de
profetizar.

Uno de los aspectos desoladores del agro romano
donde ahora surgen ciudades.
Uno de ios muchos canales de desagüe.

He aquí el panorama pintoresco que ofrece la nueva
Provincia de Lictoria que la voluntad indomable
de un hombre ha hecho surgir de los pantanos. —
Todos los puntos blancos que se pierden en las
lejanías son casas de colonos y por ende parcelas
cultivables.

41

Los funerales que al P. Ubaldi
ha hecho la Universidad Caíólica de Milán
E l día I de Diciembre p. p. la célebre Uni­
versidad del Sgdo Corazón tributó im férvido
y sentido homenaje al malogrado catedrático
de literatu ra cristiana antigua de la misma
P. Ubaldi, fallecido, como oportimamente anun­
ció el Boletín, el 21 de Julio anterior.
E l homenaje constó de dos partes, religiosa
una y otra civil-o académica.
Por la mañana de dicho día la amplia ca­
pilla del benemérito Centro cultural que hoy
es honra de Italia y del mundo entero presen­
taba un aspecto solemne y conmovedor. De­
cenas de ijrofesores y nutridas brigadas de
alunmas de ambos sexos asistían, con la más
profunda emoción religicxsa, a la misa exequial
celebn.da j>or el Rector Magnífico Rvdo.
P, Gemelli de la Orden de San Prancisco.
Estaban entre los numerosos invitados los
PP. Tirone y Pascie, Director líspiritual y
Consejero líscolástico resj>ectivos de nuestra
Societlad.
Tixlos los pn>fesores y alumnos en inefable
camaradería acercári>nse a la Sagrada Mesa Eucaristica am talmuminüdad y comix>stura q\re,
segi’ n expresión del P. Tirone, el aspecto de
aquella iglesia hacía recordar el que de ordi­
nario ofrecen las de nuestras Casas de Forma­
ción.
E l ilustre P. Gemelli tuvo, al terminarse el
oficio fúnebre, palabras de condolencia y de
42

sentido elogio para el malogrado H ijo de San
Juan Sosco que la Universidad acababa de
perder.
Por la tarde, e igualmente ante ima concu­
rrencia enorme que llenaba totalmente la gran
aula destinada a los actos académicos y rotu­
lada con el nombre de Pío X I, el catedrático
de Literatura Griega Dr. Camilo Cessi habló

La Univerritlad caíóUca. — Salón de actoa.

larga y elocuentemente del compañero difunto,
de los méritos y virtudes que avaloraron la
labor cultural del P. Ubaldi. Con luminosa
objetividad estudió el docto catedrático sus
varias facetas de helenista, de educador, de sa­
cerdote y de salesiano, y con ima insistencia en
la que se veía rebosar honda simpatía y emo­
ción hizo resaltar, al lado de sus cualidades
científicas, su encantadora humildad y sencillez
y las santas espontaneidades casi infantiles de
su. carácter, fundido en los geniiinos troqueles
del primer Oratorio Salesiano y al que debía
el P. Ubaldi una fuerza conquistadora de primer
orden.
El completo y sentidísimo homenaje de la
Universidad de Milán honra de modo extra­
ordinario a este Centro de alta cultura y es
acreedor a nuestro más profundo agradeci­
miento.

Escalera de honor.

l

Universidad Católica de Milán fué fundada
por su actual Rector Magnifico, el P. Agustín Gemclli O. F. M., erigida canónicamente en 1920, e
inaugurada en diciembre del ano siguicute por el
entonces Arzobispo de la capital lombarda Mons.
Aquiles Ratti, hoy Pío XI.
Su objeto es contribuir con sus disciplinas a
que las juventudes italianas, de ambos sexos, se
d ivam en te a desempeñar los cargos
públicos, se inicien en la investigación científica
y se habiliten para las diversas profesiones liberales,
mediante una adecuada ilustración superior y una
educación moral exquisita, inspirada en los prin­
cipios de la fe católica.
Esta benemérita Institución, además de respon­
der plenamente a necesidades muy sentidas de
nuestros tiempos, facilita de modo extraordinario
la acción de la Iglesia, en su noble tarea de plasmar
las fllmaq
Reconocida jorídicamente por el Gobierno Ita­
liano, en su concepto de Universidad libre, imparte

sus enseñanzas con plena autonomía y lleva a sus
alumnos hasta el doctorado, equiparado, para
todos los efectos, al de las Universidades del Estado.
Por ahora sólo funcionan en ella las tres Facul­
tades de Derecho; Ciencias políticas, económicas
y comerciales; y Filosofía y Letras, pero creemos
que no tardarán en establecerse también las Ciencias
Físicas y Químicas, como parecen indicarlo sus re­
cientes Laboratorios de Biología y Psicología Experi­
mental, dotados de abundante material m«jdcniisimo.
Adjunto a la misma Universidad hay el Insti­
tuto Superior del Magisterio • María Inmaculada »,
así mismo reconocido por el Estado, con efectos
oficiales.
Las inscripciones de matrícula de ambos Centros
se rigen por las leyes vigentes en los demás Centros
similares, administrados por el F,stado, y el Ctterpo
de Catedráticos, que son nombrados y seleccionados
por un Consejo de Administración y un .Senado
Académico autónomos, hállase sujeto a las mismas
pruebas de aptitud exigidas a los Catedráticos
oficiales.
La Universidad del Sgdo Corazón cuenta actual­
mente con 66 profesores y con una población escolar
que rebasa los 2.000 matriculados, de los cuales
lio menos de 120 disfrutan de bols^ de estudio.
Caldeados por el fuego de este potente hogar de
piedad y de cultura han surgido numerosas obras
de apostolado juvenil, todas muy meritorias, y la
Revista científico-religiosa r Vita e Pensiero ».
Contiguo a la Institución, construyese un amplio
Pensionado Universitario que se estima absolu­
tamente indispensable para favorecer a los alumnos
más estndiosos y a los más pobres, cuyo Pensionado
se quiere sea ¿recuerdo del Jubileo Sacerdotal del
P. Gemeili.

43

Espléndido claustro “Pío X I “ proyectado por Eramanfe.

El P . GemetU
Rector AVagnificó de la Universidad.

44

Centxo y corazón de la Universidad es la iglesia,
donde la misa se celebra diariamente y Jesús Sa­
cramentado hállase siempre expxiesto durante todo
el día a excepción de la noche. De tiempo en tiempo
sucédense, para hacer su tum o de adoración, cate­
dráticos y estudiantes, y miembros de las Juven­
tudes Femeninas y Círculos Católicos de Milán.
< Estudio y oración > era el lema que fulgia en
los vetustos claustros cistercieuses que, última­
mente, acogieron en su seno a la Universidad y
este mismo lema, remozado por el sol del siglo X X .
vuelve ahora a lucir magnífico, para honra y pro­
vecho de la Iglesia y de la Patria Italiana, que en
estos antiguos claustros tienen su mejor y más
noble cantera de material humano.
Los recursos financieros para el sostenimiento de
obro tan ejemplar y de tan altos vuelos los sumini.stran, a parte de la minúscula entrada de los dere­
chos de matrícula, la espléndida caridad del pueblo
italiano, cu el que se revela un grado de comprensión
que, por desgracia, aún no vemos cu otras naciones
de estirpe católica; los donativos voluntarios de los
titulados • .•\^migos de la Universidad * que. culti-'
vados por oportuna Revista, hanse organizado en
todas las capas sociales, desde el rico potentado
hasta los iiiñt's de las escuela.s, muchos de los cuales
dejan 0,50 liras al año, y finalmente, el llamado
- Día de la Universidad - que los domingos de
Pasión de cada año pone en pie de guerra a to­
das las parroquias de Italia, para excitar la gene­
rosidad de los fieles en pro de la « Santa Cruzada *.
¡Loor al pueblo que ha sabido organizar y sabe
sostener una obra como ésta!
¿Cuántas Repúblicas de lengua española podrían
también tenerla? ¿Por qué no la tienen?
Excelente formulario para un útilísimo examen
de conciencia.
__

T

LA O B R A D E D O N B O S C O E N
ESPA Ñ A

Y A M E R IC A

ARGENTINA (Chubut) - Trelew. — Ineaga-

ración de una calle dedicada a San Juan
Bosco.
Con motivo de la inauguración de la calle
Don Bosco y como acto de adhesión al X X X I I
Congreso Eucarístico Internacional de Buenos
Aires lleváronse a cabo en ésta importantes
festejos el día 30 de Setiembre p.p. Tuvimos
un triduo de preparación; niunerosas primeras
comuniones: vma pintoresca procesión' de an­
torchas el sábado 29 a la noche, haciendo uso
de la palabra al finalizar, en la plaza Indepen­
dencia, los señores Doroteo Sánchez, Antonio
Gastaldo y el Pbro. José PTeisa.
L a procesón del domingo fué el pimto cul­
minante de los solemnes festejos, y en ella to­
maron parte las autoridades civiles y militares,
el pueblo de Trelew en masa y ima crecida
concurrencia del vecino pueblo de Rawson,
Capital del Territorio.
Al descubrirse la placa colocada en la calle

Relaciones enviadas al Recfor Mayor.

Don Bosco, en nombre del Círculo católico de
Obreros dirigió la palabra a los presentes el
vicepresidente del mismo, don Genaro A. Quiles siguiéndole, en representación de la muni­
cipalidad, el señor José María Alonso.
La designación de la calle Don Bosco fué
hedía por la MunicipaUdad como homenaje a
la Obra Salesiana que celebraba sus Bodas de
Plata en este pueblo.
P E R Ú “ C allao. — Exalumnos de Don Bosco.

E l día 27 del pasado agosto celebró el Centro
Don Bosco d d Callao su fiesta íntima, deno^
minada <Día del C o l^ o *. Dóciles a la invi­
tación de la C om isi^ Directiva, acudieron
numerosos exalumnos de todas las épocas a
rodear y saludar a sus maestros y a abrazar
a sus antiguos compañeros de C o l^ o .
E l programa del día se cumplió en todas sus
partes, comenzando con los oficios religiosos

Trelew. — Niños que hicieron ta Primera Cooiuxiión el día de la Fiesta.

45

T f.

j^-S.

Perú-C allao.

-

Exalumnos celebrando el “D ía del Colegio”.

de la mañana. L a Asamblea General se verificó
en im ambiente de armonía y solidaridad.
Presidió el Revino. P. Revneri, Inspector de
los Salesianos, y resultó elegido presidente de
la nueva Junta Directiva el Sr. Carlos A. Mejía.
E l almuerzo de camaradería sen id o en los
salones del Colegio, fué tambión una nota
destacada. Personas caracterizadas presidieron,
TOn la Dirección del Col^ io, el ágape que sin ió
de base para el más expansivo y fraternal-

entusiasmo. A los postres hizo el ofrecimiento
el Sr. Luis Valle Suárez, enumerando las acti­
vidades desarrolladas por el Centro en el ul­
timo año. A instancias de los asistentes habló
el Doctor Carlos Arenas Loayza, improvisando
tma de sus brillantes arengas, jugosas y con­
vincentes. En términos elocuentes se expre­
saron también los señores Sánchez Larrauri
y Morales, miembros del Concejo Provincial,
asi como el Sr, C^ssana. secretario de dicha

¿y

'/ i

Trelew. — Momento de ser inaugurada la calle "Doo Eoaco” .

46

T

Perú-Callao. — Exalumnos que (ornaron parle en el maich de Basket ball.

corporación y varios jóvenes exalumnos. Cerró
el acto el Rvdo. P. Inspector, con oportunas
palabras de aliento y felicitación, agradeciendo
al mismo tiempo el homenaje que se rendía
a San Juan Bosco por los exalumnos, en este
año de su cancMiizadón.

Los partidos de basket ball suscitaron d más
vivo interés. I^a conferencia del P. Inspector
sobre Don Bosco y su triimfo, ilustrada por
herniosas vistas fijas, obtuvo gran éxito. Cerró
el día la bendición de S. D. M.

G u te siala. — El “Fulgor’*, que se gloria de Ue?ar como <fi?isa los cokirea de la baodrra del Papa.

------47 ■

LAS FÉ
DE SAN JUr

EN LA CAPIT/I

i t ^ l t r d a , d t a n lh o ahajo: Las alumoas tic 1^^
la procesión. - Los Maestros de Lima
d t a n ib a ahajo: Persona fes y aaloi^
presencia. - Los exainmoos. alma de l«l

Cenfrxt,

DerrcAo, de a rriba a bajo: Colegios “Don
y Colegio Italiano. - En la catedral:

*

Rija» de María Aicdliadora deapné* de
^aiedral. - Colegio de P P . Agusünoa.
qoe avaloraroo las fiestas coe sa

tyeslaa.
Hermanos de las Escuelas CrisfiaMS
i^ U d o a e a . - Colegio de P .P . Jesvifas.

LA
GLORIFICACION
DE S. JUAN SO SC O EN EL MUNDO
RESONANCIAS DE LA CANONIZACIÓN

ESPAÑA - (Guedalajara) Mohernando.
Con gran eiitii.síasmo se ha celebrado en esta
casa de formación la fiesta de la Canonización
de nuestro l ’adre S. Juan Bosco, durante los
días 26, 27, 28 y 29 de abril.
Precedió a la fiesta una intensa propaganda
por los pueblos vecinos, con folletos, revistas,
estampas y con el número extraordinario de
«Immen » — periódico de Guadalajara — de­
dicado exclusivamente a nuestra obra. En dicho
número se publicaron varios trabajos del con­
curso literario celebrado en honor de D. Bosco
entre los estudiantes y novicios de esta casa. A
cada vecino de Mohernando se le obsequió con
una vida popular de S. Juan Bosco. Pocos
fueron los cpie faltaron a las conferencias que
en preparación a la Confesión' y Comunión se
dieron en la Iglesia del pueblo para las Sras.,
en un salón para los caballeros y en el Colegio
para los jóvenes, dxirante los días 26, 27 y 28.
lín las primeras horas del 29 se celebraron
dos Misj\s (lo Comunión, que se vieron muy
concurridos. Celebró luego Misa solemne el
Rvdo. Sr. Arcipreste de Guadalajara y prediaS
el Rvdo, D. Josó M. Manfredini qiie conoció a
1). Bosco y supo encender los corazones de
todtxs en amor a tan buen Padre. Temiitiada
la misa, se dió a besar la reliquia del Santo
mientras se ordenaba la procesión que, a pesar
del tiempo lluvioso, rcsxdtó ima verdadera apoteasis por la enonne concurrencia de público
de la localidad y alrededores. Pos niños asis­
tieron con estandartes y banderitas y honraron
el acto con su presencia los Srs. Piirrocxxs de
los ¡nieblas i'ercanos y rejirescrntantes del clero
secular y regular y otnxs amigos de la capital
de la jirovincia. A continuación las autoridades
e invitadivs fueron ol>se<iuiudos en el Colegio
con una mcKlestu comida.
Hn un stdóu público se celebró la gran velada
en honor do 1>. Bosco; poesías, discursc»s y
cautas altomaron ani « I.a Virgen de la ermita '
y Buscando hogar ^ Todo fué muy aplaudido,
princijmlmente los números a cargo de los ni­
ños externos, que ya los días anteriores hablan
cauti\‘ado a todos en el clero infantil y con
sus variados cantos en honor del Santo. Se
terminó con la rifa del hermoso cuadro de

D. B(»co que había presidido las conferencias
^para hombres, y se obsequió a todos con dulces
y estampas.
E n los dias festivos siguientes al 29, los
pueblos cercanos, Robledillo, Heras, Razbona,
Torre del Burgo y otros recibieron con sim­
patía la visita de los hijos de D. Bosco y fueron
testigos de las mismas escenas que el 29 pre­
senció Mohernando.
Como remate de esta campaña de propaganda
salesiana, el día 13 de mayo se cantó en la ca­
pital una Misa solemne con sermón y Te Deum,
organizada por las celadoras de M. A. en la
Parroquia de Santa María, generosamente ce­
dida por el Sr. Cura Párroco D. Julio Cascajero.
Asistieron representantes de las Ordenes Reli­
giosas y clero secular. E n el altar m ayor se
destacaba la figura del Padre, artísticamente
adornada con flores y lu(^s, que ha quedado
luego expuesta a la venera<fión de los fieles en
dicha Parroquia. El M. I. vSr. D. José Utrera,
Canónigo de Alcalá, deleitó al numeroso público
exponiendo con cálidas frases la influencia
educadora de Mamá Margarita en nuestro
Santo, y csSmo D. Bosco fué im hombre todo
de Dios.
Ultimamente el pueblo de Loranca, por ini­
ciativa de ima benemérita arcliicofrade de M. A.,
ha honrado al nuevo Santo con ima Misa so­
lemne. Te Deum y Salve, que lian cerrado el
ciclo de nuestros festejos a D. Bosco.
Quiera él bendecir a esta provincia que con
tanto entusiasmo ha cíelebrado su Canonizaci<5»n.
ARGENTINA - C órdoba.

Córdoba, la ciudad docta, la Atenas de la
República Argentina que desde 29 años es
asiento de la Obra Salesiana, durante algunos
dios ha vibrado de entusiasmo en el faustísimo
acontecimiento de la Canonizacióñ de Don
Bosco. Todas las categorías sociales, todas las
Ordenes Religiosas se han unido a 1<^ Salesiaiios ¡lara festejar a nuestro Santo Fundador.
E l dia de Pascua, por la tarde, el Exemo.
Obispo Diocesano, Mons. Fermín E. Lafitte
ofiedó im solemne Te Deum de a<xáón de gracias;
puede decirse sin exagerar que nimca como en
esa ocasión se vió atestada de fieles la Cripta

de María Auxiliadora, vasto recinto rectan­
gular de 70 mts. de largo por 25 de ancho.
(1750 metros cuadrados).
E l 26 de abril, fiesta litúrgica de San Juan
Bosco, celebraron misas los RR. P P. José
Blanch, cura de la Catedral y F ray José Nogal,
guardián de San Francisco. A las 9 y media el
Rmo. Padre Pablo Vicari, Inspector, bendijo
solemnemente el nuevo altar de Don Bosco,
preciosa obra de talla salida de los talleres del
Colegio Pío X . En seguida ofició la Misa So­
lemne el R. P. Fray Andrés De Jesús María y
José, Prior de los Carmelitas, L a Schola Cantorum del Instituto Teológico «Villada * que
goza de justa y larga fama en los círculos
artísticos de Córdoba, nos liizo gustar las se­
veras bellezas de la Misa X a tres voces del
insigne Pagella. La misma Escolanía unida a
la del Colegio Pío X ejecutó durante el Ofertorio
el grandioso «Iste Confessor *, a cuatro voces
del mismo Maestro.
Cantó las glorias del nuevo Santo con sin­
gular imción y cariño el R. P. Andrés Doglia,
Superior de los Padres de la Compañía, y gran
admirador de Don Bosco y su Obra.
Asistió a la Misa en forma privada el Excmo.
Mons. Leopoldo Butteler, Auxiliar de Córdoba,
acompañado de Religiosos de distintas Ordenes
y Congregaciones.
Por la tarde comenzó el Triduo solemne en
preparación a la fiesta principal que debía ser
el domingo 29. En esos tres días ocuparon la
Cátedra Sagrada los siguientes oradores; Sr.
Pbro. Alfonso Butteler, Asesor del Concejo Dio­
cesano de la A. C., el R. P. Angel Clavero, de
las Escuelas Pías, y el R. P. Plácido Vicente,
del Inmaculado Corazón de María. Durante

todas las noches hubo extraordinaria afluencia
de fieles. L a función terminaba siempre con
la Bendición solemne del Smo. Sacramento y
el beso de la reliquia del Santo.
Además de esta ftmción vespertina, durante
los tres días a las 21 horas el R. P. Pedro
Argüello dictó especiales Conferencias para
hombres solos, desarrollando estos temas: Don
Bosco y su anior a las almas, Don^osco y la
Confesión, Don Bosco y la Comunión.
La fiesta del 29 de Abril. —- Precedida de
estos actos, ammciada con anticipación jx>r la
radio, por folletos y programas, por la prensa
de la ciudad, por millares de carteles fijados en
las calles, la fiesta de San Juan Bosco debía
resultar una grandiosa apoteosis, solamente
comparable con la que presenció Córdoba en
la beatificación del mismo.
Para aumentar el esplendor de las funciones
se reunieron en el Colegio Pío X los 80 clérigos
estudiantes de Filosofía y Teología del Insti­
tuto «V illa d a » y representaciones de los demás
Colegios; San Vicente, A lta Gracia y Los
Cóndores.
A las 7 celebró Misa para los alumnos in­
ternos el R. P. José de Lizano, Superior de
los PP. Capuchinos.
A las 8 celebró para los alumnos externos,
exalumnos, cooperadores, colectividades ita­
lianas y asociaciones piadosas, Su Excia. Rvma.
Mons. Leopoldo Butteler. L a Comunión fué de
aquellas que forman época; durante todo el
tiempo de la Misa varios sacerdotes distri­
buyen contemporáneamente el Pan Eucarístico
hasta causarse en tan noble tarea. Se calcula
en 5.000 el número de Comuniones repartidas
este día, de.sde las 3 hasta las xi.

Argeotioa. — Noesfros “Labe»” de Bahía Nanea.

51

Como adhesión del Clero Secular a las fiestas
de Don Bosco, el Excmo. Sr. Obispo quiso que
8e celebrase en la Iglesia Catedral el solemne
Pontifical.
Sobre el altar mayor se destacaba un gran
cuadro del Santo. Poco antes de las lo hizo
vsu entrada en el histórico templo Su Excelencia
filons. P'ermín Jvafitte, precedido por todos los
alumnos del Seminario Conciliar, por los Clé­
rigos estudiantes de la Comjjañía de Jesiis, de
la Orden de Santo Domingo, del Pequeño Clero
del Colegio Pió X , del Colegio de Canónigos y
sacerdotes del Clero Secular y Regular. La

M<^jico - San Criftfúbal Las Casas. — El aliar de
la catedral en la solemne función que las fervorosas
Socias de M . A. celebraron en honor de S . J . Bosco

Igle.sia e.staba llena do bote en l)Ote, iKupiuulo
sitio de preferencia el Sr, Cónsul de Italia,
Caballero Raimundo Carboiielli v su espo.sa, y
las deleeaeioucs diocesanas de hombres de
la A. C.
líl ObisjH^, revestidodelos sagrados oniamendio comienzo al solcmac rito realzado con
la ejecución de la Misa Polifónica del Mtro
Kerie, del grandioso /s'.
de Pagella.
y otros motete.-;, todo a cargo de Uvs cantores
del Institutti TtndiSgico y del Colegio Pió X.
1.a ejecxición fue tan esmerada que Su Exce­
lencia, al ^xatgratuUirse con los su|K*rioros, hubo
de decir; v Muy raras x’eces nos es dado oír en
nuestra iglesia coros semejantes, en verdad que
52

la Catedral de Córdoba parecía ima Basílica
Romana ». Después de la Misa el mismo Obispo
entonó el Te Deum. E l panegírico de San Juan
Bosco fué pronunciado por el R. P. Fray Luis
Alberto Montes de Oca, Prior de Santo Do­
mingo. Iva procesión de la tarde fué un home­
naje eminentemente popular; una verdadera
apoteosis; se calcula en 20.000 el número de
¡)ersonas que desfilaron aclamando a San Juan
Bosco. Todas las casas por donde pasó el cor­
tejo estaban adornadas con banderas, colga­
duras y palmas; de todos los balcones, manos
infantiles y femeninas arrojaban flores sobre la
estatua de Don Bosco; los vivas y aclama­
ciones al Santo se confundían con los liimnos
religiosos y plegarias, con los acordes de la
banda de música y el tañido de los sagrados
bronces.
Mons. Lafitte, con su acostumbrada bondad
extraordinaria, quiso honrar con su presencia la
procesión de Don Bosco; una numerosa represen­
tación de sacerdotes de ambos cleros, de se­
minaristas, de estudiantes de varias Ordenes
Religiosas, precedía a la sagrada Imagen en
dos largas filas; hemos visto también delega­
ciones de varios institutos de Hermanas.
Regresada la procesión, se hizo intérprete del
entusiasmo popular el R. P. Argüello, pronxmciando una sentida oración a Don Bosco. En
seguida el Sr. Obispo impartió la Bendición
Eucarística. Terminadas las fimciones, pasaron
todos al patio, donde al oscurecer pudieron
presenciar el fantástico espectáculo de los fue­
gos de artificio, los cuales Llevaron de maravilla
en maravilla al piiblico, hasta culminar en el
mimero final ejue representaba un altar con
la imagen del Santo.
Velada lilerario-miisical. — E l sábado 28, a
las 16 en el salón de actos del Colegio P ío X , se
llevó a cabo lo que podríamos llamar fmición
de gala en honor del Santo. Asistieron Sus
Excelencias Mons. Fermín Lafitte, Obispo dio­
cesano y Mons. Leopoldo Butteler, Obispo
auxiliar, el Excmo. Sr. Gobernador de la Pro­
vincia. Dr. Pedro Frias, el Dr. Juan Cafíerata,
Diputado nacional, el Sr. Telésforo Ubios,
senador provincial, los Sres. Cónsules de líspaua.
Italia, Francia. Bélgica, Holanda. Uruguay,
Suiza, Alemania, los Dres. Roberto Villafañe
Centeno. Domingo Roggeri, José M. Aliaga; las
Sitas. Elisa e Indalecia Villada, la Sra. Laurentina de Pueyrredón, un selecto grupo de coope­
radores, ex-alunmos y amigos de la Obra salesiana. los Clérigos estudiantes de la Compañía
de Jesús con su Superior el R. P. Andrés Doglia.
los Clérigos del Instituto Villada y los alumnos
del Colegio Pío X.
Hablaron el Dr. Juan CaJferata por la Obra
de Don Bosoo, el Sr. Telésforo Ubios por los
Cooperadores y el Sr. Marciano de la Sema por
los exalumnos. La Schola Caniorum del lustií

i

El Salvador. — £1 floreciente Oratorio Festivo de Sonta Tecla.

tuto Villada y la del Colegio Pío X amenizaron
la velada con selectos trozos de canto.
Todos los diarios de la ciudad sin distinción
de ideologías pnbücaron artíciüos en elegió de
Don Bosco y contribuyeron eficazmente a la
propaganda de la fiesta. L a tipografía del
Colegio Pío X editó un numero único que se
repartió con profusión; asimismo se repartieron
muchas biografías del Santo. Las ejecuciones
raiisicales del día 29, como también el panegí­
rico del P. Montes de Oca, fueron transmitidos
por radio. E l altar de Don Bosco sigue siendo
el más frecuentado de la Cripta de María Auxi­
liadora, ¡Cuántas gracias derrama el buen Padre
sobre los devotos hijos de Córdoba! Por todo
esto loado sea Dios y su fidelísimo Sierv'o.
BOLIVIA - La Paz.
Las fiestas cjue, en honor de nuestro Padre,
se desarrollaron aquí en I^a Paz, desde el 26

de setiembre hasta el 4 del presente mes de octu­
bre, no pudieron ser más solemnes y magníficas.
A l decir de todos, constituyeron un éxito
grandioso, un triunfo sin precedentes. Todos
los números del nutrido programa alcanzaron
el resultado más brillante, con im crescendo
consolador, desde el principio hasta d fin. E l
clero, los colegios de ambos sexos, la Colonia
Italiana, las sociedades obreras, los exalumnos
salesianos, los cooperadores, las devotas de
María Auxiliadora, las sociedades piadosas, el
pueblo entero, rivalizaron en fervor y entu­
siasmo en ios días de la celebración paceña de
San Juan Bosco. Hasta en los C o la o s fiscales
se notó un simpático movimiento de adliesión
a nuestros regocijos, gracias a una circular que
el Presidente del Honorable Consejo Nacional
de Educación había pasado oportunamente a
todos los Directores y Directoras, recomendando
se dieran en esos días conferencias ilustrativas
sobre la vida y obras del eminente educador.

El Salvador. — "Cuadro de Honor" dd C < ^ e ^ Sania Cecilia.

53

N o eíí pues exageración el afirmar que hemos
presenciado todo un plebiscito de admiración,
amor y veneración hacia nuestro Padre.
I.os festejos principiaron el miércoles 26 de
setiembre con una magnífica conferencia í{ue
el mismo líxcm o. Encargado de Negocios de
.S, M. el R ey de Italia dió sobre nuestro Santo,
en el salón de actos del Colegio. lín el palco de
honor ríKlenban al ilustre conferencista el
Exemo. &rons. Luis Centoz, Nuncio de S. S.,
el Exemo, Mons. Tomás Aspe, Obispo de
Coclml amba y Administrador Apostólico de
La Paz; el Exemo. Sr. Rafael Triana y Blasco,
Ministro de lí.spaña; el Exemo. Dr. Juan G. Valen/uehi, Ministro de la Repiiblica Argentina;
el Exemo. Sr. Thomas Joseph Morris, Ministro
de la Gran Bretaña; el líxcm o Sr, Louis Le
Roch, Encargado de Negocios de Prancia; el
Exemo. Salvador Martínez Mercado. Encar­
gado de Negocios de Méjico; el Sr, Robert
P. Peniald, Primer Secretarlo de la Legación
de Estados Unidos, en representación del Mi­
nistro, Plxcnio. Sr. F ay A. Des Portes, etc.
El líxcm o. Dr. Toni, con palabra fácil y
galana, bordó literalmente la gloriosa figura del
Santo moderno, del incomparable educador, del
fino diplomático, del verdadero patriota, del
feliz precursor de la Conciliación romana. Toda
su disertación, caldeada del más puro senti­
miento y de amor patrio, fue magnífica .Al
final aludió con frases oporttmísimas a la
guerra del Chaco y una formidable salva de
ai'lausos le acompañó al bajar de la tribima.

La procesión desde el Colegio a la Catedral. —
Fijóse la tarde del día 27 para la solemne
traslación de la reliquia y cuadro del Santo
desde el Colegio a la catedral, donde por bon­
dadosa concesión del Vble. Cabildo, se cele­
braron las fiestas. A las 15, hora designada al
efecto ,ya se hallaba atestada nuestra cripta
con las alumnos del Instituto de María Auxi­
liadora, del Colegio de Santa Ana, del Asilo
o Carlos de Villegas » mientras en el espacioso
patio estaban alineados los alumnos del Colegio
de «I/O vSalle», del Colegio Franciscano, del
Colegio de la Tercera Orden, del Seminario y
los congregantes del Colegio de Jesuítas con
sus insignias. La concurrencia iba aumentando
por minutos con fuertes núcleos de Exalumnos,
admiradores y devotos, cuando, con la llegada
de los Excnios Sres Nuncio y Administrador
Apostólico, se dió principio aí acto.
Bendecida le hermosa imagen del Santo, se
organizó la procesión que comenzó a desfilar or­
denada y majestuosa, en medio del respeto y
admiración de todos. Encabezábala, bajo
la dirección del eximio compositor Capitán
Adrián Patiño, exalumno del Colegio, la banda
del Rgto. « E sp añ a», gentilmente concedida
por el Estado Mayor General Auxiliar. Seguían
los colegios de ambos sexos, en correcta for­
mación. con sus banderas desplegadas al viento.
Venían luego las cofradías, con sus lujosos
estandartes. Después el peejueño clero, el Exemo
Administrador Apostólico a la cabeza de las
representaciones del clero secular y regular.

B.fsfl
Santiago de ChUe.

54

- El Oratorio Don Bosco.

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Bolivia •■ La Paz. — Grupo general dcl Colegio.

la reliquia y las andas del Santo, llevadas res­
pectivamente por el Exciiio. Sr. Nuncio y los
Exalumnos, cerrando el interminable cortejo
la banda del Colegia y una muchedumbre
siempre creciente.
Al enfilar la calle Loay/^, la procesión fué reci­
bida por los festivos acordes del concierto de cam­
panas de la Iglesia de S. Juan de Dios, acordes a
los que responden luego con su alegre repique las
campauas de la catedral, al saludar la llegada
de las primeras falanges juveniles. En el umbral
del majestuoso edificio, orgullo del pueblo de
La Paz, alineados en dos alas, g u a rd a n los
R\tuos . Canónigos, presididos por el lim o. Deán.
E l interior está profusamente iluminado y los
acordes poderosos del órgano se confunden con
las briosas notas de la banda militar que acom­
paña el paso ágil y acompasado de niñas y
niños a su ingreso en el templo. Espectáculo
grandioso e inolvidable. Pero ya el inmenso
templo « ha llenado con ima muchediunbre
incalculable de devotos; la bondadosa imagen
de Don Bosco fu tu r a sobre el altar mayor,
envuelta en un nimbo de luces; las bandas
han callado; el órgano ha suspendido su mar­
cha triunfal; un profimdo silencio sucede al
festivo clamor de las campanas. Entonces toma
la palabra el Excmo. Slons. -A^>e, quien c<m
voz potente y armoniosa encadena la atención
y arrebata los corazones de esa inmensa marea

de gente, cantando un himno de gloria al gran
Educador de la juventud.
Teniiinada la cálida y brillante alocución del
Sr. ObLsix», se entona desde el coro tm cántico
en honor de Don Bosco. A las voces, suaves
y delicadas, que, cual melodías de ángeles,
descienden de arriba, resjx>nden fuertes y com­
pactas, desde abajo, las de centenares de jó­
venes extasiados en la contemplación de la
radiante imagen del Santo y caldeados jx>r las
])alabras in.spiradas que acaban de escucliar.
Es im coro inmenso, poderoso, que llena los
ámbitos de la grandiosa catedral y sacude
irresistiblemente las fibras de todos los cora­
zones.
Homenaje de la niñez. — Tratándose de hon­
rar a Aquél a quien la Iglesia lia llamado
«Padre y Maestro de los niños *, era natural
que los niños de ambos sexos fueran los pri­
meros en ofrecerle el homenaje de su amor y
devoción. ¿ Y en qué mejor forma pHDdían ellos
hacerlo, sino es con la asistencia a la Santa
Misa y la recqxñón de la Santísima Eucaristía,
habiendo sido Don Bosco el apóstol de la co­
munión frecuente de los niños, práctica que
puso como base y eje de toda su obra educa­
tiva?
Por eso en la mañana del día 28 concurrió
a la catedral lo más florido de la juventud
masculina de L a Paz, representada por los

alumnos del Seminario, del Colegio de San
Calixto y dcl Colegio «L a S a lle «, con los
alumnos internos y externos del colegio Don
Hosco y una representación dcL Hospicio de
San José, con el objeto de asistir a la Misa
celebrada por el Excmo. Admor. Apostólico,
quien, después de dirigir a acjuellas brillantes
juventudes su palabra henchida de imción y
íervor, tuvo el consuelo de distribuir el Pan
de los Angeles a varios centenares de niños y
jóvenes.
Igual espectáculo ofreció el día siguiente lo
más escogido de la juventud femenina, habiendo
celebrado la Santa Misa el Excmo. Sr. Nuncio
de S. S. y ocupado la cátedra sagrada el R. P.
I aüs Jurado, Guardián de la Recoleta.
Alisa Pontifical, « Tedsuni», Segunda Proce­
sión. — Pero las anteriores manifestaciones no
debían constituir süio un preludio de la
grandiosa fiesta preparada p.ara el domingo 30.
Celebrada la Misa de Comunión General por
el limo. Mons. Alfredo Gutiérrez, Deán del
Vble. Cabildo, la inmensa -catedrár volvió a
llenarse con una concurrencia extraordinaria.
Nada diremos de las solemnísimas ceremonias,
de la música polifónica a cargo de la Schola
Cantorum del Colegio. Sólo haremos liincapié
en el discurso del R. P. Rodríguez, Superior
de los jesuitas, quien habló al inmenso y se­
lecto auditorio de la misión providencial de
Don Hosco con respecto a la clase obrera, a la
ejue supo encauzar por la senda del bienestar
económico y moral, y encaminar hacia la con­
secución de sus inmortales destinos.
La ceremonia concluyó con el canto del
Tedeum, entonado por el Excmo. Sr. Nmicio

y ejecutado por la mencionada Schola Cantorum.
Mas las fiestas no habían concluido todavía.
Faltaba traer al Colegio la reliquia y cuadro
del Santo: lo que se hizo en la tarde de ese
mismo día, siendo ocasión para que el pueblo
de La Paz, siempre noble y generoso, exterio­
rizara una vez más su simpatía por la Obra
Salesiana con entixsiasmo y fervor desbordantes. ;
Recibida la bendición eucarística, el público se
abalanzó liada el comulgatorio para besar la
sagrada reliquia, y entretanto Varias señoritas
iban distribuyendo estam pas' y novenas del
Santo, las que jóvenes y ancianos, hombres y
mujeres, arrebataban de Id^ manos con santo
fervor, felices de poder llevarse siquiera un
pequeño recuerdo de las inolvidables fiestas.
Audición musical y literaria. — Como com­
plemento de las fiestas celebradas con tanta
pompa en honor de nuestro Padre, la Schola
Cantorum del Colegio, coadyuvada por los
distinguidos profesores que componen la or­
questa de nuestro buen amigo el Maestro
Antonio Chiappa, .dió por la Radio «Illimani», desde las 21,15 a las 22,15 del día 4
ima audición, con un nutrido programa de
piezas clásicas a cuatro y, más voces, interca­
ladas con lecturas y declamaciones sobre San
Juan Bosco, a cargo de los Exalmnnos Señores
Octavio T. Pinto, Gonzalo F. de Córdova, J uan
B. Salazar y Gustavo Velasco Rivera. Las
notas inspiradas de Verdi, Breitenbach, Gounod, Goller y Antolisei fueron escucliadas con
fruición en todos los ámbitos de la República
y más lejos aún, habiendo comenzado a llover
de varias partes las felicitaciones más calurosas
por el soberbio éxito con que han quedado
coronados los esfuerzos de los pequeños artistas
en su propósito de honrar al Padre y Maestro
de los niños.

BoUvia - Nuesiro Colegio de I.a Paz.
La enseñanza favoríla.

DE

N U E S T R A S

M I S I O N E S

Sobre la regia púrpura
de la saníilad de Don
Bosco

Dos nuevos
mártires
salesianos
Esta vez ha sido la sd va
brasileña la que viene a continiiar nuestra Leyenda Aurea
del martirologio salesiano, ini­
ciado, dncó años hace, con el
generoso sacrificio sangriento de
Mons. Versiglia y el P. Caravario.
A la crueldad civilizada de
los comunistas chinos ha hecho
eco, ahora, de un modo siniestro,
la crueldad salvaje de la tribu
amazónica de los Chavantes,
inmolando bárbaramente a los
intrépidos sacerdotes misione­
ros Juan Fuclis y Pedro Sacilotti, que hace tiempo iban
tras de sus pisadas, buscándoles por marañas y
pantanos, como el buen pastor busca a las
ovejas extraviadas, a fin de atraerlos a la vida
d vü y al amor de la ley evangéUca.
El laconismo del telégrafo y la sumaria in­
formación de una carta recibida por vía aérea,
aunque no satisfacen nuestras ansias legítimas
de conocer todos los detalles del atentado, nos
dicen sin embargo lo suficiente para recons­
truirlo con la imaginación, y sobre todo para
sentir todo el horror del martirio a que los
buenos Padres y heroicos misioneros debieron
ser sometidos.
verdad es que en los relatos que las ilustres
victimas enviaban periódicamente a la Casa
Madre, exponiendo sus santas ambiciones y
describiendo sus apostóhcas correrías en busca
de esos indios, se olia ya la tragedia. Véase,
a no, nuestro Boletín de Marzo, d d año pasado.
Esta Crónica de las ifisiones Salesianas, a
cansa de sus obligadas intermitencias, no ha
podido suministrar a los que nos leen todos
los dem entes de juico necesarios para formar
ahora una visión f-rurts* d d escenario donde

ha tenido lugar d hecho lamentable, y d io
nos invita a liacer una reca])itulación de las
últimas y más imnediatas noticias rcdbidas,
que pueden ayudar a ilustrarla.

Abrese ese escenario de tragedia en plena
sd va brasileña y en ima de las regiones más
privilegiadas de la tierra, por sus fabulosas ri­
quezas minerales y forestales y por sus ilimi­
tadas extensiones, llenas de posibilidades y
cubiertas casi en su totalidad por una «jungla >
lujuriante, impracticable, sumida en el misterio,
salvaje y despoblada, puesto que se calculan
sólo en dos o tres docenas de millares los indios
que la usufructúan.
iLástima grande que nuestro viejo mundo,
hiiviente como está hoy de ludias intestinas
que, m ás tarde o más temprano, harán a los
hombres destrozarse por la posesión de algunos'
metros de terreno, no sepa abrir una arteria
de drenaje para que su exceso de pobladón
derive haría esos campos ubérrimos, grandes

57

como toda Europa y más ricos que ella, sur­
cados en todas direcciones por centenares de
ríos navegablesi Y que no nos hablen de la
insalubridad del clima, porque ni es general,
ni a la técnica moderna {altan medios para
suprimirla,
Nuestra recién fundada Misión de Santa Teresita, donde lian sido asesinados los dos Padres,
se encuentra precisamente en el centro de esa
región privilegiada, a caballo de la gran ver­
tiente hidrográñca que separa las aguas del
Amazonas de las del Río de la Plata, esos dos
gigantes de todos los continentes y de todos
los mares que, dirigiéndose hacia el Norte y
Sur, respectivamente, desaguan en la misma
costa oriental americana, pero a más de 4.000
kilómetros de distancia uno de otro.
N o m uy lejos de esa Misión habían fijado
los Salcsianos, en 1901, para evangelizar a los
Bororos y a otras tribus, su Colonia primaria
del Sgdo Corazón de Jesús, donde las dichos
Bororos, bautizados hoy en su totalidad, a
excepción de unos pocos, hállanse ya reduci­
dos a la vida civil.
De esa primera Colonia hubiéronse de des­
gajar otras casas, dando lugar a que, en 1914,
surgiera la Prelatura Apostólica de Registro
de Araguaya, actuahuente administrada por
el obispo salesiano lim o Sr. Don Juan Bautista
Couturon a la que pertenece la susodicha Misión
de Síinta Teresita, pxiesto avanzado a 380 km.
de distancia.
Por territorios adscritos a esa Prelatura
y a esa Misión merodean los Chavantes, tribu
guerrera y sanguinaria que desde tiempo in­

T

memorial viene sembrando el terror en muchas
leguas a la redonda, que armados de terribles
clavas y flechas envenenadas, son por táctica
hmdizos y cautelosos como los jaguares vednos
suyos y cuyo rostro nadie ha visto jamás hasta
ahora, como no sea a la hora de robar y matar.
E l río Das Mortes (uno de los mü de este
nombre que hay en el Brasil) separa a esa
tribu de la de los Bororos. conquistados, según
se ha dicho, a la civilizadón cristiana. Cha­
vantes y Bororos nutren entre sí ima enemiga
feroz e irreductible, a causa, según parece, de
que éstos, en tiempos antiquísimos, organizaron
fuertes expediciones guerreras para robar a
sus vecinos el codidado uyucü, pulpa de xm
rojo escarlata con que todos los indios ecuato­
rianos se imtan el cuerpo, procedente de las
semillas de ima planta rosácea que algimos de
ellos cultivan.
Aimque nuestra Colonia del Sagrado Cora­
zón, desde que existe, ha conseguido librar a
sus Bororos de aquellos ataques en masa, terri­
blemente aniquiladores y catastróficos, que
los abuelos de la tribu r ie r e n con expresivos
gestos de terror y espanto, el peligro para ellos
subsiste, real y continuo, y raros son los años
en que algún hombre o mujer, al internarse
solo en la selva, no venga a pagar con la vida
su excesiva confianza.
Es sorprendente d grado de refinamiento
a que ha llegado la táctica traidora de esos
salvajes.
Siempre que penetran en la selva con ánimo
de saciar sus instintos guerreras tienen buen
cuidado de ir mío en pos de otro, en auténtica

Misióa de Sanie Teresita,

Los P P . Fuchs y SaciioHi preparados para iniernarse en la selva.

fila indiana, y hacer que las huellas del que
marclia detrás coincidan perfectamente con
las del que va delante. Gracias a ese ingenioso
procedimiento el enemigo mmca podrá contar
las pisadas y saber por ellas el número de hom­
bres que aceclian la vida de su aldea.
Dice el P. Colbacchini que en 1910 se acer­
caron a la Colonia como unos So Chavantes, de
noche, y llevando amarrados en lo alto de la
^beza grandes cogollos de palma. De esta guisa
iban a\'anzando entre la maleza, cautelosaniente, como las serpientes, y en cuanto el ca­
pitán sas|>echaba que alguien pudiese observar­
les, inmovilizábanse a una señal suya, quedando
convertidos en árboles. Por un verdadero mi­
lagro de Dios no tu\-ieron aquella noche mi­
sioneros y bororos una espantosa tragedia.
Ese odio mortal que nutren contra sus vecinos
es mayor si cabe tratándose del hombre blanco,
al que llaman bra^. E l explorador alemán Von
Steinen vió, en ima de sus expediciones, a muchos
de esos indios luciendo como adornos los blan­
cos dientes y mandíbulas enteras de los sol­
dados que los destacamentos brasileños habían
^■ isto perecer en sus manos al tratar de some­
terlos miUtarmente.
Aquellas razzias violentas y el trato a menudo
poco humano recibido de los garimpeiros, o
buscadores de diamantes, han desatado en
ellos una incontenible xenofobia blanca que no
perdona ni a los misioneros.
He aquí tal vez la verdadera causa de las
dos pérdidas qne tanto nos afligen.
•El corazón de los miskmeros Hijos de Ran
J uan Bosco no podía permanecer, ni indiferente

a la desgracia de esos pobres indios de la selva,
ni coliibido por los peligros que ofrecía su
•evangelización.
Hace y a muchos años que, uno tras otro,
el demonio venía inutilizándoles los jilanes ide­
ados para la conquista espiritual de esa raza
indómita. Ultimamente volvieron a la carga,
con más tesón y esperanza que nunca, los
PP. Fuchs y Sacilotti, suizo üno, entrado en
los 56 anos, y brasileño el otro en plena juven­
tud, y ambos fundadores de la nueva Residen­
cia del Rio Das Mortes. Com])letaba la comuni­
dad el hermano coadjutor José Pellegrino.
Con su lancha motora « María Auxiliadora »
exploraron, varias veces, arriba y abajo, el
referido Río Das Mortes, j>ero los «fantom as»de
la selva lograban siempre esfumarse. ludidos
indudables de su proximidad acuciaban de
continuo su sed de apostolado y quien sabe si
también la de martirio: balsas redén utilizadas,
caminos redén abiertos, pisadas frescas, restos
de comida, fuegos aún humeantes.....
En Setiembre de 1933 el P. Sacilotti y el
coadjutor Sr. Pell^rino estuderon explorando
inútilmente otro río, el Baso, durante 19 días,
dejando plantada una cruz en la meta terminal
de aquel ^'iaje.
En marzo del año siguiente regresaba el
P. Fuchs de una nueva exploradón que duró
cuatro meses, en la cual dijo haber visto de­
rribada por tierra la cruz que habían erigido
sus compañeros. Mala señal aquélla, capaz de
infundir serias aprensiones a cualquiera que
no sea el misicmero católico.
Coa pocos meses de intervalo sale de nuevo

59

el P. Sacilotti con el coadjutor Pellegriiio y
dos peones (Camaradas). Esta vez tienen más
suerte. En una incursión en la selva y siguiendo
siempre caminos al parecer recién abiertos,
se hallan de pronto frente a ima aldea de
Chavantes compuesta de varias chozas. «Mi
corazón, al verlas — escribía el Padre — latió
con fuerza. ¿De miedo? ¡Ahí, no; el misionero
no teme nimca, porque está en manos de Dios.
Era el gozo y satisfacción de ver al fin colmados
nuestros afanes de tantas años.
I.a noche caía amenazante con sus tinieblas,
pero como erím mucho más densas las tinieblas

El arma con que el misionero conquista (ierras y
corazones en nombre de Cristo.

de las pobres almas que allí e.sj)erabíui la luz
del Evíuigelio, entraron con decisión cu la j)ri'
mera choza. ¡Qué desencanto! registraron otra
y después otra, y nada. l(*s «fautouvas ^ de la
selva se burlabjin nuevamente de ellos. N’iunpiras negros y repulsivos con gnuides alas de
demonio agitabtm el aire lleno de emanaciones
pútridius, haciendo ai'm más nutlrasu la soledad,
y maullidos terribles e intermitentes de las
jaguares, que hambrientos s;dían a .sus cacerías
nocturnas, rasgaban el silencio de un modo que
producía escalofrías.
No obstante, allí iwsuron la noche, dunniendo
lo mejor (jue pudieron, si es que en efecto lo­
graron dormir, siendo el Padre víctima de luia
|>esadillu que ahora, después de lo ocurrido,
adquiere \nsos do presentimiento. Celebrada
la santa Misa, al rayar el alba, dejaron plan­
tada \ma segxmda cruz en el centro mismo
de la aldea y volviérxuise a Santa Teresita.
calenturiento el P. Sacilotti con un fuerte
acceso de paludüauo, y iK'rido el henuano
Pellq^rino no sabemos de qué lUimera, pero

con tan mala suerte que moría a los pocos
días víctim a de infección traumática.
L a sensible baja del coadjutor Pellegrino
no pudo ser cubierta, y los P P . Fuchs y Sacillotti tuvieron que seguir atendiendo solos la
nueva Misión con los habituales camaradas o
mozos de pago.
Deseoso de visitar la catcquesis que tenían
establecida en Mato Verde, para la evangelización de los Carajás, el día primero de noviembre,
después de decir la santa misa, alistaron su la:icha « María Auxiliadora * y emprendieron el
viaje, acompañándoles cinco camaradas.
Llevarían navegando algimas millas, cuando
descubrieron, en la orilla derecha del río, a un
pequeño grupo de indios de formas atléticas y
completamente desnudos, que observaban rece­
lases y medio escondidos.
Los misioneros no los conocieron y pensaron,
como era natural, en los Chavantes. Rápidos
echaron pie a tierra, haciéndoles señas para que
se aproximaran, pero ellos, lejos de atender,
huían hacia el interior de la selva, seguidos de
los Padres que, gritando y agitando las manos,
iban mostrándoles algunos regalos.
Costó no poco trabajo vencer su recelo, pero
al fin lo lograron y, locos de satisfacción, los
salesianos, emp>ezaron a vaciar sus bolsillos en
las manos de aquéllos, sin advertir aix;uas
que, de todos los puntos del bosque, ibtm
brotando indios y más indios, hasta el extremo
que las manos que eu tom o suyo se tendían
llegaron a formar mía nube.
Los regalos que llevaban eran tan pocos
•que se agotaron eu seguida. ¿Qué hacer?...
Ocurrióscles euviar a Santa Teresita a los
camaradas a proveerse de nuevos objetos. ¡No
lo hubieran hecho niuica! Aquellos bárbaros
.se figuraron que los cinco hombres iban a
recoger sus armas para exterminarlos, y que
lo de los regalos era luia celada que les habían
tendido los misioneros, y de un modo atroz
y fulmíneo se produjo la tragedia.
Aún uo habían puesto los camaradas el
motor eji marcha, cuando oyeron el grito terri­
ble de guerra característico de e.sas tribus y
las voces angustiadas de los Padres pidiendo
socorro.
Saltaron veloces a socorrerles, pero y a era
tarde. Dios se había servfido recibir en holo­
causto las almas de los PP. Fuchs y Saci­
lotti, que yacían lastimosamente, en medio de
un ohíirco de sangre, con la cabeza machacada.
De los agresores, ni uno siquiera; todos habían
desa¡xxrecido.

T
f

¡Padres Fuclis y Sacilotti. dichosos vosotros
mil y mil veces! al fin habéis encontrado a
vuestros Chavantes, objeto de tanta ilusión
y de tanto desvelo, y ellos en recompensa os

6o
k

f

han. condecorado con la librea gloriosa de los
mártires.
Santa Teresita del Niño Jesús, a la cual de­
dicasteis \"uestra Misión, ha comenzado ya a
fertilizarla con su prometida Um*ia de rosas,
y tanto la quiere que se las en\'ía rojas; de
esas rosas auténticas que florecen en el Cal­
vario y son entre todas las más fragantes y
desde luego las más fecundas.
En lo sucesivo la lluvia será de rosas blancas,
oDino las que adornan la túnica de los neófitos

P. Carletti, Inspector de Mato Grosso, anunciaba a sus salesianos la fatal noticia:
«Roguemos, queridos hermanos y coopera­
dores. por estos héroes de nuestras trincheras
más avanzadas. Conscientes ellos del peligro
permanente en que se encuentran, no dejan
de rodearse de todas las precauciones que dicta
la prudencia y están a su alcance, pero sólo
el poder de un milagro puede librarles a ve­
ces de ima emboscada, y Dios, que con una
asistencia que es un continuo prodigio, pro-

Una RiUa a orillas del rio fatal.

que bautiza la Iglesia, y las almas de los PP.
y Sacilotti, alegres y triunfantes, baja­
rán dol cielo todos los días y, llenando de ellas
su laucha -i María Auxiliadora». las llevarán
al lugar de su martirio, convertido ta 1 vez
en altar cristiano, y con inefable amor besarán
allí las manos de sus verdugos y las perfurmarán con esas rosas.
Esta visión evocadora de un jxuvenir para
nosotros, no ya probable, sino seguro, estaría
muy bien para terminar, pero juzgamos más
a propósito las siguientes palabras con que el

teje tan de cerca los pasos del misionero, a
veces se digna aceptar la ofrenda que éste le
hace de su vida, pwr la conversión de las almas
más rebeldes y obstinadas.
L o ocurrido, con todo y ser tan penoso para
nosotros, no debe inquietamos lo más mínimo.
Las bajas de estos mártires serán cubiertas
inmediatamente por otros heroicos y generosos
hermanos suyos, y ellos, desde el cielo, nos
obtendrán del Señor el completo triimfo del
Evangelio y del progreso cristiano en estos
lugares de desolación >.

BOLETIN SALE5IANO
publicará con gusto

todas

las

gracias

y datos necrológicos que

se le

envíen directamente y no hayan tenido ya publicidad en otras Revistas.

6l

Crónica de /as G racias
conseguidas, por mediación de María Auxi­
liadora, de San Juan Bosco y de nuestros
Siervos de Dios
ESPAÑA (Gerona) Cassá de la Selva 12 de Di­
ciembre de 1934. — En enero del corriente año
cayó gravemente enferma de sarampión ima sobrinita mia de 6 años de edad; viéndola en tan
grave estado la encomendé a María Auxiliadora,
poniendo por intercesor a San Juan Bosco y con
la promesa de publicar la gracia si me era conce­
dida, a la vez que hacer algo en favor de las Obras
del Santo.
La Santísima Virgen escuchó mi súplica, pues
a los pocos días desapareció la gravedad y poco
tiempo después recobró completamente la salud.
Gracias sean dadas a la celestial Señora y al glo­
rioso San Juan Bosco.
D. A. T.
ESPAÑ A (Islas Canarias) Las Palmas. 20 No­
viembre de 1934. — Habiéiidosc-me presentado
inopinadamente un malestar impertinente en el
estómago, que me hacia difícil el ejercicio del mi­
nisterio, recurrí a la protección de San J\iau Bosco,
pituncticndo rezar una novena. Al tenninarla, noté
la tranquilidad que deseaba, desapareciendo todas
las molestias. Quiero hacer pública mi gratitud al
Santo jíoderoso y eñeaz.
F A.
ESP.AÑA (Vizcaya) Portugaiete. Octubre de 1034.
- Tno de mis hijos, de cuatro años de edad, lige­
ramente indispuesto desde hacía uno.s dia.s, em­
peoró notablemente durante la noche del 6 al 7
de octubre, declarándosele una fiebre muy alta.
pesar de recurrir a todos los remedios posibles
en tales casas, la fiebre no cedía, y la vaga expre­
sión de la mirada del niño nos hacía temer un ata­
que a la cabeza.
Kn otras circunstancias, nuestro primer cuidado
hubiese sido ir a buscar al médico; pero en tales
momentos era inútil pensar en su ayuda. En aquella
noche trágica, ensangrentada por la revolución, en
que sonaban los tiros como en un campo de batalla,
¿cómo intentar salir de casa? No había que esperar
el consuelo y la ayuda de los hombres, y levanté
mi corazón al cielo. Coloqué una reliquia del Santo
debajo de la almohadita de mi hijo y empecé ima

— ^

62 —

iiovena a María Auxiliadora y a S. Juan Bosco^
rogando al Padre amantisimo de los niños no empe­
orara el estado de mi hijito.
Media hora más tarde, la fiebre había desapa­
recido completamente, y Pedro Mary dormía con
sueño normal y tranquilo. Una vez más Don Bosco
había acariciado a imo de sus pequeños protegidos
y consolado xm corazón de madre.
V aya en estas líneas el profundo agradecimiento
de mi alma a S. J uan Bosco, con el ferviente deseo
de propagar la devoción a tan amable Santo.
La hermana de un Salesiano.
E8PAÑA (Valencia) Alcoy. Setiembre de 1934.
— A Rosita Gadea Valor, a consecuencia de una
pulmonía, se le declaró una pleuresía de la que
tuvo que ser operada. Por espacio de catorce meses
hubo que curarla todos los días, sin que se notara
mejora alguna, antes al contrario, haciendo temer
por su vida, por lo que se creyó necesario someterla
a una segunda operación, más difícil que la primera.
Pusimos sus padres nuestra confianza en la Sma.
Virgen Auxiliadora, a la que invocamos para que
dirigiera la mano de los médicos, y a los quince
días, después de esta segunda operación, se hallaba
nuestra hija completamente curada.
En acción de gracias hemos hecho celebrar una
misa con sermón, para animar a otros a acudir al
patrocinio de la Virgen Auxiliadora.
pRANasco G adea y R osa V alor .
AR G EN TIN A Buenos Aires. 12 octubre de 1934.
— El que suscribe ex-alumuo de los Colegios SaIcsianos en la R. Argentina, tiene el gusto de hacer
público que ha obtenido una gracia por intermedio
de nuestro padre S. Juan Bosco, después de haber
hecho la novena al Smo. Sacramento y a María
Auxiliadora, que él aconsejaba. Teniendo una
afección en los ojos, la que me originaba grandes
molestias, después de haber rezado dicha novena,
me sentí completamente curado. Intimamente agra­
decido prometo ayudar con lo que pueda a las obras
de caridad que realiza la Sociedad Salesiana.
M. A.
AR G EN TIN A (Buenos .\ires) Axul. 7 de Octu­
bre de 1934. — Encontrándose mi madre grave­
mente enferma, invoqué a S. Juan Bosco y María
•Auxiliadora, pidiéndoles con fervor su mejoría, y
prometiendo publicar la gracia en el Boletín .SaJesiano. Hoy me complazco en hacerlo, pues la en­
ferma se halla de lleno en vías de restablecimiento.
E mma S.

a

. de G ó m e z R o i e r o .

ARGENTIN.A (Córdoba) Los Cóndores. 10 de
Setiembre de 1934. — La niña Blanca Agüero de
cuatro años de edad sufrió un ataque de menin­
gitis; el médico de cabecera y la familia desespe­
raron de salvarla y sólo esperaban por momentos
el desenlace fatal, cuando llena de confianza en
San Juan Bosco ofrecí publicar la gracia, .si devolvía
la salud a la niña y con asombro de todos, ol mes
de comenzar la enfermedad, se la vió mejorar y
al poco tiempo estaba completamente restablecida,
sin dejar rastro alguno de la terrible dolencia.
Cumpliendo mi promesa envío esta relación
sumamente agradecida a tan gran Santo.
iloNncA F ernandez de R eartes .
•ARGENTIN.A (Chubut) Puerto Madryn. 7 de Agos­
to de 1934. — El 12 de Octubrede 1933repentinaciacayó enferma mi mamá. .AI recibir la triste noti­
cia la puse bajo la protección del Beato Don Bosco

y al cabo de tres días de viaje llegué a Chubut y
con gran sorpresa la encontré sentada tranquila­
mente en la cama, con cara risueña como si nada
hubiera tenido. Con mayor fe en Don Bosco seguí
encomendándola para que se salvara de la terrible
operación que la esperaba, en la cual, según el pa­
recer de uno de los médicos, corría peligro de su
cumbir. Mi mamá se resignó a la voluntad de Dios
e hizo llamar al capellán del Hospital militar, donde
había sido llevada y recibió los Stos Sacramentos,
preparándose a morir. Pero D. Bosco debía hacer
completa la gracia y efectivamente sin operación
fué rápidamente mejorando y hoy se halla de tal
manera que parece no haber estado nunca enferma.
Por lo que veo palpable el favor grande que nos
hizo San Juan Bosco y agradecidísinxa quiero ha­
T e r e s a Cic c ia r i.
cerlo público.
ARGENTINA GreU. Arenales, i8 de noviembre
de 1934. — Hace ya tiempo que im hermano mío,
por defender valerosamente nuestros intereses, se
vió amenazado y en peligro.
En tan angustiosa y temible situación, lo enco­
mendé a la protección de mi celestial Madre María
Auxiliadora, prometiendo, si me atendía, publicar
la gracia en ¿ Boletín salesiano, y pronto pudimos
reconocer el amparo de Ella.
(Bendita seas mil veces. Madre mía! Te corres­
pondo con una pequeña ofrenda en favor de las
Misiones más necesitadas de tu predilecto San
Juan Bosco.
Ma t il d e R a tto .
COLOMBIA (Santander) San Andrés, septiembre
de 1934. — JesúsVillamizar de Alvarado hace pú­
blico testimonio de gratitud a la Sraa. Virgen Au­
xiliadora por haberle conservado la vida, a raíz
de una delicadísima operación hecha para la ex­
tracción de un tumor. Hoy goza de completa salud,
e invita a todos a unirse a dar gracias a María Au­
xiliadora, a la vez a que recurrir a Ella en todas
las necesidades.
'
ESTADOS UNIDOS (Arizona) Nogales, 25 de
mayo de 1934. — Doy las más rendidas gracias a
San Juan Bosco por el grande favor que me obtuvo
con motivo de haber encontrado a una niña de 6
años, la cual había sido arrebatada en la ciudad
de Tueson. Ayudaré cuanto pueda las Obras
Salesianas y deseo que la publicación de este favor
sea para mayor gloria de Dios y de San J uan Bosco.
Jo sefa

H aro.

MEJICO capitaL — Guadalupe U. de Osorio da
gracias a San Juan Bosco por haberle conseguido
el alivio a un nieto suyo. No hizo más que llegar
a la casa su reliquia y empezó a mejorarse de la
gravedad en que se encontraba.
MEJICO capital. — Emilio Ruíz da gracias fer­
vorosas a María Auxiliadora y a San Jnan Bosco
por haber permitido que mediante el premio de
un billete de la lotería, pudiera liquidar un com­
promiso de dos mil pesos que le urgía sobre ma­
nera. Hay que notar que el Sr. Ruíz se valió de
las oraciones de su nietecita, quien ante el altar
de Don Bosco le pidió con lágrimas en los ojos el
remedio de esta necesidad, y por tal motivo quedó
ella ofrecida a Dios Ntro. Señor, por sos padres.
MEJICO capital. — Hacía dos meses qne me
hallaba afectada de enfermedad contagiosa ha­
biendo hecho inútilmente grandes gastos para co­
rarme; imploré a San Juan Bosco, y se inició la me­

joría al segundo día del triduo que hice en su honor.
Hago público mi agradecimiento y me comprometo
a ayudar como pueda los Obras Salcsinnos.
Una devota de S. J. Bosco.
MEJICO (Ags) Aguascalientes, 23 noviembre de
1934. — A Éoso/fo España por haber sido acusado
en falso pretendieron fusilarlo. Una persona de su
familia lo encomendó a María Auxiliadora, quién
lo libró benignamente.
Rogamos sea publicada ésta gracia en el Boletin
Salesiano.
X.
URUGUAY Montevideo, 19 de Noviembre 1934.
— En un momento de dolor al ver sufrir a una per­
sona de mi familia, ofrecí a la Virgen María Auxi­
liadora y a San Juan Bosco publicar en esta Re­
vista mi agradecimiento si se aliviaba y mejoraba
pronto. Hoy, cumplido mi deseo, desearía dieran
publicidad a mi gratitud por In gracia concedida
por tan adorables protectores.
M a r ía E l e n a , G h io l d i PAcao.

Dan también gracias a María Auxiliadora y
a San Juan Bosco, por favores recibidos:
E s p a ñ a La Coruña. Carmen
C o l o m b ia (Santander) San

Alcartaz,
Andrés. Saturnina

de Hernández.
Capital. Guadalupe Latios — María
García — Anita de Rodríguez — Natalia del Cid.
M é j i c o Capital. María R. Vda de Barrera —
José Barrera R. — M. D. Jiménez — Dolores
Vargas — N. N.
M é j ic o (Chiapas) Las Casas. Jesús L. de Coello.
M é j i c o (Guanajato) León. Anastasia C. de I.
Hem^dez.
MEJICO Naranjal. Carmen Rodríguez — Juana
Ayila, de Rodríguez.
MEJICO (Sonora) Nogales. Gricelda de Jacot —
Genoveva Vega — Manuela R.spinoza — Dclfina
de Paredes.
MEJICO (Vcracruz) Orixaba. Guadalupe S. de
Cervantes.
MEJICO (V’ucatán) Mérida. Primitiva M. Gon­
zález y G.
MEJICO (Zacatecas) Momax. Amelia Román.
V e n e z u e l a liarquisimeto. Blanca de Martínez de
Ojeda.
V e n e z u e l a (Y a ra c u z) Güirla. M ercedes M újica
V.

G u a t e m -ALA

de E strad a.

Por intercesión de la Sierva de Dios
Dorotea de Chopitea.
ESPAÑA Madrid, 10 de Diciembre de 1934. —
Con motivo de necesitar del Cielo una gracia im­
portante en un asunto del que no tenia noticias
de cómo seguía, invoqué la a3ruda de la Sierva de
Dios Dña. Dorotea de Chopitea para que roe fuese
concedido se resolviese favorablemente.
Antes de terminar la novena que empecé a tal
fin, me fué comunicada la noticia de que el resul­
tado había sido más ventajoso de lo que yo espe­
raba.
Esto lo manifiesto públicamente para gloria de
mi protectora, enviando a la vez mí pequeño gra­
nito de arena para los gastos de su beatificación.
JOSE l/tns PELAVO.
Ó3 —

N E C R O L O G ÍA S
S A L E S IA N O S D IFU N T O S:

El Sacerdote Don Pablo Língueglia
Quiere cl santo Evangelio que los cristianos co­
loquemos la luz que el Señor nos ha dado, no de­
bajo del celemín, sino en lo alto del candelero,
para que alumbre bien a todos los de casa.
La luz del P. Lingiicglia, que el cierzo frío de la
muerte apagaba el pasado 6 de Diciembre, en
Parma, supo alumbrar, no sólo a los de casa sino
a los de fuera, durante los 65 años que duró su
vida, y mejor aún que alumbrar diríamos que los
deslumbró, tal eran de vivos y resplandecientes
su celo sacerdotal y .su cultura literaria.
Exonerado de su cargo de Director, que en divcrsa.s casas había de.sempeñado durante 31 años,
a causa de su estado de salud profundamente al­
terada por afección diabética, y no obstante su
dcsnutriuiicnto que le tenía casi ciego y le hacía
moverse con angustiosa íinseguridad, él escribia y
predicalMi continuamente.
Terminada en Lucca una Novena de predica­
ciones, volvió a casa postrado y deprimido como
nunca, teniendo en seguida que meterse en cama,
pero el día siguiente, Conmetnoración de los ñeles
difuntos, quiso levantarse, a toda costa, para ce­
lebrar la santa Misa. «Tengo — decía —• muchos
difuntos entre los míos a quienes sufragar ».
Cinco días después los hermanos tenían que su­
fragarle a él, fuhninado por la intoxicación cardiorenal que la vieja enfermedad venía preparándole
Murió como tenía que morir, porque la muerte
no es sino el reflejo de la vida, taUs vita finís tía, y
la vida de este preclaro Hijo de San Juan Bosco
había sido una constante inmolación,. una viva
llama de amor de Dios. Invocó sin cesar los sacra­
tísimos nombres de Jesús y de María; recordó con
transportes de gozo su felicidad de haber podido
asistir a la canonización de nuestro Padre y Fun­
dador; recibió con edificante piedad todos los con­
suelos de la Religión; tuvo la dicha de ver junto
a .su lecho de agonía a su gran amigo, el obispo
diocc.'sano Mons. Colli, y antes de entregar su alma
8 Dios quiso abrazar, uno a uno, al médico y a los
hermanos que le asistían.
La ciíidad de Parma, que no es ninguna aldea
fácil a los entusiasmos, se conmovió de arriba
abajo, al conocer la triste noticia, y los funerales
revistieron caracteres de acontecimiento.
El P. Liuguoglia era, además de un santo reli­
gioso de Don Bosco, uu escritor fecundo y galano,
conocido y apreciado en toda Italia. Había soli­
citado su ingreso en n\»estra Sociedad el mismo dia
que en la regia Universidad de Turín recibía la
borla de Doctor; lo hizo movido por una voz irre­
sistible que le invitaba a renunciar a los fáciles
triunfos que habría alcanzado en el mundo, y
seguir las banderas de nuestro Santo; lo hizo, no
sin gran dolor de su alma, contra la voluntad de
su madre que hasta después de mucho tiem|>o no
comprendió la intima tragedia y el heroísmo de
aquel hijo que tanto la amaba.
64

Como escritor, ha dejado el P. Lingueglia un
número considerable de obras impresas sobre moral,
educación, ascética y temas literarios y patrióticos.
Gran señor de la lengua y del estilo, es siempre
original y denso de ideas.
Benito Croce, en su Crítica, habla de él con la
sorpresa de quien ha hecho im descubrimiento.
Estaba convencido de que su vocación era el
apostolado de la pluma y de la palabra y lo ejer­
citó incansable, hasta el momento mismo de ex­
pirar.
Para este apostolado la naturaleza le había dado
cualidades nada comunes; robustez física mante­
nida con tenacidad pétrea hasta más allá de los
60 años; agilidad de pensamiento, corazón grande
y expansivo, alma nobilísima, carácter abierto y
alegre, facilidad pasmosa para concebir y redactar.
Tenemos por seguro que el P. Lingueglia ha muerto
sin haber conocido el tormento, para muchos ine­
fable, de tener que producir, porque en cualquier
momento del día o de la noche tuvo siempre al
alcance de la mano la hora de la espontaneidad.
Se había creado una prosa propia, de fibra ace­
pillada pero nerviosa y siempre amena y deleitable.
Sacerdote antes que escritor, al pie de sus ma­
nuscritos llenos de una grafía apretada y menudita, solía poner siempre ima jaculatoria. Nos ha
dejado al morir infinidad de cuartilla inéditas,
escrupolosamente ordenadas y clasificadas, y, a
parte de su abundante colaboración en diarios y
revistas que se disputaban su firma, dió a la publi­
cidad unas cincuenta obras, entre las que descue­
llan Principios de Literatura, Ensayos Críticos de
Poesía Religiosa, Páginas de arte y de literatura. Vida
de Jesús, P’flrios tennos de Conferencias y Discursos
pronunciados en la Escuela Superior de Religión de
Parma, Líricas, Cuentos verde-grises, Novelas Lígures.
El P. Lingueglia perteneció a ima brillante gcueracióii de sacerdotes ardientes y generosos }•
llenos de fuerza combativa, que, en Italia, lanzá­
ronse a demostrar, en una época influenciada por
Carducci, que la fe no está reñida con ningún pro­
greso humano, y que el laicismo de la escuela y
de la educación es el suicidio colectivo de la patria.
¡Dichoso él que supo hacer fructificar los talentos
que Dios le había dado con tanta abundancia!
Si, por cualqirier inescrutable motivo, aún no
hubiese entrado en posesión del premio prometido
al siervo bueno y fiel, ayudémosle a conseguirlo,
cuanto autes, con nuestras oraciones.
Han muerto también en la paz d el -Señor;
José Pellegrino, coadjutor — de Benevagienna
(Italia) t en Araguaya (Mato Grosso-Brasil) el 21
de Mayo de 1934.
José Meczetta, sacerdote — de San Quirino de
Indanza (Ecuador) cl 31 de Julio, de 1934.
Angel Merlo, coadjutor — de Turín f en Roma
el \ de Octubre de 1934.
Francisco Pé~cz, sacerdote — de Bujalance (Es­
paña) t en Sevilla (ídem) el 10 de Octubre de 1934.
COOPERADORES D IFU N T O S:
C o l o m b ia (Valle) CalL — Simeón Núñez Escobar
— Ibrain l43zada — Martina Lazo — María An­
tonia Arizabalela de Vega — Dr. Teófilo Borrer»
— Manuel Paz — Marcelino Montoya - Juana
Bta Molina — Ana Joaquina Herrera — Aura
María Gamboa.

— D ir e c lo r -fc a p o u a b le i D . G L I D O F A V l.S I
Sociedad CdUora IntenwcioMi - T«rf», C o m R c g f m *
lié.

Com m pr^óaaÓ H d e h

aw torfdm d tcJ esíá H ic m .

E s la b le c in k a lo Tlp. de

U

TESO RO

E SP IR IT U A L

ReJación de las Indulgencias P/enarías
que los Cooperadores Salesianos pue­
den ganar, en e l transcurso del año.
1 - Una vez cada día, sólo con elevar a Dios, en medio
de sus ocupaciones habituales, una piadosa ítiwocación, por corta que sea. (Esta Indulgencia, lla­
mada del trabajo, pueden también ganarla los
Salesianos e Hijas de María Auxiliadora y sus
a lu d o s y exalumnos, y si durante el día se sigue
repitiendo la misma piadosa invocación u otra
cualquiera, se ganan cada vez 400 días).
2 - Un dia de cada mes, el que uno elija.
3 - El dia en que se hace el piadoso Ejercicio Mensual
de la Buena Muerte.
A - El dia en que se asiste a la Conferencia Mensual
Salesiana.
5 - E l dia en que uno inscribe su nombre en * Pia
Unión de Cooperadores Salesianos.
6 - E l dia en que por primera vez se consagra uno al
Sgdo Corazón de Jestis.
: - Cada vez que practique los Santos Ejercicios Es­
pirituales, de ocho dios.
■ A la hora de la muerte, con tal que, confesado y
comulgado o por lo menos arrepentido de sus peca­
dos, invoque, con los labios o con el corazón, el
nombre sacroHsimo de Jesús.

EN CADA UNA
DE LAS SIGUIENTES FIESTA S:

1) Movibles:
-'agrada Familia (el primer domingo después de la
Epifanía).
Dolores de la Sma Virgen (El viernes de Pasión).
Domingo de Ramos.
Pascua de Resurrección.
Ascensión del Señor.
Domingo de Peniecostés.
Fiesta de la Sma Trinidad.
Corpus Christi
Fiesta del Sgdo Corazón de Jesús (primer viernes
después del Corpus).
iesta del Sgdo Corazón de Mario (dia siguiente del
anterior).

2) Fijas:
1 2 6 í8 23 25 29 •

ENERO
Circuncisión del Señor.
Santísimo Nombre de Jesús.
Epifanía.
Cátedra de San Pedro en Roma.
Desposorios de la Sma Virgen.
Conversión de San Pablo.
Fiesta de San Francisco de Sales.

FEBRERO
2 - Purificación de la Swa Rifgflw
23 - Cátedra de 5 a» Pedro en Antioquía.
MARZO
19 - Fiesta del Patriarca San José.
-’ 5 - Anunciación de la Sma Virgen.
MAYO

3 - Invención de la Santa Cruz.
8 - Aparición de San Miguel Arcángel.
17 - Aniversario de la Coronación de María
A uxiliadora.
24 - Fiesta de María Auxiliadora.
JUNIO
24 - Saiii'idad de San Juan Bautista.
29 - Fiesta de San Pedro y San Pablo.

30 - Conmemoración de San Pablo.
JULIO
: - Preciosa Sangre de Ntro Señor Je¿ucristo.
2 - Visitación de Nira Señora.
i6 - Fiesta de la Virgen del Carmen.
AGOSTO
6 - Transfiguración del Señor.
15 ■ Asunción de la Sma Virgen.
16 - Fiesta de San Roq%ie.
SETIEMBRE
S - Natividad de la Sma Virgen.
12 - Dulcísimo Nombre de María.
14 - Exaltación de la Sania Cruz.
>5 - Los Siete Dolores de la Sma Virgen.
29 - Dedicación de San Miguel Arcángel,
OCTUBRE
7 • La Virgen del Rosario.
11 - Maternidad de María.
16 - Pureza de María.
NOVIEMBRE
21 - Presentación de Ntra Señora.
22 - Fiesta de Santa Cecilia.
DICIEMBRE
8 Inmaculada Concepción.
25 - Natividad de Jesús.
Para lucrar las antedichas Indulgencias se re­
quiere, además de las condiciones ordinarias, que
ios Socios de la Pía Unión recen cada día un Padre­
nuestro, Avemaria y Gloria, con la invocación
Sánete Francisce Salesi, ora pro nobit, según la in
tención del Romano Pontífice.

EL NUEVO TESTAMENTO DE NUESTRO
SEÑOR JESUCRISTO. Introducción, análisis
y notas del R. P. Carmelo Ballester, C. M. Mag­
nifico tomo en 4*, con 1. 226 páginas, 541 gra­
bados y 4 mapas a todo color artísticamente
encuadernado. Ptas. 45. — EDITORIAL L i t ú r ­
g ic a E s p a ñ o l a , S. A., Cortes, 581, Barcelona,
España.
Tenemos ante nosotros un gran libro. • Un ver­
dadero monumento a J esucristo » según afirma la
importante revista romana «Verbiun Domini».
«Un libro que enriquece la literatura bíblica espa­
ñola », según el Dr. Gomá, arzobispo de Toledo.
Después de una interesante introducción de
lio páginas, de gran precisión científica, en la que
se define el valor del nuevo Testamento, lenguaje
y libros que lo componen, usos y costumbres de
los judíos, geografía y arqueología bíblicas, todo
esto, embalsamado con aromas de piedad que hacen
sentir hondamente lo que se lee, el P. Ballester
pone al alcance de todos el texto completo del
muevo Testamento. En vez de desmenuzarlo en
tantos apartados como versículos, segiin es costum­
bre, dispone los periodos y apartados según la di­
visión lógica basada en una concienzuda exégesis
y bajo títulos y subtítulos que indican a simple
vista y concretan los principales argumentos. Para
dar una idea del trabajo realizado por el autor,
nos limitaremos u consignar que entre divisiones
lógicas, notas colocadas al margen y al pie de cada
página, hemos sumado un total de 8.407. Es decir

BOLETÍN
RED A C C IÓ N

♦ y
a '"

que no hay asunto que no venga aclarado debida­
mente, según lo desearía el lector más exigente.
La ilustración de la obra es abimdante, bien
documentada y artística. Usos y costumbres de
Palestina, numismática, faima, flora, geografía,
arqueología, folklore, etc. todo está tan felizmente
representado que constituye el comentario más
vivo y gráfico del sentido del texto. Según el Dr.
Gomá «resulta un comentario intuitivo y ima co.píosa lección de cosas que economiza toda otra
explicación aclaratoria ». Son en conjunto 541 gra­
bados y cuatro mapas a todo color.
Cierran el libro varios índices: armonía evangélica,
ascética, apologética, litúrgica de las epístolas y
evangelios del año eclesiástico, de grabados, etc.

CATECISMO CATOLICO por el C a r d e n a l G a s PARRI. Versión española. Un volumen de 510
p^ s., encuadernado. Ptas. 10 De la misma Edi­
torial.
Acaba de publicarse, vertida al castellano, esta
preciosa obra del cardenal Gasparri que escrita
en latín ha dado la vuelta al mundo.
Decimos preciosa porque muy alto precio tiene
un libro que reúne, en grado máximo, tres cualidades
no comunes: cemeisión, claridad y precisión.
El relevante Catecismo se desdobla en tres partes:
Catecismo para los párvulos. Catecismo de Perseve­
rancia y Catecismo para los adultos, seguidas de un
copioso acervo de documentos pontificios, definiciones
conciliares y textos patrislicos, en conexión con las
preguntas del cuerpo de la obra la cual, de esta
guisa adquiere un valor documental que bien sabrá
aprovechar el inteligente catequista.
A través de las áureas páginas del Catecismo
•Católico se presiente ima mano avezada al arte di­
ficilísimo de precisar y matizar, ofreciendo la verdad
en su genuína fisonomía. Si el catequista penetra
ese sentido peculiar de la obra, hallará en ella un
insustituible instrumento de enseñanza, y los niños
o adultos tendrán en él un texto precioso y seguro
que les dé una instrucción de innegable solidez.

SALESIANO

Y A D M IN ISTR A C IÓ N : V lA C O T T O L E N G O . 32 - TU RÍN (109) - ITAUA

Fecha
1935.02