BS_1933_04

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Título
BS_1933_04
Descripción
Boletín Salesiano. Abril 1933
extracted text
Año XLVIII

ABRIL 1933

Numero 4

BOLETÍN SALESIANO
REVISTA DE LAS OBRAS DE DON B O S C O

El Año Sanio.
Una oleada de alegría extendióse por toda
la cristiandad, la V igilia de la N atividad del
Señor, cuando el Santo Padre, después de
recibir las felicitaciones del Sacro Colegio
Cardenalicio, anunciaba su propósito de
celebrar, con un nuevo Año Santo E xtrao r­
dinario, el X I X Centenario de la Pasión,
Muerte y Resurrección de Nuestro Señor
Jesucristo.
Y para que la fausta noticia llegase, lo
más rápidamente posible, a conocimiento de
todos los católicos del mundo, sirvióse el
Papa de la Radio.
Desde aquel momento, la atención de
millones de fieles,
puede decirse que
está en R o m a ,
a traíd a p o r el
gran a c o n t e c i ­
miento que, ade­
más de reportar a
las almas enormes
tesoros de bienes
espirituales y so­
brenaturales, con­
tribuirá in d u d a ­
blemente — según
dice el Pontífice
— ‘ al mejora­
miento de las con­
diciones generales
de toda la huma­
nidad ».
El actual Año
Santo, calificado
por el Papa de
e x tra o rd in a rio
entre los extraordinarios, com ienza el día
2 del mes y año corrientes para term inar el
2 de abril de 1934. Como en los demás Años

Jubilares que se celebran cada cuarto de siglo,
el Papa en persona abrirá la Puerta Santa
de la Basílica de San Pedro, para significar
que desde aquel m om ento las puertas de la
gracia quedarán franqueadas para todo el
mundo, que los peregrinos que va y an a
Rom a tendrán ancbo cam po para enrique­
cerse a su gusto con favores espirituales los
más exquisitos.
jOh! y cuánta necesidad tiene h oy la
hum anidad de este río de gracias que la alivie
siquiera im poco de su postración obsesio­
nante y la ayude a desenfangarse de su em ­
pecinado materialismo!
%Es imposible—
dice el Santo P a­
dre — que una vez
mejoradas las con­
diciones generales
de las almas, no
quede m ejorado
también lo demás ».
Y ¿qué quiere
decir «Lodemás?»
— Quiere decir,
según la promesa
del Salvador, lo
que de ordinario
acongoja y preo­
cupa m ayorm ente
a los que no están
acostum brados a
m irar al d élo; el
pan de cada día,
el afán de cada
hora, la recom­
pensa del sudor
derramado. « Buscad primero el Reino de
Dios, y lo demás se os dará por añadidura *.
Pues bien, el A ño Santo se nos concede

--

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precisamente para esto; para que busque­
mos el Reino de Dios, para que nuestra
fe en Jíl reciba una inyección de vida, y
nuestra esperanza se sienta más ligera de alas,
y nuestra caridad adquiera la tem peratura del
fuego. Lo demás corre de cuenta Suya.
Mientras hacemos a nuestros lectores los
augurios más venturosos, mientras pedimos
al cielo, para todos nuestros amigos y Coo­
peradores, los grandes e inestimables bene­
ficios del Año Santo, honramos estas páginas
insertando la Bula de Indicción dél mismo,
felices de poder cooperar, así sea modesta­
mente, a su m ayor publicidad, y deseosos
de que no quede en la tierra un ser racional
que desconozca las bondades del Padre
Común de los Fieles:

convertir su ánimo, de las preocupantes y
angustiosas condiciones de estos tiempos, a
la esperanza de aquella felicidad a la que
Cristo Señor Nuestro nos ha llamado, ver­
tiendo su sangre y prodigando beneficios de
todo género.
Retráiganse del ruido de la vid a cotidiana,
y reflexionen « en lo íntimo de su corazón»,
especialmente durante este año centenario,
en el gran amor de nuestro Salvador para
con nosotros, y en el celo ardiente con que
nos ha librado de la esclavitud de la culpa.
E s indudable que haciendo esto se habrá
de sentir enardecida su caridad y se verán
llevados de un modo irresistible, a am ar con
acendrado empeño a este Señor amantísimo.

El ciclo admirable de la Redención. —

Indicción del Año Sanio Exiraordi**
nario y del Jubileo General y M á­
ximo, con motivo de cumplirse el
XIX Centenario de la Redención
del género humano.
Pío Obispo, Siervo de los Siervos de Dios,
a todos los fieles cristianos que verán estas
le tr a s , salud y bendición apostólica.
“ Q u o d nuper” . — L o que hace poco había­
mos prometido en la V igilia de NaW dad, no
sólo al Sacro Colegio de Em inentísim os Carde­
nales, y a aquellos hijos Nuestros que habían
venido para felicitam os, sino tam bién a todo
el orbe católico, vam os aliom a cumplirlo,
proclamando un A ño Sanio Extraordinario
y un Ju bileoG eneralyM áxim o, al terminarse
el X I X siglo de la Redención del género
humano.
Si bien es cierto que, históricamente, aún
no ha podido determinarse el año preciso de
este acontecimiento, el hecho, en sí mismo,
o nrojor aún, la serie de hechos mam\'illosos,
es de todos modos tan extraordinariam ente
grande y trascendental, que no sería deco­
roso silenciarlo.
A la vista, pues, de este felicísimo recuerdo
centenario, deben los hombres elevar su pens;imicuto, aunque sólo sea por bre\-es ins­
tantes, de las cosas terrenales y perecederas
en las cuales h oy dolorosamente se están
debatiendo, a las celestiales y eternas, y

Plácenos, para común utilidad, hacer aquí
una reseña, aunque breve, de estos divinos
beneficios, a los que se debe, además, la
verdadera y castiza civilización de que go­
zamos y nos gloriamos: es el primero la
Institución «en la Cena del S eñ o r» de la
Santa Eucaristía y su distribución a los Após­
toles, a quienes se dió la ordenación sacer­
dotal con estas palabras: <i haced esto en
memoria Mía
Vienen luego: la Pasión de
Jesucristo, su crucifixión y muerte por la
salvación del mundo; la proclam ación, al
pie de la cruz, de la m aternidad de María
sobre todos los hombres; la adm irable Re­
surrección de Jesiís, condición y prenda segifra de nuestra propia resurrección; la po­
testad por E l concedida, a los Apostóles, de
jxírdouar los pecados; el verdadero Primado
de Jurisdicción recaído sobre Pedro, y confirmádole a él y a sus sucesores. Finalmente,
la Ascensión del Señor, la w iiid a del Esi>íritu Santo Paráclito, y la primera predicación
del Evangelio, hecha de un modo prodigioso
y triunfal, por los Apóstoles.
¿Qué otro Centenario, amados hijos, podría
ser m ás santo, ni más digno de celebración?
Porque es un hecho que de estos admirables
acontecimientos y divinos carismas, con los
que Jesucristo cerró su vid a terrena, nos ha
venido a nosotros aquella vid a que es la
verdadera \rída, y se ha iniciado una nue\*a
era de siglos para todo el género humano.
Traigam os estos recuerdos a la memoria,
durante este Año Santo, con la m áxim a in­
tensidad; venerémoslos con amor ferviente,
excitém onos a la oración y a la penitencia
de nuestros pecados, y , en nuestras oraciones

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V expiaciones, pensemos, no sólo en nuestra
eterna salvación, sino tam bién en la salvación
de todo el género humano, asendereado por
infaustos presagios.
¡Plegue al misericordiosísimo Señor que
este Año Santo, próxim o a iniciarse, lleve
la paz a las alm as, y a la Iglesia la
libertad que en todas partes le es debida,
y a los pueblos todos de la tierra pros­
peridad y con cordia verdaderas!
Los recuerdos sa cra íisim o s de la P asión .
— Y dado que esta celebración jubilar co­
menzará con el aproxim arse de las solem­
nidades de Pascua, para terminar, así mismo,
dentro del tiem po pascual, parécenos opor­
tuno que los Obispos exhorten a sus fieles
a que, con m ayor asiduidad, purifiquen sus
almas en el sacram ento de la Penitencia y
se nutran con el P an Eucarístico, no sólo
durante el tiem po pascual, atentos a l cum­
plimiento de lo que m anda la Iglesia, sino
lo más a menudo y m ás fervorosamente que
puedan, m áxim e m ientras dure el Año Santo.
Instenles adem ás los Obispos a que me­
diten, sobre todo el viernes de la Semana
Santa, la pasión del Señor. Sea éste el fruto
particular y ciertam ente no pequeño de esta
celebración.
Siendo así que la indulgencia plenaria
que vamos a conceder, para mientras dure
el Año Jubilar, sólo podrá ganarse en Rom a,
ardientemente deseamos, amados hijos, que
vengáis numerosísimos, en piadosas peregri­
naciones, a esta Ciudad que es como el centro
de la fe católica, sede y domicilio del V i­
cario de Jesucristo.
Aquí, en efecto, os será dado poder v e­
nerar insignes reliquias de la pasión del
Señor, que no es posible pueda contem plar
ninguno de los fieles sin sentirse excitado
al amor de Dios y a un género de vid a más
perfecto.
Aquí, como bien sabéis, se conserva aquella
mesa sobre la cual, quiere la tradición, que
Ntro Señor Jesucristo consagrase e l Pan de
los Angeles, y , bajo los vuelos eucarísticos,
se entregase a sí mismo a los m aravillados
discípulos.
Aquí, finalmente, am ados hijos, encon­
traréis al Padre de todos, que amorosamente
os espera, ansioso de im plorar las divinas
bendiciones sobre vosotros, sobre vuestros
asuntos y negocios.
Será además m u y in v e n ie n te que, du­

rante este año, sean tam bién m ás numerosas
las piadosas peregrinaciones a los Santos
Lugares de Palestina, y que allí los fieles
visiten y recuerden, con piedad sum a, el
teatro de los acontecim ientos sacratísimos,
que constituyen la m eta de esta conmemo­
ración.
Deseamos igualm ente que en todos aquellos
sitios donde h aya reliquias insignes de la
Pasión del Señor sean éstas expuestas y
veneradas con especial devoción, durante
este Año Santo.
C o n ce sió n de la Indulgencia. — Llenos pues
de gozo con la esperanza de los frutos abun­
dantes que, y a desde ahora, saboreamos en
lo íntimo del alm a y que con viv as súplicas,
recomendamos al Padre de las misericordias,
contando con el asentimiento de nuestros
venerables hermanos los Cardenales de la
Santa Rom ana Iglesia y con la autoridad
de Dios omnipotente y de los Bienaventu­
rados Pedro y Pablo, y Nuestra; con el fin
de prom over la gloria del mismo Dios, el
provecho de las almas, y el increm ento de
la Iglesia Católica; por estas Letras Apostó­
licas, instituimos, prom ulgam os y queremos
que se tenga por instituido y promulgado
un Jubñeo Extraordinario, en esta Ciudad
Santa, a partir del día 2 de abril del presente
año, hasta el 2 de abril del año mil nove­
cientos treinta y cuatro, en conformidad
con el Canon 923.
E n su virtud y, m ientras dure este Año
vSanto, a todos los fieles de ambos sexos, que
confesados y com ulgados, el mismo día o
en otro distinto, visiten tres veces piadosa­
m ente y por el orden que les sea m ás cómodo,
las Basílicas de San Juan de Letrán. de
San Pedro en el Vaticano, de san Pablo en
la V ía Ostiense y de Santa María M ayor en
el Esqiiilino, y rueguen por Nuestra inten­
ción, concedemos e im partim os misericor­
diosamente en el Señor una plenísima indul­
gencia de toda la pena que hubiesen de des­
contar por sus pecados, con ta l que antes
h ayan procurado obtener el perdón de ellos.
Y concedemos a los fieles que, en cada
Basílica puedan hacer, ima tras otra, las
tres visitas, entrando y saliendo seguida­
mente, y esto lo establecemos para que el
cumplimiento dé este requisito les sea más
fácil.
Vosotros ciertam ente no ignoráis, amados
hijos, cual sea en general el deseo de los

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Romanos Pontífices, y Nosotros, con am­
plitud suficiente, os hemos expuesto los de­
signios que en esta particular ocasión nos
animan.
Concedemos, adem ás de lo dicho, que
esta Indulgencia Jubilar pueda ganarse,
tan to en provecho propio como en sufragio
de los fieles difuntos, y tan tas veces cuantas,
en la forma establecida, se cum plan las
obras prescritas.
Y a fin de que las preces que haya que
rezar, en estas sagradas visitas, induzcan
y exciten el ánimo de los fieles al recuerdo
de la divina Redención y, singularmente,
de la Pasión del Señor, establecemos y orde­
namos cuanto sigue:
Adem ás de las oraciones que cada cual
podrá decir, segim la libre in.spiración de su
piedad, se rezarán ante el altar del Sino S a ­
cramento, cinco'Padrenuestros, Avemarias y
Glorias y adem ás un Padrenuestro, Avemaria
y Gloria, según nuestra intención.
Luego, ante la imagen de Jesús Crucificado,
re¡>etirán tres veces la Profesión de fe, o sea
el Credo, y uua vez la jaculatoria Adoramus
Te Christe et benedicimus Tibi, etc. u otra
parecida.
Pasarán luego a visitar a la Bienaventurada
Virgen y, en memoria de sus Dolores, repe­
tirán siete veces la jaculatoria Sancta Mater
istud hagas, etc. u otra parecida.
Finalm ente, se dirigirán al altar de la Con­
fesión y allí harán, otra vez, devotam ente,
la Profesión de su fe católica, con la fórmula
tradicional ya indicada.
Todas estas disposiciones que con el ca­
rácter de necesarias establecemos para que
puedan ser ganadas las Indulgencias del Ju­
bileo, disponemos que, a aquellos fieles que
en medio del viaje o estando ya en Rom a,
a causa de enfermedad o muerte, u otra
cualquiera que se repute legítima, no hu­
biesen com pletado el número de las visitas
prescritas, o ni siquiera las hubiesen podido
empezar, les sean simplificadas de ta l suerte
que, con tal que estén confesados y com ul­
gados, ganen tam bién ellos la indulgencia y
remisión jubilares, como si de hecho hubiesen
visitado las cuatro Basílicas por Nos arriba
indicadas.
El augu rio del P ad re. — Ahora no queda
más siuo exhortaros en el Señor, amados
hijos, tan to a los peregrinos como a los que
moráis en Rom a, a que, aprovechándoos de

esta oportunidad, visitéis tam bién, con devoción suma, la celebérrima Capilla de las
Sagradas Reliquias de la Basílica Sesoriana
de Santa Cruz, y hagáis allí el piadoso ejer­
cicio de la Escala Santa, rogando y meditando
como es costumbre.
Dicho lo cual y , a fin de que estas Nu^tras
L etras puedan llegar más fácilm ente a cono­
cimiento de todos los fieles, disponemos que
a los ejemplares que de ellas se impriman
se les conceda la misma fe que a las pre­
sentes, con tal que Ueven la firma de algún
notario público y el sello de alguna persona
revestida de autoridad eclesiástica.
Que nadie, por tanto, sea osado de in­
fringir o contrariar tem erariam ente el docu­
mento de esta N uestra Indicción, promul­
gación, concesión y voluntad, si no quiere
incurrir en la indignación de Dios y de los
Bienaventurados Apóstoles Pedro y Pablo.
Dado en Rom a, junto a San Pedro, el día
6 de enero, fiesta de la E pifanía del Señor,
del año 1933, undécimo de nuestro Ponti­
ficado.
E . P a c e l l i , Cardenal Secretario de Estado.
F r.

a

. F rü iiw ir t h , Cardenal Canciller de la
Santa Romana Iglesia.

P.

G a s p a r r i,

Cardenal Camarlengo de la
Santa Romana Iglesia.

Disposiciones referenfes a las
Indulgencias del Año Santo.
A continuación de este solemne Documento
Pontificio, la R evista Oficial Vaticana «Acta
Apostólicae S e d is » publicó tres Bulas, que
contienen la parte preceptiva del Jubileo.
E n la primera • NuUo non témpore», el
Sumo Pontífice insta de nuevo a los fieles
del mtmdo entero a que va y an en peregri­
nación a la Ciudad Eterna, a lucrar los bene­
ficios del A ño Santo, venerar el sepulcro
del Príncipe de los Apóstoles y las santas
reliquias de los mártires, y regresar luego a
sus familias, con la fe robustecida y la ca­
ridad en llamas.
Recuerda y restablece las disposiciones de
sus Predecesores, quienes, desde S ixto IV
(año 1473). decretaron que, m ientras duran
los Años Santos, queden en suspenso todas
las ludulgencias vigentes fuera de Roma.

De estas Indulgencias el Pontífice reinante
Pío X I exceptúa, sin embargo, las siguientes,
que podrán seguir ganándose por cualquiera
y dondequiera:
1. — L as concedidas in articulo mortis.
2. — L as anejas a l rezo del « A n g e lu s» o
del « Regina c o e li» o de las « Cinco
Acuernarías» que pueden sustituir
las anteriores Salutaciones, cuando
no liay posibilidad de decirlas.

Téngase muy presente que las Indulgencias
aplicables a los fieles difuntos no quedan
suspendidas durante el A ño Santo.

E n la segunda Bula «Indicio a N o b is» se
expresan las facultades concedidas por el

3. — L as concedidas a los que
visitan el Smo Sacramento, ex ­
puesto en las Cuarenta Horas.
4. — L as indulgencias acordadas
a los que acom pañan el Smo Sa­
cramento, cuando es llevado a los
enfermos, o hacen que otros lo
acompañen, llevando vela.
5. — L a Indulgencia toties quoUes,
que se gana al visitar la Iglesia de
la Porciúncula de Asís.
6. — L as que son inherentes a
los Santos Lugares de Palestina,
pero bien entendido que sólo po- ’
drán ganarlas los que durante el
Año Jubilar, visiten piadosamente
aquellos santuarios.

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7. — L a Indulgencia plenaria
recién concedida por el Sumo Pon­
tífice, y que puede ganarse una sola
vez, a cuantos, desde el i i de fe­
brero de 1933 hasta el i i de febrero
de 1934, visiten devotam ente la
Gruta de Lourdes, conmemorán­
dose este mismo año el 75° Ani­
versario de las aparicioiies m ila­
grosas de la Sma Virgen.
8. — L as Indulgencias que los
Cardenales de la Santa Iglesia,
Nuncios Apostólicos, Arzobispos y
Obispos, Abades y Prelados nuliius,
\'icarios y Prefectos Apostólicos suelen con­
ceder en los Pontificales, o al dar la bendi­
ción, o en otra cualquier forma act^tumbrada.
E n esta misma Bula se conceden a los
confesores de Palestina y de Lourdes im
determinado número de facultades extraor­
dinarias, durante el A ño Jubilar, aunque
no tan amplias como las que gozan los P e­
nitenciarios y confesores de la Ciudad Eterna.

Santo Padre a los Sres Penitenciarios y ccrifesores de Rom a.

E n la tercera « Qui unibrálilem» dispone
el Papa benignamente que la Indulgencia
Jubilar puedan lucrarla, fuera de Roma, y
en el propio lugar de su residencia, todos los
Religiosos y Religiosas de vid a claustral, y
cuantos, a causa de estable y legítimo impedí-

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mentó, no puedan trasladarse a la Ciudad
Eterna.
Inclúyeiise en el primer gnipo de religiosos,
no sólo los profesores de ambos sexos, sino
tam bién sus novicios, aspirantes y educandos.
Form an el segundo grupo de impedidos los
prisioneros de guerra, los encarcelados, los
desterrados y deportados; el personal, sea
religioso o seglar que está al servicio de las
casas de corrección, cárceles y presidios; los
enfermos y enfermeros, los obreros que
tienen que ganar el pan de cada día, y las
I>ersonas que pasan de los 70 años.
Todos estos, sin embargo, para poder
ganar el Jubileo, tienen como es natural,
(jue confesar y comulgar, debiendo además
obtener de su confesor la conm utación o
reducción de las prácticas inherentes al
mismo Jubileo, conm utación o reducción
(jue todos los confesores tendrán facultad
de conceder, por el solo hecho de ser a ello
requeridos.
A los qup se hallan en la imposibilidad
de ir a Rom a el Santo Padre les dirije una
conmovedora exhortación, induciéndoles a
ofrecer al Señor todas sus penas, privaciones,
expiaciones y sufrimientos, con el fin de
obtener abundantes frutos de vid a espiritual
para toda la Iglesia, y les inculca especial­
mente que nieguen por las intenciones del
Romano Pontífice, declarando como más
preferentes la Propagación de la fe, la ex ­
tirpación de las herejías, la concordia entre
los Gobernantes y la paz y tranquilidad de
toda la fam ilia humana.
*
* 4>

Católicos, oigamos la voz* del Papa. —
listo s documentos deben conm ovem os, hasta
sacudir las raíces más sensibles de nuestni
fe cristiana.
IvO que el Pa^w quiere que celebremos es
el hecho más grande, más trascendental, más
arrobador de la Iiisloria del mundo; es mi
acontecim iento superior a todos los aconte­
cimientos humanos que, com parados con él,
apenas si valen nada, es el hecho liistórico
de nuestra Redención, casi increíble por su
misma excelsitud.
Y con esta fecha centenaria — como m uy
bien nos lo recuerda el Papa — vienen a
coincidir otras de significación tierna y
grandiosa para el cristiano.
¡Con qué extrem os de gozo y entusiasmo

debemos pues saludar los católicos estos
acontecimientos de familia, y secundar la voz
del Papa, dando rienda suelta a nuestra gra­
titud, bendiciendo su bondad sin límites!
¿Cómo corresponderemos a tan insignes
favores?
Haciendo todos los sacrificios necesarios
para secundar los deseos e invitaciones
(|ue nos vienen de Rom a, y santificando
nuestra vida, a fin de que resulte ple­
namente justificado, en lo que a nosotros se
refiere, el hermoso calificativo de Santo que
el Papa ha dado a este año jubilar; infiuyendo para que esta santidad se refleje,
no sólo en las conductas individuales, si que
tam bién en el ambiente de las familias y en
la vid a de las ciudades.
I/DS Prelados darán sin duda las instruc­
ciones a que les invita la Bula, y nada más
recomendable que seguir cada uno las del
suyo propio, pero nosotros aconsejaríamos
además a nuestros amigos y Cooperadores:
1. — Que este año procuren familiarizarse
con alguna de las Vidas m ejor escritas y
más autorizadas de Nuestro Señor Jesucristo,
y lean y mediten, todos los días, im trozo
de los Santos Evangelios.
2. — Que propaguen, el culto de la santa
E ucaristía y de María Auxiliadora.
3. — Que estimulen las actividades todas
de su apostolado e intensifiquen sus obras
de caridad.
E n una palabra, que cada uno se deje
petietrar com pletam ente y sin resistencias
jx»r el amor de la cruz, por la locura de la
cruz.
A algunos les parecerá que estos tiempos
que w rrem os no son los m ás a propósito
para exteriorizar y glorificar, de un modo
apoteósico, todas esas cosas que nos recuerda
el venturoso Centenario, amanecido y a sobre
los horizontes del mundo llenos de nublados,
como una aurora de paz y renor^ición, pero
el Papa no piensa lo mismo, y yu hemos
citado palabras suyas bien terminantes y
expresivas, y muchos son los que opinan,
por el contrario, que, de todos los Jubileos
Generales y Extraordinarios que desde hace
siete siglos \4ene concediendo la Iglesia, tal
vez no ha habido ninguno, ni más deseado
ni más oportmio que éste.
Cuando sectas de la peor calaña hacen el
esfuerzo m áxim o para adueñarse de las na-

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dones católicas y, en program as pregonados
con impudor y m ajeza, dicen que no van a
contentarse con destronar a Jesucristo del
lugar que viene ocupando veinte siglos
hace en la vid a privada y pública, sino que
cancelarán su nombre de la historia y aho­
garán su recuerdo £n las mismas cunas in­
fantiles, es cuando precisa dem ostrar que
Jesucristo no está solo en el mundo, y que
somos muchos millones los que aún lo po­
nemos por encima de todo, dispuestos a
promover su gloria y a defender su reinado,
sea como sea.
Contra el ataque brutal, la' defensa exal­
tada. Contra el insulto bajuno, el homenaje
apoteósico. Contra el anticristiauism o cerril,
cristianismo a todo trance. H e aquí lo que
la hora presente nos exije.
Está fuera de duda que el mundo católico
sabrá hacer honor, una vez más, a sus sen­
timientos tradicionales, y que los frutos que
se promete la Iglesia de este Año Jubilar,
serán plenamente logrados.
Que nadie niegue su cooperación a la
gracia redentora y, sobre los cam pos de
lucha en que nuevos Majencios disputan a
las sociedades Cristianas el derecho a la vida,
surgirán m ás luminosas que nunca estas
tres afirmaciones:
¡Christus vUicit!
¡Chrisius regnat!
¡Christus imperaf!

La Causa de Beatificación
del Siervo de Dios
Domingo Savio
Tenemos el gusto de informar a nuestros
lectores que, gracias a la bondad divina y a
la materna protección de María Auxiliadora,
ha tenido pleno y satisfactorio éxito la Nueva
Congregación Preparatoria que el 21 de febrero
p. p. se celebró en el Vaticano, para iirformar
sbbre el grado heroico de las virtudes.

Al encarecer ahora que se siga pidiendo, con
el mayor fervor, a fin de que, cuanto antes y
con el mismo resultado, pueda celebrarse La
Congregación General, creemos que con más
insistencia que nunca debe acudirse al Sieiv^o
de Dios, para que apresure él mismo su glori­
ficación con algún milagro grande y manifiesto,
aimque y a el Procurador de la Causa tiene
prevenida esta prueba sobrenatural de la san­
tidad, para cuando hayan de dictaminar sobre
ella los peritos.
Los que creyeran haber obtenido algún mi­
lagro, por la mediación única y exclusiva de Do­
mingo Savio, a cuyo nombre, cuando se le
pida algún favor, no hay que unir de momento
el de ningún otro santo, envíen luego a esta
casa de Turln una relación bien detallada y,
sobre todo, bien documentada.

¡ A T E N C IO N ! Una mirada a ¡os renglones que siguen:
Si amáis, de verdad, a \-uestra patria... Si os interesa conservar los tesoros de la fe cristiana,
heredados de \'uestros mayores... Si deséais, ardientemente, cooperar al triunfo del bien que hacen,
en todas partes, las Obras de Don Bosco... D k b e is pr o pa g a r e l B o l e t ín S a le sia n o ; que circule,'
después de haberlo leido vosotros; que encuentre nuev'os suscriptores; que sea por todos cariñosa­
mente recomendado.
E l llevará, a las almas, luz de doctrina y fuego de apostolado.
No lo miréis con indiferencia, ni os neguéis a facilitar su camino. Dejadlo, que vayn a los lugares
más humildes y apartados, que visite los corazones más hostiles. En esos lugares y en esos corazo­
nes él dejará caer, silenciosamente, su semilla y, cuando ^ en os penséis, aquella semilla dará
frutos de bendición.
¿No lo véis que el infierno anda suelto y no hay rincíki del planeta donde la prensa, sin Dios y
sin patria, no levante gritos de odios y apostasías ? Ahogar esos gritos con la voz del periódico bueno
y de la Re^•ista fervorosa y santa, es el primero y el más imperioso deber que tenemos, hoy, los ca­
tólicos.
La Redacción de B o l e t ín S a l e s ia n o desea que éste llene, por completo, su cometido y no
perdonará trabajo ni sacrificio, hasta conseguirlo, esperando que sus amables colaboradores segui­
rán ayudándole, con d empeño de siempre,
A fin de facilitar y dar más eficacia a su colaboración, en los próximos Números expondremos
D. m. algunas normas, claras y precisas.
Con\*iene tengan presente que, para toda dase de asuntos, relacionados con esta Revista, es ne­
cesario dirigir la correspondencia a: B o l e t ín S a l e s ia n o .
Coüolengo 32 - T ltun (109) ITA L IA .

104

Gloria y alabanza al Beaío Juan Bosco
nuestro Fundador y Padre.

0

0
Retrafo del Bca(o

El

Juan Sosco, hecho

más expresivo

reíraío que conoz­

cuando hizo su vU

camos de él,

sUa a S o rcelo n a,

ha

dicho Hugo W asf

en 1886

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A nGETv t u t e l a r d e lo s jó ven iís q u e v a n e n po s d e s u e st e l a lum inosa
AMIGO in d e f e c t ib l e DE LAS ALMAS QUE EN ÉL PONEN SU CONFIANZA
INTIÍRCKSOR VALIOSO Y EFICAZ EN LAS HORAS TRISTF^ DE LA VIDA
MÉDICO COMPASIVO DE TODAS LAS MISERIAS
con so lad or d e

TODOS LOS DOLORES

ANIMADOR DE TODOS LOS APOSTOLADOS
LUZ Y CONSEJO DE LOS QUE ANDAN EN TINIEBLAS
ESPERANZA DULCÍSIMA DE SUS DEVOTOS

Tf
AI volver a celebrar el día 26 su fiesta anual, con el ahinco fervoroso con que la
hemos celebrado siempre, pidámosle que nos mire a todos como él soKa mirar en esta
vida, y afirme más y más su amoroso patrocinio sobre sus Salesianos e H ijas de María
Auxiliadora, sobre sus colegios, obras y misiones, y sobre sus cooperadores, alumnos
y exaiunmos.
Instémosle, a fin de que pronto, m uy pronto, tengamos la dicha de verle ascendido
a los supremos honores del culto, llevando sobre su frente la aureola de Santo.

105

Desde la maroma al aliar
(De un discurso pronunciado en Santiago de Chile por el Pbro Don Olegario Sáez).

Allá por los años lejanos y perdidos de 1824
y tantos, en un rincón insignificante del Piaraonte Italiano, un aldeanito de 10 años — un
birickino, — ágil como una ardilla y puro como
un ángel, hacía ima pequenez sencilla y sin
sentido trascendental ninguno.
Frente a la Iglesia Parroquial y entre árbol
y árbol ha tendido unas cuerdas, y sobre ellas
ejecuta il piccolo saltitnbanco maravillas de
audacia, maromas jamás vistas y nunca oídas
en diez leguas a la redonda, que ponen susto
en el enjambre de niños que le hacen rueda:
los viejos sonríen y las campesinas se dicen
entre sí, envidiosas y celebradoras: e il piccino
di Margherita »...
Mamma Margherita — complacida y rubo­
rosa, sonríe también y contesta: « Sí, é loannin:
es Juanito ».
El pequeño titiritero ha conseguido alejar
de la aldea ima nube de payasos cüiicos, explo­
tadores y harapientos. H a conseguido algo más:
en pago de la maroma cobra im rosario y
trueca un cántico sagrado por un salto mortal.
..-iComo aquellos juglares divinos que can­
taron la bella laude de la fraternidad en la
Umbría Italiana del viejo siglo X III, entonada
por aquel dulce y mñiimo Hermano de todas
las cosas que se llamó Francisco de Asís...!
i Era xm caso vulgar el que sucedía en el mi­
serable caserío de Castelnuovo?
i Era la anunciación enigmática de vm nuevo
género de apostolado popular y social?
i Era im juglar del Señor que asomaba a la
vida y que venía a libertar a ese eterno niño
que es el Pueblo, de tantos prestidigitadores
de la palabra, de tantos saltimbanquis de la
idea, de tantos payasos de la sociología barata
y revoltosa?

II piccolo saltimbanco piamontés refulge hoy
sobr-L- la cumbre de los altares tocado por xm
soplo de eternidad, aureolado de la gloria de
la santidad, recibiendo el ardiente homenaje
de los niños de todas las razas, la veneración
admirativa de los hombres de todas las parcia­
lidades y el beso encendido del alma de todas
1^ mujeres santas: y este himno gigante y
enorme resuena debajo de todos los cielos y
vibra en todos los idiomas.

H oy estamos ante su iuxagexx glorificada...
Nosotros nacimos a la vida llamando Don
Bosco, así, sencillamente, filialmente. Nos pa­
recía derivar de sxx propio tronco familiar y
venir de su propia sangre limpia y pobre;
aprendimos su historia como Cuentos del País
Azxil y repetíamos todas las noches las letanías
largas de sus sueños encantados y el rosario
florecido de sxis suaves y apacibles milagros...
¡Don Bosco! Si hubiese aparecido en el patio
d d colegio, habríamos corrido a él, lo habríamos
aprisionado en los brazos apretados, le habría­
mos contado al oído nuestras aventxiras y los
secretos temblorosos del primer pecado y,
tal vez, lo hubiéramos invitado a jugar con
nosotros. Ahora, no...
Ahora es... el Beato Don Bosco. Ante él se
dobla la rodilla: «pertenece a la categoría de
aquellos grandes hombres, escondes entre toda
la humanidad para ser colosos de la historia >.
ha dicho el Papa; ahora nos parece que debemos
retiramos del cuadro y dejar a los grandes de
la tierra que se acerquen a él.....
Pero no... es Don Bosco.
Es el Padre, general victorioso que, apagados
los primeros rumores del Himxxo Trixinfal, entra
en el hogar a acariciar a los hijos y a entregarles
el laurel inmortal y la espada resplandeciente,
que va pasando de mano en mano y entra a
fomiar el rico patrimonio de la familia.
Don Bosco, en vida y después de sxis afanosos
años, ha sido el hombre de iodos: no es el Jefe
de ima Escuela, ni el maestro de xma gran
Teoría, ni el Taximatxirgo de xma Doctrina: lo
comprenden hombres de las más opuestas ideo­
logías y van a él peregrinos de los más extraños
caminos. E s el soldado del Papa y el amigo
íntimo de Cris|)i y de Cavoxir; la rancia nobleza
lo venera y la democracia más ardida confia
en él; el Príncipe Chamborg pretendiente de
la corona de Francia reclama su bendición, y
Víctor Hugo i el señor de los versos * va a
abrirle xma noche las pxiertas de su alma tortxirada: en frases modernas, tiene la confianza
de la derecha y la confianza de la izqxiierda.
« Don Bosco, escribe Georgensen, — es xmo
de los hombres más cconpletos y absolutos
que haya conocido la tierra. E n su vida todo
es luz, su vida es xm radiante día sin sombras;
el diseño de ella debe ser ejecutado en fondo
blanco; bordado blantt) sobre fondo blanco;
luz sobre luz ».

DE ESPAÑA Y AMERICA
E SP A Ñ A •• Carabanchel Alio. — E í Oratorio
Festivo de los P P . Salesianos.
I?u el Oratorio Kostivo que los Salesianos
dirigen eti Carabanchel Alto, se celebró el día
22 de Enero una simpática fiesta con ocasión
del reparto anual de premios a los niños de
dicho centro cateqviístico.
Por la mañana, con extraordinaria animación,
acudieron a la feria los 200 jovencitos (en su
mayoría de humilde condición) que asisten al
Oratorio los jueves ptir la tarde y los días fes­
tivos. Era de ver la clamorosa alegría con que
la « gente menuda ^se apoíleraba de las prendas
ganadas en todo un año do asidua asistencia
y las mostraba a projños y extraños como trofeo
de victoria.
Por la tarde se repartieron los juguetes con
que la Asociación de Padres de Familia, de
Madrid, obsequió a los niños. Fué un espectá­
culo de alegría indescriptible el que dieron
tantas ix;queños al verse sorprendidos con her­
mosos regalos nunca esperados.
Poro la nota más simpática la dieron los dcl
Cuadro del O ratorio» en la velada teatral
que por la noche dieron los diminutos arti.stas
11 sus familias. Kn un entreacto habló el señor
Escribano, secretario de la citada Asociación.
Tomó pie de una tic las piezas representadas,
de esas hennosas funciímes de la Galería d ra ­
mática Salcsiana. tan ecucativas y amenas,
(pie frecuentemente proixux'ionan la mejor ma­
nera de predicar, insinuándose con el gracejo
de las niños y la enseñanza de lo acción teatral.
Con la elocuencia que dan la coiuncción y el
entusiasmo habló en frases sencillas e inlhunadas
de In trascendental imix>rtaucia de la escuela
oristUum
Salvm os (juc cu dicho pueblo los niños rccilx'U
enseñanza religiosa tres \“eces por semana,
pues además de asistir los domingos y jueves
al Oratorio, concurren tcxlos cada sábado a
la catcquesis parnxpiial, \ que se proyecta
('onvertir lo antes p«.>sible el Oratorio festivo
en diario, con lo cual cada tarde, al salir de la
escuela, tendrían lc»s chicos lección de Cate­
cismo con juegos y pasatiempos.
Ua compenetración y mutua ayuda entre el
Oratorio Festivo y la parroquia hacen reali­
zables tan bellas iniciativas y dejan resuelto
en el afortunado pueblo, a que nos referíamos.

el gravísimo problema de la falta de enseñanza
religiosa en los centros oficíales. iQue cunda el
ejemplo!
(Del diario <¡El Siglo fuiuro».
E SPA Ñ A - (Isla de Gran Canaria) Las Palmas.
— La tiesta de San Francisco de Sales.
E l Beato Juan Bosco fué gran devoto y
admirador de San Francisco de Sales y de la
obra de este Santo. Por eso lo escogió para
poner bajo su protección a la Congregación Salesiana, que de él tom a el nombre.
L a devoción y admiración del Beato Juan
Bosco han pasado a sus hijos los Salesianas y,
cada año, celebran con el máximo esplendor
que pueden la fiesta de San Francisco de Sales.
Este año ha revestido extraordinaria so­
lemnidad. Fué precedida de un triduo que
se celebró a las cinco de la tarde de los
días 26, 27 y 28 de este mes de enero en la ca­
pilla del Colegio salesiano con ima feivienfe
]>lática y ejercicios de ocasión, terminando con
la Bendición del Santísimo.
T.,a plática del último día del triduo estuvo
a cargo del director del Colegio, Rvdo. Don
Antonio Espinosa, el cual trató, en ténuinos
muy al alcance de los niños, de las exce­
lencias de la oración, aduciendo ejemplos para
mejor grabar en la mente de cuantos le es­
cuchaban la saludable doctrina que exjx>nía
a su consideración.
El día 29, fiesta de San Francisco de Sales,
fue de extraordinaria solemnidad en el Colegio
Salesiano. Por la mañana, a las 7,30. hubo
misa de Comunión general, que estuvo concu­
rridísima, acercándose a la Sagrada Mesa todos
las alumnos y gran número de fieles.
Mtis tarde, a las 10,30, hubo misa cantada,
en la que ofició el director del Colegio, Padre
Ivsinnosa, y cantaron los niños, bajo la cximpitentísima dirección del presbítero salesiano
Don Teófilo Ohno, la preciosa misa * Laúdate
pueri de Brunet y Recaséns.
E l panegírico estuvo a cargo del Rvdo.
1’. Ciáurriz, superior de la disuelta Comunidad
de la Compañía de Jesús en Las Palman I-ll
Padre Ciáurriz, con su peculiar elocuencia,
cantó las glorias de San Francisco de Sales,
cuya ^’ida ejemplar describió ampliamente, y

^

107
aludió con gran acierto a la admirable y nunca
bastantemente ponderada obra del Beato Juan
Bosco, religiosa y socialmente considerada.
A las tres y media de la tarde se celebró un
breve acto religioso en la capilla, leyóse la
carta circular que el R\-mo Rector Mayor de la
Congregación salesiana Don Pedro Ricaldone
dirige a los cooperadores salesianos, se dió la
Bendición con el Santísimo y besaron todos
la reliquia del Beato Ju an Bosco.
Seguidamente y en el Salón-teatro del Colegio
dió la conferencia reglamentaria a los coopera­
dores el muy ilustre canónigo magistral de

las que se educa e instruye a la juventud, en­
señándola a ser hombres, en el pleno significado
de la palabra, útiles a la religión y a la patria.
Detalló lo que significa la escuela sin Dios e
hizo acertadísimas consideraciones sobre estos
temas, siendo varias veces interrumpido por
los entusiastas aplausos del público, particu­
larmente al final de la conferencia, toda ella
saturada de profundos jiensaiuieutos.
A continuación tuvo lugar una muy amena
velada, en obsequio de los cooperadores saiesianos, a la que asistió el doctor Roca y Ponsa,
el cual salió poco antes de tcnuinar, siendo

India. - "Los amigos de Domingo Savio” — Circulo de ¡dvenes exclusÍTamente paganos
y proiesfaníes, que admiran a nuestro Siervo de Dios.

Se\illa Dr. Don José Roca y Ponsa, el cual
tomó parte también en el acto religioso antes
mencionado.
El director del Colegio liizo la presentación
del ilustre conferenciante, diciendo que éste
a pesar de h/Ularse convaleciente de una penosa
enfermedad, aceptó la in\*itación que se le hizo
de dirigir su autorizada palabra a los coopera­
dores salesianos.
La presencia del doctor Roca y Ponsa fué
recibida por el público, que llenaba totalmente
el amplio sa ló i teatro, con una prolongada
salva de aplausos. Imposible detallar, en los
reducidos limites de esta reseña, la admirable
conferencia del señor Roca y Ponsa, cuya fer­
ie n te admiración por la obra del Beato Juan
Be
es — dijo — de toda su vida. Explicó
lo que significa ser coopterador salesiano y el
alcance social que tiene esta obra, con la que
se contribuye al sostenimiento de escuelas en
P

i

despulido por el público con una espontánea
y prolongada ovación.
L a velada, en la que tomó parte la Banda del
Colegio, constituyó un éxito más para los pro­
fesores y alumno-, sale.sianos.
Reiteramos a la Comunidad salesiana y en
esi)ecial al director del 0 >legio Don Antonio
E.spinosa nuestra felicitación, a la vez que lla­
mamos la atendón de nuestros lectores para
que se fijen en la magna obra que lleva a cabo
en Das Palmas im reduddo número de hijos
del Beato Juan Bosco, educando e instruyendo
a más de dosdentos niños.
De : E l defensor de Canarias *.
E S P A Ñ A - M o n tilla .



C o n cu rso L ife ro rio

en h o n o r d e M a ría Inm aculada-

Los Salesianos han redbido en herenda de
su B. Fundador extender y propagar el amor

io8
alumnos tenían el encargo de desarrollar, ha­
ciéndolo a maravilla:
I. L a Inmaculada en los prosistas y poetas
españoles.
II. E l dogma de la Inmaculada Concepción.
III. L a Inmaculada y la Congregación Salesiana.
IV . La Compañía de la Inmaculada que fundó
Domingo Savio.
V. L a virtud de la pureza.
VI. España y la Inmaculada.
V II. L a Inmaculada de Lourdes.

Los vencedores del Concurso.

al estudio. A ello tendió el Concurso Literario
que cu honor de la Inmaculada Concepción de
María propusieron a los alumnos de este Co­
legio de jóvenes aspirantes.
Recibida con cariño y aplaudida con entu­
siasmo la idea, todos ellos se lanzaron a la lid.
ICn los cortos momentos que sus deberes esco­
lares les dejaban libres, diéronse con calor a
investigar y q componer. Fruto de tal esfuerzo
fueron \m gran m'nucro de trabajos no despro­
vistos de mérito que sumaron hasta 42.
E l día 7 del pasado diciembre, en la Velada
anual que este Centro dedica a María Inmacu­
lada, procedióse, tras un escrupuloso escrutinio,
a la proclamación de los autores premiados.
Estos recibieron la doble recompensa del Sr. Di­
rector y del público que les ha aplaudido, y la
Virgen ciertamente no habrá de quedarse atrás.
He aquí los temas propuestos que los jóvenes

1Cómo habrá sonreído desde el cielo la Pura
y Limpia a estos sus buenos hijos que, fieles
a la consigna de Don Bosco, procuran honrarla
y cantan con ingenua inspiración los trimifos
de su pureza!
ARGENTINA •• (Pafagonia) Forfín M ercedes. —
Solemne disíribución de premios a los
alumnos d el Colegio San Pedro.
Prescindiremos esta vez de los actos religiosos
que ya se sabe han de ser siempre los primeros
y más solemnes en todo Colegio Salesiano, y
entraremos desde luego a reseñar la parte
de la Fiesta a que el título de esta crónica se
refiere.
Antes de comenzar la distribución de premios,
procedióse a la inauguración del Museo Regio­
nal de la Patagonia, con un magnífico discurso
del P. Marcelo T. Gardin, que fué aplaudido
entusiásticamente, por la enorme concurrencia.

Ejerckios de Esgrima.

T

109
A continuación el público dirigióse al salón
de Actos del Instituto.
El Himno Nacional, coreado por los alumnos,
dió principio a la fiesta escolar.
El discurso de ocasión estuvo a cargo del
Rdo. P. Director del colegio Pbro. Dr. Pedro
Giacomini. que ofreció el acto al Rmo. P. Ins­
pector, delegado del Sr. Gobernador de la
Pro^incia. diciéndole que con este sencillo ho­
menaje queríase comenzar el ciclo de festejos,
con ocasión de sus bodas de plata sacerdotales.
Tanto el Sr. Presidente de la República,
como del Sr. Gobernador de la Pro%dncia de
Buenos Aires enviaron telegramas, que fueron
leídos por el mismo Sr. Director.

que significa un galón luminoso más, en la obra
de progreso y patriotismo que realiza entre
nosotros la Congregación de los Padres Salesianos. Pídole quiera representarme en la ce­
remonia de referencia.
Salúdalo atte. - F e d e r ic o L . M a r t ín e z d e
H oz - Gobernador de la Prov. de Bs. As.
E l juguete musical «La flauta de Manolo »
a cargo de los pequeños artistas del Colegio
cautivó desde el principio las simpatías del
público, que les tributó al final una ruidosa
ovación, y comenzó en seguida la distribución
de premios a los alumnos.
« Campane a sera », imitación por la orquesta,
«L a Fiesta del Lugar » y «Media Caña 1 (Trozo

B.eogBj
La vanguardia del Batallón gimnástico.

El del Exm o Sr. Agustín P. Justo, presidente
de la Nación decía así:
P. M.\NACHIN0, Inspector scUesiano - Fortín
Mercedes;
Por encargo Excmo. Sr. Presidente acuso
recibo atento telegrama fecha ayer, lamentando
que falta material de tiempo le impida com­
placer su pedido.
Salúdalo atte. — F ig ü EROA - Secretario
Presidencia Nación.
El del Excmo. Sr. Gobernador era del tenor
siguiente:
P. 1L\n .xchino - Inspector Salesiano - Fortín
Mercedes;
Lamento que la distancia y las urgentes
atenciones del Gobierno me impidan asistir
al acto inaugural del Museo R ^ io n al Patagóaio», que realizará esa meritoria comunidad.
Les acompaño en espíritu en tan simpático acto

a cuatro voces de la ópera « E l M atrero», de
Boero) fueron magistralmcnte ejecutados.
Casi al finalizar la función, Uegó el Señor
Santiago Buratovich, Intendente Municipal del
partido de Villarino, acompañado de distin­
guidos miembros del directorio de la colonia
« E l Fortín *.
Dicho Señor traía una medalla de oro para
el mejor alumno, colocándola él mismo sobre
el pedio del agraciado.
L a medalla llevaba esta iscripción: •. E l In­
tendente Mimicipal de Villarino al mejor
alumno 1.
Después de un diaI<^uito patriótico y im
trozo musical ejecutado por la orquesta, dióse
por terminada la primera parte del programa,
y la amcurrenda ocupó el patio del colegio
para asistir a la e x h ib id ^ de Gimnasia.
En sendos sitiales. primorosamente adornados.

lio
tomaron asiento el R\mio. P. Inspector Pbro.
Dr. Gauflencío Manachino, representante del
Sr. Gobeniador y el distinguido Caballero
Sr. Santiago Buralovicli, Intendente Municipal
del partido de Villarino. Fonnábanles corona
destacados miembros de la Colonia, entre
los cuales pudimos ver a los señores Char­
les Machwitz, Enrique Manaut, Josué Fra­
tes, Roberto Acevedo, José R. Gibson,
José Urgoiti, Juan C. Sallaverry, Alberto
Urquiola, Natalio Morosi, Ernesto Bortolotti,
Luís F. César, Augusto Tcxidó, Ignacio Barga.
Juan Cura, José Santalla, Marcos Anassi,
Angel I’érez, Indalecio Pérez, Félix Urquiola,
José Arrechea, Otto Fortil, Vicente Oylandi,
Emilio Chiarandini, Alfredo Vásquez, Emilio
Martínez. I-'rancisco Sánchez, José Bonetti,
Avelino Domínguez y otros que escapan a
nuestra memoria.
E l directorio de la Coloiria «E l F o rtín »
obsequió al Rdo. P. Director con la suma de
cincuenta nacionales para que los distribuyera
entre los alumnos de mejor conducta.
Al son de una marcha de la banda de tromjK'tas hizo su entrada la escuadra de gimnastas,
desfilando gallardamente delante del palco del
Represcntahte del Sr. Gobernador, y haciendo
al pasar, el saludo de regla.
Rompía la marcha el pendón nacional con
las insignias del Scnutismo Argentino, al que
hacían escolta otras insignias menores.
Seguían los cometas y tambores y por úl­
timo el gmeso de la escuadra.
Terminados los ejercicios preliminares de
ginina.sia, tuvieron lugar los números de esgrima,
ejecutados con toda brillantez. Después de
entretener al público por algunos instantes con
su elegancia en el manejo del florete, continua­
ron la exhibición con juegos de bnstouesl a
cargo de los más pequeñitos, que a pesar de
serlo, supieron ponerse a la altura de los demás.
I/)s ejercicios de maza indiana ejecutados por
estos últimos al compás de la orquesta, al igual
que los del florete, resultaron sencillamente
hermosos.
Se dió fin al prognuna de gimnasia con nn
cuadro final, y después del canto:« Mi bandera i,
los pequeñas gimnastas abamlonaron el patio,
donde habíiui tenido sus]X'Uso por espacio de
una hora al selecto público que los contemplara.
Tras breve intervalo, hizo su presentación
la escuadra de patinadores, que lo mismo que
la anterior suix> granjearse desde el principio
la admiración de todiw con sus ejercicios, \’ncltas
piruetas y evoluciones. Este número resultó
sunwmcnte interesante pues era para muchos
una novedad.
Tenninada la fiesta, los espectadores inva­
dieron el Museo Regional, inaugurado como
homenaje al Rvdo P. Inspector, por sus Bodas
de Plata sacerdotales, y todos se hicieron lenguas

d d número y valor de los ejemplares expuestos
y del buen criterio con que se ha hecho la insta­
lación.
C O L O M B IA - Agua de Dios. — Novena de
la inmaculada en e l A silo "M .igael Unía".
[I/ímpidas las mañanas, apacibles las tardes
y bellas las noches de Agua de Dios! Todo esto
infunde en el pueblo devoto mayor deseo de
exteriorizar su arraigada piedad y amor filial
a tan bondadosa Madre, a quien invoca «en
este valle de lágrimas » desde las anchas naves
de la nueva iglesia, que todos los días mañana
y tarde se llena por completo, demostrando
que aún hay fe en Israel.
Pasaron los seis días de la fervorosa novena
y se comenzó al Triduo.
Todas las misas estuvieron concurridísimas
y era de admirar cómo, desde las cinco de
la mañana hasta las ocho, estaban sin cesar
distribuyendo comuniones.
Por la tarde el Rdo. P. I/candro Gómez
enfervorizaba a los fieles con su,^ palabra y
luego se daba la Bendición con S. D. M. ame­
nizada con las infantiles voces de los cantores
del AsÜo.
Terminada la fimción, despejábase la iglesia,
y ya la Banda estaba pronta en la Plaza para
dejar oír sus armoniosos acordes y los Piro­
técnicos hacer admirar sus fuegos artificiales,
mientras ante el altar de la Virgen alguna per­
sona devota insistía en obtener la gracia solici­
tada.
E l 8 de diciembre. — Fuéun desbordamiento
de piedad y amor filial.
¡
A las cinco ya estaba la iglesia de bote en
lx)te, para la primera misa.
A las ocho y media, después de un solemne
repique, empezó la misa mayor. E l sinnúmero
<le personas que acudieron al templo hacían
casi imposible la entrada aun antes de empezar.
— Cantado el Introito a voces solas, el maestro
Luís A. Calvo preludió la misa Cuarta de
Ilaller que cantaron los niños del Asilo con
el mayor gusto y afinación, ajmdados por varios
salesianos de Mosq\iera y Bogotá, que se halla­
ban aquí de paso. — Después del Evangelio,
dirigió al pueblo su palabra el Rdo. P. Alberto
Santacoloma s. s. de Bogotá, quien por breves
minutos liizo pasar un rato de paraíso a los
fieles que atentos lo escitcliaban. A l Ofertorio,
el Sr. Francisco Taibo, salesiano, cantó con
exquisito gusto un A ve María del maestro
Dogliani.
A las 2 p. m. tuvo lugar la Presentación de
infinidad de niños, y eran las cinco cuando se
empezó la procesión con la imagen de la Limaculada, siendo imposible describir la devo­
ción, la piedad y la concurrencia de Asodaciones, Compañías, Hermandades y fieles que,

III
en filas compactas, acompañaban a la Sma
Vii^eix.
Al volver la venerada imagen a su altar en
medio del mayor entusiasmo, recibieron los
fieles la Bendición de Jesús Sacramentado y
se tenninó la fiesta con tí'canto de la Salve.
NICARAGUA - Granada. — E ¡ Excmo Señor
Nuncio de S . S . con los H ijos de Don Bosco.
En extremo solemne y cariñosa resultó la
recepción organizada por tí Club Social en
honor del Representante del Papa, Mons. Chiarlo.
Toda la sociedad granadina acudió a testimo­
niarle tí afectg filial que siente por t í Vicario

Bosco y a los Salesianos de los que se gloría
de ser ex alumno, y manifestando su esperanza
de que en 1933 sea canonizado nuestro Beato.
Exhortó a todos los presentes a imitarle y a
acudir a su intercesión poderosa, diciendo q\xe
los tres amores del Beato eran: Dios, la Santí­
sima Virgen y t í Papa.
PER Ú - Salcedo-Puno. —
Escolar.

La Granja-TaUer

Su origen. — Pué fundada en 1927 por tí
Gobierno de esta nación, quien la confió luego
a los PP. Salesianos, mediante im Proyecto
de ley que obtuvo la aprobación del Senado.

Ecuador. — El Circulo “ Don Bosco” del Oratorio Fcativo de Quito.

de Jesucristo, y con profundidad de sentimiento
y galanura de estilo supo interpretar estos
afectos t í Dr. Carlos Cuadra Pasos, en im be­
llísimo discurso, vibrante todo él de fe y caba­
llerosidad cristiana.
Del Q ub pasó Su Excelencia al Colegio
■3Beato Juan B o sco », donde cariñosamente
invitado, se sentó a la mesa con los Salesianos,
en medio de tma santa cordialidad. Por la noche
los ex-alumnos le obsequiaron con tma velada
que fué modelo de espontaneidad y buen gusto.
El dramita «E l Cuarto Mandamiento *, y tí
terceto bufo de la Opera « Crispino e la Comare »
fueron muy aplaudidos. Hablaron para saludar
a Monseñor, en nombre de los Cooperadores,
el Dr. José Bárcenas, en t í de los ex-alumnos
Don Manuel Castillo Jarqum y de los alumnos
el niño Néstor Cajina. — Mons. Chiarlo visi­
blemente complacido dirigió, al terminar, su
palabra a la ccmcurrencia, elogiando a Don

Desde entonces los Hijos de Don Bosco
tienen en el Perú este nuevo campo de actividad
y, tanto por la especial fisonomía que lo dis­
tingue, gratísima al apostolado salesiano,
cuanto por la colaboración leal y entusiasta
que encuentran en las altas esferas del Gobierno
y en las clases más cultas y representativas,
hállanse en él m uy a gusto y con deseos de
hacer una labor fecunda que dé a Dios mucha
gloria y pingües satisfacciones a la nación.
Objeto de la Granja-Taller. — E ra en
tí Perú una necesidad inaplazable, impuesta
por la justicia y hasta por la política, hacer
algo práctico y decisivo en favor de sus indios,
enviar un mensaje de amor a quellos pobres seres
rezngados que vivían al margen de la civilidad,
llenos de lacras y de recelos, adheridos como
ostras a su naturaleza primitiva, con usos y
costumbres ancestrales, con educadón rudimen-

1
II2
taria o nula, extraños en absoluto a los focos
donde brilla el progreso.
Y esto es lo que, con gesto noble y maternol, ha hecho la nación peruana felizmente
interpretada por su Gobierno, éste el fin exclu­
sivo de la nueva Granja que en parte se
sostiene con fondos del Estado: la atracción,
educación y cristiana civilización de los pobres
indios.

han tenido presentes los cánones más modernos
de arquitectura rural.
La Granja hállase emplazada sobre la orilla
oriental del gran lago Titicaca — palabra que
significa roca de plomo — espejo maravilloso
de las alturas, que la naturaleza ha incrustado
en ima gigantesca depresión andina de 200 x
70 km., verdadero mediterráneo suspendido
a más de 4.000 metros sobre el nivel del mar.

Esta ln\idable itiiciativa de los Poderes pilblicos no podía menos de ser nuiy bien vista
dentro del Perú y aun fuera, pues nos consta
que otros Gobienros siguen con atención sus con
resultados ánimo de iniitarla.

Es aquél el genuino riñón de la región incá­
sica, pues en las cercanías de Pimo fué donde
Se meció la cima de la dinastía de MancoCápac, pero sus terrenos son de mía aridez
desoladora, ya que allí no hay apenas vege­
tación que nazca espontáneamente, fuera de al­
gunos matorrales tísicos que no bastan a
saciar el hambre de llamas, \icuñas y came­
ros, viéndose los indios que allí \dven conde­
nados al dolor y a la miseria.
L a extensión de la Granja viene a ser de
unas 200 hectáreas, con pocas posibilidades
para el cultivo, por la escasez de agua, la altitud,
los \ientos, razón por la cual habrá necesidad

Medios de que dispone la Granja. —
Después de las últimas mejoras realizadas,
cuenta con hermosos pabellones, construidos
ad hoc.
Los destinados a escuelas y talleres hállanse
bien orientados y poseen, en alto grado, la
oajxicidad de luz y aireación que la lügiene
escolar exijo. En las instalaciones agrícolas se

II3

Vis(a general de la Granja-Taller.

de prodigar gastos y sacrificios, si se Ies quiere
sacar algún provecho.
Claro que al Gobierno no le hubiera sido di­
fícil emplazar la Escuela en otra zona menos
ingrata, pero había de ser lejos de los Distritos
indígenas y, como al crearla se pensó sólo en
éllos y en su conveniencia y comodidad, eli­
gióse Pmio como sitio el más estratégico, propio
y accesible, pese a las dificultades de su suelo
y de su meteorología, que podrán ser menos
favorables a la explotación rural, pero favorecen
en cambio considerablemente los fines de la ense­
ñanza, empeñada en conseguir que los indios se
animen a transformar sus riscos y eriales en

fundos aprovechables, no sólo para el ganado
autóctono, sí que también para los cultivos
cereal, hortícola y forestal, a cuyo fin la Gran­
ja, de un modo racional y metódico hace
ensayos y aclimataciones de todos los tipos y
variedades que ofrecen mayores probabilidades
de éxito.
Resulíados obíenidos. — Tenemos a la
vista ima Memoria que el Sr. Director de la
Fundación P. Bernardo Landonl presentó el
año pasado al Gobierno peruano y en ella
Vemos datos de extraordinario interés que
esperamos habrán de leer con gusto cuántos.

Fachada priacipaL

íi4
con su acostumbrada amabilidad, siguen el
progreso de líus obras salesianas.
ISn IHmo — dice — todos los alumnos practi­
can la agricultura y se turnan en los trabajos,
de suerte que ella viene a fonnar el nervio de
su educación cultural y la base de las enseñanzas
de la casa, prescindiendo de la religiosa que
es siempre la esencial.
No hace ai)enus un año que los trabajos se
iniciaron, y los resultados obtenidos revelan
ya los tesoros tle actividad e inteligencia que
yacen en el fondo de esta raza vigorosa y
inijante.
Cuando nosotros nos hicimos cargo de la

E n el cultivo hortícola hemos llegado a con­
clusiones alentadoras, habiéndose conseguido
hasta hoy, con excdente resultado, más de
cuarenta clases de verduras, que todo el mundo
puede ver perfectamente aclimatadas en nuestro
campo de experimentación.
Cuando se piensa en lo que este cultivo signi­
fica para la economía doméstica y en el por­
venir que ofrece a este Departamento, donde
muchos creían poco menos que imposible llegar
a conseguirlo en grande escala, por lo adverso
del clima y la falta de agua, el ánimo se siente
confortado.
No es menos interesante el renglón de cereales

bnsayos da Irigo. — Productos hortícolas. — Invernadero. — Uno de los tractores “ P avesi” .

Granja, no llegarían a dtis las hectáreas de
terreno, cultivado con procedimientos a todas
luces primitivos o inadecuados. Ahora pasan
de 50 las que están cu pleno rendimiento, protluciouilo forrajes, hortaliziis, trigos de distintas
vurictludos, uvcua. patat;\s, lino, quinuu(i), etc.
Aún poilrían ser cultivadas otras 150 hectáreas
y dedicadas a la producción de cereales, si
tuviésemos Uw ixxlerosos tractores que se ne­
cesitan jxxra los trabajos iniciiües de roturación
y un buen equipix de Ixmibas de riego para
luchar contra la sequía, que es la gran plaga
de esta región.
(i) — Vor quichua — es una planta anual de
hojas triangulares y racimos pauicularcs compuestos.
I.as hojas, cuando son tiernas, se comen a semejanza
do las espinacas, y la semilla, que es abundante y
menuda couio el arros, se emplea en las sopas y
hay quienes de ella hacen una bebida.

y ])laiitas forrajeras. L a avena, trigo, cebada,
alfalfa de Rusia, trébol pratense, y el centeno,
que es hasta ahora el que mejores perspectivas
ha ofrecido, demuestran plenamente que no
sería ninguna aventura lanzarse a cultivarlos.
Preocúpase además la Granja de ensayar
árboles y arbustos propios para estas alti­
tudes, habiendo plantado con éxito sauces.
áUunos y mimbres y algunos millares de eucaliptus. En cuanto a los frutales, que forzosa­
mente habrán de tener aquí un cultivo muy
restriitgido. estamos ensayando algunas espe­
cies y el tiempo se encargará de confirmare rec­
tificar tácticas y procedimientos.
No podía faltar en la Granja mi Observatorio
meteorológico, de gran interés y utilidad en
estos sitios que, para el estudio del raim en
atmosférico, podemos llamar privilegiados, y
no sólo funciona ya regularmente, sino que

II5

m

Escuelas de U madera y del hierro.

mantiene asidua correspondencia con el central
de Lima, al que facilita datos y observaciones,
que son además pubKcados por los diarios
locales, a fin de que puedan utilizarlos los agri­
cultores y demás personas interesadas.
¿ Y la ganadería? — preguntará alguno —
¿qué se ha hecho en este ramo tan importante
de la agricultura? — Tampoco la echamos en
olvido, pero hallándose la Granja todavía en
su periodo formativo, y sabiendo que sin pastos
no hay ganados y que a mejores pastos corres­
ponden mejores ganados, hemos juzgado pruden­
te, antes de hacer establos, ensayar forrajes, y
esta es la tarea que actualmente nos ocupa,
resueltos a que las enseñanzas de nuestros
alumnos se completen con las prácticas de la
Zootecnia en cuanto el problema de la alimen­
tación esté resuelto.
Las Escuelas de arfes y oficios. — Pero
es evidente que aquí la agricultura no bastaría.
1.a educación de los indios sería del todo ine­
ficaz e incompleta, si no aprendieran además
algunos oficios e industrias que, por el hecho
de ser los más elementales e indispensables, son
a 'a Vez los más antiguos y los que — gracias
a la intiiicióu y oportunidad maravillosas del
Beato Don Hosco — se rienen enseñando tradicionalmente en las Escuelas Profesionales
Salesianas. Nos referimos a las artes del vestido
y del calzado, a las del hierro y de la madera, etc.

En el taller de sastrería los niños aprenden
a confeccionar ropa interior y exterior, y los
más adelantados, en quienes se revela una
vocación decidida al oficio, practican además
trabajos de corte sobre medida, y el dibujo
profesional del ramo.
E n la zapatería confeccionan ojotas (i) y
calzados corrientes y de lujo para señoras y
caballeros, y además balones de juego, carteras,
bolsones... E n muchos de estos trabajos uti­
lizan pieles nacionales de lobos, serpientes,
iguanas, picazos, algunas de las cuales se pre­
paran en el taller de peletería, instalado expre­
samente en la Granja para curtir las de los
ganados en ella sacrificados.
De este taller, creado también con fiines do­
centes, salen magníficos felpudos, alfombras,
edredones de pelo, y otras prendas de utüidad
y adomo.
Las artes del hierro comprenden dos Seccio­
nes: Cerrajería y Mecánica, y sus alumnos
ejecutan en ellas, no sólo las obras usuales sino
otras de intención artística, dedicájidose. de
modo preferente, al conocimiento de la maíiuinaria agrícola, de suerte que al obtener su
título de aprendices, saben armar y dc-s;mnar
(l) Especie de sandalias que usaban y usan
aún los indios peruanos y algunos campesinos de
la América del Sur.

Baada de música y Grupo geaeraL

■ f

ii6

^B.eoce
Alumnos y colonos de le Granja.

tractores, camiones, arados, etc. y fabricarse
por sí mismos las herramientas necesarias.
La carpintería ha sido dotada, como los
demás talleres, de todo el material necesario
para hacer efectiva, completa y moderna la
enseñanza del arte de la madera y, aunque
existen en ella máquinas de labrar, hoy indis­
pensables en cualquier mediana instalación,
para trabajos en serie y en grande escala,
nuestros alumnos se sirven de ellas sólo en caso
necesario, adiestrándose preferentemente en
los trabajos a mano.
Ahora — sigue diciendo el Sr. Director de
la Granja — estamos preparando \m taller de
tejidos para las pequeñas industrias de la lana,
pero a base de telares sencillos, caseros, heclios
de madera y coustruídt's por nuestros propios
aprendices. Ksto fomcirtará el tipismo indígena
de esta roma del arte textil y contribuirá a
llevar a las fiunilias indias nuevos elementos
de vida y de ascensión económica.
Estudios. — Con respecto a la cultura ge­
neral que reciben nuestros alxmmos, los exá­
menes últimos fueron de una expresiva elo­
cuencia.
Niños que poco tiempo hace eran analfabetos,
o poco menos, presentaron trabajos escritos,
tan limpios y pulcramente tenuinados. que a
cualquiera hubiesen hecho creer que todo el
tiempo del curso lo |>asan dedicados exclusiva­
mente al estudio. Para convencerse de ello, no
hay más que pasi\r los ojos por los distintas

colecciones de cuadernos de castellano, aritmé­
tica, dibujo geométrico, dibujo de adorno, etc.
La enseñanza no rebasa el grado elemental,
y comprende tres Cursos, más uno preparatorio
para analfabetos y otro de complemento para
los más aventajados que, superadas airosamente
todas las pruebas, aprenden elementos de con­
tabilidad y se inician en las prácticas comer­
ciales, poniéndose en condiciones de poder
llevar las cuentas de un pequeño taller o explo­
tación agrícola, y familiarizándose con los pro­
ductos de los varios Departamentos y Pro\'incias, con los iutecambios y vías de comunica­
ción, por medio de trabajos cartográficos.
E l Dibujo, en sus principales aplicaciones,
y la Música vocal e instnmiental, vienen como
a redondear nuestro Programa de cultura. La
Banda de música de la Granja, integrada por
8o jóvenes, ha merecido muchos y significativos
elogios.
Conclusión. — He aquí lo que, con la ayuda
de Dios, se ha podido hacer en tan poco tiempo.
Pero, amique todos estos resultados de la en­
señanza agrícola, talleres, cultura general y
artística nos llenan de satisfacción, no podemos
olvidar que nuestra misión principal, que
nuestro objeto preferente, como salesianos, es
la elevación moral del indio y su incorporación
total y definitiva a la sociedad, que hasta
ahora, por circunstancias tal vez no imputables
concretamente a nadie, lo ha tenido en una
postergación sórdida y humillante.

II7
Mucho se ha hablado de la educación de los
indígenas. Escritores, sin duda bien intencio­
nados, han volcado mucha tinta sobre el papel
para emborronar teorías y esbozar proyectos,
a cual más irrealizables. Nosotros modesta­
mente entendemos que el problema está re­
suelto, y que sus resultados son serios y con­
cluyentes.
¿stálese una buena Granja Escolar en cada
centro indígena, y otra obra paralela para la
educación de las niñas, y dentro de pocos años,
el indio quedará absorbido por la civilización,
la pesadilla bochornosa habrá desaparecido.
El temor, por algmios expresado, de que la
cultura del indio pueda llegar a ser un amia
contra la patria nos parece excesivo y pueril.
No, y mil v e c^ no. Ninguna nación tendrá
jamás que arrenpentirse de haber formado
hijos conscientes.
Las naciones más adelantadas y que marchan
a la cabeza del progreso son, cabalmente, las
que cuentan con im porcentaje mayor de hom­
bres ilustrados, tanto en las artes como en el
saber.
¡Oh!, estos jovencitos formadosen Jos moldes

de la educación religiosa, nutridos abimdantemente por la savia espiritual y fecimda del
Beato Juan Bosco, el educador maravilloso del
siglo X IX , no serán, no podrán ser nunca un
peligro para su patria, a la que aprenden a
bendecir como a su segunda madre, a la que
honran y aman, y admiran desde que los signos
misteriosos del Abecedario aparecen, por pri­
mera vez, ante sus ojos tímidos e infantiles.
Estos jovencitos indios serán 'mañana —
así lo creemos firmemente — hombres de espí­
ritu elevado, creyentes, honrados, trabajadores,
elementos de disciplina y orden social.
E l Gobierno que, con tanta alteza de miras,
sostiene esta Obra, no sólo no se arrepentirá
jamás de ella, sino que vistos sus resultados, al
cabo de un lapso de tiempo pmdencial, tendrá
que pensar en la conveniencia de crear otras
similares, y entonces habrá llegado el momento,
por nosotros vivamente anhelado, de que otras
naciones amigas donde se ofrecen circunstancias
análogas, vuelvan sus ojos al Perú para buscar
la solución de om problema demográfico an­
gustiante, enconado por los siglos y metido
en el corazón como una espina.

s «m
U d dia de osaefo.

CRUZADA

M IS IO N E R A

nuevas

becas

' \ IKGEN D ñ LO S D ESA M PA RA D O S” fundada por una piadosa familia de
Cooperadores Salesianos de Valencia (España).
"SA N VINCENTE FERRER Y SAN R IC A R D O " fundada por Don Ricardo Ru­
bio y Doña Vincenta Bosch Navarro, de Valencia (España).

DE NUESTRAS MISIONES
Siam « Tháva.
Renacimienfo crisfínno. — Digo la verdad.
Quisiera (lue las fotografías que acompañan
esta breve relación pudieran hablar a nuestros
bienhechores, como nos hablaban a nosotros
los gruixjs vivientes en ellas representados,
cuando se despedían para volver a sus humildes
casitas.
iTháva! ¡cómo la recuerdo aquella residencia
menos que modesta, y aquella modestísima
capilla de imestra Auxiliadora! En sus buenos
ticiu¡X)S, pasaban de mil los cristianos que allí
había y yo tuve el gusto de conocer a imo de
héroes de aquel hermoso florecimiento, al
benemérito l ’adre Guille, de las Misiones extrangerns de París, que prodigó en Tháva, du­
rante varios lustros, su fecundo apostolado.
Pero el enemigo de las almas, que no deja
un instante de sembrar cizaña, puso un día allí
sus reales y realizó una campaña demoledora.
Para colmo de desdichas, viéronse sus planes
favorecidos por la necesidad que obligó a nmchas familias a dejar la población e internarse
decenas de kilónietras.
I^a primera vez que, en 1928, hube de po­
nerme en contacto con atiuella cri.stiandad —
era precisamente el día de Kocho Huella —
vf en seguida que había que comenzar de nuevo
y organizar uu duix> trabajo de reconquista
espiritual.
Entoucc.s no era pivsible tener allí un sacerilote estable, |vro rivonlando la seguridad con
que el Beato Juan lUvsco prometió a sus misio­
neros los milagais de María Auxiliadora, luce ir
IXiT delante a nuestra X’irgeti.
En 1930 fué, en efecto, enttouizatla una bonita
imagen suya en una sencilla hornacina, ante
la cual se improrisó un altar. E l P. Cassaglio
que procuraba multiplicarse piara s e n ir aquella
y otra Residencia, pwsaba a decir la misii, de
quince en quince días y comenzaba la cons­
trucción de la casa.
Hasta febrero del año siguiente no fué po­
sible en Tháva tener sacerdote fijo. Este se
tomó, en seguida, el trabajo de ir \isitando.

una a ima, Codas las familias, aun las más le­
janas, y llcuábasele el corazón de piena al con­
templar el abandono en que yacían las almas
juveniles; las estadísticas y descripiciones que
en\'iaba al Centro de la Misión eran realmente
desconsoladoras, así que, cuando nos propuso el
plan que tem'a de recoger e internar a un centenar
de niños y niñas, hubimos de cerrar los ojos a las
enormes dificultades que para llevarlo a cabo
se presentaban, y lo aceptamos cordialmente,
como si la propuesta hubiese bajado del cielo.
Espectáculo conmovedor. — Y henos aquí
ahora manos a la obra. Tenenios mi grupK) de
niños mayorcitos que nos consuelan en gran
manera con su aplicación y el interés con que
escuchan nuestras lecciones. Un día rompieron
en aplaudir frenéticamente, ¿qué ocurría? sencillíunente, que un episodio de la vida de Don
Bosco les había entusiasmado y no pudieron
contenerse. I.,a figura de nuestro Padre ejerce
en sus almas una atracción singular; le aman
y se encomiendan a él que en estas tierras
sigue siendo como en Turín el júvenum Pater.
A la sombra de una choza que nos presta,
entre otros senúcios, el de ‘campanario, hay
uu segundo grupio, formado exclusivamente de
chinos, que cantan el catecismo en su lengua
y mxs producen la ilusión de hallamos en el
cx-celcste Imperio. Un expierto catequista los
guía y vigila. Otros gru]X>s han ido a instalarse
debajo de la Casa-Residencia, la cual se eleva
a varios pies del terreno, sobre cuartones de
madera, para verse libre de las frecuentes
inundaciones. A l cuidado de ellos está uno de
los Salesianos jóvenes que hacen el trienio
práctico.
Los parvulitos los tenemos confiados a uno
de nuestros Seminaristas indígenas, escogido
entre los mejores. A sí empiezan también ellos
a entrenarse en las tareas del apostolado, a
imitación de lo que quería y hacía Don Bosco
con sus jovencitos.
Nos produce verdadera satisfacción la se-

II9
riedad con que ío hacen todo y la habilidad
que demuestran en captarse el afecto y
respeto de sus educandos. Ello nos recuerda
aquellos años, ya m uy lejanos por desgracia,
en que- nosotros íbamos al Primer Oratorio
Festivo a hacer lo mismo, a adiestramos, sin
saberlo, en el arte sublime de salvar almas.
Un poco más lejos, en local a propósito,
están las niñas, guiadas por celosas catequistas,
y no nos queda un solo rincón vacío. E n todos
los grupos se ora, (¡cuántos de ellos se habían
ohidado ya de las oraciones!) se estudia, se

d a humana que, antes de recoger a estos an­
gelitos, h ada todo lo posible para frustrar tan
hermosa obra de caridad.
¿Sabéis cual es el dormitorio? pues el
suelo de tablas de nuestra Escuela; una esterita
para cada niño y ¡a dormir!. ¿ Y el baño? ¿ Y
las duchas ? tampoco nos han apurado. A nues­
tros pies corren las aguas claras y azules de un
río. ¿Qué más queríamos?... Vcnse por doquiera
moviuüento y alegría bajo la ^•igilantía paterna
de los superiores salesianos. Estas almas, a las
que tanto queremos, se adaptan maradllosa-

ÍB .«
Niños acogidos en la Misión.

exjjUcan las verdades cristianas. H ay dos, tres,
cuatro horas de catecismo, todos los días.
Nuestro amado Don Bosco qu^ aquí, como en
todas partes, ve realizados sus magníficos
suene®, se prodiga de un modo admirable. Es
un espectáculo que conmueve.
Como en los primeros tiempos. — Alguien
querrá saber cómo y dónde hemos preparado
nosotros locales para tanto niño. ¿ Sabéis donde
está el comedor? ¡Ah! de seguro que ninguna casa
salesiana lo tiene ni más amplio ni más her­
moso. Arboles soberbios, de verdes y tupidas
frondas, forman sus columnas y su artesonado
y r. su sombra nuestro pequeño ejército infantil
despacha, que es un contento, sus grandes
esaidiüas de arroz, blanco y perfumado.....
Cada tres días se evapora un quintal... es el
pan bendito que la Providencia nos en^■ ía, con­
fundiendo los mezquinos cálculos de la pruden-

.1

mente a la \ida de los Oratorios Salesianos,
caldeada por un dulce espíritu de familia.
De vez en cuando ven.se grupitos de niños
<¡ue interrumpen la recreación para ensayar
la señal de la cruz, que han aprendido a medias
o para repetir de memoria una oración, o hacer
una ^'isita a Jesús Sacramentado, en tanto
que lc« Salesianos, desafiando los terribles
calores de abril, dan pruebas de un amor al
sacrificio verdaderamente admirable.
La hora de la cosecha. — En la crónica
de esta Residencia de Tháva, cuyas actí^■ idades
estoy reseñando, leo algunos datos como estos:
nuestros Ejercidos Espirituales prediemios
en chino y en siamés, han terminado de un
modo edificante; los niños han sacado mucho
fruto. E l día de María Auxiliadora hemos tenido
9 bautismos de adultos, 57 primeras confesiones
y a>muniones de pequeños y mayores, y 91

12 0

RcBÍdencio misionera de Th&va.

conñnuacioutís. liste mismo día ha habido
procesión con una concurentía nimca %’ista, ni
siquiera en los tempos de mayor apogeo cris­
tiano... hubo 15 conversiones. E l 25, por la
tnnle, teatro. Representaron los niños de Dongrabuang, con nuestro hermano Degano, ha­
ciendo desteniillar de risa a la abigarrada
concurrencia, pero dejando grabado en el ami)icnte, como es de rigor entre nosotros, un
IHíUsamiento cristiano *.
Dos meses de internado no son gran cosa
para poder juzgar, pero es im hecho que nues­
tros niños han adquirido ya una discreta ins­
trucción religiosa, han g\istado las alegrías
que experimenta un alma limpia de remordi­
mientos, se han aproximado al Señor, por
medio de los Sacramentos y se han aficionado
a la Iglesia y a las Misioncítxs. H ay pues mo­
tivos más que sobrados i>Jira bendecir a la
ProvMcnda
Comprobaciones.
Queríamos hacer una
cxpt'rienda intcres;mtc: medir la inflvientía
moral que ejercen los peqvieños sobre los ma­
yores, eu la.s familias. Algo habíamos podido
ya leer en el nvstro de muchos padres y madres,
el día <le María Auxiliadora, y ahora, después
de mm saturación salesiana más intensa, el
ánimo se siente htUagado al «X)inprobar que es
extraotvlinario el apostoladt» que se ejerce a
través de la educación juvenil.
Va imestro misionen^ P. Bossoche nos lo
deda; tE o que estos niños hacen en el seno
de sus familias ensancha el corazón. Se nota

más afabilidad, más campechanería, más de­
seo de ver al misionero. Los niños son los angeles custodios que nos preceden para ir des­
brozando el camino *.
Recuerdo habérselo oído también* a otro
hermano que ya ha volado al cielo, al P. Ca­
vada, cuando nos hallábamos jvmtos en la
China misionando en mi pueblo importante,
que era completamente pagano y en el que
había varios niños alumnos nuestros.
E s una hennosa comprobación que infunde
rancho ánimo a los misioneros, en medio de
sus fatigas apostólicas.
Este año hemos tenido en Tliáva 78 comu­
niones más que el año pasado, y ello es una
prueba de que el fervor, lejos de debilitarse,
sigue cada día en alimento.
Me consta que nuestros hermanos de Tliáva,
y como ellos algunos bienhechores verdadera­
mente admirables, se quitan el pan de la boca
para poder hacer el mayor bien posible. Esto
es tan cierto, que ima persona distinguida,
después de visitar nuestra casa el 26 de junio, se
creyó obligada a protestar de que la mesa de
los Salesianos t fuese tan pobre ».
Si la caridad de las personas buenas nos ayuda,
aunque sea con alguna pequeña oferta, es
posible que la mesa no mejore gran cosa,' pero
¡cuántas más almas no podremos salvar a la
sombra del pequeño santuario de María Auxi­
liadora en esta querida Siam!
C a y e t a n o P a so t t i

Visitador de la Misión.

Lm (re* primeros seminarisias siameses.

I
^

GACETILLAS
Una Misión ofícial de educadores chinos visifa
oueslro Insliíuío Pió X I de Roma. — Enviada a
Europa por el Gobierno de Nankín para estudiar
la organización de la Instrucción Pública en los
diversos países, hallábase en Roma cumpliendo su
cometido y el 3 de enero cumplimentaba al Santo
Padre. Este les aconsejó que visitaran el Instituto
Salcsiano Pío X I, cosa que hicieron el día siguiente
los miembros de la Misión.
Acompañados de varias personalidades, de la
escritora americana Inés Joi y de un estudiante
salesiano chino, alumno del Colegio Internacional
de Propaganda Pide, que les servía de intérprete,
fueron solemne y amablemente recibidos por su­
periores y alumnos, que en número de 400 llenaban
el amplio salón de actos.
Después de un breve discurso de salutación, qrie
el jefe de la Misión contestó en su lengua nativa,
conñrmando que había sido el mismo Santo Padre
quien les había aconsejado aquella visita y felicitán­
dose de haber secundado la augusta inmtación,
recorrieron con gran minuciosidad todas las depen­
dencias de la casa, los magníficos talleres moderQísimamente instalados, las alegres aulas escolares,
los dormitorios, comedores, cocina, capilla, etc.
Las impresiones de aquella visita de estudio
debieron ser gratísimas, por cuanto el Rector del
citado Seminario de Propaganda Pide, a quien vi­
sitaron luego aquellos Señores, creyóse obligado a
ir a nuestro Colegio para transmitir de palabra a
los superiores las ponderaciones de aquellos estu­
diosos de la inmensa República.

£1 pozo de ¡as... convers/onca. — El P. Natalio
Cignata, misionero salcsiano de Polur, (North
.\rcot-India) supo que los habitantes de una aldea
de su misión carecían de agua para sus menesteres y
tenion que hacer un largo viaje para proveerse de ella.
Lleno el buen Padre de compasión, y celoso de
las necesidades del cuerpo no menos que de las del
espíritu, vendió inmediatamente uno de los dos
bueyes que tenía, el < Pandy *, y que en aquellas
regiones son el automónl del misionero, y de aquella
venta y de otras privaciones jimtó 40 rupias (al
cambio actual, 140 ptas), que eran las que necesi­
taba para poder excavar un pozo en sitio donde
él presumía debían exist^ corrientes subterráneas.
Púsose él mismo al frente de los trabajos y, al
cabo de una semana, el agua corrió clara y transpa­
rente sobre aquella tierra reseca, y la emoción y
regocijo del pueblo fueron tales, que para demostrar
su gratitud al padre, abjuraron todos el paganismo
y se convirtieron en masa.
El 4 de diciembre p. p. las linfas cristalinas de
aquella nueva fuente de Moisés sirvieron para con­
ferir la gracia bautismal a los 63 primeros catecú­
menos de la aldea y, en el momento en que escri­
bimos, pasan ya de 400 los bautizados.
£} juguete de P h X I. — Alguien que ha tenido
tn estos días la oportunidad de entrar en el estudio

privado del Santo Padre, donde él pasa la mayor
parte del día, ha visto con asombro en su gran mesa
de trabajo, llena de libros, cartas y documentos y
en medio de objetos y recuerdos valiosos, una ex­
traña figurita de frágil apariencia pintada de blanco
y negro, un perro de lana, un juguete. Para que una
bagatela semejante haya podido llegar hasta aquel
sitio, y siga allí ocupando un puesto de honor, al
alcance de la mano del Papa, como su pluma o su
plegadera, es preciso que tenga una historia, como
la tienen los monumentos todos, nuevos o viejos.
Así es en efecto. Aquel * bibeloi $ es un expresivo
monumento de la bondad infantil, y el paterno
corazón de Pío X I qiuere tenerlo cerca.
Hace pocos días — leemos en el « Osservatore
Romano »— el Santo Padre, en una de sus acostum­
bradas audiencias, acarició y bendijo a un gracioso
niño que, apretando un juguete en sus manos, tenia
fijos los ojos en el rostro del Papa, como si estuviese
en éxtasis y, hasta que el Pontífice no se hubo re­
tirado, estuvo mirándole, sin que sus nervios in­
quietos hicieran el menor movimiento.
^fomentos después de haber entrado Pío X I en
su biblioteca particular, im sirviente le llevó un
objeto pequeño. Era el juguete del niño. Suges­
tionado éste por la inefable sonrisa de aquella
blanca visión que le bendecía, quiso que le rega­
laran su perrito lanudo, lo que él más quería eu
el mundo.
El hecho de suyo no tiene nada de trascendental,
pero nos recuerda ternuras de la historia evangélica.
En una de esas fi/tns que intentan reproducir la
vida de J esús y no hacen sino profanarla, recordamos
haber visto representada la escena « Dejad que los
niños vengan a M í». Un avispado bebé se acerca
encantador e ingenuo al Divino Maestro y le
lleva un juguete roto, para que se lo arregle. Jesús
le sonríe, lo recibe en sus brazos con infinita con­
descendencia y, juntando los fragmentos del muñeco,
después de mojarlos con saliva, se lo devuelve intacto.
La escena ha vuelto a repitirse. Aquella inocencia
que formaba las delicias del Corazón de Jesús,
forma las de su Representante en la tierra Pío X I,
que, en el frágil perro lanudo.se complace en tener
presente la inefable generosidad y los ojos azules
y acariciadores de su antiguo dueño.
Granja Sa/esiaoa premiada. — El jurado de la
Exposición de Avióiltura celebrada en Mendoza
(Argentina), bajo el patrocinio del Exemo Sr. Mi­
nistro de Obras Públicas Don Emilio López Prugoni,
ha premiado con la Copa de plata, destinada para
el mejor conjunto de aves, a la Escuela Agrícola
4 Don Bosco » de Rodeo del Medio.
Al pla-qficar luego las variedades de aves, hizo
entrega a la Direcdón de 14 premios más, por cam­
peones.
Este elogioso fallo demuestra el constante pro­
greso del campo experimental de dicha Escnela y
de sus alumnos de Agricultura de la Sección avícola.

Gracias obtenidas por intercesión
de María Auxiliadora y del Beato Juan Bosco.
{Según Decreto de 7 de junio de 1932, emanado
por la Sgda, Congregación del Concilio, la publicación
de Gracias y Ofertas, en Periódicos y Revistas,
deberá someterse a determinadas normas. F.n vista
de ello, la Dirección de j Boletín Salesiano * se reserva
el derecho de no publicar las Relaciones que, a su
juicio, no respondan al espíritu del expresado Decreto,
o en todo caso, expresar sólo el nombre o iniciales de
la persona favorecida, prescindiendo de toda exposi­
ción de hechos, ¡o cual ya ha venido haciendo nuestra
Revista, cuando la falta de espacio la ha obligado a
ello y, siempre y en todos los casos, es suficiente para
tranquilizar la conciencia de los que han hecho pro­
mesa de publicar el favor recibido).
IvSPAÑA (Barcelona) Maiaró ■ Enero de 1933.
Siempre me ha admirado la vida del Beato Juan
Bosco y cu el Colegio Salesiano, donde actualmente
me encuentro cursando el 4® ano de Bachillerato,
he aprendido a tener una confianza ilimitada en
tan buen Pudre. Y a fe que no me ha faltado ocasión
«le ponerla a prueba. Y a hace tiempo que la salud
del autor de mis días no pasa de ser precaria; la
arteriosclerosis le proporciona continuos trastornos
y muchas horas de intranquilidad y desasosiogo a
ól y a los que le queremos. En las pasadas Navidades
tuvo nueva recaída y la gravedad culminó el
29 de diciembre, en cuya noche, estuvo más
de cuatro horas privado de conocimiento. Los dos
doctores que le asistían no pudieron sangrarle
porque la sangre no fluía do la.» venas, y con buenas
palabras nos hicieron pcr«lcr toda esperanza en los
remedios de la ciencia.
lín tan doUirosos momentos, puse toda mi espe­
ranza en Dii>s Nuestro Seflor y le pedí, por in­
tercesión de T>. Bosco, que .<;.tnura a mi padre. Y
porque me h' volvi«S a la vida y «ihora se encuentra
cí'mpletnmente restablecido, publico la gracia en
el Boletín v «loy una limc^nu para las obra.s >alcsíauas, como en aquellos angustiosos momentos
prometí.
JosB lIui'.VKT AvtSó.
ESPAÑA.
• 31 de diciembu- de U53.-', —
Ilalláudotue tan gravemente enfeniio, que todos
creían que me mona, y hxs módico.^ aseguraban lo
mismo, a ean^i de la mala circulación de la
sangre, agravada p«»r mi odad de 7 5 afios; la
familia que me ncvmpaflaba, y yo, por recomen­
dación <íel seflor Director del Colegi‘-> salesiano
de esta ciudail, nos encomendamos al Beato
Don Bosco, haciéndole ■ «•vs o tres novenas .segnidas.
Pues bien, pa.s.idv\< algunos dias empezó a ceder
mi enfermedad con asombro de todos; y ya perfecta­

mente curado, ful a la iglesia de los PP. Salesianos
a oír una misa solemne, cu acción de gracias. No
contento con ello, viudvo ahora a dárselas públi­
camente por conducto del Boletín Salesiano.
JOSE M a

d e i,os

Co r r a l e s .

ESPAÑA Valencia - Enero de 1933. — Hallán­
dome en un trance difícil, me encomendé con con­
fianza al Beato Juan Bosco, prometiendo hacer pú­
blica la gracia, si me alcanzaba lo que le pedía.
Mi súplica fué atendida, y, lleno de gratitud, mando
celebrar una misa en su altar, 7 doy una pequeña
limosna para su obra, rogando se publique esta
gracia en el Boletín Salesiano.
R . P.
ESPAÑ A Salamanca - Febrero de 1933. — Doy
rendidas gracias a María Auxiliadora y a su siervo
el Beato Juan Bosco por tres favores que me con­
cedió. Que ellos me perdonen si anduve tardía y re­
misa en pregonar sus mercedes.
Llena de gratitud lo manda hoy publicar su
devota.
I. S. E.
ESPAÑA Salamanca - 15 enero de 1933. — En­
contrándome en circunstancias dificilísimas de
orden moral y material, acudí a María Auxiliadora
y al Beato Don Bosco, y lo que no tenía más solu­
ción que una intervención Providencial, es lo que
suce«lió de forma bien ostensible.
Al dar las gracias públicamente a nuestra San­
tísima Madre como á nuestro querido Don Bosco,
cumplo una promesa y la satisfacción de dar á co­
nocer el favor obtenido.
C a y e t a n o B e n it b z ,

Antiguo alumno salesian".
ESPAÑA (Cádiz) Jerez - 26 diciembre de 1932.
— Hago público en el Boletín Salesiano mi sincero
agradecimiento y el de mi familia a la Sma Virgen
Auxiliadora, pues siempre que acudo a Ella veo
recompensada mi confianza.
Ultimamente le pedí cinco gracias, todas dificilis
y de suma importaucia algunas de ellas para mi y
los míos, y esta Madre tan bondadosa ha querido
atender una vez más mis ruegos, concediéndomelas
todos.
Sir\'a esta demostración de la bondad de
para que otros se animen a acudir a Ella en todr- •
sus necesidades, pues nunca se la invoca en vano.
L a D u q u esa \'d a

de

A lm odovar .

ARGENTINA San José de Afisiones - Enero de
1931. — Una hija mía padecía fuertes ataques;
imploré en seguida a Maria Auxiliadora y actual­
mente se encuentra sana y restablecida. En^ ;o
una limosna para los huerfanitos de Don Bosco.
¡Gracias Madre mía!
E milia D. d e Medina .

ARGENTINA San José Ae Misiones - 14 de
agosto de 1931. — Sximamente atribulada por el
injusto encarcelamiento de un hijo mío, que es el
sostén de mi vejez, y no teniendo esperanza algima
de obtener su libertad, acudí con toda confianza al
Beato Juan Sosco, el gran taumaturgo de nuestros
tiempos. A los pocos días, mi hijo volvió a casa
muy alegre y contento. Agradecida envío una li­
mosna a las misiones salesianas.
A d e l a id a M ontero

de

T o rr es .

ARGENTINA (Pampa Central) Eduardo Castex diciembre de 1932. — Siéntome obligada a hacer
pública manifestación de sincera y profunda gra­
titud a la Sma Virgen Auxiliadora y a su glorioso
Siervo el B. Juan Bosco por una gracia extraordi­
naria que me alcanzaron.
En el Seminario Salesiano de Bemal tenía como
aspirante a mi hijito Aldo, cuando en el mes de
abril pasado cayó enfermo de tanta gravedad que
bubode ser trasladado a im hospital de Buenos Aires,
donde distinguidos especialistas lo examinaron y
atendieron, sin dar esperanza alguna de poder sal­
varlo. Advertida, volé al lado del hijo querido, en­
contrándolo en un estado tal que no permitía forjarse
ilusiones de salvarlo. Ea ciencia humana se decla­
raba impotente; acudí yo entonces al auxilio divino,
invocando con todo el fervor de mi alma, la pro­
tección de María Auxiliadora y del B. JuanBosco,
prometiéndoles hacer público mi agradecimiento y
mandar rezar ima misa, si me obtenían la salud de
mi hijo. Su padre y sus hermauitás jimtaron sus
plegarias a las mías; en el Colegio Salesiano de Castex
ios niños hicieron una novena al Beato, implorando
el milagro. Y éste no se hizo ésperar. Milagro lla­
maron todos, médicos, enfermeros y hermanas de
la caridad, a la mejoría que se inició en seguida y
fué acentuándose, día a día, hasta el restableci­
miento completo. Hoy, después de varios meses,
el niño continúa sano y fuerte, como nunca lo estuvo
antes, deseoso de seguir sus estudios para poder
un día predicar a todos las bondades de María
Auxiüadora. No es este solo favor.
Años atrás declaróse en esta población ima epi­
demia de escarlatina y difteria, atacando especial­
mente a los niños. Temiendo yo por los míos, los
puse bajo la protección de la Virgen de Don Bosco
y cuidé que nunca les faltara su medalla bendita.
Casi no hubo hogar en que la terrible enfermedad
uo entrara, llevándose muchas criaturas al sepulcro;
pero el nuestro fué pri\-ilegiado; en su puerta velaba
nuestra Madre del Cielo, María Auxiliadora, y mis
hijitos se salvaron.
Siempre que a Ti acudimos, oh María Auxiliadora
fuimos protegidos y consolados. ¡Mil gracias! ¡No
dejaremos de amarte y contar a todos tus bondades,
¡oh Madre tierna!
A n a M. d e B argiano ,
Cooperadora Salesiano.
ARGENTINA Buenos Aires - Noviembre 1932.
— Tengo la imnensa satisfacción de hacer pública
una gracia obtenida del Beato Don Bosco.
Mi hijo Roberto cayó enfermo de gravedad el
- de Setiembre, los sufrimientos lo debilitaron y
su estado llegó a ser muy delicado.
Continuamente lo visitaban los Padres Salesianos
del Colegio «Santa Catalina » de donde mi hijo es
alumno, hace varios años. Uno de estos buenos Sa­
cerdotes le trajo una reliquia de Don Bosco y al
miámo tiempo comenzamos, con todo fervor, una no­

vena. Muy pronto empezó a mejorar; el 6 de noviem
brese acentuó la mejoría y el 14 del mismo mes mi
hijo se presentaba al mencionado colegio a rendir
su examen de V I grado, siendo precisamente el
mismo día en que terminábamos la novena.
Agradecidísima a María Auxiliadora y a Don
Bosco ofrezco una limosna para sus obras.
Ma r c e l a M arot

i>e

S a n P ed ro .

ARGENTINA Buenos Aires - Enero de 1933. —
Habiendo tenido un reumatismo agudo en la ro­
dilla derecha, por más de diez años, y uo pudiendo
ningún doctor proporcionarme alivio, recurrí al
Beato Don Bosco, y tan pronto como le apliqué su
santa reliquia, me encontré completamente curado.
Por tan señalado favor y por otros muchos más
obtenidos, hago piiblico mi agradecimiento para
honor y gloria del Beato Don Bosco.
JOSE M a r ía C io l t i S.S.

ECUADOR (Manabi) Chone - 29 diciembre de
1932. — Envío un pequeño óbolo para el culto de
nuestro amantísimo y milagroso padre Don Bosco
por haberme conseguido la gracia de salvarme de
la muerte; pues hallándome enferma de suma gra­
vedad y sin la menor esperanza humana, supliqué
con gran fervor al Beato Padre para que interce­
diera ante la Santísima Virgen por mi salud, y
habiéndola recobrado plenamente quiero se haga
público mi agradecimiento en el Boletín Salesiano,
tal como lo prometí.
JtJDITH FLOREZ

de

VALGAZ DE DiAZ.

ESTADOS UNIDOS (California) Los Angeles 9 Febrero de 1933. — Catalina G. de Preese, Cela­
dora Salesiana, hace pública su gratitud por el
alivio de grave enfermedad, que por largo tiempo
la dejó entre la vida y la muerte. Así mismo da
gracias a la Virgen y a Don Bosco por otros varios
favores que consiguió para su familia.
MEJICO Cuadalajara — Doy gracias a María Au­
xiliadora y al Beato Don Bosco por haber recupe­
rado mi oído que hacía mucho tiempo había
perdido, y al recibir en mi casa la bendita reliquia
sané, por lo que envío una limosna en testimonio
de gratitud.
Pbro Santos T orres .
MEJICO Cuadalajara. — Doy gradas al Beato
D. Bosco por haber obtenido su protecdón en gran­
des dificultades que tenia en un negodo, resultando
muy favorable la soludón. .Agradecida mando una
limosna para sus misiones.
C la r a V u x a e u e r t e .

MEJICO Cuadalajara. — Encontrándose mi hijo
sin trabajo y viendo las enormes dificultades que
había para conseguirlo, por más esfuerzos que se
hacían, leí el Boletín Salesiano y con toda fe me
hice cooperadora y, en seguida, obtuve la grada por
intercesión de D. Bosco y de Nuestra Madre Auxi­
liadora. — Hago público mi agradecimiento, man
dándole una pequeña limosna.
S ara F .

de

G on zález .

MEJICO Puebla. — A consecuencia de una operadón que me hideron, resultó lastimada de im
bradto mi hijita. Estando muy afligida me enco­
mendé al Beato Juan Bosco, ofredéndole que si
la riifia quedaba bien publicaba la grada. Fui escu­
chada por D. Bosco pues a los ¿ días estaba per­
fectamente. Ahora cumplo mi promesa de publicarlo.
Esta migma T'iña estuvo con uu catarro espantoso,
a los 15 d ía.< de nadda; no sabiendo que hacerle.

124
me decidí a llamar al Doctor, pero antes le puse la
reliquia del Beato Juau Boscu y al día sigmeute
empezó a mejorar, tanto que no fueron necesarios
los servidos del médico. Como lo ofrecí, cumplo mi
promesa de publicarlo, para mayor gloria del Beato,
y confianza de sxis devotos.
£n otra ocasión estando mis bijas con tos ferina;
acudí al Beato, pidiéndole no fuese de gravedad,
asi ocurrió pues el mismo doctor dijo era sumamente
benigna.
Joskfina L. de Miranda .
MEJICO Queritaro - i i de enero de 1933. — En
nombre de la familia del Sr. Ignacio Borbolla acudo
ul Boletín Salesxano para hacer público su agradedmiento por la curadón de la Sta María Coucepdón
Borbolla, de 15 años, que estuvo gravemente en­
ferma hace un año de fiebre tifoidea, complicada
con enterorragias, bronconeumonfa y miocarditis.
Todos estamos convencidos de que esta Señorita
se ha curado por una gracia especial del Beato
Don Bosco, a quien se invocó diariamente, desde
el principio de la enfermedad.
El suscrito no vacila en afirmar que se trata de
una curación realmente extraordinaria, dada la
extreum gravedad cu que estuvo varios días la
enferma, tal y tan grande que una tarde se creyó
moriría, quedándole pocas horas de vida. Lo mismo
opinó el Sr. Dr. Salvador López Herrera que la
asistió como médico de cabecera.
V. G uerrero .
MEJICO Morelia * 39 de diciembre de 1932. —
iíucuutrándose mi Padre enfermo de gravedad y
creyendo los médicos difícil la curación, por su edad
avanzada, hice que recibiera los Santos Sacramentos,
y llena de confianza invoqué a la Santísima Vigen
(H>r intercesión del Beato J uan Bosco, prometiendo
mandar celebrar una misa, propagar su devoción
y publicar la gracia, si era volimtad de Dios que
mi Padre obtuviera alivio.
Como su Divina Majestad me concedió la salud
de mi Padre y también la de un hermano mío que
trstaba tullido, a causa de un reumatismo crónico,
publico estos favores para gloria de Dios y de su
Santísima Madre y veneración al Beato Juan Bosco,
invitando a cuantos se encuentren en situaciones
apremiantes, a que acudan a tan Buena Madre,
por conducto del Beato, seguros de que obtendrán
felix éxito, como yo lo obtuve.
ISAüRA ICsnxosA.

URUGUAY Meló - 34 diciembre de 1032. Damos rendidas gracias a Moría Sma. AuxiUadoru
por habernos solucionado un asunto. Va que Ella
y el Beato Juan Bosco se dignaron escuchar nues­
tras oraciones, durante tanto tiempo a ellos diri­
gidas, cumplimos hoy nuestra promesa de publicar
sus bondades, e incluimos una pequeña limosna
para lus (.ibras Salesianos, suplicándoles sigan ayu­
dándonos en tantas ucccsidodes como nos afligen,
F u a -Sarribgui .
VEN EZUELA Táriba - 31 diciembre de 1932.
— Profundamente agradecida al Beato Don Bosco,
bago pública mi gratitud, pues encontrándose mi
mamá sumamente delicada de salud, acudí a él,
implorando su intercesión, e inmediatamente aten­
dió mi súplica, como lo ha hecho en otras muchas
ocasiones. Por tan señalado favor le doy, con todo
mi corazón, infliiitas gracias y cumplo la promesa
de publicarlo en el Boletín SaUsiano.
L uisa T. L bvsi . d b Go d a .

No expresa procedencia - Enero de 1933. —
Hallándose un Eermano mío gravemente enfenoo
y perdida toda esperanza de s^vadón, acudí, llena
de fe, a nuestra santa Madre María Auxiliadora,
poniendo por intercesor el Beato Don Bosco y
ofredéndole hacer una novena, comulgar en sn
honor y publicar la gracia, si me concedía este
favor. Su bondad no se hizo esperar, pues antes
de terminar la novena, el enfermo ya había experi­
mentado una gran mejoría y hoy está completa­
mente restablecido. iGracias, Madre mial jGradas
querido Don Boscol por éste y por otros favores
recibidos.
María Mureli, d e D e L orenzi.
Dan también gracias a María Auxiliadora y
a l Beato Juan B osco por favores recibidos:
E spaña Cuenca. — Aquilina Navame — Petra
Real — Agueda Ruiz — Remedios Deante — Ma­
nuel Godoy — Petra Cordente — Dolores Ayuso
— Dolores Gutiérrez González — Hilario de Julián.
E spaña (Murcia) La Unión. — Agustina Mar­
tínez — María Martínez.
E spaña (Toledo) Villa de Don Fadrique. — Una
Devota.
A rgentina (Buenos Aires) Lobos, — María Roselli de Mela — Juana 0 . de Mermet — María SI.
Giordano — Amelia P. de Visca — Julia Ortigosa
— Margarita Cazóla — Catalina G. de Alemán —
Josefa Bruzzon — Paula C. de Rosselli — Marga­
rita Rosselli — Josefa Rosselli.
Colombia Cali. — Rosario Rojas V. de Ramírez.
Colombia (Valle) Cerriio.— Camilo Tenorio—Ester
de González — Guillermo García R.— Raquel Tascón.
E stados U nidos (California) Los Angeles. —
Rita O. Valenda-Frandsca V. de Fregoso.
E stados U nidos (California) Niland. — Mer­
cedes Camponelli.
Méjico . — HermcUnda A. de Salinas.
MEJICO Aguascalientes. — Margarita P. Vda de
López — Manuel Moreno.
Méjico (Jal) Guadalajara. — Guadalupe G«mzálcz — María del Refugio Partida.
Méjico (Nay) Ixilan— Refugio Ulloa —Isabel Ruiz.
Méjico Puebla. — Guadalupe LL. de Ruíz —
Guillermo Diestel Pasquel — Vicente Martínez
Cantó Pbro — Una Devota agradecida.
V enezuela Caracas. — Felicia P. de Caldera —
Un Salesiano — Una De^'Ota.
V enezuela (Caracas) Lfl r.j*7.
Julio C. Reyes.

Por iníercesión
de nuestros Siervos de Dios.
E spaña Valencia. — Dña Carmen Montagud da
gracias a Doña Dorotea por un favor recibido, y
envía una limosna.
Colombia Cali. '— Doy gracias a Doña Dorotea
porque acudí a ella en uu caso desesperado, en el
cual toda diligencia humana parecía inútil y, por
su intercesión, conseguí lo que deseaba, recobrando
yo la tranquilidad, lílando con gusto la limosoa
que ofrecí para su Beatificación.
Colombia Cerriio. — Manuela de Tenorio y Do­
lores López de T. agradecen un favor recibido por
intercesión de la Sierra de Dios, y envían una limosna
para los gastos de su Beatificación.
MEJICO Guadalajara. — Una Devota,
Méjico (^lay) Ixtian. — Refugio M. de Ulloa.

125

Advertimos a nuestros Cooperadores que, durante
el Año Sanio, cesan las Indulgencias que ve­
nimos recordándoles iodos /os meses en esta Sección
del BoleUn, a no ser que sean aplicadas por las al­
mas benditas del Purgatorio.
Las que, a pesar del Año Sanio, pueden seguir
ganándose, fuera de Roma, aplicables a vivos y
difuntos, van expresadas en otra parte de la Revista.

Los socios de la Pía Unión, rezando todos los
dias un Padrenuestro. Avemaria y Gloria por la
intención del Sumo Pontífice, con la invocación:
Sánete Francisce Salesi, ora pro nobis, y reci­
biendo los santos Sacramentos de la Confesión y
Comunión, pueden ganar:

Debiendo nuestro BoleUn reflejar ¡as actividades
de toda la Familia del Beato Juan Bosco y estando
¿sta integrada por Salesianos y Cooperadores que
viven saníatnente unidos por el vinculo de la caridad
en un objetivo común, parece natural — asi nos ¡o
dicen algunos y con razón — que en el Necrologio
figuren todos los miembros de dicha Famt7ta, cuando
el Señor los ¡lama a la eternidad y, aunque esto ya
se hacia con los Salesianos fnds venerables y dignos
de especial mención, en adelante lo haremos con todos,
para que a la mutua caridad que nos une en vida
correspondan mutuos sufragios a la hora de la muerte.

S A L E S IA N O S D IF U N T O S;

Don Federico Pareja y M esa Pbro«
Indulgencia Plenaría.
1) Un día de cada mes, a su elección.
2) E l día en que hagan el piadoso Ejercicio
mensual de la Buena Muerte.
3) £1 día en que
a la Conferencia
mensxial Salesiana.
y en cada uno de los siguientes dias:
A brii, 7 Fiesta de los Dolores de la Sma
Virgen.
9 Domingo de Ramos.
16 Domingo de Resurrección.
Ma y o

3 Invención de la Santa Cruz.
8 Aparición de San Miguel Arcángel.
17 Aniversario de la Coronación de Ma­
ría Auxiliadora en Turín.
24 Fiesta de María Auxiliadora.

Por concesión especialisima de S. S. Pió X I,
hecha al Rector Mayor de la Pia Sociedad, D. Fe­
lipe Rinaldi (6 de Junio de 1922) todos los SaIcsianos e Hijas de María Auxiliadora, con sus
¡especiivos cooperadores, alumnos y ex-alumnos,
pueden ganar:
1) Una Indulgencia Plenaria cada día. sólo
con decir cualquier devota invocación, por ODita
que sea, en medio de sus ocupaciones habituales.
2) 400 dias, cada vez que repítan el mismo
acto.
Para lucrar estas Indulgencias llamadas < del
Trabajo » y aplicables a las almas del Purga­
torio, únicamente se exige el estado de gracia.

Falleció en el Señor en la ciudad de Ciudadela
(Isla de Menorca) el día 28 de Enero, a los 79 años
y 8 meses de edad.
Había nacido en Ceuta (provincia de Cádiz) y
era hijo del pundonoroso militar D. Félix Pareja
y Fernández de Bobadilla y Dña Juana Mesa y
Morales, quienes le educaron en los religiosos sen­
timientos que tanto arraigo tienen en las hidalgas
familias españolas.
Destinado su padre a Mahón, y sintiéndose
D. Federico llamado por Dios al estado eclesiástico,
ingresó en el Seminario Diocesano de Ciudadela,
donde bien pronto se distinguió entre sus compa­
ñeros por la delicadeza de su trato y por su claro
talento, pero de un modo especial por su sólida
piedad y devoción a la Santísima Virgen que hacia
presentir al futuro apóstol de tan saludable devo­
ción.
Y a desde su estancia en el Seminario demostró
su celo por las vocaciones eclesiástícas, y por eso
al mismo tiempo que atendía con intcn.sidad y
con toda escrupulosidad a sus estudio.^, establece
una Escolanía, especie de pequeño clero, que culti­
vada con el amor, caridad y celo que luego puso
en todas sus obras, había de ser semillero fecimdo
de vocaciones, como lo prueban gran número de
sacerdotes, y aun dignidades eclesiásticas que en
dicha Escolanía vieron desarrollarse la semilla de
su vocadóu.
Ordenado de sacerdote en Diciembre de 1878,
y nombrado Catedrático del Seminario Conciliar
de Ciudadela y más tarde Vice-Secretario del Exemo.
Sr. Obispo, Dr. Mercader, dedicó su ardiente celo
de apóstol a organizar en Mahón un Seminario
Menor, donde empezaron sus estudios eclesiásticos
varios jóvenes, al propio tiempo que impulsaba la
Escolanía de Ciudadriia y fundaba escuelas, reu­
niones dominicales, que eran verdaderos Oratorios
Festivos, Círculo Obrero de S. José, con su teatríto,
etc. con todo lo cual indicaba el espíritu que le
animaba, y cual era su vocación, que él seguía

126
dócilmente, sin conocer todavía en concreto la
voluntad de iJios sobre él.
Solía Ir a Barcelona todos los anos para pasar
una temporada con su familia, y en el verano de
1886 se encontró im día casualmente con D. Juan
Branda, Director entonces de la Casa Salc.siana de
Sarriá, y al contarle D. Federico su género de vida,
lo iiiterrumpló D. Branda diciéndole: ¡pero Ud. es
un verdadero salesiano! Y salesiano fué D. Federico
Pareja hasta la muerte. Desde que regresó a Cin­
dadela aquel año, comenzó a hablar a sus niños de
nuestro Beato Padre Juan Bosco y de la devoción
a María Auxiliadora.
Y fué desde entonces cuando comenzó a construir
un modesto edificio con vistas a Casa Salesiana y
una iglesia dedicada a María Auxiliadora. ¿Con
qué medios? Para realizar su santo ideal había em­
pleado todo su patrimonio (jue era escaso, porque
de.sdc hacía tiempo dedicaba cuanto tenía al bien
de los niños, pero sabiendo que Don Bosco, cuyas
huellas seguía él en Cindadela, ponía su confianza en
María Auxiliadora que es la que se encargaba de mover
los corazones caritativos, a éllu acudió también
D. Federico, y no se vieron frustrados sus espe­
ranzas: Cindadela entera le ayudó, y el día 17 de
Agosto de 1893 fué bendecida la nueva iglesia con
fiestas solemnísimas, habiendo sido la primera que
se levantó en Fspaña en honor de María Auxilia­
dora.
Todos sus afanes se dirigieron de.sdé entonces a
conseguir que los Siüesiouos tomaran posesión de
la Casa e iglesia que para ellos había construido:
la escasez de personal no le permitió ver satisfechos
sus deseos ha,sta el 12 de Noviembre de 1899. Al
llegar los Salcsiatios a Ciudadela les hizo entrega
de todo, incluso de su persona, pues el 19 del mismo
mes y uño ingresó como Novicio en la Congregación
Salesiana.
Poco después de su profesión perpetua, D. Fede­
rico, que desde hacía tantos años era salesiano de
corazón y de obras, fué nombrado Director de la
Cn.sa de San Benito de Calatrava, en Sevilla. Muchas
fueron las dificultades, especialmente económicas
con que tuvo que luchar, pero estaba avezado a
ollas, y con fino tacto supo vencerlas, con grandes
ventajas para aquella Ca.sa que rigió como Director
por espacio de 21 años. De ese tiempo y del que luego
pasó en los Colegios de Sevilla y Utrera guardan
gratísimo recuerdo cuantos le trataron, admirondo
y alabando en él su celo' por la salvación de la.s
almas, su profunda humildad y su paternal caridad
con propios y extraños.
Fu 1928 In obediencia le destinó de nuevo a
Ciudadela, donde, entre aniigo.s y personas queridí­
simas, celebras las Boilas de Uro de su ordenación
sacerdotal el dia s de Knero de 1929, y durante los
cinco últimos añosilc su vida, a pesar de su avanzada
ancianidad, se le veía siempre, activo, siempre
afable, siempre atento y finamente educado, ro­
deado constantemente de los niAs pequeños dcl
Colegio, como querióudoK'S proteger con su sombra,
cuidando ctn\ cariño la lúinpara dcl Santuario y
pasando largiis horas en el confesionario de la iglesia
de Muría Auxiliadora y del Seminario Diocesano,
pues eran innumerables los que acudían a él en
busca de consejo y de consuelos, en sus dudas y
en sus pemts.
Bapidísimu fué su enfermedad, pues no duró
más que dos dias, y dándose cuenta de su gravedad

pidió se le administraran los santos Sacramentos
que recibió con edificante piedad, hasta el pimto
de conmover a cuantos le acompañaban en aquellos
supremos momentos. Como si le hubiese sido reve­
lado el día de su muerte, enTas últimas horas del
viernes preguntaba con marcado interés si ya había
llegado el sábado, y cuando se le dijo que ya habían
dado las doce de la noche, contestó: ahora sí, ya
ha llegado la hora, y entre constantes jaculatorias
a María Auxiliadora voló al cielo, a las dos de la
madrugada del sábado 28 de Bncro.
D. Federico Pareja era hijo adoptivo de Ciuda­
dela por acrierdo unánime de la Corporación Mu­
nicipal, cuya insignia le fué impuesta, con gran
esplendor en las Casas Consistoriales por el Alcalde
Sr. Guitart, el mismo día de sus' Bodas de Oro.
Tiene, además, en Ciudadela una calle dedicada a
su nombre.
Pero donde se puso de mauifiesto el cariño in­
tenso que se le profesaba, el respeto que se le tenía
y cuan apreciada era su labor apostólica fué con
motivo de su entierro, que fué uno de los más con­
curridos, de los más sentidos y más populares.
Toda Ciudadela se asoció al acto: los niños, los
seminaristas, el Rdo. Clero de la ciudad, el limo.
Cabildo Catedral, presidiendo la grandiosa e im­
ponente manifestación, el Exmo. Señor Obispo
Coadjutor, que llevaba además la representación
del Exemo. Sr. Obispo Diocesano, yendo acompañado
por los Directores Salesianos de Ciudadela y Barce­
lona, una representación de la familia del finado, y
los Presidentes de los Cooperadores y Antiguos
Alumnos. Varias fábricas y comercios cerraron sus
puertas durante el entierro, en señal de duelo. El
desfile entre apretadas hileras de e.«pectadores era
imponente, el silencio absoluto: se palpaba la emo­
ción y eu muchos ojos asomaban las lágrimas. Fué
un reconocimiento público de las virtudes del di­
funto y sobre todo, ima adhesión innegable a su
labor educativa, un tributo de carino a los humildes
Hijos de Don Bosco a quienes llamó a Ciudadela
D. Federico Pareja.
Preguntado éste, poco antes de morir, si quería
dar alguna disposición relativa a sus cosas, después
de pensar uu rato, contestó: no, sólo pido sufragios
por mi alma. Seámosle generosos en encomendarlo
a Dios, recordando lo que dice el Santo Evangelio:
eadem quippe mensuraquamensifuéritis,et remelielur
vobis.
Con la misma medida cou que vosotros midiérois, seréis medidos.

fían muerto también en la paz d el Señor:
Félix Bolla Pbro. — Pedro Martinengo Pbro. - Emilio Cozzaiii Pbro. — Miguel Vota Pbro. —
Juan Bautista Urbano Pbro. — Juan Bargero
Pbro. — Carlos Vecchia Pbro. — Ramón Zabalo
Pbro. — José Alessi — José Altomare — Valentín
Barbieri — Domingo Bollati Pbro. — Felipe Borg
Pbro. — Luís Carmagnola — Natalio Delfomo Pbro.
— David Ducci — Enrique Perrero Pbro. — Juan
Ferjnani Pbro. — Andrés Chilka — Itliguel Koencr
Pbro. — Francisco Flatania Pbro. — Antonio
Rebarter — Hipólito Roche Pbro. — Florencio
Sáenz Pbro. — Francisco Schuúnd Pbro.

127
COOPERADORES DIFUNTOS;

Ei Ldo. Don Francisco Elguero.
El 17 de diciembre p. p. entregó su alma a Dios,
en la ciudad de ^lorelia (iléjico), a la avanzada
edad de 76 años, este aristócrata del pensamiento
e insigne Cooperador Salesiano.
¿Quién no conocia en Centro América al Ldo.
Elguero?
Durante medio siglo lo ha visto Méjico sosteniendo
en su diestra la antorcha de la fe y de la verdad,
constantemente, con valentía, derramando en
tomo suyo divinos destellos y claridades.
Don Francisco Elguero era uno de los últimos
representantes de una dinastía que se va, de una
raza de hombres que mueren de asfisia, en el am­
biente tóxico de una espiritualidad profundamente
averiada.
Politice hábil, comprensivo y saturado de amor
patrio que vigorosamente vibraba en sxis arengas
y escritos, fué diputado por Zamora y, en la X X V I
Legislatma, afirmó su superioridad de tal manera,
que hubieron de reconocerla y respetarla hasta los
que no pensaban como éL Y a con anterioridad,
en 1911, el Dictador Porfirio Díaz había puesto en
él los ojos, para encomendarle la Gobernación del
Estado, encargo que él humildemente declinó.
Su ardiente patriotismo y sus rectas e indomables
convicciones católico-políticas le valieron varios
confinamientos y destierros en Cuba y Estados
Luidos, y ellos sirvieron para acabar de dar a su
Carácter el temple del acero y ofrecer a las alas de
su eq)íritu nuevos cielos donde volar.

Aquellas actividades políticas, los juzgados de
Zamora y 3Iorelía que paternalmente desempeñó,
su cátedra de la Escuela de Jurisprudencia, la fun­
dación del Partido Católico de Michoacán y de la
culta Revista «América Española »; todo ello juuto,
capaz por sí sólo de llenar la vida de un hombre,
lo consideraba él no obstante, como im simple
derivativo de su fabulosa actiridad filosófico-literaria, que fructificó en nutridas series de libros y
disertaciones, de versos, conferencias y estudios,
eu un enorme despliegue de erudición prodigada
sin tasa, con un dominio absoluto de lo que escribía,
porque Don Francisco estaba siempre al corriente de
todo lo que se pensaba en el mundo, y con ;in estilo
suelto, natural, rico de imágenes, aunque propenso
a la digresión y al desbordamiento, como esos ríos
llenos y magestuosos que fácilmente se salen de
madre ávidos de regar y fecimdar.
Por fortuna, antes de morir, dejó terminados
y listos para la imprenta, no menos de 20 volú­
menes de su magna obra «Museo Intelectual»,
que es una recopilación expositiva y crítica de lo
más notable que ha producido, en estos últimos
años, la intelectualidad mejicana.
No es éste el sitio ni el momento de reseñar su
fecimda producción histórica, filosófica y literaria,
pero séanos permitido citar, cuando menos, algunas
de sus obras de carácter religión que mejor reve­
lan su recio temperamento de creyente, tales p. ej.
como su premiada disertación sobre « L a Inmacu­
lada * sus « Diálogos Eucaristicos » y sus « Comen­
tarios a pensamientos religiosos de Luís Veuillot».
Méjico no sabe bien lo que ha perdido, porque
nunca como hoy es umversalmente sentida la nece­
sidad de hombres como éste cuya pérdida lamen­
tamos; de inteligencias próceres que sepan ilu­
minar, orientar, magnetizar; de nobles paladines
del optimismo que vayan ahincando en las con­
ciencias una fe invencible en el triunfo de la razón,
de la verdad y de la justicia.
En una bella y sentida Necrologia que acabamos
de leer, dice del ilustre finado el que fué su gran
amigo, Don Alfonso Junco:
«Era un sabio. Su caudal de conocimientos, nota­
bilísimo dondequiera, resultaba estupendo en nues­
tro medio.
Era xm pensador. Preocupábale lo trascendental,
iba a la entraña. Saturado de los más altos pensa­
dores, pensaba a su vez por cuenta propia.
Era un poeta. Tenía ¿ sentido ingénito de la
belleza, le apasionaba la hermosura. Poeta aimquc
no hubiese hecho versos, los hizo gallardos, melo­
diosos y limpios.
Era un hidalgo. Amaba férvidamente a España
y tuvo mucho de hidalgo español. Recto y estoico,
franco y enhiesto, impetuoso y magnánimo.
Era un cristiano. ¡Con qué entereza, con qué
totalidad! Cristiano en la casa y en la calle, en el
arte y en la política, en el foro y en la cátedra, en el
pensamiento y en la vida. Cristiano apostólico y
eucarístico. Cristiano ante todo y sobre todo.
Lo comprobé, intensamente, en sn doloroso aca­
bamiento.
Sentado en sn sOlón, sumido en un sopor intermi­
tente, hablaba de vez en cuando y con esfuerzo.
L a gangrena, que le amenazaba una pierna, dábale
dolore-s tenaces y agudísimos; de los más agudos
que puedan sufrirse, me explicaba el médico. Don
Francisco, a pesar de su ingénita viveza de carácter,

128
soportábalos con yaronil reaignación: inclinaba la
cabeza, un movimiento nervioso de la mano sobre
el brazo del sllIcSu denunciaba la lucha: ¡ni una pa­
labra, ni una queja!
Percatándose tul vez de que se empañaba su
memoria, de que no conversaba como de costumbre,
de que causaba penas a los suyos sin esperanza de
salud, dijo después de un silencio y como hablando
para ai: <Bs triste esto »; pero al punto se corrígió,
cristianísimo:«Aunque nunca es triste lo que manda
Dios >.
A esa magnifica corona de alabanzas, tejida por
la amistad, fáltale sólo el ramo florido de la gratitud
salesiaua.
Don Francisco Elguero fué todo eso que dice el
Sr. Junco, y más aún que el pueblo ha pregonado
con su imponente luto y han dicho los diarios de
todos los matices.
Para nosotros tiene todavía otro título que lo
hizo acreedor a nuestra especial estimación.
Fué un amigo, un consejero, un fervoroso Coope­
rador Salesiano.
Lo fué desde que pusieron pie en la hidalga nación
mejicana los Hijos de Don hosco, y lo ha sido hasta
la muerte.
Por esto los Salcsiauos lo hemos acompañado
con lágrimas, cu su doloroso viaje a la eteniidad,y
pedimos a la misericordia divina le otorgue el pre­
mio que tiene reservado a los varones justos.
A su desconsolada esposa y a su hijo Don José
nuestro más sentido pésame.

Exemo S r. Don Fernando del Castillo
y Manrique de Lara, Conde de la Vega.
I'allcció en la ciudad de Las Palmas (Isla de
Oran Canaria) el día 22 de enero del presente año,
confortado con todos los auxilios de nuestra santa
religión, y en medio del dolor y consternación
de sus piadosos deudos y de cuantas personas e
Instituciones se habían visto favorecidas por su
bondad, caritativa con todas las miserias y siempre
pródiga y comprensiva.
Su muerte fué el reflejo de una vida completa­
mente entregada a Dios y a las obras de celo. Por
esto ha traspuesto los umbrales de la eternidad
con una paz envidiable y con toda la serena ente­
reza del caballero cristiano.
Los Hijos de Don hosco nunca llamaron a su
puerta en vano. Todas las veces que fué necesario
proyectar o emprender alguna obra beneficiosa para
los niños pobres y desheredados de la Isla, hallaron
en Don h'cfuaudo una acogida cordial y un gesto
de magnanimidad.
Que Dios Ntro Señor se lo haya premiado en el
ciclo y que nuestros Cooperadores tengan un pia­
doso recuerdo para su alma.

Han mucrío fambitín en ¡a paz d el Señor:
E spaña Cmnca. — Rufino Morón Pbro. — Evencio I*orras Pbro. — Pablo M. Gallego Pbro. —
Aniceto Moya Ramírez Pbro.
EsPAf^A (Cuenca) CastilUfo del Romeral. — Fe­
lipa López Quejigo.
E spaña (Isla de Gran Canaria) Las Palmas. —
Aurelio González Martin — María R e jts León —
Moisés Rodríguez.

E spaña (Isla de Fuerteventura) Puerto Cabras,
— Dominga del Castillo.
E spaña (Zamora) Toro. — Sor Francisca Alvarez
Rodríguez.
C olom bia (Santander) Lábateca. — José Rafael
Portilla.
COLO>3iA (Santander) San Andrés. — Ismael
Galindo.
Colombia (Valle) Yumbo. — Alfonso Mañozca
— Tomasa Puente — Benedicta de Cortazar.
Méjico (Zac.) Jerez. — María Escobedo y Escobedo.
R.

/. P.

UNA G A N G A M ARAVILLOSA,
UTILISIMA, FÁCIL DE OBTENER
es la concesión espiritual ,que ha hecho la
Iglesia, a cuantos dan su nombre a la Pía
Obra del Sgdo Corazón de Jesús de Roma.
Por la limosna insignificante de una peseta,
o cantidad equivalente, entregada ima sola vez,
puede cualquier persona tener derecho a la
participación en los frutos de seis misas dia­
rias, que se celebran ,y perpetuamente se ce­
lebrarán en la Basílica del Sgdo. Corazón de
Jesús de Roma, según las intenciones de los
oferentes o suscritores.
Las limosnas recibidas por este conducto
destíñanse, de modo exclusivo, a promover la
gloria de Dios y los intereses culturales de la
sociedad, acogiendo niños pobres y abando­
nados para educarlos cristianamente.
¿ Quién no contribuirá con algunos céntimos,
que con tanta facilidad se gastan, a esta invi­
tación paternal de Don Bosco, motivada por
ideales tan nobles y caritativos?
¿Quién no siente la necesidad de asegurarse
la benevolencia di\’ina en este mundo y en
el otro, mediante la aplicación de los méritos
infinitos del Santo Sacrificio del altar?
¿Quién no tiene almas queridas, vivas o
difuntas, a quienes obseqmar con tan esplén­
dido regalo espiritual?
No tardéis en pedir Hojas de suscripción.
R e cto r M a y o r d e lo s S.ale sia n o s - Cottolengo 32 - Turín (109 (Italia).
Las limosnas pueden enviarse al miso Rector
Mayor o directamente a nuestra casa de Roma
- Ospizio Sacro Cuore - Via Marsala 42.

Coa m proitm eiea d e le e e lo r id a d ecJesiéstICM .
Director-rapoaaobte: D . G U I D O FAVIN I
C*lat>(ecimlcBlo

de la Sociedad Editora lalerBaciocMl - Taria
C arao Re^m e .H ^rgheritm , I f é .

Fecha
1933.04