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Título
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BS_1933_01
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Descripción
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Boletín Salesiano. Enero 1933
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extracted text
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Año XLVUI
EN ERO 1933
Número 1.
BOLETIN SALESIANO
REVISTA DE LAS OBRAS DE DON BOSCO
El sacerdote Pedro Ricaldone
a los Cooperadores y Cooperadoras
del Beaío Juan Bosco
Beneméritas Cooperadoras:
Beneméritos Cooperadores:
Era muy grande el deseo que tenía de diri
giros cuanto antes mi pobre palabra, y, a
pesar de esta constante invitación a reco
mendarme a vuestra benevolencia y expan
sionarme con vosotros, be preferido aguardar
a que llegara ^ te momento, más que por ra
zones de oportunidad, por la conveniencia
de presentarme con un mayor y más com
pleto conocimiento de las cosas.
Séame permitido, antes de todo, unir
mis sentimientos a los vuestros, para recordar
juntos, ima vez más, la dulce figura del llo
rado y amadísimo Señor Don Rinaldi. Des
graciadamente no está ya en medio de nos
otros, para serenar nuestro espíritu con su
sonrisa hecha de bondad, para decirnos la
palabra paternalmente alentadora, para guiar
nos con su ponderado consejo, para recor
damos, en fin, con sus ejemplos, al Beato
Juan Bosco. Nos alienta, sin embargo, la
confianza de que, con nuestro glorioso Beato,
con Don Rúa y con Don Albera, continuará,
desde el cielo, haciéndonos de Padre y obte
niéndonos gracias y bendiciones sin cuento.
Nos sirvieron de gran consuelo, a mí y a
los miembros todos de la Familia vSalesiana,
las cariñosas y universales condolencias
con que vinisteis a mitigar nuestro luto,
condolencias que nos enviaron también, de
todas las Naciones, las más altas Autoridades
Eclesiásticas y Civiles, además de haberse
dignado asistir a funerales solemnísimos,
que demostraron, de modo indudable, la
benevolencia con que se miran las Obras
de nuestro Padre.
Recibid, por ello, la reiterada y cálida
expresión de nuestro agradecimiento. Pero
no se limitó a eso \niestra bondad, porque,
durante el periodo en que nos hallábamos
huérfanos de Padre, no cesasteis de asistimos
con vuestro más vivo interés y ofrecemos
el auxilio inestimable de \niestras oraciones.
Cmndo la Providencia quiso luego dar a
la Familia Salesiana el cuarto sucesor de
Don Bosco, vosotros, con un espíritu de fe
admirable, os apresurasteis a enviarle vuestra
adhesión, tan cordial y tan unánime, que
me sirvió entonces — sinceramente os lo
digo — y me servirá en lo sucesivo, de alen
tadora invitación a llevar esta pesada cm z
que el Señor se ha servido poner sobre mis
hombros.
Y puesto ya a recordar bondades, ¿cómo
no agradecer, con el más rendido, filial y
profundo de los agradecimientos, las que
con nosotros ha tenido el Santo Padre?
No contento con prodigamos, en las lloras
del dolor, sus paternales consuelos, quiso
benignamente expresamos su complacencia,
por la unión admirable de mentes y de co
razones que reinó en nuestro X IV Capítulo
General, convocado para elegir al Rector
Mayor de los Salesianos.
Para nuestra humilde Sociedad tuvo frases
halagadoras, en las que se traslucía su pa
ternal satisfacción, bendiciendo a los Coo
peradores y Cooperadoras, a los Exalumnos
y Exalumnas y a los amigos todos de las
Obras del Beato Juan Bosco, como expre
sión (le su graliíud por todo cuanto hasta
aliora se ha hecho, y estímulo de lo mucho
(jue todavía se ha de hacer, mediante el
concurso de vuestra caridad.
O brot llevadas a cabo por los Salesianos
e Hijas de María Auxiliadora.
A pesar de la gravedad y universalidad
de la crisis, en este pasado año, hemos po
dido ver tanibi<^ii incrementado el consolador
desarrollo de las Obras que constituyen la
aspiración y la meta de vuestra caridad.
Kn el liltimo cuadrienio del Rectorado del
inolvidable Don Rinaldi, se tomó el acuerdo
de no abrir nuevos Institutos, como no
fueran los ya aceptados con anterioridad,
y las casas destinadas a la formación del per
sonal salesiano.
Vuestro celo habrá de sentirse ahora gran
demente halagado, al ver como muchas
de las casas y de las Obras que voy a reseñar,
se refieren a aspirantados, noviciados, estu
diantados filosóficos, y a las múltiples aten
ciones que hoy exije la preparación del per
sonal que. g. a I). ha aumentado, de un
modo extraordinario.
Instituto P ío X I, Estudiantado teológico.’
Talud [Colombia), Oratorio festivo y Escuelas.
E n A sia : Hong Kong [China), Estudian
tado fito.sófico y teológico; Changai y Tung
Pie, Aspirantes, Iglesias, Escuelas; Beppu
y Taño [Japón), Oratorio diario. Iglesia;
Arambakam, Dliubri, Jalarpet, Polur, Saharampur y Tezpur [India), Residencias y
líscuelas; Bang Pong Thamang, y Bang Pong
Thaiva [Siam), Oratorio festivo, Iglesia,
Escuelas.
También las Hijas de María Auxiliadora
han visto extenderse el campo de sus tra
bajos. Esta Institución, igualmente fundada
por el Beato Juan Bosco, como monumento
viviente de su perenne gratitud a la Reina
del cielo, ha logrado añadir una nueva flo
ración de Obras a las ya existentes, y comu
nicar a éstas mayor impulso.
E n I t a l ia : se han hecho cargo de la D i
rección de Jardines de infancia, Escuelas
de trabajo. Oratorios festivos, Catecismos
parroquiales. Colonias, Asistencias diversas,
y Asilos, en: Rifreddo, Rivé Vercellese, Galliate,
Caltignaga, Casiagnole delle Lanze, Colleferro,
Cuglieri, Minturno, A ci Sant’Antonio, Acqui,
Caramagna, Torino, Instituto Misionero
« Conti Rebaudengo *, Ravenna, Chiávari
y Tromello
E n I t a l ia : fueron abiertas cinco casas:
Buon Albergo, para aspirantes y Oratorio
festivo; Lanuvio, para novicios; Messina,
para estudiantado teológico, adjunto Ora
torio y Escuelas; Montódine, para novicios
y Oratorio festivo; Roma {San Calixto),
para estudiantado filosófico.
E n E u rop .a : I^a misma variedad de Obras
en: La Mulaticre [Francia) Coutrai [Bélgica)
Dovercourt [ínglaierraé) Linz [Austria) Munich
[Bam'era) Myslou’ice [Polonia) Scutari [Al
bania) y Katoxvice [Polonia)
E n F r a n c ia ; La Mtdatiere, Estudiantado
teológico; Landser, Escuela agrícola; Mareiz,
Aspirantes; Roanne, Escuelas clásicas y
Profesionales.
E n A f r ic a : Abrieron una nueva Resi
dencia misionera en Kipushya [Congo belga).
lÍN Asi.v: Dos Noviciados: uno en Polur
[India), y otro en Beppu [Japón).
E n Y ugo -P^LAVIa : Kapeh, Sanatorio para
nuestros enfermos; Zagabria, Aspirantado,
con Oratorio festivo.
E n P o lo n ia : Marszalki, Estudiantado
filosófico y Ivscuelas; Jarostotc, ^íys!oteice,
OstrezewoH y ] ‘arsovia, Oratorios festivos
y Escuelas.
lÍN
P o r t u g a l : Lisboa-Estoril.
Aspiran
tado.
E n Hunoria ; (Unía, Oratorio festiv»^ y
Escuelas.
E n A m k rica : Botnfim {fíraí^U), Estudian
tado filosófico y Escuelas; San Pablo {Briistf),
E n A m k rica : Casas donde se desarrollan
obras diversas: Baturité y Bonjim [Brasil),
Mlla Rica [Paraguay), Álayuela [Colombia),
Suena [Misión de los Jívaros), Guayaquil
[Ecuador). lín Caracas [J'enezuela), se han
liecho cargo de la Dirección didáctica de
la Obra de beneficencia titulada * El buen
Consejo», cu\*a fundación se debe al exce
lente .««cerdote de aquella ciudad Padre
b'uentes Figueros; y, accediendo a reiteradas
instancias del Exemo. Sr. Nuncio de S. S.
Mons. Centro, han abierto además, en Las
Teques, unas Escuelas, un Jardín de infancia,
V un Oratorio festivo.
r
IBendito sea el Señor por todo, y gracias
infinitas a vosotros, Cooperadores y Coope
radoras, amigos del Beato Juan Borco, que
con vuestra caridad habéis hecho posible
tanta hermosura de obras.
Propuestas para el año 1933 .
Y ahora, siguiendo el ejemplo del Beato
Juan Bosco y de sus Sucesores, quiero yo
también hablaros de las Obras que deben
ser promovidas en este nuevo año.
Tendría que recomendaros un sinnúmero
de ellas que seguramente darían mucha
gloria a Dios 3- contribuirían a la salvación
de muchas almas, pero creo más conveniente
invitaros a que concentréis, este año, ^niestra
caridad sobre dos puntos particularmente
interesantes.
Es el primero que nos a>*udéis al sosteni
miento de im número enorme de jóvenes
que, o son huérfanos, o carecen en absoluto
de lo más indispensable y se educan en nues
tras casas.
Difícilmente podríais haceros idea de
los miles de pobres niños que llaman conti
nuamente a las puertas de nuestros Colegios,
para que les admitamos.
Se trata casi siempre de situaciones an
gustiosas que no admiten espera y destro
zan el corazón.
¿Qué hacer? ¿Cómo darles albergue a
todos, cuando nuestros Colegios están que
rebosan y los pobres Directores ven estre
charse, de día en día, el lazo de la falta de
recursos que les aprieta, les ahoga, sin saber
3’a dónde acudir, para saciar el hambre de
tantos y tan queridos hijos?
Nuestros Asilos, particularmente, cuya
vida depende del quod superest (de lo que a
muchos sobra) ¿cómo han de poder soste
nerse ahora en que a tantas familias falta
lo necesario; ahora en que los mismos que
antes nos a3mdaban, y aún quisieran seguir
ayudándonos, se ven obli^ dos a vigilar sus
gastos, con criterios económicos los más
restrictivos, para poder superar una situación
que pesa sobre todos 3* sobre todo?
Cierto que la Providencia no siente nunca
la crisis, pero no hay duda que Ella quiere
servirse de las causas segundas, y por lo
mismo nunca cesa de inspiramos y estimu
lamos para que acudamos, con cálidos y
apremiantes ruegos, a los que tienen la
suerte de verse por Ella elegidos, como ins
trumentos de sus misericordias.
Esas almas elegidas de Dios no han faltado
ni faltarán nunca.
E l, cuya mirada llena de conmiseración
envuelve al huérfano y al desv’alido, llama
bienaventurados a los que se inclinan a
socorrer la indigencia, y les promete co
piosas y pingües bendiciones.
E l segundo punto que os quiero recomendar
y sobre el cual me permito llamar \oiestra
atención, es el sostenimiento de las Casas
donde se forma el personal salesiano. I^as
dificultades que, de un modo cmel, presio
nan hoy a los pueblos, haciendo casi general
la miseria, piden con gritos angustiosos
que se multipliquen los Institutos dedicados
a obras de caridad.
No podíamos nosotros, por nuestro ca
rácter, dejar de escuchar esos gritos, y he
aquí por qué nos llegan de todas partes, como
mmca apremiantes y numerosas, instancias
de nuevas fundaciones.
Si escuchásemos sólo al corazón respon
deríamos a todos afimiativamente, pero,
cuando vemos a nuestros hermanos agobia
dos de trabajo e insuficientes para llevar
adelante las obras que yz tenemos entre
manos, es preciso rendirse a la realidad y
diferir la apertura de nuevas casas, aunque
su necesidad aparezca como improrrogable.
No es que el Señor nos regatee las voca
ciones; muy al contrario, nos las envía
abundantes y ello hace que yo os invite a
uniros a nosotros para elevar himnos de
gratitud al Corazón Divino.
Estoy seguro de que algunos de nues
tros buenos Cooperadores y celosas Coope
radoras no tienen un concepto exacto de los
gastos que ocasiona la formación del per
sonal, necesario para la consolidación y ex
pansión de la Obra salesiana.
Para poder tener un millar de novicios —
y, desde hace algún tiempo, pasan yz de
mil los que nos regala el Señor — es nece
sario sostener, contemporáneamente, en Ins
titutos a propósito, no menos de cinco o de
seis mil aspirantes.
Estos novicios, además, si son laicos, o sea
coadjutores, deben hacer al salir del N ovi
ciado tres años de perfeccionamiento, 5' sí
son clérigos o aspirantes al sacerdocio, los
cursos de filosofía y de teología en casas
también especializadas.
Se trata, por lo tanto, de una masa for
4
midable de más de diez mil jovenes, entre
aspirantes, novicios, maestros que cursan
el perfeccionamiento en las artes o en la
agricultura, estudiantes de filosofía y teo
logía; y a todos hay que alimentarlos, ves
tirlos, y proveerlos del material necesario
para sus estudios profesionales, literarios,
filosóficos o teológicos, si se quiere que nos
hallemos siempre en condiciones de atender
debidamente las casas que ya existen, y de
abrir otras nuevas.
Los que quisieran conocer, en cifras re
dondas, el presupuesto necesario para sos
tener todo este tren de formación religiosa
y didáctica de nuestro personal, no tendrían
más que hacer esta sencilla operación: mul
tiplicar diez mil, que es el número de los
individuos, por mil quinientos, que es la
cantidad de liras media y mínima que
anualmente se necesita para cada uno. El
resultado, con todo y ser inferior a la rea
lidad, os puede dar idea de lo que hace
falta para llenar todos estos menesteres.
No puedo ni debo ocultaros, beneméritos
Cooperadores, que, hoy más que nunca, esta
l>reocupación insistente se convierte a veces
en pesadilla que oprime. Esto no quiere
decir que nuestra fe en la Providencia Divina
llegue a desfallecer; de ninguna manera; un
hijo del Beato Juan Bosco no puede nunca
dudar de Ella y pecaríamos, además, de in
gratitud contra Aquella que, desde los co
mienzos de la Congregación, ha cuidado
siempre de nosotros como Madre amorosí
sima.
Pero en estos instantes difíciles y ahora,
l>recisamente, en que el progresivo desarrollo
de la Familia salesiana ha entrado en una
fase tan alentadora, juzgo deber mío pre.sentaros las cosas tal como nos las da la rea
lidad. a vosotros que de esta Familia formáis
parte integrante, no ya tan sólo para que ello
os sirva de satisfacción, sino también de
norma y estímulo pjira vuestra caridad, y
a fin de que podáis, en ocasiones, ilustrar
a otros acea'u del empleti de las limosnas
que se hacen a los Salesianos.
lira costumbre del Beato Juan Bosco
rendir cuentas a todtis sus Cooperadores,
en general, y a algunos, en particular, de
la in\-ersión que él hacía de sus larguezas.
Pero vosotros diréis a esto que acabo
de exponeros. ¿Cómo y de qué manera po
dríamos los Cotíperadores hacer frente a ne
cesidades tan enormes y tan urgentes?
Me habréis de permitir que, entregado del
todo a la bondad de vuestro corazón, os in
dique algunos medios que podrán ser efi
caces:
i) No es raro encontrar almas generosas
que, teniendo bienes de fortuna y careciendo
de herederos, desean dedicar dichos bienes
a la fundación de alguna obra salesiana.
El Beato Juan Bosco aseguró, repetidas
veces, que los dineros nunca podrán ser
mejor empleados que en la formación de sa
cerdotes y de apóstoles, consagrados a pro
pagar el amor y el reinado de Jesucristo. ¿No
podrían, pues, esas almas costear del todo,
o cuando menos en- parte, una Fundación
con este exclusivo objeto?
Se comprende muy bien que haya casos
en que se impondrá la renuncia generosa de
proyectos largo tiempo acariciados; pero es
preciso llegar al convencimiento de que el
bien que se hace con un más alto sentido
de catolicidad, atrae más abundantemente
las bendiciones de Dios sobre la tierra que
nos ha visto nacer, o sobre el lugar en que
hubiésemos preferido ver empleadas nues
tras limosnas. ¿ Quién sería capaz de calcu
lar el bien que es capaz de promover una Fun
dación de esta índole, a la cual nada impide
que dejéis ligado \-uestro nombre, o el de
otra persona cualquiera de vuestro aprecio?
2} Otro de los medios que yo propongo
a vuestra caridad es el de las Becas misio
ñeras, o Bolsas de estudiantes.
Y ya que os hablo de esto, dejad que
os reitere toda nuestra gratitud por lo
que habéis hecho hasta ahora, que no es
poco. Pero dejad a la vez que os manifieste
que el esfuerzo — en muchos de vosotros
ejemplar y hasta heroico — no ha dado aún
de sí todo lo que se necesita, que nos halla
mos aiin lejos de la meta, pues 110 alcan
zamos, ni con mucho, a cubrir las necesidades
presentes.
Y o me estoy dirigiendo a vosotros en la
com'iccióu de que hablo a personas profun
damente creyentes, que sienten la miseria
espiritual y material en que viven millones
de hermanos suyos, y quieren tenderles una
mano j)ara que se salven, a corazones gene
rosos que saben medir y apreciar los bene
ficios inmensos que de su caridad pueden
deri\*arse. Por esto \*eo llegar el nuevo año
de 1933 como mensajero de esperanza,siento
una voz en mi interior que me asegura im
aumento notable de Becas, para la formación
T
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t
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r
de sacerdotes y de misioneros dispuestos a
inmolarse por las almas.
Los que tengáis posibilidad de hacerlo,
decidios, aun a trueque de cualquier sacri
ficio, a perpetuar vuestro nombre, o el de
otro ser querido, \dvo o difunto, fundando
alguna de esas Becas. ¡Oh cómo debe sen
tirse tonificada la existencia y consolada la
muerte de los que dan a Dios un sacerdote,
un misionero, que perpetuamente irá reno
vándose, para rogar por ellos y enriquecerlos
con el tanto por ciento de sus renditicias
fatigas apostólicas!
3) Aparte de las invitaciones que acabo de
haceros, estoy seguro además de que todos
querréis ayudamos, este nuevo año, a soste
ner a los millares de huerfanitos que pueblan
nuestros Institutos. Precisamente porque los
tiempos son calamitosos, debemos aplacar
al cielo con reiteradas obras de caridad, y
atraer las divinas misericordias sobre nos
otros, nuestras familias y las naciones todas.
He pensado muchas veces que, si cada
uno de nuestros Cooperadores lograse, con
celosos trabajos de propaganda entre per
sonas pudientes y caritativas, y con su óbolo
personal, aseguramos una colecta mensual
que fuese de cinco a diez liras, podríamos,
con menos preocupación y agobio, continuar
el desarrollo de las obras emprendidas.
Sé que abundan las almas buenas; a mu
chas que nos han ayudado siempre y nos
ayudarán en lo sucesivo las conozco y
las llevo en el corazón. [Que el Señor las
premie como E l sabe hacerlo!
Pero no me dirijo sólo a esas almas, me
dirijo a todos. En estas horas tristes y llenas
de inquietudes, si todos los que pueden hi
cieran un esfuerzo para responder a nuestra
invitación, yo os aseguro que el peso de la
responsabilidad que gra\*ita sobre mis hom
bros se aligeraría no poco.
Conclusión.
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Perdonad que me haya extendido tanto.
Y a os lo dije al principio, era para mí una
\ erdadera necesidad expansionarme con vos
otros y, ahora que lo he conseguido, siento
que mi confianza ha aumentado considera
blemente, al ponerse en contacto con rniestra
caridad, que es im reflejo de la caridad di
vina.
El Beato Juan Bosco, antes de morir, hizo
ima llamada a vuestro corazón, intercediendo
por mí. « Si me habéis ayudado a mí perso
nalmente — escribía — yo os ruego que
sigáis ayudando a mis sucesores, después
que yo muera ». He aquí el ruego que nuestro
Beato os dirige a todos, desde el ciclo.
Y ahora concluiré añadiendo lo que, en
una circunstancia análoga, decía él a los
Cooperadores y Cooperadoras de sus Obras:
« Os he ex])uesto lo que se ha hecho y lo que
aún queda por hacer; os he abierto también
mi corazón, con toda confianza. Ahora no
me resta sino abogar, ante vosotros, por la
buena causa, y suplicaros queráis seguir
siendo los canales de la Divina ProWdencia.
Y a sabéis qué es lo que hacemos con \-uestra
caridad, con las limosnas que depositáis en
manos de Don Bosco.
\*uestra caridad sirve para recoger del
arroyo a muchos pobres niños; para propor
cionarles, junto con el pan del cuerpo, el
alimento del alma; para instruirlos en la
Religión y darles algún oficio o profesión
honrada; para hacer de ellos buenos hijos,
honestos ciudadanos, miembros útiles de la
sociedad, católicos ejemplares, y felices mo
radores del cielo. Sirve \uestra caridad para
la formación de buenos maestros que edu
quen a la juventud, de celosos sacerdotes
que santifiíiuen al pueblo cristiano, de abne
gados misioneros que conviertan los países
salvajes».
«No (jueráis, pues, regatearme vuestros
socorros, con los que han de sostenerse estas
obras de Religión y de verdadero progreso,
y estad seguros de que, si cooperáis al bien
de ia Iglesia y a la salvación de las almas,
Dios os recompensará abundantemente.
Si sois sacerdotes, os recompensará ha
ciendo más fructuoso vuestro sagrado mi
nisterio; si sois padres o madres de familia,
os recompensará en \uestros hijos; si supe
riores, en vuestras comunidades-. Sea cual
fuere el estado en que os halláis, Dios pre
miará vTiestros sacrificios, bendiciendo \mestras personas, vuestros negocios temporales,
vuestros intereses espirituales, y, lo que vale
más todavía, os hará sentir grandes consuelos
en la hora de la muerte, como una posesión
anticipada de aquellas soberanas alegrías
que os tiene preparadas en el cielo •.
Don Bosco terminaba esta carta recor
dando a sus Cooperadores una cosa que él
no se cansaba nunca de repetir: « En todas
nuestras Casas, — dec& — niños y sale-
6
sianos ruegan, cHaríamente, por sus bienhe
chores. A esfcis oraciones de mis amados
liijos uniré también las mías y, todas las
nmnanas en la santa Misa, haré un Me
mento especial por vosotros, pidiendo a la
misericordia divina que. por los méritos de
Nuestro Señor Jesucristo y de María Auxi
liadora, os conceda en este mundo todo lo
<]ue puede desear un alma justa y, singular
mente, la gracia de poder un día reunimos
todos juntos, para alabar y bendecir a Dios,
en la patria de los bienaventurados... ».
«Confío en que también vosotros rogaréis
por mí *.
Así se expresaba Don Bosco el 2 de Enero
de 1883. Así, después de cincuenta años, se
expresa hoy su pobre cuarto sucesor.
Turin, I*’ de Enero de 1933.
Vuestro obligadísimo S. S.
PED RO RTCALDONE Pbro.
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1
SAN FRANCISCO
de
SALES
PATRONO DE LAS OBRAS DE DON BOSCO
Una poesía d e l Beafo.
U na apoteosis triu n fa l.
U na jo rn a d a de oro.
N o vam os a repetir aq u í los m otivos que in
dujeron a nuestro B ea to Fim dador a elegir, como
Patrono de su incipiente O ratorio y futura
Congregación, a l San to Obispo de Ginebra,
por ser de sobra conocidos.
Queremos sólo recordar un hecho — v a
que la fecha 29 de este m es de E nero nos
in vita a ello — que puede ser considerado
como im a consagración definitiva de este P a
tronato salesiano que D on Bosco llevaba tn
péctore, desde que en San Francisco de Asís
cantó su M isa nueva: que recibió su primer
bautismo en el R efugio de la M arquesa Barolo
el día 8 de Diciem bre de 1844 ante im a pintura
del San to que el tiem po ha borrado, y que,
tím idam ente, com o tod o lo que em pieza, iba
abriéndose camino en el Oratorio.
U eg ad o el m om ento de s\ostituir la ca
pilla de la iettoia Pinardi, verdadero trasunto
del Portal de Belén, a la que había sido tras
ladado, con los cuatro m uebles que había en
el R efugio, un pequeño cuadro de San F ran
cisco de Sales, surgió la prim era iglesia
fonnal, construida por Don Bosco, y recibida
por él y sus hijos con honores de catedral.
¡B ásta y a de Oratorio am bulante! jbásta de
})eregrinaciones dolorosas!, jbásta de lanzam ien
tos y deshaucios!; la nueva iglesia es estable,
es propia, es magnífica, es la célula-m adre que
dará \id a, con el tiem po, a otros cientos v miles
de iglesias, m ucho m ás grandes que ella.
Y I a qué Santo la v a a dedicar Don Bosco ?
En sus propósitos no había vacilación posible:
A San Francisco de Saics. E ste fu é el titu lar
de la primera capilla prestada, éste el de la
accesoria alquilada, y éste sería tam bién el
de la primera iglesia i>ropia, com o y a lo era
del Oratorio y de la Cctngregacióu nonata.
En Junio de 1852 la nueva iglesia estaba
terminatia. E n el breve esp ado de un año, el
proyecto del arquitecto Sr. B lachier se liabía
transfonnado en piedra y ladrillos; el d ^ eo
de Don Bosco, — cu5^ solo am m do había hecho
i
tem blar a la santa d e je c ita Mam á Margarita,
aterrada ante la pobreza y las deudas de su
hijo. — era la m ás espléndida de las realidades;
los sueños alucinantes del popidar Loco <le
Valdocco em pezaban a realizarse, y los que
como ta l le habían tenido comenzaban a abrir
la boca, llenos de asombro.
F ijóse para bendecirla el 20 del m ism o mes
de Junio, fiesta de la Consolata, Patrona de
Turín, a la que D on Bosco, am ante com o el que
m ás de las santas trad id on es de su tierra,
veneraba con tierna devoción, y empezaron
con ansia febril los preparativos para aquella
solemnidad que, al decir del Cronista, fu é m ás
única que rara.
Con alborozadora a c tid d a d veíanse fundoiiar
]x>r doquiera escobas y brochas de blanqueo.
Mientras en este local, coros de frescas voces
ensayan sus liimnos, al son de un d e jo y des
tartalado piano, en aquél las juguetonas manos
infantiles fabrican largas tiras de verbenera c a
deneta; m ientras unos cubren de verde raniaje
tod o lo que es .susceptible de ser ornamentado,
otros levantan el arco m onum ental de la entrada.
Don Bosco, genio anim ador de tod a aquella
batahola, no se daba m om ento de reposo,
recorriendo sin cesar el enjam bre de sus pe
queños, y dejando aquí una norm a, provocando
allí una explosión de alegría, m ás allá haciendo
.sonar el m artillo o ayudando a enarlw lar un
palo; luego sentábase a extender invitaciones
para autoridades y cooperadores, o salía a iu\ítarlos i)ersonalmente, y aún le quedaba hum or y
tiem po para invocar a las musas, con las que
-SU talento dúctil y im iversal fácilm ente se
eiitench'a.
Tenemos la fortuna de coiLseivar copia de
la oda que escribió el Beato en aquella oca
sión, para que la recitaran sus birichini, heclia
sin pretensiones, com o todo lo que salía de su
corazón y de sus manos, pero l^ I a , fragante,
fluidamente versificada, injyas imágenes, to
m adas del natural, recuertlan la -<-nciUez bucó
lica de San Francisco de Sales.
Para que nuestros lectorts pueden conocerla
y saborearla, la tran.scribiremos con su trad u ccíó i castellana, que hemos procurado hacer
lo m ás fielmente posible:
Come augcl di ramo in ramo
Va cercando albergo fido,
Per poggiarc ansioso il nido
15 tranquillo riposar;
Como las aves, cuando despiertan.
En los albores de Abril florido,
Buscando un tronco do hacer su nido
De rama en rama vense volar,
Non si posa in valli o in monti,
Non per campo o per foresta,
Nol trattien turbo o tempesta
Pinché il nido non formó.
Y van y vienen sin hacer caso
De los graznidos de los azores,
Hasta que el nido de stis amores
Asegurado logran dejar.
Cosí noi, oltre dicci anni,
Questo nido abbiam cercato
Ne dal cicl mai ci fu dato
Di potcrio ritrovar.
Asi nosotros, diez largos años,
Hemos volado con sanio anhelo
Sin que quisiera darnos el cielo
Sitio seguro donde anidar.
Ora nu prato, or un giardino,
Or cortilc, stanza o strada,
Talor piazza oppur contrada,
Oratorio era per noÍ.
Oro en un piso, ora en un prado,
Y hasta a la sombra de un cementerio,
Sin tregua alguna ni refrigerio,
Nuestro « Oratorio > se amamantó.
{¿uando alfin pietoso Iddio
Volse a noi benigno un guardo,
K due lustri di ritardo
Largamente compensó.
Pero amorosa la Providencia
Puso en nosotros sus tiernos ojos
y aquel calvario lleno de abrojos
Pródigamente recompensó.
Compensí’»,.. ci dié le scuolc,
Un giardino por tra.stulli,
Quasi nido per fanciulli
Una casa apparecchió.
Recompensólo... pues nos dió escuelas,
Jardin de juegos, salud, cariños,
una gran casa para los niños
Que es como un nido lleno de amor.
Compensó... Ma che dir piü?
Ogni speme fu appagata,
O ía la chiesa é consccratu,
Solio paghi i nostri cuor.
Recompensólo... ya lo estáis viendo.
Hasta esta iglesia tan suspirada
Nos la regala, ya consagrada,
Colmando toda nuestra ambición.
lígli é ver, .signori amuti,
Per piii mesi faticaste,
Caldo, freddo toUcraste
Per la casa del Signor.
Ello es muy cierto, nobles Señores,
Que, despreciando el calor y el ¡rio,
Habéis luchado, llenos de brio.
Meses enteros sin descansar.
Negazion di spasso e sonno
Non disagi, aflaniiu o stento
Non la pioggia o turbo o vento
Vüstro celo rallentó.
Correr de día, velar de noche...
¡Qué buenos fuisteis! ¡Qué generosos!
¡Cómo aplaudimos ahora gozosos
]'uestros prodigios de caridad!
Ora lieti festeggiate,
Qnai guerrier dopo vittoria
Cui la vera e santa gloria
Solo il merto procacció.
Porque no hay duda que al ver alzado
Hoy este emblema de la victoria.
Después del cielo, toda la gloria
Sólo a vosotros se os debe dar.
II Signor v ’a compensati,
La fatica é coronata,
Nostra chiesa é cousecrutu.
Clie bramar possinm di pió?
Sólo a vosotros que la alta empresa
Con feliz éxito habéis logrado.
Con nuestro templo va terminado
(Qué más podemos ambicionar?
Presto adunque, o cari ñgU,
Corriam tutti al Templo santo,
Innalziamo a Dio un canto
Pcl favor che c'impartl.
Corramos presto, hijos queridos.
En tropel todos al lugar santo,
y agradecidos, solemne canto
.-1 Dios alcemos por sti bondad:
Oh! Signore ouniiiotcntc.
Che al mcschin mai nuUa nieghi
Dcht benigno ni nostri preghi
Tu ci uscidta in questo di.
¡Oh Dios eterno, que de los niños
Acoges siempre los corazones.
Ove benigno Jas oraciones
Que allí fervicH/es van a ofrecer;
Pu’ che questo uuovo tempio
Al tuo nomo consacrato
Mui non sia profanato
D.i ohi fede in cuor non ha.
Haz que esta iglesia que, en honor tuyo.
Hemos logradi ver levantada
No pueda nunca ser profanada
Por los que intentan matar la fe.
Pa' che quanti qua verranno
Supplicanti tuoi divoti
Abbian paghi i loto voti,
Purgi aita, da mercé.
Haz que los fieles que a tu altar lleguen
Para ofrecerte su amor devotos
Vean cumplidos iodos sus votos,
Paz y dulzuras hallen en ¿i.
E tu, Vergine beata.
Che appo Dio tutto puoí
Benedici i figli tuoi.
Pede, speme inspira e amor.
Y tú. Muría, Virgen piadosa,
Que de Dios eres la tesorera.
Dale a esta tnfancia que te venera
La suerte inmensa de serte fiel.
F a’ che mai per opra ria
Noi cessiam d ’esser tuoi figli,
Tu ci franca dei perigli
Dell’incauta nostra etá.
Que todos. Madre, nos estrechemos
Siempre abrazados en tu regazo
Y no caigamos en ningún lazo
De los que acechan a nuestra edad.
Ma qual cosa tu darai
Ai benefici Signori
Che lor pene e lor sudori
Consacrarono al tuo onor?
5 íh que pudiera nada arredrarles?
( y ¿s!os que tanto por Ti han luchado
A estos Señores ¿no hay que pagarles?
¿Q ui recompensa ¡es vas a dar?
La iglesia de San Francisco de Sales.
Tesserai, Vergine bella,
Su nel Ciel di fíori un serlo
Che ricambi ogni lor merto
Con quel ben che fin non ha.
Noi in tanto, grato il core,
In caratteri dorati
Scriveremo in tutti i lati:
y
i
C7na corona. Virgen bendita,
Toda tejida de bellas flores.
Para premiarles tantos sudores,
Allá en el cielo Tú les darás.
Nosotros ahora, .'•'•bre estos muros.
VIVA ETERNO QÜEvSTO DI.
Mi e n t r a s u n « V iv a » s u r g e so n o r o ,
E s c r ib ir e m o s con l e t r a s d e orc;
L a d e e s t e d ía g l o r ia s in p a r .
Ne per tempo o per vicenda
Non sia mai che si cancelli
Questo di che, fra’ piü belli,
Tra di noi sempre sari.
Que nadie borre nunca estas letras,
Que de los siglos la lejanía
Repita siempre nuestra alegría
Como un vibrante himno triunfal.
E sta poesía, que fu é leída por un niño, la
tarde d el 20, D on B osco la hizo imprimir; re
partiéronse de ella m iles de copias y hasta se
puso en música para ser cantada.
E nvueltos en aquel b d lo desorden de los
trabajos anunciadores de la fiesta, estaban los
Oratorianos, así internos com o externos, que
no cabían en si de gozo, y éste m anifestóse con
ím petu irresistible, el 14 de Junio, seis días
antes de la gran solemnidad.
Dejarem os la palabra al profesor Raineri, que
frecuentó d Oratorio, desde 1846 hasta 1853:
10
* tira la lard e de un domingo. Don Bosco nos
arahai)a de referir la lilstoria de D avid, elevado
a rey dewle la luituilde condición de pastorcitíí, y la lialiía referido con tan ta luz de evi<lenda, con a<piel m odo suyo tan natural y
encaiita<lor de presentar las cosas, que está
bamos com o ek*ctrizados *.
* A l term inar, exclam ó, con inefable gracejo,
oyendo tal vez interiorm ente resonancias de
su j>ropia vida: ... ¡aquí tenéis al pastorcito
convertido en r e y !».
líl entusiasmo se deslx>rdó y salim os todos
Ijritando: ¡V iva l^on Bosco nuestro rey! Dicho
y hecho: algunos de los m ás altos y robustos
lo tom aron en lunuhros y lo llevaron en
triunfo ix)r el i)atio-jnrdín. m ientras los demás
CRUZADA
Bendijo el sagrado recinto y tu v o la plática
de ocasión el párroco de Borgo D ora, Don
A gustín G attino; asistieron representaciones del
M unicipio y, entre los celosos cooperadores
cpie ta n to habían trabajado, organizando pós
tu las y loterías para financiar la obra, a la que
contribuyeron desde el rey hasta el últim o cam
pesino, merecen especial mención el Dr. Vallauri,
insigne hum anista cu ya fam ilia se reservó la
honra de costear el altar m ayor; el comendador
José Dupré que hizo decorar, por su cuenta, el
de San Imís Gonzaga; los Sres. Marqueses D o
m ingo y M aría b'assati que costearon el de la
V irgen, dotándolo de una artística imagen,
ricam ente estofada, que aún está en su sitio; Don
M iguel Scan agatti que proveyó la candelería, y
MI S I O N E R A
Nuevo Reco Misionera
/
VIVA JESUCRISTO REY!
fundada por uno piadosa y benemérita Cooperadora solesiana de Valencia (España).
le nxleábam os, cantando la
aprendida j>ara las fie.stas:
poesía
recién
Como las aves cuando despiertan
E n ¡os albores de Abril florido, etc.
Da alegría de todos era inmensa y acaso la suya
no era menor. N o de otro modo solían jjroceder los antiguos pueblas, cuaiuU> prtK'lamaban a su Caudillo, alzándolo sobre .sus escudas.
jOh sí, Don Bosco tenía títu los imls que sobra
dos para ser nuestro caudillo y nuestni rey! *.
T,a fiesta se celebró sin tpie fallara ni un st)lo
número del Prugrmnu.
Un arco de colosal altura, elevado a la en
trada del patio, ostentaba, etras cubitales esta
inseriiK'ión:
M lK N TR .\S UN * N’IVA » SU RG K SONORO.
K SC R lB lR K M t> S 0 ) N L E T R A S D K ORO
D a IW KSTK P ÍA GLORIA S IN PA R.
I axs niños, destle m u y tem prano, derram á
ronse por calles y pradt»s, y se dirigieron can
tando a su animlo Oratorio.
el hoy B eato José Cafasso que corrió con los
gastos del púlpito.
Kn la función de la tarde, la flam ante iglesia
tu v o y a que confesar su ]x:queñez, aunque a
ellos les parecía m u y grande. Cantáronse solem
nemente las Víspetíis, con las que suele .san
tificar sus fiestas la encantadora piedad piamontesa, y predicó el m ism o Don Bosco.
Un piquete de la G u an lia N acional, que había
sido enWado i>ara m antener el orden y dar
realce a los actos, cuando llegó el m om ento de la
Bendición del Q uitísim o, alineóse delante de
la puerta, dirigió al cielo sus arcabuces, e lüzo
las salvas de rigor, m ientras los rapazuelos
que Brosio, il Bersagliere, había m ilitarizado,
les remedaban graciosam ente con sus fusiles
de jxüo.
A llí hubo <le todo; músicas y poesías, refrescos
j>ara los in s ta d o s , verbenas, fuegos artificiales
y derroches ile santa alegría. I ajs fuegos los
ixiufeccionó y dirigió, personalmente, el sacer
dote Cliiaves, y así term inó aquella jom ada
de oro en la «jue Don Bosco. como otro Da\*id.
fue \isto tocar y cantar, cuajados los ojos de
lágrim as, transfigurado de gozo el semblante,
y así quedó refrendado, para siempre, el dulce
Patn>cinio de San Francisco de Sales sobre
las Obras del B eato Fundador.
$
Á
• i*M
tn
._ -
El S r. Obispo de Málaga
presidiendo el Colegio Salesiano de Ronda.
O cho días con un Obispo perseguido.
Entre las muchas visitas que a diario se reciben
en esta Casa de Don Bosco, de Turín, pocas habrán
resultado tan gratas y efusivas como la que nos
hizo el 24 de Octubre el santo Obispo de Málaga,
Excmo. Sr. Don Manuel González.
Da enorme simpatía que irradia de sus virtu
des; su carácter abierto y optimista, de genuino
cuño salesiano; su prestigio de apóstol aucaristico
y también — ¿por qué no decirlo? — su auréola
de mártir de la revolución, nos han cautivado.
Acuciábale el deseo de venerar en la Basílica de
María Auxiliadora la prodigiosa reliquia de nues
tro Beato y saludar a nuestro Rector Mayor, a
cuyo lado pa.só una parte de su juventud estudiosa,
cuando el P. Ricaldone hallábase al frente del Co
legio de Sevilla, y a quien venera, además como
padrino de su Primera Misa allí celebrada hace
treintidós año.s, en el altar de María Auxiliadora.
La visita ad iimina na dado ocasión a Su Exce
lencia de hacer esta volada hasta la capital del
Piamonte.
Hemos podido conversar con él largo y tendido,
saboreando el deleite de su avengélica sencillez
y del fino $pñt andaluz que fluye de sus palabras.
Y en verdad que hemos aprendido muchas cosas.
Conocíamos, por ejemplo, su Obra de Las Tres
Marios, pero nunca hubiéramos podido sospechar
el impiüso veloz y la fuerza de penetración con que
se ha difundido por el mundo.
Nuestra sen.ribilidad, fuertemente templada en
el fuego de la Eucaristía que tuvo en Don Bosco
uno de sus más grandes apóstoles, sentíase dulce
mente halagada al escuchar de sus labios algunos
de los datos estadistia» de esta Obra admirable, qne
ahora, con su órgano de publicidad ? El Granito de
Arena > acaba de celebrar sus Bodas de plata.
No es ya sólo España la que cuenta nada menos
i
que con 54 Centro.s diocesanos y má.s de 2cx>.ooo
asociadas, dispuestas a montar, junto a los sagra
rios abandonados, una guardia afectiva de cora
zones, sino que son también Portugal y las Repú
blicas Americanas y Estados Unido.s y, últimamente,
Italia, las que ofrecen por centenares de millare.s
.sus lámparas vivientes a c.sta espléndida Obra cucaristica, que el celo hecho brasas de nuestro Obisjw
Ciouzález ha regalado a la Iglesia.
La actividad esencial de las María.s, lo Juisiiio
que la de •• Los Discípulos de San Juan • seré útil
eii todos los tiempos, porque, mientras el niuud«»
sea mundo, Jesús estará en los sagrarios y en inuehosse verá abandonado, y hay algo en ella, como
la catcquesis y el fomento de los Ejercicios espi
rituales que tiene hoy el valor de especifico, in
dicadísimo contra la vesania laicista que está ha
ciendo estragos en las naciones católicas.
E l Pan Eucaristico, el estudio de la Religión,
la meditación de las Verdades eternas; he aquí
los guiones luminosos de la reconquista espiritual
que, sin pérdida de tiempo, hemos de emprender
en estas horas tristes de universal dcsfallcdmiento
de nuesta fe. La teoría tolstoiana de no resistir
al mal no reza con los católicos y, aunque la guerra
que nosotros hacemos es una guerra sin pólvora
y sin sangre, a nuestros enemigos no hay que darles
tregua ni cuartel, mientrasla baja presión moral de
nuestra sociedad no desaparezca, y el ejército de los
pesimistas, de los irritables, de los inadaptados, no
recobre el equilibrio r la salud perdida. Ponderando
el ilustre Prelado la energía santificadora de
su InstítudÓD, saca de su atoacén de biografías
inéditas, que algún día verán la loz, una porción
de anécdotas llenas de fuerza emotiva.
Aquí es on Doctor famoso, cuyo nombre ha des
bordado las fronteras de su patria, que va todos
12
los (lias a oir misa con los leprosos, para que Jesús
Sacramentado sienta menos el aislamiento egoísta
de los que no le visitan, ni siquiera en los templos
llenos de confort.
Allí son tres jóvenes obreros que, cada sábado,
ul terminar su semana de trabajo, dirigense a pie
al pueblo de Chilches, piden permiso al párroco
pura encender dos velas ante el sagrario, adquiridas
con el dinero del tabaco ahorrado, pa.san la noche
en adoración, y dedican la mañana del domingo
a enseñar el catecismou los niños de la mísera aldea.
lín otro sitio es un empleado ferroviario que,
no sólo vi.situ asiduamente el sagrario que le ha
tocado en suerte, sino que la mayor parte de los
dÍ8.s festivos, recorre más de 150 kilómetros para
ayudar, en la catcquesis, al sacerdote solitario
<[ue, en las agrias entrañas de lu sierra, eierec su
mini.stcrio de amor.
|üh ese admirable Manuel Belmontc! exclama
el santo Obispo, en un arranque de ternura, como
.si pronunciase el nombre de algún héroe legendario.
V asi vausc contagiando lo.s heroísmos, asi las alimus incendiadas de amor van provocando el in
cendio de otras almas; asi avanzan y .se extienden
las Obras del Obispo de Málaga, arrollando obstá
culos, cantando triunfos, derribando muros de hielo
y caldeando el ambiente cristiano.
La superior dirección de esas Obras, la redacción
de su Revista, el agobio de los deberes pastorales,
los trabajos de su nuevo Seminario, cuya construc
ción ha absordido má.s de tres millones de pesetas
que suministró la caridad; tantas y tan arduas
turcas, sobre él acumuladas, parece como si no
hiciesen mella cu su naturaleza.
Cuando él sólo era el popular Arcipuite de Hue¡va, habia ya batido el record — como hoy se dice
— del celo y del sacrificio, creando aquellas famosas
Escuelas populares del Polvorín que tienen, en
tre otros méritos, el de haber revelado a Es
paña el alma procer del eximio pedagogo Don
Manuel Siurot, y ahora que vive bajo la presión
de otras mil gravísimas solicitudes, saca todavía
arrestos de su recio temperamento, para fatigar
las máquinas de imprimir con numerosas publica
ciones cuyo contenido, rico de donaire y de misti
cismo, nos recuerda los escritos de Santa Teresa.
Son ya dieciseis los Opúsculos que han salido de
su pluma, y algunos como Lo que puede un cura
hoy, hállanse traducidos al francés, italiano, por
tugués, inglés y alemán, demostrando que su acep
tación en el mercado espiritual es enorme.
A las solicitudes gravísimas de Don Manuel Gon
zález han venido a sumar.se, últimamente, las ruinas
clolorosas causadas por el temblor revolucionario
que ha sacudido, de punta a punta, la nación espa
ñola y ha tenido su epicentro en Málaga y su pro
vincia.
Aunque ya sabíamos algo del calvario que tuvo
que sufrir cuando, entre las llamas que destruían
su palacio, era empujado brutalmente por los incen
diarios que, de uu modo siniestro, le imprecaban
y amenazaban; aunque es del dominio público el
ensañamiento con que se le niega el derecho de volver
a su amada diócesis, queríamos que él mismo nos
lo contara y nos hemos visto defraudados. Ni una
alusión, ni un lamento, ni una palabra.
Sólo uu instante nos pareció ver cruzar por sus
ojos una sombra de amagura, pero el resplandor
de su eterna sonrisa la barrió en el acto. Ama
entrañablemente a su pueblo, porque es su Pastor y
.su Padre y porque el pueblo español no es malo, dice,
sólo que de su hombría de bien y de su tempera
mento apasionado se aprovechan los que le lanzan
a la anarquía y al crimen. De las cosas de España
únicamente se acuerda para perdonar y orar. Tiene
una confianza inmensa en el valor del sacrificio,
y de la humillación. Cuando estos valores provi
denciales— añade— adquieran en la balanza de la
J usticía Divina la altura que se necesita, los vientos
del sectarismo y de la incomprensión cambiarán
de cuadrante y España verá nuevamente lucir
la paz, cu una atmósfera purificada.
Uu diario repugnante, de esos que ahora se
estilan, ha repetido a los católicos, con sonsonete
cínico y bajuno, palabras estampadas por el Obispo
en su último número de «El Granito de Arena », para
coii.suelo de sus hijos; sou dos mandatos de Jesús
a lo.s que se hallan perseguido.^ por amor suyo:
S o os asustéis de los perseguidores, es
primero y
Alegraos de la persecución, el segundo.
Estos mandatos (x^ustituyen precisamente el lema
dcl atropellado Dou Mauuel, lema que parece haber
tomado carne en su placiclez inalterable y en su
buen humor sevülauo.
Este lema Jesús lo inculcó, los Apóstoles lo cantaron
cx)U entusiasmo, cuando salían dcl Sanedrín con el
cuerpo llagado por los azotes, los mártires de todos
los tiempos lo han ido bordando con la seda roja de
su sangre y el oro de sus <x>ronas, y la Iglesia, cuyos
nervios, aunque estén arrancados por los verdugos,
\*ibran de gozo y esperanza, ha visto romperse
contra él la espuma de todas las tormentas y las
armas de todos los traidores.
¡No prevalecerán!
¡Benditos los hombres que, como el Obispo de
Málaga, van por el mundo sembrando optimismos
y predicando amores, aunque la tierra vacile debajo
de sus pies y el corazón se desangre, mordido por
la ingratitU(ÍI
DE ESPAÑA Y AMERICA
ESPAÑA - Salamanca. — Eníusiasmos mi~
sioneros.
Respondiendo a los deseos del Sumo Pon
tífice Pío X I, felizmente reinante, al instituir
e l «Día Universal de Misiones », los alumnos del
Colegio Salesiano de María Auxiliadora han
demostrado que no es vano para ellos el clamor
del Santo Padre, en pro del fomento del ideal
misionero, entre todos los católicos del mimdo.
Una corona bien nutrida de comuniones,
visitas, rosarios y limosnas — místicas rosas
que jamás se marchitan — , fué la ofrenda
filial presentada al Universal Pastor de la grey,
ansioso de acoger bajo su patriarcal cayado las
ovejas descarriadas del único redil de salvación.
Mas ese fuego sagrado, encendido el tercer
domingo de octubre, no se ha extinguido aún.
El domingo, fiesta de Cristo Rev, fué repre
sentado, en el salón de actos del Colegio, el
drama misionero c Volcán de am or», obra
inspiradísima del culto sacerdote y viejo escri
tor de «El Debate * don Jenaro Xavier Vallejos.
Una
En ella ha fundido felizmente el autor el oro
viejo de las viejas historias con un estilo fuerte
y clásico, no exento de modeniidad, logrando
ima obra completa en la que el interés no decae
im momento. Nos transporta para ello al siglo
XVI. en plena conquista espiritual y guerra
de las Indias Orientales, y nos hace ver los
trabajos del misionero — en este caso el Após
tol de las ludias Francisco Javier — en cons
tante lucha con la indomable oposición de las
castas asiáticas y con la más vergonzosa de los
mercaderes europeos, saturadas sus almas casi
siempre de sórdida avaricia. Sed de almas en
el P. Francisco, y sed de oro en D. Alvaro de
Ataide, tal es, en resumen, la idea que campea
en este interesante drama misionero.
Admirablemente presentado en todo su conjimto, el numeroso público aplaudió frenéti
camente los pasos más emocionantes de su
desarrollo, preniiando así la labor realizada
por todos los actores y, en primer lugar, por
los dos antagonistas, venciendo uno la difícil
situación de encamar la figura ideal de San
de “ Volcáo de amor'’
1‘raiK’isc'o Javier, saiitazo de carne y hueso, en
cuyo cuer])(), devorado por 6ebrcs Inunanas y
divinas, ardía un «volcán de am or *. ansioso
de abrasar en sí a todos cuantos no conocían
aún al Crucificado.
Y plasmando otro adm irablem ente el ti^x) de
aventurero y mercader insaciable, cuyo único
dios es el oro y la jx-drería de los mercados
orientales. Su carácter altivo y dom inador con
trastab a magi.stralmente con la suave y atra
yente llaneza del I ’. fran cisco.
Todos los que colaboraron en la represen
tación cumplieron bien, recibiendo calurosos
aplausos de los compañeros de la galería.
ARGENTINA - Buenos Aíres. - - Bodas de
plata del Centro “ Exalumnos de D on Bosco”
de San Juan Evangelista.
(Curi( aa relación de un socio que ejerce el
cargo de V igilante municipal).
Señor Director,
Quiso la suerte
no m e atrevo a com plicar
a la Providencia en estas cosas — cpie la semana
pxsada tuviera yo parada en las esquinas de
M artín Rodríguez y Olavarría.
Observador como soy, habfiune llam ado la
atención el inusitado m ovim iento que se notaba
en esa iglesia parroquial. lín tra r y salir presu
ras© de jóvenes, rostros preocupados pero
alegres, miradius brillantes. Vehículos que traen
cosas, carteles luminosos, folletos, propaganda
mural, en la prensa diaria y periódica. Pronto
supe la causa — soy curioso como buen vigi
lante. — Se trataba nada menos que de celebrar
las Bodas de P lata de ese Centro, todo nei^do,
empuje y acción.
A m í, ¿sabe?, m e entusiasman estas m anifes
taciones de una m uchachada sana, viril, que
va gritando al mundo su fe. Y no pude resistir
la tentación de participar de los actos. Así
fué como, jugándome el destino, abandoné la
parada, y entré en el tem ido, a ixiia s hulx)
llegado el Exem o. Sr. Nuncio Aixistólico, Moi\señor Felipe Cortesi.
listab a la iglesia repleta de hombres, la
m ayoría jóvenes, que se nm xlillaron en la
balaustrada para retúbir la form a sagrada, de
manos del Fxem o. Sr. Nuncio, a quién asistía
un curita, qiie v i el aAo p;isado llevando a las
Exploradores y que luego m e dijeron estal>a
en Maldonado, era exalum no de San Juan
Evangelista y se llam aba Tom asini. Hernioso
momento, señor director. Mire que y o , por ra
zones de m i oficio, sé lo que es tener m etido el
corazón en un puño y estoy acorazado contra
tod o lo que no sea el cum plim iento del deber.
Sin em bargo, m e emocioné hondamente, lo
confieso sin vergüenza.
E l m ism o Sr. N uncio presidió el T e Deuin
en acción de gracias. E l R . P . D irector Antonio
S. Scasso estuvo adm irable en im a breve
homilía. E l coro del Colegio estupendo. E .
R . P . Maggiolo m erece una m edalla. Adm irable,
sobre tod a ponderación, ese bellísim o canto de
afinnación cristiana que es e l « Christus v in c it ».
Y a en el patio, varios fotógrafos, entre los
cuales los de «I>a Prensa » y «Da Razón »,
confiaron al objetivo el docum ento que certifica,
de m anera incontrovertible, el éxito de e.sta
jirim era etapa del m aguo día. Después que el
Sr. Nuncio hubo izado en un m ástil, colocado
en la intersección de am bos patios, la nueva
bandera del Centro, la concurrencia, entre los
acordes m arciales de la banda de los explora
dores, pasó a desayunarse en el am plio comedor,
que resultó pequeño para contenerlos a todos.
E l señor Vicente Festenessi, con palabra opor
tuna y conceptuosa, dió la bienvenida al Exem o.
Sr. N uncio, el cual contestó, vivam ente emocio
nado, con felices conceptos que pusieron alegres
com o castañuelas a los exalumnos.
A las I I y 30, se descubrió una herm osa placa
recordatoria, colocada en el patio bajo, frente a
las salas de juegos. E l Presidente de los E x a
lumnos, Profesor Juan Bisso, interpretó, com o él
sabe hacerlo, el pensam iento de los asociados y
de los miembros de la Comisión Directiva, L a
m uchachada entonó por dos veces el himno del
Centro.
Doscientos comensales en el alm uerzo, que
¡iresidió el Rdm o. Padre Inspector de los Salesianos, N icolás Esandi. E xcelen te m enú, m ejor
apetito. ¡Tienen buen diente los muchachos!
A los postres, se escuchó la palabra galana del
Dr, R apallini, a quién siguieron el R . P. vSilva,
ÍX)renzo A. Degregori y el Rdm o. Padre Insspector.
I.u Velada teatral fué un éxito artístico v
]Xcuniario. Juro a usted que no cabía un alfiler,
¡iiué digo!, ni la som bra de un alfiler cuando
el sol está en pleno cénit. ¡I.indaza no más
la fmtción! H abló el señor Juan Musso, que
fué prim er director dcl Cuadro D ram ático, y
lo hizo en form a am ena e interesante.
E l «clon » de la noche lo constituyó el estreno
de una Re\-ista, que m antuvo al auditorio en
carcajada continua, sin darle otra tregua que
la indispensable para tom ar aliento. Todos
cstim eron espléndidamente bien, pero ¡hay
que ver como sudaron los actores! ¡A l final,
hicieron todas el loco. h\ié, por cierto, un
digno broche de oro.
Quisiera contarle m uchas cosas más; el júbilo
de todos, la emoción de muchos, la derrota del
m al tiem po por la buena voluntad y el firme
deseo de que todo resultara com o resultó. Pero
no puedo. Primero, porque las grandes ale
grías son m udas y están hechas de silencio.
Después, porque no creo que existe un sólo
15
boqiiense que ignore la magnificencia de la
jomada cumplida.
Y me siento tan feHz, que ya no me importa
nada si me arrestan por faltar al cumplimiento
de mi deber. No cambio el día vm do por todos
los arrestos del mundo.
Le saluda, Sr. Director, con la consideración
más distinguida
«E l vigilante de la esquina ».
ARGENTINA - Tucumán. — Homenaje de los
Exalamnos de D on Bosco a l fundador del
Colegio SaJesiano "G e n e ra / B e /g ra n o ". Aíons. J u lio T. Zava/eta.
El homenaje ofrecido a Slons. Julio T. Zavaleta en el Colegio Salesiano «General Belgrano » con objeto de celebrar sus Bodas de
Oro Sacerdotales, alcanzó las proporciones de
un verdadero acontecimiento. Testimonio del
más puro cariño hacia el benemérito fimdador
del establecimiento fué aquello. El primer acto
lo constituyó la misa de comimión general
oficiada por el homenajeado. La capilla del
Colegio resultó pequeña para contener el nú
mero de ex-ahunnos, alumnos y cooperadores
(jue deseaban acompañar al anciano sacerdote
en su sacrificio de Acción de gracias.
Un disciplinado coro de niños enfer\'orizó a
los concurrentes con sus cantos piadosos, dul
cemente interpretados.
Terminadas las ceremonias del Altar, el
homenajeado pasó al comedor, sentándose a
la mesa rodeado del Rmo. P. Inspector, Di
rectores Salesianos, Presidente del Centro de
Ex-ahimnos y im elegido grupo de beneméritos
cooperadores. El acto resultó muy efusivo, y
distinguidos oradores hicieron uso de la pa
labra, contestando Monseñor Zavaleta a todos
ellos con sentidas palabras de agradecimiento
hada la Congregadón Salesiana, los Superiores
y amigos que le compañaron en el acto más
solemne de la vida.
Por la tarde, en el Salón de Actos, se le
ofredó el homenaje sodal. Una excelente or
questa compuesta por profesionales ex-alumnos
inició el acto con ima bonita Ouverture; luego
ocupó la tribima el Sr. Rubio Polo, ofredendo
la fmición a Monseñor; todos merederon largos
aplausos de la concurenda. El tercer número
del programa lo constituyó im hermosísimo dúo
de los alumnos Villalonga y López, poseedores
de bien trimbradas voces, cantando r Todo
retoma». Este niímero gustó tanto, que al
comparecer los mismos intérpretes en «El
Paragüerito », se renovaron las manifestadones
del público, apenas se levantó el telón.
El emodonante drama Los molinos de Roma,
interpretado por el cuadro dramático «Oratorio
festivo » con espedal maestría, fué el acto cul-
Mons. Julio T. Zavaleía.
minante de la velada con que fué obsequiado
el eminente Salesiano, virtuoso sacerdote que
tantas almas ha forjado en el apostolado del
bien, ahora panegiristas de sus méritos.
C U BA - Habana. — Cómo habla un A rzo
bispo.
< En nuestra Diócesis (la de la Habana) se
siente mucho la necesidad de atender a los
niños pobres. A ellos hemos dedicado Nuestros
pensamientos, desde d prindpio de Nuestro
Pontificado; y poco o nada hemos podido hacer
en obsequio de los mismos. Pero d Señor ha
puesto en Nuestro camino a los hijos del Beato
Don Bosco, y ya podemos ecliar sobre ellos
Nuestros cuidados, porque, tanto las Reli
giosas como los Religiosos, llenarán sobre
medida Nuestras ansias y Nuestros deseos.
Muchos ramos comprende la obra d d Beato
Don Bosco. No los expondremos, porque desea
mos ser muy breves. Son Nuestros deseos que
el niño entre en un Instituto, en los primeros
años de su vida, que salga de él cuando tenga
ofido o carrera, y si«npre le quede como hogar
BOLETÍN SALESIANO es !a voz de Don Bosco predicando al mundo, en diecisiete lenguas, las
<
De las prensas salesianas salen, además, hasta 370 Revisfas que. a través de sus diversos roaticj" reí
•
‘
—
nfingara
H ohndesa
J^poaesa
Po^agaesa
Alenasa
*
Ealovcu
Croata
^ de la caridad cristiana. Estos diecisiete Eoletines alcanzan ana tirada mensaal de 300.000 ejemplares.
' ^igioso, literario, científico, sportivo — ejercen, en todas partes, un alto apostolado de paz y de amor.
i8
*(i.S70h\
Exalumnos fesiejando al Fundador del Colegio “General &eÍgrano''.
<le flviU'ísimos recuerdos el Colegio que lo enseñó
y lo hizo hombre.
Ahí está In obra que pueden hacer por Nos
los Hijos y las Hijas del Beato D. Bosco; y
jKjr eso los recomendiuuos, con todo el fervor
de Nuestro corazón, a Nuestros diocesanos, a
quienes rogmuos (|ue, para coadyuvar a obra
tan meritoria, se hagan Cooperadores Salesianas.
Ix>s niños se lo agradecerán, Dios se lo pre
miará en el Cielo, y tendrán en la tierra la
Ixíiidición de su agradecido servidor.
EU Arzobispo de la ¡laban at.
ECUADOR - Cuenca. — Movimiento Solésiano.
Da gloriosa familia del Beato Juan Bosco
se deshace y desvela en beneficio de la infancia
menesterosa.
El 24 de Maj’o jNisado, con moti^^D de la
fiesta patronal de la Ctrsa, se inauguró, por
deseo clel 1^'sidente de U>s Cooperadores Dr. N.
Aguilar, el primer reixarto de piezas de vestir
a los niñivs más iwbres del Oratorio Domi
nical.
l'n.'scieutos niñtw acudieron al llamamiento
de la iHMieficcncia y del sacrificio. Realmente
era \m espectáculo dolorosísimo el de aquella
miseria, retratatla en lo.s semblantes escuálidos
de tantas docenas de niñi^s como viven en el
arroyo, desconocidos de la burguesía, niños
que winen de su hambre y beben de su sed.
No había uno sólo que no llevase en sus
harapos los lamparones del «remiendo desigual *
que sólo sirve de escudo a la plena desnudez;
casi ninguno se pennitía el lujo del calzado, y
todos llevaban la piel tostada al sol.
En medio de esos ángeles de la indigencia,
el Padre Bonicatti, conocido por su candor,
iba distribuyendo prendas de vestir y otras
recompensas al ejército de futuros ciudadanos,
cuyo porvenir es tan osciiro como el pre
sente.
Al santo religioso acompañaba el prestigioso
pedagogo azuayo, señor Nicolás Escandón,
que presta entusiásticamente sus ser\dcios al
Oratorio Festivo.
A jX'sar del mal estado de su salud, obligósele al Presidente de Cooperadores Dr. Aguilar,
a presidir el acto de la premiación, que duró
desde las tres hasta las cinco de la tarde.
líl limo. Sr. Obisjx) Mons. Comíu hizo su
visita a Cuenca, de regreso del Pan, con el
objeto casi exclush’o de clausurar el año de
esta Escuela Dominical de que hablamos. Cum
plido su objeto, el infatigable Obispo pasó
al Cantón Sigsig, donde le aguardan nuevas
e impostergables ocupaciones.
No concluiremos estas líneas sin excitar el
entitsiasmo de la caridad azuaya, y la de los
Ilustres Consejos ProWncial y Cantonal, en
fa\*or de estos niños hambrientos que casi no
tienen más protección que la del bendito
apostolado salesiano.
{De el * Mercurio»),
19
t,.
5é89
‘
A reForzar los puestos de las casas del Pacifico.
E l 3°, I» fila, l2^ , es el P . José Puertas, ex-direcior de la casa de Bübao y ex-redactor del Boletín
Salesiano, que va a hacerse cargo de la Inspectoría Chilena. Le deseamos felicidad y acierto.
M É J I C O (Jalisco) Tonila. —
Festividad de
María Auxiliadora,
E n la iglesia parroquial de este pueblo, el
15 de ila y o principió la novena, y d 23 can
táronse solemnes maitines.
Llegado el día 24, la Banda del lugar recorrió
las calles, en m edio de un alegre repique de
campanas. M uy tem pranito, d pueblo congregóse
en el tenrplo para saludar a su Auxiliadora
y entouarle alabanzas. H ubo m isa de Comu
nión general y a las 9 m isa solemnísima. A
continuación se hizo la exposición de S. D.
M. y a eso de las once penetró en d tem plo
la peregrinación de los fid es que, en apretado
haz y de rodillas, iban al encuentro de la Madre,
precedidos de im coro de H ijas de M aría ves
tidas con trajes candidísimos. E l tem plo estaba
espléndido y profusam ente adornado de flores
naturales, y todos escucharon con d d eite y
Veneración la vib ran te y d ocu en te v o z de
nuestro cd oso e infatigable Párroco, D . Mariano
de F . Ahum ada, que hizo d panegírico de la
Sm a. Vii^en.
Q)m o final de tan hermoso día se hizo d
rezo d d Sto. Rosario: entonóse d T e D eum y
después de la bendición, se hizo la R eserva d d
Santísim o. L a orquesta d d lu gar am enizó
todos los actos y en señal de alegría se que
maron fuegos aritificiales.
L a Cooperadora M. D o lo r e s Ch. V . d e V.^r g .^s .
U R U G U A Y (M onfevideo) M anga. — Colegio
"Juan Jackson" - Una jornada soda/ en
honor de nuestro R ector Mayor.
Copiamos de t E l Bien Público » de Monte
video, del 25 de Septiembre p. p.:
E l jueves pasado la Academ ia «Mcm.señor
J/a.sagna » celebró im a «Jom ada S o c ia l». la
tercera de las celebradas ]x>r esta entidad en
homenaje al Reverendísim o Padre Pedro R icaldone, R ector M ayor de la P. Sod ed ad Salcsiana.
I/a sesión de la m añana fu é presulida por
el líxcm o. Sr. Arzobispo de M ontevideo Dr. D.
Juan P'rancisco Aragonc. Cantado el himno
de la Academ ia, y después de unas palabras
de introducción, el señor Ism ael Rolón hizo una
herniosa síntesis de la adm irable E ncíclica de
S. S. P ío X I , sobre la E ducaci& i cristiana de
la juventud.
Ivuego se ejecutó con m aestría d coro a dos
voces del m aestro P agella, salesiano, « Placer
non v ’é piú bello *, verdadera f il^ a n a musical,
que provocó la ^ o s aplausos en la sd ecta con
currencia.
A continuación el señor Sabino Doldán
expuso, en una d octa y bien docum entada
disertación, los derechos de la iglesia en m ateria
de instruccí<fe, y d señor Pedro G uzío, con
acopio de argum entos, r^ u tó el m onopolio
estatal de la enseñanza.
20
Nuestras Misioneras en alfa mar.
Hijas tle María Auxiliadora celebrando una Primera Comunión, a bordo del t Biancamano t,
1.a preciosa barcarola a cuatro voces «Sulla
l.aguna ». del Mtro. Antolisei, salesiano, puso
una vez más en evidencia la alta p o ten cialid a d
que la t Sellóla » de Manga ha a lca n za d o bajo
la dÍR'Ccióu del Mtro. P. Oclioa.
Siguió una es2)léndida disertación sobre el
salarlo, del señor Braulio Saldlas, trabajo bien
IX'iiaado en que su autor sabiamente condensó
la doctrina de las Encíclicas ♦ Renun Novanun i
y «Quadragésimo Anuo », sobre este importan
tísimo argumento.
líl Exemo. Sr. Arzobist» puso el broclie de
oro a la sesión de la mañana, felicitando a los
oradores y organizadores, y animándolos a
proseguir con entusiasmo en el estudio de las
cuestiones sociales, tim llenas de interés en los
tiempos presentes.
A las 2 t i p. m. celebróse la sesión vesper
tina.
Notable el trabajo del señor Cándido Vera
sobre «Lo que el Estado puede en materia de
instrucción *, según la Encíclica del Papa
Pío XI. En él el orador pasó en reseña la legis
lación de los Estados más adelantados (Ingla
terra, Estadas Unidas, Holanda, Bélgica,
Alemania), haciendo ver cómo en ellos saben
respetarse los derechos de la familia, en materia
tan importante.
Muy aplaudidas fueron las poesías * Sueño
profético » y «Don Bosco educador», de las
RR. PP. José M. Vidal y Ramón Montero B.,
rcs]>ectivamente: como también las ejecuciones
de los coros «Voce dal sen fuggita * y «Su
fortuna » de PagcUa.
Ihiedeii estar satisfechos los miembros de la
Academia * Mons. Lasagna *, del éxito alcan
zado, y seguros de que su homenaje resultará
particularmente grato al corazón del R%"do. P.
Ricaldone, tan benemérito de los estudios
sociales.
BOLETIN SA L E SIA N O
publicará con gusto todas las gracias y datos necrológicos que se le
envíen directamente y no hayan tenido ya publicidad en otras Revistas.
DE NUESTRAS MISIONES
Misión de Beppu (Japón).
F uriosa y terrible tormenta . — En
y a a pintar y hacerse tentadores, eran barridos
crónicas anteriores llam am os a Beppu ciudad
por el vendaba!! ¡Cuánto m e acordé de los
del demonio, y icuán poco hemos tardado en
primeros años de nuestro Padre Don Boscol
verlo confirmado!
Ocho meses nada m ás de evangelización
Celoso el funesto enemigo del hum ano linaje
intensa y de siem bra continua, sin parar de
de que los misioneros vengam os a disputarle su
día ni de noche, nos habían preparado y a horas
im perio, acaba de tiram os im terrible arañazo;
de triunfo que se anunciaban m u y próxim as, y
nos ha puesto en lui apuro graidsimo, nos ha
fueron, sin duda, las que revolvieron la bilis
hecho pasar horas de verdadera angustia.
del enemigo infernal; acudían los niños a ban
Em pezó ún m aestro de las Escuelas públicas,
dadas, los cristianos crecían que era un consuelo,
luego otro, y a los pocos días, todos unidos en
la m isa que yo, al principio, decía com pleta
conjura infam e, hicieron circular le especie
m ente solo, veíase frecuentada todos las días
de que nosotros enseñamos dcctrinas pertur
b a d o r^ y contrarias a las Instituciones del
Imperio. D ad a la señal convenida, se form alizó
en seguida im ataque genera], terrible, contra
esta pobre Misión, que, de no estar por medio
los intereses de Dios, habría naufragado irre
misiblemente.
Veinte periódicos de la ciudad em plazaron a la
vez su artillería gruesa y, en letras cubitales
empezaron a disparar historias y patrañas,
fantasías orientales inverosímiles, llenas de
calum m as y de bajezas, que presentaban
nuestra casa y escuela com o lugares vitandos.
Mi nombre y los de los salesianos que m e acom
pañan rodaron por la prim era plana ele estos
periódicos con los remoquetes m ás deslionrosos;
se nos llam aba insurrecto?, perturbadores,
rojos, comunistas.
N uestro estupor fué indecible, por lo rápido
y brutal del ataque: las autoridades cayeron
en el anzuelo y con una orden fulm inante nos
cerraron la escuela, nos m olestaron con repe
lidos e infructuosos registros e interrogatorios,
y la desbandada se hizo general; nuestras
queridas palom itas, que acudían y a numerosas
y confiadas, llenáronse de pánico, al oir aquel
griterío infernal, y alejáronse del palom ar de
jándonos solos.
¡Q ué horas ta n am argas para el misionero!
¡Cuántos trabajos m alogrados en un instante!
Escena de la pelicnla “Los mártires del Japón**.
¡Cuántos frutos de sal\"ación que empezaban
E l niño Anionio consolando a su madre desde la cruz.
22
humano, 110 todos, sin embargo, nos abando
naron. Hubo un número consolador de cristia
nos y de catecúmenos que, agnipados en tomo
del misionero, desafiaron, a pie firme, las iras
del temporal y no dejaron de venir ni un solo
día, mañana y noche, a ofrecerse y a rogar
delante de Jesús Sacramentado, dispuestos, si
el caso lo hubiese requerido, a sacrificarse como
víctimas expiatorias por la conversión de
aquellos pobres compatriotas suyos que se
prestaban al juego del demonio y nos hacían
objeto de sus persecuciones, de los cuales —
efecto sin duda de las oraciones de estas almas
buenas — tres se me han presentado, liltiniamente. para ex])resamie su arrepentimiento
y pedimie que Ies iustniya en nuestra santa
Religión.
María A uxiijadoka
fll induyeníe y fervoroso cafólico japonés Sr.Hirayama.
V
¡xjr más de 30 jx;rsouas... Está visto que no
]XKÍÍainos tener autoridad para bautizar a
otros, sin haber recibido nosotras el bautismo
de la persecución, q\ie es el sello de las obras
de Dios.
U n 1‘ uÑado de amigos i'ieles , — Aunque
la desbandada, como he dicho, fué general,
huyendo unos por miedo y otros por respeto
nos envía un anoeu .
— Cuando niás furiosa era la tormenta, llegó
de Tokio, sin anunciarse y sin que ni yo ni
ninguno de nosotros la conociésemos, la Sra.
Hirayama, noble y crütísima cristiana.
A pesar de su aspecto elegante de dama
distinguida, parece más bien hombre que mu
jer, por su decisión y energía, y habla con gran
facilidad, y hasta con elocuencia. Enterada
la buena Hiraj'ama del zafarrancho que a costa
de los PP. Misioneros se había amiado en
Beppu, creyóse en la obligación de acudir en
■
4
Escena de la peltcala “Los mártires del Japón”.
Et niHo Anionio quitré accmpaHar a¡ misionero hasta el martirio
23
Escena de la película “Los mártires del Japón".
Penoso viaje desde Osaka a Nagasaki.
defensa de la verdad y de la fe que arde en su
alma e, inspirada sin duda por el cielo, tomó
el tren con un regular bagaje de recomenda
ciones de varios ministros, entre las que figu
raba una muy expresiva del Presidente del
Consejo.
Llegada a la ciudad, \nsitó a todas las auto
ridades locales y provinciales y luego reunió
a todos los periodistas, explicándoles el verda
dero objeto de las Misiones católicas, y con
virtiendo en fútiles vedejas de hiuno los des
dichados infundios que habían hecho circular,
sobre las enseñanzas de los Padres. Sus pala
bras. como tocadas de ima virtud superior,
surtieron efectos maravillosos; disipóse el nu
blado, la prensa rectificó y cuántos nos habían
atacado, no sólo confesaron su error sino
(jue prometieron no volver a meterse, en lo
sucesivo, con la Misión católica.
T.o i b i e x in t e r v ie n e u n e m b .^ja d o r . — Por
mi calidad de español acudí además a la Em
bajada de España en Tokio, y su intervención
fué eficaz en gran manera y digna de nuestro
más cordial agradecimiento. Al instante biyj->
llegar una enérgica nota a manos del Ministro
lie Estado japonés y, gracias a ella, el trato
de las autoridades locales se sua\-izó extraor
dinariamente. El Sr. Secretario de la Embajada
escribióme estas textuales palabras: «Espero
que le sea dada satisfacción, a la vez que faci
lidades para continuar su dignísima misión. Si
así no fuera y continuaran las vejaciones, no
dude en escribimos, porque el Sr. Embajador
no ha de cejar en su propósito de procurar,
en toda la medida de sns medios, favore
cerle ».
La Sra. Hirayama, l>ara convencer más y
más a los elementos que habiánse mostrado
liostiles y predispuestos contra nosotros, de las
lx>ndades y heroísmos que sabe infiltrar en las
almas nuestra Religión sacrosanta y de la
obra abnegada que los misioneros llevan a
cabo en todas partes, alquiló mi salái público
y proyectó, dos días seguidos, una película
estupenda sobre los mártires japoneses que
es de la propiedad de su marido, el Sr. Hirayaraa, cuya película arrancó lágrimas hasta a
los paganos de corazói más duro.
Se trata de una magnífica obra de arte, hecha
con insuperable maestría y opulento lujo de
detalles, de un verdadero «capo lavoro *, que
dirían los italianos.
Que Dios y la Virgen Auxiliadora recompen
sen. a la buena y providencial Señora, lo que hizo
en defensa de nuestra querida Misimi de Beppu,
y acepten estas tribulaciones sufridas por amor
suyo, esta sangre del corazón de sus pobres
misioneros, que ya han reanudado sus trabajos,
con más autoridad y fervor que
GACETILLA S ALESIANA
El Premio Infernacional “ Bressa” adjudicado al Salesiano P. De Agosíini,
por su expedición cienfíñca a los Andes.
El P. Alberto De Agostini, que se halla eii Turín
desde el mes de Agosto, acaba de ser premiado
con una distinción sólo otorgada a los hombres de
mayor relieve en el campo de la investigación
científica.
E l Premio « Bressa * consiste en la entrega de
dies mil liras italianas a «aquél que realice ima obra
científica suficientemente notable, de originalidad
destacada y de utilidad universalmente reconocida *.
A dicho Premio concurrieron este año, entre otros
candidatos, nuestro De Agostini con su bagaje
valiosísimo de estudios de América, el sabio Petterson con siete trabajos, y Motas con uno. La
Real Academia de Ciencias de Roma ha elegido
al primero con esto halagador pronunciamiento:
los méritos científicos que posee son de tal naturaleza,
que lo hacen un autor digno de ser colocado entre los
más insignes exploradores de nuestros tiempos.
Concesionarios de esta tan valiosa distinción son
ya un buen número de sabios, entre los cuales
descuellan Hertz, Schiapparelli, Pasteur, Darwin
y últimamente el Duque de los Abruzos.
El P. De Agostini es el autor del Atlas famoso
que, con tanta aceptación, ha sido recibido en todo
el mundo y ahora, a su llegada de América, ha
hecho interesantes manifestaciones que nosotros
queremos aquí recoger.
Embarcó en Buenos Aires procedente de Bahía
PoUcarpo, que es la extremidad sur de la Tierra
del Fuego, o sea la punta magallánica fría y ator
mentada, más allá de la cual sólo existen las in
mensas y pavorosas .soledades australes. Bahía
Policarpo viene a ser un refugio aislado, donde aún
es posible alguna \*ida y, una vez cada año, es vi
sitada por un barco que tiene la misión de aprovi
sionar a sus escasos moradores.
El intrépido explorador y mirionero salesiano
ha empleado seis meses — los dos veranos de 1931 y
1932 — en estudiar la región patagónica de la cor
dillera, que se halla comprendida entre los paralelos
51*30 y 48*30, región desconocida hasta ahora casi
tanto como el Polo, no obstante la vecindad de
los centros habitados. Su viertiente occidental,
en ima extensión de 400 kilómetros, esta cubierta
por un manto no interrumpido de nieve que blan
quea en los picachos, se tiende sobre las altipla
nicies, colma valles y hondonadas y alimenta cen
tenares de corrientes de agua que van a precipi
tarse en los abismos patagónicos. L a de levante,
en cambio, deshace sus venti.squeros y los convierte
eu lagos maravillosos, escalonados en una cadena lar
guísima, que afecta las más variadas formas y di
mensiones.
En este trozo de cordillera — dice el P. De Agos
tini — los fenómenos glaciales adquieren aspectos
y movimientos muy interesantes, distintos de los
que se observan en otros sistemas montañosos, y su
desarrollo es tan extraordinariamente grande, que
sólo puede compararse con el de las regiones polares.
£1 Padre AD>erio De Agostini.
i
26
Picos del Fitz Roy.
El ventisquero Upsala.
27
Esto hace que el estudio de estos hechos sea
cosa importante, no sólo desde el ptmto de vista
puramente científico, sino además por las conse
cuencias de orden práctico que de ellos pueden
derivarse.
Nuestro explorador se propuso hacer un estudio
especial de los montes Slayo y Fitz Roy, del glaciar
Upsola y de los lagos de la región.
El monte Mayo fué superado por él en 1931 y,
ya dimos cuenta en este Boletín de que en los meses
del verano pasado, acompañado por sus dos guias
alpinos, esc^ó así mismo las alturas del Fitz Roy
hasta uua cota de 3000 metros. Si la ascensión
hubiese tenido carácter alpinístico, no cabe duda
que, con igual éxito, hubiesen llegado a la altura
máxima, que ose.la en los 3800, pero siendo el
objetivo puramente científico, no era necesario
subir más. Allí, en aquella montaña, verificaron
medidas, recogieron ejemplares típicos, minerales y
vegetales y determinaron las directrices formativas
de los diversos fenómenos glaceológicos.
Si interesante fué esta expedición, más lo fué
todavía la verificada sobre el inmenso glaciar Up
sola, que tiene 50 kilómetros de largo por unos
12 de ancho. Estos glaciares difieren de los de Europa
en muchas características que sólo interesan a la
ciencia y aquí no es posible exponer, pero uua
de esas diferencias salta desde luego e la vista, y
es que mientras en los Alpes p. ej. los glaciares
ocupan sólo depresiones montañosas de las cum
bres allí lo ocupan todo, dando la impresión de
sábanas gigantesca.» que hubiesen sido tendidas sobre
la cordillera, tapándola de un modo continuo, sin
dejar al descubierto ninguna roca.
El espesor de la nieve congelada, en algunos
puntos, e.s tan grande que llega a tener 200 metros,
pertectamcnle comprobados.
Laméntase el P. De Agostini de que las condi
ciones meteorológicas le hayan sido adversas. Al
B O LETÍN S A L E S IA N O
S e envía
los fríos y trajo las lluvias que, con su eugorroso
cortejo de molestias, nos hicieron poner fin a nues
tros trabajos.
El P. De Agostini va teniendo ya los cabellos
blancos casi como las alturas por él exploradas, pero
se siente lleno de robustez y con eiiergiassobradas
para reanudar sus tareas, así que termine el parén
tesis de un año y pico que él repula necesario para
el examen, estudio y catalogación de todo el ma
terial, traído en 14 grandes biu'le.s v valuado en
muchos miles de pesos.
Con estos cur¡o.sisimos ejemplares, arrancados
a la naturaleza virgen, trae ademá.s cenlcnare.s
de bellísimas fotografías - • el sabio explorador es
también uii artista — y algunos films impresio
nados por él, que vienen a completar y avalorar
más y más su valija científica.
Cuando haya estudiado y clasificado todo e.ste
abundante material, iufonnará el P. De Agostini
ante la Real Sociedad geográfica italiana y, en un
tomo ilustrado como los que ya han salido de .su
pluma, fijará el resultado de sus experiencias e
investigaciones.
Los Cooperadores Salesianos que, confesados y
comulgados, recen según ¡a intención del Romano
Ponlifice, pueden ganar:
Indulgencia Plenaria.
1) Un día de cada mes, a su elección.
2) El día en que hagan el piadoso Ejercicio
mensual de la Buena Muerte.
3) El día en que asistan a la Conferencia mensual
Salesiana.
y en cada uno de los siguientes dios:
E nero
i
a cuanfos desean lee rlo .
Besfa expresarlo y remifir, coa (oda claridad, las
sellas personales a: R e d o r M a y o r de ¡a P ía So
c ie d a d Sa/esiana - C o llo le n g o 32, Tarín (Ifa íia ).
llegar ai lago Viadena — dice — tuvimos que hacer
un alto de varios dias debajo de nuestras tiendas,
porque las continuas tempestades nos hacían im
posible todo movimiento. Los vientos soplaban,
va ocasiones, a razón de 200 kilómetros hora. Di
ciembre y Enero nos dieron pocos días de calma
y de sol, siendo desde luego intensamente aprove
chados. En cnanto a Febrero, la primera quincena
se presentó maravillosamente favorable, y nos
permitió hacer observaciones de im gran interés
científico y operar con la cinematografia, en con
diciones inmejorables. L a segunda quincena en
cambio, aunque prometía ser discreta, precipitó
j8
23
25
29
F ebrero 2
22
Circuncisión del Señor.
6 Epifanía.
Cátedra de San Pedro en Rom a.
Desposorios de la Sm a. Virgen.
Conversión de San Pablo.
San Francisco de Sales.
Purificación de la Virgen.
C átedra de San P edro en Antioquía.
Por concesión especialísima de S. S. Pió X I,
hecha al Rector Mayor de la Pía Sociedad, D. Felipe
Rinaldi (6 de Junio de 1922) todos los Salesianos e
Hijas de Mario Auxiliadora, con sus respectivos
cooperadores, alumnos y ex-aJumnos, pueden ganar:
1) Una Indulgencia Plenaria cada día, sólo con
elevar su corazón a Dios en medio de sus ocupaciones
habituales.
2) 400 días, cada vez que repitan el mismo acto
Para lucrar estas Indulgencias llamadas « del
Trabajo t únicamente se exige el estado de gracia,
hallándose dispensados de cualquier otro requisito.
Gracias obtenidas por intercesión
de María Auxiliadora y del Beato Juan Bosco.
TÍSPAÑA (Barcelona) Sanid • 7 Octubre 12. —
Iliilláudome en un trance difícil, me encomendé
con confianza ni Beato Juan Bosco, prometiendo
hacer púl)lica In gracia, si me alcanzaba lo que
le pedía. Mi siiplica fué completamente atendida,
y, lleno do gratitud, envío una pequeña limosna
rogando se publique esta gracia en el Boletín Salesiano.
ESPAÑ A (Madrid) Carabanchr.l Alto • 20 de
Octubre. — liará unos 6 meses un liermauito de
un alumno mío se encontraba enfermo de tal ma
nera que el médico pensaba hacerle una operación
difícil. Coniiando en el amor sin limites de María
Auxiliadora, empezamos una novena con unos
cuantos compañeritos de dicho alumno, comulgando
diariamente y rezando al mismo tiempo las oracio
nes recomendadas por el Beato Juan Bosco, y el
efecto no se hizo esperar. A los dos días la operación
ya no se necesitaba, y al terminar la novena había
sanado completamente.
Ultimamente, debiéndome presentar dos veces
con.secutivns a exámenes públicos, experimenté
visiblemente la protección de tan buena Madre,
utinuándomc más en la verdad de aquella frase
de San Bernardo: Jamás nadie ha acudido a la
protección de la Sma. Virgen sin haber sido es
cuchado.
lOracias, Madre mía, para mientras vival
V. C.
E SPAÑ A Salamanca - 17 de Octubre. — Hallán
donos, en una .situación económicamente difícil,
con toda íc y conñnnza acudí al Beato Juan
Bosco, haciendo con toda devoción su novena y la
tan recomendada por él a la R.eiua Auxiliadora de
los Cristianos. Por medio de su intercesión al
cancé lo que deseaba y ahora doy infinitas gracias
a tan excelentes abogados y recomiendo a las per
sonas necesitadas que acudan a ellos con seguridad
de éxito.
J. S.
ARGEN TIN A /íhíhos Aires - i Octubre. — Al
tener noticia dcl mal camino que había tomado
uuo de mu'strvis asuntos de familia, me cutrísteci
soorcmauera; pero recordando que María Auxilia
dora jamá.< desoye a sus hijos, que confiados la
invocan, a Ella me dirigí. La visible mano de Maria
Nxuttsima pronto se notó y lo que temíamos fuese
tatal, se arregló de una manera mejor de lo que
hubiésemos podido pensar. Dando gracias a Maria
Auxiliadora, cumplo la promesa de publicar la
gracia recibida.
N. N.
AR G EN TIN A Cipolletti - 7 Octubre. — Hacía
tres años que mi hermano sufría de una enfermedad
en el estómago.
Habiendo sido internado en un hospital, ya no
teníamos la esperanza de verlo sano, cuando me
decidí a hacer una novena al Beato Juan Bosco,
repitiéndola siete veces, hasta que tuve la dicha
de verlo restablecido.
Doy gracias de todo corazón al Beato Padre,
por haberme concedido este consuelo.
Y en prueba de gratitud enviaré una limosna
para las vocaciones.
M a f .4I.da M o n t e l p a r e .
AR G EN TIN A Fuerte General Roca - 7 Octubre. —
Desde más de 10 años un hermano mío sufría una
enfermedad crónica. Habiendo resultado infruc
tuosos los remedios humanos, encomendé el enfermo
al Beato Juan Bosco y con gran satisfacción recibí
la noticia de su sensible mejoría. Agradecida hago
pública la gracia, rogando a cuantos lean estas
lineas, acudan con filial confianza a la intercesión
valiosa de nuestro amado Pudre Beato Don Bosco.
S. C. R.
Hija de María Auxiliadora.
COLOMBI.A Barranquilla - Abril. — Una serie de
calamidades amenazaban a mi familia, a consecuencia
de la muerte de mi querido padre, acaecida pocos
meses há. Algunas personas, valiéndo.se de medios
malévolos e ilegales, quisieron apoderarse de los
bienes que el extinto había legado a la familia, y
dejarla sumida consiguientemente en la miseria.
Imposibilitado por la distancia de acudir a la
invitación de la familia para defender los derechos en
peligro, .puse la causa en manos del Beato Padre
y empecé al mismo tiempo una Novena. No la
había aún temiuado, cuando de mi casa me co
municaban que todo se había arreglado de manera
inexplicable.
Hago público mi testimonio de gratitud a la bon
dad del Beato, quien no sólo sabe ser padre y
médico en los casos desesperados, sino también
abogado justiciero en las causas humanamente
irremediables.
JosK M. L ievano R.
Saiesiano.
f
COLOMBIA Medellin. — En Septiembre del año
pasado me vi atacado de tifo. En tal situación
supliqué al Beato Juan Bosco me alcanzara la
curación, prometiéndole publicar el favor en el
Boletín S^esiano y enviar una limosna.
Habiendo obtenido pronto alivio, cumplo agra
decido mi promesa.
D a x i e l R e s t r e p o U.
Presbítero.
i
29
COLOMBIA Medellln - Agosto. — Hacía ya siete
meses venía sufriendo de una fuerte enfermedad
en la cara, producida por la infección del seno maxilar
derecho, habiéndome tenido que someter por seis
veces a fuertes operaciones, sin el resultado deseado.
Al aconsejar los médicos la última operación,
me encontraba muy preocupado de ver que se
hacía tan larga y penosa mi curación; entonces
recurrí al Beato J. Bosco por mediación de María
Auxiliadora, ofreciéndole una novena, y la comu
nión y pidiendo que, al final de ella, declararan los
médicos la completa curación; también prometí,
si la gracia me era concedida, enviar una limosna
para las misiones Salesianas y publicar el favor
en el Boletín Salesiano. Hoy, lleno del más vivo
agradecimiento al Beato J. Bosco, por el gran
favor concedido, al declarar los médicos mi completa
curación, cumplo mi promesa y no dejaré de enco
mendarme a él en todas mis necesidades.
P e d r o L u is O s o r io D .
E x alumno Salesiano.
CUBA - Camagüey. — Hl joven que suscribe hacia
próximamente ocho meses que no encontraba tra
bajo de ningún género para poder sostenerse, y
ya estaba tan afligido de ver su situación, que varías
veces le había comunicado a su señora madre el
estado de su ánimo y lo terrible que se le presen
taba el porvenir. A la sazón vino la imagen del
Beato Juan Bosco, que se colocó en la iglesia pa
rroquial de Sta. Ana y ese día la madre, llena de fe,
implora para su hijo la protección del Beato y
¡ cosa admirable! al regresar del templo, xm señor
se le acerca y le dice que inmediatamente avise a
su hijo, que próxima a su casa, tiene ima colocación.
Imagínese cual no sería su asombro y el contento
y reconocimiento de aquella afligida madre hacia
el protector de su hijo, que tan prontamente la
consolara.
Para que los que desean el apoyo del Bto. D. Bo
sco no duden en solicitarlo, publico este favor tan
palpable que conmigo obró.
C l e m e n c ia G o n z a l e s v d a d e R o d r íg u e z .
CUBA - Camagiiey. — El niño de 12 años de edad,
Ctíferino Rodríguez se hallaba en trance mortal;
dos médicos que le asistían dubaban del éxito de
una operación de apendicitis, por estar el apéndice
ya supurando en sumo grado. Al verse en tid situa
ción, recurrió con verdadera fe al Bto. D. Bosco y,
al subir a la mesa de operaciones, besó repetidas
veces la medalla del Beato que llevaba al cuello,
implorando su protección.
Dos meses luchó entre la vida y la muerte, pero
al fin triunfó la poderosa intercesión del Beato y
hoy se encuentra al lado de sus queridos padres,
gozando de una perfecta y completa salud, contra
lo que temian los mismos médicos.
Ce f e r in o R o d r íg u e z .
MEJICO (Jalisco) - Toñita. — Francisca Chacón
da gracias a María Auxiliadora por haber obtenido,
mediante la intercesión de Don Bosco, la salud a
dos sobrinos y al Pbro. Don Marccliano Ramírez
que estuvo al borde del sepulcro, a causa de un
tumor en el cerebro.
Muy agradecida por tan señalados favores, envía
una limosna para los huerfanitos de Don Bosco.
MEJICO - Monterrey. — Doy públicamente gracias
a la Sma. \’irgeu María Auxiliadora por haber
concedido la salud de un hijito mío, a quien tuve
gravemente enfermo, y al cual, después de haber
sido atendido por dos médicos y viendo que cada
día se agravaba más y más, puse bajo la protección
y el amparo de tan bondadosa Madre, prometién
dole hacer público este milagro si me concedía su
alivio.
Tan luego como hice esta promesa, noté que mi
hijito paulatinamente mejoraba, encontrándose a
la fecha enteramente bien. Al cumplir mi ofreci
miento, acompaño también una pequeña limosna,
pues así lo había ofrecido.
E n e d in a
o
.
de
R o sa les.
MEJICO Mo«/tfrrey - Junio. — Estando mi madre
en peligro de muerte, habiendo ya recibido los
Santos Sacramentos, y no encontrando en lo humano
ningún remedio, invoqué de todo corazón a María
Auxiliadora principiando una novena a tan buena
Madre, ofreciéndole una pequeña limosna para
su culto y publicar la gracia en el Boletín Salesiano.
Desde ese mismo día, se vió un notable cambio,
y antes de concluir la novena, habia obtenido su
salud.
Ahora, llena de gratitud, hago público este favor
y exhorto a todos a invocar en sus necesidades a
María Auxiliadora.
I.IBRADA LEDESMA.
MEJICO - Monterrey. — Hallándose una hija
mía con una grave enfermedad, le pedí a la Sma.
Virgen María Auxiliadora le concediera la salud,
ofreciendo una limosna para las Obras del Beato
Juan Bosco y desde luego la enferma comenzó
a sentir mejoría, y al presente se encuentra bien.
Muy agradecida a la Sma. Virgen, hago público
este favor en el Boletín Salesiano y envío la limosna
ofrecida.
I.SABEL B. Vda. DE D íaz .
U RU G U AY Montevideo - 3 de Setiembre. — La que
suscribe, hace pública manifestación de sincera
gratitud hacia Maria Auxiliadora y el B. Juan
Bosco, por una gracia alcanzada por la intercesión
de ambos.
Hace dos años, una tarde, hallándome en mi
casa entregada a mis tarcas, salí corriendo para cum
plir una misión. Llovía a mares y tuve la desgracia
de resbalar y caer de espalda. Tan recio fué el
golpe que quedé desvanecida, nadie me vió. Como
me llovía encima, recobré los sentidos, quedando
aturdida por el golpe, todo mi cuerpo dolorido, con
chuchos de frío y fiebre.
En tan amargo trance, recurrí a la gran Auxilia
dora y al B. J. Bosco, pidiéndoles que no me dejaran
morir tan sola. Ofrecíles, si sobrevivía, publicar la
gracia en el Boletín Salesiano y enviar una limosna
para los huerfanitos de Don Bosco. Fué oída mi
súplica: al día siguiente me encontraba mejor, y
segui mejorando aunque lentamente.
Hoy me encuentro bien, asi que agradecida,
cumplo mi promesa y doy gradas a mis bienhe
chores por este favor y muchos otros redbidos.
Pido perdón por haber tardado tanto en cumplir
lo prometido y envío la limosna ofredda...
Ca r l o t a O c a ío >o G ó m e z .
30
URU GU AY Montevideo - Junio. — Viéndome
uinciiuzftdu j)or un grave peligro, recurrí en mi
tribulación ni Beato Juan Hosco, prometiendo,
hí era escuchada cu mi.s suplicas, publicar la gracia,
y enviar una pequeíla limosna para las Obras Salesiauus.
Hoy con sincero reconocimiento cumplo gustosa
mi promesa.
hUISA, T i r a b o s c i i i .
URUGUAY Montevideo ■ Septiembre. — La que
.suscribe, en cumpliniieuto de una promesa, debe
manifestar que, habiendo e.stado gravemente en
ferma en el uño 1931, hn.sta el extremo de llegar al
estado comático, ya desahuciada por los médicos
y estar ya preparada con los Santos Sacramentos,
los buenos Padres Salesianos de los Talleres Don
Hosco pidieron a los fieles de la parro([uia María
Auxiliadora oraciones por mi restablecimiento, las
que gracias n Dios fueron oídas.
KncontrAndome hoy muy mejorada y consi
derando esta mejoria una gracia del Beato Don
Hosco, hago público mi agradecimiento en el ¡ioletln Salesiano por haberlo asi prometido y envío
una pequeña limosna.
IÍI.K>ÍA G . DK ANTUÑA.
VIíNEZUIÍI<--\. - Barcelona. — Desde hacia mús
de 8 años vcuíu mi esposo enfermo; habiendo sido
visto por varios médicos y operado dos veces,
últimamente, en el mes de febrero, se hizo nece.saria
una tercera operación que duró dos horas. Desde
esc mismo diu ambos empezamos una uovena ai
Beato Bosco, pidiendo la salud. Al empezar una
segunda uovena, dijo el médico era necesario volver
a operar; nosotros la proseguimos cou más devoción,
y a I0.S dos días, cuando éste vino y estando todo
preparado, encontró completamente bien la parte
operada y pa.sados ao días, vovia mi espo.so a sus
ocupaciones sin que desde entonces haya sentido
absolutamente ninguna molestia, gozando hoy de
buena salud.
Nuestros corazones agradecidos hacen pública
su gratitud a.sí como a los Rvdos. P. P. Salesiauo.s
de esta localidad, quiene.s diariamente daban al
enfermo la bendición de Muría Auxiliadora.
Cumplo el ofrecimiento de publicar la gracia y
envió una limosna para las t)bras Salesiana.s.
E spaña Sevilla. — Srta. Concepción Gándara.
E spaña (Tarragona) Selva del Campo. — Fran
cisca Cogul de Fonts.
IÍSPAÑA (Zaragoza) Fontiveros. — Varias personas
devotas.
E spaña (Zaragoza) Huesca. — Anita Ibarra —
E. Añoro.
A rgentina Avellaneda. — S. E. M. Hija de María
Auxiliadora.
A rgentina (Córdoba) Victoria. — María Elena di
Marco.
Colombia (Valle) Cerrito, — Camilo Garda —
Manuela de Tenorio — Silvia de Reyes — Abigaíl
de Lince — Emigdia O. de Bertín — Cecilia de
Domínguez — Lucrecia Tenorio — Marcos Brau
— Marino Lince — Elcias González — Gertrudis
de Ocampo — Bárbara de Mejía — Adán Reyes T.
MEJICO (Jalisco) Colima. — María Chacón de
Mancilla e bija — Esperanza Mancilla de Rodríguez.
Méjico (Jalisco) Guadalajara. — Familia Moreno
— Norberta Capacete — Antonio Manzano —
Dr. Salvador Carrillo — María A. Velarde —
Margarita — Trinidad Monroy — Trinidad Lara G.
MEJICO (Jalisco) Tonila. — María Negrete —
Florencia Silva.
MEJICO (N. L.) Monterrey. — Herminia M. de
Ornedo — M. F. de Guzmán. — Familia Delgado —
Una devota — Damiana Valdés — Paula M. de
Nájera — María Ayala Doria — José M. Villareal
Pbro — Una devota — María de La Luz Rodríguez.
— María Antonia Carrillo.
M líjico Matahuala — Rita Calderón.
MEJICO Puebla. — Un alumno salesiano.
MEJICO Ixtlan, Hay. — Refugio de Ulloa —
Paula Hernández.
MEJICO Jala, Nay. — Ignacia Partida.
E. U. A. (Tejas) Laredo. — Hilaría M. de Sán
chez.
VKNEZUEI.A Caracas. — Sofía Martínez Braudil.
V enezuela Zea. — Una devota.
Sin procedencia. — Anastasia C. de J. Hernández.
— María Isabel Moleón.
C a RNí HN JEN S.\ 1>K 1*RIUNA.
VENKZUEUA Caracas. - J4 Junio. — Doy infinitas
gracias al Beato Juan Bosco que alcanzó de María
Auxiliadora mi salud; espero me concederA también
otros favores que le tengo cneotuendado.s, pues
siempre he sido y seré su muy entusiasta y humilde
devota, y no cesaré de invocarle y propagar su
devoción.
E f i s .t Jim .\ n o A m o s .
D ú n (am b ién g ra c ia s a .M aría A u x iiia d o r a y
e n vían una íim o s n a :
E spa ñ a Barcelona.
Jo sefin a C. R ib a .
E spa ñ a (Is la de P u ertev en tu ra) B:!.incuri.i. —
I.. S. F. - Una devota
Fajardo.
María l>olores Silvera
Por infercesión
de nuestros Siervos de Dios.
Dan gracias al S. de D. Miguel Rúa. — Carlota
Ocampo, de Montevideo (Uruguay).
Dan gracias al S. de D. Domingo Savio. — Sobas
Ji^ rxet de Cerrito (Colombia) — Concepción
Cdndara de Sevilla (España) — .Sara Posada de
Carransa Jiménet, de Córdoba (Argentina) —
Un alumno salesiano, de Pttebla (ilójico).
Dan gracias a la S. de D. Dorotea de Chopitea. —
Miguel Tascón, de Cerrito (Colombia) — Una
Cooperadora, de yiedellin (Méjico).
Da gracias a la S. de D. María Mazzarello. — Una
devota, de Barcelona ( Venezuela).
NECROLOGIAS
Dña Teresa Mañero de Imbert.
Presidenta de la Archicofradia de María Auxi
liadora de Sarriá-Barcelona.
Imitó al Divino Maestro y de ella se puede decir
lo que de Jesús, pasó haciendo bien.
». - r
Esparcía en derredor suave fragancia de virtudes,
su piedad era profunda y al mismo tiempo sencilla
y afable: buena hija de María Auxiliadora, puso
sus ojos en el espíritu salesiano y lo practicó de
un modo exquisito.
Eué alma eucaristica, de comunión diaria que
recibió siempre mientras su salud se lo permitió:
y de su devoción a María Auxiliadora habla bien
alto el desarrollo de esta Archicofradia a la que
consagró sus entusiasmos y actividad.
Esposa ejemplar, hizo de su hogar un santuario
al que alegraba con los tesoros de su corazón:
madre modelo, educó a sus hijos en el santo temor
de Dios, mereciendo la gracia singular de que dos
de ellos se consagraran a Dios en la vida religiosa.
Pasó haciendo bien. En ella se habrá cumplido
abundantemente la palabra del Beato Bosco: Al
fin de la vida se recoge el fruto de las buenas obras.
ín memoria aeiema erit justas.
Requiescat in pace. Amen.
Mons. Eustasio Fernández.
Prelado domésiieo de Su Sanfidad.
Honda impresión de duelo ha causado en Cuba
la rápida desaparición de este ejemplar sacerdote,
cuyas raras dotes de inteligencia y de corazón
le habían granjeado,en vida, una estimación sincera
y cordial por parte de todos.
Español de nacimiento, ejerció su apostolado en
Yucatán, (México), donde era justamente apreciado
y en donde por vez primera subía al altar en 31
de Julio de 1907.
Desde 1914 hasta el 14 de agosto de 19^2, fecha
de su sentido fallecimiento, Da Habana fué su
campo de acción.
Su nombre se hallaba imprescindiblemente li
gado a todas las obras de celo y apo.stolado y aún
— constituyendo una característica peculiar suya
— a las empresas de dignificación social del sacer
docio.
Profesor del Seminario Conciliar. Capellán del
Colegio del Sagrado Corazón. Prelado Doméstico de
S. S., Tesorero de la Obra de la.s Misiones Parro
quiales, Fundador de la A.sociación Eucaristica In
fantil de los Pajes del Smo. Sacramento, condeco
rado, además con alta distinción, por la Cruz Roja
española, se distinguió cu su labor pro inmigrantes
indigentes españoles, con la creación y sustentación
de cocinas económicas, y consiguiendo repatriar gra
tuitamente por millares a sus connacionales, mere
ciendo el honroso titulo de Presidente de Honor
del Comité de Sociedades E.spañolas pro Emigrantes.
Quince días antes de su volada al Paraíso para
recibir el premio de los justos, había celebrado, con
esplendor inesperado y espontáneo, la fausta fecha
de sus Bodas de Plata sacerdotales.
Fué aquella memorable misa una de las últimas
en este valle de lágrimas y, por voluntad expresa
suya, la Schola Cantorum del Seminario Salesiano
de Guanabacoa tomó a su cargo la solemnidad.
No podía un alma grande cual la suya no sentir
simpatías por la Obra de regeneración del Beato
Don Bosco y asi, modelo del Cooperador Salesiano,
ejercía ese apo.stolado social de que ya hicimos
mención, oraba por el incremento de la Congrega
ción Saic.siana en Cuba, era propagandista incan
sable de la misma en el pulpito y en la conversación,
y aVm materialmente la ayudaba con su incondiClonada prestación j>ersonal, y con sus limosna.^
y obsequio.s.
A lacabarla Veladita-Homenaje, con ocasión de sus
recientes Bodas Sacerdotales, entre los pensamien
tos de su precioso discurso final, expresf> éste con un
énfasis conmovedor. • Gustoso ofrendo al Señor
mi rida. .si asi es su Wneplácito. por la perseveranría
de estas vocaciones tan proroetedoras *. El Señor
aceptó su ofrenda y ahora goza del premio que le
merecieron sus \*irtudes y sus apostólicos trabajos.
Descanse en paz.
32
Dr. Julio Lezana.
Confortado con los auxilios de la Santa Religión
entregó su alma a Dios, en Buenos Aires, este bene
mérito Cooperador Salesiano. El Dr. Eezana, juris
consulto de nota, era una de esas almas en que vi
ven hermanadas la ciencia y la fe ardiente con una
honradez acrisolada, y una bondad atrayente. Desem
peñó, en su larga carrera, importantes puestos
uúblicos. Pué magistrato, profesor, y en varios
nunca faltaban uno o varios huérfanos, cuya edu
cación era costeada por ella — manera deUcada y
eficacísima de ejercer la caridad — y el nombre
de esta Señora estuvo siempre unido a cuantas
iniciativas y acciones se encaminaron al socorro
de los necesitados, y al consuelo de los afligidos.
Enviamos a sus hermanos, tíos, y demás familia,
nuestro más santido pésame, por tan irreparable
desgracia, y pedimos a nuestro.s lectores una oración
en sufragio de la bondadosa dama sevillana, a
quien Dios, en su misericordia, habrá acogido en
su seno.
Recordad fambién en vuestros sufragios a:
(Zaragoza) Fontiveros. — Juliana Herrero
— Susana Luengo.
Cot.OMBiA (Valle) Caldono. — Lorenza Vivas de
Sandoval.
MEJICO (Nayarit)Com/>os/efíí).-Srta.ElenaBorrallo.
MEJICO León. — El Sr. padre de la Srta. María
Guadalupe M. Valverde, sobrina del Exemo. Sr.
Obispo de aquella diócesis, y muy conocido y
apreciado, por su caridad y excelsas dotes de
caballero cristiano.
E spañ a
Una ganga maravillosa, útilísima,
fácil de obíener.
periodos Gobernador, en ios Terntonos del Sur.
ho mismo que el recordado Dr. Tollo, el Dr. Lozana,
.«ucesor suyo en el Gobierno del Territorio del Chubut, ayudó a las misiones Salesiauas en sus obras
do benefioenoia social. Fué amigo y admirador del
P. ncriiardo Vacchiua, que puede ñamarse el após
tol del Chubut. Una plegaria para su alma.
Doña Carmen Benjumea Taravíllo
Condesa Vda de Colombi.
Falleció esta cristianísima dama en Sevilla (Es
paña) el 31 de Octubre p. p. confortada con todos
los auxilios de nuestra santa Religión.
El luto que su muerte produjo en aquella ciudad
es muy grande, pues la linajuda Señora era alli
muy apreciada, por sus excelsas virtudes, y por
las innumerables obras de caridad, en que (omó
parte, muchas de las cuales, celosamente silencia
das por su modestia, tan sólo ahora se han conocido.
En la bella ejecutoria de sus actividades benéñeas
figuran, entre otros tltuliw de legitimo orgullo, el
haber sido fundadora de los Colegios de huérfanos
de Correos y Telégrafos y del Hospital de la Cruz
Roja y de la Asociación í L o.s amigos del niño », el
de iuiber de.sempeñado las Se’oretarius del Ropero do
Santa Victoria y de lu Acción Católica de la mujer, etc.
Los Sale.si.mos de aquella ciudad no olvidarán
nunca que, en las horas de angustia y desolación,
experimentadas cuando en IQJ7 ocurrió el incendio
fortuito do su Colegio, la egregia Condesa de Co
lombi fué una de las personas que mayores (xmsuelos les proiligarem, saliendo u pedir, de puerta en
puerta, ci^n una Comisión de Señoras, como ella
doblemente nobles por la aristocracia de la sangre
y por li. bondxid del corazón, a fin de remediar,
en lo posible, los terribles estragos de aquel incendio.
En los Escuelas Salcsianas de aquella ciudad
es la concesión espiritual, que ha hecho la
Iglesia, a cuanto.s dan su nom bre a la Pía
Obra del Sgdo Corazón de Jesús de Roma.
P or la lim osna insignificante de una peseta,
o cantidad equivalente, entregada una sola
vez, puede cualquier persona tener derecho
a la participación en los frutos de seis misas
diarias, que se celebran, y perpetuam ente se
celebrarán en la Basílica del Sgdo. Corazón
de Jesús de R om a, segiin las intenciones de los
oferentes o suscritores.
L as lim osnas recibidas por este conducto
(lestíiumse, de m odo exclusivo, a prom over la
gloria de Dios y los intereses culturales de
la sociedad, acogiendo niños pobres y abando
nados para educarlos cristianam ente.
¿Quién no contribuirá con algunos céntim os
que con tan ta facilidad se gastan a esta in vi
tación m aternal de lu Iglo.sia, que m ira á
ideales tan nobles y caritativos?
¿Quién no siente la lu.'i'esidad de asegurarse
lu benevolencia d h in a cu este m undo y en
el otro, niecliante la aplicación de los m éritcs
infinitos dcl San tó Sacrificio del altar?
¿Q uién no tiene alm as queridas, viv as o
difuntas, a quienes obsequiar con tan esj^léndido regalo espiritual?
N o tardéis cu pedir Hojas de su.ccripcion.
R k cto r M.\y o r d e lo s S aleslak os - Cottolengo 32 - Tarín (109) (Italia).
C o a » p r o lm tíá m d e le m m lo rid e d e e k x fé s lic a .
D ire c lo r-m p o o s a h le : D . D O .M I N G O G A K N E R l.
E sla U cc iia k o lo T ip . de la S o cied ad Editora laternacioaal - Tarta
C o r e o R e g ia * M a r g it e f it a , ¡ T t .
-
Fecha
-
1933.01