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Título
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BS_1931_08
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Descripción
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Boletín Salesiano. Agosto 1931
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extracted text
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BOLETÍN SALESIANO
REVISTA DE LAS OBRAS DE DON B O SC O
Surge el entusiasmo.
Iái noticia dada en ei último número del Bol-etin acerca de las próximas Bodas de oro
de nuestro venerando Rector Mayor, D. Fdipe Rinaldi, y la propuesta de levantar en la
Basílica- de María Auxiliadora un altar en honor del Beato Don Bosco, como homenaje en
ocasión de tan fausto acontecimiento, han sido recibidas por doquiera con el más vivo entu
siasmo.
Han llegado ya belh'sinias cartas de férvida adhesión aplaudiendo la idea; y no pocos
de nuestros más fervientes Cooperadores, con admirable entusiasmo han querido tener el
anhelado honor de ser los primeros en demostrar con sus generosas ofertas el amor por Don
Bosco y por su Sucesor.
La urgencia de mandar a la imprenta el Boletín no nos permite ocupar la atención de
nuestros beneméritos Cooperadores sobre este argumento; volveremos sobre ello en los próxi
mos números. Por ahora nos limitaremos a constatar con viva satisfacción que nuestra notída ha despertado doquiera un ampHsimo eco de asentimientos y adhesiones para una ac
ción que promete ser ubérrima.
^ ciertamente ^ te para nosotros un consuelo y una alegre esperanza.
El amadísimo Rector Mayor, antes de entmr en el año 50® de sacerdocio confía i>odcr
con el auxilio de Dios y de los buenos Cooperadores, completar la serie de obras que su
celo ha ideado para el desarrollo de las Misiones. El, en efecto, ha dado en estos años
vida a numerosos Institutos para el fomento de vocaciones misioneras: recordemos los
de Ivrea, Penango, Bagnolo, Gaeta, Astudillo (España), Shrigley (Inglaterra) para misioneros
sacerdotes; el de Conde Rebaudengo de Turín para coadjutores jefes de taller, y el de Cumiana para coadjutores jefes de colonia agrícola.
En los próximos meses el Sr. D. Rinaldi abrirá el noveno instituto misionero en MontoUne (Crema) dtótinado a formar coadjutores catequistas para las misiones. Además del estu
dio concienzudo del Catecismo, los jóvenes aspirantes estudiarán: Nociones prácticas de
Higiene y de enfermería; Contabilidad; Nociones de Agricultura; y se les instruirá en los ofi
cios de sacristanes y roperos para poder desempeñar varios empleos y ser de gran ayuda a
los misioneros sacerdotes
Con este último Instituto nuestro venerando Rector Mayor perfeccionará ima obra que
ha p>odido desarrollarse con la genercea ayuda de tantos beneméritos cooperadores y admi
radores. Esta, por los resultados fructíferos que ha dado 3ra, y por los que promete para
d porvenir, forma uno de los trabajos más meritorios del Rdo. Sr. D. Felipe Rúialdi, y
proclama en alta voz el vivísimo celo que le anima por la salud de las almas, siguiendo en
esto las huellas del Beato Don Bosco.
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Vocación maravillosa y probada
N u e vo s h o riz o n te s .
Margarita sintiendo que Juanito hubiese
perdido tanto tiempo, tomó la resolución
de mandarlo a Chieri para comenzar los
estudios con toda la seriedad que la vocación
del hijo requería. Con su habitual sonrisa
comunicó al joven la alegre nueva y comenzó
a prepararle el ajuar. Juanito por su parte,
dándose cuenta de las estrecheces de :asa
dijo a la madre: S i me lo permitís, tomo dos
sacos y me voy de puerta en puerta para pedir
que me ayuden las familias del pueblo.
Margarita consintió. Duro era el sacrificio
que Juanito se imponía al decidirse a implo
rar la caridad para sí; pero se sometió a esta
nueva humillación venciendo la repugnancia
que la naturaleza sentía y acordándose de
las palabras del sueño: Hazte humilde. Fué
por tanto de puerta en puerta a cada una
de las casas de Becchi y Murialdo e:^oniendo
la necesidad en que se encontraba. Das fa
milias le acogieron con cariño y todas le
socorrían según sus escasas fuerzas, y así
pudo reunir pan, queso, grano y una pequeña
cantidad de dinero.
Mas lo poco que la buena voluntad de los
vecinos de Becchi y Castelnuovo le propor
cionaron no bastaba ciertamente para pagar
la pensión; y una buena señora se presentó
al párroco de Castelnuovo, quien por su
parte hizo lo que pudo para procurar una
cierta suma que puso en manos de Marga
rita, que la recibió con vivo agradecimiento,
sirviéndose de ella para completar el ajuar
y pagar los priiiieros meses de pensión id
hijo querido a quien ya. veía camino del
logro de sus deseos.
Al mismo tiempo la buena madre se dió
pri.*^ para buscar personas verdaderamente
cristianas donde colw ar al hijo en pensión;
y, por consejo del párroco, escogió la casa
de una piíidosa viuda llamada Lucía Matta
que precisamente se había trasladado hacía
poco a Chieri con el propósito de poder v i
gilar mejor al único hijo que tenía, a la sazón
estudiante. Fué establecida la pensión en
21 liras mensuales; pero como la pobre Mar
garita no podía pagar entera dicha canti
dad, convinieron en que Juanito satisfaría el
resto prestándose para los servicios de la
casa. Hechos los pobres preparativos, el día
después de la Conmemoración de los Fieles
Difuntos del año 1831, Margarita entregaba
al hijo medio hectolitro de trigo y doce li
tros de maíz, para que comenzara a pagarse
la pensión.
¡Es todo lo que puedo darte — dijo la santa
madre — en lo que falta pensará la Provi
dencia! Un vecino del pueblo, Juan Becchis,
deseoso de dar al amigo querido una prueba
de su afecto, no teniendo cosa alguna que
darle, se ofreció a llevarle en su carro el baúl
y los sacos de grano hasta Chieri gratuita
mente; y al día siguiente, puestos sobre las
espaldas de Juanito un saquito de harina
de trigo y otro de maíz para venderlo en
Castelnuovo y sacar algún dinero para com
prarse libros, papel etc. la piadosa madre
partió con él, mientras el hermano José
se despedía conmovido deseándole buena
suerte.
En Castelnuovo se encontraron con Juan
Filippello, que era de la misma edad que el
Beato, y Margarita, debiendo despachar al
gunos asuntos en el pueblo, le rogó acompa
ñara a su hijo hasta Chieri donde ella no
tardaría en juntarse. Filippello accedió de
buen grado, y recibidos unos cuartos, se
puso en \daje con Juanito.
Después de la mitad del camino, llegados
a Arignano, se sentaron un rato. E l Siervo
de Dios refería al compañero los estudios que
había hecho y las cosas que había aprendido
asistiendo a los sermones y a las instrucciones
del Catecismo; le daba cuenta de las obras
de caridad que se proponía practicar, y le
contaba hechos edificantes con oportunas y
sabias reflexiones. Filippello, extasiado le
interrumpió diciendo:
— f Vas ahora al colegio, apenas has comen
zado a estudiar y ya sabes tantas cosas? Pronto
serás párroco.
E l Siervo de Dios mirándolo atentamente
le dijo: — i Párroco yo? ¿Sabes tú qué quiere
decir ser párroco? ¿Sabes tú cuáles son sk>
obligaciones? Cuando él se alza de la comida
o de la cena, debe pensar: yo he comido, pero..-
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;y wts ovejas habrán todas podido acallar el
hambre? Lo que él posee, fuera de lo necesario,
dée darlo a los pobres. ¡ Y cuántas otras gravisimas responsabilidades! ¡A h! querido Filippello, yo no me haré párroco. Voy a estudiar
porque quiero consagrar mi vida a los niños.
Esto dicho, se pusieron de nuevo en camino,
absorto Füippello en el pensamiento del
epíritu de caridad que animaba a su com
pañero de viaje. Más tarde, en 1884 el mismo
Don Bosco le recordará este diálogo, aña
diendo: ¿Me he hecho párroco?
en la Moglia y en Castelnuovo; después de
haber tenido oportunidad de conocer las
inclinaciones, los defectos y las costumbres
de los jov^encitos en los caseríos, en los pue
blos y en las villas, la Providencia le Uex'a
a la ciudad, donde turbas de jóvenes estu
diantes y artesanos le ofrecerán campo de
acción para nuevas obser\’aciones, que ser
virán para prepararlo mejor a la futura mi
sión que el Cielo le confía.
Sin embargo el camino será largo y Cv'^piuoso. La vida de los estudiantes en aquellos
Juanilo Bo&co implora la cari lad para poder seguir su» estudios.
No tardó Margarita en unirse a su hijo en
Chieri y presentarlo a la señora Lucía Matta,
consignándole también los cereales y el poco
dinero, y diciendo:
— Aquí está mi hijo y aquí el importe de
A? pensión. Yo he cumplido mi parte, mi hijo
cumplirá la suya; espero no estaréis desconicn'.- de él.
V conmovida, pero llena de santa alegría,
yol\-ió a su casita aquella incomparable
mujer.
E n C h ie ri.
Juanito no, había aún superado toda la
prueba a que el Señor le quería someter. Des
pués de su estancia en Murialdo, en Capriglio,
tiempos no era tan fácil como en nuestros
días, y Juanito debía ex}>erímentur las estre
checes, las dificultades, las privaciones, los
peligros, para que más tarde supiese afectuo
samente socorrer, proveer y compadecer a
tantos otros jóvenes que al igual de él, sola
mente a través de un sendero sembrado de
cruces llegarían a la suspirada meta.
La ciudad de Chieri yace en una amenísima
llanura suavemente inclinada al pie de las
amenas colinas que la rodean. En los tiem
pos en que el Beato llegaba por primera vez
a esta encantadora ciudad, ésta contaba
nueve mil habitantes: en sus veinte fábricas
de hilaturas de algodón trabajaban cerca
de cuatro -mil operarios y quiniento.s en las
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de seda. Sus mercados eran los más céle
bres en el Pianionte. Crecido Juanito entre
los bosques, sin que hubiese visto más que
algún pueblecito de provincia, parecía na
tural que le llamse la atención el encontrarse
en una ciudad de hermosas calles que em
bellecían suntuosas iglesias, magníficos pala
cios, suntuosos conventos y grandiosos insti
tutos de educación para la juventud, como
el Seminario y el Colegio establecido en el
antiguo convento de Santa Clara. Añádense
a estos varios otros monumentos que recor
daban las pasadas glorias. Juanito no se dejó
distraer ni seducir por nada de esto.
P rim e ra s im presiones-
«La primera persona que conocí — escribe
el Beato — fué el sacerdote D. Eustaquio
Valimberti, de grata memoria. Este santo
sacerdote me dió muchos y buenos avisos
acerca del modo de mantenerme alejado de
los peligros: me invitaba a ayudarle la misa,
ocasión que aprovechaba para hacerme al
guna recomendación. 1$I mismo me acompañó
al prefecto de las escuelas, P. Sibilla, domi
nico, y me dió a conocer a los otros profesores.
Entre tanto habían comenzado las clases.
Como quiera que los estudios hechos hasta
entonces habían sido tan irregulares, te
niendo conocimientos de todo un poco, pero
que en la práctica eran bien poca cosa, me
aconsejaron comenzase por la sexta clase,
que correspondía a la preparatoria de ba
chillerato. E l maestro de dicha clase, T . Pugnetti, también de grata memoria, usó
conmigo de mucha caridad. Me atendía en
clase, me invitaba a su casa, y movido a
compasión por mi edad y mi buena volun
tad, no ahorraba trabajo por ayudarme.
Pero mi edad y nii corpulencia me hacían
aparecer entre mis compañeros como ima
espingarda. Ansioso de quitarme de aquella
situación, después de dos meses, habiendo
obtenido el primer puesto, pasé a la dase
siguiente, y después de otros dos meses,
pasé a la cuarta dase, correspondiente a
nuestro segundo curso de bachillerato.
Era en esta clase profesor D. José Cima,
hombre severo en la disdplina Al ver comixirecer en la dase a mitad del año un
alumno tan alto y tan grueso como d mismo
maestro, bromeando dijo en plena escuela:
• - Este o es un gran topo o un gran ta
lento.. ¿Qué decís? — Yo. aturdido ante
aquella austera presentación, dije: — Vn
término medio: es un joven que tiene buena
voluntad de adelantar en los estudios y cum
plir con su deber.
Agradaron estas palabras al profesor, quien
con su habitual afabilidad añadió: — Si
tienes buena voluntad, estás en buenas ma
nos. ¡Animo! y si encuentras alguna dificul
tad, manifiéstamela, que yo procuraré que
todo se allane. — I^e di las gracias de todo
corazón.
P ro d ig io s a memoria.
Haría dos meses que me hallaba en esta
clase, cuando un pequeño incidente hizo q«
se hablase algo de mí. Un día el profesor
explicaba la vida de Agesilao, escrita por
Comelio Ñipóte Aquel día no había llevado
conmigo el libro, por habérmelo olvidado en
casa; y para ocultar al maestro mi ohádo,
tenía abierta delante de mí la gramática
de Donato. Como no sabía a qué cosa pres
tar atención, mientras escuchaba las pala
bras del maestro, volvía las hojas, ya de una
parte, ya de otra. Diéronse cuenta los com
pañeros: comenzó a reirse uno, continuó
otro, de modo que al poco rato toda la
clase estaba en desorden.
— ¿Qué pasa? — preguntó el profesor.
Como todas las miradas se dirigían a raí.
me mandó hacer la construcción del párrafo
que él había leído, repitiendo la explicación
que él había hecho. Me puse en pie y, te
niendo todavía la gramática en la man*»,
repetí de memoria el texto, hice la construc
ción y la traducción con todos los comen
tarios que el maestro había hecho momentos
antes. Cuando hube terminado, los compañe
ros casi instintivamente prorrumpieron en
exclamaciones de admiración aplaudiendo
estrepitosamente. Imposible expresar la fu
ria que se apoderó del profesor; pues, según
él, era la primera vez que se alteraba la
disciplina en su clase. Me dió un pescozón,
que yo procuré esquú^r inclinando la ca
beza; después con la mano puesta sobre la
gramática, exigjió de los más próximos le
expusieran la causa del desorden. Estos,
mientras yo me disponía a exponer humil
demente la cosa al maestro, dijeron: —
Bosco tenía siempre la gramática delante,
y ha leído y explicado el texto como si en
las manos hubiese tenido el libro de Comelio.
— El profesor, tomó la gramática, me hwo
todavía continuar otros dos períodos, y al
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instante pasando de la cólera al estupor y
a la admiración me dijo: — Por vuestra fe
liz memoria os perdono el olvido que habéis
tenido: procurad serviros de este don extraoidinario, que el cielo os ha concedido, sola
mente para el bien.
E ¡ so ñ a d o r.
Pero además del talento y la memoria,
parece que de cuando en cuando se mani
festase en Juan Bosco otra virtud secreta
tado por el maestro, le respondió ingenua
mente que lo había soñado, causando el
hecho grande estupor.
Otra vez entregó la página del ejercicio
tan pronto, que el maestro juzgaba imposi
ble que un joven hubiese podido en tan breve
tiempo superar tantas dificultades grama
ticales; por lo que abrió y leyó atentamente
el pliego. Maravillado de encontrarlo sin
falta alguna, mandó que le presentara el
borrador. Juanito se lo dió. Nuevo estupor.
Margaríia da saludabla» conse)oa a su hijo anics da pariir para Chiari.
textraordinaria. Así lo creían algunos de sus
«ndiscípulos. (juienes narraron los siguientes
hechos.
Una noche soñó que el nia^tro había dado
d ejercicio llamado de los puestos y que él
estaba haciendo. Apenas despertado, saltó
'hl lecho y escribió el ejercicio, que era un
•hetado latino; después se puso a traducirlo
y en esto se hizo a>Tidar de im sacerdote
amigo suyo. A la mañana siguinte el pro^^r da en clase precisamente el mismo
•jercicio que Juanito había soñado; así que,
^ vocabulario, y en poco tiempo, escribió
gerdeio tal cual lo recordaba del sueño,
P*'®etitándolo enseguida al maestro, quien
^ «iC‘ ;¡tró admirablemente hecho. Pregun-
É
K1 maestro había preparado aquel tema la
noche precedente, y habiendo resultado de
masiado largo, había dado solamente la
mitad: y en el cuaderno de Juanito lo veía
todo entero, sin una sílaba de más ni de
menos. ¿Cómo se explicaba aquello? H1
Siervo de Dios lo confesó: jLo había soñado!
Otra noche soñ6 que su hermano Antonio,
haciendo el pan en casa de la señora Damevino, en Becchi, le había asaltado la fiebre,
y que encontrándolo por la calle le dijo:
— Me siento con fiebre; no puedo tenerme en
pie; tengo que irme a descansar.
A la mañana siguinte contó el sueño a
sus compañeros, los cuales súbitamente
exclamaron: • Ten por cierto que es como tú
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dices ». — Y así era en efecto. Por la tarde
llegó a Chieri su hermano José, al que sin
más preguntó Juanito:
— ¿Está mejor Antonio?
Maravillado José respondió:
— Pero, ¿sabes ya que está enfermo?
— Sí, lo sé, replicó Juanito.
— Creo que sea cosa de poco, añadió
José; lo cogió ayer la fiebre, mientras estaba
haciendo el pan en casa de la señora Damevino; parece que ya está bastante mejor.
Por estos y otros hechos semejantes, los
compañeros de pensión comenzaron a lla
marle el soñador
U n g r a n feaoro.
Grande era el ascendiente que adquiría
con estos dones entre sus compañeros, y este
ascendiente crecía aún más viendo en él un
joven modelo en el cumplimiento exactísimo
de sus deberes religiosos. En la frecuencia de
Sacramentos era admirable. «Fué para mí
— dice él mismo — una gran fortuna la elec
ción de un confesor estable, desde el primer
año que estuve en Chieri, en la persona del
teólogo Maloria. Siempre que me acercaba
a él me recibía con exquisita bondad, ani
mándome a confesarme con mayor frecuencia.
Era muy raro en aquellos tiempos encontrar
quien animase a frecuentar los santos sa
cramentos, y yo no recuerdo que ninguno
de mis maestros me la haya recomendado.
El que se confesaba y comulgaba más de
una vez al mes, era considerado como de los
más virtuosos; y muchos confesores no lo
permitían. Si yo no fui arrastrado por los
compañeros a ciertos desórdenes, se lo debo
ciertamente a este santo coTifesor».
En los exámenes finales fué pasado al
tercer curso, habiendo en un solo año hecho
tres clases.
qiu'simo aficionado al estudio. Rogó, pues
a Juanito que le diera lección, no obstante
de estudiar un año más adelantado que
Juanito. E l Siervo de Dios aceptó el enca^
y se cuidó del joven como de un henmno.
A las buenas, con regalitos, con entreteni
mientos domésticos, y más aún inspirándole
amor por las prácticas religiosas, se lo con
quistó de tal manera, que después de seis
meses, el estudiantino disipado, indócü y
caprichoso se había transformado en un
joven dócil, obediente, estudioso, de tal modo
que mereció de los profesores el puesto de
honor en la clase. L a que no cabía en sí de
gozo era la buena Lucía, al ver a su hijo
transformado; y en premio perdonó a Juanito la pensión, quedándole a él sólo los
gastos de libros y vestidos.
Era la Divina Providencia que disponía
de este modo que se ajercitase en este otro
ramo de su futura misión, y él lo hizo con
amor y con fruto sin dejar de adiestrarse
en aquellos otros que Dios le había hecho
aprender ya antes. Su actividad no tema
reposo. En las horas que un estudiante suele
dedicar al recreo, se ocupaba en trabajos
manuales. Así pudo aquel año, frecuentando
al taller de un carpintero, aprender lo más
indispensable para arreglar y construir al
gunos muebles.
No abandonó tampoco la misión que ^'a
había ejercido en Becchi, la Moglia, Castelnuovo, etc.; pues siendo bueno y piadoso
sin ostentación, no tardó en conquistarse la
benevolencia y el afecto de todos sus com
pañeros. Primeramente comenzaron a reu
nirse en tom o de él para recrearse y escuchar
de sus labios las hermosas relaciones de su
ameno repertorio, después venían para ha
cer sus ejercicios de clase, y finalmente sin
njotivo alguno corrían a él como ya lo hacían
los compañeros de JIurialdo y CastelnuoTO
P r im ic ia s de un a p o sfo la d o .
Siguiendo los consejos de su madre, fué
durante aquel ano obedientísimo a Lucía,
la patrona, de lo que repAtó grandes ven
tajáis; pues viéndole ella tan diligente en los
humildes seridcios de casa, que según lo
coin^enido debía prestarle, viéndole tan
asentado, piadoso y adornado de tan bellas
cualidades, no pudiendo ella atender como
hubiera deseado a la familia, con gran satis
facción confió a Juanito su hijo único, de
carácter fogoso, amante de los juegos y po-
S o c ie d a d de ¡a A legría,
De esta manera nació la Sociedad de
Alegría: nombre muy apropiado para aquellas
reimiones; pues cada uno estaba obligado
a buscar libros, conversaciones y juegos que
contribuyesen a estar alegres; y al contrario
estaba prohibido todo lo que produjese tris
teza, especialmente todo lo que no fuese
conforme con la L ey de Dios. Por lo mismo,
quien hubiese blasfemado, o escandalizado
con sus palabras o acciones, era inmedia
tamente expulsado de la sociedad como in
digno de pertenecer a ella. Juan Bosco
estaba al frente de aquella compañía de ]6 \-enes, que de común acuerdo habían puegto
por base de la Sociedad estos dos artículos:
1° Todo miembro de la Sociedad de la
.4/egn'a debe evitar toda conversación, toda
acción que desdiga de un buen cristiano.
2® Exactitud en el cumplimiento de los
deberá escolares y religiosos.
«Todas las fiestas — escribe Don Bosco,
— después de nuestra reunión en el colegio,
íbamos a la iglesia de S. Antonio donde los
P.P, Jesuítas tenían admirablemente orga-
apartarlos del ocio y librarlos de compañías
no mny buenas, les procuraba oportunas di
versiones o los entretenía con juegos de
prestidigitación, a los que eran aficionadí
simos. Frecuentemente los conducía de paseo
fuera de la ciudad, teniendo estos paseoscomo fin la visita de cualquier parroquia o
santuario , donde entraban para adorar a
Jesús Sacramentado y saludar a una imagen
de la Santísima Virgen. Muchas veces se
internaban en las colinas que rodean a Chieri
y pasando de pueblo en pueblo se dirigían,
o a las bosques del Superga, o hasta la misma
ciudad de Turín donde, después de visitar
Juan Bosco aprende el oScio de carpíníero.
tuzado el Catecismo, en cuyas clases se con
taban numerosos ejemplos tan bien escogidos
que se recordaban durante toda la vida
Durante la semana, la Sociedad de la Alegría
se reunía en casa de uno de los socios para
hablar de religión. A esta reunión acudía li
bremente el que quería. Nos entreteníamos
en amenas recreaciones, en piadosas confe
rencias, lecturas religiosas, etc.
No contento de dar buen ejemplo, movido
éel gran celo que le animaba por el bien de
sus compañeros, el Siervo de Dios se indus
triaba de mil maneras para atraer a la igleáa aun a aquellos que no pertenecían a la
Sociedad de la Alegría. Los domingos, des
pués de cumplir con sus deberes de buen
^^nstiano, y en los días de vacaciones, para
alguna iglesia y contemplar alguno de los
muchos monumentos, alegres y satisfechos sin
otro alimento que un trozo de pan con algunos
céntimos de castañas emprendían de nuevo la
vuelta a casa. ¡Se quiere tan poco para entre
tener a los corazones sencillos e inocentes!
Terminado el curso escolar (1831-32) vol
vió a Castelnuovo. Los amigos de Murialdo,
de los cuales no se había olvidado, habiendo
sabido que venía para las ferias de otoño,
corrieron a su encuentro y le acompañaron
desde un buen trecho en triunfo hasta la
casa materna.
Esta escena se renovaba iodos los años
y siempre con una fiesta especial. También
entre los jovencitos de Castelnuovo fué in
troducida la Sociedad de la Alegría.
m
232
L as vacaciones.
E) haber hecho tres cursos eu un año le
ciaba ({ue pensar, si habría quizá corrido de
masiado; por lo que manifestó a su madre
la conveniencia de encontrar «¡uien le diera
repetición, y al efecto la madre habló con el
novel sacerdote Teol. José Vaccarino, quien
se negó alegando el mucho trabajo que tenía
y la necesidad de perfeccionar sus estudios.
.Más tarde este sacerdote manifestaba a un
salesiano el sentimiento que tenía de no halíer
aceptado, para haber podido tener la dicha de
decir que había sido maestro de Don Bosco.
Tronchada esta esperanza, Juan volvió
a la granja del Sussambrino, donde por sí
solo procuraba resolver las dificultades que
le ofrecían los libros de texto. Un día el
párroco 1). Dassano lo vio guardando las
vacas, con un autor latino en la mano;
había ya sabido c(ue deseaba mucho que le
dieran un poco de clase, he preguntó acerca
de sus estudios, le hizo leer un passaje en
alta voz. y (|uedó maravillado de la correcta
pronunciación, de la soltura y garbo con
que el joven Bosco recorría aquellas páginas.
Sin más habló con Margarita y le dijo: —
hlevadme a vuestro Juanito a la parroquia
y trataremos del asunto.
Al día siguiente Margarita fué con Juan a
ver al párroco, el cual por via de examen
le asignó algunas páginas de un libro suyo
para que las estudiase, diciéndole qiíe vol
viese después de un determinado número
de días para dárselas de memoria. Juan se
retiró y después de algunas luirás se j>resentó en la sala del párroco. Sorprendido
D. Dassano le preguntó qué motivo le traía
de nuevo; y oyendo que había aprendido la
lección^ al principio no quería creerlo; pero
insistiendo Juan resj>etuosamente, le dió li
cencia i>ara (jue recitase la lección, y lo hizo
con tal naturalidad y soltura tpie D. Dassano
maravillado ante la prodigiosa memoria que
en pocas horas había aprendido largas pági
nas sin que se confundiera en lo más mínimo,
mirándolo fijamente en el rostro le dijo:
— Pues bien, te daré clase, y si no tienes
inconveniente tendnis cuidado de mi caballo.
El vicepárroco que se hallaba presente
añadió:
- La clase se la daré \x): de este jo^•en yo
iSpen^ mucho bien.
Nunca la Prondeucia abandona a los que
en Ella confían.
Los Sres. Cooperadores Salesianos, además de
las indulgencias ordinarias que se detallan e*
el Reglamento, pueden ganar, cumpliendo los
requisitos de costumbre, indulgencia plenaria
los siguientes dias:
Mes de Agosto:
6
15
16
La Transfiguración del Señor.
Asunción de la Santísima Virgen.
San Roque.
Mes de Setiembre:
Natividad de María Sma.
12
Dulce Nombre de María.
14
Exaltación de la Sta. Cruz.
15 - Siete Dolores de María Sma.
»Q — Dedicación de S: Miguel ArcáugeL
8
S e is M is a s d ia ria s p erpe tu as.
Recordamos a nuestros lectores il privilegio
extraordinario concedido por el Papa León XIII
{d. f. m.) a nuestro B.io P. Don Bosco en favor
de todos los que contribuyeron con sus limosnas
a levantar la Basílica del Sagrado Corazón di
Jesús en Roma o cooperen en lo porvenir al sos
tenimiento de aquella iglesia e internado de 4rús
V Oficios para niños pobres.
Basta entregar nna sola vez la limostm di
I i>eseta (20 centavos de dólar más o menos]
para tener derecho, en vida y después de muerk,
a la aplicación diaria de 6 misas, que se celebra*
en el altar mayor de dicha Basílica.
Pueden también ser inscritas, entregando por
cada una de elhis la misma litnosma, las perso
nas ausentes o fallecidas, ios cuales gozan igual
mente de dicha aplicación.
Para gozar de esta gracia tan extraordinaria
basta reunir en una lista los nombres de los qu
desean inscribirse y enviarla, junto con la li
mosna correspondiente, al Rector Mayor de los
Salesianos {Via Cotlolengo, 32 - Turin, nwItalia) o también al Sr. Director de la Casa salesiana más próxima y apenas inscritos en los
registros, empiezan a gozar de la aplicación
dichas 6 misas. Como testimonio de la insent'ción cada uno de ¡os inscritos recibe una cédul*
con su nombre y con la explicación detallad*
de este privilegio.
Los que ya conocéis este privilegio, dadlo •*
conocer a todos vuestros amigos y conocidos v
oeréis como no queda ni uno que no se ’:i>crib*
y que no haga inscribir a sus difuntos.
233
ECOS
DE
LA
Día de grato recuerdo
en e l primer Oratorio Festivo.
El Oratorio Festivo, obra genial del Beato
Don Bosco. granito de mostaza hoy convertido
C A S A -M A D R E
este año celebra sus Btxlas de Plata, y Sección
de Antiguos Alumnos. Dentro de esta líltima
sección se halla la Banda de Música * Card. Cagliero ».
El día 21 de Junio, fiesta del Patrono de la
Tnrin lllalía). — Oratorio Festivo — (Arriba) Grupo de ciciisfes del "Auxiliunt” con su Consiliario.
en árbol gigantesco cuyas ramas se extienden
por todos los confines del mundo y cuyos fru
tos la actual sociedad palpa con cristianísimo
realismo; esta sencilla al par que maravillosa
institución nacida del amor de un hijo del pue
blo por los hijos del pueblo; la obra llamada
3 regenerar la sociedad actual de la destrucción
por las doctrinas que minan la existencia de
lívida de los pueblos; la pupila de la Obra Salesiana. ha dado este año aquí en la Casa-Madre
tooestrasde extraordinaria pujanza, no obstante
b dora crisis económica por que actualmente
atraviesa la vida de todos los pueblos.
ba vida del Oratorio Festivo se desenvuelve
® tres secciones una más importante que la
<<ra; Catequesis infantil. Juventud Católica
representada por el círculo «Auxilium » que
Juventud, San Luis Gonzaga, quiso celebrar el
Oratorio esta fecha con un paseo e.xtraordinarír)
a la incomparable Escuela Agraria Misionera
Salesiana de Cuniiana.
A las cinco y cuarto se liallaban reunidos
niños, jóvenes y antiguos alumnos en el patio
del Oratorio Festivo formando todos el respe
table numero de 700. Abría pa,so el cuerpo de
ciclistas. Con la laureada banda de mú.sica
Cardenal Cagliero a la cabeza rompiendo el
aire con sus armoniosas marchas, bajo la
batuta del incomparable maestro Ferrari, .se
puso en marcha la alegre y bulliciosa cara
vana atrayendo inmenso públio) a su paso,
no obstante lo temprano de la hora. Llegados
a la estación de Porta Nova ocuparon los co
ches-tranvías al efecto preparados y en inedi<j
234
del mayor alborozo se emprendió el viaje por el
delicioso valle liacieudo la entrada triunfal
en la Escuela Agraria a las siete y media. A la
entrada del magnífico edificio, artísticamente
engalanado con banderas y gallardetes, estaba
toda la colonia misionera que recibió con cari
ñosa y nutrida ovación la llegada de los excur
sionistas. Acto continuo comenzó la misa que
tuvo que ser de campaña dado el número de
concurrentes. I-a misa fué de Comunión General
y la dijo el Rdo, Sr. Director de Cumiana, quien
a la hora de la Coniuiiión hizo un sentido fervorín que sirvió para caldear más y más los
corazones de los circunstantes disponiéndolos
a recibir el Pan de los Puertes.
Tenuinada la misa que niños, jóvenes y
hombres, bordaron con sus cantos, se repartió
un suculento y apetitoso desayuno que hizo
más agradable la caminata que desde el Oratorio
a la estación y del tnuivía a la Granja tuvieron
que hacer los expedicionarios. A continuación
y por grupas, se visitó la Granja que tiene algo
de maravilloso en su organización. Dada la
estrechez de que dispone el cronista, no le es
posible dar detalles de la visita. El grandioso
Gabinete de Química montado con todas las
exigencias modernas; la fabricación de queso;
el material de mecanismo agrícola, la extraor
dinaria pulcritud de los establos para las dis
tintas clases de animales; todo fué objeto de
grandísimos elogios por parte de los visitantes
a quienes acompañaban con bondad incansable
todos los superiores y maestros de la casa dando
detalles minuciosos de todo.
La comida tuvo' lugar para los pequeños en
el frondoso y amenísimo bosque contiguo a la
Granja, y para los mayores en el soberbio
portícado del colegio. Sazonado el sabroso ban
quete con el apetito que el aire balsámico dcl
campo produjo en los visitantes, ni que decir
tiene que se hizo honor a lo que en la mesa se
presentó, reinando durante toda la comida
fraternal y entusiasta alegría manifestada es
pecialmente al fin de ella en los brindis. Ha
bló primeramente el celosísimo e infatigable
Sr. Director del Oratorio Festivo, Don Manfrinó.
agradeciendo al Sr. Director, Superiores y alum
nos de la Casa de Cumiana la acogida frater
nal y el traU> exquisito de que habían hecho
objeto a las excursionistas, no faltando detalle
en cuanto pudiera contribuir a hacer lo más
deliciasas posibles las pocas horas cpie habían
lie pasar en su agradable compañía. Tomó
después la palabra el entusiasta consiliario de
las jóvenes que componen el Círculo «Auxilium »
D. Zortea, y en su lenguaje fogoso tuvo frases
felicísimas de aliento para aquella juventud,
que ahora miis que nunca ''tente la necesidad
de mantenerse fiel a los ,
ipios salvadores
que brotaban de los le!.'
i 's\x dignísimo y
activísimo Consiliario. lan^o» 1 ennosísinio e
improvisado discurso habló al corazón el elo
cuente D. Zortea, siendo interrumpido cot
frecuencia por estruendosos aplausos. Hizo uso
de la palabra a continuación el Presidente del
Círculo, Cav. Pisani, queridísimo de toda la
Asociación, agradeciendo las frases laudatorias
que le dedicara el Sr. Consiliario y ofreciéndolas
a los jóvenes'de la Asociación que agmpados
bajo la bandera de Don Sosco saben mantenerse
dignos hijos de tal Padre siguiendo los derro
teros por él marcados, animándolos a seguir
adelante sin desalientos ni desmayos.
Habló, finalmente, el dignísimo Presidente
de los Antiguos Alumnos, Sr. Giugni siendo sus
palabras el broche de oro de aquel ágape fra
ternal, en el que .todos unidos bajo un solo
ideal y cobijados bajo una sola bandera, la
bandera de Don Bosco, pasaron horas felices,
cuyo recuerdo vivirá eternamente en las almas.
Acabada la comida, la banda de música óe
la Eíscuela Agrícola obsequió a sus huéspedes
con un agradable concierto, y a continuacírá
se organizaron partidos de bochas entre los
Antiguos Alumnos, mientras otros se dedicarou
a seguir visitando la extensa finca.
A las cuatro de la tarde, se dió la Bendición
con S. D. M. cantándose con entusiasmo el
Ave maris stella y el Tanium ergo y terminando
con una sentida copla a María Auxiliadora
en la que todos pusieron todo el amor y la
alegría que embargaba sus almas.
Finahuente la banda«Cardenal Cagliero», dió
un amenísimo y selecto concierto de despedida
c¡ue arrancó de los Superiores y Alumnos de
la Escuela estruendosas ovaciones. Mientras
la banda daba su último adiós a la Casa Salesiana iban los pequeños recibiendo su sabrosa
merienda; y después que el Sr. Prefecto dd
Colegio obsequió a los músicos, se emprendió
de nuevo la marcha para tomar el tranria y
dirigirse de nuevo al sagrado nido del Oratorio,
satisfechos todos de haber pasado un día ai
la más cordial convivencia.
El sol escondía sus últimos rayos en el hori
zonte cuando, al compás de una airosa marcha
musical hacían los excursionistas su entrada
triunfal en el Oratorio en medio de las aclama
ciones *<16 numeroso público.
IMPORTANTE. — La relación ./•
huidariones y noticias salesiatias cuya pnyrr
cañón se desea en el Boletín Salesiano a
cesarlo que venga dirigida a esta dÍTCCC¡o>'Sr. Director del Boletín Salesiano Español,
Calle Cottolengo, 32 - Turín (^109). De no poiü'
esta dirección, es fácil que se extravien 'os cf'’
ginales, o que lleguen a la Redacción con exce
sivo retraso, viéndonos obligados, en consecuenc^e dejar de publicarlas.
235
C O O P E R A C IO N
Una de las pasiones del Beato Don Bosco
fue la Prensa.
La amó desde las primeras horas de su
sacerdocio. Y la amó porque en manos del
E F IC A Z
chas imprentas ». Y las tuvo, lo mismo en
Turín que en Marsella, enBarcelona que
en Buenos Aires, en París que en Lieja,
en Lisboa que en Munich.
Madrid-Afocha (España). — Nuevo íaller de Carpintería de las Escuelas Salesíanas.
error ésta amenazaba ser un arma terrible
de combate: precisaba, pues, cristianizarla.
La amó porque por su medio centuplicaba
SQ campo de apostolado. Desde lo alto de
esta tribuna hablaba a millares de almas.
La amó, porque había comprendido que
h imprenta estaba llamada a ser uno de
dueños de la opinión: urgía, pues, movi
lizarla al servicio de la Fe.
M o d e lo de p ro p a g a n d is ta .
Y este amor era activo.
’ Quiero ahora una imprenta — escribía
" después una gran imprenta, después mu-
Para alimentar estas rotativas su pluma
escribió un poco de todo: tratados, opúscirlos,
folletos, libros; se dedicó a todos los géneros:
ascética, dramática, vidas de santos, biogra
fía, pedagogía, didáctica.
Su celo le llevó a formar de sus hijos y
amigos un escuadrón de obreros de la pluma
que unieron sus obras a las del Beato.
Después se lanzó a fundar publicaciones
mensuales algunas de las cuales se sostienen
todavía valientemente.
Y sobretodo f?rmó una selección de libros
clásicos en i t ' , /io. prego y latín editados
católicamente^* . ]
El apóstola
la prensa constituía para
2^6
él una imperiosa necesidad; y a ella se de
dicaba al margen de su vida ordinaria, esca
timando el reposo a sus cansados miembros,
acostándose y levantándose a horas que sola
mente su naturaleza de hierro podía resis
tir, porque a la mañana la tipógrafo esta
ría a su puerta pidiendo original.
S ig u ie n d o /üs h u e lla s de/ P a d re .
151 entusiasmo que Don Bosco sentía por
e.sta arma de combate, ha querido que fuera
la herencia de sus socios: citamos textual
mente del Reglamento de los Cooperadores:
«Dediqúense a la propaganda gratuita de
hojas y opúsculos religio.sos y morales, como
las «Lecturas Católicas
y promuevan la
fundación de «Bibliotecas circulantes ». De
una manera activa y prudente no se cansen
de difundir la buena ]>rensa y poner un
dique a la mala ».
Ks, como se ve, un |x.*nsainient<> doctrinal
inspirado por el 13eato; pues en su tiempo
la i>rensa obscena e impía estaba en sus prin
cipios. I 5n tmestros tiempos ciertamente pe
diría a su 'l'ercera Orden que se opusiera con
sus prcxlucciones tanto a la prensa irreligiosa
cuanto a la prensa inmoral.
I5s lo (j[ue en su nombre pedimos a nuestros
c«u)i>eradores.
Hay un hecho que salta a la \dsta en la
hora presente: todo el mundo lee, y a me
nudo, sin preocuparse de lo que lee. Esta
avidez de leer corre jjarejas con la credulidad
«pie el lector presta al autor cuya obra lee.
151 ochenta por ciento, al menos, creen ciegíimeute lo qire ven en letras de molde.
Nada de crítica ni de descimfianza; está
escrito, luego es verdad. Juzgue cada uno
el estrago intelectual producido por un
opú.sculo, un libro, un diario impío e inmoral
en un espíritu sin ])reparacióu, y donde no
se vierta nigi'm contraveneno.
Y ¿(piién pue<le calculai los estragos mo
rales y las capitulaciones de la voluntad.
províK'adííS por las páginas obscenas, que
dejan tras su lectura una huella indeleble
en el corazón. la memoria y la imaginación
del que se despierta a la vida de las pasiones?
Recortlemos los \-ersos de Musset:
El agrazón tlel joven os un vaso muy hondo
Cuando hi primer agua que en él .se echa es impura,
Tasará el mar por ella sin lavar U basura;
Que el abismo es inmctis*' y el fango t-stá en el fondo.
A p o s to la d o urgente.
Queda vm solo remedio: oponer la buena
prensa a la prensa malvada. A Dios gracias,
la buena prensa existe. Hace cincuenta años
no existía, o era insignificante. Después se
filé desarrollando panlatinamente, en todo
el sentido de este adverbio. En nuestros
días existe abundantemente. Frecuentad la
sociedad de los hombres letrados, y entre
ellos encontraréis siempre representantes de
vuestra fe. En todas las clases sociales el
pensamiento católico se afirma, siempre con
talento, a veces con estré})ito. Con estupor
de cierta clase de público, se ven en las vi
trinas de las grandes editoriales, no cierta
mente católicas, colecciones de libros abier
tamente religiosos.
Además el material de difusión está hoy
al alcance de aquellos de nuestros coopera
dores que poseen algún bien de fortuna. Es
necesario que en su presupuesto anual de
caridad dediquen una cantidad para soste
ner en su derredor esta propaganda de ideas
sanas y de nobles sentimientos, por medio
del diario, de la revista, del opúsculo, del
libro. E l hombre no \dve sólo de pan, sino
de verdad y de belleza; y es una grandísima
caridad, la más grande, después de aquella
(¡ue dedica sus obras al sostenimiento de his
Misiones, el sostener el espíritu por medio de
las palabras de vida y el corazón por medio
de los espectáculos del bien. De unos y
otros el diario, la revista, el opúsculo, el
libro, son los vehículos más apropiados,
más rápidos y menos costosos.
15specialmente recomendamos a nuestros
amigos y cooperadores la difusión de nues
tras publicaciones salesianas. El Boletín Salesiano va dando cuenta de las obras que
saliendo de nuestras editoriales, y para
mayor información, pidan catálogos de estas
obras que les procurarán dos grandes bienes:
formar el corazón sin cansar el espíritu, y
conquistar simpatías hacia esta obra de la
educación de la juventud que hoy día en
nuestra sociedad es la obra más urgente,
después de la restauración religiosa de la
familia.
Los Padres y demás superiores usen afainlidade
dulzura siempre que se trata de dar consejos e»
materia religiosa y verán cotno sus correcciones
y sus avisos producen tnefor efecto.
V
S a n F lU X C IS C O D E S.'^I.ES.
¿37
DE N U ESTR A S M ISIONES
Misión del Chaco Paraguayo.
Rdmo. P . Felipe Rinaldi.
Amado Padre:
I^e escribo dándole algunas noticias de esta
nuestra misión de Napegue, y comienzo por
detallar los rasgos más salientes de la fiesta que
se llevó a cabo el día de S. José.
Por espacio de diez días, todas las tardes
roa varios matrimonios, y a otros se les admi
nistró los sacramentos del Bautismo y Confir
mación. Por la tarde, se distribuyó entre los
más asiduos al catecismo, ropas y otros ot^etos.
lín fin, fué un día de ferv’or y alegría salesiana.
Entre los nuevos convertidos es digno de no
tar el célebre Juan Teyú (lagarto), conocido
Misión del Chaco Paraguayo. — Saliendo de misa.
después del trabajo, y al toque de campana,
acudían numerosos grupos de indígenas para
oír las enseñanzas de catecismo que el misio
nero les daba exclusivamente a ellos en su pro
pio idioma «einzlet >. Ya la víspera comenzó a
notarse gran animación; tres sacerdotes estu
vieron hasta entrada la noche oyendo las con
fesiones de los ya regenerados con el santo
Bautismo, v que al otro día habían de cumplir
con Pascua. Amaneció el ansiado día. La Misa
de Comunión fué celebrada por el superior
y fundador de la Misión, Rdo. P. Emilio Sosa
Gaona, preconizado obispo de Concejjción y
Chaco.
Era de ver el fervor con que estos pobres
fujos de la selva se acercaron a la santa Eucanstía; su mismo aspecto, de ordinario sombrío,
había tomado un no sé qué de atrayente...
Paeron rmas 200 las comimipnes, en su inmensa
niayoría de indígenas. A las 8 se cantó la «Misa
de Angelis »por el coro infantil, admirablemente
dirigido por el P. Queirolo. Después se bendije-
entre los indios por el nombre de wioisjmá
pagtd. es decir, médico; pue.s de tal hacía entre
sus paisanos por medio de hechicería.s y sorti
legios. Gran trabajo costó atraerle hacia nosostros; estaba lleno de prejuicios, y se las ha
bía vLsto años atrás con lo pastore.s protestan
tes, de los que no tenía la mejor iinpre.sión...
Se dedicaba a la pesca del yacaré o cocodrilo,
haciendo una vida por completo independiente.
Un buen día le ocupamos en uue.stra plantación
de mandioca, y a fuerza <le razonar con él,
se fué doblegando poco a poco. Lo que más
temía era al Miolsjmá myakmpu (padre de. los
brujos) especie de divinidad fatal y vengativa,
que expresa sus deseos por medio de sueños.
Decía en su jerga:
— Si me bautizo se ha de vengar de mi: ya
no hallaré pesca, y mis hijos se enfermarán
seguramente. Por otra parte, yo te pn;meto
hacer ir mi gente a rezar; yo en tanto fjuedaré
guardando el «toldo », (aquí bajando la voz)
he sabido por un sueño, que en la ca.sa de rezar
2.38
Misión del Chaco. — Grupo de indios del Napegue con el P . Sosa, recienfemenle preconizado obispo.
(el Oratorio) yekiíeeyéslamá kilijhamá, (hay un
ejípiritu malo) encamado en una araña, para
darme la muerte en el momento en que yo
ponga el pie dentro... ¿Qué hacer? A grandes
males, grandes remedios. Un buen día en que
se me arrimó para hacerme in». petición, le
llevé entretenido hasta la Capilla v al llegar a
la puerta le metí medio a empellones dentro,
cerrando después. No es para dicho el susto
que mi hombre se llevó.
— Isliep knamogslá koó kisekmeií saatá, (por
tu cabsa me voy a morir muy pronto). 'Hi no
sabes lo malo que es el wioljstfiá...
— Si t\i me das ese talismán que llevas al
cuello — dije yo — te daré una medalla de
Ankien melalmok (la Madre buena) v lilla te
protejerá... Adeimis, si tú, como estoy seguro,
no mueres ahora, es señal de que el Kilijhama
no tiene jKxler sobre los que rezan. Y hacién
dole arrodillar recé una Ave María, (pie él re
pitió medio temblando.
Por fin, después de vencer varias y superticiasíus objeciones (jue me hizo, logré me entre
gase su talismán, que no era otra cosa que un
cordón colorado con dos como liellotas en la,s
puntas; amuleto muy usual entre ellas. Ku
cambio le pu.se la medalla que le había pro
metido, mgando a nuestra buena Madre atrajese
al buen camino aquel infeliz.
Al otro día se presentó mucho más tranquilo.
I.^ gracia había triunfado. Pidió se le instruyese
para recibir el Sto. Bautismo. Recibiólo en
efecto, y desde entonces se muestra muy adicto
a la Misión; su nombre desde que se bautizó
es Juan de Dios, en remplazo del de Juan teyú,
con que en general se le conocía. El mismo decía
hace poco:
— Ahora que noy cristiano quiero ser bueno,
no abusar'de la chicha, y no robar; (es de notar
que estos indios suelen ser amigos de lo ajeno,
máxime cuando aiín no están convertidos) pues
sé que Gueskien ibuaia lanoo slamó slojhó (sé
que Dios está en todas partes y nada se le
oculta). Mis paisanos que andan por la selva
no lo saben, por eso roban y hacen otras cosas
peores.
Una de las mayores difículfades.
Son sin duda las supersticiones del indio,
que abarcan toda su vida, desde que nace hasta
que muere. Sus ritos son danzas y cantos rítmi
cos y monótonos que suelen durar hasta quince
o veinte días, según el fin que se hayan pro
puesto, y los alimentos con que cuenten. Toda>
sus manifestaciones, tanto de alegría como de
pesar, las demuestran por medio de estas dan
zas.
Para conjurar las tormentas, impetrar buena
cosecha, caza y pesca; para alejar los espíritus
de los muertos, que según su creencia, rondan
por varias semanas al rededor de los toldos:
para defenderse del malévolo kilijhamá. y
hasta para curar sus enfermedades, hacen o
celebran el * maanen *, como ellos llaman a
sus danzas.
239
Hace cosa de quince días me ocurrió im
caso curioso con im viejo, que demuestra hasta
qué punto son supersticiosos. Había venido
enfermo del centro del Chaco; fui a verle y
pude constatar que tenía un fuerte empacho:
la fiebre era alta, y como primera medida le
quise dar un purgante, pero aquí vino la difi
cultad. Se negó a tomarlo diciendo:
Tus remedios son buenos para los paraguayos,
pero no para los indios. Tú y tus hermanos,
para curar no dejais comer, en cambio nuestros
brujos nos curan cantando, y nos dejan comer
pejheeyia (batata), hasta hartamos. Además:
la causa de mi mal consiste en que el wioljsmá
de los kiona-nesmá (indios del interior de la
floresta) está enojado conmigo, y sólo can
tando, los brujos, rae han de reconciliar
con él..
Era el caso que una hija de uno de los jefes
de los kiona-ii£smá se encontraba enferma de
gravedad, y culpando a los kiona-guapzam,
(indios de la orilla del río) había querido ven
garse encamándose en un escarabajo el cual,
mientras dormía se le habría metido en el
estómago... Por esto, además de cantar, era
menester comer mucho, a fin de que el bicho
encontrase la despensa bien prosista, pues de
lo contrario, las tripas del paciente pagarían
el pato. Entre tanto empeoraba, no obstante
que cinco viejos de los más duchos en el arte
se pasaban las noches de claro en claro, alboro
tando toda la tribu con sus gritos y contorsiones,
no dejando dormir a nadie. Y no estaba aquí
todo el mal; lo peor del caso es que si llegaba
a morir, el pato lo tendríamos que pagar nos
otros, quedando ellos limpios de jx)l\-o y paja.
Asi, pues, llamé a tres de nuestros indios más
influyentes y les dije: Es necesario (pie el en
fermo se deje curar por los misioneros y que
se marche a su toldo, pues no es justo que nos
otros no dunuamos a causa de los gritos do
los viejos: eu cambio si toma nuestros re
medios, saldrán cuantos bichos tenga en su
cuerpo. Por otro lado, esos gritos y contor
siones son un insulto para los otros indios
cristianos.
El resultado fué que al otro día llamó al
misionero para ponerse en sus manos. Fuimos,
y le encontramos bastante mal. Como primera
providencia nos tomatnos una buena dosis de
sal inglesa; y digo «nos tomamos », porque el
que suscribe tuvo que dar ejemplo, tomando
parte del contenido, y aim dar el consabido taasé
(excelente) pues de lo contrario no se avienen
a tomar nada. Tal es la .desconfianza que les
inspira eh gü^aaya (hombre blanco), hasta que
la paciencia (íél misionero les demuestra cómo
hay quien les- ama de verás, y se preocupa de
Chaco Paraguayo. — Las Hijas de María Auxiliadora catequizando a las indigenas del Napegue.
ju bienestar. Hoy, gracias a Dios, ya está
fuera de peligro, y esperamos que este triunfo
será principio de otro mayor, si llegamos a
ganar su alma a nuestra santa Religión.
Como ve, amado Padre, trabajo no falta;
el Señor nos suele comj>en,sar en nuestras fa
tigas haciendo fructificar la buena semilla que
sus hijos siembran en estos pobres corazones.
jCuánto mayor bien se podría hacer si contáse
mos con más personal y medios!...
No nos olvide ante la urna del Padre, a fin
de que podamos salvar muchas almas, santi
ficando la nuestra.
Suyo en Xtr'.
La primera
Eucarísíica
Tuvo lugar
20 de Mayo de 1931.
D if e r e n fe s ospecfos
Wanifestación
en el Japón,
en Miyazaki.
Los preparativos.
Los misioneros. Desde hacia más de seis meses
no hablaban de otra cosa en sus conversacio
nes, en sus discursos; en los actos de propaganda,
hablada o escrita, explicando la iin}x>rtanoia
del acto y las consecuencias que tendría, de
salir bien.
Las monjas. Tanto las de la ciudad (Hija.'i
de M. A.) como las de Shangai, y varias co
munidades de Italia pusieron todo su celo y
actividad en hacer veatidilos de primera co
munión y para los ángeles y pajes, estandar
tes. banderas, adonios. etc.
Los crisiianos. Penetrados de la importancia
fdel acto trabajaron también con \m eulusiasmo
y sacrificio admirables, arreglando las calles
como peones, adornando todo el trayecto cpie
242
haría la procesión, construyendo arcos, co
lumnas, levantando magníficos altares. Siendo
todos pobrisimos no podían aportar otro óbolo
que su propio trabajo, y lo lucieron con una
abnegación encantadora... dejando por aquellos
(lías las faenas del campo,..
Los paganos admirados ante esta fiebre de
preparativos no quisieron permanecer indife
rentes y enseguida que se les pidió ayuda la
jíTestaron de muy buena gana... Las autori
dades, concediemío todos los permisos y licen
cias, suspeudiedo el tránsito en las vias princi
pales durante la procesión, y cedicuido la prin
cipal plaza para que se construyera un altar.
Las compañías de electricidad haciendo la
instalación e iluminación gratis, los estable
cimientos de venta concediendo rebajas de pre
cios para atraer así a las gentes de los pueblos
vecinos. Muchos se prestaron para distribuir
el librito de propaganda sobre la Eucaristía
distribuyéndose eu un solo día 15 mil ejempla
res. Incluso todos los músicos o «ca si»músicos,
de los cines (únicos de la ciudad) se juntaron
para formar mía charanga que acompañó los
cautos en la procesión.
La fíesía.
La ciudad. Se presentaba espléndidamente
adornada. El día era magnífico. Los forasteros
llegaron numerosos para ver la procesión.
La Manifestación Eticaristica. Mucho antes
de la hora de empezar, en el interior y alrede
dores de la misión' era imposible dar un paso;
grandes y pequeños, pobres y ricos acudían,
unos para ver y otros para asistir.
El párroco de Miyazaki, a quien se debe
este triunfo eucarístico, fué ordenando la p ro
cesión; niños, niñas, asociaciones religiosas,
banderas, monjas, seminaristas, carrozas ador
nadas, angelitos, pajes, sacerdotes (que vinie
ron numerosos de todas las partes del Japón) y
el Santísimo llevado por el Sr. Obispo de Osaka,
los músicos, y después seguía una gran muche
dumbre de cristiíuios con estandartes.
La i>roccsión pasó siempre entre dos masas
de pueblo que apiñábase para ver por primera
vez una manifestación eucarística, una mani
festación seria y digna, pues las que ellos ha
cen (las sintoistas y budistas) son verdaderas
carnavaladas con gritos, carreras, disfraces et.
Dimuite tcxio el trayecto ni un solo grito,
ni el menor acto de irreverencia, siendo de no
tar que en aquellas otisas no residian los cris
tianos, que por ser Ciuupesinos viven a las afue
ras de la ciudad. Por lo que bien puede decirse
que fué también una manifestación pagana
(lo respeto ante el S. S. Sacramento, además que
más de 300 de ellos a.sistieron a la procesión.
En la plaza pública, donde se levantó un
magnífico altar, se dió la bendicicSn a la gran
multitud que la invadía, explicando antes la
importancia del acto un joven y fogoso sacer
dote indígena japonés.
Por la noche en la misma plaza, muy bien
iluminada, se dió un concierto vocal-instrumen
tal; hubo discursos, fuegos artificiales y para
demostrar que la alegría no está reñida con la
piedad se recitaron en público las oracione? de
la noche, sieudo de tm efecto, indescriptible.
Resultados.
1 . Fué un acto espléndido de propaganda, pues
para muchos era la primera vez que oían el
nombre de «katoriko » y para todos era la pri
mera vez que veian la esplendidez y realeza
de nuestras funciones santas, en particular las
que son en honra y gloria del S. S. Sacramento.
2. Hacer saber a muchos que la religión ca
tólica es la única que por ser la verdadera se
profesa en todo el mundo. En la procesión
participaron representantes de España, Italia,
Francia, Alemania, Polonia, Canadá, Corea y
elementos venidos especialmente de Shangai.
3. Despertar la curiosidad por conocer nues
tra santa religión. En parte se pudo ver ya en
el mismo día, pues apenas terminada la proce
sión im río constante de paganos acudía a
nuestra misión para ver el templo y sus dependen(úas.
4. Oir palabras de aliento y de común satis
facción de todos los periódicos, que con grandes
letras la llamaban, procesión «imcomparable»
no escatimando alabanzas para nuestra obra.
5. Aumentar la consideración de nuestros
alumnos cristianos ante sus maestros paganos.
Es de tener presente que en las escuelas públicas
reciben con frecuencia un trato despreciativo
o al menos de manifiesta apatía. Pu<iS bien,
después de este acto, muchos maestros alaba
ron delante de los demás alumnos el éxito de la
manifestación y hubo una escuela de segunda
enseñanza femenina en el que quisieron oir
cantar poi las alumnos cristianas el himno eu
carístico que se cantó durante la procesión.
Y para muestra... al volver con mis cristia
nos y alumnos a Oita pudimos comprobar lo
que llevo dicho. Al llevar los bultos para
facturar, el mozo estaba en aquel momento
leyendo el librito nuestro sobre «la Eucaristía ».
Apenas arrancó el tren, dos señoras que vieit»
la procesión, nos piden algunas nociones sobre
nuestra santa religión y donde pueden ir para
poder instruirse mejor...
La Virgen Auxiliadora y Don Bosco hagan
fecundar las semillas que con tanta abundancia
se sembraron en aquella inolvidable fiesta.
Oita, 30 mayo 1931.
P e d r o M. E sc u r se li - S. S,
243
CULTO DE MARIA AUXILIADORA
Las Fiesías
de María Auxiliadora.
maturga Auxiliadora de los Cristianas en el
gran Santuario mundial de Turín?
Cuando a las cuatro de la tarde hizti .su en
trada en el gran patio el limo, y Rdmo. Mons.
D.Santiago R. Villanova y Meléndez. digní-
SANTA ANA (El Salvador). — Una hermosa
Besfa en e l colegio salesiano “ San J o sé ” .
Tal fué la que tuvo lugar el 14 de Mayo úl
timo, y fué una prueba más de las profundas
raíces que ha echado en Santa Ana el culto
a María Auxiliadora, la Inspiradora, la Protec
tora, la 'Glorificadora del gran Pedagogo del
siglo XIX, el Beato Juan Bosco.
El hermoso patio de entrada del colegio saleáiano «San José» artísticamente engalanado
presentaba a las cuatro de la tarde un magní
fico golpe de vista. Incontables eran las coope
radoras salesianas, a nadie segundas en pro
fesar un devoción práctica y operativa a su
titular''María 'A u lla d o ra ; númerosísimo el
público que llenaba el espacio a él reservado y
que no dejaba de afluir continuamente; im
pecables los 100 exploradores del colegio bajo
el mando del entusiasta profesor D. Alberto
Ramos, coadyuvado por un correcto conjunto
de oficiales y cabos; ansiosa y bulliciosa la
chiquillería del colegio, que cuenta este año
con más de 250 alumnos entre internos y
externos. Todos fijaban incansablemente sus mi
radas sobre la hermosísima nueva estatua de
María Auxiliadora que trajo el inolvidable
ex-Dirextor del colegio Rdo. D. Agustín Hugo
Wróbel p»ara que recorriera todos los años nues
tras calles en la solemne procesión <jue se efectúa
el día de la fiesta de la Auxiliadora de los Cris
tianos.
El buen padre Agustm llegaría tal vez ese
mismo día a Turín, la ciudad escogida por María
Auxiliadora para sede de su principal santuario
mundial; santuario que le erigiera el gran Após
tol de la Juventud, el Beato Don Bosco, como
imperecedero homenaje de gratitud por tantos
beneficios recibidos desde la primera aparición
que la Reina del Cielo hiciera cuando Don
Bosco tf>nía nueve años, hasta la fecha de la
inauguración de dicho Santuario, el 9 de Junio
de 186S. Allí, en Turín, habrá el P. Wróbel
admirado el entusiasmo desbordante del pueblo
pensado en Santa Ana. ¿Habrá adivinado que
en esta ciudad, en donde con tanto tesón tra
bajó por más de cinco años, se desarrollaba una
fiesta en honor de María Auxiliadora que co
piaba el fervor de los cultos que recibe la tau-
Sanla Ana (El Salvador). — La preciosa esfatuu de
.Ntaría Auxiliadora del Colegio “San J o s i ”.
simo obispo de esta heroica ciudad, al rompcT
la Banda Marcial en una grandiosa mardía triun
fal, todo aquel mundo devoto se puso en pie
adamando entusiásticamente al amado Pastor
que, devotísimo de la Virgen de Don Bosco,
venía a bendecir la nueva estatua, para que
desde d ía María Auxiliadora bendijera año tras
año a su muy amada grey.
Y sin más empezó un conderto musical en
honor del amadísimo Prelado, de María Auxi
liadora y de su Apóstol incomparable, el Beato
Juan Bosco.
Tres chicudos vivarachos, sinceros, pujantes
^-14
Snnta Ana (El Salvador) — Colegio “San Jo s é ” — La Presidencia durante la Academia músico-literaria
con ocasión de la bendición de la estatua de Marta Auxiliadora,
de entusiasmo y arrojo, declamaron con natu
ralidad y desparpajo verdadero unas composi
ciones saturadas de lirLsmo, mereciendo los
aplausos y las felicitaciones del amadísimo Pre
lado.
La Banda Marcial de la ciudad acompañó
mía hermosísima y conmovedora letrilla que un
coro escogido cantó con seguridad y entusiasmo.
Unos chicos, de riguroso uuifonne gimnás
tico, lücierou unos ejercicios gracicxsas acompa
ñados por el piauo a los ipie i>u>'ioum marco
unos coros deliciosos que merecieron los ajilausos que saben arrancar los chicos.
Presidia la fiesta la hermosa estatua (pie se
iba a l>endeclr; con su mirada dulce y mater
nal y su divino niño con los bracitos abiertas,
subyugaba a toda aquella devota muche<lumbre... Mons. Vilanova y Meléndez, asistido por el
Rdmo. I). Rafael Paz. cura párroco de la OaUnlral, se revistió de ptintifical y procedió en
metilo de la más honda conmoción de los pre
sentes a iHUidevir la fascinadora estatua.
Acto contitmo se llevó procesionalmente la
estatua al Santuario, y apenas se la colocó en
el ceutix) de la Iglesia, se entonó la Salve.
El Uustrísimo l'relado. el público numeroso
y los niiuxs ilel (Oratorio Festivo no sabían des
ligarse de aquella sonriente imagen.
Fué. sin embargo, necesario conchar aquel
acto grandioso en su sencillez, y Mons. Villanova se despidió muy complacido dejando una
generosa limosna para el culto de María Au
xiliadora, en prueba de su acendrada devodón
a la Auxiliadora de los Cristianos.
El orden perfecto, la devoción sincera y entu
siasta, la actuación rebosante de donosura de
los exploradores y de los alumnos que decla
maron y cantaron, la organización que en todo se
traslucía, ha dejado la impresión de que el
Colegio de San José es un centro de educación
de primer orden, que sabe utilizar toda energía
y (jue merece el apoyo que le prestan los liabitantes de esta cultlíima ciudad en general y
los Cooperadores y Cooperadoras Salesianos en
particular. Fiestas como las que presenciamos
el 14 de Mayo en el Colegio Salesiano «San
José* son un timbre de honor para puestra
ciudad.
CIUD AD ELA
( Menorca-España).
Dulcemente impresionados por la gloriosa
jomada de ayer, en que contemplamos xma vez
más a nuestro pueblo delirante de amor y de
entusiasmo aclamando a María Auxiliadora,
tomamos la pluma para reseñarla brevemente,
y bien quisiéramos que fuera ella fiel ínter-
^4 )
Santa Ana (El Salvador) — 1" El Oratorio Festivo del Colé ,io “ San Jo s é ” en el día de la bendición
de la esfatoa de María Auxiliadora. — 2" El cuerpo de Exploradores del Colegio.
prete de los sentimientos e impresioiie.s vivísi- <lierou al llamamiento, puesto que el Santuario
más que no han podido menos de experimen se vió bien presto repleto de fieles que invadían
los confesonarios y se dispojiíaii para alber
tar cuantos tales fiestas han presenciado.
Preparativos. — Rs ya tradicional entre no gar a Cristo en sus pechos. Pvl Excelentísimo
sotros el Mes deMaría en los Salesianos, que Sr. Obispo Coadjutor celebró la Misa y distri
tiene siempre un atractivo espc*cial como 1(j buyó la Sagrada Comunión. Para dar mía idea
tienen todas las fiestas salesianas, un carácter de la numerosísima concurrencia a este acto,
de alegria santa y exi)ansión del corazón aun basta decir que la igle.sia se Irallaba material
eu medio ríe la gravedad riel templo. Nunierosos mente llena; los niñas ocupaban completa
fieles acudieron diariamente a ofrecer a la \'ir- mente las tribunas, y ios jóvenes y hombres
genel tributo de su amor y veneración. Una muy tuvieron ejue permanecer de pie y bien apre
solemne Novena precedió a la fiesta, y durante tados por la insuficiencia del local; por espacio
ella nos hablaron de las bondades y protección de más de medía hora distribuyó el Sr. Obispo
de nuestra Madre los Rdos. señores D. Barto- la Comimión, acompañado de un sacerdote, y
bmé CoU, Pbro. Sochantre de la Catedral, de tal modo se superaron las esperanzas, que
D. Gustavo Más, Prefecto de esta Casa Sale- acabáronse las Sagradas Fonnas y tuvieron
aaaa, v Lie. D. José Bosch, Pbro. Catedrático que quedarse numerosas personas sin po<ler
del Seminario. La fiesta de los Antiguos Alum comulgar en aquella Misa.
.A las lo, empezaba la Misa solemne oficiantlo
nos, la de la Archicofrarlia de Ma. Auxiliadora,
las primeras comiuiiones de los niños del Cole el Muy Iltre. Señor Vicario General del Obispado
gio, fueron otras tantas llamadas que dis doctor D. Sebastián Juan, Arcipreste. La Escopusieron los corazones para el grandioso acon lanía del Colegfo interpretó la hermosa parti
tura del Mtro. Romeu « A la Mare de Deu de
tecimiento de ayer.
Cotmtuión y O^io Solemne. — A primera Nuria*, y el Rdo. Lie. D. Juan Forit, Pbro.
hora la Banda Salesiana recorrió las calles Catedrático del Seminario, cantó elocuente
tocando alegre diana, anunciando la fiesta y mente las glorias de la Virgen de D. Bosco, lo
Asmando a ios verdaderos devotos a la Misa de grando enardecer los corazones de los niunerosos
comunión. Y ciertamente que estos correspon- oyentes que llenaban las tres naves del templo.
246
La procesión. — K 1 acto cumbre de la gran
diosa jomada, fué ciertamente la procesión de
la tarde. Conocíamos ya por los años anteriores
el entu.siasmo grande, el esplendor y pompa
con que Cindadela sabe recibir el paso triimfal de María Auxiliadora por sus calles, y al
presenciar este nuevo triimfo no podemos menos
de afinnar con la plena convicción de nuestro
ánimo que si hay un pedazo de'tierra en el
mundo donde nuestra buena Madre impere con
reinado de amor en todos los hogares,’ es cier
tamente nuestro pueblo.
Mucho antes de la hora anunciada, ima ani
mación extraordinaria se notaba en las calles
vecinas al Colegio Salesiano y en los patios
espaciosos del mismo, animación que se fué
acentuando por momentos hasta las seis en
que empezó el grandioso desfile de la procesión.
En ella pudimos admirar todas las clases socia
les, |)ersonas de las más diversas ideologías
políticas, siu distinción de ninguna clase, acomfwiñaudo en filas compactas y porte de religio
sidad ejemplar a nuestra Reina, presididos
todos por el fervoroso Sr. Obispo Coadjutor.
El orden fué completo y la compostura de los
nunierasos vecinos que contemplablan el paso
de la procesión fué realmente digna de la re
ligiosidad y espíritu de orden característicos
de nuestro pueblo. El número de los asistentes
a la imponente manifestación religiosa fué
estraordiuario y muy superior al de años an
teriores. según pudieron todos observar y se
lo olmos comentar a numerosas personas. No
los contamos, pero persona muy autorizada
nos dijo que superaron en más de doscientos a
los de otros años; serían irnos 1500 los asistentes.
La Banda Salesiana ejecutó varias piezas y la
Capilla de miisica de la Catedral cantó diferen
tes estrofas del «Ave Maris Stella ». Las calles
estaban hermosamente adornadas ostentando
casi todas las casas imágenes de Marín Auxilia
dora. Al entrar en el Santuario, el Exano. se
ñor Obispo entonó la Salve que fué coreada
por todo el pueblo allí congregado. Poco des
pués se dis|X!rsó el pueblo fiel, con la satisfacción
de halx?r patentizado una vez más su religio
sidad y su amor sincero a la Virgen Auxiliadora.
Fm (ir fiesta. — Tratándose de fiestas salesianas, no ixxlía faltar la parte expansiva, y
esta consistió en un brillante concierto dado
por la Banda que tan acertadamente dirige
el inteligente maestro D. Francisco Pujolar.
Tonniuó la fiesta con el sorteo de una extraonlinaria ensiumada, extraordinaria por sus
dimensiones, que cupo en suerte a la señorita
Palliser.
Pasan los añtis, mudan los tiempos, se su
ceden las generaciones, pero en el corazón de
los ciudadelanos no mengua, no se entibia,
sino que se manifiesta cada vez más pujante
y avasallador el amor a María Auxiliadora.
Toda la ciudad era ayer tarde un templo
mariano, y emocionados todavia por el espec
táculo grandioso, no podemos terminar esta
reseña sin felicitar con el mayor afecto a los
beneméritos Salesianos, a la distinguida se
ñora doña Antonia Arguimbau de Hernández
esposa del Sr. Alcalde, que llevó el estandarte
de Maria Auxiliadora, aconipañada de sus her
mana.^ señorita Juana y doña Apolonia .Argnimbau de Benejam, a don Juan Sintes Sagreras,
que llevaba el estandarte de los Cooperadores'
acompañado de los hermanos don Antonio y
don Bartolomé Tuduri, a la ardorosa juventud
que formaba en las filas de la manifestación
y a las numerosas y entusiastas señoras que
tomaron con el mayor empeño y consideraron
un honor acompañar a la Virgen del Beato Don
Bosco en su triunfal carrera por nuestra ciudad.
Queremos hacer notar los siguientes datos:
los vecinos de las calles de Alcántara y Notari
Quintana tuvieron especial interés en adornar
las con sumo gusto y merecieron por ello justes
y generales elogios; presenciaron la procesión
numerosos vecinos de otros pueblos de la isla y
se marcharon admirados de nuestra religiosidad.
Hoy, es el tema de todas las conversaciones
el éxito de la procesión de ayer, que no tiene
precedentes por su espontaneidad, por el nú
mero de asistentes, y-por el espíritu de visible
piedad que presidió toda la fiesta.
De « El Yris », i de junio de 1931.
TUCUM ÁN
(Argeníina).
El Colegio I Tulio García Fernández », de la
Ciudad de Tucrunán, ha tenido también un
eslabón glorioso en el concierto armonioso de
festejos ofrecidos a la Virgen de Don Bosco,
nuestra Madre celestial Jlaría Auxiliadora ce
lebrando con brillo inusitado el día 24 de Mayo
la festividad de esta buena Madre.
El día poco propicio por el frío reinante no
fué stificiente para amedrentar a los devotos de
María que acudieron llenos de bríos a honrarla
en su día clásico. Desde muy temprano nuestra
Capilla se vió muy concurrida de fieles. I./a
^^isa de Comxmión general, por la calidad de los
concurrentes se semejaba a un hermoso ramilllete de flores fragantes en que se destacaban
los blancos lirios y perfumados jazmines llenos
de misticismo, simbolizados en buen grupo de
niños y niñas con las simbólicas vestiduras
blancas, que a compás de suave canto y pictó
ricos de unción celestial, se presentaban por
primera vez al altar para albergar en sus pechos
al fino amante de las almas, JesúsSacramentado.
A este coro de ángeles terrenales, se unió una
legión de jóvenes de ambos sexos y devotos de
María uniendo sus preces y cantos de júbilo
para ensalzar a la Madre de Dios.
247
Por la tarde a las 15 se organizó una gran
diosa procesión llevando la imagen de María
Auxiliadora entre música, cantos, rezos y flo
res, y que por la ordenada y calificada concu
rrencia, que no bajaba de unas 4000 personas,
resultó muy brillante, recorriendo la arteria
principal de esta zona de la ciudad.
Esta es la segunda vez que María SSma. Auxi
liadora sale a visitar sus dominios, pues, po
demos decir que la Virgen de Don Bosco se
posesionó ya de este sector de la ciudad de
Tuciunán, ya que. el inmenso gentío que rindió
pleitesía en esta fecha memorable, dice a las
claras que este apartado barrio de la Ciudad,
es de María Auxiliadora.
Con la bendición de su D. M. que caía co
piosa sobre la muchedmnbre y con los últimos
ecos del armonioso canto del « Adiós * se dió
por terminada la hermosa fiesta de nuestra
Madre Celestial.
SAI,AMANCA (E spaí ?a ). — ¡Gracias. Madre
mia! — Estando gravemente enfermo el Sr. Cura
Párroco de Munana (Avila) hasta el punto de
liaberle ya administrado los Santos Sacramen
tos, desahuciado ya de los médicos y perilitlas
todas las humanas esperanzas de su curación,
me acordé de las gracias y favores que María
Auxiliadora concede a sus devotos, y llena de
fe y confianza empecé un triduo en honor de
tan buena Madre para obtener la salud tlel
enfermo si le convenía, ofreciendo, si obtenía
la gracia, publicarla en el Boletín Salesiano,
enviar 50 ptas. de limosna y llevar su hábito
lX)r un año.
Habiendo obtenido milagrosamente lo que
pedía, cvunplo mi promesa.
Mayo, 27 de 193L.
M.\RIA M a NUEBK LOI’HZ,
exalumna de las H. de M. A.
Dan también gracias a María Auxiliadora y
envían una limosna:
CAMIEO ALDAO (A r g e n t in a ). — María
Auxiliadora salvó a mis nietecitos. — Hallá
banse dos nietecitos míos gravemente enfermos
sin que auxilio humano fuera suficiente para
que experimentasen el menor alivio. Acudí
entonces a María Auxiliadora solicitando la
curación de los pacientes. La Virgen de Don
Bosco se apiadó de esta casa que ya conside
raba perdida la alegría al verse privada de los
dos niñitos, atendiendo a nuestros ruegos. Los
enfermitos se vieron pronto libres de sus graves
males, y hoy, después de mi año y cuatro meses,
siguen gozando de perfecta salud.
Doy por ello gracias a María Auxiliadora
acompañando una limosna para las Obras y
Misiones de Don Bosco.
Abril. 27 de 1931.
I n o c e n c ia G. vda. de V ie e a se c a
USHUAIA (T ie r r a d e l F u eg o -A r g e n t in a ).
María A iixiliadora acude en mi ayuda. — Hacía
más de tres meses que me hallaba enferma
de los píes sin poder caminar, pues se me for
maban llagas cuando lo hacía, pasándome los
días llorando. En mis dolores acudí a María
Auxiliadora, ofreciéndole una misa, y diez pesos
argentinos al Boletín Salesiano. María Auxilia
dora escuchó mis súpücas y hoy ya me encuentro
completamente sana; por lo que, después de
haber hecho decir la misa, mando lo prometido,
deseando se publique la gracia en el Boletín,
.ibril, 22 de 1931.
D a m ia n a F . vd a . de F iq u e .
E ernal (Argentina). — Una devota, por la
curación de una hermana de una grave enfer
medad.
E etüLIA (Colombia). — Una devota, por
haberla protegido milagrosamente en un trance •
apuradísimo.
C a l i (Colombia). — Ibrahim Losada, por
una gracia extraordinaria.
C a m il o A l d a o (Argentina). — Lucia S. de
Borgia y familia,Manuela V. de Fariña y Do
minga de Bainotti, por favores recibidos.
G a l b a n a N. S. (Méjico). — Minerva Cortes
de Fuentes, por haberle concedido la salud de
su hijita que se hallaba gravemente enferma.
L a B a r c a (Méjico-JalLsco).
G. G. por el
feliz éx ito de un asunto dificilísim o.
Los A n g e l e s Calip (U. S. A.). — Jennie
Fresse y Agustina González, por señalados fa
vores. — Herlinda M. de Clash, por una gracia
extraordinaria, y envía una limosna para las
Misiones Salesianas.
M a n a g u a (Nicaragua). — El Dr. A . Espinosa
y familia, por im singularísimo favor, y envían
una oferta para la Obra Salesiana.
M o n t e r r e y (Méjico). — Asunción Carrilo,
exaluma de las H. de María Auxiliadora, por
ima gracia recibida, y manda 2*50 pesos para
bautizar un chinito con el nombre de José Juan,
— Una devota, por dos favores extraordinarios,
y envía 5 pesos de limosna para las Obras
Salesianas.
S a n t a C r u z (Argentina). — Florinda Pi
nero de Romero, por haberle sanado a su hijita
de la escarlatina, y envía una limosna para la
celebración de una misa en acción de gracias.
Montevid ^ (Uruguay). — Josefina Cassaneüo Crovetlo, por haberla auxiliado en un
trance muy aparrado.
248
En honor del Beato Juan Bosco.
BAHIA BLANCA (Argentina — lyos cul casa, a la sombra de Don Bosco que lo lleva al
tos fii lioiior del Beato Don Bosco han re- altar y ofrece al Señor su corazón y rírtud
vestúlo extraordinaria solemnidad .en esta
Dichosos los niños que frecuenta^ el Oratorio
ciudad, demostrando el cariño que la población y lo repetimos, dichosos ellos, sus familias, la
tiene al gran L^Iuoador y Bundador de las SaPatria y la sociedad.
lesianos, Ya desde el día anterior se lial)fa ex
Hemos podido contemplar el domingo último
puesto sobre el altar mayor un hermosísimo el gran esi)ectáculo que presentaba el Oratorio
cuadro, obra del pintor Carlos Thennígnón, Festivo San Jorge, un millar de niños de lyauús
residente en Turín. Dos potentes focos eléc en tomo del prelado amable que les distribuía
tricos irradiaban la devotísima escena que re- la Santa Conimiión y que con la palabra dulce
[)resenta a Don Bosco distribuyendo la Sgda.
y elocuente que lo caracteriza pudo apreciar la
Comunión a sus (lueridos niños. El altar pri- magnitud del gran acto y la obra evangélica
morosajuente adornado fascinaba de tal modo que se realizaba en el Oratorio, elogiando a
a los numerosos devotos que no sabían apar •los Salesianos y sus Ex Alumnos y Coopera
tarse de él. Todas las misas de la madrugada dores por el empeño con qtie trabajaban ¡)aia
fueron frecnentadísinias, siendo muy numerosa cumplir con los deseos del Soberano Pontífice,
la cantidad de devotos que se acercaron al Di cual es la Acción Social por la niñez, y si; .-ah
vino Banquete. Durante la Misa Solemne tejió vación.
el panegírico del Beato en forma interesantí
La hermosa capilla de San Jorge, vistió sus
sima el Rdo. Padre Salesiano D. Feliciano mejores galas, engalanada de demasco y con
l^pez, y la Escolanía ejecutó con acompaña- primoroso y artístico gusto; el altar mayor
íHiento de orquesta una hennosa misa de Bo- lucía un hermoso decorado en tono rojo, que
ttazzo.
con la profusa iluminación ofrecía un asperto
Para el día 16 de Agosto próximo se prepara deslumbrante.
ima solemnidad mayor, en cuya ocasión se ben
E l altar del Beato Don Bosco, adornado con
decirá un hermoso altar de mármol en honor ñores naturales y artísticos bordados osten
del Beato Bosco, y en él se colocará el cuadro taba las Sagradas reliquias de San Jorge y la
ejecutado exprofeso.
del Beato sobre preciosos tapetes obsequio
de beneméritas damas cooperadoras.
La solemne misa cantada con numerosa or
LANUS (Buenos Aires-Arg.). — Las {¡estas
questa fué celebrada por el Pbro. Dr. Juan
titulares de S. Jorge y Beato Don Bosco.
B. Campagne, Cura Vicario de Dolores, asis
Gran entusiasmo y lucimiento en vastas tiéndole los Padres Salesianos y Franciscanos.
proporciones, dignas dol mayor elogio alcan
S. S. lima, presidió el solemne acto de.sde
zaron las fiestas llcvailas a cabo en esta lo el sitial del Evangelio, ocupando luego la cá
calidad el domingo último con motivo de la tedra sagrada para cantar las glorias del gran
fiesta del Patrono San Jorge y del Beato Fun mártir de Capadocia San Jorge y los triunfos
dador de las Salesinuos, Don Bt^co.
del Beato Juan Bosco, Apóstol de las niñosv
I^a población entera ha recibido con satisfac jóvenes.
ción la ix'alizución de estas actos religiosos y
Al final impartió la bendición apastóli«a.
|x>pulares, los que han venido a marcar en la La parte musical, interpretó magistralmeiite
vida común do este pueblo obrero, la esperanzíi la Misa de Monseñor Co.stamagna «San Jos»
<le una doble y encomiable acción social en bajo la dirección del Maestro Manuel Sánchez
pro de los niñas y juventud, bajo la bandera ílel Conserv^atorio Fracasi.
«leí gran apóstol de la juventud el Beato Don
Tenninada la solemne función, la concu
B.«<co, cuyos hijos las padres Salesianos desde rrencia posó .t1 salón del Oratorio donde se les
(|ue han dado comienzo a su obra regeneradora ofreció un lunch, tributándose un crariñosa desen Iximis han logrado captarse la simpatía pe<lida a S. S. lima. Monseñor Juan Clüniento,
numiime.
el que una vez más repitió la grata satisfacción
Conocidas son ya las características del Sa- que llevaba del acto que había cíontemplado
lesiauo dctlicado por entero a los niños, sacri eñ Lanüs.
ficando su descanso y bienestar para lograr el
Por la tarde, las calles adyacentes al Ora
cariño de los niños a Dios y a su Iglesia Santa.
torio. Reconquista, Juncal, 3 Sargentos, Sar
En el Oratorio Festivo de Don Bosco, el niño miento, Caaguazú y otras, se vieron invadidas
encuentra alegría, expansi&i, vida, está en su de una desl>ordante concurrencia para asistir
1
p
549
D O N B O S C O D IST R IB U Y E N D O LA C O M U N IO N
(Ciudro del pintor Carlos Tbennignón}.
250
a los diversos actos populares preparados por
las coniLsioiies de Cooperadores Salesianos.
Antes de dar comienzo a estos actos, a
las 13, la niñez de lyamis se había dado cita
en el patio del Oratorio donde debían llevarse
a calx) diversos festejos, rifas, obsequios y dis
tribución de golosinas.
lya bendición de la calesita fué el acto más
hermoso, ante una concurrencia de Éoo niños
que llenaban el gran patio del Oratorio. El
predilecto de los niños, Padre Martínez pro
nunció un elocuente discurso que arrancó a
pequeños y grandes nutridos aplausos, ví
tores, etc., luego bendijo la calesita obsequio
de una señora de la capital para los niños de Eanús,,,
En las calles, mientras tanto, la'concurrencia
aguardaba la realización de las fiestas popu
lares y podemos asegurar, que éstas se llevaron
a cabo con tanto entusiasmo, orden y cultura
como jíunás pudo verse en este pueblo, siendo
ello un expolíente del afecto a Don Bosco del
pueblo de Eamis. La Banda Municipal de
Avellaneda cedida gentilmente por el señor Co
misionado Municipal Dr. Groppo, el camión
biógrafo cedido por la Municipalidad de Buenos
Aires, mantuvieron a grandes y chicos con ver
dadero entusiasmo y expansión durante toda
la tarde y horas de la noche.
Ee realización de carreras de automóviles,
bicicletas, patines y embolsados mantuvo a los
expectadores en vibrantes momentos de alegría,
frenesí entusiasta que no declinó hasta muy
entrada la noche en que se quemaron vistosos
fuegos artificiales, retirándose la concurrencia
llena de jiibilo y aplaudiendo a la Obra de Don
Bosco; pidiendo que el acontecüniento del día
fuera presagio de su realización anual, decla
rándolo a San Jorge y Don Bosco patronos de
Eanns.
Ea acción desplegada por las beneméritas
señoras y señoritas coo|)eradoras salesianas y
la de los señores cooperadores para el éxito
de esta fiesta es digna do la mayor felicitación,
y el pueblo debe aplaudir y corresponder con
su acción para que estas comisiones pue dan
proseguir con entusiasmo la finalidad de la obra
que se proponen, cual es la de salvar a los ni
ños d d peligro que les amenaza, la vagancia,
el ocio, y las maUis costumbres. Colaborar con
limosnas para el sostén ilel Oratorio Festivo,
es realizar obra patriótica y social.
Han euviailo obsequios las señoras María
S. de Camixnnar, Concepcí(^i Unzuéde Casares,
María Unzué de Alvear. Desidena Racedo de
Villate, Mariana B. de Barceló. Antonia C. de
Ciuuora. Teresa y Adela \'iggiolo, Stas. de
Beriss^i. María A. Ventafridda de Hernández,
Dora Ventafridda, Juana A. de Ferrando,
Juana A. de Miguens, Estanislada Anchorena
de paz, María Silomé Fregue de Iriondo, Ce
lina Huergo de Estrada, Eeonor Cabral de
Vivot, José Roger Balet, Adela C. de Serrano,
Eléna C. de Barón y otras.
A todas estas personas bienhechoras la Obra
de Don Bosco les agradace su valiosa coope
ración, y los niños del Oratorio ofrecerán sus
oraciones para que el Señor recompense su
gran caridad.
PASTO (Colombia). — Por primera vez en
esta católica ciudad, con motivo de la fiesta
de nuestro Beato Padre Juan Bosco, se le han
tributado sencillos pero entusiastas homenajes,
debidos al entusia.smo y celo del Decurión Salesiano, señor J orge Eópez Alvarez y de los Coo
peradores y administradores del grande Após
tol del siglo X IX . Días antes aparecieron los
anuncios que ostentaban el retrato del Beato,
invitando al triduo en los días 23, 24 y 25 de
abril, y a la fiesta del 26. Eos señores Coopera
dores se^cieron cargo de las misas del triduo,
y el Decurión de la fiesta, resultando una ver-,
dadera apoteosis y rm triunfo los cultos cele
brados. Fueron numerosas las comuniones de
esos días, habiendo cantado la Misa del 26 el
M. I. señor Canónigo Dr. Elias S. Garreta.
Nuestro Beato Padre,'en medio de numerosas
luces parecía dirigir sus sonrisas a todos sus
devotos, y se repartieron — como recuerdo de
la festividad — unas hojitas con el retrato del*
Beato y una oración aprobada por el limo.
Sr. Obispo Dr. Hipólito Agudelo, que es pane
girista de Don Bosco y sus hijos. Con motivo
de esos actos, ha crecido enormemente el amor
y la devoción a Don Bosco y el anhelo de todas
las.clases sociales en ver pronto a sus hijos en
esta ciudad, que de veras les estima.
GRACIAS
DEL BEATO JUAN B O S C O
BOGOTA (Co l o m b ia ). — Sanado milagro
samente. — Soy un muchacho de 25 años, que
no tenía hasta hace poco gran fe en los milagros
de los Santos. Enfenné gravemente, y los mé
dicos que me asistieron determinaron que debía
someterme a una operación quirúrgica, pues
de lo contrario mi muerte era segura. Todos
ios remedios fueron inútiles, y como los médi
cos detennmaron que la operación se verificaría
al cuarto día que diagnosticaron mi mal, re
solví encomendarme a los santos y ofrecer pu
blicar este milagro, si me conseguían la salud.
Llegó por coincidencia a mi casa un sacer
dote salesiano, quien , en vista de mi postra
ción, me prestó una estampa del Beato Juan
Bosco con ima pequeña reliquia del Beato.
251
Puse sobre mi cuerpo la citada reliquia, enco
mendándome con toda la fe de mi alma, y
¿cuál no sería mi sorpresa cuando al cuarto día
en que \’inieron nuevamente los médicos, de
terminaron que ya no había necesidad de la
operación, y que no se imaginaban lo que había
pasado?
Reconozco en esto un verdadero milagro y
comprendo que me lo hizo el Beato JuanBosco;
por lo que me permito publicarlo para rogar a
las personas que sufren, que recurran a él en
demanda de auxilio; que ciertamente no les
dejará perecer.
Abril, 27 de 1931.
R. A. B. S.
respecto. La parte contraria apela contra esta
sentencia y vuelve a perder, condenándola
esta vez la Corte a pagar daños y costas.
El milagro era evidente, y estaba completo;
pues no «ólo recuperé mi dinero, sino hasta
los gastos que había hecho en el juicio; de todo
lo cual manifiesto mi gratitud al Beato Juan
Bosco que vino en ayuda de su de\-ota.
22 de Diciembre de 1930.
MARI.t N . NuÑKZ.
Ibidem. — Cumplimos con un sagrado deber
de gratitud al dar publicidad a una gracia al
canzada por intercesión del Beato Juan Bosco.
La crisis económica que ha afectado al mtmdo
entero, había arrollado también a un hermano
nuestro contándose en el número de los sin tra
bajo. y después de ocho meses de buscarlo sin
resultado, acudimos con ferviente súplica al
Beato Juan Bosco, solicitando su intercesión
por medio de una novena que terminaría el
día 31 de Enero, aniversario de su gloriosa
muerte. El primer día de la novena dejóse
sentir su valiosa mediación, pues fué también
el primer día de trabajo en im empleo que
superó nuestros deseos. Continuamos la novena
en acción de gracias por el favor obtenido.
Abril de 1931.
R . L . E. T ij e r in a .
Ibidem. — En horas de angustia, viendo su
frir a mi hijita enferma, y temiendo que su en
fermedad fuera grave, me encomendé con fer
vor al Beato Juan Bosco, pidiéndole, mientras
rezaba con fe su novena, la salud de mi querida
hijita, ofreciéndole publicar la gracia y dar mra
limosna para sus Misiones. No había terminado
la novena, cuando la gracia estaba concedida,
disfrutando desde entonces de perfecta salud.
Abril de 1931.
Una devota.
AREQUIPA (PERU). — El Beato Juan Bosco
viene en mi ayuda. — Grande fué mi sorpresa
8l recibir de la noche a la mañana una demanda
por cobro de un dinero que yo no debía; y
aunque mi conciencia estaba tranquila al res
pecto, sin embargo, la condición del que me
pedía el dinero y la de su abogado defensor,
me hacían temer muchos disgustos y gastos
dinero p ot largo tiempo, y de la misma mauera pensaban las personas a quienes consulté
en este asunto. En tan grande angustia, resolví
recurrir al Beato Juan Bosco y poner en él toda
mi confianza; fui a su iglesia y comencé un tri
duo; cuando al poco tiempo, y cuando menos
k» esperaba, sentenció el juez en mi favor, sin
que yo hubiera hecho nigún empeño a este
Pasfo (C ol.) — Alfar del Beato el d!a de su fíesfa.
VIGO (E s p a ñ a ). — Estando mi madre
gravemente enferma de bronquitis, y temiendo
por su vida, pues cuenta 80 años de edad,
recurrí con grandísimo fervor al Beato Don
Bosco por medio una novena, prometiendo una
limosna y publicar la gracia en el Boletín Salesiano. Obtenida la grada, gustosa cumplo lo
prometido para exteriorizar de alguna manera
los milagros del Beato.
30 de Mayo de 1931.
J u l ia C a s t in e ib a .
LA CUMBRE (Co l o m b ia ). — Dos años hacia
que mi hijo se hallaba ausente. Hallándome
muy angustiada por no tener noticias de él, y
habiendo llegado a mis oídos los prodigios
252
mi hijo sano y salvo. Agradecida publico la
gracia y envío una limosna suscribiéndome al
Kolelín Sülesiano.
Diciembre de J930.
Mari.\ R amírez .
m i confianza en su protección y le hice im tri
duo p a ra que m e o b tu viera noticias de mi hijo.
A los pocos días de em pezar m is ruegos, llegó
al B eato Juan Hosco, y su curación fue pronta
y com pleta. A gradecida publica la gracia y
envía una oferta para la Canonización de sü
P rotector el B eato D on Hosco, esperando de su
intercesión, otras gracias.
CIÍRINZA (Coi.o.MiUA). — líncoutrábíune en
la casa sale.siana de Timja, capital del Depart.'Unento de üoyacá, cuando el 10 de Diciembre
Mayo, 12 de 1931.
últiuu) me entrego el suixírior una carta en la
J o s e f in a 'Frujillo .
tpie se me daba cuenta que mi madre Inés de
las Mercedes Reyes se había caído del segundo
M O N X liR R E Y (MEJICO). — E l Beato ]mn
})iso <le una casa alta. Al leer tan inesperada
Sosco escucha mis súplicas. — Después de
noticia lio encontré otro consuelo que irme a nueve años de casada, no habiendo tenido
los pies de María Auxiliadora y de Don Hosco fam ilia, invoqué de corazón la protección del
a pedirles con todas las fuerzas de mi corazón
B eato Juan Hosco, suplicándole m e concediera
angustiado que no pennitieran (jue mi madre este favor. Don Hosco a ten d ió m i súplica, 7
pereciera de una manera tan trágica; al mismo una hermosa niña sana y robusta ha traído
tieniix) prometí al Heato Don Hosco publicar la alegría a nuestro hogar. Sum am ente agra
<0 milagro en el Boletín Salesiano.
decida hago pública la gracia y envío una
Verdaderamente grave era la situación de limosna para las O bras Salesianas.
la onfenna, pues al tercer día de la caída no
20 de Mayo de 1931.
podía hacer el mas mínimo movimiento en el
BIvAnca N a j k r a d e U r ibe .
lecho; mas se animó tanto al darle una rdiíjuia
<lel Beato y ilecirle (pie a él y a María AuxiliaManiüesían también su gratitud al Beato
<lora se les había encomendado su curación,
que al día siguiente notó un gran alivio y con y envían una limosna;
tinuó reponiéndose de modo visible hasta
A g u a sc a e i ENTE.s (Méjico). — Cecilia Romo
tpieílar completamente bien. Al preguntarle de Herrera, por la salu d de im hijito suyo y
cómo había po<Iido (piedar viva de semejante envía una oferta para las O bras y Misiones
caída, pues en este año cumple los sesenta y
del B eato. — Guadalupe de los Reyes Cervantes.
i'inco años, contestó que había invocado a Candelaria E. de Limón y Josefina M, de Bravo,
Marín Auxiliadora, l’ero lo más grave en seme p>or favores obtenidos.
jantes casos es que quede alguna lesión interna
C a l i (Colombia).
Dña. Joaquina Sánchu,
y casi siempre de alguna importancia; para
por la salud de su hijito.
«juitar esta intranquilidad y poder mejor cer
H a b ía d e l a O b is p a l ía (Cucnca-Españu).
tificar el milagro obrado en la persona de mi
Julián y Marta Herráis, María Luisa Herráis,
madre, la luce examinar detenidamente a la< Petra Herráis López, Ana Herráis Sevilla y For
cuarenta y cinco dúus de la caída. Del detenido tunato Sevilla, por favores recibidos, y envían
examen que le hizo el Dr. Ramón Mancera. lim osna pañi las (.)bra,s y Misiones Salesiana.s.
medico-cirujano de las Facultades de Bogotá
FrHRTicvKNTUiLA (Kspaña-Caiiarias). — ¡.a
y París, resultó no tener novedad ninguna Jamilia Rodrigues, por una prodigiosa curación,
interior como consecuencia de la caída. Mi y m anda una limosna para los huerfanitas de
madre se encuentra ahora bien y goza de buena
Don Hosco.
salud, por lo que doy infinitas gracias a Dios,
M e l il i ^ (M arniecos-España).
- Rcuuo-.i-s
a María .Vuxiliadora y al Heato Don Hosco.
Sala, |x>r haberla atendido el Siervo de Dios en
V quiero (pie se publique este milagro en el im a situación muy ¡ipurada.
Boletín Salesiano, porque así lo prometí, y para
Dku m an n (Argentina).
Virginia B. <L Ga(pie los que tengan ocasión de leerlo aviven más retio, por una gracia conseguida, y m anda eeley más su fe en nuestros ¡imadas protectores,
brar un novenario de m isas en honor del Beato
á/u»-.' ik 1931.
S an .\ n i )RIís (Colom bia-Santanderl. — A;cen
1/ÜIS J. tíUlMAUKVS
sídw Castellanos, p o ru ñ a m ilagrosa curación.
SnCi litote Snle>;.ii¡o.
.María Antonio R. por una gracia extraordinaria
T o r to s .a (Espiaña). Una devota, por ha
MKJICO n. F.
U1 Dr. Duis Herrera, al
berlc alcanzado lo que solicitaba, al segando
practicar una operación quin'irgica, contrajo una día de em pezar una novena.
gravísima infección en una mano. lis sabida
Z e a (Venezuela). - - Panchita Sánchez 0.0la rapidez con que en semejantes casos el en- tinez, por haberla curado de una terrible en
venamionto de la sangre puede producir la ferm edad para la que necesitaba un tratamienUi
muerte. Su madn* atUgidisima, lo encomendó largo y especial, que no podía darse por su
obnuU's |.>or el Beato Juan Hosco, puse toda
angustiosa situación.
I
253
POR EL MUNDO SALESIANO
PAMPLONA (España). — Fiesta de la Autoridad.
El día 8 de Mayo nuestro diguísimo Sr. Di
rector D. Miguel Salgado, celebró su fiesta ono
mástica. Huelga decir que a ella nos preparamos
con las mejores disposiciones. Los cómicos en
sayando sin cesar día y noche, sacrificando, re
creo y sueño, para preparar la velada y la
tondón de teatro; los de la Banda afiligranando
sas piezas musicales, y todos brindándonos a
acudir sin demora a donde hiciera falta o nues
tro brazo o nuestra inteligencia. Unos días
antes de tan memoranda fecha tuvimos la
dkha inefable de tener entre nosotros a nuestro
dignísimo actual Sr. Inspector D. José Calasanz, a quien acompañaba el competente múáco D. Felipe Alcántara.
Para que el Sr. Director no se enterase de
los preparativos de su fiesta, le aconsejamos
qne acompañase al Sr. Inspector a Huesca y
no regresara hasta la víspera de su Santo.
Entre tanto, María Auxiliadora, le tenia
preparada ima gratísima sorpresa y fué que
inspiró a un dignísimo Profesor del Seminario,
D. Eusebio Sarasa, que nos regalase im pre
cioso altar para nuestra capilla. Los alumnos
detodos los talleres tomamos parte en su instaladón, que fué imnediata y rapidísima.
Los preparativos. — Mientras unos colocaban
el altar y engalanaban la capilla, bajo la acer
tada dirección del infatigable Sr. Justi, otros
atendían las sabias indicaciones del Sr. Conse
jero, para ayudarle a decorar la boca del esce
nario y pintar el zócalo del teatro. Ambas co
sas quedaron magistralmente, por lo que no
podemos por menos que tributar im merecidísüno aplauso a D. Isidoro, que a sus excelen
tescualidades de escenógrafo añadió la de decottdor de fino gusto.
A las nueve de la noche del día 7 regresó
de Huesca el Sr. Director, siendo recibido
«ntusiásticamente en la portería del Colegio
por todos los alumnos. Arrullados por los ecos
de los últimos, vivas y aplausos, nos fuimos a
dormir aguardando con gran ansiedad la au
tora feliz del
Ock:. de Mayo. — Para este día teníamos
OHifecdonado un Programa ameno, interesante
y divertido, que por haber estado en manos de
todos y por haber <»ntribuidotodosa su perfecta
ejecución, nos evitamos la molestia de copiarlo.
La "'.:sa de Comunión resultó verdaderamente
8®eral en la que todos elevamos nuestras fer
vientes plegarias al Cielo para que el Señor
derramara sobre el homenajeado los más pre
ciosos carisnras de sus infinitas tesoros.
Los bellos motetes ejecutados por Corti v
Errazqum contribuyeron podemsiuiieute a que
la distribución del pan encarfetico se realizara
en un ambiente de gran piedad y devoción.
La misa cantada. — A la hora fijada el Sr. Di
rector, asistido por los PP. Conde e IsidoK),
ascendió las gradas santas para celebrar el
augusto Sacrificio. ¡Grande fué su admiración
y no pequeño su a.sombro ante el bello altar
que contemplaban sus ojos! T,a escolauía del
Colegio interpretó soberbiamente una parti
tura del maestro Perosi.
La felicitación intima. — Como se acostum
bra en todos los Colegios Salesiauos, tuvo lugar
después de la misa mayor. Reunidos todos,
Sup)eriores y alumnos, en el salón de recibir,
José Arribas, le leyó una cariñosa felicitación
en nombre de to<tes, y después de grandes víto
res y aplausos, pasamas a besar la mano del
Sr. Director y recibir una medallita y un abun
dante puñado de sabrosos caramelos.
La velada. — por la tarde tuvo lugar la
lada-homenaje. El público, como de costumbre,
nutridísimo y selecto.
Ocupó la presidencia el Rmo. Sr. Director
rodeado de distinguidas ¡>ersonalidades aman
tes de la Obra Salesiana y de numerosas repre
sentantes del clero regular y secular.
El liimno lo cantamos todos los colegiales
de,sde el escenario y aj>enas extinguido el eco
de los aplausos el Rdo. Sr. Prefecto, D. Félix
Conde, hizo su aparición en las tablas para pro
nunciar el discurso de ofrecimiento.
Con palabra fácil y .sentida expuso lo que
es el Director de un Colegio Salesiano y la au
reola de paternidad de que se halla rodeado.
Manifestó cómo esas cualidades se hallaban
en grado eminente en el homenajeado y el
motivo de la fiesta. Tenninó rogando al Sr. Di
rector que como prueba de gratitud y cariño
aceptara el acto que se estaba realizando y los
regalos con que le obsequiaban los alumnos.
Estuvo muy bien y fué muy aplaudido.
La Banda del Colegio ejecutó a jxirfección
piezas muy bonitas y modernas. Al competente
Director de la misma, D. José Cajaravílla, que
en sólo cuatro años ha sabido sacar alumnos
tan aventajados, nuestra calurosa felicitación
así como a los inteligentes muchachos que la
integran.
La zarzuela Horas de recro, por su esmerada
presentación tramoyfetica y decorativa estuvo
254
Sfroeder (Argentina). — E l S r. Inspector Salesiano saludando a los Cooperadores
en la inauguración de le nueva iglesia.
admirable, emotiva. Ea parte coral que con
tanto desinterés, acierto y empeño preparó el
dignísimo y sin par orgai^sta de Huarte,
Rdo. D. Moisés Barado, la ejecutaron los pe
queños cantores a i>eríección.
Dia lo. — Digno remate, broche de oro de
la fiesta homenaje a la Autoridad, fué la chis
peante función de teatro que se celebró en
este día. Se puso en escena el drama en un acto
«Caridad, cavidad» y la humorística comedia
en tres actos Tabardillo. Dos actores, como
de co.stumbre, estuvieron inimitables.
STROEDER (Argentina). — Bendición de la
nueva capilla.
Jamás el pueblo de Stroeder vivió horas de
tanta conmoción y solemnidad como las del
día lo del corriente mes.
En ingente masa acudió el público a presen
ciar el fausto acontecinriento que tuvo lugar
en el Colegio Salesiano.
Se inició la función a las 9,30, con la bendición
de la nueva capilla. Con este momunento y
festejos sella las bodas de oro de su entrada en
Stroeder (Argentina). — La nueva iglesia saiesiana inaugurada.
los colegios salesianos el anciano misionero de
la Patagonia. padre Domingo Anselmo, quien
desde hace 50 años, trabaja asidua y abnega
damente en la obra salesiana. El nuevo tem
plo que hoy es o r i ll o del pueblo de Stroeder, •
es fruto en su casi totalidad de su celo y sacri
ficios y de sus beneméritas cooperadoras de
la capital federal.
bendición estuvo a cargo del inspector
délas Misiones de la Patagonia, reverendísimo
presbítero doctor Gaudencio Manachino, y re
sultó muy solemne. El superior de las Misiones
(ué acompañado por diácono, subdiácono y
16 acólitos llegados del Seminario de Fortín,
iíercedes, con el fin de dar más brillo a la cere-
Desiniés de la misa, el novel migido impar
tió la bendición solemne. Luego se descubrió
en el patio del colegio una placa, cuya inscrip
ción dice así: «A Elena \Vilson de Cannody
y a don Juan M. Carmody en prueba de gra
titud ». Tomó en esta circunstancia lapalabra
el reverendísimo señor inspector 'le las Misiones,
quien expresó sus sentimientos en nombre
de la institución que representa. Fueron asi
mismo inauguradas en el nuevo loini>lo dos
placas dedicadas: la una, a la señora Rosa A.
de Tomquist y a su hija Mercedes; la otra a
la familia Durañona.
Amenizó este acto y los siguientes del día
la banda del colegio salesiano de Viedma.
Bogofá (Colombia). — Grupo de Damas Cooperadoras.
'«lia. Acto seguido, el novel levita Antonio
Casonni cantó su primera misa en la nueva
■ ■ lesia, asisistido por el presbítero Domingo
isselmo, como padrino de capa, y por el señor
isi Juan Carmody y doña Crescencia de FiniP*. como padrinos de misa.
El canto estuvo a cargo de la «Schola Can^ornrn» de Viedma, dirigida por el presbítero
doctor Pascual Paesa, y las ceremonias a cargo
de los seminaristas de Fortín Mercedes. El
dócarso de ocasión fué pronunciado por el
íaperior bajo el tema: «¿ Quién es el Sacerdote
^t^ico? . El Rdo. Sr. Inspector, en medio
'v la más profunda atención, habló durante
®os 50 minutos desarrollando el tema en la
íonna brillante y docta que le es caracterísfica, estando el templo tan repleto de gente
^muchísimas personas no pudiendo entrar
®la iglesia, tuvieron que escuchar la santa
®faa desde la plaza de la misma.
A las 15,30 se inició la función teatral, <jue
obtuvo un éxito briliantísimo. La compañía
dramática del colegio San Pedro de Fortín
Mercedes, puso en escena el drama <Los dos
sargentos >. Los cantos estuvieron a cargo de
la «Schola Cantorum > Cardenal Cagliero, del
mismo colegio.
La fiesta dejó en todos las más gratas impre
siones. Durante estos festejos el pueblo de
Stroeder en masa y colonos de la campaña
acompañaron a los misioneros salesianos, con
im entusiasmo mmca \isto. Ha sido mi ver
dadero plebiscito de admiración y de afecto
que recibió la obra del beato Don Bo.sco.
B O G O TÁ (Colombia). — Fruto de! X ! Con
greso de Cooperadores Salesianos.
Uno de los fines que se propuso el X I Con
greso de cooperadores salesianos que se celebró
256
con tanta pompa en esta ciudad el año pasado
con ocasión de los grandiosos festejos de la
Beatificación de D. Bosco, fné el de la orga
nización de esta importantísima rama de la
Obra Salesiana en Colomláa. A Dios gracias,
sus labores no fueron estériles y hoy podemos
ostentar sus primeros frutos.
lisa noble asamblea pidió que se constituyera
mi con.sejo nacional de los cooperadores com])iieslo de damas y caballeros para que fuera
en esta capital como el estado mayor del gran
i jército tle coo¡X‘radores esparcidos en todo el
jiaís. Hoy poílemos añnnar que dicho consejo
nacional ya existe y está integrado por dos
grupíxs de eminentes personas, que desde mu
chos años vienen ayudando con entusiasmo a la
Obra de Don Bosco en esta nación. Ocupa el
puesto de director el arquidiocesano y nacional
Mons. Andrés Re.stre])o Saénz, vicario general
de la arquidince.sis l'rimada. Componen el
consejo de caballeros los Señores: Julio Z. Torres,
I‘'rancisco Vargas, Eduardo Restrepo Sáenz,
Gerardo Torres, José Posada Tavera, Ezequiel
Guzmím, Rafael Salazar Jaramillo, Vicente Ca
sas Castañeda, y Daniel' Merizalde.
El Consejo nacional de cooperadoras que se
llama de Damas coo]Xíradoras tiene a la cabeza
las Señoras: Inés ¡Marroquín de Vargas, Ana
Vásques de Carrasquilla, Belén Santamaría
Defrancisco, l/ucrecia A. de Lago. Cecilia Or
tega de Bemiudez, María del Carmen Posada
de Restrepo, Maria Otajales de Vargas, Lucía
Gómez de S a n ita r ia , María Gómez Matilde
Marroquín, María Orama Barberi, Margarita
Báigad de Umaña, Merce<les Grajabs de l^ribe
Leonor Córdoba Rocha, Maria Tamayo de
Quintana, Ana Brigard <le Mier.
En el curso de estos meses se han llevado a
cabo varias juntas de ambos consejos en las
cuales hemos palpado el Interés de los que
trabajan por el desarrollo de las cusas salesiauas en favor de la juventud: pero no puede
ocultarse una obra tpic tomaron a su cai^o
las • Damas coojxradoras». Ellas con criterio
profundamente cristiano y práctico comprendionm (pie la necesidad primordial de la obra
salesiana es el aumento de voeaeioiies y se de
cidieron a trabajar cu ese campo de acción.
Cada uno .se i>uso al frente de un grupo de ami
gas y relacionadas, y con un celo que el Beato
EK->u Bosco sabrá pagarles, recx)gen entre ellos
unas ofertas que eulregau el 16 de cada mes,
din de reunión genenil. Así este año hemos
podivlo aumentar el número de nuestros aspi
rantes que sostenidos por las becas a cargo
de las « Dmnas Cooperadoras » pueden atender
a sus estudios y a su formación salesiana.
Ojalá la obra de estas inteligentes y piadosas
cooperadoras halle e<x3 en las almas generosas
que desean ganarse méritos. Sirva a todos de
estímulo el siibcr que los que cooperan de este
modo a las obras salesianas disfrutan de mu
chas indulgencias plenarias y parciales, y la pii.
mera de ellas la indulgencia plenavia iiatit
que el Papa Pió X I concedió a los cooperadote
salesianos que ofrecen a Dios con ima piadosa in
vocación sus trabajos materiales e intelectuales.
NECROLOGIA
Dña. Isabel Gallardo de Parker
Sania Tecla (EJ Salvador).
El día 24 de Abril a las 4 de la mañana en
traba en ca.sa de la familia Parker el ángd de
la muerte arrebatando del seno de la familia
a Dña. Isabel Gallardo de Parker, matrona
cristiana que bajo la sombra de su grandísima
modestia, sabía ocultar el bien que hacía a su
prójimo. Entre los que fueron objeto de sus
larguezas, en la bella ciudad de las colinas,
está la Institución Salesiana, quien 110 ha ohidado en sus preces a tan insigne bienhechora ,
y que 'poi medio del Boletín Salesiaiio renueva
a la afligida familia su más sincero pésame.
Recordad también en vuestros sufragios a:
ALMOVODAR DEL ITNAR (C uenca -Es— Rdo. D. Juan Francisco Pérez, Cura
Párroco. — Dña. Vívenla Serrano.
CALI (C o lo m b ia ). — Dña. Elvira Holgun
de Aguayo. — D. Rafael Higuera Mafia. I). José Antonio Orejuela. — Dña Petronila
Vanegas de Vallecilla...
GIRON (C o lo m b ia ). . — Ana Pabla vda. de
Arenas. — Pastora G. vda. de Valdivieso.
LABATECA (C o lo m b ia -S a n t a n d e r ). - •
D. Hipólito Martínez. — Dña Natalia Martínet
MANIZALES (Co l o m b ia ). — Dña. Stesana
Hoyos Piados.
SANTIAGO (Ch il e ). — Amadora Cagle «
Carmona. — Domitila T. de Celedin — 0 ^
mingo González Eizaguirre.
SILVIA (C O L O M B I.A ), — Chinquinquirá Me
chado, vda. de Otero.
TUCSON-ARIZONA (U. S. A.). —
M. Maria de la Paz, Carmelita Descalza.
p a n a ).
C o a apn>&ac/óa d e l* aaloridm
d cckaiésllca.
G erea le: D . D O .M E N I C O G A R .V E R I.
E slab le ciaie ato “n p . de le Socied ad E ditora Iaíer«i«.*»oaaI C o ra o fiegiM
m.Hari;Aer//a. í7ó.
-
Fecha
-
1931.08