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Título
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BS_1932_03
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Descripción
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Boletín Salesiano. Marzo 1932
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extracted text
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Año XLVII - N. 3. — Marzo, 1932
BOLETIN SALESIANO
I REVISTA
DE LAS OBRAS DE DON S O S C O
LA
N AVE
TO RPE D E AD A
Esto lia sido, para nosotros, la M isa de
m de D. Felipe Rinaldi (q. s. g. h.). Insis
timos e insistiremos en ella, porque m ientras
permanezca en la memoria, \dva y rutilante,
la imagen del Padre que hemos perdido •—
y aún nos parece mentira — la montaña
de afectos y esperanzas que su fiesta había
levantado, no puede deshacerse.
La nave estaba ricam ente equipada; había
sido provnsta de todo bien de Dios y bogaba,
por esos mares tranquilos, a velas desple
gadas. E l valor de su cargam ento espiritual
no tenía límites; ¡cuántas oraciones, cuántos
tesoros eucarísticos, cuántos afectos y sa
crificios habían depositado en ella las almas
bueiiasi Sus provisiones m ateriales tam poco
eran despreciables, y un verdadero ejército
de necesidades soñaba con su llegada.
La bella, la suspirada nave, con aires de
fiesta y alegremente em pavesada, estaba
próxima a rendir viaje 5’ lanzaba, a todas
partes, continuos y jubilosos mensajes,
anunciando su llegada.
Mas ¡ay! que cuando miles de corazones
anhelantes la esperaban, una noticia terrible,
fulmínea, hizo cundir el pánico, y entene
breció todos los semblantes. — \La nave
habiit sido torpedeada!
Allí mismo, a pocas millas de distancia,
a la entrada misma del puerto, d negro submarÍKo de la muerte la acechaba, traidoramente, para echarla a pique, y la echó.....
y ahora aquellos tesoros yacen todos per
didos en las profundidades del mar. ¿Todos?
— No; esperemos, muchos se podrán salvar
todavía.
¿Verdad salesianos? ¿Verdad amigos?
¿Verdad cooperadores? Dejemos la m etá
fora, 5^ vengam os a la realidad.
¡Don Felipe Rinaldi ha muerto! pero su
voz vive, porque era la misma voz de Don
Bosco, a la que Dios, en su bondad infinita,
ha concedido una resonancia perenne. ¿No
recordáis los términos en que, el querido
difunto, redactó aquella su últim a Carta
publicada en el Boletín de F.nero?
Recordadla, volved a leerla; veréis con
qué insistencia decía el buen Padre, al ex
poner las apremiantes nectóidades de su
amada Congregación, que quién escribía y
])ordioseaba no era él, sino el mismo Don
Bosco; que no eran suyos, sino de Don Bosco
aquellos dos sacos vacíos que simbolizan toda
una vid a de inmolaciones y sacrificios, y un
divino poema de anhelos de apostolado que
enteniece y hace llorar.
La M isa de Oro ha sido, literalmente,
torpeada, pero el cariño que estaba prepa
rando aquellas fiestas vivé, porque todos
esos corazones buenos y generosos que han
sido, son y quieren seguir siendo la P ro vi
dencia VTsible de las Obras Salesianas,aunque
am aban la persona del Superior, que es
adem ás un símbolo representativo, porque
esta pemona reunía, en grado exquisito,
todas las cualidades necesarias para hacerse
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amable, no h a y duda que am aban y aman
mucho más, lo que el Superior representaba,
que es lo permanente, lo que v iv e siempre
y no puede ser torpedeado, las Obras Salesianas, con su organismo gigantesco, con
su red de beneficencia extendida sobre la
h az de la tierra, con sus amores y sus sueños
divinos, pero tam bién ¡ay! con sus zozobras
y pesadumbres terrenas.
Don Felipe Rinaldi se ha ido al cielo —
¡bien lo merecía! — pero aquí quedan pal
pitando los mismos problemas difíciles que
él, con acentos conmovedores, denunciaba
en su últim a Carta y ..... ¿quién sería capaz
de enumerarlos todos? son problemas an
gustiosos, que las tristezas de la hora pre
sente han venido a enconar de un modo
alarmante.
E stos problemas y estas necesidades —
¿por qué no decírselo a nuestros amados
cooperadores? — esperaban que aquella
nave de la M isa de Oro, con la espléndida
riqueza de sus tesoros espirituales, trajera
tam bién un poco de alivio m aterial para
ellos. ¿Van a quedar frustradas sus esperan
zas ? Todos esos bienes, de uno y otro género,
¿habrán de ir a perderse en el fondo de una
tum ba, donde yace un cuerpo inmolado
por la caridad? — Creemos que no.
Y hemos de decirlo con inmenso gozo.
Muchos cooperadores, al expresam os su
condolencia por la inmensa pérdida que
nos ^fiije, son tan buenos y delicados que
a la carta de pésame han unido su óbolo
fara Don Rinaldi. Feliz y oportuno imo de
ellos, ha querido explicar su donativo con
esta frase histórica: para que, como el Cid
Campeador, si^a ganando batallas después
de muerto.
Tenemos esta confianza: aquellos dos
SACOS t'rtcios se llenarán: el que se prop>ouía
ir llamando, de puerta en puerta, a la casa
de los amigos, a>iidará ahora desde el cielo
a que se llenen más pronto; el que prometía
a los bienhechores de sus Obras, tenerlos
presentes de un modo especial en la santa
misa, durante su Año jubilar, rogará por
ellos ahora con redoblado poder y eficacia.
I«a idea se está abriendo camino. E l Obolo
« Don R in a ld i» no será torpedeado.
El primer homenaje.
F u é Argentina la primera que felicitó a
nuestro malogrado R ector Mayor; fueror i
nuestros buenos amigos del P lata los que,
en una forma solemne y , presintiendo acaso
que les faltaría tiempo, lanzaron, a través
del océano el primer homenaje.
Una nutrida comisión de señoras coope
radoras y de ex-alumnos pidieron al P. Ins
pector, D. Jorge Serié, nada menos que una
conferencia radio-telefónica con Turín, para
felicitar, de palabra, al P. Rinaldi, y oir su
voz «a'uténtica». Dicha conferencia tenía
lugar el 26 de Octubre, a las once de la ma
ñana, en el Colegio Pío I X de Buenos Aires.
Pase el lector los ojos por el delicioso gra
bado que reproduce la escena y observe,
como se ve pintada, en todos los semblantes,
una radiante alegría y una inefable ansiedad
por escuchar las palabras del Padre que,
por disposición de la Providencia, habían
de ser para ellos las últimas.
¡Comunicación! — gritó el telefonista y,
por ese camino invisible que ondas miste
riosas establecen a través del espacio, oyóse
claram ente la vo z dulce y cadenciosa de
Don Felipe Rinaldi.
Tocó al P. Pagliere. por ser el primer
sacerdote salesiano salido de aquella Re
pública, ofrecer el Homenaje y lo hizo en
estos términos:
Rex’crendisimo y carísimo Rector Mayor,
« En esta ocasión de \niestras Bodas de
Oro sacerdotales, la vSanta Obediencia me
ofrece la gratísima oportunidad de trans
mitiros un filial saludo, desde esta tierra
Argentina que plugo a nuestro B eato Padre
llam ar su sea,unda patria.
¡Mil veces bendito el momento en que
Don Bosco, con tan amor, soñó en la Ar
gentina! ¡Mil veces bendita la hora en que
sus h ijrs misioneros llegaron a nuestras
pla>'as! Y una y mil veces bendito el Sucesor
de Don Bosco que hoy, con tan to celo y
eficacia, favorece la obra dhnna de las mi
siones!
L a más \*iva, sentida y profunda gratitud
mueve, en esta ocasión de \-uestras bodas
de oro. a todos los Argentinos. Son ellos,
\*uestros hijos queridos, los Salesianos; son
r —
I
I
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los Cooperadores }• Cooperadoras; son los
Exalumnos y Alumnos; son, en fin, todos
los Amigos y adm iradores de la Obra de
Don Bosco que, al com enzar el año jubilar
de vuestras Bodas de Oro, form ulan los más
cordiales y feivuentes votos.
donos a infundir, en todos los corazones, el
suave espíritu de D on Bosco. H asta las
Bodas de D iam an te!»
A este hermoso saludo, vibrante todo él
de la m ás honda veneración 5’ cariño, con
testó D . Felipe Rinaldi con las siguientes
Rogad a Dios en caridad por el alma del
RVM O. SR . DON JO S E VESPIGNANI
C O N S E J E R O G E N E R A L P R O F E S IO N A L
DE LA
P ÍA
S O C IE D A D
S A L E SIA N A
fallecido, saniamente, en la Casa - madre
de Turín, el día 15 de Enero p. p.
Boletín Salesiano, en su próximo número, publi
cará le lieseña necrológica de esfe esclarecido
miembro del Capítulo Superior, cuya muerte
inesperada viene a agravar e l luto que, cua
renta días antes, nos produjera la de nuestro
inolvidable Rector Mayor.
Que Dios os conserve, por largos años
aún, al cariño y a la admiración de cuantos
C6 conocen y os aman! Que la Auxiliadora
de Don Bosco cum pla los santos anhelos
de vuestro corazón paternal! Que podáis
celebrar vuestras B cdas de Oro con santa
alegría de todos los buenos, con inmenso
fruto de las almas; a la m ayor gloria de Dios!
Y finalmente, y a que no habéis podido v i
sitamos en persona, que llegue vuestra voz,
resuene y sea oída en todos los ámbitc» de
la Argentina y del mundo entero, enseñan-
palabras, sensiblemente veladas por la em o
ción:
<“ E l B eato Juan Bosco, con sus visiones
proxidenciales, recorrió unas cuantas veces
ese país y conoció ese pueblo, esas regiones
que por la bondad de sus hijos llam ó su se
gunda patria, para sí y para su institución
naciente, y vislum braba el porvenir de ese
grande y noble pueblo con sus cooperadoras
y cooperadores, exalum nos y alumnos. A
todos ellos saludo respetuosamente y con
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infinita gratitud, por el bién que han hecho
a mis hermanos y alumnos y agradezco la
ocasión de hacerles oír mi palabra y los
saludo de nuevo afectuosísimamente. E s
una gran satisfacción haber podido oír la
palabra de mis hijos tan lejanos. E ste mo
mento es uno de los más bellos de m i vida,
porque me une con las cooperadoras y coo
peradores, con mis hermanos y com patriotas
de tan remotas tierras; y estos momentos
son palpitantes de afecto tam bién porque
me unen espiritualniente a los primeros
tiempos de mi ordenación sacerdotal.
Ustedes están ahí reunidos, porque de
sean ser los primeros en presentarme su
cordial adhesión a las Bodas de Oro de mi
Primera Misa, porque desean ser los primeros
donantes para el A ltar de nuestro Beato
Padre Don Bosco. Ustedes quieren contribuir
a levantar un altar donde la juventud de
las generaciones venideras pueda aprender,
donde pueda encontrar luz y fuerzas para
vencer; y quieren tam bién que el B eato Juan
Bosco bendiga a Vds. y a sus fam ilias. Mu
chísimas gracias por lo que quieren hacer
en honor del Beato Padre y gracias tam
bién por la caridad usada con los pobres
salcsianos.
Con todos los afectos de su corazón, en
cendido en el amor al Beato Padre Don Bosco,
se ime espiritualm ente a Vds. su pobre su
cesor que tiene m u y presentes a todos los
Cooperadores y Cooperadoras, Exalunm os
y Alumnos y Salesianos.
Rogad por m í ».
***
E sto no fué más que un ensayo, propo
niéndose los promotores de la conferencia
repetirla más adelante, dándole proporciones
de un gRin acontecim iento, si la audición
dalwi el resultado apetecido; y para un en
sayo los generosos argentinos no vacilaron
en gastarse una bonita cantidad de pesos.
E s que el amor sinceramente sentido, dirían
ellt«, debe ser así, caballero y espléndido.
A l aplaudir ahora su hennoso gesto, per
mitirán que Ies digamos una palabra: Voso
tros. entusiastas cooperadores y amigos de
la Argentina que, anticipándoos a lo que
después se ha hecho en todas partes, poníais
tan to cariño, en la preparación de las fiestas
del Padre, procurad ahora que no quede
en el fondo del mar La nave torpedeada.
Verdadero concepío de la
cooperación salesiana.
Cuesíión preliminar.
I gnorancia no . — E l demonio es el ene
migo del bien, y, para im pedir que este se
realice, lucha sin descanso y pone, en línea
de com bate, todas sus fuerzas.
E l arma de que m ayorm ente se vale,
porque tiene una probada eficacia, es la
ignorancia de los propios deberes.
U n deber que se ignora es un deber que
no se observa, lo que, en el orden moral,
equivale al vacío, a la esterilidad, al esca
moteo de un bien o de una larga sucesión
de bienes. E sa arma el demonio la esgrime,
tam bién, contra los Cooperadores Salesianos,
a los cuales procura ocultar, no sólo sus
deberes, sino además las varias y distintas
maneras de practicarlos, y las incalculables
ventajas que su cumplimiento reporta a las
almas.
E a cuestión preliminar, pués, para todo
Cooperador y la más necesaria y fundamental
es conocer a fondo qué es y en qué consiste
esa cooperación, a la que voluntariamente
ha consagrado ima parte de su actividad.
N a d ie d a lo que no tien e . — Están
en un error los que creen que la misión del
Cooperador se lim ita a hacer el bien a los
demás, con obras exteriores de caridad.
E sta no es sino una parte del pensamiento
del B eato Juan Bosco y no ciertamente la
m ás im portante.
L a Pía Unión, según él, debe ser antes
que nada, una escuela de santificación per
sonal, sin la cual no h a y obra eficaz y cual
quier proyecto de apostolado sería una
quimera.
¿Por qué? porque nadie puede dar lo que
no tiene y, de ta l manera se impone a la
evidencia este postulado, que el mismo
Jesucristo hubo de someterse a él. Y o me
santifico — decía — para después santificar
a los detnás. (I o a n ., 17, 19) y ved con qué
claridad expresaba Don Bosco este mismo
concepto: « E l fin esencial de los Coopera
dores es su propia santificación, debiendo
esforzarse para que su \4 da se asemeje, en
lo posible, a la de los religiosos. H a y personas
que miran el claustro con una santa envidia
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y, de buena gana, se harían religiosas, si la
edad, la salud, o las obligaciones contraidas
ao se lo impidieran. Pués bien, esas personas,
desde el momento que se inscriben en la Pía
Unión, aün siguiendo en el seno de sus fa
milias y en medio de sus ocupaciones habi
tuales, pueden viv ir, en cierto modo, como
si fuesen religiosas.
De aquí que el Soberano Pontífice, haya
comparado a los Cooperadores Salesianos
con los antiguos Terciarios, de los que difieren
únicamente en que estos hacían consistir la
2) Que h a ^ n , todos los años, algunos
días de Ejercicios Espirituales y el Ejercicio
de la Buena Muerte, el día último de cada
mes u otro a su elección, confesando y co
m ulgando como si fu ^ e el últim o de su
vida.
3) Que recen, diariam ente, un Padre
nuestro y un A vem aria a San Francisco de
Sales, por la intención del Romano Pontífice.
4) Que reciban los santos sacramentos de
la confesión y comunión, con la m ayor fre
cuencia posible
Conversando con el Reclor Mayor, a través del océano.
perfección cristiana en el ejercicio de la
piedad y aquellos en la vid a activa, dedi
cándose a obras de caridad en favor del
prójimo y , especialmente, de la juventud,
expuesta a m ayores peligros.
A los Cooperadores no se les prescribe
ninguna práctica determ inada de mortíficadón exterior, pero, a fin de que su vida
tenga m ayor sem ejanza con la de los reli
giosos, se les recomienda:
i) L a modestia en el traje, la frugalidad
en la mesa, la sencillez en el mobiliario do
méstico, la delicadeza en el hablar, la exac
titud en los deberes del propio estado, la
dgüancia sobre sus dependientes, para que
sean buenos cristianos y santifiquen el día
iestivo.
Después de estas palabras y recomenda
ciones del B eato Juan Bosco, sería temerario
no ver que la línea directriz de la Pía Unión
es la santidad de sus miembros. Original
como era él y forjador de nuevos métodos
no quiso imponerles ni habito, ni noviciado,
ni profesión, com o los tienen los Terciarios
Franciscanos, Dominicos, Carmelitas, etc.
pero les impuso lo que es esencial de todos
ellos, el compromiso de santificarse, sin cuyo
compromiso, ni habrían podido ser adm i
tidos en la Asociación, ni disfrutarían de los
favores espirituales que la Iglesia pródiga
m ente les ha concedido.
E jempix >s , ejemplos , ejemplos . —
El
Cooperador, tínicamente por serlo, tiene una
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razón de más que le obliga a ser bueno, y
es el deber de hacer buenos a los demás.
Si mirase con frialdad y negligencia su
santificación personal, ¿con qué negligencia
y frialdad no m iraría la de su prójimo?
¿Cómo conseguiríamos que la juventud,
campo predilecto de nuestro celo, fuese lle
vada a la piedad y estabilizada en el bien,
sin la fuerza de los buenos ejemplos? ¿Cómo
lograríamos hacerles gustar a esos jóvenes
las bellezas de la virtud, consiguiendo que
sean morigerados, dóciles, humildes y obe
dientes, si nos vieran a nosotros fríos en
la práctica de los deberes religiosos, y
mundanos en las costum bres y avaros de
los bienes terrenos 5' soberbios de ca
rácter?
Todos los conductores de almas, todos
los santos que han llevado a Dios grandes
muchedumbres — y entre ellos está Don
Bosco que ha contribuido, como pocos, a
poblar el cielo — debieron sus prodigiosos
éxitos, no tan to a las palabras y obras de
caridad, como a sus ejemplos y santidad
de vida.
¡Ahí cuando ésta no existe, todo es inútil.
Podrá el Cooperador conmoverse ante las
necesidades físicas y hasta sociales del pró
jim o, pero su conmoción será un acto m era
mente humanitario, un gesto de filantropía;
nunca, el bello gesto de la caridad sobrena
tural que hizo arder en llam as el corazón
de Don Bosco, y es y debe seguir siendo el
alma de todas sus obras y de los trabajos
de sus Cooperadores.
Sin el ím petu incontenible de esta llama
de la caridad, que sólo puede prender en los
corazones santos ¿cómo explicaríamos el
celo prodigioso de aquel joven sacerdote
piamontés que, en el arrabal de Valdocco,
sólo y enfermo y ix>bre y perseguido y ridi
culizado. se propone luchar contra un mundo
de dificultades y las reduce a polvo, y quiere
alargar sus brazos, para estrechar a todos
Uis necesitados de la tierra y la tierra es
obligada a dejarse ceirir por ellos, y cura,
como una madre, las enfermedades de los
jóvenes, y llora la fe anémica de los adultos,
sembrando por doquiera imprentas y edi
toriales y predicadores, para neutralizar las
propagandas de más de un siglo, hechas por
maestros impí(.>s y libros en\*enenados y
artistí\s sin pudor y sectarios fanáticos y
políticos, en fin, secularizadores y enemigos
de Dios?
P rimero ee alma , después las aial^s
— Piense, pués seriamente, el Cooperador
en santificarse, antes de acudir a las obras
exteriores de celo, si quiere que éstas sean
duraderas y fecundas.
Convénzase bien de que no hay, para él,
negocio más im portante y sacrifique a ese
negocio sus preocupaciones y trabajos, sus
fuerzas físicas y morales, su tiempo, sus
sudores, sus penas, si no quiere incurrir en
el triste error de los que tom an a pechos
una nadería cualquiera, y miran indiferentes
lo que para ellos ha de ser definitivo y vital.
Una sola cosa es necesaria, salvarse (IIath.,
6. 33)« Si tenéis la virtud y la gracia de Dios,
decía Don Bosco, lo tenéis todo; si las perdéis,
sois los seres más pobres y desgraciados del
planeta ».
iQ ué le aprovecha al hombre ganar todo d
mundo, si después pierde su alma? (ÍI ath.,
16, 26).
Los bienes terrenos, aunque fuesen po
seídos, en su inmensa totalidad, por una
sola persona, no podrían hacerla feliz. Los
sentidos brutales del cuerpo quedarían, es
verdad, satisfechos, siquiera fuese por unas
horas, pero el espírilu nó, el corazón nó; des
vanecido el espejismo pasional, pasada la
enagenación tum ultuosa, caería sobre esa
persona un vacío horrendo y desolador. ¡Oh
Dios/, exclam aba San Agustín, nos habéis
hecho para Vos, y nuestro corazón no está
tranquilo sino cuando reposa en Pos. Y d
rey Salomón, después de conceder a sus
sentidos todo cuanto h ay en el mundo capaz
de halagarlos, llegó a esta desoladora con
fesión: H e conseguido ser grande; mi salndurii
ha sobrepujado a la de iodos los que en Jerusalen fueron antecesores mios... he visto todas
las cosas que se hacen debajo del sol 3’ todo fs
vanidad
aflicción de espíritu. {Eceles. i.S).
Es este un tem a tan dominante en la S»*
grada Escritura, que lo hallamos a cada paso.
E l Espíritu Santo nos invita a menudo
a reflexionar sobre él, porque es una paípaíde
y elocuente verdad, capaz de sacudir, de su
sueño espiritual, a las alm as m ás aletargadas.
^Qué le queda al hombre, de su confin:¡o afa
narse? Pasa una generación y a esta sucedí
otra..... E l tal se halla solo, no tiene h:¡os,
hermanos y, a pesar de ello, no descansa di
siis trabajos, sus ojos no se sacian januis de
riquezas y no se le ocurre nunca hac¿' &e «ía
pregunta: ¿Para quién trabajo yo?
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quién me impongo estos ahorros que son no
civos a mi salud? E n esto se ve también que
lodo es vanidad y pésima aflicción (Eccl., i , 4).
Esta penosa anom alía se refleja, con co
lores aún más vivos, en la pintura que hace
Jesucristo de aquel rico que se afanaba bus
cando graneros espaciosos, donde guardar su
desbordante cosecha y soñaba con una larga
rida de francachela, en el preciso momento
en que la muerte se cernía sobre su cabeza
E n medio de aquel loco soñar, el buen sen
tido le llam ó a la realidad gritándole: Rico
insensato: Todo eso que estás amontonando
¿para quién será?
« jOh eternidad! — exclam aba Don Sosco
— única m eta digna de mis pensamientos y
de mis afanes ¿cómo he podido olvifiarte
hasta ahora?
Cristiano, no lo olvides; eres hombre de
la eternidad ».
{Continuará).
Gracia extraordinaria
atribuida al Beato Juan Bosco.
El día 8 de Diciem bre p. p. presentóse, en la
Casa-madre, D . Silvestre Peccagnini, vecino de
Casiano (Milán) para hacer registrar el hecho
que escrupulosamente pasamos a referir:
Accidente desgraciado . — E l 13 de
Junio, a eso de las seis de la tarde, hallábanse
algunos niños jugando en la carretera pioíincial de Vanzaghello. Pasa un auto veloz
mente, en\nielto en una nube de polvo que
ciega los ojos de los pequeños, y ellos se
retiran a un lado, pero al instante viene otro
y, al oir el claxo, el niño Am brosio Peccapiini, despavorido y sin ver donde estaba
el peligro, da un salto atrás y cae delante
del coche siendo arrastrado varios metros.
D. Tito Verona de Turín, que era el dueño
del vehículo, echóse abajo, y al ver al
inocente com pletam ente inerte y con un
Wo de sangre en un oido, rápidamente, lo
llevó al Dispensario médico de Castaño. PJ
diagnóstico era gravísim o, un tremendo golpe
del radiador le había fracturado la base del
cráneo. E l niño, en efecto, parecía muerto,
toiía los ojos vueltos con la córnea opaca,
m un gemido, ni un mo\*imiento y el pulso
casi perdido.
Fueron avisados sus padres y , con el co
razón destrozado y llenos de lágrimas, se lo
De'nron a casa. ¿Moriría su pequeño ángel?
El médico a sí lo afirm aba, y como no se le
'ría reaccionar, em pezaron los preparativos
para im ortajarlo. E ntre tan to llega el Sr.
Cura, que ha sido enformado del caso, les
consuela, les habla y .....
A cuden a l B eato J uan B osco . — Se
com ienza en el acto una Novena; el buen
sacerdote coloca, sobre el cráneo fracturado,
una reliquia del Beato, las Hermanitasr del
Asilo, donde el niño estudiaba, le aplican
otra con unas flores pasadas por la urna de
Don Bosco, el día de la traslación de sus
restos, y corren al Colegio a hacer rezar a
sus párvulos.
L a fe está seriamente empeñada y el re
sultado no se hace esperar.
A la media hora de haberse retirado el
vSr. Cura, el enfermito m ueve una mano y
la lleva a la herida, quedando otra vez in
m ovilizado toda la noche; las mandíbulas
están de tal modo agarrotadas, que no es
posible introducir ningún alim ento. '
A la m añana siguiente, se m ueve repetidas
veces y la fiebre desaparece, perq la boca
sigue cerrada, permaneciendo en el mismo
estado tres días seguidos.
E l cuarto día de la N ovena, hace girar
los ojos y lanza algunos lam entos m uy dé
biles. E l séptimo, la m am á puede y a intro
ducirle en la boca unos pedacitos de-hielo
y el enferm ito da muestras de reconocerla.
E l o ctavo, m ira a la madre y le habla, pero
aiin no reconoce al padre.
Esos síntom as halagadores no remueven,
sin em bargo, al médico de su pesimismo;
para él podrían significar los últimos resplan
dores de una luz que se apaga. N o importa;
la fam ilia y los amigos siguen rezando con
redoblado empeño, seguros de ser escu
chados.
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El titilo favorecitlo, Ambrosio Peccagnini.
G racia completa . — Finalm ente, al llegar
el últim o día, el milagro se manifiesta ro
tundo, con impresionante claridad.
K1 niño, en un momento en que se hallaba
solo, dejó la cam a y, tal como estaba, fué a
sentarse en una grada del pasadizo, donde
se lo encontró su padre. Asustado este, crej*endo que había abandonado el lecho en
vui acceso de delirio, tom ólo en brazos para
llevarlo de nuevo a él, pero el enfenno se
resistió gritando: «No, papá, llévam e fuera,
quiero ir fuera ». Conmo\*ido, agitado, loco
de alegría, al ver que su hijo hablaba y que,
al parecer, estaba sano, se puso tam bién a
gritar, llam ando a los de casa, mientas
llevaba a su hijito a la cocina, pero este
seguía protestando con m ayor fuerza: cAl
jardín, al jardín, quiero jugar, quiero as
pirar ». Sacarlo fuera hubiese sido impru
dente, y a fuerza de mimos y engaños, con
siguieron hacerle esperar la llegada del
médico.
E ste no tardó mucho y, en cuanto lo rió
el pequeño, soltóse de los brazos del padre
y corrió a su encuentro gritando: « Doctor,
déjam e ir al jardín ».
E s más fácil im aginar que describir la
estupefacción del doctor, él que temía ha
llárselo muerto; y viendo en aquel hecho
algo sobrenatural, que le emocionó hasta
hacerle saltar las lágrimas, lo dejó, — no
sin algunas precauciones — salir a solazarse
al sol y al am or de las flores.
L a noticia cundió rápidamente por todo
el pueblo y, en todas partes, se oyó bendecir
al B eato Juan Bosco.
A los quince días del accidente, el niño
fué llevado al H ospital provincial de Novara
para ser sometido a reconocimiento. Cuando
los médicos oyeron decir a su padre que se
tratab a de una fractura de cráneo, curada
en tan breve tiempo, echáronse a reir. La
radioscopia que se le hizo, no acusó ningún
indicio de fractura, pero repetida por segunda
vez a instancias del Sr. Peccagnini, descu
brieron los médicos en distintas partes se
riales evidentes de la misma y recomendaron
que se le evitase todo m ovimiento, pues
podía serle fatal.
E l niño, como si quisiera confundir a la
ciencia humana, desoyó todas las advertenciay entregóse de nuevo, a sus juegos favorito»
de correr y saltar, sin que hasta h oy se haynotado en él nada anormal, ni en su estado
físico ni en sus facultades mentales, que
siguen siendo, como antes del accidente
ágiles y despiertas.
A LOS PIES DEL B eato . — Después de
haberse celebrado funciones de acción de
gracias en la iglesia parroquial de Castaño,
el 8 de Diciem bre vino a Turín toda la fa
milia, para postrarse ante el cuerpo dd
Beato y era un espectáculo conmovedor,
ver al pequeño Am brosio pegadito a k urna
donde yace el cuerpo de Don Bosco, tirán
dole besos y rezándole, con infantil candor,
sin que por mucho rato consiguieran sus
padres separarlo de ella.
my
ECOS DE LA CASA MADRE
Fiestas t r a d ic io n a l e s . — Grandes eran los
preparativos que se habían hecho para solemnizar,
dignamente el día de la Inmaculada, en el Oratorio,
pero el luto por la muerte del Padre lo invadió
todo, y las colgaduras de fiesta se trocaron en
negros crespones.
El 8 de Diciembre, además de su significado
propio, tiene siempre, para nosotros, el de ser pimto
de partida de la era salesiana, día natalicio de la
Pía Sociedad que ahora, precisamente, cumplía
sus 90 años justos y cabales. Aquel pequeño peón
de albañil, que se llamó Bartolomé Garelli, fué
nuestro granito de mostaza, y al contemplar ahora
su milagrosa fecundidad, uno se pregunta: cuando
el árbol haya cumplido el siglo — pocos son los
años que faltan — ¿qué matemático será capaz
de calcular el número de almas que, como las aves
del cielo, se habrán cobijado debajo de él? Ben
digamos al Señor que se fijó en la humildad de
Don Bosco y de sus pobres hijos, para hacer tanto
bien en el mundo.
Las N a v id a d e s . — Tiernas y conmovedoras,
sobre toda ponderación. La Basílica de María
Auxiliadora, que sigue rindiendo culto a la ingenua
tradición franciscana de los Nacimientos, tiene
«xpuesto también el suyo, no muy grande, pero
devoto y artístico, con grandes figuras de magos
y pastores, con viaductos y corrientes de agua, con
cuitas y castillos y con las dulces ovejitas, propias
de todo paisaje betlemitico que aparece iluminado
cou polvos radiantes y eflorescencias eléctricas.
Uno se figura al buen Jesús mirando complacido
a través de los corchos de la gruta, a este muñequito de carnes sonrosadas que quiere representarlo,
y recibiendo las tiernas efusiones de esas almas que
tan a visitarle y aún saben deletrear los símbolos
cristianos.
La miga de la Noche Buena ha estado concurri
dísima, tanto que centenares de fieles no han po
dido asistir a ella, por falta material de sitio. La
música admirable, la solemnidad imponente y la
comunión tan nutrida, que los sacerdotes se han
cansado de repartir el Pan eucarístico. Es la nota
dominante de todas nuestras fiestas religiosas y la
más positiva y jugosa, porque no hay que darle
a Dios solo se le contenta cuando se le
tracru'. a el corazón, y el corazón solo se siente
i l ^ e y se emborracha de luz y de vida, cuando
tecibe a Dios.
Balance eu ca r ístico f o r m id a b l e . — Durante
ri año 1931, fueron celebradas en esta Basílica
26.700 misas y distribuidas 442.000 comuniouvs,
resultando un promedio consolador de 73 misas
diarias y 1211 comuniones.
H u e s p e d e s il u s t r e s . — Ha pasado las fiestas
con nosotros S. E. Rvdma. D. Félix Ambrosio
Guerra, Arzobispo salesiano que vino para asistir
a los funerales de nuestro Rector Mayor y ha estado
también unos días, Mons. Calza, de las misiones
extrangeras de Parma y \^icano Apostólico en la
China.
Los A g u in a l d o s . — Nuestro llorado D. Felipe
Rinaldi los dejó redactados y el Rvdmo Sr. Prefecto
General D. Pedro Ricaldone ha sido este año, el
encargado de anunciarlos. Es una solemnidad fa
miliar, que se celebra la última noche del año cou
asistencia de todos los salesianos, niños y personas
de servicio.
Los Aguinaldos o Florecitas espirituales, de este
uuevo año, santamente influenciados por la malo
grada ilítsfl de Oro, tienen todos sabor eucarístico,
y son los siguientes:
Para
lo s sa c e r d o t e s :
Missa áltente celebretur:
Celebrar con atención la Santa Misa;
P a r a lo s clé rig o s y c o a d ju to r e s : Sanctum
Sanctorum peram anter visitetur: Visitar con en
cendido amor a Jesús Sacramentado;
P a r a lo s alu m n os in te r n o s , e x te r n o s y ora *
to r ia n o s : O tf devotamente la Santa Misa y prepa
rarse bien para la Sta. Comunión sacramental o
espiritual.
P a r a lo s e x -a lu m n o s : Imponerse cualquier sa
crificio para no dejar de asistir a ¡a Santa Misa, con
recogimiento, los dios festivos.
U n f u n e r a l . — Se celebró muy solemne en la
Basílica, el día 26 de Noviembre p. p., por el eterno
descanso del alma de la Sra Marquesa Lavinia ^ a ti
Grimaldi, muerta en accidente de automóvil y
Presidenta del Comité central de Señoras Protec
toras de las Obras del Beato Juan Bosco. Asistió
a la piadosa ceremonia un numeroso y distinguido
público, ofició el misionero de la China P. Vicente
Barberis y ocupó en el presbiterio un puesto de
honor, S. A. R . la Princesa Lydia d’Aremberg,
Duquesa de Pistoya y Presidenta honoraria de
dicho Comité.
Que Dios tenga en su gloria a la piadosa dama
e insigne Cooperadora.
DE ESPAÑA Y AMERICA
M ADRID (España). - - La Iglesia salesiana y
su campanario (aufovolleo).
Hemos pOvSado unos minutos de paz del cielo
— verdadero oasis en tiempos de guerras, de
infierno sin tregua — en la casa de los Salesianos
de la calle de I''rancos Rodríguez, {Cuatro Ca
minos).
Es la hora del recreo, y unos centenares de
aliifnnos de los que allí se educan gratuitamente,
juegan en la iiunensa explanada del colegio.
Alegría de bosque ix>blado de'pájaros a la hora,
pa^a ellos inquietante, de la tarde alegre.
Éntramos en la iglesia, rotonda amplísima,
de alta cúpula, cuya nave se alarga anchurosa
]x>r la parte opuesta a la Capilla mayor, debajo
de un coro alto, espacioso, no acabado aún,
de plano inclinado, para que, colocados en filas
los alunmos, no estorben los primeros a los
últimos la vista del altar.
Todo es allí, no hay que decirlo, obra de la
Caridad, obra de Don Bosco, Aiin tiene ntucho
que hacer la Caridad en aquella iglesia, todavía
necesitada de imágenes, de altares, de decora
ción conveniente... Bien merece las atenciones
de todos, aquel colegio donde se educan e
instruyen gratuitamente millares de muchachos
de aquella baniatla de los Cuatro Caminos;
que por algo la I’rovideucia lo ha puesto en
el corazón de la barriada...
E l conocido y acre<litado fabricante de cam
panas Don Constantino binares, nos im ita a
presenciar, con i)enuiso del Superior
todo
bondad, hijo de Dt)ii Bosco — el autovolteo
eléctrico de campanas, de su invención (paten
tado Zubillaga y Linares) que tiene instalado
en el oampauurio de a({uella iglesia.
La manipulación de las campauas no deja
de ser un pmblema en muchas partes; en nin
guna carece de obstáculos; de ella dependen
mucho la consen-ación y la duración de la
campana... En esto vamos ixnisando mientras
llegamos al lugar donde está el aparato.
Es sencillísimo, t ’ u sólo motor en una caja
o «castor», cerrada, que ocujía muy poco es
pacio, con un intem iptor eléctrico, que se
coloca donde mejor parezca, se voltea la cam¡xuia o se toca a martillo, empezando en el
movimiento lento que regula un «embrague «
apropósito, y terminando en la velocidad con
veniente.
No hay peligro ninguno de fundición de fu
sibles, C[uema de motor ni rotura de engranajes.
E l aparato se nutre de una energía eléctrica,
alterna o trifásica, a 220 voltios o a n o .
Tocamos la llavecita mágica; voltean las
campanas, y un repique general llena de sones
místicos el espacio. Interrumpida la corriaite,
siguen volteando las campanas hasta agotar el
impulso, adquirido.
Sencillo, económico, y para muchas partes
la resolución de un problema.
Aún subimos al campanario, de altura res
petable, y damos ima ojeada hacia abajo.
Los alumnos siguen jugando. La impresión
de la pureza del aire de la altura, de la paz de
arriba, se hermana con la impresión de aquella
atmósfera de caridad de la paz de abajo.
VIE D M A (Argenfina). — Inauguración de una
placa de bronce a l Beato Juan Bosco.
Tenniuadas las funciones religiosas de la
tarde, el 24 dei cte, día de la Patrona de Viedma,
se llevó a cabo en uno de los patios del Colegio
San F.co de Sales la bendición e inauguración
de ima jilaca de bronce dedicada por el Go
bierno del Río Negro al Beato Juan Bosco. en
el 51 aniversario de la Obra Salesiana en la
Patagonia,
Una enonne concurrencia asistió al acto.
Hizo la bendición el antiguo Misionero Salesiano Pbro. Andrés Pestarino, que desde 51
años actúa en la Patagonia, y es el prinMí
Maestro Salestauo de Viedma, y en el acto del
descubrimiento y entrega de la misma el Go
bernador donante Sr. Federico J. Uribuni,
pronunció esta breve alocución:
Reverendo Padre Director; Señores Profesores;
Sey'ioras, Señores, Niños;
í Haciendo un acto de estricta justicia, la
Gobernación del territorio oficialmente
adhiere a esta coiunemoración y con ello
un deber de gratitud hacia el Beato Juan Bosc<‘‘.
cuya obra pacificadora ha sido fundamental
para la ci\-ilidad de la Patagonia
75
Me complazco en rendir los debidos honores
a la memoria del venerable varón, cuya pré
dica valiente y elevada fue un. factor valioso
para la consolidación de la familia argentina.
.y propio tiempK), débanos reconocer la im
portancia de la obra educadora de las misiones
salesianas, de las cuales-surgió a la vida pública
esta Casa dignísima que ha dado y sigue dando
{nitos sumamente útiles al porvenir rionegrino.
Considero, en todo el alcance de su valor, esa
tenaz labor constructiva, y por ello exliorto
a las autoridades directivas y personal docente
"Exorno. Señor Gobernador: Honorable 5 r. Co
misionado Municipal, Señoras, Señores:
Una circunstancia impre^■ ista Ixa impe<lido
al Rmo. P. Inspector de las Misiones asistir a
este hermoso acto, y recibir esta placa, en que
se perpetuará, en los siglos venideros, la justicia
que el Gobierno del Río Negro hace a los mé
ritos que el inmortal Don Bosco tiene a la
gratitud de los pueblos, y en modo especial
del Río Negro, cuya capital Viednia fué la
capital espiritual de toda la Patagoiüa.
El Colegio de Viedma. en (iesia.
de este establecimiento a que continúen, sin
■ icsmayos, su gestión elevada y promisora.
Gracias a ella, la sociedad del territorio
estará mañana formada por ciudadanos capa
citados y para todos ha de ser muy grato que
pueda uno de sus hijos llegar, por el camino
del mérito, a ocupar la posición que transitoúamente ejerce el ciudadano que habla.
Señores y Señoras: respondiendo a los mé
ritos de esa actuación, este gobierno ha querido
dejar un testimonio expreso de su adhesión a
este acto y por ello mandó confeccionar, y ha
dr:\ado esa placa conmemorativa de Don Juan
Bosco.
Que ella sea un estímulo para todos cuantos,
ea esta casa, continúan la obra noble y elevada
d- aquel santo varón.
Es mi voto ».
Acallados los aplausos con que el público
C-rocó las últimas palabras del mandatario,
Pbro Miguel de Salvo, en nombre de la So•.iedad Salesiana y representando al Inspector
"s las Misiones, ausente por causas de fuerza
contestó con el siguiente discurso:
Señores: Y o he tenido en m i niñez la feliz
oportunidad de conocer a algunos de los hijos
preclaros del Beato Juan Bosco, enviados por
él mismo a estas tierras de nuestra Patria, en
busca de almas, no de riquezas, no de honores,
Sus nombres están grabados, con caractetes
indelebles, en las páginas de la historia.
Recordaré sólo a imo que, como estrella de
primera magnitud, se destaca en la hermosa
constelación de misioneros, apóstoles y héroes
a la vez, que todo lo emprendieron, todo lo
sufrieron, todo lo superaron, para realizar la
pacífica conquista espiritual de la Patagonia,
para Dios, para la Patria, para la civilización:
no para ellos, que nada buscaron, porque nada
para sí ambicionaron.
Esa estrella de primera magnitud fué Mon
señor Juan CagÜero, más tarde Cardenal de
la S. I^esia. Muchos de los que en estos mo
mentos me escuchan le recuerdan, porque le
han conocido. Scñores: las paredes de esta
ra«m que fué su residencia podrían contar sus
innumerables hazañas, sus heroicas virtudes,
sus empresas gigantescas, en perseguimiento
76
de ese Ideal sublime de redención de almas,
que Don Bosco trazara a sus hijos.
Y con el inmortal Cagliero cien y cien más,
que en di.stintas esferas y actividades, unos
misioneros, y otros profesores, artistas, maes
tros de taller, agricultores, médicos, enfermeros,
naturalistas, hombres de ciencia y de letras,
formaron esa legión brillante de soldados de
Cristo, que esparcieron en nuestra Patria, con
la luz del Evangelio, los destellos de la más
pura civilización, con amor, con sacrificio, con
entusiasmo, con ]>erseverancia.
Uno de ellos, el P. Andrés Pestarino, llegado
a estas tierras, hace 51 años, acaba de impartir
la bendición a esta placa de bronce; fué el primor
Maestro Salesiano en Viedma. A él le toca muy
directamente este homenaje: por él pido un
aplauso.
«El gobierno de Rio Negro al Beato Don
Bosco » dice, con sobria elocuencia, esta placa
que me toca recibir. Pocas palabras, pero que
todo lo dicen, que todo lo encierran.
Exemo. Señor Gobernador: Vuestro apellido,
hace muchos años, se halla imido a la obra de
Dofa Bosco en nuestro país; mi gran Presidente,
el Dr. Evaristo Uriburu fué gran amigo, gran
admirador, gran protector de la obra salesiana,
que su perfecta clarividencia de hombre pú
blico reconoció providencial.
Este vuestro homenaje, que perpetuará en
esta Casa vuestro nombre, es el digno comple
mento y broche de oro de los magníficos fes
tejos jubilares con que el año pasado, en esta
misma fecha, se celebró el primer cincuente
nario de la Obra de Don Bosco en la Patagonia.
Nimca podremos olvidar que vuestro primer
acto de gobernante, al arribar a estas playas,
fué el adheriros entusiasta a la conmemoración
de la fecha cíncuentenaria. a que disteis pres
tigio, junto con otro grande amigo, el Illmo.
Mons. Miguel De Andrea.
Esta placa une su voz a la voz de las placas
que la Municipalidad de c.sta Capital, el Círculo
de Obreros y el Centro de Ex-alunmos dedi
caron, como testimonio de su admiración y
gratitud, a la Obra de Don Basco.
Gracias. Exemo. Señor; en nombre de la
Socicílad Síüesiana a la que en estos momentos
represento, recibo esta placa de bronce que
dedicáis a nuestro Beato Fundador.
Di^^nn Providencia ilumine vuestros actos
como gobernante, bendiga ^'uest^o hogar, v
as colme de ventura pérsonal. He dicho ».
A los acordes de una marcha triunfal, se
disolvió la concurrencia, acompañando a las
autoridades que, durante el significativo acto,
lucieron corona al Gobernador Señor Uri
buru.
E l gesto del digno mandatario ha merecido
elogicaos comentarios.
B U E N O S AÍRES (Argenfina). — La grandiosa
peiegrínación de los ex-alamnos de Don
B osco a la Virgen de Lujan.
¿C uantos han ido ? — A pesar de haberse
evitado este año la propaganda espectacular
que solía hacerse, a báse de carteles murales
y otros medios similares, a fin de pulsar mejor
el grado de entusiasmo y cohesión dominantes
en la Asociación, han sido precisos, sin embaigo,
para trasladar a todos los peregrinos, tres trenes
especiales, sin contar la numerosa caravana
de San Isidro y los 780 rosarüios que acudieron
a la cita, no obstante la crisis de los negocios
y la incomodidad de haber tenido que riajar
de noche y la circunstancia de ser aquél preci
samente, el día de su Patrona. Total: un es
pectáculo aún más imponente, si cabe, que el
de otros años; mía ejemplarísima maniíesteción
de jóvenes impregnados de fe religiosa, limcándose valientemente a los pies del confesor,
en los mismos trenes durante el viaje y en el
santuario; rezando el Santo Rosario de María
y cantando con el mayor fervor.
Seis procesiones llenas de la más alta ejemplaridad desfilaron, por las calles de Luján v
cada una de ellas tuvo misa propia, en la que
los ex-alumnos rezaron las oraciones que acos
tumbraban decir, cuando eran colegiales. Pocos
fueron los que no comulgaron.
E l J L'R.\men1'ü.
Cantado por todos el
Credo De Angelis, que ellos mismos habían
elegido y que fué ejecutado de pié, porque el
Credo es el canto de los que sienten la hombría
y virilidad de sus creencias y, después de rezar
el Santo Rosario, el R vdo P. Serié, recordán
doles el juramento de las juventudes germanoeslavas en el reciente Congreso de Nuremberg,
les arengó, en términos de mía gran elocuencia,
y les liizo repetir estas palabras:
* E x Alumnos de Don Bosco: debemos y
queremos revelar al mundo incrédulo de nues
tros días, un cristianismo todo verdad, todo
ortodoxia, sin acomodos y sin reticencias, un
cristianismo tal como lo han virido los santos.
E x Alumnos de Don Bosco: debemos y que
remos practicar conscientemente una gran
caridad, luchando contra toda injusticia, refor
mando nuestra \'ida en sencillez y abnegación.
E x Alumnos de Don Bosco: trabajaremos
con \*oluntad férrea, con mente pura y con
todo el vigor de nuestras fuerzas, en unión de
los hombres de buena voluntad, por el adve
nimiento del reinado de Jesucristo y por el
progreso de nuestra patria.
E x Alumnos de Don Bosco: queremos se^^•ir
a Jesucristo sólo, nuestro Redentor y nuestro
Rey. No por temor ni por fuerza, sino por es
pontáneo impulso del corazón, por profunda
77
con%'icción, por supremo deseo de felicidad,
porque donde reina Cristo reinan la verdad,
la santidad, el amor, la paz.
Ex Alumnos de Don Bosco: queremos estar
imidos al pueblo que sufre.
Ex Alumnos de Don Bosco: queremos estar
unidos al pueblo que trabaja.
Ex Alumnos de Don Bosco: queremos estar
unidos al pueblo que lucha.
Homenaje ai , P. S erie . — A las 10,15 el
amplio salón parroquial estaba abarrotado de
gente; galerías, plateas y pasadizos ofrecían
im brillante aspecto. Ejecutado por la banda
de miisica del Colegio Pío I X el Himno nacional,
que fué coreado por toda aquella juventud
\iril y patriótica, y caldeado el ambiente por
el nuevo Himno del Ex-Alumno, el Doctor
Daniel Pacorro subió a la tribuna y- ofreció el
Album de todos los Centros, teniendo frases
acertadísimas que fueron subrayadas con gran
des aplausos.
El homenajeado agradeció el obsequio, como
él sabe hacerlo, conmoviendo a la concurr^cia
con su verbo cálido y emocionante y dióse fin
a la. bella jomada, en medio del mayor entu
siasmo, enviándose telegramas de saludo, en
nombre de los Peregrinos, al Excm o Sr. Nuncio
Apostólico; al Excmo Sr. Obispo auxiliar de
la Arquidiócesis, Slons. Copello; al Sr. Presi
dente de la Jimta Nacional de la Acción Ca
tólica Argentina; al Excm o Sr. Obispo de Santa
Fe, Mons. Boneo y al Pbro Francisco Foglia,
con motivo de sus bodas de plata con la pa
rroquia.
No hemos de poner fin a esta relación, sin
testimoniar, al R vdo P. Salaberry, el agradeci
miento de todos los Peregrinos por su asistencia
a la magna peregrinación, en representación
de los Ex-Alumnos del Uruguay y al Señor
Encina que representaba a los de Corrientes.
AVELLANEDA (Argen(ina).
Recibimos esta consoladora croniquilla de
la populosa ciudad obrera, colocada a orillas
del Riachuelo y ya tan extendida, que puede
considerarse como una prolongación de Buenos
Aires:
Sr. Director del Boletín Salesiano.
Muy Sr. mío: Tengo el gusto de comunicarle
que este Centro de Ex-alumnos, gracias a Dios,
es floreciente. Trabaja con tesón en el soste
nimiento de nuestra Escuela nocturna gratuita
para obreras que fimciona todos los días desde
las 17,30 hasta las 20. L a inscripción rebasa
ya la cifra de 472. Ayer comenzaron los santos
Ejercicios Espirituales que, ya se comprende,
ae hacen también de noche, predicándolos el
Rvdo P. Tavella Director de Santa Catalina;
concurrieron 349 obreras; es una bendición
de Dios.
¡Cuánto bien se hace en las familias prole
tarias, por medio de estas jovencitas! Tenenu)s
tres Oratorios; el primero en el Colegio con
ima asistencia media de 200 niñas; el segimdo
en el Dok sur, frecuentado por 300 y niás,
entre niños y niñas, de cuya iiustrucción so
encargan las Hijas de María Auxiliadora, que
van allí todos los domingos con algunas c.xaliminas; el tercero se abrió este mismo año
el 14 de Mayo, día de la muerte de María Mazzarello, en Etchenagucía donde contamos caila
domingo con irnos 400 oratorianos, también
entre niños y niñas.
Las alumnos diurnas .son 372.
Como ve, la miés es abimdante, gracias a
Dios y el trabajo no falta y esperamos de su
misericordia que los frutos serán muchos y
consoladores.
C U Y O (Argentina). — Primer congreso^ selesiono regional.
Como acto de adhesión a la Acción Católica
de Cuyo, se realizó en los días 28 al 31 de Octu
bre, por iniciativa del Centro de E x Alumnos
de Don Bosco y con la cooperación de las Coo
peradoras Salesianis y Asociaciones piadosas
de la Capilla de María Auxiliadora, el Primer
Congreso Regional Salesiano de Cuyo.
Asistió una delegación selecta de Coopera
dores y E x Alumnos del Colegio Salesiano de
San Juan y de Rodeo del Medio, y el señor
Pedro Guerri, en representación de aciucl
Centro de E x Alumnos, pronunció en el Con
greso un elocuente discurso.
Presidió el Congreso el Inspector Salesiano
de la Inspectoría de S. Feo. Solano R. P. Pablo
Vicari. E l acto tuvo lugar en el amplio salón
de la Escuela < Patricias Mendocinas », gentil
mente cedido px>r la Autoridad Escolar.
E l primer acto fué enviar un telegrama de
honor al Excmo. Sr. Nuncio Apo.stólico Dr.
FelijJe Cortesi, como representante del Santo
Padre, y otro al Excmo. Sr. Obispo Diocesano.
Ambos <x»ntestaron bendiciendo a los Congre
sistas.
El Tilmo. Vicario General de la Diócesis,
Monseñor Isidro Fernández, el Comisionado
Municipal Sr. Alberto Salcedo, el Excmo. Sr.
Ministro de Obras Públicas Dr. Rafael Guevara,
el Cónsul de Italia Cav. Luis Riccio y los Jefes
Militares de la CJu&ad, se adhirieron efusiva
mente al acto, ya de p>resencia, ya por cartas
los que se bailaban en campaña de instrucción.
Infaltable a todos los actos estuvo el jefe
del Distrito Militar, Mayor Vázquez Saavedra.
78
Muy interesantes y bien estudiados los temas
que se desarrollaron por los siguientes oradores:
— E l Vicario Foráneo y Asesor de la Acción
Católica Dr. Juan N. Peralta habló sobre los
«Cooperadores Salesianos». L a Srta. Valen
tina Fernández T/ima sobre «Los Oratorios
I''estivos *. E l R. P. Francisco Zuccarino sobre
* Escuelas de Artes y Oficios », la Srta. María
Iv. Gallegos disertó sobre la «Formación del
carácter en la joven ».
E l R. P. Director del Colegio Don Sosco
R. P. Pedro Tantardini, a cuyo celo y actividad
se debe en modo especial la realización y el
éxito del Congreso, en felices improvisaciones
suplió la atisencia involuntaria de los oradores
que tenían a su cargo los importantes temas
de * Centros de Estudios », * Vocaciones » y
«Idga de Padres de Familia *,
I^ieron amenizadas las conferencias por
cantos clásicos, ejecutados con maestría por
las escolanías del Colegio Salesiano de Mendoza
y del Colegio de María Auxiliadora de esta
ciudad.
E l jueves 4 de Noviembre, en el Teatro In
dependencia celebróse la función de clausura,
con la proclaniáción de las conclusiones san
cionadas en el Congreso.
Presidió este acto el Excmo. Sr. Obispo
Diocesano, Mons. José A. Orzali, el cual ex
presó su más íntima satisfacción, encareciendo
la realización de las propuestas sancionadas.
E l discurso de clausura fué pronunciado con
calor y sentimiento por el Rvdmo. Sr. Canónigo
Dr. Pedro Argüello, Director de los Coopera
dores Salesianos de San Juan.
Dieron brillo al acto con cantos y declama
ciones correctamente ejecutados, las señoritas
I.uisa Vítale, María E. Reboredo y la Sra.
Adela Ponce de Basshardt Zapata y el Dr.
Alfredo Goldsack Guiñazú y los coros de se
ñoritas preparados por la señora Fanny Gallegos
de Rosas.
Las principales
fueron éstas:
resoluciones
del Congreso
<i) Multiplicar los Centros Catequísticos v
Oratorios Festivos, principalmente en los pa
rajes más lejanos de toda Iglesia y donde el
protestantismo establece sus centros de proselitismo deletéreo.
b) Fonuar Centros de Estudios Catequís
ticos y A|xilogéticos, distintos para jóvenes v
para señorititó, con el fin de preparar hábiles
catequistas.
c) Trabajar para las vocaciones eclesiásticas
y religitísas como el medio más eficaz de preser\’aci&i tle la fe, de la moral y del patriotismo.
d) Pn>curar la fundación de una Escuela
de Artes y Oficios para niños pobres y huér
fanos. sugiriendo a almas generosas pi:dientes
la donación y miuiutención de la obra.
CO R R IE N TE S (Argeníina). — £/ día de
Asumió los caracteres de una apoteosis la
lucida fiesta del Domingo i i de Octubre, cele
brada en el Colegio Salesiano en honor del
Patrono de la juventud estudiosa. San Luís
Gonzaga.
Desde irnos días antes, bulhan en los cere
bros de la niñez correntina mil proyectos de
fiestas, de juegos, de premios y de momentos
de sana expansión, al recibir el anuncio de la
tradicional fiesta, de los niños: vistosos pro
gramas salpicados de chistosas ocurrencias en
guaraní, repiques de campanas, anuncios de
diarios, dianas de Exploradores, y comisiones
de propaganda en las escuelas particulares y
fiscales, entre los voceros del periodismo, en
las calles y en los talleres, fueron los medios
empleados por la Directiva de la Compañía
de San Luis Gonzaga del Colegio Salesiano,
para preparar el ambiente.
A la salida del sol, el mundo infantil estaba
de pie y de todos los ámbitos de lá ciudad
afluía a la antigua casa de Dña Juana F. Cabral.
hoy transformada en Casa de Don Bosco, em
bellecida con flamantes aceras y limpia fachada,
gracias a la generosidad de algunos buenos
cooperadores salesianos.
Dianas y repiques saturan el ambiente: la
capilla viste sus galas; ricos tapices y un con
junto de bancos nuevos, donados por los niñitos laiis Froilán y María T. Foglia, la hacen
más acogedora y amable.
E l sagrado recinto es pequeño para contener
al público y en el patio contiguo, techado de
jazmines y glicinas, están en actitud devota
dos mil niños de tcxlas las esferas sociales:
unos de pie, otros sentados en bancos, otros
cabalgando sobre sus cajas de lustrar o arro
dillados sobre las pilas de dú rios, que han de
vender, para sacar los céntimos del pan de cada
(lía: todos dispuestos a asistir al santo Sacri
ficio y acompañar a los más afortunados que
harán su jirimera Comunión.
De pronto el pueblo infantil se pone de pie
para saludar y aplaudir a la madrina de la
fiesta Dña Luisa L. de Llano: la banda de
música suelta a los espacios sus notas, cele
brando a la dama correntina que \’iene a aso
ciar su nombre y su valiosa (X)operación a la
Obra de Don Bosco. Parece oir resonar de
nuevo en el ambiente la frase del gran educador
Dio benedica i nosiri benefaitori * — Que Dios
bendiga a nuestros bienhechores *.
En el templo, luces, (mntos, flores, espirales
de incienso de dos millares de corazones infan
tiles que elevan sus plegarias orando por sí por los suyos... por la juventud..., por la patria.»
por la humanidad. Se contaron más de doscien
tas comuniones.
79
El sacerdote en su alocución presentó a San
Ivuis llevando en sus robustos brazos a los
enfermos, alegrando con la caridad cristiana
el hogar del pobre; glosó un pasaje del E van
gelio del día: el del hijo enfermo de im rey:
diciendo que Jesús siempre estaba dispuesto a
obrar sus milagros, pues no podía permitir que
la juventud, qr.e es vida y vigor, estuviese
euferma e inactiva.
Al terminar la Misa, llegó al tempo el anciano
prelado diocesano. Monseñor Luis M. Niella
quién bendijo solemnemente la estatua de
S. Luís. Después de la función religiosa, se en
tonó el Himno Argentino y el de los Explora
dores de D. Bosco. T,a concurrencia pasó luego
al ainjdio patio de ejercicios físicos donde,
despu(¿ de tomarse varios grupos fotográficos
con el prelado, la madrina y la comisión de
Cooperadoras Salesianas, se inició el reparto
de dulces, como apertura del curioso programa
de juegos que ocupó el resto del día, de imbo
rrables recuerdos para los pequeños y mayores
que concurrieron al Colegio Salesiano. Durante
ios juegos llegó el Presidente del Consejo de
Educación, Dr. Mario Lassaga, quién pudo sor
prender un Oratorio salesiano en plena acti
vidad: alternando el pobre con el rico — par
ticipando en el juego y en los premios, todos
con igual derecho, con la sonrisa en los labios
y la alegría en el corazón, liijos ambos del
alma que está en paz con Dios. Por la tarde
se distribuyeron los números de rifa de una
libra esterlina.
A las 15 horas, te dos hacen silencio y
d enjambre infantil suspende sus juegos para
\'olver a orar — a escuchar las lecciones de
moral cristiana — ser bendecido por Dios y
acompañar por primera vez en procesión la
imagen bendecida del joven que, en medio del
estudio y del trabajo, supo santificarse y ele
varse hasta el Cielo. Terminada la procesión
se procede al sorteo: se hallan presentes el
Dr. José Pérez y el vocal del Consejo Dr, Tomás
Castillo Odena; este último proclama el N ^ 130
y entrega la pieza de oro al niñito Gennán
Godoy el hijo del marinero, como lo llaman
los niños — las pelotas de Poot-Balls tocan
en suerte a dos canillitas (1), que descalzos
estrenan en el acto el instmmento del juego
favorito. Cuando las sombras de la noche in
vitan al pueblo infantil a regresar a su hogar,
la alegre caravana inunda las calles de la ciudad,
recordando las incidencias del salto y de la
carrera, del sapo y de la sortija, de los emlK>lsados y de los candiles, de los rezos y de los
cantos, de la esterlina y de los ineniios, de los
dulces y naranjas, de los imborrables instantes
pasados en la casa de aquel sacerdote que, por
un ideal del cielo, se hizo niño para llevar los
niños a Dios.
R A W S O N - Chubuí (Argeníina) - Granja agrí
cola salesiana “ Bernardo Vachina". — 1 Lo
visiío d el Sr. Gobernador d el Terriforío.
¡Llegó por fin el mes de Agosto! Era el mes
indicado por la Dirección para realizar la siem
bra en las cuatro hectáreas que se habían de
alambrar, desmontar, arar, emparejar y ras
trear. Efectivamente, las cuatro hectáreas
están listas para recibir la semilla que será
(i) Así llaman en algunas regiones de América
a los golfillos.
Oratorio festivo de Corrientes.
8o
arrojada en la semana entrante. E s la primera
chacra (pie se trabaja vecina, al mar y a solo
tres kilómetros de distancia del Puerto de
Rawson. Tiene el gran mérito de haber sido
trabajada exclusivamente por los superiores
y ahmmos del Colegio Salesiano; pero sólo en
el mes de Octubre se podrá vaticinar acerca
de su importancia para el futuro, como granja
agrícola.
Se han plantado más de cinco mil estacas
de tamarisco, dos mil mimbres, más de mil,
entre álamos sauces y otras plantas de cerco.
Una vez que estas iJlantas se hayan desarro-
esfuerzos de la Dirección, al finalizar el año
1931, serán puestas en cultivo diez hectáreas
y en el año 1932 gran parte de los restantes, o
sea 50 hectáreas. De este modo la Obra Salesiana en el Chubut contribuirá, con im nuevo
y valioso aporte, al engrandecimiento de la
Patria y a la cultura y felicidad de la juventud
del Territorio que tiene, en la Agricultura,-una
twsnte de riqueza inmejorable para la forma
ción de una familia numerosa, laboriosa, ho
nesta y feliz.
C U E N C A (Ecuador). — E l Oratorio Festivo.
Debido a las dificultades por que atravesaba
esta Casa Central de las Misiones de los Jíbaros,
el Oratorio Festivo llevó una vida que po
dríamos llamar raquítica. H oy, después de
ímprobos esfuerzos, cuenta ya con texias las
Secciones y Grupos propios de esta Institución.
H ay la compañía del « Pequeño Clero» for
mada por un grupo de niños que es un encanto
verlos en el altar. Cuenta también con una
< Compañía dramática » compuesta de jóvenes,
animados de una constancia a toda prueba
para tener alegres a los niños.
Son éstos actualmente unos 240, de los
cuales hay im buen grupo que asisten constan
temente a la Sta. Misa y al Catecismo, por la
tarde.
Se les inculca una gran devoción a María
Auxiliadora y es consolador el fruto que se
recoge.
B O G O T A (Colombia). — Bodas de plata de
¡a Archieoíradía de María Auxiliadora.
Colc{(io de nwgué.
liado, constituirán un reparo exquisito para
cualquier género de plantaciones que se desee
experimentar.
Se ha (construido la casilla indispensable,
donde so ha hcolui la instalación del motor y
Ixmiba para rieg^Ks.
A l finalizar el mes de Agosto, sólo cabe esperar
la •bcndici(Sn de Dios sobre el trabajo humano.
I.d
nueva ha sido ya honrada por varios
vex-inos e iln.strcs visitanto.s, entre ellos el dis
tinguido Sr. Golncmador dcl Territorio, Teuicnlc Coronel Abol Mirtmda, quién sorprendió
a superiores y alumm» en plena labor, felicitiUidolos y animándolos en la continuación de
Ia^>brn q\ie servirá de ejemplo a los propietarios
de las tierras vecinas y al mismo tiempo (cons
tituirá una iMConomía eficaz, piira el sosteiiiento
de los huérfanos internados en el Colegio Sa
lesiano. Si el resultado corona los generosos
E l 24 de setiembre pasado, se celebró en
Bogotá un faustísimo e importante acont(?cimiento: la celebración de las Bodas de Plata
de la Archicofradía de María Auxiliadora.
P'uudada el 24 de setiembre de 1906 por el
inolvidable y celosísimo Padre Antonio Ainie,
ha vivido ima vida floreciente de fervor y de
entusiasmo, verdaderamente (xinsoladore.s. A
su buen e.spíritu se debe el que la devoción a
la Virgen (le Don Bosco en Bogotá y en
la nación sea tan popular, tan sentida, tan
universal. A María Auxiliadora se la ama en
Colombia con ternura filial; sus fiestas en la
capital y. podemos decir en todas las ciudades
y pueblos del país, son verdaderos plebiscitos
de amor, de simpatía, de tierna e ilimitada
confianza.
El templo del Carmen, anexo al Colegio sa
lesiano. no obstante ser bastante espacia ¿o.
desde el año de 1908 fué considerado iiisufi*
(dente para contener los millares y millares de
devotos que el 24 de mayo toman parte en los
l- f
8i
festejos de su amantísima Madre Auxiliadora.
Por esto, desde este año se ideó y se ha mante
nido hasta hoy, la costiunbre de celebrar dicha
fiesta en la amplía y s\mtuosa Catedral Pri
mada, que cada año. en la magna fecha se
convierte, con la benévola anuencia del Vene
rable Cabildo, en im templo salesiano en donde
la Virgen de Don Bosco se complace en derra
mar gracias y favores sobre sus innumerables
devotos.
La Arcliicofradía se compone de piadosas
damas y caballeros pertenecientes a lo más
granado de la sociedad. Cuenta hoy con 200
socios y 1.800 socias. Se celebró el magno anie\Tsario con pompa y entusiasmo. A las 5 d e
Siga ella cumpliendo, por muchísimos años
más, la hermosa y santa misión de fomentar y
extender sianpre más el culto y amor, a la que
ha querido reinar, en nuestros tiempos, bajo
el fascinador título de Auxihadora del pueblo
cristiano.
IB A G U E (Colombia). — E l día d el Exalumno
Salesiano.
Unión de corazones y franca alegría, fueron
las notas características en los actos con que
los exalumnos ibaguereños celebraron su fiesta
anual, el 15 de agosto pasado.
Exalumnos de Ibagué.
la mañana ios devotos cofrades llenaban las
naves del teniplo para oír la Santa Músa, cele
brada por el Excm o y Rev.mo Señor Ismael
Perdomo, Arzobispo Primado. A las 9 tenía
lugar la misa solemne, celebrada por el Revmo.
Padre Inspector, en la que cantó las glorias de
ilaría Auxiliadora el Pbro. Dr. Emilio Ferreira,
uno de los más renombrados oradores de la
capital; el canto estuvo a cargo de la Schola
t^ toru m del colegio de León X III. Por la
noche se llevó a cabo una selecta Velada líricodramática. En ella se dió a conocer con general
r^ocijo el cablegrama del Padre Santo, que
decía así:
iVjíMcío Apostólico - Bogotá. Ocasión jubileo
árckicofradia María Auxiliadora, Santo Padre
tnvi'. ¿e corazón cada uno 'de los socios Ben’^cií-i Apostólica. — Cardenal P a c elll
Entre los números escogidos de la velada
^uraa el discurso del R. P. José M. Bertoia,
Inspector, en que ruagistralmente reconstruyó
^ historia gloriosa de la Asociación.
A las 10 de la mañana abrió sus puertos la
Escuela de Artes, para recibir unos treinta,
entre jóvenes y hombres provectos, (jue lleno.s
de entusiasmo saludaban al hogar de ayer, y
se congratulaban por los progresos alcanzados
en la construcción del nuevo elegante edificio,
que va reemplazando a la pobre casita de
años atrás.
El primer número fué la sesión solemne del
Centro, con la elección de la nueva junta di
rectiva, acto realizado en medio de la más
hermosa cordialidad; luego pasaron a la terraza
del edificio, convertida en brillante comedor:
el ágape fraternal, amenizado por una banda
de música, obsequio de uno de los comensales,
fué un desborde de entusiasmo, exteriorizado
en los numerosos brindis y vivas a los funda
dores del establecimiento y a todos sus supe
riores presentes y ausentes. AI final se tomaron
varios grupos fotográficos.
Remate de tan a l ^ e día fué la velada con
que, por la noche, los alumnos actuales de las
^ cu á la s de Artes obsequiaron a los antiguos.
En ella sobresalieron el discurso del presidente
ii
82
<k'l Centro vSr. Guillenno Vanegas, y un gra
cioso sainete desempeñado por varios de los
mismos Kxalumnos.
Iba^né, setiembre de 1931.
S A N T IA G O DE CHILE.
Presentamos a nuestros lectores el floreciente
Instituto Teológico Salesiano de Santiago de
Chile, con ocasión de la visita extraordinaria
del Rvdo. P. Tavella, Representante de nuestro
dignísimo Rector Mayor.
C U Z C O (Perú). —
d el indígena.
La obra de redencióa
L a obra de redención del indio ha sido va
iniciada en el distante y frígido departamento
de Puno y en el del Cuzco, por los Padres salesianos, en sus modernos colegios, en el no
table Internado Indígena de Y u cay y por las
humildes y caritativas Henuanas de la im'gmf,
congregación religiosa, con ayuda oficial sabia,
oportuna, pero insuficiente aún, para desa
rrollar un amplio y vigoroso programa.
Las Hijas de María Auxiliadora al fin tienen
su Escuela Doméstica para mozas indígenas.
Esfudianlado "D on Bosco" de Sanfiago de Chile.
Fundado en 1929 el actual Estudiantado
«Don B o s c o d e la Inspectoría Clüiena, a
lK“sar de contar sólo con tres años de vida, tiene
yu 18 teólogtw. En este centro de formación
salesiana y de sólida preparación para el apos
tolado sacerdotal, tiene fundadas sus más
halagxieñíus esperanzas la obra salesiana en
Chile. Lleguen hasta el R^^no. Sr. Inspector
D. Pe<lro M. Bermti, olma de esta nueva Insti
tución y demás Superiores, nuestras más cahirosas felicitaciones, con el augurio de que,
a una tmi feliz axirora, suceda la realización
de un numeroso Estudiantado Teológico que
corone, plena y abundantemente, los esfuerzos
de los ^perfores.
en el Cuzco. Es el suyo un establecimiento mo
delo, con sus talleres de lavado y planchado,
con su salón de costura y su cocina amplia,
limpia.
l o hemos \*isitado: queríamos damos cuenta
de la obra que realizan. I^a casa que ocupan
es antañona. En 1880 la compró el canónigo
doctor Pizarro por tres mil soles. En el frente
resaltan vigorosamente los balcones de madera
labrada y el escudo de Gerónimo Luis de Ca
brera, fimdador de nuestra Córdoba; un escudo
tallado en piedra, de manos indias. Patio
ancho; arcadas antiguas; galerías silenciosas
llenas de luz.
En el salón de costura algunas mozas, calla-
Las alamnas de Cuzco, con sus ffpicos trajes.
damente, liacen lalx)r Je aguja; en el corredor
que da al segundo patio, varias muchachas pro
vistas de sendos delantales y vestidas de limpio
como si estm ieran por entrar en un aula, lavan
ropas colocadas a la hila. Levantan los ojos, se
inicia un breve comentario en liabla quichúa...
Y más allá, el taller de planchado, en el cual
las obreras trabajan por su redención, gano
samente. E l trabajo las alejará del ^icio, les
despertará la conciencia de su propio valer.
religiosas salesianas artífices del alma y
de la inteligencia, realizan, en el recogimiento
de su casa, de su templo, a la luz del sol, una
obra piadosa y de cultura: reciben en sus ma
nos la materia primitiva y la modelan.
Llegan las mozas m al vestidas, sórdidas;
tienen miedo de mirar, de hablar. Los ojos se
clavan en el piso. Y algimas tiemblan.
Acostumbradas a dormir en los suelos, sobre
pieles de oveja o de llama, aliora tienen en un
voitilado salón sendas camas de hierro, con su
ropa fresca y limpia. Y la vianda silvestre del
ckuñu negro, el plato guisado con maíz-plata,
con trigo-plata, y el chupe y el timpo, aquí en
el claro ambiente de la casa nueva, bajo las
maternales miradas, tienen im sabor más gus
toso.
Ambiente de carino y de trabajo; no se oyen
voces ásperas; ni un solo grito colérico corta
el sosiego de la casa.
Las mozas indias, acostumbradas al trato
familiar de sus maestras, se hacen conversa
doras y alegres.
¿ Y demuestran facilidad para el estudio ? —
preguntamos.
— La mayor parte son tardas de comprensión,
dice la Superiora, a causa del abandono en que
pasaron sus primeros años. Aquí les damos
clases de lectura razonada, escritura, redacción,
aritmética prática. Es general la enseñanza del
aseo de la casa, del cuidado de un jardín, de un
huertecito, del zurcido y compostura de ropa,
del lavado y planchado. L a enseñanza dura
seis años, y en este tiempo no se permite nin
guna salida...
Esta directora, que es maestra y compone
delicados poemas, sonríe luego amablemente
y nos dice; — ¡No sabemos cómo agradecerles
la instalación de los telares!
Hemos plantado en efecto, rústicos telares
en su escuela poruana. 1.a original civilización
incaica difimdió el arte de tejer, desde Colombia
hasta el sur de Mendoza. Devolv'emos algo, algo
que está en nuestras almas, de lo que en re
motos tiempos recibimos...
F austo Burgos,
DE NUESTRAS MISIONES
“ Ruinas” sublimes.
E l Gobierno italiano ha condecorado, con
medalla de plata, a Sor Modesta Ravassa de
las Hijas de María Auxiliadora, fundadas por
el B. J. Bosco.
I,a Hermana Modesta, prodigó los tesoros
de su inagotable caridad entre las leprosas de
i j i Baza reto de Colombia, durante más de
30 años.
Sor Modesta había dicho a sus superioras:
Deseo jiasar toda mi vida entre estas infelices.
Si algiín día la lepra me ataca, ruego a Dios
cp:e me conser\*e sanas las manos para trabajar,
y libre la cara para no inspirar repugnancia,
b.e este modo podré dedicarme a mis leprosas,
sin tantas precauciones, evitando a mis Her
manas ciertas repugnancias, que su caridad
supera, pero que sacuden las fibras más robustas.
•.j V r
Sor Teresa Roía.
Sor Dominga Barbero.
T,a Hermana Modesta, en 1906, fue atacada
por la lepra. Tuvo que dejar la Comunidad de
sus Hermanas, y v m r aislada en un aiarto,
cerca dcl hospital.
A pesar de todo, dirigía un Oratorio de al
gunos centenares de leprositas jóvenes, que
las pobres van pereciendo, poco a poco.
Sor,M odesta tiene una palabra de consuelo,
un alÍ\'io, una oración para todas.
IvO que llama la atención es que el Oratorio
tiene su teatrito, sits cantos, sus paseos.
¡Oh las industrias de la caridad! De este modo
las leprositas oh idan \in poco su terrible des
gracia.
E n 1916, la Hermana en su refugio tuvo una
compañera, la Hermana Teresa Rota, su di
rectora en el Lazareto. L a lepra le preparó un
martirio silencioso, durante 4 largos años.
Poco después fué también atacada de la te-
85
rrible enfermedad la Hermana Dominga Bar
bero enfermera en el Hospital • D. Bosco *,
para hombres.
Sor Dominga oyó la sentencia del médico,
sonriendo. Dejó las habitaciones de la Comu
nidad, entró en la Capilla, rezó el Te Deum en
acción de gracias y se juntó con sus dos Her
manas leprosas.
La lepra la deformó horrendamente.
Y sin embargo, las tres vivían alegremente,
siempre contentas y bromeando.
Todos en Colombia la llaman la Comunidad,
de las Heroínas, pero ellas dicen que es la Co
munidad de las ruinas.
Los que saben lo que es la lepra, no pueden
a menos de sentir el escalofrío de lo sublime,
ante im cuadro de abnegación semejante.
¡Oh caridad, caridad! Si no fuera por esos
heroísmos que tu suscitas y sólo tu sabes y
puedes suscitar, ¿ qué sería de este mimdo
sórdido, sensual y egoísta?
Cuando salga de las filas del socialismo, de
los sin Dios, im sólo hombre, ima sóla mujer
que sea capaz de hacer lo que han hecho estas
religiosas, empezaremos a creer en la bondad
de su doctrina.
Actividad misionera
en el Japón.
Amadísimo y Rvdmo. Sr. D. Rinaldi,
\'.VCACIOXES DE AGOSTO BIEN APROVECHADAS.
— Los calores de Agosto suelen producir siem
pre algún colapso en la actm d ad misionera y
aqui, en estas islas, como en todas partes, las
personas que pueden hacerlo, emigran a la
playa o a la montaña. Nosotros aprovechamos
este tiempo para estrechar nuestra intimidad
con Dios y hacer los tan deseados Ejercicios
Espirituales.
Nuestra pobreza salesiana no nos permite
toda\-ía tener casa donde remiir, en esta ocasiói, a todos los hermanos, pero la Providencia
ha venido en nuestra ayuda. Los buenos reli
giosos Franciscanos ded Canadá pusieron a
nuestra disposición, durante todo im més, una
niagnífica finca de su propiedad y , de este
fflodc, los hijos de Don Bosco, siempre necesi
tados de todos y de todo, han podido hacer su
retiro espiritual y descansar un poco de sus
trabajos del año. Nuestros clérigos han apro
vechado, además, esta ganga espléndida para
hac*r saludables excursiones al mar y a la
montaña, \isitando lugares pintores(X)S, de im
interés extraordinario, en esta región que es
la en que desembarcó, por primera vez. San
Francisco Ja\-ier,
Bendito sea el Señor y que E l premie la ge
nerosidad de Mons. Roy, Administrador Apos
tólico de Kagoshima y del P. Calixto, Superior
de los Franciscanos Canadienses dcl Jjq)óu.
Coronaron nuestras familiares reuniones de
Agosto tres aplatrdidísimas Veladas, celebradas
en el teatro, y algunos conciertos musicales,
que llenaron el doble fin de hacer conocer más
y más nuestra obra y honrar a nuestra Madre
amantísima, en su Fiesta de la Asunción.
A EMPEZAR DE NUEVO O, MEJOR DICHO, A
CONTINUAR. — Y aquí estamos para emprender,
de nuevo, nuestras tareas, con renovada energía
de las actividades del cuerpo y fuerza tonifi
cante de las del espíritu.
Quiero hablarle, amado Padre, de una nueva
obra, a la cual sus liijos desean consagrarse y
que, seguramente, le servirá de gran consuelo,
la buena prensa.
D espertar auéntador en e l J apón. —
Las normas directivas de Acción Católica, dadas
por el Santo Padre, fueron tomadas, en el acto,
en consideración por los buenos católicos ja
poneses. Todo lo que, con anterioridad, se había
hecho, especialmente en la capital, ha sido
orientado en el sentido de estas normas.
Para llegar a una unión más perfecta de vo
luntades y hacer una obra, cada vez más eficaz,
de penetración en medio de los paganos, los
Sres Obispos y Superiores de Misión manco
munaron .sus esfuerzos y .se propusieron dar
un gran impulso al Semanario « Diario Católico
del Japón ■>transfonnándolo en órgano oficLnl
de todas la.s actb-idades católicas. Es un paso
l)acia adelante y, si todos trabajan con celo,
no es difícil que, m uy pronto, veamos realizado
mie.'.tro común deseo de que tenga también el
Japón su diario católico.
Cuando se piensa en la proporción inCnite.simal de los católicos, en i-ste Archipiélago y
en los colosales recursos de la pren.sa ja^x^nesa
de Tokio, o de Osaka, con .su doble edición
inglesa y nipona, que bién puede codearse cpn
las más grandes empresas periodísticas del
mundo, es para bendecir al Señor que haya
esta buena voluntad y ese generoso optimismo,
prometedores de un éxito lisonjero,
Y LOS S alesiano S ' ..... — Pero ¿qué es lo
que podéis hacer vosotros, en favor de esa
obra, si estáis completamente desjwovistos de
medios ? — Es la Providencia la que ha de con
testar, amado Padre, y ella por de pronto, nos
Ira puesto en condiciones de ixxJer iniciar la
minúscula Escuela tipográfica « Don Bosco » que
y a está trabajando por la buena causa.
De esto dan fé, además de las publicaciones
86
periódicas ya conocidas, las Lecturas Católicas
íjue se van abriendo camino y llevan, todos
los meses, a las familias tanto cristianas como
paganas, el conocimiento y las ideas de nuestro
Don Bosco,
C>tra publicación queremos iniciar, además,
en el próximo octubre, dirigida exclusivamente
al elemento pagano, una hoja mensual que nos
ayude a atraemos a las clases medias de emjdeados, comerciantes, maestros, estudiantes
pre-uníversitarios, los cuales, en materia de
religión, están llenos de ])revenciones y son los
más retraídos, a la vez que los más numerosos...
rís un ensayo que ha sido estudiado a fondo,
hasta en sus mínimos detalles y en el cual colal>orarán, con su finna, todos los hermanos
y los buenos amigos (pie aquí tenemos y es
absoluta nuestra confianza de que salga bién,
para la mayor gloria de Dios y la más rápida
difusión de su reinado.
Padre amadísimo, nadie mejor que Vd. co
noce la crítica situación económica en que nos
En la selva.
hallamos, agravada por la dificultad de los
cambios y la balumba de los trabajos que se
nos vienen encima. Ruegue por nosotros, re
comiéndenos a algún bienhechor generoso, a
alguna caritativa Cooperadora que, haciéndose
cargo de nuestros apuros, vengan a socorrerlos.
E n nombre de Jesús pobre, hago un llama
miento a cuantos están en condiciones de ayudamos a salvar a estos pobres hermanos suyos.
Bendíganos a todos y, especialmente, a este
su aff.mo hijo
V icente C inutti Pbro
M isioneroSalesiano.
Kríshnagar (India).
En la selva.
Ven conmigo, caro lector, darenujs
..juntos un paseo a la selva vecina, la
auténtica selva iudostánica, los terri
bles y misteriosos cañaverales que tan
tas veces has visto descritos, en las
novelas e historias de aventuras he
roicas. No tengas miedo; a la menor
señal de peligro, es muy fácil huir y,
en cuatro saltos, nos ponemos aquí de
nuevo.
¿ Ves ? el sol se oculta ya, detrás de
la humilde iglesia de la Misión; es la
hora propicia: toda esta naturaleza
salvaje que ha estado vibrando y como
en ebullición, durante el día, ahora
quiere reposar; la quietud va reinando
pc»r doquiera y los últimos chirridos
de los pájaros anuncian «las buenas
noches». Míralos, allá arriba, en lo
alto de los árboles, ¡cuánta variedad
de plumajes! Observa aquellos faisa
nes de oro que se disputan la rama
en que han de dom iir y aquellos ejem
plares soberbios de papagayos, ver
des y amarillos, que en Europa se
venden tan caros, y las mainas habladora.s y los cuervos, mirlos, tórtolas,
perdices, gallinetas, ánades silvestres
y diminutos colibríes de vivísimos
reflejos metálicos.
Mira cuántos nidos, de las más
extrañas y variadas formas y. tan
primorosamente tejidos, que ningún
fabricante del mundo sabría hacer
los iguales.
Pero ¿qué haces que no miras?
¡ah! te has hecho daño en la pierna,
ya lo veo, no te preocupes, es una
8?
sanguijuela — tío te la atranques; eh aquí
uu limonero silvestre; dame un limón, ves?
se exprime, se dejan caer algunas gotas so
bre el repugnante anélido y él sólo se des
prende. i Bravo! y a está en el suelo. Ahora sabes
ya que a las sanguijuelas no les gusta la limo
nada. ¿Por qué? — pregúntaselo a ellas.
Penetra con la ^^sta hasta donde puedas en
la oscuridad de la enmarañada fronda. Nos
hallamos en medio de los colosos del bosque.
Estamos aquí tres, con Phanu; pués bién, dán
donos las manos no alcanzamos a abrazar este
árbol y, ni aún siendo seis, lo abrazaríamos —
¿y las hojas? ¡Cuánta variedad de figuras y de
colores! como para volver loco al botánico más
templado.
He aquí las famosas lianas que suben hasta
los más altos troncos y luego se descuelgan,
hasta llegar al suelo.
Fíjate bién donde pones los pies. ¿ Ves aquél
mono, con qué d^envoltura trepa por aquella
rama? ¿ y aquellos otros que. como péndulos,
se balancean cabeza abajo, agarrados al árbol
por el exlremo de la cola? los m uy ladinos
espían nuestros mo\-imientos. Mira cuantos
animalejos; son roedores que comen de todo
y siempre y no dejan un fruto sano; gracias a
que hay aquí frutos para ellos y para todos los
roedores del mimdo.
Mira cuantas palmas con sus enormes ra
cimos de nueces de coco; por doquiera dátiles,
frutos de bel, piñas, bananas, exquisitos lebúes
parecidos a la cidra y por doquier, también,
limones, betel, etc. No, esto no se come, es el
tekú que sirve a los indígenas para teñirse el
cuerpo el día de bodas.
Silencio, allí se ha mo^•ido algo debajo de
aquellos heléchos; a lo mejor es una serpiente.
La floresta está llena de ellas y yo no quisiera...
¡hola! ya está aquí, no lo dije? es una piel de
cobra, mira como reluce y que pintas tiene,
da escalofrío! no debe hacer mucho tiempo que
ha venido a mudarse de camisa.
Sigamos... ahora la floresta se abre para
formar una charca de aguas llovedizas ¡cuántas
cañas de bambú! dibujan literalmente la orilla,
íomiando ima verdadera muralla. Una ojeada
y vámonos, que dentro de nada vendrán las
fieras a beber, antes de comenzar su caza
nocturna. Obser\-a aquí el terreno húmedo y
Cenagoso; mira cuantas pisadas de animales
— ésta es la pezuña del jabalí, se conoce por
su gran partidura central, éstas son del tigre,
éstas del leopardo m uy parecidas a las del gato,
de las que sólo se diferencian por ser más
grandes. A quí están las del oso, inconfundibles,
porque, cuando anda, apoya la pezuña y parte
de la pierna.
Todas esas fieras vendrán a beber dentro
de poco, una detrás de otra. Se asoman, llegan
gazapeando, exploran cautelosas en tom o
suyo, con ojos (jue son brasas encendidas, se
acercan, beben y huyen velozmente metién
dose en el boscaje. Los elefantes no emplean
tantas precauciones, de ordinario llegan en
rebaño, llenan de agua su flexible tmmpa y
alegremente juegan y chapotean, j>ero ni ellos
ni ninguna fiera igualan en despreocupación
y valentía a los jabalíes.
Cuando el jabalí quiere beber, no echa cuenta
con nada; derecho como una flecha se arranca
hacia el charco, con la cabeza baja y satisface
su necesidad. Aunque hayá allí un mundo de
elefantes y osos y tigres y leopardos y hienas
y chacales, él llega corriendo y atropellando, sin
pedir pemiiso a nadie y se aleja, del mismo
modo cuando le da la gana. No hay un solo
ammal que de buen grado, acejúe J>elea con
él; sus dos puñales de marfil retorcidos y sóli
damente plantados, imponen respeto a todos
los Jifí-bitantes de la selva.
Y también a nosotros ¿verdad? vámonos
en seguida, no es prudente quedar ni un mi
nuto más. Y a el sol ha desaparecido detrás del
horizonte y un silencio traidor empieza a adue
ñarse de la floresta; sólo se oye el canto del
gorumer paki, el pájaro del calor, que saluda
a la luz que muere.
L a campana de ía Misión da el Angelus. R e
cémoslo, también nosotros y bendigamos a
Dios por tantas mara%Tllas como ha creado.
VicTORio Mangiarotti Pbro
Misionero Salesiano.
Gauhoíi (AssSm - India).
Noticias sobre nuestro
orfanato.
Se oye hablar, muchas veces, de los Kliasi
como si constituyesen la única tribu del Assám,
mientras no son sino una mimiscula parte de
su población. En nuestro Orfanato, por ejemplo,
hay niños de cinco o seis razas diversas.
Gauhati se halla situada en plena llanura,
con un clima tórrido y ener\'ante, en extremo.
Estamos aquí tres sacerdotes; uno dedicado
exclusivamente al cuidado de la Misión cuyos
142 puestos, con su capillas, sus catequistas y
sus núcleos más o menos nutridos de cristianos
debe \isitar, en unos 200 días; otro hace de
Director de la casa y está al cuidado de los
huerfanitos y el tercero se halla, como de re
serva, siempre dispuesto a ayudar donde sea
preciso.
88
Uo campo de té.
Nuestros asilados vienen, generalmente, de
los puestos visitados por el misionero y, en su
gran mayoría, son liijos de emigrantes que se
establecen en el Assám para ocuparse en las
plantaciones de té. En nuestra casa reciben
una instrucción primaria completa y , para
adiestrarlos también en los oficios, tenemo^ ya
un taller de carpintería, que, a fuerza de enor
mes sacrificios, ha sido, líltimanicnte, dotado
de un conqjleto tren de máquinas.
Hemos abierto, además, clases especiales
pira los futuros catequistas y aspirantes al
clero indígena y es}>eramos pcKler saborear,
dentro de jxjco, los frutos de excelentes voca
ciones, tanto de sacerdotes como de coadju
tores. Una flamante banda de cometas lanza
ya a los espacios sus agudas estridencias, aspi
rando a convertirse en una banda de música
muy fomuilita.
lentas sacyididas, que volvieron a repetirse por
la mañana mientras distribuía la sagrada Co
munión. Cuando quise regresar, me dijeron que
la vía férrea se había roto en varios puntos y
montado en una endiablada carreta, tirada por
bueyes, tuve que dar un rodeo de dos días,
tardando en llegar a Gauhati, más de 6o horas,
cuando el tiempo empleado por el ferrocarril
es sólo de 12.
E l primer temblor duró más de dos minutos,
cosa verdaderajuente aterradora para quienes
tienen que sufrirlo, y , a pesar de ello, quedaron
intactas todas las cabañas que, de ordinario,
no se dejan influir por tales percances y hasta
las casas siguieron, tranquilamente, en pié con
pocos desperfectos pues, a fuerza de escar
mentar en cabeza ajena, están montadas todas
ellas sobre annazón de hierro, o de madera.
Eos TivRRiíMOTOs. — Soii la especialidad de
esta comarca, y bien puede decirse que estamos
en un continuo baile, pues no pasan dos días
seguidos .sin que haya jaleo. E l ¿ de Julio me
hallaba yo cu Ranipur, distrito de Goalpara,
a pocos kilómetros del epicentro del gran
temblor de tierra de que habló toda la prensa
mundial y que tantas ruinas ha producido. A
las dos de la madrugada, mientras donnía, en
la mísera choza que sir\'e también de capilla,
fui materialmente lanzado del leclio por vio
L a vida de nuestros acogidos. — Cuando
llega alguno nuevo a nuestro Orfanato, los an
tiguos se encargan en seguida de instruirle en
las reglas y costumbres de la casa. Todo se lo
hacen ellos, con gran esmero y extraordinaria
habilidad; la limpieza de los locales, el lavado
y reparación de ropas y hasta los primores cu
linarios de su modesto yantar, en cuyos me
nesteres se van turnando. Son admirables en
la piedad y más del 90% comulgan, todos los
días; son entre ellos m uy florecientes las Com
pañías del Santísimo y de San José. Pronto
89
hará cinco años que estoy con ellos y no re
cuerdo haberles tenido que aplicar el menor
castigo; su carácter dócil les predispone a la
obediencia, pudiendo el superior manejarlos,
a su antojo: y si alguno se señala, por su exce
siva ^úveza, los mismos compañeros procuran
corregirlo y avisarlo.
Son, para decirlo de una vez, perfectos mo
delos de piedad y de disciplina y cuantas per
sonas \Tsitan la casa, salen prendadas de su
compostura en la iglesia, de sus rezos y de
sus cantos, que ejecutan m uy afinados y con
un gusto nada vulgar.
Una cosa sóla les saca de sus casillas, la lle
gada del Misionero. Cuando, después de una
excursión apostólica, el Fader regresa al Orfa
nato, la alegría de estos pequeños no tiene
límites y ningún Reglamento del mimdo podría
contener su expansión. A l silencio habitual,
sucede un griterío que se oye en media legua
a la redonda. La gente se detiene, asombrada,
preguntando lo que sucede (nuestra casa se
halla en el centro de la ciudad) y van diciendo,
entre ellos: «jCómo se hacen querer estos
Padres! ».
Pocos días hace, vino a \'isitamos un Profesor
de Universidad, buén amigo nuestro y su v i
sita coincidió con la llegrda de la del P. Piasek,
en medio de las habituales y estrepitosas de
mostraciones de alegría. Ante aquél conmovedor
espectáculo, de los niños que saltaban, como
locos, en tom o del Misionero, gritando sin cesar
«Jisu ki B a r a i» «Alabado sea Jesucristo* el
Profesor no cesaba de repetir: «lívcrybody
here happy * f Aquí todos están alegres ».
¿ Y ío s DEM.\s ntS o s ? — Por desgracia, son
muchos aún los que quedan en las plantaciones
de té, porque los recursos del misionero no al
canzan para asilarlos a todos. Ajxínas estos
niños pueden trabajar, se les emplea en la lim
pieza, o en el escogido de la hoja, ganado la
miseria de 8o céntimos y a veces sólo 30; los
demás se pasan las horas vagabundeando y
aprendiendo picardías. De todos modos, aiin
los mismos que trabajan están expuestos a
irreparables contagios, por su trato continuo
con paganos y protestantes.
¡Oh qué necesidad tan grande de aimientar
el número de nuestros acogidos, para dejar
asegurada su perseverancia! Cooperadores Salesianos, que leéis estas páginas, j>ensad que
no habría obra más hermosa de caridad que
dar albergue e instrucción religiosa a estos
pobres niños, que ^^ven en pleno paganismo.
Orfanato de Gaahaü.
F rancisco Marmol Pbro
Misiotiero Salesiano.
GACETILLA SALESIANA
N u evo E stu d ian tad o
tkoi ,ogico e n
F r a n c ia .
—■ Nue.stros hermanos de Francia, para poder
atomler más sólida y decorosamente, a la formación
de su personal, que es siempre el primero y más
delicado de los problemas, acaban de adquirir un
inmueble magnifico, situado a las puertas mismas
de Eyón.
ha finca, que está rodeada de mí espléndido
parque, lleva el nombre de Ntra Sra de Fontaniéres
a causa de los muchos manauUales de agua que en
ella brotan, y está emplazada en un paraje tran
quilo, alegre y oxigenado, teniendo a sus piés las
aguas del Saone, en frente la inmensa ciudad de la
seda y, en el horizonte, los Alpes, en los que culmina
la mole del Mont Blanc. Los futuros sacerdotes
que, entre otras disciplinas, han de cursar allí
Sgda Teología, Sgda Escritura, Historia, Derecho,
liturgia. Arqueología y Elocuencia sacra, encon
trarán el medio adecuado para formarse científica
y santamente, y preparar su futuro apostolado.
¿E mulo d e C o lo n ? — E l intrépido misionero
P. Fariña acaba de em barcar para América, después
de haber pasado larga temporada en Italia, ha
ciendo atmósfera en favor de sus indiecitos del
Chaco Paraguayo.
Con la elocuencia de su palabra, que se ha dejado
oir en todas partes, y más aún, con la de su abne
gación, ha conseguido el heróico misionero que
varios Cooperadores le costeen una elegante lancha
motora de 6o P. H., adquirida en Nápoles, a la
que ha bautizado con el nombre de Santa María.
¿Por qué este nombre?.¿Para ponerla bajo la pro
tección de la Reina del cielo? ¿Para recordar la
capitana de Colón? ¿Para significar propósitos de
imitar sus hazañas? — Los dos primeros empeños
desde luego, y el otro también, porque si el intré
pido Almirante de Castilla se propuso descubrir
tierras, el misionero se propone descubrir almas y
la Santa María ayudará maravillosamente, a los
Aventureros de Cristo, a remontar el río Paraguay
hasta el corazón de la selva, y explorar de este
modo toda su jurisdicción espiritual dcl Gran
Chaco. Las buenas personas que han financiado
esa empresa, pueden estar orgullosos y satisfechas
— su dinero les producirá el ciento por uno.
La “ Santa M aría".
Ex-ai,ümnos q u e t r iu n f a n . — El Coronel Earre
Borges, famoso aviador uruguayo y modelo de
«y-aliimnos salesianos, por su recia formación in
telectual y su gran voluntad de luchador, unidas
a im culto fervoroso por la religión que le infxmdieron, cuando niño, los hijos de Don Bosco, ha
sido elevado por el Gobierno de s.u nación al hon
roso cargo de Director de la Escuela nacional de
aviación. Le felicitamos, augurándole los
mayores éxitos.
Norte A m erica
q u ie r e
mas
H o m en a je
a
un
A póstol
de
lo s
Oratorios
F estivos . — En el magnífico Oratorio Festivo de
San Francisco de Sales, de Almagro-Buenos Aires,
la entusiasta y bien organizada Asociación de s\is
ex-alunmos, ha dedicado una soberbia placa de
bronce al P. Juan Bautista Gherra, alma de aquella
casa, durante muchos años y e.sclarecido hijo de
Don Bosco que, con su heróico espíritu de sacrificio
Sa l e -
Sl.\xos. — El Emmo y R.vdmo. Sr.
Cardeual-Arzobispo de Nueva York, Dr.
Patricio Hayes, el día 18 de Octubre p. p.,
bendijo un nuevo Colegio salesiano en
Yoshen. N. Y ., en medio de un enorme
entusiasmo y rodeado de más de mil
personas, entre Cooperadores y amigos
de nuestra Obra.
Después del solemne acto, se celebró
una Velada literaria, en la que varios
oradores enaltecieron la figura gigantesca
del Beato Juan Bosco, distinguiéndose,
entre todas, la voz elocuente del Prelado,
quién con acentos de gran sinceridad
y afecto, dijo, entre otras cosas: «Se
ven marcadas dos huellas del dedo de
Dios en la Obra de Don Bosco: su
enorme expansión mundial, a pesar de
la escasez de medios, y el adaptamiento
absoluto de sus métodos educativos a
las más diversas razas y regiones, con un
éxito rotundamente proclamado en todas
partes.
Estas dos señales nos hacen recordar
la primera y divina expansión de la
Iglesia en el mundo ».
N u evo P a r q u e • D on Bosco ». —
Así ha titulado la Liga de Oratorios
Festivos de Paysandú (Uruguay) el her
moso campo de deportes que la gene
rosidad de varios Cooperadores y amigos
les ha costeado. A su inauguración, que
la gente joven celebró, con bullicioso
entusiasmo, asistió un verdadero ejército
de niños, de toda edad y condición, der
rochándose músicas, himnos y discursos
y culminando el festival en un reñido y
brillante partido de Balompié.
¡Enhorabuena! a nuestros queridos Sanduurns,
y que esa simpática Liga vaya pensando en pre
parar muchos pares de botas y balones y... mucha
di nica, que todo será preciso.
D e ste l lo s . — Viene a aumentar el número de
las Revistas estudiantiles existentes ya en muchos
Centros salesianos de cultura, para recreo espiritual
y estímulo de sus alumnos. El Colegio de Cuzco Perú, que es el que nos la envía, puede estar or
gulloso de su iniciativa. La nueva Revista, pulcra
mente editada por la Escuela tipográfica del mismo
Colegio, se revela ya, desde su primer Número, tm
campo magnifico, donde los jóvenes escolares —
como se lee en el Prólogo — abrirán surcos de luz
) tr^nderán fuego de virtudes.
V sus grandes dotes de corazón, fué mentor y guia
(le una verdadera legión de jóvenes. Kstosque ahora
son hombres dedican ese homenaje a la gran figura
del padre que, a pesar de los años transcurridos,
aún ejerce sobre ellos el mismo poder de atrac
ción.
El Padre Gherra era natural de Turín, conoció
a Don Bosco, fué maestro de Benito Mtissolini en
nuestro Colegio de Facnza y murió en Pimlapoy
(Territorio de Misiones) el año pasado, habiendo
salido su biografía en el Boletín Salesiano.
Fué lina preciosa vocación que se hubiera, tal
vez, m alogr^o sin la intervención providencial de
la S ita cooperadora Luisa Vacchina.
Es un caen típíco de apostolado seglar, al al
cance de todos los cooperadores salesianos.
L a citada Sita que era maestra, frecuentaba un
92
establecimiento comercial de Turín y el joven
Gherra, de i8 años, estaba allí de dependiente.
Un día ella le dijo:
— Parece Vd. un buen joven; tiene más trazas
de religioso, que de comerciante.
— No es extraño, porque mi hermano mayor es
sacerdote y yo me he criado con él.
— ¿Y cómo no ha seguido Vd. el mismo camino?*
— Las circun.staucia.s no me han favorecido.
— Pero lo que no .se pudo hacer ayer, puede
hacerse ahora.
— Ya e.s tarde para empezar una carrera.
— No lo crea: Don Hosco tiene una Obra para
las vocaciones tardías «Lo.s Hijos de María » y en
ella podría Vd. muy bien hacer los estudios sacer
dotales.
— Gracias, señorita; lo pensaré.
Pasado algún tiempo, la buena señora volvió a
la carga:
— ¡Hola! ¿lo ha pensado Vd.? no se decide?
— Mas tarde; veremos, veremos.
— Voy a proponerle una cosa y perdone el atre
vimiento. límpecemos una novena para conocer la
voluntad de Dios, la terminaremos con una santa
comunión en el santuario de María Auxiliadora,
y luego yo misma le presentaré a Don Hosco.
Asi lo liicierou. Don Bosco les recibió afablemente,
se fijó en el joven y le dijo: * Tu te quedarás con
nosotros, esta es tu vocación y harás un gran bien
a las alina.s.
C P. Gherra fué cu efecto, uii apóstol, no olvidó
nunca a su bienhechora, a la Tota (señorita, en piamontés) que aún vive y tiene 84 años. Con frecuen
cia le enviaba saludos y la proponía a los coopera
dores de América, como ejemplo del enorme bien
que pueden hacer con su celo.
1
Ot r a R e v is t a y v a n ... — Esta nos la ha enviado
la Casa de Santa Tecla (Salvador) anúnciándose
como « Organo de la Federación Centroamericana
de Ex-alumnos Salesianos.
Su primer número ha sido dedicado al Rvdmo
Sr. D. Felipe Rinaldi (q. s. g. h.) cuyo retrato ilustra
la Portada. Lo hemos leído y viene rica de interés
y muy bien orientada. ¡Bravo! Ex-alumnos de Centroamerica; Boletín Salesiano sigue y aplaude
vuestras actividades, que, de un tiempo a esta parte,
V’ienen destacándose en forma consoladora.
L a s A so ciacion es
de
P adres
de
I-'a m iu a . —
Son una iniciativa alentadora para nuestros Ora
torios Festivos, y nuestro malogrado Rector Mayor
D. Felipe Rinaldi las recomendaba mucho. Son
además nuevos campos de siembra para las buenas
ideas, de grandes posibilidades en estos tiempos
que corremos. Los Oratorios que tienen esta Aso
ciación son ya muchos y en Sevilla (España) acaba
también de establecerse, con un Reglamento sencillo
y muy práctico. El entusiasmo que ha despertado
es extraordinario.
G lo r ific a n d o a D on B osco . — Para conme
morar dignamente el 50“ Aniversario de la funda
ción de la ciudad de Roca (Argentina) el Exemo
Sr. Gobernador del Territorio correspondiente ha
publicado un Decreto, para que se rotule con el
nombre «Don Bosco » una de las calles de dicha
ciudad, que encierra grandes recuerdos salesianos.
El referido Decreto dice textualmente: «Esta
concesión es un homenaje justiciero a la obra apos
tólica y de cristiana civilización realizada, no sólo
en el territorio de mi gobierne, sino también en
todo el país, por las misiones de Don B osco».
A NUESTROS CORRESPONSALES
rogam os en ca recid a m en te qu e, en su s *‘ /fe/ac/ojies” , p r o cu re n :
1. Ser breve». — Piensen que nueslro Revista no dispone de espacio ilimitado, que tiene que
servir varias Secciones y contentar a muchos.
2. Ser amenos e interesantes. — La amenidad depende de la exposición, el interés del
asunto, aunque no de un modo exclusivo. Desde luego que las noticias banales o de interés pu
ramente local no deben enviarse. Fundaciones nuevas, locales nuevos, actividades nuevas, exposi
ciones. distinciones, visitas de primeras autoridades, congresos, asambleas de cooF>eradores y exalumnos, aniversarios y conmemoraciones importantes, fiestas extraordinarias, estadísticas de obras.
de trabajos, de resultados, etc, he aquí lo que merece ser publicado en el Boletín.
3 . Ser cuidadosos de la redacción. — No se pretende que sea literaria, pero sí corriente
y esmerada. Los pliegos deben enviarse escritos a máquina o, si no es posible, presentados con
claridad, especialmente en los términos propios y folklóricos.
4 . Enviar buenas fotografías. — Tanto en lo que se refiere a la buena elección del asunto,
como a la intención artística y a la ejecución técnica. De esas fotografías. las más notables se
publican y lodos pasan ai archivio central, donde son científicamente clasificadas y mañana formarán
lo historia gráfica de nuestra Sociedad.
5 . Todo el material de publicidad debe ser enviodo a : O R A T O R IO SA L E SIA N O - Oficina
centrol de prensa - V ia Coitolengo, 32 - TURIN (109 ) Italia.
Gracias obíenidas por intercesión
de María Auxiliadora y del Beato Juan Bosco.
CADIZ (E s p a ñ a ). — Habiendo sido atacado de
una grave enfermedad que, durante un més me
imposibilitó por completo para el trabajo, acudí
a la poderosa intercesión del Beato Juan Bosco,
seguro de que atendería mi súplica y el efecto no
se hizo esperar.
A los dos días, sentí ima mejoría tal, que pude
entregarme, sin ¿ menor inconveniente, a mis ocupadones habituales, habiendo desaparecido por
completo todas los síntomas de la dolencia, que
con tan malos pronósticos se presentaba.
Habiendo prometido a mi bendito Protector
publicar la gracia, sí escuchaba mí súplica, cumplo
ahora mi promesa, para que se animen a seguir mi
ejemplo todos los que se encuentren necesitados.
JOSE A rr .í b a l .
GARRUCHA-ALMERIA (E spaña ). — Hallán
dose enferma, hacía mucho tiempo, mi nieta Augelita, sin obtener la salud, a pesar de haberla vi
sitado muchos médicos y hacer cuanto ellos man
daban, decidí llevarla a Madrid a que la viera un
especialista.
Así lo hice, mas yendo en el trén, la encomendé
desde lo profundo de mi alma a nuestra Madre
Auxiliadora, prometiéndole una limosna y publicar
U gracia en el Boleiin, si mi nieta recobraba la salud.
¡Cuál no fué mi sorpresa y alegría, cuando, al lle
varla al citado especialista, después de un minu
cioso reconocimiento, me dijo que la niña no tenia
lesión ninguna y que estaba completamente sana!
Desde entonces, goza de perfecta salud y hoy,
Sena de agradecimiento, a tan bondadosa Madre,
cumplo gustosa mi promesa.
3 Febrero de 1931.
A ngela HERRERO.
CARRUCHA-ALMERIA (E s p a ñ a ). — Encon
trándome enfermo, de mucha gravedad, ofrecí a
Ufaría Auxiliadora, si me ponía bueno, cinco pe^tas para las misiones salesianas y publicar la
gracia en el Boletín, lo cual hago ahora, para mayor
ciaría suya.
JOSE Rüiz,
MALAGA (E s p a ñ a ). — Encontrándose mi esposa
ea cama con una enfermedad dolorosísima, llegó
'^3 tarde mi hijo Carlos, que se educa en el Colegio
^€s:.-.no, con una medalla y una estampa de María
AaxiliAdora que había recabado de su profesor para
ofrecérselas a su madre. Se puso mi esposa la me
dalla al cuello y la estampa ante su vista,encomen
dándose con todo su corazón a la Au.'dliadora de
los cristianos. — .Aquella misma noche durmió con
tranquilidad, cosa que hacia tiempo no podía con
seguir, y al día siguiente, se levantó para asistir a
la novena que en honor de María .Auxiliadora se
celebraba en e! Colegio, siguiendo la mejoría hasta
su completo restablecimiento.
Como conceptúo este hecho de verdadero pro
digio, creo deber mió el publicarlo para mayor
gloria y honor de mi querida madre María Auxilia
dora.
M.vnuel L ópez V il l o t a .
M.ALAGA (E s p a ñ a ). — A consecuencia de un
tumor maligno, fué tal mi gravedad, que estuve
cinco horas sin dar señales de vida, después de haber
recibido los Santos Sacramentos. A'a habían encen
dido las velas y esperaban que el médico certificara
mi muerte, cuando al poco rato pude hablar, ini
ciándose desde entonces una franca mejoría, que
eh breve me dejó completamente sano.
Después supe que durante esas horas de aiigu.stia
mi familia me encomendó fervoro-samcute a Muría
.Auxiliadora. Ella, pues, me ha salvado. iGracias,
Madre mía!
T o.mas C ard evas .
TARM A (P e rú ). — Encontrándome sumamente
afligida por un juicio calumnioso y de carácter po
Utico en que se vió envuelto mi esposo, me puse
bajo la protección de María Auxiliadora para que,
por su intercesión, rae alcanzara del Corazón de
Jesús el feliz arreglo de tan penoso asunto.
Empecé una novena y prometí publicar la gracia
en el Boletín Salesiano, habiendo obtenido que en
corto plazo el Tribunal absolviera y rehabilitara
a mi esposo.
No .solamente le encomendé este asunto a María
Auxiliadora, sino también la salud de mi esposo,
que se hallaba gravemente enfermo y mis súplicas
fueron atendidas por tan buena Madre.
iluy agradecida por estos dos favores obtenidos,
hago publicar esta gracia de la Santísima Virgen,
para aliento y consuelo de los que sufren.
E de C.
Cooperadora Salesiana.
3
M O N TERREY, N. L. (Méjico ). — ¡Gradas
Madre mía! — En el mes de J ulio del pasado año
tm sobrino mío de 13 años, fué atacado de fiebre
94
tifoidea y, presentándose el caso bastíinte serio fué
confortado con los Santos Sacramentos.
En tan angustiosa situación y, sin ninguna espe
ranza en lo humano, acudí a nuestra amantisima
.Auxiliadora, ofreciéndole una novena y publicar
el milagro si me concedía la gracia de devolver la
.salud a mi sobrinito. La Virgen Santísima, Madre
bondadosa accedió, como otras veces, a mis ruegos
y a los 24 días la ñebre desapareció, entrando el
querido paciente en un período de franca mejoría.
Más tarde eufermó gravemente otra sobrinita mía.
A consecuencia de la alta fiebre se le inñanió el ojo
derecho, en tan alarmantes proporciones, que exa
minada por tres médicos declararon unánimes que
se requería una operación, pues había peligro de
perder el ojo por tener dilatada la pupila.
Recurrí, llena de confíanza, a nuestra bondadosa
Madre Muría Auxiliadora pidiéndole la curación
de la niña, sin t intervención quiríirgica. La buena
Madre no se hizo rogar mucho, pues a poco comenzó
la mejoría, desapareció la inflamación y hoy goza
de completa salud.
Sumamente agradecida a María Auxiliadora
cumplo hoy gustosa la promesa de publicar eu el
tíoleííH Salesiano tan señalados favore.s y envío
una limosna para las obras del Beato JuanBosco.
1
Soi'iA GuEKHii C an to
M ON TERREY, N. L. (MEJICO). — En agrade
cimiento al B J. Bosco deseo publicar el rnilagro
que me ha hecho, al darle la salud a un hermano
mío, padre de numerosa familia, que había enfer
mado de gravedad. — Lloraba por él, sin consuelo,
más aún por estar lejos de aquí, y una persona
devota de D. Bosco me aconsejó le encomendara
mi necesidad y le rezara su novena, ofreciéndole
también publicar la gracia y dar una limosna para
sus obras.
As: lo hice y g. a Dios, poco tiempo después re
cibí carta de mi hermano dándome noticia de su
establecimiento. Hoy, al cumplir lo ofrecido, le
doy gracias de todo corazón por su bondadosa y
paternal protección.
Mu. i)K LA L u z S a n cii .l a .
NOGALh'SSONORA (Mkjico ). — De nuevo
quiero hacer pública mi gratitud al Bicnavcuttjrado
Don Juan Bosco, por su continua protección eu el
asunto, que le he encomendado, do encargarse de
la educación religiosa de un niño, de mi familia.
Habiendo teuiflo que venirse ésta de los Estados
Unidos a México, por la escasez de trabajo en aquel
país, el niño, a que me refiero, no podía continuar
<le interno en el Colegio donde se encontraba. En
tonces supliqué u sus padres me permitieran en
viarlo al Colegio .Apostólico de San Francisco Javier
cu Magdalena, Sonora, a lo que se oponían, presen
taudo grandes dificultades; pero como eu ocasiones
anteriores, con toda confianza, recurrí a Don Bosco,
segura tle que él obtendría de la Santísima Virgen
que desapareciera toda dificultad, lo que oportu
namente sucedió, pues desde el día 4 de Octubre
de este año de 19J1, este joveucito se encuentra
de interno en el Colegio citado.
Para mi mayor consuelo y satisfacción, en una
de mis ví.sitas al Colegio, pude ver que en el dormi
torio que a él le corre.sponde, se encuentra un gran
cuadro ouu la estampa del Bienaventurado Juan
Bosco y su cama precisamente al pié de
cuadro, lo que interpreto como señal inequivoc#
de su protección en este asunto.
Deseo que esta relación ceda en gloria de Dios
y apresure la canonización de su Gran Siervo, pro
tector insigne de la juventud.
Noviembre de 1931.
M-AIUa B oubion.
CALI (CoLOMBlA-V.u:.i,E). — Soy deudora a la
Sma. Virgen Auxiliadora de varios favores que he
recibido de Ella: el primero fué: alcanzarme de Dios,
nuevos días de vicia para mi hijo Miguel \’icente
Franco, que fué atacado de una complicación muy
grave que lo puso al borde del sepulcro; fué desa
huciado de los médicos y sólo por milagro está aún
con vida. Esta gracia la recibí de la Sma. Virgen
y en agradecimiento mando una limosna para sn
culto en el Santuario de Turin.
Nuestro Señor para probarme nuevamente, me
postró en cama a otro hijo, Jesús María Franco;
este se vió en igual peligro que el primero. Como
madre, con el corazón afligido, no me quedó otro
recurso que implorar el auxilio de la Sma. Virgen,
ofreciendo hacer publicar ambas gracias en el Bo
letín Salesiano. Ella nuevamente escuchó mi sú
plica, volviéndole la salud a mi segundo hijo; por
esta otra gracia envío segtmda oferta, suplicando
que sea publicada.
En agradecimiento de tantos beneficios ofrezco
otra limosna para los huerfauitos del Beato Juan
Bosco, porque me consigan, con sus oraciones la
salud completa de mis hijos; mando también otros
pesos para los gastos del erigiendo Altar a Don
Bosco.
R o sario E sp a d a
de
F ranco .
PO R V EN IR -TIER R A D EL FUEGO (C h ile ). Hallándose mi esposo gravemente enfermo, acndi
con fé al Beato J. Bosco, prometiendo una limosna
y publicar Ja gracia si el enfermo recobraba la
salud. Fui escuchada y agradecida; ruego a Don
Bosco acepte mi intimo reconocimiento y sirva
esta publicación para aumentar el número de sus
devotos.
.
L u c r ec ia C.
de
P aver .
ABDON CALDERON-MANABI (E cuador ). —
Encontrándose gravemente enferma mi hija Mer
cedes, menor de 5 años, con fiebre y un abceso in
la pierna izquierda y sin que los remedios recetados
por un facultativo, le hicieran provecho alguno,
el tumor aumentaba cada día más, y a los 23 días
el Dr. declaró, que estaba ya con pús y que habü
que operarle; en tan angustioso trauce, recurrí al
Beato Juan Bosco y poniéndole una reliquia quí
contieuc la Imagen del cuerpo del Beato, le supliqué
con toda mi fe que él le disolviera dicho abeeso y
no hubiese necesidad de operación; esto ocurría a
las 10 de la noche, la enfernüta tenia fiebre de 40
grados y el tumor era euonnemente grande. Co
mencé una novena
Beato Juan Bosco, y a las
12 de la noche dormía mi hija tranquilamente.
Al siguiente día a las 6 de la mañana quité U
venda que cubría el abceso, y grande fué mi sor
presa al ver que sólo había un pequeño tnmorcito
y a los dos días abandonó la cama, quedando radi
calmente curada debido a la intercesión del Beato.
Con honda gratitud, cumplo mi oferta de enviar
«1
95
nna limosna de cuatro sucres al Santuario de Turín
para misas, por la canonización del Beato Juan
Bosco.
Septiembre i» de 1931.
C. Matilde S almox V.
SAN JUAN ROM üALCO-LA PAZ (E l S al
— El día 2 de Abril del corriente año, se
fugó del hogar doméstico el mayor de mis hijos.
Angustiado por no saber su paradero, acudí a la
poderosa intercesión de nuestro Beato Juan Bosco,
pidiéndole de todo corazón, lleno de fé y confianza
que regresara mi referido hijo a su casa en donde
yo y su aflijida madre lo aguardábamos.
El 26 de septiembre de este mismo año, venía
yo de mis trabajos agrícolas, ya bastante tarde,
cuando eu el camino, experimenté de repente un
gran regocijo en mi corazón, me sentía muy alegre
sin saber por que; llegué a mi casa, cené juntamente
con mi esposa y mis otros hijitos, cuando al momento
apareció mi mencionado hijo, y se arrodilló a mis
pié pidiéndome perdón por sus faltas cometidas.
Eternamente agradecido al Beato, hago pública
la gracia y envío una limosna para los niños huér
fanos de Turin.
Otoya. — Mariana M. Vda de Heredia. — Ana
Julia E. de Guerrero. — Gelacio Heredia. — Julia
Lemos. — M. Santos. — Carmen García T. — Benilda Esguerra. — María Luisa Ramírez. — Pedro
Moreno. — Gabriel M. Rodríguez.
v a d o r ).
A x ro N io
Cañ as
Por intercesión
de nuestros Siervos de Dios.
D an gracias p o r favores recibidós:
A la Sierva de Dios Dorotea de Chopítea:
Mercedes de Hoz (Cangas -V igo (España).
Mercedes Velasco de Donoso Manabi -P orto viEJO (Ecuador).
Angelina J. de Martínez de Velasco (Méjico).
A l Siervo de Dios Domingo Savio.
María Josefina Lera y María Olmos González
B e TIJaque -T rü JILLO (Venezuela).
A g u il a r .
Dan también gracias a María Auxiliadora y
a¡ Beato Juan B osco y envían limosnas :
Masabi -P ortoviejo (Ecuador). — Angela J de
Chun. — Ursula Bravo.
Manabi-E cuador . — C. Matilde Salmón V.
Maxab I'BAHIA (Ecuador). — Blanca Marina
Tortorelli.
Maxabi-Calc ETa (Ecuador). — Jacinta Florinda
Vera Macias.
Maxabi-A bdox C alderón (Ecuador). — Esther
Valdivieso. — Nieves de Zevallos.
Max .abi-R ocafuerte (Ecuador). — Mercedes G.
de Solorzano. — Carineu de Villavicencio. • Blanca
•■ Uvarado. — Margarita de Pacheco. -- Judith
Pacheco. — Mercedes L. de Rodríguez. — Mónica
de Jiménez. - Macias y Ramona Jurado. — Julia C.
de Murillo. — Rosario Loor. — Lorenzo Basurto.
— Bárbara de Sánchez. — Ana Macias Aray. —
Francisca Hidalgo. — Hortencia de Parias. — Juan
Sánchez. — Margarita Aray. — Juana María Lucas.
Cali (Colombia). — Carmen García.
POMOXA (California). — Aurora Z. de Ortiz.
Betijaql'E-T rujillo (Venezuela). — Julia Rosa
Lera. — Victoria Espinoza de Pasos. — Melania
Rodríguez.
Rodeo d el Medio (Argentina). - .Anunciatina
ííuadri.
BrHNOS AIRES (Argentina). — Rafael F. Leiva.
Berxal-B vexos A ires (Argentina). -— R. Fuemliueaa.
S.A.VTA T ecla (El Salvador). — Maria N. Ruiz.
Bogotá (Colombia). — Rebeca Torres M. de
Peña.
PiVRA (Perú). — Enrique V. Ribera G.
CALI (Colombia-Valle). — Matilde V. de Berón.
— Catalina R. de González. — Rosario R. da de
Los Cooperadores Salesianos que, confesados y
comulgados, recen según ¡a intención del Romano
Pontífice, pueden ganar:
Indulgencia Plenaria.
1) Un día de cada mes a su elección.
2) El día en que hagan el piadoso Ejercido
mensual de la Buena Muerte.
3) El día en que asistan a la Conferencia mensual
Salesiana.
y en cada uno de los siguientes días:
Marzo
*
»
»
Abril
iH I'iesta de los siete Dolores de la Siiia
Virgen.
19 Fiesta de San José.
20 Domingo de Ramos.
27 Pascua de Resurrecdón.
4 P'iesta de la Anundación de Nlra
Señora.
Por crncesiór: espefialisima de S. S. Pío X I,
hecha ai Rector Mayor de la Pía Sociedad, D. Pelipe
RinaJdi </■>de Junio de 1922) lodos las Salesianos e
Hijas de María Auxiliadora, con sus respectivos
rooperad'jrrs, alumnos y ex-aiumnos, pueden ganar:
1 ) Una Indulgencia Plenaria cada día, sólo con
elevar su corazón a Dios en medio de sus ocupadones
habituales.
2) 400 días, cada vez que repitan el mismo acto.
Para lucrar estas Indulgencias f del Trabajo*
únicamente se exige el estado de gracia, estando dis
pensados de la confesión y comunión.
96
Recomendamos encarecidameníe a ¡a caridad
de nuestros lectores, que no olviden en sus
sufragios a los Cooperadores Salesianos
siguientes;
Pamplona - España.
Dña María Fuencisla Bernaldo
de Quirós y Muñoz
Condeta de Guindulaln.
Victima de una pulmunia entregó su alma a Dios,
en su residencia de San Sebastián, esta ilustre dama
de rancia estirpe, cuyos timbres nobiliarios supo
acrecentar con sus virtudes, entre las que la caridad
era su característica.
Era la ñuada nieta de la Reina doña Cristina,
viuda de don Fernando VII.
Casó con el ilustre prócer navarro don Joaquín
Meneos y Ezpeleta, el actual conde de Guendulain,
de cuya unión viven sus hijos; doña Mercedes, ca
sada con el conde de la Ventosa; doña Isabel, ca
sada con el conde la Real Piedad; don Joaquín, el
conde del Vado, que lo está con doña Pilar Arco,
hija de la marquesa de Arcendales; don Tiburcio
que ostenta el títido de marqués de la Real Defensa
y don Javier el marqués de las Navas de Navarra,
que está casado con doña Jlercedes Guajardo, de
distingiüda familia sevillana.
La ilustre finada era la bondad personificada.
Y entre sus obras favorecidas se cuenta también
la Obra Salesiana de Pamplona, a la que se sentía
más ligada por ser parienta del principe heredero
de Polonia, don Augusto Czartoriski, después sa*
lesiano, fallecido en olor de santidad en t.*l93.
Ardía en vivísimos deseos de que llegase el día
de la Beatificación del príncipe, de quien se deshacía
en elogios, para ser, como ella decía, madrina de
la gran fiesta cou que en Pamplona debía solemni
zarse tan fausto acontecimiento.
Al establecerse la Visita Domiciliaria de María
Santísima Auxiliadora en Pamplona, ella fué la
primera en dar su nombre.
El Divino Señor se la ha llevado al cielo; que en
él tenga la recompensa merecida.
Pertenecía a una familia eminentemente sale
siana, ya que su santa madre, no contenta con
haber entregado a nuestra Congregación a tres de
sus hijos, los hoy dignísimos sacerdotes D. Luis,
D. Daniel y D. Pío, como presidenta de los coope
radores de esta comarca, trabajó con celo impon
derable por nuestra obra y cooperó con largueza
al sostenimiento de la misma.
Al finado D. Alejandro se debe, en gran parte,
la apertura de esta casa salesiana, a la que no se
cansó de favorecer y a la que amaba con predilec
ción.
Su muerte fué tan cristiana y tan santa como
había sido su vida. El entierro constituyó una im
ponente manifestación de duelo que puso de relieve
las merecidas simpatías con que contaba el fiuado
y toda su familia
La casa salesiana de Allariz pierde un gran apoyo
con la muerte de D. Alejandro, cuya caridad habrá
ya recompensado el Señor.
Recordad también en vuestros sufragios a:
B arcelona (España). — Francisca Gibert. —
Carolina Vda de Barnadas. — Francisco de Asís
Freixas. — Francisca Rovira Vda de Ferrer. —
Teresa Marino de Castelló. — Rafaela Ferro de
Bladó. — Antonio Regué. — Joaquina Riera Vda
de Pons. — Pelegrín Gironés. — Emilio Fábregas.
Dolores Vila. — Enrique Sagnier. — Eduardo
Puig. — Enrique Pastells. — Carlos Martí. —
Gabriel de Grassa. — Dolores Muntadas. — Joa
quín Lloverás. — Francisca Castelltort. — . Elvira
de Ossó. — Enrique Abad. — Antonia Bertrán. —
Eulalia Bofarull. — Teresa Payerols. — Carlos de
Portuny. — Ramón Godó — Federico Albiñana.
Josefa Solá. — Aiiita Simón. — Vicenta Ramis.
— Rita Sala. — Antonio Tresols.
Madrid (España). — Teresa de Arteaga. — Adela
Sánchez. — Braulia Aurora Guzmán. — Sila Fer
nández. — Petra Camuñas.
Manresa (Barcelona-Espana). — Rvda Superiora de las religiosas de la Visitación de Santa
María.
Manabi (Rocafuerte-Ecuador). — Elena S.
Brignardclli. — Ramona L. de Vélez. _ Carmen
Guadalupe de Nacía. — María Rodríguez Salazar.
C aldono (Colombia-Valle). — Pedro Juan Plaza.
S.4^NT.\ R osa
López.
Aliaría (Orense - España).
(Colombia-Caldas). —
Gregorio
R .I .P .
D. Alejandro Conde y Conde.
En la madrugada del i$ de Diciembre, confortado
con todos los auxilios espirituales, dejaba de existli
en la villa de Allariz, el gran cooperador salesiano
D. Alejandro Conde.
Coa m proh»tíóm d e Im a w ío rid a d e d esU a U ca .
DircdoF.4«s(>oowble; D. DO.M ENICO GARNERL
EciaUeeiaieato D p. iic U SocínUd E slo ra iaieraacioa . rmdt
Corao R eg ia» M m rgkerifm , JZé.
-
Fecha
-
1932.03