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Título
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BS_1930_10
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Descripción
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Boletín Salesiano. Octubre 1930
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extracted text
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Año XLV - N. 10.
O ctubre, 1930.
BOLETÍN SALESIANO
REVISTA DE
LAS
OBRAS
•
DE
DON
BOSCO
?rfPr®s»SíSk'eHS<®S»®<®®»5^
El Beato Don Bosco
apóstol de la Buena Prensa
O rigen de ¡as Lecturas C atólicas.
Una de las formas de apostolado a que
Don Bosco se dedicó con mayor ahinco y
sacrificio fué sin duda la difusión de la Buena
Prensa. Con su genio previdente y con su
corazón de Santo, comprendió la importancia
que la propaganda impresa tomaría en su
siglo y en los venideros y , sin parar mientes
ni a dificultates ni a sacrificios, puso manos
a la obra con aquella decisión y ardimiento
tan característicos en los Santos, cuando se
trata de emprender óbras para gloria de Dios
Vpara bien de las almas.
Y la forma especial que Don Bosco dió a
este apostolado fué la de las Lecturas Calóiicas, serie de libritos mensuales, sencillos
y amenos, que llevaran al pueblo el antídoto
necesario contra la propaganda impía y lo
instmyeran convenientemente en las verda
des de la Religión. Oigamos al mismo Don
Bosco cómo nos narra su origen y las dificul
tades que tuvo que vencer para que llegara
a madurez tan santa Obra.
«Este año, 1853, dice Don Bosco en sus
memorias autógrafas, en el mes de marzo
dió comienzo a la publicación periódica
de las Lecturas Católicas.
Desde 1847, cuando se otorgó la emanci
pación de ios Ebreos y de los Protestantes,
se hada indispensable algún antídoto para
ponerlo en manos de los fieltó cristianos en
general, y especialmente de la juventud. Con
aquel acto parecía que el Gobierno se pro
ponía exdusivamente dar libertad a aquellas
creendas, pero sin detrimento ni perjuidos
para el (¿toliciámo. Pero los protestantes no
lo interpretaron así y empezaron una labor
de activa propaganda con todos los medios
posibles. Tres diarios {La Buena Nueva, La
Luz Evangélica, El Piamontés Orante); mu
chos libros bíblicos y no bíblicos; distribu
ción abundante de socorros; fadlidades para
hallar trabajo; regalos de dinero, vestido y
comestibles a los que iban a sus escuelas o
frecuentaban sus conferendas o simplemente
entraban en sus \emplos, eran los medios
de que se valían para hacer prosélitos. El
Gobierno estaba enterado de todo y dejaba
hacer y su silendo equivah'a a una eficaz
protección. Añádase a ésto que los protestan
tes estaban preparados y disponían de toda
dase de medios materiales y morales. Mien
tras que los católicos, fiados en las leyes
dviles que hasta entonces los habían prote
gido y defendido, apenas si contaban con
algún diario y con alguna que otra obra
dásica, pero nada adaptado y propio para
poner en manos d d pueblo bajo.
Fué entonces que, tomando consejo de la
necesidad, emp>ecé a idear algunos cuadros
sinópticos sobre la Iglesia Católica y luego
•( 290 )algunos cartelones titulados: Avisos para los
Católicos. Y empecé a distribuirlos entre los
jóvenes y los adultos, especialmente con mo
tivo de los lijercicios Espirituales y de las
Sagradas Misiones. Aquellas páginas y aque
llos libritos eran acogidos con grande ansiedad
y en poco tiempo se despacharon muchos
miles de impresos. )ísto me convenció de la
necesidad de algún medio popular que faci
litara el conocimiento de los principios funda
mentales del Catolicismo.
Publiqué por tanto un librito titulado:
Avisos a los Católicos, que tenía por objeto
dar la voz de alerta para que los católicos no
se dejaran envolver en la red de los herejes.
Tuvo una difusión extraordinaria. En dos
años, más de 200 mil ejemplares. Y bien
pronto se notaron los efectos del oportuno
mensaje. Eos buenos se alegraron, pero los
protestantes que se creían dueños únicos y
absolutos del campo se enfurecieron en gran
manera.
Y entonces comprendí que era absoluta
mente necesario publicar libros para el pueblo
y de ahí surgió la idea de las Lecturas Cató
licas. Preparados algunos fascículos quería
empezar a publicarlos, cuando surgió una
dificultad tan inesperada como inimaginable.
Ningún obispo quería ponerse al frente. Eos
de Vercelli, Biella y Casale se negaron a ello
diciendo que era cosa peligrosa lanzarse a
la lucha contra los protestantes. Mons. Fransoni, desde Eión, aprobaba, recomendaba;
pero nadie (juería comprometerse ni siquiera
a poner la Censura Eclesiástica.
E l Canónigo José Zappata, Vicario General,
empezó a ruegos del Arzobispo a revisar el
primer fascículo, pero antes de llegar al fin
me devolvió el manuscrito diciéndome: Aquí
tiene V. su libro; yo no me atrevo a poner mi
firma; los hechos de Ximénes y de Palma
son demasiado recientes (i).
desafía y
quiere tomar de frente al enemigo y a mi
me parece mejor batirme en retirada cuando
es tiempo.
ICxpuestas estas dificultades al Sr. Arzo
bispo, me contestó enviándome una carta
de presentación para JIons. Moreno, obispo
do Ivrea, en la cual rogaba a este Prelado
t{ue tomara bajo su protección la publicación
(i) El abale Ximénes, director del Diario Católico
de Roma « El Contemi>oróneo », fué asesinado y
mons. Palma secretano poiuifício y redactor de dicho
diario fué muerto con un disparo de arcabuz en las
mismas salas del Quirinal.
proyectada y que le concediera su censura
y el apoyo de su autoridad. Mons. Moreno
se prestó de buena gana a ello y encomendó
la censura a su Vicario General. En seguida
se imprimió un prospecto y el 1° de Marzo
de 1853 se publicó el primer fascículo titulado:
E l Católico Instruido en su Religión: Conver
saciones de un padre de familia cqn sus hijos
apropriadas a las necesidades, del tiempo
actual.
« Los tiempos que corren, amados hijos míos,
así empezaba el prólogo, los peligros que hoy
dia se encuentran en materia de religión, me
hacen temer que al poneros en contacto con d
mundo os dejéis arrastrar a algún exceso y
aun quizá al error con daño de vuestras almas.
Este pensamiento angustia desde hace tiempo
mi corazón».
Y en forma popular seguía tratando de
los fundamentos de la Religión Católica y
de la Iglesia de Jesucristo, de las sectas to
davía existentes, que en diferentes tiempos
se separaron de la Iglesia Católica y de la
inmutabilidad de la Doctrina Católica. Y
terminaba con «Dos palabras a los Minis
tros protestantes » claras, precisas, rebosantes
de fe y de caridad.
«Por si acaso nuestras palabras pudieran
llegar a oidos de los señores ministros pro
testantes les querría proponer esta grave cues
tión: — (¡Creéis vosotros, señores ministros,
que todo hombre que viene a este mundo está
iluminado por el Espíritu Santo y puede leer
la Biblia y comprender por si mismo las verda
des necesarias para alcanzar la eterna salva
ción? Vosotros me responderéis que sí y asi lo
enseñáis en vuestros libros y sermones. Admi
tida esta doctrina, quisiera que me respon
dierais a las siguientes preguntas:
S i cada cual es iluminado por el Espíritu
Santo para comprender las verdades contenidas
en la Biblia, ¡por qué os afanais tanto en
explicarla? ¡ E s quizá que vuestro Espíritu
Santo es superior o más sabio que el que inspira
a los demás? ¡O es quizá que vttestra alma y
vuestro cuerpo están adornados de formas más
fuertes y robustas para recibir la influencia de
este afortunado Espíritu?
S i la Biblia « clara y -iodos pueden enten
derla, explicarla e interpretarla ¡para qué
sirven vuestros templos? ¡P o r qué tantos dis
cursos y tantos libros para convencer a los
demás del sentido que vosotros dais a la Biblia?
S i queréis obrar en conciencia y no traicionar
a las almas de aquellos que vienen a escucharos.
-( 2 9 'r )-
jnso/ros, señores ministros protestantes, debe
ríais hacer el siguiente sermón y luego callar:
Vna vez reunidos el mayor número posible
de protestantes, deberíais subir a vuestra cá
tedra y decir al auditorio: Escuchad, oh her
manos protestantes, escuchad nuestras palabras
cfue son la voz de la verdad. La Biblia es clara,
el Espíritu Santo ilumina a todos y todos la
pueden comprender; por eso, de ahora en ade
lante es inútil que vengáis a perder tiempo.
Todos me responderéis que sí y asi lo enseñan
vuestros correligionarios Bert, Cobbet, Muller
y muchos otros a quienes he podido yo mismo
preguntar sobre esta cuestión y que me han
contestado afirmativamente.
S i es asi, decidme: Cuando para ir a un
punto dado hay dos caminos, uno cierto y el
otro dudoso ¿cuál os parece que se deberá se
guir.^ Quien no haya perdido el seso y sea sin
cero contestará que hay que encoger el catnino
Riobatnba (Ecuador). — Alumnos del InsUiolo Salesíano ’*Sfo. Tom&s Apóslol”
escuchándonos: quedaos en vuestras casas;
leed, entenderéis y os salvaréis.
Si predicáis de otro modo, hacéis traición al
mnisterio que os habéis impuesto de predi
cadores del Evangelio.
Otra pregunta: ¿Creéis vosotros, señores
fninistros protestantes, que un buen católico
leyendo y meditando la Biblia, viviendo como
w hombre honesto, practicando rigurosamente
lodos las virtudes que la Iglesia Católica reco
mienda y evitando los vicios que ella condena,
como hicieron un San Francisco de .¿4sts, San
Francisco Javier, San Bernardo, San Vicente
de Paúl y otros Sanios de la Santa Iglesia
Romana, creeis que éstos pueden salvarse?
Ife
cierto y abandonar el dudoso. He aquí vuestro
caso. Vosotros, protestantes, decís que los cató
licos observando su religión pueden salvarse
y en esto estáis de acuerdo con los católicos;
Y los católicos, en cambio, dicen absolutamerte
que ningún protestante puede salvarse perse
verando en la secta.
Por tanto, para los buenos católicos el camino
es seguro, tanto según vosotros como según ellos.
E n cambio respecto a los que mueren en la
secta protestante, vosotros decís que también
se pueden salvar; pero los católicos siguen
afirmando que vosotros protestantes, mientras
perseveráis en vuestra secta, estáis separados
de la verdadera Iglesia de Jesucristo y que por
-{ 292 )tanto muriendo sin renunciar a vuestros erro
res, os esfera la eterna condenación.
Y notad que esta sentencia es -pronunciada
por 250 millones de católicos y que los que
afirman que podéis salvaros también vosotros
se reducen a unos 50 millones de herejes y aün
éstos divididos en tantas sectas, que poquísimas
son las cosas afirmadas for unos que no las
nieguen los otros....
Estas son palabras de un hermano vuestro
que os quiere y que os quiere mucho más de lo
que podéis imaginaros. Palabras de un her
mano que se ofrece a si mismo y cuanto pueda
poseer en este mundo para bien de vuestras
almas. Lleno de terror y espanto ante la incerti
dumbre de la salvación de vuestra alma y de
las de vuestros secuaces, levanto los ojos y las
manos al Ciclo y os invito a vosotros y a todos
los buenos a rogar al Dios de las misericordias
que os ilumine a todos con los fulgores de su
gracia celestial a fin de que, volviendo al pa
ternal redil de Jesucristo, podamos propor
cionar una grande alegría a todo el Paraíso,
paz a vuestras almas y espera7iza fundada
de salvación eterna para todos».
La ira de los profesfanfes.
Las Memorias de Don Bosco continúan:
« Las Lecturas Católicas fueron acogidas con
general aplauso y el número de los lectores
fué extraordinario y esto fué precisamente
lo que provocó la ira de los protestantes.
Intentaron combatirlas en sus diarios y
con sus Lecturas evangélicas, pero no logra
ban tener lectores y de ahí toda suerte de
ataques contra el pobre Don Bosco. Ora
unos, ora otros, venían a disputar conmigo
en la persuasión, segiín ellos decían, de que
nadie podría resistir a sus razones; tanto
más que los sacerdotes católicos eran sin
duda unos adoquines que con cuatro palabras
se verían confundidos. V fireron \iniendo
ya aisladamente, ya varios a la vez. Y o los
escuchaba siempre y cuando no sabían res
ponder a mis dificultades les invitaba a que
las consultaran con sus ministros y que
luego \*inieran a darme la contestación.
Un domingo del mes de enero por la tarde
me anunciaron dos señores que venían a
hablarme. Kntraron y después de una larga
serie de lisonjas, uno de ellos empezó:
— V., señor teólogo, ha recibido de la
naturaleza un gran don: el de hacerse en
tender y leer por el pueblo, y nosotros desea
ríamos rogar a V. tuviera a bien emplear
este precioso don en cosas útiles para la
humanidad, para bien de la ciencia, de las
artes o del comercio.
— Precisamente por eso he concentrado
todo mi pensamiento en las Lecturas Calólicas, a las que pienso consagrar todas mis
energías.
— Sería mncho mejor que V. se dedicase
a publicar algún buen libro para la juventud,
como sería una Historia Ántigna, un testo
de Geografía, de Física o Geometría, pero
no las Lecturas Católicas.
— ¿Y por qué no tales lecturas?
— Porque son cosas ya muy manoseadas
y pasadas de moda.
— Es cierto que otros ya trataron estos
asuntos, pero lo hicieron para los eniditos
y no para el pueblo, al cual van dirigidas
precisamente las Lecturas Católicas.
— Pero de este trabajo V. no saca pro
vecho alguno: mientras que si se dedicara a
los trabajos que nosotros le recomendamos
redundarían en bien del Instituto que la
Providencia le ha confiado. Tome V.; he
aquí un primer donativo (eran cuatro billetes
de mil francos) que no será el último ni el
más elevado, si atiende nuestros consejos.
— ¿ Y para qué tanto dinero?
— Para animarle a emprender las obras
que le hemos indicado y para contribuir al
desarrollo de su nunca bastante elogiado
Instituto.
— Perdonen Vds., Señores, si no acepto
su dinero. No puedo por ahora dedicarme a
ningún otro trabajo científico que me dis
traiga de las Lecturas Católicas.
— ¡Pero si es un trabajo inútil!
— Si es inútil, ¿a qué viene el preocuparse
de ello? ¿Para qué gastarse tanto dinero en
hacerme desistir?
— V. no piensa bien lo que hace; tenga en
cuenta que su negativa puede perjudicar
su Obra y aun exponer su misma persona a
ciertas consecuencias y peligros....
— He entendido perfectamente lo que
quieren decir Vds.; pero les digo sin ambajfes que tratándose de defender la verdad
no temo a nadie; al hacerme sacerdote me
he consagrado al bien de la Iglesia y al bien
de la pobre humanidad y por eso estoy deci
dido a continuar con mis débiles fuerzas tra
bajando por las Lecturas Católicas.
— Hace V. muy mal, concluyeron con voz
y facciones alteradas, a la par que se ponían
•(
293
de pie; ésto para nosotros es un insulto que
puede costarle caro; y {en tono de amenaza):
Si V. sale de casa, ¿está seguro de volver a
entrar en ella?
— Vds., Señores, no conocen a los sacerdotes
católicos; mientras viven, trabajan para cum
plir con su deber; y, si trabajando por este
cumplimiento, tuvieren que perder la vida
sería para ellos la mayor dicha y la más ape
tecida gloria.
Entonces aquellos hombres se mostraron
tan irritados, que temí llegaran a ponerme
las manos encima, por lo cual levantándome
interpuse la silla entre mi persona y las suyas
y les dije:
— Si quisieran valerse de la fuerza, no tengo
por qué temer sus amenazas. Pero la fuerza
del sacerdote está en la paciencia y en el per
dón. Ahora tengan la bondad de marcharse.
— Y dando la vuelta alrededor de la silla,
abrí la puerta del cuarto y — Buzzetti, dije
llamando, acompaña a estos señores hasta
la puerta de la calle, pues son poco prácticos
de la Casa.
Confusos y perplejos se quedaron a tal
intimación y se salieron con la ira y el des
pecho dibujados en el semblante, mientras
borbotaban entre dientes: — ¡Y a nos veremos
en algún lugar y tiempo más oportunos! ».
Eas amenazas se repitieron cada vez más
graves. Pero Don Bcsco no se perdió de
ánimo; al Católico Instruido, fueron siguiendo
periódicamente otros libros populares, todos
con el mismo fin: Hechos contemporáneos,
expuestos en forma de diálogo — Conversacio
nes familiares sobre los Mandamientos de la
Iglesia — Vida infeliz de un nuevo apóstata
~~ Una disputa entre un abogado y un M i
nistro protestante — Catecismo Católico sobre
las Revoluciones — Conversión de una Valdense [Hecho contemporáneo) — Colección de
curiosos sucesos contemporáneos — Catecismo
sobre el Protestantismo para uso del pueblo
— Catecismo sobre la Iglesia Católica — Del
Comercio de las Conciencias y de la agitación
protestante en Europa — ¡Y todos estos opús
culos desde Marzo de 1853 hasta setiembre
de 1S54!
Tanta actividad, ejercitada de una manera
tan hábil y prudente, pero por lo mismo
avasalladora, suscitó las iras de los protes
tantes que menudeaban sus visitas al Oratorio
o enviaban cartas anónimas y aun pagaban
a sicarios para que atentaran contra la vida
de Don Bosco.
)■
«Parecía, escribe el mismo Don Bosco,
que existiera una trama personal secreta
contra mí, dirigida por los protestantes y
por la masonería.
Un día, y a anochecido, mientras estaba
dando clase a mis niños, llegaron dos hom
bres llamándome a toda prisa a la «Venta
del Corazón de Oro » para asistir a im mori
bundo. Fui enseguida pero quise que me
acompañaran algunos de los mayorcitos.
— No hace falta, me dijeron, que moleste
a sus alumnos, nosotros le acompañaremos
tanto al ir como al venir. Quizá el enfermo
se impresionaría \dendo tanta gente.
— No se preocupen por eso; para estos
jóvenes será un paseíto y ellos se quedarán en
la entrada mientras yo esté con el enfermo.
L q Inspectoría Bélica (España) ha aña
dido a las numerosas Becas Misioneras
ya formadas las dos siguientes:
Beca Níra. Sra, del Pino, costeada
por los Cooperadores de las Palmas y
pueblos de la Gran Canaria.
Beca San Antonio, fundada por Doña
Dolores Tejón, vda. Bryan en memoria
del Exmo. Sr. D. Tomás Bryan Livermore,
obispo que fué de Cartagena y Murcia.
A l llegar a la Venta, me dijeron:
— Pase aquí un momento a descansar, mien
tras nosotros vamos a preparar al enfermo.
Y así diciendo me hicieron entrar en una
habitación de la planta baja donde unos
cuantos tipos sospechemos acababan de cenar
y estaban comiendo castañas. Me recibieron
con im entusiasmo y aplausos exagerados y
me ofrecieron de sus castañas que yo rechacé
con el pretexto de que acababa de cenar.
— A l menos beberá un vaso de vino, re
plicaron. No le sabrá mal; es de su tierra,
de Asti.
— No tengo ganas; no acostumbro a beber
fuera de las comidas; me haría daño.
— Un vasito no le puede hacer daño alguno.
Y así diciendo empezaron a servir vino
a todos y cuando me tocó a mí observé que
tomaban un vaso y una botella separados.
Me di cuenta de su criminal intención, tomé
no obstante el vaso en la mano, brindé a su
salud, pero en lugar de beber hice ademán
de volver a dejar el vaso sobre la mesa.
I
1
•( 294 )
— No haga V. ésto, ésto es un desaire,
decía uno.
— lis un insulto, gritaba otro; tiene V.
que bcberlo.
— No tengo ganas, no puedo y no quiero
beber.
— l ’ues tiene que beber a toda costa.
Y así diciendo uno me sujetó por el hombro
izquierdo, otro por el derecho, añadiendo:
— No podemos tolerar este insulto; beba, o
de grado, o ])or fuerza.
— Si os empeñáis en (|ue beba, beberé;
pero dejadme un poco libre... Y como yo no
puedo beber lo daré a uno de mis hijos que
beberá en m i lugar.
Y pronunciando estas simuladas palabras
di un largo paso hacia la puerta, la cual abrí,
invitando a los jóvenes que me habían acom
pañado a que entrasen.
— No hace falta, no, que otros beban.
No tema, vamos enseguida a avisar al en
fermo. Kstos jóvenes pueden quedarse al
fondo de la escalera.
Me acompañaron luego a una habitación
del segundo piso donde en lugar de un en
fermo me di enseguida cuenta que se había
acostado uno de los que había venido a bus
carme y que después de haber oído alguna
de mis preguntas, se echó a reir a carcajadas,
exclamando: Me confesaré mañana.
Y enseguida, acompañado de mis jóvenes
me retiré.
Una persona amiga hizo indagaciones
acerca de los que me habían llamado y de
sus intenciones y me aseguraron que un
cierto individuo había pagado a aquellos
hombres una opípara cena para que se com
prometieran a hacerme beber un poco de vino
que él habia preparado.
Y los atentados se sucedieron y Dios li
braba milagrosamente a su Siervo de las
insidias de los enemigos de la verdad; pero
Don Bosco continuó, impertérrito en su
apostolado de la Buena Prensa, tan necesario
al Pueblo y que legó a sus Hijos como una
de las actividades más importantes que te
nían que desarrollar para bien de las almas
y servicio de la Iglesia.
A c liv id o d Salesíana en e l
de /a Buena Prensa.
católica, presentamos hoy una estadística,
que sin duda no es completa, pero que da
idea de la importancia que en el sistema
salesiano tiene la prensa católica.
P ublicaciones periódicas Salesianas.
En la Oficina Central de la Prensa Salesiana de la Casa Madre de Turín se reciben
actualmente 308 Revistas procedentes de
las Casas Salesianas de 38 Estados distintos,
así distribuidas:
E uropa:
Alemania
Bélgica
Checoslovaquia,
España
Francia
Holanda
Hungría
Inglaterra
Italia
Polonia
Portugal
San Marino
Yugoslavia
5
2
40
10
i
2
g(-)
7
I
1
3
^
174
A m erica:
Argentina
BoHvia
Brasil
Colombia
Costa Rica
Cuba
Chile
Ecuador
El Salvador
Estados Unidos
Guatemala
Méjico
Nicaragua
Panamá
Paraguay
Perú
Uruguay
Venezuela
2
4
4
i
i
3
6
5
2
^
124
A s ia :
China
India
Japón
Palestina
^
A frica;
5 Argel
I
^ Congo Belga
1
3 Colonia del Cabo
i
9
—
8
3
3
^9
Estas Publicaciones se hallan escritas en
17 idiomas diferentes, a saber:
147 en castellano, 92 en italiano, 19 en
portugués, 18 en francés, 8 en inglés, 7 en
polaco, 3 en alemán, 3 en húngaro, 2 en
esloveno, 2 en holandés, 1 en lituano, i en
eslovaco, i en boemio, i en croato, i en
asamés, i en japonés, i en hindú.
Y de ellas,
248 son mensuales, 35 semanales, 5 qxiincenales, 10 bimestrales, 10 trimestrales.
campo
Sin contar el gran número de Tipografías
Salesian;is que editan constantemente toda
clase de obras didácticas y de propaganda
Eas Lecturas Católicas, que, como se des
prende del anterior artículo, fueron fundadas
por el Beato Juan Bosco para instruir al
pueblo cristiano y para preservarlo de los
errores corrientes, no han perdido nada de
su actualidad ni de su eficacia como lo de
muestra su constante y difundida publi
cación. En Italiano se imprimen en la casa
Madre de Turín y se hallan ya en el 77° año
de publicación, en Castellano se publican en
Barcelona-Sarriá desde hace 36 años y en
Buenos-Aires (Argentina) desde hace 46 años.
Y en Portugués se publican en Nictheroy
(Brasil) desde hace 40 años.
Las Lecturas Católicas no deberían faltar
en ningún hogar de Cooperadores ni de Anti
guos Alumnos, pues a ellos les incumbe de
una manera especial la labor de propagan
distas y actuadores del programa de rege
neración cristiana, confiado por la Divina
Providencia al Beato Juan Bosco y a sus
hijos los Salesianos.
llegando hasta un centenar las cavrsas que él
defendió y estudió con ingenio y elocuencia
poco comunes.
En el 191.5 fué nombrado Sub-Promotor
General de la F'e y al fin del año santo — 1925 —
Su Santidad Pío X I lo elevaba en atención
a sits muchos méritos a la dignidad de Pro
motor. La Providencia ha dispuesto que con
la cooperación decidida de Mons. Salotti, no
pocas causas nobilísimas llegasen a feliz tér
mino. Así en el 1925 fueron 15 entre beati
ficaciones y canonizaciones; en el 1926 nueve
beatificaciones, en el 1929 siete beatificacio
nes, en el 1930 tres beatificaciones y cinco
canonizaciones.
N U EV O A R Z O B IS P O .
El Santo Padre se dignaba designar para
la dirección de la Secretaría de Propaganda
Fide, elevándolo a la dignidad de Arzobispo
de Filipópolis de Tracia a
Mons. Carlos Saloíti
quien el día 6 de julio recibía de manos del
Emo. Sr. Cardenal Van Rossum la consagra' ción episcopal en la Basílica Salesiana del Sdo.
Corazón de Jesús en Roma. Formaban-corona al
consagrando en tan solemne mdihento, ade
más del grupo de parientes y amigos, distin
guidas personalidades de la corte Pontificia,
de Ordenes y Congregaciones religiosas, de la
alta sociedad romana y de Viterbo.
La sagrada ceremonia resultó imponente y
conmovedora en evtremo; los Salesianos de
Roma, interpretando el unánime sentir de sus
hermanos de todo el mimdo, demostraron en
aquella circunstancia a Mons. Salotti su grati
tud para con quien tanto cariño ha demostrado
siempre hacia las Obras Salesianas.
El nuevo Arzobispo nació en Grotte di
Castro en Viterbo (Diócesis de Montefiascone)
el 25 de julio de 1870. Educado desde jovencito
en el seminario de Orvieto pasó después a
Roma para cumplir sus deberes militares.
Allí completó sus estudios, frecuentando las
universidades Sapiema y Apolinar en las que
consiguió brillantemente los títulos de doctor
en J.^tras y en utroque jure. En el Ateneo de
la Apolinar fué por doce años consecutivos
profesor de Filosofía y de Historia de la Filo
sofía, ejerciendo al mismo tiempo el cargo de
abogado de los Santos en la Sagrada Congre
gación de Ritos por espacio de tres lustros.
J L
Además Mons. Salotti, que desde los prime
ros años del sacerdocio participó activamente
en el movimiento católico y fué uno de los fun
dadores del Círculo Católico Universitario, se
ha aplicado constantemente al ejercicio del
sagrado ministerio especialmente al de la pre
dicación dando cursos de conferencias aixjlogéticas en varios centros importantes de Roma,
y exaltando en elocuentes panegíricos -a los
nuevos héroes elevados al honor de los al
tares. En medio de esta tan vasta e intensa
actividad ha sabido disponer del tiemix> ne
cesario para dedicarse a la publicación de nu
merosas obras, principalmente una docena de
volúmenes de carácter apologético y agiográfico, varios de los cuale.s han sido traducidos
a otros idiomas.
Al nuevo Arzobispo y Secretario de Pro
paganda Pide renovamos desde las columnas
de nuestro Boletín vivísimas felicitaciones y
formulamos ardientes votos a fin de que
pueda desarrollar con el mayor éxito para bien
de la Iglesia y de las Misiones las muchas dotes
y la prodigiosa actividad con que el Señor le
ña favorecido. A d mullos annos.
( 296 )-
Un Príncipe del Siam, visita nuestra Colonia Agrícola
Misionera de Cumiana (Turín^Italia).
Copiamos de la Gazzetla del Popolo del i8
del comente agosto:
liu la tarde de ayer, S. A. R. el Príncipe
Damroiig del Siam ha querido hacer una vi
sita a la Escuela Agrícola Salesiana Misionera
(le Cumiana.
En ella esperaban al Augusto Visitante los
Rdos. Padres Ricaldone y Candela del Capí
tulo Sui>er{or de la Congregación Salesiana y
el Sr. Director y Ecónomo de dicho centro
docente, Rdos. Padres Terrone y Masoero.
Apenas S. A. descendió del automóvil vióse
aclamado por los 200 alumnos de la Escuela
Agrícola Salesiana, por el claustro de Profe
sores, ix)r las numerosas autoridades y la
población entera de Cumiana que tributó a
S. A. entusiasta acogida. En la gran esca
linata (pie da acceso al magnífico edificio, obra
del ingeniero Salesiano Sr. Valotti, tuvo lugar
el sencillo pero simpático acto de bienvenida.
Tomó asiento el Príncipt*, acompañando a
S. A. (jn el estrado, el Prefecto General de la
Congregación Salesiana, Rdo Sr. Don P. Rical
done, el Ministro del Siam en Roma, Pliija
Abhibal Rajá, el general Warming, el Cónsul
general Sr. Bodo, el Podestá de Cumiana etc,
etc. Da banda de nuisica dirigida jKir el Maestro
Macrino ejecutó el Himno del Siam y la Marcha
Real Italiana, sicaido • ambas composiíúones
a])laudísimas ix>r la muchedumbre. El Padre
Ricaldone traza luego en su discurso de sa
lutación a grandes rasgos la noble e intere
sante figura del Príncipe como hombre de
estudios, como ferviente patriota y como de
cidido protector y amigo de los Salesianos Mi
sioneros en el Siam, dándole a continuación
las más .sinceras gracias por la visita con que
se había dignado honrar la líscuela Agrícola
Misionera de Cumiana.
A este discursito de bienvenida dirigido a
S. A. por el Prefecto General en correcto inglés,
añadió luego, un alumno un gracioso saludito,
coronado con triples vivas al Príncipe, al Siam
y a Don Bosco.
La sinceridad de estas manifestaciones esixintáneas de viva simpatía, la riente belleza
del paisaje y el alto valor moral y material
de la grandi<vsa obra realizada allí por los
Salesiiuios, conmovieron grandemente a S. A.
cpiion al fiuali/ar la conclusión del himno,
puesto en pie, expresaba en ténninos del ma
yor afecto su complacencia por el cariñoso
recibimiento de que se le había hecho objeto
en Turín, repitiendo y reiterando su admira
ción y afecto por la Obra Salesiana y por to
das las demás Congregaciones Religiosas que
trabajan en el Siam, por la prosperidad y gran
deza de su pais. Dirigiéndose, luego, especial
mente a los jóvenes les recordó que la feli
cidad material en la tierra sólo se concede a
aquellos que saben subordinar los fines tem
porales a los ideales espirituales. Luego hizo
votos cordialísimos de próspero porvenir para
la Escuela y para la Obra Salesiana en todo
el mundo, que fueron acogidos con entusiastas
aclamaciones. Estas palabras, traducidas por
d(5h Ricaldone por deseo del mismo Príncipe,
fueron seguidas de expresiones de gratitud
del Superior Salesiano y de sinceros augurios
para la dicha del Principie, de la gloriosa casa
reinante del Siam y para todo el pueblo de
la gran nación amiga.
Siguió despué-s la ^•isíta detenida a las dis
tintas deptendencias de la Escuela. Las aulas
para la enseñanza teórica y práctica de la
Agricultura, aulas dotadas de abundante ma
terial didáctico. El Príncipe y su séquito exa
minaron el instrumental y maquinaria moder
nas que la colocan entre los más eficientes y
bien dotadas de Italia. Acompañaba a S. A.
en tóta visita, sinuéndole de expierto guía el
Doctor P. Ghiglieno, benemérito hombre de
ciencia que después de haber prestado su con
curso precioso a beneficio de las grandes acti
vidades industriales de la nación, abandonó
el brillante px>rvenir que le ofrecía el siglo para
vestir la humilde librea de los hijos de D. Bosco.
El Príncipe y su séquito visitaron también
la parte propiamente rural del vasto edificio
admirando las modernas instalaciones de los
establos y con probando la utilización téaiica
e industrial de liis productos de la Escuela.
Silos, hornos para el pan, p)ozos artesianos
y estanques para la piscicultura. Cada detalle
de esta estupenda obra parecía a los ilustres
visitantes digno de viva admiración.
Para al lunch se reunieron por último todos
los iuvitadcxs en el Salón-Teatro de la Escuela
en tomo del Príncipe. Después en la despedida
las notas del himno Siamés y de la Marcha
Real italiana han saludado a S. A. y al sé-,
quito por última vez. A una sola voz los alum
nos h:in lanzado los vivas siameses.
S. A. R. el Príncipe Damrong <x>n el rostro
iluminado por la más viva satisfacción ha
respondido a las aclamaciones y últimos sa
ludos de los alumnos y de la población agitando
el sombrero y repitiendo sus felicitaciones.
-{
297
)-
El Principe siamén S . A . R . Príncipe D am roog. dnranie sn visiia a la C olon ia Agríccda de Cmniana.
Siam . — M iríooeroa. cristianos y alamnos en excursión por el río M eklong,
para ir a bendecir las naeras rerídencias misioneras.
í é
( 298 ) -
Peregrinación Española,
El día 26 d d pasado agosto llegó a Turín
un gruiK) de 36 perogriuos españoles, que, bajo
la dirección dd ilustrado y celoso sacerdote
l)!ircdonés, T^r. Masdexexart, habían partici])ado en liudajxist a los grande festejos con que
Hungría celebró d milenario de San Hemerico.
IvO (lue les movió a hacer una etapa en
Turín filé el grande amor que d Director de la
Peregrinación y la mayor parte de los que la
del mismo, entró a saludar a los peregrinos,
quienes por medio del Dr. Masdexexart le ma
nifestaron su gratitud y el grande afecto que
profesan a la Obra Salesiana, que les había
movido a venirla a visitar en su origen, en
la Casa Madre, donde el Fundador diera el
impulso a tantas obras de bien que hoy admira
el mundo entero.
Respondió el P. Rinaldi manifestando la gra^
satisfacción que sentía de ver en la Casa Ma
dre im tan escogido número de españoles y
el gusto con que ofrecía aquella sencilla pero
Turín (Italia). — Los peregrinos españoles durante su visita al Oratorio Salesiano.
formaban sienten hacia el Beato Don Bosco
y su Obra providencial.
IJegarou a la Cosa Madre de los Salesinnos
el día 27 a líis 8 do la mañana, llenos de fe y
piedad ansiosos de conocer los lugares que el
gran Educador de la Juventud había santi
ficado con siu' sudores, con sus virtudes y con
sus milagros.
En el altar donde se conseiva el cuerpo del
Beato celebró tuisr de comunión |>ara los pe
regrinos el Dr Masdexexart, quien antes de
distribuir el Pan de los Angeles pronunció
un sentiilo íer\*orín que conmovió hasta las
lAgrimas a casi toilos los presentes, que no
sabían sej>ararse de cabe la Unía del Beato.
Terminada la Mi.sa de Comunión, nuestro
Superior General P. Rinaldi ofreció a los pere
grinos un nicKÍesto desayuno y hacia el final
cordial hospitalidad a los que con tanto afecto
lo habían recibido a él cuando estuvo en
España fundando la mayor parte de las Casas
en ella existentes. Ofreció a todos los presen
tes un pequeño recuerdo de la visita y al Jefe
de la Peregrinación una reliquia ex ossibus, del
Bto. don Bosco, que fué recibida con gran
veneración y gratitud.
Tenninado el desaymno los peregrinos, acom
pañados por dos padres españoles residentes
en la Casa Madre, visitaron detenidamente sus
de|x?ndencias y .sobre todo los locales santifi
cados con la presencia del Beato, llenos de
recuerdos y preciosísimas reliquias.
Cerca de niediodía dejaron la Casa Salesian*
llenos todos de las más dulces emociones y dea
didos a cooperar cada vez con mayor aítior a la
Obra del Santo providencial de nuestros tiempos.
D e nuestras M isiones
La Misión de Assam (India)
sujeía a dura prueba
Shülong, 27 de Julio de 1930.
Amadísimo Padre:
Los periódicos le habrán dado y a noticias
de la tremenda sacudida sísmica ^ue aquí
hemos sufrido el 3 del pasado junio y de los
graves daños experimentados.
Por fortuna la construcción especial de
las casas en esta región dió tiempo a que
pudiéramos abandonarlas sin que se regis
trasen desgracias personales. Debemos, pues,
dar rendidas gracias a María Auxiliadora ya
que ninguno de los nuestros sufrió nada en
su persona; pero, ¿qué decir de los daños
habidos en nuestras residencias de Gauhati,
de Cherrapunjee, de Jowai, de Raliang y de
Laitkjmsew?
En Gauhati la iglesia amenaza ruina — el
Convento resulta ahora inhabitable y los
muros del nuevo Orfanotrofio se bambolean
al menor vendabal: sólo quedan en pie las
columnas de hierro que sostienen el techo;
el resto del edificio debe derrumbarse y
reconstniirse cuanto antes. En esta resi
dencia los daños alcanzan la su m a jie tres
cientas mil liras.
En Laitkynsew la iglesia puede desplo
marse de un momento a otro y en las demás
residencias son muchos los muros que_rehacer
de forma que después de la visita de inspec
ción que he girado, a raiz de la catástrofe,
me parece que las reparaciones exigirán una
suma fortísima no inferior al medio millón
de liras.
En toda esta región los daños son inmensos:
un pueblo cercano a Dubry, en el distrito
de Goalpara, fué tragado por la tierra abierta
a sus plantas. Los puentes quedaron des
truidos : igual se diga de la línea ferro
viaria, interrumpida en una extensión de
80 km.
La sacudida afortunadamente fué tan
sólo ondulatoria durando apenas dos segun
dos: después se sucedieron otras con intermi
tencias pero menos intensas.
Amadísimo Padre, no me detengo en
referirle otros pormenores. Cuanto le llevo
dicho lo juzgo suficiente para solicitar de
nuestros cooperadores de todo el mundo
vengan en ajnida de esta misión con sus
generosas ofertas para que pronto podamos
poner en marcha importantes obras donde
tantos huérfanos reciben con la educación
cristiana una acabada formación profesional
que les asegura su porvenir.
Bendíganos a todos, amadísimo Padre y
de un modo especial a quien, confiando en la
ayuda de la Divina Providencia y en la de
sus fieles ministros, besándole la mano se
profesa humildemente
devoto y afmo. hijo in C. J.
Sac. L uis Mathias S. S
Prefecto Apostólico.
Apostolado nocturno.
Tal vez al leer este epígrafe algún lector de
imaginación viva pensará en qué sé yo cuanta.s
aventuras que se desarrollan en la misteriosa
oscuridad de im bosque cuyo follaje apenas
deja penetrar algún furtivo rayo de luna que
espléndida guía sus caballos en lo más alto
del cielo, como diría algún romano. Algún
otro, aficionado a las sagradas letras, acaso
verá contradicción entre estas palabras y aquel
otro mandato del Señor que dijo: «Ix> que os
he dicho en las tinieblas, decidlo a la luz del
día *. Otro pensará que cómo se puede hablar
de apostolado a la hora en que todos duermen
y más de tmo quedará desilusionado cuando se
entere que el artículo trata del apostolado cum
plido en esta misión por medio del cinematógrafo.
íl
-( 300 )Iva cosa más natural del mundo, ¿no? Nada
de aventuras en la oscuridad de la floresta;
nada de contradicción con el Sto. Evangelio;
que las cosas que en el cine se enseñan se en
señan en la luz y no en las tinieblas; nada de
díficulíndes, pues fácilmente se puede imaginar
que en Asia como en Europa la gente sacri
fica gustosa algima hora de sueño para ver
las pintorescas escenas qxie se suceden en la
pantalla.
Y sin embargo, este género de apostolado
tiene sus dificultades y resultados que creo no
disgu.Htnrá conocer a nuestros lectores del Bo
letín Salesiauo, quienes con tanto interés si
guen las tareas apostólicas de nuestros misio
neros.
En Europa resulta fácil entretener con el
cine a un numeroso auditorio pues hecha la
instalación no queda sino desdoblar el lienzo
o pantalla, colocar la fihn, dar corriente y...
dejar que la electricidad haga lo demás. No
ocurre así en la Misión. Aquí tenemos luz en
la caj)ital pero... ¿y en los pueblos?... Ahí
está el (piid de la cuestión. A los pueblos hay
que llevarlo todo; máquina, electricidad, pan
talla. hasta una mesita, pues a veces ni sitio
adecuado se encuentra para colocar la máquina.
Todos son dificultades. Dificultad para lle
var la máquina pesada y la más pesada aún
batería de acumuladores; dificultad para en
contrar el sitio donde se pueda tener el espectá
culo ; dificultad para vencer la distancia que
separa del pueblo y que a veces hace que la
v\ielta de estas excursiones nocturnas se ,verifiíjue a altas horas de la noche y los que han
tomado parte en ellas a la mañana siguiente
tienen que levantarse tampranito para atender
a sus obligaciones de maestros o estudiantes
o de ambas cosas a la vez.
]A cuántos episodios han dado lugar estas
dificultades! Véanse algunos:
Una vez se convino con los de un pueblo
que vinieran dos hombres para llevar la má
quina y los acuiuuladores. Llegan a última
hora y al ir a cargar dicen que es demasiado
peso: que la fonna cuadrada de la batería
dificulta el poderlos colocar en sus cestos có
nicos y que... en fin de cuentas... no se compro
meten a llevarlos. ¿Qué hacer? Se piensa en
buscar un auto: pero ¿y el dinero? El Sr. Di
rector no está en cosa y el tiempo urge; se
recogen las pocas luouetlas de que disponemos
llegando a juntar entre todos la no muy cre' dda suma de dos rupias, (unas cuatro pesetas)
qtie pareció suficiente para el negocio. En
efecto, se encuentra un auto y después de mu
cho regatear con el chauffeur que no quería
ccauproiueterse por menos de tres rupias se
le convence a que acepte a llevamos por dos
como lo hace. Mas he aquí que al ir a pagar
y entregarle nosotros el puñado de monedas,
encuentra el chaufeur que faltan algunas
«anas» para completar las dos rupias; nos
habíamos equivocado en la cuenta. ¿Qué ha
cer? Tuvimos que resignamos todos: nosotros,
a pasar por la vergüenza de decir que no te
níamos ni un céntino más y el chaufeur a re
bajar aun de la tarifa económica que nos ha
bía concedido. Fué una propina... al revés.
La vuelta resultó aun más pintoresca. A las
once de la noche, hora en que se terminó, no
era posible encontrar quien transportase las
cosas; lo haremos nosotros y lo que no habían
sido capaces de transportar aquellos hombres
que no hacen casi otra cosa en sh vida, lo car
garon nuestros estudiantes. Uno de ellos cargó
con la pesada batería dentro de un Khoh o
cesto khasi colgado de la cabeza como hacen
los nativos: durando aun la electricidad en
los acumuladores, sobre el cesto colocó la bom
billa de la máquina, colgada de un palo y así
tuvimos luz para todo el camino con lo que
pudimos evitar no pocos tropiezos. No sé lo
que parecería aquel grupo que en aquellas
horas avanzavaba por los caminos solitarios:
lo cierto es que el centinela de im cuartel cer
cano a la ciudad nos dió el alto impidiéndonos
proseguir nuestro camino hasta que se hubo
cerciorado de que éramos efectivamente gentes
de paz.
Otra dificultad es el sitio donde se celebran
tales espectáailos. A veces se escoge uno al
aire libre y cuando.estamos en el punto más
interesante de la película viene la plateada
luna a deslucir con su luz la proyección. Otras
veces se tiene la sesión en una casa particular
que resulta insuficiente, no ob.stante que los
espectadores se encaraman en todos los palos
del edificio que no es otra cosa sino una pobre
cabaña siéndonos de todo punto imposible man
tener el orden y faltando el aire para respi
rar. A veces falta la mesa para colocar la má
quina, ya que aquí tal mueble es un artículo
de lujo pareciéndoles ya mucho cuando posetíi
mía tabla sin cepillar apoyada en cuatro lis
tones que le sirven de patas, pero tan débiles
que h ay^ ue reforzarlas.
Pero, pese a tantas y tan varias dificultades
el cine se da. Durante este año casi cada dos
domingos ha salido de esta casa estudiantado de
Shülong a los pueblos inmediatos la compañía
volante que tiene a su cargo este apostolado.
|Y qué hermoso es ver frente a la pantalla
im gnipo de ciento, doscientos o más aldeanos
sencillos, católicos, protestantes y paganos, que
siguen con avidez las escenas de la Vida de
Nuestro Señor Jesucristo o de algún otro
asunto bíblico escuchando al mismo tiempo la
explicación que de ello se les hace. ¡Cómo se
sieuibra en corazones que habrían sido inaccessibles por cualquier otro medio! Los cató
licos se confirman en su fe y amenizan el acto
-( 301 )■
coQ cánticos piadosos y el rezo devoto de sus
oraciones: los protestantes, se convencen de
(jue no somos tan malos como nos pintan sus
pastores y los paganos se acercan más al Pa
dre y empiezan a gustar las bellezas de nuestra
sacrosanta religión. Un episodio podría dar a
conocer la a\ddez con que se acoge nuestro cine
en estas aldeas, no habituadas aun a los pro
gresos de la ciencia.
Se fué a una de estas aldeas donde junto a
un número respetable de católicos hay otro
por desgracia excesivamente m ayor‘ de protestdntes. Al llegar el encargado del Oratorio
Estas son las dificultades con que hay que
luchar para llevar, con la luz del cine la luz
verdadera de la fe a estas pobres almas. Mu
chas de estas dificultades se podrían allanar si
dispusiéramos de medios. Hay cinemas ligeritos qixe nos ahorrarían las dificultades del
transporte de los trastos viejos que aquí te
nemos pero, ¿dónde encontrar el dinero para
adquirirlo? ¿Podría algún lector caritativo dar
nos la respuesta?
Shíllong, juHo de 1930
E duardo G utiérrez Pbro.
Misionero Salesiatto.
Mkbb (Ecuador) — Capilla consiniida por los jibaros y bendecida por el Vicario Ap. Moas. Cornin.
Festivo dióse cuenta de que faltaban los mu
chachos protestantes que estaban en la escuela
nocturna. No se perdió de ánimo el buen clé
rigo. Va a las inmediaciones de la escuela y
oculto en
sembrado para no aparecer Como
perturbador del orden público empieza a to
car el pito con que se llama a los chicos del
Oratorio. Como movidos por un resorte sal^ éstos de sus asientos, gritando; el hrodar
(el Hermano). El Maestro, alannado, los llama
íl orden; a la segunda señal la excitación de la
®cdaresca crece y a la tercera todos los chicos
®capan de la escuela en direcdón de la Iglesia
^ de se daba el cine y al maestro no le quedó
®ho recurso que seguir a sus alumnos por
í^uellode: «¿A dónde vas, Vicente?» Y diz que
* úivertió mucho este Síaestro que no ha mu^ tiempo era enemigo encarnizado de todo
que supiera a católico.
Los Salesianos
en el Sur Argentino.
A la Señora Presidenta de la Junta de Coo
peradoras de las Misiones Salesianas de la Patagonia, Dña. Isabel Casares de Nevares.
Buenos Aires.
Apreciadisima Señora Presideníz:
Sin querer menoscabar'^en lo más mí
nimo la modestia cristiana que tanto distin
gue a Ud, y a las demás Damas que le acom
pañan en la Junta de Cooperadoras de las Mi
siones Salesianas de la Patagonia, me permito
presentarle im brevísimo informe de
obras
realizadas desde 1926 hasta 1929 con el au
xilio de nuestros beneméritos Cooperadores y
■(
302
Coopenidoras y particularmente de la Jimta
de Coüix.-radoras que Vd. tan dignamente pre
side.
Contení piando el camino, recorrido juntos
bendeciremos al Señor, y, cantándole el himno
de la má.s profunda gratitud, mereceremos
nuevas gracias y favores.
Nuevas obras realizadas:
Colegio «San José »en Puerto Deseado (1926)
Colegio * Cardenal Cagliero * en Stroeder
(1926).
Colegio de los «Santos Angeles »en Tomquist
(La Cabaña) (1929).
Colegio «Deán Funes» en Comodoro Rivadavia (1929).
Gabinetes de Física y de Química. Museo
Regional Patagónico, Fnfennería, Salón Dor
mitorio, Salón Teatro, Usina Eléctrica, Pór
ticos en Fortín Mercedes, Edificio del Novicbulo en el mismo Colegio «San Pedro» de
P'ortín Mercedes. (1926-1929).
Se etectuaron imjxirtantes mejoras en el
Hospicio «María Mazzarello » a cargo de los
Salesíaiios en Fortín Mercedes, (1927).
Se reconstniyó y mejoró el edificio del Co
legio de Trelew, destruido por un voraz in
cendio (1927).
Se reabrió el taller de carpintería destruido
por un incendio en Viedma. (1928).
Se amplió la Casa Parroquial de Neuquén
(1928) .
Se mejoró notablemente el colegio de Rawson (1928).
Se renovó el Servicio Higiénico en el Colegio
de Roca (1928).
Se inauguró el Oratorio Festivo «San Luis »
en Viedma (1928).
Capilla en Puerto Pirámides {1926).
Capilla en Villalonga (r92ó).
Se terminó la construcción del Santuario de
María Auxiliadora en Fortín-Mercedes (1926).
Se amplió y decoró la Iglesia Parroquial en
Patagones (1927).
Cajnlla en Villa Regina (1927).
Capilla en Alien (1927).
Capilla en Pichimahuída (1927).
Capilla en los Pozos (1928).
Caiñlla en Gaitnán (1928).
Capilla en Río Colorado {1929).
Capilla en Ciixdletti (1929).
ICn Madr>ni se construyó el coro de la Cainlla
y la torre, donde se colocaixm cuatro catnp;uias;
atlenuis se oonstmyó el desp>aclio jiarroquial
(1929) En Bahía Blanca se mejoró notablemente
el Colegio « Don Bosco * y se amplió el Orato
rio Festivo «San José» con la compra de un
edificio y terreno adyacente (1929).
)-
En Baliía Blanca, en el Colegio «La Piedad»
se construyó un hermoso edificio de dos piso^
de ms. 60 por ras. 12, 65...
O bras en consfruccJón:
Colegio en Roca.
Iglesia en Stroeder.
El «Auto-Capilla » cuyo chassis fué donado
por la casa «F ia t » y la carrocería por la noble
Dama Cooperadora, Dña. Mercedes de Lacroze. fué destinado a las Misiones del Chubut,
con óptimos resultados prácticos.
Pero lo que nos llena de consuelo no es el
hecho de haber podido sostener y aumentar
nuestros asilos, colegios, templos y hospita
les, obras sin duda meritorias ante Dios, sino
el aumento de alumnos en nuestro Seminario.
S. S. Pío X I, el 22 de Febrero de 1922, di
rigiendo la palabra a los Párrocos de Roma,
les decía:« Os recomiendo la Obra de las Obras,
la Obra dg las vocaciones ».
Pues bien, e n ' 1925 nuestros seminaristas
eran unos treinta y cinco; actualmente son
noventa y cuatro; nuestros aspirantes eran
unos cuarenta y cinco; actualmente son ciento
treinta y tres.
De 1925 hasta la fecha, llegaron al sacerdo
cio diez y ocho alumnos del Seminario Mayor.
Estos datos estadísticos no necesitan comen
tarios. Sólo siento la necesidad de agradecer
al Señor, con toda mi alma, tan copiosos fru
tos y a Vd., distinguida Señora Presidenta
y a las demás Damas de la Jmita de Coope
radores de las Misiones de la Patagonia, qiuenes desde el comienzo de nuestro Seminario
supieron cooperar con tanta eficacia, constan
cia y abnegación al florecinriento del mismo.
Seguro de que niiestros beneméritos Coope
radores y Cooperadoras continuarán a3mdando Obra tan Santa y de capital imix>rtancia para las Misiones de la Patagonia, me es
muy honroso reiterarle las sentimientos de la
más viva gratitud y saludarle con mi mayor
consideración.
Viedma, 30 de Julio de 1930.
Afmo. S. y C.
G.^UDENao M.\n a c h in o , Pbío
Vicario Foráneo del Rio Negro e Inst-ector de
las Misiones Salesianas de la Patagonia.
< Vended {si es necesario) lo que posee'is y dad
limosna; haceos unas bolsas que no se echen a
perder; un tesoro en el Cielo que jamás se agota,
a donde no llegan los ladrmies, ni roe la polilla •L ucas X II, 33-
Culío de María Auxiliadora
5. JUAN ZITÁCUARO (Méjico). —
Breve reseña de las fíesfas de M a ría
Auxiliadora,
J24 de Mayo de 1930! Día grandioso que
debe haber dejado en el corazón de los hijos
de esta ciudad de Zitácuaro muy gratos re
cuerdos.
Con oportunidad se distribuyeron entre los
católicos, las invitaciones-programas parados
actos de este día.
Las solemnidades dieron principio con la
baidición solemne de la Imagen de María Au
xiliadora, a las 8 de la mañana. Bendijo la
Imagen, pintura al óleo, obra de la señorita
Angelina Vertiz que también aspira a ser Coo
peradora Salesiaiia, el párroco del lugar Don
laiis I. Cerda, con asistencia de un buen nú
mero de padrinos. A éstos y a todos los fieles
que se hallaban reimidos en el recinto del
templo, habló el Señor Cura de una manera
elocuente acerca de la trascendencia de aquel
acto, exliortando a todos a ponerse bajo la
protección de la Santísima Virgen Auxiliadora.
A continuación el Señor Pbro. don Ceferino
Alfaro, celebró el santo Sacrificio de la Misa en
el altar de María Auxiliadora.
Sin duda lo que más agradaría a N tra. Madre,
fué la Comunión numerosa de niños, quienes
más tarde, en un acto no menos solemne, se
consagraron de un modo especial a María Sma.
KlRTOVIEJO (Ecuador) — Curación de un
^mor. Hace cosa de im año pmdecí de una enfer
medad en mis manos ocasionándose en tma de
ellas un tumor que me corrió por todo el brazo.
Mi angustia Uegó al colmo al anunciárseme que
tal vez tendrían que someterme a la amputa
ción del brazo. Entonces acudí como último
y poderoso recurso a mi buena Madre María
Auxiliadora pidiéndole me socorriera en tan
apurado trance ofreciéndole dos sucres de li
mosna. Poco después sané sin dificultad.
A |X)CO cayó enferma una hija mía, llegando
a ijerder los sentidos, tal era su gravedad. Con
fiando en el poder maravilloso de la Virgen de
D. Bosco, acudí de nuevo a Ella y al momento
recobró la enferma los sentidos, mejorando sen
siblemente hasta alcanzar completa salud.
Por este motivo doy pxiblicas gracias a María
Auxiliadora y envío cuatro sucres de limosna.
Mavo de 1930.
J. M. DE M.
CHONE (E cuador). — Sentencia favorable.
Encontrándome embrollada en un juicio que
me acarreaba muchos gastos y la pérdida de
dinero, me puse bajo la protección de María
Auxiliadora para que por su intercesión me
alcanzara de Dios Ntro. Señor el feliz arreglo
de este asunto y me devolviera la tranquilidad.
A este fin empecé ima novena, ofreciendo una
limosna y prometiendo publicar la gracia en el
Boletín Salesiano.
Hoy, llena de alegría, cumplo mis promesas,
porque finalmente, después de quince días de
contmuo batallar, el asunto se resolvió favo
rablemente para mí,
Y no pararon aquí las bondades de María. A
consecuencia del juicio, mí’ salud se resintió
de tal modo, que caí gravemente enferma, y
no queriendo sujetarme a los médicos, pedí de
nuevo la protección de María Auxiliadora, y
esta buena Madre me obtuvo en seguida la
salud pedida.
7 diciembre ác 1929.
D. C. de H.
SEVILLA (Esp .aS a). — En los últimos días
del mes de enero pasado, cayó enfermo en cama
con enfriamiento e infección general de la san
gre a causa de fuertes calenturas que alcanza
ron los cuarenta y aim les cuarenta y un grados
mí hijo Manuel.
Rápidamente fueron llamados a celebrar una
consulta afamados médicos de esta localidad
quienes para salvar al enfermo pusieron a con-
■ ( 304 )tribución sus graades conocimientos cientí
ficos.
Pero en trance tan aflictivo y angustioso no
me olvidé de acudir a la Sma. Virgen en su her
mosa advocación de Auxilio de los cristianos y
esta piadosa Señora, oyendo mis fervientes
súplicas, acudió en auxilio de mi pobre hijo.
De alli a pocos días se notó gran mejoría que
continuó acrecentándose hasta el total resta
blecimiento del enfenno.
Cumplo, pues, el ofrecimiento que hice en
horas de mortal ansiedad, publicando en el
Boletín Sale.sÍano la gracia obtenida y . man
dando celebrar una Mi.^a en el altar de María
Auxiliadora.
19 de febrero de 1930
J osé L ópe ^ R ueda
Catedrático de la Universidad de Sevilla.
SEVIIJ,A (España ). — Mi hijo JuUán cayó
enfenno el 20 del pasado Julio. Pocos días
después, el 29, hubimos de trasladarle en con
diciones desesperadas al .hospital. Eos médicos,
dado el progreso que la enfennedad hizo en
ton poco ticuiix) desahuciaron al enfenno.
En aquellos momentos invoqué a María Au
xiliadora, prometiéndole que si curaba, su pri
mera visita al salir del hospital sería para ve
nerarla en su iglesia. Como si esta buena Madre
quisiera probar mi fe, no sólo no experimentó
el enfermo ninguna mejoría sino que acrecen
táronse los estragos del mal hasta el pimto
qiie niás bien parecía mi hijo un cadáver que
ser viviente. Para colmo de desdichas, declarósele una infección con granos malignos, que
le desfiguraron por completo el rostro, hacién
dole padecer mucho.
No es para descrito el dolor de esta pobre
madre al ver entre sus brazos más muerto que
vivo al hijo de sus entrañas. No me desanimé,
sin embargo y ni por im sólo instante perdí
la fe en la protección de la Sma. Virgen, espe
rando siempre que Ella no me desampararía
viniendo en mi ajmda. Así fué, en efecto:
pues cuando deshauciado por los médicos to
dos creyeron que lo perdería para siempre,
hoy tengo la satisfacción de verlo sano y salvo,
habiendo ya, en cumplimiento de mi promesa,
ido con mi hijo al altar de María Auxiliadora
a darle gracias por la curación milagrosa.
Sevilla, junio de 1930
Una devota de M. .1 h ■ iliadora.
D o n tam bién gracias a M a ría A u x ilia
dora y envían una lim osna:
A guasCAUKNTES (Méjico). — Porfirio Ibarra, Pbro, por un señalado favor.
A naiigim (Estados Unidos). — Demetria
Garda, por la obtenida salud de su esposo.
B arcelona (España). — Dalmacio Iglesias
por el feliz éxito de un negocio y envía
100 ptas.
Ca li (Colombia). — Apolonia Mazuera, En~
carnación Montes, Rebeca Salcedo, Gonzalo Sal
cedo y Leoniza de Salcedo, por gracias recibidas
y envían ima limosna.
Caracas (Venezuela). — A . D. F . y ofrece una
limosna para su Santuario en construcdrái.
Ciudad García (Méjico). — Guadalupe Pérez
de Martínez, por la salud de su hijo.
G uad ala jara (Méjico). — Jésus Vidrio
Ortiz, y envía ima limosna para las Misiones
Salesianas.
I nies Ta (España). — Isabel Torres de Se
rrano, y manda decir una Misa en el Santuario
de Turín.
L a Cabrera (Colombia). — Manuel O. Gi
ménez, párroco, y envía una limosna para la
Canonización del Bto. Don Bosco.
Los A ngeles (Estados Unidos). — Marta
Ramírez, por gracia recibida.
Madrid (España). —- Estrella Blanco del
Rio, por la obtenida salud de una hija.
Moguer (España). — Encamación Moreno
García, por varias gracias recibidas.
P asto (Colombia). — Luis Delgado y Enri
queta B. de Zaraura, y envía una limosna para
el Santuario de Turñi.
P uebla (Méjico). — Francisco Martin Barrios
por la recuperada salud.
S alta (Argentina). — Elena Arias de CoU,
por la obtenida curación de un pariente.
S antander (Colombia). — Una devota, por
un favor recibido envía una limosna.
S an V icente (Colombia). — Ana Inés Gómez
de G., por la curación de su hijo. — Ana Belén
Gómez por haber sanado de peligrosa enfer
medad.
XmLvco (Colombia). — Enriqueta Campo,
Lucrecia Micolta, Ana del Castillo, Genoveva
Arroyo y Mercedes Prat., por favores recibidos.
V alencia (España). — Rosa Gulecia, por la
recuperada salud.
Z apa Toca (Colombia). — Beatriz Serrano de
Plata. Candelaria Rueda de A. por haber alcan
zado la salud — A . M. de G. por la curación
de su hijo. — Dioiiisia Duarte de V., por gracia
recibida. — yiarcelina de Valandia, Ester
Gómez, Evangelina S. de Serrano, Luis Fer
nando de Serrano, Lorenzo Serrano, Fideliia
Díaz y por conducto de la celadora Teresa
Gómez A morocho envían sendas limosnas pa
ra las Obras y Misiones Salesianas. — Belen
C. S., E. S. Vda. de P ., R. de M ., Micaela A.
de Ariza, D .J .A ., Amalia Lucano, por varios
favores recibidos y envían una limosna.
En honor del Beato Juan Bosco.
SANTIAGO DE CHILE.
¡Triunfo, triunfo! Es el grito espontáneo que
sale de todos los labios y de todos los corazones.
No podemos menos que gritar: ¡gloria a Don
Bosco! después del grandioso e imponente ho
menaje de los Colegios Salesianos que todo San
tiago vió desfilar ante sus ojos.
Sin duda, ha sido mía reTelación extraordi
naria para la capital y para la República.
Jamás, nimca, ni nadie había pensado que
existiera en la República esta grandiosa' fuerza
latente y misteriosa.
¡Santiago creía soñar!
¿Y cómo no debía ser así?
Miles y miles de niños y niñas desfilando con
aire marcial ante el Señor Presidente y minis
tros, en grandiosa demostración, alegres en sus
semblantes, marchando al compás de las ban
das de música que lanzaban al aire sus más
alegres acordes y sus encantadoras armonías.
La Patria debió estar de plácemes al ver
tantos de su hijos que con la ilustración de la
mente llevan en sus corazones una educación
cristiana, religiosa, sentimental, que cantaban
gloria a Dios y a su Sier\'0 Don Bosco.
Don Bosco desde el cielo debe haber bende
cido a tantos hijos suyos que se glorían de
caminar tras de sus ejemplos, de marchar bajo
el amparo de la Virgen Auxiliadora y de per
tenecer a tma República que de rm modo tan
patente ha demostrado su cariño hacia la
obra Salesiana.
Y que esto es así se vió en la interminable
manifestación de im desfile sin precedentes en
Santiago.
Abría la marcha de la imponente columna un
Cuerpo de Carabineros, seguía la banda de
música del Colegio Salesiano de Talca con re
presentación de dicho Colegio.
Venían las delegaciones de los Colegios de
Iquique, Serena, Magallanes, Porvenir, Puerto
Natales, Linares y Concepción.
A continuación venía el Colegio Patrocinio
de San José, el Colegio Gratitud Nacional con
su banda de música, una representación del
Oratorio festivo Don Bosco.
El conjunto de Valparaíso con su banda de
música y el (»njunto de Valdivia, desperta
ron gran entusiasmo en el público por su co
rrecta y marcial presentación y por sus visto
sos unñormes.
Venía un escuadrón de ciclistas correcta
mente uniformados.
Axm no pasaba la impresión dejada por el
lindísimo conjunto de niños, cuando se pre-
Santiago (Chile). — El Exmo. Sr. Presidente de la
República, con los Ministros del Interior y de la
Educación asisten al imponente desRIe.
senta el de los Colegios de niñas regentadas por
las Religiosas Salesianas. Hijas de María Au
xiliadora.
Allí estaban los Colegios de la Iiunaculada,
Mapoche, O’Higgins, Centenario, Dolores Laopandía, S Miguel, Liceo de Av. Matta, dele
gaciones: Yáqtril, Molina, Talca, Linares, Iqui
que, Los Andes y Valparaíso.
El conjunto, la bellezza y atractivo de los
uniformes, la correcta presentación de las
alumnas suscitó incontenible entusiasmo y acla
maciones estruendosas.
Las 5 bandas de miisica de los (^l^ios ^alesianos perfectamente distribuidas llenaban de
•{ 306 )entusiasmo a la muchedumbre, y marcaban, al
mismo tiempo, el paso a la interminable co
lumna.
De.spinís del de.sfile, venía el carruaje donde
era llevado un hermoso busto del B. Juan
Bosco en una carroza cubierta de flores.
he hacían escolta los estandartes de los va
rios Colegios de la República, una delegación
de jóvenes fascistas de Santiago y una nume
ro,sa e imjKJiieiite banda de los" ex-alunmos
sale.siauos.
Pero lo que llamó la atención y suscitó
estruendosos a¡)lausos fué el conjunto de los
pajes ({ue rodeaban el glorioso carro.
Llevando gallardetes y banderas, vestidos
con lindísimos y vistosísimos trajes rodeaban
;il Beato Bo.sco ([ue desde lo alto del carro son
reía y parecía que volvía a aquellos años fe
lices cuando los niños lo rodeaban y aclamaban.
Üetrás del carro venían los jóvenes que
aspiran al sacerdocio y que un día remjflazarúa a los .salesianos que caerán en el campo del
trabajo.
Cerraba el desfile la Asociación de miles
tic ex-alunmos.
Según cálculos i)ni{lcncialcs el todo^barcaba
mucho más de lo cuadras.
Kn el aire se oía el ruido de los aeroplanos,
l>ues tmnbiáu quiso la aviación asociarse al
Homenaje que se rendía a Don Bosco.
5.
E. e l Presidente*
Desde los balcones de la Moneda, el Presi
dente de la Reiniblica, acompañado de los
ministros, altas personalidades, del Inspector de
los Salesianos, don Pedro Bermti y de varios
Obispos, presenciaron el desfile, admirados y
silenciosos ante aquel maravilloso espectáculo.
En los balcones próximos estaban los inten
dentes (le otras ciudades, generales.-almirantes
y religiosos de varias Comunidades.
El presidente tuvo palabras de grandes elo
gios para la Obra Salesiana, y felicitó a su
Inspector.
El ministro de Instrucción dijo:
« La manifestación que hemos tenido el gusto
de presenciar no puede ser más hennasa. Esas
niñas y jóvenes que desfilaron hace mi mo
mento, nos revelan la admirable organización
y la gran obra que las sacerdotes salesianos
llevan a cabo en sus colegios. Hay que agrade
cerles la cooix-'nición valiosa que prestmi a
la enseñanza del lita d o .
Como uste<k's ven — terminó diciéndonos el
señor Ministro — la impresi<án que nos dejaron
los alunmo.s de los Padres Salesianos, no puede
sor más halagadora y digna de todo aplauso ».
En seguida, el desfile pxisó frente al palacio
de Ariztía donde se hallaba el Nuncio de Su
Simtidad acompañado por casi todos los Obis
pos de la República, de los Vicarios Generales
y de muchas autoridades eclesiásticas y nume
rosas familias de nuestra Sociedad que tuvie
ron palabras de elogio y admiración.
Las fiestas terminaron en el Templo de la
Gratitud Nacional con un solemne. Te Deum.
El Templo aunque hubiese sido 20 veces más
espacioso, habría resultado insuficiente para
contener tanta gente y tantos admiradores de
la Obra del inmortal don Bosco.
LA PLATA (Arg.).
El primer monumento
a Don Bosco en América.
Las magiríficas fiestas realizadas con mo
tivo de la Beatificación de Don Bosco en
Octubre del año pasado en la ciudad de La
Plata con la asisteíicia del Exemo. Señor Go
bernador de la Provincia y sus ministros y
presididas por el limo. Señor Obispo Dioce
sano Moiis. l^rancisco AlbefLi, tuvieron su cul
minación el 27 de Abril pdo. con la solemne
inauguración del artístico monumento erigido
a Don Bosco en la vía piiblica frente al Colegio
Salesiano del Sagrado Corazón de Jesús.
La iniciativa*
Las brillantes fiestas realizadas con oca
sión de la Beatificación de Don Bosco en esta
ciudad de La Plata y en otras de esta inmensa
v rica provincia de Buenos Aires sacudieron
todos los corazones aún los más indiferentes
de suerte que cuando el Eximio. Señor Gober
nador de la Provincia Dr. Valentín Vergara,
gran amigo y bienhechor 'le la Obra de Don
Bosco, lanzó la idea de erigir un monumento
jiúblico a nuestro Beato Padre en esta capital
tle la provincia, cayó eu terreno abonado y
prosperó tan rájiidainente que en menos de
cuatro meses el monumento fué im hecho.
Eu diciembre de 1929 el Exemo. Señor Go
bernador citó en su despacho oficial a diez
distinguidos caballeros de la magistratura, de
la alta banca y comercio y les expuso con ca
luroso alecto la idea de erigir uii monumento a
Don Bosco en e.sta ciudad y les encomendó enoarecidaamente la tarea de traducirla a la prác
tica, ofreciendo ampliamente su cooperación per
sonal y su apoyo incondicional. Recogieron estos
señores con acendrado cariño la iniciativa del
Señor Gobernador y pusieron manos a la obra
itiieiando las tareas en Enero del presente año.
Designáronse las autoridades de la mesa di
rectiva y se nombraron ciento ochenta y cua
tro vocales de entre lo más destacado de la
magistratura, de la milicia, del clero, de la
— ( 307 )-
Santiago (Chile). — El carro triunfal de Don Bosco pasa delante del Palacio Presidencial
rodeado de exalumnos y Asociaciones Católicas.
Santiago (Chile) — Las Hijas de M aria Auxiliadora dieron gran realce al desfile
coa los numerosísimos grupos de alumnas y exalumnas.
-( 3o8 )alta banca, de la industria y del comercio, y
todos aceptaron honrados la designación re*
sueltos a cooperar decididamente a la realiza
ción de esta magnífica empresa.
M onum ento popular.
Bien puede decirse qiie este Monumento lo
ha erigido el pueblo, pues todos han contri
buido con su óbolo, el rico y el pobre, autorida
des y pueblo: desde el Exano. Señor Gobernador
Ingeniero José Saglio, acaudalado industrial
italiano, el Illmo. Señor Vicario General de la
Diócesis Monsi Claudio Bourdet y fueron padrinos el Excmo. Señor Gobernador Dr. Valentúi Vergara, y su esposa Doña Aurora Gon
zález de Vergara, el Señor Cónsul de Italia,
Dr. Rómulo Bertuccioli y_ su esposa Doña
Ada P. de Bertuccioli, el Señor Intendente Mu
nicipal Don Pedro Haramboure y su esposa
Doña Clara F. de Haramboure y el Señor Pre
sidente de la Comisión Pro-Monumento a Don
La Piafa (Argentina). — Momento de inaugurar el monumento a Don Boaco.
quien tuvo a su cargo en su propio despacho una
lista,que encabezara con tina valiosa suma, hasta
el niño orntorinno que dió unos pocos centavos.
Católicos, incrédulas, protestantes, todos han
participado expontánea y afectuosamente a la
erección de este monumento; Don Bosco realizó
u m vez más esta suave y eficaz conquista de
corazones.
La p ied ra fundam ental.
El sábado
de abril a las i6 horas ^ ben
dijo y i>uso la pietlra fundamental del Monu
mento. Dada la proximidad de la fecha de su
inauguración se realizó este acto dentro de un
marco de fmniliar sencillez.
Bendijo el artfetico cofre, donado por el
Bosco, Don Manuel J . Campodónico y su esposa
Doña María Luisa C. de Campodónico.
Asistieron todos los vocales de la Comisión
con sus familias, el Rmo. Señor Inspector Salesiauo Don Joi^e Serié, el Colegio Salesiano
del Sagrado Corazón de Jesús con sus qui
nientos alumnos internos y externos y las tres
cientas alumnas del Colegio María Auxiliadora
y numerosos amigos y ex-alumnos.
Después de los acordes del Himno Nacional
coreado por los presentes, el limo. Señor Vi
cario General bendijo la piedra primera y mien
tras se firmaba el acta el presidente de la J unta
Ejecutiva pronunció un elocuente discurso.
Pasó luego la concurrencia al Colegio Sale
siano, dónde se le obsequió con im lunch.
-( 309 )'
Conmem oración de D o n 3osco
en ¡a Escuela OGcial.
La Junta Ejecutiva, empeñada al par que en
erigir el Monumento a Don Bosco en difundir
el conocimiento de su vida y de su obra, soli
citó del Señor Director General de Escuelas de
la Provincia se le facultara para distribuir la
Vida de Don Bosco entre los escolares.
A raíz del magnífico informe del Inspector
General de Escuelas, que transcribimos más
abajo, el Sñor Director General dispuso que el
25 de Abril en todas las escuelas oficiales de la
Eran las 15 y 30, cuando salió del colegio
el gobernador, autoridades, funcionarios y pú
blico, dirigiéndose por en medio de una com
pacta multitud hacia el lugar ocupado por el
monumento, que, como es de práctica, perma
neció cubierto. La comitiva de señoras era en
cabezada por la esposa del gobernador, doña
Aurora González y por la señora de C am j»
dónico. El paso del primer magistrado, a cuya
iniciativa se debe la erección del monumento,
fué saludado por manifestaciones de viva sim
patía.
Rodeaban el monumento numerosas domas
La Piafa (Argenfina) — Diveraos aspecfos que ofrecfa la muchedumbre
que asistió a la inauguración del monumento al Beafo D. Bosco.
provincia los maestros dieran una conferencia
sobre Don Bosco a sus alumnos. Con tal objeto
obsequió un ejemplar de la Vida de Don Bosco
i cada uno de los treinta y cinco Inspectores
de escuelas y el propio Inspector General envió
>todo el magisterio de la provincia una circu
lar. en que sucintamente exponía la obra edu
cacional de don Bosco en el mundo entero y en
Pírrticular en la República Argentina.
Inauguración d e l monumento.
El trabajo exigido a las personas destacapor los organizadores para la distribución
-d público a efectos de evitar entorpecimientos,
I 'a espera de los alumnos de los colegies de
^^os Aires y localidades de la línea a La Plata,
^®ardóla iniciación de la ceremonia,en una hora.
y el grueso del publico le había formado im
cerrado círculo. Las autoridades y parte del
público ocuparon el palco frente al monumento.
Se escucharon los primeros acordes del Himno
Nacional, el cual fué coreado por los aliunnos
de los colegios presentes y el público.
Acallados los aplausos, ocupó la tribuna el
presidente de la Junta Ejecutiva, señor Manuel
J. Campodónico, quien ofreció el monumento
a la ciudad. Después de referirse el orador
al entusiasmo con que se había trabajado en la
realización de la idea de erigir el monumento
«al más grande bienhechor que cobijara el
mundo en el pasado siglo *, y de saludar la
presenda gentil de las damas y del público
extraordinario que se había congregado, dijo:
* Toda esa multitud, en una síntesis de vo
luntades, son las que se aprestan a contemplar
( 310 )•
la obra que ellas mismas, entui inspirado mo
mento, ordenaron para dejar concretada en el
l>ronce su gratitud al virtuoso sacerdote que no
conforme con haber cumplido como bueno,
sacrificando en su egregio apostolado su salud
hasta rendirle la vida, dejó el mundo con san
tidad cjemjdar, algo que jamás las generaciones
podremos alabar y agradecer dignamente: la
congregación salcsiana.
Terminó el señor Campodónico su discurso,
exj)resando que * las misiones salesianas for
madas con sus discípulos llevaron sus escuelas,
estableciéronlas en el desierto y prodigaron
las exquisiteces del buen trato que pronto rin
dieron a los hijos de esa raza que, como
dijera el poeta: «nadie pudo dom ar».
Las últimas palabras del orador fueron re
cibidas con \ma cerrada salva de aplausos, en
tanto se escuchaban las notas de una diana
vibrante, y las damas arrojaban flores al mo
numento, descubierto por el gobernador de
la provincia Ante los miles de espectadores,
surgió entonces la figura de don Bosco.
lín nombre de la municipalidad, recibió el
monumento, con breves palabras, el señor Ar
turo Alharracín, quien destacó el significado de
la obra de don Bosco, como forjadora de gene
raciones fuertes en espíritu y en el amor al
trabajo.
Ocupó a continuación la tribuna el vicepre
sidente de la Junta Ejecutiva doctor Raúl I.
Ferrando, a cuyo cargo esüivo el discurso oficial.
-■ Vuulizó detenidamente el orador en sus di
versos aspectos la personalidad de Don Bosco,
destacando todo cuanto la misma tiene de
patriótica y orgánica, frente a la acción de
disolución social de las fuerzas extremas. Su
pieza filé interrumpida frecuentemente por los
aplausos de la concurrencia.
Im ponenfe desSIe de niños.
Tenniuada la ceremonia de la inauguración
del nionmnento, se inició el desfile de niños y
niñas, alumnos de los colegios salesiauos de
distintas localidades de la provincia. La Plata
y Buenos Aires.
Llevando al frente sus banderas y estan
dartes rcsjX'Otivos, desfilaron los niños de los
colegios salesianas cu número do seis mil, la
mayoría uniformados de blanco y azul, al com
pás de una marcha que llenaba la calle 58. A
éstos, les siguieron los boy scouts, el cuerjxi de
bomberos y giumla cárceles. Desfilaron ante la
cosa de gi'biemo, como un homenaje al gober
nador Vergara, por su adhesión a la obra de
Don Bosco, evidenciada por el primer magis
trado durante todo el transcurso de su período
gubernativo.
Para rc¿uenlo del día el P. Salesiano A. M.
De Agostini impresionó una hermosa jielícula,
con cuya copia la junta ejecutiva obsequióal
Rmo. Rector Mayor don Felipe Rinaldi, junto
con ima artística medalla de oro que reproduce
el Monumento.
MENDOZA (Argeníina).
Solemnes fíesías a Don Bosco
en su Beatificación.
Con vivo agradecimiento al Señor, podemos
decir que los actos realizado.s en esta ciudad
a nuestro Padre en ,su exaltación a los altares,
han superado con creces cuanto nuestro aiuor
de hijos había preparado para esta ocasión
única en la vida.
Los actos considerados sucintamente han
sido los siguientes:
I® La primera peregrinación Italiana al
Santuario de María Auxiliadora, en Rodeo del
Medio a 21 Km. de la ciudad;
2® Tres conferencias por distinguidos ora
dores para los ex-alumoos y Caballeros, se
guidas da una Jr-rnada Eitcari.<t^ca:
3® Siete actos conmemorativos con bri
llantes y distintos programas: a) Un pequeño
Congreso para los niños del Colegio en los días
21, 22, 23 de outubre 1929, seguido de una
jomada Eucaristica.
6) Acto literario de la colectividad Italiana,
el Domingo 20.
c) Velada Literária-Musical, homenaje de los
Padres de Familia y ex-alumnos, el 23 a las 21 hs.
d) Homenaje del Clero. Acto Litúrgico por
el infantil Clero y Coro San Gregorio el 24
a las 17 hs.
e) Adhesión del Magisterio. Acto Literario
-Musical en el Salón de actos del Colegio * Pa
tricias Mendocinas « el 25 a las 17 hs.
/) Solemne Velada, homenaje de la Ciudad
de Mendoza, al nuevo Beato, en el Teatro
Municipal el 26 a las 17 hs.
g) Función popular con las cintas de la
Beatificación en los patios del Colegio el 27
a las 21 hs.
4® XJ» triduo solemne en preparación a la
fiesta realizada en la monumental iglesia de
la Compañía que los RR. PP. Jesuítas pusie
ron generosamente a nuestra disposición. Se
desarrolló el siguiente programa; Por la mañana;
día; Jomada Eucaristica para los Colegios
Católicos de varones. 2® día: Jomada Eucarística para las niñas. 3®' día: Jomada Eucarística para la Asociación devotos de María Au
xiliadora, Cooperadores, ex-alumnos etc.
Por la tarde; (en los tres días), Rosario,
Alabanza, Conferencia por el Rdo. Padre José
Silva, Director del Colegio Don Bosco, Buenos
Aires, venido expresamente para dictarlas J
Bendición con S. D. M.
•( 311 )¡o Conmemoración solemne de Don Bosco
con los siguientes números: a) Misa de ComutiiÓQ General, celebrada por el Rmo. Padre
Inspector don Pablo Z. Vicari.
b) Pontifical por el Rmo. e limo. Sr. Obispo Diocesano José A. Orzali, con panegírico
por el P. Silva.
c) Te Deum y manifestación con la ima
gen de Don Bosco.
Pues bien, todo se realizó con tanta facili
dad y tanta cooperación de todos, que una
Gobierno. Pontificó S. Sía. lima. Monseñor José
A. Orzali. nuestro dignísimo obispo que en su
amor grande a Don Bosco (lo conoció iJersonalmente), y a nuestra Sociedad, estuvo los tres
últimos días completamente a nuestra dispo
sición, rezando las misas de la jomada y dando
lustre con el doble brillo de su alta investidura
y preclaras virtudes, a todos los actos que se
realizaron.
Llamó notablemente la atención la annoniosa
Misa «Puerorum P ater» de nuestro querido
Mendoza (Argentina). — Los pajecifos que acompañaban la carroza triunfal.
vez más hubimos de exclamar; * es realmente
Don Bosco quien se ha preparado su fiesta *.
De tanto y tan variado número cabe des
tacar como los más imponentes; la velada en
el Teatro Municipal, bellamente adornado el
sábado 26, con un completo de autoridades;
Gobierno en pleno, limo. Sr. Obispo y Clero,
Jefes del Comando Militar. Ministros de la
Suprema Corte, y distintas cámaras, varios
eónsules, sin contar el selecto y numeroso pú
blico que todo lo llenaba.
El Solemne Pontifical en la Iglesia de la
Compañía de Jesús que es el templo más bello,
grande y rico de la ciudad; el gobierno había
prestado los antiguos y regios sillones y bu
tacas de la Sala de recepciones de la Casa de
P. Pedrolini a tres voces y gran orquesta, al
ternando con el coro los Colegios de María
Auxiliadora que desde un crucero respondían
en perfecto gregoriano.
Pero lo que dejó impresiones imborrables,
fué la manifestación de la tarde, después del
solemne Te Deum al que también tomaron
parte las autoridades.
Jamás vió Mendoza una columna tan orde
nada y de tanta magnitud que se extendía
por más de im Km. entre dos alas gigantescas
de pueblo que respetuoso y entusiasta se nos
unía.
Llamaba la atención el carro al^órico, ar
mado sobre un chasis nuevo, deferentemente
ofrecido por el Sr. Luyán Willians: ricos pa-
•( 312 )•
ños de moiré y terciopelo oro, realzados con
La magnitud de estas fiestas y su resonancia
lanié de plata, formaban el adomcy principal, en la ciudad se puede conjeturar por esta frase,
con cordones y guías de yedra y flores de cala.. del Rdo. P. Silva organizador que fué de la
El cuadro grande y bellísimo (3m .xi,6 o)
gran procesión realizada en Buenos Aires:
entre nuljes y ángeles, obra de la Sra. Anita E.
«Proporcionahnente Mendoza ha igualado a
de Carbó bajo la acertada dirección de la Buenos Aires *.
Hna. Margarita Toro, es una obra primorosa
Una Misa en acción de gracias por la inten
y de gran mérito. Notas pintorescas; las es ción de nuestros bienhechores clausuró estos
cuadras gimnásticas con los colores nacionales, días de fervorosa exaltación.
diversas sociedades con siis banderas, las ban
deras de las naciones a las (]ue se extiende
la uccióir de Don Sosco, los Exploradores de
AGUA DE DIOS (CoT.OMBrA). — En el con
Don Sosco y los Scauts que se nos unieron por cierto universal de alabanzas al Beato Don
decreto del Tte. Oiel Malinierca, Jefe de los Bosco debía oirse poderosa la voz de los hijos
diversos destacamentos regionales; las prime del dolor. Aquí llegaron impulsados por la
ras comuniones; los doce pajccitos ricamente caridad del gran Padre los Unía y Rabagliatti,
ataviados. El limo. Sr. Obispo, autoridades. quienes cautivados por el inmenso y heróico
Clero, secular y regular, cuerpo consular. Coo amor de las almas dejaron a un lado todo pre
peradores, etc. etc. y cerrando e,ste triunfal juicio y temor y desde hace casi ocho' lustnss
desfile en que todas las bandas de la ciudad derraman a manos llenas el bálsamo y el con
y de los regimientos prestaban su concurso suelo sobre tantas almas doloridas. Éra justo
tocando los himnos del M. Gregorio S. S. y
que estos festejos revistieran una solemnidad
el «Mendoza a Dpn Bosco » del P. Pedrolini, mmea vista en esta ciudad. A g u a . de Dios
una caravana formado por más de cien autos escribió en caracteres de oro una bellísima pá
empavesados con banderas argentinas y pa gina en sus anales de fé y religiosidad.
pales de nuestros ex-alumnos que concurrían
Fué un homenaje, una ovación solemne, una
de los departamentos circunvecinos.
afirmación del amor de los que padecen al
Imposible describir la entrada de la imagen gran Apóstol de la juventud y a sus hijos, los
en el patio central adornado por el municipio Salesianos. No hubo disonancia: fué ima “ar
con guirnaldas de luz eléctrica, flámulas, ban monía perfecta: ahí vimos a la autoridad su
deras, cestos colgantes de flores... etc. ni bos prema de los lazaretos el doctor Alejandro
quejar el solemne momento en que las bandas Herrera Restrepo, quien quiso presenciar, en
ejecutaron el Himno Nacional y el Mendoza nombre del Gobierno los grandes festejos. Ahí
a Don Bosco, coreados por miles de voces.
vimos en todos los actos al señor Administrador
Después de Dios cuya bondad ha sido tan general del Lazareto con sus dignos colabora
condescendiente para con nuestros deseos, he dores, al Corregidor del leprocomio a la cabeza
mos de agradecer a las activas comisiones de de sus ayudantes en el gobierno interno, a los
Damas y Caballeros' que con circulares, reu comités de señoras y caballeras, ahí las reli
niones etc., supieron despertar tanto fervor y
giosas de las varias comunidades, los colegios,
allegar los medios para realizar tantas cosas las escuelas, el pobre y el rico, el débil y el
y en tal forma.
fuerte, todos, todos formaban un solo corazón
El limo. Sr. Obispo Diocesano, no contento _y se unían en una sola voz para cantar la apo
con tomar parte tan activa en los festejos teosis de Don Bosco.
escribió mía preciosa carta i>ast< rnl para ser
Estas fiestas coincidieron providencialmente
le<da en todas las 'iglesias el Domingo prece con las Bodas de Plata de la fimdación de las
dente a la Solemne Conmemoración.
Religiosas de los Sdos. Corazones, fundadas por
Merece especial mención el Comisionado Mu el celaso Padre Luis Variara y que se dedican
nicipal, Dr. Canudo Pucciarelli, ex-alumuo <x>n heróica caridad a la asistencia y educación
nuestro, quien decretó el adorno del teatro mu de los leprosos, recogidos en el lazareto. Frieron
nicipal, de las calles y patio central con tro para ellas motivo do gr;mde regocijo la inau
feos y palmas, guirnaldas de luz elóctrica, sus guración de un nuevo altar en su recogida
pensión del trúHco; la erección de palcos en capilla y la entrega, que solemnemente les hizo
la callo y en el patio, para las autoridades.
el Sr. Inspector Rdo. P. Bertola de ima reliquia
También el Sr. Director General de las Escuelas del Beato Don Bosco. expresamente donada
Dr. Ismael P. Vinas dió un decreto «,1c adhe,sión por el Superior General de los Salesianos, Rmo.
e invitó al magisterio a unírsenos, concurriendo Padre Rinaldi.
al Salón del Colegio Patricias Mendcchtas, que es
donde se realizó el acto a Don B«jsco Educador.
I.a prensa, sin dístinci«5n por una semana
ASUNCION (Paraguay ). — Los actos de
consagró, estudios, clisés y notos informativas homenaje al Beato Don Bosco se realizaron eí
sábado y domigno, con devoción y animadóo
en profusión a nuestras fiestas.
Mendoza (Argentina) — Parte del ciero rodeando al limo. M oas. José A. Orzali (que conoció a D. Bosco)
y qoe participó activamente en los festejos de la Beatificación.
inusitada. Conforme al programa trazado, se
efectuaron, entre otros importantes actos, los
siguientes: A las 4 de la tarde, del sábado se
realizó en la iglesia matriz el oficio religioso,
durante el cual ocup>ó la cátedra sagrada el
Rdo. Pbro. Aníbal Porta, cura Rector de la
Catedral, hablando sobre el significado de la
solemne víspera que se cantaba, extendiéndose
luego sobre la vida y obra del Beato Don Bosco.
A las 9 de la noche se realizaron fiestas pro
fanas en el bario María Auxiliadora, concu
rriendo a ellas numerosa multitud de todos
los barrios de la ciudad.
El domigno, 8 de junio a las 9 de la mañana
después de la comunión general realizada a las
7. ofició ima solemne misa el limo, señor Arzotóspo Monseñor Juan Sinforiano Bogaiin, acto
que resultó imponente. — A las 3 de la tarde,
se realizó una grandiosa manifestación de ho
menaje al Beato Don Bosco, recorriendo las
calles principales de la ciudad. La manifesladón fué una de las de mayores proporciones
entre las realizadás en estos riltimos tiempos,
í^ rrió desde la Catedral hasta el Colegio Jlonsenor Lasagna, por las calles Palmas, Colón y
Oliva. Frente a la Capilla Salesiana se había
instalado rm palco especial, donde estaban el
Presidente de la República, Dr. José P.
'^nggiari, el Jefe de la Iglesia Monseñor Bo8 ^ ; el ministro Italia, Conde Xegri; el Jefe
■ fePolicía D. Luis Esobar, y otras personali
dades. El Presidente de la República fué insis
tentemente vitoreado y recibió numerosos ho
menajes florales.
A l llegar al Colegio, ante la enorme muche
dumbre, usó de la palabra el P. Bogarín, quien
con galana elocuencia, hizó el elogio del Beato
Don Bosco.
Terminado el discurso del P. Bogarín, la
grandiosa manifestación se disolvió en me<lio
del mayor orden.
LIMA (Perú ) — El éxito más consolador ha
coronado las fiestas realizadas en Lima, en ho
nor del Beato Don Bosco, el 27 de abril.
Un concurso numeroso de fieles acudió du
rante el triduo a postrarse ante su altar, y a
escuchar la palabra vibrante y encendida de
los oradores R. P. Jiménez y R. P. Lipo,
quienes a fuer de salesianos, ensalzaron cum
plidamente las glorias del Padre. La partici
pación del limo, y Re%-mo. Señor Arzobispo
Mons. Lissón, el primer día del triduo, del
Re\-mo. Sr. Vicario (5eneral Mons. Sánchez
Díaz, del M. R. Superior de los Jesuítas, del
limo. Mons. Drinot y Piérola, y principalmente
del Exmo. Sr. Nuncio Mons. Cicognani, que
pontificó el día de la fiesta, dió a estos home
najes xm carácter de solemnidad extraordinaria.
Todo en conjunto, ha sido una prueba pal
pable de que va arraigándose muy hondamente
-( 3 M )eii los corazones el amor y la devoción al Beato
Don Bosco.
15n los días del triduo hubo misa solemne,
cantada p<jr los alumnos internos, mientras los
doscientos ochenta alumnos externos se pre]>araron debidamente a la comunión pascual,
que hicieron el día de la fiesta. Un grupo de
ellos se acercó por primera vez a la Sagrada
Mesa, lo mismo que numerosas niñas del Ora
torio Festivo de las Hijas de María Auxiliadora.
Innumerables las comuniones de los fieles, desde
las ])rimeras horas del día 27.
líl panegírico de Don Bosco, en la misa
solemne, ante una multitud compacta de fieles
de toda edad y condición, fué pronunciado jx>r
el R. P. Mueiite, franciscano, quien, afianzando
su palabra en el texto bíblico: Dejad que los
niños vengan a Mí, tejió mi fervoroso elogio de
la caridad (jue animó en todo momento la vida
del Beato en la realización de su Obra provi
dencial.
Da iluminación del altar, los adornos del
templo, la selecta nn'isica ejecutada, el alegre
y concertado repique de las campanas, el canto
de los niños, y sobre todo la piedad exuberante
que se ha respirado en estos días, todo ha con
tribuido a hacer resaltar más y más la simpá
tica figura del Beato Don Bosco, cuyas gracias
y favores singulares, aquí en Lima, son la
mejor pnieba de cuán gratas le son estas de
mostraciones de devoción acendrada y pro
funda de parte del pueblo fiel, de los Coopera
dores y do los amigos y admiradores de su Obra.
GRACIAS
DEL BEATO JU A N B O S C O
VIGO (España ). — Hace algunos meses se
me presentó en la mano derecha xm fuerte
dolor que agravándose de día en día. impi
dióme en absoluto cualquier esfuerzo por pe
queño que éste fuera.
Decidímo en vista de que la cosa empeoraba
a consultar un médico quien me dijo se tra
taba de una tJíunVís o inllmnación de los ner
vios: para calmarlas me impuso absoluto re
poso y que prescindiera en cuanto me fuese
{xvsible <le realizar trabajo alguno con la mano
lastimada. Calificó de largo el proceso curativo
y tle poco eficaces los remedios que no fueran
el ya expuesto de reposo absoluto.
Me recetó unas fricciones que surtieron poco,
o, jK»r mejor decir, ningún resultado práctico.
Algi'm tiempo después me cupo la dicha
inmensa de asistir a las fiestas de la Beati
ficación del Beato Don Bosco eit Roma y Turíii. Con ciega confianza en su proteccióir, y
de regreso ya en mi patria y casa, coloqué
unas cuantas veces en la mano dolorida una
medalla del Beato. Los dolores desaparecie
ron sin auxilio de médicos ni médicinas: mi
curación era tan completa que desde entonces
he podido dedicarme a mis tareas y aún ve
rificar grandes esfuerzos sin que se me haya re
sentido en lo más mínimo la mano enferma.
Favor tan señalado recibido por intercesiói
del Beato Don Bosco me mueve a publicarlo en
el Boletín Salesiano en prueba de mi agrade
cimiento y para excitar en todos la confianza
y devoción en tan valioso protector.
26 de julio de 1930
M. S. A.
VICO (España). — Estando gravemente
enferma de bronconeunionia me sobrevino una
parálisis que me imposibilitaba en absoluto,
todo movimiento; desahuciado por los mé
dicos me dispuse a bien morir, recibiendo to
dos'los auxilios espirituales. Quienes me asis
tían en tan penoso trance abrigaban la firme
convicción que eran contadas las horas que
aim me quedaban de vida.
Era el 14 de julio; precisamente en dicha
fecha regresaron de Roma a donde habían
asistido a la Beatificación del Beato Don Bosco
varias señoritas de esta ciudad. Enteradas de
mi estado agónico me enviaron ima medalla de
dicho Beato, tocada en la rrma que contiene
los sagrados restos, para que me la pusieran
al cuello. Así lo hicieron los de mi familia. Ha
biendo obtenido alguna mejoría con la apli
cación de la medalla, al visitarme el día si
guiente las Señoritas, a quienes antes he aludido
quisieron, llenas de fe aplicarme a la cabeza im
pañuelo tocado en el sepulcro del Beato.
El prodigio no se hizo esperar: immediatamente la fiebre desapareció; acentuóse día por
día el alivio en forma que poco despv:és todo
peligro desapareció: a los quince días, comple
tamente curada pude dar ya el primer paseo
por la calle sin que quedase de mi enferme
dad más recuerdo por algimos días que la
dificultad para mover libremente dos dedos de
la mano, como para recordarme de los males
sufridos y de la gracia que el Beato me había
otorgado. Agradecida al Beato hago público nii
agradecimiento y exhorto a todos a confiar en el
valioso patrochiio de tan esclarecido protector.
26 de julio de 1930
C armen G arcía.
VALENCIA (España ). — En Agosto dcl
pasado año mi esposa se sintió enferma,
cada de altas fiebres: pocos días después, a
bien no curada del todo, al menos un tanto
aliviada, pudo reanudar su vida ordinaria con
alternativas más o menos dolorosas en la afec
ción intestinal que desde antiguo le aquejaba.
•( 315 )
El 6 de Diciembre recayó debiendo guardar
<3ma, siendo el caso gravísimo. El estado de la
enfenna era grave, según el diagnóstico de los
doctores pués comenzaban a presentarse sín
tomas de tuberculosis que agravaban aun más
el ya precario estado de salud de la enferma.
Convencidos de la inutilidad de cuantos re
medios habían hasta entonces recetado los
médicos a la enferma sin obtener resultados
positivos, recibimos providencialmente la vi
sita del Padre Cid, salesiano, quien nos reco-
ManiBesían también su gratitud a l Baato:
B uenos Aires .(Argentina). — Julia Hechart.
por un favor obtenido y envía tma limosna.
B lanchaed (CaHfor.).— Una familia agrade
cida por un señalado favor y envía una limosna.
Chaechuapa (El Salvador). — Sor A i aria
Herrera, por la vuelta al buen camino de un
joven extraviado.
Los A ngeees (Estados Unidos). — Ana
Niianes, por varios favores recibidos.
Mendoza (Arg.) — Los peregrinos italianos en el Santuario de María Auxiliadora de Rodeo del Medio.
naendó luciéramos al Beato Juan Bosco una
novena. Fue tal la eficacia de la misma que
precisamente en el último día, desaparecieron
las fiebres, atestiguando los médicos con no
poca maravilla por nuestra parte que se hatía enfriado bastante el foco infeccioso in
testinal continuando la enferma nutriéndose
legulaniiente, cosa que antes le era en absoluto
ifflposible, según queda dicho.
Agradecido al Beato Don Bosco por este faseñaladísimo que no titubeo en calificar
Verdadero milagro, lo publico en el Boletín
Pwa que aumente más y más cada día la de'■ oción de los fieles hacia El.
24 de junio de 1930
J uan P erez d e eos Cobos.
Mendoza (Argentina). — T. .V. porima grada
recibida.
Montevideo (Uruguay), — M . C. L., Gui
llermo Gómez Morocho, l&ahel de Acevedo, Marin
de Jesús Quintero de Aíoreno y Elvinia de Ortega,
por favores recibidos y envían una limosna.
PuEBEA (Méjico). — Matias C. de R. por la
curación de im tumor maligno.
S evieea (España). — Andrés Fernández.
SOESONA (España). — José Morist y María
Serra, y envían una limosna.
V aeencia (Venezuela). — Víctor J. Arocho,
Protonotario Apostólico, por la salud otorgada
a dos de sias deudos.
Z apatoca (Colombia). — Una devota, por ha
berse visto libre de los dolores que la aquejaban.
P or el mundo salesíano
C Ó R D O B A (Argentina). — Actividad de
¡os Ex-alamnos.
Orliocientos peregrinos, número considerable
si se tiene en cuenta que es luio sólo el centro
de ex-nlumnos de Don Bosco en esta ciudad
de Córdoba, fueron los que en correcta for
mación embarcaron en el expreso de los Ferrocariles del C. C. A. para visitar en devota
peregrinación la Gruta de la Sma. Virgen de
I^urdes, sita en Alta Gracia.
A las diez y media, después de una hora de
viaje, llegaron nuestros ex-aluninos al Santua
rio, escuchando devotamente la Misa que para
ellos celebró el Sr. Director del Colegio Pío X,
Rdo. Padre Massa. Durante el santo sacri
ficio, el Padre Vera Vallejos, gran amigo de los
ex-alumnos dirigió a los concurrentes una her
mosa alocución.
IvOS salesiauos de la ciudad quisieron obse
quiar a los peregrinos con un banquete en el
que se ’ pronunciaron entusiastas brindis.
I<a piedad de nuestros ex-alumnos y el afecto
que en todo momento demostraron hacia sus
antiguos Superiores fueron notas altamente
emocionantes.
Otras manifestaciones de la vida activa que
el Centro de Antiguos Alumnos Salesiauos de
Córdoba ha desarrollado durante estos pasados
meses han sido: su participación activa a la
solemnísima procesión dcl Corpus a la que
concurrieron en unión de los alumnos actuales;
para quienes ha sido sin duda un buen ejem
plo que imitarán luego a la salida del Colegio,
la e(lificante compostura y devoción con que
los ex-nlumuos tomaron parte en tan lucida
manifestación de fe católica. Otros actos po
dríamos emimcrar: nos contentamos por hoy
con la reseña del importantísimo de homenaje
al Sumo Pontífice en la persona del Sr.Obispo
Mons. Lafiittc.
ffomcna/c al Sumo PontiBce.
El domingo 2g de Junió se realizó el homenaje
al Sumo Pontífice en la persona de señor Obispo,
Mon. I.nffitte.
A las ocho de la mañana', en la cripta
del Colegio los exahrmnos asistieron a la Sania
Misa, recibiendo la Sagrada Comunión.
Por la tarde en compañía de los niños del
Colegio y de las sociedades establecidas en el
Colegio Pío X , concurrieron en manifestación
a presentar sus saludos al señor Obispo.
Encabezaba la hermosa manifestación la
banda del colegio, seguían los miembros de las
asociaciones citadas; venía luego la bandera
del colegio, a cuyo lado marchaba im pequeño
gimnasta llevando tma preciosa canastilla de
flores naturales que formaban los colores de
la bandera pontificia. Completaban la manifes
tación los distintos batallones de gimnastas,
quienes llevaban en sus manos banderitas ar
gentinas y papales, dando al acto un aspecto
em inent^ente patriótico.
Llegados al palacio Episcopal fueron reci
bidos bondadosamente por el Prelado, quien
recibió el saludo de todos los caballeros que
acompañaban al Dr. P. Pablo Viccari, inspector
salesiano, que presidía el acto.
Una vez formados los alumnos frente al pa
lacio, el Señor Obispo salió al balcón, tocando
entonces la banda la marcha pontificia.
Se pronunciaron discursos, se leyeron compo
siciones y terminado el acto en la sala del trono,
el Señor Obispo volvió al balcón para presen
ciar el desfile de los exalumnos y niños del co
legio, que abarcaba cuatro buenas manzanas
BARCELONA-TIBIDABO (España) — Pro
greso de la Obra del Templo Nacional t‘
Sagdo, Corazón de Jesús.
Copiamos de '^El Tibidabo” :
El Templo del Tibidado que se levanta, o®
por afán de erigir un Templo más, sino porqw
el mismo Dios lo qxriere, según manifestó nulagrosamente al Beato Juan Bosco, ha de set
con el tiempo lugar bendito y sagrado en donuc
los buenos encontrarán aliento y fuerza par*
hacerse más santos, y los pródigos se llegarfis
a implorar el perdón de sus culpas y a buscar
la paz para sus atribuladas almas; ha de stf
(y lo será) centro de devotas peregrinaciones.
Pues bien, para que los numerosos devotos
•( 317 )•
del Sgrado. Corazón de Jesús puedan satisfa
cer las necesidades de la vida espiritual y las
«agencias del cuerpo, se requieren locales
amplios y apropiados.
Los terrenos de que disponíamos eran in
suficientes para tal objeto, de aquí que, ha
biéndose presentado la ocasión, nos creimos
en el deber de comprar toda una ladera del
monte cerca de la cumbre a fin de instalar en
ella (a su tiempo) cuanto haga falta para uti
lidad de las pereerinaciones y para ima nume
rosa Comtmidad que ha de estar luego al ser
vicio de los amantes del Corazón de Jesús que
valgan a postrarse ante su Imagen en esta
montaña incomparable.
Su superficie es de 358 mil palmos, con seis
casitas hechas y tres en construcción.
llevara a los compañeros de la vecina orilla
una palabra de cordialidad y felicitación al
cumplirse el primer centenario de vida inde
pendiente.
El viaje diurno fué uno de los principalf^?
aciertos de los o^anizadores. La tarde apaci
ble se prestó para animadas reuniones de com
pañerismo y la cena, sobre todo, congregó a
rm numero.so grupo en el que reinó la más
franca alegría.
Un numeroso y selecto grupo de exalumnos,
pertenecientes al centro de San Isidro, toma
ron parte en la excursión a Montevideo, re
presentando dignamente a sus comj>aíieros en
todos los actos y homenajes del Centenario
Uruguayo.
A las 20 horas uruguayas, atracaba el Lon
Hemos comprado esos terrenos y los hemos dres al puerto de Montevideo. Allí los Explo
pagado. Pero ¿cómo?... Gracias a ¡a generosi
radores del 30 y 4'’ Batallón, que ya se habían
dad de fervorosos caballeros, piadosas señoras y trasladado dos días, antes en el vapx>r Arti
modestos industriales que han puesto sus firmas
gas y una delegación de al\unnos uruguayos y
y parte de sus valores como garantía de los ex alumnos les esperaban.
préstamos.
Formados en cohunna recorrieron las calles
Hemos pagado... pero con dinero prestado y de la ciudad ^deja hasta llegar a la de 18 de
que tenemos qtte devolver y por el cual abonamos Julio, vistosamente iluminada. Abrían la mar
«» crecido interés.
cha la banda del colegio Pío IX , los gimnastas
La presente tiene, pues, por objeto recabar de los colegios de San Francisco de Sales y
de la caridad cristiana de almas generosas, que Sagrado Corazón de La Plata y los explo
por fortuna abimdan, el importe de los terre radores de los batallones i, 2 y 24. Seguían
nos y de los gastos que tal compra motivó. las autoridades del Secretariado Regional, pre
Aquí vienen de perlas para los amantes del sididas p>or los R. P. Insp)ectoTes Pablo Peruzzo
Corazón de Jesús las palabras de la parábola y Jorge Serié, el R. P. José Defunchio, Canónigo
tos Trabajadores:
de la Metropolitana y Cura Párroco de San
Id también vosotros a trabajar a mi viña...
Francisco, el Pbro. Luis H. Salaverry y los
También tú, alma devota, vete a cultivar un pedirectores de los centros de ex-alumnos lle
dacito de mi bosque, de este monte que Yo quiero
vando la magnífica corona que debían dep>osiconvertir en un centro de mi Misericordia. Tam tar en el monumento de Artigas. Tras ellos
bién tú, encárgate de costear unos palmos, lá formaron los seiscientos ex-alumnos en cobrame un pedacito de mi futura viña.
liunnas de ocho, cantando canciones argenti
¡Qué dicha la tuya poder cultivar un tro- nas y alternando los vivas y burras al Uruguay
cito de este monte sin moverte siquiera de casa! y a la Argentina y a la confrateniidad de am
Es éste un cultivo que lo pueden hacer los en bos países.
fermos como los más robustos, los ancianos al
Cerraba la marcha el bizarro batallón 3® de
igual que los jóvenes, los caballeros, las se esta Capital, llamando poderosamente la aten
ñoras, los niños, las ninas... todos pueden cul ción por su hermosa y bien entonada fanfarra.
tivar un pedacito de este monte.
Al llegar a las calles principales el numeroso
Adelante, almas amantes de Jesús, nadie piiblico que transitaba jx»r ellas fué engrosando
diga que no.......................................................... nuestras filas tanto que el llegar a la plaza InCon mil gracias anticipadas pide por tí al dependencia formaba una columna de varias
Sagrado Corazón de Jesús éste tu
cuadras. Una vez frente al monumento del
afmo. s. s. y Capellán,
prócer orie:ital la muchedumbre se agrupó
E rnesto Mis l if t t i *.
compacta frente a él para escuchar el canto
de las canciones patrias y la palabra vibrante
y emocionada del representante argentino se
M ON TEVID EO (Uruguay) — Excursión de
ñor Amadeo Barouse, al que contestó con vma
^ Ex-ulamnos Argenfinos.
inspirada improvisación el ex-diputado Turena.
El sábado próximo pasado, salió de la dárEl 20 por la mañana, después de escuchar
•ena Sur, rumbo a Monte\’ideo, el vapor Lon la misa en los Talleres se repartieron en grupos
dres, expresamente fletado por las Asociaciones por la ciudad para visitarla.
de Ex-Alumnos de Don Bosco para trasladar
A las 18 horas, se quemaron los fuegos arti
Boa numerosa y caracterizada delegación que ficiales en los talleres entre las piezas de la.s
( 318 )
CAdÍ£ (Esp.) - Exposición escolar (curso 1929-1930).
bandas uruguayas y argentinas. Después se
sirvió la cena, en la que se cambiaron expre
sivos y entusiastas saludos. Presidió el Exmo.
Señor Arzobisix> de Montevideo, doctor Juan
Francisco Aragone, quien, al fin, tuvo palabras
cariñosas y sinceras de felicitación y augurios.
Luego se inició la columna para regresar al
puerto en manifestación. Encabezaban los
Vanguardias Uruguayos de los Talleres de Don
Poseo; seguían los exploradores de don Poseo,
batallones i y 3, los ex-alunmos y cerraban
los batallones 4 y 24.
A cargo del orden actuaron como comisa
rios las señores José R. Cristofani y Domingo
Turrano, mereciendo unánimes elogios por el
buen desemjHfño de su cometido.
La despedida en el muelle fué realmente
emocionante. Dióla ]X)r los argentinos, el se
ñor Carlos Conci, quien fué contestado ix>r el
Exemo. Sr. Arzobispo. Se tocaron ambos him
nos y luego entre vivas eut\;siastas, largó
unmrras el Londres.
CA.DIZ (España) — Solemne reporto de
premios con asistencia de las autoridades.
A las seis de la tarde de ayer, tuvo lugar
•el solemne reparto de premios en las Escuelas
Salesianos, que fué presidido por las autoridades
En im estrado, colocado en el hermoso pa
tio principal, tomaron asiento con el Rvdmo.
e limo. Sr. Obispo de la Diócesis, don Marcial
López Criado, el excelentísimo señor goberna
dor cLdl de la provincia, don Gustavo Morales
de las Pozas; comandante de Marina don Julio
Várela, vicepresidente de la Exema. Dipu
tación provincial, don Francisco ’ Salazar y
I/astra; limo. Sr. Delegado de Hacienda, doa
Juan J. Granja Caballero; abogado del E.stado,
don Félix Bragado; R. P. Superior de los Paules;
Superior de los Agustinos, Padre Nemesio Gon
zález; R. P. Fray Adriano Suárez O. P. y
don Modesto Jiménez, director de la Casa.
Sobre la presidencia veíase un precioso cuadro
de María Auxiliadora y los retratos de S. M. ti
Rey, don Alfonso X III y del Beato don Bosco.
El adorno del patio consistía en banderas
de los colores nacionales y los escudos.
I./a banda del Colegio situóse en un ángulo
del patio, ejue estaba totalmente ocupado por
los niños que allí reciben educación y por sus
familiares e invitados.
Dió comienzo el acto con un bonito pasodoble interpretado por la banda, cantando
a continuación tqdos los alumnos el himno al
Beato don Bosco.
Seguidamente uno de los pequeños recitó
la poesía: «Salve ¡oh Don Bosco! » siendo muy
aplaudido.
«La Aurora» (canto), fué también muy aplau
dida, así como el monólogo «¿Verdad que sí?»,
dicho con mucha gracia por un pequeño salesiano.
Igualmente merecieron aplausos «Museta »,
fantasía de la Opera, tocada por la banda;
el nronólogo: * Quien siembra vientos »; «A
la mar », (barcarola); la poesía <Ix)S que saben
triunfar», y el «Himno a Domingo Savio 1,
cantado por los alumnos con acompañamiento
de banda; el diálogo « Calabazas »; o Canto a
Murcia », sólo y coro a tres voces y •; I^a Rosa
del Azafrán », jota de J. Guerrero, que inter
pretó la banda.
El abogado del Estado, don Félix Bragado,
al levantarse para dirigir-la palabra a los pre
sentes, es acogido con una salva de aplausos.
Entonó un cauto a la acti\-idad salesiana
en el campo de la educación y de la beneficiencia y tanto durante el discurso como al
final fue entusiastamente aplaudido.
A continuación tuvo lugar el reparto de
premios a los alumnos de las distintas clases
talleres, los que eran acompañadas hasta la
pre.sidencia por un padre salesiano, enseñando
al Sr. Obispo y demás autoridades los premios
(jue recibían.
Estos, consistían en diplomas, medallas, li
bros, trajes y útiles de trabajo, según el taller
al que pertenecen.
Seguidamente interpretó la banda «La can-
( 319 )
Cádiz (España). — Presideacia de la reparíición de premios en las Escuelas Salesíanas.
rión del Harén #, cantando el coro de alumnos
i La crítica de la velada *.
El señor Obispo de la diócesis dirigióse a
los presentes, díciet.do que hablaba en su
nombre y en el del Patronato del Colegio,
agradeciaido a las autoridades su asistencia
al acto, el cpie enaltecían y honraban y a don
Félix Bragado por su interesantísimo discurso.
Se extiende en atinadísimos párrafos, en
salzando la importancia del acto celebrado,
felicitando a los escolares y haciendo votos
para una vida siempre más prospera de tan
importante centro de educación.
VALENCIA (España). — Homenaje a un
Cooperador. — El pasado domingo tuvo lu
gar en el colegio de los Padres Salesianos un
acto en homenaje al insigne bienhechor de las
Escuelas-Salesianas, don Enrique Vallbona.
A la institución salesiana y a su creciente
desarrollo en nuestra ciudad, donde tanto ha
laborado por el bien de la clase trabajadora,
Principahnente en la barriada de San Antonio
de la calle de Sagunto, va intimamente unido
d nombre de don Enrique Vallbona, que con
celo de verdadero apóstol seglar y con el entu
siasmo en él tan característico trabajó siempre
cwi denuedo por el éxito de cuantas obras
■i
nacieron por iniciativa de los hijos del Beato
Don Bosco.
Si 1^ piedras del hermoso edificio levantado
por los Padres Salesianos hablaran, nos refe
rirían las abnegaciones y nos descubrirían actos
heroicos no sólo de sus generosidades, sino de
las que se realizaron merced a sus fructíferas
gestiones.
Pero una de las obras salesianas más mi
mada por las exquisitas generosidades de tan
insigne bienhechor es la Cooperativa de Casas
baratas Don Bosco, que ha levantado un her
moso barrio en las cercanías de las Escuelas
Salesianas. Ixw componentes dé esta Coopera
tiva, con su Jmita directiva al frente, han
querido testimoniar su agradecimiento al se
ñor Vallbona, y al efecto organizaron un ho
menaje, que tuvo lugar el pasado domingo
en el teatrito de los Padres Salesianos y con
la concurrencia de numerosos cooperadores
salesianos, de la casi totalidad de los habitantes
del barrio de Don Bosco y de los niños internos
y externos de las escuelas.
Dió comienzo alrededor de las seis de la
tarde, con tm hermoso himno cantado por to
dos los niños. El presidente de la Cooperativa,
don Joaqum Aznar, en breve, pero sentido dis
curso, ofreció al homenajeado un artístico per-
-( 320 )gamillo, encerrado en lujoso marco, obra que
honra al artista don Francisco Cortina, su autor,
en el (jue se nombra a don Enrique Vallbona
presidente honorario de la Cooperativa Don
Hosco, lía brillantes párrafos hace resaltar la
labor (lue realizó el insigne homenaj'eado, que
salvó a la Junta administrativa de serias di
ficultades en momentos críticos, y le presenta
como modelo por su celo en favor de las obras
sociales católicas, especialmente las salesianas.
Sus viltimas palabras fueron acogidas con pro
longados a])lausos.
Da orquestina «Don Hosco », integrada por
elementos del barrio obrero del mismo nombre,
interpretó varias composiciones escogidas entre
las que fonnan su rejXírtorio, y se proyectó
una película en tres partes, sobre las obras saiesianas en Valencia.
A continuación, el Padre Daniel Conde,
Director de las Escuelas Salesianas, con pa
labra fácil y elocuente liizó el resumen del acto,
siendo muy aplaudido.
N E C R O L O G IA
Don Palmiro A. Pedemonfe.
Con profundo pesar, pero resignados a los
inescnitables designios de Dios, debemos dar
la dolorosa nueva del fallecimiento del fiel
y generoso bienhechor, D. Palmiro
Pedemonte.
Los que le hemos tratado diariamente y
en la intimidad, podemos proclamar con sin
ceridad y sin temor a ser desmentidos, que era
todo un caballero de sentünientos nobles, siem
pre dispuesto a hacer el bien e incapaz de per
judicar a otros.
Nada hacía presagiar su muerte, pues se
le veía ocupado en sus habituales queliaceres,
siempre pronto a proseguir en sus negocios a
pesar de los factores adversos, inquebrantable
en su propósito de conseguir un bienestar a
su familia y de llamar la atención de los pode
res públicos, jx)r medio de la prensa y entre
vistas en favor de esta casi olvidada pou'ión
de suelo argentino.
A ól le cabe el honor y la gloria de hal>er
contribuido eficazmente a la fundación de los
colegia** * San José * y de * Marín Auxiliadora »
de P. Deseado. Además su ctisa fué la casa del
misionero, su familia cooi>eró sienipre al me
jor éxito de las funciones ixirroquiales prepa
rando niüirs y uiiu'w a la i* comunión, arre
glando la iglesia, los onianientos sagrados, pres
tándose para enseñar, cantar y acompañar con
el armonio las alabanzas religiosas, etc., etc.
Al sepeho de sus restos mortales en el pan
teón que la familia Pedemonte tiene en Quilines
(Prov. de Es. As.), acudió rin crecido número
de amigos, compañeros y admiradores. Rezados
los responsos de rúbrica, dióle una despedida
muy afectuosa el Ing. Briano, recordando ade
más los méritos conquistados por don Palmiro
en 23 años de trabajo en la Patagonia.
A su desolada y digna esposa y amantes
hijos, a su afligida madre y demás parientes, ha
cemos llegar una vez más nuestra pésame y
la promesa de nuestras oraciones y la de les
niños por su bendita alma.
Don Lorenzo de Irizar y Avüés.
En la madrugada del domingo 20 del actual,
falleció en Alicante don Lorenzo de Trizar y
Avilés, abogado y notario, que durante m¿
de treinta años ejerció su profesión en aquella
ciudad.
Grandes eran los talentos del señor Trizar,
quien después de obtener por oposición di
ferentes notarías, ganó, también por oposición,
muy joven, aún, la de Alicante donde por su
gran competencia y por su atrayente simpatía
supo captarse el afecto y la confianza de to
dos, hasta el punto de que no sólo su despacho
llegó a ser el primero de Alicante, sino que en
algunos años fué el señor Trizar, según las esta
dísticas, el notario que más documentos auto
rizó en España.
Para cuantos le trataban, no sólo era el no
tario conocedor de la ley sino también el con
sejero prudente y el amigo leal. Por eso su
muerte ha sido sentidísima.
Hombre de arraigadas convicciones cristianas,
recibió con fervor los Santos Sacramentos, edi
ficando a todos.
Por expresa disposición del finado, no se
repartieron invitaciones para su entierro que
fué modestísimo, y tuvo lugar a las seis de la
mañana del lunes 21.
R ecordad en vuestros sufragios a:
C.-VL1 (Coi.OMniA). — Manuel María Herrera.
BOLLTGA (Españ .v). — Dña. Petra Hosma.
LA BISBAIv (Esp .\íía ). — Don Luis Ramió
Santa.
MALAGA (Esp .\Ra). — Sta. Pittaluga y
González.
MADRID (EspaR.\). — Exmo. Sr. Marqués
de Casa Palacio y Dña Antolina Nogueras.
R . /. P.
C o m aprobm cíám d e la a a lo r ld a d e d e s iá a líc m .
GercBle: D. DO.VIENICO GARNERI.
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C a r a o R e g in a M a r g fte r ifa , ¡ 7 6 ,
-
Fecha
-
1930.10