BS_1928_10

Ficha

Título
BS_1928_10
Descripción
Boletín Salesiano. Octubre 1928
extracted text
Año XLIII.

O CTU BRE, 192b

Número 10.

BOLETÍN SALESIANO
REVISTA DE LA S O BR A S DE DON BO SCO

S U A \A R IO : D e ia Crazada Misionera: La pfigina de oro. — La San ia Cruzada se va exlendiendo. - Por
iniercesión del Vble. Juan Bosco. — D e nuestras M isiones: Matto G rosso (Brasil). - Desde las selvas del
Ecuador. - D e la Pafagonia (Argentina). — Culto de M arta A xiliadora: La Virgen de Don Bosco (X X I) Los triunfos da M aría Auxiliadora: Toledo - Tunja - Alicante > lim a - C alí - Granada — G racias. — Por
el Mundo Salesiano: El primer Congreso M ariano del Ecuador. - Tunja: Después de un lustro de labor
salesiana. - A yagualo: Progresos de la C a sa de Formación - AI vuelo: Bahía Blanca - La Coruña - lim a
- Tucumán - Viedma. — Tesoro espiritual. — Libros saleúanos — Los que mueren: Dña. Carmen Fernández
Dña. Amelia Vivé, etc.

De Iq Qruzada Misionera.
L A P A G IN A D E O R O
He aquí la tercera lista de Becas Misio­
neras completas recibidas, fruto de la
Santa Cruzada, que en el nombre de Don
Bosco se va extendiendo por el mundo
entero.
26. Beca S . AI. la Reina Elena

por iniciativa de la Junta Central de las
Cooperadoras Salesianas.
27. Beca AI. Catalina Daghero

ofrecida por las Hijas de María Auxilia­
dora de Nizza ( Italia) en ocasión del ono­
mástico de D. Felipe Rinaldi.
26. Beca M anuel Frassaíi

fundada por los Condes Mauricio
Luisa De Maistre.
29 y 30 . Beca E l pequeño Serafín Gu­

stavo AL Bruni
ofrecidas por sus devotos.
31 . Beca Emilia B ellia Abate

fundada por el Sr. Comendador, Pedro
Vicente Bellia, en memoria de su inolvi­
dable consorte, recientemente fallecida.

32 .

Beca N fra. Sra. de Lorefo
a cargo de los Cooperadores Salesianos
de Las Marcas.

33 . Beca Bachicha (i)

por donativo de un distinguido Coope­
rador genoves.
34 . Beca Luisa A/fazio Camerana.
35. Beca Don Bosco (II).

por iniciativa de los alumnos del Co­
legio de Valsálice (Turín-Italia).
36 . Beca Don Nassó

a cargo de los exalumnos liceístas del
Colegio de Valsálice.
37 . Beca Don Vicente Cimatti

como testimonio de gratitud de los exa­
lumnos normalistas del Colegio de Val­
sálice.
38 . Beca San Ju a n Bautista,

cuyo importe se encontró en el cepillo
del Colegio del Sagdo. Corazón en Roma.
( i) Nombre familiar

genavés

por |uan Bautista.

290

La Sania Cruzada se va extendiendo
Los Ex^alumnos
de la República Argentina.
La Revista « Exalumnos de Don Bosco»
que con tanta constancia, tesón y valentía
sostiene entre los numerosos exalumnos
argentinos el sagrado fuego del entusiasmo
por todo lo bueno y por todo lo salcsiano,
invita a todos los Centros a sumarse con
brío a la Santa Empresa.
En lugar de honor publica la siguiente
carta de nuestro Prefecto General:

A los exalumnos Argentinos:

T urín, que ha ofrecido ya tres becas de­
dicadas a « Don R inaidi», a « Don P a via »
y a «Domingo Savio», propone la forma­
ción de tres primeras becas argentinas,
dedicadas al « Cardenal Cagliero », a « Mons.
Costamagna» y a «Don Jasé Vespignani».
¿Cuánto tardaremos en poder dar la no­
ticia de que las tres becas están ya cu­
biertas ?

El mejor premio.

Los rasgos nobles y generosos a que
da lugar la Cruzada Misionera, van en
A vosotros, hijos de esa hermosa e hidalga aumento y dan la seguridad de que esta
tierra, que ¡os Salesianos llaman con orgullo empresa se ha de ver coronada del más
su segunda Patria, a vosotros permitid que lisonjero éxito. Ved el hermoso ejemplo
05 dirija un llamamiento especial para ¡a
que dan las alumnos del Colegio de Sfa.
cruzada Misionera.
Dorotea, dirigido por las Hijas de María
La Argentina que, primera abrió los Auxiliadora de Barcelona-Sarriá (España).
brazos a ¡os hijos de Don Bosco, sabrá ocupar
Faltaban pocos días para la deseada
en esta noble palestra de fe y civilización fiesta de la repartición de premios, cuando
el lugar preferente que le corresponde.
se recibió una carta de la Presidente de
Las páginas de gloria escritas en vuestros la Unión Internacional de Exalumnas, en
inmensos territorios por ¡os Apóstoles que la que se pedía a cada Inspectoría de las
responden a ¡os nombres del Card. Cagliero, Hijas de María Auxiliadora la formación
Mons. Costamagna, Mons. Fagnano, Don de una beca misionera con el concurso
Milanesio, y otros muchos, esas páginas de todos los elementos que integran las
habéis de querer que otros Apóstoles, con diferentes Casas: alumnas, exalumnas,
vuestra cooperación valiosa, las escriban en cooperadoras, etc.
.otras tierras y en medio de otros pueblos
El entusiasmo misionero de las alumnas
hermanos.
desea responder con prontitud y genero­
¡A la obra pues! ¡E l Sucesor de D. Bosco sidad al llamamiento; se hacen varias
os invita; Dios lo quiere!
propuestas, se quiere reunir pronto alguna
Cada agrupación de Exalumnos debe cantidad que haga que el Colegio de Sta.
formar «su Beca» y comunicar alientos y Dorotea figure entre los primeros y en
apoyo eficaz a los Cooperadores y Coope­ puesto de honor. Pero las bolsas están
radoras de la Obra Salesiana.
exhaustas. ¿Q ué hacer? El ideal misio­
¡Nobleza obliga! M aría Auxiliadora ben­ nero es rico en iniciativas y entre las que
decirá vuestros esfuerzos y el mundo entero componen la Junta Mhionera surge una
aplaude desae ya a vuestros seguros triunfos. feliz idea, que, expuesta a la Directora y
Todo os lo agradece de corazón vuestro por ésta a las demás colegialas, es acogida
por todas con gran entusiasmo, no obstante
afmo. en J . C.
quesupone un sacrificio de los más costosos:
Pedro R icaldone, S.S.
renunciar a los premios de fin de curso
Y luego, después de señalar a la admi- para que su importe sea destinado a la
i\Kión de los exalumnos el ejemplo dcl Beca Misionera de las Hijas de María
Círculo Auxiiium dcl Oratorio Festivo de Auxiliadora de España.

291
Y como se propuso se hizo. El día 22
julio, fijado para lá repartición de pre­
mios, llegó la Rvda. Inspectora, M . An­
gelina Chiarini, para presidir aquel último
acto del año escolar. Llegada la hora se­
ñalada, la Srta. Teresa Gallart, Secretaria
de la Junta Misionera, abre la Velada con
la lectura de un discursito que titula:

nobles y generosos que produce la edu­
cación salesiana.
¡ Bien por las alumnas del colegio de
Sta. Dorotea! El premio a que habéis
renunciado np lo habéis perdido; al con­
trario, se convertirá en un premio eterno
que ceñirá vuestras sienes de especial y
preciada corona.

Barcelona-Sarriá (Espafia) - Las alunmas del Colegio de Sfa. Dorotea, qoe renonciaroa a sos
premios en pro de la B eca M isiooera.

« Sacrificio se paga con sacrificio*. En el,
recuerda los sacrificios hechos por los
padres para dar cristiana educación a sus
hijas, la abnegación y sacrificio de las
maestras y educadoras y dice que las co­
legialas se sienten gozosas de poder co­
rresponder a tanto desvelo con otro sacri­
ficio, privándose del correspondiente pre­
mio, para que su importe sea invertido
en la Beca Misionera. Y en un párrafo
conmovedor, la pequeña oradora ofrece
a la Rvda. M . Inspectora la cantidad
de 500 liras, fruto de aquel acto gene­
roso.
Después del discursito se suceden otros
números, impregnados todos ellos de espí­
ritu misionero y los que pensaron asistir
a una solemne repartición de premios, se
encontraron con la sorpresa de una velada
misional, viendo con sus propios ojos
y contemplando conmovidos los frutos

Un regalo de D. Bosco.
En el cepillo para donativos en favor
del internado del Sagrado Corazón de
Jesús, en Roma, el día 22 del pasado junio
se encontró un sobre cerrado con esta di­
rección: A los Salesianos de Don Bosco, para
abrirlo el día 24. Y el sobre fué abierto
el día 24, fiesta de San Juan Bautista; con­
tenía 20 billetes de a mil liras y un papelíto con estas solas palabras: Para una
Beca Misionera. Fácil es imaginar la sor­
presa y alegría de los Salesianos de aquella
Casa, que vieron en aquel hecho un re­
galo de Don Bosco en el día de su Santo.
¿N o habrá servido esto para premiar la ge­
nerosidad con que dicha Casa se ofreció
á costear cinco becas Misioneras, una a cargo
de los artesanos, otra de los estudiantes,
otra de los exalumnos, otra de los Coope­
radores y otra de los Salesianos?

igz

Cumiana (Turin-Iíalia) - El nuevo edifício para la formación de misioneros a^icuUores.

Curoiana (Turin-Italia) - IÍ Rvdmo. S r . D . Felipe Rtnaldi. prononciando el discurso de gracias
en la solemne inauguración de la Granja Agrícola Mi^onera.

J

295
Para la formación
de misioneros agricultores.
A su debido tiempo dimos cuenta de
la colocación de la primera piedra para
una nueva Escuela Agrícola salesiana
destinada a la formación de coadjutores
misioneros agricultores, en Cumiana, a
32 Km. de Turín y, apenas trascurrido
un año, el proyecto se ha convertido en
consoladora realidad.
Un magnífico edificio, según planos
del arquitecto salesiano Sr. Valotti, ha
surgido como por encanto, debido a la
generosidad de almas buenas y ha sido
dotado desde el primer momento de todos
los gabinetes, aparatos y maquinarias que
exige la moderna técnica agrícola, para
una explotación verdaderamente científica
de la tierra.
La inauguración oficial dió lugar, el día
29 del pasado julio, a una solemnísima
fiesta que reunió en la nueva Colonia
Agrícola a todas las autoridades de la
localidad y a gran número de personali­
dades de Turín que hacían corona al
Exemo. Sr. Pablo Boselli (anciano de
90 años, varias veces ministro y munífico
bicnhedior de la Granja, que se levanta
en su pueblo natal), al Sr. Obispo de Pinerolo, Mons. Bartolomasi y a nuestro
Superior General D. Felipe Rinaldi.
El acto revistió además caracteres de
homenaje al Sr. Boselli, que a pesar de
sus 90 años pronunció el discurso oficial
de la ceremonia. Y de ofrecerle el homenaje
se encargó nuestro venerando Don Juan
Francesia, también él de 90 años y amigo
del Sr. Boselli desde su juventud, con

una larga poesía declamada con donaire
y brío, en la que recordaba los grandes
méritos del festejado, el cual se conmovió
profundamente, abrazándose ambos an­
cianos en medio de una ovación prolon­
gada y afectuosa.
Grandes son los resultados que se
esperan de la nueva Escuela Agrícola,
pues bien sabido es cuanto sirve la agri­
cultura para la civilización y perseverancia
de las tribus evangelizadas y para el soste­
nimiento y prosperidad de las mismas
Misiones.

i IM P O R T A N T E !
Rogamos encarecidamente a los encar­
gados de publicaciones, Revistas, Hojitas
salesianas, por pequeñas que sean, manden
siempre dos ejemplares a la Redacción del
Boletín Salesiano, uno para entresacar no­
ticias {en el cual conviene sean señaladas
aquellas cuya publicación interese) y otro
para conservar en la Biblioteca Salesiana
de la Casa Madre, donde se desea reunir,
además de los libros editados en nuestras
Tipografías, todo ¡o que de algún modo
refleja la vida de nuestras Casas y Misiones:
Fotografías, opúsculos, números únicos,
artículos en la prensa local, programas de
fiestas etc. Nada se pierde, todo se conserva
y llegará con el tiempo a constituir un ver­
dadero tesoro para ¡as crónicas- de nuestra
Congregación. Gracias anticipadas.

Por intercesión del Vble. Juan Bosco.
Curación prodigiosa.
Sor María Josefina Massimi, Agustina del
Monasterio de Sta. Lucía en Selci(Roma), sufría
desde hacia 9 años, agudos dolores de estómago
y el 26 de abril, un ataque, en extremo violento,
del mal la obligó a ponerse en cama.
El Dr. Gioazzini, medico de la comunidad
que la visitó el día
de mayo, ordenó algunos
calmantes que tuvieron que suspenderse luego,
porque el estomago no los aguantaba. Viendo
el Doctor que a pesar de sus solícitos cuidados

el mal se agravaba más y más, a los tres días
aconsejó a la Madre Priora, Sor María Vicenta
Sbordoní, una consulta con otro Doctor.
Entre tanto, el día 5 de mayo, la enferma,
dándose cuenta de la gravedad del mal, empezó
una novena al Vble. Juan Bosco, al que profe­
saba singular devoción y al que conocía por Ja
lectura del Boletín Salesiano.
El día 4 de mayo, habiendo hecho llamar al
Confesor, (un Salesiano de las Escuelas del
Sagrado Corazón de Roma), se confesó con
especial esmero para recibir con mayor fervor

294
a la mañana $ig:uiente la Sagrada Comunión y
estar así preparada, si tal fuera la voluntad de
Dios, para el supremo viaje. Habiendo notado
el confesor que la religiosa llevaba prendida
sobre el pecho una estampa de Don Bosco, le
prometió que cuando volviera a verla le traería
una reliquia del Vble. Don Bosco y que la re­
comendaría al Señor en la Santa Misa.
El día 5 de mayo, siguiendo el consejó del
médico, la M . Priora llamó al distinguido Dr.
Kicoifi, que había sido también médico de
aquella Comunidad y que por lo tanto hacía
años que conocía a la enferma. Y después de
un diligente examen, el médico declaró que se tra­
taba de una úlcera enclpíloroyquehabríaaconsejado un examen radioscópico para una inme­
diata operación quirúrgica, si no lo hubieran
desaconsejado las condiciones de debilidad en
que se encontraba la enferma; la cual, a su vez,
consultada si deseaba someterse a la operación,
contestó que no estaba dispuesta a ello y que
preferia morir, si tai era la voluntad de Dios.
Sin embargo ella continuaba confiada la no­
vena al Vbic Juan Bosco; pero sucedió que el
viernes día 11 de mayo, último de la novena,
en lugar de curarse, empeoró grandemente. La
temperatura superior a 40®, continuas ansias
de vómito, bocanadas de sangre, insomnio, ca­
lambres al vientre; no le dejaban un momento
de descanso ni de día ni de noche.
Aquel mismo día 1 1 , Sor María Josefina re­
cibió de su confesor la prometida reliquia de
D. Bosco, consistente en una estampita del Ve­
nerable con un pedacito de tela de sus vestidos.
La colocó junto a la otra estampa que ya llevaba
y que le gustaba porque tenía impresa interna­
mente la oración por la beatificación del Vble. D.
Bosco y empezó en seguida una segunda novena.
Al sábado siguiente los dos médicos, después
de un diligente examen, viendo que la enferma
no podía retener alimento alguno, quisieron
Intentar una nutrición artificial; pero tuvieron
que desistir en seguida, porque, resultaba in­
soportable para la enferma.
Viendo que el caso era desesperado la Madre
Priora, hondamente afligida ya por la muerte
de otras dos hermanas, acaecida pocos días antes
en el mismo Monasterio, y, queriendo por otra
parte, agotar todos los medios para salvarla, la
invitó a beber algunas gotas de agua de la
Virgen de Lourdes, en la esperanza de que la
taumaturga Virgen quisiera concederles la gracia
Y ó cuál no sería su sorpresa al ver que la en­
ferma, respetuosa pero resueltamente, rechazó
el agua diciendo: Madre, yo no tengo que beber
agua de Lourdes, porque si luego me curara,
no sabría a quien atribuir la gracia.
.Avisados de la gravedad extrema del mal los
padres y dos hermanas de la enferma acudieron
inmediatamente a Roma, y, obtenidos los de­

bidos permisos, entraron en la clausura para vera
la enferma. Es difícil imaginar la dolorosa impre­
sión de aquellas buenas personas que, después
de darle el último adiós, se fueron consternadas,
con la persuasión de no volverla a ver más.
Antes de salir del Monasterio, se encontraron
con el médico, quien tuvo que decirles que,
tratándose de una úlcera en el estómago, no
podían hacerse ilusiones.
Al llegar el 15 de mayo, precisamente el día
en que los Salesianos de todo el mundo empie­
zan la Novena de la fiesta de María Auxiliadora,
Sor María Josefina que se hallaba ya en el quinto
día de la segunda novena, tuvo un sueño que
no quiso manifestar sino a la madre priora y al
día siguiente a su confesor.
He aqui sus palabras textuales: He soñado
que el Vble. Don Bosco ha venido aquí con dos
niños y me ha dicho en voz baja, de manera que
ellos no lo oyeran: — Yo soy Don Bosco y he ve­
nido para concederte la gracia que me has pedido,
según la voluntad de Dios; ten fe, se paciente en
sufrir todavía algunos días, pues el domingo fe
concederé la gracia.
Naturalmente no se hizo gran caso de este
sueño^ tanto porque Don Bosco no especificaba
la gracia que quería conceder, como también
porque la misma enferma, con el pensamiento
siempre fijo en su Vble. Protector, temía ser
víctima de una ilusión.
Pero cuando el miércoles, día 16, propusieron
a la enferma administrarle la Extremaunción,
ella misma, a pesar de declarar que no prestaba
fe al sueño, rogó que la aplazaran hasta el do­
mingo, pues tenía el presentimiento de que Don
Bosco le reservaba alguna sorpresa agradable.
Al día siguiente, la Madre Priora hizo em­
pezar a toda la Comunidad un triduo a María
Auxiliadora, para pedir la gracia por intercesión
de su fiel Siervo, Don Bosco.
El viernes, día 18, Sor María Josefina tuvo
otro sueño que le produjo grande agitación y
que la hizo llorar abundantemente. Pero no
quiso referirlo ni a la Superiora, ni a sus her­
manas de religión por miedo de que la tomaran
por supersticiosa, visionaria o soñadora. Sólo
al día siguiente se decidió a manifestarlo al con­
fesor, para quitarse el escrúpulo de falta de
confianza en él.
He aquí sus palabras: Padre, ayer Don Bosco
se me ha aparecido de nuevo en sueños. Llevaba
doblado en el brazo mi hábito negro, el que nos
ponemos los días de fiesta, y dejándolo sobre la
cama me dijo: Te queda todavía un día de sufri­
mientos y luego te curaré. Domingo dirás al Con •
fesor que te diga'. — En nombre de Don Bosco
levántate de la cama que ya estas curada.
El confesor aconsejó a la religiosa que no
hiciera caso de tales sueños, pero para no dejarla
desanimada, añadió: — V . esté siempre dis-

295
puesta a cumplir en todo lá voluntad de Dios
y si mañana, cuando vuelva, la encuentro curada,
le regalaré una vida del Vble. Don Bosco.
Y llegó el domingo. El triduo y las novenas
habían terminado; pero desgraciadamente, con­
tra la esperanza de todos, Sor María Josefina
seguía gravísima, habiendo tenido durante la
noche varios vómitos de sangre y fiebre altísima,
que alejaba toda esperanza de próxima curación.
A las 5 y media de la tarde llegó el confesor.
Informado por la M . Priora del gravísimo estado
de Sor María Josefina, entró en la celda de la
enferma, decidido a administrarle la Extremaunción. Y he quí que la escena cambia repenti­
namente. Pero dejemos la pluma a la enferma,
la mejor .testigo de todo lo que sucedió;
E J domingo, día zo de mayo, esperaba ansiosa
a mi confesor para recibir la Extremaunción.
Finalmente a las cinco y media llegó y después de
breve diálogo sobre mi salud, le dije: —Padre, be
acabado ¡a segunda novena y todavía me encuentro
en ¡as mismas condiciones de antes y aún esta
misma noche he tenido vómitos de sangre. Entonces
él me dijo: En nombre de Don Bosco, ¿por qué no
prueba V. levantarse? Y como yo me sentía sin
fuerzas para ello, le dije: Padre, me siento sin fuer­
zas. y él por segunda vez me dijo: ¿Y si yo le dijera:
por obediencia, en nombre de Don Bosco, leván­
tese? En aquel instante, sentí en todo mi ser una
Sacudida extraña, empecé a mover ¡as piernas {lo
cual no podía hacer desde hacia varios días), y los
dolores del estómago habían desaparecido. Es decir
en un momento me sentí volver de muerte a vida.
Entonces mi confesor, el salesiano Rvdo. Pedro
Ubezzi, llamó a la Madre Priora, que vino con
otras hermanas y le dijo: Madre, Sor María Jose­
fina está curada; hágala levantar. A estas palabras,
quedaron como aturdidas, mirándose unas a otras
y una de ellas, en su sencillez, dijo: Pero, Padre,
es una imprudencia hacerla levantar. Y el con­
fesor: ¿ Y ¡a fe y la obediencia dónde están? —
Me levanté rápidamente, vistiéndome sin auxilio
de nadie, y sin apoyo alguno salí de mi cuarto y
empecé a correr como si nunca hubiera tenidonada.
A l poco rato me vi rodeada de todas mis hermanas
de religión, atónitas al verme instantáneamente
curada. Tomé en seguida leche con bizcochos, sin
notar la menor molestia.
A l día siguiente, zt de mayo, volvieron ¡os dos
médicos que quedaron admirados al verme en con­
diciones normales, tanto que se despidieron feli­
citándome por mi inesperada curación. Desde el
domingo día 20, hasta hoy 70 de mayo, he podido
nutrirme y tomar cualquier clase de comida.
Todo lo que he declarado es ¡a pura verdad y
sea para gloria de mi grande abogado el Vble.
Don Bosco, a quien estaré agradecida por toda la
vida y procuraré propagar su devoción.
'{O de mayo 1928.
S

or

M

a r ía

J o s e f in a M

a s s im i.

Hasta aquí la afortunada religiosa. Como con­
clusión y para confirmación del hecho añadimos
el certificado de los dos médicos que la cuidaron
y que quedaron sorprendidos ante una curación
tan repentina.
Los infrascritos certifican haber asistido a Sor
María Josefina Massimi, del Monasterio de las
Agustinas de Sta. Lucía, en Selci. Atacada de
fuerte gastralgia se fué agravando cada vez más
a causa de persistentes contracciones del vientre,
de continuados vómitos de alimentos y de sangre
y con una anuria que duraba ya de tres días. Todos
los remedios que se le prodigaron dieron escaso re­
sultado, tanto que las condiciones generales de la
enferma, a causa de ¡a grave astenia que sobre­
vino, empezaron a preocupar seriamente; cuando
improvisamente cesaron los dolores y molestias, de
manera que el día 21, cuando nos disponíamos ha
hacer la diaria visita a la enferma, la encontramos
en condiciones normales y con el estómago funcio­
nando normalmente.
Roma, 26 de mayo 1928.
Dan fe
Dr. L u i s G io a z z in i
Dr. A l e ja n d r o R i c o l f i .

R o sa r io (Argentina). — Desde varios días
sufría terribles dolores en los intestinos y el fa­
cultativo, después de serio examen, declaró
tratarse de un enfermedad seria y que en cpso
de no cesar los dolores, sería necesaria una ope­
ración. Horrorizada ante tal pensamiento, en
buena hora me encontré con un Padre salesiano,
quien me aconsejó que me encomendara a D. Bo­
sco y luego me envió una reliquia del Venerable.
El primer día que me coloqué la reliquia se
aumentaron los dolores, tanto que pensé que
el Vble. Don Bosco no me quería escuchar y
así se lo dije al mismo Padre salesiano, quien
me incitó a tener fe y a prometer dedicarme a
la salvación de las almas y a proteger las Obras
Salesianas.
Empecé en seguida una "Novena y desde
aquel momento cesaron los dolores y al tercer
día, cuando el Doctor volvio a examinarme, con
gran sorpresa no encontró ni rastro de enfer­
medad. Hoy sana, contenta y sumamente agra­
decida al Vble. Don Bosco, cumplo la promesa
que hiciera de publicar la gracia en el Boletín
Salesiano, y envío una limosna que no será la
última para las Obras del Vble. Don Bosco.
Al hablar de Don Bosco, como de los demás Siervos
de Dk», nos importa hacer constar que no queremos
en manera alguna contravenir a las disposiciones ponti»
fidas, ni atribuir a ningún hecho una autoridad superior
a U que merece un simple testimonio humano, ni pre­
venir á iludo de U Igldáa, de la cual, a eíemplo de
Don Bosco nos gloriamos de ser obedientísiraoi hijos.

A íravés de las selvas vírgenes
del Matto Grosso (Brasil)
(Relación del P. Colbacchiní).

Rvdmo. Sr. D. Felipe Rinaidi:
Quizá le llegue algo retrasada esta re­
lación de mi viaje por el bajo Araguaya,
a través de la región que se extiende entre
el Araguaya y el Río das Mortes. No dudo
que será de su agrado, pues servirá para
hacer conocer las grandes dificultades con
que tropieza el pobre misionero.

En Dumbá Grande.
Una vez llegados, por el Araguaya, a la
localidad llamada Cocalinho, yo con al­
gunos compañeros me separé de la comi­
tiva de VIons. Couturon para internarnos
entre las selvas y estepas jamás pisadas
por planta civilizada, que se extienden en­
tre el Araguaya y el río das Mortes. Estos
dos grandes ríos nacen en la meseta central
del Matto Grosso, a poca distancia uno
del otro. Corren paralelos de oeste a este,
luego se dirigen hacia el Norte acercán­
dose siempre más, hasta que después de
2000 km. de recorrido, el Río das Mortes
desemboca en el Araguaya. En la zona
que yo debía explorar, hacia el grado 14.
de latitud sur, la distancia entre los dos
ríos es de unos 200 a 250 km.
El exemo. Sr. Administrador apostó­
lico quiso que yo visitara esta zona, para
tener una idea de ia habitabilidad y topo­
grafía del terreno, ver si era posible esta­
blecer comunicación entre los dos ríos y
sobro todo ver si había otras tribus sal­
vajes por aquellas selvas.
El lugar escogido para campamento de­
finitivo de la comitiva y punto de partida
de mi viaje para el interior fué Dumbá
Grande, a poca distancia de Cocalinho, uno
de los puntos más altos de la orilla iz­
quierda del Araguava, a donde no llegan
nunca las aguas, ni en las grandes avenidas.

La orilla es alta y escarpada y enseguida
se entra en la frondosa selva virgen. Un
niveo banco de arena corre a lo largo de
la otra orilla del río, que aquí se desliza
majestuoso e imponente con una anchura
de más de 500 metros...
Dumbá dista de Registro unos 300 km.
y, junto con la localidad de Cocalinho,
forma un pequeño centro civilizado. Han
fijado aquí su morada un grupo de fami­
lias que esperan llegar a dar vida e incre­
mento al pequeño pucblccito.
Dumbá es también el primer sitio donde
se encuentra ya un núcleo de indios Carachás, que escalonados en grupos más
o menos numerosos, habitan a lo largo
del Araguaya, en una longitud de unos
1000 km. Pero el centro de la Tribu y
donde las aldeas son más numerosas es
desde de la desembocadura del río das
Mortes, hasta el extremo Norte de la isla
Banana!.
Los Carachás viven sobre los bancos de
arena, a orillas de los ríos; sólo en la época
de las grandes avenidas se refugian en los
puntos más altos de la orilla, para volver
luego a sus queridos bancos de arena,
donde el carachá nace, vive y muere. Este
indio tiene por las playas de arena, la mis­
ma predilección que los esquimales tienen
por sus nieves y hielos. La arena, el agua
y el übá (canoa) constituyen lo esencial
para la vida del Carachá.
Algunas familias de estos indios esta­
ban acampadas en el extenso banco de
arena, a la otra orilla del río. Mientras na­
vegábamos hacia Dumbá, al doblar una
de las curvas del río, descubrimos varias
canoas que se dirigían hacía nosotros.
Eran los carachás, que sabedores de nue­
stra llegada, nos salían al encuentro.
Desembarcamos casi juntos; hombres.

297
mujeres y niños alegremente nos saluda­
ron, nos miraban de pies a cabeza y luego
sonreían como en actitud suplicante.
Se presentaron delante de nosotros en
estado de gran miseria, en la desnudez más
completa que se pueda imaginar... y todos
hombres, mujeres y niíños nos rodeaban
con tanta afalibidad, confianza y expan­
sión, como si de mucho tiempo hubiéramos
sido sus íntimos amigos. Los niños, sobre
todo, eran tan afables, se mostraban tan

namos en la selva. El tupido follaje de los
añosos troncos nos hizo perder ense­
guida de vista a Monseñor; oímos todavía
su último: ¡Adiós, buen viaje, que Dios os
acom/iañe y os bendiga' y henos en medio
de la espesa selva, abriéndonos camino
con un machete. Por el primer día no nos
preocupábamos gran que, pues sabíamos
que encontraríamos todavía alguna fa­
milia que vive, en aquellos parajes. En
efecto a eso de mediodía llegamos a casa

Ma({o G eosso (Brasil) - Navegando a lo largo del rio Araguaya.

cariñosos, que daba pena verles en aquel
estado de completo salvajismo y eso que
algunos de ellos estaban ya bautizados y
llevaban nombres cristianos.
No sin dificultades y contratiempos, una
semana después de nuestra llegada a Dumbá, la comitiva estaba preparada para em­
prender la marcha hacia el interior. Eramos
cuatro, prácticos y decididos, con las ne­
cesarias bestias de silla y de carga, víveres
y accesorios.
La salida.
El día 8 agosto de 1927, después de
haber abrazado con todo el afecto al Exemo.
Mons. Couturon y a los queridos herma­
nos que con él quedaban, encomendán­
donos a las oraciones de todos y confiando
en el auxilio y protección de María Sma.
Auxiliadora y de nuestro Vblc. Padre Don
Bosco, montamos a caballo y nos inter­

de nuestro buen amigo el Sr. Roberto que
nos recibió cordialmente y quería que pa­
sáramos con su familia el resto del día.
Me supo mal no poder satisfacer sus de­
seos pues era necesario proseguir el viaje.
Hacia el anochecer llegamos a la cabaña
de una pobre mujer que nos recibió con la
mayor cordialidad; pero siendo muy peque­
ña su habitación, acampamos al aire líbre
haciendo antes los honores a una frugal
y sencilla cena que la buena anciana nos
había preparado.
Mientras comíamos aquella porción de
arroz cocido con carne disecada, ella nos
contó sus penas y dolores. Había llegado
a aquella soledad llevando consigo alguna
cosa: algunas vacas, algunas cabras y un
gran deseo de mejorar su condición y pa­
sar una vida tranquila y feliz. Pero las
terribles fiebres le arrebataron al marido

298

dia. Mas allá de un cierto río o lago de
enterró , allí, al pie de una gran palmera
Burity que nos señalaba con la mano.
Luego se le puso enferma la hija mayor
que era todo su apoyo y esperanza. Todos
los cuidados fueron inútiles y en pocos
días también aquel tesoro tuvo que lle­
varlo a los pies de la palmera y dejarlo
allí para siempre. No habían acabado sus
penas. La hija menor moría también al
cabo de poco tiempo, de la misma enfer­
medad de su hermana. Una noche mien­
tras estaba sentada a la puerta de la pobre
cabaña sintió de repente fuertes escalo­
fríos; la pobrecita temblaba de frío y con
nada lograron calentarla; luego sobrevino
la reacción, una fiebre fortísima; eran las
palúdicas, que tantas víctimas hacen en
estás regiones... La pobre niña resistió al­
gunos días y luego sucumbió. Y la pobre
madre, acompañada del hijo pequeño,
que todavía le quedaba, tuvo que llevarla
a los pies de la gran palmeral Hacia ella
se dirigían las miradas de la pobre mujer
mientras narraba su quebranto y las lá­
grimas ahogaron su voz y entre sollozos
dijo para terminar: Allí... allí están mis
hijas. El Señor me ha dejado todavía este,
el único que me queda, quien sabe por
cuánto tiempo? ¿Llegará quizá el día que
tenga que verme sola y abandonada en
este desierto? Y de aquí no quiero mar­
charme, porque allí descansan los seres más
queridos y quiero quedarme junto o ellos.
Procuré consolarla del mejor modo po­
sible; reanimé en su corazón la esperanza
y la confianza en la infinita bondad de
Dios y quedé admirado al ver los senti­
mientos de resignación y la fortaleza cri­
stiana con que la buena mujer había so­
portado tan terribles pruebas.
Con el corazón oprimido por la triste
narración, con ci pensamiento fijo en la
deplorable condición de estos pobres ha­
bitantes, dispersos en medio de la natura­
leza áspera y salvaje, sujetos a mil priva­
ciones, sufriendo las inclemencias del cli­
ma, víctimas de las fiebres, sin auxilio,
confiados sólo en Dios... pasé la noche
casi sin poder dormir.
E l último lugar civilizado.
Al amanecer del día siguiente, orde­
nada otra vez la comitiva, después de sa­
ludar a la buena anciana emprendimos de

a los pocos meses y ella con las hijas lo
nuevo la marcha. Aquel día teníamos que
dar el adiós a todo vestigio de civilización,
para internarnos en lo desconocido; pero
el Señor lo dispuso de otro modo.
Con mi fiel y valiente compañero, Luis
Duarto, dejando algo atrás a nuestros com­
pañeros con las bestias de carga, nos di­
mos prisa para llegar cuanto antes a la
habitación de! Sr. Juan Marín, distante
pocos kilómetros, para que, práctico como
es de aquellos contornos, nos diera algunas
explicaciones, normas, etc. para nuestro
viaje. Era la última persona civilizada que
habríamos encontrado.
Nos recibió con la mayor cordialidad y
nos hizo entrar en su casa y mientras es­
tábamos hablando de nuestro viaje y de!
itinerario que habíamos de seguir oímos
el ruido de un caballo que se aproximaba.
Viendo que llegaba uno sólo le pregunté’
— ¿Qué hay de nuevo? ¿Dónde están los
compañeros y las bestias de carga?
— Vienen un poco más atrás, me con­
testó; pero uno de los mulos, pasando el
río, puso un pie en falso y cayó, sin que
pudiéramos evitar que se sumergiera por
algunos momentos con toda la carga.
— i Paciencia! añadí, ya veremos lo que
hacemos.
Era precisamente el que llevaba a un
lado todo mi equipaje y al otro los víveres
y otras cositas. Tuvimos que sacrificar
aquel día para poner a secar nuestras co­
sas y ver como sustituíamos los víveres
deteriorados: harina de mandioca, terrones
de azúcar, etc.
Nuestro buen amigo Sr. Martín se ad­
miraba de rujestra temeridad e iba repi­
tiendo: — I Para meterse tan poca gente en
este mundo desconocido se necesita va­
lor! Lo que aquí dentro se esconde nadie
lo sabe. Nosotros estamos acostumbrados
a la selva, a lo desconocido; pero no nos
atrevemos a internarnos mucho en esta
misteriosa zona. De cuando en cuando
vemos levantarse hacia el ciclo en el le­
jano horizonte negras y densas nubes de
humo ¿De dónde viene? ¿quien da fuego a
la estepa? ¿quién vaga por aquellos de­
siertos? Aquellas columnas de humo nos
oprimen el corazón y nos hacen pensar en
los salvajes feroces y sanguinarios que pue­
den atentar contra nuestras vidas, contra
nuestra familia y estamos siempre en guar-

299

iguas profundas y oscuras, no nos hemos
itrevido a dar un paso. Pasar más allá de
ístc río es imprudente, temerario, peli­
groso. Es el reino de los salvajes descono:idos de las fieras más feroces y en aquel
*ío de aguas mansas y profundas abundan
os mayores y más terribles yacarés (cainanes), los más corpulentos y largos surury (serpientes) y los feroces pirañas, los

ni más, sólo por los peligros más o menos
imaginarios que aquel buen hombre nos
pintaba, no me pareció conveniente. Pedí
a aquel buen señor que nos acompañara
hasta aquel río o laguna, último punto
por él conocido. El buen hombre no opuso
resistencia y aun añadió: — Lo hago de
buena gana. Ya que V. no quiere aban­
donar su proyecto, no sólo lo acompañaré

M aito Grosso (Braail) - Llegada de los misíoneroa al paeHo Ruvial de

terribles peces de mandíbulas en forma
de navaja que devoran en pocos instantes
a cualquier animal que caiga al agua.
No, padre, V. no tiene una idea de estos
peligros y por eso se arriesga a emprender
un viaje semejante. ¿Para qué exponerse
a tantos peligros siendo vosotros tan po:os? Es mejor esperar algo más, formar una
:omitiva más numerosa y bien armada y
zntonces se podrá probar.
Y con los más vivos y terribles colores
nos pintaba el cuadro de lo que podíamos
íncontrar en nuestro viaje e insistía para
que abandonáramos nuestro proyecto o al
menos lo aplazáramos para mejor ocasión.
Desistir de nuestra empre^, así sin m is

D um bú Grande»

hasta el río, sino que hasta le ayudaré
a pasarlo para evitar las insidias de los
caimanes.

Una fribu desaparecida.
Aquella tarde dimos una vuelta a ca­
ballo con el Sr. Martín para ir a ver un
lugar donde se encuentran restos de cho­
zas, tiestos, pedazos de ánforas y cosas
semejantes, que parecen pertenecer a una
tribu salvaje desaparecida, pues ni la his­
toria ni la tradición señalan por aquellos
contornos ningún núcleo de civilizados.
¿A quién pertenecían aquellos restos? ¿Por
qué motivo habían sido abandonados a-

700

qucllos lugares? Me acordé de que tam­
bién encontramos algo semejante en la
orilla derecha de! Río das Mortes y que,
habiendo preguntado a los bororos qué
sabían de aquellos restos, me contestaron
que en otros tiempos debía haber vivido
allí una tribu de la cual hablaban sus vie­
jos como de una gente semejante a ellos
y que se llamaba Korogé. Supuse que
también aquí se debia tratar de algo se­
mejante.
Desde el principio de nuestro viaje ha­
bíamos encontrado, primero, una zona de
selva, después inmensas extensiones pla­
nas sin árboles ni más vegetación que
altas yerbas y alguna palmera de la especie
Burity {Mauriiia vinifera) esparcidas acá
y allá. Las lagunas y terrenos pantanosos
se sucedían continuamente. Después, po­
co a poco, el terreno se fué elevando, fué
cesando la humedad y nos encontramos
con una serie de colinas pedregosas. En
esta parte más alta se halla situada la ha­
cienda del Sr. Martín.
Nos hallábamos ya a más de 20 km. de
distancia del río Araguaya y me lisonje­
aba de que, pasada ya la grande zona la­
custre, el terreno elevado a que habíamos
llegado se iría acentuando hasta encon­
trar una cadena de montañas que aparecía
en el horizonte hacia el Norte. Me com­
placía esta esperanza porque siempre ha­
bía considerado como la mayor dificultad
de este viaje las lagunas y terrenos panta­
nosos que suelen rodear los grandes ríos,
especialmente el Araguaya.
Por extensiones enormes las aguas se
extienden a uno y otro lado del gran río
y así permanecen desde noviembre hasta
abril o mayo y al retirarse dejan una serie
de pantanos, lagunas y barrizales que se
extienden hasta donde abarca la vista, re­
sultando terribles focos de infección ma­
lárica, donde abunda el maligno e inso­
portable mosquito, Culex Anophelis, for­
mando verdaderas nubes que esparcen por
toda la zona el veneno de las fiebres pa­
lúdicas, el más terrible azote de los habi­
tantes del Araguaya.
Nacía e l río de los caimanes,
A la mañana siguiente nos pusimos de
nuevo en camino. El Sr. Martín nos hacía
de guía. Caminamos a través de tupidos

bosques de palmeras y otros árboles, por
un terreno accidentado, que a poco a poco
iba bajando, hasta que volvimos a encon­
trarnos en completa llanura donde abun­
daban los charcos de agua y grandes pan­
tanos.
A eso de mediodía descansamos un po­
quito junto a un riachuelo y aunque todos
deseábamos llegar cuanto antes al río de
los caimanes, todavía nos quedaban algu­
nas horas de camino. A lo lejos se divi­
saba una faja más alta y oscura de bosque
que iba de sur a norte y que se confundía
con el horizonte. Al bosque bajo suce­
dieron estepas de altas hierbas, sembradas
de cañaverales y plantas acuáticas y espe­
cialmente de una especie de palma enana,
erizada de espinas en el tronco y en las
ramas, que donde eran más espesas ha­
cían difícil el paso. Los animales se resis­
tían a vanzar y salían con las piernas san­
grando por los pinchazos y a nosotros no
nos tocaba mejor suerte. Finalmente lle­
gamos al lugar fijado. Nos quedaba toda­
vía una hora de sol, a pesar de que había­
mos recorrido unos 40 km. Buscamos un
lugar a propósito para montar nuestras
tiendas, lo cual fué cuestión de pocos mi­
nutos. No podía ser demasiado cerca del
río para no exponernos a alguna sorpresa
nocturna de los feroces caimanes o de los
terribles sucuris que en un instante po­
dían arrastrarnos al agua y hacernos servir
para un opíparo banquete.
Escogimos un lugar cubierto de altas
yerbas, rodeado de selva excepto por el
lado que daba al río; delante teníamos la
densa superficie de las aguas y más allá
se extendía de nuevo, tétrica y misteriosa,
la impenetrable selva.
{Continuará).

VID A D E DON B O S C O
en 143 placas para proyec­
ciones luminosas

sacadas de foto^afias originales y de cuadros artísUcos. Las placas se confeccionan según pedido de
los S res. Conferencistas: la serie ea oegro cuesta
435 liras: para la serie a coA>r hay que afiadir una
lira por cada placa.
Los pedidos acompaBados del relativo importé, di*
ri¡anse a las Oficinas de la Propaganda MisSoneraf

Vie CoUo^ngOj 32 — T una (í09), ITALIA.

301

Desde las selvas
del Ecuador.
I.
Rvdmo. y amado Padre:
Desde la lejana y difícil Misión de M a­
cas le envío mi más respetuosa y filial feli­
citación en nombre de todas las hermanas
y de los jibaritos y jibaritas de esta Misión.

M acas (Ecuador) - El

ciones, quizá nunca hubieran conocido
y amado al Señor.
Todo contribuye a hacer muy difícil
esta Misión: Los caminos, donde existen,
se convierten, gran parte del año, en ver­
daderos barrizales y a veces hay que hacer
seis y siete días de camino a pie, subiendo
montañas escarpadas, sin contar los días
que hay que hacer a caballo. Y luego el
alojamiento durante los viajes es imposible
describirlo. También el trasporte del equi­
paje resulta un problema difícil.

c k r o iafanfil

Tenemos 15 entre todos y todos nos han
sido confiados de una manera providen­
cial.
En la última visita que nos hizo Mons.
Comín bautizó a seis jibaros y a tres jí­
baras: de ellos tres viven con las hermanas
y los otros distribuidos entre algunas fa­
milias de Macas.
¡Si viera, amado Padre, en qué estado
los traen a la Misión I — Primero los llevan
por toda la floresta en busca de sus brujos
y cuando ya parecen esqueletos, entonces
los llevan a las monjas diciéndolcs: — Sí
lo curas, te lo tegalo. Y la Virgen hace
milagros para que queden con nosotras
estas pobres almas, que, en otras condi-

en medio de la selva.

Y sin embargo las buenas hermanas,
condenadas a vivir aisladas en medio de
tantos sacrificios, viven tranquilas, con­
tentas, animadas por el más vivo deseo de
hacer bien a las almas de los colonos y
especialmente a los pobres jibaritos. M u ­
cha molestia nos ocasiona la falta de locales
apropiados, pero esperamos poder cons­
truir poco a poco otros nuevos y mejorar
los ya existentes.
Dígnese, Rdvmo. Padre, aceptar nues­
tros augurios y oraciones y bendecir a sus
Hijas del Ecuador y especialmente a su
humilde hija
Sor C arolina M ioletti.

--- 302

I!.
Macas 8 setiembre de 1927.
Macas situado en el extremo Norte del
Vicariato de Méndez y Gualaquiza, es un
pucblecíto de unos 700 habitantes. Colo­
cado a unos 1.000 metros sobre el nivel
del mar, en las faldas de los Andes, goza
de un clima sanísimo y verdaderamente
ideal; es una primavera continua. El te­
rreno, fértilísimo, produce en abundancia
todos los frutos de la zona tórrida; pero
la agricultura es todavía muy rudimen­
taria. La gente es buenísima, como el
clima; son descendientes de los españoles
de la antigua Sevilla del Oro, ciudad que
se levantaba al otro lado del Río Upano,
A pesar de los muchos años que han pa­
sado sin asistencia religiosa, se han con­
servado todavía cristianos; claro que en
muchos domina la indiferencia y rudeza
de costumbres, pero también éstas van
desapareciendo.
Nos han recibido con mucho entusiasmo
y con pruebas de grande alegría, que au­
mentó cuando nos vieron trabajar por sus
hijos en las escuelas frecuentadas ya por
70 alumnos. Nos ayudaron tan eficazmente
que se pudieron construir en pocos meses
dos casas bien cómodas para las Hijas de
María Auxiliadora.
Pero también los salcsianos necesitaban
una casa; vivían en continuo peligro de
quedar sepultados bajo las vigas y tablones
carcomidos de una antigua vivienda; de
manera que por poco que soplara el viento
tenían que salir al campo. Y he aquí que
en la última visita que nos hizo nuestro
Vicario Apostólico, hemos podido reci­
birlo ya en un nuevo edificio, que, si no
es muy elegante, al menos es sólido. Ahora estamos trabajando en la construc­
ción de la iglesia pues la actual también
se está cayendo. El techo de paja, aunque
lo arreglamos continuamente, a cada cha­
parrón queda lleno de agujeros hasta el
punto de que un domingo fue menester
que un buen hombre tuviera el paraguas
abierto sobre el sacerdote que celebraba
la Misa.
También va aumentando nuestra Obra
de penetración entre los jíbaros. El año
pasado frecuentaban regularmente la es­

-----------

cuela 34 jibaritos. Viven en casa de co­
lonos, buenos cristianos, que^ con una pe­
queña retribución, les dan de comer y
nosotros los vestimos. Aun ahora que los
blancos están de vacaciones, los jibaritos
vienen todos los días a clase y al catecismo.
Bastante costó que los jíbaros se decidie­
ran a dejar aquí a sus hijos y parecía im­
posible que se separasen de las hijas. Sin
embargo se ha obtenido que nos dejaran
ya un buen número. Al principio los pa­
dres venían muy a menudo a verles; te­
mían que los lleváramos lejos de la selva;
pero luego se fueron tranquilizando y
ahora tienen absoluta confianza' en el mi­
sionero. Tienen además una fe ciega,
cuando se trata de enfermos, niños y adul­
tos que son conducidos a la Misión, na­
turalmente después de haber agotado to­
dos los recursos de sus brujos. A veces
nos traen pobres criaturitas en condicio­
nes desesperadas, como sucedió con un
tal Juanita. Su padre, pendenciero inco­
rregible, para evitar ser asesinado, se es­
condió en la selva, llevando consigo a su
único hijito, que durante el día dejaba en
una choza improvisada mientras él iba
a buscar que comer. Viendo que su hijo
se iba quedando reducido a un esqueleto,
lo envió a la Misión para que lo bautiza­
ran y lo enterraran. Pero debido a los solí­
citos cuidados de las hermanas, se salvó,
después de haber estado alguna semana
entre la vida y la muerte. Ahora está tan
campante y empieza a rehacerse. Su padre
vino a verlo y se puso a llorar diciendo:
— Sabía que las Madres saben curar las
enfermedades; ahora veo que también sa­
ben conjuraf las brujerías porque mi ni­
ño estaba embrujado y por esto se se­
caba ».
Otro día vino la jíbara Nacaimi llevando
en brazos a una niñita de unos tres años,
ya moribunda. Se presentó acompañada
de una buena mujer de Macas; — Padre,
dijo, bautiza a mi niña y después la en­
terrarás con los cristianos. Dos días des­
pués la pequeña enferma moría y se
le hizo un entierro cristiano. La pobre
Nacaimi iba detras de! cortejo fúnebre
llorando, pero no con los aullidos ra­
biosos de la mujeres salvajes, sino con
llanto resignado y silencioso. A! regre­
sar del cementerio se me acercó y me
dijo:

303
— Padre, mi niña ¿está en el Cielo?
— Sin duda, le contesté, está en el
cielo, feliz y ruega por tí.
— Bautízame también a mí y así tam­
bién yo iré al Cielo.
— Bueno, ven a menudo para aprender
el catecismo y te bautizaré. Y tú también
vendrás, dije a otra mujer que la acom­
pañaba.

enviándonos muchos niños, pues de ellos
se puede esperar algo; nos demuestran
bastante cariño a nosotros y a las personas
con quienes viven.
— Sabéis, decía un día el jibarito Chacaimi a sus compañeros, yo no vuelvo más
a la libaría; allá hay el demonio; lo he
visto con mis propios ojos, un terrible
mono rojo con cuernos, agazapado sobre

M acas (Ecnador) - La escuela de la misión, con alumnos hijos de cedonos

— Y o no, contestó bruscamente; yo
quiero ser jíbara.
— i Bueno! serás jíbara pero bautizada.
— No, a mi padre le bautizaron y se
murió y dicho esto se alejó.
— ¡Que mala es tu hermana!, dije a
Nacaimi.
— No es mi hermana, contestó.
— Pues ¿quién es entonces?
— Vigna keiru (Mi compañera).
¡Era otra mujer del mismo marido!
¡Pobres de nosotros, siempre con este
obstáculo! iQué difícil es la conversión de
los jíbaros adultos! ¡Que el Señor siga

y

jibaros.

un tronco junto a mi choza. Aquí entre
los cristianos no hay nada que temer; el
demonio no puede acercarse.
¡Quiera Dios que pronto podamos bau­
tizar a un buen número de estos pequeños
jíbaros!
S

D u r o n i , Pbro.
Misionero Salesiano.

alvad o r

N i de Dios ni de cuanto pertenece a su santo
servicio debemos hablar por vía de recreo ni de
chama, sino siempre con sumisión y respeto

De la Patagonia (Argeni).

504

Informe anual de) Vicario Foráneo del
Rio Neíjro e Inspecfor Salesiano Rdo.
D. Gauden ío Manachino
A . S . S . lima.
P r.

J o sé M

a r ía

B o tt a ro

Arzobispo de Buenos Aires
. limo. Señor:
Tengo el honor de presentar a V. S. el In­
forme anual de la Obra realizada por los Misio­
neros de Don Bosco en los Territorios del Río
Negro, Chubut y Neuquén.
El lema adoptado por Don Bosco < Da mihi
animas caetera folie * compendia todos los anhe­
los del corazón, continúa siendo nuestra glo­
riosa bandera.
La preocupación diaria, laboriosa, agobiadora
es la predicación de la divina palabra unida a
la administración de los Sacramentos. Viva­
mente deseamos que esas fuentes de la divina
gracia lleguen a todas las almas que nos han
sido confiadas. Con este fin Don Bosco fundó
sus colegios, hospicios, talleres, escuelas agrí­
colas, oratorios festivos, misiones, hospitales,
los Salesianos, las Hijas de María Auxiliadora,
sus Cooperadores.
Pero 1 cuántas dificultades, limo. Señor, para
llevar a las inteligencias la luz de la divina re­
velación con todos los beneficios!
Obstaculizan nuestra acción no sólo las debi­
lidades humanas, la apatía religiosa, las inmensas
distancias que hay que salvar, la pobreza de
nuestras misiones, sino, en estos últimos años,
particularmente, la licencia en el cinematógrafo
y la difusión de una literatura inmunda e im­
presos pornográficos que llegan a los Territorios
desde la misma Capital Federal y que corrom­
piendo las buenas costumbres, preparan genera­
ciones viciosas que la Patria repele.
Preciso es, limo. Señor, combatir esas llagas
sociales; preciso es impedir que este veneno
circule por las venas de nuestra juventud, si se
quiere preservarla de la sed insaciable de goces
sensuales, del delirio de la voluptuosidad, de
las faltas más vergonzosas. Como sacerdote y como argentino levanto mi
voz de protesta, porque, limo,Señor, en nuestros
Territorios Nacionales, con una estadística im­
presionante, se multiplican hechos que llenan
los ojos de lágrimas y el corazón de indignación.
He ahí una de las razones por las cuales los
menores, pobres y desamparados continúan
siendo el objeto de nuestra predilección; por qué
sin titubear y confiando en los auxilios de la
Divina Providencia les abrimos las puertas de

nuestros hospicios; porqué constantemente men­
digamos para ellos ej pan de la limosna, con
tal que puedan conservar el candor de sus fren­
tes, la serenidad de sus miradas, el honor y
dignidad de sus almas y cumplir más tarde ios
destinos que la Religión y la Patria les reservan.
Ellos levantan hacia los Misioneros de Don
Bosco sus manos temblorosas para no caer bajo
el yugo de las pasiones y ser aptos, en el día de
mañana, para el trabajo y sacrificio.
Nuestros beneméritos Cooperadores nos acomcompañan con fe, actividad, sacrificios no co­
munes; en la Capital Federal tienen perfecta­
mente organizada la Junta Cooperadora de
Señoras, presididas por la apreciadísima dama
porteña. Doña Isabel Casares de Nevares. Gra­
cias a su cooperación hemos podido también el
año pasado ensanchar el radio de nuestra acción.
Enumero brevemente las Nuevas Obras reali­
zadas:
1) En Trelew {Chubut) hemos reconstruido
y mejorado el edificio destruido por un voraz
incendio. Los daños fueron de 50.000 $ ; el
Colegio queda con una deuda de 12.000 pesos.
2) En Neuquén se amplió la Casa Parroquial
que no disponía de ninguna comodidad.
El círculo da obreros católicos «San An­
tonio »tiene allí su sala de reunión y diversiones.
5) En Villa Regina {Rio Negro) se pudo ben­
decir e inaugurar una artística capilla en honor
de nuestra Señora del Rosario.
Es deber de justicia presentar las gracias más
sentidas y el público agradecimiento de los M i­
sioneros de Don Bosco a la Compañía ItaloArgentina, presidida por el Señor Don Héctor
Valsecchi y administrada con inteligencia y de­
licadeza paternal por el Señor Ingeniero Don
Felipe Bónoli.
4) Así mismo en Alien, por mérito de la Co­
misión presidida por la Sra. Catalina B. de Piñeiro Sorondo, solemnemente se bendijo e inau­
guró la Iglesia, dedicada a S . Catalina V. y M.
y) En Pichimahuida, se ha logrado construir
una modesta capilla para los actos religiosos
que el Misionero celebra a su paso por este
centro de población. La Sra. Aurelia Erro Vda.
de Elcano corrió con todos los gastos.
6) En Fortín Mercedes (Prov. de Bs. Aires)
se efectuaron importantes mejoras en el hospi­
cio para niñas < María Mazzarello * atendido
por las beneméritas Hijas de M . Auxiliadora.
Se les proporcionó además un lavadero eléc­
trico con maquinarías modernas, teniendo muy
en cuenta las exigencias de la higiene.
7) En Bahía Blanca, en la Escuela de Artes
y Oficios el Exemo. Sr. Gobernador Dr. Va­
lentín Vergara, inauguró el Salón Centenario,
cuyas dimensiones son de ms. óy por i2,yy. La
activa Comisión de Cooperadoras Salesianas

505
presidida por ia Sra. Sara Olivero de Huergo,
inició también ia construcción del segundo piso.
El Sr. Inspector de las Misiones, con ocasión
de la,piedra fundamental, pronunció estas pa­
labras: < Siguiendo las enseñanzas de Don Bos*
co, queremos que en este Instituto los huérfa­
nos de la ciudad encuentren su hogar y familia;
afecto y vida para su corazón; los medios para
ganarse mañana honradamente la vida; una
educación que sea tan digna de un hijo de la
Patria como un de hijo de Dios ».
8) En los afueras de Babia Blanca se adquirió
un terreno de 15.000 me. con el fm de abrir un
oratorio festivo y externado apenas la Divina
Providencia nos mande los medios necesarios.
Se requieren 50.000 $.
9) En San Carlos de Bariloche, gracias a la
generosidad de la Sra. Lucrecia G. de Ramos
y de los Sres. Don Luis Ortíz Basualdo y Don
Primo Capraro, se reabrió el hospital que tu­
vimos que cerrar provisoriamente por falta de
recursos. La Junta de Cooperadoras de la Ca­
pital Federal, nos auxilia muy efícazmente en
su manutención.
10) En la Escuela Normal * Don Bosco* de
Fortín Mercedes hemos inaugurado un intere­
sante observatorio meteorológico.
La Dirección Gen. de la Oficina Meteoroló­
gica de la Nación nos facilitó los instrumentos.
11) En la misma Escuela Normal hemos
ampliado notablemente el « Museo Regional de
la Patagonia ».
Con la formación de dicho Museo, es nuestro
intento reunir cuanto pueda caracterizar la Zona,
a fin de representar con la mayor exactitud po­
sible, tanto la Historia del pasado, ya respecto
a sus primitivos habitantes, ya a la vida de los
animales o plantas, como el desarrollo de la
vida presente, en su faz industrial, agrícola y
comercial, de modo que nuestro Museo resulte
una verdadera enseñanza, una escuela perenne,
viva y parlante para todos.
iz) Desde años deseábamos realizar en Raivson, Trelew y Viedma los Exploradores de Don
Bosco que tanta vida, alegría y entusiasmo co­
munican a nuestros oratorios festivos; hoy el
deseo es hermosa realidad.
Quiero también poner a conocimiento de
V. S . unos

cado en la Casa Inspectorial < San Francisco
de Sales» de Viedma y recibido por indicación
de la Junta Cooperadora de Buenos Aires.
El Certamen se dedicó al Pontiflcc de las
Misiones S . S. Pío X I.
b) Bodas de Plata del Circulo de Obreros de
Viedma. — Ha constituido un verdadero éxito
la conmemoración del 25® aniversario de la fun­
dación de este circulo.
La Comisión Directiva ha recibido merecidas
felicitaciones y ha tenido la honda satisfacción
de verse acompañada en la fausta fecha por las
instituciones similares del pais que le hicieron
llegar sus congratulaciones y augurios.
El mismo limo. Señor Nuncio, Monseñor
F. Cortesi se dignó enviar a la Presidencia del Cír­
culo una conceptuosa carta sumamente amable.
Uno de los actos que demonstraron la religio­
sidad de los socios, fué la Comunión General a la
que se le dió el carácter de Comunión Pascual.
c) Seminario. — El Señor en su infinita Bon­
dad se digna enviarnos numerosos jóvenes que
desean entregarse completamente a su Divino
Servicio.
Nuestro Seminario mayor cuenta actualmente
con 75 alumnos y pedimos a Dios quiera mul­
tiplicarlos.

Obras iniciadas.

Concluyo este breve Informe, limo. Señor,
comunicando a V. S . que en Comodoro Rivadavia, precisamente en la zona de tos yacimien­
tos petrolíferos y en Roca, pueblo nuevo, hemos
iniciado la construcción de dos nuevos Colegios.
Dos activas Comisiones de Señoras recolectan
en Ezquel (Chubut) y Río Colorado los fondos
necesarios para la construcción de las respectivas
iglesias parroquiales.
Nuestra labor, pües, como V. S. puede com­
probar por el presente Informe, ensancha siempremás su benéfica acción en los Territorios del
Sur, mediante el eficaz auxilio de la caridad de
nuestros Bienhechores y Bienhechoras, a quie­
nes, después de Dios, debemos tributar el más
profundo agradecimiento.
Quiera el Señor multiplicar su número, a fin
de que los Misioneros de la Patagonia puedan
continuar proporcionando pan, trabejo, digni­
dad, ciencia, fe, virtud a una juventud innu­
merable que no tendrá la desdicha de repetir
en son de queja lo que a Don Bosco, recién or­
Hechos consoladores
denado sacerdote, repetían algunos pobres jó­
que han llenado nuestro corazón de purísima venes presidiarios: «S i le hubiéramos cono­
cido antes, no estaríamos ahora donde estamos ».
satisfacción.
a)
Certamen Catequístico Intercolegial. — Se Besa el sagrado anillo de V. S . lima, e implora
llevó a cabo en Fortín Mercedes en los días la pastoral bendición.
10, 1 1 , 12 de Octubre del pasado año con un
Viedma, lunio de 1928.
lucimiento pocas veces registrado.
G a u d e n c io M a n a c h in o , Pbro.
Resultó emperador el joven artesano-tipó­
Vicario Foráneo del Río'Negro e inspectorSotes.
grafo José Martínez Sánchez, huérfano edu­

La Virgen de Don Bosco.
(X X I).

María Auxiliadora glorifica a su Be!
Siervo ya en esta fierra.
El 31 de enero de 1883 Don Bosco se
dirigió de nuevo a Francia. Durante el
viaje visitó varias casas Salesianas y en
todas partes el pueblo se agolpaba a su
paso para ver y oir a un Santo y recibir
sü bendición. El día 2 de abril llegó a
Avignon y apenas se esparció la noticia
de su llegada, se vió en seguida rodeado
de una multitud de enfermos, ciegos, mu­
dos , paralíticos que esperaban todos una
palabra de consuelo. Y Don Bpseo no
pudo menos de exclamar: Non inveni tantom jidem in Israel.
El día 18 de abril llegaba Don Bosco a
París. En la estación lo esperaba un lujoso
coche, que, reccorriendo los grandes Boulevards, lo condujo al Pasco de Mesina 34
en casa de los Sres. De Combaud, que le
destinaron una serie de habitaciones se­
paradas del resto de la casa, gozosos de
hospedar al enviado de la Providencia.
Al día siguiente, después de celebrar
la Misa en el Palacio de sus huéspedes,
fué a visitar al Arzobispo de París, Card.
Guibert, quien concedió ai Vblc. una lar­
ga audiencia proponiéndole al final dar
una conferencia en la Iglesia de la Magda­
lena, en beneficio de las Obras Salesianas.
Don Bosco se excusaba por su poco cono­
cimiento del francés, pero el Cardenal le
atajó en seguida diciendo: No, no, hable
V. mismo. París hará más caso de V. que
de otro y que el Señor le bendiga.
V Dios bendijo visiblemente a su Siervo.
Apenas los periódicos anunciaron su lle­
gada, una muchedumbre de personas de
toda clase y condición, le buscaban por
todas partes ansiosos de obtener una au­
diencia o de poder echarse a sus pies. Todo
París, tanto la que se divierte como la que
reza, se conmovió.

París fué comparada a un mar en con­
tinuo flujo y reflujo de olas humanas, allí
donde las grandes conmociones son raras
y donde poca impresión hace un hombre
por ilustre que sea. Pero hacía tiempo que
París no recibía a un Santo o al menos a
un Santo extraordinario; y la fama decía
que Don Bosco, aquel sacerdote italiano
que se hallaba entonces en París, era un
santo, un grande santo que hacía mila­
gros, un Santo de grandes iniciativas, un
Fundador de una nueva Congregación,
uno de aquellos hombres que aparecen
sólo de cuando en cuando en la Historia
de la Iglesia.
Y París quiso ver a Don Bosco que pa­
saba, escucharlo, acercarse a él, tocar su
vestiduras. Y lo quiso con aquel frenesí y
entusiasmo que pone en todas sus mani­
festaciones. Y la estancia de Don Bosco
en la Capital de Francia fué un triunfo
continuo, dcl que se maravillaban los mis­
mos diarios locales.
León Aubineau escribía en el Univers dcl
4 de mayo: « París se halla asombrado dcl
entusiasmo con que se estrecha en derre­
dor del humilde sacerdote Turinés, que
ningún atractivo tiene a los ojos dcl mun­
do. Oriundo de pobre familia, su exterior
es humilde, su voz no llega a ser percibida
por los numerosos oyentes, su paso es
vacilante, su vista débil. ¿Por qué corren
tras él las muchedumbres? ¿Porqué toda
la capital se preocupa por poder ver y acer­
carse a Don Bosco? Unos días hace su
nombre era desconocido y ahora el aplauso
de los habitantes de París es casi unánime
y la atracción irresistible que agita a las
muchedumbres tiene algo de maravilloso.
Y es que estos homenajes se dirigen al
hombre de Dios, al hombre de la fe y
de la devoción, que la muchedumbre
quiere contemplar. Las iglesias mayores,
como la Magdalena, San Sulpicio, Santa
Clotilde son demasiado estrechas para

307

i

contener a los fieles que quieren oir la a 1k 8 y media y no podía entrar. Por
misa de Don Bosco y recibir su bendición. fortuna uno de los que le acompañaban
No piden otra cosa. Y el buen sacerdote pudo avisar al párroco y este se adelantó
escucha a todos, se interesa por todos, so­ con el clero hasta la puerta para recibirlo
bre todos invoca la bendición de M . Sma. proccsionalmcnte, después de una hora de
Auxiliadora. Consuela, bendice, anima, no espera. Acabada la Misa, Don Bosco ha­
se preocupa del tumulto que lo rodea y bló sencillamente de la caridad y del fin
parece atender solamente al que le habla
de la Obra Salcsiana. Al terminar la ce­
Desde el día 21 de abril una muche­ remonia era imposible tlat un paso por la
dumbre de personas
contigua plaza de
de toda clase y con­
Petifs Peres.
dición empezó a ro­
Al día siguiente,
dear al Vble. dis­
domingo, 29 de aputándose las au­
bril, subió al pulpi­
diencias, aunque fu ­
to de la Magdalena.
eran de un solo ins­
Pocas veces se habrá
tante para obtener
visto aquella Iglesia
una mirada, una pa­
repleta de un gentío
labra, una bendi­
tan enorme. Dos ho­
ción. Para D . Bosco
ras antes todo estaba
fueron aquellos, días
ocupado; los que lle­
de trabajo agobiagaron durante el
dor. Se levantaba a
canto de las víspe­
las cinco, rezaba y
ras ya no pudieron
hasta las 7 y media
entrar; los hombres
despachaba corres­
llenaban el coro y
pondencia, pues re­
hasta las mismas
cibía varios cente­
gradas del altar. A
nares de cartas ca­
Don Bosco tuvieron
da día. Después iba
que abrirle paso en­
a celebrar la santa
tre la muchedum­
misa y luego hacía o
bre para poder lle­
recibía visitas. Por
gar al pulpito; todos
la tarde se dirigía a
querían besarle la
la Casa de Senislhac,
mano y pedirle una
donde daba audien­
bendición. Y D. Bo­
cia a cuantos se pre­
sco dijo: Estoy pro­
sentaban. A las 10 de
fundamente conmovi­
la noche regresaba a
do al ver un auditorio
C asulla regalada ai Santuario de M . A de Torin
casa Combaud,se en­
tan numeroso y no sé
por las Sras. Cooperadoras de Buenos Aires.
tretenía algunos mi­
cómo corresponder a
nutos con sus hués­
tanto afecto. Una
pedes y retirándose con los secretarios, vol­ asamblea tan considerable de buenos católicos
vía de nuevo al despacho de la correspon­ llena mi alma de un consuelo inefable. Va­
dencia, no acostándose sino hacía media mos a hablar de la juventud, pues, según la
noche, después de otro rato de oración. frase de uno de vuestros más ilustres prelados,
Las Conferencias o Sermons de Ckarífé, Mons. Dupanloup, la Sociedad será buena
que Don Bosco dió en las mayores Igle­ si dais una buena educación a la iuventud;
sias fueron verdaderos acontecimientos. pero si la dejáis correr hacia el mal, la So­
La primera la dió en Ntra. Sra. de las Vic­ ciedad se pervertirá^. Y después de ex­
torias. Se había anunciado que celebraría poner, en resumen, el origen del Oratorio
la misa que todos los sábados se celebraba y de las demás Casas Salesianas, especial­
por la conversión de los pecadora, a las mente de las de Francia, se preguntaba:
nueve, y a las siete el templo estaba ya de
* Pobre y sin medios de subsistencia ¿cómo
bote en bote. El Venerable llegó a la puerta ha podido Don Bosco fundar y sostener

1

■ ío8

estas Obras? He ahí el secreto de la infinita
bondad de Dios, que ha querido favorecer
nuestra Obra porque el bien de la Iglesia
y de la Sociedad estriba en la buena educa­
ción de la juventud. La Sma. Virgen se ha
hecho nuestra colectora, a Blla se debe el
éxito de nuestras empresas. Ella nos ha pro­
porcionado los medios para levantar edificios
e Iglesias. Siempre hemos ido adelante bajo
su protección. Ella bendice a los que se ocu­
pan de la juventud.
Toda aquella muchedumbre, a pesar de
que su voz no llegaba sino a una pequeña
parte, lo escucha admirada y conmovida
y el resultado de la colecta fué abundante.
Después de otra de estas Conferencias,
que dijo en la Iglesia de Santa Clotilde,
accediendo a instancias del Marqués de
Franquevillc, empezó a dar audiencia en
la misma sacristía , puesto de pie junto a
una de las mesas. A cierto punto dijo al
Marqués: — No podré contentar a todos.
^Cómo voy a resistir? Me siento muy can­
sado! Vamos a decir que cada uno diga
sólo una palabra. El Marqués fue a pro­
poner la condición y se cuidaba de su
cumplimiento. Las personas no hacían más
que pasar delante del Venerable, diciendo
una única frase: — Ruegue por mí — Mi
madre está enferma — Bendígame —
Déme una medalla — Diga a la Virgen
que me ayude en mis negocios. Pasaban
unas cuarenta personas cada minuto y a
todos daba una medalla de María Auxi­
liadora. Fueron tantas las medallas que
Don Bosco distribuyó en París que la Ba­
ronesa Reillc, que se había ofrecido a cos­
tearlas, hubo de exclamar: — Jamás hu­
biera creído gastar tanto en medallas. Des­
pués de dos horas de desfile, Don Bosco
dijo al marqués: — Tenga la bondad de
ver cuantos quedan todavía. El Marqués
fué a ver y contestó: unos 500. Le tra­
jeron un café; Don Bosco lo bebió y la
gente siguió desfilando no diciendo más
que una palabra. Así pasó otra hora. —
Señor Marqués, cuántos faltan todavía?
— El Marqués salió de nuevo y al volver
contestó: Serán unos mil. — Habrá que
interrumpir porque ya no puedo más.
El Marques hizo pasar a Don Bosco a
Casa del Párroco por una puerta que daba
a la Sacristía y de allí se dirigió a su do­
micilio. Cuando la muchedumbre se dió
cuenta de que Don Bosco se había mar­

chado, invadieron la sacristía y la casa del
Párroco, gritando: ¿Dónde está Don Bos­
co, dónde está Don Bosco? Por poco iba
a surgir un conflicto cuando una voz gritó:
— Ha ido a casa del Sr. Baudon, calle tal
número tal y entonces echaron todos a
correr hacia el sitio indicado. En otra oca­
sión le sucedió otra más curiosa: La casa
de Senislhac, donde Don Bosco daba au­
diencia distaba unos 200 metros de la M ag­
dalena y ordinariamente aquel trozo de
calle estaba tan lleno de gente, que se
interrumpía la circulación. Un día Don
Bosco llegó algo retrasado y dada la gran
muchedumbre, dejó el coche para llegar
a pie hasta la casa. Afortunadamente, ves­
tido humildemente a la francesa, nadie lo
reconoció. Le costó no poco trabajo llegar
hasta la casa, pero cuando quiso subir la
escalera ya no pudo dar un paso. — ¡D é ­
jenme pasar!:— No, señor, no; que hemos
llegado antes — Yo tengo el número 15;
yo el 20. — Y después de alguna cortés
insistencia Don Bosco acabó por decir: —
Bueno, si no queréis dejarme pasar permi­
tid al menos que descanse aquí un poquito
— No, no; que nosotros hemos llegado
antes y V. es un intruso — Es que si yo
no paso vosotros no podréis hablar con
Don Bosco. — ¿Y por qué? — Porque
Don Bosco soy yo. Se le rieron en la cara
y lo tomaron por un guasón. Y no tuvo
más remedio que volverse atrás y apro­
vechó aquel contratiempo para ir a ver un
enfermo, que sin eso, no habría sin duda
tenido aquel consuelo.
Mientras tanto la Divina Providencia
quería glorificar a su fiel siervo y las ma­
ravillas obradas con la bendición de M a­
ría Auxiliadora aumentaban de día en día.
Un día, mientras el Siervo de Dios daba
audiencia en Casa de Senislhac, llega el
padre de la Sra. de Bouillé, acompañado
por un P. Jesuíta, para pedir a Don Bosco
que vaya a visitar al joven de Bouillé,
gravísimamentc enfermo. Don Bosco los
consuela, diciendo que el joven, a quien
se habían administrado los ya últimos Sa­
cramentos, no moriría; y pasadas algunas
horas fué a visitarlo y lo encontró rodeado
de toda la familia y agonizante. El Vene­
rable se arrodilló, rezó y después dijo a
los parientes: De aquí a una hora el en­
fermo estará mejor y entrará en franca
convalecencia. Y así sucedió en efecto.

309

Los triunfos de María Auxiliadora
En Toledo (España).
Nos escribe el Rvdo. Sr. D. Pascual Martín
de Mora, celoso Cura Párroco de la Parroquia
de San Nicolás de Bari:
« Previa la licencia del Emmo. Cardenal Pri­
mado, se estableció el año próximo pasado de
1927 la Archicofradia de M aría Auxiliadora, en
la parroquia de San Nicolás de Barí de esta
ciudad de Toledo, canónicamente incorporada
a la de Turín, por el Padre General de los Salesianos.
Establecido ya para María Auxilio de los
Cristianos su trono de amor en esta imperial
ciudad, se ha empezado a experimentar la pro­
tección singular que dispensa a sus devotos y
a la vez el santo entusiasmo y fiel correspon­
dencia de los toledanos a las ternuras de tan
buena Madre.
Con el presente año se dió principio a la
Visita Domiciliaria y, además de las 30 familias
que ya disfrutan de la visita amorosísima de la
Emperatriz de Cielos y tierra, hay muchas más
que ansian el mismo favor... y pronto serán dos...
tres o más capillas las que circularán por las
calles de Toledo, llevando la protección de
María a los hogares cristianos.
Al acercarse este año la fiesta principal de
María Auxiliadora, la Junta Directiva de la
Asociación se ha propuesto honrar a su titular
con una novena que empezó el día 16 de mayo,
terminando el día 24 con una solemne fiesta,
con Misa de comunión general y Misa solemne,
durante la cual cantó las glorias de la Señora
el M . I. Sr. Dr. D. Rafael Martínez Vega, Ca­
nónigo de la S .I.P . de Toledo*.
El Boletín Salesiano no puede menos de feli­
citar a estos entusiastas devotos de María Au­
xiliadora y congratularse con el celoso Cura
Párroco, alma y sostén de este consolador mo­
vimiento.

En Tunja (Colombia).
Con gran esplendor se había celebrado su
fiesta los años anteriores: ¿ cuál había de revestir
ahora, estando de por medio el estreno de
¡a nasva imag n.
Es ésta una estatua de madera tallada, alta
un metro con sesenta, una de las más artísticas
y bellas que hayan salido de nuestras Escuelas
de escultura de Barcelona-Sarriá.

D e preparación,
al gran acontecimiento sirvió la solemne novena
en nuestra iglesia de las Nieves, y una activa
propaganda por medio de ho|as volantes. Con
esto la ciudad entera se sintió entusiasmada al
llegar la fiesta, la que tuvo lugar el último día
de mayo, y no en nuestro pequeño templo, sino
en la santa iglesia catedral.
E ¡ altar.
Aquí apareció la fascinadora imagen, campe­
ando como reina, sobre un altar de exquisito
gusto, en blanco y plateado; nada de recargo,
sino la fínura del detalle y la pureza de líneas
generales: aquello era un sueño o visión.
Las M isas de Comirmon.
Se celebraron contemporáneamente en las
Nieves y en la Catedral. En esta última tres
sacerdotes debieron distribuir comuniones du­
rante más de media hora, en el comulgatorio y
a lo largo de las naves del templo.
La Bendición y M isa Ponfifícal,
Aunque era día de trabajo, a las nueve la
Catedral estaba absolutamente coimada. Entre
la concurrencia figuraban el Gobernador del
Departamento, Dr. D. Nicolás García Samudío
y su señora esposa Da. María Pombo de García,
quienes encabezaban el padrinazgo para la ben­
dición de la nueva imagen; las Autoridades mi­
litares; una representación del Poder Judicial;
el Capítulo Catedral; casi todo el clero de la
ciudad; el Seminario; colegios de ambos sexos,
y todo lo más distinguido de esta sociedad.
Bendijo la imagen y ofició e! 111.mo Sr. Obispo
Diocesano, Dr. D. Eduardo Maldonado Calvo,
y cantó las glorías de la Auxiliadora el R. P.
Gregorio Celis, prez de la Orden Franciscana.
El coro estuvo formado por la Escolanía Salesiana, en asocio de todo el elemento de cantores
y orquesta que puede reunirse en esta ciudad;
un lleno de unas sesenta voces y quince instru­
mentos: trasportados nos sentíamos a la Basílica
Primada de Bogotá.
E l desS/e ante ¡a imagen.
Después de la misa tardó mucho en descon­
gestionarse la iglesia: todos querían contemplar
de cerca la preciosa imagen y orar a sus pies.
Hasta la horádela procesión estuvo alumbrada
y visitada sin cesar.

lio
La procesión.
Vigilia déla Adoración
Y fué ésta, si cabe,
Nocturna, .76 caballe­
el número saliente del
ros que pasan la no­
día. Tomaron parte en
che ante Jesús Sacra­
ella los numerosos co­
mentado a los pies
legios de ambos sexos
de la Virgen de Don
que funcionan en este
Bosco y que a las 5 y
centro educacionista ;
media de la madrugada
Id Asociación de María
oyen la misa de Co­
Auxiliadora; dos ban­
munión y acompañan
das de música; el cuer­
luego en procesión de­
po de Ejército Nacio­
vota a Jesús Sacra­
nal acantonado en esta
mentado por los pa­
plaza, y una muche­
tios y plaza del Co­
dumbre de pueblo. Las
legio.
doce entidades que in­
La Procesión Magna:
tegraban el desfile de­
a las seis menos cuarto
lante de la imagen,
se ponía en marcha la
marchaban en filas per­
sección de batidores y .
fectamente ordenadas
a las siete y media sa­
y con sus respectivos
lía la imagen. Colegios
pendones. Un estan­
salesianos y de Hijas
darte era conducido por
de María Auxiliadora
el Sr. Gobernador con
de la ciudad y alrede­
sus Secretarios, y otro
dores, Centros de Exa­
por las Autoridades
lumnos, Cofradías, So­
Militares. La imagen
ciedades, Comunida­
de María Auxiliadora,
des religiosas y todo Asobre artísticas andas,
licantc rindieron plei­
formaba el embeleso
to homenaje a María
general. La procesión,
Auxiliadora. El mismo
en conjunto, cubría co­ Toledo (España) - Esfatua de M a. Auxiliadora que se
Sr. Obispo de la Dió­
mo medio kilómetro de
cesis rodeado de to­
venera en la Parroquia de S . Nicolé»,
extensión; duró de las
das las Autoridades
<4 y media a las i ó, y recorrió casi todo el lar­ civiles y militares presidió, da Capa Magna, la
go de la ciudad, como que hizo un rodeo para procesión y al entrar ésta en el Templo, después
ir de la Catedral, centro de la ciudad, a del Canto de la Salve, el buen Pastor emocio­
nuestra iglesia, situada en el extremo norte. Una nado bendijo al pueblo y desahogó su corazón
gran Salve cantada en el atrio de nuestra iglesia, en un discurso de complacencia y enhorabuena
ante la imagen que se erguía sobre las filas esca­ ante un espectáculo tan conmovedor de fe y
lonadas en la plazoleta, fué el remate de este de piedad.
imponente triunfo de María Auxiliadora.

En Alicante (España).

En Lima (Perú),

Solo decir Alicante, es decir ciudad de María
Auxiliadora, pues desde que la recibió en triunfo
en su seno hace unos 20 años, esta Virgen ben­
ditísima se ha ido adueñando de todos los co­
razones alicantinos y hoy bien puede decirse
que en cada corazón de los habitantes de la
Perla del Mediterráneo, tiene María Auxilia­
dora un altar.
Por eso no es de extrañar que la fiesta de María
Auxiliadora alcance cada año proporciones gi­
gantescas y no basten las cuatro páginas de una
revista para reseñarla. Puntos salientes: La

.Además de la fiesta celebrada el día 17 de
mayo para conmemorar el 25° aniversario de
la Coronación de la taumaturga imagen de Turín,
el día 24 se desbordó el entusiasmo y la dever
ción en una manifestación extraordinaria de
amor hacia María Auxiliadora. Desde las cinco
de la mañana hasta las once no se cesó de distri­
buir la sagrada Comunión. La Misa Pontifical fué
oficiada por el Sr. Nuncio de Su Santidad, con
asistencia del Exmo. Presidente de la República,
Sr. Leguia, quien, al contestar en el atrio del
templo al saludo cariñoso que le dirigiera un

i

? I1
alumno dcl Colegio en nombre de sus compa­
ñeros, muy enternecido y cual padre bondadoso
en medio de sus hi|os, entonó un himno a la
Obra salesiana que sabe formar tan bien a sus
alumnos.
Por la tarde desfiló la solemnísima Procesión
de María Auxiliadora, presidida por el Sr.
Nuncio y ai final al entrar en el grandioso San­
tuario que el Perú ha levantado a la Virgen de
Don Bosco, desbordó en un entusiasmo indes­
criptible.

En Calí (Colombia).
El día 27 del pasado mayo, el Sr. Cura de la
Catedral, Dr. Daniel Guerrero, de acuerdo con
el Decurión D. Francisco A. Moreno, determi­
naron celebrar una fiesta solemnísima en honor
de María Auxiliadora, con exposición del San­
tísimo durante todo el día; con misa cantada
y panegírico por el mismo Sr. Cura y por la
tarde con una procesión que recorrió el nuevo
barrio de Granada y que se detuvo en la Pla2a
de Armas, donde colocaron la imagen de la
Sma. Virgen junto a la puerta del Cuartel
cantándose la Salve con asistencia de todo el
Regimiento. La banda militar prestó genero­
samente su concurso durante todo el recorrido.

En Granada (Nicaragua).
* Soberbios como pocas veces, dice E l Diario
Nicaragüense, resultaron los festejos que este
mes de mayo se celebraron en la Iglesia de María
Auxiliadora en honor de la Virgen de Don
Bosco, verdadera Fundadora de la Pía Sociedad
Salesiana, que tanto bien ha hecho en el mundo
y que especialmente aquí en Granada lo derrama
a' manos llenas *.
La víspera fué llevada la estatua de María
Auxiliadora a la Catedral, dando lugar a una
devota procesión. El día de la fiesta continuas
Misas y comuniones. Hubo visitas de altares,
en cada uno de los cuales se habían formado
grupos de angelitos representados por encan­
tadoras niñitas y se puede decir sin exagerar
que todo Granada se hallaba presente en aquella
manifestación de fe.

i

¡Cuán dichosas son las almas que se emplean
en el servido de Dios! Pues aun las cosas más
menudas se las recompensa largamente en este
mundo y en el otro.

G R A C IA S
DE M ARÍA AUXILIADO RA

B e l m ir a (Co/om6/a). — A mediados dcl mes
pasado, un joven de esta localidad recibió un
balazo que, según dictamen de los médicos, era
mortal; tanto que se esperaba la muerte de un
momento a otro. Los parientes amigos y otros
devotos acudieron a María Auxiliadora y la
madre del agresor y yo imploramos con ardiente
fe su protección a favor del enfermo, prome­
tiéndole una misa solemne el 24 dcl mismo mes.
Las súplicas fueron oídas de tal manera, que
en pocos días el enfermo se vió completamente
curado.
Otro joven estuvo a las puertas de la muerte
de una grave enfermedad hasta el extremo de
que los médicos lo abandonaron por completo,
por estar perdida ya toda esperanza. El padre
del enfermo imploró el favor de María Auxilia­
dora y el enfermo recobró completamente su
salud.
Cómo lo ofrecí deseo se publiquen estas
gracias extraordinarias para mayor honra de
Nuestra Señora.
2 julio 1928.
O d i l ia B u s t a m a n t e y G.
L o bo s {Argentina). — Hallábase mi hermano
gravemente enfermo de reumatismo y no obs­
tante los remedios que el caso exigía, el paciente
después de un mes de torturas iba siempre
empeorando.
Bien convencida yo de la bondad y poder de
la Sma. Virgen, acudí a Ella invocándola bajo
el título de Auxilio de los Cristianos, en favor
del enfermo. Y esta buena Madre, salud de los
enfermos, no se hizo esperar; al poco tiempo,
cuando ya se habían dejado las visitas médicas
y los remedios ante su inutilidad, mi hermano
recobró la salud y hoy sigue completamente
bien.
Cumplo con la promesa de publicar el favor
y mando una limosna para las Obras Salesianas
alabando y agradeciendo eternamente a la
Virgen de Don Bosco.
C a r m e n B r u z z o n i.

CuRACAO {Antillas Holandesas). — Ultima­
mente se me presentó un ataque violento de
apendicitis que hizo temer a los mismos médicos
por mi existencia. Sin dejar los remedios hu­
manos, acudí confiada a la que es llamada Salus
infirmorum, pidiéndole que por intercesión del
Vble. Don Bosco, me devolviera la salud. Lo
que me concedió al cabo de pocos días devol­
viendo la paz y tranquilidad a los míos.


Deseando que se ha*
ya pública mi gratitud
a esta buena Madre y
a O. Bosco, envío una
limosna en favor de las
Obras y Misiones Salesianas.

512
fuera de peligro. Gu­
stosa cumplo la pro­
mesa de publicar la
gracia.
). F.

S a l t o {Uruguay) .—
Habiendo enfermado
mi hija de fiebre infec­
ciosa y estando bastan­
G u a d a l a ja r a (M ¿ te grave, imploré con
xico). — Damos gra­
mucha fe a Don Bosco
cias a nuestra buena
y a la Sma. Virgen, pi­
Madre María Auxilia­
diéndoles no sólo la
dora por habernos con­
salud de la enferma, si­
cedido que un herma­
no también que pudie­
no nuestro saliera de
ra terminar su carrera.
la cárcel, donde estaba,
Cuando todo pare­
con peligro de ser fu­
cía perdido, mis rue­
silado. Pero al salir de
gos fueron oídos y gra­
la cárcel se encontró
cias a Dios, tengo la
en crítica situación por
dicha de ver a mi hija
falta de trabajo y nue­
con salud y con la ca­
vamente María Auxi­
rrera terminada.
liadora vino en su au­
Muy agradecida a la
xilio, logrando encon­
Sma. Virgen y alVble.
trar trabajo él y otro
Juan Bosco, por ha­
de nuestros hermanos
ber oído mis fervoro­
que tampoco lo tenía.
sas súplicas, hago pú­
A consecuencia de
blica la gracia.
tantas penas, nuestra Tunja (Colombia) - Estatua de M a. Auxiliadora, primorosa
6 marzo 1928.
querida mamá seenferobra de las Escuelas de Sarria (berfta).
L o la d e C . d e C a m a ñ o .
mó y en pocos días se
vió en grave peligro a causa de una punzada y
Z a p a t o c a {Colombia). — Habiendo sufrido
supuración que amenazaba llegar al cerebro.
un golpe muy fuerte, por el que estuve casi un
Opinaron los médicos ser necesaria una ope­ mes sin poder caminar, después de algunos
ración que debía efectuarse sin tardanza y era remedios que resultaron inútiles, acerté a diri­
peligrosísima. Nuestra mamá invocaba de con­ girme a María Auxiliadora por medio del rezo
tinuo a María Auxiliadora y a Don Bosco y de sú Novena, prometiendo publicar la gracia
ellos nos concedieron la gracia de que la opera­ si la alcanzaba y enviar a la vez una limosna
ción saliera bien. Desapareció el dolor, la tem­ para las Obras y Misiones Salesianas.
peratura fué bajando y mamá entró en plena
i Remedio eficaz! Hoy completamente resta­
convalecencia.
blecida, cumplo gustosa mi promesa, agrade­
I Infínitas gracias sean dadas a María Auxi­
ciendo también a María Auxiliadora la salud
liadora!
alcanzada a una hermana mía gravemente en­
ferma.
Julio 1928.
Mayo 1928.
A b ig a i l
DE B a d a r a c c o .

H erm anos E .

M en d o za {Argentina), — La que suscribe,
amenazada de un cáncer en la cara, recurrió a
varios médicos y especialistas, que nisiquiera
recetaron nada, ante la imposibilidad de detener
el avance del mal.
Ante el horror de una enfermedad que pro­
duce terribles dolores y muerte espantosa,
acudí con toda confianza a María Auxilio de
los Cristianos; y, con grande maravilla de todos,
fueron desapareciendo los síntomas y, dado el
tiempo trascurrido, me puedo ya considerar

R a im u n d a O t e r o .

Dan también gracias a Ma. Auxiliadora:
B e t u l ia (Colombia). — Trinidad Suárez de
Rueda, Evangelina Navas y otros devotos, y
envían una ofrenda para las Obras y Misiones
Salesianas.
C a l i (Colombia). — Marciana López por el
feliz éxito de una operación y envía una limosna.
— M aría Antonia Arizabaleta de Vega, Rafaela
García de Collazos, Saturnina Labrada V. de
Cabal y Manuela Jiménez dan gracias por se-

5»3
□ alados favores y envían una limosna para las
Obras y Misiones Salesianas.
C a r a c a s (Venezuela). — Isabel t í. de Rodrí­
guez y familia dan gracias a María Auxiliadora
por varios favores recibidos.
CoBÁN (Guatemala). — Concha de Ponce y
envía una limosna para las Misiones. — Angelina
V. de Sayle por la protección otorgada a su her­
mano en un peligroso accidente y envía una
limosna.
L a b a t e CA (Colombia). — Flor de Camargo,
Candida R . de Mora, Martina V. de Jaimes
Patricio Vera, Delfina G arda, Francisco Pabón
Francisco Rincón, José de Jesús Parra, María
del Rosario de Parra, Eleuterio Leal, María
Engracia Villamizar y José Rosario Hernández,
dan gracias y por conducto dcl local decurión
salesiano D. Carlos L . Bermúdez envían una li­
mosna para las Obras y Misiones Salesianas. —
Isabel Barroso de Mora por un favor recibido.
L o bo s (Argentina). — Una lectora del Boletín
Salesiano por la salud otorgada a una hermanita
suya y envía una limosna.
M a t a r ó (España). — Nieves Bru, V. Nonell
da gracias por un favor recibido y envía una li­
mosna .
M é jic o (Ciudad). — Soledad Barroso por
haber experimentado gran alivio en sus dolen­
cias y hace celebrar una misa en el altar de
María Auxiliadora de Turín.
M e d e l l Í n (Colombia). — Carmen Cocker
por haber otenido la salud de una persona.
M o n t e v id e o (Uruguay). — Balbina Oneio
agradecida envía una limosna.
M a r a c a ib o (Venezuela). — Aura Bravo por
especial favor recibido.
PORTOVIEJO (Ecuador). — Luz Agripina M en­
doza, por varios favores y en especia! por haber
librado su casa del incendio y envía una limosna.
P a st o (Colombia). — 2 - C. M . por haber
alcanzado la salud después de gravísima enfer­
medad y envía una limosna para los huerfanitos
de Don Bosco.
R o l d a n ie l o (Colombia). — Miguel Enrique
Dosman U., José Pedroza, M aría Jesús Aguado
María Jesús Ruiz de M ., Gertrudis Millón,
Rosa Rodas de M ., M aría Santos Cruz de Pérez,
Clemencia Oliveros, Domitila de Marmolejo,
Ramón Plaza, Leopoldina E. de Alvarez, Hersilia
A. de Robledo, Manuel M aría Mejía, Marcelina
G. Rojas, Teresa de Jesús Incapié, Edelmira AT
daña, Avelina Peña, Saturnina Peña, María
Engracia Torres, Francisco Urriago, Pedro Alcides Lerma, Teotista V. de Chávez, tributan
gratitud eterna a la incomparable Virgen de
Don Bosco, por haber escuchado sus súplicas
en varias necesidades y por conducto de su
activa Celadora Da. Teotista V. de Chávez
envían una limosna para las Obras y Misiones
Salesianas.

S a r m ie n t o (Argentina). — Francisca T. de
Bossolasco en cumplimiento de una promesa
por gracia recibida envía una limosna.
S a n V ic e n t e (Colombia). — Una devota de
María Auxiliadora por la obtenida salud envía
una ofrenda para los huerfanitos de D. Bosco.
S o co rro (Colombia). — Elpidia J . de Oregarena agradecida por un señalado favor envía
una limosna para el culto dcl Santuario de
Turín.
T o le d o (Colombia). — Rita Medina de Her­
nández y Fidelina Contreras de Medina dan
gracias a María Auxiliadora y envían una limosna.
Z a r a g o za (España). — Dña. Teresa Fandos
da gracias y envía una limosna.
Z a p a TOCA (Colombia). — Elisa Serrano de
Serrano por haber obtenido la salud hace celebrar
una misa en el altar de María Auxiliadora de
Turín y envía una limosna para las Obras y
Misiones Salesianas. — Alicia Pinilla, E . H. G.
y otros devotos dan gracias y envían una limosna.
— Amelia Martínez de C. por haber devuelto
la salud a su esposo moribundo, y envía una
limosna. Teresa Gómez Amorocho por haber
aliviado grandemente a su papa enfermo.

CO N D ICIO N ES
para formar parle de la Pía Unión
de los Cooperadores Salesíanos.
i) Haber cumplido los i6 años de edad.
z) Gozar de buena reputación religiosa y social.
3) Procurar en si y en los demás un ideal de
vida cristiana según el espíritu de caridad y man­
sedumbre propio de Don Bosco y promover en la
medida de las propias fuerzas, por medio de la
oración, de la prestación personal, de la propaganda
y, si es posible, de ¡a limosna, las obras de la Pía
Sociedad Salesiano: Oratorios Festivos, Escuelas
de Artes y Oficios, Colonias Agrícolas, Escuelas
gratuitas. Misiones, etc.
4) Hay concedidas gran número de indulgen­
cias plenarias y parciales, para cuya adquisición
basta reazr todos los días un Pater, Ave y Gloria
a San Francisco de Sales con la jaculatoria
Sánete Francisce Salesi, ora pro nobis.
5) Organo de la Pía Unión, que cuenta con
anos yoo.ooo asociados en todo el mundo, es el
Boletín Salesiano, que se edita en Turín, en doce
lenguas: italiano, castellano, portugués, francés,
inglés, holandés, alemán, yugoeslavo, húngaro,
checoeslovaco, polaco y lituano. Para recibirlo
basta solicitar su envío a la Casa Salesiana más
próxima, o a la Casa Madre de los Salesionos
(Vía Cottolengo 32 - Tur/n-Italia). No tiene
precio de suscripción, pero se agradece una pe­
queña oferta para cubrir los gastos de im­
presión y envío.

C U EN C A (Ecuador). — E l prim er Con­
greso M ariano d el Ecuador.
El Primer Congreso Mariano del Ecuador,
celebrando en Cuenca desda el dia 20 al 24
de mayo último, es una verdadera conquis­
ta salesiana, un triunfo más de Marta Auxilio

Rdo. Padre Rector Mayor, que ha dado óptimos
frutos para la propaganda misionera y la acción
social en orden al culto y devoción a María, a
la reforma de las costumbres, al fervor en las
prácticas religiosas, a la educación cristiana,
etc., etc.; pues a dicho Congreso han concurrido

Coenca (Ecuador) - Distinlas escenas dei Congreso Mariano.

de ios Cristianos, y Defensora de la fe, que se ha
dignado escuchar las alabanzas humildes y
sencillas, pero fervorosas, de un pueblo devoto
y creyente. En efecto, los Cooperadores Salesianos de Cuenca, deseando corresponder no­
blemente a la piadosa y elocuente exhortación
del M. Rdo. Padre Rector Mayor, respecto a
celebrar congresos locales de adhesión al de
Turín, aul .eron todos sus esfuerzos con tal in­
tento; pero, como la devoción a María Sma. y
la preparación científica del Vblc. Clero secular
y regular, de los profesionales y de las clases
directivas de la sociedad, hablan sido mayores
de lo que se suponía, los esfuerzos de los Coo­
peradores dieron por resultado no sólo un Con­
greso Salesiano, sino verdaderamente el Primer
Congreso Mariano de la República.
Convocado el Congreso por dos beneméritos
Prelados, Monseñor Dr. D. Daniel Hermida,
Obispo Diocesano y Monseñor Dr. D. Domingo
Comln, Obispo de Obba y Vicario Apostólico
de Méndez y Gualaquiza, se desarrolló un plan
vastísimo de acuerdo con el programa del M.

eminentes personajes de fama continental, el
Clero, las Comunidades y Congregaciones Re­
ligiosas residentes en la Ciudad, las Asociaciones
de piedad y de beneficencia, las Sociedades cien­
tíficas y artísticas de católicos, distinguidas
damas y los representantes de todas las clases
sociales.
Oportunamente, se adhirieron al Congreso,
bendiciendo sus obras, el limo. Sr. Arzobispo
de Quito y todo el Episcopado Ecuatoriano,
asi como los Prelados de todos los Conventos
y Congregaciones del Ecuador.
Las notas más emocionantes y características
del Congreso fueron: la declaración solemne y
pública del pueblo cuencano, reconociendo a
María, como Medianera Universal de la gracia
y la misericordia, al propio tiempo que confe­
saba su Asunción Corporal a los cielos, y la
conmovedora y dulce Consagración oficial que
hizo el limo. Sr. Obispo Salesiano, Monseñor
Comln de su Vicariato Apostólico de Méndez y
Gualaquiza a María Auxiliadora, contribuyendo
a ello la piedad de los cuencanos.

1

515
En esta última ceremonia, la Taumaturga
Imagen de la Virgen del Vble. Don Bosco, la
Reina de las Misiones, estuvo rodeada de 50
niños que ostentaban sendas banderas de las
Naciones donde están establecidas Casas Salesianas, para recordar, , como dijo un orador,
que allí estaban presentes en sus pabellones,
las Naciones que sostienen nuestras Misiones
del Oriente con sus dádivas y sus oraciones;
que allí estaban las Naciones que nos envían a
sus hijos, como Misioneros, los que, con el sudor

Don Bosco llevan aquí cinco años de trabajo
intenso, y poseen ya un establecimiento edu­
cativo que promete brillante porvenir. Justo
será reparar algo el largo silencio.
Tunja es una ciudad antigua, situada a 165
kilómetros al norte de Bogotá, con la que se
comunica hoy por línea regular de automóviles
y dentro de poco por ferrocarril. De clima frío
y sano; poco comercial, pero Capital de Depar­
tamento y Sede Episcopal. Aunque de sólo
diez mil habitantes, es gran centro cducacio-

Tunja {Colombia) - Daranie el festíval gimnástico con que se festejó la inauguración del edificio.

de sus fatigas, y a veces con sangre y lágrimas,
fecundan esa abandonada heredad del Señor;
que allí estaban las Naciones que nos han de
dar los inmigrantes que necesitamos para nues­
tro progreso y ventura.
En fin, el Congreso Mariano ha sido muy
aplaudido y ha tenido resonancia en toda la
Nación. Como monumento conmemorativo del
Voto, de la Consagración y del Congreso, se
acordó en pleno, en la sesión solemne de Inau­
guración, la construcción de un templo bajo la
advocación de la Asunción de María Sma. en
el corazón de las selvas ecuatorianas, idea ma­
ravillosa, con la doble maravilla de la fe y del
poema, que se realizará, a no dudarlo, porque
el Cielo protege visiblemente todos los proyectos
del Congreso.
T U N JA (Oolombía). — D espués de un lus­
tro de labor salesiena.
Nos escriben desde Tunjo con fecha junio 1928:
A la mayor parte de los lectores del Boletín
Salesiano les es desconocido el nombre que en­
cabeza estas líneas, y sin embargo los Hijos de

nista, y cuenta con todos los elementos de cul­
tura que determinan una ciudad.
Nuestra fundación en esta ciudad fué promovida
por el lllmo. Sr. Obispo de la Diócesis D. Eduar­
do Maldonado Calvo, gran admirador de Don
Bosco y sostén de esta obra, y por el Pbro, Sr.
D. Ricardo Muñoz (q. e. p. d.) Data de los úlimos días de 1922, en que dos Salesianos lle­
garon a iniciarla, en la iglesia y casa parroquial
de las Nieves. Como casi todas nuestras funda­
ciones, tropezó con buen número de dificultades,
y fué desenvolviéndose, paso a paso. Primero
la administración de la parroquia y Oratorio
Festivo; después una modesta escuela y prin­
cipio de las obras de edificación; luego una escuela
mayor en local provisorio, y este año se ha llegado
a un Instituto completo de enseñanza comercial
y agrícola, con internado y externado, en locales
propios.
E l edificio, cuya primera piedra se bendijo el
t8 de setiembre de 1924, ha venido construyén­
dose sobre planos del arquitecto salesiano Sr.
Juan Buscaglione; construcción sólida y neta­
mente pedagógica, de que está terminada una

316
parte con capacidad para cincuenta internos y
más de cien externos.
La bendición e inauguración de esta parte se
llevó a cabo el domingo tres de junio, como co­
ronamiento de la grandiosa apoteosis que días
antes se había tributado a María Auxiliadora.
Una misa campal en el patio central del Insti­
tuto, la bendición de los locales terminados, un
modesto ágape ofrecido a Autoridades y amigos,
un festival de Gimnasia por los alumnos internos

Militar, ofrecidas galantemente por sus respec­
tivas Autoridades.

AYAGUALO (El Salvador). — Progresos
de la Casa de formación.
Damos esta pequeña reseña de los ade­
lantos que se han llevado a cabo en la Casa
de Formación de la Inspectoría de Centro
América, para poner a nuestros buenos Coo­
peradores al corriente del bien que se obra

Ayagualo (El Salvador) - C asa de formación: Aspirantes, Novicios y estudiantes de FilosoRa de Centro América.

y externos, y un festival a beneficio de la Obra,
fueron los actos con que se solemnizó el acon­
tecimiento. Después de la bendición de los
locales, impartida por el lllmo. Sr. Obispo el
Director del Instituto P. Emilio Rico hizo uso
de la palabra, para nai^rar someramente la his­
toria de la fundación y dar gracias a cuantos la
han sostenido, senaladamcníc al lllmo. Sr.
Obispo, a las Autoridades Departamentales y
a la memoria del Pbro. Sr. D. Ricardo Muñoz.
Los varios actos fueron presididos por el lllmo.
Sr. Obispo y el Sr. Gobernador Dr. Nicolás
García Samudio; asistieron además el R. P.
Inspector de Colombia D. |osé María Bcrtola,
y distinguidos sacerdotes y laicos admiradores
de la Obra Salcsiana. El edificio estuvo casi
todo el día inundado de público, y alegrado por
las dos bandas de música, Departamental y

mediante su desinteresado y eficaz auxilio. La
simple casa veraniega de hace cinco años se ha
convertido ahora en un espacioso edificio, dotado
de todos los medios modernos de enseñanza,
entre los que ha merecido el aplauso de las au­
toridades y del público, el bien surtido obser­
vatorio sísmico y meteorológico, que comu­
nica sus datos a los principales observatorios
de Centro América. Satisfecho por lo bien mon­
tado del Instituto, no menos que de los brillantes
resultados en los estudios, el Ministro de Ins­
trucción Pública, de acuerdo con el Supremo
Gobierno, confirió a dicho plantel la facultad
de conferir los títulos de profesorado normal.
Actualmente, sesenta aspirantes, quince novicios
e igual número de estudiantes de filosofía pueblan
el edificio y son a la par la mejor esperanza de
la Inspectoría.

5 t?

Barcelona-Sarriá (España). - Alumnos de los diferentes ramos del hierro, madera y decorado, artes
del libro y de! vestido, que han terminado su aprendizaje en las Escuelas Profesionales Salesianes.

C urso 1927-1926.

Fortia M ercedes (Ar^enfioa) - Duraote la viúta que el Cobemador del Territorio hizo al Colegio
SaleñaBo. de la cual quedó aKameiite complacido.

7 i8

AL VUELO

W i

BAHIA BLAN CA (Argentina). — Los ba­
chilleres del Colegio Don Bosco llevaron a cabo
una excursión por el Nahuel fiuapí, durante la
primera quincena de julio último, llegando al
corazón de los Andes, hasta la frontera chilena.
S e usaron todos los medios de locomoción por
do, lago, tierra y montaña y fue una verdadera

verificó la sencilla pero conmovedora función
de la toma de hábito de cinco novicios, proce­
dentes de la Casa de Formación de la Magda­
lena. Son las primeras flores del vergel, que a
manera de preciosas primicias, se ofrecieron a
María Auxiliadora. A la misa solemne asistió
el Sr. Ministro de Instrucción Pública, quien
pasó la mayor parte del día en el Colegio, lle­
vándose las más gratas impresiones.
TU CU M AN (Argentina). — El día i® de
julio último se celebró en el local Colegio Sa-

Magdalena del M ar (Perú - Los S primeros novicios pernanos. formados en aquel plantel de vocaciones.

marcha triunfalporlas continuas muestras de afec­
to de que fueron objeto los alumnos salcsianos.
LA CO R U Ñ A (Espoña). — Ha sido muy
visitada y grandemente elogiada por la prensa
local la Exposición Escolar, que de su labor du­
rante el pasado curso han hecho las cinco clases
elementales, frecuentadas gratuitamente por
unos 300 niños. Cuenta además aquella Casa
Salcsiana con Escuelas Profesionales para el
aprendizaje de oficios y son tantas las solicitudes
de ingreso en ellas, que se está construyendo un
grandioso pabellón con todos los adelantos mo­
dernos para poder albergar a unos zoo internos.
Es una obra que merece el apoyo de cuantos
se preocupan por el porvenir de la clase obrera.
LIM A (PerúL — Imborrable recuerdo dejó
«n la Casa Salcsiana la fiesta jubilar de /a Coro­
nación de María Auxiliadora. Por la mañana se

Icsiano la fiesta de San Luis, cuyas enormes
proporciones se hacen ya tradicionales. Es el
verdadero día del niño. Mas de zooo niños se
reunieron el presente año en los amplios patios
del Colegio, resultando imponentes tanto las
festividades religiosas como el sin número de
recreos y pasatiempos que, para ^divertir a la
turba infantil, idearon los organir^ores de-tan
simpática fiesta, que ofrecen con ella el mejor
homenaje al Rvdo. P. Valentín Bonetti, Inspector
de los Salesianos.
V IED M A (Argenfina). — El día 5 del pasado
julio, los alumnos del Colegio Salesiano < San
Jo sé" tributaron un sentido homenaje al Senador
electo de Patagones, Dr. DomingoM. Aróstegui con­
sistente en una Academia músico-literaria que
conmovió al homenajeado, quien elogió grande­
mente la labor educadora que realiza el Colegio.

i

519

LIBROS SALESIANOS,

Los Sres. Cooperadores salesianos, además
de las ingulgencias ordinarias que se detallan
en el Reglamento, pueden ganar, cumpliendo
los requisitos de costumbre, indulgencia plenaria, los siguientes días:
Mes

de octubre.

7 * I-a Virgen del Rosario.
1 1 . La Maternidad de María.
i6. La Pureza de María.
Mes de noviembre.
2 1. Presentación de Ntra. Señora.
22. Sta. Cecilia.

Lecturas católicas. — Con el fin de contrarrestar los perniciosos efectos de la mala
prensa, el Venerable. Don Bosco fundó en el
año 1853 está publicación, que por precio ver­
daderamente módico da cada año 12 volumitos
de más de 100 páginas y un magnífico almana­
que-obsequio a los suscritores. No deben faltar
en ningún .hogar de Exalumnos o de Coopera­
dores Salesianos.
De Buenos Aires hemos recibido el número
correspondiente a los meses de-mayo y junio
del presente año titulado La Pendiente fatal,
narración histórica llena de útiles enseñanzas.
Y un número extraordinario dedicado al Papa,
titulado La Infalibilidad Pontificia, con mo­
tivo del cincuentenario de la Definición de dicho
Dogma.
¿Q uién es e l P a p a? — Precioso opusculito, editado por la Casa Saiesiana de San Juan
Evangelista de Buenos Aires, con motivo de la
fiesta dcl Papa.

Seis Misas diarias perpetuas.
Recordamos a nuestros lectores el privilegio
extraordinario concedido por el Papa León X I I 1
(de f. m.) a nuestro Vbic. Don Bosco en favor
de todos los que contribuyeron con sus limosnas
a levantar la Basílica dcl Sagrado Corazón de
Jesús en Roma o contribuyan en lo porvenir
al sostenimiento de aquella Iglesia e internado
de Artes y Ofícios para niños pobres.
Basta entregar una sola vez la limosna de
una peseta (20 centavos de dólar más o menos)
para tener derecho, en vida y después de muerte
a la aplicación diaria de ó misas, que se celebran
en el altar mayor de dicha Basílica, como tam­
bién, de todas las prácticas de piedad que en
ella se practican. Pueden también ser inscritas,
entregando por cada una de ellas la misma
limosna, las personas ausentes o fallecidas, las
cuales gozan igualmente de dicha aplicación.
Para gozar de esta gracia tan extraordinaria
basta recoger en una lista los nombres de los
que deseen inscribirse y enviarla, junto con la
limosna correspondiente, al Rector Mayor de
los Salesianos - Via Cottolengo 32 - Torino (109)
Italia - y apenas inscritos en ios registros, em­
piezan a gozar de la aplicación de dichas ó
misas. Como testimonio de la inscripción cada
uno de los inscritos, recibe una cédula con su
nombre y con la explicación detallada de este
privilegio.
Los que ya conocéis este privilegio dadlo a
conocer a todos vuestros amigos y conocidos
y veréis cómo no queda ni uno que no se ins­
críba y que no haga inscribir a sus difuntos.

Da. Carmen Fernández y Terán.
Falleció en Madrid (España) el día 1® de julio
último. Empicó todo el tiempo de su vida, sin
olvidar los deberes domésticos, en el amor a
Dios y al prójimo y especialmente en favor de
las almas del Purgatorio, fundando una Aso­
ciación, desarrollada extraordinariamente, para
sufragio de las mismas, que, por ser obra ben­
decida por el Señor, le proporcionó sufrimientos
y pruebas, que sobrellevó con gran entereza y
virtud y que seguramente serán su corona en
el Cielo.
Padeció en su larga enfermedad grandes do­
lores que sufrió recordando las llagas de Ntro.
Señor y ofreciéndolos al Divino Corazón de
Jesús por las almas del Purgatorio y ni una sola
vez se lamentó de lo que padecía.
Su actividad fué tan extraordinaria que puede
afirmarse no habrá tenido que dar cuenta a Dios
de haber perdido un minuto de tiempo y aún
en S u enfermedad,postrada en cama,hizo mu­
chas labores destinadas al culto divino.
No tuvo jamás respeto humano; siempre tuvo
la verdad en sus labios en todo y para todos,
según su recto juicio y con desprecio de las
vanidades de esta vida.

?20
Para la Congregación Salesiana tuvo verdadero
corazón de madre, figurando siempre entre las
más activas Cooperadoras Salesianas.
Damos el más sentido pesame al afligido viudo,
D. Trinidad Delgado, dignísimo magistrado del
Tribunal Supremo ypedimos al Señor derrame
sobre su corazón el bálsamo del consuelo.
A la que tan caritativa fué con las benditas
almas del Purgatorio no le han de faltar, si los
necesitara, abundantes sufragios que la lleven
a gozar pronto del premio eterno merecido por
sus virtudes.

D® Amelia Vivé de Negra.
Palleció en Barcelona (España) el día 20 del
pasado julio esa alma por tantos motivos pri­
vilegiada, enamorada del Sacratísimo Corazón
de lesús, al cual dedicó toda la actividad de su
inteligencia no común, todo el amor de su co­
razón ardiente y entusiasta, el holocausto de
todo su ser, aceptando con alegría todas las
tribulaciones morales y todos los padecimientos
físicos, para ofrecerse como víctima de holo­
causto al Deífico Corazón de sus amores.
Y podemos decir que toda esta inteligencia,
todo este amor, todo este sacrificio los concentró,
Dña. Amelia, durante los últimos cinco lustros
de su existencia, en la que bien puede llamarse
su obra predilecta, el Templo Nacional Expia­
torio al Sagrado Corazón de Jesús, que en la
cumbre del Tibidabo está levantando la Con­
gregación Salesiana. Cada una de sus piedras
es un monumento a su piedad y a su celo por
el Sagrado Corazón.
Suya fué la idea de los sacrificios, con los
cuales las abejas místicas, amantes dcl Corazón
de Jesús en toda España, libaran exquisita miel
de amor y fueran levantando el majestuoso trono,
desde donde el Deifico Corazón reinará sobre
su Nación predilecta.
Y bajo el pseudónimo de María Victoria
emprendió aquella asidua y celosa propaganda
dirigiéndose a prelados, a autoridades, a parti­
culares, pidiendo a todos un sacrificio por el
Corazón de jesús. Aquellos artículos, aquellas
circulares, escritas con tanta maestría y sobre
todo con tanto sentimiento y entusiasmo, ex­
tendieron la idea por toda la península y aún
fuera de ella y bien pronto, hasta de los rincones
más apartados, las almas buenas respondieron;
y los hilos de rica miel fueron manando lenta
pero continuamente, reuniéndose en preciosos
riachuelos, que hicieron llegar al Templo del
Tibidabo las necesarias limosnas para que las
obras fueron siempre adelantando, sin inte­
rrupciones, algo despacio si se quiere, pero con
la cooperación, fruto dcl sacrificio, de tantas
filmas enamoradas dcl Corazón de Jesús.
Con gusto veríamos editarse una colección

completa de todos los artículos y escritos de
Mario Victoria, que serían sin duda el folleto
más eficaz de propaganda para la Obra del
Templo Nacional al Sagrado Corazón de Jesús
en el Tibidabo.
Quien la ha conocido y la ha visto, enclavada
en aquel sillón, víctima del dolor, ofreciendo
sus sufrimientos al Corazón de Jesús, quien en
medio de tantos padecimientos físicos ha oído
su palabra entusiasta, vibrante cuando del Co­
razón de Jesús o de su templo se hablaba, quien
considera la fuerza de voluntad con que tan
asiduamente manejó su privilegiada pluma,
para poner toda su inteligencia a servicio del
Sagrado Corazón de Jesús, no puede dudar de
que este bondadosísimo Corazón le habrá dado
ya el más cumplido premio y la tan anhelada
recompensa; Ego era merces tua magna nimis.
Sin embargo, al recordar y bendecir su me­
moria, no le escaseemos el tributo de nuestros
sufragios y pidamos al Sagrado Corazón de
Jesús suscite a otras almas privilegiadas que
recojan su herencia y emulen sus ejemplos,
y roguémosle al mismo tiempo que derrame
abundantes gracias y consuelos sobre su viudo
e hijos, entre los cuales se cuentan un padre
jesuíta y tres hijas religiosas reparadoras.

Recordad en vuestros sufragios a:
A l c o h u ja t e (España). — Bruno Valencia y
Trinidad Albendea.
C a l i (Colombia). — Rafael Salinas, José
de Jesús Manrique, Pbro., Pedro Ledesma.
C a m il o

A ldao

(Argentina).



Antonia

Echániz.
(España). — Ramón González.

C uenca
M

o reua

Pa ra n A

(Méjico). — Gustavo ¡barróla Bubl.
(Uruguay). — Angela Campana de

Lucchini.
T

ip l e

(Colombia). — Rita Collazos.

V i l l a d e D o n F a d r iq u e (España). — Nicomedes Cuenca, Faustino Gallardo, Victor
Castillo, Higinia Marín, León Castillo, María
Cuenca.
Z a p a t o c a (Colombia). — Zoila Acevedo de
Diaz y Rafael Diaz Chacón.

R.
Coa

1.

P.

mprobtidó» t k I* maloridmd eckaJAsilca.

Gerealer D. DO.VIENICO GARNERt.

Ealablccim iento T ip . <ie U S o cie d a d E d ito ra la tera a e io a a l - T arta
C o ra o

Regiam M arghariia. I f l .

Fecha
1928.10