BS_1925_08

Ficha

Título
BS_1925_08
Descripción
Boletín Salesiano. Agosto 1925
extracted text
m

BOLETÍN SALESIANO
R E V ISTA DE L A S O BR A S DE DON BO SCO
Año X L .

T

A G O ST O , 1925

u r ín

— L a B a s íl ic a

db

M a r ía A u x il ia d o r a

a

I

r

Número 8-

d u r a n t e l a s f ie s t a s .

COOPERADORES SALESIANOS
O m odo práctico para m oralizar la sociedad.
Es el periódico oficial de las Obras y Misiones Salesianas, que se envía
mensualmente a los Cooperadores Salesianos y a las Cooperadoras Sa­
lesianas, o sea a los que sostienen dichas Obras y Misiones.
Fundador de las Obras y Misiones Salesianas y de los Cooperadores
Salesianos es el Venerable Padre Don Juan Bosco (1815-1888) apóstol de la juventud y fundador
de la Pía Sociedad Salesiana y de las Hijas de María Auxiliadora.

"Boletín
Salesiano,,

Cooperadores
Salesianos.

La Unión de los Cooperadores Salesianos — como dice Don Bosco — no
crea vínculos de conciencia y por lo tanto pueden participar las familias
seglares y religiosas, y los institutos y Colegios, por mediación de sus
padres o Superiores.

Las condiciones establecidas por Don Bosco para ser inscriptos en la Unión de Cooperadores
Salesianos son:
1. Tener 16 años de edad.
2. Gozar de buena reputación religiosa y civil.
3. Estar en grado de promover por sí mismo o por otros, con oraciones, ofertas, limosnas
o trabajos, las Obras de la Pía Sociedad Salesiana.
NB. — Los que desean inscribirse entre los Cooperadores y sobre todo aquellos que proponen
nuevos socios, reflexionen sobre la tercera de las condiciones, requerida por el Venerable Fundador; es a saber: que puedan promover por sí o por otros, con oraciones y limosnas — que
compensen por lo menos el envío gratuito del « B oletín » — las Obras Salesianas.
Los pedidos de inscripción envíense directamente al Rector Mayor de los Salesianos, CottoiengJ
32, Torino, 9 — Italia.
En el Cincuentenario de las Misiones Salesianas (1875-1925) recomen­
damos a todos la celebración de Jornadas Misioneras a favor de las
Misiones Salesianas, para que se difundan con su conocimiento sus mu­
chas necesidades — extendiendo el marco de las simpatías y procurán­
doles el apoyo de todos los buenos — Es cierto que las Jornadas Misioneras no recogerán de
golpe la ayuda necesaria. Nuestros Misioneros piden por ejemplo con insistencia diaria, géneros
y objetos para el sagrado ministerio, y principalmente telas, vestidos, calzados, para sus huér­
fanos y neófitos, medicinas y mil otras cosas necesarias para el inicio de la vida civil de los nue­
vos cristianos.
Indicamos pues, a las Casíis de Comercio, esta grande obra de civilización y de fe, rogán­
doles quieran enviar al Rector Mayor de los Salesianos Don F E L IP E R IN A L D l, Coitolongo, 32 - TORIN O (9) - Italia, cuanto estimen oportuno dar a las Misiones Salesianas. El
Señor, por las fervorosas plegarias de los protegidos, bendecirá sus negocios proporciooa
damente a su generosidad.

Obra grande
de caridad.

Ruégase enviar las limosnas y ofertas directamente al Rmo. Rector
Mayor de los Salesianos, que es asimismo el Director General de la Unicc
de Cooperadores Salesianos y de las Cooperadoras Salesianas, con esta
dirección: Rmo. Sr. Don F E L IP E R IN A L D l - Oratorio SaUsumo •
Cotíolengo, 32 - TO R IN O (9) - Italia.

Enoto de
Jas ofertas.

BOLETÍN SALESIANO
REVISTA DE LAS OBRAS DE DON BOSCO
Año X L .

A G O ST O . 1925

Número 8.

S u m ario : InIroJucción de !a Causa de Beatificación
Canonización de la S ie n a de Dios
María Dominica M azzarello. — L o que sobra, dadlo de limosna. — Tesoro espiritual. — E l
Cooperador Salesiano debe ser otro Don B osco. — D e nuestras Misiones. — Culto de María
Auxiliadora: Alaría Auxiliadora en y4iican/e, en i^uenos A ires. — Gracias de Alaria Auxiliadora,
— Por el mundo salesiano. — Los que mueren.

IN T R O D U C C IÓ N D E L A

CAUSA

DE B E A T IF IC A C IÓ N Y CA N O N IZA C IÓ N D E L A S IE R V A D E DIOS

M A R ÍA

D O M IN IC A

No sólo los que han tenido la fortuna de visi­
tar este año Roma y asistir al espectáculo mara­
villoso, no igualado en dulce y confortante
emoción por ningún otro, cual es la glorificación
de los nuevos santos y beatos en la Basílica de
San Pedro, sino también los que hemos sabo­
reado las abundantes y sabrosas relaciones con
que nos regalan desde la Ciudad eterna, hablán­
donos de las grandiosas manifestaciones de
íe de los peregrinos que llegan de todas partes
a lucrar el Jubileo, y del éxito y magnificencia
de la Exposición misionera, nos sentimos im­
pulsados a mostrar nuestro reconocimiento al
Señor y a su Esposa, la Iglesia, por tantos mo­
tivos de consuelo como nos proporcionan.
Sin desconocer ni negar que corren tiempos
difíciles que afligen el ánimo y hacen temer
posibles desventuras, es necesario reconocer
que la Providencia, y la diqiensadora de sus
la Iglesia, se prodigan, se desviven,
hablando humanamente, para endulzar nuesbas penas y hacemos gozar celestes consuelos.
Año Santo, glorioso en desfile de bienaventu­
raos que reciben los honores de la victoria y
c^léndido en la manifestación de los triunfos
la fe de que es elocuente, magnífico expoOdte la Exposición misionera, el año 1925 es
^ Verdadera y superabundante grada.
Pero a los motivos generales de alegría y

M AZZARELLO

consuelo del pueblo cristiano, las Hijas de María
Auxiliadora, los Salesianos, Cooperadores y
todos los amigos de la Obra de Don Bosco,
tienen otros particulares que añadir. Pasando
por alto las conmemoraciones del Cincuente­
nario de nuestras Misiones y del Centenario
del sueño, que resultan una apoteosis, hoy nos
complacemos en comunicar a nuestros amables
lectores que el día 19 del mayo pasado, se reu­
nió en el Palacio Apostólico del Vaticano la
Congregación de S. Ritos, en sesión ordinaria,
durante la cual se- trató de la introducción de
la Causa de Beatificación y Canonización de
la Sierva de Dios María Dominica Mazzarello,
primera Superiora General del Instituto de las
Hijas de María Auxiliadora.
Oída que fué la relación del Emmo. Cardenal
Cagliero, Ponente de la Causa, los presentes
dieron voto favorable, lo que el Emmo. Cardenal
Vhco, Prefecto de la S. Congregación, puso en
conocimiento de Su Santidad, el 27 del mismo
mes; y el Papa, ratificando esa decisión, dió
orden para que se publicase el relativo De­
creto.
Estamos convencidos de que este precioso
documento, a* la par que una gran satisfac­
ción y alegría producirá mucho bien en el seno de
la Familia Salesiana, pues será como un reclamo
a la imitación de las virtudes y vida santa

— 228 —
de aquella buena
r e lig io s a que la
Divina Providen­
cia envió a Don
Hosco, para que
pudiera prodigar
a las niñas el be­
neficio que su apostolado procu­
raba a los niños.
¡Qué página más
hermosa escribió
con su celo y vir­
tudes esta hija de
Don Hosco! Por­
que la vida de la
Madre María Do­
minica M azzarello,
fué admirable por
su sencillez, pie­
dad y c a r id a d .
H ija del pueblo,
trabajó asidua e
intensamente por
las hijas del pue­
blo, p ro cu ra n d o
e d u c a r la s en el
santo temor de
Dios y prepárandolas para que en
la lucha por la
vida pudieran ganarse su pan honradamente.
He allí el modelo de las Hijas de María A uxi­
liadora. Si quieren hacer mucho bien y merecer
las bendiciones del cielo, es necesario que se

esfuercen para se­
guir sus huellas,
distinguiéndose
por su sencilkz,
piedad y caridad,
que fué el progra­
ma que la Sierra
de Dios recibió
de D on Hosco,
programa que en­
camó en su vida y
recomendó hasta
el momento de la
muerte a sus Hijas
esp iritu ales. La
sencillez, piedad y
caridad humilde y
cordial será siem­
pre el secreto se­
guro de nuestros
éxitos y conquis­
tas juveniles.
« Mientras no­
sotros — decía el
Emmo. Cardenal
Cagliero en una
reunión de direc­
tores de las Ca­
sas Salesianas —
nos presentemos
en medio de la
juventud con la paternidad de Don Hosco,
veremos reproducirse siempre los mismos pro­
digios ».
¡Qué el Señor nos ayudel

DECRETUM .

DECRETO.

AQUEN.

CAUSA DE ACQUI

Beatiñcationis et Canonizationis

para la Beatificación y Canonización

Servae Dei
M ARIAE DOM ENICAE M A ZZA R E LLO
Primae Superiorissae
Instituti Filiarum Mariae Auxiliatricis.

de la Sierva de Dios
M ARIA DOMINICA MAZZARELLO
Primera Superiora del Instituto
de las Hijas de Maria Auxiliadora.

In oppido Momese,
dioecesis, die 9
wMÍt
1837, in lucem prodiit D omixica
Mazzareixo , í » ecdesia paroeciali baptízala.
Prima ex septem filiis losephi ei Magdahnae
Calcagno, qui maximam adhibuerunt curam in
chrisliana e<iitcaiÍone prolis, paella ingenio vivad
sed docili ed ad virtiüem inclinaio, peculiare

María Dominica Mazzarello nació en tierras
de Momese, diócesis de Acqui, el 9 de mayo
de 1837, y fué bautizada en la iglesia parroquia
Primogénita de los siete hijos del raatrimomo
José y Magdalena Gaicano, quienes se esmerart*
en la educación cristiana de la prole, era de
dolé \'iva, aunque dócil e inclinada a la \Trtai

-- 229 —
ordionis studium fraemonstrahat. Undecim cir- mostrando especial amor por la oración. Fri­
aí:r agens annos, bene parata, prima vice ad saba los once años cuando, bien preparada, fué
sanctam synaxim admissa juit, et, aliquot post admitida a la Primera Comunión, y algunos
«inses, sacro chrismate confirmata. Diebus meses después redbía la Confirmación. lín las
¡estis, praesertim Beatae Mariae Virginis, sa­ fiestas, particularmente en las de la A'irgen,
cramenta recipiebat singulari devotione; detnde comulgaba con singular devoción; después,
parentibus et confessario suadentibus Ss.mo aconsejada por sus padres y confesor, era su
Euckarisiiae Sacramento qiwtidie recreahatiir.
delicia acercarse diariamente a la Mesa EucarísÁnno aetaiis décimo séptimo oh suam devotionem tica. A los diez y seis años, debido a su tierna
m caelestem Matrem, Piae Unioni Filiarum
devoción a la Virgen, entró a formar parte de
Mariae Immaculatae adscribitur. Gravi morbo la Pía Unión de las Hijas de María Inmaculada.
correpta, vix convalescit, quia adhuc debilis ab Víctima de grave enfermedad, apenas se halló
a^resiibtis laborihus se astinere cogitur et mnlie- en convalescencia, como todavía estaba muy
ribus ac domesiieis manufaciis incumbit, prius
débil, debió abandonar las faenas de campo
discipula postea magistra. Sic Deus famulam para dedicarse a labores femeninas, primero
suam disponebat ad statum vitae perfectiorem et como alumna, y después como maestra. De este
ad multarum virginum utilitatem. Ipsa enim modo preparaba Dios a su Sierva para un estado
coadunare coepit in domum locaiam uii scholam de vida más perfecto que redundaría en bien de
instituiionis, disciplinae et artis, paellas quas la juventud. En efecto, en una casa que arrendó,
diebus ferialibus in congruis exercitationibus para que sirviera como de escuela de formación,
deiinebai. Unaquaeque pro quolibet mense unam de educación y de trabajo, comenzó a reunir
solvebat libellam, sed propria in domo cihum et las niñas a las que ocupaba en diversas labores.
somnum capiebai. Crescente earum numero,
Cada cual pagaba una lira al mes e iban a comer
nonnullae orphanae utriusque parentis in ipsa y a dormir a casa. Creciendo el número de las
domo scholari convivebant. Diebus autem festis niñas, algunas de ellas huérfanas de padre y
conveniebani in airium aedis ad oblectamenia ei madre, empezaron a vivir en la escuela. Eos
solaiia percipienda, interiecto aliquo pietatis exer- días festivos se reum'an todas en el patio de la
citio et lectione vel narralione grata et utili saepius casa para jugar, intercalando algún acto de
ex gestis sanctorum et saticti Aloisii Gonzagae. piedad, o cualquier lectura o relato ameno, con
Sacris functionibus adsiabant et ad sacramenta frecuencia la vida de S. Euis y de otros santos:
ttccedebant modestiam et devoiionem praeferen- y tomaban parte en las sagradas funciones, se
tes, sive in ecelesia parochiali, sive in saceüo acercaban a los Sacramentos con modestia y
rwali S. Sylvestri. In suae conscientiae in- piedad, ora en la parroquia, ora en la capilla
ceptique operis consiliarium et moderaíorem rural de S. Silvestre. Como consejero, tanto de
pia mulier adbibuit sacerdotem probalicm et su conciencia como de la obra que había comen­
wcc parochum seu coadiutorem Pestarino qui zado, tuvo la buena joven al digno sacerdote y
sapienti consilio utebatur Prioris losephi Fras- vicario Rdo. Sr. Pestarino, que, a su vez, se
iinetti, eoque vita functo, sacerdotis loannis
aconsejaba con. en el prior P. José Frassinetti,
fiosco, cuius Institutum deinceps amplexus est. y, muerto éste, con el sacerdote Juan Bosco,
Aon est kic locus laudibus extolúre Ven. loannem entrando a poco en su Instituto.
Bosco ñusque sodalitium pro religiosis et alumnis
N o es este el lugar ni ocasión de celebrar a D.
^scuHs sub nomine et patrocinio S. Francisci Bosco y a la Sociedad por él fundada en favor
Salesii jundatum, de catholica religione et hu- de la juventud, bajo el patrocinio y nombre de
f’’-ana societale .beneficentissimum et ad omnes S. Francisco de Sales, sumamente benemérita
Jere regiones orbis extensum. Quod quum in statu de la Iglesia y de la Socieda Civil, y extendida
fertüi el constanii esset constitutum, viam aperuit por toda la redondez de la tierra.
alicri Instituto eiusdem generis pro sororibus et
Cuando esta Sociedad alcanzó ya prospeperidad
t '-dis sub invocatione et protectione dulcissimae y desarrollo, dió vida al nuevo Instituto congé­
^■ otris, Mariae A uxiliatrids. Sicut S. Vincentius nere de religiosas, para bien de las niñas, bajo
* Paulo ad similem fundationem usus fuerai la invocación y patrocinio de la dulcísima Madre
^^>uie et opera B. Ludovicae Mariüac, ita Ven. María Auxiliadora, Así como S. Vicente de Paúl
w"*”!**® Sosco ad novam famüiam Filiarum
se sirvió, para una fundación semejante, de las
•Jariae Auxiliatrids instituendam et propagan- disposiciones y virtudes de la Beata Ludovica
cooperatricem habuit validissimam M artam Marillac, del mismo modo el Ven. Don Bosco, en
^'ZZARELLO. Quindecim pueüae ad religiosum la fundación de las Hijas de María Auxiliadora,
criíw amplectendum dispositae initium dederunt tuvo como cooperadora valiosísima a María
quae verba et exempla M ariae Mazzare U jO Mazzarello. Se dió comienzo a la obra con quin­
^^tae, eam veluti matrem et magistram sibi propo- ce jóvenes, dispuestas a abrazar el estado reli-

— 230 —

M o r n e s e (It a l i a ). — P u e b l o

de la

S ie r v a

sitUm, etiam uti vicariam. postea tiH superiorissam
unanimi suffragio a competente auctoriiate confirmaio sibi elegerunt. Difficnltaies a parentibus obiectas ob perennem a familia absentiam María jadíe
superávit, firma et constans vocein Dei potius
quam sanguinis audiens. Interim loannes Bosco
alterum hoc Institutum appositis regulis manuscripiis munivii, et domum in ipso oppido Mor­
nese sitam et ad pueros recipiendos destinatam
et aedificatam disposuit ut virgines congrégatae
simul cum superiorissa habitarent. Tyrocinio
autem peracto et probato iuxia regulas, undecim
idoneae et paratae sanctum habitum indiierunl et
tria vota religiosa professae sunt, dum tres solummodo habitum acceperunt coram Venerando
Antistite Sciandra Episcopo Aqiwtsi, sacris caeremoniis adstante Ven. loanne Bosco. Quod attinet
ad hanc piatn mulierem d Institutum cui tam sapienter praefuit, innucre placel nobüissimas Hile­
ras Ss.mi Domini nostri P n P apak X I, recurrcfiíe anno quinqiuxgesimo abipsius Instituti futidatione, ad R.mum D.num Philippum Ritialdi,
suprnnum Piae Societatis Salesianae moderatorcm ac pracfatae Familiae Filiarum Mariae
Auxiliatricis ddegatum apostolicum missas. In
hisce lilteris una cum praeclaris virtutibus benemeriiac Institutricis summaiim enumeraniur et
coüaudaniur praecipua reiigionis, misericordiae
et apostolaius e.xerciiia quac per varias Europae
et Atncricae regiones, dioeceses ac missiones, non
excepta hac ipsa Alma Urbe, a Sororibus Mariae
Auxiliatricis peraguntur in scholis, collegiis,
asx'lis infantiae, nosocomiis, orpha>ioirophiis,
missionibus, etc., ad bonum Ecelesiae et societatis,
ad animarum sálutem et praecipue ad puellarum
educaiionem, Christi caritate urgente, adiuvartte

gioso, las cuales, siguiendo los
consejos y ejemplos de María
Mazzarello, a la que se propu­
sieron como madre y modelo, en
votación unánime, refrendada
por la autoridad competente, la
eligieron, primero vicaria y des­
pués superiora. María, fiel y
constante, escuchando más la
voz de Dios que la de la sangre,
superó fácilmente las dificultades
que le opusieron los suyos por
la continua ausencia de la fa­
milia. Entretanto Don Bosco dió
las reglas al nuevo Instituto y
dispuso que las religiosas, ya
reunidas, ocupasen con la supe­
riora una casa, sita en Mornese,
destinada y erigida para alber­
gar niños. Terminado el noríd e D io s .
ciado y aprobado en conformidad
con las Reglas, once de ellas,
juzgadas idóneas y bien dispuestas, vistieron
el hábito santo e hicieron los tres votos reli­
giosos, y otras tres vistieron sólo el hábito,
delante del Sr. Obispo de Acqui, Mons. Scian­
dra, presenciando la ceremonia el Venerable
Juan Bosco. Hablando de esta piadosa mujer
y del Instituto, que rigió tan sabiamente,
es conveniente asignar la hermosísima carta
enviada por S. S. el Papa Pío X I, al cum­
plirse el cincuentenario de su fundación, al
Rdmo. D. Felipe Rinaldi, Rector Mayor de la
Pía Sociedad Salesiana y Delegado Apostólico
de la y a nombrada Familia de las Hijas de María
Auxiliadora.
E n ella, juntamente con las virtudes eminentes
de la benemérita Institutriz, se enumeran y en­
comian las principales obras de religión, de
misericordia y de apostolado, que en vanas
regiones, diócesis y misiones de Europa y de
América, sin excluir la misma ciudad de Roma,
realizan las Hijas de María Auxiliadora en i?'
escuelas, colegios, asilos de la infancia, oiíeHnatos, misiones etc. etc. en bien de la Iglesia
y de la Sociedad y por la salvación de las almas,
y sobre todo por la educación de las niñas, me­
diante la caridad cristiana.
Por último, la Sierva de Dios, después de habtí
desempeñado a mara^dlla, hasta la muerte, cJ
ca^ o de Superiora General, humilde, padente,
mujer fuerte y madre amante de sus hijas,
ejemplo admirable de observancia religiosa
de buenas obras, acaridando con amorosa nu"
rada a todas las religiosas del Instituto de las
Hijas de María Auxiliadora, unidas con la
periora como un solo corazón y un alma so­
las bendijo por última vez; y como \drgen sabia

— 231 —

ti remunerante. Tándem Dei Famula, Superiorissae generalis muñere usque ad obitum optime
perfuncta, humüis, patiens, fortis mulier, ac
suarim fUiarum amabiUs mater, religiosae observantiae ac bonorum operum admirabüe exemplar,
cuntía membra Instituii FUiarum Mariae Auxi~
lialricis in miutn cor et in animam unam suo
capiti iuncta, laeto iucundoque animo circumspiciens, extrema et suavi salutatione henedixU, et
virgo sapiens et prudens, Dei, Ecclesiae et Mariae
famula et filia fidelis et amantissima, decem post
annosa votorumprofessionedecurrenles, diesabbati
14 maii 1881, ad caelestem patriam placidissime
migravit. Interim fama sanctitatis, quam María
MA2ZARELI.0 in vüa adepta fuerat, post obitum
magis clara, diffusa et perseverans, invaluü, super
qua in ecclesiastica curia Aquensi Processus
Ordinarius Informafivus confectus est, et Romam
ad Sacram Rituum Congregationem delatas.
Servato iuris ordine, quum, Scriptorum Servas
Dei revisione peracta et prohata, nihil obstet
qiiominus ad ulteriora procedatur, instante R.nio
D. Francisco Tomasetti, Societatis Salesianas et
¡mus Causas postulatore, atque attentis litteris
postulatoriis quorumdam E.morum et R.monan
S. R. E. Cardinalium, complurütm R.tnoriim
Archiepiscoporum et Episcoporum, aliorumque
virorum ecclesiastica vel civili dignitate praestantium, nobilium mulierum et religiosarum CongregaUonum ac piarum Societatum, E.mus ac R.mus
D.mus loannes Cagliero, Episcopus Tusculanus
ct eiusdem Causas Ponens ac Relator, in Ordi­
nario Sacrorum rituum Congregationis Coetu
subsignala die ad vaticanas aedes coacto, sequens
dubium discuíiendiim proposuit: An sit signanda
Conimissio Introductionis Causae in casu et ad
ellectum de quo agitar? Et E.mi ac R.mi Paires,
sffcris tuendis rüibtis praepositi, post rclationem
ipsius E.mi Poneníis, audito voce et scripto
R- P. D. Angelo Mariajii, Fidei promotore gene­
ral}, o}¡inibus discussis ac perpensis, rescribere
^ensnerimt: Afiirmatíve sea signandani esse
t>)mniissionein Introductionis Causae, si Sanctissimo placuerit. Die 19 mnii 1925.
Pacta posfmodum super Jiis Sanctissimo Do^■ :no nostro P ío P a pa e X I per infrascriptum
^ardinalem Sacras Rituum Congregationi PraeJ'tíum relatione, Sanctitas Sua Rescriptum eiuscrm Sacras Congregationis raíum habuit et prosimulque propria manu signare dignóla est
^^■ '^nmissionem Introductionis Causae Fámulos
Ma ria e M azzareelo , primas superiorissae
*^ituíi FUiarum Marios Auxiliaíricis. Die 27,
mense et anno.
¡5 ( A . Card. V ico,
*•)
Ep. Portuen. et S. Rufinae,
S. R. C. Praefectus.
Aeex a n d er V e r d e , S . R. C. Secreiarius.

y prudente, sierva e hija fiel y amantísimn de
Dios, de la Iglesia y de María Santísima, después
de diez años de profesión religiosa, el sabado
14 de mayo de 1881, voló suavemente a la patria
celeste.
Entretanto la fama de santidad, que ya eii
vida gozó María Mazzarcllo, se agrandó y exten­
dió después de su muerte, y sobre ella, en la
Curia Eclesiástica de Acqui, se inició el Proceso
Ordinario Infonnativo, que fue enviado a Roma,
a la Sgda. Congregación de Ritos. Aprobada y
cumplida la revisión de los escritos de la Sierva
de Dios, en conformidad con las prescripciones
canónicas, no habiendo nada que se oponga a
la continuación de los actos, a instancia del
Rdmo. D. Francisco Tomasetti, Postulador de
los Salesianos y de esta Causa, y vistas las cartas
postulatorias de algunos Emmos. y Rdmos.
Cardenales de la S. R. C. y de muclios Rdmos.
Arzobispos y Obispos y de otros ilustres perso­
najes eclesiásticos y laicos, así como de nobles
señoras y de Congregaciones religiosas y Pías
Sociedades, el Emmo. y Rdmo. Cardenal Juan
Cagliero, Obispo de Frascati, Ponente y Relator
de la Causa, en la Congregación Ordinaria de
Sagrados Ritos, habida en el Vaticano en el día
y a anotado, propuso a discusión la duda si­
guiente: « S i debía constituirse la Comisión de
la introducción de la Causa en el caso y por el
fin de que se trata ». Y los Emmos. y Rdmos.
Padres, nombrados para la salvaguardia de
los Sagrados Ritos, después de la relación del
citado Emmo. Ponente, oída y vista la expo­
sición del Rdmo. Mons. Angel l\Iariani, Promotor
General de la Fe, todo bien discutido y ponde­
rado, decretaron responder: « Afirmativamente:
Que se debía constituir la Comisión, si tal era el
parecer del Papa ». Esto era el día 19 de mayo
de 1925.
Hecha relación a Ktro. Santísimo Padre
Papa Pío X I por el infrascrito Cardenal Pre­
fecto de la S. Congregación de Ritos, Su Santidad
ratificaba y aprobaba el Rescripto de la misma
S. Congregación y al propio tiempo se dignaba
firmar de su propio puño la Comisión de la In­
troducción de la Causa de Beatificación de la
Sier\'a de Dios María Mazzarcllo, primera Superiora del Instituto de las Hijas de María A uxi­
liadora. D ía 27 del mismo mes y año.
^

A. Card. Vico.

(L- S.) Obispo de Puerto y Sta. Rufina
Prefecto de la S. C. de Ritos.
A l e ja n d r o V e r d e ,
Secretario de la S. C. de Ritos.

— 232 —

Lo que sobra, dadlo de limosna.
iQué lástima da ver los estragos que ha he­
cho en nuestra sociedad el grosero materialismo!
Olvidados los hombres de su dignidad, de
su origen y del altísimo fin por que fueron co­
locados en la vida, se dejan seducir por los
bienes perecederos del mundo; su único afán
es atesorar riquezas, prepararse un porvenir
en la tierra, gozar a sus anchas y satisfacer sus
bajos apetitos, sin pensar que los bienes de la
tierra el Señor se los concedió como viático
para llegar a él.
Como imprudentes mariposas en tom o de
la luz traicionera, dan vueltas alrededor del
oro que les deslumbra con su brillo, ocultán­
doles los peligros que corren de caer de rodillas
ante ese ídolo miserable, de subordinar sus
pensamientos, afectos y acciones al amor de
las riquezas.
Y no es que nosotros condenemos su pose­
sión ni aún el trabajo para multiplicarlas y
conservarlas, no; porqqe de pensar así sería
creer que- Dios había puesto disposición los
tesoror que derramó en abundancia por la
tierra para que sirvieran a nuestra perdición
y ruina, lo que sería un insulto a su amor y
divina Providencia.
lyO que se condena es el mal uso que se hace
de ellas, el que en lugar de explotarlas para la
realización del plan divino, nos hagamos viles
esclavos de ellas, con lo cual en vez de sostener
al hombre en el camino del cielo, se lo dificultan
y aún algunas veces se lo cierran.
Solo en este sentido entendemos aquella te­
mible advertencia de Jesús a los ricos de su
tiempo y en ellos a los de todas las edades:
« Es más fácil que un camello fase for el ojo de
una aguja que no que un rico se salve », pues se
dirigía precisamente a un joven que tenía su
corazón pegado a las riquezas, hasta el punto
de preferirlas a seguir al divino Maestro.
Bien está que se trabaje por mejorar la propia
¡posición, siempre que no se consiga con detri­
mento de los bienes imperecederos, de los in­
tereses del alma, y , una vez conseguida, se
mantenga con pmdente previsión de las cóntingencins de la vida. E l peligro está en que
bajo estas justas aspiraciones y deseos se es­
conda un frío, sórdido egoísmo, alguna pasión
malsana. [Es tan fácil ceder a pretextos espe­
ciosos!
Abonan nuestros temores la triste realidad
histórica. A pesar de que nada haya recomen­
dado Dios con tanta insistencia en la S. Escri­
tura como la limosna, asegurando además la

salvación y la remisión de sus pecados a los
que la hicieren en debida forma, los hombres,
en lugar de secundar los designios providen­
ciales, se dejaron fácilmente dominar por el
torpe imperio de la avaricia, y así, antes que
socorrer la triste indigencia de sus hermanos
desvalidos y destinar las riquezas al sosteni­
miento de los seres humanos, prefirieron satis­
facer su ambición desmedida y derrochar en
banquetes sus caudales, mientras otras agoni­
zaban en la miseria, como nos muestra la misma
S. Escritura en el cuadro del rico Epulón y el
mendigo Lázaro.
Para interrumpir ese vergonzoso espectáculo
de culto y esclavitud a la materia y, por conse­
cuencia, de inhumanidad y egoísmo de los riccB
para con los pobres, Jesús abandonó el cielo
y vino a la tierra para decir a los hombres:«Sed
pobres de espíritu » y uniendo el ejemplo al
precepto, él mismo en persona, que poseía la
tierra, que era Señor soberano de todas las
cosas rechazó a Satanás que pretendía hacerle
postrar ante las grandezas de los reinos del
mundo. Jesús en el desierto, en que se dejó some­
ter a la tentación, se mantuvo pobre de espíritu.
Y mantenerse en pobreza de espíritu quiere
decir relegar las riquezas al lugar que ocupan
en el plan divino, que no es otro que considerar
los bienes de la tierra como un apoyo en la pe­
regrinación de la vida de que nos serviremos
en provecho propio y para facilitar a otros esa
peregrinación, es mirar nuestro derecho de
propiedad como ima función social que Dios
nos ha encomendado y que está sometida a sus
juicios.
De aquí la necesidad de administrar las
riquezas sabiamente, sin prodigalidad ni
ricia, recordando que lo superfluo de los bienestantes, de los ricos es lo necesario de los pobres,
y, que por tanto, cuando retenemos en nuestro
poder lo superfluo, poseemos indebidamente
lo que pertenece a otros.
Procedamos, como dice Goyau, como el aero­
nauta que quiere remontarse en el espacio, se
provee de lastre, y después, poco a poco, se va
desprendiendo de él para aligerarse y acelerar
su ascensión. Del mismo modo el cristiano que
quiera alcanzar el cielo, necesita lastre, y Santo
Tomás, en cierto pasaje, nos autoriza a pensar
que la indigencia absoluta, dificulta extre­
madamente la práctica de la virtud; p^»
¡desgraciada el alma que, concediendo excesiw
atención a esa circimstanda accesoria, se olvida
de la ascensión misma!

1
— 233 —

Fatalmente entáblase la lucha entre una
codicia imprevisora, que se empeña en retener
el lastre y reprime el impulso ascendente, y la
caridad generosa, que, ansiando aligerarse de
esa materia superfina, exalta el alma a tales
alturas, que le permiten ver por encima de la
cabeza de barro de Mammón el fin de la vida.
Amemos la riqueza; pero sólo como un medio
para socorrer a los necesitados, sin perder de
vista que el oro no aprovecha sino se divide
con el pobre.
A nadie se le pide que socorra a otros con lo
que necesita para sí o los suyos, ni siquiera que
dé lo que ha menester para el debido decoro
de su propia persona; pero satisfechas estas

T

u r ín

— La

p r o c e s ió n d e

No miremos con indiferencia las miserias
y angustias de nuestros hermanos. ¡Ah! que
hermoso es hacer brotar con nuestra generosidad
lágrimas de gratitud. Las oraciones de nuestros
socorridos subirán al cielo como incienso per­
fumado y dispondrán a nuestro favor al que
debe un día,, quizá no muy lejano, juzgarnos.
Entonces nos cabrá la felicidad de oir de labios
del mismo Juez: « Tuve hambre y me diste de
comer, sed y me diste de beber: estuve enfermo y
me visitaste, desnudo y me cubriste con con tu
exquisita caridad»; pues bien, yo en justo premio
pongo a tu disposición los tesoros del paraíso,
que mi Padre preparó desde la eternidad para
la felicidad sin fin de los misericordiosos.

M a r í a A u x i l ia d o r a

necesidades no debe, por ambición desmedida,
la fuente pura del sentimiento cristiano,
b hermosa virtud de la caridad que nos asemeja
a Cristo y nos enriquece para el cielo a la me­
dida de nuestra generosidad, que nos moraliza
n la vez que beneficamos a nuestro prójimo.
Prevénganse contra posibles situaciones desas­
trosas; la prudencia en este caso es recomendable;
P®o una cosa es la previsión prudente y otra
la avaricia. ¿Qué hacen amontanados' en el
loado de las cajas fuertes perlas, diamantes
toda suerte de alhajas, mientras la miseria se
en la vida de tantos de nuestros hermanos,
• quienes la fortuna les ha vuelto las espaldas,
piando hay tantos huérfanos desvalidos, niños
^oo®tes que piden con lágrimas amargas en
ks ojos un pedazo de pan para acattar el hamque Ies tortura?

a l s a l ir d e l a

Ba s í l i c a .

No olvidemos que todos los hombres forma­
mos una familia cuyo padre es Dios, cuyo Re­
dentor es el Verbo hecho carne que nos dejó
como mandamiento magno: « amarás a Dios
sobre todas las cosas y al prójimo como a ti
mismo ».
Pues si somos todos hermanos, miembros de
una misma familia, no es justo que unos derro­
chen y vivan con hartura, mientras otros carez­
can de lo necesario.
Es cierto que la pobreza no desaparecerá
jamás de la sociedad, pues el mismo Jesucristo
dijo en el Evangelio que los pobres .siempre los
tendríamos entre nosotros, y a que el desequi­
librio de las fortunas es una necesidad inevi­
table para la vida social; pero de eso a las dife­
rencias absurdas que a veces se observan, a
los abismos que separan a los pobres de los

— 234 —
ricos, a la oposición que estos hacen, a veces,
a las justas aspiraciones de los trabajadores
para lograr cierto bienestar que les haga lle­
vadera la vida, envuelta para ellos en tantas
privaciones, hay mucho que remediar.
L a sociedad es una desigualdad, pero una
desigualdad que debe tender a la igualdad. Como
la nieve de las cumbres se derrite al beso del
sol para bajar al llano, así las cumbres tocadas
por el ideal divino, por la caridad, deben tender
también a abrazarse con las clases inferiores,
con los que al fin de cuentas son sus hermanos,
hijos de un mismo Padre.

pobres huérfanos, que careciendo de todo, tie­
nen mayor necesidad de ser socorrifdos... Yo,
y conmigo todos los Salesianos, somos testigos
de que muchos de nuestros bienhechores, que
antes de conocemos vivían en una pasadera
medianía, comenzaron a multiplicar su fortuna
cuando empezaron a socorrer generosamente
a nuestros huerfanitos...
Si queremos, por tanto, hacer prosperar
nuestros intereses espirituales y materiales es
necesario, ante todo, interesarnos por los inte­
reses de Dios y ayudar a nuestro prójimo con
la limosna.

**♦
Con gusto añadimos a nuestra desautorizada
palabra los pensamientos que a este respecto
hemos espigado en los escritos de nuestro Ve­
nerable Padre Don Bosco.
« ..... El Señor dice que se dé a los pobres
todo lo superfino... Algunos piensan que esto
es un simple consejo y no un precepto. Pero
sepan estos señores que el Salvador dijo estas
palabras en tono imperativo y no en forma
de consejo... H ay quien dice: « Y o debo con­
servar el decoro de mi estado y nada me sobra
para hacer limosna ». Conserva en buen hora
el decoro de tu estado, pero no olvides que los
pobres son tus hermanos...
Jesucristo dijo que es más fácil que un ca­
mello pase por el ojo de una aguja que no que
un rico entre en el reino de los cielos. Lo cual
no quiere decir que sea imposible la salvación
de los ricos, sino que corren mucho peligro de
perderse eternamente por el mal uso de las ri­
quezas... El paraíso, aseguran el paraíso en la
persona de los pobres, mediante la limosna.
... Dios nos asegura que la limosna es un
medio eficacísimo para obtener el perdón de
los pecados, alcanzar misericordia y condu­
cirnos a la vida eterna...
« Haz limosna — dice Tobías a su hijo —
según tus haberes y no vuelvas jamás la espalda
a ningún pobre, para evitar que te la vuelva
a tí el Señor... ».
Un motivo que debe inducimos a dar limosna
es el que señala el Salvador cuando nos dice:
Ni siquiera un vaso de agua fresca dado por mi
amor quedará sin la debida recompensa de mi
eterno Padre. De todo cuanto deis o hagáis por
los pobres tendréis ya el céntuplo en la vida
presente y una recomí)ensa eterna en la futura...
Esta es la razón por qué se ven tantas fami­
lias generosas repartir limosnas abundantes y
crecer a la par sus riquezas. Dios nos dice:
« Dad a los pobres y se os dará a vosotros... ».
Objeto especial de %*uestra caridad sean los

Además de la indulgencia plenaria diaria e
indulgencia de 400 días, aplicables a las almas
del Purgatorio que, según la última concesión
de Pío X I, podemos lucrar, siempre que una­
mos a nuestro trabajo cualquier devota invo­
cación, pueden ganar los Sres. Cooperadores
Salesianos, cumpliendo los requisitos de cos­
tumbre, Indulgencia plenaria:
1° El día que se inscriben en la Pia Unión.
2° Una vez al mes, a elección de cada cual.
30 Una vez al mes, asistiendo a la confe­
rencia.
40 Asimismo, una vez al mes, el día en
que hagan el Ejercicio de la Buena Muerte.
5® El día que por primera vez se consa­
gren al Sagrado Corazón de fesús.
6° Siempre que hagan Ejercicios Espiritua­
les durante ocho días seguidos.
Además, los siguientes días del mes de Septiembre:
El
»
*
»
*

8,
12,
14,
15.
29,

N atm dad de Ntra. Sra.
Dulce nombre de María.
Esaltación de la Santa Cruz.
Dolores gloriosos de María.'
Dedicación de S. Miguel Arcángel-

También pueden ganar otras muchas induigencias plenarias y parciales, y gozar de va­
rios privilegios, como puede verse en el
glamento o « Cédula de admisión a la Pí*
Unión
a la cual nos remitimos.

— 235 —

El Cooperador Salesiano debe ser otro Don Bosco.
{Continuación).
Don Bosco interior.

Harto conocidas son sus obras para que yo
tenga necesidad de reseñarlas y hacer su elogio.
Pero lo que por el contrario ha sido poco estu­
diado es la causa de estas mismas obras, o lo
que es igual. D. Bosco en su interior, en su
espíritu.
En vano se cansaría el que quisiese descubrir
h causa de los prodigios obrados por el Vene­
rable en su preclaro ingenio, en su prodigiosa
memoria, en su férrea voluntad, en el encanto
de sus modales y en otras cualidades de que
pródigamente le dotó el Autor de la naturaleza.
Jamás podréis encontrar la lógica relación que
debe existir entre causa y efecto, mientras no
os remontéis al manantial, mientras no pene­
tréis en el interior de su corazón para descubrir
los tesoros de su fe.
Se desfigura a veces la personalidad de Don
Bosco presentándolo solamente como un hom­
bre de acción, aunque sea constante y fecunda:
se le estudia por fuera sin penetrar en aquella
alma que encierra la fuente y el germen de las
energías.
La exuberancia y hermosura de flores y frutos
es el resultado de un sistema de raíces maravi­
llosamente desarrollado.
No os conforméis con presenciar y admirar
la velocidad de un vehículo: examinad si os es
dado la máquina que, con los admirables arti­
ficios de su organismo, desarrolla, aprisiona y
sabiamente modera y distribuye la fuerza que
anastra aquel pequeño mundo.
Si tan grandiosa se presenta a nuestra vista
acción, la vida admirablemente fecunda del
Hombre Providencial, pensemos y digamos:
¡Qué fervor tan sublime! ¡De qué excelsa gran­
deva debe ser su vida interior!
E l mayor elogio,

iNo empequeñezcamos a Don Bosco!
Si me dijerais que no podía hacer de el mayor
~ogio que llamarlo justo, puesto que esta es la
^abanza que la Eterna Verdad tributó al más
®^ente de los santos; y si insistiendo ^ re ga^ que de los justos se dice que « van subiendo
virtud en virtud » (i) y que * son intr^íidos
leones y no conocen temor de ninguna
(it

Ibuat de TÍrtme in virtutem . {Ps., L X X X II I , 7).

clase » (i); que « su luz resplandece en el Cielo
a semejanza del sol
{2); que « su memoria
vivirá eternamente » (3); y que « los santos
llaman a los justos los ejes de la Iglesia y hasta
del mundo » (4), yo os responderé con el Após­
tol de las gentes que « toda la fuerza, el poder,
la vida, y el alma del justo reposa sólo en la fe.
« El justo, dice, vive de fe » (5).
V ivir vida de fe quiere decir vivir vida de
justicia, y vida de justicia es vida de santidad,
es decir, mda de la más alta perfección.
Queda, pues, sentado por una parte que sola­
mente al hombre de fe le están reservadas las
mara\’illas de la Omnipotencia Divina, y por
otra que el exuberante de fe es el modelo de
las más excelsas virtudes.
¡Ah! Si pudiéramos sorprender a Don Bosco
en todos los actos admirables de su vida de fe,
es indudable que se agigantaría su figura a
nuestra vista. Vedlo.
Dios y el hombre.

Ilustrado por los celestiales resplandores de
esta virtud, llega, cual otro Agustín, a com­
prender la profimdidad del programa sinteti­
zado en aquellas breves palabras; « Novcrim te,
noverim me » (6), Señor, « que te conozca a Ti
y que me conozca a m i». Y le vemos sin descan­
so tender a Dios, elevarse a Dios, abism ara en
Dios y, como el Serafín de Asís, experimentar
toda la verdad y dulzura del Deus meus et omnia.
« Parecía, como aseguró Monseñor Anfossi, que
su espíritu estaba continuamente absorto en
la contemjHación de Dios ».
Cuando después vuelve la vista a sí mismo, y
por el doloroso testimonio diario, es guiado ha.sta
las últimas capas de la debilidad humana, en­
tonces se desarrolla en la mente del Venerable
aquel sentimiento de profunda humildad que
es la característica de las almas grandes. « Todo
en él era humildad, escribió Mons. Manacorda.
En los pensamientos y en las palabras, en los
(i) Justus quasi !eo conñdens, absque terrore erit.
{Prov.. X X V I I I , 1).
•7) Jtistorum sem ita, quasi lu z splendens, procedit
et crescil usque a d perfectum diem . {P rov., IV , 18).
(3) la m em oria seterna erit justu s. (/V ., C X I, 16).
(4t C ardines E cclesiae, imo m undi, sunt virí JustL
{Lió. S up. Geni.)
(5) Justus ex fide vivit. (H ebr., X , 38).
(6) S . A g u st., {Soliloq., c* I.)

— 236 —
afectos y en las obras Don Bosco era el retrato
del hombre humilde ».
Precisamente por la humildad, según dice
S. Cipriano >(i), es por donde el hombre se eleva
a las más excelsas cumbres; ella es la única
vía que conduce a la plenitud de la \dda,
a Dios.
Del estudio y conocimiento que D, Bosco hace
de sí mismo y de la misión que la Providencia
le confiara, siente como consecuencia que en su
corazón se aviva el deseo, la necesidad de acer­
carse a Dios, de sumergirse todo en aquel Océano
de perfecciones infinitas que es donde está el
manantial de toda fuerza.
La Oración’

Cuando la fe le sugiere, por boca de S. Agustín
y de su S. Francisco de Sales, que la oración es
ía escala, la llave del Cielo {2), que da alas para
llegar a Dios con más prontitud; que es una
alianza sublime entre la Omnipotencia Divina
y la miseria del hombre, entonces Don Bosco
se liace hombre de oración. E lla es el hábito, la
ocupación más suave de su vida aun en medio de
la agitación de una laboriosidad incansable.
« Bien puede asegurarse, escribió su segundo
Sucesor, que la vida del Siervo de Dios era una
oración con Dios jamás interrumpida. De ello
es indicio su inalterable igualdad de carácter
que se revelaba en su rostro siempre sonriente.
Siempre que acudíamos a él para pedirle con­
sejos, interrumpía, al parecer, su coloquio con
Dios para damos audiencia, y parecía que Dios
le inspiraba los pensamientos y las palabras
de aliento ».
Da oración era para él un admirable secreto
con que alcanzaba y alimentaba aquella ilimi­
tada y serena confianza en la Divina Provi­
dencia que no habían de conmover jamás ni
las situaciones más difíciles, ni los mayores
contratiempos. <,< Era imperturbable en medio
del mundo, dijo de él el Card. Alimonda, porque
.se había arrojado en los brazos de Dios ». (Ali!
Y a no me admira que él mismo, al desarrollar
su programa de trabajo que habría llevado hasta
el extremo límite, escribiera en su lábaro, sím­
bolo de acción, estas sublimes palabras: O ra ­
ción , O r a q ó n .
Los Sacramentos.

Iva fe le pone delante de Jesús que con suave
insistencia se ofrece a Sí mismo a las turbas como

alimento (i) y medicina (2) de inmortalidad,
como prenda de vida eterna (3); la fe hace re­
sonar continuamente en sus oídos las confor­
tantes palabras de S. Pablo: « A todos aquellos
que recibieran a Jesús, les ha dado poder de
haceme hijos de Dios » (4), « partícipes de sí
mismo » {5) y « copartícipes de la naturaleza
divina » (6). Da fe, por testimonio de los Pon­
tífices, Padres, Doctores, Santos y Concilios, le
había enseñado que la Eucaristía es «fuerza
del alma; nervio del espíritu » (7); «signo de
humildad y vínculo de caridad (8); « símbolo
de misericordia y de paz; ligamento de la con­
fianza; fundamento, sostén, salud, luz y rida
del hombre ».
Y el Venerable, que no aspira a otra cosa que
a llevar las almas a Dios y hacerlas participantes
de los goces eternos, se convierte en Apóstol
de la Comunión frecnente, del amor a Jesús
Sacramentado, y con ardor incansable inrita,
estimula a sus niños y a los cristianos todos a
que vayan a los pies de Jesús para recibirlo en
sus corazones. Hace todavía más: fundado en
las enseñanza y tradiciones de la Iglesia, quiere
estimulara sus niños y a los cristianos todos a
que vayan a los pies de Jesús para recibirlo en
sus corazones. Hace todavía más: fundado en
las enseñanzas y tradiciones de la Iglesia, quiere
que Jesús tome cuanto antes posesión de las
tiernas almas de los niños, para que ellos tam­
bién, unidos a Dios desde la infancia, le ofrez­
can los celestiales perfumes de su inocente
candor, y su presencia los robustezca más
y más contra las asechanzas del enemigo
común.
E n cuanto a las almas extraviadas y que han
sido \dctimas del pecado, se esfuerza siempre
y en todas partes por atraerlas a Dios, sirvién­
dose en fonna maravillosa del ministerio de la
confesión, donde Dios le ilustra con extraordi­
narios carismas.

( lí Cihuiti nutrientem ad hnm ortalitatem ed Titani
aeteriiam. (S . C y rill. in J o a n n ., lib. IV , x v i).
Pharm acum im inortalitaüs. (S . Ig n a f M., EP^^ad E p h '),
(3) Qui m anducat meam carnem et bib it meum sanguinem habet vitam sete:Dam. ( fo a n n ., V I, 55^
(4» Qirotquot recepcruiit eum dedit eis potesUtea
6Uos Dei ñeri. ( / o a n i.., I, 11) .
(5) Participes Christi effecti sum us. { H e b r ., II, 54J(6) Divinae consortes naturae. (// P e t r ., I , 4).

ad

(7) Hae-, m ensa anim ae noFtrae vis est, nervi men­
tís, ñ.iuciae vinculuu , fuiidame-Vi. m, spes, salus, l i *
vita nosira. (Chnsost-, H o m . X X V in I Corinl.'i.).

(í» Deit-itis sc.Ma... Oratiojusti clavis est cceli. (Serw.,
CCXXVl).

(8) H o : sacram ent' m e t signui.
nitatis, vinculoj*
charítatís, pacis . t c.n co rd iae sym bolum . {C<mc.
Se ss. I I I , c . 8).

(i) De iiumilitate ad summa crescimus.

m a rly r)-

Cuarenta días de excursión
por la región del Indanza, Ecuador.
[Relación del misionero salesiano D. Carlos
Crespi al Rdmo. P . Rinaldi) (i).
Consuelos apostólicos.

Al atardacer llegamos a un blanco y colosal
peñasco de traquita que se levanta en medio del
verde valle. Sus flancos cortados impiden el
desarrollo de las plantas y por esto fué bauti­
zada con el nombre de « Piedra blanca » toda
la localidad.
Aquí, habiendo encontrado varios carpin­
teros aserrando troncos en la floresta, se pudo
con su ajmda, levantar una capilla con su de­
voto altarcito. Por desgracia los más de los co­
lonos que llegan al Oriente, llevan vida vaga­
bunda, siendo muchos de éllos fugitivos de la
policía. Esto impide che el misionero obtenga
de ellos verdaderos frutos; pero Dios siempre
bueno, recompensa abundantemente los sudores
que vierte, consolándole con las conversiones de
indios que se reconcilian con Dios, después de
veinte y más años que lo abandonaron.
Terminada la Misa, un jovencito me condujo
por la floresta a un gigantesco árbol y me dijo:
Aquí cerca del tronco yace sepultado el ca­
dáver de mi tío; niegue a Dios por su descanso ».
En vano, después de una fervorosa oración,
pude arrancarle el secreto de la muerte. Es un
Ucho sangriento, me contestó sin querer pre­
cisar más. Entre tanto nuestra «xcursión a los
cr.stiauos del distrito del Indanza había acabado.
En quince días de marchas forzadas y sopor^ d o incomodidades no pequeñas, reconciliabuscón Dios a unos cincuenta cristianos. Fruto
"mezquino para tanto sacrificio, diría un obser■ idor superficial. Pero, qué importa, ¿no son
las ovejas descarriadas de que Jesús habla
® su parábola, acaso El no fué por montes y
por llanos, por valles y oteros para salvarlas aun
* costa de sacrificios y de sangre?
Los caminos del Señor.

^'cro no hay mal que por bien no venga; ya
las pertinaces lluvuas impidieron mi ret ■ • hicieron que no me faltase el vino para
< el B o lítln d e ¡u lio

lAROS CON su JUGUETE FAVORITO.

poder celebrar todos los días. Bien se que me
hubiese visto privado de emprender mi regreso.
Subiendo por el camino de la misión, me sor­
prendió el sonido del túnduli, tronco de árbol
que enclavado en tierra se usa por los jíbaros
para dar sus señales, que se oyen a veinte y cinco
kilómetros de distancia. Su sonido monótono
anunciaba la presa del Natenia; mi visita, por
tanto, a sus cabañas hubiera sido punto menos
que inútil, y a que en tales ocasiones suelen darse
a la más repugnante embriaguez y así aproveché
tales días para la búsqueda de maderas preciosas
e hierbas medicinales, auxiliado por guías menos
tímidos y por bien retribuidos peones, llegando
hasta los valles del Junganza y Chupiapza
afluentes del Xamangora.

— 238 —

Encuentro conmovedor.

Los Padres ruegan con las manos.

Pasamos la primera noche en medio de la
alegría más pura con los colonos y sus familias,
establecidos en los nacimientos del río, dispo­
niendo sus almas a la fiesta de nuestra Madre
Auxiliadora, que celebraríamos en acción de
gracias por el buen éxito que de la visita a las
jibarías nos prometíamos. Al día siguiente, celel3rada la Santa misa, antes de salir el sol, visité,
acompañado de dos robustos indígenas, la jibaría
del Champi. A pesar del tiempo melancólico y
lluvioso, el viejo nos recibió con agasajos excep­
cionales.
Los P.P. decía, los envía Dios. Ellos son como
los brujos, pero con la diferencia de que los
brujos nos cubren de enfermedades y ellos las
alejan con sus bendiciones. Cuando los P.P.
quieren, las enfermedades se van, cuando el
tigre acecha nuestros cerdos, ellos lo auyentan,
cuando los huertos se secan ellos hacen que la
mandioca nos dé su fruto y finalmente cuando
salimos de caza hacen que topemos con nume­
rosos jabalíes.
y dirigiéndose a mí: — Por esto. Padre, he
declarado guerra a los brujos y quiero muy
mucho a los misioneros. ¡Mira, Padre, qué tierras
tan hermosas, todas te las regalo si te quedas
conmigo! Te edificaré una casa, mis mujeres te
ofrecerán la sabrosa chicha y tu enseñarás a
mis hijos a leer y escribir.

Entre tanto di orden de que preparasen un
altarcito para rezar las oraciones de la noche v
para colocar una hermosa imagen de nuestra
dulce Auxiliadora; de este modo les encaminaría
al culto de María, aunque de manera bien rudi­
mentaria.
Mientras algunos, esparcidos por la floresta,
recogían flores, yo aproveché el tiempo para
cambiar placas de mi máquina fotográfica. Y
cuando recogido en un ángulo de la jibaría me
entretenía en arreglar los « chasis »; he aquí
que el venerando Champi impone el más rigu­
roso silencio a los niños y a las mujeres y srita
con estas razones; Bien me lo sé yo, pues soy
viejo. Ahora el Padre conversa con su Dios para
que nuestros cerdos engorden. ¡Cuidado con
estorbarle!
— No, respondí, estoy trabajando con mi
máquina, pueden seguir hablando.
¿Acaso, añadió contrariado, soy un muchacho
para ignorar que megas con las manos escon­
didas? Y o bien me lo sé, porque soy viejo. Así,
persistiendo en su idea, al oir el rozar de los ridrios, continuó. ¡He aquí como mega el Padre!
Bien lo oís también vosotros.
Todas las explicaciones para persuadirle de
que no rezaba, sino que arreglaba mi máquina
fueron inútiles, pues a todas ellas me respon­
día con su: No, no; yo lo sé todo, pues soy
viejo. Vosotros, .padres, rogáis mucho y no
queréis manifestarlo y por esto escondéis las
manos.
E l altarcito quedaba preparado, pero también
la cena y para mejor disponerles al acto reli­
gioso, empezamos con la comida.

Demasiado generoso.

Mientras así me arengaba, sus mujeres se
disponían a obsequiarme con sendas tazás de
asquerosa chicha. En efecto, se presenta la más
anciana y con aire de triunfo me presenta la nau­
seabunda bebida. E l cansancio y la sed pudieron
más que mis repugnancias y vacié media taza.
No lo hubiese hecho nunca; después de la pri­
mera se acercó la segunda y luego la tercera y
hasta una cuarta con recipientes cada vez ma­
yores, pretendiendo cada una el honor de que
aceptara. Pero no está todo aquí; acabada la
primera procesión, empezó la segunda con tazas
aun mayores repletas de una chicha más sabro­
sa, porque hecha con la fnita de la palma
* dionta *, pero también más cargada de al­
cohol. Temiendo los efectos, si accedía a beber,
me ingenié para rehusar y al mismo tiempo
contentarlas, y así dije a Champi: Y o te felicito
y me congratulo contigo por ver que tienes
tantas cocineras y a cual mejores, por lo que es
mi deseo premiarlas con un espejo.
A la idea del regalo, retiraron las tazas y
pude así libranue del peligro de una inevitable
borracliera.

A nte la Auxiliadora.

Cuando sus estómagos quedaron bien saciados
y las mujeres terminaron la fabricación de !a
chicha, encendí las velas del altar. A mi alre­
dedor se acurrucaron como perritos los pobres
hijos de las tinieblas.
L a primera catequesis en la floresta a unas
veinte personas de ambos sexos y de todas eda­
des y en una lengua aun no escrita, implica un
verdadero problema.
Saqué de mi pecho aquel cmcifijo que ^i
amado Padre, me dió a los pies de la Auxilia­
dora, en Turín, y con lágrimas en los ojos Ies
expliqué la tragedia del calvario, imrtándo.es
a palpar los clavos con que le cmcificaron io?
sayones. Muchas son las dificultades con
tropieza el misionero para hacer penetrar en
las inteligencias de los pobres jíbaros las narra­
ciones bíblicas más sencillas. Con todo algií

— 239
comprendieron de la explicación y cuando sus­
pendí del altar el santo crucifijo y les invité a
rezar con fervor, todos, sin excepción, repetían
con fe las jaculatorias que yo les sugería.
La señal de la Cruz.

Su enseñanza entre los jíbaros es algo que
laya en lo imposible. Tan astutos y arteros como
se muestran cuando se trata de cazar o de matar
a las personas, otro tanto de rudos se manifiestan
cuando el misionero les enseña las verdades

E c u a d o r . — Ba r c a

Con todo, la gracia de Dios ba fructificado»
apagadas las velas del altar, en la oscuridad de
la noche y al calor de las brasas se ve a los
niños enseñar el santo signo de la Redención
a sus propios padres, aunque sea comentando
con risotadas las palabras del misionero. Pero
no hay de que ofenderse; el jíbaro ríe siempre y
de todo cuando tiene la estómago lleno.

{Coniint4ará).
C ar lo s C r e s p i . Pbr.

Misionero salcsiano.

d e l m is io n e r o e n t r e l o s j í b a r o s .

de la Religión. Con los niños el resultado es
algo provechoso, pero con los hombres y
mujeres es punto menos que machacar en
hierro frío.
El misionero empieza la señal de la cruz, la
repite una, diez y aun veinte veces. Después la
manda repetir a los catecúmenos que atinán en
parte; pero en cuanto a los adultos, las mujeres
empiezan a reir y los hombres a charlar; uno la
hace con la izquierda, otro la empieza en las
espaldas, otro se da de mojicones, de modo y
manera que al misionero no le queda ni aun la
satisfacción de haber enseñado a los adultos
la señal de la santa Cruz, después de tres y aun
■ atro horas de enseñanza. Imagine, pues, a“ ^-0 Padre, los frutos que quedarán de tales
^tcquesis, cuando para reanudarlas y refresc^iias el misionero no pueda pasar más que de
en año.

Gira misionera por la cordillera
del Río Negro y parte del Chubut
Desde Bariloche el celoso misionero salesiano
D. Julio Mauro nos envía unos datos que re­
velan el éxito obtenido en un largo recorrido
por los territorios cordilleranos del Río Negro
y parte del Chubut, Argentina.
Falto de las comodidades indispensables de
que dispone cualquier comerciante que recorre
semejante comarca, el misionero y su infati­
gable catequista debieron soportar privaciones
que sólo el celo de apóstol puede hacer posibles
y deseables.
L a relación mencionada dice así: Salimos de
Bariloche el 13 de octubre del próximo pasado
año, y en nuestra excurción apostólica visi-

— 240 —
se ordenaron las filas, se desplegaron al \dento
las banderas, y a los acordes vibrantes de la
charanga los huerfanitos, cristianos y catecú­
menos, saludando con vivas entusiastas a la
Virgen emprenden la marcha. Todos contem­
plan curiosos a estos pequeños cruzados de
Cristo y de la Virgen: es la nueva China creyente
que avanza pujante a reemplazar a la China
vieja y supersticiosa.
Llegados al apostadero de las barcas, nos
enteramos con sorpresa de que había comen­
zado de nuevo la caza de hombres para condu­
cir los bagajes de la gente de armas, pero ni
uno de los hombres y jóvenes que nos acom­
pañaban se intimidó ni mostró deseos de volver
atrás. Por fortuna venían con nosotros los
aguerridos misioneros PP. Lareno y FogHo que
fueron nuestros ángeles tutelares, pues más
de una vez arrancaron la presa de manos de
los entrometidos soldados.
Mientras las barcas, atestadas de peregrinos,
se deslizaban ligeras sobre el cristal amarillento
de las aguas, los músicos hicieron resonar sus
trombas y los colegiales entonaron el Marinerito del Cardenal Cagliero con letra china.
jQué espectáculo más encantador! Los bar­
queros abandonaban, sin darse cuenta, el
manejo de los remos y contemplaban como
extasiados y con la boca abierta a músicos y
cantores. Nuestra imaginación nos transpor­
taba a escenas y lugares muy distantes. Es
cierto que no eran las nuestras las barcas del
lago de Genezaret; pero era el mismo Jesús el
que las daba vida, animaba y evangelizaba a
toda esta gente, dirigida desde lejos por el
sucesor de Pedro, el Piloto del Vaticano.
Para que el cuadro fuera completo, no fal­
taron tampoco algunas ligerillas sombras, que
Orfelinato Salesiano de Ho-Si
fueron las rachas de viento huracanado que se
levantaron casi al final de nuestro paseo. Las
en China.
barcas empezaron a bailar como cáscaras de
{Relación del tnisionero D. Carlos
nuez y de un modo impresionante. Algunos de
Brit'’(t al Rdmo. D. F . Riualdí).
los huerfanitos echaron mano a su rosario y
empezaron a desgranar Avemarias, mientras
I I I (I).
otros animaban y sostenían a los marineros en
Amaneció, por fin, con alba risueña y cielo
la dura brega.
despejado el 28 de mayo, día señalado para
Una vez en tierra, ordenamos de nuevo las
celebrar la festividad de María Auxiliadora.
filas V, a los acordes de la charanga, entramos
Por la mañana, los niños se levantaron al son
en la ciudad. Apenas las primeras notas hicieron
de alegres dianas, bordadas con disparos de
eco por las calles, se armó una baraúnda feno­
cohetes y petardos. Durante la misa de Co­
menal. La gente creyó que se trataba de solda­
munión general, se destacaban en lugar de pre­
dos, y empezó a correr en todas direcciones,
ferencia li^ neófitos que llamaban la atención
cerrándose tras ella puertas y ventanas. ;Qne
por su devoción y compostura, siendo para
sustos y carreras! ¡Había que ver a los ’.endealgunos hasta objeto de envidia santa, si es
dores ambulantes cargar con sus baratijas y
que cabe tal calificativo a esa palabra. A las
diez en el colegio no cabía una persona más: lanzarse en busca de un soportal!
Cuando se convencieron de que no éramtó
soldados, sino inofensivos colegiales, renaao
(1) V ía s e el
de

tamos la s’ poblaciones siguientes: Pichileufú,
Pilcaniyen, Carrhié, Cerro Alto, Corralito,
Las Coloradas, Manzanito, Arroyo Blanco,
Paso I'lorcs, Instancia Montero, Coquelen, Coniallo, Tralacahué. Anecón, Juquiche, Ojos de
Agua. Mamrel Charque, Las Salinas, Aguada
Escondida, Mirador, Aguada del Guanaco, Sofocahuel, Colonia Cushanien, Zitaniche, Norquinco, Euertezuelo, Macteú, Epuyen, Cholila,
L a Anómina de Norquinco.
I,a segunda etapa del viaje comprendió las
siguientes poblaciones: Zitalincluia, Chacay, Río
Chico, Chinqueniyen, Las Bayas, Confluencia
del Pichilenfú, saliendo desde esta última po­
blación para Bariloche.
L a longitud del camino recorrido puédese
valuar en 1.300 kilómetros.
Se han realizado: Bautismos 852, Confirma­
ciones 894, Comuniones 293, Primeras Comu­
niones 87, Pláticas tenidas 198, medallas dis­
tribuidas 887, Rosarios repartidos 47, Catecismos
258, Historia Sagrada 27, y numerosos libros de
devoción y de Apologética.
Casamientos por la Iglesia 42, por lo civil 27.
Como se puede obser\^ar, proficua ha sido la
gira del misionero por la evaugelización de los
pobladores de esas apartadas regiones; bien
vale la pena de atender la súplica que nos pide
hacer llegar el Padre Mauro a cuántos se inte­
resan por la dilatación del reinado de Jesucristo
en las almas; el misionero solicita de ellos oracio­
nes y ayuda a fin de que sea también un hecho
el voto de la Iglesia Universal, a saber: que todo
el mundo no fonne sino un sólo redil bajo el
cayado espiritual de un solo pastor.

— 2U -la calma, los sustos se comártieron en risas, la
gente se lanzó de nuevo a la calle, saludándonos
con entusiasmo y disparando ellos mismos
cohetes y petardos. En definitiva, un triunfo
colosal.
A la calle Tai-kai {la principal de Sliiu Chow)
que nosotros recorríamos, desembocaban por
todas las otras laterales un mar de personas,
curiosas por ver a nuestros huerfanitos, oirles

C h in a — B a n d a

d e m ú sic a d e l

tocar y cantar, y aplaudirles con admiración,
ion verdadero apasionamiento, j Quién hubiera
pensado poco tiempo atrás, cuando nuestros
nnerfanitos eran casi la mofa e irrisión de la
s^te, que tan .pronto pasarían aclamados por
entre un público que llenaba las aceras, siendo
■ 1 ^ de la simpatía general, de los comen­
tónos más encomiásticos!
Cuando la manifestación, no encuentro otra
pólificación más adecuada, llegó al orfelinato,
- componían más de mil personas. Hubo que
las puertas y dejar fuera a más de 500.
Al ver toda aquella multitud que seguía
\ --¿¿ta. la bandera en que ondeaba el nombre
" -daría, acudía expontánea a los labios la
-^c:ón lauretana: Jar.ua Codi, ora pro
jOh! sí. María Auxiliadora es también

en China — ftlix Codi porta! — Como suspi­
ramos por que llegue el día en que podamos
abrir a todos las puertas de par en par, sin ne­
cesidad de tener que dejar a muchos en la calle,
con gran sentimiento de ellos y nuestro, por
falta de local.
A pesar de todo, no pocos esperaron allí más
de dos horas.
Entre tanto el Padre Guarona cauto la Misa

O r f e l i n a t o S a l e s ia n o

de

H o S i.

solemne y, después de ella, con afecto de hijo
y celo de apóstol, entonó un himno a las glorias
de María Auxiliadora.
L a Schola Cantorum ejecutó bastante bien la
hermosa y sonora Misa X III a dos voces y los
motetes Gaudeamus y Dirigatur Domine del
Salesiano Pagelia, a más de las antífonas Virgo
Parens Chrisii e Inviolaia en canto gregoriano,
todo un soberbio programa para cantores prin­
cipiantes.
En la capilla no pudieron asistir más que
unos pocos, debiendo otros contentarse con
s^ u ir las funciones desde la huerta, oyendo
los unos y mirando otros por las ventanas y
la puerta.
Luego que terminó la función y se dispersa­
ron los curiosos, un nuevo y tierno espectáculo

— 242 —

llenó de satisfacción nuestro corazón hasta
hacerlo rebosar. Los huerfanitos, al verse dueños
íibsolutos del campo, en lugar de salir fuera de
la iglesia a jugar y distraerse un poco, fueron
colocándose a los pies de la Virgen en forma de
corona, como abejas místicas que rodean a su
Reina. Organizaron la corte de honor a María,
y distribuyéndose en grupos, hicieron su guardia.
Después cada cual ofreció a la Virgen su regalo,
sin duda muy grato al corazón de la Madre, una
cartita donde prometían corregirse de algún
•defecto y trabajar por conseguir virtudes qpe
les faltaban, para lo cual se ponían bajo su pro­
tección.
Del mismo modo que los soldados de Gedeón
se postraron para beber las aguas cristalinas del
torrente de Cissón, así los pequeños pajes de
María se postraban de hinojos a los pies de la
•que es fuente purísima de la gracia antes de
comenzar su apostolado de ganaf almas a
Cristo. Confortados con las bendiciones de María
Auxiliadora y una abundante comida que
suministró la generosidad del Pro-Vicario, nos
volvimos a nuestro orfelinato, renovándose las
manifestaciones de simpatía, admiración y
■ entusiasmo de la mañana. Todo eran palabras
de aliento, ovaciones y sonrisas. Figúrese que
hasta un alto empleado, protestante inglés,
abandonó su despacho para venirme a estrechar
con afecto repetidas veces la mano y acariciar
a nuestros huerfanitos, mientras gruesos lagri­
mones le surcaban las mejillas.
Cuando salimos del largo callejón, que los
chinos llaman con énfasis « Gran Via » y nos
hallamos en campo abierto, dióse orden de
rompan filas .y dése paz a los instrumentos de
música. Los huerfanitos me rodearon alegres,
satisfechos, diciendo: — « ¡To cha Tien Chu!
jT o cha Sin M u! ». {Deo gratias et Mariaé). —
Y tenían motivos sobrados para ello.
Y para no ocultar nada, diré también que
a completar la íntima satisfacción de nuestros
jovencitos contribuyó la defensa que por ellos
se tomó la Virgen. Involuntariamente y durante
nuestra entrada triunfal en la ciudad, se halló
presente al desfile de nuestros huerfanitos un
maestro i)rotestante que acostumbraba zahe­
rirles burlándose de sus remendados vestidos,
que lavaban cada día. Por su mala suerte, o
ventura, se encontró encanalado en la riada
de gente que nos acompañó hasta el colegio
y , mal de su grado, tuvo que presenciar el triunfo
de los pordioseros, sin poderse explicar que los
niños desarrapados de que él se burlaba llegaran
a ser tan considerados y estimados en tan breve
tiempo. Y mientras los niños paladeaban triunfo
tan extraordinario, comentando a su sabor
todos los detalles que más les habían impresio­

nado, yo agradecía en el fondo del corazón a
Dios los progresos realizados en manera tan
rápida y asombrosa.
E l ambiente hostil que nos rodeaba estaba
completamente cambiado, pues habíamos pa­
sado del desprecio a los primeros puestos en
la consideración y estima de lo más significado
de la ciudad.
Dos años hace, ninguno nos conocía. No
había quien nos saludara ni en la ciudad ni en
los campos, y si alguno se fijaba en nosotros,
era para decir: — M uk-Su (es un ministro pro­
testante) — pero en forma despreciativa, que
para nosotros tenía algo de reproche, de amenaza
y que, al propio tiempo, era un estímulo, un
acicate que nos impulsaba a no diferir por más
tiempo el desarrollo de nuestro programa.
Ahora, en cambio, el nombre de Sin-Fu es
familiar y conocido para todos, es el saludo
cristiano que brota expontáneo en los labios
de muchos, nombre que nos allana dificultades
y nos proporciona recibimientos cariñosos por
doquiera. Pero lo que para mi no deja de ser
todavía hoy un misterio, no obstante la expe­
riencia cotidiana, es el ver que ningún niño,
de cualquier clase social que sea, se asusta o
acobarda cuando nos ve por vez primera, antes,
por el contrario, se alegran y en seguida nos
saludan con un cordialísimo: — Sin-Fu! — o
bien con un respetuoso: — Lao-Sin-Sang (viejo
maestro).
Con frecuencia hasta los mismos niños que
van en brazos o espaldas de sus madres, siguiendo
con sus cabecitas el ritmo del movimiento en
el andar de estas, nos miran fijos, se agitan y
sonríen, no faltando hasta los que nos tienden
sus bracitos.
L a «llegada al río interrumpe mis sabrosas
meditaciones: la vieja Ta tai, que ya ha consu­
mado el sacrificio de reducir a cenizas once
viejos y feos ídolos, pero que no se siente todaria
con ánimos de arrojar al agua las tablillas de
los espíritus, nos espera con ansia, y a nuestra
vista, comienza a remar con energía varonil
para acercamos la barca: para ella la raüsica
produce efectos mágicos, al son de ima marcha
se siente rejuvenecer.
Volvemos al colegio para recobrar fuerzas
y darle la última batalla al diablo, para coronar
el día con una empresa consolante. Refocilados
con una tacita de té humeante, nos dirigim^
al cortijo que hay de frente de nuestro orí^'
nato y a la distancia de un tiro de fúsil. L*
angostura del sendero nos obliga a caminar des­
pacio y uno tras otro, en ringlera india, I
avanzamos rezando el rosario, cuyos m iste^
adoma la charanga con una pieza de m ú ^
Delante de nosotros y triscando como cabn

IP
— 243 —

tDlos, marchan los alumnos estem os que nos
guían, gozosos por ser los primeros en recibir
las bendiciones de la Virgen.
Los labradores nos esperan a la linde de sus
eras, los viejos en grupos, y los demás desparra­
mados, formando un todo armónico y pinto­
resco. Y a antes de llegar la charanga ejecuta
tm pasodoble marcial, y de esta forma entramos
en el poblado, saludando y recibiendo aten­
ciones a la usanza china, mientras las mujeres
se afanan limpiando y poniendo en orden la
sala principal y las niñas corren de aquí por allá,
para reunir y encerrar los pollos y gallinas que
el ruido de la música a dispersado en todas las
direcciones.
Ratificado por todos el acuerdo establecido,
dimos comienzo a la función. Dos cristianos de
los más fervorosos e intoépidos se encaramaban
en los altares y los despojaban de tablillas e
inscripciones profanas; después a recoger cuan­
tos idolillos infestaban todos los rincones para
hacer una hoguera con ellos. H ay que ver lo
que se divertían los muchachos y cómo gozaban
al ver arder tanto mamarracho. Mientras el fuego
consumaba su obra purificadora, yo me fijaba
en el rostro de los mayores para leer en ellos las
impresiones que les causaba. En algunos se veía
retozar la alegría franca y sincera; en otros un
sentimiento indefinido de tristeza; en no pocos
una expresión interrogativa como si quisieran
decir: — ¿Y después de esto qué sucederá?
¿Cómo acabará la cosa?
Una vez que el altar estuvo limpio y bien
preparado con ramos y flores, en medio de un
entusiasmo indescriptible, al son de una her­
mosa pieza de música y el disparo de cohetes
entronizamos a María Auxiliadora. A juzgar
por la conmoción profunda que a todos domina,
se advierte a las claras que comienza una nueva
vida para estos nuevos cristianos, y todos se
disponen a entonar de rodillas la: « Salve Re­
gina... »y e l « Ave María ».
El coro resulta potente, aunque se nota que
muchas voces están veladas por la emoción.
Los niños continúan las letanías con tan suave
tmtíón que hacen derramar lágrimas de ternura.
Al concluir se hace un profundo silencio, que yo
aprovecho para dirigir cuatro palabras. Enca­
ramado sobre un alto taburete de bambú les
hablé con calor del amor de Dios, de la fe, de la
esperanza, animándoles a perseverar confiados
«Q que no les faltarán las gracias de lo alto.
Gozosos y a por verse bajo la protección de
la Sma. Virgen, a la que no dejaban de adam ar
y agradecer el señalado favor que les concedía.
Pasamos a realizar la segunda parte de nuestro
programa. L a misma fimción que hicimos para
®tronizar a María Auxilianora, la repetimos

para consagrar toda la alquería a su castísimo
esposo, a S. José, y después unas casas vecinas
a S. Francisco de Sales, en medio de la mayor
alegría y satisfacción de los buenos y sencillos
labradores que nos seguían maravillados.
Una espléndida puesta de sol doraba con sus
rayos las hermosas colinas que rodean, como
vistosa corona, a Shiu~Choxv, qire a mi se me
antojaban los rayos luminosos que coronan a
María Auxiliadora en la cúpula de su basílica

C h in it o s

c o n bu e n a p e t i t o .

de Turín, desde donde vigila y protege a sus
hijos del mundo entero. Quiera la bondadosa
i ¿ d r e dirigir una mirada de ternura a estas
lejanas tierras y derramar sobre este inmenso
pueblo pagano sus gracias más escogidas para
iluminarle» con la fe y arrancarlos de la dura
esclavidud de las supersticiones paganas.
{Coníiniuirá).
C a rlo s B raga Pbro.
Misionero Salesiano.

Puede decirse con toda verdad que pocos hombres
del siglo décimonono han hecho tánio como D. Sosco
por la evangelización del mundo.
J uan JO ercen sen .

S)

C U L T O

I de María Auxiliadora
NÓÉ tenemos la persuasión de que¡ en las vicisitudes dolorosas de ¡os tlem^
pos que atravesamos, no nos quedan más consuelos que los del Cielo, y eaiie
éstos, la poderosa protección de la Virgen bendita, que fue en todo tiempo el ^
Auxilio de los Cristianos.
PIO X.

0

María Auxiliadora en Alicante.
Cuando María — dice el Beato Grignon de
Mnnfort — ha echado raíces eu una alma, yo
añadiría también en un pueblo, produce tales
maravillas de gracias, que sólo ella es capaz de
producir, porque es la única Virgen fecunda, que
no ha tenido nunca, ni tendrá jamás, quien se
le asemeje en la pureza y fecundidad.
E sta era la reflexión que yo
hacía días
pasados, cuando a mi redacción llegaban los
diarios alicantinos E l Día y E l Tiempo, con
largas e interesantes reseñas de la novena y
fiestas de María Auxiliadora, celebradas en
aquella ciudad.
¡Quién hubiera dicho que en el transcurso de
tan pocos años María Auxiliadora debía reinar
soberana en el'corazón de los alicantinos!
Porque no otra cosa pnreba ese plebiscito de
amor tributado a la Virgen de Don Bosco du­
rante todo el mes de mayo, y coronado con la
fiesta grandiosa del día 24 y la imponente pro­
cesión que condujo en triunfo a la Virgen por
las calles de la capital, magnífica apoteosis de
la fe de un gran pueblo.
Y al querer razonar sobre transformación
tan religiosa y profunda como la verificada en
esa capital levantina, a la que amo y conozco
desde hace muchos años, la imagen veneranda de
la Virgen taumaturga se nos presenta coronando
el colegio salesiano, como aparición celeste, y
mirando con ojos de predilección a la hermosa
ciudad que se baña en las límpidas aguas medi­
terráneas y a la que, pronto, cercarán vergeles
encantadores.
Desde ese colegio santuario, trono de María
Auxiliadora y troquel de almas grandes y honesUw ciudadanos, la divina Madre acude a
todas las necesidades espirituales del pueblo
alicantino: a la alegría y al dolor, a la inocencia
y al arrepentimiento, a los entusiasmos y a los
desfallecimientos de sus corazones. Por eso
agiaiecidos, al verse objeto de las solicitudes

amorosas de la Auxiliadora, los alicantinos
responden generosos a los cariños de la Madre
consagrándose a su devoción, ofrendándole sus
corazones. Y en esa reciprocidad de cariños
entre la Madre y los hijos, en ese pugilato de
amores está el secreto de tanta maravilla, que
no saben explicarse los observadores superfi­
ciales, de esas manifestaciones grandiosas que
conmueven a todo un pueblo.
¡Bien por Alicante! Adelante y no cejes hasta
que el corazón de cada uno de tus hijos sea un
templo de la Auxiliadora. Ese es el camino de
tu prosperidad y grandeza, porque la grandeza
y prosperidad de los pueblos no consiste en sus
adelantos y progresos materiales, sino que la
verdadera civilización consiste en la unión de
los pueblos con Dios y con sus leyes; de manera
que tanto más civilizado es un pueblo cuanto
más se acerca a la divinidad, cuanto más luces
recibe de lo alto y más se baña en los resplan­
dores del sol de la Eterna Justicia.
*
* *
Pasando por alto escenas conmovedoras y
actos reveladores de acendrado cariño, como la
consagración a María Auxiliadora de los Alum­
nos y los jóvenes del « Centro Domingo Savio »,
las comuniones fer\'orosas que esos hijos del
trabajo hacían antes de reintegrarse a oficinas,
fábricas y talleres para amasar con honrado
sudor el pan cotidiano, y la Primera Comunión
de cuarenta y seis angelitos que se unían en
estrecho abrazo con el amado de sus almas, con­
signamos en resumen algunas notas y detalles:
<v El lim o. Sr. Abad de aquella colegiata.
Dr. D. Modesto Kájera, y las señoritas De Curt.
con buena parte de su fortuna particular, han
fundado en Alicante el gran Colegio Salesiano,
con su magnífico templo, donde reciben ins­
trucción y educación gratuita más de
ninos
de la ciudad. Con este Colegio y con la devoción
a María Auxiliadora, Patrona de su Instituto,

-

245 —

los Salesianos lian renovado moralmente a A li­
cante. Buena prueba es la solemne novena que
acaba de celebrarse. Los archicofrades pasan
de 3.000, lo mejor de la población. L a Junta de
la Archicofradía llamó este año a predicar la
novena al Reverendo P. Juan Echevarría, Misio­
nero Hijo , del Corazón-de María, tan conocido
y apreciado en diversas regiones de España.
Dos horas antes de la señalada afluía ya
público a la iglesia, de modo que al empezar el
ejercicio había un lleno completo, invadiendo
los fieles como por asalto tribunas, presbiterio,
camarín, calle y patio. E l distinguido orador
tomó por asunto de sus discursos: « María Au­
xiliadora y las grandes crisis del alma »,
Como era preciso satisfacer los deseos de los
innumerables devotos de la Virgen, se hacía
la novena a las ocho y a las diez de la mañana
y a las seis de la tarde.. E l día 24 hubo cuatro
comuniones generales y se repartieron 3.700
formas consagradas. L a procesión de la tarde
fué un acontecimiento que ha dejado recuerdo
indeleble. De Alcoy, Monóvar, ISTovelda y ViUajoyosa vinieron para formar parte de ella más
de 400 hombres. Presidieron la procesión el
señor Abad, el gobernador militar, el alcalde,
con 28 concejales, canónigos, párrocos, reli­
giosos y un piquete de soldados. Cinco bandas
de música daban más animación y piedad al
solemne acto. Catorce mil personas vitorearon
a María Auxiliadora al pasar por las calles, y,
sobre todo, por el gran paseo de las Palmeras.
Allí el R. P. Echevarría enardeció más los áni­
mos con una breve pero patética exhortación ».

María Auxiliadora en S. Carlos,
Buenos Aires, Argentina.
Con todo el esplendor que es tradicional en
San Carlos, y favorecida con un tiempo prima­
veral, se realizó la fiesta de la Patrona de Alma­
gro; María Auxilio de los Cristianos. L a Misa
de Comunión fué celebrada por S. Excia. Illma.
Mons. Juan Beda Cardinale, que tuvo el gusto
de distribuir el Pan de los Angeles a muchos
centenares de personas, hasta que cedió su lugar
a dos sacerdotes para no prolongar las funciones.
Por otra parte puede sin exageración afirmarse
que fué la Comunión casi continua desde las 5
líasta las 10.
A las 9,30 se cantó la Misa I I del abate Pepor los coros Santa Cecilia, de niños, San
José de Caballeros, y reforzados por el coro de
San Juan Evangelista.

Solemne, una verdadera pieza oratoria, el panegínco a cargo del Sr. Pbro. José Francisco Bozzo.
El concurso de fieles fué simplemente sorpren­

dente; imposible el tránsito en cualquier lugar
de la Iglesia; pero la nota culminante fue la
piedad sólida y sincera que exteriorizaban todos
los rostros.
Por sobre todo este conjunto de factores de
devoción se destacó inmediatamente el canto
a cuatro voces, del maestro Dogliani: « C orona
A u r e a » dominó y cautivó al auditorio, a quien
tuvo preso de su melodía: fué un verdadero
momento de Paraíso.
* Excusamos decir que fué imposible cerrar la
Iglesia durante las horas de la comida: uua ver­
dadera procesión de devotos fué siguiéndose en
la veneración de la magnífica estatua, artística­
mente adornada en un precioso dosel labrado por
la buena Cooperadora Salesiana Sra. de Ferrando.
Con mucha anticipación las calles vecinas al
Templo fueron llenándose con Exploradores, Alumnos, y Ex-alumnos de-los varios Colegios,
que concurrían al acto, a la solemne e imponente
procesión. E l púbUco se estacionó en las inmedia­
ciones de la Iglesia, ante la dificultad de jjenetrar
en ella.
Precedida de un inmenso cortejo y escoltada
por numerosísimos devotos, por fin asomó la
Imagen de la Virgen de Don Bosco.
L a banda del Colegio Pió IX , la de Explorado­
res, el campanario, todo rindió su saludo a la
Virgen Patrona de Almagro. Un numeroso clero,
formado por distinguidos sacerdotes, y oficiando
de celebrante el auditor de la Nunciatura, Mons.
Don Alberto I^evame, precedía, de inmediato,
a la efigie de María. El recorrido en perfecto
orden: la columna de fieles, inteniinable: el rezo
y cántico de alabanzas, continuo: en una pa­
labra, una verdadera apoteosis de la Madre
Celestial bajo la advocación de Auxilio de los
Cristianos. Al entrar en el Templo se repitió el
« Corona Aurea > y el Rmo. Padre Valentín
Bonetti dirigió breves palabras de animación,
terminándose con la bendición del Santísimo
dada por Mons. Dr. Alberto Lévame.
Eran y a cuatro buenas horas de cultos no in­
terrumpidos: y el gentío seguía en su piedad y
empeño de permanecer en el Templo. ¡Oh, cómo
debieron estar contentos los Angeles Custodios
en ese día! ¡Cuántas conversiones suspiradas
por almas fervorosas, se vieron -realizadas en
tan magnífico día!
E l incienso que en espirales subía a las arca­
das del Templo, era sencilla imagen de las ora­
ciones, que envolviendo los corazones, se depo­
sitaban ante el trono de María Auxiliadora y
Don Bosco en el cielo.
EUos bendigan a los promotores y organiza­
dores, desde los más encumbrados a los más hu­
mildes, de esta grandiosa y expléndida corona
espiritual de la Virgen Auxiliadora.

— 246 —

S arriá -B arcELONA {España). — En Agrade­
cimiento a mi celestial Madre. — Había perdido
por completo la voz. E l médico que me visitaba
lio sabía a qué atribuir la causa y por más que se
empeñaba eii restituírmela con medicamentos
de varias clases no pudo lograrlo.
Fui a ver a otro médico y dijo que lo que tenía
era ima gran congestión en la garganta, y mandó
(jue me aplicasen sanguijuelas y que no hiciera el
menor esfuerzo en hablar, pues me era m uy per­
judicial, cosa que era imposible por la ocupación
que desempeñaba y el poco personal de la casa
que no penuitían rae supliesen.
Aquel mismo día me pusieron las sanguijuelas;
pero después no se me podían cerrar las heridas
y mientras fueron a ver el médico y trajeron lo
«lue él indicó, había pasado mi gran rato y por lo
lauto con la pérdida de la sangre me encontraba
m uy débil. L a voz me volvió, pero m uy apagada
y en hablando un rato me encontraba tan suma­
mente cansada que no podía continuar.
Y o pensé que poco a poco y con los cuidados
que me prodigaban acabaría de recobrarla.
Pero ¡cual no sería mi desilusión y pena al ver
que volví a quedar afónica, cuando apenas hacía
un mes que con trabajo me hacía entender!
E l médico dijo que tenía de nuevo la congestión
y en peores condiciones que la vez anterior; y yo
así lo veía, pues me era imposible hacer el menor
esfuerzo para hablar, por lo que tenía que comunicanne y expresar mis deseos por escrito.
En esta situación me encontraba abatidísima,
pues veía que cuanto me hacían era inútil, y por
otro lado estábamos finalizando el curso y era res­
ponsable de dos clases.
Así pasé mas de dos semanas y sin esperanza
de alivio, pues sentía un malestar tan grande en
la garganta como nunca lo había experimentado.
Una tarde, las Hermanas me recomendaban
interesara en mi favor a algún Santo milagraso,
quien me decía a San Blas y quien a otro. L a D i­
rectora que también se hallaba presente las dejó
hablar y luego dijo: Teniendo nosotras los de
nuestra Congregación ¿a qué vamos a recunir a
otros? Esta noche que se ponga en la garganta
aceite de la lámpara de la Virgen y una estampa
de Jlaría *\uxiliadora y mañana que le den la
bendición de nuestra Celestial Madre.
A l día siguiente, después de la Santa Misa, entré
en la sacristía y corno pude le dije al sacerdote
que se esperara que iban a danue la bendición de
María Auxiliadora para sanar.
Me encontraba aquella mañana en las mismas
condiciones de antes, es decir, sin voz ningima y
sin poder hacer el menor esfuerzo, por el dolor que
esto me producía. E n esto llegó a la Capilla la
Hermana sacristana y el Padre me dió la bendición

de María Auxiliadora, estando yo de rodillas de­
lante de su altar.
En el momento de recebir la bendición sentí
como si algo me bajará de la garganta y al mkww>
tiempo xm alivio grandísimo en ella.
Salimos de la Capilla y al pasar por delante de
la estátua de María Auxiliadora, que hay en el patío,
me dijo la Hermana que me acompañaba: Diga
¡Viva María Auxiliadora!. Mas yo solo me contenté con mirarla (aunque del fondo de mi alma
le suplicaba me curase) y seguí adelante poseída
del mismo pesar y disgusto que hacía días embar­
gaba m i ánimo.
Nos encontramos con la Directora, la cual pre­
guntó si me habían dado y a la bendición, y al
saber que sí, me dijo: Pues entonces tenga ánimo
y diga María Auxilimn Christianorum. Y o entonces
probé a hablar y dije claro y sin dificultad ninguna:
María... al oir m i voz, después de tanto tiempo,
no sé lo que por mí pasó; dirigí m i vista hacia un
cuadro que tenía en frente de María Auxiliadora
como se venera en Turín y grité con todas mis
fuerzas Auxilimn Christianorum! ¡Milagro! ¡Mi­
lagro! L a Virgen me ha curado!
Mi ánimo no puede explicar los sentimientos
de que en aquellos momentos se hallaba invadido.
Tenía temor de m i misma, me veía indigna de tan
gran favor, y a que mi fe y confianza me parecía
no merecían tan señalada gracia.
N o sé lo que pasó por mí; pero si puedo asegurar
que jamás he tenido impresión semejante. Todas
llorábamos de emoción y yo no podía dejar de
gritar dando gradas a la Santísima Virgen, a pesar
de que temían me fuese perjudidal y me manda­
ban callar.

L a impresión fué igual en todas: Hennanas,
niñas y cuantos me vieron. E l mismo médico ase­
guró ser un verdadero milagro.
Esto acontedó el 16 de Junio de 1922 en la casa
de la calle Pedro Alonso en J erez de la Frontera.
Desde entonces estoy perfectamente bien, lo que
publico para gloria de mi Celestial Madre María
Axmliadora.
Sor Carmen Moreno
H. de M . A.

B arcelona {España). — A m i hijito, de tres
años de edad, y a consecuencia de ima pehgrosa
caída, formósele xm txunor blanco en la articuladón del codo en el brazo derecho. Durante dos
años, varios médicos intentaron por diferentes
medios impedir el desarrollo del mal, sin con^
guir mejora algxma, antes al contrario, pasado
este tiempo conxúnieron en la necesidad de
el brazo, manifestando la mucha probabilidad de
que tan importante miembro le quedase inútil
para el resto de su \id a.
Acudimos en tan grave afiicdón a ifaría Auxihn*
dora y la excelsa Madre escuchó nuestras súplicas,
de tal fomxa que, sin necesidad de operar y h®’
hiendo abandonado todo tratamiento qxiirúigi^
podemos anunciar la Curación de nuestro ama _
simo hijo, que según dictamen de los mismos mé­
dicos que anteriormente le asistían, se halla res-

— 247 —
tableado en absoluto y sin temor de recaída alguna
en el mal.
Alabando con todo nuestro corazón a nuestra
liadle Auxiliadora, publicamos tan gran favor
en el Boletín Salesiano para consuelo de los que
sufren y estímulo de cuantos necesitan la pode­
rosa ayuda de la Virgen de Don Bosco.

Por el Mundo Salesiano

Mariano Mo reli ^ n d e Gracia
Antiguo Alumno de Sarriá.

Estación F rancisco S a [Estado de Minas
Geraes). — Hallándome enferma de la garganta
V lejos de donde pudiera asistirme algún faculta­
tivo, acudí a María Auxiliadora, prometiendo
publicar la gracia, si mejoraba. L a Virgen me es­
cuchó, lo mismo que en la grave enfermedad de
mi marido, por lo cual doy rendidas gracias y
cumplo mi promesa.

Sección de Antiguos Alumnos.

SEVILLA [España). — Día del Antiguo Alumno.
E n las Escuelas Salesianas de la Trinidad se ha
celebrado el « Día del Antiguo Alimino • el 3 de
Mayo, fiesta del Patrocinio de S. José.
Los exalmunos asistieron en gran número a la
Comunión general, y acabada ésta, desayunaron
en el Colegio, según costmiibre, continuando en
animada charla con los Superiores hasta las once,,
Camila B axigmariu.
en que tuvo lugar la reunión reglamentaria, pre­
sidida por el Señor Director.
Leído vm capítulo de la vida del Vble. Funda­
dor, y luego el acta de la remiión anterior, el Pre­
sidente de la Asociación de Sevilla Sr. RamosDan también gracias a María Auxiliadora.
Hernández explicó la significación e importancia
del acto, dedicando después afectuosos saludos a
Abia de la Obispalia (Eíspaña-Cuenca). — Ana
los Superiores Mayores (particularmente) D. Fe­
Herraiz Sevilla, Fortunato Sevilla, y Onorata Selipe Rinaldi y Don Pedro Ricaldone), y a todos
\illa Martínez liacen pública su gratitud a María
los Salesianos en general. « Los Antiguos Alunmos
Auxiliadora por favores que les otorgó y envían
— dijo — debemos demostrar en todas partes la
una limosna en pro de las Misiones Salesianas y
formación moral que recibimos de los beneméritos
de los huerfanitos del Vble. Don Bosco.
hijos de Don Bosco, y secundar el celo apostóUco
Bonilla (España). — Lino de la Fuente, agradece
un favor recibido por intercesión de María A uxi­ de nuestros profesores, haciendo lo posible, como
ellos lo hacen, para nutrir las huestes de las Ju­
liadora y envía una limosna.
ventudes Católicas, pues ellas están llamadas a
Buenache Sierra (España). — Beatriz Castelblanque, da gracias a la Sma. Virgen por mi be­ ser el más poderoso valladar que detenga el avance
de la internacional roja ». Concluyó su atinadoneficio que le dispensó y le corresponde con una
discurso alentando a los Antiguos Almimos a pres­
ofrenda en favor de la Obra Salesiana.
tarse mutuo apoyo y estar siempre imidos, comoCuenca (España). — Josefa M. Gallego, Jesusa
Escamilla y Encamación Arribas dan público tes­ deseaba Don Bosco, para fonnar ima fuerza social
incontrastable.
timonio de su gratitud a la Virgen de D. Bosco
E l Presidente de la Federación Regional An­
por haberles favorecido en circimstancias apre­
daluza, Sr. Cuéllar, dedicó un piadoso recuerdo
miantes y hacen una ofrenda.
a los compañeros fallecidos recientemente, c.si)cMálaga (España). — Dña. Dolores Garrido de
ciahnente al Sr. Roldán, Presidente que fué de la
Cobos por la salud de su liijo.
Asociación Sevillana y Tesorero Regional, del que
Fuerte Ventura (Canarias). — E l Rdo. D. Miguel
hizo merecidos elogios.
Rodríguez por haber sido favorecido por la Virgen
Finalmente habló el Sr. Director, quien hizo
Santísima.
saber que los Sres. López Cepero e Illar.es no liaTinojo (Lanzarote). — Dña. Carmen M añero
bían asistido al acto que se celebraba por impe­
de Cabrera por gracia recibida y envía limosna.
dírselo deberes profesionales ineludibles.
Villa (Isla de Lanzarote). — L as Sras. Esperanza
Mostró su gratitud a los Antiguos Alumnos por
y Francisca por favores recibidos.
Cali (Colombia). — Camilo Becena y Mercedes el cariño y simpatía que se ve tienen a los Salesianos, expresando que éstos corresponderán siempre
Aragón de Lenis envían una limosna y mandan
a tal adhesión; y exhortó a los presentes a trabajar
dedir una Misa cada uno en agradecimiento a
María Auxiliadora por haberles favorecido en por la propagación de la doctrina y las obras del
Venerable Fimdador.
sus necesidades.
Se enviaron telegramas de saludo al Sr. Ins­
[Colombia). — Lisímaco Motato. por un
favor recibido de María Auxiliadora, envía g r a ­ pector D. Guillermo Viñas, a los Rdmos. Señores
Rinaldi y Ricaldone y al Presidente de la Fede­
deado Tina limosna.
ración Nacional.
Y cmbo [Colombia). — Dan gracias por favores
A la Tina se celebró fraternal almuerzo en ei
habidos de María Auxiliadora y mandan sus li­
Salón-Teatro de la Casa, bajo la presidencia del
mosnas los Sres. Ezequiel Sánchez, Benjamín EcheSr. Director, que ocupó su sitio en la mesa entre
Sara S. de García v Mercedes M '■ da, de
los señores Pnesidentes regional y local.
Garda.

— 248 —
Reinó todo el día el mayor entusiasmo y com­
penetración de ideales.

URUGUAY. — Homenaje de los A. Alumnos Uru­
guayos al Kdmo. Don José Vespignani.
E l 29 de Abril, en el hermoso Salón del Centro
Don Bosco, la Unión Nacional de Ex-alumnos le
ofreció al limo. P . José Vespignani, representante
del Superior General de la Congregación, xm sen­
cillo pero sentido homenaje de cariño y adhesión,
en el ciue se puso de relieve la imión existente entre
los maestros y sus ex-alumnos y el cariño con que
éstos recuerdan los felices y fugaces años de colegio.
E l programa fué cumplido en todas sus partes,
y podemos asegurar que la concunencia que lle­
naba totalmente el salón, se retiró muy agrada­
blemente impresionada.
Después de oirse con religioso silencio los mar­
ciales acordes del himno nacional, ejecutado con
toda maestría por el Rdo. P. Ochoa y cantado por
el coro de los Talleres, el Dr. José Miranda, pre­
sidente de la Unión Nacional de Ex-Alumnos,
ofreció el acto; y a continuación, los ex-alumnos
Du Pré y Echave ofrecieron al Rdo. P. Vespignani
un afectuoso saludo de sus centros; el Domingo
Savio y el Miguel Rila, respectivamente.
Luego el Sr. Santiago Vesaschini, con su her­
mosa y bien timbrada voz cantó « Nazareth » pre­
ciosa canción cuyo letra, traducida y versificada
por el Dr. Fagalde, llega hasta el alma de los oyen­
tes.
E n seguida, con la maestría que en él es caracte­
rística, Luis Espasandín recitó el Crucifijo de
Velázquez.
Alberto A . González y José M. Ramos hicieron
< Un Cuento de Calleja » que hizo destemillar de
risa a todos los asistentes, que volvieron a la rea­
lidad y severidad de la vida con « La Forza del
Destino », dueto magistrahueute cantado por
Vesaschini y Carlos Arismendi.
Luego Ramos contó con la gracia proverbial
en él, cómo Cristóforo Colombo descubrió la Amé­
rica y la misión de relatarla que le encomendó.
Teniiinó la simpática fiesta, el R . P. Vespignani,
quien felicitó a los ex-alunmos porque han conser­
vado fuera del Colegio el espíritu familiar que ca­
racteriza todos los actos salesianos, y a los acordes
de una marcha entusiasmante ejecutada por el
Rdo. P. Ochoa, la numerosa concurrencia comen­
zó a desalojar el amplio salón del Centro Don Bosco,
llevando gratísima impresión del acto realizado,
y confiando que el Rdo. P. Representante del Su­
perior General habrá quedado también gratamente
impresionado de los ex-alumnos de nuestra Inspec­
toría.

URUGUAY. — Acta de la Asamblea Geaeaal de
la Federacióa Nacioaal de A. Alumnos.
E n Montevideo, a los 29 días del mes de Marzo
de 1925 en los Talleres Don Bosco, convocados
por el Rdo. P. Inspector, Pbro. Ricardo Pittini,
se remiieron los Rdos. P. P. Cerrato, Ferrando,
Charles, Harisx>uru. Garzetti, Oberti y Queirolo,
y los señores Sarubbi (C. Miguel Rúa), Espasandín
(C. Artigas-Mercedes,) A . González (P. Sandú),

C. Facello (Don Bosco), C. Du Pré (C. Dngo. Savio),
Dr. Miranda (Allavena), L . Mazzone (Salto),
Grasseni (Mons. Lasagna), faltando delegados del
18 Mayo (Las Piedras) y J. Jackson (Manga) y
escusando su inasistencia el R . P. Giambonini
E l R . P. Inspector manifestó que el motivo de
la reunión es considerar lo hecho durante el pasado
año, proponer lo que se llevará a cabo en el pre­
sente y elegir un nuevo Secretario General de la
Federación Nacional de ex-alumnos salesianos,
y a que el Dr. Román Lezama Muñoz había remmeiado.
A da.— Se leyó y aprobó sin observaciones el acta
de la I. sesión efectuada el i i de Octubre de 1923.
“ Don Bosco." — E l R . P. Oberti informó que el
tiraje del « Don Bosco %fué aumentado de 1.200
ejemplares mensuales siendo por consiguiente en
la actualidad de 6.000, pero considera que aun no
es suficiente. Se encareció que todos procuren no
quede ningún ex-alumno sin recibir el periódico.
Todos los asistentes, que por palabras del R. P.
Inspector, tuvieron conocimiento de los trabajos
del R. P. Oberti como director del * Don Bosco »,
aplaudieron entusiastamente sus esfuerzos y labor.
Reformas. — M uy en breve se introducirán
reformas en el periódico. Entre ellas figurará una
nómina de ex-alumons agrupados por profesiones,
a fin de que los interesados en algún caso dado,
puedan ocupar a sus antiguos compañeros, con
preferencia de extraños.
Nuevo Secretario General. — E l Rdo, P. Ins­
pector propone se designe al Dr. José Miranda
Secretario General, en sustición del Dr. Román
Lezama Muñoz, siendo recibida con aplausos la
proposición, y designándosele por aclamación.
Día del Ex-Alumno. — Durante el año 192486
efectuó en todos los Colegios de la Inspectoría con
muy halagüeño éxito, la fiesta del « Día del Exalumno ». Llegaron a reunirse en total unos 1880
ex-alimmos, lo que da idea de la aceptación que
va teniendo esta fiesta de confraternidad.
Reuniones en el Centro Don Bosco. — Durante
el pasado año se efectuaron varias reuniones en el
salón del Centro Don Bosco: la i. conmemorando
el Cincuentenario de las Misiones Salesianas;^ al
2. como homenaje a los ex-alumnos Nazzasi y
Sald.ombide, Campeones Olímpicos de football,y
í. en honor de Luis A. Fernández, poeta laureado
en las últimas olimpiadas de París.
Fundación del Cer.tro Pablo A ltera. — El Cole­
gio de la D. Providenciacuentadesdeprinupios.de
año con un Centro, cuyos jóvenes, según manifiesta
el P. Inspector, prestan invalorables serNÍdos d
Colegio y al Oratorio Festivo.
Luego se pasó tma breve re\-ista sobre las a^ '
\-idades de los Centros de la Inspectoría pudiá»*
dose constatar que tienen xúda activa y próspoaPor moción del P. Oberti se pedirá a los Centros
del Interior que carecen de delegados, los
y que con frecuenda envien informes y notioas
de sus actividades.

249
Aprovechando el viaje d d R . P. Peruzzo que
ha sido designado Inspector de la República her­
mana de Chile, se envió un mensaje a los ex-alumnos de esa Inspectoría.
üeglameato. — Siendo conveniente tener tm
reglamento único y m oddo para los Centros de
Ex-alunmos, se encargan d P. Inspector y el
Dr. Miranda de confeccionarlo.

Persoaería Jurídica. — Se gestionará una vez
que esté pronto d Reglamento de la Federadón.
Visita del
P. Vespígaaai. — Debiendo llegar
en breve d R. P. José Vespignani quien visitará
la Inspectoría, en nombre d d Rector Mayor, se
resuelve efectuar en su honor \ma sesión en d
Centro Don Bosco.

Es p a S a — L a R e in a

y

SS. AA.

Noticias Varías.
SARRIÁ-BARCELONA {España). —
a las Escuelas Salesianas.

L a Casa Salesiana de Sarriá— Escuela de Artes
y Ofidos en que redben instrucción profesional
más de quinientos alxmmos — tuvo ayer tarde, 4
de Junio, d alto honor de recibir la vivdta de S. M.
la rdna Doña Victoria Eugenia y de SS. A A . las
infantas Doña Cristina y Doña Beatriz.
Los Salesianos supieron ponerse a la debida al­
tura para redbir dignamente a la R d n a y a las
infantas.
H ideron los P P. Salesianos verdadero derroche
de arte en la ornamentación, tanto interior como
exterior d d edifido.

e n l a v is i t a a l

Adhesión al Centenario Patrio. — Come homewje Salesiano al País, el 25 de Agosto en la Plaza
independenda se congregarán los almnnos y ex^luamos salesianos con sus familias.
Peregrinación. — Todos los años, la Federación-

de Ex-almnnos preparará una gran peregri^ ó n al Santuario X adonal de María Auxilia­
dora, en \'üla Colón d 24 de Setiembre.
Olsími/yo.— Es m uy conveniente la adopdón
de un carnet como distintivo de los Ex-alumnos:
se a ^ t a como m oddo d argentino, con lijeras
^**^cadones. Se hace constar que d carnet sólo
Un distintivo, quedando las diversas casas
“•*®snas o Centros, encargados de extender las
^Moendaciones o presentadones que fueren d d
^**^0 rezo de las oradones de práctica se dió
terminada esta importante reunión a las 19
fieras.

Regla visita

C o l e g io S a l b s ia n o

de

Sa r r ií.

En todas las ventanas d d edifido ondeaba la
bandera nadonal.
E n el interior, d vestíbulo fué ricamente tapi­
zado, sobresahendo ima alfombra de flores en la
que se leía: iVlva S. M. la Reinal [Vivan SS. AA.
reales!
A la m irada ocho niños, con trajes de guardias
nobles, al mando de im capitán, prestaban guardia
de honor.
Luego, en d vestíbulo, había cuatro niños, ves­
tidos de paje, y la escolanía con los hábitos de di­
versas cofradías.
E n d patio prindpal de la Casa había más de
m ñ alumnos, la m itad pertenedente a la Casa de
Sarriá y la otra m itad a la Casa Salesiana de Barcdona, estableada en la calle de Rocafort. Además
estaba d Colegio de Santa Dorotea, de las H ijas
de María Auxiliadora. También se encontraba allí
d batallón infantil, con su banda de cometas, de
la Casa Salesiana de Barcelona.

— 250 —
E n el aludido patio los P P. Salesianos supieron
hermanar la más alta manifestación del arte con
la más exacta expresión de la belleza. Levantaron
un trono de magnificencia regia; soberbios sillones
góticos para la Reina y las infantas, bajo dosel;
eii lo alto, un retrato del fimdador del Instituto,
Don Bosco; a arabos lados moniunentales ramos
de follaje y de flores, y circimdando al trono, o
sea por todo el patio, escudos de todas las provin­
cias de España, con sus respectivas banderas. En
lo alto y a ambos lados del trono, ondeaban dos
grandes banderas nacionales.
Por otra parte, en todos los talleres, en que re­
ciben instrucción profesional más de quinientos
alumnos, se estaba trabajando, a fin de que S. M.
y SS. A A. pudieran hacerse cargo de la obra Salesiana.
Poco antes de que llegaran la Reina y las infantas
se reunieron en el vestíbulo para recibirlas el pro­
inspector de la provincia tarraconense, Rdo.
P. José Calasanz; los directores de la Casa Salesiaiia de Sarriá, y de la de Barcelona Rdos. PP.
Giorgi y Gamier; el prefecto de la Casa de
Sarriá Rdo. José María La.saga, y las comunida­
des de ambas casas.
También esperaban a S. M. y A A . los coopera­
dores marqueses de Sagnier y de Alós con sus seño­
ras, don José María Pascual y Fontcuberta con su
señora, don Erasmo Imbert, don José Brat Hacpron, la marquesa de San Román de Ayala, don
Rafael Pascual y Serra, don Gustavo Gisbert, don
José María Balauzó con sus respectivas familias
■ y otras muchas de nuestra buena sociedad.
Entre toda la concurrencia reinaba excepcional
entusiasmo para recibir a la Reina e infantas.
S. M. y SS. A A . ilegaron a 1^ 4*45 de la tarde.
L a banda de los Salesianos interpretó la Marcha
Real; fueron echadas las campanas al vuelo y el
gentío congregado ante la Casa Salesiana prorrum­
pió en entusiastas vítores y aplausos.
Llegaron la Reina y las infantas acompañadas
de la duqtiesa de San Carlos, señorita Xifré, marq\iés de Bcndaña, gobernador civil y algunos palulinos barceloneses.
La Rohm y las infantas penetraron en la Casa,
siendo saludadas por la concurrencia con frené­
ticas aplausos.
Recorrieron con detenimiento los talleres de la
sección de meciUiica, de encuademación y de im­
prenta.
En el taller de imprenta, al penetrar S. M. y AA.
se estaba haciendo el tiraje de rm semanario, re­
vistas de la Casa y una tarjeta recuerdo de la v i­
sita de las augu.stas personas con un retrato, al
margen, de la reina Doña Victoria al anverso, y,
al reverso, impreso, un lihnno, dedicado a SS. MM.
compuesto exprofeso para la visita de S. M. y \ A .,
letra del P. Miguel Riera y música del P. Juan de
Beovide.
Después de recorrer otras dependencias de la
Casa, pasaron la Reina e infantas al salón de jimtas,
-donde firmaron en el álbum.
También firmaron en el mismo la duquesa de
San Carlos, señoritas Xifré, marqués de Bendaña
y goLemaaor civil.

Desde dicho salón se dirigieron las augustas
personas al patio, tomando asiento en el trono
y a descrito, siendo acogida su presencia con de»
litantes aplausos y vivas.
Tomaron S. M. y A A . asiento en el trono, a los
acordes de la Marcha Real, ejecutados por la banda
de música de los Salesianos.
A continuación el P. Antonio Martín pronuntíó
im discurso de salutación y bienvenida a S. il. y
a SS. AA.
Después el alumno Gerardo Mendiburu pronun­
ció también nn breve discurso de bienvenida a U
Reina e infantas, entregando al terminar, junta­
mente con otros dos niños, soberbios ramos de
flores a S. M. y AA.
Seguidamente los i.ooo niños allí reunidos en­
tonaron el himno dedicado a SS. MM. al compás
de la banda de música.
E l momenio fué verdaderamente emocionante.
Termhiado el canto del himno diéronse vivas
al Rey, a la Reina, a las infantas y a España, que
fueron contestados con loco entusiasmo.
Finalmente la Reina y las infantas se dirigieron
a lá capilla, en la que entraron bajo palio a los
acordes de la Marcha Real ejecutados al órgano.
E n el presbiterio se arrodillaron y la Escolanía
comenzó el canto de la Salve del maestro J. Villani,
durante la cual permanecieron de rodillas las au­
gustas personas.
Tenirinada la Salve, S. M. y SS. AA. salieron
con los mismos honores que a la entrada. Antes
fué presentada a la Reina la marquesa de San
Román de Ayala, de la J imta de Cooperadores de
la obra.
De nuevo en el vestíbulo, la banda de música
ejecutó la Marcha Real, eran echadas las campanas
al vuelo y aplaudía con entusiasmo la concurrencia.
I'ué tal la trimifal despedida que se tributaba a
S. M. la Reina y a SS. A A . las infantas, que salieron,
según dijo la Reina, altamente complacidas de la
visita, prometiendo volver a visitar con más dete­
nimiento los talleres.

BAHIA BLANCA {Arf^entina). — El templo dd
del Sgdo. Corazón de Jesús agregado a la Basílici
Vaticana.
E l programa trazado por los Padres Salesiancs.
con motivo de la visita del obispo auxiliar de U
Plata, monseñor doctor Santiago L. Copello, em­
pezó a desarrollarse ayer alcanzando los acta
anunciados, .significativo relieve.
L a visita del distmguido prelado, respondía a
la invitación que se le hiciera para que consagr^
los altares de mármol del Templo del
Corazón de Jesús y dedicara ese mismo tempw
como agregado a la Basüica Vaticana, con k*
mismos privilegios espirituales.
L a amplia nave del templo, se vió totalm®te
ocupada de concurrencia, iniciándose la cerenio®*
a las 7 horas.
Los concurrentes siguieron con interés Ins cfr
remonias del ritual, que se prolongaron por
de dos horas. Dcíspués de ella, el obispo cdebio
misa en el altar mayor de la nueva basíhca.

251 —
En el templo se colocaton dos escudos con las
insignias de la Basílica Vaticana.
Durante el acto, la parte musical estuvo a cargo
dd Pbro. Juan Domínguez, desempeñándose el
coro en forma correcta.
El bomeaaje del Colegio D. Bosco al obispo.
Terminados los actos religiosos, en el patio de
honor del Colegio Don Bosco se reunieron niuneTosas familias, las damas Cooperadoras Salesianas,
destacándose entre la concurrencia la presencia
de magistrados y conocidos caballeros de nuestra
sociedad. Dntre ellos se hallaba el juez federal
doctor Emilio J. Marenco, el presidente de la Cá­
mara de Apelaciones doctor Horacio Lazcano, el
camarista doctor Rafael C. Huergo, el doctor
Alejandro B. Bonel, el inspector de las misiones
salesianas d d Sur Argentino Pbro. doctor Gaudendb Manachino, el superior de los Misioneros
del Corazón de María, Pbro., Facundo Asqueta y
otras personas conocidas.
Frente al sitial de honor que se había levantado,
se hallaban formados los alumnos del Colegio
Don Bosco.
La presencia de monseñor Copello fué saludada
con nutridos aplausos, que se prolongaron hasta
que el prelado ocupó el sitial que se le había des­
tilado, acompañándolo los magistrados y a men­
cionados, el teniente coronel don Alvaro Alzogaray, algunos sacerdotes y otras personas.
Las bandas del Regimiento 5 de Infantería y
de los Huerfanitos de L a Piedad, ejecutaron los
bimnos pontificio, salesiano y de la bandera.
El director del Colegio Don Bosco, Pbro. Do­
mingo N. Pérez, pronimció luego el discurso ofre­
ciendo el homenaje en nombre del personal di­
rectivo, profesores y alumnos, siendo sus palabras
aplaudidas en diversos párrafos.
El Pbro. Pérez dijo:
* Iluslrísimo señor obispo: distinguidas damas,
respetables caballeros, niños:
No es posible que a través de estas breves pa­
labras se patentice el intenso regocijo que se apo­
dera en estos momentos de nuestras ahnas, pero
tampoco es posible que eluda el deber de exteriorizar
la emoción jubilosa que domina mi espíritu en
estos placenteros instantes en que nos cabe la alta
bonra de teneros entre nosotros.
La noticia de vuestra llegada, lim ó, señor, hizo
latir con palpitaciones de intensa satisfacción
noestios corazón^, por haber sido ella anhelosaoiente ansiada y por ende con dulce fruición sa­
boreada.
Por eso, lim o, señor, es más que justificada
Bittstra expansión y más que legítimo nuestro
t*®oajo franco, expontáneo y sincero.
Recibid el saludo efusivo de esta casa en la que
boy flota con ondulaciones de júbilo, con aleteos
^ frescura matinal, una brisa acariciadora y
^ v e que satura el ambiente de efluvios de cariño
y afectos acendrados. Sois el Padre entre los hijos,
d ami^ entre los amigos, el jefe entre ios subditos.
Recibid el saludo de esta masa juvenil e infantil,
^ esas primaveras florecientes de la vida.: percibid

el aroma de ese prado alfombrado de corola.s y
saturado de perfumes, de esa falanje promisorj»
que con pupila vivida y chispeante mirar inquieto
destila encantos de inocencia y borbotones d t
vida. E n cada imo de esos labios frescos leed la
voz del alma y el lenguaje del corazón cual fioi
traducción de las aspiraciones de sus almas.
Ideguen también hasta vos la significación de
aprecio de este matizado florón de danms que pro,'»
tigian este acto poniendo la perla diamantina y
la nota de gentileza en el homenaje, aureolándolo
con una guirnalda de bondad y de belleza cual
una florescencia de sus nobles almas.
Recibid la bienvenida de estos distinguidos y
calificados caballeros que complacientes nos acom­
pañan testimoniando su respeto al Prelado y al
carácter de su investidura.
Los móviles originarios de vuestra grata visita
hacen aún más simpática vuestra presencia e im­
primen im timbre de significación más elocuente
al acto.
L as solemnes ceremonias que habéis realizado
desde las primeras horas de la mañana dan uii.t.
entonación festival al día. L a consagración de las
tres artísticas y valiosas aras de mármol, orna­
mento el más preciado de nuestro Templo, que lo
transforman en im cofre de prendas de arte, re­
cordará siempre que desde esos altares se elevarán
diariamente al solio del Hacedor Supremo el sacri­
ficio propiciatorio del sacerdote y la plegaria del
creyente entre ondas e.spiraladas de incienso que
vaporosas se alzan en nieblas blancas cual emana­
ciones de fe y de amor.
La agregación de nuestro devoto y concurrido
Templo a la celebérrima y multisecular Basílica
Vaticana de Roma lo hace partícipe de insignes
privilegios que hoy pueden ostentar muy contados
Santuarios de la extensa Diócesis — marcará este
hecho un acontecimiento memorable que será ve­
nerado en los anales de esta Casa — así se herma­
nan ima vez más en fraternal amplexo la religión
y la ciencia colocando esta escuela. Templo del
saber, coronado tantas veces por el éxito a la som­
bra del Santuaiio,Templo de la oración.
un
factor que más nos estimulará a fijar allá arriba
nuestra mirada en el cumplimiento de nuestra
misión al educar al futuro ciudadano, plasmando
su carácter y equipándolo para afrontar la realidad
descamada de la vida, de esa vida que mientras
se desenvuelve en el escenario pre.sente de las
cosas debe albergar ensueños dorados de perpe­
tuidad inmortal.
Las insignias pontificias que grabadas en lápidas
marmóreas campean en su frontispicio, dirán de
boy más al cristiano: E leva tu mente a Dios, re­
cuerda que esas llaves doradas son emblemas de
reconciliación y de amor y que la tiara del Jerarca
Supremo de la Cristiandad es símbolo del poder
y austeridad legados en manda preciosa por el
maestro que la fundó sobre la piedra inconmovible
y la establilizó en el triimfo rotundo de una doc­
trina santificadora y ciidlizadora.
Justo es. pues, lim o, señor, que al mismo tiempo
que os presentamos el saludo augural de bienve­
nida y mientras os deseamos grata estadía y os

— 252 —
tributamos el homenaje pleito de nuestro aprecio,
exterioricemos nuestra gratitud amplia por la so­
lemnidad que habéis impreso a estos días que
serán enumerados entre los fastos, los de gratfeima
evocación, los de recuerdo indeleble, los que ligará
nuestra memoria a la tradición de nuestra casa.
E l recuerdo de los beneficios aquilata la amistad
y hace revivir a los amigos acrecentando el efecto
y deseándolos como se ansian las claras alboradas,
como se anhelan los días plácidos y llenos de ven­
tura que son los que auguramos a S. S. ^ n a , en
pro de la labor fecimda y cultural que realizáis sos­
teniendo los ideales sacrosantos de la Religión y
de la Patria ».
Al terminar su discurso el Pbro. Pérez, sus
últimas palabras fueron recibidas con nutridos
aplausos.
Habló enseguida el doctor Alejandro B. Bonel,
quien prouuirció un extenso e interesante discurso
en nombre de la sociedad báldense, expresando
conceptos sobre los principios religiosos y la in­
fluencia moralizadora que ellos ejercen. E l dis­
curso fué muy aplaudido.
En representación de los alumnos habló el joven
Américo Soldavini, haciéndolo en forma grata,
testimonidndo el respeto hacia el prelado visitante
y los sentimientos que animan a la juventud
en su formación intelectual. Luego, prommció
breves palabras el niñito Vecchi.
E l obispo agradeció el homenaje en una docuente improvisación, en la que encareció a la ju­
ventud cultivara el amor a Dios y a la patria, si­
guiendo las huellas de los grandes argentin^ que
supieron servir a su religión y mantener viva su
fe.
Las palabras de monseñor Copello, fueron lar­
gamente aplaudidas por la concurrencia.
Los alunmos. después, interpretaron algunos
números de canto, dándose por tenninado el her­
moso acto.
Alm uerzo íntimo.
Tenninado el hourenaje al distinguido huésped,
en el Colegio Don Bosco se sirvió un ahnuerzo en
obsequio de monseñor Copello, del que participa­
ron un núcleo de personas. Transcurrió el almuerzo
en expresiones de gentileza.
Entre otras personas, rodeaban al obsequiado
los doctores Emilio J . Marenco; Horacio Lazcano;
Rafael C. Huergo; Alejandro B. Bonel; Comelio
Casas; señores Rogelio Estévez Cambra; Juan
Andrés Rial; José Joaquín Esandi; Pbro. doctor
Gaudencio Manachino, César Batolla, Pbro. Do­
mingo N. Pérez; Pbro. Facundo Asqueta y otras
personas.
Las confírmacioaes.
En el Templo del Sagrado Corazón de Jesús,
monseñor Copello administró el sacramento de
la coufinnación a las 14,30 horas, siendo más de
300 los niños confinuados.
l,as confirmaciones continuarán hoy a la misma
hora.

SANTANDER [España). — Los niños del Colegio
Salesiano en pro de las Misiones Salesianas.
Nada más encantador y práctico en favor de
las Misiones que esta participación directa de los
niños de nuestros colegios para ayudar a los obreros
evangélicos.
Son tan grandes los bienes que de ella se derivan,
tanto para las Misiones como para la íormadón
de los jóvenes, que con gusto la veríamos exten­
dida por todos nuestros colegios.
Extractam os de la hermosa memoria que nos
envía el Colegio Salesiano de Santander un»
párrafos, pues solo ella llenaría las páginas del
Boletín, para que nuestros lectores se den cuenta
de lo que es capaz la generosidad de la juventud.
Dice así la, memoria:
Digna de toda ponderación es la actividad des­
plegada por los niños de este colegio en pro de las
misiones.
Apenas sohcitada su cooperación, se organizan
por clases, y en las más numerosas forman grupos
con los títulos de Vble Bosco, Domingo Savio. etc.
que llaman poderosamente la atención, no sólo de
cuantos moran en el colegio que con frecuencia
les contemplan postrados ante Jesús Sacrament^o,
haciendo el Vía-Crucis, recitando el rosario mien­
tras suben al dormitorio, y . acercándose devota­
mente a los Stos. Sacramentos, sino de las mismas
familias de muchos externos que frecuentemente
salen de casa en ayunas para recibir la Sda. Co­
munión y se retiran por la noche para reatar sdos
el santo rosario.
Conviene consignar que desde principio de cuiso
iba la piedad de nuestros niños tomando, de día
en día mi incremento que hacía años no se obser­
vaba en este colegio; pero desde la novena de la
Purísima y desde que, al final del primer trimestre,
se les propuso el asunto de las misiones, las prác­
ticas piadosas se multiplicaron, el fervor tomó
nuevo impulso y las ventajas espirituales obte­
nidas no son para descritas.Los principales medios
de que para obtener esos resultados nos hemos
valido — además de las frecuaites exhortaciones —
son:
lo. E n las clases inferiores y más numerosas
se organizan en grupos con un jefe, al cual en tra n
semanalmente nota de lo realizado por las misiones,
en otras clases entregan directamente esa nota
al maestro y en las superiores las depositan en un
cajón ad hoc.
2°. Cada mes entrega el maestro tma lista d<
lo que sus niños han realizado por las miáones y
el catequista lo anota en un registro espeaaL
3®. L as limosnas — en general — fruto de ^
ahorros y privaciones — las depositan los mf.‘S
cuando íes place en alcana'as colocadas en las
clases.
40. También es digno de alabanza él
con que se dedicaron a coleccionar sellos para i»
miriones, como lo prueba el creado número q®*
de ellos se ha reunido.
.
En resumen: Que 250 alunmos han reama»’

— 253 —
¿orante el curso presente en favor de las Misiones
los siguientes actos religiosos:
ui«aw oídas, en j u n t o .........
24,168

Conuniones o f r e c i d a s .........

12,474

risitas al S e ñ o r ....................
Rosarios r e z a d o s .....................

55.58o
26,500

J a c u la t o r i a s ..........................

357.35°

Sdlos coleccion ados..............
12,400
Recaudado en el Colegio A lta . .
83,52 pts.
R,ecaudado en el Colegio Viñas . . 18,40
»
Donativo de un exalunmó
. . . 50.00
»
Dan fe el catequista y Director del Colegio Rdos.
D. Agustín Pallarés y D. Pío Conde.
He aquí el secreto de tantas conversiones inex-

C h il e . — E n

el

C o l e g io

iJicables, de tantas maravillas que causan admi­
ración hasta a los mismos misioneros, que son los
pfinieros sorprendidos ante los prodigios de la
grada divina.

CHILE. — Cariñosa despedida al Rdo. D. Luis Nay.
Espléndida resultó la cariñosa manifestación
se efectuó en el C o l^ o Comercial salesiano,
i- Valparaíso, en honor del Rdo. D. Luís N ay al.
partir de Chile.
Las mesas, instaladas en el amplio salón de actos
i«ie luda un hermoso engalanamiento, y en donde
destacaban los colores de Chile, presentaban
■ bonito adorno.
Los asientos principales fueron ocupados por
_R. P. don Luís N ay, quien tenía a su derecha
j director del C o l^ o , R . P. don Julio Dati, y a
fíi^uierda al contralmirante don Luis Guillermo
-_:.:.níe la manifestación, que se mantuvo en
-do momento m uy animada y que fué amenizada
lo banda del establecimiento, se exterioiizaron

sentimientos de verdadera gratitud hacia el dis­
tinguido festejado que deja en las casas salesianos
de Chile, el recuerdo imborrable de sus virtudes
y de su labor, tan intensa y eficaz en la benemé­
rita obra del venerable don Bosco.
E n el momento oportimo, el director del Colegio,
R. P. don Julio Dati, pronunció un hennoso y
elocuente discurso de ofrecimientos que en cada
uno de sus pasajes fué calurosamente aplaudido.
E l señor Nay, ante el homenaje de cariño q\;e
se le rendía, se impresionó hondamente, dejamlo
caer por sus mejillas lágrimas de gratitud, y para
cada uno de los asistentes tuvo poJabras de cariño
y de amor patenial.

s a l e s ia n o d e

V a l p a r a ís o .

E l secretario del Centro de ex Alumnos, señor
Stock, dió lectura a varias adhesiones de personas
que no pudieron asistir a esta justa manifestadón.
Entre ellas, recordamos la del comandante don
Bernardo Riquehne, don J orge Silva Silva, y de
los señores Eugenio Escudero y Camilo Morí.
Terminado el banquete, el señor N ay y algimos
invitados recorrieron las nuevas conslrucdones
que se están ejecutando en el Colegio, por cuya
espléndida obra fueron muy felicitados el director,
señor D ati y el constructor, señor Contreras.

LIMA (P^rú). — Eatasíasta recibímíeato al Rdo.
D. Luis Pedemoate.
Procedente de Argentina, en donde era superior
de la Inspectoría Patagónica de San Frandsco
Ja\*ier, Uegó a Lim a, el 22 de febrero, el Rev.mo
P. Luis J. Pedemonte, nuevo Inspector de los Co­
legios Salesianos del Perú y Boli\'ia.
Fue objeto, a su llegada, de ima cordialísíma
recepdón por parte de los Superiores, alumnos y
exaltmmos de este Colegio. Se cantó un solemne

— 254 —
Te Deum, y después de retíbida la bendición de
S. D. M., pasaron todos al salón de actos del Colegio, -en donde se ofreció al P. P e d ^ o n te xina
sencilla fiesta de bienvenida.
lyos de la Banda de música estrenaron la primera
pieza del año, y luego el Consejero Escolar pre­
sentó el saludo de los Salesianos, rindiendo un
fervoroso homenaje al Representante del Sucesor
de Don Bosco aquí en el Perú.
En medio de grandes aplausos la orquesta hizo
oír los Himnos Nacionales de Argentina y del
Perú, siguiendo algunos otros números de decla­
mación y de canto de parte de los alumnos. Tam ­
bién los exalumnos, representados por el Sr. Ibarrola, dieron la más entusiasta bienvenida al Rvmo.
P. Inspector.
A todos respondió muy emocionado el P. Pedemonte, agradeciendo la cariñosa recepción que se
le había hecho, y manifestando la gratísima im­
presión recibida al llegar al suelo peruano, tierra
de santos, que tanto había deseado conocer, y al
tratar personalmente con el lim o. Mons. Ortiz,
gloria de la Congregación Salcvsiana.
iQué el Señor bendiga y proteja al reverendísimo
P. Inspector, y haga fecimdos sus afanes en esta
Patria de Sta. Rosal
ASUNCIÓN {Paraguay). — Los exploradores de
los Colegios salesianos con el general Uríburu.
Los exploradores agasajaron también a este
insigne general y a su brillante séquito. L o visi­
taron en el Hotel Hispano — donde se alojaba —
provocando una hermosa fiesta de confratermdad.
A l día siguiente, 15 de Mayo — el general con
toda su comitiva visitó nuestro Colegio y tomó
asiento — en medio de entusiastas aclamaciones
— en la Asamblea General de los Exploradores,
donde se renovaron los saludos, hurras y vivas a
los ilustres huéspedes — Los exploradores ofre­
cieron a los bizarros militares exhibiciones gimnás­
ticas y militares con la brillantez de costumbre.
E l general Uribttru al retirarse, tuvo frases de
mucho elogio para la obra de Don Bosco y para
sus exploradores — Slucho agradecemos esta visita.

D. Antonio Artile y Falsbo.
E l día 19 de Abril entregaba su alma al Creador
el excelente Cooperador y amigo entusiasta de la
obra salesiana, de las Palmas, Canarias, D. Antonio
Artile Falebo.

Aimque es ue creer que estará ya gozando del
premio eterno, a que se hizo acreedor con sus ^•iI.
tudes y buenas obras, rogamos, sin embargo, a los
buenos Cooperadores una oración por el eterno
descanso de su alma.
Que el Señor conceda también la resignación
cristiana a sus hermanos D. Juan y D. Jacinto y
a los hijos del amado finado.

Srta. Jesús Uríbe Azuero.
E n los Santos, Santander, Colombia, pasó a
mejor vida, el día dos de Mayo, la Cooperadora
salesiana Srta. Jesús Uribe Azuero, dejando tras
sí xma estela de exquisitas virtudes como ejemplo
admirable para la sociedad, y a que su vida fué
modelo de cristiana resignación a la volrmtad de
Dios en la penosa y larga enfermedad que tuvo
que sufrir.
Humilde, piadosa y caritativa procuró hacer
el bien durante su corta peregrinación, edificando
a cuantos pudieron admirar de cerca las vúitudes
de su cristiano corazón.
Su muerte fué la del justo, después de haber
recibido los auxilios espirituales.
• L a recomendamos a las oraciones de nuestros
buenos amigos, al par qu§ damos a su familia el
más sentido pésame.

Recomendamos a las oraciones de nuestros
piadosos lectores las almas de ios Cooperadores
difuntos:
Gerona (España). — Los Cooperadores: Ihno.
Sr. D. Joaquín de Espona, de Nuix, de Bamola
y de Ferrer; y Dña. Francisca Rosés y Roig.
Málaga (España). — E l insigne Cooperador
D. Baldomero Ghiara.
Cali (Colombia). — Dña. Isabel Ledesma Vda.
de Hernández y Dña. Gabriela Caicedo: D. Pedro
Alcántara Zéa y Dña. María Ignacia Benítez de
Díaz.
Pescador (Colombia). — Dña. Natividad Mo­
reno de Ramírez.
Zatnbrano (Colombia). — Sra. Dña. Rita A c ^
de Contreras, ferviente devota de María Avixiliadora y activa Celadora Salesiana desde los princi*
pios de la Obra en aquel país.
Tenquila (Méjico). — Dña. María de los .Angdes
Delgado Vda. de Nájar.
Caracas (Venezuela). — Sras. Trina Rivas de
Díaz y Trina Márquez de Bustillo.
R. I. P.

Con aprobacUSn de la Autoridad Eclesiástica: Gerente: GEMINI.ANO FE R R A R I.
Establee. Tip. de la Sociedad Editora Internacional. — Corso Regina Margherita, N. 174 - TURIN

s o c ik t t

A

E ^ o r'T R x o o

i í v t k r :n ^a

^

xo iv

('talia) TORINO - Corso Regina Margherita, 174

Opera latina et litúrgica.
ALAPIDE E. P. CorneUus, S. I. — COMMENTARIA Di QUATUOR EVANGELIA rocognovit suMwtiaquo.
notis iUustravit et ad praeserrtem sacrae seientiae statum adduxit DD. Antonius Padovani. ¡itlilio I I I
emendata, additia in Appendice Commissionis Poutificiae de Re Bíblica ResponsU, Propoeititíiiibtisque
per Decretum Lameniabili reprobatis et proscriptis quae ad Evaiigelia refereutur, cum indico analytico ao Índice rerum praecipuarum, 4 vol. pag. 2060, m-8 mai:
Lib. 80 _
Apud exteros:
, jqq _
- IN OMNES S. PAULI EPISTOLAS recognovit subiectisque notis iUustravit, emendavit et ad-praesentem sacraú seientiae Statum adduxit A. Padovani, cum ind ce ¡ nalytico ao iadioe rcruin praocipuarum. 3 vol. in-8 max., pag. 1800. Lib. 65. — Apud exteroa: Lib. 70.
BADII Sao CAESAR. — INSTITUTIONES JURIS CANONICI. Editio altera aucta. Vol. I. Introduetio
in ins canonicum.
— Liber I. Normae generales. — Liber II. De personis Lib. 16 50 — Apud exteros Lib.
Vol. II. De rebus. Lib. 20. — Apud exteros: Lib. 24.

20 —

BLAT Pr. ALBERTOS O. P. — COMMENTARIUM TESTOS CODICIS lURIS CANONICI.
Liber I. Normae generales. Previo tractatu introductorio, et appendice subsequente de legibua
ac libris liturgicis: Lib. 7,50. — Apud exteros: Lib. 9.
Liber II. De personis cum autbenticis declarationibus usque ad diem 7 Julii 1921 (A. A. S. XIII,,
fase. 9): Lib. 30. — Apud exteros: L b. 36.
Liber III. De rebus. Pars. I. De Sacramentis cum declarationibus autbenticis usque ad diem
2 Augusti 1920 (A. A. S. XII, fase. 8). Accedit dúplex appendix, prima de relationibus ex libro V,
altera de formulia facultatum S. Congr. de P. Pide: Lib. 30. — Apud exteros: Lib. 36.
- Pars II. De loéis el femporibus sacrís. Pars III. De culiu divino. Para IV. De Magisterio cededasiieo. Pars V. De beneficiis aliisque inslitutis ecr.lesiasticis non collegialibus. Pars VI. De bonis
Ecelesiae iemporalihus, cum declarationibiis authenlicis usgue ad diem 31 octobria 1922: Lib. 24. _
Apud exteros; Li . 30.
Liber V. De delictis et poenis (Sub praelo).
CHELODI Sao. JOAXXES. — JUS IHATRIMONIALE. Lib. 8. — Apud exteros: Lib. 9,50.
- JUS DE PERSONIS, etc., praemisso tractatu De principiis et foniibus iuria canonici. Lib. 25. _Apud
exteros: Lib. 30.
- fus POENALE et ordo procedendi in judiciis criminalibus. Lib. 6. — Apud exteros: Lib. 7,20.
OODEX JURIS CANONICI Pió X P. M. iussu digestus Benedicti Papa© X V auctoritate promulgatus.
Praefatioue E.mi Petri Card. Gasparri et indice analytico - alphabetico auctus. Pag. LX X II-920.
Charla indica subtüi et solida. Contectum linteo, sectione rubra. Lib. 15. — Apud exteros: Lib. IS.
GARRIGOU-LAGRAXGE Fr. REGIN. O. P. — THEOLOGIA FTJNDAMENTALIS SECUNDU3I
S. THOMAE DOCTRINAIH. Pars apologética: De revclatione per Kcolesiam catholícain proposita:
Opus Juxta S. P. Benedicti XV optata sacrae praesertim juveututi commendatum. 2 tomi Lib. 45
— Apud exteros: Lib. 54.
•^ELLI AUG. O. F. M. — DE SCRUPULIS. Psycho-pathologíae specimen in usum confessaríoram. Lib. 10. — Apud exteros: Lib. 12.
- 105 MOECHABERIS. Disquisitiones medica© in usum confessarionim. - Editio sexta. Lib. 12._Apud
exteros: Lib* 15.
^lAMAriCA Aloisias, Bibliothecae Ambrosianae Praefectua. — BIBLIORUM SACRORUfil lüXTA
VULGATA3I CLEMENTINAIÍ. Xova editio, 1922, emendatissima. Breviario perpetuo et concordantiis aucta. adnotatis etiam locis qui in monnmentis fidei sollemnioríbus et in liturgia romana
*orpari consuevenmt, in charla indica. Lib. 40. — Apud exteros: Lib. 50.

I

S O O I l ^ ^ A ^

E ^ Ü I 'I 'R I O K

I I V 'T 'iB ie iV A ^ I O N A I ^ R

(Italia) TORINO - Corso Regina Margherlta, 174

Opera latina et litúrgica.
JAQUET DOMINICUS 0 . M. C., Archiepisoopus Salaminius. — PRAELECTIONES HISTORIAE ECCU.
SIASTICAE ad uaum Scholarum. Cum locupletissimo índice analytico.
Volumen I. Ab aetate Apostólica ad saeculum decimmupriinuin. j Líb. 30.
Volumen II. A saeculo decimosectmdo usque ad vigesimum. — ¡ Apud exteroK Lib. 36.
LE GAUDIER P. ALPII. S. J. — DE PERFECTIONE VITAE SPIRITUALIS. Aooedunt dúo opuBcak
De SS. Christi Jesu amore et De vera Christi Jesu imitatione, emendavit P. A. M. Micheletti. Editii
cum índice analytico rerum et verborum quae in toto opere continentur. 3 vol. in-8® mai., p&|.
1550. Lib. 40. — Apud eiteros: Lib. 50.
HISSAE DEFUNCTORUM ex Missali Romano deeumptae accedit ritus absolutionis pro defunctia. Editii
novisflima iu ita typicam vaticanam. Iterum impresaam in 4° parvo {20 X 30) rubro et nigro, charu
manufacta, nitidisaimis ao novis characteribuB impreasa. Contectum linteo nigro. Lib. 18,50. — Apud
exteroB: Lib. 22,50.
MUNERATI Episo. DANTIS. — PROMPTUARIUM PRO ORDINANDIS ET CONFESSARIIS EXAffiNANDIS. Lib. 5,50. — Apud exteros: Lib. 6,50.
TANQUEREY AD. S. J. — SYNOP8IS THEOLOGIAE DOGMATICAE ad mentem S. Thomae Aquinatú
bodlorníB moribus accomodata.
Vol. I. De vera religione- De Ecclesia- De fontibus revelationis. L. 25. — Apud exteros: L. 3fl.
Vol II. De flde - De Deo tmo et trino - De Deo creante et elevante. L. 25. — Apud exteros: L. 3fl.
Vol. III. De Deo sanctificante - De Deo remuneratore seu de gratia - De Sacramentis et de Sovissünis. Lib. 20. — Apud exteros: Lib. 24.
_SYNOPSIS THEOLOGIAE MORAUS ET PASTORALIS ad mentem S. TUomao Aquinatw hodiem»
moribus accomodata.
Vol. I. De poenitentia - De matrimonio et de ordine (Pars dogmática simul et moralis). Lib. L

Apud exteros: Lib. 30.
Vol. II. (Theologia moralis fundamentalis) De virtutibus De praeceptis - De censurií ■ Di
prohibitíone libromm. Lib. 25. — Apud exteros: Lib. 30.
Vol. III. De virtute iustitiae et de variis statnum obligatíonibus. Lib. 20. — Apud exteros: Lib. Si
TANQUEREY AD. - QUEVASTRE M. — BREVIOR SYNOPSIS THEOLOGIAE MORALIS ET PASTORALIS. Pag. 650 Charta indica. Contectum linteo. Lib. 20. — Apud exteros: Lib. 24.
TANQUEREY AD, - QUEVASTRE M. - HERBERT L. — BREVIOR SYNOPSIS THEOIDGIAE D06MATICAE. Pag. 850. Cliarta indica. Contectum linteo. Lib. 20. — Apud exteros: Lib. 24.

Redacción y Administración: Via Cottolengo, 32 - TURÍN.

Fecha
1925.08