BS_1926_01

Ficha

Título
BS_1926_01
Descripción
Boletín Salesiano. Enero 1926
extracted text
BOLETÍN SA LE SIA N d
R E V IS T A D E LA S O B R A S D E D O N B Ó S C O
Año XLI.

ENERO, 1926

Número 1.

£i Entino. Cardenal Ma(B.

RED A CaÓ N Y ADMINISTRAaÓN: VIA COTTOLENGO. 32 - TURÍN (Ifaka)

COOPERADORES SALESIANOS
O modo práctico para moralizar la sociedad.
Es el periódico oficial de las Obras y Misiones Salesianas, que se envía
mensualniente a los Cooperadores Salesianos y a las Cooperadoras Sa­
lesianas, o sea a los que sostienen dichas Obras y Misiones.
S a le s ia n O j,
Fundador de las Obras y Misiones Salesianas y de los Cooperadores
Salesianos es el Venerable Padre Don Juan Bosco (1815-1888) apóstol de la juventud y fundador
de la Pia Sociedad Salesiana y de las Hijas de María Auxiliadora.

^'Boleífn

CooperadopQS
Salesianos,

La Unión de los Cooperadores Salesianos — como dice Don Bosco — no
crea vínculos de conciencia y por lo tanto pueden -participar las familias
seglares y religiosas, y los institutos y Colegios, por mediación de sus
padres o Superiores.

Las condiciones establecidas por Don Bosco para ser inscriptos en la Unión de Cooperadores
Salesianos son:
1. Tener 16 años de edad.
2. Gozar de buena reputación religiosa y civil.
3. Estar en grado de promover por sí mismo o por otros, con oraciones, ofertas, limosnas
o trabajos, las Obras de la Pía Sociedad Salesiana.
NB. — Los que desean inscribirse entre los Cooperadores y sobre todo aquellos que proponen
nuevos socios, reflexionen sobre la tercera de las condiciones, requerida por el Venerable Fun­
dador; es a saber: que puedan promover por si o por otros, con oraciones y limosnas — que
compensen por lo menos el envío gratuito del « Boletín » — las Obras Salesianas.
Los pedidos de inscripción envíense directamente al Rector Mayor de los Salesianos, Cottolengo
32, Torino, 9 — Italia.

En el Cincuentenario de las Misiones Salesianas (1875-1925) recomen­
damos a todos la celebración de Jornadas Misioneras a favor de las
Salesianas, para que se difundan con su conocimiento sus mu­
de caridad.
chas necesidades — extendiendo el marco de las simpatías y procurán­
doles el apoyo de todos los buenos — Es cierto que las Jornadas Misioneras no recogerán de
golpe la ayuda necesaria. Nuestros Misioneros piden por ejemplo con insistencia diaria, géneros
y objetos para el sagrado ministerio, y principalmente telas, vestidos, calzados, para sus huér­
fanos y neófitos, medicinas y mil otras cosas necesarias para el inicio de la vida civil de los nue­
vos cristianos.

Obra grande,

Indicamos pues, a las Cosas de Comercio, esta grande obra de civilización y de fe, rogán­
doles quieran enviar al Rector Mayor de los Salesianos Don F E L IP E R IN A L D I, Ccito32 - TORINO (9) - Italia, cuanto estimen oportuno dar a las Misiones Salesianas. El
Señor, por las fervorosas plegarias de los protegidos, bendecirá sus negocios proporciona
damente a su generosidad.

Ruégase enviar las limosnas y ofertas directamente al Rmo. Rector
Mayor de los Salesianos, que es asimismo el Director General de la Unión
de Cooperadores Salesianos y de las Cooperadoras Salesianas, con esta
/as ofertas.
dirección: Rmo. Sr. Don F E L IP E R IN A L D I - Oratorio Salesiano Cottolengo, 32 - TO R IN O (9) - Italia.

Enofo de

1

BOLETÍN SALESIANO
R E V IS T A D E L A S O B R A S D E D O N B O S C O
Año XLI.

ENERO, 1926

Número 1.

SU A iA R IO : El Rdo. Don Felipe Rinoidi a los Cooperadores Salesianos. — Cincuenlenario de
las Misiones Salesianas. — Fesiejos del Cincuentenario. — Reseña de las Misiones Salesianas.
— Culto de M aría Auxiliadora. — P o r el mundo Salesiano. — Los que mueren.

CARTA DEL Rdo. DON FELIPE RINALDI
a los Cooperadores Salesianos.
Beneméritos Cooperadores
y Cooperadoras Salesianas.
Si para todo corazón bien nacido y cristiano
el primero de año es un día que invita al agra­
decimiento, a elevar el corazón a Dios y ento­
narle tm himno de gratitud filial, para los hijos
de Don Bosco lo es de una manera especial.
Siguiendo el ejemplo de nuestro Ven. Padre,
nosotros acostumbramos dirigir una mirada de
conjunto y abarcar de un vistazo, que las reúne
como en un cuadro o hermoso ramillete, todas
las bendiciones que el Señor se ha dignado pro­
digamos el año precedente.
¿Y hasta cuando, me pregunto yo, les cabrá
esta fortuna a los Salesianos? ¿Hasta cuando
será agraciada nuestra Familia con esta amo­
rosa y particular asistencia divina? Hasta que,
y responde Don Bosco, los Salesianos ámen el
trabajo y la templanza... E l día que entre
nosotros hallen cabida el bienestar y las como­
didades, nuestra Pía Sociedad habrá terminado
su carrera. E l mundo nos recibirá con los
brazos abiertos, mientras nuestro único afán
sea la salvación de los infelices salvajes, de los
niños más pobres y abandonados de la So­
ciedad. E sta debe ser nuestra fortuna y mayor
gloria, que nadie nos envidiará ni disputará
nunca...
Si nos mantenemos fieles al programa de
Bosco y seguimos sus ejemplos, ni la Obra
ííilesiana dejará de crecer ni la gracia y favores
del Señor nos faltarán jamás.

Festejos del Cincuentenario.
Con gran solemnidad hemos comenzado a
celebrar el Cincuentenario de la partida de nues­
tros primeros Misioneros, y los festejos conti­
nuarán hasta terminar el curso escolástico, pro­
metiéndonos frutos preciosos. Es un deber,
pues se trata del Cincuentenario de la verdadera
expansión salesiana.
Antes de que el primer gmpo de nuestros
misioneros pisara tierra de la República Argen­
tina, el mismo Ven. Fundador se dirigía a Francia
para abrir en Niza una casa salesiana, la pri­
mera en el extranjero. A la sazón no había en
Italia, fuera de los colegios de Turín, más que
las tres casas del Piamonte: una en Borgo San
Martino, otra en Lanzo y la tercera en Mornese;
y otras tres en Liguria: S. Pier de Arena, Varazze y Alassio. Reducido era también el nú­
mero de los Salesianos, y más limitado aún
el de las Hijas de María Auxiliadora, y, no obs­
tante, abrazando con su ardiente caridad el
mundo entero, al declinar el año 1875 Don Bosco
abría a sus hijos las puertas de Europa y del
Nuevo Continente, con ansias de acercarse y
trabajar entre los innumerables niños de otros
países, civilizados y salvajes, para ganarlos
todos para Dios.
E l Señor le preparaba el camino y disponía
a su favor los ánimos de Pío IX , que le apoyaba
con todo el corazón, y de sus .Sucesores, lo mis­
mo que los de algunos Gobiernos y Naciones
enteras.

¿Cómo olvidar las instancias del Ecuador
y (le Colombia en aquella época, para contar
en su seno a los Salesianos?
También Francia cuenta en los anales de
la Obra vSalesiana y en la misma vida de Don
Bosco, con más de una página conmovedora,
luí el último decenio de su vida, el Ven. se hizo
un deber visitarla anualmente, sembrando en
nombre de Dios bendiciones y prodigios, para
recoger en nombre de la fe y de la caridad ge­
nerosas ofertas y triunfos insignes. Ingentes
multitudes le rodeaban conmovidas, llamándole
el nuevo San Vicente de Paul, otro santo como
el Cura de Ars; mientras él repetía a los suyos
humildemente y con lágrimas en los ojos: —
jC'ónio juega el Señor!
Levanta a un pobrecito de la nada, del polvo
y le hace ministro de sus bendiciones. ¡Si su­
piera esta gente quién es Don Bosco, si le hu­
biesen visto, de niño, conduciendo al pasto
unas vacas, de seguro que no harían tanto mido
ni se moverían tanto! ¡Nada... juegos de la
Divina Providencial
Y aquel entusiasmo no se apagó con su muer­
te, sino que siguió en continuo crecimiento
hasta el punto de poder afirmar que ima de
las pmebas más tangibles de la intervención
divina en estos últimos cincuenta años de vida
salesiana, es precisamente el grandioso desa­
rrollo de la obra de Don Bosco. En la actualidad
son ya i.io o las casas de los Salesianos y de
las Hijas de María Auxiliadora que hay espar­
cidas por la redondez de la tierra: y mayor es
el número de las nuevas .fundaciones que se
nos piden con insistencia. ¿Quién no ve en todo
esto la mano del Señor, que mueve las volun­
tades y corazones de las multitudes para pro­
pagar la Obra de Don Bosco y sostenerla con
sus ofertas?
En el año que acaba de expirar suben a más
de cuarenta las nuevas fundaciones; doscientos
veinticuatro suman entre los nuevos misioneros
y misioneras, y pasan de un millar los adscritos
durante él al Instituto Salesiano y al de las
Hijas de María Auxiliadora. Ante un cuadro
semejante no hay más que exclamar, como lo
hacía la numerosa y selecta concurrencia en
los grandiosos festejos del Cincuentenario, los
día I I y 12 del pasado noviembre, en \'ald(5cco:
fl ¡Cien años hace era el sueño de un humilde
pastorcillo!...
¡Cincuenta años hace, el suspiro de un santo
sacerdote!... ¡Hoy es una nueva afirmación
de la expansión del reino de Dios sobre la
tierra!»
Os confieso ingenuamente, beneméritos Coo­
peradores y Cooperadoras, que estos pensa­
mientos colman nuestros corazones de ternura.

y mientras bendecimos al Señor por habernos
llamado a militar bajo la bandera del Ven"
y renovamos la expresión de nuestra gratitud
a los augustos y eminentes personajes, a las
autoridades civiles y religiosas que se asociaron
a los festejos de nuestro Cincuentenario, rati­
ficamos también nuestra decidida voluntad
de vivir según el espíritu de Don Bosco y se­
guir fielmente sus huellas.

Fundaciones del ano 1925.
Son más de cuarenta las nuevas casas {ora­
torios, institutos, colegios y residencias), que
entre Salesianos e Hijas de María Auxiliadora
hemos abierto, con la ayuda de Dios, durante
el año 1925.

Fundaciones de los Salesianos,
Veinte han sido las nuevas fundaciones salesianas, a saber: — Tres en Italia, dos en España,
una en Portugal, otra en Inglaterra, una en
Polonia, dos en Alemania, una en Hungría, dos
en Ejipto, una en la India, dos en Argentina,
una en el Uruguay, dos en el Paraguay, y una
en Centro América.
Las de Italia son: un Oratorio festivo, con
iglesia pública, en Tarento; otro Oratorio festivo
en Brecia, y una nueva casa para formación
de personal en L a Moglia, hermoso .edificio en
los alrededores de Chieri.
Las abiertas en España son: un Oratorio
festivo, con escuelas, en la barriada de Extrema­
dura, Madrid, y ima casa para la formación
de personal en Tarancón.
L a de Portugal es un importante Oratorio
festivo, en Enora.
L a de Inglaterra, un colegio de .segunda ense­
ñanza, en Bolton.
En Polonia un colegio de segunda enseñanza
en Sohotoro.
En Alemania un Oratorio festivo, con iglesia
pública, en Amstetten, 5' una casa con escuelas
elementales y profesionales, en Helenenberg.
En Hungría se inauguró un instituto con es­
tudiantado filosófico, escuelas elementales y
segunda enseñanza, escuelas profesionales y
agrícola, en Esztergom Tabor.
En Ejipto se abrió una escuela italiana en
Ismalia y un Oratorio festivo en el Cairo.
1.a residencia de Calcuta, en la India, tiene
Oratorio festivo y escuelas profesionales. Se
inauguró precisamente el mismo día en que se
cumplía el cincuentenario de la partida de la
primera expedición de misioneros
En la Argentina se han abierto dos nuevas

esencias agrícolas: una en la Trinidad y otra en
Huetel.
En el Uruguay se ha fundado un colegio con
Oratorio festivo, en Sayago.
En el Paraguay una escuela agrícola en Ypacaray, y se ha establecido la primera residencia
misionera en la Isla Tagativa-Puerto Napegue,
para la conversión de los indios del Chaco.
Y finalmente se hizo una nueva fundación
salesiana en Masa}^, Centro América.
Basta considerar el número, las distancias
y los diversos fines de estas Casas para admirar
la particular asistencia divina, que nos ha per-

S- A . R. LA P r in c e s a L e t i c i a

Saba (Roma), San Severo (Foggia), Villa San
Giovanni (Reggio Calabria), Pozzallo (Sirncusa).
Dos orfelinatos: uno «Ernesto Lom bardo»
en Carrara, y otro « Ninci » en Arezzo.
Siete medio-pensionados para obreras: en
Villar Pellice, y en el Martinetto (Turín), en
Vigliano, Cossato Biellese, Vercelli y Cassolnovo
Molino (Novara); en Roma-Viscosa y en San
Giovanni Teducci, junto a Nápoles.
Se han hecho cargo también de la labor do­
méstica de la casa salesiana de Ivrea; y a ins­
tancias del Emmo. Cardenal Alessio Ascalesi,
Arzobispo de Nápoles, han aceptado la direc-

e n l a in a d g u r a c i On d e l t e m p l o a

mitido, como he dicho ya, enviar un respetable
contingente de nuevo personal a las varias resi­
dencias de las misiones, a las cuales pronto habrá
que añadir la del Japón, hacia la cual partió
un escogido grupo de obreros evangélicos el 29
del pasado diciembre.

Fundaciones de las Hijas de María A axil.
También el Instituto de las Hijas de María
Auxiliadora ha sido favorecido por el cielo en
d año 1925 con buen número de colegios.
Los reseñamos sumariamente, agrupándolos
según su finalidad; son los siguientes:
Seis nuevos jardines de infancia, escuelas
de labores y Oratorios festivos, en Villanova de
Ci-ile (Alessandria), Legnano (Milán), Santa

Jesú s A d o l e s c e n t e .

ción interna de los « Institutos Profesionales
Reunidos > de aquella ciudad.
Además de estas 17 casas de Italia, han abierto
otras 8 en el extranjero: dos en Bélgica, y la
labor doméstica del colegio salesiano de Hechtel;
y han fundado nuevos colegios-externados en
Campos y en S. José dos Campos, Brasil; en
A lta Gracia, Argentina; en Los Andes, Chile,
y en la capital de Méjico; dos nuevas residencias
en tierras de misión: ima en el Congo Belga, y
la otra en Taracuá, en la Prefectura Apostólica
del Río Negro, Brasil; además han enviado refurzos de nuevo personal a las residencias de
misiones y a existentes.
Como se ve, en el Instituto de las Hijas de
María Auxiliadora también abundan las celestes
bendidones.

Obras propuestas para al 1926.
Para merecérnoslas cada vez más ¿qué es
lo que nos proponemos para el nuevo año?
Ivl 9 del próximo mayo se cumplirán los cin­
cuenta años desde que el Sumo Pontífice Pío IX ,
con breve expreso, sancionaba, con la concesión
de especiales gracias y privilegios, dos impor­
tantes obras, que el Ven. anhelaba y estudiaba
con gran interés hacía y a algunos años, siempre
con el ansia de multiplicar el bien, cuales son:
la Unión de sus queridos Cooperadores Salesianos, y la Obra de María Auxiliadora.
Con la primera Don Bosco estudió el modo
de asociar el mayor número posible de cristianos
fervorosos,- para que le ayudaran a cultivar la
misma mies que había escogido para la Socie­
dad Salesiana.
Con la segunda ideó un medio eficaz para
satisfacer por doquiera el deseo más ardiente
de su corazón.
A l recibir continuas peticiones para abrir
casas y colegios donde educar la juventud e
iniciar nuevas misiones entre los infieles, el Ven.
se dió cuenta de la necesidad de medios abun­
dantes y de multiplicar los brazos para prodigar
el bien. «Los pobres Salesianos — escribía en
uno de los primeros esquemas de la «Unión
de Cooperadores», que también llamó Aso­
ciación Salesiana y Asociación de buenas obras
— no pueden acudir a tanta necesidad; por
e.so, mientras hacen cuanto pueden por su parte,
se dirigen a cuantos aman nuestra santa, cató­
lica Religión y la salvación de las almas, y les
invitan, más aún, les conjuran por el amor de
nuestro Señor Jesucristo, para que les den una
mano y cooperen con ellos en las obras especiales
de caridad, que forman el fin de esta Congre­
gación. Multiplicando de este modo los brazos,
esperamos extender el radio de nuestra acción
en el campo del Señor, y, por tanto, cosechar
más frutos para mayor gloria de Dios y provecho
de las alm as».
Y ofrecía en grandes líneas un programa a los
Cooperadores, interesándoles por la vida cris­
tiana en las familias y en la Sociedad, por la
promoción de vocaciones al estado eclesiástico,
la propagación de la buena prensa, y por cuan­
tas obras de caridad se refieren a los niños que
se hallan en peligro de perderse.
No contento aun con esto, porque opinaba
con S. \ Ícente de Paul que « no se puede hacer
obra mejor que contribuir a formar un sacer­
dote* ideó al mismo tiempo otra asociación,
dirigida a promover las \’ocacioiies eclesiásticas,
que llamó « Obra de María Auxiliadora *.
«Esta obra — decía — está puesta bajo la

protección de la Sma. Virgen Auxiliadora, por­
que María, como la proclama la Iglesia, os nia^num et singuiare in Ecclesia praesidiim; y porque
en estos tiempos Dios, concediendo innumera­
bles gracias al que invoca a su augusta Madre
bajo el título de Auxilio de los Cristianos,
concederá sin duda también esta de suscitar
y proveer a la Iglesia buenos ministros ».
Y terminados con premura los croquis de las
dos obras, los presentaba a la aprobación y
bendición de varios Ordinarios, y con las más
encomiásticas recomendaciones de los Obispos
de Albeuga, Acqui, Alessandria, Casalmonferrato, Tortona, Vigevano, y las del Arzobispo
dé Génova, los ponía humildemente en las
manos del Padre Santo.
Estas dos ideas, óptimas en sí y de magníficos
' resultados prácticos, no podían menos de re­
cibir la aprobación universal.
« Ese hombre de Dios, el sacerdote Don J uan
Bosco, Superior General de la Religiosa Congre­
gación del Oratorio de S. Francisco de Sales,
escribía Mons. Ferré, Obispo de Casale, me ha
remitido el programa de dos nuevas Asocia­
ciones, que él entiende poner en movimiento
para provecho espiritual del pueblo católico.
L a primera, que se llamará « Asociación de
obras buenas» será una especie de orden ter­
cera de la Congregación Salesiana, pero de vida
activa y teniendo como fines el ejercicio de la
caridad con el prójimo y, especialmente, la ins­
trucción y educación cristiana de la juventud.
La constitución de esta asociación, los fines que
persigue y las obligaciones que encierra, me
parece que se pueden cumplir fácilmente, y que
están informados por una piedad sólida y sus
frutos espirituales serán fecundos.
L a segunda se llama « Obra de María Auxi­
liadora para el fomento de las vocaciones ecle­
siásticas *. También el programa de esta obra me
parece bien concebido, y de él podemos prome­
ternos hermosos frutos.
Si consideramos que las necesidades más
apremiantes de la sociedad católica en nuestra
triste época son las de promover con eficacia
las vocaciones al estado eclesiástico, descuidadas
miserablemente por doquiera, en forma que se
prepare a la Iglesia un número suficiente de
sacerdotes ejemplares y bien instruidos, que
puedan atender debidamente a las múltiples
exigencias del santo ministerio, para la santifi­
cación de los pueblos cristianos y la conversión
de los que yacen todavía envueltos en la heregía y la impiedad, a la vez que activar en la
sociedad católica el desarrollo de la mda espi­
ritual, hoy desgraciadamente lánguida y amo­
dorrada, y especialmente acrecentar y dilatar
la instrucción religiosa en el pueblo, creo que las

ios asociaciones del pío sacerdote Don Bosco,
pueden considerarse como los medios sugeridos
por la Providencia -para levantar el espíritu de
je y de caridad, y remediar de este modo los graves
desórdenes que ahora deploramos en la población
católica, preparando un próximo y espléndido
triunfo a la Iglesia de Jesucristo ».
Y el Padre Santo, el 9 de mayo del 1875, apro­
baba y recomendaba las dos obras antedichas
con abundantes beneficios y favores espirituales.
Por tanto, hace y a cincuenta años que el
Señor escucha los ardientes deseos del Ven.
que sou los de multiplicar los medios y los obre­
ros para prodigar el bien.
Y así las cosas ¿podremos nosotros, amados
Cooperadores, pensar en otros medios más
eficaces y oportunos de cooperación para el
nuevo año? ¿No os parece que secundando con
la mejor buena voluntad las asociaciones, que
el Señor inspiraba al Ven. para dilatar sus
obras, podremos afirmar con toda verdad que
hemos comprendido la. íntima razón del Cin­
cuentenario de la expansión salesiana, y ha­
berlo conmemorado del modo más práctico
y conveniente? Convencido de que así lo eréis
todos, yo me limito a recomendaros encareci­
damente que nos ayudéis a multiplicar los medios
y los operarios para hacer d bien.

Uno de los principales deberes
del Coop.’^.rador Salesiano.

¿ y cuales son « ta s obligaciones? Como sa­
béis, tasativamente ninguna; pero todo socio
_ dice Don Bosco — con medios materiales
propios, o con ofertas recogidas entre personas
. caritativas, hará cuanto pueda para promover
y sostener las obras de la Asociación... ».
No quiero extenderme sobre este argumento,
ya conocido por vosotros, y que ilustraremos
convenientemente en el Boletín con ocasión del
congreso del Cincuentenario; sin embargo, os
llamo la atención sobre la necesidad de que los
Cooperadores se mantengan en relación con el
centro de la Asociación, ya que en esto está
el secreto de su vitalidad y de su valor funda­
mental.
Procuren los Cooperadores dirigirse, en cuanto
puedan, al Rector Mayor, Centro de la Obra
Salesiana, a cuyas normas deben atenerse
Celadores, Decuriones y Directores diocesanos.'
Ayúdenle con sus ofertas, y a que como centro
de todo el movimiento salesiano, conoce las
necesidades más perentorias a que acudir opor­
tunamente
Procediendo de esta manera puede decirse
que queda asegurado el florecimiento de la
Obra Salesiana.
Os he hecho este llamamiento acuciado por
los grandes gastos ocasionados por las expedicion<-.s de los nuevos mi;jioneros, varias otras
o b r^ que tengo entre manos, y especialmente
por la necesidad de atender a los muchos aspi­
rantes que se preparan al apostolado evangélico,
y cuyo sostenimiento corre todo a cargo nuestro.

A remediar esta necesidad apremiante tiende
especialmente la Unión de los Cooperadores
Salesianos.
« Esta asociación, escribía Don Bosco, se
llama Unión cristiana o Je obras buenas, porque
su fin es asociar a todos los buenos, para que
unidos y animándose mutuamente puedan
hacer el bien.
Su objeto principal es establecer una forma
de vida verdaderamente cristiana, con la cual,
no sólo se procure salvar la propia alma, sino
también, lograr aquella paz de corazón que en
vano se busca en el mundo...
Cualquiera que haya cumplido 16 años de
edad, puede inscribirse en esta asociación,
siempre que tenga decidido propósito de ob­
servar sus reglamentos ».
Y estas reglas, sencillísimas y prácticas,
vosotros las conocéis y conserváis, sin duda,
un ejemplar de ellas. E l que las observa con
buena voluntad vive íntimamente unido al
Ven. Don Bosco y a sus hijos, con los cuales
forma una fam ilia, y uno de cuyos fines princi­
pales es la vida activa en d ejercicio de la caridad
con d prójimo, y particularmente con la juventud
que se halla en peligro ».

Vocaciones eclesiásticas.
Una de las formas de acción, expresamente
recomendadas por el Ven. Don Bosco a los Coo­
peradores. es la de cultivar las vocaciones ecle­
siásticas.
« Como en nuestros días se deja sentir grave­
mente la falta de vocaciones al estado eclesiás­
tico. los que se hallen en condiciones de hacerlo,
deben procurar salvar y cultivar con cariño
las de los jos encitos o adultos que, por mora­
lidad y capacidad para los estudios, den fun­
dadas esperaj.zas de ser llamados al sagrado
ministerio, ayudándoles con sus consejos y
encaminándoles a las escuelas, colegios o pe­
queños seminarios, en donde puedan ser aten­
didos V encaminados a este fin. Y la Obra de
Mar’ a' Auxiliadora persigue, precisamente, esta
finalidad». Esto lo escribía Don Bosco en el
Reglamento de los Cooperadores, y contempo­
ráneamente fundaba la hermosa obra apuntada,
que es una obra pía que debiera difundirse
por doquiera con el fin exclusivo de buscar y
promover vocaciones, no sólo para la Sociedad

8

Salesiana, sino también para las Diócesis y
otras Ordenes e Institutos Religiosos.
Gracias a Dios, presentemente todas las Ins­
pectorías Salesianas cuentan al menos con una
de estas casas, y florecientes. El mismo <i Insti­
tuto Cardenal Cagliero» abierto el año 1922
para los aspirantes a las Misiones Salesianas,
surgió según el programa de la «Obra de María
Auxiliadora»), y felizmente y a la van haciendo
corona otras casas congéneres. L a edad de estos
aspirantes la fijó Don Bosco sobre los 16 años,
y ahora, en diversos lugares, se ha creído opor­
tuno reducirla a los 14 años cumplidos; pero
siempre dominando el mismo espíritu y bajo la
misma norma educativa.
Una iniciativa tan oportuna y estimada por
Don Bosco, merece ser más divulgada y apo­
yada con más calor, y todo Cooperador salesiano
debe interesarse por ella personalmente e inducir
a otros para que den su nombre a esta asociación.
He aquí su sencilla constitución:
«lyos asociados a la «Obra de María A uxi­
liadora i>se dividen en tres categorías: Oferentes,
Correspondientes y Bienhechores.
1. — Los oferentes se obligan a dar o ’io pts.
al mes, o una peseta al año. Los sacerdotes
basta con que celebren una vez la Santa Misa,
cediendo la limosna a beneficio de la Obra.
2. — Los Correspondientes, en honor de los
doce Apóstoles, se ponen al frente de una o
más docenas de oferentes, recaudan sus ofertas
y las envían al Superior de la Obra. Los corres­
pondientes recibirán con gratitud cualquier
oferta, aunque sea de o'o5 pts. al año.
3. — Los bienhechores, a voluntad, hacen
alguna oferta en dinero o en naturaleza, por ej:
en comestibles, en ropa blanca, en libros etc.
Los que están ilispuestos a pagar los gastos,
pueden enviar al Instituto un alumno a su elec­
ción, con tal que cumpla las condiciones indi­
cadas en el program a» (i).
He aquí laS lineas generales de esta hermosa
obra, que esperamos será apoyada como merece
por nuestros Cooperadores, prometiéndonos in­
calculables frutos para la Iglesia y la Sociedad
civil. Poco cuesta el cultivar una vocación, pero
¿quién puede calcular el bien que ella puede
producir? Mostremos también en esto nuestra
admiración por las iniciativas de Don Bosco.

Conclusión.
Nada mejor, para celebrar debidamente nues­
tro Cincuentenario, que facilitarle al Sucesor
(i) Para m&s informes y programa dirigirse a la
« Dirección de la Obra de María .\u.xUiadora », Via Cot*
tülengo, 3a ' Turin (91.

de Don Bosco el modo de hacer surgir, tanto
entre los pueblos civiles como entre los idólatras
nuevos centros de actividad salesiana y cooperar
con él a preparar nuevos grupos de sacerdotes
y de Misioneros. E sta será sin duda la cele­
bración que implora Don Bosco desde el cielo
y que será sumamente grata a la celeste Inspi­
radora y Patrona de las Obras y Misiones
Salesianas y al Sgdo. Corazón de Jesús.
Este año, el 24 de cada mes y la solem­
nidad de María Anxiliadora, tendrán por fin
especial en todas las Casas Salesianas, la
manifestación solemne de gratitud a Quién
asistió visiblemente al Ven. Don Bosco y con­
tinúa protegiendo a su Obra con materna
solicitud. En mayo se verificará en Turín un
Congreso Internacional de Cooperación Jlisional.
Y en junio, con una fiesta más solemne aun,
cerraremos con broche de oro los festejos de
nuestro Cincuentenario. Os rogamos, por tanto,
amados Cooperadores, que os unáis cordialmente
con nosotros en las varias manifestaciones,
en las cuales tendremos siempre un recuerdo
especial para vosotros.
Haciéndolo así, nosotros esperamos pagar de
algún modo la gran deuda de gratitud y recono­
cimiento que nos liga a vosotros, que sois los
instrumentos de que el Señor se sirve para so­
corremos. No dejaremos de encomendaros en
nuestras oraciones y hacer rezar, según vuestras
intenciones, a nuestros alumnos y alumnos y
a cuantas almas buenas podamos tratar. A
nuestra vez, confiamos en las vuestras para co­
rresponder siempre mejor a nuestra vocación.
No os olvidéis tampoco de rezar por la Causa
de Beatificación de nuestro Ven. Fundador.
Su glorificación, ya que no persiguió otro fiu
durante la vida que la gloria de Dios y la sal­
vación de las almas, herencia que nos dejó
y recomendó a sus Hijos e Hijas espirituales,
infundirá, sin duda alguna, mayor vitahdad
a su obra.
Rezad también por las Causas de los otros
nuestros Siervos de Dios, especialmente por la
de Domingo Savio, modelo de los alumnos de
Don Bosco, y la de la Madre María Mazzarello,
primera Superiora de las Hijas de María Auxi­
liadora.
Rogad también por mí, que os recuerdo cada,
día en la S. Misa y gozo en poderme repetir,
lleno de gratitud para nuestros beneméritos
Cooperadores y Cooperadoras, vuestro ato. y
seguro servidor

F E L IP E RINALDl Pbro.
N .B. — E l « Boletín Salesiano » ilustrará du­
rante el año la Obra de María Auxiliadora»
recordando su fin y la facilidad de difundirla.

CINCUENTENARIO
DE LAS MISIONES SALESIANAS.
**.Vo puede ser bueno el que
trabaja sólo para si„ S . T o m á s .

Si en la vida del hombre hay días y fechas de
imperecedera memoria, de trascendencia suma,
que modifican su natural y dan nueva orienta­
ción a las ideas y al corazón, lo mismo ocurre
con-los entes morales, con las familias religiosas.
Para los hijos de Don Bosco, para la Congrega­
ción Salesiana, el i i de Noviembre será siempre
una fecha de feliz recordación, de santo en­
tusiasmo y de legítimo orgullo, pues en ese día
del año 1875, nuestro Ven. Padre colmaba sus
ansias de apostolado enviando el primer gmpo
de misioneros salesianos a evangelizar las frías e
inhospitalarias regiones de la Patagonia y Tierra
del Fuego, a sembrar a manos llenas el trigo
del Evangelio por las dilatadas llanuras de las
Pampas.
Don Bosco recogió, hizo suyas las palabras
del divino Maestfo a sus discípulos: « Id a todo
el mundo v predicad el Evangelio bautizando
en el nombre del Padre y del Hijo y del Espí­
ritu Santo ». Y desde entonces, nosotros somos
también sus discípulos, nos convertimos en
apóstoles y, a la medida de nuestras fuerzas,
procuramos labrar incultas regiones, irradiar
la luz de Cristo y prodigar influencias bienhecho­
ras como esparcen su aroma las flores cargadas
de fina esencia.

¿qué son esas grandezas y heroísmos en parangón
de los heroísmos y grandezas del misionero?
Reunid en un solo individuo el valor d( l
conquistador, la audacia del marino, los cant< s
científico-literarios de los sabios y vates, y cu­
brid todos esos bellos dones y méritos con (i
manto deslumbrador de la santidad y tendréis
la figura del misionero.
Mientras la mayor parte de los hombres se
lanzan a las aventuras de la vida en alas de su
ambición, mo\ndos por la conveniencia propia,
el grosero utilitarismo que dirige sus acciones,
sólo el misionero, el apóstol, sin medir la gran­
deza del sacrificio, sigue con júbilo al Maestro,
abandona comodidades de la vida, patria y
familia para inmolarse por la más justa de las
causas y la más legítima de las conquistas, pero
en una tarea ruda y fatigosa, donde no hay
lucimiento a los ojos de los hombres, donde no
hay estima del trabajo, en medio de la ignorancia
e indiferencia de los salvajes. Sólo el misionero
se sacrifica sin recompensa humana, derrama
el aroma de sus virtudes entre la gentilidad
desinteresadamente, hace el bien por amor. La
caridad está personificada en el apóstol.
*
* *

¿Comprenderá nuestra sociedad la misión
de estos apóstoles gloriosos, honra de la Iglesia,
iQué misión más sublime la del misionero! verdaderos faros del . progreso humano?
¿Qué dirán de estos heroísmos esa multitud
¿Quién no envidiará su'suerte? Si es dichoso
anónima
de hombres sin historia que no con­
el hombre qire lleva un ideal dentro de sí y le
ceden
a
la
vida ninguna importancia y malgastan
rinde culto; un ideal de belleza, un ideal de
ciencia ¿cuánto más no lo será el miíionero con la existencia en un vivir ciego, de continuo 'di­
el ideal de las grandes verdades del Evangelio, vertimiento, y desaparecen del mundo sin dejar
que hace de su vida un apostolado consagrando rastro ni sombra de su paso por la tierra?
¿Sabrá apreciar nuestro siglo materialista,
a l.t regeneración de sus hermanos todas sus
ese mundo metalizado, que no piensa más que
energías y talento?
¡La misión sublime de salvar almas, de éle- en la banca 5’ el comercio, las nobilísimas aspi­
'•arlas a un plano superior de la \dda no tiene raciones de esos corazones generosos, de esos
varones esforzados que, por extender el reino
par en la tierral
Lóese en buen hora a los exploradores- de de Dios y salvar las almas, traspasan los mares,
igneíns climas, a los conquistadores intrépidos, recorren regiones desconocidas arrostrando toda
a les navegantes que desafían el rugir de las suerte de penalidades y sintiéndose felices en
a los sabios que descubren los secretos- \*ivir crucificados jior Cristo?
Y o creo que no, porque si se dieran cuenta
de L'i ciencia, a los poetas cantores de las maexacta
de la necesidad y trascendencia del apos­
tarlllas creadas... todos son grandes y merecen
tolado
evangélico, de que el misionero es un
el aplauso y gratitud de la humanidad; pero

continuador y cooperador de Jesucristo en la
más divina de todas las obras, cual es la evangelízación y salvación de las almas, no tendrían
tan descuidadas las misiones católicas, y la vida
misional sería más próspera.
Porque no faltan almas cándidas, por no
decir otra cosa, para quienes las misiones y
misioneros son poco menos que un deporte.
No creen en las necesidades espirituales de
esos mil millones de almas que, desde las tinieblas
del error y de la ignorancia, nos tienden supli­
cantes las manos para que las atraigamos a la
Iglesia de Cristo donde, merced al influjo de la
gracia divina, puedan servir y amar a Dios y
salvarse fácilmente.
Es bien doloroso y extraño, pero muy posible.

S . A . R . BL P r ík c i p b

dbl

lucha continua contra la naturaleza, las enferme­
dades, la muerte y los degenerados instintos de
los hijos del bosque y otras muchas miserias que
son la prosa real que se vive en las misiones.
Pero gracias a Dios, no faltan tampoco
almas próceres en cuyos nobles y cristianos
corazones hallan eco todas las necesidades v
miserias del prójimo, las cuales, considerando
que la evangelización del mundo gravita
como obligación ineludible sobre todos los
hijos de la Iglesia, que los ideales evangelizadores están por encima de los fines humanos,
unas se disponen desde su hogar, fijos los ojos
y el corazón en las misiones, auxiliarlas con sus
recursos y oraciones; otras, almas generosas
y afortunadas, siguiendo la inspiración dirina

Pu h o n t b

porque así como el estómago repleto no com­
prende los sufrimientos del hambre, del mismo
modo los que nadan en la abundancia de la gracia,
por así decirlo, por las comodidades que tienen
para atender a las necesidades del espíritu, di­
fícilmente se hacen cargo de la indigencia, del
hambre espiritual de las almas que languidecen
fuera del fértil jardín de la Iglesia.
Y acostumbrados, por otra parte, a ver en
las revistas de misiones preciosos paisajes, lagos
encantadores, chozas entre flores, palmeras y
bananos: misioneros risueños rodeados de alegres
rapazuelos o de caciques engalanados con plumas
de colores y collares vistosos, se los figuran en
la isla de Jauja o en el paraíso perdido, donde no
tienen necesidad ni de sus limosnas ni oraciones.
Grave error es este y de lamentables consecuen­
cias. Desgraciadamente es muy diversa la vida de
las misiones y la situación de multitud de pobres
salvajes. Las re\-istas nos pintan la poesía de las
selvas, las maravillas de la creación, pero no pue­
den fotografiamos las fatigas del misionero, su

bn b l

C o l b g i o S a l b s ia n o .

del apostolado, dan un eterno adiós a la patria
amada, que les sonríe haciéndoles entrever
rosados horizontes con pacíficas conquistas,
para dirigirse a lejanas regiones a roturar tierras
feraces y sembrar la semilla de la fe en terrenos
vírgenes donde se recoge el ciento por uno, ingertando en árboles salvajes vigorosos renueves
de religión, que producen fm tos exquisitos; a
purificar el ambiente de aquellos pueblos donde
millones de almas yacen aun en las tinieblas
de la gentilidad, y que el Señor quiere que ha­
gamos lo posible para iluminarlas con la fe y
convertirlas al conocimiento y amor deJesucrísto.
Para estos salvadores de almas, verdaderos
soldados de Jesucristo, nuestra admiración y
simpatía. Ante estas figuras sublimes del misio­
nero, del apóstol de la fe, el ideal más noble y
elevado a que puede rendir culto el espíritu hu­
mano, nosotros nos inclinamos reverentes.
¡Feliz el hombre que siembra el bien y la
verdad, porque no le faltará en su día una
abundante cosechal

IX

F estejos del C incuentenario
de las M isiones S alesian as en Turín
Era n atu ral' que el coronamiento de estos
grandes festejos ‘del Cincuentenario de las Mi­
siones Salesianas, iniciados tan fastosamente en
la República Argentina, que fue la primera en ser
beneficiada con los trabajos apostólicos y sudores
de los hijos de B . Bosco, se verificara en Turín,
cuna de la Congregación Salesiana, nido de donde
partieron los abnegados misioneros que tantos
laureles han cosechado, salvando millares de
ánimas y ganando para la civilización cristiana,
para el verdadero progreso inmensos territorios.
Y nada más hermoso que comenzar con la
solemne consagración del nuevo Templo a
Jesús Adolescente en una barriada obrera, foco,
pocos años ha, de revolucionarios y anarquistas
que eran la pesadilla de la pacífica y laboriosa
capital del Piamonte.
Después de un devoto triduo de preparación,
días 28, 29 y 30 de Octubre, el 31 tuvo lugar la
solemne consagración. A pesar del tiempo llu«vioso y desapacible, muy de mañana, la vasta
iglesia estaba llena de gente, la mayor parte
obreros de la barriada, ofreciendo un hermoso
golve de vista, un aspecto verdaderamente im­
ponente.
Allí estaban los miembros del Capítulo Su­
perior Salesiano, los estudiantes de Sagrada
Teología del « Instituto Internacional Don
Bosco » en número de 150, y representaciones
de numerosas asociaciones católicas.
El consagrante lo fué S. E. Mons. Gamba,
Arzobispo de la ciudad, y exalumno salesiano,
asistido por Mos. Carón, de Marsella, gran pro­
motor de la devoción a . Jesús Adolescente, y
por el Arzobispo salesiano Mons. E. Oliveira.
La función resultó conmovedora, a la par
que un magnífico espectáculo de fe cristiana
que hacía pensar en la prodigiosa actividad
salesiana, vencedora de obstáculos y dificul­
tades con sus inagotables energías y laborio­
sidad fecunda.
Concluida la consagración, mientras el Rdmo.
D. Felipe Rinaldi, Rector Mayor de los Salesiancí, celebró la primera misa del nuevo Templo,
el . Imo. Sr. Arzobispo de Turín dirigió al público
uuj: conmovedora plática. Empezó explicando
la ceremonia realizada, el respeto que se debe
tener a la iglesia, donde se inmola cotidianar;é:;te el Cordero Inmaculado por la salud es­
piritual y aun material de los fieles, para termir. tr con un canto a la Obra de Don Bosco,
que -ube verificar tales maravillas

A las diez celebró pontificalmente el limo,
señor Arzobispo E. Oliveira, asistiendo con
capa magna el Emmo. Cardenal Cagliero.
Entre las j>ersonalidades concurrentes se
hallaba S. A. R. la Princesa Leticia, el Gober­
nador de la ciudad, el senador señor Conde de
Rebaudengo, Sr. Conde de Blanco de S. Secondo.
Monseñor Carón y otros eximios personajes.
Por la tarde dió la Bendición con S. D. M.
Mons. Bartolomasi, asistiendo el Emmo. Car­
denal Cagliero, y a continuación predicó al
pueblo con la elocuencia arrebatadora con que
nos regala de vez en cuando.
A l anochecer todo el barrio estaba profusa­
mente iluminado, prueba elocuente de que los
obreros tomaban parte gustosos en los festejos
religiosos. No por nada más de 600 padres de
familia forman el centro obrero de la Casa de
Don Bosco.
Durante el octavario siguieron celebrándose
funciones religiosas mañana y tarde.

El adiós de los misioneros.
Llegó por fin el día i i de noviembre, fecha
señalada para la fiesta de despedida de los nue­
vos misioneros salesianos. Nada más sublime,
patético y conmovedor para un cristiano que
presenciar escenas de este género. ¡Cómo se
regocija e inflama el corazón de entusiasmo
religioso al contemplar la falange de esforzados
soldados de la cruz, que, enamorados del he­
roísmo del apostolado, se lanzan a la arena del
paganismo... a luchar, a reñir las batallas del
Señor!
La ornamentación del templo, lleno de inmensa
muchedumbre, a pesar de ser día laborable, ma­
gnífica, el altar mayor hecho ima ascua de oro;
el canto y música deliciosos, y la vista de los
172 nuevos misioneros salesianos y las 52 Hijas
de María Auxiliadora, que recibían de manos
del Emmo. Cardenal Cagliero la santa enseña
del apóstol, la cruz, y los últimos recuerdos de
los Superiores, conmovía hondamente los ánimos
y movía a engrosar las filas de los misioneros.
Para llegar al contagio santo de los nobles
ideales de esos caballeros de la cruz, no hada
falta más que la palabra del noble veterano, del
supervidente de la primera expedición que el
Ven. Don Bosco envió a la Patagonia, y también
de ella gozamos. ¡Con qué entusiasmo nos rela­
taba las proezas de los primeros misioneros

12
salesianos! ¡Cuánta satisfacción respiraba al
enumerar los frutos cosechados por los hijos
de Don Ik)sco en 50 años de misión, las almas
convertidas, las regiones civilizadas!
De seguro que al coronar el jubileo de nues­
tras Misiones, el v'enerable anciano hubiera
cantado satisfecho el nunc dimitiis servum tuum,
Domine, de no esperar la próxima Beatificación
de nuestro amado padre Don Bosco.

Conmemoración cívica.

a los ilustres personajes con un discuirito tan
bien concebido como declamado, despertando
interés y simpatía. Como premio recibió un
aplauso cerrado y los besos del Príncipe here­
dero y de la Princesa Laeticia.
Entre tanto se adelantaba al estrado, orlado
con su veneranda canicie, el Emmo. Cardenal
Maffi.

Discurso deí Emmo. Cardenal Mafíi,

Conocido y estimado entre el auditorio el
A los festejos religiosos siguió la conmemo­
Emmo. Cardenal MaflS, tanto por su amor a
ración cívica del día 12 de noviembre, que re­
la Obra Salesiana, como por su ciencia y san­
sultó imponente, entusiasta manifestación de- tidad, fue recibido con ovación calurosa.'
sim¡)atía y admiración de todo un pueblo a su
Como se trata de un trabajo de mérito-sobre
ilustre conciudadano, \’en. Don Bosco y a. su
la Obra de Don Bosco en las Misiones, sea por
obra.
su valor intrínseco, sea por la autoridad que la
Con ese hermoso acto, el pueblo de Turín
avalora, lo ofrecemos íntegro a nuestros lectores.
dió pniebas no solo de religiosidad, sino tam­
(! Altezas Reales,
bién de sentido práctico, de verdadero patrio­
Eminencias, Excelencias,
tismo, ponjue los pueblos que glorifican a sus
grandes hombres se enaltecen a sí mismos. Y
Señores y Señoras:
cuando, la benéfica influencia de estos seres
Xo son más que gotas ligeras y pequeñas,
representativos traspasa las fronteras nacionales que se evaporan y disipan antes que toquen las
y. lejos de disminuir, se agiganta con el correr
hierbas y flores del prado, y, sin embargo, lo
de los años, se hace un deber para su patria en suficiente para producir el inmenso arco iris
salzar su memoria e immortalizar sus nombres.
que encanta, y el mundo bendice y saluda como
A las tres de l a ‘tarde llegaba al colegio sale- a mensajero de paz. Las verdaderas grandezas
.-iiano de \'aldocco S. A. R. el Príncipe heredero no neceriían pedestales para dominar. Dante,
de la corona de Italia, acompañado de altos
Rafael, Miguel Angel %oii un solo hemistiquio,
personajes. Su presencia fue acogida con vítores
con una pincelada, un golpe de buril se revelan,
y aplausos, seguidos de la marcha real. Hechas pues para el genio, la materia inerte e ingente,
las presentaciones de níbrica, ocupó la presi­ más bien que ayuda es estorbo, porque donde
dencia, teniendo a su derecha a S. A. R. la Prin­
los otros no ven nada o sólo debilidad y mez­
cesa-Laetitia, al Rdmo. D. Felipe Rinaidi, Suquindad, él, en cambio, interpreta y adivina
I>eríor General de los vSalesianos. al Kmmo.
las armonías más grandes y las creaciones más
Cardenal MaíR, S. K. Sr. D. Mateo Gentili, en sublimes.
representación del Gobierno, el Comisario del
Ayuntamiento y el general ICtna; a su izquierda,
E¡ sueño de Don Bosco,
S. A. R. Princesa Adelaida, S. A. R. el Duque
de Genova, S. A. R. el Duque de Pistoya, el
Pensamientos bien naturales y espontáneos
l'.mmo. Cardenal Cagliero, cl general Tiscornia, son estos para el que se pone ,a contemplar las
el Sr. Gol>ernador los Kxcmos. Srcs Arzobispos obras del \’enerable Don Bosco, el místico viíiode Turín,' Mariana (Brasil) y de \ erisa; los Sres nario, el soñador profético. ¿No es verdad que
Obispos de Pinerolo, de Susa etc...
nosotros aquí más que el cincuentenario del rito
líl espacioso teatro, lleno de selecta concu- que en el .Santuario de María Auxiliadora con­
rrénda, ofrecía un magnífico golpe de vista.
cretaba la obra de las misiones, celebramos el
Ricamente engalanado, sobresalían entre las centenario de un sueño, del sueño que a Don
artísticas colgaduras 48 estandartes banderas Bosco, niño de nueve a diez años, señalaba la
de otras tantas naciones en las que la obra de infinidad de corderitos que la Providencia le
Don Bosco ha desarrollado su prodigiosa acti- preparaba para salvarla con actividad fér\-ida
\idad, destacándose majestuosa la de líspaña-, y multiforme, entre las que sobresale, por ’o
un primor de arte y de riqueza, que se nos an­ heroica y conmovedora, precisamente la de Es
tojaba coronada i>or todas las de sus hijas anie- misiones? ¿No fué acaso a través de otros sueñrs
‘ icanas, a las que besaba con orgulloso cariño sucesivos cómo las diversas obras se iban deli;Ie madre.
iieaiido. hasta que poco antes del 1875, preci­
U w de los niños del colegio dió la bienvenida saba las primeras tierras, los primeros salvajes

1
J3
que debía %'isitar e iluminar? Las vías o caminos
dil Señor son nuichos, y es hermoso el ver como
en la misma pequeña casa de Kazaret, a las dos
solas criaturas que la habitan, el Señor se les*
luanifiéste y les hable diversamente: a María
por medio de un ángel, a S. José, en sueños,
lin Don Bosco es frecuente esta forma del sueño,
del sueño que, de ordinario, palpita y se colora
por un instante en las tinieblas y después se
desvanece y jio existe más. Pero los sueños de
Don Bosco no son de esta naturaleza transi­
toria, que se desvanece, y que no sean tales nos

E l I' r Ik c i p k

Narrar las obras, al menos las principales,
en las cuales durante estos cincuenta últimos
años se han hecho realidades los sueños del
Venerable, es la empresa que se me ha conliadu
y que, primero con temor, y después con tran­
quilidad suma he aceptado.
¿Es audacia la mía? No, en manera alguna,
sino únicamente obsequio, admiración y reco­
nocimiento hacia aquellos que tanto han heciio.
y confianza y asignación a una materia vasta
y sublime, capaz de suplir la i>obreza de cual­
quier orador, hasta el punto que no dudo, una

k n tr e las

lo dice Monseñor Costamagna en una carta del
27 de abril del 1879, enviada a Don Bosco desde
Carfhué, en la que le decía: « Los Salesianos se
hallan ya entre los habitadores del desierto,
los Indios Pampas, y dentro de poco estaremos
con los de la Patagonia ».
Luc í:o no se trata de sueños sino de realidades.
P-stas palabras imponen una reflexión y el exa2ien de un contraste, cual es: que las realidades
flcl mundo son sueños y más que sueños, que
^ disipan más fácilmente que la niebla al sol,
mientras que son verdaderas y sólidas realidades,
que el tiempo consolida y engrandece, los sueños
de Don Bosco: en aquellas la vacuidad de apaneaaa.? y la fugacidad de las mentiras; en éstos,
en sus santos, las eternas e infinitas realidades
de Dioj.

A c t o r id a d k s .

vez terminado mi discurso, hallarme en el caso
de aquel sacristán que decía ingenuamente a
un célebre orador que acababa de pronunciar
una de sus oraciones más sublimes: — iQué
hermoso sermón hemos hecho! — Eminentísimo
Cardenal Cagliero, el hermoso sermón lo habéis
hecho vos, y con vos vuestros hermanos; y
entre vuestras infinitas bondades concedéis
también ésta de permitir aun inexperto, pero
devoto sacristán vuestro, repicar durante media
hora y de cualquier manera, las grandes cam­
panas.

Sueño revelador»
Consagrado sacerdote el 5 de junio del 1641,
el 8 de diciembre del mismo año, con un episodio

u
en la sacristía de S. Francisco en Turín, Don
Bosco iniciaba su obra, la cual, después de las
indispensables y características pruebas de las
sospechas, de las contradicciones y de las per­
secuciones, y después de andar de la ceca a la
meca sin lugar fijo, por fin, sentó sus reales aquí
en Valdocco, el 1846. De entonces data el rápido
ilesarrollo, pronto cuenta con una falange de
clérigos, uno de los cuales, Reviglio, se ordena
de sacerdote, el primero, el C de junio del 1857;
con colegios y escuelas profesionales el año 1853.
enriquecidas coa la tipografía el 1862, con varios

S . A . R . LA P R IS C K S A L

k T IC IA

dolé pensar que allá lejos, donde se esfuma el
horizonte, existirán muchos huérfanos, aban­
donados, que no conocen a su inadre, la Iglesia;
.pobres infelices sin la luz de la fe, sin esperanzas,'
sin los consuelos del cielo. Sin duda entonces
se le habrá renovado el antiguo propósito de
partir a las misiones, encendido potente el celo
del apostolado entre infieles; y habrá bendecido
al Beato Cafasso, que, impidiéndole que mar­
chara solo, le ha procurado el medio de suscitar
falanges de hijos, que, numerosos e infatigables
en su obra, se sucederán a través de los siglos;

CON LO S C

Oratorios festivos a los que, a poco, se añadirán
los colegios de Mirabello en el 1863, de Lanzo
en 1804, y después de muchos otros, tendrá la
monumental Basílica de Jlaría Auxiliadora,
que se termina y consagra el año 1S68; y final­
mente llega el reconocimiento de la Sociedad
Salesiana, que la S. Sede apnieba y bendice
el año 1874.
¿Y ahora? He aquí a Don Bosco que, en el
ardor de su celo, desde la cima a la cual le han
elevado sus obras, escudriña el horizonte, bus­
cando lejos otras almas a quienes acorrer y
ayudar. No debemos olvidar que el primer joven
a quien Don Bosco se prodiga en la sacristía
de S. Francisco, es un pobre huérfano, sin padre
ni madre, abandonado de todos, a quien nadie
cuida y todos maltratan. Seguramente este
recuerdo le habrá encogido el corazón, hacién-

a RDBNALES

C

a G L IE R O

Y M a F F I.

y ante la vista del nuevo campo que se le ofrecía,
postrado de hinojos ante el Señor, le ha escogido
por guía y sostén. Eu seguida se le manií^tó
el Señor. ¿Y en qué modo? A la Madre Carbini
de Codogno, incierta sobre si debía salir de
Suez para las Indias o de Gibraltar para las
Américas, por boca de León X III, le decía el
Señor: — Hacia Occidente — y sobre aquelbi
palabra partía la admirable mujer a 'lo s hos­
pitales, escuelas e institutos que, a lo largo de
las playas del Atlántico y del Pacífico, debiat:
hacer celebrado y bendecido su nombre.
a Don Bosco qué? Según costumbre, un sueño,
que evocaba, comentaba y completaba otros
anteriores, \*ino a aclarario todo, pues este
precisaba geográfica y etnográficante las repo'
lies, lugares y personas a las que él d eb í. ex­
tender su caridad. Y le pareció hallarse en mw

15
tierra salvaje, desconocida, inculta, de llanuras
inmensas dentro de un marco de aguas y ás­
peras y elevadas montañas. Y estaba habitada
por turbas de hombres altos, feroces, negruzcos,
aesnudos o mal cubiertos con pieles de animales,
armados de lanzas y de hondas, que usaban
para matar o matarse entre sí o para cazar las
fieras, y, más aun para asaltar, asesinar y des­
cuartizar a los misioneros, que diversas Ordenes
religiosas les enviaban, llevando después como
trofeo, en las puntas de sus lanzas, los miembros
dolientes, sangrantes y santos. — Pero ¿cómo
.convertirles si son tan feroces? — se pregun­
taba entonces el Venerable. Y , continuando
el sueño, ^^ó una turba de jovencitos, detrás
de los cuales venían sus salesianos, los cuales,
arrodillándose, entonaban un canto a la Virgen
Auxiliadora, a cuyo conjuro, arrojando las
armas y con las manos juntas, los salvajes,
poco ha tristes, respondían conmovidos, llenos
de ternura y de piedad. Y fué aquel canto el
<;ue despertó a Don Bosco, con la pregunta en
l.)s labios: — ¿Quienes son y dónde están esos
salvajes? ^ Conviene advertir que no eran ex­
trañas para él aquellas caras, pieles y armas.
¿Acaso no las había y a visto veinticinco años
antes en otra visión, junto al lecho de un jovencito agonizante, que rebosando salud, treinta
años después, guiaría a través del Océano los
Salesianos a la grande empresa? Entre tanto
Don Bosco anda en busca del lugar. ¿Irá a la
Etiopía, después de haber tenido un coloquio
con Mons. Comboni? ¿Tal vez a Hong-Kong.
cediendo a la invitación de un célebre misionero
que venía en busca de obreros evangélicos?
¿Se decidirá por la India? ¿No preferirá quizá
la Australia?

En el campo de! apostolado.
Estos países y personas no respondían a los
que él había \*isto, mientras que encuadraban
magníficamente con los de la Patagonia, a la
cual, en diciembre del 1874, lo invitaba con
insistencia Mons. Aneyros, arzobispo de Buenos
Aires, y Mons. Ceccarelli, párroco allá lejos, en
ban Nicolás de los Arroyos. Mas tarde, también
por otras tierras de América, del Africa, del
.As:a y otros continentes — de la Europa no
católica y de la Australia — saldrán nuevos
c:,:'..->os de apostolado; pero aquel día no hay
n: - que un suspiro, un solo nombre « jPatagor.:*'
Y desde entonces comienzan los prepa­
ra',:.es, en medio de la alegría, el entusiasmo
de ;is elegidos para la misión, y la santa en^údia
ce ! .5 que no han sido llamados a ella por el
íier. ’ r, hasta que en la tarde del i i de noviembre
del ií$75 — ayer a estas horas hada dncuenta

años — en la iglesia de la Auxiliadora Don
Bosco bendeda al primer grupo que partía,
entre la conmoción que a muchos de vosotros,
oh señores, que fuisteis testigos, renueva hoy
las lágrimas — como nos la renovó ayer a todos
nosotros el grandioso y conmo\^edor espectáculo
— cuando en alto entonaban los coros: « Sit
Nomen Dottiittt benedidum »: ¡Sea bendecido el
Señor!... Por la tarde, a Sampierdarena; el 14
a bordo, con el último abrazo, una recomenda­
ción y la bendición de Don Bosco, que clavado
en el muelle, sigue y acompaña con el corazón,
las oraciones y augurios, más que con las pu]íilas,
al buque que se aleja; — y un mes después, el
14 de diciembre, los italianos de Buenos Aires
recibieron a los misioneros con muestras de
regocijo. Con todo, no es aquella tierra el punto
de su apostolado. ¿Adónde irán?
Muy seductora, seguramente una de las más
elegantes y variadas que la historia de los des­
cubrimientos geográficos presentes, es la tarea
de responder a esta pregxmta, por la cantidad,
interés 5' variedad de las noticias que se debieran
dar: yo, señores, no puedo hacerlo; y me con­
tentaré con tocarla en los contactos con el sueño
de Don Bosco. ¿Qué es poco? Ninguno lo dirá
si sabe que, por una conferencia sobre la P ata­
gonia, la Sociedad Geográfica de Lión concedió,
el año 1883, una medalla de oro a Don Bosco.

La Patagonia.
Más famosa que conocida y precisada, llamá­
base Patagonia la tierra que, limitando en un
extremo con el Río Negro, se extendía hacia
abajo hasta el estrecho de Magallanes; y más
que en los confines, vaga y misteriosa en sus
condiciones y en el conocimiento de sus habi­
tantes, hombres de pies anchos, de elevada
estatura, a quienes confusamente se les consi­
deraba como a gente escuálida y desolada, y
sobre todo feroz. — Es una América — decía
nuestro pueblo cuando se trataba de un país
rico en recursos. — Ha dado con su California,
cuando hablaba de algún afortunado que na­
daba en la abundancia. Pero cuando, en cambio,
se debía juzgar de una casa, de un pueblo de
famélicos, de miserables, exclamaban: ¡Es una
Patagonial — Sin duda era un eco de las pri­
meras noticias y apreciaciones de Pigafetta y
de otros varios exploradores, más o menos fe­
lices, que indagaciones e informes posteriores
han corregido y mejorado algo. Examinando
entre tanto la zona que por la parte de arriba
o del Río Negro termina en el grado 40 de la­
titud Sur, y por abajo muere,en el estrecho de
Magallanes, es notable y digno de relieve que
al oeste la limiten los Andes, que emergen so-

Serbios del Pacífico, y al este inmediatamente
se vaya descendiendo en planicies y valles a
los que luego siguen llanuras inmensas, que,
con un litoral variado de cabos y senos, de golfos
y promontorios, paran el Atlántico; llanuras
con ligeras ondulaciones, donde los vientos
panperos se divierten con las dunas que forman
y transportan; en las cuales se alternan el de­
sierto pelado y estéril con extensiones de vege­
tación • baja, espinosa y' con prados de verde
césped, especialmente a lo largo de los ríos y
alrededor de los lagos; con ríos numerosos e
interesantes, alguno de ellos navegable a trechos,
corriendo a portía paralelos entre sí. Hacia les
Andes, la vegetación es soberbia, los árboles
cori)ulentos; abajo, usando la frase de I)arwin,
aunque es exagerada, el anatema de la infe­
cundidad. Ahora bien ¿no es esta la tierra que
vió en sueños Don Hosco, la tierra infinita, caí i
llana y pobre, en cuyo fondo, al ocaso, se perfila
el Burney, el Stokes y el Chaltón?

A ¡a conquista.
¿Y los habitantes? Si los habitantes se ase­
mejan a la tierra ¿qué pueblos dará aquella?
H oy día son un recuerdo apenas.; reflexionemos,
sin embargo, sobre aquellas tribus de piel oscura
y de ánima oscura; agrupadas bajo diversos
caciques, ora amigos, ora enemigos; algo dese­
mejantes en altura y no menos en lenguaje;
entregados al ocio o en ejercicios de caza o de
lucha entre ellos, o bien en persecución del gua­
naco para vestirse con su piel, o défendiéndose
y luchando con astucia contra el puma y el
jaguar; concordes en una cosa: en la rebelión
a los pueblos civiles y a la civilización, hecha
excepción de aquel veneno de la civilización
que son los licores que emborrachan. Y a sé que
ningún cuadro es todo negro, y que algún rayo
de luz se reflejaba en la vieja Patagonia; ¿pero
es suficente acaso para un buen día el rayo fur­
tivo que asoma cutre dos nubes, o para una noche
serena el momentáneo titilar de una estrella
que se apaga tras nube oscura? Añadid a la
verdadera Patagonia, más arriba, una Pampa
idéntica e infinita, y decidme después si, des­
embarcados en Buenos Aires, nuestros misior.cros no hubieran debido, según todo buen cál­
culo de superficie y de pmdencia, de medidas
geográficas y de probabilidades humanas, re­
embarcarse y volverse. A eso debían inducirles
las pntebas precedentes, l'rauciscanos, Domi­
nicos y Mercedarios, después de audacias santas
y tenaces ¿no se habían visto arrojados inexo­
rablemente de los límites de aqudlas tierras?
Kl P. I'alkntr había logrado \ivir entre los
patagones durante veinte años, y los P. P. Je-

G rupo

g e n e r a l d e la

suitas, con abnegación maravillosa y habilísima
táctica, si así se puede hablar, habían intentado
entrar al enemigo por la espalda, descendiendo
al lago Xahuel Huapi por la parte de Chile,
atravesando la Cordillera. No obstante, durante
todo un siglo sufrieron incendios, devastaciones
y estragos, que culminaron con el martirio de
aquellos grandes héroes que se llamaron P. Mascardi, P. Laguna, P. Guillermos, P. Elguea;
— suerte que les tocaba también, un domingo
del 1829, a las misiones de la colonia situada
al norte de la desembocadura del Chubut, a las
10 de la mañana, mientras los fieles asistían
a la santa Misa, destruyéndolo todo y asesi­
nando a todos bárbaramente, en forma que
iglesia y altar quedaron completamente bañados
en sangre. Y no conviene olvddar que en el
puerto, donde echaron el áncora nuestros mi-

' ín

d k m is io n e r o s , c u y a d e s p e d i d a t u v o l u g a r e l

sioneros veían llegar las aguas del Paraná, tristes
todavía y oscuras por la ingratitud insipiente
y vergonzosa que un malaventurado día había
acabado con el Cristianismo del Paraguay, a
quien tan feliz le había hecho; y, aunque desde
lejos, no podían menos de oír el eco de las
áltimas palabras que pronunciara García Mo­
reno pocos meses antes, el 6 de agosto del 1875,
al caer víctima del puñal asesino en la capital
del Ecuador. Y todas estas cosas, en lugar de
abatirles les daban ánimo: las últimas palabras
de García Moreno, pronunciadas de la otra parte
del Atlántico, se unían a la que Don Bosco les
dijera en Turín: ¡Adelante! ¡Dios no muere!
^ tratéis en una tierra harta de sangre roja,
que humea, vertida por vuestros precursores
uimolados. Esto que para el mundo sería objeto
de horror y de fuga, es Ip que entusiasma y

II DE N o v i e m b r e

p. p .

da confianza a los nuevos apóstoles: venid,
venid, arrojad a manos llenas la semilla: la
tierra está empapada ya en sangre que, junto
con vuestro sudor, lágrimas y la sangre de
vuestros holocaustos, la hará germinar. ¡Ade­
lante!
¡Adelante! pero no a ciegas, sino con los ojos
abiertos, con aquella táctica y prudencia que,
en cuanto dependa de nosotros, evite derroche
inútil y acarree el triunfo de la gracia de Dios.

Se nota una organización especial en la fun­
dación de Don Bosco, cuya Obra correoponde
rcalmcnie en este siglo a una necesidad especial
de la sociedad: cristianizar al obrero.
Mr. C a il .

i8

Reseña
de las Misiones Salesianas.
E l Ven. Juan Bosco, fundador de los Salesianos, de las Hijas de María Auxiliadora y de
los Cooperadores vSalesianos, dió comienzo a sus
Misiones el año 1875, confiando la dirección del
primer núcleo de misioneros al actual Cardenal
Cagliero.
Al presente, año 1925, las misiones salesianas
son 25, con 1.169 misioneros, y 1.077 obras
misionales de diverso género, especialmente
para la educación de la juventud, con cerca de
112,819 catecúmenos y alumnos de los insti­
tutos erigidos en los lugares de misiones.
Misioneros y Misioneras en Asia . .
316
Obras Misionales para la educación de
..................... '.
. .
298
la juventud
Catecúmenos y alumnos de nuestras re­
sidencias
. . .
...................... 25.336
M ision es Salesianas en A frica.
I . Argelia y' Túnez; 2. Ejipto; 3. Katanga
(Congo Belga); 4. Cabo de Buena Esperanza.

M ision es Salesianas
de la A m érica M eridional.
I . Grandes leproserías; 2. Jívaros (Ecuador);
3. Río Negro (Amazonas); 4. Bororos (Matto
Grosso); 5. Chaco Paraguayo; 6. La Pampa (Ar­
gentina); 7. Patagonia Central (Argentina);
8. Patagonia Septentrional; 9. Patagonia Meri­
dional: 10. Tierras jMagallánicas, del Fuego e
Islas Malvinas (Argentina, Chile e Inglaterra).

Misioneros y Misioneras en Am érica. .
721
Obras Misionales para la educación de la
juventud ...............................................
644
Catecúmenos y alumnos de nuestras resi­
dencias ............................................... 74.599M isiones Salesianas en Asia.
Turquía; 2. Asia Menor; 3. Palestina;
4. Tanjore; 5. Assam; 6. Shiu-Chow; 7. HeungShau; 8. Macau y 9. Sanghai.

Misioneros y Misioneras en Africa . . .
Obras Misionales para la educación de la
juventud
..........................................
1^9
Catecúmenos y alumnos de nuestras resi­
dencias ............................................... 10.797
M ision es Salesianas en Australia.

I.

1. Kiniberley; 2. Melbume.
Misioneros v Misioneras en Australia.

16

19

Obras Misionales para la educación de la
ju v e n t u d ..........................................
i6
Catecúmenos y alumnos de nuestras resi­
dencias
.......................................... 2.087

CONTINENTES

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.América
.Asia
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.Australia

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25336
1 0 .7 9 7

2

16

16

2 .0 8 7

25

1 .1 6 9

1 .0 7 7 1 1 2 .8 1 9

América y Oceanía que aim no conocen la luz
del Evangelio!
El apostolado misionero exige de todos gene­
rosidad, abnegación y sacrificio. Todos, a la
niedida de sus fuerzas, deben cooperar a la
grande obra de la dilatación del Reino de Dios
sobre la tierra. Medios conducentes son:
I . — La oración; 2. — Suscitar en el corazón
generoso de muchos jóvenes la divina llama de
la vocación apostólica; 3. — Procurar socorros
materiales y morales.
Los Hijos de Don Bosco y las Hijas de María
Auxiliadora sostienen, con la caridad de sus
bienhechores, 28 institutos, destinados a la
formación de nuevos misioneros. Por nombrar
algunos, damos los nombres dcl Instituto
« Cardenal Cagliero » de Ivrea, con 170 alumnos
misioneros; el Instituto « S. Pió V », de Peiiango
(Alesandria-Italia), con 100 alumnos, y el Ins­
tituto « S. Miguel », de Foglizzo, Turín, para
alumnos misioneros coadjutores.
Que Dios infunda en muchos el espíritu de
sacrificio e inspire a otros que se unan a los
misioneros salesianos en su infatigable y glo­
rioso trabajo de extender el Reino de Jesucristo,
para que pronto en la tierra no haya más que
un solo rebaño y un solo Pastor.
Para la correspondencia. y ofertas,diríjanse
al Rdmo. D. Felipe Rinaldi, Rector Mayor de
los Salesianos — Via Cotoleugo 32 — Italia.

Advertencia. 1. — Conviene observar que en
el número de misioneros no están comprendidos
ni los catequistas, ni las demás personas, no
religiosas, que prestan su concurso en las obras
misionales de Don Bosco.
2.
— Los datos expuestos más arriba, se
refieren a los lugares de verdadera misión. No
están comprendidos, por tanto, los 247 insti­
tutos, con 296.612 alumnos, esparcidos en las
23 naciones de las tres Américas, donde tra­
Los Sres. Cooperadores Salesianos, cum­
bajan 1.354 salesianos y 1.349 Hijas de María
pliendo los requisitos de costumbre, pueden
Auxiliadora.
3* — Toda misión comprende ordinariamente ganar Indulgencia plenaria:
I® El día que se inscriben en la Pía Unión.
varias residencias y obras misionales, como son:
2® Una vez al mes, a elección de cada cual.
capillas, hospitales, farmacias, oratorios fes­
3® Una vez al mes, asistiendo a la confe­
tivos y cuotidianos, círculos, escuelas de cul­
rencia.
tura, escuelas de artes y oficios, etc. etc...
4® Asimismo, una vez al mes, el día en
que hagan el Ejercicio de la Buena Muerte.
Ayudem os a las M isiones.
5® El día que por primera vez se consa­
El progresivo desarrollo de las misiones sale- gren al Sagrado Corazón de Jesús.
sianas, exige naturalmente el envío constante
6® Siempre que hagan Ejercicios Espiritua­
de nuevos misioneros y aumento de socorros
les durante ocho días seguidos.
materiales. Añádanse a eso las numerosas y
Además los siguientes dias del mes de Febrero:
apremiantes peticiones para establecer nuevas
E
l 2, Purificación de Ntra. Sra.
misiones, y dificultades con que tropiezan los
» 22, Cátedra de San Pedro en Antioquía.
Superiores de la Congregación Salesiana para
satisiacer tan justas y santas demandas. Sólo
í^ a atender a la China, necesitarían los salesiano' millares de obreros evangélicos... ¡Y
Plisar que hay otras muchas comarcas y cen­
s a r - ; de millones de almas en Asia, Africa,

También pueden ganar otras muchas indnlgencias pUnarias y parciales, y gozar de va­
rios privilegios, como puede verse en el Re­
glamento o « Cédula de admisión a la Pía
Unión », a la cual nos remitimos

CULTO DE MARIA AUXILIADORA
L k Sm a. V irgen se ha co n stituid o e lia m ism a p rotectora de lo s niños m ás p obres y ab an d on ad os... p or eso
concede a lo s bienhechores que s e interesan p or ellos m uchas g ra cia s esp iritu ales y aún tem p orales.
D O N B O S C O a su s C ooperadores.

Más ii 3.00I1 pzisonas en peieitinación
al Santuaiio da María Auiillladora. en Villa [oían (Drngnay).
Con la satisfacción inconmensurable que ex­
perimenta todo hijo amante al ver aclamada
con entusiasmo a su madre por doquiera, co­
municamos a nuestros lectores algunas noticias
sobre la grandiosa peregrinación de fieles uru­
guayos al Santuario de María Auxiliadora, de
\'illa Colón.
Muy grandes son las simpatías, la devoción
(juc ])or todas partes despierta la Virgen de
Don Bosco, pero en las jóvenes repúblicas ame­
ricanas es algo extraordinario, maravilloso que
llena de consuelo el alma.
Dando cuenta « El Amigo », de Montevideo,
del 24 del pasado octubre, de la peregrinación
a que aludimos, decía:
<• Una inmensa pléyade de peregrinos quisieron
exteriorizar el domingo, su homenaje de eterna
gratitud y de fervor cristiano, congregándose
con la finalidad altísima de rendir pleitesía y
reconocimiento hacia María Auxiliadora, que
derrama generosa, ¡yródiga numerosas gracias.
Y es así, que esos i>eregrinos se reunieron en
número de 3.000, cifra imponente en verdad
que refleja en toda su exactitud, los numerosos
devotos de María Auxiliadora, y el espíritu de
fe liue anima siempre a la gran familia católica
uruguaya, al expresar en esta forma simpática
y elocuente, la gran fuerza dinámica y latente
del catolicismo.
A las S horas salió de la Kst. Central el tren
expreso cpie conduciría hasta \’illa Colón a la
multitud de peregrinos, que se habían reunido
para tal objeto.
Eos peregrinos que no pudieroq ir a pie hasta
el Santuario fueron en tranvías especiales que
fueron destinados para eso.
Al llegar al Colegio de las Hennanas, el Rector
del Santuario R. P. Luis Héctor Salaberry re­
cibió a los peregrinos con numeroso clero y la
Cniz alta, expresión simbólica y elocuente, de
nuestro destino triunfal sobre otras creencias.
Idegados al Santuario se ofició la Misa campal,
en el patio de honor del Colegio ante el monu­
mento de María Auxiliadora, Misa que fué es­
cuchada por parte de los asistentes con gran

recogimiento, exponente fiel de sus espíritus
piado.sos.
Durante la Misa la escolanía del Seminario
Salesiano, cantó en forma admirable la Plegaria
de los Peregrinos.
Terminada que fué la plegaria a que aludimos,
cantó algunos motetes el tenor señor Vesazcliini,
acompañado por una señorita, realizando una
labor digna de aplauso.
Después de la Misa los asistentes a ella se
dispersaron por las avenidas que circundan el
Colegio, interrumpiendo así, momentáneamente
los ejercicios piadosos a que nos referimos, para
volver a las 3. p. m., a tomar parte en la colo­
cación de una lápida conmemorativa del cen­
tenario patrio, homenaje de altas finalidades
patrióticas y de solemne evocación históriva,
y otra del cincuentenario de la llegada de les
Salesianos a América, acto que emocionó visi­
blemente a los concurrentes al recordar un ani­
versario glorioso, la llegada de unos religiosos
a América, que venían a coadjmvar en la obra
que realizaban otras comunidades católicas,
haciendo obra de proselitismo y plantando su
égida simbólica en estos países.
Inmediatamente después de realizados estos
actos, "Se organizó la procesión por el claustro
del Colegio con Su Divina Majestad, hecho que
constituyó todo un exponente de fe y de magnificiencia elocuente.
Conmovedora en su sencillez fué la actuación
literaria, en la que tomaron parte la presidenta
del Comité « María Auxiliadora *, señora Delia
Castellanos de Etchepare, que con galanura
de estilo y precisión de concepto, habló durante
un rato atrayendo la atención del auditorio.
Intervinieron además en este torneo, en el
que rivalizaban hermosas piezas de oratoria
literaria, la señorita Teresa Peregrino y varíes
alumnos del Colegio, que fueron premiados en
su labor con bien merecidos aplausos.
E l coro estuvo a cargo del Seminario Salesiar o
del Manga, que actuó en forma impecable.
Cerró este homenaje a la Vii^en, con pala­
bras vibrantes, subrayando el significado pre­
cioso de esa fiesta, el R. P. Ricardo Pittini.
Debemos agregar a esta crónica la concu­
rrencia de los Exploradores de Don Bosco y la
banda de los Talleres que pusieron una nota

«:aracterística de alegría y júbilo en aquel am­
biente de piedad.
Y agreguemos también otra nota de fe cató­
lica. Durante todo el día, muchas personas
oraban en el Santuario, alternando el Rosario
con cánticos dirigidos- por varios sacerdotes.
Señalamos este hecho por constituir toda
una amplia expresión de fervor generalizada
en aquel ambiente de profunda religiosidad *.

de la Virgen, que venera con delirio a la Madre
de Dios, que tiene escrito en sus tradiciones el
nombre de María con letras de oro, ha colocado
una corona sobre la frente de su Reina, j)ero
-no es la corona de perlas y diamantes, sino la
qué está hecha con la pedrería luciente de los
más puros sentimientos; un amor de hijo para
cada perla, y por cada diamante un corazón,

Mana Autiliadora en Granada, liirarayna.
En la gran procesión del 23 de Ma}-©, enca­
bezada por el limo, y Revmo, Sr. Obispo Dio­
cesano, Mons. Canuto José Reyes y Balladares,
lo que llamó preferentemente la atención de
la inmensa concurrencia, fué la artística Carroza,
cuadro de brillante alegoría.
El día 24, la gran solemnidad de María A u­
xiliadora, hubo por la mañana solemne Misa
Pontifical por el y a nombrado Obispo Diocesano,
con elocuente panegírico a cargo del R. P.
Fra)- Luis de \’ilafranca.
Pero la nota más solemne del festival. la ex­
cepcional en este año, la que marcará una etapa
luminosa en los anales de nuestra vida (escribe
el Diario Nicaragüense), fué la solemne Coro­
nación del Cuadro de María Auxiliadora, por
el Sr. Obispo de Granada Mons. Canuto José
Reyes y Balladares.
Después del sermón por el R. P. José de la
Cruz Moreira, hubo en aquella muchedumbre
compacta un movimiento' general de emoción,
de alegría, de sorpresa. Dos preciosos pajecillos
— Alfredito Pellas y Ramoncito Cuadra —
N'estidos al estilo Luis X V , llevaban en sus manos
de ángeles las coronas de la Virgen y del Niño
Dios y detrás venía nuestro Príncipe Eclesiás­
tico con la majestad de su cortejo, y por fin- el
pueblo creyente batiendo sin duda palmas
alegres deseoso de contemplar la coronación
de su Reina.
^ llegó el momento precioso, las coronas de
oro con p>erlas y diamantes cayeron sobre la
frente del Niño Dios y de la Virgen, fue entonces
la explosión sincera de todos los entusiasmos,
ri desbordamiento loco de todas las alegrías,
en cada corazón hubo un brote de amor filial,
no iiuna de amor y de gloria a la más buena
y sublime de todas las madres, la que siendo
-ladre de Dios es también Madre de los homwes.
Todos los granadinos deben de estar satisfe■ *^^StiUosos porque han cumplido tres
^bercí sagrados de caballeros, de súbditos v
de hiioj.
gran pueblo de Granada, súbdito fiel

S arriá -B arceloxa {España). — Atribulada por
lo enredado y difícil que se me ofrecía un asumo
de grande importancia, y acordándome de haber
experimentado siempre que acudí a Jlaría Aux'liadora su protección, rogué a mi excelsa Madre
me alcanzara ver felizmente resuelto el tal asmilo,
prometiendo publicar la gracia.
Gustosa cumplo lo prometido y entrego una
pequeña limosna.
M. A. E. ,
B.^rcelon .a (España). — Hallándose mi sobrina
SIercedes en estado grave, con la enfermedad dcl
tifu.s, invoqué a María Auxiliadora prometiéndole
publicar la gracia, si le devohia la salud.
Como fui escucliada, cumplo mi promesa y doy
una limosna, es^rando me alcance otros favores
de su divino Hijo.
TERE.SA C a RBONEIJ..
B arcelona (España). — Estando apuradísima
por la ausencia de una persona de mi familia, em­
pecé una novcua a María Auxiliadora a fm de que
la protegiese y la hiciera volver lo antes pasilúe,
prometiendo por mi parte, publicar cu el liolciín
Salesianp el favor otorgado.
La Santísima Virgen me escuchó l>oiidadosa,
concediéndome ambos favores, por lo que le tjuedo
eternamente agradecida.
Una ievota.
E l E sco r ia l (Madrid). — Padre Rinaldi; Muy
agradecida a la Santísima Virgen María Auxilia­
dora por d o s ^ d a s que k pedí y que he obtenido,
deseo se publique mi profundo agradecin iento en
su Boletín SaUsiano y le he enriado hoy a su nom­
bre por giro postal intem adonal 25 ptas. para
ayudar a la gran obra de Don Bosco.
Una devota de María A u x liadora.
C am b .\d o s (Poníevedra-Esp.). — Estando grave­
mente enfermo un sobrino mío, desahudado ya
por la d eu da, recurrí a María Auxiliadora, para
que E lla le curara, ofrecididole ima limosna y
publicar la grada en el Boletín Salesiano.
Mis ruegos fueron oídos, pues a los pocos día-s
se hallaba fuera de peligro, por lo cual doy rendí<las
gradas a esta buena Madre y cumjJo la promesa.
E len a Panadero.

TOI.RDO {España). — Hallándome m uy apesa­
dumbrado por una desgracia que sufría, me dirigí
a María Auxiliadora, quien, como buena Madre,
me concedió lo que le pedía, llenando cmnplidamcnte mis angustiosos deseos. Gracia que hago
pública para mayor gloria de tan buena y carita­
tiva Madre.
J o sé RoMimo.

Seminarista.
B ernat , {Argentina). — Me siento obligada a
manifestar mi reconocimiento y gratitud a María
Auxiliadora por los señalados favores concedidos
a mí y 'a mi familia, siendo ya varias las gracias
que lie obtenida de Ella, que es la Virgen de Don
Hosco. Cumplo hoy con mi promesa de publicar
c.stos renglones en el «Boletín Salesiano»y de enviar
una limo.sna en agradecimiento por los grandes
favores recibidos, para el culto de María Auxiliailora y para la Beatificación de Don Bosco, y con
toda mi alma les pido que sigan dispensándonos
su amorosa protección.
G krónim a R o ssi d e M a r in i .
S a n J ud ian {Argentina). — A principios de di­
ciembre del 1925, visité en Trelaw-Chubut, al niño
Galo lyobato. de seis años de edad, gravemente
enfermo de meningitis.
Los tros renombrados médicos Dres. León Schajman, José Toja y Dalmiro Lorenzo, reunidos en
consulta, declararon que ya no había esperanza
alguna.
Enconmendé e la desolada familia (jue pusieran
su confianza en María Auxiliadora, hicieran una
novena procurando recibir la santa Comunión,
con promesa de publicar la gracia.
L a hermana mayor se acercó una vez a comul­
gar y el hermano, alumno del colegio salesiano,
comulgó todos los días de la novena.
E l pequeño enfenno comenzó a mejorar poco a
poco y el día 25 de diciembre, completamente resta­
blecido, salía con su papá a presenciar lo juegos
que se ejecutaban en el pueblo.
No habiéndose podido dar antes publicidad a
esta gracia de Marín Auxiliadora, envío ahora esta
relación para pagar la deuda de gratitud a la ce­
lestial Señora e infundir en los demás ima filial
confianza en tan buena Madre.

B u e n o s A ir e s {Argentina). — J. A. Arrighi dá
público testimonio, según promesa, de un favor
especial recibido de la Santísima Virgen Auxilia­
dora, y envía una pequeña limosna.
B r a g é {Brasil). — Varios son los favores que
la Virgen de Don Bosco me ha concedido. No ha
mucho, ignorando la suerte de ima persona de mi
familia, pedí a la Santísima Virgen me hiciera
llegar noticias suyas, lo que conseguí a poco.
Después continúo poniendo en sus manos todos
mis asuntos, y debo confesar que me los resuelve
a maravilla. Siento el deber de comunicar a todos
mi felicidad y agradecimiento.
B e r t a R . F ontes .
A g u a d e D ios {Colombia). — ¡Sea mil veces
bendita María Auxiliadora!
Esta buena Madre ha concedido su gracia a un
pobre muchacho huérfano. Ritos Antonio Moreno,
que prestaba servicios de aguador en esta casa.
A causa de im golpe recibido en una pierna, ha­
cía dos meses que estaba inutilizado: tenía encuna
de la espinilla un tumor, ocasionado por el golpe.
Después de muchos cuidados y remedios, los
médicos opinaron que el mal había afectado el
hueso, por lo cual se imponía ima operación muy
dolorosa. Por estar sano el muchacho y no siend<'
posible hacerle la operación en el Lazareto, debhi
ir a Bogotá, en donde tenía que estar lo menos
cuatro meses en mi hospital y con mucho cuidado,
así opinaban los médicos.
Viendo la dificultad de viaje y gastos, acudí
a María Auxiliadora, rogándole fuera Ella el mé­
dico y y cinijano de este pobre huerfanito, al pro­
pio tiempo que interesaba al muchacho para que le
rezara todas las noches una salve, añadiendo ade­
más la oferta de una Misa y compromiso de pubiblicar la gracia.
No hubo necesidad de más: a los ocho días, sin
operación ni más remedio que bañar la pierna con
agua hervida, estaba curado. Esperamos veinte
dias más, por temor de que se le reprodujera, el
tumor, pero viendo que estaba completamente
sano, volvió a sus ocupaciones. Hace ya dos meses
que carga con agua todo el día con el sol abrasador
de este clima, sin volver a sentir la menor molestia.
{Gracias, Madre mía!
H na. A n a M. L oz -Oío .

Luis B ar acch in t Pbro.
B u en o s A ir e s {.4 fftf»»rína). — E l 5 de septiem bre
del 1921, enfermó graNÚsimamente m i papá con
vóm itos de sangre que lo ponían a las puertas de
la muerte.

Eu tan crítica circunstancia, empecé a rogar
a María Auxiliadora para que le concediera la salud.
poco fueron cediendo los vómitos hasta curar por
completo, no habiéndole repetido más.
Agradecidísima por tan gran fa\-or a María Au­
xiliadora y al Ven. Don Bosco, hago pública la
gracia en el BoUtin Salesiano, aunque im poco
tarde, pidiéndole a la Reina del Cielo continúe
protegiendo a mi familia.
E. F. P.

M e d e i x i n {Colombia). — E l 8 de diciembre del
año anterior, aprovechando las hermosas tardes
de ese mes, salí con m i esposo en nuestro autonióinl, a d ar un paseo.

Manejaba éste el aparato, y cuando menos p®*
samos, estábamos en el punto en donde la carrilera
del ferrocarril cruza la carretera, y en el momento
preciso de pasar el tren de la tarde, y sin que nos
fuera posible ya, ni proseguir, por la cadena puesta
al frente, ni retroceder, ni lograr que el maquinista
pudiera detenerlo.
E l choque mortal, inevitable, llegó; arrojó lejos
nuestro aparato, y a nosotros en opuestas dirceciones al lado de la carrilera, tocándome caer a nn
con la cabeza en el extremo de los polines, dándonos

23

por perdidos todos los pasajeros que desde el tren
pudieron presenciar tan terrible espectáculo.
Horriblemente desfigurada, despedazados los
vestidos y bañada en sangre que arrojaban mis
heridas, volé en busca de mi esposo, que yacía
‘in conocimiento, cadavérico, y cubierto con la
sangre que le brotaba de ima gran herida en la
cabeza.
Devotísimos amantes tuyos, habíamos invocado
tu auxilio poderoso desde el primer momento del
peligro, con absoluta seguridad de que seríais
nuestra salvadora; y al encontrar inconsciente y
moribundo a mi esposo, sólo tu dulce nombre pro­
nunciaba.
En la más espantosa situación, como pudieron
presenciarlo cuantos \rieron, fuimos conducidos a
la dudad, en donde los facultativos, con especialísimo interés, lucliaron toda la noche con nosotros,
que la pasamos entre la vida y la muerte, para
seguir en situadón en extremo delicada, sobre todo
mi esposo, con su conodmiento y su memoria
completamente perdidos.
Con oradones, con súplicas y prom esa fervo­
rosas a Ti, Madre amada, en quien teníamos depo­
sitada toda nuestra confianza y la seguridad de
nuestra curación, fuimos recobrando salud y fuer­
zas hasta encontramos hoy perfectamente bien,
sin lesión algima y pudiendo mi esposo atender a
sus asuntos, como en sus mejores tiempos.
Reconocemos que todo es obra tuya, adorada
Auxiliadora, que a Ti lo debemos todo, y por eso,
llena de gratitud, gustosamente cumplo la promesa
de publicar este milagro extraordinario, para que
se aumente más y más el amor, la gratitud y la fe,
a la incomparable Ma d r e A u x il ia d o r a d e lo s
Cristian o s .
Is a b e l R . d e R e str e po .
Mo n t e r r e y {Méjico). — Durante 25 años estuvo
sufriendo mi papá de grave mal en el cerebro,
y aunque consultamos varios médicos, ningún
alivio le pudieron conseguir.
Sin esperanza en la ciencia,' acudimos a María
Auxiliadora con ima novena fervorosa, que vimos
premiada con la curación completa de mi papá,
que hoy goza de perfecta salud.
Agradecidos a tan señalado favor, hacemos pú­
blico nuestro reconocimiento.
Carm en B a r r er a .
L as P ie d r a s -C a n e l o n e s ÍUruiiuay). — E n m is
Omtinuas necesidades recurrí siem pre al au xilio
materno y poderoso de María A uxiliad ora, y siem ­
pre he sido favorecida.

Ccmfío en que continuará favoreciéndome, y
por ello me anticipo a en\-iar la limosna prometida
en beneficio de los huerfanitos de las casas de Don
Bosco.
F ortunata N a y a .

Coo¡>eradora Salesiana.
T r v jillo {V em zufla ). — Tenía a mi mamá gra^■ '^ente enferma con grip que le producía fiebres
V gran opresión que ’e impedía la respiradón.

Atmque la visitaron varios médicos, como senegaba a tomar medicinas,no adelantábamos nada.
Entonces me decidí a hacer en s\i compañía
una novena a María Auxiliadora, y esta buena
Madre le devolvió la salud, pues no puede atri­
buirse a la poca agua hervida que tomó.
Completamente restablecida, hacemos pública
nuestra gratitud, y enviamos una limosna para su.
culto.
II ortencia B rachi .
Dan también gracias a María Auxiliadora:

Barcelona (España). — Uli caballero agradecido'
a la Sma. Virgen María Auxiliadora por uu favor
obtenido, y envía una limosna de 25 pts.
id id. — Un padre de familia por haberle fa­
vorecido en tm negocio dificil del que dependía el:
port-enir de la familia, y envía 25 pts.
id. id. — L . M. R. hace pública su gratitud a
María Auxiliadora por haberle concedido la salud.
Alcohujaíe (España). — Canueu Artero, MaLuisa Rodríguez, Eladio Saquero, Gregoria Molina,
Cándido Bacliiller y Leonardo Saquero agradecen
a María Auxiliadora, por haberles favorecido en
circuntancias apremiantes, y envían una limosna
para el sotén de la Obra Salesiana.
Almodovar del Pinar (España). — Vicente Se­
rrano, da gracias a María Auxiliadora y manda
tma limosna.
Cuenca (España). — Josefa Hevas en\da ima
limosna en agradecimiento a la Virgen por mi favorque le etorgó.
Fuerte Ventura-Puerto Cabra (Canarias). — Isabel
López y María López de Guerra dan rendidas,
gracias a María Auxiliadora por favores recibidos,,
y envían limosna.
Valencia (España). — Dña. Carmen Velázquez
manda celebrar una misa en el altar de María Au­
xiliadora por haber recibido un gran favor; y lomismo Dña. Carmen Gil, Josefa Giner, DoloresFila, Amparo Estela y Teresa Salazar.
Cali (Colombia). — A. E ., manifiesta su gratitud
a la Sma. Vii^en por haberle concedido la salud
para sí y para un sobriníto suyo: envía a la vez una
limosna para los huerfanitos del Vble. Don Bosco.
Lebrija (Colombia). — Elias Serrano N., Con­
cepción C. de Domínguez, Ana Francisca Domín­
guez de M. y I. A. de G. rinden tributo de gratitud,
a la Virgen Auxiliadora por varios beneficios que
Ies otorgó, y mandan una ofrenda para el sosteni­
miento de los huerfanitos del Vble. Don Bosco.
Montevideo (Uruguay). — María Pereira Urrutia
da gracias a María Auxiliadora por favores reci­
bidos.
— Rosa G. de Morassi agradece a María.
Auxiliadora por salud recibida.
Solio (Uruguay). — Magdalena B. de Solaro„
agradecida a María Auxiliadora.
Lauiana (Suiza). — Mercedes Visca manifiesta
su profundo agradecimiento a María Auxiliadora
por una importante graxáa obtenida, y envía 25,
francos para los huerfanitos de Don Bosco.

POR EL MUNDO SALESIANO
L a i obras que con v u ea tra a y u d a he com enzado, y a no tienen n ecesid a d de m i, pero s i d e v u e stro ap oyo y
el de to d o s aq u ello s que, com o v o so tro s, d esean p rom o ver e l bien so b re la tierra.
D O N B O S C O a s u s C ooperadores.

Sección de Antiguos Alumnos.
BUENOS AIRES (Argenlma). — En la grandiosa
pdregrinaclón a Luján formaban 2.200 A. Alumnos.
líl más completo de los éxitos ha tenido en este
año ({ue acaba de fenecer, la tradicional peregri­
nación de los A. Almimas de Don Bosco al San­
tuario de Ntra. Sra. de Imjí'ui, Lourdes argentino.
Una idea de lo que fué la entusiasta y piadosa
romería la dá el hecho de que esta vez tomaron
p irle nutridas representaciones de los antiguos
iiUimnas del Uruguay, de las ciudades de La Plata,
Pirdn, San Isidro, Bemal, San Nicolás de los
Arroyos y hasta de Viedma.
lisa piadosa falange ciue peregrina anualmente
al Santuario Mariano Nacional,’ bajo la bandera
tlel Vble. Don Bosco, es el expolíente más elocuente
del amor que nutren los corazones de estos valientes
j >%'enes hacia su celestial Madre y a la educación
de su Padre y Maestro.
Fruto de la educación cristiana, es a la vez im
mentís rotundo para aquellos que, viendo los 3.500
niños de nuestras escuelas peregrinar a Luján,
exclamaban burlonaniente: «I^os llevan ahora
porque son niños; ¿porqué no los llevan cuando
son hombres?
Abí los tienen, llenando das trenes f que nunca
se acaban » según la feliz expresión de uno de los
jóvenes romeros. Que los vean desplegarse después
e:i columna imponente, correcta, totalmente viril,
rebo.sante de fe y do piedad. Al decir de uno de las
diarias de la Capital l’V vleral« el cielo estaba lleno
<1‘ luz y las almas llena.s de fe *;
La coronación de esta peregrinación de exalumnas lio pudo sor más hermosa y alentadora.
D. José Z. Ferreccio, Presidente de la Federa*
cióii Nacional de A. Alumnos saicsíanos argentinos,
condecorado con la Crut de San üregorio Magno.
Terminadas las ceremoni;is religiosas en el san­
tuario. las vsaceuiotés y miembros del consejo di­
rectivo líe la Asociación de ex alumnos de Don
Basco, se dirigieron al Descanso de Peregrinos, en
cuyo salón de actos públicos se procedió a hacer
entrega, en presencia de las delegaciones y repre­
sentaciones de los distintos centros, de la conde­
coración conferida por S. S. IMo X I al presidente
de la Fcvleración Regional de ex alumnos, D. Jasé
Ferreccio. acordándole la insignia de comendador
de la Ordén de San Gregorio Magno.
Pre.sidió esta céremonia el obispo auxiliar de
La Plata, monseñor Santiago Copello, en represen­
tación del obispo diocesano, monseñor Francisco

Alberti, quien una vez que el R. P. Jorge Ser!é
procediera a dar lectura del breve pontificio en el
cual S. S. Pío X I funda los motivos que detern iliaron 'la distinción otorgada al señor Ferreccio,
colocó a éste las insignias con que-fuera favore­
cido. cuya fotografía publicamos.
El señor Ferreccio estuvo visiblemente conmo­
vido durante todo el desarrollo del acto.
Precioso documento.

PIO P A P A X I.
Amado Hijo, salud y Apostólica Bendición. Per
la petición que avalorada por la grave recomendación
del Obispo de La Plata hizo llegar a Nos, ¿I Ins­
pector de los Salesi'anos en la República Argentina,
hemos conocido que Tú, varón católico de iniege'rrima vida, exalumno benemérito de la Institución
Salesiana das impulso y sostienes, con grande ojho^
todas las piadosas Obras iniciadas por aquella Con- '
gregación en la Citada República. Es pues, cosa
grata y acepta para Nos, el acceder a los deseos tanto
del mencionado Inspector, como del Obispo, y ofre­
cerle un premio no inferior a tus méritos con el cual
demostremos también nuestra benévola voluntad
hacia ti. De consiguiente por las presentes letras, (•:
elegimos y hacemos C a b a l l e r o C o m e n d a d o r d e i ..^
O

rd en

d e

S

an

G

r e g o r io

M .a g n

o

,

d e

la

C

lase

y te enumeramos en la misma preclara corpo­
ración de Caballeros. Te concedemos por lo tanto,
puedas llevar el uniforme correspondiente al Grad'
de esta Orden de Caballeros asimismo la correspon­
diente insignia, a saber: la gran cruz de 'oro erf'-gonal de paz roja con la imagen de San Gregorio tr.
el centro, la cual penda del cuello con cinta de
roja amiritia en sus bordes. Para que no exista ninCííMfl diferencia en la manera de llevar tanto e¡ unif<'rme cuanto esta cruz, hemos ordenado se te enviara
el adjunto esquema. Dado en Roma, cerca de San
Pedro, bajo el anillo del pescador el día X X I I de
Agosto del año M C M X X V , cuarto de nuestro Pon¡ideado.
C

iv il

J

osé

A l amado hijo
Z

a c a r ía s

F

e r r e c c io

P. C

ard

. G

asparri

Secretario de Estado.
¿Qutén es José Zacarías Ferreccio?

Es el antiguo alumno ejemplar de Don Bosco.
Más de treinta años inintemipidos de actuación
en nuestras filas, durante los cuales sinnó á la
Asociación desde todos los puestos con igual amor.

25

acreditan en él una perseverancia que excede de
lo común, y que por ser tan singidar, fue más de
una vez ofrecida a los antiguos alumnos como her­
moso ejemplo por los Superiores. Integérrimo, sen­
cillo, l^ndadoso, activo y tesonero, es siempre
ecuánime y conciliador, y revela en todas las cir­
cunstancias su recia contextura moral de cristiano
intachable y su profimdo amor por el Vble. Don
Bosco y su Obra providencial.
Católico de acción según las normas de la Santa
Sede, contribuyó dentro y fuera de la Asociación
a desarrollar la propaganda de las buenas ideas,

I m p o n ié n d o l e

al

E l Boletín Salesiano se tme a todos y hace votas
•para que se multipliquen estas fiestas y buona'i
ejemplos.
SANTA TECLA {Repttblica de E l Salvador). - - El
día del Antiguo Alumno en el colegio " Santa Cecilia
Una nota de trascendencia social resultó la lie.slii
del domingo 5 de Julio, ofrecida por los Suporioics^
del colegio * Santa Cecilia a sus antiguos alunino.s.
A las ocho y inetUa de la mañana, este cronista
veía gnipos de jóvenes en el locutorio y cu los co­
rredores... Eran las exaluninos.

S r . F e r r h c c io

con su apoyo eficaz y generoso. Inspiró siempre
en su derredor rma gran devoción a la Cátedra de
San Pedro, haciéndose eco fiel de las enseñanzas
los salesianos sintetizando en su persona la orien­
tación tradicional de la Asociación que se consi­
dera honrada con él. Contribuyó al éxito de obras
bendecidas por el Papa. Por eso, la condecoración
de Caballero Comendador de la Orden de San Gre­
gorio iíagno que el Sumo Pontífice, con paternal
bmevolenda, se ha dignado otorgarle es ima re^^pensa al antiguo alumno de Don Bosco conse<^nente con los principios de la educación recibida,
. ^ g o de toda hora de sus viejos maestros es
v im o Cooperador Salesiano, sostén y válido apo. : de sus compañeros. Todos sus amigos jubilo] .mente, le ofrecen hoy, en unión con los Salesianos,
• más cordial, la más «inm odda y ferviente enhombnena.

la

p r e c ia d a

C o n d e c o r a c ió n .

L a campana sonó animciando la misa y todos
nos dirigimos a la capilla, donde el Revdo. Padre
Menichinelli celebró la Santa Misa.
Una vez terminada la sagrada ceremonia, el
muy Revdo. Padre José Reyneri, Inspector de
las
salesianos de Centro América y Panamá,
dió en aquel sagrado recinto la bienvenida a sas
hijos espirituales.
Terminada esta primera parte del programa se
reunieron los exalumnos, reconstituidos en Sociedad
desde el año pasado, en uno de los amplios salones
del plantd. A llí se les sirvnó el « vermoulh de
honor » y el joven Br. don FélizZúñiga y Urtecho,
pronunció tm conceptuoso discurso de bienve­
nida, acechando, al terminar, calurosos aplausos.
A cto continuo el presidente de la Sociedad, don
Julio C. Alfato, declaró abierta la sesión. El Se­
cretario, don Luis Vega, leyó la memoria de ífr-

26

!

L

actos más salientes durante el año y dió a conocer
ya que los amores más puros y tiernos de nuestra
el estado de la caja. Después de discutir y aclarar - niñez para E lla fueron. María Auxihadora debe
algunos puntos de los estatutos se acordó, para
ser un potente imán que atraiga nuestros cora­
zones al Colegio. Sucede con harta frecuencia que
los actos oficíales, una bandera con los colores
nacionales y el escudo Salesiano. Se levantó la
a la salida del Colegio, en el santuario de nuestra
sesión a las 12. Un cuarto de hora después, en
alma, surge una doble conciencia, una pura, santa
y recta que nos da voces e inclina a seguir y prac­
el salón de actos públicos elegantemente arreglado,
ticar la virtud, y otra baja, vil y mundana que nos
se sirvió un espléndido almuerzo.
quiere inclinar en pos de los placeres camales que
Terminado el almuerzo — a eso de las dos, —
tanto amarga el alma.
y a en los corredores y patios, todos se tomaron
Sepamos seguir siempre la voz de la conciencia
niños por virtud del recuerdo. Se jugó bandera, des­
recta y pura, no olvidemos las enseñanzas de nues­
preocupada y bulliciosamente como antaño. El
tros maestros y mucho menos a María Auxilia­
Padre Inspector, el Padre Pío Baldisserotto, digno
Director del Colegio, y el Padre Menichinelli, an­ dora. Otra vez cuando vuelva por aquí y pregunte;
¿estamos todos? que podamos contestar: Si, no
tiguo Director del mismo, tomaron parte activa
falta ninguno; no hay hijos pródigos, todas las
en todo. ¡Ah, si Petronio.'el refinado poeta, hubiera
escuchado el eco de esas risas, tan francas y tan
ovejas están en el re d il».
sanas, hubiera dicho lo que en casa de Aulo Platio:
■ *¡C;ián distinta s\iena la risa en esta ca sa l»
Noticias varías.
E l fotógrafo llegó a interrumpir los juegos;
«un momento aquí, por favor» y después, imo...
X Congreso Internacional de Cooperadores Salesianos.
dos... tres... ¡Clic G acl ¡Ya está!
A las tres y media de la tarde, fué la solemne
Aun no se ha extinguido el eco de las magnas
bendición en la capilla, coa lo cual se clausuró la
asambleas realizadas el octubre del 1924 en la
fiesta.
Capital Federal de la República Argentina, con
m otivo del I X Congreso Internacional de los Coo­
peradores Salesianos, cuando ya se prepara el X
SAN PABLO {Brasil). — inausiiracién del nuevo
de la serie, y precisamente en la cima de la Congre­
centro, sede de ia Asociación de Antiguos Alumnos.
gación Salesiona, en Valdocco, cabe la Basílica de
E l día 4 de octubre, después del Congreso de
María Auxiliadora, y en ocasión de la gran Expo­
los Antiguos Alumnos salesianos brasileños, se
sición Misional Salesiana del próximo mayo.
inauguró solemnemente el nuevo y grandioso local,
Por las preparativos, el elemento que entra en
que será sede de la Asociación en adelante.
juego y la cooperación que promete toda la Familia
Bendijo los locales el Excmo. Sr. D. Joaquín
de Don Bosco; Cooperadores, Antiguos Alumnos,
de Oliveira, Obispo de Florianópolis y antiguo
alimmos y amigos de la Obra del mimdo entero,
•alumno del Colegio salesiano del Corazón de Jesús.
no cabe la menor duda de que será algo extraor­
Pronunciaron brillantes discursos el Excmo. Sr.
dinario.
D. Benedicto de Sousa, Obispo'del Espíritu Santo,
A fin de que todos aporten su concurso antici­
y D. Mario de Lima, secretario de la presidencia
pamos las bases del programa, tal cual las ha re­
•de Minas.
dactado el Comité organizador.
Durante todo el día reinó grande entusiasmo y
•camaradería entre los numerosos congregados.
PROGRAM A:
ALICANTE {Esp.). — Entre los Antiguos Alumnos.
I.
Entresacamos de una de las conferencias que se
Propaganda Misional Salesiana.
-dan en aquel floreciente centro de antiguos alumnos
algunos párrafos, que juzgamos oportuno dar a
1. — F,studio del origen y desarrollo de las
conocer a tcaios los antiguos alumnos salesianos.
Misiones Salesianas en la Vida del ven. Don Bosco,
Les decía, cutre otras cosas, el Rdo. D. Vicente
en el Boletín Salesiano y en las monografías en cada
Galvañ, también exaluimio: «¿Están en el Centro
una de las Misiones Salesianas.
2. — Propaganda en las conversaciones fami­
todos los Antiguos Alum nos?» Por desgracia —
se contestó él mismo — « nó ». No debiéramos ser
liares del hogar, entre los amigos, conocidos y en
Antiguos Alumnos, sino consideramos como Alum­ cualquier ocasión favorable que se presente.
3. — Procúrese el apoyo de las Organizaciones
nos.
personas más sagradas para nosotros,
Diocesanas y locales de Misiones; de las autoridades
después de nuestros padres, son nuestros antiguos
Maestras. A ellos hemos de acudir con plena con­ eclesiásticas y civiles y personaUdades influyentes.
4. — Hágase propaganda por medio de dianos
fianza y contarles nuestras penas y alegrías; a ellos
liemas de acudir siempre para pedirles luces y con­ y revistas; con opúsculos y monografías, vistas de
misiones, folletos, números extraordinarios y otras
sejo; a ellos que a fuerza de sacrificios esclarecieron
pubUcadones que traten de las Misiones Salesianas.
nuestra inteligencia y sembraron en nuestras
5. — Difúndase el Boletín Salesiano y Juventud
almas amores santos. Esos Maestros, esos amigos,
Misionera en las famiÜas y en los centros juveniles.
osos padres, esos tesoros de nuestro corazón se
6. — Ténganse conferendas públicas y
hallan cu el Colegio Salesiano. Además tenemos en
vadas, si se quiere con proyedones fijas o cintas
el Colegio otro tesoro, una dulcísima Madre, María
\uxiliadc ra, a quien no hemos de olvidar nunca
dnematográfica.s.

27

II.
Cooperaclóo Misionera espiritual.

A) — Oraciones
1. — Necesidad de la oración en favor de las
Misiones y su eficacia.
2. — Celebración de jom adas misioneras.
3. — Organización de coronas y tum os de
comuniones y \’isitas a Jesús Sacramentado y a
María Sina. para pedir por los Misioneros.
4. — Ofrecimiento de sacrificios, mortifica­
ciones, dolores etc... con el mismo fin.
5. — Culto de María Auxiliadora, como Madre
V celeste Patrona de las Misiones Salesianas; di­
fundir su devoción y las prácticas piadosas rela­
tivas como: la Asociación de sus devotos; el 24 de
cada mes; novena, mes y fiesta anual de m ayo con
procesiones solemnes; repartir medallas, estampas,
estatuas, cuadros en las familias, iglesias, etc.
B). — Vocaciones.
1. — L a mies abimda, pero los obreros son
pocos. Hacer conocer la necesidad de nuevas voca­
ciones de misioneros, y los méritos a que se bace
acreedor el que de algún modo coopera a ellas.
2. — Cultivar y promover vocaciones misio­
neras en las familias, escuelas, centros, oratorios,
círculos juveniles; e indicar los medios más opor­
tunos.
3. — Congregar el mayor número posible en
la Unión * Juventud Misionera » y lograr muchas
suscripciones de jovencitos a la revista lioinóniina.
4. — Encaminar a buenos sujetos a los Insti­
tutos salesianos de misioneros.

n i.
Cooperación Misionera maíerlat.

1. — Establecer Comités Misionales en los
Colegios, Seminarios, Oratorios etc.
2. — Establecer Comités en los pueblos y
ciudades.
3. — Escoger celadores y protectores «Pro
Misiones Salesianas ».
4. — Establecer roperos para confeccionar
ornamentos sagrados, prendas para distribuir en
las Misiones, haciendo cada año ima pequeña
exposición.
5. — Promover loterías, fiestas y tómbolas de
beneficiencia.
6. — Difundir tarjetas y huchas de Misiones.
7. — Dar conferencias y recoger las ofertas
en dinero y objetos que se bagan.
Organización y Horario.

1. — Promotor y Presidente del Congreso es
el Rdnio. Sr. D. Felipe Rinaldi, Rector Mayor de
los Salesianos y de los Cooperadores.
2. — E l Comité Central de los Cooperadores
^^Icsianos. presidido por el Rdmo. Sr. D. Pedro
^caldone y coadyuvado por ODmisiones especiales,
itaiderá a la organización y preparacdón del

3. — En todas las Inspectorías y en cada Crsa
Salesiana y en las de las Hijas de María Auxilia­
dora, y doquiera existan Centros de Cooperadores
Salesianos, se realizarán, en tiempo y foni\a de­
bidos, Asambleas o Congresos Regionales y Lo­
cales en preparación al Congreso General, estu­
diando, tratando y explicando el Programa del
mismo Coiigreso General.
Cuídese de enviar con tiempo a Turín la relación
y propasiciohes prácticas deliberadas, con la adhe­
sión al Congreso General.
4. — E l Congreso Internacional o General
durará tres días. E l primero y tercero, desde las
9,30 a las 11,30, y desde las 15 a las 16 se tendrán
las reuniones de las secciones; y el segundo día se
\-erificarán las remiiones de los Directores Dioce­
sanos, Decuriones, Celadores de la Pía Unión de
los Cooperadores Salesianos.
Además todos los tres días desde las 16,30 a
las iS se realizarán las reuniones generales.
5. — Durante las reuniones generales, distin­
guidos y competentes oradores tratarán los si­
guientes temas:
a) E l Ven. Don Bosco, Fundador de las Mi­
siones Salesianas y sus primeros misioneros.
b) Cuadro actual de las Misiones Salesianas.
c) E l Sistema educativo de Don Bosco en las
Misiones.
d) Propaganda Misional salesiana.
ej Cooperación espiritual.
/) Cooperación material.
Estos mismos temas pueden tratarse también
en las reuniones generales de las Asambleas Locáles y Regionales.
6. — Con ocasión del Congreso se celebraran
solemnes funciones .sagradas en la Basílica de "María
Auxiliadora, y se orgaiiizaréu ima romería o pere­
grinación a la tumba de Don Bosco, en Valsálice,
y otra a la casa nativa del Ven. a Becchi.
VIGNAUD (Argeniina). — El VI Congreso Salesiano al Sa^do. Corazón de Jesús ba superado los
cálculos hechos.
Este Congreso ha sido ima bendición de Dios,
una lluvia de bendiciones celestes. E l éxito superó
las más optimistas esperanzas. Han sido días de
paraíso que no olvidará ninguno de lc« coirgresistas.
E l Exemo. Sr. Obispo, D. Inocencio Dávila,
gran admirador y bienhechor de la Obra Sale­
siana, presidió las Asambleas. Asistieron además
el Inspector Salesiano y varios sacerdotes regu­
lares y seculares de Córdoba y numerosos párroc'os
de la región. Todos los Sres. Obispos de la Repú­
blica enviaron su adhesión y bendid&i. Casi todas
las parroquias de a 150 K m . de los contornos, en­
viaron sus delegados y representates. En las Asam­
bleas públicas de la tarde se reunían de 2,500 a
3.000 jjersonas. Todo procedió con entusiasmo y
orden completo.
L a fundón más conmovedora fué la de la ado­
ración nocturna que se verificó el viernes 2 de oc­
tubre. L a iglesia llena de hombres y jóvene.s.

i

28

Aquello era im paraíso de luces, flores y música.
A la 1,30 de la madrugada comenzó el solemne
IX)ntifical. Se distribuyeron más de 2.500 comu­
niones. Terminó la función nocturna con la Pro­
cesión Eucarí.stica y Bendición.
No pudiendü extendernos cuanto quisiéramos
y el acontecimiento merece, dejando aparte las
conclusiones aprobadas, copiamos algunos pá­
rrafos de un diario local que refleja bastante la
grandiosidad y entusiasmo del Congreso.
Dice así:
« Superiores a las previsiones más optimistas

A n t ig u o s A l u m n o s

ciones a las madres cristianas, que pudiéramos
concretar en la que aconseja una dedftación em­
peñosa, y si es posible personal, a la tan difícil a
la par que importantísima tarea de la instrucción
y educación cristiana a los mismos, tan luego como
despunten los primeros albores de la razón, ense­
ñándoles los rudimentos de la fe y las oraciones
principales del cristiano, infundiendo en sus cora­
zones vírgenes el gusto por la piedad, procurandtj
no hacerla pesada y aburrida sino dulce y amable,
fuente del placer más puro y duradero.
Asimismo, por estimar que la escuela laica, sin

s a l k s ia n o s q u b f e s t e ja r o n a l

han sido los resultados obtenidos por el sexto Congrc.st) salesiano del Sagrado Corazón de Jesús
realizado cu Colonia Vignaud, de la provincia de
Córdoba, por la natunüeza de los temas tratados,
por la altura con que fueron considerados y por
la unidail de miras que detenuinó las importantes
ilecisiones adoptadas.
Kti la.s .''C'iiones dedicadas a los padres de fa­
milia. a las que asistieron hasta quinientos asam­
bleístas, so NTÓ palpitar un anhelo común de bien
social, estando en el ambiente la aspiración general
de hacer de cada hogar im santuario, por el ejem­
plo de las virtudes cristianas.
Y considerando que las enseñanzas que dejan
tmls prof»mdas huellas en el alma de los niños y
marcan rumbos en los destinos de su vida son las
que lum recibido sobre las rodillas de la madre, en
el seno del hogar; se formularon sabias recomenda-

S r . F b r r r c c io .

Dios, es la más fatal desgracia de nuestra épooi
y lui peligro seguro para el alma del niño inocente
que necesita de luz y de amor divino para luchar
contra todos los enemigos del alma, se dedan'’
que la escuela debe ser la continuación del hogar,
porque allí deben completarse y confeccionarse h»
instrucción y la educación recibidas en la famih»
al mismo tiempo que adquirir el conocimiento de
las letras y de las ciencias ».
Memorables palabras de un congresista.

No Olvidemos, dijo uno de los congresistas, qne
la mañana de la vida es la más propicia para en­
tender las cosas de Dios, y aludiendo a épocas «o
que la fé reinaba en el mundo, recordó que los
niños de entonces soñaban cosas bellas, mientras
los niños de ahora sueñan pesadillas: que lí^'

29

madres cristianas entretenían a sus liijos con lec­
turas piadosas, adormeciéndolos entre plegarias,
V amiUando su sueño con cánticos preciosos. Los
niños de ahora sueñan con bandoleros, con carreras
desenfrenadas, aventuras y precipicios, tienen la
fantasía exaltada, la imaginación excitada, la in­
teligencia cansada, el corazón envejecido, la con­
ciencia muda, la voluntad adormecida. Con razón
disminuyen los héroes y los santos, y amnenta el
número de abúlicos y desorientados. Y% la familia
no es ambiente propicio para que los niños oigan
la voz de Dios. iQué grave responsabilidad para los
madres! El orador, desde el Congreso de Vignaud,
habló a todos los padres de familia, a todos los que
desean el bien de sus hijos, a todos los que han
formado hogar por el amor y para el nmor, con el
concepto de la santa misión que Dios encomendara
al hombre cuando le formó a su imagen y seme­
janza, armándole de extraordinarias facultades,
<ximo a ninguna otra criatura de la tierra.
Así, como el asambleísta de Vignaud, debieran
hablar todos los días y en todos los instantes, en
d seno de la familia y en público, los hombres bien
nacidos, orientados en el bien y practicantes de
una moral, sin reservas mentales, para felicidad
de los pueblos.

El sexto Congreso salesiano del Sagrado Corazón
de Jesús está llamado a rendir muchos beneficios,
porque sus miembros y el enorme público concu­
rrente, serán en adelánte, no cabe duda, valientes
apóstoles de los principios que en su seno se
diluddaron, a la vez que maestros habilitados para
enseñar a practicarlos.
De acuerdo con el programa, clausuradas las se­
siones de la asamblea, se realizó una gran jom ada
encarística, en el santuario de Vignaud y final­
mente, una procesión por las calles del pueblo, a
la que asistieron devotamente miles de personas,
en filas compactas, que cubrían próximamente
cinco cuadras, aparte del enorme público que
asistió desde las aceras al paso de aquella. El
broche de oro, tuvo lugar al ser impartida la ben­
dición con el Santísimo, por el Obispo monseñor
Dárila, desde el pórtico del templo.

Como premio a los desvelos y trabajos del padre
don Luis Vaula, director del santuario, y alma del
congreso realizado, los asambleístas determinaron
ofrecerle el domingo una demostración de simpatía,
que será a la vez, la despedida hasta al próximo
séptimo congreso, a llevarse a cabo de acuerdo con
el programa que deberá proyectar la comisión que
quedó designada ».
El Boletín Salesiano envía a los congresistas v
i los organizadores del Congreso la más calurosa
felicitación.
MONTEVIDEO {Uruguay). — Un sacerdote saleen el Consejo de la Facnitad de Agronomía.
Acaba de su<%der en nuestro país algo a que
Verdaderamente no estábamos acostumbrados,
nuevo en la historia de la enseñanza oficial de
Muestro país.

Habíamos \dsto ya a sacerdotes ocupando pucst (xs
de honor en tribimales de examen, los habíamos
visto ocupar con honor la tribuna universitaria cu
brillantes conferencias; ahora im sacerdote es
llevado a im puesto penuanentemente dirigeiUe
en una importante rama de la enseñanza; para
mayor satisfacción nuestra se trata de uu sale­
siano, el Pbro. Eduardo Facelli Villar que ha sido
designado delegado de los ¡profesionales, cu el
Consejo de la Facultad de Agronomía.
L a Facultad de Agronomía fué hasta este año
una dependencia del Ministerio de Indiislria, ha­
biendo pasado recientemente a formar parle de
la Universidad, por cuyos reglamentos deberá
regirse.
Grande ha de ser pues la obra de este primer
Consejo, pues tiene que comenzar. El deberá dar
el reglamento interno de esta Facultad, traz.’ r
planes de estudio, etc. Esto considerado adquiipe
aún mayor importancia el nombramiento recaíc o
en el P. Facelli, y bueno es decir que los Agrónomos,
dando a la elección la importancia debida, con­
currieron en masa.
Nosotros al felicitarlo cordialmente por la mere­
cida distinción nos congrattüamos con la Facull ad
de Agronomía, y también con ese grupo de hom­
bres sinceros que supieron dar a las cosas su im ­
portancia, y a los hombres su merecido sin con­
sultar más que con su clara inteligencia y su recto
corazón.
£ / sueno de Don Bosoo.
De todos los puntos de la tierra en que hay co­
legios salesianos y Cooperadores, nos llegan her­
mosas relaciones de las fiestas y veladas celebradas
con ocasión del Centenario del sueño de Don Basco.
Bien (¡uisiéramos dar a conocer los trabajos de
mérito recibidos, pero la tiranía del espacio m<.s
lo impide por ahora. Tal vez más tarde encontumos algún rincoiicito disponible.

LOS QUE MUEREN

Rdo. Sr. D. Alejandro Heck.
H a fallecido recientemente en Cindadela el Rdo.
Sr. D. Alejandro Heck, \drtuoso sacerdote y amante de la obra del Ven. D. Sosco. Fué Coope­
rador salesiano durante *^uchos años, como lo
prueba su diploma firmado por el P. Branda,
primer director de las Escuelas Salesianas de Sarriá, a quien el Ven. Fundador de la Congregación
favoreció con una aparición estando al frente de
dichas Escuelas. Tantos años de favorecer la Obra
Salesiana le liabrá valido seguramente un gran
premio en el délo, sin embargo suplicamos ima
oradón por su alma.

30:

Dña. Blanca de André.
Víctima de antigua enfermedad falleció en Buetio.s Aires la Sra. Blanca de André, vecina de Fray
Ivuis Beltrán e íntimamente vinculada a la Obra
Salesiana de Rodeo del Medio.
Mujer de arraigadas convicciones religiosas y
de fé acrisolada, como son las que proceden de la
católica Bélgica, su patria, uniendo con rara pru­
dencia el cariño más tierno a ima firmeza inque­
brantable, supo foniiar im hogar modelo.
Semejante a la mujer fuerte de la Escritura,
hábil en los negocios y en el buen gobierno de la
casa, fué una inteligente cooperadora de su esposo
D, Gustavo, en las empresas comerciales e indus­
triales a que se dedicara en varias ciudades de la
República.
Preocupada por el lamentable abandono de
muchos padres en lo que se refiere a la cristiana
educación de siis liijos y convencida de la necesidad
de ésta, nada le estuvo tan a pecho como la ins­
trucción religiosa de los niños de las. familias que
tenía bajo su dependencia; y así durante varios
años, en la época de vacaciones, su casa de Fray
Luís Beltrán se convertía en escuela, donde con
la cooperación de sus hijos se preparaban niños
a la primera Comunión, que luego recibían también
en su casa convertida en Capilla, proporcionán­
doles a veces el traje para que pudiesen acercarse
debidamente a recibir tan gran sacramento.
En esta y en otras formas procuró el bien espi­
ritual de las familias a las cuales proporcionaba
el pan material admitiéndolas a trabajar en sus
va.stas posesiones.
He aquí un modelo de apostolado que indicamos
a las familias cristianas.
La extinta era asitnismo Dama de Honor de
María Auxiliadora, a la que honraba también pro­
tegiendo las Obras Salesianas.
Sean estas líneas el tributo de la gratitud de los
hijos de Don Bosco a tan distinguida cooperadora.
A sus hijos y deudos miestro sentido pésame y
la promesa de abundantes sufragios.

D5a. Luisa Montaldo de Vigo.
iCuáu preciosa es la muerte de los justos!
El 25 de julio, en tm sábado como ella deseaba,
entregó su bella alma al creador, en Sau Nicolás
de los Arroyos, Argentina, Dña. Luisa Moutaldo
de Vigo, excelente cooperadora salesiana, hennana
del Rdo. Padre Pablo Moutaldo y madre de Sor
María Agueda de Vigo.
Nacida en Sto. Stéfano de Laruego, Génova,
llegó a Sau Nicolás el año 1872, con su señora madre
Drta. Catalina I.aiitia. Su padre D. Francisco Montaldo formó con el Sr. Beiiítez y Cecarelli el tríp­
tico de los primeros cooperadores salesianos de
S. Nicolás al llegar el año 1S75 los primeros salesiaiios al país. Casada con D. Angel \'igo, formó
utx hogar salesiauo. Dió dos lujas al Instituto de
Mana Auxiliadora. Muerto su esposo, orientó su
hogar, que fué modelo de familia cristiana. Uno de

sus hijos es profesor en el Colegio Don Bosco de
B. Blanca, siendo ya 15 años los que vive en com­
pañía de los salesianos. Su hijo Francisco fué Pre­
sidente fundador d d Centro de exalmnnos de Don
Bosco, de San Nicolás, y con su hermano Juan
son actualmente miembros de la Comisión.
Mujer de su casa, en las soledades d d campo,
en las intimidades d d hogar, en d silendo del
deber y del trabajo, santificó su vida, dejando a
sus hijos y a cuantos la conocieron un hermoso
ejemplo que imitar.
Como la mujer fuerte de que nos habla d Evan*
gelio, fué el ángel de su casa y el paño de lágrimas
de cuantos se acercaron a ella en demanda de con­
suelo, de lenitivo y de apoyo.
Nada de extraño tiene, por tanto, que su muerte
haya sido preciosa como la muerte del justo, y
que sus fmierales hayan sido ima manifestadón
general de duelo.
Los colegios salesianos de Pío TX, de Buenos
Aires, y de « Don Bosco », de San Nicolás, así como
varias casas de las H ijas de María Auxiliadora,
ofrecen sus oraciones y comuniones por d eterno
descanso de su alma, cumpliendo la promesa de
nuestro Fundador y Padre a sus cooperadores:
« al fin de la vida se recoge el fruto de las buenas
obras ».
E l Boletín Salesiano se asocia en el dolor a su
familia y ruega a sus lectores una plegaria por el
alma de esta excelente cooperadora.

Otros Cooperadores difu n tos:
BolUsa (España). — Bernabé Ruíz y Prudencia
Castellanos.
Canales (España). — Rdo. D. Gregorio Alvarez,
párroco.
Cttenca (España). — Rdo. D. Sisto Muñoz, Benefídado y Vice Presidente de la Pía Unión.
Gerona (España). — Dña. E lisa Scblmnpf Speck.
Gwasfftiefia (España). — Dña. Luisa Herráiz,
edadorá salesiana.
Lérida (España). — D. Pedro Masana Mola.
Villa de D. Fradriqtie (España); — Dña. Alfonsa
Ortiz.
Cali (Colombia). — Sergio Cárdenas, Pritnitivo
Cárdenas, Margarita P alados de Ruíz, Mercedes
Rodríguez y María Josefa Tovar de Zarria.
Tumtco (Colombia). — Deifilia de Paredes y
Vicenta de Manzo.
R. I. P.

C on aprobación de la Autorídad Eclesiástica.
G eren te ; G e m in ia n o F e r r a r i .
Fstablecim . T ip . de la Sociedad Eü>tor.< Internación*!
Corso Regina M.<gherita, 174 — T Ü R IN 9 (italja)-

S O C T I ^ T T A

K ü l T r R I O l ^

TORINO — Corso Regina Margherita, 174 — (ITALIA)

Sac. Doct. ERNESTUS RUFFINI.

INTRODUCTIO IN S. SCRIPTURAM
Praelectiones habitae A thenaeis P o n t. Sem. Rom . et Prop. Fídei.
Pars

Introductio in novum Testameniam líber primas. — Volumen in-S° pp. .\x11-4so. ~
Libellae 30. — Apud exteros: L. 36. — Editio ¡925.

secu n d a:

FRANCISCUS VARVELLO
S a c e r d o s , P b llo B o p h la e P r o f e s s o r In S e m in a r io S a le a ia n o a p u d T a u r in e n a e s .

INSTiTUTIONES PHILOSOPHIAE
PARS I. Compleciens Introduct.onem ad pbilosophiam et Log:cam. Libellae 10. — Apud
exteros: Libellae 12.
PARS II. Afetapíi^s/ca.
V o l u m e n I. Complectens Metaphysicam generalem seu Ontologiam: L. 6. .— Apud exteross L. 7,2o*
V o l u m e n II. Complectens Metaphysicam specialem seu Cosmologiam, Piieumatologiam et Theodiceanu
L. 15. — Apud exteros: L. 18.
PARS III. Etica et Jas na^arac.
V o l u m e n I. Complectens Ethicam; L. 5. — Apud exteros: L. 6.
V o l u m e n II. Complectens Jus naturae: L. 15. — Apud exteros: L. 18.
HORATIUS MAZZELLA
A r c b le p lf c o p u s T a r e n t in u s .

PRAELECTIONES SCHOLASTICO-DOGMATICAE
B R 13Í V I O J R I

C U R S IJ I

A C C O IV IO ID A T A E Í

Editío Quinta recognita et aucta.
I . Tractatus de vera Religione, de Scriptara, de Traditione et de E cd esla CbristL
L. 25. — Apud exteros: L. 30.
V o l u m e n II. Tractatus de Deo Uno ac Trino et de Deo Creante. L. 15. — Apud exteros: L. 18.
V o l u m e n III. Tractatus de Verbo lacarnato, de Oratia Christi et de Virtatibus infusis. L. 15. —
Apud exteros: I-. 18.
V o l u m e n IV .
Tractatus de 5 acra/ne/iO's et de Novissimis. L. 15. — Apud exteros: L. 18.
Volum en

ALOYSIUS PISCETTA et ANDREA QENNARO
Sacerdoto Plae Socletatia S. FraocIscI Salcail.

THEOLOQIAE MORALIS ELEMENTA
AD CODICEM JURIS CANONICI EXACTA
Jam edita sunt in lucem:
p k i m u m : De Tbeoloviae Moraüs Fandameníis. — i . D e actibus hum anis. - 2. D e conscientia«
- 3. D e leg ib u s. - 4. D e p ecca tis. — V o l. in*j6, pp. cv n -4 0 4 : L . 15. — A p u d e x te ro s: L . 18.
V o l u m e n s e c ü n d ü m : De obügatioaibus erga Deum et nos ipsos. — r. D e virtutibus th eo lo g icis. 2. D e virtu te religion is. - 3. D e prudentia, fo rtitudiiie e t tem perantía. — V o l. ín*i6 p p . x-630:
L . 20. — A p u d exteros: L . 24.
V o l u m e n t e r t i u m : De obligatioaibus erga proxima-n. — i . D e ju stitia e t ju r e . - 2. D e iníuriís et
restitution e. - 3. D e con tractibus. — V o l. in -i6 , p p . xn -2 50 : L . 25. — A p u d e x te ro s : L . 30,
»OLUMEN q u a r t ü m ; De obligationibus pecaUaribus et de poeaia ecclesiaaticis. — V o lu m en in -id
p¡>. xii-420; L . 15. — A p u d extero s: L . iS .

Volu m en

Próxima edenda:
VoLc::s..N q u ix t u m ; De Sacrameaíis in genere et de quinqué primis Sacramentis in specie. —
I. D e Sacram en tis in gen ere. - 2. D e Baptism o. - 3. u e C onfirm atione. • 4. D e E uch aristia. 5. D e Peenitentia. - 6. D e E xtrem a U nctione.
V o l u m e n s e x t u m : De Ordine et de Matrimonio.
V o l u m e n s e p t i m u m : De sexto et nono praecepto decalogi; de usa matrimonii et de ratione serranda in sacrameatoram administratioae.

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TORINO — Corso Regina Margheríta, 174 — (ITALIA)

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OPERA EDITA APUD NOS
ATLAS GEDGRAPIIIAE BIBLICAE

addita brevi notitia Regionura et Locorum.—
Textus cum 8 tabularum oríginalium. — Editio minor: L. lo — Apud exteros; L. i2.

C A N T U S C H O R A L E S M A J O R IS H E B D O M A D A E . E x editione Vaticana (1924)In-8® pp. 100. — L. 4 — Apud exteros: L. 5.
DE

C E N S U R I S L A T A E S E N T E N T I A E quae in Códice Juris Canonici coniinentur
commentarioluni digessit J o a n n e s C a v i g l i o l i . . — Vol. in-i6 pp. 170: L. 3,75.
Apud exteros; L. 4.50.

E L E M E N T A G R A M M A T I C A E H E B R A I C A E cum chrestomathia et glossario scripsit
I t a l u s P izzi Doctor J^hílol. linguarum Orient. professor in R . Uníversitate Taurin.
Vul. in-i6 pp. xii-232: L. 8 — Apud exteros: L. 9,60.
E L O R I L E G I U M Í U E R O N Y M I A N U M , anno MD a Maximi Doctoris obitu recensuit
adnotationibus auxít Angelus Ficarra, prefatus est Félix Ramorínus, curavit Pia Societas
a S. Hieronymo nuncupata evangeliis italice pervulgandis. — ln -i6 pp. xii-236: L. 10.
— Apud exteros: «L. 12.
Continens: Scripta paraenetica - Epitaphia • Scripta histórica - Scripta theologica et
• polémica - Scripta exegetica.
G R A M M A T I C A H E B R A I C A a punctis massorethicis libera cui accedit Chrestomathia et
Glossarium, scripsit F e r r u t j u s V a l e n t e M. J. — Vol. in-i6 pp. xvi-144 — L. 10 -Apud exteros: L . 12.
O F F I C I U M M A J O R I S H E B D O M A D A E E D O C T A V A E P A S C H A E a Dominica in
Palmis usque ad Sabbatuin in Albis juxta ordinem Breviarii, Missalis et Pontificalis cum
cantil juxta edítioneni Vaticanam. — Vol. in-i6 pp. 630 (altum 17 latum i i ) . Cliarta
indica, cum lineis rubris in qiíadaim ductis ad omnes paginas.
Linteo anglicb contectum, sectione foliorum rubra: L. 22,50 — Apud exteros: L. 25.
Cliorio nigro contectum, sectione foliorum rubra: L . 30 — Apud exteros: L. 3^*
P S A L M O R U M L I B E R I. — Edidit s i^ is q u e modernis auxit F. V a l e n t e M. J. —
Vol. in-i6 pp. viu-72: L. 3,50 — ^yi^^fcxteros: L. 4,2,cv
Editio est elegantissima novissmiSpre psalmorum, hebraica lingua concinnata.

THEOLOGIAE MORALIS SYNOPSIS.

— Breve opus ex sapientissimis scriptoribus de
re morali cdnctum et ad normam novi Codicis Juris Canonici exaratum a Sac. Tlieol.
P e t r o R a c c a . — Vol. in-i6 pp. 700: L . 12,50 — .^pud exteros: L. 15.

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Redacción y Administración: Via Cottolengo, 32 - Turín (9)

Fecha
1926.01