BS_1925_02

Ficha

Título
BS_1925_02
Descripción
Boletín Salesiano. Febrero 1925
extracted text
BOLETÍN SALESIANO
REVISTA DE LAS OBRAS DE DON BOSCO
Año X L.

FEBRERO, 1925

Número 2.

■' n

B u e n o s A t R E s. — P a r r o q u i a S a l e s i a s a d e S . C a r e o s
DONDE SE HA CELEBRADO EL I X CONGRESO DE COOPERADORES S a LESIANOS.

a-

R edacción y A dm inU tración: V ía Cottolengro N. 32 - TU RIN , 9 (Italia).
C3 r

COOPERADORES SALESIANOS
O m odo práctico para m oralizar la sociedad.
Es el periódico oficial de las Obras y Misiones Salesianas, que se envía
mensualmente a los Cooperadores Salesianos y a las Cooperadoras Sa­
lesianas,'o sea a los que sostienen dichas Obras y Misiones.
Salesiano
Fundador de las Obras y Misiones Salesianas y de los Cooperadora
Salesianos es el Venerable Padre Don Juan Bosco (1815-1888) apóstol de la juventud y fundador
de la Pia Sociedad Salesiana y de las Hijas de María Auxiliadora.

'^Bohífn

Cooperadores
Salesianos,

La Unión de los Cooperadores Salesianos — como dice Don Bosco — no
crea vínculos de conciencia y por lo tanto pueden participar las familias
seglares y religiosas, y los institutos y Colegios, por mediación de sus
padres o Superiores.

Las condiciones establecidas por Don Bosco para ser inscriptos en la Unión de Cooperadores
Salesianos son:
1. Tener 16 años de edad.
2. Gozar de buena reputación religiosa y civil.
3. Estar en grado de promover por sí mismo o por otros, con oraciones, ofertas, limosnas
o trabajos, las Obras de la Pía Sociedad Salesiana.
NB. — Los que desean inscribirse entre los Cooperadores y sobre todo aquellos que proponen
nuevos socios, reflexionen sobre la tercera de las condiciones, requerida por el Ve^ierable Fun­
dador; es a saber: que puedan promover por si o por otros, con oraciones y limosnas — que
compensen por lo menos el envío gratuito del « Boletín » — las Obras Salesianas.
Los pedidos de inscripción envíense directamente al Rector Mayor de los Salesianos, Cottolengo
32, Torino, 9 — Italia.
En el Cincuentenario de las Misiones Salesianas (1875-1925) recomen­
damos a todos la celebración de Jornadas Misioneras a favor de las
Misiones
Salesianas, para que se difundan con su conocimiento sus mu-,
de caridad.
chas necesidades — extendiendo el marco de las simpatías y procurán­
doles el apoyo de todos los buenos — Es cierto que las Jornadas Misioneras no recogerán de
golpe la ayuda necesaria. Nuestros Misioneros piden por ejemplo con ingistencia diaria, géneros
y objetos para el sagrado ministerio, y principalmente telas, vestidos, calzados, para sus huér­
fanos y neófitos, medicinas y mil otras cosas necesarias para el inicio de la vida civil de los nue­
vos cristianos.
Indicamos pues, a las Casas de Comercio, esta grande obra de civilización y de fe, rogán­
doles quieran enviar al Rector Mayor de los Salesianos Don F E L IP E R IN A L D I, Cotto1^50, 32 - TORIN O (9) - Italia, cuanto estimen oportuno dar a las Misiones Salesianas. El
Señor, por las fer\'orosas plegarias de los protegidos, bendecirá sus negocios proporciona
damente a su generosidad.

Oópa grande

Ruégase enviar las limosnas y ofertas directamente al Rmo. Rector
Mayor de los Salesianos, que es asimismo el Director General de la Unión
de Cooperadores Salesianos y de las Cooperadoras Salesianas, con esta
Jas ofertas.
dirección: Rtno. Sr. Don F E L IP E R IN A L D I - Oratorio Salesianc CoUolettgo, 32 - TO R IN O (9) - Italia.

Enofo de

BOLETÍN SALESIANO
REVISTA DE LAS OBRAS DE DON BOSCO
Año X L .

FEBRERO, 1925

Número 2.

S u m a r i o : La Obra reJenlora Je la Iglesia, — Pedagogía en acción. — Tesoro espiritual, —
¡ X Congreso Internacional de Cooperadores Salesianos, — D e nuestras Misiones; Misión de
Shindail(a, Congo Belga,
Misio'n del Assatn, /n<fio, — Culto de Mario Auxiliadora. — Gracias
de Marta Auxiliadora. — Por el mundo salesiano, — Los que mueren.

La Obra redentora de la Iglesia.
Cada siglo tiene sus gustos y sus modas; el
nuestro se perece por las exposiciones mediante
las cuales parece que se complazca en mos­
trar su grandeza y cultura, el maravilloso
progreso conseguido en todos los ramos de la
actividad humana.
No es de creer, sin embargo, que se trate
ánicamente de una pueril ostentación o vanidad;
son demasiado positivistas los hombres de
nuestros días para que sacrifiquen tiempo y
dinero en mera delectación presuntuosa sin que
la acompañe algún motivo utilitario o altniístico.
Las exposiciones son, sin duda, uno de los
tantos medios de propaganda de que los hom­
bres se sir\'en para interesar a los demás, lla­
mándoles la atención sobre los fines que per­
siguen, sean estos comerciales, económicos o
políticos, como la última exposición del Imperio
británico, demostración estupenda de su gran­
deza y poderío.
Es necesario conocer la psicología de la hu­
manidad de nuestro tiempo, para convencerse
de la necesidad de ilustrar mediante la suges­
tión de los sentidos, dada la superficialidad y
vertiginosa rapidez de la vida, que no da lugar
a examen o estudio detenido y ponderado de
^ cosas y de los acontecimientos.
Quiza consideraciones parecidas hayan mo
víqo a la Iglesia, como parece deducirse de las
palabras del Papa, a inaugurar con ocasión del
Año Santo la Exposición Misional, magnífico
**ponente de la fecunda labor redentora de la
^?*csia por la conversión y civilización de los
í*5€blos todos que integran la familia hnmana,
* Hemos esperado vivamente este día, decía

conmovido el Padre Santo en el momento de
la inauguración, porque queríamos la Expo­
sición para honor y gloria de Dios, cuyo nombie
y cuya gloria difunden las misiones hasta los
confines del mundo. Hemos querido esta E x ­
posición en honor de la Iglesia universal, cuyo
abrazo materno, hasta recoger todas las gentes
de la tierra, alargan cada vez más los misioneros.
Hemos querido esta Exposición en honor de
lo que es el brazo, la mano, los ojos y el corazón
de la obra misionera, la Congregación de Pro­
paganda Pide. La hemos querido sobre todo,
después de la gloria de Dios, también para
honor de aquellos campeones de la fe, que todos
los días combaten hermosas, santas, heroicas
batallas. Nuestro pensamiento va ahora hacia
ellos y pedimos a Dios que dondequiera que
estén, dondequiera que trabajen, sientan la
dulzura de este momento solemne, sientan que
nuestro corazón está con ellos, que todos nues­
tros corazones están con ellos.
Ellos están aquí con nosotros. Hemos que­
rido realizar un intento santamente práctico.
Hemos querido que las misiones y cuantos se
ocupan de ellas adqtiiriesen con este magnífico
cuadro sintético un más claro e instantáneo
conocimiento de toda su grandeza e inmensa
variedad. Y esto no sólo para recoger una me­
recida satisfacción, sino también para que ante
el trabajo realizado se pudiera comprender
automáticamente cuánto queda por hacer y
se marchase siempre adelante, más arriba,
enfervorizándose en la obra santa. Hemos que­
rido que el m unífico conjunto de las santas
misiones fuese iluminado por una sola luz que
revelase toda su completa belleza.

-

fiemos querido la Exposición misionera,
poríjue deseábamos aprovechar la ocasión del
Año Santo, que llamará a nuestros hijos para
orgaiiizarles en fiestas de la mente y del co­
razón, de la razón y de la fe, y ponerles delante
la amplitud de esta obra que ha escrito hermosas
páginas de civilización y evangelización, y se
enciendan así en amor intenso, activo para
ayudarla. 1,0 que los fieles hacen por las mi-

río X I . PROMOTOR nic i.K E x p o s i c i ó n M i s i o n a l .

siones es tanto, que debemos dar vivamente
gracias a Dios, pero dilatándose cada vez más
los espacios de la caridad, todavía son necesarios
más socorros i>.
*
« *
Acertadísima, como todas las suyas, nos pa­
rece esta convincente iniciativa de la Iglesia.
lis necesario sacar al necio de su ignorancia,
para que se ilustre o se dé cuenta de su mísero
estado; para lo a ia l nada mejor que manifestarlé
los triunfos, poner en evidencia las conquistas
que la Iglesia realiza, hoy como siempre. Y la
Exposición Misional viene a ilustrar cumpli­
damente la historia, la labor gloriosa que desde
su fundación viene realizando la Esposa de

3 6

-

Jesucristo, a través de los siglos y por medio de
sus hijos, en favor de la civilización y bienestar
de los pueblos.
Y ante una prueba tan elocuente de su fe­
cunda y regeneradora misión, ante la realidad
manifiesta e incuestionable de los hechos ¿quién
será tan osado que se atreva a mantener so­
fismas y sostenga, faltando a la buena fe, que
la Iglesia es enemiga del progreso, o que nada
ha hecho por él, y que hoy es una antigualla sin
contenido, puesto que lo poco que tenía de bueno
ha sido y a asimilado por nuestra civilización?
No es posible. Ante la maravillosa demos­
tración de prosperidad, de potencia, de caridad
y heroísmo, de principios tan fecundos e inago­
tables de regeneración social y fermentación
católica que nos ofrece la vista de la impo­
nente Exposición Misional, es necesario con­
cluir que la Iglesia de Cristo hoy, como hace
veinte siglos, cambia la faz del mundo, y crea
todos los elementos esenciales del progreso social
El progreso cristiano, desde la hora de Belén,
no se ha paralizado nunca en su mo\úmiento
ascendente, ni descendido jamás bajo el nivel del
principio, aunque haya habido períodos en los
cuales, y relativamente a los que inmediata­
mente los precedían, sufriera declives más o
menos considerables.
En vano la ingratitud de ciertos cristianos
y de la sociedad moderna, engendrada por la
Iglesia a fuerza de grandes padecimientos, nu­
trida y acrecentada por tantos siglos sobre sus
rodillas, hecha por ella tan grande, tan rica,
culta y potente volverá la espalda a su madre
y querrá negar, orgullosa, a Jesucristo los dones
de su amor, que su doctrina social traída del
cielo es el factor principal, por no decir exclu­
sivo, de las sociedades cristianas.
Ahí están veinte siglos de Cristianismo para
atestiguar que la civilización y la cultura, que
constituj'en el orgullo de las generaciones sur­
gidas después de la época sombría del paganis­
mo, no lograron desenvolverse sino a la sombr?
de la cruz. Civilización y cristianismo -on des
realidades inseparables. íürando el mapamundi
se observa claramente que el area de la civili­
zación es la de la propaganda evangélica: -rla civilización toda se ha reconcentrado en
zona cristiana, y que fuera de ella no hay ci­
vilización, todo es barbarie. Y si existen am­
bientes progresivos — como el del Japón —
donde aun no alienta el cristianismo, no son
que copia, imitación de la civilización crisri-"iTan cierto y evidente es que la ci\'ilizac:ón
verdadera \úene del cristianismo, que no -•
podido menos de reconocerlo hasta los enenuge-’
de la Iglesia. El apóstata y blasfemo Re:.-'''
decía a este propósito: • Todos los pueb”’ ^ ^

— 37 —

que los pueblos perdieron la verdadera civili­
\i;izados toman eí principio de su era el día en
que nació Jesús. L a humanidad posee aquí un zación, no hablamos de la aparente y de solo
esplendor material, y regresaron a la barbaiie
principio inagotable de regeneración moral...
Ko hay otro principio de renovación fuera del cada vez que se alejaron de los principios cris
E van ^ o... E l cual ha puesto la base de la tianos; y cuando quisieron reconcpiistar las
civilización. Después de haber recorrido el cír­ cumbres de donde habían caído, y devolver a
culo de todos los errores, la humanidad volverá su civilización el primitivo brillo de períeccioa la Iglesia, a Cristo como expresión in­
mortal de su fe y esperanza ». Y su otro
compatriota, Taine, escribía: « Nosotros
apreciamos el valor de lo que la sociedad
moderna le es deudora al cristianismo.
Todo cuanto hoy existe de honesto, de
buena fe y de justicia es obra del cristia­
nismo. Ni la razón de los filósofos, ni la
cultura de los artistas y literatos, ni có­
digo alguno, ni administración, ni gobierno
pueden sernos de alguna utilidad sin el
cristianismo. Fuera del cristianismo no hay
nada que pueda poner un freno a nuestras
depravadas inclinaciones, e impedir aque­
llos abismos de decadencia y perversión en
cuyo fondo se halla la barbarie. Hoy, como
ayer, el Evangelio es el mejor auxiliar q^ue
la sociedad pueda llamar en su ayuda i>.
Léase la obra inmortal del insigne Balmes: « El Protestantismo comparado con
el Catolicismo en sus relaciones con la
civilización europea » y ciertamente vse
convencerá quien proceda de buena fe de
que en la Iglesia se ha cumplido a la letra
el antiguo vaticinio que anunciaba al cris­
tianismo la renovación de la faz de la
tierra — et renovabis faciem ierrae. Empezó
por abolir la esclavitud, plaga degradadora
de las sociedades anteriores al Cristia­
nismo, santificar el matrimonio, rehabili­
tando a la mujer; por enseñar que la auto­
ridad viene de Dios y que los gobernantes
son ministros suyos para el bien de los
pueblos, y la justicia es el fundamento de
lo^ reinos; ennobleció el trabajo, fuente
de riqueza, e inculcó el respeto a la pro­
piedad, procurando unir a ricos y pobres
CÚPUi.A DE S . P e d r o v i s t a d e s d e l a E x p o s i c i ó n .
en un abrazo fraternal sin hacer desapa­
recer la gerarquía; extendió a todos su be­
namiento moral y social, no lo consiguieron
néfico influjo, especialmente a los desheredados
de la fortuna, a los débiles y a cuantos gemfan por otro camino más que reconociendo a los
tajo el peso de las adversidades, pudiéndose principios cristianos su valor y volviendo a
afirmar con toda verdad que en el mundo cris- gobernarse con las máximas y directivas de la
tinno no hay lágrima que no enjugue, ni miseria religión.
«
que no remedie, ni problema que no resuelva
« *
m germen de vida que no desarrolle para honor
¡Qué espectáculo maravilloso el que nos ofrece
y consuelo de los hombres.
Mas no solo engendró la civilización de que en nuestros días la Iglesia Católica!
I^jos de haber terminado su misión y pasado
con razón nos énnorgullecemos, sino que la
su
hora como afirma la insipiencia de la ciencia
Igicsia supo conservarla a pesar de las vidsitucéi y trastornos de los tiempos, mientras atea y materialista, la obra de Jesús es cada v’cz

más fuerte y se remoza cada día, a pesar de
toda suerte de contrariedades y vaticinios apo­
calípticos de los agoreros.

Tal vez nunca como ahora ha gozado la Iglesia
de más consideración y respeto ni ha penetrado
con su influencia bienhechora en tantos pueblos.
El imperio de Cristo y a no conoce más límites
en la tierra que sus confines, puesto que hasta
los pueblos orientales, refractarios hasta hace
poco a toda influencia occidental, abren sus
puertas y tienden sus brazos suplicantes a los
heraldos del Evangelio.
Observad la renovación que se está operando
en ese viejo tronco, en esos pueblos fosili­
zados de la China y sus contornos. E l Evan­
gelio, esa doctrina divina, que no es como
el aceite que flota sobre las aguas turbias de
la vida sin mezclarse con ellas, sino levadura
que penetra, fermenta, y purifica la masa social,
está transformando en florecientes cristian­
dades muchedumbres amorfas, dignificando
a los parias, pulverizando los muros de granito
que dividían en castas a los hijos de un mismo
Padre y haciendo brotar con la delicadeza de
los sentimientos cristianos la felicidad y bien­
estar donde hasta hace poco reinaban como
soberanos el dolor y la miseria.
iQué fermentación católica de regeneración
sociall Seguramente que la m anifestación ca­
tólica celebrada hace unos meses en la inmensa
República China, en la que desfilaron a la cabeza
de miles de hijos del antiguo Im perio del Sol
70 Vicarios Apostólicos, habrá llam ado la aten­
ción del mundo.

¿Qué son ni que significan las reuniones po­
líticas internacionales ante estas asambleas
religiosas donde se reúnen en fraternal consorcio
heroes cristianos de toda la tierra, acatando
las órdenes del Padre común, del Papa, para
deliberar con sus hermanos de China el modo
de prodigar a los 400 millones todavía paganos
los bienes fecundos de la doctrina de Cristo?
Cómo gozarían Tertuliano y León Magno si,
levantado la losa de su sepulcro, vieran plenameute corroborada la aseveración que con
orgullo santo hicieran en su tiempo; es a saber:
que el genio colonizador de la Roma antigua
ha sido superado por el de la nueva Roma, que
la paz cristiana había extendido sus dominios
a donde no llegaron jamás las águilas victoriosas.
|Admirable colonización la de los soldados
de la cruz que desde hace veinte siglos luchan
contra las tinieblas, errores y pasiones de los
hombres sin más armas que su abnegación, la
cruz y el Sermón de la Montaña, para dignificar
al prójimo y hacer de la humanidad una sola
familia, rei\*indicando la fraternidad univessal!
iQué diverso proceder el de la Iglesia y el de

38 los Imperios de la tierra! Estos se abren paso
con la espada y señalan su camino con sangre
de los que intentan redimir. L a Iglesia procura,
en cambio, convencer con su caridad, y sella
con su propia sangré el amor que profesa a los
que anhela catequizar. Los imperios de la tierra
se enriquecen con los tesoros de sus colonia^
mientras que la Iglesia prodiga sus tesoros,
enriquece a sus hijos con sus divinas riquezas.
Prueba elocuente esa estupenda Exposición
Misional, fruto de los desvelos de la Iglesia y
de la abnegación y heroísmos de sus hijos, los
propagadores del Evangelio. [Qué historia más
gloriosa se pudiera tejer si cuantos objetos
encierra nos contaran los actos sublimes de que
han sido testigos! £ s una muestra originalisima
del espíritu, y sin embargo nos dice claramente
que los grandes colonizadores del espíritu son
a la vez los mejores soldados de la civilización,
los cuales estrechan en una mano el crucifijo
y en la otra la azada, que al par de iglesias fun­
dan pueblos, y forjadores de almas son al mismo
tiempo pedagogos, agricultores, arquitectos,
médicos, legisladores y gobernadores, sacerdotes
y genios, santos y heroes; tanto más admirables,
en cuanto que tuvieron que sudar y morir casi
siempre en una soledad semejante a los desiertos
que los circundaban, sin otro reclamo ni aj*uda
que su conciencia y Dios.
¿Qué significan ante la grandeza de esta Ex­
posición Misional las otras de que se enorgulle­
cen los hombres, aún cuando sean tan magní­
ficas como la última del Imperio británico?
Nada, media entre ellas la distancia que separa
las obras divinas de las humanas.
Por eso no hay que extrañar que sean tam­
bién los frutos diversos. Las colonias, cuando
llegan a su mayor edad, sacuden la tutela que
juzgan ignominiosa y se declaran independientes;
mientras que los pueblos que forma la Iglesia,
cuanto más se desarrollan y engrandecen más
se estrechan a la Madre que les dió el ser de la
gracia con el bienestar y la civilización.
En vano los reinos de la tierra se afanan por
unificar a todos los pueblos; no lo conseguirán
con todos sus adelantos y utópicas teorías.
Sólo la Iglesia, la Religión católica, es el Ndnculo
social que puede formar de todo el género hu­
mano una sola familia, porque a todas las gentes
lleva el mismo dogma y moral; a todas partes
envía el misionero cristiano, para que enseñe
a los pueblos salvajes y p ia n o s su origen, sus
destinos y los adelantos de los pueblos cultos,
y llama a todos los pueblos del mundo, para
que sentados en paz al pie del árbol de la cruz,
hagan de la tierra un edén, que tenga por prin­
cipio a Jesucristo, por medio la doctrina di\ina
y por término el cielo.



U n p lan tel de lech u gas destruido.

40



vivas por otro, el furor de un bando que se
sentía espectáculo del público, todo amenazaba
el desastre. I.a parte vencida fué de repente
acorralada contra el cercado. No cediendo a
las iras enemigas salta la valla destruyéndola,
y en un abrir y cerrar de ojos las tan cuidadas
plantas de Margarita fueron pisoteadas, destrui­
das, saqueadas. Todo el fruto de varios meses
de trabajo fué destruido en pocos segundos
por aquella milicia exaltada por el laurel de
la victoria.
Fué una cosa lamentable, tanto más que en
este momento apareció la pobre mujer en la
puerta de la cocina, y volviéndose a su hijo
que había asistido impotente a tal devastación:
Mira Juan, dijo ella con una voz que daba pena,
mira lo que me ha hecho tu Zuavo; el huerto
ya no existe. A lo que D. Bosco rejspondió:
Mi buena Madre ¿qué quieres que haga? ¡Son
jóvenes! — ¡Son jóvenes! son jóvenes!, pero —
fijate en los destrozos que han hecho! — Per­
dónalos, pues es propio de su edad — Lo im­
portante es que no ofendan a Dios; ¡Qué noble
lección de sabiduría cristiana y de benignidad!
¡Qué admirable intuición de la juventud!
D. M. A. C. T.

En la época de la primera guerra de la In­
dependencia Italiana D. Bosco se había pro­
curado la amistad y los servicios de un Zuavo
que terminaba la ruda campaña del '48 que
si empezó bien, terminó mal. Este suboficial
se había puesto a disposición de D. Bosco para
todo lo concerniente al servicio militar. En aquel
entonces estaban en boga la guerra y milicias
nacionales: se jugaba a los soldados, un prurito
de pelea agitaba los pechos juveniles. El grande
educador, siempre al acecho de grandes nove­
dades para conducir los niños a Dios, rogó a
su buen amigo el Zuavo que adiéstrase a sus
niños en la guerra. Dicho y hecho; nuestro
héroe escogió de entre los niños los más listos
y avispados y comenzó con ellos la educación
militar. Ivl Gobierno consintió en darle 200
fusiles de madera, se procuraron otros tantos
de caña para completar el número, y el Zuavo
regaló su sonoro clarín a los jóvenes reclutas.
En pocas semanas estaban tan bien adies­
trados que y a hacían simulacros de combate
en el patio de D. Bosco, y atraía a multitud
de curiosos la fama de tales soldados en ciernes.
¡¡Pero un día aquí fué troya!! Cerca del patio
donde hacían las maniobras, Mamá Margarita
había, a fuerza de trabajo y cuidados, cultivado
un huertecillo cercándolo de una valla, y como
buena aldeana cultivaba en él legumbres para
condimentar la sopa y completar el puchero.
Existía además un cuadrito de forraje para los
conejos.
Los Sres. Cooperadores Salesianos. cum­
Un Domingo por la tarde el Zuavo tocó a
pliendo
lo.s requisitos de costumbre, pueden
formación y ordenó sus tropas para un ataqúe
ganar Indulgencia plenaría:
a la bayoneta. Estaban repartidos en dos bandos,
el de los vencedores y el de los vencidos; las
1“ El día que se inscriben en la Pia Unióru
diversas maniobras, los ataques, el movimiento
2'* Una vez al mes, a elección de cada cual.
final, todo estaba admirablemente combinado.
3° Una vez al mes, asistiendo a la confe­
Para animar a las tropas se contaba, no solo
rencia.
con el ardor característico de la juventud sino
40 Asimismo, una vez al mes, el día en
también con el de una gran afluencia de es­
pectadores, que con sus gritos, pataleos, exci- que hagan el Ejercicio de la Buena Muerte.
5° El día que por -primera vez se consa­
t ición y vivas fueron causa de la desdicha. ¡A
cuántas necesidades lle\'an amenudo los pechos gren al Sagrado Corazón de Jesús.
humanos llenos de vanidad! Los primeros mi­
6° Siempre que hagan Ejercicios Espiritua­
nutos pasan sin novedad; el programa se desa­ les durante ocho días seguidos.
rrolla punto por punto según el orden estable­
cido, y cada bando desempeña su papel con
Además. los siguientes días del mes de .Marzo:
seriedad y sangre fría. Los movimientos pre­
vistos eran ejecutados con precisión matemáEl 25 Anunciación de Ntra. Sra.
tica, y todos ellos peleaban con la gravedad
de veteranos granaderos. El Zua^’o, de un
También pueden ganar otras muchas indul
golpe de \*ista dominaba el campo de batalla, gencias plenarias y parciales, v gozar de '"a*
y dirigía admirablemente sus tropas. Pero a ríos privilegios, como puede verse en el Re­
la c a i ^ final todo fué a pique. El clarín por glamento o « Cédula de admisión a la Pía
un lado, que tocaba a arrebato, el griterío de
Unión », a la cual nos remitimos

1


41



IX CONGRESO INTERNACIONAL
de Cooperadores Salesianos.
{Coniinuación).
Segunda sesión publica del Congreso.
Poco después de las 17 se inició ayer, día 6,
la segunda sesión pública del Congreso Inter­
nacional Salesiano, en el local de la calle Mon­
tevideo 850.
Ocuparon el palco proscenio, el presidente
del congreso, doctor Arturo M. Bas, los dele­
gados religiosos extranjeros y del interior de
!a República, el contraalmirante Enrique Mo­
reno, el \-icealrnirante Daniel Rojas Torres,
señoras Delia Malbrán de Vedoya, Isabel Ca­
sares de Nevares, Ernestina M. de Lamis y
Amelia de Rezende Martins, señores doctor
Manuel Escobar, capitanes de fragata M. Arana
y Guillermo Brown y teniente de navio J. Guell
y el sec.e.ario del congreso, señor José M. Samperio.
El acto dió comienzo con los himnos Nacional
y del Instituto de María Auxiliadora, cantados
por la Escolanía de este instituto bajo la di­
rección del maestro Aquiles Pedrolini.
Discurso de Monseñor FranceschL
Acallados los aplausos que siguieron al canto
de estos himnos, ocupó la tribuna el canónigo
monseñor Gustavo de Franceschi, quien pro­
nunció un discurso sobre « Escuelas de religión *.
Después de hacer un breve relato acerca de
su conocimiento de la obra de Don Bosco, mon«uor Francesclii anotó la necesidad de dirigir
las masas sociales sobre una sólida base doc­
trinaria católica.
Las escuelas de religión, dijo, serán eficaces
siempre que sean dirigidas por buenos cate­
quistas
Expuso luego sus experiencias sobre la deficieute enseñanza que se hace actualmente del
catecismo, afirmando que la base previa de toda
escuela de religión es el catequista, y por ello,
a la formación de éste debe dirigirse primor­
dialmente la tarea de los dirigentes católicos.
Agr^ó que deben instalarse escuelas de ca­
tequistas que otorguen un título especial para
propender a la formación de un cuerpo docente
calificado.
Por último, abogó por que el congreso.adopte
muchas resoluciones que se traduzcan en bere*^cio general, recalcando insistentemente qoe
euire dichas resoluciones deberá figurar prin-

cipalmente la formación de catequistas, con
lo cual hará el congreso, dijo, una obra realmente
encomiástica.
El canónigo Franceschi fué repetidas veces
aplaudido.
Los delegados del Brasil,
Fué presentada luego por el secretario la de­
legada del Brasil, señora Amalia de Rezende
Martins, quien pronunció en portugués un in­
teresante discurso, que fué frecuentemente in­
terrumpido por aplausos.
La señora de Rezende Martins comenzó sa­
ludando cariñosamente a la Argentina, para
tratar luego sobre la benemérita obra de los
salesianos en el mundo civilizado.
Hizo en seguida un prolijo y conceptuoso
estudio sobre la evolución sufrida actualmeme
por los ideales de paz y de concordia interna­
cional, anotando la pasividad y decadencia
individual de tales sentimientos, que sólo pro­
penden al distanciamiento de los pueblos.
Dijo que actualmente reina una verdadei’a
perturbación ante la suplantación de las m. s
arraigadas, sabias y buenas costumbres, por !a
corrupción en todo orden de la actividad
humana.
El individualismo, añadió, será lo que re­
suelva la tormenta moderna, propendiendo
cada uno a evitar los males y repeler el avance
de las perniciosas ideas reinantes.
Después de anotar la acción que en ello tiene
la decadencia de los cultores de las artes y de
la literatura principalmente, terminó haciendo
un llamamiento a los hombres de letras y perio­
distas, a quienes corresponde, dijo, un principal
papel en la ardua tarea de reconstruir el mundo,
orientando y fortaleciendo toda buena inspira­
ción.
L a señora de Rezende Martins fué larga y entu­
siastamente aplaudida al terminar su discurso.
*‘Don Bosco y su obra,
Tomó luego la palabra el doctor Mario Gorostarzu, quien trató sobre * Don Bosco y su o b ra ».
El doctor Gorostarzu, después de demostrar
cómo en la política de la Providencia está el
dotar a cada época de un hombre o una insti­
tución ne<»arios, a cuyo efecto hizo fin a breve



síntesis histórica, entró a estudiar la obra de
Don Bosco en el pasado y en el presente.Se refirió respecto del pasado al momento
social en que tocó actuar a Don Bosco, seña­
lando las tres víctimas del momento: el niño,
el trabajador y el pueblo en general. Probó
después, cómo la* acción salesiana proporcionó
los medios para subsanar los inconvenientes
producidos en dichas víctimas.
En cuanto al presente analizó asimismo la.s
consecuencias de la última guerra con el consi­
guiente trastorno producido en los valores so­
ciales y estudió la solución necesaria, concluyen­
do que la obra de Don Bosco concurre eficaz­
mente a llenar la misión de reconstrucción.
Terminó el doctor Gorostarzu exponiendo
una \dsión sobre el futuro en la obra de Don
Bosco, fundada en un sueño que tuvo éste,
según el cual todo depende de la orientación
que se dé a la masa trabajadora.
líl secretario general de los cooperadores
salesianos Rdo. D. Esteban Trione, leyó luego,
en italiano, un mesaje del cardenal Cagliero
para los argentinos, con ocasión del cincuente­
nario de la obra de Don Bosco en nuestro país.
D. Esteban Trione Wzo extensivo el saludo a
todos aquellos que asisten a las sesiones del con­
greso por medio de las instalaciones radiotele­
fónicas.
La escolanía de María Auxiliadora entonó
luego « Sorrisi e F u lg o ri», a tres voces, de Sofía
Cairo, siendo muy aplaudida.
Conferencia de Monseñor NapaL
Mons. Dionisio R. Napal pronunció después un
interesante discurso sóbre «Educación obrera».
Se refirió a la influencia popular salesiana a
través de la educación obrera y formación moral
de los trabajadores de la ciudad y del campo.
Afirmó qire esta acción lleva un significativo
sello de patriotismo al mostrar la predilección
de la obra de Don Bosco por el pueblo, dueño,
dijo, de los destinos de la patria.
La mentalidad obrera, cuyo mayo.t enemigo
es la ignorancia, agregó, debe privarse de utopías
perturbadoras, para conseguir una mejor instracción y cultura moral.
Trató luego sobre la cnizada salesiana en el
Sur de la Patagonia. con lo cual se dió término
a la bárbara acción de sometimiento y dominio
por la fuerza, que colocaba al elemento autóctono
en condiciones de vergonzosa inferioridad.
Hizo en seguida un relato acerca de su en­
trevista con Don Pablo Albera, segundo sucvsor de Don Bosco, exponiendo una serie de refiesiones a que le dió motivo dicha entre\-ista.
relacionadas con la obra salesiana en las ma­
sas obreras.-

42

~

Concluyó la semblanza de Don Pablo Albera
recordando él fallecimiento de éste que dió mo­
tivo a qué se realizara en Turín en 1923, unade
las manifestaciones populares más grandiosas
de cariño, al puntb-que la llamó apoteosis dd
santo y su ob^a. ’
Terminó su discurso monseñor Napal diciendo
que la obra de Don Bosco es el mejor programa
del apostolado seglar.
Frecuentemente fue interrumpido este orador
por entusiastas aplausos de la numerosa con­
currencia.
Palabras del doctor Torres.
Le siguió en el usó de la palabra el doctor Al-'
fredo Torres, quien trató sobre « Escuelas de
Artes y Oficios ».
El doctor Torres después de referirse al amplio
campo de trabajo que ofrece la República Ar­
gentina a toda actividad humana, se refirió a
la misión de cooperadores efectuada por la
institución salesiana.
Hizo luego una reseña estadística de las es­
cuelas de artes y oficios diseminadas en toda
la República, que contribuyen a la enseñanza
cultural del país, reforzando, dijo, los ya secu­
lares cimientos de la sociedad y de las más
cálidas virtudes argentinas.
Acerca de los métodos de enseñanza se ocupó
luego, comparándolos con la instrucción y edu­
cación conuin impartidas por el Estado.
■ Refiriéndose a la prolija distribución hecha
por las escuelas salesianas en todo el interior
de la República, dijo que ello constituye una
obra eminentemente ci\-ilizadora y argentina.
Actualmente, añadió, después de pasado el
medio siglo de existencia, la obra de Don Bosco
aparece indispensable como complemento para
el desarrollo de la cultura e instrucción popular.
Expuso luego diversos conceptos sobre la
acción religiosa en el Estado y por ende en las
escuelas, terminando su disertación con un
voto por que el Congreso resuelva inmediata­
mente la instalación de una escuela de artes y
oficios en Santa Rosa (Pampa), donde una
multitud de jóvenes y niños reclama una ins­
trucción profesional que les permita la ^úda
en los centros poblados del territorio.
El doctor Torres fué largamente aplaudido
al terminar su interesante discurso.
Las ‘‘Colonias agrícolas,,.
Por encontrarse ausente de la capital el in­
geniero Pedro T. Pagés no pudo concurrir a la
sesión de ayer en el congreso salesiano, enviando
en cambio su discurso sobre «Colonias agrícolas»
que fué leído por el- doctor. J ^ n O. Biocca.

— 43 —

En el discurso del señor Pagés éste expone,
en detalles, la labor desarrollada por,los. salesianos en el interior del país, en cuanto a las
escuelas profesionales de agricultura.
Presentó los datos estadístico^ relacionados
con dichos institutos, a fin de demostrar su^
importancia, y terminó expresando que en la
evolución que nuestro porvenir agrícola-gana­
dero impone al país éste encontrará en los jó­
venes salidos de las escuelas agrícolas de

de Rezende Martins y señoritas Cecilia y Mnün
Amelia Rezende Martins.
Sesión de Clausura.
Se realizó ayer, día 7, a las 17, en el local de
la Liga Argentina de Damas Católicas, la sesii>n
de clausura del IX Congreso Internacional de
Cooperadores Sálesianos, con asistencia del
nuncio apostólico, monseñor Beda Cardinale.

A n t i g u o s A l u m n o s d e l e g a d o s e n l a A s a m b l e a In t e r a m e r i c a n a .

Don Bosco sus mejores y más eficaces colabo­
radores.
Terminó el acto con un Avemaria, coro a
dos voces y solo, por la escolanía de María Au­
xiliadora,
La numerosa concurrencia que llenaba la
sala aplaudió largamente esta hermosa pieza
music¿.
Delegación brasileña.
Se enaientra desde ayer en esta capital la
delegación brasileña al Congreso Internacional
Cooperadores Salesianos.
Integran dicha delegación el presbítero Pedro
inspector de los salesianos del Brasil; dccf -*Juáór de Assi^5Íopés Martins, señora Amelia

Presidió la sesión el titular, doctor Arturo
M. Bas, y asistieron los miembros de las diversas
comisiones del congreso, delegados del exterior
y del interior del país y autoridades eclesiásticas.
Adhesiones recibidas por el Congreso.
Previamente el secretario general de los coo­
peradores salesianos, Rdo. D. Esteban Trione,
dió lectura de las adhesiones recibidas por el
congreso, de diversas partes del mundo.
Entre dichas adhesiones figuran las siguientes:
del rector general de los salesianos, Rdo. D.
Felipe Rinaldi; superiora general de las Hijas
de María Auxiliadora, Luisa Vaschetti; car­
denal Laurenti, de la curia romana; primado
de Hungría, cardenal Juan Csemock; decano



-

del Sacro Colegio, cardenal Vannutelli; arzobispo
d e . Colonia, cardenal Schnlte; arzobispo de
Milán, cardenal Eugenio Tosí; arzobispo de
Pisa, cardenal Maffi; presidente de los coope­
radores salesianos de la China, doctor Thomaz
Tang; vicario general de la orden dominicana,
fray M. Catermi; ex presidente del gabinete de
Italia, Pablo Boselli; superior general de la
Compañía de Jesús, Rdo. P. Ledokovski: car­
denal Cagliero, fundador de los salesianos en
la Argentina.

44 —

el agradecimiento de ésta por las adhesiones
formuladas en esta capital y en el interior de
la Républica por diversas instituciones.
Entre dichas adhesiones anotó las efectuadas
oportunamente por las asambleas del Magisterio
Laico, corporación de industriales, obreros cató­
licos de Lujan, cooperadores de Tucumán y otras.
Para todas estas adhesiones, enviadas per
amigos y simpatizantes de la obra de Don
Bosco, el secretario solicitó un voto de aplauso.
Discurso del doctor DelVOro Malnl,

Discursos pronunciados.
El acto se inició con la ejecución del Himno
Nacional, cantado por la Schola Cantonim del Co­
legio de la Guardia de Bernal. Luego fué cantado
el himno del congreso, siendo muy aplaudido.
Usó de la palabra el doctor Carlos R. Gallardo,
sobre « Misiones salesianas ».
El señor Gallardo liizo primeramente un estiulio del desarrollo liistórico de las misiones
salesianas en todas las partes del mundo, particu­
larizando luego el tema acerca de la Patagonia.
Kxjniso detalles referentes a la acción de los
coo]>eradores y misioneros, efectuada en forma
tan eficaz como desinteresada y que tanto con­
tribuyó a la prosperidad de las regiones alejadas
de los centros de civilización.
Se refirió al religioso Imis Botta, allí presente,
como el único sobreviviente de la primera mi­
sión patagónica, que con tanto provecho ha
actuado por el bienestar y cultura de esas re­
giones del Sur argentino.
Por último, destacó la labor de los institutos
de María Auxiliadora, que propenden con óp­
timos resultados a la educación y cultura moral
de la mujer, contribuyendo así a la prosperidad
general de la sociedad.
I'll señor Gallardo fue frecuentemente inte­
rrumpido por entusiastas aplausos de la uumesi>sa concurrencia.
Saludo a la prensa.
El secretario general de los cooperadores sa­
lesianos, Rdo. D. Esteban Trione, hizo un
elogio de la prensa en general y formuló votos
por la prosperidad del periodismo argentino,
para el cual solicitó un aplauso.
Ágradecimienio a las adhesiones
al congreso.
Seguidamente el coro de la « Schola Cantorum » entonó la barcarola « Facciani di lietti *,
que fué muy aplaudida.
El secretario del congreso, señor José M. Samperio, eu nombre de la mesa directiva expres-ó

Usó de la palabra luego el doctor Atilio Dell’Oro Maini, sobre « L a obra de Don Bosco y la
inmigración ».
El orador expuso primeramente diversos
conceptos acerca de los objetivos de la obra de
Don Bosco, que es el fruto, dijo, de la caridad
cristiana. Recordó la labor desplegada por los
salesianos en nuestro país, desde su llegada
con el cardenal Cagliero, que inició una eficiente
acción educadora del niño.
Pasó a tratar luego acerca de la obra de Di n
Bosco con respecto al inmigrante, afirman o
que contribuye siempre a la conservación y
perfección moral de éste.
En cuanto a las corporaciones de ex alumnos de
Don Bosco, dijo que deberán tener un subsecre
tariado para hacer más prolífica su acción, acre­
centando sirs esfuerzos de manera más directa.
Anotó por último los grandes beneficios de­
bidos a los salesianos por su paciente y desin­
teresada labor en favor del desarrollo intelectual
y moral de la Argentina.
El presbítero Esteban Trione presentó luego
al delegado del Brasil, religioso Pedro Rotta.
quien leyó en portugués una carta del cardenal
Joaquín Cardial, arzobispo del Brasil, por la
cual se adhiere al congreso formulando votos
por que la labor de éste responda a los altos
propósitos* que lo inspiraron.
El coro de la Schola Cantorum entonó des­
pués la barcarola « Sulla Laguna », bajo la di­
rección del maestro Rafael Antolisei, que fue
largamente aplaudida i>or lá correcta actuación
de los cantantes.
Otros discursos.
E l delegado de los cooperadores salesianos
de Córdoba doctor Sofanor Novillo Cors'alán
pronunció después un discurso sobre Prensa
popular y escolar ».
Censuró el orador a los liberales mal inspi­
rados que siembran el vicio 5" la corrupción m
las masas populares, haciendo notar el amplio
campo en que actúa la prensa, que debe ser,
dijo, un principal instrumento de cultura.

"

Para propender a un m ayor perfecciona­
miento técnico, propuso la instalación de es­
cuelas de periodistas, como im a verdadera
necesidad en provecho del bien general.

El orador fué muy aplaudido.
Usó luego de la palabra la delegada de los
cooperadores de Brasil, señora Amelia de Rezende Martins, quien pronunció un elocuente
discurso en francés.
I,a señora de Martins trató sobre la acción
de la prensa en la cultura general haciendo un
llamamiento a los hombres de letras y publi­
cistas, quienes, dijo, pueden tener directamente
una acción benéfica en contra de la relajación
de las buenas costumbres.
Hizo luego diversas comparaciones en cuanto
a los distintos modos de pensar que reinan en
la actualidad, afirmando que el único remedio
está en la buena prensa, para evitar la des­
trucción total del culto a la familia y a todo
fundamento moral en la sociedad.
La señora de Rezende Martins fué calurosa­
mente aplaudida al tenninar su interesante
disertación.
Habló luego el religioso Ernesto Vacdiina,
quien recordó detalles de su actuación en las
misiones patagónicas, donde cooperó con él en
la ardua tarea el entonces gobernádor del Chubut
señor Bello.
Después de agradecer él secretario la coope­
ración de la Liga Argentina de Damas Católicas
en la realización del congreso, el Rdo. D. José
\t <pignani formuló un sentido voto de gratitud
los desinteresados cooperadores de toda
ia República en la obra de Don Bosco.
La sesión fúé clausurada con el proyecto que
pu‘>entó el doctor Gallardo para que sea instai'íia por el gobierno nacional una escuela en
\ iedma que lleve el nombre del religioso Carroñe
como reconocimiento por la actuación de éste
en su misión salesiana en el Sur.
El presidente doctor Bas dió por terminadas
*as sesiones del congreso ayer a las 19*,30.
El acto final, hermoso broche de oro de las¡
Ureas del Congreso, fué el grandioso desfile de
•os 12.000 niños y niñas de la Obra de D. Bosco,
•íoompañados por diez bandas de música, en^:^naIldo entusiasmados himnos patrióticos.

Poco después de las 14 se inició en la plaza
Congreso la concentración de los alumnos
- aíumnas de los colegios salesianos.
La distribución y organización de la columna
f Oi c<Dlegios estuvo a cargo del capitán Eduardo
'Ostaiuerte, señor Luis Grecco y el religioso San•2g'j Doyle, colocándose las niñas en el lado
-ú calle^ RivadaWa y los gimnastas y explor>i'.ore,- en la calle Victoria.
Numeroso público , se había estacionado en

45 -

1



la plaza del Congreso y en las aceras vecinas,
aplaudiendo a los escolares.
A las 15 se puso en movimiento la columna
tomando por la avenida de Mayo y encahezoda
por un piquete de guardias de seguridad con
trompa.
El tráfico fué interrumpido i)ara facilitar la
marcha de los alumnos, de acuerdo con una
resolución superior.
La temperatura reinante, con una ligera
brisa fre-sca, contribuyó a realzar el espectáculo,
que fué presenciado por gran número de público
desde balcones y aceras.
La columna recorrió la avenida de Mayo en
perfecto orden, llamando la atención sn correcta
presentación y el hermoso conjunto ofrecido
por los trajes de Jas niñas y los uniformes de
los gimnastas y exploradores de Don Bosco,
con pequeñas banderitas, estandartes y ban­
deras, y precedidos por varias bandas de
música.
Frente a ta Casa de Gobierno.
L a columna siguió luego por la calle Victoria
y Balcarce. deteniéndose frente a la Casa de
Gobierno, en espera de la presencia del primer
magistrado.
Cuatro grandes palcos adornados con ban­
deras y palmeras fueron colocados en la acera
Este de la calle Balcarce entre Rivadavia y
Victoria, eu los cuales se colocaron la.atitoridades del congre.so salesiano reciente­
mente realizado, las comi.siones de damas y
caballeros cooperadores de la obra de I )on Bosco,
delegados del extranjero y del interior y ilemáspersonas especialmente invitadas.
Una gran cantidad de público estaba esta­
cionado al frente en la plaza de Mayo y co.stados
de la Casa de Gobierno, cuidadosamente con­
tenido por cordones de policías a fin de mantener
libre la calzada.
Poco después de las 15,30 el Presidente de
la República apareció en un balcón de la Casa
de Gobierno, al costado derecho, frente a la
plaza, acompañado por su esposa, y la.s señoras
María Delia Maibrán de Vedoya, Isabel Casares
de Nevares, Ana Palacio de Nougués y Dolores
Anchorena de Elortondo; Ministros del Interior,
doctor Gallo; de Instrucción Pública, doctor
Sagama; de Marina, almirante Domecq García;
de Guerra, general Justo; de Hacienda, doctor
Molina; presidente del I X congreso salesiano,
doctor Arturo M. Bas; delegado del superior
de los salesianos, Rdo. D. José Vespignani;
inspectores: los Rdos. V. Bonetti y L. Pedemonte; secretarios y edecanes de la Presidencia
y varias ajumnas del colegio de Marí^.Auxilia-



dora. En los demás balcones presenciaron el
desfile varios altos funcionarios y legisladores.
El doctor Alvear saludó y aplaudió a la
columna e inmediatamente inicióse el desfile.
Los colegios de Alaria Auxiliadora.
Encabezaba la manifestación la banda y ex­
ploradores del colegio de Viedma, ejecutando
la marcha de San Lorenzo, que cantaban todas
las niñas que la seguían, de los colegios de Maldonado, San Isidro, Bernal, Avellaneda, Ba­
rracas, calle Brasil, L a Plata, y Ensenada.
Las niñas desfilaron en perfecto orden, lu­
ciendo hermosos uniformes con distintivos de
diversos colores.
AI pasar frente al primer magistrado las
abanderadas saludaban inclinando sus estan­
dartes, siendo muy aplaudidas' desde los bal­
cones y aceras.
Perfectamente alineadas de ocho en fondo,
las educandas pasaron por la calle Balcarce
sigiaiendo por Rivadavia y diagonal Norte, para
seguir por Florida hasta la plaza San Martín.
Bl desfííe de gimnastas y exploradores
de Don Bosco.
Con sus respectivas fañfarras y bandas des­
filaron luego los colegios Pío IX , Uribellarrea.
La Plata, Ensenada, Bemal, Tucumán, San
Francisco, Salta, San Juan Evangelista, Ro­
sario, San Nicolás de los Arroyos, Santa Ca­
talina, Bahía Blanca, precedidos por una bri­
gada de ciclistas, Córdoba, San Isidro, León
X III, Mendoza, Don Bosco, General Acha,
San Antonio y Victórica.
El colegio de Tucumán llamó justamente lá
atención por la marcialidad de los gimnastas
y exploradores, perfectatnente equipados y
uniformados.
Fueron también muy aplaudidos los colegios
de Rosario, Salta, San Nicolás, Mendoza y
Bahía Blanca. En varios de estos colegios figu­
raban niños de muy corta edad, que encabezaban
la marcha, compenetrados de su misión.
Aspecto de la ciudad.
La ciudad ofreció ayer un hermoso aspecto,
con la aglomeración de numerosísimo público
en todos los lugares vecinos al paso de los es­
colares saiesianos, a ios cuales aplaudió ani­
madamente desde balcones y aceras, hasta la
plaza San Martin, donde los institutos que par­
ticiparon en el espectáculo se dispersaron di­
rigiéndose a sus respectivos alojamientos.
La presentación de los educandos produjo
,. en genen^l la mejor impresión, evidenciando
la importapcia de la ol>ra educadora y de cul­

4 6



tura de los colegios saiesianos en esta capital
y en el interior del país.
L a obra de Don Bosco en la Argentina dió
ténnino ayer con el desfile mencionado a los
actos rememorativos de la primera misión salesiana venida al p a ís..
Saludo a los Saiesianos del interior.
Fue distribuida ayer entre el público que
presenció el desfile una hoja volante de salu­
tación a los escolares saiesianos del interior del
país, que suman 30.000.
Dicha salutación decía lo siguiente:
Los alumnos porteños de la obra de Don Bosco
en la fausta fecha cincuentenaria de la llegada
de los saiesianos a nuestra patria, saludan a
sus compañeros que concurrieron a la capital
de todos los puntos de la República, como re­
presentantes de las glorias, de las industrias, de
las riquezas y de la inmensidad de nuestra tierra.
De la fusión de nuestras almas al abrazamos
como hermanos en el número de 12,000, elevóse
hasta el cielo un canto de gloria a Dios, a I3
Patria y a Don Bosco.
Una delegación de alumnos
ante el primer magistrado.
Mientras se realizaba el desfile, una delegación
de niñas y niños, educandos de los colegios
saiesianos, saludó ayer al Presidente de la Répública, doctor Alvear.
Un niño de los que integraban dicha delega­
ción pronunció de memoria el siguiente dis­
curso, en representación de los 12.000 alumnos
que desfilaban:
Los cooperadores saiesianos se proponen
preparamos un « hogar » para los niños de 8 a
12 años, donde bajo la dirección de nuestros
amados padres, hijos del venerable Don Bosco,
aprendamos los primeros conocimientos y pon­
gamos a prueba las aptitudes para tomar acer­
tadamente nuestro rumbo en la vida.
Juntos con los que y a gozamos de las pater­
nales bondades del educador salesiano irán
millares de niños abandonados en las calles, qne
llegarían a ser mañana sin ese amparo una ca^a
para el Estado y un peligro para la sociedad.
Venimos por ellos a implorar para la constm cción de El Hogar del Niño el concurso pe­
cuniario de los poderes públicos, teniendo se­
guridad de que la grande alma de
E. se habra
de sentir íntimamente complacida al acordar
una a\nida para tantos pequeñuelos que no han
tenido toda\*ía la fortuna del techo cristiana
que a nosotros ampara.
»
Lo esperan, confiados, de V. E.
{Coníinmrd).

CONGO B E L G A .

La nueva Misión de Shindaika.
(Carla del misionero saUsiano D. Enrique
Bufkens a Don F . Rinaldi).
Elisabethville (Katanga) 26-7-24.
Muy reverendo Padre: E n la confianza de
hacer una cosa grata a su corazón paterno, le
enWé, hace unos meses, una información de la
fundación del nuevo centro de misión de Shin­
daika, contándole en pocas palabras el origen
de esta fundación, las dificultades con que tro­
pezamos y las esperanzas que abrigamos sobre
ella.
Hoy, animado de los misnos deseos, V05' a
añadirle alguna noticia más, para hacerle ver
como María Auxiliadora escucha benigna nues­
tras oraciones, disipa como por encanto nuestros
temores y realiza nuestros planes superando
nuestras mismas esperanzas.
No hará apenas siete meses que llegamos a
la población de Shindaika y y a el número de
catecúmenos, que a fines de Enero era de 55.
sube a la consoladora cifra de 305, es decir,, 250
más que la anterior.
Cómo fíorece i a Misión.
No vaya a creer, amado Padre, que esta cifra
sea exagerada; antes al contrario, es inferior a
la verdadera, pues no entran en ella más que
los adultos y los jovencitos que se hallan en
condición de seg^iir con provecho la enseñanza
del catecismo y demás instrucción religiosa.
He aquí el número exacto de los que se preparan
al bautismo, s^ ún el registro de los que hay pre­
sentes: 129 hombres, 83 mujeres, 52 muchachos
V 41 jovencitas; y la media de los que asisten a
las funciones religiosas del domingo es de 250,
cifra verderamente consoladora.
Afortunadamente la capilla, que mide 12,50
metros de largo por 6,50 de ancho, se halla ya
en condiciones de albergar a toda esta gente y
alguna más, pues muy acertadamente se ha
hecho una especie de coro para los cantores
dor de en caso de necesidad pueden caber otros
muchos.

Los dos primeros catequistas.
Gracias a Dios, hemos encontrado aquí dos
almas elegidas: Andrés Sen^we y Francisco Kapususa que continúan a maravilla mi trabajo
durante los días feriales.
Tal vez se maraville V ., amado Padre, y hasta
juzgue que me he ser\ddo demasiado pronto de
dos cristianos para el apóstolado en mi grey; pero
falta aún que le diga que estos dos buenos jóve­
nes: Andrés v Francisco se educaron en nuestro
colegio de Elisabethvúlle, donde vivieron con
nosotros unos tres años, y que de allí se habían
marchado, sin decir por qué, quizá cosas de la
Providencia, volviéndose a su aldea, que era
precisamente Shindaika.
De ahí que su instrucción religiosa fuera casi
completa: y como ellos me manifestaron el
vivo deseo de recibir el bautismo, ha sido cosa
fácil el prepararles para recibir este sacramento.
La función se realizó, 3' con toda la solemnidad
posible, en la nueva capilla, el 21 de abril, lunes
de Pascua, haciendo de padrino el Sr. Sak, que
se ofreció espontáneamente para tomar parte
en tan conmovedora ceremonia.
¡Figúrese la alegría que hemos probad’o en
ese día feliz, cuyo recuerdo nos acompañará
toda la vida! No es fácil manifestar la impresión
que produce el oir a un pagano responder con
honda convicción a las preguntas del ritual:
' ¿Renunciáis a Satanás... a sus pompas... y a
sus obras? *.«¡Ninakaiaa... ninakaiaa K abiial»...
¡Sí, renuncio... absolutamente... con toda mi
alm a!».
Y más emocionante todavía es el momento
en que, doblegando su frente indómita bajo el
agua regeneradora, el bautizando responde a la
última pregunta: * ¿Deseáis el bautismo? *.
■ Kdyo, Baba, ninataka sana\... Sí, Padre, lo
deseo ardientemente ».
Le confieso con toda ingenuidad, amado Padre,
que en aquel momento mis lágrimas de alegría
se unieron al agua bendita que purificaba aque­
llas almas de la mancha original y las hada hijos
de Dios. ¡Eran las prim idas de la nueva misión!
Hoy los dos jóvenes, Andrés y Frandsco, son
dos cristianos ejemplares que comulgan siempre
que se presenta la ocasión, y que son dos joyas
como catequistas. El primero es muy capaz para
la enseñanza r^gios^, y el otro se las arregla

-

48 -

M isió n S a l e s i a n a d e l C o n g o B e l g a — Ba r c a d e l a M is ió n .

muy bien de maestro y para el trabajo manual.
iQué admirable es la Providencia y cómo sabe
ordenar bien todas las cosas!
La nueva y ¡a vieja escuela. —
— La clínica.

El pozo.

Y a que he hecho referencia a la escuela, me
voy a permitir contarle la historia.
Apenas terminada la construcción de la nueva
capilla, hemos transformado la antigua en
escuela.
Bancos sencillísimos, algtinos cuadros y una
gran pizarra componen todo el material de esta
escuela, la inAs' hermosa y capaz en 30 kiló­
metros a la redonda. Con todo tiene un defecto:
qtie es todavía pequeña, por lo cual nos hemos
decidido a coustmir otra al lado de la iglesia,
que medirá 10 m. de largo por 6 m de ancho,
donde cabrán cómodamente So alumnos, y
algunos más cuando lo exijan las circunstancias.
Y a la tenemos también casi terminada: estamos
cr locando la techumbre. Después daremos los
iiltimos toques y la blanquearemos. Dentro de
dos semanas esperamos inaugurarla.
Al presente en la escuela antigua no hay más
que 52 alumnos: 40 muchachos y 12 niñas: va que
por falta de local nos vimos obligados a no admi­

tir otras peticiones. Varios alumnos corocea
ya todas las letras del abecedario y comienzan
a escribir bastante bien, lo cual me hace esperar
que muy pronto le enviaré algunos trabajos de
caligrafía.
También hemos abierto un pozo, que fun­
ciona todo el santo día, para eliminar en parte
los graves inconvenientes de la falta de agua.
Es la única fuente de agua potable del lugar.
Del análisis verificado por persona competente
en la materia, resulta que el agua de nuestro,
pozo, apenas si contiene 12.000 microbios por
centímetro cúbico, lo que representa el mínimo
posible en esta región. Un propietario del lugar
ha hecho abrir un pozo semejante al nuestro, y
aquella agua arroja en el análisis una cantidad
de 40.000 microbios por centímetro cúbico.
Como ve, amado Padre, el agua de nuestro pozo
es relativamente pura.
Hemos encontrado el agua a los 5 metros y
medio de profundidad, no sin gran trabajo,
dada la carencia de herramientas apropiadas
al objeto. Figúrese lo que nos habrá costado
el romper una capa de escorias de hierro de
cerca 60 centímetros de espesor. Pero la nece­
sidad por una parte y la buena voluntad per
la otra, han hecho el milagro. H oy ya contamos
con un metro cúbico de agua continuo y espera-

— 49 —

M i s ió n S a l e s i a n a d e l C o n g o B e l g a . — E l p u e b l e c i l l o d e K i n i a m a .

mos que en la estación de las lluvias aumente todo, el viene arrastrando ese pie de plomo más
mucho más el caudal, lo que nos permitirá hacer de ocho kilómetros de camino, para que yo le
dé una inyección. Cuando le apliqué la primera
¿«aparecer, en parte, la mucha suciedad,
en el brazo izquierdo, me pidió con instancia
fuente de no pocas miserias y enfermedades.
para que le diera otra en el brazo derecho y
Y, a propósito de enfermedades, ahí le va
una tercera en la pierna enferma. No poca pa­
una breve resena que estoy seguro le intereserá.
Desde el 26 de Diciembre de 1923 hemos curado ciencia y saliva me costó el hacerle comprender
a 1.422 enfermos, víctimas de diversas en­ que todos los excesos son nocivos. Dios solo
fermedades, como la lepra, la sífilis, la enfer­ sabe como acabará ese pobre desgraciado. Conmedad del sueño, del pian, fiebres, pulmonías,- \íene que sepa, sin embargo, que otro infeliz,
llagas y heridas de todo género. Además he en condiciones semejantes, aunque no tan graves,
vacunado a 150 individuos entre niños y adultos, ha curado completamente sin que yo pueda ex­
para inmunizarlos contra la viruela que se ceba plicarme el cómo. Una vez sano, vino a ense­
todaria rabiosamente en la ciudad, particular­ ñarme su pierna, diciéndome sonriente: « ¿A que
mente en el elemento negro, en los que causa no adi\nna, Padre, cual era la pierna que tenía
hinchada? » Y se regodeaba en ver que yo no
una mortalidad de un 15% de los atacados.
También he aplicado 139 inyecciones entreve- acertaba a distinguir la pierna sana de la que
aosas del 606, las que, por sus efectos sorpren­ tuvo enferma. Otro buen hombre, cubierto de
dentes, hacen que vengan a la clínica de la ll^ a s (del pian), obtuvo la curación perfecta
misión todos los desgraciados de los alrededores a la cuarta inyección del 606. Y un desgraciado
uasta de 5 y 6 horas de distancia. Y puesto a lisiado, que y a hace varios anos que camina a
wntar, aun a trueque de hacerme un poco pe- cuatro pies como las bestias, viene cada domingo
^-do, quiero exponerle algunos casos curiosos, el pobrecillo, haciendo unos diez kilómetros de
camino penosísimo, para' que yo le aplique al­
o mejor dicho, típicos.
Cada domingo viene aquí un buen hombre, gunas inyecciones, en la convicción de que aun
^acado de elefantitis. Y a la verdad, el pobre- curará.
A l fin y al cabo, ¿no puede hacer nuestro
~ o tiene un pie de elefante, descomunal que
buen D ios lo que ya' hacía duranté su vida
ptsa, sin exageración, más de. 15 kilos. Así y

pública? Yo, por mi parte, tengo más confianza
en la oración que todos juntos hacemos cada
semana por la salud física y espiritual de esta
pobre gente, que en las medicinas, sin dejar
de reconocer, sin embargo, sus buenos efectos
y eficacia.
Pero dejemos cosas tan poco gratas, y digamos
dos palabras sobre las condiciones actuales de
Shindaika.
Estado actúa/ de Shindaika. — Los do<‘
mingos. — Durante la semana.
No hace mucho tiempo todavía esta aldea,
formada por unas sesenta cabañas esparcidas
sin orden ni gusto, causaba a los pocos viajeros
que la atravesaban la impresión de un villorrio
miserable, triste y desierto.
Hoy, gracias a la labor del misioneío, la aldea
se engrandece y adquiere importancia. Todos
los sábados por la tarde y la mañana de los
domingos, los habitantes del contorno vienen
a reunirse al derredor de su jefe y del misionero,
trayendo consigo víveres, y a veces hasta su
provista de « pombe » (cerveza indígena, que
laetificat cor hominis).
Su objeto preferente, por no decir exclusivo,
es el de asistir a la instrucción religiosa, a las
oraciones, al canto y la escuela; y no pocos tam­
bién para aprovecharse de la clínica. Este
afluir de gente da vida a la misión y hace renacer
en los habitantes del lugar aquel espíritu de
familia que es una de las principales caracte­
rísticas de los hijos de Dios.
La mañana del domingo, hacia las ocho,
■ toda esta gente se encajona en la capilla, y ya
no sale hasta las diez y alguna vez más tarde.
Entonces se procede a la curación de los en­
fermos; se dan inyecciones, se aplican vendajes,
se reparten pildoras, etc.; entre tanto los niños
y los adultos sanos juegan con interés alguna
partida de foot-ball. Para que tuviesen un buen
campo hemos destruido unas cuantas cabañas.
Hacia las dos de la tarde se toca la campana,
que no es otra cosa que un azadón colgado junto
a la capilla, una especie de gong chino.
Como ya saben que llama a la escuela, en un
santiamén se llena de bote en bote; rezamos una
bre\ e oración, y a machacar de lo duro sobre el
a, í\ i, o, u: ma, me, tno etc.
Los nuls atrasaditos son los que más gritan...
Después pasamos a la escritura, corregimos los
trabajos de la semana, y, por último, la em­
prendemos con las matemáticas, un poco más
durillas de pelar.
Cuando y a llevamos una horita de trabajo,
y se nota que comienzan a cansarse, salimos a
jugar otra partida d$ balón. Entonces mi co­

cinero (un negrazo en paños blancos), viene a
decirme un poco impaciente que la comida esta
preparada y que pase a comer, porque de lo
contrarío voy a morir de hambre. Como no a
trata de un banquete suculento, pronto se ter­
mina la fiesta. Después de la comida, ya poco
puedo estar con mis neófitos, porque debo volver
a la residencia de la que Shindaika dista 30 ki­
lómetros, y si me descuido llegaría de nocLe,
lo que es peligroso.
Cuando me despido, todos los de la aldea:
niños, viejos y viejas gritan a todo pulmón;
« Moyo, Baba, Kwenda mzuri r. « Buenos
días, Padre »; aunque literalmente quiere decir:
o Andad con Dios; buen viaje ». Y muchos jovencitos y adultos me siguen por varios kilómetros
de camino.
Durante la semana, cuando yo estoy ausente,
los habitantes de la aldea se reúnen todos los
días, mañana y tarde, en la capilla, y guiados
por Andrés y Francisco rezan las oraciones y
entonan algún canto.
Después Francisco dirige la escuela desde las
9 a las I I , y a continuación les da recreo, que
aprovechanrpara jugar a foot-ball. Por la tarde
se dedican al trabajo, ya sea construyendo caba­
ñas o preparando los campos para la pró.rinia
sementera, * porque es m i‘ intención, amado
Padre, cultivar todo cuanto pueda al derredor
de la misión. Plantaré de todo: maíz, batatas,
cebada, etc... a fin de arrastrar con la vista de
los fnitos y mi ejemplo a esta gente. Debo mani­
festarle con gran satisfacción que los \-eo muy
bien dispuestos, como lo prueba el que comiencen
a preparar graneros. De este modo podremos
conjurar la terrible carestía que se deja sentir
siempre en el otoño y que tantos estragos causa
entre estos desgraciados.
Dos defunciones. — Junto a un moribafí'
do. — Las victorias de /a fe.
Des¿e que comencé esta misión hasta d
presente, no hemos tenido más que dos muertos
El primero fue una viejecita, que ya encontré
muy enferma en mis primeras visitas, y a la que
preparé convenientemente para recibir el santo
bautismo. Se lo administré el 24 de febrero dcl
año corriente, y precisamente dos días ant^
de volar al cielo, prometiéndome muy agrade­
cida y contenta que desde allá arriba rezarmucho por todos los niños de Shindaika. Se *>c
que mantiene bien su promesa, a juzgar por í«
abundantes beneficios que de continuo recibimo-.
E l otro era un niño mulato, que trajo aq-T
a la aldea moribundo una de sus madres. Conviefte saber que hay niño que cuenta con te
madres, porque .entre esta g ^ t e , el que se íb*^



51 —

resa de algún modo por un niño, y a sea la herniana, prima o cualquiera otra mujer, se la con­
sidera y a madre por ese m otivo.
Desgraciadamente murió el pobrecito du­
rante mi ausencia, sin recibir el bautism o. L a
triste circunstancia me dió pie para aconsejar
encarecidamente a todos que pidieran a María
Auxiliadora la gracia de que en adelante nin­
guno de la aldea m uriera sin haber recibido antes
d bautismo. Y desde entonces, a saber, desde

M isi On

del

peligro, administrárselo él mismo, si yo no lle­
gaba a tiempo. Apenas me vi libre, monté en la
bicicleta y logré llegar pocos momentos des])ués
de Andrés. Al acercarme a la cabaña oí que es­
taba agonizando, lo que me aligeró de un enorme
peso, pues temía haber llegado demasiado tanle.
En seguida pregunté al catequista si le había
bautizado, respondiéndome que no. Supe por
los hermanos del enfermo, estaban todos pre­
sentes, que el pobrecito llevaba ya tres horas

C o n g o B e l g a — E l CATkQU iSTA A n d r é s .

el 24 de Mayo, no hemos tenido ya ningún muerto
niás, ni siquiera entre los pequeñitos que son
tan sensibles a la mala estación, durante la
cual suelen morir un 40%. Y no es que no
liaya hecho frío; la cuestión es que del centenar
de niños que cuenta la aldea solo uno ha sido
atacado de la viruela, y también a este le hemos
salvado. Por todo ello damos rendidas gracias
a María Auxiliadora.
Como ve, amado Padre, Dios bendice nuestra
niisión y nuestra buena ifadre celeste parece
•pie ha extendido sobre ella su manto de pro­
tección.
í^n día, sin embargo, he pasado unos mo­
mentos de congoja y ansiedad. Habían venido
a llamarme para ir a ver un catecúmeno mori^^do. No pudiendo partir en s^ uida, mandé
delante a Andrés para que preparara al
***fenio a' recibir el bautisidbi y , en caso de

en agonía, con la cabeza apoyada en la rodilla
de uno de ellos.
Me arrodillé unos instantes junto a la estera
para implorar el socorro de nuestra buena
Madre celeste, y alzándome le llamé por
nombre, dirigiéndole algunas palabras para ver
si podía hablar todavía, pero aunque me oyó
no le fue posible.
— Está tranquilo, le dije entonces, nosotros
estamos aquí a tu derredor, y juntos rezaremos
todos a la \'irgen para que te conceda la gracia
de la curación, o de lo contrario te lleve pronto
al Paraíso, a gozar en su compañía.
Todos se arrodillaron y rezamos con fervor
una Ave María y la Salve, que todos ellos sabían
y a en su lengua.
El moribundo movía los labios, como sí qui­
siera orar con nosotros. Le pregunté, si deseaba
recibir éí'bautísiíió,'para en caso dé’qüe Dios le

— 52 —

llam ara a sí poder volar al cielo, y con los ojos
respondió que sí. Comencé la instrucción, cosa
que me fué fácil, porque conocía y a las verdades
fundamentales de nuestra Religión; y al term i­
nar, de nuevo le pregunté si deseaba tod avía
recibir el bautism o, y si prom etía, en caso de
curar, v iv ir como buen cristiano. Me respondió
que sí con profunda convicción, y entonces
(ierramó sobre su frente, bañada ya con el sudor
de lá muerte, el agua regeneradora pronunciando
las ]>alabras sacramentales.
Agotado con tan to esfuerzo, el pobrecito
cerró los ojos y sobre su frente se reflejó en
seguida una paz celeste. Al oído le sugerí tadovía
los dulces nombres de Jesiis, María y José y las
])alabras « Dios mío, os ofrezco todos mis sufri-

mú nios... hágase vuestra santa voluntad...

». .

Los hermanos me rodearon, preguntándome
con ansiedad si sanaría o m oriría, a lo que les
K'spondí con esta frase ta n fam iliar para ellos:
<
■ Kasi ya Mungin... ». — Eso es cosa del buen
Dios. — E s necesario rezar mucho por él; Dios
es dueño absoluto de nuestra vida; solo él es
omnipotente, y, por tanto, puede hacer y dis­
poner lo que quiera; y es tan bueno, que con
frecuencia hace lo que nosotros queremos,
especialmente cuando le rezamos con confianza
de hijos ».
¿Quiere saber cómo terminó la enfermedad
de nuestro José? este es el nombre que le di
en el bautismo. A la mañana siguiente no había
muerto todavía, al otro día estaba v iv o aún. y
asi, poco a poco, en unos días mejoró, y hoy
se encuentra restablecido completamente, desjmés de haber vencido su pulmonía doble, h'l
día 15 de junio suplimos solemnemente la cere­
monia de su bautismo, y ahora sigile con verda<lero afán la instrucción catequística, esperando
.]ue pronto podrá recibir su prim era comunión.

La inñuencia benéfica se extiende.
Seguramente, amado Padre, que yo le estoy
robando un tiempo precioso; pero permítame
«¡uc me alargue unas líneas más. No es solamente
cu tíliindaika donde la gracia de Dios v a obrando
su< m aravillas en las almas, sino tam bién en los
ahcvlodores y a gran distancia, a los que van
irradiando los beneficios de la Misión.

l ’na prueba. Desde hace unos tres meses \ñene
aquí regularmente cada quince días un apuesto
joven llamado Chimbi, vice-jefe de la aldea do
Sikitovala, que está a unos 20 kilómetros de
Sl.indaika. Conduce siempre consigo a un
grupo de doce muchachos, a los que se une a
vvoc.s su misma mujer, y él les enseña el catecií 'io, las oraciones, la lectura, escritura, etc.
bu devoción es verdaderamente admirable, y

muestra un deseo ardiente de recibir el bautismo.
Cuántas veces me ha dicho: « ¿Cuándo llegará ei
día feliz en que podremos llamarnos cristianos?
Muchas veces me ha invitado a acompañarlo
a su aldea para enviar a paseo a los protestantes
« que van a enseñarles la mentira y a descarriar
del buen sendero, de la única vía de la salud a
tantos de sus pobres hijos ».
— Padre, me dijo un día, cuando queráis,
todos nuestros niños, y son muchos, vendrán
a V.
Por este motivo no veo el día, la ocasión pro­
picia para llegarme a Sikitovala; yo creo que
dentro de tres semanas, cuando nuestros alumnos
blancos estén de vacaciones, haré una escapada.
También otro joven, muy bien dispuesto por
cierto, que habita a unos 16 kilómetros de aquí,
a orillas del camino que lleva a Kasenga, me
ha suplicado que le permita construir en la
aldea un cobertizo para poder, a su resguardo,
enseñar a sus amigos las primeras nocion^ de
catecismo, las oraciones, etc., esperando que
yo le visite alguna vez. Asentí con satisfacción
a su propuesta, y hace unos quince días me llcgina ver un hermoso grupo de 27 hombres y i;>
mujeres que siguen la instnicción rcligicsa biU"
su dirección. El es ya cristiano,.antigv:o ahimro
de nuestro colegio de Klisabethville. El doir.inco
pasado había auqientado su colegio con 7 hom­
bres más.
Y a lo ve, amado Padre, los resultados n<^
pueden ser más consoladores, y aunepu.' hav.i
todavía mucho que hacer, con la gracia de
Dios y la protección de María Auxinadora. espe­
ramos recoger abundantes frutos de esta nucía
mies que tan bien se encamina a su granazón.
Este es el motivo porque, poniendo término a
esta larga epístola», yo me dirijo a V. suplicán­
dole rece mucho y haga rezar por esta misión,
pues en la oración está el secreto de todo é.xito.
Nos serían muy gratos también los oíros
medios, que V. bien conoce: ropas, telas, vesti­
dos nuevos d usados, juguetes, objetos de es­
cuela, etc. listas cosas nos sirven a maravilla
para luchar contra los protestantes, que no
cuentan más que con estas armas.
Deseo que sepa, amado Padre, que las RRHermanas de la Caridad del Hospital de
sahcthviÜe (bien dignas del nombre que llevan?,
me proveen de todo cuanto pueden; pero natnralmente, a medida que el campo de acción anmenta se multiplican las necesidades. \ a se
puede decir que han hecho camisas, calzonci.:'^'
y demás para los negros de toda la ropa que
sobraba y hasta de alguna de su propio uso.
Puede asegurar a todas las almas caritativa?
que se interesen por esta misión que, además de
la recompensa que Dios tiene prometida a

-

53 -

M isió n d e l C o n g o B e l g a — L a C a p i l l a d b S h i n d a i k a ,

tlue por su amor hacen alguna limosma, espe­
cialmente a los más pequeñuelos y necesitados
de sus hijos, podrán contar con el beneficio de las
oraciones agradecidas que estos pobres negritos
elevarán al cielo por ellos, así como con las de
este misionero que afectuosamente se reco­
noce de V. hijo obligadísimo

' E nrique B ufkens Pbro.,
Misionero Salesiano.

Elocuente estadística
de nuestra Misión del Assam (India).
^'uestro Prefecto Apostólico del Assam,
ifons. Mathias, nos envía la estadística resumen
de la labor misionera realizada en su campo de
Misión desde el agosto de 1923 al agosto de 1924.
Estas cifras en la muda docuencia de los mímeros, nos muestran a la claras los beneficios
'ine nuestros misioitóros salesianos prodigan
por aquellas apartadas regiones, y lo mucho
i3e podemos prometemos con la gracia de Dios
y la generosidad de nuestros Cooperadores, en
PTO\-echo de 8 millones de p ia n o s , hermanos
‘^^lestros.

I.
Datos Genera les.

Habitantes de la Prefectura Apostólica 8.141.840
Católicos
6.783
Catecúmenos
1.290
Sacerdotes Salesianos
12
Minorista
l
Coadjutores
7
Ascritos
12
Hijas de María Auxiliadora
6
Irish Christian Brothers
lO
Monjas de Ntra. Sra. de las Misiones
22
Número total de Misioneros
80
Centros cristianos
175
Catequistas indígenas
75
II.
Iglesias, Capillas e lostltucioacs varias.

Iglesias
Capillas
Cementerios
Oratorios Festivos
Escuelas de oficios
Orfelinatos
Huérfanos recogidos

10
43
36
2

8
5
162

— 54

Colegios para europeos
í ’ensionados ]>ara europeos
Ivscuelas de niños
ICscuelas de niñas
Escuelas mistas
i ,
Número total de alumnos
Maestros seglares
Maestras
Asilos para ancianos
Asociaciones varias
Núnicrt) de socios (adultos y jóvenes)
Farmacias

iir .
Trabajo realizado desde el
]o de Agosto de 1923 ai 1<>de Agosto de 1924.
Bautismos administrados
711
Coníirmaciones
179
26.260
Confesiones
83.004
Comuniones
205
Primeras comuniones
Extremaunciones
54
62
Matrimonios bendecidos entre fieles
C
Matrimonios mixtos
l'unerales
97
838
Niños catequizados
Adultos catequizados
569
Catequizados por los catequistas indígenas 4 • »

Pláticas
Ejercicios Espirituales
Triduos y novenas
Visitas a los hospitales
Visitas a los enfermos
Visitas a las cárceles
Viajes apostólicos
Medicinas distribuidas

2-330
12
19
222

1.282

6

145
12.444

No dudamos de que estas cifras ccmsoladoras,
serán un motivo de legítima satisfacción para
nuestros Cooperadores, Amigos y cuántos con
sus limosnas y oraciones contribuyen a esta
obra misional; pues no pueden ignorar que con
su cooperación se hacen acreedores a cuanto
bien realizan los misioneros en aquellas regiones
en provecho de los pobres paganos.
Desde el día que los salesianos llegaron al
Assam hasta el presente, la estadística de sus
trabajos apostólicos arroja las siguientes cifras:
1.911

Bautismos
Confesiones
Comuniones
Alumnos educados
Huérfanos mantenidos

68.239
218.312
2.000
250

Shillong 18 de Agosto de 1924.

A ssam — O r a t o r i o f e s t i v o S a l e s ia n o d e G A m íA T i.

L uis IL vthias
Pref. Apost.

— 55 -

Bibliografía.
HN L A T IE R R A D E L F U E G O - — R e ­
cuerdos del M isionero S ale sia n o Rdo.
D. M aggíorino B o rg a te llo .
Cou este título ha publicado la S. E. I. de Turíii
un hermoso libro, que en breve será vertido al
castellano. Consta el volumen de 473 páginas de
amena e interesante lectura, en las que el autor,
misionero salesiano que ha evangelizado aquellas
tierras por espacio de 25 años, narra con toda sen­
cillez una porción de cosas de las que ha sido tes­
tigo. El trabajo está dividido en tres partes:
La primera da noticias geográficas, físicas, his­
tóricas y etnográficas de aquellos lugares y de las
tribus indígenas que las habitan.
En la segunda describe los principios y progresos
de la Misión Salesiana entre los naturales. •
En la tercera habla de la labor realizada por
los hijos de Don Bosco entre los emigrantes eu­
ropeos.
266 hermosas ilustraciones con un mapa geo­
gráfico de aquella región, completan el hermoso
e interesante volumen, que será presentado a la
Exposición Misionera del Vaticano en el presente
año. Es un libro que no debiera faltar, en estos
tiempos de vigoroso despertar misionero, en las
bliotecas parroquiales y^de los círculos católicos.
Los curiosos episodios, narrados por el autor con
sencillez de estilo, pero animado y escultorio, a
la par que sirven de amena lectura, serán un esti­
mulante que despertará en los jóvenes lectores
simjwtlas por la magna obra de religiosidad y
cirilización que realizan los misioneros católicos.

LAS M ISION ES S A L E S I A N A S D E L A
P a m p a , p o r D. R o b e rto J. T a v e lla
S- S. (Buenos Aires).
Después de las numerosas relaciones sueltas
que sobre la evangelización de la Pampa se lian
publicado en el Boletín Salesiano, se esperaba con
wterés algo que nos diera una idea de conjimto.
A sali.sfacer este deseo, en parte, viene, el trabajo del profesor Tavella, que es un prometedorde lo que cabe liacer en el campo de la
Historia de las Misiones.
Vía trazada por los primeros enviados del Ei'angelio y batida con éxito
el malogrado D. Lino
del Valle Carbajal, necesitaba, sin embargo, más
Abazón y unidad, objeto que ha conseguido el
profesor Tavella en las 250 p e in a s de que consta
obra, dedicada a su Eminencia el Cardenal
j if e r o , ’;ue medio siglo hace, con la bendición
de Don Bo>co y la integridad de su espíritu, transP*^tó -> ]; A^entina la Obra Salesiana.
E^tre
acerradas con-sideraciones qne constirin-en
v del mérito de este libro, nos place
J^odur;: el juicio que emite al finaliyAr el capíXX; ' ¿1 comercio no es precisamente la
^ ^ itid óu . y si ésta dependiera de aquel, no
nunca a la o lv id ^ a choza d d salvaje,

que escapa al interés del comercio, ponjuc no
puede dar nada de sí. ni de la naturaUv.:v que lo
rodea. — Se requiere, pues, el principio moral
para explicar satisfactoriamente la civilización
de los ptieblos... Y a insistimos antes en cl csjx'cial
carácter que presentan los pueblos senribárba!X)S,
no salvajes — que están cncornidas en los lmiilc.s
de una nación civilizada por la que .son rápida­
mente absorbidos — Son pueblos de difícil cla.sificación, cu im verdadero estado de Inmsición
entre la vida primitix a y el régimen de costum­
bres que les imponen los civilizados. Creemos que
esta es la condición de las pueblos aborígenes
argentinos. Mientnis no nos atreveríamas a lla­
marlos bárbaros, tampoco quisiéramos desconocer
las verdaderas misiones que aun por mucho tiempo
deberán subsistir entre ellos... Las Misiones ar­
gentinas no significan por lo tanto, una inferio­
ridad nacional en el concierto mundial de los
pueblos civilizados. I^ejos de eso, pueden y deben
representar el poder asimilador, la sana preocu­
pación civilizadora, la audaz decisión del trabajo,
la riqueza de ideales, el culto deJ patriotismo, la
perseverancia en las gloriosas tradiciones de his
empresas cristianas, que haji permitido la con­
quista. y la casi civilización y cultura de una
región hasta hace poco desconocida y temida,
que abarca la mitad del patrimonio territorial y
va a convertirse en la tierra del pan y del oro...
Todas las naciones de la América Meridional (i)
con la sola excepción del Uruguay, tienen (jue
resolver aún el mismo problema: la conversión
y la civilización de todos los indígenas que en­
cierran dentro de sus límites... La R. Argentina
ganó tal vez en esta empresa mayor ventaja que
las otras; han influido en ella distinla.s y nume­
rosas.causas. Por eso al fonnar en la Exposición
Universal de las MLsiones Católicas las mues­
tras étnicas de nuestros territorios nacionales,
y al presentar en im avanzado grado de cul­
tura, lo que la Patria recibió en estado de barnarie, atestiguamos superioridad de carácter y
nobleza de a h n a» (i).
Por nuestra parte deseamos que el ensayo tan
felizmente realizado por el profesor Tavella, tenga
mayor difusión y sea presagio de esfuerzo de
mayor aliento. No dudamos de que su lectura
será dei agrado de cuantos se interesan, no sólo
por los estudios históricos, sino también por los
progresos de la civilización y de la religión católica.
(1) y ¿p o rq u é ñ o la s de Am érica C entral y del Norte,
con los famosos p ieles rq/or d e Yanguilan dia? (N .d eR .).
(2) Escribía el P. L ino d el V a lle Carbajal eii
de 1S99, o sea 25 años hace, durante los cuales el pro­
greso d e la Patagonia, y particularm ente de la Pampa,
más qu e asombroso ha sido único sin ejem plo ni paragón en la historia: « N o debem os exagerar los hecbi-s
diciendo q u e la Patagonia esté com pletam ente civilizada
y señalando un Indice elevado en la instrucción; |>ero
mucho menos debe llamársele sem isalvaje, ;>orque seria
ignorar lo q u e es instrucción y salvajismo; sólo aiinnam os
qu e ella ha progresado y progresa a pasos de gigante,
porque h a y m uchas naciones europeas y am encanas
qu e actualm ente (1899) no pueden mostrar un exponente
d e civilización y cultura
elevado, como el que ofrecé
la poblaaón patagónica » (U n o del V a lle C arbajal, Ed.
it.: L a Patagonia, Veri. IV Libro X ; pág. 179I- N de R.

CULTO

^ de M aría A uxiliadora ^
NÓÉ tenem os la persuaslóa de que, en la s vicisitudes dolorosas de loa ti-m
pos que atraycsamos, no nos quedan más consuelos que lo s del Cielo, y eniie
éstos, la poderosa protección de la Virgen bendita, que fue en todo tiempo el
A u xilio de los Cristianos.
PiO *•

Triunfos de María Auxiliadora.
G ranada (Nicaragua),
Una eloci\ente y brillante demostración del
-amoroso fervor de los católicos granadinos,
cada vez más creciente hacia María Auxiliadora,
resultaron las funciones religiosas que se veri­
ficaron durante el mes de mayo en la capilla
salesiana de esta ciudad.
Como de costumbre, el 24 de abril principió
el mes de María, que fue como si dijéramos de
preparación, para dar fin con la novena que
comenzó el 15 de mayo. Todos los días hubo misa
con comunión general, y por la tarde rosario
cantado, pláticas, motetes y bendición, hasta
culminar con el solemne novenario en que a diario
hubo sermón predicado por el Revdo. Padre Fray
Luis de Villafranca, capuchino; cantos por un
numeroso y selecto coro dirigido por uno de los
maestros de capilla más competentes de la
ciudad, y para terminar procesión con S. D. M.
a través de las galerías del Colegio, saliendo
pocos pasos a la calle para entrar por la puerta
principal de la capilla, y luego bendición solemne.
Cada día ora celebrado por una matrona o seño­
rita de los más distinguido de la sociedad.
l ’ero cuando hubo \'erdadero desborde de entu­
siasmo y devoción, ñié el 24, día último de la
novena. Y a el 23 por la mañana había salido
la X’irgen acompañada de buen número de fieles
rezmido el Santo Rosario hacia la casa de uno
de los principales cooperadores salesianos, don
de debía pasar el día en vela, para regresar por
la tarde en solemnísina procesión a su capilla;
fué así en efecto, >*endo la bella imágen en una
liermosa carroza llena de angelitos primorosa y
artísticamente agrupados en tom o de la \'irgen,
rompiendo la marcha más de 300 alumnos del
Colegio Juan Bosco y un gmpo de señoritas,
llevando el estandarte de María Auxiliadora;
a los lados fonualxm filas las distintas asocia­

ciones religiosas, hijas de María, niñas de los
colegios y hospicios, etc., etc.
L a banda de música del Gobierno, galante
mente enviada por el Sr. Presidente de la Re­
pública, contribuía a solemnizar el acto tocando
las mejores piezas de su repertorio, >• los 0eté«
en cuyos semblantes se reflejaban la piedad y
amor por la Virgen, la acompañaban en ta!
número como nunca se había visto en esta
ciudad.
E l 24 en la mañana, de 6 á 8, hubo comunión
general; más de 800 personas se acercaron al
Divino Banquete; y a las diez dió piinci];io b
misa a grande orquesta oficiada por el Sr. Cura
Dr. Don Guillermo Pereira, con la asistencia
del Sr. Vicario de la Diócesis, Dr. José María
Ruíz, gran parte del Clero, PP. de la Compaina
de Jesús, seminaristas y numerosísima concu­
rrencia; ocupó la cátedra sagrada el Rev. Padre
Luis de Villafranca haciendo un brillante pa­
negírico de la Virgen.
A las cinco de la tarde dió principio el
más concurrido y solemne de toda la funcio:;.
L a muchedumbre era tal, que sin exageración
puede decirse que en la capilla no había material­
mente donde se colocara una persona más; -as
extensas galerías d e l‘ Colegio igualmente esta­
ban atestadas de gente que se desbordaba
todos los distintos apartamentos del
allí confundidas en un solo sentimiento de
y .d e amor estaban todas las clases sociale>.
lado de la campesina, la señora aristocrat-'-y rica, al lado del pulcro caballero, el hun*.;
hijo del pueblo. Al terminar el rosario,
el Rev. Padre Bernardo Porta de la Compa-^*
de Jesús, pronunciando un merecido y elfr
cuente elogió de la Obra Salesiana y hacieDC^*
un recuento al través de la Historia de los
mensos beneficios que por mediación de
Virgen había obtenido la Humanidad.
^

— 57 —

tinuación fué la imposición de medallas , 350
fueron colocadas en el pecho de otros tantos
devotos de Alaría Auxiliadora. Y tiempo es ya
de consignar aquí que la Virgen correspondió
a tanto fer\'or haciendo ver de una manera
patentísima su infinita bondad, concediendo
favores y gracias especiales a varios devotos.
Después, a las siete de la noche, fué la procesión
del Santísimo, precioso broche con que debían
terminar tan gratas solemnidades. Salió de la
capilla llevando la Custodia el actual Vicario
de la Diócesis, Dr. Don José María Ruíz y las
varas del palio, el Sr. Jefe Político con otros
distinguidos caballeros, recorriendo las hermosas
calles que rodean los edificios salesianos, las
cuales estaban primorosamente adornadas con
palmeras y banderolas contribuyendo a producir
un efecto sorprendente la profusa iluminación
eléctrica que en ambos ladqs de las calles simu­
laba cintas de ascuas luminosas. El interior
del templo estaba también bellamente ilumi­
nado y las innumerables bombillas eléctricas
siguiendo las líneas ora rectas, ora curvas del
estilo gótico del altar y de la capilla, producían
un efecto encantador.
Podemos decir con toda verdad que deben sen­
tirse muy satisfechos los Reverendos Padres
Salesianos y todas las personas que de algún
modo contribu3’eron a este triunfo del Culto
y de la Religión obtenio bajo las banderas de
María Auxiliadora.
Débilmente puede la pluma atreverse a
pintar tanta alegría, tanta magnificencia, pero
¿cómo describir con palabras, como interpretar
los sentimientos de devoción religiosa de aquella
muchedumbre? ¿cómo referir la piedad de los
fieles? ¿Con qué frases podríamos pintar la con­
movedora escena de humildes mujeres del
pueblo a quienes vimos elevar a sus tiernos hijos
tu los brazos para mostrarlos y ofrecerlos a la
^l^en.•' Más para imaginado y sentido que
rara descrito es el amor que, creciendo cada <Éa,
ha apoderado del pueblo granadino, para
<iuien pedimos a nuestra Madre derrame copio­
sas bendiciones.
(Del Correo).
(3 =

Cali \L-’'>mbia). — Una enfermedad nerviosa
^ obligó a guardar cama, y no llevaba camino
njfcjorar. L a muerte casi repentina de uno de
hijos me agravó de tal manera, qne todos
perdiera la razón y acabara loca.
Auxiliadora, sin embargo, a la que me

liabía encomendado de todo corazón, poniendopor intercesor al Venerable Don Bosco tuvo com­
pasión de mí y me devolvió la salud.
Agradecida con mi familia a tan señalado favor,
ruego al Boletín Salesiano piibliquc la gracia para
que sir\’a de estímulo a cuantos se Imllon necesi­
tados.
J. D. de C.
P esc .aixíR {Co/owóírt). — ),a señora Kudora
TnijiUo de IMeto, agradecida a la bondad do
María Auxiliadora envía las .siguicnics lineas para
que se publiquen en el Boletín Salesiano, órgano
de las maravillas que obra e.sta buena Marlrc.
Dice así: « En inomenías de angaslia, cxiandocreía perdida la e.speranza de vida de mi hijo Ge­
rardo, recurrí con fervor a María Auxiliadora,
ofreciéndole publicar la gracia, la que no se hizo
esperar; pués mi liijo recobró la salud y es la alegría
de mi hogar. Reconocida por este y otros singulares
favores, envío ima limosna y mando celebrar una
misa en su Santuario ».
E l Decurión LAUREANO C haves .
Chone {Ectuidor). — Hacía cerca de seis meses,
que me encontraba atormentada de contimio.s.
\ómitos; cuantos medicamentos me prescribieron
los médicos al efecto, fueron iniitiles. Cansada de
sufrir y en peligro por los disturbios que me pro­
ducía, acudí a nuestra celestial Madre. María
Auxiliadora, comenzando una novena, al par cpie
prometía hacer publicar la gracia, si me concedía
la salud.
E ra el último día de la novena, y, como inspi­
rada por la Virgen, se me ocurrió ser\'inne de un
remeílio, al parecer insignificante, con el cual
desaparecieron . por completo lo.s vómitos.
Profundamente reconocida por tan señaladofavor, envío una limosna para los huerfanitos de
Turín.
M ariana de Z amurano .
I quique {Chile). — fOon Bosco me ha curador
Desde hacía un año padecía un fuerte y constante
dolor de espalda. Mis dolores eran a veces deses­
perantes. Muclios remedios me apliqué a esl;-,
maligna eníennedad, pero sin el menor resultaxlo.
Un día riño a visitarme im hijo de Don Bosco,
quien rae trajo de obsequio un número del Boletín
Salesiano. Apenas él se retiró de mi hogar, empecé
a hojear esta interesante revista salesiana y entte
sus páginas encontré algimos hechos prodigiosos
atribuidos a la válida intercesión del gran Siervo
de Dios, Don Juan Bosco. Recordé entonces el
consejo que momentos antes me había dado el
sacerdote salesiano, de pedirle a Don Bosco mi
curación.
Inmediatamente invoqué la protección dtl
Fundador de los Salesianos y le prometí una mo­
desta limosna para sus obras... ¡Caso singular! Los
dolores cesaron sin remedio alguno, y desde hace
seis meses a esta parte, no me ha vuelto la dolencia,
de dc«ide puedo colegir piadosamente que he sido
favorecido por el gran valimiento del Siervo d.
Dios.
Hago público en el Boletín Salesiano este seña-

— 5« —

lado servicio de Don Bosco e invito a todos a ccnfiar en este glorioso santo moderno, y quiera Dios
se apresure el día en que la Santa Iglesia lo eleve
a los altares.
E. P. de C.
'
Y aritacua {Venezuela). — En el año 1021,
me hallé gravemente enfermo, al extremo que los
médicos desconfiaban de mi curación. Mi madre
me confió a la protección de María Auxiliadora,
y yo mismo, ya im poco mejorado, invoqué de
todo corazón a esta gloriosa Virgen y Protectora
nuestra, prometiendo ima limosna y publicar la
gracia, si me concedía la curación.
Estando hoy completamente sano y gozando
de perfecta salud, cumplo gustoso lo prometido,
enviando la limosna a su Santuario de Turín, y
a la vez la relación de la gracia para que sirva de
aliento y mueva a recurrir a tan buena Madre a
todos aquellos que se hallan angustiados y enfer;Gloria a María Auxiliadora y bendito sea
Don Bosco que nos dió a conocer a la Virgen en
esta su dulcísima y eficaz advocación de * Auxilio
de los Cristianos! *

PA B I.0 CARVAI.W).

C aracas [Venezuela). — Ctmiplo con la promesa
hecha de enviar una limosna, en agradecimiento
n un favor recibido de María Auxiliadora por
intercesión del Venerable Don Bosco.
Me hallaba gravemente enfenna desde hacía
tres meses, sin que nada pudiera devolverme la
salud. Y o pedía a María Auxiliadora mi curación
con mucha fe, pero no obtenía mejoría. Un día
en que me encontraba peor que de ordinario, me
llegó de Italia una reliquia del Venerable Don
Bosco. que desde tanto tiempo anhelaba.
Recurrí a él para que intercediera a María
Auxiliadora en mi favor, y fui escuchada.
Me levanté como si no hubiera tenido nada,
asombrando a la familia que quería acostarme por
temor a una recaída; pero inútilmente, porque la
gracia era completa.
St'an dadas gracias a María Auxiliadora y a
su fiel siervo Don Basco.
S o fía M artín'EZ.

Dan también gracias a María Auxiliadora.
H orcajo dé S antiago [Esf¡aña). — Dfla. P í­
dela Moya, cooperadora salesiana, por varios fa­
vores recibidos v envía ima limosna.
C a u Coloinhia). — Las Sres. Miguel Vte. Perea,
Juana Bta, Molina y Camila Zéa, agradecidas a
los favores recibidos de María Auxiliadora, enNdan
ima limosna para la Obra Salesiana.
San Cr is t o b ii . {b>r»er«e/a).— Dña. Carmen S.
de Rodríguez, rinde público testimonio de gratitud
para con Alaria Auxiliadora, por haberla concedido
la salud de ima hija, para quien había invocado
su mediación.

Por el Mundo Solesiano
CiUDADELA (España). — Bodas de Plata del
Colegio Saiesiano.
Una de las satisfacciones más íntimas en la
ruda lucha de la vida, tanto individual como colec­
tiva, es la del deber cumplido. Por eso cuando
llegan esas fechas solenmes consagradas por el
uso, como son los aniversarios, bodas de plata, oro
o diamante, en que por fuerza de las cosas nos dete­
nemos im momento a reflexionar sobre nuestro
pasado, recorremos con los ojos del alma la obra
realizada y los laureles cosechados en esa etapa de
rudo batallar, se experimentan las dulzuras ine­
fables del deber cmnplido y se sienten en el alma
toques divinos que infunden nuevos alientos para
continuar la obra que la Providencia nos ha en­
comendado.
Eso es lo que les ha acontecido a nuestros her­
manos de Cindadela al celebrar las bodas de plata
del colegio. Dedicados por completo y con genero­
sidad cristiana a la educación de la niñez y al bien
espiritual del prójimo, jamás se pararon a contem­
plar la hennosa floración de virtudes que se de­
sarrollaba al contacto de su abnegación y entu­
siasmo; y fué preciso que la graii'.ud de los millares
de corazones abiertos a la luz por sus solícitos cui­
dados, les mostraran la hennosura del campo por
ellos cultivado.
Mientras nos asociamos a su justo regocijo, ba
ceñios votos para que esas alegrías y triunfos obte­
nidos sean prenda y aliciente de nuevos y más
numerosos laureles.
CIliOADELA (España). — Monumeato a Domlafo
Savio.
Leemos en Nuestro Attxilio, órgano del colegio
saiesiano: « Hemos recibido ya la estátua que ha
de coronar el monumento, que el cariño de
niños y jóvenes de Ciudadela, levanta a su mod^.
Domingo Savio. En breve empezará su instaladíc
en el patio de entrada del Colegio, para que d
fiel devoto de María Auxiliadora y alunmo dd
Ven. D. Bosco, interceda desde el cielo ante d
Dueño de todo bien y alcance de El bendiciones
especiales sobre las obras que se van a comenzar
muy pronto. Dicho monumento se inaugurar»
solemnemente en este mes de febrero, formando
parte de un grandioso programa, que se dedicará
a S. Francisco de Sales, Patrono de la Congre^*
d ón Salesiana y Protector especial de este Col^»a quien ha bendeddo extraordinariamente durante
los 25 años de su existenda.
ALICANTE (España). — Digno de imitación.
Si es digno de alabanza el multiplicar
*•*
lentos, las dotes intelectuales y los conociuuentos
que el Señor nos ha concedido, no lo es

— 59 —

el prodigarse, gratis et amore Dei, para curar o
alÍNnar los dolores humanos.
Por eso hemos leído con satisfacción cómo
varios Antiguos Alumnos de Alicante, después de
haber terminado los estudios de medicina, ofrecen
sus servicios gratuitamente a los demás Antiguos
Alumnos de la localidad, sus amigos.
Ojalá cunda entre nuestros ex-alumnos este pro­
ceder, que demuestra claramente la hermosura de
la caridad cristiana, la realización práctica de las
enseñanzas recibidas en las Casas de D. Sosco.
\’ayan estas líneas como tributo de nuestra admi­
ración y simpatía.

quete ofrecido al amorosísimo P. José a (piiéu
acompañaban el Rmo. P. Esteban Trione, d Rdo.
P. Inspector y Rdo. P. Pagliere y otros varias
Sacerdotes, el Teniente Coronel Gocung.a y \uu)s
doscientos Ex-alumnos. .V los postres íiubo calu­
rosos brindis, escuchando todos con e.sj>ecial cariño
los paternales augurios y consejos del Rmo. p, José.
Por la tarde siguieron con el mismo eulusia.smo los
desafíos de foot-ball y el concurso de tiro. A las rñ
comenzaron a remiirse en la Basílica. Se rezó d

ARGENTINA. — Peregrinación de Ex-alumnos
Salesianos a Lnján.
Prueba elocuente de la educación religiosa que
los alumnos reciben en los Colegios de Don Bosco,
son esas hermosas manifestaciones de fe que de
vez en cuando y por doquiera dan los ex-alunmos
salesianos.
Con el entusiasmo de convicciones profundas v
acrecentado esta vez por la presencia de los Rdos.
PP. José Vespignani y Esteban Trione, represen­
tantes respectivamente de D. Felipe Rinaldi,
Rector Mayor de la Congregación Salesiana, y
del Einnio Cardenal Cagliero, celebraron el 23 del
Noviembre pasado su tradicional peregrinación
a Luján los Ex-alumnos salesianos.
Entresacamos de la magnífica descripción que
de ella hace la Unión los siguientes párrafos:
* Llegamos a Luján con algún retraso. Acto
coníinno se organizó la coluuma. ¡Qué magnífico
espectáculo! ¡más de 1000 jóvenes cristianos, exalunmos de Don Bosco, que marchaban unidos,
santamente .alegres, en una columna compacta
de 8 en fondo que abarcaba dos cuadras, que
cantaban, a cabeza descubierta, por las calles de
la atea ciudad de María de Luján, con vibrante voz:
Bendice oh Santa Madre
La voz de nuestra fe.
¡A Dios queremos, es nuestro Padre,
A Dws queremos, es nuestro Reyl
Lástima que el Santuario estaba ocupado por
k» peregrinos de Liniers.
^ificante fué ver todos los sacerdotes sentados,
quién en un confesionario, quién en la extremidad
de un banco, rodeados de im buen grupo de jó­
venes que se preparaban para purificar sus almaR
en el baño sacramental de la Confesión, para luego
•cercarse Uenos de fe y amor a la mesa Eucarística,
• fin de sustentar sus almas con el sagrado cuerpo
de Jesús, Cordero inmaculado que a la par que
®|endra \*írgenes trueca a la juventud en leones
^ Juda, como lo ha hecho con Gastón de Sonis,
'^zanar., Papini, y miles de jóvenes más.
Ocupó el púlpito el Rmo. P. Trione quién prootmeió una brillante alocución en italiano. Después:
Is desbandada. Cada uno tomó el desayuno a su
S'isto. Interesantes los partidos de foot-ball y el
^'^“ciirso de tiro. Por lo que toca al almuerzo
que todos se han arreglado; unos bien y
mejor.
En el hotel Bonfanti fué preparado un ban­

ViEDMA ( A r g e n t . ) — M o n u m e n t o a D o m i n g o S a v i o .

Sto. Rosario, después del cual el Sr. Cura Párroco
de Liniers dirigió una vibrante alocución animando
a todos a la perseverancia en la fe.
Luego subió al altar el Rmo. P. José Vespignani
rodeado de los Rraos. Padres Bonetti, Esandi y
Serié, haciendo de ayudantes un grupo de Ex-aluranos, e impartió solemnemente la bendición con
S. D. 3>L, dándose final al acto religioso con el
canto dei Adiós, de Monseñor Costamagna tan co­
nocido, pero siempre tan emocionante. Terminado
el acto religioso, en columna como por la mañana,
volvióse a la estación, al son de marchas patrió­
ticas ejecutadas por la banda del Colegio Pío IX .
En resumen: la peregrinación del Domingo p. p.
fué hermoso acto de fe cristiana que habrá dejado
en todos los buenos Ex-alumnos que participaron
a ella tm recuerdo imborrable.

— 6o —
^)ías antes un grupo de 64 alumnos del Colegio
pío IX , dirigidos por el entusiasta e incansable
Rdo. D. José Borgatti, hicieron la misnaa peregri­
nación a I^uján, recorriendo a pie, como verdaderos
peregrinos, los 70 Km. que separan el Santuario
de la Capital federal. Huelga el decir que el entu­
siasmo religioso de estos jóvenes es una sacudida
saludable para los que la indiferencia ha amorti­
guado su fe.
VIEDMA (Atgcnlina). — Inauguración de un
miimimento a Domingo Savío.

Coufonue estaba anunciado, se realizó en la
tarde del jueves 30 Octubre a las 17 horas la inau­
guración del artístico monumento erigido en los
patios del Colegio San francisco de Sales de esta
Cajútal al joven Domingo Savio, alumno ejemplar
del Ven. Juan Bo,sco.
A pesar de lo desapacible de la tarde por el
\-iento casi huracanado reinante, se reunió mucha
concurrencia, que acompañó a los alumnos del
citado Colegio, de la Escuela Agrícola San Isidro
)• del Colegio María Auxiliadora.
En lugar prominente tomaron asiento los padri­
nos del Monumento, el Dr. Emilio De Rege y su
esposa la Sra. Mariana Inda de De Rege, en r^prepresentación del Sr. Pedro Inda y su esposa Da.
¿•'nmcisca Sarratea de Inda; la Sra. Lucinda P. de
Catupano y el Sr. Eduardo Pascual que represen­
taba al Sr. Andrés Iribarren.
Después de una marcha triimfal por la Banda
de los Colegios Salesianos, el Sr. Inspector de las
Misiones Rdo. Luis J. Pedeutonte procedió a la
bendición del Monumento, tras la cual el Director
del Colegio S. Francisco de Sales, Pbro. Pedro M.
Savani. leyó el Acta de la Bendirión e Inauguración
(jue firmaron los padrinos.
Varios alumnos dcl Instituto pronunciaron her­
mosos discur-sitos en honor del modelo de los
alumnos salesianos, Domingo Savio; y en nombre
do los Ivx-íilumnos de Don Bosco pronunció mi
conceptuoso discurso el Sr. José M. Pérez, cuyas
palabras arrancaron al final merecidos aplausos.
Luego, en la forma atrayente que le caracteriza,
disertó sobre el significado del acto el Sr. Inspector
tle las Misiones indicando a los alumnos que Do­
mingo Savio desde su monumento era un símbolo
ptira ellos, y rogando a los patlrcs de familia que
mantuvieran en sus hogares las enseñanzas que
los niños llevarán del colegio. Sus palabras fueron
coronatlas con largos aplausas.
Luego se cantó el Himno Salesiano. y la Banda
tocó la marcha final.
l^ r la noche se quentaron algtuios iiúmeros de
fuegos artificiales, y al pie del monumento se le
hizo entrega al Sr. Inspector de las Misiones de im
artístico Albutn en que aparecett registradas 1^
Cotnuuiones y augurios de las Asociaciones religicvsas y alumnos de la Patagonia, que agradeció
en sentidas frases el obsequiado.
Con este número se cerraron en \’iedma los
graivdiosos festejos en honor de las Bodas de
plata tNicerdotales del P. l>edemonte, que dejarán
imltorrahle recuerdo en cuantos participaron en
elas.

CHILE. — Los SaiesiaQos celebran el Cincaent^
nario de la Obra.

Nada más práctico ,para juzgar de la bondad y
utilidad dé una obra que atender a la labor reali­
zada por la misma.
Ateniéndose sin duda a este dictamen, varios
diarios de la República chilena, mientras los Sale­
sianos celebraban el fausto Cincuentenario con el
Congreso al Sagrado Corazón y otros festejos rdigiosos, hacían un estudio minucioso del trabajo
verificado en la República durante ese período de
tiempo.
Halagadores son ciertamente los juicios en que
abmidau acerca de los Oratorios festivos que sus­
tentan, de las escuelas diurnas y uocLumas, de les
hospicios para niñoá pobres y abandonados, i e
las granjas agrícolas, escuelas talleres, iglesias y
demás obras a que los Salesianos consagran sus
actividades.
Como resumen de toda esa benéfica labor pre­
sentan el cuadro siguiente, que nosotros ofrecetnrs
a nuestros lectores.
Niños educados por los Salesianos en Cbile
desde I&87 hasta boy.
COLEGIOS

1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
9.
10.
11.
12.
13.
14.

NlROS Qratuidos

Pagimn
algo tode

Concepción
6998 3836 1580 1582
872 881
Talca
4332 2129
Gratitud Nac. Sant. 7273 2923 1686 2664
1448 1430 4784
Valparaíso
Patrocinio S. José S. 7671 3470 1787 2224
117
24
Macul-Sautiago
12210 1079
Iquique
6970
317 1004 4019
Linares
1843 1834
700
Valdhna
55*^9
410 ; 153
874
L a Serena
1425
Exter, «Mariana Sil. 4000 4000
127
Quillota
127
II
Cailloma
195
Orat. festivos
63525 63525

Totales

118773 86115 8897 1727®

SANTIAGO (Chile). — V Congreso en honor W
Sagrado Corazón de Jesús.

Del 24 al 26 del Octubre pasado se verificó
Chile el V Congreso Salesiano en honor del Sagra»*
Corazón de Jesús.
,
Las reuniones parciales, muy animadas y en U>
que se realizó muclio trabajo, tuvieron feliz coro­
namiento con la función de clausura, en la
los asambleístas se consagraron al Corazón #
Jesús. Asistieron al acto todas las Compañías oo
Instituto local, y las de S. José de Macul, adeffl^
de los delegados de las Compañías de todos
Colegios Salesianos de la República.
E l limo. Sr. D. Rafael Edwards celebró la üan^^
Misa a las 8 y media y antes de distribuir el Pan ^
los Fuertes, dirigió al numeroso auditorio
aquellas fervorosas alocuciones que le
Tributó un elogio encomiástico a Don
quitn con su espíritu profético, pre\-iendo las



cesidades de los tiempos, fué incansable apóstol
de la comunión frecuente y diaria.
La ilisa de Pontifical la dijo el Excmo. Sr. Nimcio
Apostólico, Dr. D. Benedicto Masella, y al Bvangelio ocupó la cátedra del Espíritu Santo el Timo.
Sr. D. Antonio Castro, Obispo de Ancud, quien
en una brillante y hermosísima alocución desa­
rrolló el tema: « E l amor de Jesús », resumiendo
con admirable maestría en ese divino amor todo
el dogma católico. Inspiradísimo estuvo el limo,
Sr. Castro, cuando al hablar de Don Bosco, probó
que el amor que él tenía a la niñez y a la humanidad,
dimanaba del Sagrado Corazón por ser esencial­
mente práctico en bien del objeto amado.
La Asamblea de clausura,

por la tarde, a las 5 P. M., se celebró la asamblea
plenaria, en la cual se desarrolló tm interesante

pn^ama.
Todos los números fueron ejecutados con preci­
sión y maestría, mereciendo especiales aplausos, el
Padre A. Echarte, quien con su avasalladora elo­
cuencia. manifestó a lo vivo la necesidad de muchos
V santos ministros para sostener, propagar y de­
fender nuestra santa Religión. Mereció nutridos
aplausos el Sr. Oscar Stock, delegado de los ex­
alumnos Salesianos de Valparaíso.
Oausuró la asamblea el Excmo. Sr. Nimcio
quien con sentidas palabras, felicitó a los promo­
tores de este Congreso, a todos los que tomaron
parte activa para el feliz éxito del mismo y ter­
minó haciendo votos para que las conclusiones
tomadas en él no sean letra muerta, sino que se
traduzcan en actos de vida cristiana y fervorosa.
Muchas fueron las adhesiones que se recibieron
en este Congreso; fueron acogidas con amor y
reverencia la bendición del Sumo Pontífice, y las
adlicsiones del Episcopado Chileno.
PERÚ. — Visita Pastoral del salesíano D. Ocia­
rlo Ortiz, Obispo de Chacbapoyas.

.Acaba de recorrer el departamento de S. Martín,
qne abraza siete extensas parroquias, tres de las
cuales t-stán a cargo de sacerdotes seculares y las
reatantes dirigidas por PP. Pasionistas. Muchos
«an los años transcurridos sin que esas poblacio­
nes hubieran tenido la fortuna de recibir la visita
driObisp», algimas no la recuerdan.sic}uiera. Por eso
U llegada del Obispo salesiano despertó gran eiitnsiasiiio y fueron abundantes los frutos espirituales
<^'^>sechados. Sin reparar en fatigas, el Sr. Obispo
*ecomó
pueblos, usando todos los medios de
fccomocióa primitivos en una longitud de 1655 Km .
En esta visita fueron administrados 597 bau11.072 confesiones, 8279 comuniones,
12.510 confirmaciones y 367 matrimonios.
Todavía le quedan por visitar 5 parroquias de
^ vasta diócesis, con 32 pueblos, situados en el
^parían.ento del Amazonas.
WUGÜAY. —

^

Ua Congreso Misionero de niños.

v: . .uó a principios del corr. en el Colegio
< Nv' -;ra Señora del Rosario » con todas las
j
y. lo que más sbrprende, con toda
Senté J de un Congreso.

ni



Tema de las discusiones y resoluciones han sido
las Misiones católicas y en especial snle.sinnas.
Fué sugerido por la proximidad del Año Santo
y por la conmemoración cincuentcnaria de la lle­
gada de los Salesianos a América. Pío X I y Don
Bosco eran las dos figuras evocadas con in.sist en­
cía por los pequeños congresistas.
Han llegado a nuestro conocimiento algunas
de las resoluciones. Merecen destacarse ix>r su
oportmiidad y como índice de la elevación y no­
bleza de sentimientos que inspiraron este singular
Congreso'.
Considerando que la oración es la fuente miis
rica y eficaz de vocaciones misioneras, se resuelve,
que, además de la Conumión general de los tres­
cientos cincuenta alumnas efectuada durante el
Congreso, cada uno de los cursos la renueve perió­
dicamente a lo largo del Año vSauto. Además se
solicitará a los Superiores autorizabión para agre­
gar durante el mismp año a las oraciones coinums
diarias vma « Salve » por las Misiones Católicas.
Para concurrir materiahnente al desarrollo de
las mismas y en particular de la que va a iniciarse
entre los indios del Chaco Paraguayo se resuelve
pedir a su Superior el Pbro. Emilio Sosa Gaoiia
que imponga a los primeros indiecitos que bauti­
zará el nombre y apellido de los mejores almnnos
del Colegio, estando a cargo de todos los alumnos
los gastos del trajecito y hasta de algún juguete
para los pequeños bautizados. Se propondrá esta
delicada iniciativa también a los alumnos de los
demás colegios salesianos del Uruguay.
Para liacer frente a estos peiiuefios gastos se
resuelve echar mano de los medios siguientes:
1® Coleccionar estampillas usadas destinando
a ese fin el importe de la venta.
2® Colocar en cada Curso una alcancía para las
oblaciones espontánea.s de los pequeños ahorros.
3® I'imdar entre los alumnos un cuadro dra­
mático llamado Cuadro misionsro con funcionc.s
periódicas a Iwneficio de las Misiones. Serán pre­
feridos, dramas relacionados con la vida y la ol;ra
de los misioneros.
Estas bellas resoluciones fueron integradas con
actos de generosidad aún jnás bellos.
Muchos niños se desprendieron de colecciones
de estampillas en las que Iiabían puesto su alma
por varios años.
Un niño de corta edad entregó todo el surtido
de juguetes, que fueron la fuente suprema de sus
esparcimientos infantiles.
Y basten estos datos para poner de relieve el
tesoro de buenos sentimientos ocultos en el corazón
de la niñez pronto a manifestarse cada vez que los
padres o los maestros tienen el acierto de ofrecerles
lina buena ocasión.
En este sentido no sabemos a quien aplaudir
más si a la Dirección del Colegio salesiano de
Paysandú o a sus pequeños y nobles congresistas.
MERCEDES (Uruguay). — Se coloca la primera
piedra de una nueva capilla salesiana.

Fué bendecida con mucha solemnidad y con­
curso de niños y pueblo el 16 de X'oviembre.
Será dedicada a San Juan Bautista y está sur-

^

— 62 -Riendo en un vasto terreno, destinado a las diver­
siones del Oratorio Festivo. En lo alto del portón
de ingreso está escrito: Parque « Don Bosco *. Y el
vecindario, un vecindario que pedía a gritos una
Iglesia se va llamando: Barrio * Don Bosco ».
La ceremonia dentro de su sencillez adquirió
contornos de acontecimiento.
Una tarde primaveral inmadada de sol. Desde
el próximo Colegio Salesiano, una larga columna
de cerca de 400 oratorianos, encabezada por la
banda municipal y por varias banderas, se trasladó
al lugar entre cantos y vítores. Allí aguardaba
ya im núcleo compacto de pueblo.
Desde lo alto de mi cajón el Inspector Salesíano explicó la ceremonia, reclamando un aplauso
para Ja familia Idiarte Borda, cuya generosidad
lo hizo posible.
Apadrinaron el acto, en nombre de la familia,
ei Sr. Antonio «López y la Señorita Zelmira Shunnury.

LOS QUE MUEREN

Catalina OtonelÜ de Peruzzo.
Murió cristianamente en Paysandú {Uruguay)
el 2.1 de Septiembre.
Humilde, piadosa, caritativa, pasó por este
mundo después de una larga peregrinación, edifi­
cando a cuantos pudieron mirar de cerca su cris­
tiano corazón.
Todas las mañanas veíasele del brazo de su
esjxxso Don Juan subir la escalinata del templo
parroquial de l ’aysamlú para asistir a las primeras
misas,
Su satisfacción más amplia y que llenaba de
alegría a la llorada Doña Catalina era ser madre
do tn's religiosas de María Auxiliadora y de haber
ofrecido a Dios en la Societlad Salesiana a su único
hijo el Rdo P. Pablo Peruzzo.
Unimos nuestra oración a los sufragios de tan
bella alma y presentamos el más sentido pésame
a «u esposo e hijos.

Sra. Dña. Francisca C. de Bacigalupe.
Rodeada por todos sus hijos y nietos murió
s;\mamente en Mercedes (Uruguay) el día 23 del
corriente a la ead de 84 años.
La extinta era madre del apreciado y \*irtuoso
sacerdote salesiano, Rdo. D. Mariano Bacigalupe,

Prefecto de los Talleres Don Bosco. A él y a todos
los deudos de la llorada señora nuestro pésame;
por ella nuestros sufragios.

Dr. Eugenio Tello.
Choele Choel {Argentina)^ diciembre 2.
Falleció en su establecimiento de campo de
ésta, el ex-gobemador de Jujuy y de este terri­
torio y ex-senador nacional, Sr. Eugenio Tdlo.
E l Sr. Tello, se hallaba acogido a los beneficios de
la jubilación, después de haber prestado durante
36 años importantes servicios al país. Nacido en la
provincia de Jujuy y graduado doctor en juris­
prudencia, ocupó en su larga actuación pública
diversos cargos en el desempeño de los cuales se
distinguió p>or su cultura y caballerosidad.
Rigió los destinos de su provincia natal, y entre
las reformas más importantes de su administración,
figura la expropiación de tierras de un gran latiñmdio, tierras que forman parte actualmente del
departamento Valle Grande.
Posterionnente fue nombrado gobernador de
los territorios de Rio Negro y Chubut.
Con él pierden los Salesianos im gran amigo e
insigne Cooperador. Caballero cristiano, su cora­
zón generoso se hallaba siempre dispuesto a so­
correr las necesidades del pobre, especialmente
de los niños, por cuya educación se interesaba
vivamente.
E l Señor le recompensará con creces, como los
Sale.sianos agradecidos se lo suplicamos.
Reciba su familia nuestro sentido pésame.

R . I. P.
Otros Cooperadores difuntos:
Espatia. — Gerona: M. I. Sr. D. Rafael Hortal
y Elias, Arcediano de la S. I. C. B.; Da. Francisca
Güell de Vivas; D. José de Trinchería y Guitó.
Almodovar del Pinar: Dña. Agueda Monedero.
Járaba: Rdo. D. Gregorio Menas, Párroco.
Villar de Dgo. Garda: Da. Hilaria Alvaro; B»Felipa Niño; Da. Eufemia González.
Cuenca: Da. Josefa Cobo; Da. Francisca M^*
tínez de Rozas; D. Vitoriano Muñoz; Da. María
Onduvilla; D. Lope Magro; D. Mariano Borja.
Colombia {Yotaco): D. Cayetano Pérez.
Uruguay {Montevideo): Da. Angela R. de Costa.
Barcelona: La I. Sra. Da. Josefa M. de la Asno*
ción. Roses y Ferrer; D. José Bagá y Pinto;.J*^
Martorell; D. Evaristo Jimcosa y DomenecE
D. Agustín Martínez y Mora.

Con aprobación de la .Autoridad Eclesiástica: Gerente: GEMINTANO FE R R A R I.
Establee. T ip .d e la Sociedad Editora Internacional. — Corso Regina .Margherita, N. 174 - TuRlX<

(Ital'a) TORITsíO - C o rso R egin a Margherita, 174

PRT^NeiSeOS VARVELLO
Sacerdos, Philosophiae Professor in Sem inario Salesiano apud Tauriiienses

INSTITUTIONES PHILOSOPHIAE
Pars i . C om p lecten s In tro d u ctio n em ad p h ü o so p h ia n e t L ogicam : Libellae lo . — Apud exteros:

Libellae 14,

Paks II. M etap h ysica.

Vol. I. Complectens Metapliysicam generalem sen Ontologíam : L . 6. — A pud exteros: L . 7,50.
Vol. II. Complectens Metaphysicam specialem seu Cosmologiani, Fneumatologiam et Tlieodiceam:
L. 12. - Apud exteros: L . 15.
Pars III. E th ica e t Ju s n atu ra e.

Vol. I. Complectens Ethicam: L . 5. — Apud exteros: L . 7.
Vol. II. Complectens Jus naturae: L . 15 — Apud exteros: L . iS.

H e R A T IU S H H Z Z E L ta
Archiepiscopus Tareiitinus

PRAELECTIONES SCHOLASTICO-DOGMATICAE
BREVIO R I CU RaU I AC C O M O D A T A E
E D IT IO Q U IN T A R E C O G N IT A E T A U C T A .
Vol. I. T r a c ta tu s de v e ra R ellg io n e, de S c rlp tu ra , de T ra d itio n e e t de E cciesia C h ristí: L. 25.
— Apud exicros: L . 30.
Vol. II. T r a c ta tu s de D eo Uno ac T rin o e t de D eo C re an te: L . 15. — Apud exteros: L . iS.
Vol. III. T r a c ta tu s de V erbo in ca rn a to , de Q ratia C h risti e t de V irtu tib u s infusis: L. 15. — Apud
exteros: L . iS.
Vol. IV . T r a c ta tu s de S a cra m e n tis e t de N ovisslm is: L . 15. — A pud exteros: L . 18.
PETRUS R A C C A .
THEOLOQIA M O R A LIS S Y N O P SíS . — Breve opus ex sapientis.simis scripto:¡luis de re nmiali eductiim et ad normam novi Codicis Juris Canonici exaiatum . — V ol. in*i6 pp. 700: ¡,. 12,50.
Apud
exleros: L . 15.
DE CENSURIS L A T A E S E N T E N T íA E quae in Códice Juris Canonici contínentur commentarioltim digessit JoANNEs C a v ig l io l i . V o l. iii-i6 pi». 170: L . 3 ,75. — Apud exteros: L . 4,50.
PSALMORUM L í b e r f. — Edidit signisque modernis aiixit F . V a l e n t e M. I. V'ol. in-16 pp. VIlI-72;
E. 3.50. — Apud exteros: L . 4,20.
Ediiio est elegantissim a novissim aque psalm orum , hebraica liiigua concinnata.

ALO ISIU S G R A M M A T IC A .
O EO Q RAPH IAE B IB L IC A S addita brevi notitia Regiooiim et Locorum. Textus ciim 8 tabularum originalium. - Editio niiñor: L . 10. — Apud exteros: L . 12.
H-EHENTA Q R A M M A TIC A E H 6 B R A IC \ E cnm chrestomathia et glossarío scripsít I t a l o s Pizzr
Uoctor phdol. iinguarum orient. professor in R. U n. Taurín. V ol. íii-16 pp. XII.232: L . 8. — A pud
eiteros: L . 9,60.
HIERONYMI.ANUM, anno MD a Maximí Doctoris obitu recensuit adnotationíbus auxít
n^cius Ficarra, prefatus est Feüx Ramorintis, curant Pía Societas a S . Hieronymo nuncupata evan»
geliis lU lice pervulgandís. In-i6 pp. XII-236: L . 10. — Apud exteros; L . 12.
"S crip u paraenetica - Epitóphia - S c r ip u histórica - S c r ip u iheologica e l polém ica - S críp U exegetic*..

1

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SO O JI^'I'A

I>I

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(Italia) T O R IN O - C o rso

IJVTE>RiVJ%.2JIO]Nr
Regina Margherlta, 174

L. P I S e E T T f l e t f l . G E N N flR O S . S .

THEOLOGIAE MORALIS ELEMENTA
AD CODICEM JURIS CANONICI EXACTA
Jam edita sunt in lucem :
VOi.UMtiN i*k im u m : O e T h e o l o a l a e M o r a í l s P u t i d a m e n t i s . — i. De actibus luimaiiis. - 2. De conscientia. 3. Ue le^ibus. - 4. líe peccalis. V ol. in-16, pp. C X Il 404: L . 15. — A pud exteros: L . 18.
VüEUMaN s e c u n d u m : O e o b l l o a t l o n i b u » e r a a O e u m e t n o a i p s o * . — i . De viruitíbus theolngicis. - 2. I>e
virtuie religioiiis. • 3. De prudenlia, foriitudine et teniperantia. V ol. in -i6, pp. X-63o: L. 20. — Aptui exteros: L. 24.
Voi.UMRN t b r t i u m ; t ) e o b l l a a H o n i b u s e r q a p r o x l m u n . — 1. D e ju stilia et ju re. — 2. De miuriis et resiiiutioue. - 3. De contractibus. V ol. in-t6, pp. XlI-750: L . 25. — A pud exteros; L . 30.
Voi.UMKN q ú a r t u m : D e o b l l o a t i o n i b u s p e c u l l a r l b u s e t d e p o e n is e c c l e a l a s t l c i s . — V o l. in -ió p p . XlI-420:
L . 15. — A pud exieros: L . 18.

Proxime edenda:
Voi.UMBN q u i n t u m : D e S a c r a m e n t l s !n a e n e r e e t d e q u i n q u é p r i t n i s S a c r a m e n t i s ! n s p e c i e .
i.D e
Sacm ineiUis in genere. - 2. De B.iptismo. - 3. De Confirm atione. -4- D e Eucharesiia. - 5- De Poenitenüa. 6. De Extrem a Unctione.
Voi.UMKN s k x t u m : O e O r d l n e e t d e M a t r i m o n i o .

D e s e x to e t nono p raecep to d ee a lo a b de usu m a trlm o n il e t de ratlone str»
v a n d a In sacram en toru m a d m in lstra tlo n e.

V olumen septim um :

S. THOMAE AQUINATIS OPERA
S U M M n T H B O L O G i e H d iligeiu er em eudata, De Rubeis, Billuart e l aliorum notis selectis ornata, cui accediint
seulem locupletissimi iiulices, quorum unus est auctoritatum Sacrae Scripturae. alter quaestionum . tertius reruni
omnium praecipuarum , quartus dogm alum ad hodiernas haereses coníutandas, qum tus locoruni seu doctrmarum
ad explicandas Episio;as et E van gelia Dom inicarum et feslornm totiiis anm , sextus auctorum quibus usus
D . Tilom as, septim us locorum ad usum catechistarum . Accedit lexiron Scholaslicorum verborum Josephi Z.ani; e
M ellm ii, qu o explicatUur verba máxime inusitata et locntiones praecipiiae D. T liom ae et aliorum Scholasucorom.
6 vol. in-8 max. E ditio Taurinensis 1922; L. 80. — A pud exieros: L . 96,
IM O M N B S S . P a ü L I a P O S T O L I B P I S T O L a S C O M M E N T a R i a , cnm indice rerum memorabilium2 vol. in-8 max. Editio Taurinensis emendnlissima: L . 40. — A pud exteros: L . 48.
e a T B N a a U R B a IRI Q U a r U O R B V a N G B U a . — 2 vol. in-8 max. Editio Taurinensis emendatissima. L. 32.
— Ap ud éxteros: L. 39.
IRI B V a N G B L i a S . M a X T H a B I B T S . J O a N N I S e O M M B N T a R i a . — 2 vol. in-8 m ax. Editio Taonnenais ememlatissiina: L . 32. — .\pud exteros: L . 39.
S U M M a e O N T R a G B N T I L B S . seu de veritale C aih olicae F id ei. E ditio Taurin en sis em endatissim a. L. 15. A pud exteros: L . 18.
Q U a B S T I O N B S O l S P U T a x a B B T Q U a B S T I G N E S D U O D B e i M Q Ü O O L I B E T a L B S ad fidem oplim*ruin edilionnni diligenter recusae. Editio Taurinensis emendatissima: L . 60 — A pud exteros: L . 72.
O B R 8 G I.H IN B P R IN G IP Ü M R O R B G B M C Y P R l . E T O B R B G I M I N E J ü O a B O R U M R O tM je iS S a U
B K a B R N T i a B . Rolitica opuscula dúo. Jnseph Mathis curante: L . 12. — .■ \pud exteros: L. t 4 .5 °IN M B T R P H Y S i e a M a R I S T O T B l - l S C O M M E N T a R I R cnm locuplelis.<Mmo indice alphabetico rerum n ^ bilium . revisa, em einlaia ao ordinatim disjiosila, addila pro unoquoque cap iie synopsi, cura ac studio r . t.
M. R. C n tlu la. L . 24.
Apnd exieros: 1-. 30.

Redacción y Administración: Via Cottolengo, 32 - TURÍN.

Fecha
1925.02