BS_1923_01

Ficha

Título
BS_1923_01
Descripción
Boletín Salesiano. Enero 1923
extracted text
Boletín Salesia^o
V.

R E V IS T A

Año X X X V III -

Sumario*



DE L A S O B R A S

DE DON

BOSCO
Enero 1923

N. 1.

E l Revm o. R ed o r Ma\for D . Felipe Rinaldi a ios fcencmeruos CooperaJores ji

Cooperadoras de la Obra Salesiana. —

Ecos del ¡ Congreso Nacional Ilaliano en honor del

Corazón de Jesús, — E n el campo de los sueños de D . Bosco, — Importante curación * írí*
buida al yenerable D . Bosco. — Aniversario de D , Pablo Albera. — Bibliografía. — D e
nuestras Misiones de China: Escuela “ 'Alaría A u x ilia d o ra " para niñas en Shiu-Chorv.
Episodios de Amisiones; U n ángel más en el C ielo. — Despedida de nuevos Afísioneros.




Primera Asamblea Nacional de los Antiguos Alumnos de Polonia. — Muerte ejemplar de un
Cooperador modelo. — E l Sto. Padre y los Antiguos Alumnos Salesianos. — Cu/to de María
^ux<7íadora - Gracias de María Auxiliadora. — P or el mundo Salesiano. — Los ijue mueren*

D. Bosco despide a los primeros Misioneros Salesianos*

m a ^
Redacción y A dministración: Yia Gottolengo 2SI. 32



TÜ R IN . 9 (Italia).

V___________________________________________ ________ —





— ^

íS

O C IE ÍO A

X I V 'T

ü

IV A O T Ó IV A L

A v e n i d a R e g i n a M a r g a r i t a , 174 — T U R Í N (Italia)

LU IS PISCETT A y ANDRES GENNARO
S A C E R D O T E S S A L E S IA N O S

Theologiae Moraíis Elementa
AD

CODICEM JURIS C A N O N IC I E X A C T A

VOLUMEN pRiMUM: [)E THEOLOGIAE MORALIS FUNDAMENTIS
i) De actibus humanis - 2) De consclentia - 3) De íegibus - 4) De peccatis.

Volumen en 16, de 405 págs: — Liras 15; franqueo postal incluido, 16,50 Liras.
La Obra se halla dividida en siete volúmenes, de los cuales se ha publicado solamente el primero.
Abarca dicho volumen los tratados fundamentales de la teología moral, a saber: D e actibus humanis.
De Conscientia, De Legibus, De peccaiis. Precede a cada tratado un esquema o cuadro breve de todo él.
Hállase dividida la materia en cuestiones, capítulos, artículos, títulos y subtítulos, de manera tan clara,
que halla el lectpr en la misma división un medio eficacísimo para facilitar la inteligencia del texto.
Tocante a la substancia del mismo, bastará solamente recordar la competencia del Doctor Luis Piscetta, cultivador insigne de las ciencias morales y del dereho canónico, decano de la Facultad teológica
de Turin, y, por espacio de cuarenta años, profesor de Teología moral en el Seminario Mayor de la
Arqiiidiócesis de Turin.
Su colaborador Don Andrés Gennaro, Doctor en teología, enseña desde hace muchos años teología
moral en el Colegio internacional de estudios teológicos de la Pía Sociedad Salesiana.
No contentos los autores con una simple exposición de teorías y opiniones, han querido tratar la
materia, con profusión de discusiones, y profundidad de argumentos, teniendo para ello en cuenta los
resultados científicos más modernos. De ese modo ofrecen a los estudiosos la manera de conocer a
fondo una materia importantísima para ejercer con acierto el ministerio sacerdotal.
Hállase el texto precedido de una lista muy extensa de proposiciones condenadas, cada una de las
cuales lleva al margen la cita correspondiente al número en que se hallan inscritas en el Enchiridion
Symbolorum etc. de Denziger. A dicho elenco sigue un índice de escritores de ciencias morales y disci­
plinas afines. Son al pie de seiscientos los autores, y pasan de mil las obras citadas. Es una de las
bibliografías más completas, fruto del examen directo de muchas obras, y de la clásica de Hurter, titulada
Nomenclátor litterarius recentionis theologiae Catholicae, y comprobada con excelentes resúmenes de
Gandé, Genicot y Lehmkul.
Por último, cierran el texto dos copiosísimos índices. El primero es un Summarto de más de cua­
renta páginas, que, conservando la división en capítulos y artículos de los diversos tratados, compendia
toda la sustancia de los mismos. Es una novedad que satisface al lector, que halla en dicho sumario
un medio prático y sencillo para refrescar con poco trabajo la materia una vez aprendida.
El segundo es el acostumbrado índice analítico o alfabético, que facilita muchísimo el encontrar
las materias que el lector quisiera tcjier presentes en el momento en que las necesite.

Seguirán al primer volumen, con breves intervalos, los otros seis, distribuidos en la siguiente forma:
V o l. II. — DB OBLIGATlONtBUS ERGA DEUM KT NOS IPSOS; (l® D e virtutibuS theologxcis;
tute religionis; 3“ D e prudentia, fortitudine et temperantia).
Y o l . n i. — DB O B L iG A T iO N iB U S
Hone; 3“ D e coniractibus).

Y o l. IV . —

E R G A P R O X iM U M : (i®

D e iustitta et ju r e ;



2

^ D e Vtf'

D e xniuriis et restit»-

D E O B U G A T IO N IB L ’ S P B C U LIA R IB U S K T D E P O K N IS E C C LE S IA ST IC IS.

Y o l. V . — D E S A C R A M E N T IS IN G E N E R E E T D E Q U IN Q U E PR IM IS S A C B A M E N T I IN SPE C IK . ( l ® D e Si'
cramentis in genere; 2° D e Baptismo; 3® D e Confirmatione; 49 D e Eucharistia; 59 D e Poeniientia; 6° B*
Extf /ma C/ntione).
V o l. V I. —
V o l. V I L —

D E O R D IN K H T D E M A TR IM O N IO .
DB S E X TO E T N O N O P R A E C E PT O D E C A L O G i: D E USU M A T R IIIO N II

V A N D A IN SA C R A M K N T O R U M A D M IN IS T R A T IO N E .

ET

DE

R A T IO N E

SKI’

Año X X X V IÍI -

N. 1.

Enero 1923,

r r

BOLETÍN SALESIANO
REVISTA DE LAS OBRAS DE DON BOSCO
R e d a c c ió n y A d m in is t r a c ió n : V i a C o t t o l e n g o , N . 3 2 - T U R I N (Italia)

EL Rdm; DON FELIPE RINALDI
a los beneméritos Cooperadores y Cooperadoras de la Obra Salesiana

ñm adisim os Cooperadores
y Cooperadoras.
Xo es la primera vez que me cabe la fortuna
de dirigirme a los bienhechores de la obra sa­
lesiana. Y a el año pasado, a raíz de la muerte
del llorado D. Pablo Albera, debí comunicarme
con vosotros, poniéndoos al corriente del mo­
vimiento de nuestra sociedad de la cual sois
> ííén y providencia. De nuevo me fué preciso
departir con vosotros el Mayo pasado, para
-gradeceros de todas veras los augurios y feli­
citaciones junto con las promesas de oraciones,
como asimismo \niestra generosidad que ruego
sigáis dispensándonos. Al hacerme cargo de
la Dirección de nuestra Sociedad, según voluntad
de Dios, manifestada por los hermanos, y
iccordándo lo que el Venerable D. Bosco, el
Siervo de Dios D. Miguel Rúa y nuestro ma­
logrado D. Pablo Albera manifestaban de
continuo: que sin vuestra cooperación no hu­
bieran podido hacer lo que hicieron, yo com­
prendí claramente que nada podría hacer tam ­
poco sin vuestra ayuda; y como esta convicción
en lugar de disminuir aumenta, aprovecho la
ocasión propicia, en que por tercera vez tengo
b. satisfacción de entretenerme con vosotros,
t.ira daros desde lo más íntimo del corazón las
Vacias más rendidas.
¡Gracias, sí, celosos Cooperadores y piadosas
Cooperadoras por la caridad que dispansáis
^ los Hijos de D. Bosco; gracias por vuestras
preces, por el apoyo moral y material que nos
?^?stáis. por la propaganda que nos hacéis y
por vuestra limosna cuotidiana!
¡Cuán cierto es que la Obra salesiana es obra

de Dios! Pasaron a mejor vida el Vble D. Bosco,
su primer sucesor D. Miguel Rúa y D. Pablo
Albera; desaparecieron de la escena de este
mundo humildes e ilustres Cooperadores, y
nuestra Obra vive y se desarrolla cada vez
más próspera y vigorosa, prueba elocuente de
la asistencia divina.
No se puede negar que el Señor nos asiste,
que la Divina Providencia suscita por doquiera
nuestros Cooperadores, que María Auxiliadora
los estimula con bondad maternal para que
nos socorran generosamente! ¡Bendigamos la
infinita bondad del Señor!

Simpre el ideal de D. Bosco.
Esta manifestación constante de la bondad
Divina, clara y esplendente como el sol, nos
obliga a seguir fieles el programa que nos tra­
zara el Venerable y practicarlo con el mismo
espíritu que él lo cocibió, trazó y desarrolló,
si queremos que Dios siga prodigándonos sus
bendiciones. A medida que trascurren los años
se hace más imperiosa esta obligación, la nece­
sidad de recurrir a cada instante y con íntimo
afecto a nuestras genuinas fuentes para beber
el verdadero espíritu salesiano. y estudiar lo
que hizo y enseñó D. Bosco y atenemos escru­
pulosamente a sus ejemplos y enseñanzas.
A este estudio nos ha incitado repetidas
veces el núsmo Sumo Pontífice, y a elogiando
las virtudes y apostolado de nuestro Vble.
Padre, ora invitándonos exprofeso a vivir de
su espíritu. El Boletín os ha trasmitido en
repetidas ocasiones el eco de sus amorosas
palabras, por lo cual me abstengo de repetírolas.

— 4 —
Baste recordar que en el precioso autógrafo
que envió a los miembros del X II Capítulo
General, el Augusto Pontífice mostraba explí­
citamente su deseo, haciendo votos para que
« los hijos de D. Bosco, imiiatido cada vez mejor
las virtudes de su admirable Fundador y Padre,
sigtf.ieran y custodiaran ccn cscruptdosa fidelidad
las admirables tradiciones que les legara, traba­
jando por la salvación de las almas con su
mismo celo, refundido en cada uno de ellos. »
Y me es grato manifestaros que esta fué pre­
cisamente la aspiración de nuestras reuniones,
dominando en todas ellas el decidido propósito
de estudiar y desarrollar siempre con mayor fide­
lidad el programa salesxano.
Hl 4 de Mayo se dirigieron los Capitulares
a la humilde casita donde vió la luz primera
1). Bosco, y bajo sus pobres y tutelares muros
suscribieron acordes esta solemne .declaración:
« El 4 de Mayo de 1922 llegaron aquí en pere­
grinación, oh Venerable Padi^e, hijos tuyos de
todas las partes de la tierra, delegados del X I I
Capítulo General de tu Congregación, para avivar
en tu pobre casita nativa la fé que pusiste en la
Divina Providencia y renovar unánimes el sa­
grado propósito de conservar en tu Obra integro,
inviolable el admirable programa que nos legaste,
trabajando, a ejemplo tuyo, con humildad, piedad
y pobreza por la salvación de las almas». No os
maravilléis, por tanto, celosos Cooperadores y
Admiradores de D. Bosco, que añada por mi
cuenta el deseo ardiente que abrigo, no sólo de
imitar las virtudes del Venerable, como Superior
de la Familia Salesiana, sino también de ate­
nerme escrupulosamente a este programa único:
Seguir y custodiar las admirables tradiciones que
nos ha legado D. Bosco, procurando que todos sus
hijos y admiradores trabajen por la salvación de
las almas, alentados por su mismo celo». Se lo
prometí al Santo Padre, y me sentía obligado
a repetíroslo a vosotros.

Bondad del Papa.
Mi espíritu vuela conmovido el Sumo Pontífece que en menos de un año ha prodigado a
la Sociedad Salesiana pruebas de ternura pa­
ternal. Habréis notado la frecuencia con que
el \‘icario de Jesucristo ha dejado oir su voz
para evocar con grande alabanza la figura del
Venerable D. Bosco y bendecir con afecto
a sus Hijos y Obra. Habréis observado la
cordialidad soberana con que quiso tomar
parte, agraciándonos con preciosas cartas autó­
grafas, a los festejos con que celebramos las
Bodas de Oro del Eminentísimo Cardenal
Cagliero y las de Plata de las Hijas de María
Auxiliadora, como asimismo con motivo del

Primer Congreso Nacional que, en honor del
Sagrado Corazón de Jesús, promovido pui
nosotros, se celebró en Casal Monferrato.
Tampoco debo ocultaros otras pruebas de
afecto y confianza que nos ha dispensado el
Santo Padre a los humildes Hijos de D. Bosco.
nombrando a Mons. Piani Arzobispo Titular
de Drama y Delegado Apostólico de Fihpiuas,
a Mons. Hlond Adrqiuistrador Apostólico de
A lta Silesia, a Mons. Coppo Obispo Tiüilar de
Paleópoli*y Vicario Apostólico' de Kimberley;
escogiendo además a algunos de nuestros her­
manos para la delicada misión de distribuir so­
corros a los niños hambrientos de Rusia, y haber
encargado a los Salesianos la asistencia de los
prófugos de Esmima. Pudiera manifestaros
también otros proyectos que la benevolencia
de Su Santidad quisiera encomendar a la Fa­
milia Salesiana, si estuviera en condiciones de
aceptarlas.
Pero sobre todas esas pruebas de afecto,
debemos apreciar el favor singularísimo, y que
se extiende a cuantos de algún modo pertenecen
a la Familia Salesiana, cual es: — poder lucrer
todos los dias, siempre que unamos al trabajo
cualquier devota invocación, por breve que sea,
indulgencia pienaria y 400 dios cada vez, aplica­
bles a las almas del purgatorio. Me indujo a
pedir a Su Santidad gracia tan señalada ei
deseo de vemos estimulados, obligados a imitar
cada vez mejor a D. Bosco, viviendo como él
rmidos habitualmente a Dios, y santificando
todos nuestros trabajos, que debemos ofrecer
devotamente al Señor. Estoy plenamente con­
vencido de que, apreciando en su justo valor
este favor insigne, os unís conmigo para de­
mostrar, de nuevo, al Santo Padre nuestro
expresivo reconocimiento!

Más motivos de alegría.
Ine ha sido también muy grato, querido?
Cooperadores, tocar cotí mano, repetidas vece.?,
vuestro celo por el desarrollo del tan sencillo,
como providencial programa, que el Venerable
D. Bosco trazara a la Cooperación Salesiana.
Tuve ocasión de comprobarlo en Niza Monfe­
rrato donde se celebraron: el III Congreso
Internacional de Exalumnas de las Hijas de
María Auxiliadora y el Congreso de Acción
Salesiana: en Florencia, durante la inaugura­
ción del artístico templo de la Sagrada Familia:
en el I Congreso Nacional Italiano en honor
del Corazón de Jesús, verificado en Casal Monfe­
rrato, y, por último, y muy especialmente en
el V II Congreso de Directores Diocesanos
habido en Valsalice y en el Regional de Esa*
himnos Sacerdotes celebrado en \'aldoco.

Consolador sobremanera nos ha sido el ver
iniciado por el Emmo. Cardenal Arzobispo de
Turín, a quien nos unen dulces lazos de gratitud,
el Proceso informativo sobre la santa vida y
milagros del primer Sucesor del Venerable
D. Bosco, el Sierv'o de Dios D . Miguel .Rúa.
Rogad por esta Causa que será para nuestra
Pía Sociedad, después de la de D. Bosco, la
más gloriosa y provechosa, y a que, debién­
donos saturar del espíritu de D. Bosco, nadie
mejor que D. Rúa podrá conducimos a su
escuela, pues sólo a él le cupo la suerte de vi^dr
continuamente al lado de D. Bosco y estudiarlo
con tan buena fortima que, apenas muerto el
\’enerable, pudo hacerlo revivir durante vein­
tidós años, siguiendo fielmente sus huellas.
y ya que os hablo de Causas de Beatificación,
me permitiréis que os encarezca también las de
nuestros Siervos de Dios: Domingo Savio, modelo
de los niños, de D. Andrés Beltrami, espejo de sa­
cerdotes y religiosos, la de D.Augi^to Kzartoryski,
ejemplar de los amigos y admiradores de D. Bos­
co, y la de Sor María Mazzarello, primera
Superiora General y modelo dechado de las
Hijas de Jalaría Auxiliadora; pero, sobretodo,
por la de nuestro Venerable Padre D. Juan
Bosco.Hace y a tres años que se llevaron a
Roma las actas de su Proceso Apostólico, termi­
nado felizmente en la Curia Arzobispal de
Turín, y todo hace esperar que este año se
terminen los preparativos para el examen del
heroísmo de sus virtudes; por lo cual, os ruego
encarecidamente encomendéis muy de veras,
todos los días, esta Causa a Jesús Sacramentado
y a María Auxiliadora, a fin de que siga su
:!'.rso sin tropiezo ni demora, para mayor gloria
D. Bosco, nueva protección de la juventud
y bien de la triple Familia Salesiana.

Relación del ano 1922.
Obras emprendidas por los salesianos.
Para todos nosotros deben ser motivo de
*:onsuelo y de gratitud hacia el Señor las continur.^ y abundantes bendiciones que nos permi­
tieron llevar a feliz término las obras que
teníamos entre manos, y comenzar otras en
Italia y fuera de Italia, obligados por ante­
riores compromisos y necesidades inij>eriosas,
en h. confianza de poder aumentar, a partir
-c C'te año, el número de vocaciones.
Se abrieron casas:
En Italia: Una en Perusa, cuyas trata^ivas
se iniciaron en tiempos de León X III, — otras
dos, la una en Torre Anunciada, junto a Ñ a­
póles. y la otra en Saniulussurgin, Cerdeña, —
era, cuarta en la capital de la República de

S. Marino, aceptada y a por D. Miguel Rúa en
el año 1907, teniendo a su cargo escuelas exter­
nas y la regencia del venerado Santuario de
la Virgen de la Consolación, patrona de la
República, — y una quinta en Turín, en el
arrabal de Monterrosa, junto al Oratorio « Miguel
Rúa » y la nueva iglesia de la Virgen del Ro­
sario.
Merecen particular mención el nuevo Insti­
tuto para vocaciones religiosas, abierto en
Este, junto al Colegio Manfredini, — y el sana­
torio de Chicri para los salesianos enfermos.
En Polonia: Cuenta esta nueva República
con tres casas salesianas más: la una en Lodz,
junto a Varsovia, con Oratorio Festivo, círculos
juveniles y pensionado para artesanos, — el
Orfanato de Anionieivo para niños abandonados,
— y la nueva Residencia de Varsovia.
En Irlanda: Comenzó a funcionar una Co­
lonia Agrícola en Warrenstovn.
En Jugoslavia: En Zagabria, donde espe­
raban a los Salesianos desde los tiempos
.del Venerable D. Bosco, se fundó un Oratorio
con otras varias obras para niños.
En Africa: En La Kafubu, junto a Elisabethville, Congo Belga, se estableció una nueva
residencia de Jlisioneros.
En América: hubo nuevas fundaciones (co­
legios, escuelas profesionales, oratorios, iglesias
y residencias) en Santiago de Cuba, — en Toluca,
Méjico, — en Tunja, Colombia — en S. Rita
do Araguaya, Brasil, — en CasiSx Pampa
Central, — y en 5 . Antonio Oeste, Patagonia.
Mas no creáis que esta reseña comprenda
todas las obras realizadas, pues en los colegios
ya existentes, y siguiendo el desarrollo de
nuestro programa, se han verificado otras njás.
Se abrieron Oratorios Festivos en Villastellone,
junto a Turin, — en Bilbao y Madrid, España,
— se aceptaron parroquias en i>. Miguel, Re­
pública de S. Salvador, en Aquidauna, Matto
Grosso, en Punía Arenas, Estrecho de Ma­
gallanes. También se han establecido nuevos
Colegios para el cultivo de vocaciones de adultos
e\\ Biala, Polonia, en Sliema, isla de Malta, y
en vista del desarrollo y de las nuevas Misiones
que se nos encomiendan, hemos tenido que
abrir provisionalmente en Iwea el nuevo
Instituto Cardenal Cagliero fara las Misiones
Salesianas Extrañaras.
Las Misiones se han visto reforzadas con
nuevos contingentes. La conmemoración del
tercer centenario de Propaganda Fide, acre­
centó entre los hijos de D. Bosco las ansias
misioneras, y , respondiendo generosos a la
invitación de Jesús * id y predicad », partieron
a nuestros campos de Misiones ciento veinte



misioneros con los Superiores de ellas que se
habían congregado en Turín para el Capítulo.
Cinco se dirigieron a la Misión del Assam, donde
el año pasado se establecieron, con gran conso­
lación nuestra, tres nuevas residencias: una en
Shülong, en el Orfanato de S. Antonio y las
otras dos, en Raliang y Gauhati respectivamente.

6



las continuas fundaciones que se nos piden,
el corazón se esponja agradecido, se arrasan
de lágrimas los ojos y las rodillas se doblan
para agradecer al Señor las bondades que dis­
pensa a los hijos de D. Bosco.
¡Quién pudiera disponer de personal y medios
suficientes para recoger la mies abundante
que se nos ofrece!

Obras realizadas por Jas Hijas de María
AuxiJiadora.

Propuestas para el 1923.

De gratísimo recuerdo será para las Hijas
de María Auxiliadora el año 1922, cincuente­
nario de su fundación. Con abundancia de
bendiciones celestes han celebrado sus Bodas
de Plata, despertando por doquiera admira­
ción y simpatías. Poblaciones enteras con sus
autoridades civiles y eclesiásticas, entre las
cuales no faltaron Obispos, Arzobispos y Car­
denales, como asimismo Ministros y Gefes de
Gobierno, se unieron a las humildes religiosas
y a sus numerosas alumnas y exalumnas para
festejar tan grata fecha y elevar un himno de
agradecimiento al Señor. Con satisfacción in­
mensa han podido comprobar que el nombre
de su primera Superiora General, Sor María
Mazzarello, se repite por todas partes con la
misma veneración que el del padre de ambas
familias, D. Bosco.
Su Obra, ya grandiosa, se acrecienta con
nuevas fundaciones.
En Italia: Abrieron un Orfanato en Calu$o,
junto a ívrea — otro en Moncalvo, Monferrato, — un tercero en Barcelona, al lado de
Mesilla, — un asilo para huérfanos de guerra en
Roma, — pensionado para obreras en Lessona,
' nueva residencia en Milán, ~~ dos asilos más
en Novello de Alba y en 5 . Salvador Monjerrato,
— nuevos oratorios, obradores, jardines de
infancia, muy frecuentados todos, en Mazzarino,
provincia de Caltanisetta y en Parco, provincia
de Palermo.
En el extranjero: Son dignas de par­
ticular mención las primeras casas abiertas
en Alemania y Polonia: en Essen Borbek y
Rózanysíok respectivamente, — la escuela prófesional de Canuigucy, Cuba, — el Patronato de
Paniimá,
y el obrador y oratorio de San­
tuario, Colombia.
TambiC'n entre las Hijas de María Auxilia­
dora han brotado en abundancia las flores
misioneras: en número de sesenta partieron
para dar nuevo empuje a las Elisiones exis­
tentes y establecer otras nuevas: con orfanatos,
obradores etc... en Tanjorc, India — en S. Rita
do rimcfa/víi, Matto Grosso, — y en S. Gabriel,
a orillas del Río Negro del Brasil.
líu vista de este prodigioso desarrollo y de

Hemos llegado a la parte más interesante
de esta misiva. Siguiendo, amados Cooperadores,
las disposiciones de D. Bosco y el ejemplo de
mis antecesores, debiera recomendar a vuestra
predilección algunas de las obras que realizará
en el año entrante vuestro cariño; pero he de
confesaros con toda ingem\idad que son tantas
las que reclaman pronta actuación, que no
sabría indicaros a cual de ellas debemos atender
con preferencia.
Años hace, era el de 1885, me entretenía en
agradable coloquio con D. Bosco, cuando re­
cibió la noticia de la apertura de una nueva
casa salesiana, la de S. Pablo, en la América
del Sur. Grande fué mi maravilla, que el buen
padre advirtió, al saber la fundación de la nueva
casa del Brasil, por lo que, fijando en mi sus
vivos y penetrantes ojos, me dijo con calma
y como silabeando las palabras: — ¡Con el
tiempo tendremos doscientos colegios en el Brasil!
No se Uvantarán de una vez; iremos poco a
poco, pero llegaremos a doscientos. La promesa
de D. Bosco lleva trazas de realizarse, lin la
actualidad contamos con sesenta y una casa
en aquella República, de las cuales 30 per­
tenecen a los Salesianos y 31. a las Hijas
de María Auxiliadora; pero ¡cuánto camino
queda por andar todavía, antes de que llegucmcs
a la meta!
Con este episodio de mi vida íntima, en­
tiendo maniíestaros la convicción que tengo
de que la Obra Salesiana debe desarrollarse
mucho todavía, y que precisa, por lo tanto,
apoyarla.
Dentro de poco partirán nuevos misionerr-'
y misioneras con Mons. Coniín y Mons. \'ersiglia: unos para el Kcuador y otros para la
Cliina; después les tocará el tum o a los que,
con el nuevo Vicario, van a Kimberley de la
Australia. De este modo podrá contemplar
D. Bcsco a sus hijos, esparcidos por toda la
superficie de la tierra. P ero. ¿cómo atender
las .imperiosas demandas de fundaciones que
nos hacen de continuo? Porque en todas partes
quieren a los hijos de D. Bosco. Urge. p<t
consigrriente, que estudiemos este importante
problema.

Me váis a permitir que os recuerde lo que
me dijo en cierta ocasión D. Bosco, cuando yo
era Director de los Hijos de María. Mientras
conversábamos los dos, me pregxmtó brome­
ando si yo había hecho petición para ir a las
Misiones de América. Como le contestara que
no, pero que partiría a la menor indicación
que D. Bosco me hiciera, me dijo; — T u irás,
cuando no haya necesidad de enviar más,
indicándome que era su deseo el que continuara
cultivando vocaciones.
Aquel coloquio me quedó impreso en el
alma, pues comprendí claramente que D. Bosco
me recomendaba con particular interés esta
misión, y puedo aseguraros que nunca me he
sentido más feliz como cuando, coni la gracia
de Dios, he promovido, ayudado o alentado
alguna vocación sacerdotal o religiosa. Perdo­
nadme, por consiguiente, amados Coopera­
dores, si me tomo la hbertad de indicaros;
Que promováis con celo nuevas vocaciones
religiosas, misioneras y sacerdotales.
Es una de las obras que D , Bosco recomienda
en el programa de los Cooperadores Salesianos.
Afortunadamente parece que comienza nue­
va y halagüeña era para las Misiones Cató­
licas. En todo el mundo cristiano se despierta
vivo sentimiento de caridad hacia los pobres
salvajes e idólatras y de admiración profunda
pata los abnegados misioneros que, abando­
nando patria y familia, corren a sacarlos de
la miserable ayección en que viven para conduuilos en brazos de la Religión de Cristo al
lienestar de la civilización verdadera. Y mien­
tras muchos siguen con verdadero interés las
andanzas de los Misioneros, cooperando gene­
rosamente a su apostolado, otros, especiallos ióvenes, acarician la idea de llegar algún día
a ser misioneros, apóstoles y sólo esperan que
le- tiendan la mano y les ayuden a realizar su
empresa. Alentad vosotros, celosos Coopera‘inres. a esas almas generosas, a quienes yo
•’esearía que llegara mi voz para invitarles
■ iul*.*eniente a alistarse bajo las banderas de
IX Bosco. Les diría lo que a nosotros solía
mecimos el X'enerable Padre: * Sígueme y serás
irli?.; no te faltará pan ni trabajo, pero tampoco
el Paraíso. Pan, trabajo y Paraíso era lo que
b Bosco prometía a cuantos le manifestaban
el deseo de formar parte de su P'amilia, y como
9 los Salesianos no les ha faltado ni pan ni
trabajo hasta el presente, estamos seguros de
lUe tampoco les faltará la recompensa del
iiraíso. Repetidas veces oímos decir al Vene•ible que le parecía poder asegurar, en nombre
Dios, que, a cuantos dieran su nombre a la

Sociedad Salesiana y perseveraran en ella
hasta la muerte, la Misericordia Divina los
reuniría, a su tiempo, con la misma famiha
en el Paraíso.
A vosotros me dirijo, oh celosos Coopera­
dores Sacerdotes, a vosotros, amados E^xalumnos, a vosotros, maestros y maestras, que
habéis bebido en nuestras escuelas el espíritu
de D. Bosco, a vosotros padres de familia,
temerosos de Dios y amantes del bien de vuestros
hijos, que comprendéis la sublime merced
que Dios hace cuando escoge un alma para el
apostolado, a todos vosotros me dirijo para
que nos ayudéis, ahora y siempre, a reclutar
vocaciones.
, Como ya os he dicho, hemos abierto el Insti­
tuto Cardenal Cagliero para el cultivo de las
vocaciones de misioneros, y también sabéis
que para los jovencitos que aspiran al estado
religioso o sacerdotal, tenemos otros Institutos.
Siempre que topéis con jovencitos que os parezcan
dignos de ser considerados, podéis comunicár­
noslo, caso por caso, y veréis que, a ejemplo
de D. Bosco, no omitiremos sacrificio algunopara amoldarlos, considerándonos felices C(,n
poder contar un compañero más, o procurar
a la Iglesia un nuevo sacerdote o misionero.
Este ruego lo dirigimos con gran confianza
a los Cooperadores Salesianos de todos k s
paises. Nosotros esperamos poder trasladar
este año 1923 a Turín el InsiiUdo Teológico
Internacional Salcsiano, a donde vendrán, de
todas partes, nuestros estudiantes a cursar sus
estudios teológicos. Grandes sacrificios nos 1a
costado y nos cuesta esta fundación; peio
confiamos en que no nos faltará la caridad ce
nuestros generosos Cooj)eradores. Su finalidad
no puede ser más provechosa y santa. Se trata
de informar sólidamente a nuestrts clérigos en
doctrina y virtud, y especialmente de empa­
parles en el genuino espíritu de D. Bosco, <,ue
es espíritu de unión con Dios y de trabajo
incansable por la salvación de las almas. Qn*siéramos que, al volver a su patria, hieran
otros tantos apóstoles que renovaran los pro­
digios de la caridad de D. Bosco, fieles imita­
dores de su método para conducir a Di(;s las
juventudes, con su predilección por los más
pobres y abandonados, y rebosando devoción
a Jesús Sacramentado y a María Auxiliadora,
amor entrañable al Papa y desplegando celo
ardiente en el cultivo de nuevas vocaciones.
Considerad, amados Cooperadores, los bienes
incalculables que se reportarán de esta funda­
ción, el incendio de caridad para con Dios y
el prójimo que se desarrollará en ese centro,
si el Señor nos asiste y no nos falta vuestro
concurso.



A los muchos beneficios que nos prometemos
de la formación de nuestros estudiantes bajo
la dirección inmediata de los Superiores, añadid
la ventaja de podernos informar detallada­
mente, por boca de ellos, de las necesidades
particulares de los diversos países donde tra­
bajan los hijos de D. Bosco; como asimismo,
el provecho recíproco de los estudiantes, comu­
nicándose cuanto de bueno y ejemplar hay en
cada nación.
Sistematizado el InstUtido Teológico Interna­
cional, nos será fácil establecer el lugar defini­
tivo y desarrollar, en toda su amplitud, el
incipiente InstihUo Cardenal Cagliero, por lo
que os ruego, una vez más, encarecidamente,
apelando a vuestro amor por la salvación de
las almas y al interés que demostráis por el
reinado de Cristo en la tierra, que favorezcáis,
individual o colectivamente, nuestras Misiones
en general, y en particular la que más simpatía
os despierte, sin olvidar las vocaciones tanto
religiosas como misioneras.
¿Queréis trabajar con fruto? poned en prác­
tica esta segunda recomendación:
Encaminad a los jóvenes hada el Divino
Modelo.
Si deseáis el bien de la juventud, si os inte­
resa de verdad su porvenir, debéis amarlos
como los amaba D. Bosco y encender en sas
pechos el amor a la Comunión frecuente, po­
nerlos en contacto con Jesús, enamorarlos por
3Í1, único modo de armarlos de fuerza sobre­
humana y sustraerlos a los graves peligros que
amenazan su iuesperiencia. jLlevémoslos a
Jesiis y unámolso con El en dulce amistad y
estrecho abrazo!
Si afortunadamente en nuestros días, tanto
en Italia como en los demás Naciones, la Ju­
ventud Católica liace concebir halagüeñas espe­
ranzas, se debe, sin duda alguna, a la frecuencia
de los Sacramentos, tan acmiscjada y practi­
cada por nuestro Padre I>. Bosco. l ’ues bien.
\a que conocemos el secreto, conviene que
trabajemos sin desmayos ni descanso para que
de él se aproveche el mayor número posible.
Y para que nuestra labor sea más fecunda y
acepta a Dios, y nuestros jovencitos puedan
unirse más estrechamente a su verdadero Mo­
delo, j>ermitidme os haga una propuesta.
De las igle.sias que nuestra Pía Sociedad
tiene actualmente en construcción, dos serán
wnsagradas al Divino Modelo de los jovencitos,
a Jesús Adolescente: una en Na-:ar<’i y la otra
en Turín. K 1 grandioso templo de Nazaret se
abrirá al culto divino dentro de algunos meses,
porque los trabajos ya tocan a su fin. No po­

8



dremos hacer otro tanto con el de Turüi, pues
a pesar de nuestro buen deseo y de trabajar
activamente por todo este año. creo que no
será posible abrirlo al culto hasta el año -ve­
nidero. ¿No estaría bien el invitar a los niños
para que con su granito de arena ayudaran
a levantar la casa del Niño Jesús? ¿Por qué no
proponer una obra tan santa y significativa
a la generosa iniciativa de -vuestros hijos, de
nuestros alumnos, de cuantos jovencitos quieran
cobijarse bajo el manto de Jesús Adolescente?
Ea privación de un pequeño gusto, el fruto de
cualquier mortificación que se impongan no
montará nada, ni puede remediar las necesi­
dades de la construcción; pero será un gran
recurso pedagógico para formar el corazón de
los niños, que puede producir abundantes y
opimos frutos, tanto religiosos como educativos.
Inclinando a los jovencitos a rendir este home­
naje a Jesús Adolescente les preparamos efi­
cazmente a trocarse ellos mismos en templos
vivos de Dios, iOj alá hallara eco en muchos cora­
zones mi invitación! Os aseguro que sería para
mi una gran satisfacción el poder grabar sobre
los muros del nuevo Templo — ideado en ei
ig i8 , año Cincuentenario de la Basílica de
María Auxiliadora y de las Bodas de Oro del
llorado Padre Albera — que al homenaje del
Divino Adolescente habían contribuido con je y
generosidad toda la juventud educada en les
Colegios Salesianos y en las jamilias de nuestros
Cooperadores.

Conclusión.
Termino recomendando a vuestras oracione?
los Salesianos y sus Obras. Rogad para que el
Señor nos conceda, por intercesión de María
Auxiliadora, copiar al vivo las virtudes de
nuestro Venerable Fundador, y para que nos
envíe muchas y santas vocaciones.
Por mi parte os aseguro, siguiendo el ejemplo
y las recomendaciones que en el lecho de muerte
nos hizo D. Bosco, que en todas las oraciones
que en las Casas Salesianas se elevan al Señor,
se pide y pedirá por nuestros Bienhechores,
a fin de que Dios les conceda el céntuplo de sn
caridad en esta vida, paz y salud para sufamilias y prosperidad en los negocios, alejando
de ellos cualquier desgracia, especialmente la
que pudiera poner en peligro la gloria que les
aguarda en el Paraíso.
Rogad también por el que se profesa con
cariño \Tiestro afmo y obligado ser-vidor J"
capellán.
Turin, I* de Enero de 1923.
FELPE RINALDI, Pbro.

i

— 9 —

PRIMER CONGRESO NACIONAL ITALIANO
en honor del Sagrado Corazón de Jesús
Con gran satisfacción damos cuenta a los
lectores del Boletín Salesiano del Primer Con­
greso Nacional en honor del Sagrado Corazón

cultivaba en sus tiernos corazones, con cariño,
estas devociones. No contento con inculcarla
de palabra, quiso dejarles un testimonio pe­
renne de su amor acendrado, eri­
giendo a María Auxiliadora una
gran Basflica en Turin, y un
templo grandioso en Roma al Co­
razón de Jesús.
A su ejemplo, D. Rúa, digno
Sucesor, corona a María A uxilia­
dora y cosagra oficialmente la
Congregación al Corazón de Jesús.
D. Albera y a se distingue desde
su primeros años, introduciendo en
los colegios salesianos la celebración
de la fiesta a este Divino Corazón.
Y por último el Rvdmo. D. Rinaldi, actual Rector Mayor -de la
Pía Sociedad Salesiana, y amante
como sus antecesores del Corazón
de Jesús, aprovecha la inaugura­
ción del nuevo templo a E l con­
sagrado en Casalmonferrato y pro­
mueve el Primer Congreso Na­
cional Italiano en honor del Sgdo
Corazón.
¿De qué modo hubiera podido
commemorar mejor el tercer cen­
tenario de nuestro Patrón S. Fraa
cisco de Sales, que fué el precursor
y heraldo de esta devoción?
Enterado el Sto. Padre del loable
propósito, envía al Rvdmo. D. Fe­
lipe Rinaldi, Presidente efectivo
del Congreso, el siguiente pre­
cioso autógrafo:
Al Amado Hijo

CASALM O NFERRATO. -

C orazón de Jeaáa.

de Jesús, celebrado en Casalmonferrato durante
los días 22 y 23 del Octubre pasado..
Cabe a los Salesianos la iniciativa de este
acontecimiento religioso que desearíamos ver
secundado en todos los países de lengua espa­
ñola.
La devoción del Sgdo. Corazón de Jesús y
de María Auxiliadora son las dos fuentes donde
se nutre la piedad Salesiana. D. Bosco, al par
que alimentaba con la Eucaristía a sus hijos,

Don FELIPE RINALDI

Rector Mayor de la Pía Sociedad Salesiana
Presidente efectivo del primer
Congreso Nacional Italiano en honor
del Corazón de Jesús en Casalmonferrato.
P x u s
X I.

Am&do Hijo,
salud y Beaedícióo Apostólica.
— La -profunda devoción que Nos profesamos
desde los -primeros años de nuestra infancia al

Sagrado Corazón de Jesiis, centro de amor eterno
e infinito, manantial vivo de constielos -para las
desventuras de los hijos de Adán, no podía perma­
necer indijerente ante el anuncio del primer
Congreso Nacional que, en honor del Corazón
de Jcsiis, ha convocado la Pía Sociedad Salesiana
dd Ven. D. Juan Bosco con motivo de la pro­
picia circunstancia de la inauguración de un
templo salcsiano, dedicado al Sagrado Corazón
de Jesús en la ciudad de Casal Monferrato.
Este anuncio ha inundado de gozo nuestro
corazón, y hemos leído con regocijo el programa
del Congreso, reconociendo la oportunidad e
importancia de los temas a desarrollar. Por otra
parte, el reconocido celo de los Hijos de D. Bosco,
promotores del Congreso, y los personajes que
constituyen la presidencia honoraria y efectiva,
nos hace gttstar anticipadamente del éxito feli­
císimo, del que nos prometemos grandes bienes
en pro de las almas y de la sociedad.
Sea uno de los primeros resultados de este
solemne Congreso el retorno de la humanidad
extraviada al Corazón dulcísimo de Jesús, ejemplo
de humildad, de mansedumbre y de amor. Este
ís el voto principal que Nos hacemos, ya que
estamos plenamente convencidos de que, inspi­
rándose los hombres en este ejemplo divino,
muy pronto cesarían las causas de hostilidad
qm tiñen de sangre fraterna nuestras ciudades
y se iniciaría la era suspirada de tranquilidad
y paz universal.
Quiera el buen Jesús escuchar las preces ince­
santes que a este fin le dirigimos, y conceder, en
su gran misericordia, que los trabajos del próximo
Congreso sirvan para orientar los ánimos ••hacia
Corazón Sacratísimo, que continúa repitiendo
con infinito amor « Venite ad me omnes, qui
laboratis et onerati estis, et ego reticiani
vos ■)
Entre tanto, como auspicio de luz celeste y
prueba de paterno afecto te enviamos, con toda
la efusión del ánimo, la Bciuiición Apostólica
a tí, amado hijo, y a todos tus colaboradores,
y, muy especialmente, a nuestro amíulo hijo, el
Cardenal Richclmy, Arzobispo de Tarín, y al
venerable hermano nuestro Albino Pella, Obispo
de Casal, ambos Presidentes honorarios, como
asi mismo a los demás Obispos que tomarán
.parle en esta demostración de fe y anwr, a los
miembros del Comité orguniziuior, a cenia uno
de los congresistas y a todos aqtu'llos que de algún
modo contribuyan al buen éxito del Congreso,
para glorificación dd dulcísimo Corazón de
Jesiis y provecho de las almas redimidas con su
/>rc.TÍosÍ5»ma satigrc.
Vaticano lo Octubre T922
ñ u s P P . X I.

Adhesiones.
A l consolante autógrafo de Su Santidad se
unieron, apenas se lanzó la idea del Congreso,
numerosísimas cartas y adhesiones alentadoras
de Príncipes de la Iglesia, Arzobispos, Obispos,
Congregaciones Religiosas, y de no pocos cen­
tros y agrupaciones católicas.
Además de los Cardenales: Ascalesi, Cagliero,
La Fontaine, Maffi, Nava, Prico, Richelmy,
enviaron su adhesión dos Exemos. Arzobispos
de Vercelli, Milán, Ferrara. Módena, Génova,
Cágliari, Siracusa, Vigevano, Lanciano, Fermo
Acerenza y Matera, Oristano, Cosenza, Bari,
Sorreuto, Chieti, Manfredonia y Cesárea de
Ponto, con 60 Sres Obispos más, cuyo nombre
o diócesis omitimos para no hacer una lista
interminable.
No resistimos, sin embargo, a la tentación
de dar a conocer algunos párrafos de las
hermosas cartas recibidas.
E l Eninio. Cardenal Lualdi escribía:
— Efivio 7HÍ primera adhesión y cordial aplauso
al Prhner Congreso Nacional Italiano en Jionor dd
Corazón de Jesús.
Que se verifique en toda la Cristiandad y cofi toda
intensidad de afectos, los deseos de la Profecía y
promesa « Omnia traliani ad Meipsuni s.
La condición requerida « Cum exaltatus fuero
sacrilegamente ejecutada por el pueblo deicida, realt
cémosla tambiem nosotros; pero santamente, haciendo
que Jesús impere en nuestras mentes, en tiuestros
corazones, en nuestras obras, que reine en nuestras
familias, nuestras ciudades, nuestra patria y en
el mundo eyitero.
¡Arriba! ¡Arriba! Que campee sobre todos y iodo
el buen Jesús, Dios humanado: y este Corazón Sattiisimo nos acogerá a todos, nos tnaníendrd unidos
a E l Irasformándonos en si mismo. Entonces gusta­
remos la vida escondida con Jesús, pudiendo decir
con verdad. « In ipso vivinius, moveniur et suiiius ».
E l Enuno. Cardenal Cagliero: — Junto al sun­
tuoso templo surgen, respondiendo al llamamienio
de Jesús, el Oratorio y varias organizaciones para
niños y jóvenes, un Instituto para vocaciones ecle­
siásticas y religiosas, cofradías y congregaciones
que difunden con celo la devoción al Corazón de
Jesús; en el templo se reúnen todos los días familias
y pueblo para encenderse en anwr y palpitar ai
unisono cí>« este Divino Corazón, mientras desde la
Cripta, con la celebración de la Sta Misa, se des­
prenden a raudales las gracias del Divino Amor que
confortan a las almas del Purgatorio, (Q ué más se
puede desear para apoyar el Programa del Congreso.'
E l Eniuio. Cardenal Maf&: « Adhiriéndose al
Congreso, hace votos por el reinado del Corazón a-'
Je.sús, tínica fuente donde pueden aprender los hom­
bres el amor que los una a todos en ¡ratcmai abrazo »•
E l Etmuo. Sr. Arzobispo de Vercellis encare­
ciendo los frutos de la devoción al S. Corazón de
Jesús, decía: « Esta devoción es indiscrntibleinenie

J.



n

la reina de las devociones, y como la llamaba el docto
y piadoso Cardenal Pie, la quinta esencia del Cris­
tianismo. La Divina Providencia quiso reservar
tsla devoción, para los difíciles tiempos que atravi­
lamos, como fruto de singular misericordia y ccn el
fin de devolver al mundo al camino de la salvación.
Y el Excmo. Sr. Arzobispo de Cágliari asi se
expresaba: — Necesitamos el fuego del amor divino
para curar a nuestra sociedad. Celébrese el Congreso,
háblese del Corasón de Jesús a la juventud, a las
jamilias, a la sociedad, para que todos gusten sus
dulzuras y se rindan a su influencia t¡.
El Rdmo. P. Galileo Veiiturini S. J. Director
del« Apostolado de la Oración » en Italia, enviaba
5u entusiasta adhesión al pi-imer Congreso Italiano
en honor al S. Corazón de Jesús, en nombie de los
novecientos cincuenta mil inscritos C7 i el Aposto­
lado, en el de ciento cinctienta mil familias consa­



nos puede regenerar. Bendigo de corazón este
Congreso, y ruego al Señor, que fruto de éi
sea el retomo de mis lujos a su amor.
A continuación hábló nuestro Rector Mayor,
D. Felipe Rinaldi, Presidente efectivo, enca­

C A S A L M O N F E R R A T O . - El tem p lo del C orezón d e Jesúe v le to d « ledo.

gradas al Sgdo. Corazón de Jesús y en nombre de
los cien mil pequeños Cruzados de la Eucaristía.

Las sesiones.
El Congreso se inauguró el domingo por la
tarde, después de las vísperas, con asistencia
de miles de personas.
Tomó la palabra el Presidente honorario,
Excmo. Sr. Obispo Albino Pella, monstrando
al numeroso auditorio la miseria moral que
en estos años, que pretendían ser de bienestar,
se ha ido acentuando. Es que faltaba, dice,
el único sostén del mundo, la palanca poderosa
para levantar a la humanidad caída. Es nece­
sario, mi querida grey, que volvamos a la casa
paterna, sd amor de Jesús, único amor que

V,

reciendo la oportunidad del primer Congreso
del Sgdo. Corazón de Jesús a la sombra bienchechora de un Colegio Salesiano.
D. Bosco y, después de él, sus hijos se han
consagrádo en la actual sociedad especialmente
a la educación de la juventud. Ahora bien,
como a los niños se les debe tratar con carino,
nada mejor que aprender, que inspiararse en
el Corazón de Jesús que tanta predilección
mostró por ellos. Sean los niños devotos de
Jesús y Jesús los atraerá a sí con su amor,
^^va^ los educadores esta devoción y apren­
derán a tratar a los niños con el amor y delica­
deza de Jesús que repite de continuo: ♦ Sinete
párvulos venire ad me %.
Con religioso silencio y el más vivo interés

*


oyó el público las palabras de los Sres. Presi­
dentes. Acto seguido comenzó el desarrollo
de los cinco temas, actuando de ponentes: el
Dr. D. Miguel Gregorio Salesiano, Mons. Luis
Condio, el salesiano Dr. D. Segundo Rastello,
el Canónigo D. Lvasio Colli y el P. JuHo Picco
S, I.
Por creerlos útiles y oportunos, indicamos
los temas; pudieran servir de orientación en
Congresos semejantes.
TEM A I.

Sinite párvulas... Instrucción religiosa y edu­
cación cristiana de la juventud (Catecis*
mo, Oratorios festivos, Compañía, Círcu­
los para jovencitos, etc.).
Recordando la predilección por los niños que el
Divino Salvador muestra en el Evangelio;
Considerando la eficacia del amor al Corazón
de Jesús para despertar y nutrir en los jóvenes el
entusiasmo por las más líennosos virtudes;
Señalando la influencia que a este respecto
pueden ejercer todas las instituciones dedicadas
a la instrucción y educación, sieuipre que estén
animadas por este espíritu de piedad.
Sobre este tema el Congreso aprueba las si­
guientes conclusiones:
I® Proouren cuantos se dedican a la enseñanza
y educación de la juventud, hacer conocer y amiir
a l^iro. Señor Jesucristo, las finezas de su bondad
paternal y especialmente las llamas en que arde su
divino Corazón por la salvación de las almas.
2® Difundan entre los jóvenes el Evangelio
y vida de Jesús escritas para ellos, asi como las pu­
blicaciones que tiendan a cultivar este amor y devo
ción a su divino Corazón..
3® Promuevan la comunión frecuente y difundan
la devoción al Corazón de Jesús, sirviéndose al efecto
de las Compañías o Congregaciones de S. Luis, del
Smo. Sacramento, del Sgdo. Corazón, dándo con este
abjeto frecuentes conferencias.
TEM A II.

Eatote pertecii... Messis quidem multa... Voca­
ciones religiosas, ecclesiástlcas y misione­
ras. Medios para promoverlas, cultivarlas
y sostenerlas.
Considerando: i® Que Jesús padece sed devoradora de olmas y desea el establecimiento del
Reino de Dios;
2® Que el medio mas efícáz paro llegar a este
Tcinodo es suscitando vocaciones religiosas ecle­
siásticas y misioneras;
3® Que nunca como hoy dada la escasez de
clero y la dificultad de los tiempos, se ha dejado
sentir la urgencia de dichas vocaciones;
E l Congreso hace votos para que; i®Los devotos

I 2



del Sgdo. Corazón cooperen con la oración, palabras
y obras a despertar nuevas vocaciones religiosas
eclesiásticas y misioneras y sostener las obras esta­
blecidas con este objeto, como son: los institutos
religiosos, seminarios, seminarios de misioneros etc...
2® Se procure que en las familias, en los Colegios
y demás centros de educación y enseñanza reinen
las buenas costumbres, se respire ambiente de piedad,
se frecuenten los Sacramentos de Confesión y Co­
munión, ambiente y medios indispensables para que
broten las vocaciones; que se hable con frecuencia
y entusiasmo de las bellezas y excelencia de la vida
religiosa, del sacerdocio y del Apostolado del misio­
nero; que se difundan libros, folletos y revistas
que tratan estos argumentos y se promuevan certá­
menes, fiestas y conferencias misioneras.
3® Se emprenda con celo la Cruzada Eucarisüca
de los niños, de la juventud misionera, la obra saUsiana de hijos de María para vocaciones de adultos
etc.
TE M A III.

Veniíe ad me omaes... Jesús en la familia y
en la sociedad.
Recordar las quejas del Corazón de Jesús a Sta.
María Margarita Alacoque: « H e aquí el corazón
que tanto ama a los hombres y que no es corres­
pondido porque es poco conocido »,
Que se difunde fácilmente este conocimiento,
si los verdaderos devotos son ejemplos de piedad
amable y serena y practican la suave y humilde
caridad que se aprende en la escuela del Sgdo.
Corazón, de S. Francisco de Sales y del Vble. Bosco;
Que las solemnidades religiosas y funciones
eucarísticas son medios poderosos para avivar esta
devoción al Sgdo. Corazón;
Que, como afinnaba Benedicto X V , es medio
eficacísimo la consagración de las fainilias al Co­
razón de J esús e inscribirse en el Apostolado de
la Oración.
En consecuencia aconseja el Congreso:
I® Que'se trabaje con celo, ya sea por medio di
la predicación, de la prensa, por medio de conversa­
ciones familiares para hacer conocer a Jesucristo,
su doctrina, sus Sacramentos, la Iglesia y especial­
mente el espíritu de amor de Jesucristo.
2® Procure cada cual reflejar en su piedad y
vida cristiana la suavidad, dulzura y caridad del
Corazón de Jesús a fin de ganar almas a Jesús, e
infundir el mismo espíritu en la vida de familia,
en la sociedad y especialmente en la educación di
la juventud, como hicieron 5. Francisco de Sales,
S. Felipe Neri, el Vble. D. Bosco etc.
3® Dése el mayor esplendor y solemnidad posibh
a las sagradas funciones, en especial la adoración
nocturna, procesiones eucarísticas y fiestas del Sgdo.
Corazón de Jesús.
4® Procurar la entronización del Corazón dt
Jesús en las familias y la difusión del Aposto­
lado de la Oración en las parroquias, colegios, cir­
cuios, oratorios etc...



1 3

TEM A IV .

Asociación y Prácticas de la devoción al
Sagrado Corazón de Jesús.
Considevando:
i<> Que las Asociaciones y prácticas piadosas
fueron siempre en la iglesia rin medio eficacísimo
para la perfección del individuo y edificación del
pueblo;
2° Que la D ivina Providencia ha reservado
para estos últimos tiempos la .devoción al Sgdo.
Corazón de Jesús y que las asociaciones prácticas
que a ella se refieren, son acertadísimas para con­
ducir a los hombres al amor de Jesús y a la práctica
de una vida sinceramente crisüana;
3° Y que por lo .mismo que esas prácticas y
asociaciones son elementos preciosos de fervor
y piedad, non sólo para el individuo y para la
faiuiiia, sino también para la iglesia y centros reli­
giosos.
El Congreso hace votos para que:
I® Se instruya a los peles sobre la eficacia de las
asociaciones y prácticas piadosas referentes a la
devoción del Corazón de Jesús;
2® Se introduzcan y practiquen en iodos los
institutos religiosos y, al menos, en las iglesias pa­
rroquiales;
3® Se difunda cuanto sea posible el Apostolado
de la Oración y la Congregación de devotos del Co­
razón de Jesús, ya que son como centro y vida de todas
¡as demás prácticas; la Guardia de honor, los Nueve
Oficios; Primer Viernes de mes, Consagración de
las familias. Cruzada Eucarística de los Niños,
Comunión Reparadora etc.
TEM A V.
I® Que las promesas del Corazón de Jesús a
Santa Margarita María Alacoque, adaptándolas a
las necesidades de cada uno, son medio eficaz para
conducir a su amor, a los más reacios;
2®Que cuanto mayor sea el conocimiento, tanto
mas aumentará la devoción al Corazón de J esús;
3® Que el Sgdo. Corazón de J esús ha mostrado
muchas veces la más grande misericordia en la
devoción de los Primeros Viernes;
El Congreso recomienda:
1® Se propaguen opúsculos que, como el Mensa­
jero del Corazón de Jesús ilustran sus promesas;
2® Los sacerdotes las expliquen a los fieles;
3® Se establezca por doquiera la práctica de los
Primeros Viernes de mes.

Otras propuestas.
Otras varias propuestas fueron aprobadas
por el Congreso. Recordamos entre las mris
principales:
1) L a de procurar con frecuencia algunas
series de sermones que traten del Sgdo. Corazón;
2) Explicar bien en las instrucciones reli­
giosas la Sagrada Liturgia, especialmente la



S. Misa, donde todo habla de Jesús y de su
amor por nosotros;
3)
Extender la santa y piadosa costumbre
de colocar la placa del Corazón de Jesús en las
puertas de las casas, oficinas etc...
Presidieron las reuniones los Exentos. Sres:
Mons. Pella, Obispo diocesano, Mons. Spandre,
Obispo de Asti, Mons. Milone Obispo de Ale­
jandría y Mons. Aguilera, Vicario Apostólico
de Magallanes.
A la clausura asistió el Emmo. Cardenal
Agustín Richelmy, Arzobispo de Turín, cuya
presencia fue acogida con expresivas manifesta­
ciones de simpatía. Terminados los prolongados
aplausos, el salesiano D. Esteban Trione saludó
a su Eminencia en nombre de los Congresistas,
rogándole cerrarra el Congreso con su autori­
zada palabra. Su Eminencia apnieba incondi­
cionalmente cuantos trabajos tiendan a pro­
pagar la devoción del Sgdo. Corazón de Jesús.
E l ha venido a decir « amén » a cuanto ha
determinado el Congreso, no en el sentido de fin,
sino de principio de activa propaganda y real
afirmación del culto del Sgdo. Corazón.
Da rendidas gracias a la Congregación Salesiana y especialmente a D. Rinaldi, promotor
del Congreso y termina con la exclamación
que debe hacer suya la humanidad entera:
« (Viva Jesucristo! »
Los Congresistas y el inmenso público contes­
taron con vigoroso entusiasmo al viva lanzado
por su amado pastor.
De allí se trasladó el Cardenal, precedido
por los Sres Obispos y numeroso clero, a la
iglesia donde dirigió sentida plática a los Con­
gregados, invocándo para ellos, para la ciudad y
la humanidad entera las bendiciones del Cielo.
Terminó la solemne ceremonia con la Bendición
Eucarística.

Debemos reputarnos en el mundo viajeros y
peregrinos, y así como estos no tienen puesto
su corazón en las posadas donde se detienen ni
en los objetos que encuentran, de modo que lleguen
a olvidar el término de su viaje, así también iodo
Hombre debe en el mundo acomodar sus afectos
al objeto de sus esperanzas.
Sa n . FRA.KC1SCO Javier .



14

EN EL CAMPO
de los sueños de D. Bosco.
Sin renunciar a la descripción de un paseo desde
el Oratorio de Tarín a la casa nativa de D. Bosco,
a través de los campos hermosos de Chieri y Castelnuovo, insertamos una composición que olmos
años ha, y que recordamos sentados en el campo de
los sueños de D. Bosco.

Un sueño misterioso.
(Kotuaiíce)

Calentándose a ¡a lumbre,
un oscurecer de íwrímio,
está la familia Bosco:
mientras suena el aguacero.
Y en tanto que en el hogar
la llama de uh tronco aniiendo
ondula en formas diversas



como ideas de un cerebro,
el niño Juan taciturno,
nervioso, vehemente, inquieto,
entre atrevido y cobarde,
contó de esta guisa un sueño:
Soñaba yo: sueño era,
no sé si del pensamiento
o un arrullo de los ángeles
o un pronóstico del cielo.
¡Miren el santo pastor,
miren al titiritero
y al predicador de bobos,
si es presumido y soberbio!
exclamaron sus hermanos,
desdeñosos y coléricos.
Y la madre: S i' él soñaba,,
hijo mió, sigue el sueño.
Soñaba yo, proseguía
el niño humilde y compuesto,
que unos rapaces muy locos,
fementidos y perversos,
de cuyos ojos nacían.
odios mutuos, odios negros,
maldecían, blasfemaban
con ira tanta y denuedo,
que yo arremetí furioso
a golpes con todos ellos,
pues por la honra Divina
me quemaba el santo celo.
Y ellos muchos y yo solo,
contra mi se revolvieron,
dejándome en las espaldas
de sus puños los recuerdos.
¡Por valiente!
¡Por Quijote!
gritán sus hermanos tercos.
Y su madre: Si el soñaba;
hijo mió, sigue el sueño.
Yo a un rincón me fui llorando,
y ellos se tornaron luego
en panteras y en dragones
y en lobos que daban miedo.
Contra mi se revolvían
furibundos y rugiendo,
y ya para dar el salto
encogíanse rastreros,
y, sudando, en mi cabeza
senii de pie los cabellos;
cuando una hermosa Señora
como el alba de ¡os cielos,
cuando asotna por el monte
y refosan mis corderos,
máí fragante que las flores,
me dijo: Juan, no las temas;
rompe medroso el silencio,
y háblcUes contra el pecado,
de Dios enemigo fiero.
Y hablé con tanta paciencia

15 —
miel en los labios poniendo,
que -al punto, cuál recentales
cariñosos se vinieron.
(L o ves, Juan? me dijo entonces
la Señora; ese es el medio:
la paciencia y la dulzura
no el castigo justiciero.
Yo soy la Madre de Dios,
que mis complacencias tengo
con los niños inocentes
los de más sencillos juegos.
Soy la Virgen que tu invocas
en tus ansias y en tus rezos;
la que siempre está contigo
ya hables dichas o. llores áltelos.
Y esta visión es imagen
de lo que, corriendo el tiempo,
has de acometer un dia
por salvar- los pequeñnelos
Una larga carcajada
dejó al niño Juan suspenso;
eran sus propios hermanos,
que reían de su cuento.
Tu serás pastor de cabras.
0 jefe de bandoleros.
1 Vaya un fatuo soñador,
envidiosos, le dijeron!
Mas la madre, que en el rostro
del hijo ve los desíillos
de un nuevo Apóstol del mundo,
dijo con solemne acento:
M i corazón no se engaña;
a Juan le sonríe el cielo
cuando vela y cuando duerme,
¡H ijo! qué hermoso esto sueño!
F . J . CAMPAfJA.

Curación imporianiísima

atribuida al Veaerabie Doa Bosco (1).
Pontenova, (Estado de Mina de Giraes).

Recibimos del Brasil la relación siguiente,
que hemos traducido con toda fidelidad del
original:
* A María Auxiliadora, por intercesión del
^’e^erable D. Bosco, debemos, yo y toda la
(i) Obedientes a los Decretos del PP. Urbano VIII y
de otros Sumos Pontífices repetimos ia protesta de que
a cualquier hecbo relatado en estas páginas non enten­
demos darle más fe que la que merecen respectables tesdmonios humanos.

familia, la curación de mi hijo Luis, que había
caído en cama, presa de repentina enfermedad
que le interesaba gravemente los riñones y
pulmones y que se extendió, por último, al ce­
rebro.
Imposible describir mi estado de ánimo y
la desolación de toda la familia. En nuestras
amarguras, vino a visitar al enfermo el Fadre
Salesiano, Rdo. D. José Solari, Director del
colegio, quien, después de dar al paciente la
bendición de María Auxiliadora, nos dijo: « En­
comienden a María Auxiliadora, p3r intercesión
de D. Bosco, la curación del hijo.
E l consejo del celoso amigo fué puesto en
práctica enseguida; mandamos celebrar una
misa, prometimos una limosna y comenzamos
la novena.
E l enfermo continuó toda\da gravísimo cuatro
días; recibió todos los Sacramentos, y estuvo
cuarenta y ocho horas sin articular palabra,
perdidos los sentidos y en continuos gemidos;
en una palabra: estaba en la agonía. El médico
de cabecera nos había dicho que si la tempera­
tura bajaba de los treinta y seis grados el caso
estaba perdido.
Casi nos desanimábamos, pero no perdíamos
la esperanza de la curación.
En buen hora nos recordamos de la reliquia
de I). Bosco; la Rda. Madre Directora de las
Hijas de María Auxiliadora nos dió una que
inmediatamente pusimos en el pecho del en­
fermo, que había sido ya desahuciado por el
médico de cabecera y por otro que él llamó
para examinarlo.
[Cosa singular! En el mismo instante cesó
el malestar de mi hijo, y , como si despertara
de un profundo sueño, comenzó a hablar y a
besar la reliquia.
A l volver el médico declaró que estaba fuera
de peligro; continuó mejorando, y hoy está
más fuerte y mejor que nunca. De este hecho
son testigos más de doscientas personas que
\dsitaron al enfermo y lo dieron por muerto.
Todos afirman, viéndolo ahora fuerte, que fué
un gran milagro.
Profundamente agradecidos, cumplimos la
promesa que hicimos, enviando diez pesos
para los huerfanitos, y recomendamos a todos
que acudan en sus afliccioríes a María A uxi­
liadora de los Cristianos, por intercesión del
Venerable D. Bosco.
Si para probar la veracidad del hecbo fuera
preciso prestar juramento, yo, cualquiera de
mi familia o las personas que presenciaron el
milagro, estamos dispuestos a jurarlo.
, Octubre 27 de 1922.
G u il l e r m in a O t t o k i d e O l iv e ir a .

— i6 —

En el aniversario del llorado P. Sillera.
¡E l amor triunfa de la muerte/
lEI día 26 de Octubre es día de llanto y luto
para los hijos de D. Bosco, pues en el perdieron,
un año ha, al Padre amante y experto guía
que supo dar días de gloria a la Congregación
Salesiana.
Pía pasado ya un año y su recuerdo está
fresco, como si la muerte lo arrebatara ayer
a nuestro carino.
¡Cuán cierta es la frase de la Escritura, como
palabra de Dios, que la memoria del justo
será eterna: « In memoria adema erü jusitts! »
Mientras vemos que en el mundo todo pasa
y muere, pues nada resiste a la acción demole­
dora de los siglos, triumfa y flota sobre las
cosas caducas y perecederas el recuerdo del
hombre bueno, del amigo cariñoso, del padre
que sacrificó su existencia para con ella dar
vida exuberante y fecunda a sus hijos, ha­
ciendo, en recompensa, germinar en sus cora­
zones flores de gratitud y de amor.
Cuando el mármol, los bronces y el granito,
erigidos para perpetuar grandezas terrenas,
se oxidan y desmoronan, más que por la acción
del tiempo, por el abandono y el olvido, sobre
la tumba cineraria de nuestro Patriarcas,
manos piadosas, corazones amantes, depositan
flores de gratitud, deshojan una pleglaria.
Cuantas veces acudimos a templar nuestras
almas, a vigorizar nuestros espíritus en la
mansión de paz de Valsalice, evocándo cabe
las tumbas venerandas, las virtudes que les
lucieron grandes, topamos con hermanos que,
llegados de lejanas tierras, o a punto de partir
a ellas, postrados de hinojos, imploran la ben­
dición paterna que, al recibir gozosos en espí­
ritu, agradecen estampando un beso en el frío
mármol que guarda sus preciados despojos.
Descansad en paz, amados Padres, acari­
ciados sin cesar por el dulce arrullo de las
plegarias de vuestros hijos.

Idegó el día 26 y la vasta y alegre Basílica de
María Auxiliadora, despojándose de sus galas,
viste colgaduras de luto.
Hi\sta el cielo plomizo y lluvioso se asocia al
sentimiento que con los Salesianos comparten los
numerosos fieles que acuden a honrar la memoria
de D. Albera.
Catafalco imponente se yergue en el centro de
la Basílica, al que hacen corona el Capitulo Supe­

rior Salesiano y dignas autoridades, admiradoras
de la Obra fecunda y generosa del malogrado di­
funto.
Con paso mesurado y grave el Rector Mayor,
D. Felipe Rinaldi, cual si el recuerdo y la carga que
le legara su antecesor le oprimiera, sube a decir
la Misa en sufragio de su alma, que el organo pre­
ludia majestuoso.
Los lamentos de los niños, que tal semejan sus
voces al entonar el introito, conmueven las fibras
más sensibles del corazón, trasmitiendo sus senti­
mientos al alma.
Silenciosos, conmovidos siguen los fieles todos
la solemnidad de la Misa, pasando sin cesar cuentas
del rosario entre los dedos.
L a severidad litúrgica, las graves y y hondamente
religiosos notas del « Dies irae » penetran blanda­
mente hasta los repliegues más recónditos del alma,
dejando en ella sentimientos de mística uncióu
y piedad.
E l responso grave, sentido que acompaña en
voz baja el pueblo, pone fin a la fimción.
Nada que recuerde ceremonia de cmnplimiento,
la fórmula obligada con que se halaga y engaña
el mundo.
A llí sólo se respira amor, veneración, respeto,
el elogio que dicta la gratitud.
Descanse en paz el religioso modelo, el padie
amado, el llorado D. Albera. t In memoria aetema
erit justus »: la memoria del justo será eterna.

B. !• P.

B IB L IO G R A F IA .
Vida de la R. M. María Teresa de San Juan de
la Cruz, Superiora General de los Benedictinas
del Calvario, por las Religiosas de su Orden.
Vertida del francés al castellano por xm Padre
Cartujo de Axila Dei (Zaragoza).
Los P P. Cartujos de Axila Dei han tenido la
feliz idea de traducir al castellano la Vida de la
R. M . María Teresa de San Juan de la Cruz (her­
mana del V. P. Prior de dicho monasterio), que
hoy tenemos el gusto de ofrecer al público, vida
verdedaramente ejemplarísima, que será leída
con deleite y gran provecho espiritual, lo mismo
por las religiosas en general, como por las familias
cristianas. H a merecido la aprobación y especial
recomendación de ilustres prelados franceses.
Hace la presentación de la obra el Canónigo ho­
norario de Augers, Lxfis Dedouvres, de quien
copiaiixos las sigxiientes palabras:
...« Me atrevo a asegxrrar que esta Vtda (dema­
siado breve) será leída de xin tirón por las personas
piadosas. E n ella se retrata, como en transpa­
rente espejo, el alma de xina religiosa ejemplarisima.

Á

CHINA
Escuela “María Auiiliaclora" para niñas
en Shiu-Chow (Cantón-China).
{De una carta del misionero D. Juan Garona
al Revmo. D. Felipe Rinaldi).
Shiu-Chow (Cantón), 15 de Mayo 1922.

Amadísimo Padre,
Con la expresión de sumisión filial, y nues­
tras más cordiales felicitaciones por verle
elegido Rector Mayor, le envío algunas noti­
cias de esta Misión de China.
El 9 de Enero de 1920, fecha memorable
para los Salesianos que trabajan en China,
pues en ese día fué consagrado Obispo Mons.
Versiglia, entrábamos en relaciones amistosas
con las autoridades de Cantón, especialmente
con el Gobernador, general Chan Kt<ci Ming,
que fué ganado a nuestra causa, prometiéndonos
su valiosa protección y apoyo.
Gracias a su inter\'ención, pudimos ventilar
favorablemente varias cuestiones de importan­
cia; pero por lo que le estaremos siempre suma­
mente agradecidos, es por la cesión de los terre­
nos donde se edificarán las obras vitales de la
Misión, como son: la residencia episcopal, el
seminario y las escuelas profesionales, terrenos
que se adquieren generalmente en subasta
pública, pero que nos negaba siempre el ante­
rior gobierno de Cantón.
Podíamos esperar, a juzgar por estos favores,
gozar por largo tiempo de su benevolencia,
cuando nos sorprendió la noticia de la dimisión
del general Chan K uci Ming, como gobernador
de Cantón.
Estalia la guerra.
Declarada la guerra entre el Kwang-iing y
Kiang-si, el pimdonoroso general, no queriendo
agravar la miseria de su pueblo con nuevos
impuestos, se retiró dignamente.
Las tropas invadieron nuestros bellísimos
distritos, privándonos de la paz que, durante
algunos meses, nos permitió desarrollar intensa­
mente nuestro trabajo.
La ciudad de Shiu-Chow estuvo invadida du­

rante 15 días por la soldadesca, que se alojaba
en las tiendas y casas particulares, sin cuidarse
de las quejas de los ciudadanos, a quienes
\riolentaban, a poco que reclamaran la inviola­
bilidad de su domicilio. Una buena familia,
vecina nuestra, se vió obligada a dejar su casa
e irse a vivir con los parientes, por no poder
convivir las hijas con los veinte soldados que
se habían colado en casa y disponían como
dueños.
El. pánico era general, y como consecuencia,
nuestra residencia fué el refugio de los cristianos
y amigos que pedían hospitalidad.
A l dejar de venir al mercado hortalizas,
los carniceros apenas si podían servir a los
soldados, por lo cual, el hambre se dejó sentir
entre los pobres, que no podían pagar los precios
elevados que alcanzaron los comestibles.
Lo más grave sucedió a la partida de aquellos
50000 desagradables inquilinos. Respetables
ciudadanos: profesores, médicos, comerciantes
etc... se vieron convertidos, a la fuerza, en
faquines, para conducir la impedimenta de los
soldados.
De nada servían las protestas; únicamente
los que ofrecían dinero se veían libres del arbi­
trario y humillante tributo.
Pasó, sin embargo, aquella borrasca, aunque
no sin que se registraran algunas barbaridades,
como la muerte .de un comerciante que se
ahorcó para no caer en manos de la soldadesca,
y las graves heridas de una campesina, a quien
maltrataron por negarse a conducir la carga.
Cuando nosotros comenzamos a respirar
tranquilos, les tocó sufrir las mismas angustias
en los poblados de la n Fa y Chi-Hing, de
donde nos llegaban noticias alarmantes.
En estas circunstancias, nosotros nos cobi­
jamos más confiadamente bajo el manto de
María Auxiliadora, encomendándonos en las
oraciones de las almas buenas.
La lucha religiosa.
A la guerra d v il ha seguido la guerra reli­
giosa, desencadenada el mes pasado con activa
propaganda <X)ntra las instituciones europeas,
con el intento de aislarlas, creándoles atmósfera
popular adversa.
El pretexto lo hallaron en el Congreso y
proclama de las asociaciones protestantes

— i8 —

Y.M .C.A, ([ue proponían una federación ge­
neral. Los chinos, acostumbrados a juzgar
en junto a los europeos, no se pararon a exa­
minar Ja diferencia entre los K i Toe Kao (pro­
testantes) y los Tin Tchu Kao (católicos), por
lo cual, no faltaron manifestaciones hostiles
a los pacíficos misioneros, dedicados exclusi­
vamente a la evangelización de estos pobres
paganos.
Con todo, nosotros, amadísimo Padre, con­
templamos, de continuo, las maravillas que
obra en nuestra Misión María Auxiliadora.
Vaya una muestra.
La primera escuela de niñas.
El primero de Abril, pasado, fué día de gran
fiesta en S/«« Chow: se inauguró la primera
escuela de niñas bajo la advocación de « María
Auxiliadora ».
Desde los comienzos de la Misión, compren­
dimos la necesidad de educar a las niñas, troj>ezando siempre con la misma dificuldad; la
falta de hermanas para dirigirlas.
Un domingo del Diciembre de 1919, después
de la Misa, la madre de un coronel, ejemplaTÍsima cristiana, me presentó una mujer joven,
que frisaba en los 30, la cual, después de los
^aludos de rúbrica, me dijo:
— Padre, quisiera comprar un catecismo.
— Y ¿para qué lo quieres?
— Para estudiarlo, porque quiero hacerme
cristiana.
— ¿Conoces nuestra religión?
— Sí, me ha hablado varias veces A Po, y
me señalaba la cristiana; es más, ya hace tiempo
que hemos destruido los ídolos en casa.
— Perfectamente; ven el tiempo que tengas
libre y la K u Neong te enseñará la doctrina.
— Dame uno y lo estudiaré yo misma.
— ¿Conoces las letras? le pregunté maravi­
llado, pues es raro que, tierra adentro, sepan
leer las mujeres.
— Sí, las conozco un poco...
— Le entregué el catecismo que tenía en
la mano y quedé pasmado al oirle, no sólo
leer correctamente, sino también explicarlo.
— Pero ¿dónde has estudiado?
— Con los Foc Yi'm Tong (protestantes);
obtuve diploma hace dos años, y , después,
enseñaba en el colegio.
— ¿Por qué no enseñas ahora?
— í ’orque me querían obligar a seguir su
religión, y, al negarme yo a ello, me despidie­
ron. Entonces abrí escuela en mi casa y doy
lecciones privadas.
— Muy bien; estudia el catecismo y aprende
las costumbres cristianas, y después..., ya
veremos.

La recomendé encarecidamente a la ferviente
cristiana, y desde aquel día y a no faltó a las
funciones de iglesia; se distinguía por el afán
con que estudiaba la religión.
De cuando en cuando venía a la iglesia con
alguna de sus amigas, y en las festividades
principales, acudía con sus alunmas (eran
unas quince), que comenzaron a conocer la
Misión y a entusiasmarse con la imagen de
María Auxiliadora, que las miraba desde la
hornacina.
Por las Pascuas de Resurrección y de Pente­
costés, pidió con insistencia el bautismo, que
nosotros diferimos para mejor probarla e in­
formarnos de ella; pero en las Navidades del
año pasado fué preciso complacerla.
Con transportes de alegría recibió el bau­
tismo de manos de Mons. Versiglia, que la puso
por nombre Lucía, y con ella fué bautizada
su hijita, niña de ocho años, a quien había
enseñado perfectamente el catecismo.
La ceremonia impresionó vivamente a sus
alumnas, que, desde aquel día, empezaron a
frecuentar en mayor número las funciones,
reforzando el coro de las mujeres.
Estaba un día para salir de viaje Mons. Versi­
glia, cuando se presentó la maestra y le dijo:
— Tchu Kao (Obispo), mis alumnas han
aumentado mucho y otras quieren matricularse
en Febrero del ano que viene; pero yo no puedo
admitir más, porque ya no caben en casa ¿No
podrías abrir una escuela en la Tin Tchu Tong?
(Misión).
— Quedó el Sr. Obispo pensativo unos
momentos y exclamó: Lo pensaré y te daré
la contestación.
Nos habló de ello a nosotros, y estuvimos
algo indecisos, pero, por último, se aceptó la
propuesta y se determinó levantar un local
ad hoc.
Se ve que María Auxiliadora aprobó nuestra
decisión, pues una buena cooperadora de Macao,
Daa. Leonor Márquez, costeó la mitad de la
obra que se empezó en Febrero e inauguramos
ya en Mayo.
Fiesta de la inauguración.
Fué un acontecimiento que atrajo mucho
público. Las alumnas adornaron con buen
gusto y profusión la escuela, especialmente el
cuadro de María Auxiliadora, que se destacaba
bellísimo en el fondo del aula.
Los ochenta alumnos del orfanato S. José
amenizaron el acto con sus alegres cantos,
m uy del gusto de los concurrentes. Después
de la bendición inaugural, se desarrolló intere­
sante program a músico-literario, donde lu­
cieron sus habilidades tan to los maestros

— 19 —

como los discípulos. Fué muy celebrado el
discurso sobre la dignidad de la mujer, del
Wong Shiu Shang.

Terminó la simpática fiesta con las palabras
de agradecimiento del que suscribe. A conti­
nuación fuimos obsequiados con un aromático
té, preparado con delicadeza por las alumnas,
no faltando el clásico disparo de cohetes.
Actualmente son treinta las alumnas que
frecuentan la escuela, y casi todas acuden

Dejo adivinar a su cariño de padre la gratí­
sima impresión que nos causó su lacónico tele­
grama: « saldrán Hermanas ».
E n el cincuentenario de su fundación, no
podían las Hijas de María Auxiliadora hacer
un obsequio más grato a su celeste Protectora,
a quien está dedicada esta nuestra Jlisión. A
la par que aplaudimos su rasgo generoso, y
damos por el gracias a Dios, rogando por las
afortunadas que van a sembrar los tesoros de

C H IN A . - Misiones Salesianas. Escuela “ María Auxiliadora" de niñas en Shiu«Chow.

voluntariamente a las funciones de iglesia, y
no pocas estudian el catecismo.
Es costumbre que cada escuela tenga su
distintivo, que ostentan con orgullo los alumnos;
la nuestra ha escogido la cruz griega, y es ad­
mirable ver, por las calles paganas, a señoritas
que llevan en el pecho la cruz blanca con la
mscripción de la escuela: « María Auxiliadora ».
¡Quiera Dios que la ingenua profesión de fe
de estas jovencitas gane muchas almas para
nuestra religión sacrosanta!
Esperando a ias Hijas de María Auxilia­
dora.
Amadísimo Padre: sólo la esperanza de que
al volver de Italia Mons. Versiglia conduciría
a las suspiradas Hijas de María Auxiliadora, fué
la que nos decidió a dar comienzo a esta obra.

su fe en la inmensidad de esta República, con
la ayuda de nuestros cooperadores les prepa­
raremos digno alojamiento.
Quisiera hablarle también, amado Padre,
de la escuela de los catequistas, pero lo dejaré
para otra vez.
Pediremos en el día feliz de su onomástico,
para que Dios le conceda largo y fecundo Rec­
torado, en bien de nuestra amada Congregación
y de sus misioneros.
Envíenos, con la bendición de María A uxi­
liadora, la suya, a fin de que continuemos
animosos en nuestro trabajo, como verdaderos
hijos de D. Bosco.
Le besa la mano y se repite devoto y obe­
diente hijo
Juan Guarona
Misionero Salesiaito.

3B > i 3 l s o c l i o s

d e

J V I ls io n e s

“ Un ángel más en el Cielo”.
Bncontrándome en Ho-Si para ver cómo
marchanban las obras del nuevo orfanato, hete
aquí que, a eso de las diez de la mañana, se me
ocurre volver a la ciudad. Estaba apenado
por la tardanza de Mons. Versiglia, que había
anunciado llegaría la tarde anterior.
El viaje que el Sr. Obispo había empren­
dido estaba lleno de asechanzas y peligros
por estar los rios infestados de piratas, los
que, por sus latrocinios, eran perseguidos a
su vez por los soldados; los caminos, tomados
militarmente, todo lo cual me intranquilizaba
de manera que no encontraba en mi espí­
ritu paz ni sosiego. Es cierto que el deseo
de vigilar las obras, precisamente en el mo­
mento más crítico, pesaba tanto en mi ánimo
como el dirigirme a la ciudad en busca del
Sr. Obispo; sin embargo, rae decidí a pasar
el río en una barquita, apresurando el paso
para ganar el tiempo que había perdido en
mi indecisión.
Como no hice la travesía, como de cos­
tumbre, en la barca Ta~Tai, apesar de la
generosa invitación de su dueño, adelanté
bastante distancia, siguiendo después la orilla
del río.
Meditando iba en lo que pudiera ocurrirle
a nuestro buen Obispo, cuando se me presenta,
junto al río y al resguardo de un esbelto árbol,
un espectáculo triste y desolador. Una pobre
mujer arrodillada en tierra, con los cabellos
sueltos y desgreñados, parecía que llamaba a al­
guno. Observé con más atención y vi que, bajo la
miserable estera en que se apoyaba, había algo,
o bien lloraba la pérdida de algún ser que
rido. Para mejor enterarme me acerqué a la
misma orilla del río.
Apenas la desgraciada mujer se dió cuenta
de mi presencia, en lugar de asustarse o huir,
levantó la estera y, con palabras entrecortadas
por lastimeros sollozos, me dijo: ¡oh amable
extranjero! Sálvame a nú hijo que por mo­
mentos muere.
Entonces ví, con gran dolor mío, que bajo
aquella estera, y teniendo por cuna la fría
arena del río, yacía un niño de cuatro años,
todo hecho una repugnante llaga de los pies
a la cabeza, con las orejitas y labios cubiertos
de asquerosa sangre coagulada y todo su cuerpecito en continua contorsión.
Lo levanté del suelo, y, colocándolo sobre
la estera, noté que su pulso era rapidísimo.

señal cierta que le restaba poco tiempo de
vida. La pobrecita madre, al ver que sin temor
a mancharme las manos y sin causarme asco
tanta miseria lo había tomado en mis brazos
para colocarle bien, y que al llamarle con el
mismo nombre la criaturita abría los ojos
y pedía agua, lo tomó entre sus brazos y,
ofreciéndomelo, dijo: Tómalo y llévatelo a tu
Colegio, allí estará bien. Le agradecí tan gene­
roso regalo y le recomendé que hasta el atarde­
cer de aquel día no moviera a su pequeñuelo.
Aquella afligida madre se consoló al ver el
interés que me tomaba por su hijito, por lo que,
aprovechando tan buenas disposiciones, le hablé
de Nuestro Señor, del premio que tiene prepa­
rado para los buenos y para los que han sido
regenerados por las aguas saludables del Bau­
tismo. Cuando la creí preparada, le pregunté si
deseaba que bautizase a su hijo, prometiéndole
llevármelo a su tiempo al Colegio. L a buena
mujer rae dió por contestación un sí, tan espon­
taneo como generoso, que comprendí brotaba
del corazón. E lla núsma se fué a la barca y
me trajo una taza, que yo llené en el río de las
Perlas, y allí, bajo el azulado manto del cielo,
bauticé al niño, poniéndole por nombre Lids...
Terminada la sagrada ceremonia, tomándolo
entre mis brazos se lo ofrecí al Señor, rogándole
le acogiera en su seno y lo hiciera celestial guar­
dián del nuevo orfanato.
Reanimada la madre por nús palabras, y
luego que le entregué una pequeña cantidad
de dinero para que comprase medicinas para
el enfermito, me despedí de ella y me apresuré
a volver a mi residencia. En el mismo momento
que yo entraba en casa, llegó felizmente tam­
bién Mons. Versiglia y me alegré en el Señor
por la doble gracia que nos había concedido.
Al atardecer volví a Ho-Si para saber la suerte
del nuevo cristiano, pero apenas v i a su ma­
dre comprendí el fatal desenlace. En efecto, dos
horas liaría que había muerto, y señalándome
un niontoncito de tierra, todavía reciente, me
decíala madre: — Allí está mi hijito, ha muerto
al ponerse el sol. No pude contener las lágri­
mas; pero elevando mis ojos al cielo, me pa­
reció ver a mi querido Luis que brillaba más
que las estrellas del firmamento, pues compren­
día que aquella lozana y fragante flor había
sido trasplantada a los jardines del Paraíso.
Sea este, oh amado Padre D. Bosco, el home­
naje que te ofrecemos los que, no pudiendo

asistir a la inauguración del monumento que
en Turín te ofrendan todos tus hijos, trabajamos
por la Congregación Salesiana en lejanas tierras
para extender el reinado de Jesucristo.
Dos días después creció el río tanto, que,
junto con la tierra, arrastró los pequeños restos
de mi querido e inapreciable tesoro. ¡Que
desde el cielo nos proteja!
C ari ,os M. B r aga .
Misionero Salesiano.

Nuevos Misioneros.
Aun resuenan en nuestros oídos las vibrantes
palabras de despedida que el Eminentísimo Caxd.
Cagliero, decano y modelo de los misioneros
salesianos, dirigía a la numerosa caravana
que partía del nido fecundo del Oratorio para
¿versas regiones, cuando de nuevo, numeroso
grupo tiende su vuelo, a través del Océano,
hacia las selvas vírgenes del Matto-Grosso,
perdido en medio de las florestas del centro
del Brasil.
El 9 de Noviembre, reunidos a los pies de
María Auxiliadora, como en otro tiempo los
Apóstoles antes de partir a evangelizar el
mundo, oyeron la misa que celebró el Rvmo.
Rector Mayor, D. Felipe Rinaldi.
Eos niños estudiantes del Oratorio, en nú­
mero de cuatrocientos, asistieron también a
la misa.
Aunque el .acto carecía de la solemnidad
externa acostumbrada, flotaba en el ambiente
el espíritu que animaba a los abnegados misio­
neros.
Por eso me preguntaba. ¿Qué impresiones
pueden causarles a los niños estos actos reli­
giosos, la vista de esos misioneros, en su mayor
parte jóvenes, que en lo más agradable de la
vida lo abandonan todo, y, sobreponiéndose
a los poderosos sentimientos de patria, amistades
y familia, se abrazan a la cruz y emprenden
gozosos el camino de la abnegación y del sacri­
ficio?
La niñez y la juventud son la edad de los
nobles entusiasmos, de las empresas generosas,
donde hallan eco y se reflejan todas las gran­
dezas y bondades, lo que hacer suponer que
sus almas juveniles vúbren como arpas armó­
nicas, al unísono, en presencia de esas almas
generosas de los intrépidos misioneros.
Sus mismos cantos, al acercarse a una con
los misioneros a recibir en sus pechos a Jesús
Sacramentado, lo confirman; hay algo de nuevo
en ellos, tienen hoy modulaciones, acentos
que llegan ' al alma, despertando afectos no

sentidos, prueba inequívoca de la impresión
de sus tiernos corazones.
¡Ojalá que todos los jovendtos alimentaran
su espíritu con cuadros de acciones generosas,
respiraran un ambiente saturado de la caridad
y amor de Cristo!
Terminada la santa Misa, y luego que los
expedicionarios recibieron el crucifijo, el Rvdmo.
D. Felipe Rinaldi les dirigió sentidas frases de
despedida.
« Ahora que habéis recibido la cruz, he­
rencia del misionero, y que María Auxiliadora
os regala con su bendición maternal, podéis
partir gozosos al campo de vuestro trabajo.
No olvidéis que María Auxiliadora se os ha
mostrado siempre Madre, y a cuando viniendo
al mundo la madre terrena os consagró a Ella,
ora cuando iluminados por su gracia disteis
vuestro nombre a la Congregación Salesiana,
y especialmente ahora que generosamente os
dirigís a ganar almas para Cristo.
Encontraréis dificultades, obstáculos mil se
interpondrán en vuestra magnánima empresa,
pero nada temáis; luego hará cincuenta años
que parten de continuo hermanos nuestros a
misionar por todo la amplitud de la tierra y
nunca les ha faltado la gracia de Dios y el
visible patrocinio de María Auxiliadora.
Recordad a los apóstoles, cuyo ministerio
imitáis. También ellos, antes de partir para
evangelizar el mundo, se reúnen en torno de
María, como lo vemos en el cuadro que nos
preside, para recibir su bendición maternal,
fuente de gracias y de fecundo apostolado.
En los momentos difíciles, volad a este lugar
con vuestro espíritu y postraos a los pies de
esta buena Madre, seguros de que recibiréis
esfuerzos y consuelos.
Cuando Santiago Aposto! se postró descora­
zonado en las riberas del Ebro, implorando
para su misión el auxilio de María, tuvo la
fortuna de verla descender de lo alto, sostenida
por manos de los ángeles, y recibir con sus
caricias la promesa de que jamás faltarían
adoradores de Cristo y suyos en aquella bendita
tierra.
Id, pues, y que el recuerdo de tan buena
Madre aliente vuestros trabajos.
*
* *
Amados Cooperadores, es consolador ver
partir, de continuo, numerosas caravanas de
misioneros para p rop ^ ar el reino de Dios;
pero al proprio tiempo nos apena sabei que,
muchas veces, nuestros Superiores no pueden
abundar más en espedidones misioneras por
falta de recursos.

No olvidéis que, dejando aparte el Asia,
Africa y Oceanía, casi en su totalidad paganas,
tenemos todavía inmensos territorios en América
])or evangelizar y no pocos sin la debida asisten­
cia.
¿Qué són, tengo una estadística en la mano,
que son diez mil sacerdotes desparramados
en una extensión de 19,640,000 Km*, para
atender al servicio espiritual de más de ochenta
millones de almas?
Ayudemos a las Misiones; que no tengamos
la desgracia, por nuestra apatía, de oir de
labios de Cristo algún día: apártate de mi siervo
ímoio y cruel, porque tuve hambre y no me
diste de comer, estaba necesitado y no me
visitaste.

PRIMERA

ASAMBLEA NACIONAL

de los AdIíodos AIuiddus Salesianos de Polonia.
El día 20 de Agosto de 1922 será fecha me­
morable para los Antiguos Alumnos de Polonia.
Desde el año 1911 existía junto al Colegio Salesiano de Oswiecim una Asociación de Antiguos
Alumnos, llena de entusiasmo y vida, pero la
guerra dió al traste con todo, interrumpiendo
su desarrollo y trabajo, pues se hizo imposible
comunicarse con los Superiores y entre los
mismos socios. Era por lo tanto necesario,
después de la guerra, comenzar de nuevo.
Por fin, el i i del junio pasado, se reunía en
Oswiecim un grupo de entusiastas ex-alumnos
con el propósito de organizar cuanto antes la
primera asamblea de los Antiguos Alumnos de
Polonia. Sus esfuerzos se vieron coronados
con éxito inmediato, pues el 20 de Agosto se
reunía la primera Asamblea, imponente por
el número de los congregados.
Después de las tristes vicisitudes de los últimos
años, se reunían en abrazo fraterno 300 Anti­
guos Alumnos de los colegios de Oswiecim,
Przemysl y Daszawa, no faltando alguno, como
el profesor Kominski, de los tiempos de Don
Bosco.
Entre las conclusiones tomadas figuraba
la de fundar Asociaciones, semejantes a la de
Oswiecim, en Varsovia, Cracovia y Przemyls,
lo que se llevó a cabo inmediatamente.
Llenos de entusiasmo y dispuestos a realizar
los ideales de D. Bosco, abandonaron el colegio,
no sin antes manifestar el decidido propósito
de reunirse con frecuencia.
Con el resurgir de Polonia, decían, nos hemos
organizado también nosotros y unido oficial­
mente a la Federación Internacional de los
Antiguos Alumnos Salesianos.

Un Cooperador modelo.
D. üeróninio B o rd a s y R o ca .
E l día 4 de Octubre último falleció en su
quinta de veraneo de San Pol de Mar, a la
edad de 74 años, ese modelo de caballeros
cristianos, chapados a la antigua, católicos
prácticos en público y en privado. Su casa, la
primera y por muchos años única en España
que se dedicó a la estampería religiosa, era
por todos conocida por su buen gusto y por
la moralidad absoluta de sus producciones.
Nunca, ni cuando modernamente han invadido
los mercados de todos los países esa multitud
de cromos postales y reproduciones de más o
menos dudosa moralidad, se vió en sus escapa­
rates o muestrarios imagen alguna, que ni
aun de lejos, pudiera ofender el más delicado
pudor. Los sacerdotes y religiosos eran siempre
recibidos en su casa más como amigos que
como clientes, e innumerables son los conoci­
mientos y amistades de este género que, en
Barcelona y fuera de ella, se granjeó el que
por su labor artístico-católica mereció del
Papa León X III el título de Editor Pontificio.
Figurando entre los elementos más activos
de la Asociación de CatóHcos de Barcelona,
tuvo ocasión de conocer y tratar a nuestro
Vble. P. Don Bosco en su viaje a Barcelona
el año 1886, de cuyas manos recibió la Sagrada
Commúón y obtuvo especial bendición para su
hijo mayor, entonces de 7 años, nuestro que­
ridísimo amigo y cooperador entusiasta, D. Ma­
riano Bordas y Flaquer. Desde entonces tuvo
por D. Bosco y su obra una predilección espe­
cial. A los Salesianos confió la educación de
los otros dos hijos varones que el Cielo le con­
cedió, y Don Bosco le recompensó llamándolos
ambos a la Congregación Salesiana. ¡Con qué
generosidad hizo el sacrificio de estos dos hijos,
y no es que no costara esfuerzo a su corazón
de, padre: el mediano, sobre todo, José, en el
cual tenía cifradas todas sus esperanzas para
la continuación de su casa e industria, al cual
hizo aprender las Artes Gráficas en nuestras
Escuelas de Sarriá, para luego ponerle al frente
de su establecimiento editorial, le dió la más
inesperada sorpresa cuando, al acabar su apren­
dizaje, le dijo tm día: « Papá, he madurado
bien mi propósito, lo he consultado con mi
confesor, quiero hacerme Salesiano *. Todas
sus ilusiones y proyectos caían ix>r tierra. Su
liijo mayor estaba terminando la carrera de
abogado, los otros tres ya los había entregado
a Dios en la Religión; uno salesiano, hoy sacer­
dote v ?. hijas a la F.nseñanza. Quedó pensativo
breves instantes. I.i hombre cristiano consumó

— 23 —
el sacrificio y dijo a su hijo José: « Piénsalo
bien, pero si crees oir la voz de Dios, ve en
buen hora y con •la bendición de tu padre
José se hizo Salesiano y murió 4 años antes
que su padre, después de haber estado 14 años
¿ frente de las Artes Gráficas de Sarriá.
La muerte de tan ejemplar caballero debía
conesponder a su vida y Dios se la concedió
\-erdaderamente envidiable. Su acendrada pie­
dad, la cristiana resignación con que sobrellevó
los fuertes golpes con que Dios le probó en
sus últimos años de la pérdida de su ejemplrrisima esposa y de su hijo José, la comunión
diaria, en él habitual lo fueron preparando ai
gran paso que y a miraba próximo con serena
confianza. AI anunciarle su hijo mayor, que con
él vivía, que los médicos juzgaban muy posible
su próxima muerte, y decirle si quería recibir
d Sto. Viático no se inmutó en lo más mínimo
y se dispuso a recibirlo con las mejores disposidones. Se había confesado el día antes y nada
auevo remordía su conciencia. E l mismo se
preocupaba para que no faltase ningún detalle
para la digna recepción del Santísimo. Contes­
taba en latín a todas las oraciones del sacerdote,
pues el Señor le conservó la lucidez hasta el
último momento. C o n ’ iguales disposiciones
recibió la Extremaunción, edificando y con­
moviendo a todos los presentes. A su hija polí­
tica, que con filial cariño le asistía, hablaba
del Cielo, de los que en él y a le esperaban, de
lo que haría por todos al llegar allá. A las seis
hora.s de recibido el Santo Viático sintió una
tremenda punzada en el corazón que le liizo
exclamar; <? ahora si que he acabado ». Tenía
entre sus manos el rosario y un crucifijo con
indulgencia plenaria in artículo mortis, decía
jaculatorias, se santiguaba con él, lo besaba
a menudo y cuando ya los brazos perdían las
fuerzas él mismo ocultó el crucifijo sobre su
corazón. Teniendo a su hijo Mariano cogido
de la mano le dijo: — ¡sufro!... sufro!... —
Papá, ofrezca estos sufrimientos en bien de
-n alma, para que el Señor se lo descuente en
íl purgatorio.
— Y a lo hago... y a lo hago... Todo lo que
sufro y todo lo que he de sufrir, todo lo ofrezco
a nuestro Señor. A l poco rato, fijando su mi­
rada en el grande crucifijo, que siempre había
tenido al lado de su cama, repitió, en latín, las
palabras que debajo de él estaban escritas:
ín manus... tiuis. Domine... conmetido spiriíum
’*u:utn. Fueron sus ríltimas palabras, quedó con
ros ojos fijos en la Sagrada Imagen, hizo un
último movimiento de labios y, con rostro
sonriente, entregó su alma a Dios, dejando el
corazón de todos los presentes apenado por
^ irreparable pérdida, pero grandemente con­

solado, a l,v e r cuan preciosa es la muerte dé­
los justos.
Reciban sus apreciados hijos y demás fa­
milia nuestro más sentido pésame, junto con
la promesa de nuestros abundantes sufragios
por el eterno descanso del alma del finado.

EL SANTO PADRE
y ios Antiguos Alumnos Salesianos.
E l 25 del Octubre pasado, el Santo Padre
recibió en audiencia privada al abogado Félix
Masera, Presidente de la Federación Nacional
Italiana de Antiguos Alumnos Salesianos. Quiso
Su Santidad ser informado detalladamente
del funcionamiento de las Asociaciones y Fede­
raciones, y se alegró sobremanera de la acción
que desarrollan muchas Asociaciones, bien
organizadas, en Italia, España y Argentina.,
Como expusiera el abogado Sr. Masera el
propósito de visitar el año próximo la Argen­
tina para dar una serie de conferencias de
propaganda, con el fin de estrechar más Jos
lazos con aquellas Asociaciones, el Santo Padre
mostró su complacencia, elogiando el bien
que los hijos de D, Bosco realizan en aquella
República, y augurando que todas las Asocia­
ciones locales y nacionales de los Antigües.
Alumnos, se unan y compenetren más y más.
para desarrollar, en compacta unión, el mismo
programa que el Venerable D. Bosco legó a
la Pía Unión de los Cooperadores Salesianos.
También tuvo el Santo Padre palabras de
encomio para los Antiguos Alumnos Salesianos
de Polqnia, cuyos trabajos pudo apreciar perso­
nalmente, y dió una bendición especial para
todas las Asociaciones de Antiguos Alumnos.
Salesianos y para cada uno de los socios.

La ciencia de los Santos está en obrar y sufrir:
de esa manera llegaron ellos a la gloria. S i noso­
tros sufrimos con fortaleza y constancia por Dios
y con Dios, alcanzaremos también la santidad
y la gloria.
¿Queréis que la pérdida de los bienes de este
mundo no os aflija? No deseéis demasiado lo
que no tenéis, ni améis excesivanmenie lo que-,
poseéis.
S.

F r a n c is c o

de

Sa e es.

<$>

I

CULTO

I de María Auxiliadora
^
N6» teaemo* la persuasión de que, ea las vicisitudes dolorosas de los tlein^
^ pos que atravesamos, ao nos quedan más consuelos que los del Cíelo, y entie
V éstos, la poderosa protección de la Vlrsen bendita, que fue en todo tiempo el
^ Auxilio de los Cristianos,
pio x.

‘0

A cto digno de im itación.
A expensas de una excelente Cooperadora de
las Obras Salesianas, y gran devota de la Virgen
(le D. Bosco, se inauguró el Julio pasado un altar
de María Auxiliadora en la iglesia parroquial de
Pedrao, Brasil, constituyéndose al propio tiempo
un nuevo centro de su devoción.
E l dignísimo párroco, D. José Bautista de S.
Carneiro, vivam ente impresionado nos envía la
relación siguiente:
Para cumplir con un deber de gratitud hacia
Marín Auxiliadora, que se ha dignado- bendecir
mi amada parroquia, le envío las siguientes lineas
<iue deseo publique.
«Acaba de inaugurarse en mi parroqma un altar
dedicado a María AuxiUadora, costeado por la
Secretaria del Apostolado de la Oración. E s de
cedro y estilo gótico, tallado con primor por el
renombrado artista Juan Hilario de Araujo. Mide
cuatro metros y medio de altura, y tiene tres
nidios. E l prindpal lo ocupa una hermosa estatua
de María Auxiliadora y los otros: el Niño Jesús
y S. Vicente de Paul.
.
.
La mesa del altar descansa sobre cuatro colinnnas
torneadas. L a pintura y decorado es sencillo,
pero elegante: el oro, blanco y azul son los colores
predominantes, resultando el conjunto de una be­
lleza encantadora que habla al corazón y despierta
la piedad.
L a fiesta de la inauguración se celebró el 20 de
Julio pasado; por lu mañana, redbieron la cómunión todos ios miembros de la familia donante,
y a las nueve, cuando la iglesia estaba rebosante
de fieles, bendije el altar. Adornado con profusión,
era un ramillete de flores. E n el centro, entre lirios,
rosas y azucenas, se destacaba encantadora la
imagen bellísima de María Auxiliadora.
Ofició en la misa solemne el Rdo. P. Alberto
Martín, franciscano. Los cantores y orquesta la eje­
cutaron con maestría, abundando en filigranas
que el público escuchaba con intenso placer espi­
ritual.
A l terminar la función rehgiosa, dispararon a
granel bombas y cohetes. Resultó una fiesta her­
mosa, completa, de esas que dejan en el alma re­
cuerdos profundos.

Esperamos que, en breve, se difundirá pujante
en toda la parroqma esta devoción, remando
como dueños absolutos en ella, María Auxihadora
y el Corazón de J esús, a quien está consagrada.
E n cuanto a mí, me siento feliz y dichoso por
este acontecimiento, pues soy sincero admirador
del gran D. Bosco y entusiasta devoto de María
Auxiliadora.

María ADxiüaiioTa en PkliiDdí (Colombia).
Y a no es sólo en las playas, a lo largo de los ríos
navegables o en las valles amenos que cruzan
veloces potentes locomotoras, donde se ama y
festeja a María Auxiliadora. Llevada en alas del
amor, cruza llanuras inmensas, salva rios y valles
y se remontan hasta las cordilleras, a las agrestes
serranías, donde se respira con el aire puro la fe
sencilla no contaminada por miaainas y doctrinas
deletéreas.
H oy son los buenos hijos de Pichindé, buenos
entre los mejores, quienes honran a María AuxiHadora con solemnes fiestas, durante los días 17,
18, ig y 20 de Agosto.
E l hennoso y variado programa, que omitimos
por falta de espacio, lo encabezan con una especie
de proclama que manifiesta los sentimientos reli­
giosos que les animan. Dice asi: H a llegado, en
el giro del año, el día en que los fíeles católicos de
Picliiudé vestimos el corazón de fiesta para
rendir homenaje a María Auxiliadora, reina dulce
y poderosa de nuestra montaña.
Rendidos, pues, con el cuerpo y el alma de ro­
dillas, dejémonos cubrir por la sombra de la celes­
tial Señora, que en estos días, si cabe, con gusto
abandonará los palacios de los cielos para habitar
con los liijos de estas serranías azules como su
manto.
Y a que todos tenemos necesidad de la misencordia de María Auxiliadora y que todos hemos
prestado nuestro óbolo, pongamos también el
granito de nuestra piedad a fin de que las festivi­
dades, durante los cuatro días, resulten puras como
la aguas de la sierra, y se cumpla con fervor y
exactitud nuestro programa.
¡Bien, por los hijos de Pichindél

Ircbícofrailía de María Auxiliadora en Gerona.
En vista del maravilloso incremento que la
Archicofradia de María Auxiliadora va tomando
en todas partes y especialmente en nuestra España,
y atendiendo a la religiosidad y piedad y al amor
grande que nuestra inmortal Gerona profesa a
María Auxiliadora, los P P. Salesianos pensaron
en erigir diclia Archicofradia también en esta capi­
tal, seguros de que ha de ser acogida con aplauso
por todos los católicos gerundenses.
Apenas hace un
que intentaron su estable­
cimiento, cuando y a cuenta con unos doscientos
asociados de ambos sexos, cifra que hace augurar
que la Archicofradia de María Auxiliadora en
Gerona rivalizará muy presto, en número, fervor
y santo entusiasmo con las establecidas en las
principales capitales de España; Barcelona, Ma­
drid, Zaragoza. Sevilla, Valencia, Alicante y
la muy floreciente de Ciudaddia, Menorca, la Isla
de María Auxiliadora.
Propuesta por el Venerable fmidador de la Con­
gregación Salesiana al angélico Pió IX , el Papa de
la Inmaculada, se dignó Su Santidad darle su apro­
bación y enriquecerla de innumerables indulgen­
cias, así plenarias como parciales, en Breve de lo
de Marzo de 1869 y de 29 de Enero de 1875. Fué
aumentado el número de indulgencias y privi­
legios en los reinados de los Papas que le siguieron,
especiahnente en el de Benedicto X V , de santa
memoria. L a Archicofradia se halla erigida canó­
nicamente en la iglesia de 3,Iaría Auxiliadora de
la Granja Salesiana de esta ciudad y agregada a
la Archicofradia de la Basílica de Alaría Auxilia­
dora de Turín (Italia).
Los que deseen inscribirse pueden dirigirse al
Superior de la Granja Salesiana.

G u a d a l m ir o (Salamanca) — Estaba con mu­
chos dolores, a causa de una caída, teniendo que
andar con muletas; pero gracias a María Auxilia­
dora, y sin necesidad de más remedios, ni me­
dicinas, ni baños termales, reconmendados por
los médicos; hoy estoy tan mejorada, que no
necesito y a de las muletas, ni del bastón sicjuiera
para moverme. Los médicos se maravillan de
verme en tan buen estado, después de casi tres años
de estar imposibilitada. Todo lo atribuyo a mi
buena Madre, María Auxiliadora.
ju u A N A H e r r e r o .
V ic o (España) — Una hija mía padecía de
enajenación mental. Por indicación de los médicos
la condujimos a un sanatorio. Llevaba ya \‘arios
meses en él, pero, a pesar de todo, no mejoraba.
Los médicos del establecimiento nos quitaron toda
esperanza de salud.
No faltaron personas que nos aconsejaron lle­
varla a Aleuiania para someterla al tratamiento
de especialistas, idea que acogimos como salvadora,
y que inteutaiuos realizar. A este efecto, nos diri­
gimos al manicomio, pero, desgraciadamente, la
encontramos gravísima.
Expusimos a im médico de la casa nuestro pro­
pósito, que nos disuadió de llevarlo a la práctica,
pues, son palabras textuales, aunque la lleven al
otro mimdo y la vuelvan no tiene remedio, a no
ser que le cambien la cabeza.
En esta situación, nos entregaron una medalla
de María Auxiliadora, bendecida por D. Bosco,
aconsejándonos que le pidiéramos la gracia.
A poco de llevarla puesta, nos escribió cartas
correctísimas que indicaban su curación.
Y a lleva tres meses en casa, sin el menor asomo
de perturbación.
¡Gracias, Madre niíal
CONCEPCION C a s t r o d e M a r t in .

Gracias de María Auxiliadora.

P u er to Cabrás (Fuerteventura) — Dña. Dolores
Pérez Medina, viuda de D. José Martín, vióse
atacada de un tumor maligno en el pecho, y ha­
biendo acudido al facultativo de este pueblo, le
aconsejó que se pxisiera inmediatamente en manos
de un especialista, porque su enfermedad presen­
taba caracteres alarniautes que amenazaban con
muerte prematura. Se ejecutó la operación, pero
los doctores afirmaron que se reproduciría, por ser
de carácter canceroso.
La señora, apenada, acudió a la que es Madre de
los cristianos, rogándole que si por cinco años no
se reproducía la enfermedad, en\'iaría una libra
para los huerfanitos de D. Bosco y publicaría la
gracia en el BoUtin Saiesiano.
Como Han pasado ios años y sigue perfecta­
mente, cumplo gozosa lo prometido.
AEBEI.0 M o r a l e s - Párroco.

V a l e n c ia (España) — Estando enferma de gra­
vedad, me encomendé a María Auxiliadora, y le
prometí una limosna si al año aun vivía.
Han pasado catorce meses y estoy muy mejo­
rada y en camino de curanne.
Doy gracias a María Auxiliadora, y envío la
limosna prometida.
R. M. J.
Ma d r id — Hallándose ima sobrinila mía en
peligro de muerte, atacada de fuerte bronconeumouia, acudí a María Auxiliadora, prometiendo
publicar la gracia si se ponía buena.
H oy que está completamente restablecida, emuplo la promesa.
M. L. H.
P e d r .vlb ES (Barcelona) — Habiendo perdido un
resguardo de valores, que me interesaba mucho,
después de haberlo buscado varios días inútil­
mente, acudí a María Auxiliadora, aimque con
poca confianza, ofreciéndole publicar en el Boletín
la gracia; y no hice más que ponerme a buscarlo
en el mismo cajón, que y a había mirado varias
veces, y al momento lo encontré, con gran alegría.
Cumplo la promesa y en\’ío una limosna.
A n a d e Mo r a d e Mo r é .

26 ---

B a r ci -Xo n a — Tenía á una de mis hijas enferma
<le un panadizo, cuyo mal cariz hada temer fu­
nestas consecuencias. Supliqué a María Auxilia­
dora su valimiento y protección, que no se hizo
esperar, y hoy está completamente curada,
Doy a tan buena Madre las más rendidas gracias
y envío una limosna para su culto. — Un devoto.
B ogotá (Colombia), Agosto de 1922 — Habiendo
perdido la razón un miembro de la familia y te­
miendo no tuviera remedio, ofrecimos a María
Auxiliadora una Misa y comulgar en ella, si nos
concedía la curación.
Agradecidos ^xjr el favor recibido, damos pu­
blicidad a la gracia y enviamos una limosna.
X. X.
T u r ib a (Venezuela) — Con el corazón lleno de
gratitud, doy gracias a la Virgen de D. Bosco por
haberme socorrido en verdadera necesidad, mos­
trándose Madre compasiva.
Cumplo con la promesa de publicar la gracia
■ en el Boletín Salesiano y envío una limosna.
lüracias. Madre mial
R. M. Ch.
S t a . T e c i ,a (Rep. del vSalvador) — En Diciembre
•del año pasado, quiso Dios que pasáramos por una
terrible prueba, que alejó por completo la paz de
la familia.
Viendo que en lo humano no había remedio
posible que solucionara el asunto que aflijía a toda
la familia, recurrimos a María Sma. Auxiliadora,
ofreciendo publicar la gracia en el Boletín Salesiano.
Resuelto todo a satisfacción, damos gracias a
la Virgen y hacemos .público el favor, para que
•otros acudan a Ella en sus necesidades.
M a r ía y A n t o n ie t a R u iz .

IjM \ (Perú), 29 Junio 1922 — En convale­
cencia de fiebres tifoideas, recayó gravemente mi
querido hijo. Fuerte intoxicación biliosa desar»)lló elevada temperatura que le atacó el cerebro,
privándole de la razón.
Como su vida peligraba, procuramos varias
cou.-niltas médicas, sin otro resultado que el de
confirmar nuestros temores.
Acudimos a María Auxiliadora, pero, en un prin•cipio, parece que no atendía miestras siiplicas.
Una sobrinita nuestra, que .se educa en las Hijas
de María Auxiliadora, nos aconsejó recurrir a la
Virgen ¡Xír medio de D. Bosco, como lo hicimos.
La Superiora nos envió un solideo de D. Bosco
que pusimos ul eufenno.
Por fin ol 23 do Marzo, víspera de la fiesta de
nuestra Madre, empezó la mejoría del enfermo, y
hoy está completamente bien.
Agradecidos, hacemos pública la gracia.
A d u la M. V da. d e T q r d .

.Vruqiui'A (Perr\). Julio 1922. — Encontrándome
cu Lima enfermo, pedí a la Sma. Virgen Auxilia­
dora me conccxlíera una gracia, prometiendo hacer
j-íúblico mi reconocimiento en el Boletín Salesiano.
Conseguida, hoy cumplo gustoso la promesa.
.\RTLRO GxrTIURREZ B.ALI.ON.

Dan lambién gracias a (Daría Auxiliadora.
Burriana (Valencia). — L a Sra, Da. Filomena
Subies por la salud de su hija y envía una limosna.
Álcácev (Valencia). — Da. Cármen Martínez
por gracia recibida.
Hondón de los Frailes (Alicante). — Manuela
Pérez por la curación de su hija, y envía limosna.
Villa de D. Fadrique (Toledo). — Da. Alejandra
Domínguez, por la curación de su esposo y envía
25 pesetas; idem. ima devota y envía limosna.
Lietor (Albacete). — Dña. Candelaria Guirado,
por la curación de un hijo desahuciado; idem. por
la curación de una joven.
Coriiña. — Da. Cármen García por la curación
de una persona que llevaba dos años imposibilitada.
Cali (Colombia). — Sra. A. F. de A. por la
conversión de su hennano y envía un peso.
Cartagena (Colombia). — L a Srta. Rosa León
por especiales favores y envía 10 pesos de limosna.
Cali (Colombia). — Da. Hortensia Lozano, y
envía una limosna.

— Da. María González por especiales
favores y envía limosna.
------- D. Ruperto Victoria y Alfonso Sánchez
manifiestan su gratitud y envían limosna.
Cármen (Colombia). — D. Luis Fernández, por
varias gracias y envía limosna.
La Unión (Colombia). — Da. Cármen y Fran­
cisca Rivero, por gracias recibidas.
Pescador (Colombia). — Un devoto y envía una
limosna.
Canelón Chico (Uruguay). — Da. Petrona Eu­
genia Madris por la curación de un flemón en la
garganta, y la curación de un .sobrinito.
Barbastro (Huesca). — D. Jorge Sichar da gra­
cias por un singularísimo favor y envía 25 pesetas
de limosna.
Puerto de Sta María (Cádiz). — G. S. P.
Sanlucar de Barrameda (Cádiz). — Da. Regla
Maten; D. José Colón; Da. Juana Ramos.
La Umbría (Huelva). — Una devota.
Sevilla. — Da. Joaquina Lozano; Una devota;
Da. Cármen Gómez y hermano; Un devoto; Da
Angeles Gutiérrez; D. P. B.; Dua. Mercedes Abela;
Da. Aurora Romero, el niño J. L. D.; N. X.; U.
José Colón; Da. Rosario Gutiérrez; Un alumno Sa­
lesiano; P. G.; Un devoto; Da. María Ríos; Da. .A.utonia F, dez Palacios; Da. María Flores y Da.
Amparo de Molin.s.
Cantillana (Sevilla). — A. B. M. Cooperadora
Salesiana.
Castayo (Huelva). — R . C. A.
Higuera (Huelva). — Da. Cármen Ruicón
Espartina (Sevilla). — Da. Cristobalina Ca­
brera.
Dos-Hermanas (Sevilla). — Da. Engracia Mu­
ñoz.
Pilar (Sevilla). — D. Antonio Mesa.
Puebla de Cazalla (Sevilla). — L a niña Adela
Martínez Toriño; Una devota.
Porcuna (Jaén). — Da. Araceli Alvarez Ji"
menez; Da. Cánueu Ruiz Toledo.

¿I i.

Di Salesiaio loubraiio Bdniíiitialoi Aiostilico
de ia Alta Silesia [Polonia].

Para atender convenientemente a la asis­
tencia espiritual de la A lta Silesia, incluida
hoy políticamente en un nuevo Estado y que
hasta ayer perteneció a la diócesis de Breslau,
el S. Padre ha determinado confiarla a un
Administrador apostólico, con el fin de erigirla,
lo más pronto posible, en una nueva diócesis,
y al efecto ha nombrado Administrador, con
todos los derechos y privilegios inherentes a
tan elevado cargo, al Rdmo. Mons. Augusto
Hlond de la Pía Sociedad Salesiana.
Mons. Hlond es un sabio y culto sacerdote
polaco, joven aim, pues apenas cuenta 41 años,
pero dotado de grandes y exquisitas dotes de
gobierno, como lo ha demostrado en las casas
y Colegios salesianos de Austria y Alemania
de las que era hasta el presente Inspector.
El S. Padre, durante el tiempo que fué nuncio
en Polonia, conoció a Mons. Hlond y sus dotes
de gobierno y por eso le ha designado para
empresa tan delicada, seguro que la llevará
a feliz término.
Mientras el Boletín Salesiano comunica con
satisfacción y regocijo a todos los Cooperadores
esta nueva prueba de cariño del Sto. Padre
hacia la Congregación Salesiana, envía la más
cordial felicitación al nuevo Administrador
Apostólico.

V is ita ilu stre,
A últimos de Octubre tuvimos la satisfacción
grande de saludar al Ilustrísimo Sr. Obispo
de Málaga que se dirigía al Vaticano para la
visita ad limina.
Amante de la Obra Salesiana, aprovechó
su paso por Turín para visitar la cuna de la
Congregación Salesiana, el Oratorio, campo
de las mara\nllas del Venerable D. Bosco.
Superiores y niños le dispensaron entusiasta
acogida, que agradecía con amable sonrisa.
\ isitó con detención y cariño las escuelas
y talleres donde se forman y educan cerca de
ocho (xntenares de niños. Asombro y veneración
le causaba la vista de la pobre alcoba donde
riv:,. y murió D. Bosco, y que sus hijos con­
servan como precioso relicario.
Agradecidos le deseamos agradable estancia
en Italia y feliz retomo a su amada Diócesis.

S.a LAMAMCA (España).— Solemne distribución de
premios en el Colegio Salesiano. — E l día pri­
mero de Noviembre se realizó un acto henuoso
en el Colegio Salesiano: la repartición de premios
a los alumnos del curso anterior.
E n el escenario, convertido eii estrado presi­
dencial, tomaron asiento el excelentísimo señor
Obispo, el Alcalde señor Anaya, el Gobernador
militar general Cavanna, el Rector de la l'niversidad señor Maldonado, el Director del Instituto
señor Reyiumido y el Director del Colegio, Padre
Alcántara. E n el amplio salón, los alumnos del
Colegio y gran número de invitados.
Después del hiiimo escolar Campeones del deber
ejecutado con mucho gusto por los niños del Co­
legio, tomó la palabra el señor Reymuudo, quien,
en
discursito sumamente interesante y ameno,
discurrió sobre la necesidad del trabajo, de poner
en actividad las energías del entendimieuto y de
la voluntad, para llegar a la perfección individual,
y así, ser un día miembros útiles de la sociedad.
Tras im sentido saludo a las autoridades, decla­
mado admirablemente por el almnno Aquilino
Bartolomé, la « schola cantonuu » ejecutó, y
mejor matizó, una liudísima barcarola del padre
Alcántara, titulada « ¡A la mar! »
E l niño Mariano Aiiiceto liizo las delicias del
público con el gracioso monólogo « ¡Bombones! »
después del cual oínos las notas marciales del
canto patriótico « ¡Viva España! ■>
Entre tanto, y previa la lectura de los alumnos
premiados, el señor Obispo les fué repaniendo los
premios, consistentes en valiosos diplomas y her­
mosos libros.
Después de un discursito de acción de gracia.s
por el alunmo Juan G. Gómez, cen ó el acto su
excelencia, dirigiendo a los presentí.: aUir.adnri;;.
frases, a fin de que sigan incansable.. ix>r la , <nt!a
del deber.
Pué, en fin, un acto en el que se hermaiiuron
admirablemente la brevedad y el interés, la solem­
nidad y el buen gusto, y del que todos los eoncurrentes salieron altamente complacidos felici­
tando por ello efusivamente a los beneJJiérilo.s
padres Salesianos.
BUENOS AIRES (Argentina). — Celebración del
cincuentenario de la Parroquia de S. J. Evangelista.
— E n la parroquia de Sán Juan Evangelista co­
menzaron el 15 de Octubre los festejos organi­
zados por ima comisión especial de caracterizados
vecinos, en celebración del cincuentenario de la
creación de aquella.
L a ceremonia principal del día fué la realizafJa
en el cementerio del Oeste, a las 10, ante la tumba
que guarda los restos del padre Esteban Bourlot,
primer salesiano designado ‘.ura r'=^'tor de la iglesia

— 28 —
parroquial de San Juan Evangelista. Un núcleo
numeroso de personas participó en este acto pos­
tumo, consistente en la colocación de xma. corona
de flores naturales.
Hablaron en esta oportunidad, para referirse
a los méritos de sacerdote y de hombre activo y
emprendedor que hicieron descollar la persona del
padre Bourlot, el presbítero Valentín Boneti y
el profesor Juan B. Ardizzone. Siguificaron ambos
oradores cuán noble y eficaz fué la obra desarro­
llada por el sacerdote Bourlot en favor del progreso
de la vasta zona que abarca la parroqriia de San
Juan Evangelista.
Como recuerdo peremne se descubrirán el día
22 dos placas que perpetuarán, en el atrio del
templo, la memoria de los párrocos fallecidos y
de las fiestas cincuentenarias.
CÓRDOBA (Argentina).— Liga de los Padres de
familia.— E l congreso católico recientemente cele­
brado entre nosotros, ofrece el primer fruto con
la organización de la Liga de Padres de Familia,
constituida ayer en el colegio Pío X , que dirigen
los Padres Salesiauos.
La numerosa concurrencia llenaba por completo
el salón de sesiones, a las 10.30, dando comienzo
el acto por una alocución interesantísima del R.
P. Tautardini.
A continuación el presidente de los cooperadores
señor Ubios, dió una conferencia sobre el propósito
y fines de la Liga de Padres de Familia, según
la declaración votada en el congreso último.
No es un hecho local, decía, que el estado carece
de capacidad suficiente para resolver el complejo
problema educacional, y, siendo así, los padres de
los niños que asisten a los establecimientos par­
ticulares de educación, realizan un señalado bien
u la obra civilizadora de la escuela popular, pues,
como contribuyentes voluntarios, auxilian al
estado con la escuela que sostienen.
En ejercicio de un derecho natural respetado
por la ley positiva, los padres de familia pueden
elegir la escuela para sus hijos, siempre que esté
orientada en los principios institucionales que nos
rigen; que sea nacionalista; que cuide de la tra­
dición patria y que sea un tríisuuto del hogar, tlonde
se atienda con preferencia a la formación del co­
razón, basada en los principios católicos.
¿Se quiere. — preguntó — una demostración
de que la escuela llamada particular llena su mi­
sión de moílo satisfactorio? I<o tonéi.s en su dcsenvolviniieuU) y creciente progreso.
Ahora bien, como esta escuela privada la sos­
tienen las padres de familia, sin cuyo auxilio no
podría subsistir, resulta en consecuencia que estas
escuelits son del pueblo, y quienes las persigan ata­
can al pueblo.
Debenujs defender CvSta institución como cosa
nuestra, oponernos al ataque perversa') de sus ene­
migas, recurriendo a los po<leres públicos en pa­
trocinio del derecho.
CÓRDOBA ^Argentina). — Misacantanos en el Co*
leglo Pío X.— 'Con numerosa concurrencia de fieles,
entre los cuales se eucomraban distinguidas fa­

milias y caballeros de nuestra sociedad, se cele­
braron el 2 de Octubre las fiestas religioso-sociales,
organizadas en homenaje de los dos primeros salesianos cordobeses, los jóvenes padres Arturo Giannantonio y Amador Mingorance.
L a Misa, como todos los demás números del
programa, resultó solemnísima. No resistimos al
deseo de anotar el discurso brindis del Antiguo
Alumno D. Telesforo Ubios, ex Contador general
de la Provincia de Bemal; dice así: Córdoba está
de fiesta, se ha adornado con sus mejores galas,
ha elevado en el templo sus canciones fer^'orosas
al Señor, para pedirle por los nuevos imgidos
y ahora está aquí, congregada para presentar a
estos, junto con sus plácemes, sus votos, patd
que siguiendo la senda señalada por Don Boscu.
sean ejemplo de virtudes, celosos en la Iglesia,
sirvan a la Patria, coadyuvando al bienestar social
y a su engrmidecimiento, dentro del orden.
Pero, si las vocaciones sacerdotales, que s€
coronan con la consagración, dan lugar siempre a
exaltaciones del espíritu y llevan las almas cre­
yentes hasta el trono de Dios, para darle gracias
por el bien recibido, en esta oportunidad se explica
que el regocijo sea mayor, por tratarse de dos hijos
de Córdoba, y los primeros que se ordenan en las
filas salesianas.
En la vida de austera virtud y de abnegaciones
que espera a los noveles sacerdotes, sea esta solem­
nidad tan grata a sus recuerdos, qué si alguna vez
las acechanzas del mundo pretendieran herirlos
con sus turbulencias, volviendo su espíritu a este
día, miren sonrientes a los enemigos, eleven sn
corazón a las alturas, y altivos y valientes, sigan
en la práctica del bien, que si en la tierra consechan
las pahuas del martiro, el Cielo les reservará h
Gloria.
'
L a misión del salesiano, modesta y silenciosa,
tiene toda la belleza de los ideales puros, que sisubliman en el sacrificio, sea evagelizando sal­
vajes, sea cristianizando a las turbas, sea ampa­
rando a los huérfanos, sea educando en las escuelas,
sea instruyeiulo en las artes y oficios, sea en fia,
orientando a los pueblos en la práctica del bien.
Si alguna vez la ignorancia o la maldad le.s per­
sigue, si algmia vez sienten dolofosas y crueles
ofensas, si las pequeñeces terrenales les brindan
uu dardo venenoso, es cuando el salesiano sabe
mostrarse digno del Maestro y dar pruel as de las
supremas heroicidades y de los sacrificios (juc im­
porta ser sacerdote de la religión, que tiene en su
ejecutoria la Cruz.
Hace pocos días, vosotros lo sabéis, señores,
la caluumia pretendió empañar los títulos que esta
casa tiene adquiridos a la gratitud pública, y en
esos moiiientos de dura prueba, el digni.-imo
director, halló en su prudencia, en sus virtudes y
en la verdad, las anuas para destruir la trama ur­
dida, por quienes carecen de lodo sentimiento
noble, y no se detienen ante el honor ajeno, ni
saben apreciar los méritos que haceu respetables
Uts instituciones y los individuos.
V frente al hecho sin explicación digna,, se le­
vantó unánime la palabra gratitud que tanto
halaga y fortalece, pronunciada por miles de la*

— 29
bios reconocidos, a impulso de corazones que saben
de dolores, de miserias, de sombras y de luchas, y
qae son testigos de todo el bien que aquí se brinda
en procura de la calma del consuelo, de la felicidad,
de cuantos han necesitado de rm poquito de dicha
j de alegría.
No cito el caso a título de ejemplo, que no lo
necesitáis, jóvenes ministros del altar, porque la
grandeza de vuestras almas y la segundad de
qué sabréis ser dignos de los maestros que os han
guiado, lo demostráis, al renimciar al mimdo, con
sus sonrientes esperanzas y al pedirle sus dolores
y sus miserias, sus tristezas y amarguras con la
sublime aspiración de derramar la caridad y de
trocar las penas por la felicidad. Las penas para
vosotros y la felicidad para los demás.
UJJÁN (Buenos Aires). — Peregrinación Salesiana.
— Como en los años anteriores se efectuó la pere­
grinación de los Colegios Salesianos al Santuario
de Na. Sa. de Lujan. L a imponente romería que
ongregó a más de 3.000 alumnos se llevó a cabo
en la tradicional fecha del 12 de Octubre.
Los alumnos externos e internos del Colegio de
Na. Sa. de la Guardia participaron en su tota­
lidad. Fueron conducidos en tranvías expresos
¿asta el Once, de donde partieron dos trenes de
1.500 alumnos cada uno, como término medio.
Presidió el acto el Rmo. P. Inspector D. Valentín
Bonetti, aconípañado por los directores de los
distintos colegios. E l día transcurrió en medio de
las más gratas impresiones sin que se haya lamen­
tado xm solo inconveniente.
BOGOTÁ (Colombia). — Prensa de Antiguos Alum­
nos « Üon Bosco ». — En el número anterior del
Boletín Salesiano. dábamos regocijados la bien­
venida a la revista « Albores », organo de los An­
tiguos Alumnos de Panamá, y hoy debemos feli­
citamos por la aparición del « D. Bosco » en la
capital de la católica Colombia.
Portavoz de Cooperadores y Antiguos Alumnos,
derramará por la noble República la sabia bienchechora de la caridad de D. Bosco, como ya lo
anuncia en su artículo programa.
El ánimo se regocija y dilata al .contemplar
como, por doquiera, brotan flores las semillas
que esparciera D. Bosco por los ámbitos del mundo.
Próspera y larga vida le deseamos a nuestro
hennano.

educar a los niños y encaminarlos por la senda de
la \-irtud y del cielo.
Cuando confiábamos verle pronto recibir el sa­
cerdocio, pues progresaba en s\xs estudios con ala­
banza, la enfermedad recrudeció y fué necesario
una intervención quirúrgica, que quiso soportar
con fortaleza heróica, sin cloroformo ni cahuarite
de uingima clase.
E l médico, al terminar con felicidad su doble ope­
ración, le pregmitó por qué razón se negó termi­
nantemente a recibir el dorofom io e inyecciones,
« Quiero sufrir para pedir al Señor que mande
muchas vocaciones a los Salesianos, a fin de (pie
puedan educar mayor número de alumnos en los co­
legios, y para que el Señor inspire a las personas
pudientes que ayuden con sus limosnas a terminar
el colegio Salesiano de Córdoba, y también para
que.Dios le recompense a \’d. doctor el amor con
que atiende a los Salesianos enfennos *.
Cuando parecía que iba pasando la crisis de
la enfermedad y confiábamos que iba a comen­
zar la convalescencia, ima paralización del intestino
lo atrasó notablemente y lo condujo a la tumba.
Quiso recibir los auxilios de la Religión para
prepararse al gran paso, y contestaba con fe y
fortaleza a las oraciones del ejercicio de la buena
muerte,
Déspués de la santa Unción, como aún no tu ­
viera la profesión perpetua, el R . P. Inspector, a
petición suya, lo admitió a los votos perpetuos que
hacen los salesianos, y luego le administró la Ben­
dición Papal.
Terminado el acto religioso, diri^éndose a los
médicos y a las Hermanas de S. Camilo, que atien­
den el sanatorio del doctor Gutiérrez, donde se
hallaba, les dice con vma sonrisa de tranquilidad
admirable:
« Jamás hubiera creído que es tan dulce mo­
rir...; iCómo con-suela el Señor a los que trabajan
por su amor y en bien del prójimo!... iQué bueno
ha sido Dios conmigo que me hizo sale,siano!
Acabo de profesar los votos religiosos y santo
Tomás afirma que ellos devmelven la inocencia
bautismal. Por esto no quisiera sanar ahora. Pre­
fiero morir para ir al ciclo. Allá rogaré por mis
parientes, por mis bíenechores y por las voca­
ciones ».
Luego pidió disculpa a lashennanas enfermeras
y a los ayudantes del sanatorio por las molestias
que les pudiera haber causado en su enfermedad
y al día siguiente plácidamente espiró.
Pedimos para el descanso eterno del buen acó­
lito una plegaria, y para sus deudos los consuelos
de la resignación cristiana.

D. Francisco Iniguez.
Juan Carlos Bronzini
t el 3 de Septiembre de 1922.
Er-alumno del c o l^ o León X I I I y sintiendo
en ,su Alma el deseo de consagrarse a Dios en la
carrera del sacerdocio, qniso ser salesiano para

E n su finca de la Casa de la Vega (Zaragoza)
donde veraneaba con sus hijos ha pasado santa­
mente a mejor \úda nuestro querido e ilustre
amigo, D. Francisco Iñiguez.
Entregado de lleno a todas las obras buenas,
así que conoció la Institución Salesiana fué uno
de sus rnÁ'ü fervorosos Cooperadores. Prestó a las



obiflí» Sck'iesianas ae M adna todo sd apoyo moral,
entusiasta desde los elevados cargos a que le
lucieron acreedores sus vastos conocimientos y
tuda su generosa candad, que muchas veces expeumentamos. Sus frecuentes visitas a nuestra
humilde Casa estaban llenas del encanto de que
sabía rodearla; su delicado corazón, su preclaro
talento y sus arraigadísimos sentimientos cristia­
nos.
Pué catedrático de la Facultad de Ciencias de
la Universidad Central, Director del Observatorio
Astronómico, Secretario de lo.s Congresos Católicos
líspañoles, Secretario del Consejo vSuperior de
los Coníerencias de San Vicente de Paúl en España.
Pierde nuestra nación im síinto y un sabio
ilustre.
A sus hijos, nuestros buenos Cooperadores
también, enviamos el más sentido pésame, rogando
3 todos los Cooperadores encomienden a Dios el
alma del insigne caballero católico, como lo lia'..euiüs nosotros y nuestros niños.

D. Pedro J. Huerta.
El 5 de Agosto pasado, falleció en la ciudad de
Rucufucrte, l'rovincia de Manabí, Ecuador, Don
bedro Jo.sé Huerta.
Los buenos principios que recibió de sus catóicos pudres, su esmerada educación y vasta ilusU'ución, le pusieron en condiciones de servir a su
■ imada patria.
En su ardiente deseo de hacer el bien, conoció
a los Sulesianos. de los que fué admirador y coopeiudor amante.
La patria y los salesianos pierden en el un bienuecJior y decidido amigo. Rogamos a los Coopera­
dores una oración por el eterno descanso de su alma
y presentamos a su familia nuestro más sentido
pésame.

Dr. D. Ricardo Muñoz Pbro.
D ispués de mía latga vida llena de méritos,
voló serenamente al premio el alma dcl bondadoso
sacerdote D. Ricardo Muñoz, gran amigo de las
Obras Salesianas. Deseoso de ver establecida una
cosa salcsiaiia en 'J'unjii, Colombia, dejó una gene­
rosa limosna pam pvmcipiar las obras y tuvo el
consuelo de morir seguro de que se cumplirían
sus deseos.
E l Señor le abonará en el cielo el bien que los
Sale.sianos harán en la futura casa, y los niños
educados en ella bendecirán su memoria.

3

0



llena.s el bien en la ciudad de Bogotá, también
los Sale.sianos han perdido un gran amigo.
Carácter ardiente y entusiasta por todo lo bueno,
apoyó con sus influencias y trabajó por el desa­
rrollo de las obras de caridad y educación de la
juventud, por lo que fué amigo decidido de los
Hijos de D. Bosco.
iía ría Auxiliadora, de quien fué tenusimo de­
voto, le obtenga la paz de los justos.

Senoriía María González.
Digna hija del Sr. Feliciano González, nuestro
insigne cooperador, volaba al cielo el 9 de Agosto
dcl 1Q22, casi de repente, en la población de Mos­
quera, Colombia. Amó y ayudó eficazmente la
casa de noviciado hasta los último momentos
de su vida.
Dios le conceda la recompensa de sus buenas
obras.

Rdo. D. Juan Padilla Gonzalo,
E l 23 de Septiembre de 1922, pasaba a mejof
vida el Rdo. Sr. D. Juan Padilla Gonzalo. Cura
Párroco de Santa María, en Utrera.
Amigo decidido de los Salesianos, nos distin­
guió siempre, ayudándonos en nuestros trabajos.
Mientras rogamos a Dios por el eterno descanso
de su alma, enviamos a su familia nuestro sentido
pésame.

Otros Sres. Cooperadores difuntos:
de D. Fadriqiie (España). — Sra. Da. Julia
Diaz Maroto. — Sr. D. Valentín Sambricio, Dele­
gado de Hacienda, Gerona. — Sra. Da. Ana CoU,
Gerona. — Sra. Da. María Arboírc, Gerona. —
Sr. D. Nonito Escubós-Olot, Gerona. — Sra.
Da. Rosa Mesaguer de Salieti, Gerona. — Sr. D.
Felipe Pujans, Gerona.
Cali (Colombia). — Saturnina Salinas. — Indalecia López V. de Lazo. — Antonia García Vda.
de Garcés.
(Colombia). — Juana Barona, José
Emilio Luounii.
Pescador (Colombia). — Manuel A . Moreno. —
Hilario Paz, Pacífico Vivas y Alejandrina Rico de
Prieto.

D. LeónídHS Pasada Gaviría.
Con la muerte de este insigne caítallero de la
caridad tnsuana, que ha derramado a m.anos
Con aprobación de la Autoridad Eclesiástica: Gerente: G E M IN IA N O F E R R A R I.
Fstablec. Tip. de la Sociedad Editora Internacional. — Corso Regina Margherita, N. 174 - TURIN

SO CIED A D l5 3 3 IT O R ^ I JV'I'K RIV iVOIOIV A.
A v e n i d a R e g i n a M a r g a r i d a , 174 — T U R Í N (itaiia)

)pera novissima ju x ta novum Codícem J u ris Canonici

Theologia dogmática, moralis, mystica, pastoralis.
UCCA Sac. PE TR U S. — Theologiae moralis
synipsis. Breve opus ex sapientissiniis scriptoribus de R e Morali eductum et ad nonnam novi
codicis juris Canonici exaratum: Libellae 12,50.
Apud exteros: libellae 17,50.
ILiZZELLA H OR. Archiep. Tarentinus. — Prarlectiones Scbolastico-dogmaticie brevioii cursui
accomodatae. Editio quinta recognita et aucta.
Vol. I. — Tractaius de vera Religione,' de
Scriptura, de Traditione et de Ecclesia Chrisii.
Libellae 25. — Apud exteros: libellae 35.

emendaba. — Opus juxta S. P. Benedicti X\*
optaba sacrae praesertim ju\’euluti conunendiituiii: Libellae 45. — Apud exteros: libellae 63.
C A P P E LL O Sac. F E L IX S. J. — Tractaius canonico>moralis De Sacramentis. ju xta codicem
juris canonici: Vol. I. De Sacramentis in genere
(De Baptismo, Confinuatioue et Eucharistia).
1921: Libellae 20. — Apud exteros: libellae 28.

Vol. II. — Tractaius de Deo Uno ac Trino et
de Deo Creante: LibeUae 25. — Apud exteros:
libellae 35.

CAR B O N E Sac. C. Theologiae et juris canonici
Doctor, in Seminario Regionali Apulo-Lucano,
Theologiae Dogm. et Sacrae Eloquentiae Magister. — Examen Confessariorum ad Codicia
ju ris Canonici normam concinnatum: Libellae
12,50 — Apud exterqs: libellae 17,50.

Vol. III. — Tractaius de Verbo Incarnato, de
Gratia Ckristi et de Virtutibus infusis: Libellae 25
— Apud exteros: libellae 35.

M U N E R A TI Sac. D A X TIS. — Proatuarium pro
ordinand s et confessionis examiaandis: Libel­
lae 4,50. — Apud exteras iiationes: libellae 6,30.

Vol. IV . — Tractaius de Sacramentis et de Novissimis: Libellae 25. — Apud exteros; lib. 35.

A N T O N E LL I Sac. JOSEPH . — Medicina pastoralis in usum confessariorum et curiarum ecclesiasticarum. Editio quarta in pluribus aucta.
Accedunt 94 figurae et 25 tabulae anatomicae
coloratae. 3 vol,: Libellae 60. — Apud exteras
nationes: libellae 84.

SLBASTIANI Sac. N ICO LAU S S. Theol. et
utriusque iuris Doctor, Cancellarius a Brevibus
Aposiolicis Pii P P. X I. — Summariuin Theoligiae m ra lii ad codicein Juris Canonici
accomodatum cum lucupletissimo indice aiialytico:
Editio quinta maior (1920). In-8 niax.; Libelae 9,50. — Apud exteres: Libellae 13,50.
Ed. io sexta ir.inor - manualis. In-24® (cm.
15) charta indica pondere mínimo, pag. 650.
Liuteo contecta: Libellae 14,50. — Apud exieros: libellae 20.
Í'AVAL P. FRAN CISCU S Missionariis Filiis S.
Cordis B. V. Mariae. — Theologiae asceticae
«t Mysticae enrsus, ad usum Seminariorum, Institutormu religiosonuu, clericoruui, necnon
Moderatorum animaruin. Prima versio latina
ab auctore recognita et adprobata: Libellae 8,50.
— Apud exte'os: libellae 12.

CH ELO DI Sac. JOANNES. — Jus matrimoniale
ju xta codicem Juris Canonici: Libellae 6,50. —
Apud exteras nationes: libellae 9.
PIG H I Sac. J. BA PT. — Cursus íheologiae mor ilis ad usum scholarum theologicarum. Editio
te n ia ad cánones codicis ex integro redacta.
Opus in vol. quatuor in-8® max. dis ributnm
1921; Libellae 30. — Apud exteros; libellae 42.


De Sacramento HatrimoníL Tractatio canonico-moralis ad nonnam codicis redacta: Libel­
lae 4,50. — Apud exteros; libellae 6,30.

EXERETO P.JO SEPH M .O rd.Capp.-=-Com pendiuin TheOiC-feiae Moralis juxta novrun codicem
Juris Canonici. Editio II, 1920: Libellae 7. —
Apud exteros: libellae 10.

S. A L PH . M. D E LIG O R IO . — Theologia mo­
ra.is. Editio nova cum antiquis editionibus
diligenter coUata; in síngttlis auctonun allegationibus recognita notisque criticís et commentariis illustrata cura et studio P. I./eonardi Gaudé e Congr. Ss.mi Redemptoris, 4 vol. paginis
3200. In-4®, charta manufacta; LibeHae 75. —
— Apud exteros: libellae 105.

GARRi g o U -LAGRAN GE Fr. R E G IN . O. P. —
te o lo g ía fundamenta lis secundum S. '.homae
doctrinam Pars apologética: De Revelaiione per
Ecelesiam catholicam proposita. Editio 1921

P. G EM E LLI AU G. O. F . M. — De Scrupulis.
Psycho-pathologiae spedmen in usinn confessariprum: Libellae 12,50. — Apud exteros: li­
bellae 17,50.

(S O O IE ^ O A X »

3 B X U T O R A .

I J V 'X 'K K í

A C I O

IV A

t,

A v e n i d a R e g i n a M a r g a r i t a , 174 — T U R Í N (itaiia)

LU IS P IS C E T T A y ANDRÉS GENNARO
S A C E R D O T E S S A L E S IA N O S

Theologiae Moralis Elementa
AD

CODICEM JURIS C A N O N IC I E X A C T A

V O L U M E N P R i fy iu M :

i)

QE THEOLOGIAE MORALIS FUNDAMENTIS

- 2) D e con scien tla - 3) D e legib us - 4) D e peccatis.
Volumen en 16, de 405 págs: — Liras 15; franqueo postal inciuído, 16,50 Liras.

D e actlbua hum anis

La Obra se halla dividida en siete volúmenes, de los cuales se ha publicado solamente el primero.
Abarca dicho volumen los tratados fundamentales de la teología moral, a saber: D e actibus humanis.
D e Conscientia, De Legibus, D e peccatis. Precede a cada tratado un esquema o cuadro breve de todo él.
Hállase dividida la materia en cuestiones, capitules, artículos, títulos y subtítulos, de manera tan clara,
que halla el lector en la misma división un medio eñcacisimo para facilitar la inteligencia del texto.
Tocante a la substancia del mismo, bastará solamente recordar la competencia del Doctor Luis Piscetta, cultivador insigne de las ciencias morales y del dereho canónico, decano de la Facultad teológica
de Turin, y. por espacio de cuarenta años, profesor de Teología moral en el Seminario Mayor de la
Arquidiócesis de Turin.
Su colaborador Don Andrés Gennaro, Doctor en teología, ensena desde hace muchos años teología
moral en el Colegio internacional de estudios teológicos de la Pía Sociedad Salesiana.
No contentos los autores con una simple exposición de teorías y opiniones, han querido tratar la
materia, con profusión de discusiones, y profundidad de argumentos, teniendo para ello en cuenta los
resultados científicos más modernos. De ese modo ofrecen a los estudiosos la manera de conocer a
fondo una materia importantísima para ejercer con acierto el ministerio sacerdotal.
Hállase el texto precedido de una lista muy extensa de proposiciones condenadas, cada una de las
cuales lleva al margen la cita correspondiente al número en que se hallan inscritas en el Enchiridion
Symbolorum etc. de Denziger. A dicho elenco sigue un indice de escritores de ciencias morales y disci­
plinas afines. Son al pie de seiscientos los autores, y pasan de mil las obras citadas. Es una de las
bibliografías más completas, fruto del examen directo de muchas obras, y de la clásica de Hurter, titulada
Nomenclátor Utíerarius recentionis theologiae Calholicae, y comprobada con excelentes resúmenes de
Gandé, Genicot y Lehmkul.
Por último, cierran el texto dos copiosísimos índices. El primero es un Summario de más de cua­
renta páginas, que, conservando la división en capítulos y artículos de los diversos tratados, compendia
toda la sustancia de los mismos. Es una novedad que satisface al lector, que halla en dicho sumario
un medio prático y sencillo para refrescar con poco trabajo la materia una vez aprendida.
El segundo es el acostumbrado indice analítico o alfabético, que facilita muchísimo el encontrar
las materias que el lector quisiera tener presentes en el momento en que las necesite.

Seguirán al primer volumen, con breves intervalos, los otros seis, distribuidos en la siguiente forma:
Vol.

11, —

DB O B U G A T iO N iH U s ERGA DKUM K T NOS iP S O S t

D e 1/irtuíibus theologicis ¡



D e vit-

tute religionis; 3® D e prudentia, foriiUtdine el íemperantia).

Vol. III. — DK O B LIG A T IO N IB U S
Hone; 3® De contracHbus).

E R G A P R O X IM U M :

(i® De iusiiHa ct ju r e ; 2® De tniuriis et restitu-

Vol. IV. — D E O B U G A T tO N tB U S P E C U U A R IB U S E T D B P O K N IS E C C L E S IA S T IC IS .
Vol. V . — DB S A C R A M B N TIS IN G E N E R E E T DB Q U IN Q U E PRJMIS S A C R A M K N T I IN SPE C IE . (l® De Sacramentis in genere; a® De Baptismo; 3® De Cotifirmaíione; ep De Eucharistia; ^ D e PoeniUntia; (fi De
Extrema Untione'),
Vol. VI.
DB O R D IN E
Vol. V II. — D B S E X TO

E T DB M A TR IM O N IO .
E T N O N O P R A E C E PT O D E C A LO G I

V A N D A IN S A C R A M E N T O K U M A D M IN IS T R A T IO N E .

t

D E USÜ M A T R IM O N II

ET

DB

R A T IO N B

SER*

Fecha
1923.01