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Título
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BS_1920_08
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Descripción
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Boletín Salesiano. Septiembre - octubre 1920
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extracted text
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LIBRERÍA EDITORA INTERNACIONAL DE LA S. A .!. D. BUONA STAMPA
TORINO —Corso Regina Margherlta 174-176 — TORINO
JOSEPH RICKABY S. J.
DE NIÑO A HOMBRE
iraclucido <lirectamente de la 3* Edición inglesa por R o d o l f o
Volumen de 300 páginas
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Salesiano.
Ptas. ; J
orres,
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l^ublícaciones recientes
THEOLOGIAE MORALIS SINOPSIS
A u c to re P E T R O R A C C A
/JpchidicocesiB T aurineneis Sacerdos Sacrah T heohtjiae Docfors.
Breve opus ex sapientissimis scriptoribiis in Re Morali eductiim et ad normain novi
eodicis Juris 6 a n o n Í C Í exaratum. — Vol. (2 0 x 1 3 ) í*» casi 600 págs. Ptas. 12,50
DE CEN SU EIS “ L A T A E SE N T E N T IA E
QUAE IN e o D i e e j u r i s e n iv o M e i c o n t i n e n t u r c o m m e n t a r i o c u m d i g e s s i t
JOHANNES CAVIGIOLI • Archipresbyter S. Maurítií a Cllvo
Hermoso volumen en 16° páginas 1^4
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Pta?.
75
NOVUM JESU .CHRISTI TESTRMENTUM
Vulgatae Editionis iuxta exemplar Vaticanum cum appendix
Volumen manual ( 1 3 x 8 ) impreso en finísimo papel opaco, contorno encarnado en todas las
páginas. Págs. xvi-800. Encuadernación en tela negra, corte encarnado
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Encuadernación en tela negra, corte dorado
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BECHIS Sac. MICHÁEL
seu totius Sacrae Scripturae concordantiae iuxta vulgatae editionis exemplar Sixti V P. M
iussu recognitum et Clementis \TII auctoritatae editum praeter alphabeiicuin ordinem in
grammatica¡e redactiu. — Dos grandes tomos en 4, de más de 200página.s Ptas. 14 —
MAZXELLA Mons. ORAZIO
( arzobispo dk t a r e n t o )
PRAELECTIONES SCHOLAST!CO=DOQMATICAE
Breviori cursui accomodate
Cuatro tomos en 8” mayor
\’ohtmen
Volumen
\’olumen
N’olumen
Ptas. 25.
I complectens Tractatus de vera Rellglone, de Scriptura, de Traditíone, de Ecciesía Christi Ptas. 6.J.?
II complectens Tractatus de Deo uno ac trino et de Deo creante
.
^ 6,25
III complectens Tractatus de Verbo incarnato, de Gratia Chrfsti et de Vlrtutibus ínfusís » 6.2S
IV complectens Tractatus de Sacramentís et de N o v l s s í m l s ....................................> 6.2?
Advertencias. Todas fstas ediciones se hallan s4lo en la Sociedad E ditora In ie f
nacional para la difu sión de la B uena Prensa, C orto R egina M argherita 174-176,
T urin (ita lla ), a la cual deben dirigirse ios pedidos acompañados de su imporie. — E l predi
del franqueo está calculado para cada volumen. ■ Se hacen rebajas iansolo para los granátí
pedidos. Los gastos de envió son a cuenta del comprador.
Las rebajas son sobre el precio dtl
libro, no sobre e l franqueo. - D e la rebaja disfrutan los Seminarios, Colegios, Institutos.
AÑO XXXV -N.
52.
9-10
Setiembre-Octubre de
1920
T i í J t i í l C i C i C i C i n
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Bolcíín Sal($iano
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Turin .— Via Golíoícngo N. 32 .
SUMARIO. — O rígenes de la Pia Unión de Coope
radores Salesíaiios. Notas h i s t ó r i c a s ...........................243
Decreto qu e m anda introducir la C ausa de Beatiticación y Canonización del S iervo de Dios Don
Andrés B e i t r a m i .................................................................246
Consagración de la Iglesia de San A gustín en M ilán 251
La fiesta onom ástica del Rdm o. S r. Don Pablo A lbera 252
Cien pequeñuelos de V ien a en tom o de Don A lbera 253
Bibliografía.................................................................................254
Honramos la memoria d e un insigne Apóstol . . 255
Den ü ü str as m isio n e s ; R ío N egro (Brasil); E xcu r
siones apostólicas a lo largo d e los afluentes del
Rio Negro (Relación de Mons.L u is Giordano) - 258
X \0
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La m uerte de M onseñor G i o r d a n o ............................
C u l t o d e M aría A u x il ia d o r a ; Fortín Mercedes,
261
V icto ria, Piura, B u c a r a m a n g a ..................................... 263
G racias de M aría A u x ilia d o r a ...........................................264
Favores del V b le. Juan Bosco
268
I^ s C au sa d e Beatificación de nuestros Siervos de
Dios. — Por los niños de la calle: Bahía Blanca
268
— M o n t e v id e o .....................................................
P o r e l mundo sa le sia n o ; Rodeo del M edio, T a
riba, S ucre, Santiago de C h ile — D e los Colegio
d e las H ijas de M aría Auxiliadora; Alicante, San
270
tiago de C hile — A n tigu os alum nos; M adrid .
N e c r o l o g ía .......................................................................
Orígenes de la Pía Unión de Cooperadores Salesianos.
Notas históricas.
Hojeando la vida de nuestro Venerable Padre
Don Bosco, escrita por su diligentísimo biógrafo,
el P. Lemoyne, encontramos ün capítulo en
que se refieren los orígenes de la Pía t'nión
de Cooperadores Salesianos, según resulta de
los documentos y escritos del Siervo de Dios.
Hemos creído que las curiosas noticias com
piladas en ese capítulo, ofrecían especial in
terés para todos nuestros amigos, miembros
de la Pía Unión; pero principallnente nos ha
parecido que ellas son el argumento más sólido
y apropiado para persuadir 5’^ dar un claro y
cabal concepto de ese conjunto de propiedades,
tradiciones y tendencias, que constituyen lo
que llamamos espirilti de la Pía Unión, el cual
ha de procurar conocer y apropiarse todo
miembro de la misma. ¿Qué propósitos, qué
intenciones abrigaba el santo sacerdote al
reclutar el inmenso ejército de sus colabora
dores? ¿Qué camino les trazaba? ¿qué emjíresas
quiso encomenderles? A todas esas cuestiones
^ n clara y cumplida respuesta las com
W pendiosas notas que nos ha dejado recogidas
h diligencia del P. Lemoyne.
Porque, si bien es cierto que nuestro \'ene-
k
rabie Fundador, al dejar definitivamente esta
blecida la Asociación, le dió un Reglamento o
Estatuto, donde se consignan taxativamente
el fin, programa y normas de la misma; pero
nunca es posible que en los breves, contados y
jirecisos artículos de un reglamento se encierre
y contenga todo el noble y altísimo ideal que
io ha inspirado. Por esto es común y vulgarí
sima la distinción entre la letra de una ley
y el esi)íritu que la informa. Y en estas nobles
ieyes. que al ser\-icio de Dios se refieren, más
que a la letra, es bien que nos atengamos a
s\i espíritu, según nos avisa el Apóstol.
Recuérdese la dura situación en que la revo
lución triunfante había puesto a la Iglesia a
mediados del pasado siglo, principalmente en
Italia.* En nombre de la libertad, se rompieron
los diques y se dio libre curso al mal. en todas
sus manifestaciones: el error, el vicio y la imj)iedad acumularon en j x k o s años infinitas
ruinas: mientras ia maldad se engreía y enva1 ntonaba con sus fáciles triunfos, los buenos
y \-irtuosos se hallaron sorp rendidos y vaci
lantes. de. ningún irjA o apercibidos para la
descomunal batalla que se les presentaba.
—
244
Este lamentable estado de cosas, acabó por
desorientar y abatir los ánimos de la mayor
parte, al paso qne espoleaba el celo y actividad
de los más buenos y santos varones. Entre
éstos se señaló el Venerable Don Bosco, a quien
el Señor había escogido ya para ser « Padre de
infinitas gentes » y generalísimo de un ejército
incontable.
Con una estrategia que llamaríamos admi
rable, sino la tuviéramos por divina, -aplicóse
nuestro Padre por lo pronto a la catequización
de la juventud; y-en esta empresa, modestísima
y humilde a los ojos de todo el mundo, se le
ofrecieron ensegxiida algunas, muy pocas, per
sonas para ayudarle. Eran ejemplares sacer
dotes y fervorosos seglares, que prestaban su
servicios personales o concurrían con sus lar
guezas: eran los primeros Cooperadores Salesianos. Merecen recordarse el Rdo. Borel, doctor
en sagrada Teología; el Venerable Don José Cafasso, sacerdote ilustre por santidad y doctrina:
el Marqués de Fassati, el Conde Cays, el ban
quero Cotta y otros. Don Bosco era pobre y
solo: y los niños que le seguían, muchos: esos
distinguidos señores no se desdeñaban de ir a
predicar, confesar o enseñar el catecismo a
los centenares de rapazuelos, que se reunían
cada domingo en torno del joven sacerdote.
« Desde el punto qtie comenzó la Obra de
los Oratorios, dejó escrito de su puño el mismo
Don Bosco, algunos buenos y fervorosos sacer
dotes y seglares, me ayudaron a cultivar la
mies, que ya se vislumbraba copiosa y abun
dante entre los niños y jóvenes, expuestos a
los peligros. Tales colaboradores o Cooperadores
fueron un constante apoyo de lás Obras pia
dosas que la Providencia nos encomendaba ».
Esos voluntarios colaboradores del Vene
rable Padre, anduvieron creciendo cu número,
al paso que se desarrollaba la grande empresix
a que se había consagrado.
Por aquellos años, a causa de la orientación
política imperante, las personas que gozaban
fama de religiosidad y devoción a las autori
dades eclesiásticas eran tenidas bajo muy estre
cha vigilancia y a menudo se las hacía blanco
de persecuciones y vejámenes. Tenemos de ello
pruebas harto patentes en la vida de nuestro
Padre.
Hasta para hacer el bien se necesitaba andar
con mucha prudencia: por esto es tanto más
de admirar el paso que dió el Sier\*o de Dios el
año 1850. en orden a la organización de sus ya
numerosos Cooperadores.
* .
\^iendo que éstos habían aumentado nota
blemente. según dejamos dicho, creyó Don
Bosco que era llegado el caso de ordenar y
aunar los esfuerzos individuales y aplicarlos
a otras grandes empresas que le bullían en el
—
cerebro y acariciaba en su generoso pecho.
Con tal intento el año dicho echó las bases de
una P ia Unión Provisional puesta bajo d
patrocinio de San Francisco de Sales, el dulce
apóstol del Chablais. Esa piadosa « Unión 1
debía ser « el germen de una vasta Asociación
que con. las contribuciones de todos sus miembros
y .otros recursos lícitos y legales a su alean»,
pondría mano en todas aquellas empresas de
beneficencia instructiva, moral y material, qtte
pareciesen las más indicadas y oportunas^pan
contener el avance de la impiedad y arrancarla,
a ser posible, de los lugares donde hubiera heáo
asiento. Dábale además el carácter de « prmsional » por cuanto se proponía establecerla
más tarde sobre unas bases más amplias y
determinadas. H ay que advertir que por ese
tiempo el Venerable Padre andaba aún muy
lejos de la fundación de la Pía Sociedad Sale
siana, que no se realizó sinó doce años después:
entraba sin duda ésta en sus planes, como
parte principal, pero no estabá hecha: y era
justo que no quisiese dar forma definitiva a la
Cooperación, hasta que no hubiera pro\Tsto
suficientemente a la perpetuación de su Obra
Fué aquella una época de grandes amarguras
para la Iglesia piamontés y para el Papa.
La arquidiócesis de Turín estuvo muchos años
huérfana de Pastor, pues el gobierno había
desterrado al virtuoso Arzobispo, Monseñor
Fransoni; los religiosos habían sido suprimidos;
y no pocos eclesiásticos, infatuados de las no
vedades políticas, estaban más por éstas, que
por el cumplimiento de sus deberes y el biea
de las almas. Y la « Pía Unión » llegó con um
oportunidad providencial: ella permitió reu
nirse al lado de los Venerables Don José Ca
fasso y Don Bosco, un escogido grupo de pe^
sonas de viso que permanecían fieles al Papa
allí pudieron conocerse, recontarse y animane
mutuamente.
Pero en esto había venido madurando
pasado a cosa hecha la fundación de la Pía So
ciedad Salesiana entre las personas que desde
años trabajaban y hacían vida común en com
pañía de Don Bosco y bajo su dirección. Ei
la primitiva Regla que escribió para sus reli
giosos, el Venerable Fundador no se olvidó de
los muchos señores que desde el siglo le prestí
ban una valiosísima ayuda: antes, estimando
ésta necesaria e imprescindible, pensó ligarke
a la nueva Sociedad, incorporándolos a la misna
a manera de socios seculares.
En efecto, al escribir las Constituciones, añ»
dióles un artículo, titulado * De los (socios) n
temos » por el cual daba entrada en la P»
Sociedad a todos los buenos cristianos q»
abrazasen su espíritu, aunque no profesase
en ella. El artículp de referencia decía así
\ r
1
— 245 —
Cualquier persona, aunque viva en el siglo,
msu propia casa y con su familia, puede per^ \nucer a nuestra Sociedad. No hará voto ninguno;
ce aas se esforzará por practicar las disposiciones
fíflamentarias que sean compatibles con su edad,
í^ado y condición, como serían: enseñar la
iocirina crisitana, o promover catcquesis en
iacr de los niños pobres; fomentar la difusión
it libros buenos; cooperar a la celebración de
iiiiuos, novenarios, i^edicados), ejercicios espi~
füuales y otras obras piadosas y caritativas, parliíularmente encaminadas al bien espiritual de
ti juventud o de las clases más humildes del
pueblo ».
Al ser propuestas estas Constituciones en
Roma el año 1869 para su aprobación, fué ne
cesario suprimir el artículo citado; pero no se
necesita más para echar de ver cuánta estima
eimportancia daba Don Bosco a la Cooperación
¡rqué magnífico programa le asignaba.
Ya que su proyecto de incorporación no fué
aprobado, suplió enseguida el Siervo de Dios
con la fundación de ima « Sociedad para la difusiórt de los libros buenos ». Nótese la ambigüedad
de este título, que lo mismo podría convenir
a una entidad comercial, que a una empresa
piadosa: ello obedecía a una necesaria medida
de prudencia, para no dar qué sospechar a los
enemigos, siempre temibles y vigilantes. Pero
lo que el título no declaraba,- abonábalo so
bradamente el nombre del autor; y así, al punto
dieron el suyo a la nueva sociedad muchos
ilostres sacerdotes y seglares, animados del
antísimo propósito de poner coto a las malas
lecturas y favorecer con limosnas la publica
ción de bueno^ libros y periódicos, los cuales
esparcían a dos manos en las parroquias, hos
pitales y cuarteles. Con esto el Vble. Padre
í^alaba a sus Cooperadores un nuevo e im
portante campo de acción.
En 1874, recibieron la suprema y definitiva
sanción las Constituciones de la Pía Sociedad
Salesiana; y como la situación política de Italia
había entrado en un período de calma, el Vble.
Fundador púsose a elaborar detenidamente el
programa de la Asociación de sus Cooperadores,
que se contaban ya por millares, no sólo en
Italia, sino por el mundo entero. Con ese fin,
redactó el nuevo reglamento de la Asociación,
i la que dió el título de « Unión Cristiana »;
■ nás adelante lo trocó por este otro: « Asociación
I? obras buenas ». No le satisfizo tampoco ese
sombre y adoptó el de «Asociación Salesiana
y como es propio del nombre declarar la c»sa
éste podía dar lugar a confusiones, al fin, en
1876. publicó el reglamento de la Asociación
con este título: ♦ Cooperadores Salesianos o
lanera práctica de favorecer a las buenas cos
tumbres y a la sOi ¡edad civil en general •.
Desde aquel punto, quedó establemente orga
nizada la Pía Unión de Cooperadores Salesianos,
tal como existe ahora. Nadie preveía ni sos
pechaba entonces la inmensa amplitud y desa
rrollo que debía adquirir con el tiempo, sino es el
santo Fundador, que al tratar de ella por pri
mera vez con sus hijos, los dejó atónitos y
espantados al predecir los altos destinos que
le reservaba la Providencia.
Con la recomendación entera y entusiasta
de varios Prelados, se obtuvo para la
Unión
la aprobación pontificia por Breve dw\0 de
mayo de 1876. Pío. IX , que había anmiado
calurosamente a Don Bosco a llevar adelante
su empresa e ilustrádole con sus consejos, le
concedió con larga mano los tesoros de la Iglesia
y aún quiso que su augusto nombre figurase a
ía cabeza de catálogo de los Cooperadores. Es
más: como Don Bosco dudase de dar entrada
en la Pía Unión a las señoras, el Papa le per
suadió a admitirlas, mostrándole el poderoso
concurso que puede aportar la mujer a toda
empresa de celo y caridad.
E l año siguiente (1877) el Sierv'o de Dios
emprendió la publicación del Boletín Salesiano,
órgano oficial de los Cooperadores, que sale
ahora en nueve lenguas, con una tirada en
conjunto de trescientos mil ejemplares men
suales.
*
* «
Estos son los datos acerca d d origen de
nuestra Pía Unión, que hemos hallado en el
libro del P. Eemoyne. No hay duda que ellos
dan mucha luz acerca del espíritu que guió al
Venerable Don Bosco en su institución y debe
alentar á todo p ^ e c to Cooperador suyo. Sirven
además de justificar los importantes acuerdos
tomados por el Octavo Congreso Internacional
en punto a la acción católica. Entraba ésta,
como se ha podido ver, en los adentísimos
anhelos del santo Fundador: el Congreso ha
ratificado solemnemente el propósito de cum
plirlos: el buen Padre se habrá alegrado cierta
mente desde el cielo y habrá bendecido efusi
vamente a sus hijos.
' S i querem os que p ro sp e re n nuestros
intereses, a s í e s p iritu a le s com'> tem porales,
m ire m o s antes de todo p o r ¡os intereses
de D ios, y fomeníémos e l bien e s p iritu a l p
m o r a l d e l p ró jim o , con la lim osna. ■>
El Vble. Juan Bosco
o ¡08 ^ re e . C ooperadores - 1888.
INTRODÜCCIÚN DE LA CADSA DE BEATIFICACIÓN I CANONIZACIÓN
DEL SIERVO DE DIOS DON ANDRÉS BELTRAMI
Sacerdote de la Pía Sociedad Saleslana.
Gloria de la madre son los
hijos buenos y virtuosos: por
í
esto rebosa hoy de santo' júbilo
iiJ
\i-'¿ :■
la Pía ‘Sociedad Salesiana al
])oder mostrar a uno de estos
‘ y "
hijos, que engendró en su seno
y crió a sus pechos, subiendo las
It'I y ^ í
í ^ ■:
gradas (pie llevan al supremo
honor de los altares, y puesto a
la par, en virtud y santidad,
con los príncipes y magnates
del pueblo de Dios.
ICn efecto, el día jo de di
ciembre de 1896, moría en el
Seminario de Valsálice, junto a
la tumba del Venerable Don
Poseo, el joven Sacerdote, D on
A ndrés B eltram i , a los 27
anos de edad, con opinión y
aureola de santo, por la serálica vida que había llevado. No
se había podido dar a conocer
])or sus trabajos y empresas,
jiorque una cruel enfermedad le
tuvo confinado por siete años
en la soledad de una celda: pero
el olor de sus virtudes ya grande
durante su vida, fué creciendo
y propagándose después de su
muerte. Da fama de los santos
ejemplos de este Siervo de Dios
se conservaba celosamente en la
•Congregación Salesiana; y a la
luz de ellos aprendían el ca
mino de la perfección y santidad,
millares de jóvenes religiosos.
K 1 V. A ndrés B eltrami es
el San Duis de la Congregación
Salesiana: muchos admirando sus
\‘irtudes y seguros de su bien
aventuranza, invocaban <x>nfiasivo vn este sentido, publicando el documenta
damente su intercesión y, al parecer, no en vano,
listo hizo que fuesen generales los anhelos de solemne con que se ordena la introducción dt
la Causa de su Beatificación y Canonizazión.
verlo elevado al honor de los altares.
Santa Sede, que como es sabido, en estos Kste decreto fué aprobado por la Sda. Congre
asuntos procede con la más extremada pru gación de Ritos el día 27 de julio pasado, y fir
dencia, habiendo estudiado la vida y escritos mado por' Su Santidad el Papa, Benedicto
del Sier\‘o de Dios, acaba de dar un paso deci el S ig u ie n te día 2$. Dice así'
II
r
— 247 —
D EC R ETU M .
TAURINEN. SEU NOVARIEN.
BEA TIFICA TIO N IS
ET
C A N O N IZ A T IO N IS
SERV I
ANDREAE BELTRAMI
DEI
S a c e r d o tts P ia e S o c ie ta tis S a le s ia n a e .
Saeculo decimonono in finem vergenie, Pia
SaUsianorum Societas a Ven. loanne Bosco iníliiitta, ' novisque temporum necessitatihis ei
dúinctis qpprime consona, exrnde . in varias
i'rbis regiones propagata est. Alma^ matcr iilios
(i alumnos quos genuit, et alnit, continuo Christo
(i Ecclesiae ohtulit et offert in gloriam Dei proximiquc sahitcm. E x his iucundo laetoque animo
ostendit A n d r e a m B e l ,t r .\ m i . quem adhuc
puerum Í7i proprio ephebeo educavit, adolesceniem
í» suam aggregavit familiam, et sacerdotem intelerrimum ac. operarium pretiosum complexa cst.
In amoeno et salubri oppido Omegna, Novariensis dioecesis, die 24 iunii- on. 1870, e piis
honesiisque parenfibns Antonio et Catharina,
Paritcr BcUrumi, Servas Dei naius est. dieque
xqueníi in ecelesia parochiali baptizatns. Injanli
nonicn Andreas imponitur in sacro fonte. Optima
nater kunc filitim, primogenitum suae foecundi¡alis et nutnerosae prolis, siaiim fesu Christo
it Bcatae Mariae Virgini generoso corde devovii;
atijiw adate crescentcm religione bonisquc'moribus
mfií'.tendum curavit. Adhuc puer licet vwax,
piclalis tamen et obedieniiae specimen dedil, in
pauperes quoque misericors opisque largitor
tisus est, dignusque hahitus qui vix decennis,
prai'Kr niorcm, ad sacram synaxim admittcrctur.
Primis stiidiis cum ingenii et diligentiae laude
fxpidis, anno 1883, die 24 octobris, Ínter alumnos
Collcgii S. Philippi in loco Lanzo cooptatur, iit
htteras humaniores cum pictatis incremento
addisceret, sub moderaioribus et magistris e Pia
Socidate Salesiana. Ab initio coUegiali discipiinae insueius aliquantulum obsistit, sed vix
paterna superioris monitione correctas, libenter
Si subiieit. M ox selectis sodalibus S. Aloisii ei
Ss.mi Sacratmnii accenseri meruit, aique ínter
A fines del siglo diecinueve, la H a Sociedad
Salesiana, que había fundado el \’cnerable
Juan Bosco en perfecta annonía con las nece
sidades y condiciones de la época, fu6 exten
diéndose por diversas partes del mundo. Klla,
a fuer de buena madre, cuantos hijos ha engen
drado y criado a sus pechos, siempre los ha
ofrecido y sigire ofreciéndolos a Cristo y a la
Iglesia para gloria de Dios y salvación del pró
jimo. Hoy con gozo y júbilo inmenso muéstranos
a uno de ellos. A n d r é s B e l t r a m i . a quien de
niño educó en uno de sus colegios, le admitió
después, 5*a adolescente, en su propia familia,
y túvole por último en su seno como sacerdote
ejemplarísimo y valioso operario.
E l Sier\*o de Dios nació en el pintoresco y
saludable pueblo de Omegna, diócesis de No
vara, de los honrados y piadosos consortes
Antonio y Catalina, apellidada ésta igualmente
Beltrami, el «día 24 de junio de 1870, y fué
bautizado el sigiriente en la iglesia parroquial.
En la sagrada pila se le puso el ncmibre de
Andrés. Por ser éste el primer fruto con que el
Señor bendijo su fecundidad y el primogénito
de una numerosa prole, la virtuosísima madre
le consagró enseguida a Jesucristo y a la Sma.
Virgen María, con generoso arranque de su
corazón;, y al paso que crecía en edad, cuidó
con grande esmero que se instruyera y formara
en la religión y pureza de costumbres. Y a en
su niñez, aunque travesuelo, dió pruebas de
mucha devoción y obediencia; notándose en
él un corazón compasivo y des])rendido hacia
los pobres, y cuando contaba apen&s diez años
fué tenido ]X)r digno de ser admitido a la jmmera Comunión, haciendo con él una exce2)ción
a la costumbre ordinaria.
Luego que hubo cursado las primeras letras
con muestras de singular ingenio y aplicación,
el 24 de octubre de 1883, ingresó en el colegio
de San Felipe del pueblo de Lanzo, para que
con el estudio de las humanidades uniese el
aprovechamiento en la piedad, bajo la direc
ción y enseñanza de los religiosos Salesianos.
AI principio costóle un poco acostumbrarse
a la disdpíina del colegio, i>ero tan pronto como
fué paternalmente advertido por él superior,
se sometió a ella voluntariamente. Pronto me
reció ser inscrito en las piadosas Compañías
— 248 —
condiscípulos facile praestans, ad aüiora vocatus
apparuit. Huius vocationis exordium tribuitur
sermoni quem tllusiris missionarius Salesianus,
dein episcopali dignitate et sacra purpura ornatus,
loannes Cagliero, kdbuit ad conviciores de Christi
apostolaiii ad lucem Evangelicam et Catholicani
Fxdcm apud barbaras gentes propagandam. Quem
sermonem mente recogiíans et in corde revolvens,
de statu vitae amplectendo Dei voluntatem clarius
agnoscere siuduit Andreas, tum interposüis exercitiis spiritualibus, tum rogatis ad hoc piis doctisqiic viris atque ipso Ven. loanne Bosco, cni
tütius anieaciae vitae confessionem peragere voluit.
Eorum responsis et consiliis excitatus, divina
opüulunte gratia, novit et fovit suain vocationem
doñee, absoluto curriculo gymnasiali, post autum
nales vacationes domi peradas, de parentum
et superiorum licentia, anno 1886, mense augusto
a Salesianis receptas est, et die 29 sepíembris in
tyroncm adscitus, tándem die 4 novembris clericalem vestem induit. Sanctas regulas, quas Ipse
a superiore acceperat, cum salutari monito: Fac
hoc et vives, fideliter observans, a sociis nuncupahatur: Regula personiñeata. Teste'novitiorum
magistro, sodalibus in tyrocinio praestans, divinae
graiiae sanctisque inspirationibus se docilem
praebebat. Die vero secunda octobris anno 1887
coram Venerabili Fundatore loanne Bosco, humili
laetoque animo perpetuani professionem emisit,
ante et post eam ingeminans verba: « Quemadmodum desiderat cervus ad fontes aquarum. Ha
desiderat anima mea ad te. Deas
E t alia:
« Quam dilecta tabernacula tua. Domine virtutum:
concupiscit, et déficit anima mea in alria Domini
Tum in eiusdcm loci Lyceo studiis philosophicis
addiscentiis non minas quam virtufibus augendis
operam dedil solerícm, sibi proposito in exemplum
sttuiiosae iuventutis patrono S. Aloisio Gonzaga.
Eodem tempore quo. discipultts ciiam magister
extitit, infcrxorem phüosophiain tradens; simulquc
licentiam lyceakm in regiis scholis, an. 1889,
suñragio. consequuius est.
Deinceps, ciiam a superiorum volúntate c
Universitati aiiscriptus ei studiis litterarum
superioribits navans. Circulum Universitarium
Caiholicum, a Caesarc Bulbo nuncup<Uum, insti-
de San F-uis y del Smo. Sacramento, y como
siguiese descollando entre sus compañeros de
clase, se echó de ver que el Señor le llamaba a
más altos designios. El origen de esta vocación
atribúyese a una plática que el ilustre misio
nero Juan Cagliero, elevado más tarde a la
dignidad episcopal y cardenalicia, predicó a
los colegiales acerca del apostolado cristiano
para llevar la luz del Evangelio y la fe católica
a los pueblos salvajes. A fuerza de pensar y me
ditar eu su corazón sobre este discurso, Andrés
trató de cerciorarse del estado de vida a que
la divina viuntad le llamaba, haciendo con tal
fin una tanda de Ejercicios Espirituales y acon
sejándose con piadosos y sabios varones, y con
el misnuo Venerable Juan Bosco, a quien hizo
confesión general de toda su vida. Animado
por las respuestas y consejos de ellos y con la
ayuda de la gracia divina, conoció y cultivó
su vocación, hasta que, habiendo terminado
los estudios gimnasiales y pasado las vacaciones
con su familia, con el consentimiento de sus
padres
superiores, en agosto de 1886, pasó
a vivir con los Salesianos; y el 29 de septiembre
siguiente fué admitido al noviciado y en 4 de
nobiembre vistió la sotana religiosa, ¿ a s santas
reglas, que el superior le había entregado con
esta saludable advertencia: « Fac hoc et vives *
dióse a observarlas con tal puntualidad y em
peño, que los compañeros le llamaban « la
Regla personificada ». Según atestigua el Maes
tro de los Novicios, Andrés se aventajaba a
todos sus compañeros de probación y obedecía
dócilmente a la gracia de Dios y santas inspi
raciones. Por fin, el día 2 de noviembre de 1887,
con humilde y gozoso ánimo, hizo su profesión
perpetua en manos del Venerable Fundador
Juan Bosco, repitiendo de lo íntimo de su co
razón antes y después de ella, estas palabras
del Profeta: « Como el cier\*o sediento anhela
el agua de las fuentes, así mi alma suspira por ti;
¡oh Bios m ío!» Y estas otras: «/Oh cuán amables
son tus moradas, Señor de los Ejércitos! mi alma
suspira y desfallece ansiando los atrios del Se
ñor!
Luego en el Liceo de aquella misma casa, se
aplicó con diligencia al estudio de la filosofía
sin dejar un punto de adelantar en las virtudes,
tomando por modelo a San Luis Gonzaga,
patrón de la juventud estudiosa. Fué disdpulo
y maestro al mismo tiempo, pues enseñaba
los rudimentos de la filosofía: y juntamente, el
año 1S89, tomó el grado de liceo en un Instituto
oficial, con unánime aplauso de los examina
dores. Después, habiéndose matriculado iwr
voluntad de los superiores, en la Universidad
pública, al tiempo que cursaba la facultad de
letras! trabajó en la fundación del Círculo Uni\-ersitario Católico llamado « CésSre Balbo >.
Á
— 249 —
tuendum curavit. Insuper, litUras docens noviiios, Más adelante, mientras ensenaba la literatura
a los novicios, atendía también a los estudios
iteras etiam disciplinas excolehat, ut se sacerdo/io
sagrados en preparación al sacerocio. En esto
pararel. Inter haec eketus fuit a secrefis saccr- fué elegido secretario del sacerdote Salesiano
ioíis Salesiani Czartoryski, principis poloni. Czartorísk}’^,' príncipe polaco. Tras este cúmulo
Hisu officiis et laboribus debilitatus variisqne de cargos y trabajos,^ quedó sin fuerzas y fue
inprmitatibus affiieitts anno 1891, e medicorum presa de varías enfermedades, de modo que el
año 1891, por prescripción de los médicos y vo
iuáicio et siiperioribus iussn, sanitaii recuperandae
luntad de los Superiores se vió obligado a mirar
mnem curani infendere coactus est, salubribus - por el restablecimiento de su salud, buscando
ín locis aptisque remediis adhibifis. Paulo post los mejores climas y empleando los remedios
viribits corporis nimis exhaustis, quum vixr ulla oportunos. Poco tiempo después acabaron de
spes essei valetudinis instaurandae,- iidem supe agotársele las fuerzas y perdió casi toda espe
ranza de curación, por lo que íos Superiores
riores peculiarem Fámulo Dei consolationem
resolvieron procurar al Siervo de Dios un dulce
procurare studiierunt per ascensum ad sacerdo- y particular consuelo, promoviéndolo al sacer
tium, ut benéfica Dei voluntas infirtnitate corporis docio, afín de que, al ofrecer el santo sacrificio
d sanctificatione spiriius in eo, sanctum sacri- y hostia inmaculada, tuviese en él más entero
fxinm et immaculatam kostiam oferente, melxus cumplimiento la santa voluntad de Dios por
el decaimiento del cuerpo y la santificación del
aequiusque compleretur. Itaque necessuriis absoespíritu. Por tanto, ternrinados los estudios
lulis studiis, per varios sacri ordinis gradas, necesarios y previas las otras órdenes sagradas,
landem in privato sacello Insiiiuti fundaioris el Siervo de Dios recibió el sacerdocio el día
loannis Bosco, ab illo ipso per quem divinae 8 de enero de 1893 en el Oratorio ])articular de
vocationis.initia susceperat, iam Praesnle, loanne Don Bosco, Fundador de la Congregación, de
manos del Obispo Juan Cagliero, el mismo que
Cagliero ad sacerdoiium rife eveetns est Dei
años antes había vertido en su alma los gér
Fámulos cum ingenti sui anitni -consolatione et menes de la vocación divina. Hecho ya sacer
kditia, die octava ianitarii an. 1893. Sacerdos dote, débil de cuerpo pero robusto en el espíritu,
corpore debilis, animo jortis, orationi et medi- dábase largamente a la oración y meditación,
talioni instabat et sacro devotissitne litando inti- y en la celebración de.la santa ínisa alcanzaba
una íntima unión con Dios. Profesaba parti
mant cum Deo onionem servabat. Peculiari fidei cular fe y devoción al Smo. Sacramento de la
sensu et amoris affectu jerebatur m SS.mum Eucaristía, a la Sma. Virgen María Auxiliadora,
Eucharistiae Sacramentum necnon in B. Mariam
a los Angeles' y a los Santos patronos. Como
Virginem Auxiliatricem et in Angelos et Sancios estaba imposibilitado de predicar y administrar
Tutelares. Quum praedicaiionis tnunus et sacra- los sacramentos, hacía todo lo que estaba en
su mano para dilatar la gloria de Dios y el bien
mniorum administrationem exercere non posset, de las almas, mediante la publicación de libros
Dei gloriae atque animarum saluti provehendae edificantes. La grave enfermedad, que sufrió
satis/aciebat, quantum poterat, per aedificanlium por espacio de siete años con invicta paciencia,
lihrorum evidgationem. Licet morbo, quem patienter no íué parte para que dejase de escribir las
hleravit, per septem Íntegros annos affticta- vidas de varios santos, a saber de Sta. Marga
rita María Alacoque ( <<L a Esposa del Sdo. Co
hatur, lamen scripsit sanciorum caelüum vitas,
razón»), de San Francisco de Asís («Un Serafín
nempe Margarifae Mariae Alacoque (la sposa en la tierra n), de San Estanislao de Kostka
ílel S. Cuore), Francisci Assisiensis (un Serafino (« El amante de' María Sma. »), de los Santos
in térra), '$. Stanislai Kostka (l’amante di María), Julio y Juliano (• Dos esplendorosos astros del
siglo IV *), de Juana de Arco (« La doncella de
lula et luliani (due ful^di astrí del sec. IV),
Orleans*).de San Juan B .d e la Salle,Fundador
loannae de Are (la pulcella d’Orléans), loannis de los Hermanos de las Escuelas Cristianas y de
B.
la Salle (fondatore dei Fratelli delle Scuole Santa Liduvina {« E l modelo de los enfermos *).
Cristiane), Liduinae (il modello degli amma- También publicó algunas obritas de carácter
lati'. Edidit etiam opuserda litteraria, moraha literario, moral y ascético, cuales son: Tomás
ti ascética, sciUcet: Tommaso Moro {dramma), Moro (drama). Xapoleón I (Lectura amena),
La Aurora de los astros (la adolescencia de per
í^apoleone I {leiittre amene), L ’aurora d ^ li
sonajes ilustres). Perlas y diamantes (héroes
astrí {la giovinezza di personaggi illustri), Perle cristianos). Querer es poder (para demostrar
e diamanti (^/i eroi crisiiani), II volere é potere cuán fácil es practicar la virtud), Máximas de
^
1
— 250 —
[maniera (adíe di coltivar la virtú), Massime
di D. Bosco [raccolte dai suoi scritti). Praeier.
complures Dei FamuH epístolas, aliquae elucuhrationes exhihitae suni tantum inco&ptae, quia
ipse a niorte praereptus fuit. — Denique labente
mcnse decembri an. 1897, morbo ingravescente,
extremos vitae suae dies praeseniiens, conjessione sacramentan expiari voluit; quin imo die
29 Sacrum piissime litavit, dieque sequenti,
nempe tricésima, morbi angoribus oppressus et
subitánea cordis commotione perculsus spiritum
Deo reddidit in loco Valsalice, apud Taurinenseni urbem, in aetate viginti septem annorum.
Conswnmatus in brevi, explevit témpora multa
hic noster Aloisius: haec erat vox moerentium
sodalium. Post (unus in Ecclesia, praescnte
cadavere, rite peractum, exuviae Serví Dei,. ex
parentum volúntate, recedentium a desiderio
dejuncti qui sepeliri ínter sodales petierat, ad
nativum oppidum translatae sunt, ubi, itéralo
¡nnere, in speciali familiae sepulcreío conditae,
in pace quiescunt. — Interim sanctitatis fama,
quum Servus Dei adhuc vivens adeptus (uerai,
post obitnm magis clara, difusa et perseverans
viam aperuit, ut super ea Processus InformativHS Novaricnsis et alter Rogatorialis Taurinensis, auctoritate ordinaria, insíitueretur. Quibus
absolutis et ad Sacram Rituum Congregationem
transmissis riteque aperiis, servato inris ordine,
scriptis eiiam Servi Dei revisis, quum nihil
obstet quominus ad ulteriora procedi queat, in
stante R.mo D. Dante Munerati, Piae Socieiatis Salesianae postülatore generali, communia
vota ac preces Sacrorum AntisUium aliorumque
virorum ecclesiasiica vel civili dignitate praestantium, ac praeseriim ipsius universas Societatis et Instiiuti sororum filiarum Mariac Auxiliatricis depromcnte, E.mus et Rev.mus D.nus
Cardinalis Vinccntius Vannuielli, Episcopus
OsticH. et Praenestintts, Sacri CoUegii Decanus
et huius causae Ponens ac Kelutor, in Ordinariis
Sacrorum Riftntm Congregationis copnitiis subsignatii die ad Vaticanas acdes coadufíatis, sequens
dubium discuiiettdum proposuit: « .4 »
sit commissio inirodudionis Causae, m casu
d ad efjt'dum de quo agitur? •.
Et E.m i ac R.mi Paires sacris tuendis riiibtts
praeposiii, post relaiionem ipsius Eani Cardinalis
Ponctilis. amlüo diam R. P. D. Angelo Mariani,
Don Bosco (entresacadas de sus escritos), ade*
más de muchas cartas y algunas otras obras
que no pudo dejar acabadas, por haber sido
sorprendido por la muerte. En efecto, a fines de
diciembre de 1897, se le agravó notablemente
la dolencia que padecía, por lo que, adivinando
la proximidad de su fin, pidió confesarse: el
día 29 celebró todavía la misa con suma devo
ción y el aguieñte, 30, agobiado por las congojas
del mal y sobrecogido de una fuerte conmoción
cardíaca, entregó su.alm a a Dios en Valsálice,
cerca de Turín, siendo de edad de ventisiete
años.
« Este nuestro S. Luis « a pesar de que acabó
su carrera en poco tiempo, vivió no obstante ma
larga vida » tal era la voz común que corría
entre sus apenados hermanos de religión. Des
pués que se hubo celebrado ritualmente el
funeral presente cadavere en la iglesia, los restos
mortales del Siervo de Dios, por voluntad de la
familia, disconforme en esto con la del difunto,
que había pedido ser sepultado en medio de
sus hermanos, fueron trasladados a su pueblo
natal, y allí, tras unas segundas exequias, depo
sitados en el panteón de la familia, donde descan
san en paz. Desde entonces, la fama de san
tidad que el Siervo de Dios se había granjeado
en vida, vino haciéndose más clara, general y
sólida después de la muerte, de modo que se
creyó conveniente fuese iniciado por la Autoridad
ordinaria el proceso informativo en Novara y
el rogatorial en Turín. Terminados éstos, fueron
transmitidos a la Sagrada Congregación de
Ritos, y debidamente examinados; adems.s,
según prescriben los sagrados cánones, se revi
saron también los escritos del Siervo de Dios;
y no hallándose cosa que impida proceder ade
lante, a pedimento del Rdmo. Don Dante Muuerati, Procurador General de la Pía Sociedad
Salesiana, que hizo presentes los generales
deseos y las preces de Prelados y otros ilustres
Dignitarios eclesiásticos, pero mayormente de
la Pía Sociedad arriba mencionada y del Insti
tuto de las Ilijas de María Auxiliadora, el Emmo.
y Redüio. Sr. Cardenal Vicente Vannutelli,
Obispo de Ostia y Palestrina, Decano del Sacro
Colegio, y Ponente y Relator de esta Causa, en
la Junta ordinaria de la Sagrada Congregación
de Ritos, celebrada en el palacio Vaticano el
día que más abajo se uota, puso a discusión
la duda; S i se debia establecer la Comisión para
la iixiroducción de la Causa, en el caso y para
los efectos, de que se trata?
Y los Emmos y Rdmos. Padres, encargados
de la tutela de las Siigradas Ritos, en vista de la
relación del dicho Emmo. Cardenal Ponente
—
251
fidei Promotora Gmerali, ómnibus perpcnsis
rtscribeyidum censueruni: * A^rmative, seu sipiandattt esse Commissionem introducHonis
Causee, sx Sanctissimo placuerit ». Die 27 iulii
1920.
Facía fostmodum de his Sanctissimo Domino
.Vos¿fo B e n e d ic t o Papae X V per infrascripium
Cardinalem Sacrae Rituum Congregationi Praeicdum relaiione, Sanctitas Sua Rescriptum eiusum Sacri Consilii rátum habens, propria manu
signare dignata est Commissionem iniroductionis
Causee Serví Dei A n d r e a s B e l t r a m i , sacerioiis Piae Societatis Salesianae. Die 28, eisdem
mense ei anno.
^ A. Card. V ico, Ep. Portuen. et S. Rufinae,
5 . R. C. Praefecius.
—
V oido también el Rdino. Mons. Angel Mariani, Promotor General de la Fe, habiéndose
todo considerado atentamente, acordaron res
ponder: « Afirmativamente; esto es, que debía
firmarse la Comisión de introducción de la
Causa, si así placía a Su Santidad». Día 27 de
julio de 1920.
Y habiéndose dado cuenta de todo a S. S. el
Papa Benedicto X V , por el infrascrito Card. Pre
fecto de la Sta. Congregación de Ritos, Su San
tidad, ratificando el rescripto de la Sda. Congre
gación, se dignó firmar de proprio puño la Co
misión de la Introducción de la Causa del Siervo
de Dios, Andrés Beltrami. sacerdote de la Pía So
ciedad Salesiana, el día 28 del propio mes y año.
A. Card. X^ico,
Obispo de Porto y S. Rufina,
Prefecto de la Sda. Congregación de Ritos.
A l e ja n d r o V e r d e ,
Al e x a n d e r V e r d e ,
Secretario de la Sda. Consr. de Ritos.
S. R. C. Secretarixis.
Consagración de la iglesia de San Agustín
^
E N MILÁN ^
En Milán, la populosa y activa capital lom
barda, se verificó en junio pasado un importan
tísimo acontecimiento salesiano, al ser solemne
mente consagrada la iglesia de San Agustín,
que con grandes trabajos y sacrificios los hijos
de Don Bosco levantaron en la sede del glo
rioso San Ambrosio.
Púsose la primera piedra de esa iglesia el
día 4 de junio de 1900 por el Emmo. Cardenal
.\rzobispo, Sr. Ferrari, asistiendo el Rdmo.
Sr. Don MiFuel Rúa, de venerada memoria.
Seis años después, esto es, el 4 de junio de
1906 se bendijo solemnemente e inauguró la
nave principal de la misma, desde la fachada
basta el crucero, que quedó desde entonces.
dedicada el culto, permaneciendo interrumpidas
las obras por espacio de siete años.
A fines de 1913 se anudaron los trabajos,
que procedieron sin interrupción hasta dejar
el templo enteramente acabado.
La iglesia. — La nueva iglesia tiene la
olanta en forma de cruz latina, es de estilo romá
nico -lombardo y ocupa una extensión de 2.300
K. cuadrados. Desde el ábside al fondo mide
o m. en largo y 54 m. el crucero. El cuerpo
central está dividido en tres naves, con una
anchura complexiva de 27 m. Sobre el crucero
se levanta una bellísima cúpula octagonal de
40 m. de altura, de clásico- estilo lombardo,
coronada exteriormente por una airosa arcada
con 16 columnas de granito. El transepto, cuya
anchura es de 13 m., se cierra con tres ábsides,
correspondientes a las tres naves centrales.
A lo largo de las naves menores corre el clásico
maironeum. El techo es de caballete, con las
vigas visibles, decoradas al temple. líxteriormente la iglesia aparece toda de ladrillo, fuera
de las marcos y cornisas que son de piedra ta
llada. Es en conjunto una fábrica magnífica,
y por su belleza arquitectónica, su capacidad y
extensión puede contarse entre las ])rincipales
iglesias de Milán, que honra sobremanera a su
arquitecto el Sr. Cecilio Arpesani, que trazó el
proyecto 5' dirigió con indecible cariño y entu
siasmo la construcción.
La consagración. — Fijóse ésta para el día
19 de junio y celebróse con toda el esplendor
que el acto de suyo y la grandiosidad del nuevo
templo merecía. Asistieron a ella el Emmo.
Cardenal Cagliero que fué expresamente desde
Roma, el Rdmo. Don Pablo Albera, Rector
Mayor con otros varios miembros del Capítulo
Superior de la Congregación Salesiana; Mons.
Olivares, Obispo de Xepi y Sutri, salesiano; el
P. Lorenzo Saluzzo, que durante muchos años,
como Director de aquella casíi. tuvo que llevar
— 2^2 —
el peso y responsabilidad de las obras del templo
en construcción, y otros distinguidos sacerdotes
y Cooperadores Salesianos.
Efectuó los largos y expresi\"os ritos de la
consagración el venerando Cardenal Arzobispo
Monseñor I'errari, que dijo al fin la misa y dió
la comunión.
Ivl día siguiente, domingo, dijo la misa de
Comunión el Rdino. Sr. Don Albera, y a las
diez y media celebró una solemnísima misa
pontifical en rito ambrosiano, el Emmo. Card.
>E«it
m
3>.•
-w
M I L Á N -X- F a c h a d a de la n u e v a I g le s ia de
lit^
Cagliero. Después del Evangelio pronunció
una bellísima homilía sobre la Dedicación de
la Iglesia Monseñor Olivares, Obispo de Nepi.
Durante estos cultos la \’astísima iglesia
aparecía rcbos;mte de fieles.
Por la tarde se bendijo en la nueva iglesia la
bandera del Círculo del Oratorio; y con tal moti\'0 sus espaciosas naves se vieron lionas de
gallarda juventud y resonaron con entusiastas
cantos.
.\1 caer de la tarde, tras el canto de Com
pletas. se tuganizó una solemne procesión para
llc\ar al Santísimo Sacran'.ento al nuevo altar,
la cual recorrió las calles vecinas; y terminóse
la ;;ran jornada litúrgica con el canto del T i
D.'.itn y la bendición del Santísimo.
La fiesta onomástica
del Rdmo. Sr. Don Pablo Albera.
El día 2Q de junio se celebró en la afectuosa
intimidad familiar el-santo de Don Pablo Albera. Rector Mayor de la Pía Sociedad Salesiana. Rodeaban a Don Albera en tal día y
honraron la fiesta con su presencia el Emmo.
Cardenal Cagliero, el Exemo. Sr. Don Félix A
Guerra, Arzobispo de Cuba y muchos-Superior^
de diversas Casas salesianas.
E l venerando Don Juan Francesia, cuyos ochenta y tres
años no son parte para que
las musas dejen de mostrár
sele propicias, abrió la velada
K.
familiar dando lectura a una
sentida poesía, que luego fué
delicadamente coreada por los
niños bajo la batuta del Mtro.
Cav. Dogliani, que la había
\
musicado.
El P. Trione subió ense
guida a la tribuna y presentó
a Don Albera los saludos y
homenajes de los ‘Salesianos,
dé las Hijas de María Auxilia
dora, y de los niños: leyó nu
merosísimas adhesiones y ofre
ció al festejado los obsequios
y regalos de los Sres. Coo
peradores y Cooperadoras.
Pero estalló una formidable
salva de aplausos cuando el
orador anunció a la asamblea,
que el Gobierno Italiano, apre
ciando las infinitas beneme
rencias de la Congregación Salesiana hacia la ]>atria, había
S a n A g u stín .
otorgado al Rdmo. P. Albera
el Collar y Gran Cruz de la
Orden de San Mauricio y San Lázaro, que es la
más alta condecoración que suele concederse
en Italia a personas civiles. Dijo que la estima
dísima distinción había sido comunicada a nue
stro Superior por el Gobernador de Turín,
Plxomo. Sr. Pablo Taddei, quien babía recibido
de Roma este telegrama:
5 . M. d Rey con motu proprio del 'zrj de este
mes de junio, se ha servido noynbrar Grande
Oficial del Orden de San Mauricio y San Lázaro
al Rdo. Don Pablo Albera. Ruégole dé noticia de!
}!ombramienio al interesado, presentándole al
propio tiempo las felicitaciones del Gobierno por
la bien merecida distinción que se le ha otorgado.
— Presidente del Consejo de Ministros, G i o l i t t i .
Sucediéronse los representantes de varios
Colegios entre ellos uno de los niños vieneses,
—
253
beneficiados por el P. Albera, quien le expresó
la vivísima gratitud de todos sus compañeros
por haberlos paternalmente librado del hambre
j’ la miseria.
El P. Albera dio las gracias a todos por los
afectuosos saludos que habían expresado, y
derramando la efusiva ternura de su corazón
de padre, exhortó á todos a amar siempre- a
Don Bosco.
Puso fin al acto la bendición del Cardenal
Cagliero, mientras la blanca estatua de Don
Bosco desde el fondo del palco parecía regalar
a todos con su amable sonrisa.
M IL Á N
—
de Don Bosco. El abogado Sr. Battú, saludó
a Dou Albera en nombre de la Federación; el
abogado Sr. Perlo, por los Antiguos Alumnos
« Jóvenes » del Oratorio, pronunció un bellí
simo, discurso, sobre la misión del ex-alumno
en medio de la Sociedad.
L a Contessina Camerana, trajo un delicado
saludo en nqmbre de las Damas Protectoras de
las Obras Saksianas.
E l prof. Sr. Gribaudi, Presidente de la Fede
ración Internacional saludó al P. Albera en
nombre de ella, haciendo notar al propio tiem]:o
el misterioso influjo que ejerce en las almas la
- f L a n ift v a ig le s ia de S a n A g u s t ín — V is t a p a r c ia l.
El día de San Pedro, dijo Don Albera la misa
de Comunión: y a las diez y media celebró misa
Pontifical Monseñor Guerra, asisitendo desde el
trono í'n comu evangelii el Cardenal Cagliero.
Por la noche se efectuó una segunda velada
no menos rebosante de afectos que la anterior,
con la cual los Antiguos Alumnos del Oratorio
continuaron sus anuales demostraciones de
cariño y gratitud, felizmente inauguradas hace
ahora cincuenta y un años.
En la velada anterior habían saludado a
Don Albera los niños que se cobijan y educan
a la sombra de la Obra Salesiana, que él como
superior, personifica: en ésta eran los antiguos
hijos, que dispereos ya por el mundo, tornan
a atestiguar solemnemente el amor y gratitud
que guardan a sus superiores.
El Rdo. Sr. Montefameglio, Rector del Co
legio Sta. Ana, habló por los más antiguos, evo
cando los ♦ tiempos heroicos * vivddos al lado
educación salesiana, que deja en ellas impere
cederos afectos, que ni el tiemi>o ni las vicisi
tudes logran borrar.
A todos correspondió con amabilísimas pa
labras el Rdmo. P. Albera.
CIEN PEQUEÑUELOS DE VIENA
• en torno de Don Albera.
Recuerdan nuestros lectores que la caridad
y paternal solicitud del Rdmo. Don Pablo Albera, trajo de \’iena a cincuenta pobres niñ< s
para ser hospedados en el colegio de Perora
Argentina. Allí fueron solícitamente cuidad<^s
y atendidos durante algunos meses, que fueron
bastantes para devolverles el perdido vigor y
lozanía. A fines de junio hubieron de dejar
aquellos aireados parajes alpinos, para hacer
lugar a tina nueva caravana de otros cincuenta
^
—
companeritos, necesitados como aquellos, de
alimentación y cuidados. Las dos expediciones,
la de los que volvían a la patria y de los que
venían de ella, se encontraron juntas en el
Oratorio de Valdocco el 29 de junio, que era
la fiesta onomástica del Padre. Los cien niños
mostraron de mil maneras su vivísima gratitud
al Sucesor de Don Bosco, quien gozaba y se
alegraba paternalmente de las sencillas demos
traciones de sus inocentes protegidos. Como
recuerdo de la hermosa fiesta, se sacó el bello
grupo fotográfico, con ([ue adornamos estas
páginas. (Véase.en ía pá<¿. 267).
254
1
—
de 3Ó0 págs. En rústica, con artística cubierta a
dos tintas, ptas. 4. (Por correo, certificado, ptas
o’50 más).
Ortografía racional. Mamarrachos académicos.
O sea la R. Academia Española juzgada por D
Marcelino Menéndez Pelayo. Carta inédita de este
eminente crítico a D. Alejandro Pidal y Mon,
publicada por U. I. Pi'ólogo de D. J. Cejador e
ilustraciones del Sr. Ar a g ó . — Un volumen de
12 por 1834 cms.,-de XVI-116 págs. y 4 hojas
despretrdibles. En rústica, con artística cubierta
eti tricromía, pats. a'^o. (Por correo, certificado,
ptas. 0,50 más).
M I L Á N — L a n u e v a ig le s ia d e S a n A g u s t ín — A s p e c t o la te ra l.
Bibliografía,
Libros recibidos en esta Redacción
De la € Ivibreria Católica íuternacionnl « de
Luis Gili, Calle Claris, 82 - Barcelona, Apartado 415.
Obras nuevas de gran actualidad.
Hornillas para los Obreros. — Traducidas del
italiiuio por Monseñor AüUSTiN P l\Ggio, \’icario
General de la Armada Argentina, Prelado domés
tico de S. S. Benedicto XV. — Un volumen de
n 34 por 19 cm.. de 382 páginas. En nistica, Ptas.
4: en tela, ptas. s'so. (Por correo, certificado,
ptas. o’50 nuls).
La persecución del Helenismo en Turquía, por
A ngkia G racpkr .v, Eufenuera de la Curz Roja
en Serbia y correspon.'yil de « Las Xoticias », de
Baredoua. — Uu vlouuieu de 1212 por 19 au.,
Ante (1 Altar de la Virgen del Carmen. — De
votos ejercicios para todos los días del mes de
Julio o de otro en que se quiera obsequiar a la
Reiua del Canudo. Sirven asimismo para hacer
la Xovena y Visita diaria o semanal, para los sá
bados y para los domingos d d Carmen, por el
P. S imón M. BESALDuai. Canudita Calzado. —
Un volumen de 8 % por 15 centímetros, de VIII2oñ págs., con predosa lámina de la Virgen del
Canuen. Encartonado, ptas. i ’25; en tda, cortes
dorados, ptas. 2' — Por correo, certificado, ptas.
o’45 respectivamente más). — Luis Giíi, editor,
Claris, 82, Barcelona, Apartado 415.
Explicación de las ceremonias de la Semana
Santa, por d R. P. Carlos de Tudda, O. M. Cap. —
Un folleto de 1134 por 1834 cm., de 74 páginas.
En rú-stica. ptas. o’go. (Por correo, certificado,
ptas. o'40 más)*.
255
—
Honrando la memoria de un insigne Apóstol.
De Chile nos llegó la noticia de la muerte del
Muy Rdo. D. E v a sio R ab .a g l ia t i , acaecida
en la ciudad de Linares el 2 de mayo pasado.
Fué el P. Rabagliati uno de los Salesianos
más insignes y beneméritos de la América del
Sur. con haberse señalado allí tantos. Los anti
guos lectores de este Boletín, recordarán sin
duda su nombre, que va intimamente enla
zado a una sublime empresa de caridad cris
tiana, de que estas páginas se hicieron eco en
muchas ocasiones.
N’ació el año 1855 en Occimiano (Monferrato-Italia); ingresó en la Pía Sociedad Salesiana y recibió la sotana de manos del Vble.
Juan Bosco en 1872: y muy joven aún, fué
enviado por éste a la Argentina con una de las
primeras expediciones de misioneros.
El año 1877 se ordenó de sacerdote en Buenos
Aires y allí se empleó con laboriosidad incan
sable en diversos Oratorios y Colegios. En 1886
pasó a Chile, siendo uno de los fundadores sale
sianos de esa nación. Cuatro años después se
le destinó a Colombia, donde permaneció veinte
años habiéndose hecho acreedor al aplauso y
gratitud de este nación, por la nobih'sima cru
zada de caridad que llevó a cabo en favor de los
pobres leprosos, confinados en los lazaretos de
Agua de Dios, Contratación y Caño de Loro.
Esta fué la obra de sus amores; y en ella empleó
durante muchos años todas sus energías e ina
gotable celo, siendo un digno colaborador y
continuador de las heroicas proezas del inmortal
Padre Miguel Unia
L
E n 191Ó, por motivos de salud, en la que
los infinitos trabajos habían abierto brecha, los
Superiores le enviaron de nuevo a Chile para pro
porcionarle algún descanso. Aquí, sin ohddarse
un punto de sus amados enfermos, a quienes
traía de continuo dentro de su corazón se ocmpó
en el sagrado ministerio, al que se dedicó
siempre con santo ardor, cabiéndole la dicha
de ser sorprendido por la muerte momentos
después de ejercerlo con la piedad y devoción
que solía.
Los méritos de este insigue hijo de Don
Bosco no quedaron ni un momento olvidados en
la noble e hidalga nación colombiana: por esto,
no es de mara\'illar que la noticia de su muerte
haya sido sentidísima y provocado un coro uná
nime de elogios en todos los ámbitos de ella.
En efecto, desde Bogotá escriben al Rdnio.
Don Pablo Albera:
<i L a noticia de la muerte del P. Evasio Raba
gliati ha producido en esta Capital y en toda
Colombia una impresión dolorosísima. A x^esar
de haber pasado diez años ausente de esta
República, su recuerdo estaba esculpido en
todos los corazones colombianos, como el de
un amigo e insigne bienhechor. Todos hablaban
con agradecimiento de los sacrificios hechos
por él en fa\'or -de los pobres leprosos, de las
limosnas i)or él recogidas y distribuidas con ge
nerosidad a los enfermos, de las santas industrias
de que se valía para recoger subsidios, vestidos,
etc., etc., y de un modo particular recordaban
los gravísimos sacrificios y los servicios prestados
por él durante los tres largos anos de guerra
civil, en los cuales los Lazaretos quedaron casi
exclusivamente a cargo de los Salesianos Don
R. Crippa y A. D. Garbari y de un modo i)iirticular del inolvidable Padre Evasio. Su nombre
durante su i>ermanencia en esta República,
era el más popular, y desde el Jefe de Estado
al más humilde trabajador y al mendigo, lo
rejjetíaü con reverente afecto. La noticia de
su muerte, acaecida cuando lo creíamos lleno
de salud, nos cayó como un rayo e hizo revivir
afectos y recuerdos tales que ella fué conside
rada como luto nacional.
Los diarios, sin distinción de partido polí
tico ni religioso, publicaron artículos impor
tantes recordando sus virtudes. E l Excmo. Sr.
Presidente de la República, el Sr. Gobernador
de este Departamento, el Sr. Alcalde de la ciu
dad, el Director General de los Lazaretos, el
Presidente de la Asamblea de los Departamentos
de Cundinamafca, Antioquía y Santander cocomuiúcaron con Decretos fiúblicos su muerte.
— 256 —
uniéndose al dolor de la familia Salesiana y pro
poniendo sus virtudes a la imitación de todos.
El Excmo. Sr. D. Bernardo Herrera Restrepo,
arzobispo de Bogotá y Primado de Colombia,
hizo celebrar en la Catedral un solemne funeral,
al cual asistieron el Sr. Presidente de la Repú
blica con todos los Ministros, el Cabildo de la
Catedral, las Autoridades Eclesiásticas, Civiles y
Militares, elSr. Ministro de España, como regente
de la Legación de Italia y un numeroso público
que llenaba las naves del suntuoso templo.....»
Fragmento de un artículo.
Como homenaje al ilustre salesiano y para
refrescar la memoria de los gloriosos trabajos
por el llevados a cabo, reproducimos aquí un
fragmento del hermoso artículo necrológico que
bajo la firma del Rdo. Don Pedro Silva, Pbro.,
apareció en el periódico E l Catolicismo, de Bo
gotá. con fecha del 8 de mayo:
En 1890 el R. P. Rabagliáti era destinado
por sus superiores a la Casa de Bogotá. El Rdo.
P. Miguel Unia estaba a la sazón encargado de
los leprosorios colombianos: mas este abne
gado Padre fué víctima de una aguda enfer
medad. contraída en los Lazaretos y, como
estaba verdaderamente gra^'e, los Superiores
juzgaron o])ortuno que se trasladase a Italia,
donde, desgraciadamente, falleció. E. P- Evasio
comprendió entonces que era llegada la hora
de consumar el sacrificio, y así se dirigió con
mucha instancia a los superiores de Turín para
recabar de ellos el tan deseado permiso de poder
dedicarse por completo al alivio y cuidado de
esos infelices moradores de las lóbregas ciudades,
do el dolor y la miseria se asientan como
absolutos amos. .
Demasiado conocidos son los rasgos de abne
gación, desprendimiento y sublime amor por
los desgraciados leprosos que este hombre ex
traordinario llevó a cabo entre nosotros, para
qpc nos pongamos en la inútil tarea de rela
tarlos. ¿Quién no sabe que el R. P. Evasio fué
durante veinte años el padre, el hermano, el
protector, el sostén, el capellán y el único con
suelo de esos desheredados de la fortuna 5* de
la suerte? Este buen padre ya no \*i\-ía para
sí. sino para sus muy amados enfermos de
Contratación. Agua de Dios y Caño de Loro;
el mayor y más glorioso de sus títulos y el único
que acompañaba siempre su firma era: Capellán
de los leprosos de Colotnbia. Cuando el P. Rabagliati llegó a Agua de Dios encxmtró a cuatro
cientos cincuenta miserables leprosos que se
albergabíin en unas chozas infelices, sin recursos,
sin alimentos, sin medicinas, sin capellán...
tendidos en el duro suelo, cubiertos de harapos,
carcomidos por la podre y abandonados de
todos, esperando tan sólo el momento en que la
fría tumba, que y a contemplaban, entreabierta a
sus pies, les habría de devorar para siempre!
La moderna admiqistración oficial de nuestros
leprosorios, los auxilios pecuniarios que hov a
diario envía el Gobierno Nacional, las raciones
de los enfermos, la moneda que allí corre, las
habitaciones higiénicas que están, construidas,
los hospitales do se recoge a los más necesi
tados, los asilos para los niños 5' las niñas cún
no contaminados, las religiosas que continua
mente recorren esas calles tan tristes y tan ló
bregas prodigando a manos llenas auxilios y
socorros y difundiendo por doquier el suave
bálsamo de la resignación cristiana, los cape
llanes que atienden a las necesidades espirituales
de los enfermos, los templos construidos, las
escuelas y los talleres levantados, ¿no son, por
ventura, empresas todas ellas iniciadas y aun
realizadas en gran parte por el impulso orga
nizador de ese infatigable apóstol de nuestros
desgraciados leprosos?
No es esto todo; nó. Cuando en el año de
1910 los Superiores Mayores tuvieron a bien
disponer que el R. P. Evasio se trasladase a
Chile, nuestro buen Padre sintió entonces que su
corazón se desgarraba, creyó que iba a morir de
pena al abandonar aquellos infelices que eran ya
la única porción de su corazón de apóstol; empero,
como súbdito fiel, marchó tranquilo al cumpli
miento de un deber que le imponía la obediencia
religiosa. Mas, la distancia no bastó para hacer
que el « Capellán de los leprosos colombianos >
abandonase por completo a sus desgraciados
hijos; hasta exhalar el último aliento de su
vida estuvo continuamente pendiente de todo
lo que acaecía en nuestros leprosorios; nada,
absolutamente nada, se escapaba a su perspi
cacia y a su inaudita previsión, y desde ess'^
remotas tierras de Chile, a cuarenta días de
distancia, estaba informado como el que más,
de la marcha ordinaria de nuestros lazaretos.
Cuando se presentó la tremenda guerra que
en los pasados años estremeció al mundo, y
nuestros enfermos hubieron de sentir los efectos
de la escasez, porque el Gobierno Nacional no
podía suministrar con la debida regularidad las
raciones a esos infelices, ¿qué hacía el infatigable
apóstol de los leprosos colombianos?... — ¿Qné
hacía? — Recorrer las naciones sudamericanas
dando conferencias, predicando y confesando:
y con su arrebatadora palabra procurar coiunover los corazones y hacer que los nobles hijos
de Chile y que los generosos Argentinos, le
abriesen sus arcas y le confiasen ingentes sumas
de dinero, las cuales fueron enviadas por H
mismo oportunamente a nuestros Lazaretos.
Sólo el año pasado pronunció en la ciudad de
Buenos Aires cuarenta conferencias seguidas
y en una ‘de ellas le aconteció que, al terminal
'0/
su discurso, un señor se le aproximó, le entregó
un sobre cerrado y le suplicó que no lo abriese
hasta llegar a casa. A l llegar el R. Padre a su
habitación, rompió el sobre y encontró tm cheque
por una cantidad bastante apredable; fué pre
suroso en busca del bienchechor, mas con sor
presa se le informó que ya había zarpado en
dirección a Inglaterra. Según datos que hemos
podido comprobar plenamente, el R. P. Rabagliati enmó, a una sola de las personas que le
ser\nan de intennediarias, desde fines de 1915
hasta el mes de marzo del presente año, la no
pequeña suma de 12.487 pesos oro!...
H O N O R E S O FICIA LES.
El luto unánime del noble pueblo colombiano,
por la muerte del insigne bienhechor de* los
leprosos, halló eco y fiel expresión en las más
altas Autoridades del Estado, quienes con
solemnes y públicos documentos, quisieron dar
testimonio público y solemne del aprecio y gra■ titud que siente la nación hada el humilde hijo
de Don Bosco.
El Excmo. Sr. Presidente de la República y la
Direcdón General de los Lazaretos, han ema
nado sendos decretos, para honrar la memoria
del P. Rabagliati.
Con gusto engalanamos con ellos estas pági
nas. E l de la Presidenda déla República dice así:
DECRETO N. 948 DE 1920
(6 DE MAYO)
por el nial se recoaoieo los méritos de un ilnslre sacerdote.
B i P re sid e n te de ¡a R e p ú b lic a
c o n s id e r a n d o
:
Qut ha fallecido en la República de Chile el
Rdo. P. Evasio Rabagliati:
Que durante varios años dicho Padre fué en
Colombia un apóstol de la caridad cristiana y
que los dones de tan excelsa virtud los prodigó a
plena mano a desgraciados compatriotas nuestros;
Que emprendió campaña vigorosa y fecunda
en pro de su mejoramiento material;
Que stt acción evangelizadora se ejerció prin
cipalmente en los medios donde el dolor impera
y reina la desesperanza, cuando no hay fe que
sostenga el alma;
Que es un deber del Gobierno reconocer y proclalos méritos de los grandes servidores públicos:
decreta:
Articulo. E l Gobierno deplora el fallecimiento
del Rdo. P . Evasio Rabagliati, honra su memoria
como la de un Benefactor de la Humanidad, y le
tributa las honores a que es acreedor quien con desin
terés tan grayxde presto tan importantes servicios a
un grupo desgraciado de nuestra colectividad.
Comutdquese al la Legación de Italia en esta
ciudad y al Rdo. Padre Superior de la Comunidad
Salesiana.
D ad o en Bogotá a 6 de m ayo de 1920.
Marco F
id e l
S u arez.
E l Ministro del Gobierno
L u is C u e r v o M á r q u e z .
No es menos expresivo y honroso el de la
Dirección de Lazaretos, que dice de esta luunora:
Resolución n. 39 de 192¿.
(MAYO 6)
po r la qual se rinde trib u to de g ra titu d a la m em oria
det Rdo. P a d re Don Evasio R abagliati.
L a D ire c c ió n G e n e ra l de L a za re to s
Considerando;
Que ha muerto en Linares, república de Chile, el
Rdo. P . Don Evasio Rabagliati, religioso Salesiano, quien durante todo el tiempo que permaneció en
el Pais, se dedicó cem ejemplar abnegaciónalcui
dado de los leprosos, y luego, en su residencia en
Chile continuó preocupándose de enviar limosnas
para aliviar la suerte de los enfermos de lepra;
Que el Rdo. P . Rabagliati por su cristiana
labor, así como por sus virtudes y desprendi
miento, mereció se le llamara « el apóstol de los
leprosos en Colombia »
Resuelve:
Art. I® — Laméntase la muerte del Rdo. Padre
Don Evasio Rabagliati y considérase como una
pérdida nacional la desaparición de tan virtuoso
y filántropo sacerdote.
Art. 2® — Solicítese del próximo Congreso la
partida necesaria para obtener que en el Lazareto
de Agua de Dios se coloque en lugar apropiado,
un retrato del benemérito religioso, cuyo falleci
miento se deplora.
Art. 3® — Copia de esta resolución, con nota
de estilo, será enviada al Rdo. Padre Don .\ntonio
Aime, Superior
los Saksianos en Colombia,
como testimonio del reconocimiento de las virtudes
y de su acción en favor de los Lazaretos del Rdo
Padre Rabagliati, eximio miembro de esa Comu
nidad.
Comuniqúese y puhllquese.
Dado en Bogotá a 6 de m ayo de 1920.
A leja n d r o H
errera
R
estrepo
.
También han publicado dtxrumentos semejan
tes varias Asambleas y Gobiernos departamenta
les, como los de AntioquíatS de mayo). Cundinamarca (10 de mayo), Santander (16 de mayo^ y
el Consejo Municipal de la ciudad de Bogotá.
El Gobierno Italiano había condecorado al
P. R a b ^ lia ti con la Cruz de Oficial de San Mau
ricio y San Lázaro, reconociendo la honra que
con sus trabajos reportaba a su patria.
A todos nuestros lectores y amigos recomen
damos eleven al délo una oradón por su alma.
DE JSÍUESTRAS MI5IOJSÍES
RÍO NEGRO (Brasil).
Excursiones apostólicas a lo largo
de los afluentes del Río Negro.
[lidiición de Mons. Lorenzo Giordano, Pre¡ecto
Apostólico).
\i
V.
Viaje de vuelta.
Un encuentro a gra d a b le. ~ E l futuro centro
de m isión p ara la eva n g e liza ció n del
C a y a rl. — U n huésped in truso. — E n
S an G a b rie l.
Cuan difíciles y costosos de remontar son
estos ríos, otro tanto es fácil y placentero na
vegar por ellos agua abajo: y aún sería el mas
entretenido placer dejarse llevar en volandas a
merced da la corriente, si el peligro de chocar
C(ui alguna roca escondida o a flor de agua no
obligase a andar con cautela y sobreaviso.
Al anochecer estábamos ya en Taina. Allí
hicimos noche; celebré la santa misa y admi
nistré ventiocho bautismos. Al medio día (del
29) nos echamos nuevamente a la corriente y
pasamos junto al islote de Janika y la aldehuela
de Uinoniri-iteca, donde hallamos reunida una
gran muchedumbre de indígenas, que acababan
de celebrar un dabucuri (solemnidad fúnebre).
Era ya entrada la noche cuando nos apeamos
en Carurú, cuyo tmhaua, el capitán Angel, se
ha mostrado animado de la mejor voluntad
para edificar allí uua iglesia, que hará de ese
lugar, ya de suyo bellísimo y encantador, el
centro de la nueva Misión del Uaupés Superior.
Kl día 30. traspusimos las famosas cataratas
de Iricuara, Jandú y /IrrtrrtS, las cuales quedan
sucintamente descritas más arriba (i). Junto
a esta última y a la margen dereclia del río
hallé inscripciones jeroglíficas en dos rocas de
granito. Bajamos luego una tras otra, como
peldaños de una descomunal y maravillosa
(i) Véas« U Boletín de mayo pasado, páj¿. 139*
escalera, las cascadas de Japii. Periquito,
Paná-faná, Tamacuari y Abacaba. En ésta nos
pusieron a pique de naufragar un descuido del
patrón y el poco seso de los renradores. Per
noctamos en la maloca de Abacaba y como el
día siguiente, 1° de diciembre, era domingo,
después de la misa concedí a mis bateleros un
absoluto descanso, mientras yo me dedicaba al
sagrado ministerio, cabiéndome el consuelo de
llevar a cabo trentidós bautizos.
Eos primeros álbores d d lunes, nos sorpren
dieron ya en camino. Nos detuvimos brevemente
en los lugarcillos de. JacoU-rapecuma, Tatúcapoamo (ambos en la ribera colombiana); y en
Mamcuera-rapecuma, en cuyas dos malocas y
diversas cabañas hallé reunido un considerable
golpe de gente esperándonos, pude cristianar
el siguiente día a otras cuarenta y dos personas.
Continuando el viaje por Miriti-igarapé,
Tayassú-capoamo y Castaño-maloca, donde ad
ministré venticinco bautismos, y después de
hacer una escapada a las malocas de Tondoraigarapé, Kerarí-igarapé, Arapaso-miriy Macucúcapoamo, arribamos a Jauaraté-cachoeira.
Al pasar por este poblado el 13 de noviembre
había escrito al P. D em o^ eaux manifestándole
el deseo de que enviase allí a uno de sus misio
neros el día 5 de diciembre, donde nos encontra
ríamos a mi vuelta. El Padre accedió caritati
vamente a mi ruego: en efecto, la mañana del
día 5, llegó puntualmente a este lugar el Rdo.
P. Humberto Clemente, acompañado de siete
indios de Cupim, que le trajeron en una canoa.
Doqmera se encuentren dos religiosos, siempre
se reconocen por hermanos: ¡qué mucho que
nosotros dos, solos y aislados en la inmensidad
de aquellas selvas, fraternizásemos de todo
corazón! Pls el P. Clemente natural de Holanda,
mas habla el francés a maravilla. Después del
mutuo fraternal abrazo, dimos rienda suelta*
a nuestros pensamientos y afectos. Allí era el
preguntar y responder sobre los mil asuntos que
al uno o al otro importaban, recayendo princi
palmente la plática acerca de nuestra vida en
medio de los indios, de las dificultades que a
su cristianización se oponen, de los temores y
esperanzas que sobre este punto a los misio-
—
259
ñeros agitan. Embebecidos en tales discursos,
se nos pasóx el día como un soplo, aunque los
prolongamos hasta mu5* cerca de la media
noche. A la mañana, celebrada la santa nrisa y
íonjado el desayuno, nos separamos de nuevo
con grande enternecimiento, echando él por el
Paporí y yo por el Cayarí abajo.
En Juqnira-rapecuma hallamos un grupo de
indios que andaban en busca del cadáver de
una pobre mujer que había naufragado aquel
mismo día, bajando en canoa por el río’.
Dejando atrás Busina-rapecuma, . tomamos
tierra en Urubucuara, donde pasé todo el día 9,
preparando a unos al bautismo y a otros al
matrimonio. Este lugar se precia de poseer
cierto grado de civilización; mas, a despecho de
todas mis advertencias e instrucciones, de los
siete hombres que casé, dos se presentaron al
solemne acto con el primer traje de nuestro
■ padre Adán. El caso por lo muy natural, no
tomó a nadie de nuevas, sino es a mi, que estuve
tentado de alzar la voz y protestar ruidosamente;
pero preferí cerrar un ojo y no meterme eií
dibujos; así que les eché las bendiciones sin
chistar, y los mandé en santa paz, tanto más
que ya tenían familia.
Una de las novias, antes de casarse, se bau
tizó juntamente co n una hijita.'
El día 10, dejamos a los felices habitantes de
Urubucuara ardiendo en fiestas y emprendimos
la bajada de las tres cascadas. Hicimos noche
en Ipanoré, donde efectué algunos bautizos la
mañana siguiente: luego, habiendo hecho escala
en Suassuaca-maloca, donde radica la más fa
mosa « facultad de medicina», que existe en esta
comarca, aportamos en Taraqui al caer de la
tarde.
Taraqui, sito en la margen derecha del Cayarí
y a dos kilómetros del río Tiquié, y Tucandira,
que se halla en la orilla izquierda, frente a la
desembocadura de este último, son dos sitios,
que ofrecen iguales ventajas para ser escogidos
como cent;ro de evangelización del Cayarí, con
tendiéndose el honoL de la preferencia. ¡Quiera
el Sagrado Corazón de Jesús, el Divino Titular
de esta futura Casa, mandamos dos misioneros,
llenos de santo celo por la salvación de las
ahnasl ¡En poco tiempo se renovaría la faz de
estos países!
Tocamos uno tras otro los poblados de Tucandira, Vaimi-maloca, Taná-maloca, Japuráigarapé, Kaná-rapecuma (desierta), y Toiapuña,
y nos llegamos a tres malocas más del afluente
vecino. Era el 13 de diciembre. Seguimos na
vegando hasta Umbaubá, donde pasamos la
noche, y el día 14 por la tarde llegamos a BeUa
lista. Aquí hube de detenerme tres días, para
cumplir muchos compromisos que había con
traído, para el servicio religioso de la comarca.
Pusímonos nuevaurente en camino el 18 por
la mañana. Era ya anochecido cuando pusimos
pie en Yu-rapecuma, punto donde se está levan
tando una iglesia y efectué algunos bautizos. .
El 19 arribamos a Pituna y &llí hubimos de
esperar la \nielta del Sr. Don Juan Alves, que
quiso ser padrino y sacar de pila a los hijos de
sos braceros. Por fin, el 22 por la tarde, pasada
la confluencia del Cayarí, torcimos a la vuelta
de Tatucuara y nos detu^’imos en la primera
casa que aparece a la mano diestra de (¡uien
entra en* el Río Negro, propiedad de nuestro
buen amigo Don Juan Villagelim. Aquí nos
dieron cordial hospedaje por aquella noche y
a la mañana celebré el santo sacrificio de la
misa, bauticé a varias personas y bendije un
matihnonio, con la asistencia de un notable
concurso de gente.
AI terminar estos actos religiosos, uno de
los presentes, reparó en un huésped intruso y
nada agradable, que asomaba la cabeza allá
arriba a través de la paja del techo. Su vista
hizo muy poca gracia a nuestros bravos indios,
que al punto se dispusieron a castigar dura
mente tamaño atrevimiento. E n efecto, antes
de que pudiera ponerse en salvo, cayó muerto
a nuestros pies, atravesado por cien flechas. Era.,
una jararaca, serpiente de las más ponzoñosas
que viven en las selvas de la zona tórrida. Tenía
un corpachón fonnidable con una largura de
metro y medio. ¡Y pensar que aquella noche
había dormido yo colgado en mi red, a menos
de dos palmos de distancia del peligrosísimo
y repugnante huésped! ¡Pobrecito de mí, si le
hubiera dado el antojo de liincarme el dientel
Bastaba una mordedura suya, para acabar
conmigo.
Partí aquel mismo día y fuimos a hacer noche
en Paranarí. Aquí yace postrada en cama hace
más de un año la señora Hortensia García,
consumiéndose por días; procuré animarla y
consolarla, mediante los auxilios de nuestra
santa religión.
El día 24 por la mañana, llegué finalmente
a nuestra Casa-Jlisión de San Gabriel, para
celebrar en compañía de mis queridos hermanos
de religión las siempre bellas y alegres Pascuas
de Navidad.
El pago de los remadores. — El placer
de hacer bien. - Dificultades que ofrece
la evangelización de estos indios. —
Obras urgentes e inaplazables.
A mis diez bateleros en pago de los buenos
servidos prestados, les dimos camisas, calzones,
chaquetas, y otras varios artículos de primera
necesidad, que montaban una valor de consi
deración, a más de otras cositas de menor
— 26o —
cuantía, como medallas, estampas, etc., con lo
que se quedaron más contentos y satisfechos
que unas pascuas y se volvieron a Urubuciiara,
saltando de alegría. Pero quien gozó y quedó
más satisfecho^ fui yo, al verme de vuelta en
mi casa sano y salvo y verlos a ellos partirse
para las suyas, tan llenos de contento y con
tantos extremos de júbilo. Para mí no hay mayor
])lacer que poder beneficiar, aún en lo temporal,
a estas pobres gentes, a quienes muchos consi
deran como oprobio de la sociedad. ¡Px>brecillos!
También ellos tienen alma, inteligencia y cora
zón, •y pertenecen al humano linaje. Si logran
la dicha de ser instruidos y educados, pueden
alcanzar las in.ás bellas y sublimes virtudes.
Pero cierto son muy de compadecer los pobres
misioneros sobre quienes recaiga la tarea de
reducir estos agrestes pueblos a la civilización
cristiana. Tropezarán siempre con el insupera
ble obstáculo de sus prejuicios supersticiosos
y sus usos y costumbres paganas. No es la vida
errante y vagabunda de las florestas, ni la
variedad increíble de sus idomas la dificultad
más fuerte, que encuentra el misionero para
cristianizarlos, sino las fiestas del Juruparl y
del Dabucuri, que atraen y absorben por entero
sus pensamientos y afectos, y les traen jaleados
todo el año como en un perpetuo carnaval.
lie podido verificar y comprobar este hecho
en todas las tribus, a orillas de todos los ríos
y en todas las épocas dél año. Cuando no están
de fiesta, se ])reparan a ella; cuando no invitan
son invitados. Aquí o allá, más cerca o más
lejos, en esta o en aquella floresta resuena la
trompa del Jurupari o del Dabucuri: a los
indios ya no se les paran los pies y corren desa
lados en pos de los retumbos misteriosos que
les invitan al jolgorio: podrá haber algún día
de tregua: pero nunca duradera paz. ¡Esta es
la vida de su vida, su cabal felicidad, el único
paraíso con que sueñan!
A poner coto a este mal, tan hondamente
arraigado en sus almas, no basta en manera
alguna el paso del misionero a i)lazos de varios
anos, ni de uno tani]>oco: mas es necesario que
el sacerdote fijo su morada y viva de asiento
eii medio de ellos, para enseñarles y diri
girlos. sufriéndoles y amándoles con caridad
lieroiea.
Y no sin honda pena y disgusto debo añadir
que tampoco los habitantes civilizados o medio
civilizados del Río Negro están totalmente
Ubres o innxunes de esta llaga; que también
ellos se entregan de cuando en cuando a las
delirantes orgías del Dabucuri, si bien no en
todas partes, con menos frecuencia y sin las
borradieras. cniclcs palizas y. así quiero creerlo,
siu las desnudeces indecorosas, que se estilan
entre U^s otros.
¿Cuando vendrá la luz esplendorosa de la
fe a disipar las espesas tinieblas de la igno
rancia y supersitción, que envuelven a estos
pueblos? ¡Venga pronto el día en que la fe, la
vida y costumbres cristianas reinen soberánas
en estás florestas! ¡Adveniat regnum tuum!
Esta oración elevan cada día al cielo miles de
corazones, los Salesianos todos y particu
larmente los beneméritos Cooperadores de la
Misión .de Río Negro. ¡Que cundan y se mul
tipliquen tales plegarias con fervor siempre
creciente!
Pero a las oraciones es preciso unir la acción.
Amadísimo Padre; permita que ponga fin a
esta mi prolija relación con un elenco de las
obras que juzgo de perentoria necesidad:
Es de todo punto indispensable;
I® Continuar constituyendo nuevos cenlrcs
de misión, así a lo largo del Río Negro, como de
sus afluentes, levantando en ellos capillas,
dotadas de todo el ajuar necesario para el culto.
2® Fundar un Colegio de niñas, donde se
instruyan, eduquen y formen en la piedad
nuestras pobres indiecitas. Este Colegio podría
confiarse, a la dirección de las Hijas de Jlaría
Auxiliadora.
3° Abrir una Casa central en el Cayari, dedi
cada particularmente a la evangelización de
los indios.
4.° Establecer otra Casa sucursal para la
instrucción de los civilizados, en la región in
ferior del Río Negro.
5° Abrir en San Gabriel un Colegio para niños
6® Adquirir una barca, que ya desde este
momento bautizo con el bello nombre de María
Auxiliadora, sin perjuicio de que más adelante
se compre un vaporcito, que llamaremos C/jr/stophoro, porque estará destinado a llevar el
amor y conochniento de Nuestro Señor Jesucristo
^ todos los habitantes de la inmensa cuenca
del Río Negro, a menos que se prefiera darle
el nombre del Venerable Don Basco.
Dirá V. R., amadísimo Padre, que esto es
echar las cuentas de la lechera, que « aún no
asamos y ya pringamos *, que todas estas obras
por urgentes y necesarias que sean, exigen abun
dante personal e ingentes sumas de dinero: ¡xero
yo estoy con\‘encido que, así como Nuestro
Señor desea la cristianización de estas tierras,
así nos- proveerá de todos los recursos nece
sarios: suscitará muchas vocaciones salesianas
para las misiones y levantará una oleada de
entusiasmo entre nuestros Cooperadores para
acudir en auxilio de esta cruzada evaiígelizadora.
A los amadísimos hermanos y beneméritos
Cooperadores, que han favorecido hasta ahora
o favorecerán en lo venidero esta nuestra Pre
fectura Apostólica, recompense el Señor «rt
i
—
26i —
la abundancia de sus dones los trabajos y li
mosnas que han dedicado a extender su Reino
en estas apartadas' regiones.
y V. veneradísimo y amado Padre, sír\"ase
bendecir cada día y con toda la efusión de su
corazón paternal a estos hijos suyos, a los
Ciñlizados e Indígenas de este solitario rincón
del mundo salesiano, y particularmente a quien
besándole la mano, se considera feliz en poder
llamarse m Corde Jesu, semfer et ubique
ajmo. hijo
Mons. L orenzo G io r d a n o
Vicario Apostólico.
-•
i** •*
La muerte de Monseñor Qiordano.
Ya anuticiamos oportunatnente en una sucinta
nota, la inesperada noticia del jalleciniienio de
este insigne Apóstol del Rio Negro, recibida por
un lacónico parte cablegráfico. Ha sido necesario
que transcurriesen algunos meses, antes que se
recibiesen en esta Dirección General otros datos
que ilustrasen la luctuosa nueva. Por la siguiente
carta de su compañero el P . Bálzola podrán coHocer nuestros lectores algunas circunstancias
de la muerte del P . Giordano.
San G abriel, i d e en>ro 1920.
Revmo. Sr. D . P . Albera,
Y a habrá recibido V . R. por otro conducto
la triste nueva: ¡nuestro amadísimo Prefecto
Apostólico, Mons. Lorenzo Giordano ha muerto!
El Señor le ha llevado a los eternos goces del
paraíso, para premiar sus trabajos y fatigas y
celo por el ser\'icio de Dios y bien de las almas.
Sus despojos mortales recibieron cristiana se
pultura en el humilde cementerio de San Joaquín,
lejos de esta Casa, pero en el corazón de la
Misión, donde podrá ser \-isitada a menudo por
nuestros hermanos y amigos que la regarán con
sus lágrimas, mientras imploren el descanso
eterno para su ánima bendita.
E n setiembre pasado, a mi vuelta de Mamios,
me había manifestado Monseñor el propósito
de emprender en octubre una excursión por la
región inferior de Río Negro y meterse por el
río Padaniri adentro, j?ara aprovecliar la ex
traordinaria reunión de indígenas, a que daba
lugar la cosecha de la goma en tales parajes.
Hícele observar que en la parte baja del Río
Negro serpeaba la epidemia gripal, de la que
yo, al pasar, me había librado por milagro, la
cual arreciaba particulanuente y hacía estragos
en las orillas del Padaniri. Tero él se mantuvo
firme en su proyectado viaje por varias razones,
principalmente porque' pensaba pasar algunos
días en compañía del Sr. Amazonas, para que
este señor, profundo conocedor de las lenguas
de los indígenas, diese un \-istazo.a la gramá
tica de la lengua ñengatú, que acaba de escribir,
antes de mandarla a nuestra imprenta dé San
Paulo. « Además , me decía, siento un impulso
interior que me espolea a emprender este viaje:
más aún, paréceme rma obUgación ineludible,
que no puedo en manera alguna desatender,
porque tengo para mí que estos impulsos mis
teriosos son la voz de Dios ».
Con todo, no partió en octubre, porque para
ese mes nos estaba anunciada una inspección
oficial en nuestra incipiente Escuela de Agricul
tura; por lo que determinó aplazar la salida
para noviembre.
En efecto,, la visita anunciada se realizó.
Vinieron dos distinguidos agrónomos, uno de
Río Janeiro y el otro de Maiiaos, quienes que
daron encantados del claro ingenio y amable
trato de nuestro Prefecto .Aix>stólico, marchán
dose muy favorablemente impresionados.
A primeros de noviembre púsose Monseñor
en camino, prometiendo estar de vuelta a me
diados de diciembre, para que yo pudie.se tras
ladarme a Marabitana, para las fiestas de N a
vidad.
Quince días después recibí carta suya,, en
que me decía que el viaje andaba perfectamente;
su salud era cabal y que recibía mil atenciones
de todos.
Pocos días más tarde lib a ro n aquí a la misión
algimos indios provenientes del río Padaniri,
quienes me comunicaron que habían visto al
Padre remontar aquel río, en el vaporcito de
Don Augusto Lacerda. Le escribí una carta.
—
2Ó2
que desgraciadamente no pudo llegar a sus
manos y volvió a las mías.
Durante esta travesía contrajo una enferme
dad, que no he podido averiguar cuál sea; y
como debía pasar aquellos días frente a le
desembocadura del río el vapor que va men
sualmente de Manaos a Sta. Isabel, hízose llevar
por el vaporcito de nuestro ex-laumno Don
Ramón Rodríguez al puerto más cercano, que
es Javarí, en casa del Sr. Julio de Macedo,
adonde llegó a las 4 de la tarde del día 5 de di
ciembre que debía ser el último de su vida.
Pongo aquí las palabras textuales del Sr. Ma
cedo, que contienen los únicos pormenores, de
fuente segura, que he tenido hasta ahora, acerca
de la irreparable pérdida.
« Llegó a esta casa, dice, a las cuatro de la
tarde y murió a las nueve. No tenía calentura,
pero estaba sumamente abatido y postrado
de fuerzas, pues hacía ocho días que no tomaba
alhnento, sino es algún sorbo de agua. Dicen
qxie tomó muchas medicinas y se cree que debió
sobrevenirle alguna complicación. Estaba en
fermo del estómago y del corazón. Murió como
un pajarito... Minutos antes me hizo señas
que me acercase, me estrechó la mano y luego
entregó su alma a Dios ».
E l día siguiente, a las tres de la tarde, fué
trasladado el cadáver en un vaporcito, al pobre
cementerio de San Joaquín, .donde diez años
antes había recibido también sepultura otro
misionero, el Padre Marcelino, que había caído
enfenuo igualmente en el río Padanirí. En esa
misma hora llegaba aquí el vapor de Manaus
que traía correspondencia suya.
La noticia causó hondísima impresión a todos
los tripulantes y amigos, pues un mes antes
apenas, le habían tenido consigo a bordo un día
entero, lleno de salud y alegría, y siendo objeto
de las simpatías y veneración de todos.
Tales son, amadísimo Padre, las noticias que
he i)odido recoger acerca de la muerte de nuestro
querido e inolvidable Monseñor Giordano. Murió
en el campo de sus fatigas, st>lo, abandonado, sin
el consuelo de verse asistido por un hermano
y sin haber podido recibir los últimos sacra
mentos. [Dichoso él que estaba constantemente
preparado al gran paso!
Hasta el día 14 de diciembre, cuando esperá
bamos con ansia su llegada, no recibimos aquí
la fatal nueva. ¡Quedamos como de piedra!
El año iq iq esta pobre misión ha pasado por
hondas tribulaciones: hemos perdido dos pre
ciosas existencias. Válgannos tamaños sacri
ficios las bendiciones de Dios, de que tenemos
harta necesidad. No quiero decirle, amado
Padre, la desolación en que me hallo y'cu án
agobiado de trabajo. Me han escrito que está
en camino [>ara ésta el carísimo Padre Ihitto:
----
pero ¿qué es un solo misionero para un campo de
trabajo tan inmenso como éste?. No le digo mas,
porque me falta el valor y el espacio para seguir
escribiendo. Amado Padre, ¡acuda en socorro
nuestro, por amor de Dios! Vayan mil afectuosos
saludos a todos los superiores y V. R. reciba la
expresión del más xrivo reconocimiento de este
su afmo. hijo in C. J.
Juan
B .a l z o l a ,
Pbro.
Datos Biog^ráficos.
Monseñor Lorenzo Giordano nació en Ciiié,
lugar cercano a Turín, el año de 1856. Entró
en la Pía Sociedad Salesiana en el mes de septiem
bre de 1872. — Terminado el noviciado fué en
viado a Francia, donde trabajó con mucho celo
en varias Casas y allí recibió las diversas órdenes
sagradas con el sacerdocio en 1878. — De Francia
partió para el Uruguay en r88i. Del Colegio Pío
de Villa Colón, donde estuvo algunos años, pasó
al Brasil, para fundar la importante casa de San
Paulo, a la que dió grande impulso, siendo obra
suya el grandioso templo del Sdo. Corazón , anejo
al Instituto. Fué nombrado después Inspector '
de las Casas del Norte del Brasil; y el'año 1916
puesto al frente de la recién creada Prefectura
Apostólica del Río Negro, donde trabajó con
ardentísimo celo como saben los lectores del
Boletín.
Era hombre de talento y de gran corazón.
Levantó un Santuario a María Auxiliadora en
Jaboatao. Publicó también varias obras de reli
gión y moral y sobre asuntos agrarios. De ellas
merece especial mención, una colección de Homi
lías sobre los Evangelios dominicales, publicada
en dos tomos y que lleva por título; Lifoes populares
de pe severan¡;a.
T E S O R O E S P IR IT U aL .
Los Sres. Cooperadores Salesianos cumpliendo
los requisitos de costumbre, pueden ganar /«•
diligencia pUmria:
1® El día que se inscriben en la Pia Unión.
2® Una vez al mes, a elección de cada cual.
3® Una vez al mes, asistiendo a la Confe
rencia.
4® Asimismo, una vez al mes, el día en que
hagan al Ejercicio de la Buena Muerte.
' 5® El día que por primera vez se consagren
al Sd. Corazón de Jesús,
6® Siempre que hagan Ejercicios espirituales
dusanle hoco días seguidos.
Además, los siguientes días del mes de octubre:
El día 7 — Fiesta del Smo. Rosario.
» ' >1 1 — Fiesta de la Maternidad de
Ntra. Sra.
» » 16 — Fiesta de la Pureza de Ntra.
Sra.
^OooooO'
EL CULTO
de María Auxiliadora
Nób teneiBOs It perauasléa de que, en las Ticislindes dolerosas de loa (lempos
qu6 airavesamos, no nos quedan mia consuelos que los del Cíela, jr entre estos,
la poderosa protección de la Vlrtea bendita, que (ui en todo tiempo el Auslllo
de los Cristianos.
pio x.
fe
■ ^J
FORTIN MERCEDeS (Argentina). —
U na
pEREGRiNACión. — E n esta población contem
poráneamente con la Obra Salesiana, sentó sus
reales la devoción de María Auxiliadora, la cual
se complace en conceder allí abundantes gracias
y favores. Esto le ha hecho centro y meta de
muchas y devotas peregrinaciones de toda la,
comarca.
En el mes de may’o pasado efectuaron su
VII peregrinación a Fortín Mercedes las aso
ciaciones piadosas de Bahía Blanca, bajo la
d%na presidencia de Monseñor Américo Orzali
Obispo de Cuyo.
En un tren especial partieron de_la ciudad
costera unas dos mil personas, llenas de fervor
y santa alegría. Durante el viaje se rezó el santo
rosario y se cantaron coplas a la Virgen. En la
votación de Origone se incorporaron otros no
venta peregrinos de la colonia ruso-alemana.
Llegados a Fortín, la comitiva, precedida por la
' anda de música del Colegio « L a Piedad », se
dirigió a la Iglesia, donde el Prelado celebró
it santa misa y muchos peregrinos comulgaron.
Luego éstos se disperdigaron por las sombreadas
alamedas del río Colorado para comer.
Por la tarde en uno de los patios del colegio
>ilesiano algunos propagandistas del Centro
de Estudios « León X III d, improvisaron un
mitin en que disertaron sobre asuntos sociales
le actualidad varios distinguidos señores. Las
bandas de huerfanitos de La Piedad y del
Col^o San Pedro, amenizaron al acto con
bonitas piezas.
Luego desde un altar erigido en el pórtico,
. Mons. Orzali pronunció un breve y sentido
discurso sobre el significado de la peregri
nación agradeciendo a todos las atenciones re
cibidas.
E l P. Inspector, D. Luis Pedemonte respondió
con otras breves razones, para dar las gracias
al eximio Prelado por haber honrado con su
presencia aquel acto religioso. Dada la bendición
con el Smo. Sacramento, los peregrinos em
prendieron la vuelta con el mismo entusiasmo
y alegría de la mañana.
VICTORIA (Entre-Ríos Argentina). — B kn
M. A . — En la Ca
pilla Benedictina de esta población, se bendije
solemnemente el pasado mayo una hermosa
estatua de María Auxiliadora de tamaño na
tural, costeada por una distinguida señora. El
vecindario está de enhorabuena por tener en
medio de ellos a la milagrosa Virgen de Don
Bosco, ante cuyas plantas podrán ir a postrarse
en sus horas de angustia y tribulación en de
manda de consuelo.
DICIÓN D E U N A E S T A TU A D E
PIURA (Perú). — B e n d i c i ó n d e u n a e s t a
Y F i e s t a d e M. a . — Los católicos piuranos
que tienen hondamente arraigada en el corazón
el amor y confianza en la Virgen Sma. Auxilia
dora de los Cristianos, deseaban con anhelo
poseer una imagen de la misma, a quien pudie
ran ofrecer sus obsequios. El día 23 de mayo
vieron totalmente satisfechos esos anhelos, al
ser bendecida lá hermosísima estatua de ta
maño natural, tallada y decorada en las renom
bradas Escuelas Salesianas de Escultura y
Encamado de Sarri^ (Barcelona). Bendijo la
sagrada imagen el Rdo. Sr. D. Jesús Santos
García, Cura-Párroco y actuaban de padrinos
tua
— 2Ó4 — •
dos grupos de distinguidos caballeros y señoras,
ñiños y niñas de la sociedad piurana.
Al día siguiente, fiesta de María Auxiliadora,
dedicáronsele brillantísimos cultos, que se coro
naron con una devota procesión, con la nueva
imagen, que entre cánticos y el rezo del santo
rosario, recorrió las calles de la ciudad. Fué
un enternecedor espectáculo de piedad y reco
gimiento. Al entrar de nuevo en la iglesia, el
celoso Cura Párroco, dirigió una vibrante alocu
ción a la devota concurrencia, que no cabía
en la iglesia.
de que pudiera curarse, lo que era muy difícil,
el pié quedaría completamente inutilizado, sin
poder articular movimiento algimo. Recetáronle
un líquido corrosivo (ácido sulfúrico) para cau
terizar dichas llagas; y después de aplicar inútil
mente este remedio que le hada sufrir de un
modo indedble, durante algún tiempo, el padente
se, constipó de nuevo y recayó de nuevo de la
5 grippe i>. Fácil es suponer el temor y la descon
fianza que de mí se apoderó, de que el enfermo
pudiera salir con vida de tan triste situadón.
Pasados algunos días, uno de los médicos que lo
^'isitaban, notó que el enfermo era víctima ade
más de una congestión pulmonar, y entonces nos
anunció que ya todos los remedios que se le apli
caran, serían imitiles, y que el enfermo debía
BUCARAMANQA (Colombia). — L a f i k s t a
morir irremisiblemente.
Div M a r í a A u x i i j a d o r a . —
L a taumaturga
, Agotados todos los recursos ante el implacable
Virgen de Valdocco cuenta por millones los rigor de la enfennedad, recurrí á los sobrenatu
devotos en la católica Colombia. El 24 de mayo rales, implorando, del cielo en la Misa que celebré
al día siguiente, la curación de mi pobre hermano,
es día de gran fiesta en muchas poblaciones. si le convenía. Al entrar en la sacristía vi á un
Una de estas es la ciudad de Bucaramanga, que sacerdote íntimo amigo mío, al cual le comuniqué
de año en año va extremando su amor y entu- lo que acabo de referir, rogándole al mismo tiempo
sia.smo a nuestra celeste Madre y Auxiliadora. fuese á prepararlo para redbir los Santos Sacra
mentos.
En la iglesia de San Laureano se celebró un
Todos los de casa ofrecían al cielo sus oraciones
solemnísimo triduo con Misa cantada, ofrenda y mortificaciones particulares para la salud del
y S.ilve, por la mañana y el acostumbrado ejer enfermo, y yo pedí á un primo mío Salesiano
cicio de las flores ¡>or la noche. El día 23 por la que hiciera lo propio con la misma intención;
tarde cantó las glorias de María un Padre de este me contestó, que no solamente lo haría él,
sinó que le aco:npañarían todos los niños de la
la Compañía de Jesús y el 24, todo el pueblo Granja Salesiana de Gerona; recomendándome
de Bucaramanga acudió a los pies de la excelsa al propio tiempo que juntamente con ellos, empe
Reina i>ara darle testimonio de su amor y de záramos también nosotros la novena, que en casos
.semejantes aconsejaba hacer a María Auxilia
voción.
dora el Ven. D. Juan Bosco. Y así se hizo: inme
Sobre todo resultó imponentísima la pro
diatamente comenzamos la novena, y á los poco.®
cesión, que acompañó triunfalraente la imagen días se notó que los pulmones iban mejorando,
de María Sma. por las calles de la ciudad.
hasta quedar completamente curados; las llagas
Ivos distinguidos sacerdotes, Cooperadores v del pie sin embargo continuaban mortificando al
señoritas, que tan desinteresadamente han enfeniio que casi no podía moverlo, como antes
habían anunciado los médicos; más nosotros
trabajado por honrar a la Reina del cielo, de continuábamos haciendo la novena. Después de
Ella recibirán bendiciones y mercedes sin cuento. algunos días, cansado ya el enfermo de tanto
.sufrir á causa del dolor que le producía el líquido
corrosivo, con que se trataba de cauterizar dichas
llagas, se suspendió el mortificante remedio y desde
entonces todas las llagas comenzaron á cicatrizarse
recobrando el pié su movimiento y quedando el
Gradas de María Auxiliadora.
eufenno al cabo de algunos días completamente
curado, pudiendo volver a desempeñar su oficio
como antes de la enfennedad.
Profundamente agradecidos á María Auxilia
A mayor honra y gloria de M. Auxiliadora. dora por gracia tan singular, continuamos después
la novena en acción de gracias, y ahora con gran
A «.'onstíC\iencia ilc la pasada epidemia <
>gripal > satisfacción cumplo la promesa que liice, de pu
cjueclú nú hermano Rafael con una pierna dolo blicar la gracia en el Boletín Salesiano, á mayor
rida é hinchada en su parle inferior.
honra y gloria de María Auxiliadora y de su Ve
Pasado algún,tiemp<.) aparecieron en la parte nerable Siervo Don Bosco; enviando al mismo
hinchada, grandes y profundas llagas que supu- tiempo una limosna a la Granja .Salesiana de
rahan continuamente. Se consultó sobre el caso S. Isidro Puente Mayor, Gerona.
á v.arios médicos, los ouale.s diagiuxsticaron ser una
S . Feliu Sasserra (Barcelona), 13 de diciem bre de I919.
fístula de carácter tuberculoso muy grave, que
seguramente le acarrearía la muerte: y en caso
R a m ó x A r x a u s , P b ro .
— aó5 —
Un- reum a a liv ia d o .
Hacía tres años que padecía dolores reumáticos
que me molestaban bastante: los remedios a que
acudí no me ali^^aban, mientras temía quedar
imposibilitada del todo. Acudí entonces con viva
fe a nuestra Madre María Auxi’iadora: y desde
aquel mismo pimto sentí ima mejoría que anduvo
adelantando; y al presente me bíUo perfectamente
bien.
^
¡Gracias, Madre mía!
Barceloua, 24 de abril 1920,
Sor Asunción P azó,
Religiosa H ija de María Auxiliadora.
L a esta m p a de M a ria A u x ilia d o ra .
complazco en hacer público, para honra de‘ nuestra
querida Madre María Auxüiadora.
V ig o , m ayo d e 1920.
C. L. de B..
Cooperadora Salesia^ia.
U n h erm ano a gra d ecid o .
Atacado uil hermano mío de fiebres con compUcación en el cerebro, estaba en peligro de muerte,
siendo inútiles los auxilios de la ciencia. Pcdimo.s
con feivor a María Auxiliadora por su salud; al
poco tiempo con admiración de todos, mi hermano
curó completamente, gracias al favor concedido
por la Reina del cielo. Hago pública esta gracia
para aumentar el amor y confianza de todos en
María Auxiliadora.
La Sra. Elina Meléndez de .íUonso publica su
R onda (Esp.), i febrero 1920.
gratitud a María Auxiliadora por haber librado
Antonio P eüa Márquez.
prodigiosamente a mía hijita suya de 7 años, de
unas calenturas pertinaces, que la habían puesto
al borde del sepulcro.
U n niño m oribundo.
Como Cooperadora Salesiana a fines del pa
El Domingo de Carnaval dieron los Sacramentos
sado año había recibido el Calendario Salesiano
de liaría Auxiliadora, que ostenta una preciosa al niño Joaquin Solé y-todos en casa empezaron
tricromía de la Sma. Vii^en. Cuando más deses una novena á María Auxiliadora: la noche del
perado era el estado de la enfermita, la atribulada Domingo al limes la pasó muy mal. El día de
madre arranca del Calendario la estampa de María Cenizas por la madrugada echó por la boca dos
Auxiliadora y la pone bajo la almohada de su gusanos de la peor catadura. A partir de aquel
hija. A l día siguiente había desaparecido todo momento empezó la mejoría. En la Granja Sale
siana se había empezado también una novena que
pdigro.
se acabó en acción de gracias. Ahora el niño se
Reconociendo en esta rápida e imprevista
mejoría una extraordinaria merced de la Sma. -encuentra tan bien como si no hubiese padecido
enfermedad ningima.
Vii^en Auxiliadora, mandó celebrar- una misa
Sus padres agradecidos desean se publique la
solemne eq. su honor y costeó el alumbrado de su
gracia en el Boletín Salesiano.
altar, durante todo el mes de mayo.
G erona, 10 d e a bril 1920.
— Así mismo la Sra. Ramona Granja da ren
Ambrosio T irei.i .1, Pbro.
didas gracias a María Auxiliadora por haberla
asistido y hecho salir felizmente de una arriesga
S a lu s Infirm orum .
dísima operación, que ofrecía muy pocas proba
bilidades de éxito, y dádole ima curación com
Hallándose ima persona de mi familia gravipleta. Agradecida, mandó celebrar xma misa en símarafente enferma de una afección reputada casi
su altar en ésta Parroquia del Sdo. Corazón. incurable, ofrecí una limosna á María Auxiliadora,
¡Sea siempre bendita , amada y glorificada de Salud de los enfennos, si recobraba la salud. Ha
todos, nuestra Sma. Madre y Auxiliadoral
biéndome alcanzado la Virgen Sma. la gracia
Antonio Auvarez,
pedida, pues, después de uná terrible operación
de cuyo buen resultado, los misnos médicos se
Párroco.
admiran, ha recobrado dicha persona la salud
L a p ro cesió n de M. A u x ilia d o ra .
perdida, cumplo agradecidísima la promesa, man
dando la limosna, encargando la celebración de
Hada largo tiempo que me aquejaba ima grave
una misa y publicando el favor alcanzado en
dolenda. Habíaseme hinchado de tal manera el
pié. que casi me impedía andar, hadándose ne la$ páginas del Boletín Saiesiano.
cesaria la intervendón quirúrgica. En trance tal
acudí a María Auxiliadora, prometiéndole que
a costa de cualquier sacrifido iría alumbrando
en su procesión el día de su fiesta. Y así lo hice
efectivamente, a pesar de lo dificultoso del reco
rrido de la procesión y de las súplicas de mi familia
que de mi propósito querían disuadirmé. ¿Cuál
no sería la sorpresa de todos, cuando al entrar
en casa me vieron andando sin dificultad ninguna
y enteramente restabledda? Acompañé la her
mosa procesión de la Virgen sin sentir la menor
molestia y pude comprobar que con el dolor había
también desapareddo la hinchazón. Lo que me
(Gerona).
Una devota de Bagttr.
.¡G r a c ia s a M a ría !
Habiendo mi nuera Dolores enfermado gra
vemente, a los ochos días de un parto, llegamos,
á perder la esperanza de salvarla. La debilidad
de su estado, unida á la bronco-neumom'a gripal
que tantas Wctimas ha hecho, la pusieron al
lÚtimo trance. Acudí entonces á María Auxilia
dora con fervorosa p ica ría y promesa de pubhcar la merced, á más de una modesta limosna.
La enferma mejoró y está restablecida. Cumplo
''I
— 266 ~
pues publicando el hecho a mayor gloria de Js'uestro
Señoi y de su Sma. Madre.
María Auxihadora por haber logrado una gracia
que le pidió. Manda una limosna para que celebren
una misa á su altar y pide que siempre le proteja.
Ripoll, julio 1930.
Betij (5QUE (Venezuela). — Dan gracias a María
Ventura H oms.
AiDciliadora las Sras. Rosa G. de Olmos e hija y
H<allábase gravemente enfenuo cOn fiebre tifoidea en\ua 5 bolívares; Antonia de Viloria id. id. 5 boL;
mi hermano José María, y mi tribulación era Julia Rosa Lera, i b.; Mercedes V. de Abréu, 5 bol.;
grande. En tan angustiosos momentos acudí como Una devota, i.
•otras veces, a María Auxiliadora, pidiéndole la
Betulia (Colombia-Santander). — S. G. G. y
salud de mi hermano, y le ofrecí comulgar, enviar Justiniano Serrano dan gracias a María Auxilia
una limosna a los ñiños pobres y dar publicidad dora por haberle Hbrado de im cólico mortal al
ú esta gracia, si me era concedida. La Virgen primero; y al segimdo, un hijito suyo, que escapó
Santísima, a quien, como dice San Bernardo, no de las garras de la muerte, al hacer la promesa,
se le ruega en vano, escuchó mis preces y hoy mi que hoy cumple de inscribirse en la Pía Sociedad
(jucrido hermano se halla restablecido, después de los Cooperadores Salesianos, y envía tres francos
(le una tan larga como peligrosa enfennedad.
de liniosna.
Una y mil veces doy gracias a María Auxilia
B uenaventura (Colombia). — La Sra. Da.
dora, por tan señalado favor y cumplo, enviando Filomena de Liloy envía 3 p, oro para el culto de
á los huérfanos de Quito (Ecuador) la limosna María Auxiliadora.
ofrecida.
Buenos-Aires (Cauca-Colombia). — Las Stas.
Esm eraldas (Ecuador).
Inés y Natividad Villamarín dan gracias a María
Ada M. Arroyo W.
Auxiliadora por haber dado la salud a ima
hermana, después de una grave operación, devol
Hacía tiempo que .sufría mas fuertes reumas viendo la tranquilidad a toda la famiha. Envían
que ni aun me pennitían menear los brazos; re i ’50 p. oro, para los huerfanitos. — Da. Cecilia
solví hacer una novena a María Auxiliadora, pi Manrique y Da. Evangelina Rincón mandan i v
diéndolo mi curación, y prometiéndole la pubh- 0*20 p. o. respectivamente por favores recibidos.
cación de la gracia. Empecé la Novena y el primer
C ^ i (Colombia). — Da. Rosario UUoa de Fidía de ella estuve curada.
gueroa, agradecida a M. A. por la mejoría que
México, 17 septiem bre 1919,
concedió a una huerfanita prohijada, da una
Soledad D. A barca.
enfennedad mental que padecía, manda tres dó
lares de limosna.
Dan también gradas a María Auxiliadora y envían
Cartagena (España). — Da. Dolores Bernabé
una limosna:
profundamente agra(iecida a María Auxiliadora
AK'.uaviva (Gerona). — Por gracia recúbida de por haber devuelto la salud a su marido, librán
M. A, un amigo de la Obra Salesiana envía 50 ptasí. dole de una operación, envía 250 ptas., para la
AsrrNCiÓN (Paraguay). — Susana S. de Fef- Obra de Don Bosco, y desea se publique la gracia,
nández hace público su agradeciniento a nuestra para honra y gloria de la misma y consuelo de
buena Madre María Auxiliadora por un señalado los que acuden a implorar sus auxilios en las tri
favor recibido.
bulaciones de la vida.
• La Señora de D. J. Montero, da graia.s de
Ckrrito (Valle de Cauca-Colombia). — Por fa
corazón a María Auxiliadora por un fa\-or reci vores recibidos de María Auxiliadora, le dan pú
bido y hace púbüco el favor para honra y gloria blicas gracias y envían unas limosna los señores
de Dios.
siguientes: D. Dionisio Gil, i p. oro; Da. Nieve.— Elisa R. de Quevedo, infinitamente agra Martínez de Gil, 1 p.; Da. Angélica SaRvedra,
decida.
o’50 p.; Carmen y Margarita, 1 peso para las
— Doña Leocadia Franco, publica su gratitud misiones: Da. Dolores Baj-o, i ’ yo p.; Trán.silo
á María Auxiliadora por unas gracias que le alcanzó. Ortiz de Duran manda 4 libras esterlinas y 200
B.-VÜOI.JVS (Gerouíi-Esp.). — Da. Carmen lo pesos para los huérfanos; 5>rtas. Mercedes v María
gueras de Gabañach expresa su vivísima gratitud Antonia Durán, 150 p. cada una; Da. Arcelia Jaraá María Auxiliadora a quien debe la salud de su millo, envía media libra esterlina; D. Silvestre
querida sobriuita Mercedes. Cumple la promesa Castrillón manda 40 p. para las misiones; Da.
haciendo celebrar una misa y publicar la gracia Dolores Bayo da gracias por un favor milagroso;
el el Boletín Salesittn<K
Da. María P. Paredes, 400 p. por favores recibidos;
- Las señoritas Concha y María Salellarv de Da. Inés Osorio o’6o p. para una misa; D. Casi
Llobct uuuulau celebrar una misa a Alaría Auxi miro Tenorio, i p.; CeciUa Poter 2 p.; Clenientina
liadora en hacimieuto de gracias por haber ali López o’50 p.
viado a su (lucrida mamá y jxx>rmitídole dejar la
Cuenca (Ecuador). — Da. Mercedes A. hace
cama. de.spués de .seis meses de dotoro.sa enfermedad.
pública la oargta utgeión de ua sisvienie
- Don Frauoi.sco tíabañach y Suñer reconoce suya, que hallándose gravemente enferma de
que debe a uu favor de la Sma. Mrgen Auxilia calenturas y desahuciada de los médicos, y habién
dora, la curación de su esposa, que estuvo grave dosele aplicado una imagen de María Auxiliadora
mente enferma.
recobró casi instantáneamente la salud.
Barcelona (España). — l ’n Cooperador Sale— N. N. da gracias a M. A. por haber alcan
siano se profesa muy agradecido á la Sma. \'irgen zado la salud de su esposa, que padecía al niisn.o
— 26? —
tiempo d os g r a v e s e i^ e n u e d a d e s y e sta b a d e sa
huciada d e lo s m éd ico s.
C u e n c a (España). — P. H. S. da gracias a
Haría Auxiliadora y envía 15 pías, jxjr un favor.
FÍG ü ERAS (Gerona). — Da. Benedicta Fortunet
por una gracia alcanzada envía 5 pías.
FoSAGUA (Ecuador). — Una devota de María
A uxiliadora le d a gracias por haber conseguido
todo lo que le ha pedido; envía im a limosna y
desea se publique.
G e r o n a (España).— Da. Gertrufdis Roma
guera por nna gracia alanzada de M. A. manda,
celebrar una misa en su honor.
T U R fN
—
rosa M. de Segovia hace publico su agradeci
miento a María Auxiliadora por mi señalado favor
alcanzado y envía 70 liras de Uinosna.
— La Srta. B. Sierra da gracias a M. A. por
un importante favor alcanzado.
— La Srta. C. Garza, después de varios mesc>;
de padecimientos, sin hallar alivio alguno en la
ciencia médica, halló el remedio de su enfermtxhul
en la invocación de la \ürgen bendita.
Los A ngeles (California). — Uña devota da
gracias a María Auxiliadora pdr haberle alcanzado
la salud y envía una limosna para su culto.
Mercedes (Uruguay). — Da. Aurora Chifflet,
L o s n iñ o s v ie n e s e s en to rn o d e D o n A lb e ra .
— Da. Margarita Ferrer da gracias a M. A. por
haber dado la salud a una hija suya de -zo años
enfenna de grippe, con puhnonía doble, tifus e
inflamación, y desahuciada por completo de los
médicos después de catorce consultas. La afiigiíia
madre hizo una novena a María Auxiliadora y
alcanzó la curación de la joven; por lo que llena
de agradecimiento pide se pubUque la gracia en el
Boletín Salesiano.
— Da. Carmen Adroher publica en el Boletín
Salesiano la curación de su hennano, alcanzada
por intercesión de María Auxiliadora, en cumpli
miento de ima promesa.
C'
— Da. M. S. teniendo a su hermano enfermo
de gravedad, pidió su salud a la \'irgen Auxilia
dora, la escuchó benignamente la súplica. Da
publicamente gradas y manda una limosna.
Linares (Xueva I^n-M éjicoJ. — Da. Sinfo-
hallándose enfenna de la vista acudió a imc.stra
dulcísima Madre María Auxiliadora con nna
novena, prometiendo publicar la gracia. Con.seguida esta, cumple lo ofrecido.
P u n t a r e n a s (Chile). — Da. Canneii Blayr da
infinitas gracias a María Auxiliadora por liáberla
concedido una muy especial para el bien e.spiritual de su hijo.
R o c a f ü e r t e (Manalú-Ecuador). — Por medio
de la Srta. María Ester Huerta, envían una li
mosna: Rosa María Huerta, dnco sucres a M. A.,
por ima grada redbida; Sra. Mercedes G. de Solorzano i Doctor Manuel M. Godoi , 5 sucres para
obtener la salud. — Una devota, 2 sucres por
gradas redbidas. — Srta. Rosa Amira Alvarado,
3 sucres: imo para tma mLsa por las ánimas, uno
para los huérfanos y el otro para el santuario de
María Auxiliadora.
— 268 —
R o zA i,E N (Cuenca-Esp.). — Don Gonzalo Huel- •
ves da gracias a María Auxiliadora por un favoár
recibido y envía 2 ptas de limosna.
vS a k k ia ’ (Barcelona). — Da. M. del R. M. pu
blica su agradeciñiietlto a la Virgen de Don Bosco,
por haberle alcanzado la salud.
S r g a r o (Geroiia-Esp.). — Da. Concepción Mateu de Noguer en acción de gracias por varios
favores recibidos, da 6 ptas. para el culto de M. Ai
T u m a c o (Colombia). — Da. Romelía de Arias
da muy rendidas gracias a María Auxiliadora por
varios favores alcanzados y envía dos dólares
para los huerfanitos de Don Bosco.
V i c o (España). — Da. Concepción Villamarín
de Costas da gracias a María Auxiliadora por
favores recibidos por mediación de Don Bosco, y
envía 30 ptas. de limosna.
— M. P. da gracias a María Auxiliadora por
haberle alcanzado la salud a su heniiano que se
hallaba graví.simo y envía una limosna.
— Da. F. P. encontrándose enfenna, acudió a
María Auxiliadora, y habiendo obtenido la salud
hace público el favor y manda 25 ptas. en acción
de gracias.
Un tremendo revés de fortuna amenazaba
sumir mi familia en la miseria y habíase perdido
toda esperanza de evitarlo. La lectura de la vida
de Don Bosco trajo algún alivio a mi alma y me
sentí animada a ponerme bajo su'protección. Una
noche soñé que había venido a consolarme. Me
desperté muy enternecida y entonces me acordé
que estábamos en la novena de María Auxilia
dora. La comencé con verdadero fervor, poniendo
]x>r intercesor al Vble. Bosco. A los cinco días el
asunto quedó resuelto satisfactoriamente, de un
modo repentino y milagroso. ¡Bendita sen María
Auxiliadora y el Padre amadísimo, que desde la
patria de los bienaventurados se acuerda y con
suela a los que gimen en este destierro!
Alessandria, 34 m ayo 1919.
I d a Brsio.
Una especie de tumor que le había salido en el
cuello a mi marido, me tenía muy apesadumbrada,
pues temía cine se resolviese con carácter maligno.
No sabiendo de qué remedios echar mano, acudí
al Venerable Don Bosco pidiéndole me alcanzase
do María Auxiliadora su curación; y empecé una
novena con esa intención. Durante los nueve días
fué disminuyendo la malignidad del tumor y al
terminarse, había éste desaparecido por completo
sin dejar rastro ni .señal.
Bendigo por tanto de corazón al X'enerable
Don Bosco y ele expreso públicamente mi gratitud.
E. de M.
Las Causas de Beatificación
D E N U E T R O S S IE R V O S D E D IO S.
E l martes, 8 de jimio de este año, en el Pa
lacio Apostólico Vaticano se reunió la Congre
gación particular de los Sagrados Ritos para,
discutir, y dar el voto;
a) acerca de la validez de todos los Pro
cesos Apostólicos y Ordinarios de la Causa de
Beatificación y Canonización del «Venerable
J uan B osco, Fundador de la Pía Sociedad Salesiana y del Instituto de las Hijas de María
Auxiliadora.
b) acerca de la validez y resultancias del
Proceso Apostólico, seguido en la curia dioce
sana de Turín, sobre la fama en general del
Siervo de Dios D omingo Savio , alumno del
Oratorio Salesiano de la misma ciudad.
— Con fecha del dia 28 de julio de esto
año 1920 salió en el Acta Aposióliccte Seáis, t\
decreto de la Introducción de la Causa de
Beatificación y Canonización del Siervo de Dios
Don A n d r és B e ltr a m i , sacerdote de la Pía
Sociedad Salesiana, jnuerto en olor dé santidad
ei dia el 28 de diciembre de 1897 en Valsalice
(Turin) a la temprana edad de ventisiete años.
De esta preciada ñor del jardín salesianohablacemos más despacio en, números sucesi\*os.
Por los niños de la calle.
BAHIA BLANCA (Argeutina) — Un articulo in
teresante.
El 18 de Marzo p. p. el R. P. Luis Pedemonte,
Inspector de los colegios Salesianos del Sur Ar
gentino, llevó de Buenos Aires a Viedma a ocho
menores huérfanos, recogidos entre los 20.000 niños
abandonados que pululan en las calles de Buenos
Aires. Los ocho huérfanos, que estaban a dispo
sición del Juez de menores, Dr. Uricn, han sido
asilados en el Colegio San J osé de Artes y Oficios
de \'iedma.
Transcribimos el hermoso artículo que publicó
« El Atlántico * de Baliía Blanca, dando cuenta
de la visita que le hizo el P. Pedemonte con los
huerfanitos.
Lo que trajo el Padre Pedemonte de Buenos
Aires. — Un obsequio del doctor Salinas.
I.legóse ayer tarde hasta nuestra redacción el
Padre Inspector de los Salesianos en la Patagonia.
\’enía con él otro de los meritorios hijos de Don
Bosco. que actúan entre nosotros, y lo rodeaban
haciendo ccaitraste con un vigoroso y auténtico
potagón que completaba el cuadro, ocho niños
de nueve a catorce años. Bien vestidos y calzados
los pequeños, liinpitos, un poco fatigados eviden
temente, pero con los .ojos alegres y curiosos, en
traron muy fonualitos, gorra en mano y el saludo
cordial en todos los labios.
. 1
— 269 —
El Padre Pedeinonte, reposado y con esa ainable
■ bondad que es la característica del infatigable
misionero, se adelantó a nuestra pregmita:
— Es un regalo que me lia hecíio en Buenos
Aires el Sr. Ministro de Justicia.
Las autoridades competentes no se hacen cargo
■ de ellos, « por que no sabían a que item cargar el
gasto ». Acaso el Padre Pedemonte estuvo tentado
de decir al tinterillo que podía cargarse al « item »
del bolsillo del doctor Cantilo: pero no se animó.
Con lo que hizo mal.
Entre tanto los chicos están el el c o l^ o « Don
Bosco », contentos en su nueva vida, comiendo
a dos carrillos y durmiendo en colchón, que mu
chos de ellos no conocían hace años, si es que lo
han conocido nunca. Y a han elegido oficio: tres
quieren ser carpinteros, dos tipógrafos, los res
tantes zapateros.
Uno es francés, dos españoles, los demás criollos
puros. Los españolitos proceden el imo de Asturias,
de Burgos el otro. Este es el único que tiene madre,
si bien hace años que no recibe noticias de ella.
— Rodando por esos mimdos, nos dice, dejé
de escribirla.
Nos cuenta luego que hace tres años su madre
lo mandó a América^ para que se hiciera hombre
y aprendiera un oficio, con un paisano a quién
entregó para los gastos 2000 pesetas. E l paisano
no bien llegado a Buenos Aires lo conchavó por
ahí y él se hizo hiimo con las monedas. Sin control,
sin guía el pobrecito anduvo rodando de casa en
casa como mandadero, como criado, como lavacopas. Un buen día se quedó sin trabajo, y asustado
después de pasar dos días sin techo y sin comer,
se presentó espontáneamente a la poHcía, que se
hizo cargo de él.
Otro, un criollito de Zárate, nos cuenta que su
tío lo llevó un día a Buenos Aires y alU lo dejó
abandonado.
— El pobre no podía mantenerme... — disculpa
sin amargura el liijo, al descorazonado progenitor.
El de más allá, procedente de la Pampa, fué
llevado a Buenos Aires por el doctor B... como
sirvientito. « Me dieron *, dice. Luego, como la
familia se fué a la capital, lo dejaron de patitas
en la calle frente a la miseria y al vicio, como
quién en una mudanza deja a un gato o a im perro.
Así por el estilo, es la historia de los demás.
Triste, infinitamente triste y sin grandeza.
Nosotros que sonreímos al ver entrar a nuestro
buen amigo rodeado por su pollada, nos hemos
puesto serios. El padre Pedemonte lo nota y nos
pregunta sin abandonar su sonrisa:
— ¿Qué nos dice, ahora?
— Qué es Usted im grande hombre, le contes
tamos.
— jBah! nos replica. Grande será el que nos
ayude a hacer frente al problema que le plantean
estos chicos al cocinero de Viedma. El hombre
hace algunos guisos con buena mano, pero hasta
ahora no ha aprendido a repetir el milagro de los
panes y de los peces...
Nosotros estamos s^oros que el infatigable
misionero habrá encontrado a su « hombre * antes
de pocas horas. Le bastará dirigirse a algimosde
los favorecidos de la fortuna que hay, y decirles,
mostrándoles a los muchachos:
— Señores, ¿quieren contribuir Ustedes a que
haya ocho anarquistas menos en el mundo? •
MONTEVIDEO (Uruguay). —
ños
T r e n t i c i n c o ñi
CORRIGENDOS, RECOGIDOS EN I.OS « T a I.T.1>
RES D o n B o s c o >. — Todas las naciones, que
tienen conciencia de sus deberes, se preocupan de
la educación y rehabilitación de los niños delin
cuentes. Necesiatn estos ser colocados en muy
diferente atmósfera de la (jue se respira en In.s
cárceles ordinarias, donde se aglomera la flor y
nata de la criininaUdad y del vicio, l'l Consejo
de la % Protección de Jlenores » de Montevideo
tomó el laudabilísimo acuerdo de sacar a los
jovencitos encerrados en los establecimientos pe
nales, para sustraerlos a posibles perversiones y
ver de darles facilidades para su refonna morní.
Pero su nobilísimo empeño tropezó con una difi
cultad insuperable: en el T'ruguay no hay in.slitutos para esa clase de niucliaclios. En buen hora
\ino a resolver el conflicto la caridad y celo del
M. Rdo. P. José Gamba, Inspector de los Colegios
Salesianos, quien ofreció hacerse cargo de cierto
número de esos jovencitos, escogidos entre los
más necesitados, los cuales asiló en los « Talleres
Don Bosco », donde serán paternalmente educados
y atendidos, al paso que aprenderán un arte u
oficio, que, vueltos al seno de la sociedad, les ser
virá de ganarse honradamente el pan;
Así fué que a últimos de mayo, precisamente
al tiempo que en Turín se festejaba solemnemente
al Venerable Don Bosco, el P. Gamba, acompa
ñado del Director de los * Talleres » P. Harispimi,
fué al Correccional de Montevideo para elegir a
quince muchachos entre los que parecían más
abandonados y faltos de instrucción. Mas el lasti
moso espectáculo de esos pKjbres niños; más des
graciados que culpables, enterneció sobremanera
el corazón de los dos vi.sitantes, quienes elevaron
el número de los favorecidos hasta venticinco.
Salieron éstos del lugar de castigo con gran
júbilo y alegría, siendo envidiada su suerte jwr
los que allí quedaban: y acompañados por los dos
Padres pasaron iimiediatamente a uji Instituto
de higiene publica, donde se asearon y vistieron
de nuevo; y una vez limpios y decentemente
trajeados, hicieron aquella misma tarde su ingreso
en las Escuelas Profesionales Salesianas, acogidos
con entusiasmo por los restantes alumnos.
Es más: la escuadra de los redimidos no cesó
de aumentar desde aquel pimto, de modo que
por la fiesta de María Auxiliadora su número era
ya de trenticinco.
Nadie negará que los Salesianos de Montevideo
y sus beneméritos Coop>eradores han festejado
muy dignamente a nuestro Vble. Padre Don
Bosco, quien sin duda les Iiabrá felicitado jxjr
su noble acción y bendecido efusivamente desde
el cielo-
POR El MONDO SniESlíINO
RODEO DEL
MEDIO (Argentina). — H o n zuela, que por coincidencia fehz se han cumplido
- Tan pronto cpmo se esta en el presente año.
bleció en la Argentina el « Ahorro Postal » los
La apertura de este cómodo edificio ofrecerá
Salesiano.s se apresuraron a iini)lantarlo. y fomen indudablemente una nueva etapa en la vida edu
tarlo entre sus niños.
cacionista de estos ¡nieblos. A él podrán enviar los
I’viitre los Colegios que mas se han distinguido padres de familia sus hijos, en la seguridad de que
en ese noble empeño, merece citarse la * Escuela además de recibir una educación sóhda, basada
Don Hosco o de Rodeo del Medio, c[ue en el con en principios de moralidad abjjoluta, su salud estará
curso último, promovido por la Caja Nacional, garantizada por las condiciones higiénicas del
ganó el segundo puesto.
nuevo local, en el cual ni un detalle se ha descui
Id Sr. Juan Remond, ex-alunmno de Don Sosco dado, hasta el punto de que cuando allí se penetra
y maestro de dicha Escuela ha sido j)reuiiado con nos parece estar en uno de e,sos edificios europeos,
la suma de 300 pesos.
alegres y confortables, que nuestra imaginación
(¿ue sea enhorabuena y ¡adelante!
admira leyendo crónicas de.viajes ».
Al presente el Colegio ñeñe sesenta alumnos
TARIBA (Venezuela). — I n a u g u r a c ió n d e un internos y im centenar de externos.
NUEVO Colegio . — Nos escriben de esa impor
tante ciudad venezolana (lue el día 27 del pasado
SUCRE (Bolivia). — N o t ic ia s m e n u d .as y
enero fué solemnemente bendecido e in au ^ ad o CONSOLADORAS. — Del Colcgio « Don Bosco ' de
el nuevo edificio, donde se ha instalado el colegio la capital bohviana nos escriben algunas buenas
stilesiano.
nuevas, que con gusto, damos a conocer a nuestros
El Kxemo. vSr. Arzobispo de Caracas, que había lectores.
dado la bendición a la primera piedra hace dos
En el templo de San Agustín se celebraron con
años, ha tenido el consuelo de daila ahora al edi^ mucha solemnidad los oficios de semana santa.
ficio ya acabado. Con tal. motivo se celebró ima Una nota hermo.sa la dieron veinte ex-alumnos,
nunlesta fiestccita, que terminó con ima hermosa que venciendo todo humano respeto, fueron* a
\ elada en honor del Prelado.
comulgar en cuerpo. Y con su recogimiento y de
El diario « E l Pueblo » de San Cristóbal, describe voción ofrecieron im hermoso ejemplo de religio
el nuevo Colegio de esta manera;
sidad. lambién el mes de María fué muy solemni
« ha planta de dicho edificio ocupa ima exten- zado y concurrido.
siíu de treinta y cuatro metros de frente por se
El día 18 de abril se posesionó del cargo el
tenta y seis de fondo. I.a parte construida a dos pisos nuevo director, Rdo. Don Florencio Baldi. Tiene
comprende una superficie de treinta y cuatro metros actualmente el Colegio 120 alumnos, que tienden a
jxir cincuenta y seis. El primer piso contiene vein amuentar. Además, anejo a las Escuelas, funciona
tiún departamentos — excluyendo los de cocina, im Oratorio Festivo, frecuentado por unos do
.servicio y baños - - destinados en su mayor parto scientos muchachos.
]>ara salas de estudio. El si'guudo contiene veinti
trés. a sah-er: dos grandes donnitorios, el uno de
SANTIAGO DE CHILE. — E l s o l e m n e acto
\ eintiocho metros por seis y el otro de veintiocho ¡xir D E A D H E S IÓ N A L A S F I E S T A S D E T u R Í N . __ Eli el
tliez; un salón de enfenuería; nn salón de lavabo Colegio de la Gratitud Nacional de Santiago, el
para los alnnmos: doce piezas particulares; una sala día 30 de mayo se conmemoró la inauguración,
j>ara bibliotecha; un corretlor para museo y gabi del Monmiieiito de Don Boseo con im solenmeacto
nete; otro para clase de música y cuatro piezas
Por la mañana hubo una comunión general de
jiara estudio de piano.
A nti^os Aluumos. que fué muy concurrida. -A
En esta obra, única en su género en la Repú las tres de la tarde se reunieron en el salón de
blica. según opiniones autorizadas, se ha invertido actos im gran número de dustunguidas personali
la suma de doscientos mil bolíviu-cs; se ha cons dades. entre ellas el Nuncio de S. S. Mons. Benito
truido cu un plazo relativamente corto, y dada Aloisi Masella, acompañado del Auditor Mons,
la crisis económica de ijue convalece actualmente Gobbini; los Exemos. Sres. Ministros de ItaUa.
el nnmdo entero, los e.sfuerzos desplegados en su España y El Uruguay, señores Conde Nani Moco,
ejt'cución. pueden calificarse de heroicos. Ix)s nigo, Don Manuel García Jové y Don Dionisio
Sidesianos la ofrecen a la Nación y especialmente Ramos Montero; y el Intendente de la provincia
al Táchira en conmemoración y recuerdo de las Don Francisix) Subercaseaux. y otras señores
« Bodas de Plata » de su establecimi uto cu Vene Cooperadores y nobles damas.
ro sa
D IS T IN C IÓ N .
— 271 —
Pronunciaron hermosos discursos los Señores
Don Manuel Cáceres, por los Antiguos Aliunnos
y el P. Juan Zin. Don Ernesto Zúñiga liizo una
interesante disertación sobre la Archicofradía de
María Auxiliadora. La velada fué amenizada con
música, cantos y declamaciones por los Ex-alumnos
y alimmos de la Casa.
Alicante (España). — N u e v a F u n d a c ió n . —
La Virgen Auxiliadora que desde el momento
que entró en la liermosa ciudad de las palmeras
tuvo una acogida cariñosa y entusiasta en extremo,
por parte de todo el pueblo, devuélvele hoy los
homenajes recibidos en forma de bendiciones y
auxüios preciosísimos.
No ha olvidado la celeste Auxiliadora los pri
meros meses que siguieron á su llegada en Alicante,
cuando, estando provisionalmente hospedada -en
la Capilla del. Santísimo de la Colegiata de San
Nicolás, recibía diariamente infinitas \fisitas y
obsequios, sin que ni un momento de <h'a y de
noche, faltasen velas y frescas y olorosas flores
delante de su imagen, y el amor con que todos,
pobres y ricos, concurrieron a levantarle un tem
plo, y la solemnidad y mmca visto entusiasmo con
que fué trasladada de su hospedaje prorósional a
a su nuevo y espléndido trono... Por esto, no es
de maravillar que con maternal solicitud haya
enriado la Virgen al noble pueblo alicantino,
primero los Salesianos para que cuiden y atienden
a los niños; y últimamente las Hermanas, sus
Hijas, para que se hagan cargo de las niñas, y las
cuiden, eduquen y enseñen, y Jas conviertan en
preciosas flores de virtud.
Un hmnilde y virtuoso sacerdote, deseoso de
acudir a las necesidades espirituales de la pobla
ción, se interesó ix>r llevar a ésta a las Hijas de
María Auxiliadora para que ayudasen a la edu
cación de las niñas pobres y de las obreras. La
Jimta de Señoras Protectoras de las Obras Salesianas, que ya habían levantado el hennosíí edi
ficio e iglesia de las Escuelas de San José, patro
cinó esta nueva iniciativa con entusiasmo. Se
buscó el edificio a propó.sito; se arregló y amuebló
dejándolo hsto para recibir a la nueva Comunidad,
que liizo su entrada en la población el día 21 de
abril. La Madre Inspectora, Sor Emilia Fracchia,
y otras cuatro rel^osas fueron recibidas por
las Autoridades, la Junta Protectora, Bienhechores
y una muchedmnbre de pueblo. Desde la estación
se trasladaron a la iglesia de María Auxiliadora,
a la que saludaron con el canto de la Salve, y desde
allí pasaron a su domicilio, donde fueron recibidas
a los acordes de la banda y con vivos aplausos y
ritores del vecindario.
Están abiertas ya las escuelas populares y
gratuitas, que frecuentan 180 niñas de la barriada;
y son al pie de ochenta las obreras que acuden a
las clases de noche. No se puede hacer más, jxjr
la estrechez del local y escaso número de las Her
manas.
Santiago de Chile. — R e u n ió n d e A n t i g u a s — El 23 de Mayo p. p . se efectuó
en la casa c o tra l de María Auxiliadora, una reu
nión general de Ex-alunmas con el objeto de adhe
rirse a los grandiosos festejos que en el mi,smo día
se celebraban en Turín, ante el monumento, del
inmortal Don Bosco.
Habló en esta circimstancia el Rev. 1’. Lui.s
M. Nai, Inspector de los Colegias Salo.sinuo.s, que
con frase clara, entusiasta y conriucente puso de
relieve la gran misión de la Ex-alumua en el hogar
y en la sociedad. Explicó con ojEirtunos ejemplos
el e.spíritu que debe animarla, espíritu sincera y
profundamente cristiano, que se manifiesta jxir
un celo activo y prudente, que ama y se sacrifico,
embalsamando con su espíritu vivificante el
dicho.so ambiente en que penetra.
Cual fuese el entusiasmo de aquellas buenas
jóvenes, algimas ya madres de familia, es más
para imaginado que para descrito...
Al día siguiente fiesta de María Auxiliadora,,
acudieron múnerosas a presentarle el sincero
homenaje del corazón y a fortalecer sus almas con
el Pan Eucarístico, estrechando una vez más el
dulce lazo de confraternidad, que despertaba en
todas iel firme deseo de trabajar con mayor celo
a favor de su amada Asociación.
A l u m n .\s .
MADRID (España). — Una de la.s resolucione.s
adoptadas en la Asamblea Nacional de Antiguos
Alumnos de abril último, fué la de constituir en.
Madrid la Congregación de Antiguos Alunino.s de
las Casas Salesianas de E.spaña,, re.sideiites en
Madrid. E.sta resolución no podía estar más en
su punto. Porque es muy frecuente el caso (|ue
por razón de estudios u otros negocios, tengan
que pasar largas temporadas en la capital, varios
Ex-alumnos perteneciente.s a diversos Centros.
Era, pues, necesario ofrecer a esos jóvenes el modo
y la ocasión de avistarse y frecuentar el trato de
sus antiguos Superiores, hacer sus prácticas de
piedad y recibir alguna buena palabra o consejo
que les preservase de los muchos y frecuente.H
peligros en que naufragan tantas esperanzas en
flor.
A pesar de la premura del tiempo que no ha
permitido conocer ét domicilio e invitar sino a
muy pocos, el día 2 de mayo se reunieron 34 de
estos hijos dispersos, que duieron su iicmbre a la
nueva Congr^adón con grande entusiasmo, la cual
quedó por tanto desde aquel punto definitivamente
constituida.
Los congr^ados proceden: i de la Casa de Bar
celona, 2 de la Casa de Béjar, i de la Ca.sa de Ciu-
2/2
dadela, i de la Casa de Córdoba, 6 de la Casa de
Madrid (a más de los 70 ya inscritos en el Círculo
* Don Sosco * formado por A . A . de estas Escudas
que. pudiendo reunirse semanalmente, desarro
llan una acción más intensa), 3 de la Casa dé Mataró, I de la Casa de Ronda, 3 de la Casa de Sala
manca, I de la Casa de Santander, 2 de la Casa de
Sarria, i de la Casa de Sevilla y 12 de la Casa de
Utrera. El Rvdo. P. Manfredini, Director Espi
ritual de la Congregación, celebró a las nueve la
Santa Misa durante la cual tuvo el consuelo de
distribuir la Santa Coiimión al numeroso grupo de
jóvenes dispuestos a confesar públicamente su
fe y a convertir.se en centro de atracción para
muchos otros. Después del <lcsayuno tomado en
familiar compañía se reunieron lodos en el local
del « Círculo Vble. D. Hosco ■) donde fué consti
tuida con carácter definitivo la siguiente Jmita
Directiva; Presidentas D. I ' k a x c i s c o A r d i z o KI-:,
ex-aluiuiio del Colegio vSalesiano de Utrera, abo
gado del Jvstado; Vicepresidente: D. AUGUSTO
Y shun también del Colegio de Utrera, Coman
dante de Intendencia; Secretario: D. JKSU S Fia^N A N D iíz, del mismo Colegio d e ' Utrera, Lie. en
Ciencias históricas; Tesorero: D. F e r n a n d o F o n DEVIUA, ex-alumno de la Casa de Sarriá, Lie. en
Ciencias históricas. Vocales: D. JO SE N iE X O , ex
alumno de la Casa de Sevilla, empleado; D. F e r.iPK GÓMEZ, de la Casa de Béjar, empleado; D.
A n g i í l d e e a s IlERtVS, ex-alumno de estas Escuelas,
empleado y D. R a i m u n d o S á n c h e z , también de
estas Escuelas, Oficial de Correos.
Dióse además lectura a la comunicación oficial
de la Constitución de la Congregación al Rvdmo.
P. Albora v al Comité Directivo de la Federación
Nacional ipiedando todos los ^istentes altamente
satiAfechos del éxito de la primera reunión y gran
demente animados para trabajar segiíii el espíritu
de la Congregación y para amnentar el muiu ro
de los Congregantes.
Eiiino. limo. Sr. Dr. D. Frantlsio iK P. Mas y Ollvm.
O bispo
de
G erona.
Murió satamente en esta ciudad el día 16 de
abril. dc.spué,s de una larga y ¡jenosa enfemiedod,
sojíortada con admirable paciencia.
Este ilustre Prelado proft'saba lui grandísimo
cariño a la Obra de Don Hosco, entre cuyos CooIK'rndores se inscribió siendo joven sacerdote.
Su ojemi)laridad, ciencia y ardiente celo, le llevaitíu a los más elevados c a i^ s entre el clero
barcelonés y por último a la Silla ixjntifical de
Gerona. Lo mismo cuando era simple sacerdote
que siendo obispo, se ofrecía muy gustoso a
a predicar la divina palabra a nuestros niños
y a presidir nuestras funciones sagradas. El con
sagró con harta fatiga las diez y seis campanas
del Santuario. de María Auxiliadora de Sarriá,
y repetidas veces dió la conferencia a los Sres.
Cooperadores, últimamente siendo Obispo en
Gerona, con grande conciurencia de fides v
siempre con mucho fruto. ¡Sea una sentida ple
garia de sufragio, nuestra postrer ofrenda de gra
titud.!
Han fallecido t^ b ié n , y recomendamos enca
recidamente a la .caridad de nuestros lectores,
para que los tengan presentes en sus oraciones:
De España: en Barcelona: Da. Carmen Juliá,
Vda. de Mata, Da. Carmen Navarro Zecaznavar.
Vda. de Biada y Da. Josefa Tetradas Bmtáu de
Parés.
en Manresa: la Madre María Isabel Neiva, Reli
giosa de la Visitación: en Cardona: Don José Homs;
en Lugo: Don José Vázquez S ^ a , Maestro macio-:
nal y fen’^orso Cooperador; en Bólliga (Cuenca):
Don Gregorio Muñoz; en Cuenca, la Sr^. Pilar
Vela.
en Gerona: la Sra. Da. Pilar de Pastors, Da.
Rita Bastons y Vilahur, Vda. de Don Leoncio Torroella, y Don Tomás Simó y Oliveras; en Sta.
Coloma de Parnés, Don Manuel Rodés; en Casá
de la Selva, Don Francisco Vilahur y eu San Fehn
de Guixols, el Redo. Sr. D. Jaime Puig. Cma Pá
rroco.
De Colombia: en Labateca el distinguido y fer
voroso católico Don José Natividad Villamizar;
en Beiulia, la Sra. Da. María de la Cruz Plata de 3
Piuilla; en Pescador, Don Marco Fidel Prieto, y
Don Alejandro Nieto; en Cerriio, Don Noé Gil,
Don Agustín Oyalde, Don Joaquín Hemüda, Don
Pablo R. Martínez, Da. María de la Paz Igüedo,
Da. Raquel Gil. Da. Clcmentina Tenorio, Da.
Cristina Muñoz, Don Peregrino Moreno, Don
Pedro Martínez y Da. Pastora Leniz; en Cali, Dm {
Cipriano. Hidalgo, Da. Mercedes Riarcos de Pa
lacios, Da. Magdalena Barto, Vda. de Lorza y Da.
Purificación Ayala.
De Venezuela: en Triijilh Don Domingo Brasclii.
De E l Parga2(ay: en S. L. de Campo Grandx:
Da. Eustaquia Vera de Sotelo, Da. Dolores Gayosto
y el Dr. Don Manuel Pérez en Asunción.
De la República Argentina: en Bahía Blanca los
dos ilustres señores y beneméritos Bienhechorea
de la Obra Salesiana, Don Ramón A. López Ificubé y Da. Sara Peiré de Escasany.
Réquiem aetemam dona eis Domine, et lux perpetna luceat eis.
Reqtiiescani in pace — Amen.
Con aprobación de la Autoridad Eclesiástica: Gerente: GEMINIANO FERRARI.
Establee. Tip. de la S. A. Int. de la Buena Prensa — Corso Regina Margherita, N. 174 - TÜRIN
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Fecha
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1920.09
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1920.10