BS_1919_01

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Título
BS_1919_01
Descripción
Boletín Salesiano. Enero - febrero 1919
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LIBRERÍA EDITORA INTERNACIONAL DE LA S. A .!. D. BUONA STAMPA
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Turin (Italia), a la cual deben dirigirse los pedidos acompañados de su im pot/e.- E l pucr
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I^cvisía de ías Obras de Don Bosco
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Turin — ■ Via GoUolengo N. 32 .

¿JM A R IO . — Uon Pablo A lbera a los Cooperadores
S ü le sia iio s........................................... : •...........................3
Rasgos del V bíe. Juan B o s c o ........................................... lo
Kcos de las ñestas jubilares . . . . . . . . .
ii
.\uras de El T ib id a b o : Enjam bres de oro . . . .
14
N'itas de familia: Moiis. Costam agna
... . .
15
I'E NUESTRAS MISIONES: Ecuador: L a conversión de
un brujo — Rio Negro ( B r a s i l ) ..................................... 18
T.<oro e s p i r i t u a l ...........................................
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G racias de M aría A u x i l i a d o r a ...........................................¿o
Por intercesión del V b le. D. B o s c o ......................
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A los am igos de Domingo S a v i o ...........................
21
Efecto d e las buenas l e c t u r a s ............................................ 2
P o r e l m u nd o s a l k s i a n o : El Museo M ayonno Borgatello. Sarria — Oratorios F estivos: Estella —
Noticias varías: Bogotá, Asunción, Ñ apóles
. . 2.t
B ib lio g r a f ía ................................................................................ ,?o
Necrología
................................................................. , ,ii

D. PABLO ALBERA
A LOS COOPERADORES SALESIANOS
Turín. Enero i® de 1919.

Beneméritos Sres. Cooperadores
y Cooperadoras:
|i. dulce deber de la gratitud
para con Dios, que siempre
al comenzar de un nuevo año
nos invita potentemente a repetirle el
iiimno del agradecimiento, se deja sentir
mucho más vivo este año. El haber
saludado la aurora de este día es para
cada uno de nosotros uñ beneficio tanto
mayor cuanto más numerosas han sido
las víctimas que en todas partes ha ido
segando una enfermedad, benigna en
apariencia, cuyos caracteres y natura­
leza la ciencia no ha podido definir,
pero que en todas partes se ha mosirado verdaderamente grave y fatal.
Desgraciadamente también los hijos de
^

D. Bosco han tenido que lamentiir dolorosas perdidas, tanto más sensibles
cuanto grandes eran ya los vacíos cau­
sados en .sus filas por la guerra.
Por fortuna,. las serias preocupacio­
nes de ésta han pasado ya: pues no
sólo han cesado las ho.stilidades, sino
que son inminentes las gestiones de
una paz justa y durable. * Para explicar
tan repentino acontecimiento — decía
el Santo Padre en su Encíclica 0 7 wd
jam dm, del i®de diciembre, p. p. —
muchas y varias causas podrían a li­
garse; pero sí se quiere ver la razón
.suprema, es absolutamente necesario
remontarse hasta Aquél que gobierna
todos ios acontecimientos, quien, mo­
vido a compasión por las per.severames
oraciones de los buenos, ha concedido
por fin a la humanidad el respirar tran­
quila de tantos lutos y angustias. Per tan

- 4 —
señalado favor hemos de dar rendidas
j^^racias a ‘la'bondad del Señor».
Para la Gíníerencia de la Paz.

I’e.'o otro deber nos incumbe, reco­
mendado también [)or el Papa, es decir,
impetrar de la divina clemencia el co­
ronamiento del otorgado beneficio. Den­
tro de poco los Delegados de - la Paz
se reunirán en solemne Congreso para
llar a. las naciones una paz justa y- du­
radera; tendrán, por tanto, que lomar
deliberaciones tan graves y complejas,
cuales jamás hubo que tomar en humana
asamblea. Y así no es para dicho
cuánta necesidad tienen de ser ilumi­
nados para que puedan cumplir debiilamente su cometido. Y porque se
trata de decisiones que interesan en
sumo grado a toda la humanidad, « a los
católicos, que deben, por conciencia, fa­
vorecer el orden y el progreso civil,
les incumbe el deber de invocar la
asistencia divina sobre los que parti­
cipen a la Conterencia de la Paz ».
Pambién nosotros, amados Coopera­
dores, tenemos que secundar pronta­
mente y con entusiasmo las disposi­
ciones que el Episcopado Católico, en
obsei[uio a la invitación papal, ha ilado
a sus respectivos fieles, y consecuentes
con las enseñanzas y ejemplos del Vble.
1). Poseo ..- para quien todo deseo del
Papa era un mandato — hemos de
elevar a María .Auxiliadora especiales
oraciones, b^s mi deseo que privaila v
públicamente se prosiga rezando a
nuestra Celeste Patrona según las in­
tenciones del Sumo Pontífice, como se
ha hecho diariamente durante la guerra,
y (pie. como hasta aípií. el 24 de cada
mes, toda la niñez y juventud que fre­
cuenta nuestros Colegios, Escuelas. Hospicios. Granjas, Oratorios Festivos, etc.
sea invitada y debidamente preparada
a un.i Comunión general para el buen
éxito de la Conferencia de la Paz. A
los Salesianos y a las Hijas de María

Auxiliadora, y también a vosotros, ama­
dos Cooperadores, os confío el esta­
blecer las normas que en cada loca­
lidad parezcan más oportunas para que
dichas solemnidades eucarísticas resul­
ten más imponentes y devotas.
Agradecimientos.

Después de las Fiestas Jubilares de)
Santuario de María Auxiliadora, a las
cuales vuestra delicada atención y la
de mis* amadísimos hermanos unió ti
recuerdo de mi Mis.a de Oro., sólo un
deseo albergaba mi corazón, y era el
de atestiguar mi profunda, mi viva gra­
titud a cuantos me colmaron de tantas
y tan inmerecidas atenciones. Poco a
poco he procurado cumplir con esit
deber individualmente ; pero en el temor
de haber cometido involuntarias omi­
siones, y en el deseo de atestiguar mi
más profundo reconocimiento, me es
dulce repetir públicamente la expresión
de mi alma siempre abierta al recuerdo
y siempre reconocida.
Por la misma causa hubiera querido
ir a Roma desde el mes de junio, sin
tiendo, como sentía, cada vez más viva
la necesidad de postrarme a los pies
de Su Santidad que, casi olvidando su
dignidad soberana, ha querido abajar?»
hasta nuestra pequeñez y, el primen
entre todos, tomar parte, con un autó­
grafo preciosísimo y magníficos regalo?
en nuestra íntima alegría. Impedido p» ¡
varios motivos, no me fué posible sa­
tisfacer mis anhelos hasta el 18 de'
pasado diciembre; pero la bondad con
que Su Santidad me recibió, me hbolvidar las amarguras de la demora.
Si la extensión, ya habitualmente ' -wt
siva, de esta mi carta, no me lo vod,.r:>.
me entretendría, amados Cooper;idores, contándoos la inolvidable audiencia.
En su exquisita bondad, el Papa
agradeció las felicitaciones que le pre­
senté en nombre nuestro y vuestro por
las fiestas de Navidad, y los pésames

—5 ]*^r las penas que aHigen su corazón,
entre las cuales, las graves y dolorosas
enfermedades en personas de su AuL'iista Familia.
Expresó su contento por el éxito de
nuestras fiestas y con incomparable
amabilidad quiso saber si el P. Albera
había usado el 9 de junio la casulla
que le mandara.
Pasando a hablar del estado en que
se encuentra la Obra Salesiana, se mosiró muv satisfecho al saber que no hubo
necesidad de cerrar ninguna casa diir.inte la guerra a pesar de la>disminución
lid personal, añadiendo que se alegraba
mucho por la vuelta de tantos hermanos
del servicio militar, los cuales reanu­
darán con redoblado fervor sus trabajos
en la educación cristiana de la juventud.
Y a este propósito, manifestó su
gran satisfacción por el hecho de que
un sacerdote salesiano tiene cátedra de
Griego cristiano en la Universidad de
Turín y explica actualmente las Epís­
tolas de S. Pablo. No menos se alegró
>Is las noticias que le dió nuestro Proenrador, el R. P. Munerati, sobre el
Círculo Universitario Católico Romano,
de que es Consiliario FIclesiástico. El
Santo Padre se congratuló con él por
d crecido y creciente número de los
Socios y lo animó a seguir trabajando
ci ese apostolado.
Muy contento dijo que estaba de la
bbor de las Hijas de María Auxilia­
dora, agregando que le satisfacía el
anor y la docilidad qon que habían
«cog-ido el nombramiento del Rector
Mavor de Jos Salesianos como su D e­
legado Pontificio.
Finalmente, con las palabras más pa­
ternales que imaginar se puedan, de­
claró que al darme a mí la Bendición
Apostólica, era su intención darla ‘a
todos los Salesianos y a sus alumnos,
a las Hijas de María Auxiliadora y a
sus alumnas, a los amados Coopera­
dores y a cuantas personas deseaba yo
recomendarle particularmente.

Eterna será mi gratitud por la bon­
dad con que el Santo Padre se dignó
entretenerse conmigo tan larga y tan
cordialmente; por esto os ruego os
unáis comigo para elevar fervorosa.s
plegarias al cielo, a fin de que le con­
serve a su Iglesia por largos años tan
grande Pastor, no sabiendo de qué otro
modo podríamos domostrarle ])arte si­
quiera de nuestra filial devoción.

Informe del año 1918.
Pero es tiempo, oh amados Coope­
radores, de pasar, en conformidad con
nuestros Reglamentos y con los ejemplos
del Vble. Don Bosco y del inolvidable
D. Rúa, a informaros brevemente de
las obras realizadas por la Pía Sociedad
Salesiana en 1918, y luego a exponer­
os, en general, el programa que con
el auxilio de Dios y de vuestra caridad,
confiamos desarrollar este año.
I)

Obras ejecutadas en 1918.

A todos nos parecía que el año de
1918 había de ser extraordinaiiamenie
crítico para las Obras Salesianas. 1 a
guerra, reduciendo por una parle más
y más nuestros recursos económicos y
nuestro jiersonal, aumentaba por otra
el número de niños necesitados de au­
xilio especial, y nos forzaba a cuidarnos
de ellí)s. Pero seríamos injustos si al
dejar constancia del hecho no elevá­
ramos particulares himnos de gracia.s
a la Divina Providencia que desjdegó
particularísima bondad sobre las Obras
de D. Bosco.
Bajo el manto maternal de María
Santísima Auxiliadora, nueslres casas
no sólo permanecieron abiertas, sino
que rebosaban de niños; más de tres­
cientos fueron los nuevos huérfanos de
guerra que recogimos y mantuvimos;
y más de 500 los pequeños fugitivos
a quienes abrimos las puertas de nue.stros institutos para que compartieran



con nosotros y con el número mucho
mayor ile hucrfanitos y pobrecilíos ne*
cesitiulos de todo que ya alberí^ábamos,
el pan y el carino fraternal. Quien
piense un momento sobre el enopiie
encarecimiento de las subsistencias, no
pue.le, ya en este solo hecho, por
menos de ver una particular asistencia
del Señor.
I'aUre todas, me es dulce recordar
el Santuario erigido, en gran parte con
1 ts ofertas de vuestros hijos, en honor
tle María Auxiliadora, frente a la casa
donde nació D. Bosco, en Castelmtoi'o
({Asti, El entusiasmo de lá multitud
que tomó parte, realzado por la pre­
sencia del Excmo, Sr. Arzobispo de
Kávena y de nuestro Kmmo. Cardenal
Cagliero, a muchos les pareció, y en
realitlail es así, un feliz presagio del
voto foriiudado al colocar el ano an­
terior la primera piedra, es decir, el
advenimiento de la paz. ¡Que las ora­
ciones (|ue allí elevan los peregrinos y
los paisanos de D. Bosco, aceleren el día
en que de toda la tierra se eleve a Dios
el himno supremo del reconocimiento!
Con el nuevo templo a la Madre de
Dios, se inauguraron nuevas casas para
sus hijos predilectos.
Kn Turfn, la necesida<l de atender
a la eilucación religiosa de densas mul­
titudes de chicos en los barrios de la
[)eriferia, nos movió a abrir una nueva
casa en el Barrio de 5 . Pablo, desti­
nada a Oratorio Festivo y a post-escuela diaria; y grande fue mi consuelo
al in lugurarla el 8 de diciembre con más
lie 300 niños. El mismo día, v en otro
<“xtremo de la ciudad, el barrio de
Monte Rosa, a instancias del Comen­
dador D. Luis Grassi, Concejal mu­
nicipal. caballero altamente benemérito
de la educación del pueblo, se abrió
otro, con más de 200 chicuelos, dedi­
cado a i^farí^arita de Bosco.
También las obras para los huérfa­
nos de guerra, se desarrollaron no poco.
En el instituto de Monte Oliveto, en

6

Pi?ierolo, se pudo inaugurar una ca­
pilla y un nuev'o dormitorio con 25 ca­
mas, elevándose así a 80 el número de
los huerfanitos. En Rema se ha casi
ultimado el nuevo edificio de la Escuela
Práctica ' de Agricultura, destinada a
huérfanos de campesinos muertos tn
guerra, y este año ya llegará a luoel
número de ellos. También en Liorna
(Toscana) se terminó una ala del Ins­
tituto Salesiano que acogerá otros qrupos de huérfanos y verá levantarse a su
lado un gran templo al Sagrado Corazón.
Y .para demostrar el favor universal
que goza la Obra Salesiana, no faltan
casas abiertas en el opuesto grupo de
naciones beligerantes. En Fimne sobre
sobre el Adriático, se abrió ya desde
el 'año pasado, un Oratorio Salesiar.o
con un pensionado para jóvenes estu­
diantes y obreros. Pin Würzbyrg, Bnviera, tomamos la dirección de un pa­
tronato de jóvenes obreros. En Kiclct,
en la resurgida Polonia, se inauguró un
Instituto Salesiano para huérfanos, que.
sólo de 20 ahora, dentro de poco llegará
a varios centenares, estudiantes y arte­
sanos, lo mismo que en OhAecim. Al
lado del instituto hay un hermoso tem]->lo, centro de una parroquia de io.oo<''
almas. Otra casa se abrió en Cracirvic,
y reviste particular importancia. p(¡
estar destinada a la formación de jiersonal salesiano.
En Norte-América hubo dos fund"
dones. La primera, destinada al misnu*
importantísimo fin, en Coid Sping, la
segunda en ¡Villiamsbridge. Una y otra
deben su existencia a la generosa ca­
ridad del malogrado Cardenal Parle).
.Arzobispo de Nueva York, que Diis
tenga en gloria.
2) Obras de las Hijas de María Auxilia­
dora.
También las Hijas de María .Auxi­
liadora. siempre solícitas como eJ común
Padre y Fundador, en acudir adonde

la necesidad es mayor, vieron florecer
sus Institutos en Italia y lucra de Italia.
Numerosas tueron las casas que se ale­
graron temporáneamente con nuevas
secciones o se adaptaron con generosa
prontitud a nuevas necesidades y tormas de apostolado, tales como salas
de trabajo, escuelas de « buena ama de
casa», casas de protección de jóvenes
Ingiiivas, escuelas profesionales gra­
tuitas, nidos y jardines de infancia, asi­
los para inlantitos y ancianos, hospi­
tales infantiles y nuevas secciones de
luspitales territoriales. Así sucedió en
Náioles, lera^o y Bosta, Bronfe, For~
mi^ne, Lus^o, Siüiliiri, Gravelona- Toce,
V Ntzza Jfo/i/err¿ito; y fuera de Italia
en 'salamanca y en Lima Prado,
V no les faltaron importantes funda­
ciones,
Kn Avig/iana (Turín) a instancia de
l.i ■ 'Itálica Gens » tomaron la dirección
de los Almacenes de distribución de
víveres y de las cocinas económicas
anexas al « Dinamitifício N obel», con
gran provecho espiritual y material de
la colonia. En A?í/a aceptaron un nuevo
pensionado para las obreras del « Yulificit) Spezia *. En Casalmonferraio y
en S. Jorge-Lomelina tomaron dos hos­
pitales militares. En la misma ciudad
dé Casalmonferraio, y en e.l barrio del
Valentino, abrieron un grande Oratorio
Festivo, que da consoladores frutos.
En Génova, y por iniciativa de la
generí)sa marquesa Cattaneo-Adorno,
nresidenta de la Obra llamada « Pro­
tección de la Joven ». abrieron una
casa para la protección de jóvenes fugitiv :s, que la desventara lanzaba, aband uiadas. solas e inexpertas, a los peli;ros de una ciudad 'desconocida y
medio cosmopolita, e iniciaron un asilo
para huerfanitos de 'guerra. Parecido
instituto aceptaron en Olcese de Valpolcevera, bajo la protección del Presi­
dente del Refugio de Niños Ümberto I,
Sr. Comendador D. Luis F. Aequar-jae. -

En Braz y Ribeeráo Preto (Brasih
abrieron nuevas Escuelas y Oratorios
Festivos para las hijas de emigrados
italianos; en Mahwah (Estados Unidos)
aceptaron un patronato de asistencia a
a los hijos de los obreros <le un gran­
dioso establecimiento ingles; y linalmente, en los alrededores de Lima, ce­
diendo a las instancias del progresivo
gobierno del Perú y dando un grande
ejemplo de abnegación, aceptaron <d
servicio de un Lazareto de apestados
de fiebre bubónica.

Propuestas para 1919.
Al despuntar el día anhelado de la
paz, confío que mayor será el bien
que la Divina Providencia destina a
los Hijos e Hijas de D. Bosco.
Para trazar mejor el programa con
arreglo a las necesidades de los tiempos,
según el espíritu de la Obra de Don
Bosco, ansio reunir cuanto antes, aquí
en Turín, a todos los Inspectores y
Delegados de las varwis provincias Salesianas. También espero que en esa
circunstancia se pueda descubrir el
«uonumento que el cariño de los A n ­
tiguos Alumnos Salesianos del mundo
entero ha erigido a D. Bosco en la
plaza de María Auxiliadora, y que
debía inaugurarse el :6 de agosto de
1915, primer centenario de su naci­
miento. Subordinando y todo esta fiesta
y la reunión antedicha, al desarrollo de
¡a Conferencia de la Paz, no podemos
vacilar un íiiomento en poner manos
en muchas obras que la duración de
la guerra ha hecho urgentísimas, im­
prorrogables.
Permitidme, amados Cooperadores,,
nombraros las principales.
I) Ya antes de la guerra la Pía So­
ciedad Salesiana había emprendido la
construcción de varias iglesias de ur­
gentísima necesidad, grandes y costosas,
y que por haber sido inierrumpidab,

corren grave riesgo. Tales son, p. ej.
el templo monumental de S. Agustín
en Milán, el de la vSagrada Familia
en Florencia y la del Sagrado Cotazón
en Casalmonferrata, cuya construcción
debe seguir apenas venga la buena
estación.
Pero la iglesia más importante y
que en cierto modo vincula el buen
nombre del Vble. 1). Fosco, nuestro
Padre y Fundador, por haberla él pro­
metido e iniciado, es el Templo Votivo
Nacional al Sagrado Corazón de Jesús
en el Tibidabo (Barcelona). Yo la re­
comiendo de un modo especialísimo a
la generosidad y al entusiasmo de los
Cooperadores Salesianos y de los
Alumnos de nuestros institutos de Es­
paña.
II) Durante la guerra, varias de
nuestras casas e iglesias sufrieron tales
daños, que necesitan urgentereparación.
Tales son las de Bélgica, Polonia,
Tierra Santa y el Véneto, sitios que
por haber sido teatro de acciones
guerreras, están en tal estado, que a
cada paso presentan a la caridad y a
la solidaridad universal formas y modos
de ejercicio, que me dispensan de todo
comentario y de añadir palabras para
pediros un eficaz auxilio.
Ilf) Terminada la guei'^ra, he aquí
que se adelantan varios otros pro­
blemas que ya los años pasados se pre­
sentaban con grandísima gravedad,
como envueltos en un velo de misterio.
De nuestras Misiones de la Patagonia,
Tierra del Fuego, Matto (.irosso, Mén­
dez y Gualaqutza, Río Negro, de la
India, de la China, del Congo nos
llegan cada día las más conmovedoras
súplicas pidiendo socorro en personal
y medios materiales. En efecto si se
exceptúa la pequeña expedición a la
China, hace ya cuatro años que en el
Santuario de María .Auxiliadora no
resuenan las oraciones de nuevos Mi­
sioneros partiendo a lejanas tierras, y
la necesidad de refuerzos ha llegado
a
O

ser tan grave, que de aplazarse iiiuj,,
se corre riesgo de perder los sudores
y sacrificios de tantos años de trabajo.
No pocos Salesianos, templados a las
fatigas y a los más arduos peligros
en los campos de batalla, piden se
les mande a esas tierras para extender
el reino de Dios; el fuego de Li ca­
ridad de Nuestro Señor Jesucristo,
forzosamente comprimido por tanto
tiempo, siente necesidad de dil^Lar.'^e
e inílamarse. No faltan, pues, almas
ardientes, prontas a dar el adiós a su
Patria y a sus deudos para realizar el
más santo de los ideales, cual es ci
de extender el reino de Jesucristo sobre
la tierra, llevando la luz del Evangelio
y los beneficios de la civilización a los
pueblos que aún lo desconocen. Ihiltan
sólo los medios, y también para este
santísimo fin apelo a vuestro generoso,
y buen corazón, oh amados Coope­
radores.
IV) Por la restauración cristiana de
la sociedad. Otra obra que demanda las
solicitudes y el celo de todas las almas
amantes de la gloria de Dios v del
bien de las almas, es la reconstitución
cristiana de la sociedad: obra impor­
tantísima sobre todas, a la cual nos­
otros debemos dar modestísimo pero
práctico tributo, si fielmente seg úmos
las huellas del Vble. Don Bosco en la
cristiana educación de la juventud, bí.
ponjue ia educación cristiana es
medio más fácil y seguro de mejorar
la sociedad.
Pero para que sus frutos triunfen
en medio del mal que inunda la so­
ciedad, es necesario multiplicarlos, mul­
tiplicando sus heraldos entusiastas y
bien preparados, penetrando de este
ideal al mayor número posible. Si los
Cooperadores Salesianos, que en Italia
sola, llegan a cien mil, tomaran todos
como propio este santo ideal ¡qué
grande bien no recibirían la Religión
y la Patria!
Me parece, pues, muy conveniente

— 9 —

recomendar a los Cooperadores SaleIsianos y a sus familias, en esta hora
memoranda para el mundo, que se
[inspiren en los ejemplos de la Sagrada
Familia. Si los padres procuraran mo­
delar su cond.ucta en las virtudes de
IS. José, y las madres en las de María,
sin duda los niños encontrarían na­
tural el esforzarse por imitar los ejem­
plos de Jesús adolescente.
Para empezar por algo práctico, proIpongo a los Cooperadores dé todas
las naciones, que sé consagren a la
¡Sagrada Familia. Y para que haya un
recuerdo y un • estímulo perenne de
¡esta consagración, los invito con todo
jencarecirñiento a levantar un Templo
I Votivo a la Sagrada Familia, donde
¡perpetuamente se elevarán oraciones
¡especiales por ellos y al mismo tiempo
se pedirán todos los días las bendii dones celestes sobre nuestras obras, y
la perseverancia de nuestros alumnos
y de las alumnas de las Hijas de María
Auxiliadora,
Dejo al Boletín Salesiano el encargo
(de ilustrar mi llamamiento y hago
votos porque se puedan empezar las
obras este mismo año, porque harto
necesitamos las bendiciones de Dios.
El nuevo Templo votivo se levantará
en Turín, en el barrio de S. Pablo,
unido al Oratorio Festivo recién abierto.
En el frontis se leerá esta inscripción:
A la Sagrada Fatnilia de Nazaret los
Cooi>eradores Salesianos de todas las
naciones, en el cristiano renovamiento de
la Sociedad.
Antes de terminar, declaro que re!conozco que al proponer tan vasto
programa, podríamos justamente pasar
por presuntuosos si confiáramos sólo
en nuestras fuerzas. No, amados Coo­
peradores, nuestra confianza está toda
en Dios, y cuando se tiene fe en
El, y se trata de obras dirigidas úni¡camente a su mayor gloria y al bien
|de ¡as almas, basándonos en los
Iejemplos de D. Rosco, frecuentemente

premiados con milagros, no debemos
detenernos ni retroceder un solo paso.
Reforcemos, eso sí, reforcemos nues­
tras fatigas y nuestros pobres esfuerzos
con la oración: esto es un sagrado deber.
Rogad vosotros, amados Coopera­
dores, por nuestras obras, que son
también vuestras, y pedid de un modo
especial, que todos los Salesianos e
Hijas de María Auxiliadora sean fieles
al espíritu del Vble. Fundador, para
que, correspondiendo a su vocación,
puedan recoger copiosos frutos de vida
eterpa.
Por mi parte os aseguro que os te­
nemos siempre presentes en nuestras
oraciones y que todos los días, a una
con los niños que la Divina Provi­
dencia nos ha confiado, invocamos para
vosotros las mayores bendiciones tem­
porales y eternas,-de Dios y de María
Auxiliadora.
De vosotros. Beneméritos Coopera­
dores y Cooperadoras
Obligadísimo servidor y capellán,

IMPORTANTE,
Oradas a Dios, et veodabal que durante cuatro
años ba castigado al mundo, se disipa. Saludamos
alborozados a nuestros amados Cooderadores y ami­
gos de todo el mundo, y los exhortamos a rogar
mucho por el feliz éxito de la Conferencia de la
Paz.
Facilitada y aumentada la producción del papel,
sale ahora bimestralmente, y cuanto antes, nor­
malizándose algo los tráficos,

sí Dios

quiere,

volverá a su vida normal el ,.Boletín Salesiaao“
saiieedo cada mes.
Suplicamos a nuestros lectores y amigos sigan
dispensándonos el favor de antes. Todo será para
gloría de Dios y bien de las almas... que esto ex­
clusivamente buscamos en nuestra modesta labor.



10

¡F
RASGOS DEL VBLE. |UAIi BOSCO
M E M O R IA S IN É D IT AS

I.

Después de la Consagración del Santuario.
{De las Memorias de la Baronesa Olimpia Savio
Berusttel Rossi.n. 1815 f i88g. Señora cultisima,
bondadosa, poseía una quinta en Millerose {Mil
rosas) Sassi Turinés, que solía ser frecuentada
por invitados ilitstres).
He conocido a D. Bosco, un facsímil del Teólogo
Cottoleiigo y del abate Saccarelü... De él se cuen­
tan hechos maravillosos, inexplicables sin una in­
tervención sobréhumana: mudos que hablan, para­
líticos que andan, ciegos que ven, enfermos que de
repente sanan apenas él los encomienda a María
Auxiliadora o los bendice en su Nombre.
Milagro incontrastable y permanente es el que
hace de dar alojamiento, comida y vestido a un
millar de rapazuelos huérfanos, arrancados a la
calle, educándolos y enseñándoles un arte, un oñcio.
El nada posee, no tiene rentas ni cuenta con más
entradas que la,,s eventuales de caridad; y los pobres
comen, se visten decentemente y son provistos de
cuanto necesitan para sus artes y oficios.
£1 barrio en que habita, carecía de un templo,
y helo ahí, acometiendo, sin medio alguno, la erec­
ción de uno grandioso, a María Auxiliadora; helo
poniendo obreros a cavar y echar cimientos, sin
más capital que cuarenta céntimos y la promesa de
una señora enferma de gravedad, que 4e ofrece
1000 francos para pagar la primera semana, si puede
bajar de la cama en esos siete dias, siquiera por
unos instantes. Y no sólo se levanta, sino que va
a llevarle personalmente lo prometido.
La iglesia se levantó en dos años. Ha costado
centenares de miles francos; la mayor parte vinie­
ron de manos desconocidas, que los depositaron a
la puerta del instituto, sin más indicación que esta:
« Por ¿gracia recebida >.
Fui a verlo... Lo hallé en un aposento pobre, sin
el menor adorno, una cama pequeña, un escritorio
muy grande, lleno de cartas y papeles, con un gran
Crucifijo de marfil, que campea y lo domina (i).
D. Bosco es de regular edad, fiaco, de modales
hitos y corteses, sencillo en el vestido, en la actitud
y en las palabras: cuenta modestamente y como
si se tratara de persona completamente extraña, las
grandes cosas a las cuales se debe la elección del
Santuario, dando gracias de todo a la bondad di­
vina, a cuya intervención atribuye todo.
Hombre de penitencia y de austeras mortificacio­
nes, no tiene otra mesa, cuando no ayuna, que la de
sus niños huérfanos, la comida de los más pobres.
(1) B r * an rej^alo det V bl«. C afasso. D . Bosco a so v e s se lo
rcK'ild a un sacerdote que ae lo pidió.



El Conde..., que lo amaba mucho y quería veiio
mejor tratado para que no se resintiera su salud,
sabiendo la estrechez de dinero en que se hallaba
y la urgencia con que lo necesitaba para pagar los
obreros del templo, le dijo que si iba a comer coi'
él, hallaría cáda vez cien francos debajo de la ser­
villeta y que llegaría a loa 1200, si se dignaba acom­
pañarlo doce dias seguidos. D. Bosco se lo agra­
deció mucho, se quejó un poco, trató de modificar'
las condiciones, pero como en realidad estaba apu­
rado, acabó por aceptar, si bien hallaba modo d«
levantarse de la mesa medio en ayunas. Dijo después
que condiciones de esta clase sólo en necesidid
extrema se podrían aceptar,
D. Bosco estuvo en Roma, y tampoco aquí podii
dejarse ver sin que una infinidad de desgraciados
implorasen su mediación. El Papa lo vió frecuen­
temente," tratándolo con la mayor deferencia. Lo
mismo el Cardenal Antonelli, enfermo entonces de
cierto defecto orgánico gravísimo, por lo cual le
prometió concurrir para su iglesia con 3.000 fras­
cos, si se aliviaba algún tanto. En menos de una
semana estaba curado.
Una vez rogué a D. Bosco. viniera a pasar con
nosotros un día entero, al campo abierto, a la libre
vista del cielo, al calor del sol, al perfume de las
flores. Prometió venir entre la Trinidad y el Corpus
(modo de indicar el tiempo digno de él)...
Vino y estuvo con nosotros de las 4 a las 9.
Era la primera vez en este año que experimentab*
el goce de encontrarse a cielo descubierto, en pleno
campo, de modo que al bajar del coche, al pie de
la alameda, probó una sensación de felicidad, y lo
primero que hizo fué mirar con amor los grandes
árboles que Banqueaban la vía.
] Qué hermosos
árboles! ¡qué dulce verde! ¡Oh! el buen aire! * dijo.
c A la mesa estuvo jovial, sencillo, se dejó tratar
como quisimos, contentándonos hasta repetir de uot
tarta contorneada con una pasta < marrons glacés », diciendo con gracia:
— Si me toman por la gula, soy capaz de todo (i).
El Benedicite, dicho por él con voz clara, lenta­
mente, con actitud fervorosa, transformó una pro-:
saica necesidad del cuerpo en una poética elevacidc
del alma.
El abate Michel, otro convidado, hábil orador,
buen decidor, y que ha viajado y observado mucho,
mantuvo viva la conversación. D. Bosco se alegri
de ello, tomó parte y se mostró mucho más culto
y erudito de lo que a primera vista parecía. Conoce;
varias lenguas, entre otras la francesa y la
Entiende de música, de dibujo y es escrutadorj
sutil del corazón humano.
El abate Michel une a la amplitud de ideas ui
fe viva; observador fino de las cosas del alma,
sabe traducirlas, presentarlas con un colorido y uu
atractiva particular; posee en grado superlativo d
arte de la imitación. Misionero, ha visto mucho.
Sacerdote, fraile, ha sufrido mucho. Su alma de
artista y de poeta, soñó de niño las éxtasis de Fn
Angélico pensando en los claustros, baluartes contri
las pasiones, ateneos en donde el Arte, las Letras»]
las Ciencias y la Fe <se abrazan en estrecho a»
(i) E n italian o b a y un bello e qu ivico en la frase
g o la , p ues esta p alabra s icn ifica g n la y g a rc a o la , cnello.



II —

lexo. Hizo votos alÍí donde la mayor pobreza proletia mayor abnegación del espíritu: cubriendo su
Jeganie figura con el sayal, se hizo capuchino. Y
leí claustro soñado salió para ir a las Misiones.
Después de la comida, sentados al aire Ubre,
j . Bosco nos contó algunos hechos milagrosos y
recientes. Viéndolo tan abierto y comunicativo, me
jtrevi a decirle que creíamos que tenía revelaciones
y relaciones sobrenaturales con Dios. El eludió la
coestión diciendo:
«Mucho se engañaría quien atribuyera al'hombre
10que es de Dios, y si alguien se dirigiera a D. Bosco
por la menor de las gracias, sería cosa tan vana
como el pedirla a uno de estas plantas. Ellas, como
¡fo, creaturas ineptas, imploran el rocío de lo alto!
porque nosotros somos átomos movidos por El y
Botando en su ambiente, como está el pez en el
mar ».
II.

Para consejo... a D. Bosco.
¡Alabado sea Dios en sus Santos!
D. Bosco ha sido siempre para conmigo un ver*
ladero protector. Mi vocación al sacerdocio se la
lebo a él. Pensando en mi vocación entré al semi­
nario, pero por más que meditase, por más que me
icoDsejaran mis Directores y el mismo' Sr. Arzotópo, durante nueve años me agité en la duda,
como en una tempestad increible.
— Sacerdote, si, me decía; pero buen sacerdote.
lY lo seré? Y en vano me cansaba pensando, que­
riendo romper los velos del porvenir. Siempre ter-*
minaba en un gran desaliento.
Y no servían a alentarme ni la solicitud del Aríobispo ni los cuidados de los directores espiritua­
les; ni mis oraciones me daban luz. ¡Cuántas veces,
11 ir a dormir escribí en mi libretita: «También el
dia de hoy he pa.sado sin un rayo de luz, sin paz.
¡María, ayúdame! Jesús mío, hazme conocer tu
voluntad ». — A veces tenia que cogerme a dos
nanos la cabeza, porque me parecía que iba a rom­
perse. AI cabo volvía la calma; pero siempre con
I estribillo « o buen sacerdote o nada ».
A fines de 1885 una voz interior empezó a de­
irme, sobreponiéndose a la tempestad de las dudas:
— Escribe a D. Bosco y te dará la paz.
Me decidí. Escribo una especie de confesión ge­
neral, abriéndomele cándidamente y rogándole me
diiera lo que debía hacer.
Casi un mes conservé la carta sin atreverme a
-¡pedirla; y la tempestad crecía, tanto más que se

acercaba el fin de los estudios y había que deci­
dirse. Estaba en el seminario de Cágliarí. Mandé
la carta. Cinco dias después, estando en el refec­
torio se me acerca el superior con una carta, di*
ciéndome:
— ¿ Conoces esta letra ?
— Jamás la he visto.
Pero al ver el timbre de Turin, .añadí:
— Debe ser de D. Bosco.
— Precisamente.
I Qué pasó por mi alma al recibirla, aun antes
de abrirla?
Una especie de milagro. Se desvanecieron las
dudas y una dulcísima paz inundó mi corazón. La
decisión estaba tomada: ¡Seré sacerdote!— Y esto
fué lo que luego leí en la carta, llorando de con­
tento. Inmediatamente escribí a mi Arzobispo con­
tándole lo acaecido y poniéndome a su disposición
para recibir las Ordenes. El 24 de mayo de* 1886,
consagrado a la Virgen de D. Bosco, empecé loi
Ejercicios Espirituales; el 20 de junio celebré mi
primera Misa.
' Desde ese tiempo jamás ha pasado por mi pen­
samiento ni una duda ni el menor pesar de mi vo•cación; antes bien, en los dos años que aún vivió
D. Bosco le escribí varías veces consultándole acerca
de amigos míos; y siempre contestó de la manera
más conveniente, aunque no todos hayan seguidosu sabio parecer.; y más de uno pagó bien caro
el no seguir ei camino que Dios le trazaba.
Mi carta salvadora la conservé como un tesoro
hasta hace dos años; luego, por consejo del :Sr.
Arzobispo, se la regalé al Seminario de Oristano,
donde se conserva entre los documentos preciosos.
Muerto D. Bosco, he seguido llamándok) en mi
auxilio y siempre lo he encontrado pronto a mi lla­
mada.
Ultimamente una persona consagrada a Dios co­
rría peligro de perder su vocación ; hice lo que pude
por salvarla; pero viendo perdida la partida, acudí
a D. Bosco rogándole librara a aquella alma de los
peligros que voluntariamente había acumulado contra
su vocación, le sacudiera el alma y le diera una de
esas inspiraciones que iluminan y deciden. Como
por encanto todo se remedió.
A las vacilaciones peligrosas ha sucedido la re­
solución más generosa. Una vez más D. Bosco se
ha mostrado mi buen amigo.
En fe
SlnmxU, nuyo ii, 1918.

F r an cisco Ma n c a , P ¿>ro.

ECOS DE LAS FIESTAS JUBILARES
PINEROLO. — Nueva capilla. — El Instituto de
Monte OUveto < para huérfanos de guerra > cetbró con todo esplendor y entusiasmo el mes
le María Auxiliadora y por remate ofreció a su
bestial Patrona una nueva capilla.
La fiesta fué bellísima, con un programa de
o más variado y ameno. Puede decirse que

todo iba a concentrarse en la bendición e inaugu­
ración de la nueva capilla, solemnemente llevada
a cabo por el Exemo. Sr. Obispo, Mons. Rossi.
En la función tuvieron parte el Rvmo. P. Rinaldi, Prefecto General de la Sociedad Saiesi^a,
el P. D. Alejandró Luchelli, Inspector de los
Salesianos de! Piamonte, quien pronunció un

9

1


elocuente discurso, varios señores canónigos de
la Catedral y la flor y nata de ios Cooperadores
y de la sociedad pinerolesa.
Por el magnifico parque y las floridas alame­
das del instituto pasearon en triunfo la estatua
de María Auxiliadora.
En una sala se expusieron los ornamentos y
prendas sagradas con que las Damas de Pinerolo
obsequiaban a la Virgen Sma. y enriquecían la
bella capilla del instituto.
PADUA. — Merece consignarse aqui la bondad
singular con ejue María Sma. Auxiliadora ha que­
rido recompensar la fe del Director de la Pía Unión
de los Cooperadores de la ciudad del Santo, Rdo.
Sr. D. Joaquín Sléfani, Vicario de S. Máximo.
Hace iliez años, el celoso sacerdote logró
comprar una casa poco distante de su iglesia,
deseando coviriirla en un instituto para ni­
ños pobres, que confió a la Pequeña Casa de
la Divina Providencia, encargándole propagar
la devoción a María Auxiliadora y seguir el
método del V. D. Bosco, a quien él había tra­
tado y de quien poseía una carta preciosa. —
Cuatro años de apostolado fecundo vinieron a
verse interrumpidos por. el viento de la prueba:
sobre la casa se posó el sello del dolor y hubo
de cerrarse.
El 6 de julio de 1916, el Exemo. Sr. Obispo
Pellizzo, convoca a todos los sacerdotes de la
ciudad y alrededores y les manifiesta su vivo
deseo de tener en/Padua la obra de D. Bosco,
mediante sus Hijas, las de María Auxiliadora,
rogándoles estudiar el asunto.
Por su parte, la Virgen quería la obra. Se
hacen las gestiones. En agosto llegan las Her­
manas para abrir un pensionado para jóvenes
normalistas. El Prelado las favoreció y el institu-to prosperó, aunque no pudo hall.ar local con­
veniente. Al pasar por ahí el Rvmo. P. Albera,
en 1914, tlijo que « lo encontraba en poco fa­
vorables condiciones, porque aún no había su­
frido lo bastante ».
Y vinieron las pruebas, y el sello divino de
la cruz. Y con ella el triunío. En agosto tie 1917,
©n el octavario de la Asunción, un ilustre ciruiano, senador del reino, que poseía una quinta
cerca tic las Hermanas, manifestó deseo de ven­
derla. La resolución extrañó a todos, porque,
a la verdad, la quinta era cómoda, hermosa, y
él no tenía ninguna necesidad de desprenderse
de ella. El Rvdo. Sr. Stéfani ve en eso una dis­
posición de la Divina Providencia; pone los ojos
en la casa y desea comprarla para las Herma­
nas. Pero costaba bastantes miles. Su fe no se
desalienta por tan poca cosa. Escribe a la Casa
madre de las Religiosas -- Nizza — pidiendo
oraciones e ittformando a la Madre General.
En el mes de septiembre, María Auxiliadora
da indicios de que quiere intervenir personal­
mente. La Madre General escribe aprobando la
idea y prometiendo concurrir con dinero a rea­
lizarla. —“ El 24 del mismo mes, dedicado a
Nuestra Señora de la Merced, entra en la iglesia
de S. Máximo un caballero y ora largamente ante

12



el altar. Su edad, 41 años. Allí oraba tambii
el Sr. Stéfani. El caballero se le acerca y le dic^
— Señor,'ayúdeme a hacer un poco de bien
quisiera emplear una sumita en honor de Marii
Auxiliadora. He oído hablar de la venta de um
quinta junto a la casa de las Hermanas. Si Ii
compra se hace, yo cooperaré con algo.
Y se retira, dejando en el buen Párroco ¡ai
impresiones que es fácil imaginar.
Viene el primer vienes de octubre. El Sr,
Párroco, de.spués de haber celebrado la misa de
la comunión reparadora y pronunciado un fer
vorín bastante... fervoroso, estaba dando gi»
cías, cuando entra el caballero y le dice; « Puesto
que la Sma. Virgen ha tenido a bien el con
servarme por 76 años, contra toda esperanza,
vida de mi padre, de salud muy endeble; veng
yo a cumplir mi palabra, dándole gracias y coo­
perando a la buena obra, con otros tantos billetes
de a mil liras.
El buen Vicario no sabe a qué atender, si
dar gracias a la Virgen, o a manifestar sugr»
titud al generoso caballero y pedirle explicado
nes. Pero éste, despachándose en dos palabras,
le entrega una libreta de la Caja de .ahorro»
con un endoso por 76.000 francos. Profund»
mente conmovido, el Sr. Stéfani, informa innw
diatamente a la Madre, añadiendó: « No tengi
palabras para manifestar el poder y la bond*
de María Auxiliadora, que tan generosa y imravillosamente ha venido en auxilio desuObra>
Se dirige a la casa del senador, y éste le dic*
que cierra el contrato con la condición de
le entregue al contado 25.000 francos.
Con su libreta va a la C aja; pero se le dic
que ciertos decretos prohíben hacer pagos
contado y que no admiten excepción con nadit
— ¡Con nadie! exclama el Párroco. ¿Ni-‘
quiera con Maria Auxiliadora? Pues si no k
yo, si es Ella quien lo pide por su obra.
Y el administrador se conmueve y le entre
las 25.000 liras. — Asi el contrato quedó cm
pulado.
Tras esas vinieron las otras 51.000. Y coir
si todo estuviera concertado, las Superioras
Nizza completaron la suma, y el 15 de octubn
ante el notario, se hizo el traspaso de la
piedad.
LUGANO (Suiza). — Los buenps Cooperado:
celebraron los dos jubileos con la inaugurar:
de un instituto salesiano, llamado « liistiiu:
Elvético Serafín Balestra ».
ROMA. — En la Ciudad Eterna, donde tan
se ama a D. Bosco y a sus obras, la fiesta ¿
24 de mayo tuvo uña solemnidad especial.
Desde por la mañana fué una peregrinad:
continua a la parroquia salesiana del Sagraí
Corazón, donde llene María Auxiliadora el prlri'
altar del crucero, y a la del Testando, en don^
tiene otro. En ambas iglesias la frecuencia a
Santos Sacramentos de la Confesión y Cntr'
nión fué extraordinaria, empezando al albi
tarminando sólo después de *as 12. — Pero
fiesta se celebraba en la primera, que ^



casa central. 'Celebró la misa de comunión el
Enimo. Cardenal L ega ; pontificó la. Misa y Visperas solemnes el Exmo. Sr. Ridolfi, Arzobispo
de Irenolfi, ex Delegado Apostólico en Méjico,
V dió la Bendición Su Eminencia el Cardenal
Giorgi.
Para unirse más íntimamente con Turm, el
9 de junio celebraron otra fiesta imponente,
<recordando, decían, las relaciones estrechísimas
del Santuario del Sagrado Corazón y la vida
del Vble. D. Bosco *. Y aquí, en efecto, nues­
tro amado Fundador, ya a las puertas‘de la eter­
nidad, coronó el programa que en el prado de
i Becchi, y a la edad de 9 años, le había tra­
zado María Sma. Auxiliadora. Varios de los asis­
tentes recordaban la Misa que celebró en el altar
de María Auxiliadora el 16 de mayo de 1S87,
en su última estancia en Roma, pocos meses
antes da su muerte, y cómo tuvo que interrum­
pirla varias veces para dejar correr las lágrimas,
lágrimas de ternura y gratitud.
Todas las Asociaciones de la parroquia riva­
lizaron en entusiasmo. Unidas a la Familia Salesiana, pronunciaron la fórmula de consagración
a María Auxiliadora, no sin haber escuchado
antes la fervorosa palabra del eminente jesuita
P. Stradelli.
Presidió la fiesta y actuó de celebrante en las
principales funciones el Emmo. Card. Vicente
Vanutelli, Decano del Sacro Colegio y Datado
de la S. R. C. Al terminarlas, entonó con voz
temblorosa, el Te Deum, himno de reconoci­
miento y de júbilo.
LUGO. (Italia) — La f¡esta.en un hospital militar. —
Las Hijas de María Auxiliadora, a cuyo cargo está
el hospital militar, han suscitado en él una grand'.'iina devoción a su Celeste Patrona, y casi no
hay soldado que no salga de allí devoto con­
vencido de Ella. Querían poner en la capilla
del hospital una estatua grantle, proporcionada
al altar, pues la que había era demasiado pe­
queña. j Pero no la tenían!
La Sra. Directora del Instituto que las mismas
religiosas dirigen en la ciudad, se desprendió de
una que había en el patio. Algo avenada la
tenía la intemperie; pero un soldado escultor la
puso como recién hecha. La trasladaron, y ador­
naron la capilla con flores, colgaduras, lámparas,
tic obtuvo del Coronel el permiso de abrir la
iglesia, y a los soldados se agregó un público
imponente.
l.as funciones fueron grandio.sas. I.as alumnas
del Instituto ejecutaron una Misa, con arte ver­
dadero. Los soldados aseguraban que nunca
habían asistido a funciones tan hermosas.
A medio día, nueva sorpresa. La Providencia
había mandado lo necesario para una comida
para todos, y las buenas Hijas de María Auxi­
liadora tuvieron cuidado de aderezarla bien.
Cuando todos los soldados que no guardaban
cama (para éstos también hubo distinción de los
otros días) vieron preparadas unas mesas « larfas, largas >, cubiertas de blanquísimos mante­
les. con flores y banderas, con vasos y fruteros,

1 3



les parecía soñar. Y más cuando entraron las
Hermanas — que ellas mismas quisieron darse
la satisfacción de servirles — con pan blanco y
fuentes rebosantes de tallarines y fideos,, hechs‘>s
con harina y huevos auténticos, y tras esto co­
nejo asado y alcachofas, ensalada y huevos co­
cidos, y cerezas, y naranjas y vinos generosos...
Pero lo que más gustaba y entusiasmaba era ese
espíritu de intimidad y de familia de que su­
pieron hacer las Religio.«¡as la nota dominante y
como el ambiente de la fiesta.
Por la tardo. Vísperas solemnes, breve ser­
món, cantos, Bendición de Su Divina Majestad.
El orador fué un sargento sacerdote y salcsiano
que vive con ellos y se ha conquistado un grande
ascendiente. Ese día supo hablarles con tanta
unción y claridad y sencillez, que les pesó ter­
minara tan pronto.
Los soldados — que generalmente son de la
mejor pasta del mundo — le preguntaban, cuando
todo estaba terminado y se acercaba la hora del
silencio, de qué dependía que habían experimen­
tado tanta alegría y tan diferente de otras:
más dulce, más íntima. Y él les respondió: « Pues
de que la habéis gozado como hombres y como
cristianos, sin blasfemar, sin maldecir, sin otros
excesos. ¿Queréis disfrutar siempre de esta de­
licia? Santificad, como hoy, el día fe.stÍvo. Y
sobre todo, no blasfeméis ». Con entusiasmo se
lo prometieron todos.
LIMA. — El trianfo de María Auxiliadora. — La

capital peniana se conmovió toda el 24 de mayo.
Hubiérase dicho que la fiesta de María Auxilia­
dora era una fiesta nacional.
Celebró una mi.sa de comunión general S. E.
Rvma. Mons. Santiago Costainagna, Obispo ti­
tular de Colonia y Vicario Apostólico de las
misiones ecuatorianas de Méndez y Gualaquiza.
Otra celebró Mons. Bailón. E.s de advertirse
que a la fiesta había precedido una misión pre­
dicada con gran fruto por los KR. PP. Tejetlor
y Gómez S. J.
Mons. Bailón bendijo cuatro estatuas para la
cripta dei Santuario. Una de ellas, la de María
Auxiliadora.
A las 10 la misa solemne. Pontificó S. E. el
Delegado Apostólico, Mons. Lauri, dirigiendo
la ceremonia Mons. Chiarlo, Secretario, de la
Nunciatura. La Escolania ejecutó escogida mú­
sica: una Misa de Perosi, un Ecce Sacerdos de
Pagella y la Antífona Oh María, Vir^o potens
(es de D. Bosco) musicada expresamente por
Mons. Costamagna, quien a pesar de sus años,
conservé estro poderoso y fresca ín.spiración.
A lo largo del Paseo Colón salió por la tarde
procesionalmente la estatua de María Auxilia­
dora. Prestábanle servicio de gala los « Explo­
radores peruanos de D. Bosco ». El anciano
Obispo &lesiano habló a la multitud inmensa,
animándola a honrar y amar siempre más a la
Virgen de D. Bosco, para merecer su protección
validísima en el curso de la vida, y más en el
trance de la muerte.

— 14 —

Auras de El TIbidabo.

E n jam b res de oro
(D« !■ ttevIiU „ei Vble. Botca j El

(Sello divino)
Terminados los cimientos, levantadas las grá­
ciles columnas y haciéndose el replanteo para colocar
las primeras piedras de la fachada, gozamos ya
la dicha de ver realizarse lo que a muchos pare­
ciera quimérica esperatiza. E l Templo-Expiatorio,
el Ara gigantesca del sacrificio perpetuo, el Trono
Nacional del ¿>do. Corazón de Jesús, será pronto
una realidad cotisoladora; y en este Teniplo, en
esta Ara, en este Trono, brillará resplandeciente
el Sello Divino, confirmando las dulces preferen­
cias del Sdo. Corazón.
Ningún móvil humano, ningún deseo de lucro
ni incentivo de gloria, mueve la inspiración de
los que por él trabajan; sólo el amor de Dios,
sólo el deseo de su Reinado guia el lápiz y la
pluma y el cincel... Sin duda por esto resultan
las divinas añadiduras: amplitud de concepción,
selección de arte, armonía de la linea y grandio­
sidad del riquísimo conjunto. Cual si tanta belleza
no bastara, un hálito soberano wfunde a la dura
piedra calor y vida; y en las vtspiradas iniciativas
de sobrehumana hermosura que lo enriquecen, se
ve resplandecer toda la qloria de aquel Divino Sello.
Ya conocéis las perlas del Sagrario Nacional,
los sacrificios de las <Marias* de España. Tam­
poco os son desconocidos los purísimos desprendi­
mientos de los humildes niños que en sus escuelas
se sacrifican para alzar la Columna del Magisterio.
En estas páginas leisteis las nobles proposiciones
de un Cura Párroco, que para los Párrocos re­
clamaba una
preferente, proponiendo costearla
con el sacrificio de estipendio de misas; hermosa
parte, que será siu duda el z. ábside del sacrifico
selecto*. Y ascendiendo por esa sublime via de
piadosa emulación, una alma pura, una religiosa,
invita hoy a todas las Superioras religiosas fiarq
ofrecer la hermosa representación de sus amores
al Templo Expiatorio Nacional: <....Nada podéis
dar,* les dice; n pero, ¡cuánto podéis pedir!...
« Pedir espiritualmente a Jesús el éxito de la alta
«empresa; pedir materialmente a vuestros bienhe< chores, no .i'<j para el sustento de vuestra Casa,
Asino para el Palacio de vuestro Rey. ¡Pedir!
A¡Tender la mano! ¡Recibir por Jesús los desaires
A y sonrisas mortificantes que a veces acogerán
Axmestra petición! Y cuando por « í sacrificio de
<amor propio e l Señor mue:'a los corazones y

Ase os conceda la dádiva, entonces uniréis
«frutos recogidos y con ellos se labrará el
Aexcelso de los cálices, el « Cáliz de Reparadin
Aque las Religiosas de España ofrecerán al Cotí
ADulcísimo de Jesús, para celebrar la Santa Mia
A en el privilegiado Templo de sus amores.
A¡Cáliz bendito! ¡Oro purísimo fundido en crisM^^
Ade amor! ¡Reparación de debilidades... negüM ^
Agencias... faltas de celo... humanos respeiasi.^ ,
A¡Muestras lágrimas serán sus perlas! ¡Cnú
Aamorosamente verterá en él su Preciosidad^
A Sanqre el Corazón Sagrado de Jesús!.. *
Decidme ahora: en este nuevo sartal de ria%'
pedrería ¿no véis resplandecer con luz de glork
el sello del Señorf
M a r ía V ic t o r ia .

Mons. Elvecío Gómez OHveira.
Este ilustre salesiano, uno de los primerosl
alumnos del Colegio de Nictheroy, fué noiD-j
brado Obispo de Corumbá. Deseoso de llevar]
una vida oscura y esperando permanecer tran>l
quilo enseñando en su amado colegio donde
había hecho sus primeros estudios y al cual
había vuelto después de 29 años de ausencia,]
renunció al elevado cargo. Fueron escuchaí
sus súplicas. Pero por poco tiempo, pues dj
21 de junio se le preconizaba Obispo de
S. Luis del Marañón, con el expreso mandato]
de no oponer resistencias.
Y el 25 de agosto, p. p. le consagró S. E.1
Mons. Scapardini, Nuncio Apostólico en dj
Brasil.
El nuevo Obispo salesiano tiene 43 años.1
y e& el 24° Prelado de la sede del Marañón,
Su primera Pastoral es un documento de celoi
humildad, sencillez y bondad, cuatro grandes
virtudes que le cautivarán sin duda el afecto]
de su diócesis.
Entre tanto S. E . el Sr. Scappardini ha |
nombrado al M. R. P. Hermenegildo CaníAdministrador de la diócesis de Corumbá.
El P. Carrá era Director del Colegio Sale
siano y párroco de la iglesia de Sta. Cruz efl
la misma ciudad.

-

^5 —

N O TB S D E F ñ M IU ñ

Las Bodas de Oro Mons. Costamagna
Como dijimos en el pasado número, S. E.
Mons. Santiago Costamagna, Vicario Apostó­
lico de Méndez y Gualaquiza en el Ecuador,
ttlebró sus Bodas de Oro en Lima. Las fiestas
duraron nueve días, tomando parte en ellas la
flor y nata de la Sociedad peruana y recibién­
dose numerosas adhesiones. El Padre Santo le
mandó la hermosa carta de su puño y letra
que aquí publicamos. También le escribieron
S. Emma. el Card. V an Rossun, Prefecto de
la Sagrada Congregación de Propaganda Pide,
S. Emma. el C aid. Richelmy, Arzobispo de
Turín, el Emmo. Card. Cagliero, Mons. Lauri,
Delegado Apostólico en el Perú, S. Excia. el
Sr. Nuncio del Brasil, todo el Episcopado pe­
ruano, el del Ecuador, Chile Bolivia, nuestro
Revmo. Superior General y muchísimas otras
personalidades de la Iglesia y de los Estados
en que el ilustre hijo de Don Bosco ha desa­
rrollado su celo con tanta abnegación y tan
abundosos frutos.
El Prelado Selesiano celebró su Misa de Oro
el i8 de setiembre en la grande iglesia de
S. Pedro, asistido por S. E. el Sr. Delegado
Apostólico, por S. S. Illma. y Revma. el Sr.
Lissán, Arzobispo de Lima y los Illmos. y
Revmos. Sres. Bailón, Obispo titular de Arabisso, Farfán, Obispo del Cuzco, Castro, Obispo
titular de Claromene, y representantes del
Clero secular y regular.
Todos los Colegios y Oratorios Festivos Salesianos y de las Hijas de María Auxiliadora
de Lima participaron con una Comunión Ge­
neral. Lo mismo hicieron, en sus respectivas
casas, todos los demás institutos salesianos de
la República.
El servicio de honor prestáronlo los Expio^
radores del Instituto Salesiano de la capital.
Había representaciones numerosas de los Ex­
alumnos, de los Cooperadores, de todas las
Asociaciones católicas. La comunión fué tan
numerosa, que cuatro sacerdotes tuvieron de
ayudar a distribuirla, en cuatro altares de la
iglesia.
Infla misam predicó el R. P. Malziéu, S. J.
en elocuentísimo discurso, que luego fué pu­
blicado y difundido. Con las alabanzas al A l­
tísimos. el orador canta las proezas realizidas
: por el festejado para gloria de Dios.
Se ejecutaron hermosas composiciones de
I Peros! y del propio Mons. Costamagna. Ter; ornada la misa, el celebrante entonó el Te
Deum y dió la Bendición Eucarística.
\ A mediodía, todos los alumnos, que volvieron

al colegio a son de banda y a banderas des­
plegadas, hicieron agradable corona al vene­
rando Prelado, que sin duda saboreaba las
palabras del salm o: Tt/it iui sicut noveUae oHvarurn in circuitu niensae iuae; y, hechos a
vivir en esas tierras
que el sol enamorado circunscribe,
los comensales habrán pensado también en esa
planta hermosa y fecunda, que cuando, ya casi
agobiada por el trabajo y los frutos,
desmaya al peso de su dulce carga,
madgra prole en torno lo rodea,
y habrán, — como nosotros al escribir estas lí­
neas, resumen de las cartas que nos cuentan
las fiestas, — dado gracias a Dios y suplicádole
que muchos de esos niños sigan los ejemplos
del festejado y continúen su obra y alegren su
vejez, que nosotros deseamos aún muy larga y
muy fuerte. — Más de 600 cubiertos rodeaban
al principal.
El modesto banquete fué de lo más cordial
que se puede imaginar. Era el Padre rodeado de
sus hijos, de sus nietos y de sus admiradores.
Otras funciones fueron:
La solemne Misa de acción de gracias, can­
tada por Mons. Filips, de la Metropolitana de
Lima y Director Diocesano de los Coopera­
dores, con asistencia pontifical de Mons. Cos­
tamagna, el 19 de setiembre.
Una espléndida velada músico-literaria, pre­
sidida por el Sr. Delegado Apostólico, el 22.
La inauguración de la Exposición de los
ornamentos y regalos ofrecidos para el Jubileo
de! Santuario de María Auxiliadora, el 24.
Otra velada ofrecida por las Hijas de María
Auxiliadora de Breña.
Y como corona de todo, y recuerdo de las
fiestas jubilares, la bendición de la primera
piedra del nuevo colegio salesiano anexo al
templo de María Auxiliadora en construcción,
función imponentísima en que tomaron parte el
Gobierno de la República, representado por
el Exmo. Sr. D . Flores, Ministro de Gracia y
Justicia, y el Ministro de Italia.
Para terminar esta deslabazada relación, que
la estrechez del espacio nos obliga a reducir,
hacemos nuestras las palabras del Exmo. Sr.
Lauri, Delegado Apostólico... « Que el Señor le
conceda una vida todavía muy larga en la más
próspveta salud, fecunda en obras dignas de un
carísimo hijo de Don Bosco y .d e un Obispo
ejemplar de la Iglesia Católica >.

V E N E R A B IL I F R A T R I

JACOBO COSTAMAGNA
EPISCOPO TIT. COLONIENSI
VICARIO APO STO LICO DE MENDEZ AC GUALAQUIZA

BENEDICTOS PP, XV
V E N E R A B IL IS F R A T E R
S A L U T E M EX A P O S T O L IC A M BENEDICTION EM .
UONIAM dena

Q

lustra propediem complebis ex quo sacrlficandi

initium fecistí, gratum Nobís est eam tibí declarare peculiarem
benevolentiam qua pro tuis te meritis prosequimur.

quantum ipse laboris, ingenii, diligentiae in Salesianam
quam quidem vix efHorescentem amplexus es,
spatio contuleris: máxime ut per Americam

Novimus

Sodalitatem,

assidue tot annorum’

inferiorem sua instituta

promoveret praeclaro cum religionis civilisque cultus emolumento. Istic
enim, te suasore vel auctore, et novae aedes iuventuti educandae a
solo extructae sunt et apostolatus excitata studla et ad ipsos indígenas
multis ¡n locis christianum nomen propagatum. Tantis autem occupationibus distentus, multíplices tamen easdemque frugíferas scriptiones
edendas curavisti ad pietatem morumque disciplinam modis ómnibus
fovendam. Gratulamur igitur ubertim hucusque

virtuti tuae favisse

Deum; a quo multam tibi aetatis meritorumque accessionem precamur.
Quo autem fructuosiorem eum efíiciamus faustum

diem, tibi danms

libenter ut papaiem benedictionem plenariamque indulgentiam, usitatis
condicionibus, semel populo, cum voluens, impertías.
Atque auspicem divinorum munerum praecipuaeque caritatis Nostrae testem, tibi, venerabilis frater, iisque ómnibus quibus praces, apostolicam benedictionem peramanter in Domino largimur.
Datum Romae apud S. Pctrum, die XXXI mensis iulii MCMXVIII,
Pontificatus Nostri anno quarto.
B E N E D IC T U S PP. X V.

A L V E N E R A B L E H ER M A N O

SANTIAGO COSTAMAGNA
OBISPO TIT. DE COLONIA
VICARIO A PO STÓ LICO DE MÉNDEZ Y GUALAQUIZA

BENEDICTO P. P. XV
V E N E R A B L E H ERM AN O
SALU D Y

BEND ICIÓN A P O S T Ó L IC A .

que dentro de poco cumplirás los cincuenta años desde
que comenzaste a celebrar los divinos misterios, grato Nos
es manifestarte la especial benevolencia que hacia ti nutrimos
por tus altos méritos. Bien conocemos el grande y continuo tra­
bajo, ingenio y diligencia con que has servido a la Pía Sociedad
Salesiana, en lo cual te alistaste cuando estaba todavía en sus
principios, espefcialmente propagándola por la América Meridional
con grande ventaja de la religión y de la civilización. En esías
regiones, por consejo y por obra tuya, se han levantado de sana
planta numerosos institutos para la educación de la juventud, se
han fomentado los estudios y formado nuevos apóstoles, y hasta
se ha difundido en muchos lugares el dulce Nombre de Cristo.
Y en niedio de tantas ocupaciones has sabido hallar tiempo para
componer variados y numerosos escritos que fomentan la piedad
y la moral. T e felicitamos, pues, porque hasta aquí te ha bende­
cido copiosamente Dios, y le pedimos que te conceda aún larga
vida llena de merecimientos. Y para que el fausto día sea más
fructuoso, de corazón te concedemos la facultad de dar una vez,
cuando lo creas conveniente, la Bendición Papal con Indulgencia
Plenaria.
En prenda de los celestes dones y de nuestro singular afecto
para contigo, venerable hermano, os impartimos a ti y a cuantos
de ti dependen, la Bendición Apostólica.

P

UESTO

Dado en Roma, en S. Pedro, el 31 de julio de 1918, IV de
Nuestro Pontificado.
B E N E D IC TO P. P. X V .

D E JM U E S T R A S M IS IO N E S

La conversión de un brujo.
(Correspondencia del P. Martinez).
Santiago de M éndez, i4-4-i8.

Hace varios meses que trabajo con el mayor
empeño por ganar a nuestra santa fe al jíbaro
Mashánda, que ejerce el oficio o « ministerio >,
como ellos dicen, de brujo o adivino. Es joven;
no pasa de 22 años, buen tipo, alto de cuerpo,
elegante de talle. Desde la primera vez que lo
traté me pareció buena pasta para cristiano: in­
teligente, respetuoso, agradecido, no tuvo miedo
de frecuentar residencia. Ya hace más de un
mes está convencido de la verdad de nuestra
santa Religión y dispuesto a abrazarla. Si he
diferido el Bautismo ha sido para prepararlo
bien. Ahora está ya fijaáa la grande ceremonia
para la fiesta de María Auxiliadora.
Naturalmente el caballo de batalla de nuestras
pláticas ha sido la profesión que ejerce; y pa­
rece, gracias a Dios, que la buena semilla no
ha encontrado mal terreno.
Un domingo, oyó la Santa Misa y la expli­
cación del Evangelio y el Catecismo: luego vino
a casa con otros indios, y me dijo :
— Padre Julio; yo estoy malo.
— Deja tus brujerías y te curaré.
Se puso a pensar. Al cabo d ijo :
— Padpc Julio, cúrame y verás si soy de pa­
labra: dejaré ile ser adivino.
A la verdad, los dos años que estudié medi­
cina en España, mi Patria, y otro que estuve
de practicante, me sirven ahora mucho.
Le tomé el pulso, pensando : ¿Por qué no me
valdré, [uidiendo, de esta mi pequeña habilidad
para sanar el cuerpo y el alma de este pobrecito? Más que enfermo, me pareció indispuesto.
Llamé a Junpi, capitán de los Jíbaros, y a su
bresenoia, a la de otros Jibaros, cristianos y ci­
vilizados. de colonos’ y tle la misma autoridad
civil, hice repetir a Mashánda su promesa; a
saber, que si yo lo curaba, él abandonaría su
profesión de brujo.
Lo hice quedar en casa, le administré los re­
medios y cuidados del caso, y a los dos días,
completamente curado, volvió a la suya, con
grande alegría de su familia, diciéndome :
— Padre, me voy a casa: no volveré a beber
jantás el anatema (que es la poción que beben
antes de ponerse a * ejercer el ministerio ». Y
si tú llegas a saber que alguna vez lo he bebido.

mándame prender y llevar a la cárcel de los ci­
vilizados. es decir, hazme castigar por la auto­
ridad civil.
— Vive como Dios manda. Deja tus brujerias.
Algunos días después quise poner a prueba
sus resoluciones. Mandé a unos indios cristianos
que me cazaran un armadillo. — Me lo trajeron.
Lo hice cocer ; nos comimos nosotros una pane;
reservé la otra para l^Iashánda, quien no tardó
en venir a verme; lo acompañaban dos herma­
nos menores que tiene.
Bien lejos estaba el pobre de sospechar la
terrible prueba que le esperaba.
— Mira, Mashánda, le digo: te hemos reser­
vado un bocado exquisito. Siéntate y come.
Voy yo mismo a la cocina, tomo la porción,
a su presencia me cómo un pedacito y le pre­
sento a él lo demás.
i Pobre indio! frunció las cejas, arrugó la
frente, abrió desmesuradamente los ojos, pali­
deció, bajó la vista. Asi estuvo un rato. Luego
se puso encendido, tembloroso, y mirando pri­
mero a la carne, después a mi, exclamó:
— ¡Padre, padre! ¡en qué apuros me pones!
— ¡Vamos, hombre, ánimo! Cómete esta carne
de armadillo y déjate de brujerias.
Todavía permaneció perplejo. Y yo hube de ani­
marlo, El armadillo es animal sagrado para ellos.
De improviso se resolvió:
— t^í, dijo con energía, lo hago, porque te
quiero. Dame esa carne,
Y se la comió.
-— ¡Bien, bravo! le dije.
Es de saber que la carrera de un brujo es
lucrativa y honorífica.
El brujo no es un misero mortal como los
demás hombres: tiene en su mano la vida y la
muerte de sus prójimos: ¿Que muere uno? Pues
no ha muerto naturalmente, sino embrujado.
¿Y por qué ha muerto embrujado? Porque al
brujo le pareció conveniente. Nadie puede im­
pedírselo: Y entretanto el brujo es considerado,
respetado por todos, y de todos recibe regalos
y obsequios, como gallinas, cerditos, etc. Y asi
pasa tranquilamente la vida.
¿Que cae uno enfermo? Se llama inmediata­
mente el brujo. Elste va, toma el anatema; grita
como un endemoniado, salta sobre el pobre pa­
ciente, lo masaja y lo muele, hasta que sana o
muere. Si sana, se multiplican los regalos; si
muere, no hay sino consolarse, pensando en la
importancia del brujo.
y

.I■

~'s
— 19

la c a lle ; tuvo tiempo de entrar en casa de una
señora; allí cayó como muerto. Cuando volvió
en sí, había perdido el movimiento del brazo y
pierna derechos. — Me mandó llamar. Volé a
su cabecera.
Lo hallé en condiciones desastrosas. Deliraba
y daba señales de haber perdido algo el juicio.
Le puse al cuello una medalla de María Auxi­
liadora y dél Sagrado Corazón, hice que la be­
sara, le recomendé hacerlo a menudo y confiar
en Ellos y en D. Bosco.
Al día siguiente volví, pensando confesarlo:
habla perdido la palabra, si bien la inteligencia
R ÍO N E G R O (B r a s il).
se había despejado más bien. Al verme, me dió
a entender que estaba mudo. Como entendía
(De una carta del P. Báizola fechada en S. Gabriel
todo, pude confesarlo a fuerza de preguntas y
a 2 de mayo, tomamos las siguientes anécdotas).
señas. Le repetí que confiara en el Sagrado Co­
Si uno tuviera tiempo, podría escribir tantas razón y en María Auxiliadora. Por señas me res­
cosas que al mismo tiempo que dan a conocer pondió que si, y que ponía por intercesor a D.
la vida de estos neófitos, serian de algún pro­ Bosco. — Si, dijele, ponga su confianza en el
Vble. Padre, que ama tanto a todos sus hijos;
vecho a nuestros lectores. Aun sin salir de S.
Gabriel, residencia de las Autoridades eclesiás­ yo también lo invocaré. Hizo un esfuerzo y logró
ticas y civiles, se ven multitud de casos, no por silabear muy quedo; ¡Don... Bos... col — Para
animarlo, le dije que la Santa Comunión debía
pequeños, faltos de intérés.
Hace dos dias, por ejemplo, se me presenta hacerla en la iglesia.
Al día siguiente fui de nuevo a visitarlo. Ape­
un grupo de gente trayendo un ataúd con un
nas me vió pronunció algunas palabras, hablando
muerto. Pregunté si era hombre o mujer.
— Mujer, me dijeron, pero no está muerta de D. Bosco. Había recobrado el uso de la pa­
labra. Me dijo que también de la pierna y del
todavía.
— ¿Cómo? ¿no está muerta todavía y ya la brazo estaba mejor, que le mandara hacer un
par de muletas.
habéis metido en el cajón?
A los pocos días pudo ir a la iglesia y co­
— Es que hace ya algunos dias que se está
muriendo y no quiere acabar de morir. La he­ mulgar.
Pero no había pasado media semana, cuando
mos traído al pueblo para ver lo que se puede
tuvo un ataque al cerebro, que le volvió loco.
hacer...
Y es de notar que estos mis amados amigos No perdimos la fe en D. Bosco. Pero las auto­
ridades, después de haber hecho lo posible para
se creen civilizados.
curarlo, lo embarcaron en una canoa y se lo
La hice llevar a una choza. La descubrieron.
Era una pobre vieja muy vieja, a quien de hecho enviaron al Sr. Fuentes, para que con su vapor
lo mandara a Manaos. Mas D. Bosco no defraudó
no le faltaba sino exhalar el último aliento.
Pregunté si estaba bautizada. Me respondieron nuestra esperaza. Por el camino curó Clidnor y
que tos antiguos Misioneros la habían bautizado me escribió que seguía para Manaos, pero no
y casado. Comprendí que no me quedaba sino como loco. Tanto él como nosotros atribuimos su
curación a una gracia del Vble. Padre y Fundador.
darle la absolución y la extrema unción.
El nos ayude a trabajar y vencer las dificulLes- rogué que le dijeran en su lengua que se
arrepintiera de todos sus pecados, que el Misio­ dades, que no faltan.
nero le daba la absolución. Asi lo hicieron. Ella
murmuró un acto de contrición, y yo le di la
absolución, los Santos Oleos y la Bendición Pa­
T E SO R © E S P IR IT U a L .
pal in articulo mortis. — Media hora después
era cadáver. Parecía que Dios le reser\’ara el con­
Los Cooperadores Salesianos que confesados y
suelo de la presencia del sacerdote para morir.
comulgados, visiten devotamente una iglesia o
La llevamos a la iglesia y celebramos las exe- capilla pública, o si viven en comunidad, la propia
quia.«!...
capilla, y rueguen según la intención del Sumo
He hablado de ataúd. Suele ser una canoa PoiTiifice, pueden ganar las siguientes indulgen­
aserrada por midad. Una parte sirve de cama, la cias plenarias:
otra de tapa. Tal vez la misma canoa que usó
Msrz*. El 2; Domingo de Quincuagésima'— El
durante la vida, le sirvió de ataúd.
19: S. José — El 25: I-.3 Anunciación.
No todos los episodios son como éste. También
Abril. El 6: Domingo de Pasión — El 11: I-a
on estos remotos confines empieza nuestro Vble.
Virgen de los Dolores — El 17: Jueves Santo —
Padre a inspirar confianza por medio de favores El 20: Pascua de Resurrección.
señaUdos. El 22 de octubre fué atacado de apo­
Además, cada tnes: i® un día de libre elección,
plejía el soldado Clidnor da Rocha, antiguo
V. g . e l primer viernes; 2® el día del Ejercicio de
la Buena Muerte; 3* el día en que se reúnan en
alumno de nuestro amado Prefecto Apostólico
conferencia. ‘ v
Mons. Giordano en el colegpo de Bahía. Iba por

En cuanto a Mashánda, se conserva fiel, man­
tiene su palabra: no bebe el a latema y come
a su sabor la sabrosa carne del armadillo. Su
caso, empero, es más único que raro en la his­
toria de la Misión. Esperamos que la ceremonia
de su Bautismo impresione saludablemente a los
demás y sea realmente el principio de la feli­
cidad para él.
¡Bendita sea María Auxiliadora!
Ju l io M a r t ín e z , Pbro.
Misionero Salesia?u>.

m

V


O R A ciA S DE MARIA AUXILIADORA “>

20



Pgp intercesión del Vble. D. Sosco.

E s p in a l (Colombia), — De milagro califico

el favor que María Auxiliadora me ha alcanzado
de su Divino Hijo. Sufría yo ataques a la ca­
beza y después de consultar a los médicos y
tomar remedios varios inútilmente, recurrí a María
Auxiliadora y prometile que si me concedia
e.ste favor, haría publicar la gracia y daría una
limosna. Ella me escuchó. Agradecido cumplo
mi promesa.
,
Septiem bre, ao cíe 1918.

P a t r o c in io R a m ír e z .

— Tuve a una sobrina gravemente enferma,
los liábiles médicos de.spués de tratamientos cien­
tíficos, la desahuciaron. Dominada [)or el pesar,
pero con mucha confianza, invoqué a la Virgen
Auxiliadora y muy pronto la curó. Reconocida
y agradicida suplico se publique el favor y me
acepten la pequeña limosna que mando para
su altar en ¡bagué.
Septiem bre, 20 de 1918.

E v a C a r v a ja l P.
IiiAGUÉ, — Habiendo enfermado de gravedad

uno de nuestros hijos, acudimos a varios mé­
dicos; mas lodo fué inútil, pues todos nos mani­
festaron que la enfermedad era incurable. En
esta situación ofrecimos una limosna de 16 pe­
setas para la iglesia de María Auxiliadora su­
plicándola se dignara conseguir la curación de
nuestro hijo. Desde aquel día principió la mejoría
del enfermo, el cual se halla hoy completamente
curado.
Hablamos demorado esta publicación para
asegurarnos de que la enfermedad no aparecía
de nuevo.
8 de O bre, de 1918.

E m ilia n o V il l e g a s ; H o r t e n s ia

V il l e g .^s .

— Kn el mes de abril del año 1918, encontrámlome muy angustiada por haber perdido a
mis padres hacia pocos días, enfermaron tam­
bién los solos dos niños que teníamos, el uno
de dos años tle edad y el otro de siete meses.
Inmeiliatamente llamamos ut\ médico, quien los
deshaució, añndieiulo que el mayor, Carlos
Arturo, moriría a pocas horas, y qtie el chi­
quito, Luis Eilunnlo, cuando más resistiría hasta
el ilia siguiente. Desgraciadamente el pequeñin
murió ese mismo día o sea el 28, e igual pe­
ligro corría Carlos .‘\rturo. Kn efecto ya estaba
frió. Entonces se me vino a la mente la feliz
idea de ofrecerlo a la Virgen Auxiliadora pro­
metiéndole hacer la novena y confesarnos y*contulgar, y dar una limosna si lográbamos la gra­
cia. Muestra petición fué escuchada. Reconocidos
hoy cumplimos nuestra promesa, agradeciendo
a nuestra Madre Celestial tan señalado favor.
Jim io i t (le 191$.

S a n t ia g o R uiz; L a s t e n ia d e R u i z ,
N o t a . — F\>r fa lta d f espacio rentUim o^ ¡as dem ás
p i a d a s a: p r ó x im o n ú m er o .

En conform idad con los D ecretos de la Santa Sede,
no dam os a estas relaciones otra fe ni otra autoridad qu e
la puram ente humana.

Dos grandes favores.
El 1° de mayo p. p. cayó gravemente enfermo
de pulmonía nuestro padre. Dada su edad, 73
años, los médicos no daban esperanza alguna.
¿Qué' hacer en tal coyuntura sino acudir a los
remedios del cielo? Y lo hicimos poniendo por
intercesor a D. Bosco. Comenzamos inmediata­
mente una novena y pusimos la reliquia del
Vble. bajo la almohada del paciente. Este, des­
pertando de improviso de su letargo durante la
noche, nos preguntó qué había pasado, porque
en el sueño habla sentido algo extraordinario.
Pero la hora de la gracia aun estaba lejos.
Pasó un mes, el enfermo perdió casi el movi­
miento. Mas no por eso perdimos la fe. A la
pulmonía sucedió la pleuritis, grave, amenaza­
dora, y se añadió un acceso pulmonar. Tam­
poco vino a menos nuestra fe. Oramos con
mayor fervor. Esta vez fuimos recompensados.
No solamente superó la tercera enfermedad, sino
que desapareció una grande alección pulmonar
que los médicos pensaban que le quedaría para
siempre. Pocos días después podíamos acompa­
ñarlo a la iglesia a dar gracias a Dios y al
Vble. D. Bosco.
Nuestra gratitud será eterna, porque, a juicio
de todos, la curación es milagrosa. El médico
de cabecera, a quien agradecimos de corazón
su asidua y amorosa asistencia, nos* contestó:
€ Antes que a mi, agradézcanselo al Señor: esta
curación es milagrosa».
A esto se añade la conservación de un pa­
riente nuestro que, expuesto desde el primer
(lia a los mayores peligros, casi siempre en pri­
mera linea, ha vuelto a casa y esperamos que
el cielo lo proteja ahora contra ios peligros del
alma.
Por todo, damos las más rendidas gracias y
enviamos una oferta al Santuario de ^Iaria Au­
xiliadora.
Pisa, sepbre. 1918.

L a f a m il ia M a s s e r a .

U7ta novena a D . Bosco.
Hada dias que sufría agudísimos dolores a los
pies y a las piernas. Todas las mañanas, al le­
vantarme se me irritaban de tal manera los ner­
vios, que no sólo no podía caminar, sino que
me era imposible permanecer en pie, ni siquiera
apoyado.
Acudí a profesores y médicos, que me hicieron
cuanto'se puede hacer, sin más resultado que
aumentar mis dolores.
Alguien me sugirió acudir al Vble. Bosco.
Asi lo hice, prometiendo una limosna para el
Santuario de María Auxiliadora y publicar la
gracia, empezando en el acto una novena.
¡Oh poder de D. Bosco! Al terminar la no­
vena, me sentí curada. Ahora, cumplo mi pro*
(t) Referim os solamente, sin pretenderen lo más roinin»
prevenir los ju icios d e nuestra Santa M adre la Iglesia.



21

mesa, repitiendo : « Gracias a ti, oh D. Bosco!
Gracias. María Auxiliadora! ¡Frougid siempre
a mi marido y a mis hijos soldados!»
Carmagnola, agosto 17, 1918.

C a t a l in a C o r t a z a I n g a r m o .

Una operación acertada.
Atormentada hacia dos años por una perito­
nitis y sin hallar remedio, me presenté a un
especialista de Alejandría. Decidió operarme,
pero hallándome muy débil me prescribió un
régimen para reforzarme. Sólo que tras una li­
gera mejoría me agravé, repentinamente, sobre­
viniendo una fiebre muy alta. Me hice llevar al
doctor, el cual me dijo que aún no se podía
operar, y a quien me acompaiiaba añadió : « No
hay esperanza, hay también tisis intestinal ».
Volví a casa y me encerré en nii dolor. Pero
he aquí que viene a visitarme una tia mía, Hija
de María Auxiliadora, y me anima a encomen­
darme a D. Bosco, prometiéndole, en limosna,
el dinero que habría gastado en la operación.
Empecé, llena de ardor, la novena aconsejada...
En breve curé y me trasladé a Valdocco, a lle­
var al Sucesor del Vble. Bosco, mi óbolo pro­
metido. En fe
Lu-Monferrato, 24 sept. 1918.

M a r ía B. C a s a l o n e .

D . Rosco... abogado.
Los infrascritos nos encontramos un día en
graves apuros por un asunto de orden temppral.
No dejamos de consultar buenos abogados; pero
nos desanimaban, dando por perdido el asunto.
Entonces llenos de confianza, escogimos de­
cididamente por abogado al Vble. D. Bosco,
prometiéndole, a gracia obtenida, publicarla
y mandar una limosna para sus obras.
H.ibiendo alcanzado cuanto deseábamos, chmplimos cuanto antes nuestra promesa, suplicando
se publique la gracia y enviando nuestra oferta.
Cesaré,

oct. 1918.
H

erm anos

T ...

€ Este es un milagro ».
Mi sobrinita Nelina, de 17 meses fué atacada
de grave enfermedad, que se complicó con otras
dos gravísimas. Casi perdimos la esperanza de
salvarla. Recurrimos entonces a María Auxilia­
dora, poniendo a D. Bosco por intercesor. En­
tonces comenzó a mejorar la niña. La entero­
colitis, que se manifestaba con una violencia
extraordinaria, empezó a disminuir, y a los tres
días, el médico de cabecera exclamaba: «-jEste
es un milagro >.
¡ Gracias sean dadas a Maria Auxiliadora y
a su gran Siervo, nuestro gran Abogado!
ti, sepu 1918.

T o r c o a t o M a z z o l i.

En varias ocasiones, en que he tenido alg^n
hijo enfermo, le he puesto debajo de la almo-



hada un pedacito de sotana del Venerable Don
Bosco, curándose siempre de prisa, especialmente
en una ocasión en que uno de mis hijos tuvo
una gran calentura por la noche, pasando la
temperatura de cuarenta y un grados, y a la
mañana siguiente estaba ya libre completamente
de fiebre, sin que tuviera después ni el más li­
gero recargo.
Agradecido, publico estas gracias, y ruego n
María Santísima Auxiliadora y al Venerable Don
Bosco que nos sigan protegiendo siempre a toda
mi familia y a mi.
Sarriá, D iciem bre de 1917.

R. M. P.

Remito cinco pesetas para el Santuario de
Turin, agradecido por una gracia concetlida por
interce.sión de D. Bosco, y otra que solicito del
mismo Don Bosco si me conviene.
J. S. O.
En los primeros días de abril cayó enfermo
con pulmonía doble el soldado Pedro Berilio,
y el médico, de cabecera declaró que salvo un
•milagro, el paciente moriría. Y en efecto, el
mal avanzó rapidísimamente; se le administra­
ron los santos Sacramentos y se aguardaba de
un momento al otro la catástrofe. Entonces
llevé yo una imagen del V.ble Bosco y la hice
poner bajo la almohada del moribundo, empe­
zando al mismo tiempo una novena. ¡ Oh pro­
digio ! Apenas terminada ésta, el enfermo mejoró
y hoy goza de perfecta salud, incorporado a
su regimiento.
El y su familia exclaman dondequiera: ¡Gra­
cias, V.ble Bosco, gracias! nuestra confianza en
ti no decaerá. Te rogamos continúes protegién­
donos. — En prenda de gratitud mandamos
3 liras.
Stram bino, ju n io 20 de 1918.
Jo s é D E Z z u r n .

Hallándome en graves apuros i>or circunstancias
especiales del Colegio que dirijo, recurrí en de­
manda de protección a nuestro Vble. P. D. Bosco,
haciendo una Novena. Y a desde el primer día al­
cancé una favorable resolución de los asuntos
pendientes, con gran alegría de todos.
Dov público testimonio del favor obtenido.
M ataré, O ctubre de 1918.

J u l iá n Ma s s a n a .

A los amigos de Domingo Savio.
El nombre del ilustre discípulo del Vble. D.
Juan Bosco, que a solos 15 años supo escalar
las cumbres de la santidad, cada día gana ter­
reno y sus ejemplos informan la vida juvenil y
avivan el apostolado. Por otra parte, los favores
que Dios dispensa p'or su intercesión, algunos
verdaderamente extraordinarios, le conquistan



22

donde quiera admiradores y devotos. Parece vo­
luntad de Dios glorificar al humilde jovencito.
La (lor y nata del floreciente Oratorio Festivo
de Vigevano es el Circulo Domingo ISavio, que
de tal manera se ha desarrollado, que ha lle­
gado a ser el centro de toda la organización
juvenil de la encantadora región de la Lomelina.
Principió en 1908, con once niños, los mejores
del Oratorio. La lectura de la vida de Domingo
Savio fué el primer alimento espiritual de los
socios. ¡Con cuánto cariño recuerdan hoy aquellos
días ! Después de las funciones de iglesia y de
un breve recreo, se abrían las puertas de su
modesto salón y vino de ellos leía aquellas pá­
ginas llenas de unción, escritas por el Vble,
Bosco. Bebían, absorbían la vida del angélico
joven.
La primera vez qué se presentaron al público
fué en una entusiasta velada, toda en honor de
su titular. Se estrenó entonces el primer himno
en honor de Domingo Savio.
El Circulo crecía más y más. Su fuerza fué
siem|)re la reunión dominical y la comunión
mensual.
Cuando se fundó la charanga, sus primeras
notas fueron la marcha de Domingo Savio, com­
puesta por el Pbro. Dr. Perotti.
En 1910 el « Cuadro Domingo Savio > hizo
su debut en el salón del Círculo. Y desde ig io
a 1918 la historia del Círculo Domingo Savio
es una historia de gloriosas conquistas que han
salvado mucha juventud. Hoy cuenta 179 socios,
de los cuales 44 forman la sección « Virtus et
Labor >, verdadero escuadrón volante de con­
quistadores.
La caridad es difusiva, el entusiasmo, gene­
roso. Ultimamente la Juventud Católica de la
ciudad, tomó la deliberación de regalar una
magnifica oleografía de Domingo Savio a todas
las secciones ya constituidas y a las que se cons­
tituirán en lo sucesivo en toda la región.
En el Cuzco (Perú) se han dedicado a Do­
mingo Savio dos Bibliotecas Circulantes.
En S t a . T e c i . a (Centro América) ha aparecido
una elegante revista semanal llamada < Domingo
Savio », suplemento dominical al € Don Bosco».
Su objeto es la difusión del Evangelio y del
Catecismo en las parroquias.
En T erm in i Im e r e s e (Sicilia) se le ha de­
dicado un colegio, cuyo programa pedagógiconioral será la imitación del santo niño.
En T r Apan i (Sicilia) se le d ed icó un floreciente
Oratorio Festivo.
Entre las relaciones de gradas que a la vista
tenemos, escogemos las siguientes :
« El infrascrito declara que hallándose grave­
mente enfermo el novicio Lucas P. Barreda y
casi sin ninguna esperanza ya, se le recomendó
a Domingo Savio, prometiendo también una
limosna para su canonización; y el Señor, no
obstante los malos pronósticos de los médicos,
tuvo a bien escucharnos plenamente y devolver
la salud al amado enfermo. No poca ha sido la
admiración de los médicos, pues auguraban un



desenlace fatal, y añadían que en caso de esca­
par de la muérte, el mal degeneraría en tisis
pulmonar.
Aquí en España, donde la devoción a Do­
mingo Savio está bastante extendida, ya no
extrañan semejantes gracias debidas a la intercesign del Siervo de Dios, pues .nos tiene acos­
tumbrados a ellas.
C arabanchel, 31 de m ayo de 1918.

M a r c e l in o O l a e c h k a , Pbro. Sal.

Director del hisiiiuto Salesiano.
M a d r id . — Debo satisfacer una deuda de gra­
titud para con el angélico joven Domingo Savio.
En dos ocasiones he acudido a él y en ambas
he experimentado su protección eficaz. Sirva esto
para animar a sus devotos.
Jo s é M. M a n f r e d in i

Director de las Escuelas Salesianas.
En trance de grande necesidad moral, invoqué
e hice invocar al joven de admirables virtudes Do­
mingo Savio, prometiendo publicar la gracia. Y
como ésta se obtuvo así que se solicitó, hago pú­
blico el testimonio de gracias para que sirva Como
ejemplo que avive nuestra confianza en este admi­
rable Siervo de Dios.
C olegio Salesian o de M atará.
J u l iá n M a s s a n a .

» »! <»»»#»#»<><> ti
Efecto de las buenas lecturasUn amable Cooperador nos escribe lo siguienle,
autorizándonos a publicarlo:
...... En Octubre de 1906 estando tomando las
aguas de Mondariz (Prov. de Pontevedra, España)
no encontrando otra cosa que leer, cayó en manos
del que suscribe la Guia de Pecadores de Fray
Luis de Granada y después la Glorias de Mark
de San Ligorio y algunas pocas hojas del Ca­
tecismo explicado del P. Mazo; todo lo cual
movió su corazón en términos, que decidió
convertirse a Dios sinceramente, formando el
psopósito de confesarse, na habiéndolo hecho
desde hacía cerca de veinte años y teniendo
abandonados completamente hasta los más ele­
mentales deberes religiosos.
La misericordia divina por medio de su San­
tísima Madre hizo que se confesase y comul­
gase el 15 de noviembre fiesta de San Estanislao,
y aunque la conversión no fué completa como
debía..., ha trabajado desde entonces en su
mejoramiento hasta la fecha, aunque su corres­
pondencia a la divina gfracia ha dejado bastante
que desear. En acción de gracias al Señor y
a la Santísima Virgen Mana, le autoriza para
publicar la presente cana. “ Más vale tarde que
nunca,,.
M álaga (España) M arzo de 1918.

E l cooperador salesiano
R am ón A

ndrés

y

A

lo n so ,

Oficial de Telégrafos.

P O R EL N l i n o o S flL E S líin O
/<L

El Museo Mayoriuo Borgatello.
El año de 1888 se inauguró en Puntarenas el
Museo Territorial Salesiano, cuyo objeto era re­
coger y catalog:ar los fósiles, plantas, curiosi­
dades indígenas y cuanto pueda interesar las
ciencias naturales y la etnografía de la Región
Magallánica. En pocos años, y sin más recursos
que un gran entusiasmo por la ciencia, una
paciencia y una constancia a toda prueba, los
misioneros lograron reunir en él toda, la fauna
y la flora de todo el Territorio Magallánico y
de la Tierra del Fuego y una rica colección de
fósiles y minerales.
Visitado por ilustres personajes, el Museo re­
cibió unánimes y merecidos elogios. Tales fueron
por ej.: S. A. R. el Principe Luis de Saboya,
Duque de los Abruzos, que lo visitó en 1890,
1896 y 1904, de S. A. R. el Príncipe Fernando
de Saboya, Duque de Udine en 1908, el Dr.
D. Julio Roca, Presidente de la Rep. Argentina,
tres Presidente, de Chile, a saber, S. S. E. E.
D. Pedro y D. Jorge Mont y D. Federico Errázuris, muchos capitanes de navio y barcos mer­
cantiles.
Muchas veces quisieron comprarlo, ofreciendo
grandes sumas, varios señores norte-americanos
y el mismo gobierno de los Estados Unidos, y
aunque no pocas los Misioneros se encontraban
en grande necesidad, jamás quisieron venderlo.
El objeto del Museo era y es el fomento de la
ciencia, el dar el medio más natural y propio
de conocer la región, el dejar un monumento
a los venideros de la actividad salesiana en un
territorio difícil y a favor de una raza desgra­
ciada, y un tesoro a Puntarenas que, apenas
designada como centro de la Misión conñada al
celo emprendedor y ardiente de Mons. Fagnano
y sede del Vicario Apostólico, empezó a cre­
cer y desarrollarse hasta llegar al rango de
ciudad.
Con ocasión del segundo aniversario de la
muerte de Mons. Fagnano, el 15 de septiembre,
se colcxró en el Museo su retrato, un cuadro de
veras artístico, y se inauguró la sección histórica
en que el apóstol tendrá seguramente no pe­
queña parte. Hubo una bella ceremonia, tomando
parte las autoridades eclesiásticas, militares, ci­
viles. judiciales y las principales familias de
la ciudad. Por un acto exquisito de gratitud y
reconocimiento al mérito, el Museo tomó el
nombre de < Moyorino Borgatello-».
Fué, en efecto, este modesto Misionero, quien

L

ideó el Museo y trabajó más en él, por espacio
de 26 años. Y no debemos olvidar aquí otro
nombre: el de D. Angel Benove, compañero
del P. Borgatello y su ayudante inteligente en
la formación del Museo. Al dar el nombre del
humilde Misionero al Museo por él creado, el
Rvmo. P. Salaberry, Gobernador Eclesiástico de
Puntarenas, cumple' un acto delicadísimo que
le honra y demuestra su corazón generoso y
noble.
Dos grandes naturalistas, el Dr. Guido Bonarelli, geólogo italiano, y el Dr. Cristóbal M.
Hicken, botánico argentino, han estudiado y
clasificado últimamente el Museo Borgatello, con
la mayor acuciosidad.
En la inaugurada Sección Histórica se reco­
gerán los recuerdos y memorias auténticas, y
documentos que se refieren a la historia del Ter­
ritorio de Magallanes. Como hemos dicho ; lugar
preferente ocuparán las Memorias del malogrado
Mons. Fagfnano. Estas Memorias tendrán un
interés grandísimo y contamos con poder ofrecer
siquiera trozos a los lectores del
pues el
.ilustre Misionero nos había prometido una copia
para nuestro archivo. Poco antes de morir escribió
a la Dirección de E l Boletín, renovando la pro­
mesa y dici^ndole que tan a pechos había tomadosu redacción, dadas las instancias que « los boletinistas » le hacíamos, que a ello dedicaba todas
las horas que sus ocupaciones le dejaban libres.
Cuando Monseñor hablaba de las Misiones daba
a sus palabras una vida y un color tan intensos,
que encadenaba a sus interlocutores y pasaban
rápidamente las horas sin darse uno cuenta de
ello. Por eso creemos que serán interesantísimas
las Memorias, y aunque incompletas estén — que
no lo sabemos — rogamos a nuestro buen amigo,
el Rvmo. P. Salaberry, nos las remita cuantoantes para delicia y edificación de nuestros
lectores.
SARRIÁ - España. — Notas de crónica. — El
humilde cronista de estas Escuelas Salesianas de
Sarriá está debiendo a los lectores del Boletín
la relación de varios acontecimientos artisticoreligiosos que han tenido lugar en este San­
tuario de María Auxiliadora dura'nte el corriente

Es el primero de ellos la solemnísima Bendi­
ción y estreno de un artístico y monumental ViaCmcis que decora las paredes de nuestro hermoso
Santuario. Cada estación es un filigranado tra­
bajo de arte gótico-ojival de pasta dorada, que

— 24 —
encuadra la correspondiente escena en alto re­
lieve. Tiene en conjunto una altura de dos me­
tros y medio y con sus innumerables pináculos,
crestería y calada aguja reproduce en miniatura
el bellísimo remate del altar mayor. Las catorce
estaciones recorren toda la iglesia alrededor y
llenan, visten y hermosean las hasta ahora des­
nudas paredes. Kste trabajo honra sobremanera
las Escuelas de 'falla, Escultura, Vaciado y
Doradores, que lian puesto en él todos sus en­
tusiasmos: es una obra verdaderamente monu­
mental y suntuosa y de gran valor, porque es cosa
enteramente de casa. Fué solemnemente ben­
decido y erigido el dia 22 del marzo, Fiesta de
Ntra. Sra. de los Dolores, por el Muy Iltre.
Dr. D. Justino Goitart, Dignitlad de Maestrescuela
y Vicario General de la Diócesis de Barcelona,
acompañado por el Clero parroquial de Sarriá y
de la Casa. La Capilla de música interpretó el
Stabat Mater de G. C. y « Adoramus te Christe »
de Palestrina, a toda orquesta.
Al piadoso y solemne acto asistió distinguida
concurrencia de Sres. Cooperadores, que habían
sido previamente invitados.

Otra simpática fiesticita se celebró el dia de
Pa.scuu, bendiciéndose e inaugurándose el nuevo
patio de San José y su correspondiente estatua,
que en mitad del edificio y desde una hermosa
hornacina domina y preside la palestra recién
allanada. Porque hay que saber que esta Casa
está en periodo de transformación: desde un año
para acá se ha venido trabajando activamente en
el tapiado y alcantarillado de la finca, gracias a.
lo cual y al trabajo ardoroso de los alumnos que
<lurante meses han sacrificado por turno sus re­
creos para no dar paz a los brazos, s^ ha logrado
allanar un hermoso y extenso patio destinado a
ser palestra donde en brillantes festivales lucirán
sus habilidades nuestros futuros gimnastas. Y este
nuevo y hermoso patio está bajo la proteción y
amparo de S. José, a quien se ha entronizado
en elevada hornacina. Es una hermosa estatua
de piedra artificial, modelada y vaciada en nues­
tra Escuela de Escultura, que ofrece la particu­
laridad de repre.seutar al glorioso Carpintero de
Nazaret. junto al banco de sus sudores, sobre el
cual está Jesús, saniificador del trabajo. — Bendíjolu el Rdo. Sr. Director, D. Ernesto Miglietti,
entre cantos, músicas, discursos y el tremolar
<ie cien banderas.

Una festividad originalíssima que no tiene pre­
cedente en la historia de la Casa, fue la proce­
sional visita que realizó nuestra Augusta Reina,
Marta Auviiiadora, a las diferentes dependencias
de la Casa que han de sufrir trascendental re­
forma. Esta hace meses está proyectada: se han
trazado los planos, y se ha señalado a cada cosa
su sitio, como si ya fuera una realidad: pero la
ruda realidad es que falta todavía el medio mi­
llón de pesetas que se necesitan para llevarla a

cabo. Nuestro Sr. Director, ni corto ni perezoso,
invita a distinguidas personas de Barcelona, a
visitar la Casa y les acompaña por toda ella, les
hace ver sobre el terreno la necesidad de en­
contrar ese medio millón para efectuar las re­
formas y deja al Señor que haga lo demás. En
la convicción de que la más grande y poderosa
Bienhechora de esta Casa, como de todas las
otras de la Sociedad Salesiana, es la Virgen Au­
xiliadora, pensóse en acompañarla también a
visitar la reforma, y, como lo requería la Augusta
dignidad de la Persona, la acompañó en esta
visita todo el personal de la casa con la gorra
en mano. Asi se organizó la comitiva: la Augnsta
Reina era llevada en andas y al llegar a los di­
ferentes puntos, parábase todo el mundo, alzá*
base un diminuto orador y con razones peren­
torias y tiernas súplicas hacía ver a la celestial
Señora, la conveniencia y necesidad de reformar
o construir los nuevos locales, para dar mayor
desarrollo y perfección a las Escuelas actuales
y aumentar en algunos centenares el número de
ses hijos... Y así se le habló de los nuevos talle­
res de Escultura y Doradores, de los nuevos
comedores, del grande y espacioso salón de actos
que se ha de levantar de nueva planta, de la
cocina que necesita, etc. etc. y al último toma
la palabra el Sr. Director para hacer el resu­
men... y remachar el clavo. Y la Reina escuchó
complacida y sin mostrar fastidio todos nuestros
memoriales (( oh qué buena y qué amable es
nuestra Reina !) y esperamos que los despachará
favoreblemente.

Después de todo eso vino el 24 de mayo, dia
en que el hermoso Santuario estrenó los cien
bancos y cuatro confesionarios para los niños, que
acaban de comunicarle nuevo esplendor y mag­
nificencia; y hubo muchísima gente que venia
da Barcelona y otros puntos a rendir pleitohomenaje a la Celeste Auxiliadora en sus días.
Aunque se trasladaba a otro la festividad, hubo
las primieras comuniones de varios alumnos y
misa cantada por la mañana y magnifico sermón
por la noche, que predicó el Rdo. Sr. Dr. D.
Frncisco Borrego, Capellán de la Armada.

Y asi llegó el 2 de junio, escogido para cele­
brar solemnemente la fiesta de Marta Auxilia­
dora, Las campanas que ora hendían los aires
con clamoroso sonido, ora los impregnaban de
dulces melodías marianas, la banda de música,
los morteretes y las mil banderas de mil ta­
maños y colores, todo contribuía a alegrar el
ambiente y ensanchar el corazón. Comenzó la so­
lemnidad con una misa de comunión verdadera­
mente general; siguió a las diez la misa solemne,
que celebró Rdo. Sr. Director del Colegio Salesiano de Mataró, y al que asistieron las digní­
simas autoridades eclesiásticas y civiles de U
población, con una representación del Magnífico
.Ayuntamiento. Celebró las glorias de la Celeste

pe
su magnijica iluminación eléctrica que la hace vi­
Auxiliadora, el Rdo. i-*. Javier Santaeugegia,
Escolapio, quien asimismo había predicado el sible desde muy lejos, se celebró a sus pies y
triduo de preparación. La Capilla de Música del en la finca del distinguido caballero D. Luis de
Santuario, interpretó una misa a tres voces de Nada!, con una verbena-velada, que se dedicó
por partes iguales a la Virgen Auxiliadora y ul
G. Polleri, con orquesta.
A las seis y media de la tarde salió la pro­ Rdo. D. Pablo Albera. Con tal motivo* reinó
cesión, hermoso y brillante triunfo de María Au­ durante el día grande animación en todo el ve­
xiliadora, por las calles de Sarria, donde con­ cindario, apareciendo las casas arlornadus con
quista de día en dia nuevos amadores. En ella banderas y colgaduras en honor de la blanca
tomaron parte las numerosas familias, que se Virgen, que como una aparición, les sonríe des­
líe las alturas: y a la cual se piensa i)roclamar
cobijan bajo el manto de María Au.xiiiadora.
Patrona especial de la barriada.
<E1 Patronal Parroquial de Obreres Puntaires»
que dirigen las tlijas de María Auxiliadora etm
sus numerosísimas niñas, las Colegialas y Comu­
nidad del Colegio Sta. Dorotea, también de las
El dia 30 <le junio fue dedicado por completo
Hijas de María Auxiliadora ; los cuatrocientos
al Sáo. Corazón de Jesiís. En la fachada del Cole­
alumnos de estas Escuelas con sus esiamlaries;
>is niñas y niños de la primera comunión ; la gio del S lü. Angel, llameaban gallerdeus y ban­
Archicofradia de María Auxiliadora; Antiguos deras, aminciaiido una solemnidatl extraordinaria.
Alumnos y Cooperadores; Clero de la C asa; En efecto a eso de las nueve y media '«le la ma­
Rdos. P. P. Capuchinos y Clero. Parroquial; Ta ñana, aparció en la mitad tle la dii:lui fachada
bellísima estatua de la Virgen en andas con sus una bellísima estatua de Jesús Niño, ci n . los
guardias nobles; el Rdo. Sr. Inspector reve.stido brazos extendidos y el Corazón descubierto, bajo
de capa: las Autoridades y Ayuntamiento, y ce­ un hermoso doselcie gótico. Fué bendecido por
rrando, la banda de la Casa. De vuelta a la el Rdo. Sr. Inspecotr rodeado de todo el pensóiglesia, se dió le Bendición con S. D. M. termi­ nal de la Casa. En esa ocasión ocurrió un su­
nado el acto con el solemne canto de la Salve ceso que-puso de manifiesto la protección es;>edel Mtro. Villani, por todos los alumnos. En cialisima del Señor sobre nuestros niños. Mien­
tras tan de corazón y gozosamente se estaba
6n, una fiesta de recuerdos perdurabes...
celebrando el acto, desprendióse por efecto de
un morterete, una de las pesadas gárgolas de
Todas las fiestas tienen octava, dice un afo­ desagüe de la azotea, la cual después de tropezar
rismo litúrgico; y la de María Auxiliadora tuvo con el pedestal de la estatua, del cual arrancó
la suya y ¡qué octava! En efecto el domingo un trozo, vino a caer en medio de los Superiores
siguiente a la fiesta, señalaba el calendario el y niños que jubilosos y entusiasmados, no se
habían dado cuenta de lo sucedido, hasta que
día g de junio: fecha célebre, fecha memorable,
que orientaba nuestros pensamientos y corazones vieron en el suelo la enorme piedra, que pesaba
hacia Valdocco, donde adivinábamos una Basí­ más de tres arrobas. Y aqui es de admirar la
lica vestida de gran fiesta, la Virgen Auxiliadora mano de Dio: la piedra cayó como dijimos, en
medio de los niños, sin tocar a ninguno, sino
recibiendo en sus manos un cetro preciosísimo,
y subiendo las gradas del altar a un Padre ve­ es una ligerisima rozadura, que. al rebotar hizo
nerando para celebrar su misa de oro, su jubi­ a un chiquitín en la pierna, como para mlveriir
el gravísimo peligro qne había corrido de dejarle
leo sacerdotal.
¡Cuántos motivos para señalar con piedra aplastado bajo su peso. Este milagroso su<t-so
blanca esta fiesta y dejar de ella algún recuerdo vino a aumentar el jubiloso entusiasmo de totios
«ad perpeiuam rei memoriam '•! Por esto el 9 Cantóse enseguida sol-mnísimo oficio, y ¡>or la
de junio celebramos la cuarta de la serie de fies­ tarde, dc.^pués del trisagio, se organizó una pro­
tas solemnes que veníamos celebrando en honor cesión con el Smo. que recorrió los patios de
de Mana Auxiliadora y después de los cultos de la Casa.
coetumbré celebrados con todo el esplendor que
merecían, púsose remate y sello a la piadosa
jomada con un acto de duradera resonancia.
El 21 de julio se celebró la fiesta de S. Luis
El recuerdo del centenario de 1915 quet’ará que tradicionalmente suele ser la última del curso.
eternamente ligado con la terminación y estreno
Hubo en e.ste día una nueva tanda de primeras
de la majestuosa fadhada principal y torre de comuniones: la misa solemne con el panegírico
ooestro Santuario: y al recuerdo de este aconte­ del Santo Pratrón de la Juventud.
cimiento se unirá el de la inauguración de la
jochada posterior de la iglesia, que se realizó en
«sta fecha y especialmente de la hermosa y moEl jueves antes el Circulo Esportivo ' "Don
lamenial estatua de la Virgen Auxiliadora, que
la corona, dominando todas las dependencias Sosco ,, del Colegio e.=5trenó el nuevo patio de
sport, ejucutando un variadísimo y selecto pro­
de la Casa y alrededores.
grama de ejercicios gimnásticos anfe numerosa
Esta estatua fué descubierta y bendecida con
solemnidad por la mañana de dicho día, y ¡>or y distinguida concurrencia, que salió altamente
ía noche con motivo de lucir por primera vez complacida.



Oratorios Festivos.



de ese barrio extremo que, a la verdad, necesi.ai
soplos de espiritualidad.
-Muchos vecinos han redactado un manifiesto!
Como consecuencia del nuevo estado de cosas,
en
que dan al P. Albera las más expresiva.';
base proilucitlo una actividad inmensa en todos
gsaoias por los grandes beneficios que el Ora-|
lo-i oriienes de la vida. Ür;íanízansc industrias,
torio está procurando ál barrio.
lonnanse socicdade.s de toda cla.se y para todo,
E! otro se abrió en el barrio llamado de
la»; más avisatlos ponen la mira en la niñez.
Aí'-nie Rosa. Es debido a la munífica genero-1
IC.s un verdaiiero florecer de obras juveniles.
sitiad del conocido industrial D. Luis Grassi.
l. as liay de todas clases, 'rrátase de ir a la conLo abrió el Rdmo. P. Rinaldi, Prefecto General
iMiisia, .sefíún es el movimiento, a la conquista
de
la Pía Sociedad Salesiana, incansable Af>ósto!
ilel niño y del joven ; porque conquistado el
niño, se habrá, siquiera en j^ran parte, conquis­ dcl movimiento Social Católico. — Está dedi­
cado a « Margarita Bo.sco ».
tado la sociedad. For des.:;rac:a, el enemifío
Otros vario.s Oratorios se han ofrecido a los
cuenta con mayores recursos que los fieles hiios
de la Ijílesia, o mejor dicho, suele utilizar mejor Salesianos en iliveisos barrios de la ciudad.
Por su parte las Hijas de María Auxiliador;,
'OIS recursos, porque a decir verdad, a los catódcüs tío nos faltarían elementos para nseffurarnos e.stán emulando los cjenqilos de sus Hermanos ¡
el porvenir y la victoria. Pero quizás falta em* y aún superándolo.s.
ICn los Oratorios existentes se acentúa el tra­
puje.
bajo y se multiplica la actividad. Dios mediante,
Mucho se hace sin eniharjío. Y pues lo que
en el próximo número diremos_lo que se ha
m i:; urge es apartar de la seducción a los hijos
del pueblo y darles los medios de instruirse en, hecho en el Oratorio Central durante el año de
1918. Quizá pueda servir de ejemplo y de con­
ai Rvhgión y formar su enteiulimiento y.su voiiim ui. los Católicos se lian dado, aquí en Italia suelo a muchos.
j)Or ios menos, a fundar y sostener Oratorios P'esESTPLLA. — El celoso Cooperador Director dcl
tivos o Patronatos, que son la institución más Oratorio de Estella nos escribe:
juáciica y hacedera que se conoce.
Me tomo la libertad de mandarle algunas noticia^
Kii Turin abrieron dos los Salesianos en un d_- lo acaecido durante el año 1917. ¿Qué le diro?
niism.i dia: el 8 de diciembre, en los barrios que si María ha sido siempre pródiga con nosotros,
oiireros más populosos, populares y... movidos cada dia va aumentando su bomlad con este Ora­
de la ciudad. El primero en el barrio de S.
torio. El año pasado le indicaba cómo Íbamos ha­
Pablo, donile hay extrema necesidad de etlu- ciendo iniestra.a obras, cargando el debe a nuestra
caeión religiosa. Los niño.s allí, como sucede común Protectora, y V. me decía en la suva que
en casi todos los grandes centros industriales,
realmente, Ella es la mejor Cajera, y en efecto,el
arulan... disipadillos, y los Católicos para poner Oratorio va desarrollándose, paiilatinamenté si, pero
remedio que fuera a la raíz misma del nial con bases sólidas y durables (contando con la ayut'.i
,;qué cosa mejor podían hacer que un Ora­ de Dios). El día de nuestra Patroiia, según regla­
torio Festivo? Y rogaron al Rvdmo. Rector mento y costumbre, tuvimos comunión geneiíl
.Mayor de los Salesianos <]ue .se encargara de él.
eii lo que tomaron parte unos 400 niños y niñas:
; Cómo rehusarse? A pesar do la escasez de per­ después se les dió desayuno, y por la tarde up ?.
sonal, el P. Albera aceptó la fiituiación. S.
gr.ni velada
l'hiicia. el Cardenal Arzobispo, < liaoiemlo votos
Durante todo el año liemos estado tras la im­
por la pronta apertura y pór la prosperidad dcl
plantación de la Mutualidad Escolar, habiéndolo
Nuevo Oratorio Festivo en el barrio de tí. Pablo,
conseguido el 27 de Febrero próximo pasado, hsn
bendice a todos los Promotores, a los Bienheiagre.saclo 347 niños. I.a Escuela Nocturna ha fun­
( llores, a los futuros alumnos y. a la entera co­ cionado regularmente con 80 alumnos, siendo L
munidad Salesiana, y manda liras mil ». Este asistencia media de 60.
billete llevaba la fecha ilcl 14 de noviembre de
Contrariedades, que nunca faltan, hemos tenida,
tüi.S. Ivl P. .■ Mbera, al darle las m >s expresiv.as como la implantación de los exploradores español. ';
gi,i-:;us le electa que su Bendición érala preml.i tpie aunque a.iui no son laico.s del todo, sienm. 'is segura do las bendiciones dcl Ciclo. Y ha pie dejan que desear en cuestión religiosa, pero
sido asi. por lo visto.
no por esto desmayamos; comenzaron con much.
Aunque con bastante pobreza — la compa- esplendor y ya apenas hay ánimo.
ú la insc¡iarable de las Obras .'^alesfanas. sobre
En cambio, hemos tenido la protección este aro
to lo a los principios — el Oratorio se inauguró de una bondadosí.siiiia Señora, q. e. p.d. que al morir
s.il.minemente el día fiiado, en locales propio.s,
nos legó dos mil ptas. en testamento, que servirá-'
:
c.ipilla vasta, vasto patio, juegos variados.
p-iia pagar parte de la deuda contraída. Ahora e'
Abriólo y bendijolp el mismo P. Albera, quien ce- peramos el po<íer hacer un salón-escuela-te.atro.
l. bró la misa de comunidatl, en que comulgaron confiando en mie.->tra querida Madre que pronto nos
miK'hisimas personas mayores y no pocos niños.
lú deparara.
'oncurrieron, desde el primer instante, 300
ICspeeando niegue al Cielo para que por la inter­
V ideo de Oratorianos. Los padrinos los aga- cesión de nuestra Auxiliadora bendiga Cristo jesú.iron y obsequiaron.
a este nuestro querido pueblo como nosotros ro­
niños aumentan siempre, los catecismos gamos por la salvación de la juventud y el pro­
fl >recen, las fiestas de iglesia animan la vida greso de la Comunidad Salesiana.

— 27 --

NOTICIAS VARIAS
BOGOTÁ (Colombia). — El Presidente de la Ref.üÜca y la Obra Salesiana. — El d¡a 24 de
agosto, el Excelentísimo señor Presidente tuvo
la bondad de recibir al M. R. P. Antonio Aime
G., Superior de los Salesianos de Colombia y
Venezuela, que iba acompañado del R. P. Ja­
cinto B.issignana, Director del» Colegio y Es­
cuela Salesiana de Artes y Oficios, del R. P.
Hmilio Rico, del R. P. Francisco Amaya y de
una Comisión del Colegio. En tul circustancia
el M. R. P. Aime dirigió al Jefe del Estado el
siguiente saludo:
« Exemo. señor:
La Familia Salesiana, compuesta de la Pia
Sociedad Salesiana, del Instituto de María Auxi­
liadora y de los Cooperadores Salesianos. llena
de entusiasmo, os felicita por vuestra exaltación
al Solio Presidencial de nuestra República.
Desde hace muchos años los Salesianos co­
nocemos la admiración y afecto que V. E. abriga
para con los Hijos y las Obras del Ven. Juan
Bosco; muchos años hacé~ que le tenemos ins­
crito en el álbum de los mejores amigos y pro­
tectores de las Obras Salesiana.s y tenemos la
honra grandísima de contarlo entre los más de­
cididos Cooperadores Salesiano.s, en cuya lista
.'iguran eminentes notabilidades del viejo y del
nuevo mundo.
No hay, pues, que extrañar, si entre las ideas
religiosas y sociales expresadas por V .. E. en
distintas ocasiones, hay com[)leta homogeneidad
con las de los Salesianos, continuadores de las
ideas, pensamientos y obras del Ven. Jtmn Bosco.
Prueba <le ellos es el hermoso y elocuente dis­
curso que V. E. pronunció en ocasión del primer
Centenario de D. Bosco j en él no sal)emos qué
¡mirar m ís: si el afecto que manifiesta a nuestro
Ven. Padre, o el estudio y conocimiento pro;jiuio que V. E. tiene de la Obra Salesiana, la
cual vive, como V. E. decía en aquella memouble fecha, •• con.sagrada exclusivamt-me al bien
siit'ioso, moral y social de la humanidad, no
'ro;- -vliendo por combinaciones intere.sadas, ni
con las cavilaciones de la ciencia profana
En el programa de Gobierno expuesto por
E. en el acto de Ja toma de po.sesión de ¡a
¿‘residencia, enumerando las necesidades más
urgentes de la República, indica que su Go-•ierno de preferencia se ocupará:
•7. De las Escuelas de Artes y Oficios, lla­
nadas a formar obreros y artesanos, a cuya suerte
5* atenderá multiplicando aquellos Institutos tle
«enseñanza’* y facilitando a los aprendices su
«“'Vocación en ellos. Pero quiere V. E. que:
«Condición fundamental de la educación púDÜca sea la instrucción 5’ que vaya asociada con
•3 formación de las costumbres y con los semfirnienios de honor y respeto, co.sis ¡mpo.sibiles,
no se apoyan en el temor de Dios, principio
íi; ! > sabiduría, y en el cumplimiento de los
dí:.eres religiosos ». Asimismo pretende V. E.:

bj « Fomanuir las industrias agrícolas y fa­
briles que son para Colombia una iiecesidiul
premiosa sobremodo y que debe atenderse gra­
duando su conveniencia y siguiendo un plan
constante ».
c j «Cuidar la beneficencia y en particular los
Lazaretos, a los cuales debemos atender pro­
veyendo a la subsistencia regular do los enfer­
mos y a la higiene de las Itabitueiones ».
Los Hijos tlol \‘en. J. Bosco, E. Señor,siguiendo
las huellas de su Pariré y I'undatlor, tiesde har'e
muchos años vienen irabajaiuio en la realiza­
ción ríe estos puntos importantísimos de su pro­
grama. .Seguimos aqui en Colombia y practica­
mos cuanto nos enseñó nuestro Venerable, el
cual, como dijo V. E. en el discurso arriba ci­
tado, « se constituyó en Padre, Protector y
Mae.stro de la juventud desvalida, de suerte que
su obra empezada al aire líbre, bajo una pobre
enramada, llegó basta esta amada República,
extendiéndose en multitud de escuelas, talleres
y Oratorios, donde encuentran pan, saber, tra­
bajo y porvenir ».
Las Escuelas de Artes y Oficios han dado a
la República un número grandísimo de obreros
cristianos, que hoy día ganan honradamente la
vida con el oficio aprendido en las casas salcsianas.
Nuestra escuela de Agricultura de Ibagué, a
pesar de sus" pocos años de existencia y de los
escasos recursos con que cuenta, }’a está pro­
duciendo felices resultados y mereció aplausos
de la A.samblea del Tolima, de la Prensa de
aquella ciudad y. de c.'-la capital.
Los Oratorios Festivos establecidos en Bogotá,
Barranquilla, Iliagué, etc., etc., atiemlen a la
educación moral y relÍg¡o.«a de casi mil niños,
hijos de obreros, y jóvenes aprciuiicc.s.
¿Qué diré, Kxnio. señor, de la labor salesiana en los Lazaretos? Vos mismo sois ie.stigo
de ella. Llevado por vue.stro nol)lc corazón,
hah’^is visitado el país del dolor. Allá liabéia
visto cómo nue.str«»s hermanos, desafiando el
contagio del terrible morbo, se dedican a su
asistencia • spiriluai, a consolarlos en .‘?us penas,
en su aislamiento, trocados en padres, hermano.s y nmiv.os de lodos aquelio.s desgraciados.
Desde el año de 1892, e n . que el 1^. Miguel
Unía, apóstol de los leprosos, .se encerró en c!
i-azareio, hasta la fecha, los Salesianos lian con­
tinuado su obra de abnegación en Agua <le
Dios, en Contratación, y desde hace dos años,
en el Lazareto de Caño de Loro. A m s de la
a.sistencia espiritual a los sanos y enfermos de
la población, de los hospitales y asilos, prestada
por los Salesianos, Vos habéis visto en Agua
de Dios la grande iglesia, el grandioso edificio
del Asilo «Miguel Unía», el Oratorio Fe.stívo
de María Auxiliadora, el Centro Ven. Juan
Bosco, el espacioso Salón del teatro y la her­
mosa iglesita dedicada a N. S. Auxiliadora;
habéis oido las alegres notas de la Banda de
música^ habéis conocido los dos batallones in­
fantiles. Estas obras manifiestan cómo los Salesianos, a la vez que nos interesamos por el

-

bién espiritual de los podras leprosos, les pro­
curamos asilo, asisteticiii corporal y todo lo que
puede suavixar y hacer más llevadera la vida.
En Contratación sucede lo mismo y en la
actualulad se acaba de cubrir una magnífica
iglesia, en la cual llevamos gastados más de
5 30,000 oro, y se está construyendo un gran­
dioso asilo para niñas leprosas.
Como veis, Exino. señor, los Hijos de D.
bosco trabajan a vue.strf> lado para ayudar a
realizar, por la parte que les toca, el plan de
Gobierno que habéi.s anunciado en la fecha me­
morable del 7 (le íuro.sto. Contad, pues, con
nuestra adhesión a vuestra persona, a los prin­
cipios que os animan y con las fervientes sú­
plicas que elevamos al vSeñor para la realización
de vuestros ideales y as[)iraciones *.
En seguida el Exemo. Sr. Presidente contestó:
« Revereitdo P. A im e:
He escuchado con atención y complacencia
las amistosas palabras que V. R. se ha servido
dirigirme en re[)resentación de los varios Insti­
tutos que forman la Misión Salesiana en Co­
lombia.
Aunque mi esfuerzo en favor de esa obra de
beneficencia y de cultura no ha sido visible en
cuanto a su eficacia, si lia sido notorio por la
franqueza de mi amor y de mi admiración hacia
el Venerable Juan Hosco y .su Orden. La gran­
deza de este liéroe de la civilización me cautiva
de tal modo, que lo venero e invoco frecuen­
temente como a alma privilegiada que contempla
la faz de Dios, después de haber trabajado so­
brehumanamente en esta esfera de dolores y de
prueba ; y su recuerdo se me presenta como el
de los espíritus más poderosos y benéficos que
han pasado por-el mundo.
En el siglo trece aquel otro héroe de bondad
que se llamó Francisco de Asís, hijo también
de la gloriosa. Italia, e imitador de Cristo en
el grado más exacto y más humilde tal vez de
cuantos presenta la historia del Catolicismo,
efectuó como Don Hosco una grande obra de
caridad en medio de las sangrientas luchas (pie
atormentaban entonces a la humanidad, y de
reforma de las costumbres en aquellos tiempos
dominados por las codicias y concupiscencias.
Esa débil criatura, más grande que los sabios
y (Xjnq'uistadores que ocuiian la cumbre de la
fama, planté) el árbol que durante siete siglos
ha guarecido a los hombres con la sombra de
la misericordia y los ha alimentado con los
frutos de la caridad. De tanto pensar y com­
padecer los dolores del Salvador Divino, Fran­
cisco mereció trasladar a si mismo los estigmas
de la pasión de Jesucristo ; y su cuerpo libre
de los inrtuios inferiores y sonieiido a los de
las virtudes más angélicas y austeras, participaría
anticipadamente de las dotes inmortales de la
resurre<xión, que irradiarían efluvios capaces de
atraer en torno de aquel serafín humano las
avecillas del cielo y las fieras de los bosques.
Del mismo modo el Venerable Don Hosco

28 —

recibió de la Providencia el dón de suspenÜLT
tiernamente las leyes de la naturaleza en obse­
quio de sus obras de misericordia. El fué sus­
citado en esta otra edad de codicias, ambiciones
y concüpiscencias desenfrenadas, para personi­
ficar en cierta manera la santidad ínefeble de
Jesús y favorecer a los hombres y a los pueblos
con los más conmovedores ejemplos de manj-etlumbre, de benéfica pobreza, y de austeriri
evangélica, que ha efectuado maravillas en r.
mejora de las mucliedumbres y en el bienv-._.
de los necesitados.
La República de Colombia participa graiiilumente de la acción social de Don Hosco, pi.-s
lodavia cuando rft.sniraba en el m'undo cs.'
Hombre es:traordinario, él condescendió en er
viar Salesianos a nue.sira tierra, donde las bella
plantas de sus religiosos evangelizan a nuestru
pueblo por medio de la enseñanza de las artes
y de las letras, por medio de la difusión de la
piedad, por medio de obras industriales en favor
(le los obreros y mune.-íterosos, y sobre todo,
por medio de un esfuerzo perenne de miseri­
cordia, aplicado a la asistencia de los enfermos
cuyo cuidado supone en quienes lo dispensan
una completa abnegación de si mismos y una
consagración absoluta al bién del prójimo por
el amor de Dios y de su santa ley.
Yo he contemplado esa obra vuestra y de
vuestros hermanos. Reverendo Padre; he vi.-itado vuestros talleres y escuelas; he saludado
los huérfanos a quienes amparan ; he a.sistÍdo a
vuestras misiones y festividades; he admirado
vuestras apo.siólicas tareas en los Lazaretos,
donde asociados a las Hermanas de la Caridad,
practicáis obra que humedece los ojos del
pectador con lágrimas como aquellas que ver­
terían los que tuvieron la dicha de cotttenipfv
la faz del Salvador y de escuchar sus j)aliiiir.i(le vida eterna.
Recibid las gracias que os hago en nombre
del pueblo que enseñáis, de los enfermos ^
quienes asistís, de los niños a quienes cduc^■ li^.
(iel Estado cuyo bienestar fomentáis y del Go­
bierno cuya gratitud os expreso en forma may
sincera, junto con los deseos de cooperar en
favor vuestro y de vuestras bienhechoras tareas ».
ASUNCION (Paraguay). — Un magnifico torneo
escolar. -- El miércoles 16 de octubre hubo
una animadísima porfía catequística entre lo'
alumnos del 4®, 5“ y 6®grado. Se dió comienz'
al acto con el entusiasta himno del Macsu«
Pagella.
Acto continuo el alumno del 6® grado, .An­
tonio Vinent, leyó u i hermoso discurso.
La luchaY sonc) la hora del combate. En el palco,
sentados, de cara al público, con expresión de
impaciencia y nerviosidad estaban los niños qu®
iban a tomar parte en el certamen: eran ¡os
sobresalientes del examen que se había tomado
el día antes.
Y abajo estaba el público, selecto e impo­
nente. Presidiéndolo estaba S. S. lima. Moa-

F
— 29 señor Hermenegildo Roa, Provisor y Vicario
General de la diócesis. Luego en lugar prefe­
rente estaba situada la Comisión Central' de la
Uga de Damas Católicas, quienes fueron invi­
adas para presidir ese hermoso acto, invitación
; la que contestaron con una preciosa nota que
mucho agradecemos, con la oferta de una libra
esterlina para uno de los vencedores, y con la
asistencia de 4 miembros conspicuos de la Co­
misión Central: Sra. Regina C. de Gaona, pre­
sidenta; Sra. Josefina R. de Aceval, Vicepre­
sidenta; Sra. Carmen Pérez de Nogucz, Secre­
taria generad y . la Sra. Peirona IL de Duarie,
\’ice|)residenta 2^.
Presenciaban también el acto; El Rdo. P.
fray .-Vntonio Vázquez superior de los Francis­
canos acompañado de otros cuatro Padres, todos
curas párrocos, el Rdo. P. Majavacca con todo
el cuerpo de Seminaristas, varios pudres de fa­
milia, exalumnos, \‘arias Hermanas salesianas
con un grupo de alumnas y numeroso público.
Comienza el combate. Y al terminar la pri­
mera, segunda y tercera parte, muy pocos son
los que han abandonado su puesto, y eso que
a la primera falta ya quedaban' fuera de con­
curso.
Al terminar los aplausos, el alumno Miguel
C.irdona ejecuta una hermosa pieza de violín.
Sigue el certamen de la 4* y 5“ parte y al
t-rminar la última respuesta aún quedan en pie
vcintenueve luchadores. Previa otra pieza ile
violín se reanuda la porlía con mayor rigor aún,
pnes se trata de descalificar a muchos hasta que
permanezcan en pie sólo veinte: los del paseo.
Con atronadores aplausos es acogida esta de­
terminación y desde entonces la lucha se hace
cada vez más complicada y difícil, pues para
conseguir la eliminación, el censor se vale de
lodos ¡os medios posibles...
Tras un angustioso silencio se oye la voz:
se-iunda parte, preguntas solas. Un cstreniecimiénto de nervosidad corre por el público y
•‘■ 'scomljatieiites, a todo grito, como para exigir
caída de un rival van ensartando las pre;¿’mtas solas, rápidas, sonoras, nerviosísimas,
tmorrumpidas solamente por el sonido fatal que
•a indicando el ralearse de las filas. .Suena de
rromo un fragoroso aplauso: era el .saludo trii'.u.ido a los once últimos que formarían la
C'irte de honor y tendrían derecho a elegir uno
•e los valiosos premios que estaban allí brillando
‘ :5 mágico espejismo.
.A lluras penas se restablece el silencio y coel debate final. Xo era posible abrir
r-'-ciie; entonces el censor comienza sus órs de -nando fatales. Hubo un momento en
que c.-;]cn.>: Primera parte, preguntas solas, codesde el ñn. Un rumor de ansiedad se
por el público ; muchos se pionen de pié,
se acercan a los combatientes y éstos siempre
m -.-.érrii'j.s comienzan ese terrible avance hacia
haciendo una verdara acrobacia de inteli­
gencia y memoria. Quedan cuatro y e.stalla un
'’ tron.nior aplauso. La lucha toma entonces car ctcr sumamente interesante: no se oye ni res­

pirar. Un frenético y prolongado aplauso salutla
a los dos últimos: Miguel Cardona y Antonio
Brunetti.
Se empeña la última lucha, la del triunfo
final. Y éste se decretó con la caída de Bruuetti; el emperador e.staba determinado.
Una interminable ovación resonó entonces en
el amplio local.
Se repitió el himno con todo entusiasmo y
luego se verificó la premiación.
Los premiados.
Emperador: Miguel Cardona, tlel 4° gratlo y
Explorador Paraguayo: premiado con la c.siatiia
de metal blanco, regalo de S. S, lima. Mon­
señor Juan Sinforiano Bogarin y además clígii>
un magnifico reloj con su cadena y medallón,
premio ofrecido por el Sr. Carrón.
Primer Principe: Antonio firunelti: del 5'"
grado y Explorador Paraguayo ; I’nmiado con
una libra esterlina, ofrecida por el Rdo. P. José
Gamba, Inspector de las casas salesianas del
Paraguay y Uruguay.
Segundo Principe: Luis Berlhomier, del 40
grado y E.xplorador Paraguayo. Premiado con
una libra esterlina, obsequio de la Honorable
Comisión de la L iga'de Damas Católicas.
Primer Cónsul: Julio Cesar Masi, del 4° grado
y Explorador Paraguayo. Premiado con una
libra esterlina, obsequio del Rdo. P. Lorenzo
Bordenave, siqierior del Colegio San José de
los Báyoneses.
Segundo Cónsul: César Rafii, del 5® grado.
Premiado con una libra esterlina, obserjuio dcl
Sr. Luis Dácomu.
Primer Procónsul: Jósé Arasa, del 4” grado.
Premiado con una pluma de oro obsequio dcl
Rdo. P. Fray .Antonio \'áz(jiiez.
*
Segundo Procónsul: Lucas González, del 4“
grado. Premiado -con un med.Ulón bañado en
oro, obsequio del Sr. Carrón.
Primer Tribuno: //■ 'ruhuj ('oscia, dcl 4''grailo.
Premiado con un nieiiallón de plata obsequio
del Sr. Alejandro I.'jpcz.
Segundo Iri'r’ i^: Alejandro Escurra, del ^
grado y Exph :.'<'->r Paraguayo. Premiado ron
iin bonito cu u 10 d.-l Buen Pastor, obsequio
de! Rdo. P. M-intagne, superior del vSeminario.
Primer Ceniimón: Casimiro Margaride, >\t\
grado. Premiada» con una medalla de plata,
(obsequio dcl .Sr.
López.
Segundo Ceni a ’ón: Miguel Errineiti. del
grado. Premiado con un par de pif.scras á<.
plata, obsequio del Sr. Carrón.
Nuestras cordiales felicitaciones a lodos los
certamistas y en particular a los que fueron fa­
vorecidos por la fortuna.
(De Mensajero de María Auxiliadora).
.N.ÁPOLES. — En el Ín«fifiito Saleslano de sordo
medop. — El 8 de julio .-e :;niuguró la Exposición

de iríd -rdos de los sordomudos ep la ^ Pía Casa
Arzobispal de la Calle Avelino /•. Numerosos
reprcseniante.s Ja nobleza y la flor y nata de la
ciudad se reunieron en los salones del instituto

La fiesta, dice el Corriere d'ltalia, en parte
fué un reconocimiento del trabajo llevado a cabo
por el Director y sus valientes hermanos, y en
prirte un Icrvienie voto, expresado por más de
mil personas, porque contitiúcn siempre en una
obra tan benemérita, con ese tesón y espíritu de
amor, en favor de tamos inrelices, muchos de
los cuales lian peni ¡do a sus pudres en la jíuerra
o les han quedado mutilatlos.
La ceremonia se efectuó en el jardín del edi­
ficio. Estaba mlornado de banderas, como de
banderas y llores lo estaban todos los salones.
Montaban la ^^uardia de honor piquetes de ijendarmes, bomberos, ^^uardias municiiiales, boyssrütiís católicos > y otras representaciones del
f-sportismo católico. Dos bandas, una de la Real
Marina y otra de Rejíimienio hacían más so­
lemne la liesia. En los balcones de las casas cer­
canas y muchas otras de la calle Avelino ondeaban
banderas y resonaban aclamaciones.
En el estrado tomaron asiento las autoridades,
S. E. elSr. Roth, el almirante Millo, el Genera!
Cajano, representante de su División, el Rector
de la Universidad, el Gobernador o Prefecto, la
Condesa Millo, el capitán Williani, de la Cruz
Roja Americana, y otros profesores, militares etc.
Tomó la palabra el Dirqctor P. Cr¡p[ia y cantó
el apoyo que en su obra — que él y sus her­
manos cumplen con inmenso amor— le prestan
tan egreiíias personas, entre las cuales sobresale
Su Alteza el Duque de Ao.sta, que si estuviera
presente, vería cómo sus votos .se van cumpliendo.
Terminó cOn palabras conmovedoras de gratitud
para lodos ellos.
Le siguió el profesor Castellini, de la Univer­
sidad, quien con arte verdaderamente sugestivo
puso de relieve la desgracia tlel sordo-nuuio y
expu.so sus ideas sobre los deberes que para con
lo.s desgradados
los desheredados tiene la huinanidail y en especial los qiie, ctnno los nu dicos, hacen profesión de socorrer las <lesventura.s
ajenas. Teje la historia de la asistencia y cuidadlos
que del sighi XVI acá se lian prodigado a los soríiomiulos en la Pía Casa Arzobispal, luista-llegar
a su actual prim.wera y floreciinicnio con los
Salesi.mos, y tÜi’C lo que se [iroyccin y se hará,
dado que al frente de ella hay un homlire inte­
ligente y de gran corazón, miembro tic un ins­
tituto lleno de vida y ilc.scoso de trabajo. Grandes
aplausos interrumpieron y coronaron el di.‘<curso.
Terminado el cual, el P. Crippa baja del es­
trado y va por un grupo de sordomudos, que
se presenta con sus profesores. De entre aquéllos
saca a la niña Paulina Bartolomoi. La pequcñucla
hace una leverencia al auditorio y luego firoft:inria un breve ili.'^curso do gratitud a los pre­
sentes. — Una oiuia de conmoción envuelvo a
los circunstantes: Paulina nació sordomuda;
casi todos los presemos la conocen. ¡V ahora
Inbla! lais señoras lloran. Indescriptible es la
ovación que acoge a la niña al bajar de la tri­
buna.
Y se levanta el Exemo. Sr. Roth. « Seré bre­
vísimo ilice. Yo vellido no Sv’do a alaliar y dar
gracias a los que se han dedicado a esta obra

liumaiiiiaria y sama, sino que vengo en nombr*
del gobierno a dirigir la palabra a los que asisan
espiritualmente a estos desheredados que, si nacierbn privados de la palabra y del oído, tienen,
como todos nosotros, viva la mente y el espíritu.>
Aquí expone los deseos del gobierno, los me­
dios que se propone usar para aliviar la suer:s.no sólo de las recogidos en aquel asilo, siru
de todos los sordomudos de Italia, uno de locuales es la fundación de institutos, con carácteobligatorio. « Así como hay tamos asilos par.
sustraer de los peligros de la calle a los niñ(sanos, así se deben fundar tantos ^silos cuant'*
sean necc.sarios, para recoger a todos lo.s níñ<
sordos y mudos, teniéndolos ha.sui ios i6 ;uY •
porque hoy está demostrado por la expe-rien-que con amor y asiduos cuidados, se les pueü.
en todo o en jiarie devolver la palabra y el oíl,
Cualquier deficiencia en este sentido, exclainn
es avaricia ignominiosa».
Grandes ovaciones recibió el Delegado de
Gobierno en los puntos principales de su magis­
tral discurso.
Los concurrentes pasan a ver la exposicicr.
mientras las bandas entonan la Marcha Real t
los himnos nacionales de la naciones aliadas. •
un aeroplano, volando a baja cota solire i
jardín, ejecuta evoluciones variadas. Los iraba'illaman la atención por lo perfectos y Hiuitá
Todas las Escuelas están repre.scntadas; la .L'
pintura y decoración, plástica artística, zapa t.
sastrería, carpintería, talla y ebani.><icr:a.
tejido, Lo más admirado es un primoi"-n a-a
y un contraaliar recamado en seda y or<>. lic.-tinados al Santuario de María Auxiliadora c
Turín.
Los visitantes recorren toda la casa, adniiu^:.
y alabando el orden y el aseo.

BIBLIOGRAFÍA.
Alio cristiano en estampas, dispuesto por Fr.
le^nn cir
C apuchino. Iiifiniclad de gr; ^ iá>'
Consta de 12 loiniios de 8^x13 cm.. de 6q j'íp'
imptrs'.s on i'apel cou<h¿, con un grabado
1-'
san!-- principal en cada dia del mes. En rú^::
cubierta en color, Pfas. 4,20. (Por correo <■ rti:.
c.ado, /Vííí. 0,50 más). Véndense tom;t<.-^
a
cad.i uno y a Pías. 30 el ciento
surtidos..L u is t r i u — Barcelona.
Do >UBIiíAN.A (Barcelona). — Suplemento de tcM
ios nicciooarios Enciclopédicos Españoles publicaitos I
el dia. por Keuato di A¡ba, con un prólogo cd
erudito filólogo D. Pasc7tal Marliuez Abeilán.
Ks un precioso Manual de 414 págs. que contiei'S
más de 10.000 palabras que no figuran en la
Evlición de la Academia. Son voces nuevas ■ ;' *
el progreso, las circunstancias van iiUrodu--:ie:
en las diversas ciencias, artes, relaciones etc.. Ifí '
nismo.s, americanismos, locuciones varias. Tit'
también etimologías y biograf; s de contemporá -*
ilustres. En suma, un libro imiy útil, con una ncr*
mosa presentación tipográfica.



■’ I - -

^ ^ T ^ e R 0 L©GIH w
Decíamos en nuestro número anterior-que
los Salesianos de España estaban de luto por
la muerte de eximios Cooperadores. A l es­
cribir así, Ignorábamos otras dos pérdidas sen­
sibilísimas : la de D. Cayetano Pareja y la
de D. Bartolomé Feliú.

D. Cayetano

Pareja

distinguido abogado y notable paladín de la
Causa Católica, fué uno de los amigos más
fervorosos que tuvo en España la Obra Salesiana. Estudió con amor sus fines, sus medios,
se empapó de su espíritu y no'sólo lo vivió,
sino que lo difundió cuanto le fué dado en la
sociedad en que se agitaba su activa existencia.
Para quien esto escribe, que le trató con
alguna intimidad, uno de los mayores timbies
de gloria del Sr. Pareja, fué el haber si<lo de
ios primeros en comprender y actuar, en la
medida de sus fuerzas, el apostolado ol>rero,
ese apostolado diiícil, oscuro, abnegado, pero
seguro y eficaz. Aíás que declararse « pro­
tector » del obrero, y ofrecerle una limosna,
D. Cayetano supo mezclarse con el obrero,
ponerse a su nivel para elevarlo hasta Cristo.
De ahí ese cariño que reinaba entre él y los
obreros que tuvieron la fortuna de conocerlo,
tratarle y... ser dirigidos por él. De ahí tam­
bién esos círculos, es.as escuelas populares,
que, modestas y todo, combatidas y t<ido, son
ana verdadera bendici ’m eii Barcelona.
Con tales ideas y tal formación social, era
natural que simpatizara mucho con las Obras
Salesianas. Los l.ivorocía con sus limosnas, no
obstante y no an<lar nunca sobrado de dinero,
— pues viv'ía de su trabajo y tenía muchas obnis
a que atender. — hablaba de ellas, escribía de
ellas, peroraba su causa y, lo que más vale,
les daba su obra personal.
Una empresa Salesiana le entusiasma en
especial; la del Sagrado Corazón en la airo.sa
cumbre del Tibidabo. Veía sin duda en ella
lo que vemos nosotros: uii símbolo de amor
y de armonía social, a la vez que un home­
naje al Divino Redentor. Cedemos aquí gus­
tosos la pluma a la Revista de dicha obra:
«
VenetabU Basco y e l Tibidabo no

puede menos de depositar un afectuoso re­
cuerdo sobre la tumba del que fué duranlc
varios años y desde sus comienzos ent\i.siasia
promotor y sostén de la Obra del Saqradu
Corazón en el Tibidabo.
« Cuando más serios soplaban los vieiU'
de la contradicción contra esta ol>ra de Iri- s,
nuestro buen amigo don Cayetano, in.sciiio
desde antiguo en la gran milicia de los Coo­
peradores Salesianos, t'n unión con una junta
de señores, entusiastas pomo él, trabajó si’i
descanso ]«ara orillar dificultades y hacer mmósfera al gran proyecto, y siempre será
purí.sima del brillante periodista católico, hala r
recibido el encargo de redactar el vil>raiUi'
manifiesto con que se invitaba a Barccdona y
a España entera a la colocación de la primera
piedra del Monumento Nacional del Tibitlabo
« El fué también quien prestó con consianto
generosidad las columnas del antiguo perió­
dico y actual diario Gaceta de Catalniía, del
que era f)irector, para dar publicidad a todas
las reseñas y propagandas en favor de esta
obra de sus amores.
« Del>emos recordar también que don Caye­
tano fué uno de los iniciadores de la fervorosa
Romería del Ram, que hace más de treinta
años viene escalando la montaña del Tibidabo
para honrar al divino Corazón clejesi'is. en el
lugar de su elección ».
Fué también un cruzado ardiente de la
Buena Prensa.
Dios habrá premiado ya tantos trabajos rea
rizados para su gloria: con Ualo, por si alj4'
le quedare que satisfacer a la divina jtisiici.,
encomendemos en nuestras oraciones el aln..i
de tan preclaro y .benemérito amigo.

No menos dolorosa es !a pérdida del

Exmo. Sr. D. Bartolomé Feliú
Catedrático de la Central, de Madrid, Diputado a
Cortes, ex-jefe de la Comunión Tradicionalísia..
Cuando nuestro Vble. Padre I). Poseo Alúa P.i cclona, y se renovaron en la ciudad con lal l*ys
triunfos y las maravillas de París y Marsella, '.-stuvo
D. Bartolomé a la cabeza del niovímienlo.'como
Presidente que era de esa admirable Juventud Ca­
tólica que ejerría ef apostolado social y religioso
en las más variadas formas. En la famosa rerepción
que el Círculo de la Juventud dispensó al Vble,
Sier%'o de Dios, pronunció D- Bartolomé un dis­
curso que se hizo célebre. Luego lo acompañó



7,2

por dondequiera, mientras estuvo en la ciudad. Y
•'C le aficionó de un modo particular.
V'iviendo, como el Sr. Pareja, de .su trabajo, no
[HHlodar grandes sumas a nuestros Oratorios Fes­
tivos y Kscuelas profesionales, de lo que se dolía
11e< uentemenie; pero les dió lo que valia más; su
cjitusiusmo y .su misma persona. No habla acon­
tecimiento salesiano, próspero o adverso en que no
tomara parte ni empre.sa salesiana a que no conirihuyera con sus prestigios, su palabra y sus mo­
destos alcances pecuniarios.
Cuando el infortunado Sr. Canalejas presentó la
infausta L e y de Asociacione.s, el Sr. Feliú pronunció
en el Congreso de los Imputados un admirable
discurso en defensa de la Pía Sociedad Salesiana,
c|ue iluminó a no pocos y despertó simpatías y
respetos hacia ella aún de parte de los más deci­
didos fautores de la ley.
Cuando el Rvmo. P. Albera visitó a España y
en Madrid le ofrecieron una grandísima velada los
Cooperadores Salesianos, D. Bartolomé, enfermo y
gastado ya por el trabajo, no piulo asistir, pero mandó
Sil discurso, que fué leído entre unánimes aplausos.
Su casa estaba siempre abierta a los Salesianos.
Gustaba nmchisimo de recibir nuestras visita.^.
Cuando acudíamos a él por consejo o por consulta,
lomaba un interés, íbamos a decir, paternal. Es­
tudiaba a fondo los asuntos y no descansaba hasta
verlos solucionados. — Era el Presidente de los
Cooperadores de la Corte.
Tipo del verdadero apóstol seglar, D. Bartolomé
Feliú unía la ciencia a la fe. Sii texto de Física,
llevó por muchos años el primado en los institutos
de la nación y sigue ocupando honradísimo lugar.
Sus lecciones eran im modelo de claridad, de soliilez y de espíritu cristiano.
Quebrantado por l.a incesante labor, hacia al­
gunos años que se había retirado a Zaragoza. Allí,
a la 3oml)ra del Pilar benilito, siguió trabajando
cu;mto podía y preparándose al gran paso. jCiiámas
veces, después de la Santa Comunión, aparecía
como transfigurado!
Por si acaso so alma necesita algún sufragio, se
los pedimos encarecidameiile a nuestros Cooperailores y amigos.
Reciba su piadosísima familia nuestro más sin­
cero pé.saine y la promesa de nuestras agradecidas
plegarias. ,

El Profesor D. José Toniolo.
El gr.uule Maestro de la Sociologi.a Cristiana e
i isigne Cooperador Salesiano, expiró serenamente,
a la etlad de 73 años, en Pisa, el 7 de octubre,
víspera de la solemnidad del Ro<ario. 50 años hacia
que cubría, con admiración del mundo, la cáteilra
de Economía Politica, primero en Padiia v luego



en Pisa. Demasiado conocida es su personalidad,
para que se la presentemos a nuestros lectores.
Para con D. Hosco y su obra nutría sentimientM
de viva admiración y de simpatía eficaz.
Toniolo es grande por su ciencia y mayor por
su fe, por su espíritu cristiano, práctico a macha
martillo. De extraordinaria santidad, la fe profunda
y la humildad sincera eran acaso sus virtudes prio'
cipales; su memoria vivirá en bendición, y kx
católicos todos, y en particular la juventud, tendrán'
mucho que aprender en .sus enseñanzas y ejemplot,
Toniolo, a pesar tle sus anos, fué siempre joven,
p'?)rque del joven conservó siempre el optimi.snio
los entusiasmos. — ¡Cuánto amaba a los jóvenes,
y cómo le amaban los jóvenes a él 1
Siete dias después de su muerte, fué a visitar
•SM tumba su ilustre amigo el Cardenal Maffi, y
encontró sobre el mármol que guarda los despojes,
una candela encendida, rodeada de flores y pro­
tegida por ladrillos para que el viento no la apa­
gase. Llamó al guardián del cementerio y le pre­
guntó de quién era aquel tributo. — De un joven,
respondió.
Y el Purpurado añade: < De un joven, así sin
nombre, porque representa a toda la juventud
aliimna de Toniolo, que en el silencio va a ortr
ante la tumba y a iluminarla y a cubrirla de flores.
Es n un tiempo un testimonio de agradecida ad­
miración y un programa de.splegado por un joi«
d-vde esa cátedra rolemne que se llama la muerte,
es la proclamación de la fCj de la doctrina santt.
de vida edificante en que Toniolo fué maestro y
que la juventud mira cual tesoro y cual herencia».
i'.idos los dias, antes de ir a la Univer>idad,
Toniolo iba a oir Misa y a comulgar. Sus disdpiilos más aficionados iban a verlo, a recibir e*a
lección sublime, más elocuente que sus elocuentí­
simas en el aula. « Había que verlo, escribe uno
de ellos; con cuánta humildad se acercaba a U
S.agrada Mesa y con cuánto recogimiento y míslíc»
ebisiúii daba graciris. Cuando se levantaba, sus
dulces ojos resplandecian por la alegría del co­
razón! A menudo ayudaba a Misa. ¡Qué lección
para nb.sotro.s! p^l, el profesor universitario, el so­
ciólogo profundo'cuyo nombre la ciencia ha escrito
ya en letra.s de oro, ayudaba con la mayor devo­
ción y compunción a Misa. ¡Oh jóvenes, oh com­
pañeros, que tal vez dejáis de ir a Misa por vfl
respeto humano, aprended del maestro! Jesús Encaristico fiié su fuerza, fué su estimulo al aj>ostO-¡
lado, su sostén en la.s horas tenebrosas...».
Dé esperar es que pronto .se publique una bio­
grafía del gran Profesor, digno émulo de Contardo
Ferrini.
O rem os por nuestros a m a d o s difuntos. üpH*
Quémosles ab u nd an tes saTrasios.

R. I. P.

Con aprobación de la Autoridad Eciestástica; Gerente: GHMINI.ANO FERRARI.
Establee. Tip.de la S. .-V. Int.de lá Buena Prensa. Corso Regina Margherita, N. 176-TURIN

Fecha
1919.01
1919.02