BS_1918_02

Ficha

Título
BS_1918_02
Descripción
Boletín Salesiano. Abril - junio 1918
extracted text
Abril-Junio de 1918

AÑO XXXIII - N. 2
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jyrjn _ Via Goítolcngo N. 32.

SUMARIO. — El Cincuentenario de 5a Basílica de
María Auxiliadora...............................................* 33
Las Bodas (Je Oro del P. A lb e r a ........................... > 4 6
Generosísima p r o p u e s t a ........................................48
5e\‘üla dedica una calle a Maria Auxiliadora . . .
49
Los E x-a lu m n o s......................................................52
Para el Museo de María Auxiliadora..................... 53
Tesoro esp iritu a l......................................................53
De n u e s t r a s m is io n e s : Brasil: Una excursión por
el alto Río Negro y el Tiquié; las necesidades de
la Misión — Un viaje de Mons. Malán . . . .
54

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Por un gran Siervo de Dios - El P. Pueyo . . .
57
La Fiesta del P a p a ................................................... 57
B ib liografía.................................................................
Gracias de Maria A u x ilia d o ra ...................' . . .
59
P o r e l m u n d o s a l e s i a n o : Otro Cincuentenario
simpático — Bodas de Plata — Un colegio des­
truido por un incendio y varías Casas por el te­
rremoto — La educación salesiana elogiada por el
Presidente del Brasil — Málaga, Sarriá Barcelona,
Barranquilla — Los Salesianos del Uruguay . . 61
Necrología — Cooperadores d ifu ntos....................... 65

El Cincuentenario de la Basflica de María Auxiliadora.
llegado el Año Jubilar del sacerdote pobre, perseguido, tratado de
Santuario que a María Auxi- mentecato... Y al revolver de dos lustros
liadora levantó Juan Bosco, ya es conocido y aun célebre en el
y aunque despunta entre celajes de mundo, y centro de peregrinaciones y
sangre, no podemos nlfenos de salu­ Santuario adonde se dirigen las mira­
darlo con entusiasmo.y con alegría, y... das de los atribulados en demanda de
con una secreta esperanza... Es un re­ gracias y los corazones de los agra­
memorar los beneficios de Dios, derra­ decidos con ofertas, y dones y ex­
mados a manos llenas por medio de votos en testimonio de favores alcan­
María; y por lo mismo, un himno de zados. Y mientras tanto, la devoción
gloria a Su Divina Majestad y de gra­ en ella practicada salva todas las fron­
titud a la Madre CelestiaV.. una prenda teras, penetra en todos los hogares y
se hace familiar al pueblo cristiano.
para lo porvenir.
Tnrín, que en 1865, por medio de sus
De pocos Santuarios puede decirse
con tanta verdad como de éste, que la autoridades, manifestó desconfianza en
mano de Dios se ve en su construcción la empresa, se dió perfecta cuenta de lo
y que aedificavit sibi domum M aria; que el Siervo de Dios le había dado,
de pocas devociones como en la de cuando comenzó a ver su nombre re­
María Auxiliadora cabe decir que el sonar en todas las lenguas y a los
cielo la quería y la tierra la necesitaba: peregrinos de todas las naciones, acla­
en tres años se levanta la iglesia; y su mando y casi confundiendo su nombre
autor no es un rico potentado, sino un con el nombre de D. Bosco y la terA

— 34 —

nísima y bellísima devoción a María
Auxiliadora.
La mano de Dios anda en todo esto,
y considerando atentamente la obra de
la Divina Providencia,, ya no sorprende
la rapidez del triunfo; y más bien, re­
mecida el alma por ehisiones de grati­
tud, parece que así tenía que ser, y
que el templo donde se ostentan las
misericordias divinas y las maravillas
del poder de María Auxiliadora, tenía
que levantarse pronto y casi por sí
mismo. Quien entra en él y mira, quien
lee su historia, comprende que propia­
mente no lo levantó un hombre, sino
que Dios lo impuso a fuerza de prodi­
gios. En él tiene parte casi el mundo
entero: el pueblo cristiano de Italia y
Francia, únicas naciones donde era
medio conocido Juan Poseo en 1865,
con sus limosnas lo edificó; y más tarde
todas las demás, lo han adornado y em­
bellecido... Y todo en testimonio de su
devoción a María Auxiliadora y de su
gratitud por los beneficios de Ella re­
cibidos, que son tantos, que ya el día de
su consagración podía decir D. Bosco
que cada piedra representaba una gpracia de María Santísima, y poco después
se compendiaban en doce tomos. Hoy
el templo está colgado de exvotos: cada
uno de ellos, representa y recuerda un
favor, una gracia, un milagro de María
Auxiliadora: las columnas del Boletín
Salesiano., en sus diversas lenguas y
ediciones traen mensualmente la rela­
ción de muchas gracias de María Au­
xiliadora.
Además, en muchos lugares hay su­
plementos de esta revista, y casi todos
ellos han sido fundados especialmente
para dar cuenta de tales favores y para
propagar el culto de María Auxiliadora,
de que los pueblos sentían hambre...
Las iglesias y capillas públicas salesianas
incluyendo las de las Hijas de
María Auxiliadora — son hoy 846, lo
que significa 846 altares dedicados a la
Virgen Santísima bajo la advocación

de Auxilio de los Cristianos. Muchísi­
mas son también las parroquias, igle­
sias, capillas en que el pueblo fiel, y
especialmente los Cooperadores Salesianos, han erigido altares o colocado
cuadros y estatuás de María Auxiliadora,
y hasta hay diócesis a Ella consagradas.
Y todo ello son irradiaciones del foco
luminoso que encendió Juan Bosco en
Turín el año de 1848.
Esto merecería un largo estudio, que
sería también muy ameno y muy pro­
vechoso. No pLidiendo nosotros hacerlo,
traigamos a la memoria siquiera algu­
nos hechos de los más notables.
I.
La iglesia en sueños.

En la época de las grandes pruebas,
cuando el Siervo de Dios se veía aban­
donado de sus bienhechores, tratado
por sus amigos de visionario y de loco,
arrojado de todas partes y perseguido
hasta por las lavanderas del río Dora...
todo por su amor a los niños pobres
y por hacerles el mayor bien posible,
el Señor le consoló con uno de esos
sueños peculiares y característicos d*e
que los biógrafos de Juan Bosco no
podrán desinteresarse. En él vió clara­
mente el sitio* en que tuvo lugar el
martirio de los Santos Soluior, Aventor
y Octavio, compañeros de S. Mauricio,
jefe de la Legión Tebea, y levantarse
sobre él una grande iglesia dedicada
a « María Auxiliadora » , remantando en
una cúpula coronada con una estatua
dorada de la Virgen en actitud de ben­
decir.
El sitio era agreste, abrupto, sepa­
rado de su Oratorio por una carretera.
Desde aquel día D. Bosep tuvo la per­
suasión de que allí había de levantar
un templo a María Auxiliadora.
Cuando en 1852 — se bendijo la
iglesia de S. Francisco de Sales, muchos
le preguntaron si era la iglesia de los
sueños. — No, les respondió, la iglesia

— 35 —

de los sueños es mucho más vasta, con
una grande cúpula. Y o he visto en ella
una inscripción que decía: H ic domus
mea; incie gloria mea: « aquí está mi
casa; de aquí se difundirá mi nombre
y mi gloria ».
Venciendo dificultades internas y ex­
ternas, logró comprar el campo. En­
tonces hablaba de la iglesia como de
cosa hecha, seguro como esta.ba de que
no moriría sin haberla levantado en
honor de Aquella que en diversos sue­
ños le había mostrado gran número de
templos y casas como pertenecientes a
la obra que él estaba fundando. A sus
discípulos Cagliero, Rúa y Albera les
hizo algunas confidencias: « Nuestra
iglesia es ya demasiado pequeña; fa­
bricaremos una mayor, más hermosa,
magnífica, y la llamaremos Iglesia de
María Auxiliadora: los tiempos se
malean tanto, que necesitamos que la
Virgen nos ayude a conservar y de­
fender la fe. >
Todos admiraban esta insistencia;
pero también veían la extrema pobreza
del soñador. Alguno le preguntó de
dónde sacaría los dineros necesarios.
— ¡Pero sí es la Virgen quien la quiere!
respondió:' Ella pensará en pagarla,
¿por qué tan poca fe?
Y así llegó el año de 1864. Habién­
dose consolidado la obra de los Ora­
torios y escuelas y realizádose muchas
empresas, D. Bosco era ya más esti­
mado ; por lo menos no se le tenía por
loco rematado.
Encargó a una comisión de Arqui­
tectos el anteproyecto de la iglesia;
pero pasaban los meses sin que logra­
ran ponerse de acuerdo. Uno de ellos
le aconsejó que aplazara sus proyectos,
porque los tiempos eran malos y la
Cippresa era muy arriesgada. — ¿Qoé
quiere? replicó él, lo veo perfectamente;
pero también veo que el tiempo urge
y que Dios me exige esa iglesia.
Y truncando vacilaciones, se dirigió
al ingeniero D. Antonio Spezia, a quien

doce años antes, en ocasión del justi­
precio de la Casa Pinardi, había dicho:
« En otra ocasión necesitaré de V. ».
Y esa otra vez había llegado.
El arquitecto esbozó un plano en
forma de cruz latina, que había de
ocupar 1200 metros cuadrados. Don
Bosco lo presentó al ayuntamiento para
su aprobación ; pero allí le pusieron
nuevas dificuldades, que el genio de
D. Bosco supo desvanecer. Una d élas
mayores era el título, que a los ediles
no les gustaba, pareciéndoles a unos
« poco acomodado a los tiempos » , a
otros « un desafíos. Otra era su gran­
diosidad y las sumas que requeriría. A
estos últimos Ies respondió : « Yo no
les pido a Vs. la suma sino la apro­
bación >. Sabía que del dinero se en­
cargaría la misma Virgen Santísima.
II.
La construcción.

D. Bosco puso inmediatamente ma­
nos a la obra. Le urgía sobremanera.
El campo de los sueños costaba 4000
pesetas. El P. Savio, el .ecónomo a quien
el Venerable había confiado la admi­
nistración de la casa, acude inquieto a
su amado Superior el día del venci­
miento, diciéndole: — ¿Qtié haremos.
Padre, que en caja no tengo nada?
¡No he tenido ni siquiera lo necesario
para franquear las cartas!
— No te inquietes, comienza las
obras. La Providencia Divina no es­
pera otra cosa. Hay que tener más
fe.
Y la Providencia pagó el campo.
Se empezaron Ies excavaciones y ni­
velación del terreno.
El empresario, Carlos Buzzetti, amaba
a D. Bosco y participaba de su con­
fianza, pues el Siervo de Dios, sabía
infundirla. Como para alentarle, D.Bosco
vertió en sus manos su portamonedas.
Contenía... ¡cuarenta céntimos de pe­
seta!... Buzzetti lo miró atónito, entre

— 36 —

temeroso y admirado. Pero emprendió
con vigor las obras.
La Virgen iba a demostrar que no
en vano se confía en Ella, que el tem­
plo era cosa suya. A. los 15 días Don
Sosco es llamado a la cabecera de una.
persona gravemente enferma. — Si me
alivio un tanto, estoy dispuesta a ha­
cer por su templo cualquier sacrificio.
— Tenga fe en María Auxiliadora, y
hagamos una novena, rezando cada día
tres Padrenuestros, Avemarias y Gloriapalris a Jesús Sacramentado y tres
Salves a la Santísima Virgen.
Era el último día- de la novena:
D. Sosco debía entregar mil francos.
Y en caja no había nada. Va a visitar
a la enferma, y la sirvienta le dice
que ha curado e ido a la iglesia. En
esto llega ella misma, y llena de jú­
bilo dice a D. Sosco: « Estoy curada ;
ya he ido a dar gracias a la Sma.
V irgen ; venga, venga, que le tengo
mi paquetito preparado; es la primera
oferta, no será la última». — D. Sosco
vuelve a casa; abre el paquete, y en­
cuentra cincuenta escudos de oro: ¡los
mil francos que. necesitaba !
Desde este momento se multiplican
tales prodigios, de modo que las obras
nunca se interrumpen; nunca D. Sosco
tiene nada en caja, y al fin de cada
semana se pagan todas las deudas. En
un libro recogió él mismo los princi­
pales prodigios que obró María Auxi­
liadora, y agradecido exclam a: Aedificavit sihi domum M aría: María se ha
edificado su casa.
Dios ama probar la fe de los suyos,
como probó a Abrahán. Las obras pro­
cedieron con increíble rapidez; pero he
aquí que, casi al terminar, amenazan
una paralización.
En septiembre de 1866 sólo faltaba
la cúpula; pero la penuria de dinero
era tanta, que D. Sosco casi se decide
a prescindir de ella, sustituyéndola con
una bóveda. Entonces vino en su au­
xilio María, haciéndole sanar al rico

banquero D. Antonio Cotta, de 83 años
de edad, gravísimamente enfermo, y a
otras personas quienes, agradecidas,
terminan la construcción.
Es notable — y lo atribuía a milagro
el empresario •— que en toda la cons­
trucción del 'edificio no ocurrió ni si­
quiera una desgracia. Tansolo un albañil
se cayó de un andamio, pero fué como
para confirmar la protección de María
Auxiliadora hacia los que trabajan por
Ella, pues no se hizo el menor daño.
III.
La protección de María.

Con los trabajos coincidió una recrudecencia en la persecución a Don
Bosco y a sus obras, tanto más peli­
grosa cuanto más disimulada y envuelta
en mallas de legalidad y de celo por
el bien de la patria: sus escuelas se
vieran seriamente amenazadás... como
contrarias a las instituciones! Una vez
más el odio sectario y la intransigen­
cia radical se preparaban a dar muerte
en nombre de la libertad, a una insti­
tución libre; una vez más el enemigo
desataba sus iras contra una institu­
ción benéfica, intachable.
Pero brilló claramente la protección
de María Santísima, a quien en rea­
lidad pertenecía y pertenece la Obra
de D.«Bosco, haciendo que su fiel siervo
pudiera « apagar los rayos antes que
estallaran y conjurar la tempestad an­
tes que se desatara », según hermosa
frase del propio Don Bosco.
En el mismo año obtuvieron algunos
de sus hijos triunfos señalados en la Uni­
versidad, con lo cual se alejaba siempre
más el peligro de ver cerradas sus es­
cuelas por falta de profesores titulados
y se preparaba la expansión de la obra.
En eíectp, en el curso de 1863-64 pudo
ya abrir un nuevo Instituto fuera de
Turín, en la diócesis de Casale, y pre­
cisamente en Mirabello, que llamó < Pe­
queño Seminario de S. Carlos». Esta

fundación tuvo muchísima importancia»
no sólo por la expansión de la Obra,
sino también porque era como un re­
conocimiento explícito de la misma y
de la bondad de süs métodos y crite­
rios educativos, por parte de autorida­
des civiles y eclesiásticas extrafías a las
del círculo en que hasta entonces se
había movido, y porque le dió ocasión
de ensayar las fuerzas de los suyos,
especialmente las del que debía ser
luego su Vicario y Sucesor, D. Miguel
Rúa, y de trazar un Reglamento deta­
llado, especificando deberes de supe­
riores y alumnos, que es un modelo
de Pedagogía.
Pero la más visible señal de pro­
tección se la dió María Auxiliadora,
haciendo que en ese período se obtu­
viera de Roma el anhelado Decretum
laudis, Decreto de alabanza, de la Pía
Socieded Salesiana; que formaba su
sueño dorado. Diólo la Sagrada Con­
gregación de Obispos y Regulares el
23 de julio 1864, « en vista del fin
santísimo, de las alabanzas que en dos
Breves le dió el Reinante Sumo Pon­
tífice y de las recomendaciones de los
Superiores Eclesiásticos de Turín, Cá­
sale, Mondoví, Susa, Cúneo, Acqui ».
Dicho Decreto fué confirmado por
el cielo con algunos prodigios que en
ese tiempo se verificaron.
Las obras del templo progresaban
a ojos vistas, realizándose prodigios
incesantes, especialmente de curacio­
nes; perecía que la Virgen se encar­
gaba de que no decayera el entusiasmo
ni faltaran los fondos.
Cuando ya los muraliones se erguían
y las columnas robustísimas ostentaban
al aire su esbeltez, y se diseñaba cla­
ramente la forma y capacidad del nuevo
templo, D. Bosco reunió a sus ayu­
dantes, a los que constituían la naciente
sociedad y les habló con el corazón en
la mano, con una. confianza y una ter­
nura que ellos jamás olvidaron. D é lo s
labios del Emo. Cardenal Cagliero lo he­

mos oído. Les contó sus sueños de niño,
los orígenes de la Obra de los Orato­
rios, las dificultades que se habían atra­
vesado y que con el auxilio de Dios
y de su Madre Benditísima se habían
vencido; el sueño nuevo que había te­
nido pocos años antes, cuando más
amenazado estuvo, y en el cual vió ese
mismo campo donde la iglesia se estaba
levantando, y en él una multitud de ani­
males más o meno bravios, de diversas
especies, y una Señora de celestial belle­
za, que le mandaba apacentarlos y guiar­
los hacia un grande templo con esbelta
cúpula, en donde, entre resplendores
de oro se le ía : H ic domus mea; inde
gloria mea... y cómo al acercarse al tem­
plo los animales se trocaban en cor­
deros, y muchos corderos en hombres,
y luego en sacerdotes, que le ayudaban
a apacentarlos. — No hay duda, ello
preludiaba a una sociedad religiosa, y
ésta comenzaba ya a tener vida, vida
legalmente reconocida por el Vicario
de Jesucristo y su Senado Augusto.
Y todo esto (era natural) conservaba
y aumentaba la alegría, el entusiasmo,
los arrestos necesarios en los principios
y consolidación de una obra tan grande
y ardua como una Congregación Reli­
giosa. Persuadidos de que María San­
tísima ia quería y patrocinaba ¿cómo
no sentirse animados a luchar y sufrir
cuanto necesario fuera para sacarla
adelante?
También la fama de D. Bosco se
extendía maravillosamente, y no sólo
las autoridades eclesiásticas le miraban
ya sin desconfianza, sino que las mismas
autoridades civiles y políticas le pedían
sus consejos y se servían de ellos, y
le confiaban dificilísimas misiones. Así
pudo arreglarse, entre otros varios de
aquellos aciagos tiempos, el gravísimo
conflicto entre el Gobierno y la Santa
Sede por la supresión de Obispados y
expulsión de Prelados. Hasta 34 Obis­
pos fueron elegidos y no pocos repues­
tos en sus diócesis, por los buenos

-

38 -

oficios del Siervo de María Auxilia­
dora.
Y a desde entonces podía decir y
aseverar que la Obra Salesiana era
Obra de María, y que la Augusta Se-,
ñora la miraba como cosa propia.
IV.
La consagración.

En mayo de 1868 la iglesia estaba
pronta para la consagración. Estatuyo
lugar el 9 de junio, con la asistencia
del Arzobispo de Turín y muchos Obis­
pos, centenares de sacerdotes y millares
de fieles. De Lanzo y Mirabello vinie­
ron todos los alumnos de los institutos
salesianos.
Precedió una Novena solemnísima y
siguió un Octavario no menos solemne;
cada día celebró un Obispo y predicó
otro. El fervor y el entusiasmo eran
indescriptibles. María Auxiliadora de­
rramaba visiblemente y a manos llenas
sus tesoros sobre los devotos.
Todo cuanto en la iglesia se veía,
desde las musicales campanas, acorda­
das para concierto, hasta el último manutergio, hasta la última colgadura y
el último ramillete de flores, eran ex­
votos, regalos o dones de almas agra­
decidas, y venían no sólo de la ciudad
de Turín, sino de Roma, de Florencia, de
Milán, de Bérgamo, hasta de Francia.
Apenas se inauguraba la Basílica y
ya se irradiaba de ella la gloria de
María Auxiliadora. Y jcósa admirable!
todo venía tan justo, que nada sobraba
y nada faltaba.
Y no solamente los objetos de culto,
sino todo lo que en esos días se usó
y se consumió, vino de limosna o de
regalo y en testimonio de gratitud por
gracias recibidas o como disposición a
recibirlas.
Los niños albergados pasaban de
1200; los músicos externos invitados
a ayudar en las funciones, eran más
de 500; los Obispos alojados eran va­

rios. Y con ser D. Bosco tan pobre,
nada faltó ni tuvo que contraer nuevas
deudas. Todo se lo remitieron sus ad­
miradores y los devotos de María Au­
xiliadora. Confitero de Turín hubo que
le proveyó de caramelos y dulces para
todos los niños durante todo el Octa­
vario; algunos cosecheros le mandaron
docenas y docenas de botellas de los
vinos más exquisitos y generosos; y
hasta los salchicheros de Bolonia le
mandaron un abundante surtido de sus
renombrados jamones, mortadelas y
chorizos.
Nada faltó a la solemnidad, ni al recocijo, ni a la alegría santa; y el re­
cuerdo de esos días inolvidables se
conserva aún en estos barrios como
un eco de jornadas paradisíacas, y con
los viajeros y sobre todo con los mi­
sioneros, resonó en otras naciones, pasó
los mares y se difundió en los valles
fecundos, en los ríos inmensos, en las
llanuras dilatadas, en las montañas co­
losales de la virgen América, donde
hoy de nuevo repercuten y se mezclan
con nuestras aclamaciones agradecidas
y solemnes... formando un coro uni­
versal... aunque algo tembloroso y ve­
lado por un cendal de lágrimas...
Filé entonces cuando el genial Cagliero, hoy Cardenal de la Santa Igle­
sia, tocó la cumbre de su inspiración
musical, tanto como compositor, cuanto
como ejecutor. Para su grandiosa Antí­
fona Sancta A/aria los cantores estaban
divididos en tres coros: uno en el cru­
cero, en la capilla de S. José, com­
puesto de 150 tenores y bajos,, repre­
sentando la Iglesia militante; otro de
100 en el coro, representando la Igle­
sia purgante, y el tercero de 200 voces
finas, de sopranos y tenores, en la cú­
pula, representando la Iglesia triunfante.
Un aparato eléctrico, inventado para
la circunstancia por un profesor Salesiano, daba unidad- a la batuta del
maestro.
La expectación era enorme. « La

— 39 —

Divina Providencia, dice Don Bosco,
dispuso que tal expectación quedase
plenamente satisfecha. Tanto los maes­
tros que de varios lugares concurrieron
a oír, cuanto los que tomaran parte
activa, se mostraron plenamente con­
tentos ».
La crónica dice que les fieles y hasta
algún 'señor Obispo, exclamaban: «{Pa­
raíso ! Paraíso! » ; que un respetable
personaje, muy entendido en música y
muy navegado en viajes y audiciones,
decía: <.Me parece hallarme en el Va­
ticano en las fiestas más solemnes >.
Y hasta hubo quien prorrumpió en esta
frase: < Sólo en el cielo se puede oír
mejor canto I
Y lo que se dice de la Antífona,
dígase de las Misas, Tantum ergo y
demás música ejecutada en esos días.
El triunfo era completo. Dios reci­
bía gloria, María alabanzas, el pueblo
fiel gracias.
Sobre Don Bosco se reflejeba. este
triunfo. En un almuerzo brindó por él
un Prelado, elogiándolo, especialmente
por su gran fe, su santa osadía, su
constancia a toda prueba. El respondió
humildemente: < No soy yo el autor de
estas grandes cosas que decís: lo es
el Señor, lo es María Santísima, que
se han dignado servirse de un instru­
mento tan pobre como D. Bosco para
realizar tales obras. De mío no hay
nada. Aedijicavit sibi doimim María.
Cada piedra, cada ornamento, señalan
y recuerdan una gracia suya. >
El sueño estaba verificado. Aquella
tarde bendita, cuando la cúpula ilumi­
nada se destacaba en el firmamento
azul como un astro benéfico, y en la
cima brillaba, sonreía y bendecía la
Augusta Madre de Dios, con su corona
de estrellas..., D. Bosco lloraba de gra­
titud y de alegría: recordaba ios sue­
ños de niño, cuando tenía nueve años,
los sueños de sacerdote... y quizás, hun­
diendo su mirada profética mediante
un nuevo sueño, en un porvenir no

lejano, entreveía la rápida, la admira­
ble difusión de ese título consolador,
de esa devoción dulcísima al alma cris­
tiana, que tantas miserias había de re­
mediar, tantas penas consolar, tantas
dolencias de alma y de cuerpo sanar...
El hecho es que él mismo no había
de trasponer los horizontes de este
mundo, sin verla extendida en todas
3 US latitudes.
En el espacio que se extendía de­
lante de la iglesia, D. Bosco en sueños
había visto una plaza, y en la plaza un
monumento, con una gran fuente, cuyas
aguas abundantes y frescas, refrigera­
ran a los peregrinos y les simbolizaran
la copia de las gracias que brotan de
las manos de María... La plaza se
abrió, el monumento existe ya, si bien
aguarda su inauguración: no es la
fuente deseada por D, Bosco; es la es­
tatua, es el grupo esbelto de bronce
con que el arte perpetúa la figura de
D. Bosco y simboliza su obra en .sus
múltiples manifestaciones. La fuente...
tal vez pronto surgirá también, cuando
surja otra obra ideada por el Siervo de
Dios, para complemento de la Basílica
y para comodidad de los peregrinos.
V.
El cuadro.

Dos palabras acerca la Imagen. Las
tomamos de Lemoyne.
«LaVirgen campea en un mar de luz
y majestad sobre un trono de nubes. De
los hombros pende un manto real que
cae majestuoso a ambos lados. La ca­
beza está circundada de estrellas y co­
ronada con un diadema que la proclama
Reina de cielos y tierra. En la mano
derecha empuña el cetro, símbolo de
su poder, como aludiendo a las palabras
de Santa Isabel: Fecit miki maguía qm
poüns est; en la izquierda sostiene al
Niño, coronado él también, que tiene
los brácitos abiertos, ofreciendo así
sus gracias y su misericordia a quien

— 40 — .

recurre a su Augusta Madre. Tras
Ella se abre como un jirón de cielo,
en el cual se descubren coros de gra­
ciosos angeles que la obsequian y
alaban como, a su Reina y Señora.
— En lo alto del cuadro está repre­
sentado, con el ojo simbólico, el Eterno
Padre, y algo más abajo el Espíritu
Santo en forma de paloma; de allí
llueven haces de luz que van a des­
cansar sobre la cabeza y todo el cuerpo
de la Virgen, como para decirle: Ave
María, gratia plena. Virtus Altissim i
obumbrabit tibí.
« Abajo, divididos en dos alas, se ven
dispuestos por grados los Apóstoles
y Evangelistas, que, arrobados en éx­
tasis, contemplan a su Reina: Regina
Apostolorum, ora pro nobis. En el centro
campean S. Pedro y S. Pablo. \ín medio
se abre un vano, en cuyo fondo se ve
el Santuario de Valdoccoy el Oratorio,
con el caserío que lo rodeaba, y en
lontananza la colina de Superga. Es
el punto de donde los devotos elevan
su rendimiento de gracias a la Virgen
por los beneficios recibidos y la supli­
can continúe mostrándose Madre de
misericordia en los graves peligros de
la presente vida.
< Cualidad singular del cuadro es la
idea religiosa que produce en el cora­
zón de todo el que lo contempla», (i)
El rostro de la Virgen es particu­
larmente hermoso y tiene una unción
toda celestial, pudiendo ilecir D. Bosco
que el artista Lorenzone había inter­
pretado con toda verdad su pensa­
miento, reproduciendo a la Virgen
como él la había visto en sus sueños.
El propio maestro aseguraba que ai
pintarlo, parecía como si un poder su­
perior le moviera la mano. Cuando
en 1903 el Emmo. Cardenal Richelmy,
por encargo y en representación de
S. S. León XIII, coronó la imagen,
exclamó en un transporte de entusias(1) L bmoynb , Vil* del Ven. D. Giov. Bosco. Tomo 11.
C«p. V.-

mo devoto, que nunca había visto ros­
tro tan celestialmente hermoso.
VI.
La difusión del culto.— «La Virgen de
D. Bosco. »

Parecía que la Divina Providencia
no esperara otra cosa que la erección
del Santuario para dar la última mano
a la obra de D. Bosco y para extender
por todo el mundo la devoción de la
Reina de los cielos bajo el título de
Auxiliadora de los Cristianos. Se alla­
nan todos los obstáculos que dificul­
taban la aprobación definitiva de la
Pía Sociedad Salesiana, y en el sesenio
siguiente se obtiene el Decreto que la
reconoce y coloca al lado de las gran­
des y antiguas instituciones de la Igle­
sia, comunicando de sus privilegios.
Casi al mismo tiempo surge el Insti­
tuto de las Hijas de María Auxiliadora,
que completa el salesiano, mientras
se difunde prodigiosamente el conoci­
miento y devoción de la Protectora
Celestial. En 1875 funda Don Bosco
sus primeros institutos en Francia, y la
primera falange de sus fervientes mi­
sioneros cruza los mares y sienta sus
reales en las prolíficas tierras de la
América del Sur. El nombre salesiano
y el de María Auxiliadora se pronun­
cian en varias lenguas casi como sinó­
nimos y se dilatan de región en región,
de gente en gente. Los prodigios de
Turín se repiten en el nuevo Mundo;
María derrama a manos llenas sus fa­
vores sobre sus devotos: ora son cu­
raciones portentosas que la ciencia se
reconoce impotente a explicar; ora ne­
gocios enredados que se acomodan; ya
situaciones difíciles que se esclarecen
y arreglan, ya dudas tormentosas que
se solucionan... A l nombre de María
Auxiliadora los pueblos se congregan,
y una santa alegría y un fervor espe­
cial sacuden deliciosamente las almas,
encendiendo la devoción, haciendo ger­

minar virtudes y brotar por todas partes
una vida nueva. Con el nombre de María
Auxiliadora en los labios y el Santo
Crucifijo al pecho, los humildes Salesianos y las tiernas Religiosas sus Her­
manas penetran en inhospitaliarias zo­
nas y fundan Misiones para civilizar
salvajes hasta entonces irreductibles,
y joh prodigio! en poco tiempo las in­
dígenas se reducen y se incorporan a
la vida culta y cristiana. Acá y acullá
se levantan templos, se fundan pueblos
donde era silencio y soledad, surgen
escuelas en lo que era desierto; y son
conservados en la fe y patriotismo los
emigrantes que en extranjero suelo van
a buscar fortuna; y hasta una goleta
airosa, con el nombre de < María Au­
xiliadora » en la gallarda proa, surca
los ríos y los mares frígidísimos del ex­
tremo meridional del mundo, llenos de
ensenaduras y canales, de sirtes y bajos,
paseando la civilización cristiana, lle­
vando recursos a los que carecían de
todo y uniendo lugares y hombres hasta
entonces separados y desconocidos unos
de otros. A la muerte de D. Bosco exis­
ten cerca de cien istitutos Salesianos.
El pueblo, con esa facultad asom­
brosa que posee para imponer nom­
bres y caracterizar cosas y personas, ha
empezado a llamar a María Auxiliadora
Id Virgen de D . Bosco, y a Don Bosco
el Santo de Marta Auxiliadora (i).
jLa Virgen de D. Bosco! ¡el santo
de María Auxiliadora! ¡qué hermoso es
esto! qué armónicas las denominacio­
nes! i Si la misma Obra salesiana no es
sino la Obra de María Auxiliadora!
¿Quién era D. Bosco? Cuando los
grandes y humanamente inexplicables
triunfos del Siervo de Dios en Barce­
lona, París, Marsella, Roma... cuando
las ciudades se atropellaban para salir
a verle, y recibir su bendición y ofre­
cerle sus obsequios; él en su humildad
lloraba y decía: c ¿Pero quién es D.
ii) Referimos solamente, sin pretenderen lo más mínimo
prevenir los juicios de nuestra Santa Madre la Iglesia.

Bosco? Un pobre hombre, un sacer­
dote obscuro, un pastor de vacas. Es
María Auxiliadora quien lo hace todo.
Y D. Bosco no es sino un instrumento
en sus manos».
Precisamente aquí está su gloria: en
haber sabido ser un instrumento digno
de María Auxiliadora; su grandeza
cifra en haber sabido cooperar con to­
das sus fuerzas a la gracia.
¡Y qué conciencia tenía de su misión
y de que para cumplirla podía dispo­
ner de la potencia de la Reina de los
cielos! Cuenta su vida que cuando,
llamado por algunos de sus admirado­
res, fué la primera vez a Marsella para
buscar recursos y tratar de una funda­
ción; la ciudad se le mostró más bien
fría, con no poco sentimiento de los
que le llamaran. Pasaban' inútilmente
los días, para él tan preciosos. Una
mañana, después de la Santa Misa, en
su habitual serenidad y fervor se le
oyó exclamar: < María, Madre nues­
tra, ¡es tiempo de empezar! » Poco
después le presentan un niño tullido
para que lo bendiga; hácelo y el li­
siado cura y se pone a saltar como un
cabrito. — El prodigio produce el
efecto de ganarle los corazones.
Cuando, ya en el ocaso, lanzaba los
últimos resplandores de su genio y
de su espíritu de trabajo, moviéndose
siempre en Dios y por Dios, con
la erección del templo monumental
del Sagrado Corazón en Roma; y sus
hijos y los personajes de la ciudad
eterna le rodeaban y ponían suma
atención a sus palabras y obras; cele­
bró su primera misa en el nuevo tem­
plo, interrumpida quince veces por las
lágrimas de ternura, de gratitud, de
humildad y de amor, y al terminarla
dijo: « La Obra Salesiana es Obra de
María Auxiliadora, María Santísima
ha tomado a su cargo nuestras casas
y empresas; no lo dudéis... ¡a vosotros
el honor, el mérito, la recompensa de
cooperar a los designios de la Madre

43 —

< Cuando os comunicaba la pérdida
de nuestro Padre D. Bosco, les escribe,
os decía que esa era la noticia más
dolorosa que os había dado y daros
pudiera en toda mi vida; ahora jala)ada y bendecida sea la bondad del
Señor! ha llegado el día de deciros:
es^ es la nueva más hermosa y con­
soladora que os he dado y que yo
daros pueda... El 17 de febrero, primer
día del mes consagrado a S. José, llo­
raba de Roma el Breve Pontificio,
)or medio del cual el Sumo Pontífice,
q. D. g. 1. a., decretó la solemne Corona­
ción de la Imagen de M aría A u xilia ­
dora.
i ...El Vicario de Jesucristo no podía
dar a la humilde Sociedad Salesiana
)renda mayor de su paterno afecto al
inalizar el vigésimo quinto año de su
rlorioso Pontificado. Para nosotros María
Auxiliadora lo es todo.
c ...El Augusto Pontífice decreta que
a coronación a la preciosa imagen se
laga con el mayor esplendor posible
^uo Nomine el Auclorifate, en su Nom)re y con su Autoridad... Cuando el 17
de mayo veamos a nuestro Venerable
árdenal poner las sagradas Coronas
sobre la augusta frente de nuestra
amada Virgen y dei Divino Niño, po­
dremos decir que en la Persona del
immo. Príncipe, vemos la Persona
misma del Papa ».
En el Breve se concedía también In­
dulgencia Plenaria a cuantos, con las
debidas condiciones, visitaran la iglesia.
El Legado Pontificio fué el Emmo.
Card. Richelmy, Arzopispo de Turín.
La Coronación fué precedida del tercer
Congreso Internacional de los Coope­
radores Salesianos. El acontecimiento
ué, a la verdad, de los mayores, de
os más hermosos y gratos que puede
•resenciar una ciudad. De todas partes
del mundo habían venido representan­
tes. En hoteles, tranvías, calles, casi no
»ehablaba sino de D. Bosco y de María
Auxiliadora. Los preparativos fueron-

grandes, el éxito completo. El 17 de
mayo, según cálculos oficiales, no desfi­
laron por el Santuario menos de 200.000
personas. Todo era movimiento y ale­
gría, en todos y en todo se dibujaba
el regocijo, la esperanza; una fé viva,
ardiente presidía funciones y actitudes,
haciendo la solemnidad no sólo gran­
diosa, sino sublime, como se expresaba
un gran periodista.
Como el vasto Santuario era dema­
siado pequeño para contener los fieles,
fuera, en el atrio, dando frente a la
gran plaza que remata en la anchurosa
avenida Regina Margherita, se levantó
un amplio y elevado tablado con un
altar y una estatua de María Auxilia­
dora, para que el pueblo pudiera oír
Misa y satisfacer en lo posible su de­
voción, mientras le llegaba el turno de
entrar en el templo.
A la ‘ Coronación se hallaban pre­
sentes muchos iArzobispos y Obispos,
numerosísimo Clero, el Concejo Su­
premo de la Pía Sociedad Salesiana,
todos los Inspectores o Provinciales Sa­
lesianos del mundo, S. A. R. e I. la
Princesa Leticia, representaciones de
los Cooperadores Salesianos de las di­
versas naciones, de Institutos, Asocia­
ciones, Ayuntamientos, etc. etc.
Las Coronas son de oro purísimo,
aquilatado extraordinariamente por su
procedencia: anillos, collares, brazale­
tes, cadenitas, recuerdos gratos a los
corazones; entre lo más digno de íuención hay un anillo del angélico Pío IX;
los adornos son de perlas y diamantes;
su estilo, clásico del Renacimiento, que
en desarrollo original y afortunado unen
la riqueza con la gracia, el .esplendor
y la severidad, dando idea de poder y
belleza, de majestad y suavidad, cual
corresponde a Jesús y a María. .
Por un rasgo de atención finísima,
el Congreso quiso que celebrara la
Misa Solemne el Apóstol de la Patagonia, primer Obispo Salesiano, el hoy
Emmo. Cardenal Cagliero.

— 44 —

Antes de la Coronación pronunció
el Emmo. Legado una conmovedora y
entusiasta alocución, cantando las glo­
rias y los triunfos de la Virgen de
D. Hosco, aclamando a la humilde So­
ciedad Salesiana, de la cual se declara
Cooperador entusiasta, admirador sin­
cero, y deduciendo feliz augurio para
lo porvenir: a saber, « aumento de
gloria para el augusto templo de Valdocco... La belleza y brillantez de las
coronas predicará con su mudo lenguaje
la eficacia que tiene el poner en María
la esperanza. Pero la glorificación,
añadió con acento conmovido, no tiende
solo a glorificar este santo templo: los
Salesianos se extienden ya por ambos
mundos y con ellos las glorias de
María. >
El momento de la Coronación fue
de una conmoción y solemnidad impo­
sibles de describir. Eln el templo, en la
plaza, en los vastísimos patios, los Pre­
lados y las muchedumbres, prim ero.
lloraban en silencio de gozo, luego can­
taban,. aplaudían, vitoreaban...
Por la tarde hubo una solemne pro­
cesión. a cuyo regreso el Emmo. Le­
gado dió la Bendición solemne a cien
mil personas, que fuera de sí canta­
ban: « ¡Alabado sea Jesiís Sacramen­
tado! ¡Viva Jesús! ¡Viva María Auxilia­
dora! »
El Sr. Obispo de Viterbo, decía el
día siguiente, al partir de Turín : « ¡Ah!
si en la tierra el Señor nos da a gustar
tantas delicias ¿qué será en el cielo?»
La Coronación era, en efecto, una
especie de trasunto de la gloria ce­
lestial.
Más tarde en 1908 la iglesia de
María Auxiliadora fué elevada a la
dignidad basilical, equiparada a la de
Santa María la Mayor, de Roma.
María Santísima sigue derramando en
ella profusamente sus tesoros, como para
maniíestar su grande poder y lo grato
que le es verse invocada con el título
de Auxilio de los Cristianos.

VIII.
La Archícoíradía.

Sin obras nunca será durable ni per­
fecto el amor. Por esto D. Hosco deseó
que nuestra devoción a María Auxi­
liadora fuera activa, diligente. Uno de
los medios que escogitó para lograrlo,
fué la Asociación, hoy Arckicofradia dt
los Devotos de María Auxiliadora, Tan
a pechos la tomó, que ya el 18 de Abril
de 1869, la tenía erigida y aprobada
por el Excmo, Sr. Ricardi, Arzobispo
de Turín. Los cofrades se comprometen
especialmente: i'* a promover la gloria
de María Santísima, para merecer su pro­
tección en vida y especialmente en punto
de muerte; 2° a promover y dilatar ia
d
devoción a Jesús Sacramentado.
Es de notarse cómo D. Bosco jamás
separa la devoción a María de la de
Jesús Sacramentado; aun en la novena
a María Auxiliadora, para obtener gra
cias y favores, las une, haciéndola con
sistiren tres Padrenuestros, Avemarias
y Glorias a Jesús Sacramentado y tres
Salves a la Virgen. Es que Jesús Sa
cramentado es el centro del Cristia­
nismo, es el Divino Sol de las almas,
en el cielo y en la tierra; y María el
mejor camino para llegar a E l : Ai
Jes^ijn per Mariam.
Descendiendo a la práctica {porque
D. Bosco nunca se paró en solas teo­
rías) en el Reglamento determina que
los cofrades procurarán con la palabra
los ejemplos, las obras, promover el
decoro y devoción en las novenas
fiestas y solemnidades de María y d<
su Benditísimo Hijo; difundir buenoí
libros, imágenes, medallas; concurrir)
trabajar para que muchos asistan a h
Santa Misa, frecuenten los Sacramentos
guarden h días festivos, acompañen
al San» > Viático, fomenten la san?
prensa, practiquen las obras propias de
un buen cristiano; que cada quince
días o a la menos cada mes se acer­
quen a la Confesión y Comunión; qu<

-

45 —

en las oraciones de la mañana y de la de que entre tantas fórmulas de ben­
noche añadan la jaculatoria Marta, diciones registradas en el Ritual, la
Auxilium Ckristianorum, ora p 7'0 fwbis; única aprobada de modo explícito, to­
talmente en honor de Nuestra Señora,
que pudiendo oigan misa diaria.
Al año siguiente ya hizo aprobar la es cabalmente ésta, como invocación de
Asociación por la Santa Sede, enri­ María Auxiliadora.
queciéndola S. S. Pío IX con varias
IX.
indulgencias plenarias y parciales y»con
El Cincuentenario.
varias otras gracias y privilegios (Breve
Las circunstancias'anormales y tris­
del I I de marzo 1870). León XIII y Pío X añadieron otras gracias, privi­ tísimas por que atraviesa el mundo, que
legios y ventajas, dándole la calidad ■ se anega en olas de sangre y en llamas
de Archicofradía, con carácter universal, de rencor y de odio intransigente y
cuyo centro será siempre Turín, de modo ciego, impiden que se pueda celebrar
que se puede establecer en todas la pa­ la fecha memoranda como era deber.
rroquias e iglesias del orbe, de acuerdo, Pero algo se hará. ’
naturalmente, con los respectivos Ordi­
También se habían proyectado gran­
narios, y comunicándolo al General de des ampliaciones en el Santuario, pues
los Salesianos o al Rector de la Basílica a pesar de ser uno de los mayores
de Turín, para su canónica agregación. templos de Turín, resulta ya incapaz
De hecho la Archicofradía está hoy de contener las multitudes de devotos;
establecida y arraigada en todas las pero tampoco esto se ha podido hacer,
naciones, formando sus miles de socios ya por la falta de brazos, ya, y sobre
un solo cuerpo y una sola alma, partici­ todo, por el alza extraordinaria de los
pando cada uno de todas las obras bue­ materiales de construcción. El dinero
nas, oraciones, trabajos de los otros. Ni la recogido apenas alcanzó para las re­
muerte rompe esa unión sagrada, porque paraciones y algunos trabajos indispen­
alas almas benditas son aplicables todas sables. Mas andando el tiempo y que­
las Indulgencias que en la Archicofradía riéndolo Dios, todo se hará. Aun que­
se ganan; porque cada año se celebra dan por realizar algunos proyectos del
una solemne misa de Reguie en sufra- mismo D. Bosco; y sus hijos están
'^10 de los socios difuntos; porque todas resueltos a llevarlos a efecto, junto con
las misas que por los socios difuntos se la ampliación de la Basílica. Así, por
celebren, en cualquier tiempo y en cual­ ejemplo, el Siervo de Dios tenía pro­
quier iglesia u oratorio público, gozan yectada una gran casa hospitalaria, con
del privilegio del altar privilegiado; por­ anchos pórticos, y fuentes, etc. para los
que cada día se ofrecen a Dios por ellos peregrinos, cosa que en más o menos
especiales sufragios, así como se ofrecen lejana fecha habrá que hacer, porque
particulares oraciones por los enfermos. se impone. Y a la Divina Providencia
El Director de la Asociación y los señalará el momento oportuno y man­
que lo representan, tienen la facultad dará los. medios.
de dar la Bendición de María A u x i­
X.
liadora, con la fórmula especial, apro­
bada por la Sagrada Congregación de El sepulcro del Siervo de Dios Domingo
Savio.
Ritos, con fecha 18 de mayo de 1878.
En el recinto de la iglesia, apoyado
¡La Bendición de María Auxiliadora!
a
uno
de los pilares que sostienen la
¡Cuántos prodigios no obtuvo con ella
cúpula,
está el sepulcro y monumento
D. Bosco! ¡Cuántos no se obtienen cada
de
mármol
que guarda los restos del
día! No carece de significación el hecho



4 6



Siervo de Dios, Doriiincfo Savio, el
santo jovencito de 15 años, alumno
de D. Bosco, la flor más preciada del
jardín de Valdocco, el modelo de nues­
tras juventudes, el futuro santito (así
lo acaricia nuestra esperanza y lo pro­
clamó la palabra del Emmo. Cardenal
, Vives y Tuto) de pantalón y chaqueta,
que con alegre continente y sencillez
atractiva, guiará nuestros niños, ense­
ñándoles la senda del paraíso.

dral de S. Pablo en Londres hay una
sencilla lápida con el nombre del
arquitecto que la levantó, Wren, y
esta inscripción al p ie : S i manumtn'
tum requiris, circumspice; si buscas el
monumento a este grande artista, mira
a tu alrededor; su obra es su monu­
mento. Hasta esta lápida a D. Bosco
falta aqu í; pero el corazón del pere­
grino y del visitante en cada piedra
y en cada adorno de la monumental
basílica lee el nombre de Juan Bosco.
XI.
Y cqmo en la basílica turinesa, en to­
dos los templos, capillas y altares que a
El nombre de D. Bosco.
María Auxiliadora se dediquen, porque
D. Bosco no tiefie dentro del San­ esta devoción fué propiamente él quien
tuario monumento ni recuerdo especial. la introdujo y propagó-en el mundo.
Pero el propio Santuario es un monu­
A través de los espacios y los tiem­
mento suyo no menos que de María pos los nombres de María Auxiliadora
Auxiliadora. Inseparables son la Virgen y de Juan Bosco pasarán indisoluble­
de D. Bosco y el Siervo de María mente unidos como la estrella y su
Auxiliadora. Cada piedra habla de la rayo. Ella será siempre la Virgen de
bondad de María Auxiliadora, pero D. Bosco; él será siempre el fiel siervo,
habla también del amor y actividad de el instrumento inteligente y dócil de
su fiel Siervo. Dicen que en la cate­ María Auxiliadora.
---------------

LAS BODAS DE ORO DEL P. ALBERA.
el Cincuentenario de la Basílica toda la Familia Salesiana. El óbolo
de María Auxiliadora coincide de la Misa de Oro será por el Padre
providencialmente el de la Primera Misa
íntegramente empleado a beneficio de
de nuestro Rvmo. Rector Mayor, como los huérfanos y prófugos de guerra
si la Virgen (quisiera demostrar con un asilados en los institutos salesianos,
dato más que la Obra Salesiana es Obra comprendidos los de las Hijas de María
suya, exclusivamente suya. La Misa de Auxiliadora. Conviene que dicho óbolo
Oro del P. Albera cae propiamente sea abundante e internacional, como
el 2 de agosto; pero nada impide que Ínter-nacional es la Obra Salesiana. Ya
las unamos y las fundamos en una.
han llegado varias de estas ofertas o
El P. Albera vió levantar 1^ iglesia limosnas; pero es necesario que au­
y celebró en ella sus primeras misas.
menten. La generosidad y caridad de
El 9 de junio celebrará el P. Albera nuestros amigos conviene que se ma
su Misa Jubilar en el altar de la Virgen, nifieste para remedio de tan urgentes
por todos los Salesianos, Hijas de María necesidades y para consuelo de nuestro
Auxiliadora y Cooperadores. Asistirán bondadoso Padre, que tanto sufre viendo
a ella Cardenales y Obispos, y al ter­ tantas miserias que remediar. Los que
minar, se pondrá a la Virgen el cetro deseen contribuir, apresúrense ahacerlo
de oro y pedrería y se le consagrará Pueden enviar sus limosnas directa

C

ON

r
— 47 “

mente, o entregarlas a las Casas Salesianas más próximas, advirtiendo expre­
samente : « Para el óbolo de la Misa
de Oro del Rvmo. P. Albera ».
Pero otro obsequio más importante
debemos hacerle. Y él mismo lo ha
indicado en su Circular del i®de Enero
a los Cooperadores. Consta ésta de
tres miembros, a cual más importante;
i“ Promover el culto de María Auxi­
liadora ; 2° el de Jesús Sacramentado;
3° fomentar la vocaciones eclesiásticas,
particularmente las religiosas, singular­
mente las salesianas.
Lo primero se puede hacer inscri­
biéndose en la Archicofradia de los
devotos de María Auxiliadora, hacién­
dose caballero o dama de la misma
Augusta Reina, celando su culto, pro­
moviendo el esplendor de sus fiestas,
llevando su medalla, honrando su ima­
gen, celebrando sus alabanzas, publi­
cando sus gracias, auxiliando las Obras
Salesianas etc. etc.
Lo segundo también es muy fácil, y
en el Reglamento de la Archicofradía
hallamos algunos medios sugeridos por
D. Sosco en persona. Tales son, entre
otros: comulgar a menudo, asistir dia­
riamente a la misa, visitar a menudo
al Augusto Prisionero del Altar, fre­
cuentemente tan solo, entronizar al Sa­
grado Corazón, agregarse al Aposto­
lado de la oración, auxiliar las obras que,
como la del Castro Pretorio en Roma y
la del Tibidabo en Barcelona, la de los
Juanes y Marías de los Sagrarios, se
proponen directamente la honra y gloria
del Sagrado Corazón, promover el culto,
celar por el decoro de nuestros altares,
especialmente en las iglesias pobres...
y procurar que otros hagan lo mismo,
en particular los miembros de la fa­
milia, los dependientes, los amigos.
Para lo tercero, lo más práctico es
favorecer los Seminarios, los Noviciados
y las casas dedicadas al cultivo de las
vocaciones, como son todos los Insti­
tutos Salesianos de Hijos de María:

crear becas para niños pobres con vo­
cación, especie de adopción espiritual
que da inmensa gloria a Dios, consuelo
inefable al propio corazón, beneficios
sin cuento a las almas, no sólo a la
del ministro del Señor que así se forme,
sino a la de los prójimos que él cui­
dará y salvará, que pueden ser cente­
nares y millares; encaminando alumnos
probados a personas que puedan des­
arrollar su vocación ; aspirando a tener
en la familia quien siga esa senda su­
blime... El llamamiento 'a tal vida es
una honrosa distinción que el Señor
concede a seres privilegiados. El hom­
bre es libre de aceptarlo o rechazarlo,
pero suele irle en ello la felicidad.
Bien merece el Rvmo. P. Albera que
le demos ese consuelo. Es uno de los po­
cos alumnos supervivientes de D. Bosco,
de los que vivieron en sus « tiempos he­
roico » , participando de sus luchas y su­
frimientos, condividiendo sus persecu­
ciones, compartiendo sus dolores, sus
goces, sus esperanzas, sus ensueños, sus
triunfos. De estos afortunados nos que­
dan muy pocos, tales como el Emmo.
Cardenal Cagliero, el P. Francesia, que
a su edad conserva toda la frescura vir­
ginal de sus 20 años, su vena poética,
sus entusiasmos casi infantiles, y el
P. Albera. Será, Dios mediante, el pri­
mero de nuestros Generales que celebre
su Misa de Oro. Ni D. Bosco, ni D. Rúa
alcanzaron esta satisfacción , muriendo
ambos cuando les faltaban pocos meses
para celebrarla. A fuer de buenos hijos,
alegremos el corazón del Padre.
Nuestros Cooperadores saben que la primera
idea de celebrar este Cincuentenario partió de
los delicados corazones de las « Damas y Patronas de las Obras Salesianas>, de Turín, que
forman como la plana mayor de todos los Coo­
peradores Sa!e.sianos, constituidas en Comité bajo
la presidencia de Su Alteza Imperial y Real
la Princesa Leticia de Saboya Napoleón.
Luego, para unidad de acción y agrupamiento
de fuerzas, se han reunido en uno los dos Jubí­
leos, encargando de todo al Comité de Damas.
Ellas han tomado sus iniciativas, y mandado
las Circulares que en el pasado número dimos

-

a conocer. Los principales obsequios materiales
a María Auxiliadora y al Sucesor de D. Hosco,
son la Exposición de ornamentos Sagrados y el
Obolo para la Misa de Oro.

El P. Albera ha comenzado a recibir home­
najes de sus hijos amados, con ocasión de su
^ b ileo . Han roto el fuego los Üratorianos y las
Oratorianas de los dos institutos que rodean la
Basílica turinesa: el Oratorio de S. Francisco
de Sales y el que para niñas tienen las Hijas
de María Auxiliadora.
El primero invitó al venerando Superior a
una reunión Intima el 2Ó de enero. Había 200
chicuelos en representación de los numerosos
Oratorianos; se hablan preparado cuidadosaniente. Al aparecer el Padre prorrumpieron en
vivas y aplausos; luego uno de ellos leyó un
lindo discursito.
« Ha comenzado, dijo, el año Jubilar de vues­
tra ordenación sacerdotal y de la consagración
del Santuario de María Auxiliadora. El fausto
anuncio del doble acontecimiento se ha difun­
dido por todas las naciones, y vuestros hijos de
todo el mundo tienen el pensamiento fijo en la
Virgen que, vestida de oro, triunfa en la cú­
pula de Valdocco y parece decir: « Yo soy la
Madre de todos los hijos de D. Hosco! » y con
indecible afecto piensan en vos, que del grande
Apóstol sois el digno Sucesor. *
Añade que la porfía de amor no la impiden
ni entraban las dificultades y preocupaciones de
la hora presente, sino muy al contrario; que los
50 años dé sacerdocio deí Superior, que coin­
ciden Con los de la apertura al culto del San­
tuario de donde tantos resplandores han irra­
diado e irradian, aguijonean a los Hijos del
Oratorio primario a acercarse con mayor fre­
cuencia a la Mesa Eucarística y los mueve a
ofrecerle una Corona de Cincélenla Comuniones
— cada uno — en el curso del Año Jubilar. < Po­
bres hijos del pueblo, no podemos juntar una

4S

-

gruesa suma de dinero para el Obolo de la Misa
de O ro ; pero le aseguramos que mantendremos
fielmente nuestra palabra. Es nuestra intención
rogar para que este año desciendan más abun­
dantes las bendiciones del cielo sobre la Pía
Sociedad Salesiana y su venerando Jefe, sobre
nuestras familias, sobre la Patria, sobre la Iglesia
Santa... »
El orador entregó al Padre el discurso, que
lleva al pie la firma de los 200 niños allí con­
gregados.
— Conmovido hasta derramar lágrimas, agrade­
ció y aceptó él buen Padre el gratísimo obsequio.
Tres.días después, o sea, en la fiesta de S.
Francisco de Sales, hicieron lo propio, pero ex­
tendiendo el programa, las Oratorianas de María
Auxiliadora.
También una oradorcita pronunció un bellí­
simo discursito, fresco, perfumado como un ra­
millete de flores, puesto que al fin y al cabo era,
« gú n se declaraba, una parte del grande y fra­
gante que se está entretejiendo en todas las Casas
de las Hijas de María Auxiliadora.
Como entre Oratorianas, Pensionantes Nor­
malistas, Exalumnas, Obreras de la Casa pen­
sión y Hermanas, llegan a mil, y cada una
ofrece 50 Comuniones, la Corona que ofreces
al Rector Mayor es nada menos que de, 50.000
Comuniones en el curso del año jubilar.
Al pie del discurso están las firmas de las
oferentes.
*
* «
He aquí una nobilísima iniciativa, que con
todas veras proponemos a la imitación de todos
los Oratorios festivos y de todos los institutos
.Salesianos de ambos sexos.
Si. ¡imitad todos tan buen ejemplo! prometed
todos orar más y comulgar con mayor frecuen­
cia en este ano ■»— que hay tanta necesidad de
oración y sacrificio — , prometédselo al amado
P. Albera! Este es, no lo dudéis, el mejor ob­
sequio que podéis hacer a María Auxiliadora y
al Sucesor de D. Hosco.

Generosis/ma propuesta.
La noble señorita D .‘ Lorenzina M azé de la Roche, nos ha hecho la sifjuiente propuesta^ que aceptamos y comunicamos:
« Para la fausta circunstancia del Cincuentenario de la Basilüa, se pre­
paran grandes fiestas y se ofrecerán ricos dones... Pero son cosas que se consu­
men con el tiempo. Sería muy consolador que dejásemos algo duraderero, a que
todos pudiéramos contribuir en la medida de nuestras fuerzas, y que dijei^a a las
futuras generaciones nuesbui fe y devoción en María Auxiliadora.
P in ito proponerlo, y es revestir internamefUe el tabernácido
de la Basílica, con lám ina de oro ^ piedras preciosas, mediante la ofertas de
anillos y joyas fuera de uso o recuerdo de difuntos amados, como se ha hecho
ya con algunas otras iglesias, que han ofrecido asi morada menos indirna al
Huésped Divino.
*

~ 49 -

____________

S í honra a la Madre de Dios, proporcionando ornamentos sagrados para su
templo; pero, a 7ni humilde modo de vei‘, el mejor obsequio que le podrían
hacer sus devotos, es adornar la mansión de su divuio H ijo Jesús, siendo esto a
la vez un monurjtento rico y duradero de este doble Ciucuente?iario. Los devotos
puedeti ofrecer joyas, monedas de oro, de plata, piedras preciosas. Yo creo que
no se necesitarla tanto tiempo pa 7‘a reunir el material necesaHo.
« Por mi parte, me consideraréfe liz ofrecie7ido lo que tengo de más querido
y precioso: dos joyas-7'ecuerdos que TTie regalaron los dos Papas, de santa me7notia.
Pío I X y LeÓ7i X I I I y lo poco que aún conservo de fni a7na(iisima tiiadre y de
mi sie7npre llorado tío, Motis. Lorenzo Gastaldi. ¡O h ! si este huinÜdc pensamiento
pudiera llevarse a la práctica!... »
Nos obsteiiemos de hacer comentarios. Sólo diremos que la idea es bcllísitTta,
es actuable y muy conforTTte al espíritu del Vble. D . Rosco, que tanto ainaba y
honraba a Jesús Sacramentado.

Sevilla dedica una calle a María Auxiliadora.
En el número anterior dimos cuenta del simpático € gesto * de la ciudad de Sevilla. L leg a d a
mestras manos € El Eco de María Auxiliadora suplemento al Boletín Salesiano », en que se re­
seña detalladamente el acontencimienio, lo hallamos
tan interesante e instructivo, que nos decidimos a
reproducirlo Por entero, también como prenda de
gratitud a l Écmo. Ayuntamiento y a cuantos han
trabajado en la genial idea de las Cooperadoras
SalesiaTtas. y como un ejemplo digno de ser imi­
tado y tornado como inspiración, que puede ser fe ­
cunda en resultados variadísimos.

de María Auxiliadora en este concierto hermo­
sísimo de festejos Concepcionistas, con que Se­
villa cantó las glorias de Marta; al efecto pre­
tendían dejar recuerdo imperecedero del acon­
tecimiento, rotulando con el nombre de « María
Auxiliadora» la calle que suéle recorrer en pro-,
cesión solemne la imagen bendita de la Virgen
baje esa consoladora advocación.
El informe favorable, aceptación y realización
del hecho es lo que tenemos la satisfacción de
copiar del periódico católico de esta ciudad « El
Correo de Andalucía ».

Desde tas columnas de esta modesta Revista,
no podemos menos de alegrarnos con todos los
que sienten sus pechos caldeados con la devo­
ción a la Santisima Virgen A uxilio de los Cris­
tianos, al ver una prueba más de lo arraigada
que en todos se halla esta devoción. A la vista
de todos se ofrecerá el bendito nombre escrito
con tintas de color de cielo, emblema de nuestra
alegría y de nuestra esperanza. Pronuncíenlo
todos con fe; enséñenlo las madres a sus pequeñuelos para que acuda a sus labios en los
momentos difíciles de la vida.
Bendito el instante en que por primera vez
cruzó esta idea por la mente del fervoroso amante
de María. Ella fué, no cabe duda, la inspiradora,
y Ella no consintió dificultades que entorpeciesen
ia ejecución del piadoso designio; Ella armó de
confianza en el éxito, de intrepidez, valor, de­
cisión. generosidad y desprendimiento a las dig­
nísimas señoras de la Junta de la Archicofradía
de María Auxiliadora, a las que damos mil pa­
rabienes y sobre las cuales imploramos las ben­
diciones del Cielo.
El día lo de Diciemljre elevaron al Excmo.
Sr. D. Agustín Vázquez Armero, entonces A l­
calde-Presidente del Ayuntamiento, una muy bien
razonada solicitud exponiendo el acariciado de­
signio de que también figurase la Archicofradía

Informe del Cronista de esta Ciudad.
No ha menester, ciertamente, informe del Cro­
nista la solicitud deducida a V. E. por dos pia­
dosas damas, en representación además de las
señoras que .componen la Archicofradía de María
Auxiliadora, establecida en esta Ciudad há vein­
ticinco años; solicitud en que se pide que la calle
denominada « Arrebolera >, se rotule con el
nombre de < Avenida de María Auxiliadora»;
y no lo ha menester, porque esa solicitud, no
sólo refleja ios sentimientos y loa deseos de las
ilustres damas que la suscriben y los de la Con­
gregación, en cuyo nombre hablan, sino también
ios de todas las mujeres sevillanas, en cuyos
corazones se guarda como fuego sagrado el amor
a la Santisima Madre de Dios; fuego sagrado,
trasmitido de generación en generación, hoguera
que caldea los hogares cristianos, verdad que
nutre la inteligencia de nuestros hijos, y belleza
infinita que se enseñorea del alma sevillana.
Es evidente. Señor Excmo., que a Sevilla con­
viene, mejor que a ningún otro pueblo, .el dic­
tado de «Ciudad Mariana»; y no en verdad
atendido sólo su glorioso pasado, sino en con­
sideración también a su estado actual. Digalo la
inenarrable explosión de amor a la Santisima
Virgen, con que en los días presentes, al con-

— so —
memorar el voto de ambos Cabildos de pro­
clamar y mantener la Concepción Inmaculada
de María, da gallarda muestra de ser la primera
ciudad del orbe católico en amor a Ja celestial
Señora por quien los Reyes reinan; por María,
Auxiliadora de los cristianos; por la patrona de la
España qíie, bajo su amparo, triunfó de los ene­
migos de Cristo, reconstituyó la patria sojuzgada
por el Islam, inventó nuevos mundos más allá
de los marea tenebrosos, venció del Turco en
Lcpanto, y reunnió en un solo pensamiento y
bajo los pliegues de una sola bandera, las almas
todas que alentaban en los hogares castellanos.
Acceder a lo que piden las señoras que sus­
criben la solicitod objeto de este informe, es dar
una muestra más de religiosidad y de hidalguía:
es unirse en espíritu al espíritu de la Ciudad
Mariana; es en cierto modo, ratificar el voto de
Sevilla, reliquia preciosa de un siglo todo fe,
todo entusiasmo, todo grandeza para nuestra
Citidad ainadísima.
Es cuanto informa el Cronista, cumpliendo
con lo acordado por V. E.
Sevilla, 14 de Diciembre de 1917.

El Cronista Oficial

Concesión del Exemo. Ayuntamiento.
Con íntima complacencia insertamos a conti­
nuación el acuerdo adoptado por el Ayunta­
miento, asintiendo a la petición que le hizo la
Archicofradía de María Auxiliadora, por virtud
del cual se resuelve sustituir el rótulo de la calle
« Arrebolera > por ,,el de « María Auxiliadora >.
Señorita María Almaraz y Santos^ Presidenta
de la Archicofradía de María Auxiliadora.
Este Exemo. Ayuntamiento de mi presidencia,
en sesión celebrada el día veintiuno de los cor­
rientes, acordó por unanimidad sustituir el ró­
tulo de la calle «Arrebolera» por el de «Mana
Auxiliadora» en conformidad a lo solicitado por
esa .Archicofradía que V. tan dignamente preside,
autorizándola desde luego para colocar los ró­
tulos con el nombre de la venerada Imagen.
Lo que tengo el gusto de comunicar a usted
sirviéndome de verdadera complacencia que el
Exemo. Ayuntamiento haya accedido a tan ra­
zonable y piadosa petición.
Dios guarde a V. muchos años.
Sevilla, 26 de Diciembre de 1917.

*
* *
« Señor don Agustín Vázquez Armero, Alcalde
Dictamen de la Comisión.
Presidente del Exemo. Ayuntamiento de Sevilla».
Exemo Ayuntamiento:
Excelentísimo señor:
La Comisión de Quintas y Estadística ha co­
Con gran satisfacción recibimos el comunicado
nocido de una solicitud suscrita por piadosas y
respetables damas, pidiendo que se cambie o con que V. E. nos participaba el acuerdo y vo­
sustituya el nombre de la calle Arrebolera de tación unánime de esa Excelentísima Corporación
tan dignamente presidida por V. E., accediendo
esta Capital por el de M a r ía A u x il ia d o r a .
Cumple a la Comisión citada proponer al Ca­ a lo que solicitábamos de rotular la calle Arrebildo acceda a tan razonable petición, inspirada, ■ bolera con el nombre de « María Auxiliadora»,
sin duda, por el fervor religioso, que ha sido recuerdo gratísimo de las fiestas Marianas que
siempre prez y honra de Sevilla, alma y vida aun resuenan en nuestros ánimos y que veremos
grabado si no en todas, en una de nuestras
de las devotas hijas de esta tierra.
Realmente es nuestro sentir en este punto que calles.
Sentimos por ello la necesidad de hacer cons­
el nombre Arrebolera ningún hecho hi.stórico,
tar nuestra gratitud a ese Excelentísimo Ayun­
ninguna leyenda, ningún dato famoso recuerda
tamiento, y sobre todo a su dignísimo Presidente,
ni perpetúa. Considérese por este motivo el
acierto con que las piadosas damas piden la por la atención y eficacia con que acogió nuestro
sustitución <Ie ese rótulo por el nombre de la proyecto, siendo para nosotras prueba imborrable
de su decidido y práctico entusiasmo por la dis­
venerada Imagen, Patrona de aquellos vecinos.
Angel tutelar de aquellos contornos y emblema tinción y engrandecimiento de nuestra por mil
títulos y a nobilísima ciudad de Sevilla.
de la divinidad de la Religión, de la la fe y del
Nos complacemos en reiterar una vez más
sentir popular de esa parte de Sevilla, donde,
nuestra gratitud en nombre también de todas
como en otras muchas, vive y perdura latente
la creencia cristiana, siempre representada.alegó­ las señoras de la Archicofradía.
Dio.s guarde, a V. E. muchos años.
ricamente en los altares y, en este caso, en el
cercano altar de los reverendos P.P. Salesianos,
Sevilla, 31 de Diciembre de 1917.
que han fundado en aquel barrio escuelas y han
sido y son cristianos protectores de los miles de
creyentes desvalidos, fervorosos, esperanzados,
La víspera del descubrimiento de los rótulos se
de esa milagrosa imagen, cuyo nombre debe per­ repartieron 5000 ejemplares de la siguiente hoja:
petuarse a la vista de todos. ‘
V. E.. uo obstante, acordará, como siempre,
La calle María Auxiliadora.
lo que mejor estime.
El
Exemo.
Ayuntamiento de esta Capital, en
Sevilla, 19 de Diciembre de 1917.
sesión celebrada ei 21 del pasado Diciembre,
L uis P ia zza - Ig n a c io d e C asso - M a n u e l
aprobó por votación unánime la petición de la
C o r b a t o - D om ingo P é r e z G o n z .á l e z .
Juma de Señoras de la Archicofradía de María
L u is M o n t o t o .

_ 51 —
Auxiliadora, de sustituir el nombre de la calle
Arrebolera por el de Marta Auxiliadora.
Es éste un nuevo homenaje que la Ciudad de
María tributa a la Reina de los Cielos. Un día
la cantó Inmaculada, hoy reconoce más que
nunca la necesidad de su auxilio; y para que el
pueblo la invoque como-eficaz medianera, para
que vuelva los ojos a Ella en los momentos
críticos de necesidad, de tribulación, de angustia,
ofrece hoy a los ojos del .pueblo sevillano este
nuevo título de la Purísima, de la Inmaculada,
.de la siempre Virgen María
{M ARIA A U X ILIA DO RA!

Advocación benditísima ya conocida en Se­
villa por el gran número de gracias extraordi­
narias que por su invocación se han obtenido.
Su nombre más que en la dura piedra, se irá
grabando en las almas de los sevillanos, y lo
besarán con cariño los ojos y los corazones del
obrero al dirigirse por la mañana a la fábrica y
al trabajo, y lo besarán por la tarde al volved
a su casa a descansar de las faügas del día; y
coa su nombre entrará en el hogar la piedad,
el amor, la alegría y la resignación.
La historia Mariana de Sevilla puede escribir
un capítulo más de homenajes, de glorías tri­
butadas a la Reina de los Cielos.
No tarda ya el día en que nuestra Auxiliadora,
rodeada de flores, de luces y de corazones, salga
a tomar posesión de su calle.
Bendecidla ¡oh Virgen Santísima! desde este
instante: bendecid a todas las familias que por
vivir en ella están de modo especial baj'o vuestra
protección: bendecid a la Ciudad que tanto os
ama; y sobre todo bendecid a las personas que
tanto se interesaron para que vuestro Nombre y
con él vuestra devoción se ostentase en lugar
preeminente desde, donde pudiese ser visto y
aprendido y amado por todos.
En honor de María Auxiliadora.
Ayer se verificó en la Puerta Osario la inau=
guración solemne de la calle dedicada a María
Auxiliadora,
El acto revistió gran solemnida<], apesar de
haber sido aplazado y de haberse presentado la
tarde fría y desapacible.
Hallábanse presentes los alumnos del Colegio
de la Sma. Trinidad, internos y externos, con
sus respectivas bandas de música y presididos
det estandarte de María Auxiliadora y de la
bandera del Colegio; los alumnos de la casa de
San Benito de Calatrava; las alumnas del Colegio
de María Auxiliadora de la calle San Vicente y
señoritas normalistas con las profesoras del mismo
Colegio, las alumnas del Colegio que las mismas
religiosas tienen en la calle Castellar.
A la hora señalada, el R. Padre Superior del
Colegio de la Santísima Trinidad acompañado
de todos los demás Padres y Profesores; con la
junta de Señoras de la Archicofradía de María
.Auxiliadora, señorita hlaria Almaraz y Santos,
señorita Angelita Sasiain. D.* Guadalupe Ortiz

Monasterio, D.* Tomasa Escribano viuda de
Murube, doña Isabel Villalón y otras señoras de
la Archicofradía y el concejal don José M. Tor­
res, se presentaron en el lugar designado.
Hallábase la lápida cubierta con una cortina
que descorrió la Presidenta de dicha Associacióu, señorita María Almaraz, hermana de nues­
tro dignísimo Prelado.
A la vista del hermoso rótulo todos los con­
currentes prorrumpieron en atronadores vítores
y aclamaciones a la Virgen y las bandas de mú­
sica tocaron la Marcha real y todos los alumnos,
que no serian menos de ochocientos, cantaron
un hermoso himno a María Auxiliadora, acom­
pañado por dichas bahdas, que uno de Iqs Pro­
fesores del Colegio había compuesto para esta
ocasión.
Los acordes de la banda, las bien formadas
filas de alumnos y alumnas de los cuatro centros
Salesianos de la Capital y las vibrantes notas del
himno fueron acumulando por momentos la mu­
chedumbre de tal modo, que cuando empezó el
desfile de regreso era inmenso el gentío que allí
se hallaba congregado.
Todos, aun los curiosos, se encaminaron a la
iglesia de laSantísima Trinidad, en donde, acom­
pañados por él órgano, entonaron un hermosí­
simo canto popular, de esos cantos que llegan
al alma, cuyas estrofas terminaban todas con la
tiernisima invocación: € Virgen Santísima, ruega
por m i». Los acordes del órgano, que llenaba
el templo no pequeño, y el entusiasmo con que
aquellos cientos de voces daban rienda' suelta a
los afectos que los poseía por completo, for­
maban un conjunto imponente.
Subió al pulpito el reverendo Padre Dionisio
Ferro, y con voz poderosa, muy acostumbrada
seguramente, a dominar grandes auditorios, e x ­
plicó la oportunidad de haber rotulado una de
nuestras calles con el nombre de María Auxi­
liadora en los momentos difíciles que atrave­
samos, casi como señalando a todas las gentes
a quién han de acudir en demanda de auxilio:
a Aquella que lo fué siempre del pueblo cristiano
en los momentos críticos de su historia. 'I'uvo
frases de fino agradecimiento para las Señoras
de la Junta, especialmente para la dignísima Pre­
sidenta y para el excelentísimo Ayuntamicnio
por el acuerdo de rotular una de las calles de
la Ciudad con el bendito nombre de María Auxi­
liadora.
Terminó el acto dándose la Bendición con
S. D. M., y de.spués de haber cantado o ra copla
a María Auxiliadora, salieron todos a uno de
los patios del Colegio, donde fueron obsequiados
con dulces y caramelos por las Señoras de la
Junta, las cuales, con sus propias manos, rega­
laban a aquellos niños las golosinas, detrás de
las cuales se les iban los ojos; era de ver, sobre
todo, los pobrecitos de las escuelas gratuitas,
con qué alegría -alargaban sus manos moraditas
de frío.
El señor Director del Colegio, reverendo Padre
Sebastián Pastor, reiteró las gracias a la Señoras
de la Junta y al excelentísimo Ayuntamiento, y

- S i ­
en nombre de los niños Ies agradeció el obse­ las luchas de la vida, en la oración, el estudio y
quio con que los regalaban, sabiendo arrancar el trabajo.
La Basílica de María Auxiliadora es para nos­
de aquellas gargantas infantiles atronadores vivas
a María Auxiliadora, al excelentísimo Ayunta­ otros Exalumnos el templo más querido; de ella se
miento, a la Junta de Señoras y al venerable difundió por todo el mundo esa tierna devoción a
Maria Auxiliadora, que es un distintivo, no sólo
Fundador de la Congregación Salesiana. Salieron de las Casas Salesianas, sino también de todos los
después todos alegres y contentos.
•Exalumnos y Cooperadores Salesianos.
'l'estigos del hecho, no podemos menos de
La fundación de la Basílica de María Auxiliadora
aplaudir la idea del nuevo rótulo, pues sabemos fué piedra miliar en. la Obra de D. Hosco y nos­
que esta calle, hoy María Auxiliadora, antes otros debemos celebrar su fecha cincuentenaria como
una de las más solemnes de nuestra vida de cris­
Arrebolera, fué transformada como la vemos,
precisatueiue por María Auxiliadora. Todos re­ tianos y de Exaluriinos de los Salesianos.
Y como el mismo día — 9 de junio'de 1918, el
cordarán lo que era esa calle el año 1892, cuando
veneradísimo P. Albcra, Sucesor del inolvidable
por vez primera vinieron los Hijos de don Hosco D. Rúa y ele nuestro amadísimo Padre D. Hosco,
, a Sevilla; por esa calle no podía transitar ni la celebrará su Misa de Oro ; más íntima será todavía
guardiá civil, era el foco de reunión i»ara grandes nuestra participación en la fiesta, en la cual repe­
tiremos la promesa mil veces hecha, y, esperamos,
pedreas; y las medallas de María Auxiliadora,
<}ue con gran profusión regalaba un santo y ce­ mantenida, de mostrarnos en dondequiera y siempre
losísimo salesiano, apóstol de esta devoción, el dignos discípulos de D. Hosco.
Pero no siendo posible.s grandes manifestaciones
reverendísimo señor don Pedro Ricaldone, que
nosotros manifestaremos nuestra gratitud
en Sevilla cuenta con tantas y tari fervorosas exteriores,
j)ara con quien nos ha educado, contribuyendo con
amistades, de tal manera transformaron el barrio nuestras ofertas al progreso de las Obras Salesia­
con el gracioso comercio de hondas por me­ nas, ofertas que__en las presentes circunstancias re­
dallas. qué allí se terminaron las pedreas, reina visten un carácter y un fin especial: el de concurrir
la piedad; y la vida cristiana y el calor de la fe,
al mantenimiento de los institutos que el digno Su­
.de la devoción a la Virgen Santísima, vivifica cesor de D. Hosco ha abierta en todos los. países
los hogares con-mayor abundancia de paz, resig­ beligerantes, para refugio y educació» de los huér­
fanos dé los muertos en guerra.
nación y alegría.
Amados compañeros: estoy seguro de que mi
Desde estas columnas aplaudimos nuevamente llamamiento
no será vano y que cada uno se es­
la idea y damos a las Señoras de la Junta, al
forzará para que nuestra demosttación de gratitud
excelentísimo Ayuntaníiento y a los reverendos
a nuestros educadores y a nuestra Aladre Celestial,
Padres Salesianos el parabién por el aconteci­ resulte de verdad imponente y grandiosa y al mismo
tiempo altamente benéfica para' aquellos pobres
miento.
niños, a quienes privó del padre el cumplimiento
Sevilla, 10 Enero 1918. >
de un deber sagrado.

Los Ex-aIumno5.
Viva parte toman los Antiguos Alumnos de
nuestras casas, en las Fiestas Jubilares. El Pre­
sidente de la Federación General de Ex-Alumnos
de los Institutos Salesianos, Capitán Gribaudi, Pro­
fesor en el Liceo Cavour, y la Presidenta del Co­
mité Central de Ex-Alumnas de las Hijas de María
Auxiliadora, Profesora Da. María Victoria Chíora,
han dirigido sendas circulares a sus compañeros
de todo el mundo. He aquí los dos documentos.
I.
Amados compañeros:
El año que acaba de comenzar ocurren dos fiestas
q\le hablan muy alto a quien que, como nosotros,
ha tenido la fortuna de educarse en la Escuela del
Ven. Juan Hosco; el 9 de junio se cumple el Cin­
cuentenario de la Basílica de María Sma. Auxilia­
dora ; el a de Agosto, el amadísimo Superior de la
Sociedad Salesiana cumple el- quincuagésimo año
de Sacerdocio.
Si las graves circunstancias en que por la guerra
se halla el mundo, no nos permiten celebrar con
grandes fiestas estas dos fechas memorandas, no
deben impedimos mostrar lo vivo y arraigado de
nuestra gratitud para con el Instituto en cuyas casas
pasamos nuestros mejores años, preparándonos a

II.
-El año que corre trae tan gratas fechas conme­
morativas, que por más preocupantes que se des­
arrollen los tiempos cada día más terribles, no pue­
den, no deben pasar desapercibidos.
¿ Cuál de nosotras no ha orado en este amado
templo, si no de presenci.a siquiera con el pensa­
miento, no ha suplicado, no ha llorado, no ha re­
cibido de la Auxiliadora potente, fuerza, valor,
serenidad y auxilio? ¿Quién de -nosotras, en esta
nuestra cara Basílica, que es el templo universal
de toda la Familia Salesiana, no ha sentido elevarse
en alto, con la propia, la invocación de miles de
corazones que en la Auxiliadora confían y esperan,
y a quienes ella con regia generosidad ha otorgado
los prodigios de sus gracias? — Celebremos el
Primer Cincuentenario de este insigne monumento
de la grande Obra del Ven. D. Hosco ; y ofrezca­
mos a la Sma, Virgen; con intensificada fe, el tri­
buto solemne de nuestra indefectible esperanza, de
nuestro reconocido amor; de nuestra alma, cristia­
namente templada para los sacrificios, suba, con­
fiada, hasta Ella, nuestra fervorosa oración, y por
virtud de Ella, desciendan sobre nosotras, sobre
los serei que nos son queridos, sobre la Patria
amada, las gracias que invocamos.
Pero otro Cincuentenario coincide simpáticamente
cpn el de la consagración del templo; la JUisa de
Oro del Rvmo. D, Pablo Albera; la Misa de Oro
que imperscrutables decretos de la Divina Provi­
dencia no pernutieron celebrar aquí en la tierra ni
al Vble. Hosco ni a D. Rúa.

— 53 —
Por tanto, en el deseo de contribuir a la celebra­ catíios a tiuesiros Directores Diocesanos, De­
ción de tan gratísimos acontecnnientos, de un modo curiones, Celadores y Celadoras qtie
sencillo, útil y al alcance de todas, cada una de
I) tetigati la botidad de ttiandartios exacta
nosotras — persuadida de las gravisiinas necesida­
ttoticia
:
des de la hora presente y de la obra cristianamente
de las iglesias y capillas erigidas y de
patriótica que lleva a cabo el Rvmo. P. Albera, a
favor de los htiérjanos deguetta y de los prófugos, los altares dedicados a M atia Atixiliadora, an­
que él ha recogido en sus casas, tanto en Italia tes o después de iS 6 3 ;
como fuera de Italia — contribuya generosamente
2° de las Asociaciones o Cofradías erigidas
a poner al venerando Padre Albera en grado de
bajo
e l mismo titulo, atites o después de iS 6 g ;
sostener y desarrollar cuanto sea posible su obra
de las sagradas itnágeties, cuadros, es­
meritoria y santa én favor de la juventud. Cada una
de nosotras dé lo que pueda, llágase propagandista tatuas, atiteriores o posietiores -al año 1868 ;
de la idea, colectora de limosnas, celadora indus­ vetieradas bajo dicho titu lo ;
triosa, empleando los recursos más conducentes a
II) que se digneti enviarnos copias o tioUcias :
obtener los más generosos dones.
de toda esta/tipa que represetUe a la
Las ofertas envíense a las Superioras de las
Hijas de María Auxiliadora, con súplica de enviar­ Bienavetiturada Virgen María bajo e l título de
las — acompañándolas de una breve relación — al A uxiliadora, o Auxilium Cliristianorum;
Sr. D. Pablo Albera, cual homenaje de gratitud
2^ de todo libro u opúsculo que trate del
en ios dos memorables acontecimientos.
titulo o culto de María A uxiliadora;
Una idea prevalece en los anteriores docu­
III) que tetigan a bien comunicarnos:
mentos: la gratitud, esa virtud nobilísima, que
i ’* s i la fiesta de María A uxiliadora está
es la mejor prenda de un alma grande. Her­ itiserta eti e l Añalejo o Caletidario Litúrgico
moso es ver a los decididos Exalumnos y Exalumnas entablar con los Cooperadores una santa de la diócesis;
2'* s i la fiesta de María A uxiliadora es
porfía para celebrar dignamente dos aconteci­
fiesta p aitonal en algún lugar;
mientos caros al alma Salesiana.
s i se celebra, y dótide, con especiales
Es el cambio de simpatía, amor y benefícencia que se acrecienta cada día en la Obra de futiciones e l 14. de cada m es;
D. Sosco, en todos los ramos de la Obra de
¿ f si, y dótide, se celebra iodos los años
D. Sosco. La linfa benéfica, que los caritativos la fiesta de María Auxiliadora.
Cooperadores le infunden con sus limosnas, se
Estos datos serátt un precioso tributo a l Museo.
convierte incesantemente en plegaria de los beEnvíese, por fervor, cuanto atiies a l Rvmo.
neficados y en lluvia de celestes bendiciones.
Sr. D. Felipe M. Rinaldi - Via Cottolengo, 32
Turín (Italia).
Damos atiticipadatnente las ttiás expresivas
gracias a los que se dignen corresponder a este
llattiamiento, deseándoles las bendicioties de
María Atixiliadora.
E l proyecto cte recoger, en conveniente lugar,
a! lado del Santuario de Valdocco, toda memoría, documento, dato relativo a l Culto de
TE SO R © E S P IR IT U aL .
María Auxiliadora, encuejiira unánime aproLos Cooperadores Salesianos que confesados y
badán. D e todas partes, hasta da las más re­
motas de Am érica nos llegan vivas felicitacio­ cotnulgados, visiten devotamente una iglesia o
nes y la promesa de cooperar activamente. La capilla pública, osi viven en comunidad, la propia
fñevedad del tiempo, y más que iodo, la enorme capilla, y rueguen según la intención del Sumo
Pontífice, pueden ganar las siguientes indulgen­
diñcuJlad de transportes marítimos y terrestres,
no consentií án que en la inauguración e l Museo cias plenarias:
se prese7ite completo. Mas 7to importa. E l q de Abril. El 17, Solemnidad de S. José.
May». El 8, Aparición de S. Migue! Arcángel; el
junio. D ios medianU, quedará inaugurado.
9, Ascensión; el 24, María Auxiliadora; el 30.
Lo que no se puede expedir hoy, se expe­
el Corpus.
^
,
dirá mañana. Abierto e l Museo, puesto que será Juai». El 24, S. Juan Bautista; el 29, S. Pedro }
perma7ienie, cada día puede enriquecerse. No
Pablo.
. vt
c dudamos que e l celo de los devotos de María Jallo. El I®, la Preciosísima Sangre de Ntro. benor
el 2, Visitación de María Santísima; el 16, fiesta
Auxiliadora lo hará interesante.
del Carmen.
_
. ^
.
Por consiguiejite, a l mis/7io tiempo que ro­ Afost». El 2, la Porciúncula ; el 6, la Transfigura­
ción del Señor; el 15, Asunción; el 16, S. Roque.
bamos a nuestros a77tigos que no difiera 7i la
ireparadón de los datos y del material reque­
Además, cada mes: i* un día de libre elación,
rido. en confoi^nidad cotí el programa que pu- v g. el primer viernes; 2* el día del Ejercicio de
blicatnos en e l Boletín Salesiano correspondietite la Buena Muerte; 3* el dia en que se reúnan en
a Noidembre-Diciembre del pasado año; suplí- conferencia.

DE JSÍUESTRAS MISIOKIE5

BRASIL
Una excursión por el Alto Río Negro y
el Tiquié; las necesidades de la Misión.
(Gorrespondsnola d«( Umo. P. Glordano, Picarlo Rposidllco).

A la vuelta de la frontera a S. Miguel, me
había propuesto visitar toda habitación a lo largo
del rio, donde pudiera haber alma viva, y cumplí
mi propósito. Varias casas se veían cerradas; sus
moradores estaban lejos, en las caucherías; en­
tonces pasábamos de largo. En muchas otras en­
contramos familias enteras que estaban esperando
al Misionero. Contadisimas fueron las que no le
dieron especialisímas muestras de cariño, mani­
festando su gratitud con regalos de fruías, salvas
de pólvora, súplicas de pronto regreso. Agru­
pándose a la orilla del rio, me seguían con la
mirada hasta perderme de vista, saludando con
el pañuelo, cuando ya no podían con la voz.
Asi toqué varios poblados: Amarituba, Bauá,
Oreóla, Floresta. Aquí me separé del Sr. Co­
mandante, quien volvió a Cucuhy, mientras yo
proseguí para Tibury y Batería, donde pernocté.
. Al alba del día siguiente vi de lejos el pueblo
de Marabitana, y desembarqué para visitarlo de
nuevo. Pero ¡oh! qjiam mutatus ab tilo/ fiíWi donde
pocos días antes se desarrollaba con tanto entu.siasmo el triple programa .con la nota dominante
del batuque, reinaba sepulcral silencio. Las fuertes
vibraciones de las campanas, tocadas por nues­
tros robustos marineros, repercutían en las tran­
quilas aguas del río, en las campiñas, en los
bosques, mas no lograron despertar alma v iv a ;
y yo atravesando el pueblo, sólo encontré casas
vacias. Me dirigí al cementerio y recé el De
profundis,
jP3s singular este pueblo! Su habitantes viven
dispersos a lo largo del río y en sus islas, y se
reúnen sólo de cuando en cuando para las fiestas,
que duran semanas enteras, para separarse in­
mediatamente, y asi Marabitana se torna en Malhabitada.
De M arabitana a S . Joaquín — E l último
del año — Buena V ista.
A un cuarto de hora de allí, en Samuma. du­
rante las fiestas en mi anterior descritas, se había
encontrado en una choza una joven madre con
su hijita, ambas extenuadas. Dos caritativas fa­
milias las habían llevado a sus casas, y ahí las

escontré. La niñita ¡pobrecita! tenía contados los
días. El mismo día visité a la madre, y com-prendí que seguiría en breve a la hija. Ambas,
lo espero, volaron al paraíso ; la chiquilla rege­
nerada con el bautismo, la madre santificada con
la Penitencia Sacramental y la resignación.
En ¿>amuma dejé a nuestro buen amigo Gau-'
dencio Bueno, que tan grata compañía me había
hecho, y pasé a Nazaret, donde administré el
Bautismo a diversas personas, entre otras a una
india del /sana, que pasaba de los 30 años, ha.biéndola instruido lo mejor posible y héchome
prometer de la señora de casa, que la instruiría
cumplidamente. También le bauticé la hija. É!
marido estaba en Venezuela. Su matrimonio es­
pero bendecirlo en mi próxima visita.
Mientras departía con el Sr. Valero sobre el
modo de reedificarla iglesia Afarabitana — siendo
él uno de los encargados de recoger limosnas a
tal fin — llegó el vaporcito de D. Higinio de
Albuquerque, que rentontaha el Río Negro por
negocios urgentes y se proponía regresar al día
siguiente, para hallarse a los tres días en su casa
de Buena Vista sobre el rio Cayry. Galantemente
invitado, acepté el puesto que me ofrecía, para
visitar ese sitio, que entraba en mis proyectos,
y modifiqué mi itinerario, visitando antes el
Tiquié.
El día de espera visité varias localidades,
como Garody, Assahy-tuba, Alacorico y Manyhá
y entré también en el Paraná-tnirim llegando por
la tarde al barracón del Sr. Malgueiro, después
al del Sr. Alcides, donde pasé la noche.
Atravesando el rio llegué al rayar el alba a
Uanadona, donde celebré la misa, administré al­
gunos bautismos y visité un enfermo; prosi­
guiendo inmediatamente a Caybany-mitim y Mandiquá, donde nos aguardaban el Sr. Higinio, D.
Lucio Garrido y D. Alcides Rocha, quien me
acompañó hasta Bayary,
A bordo del Pira-Tupuia, vaporcito de siete
caballos, llegamos a Santa Cruz en dos horas.
Aquí tuve el gran consuelo de abrazar a nuestro
gran amigo y bienhechor de S. Gabriel, D. Ro­
dolfo L. Gonzalves y de recibir noticias frescas
de nuestros amadísimos hermanos, a quienes
acababa él de dejar cori excelente salud, ocu­
pados en los preparativos para las fiesta de
Nochebuena.
Tocando ta Coé-Coé, pernoctando en Piracupa.
muy de mañana seguimos a S . Felipe, llegando
a 1^ 7. Las campanas con triple y prolongado
repique avisaron a los habitantes de las dos ori-

— 55 —
lias (aquí el rio tiene dos kilómetros de anchura)
la llegada del misionero y, la inmediata cele­
bración de la Santa Misa. Era el último dia del
año; hice votos ardientes por ver en el nuevo
a todos estos pueblos avanzar en la senda del
progreso. La parada duró varias horas y pre­
sencié la curiosa caza de pájaros, con cerbatana,
que es un cañuto largo de bambúi a través del
cual despiden con el soplo una pequeña flecha
envuelta en algodón, que raramente deja de hacer
blanco, aunque el pájaro sea muy pequeño. A
menudo envenenan la punta. La muerte de la
victima es instantánea.
Y henos en las bocas del Cayary, imponente
siempre y flanqueado de florestas que se reflejan
en las aguas. Poco ante de llegar a S. Joaquín
encontramos una barca de D. Florentino dos
Santos, con niños y niñas, que llevando una
estatuita de S. Joaquín, iban buscando limosnas
para restaurar la iglesia.
Desembarcamos y la visitamos. ¡De veras que
necesita reparaciones! También la necesitan las
casitas que la rodean.
Algo después de Pituma el vaporcito encalló
en un banco de arena, siendo menester una gran
maniobra para ponerlo a flote y embocarlo en
el canal principal.
Era la última noche del año y la costumbre
imponía una cena «suntuosa». Asaron un her­
moso pescado y me llamaron a presidir la mesa.
Yo dormía .ya, -y faltaba apenas media hora para
la media noche; pero así y todo hube de ceder;
bendecí la mesa, probé el pescado, que era ex­
quisito, bebí a la salud de los presentes y le­
janos, y volví inmediatamente a mi hamaca antes
de las 12, durmiendo hasta el alba, cuando me
despertaron las salvas de fusilería y de un cañoncito en lontananza. Ya a los rayos del sol na­
ciente aparece Buena Vista. El recibimiento dis­
pensado a este pobre Salesiano por D. Manuel
Antonio de Albuquerque, Delegado de los In­
dios del Cayary, por sus hermanos y sus fami­
lias, por los numerosos empleados y las personas
que acudían, fué cordialisimo y revistió cierta
solemnidad.
Inmediatamente se preparó un altar en un
salón y celebré la Santa Misa ante un gran con­
curso. Al Evangelio hablé, como me dictaba el
corazón, del pasado de la Sociedad Salesiana.
del futuro del Cayary y del Tiquiéy que con la
gracia de Dios y la colaboración de los bienhe­
chores, no dejará de realizarse.
En la comida el Señor Manduca de Albu­
querque, saludó en un elocuente brindis al V i­
cario Apostólico y se declaró feliz en poder
prestar su apoyo a la misión. También el Sr.
Moreira, portugués, uno de los más inteligentes
empleados de la Casa Albuquerque, saludó al
Misionero en nombre de sus colegas, afirmando
U completa adhesión de todos, a las ideas y a
la obra de su principal, en favor de los Salesanos. Respondí conmovido, haciendo fervientes
votos por la civilización de los indígenas y la
prosperidad de Buena Vista, que será el punto
^ la misión.

Los breves días que allí pasé fueron dias inol­
vidables, también porque fueron ricos en mies
espiritual.
El 3 de enero partimos para el Tiguié. El Sr.
Manduca, que había hecho preparar su lancha
« el Floriano * y el navio de escuela « el Kaiser »,
con escogido equipaje, tuvo a bien dirigir per­
sonalmente la expedición y llevar consigo a su
hijo menor, Floriano, inteligente niño de lo
años, a quien yo conferí el titulo de almirante,
por su destreza y sangre fría en la dirección de
su « Ubá » (pequeña canoa) en varias circuns­
tancias. ¡Que hermosos días! Eramos 14 per­
sonas.
Rebasando Uniary-paraná'mirim
(plan­
tación de cauchos), el 9 por la noche llegamos
a Umbra-uM, pueblecillo hoy desaparecido, donde
liay otra plantación de caucho, y allí pernoctamos.
A las 7 de la mañana, tras dos horas de
viaje, llegamos a Tatapunha o Puerto Carvfío
tercer Siringal o plantación de cauchos. Aquí
celebré la Santa Misa ante un buen número de
civilizados e indios. Luego tocando en Carurti
y Mauiipecxima, antiguo pueblo, destruido tam­
bién, a la izquierda del Cayary, y despu^ de
una breve etapa en Tauá, nos hallamos por fin
en las bocas del suspirado Tiguié.
(Continuará).

Un viaje de Mons. Malán.
(D e la correspondencia del P. Fraga).
Amadisimo Padre Altera:
Acabamos de regresar con nuestro infatigable
Prelado de un largo viaje por los Estados del
Sur. Son tantas y tan sinceras las manifestacio­
nes de estima dadas a nuestra Pía Sociedad y
a su esclarecido miembro, que yo faltaría a un
deber sí no le dijera algo a V. R. que tanto se
interesa por nuestras Misiones, para que alabe
a Dios Nuestro Señor.
Había Monseñor visitado casi toda su exten­
sísima Prelatura y se preparaba a embarcarse
para Europa, cuando recibió contraorden. Y fué
providencial. Una vez en Río Janeiro, resolvió
aprovechar la ocasión de solicitar recursos para
nuestras Misiones, cuyas necesidades aumentan
cada día.
En todas las ciudades trayecto de Rio Janeiro
a Matto Grosso, que es de 1500 kilométros, la
presencia del Misionero despertó vivísimo en­
tusiasmo, que se manifestó en todas formas: fes­
tejos, limosnas, ofertas, promesas...
De Corumbá a Campinhas.
El 25 de marzo dejaba S. E. la pintoresca y
próspera Corumbá, dirigiéndose a Puerto Espe­
ranza, incipiente y promeledora población de la
margen izquierda del caudaloso Paraguay. Po­
cas horas de tren separan Puerto Esperanza de
Aquidanana, f>equeña ciudad del Elstado de Matto
Grosso, en donde aguardaba a S. E. una grata

m

sorpresa, pues los habitantes, capitaneados por
el Excnío. Sr. Coronel de Castro, tercer V ice­
presidente del Estado y prestigioso Diputado
Mattogrossense, le tributaron un imponente re­
cibimiento y le pidieron con insistencia una casa
Salesiana, que se fundará... cuando haya per­
sonal.
La via atraviesa campos extensos, fértiles, ri­
cos, que parece se ofrecen al cultivo. Numerosos
rebaños vagan por sus verde.s pastizales. Aqui y
allí se yergue solitario el esbelto « Burity », ele­
gante palmera, dedo de Dios que indica la pre*
sencia del agua en sus cercanías.
Cinco días de fatigoso viaje, bajo un sol abra­
sador, separan a Matto Grosso de S. Pablo,
tiempo breve si se compara con el de un mes,
que duraba, más o menos, el viaje ñuvial. La
línea ferroviaria, de reciente instalación, repre­
senta para el Estado de Matto Grosso un paso
gigantesco.
En Campinhas. — Finezas. — Rasgo nota­
ble. En los colegios.
Siempre es agradable el término de un viaje;
conviértese en deseo irresistible en las travesías
largas y penosas. El 31, a las 5 de la tarde,
entrábamos, festejadísimos, en nuestro floreciente
Liceo de María Auxiliadora en Campinhas...
Estas recepciones cariñosísimas se repetían en
todas partes por donde pasábamos. Entre ellas
mencionaré, por ser digna de especial recuerdo,
la de la hidalga Barbacena, el 11 de mayo.
Más de 3000 personas esperaban impacientes en
la estación. Llegamos a las i i de la noche.
Imposible describir los movimientos y aclama­
ciones de esa onda humana, ansiosa de ver y
festejar al grande Catequista de los Bororos.
Con dos bandas de música recorrieron las calles
de la ciudad, aumentando a cada paso los ma­
nifestantes, hasta la casa en donde S. E. debía
hospedarse.
Al día siguiente lo llevan a la iglesia donde
había de celebrar, esparciendo flores en el trayecto.
No satisfechos con esto, declaran festivo ese dia
para las escuelas « en homenaje ul Prelado, que
con celo sin par, con virtudes eximias, con ab­
negación sin limites, se ha dedicado a la excelsa
y patriótica obra de civilización de los aboríge­
nes que vagan en la vastedad de nuestras flo­
restas; al eminente Prelado, gloria de la bene­
mérita Congregación Salesiana, que viviendo
largos años en el seno inhospitalario de las
breñas de Matto Grosso, esparce en sus remotas
comarcas las luces de la civilización cristiana».
Asi hablaba « A Noite de Barbacena ».
¿Qué decir de nuestros Alumnos del Liceo de
Campinhas? Bien conocen ellos la obra patriótica
y cristiana de nuestro Prelado. El P. Oliveira.
uno de sus superiores, perfecto conocedor de
las Misiones mattogrossenses, como quien prestó
en ellos su valeroso concurso, les habla conti­
nuamente sobre ese tema. Un colegial, Arturo
Quirino, le saluda lleno de entusiasmo, en nom­
bre de sus 300 compañeros, y por propia inicia­

56 — .
tiva propone y encabeza una suscripción a favor
de las misiones, no obstante que pocos días an­
tes habían hecho una colecta en favor de la Obra
de la Propagación de la Fe. El bondadoso Pre
lado les cuenta algunos episodios de la vida del
Misionero, que ellos escuchan con entusiasmo,
admiración, ternura, y aplauden frecuentemente,
Arturo escribió: * Registraré en el álbum de
mis recuerdos la inolvidable visita de Mons.
Malán ».
Estas escenas se repiten en los demás cole­
gios, demostrando no sólo el buen espíritu que
reina en estas juventudes, fruto del paciente
trabajo de sus educadores, sino también el en­
tusiasmo que es capaz de suscitar en las almas
jóvenes el apostolado y la Catcquesis de los in­
dígenas.
Merece que aquí se registre un rasgo de la
joven normalista Helena Fortuna, alumna de
las Hijas de María Auxiliadora, quien a) oírlos
episodios narrados por el Misionero, y cómo algfunas personas caritativas contribuían con 12.000
reís mensuales (ptas. 14,40) para la civilización
de un indio, sintió deseos de hacer algo por su
parte, y habiendo recibido de sus padres en di­
versas ocasiones por valor de 150.000 reis (280
ptas.) se los entregó al P. Malán, escribiendo a
sus padres; ... « este dinero rae lo habéis dado
para satisfacer mis caprichos. Renuncio a todo
y con vuestra venia, se los doy al Sr. Obispo
de los indios, que los empleará en un ñn tan
divino, que infaliblemente atraerá sobre mi las
gracias de Dios ».
*
El ejemplo cundió éntrelas alumnas de Ponte
nova, quienes tomaron la resolución de auxiliar
las misiones, desprendiéndose de todas las frivoli­
dades; 12 de ellas, constituyéndose en Apóstoles
de los Bororos, se tasaron con una suscripción
mensual para cubrir los gastos que importe la
educación de un bororo. En diversos colegios
se verificaron casos análogos. — Es interesantí­
simo oír los comentarios que hacen sobre U
evangelización de los Bororos. — En el colegio
de Sta. Inés en S. Pablo, las alumnas solicita­
ron permiso para comprar varios metros de tela
y hacer ropas para los indios. Los padres res­
pondieron otor^ndolo y algunos mandando li­
mosnas que entregar ai P. Malán. Uno de ello?
respondía a su hija: « En respuesta a tu carta,
que nos llena de satisfacción y noble orgullo,
te diré que tanto yo como tu madre estamos
plenamente de acuerdo. Ni era menester nuestra
aprobación para un fin tan humanitario. Procede
siempre a s í...» — Otro: € Apruebo plenamente
tu idea de auxiliar a las Misiones con tu tra­
bajo. Puedes comprar material por 10.000 reís
(12 ptas.) mensuales. Si fuese preciso más. avi.same >.
No es de extrañar que esta.s lecciones, segu­
ramente dadas en familia, repetidas en el cole­
gio por las virtuosas educadoras, produzcan estos
frutos tan lisonjeros hoy, prometedores de gran­
des virtudes en lo futuro. |Y cuán eficaces son
para formar el corazón y el carácter!
El Sr. Malán sorprendió a las alumnas de

— 57 —
Sta. Inés ocupadas en los prometidos trabajos: Dios, a la benemérita Congregación del Inma­
gran repitas para los bautizados, trajecitos para culado Corazón de María y hacemos ardienteslos de primera comunión, ajuares o trusés para votos, porque pronto puedan celebrarse mayores
novias; las tres grandes etapas de la vida hu­ fiestas en todo el mundo, otorgando la Santa
mana: bautismo, i* comunión, matrimonio. ¡Ex­ Sede al generoso Mártir el honor de los Altares.
celente orientación én la distribución del tra­
X 3EX
bajo! ¡Y qué hermoso era ver aquellas pequeñas
El
R.
P.
Pueyo,
del
Inmaculado Corazón de
artistas engolfadas en el trabajo, pensando en
el indiecito que se pondría feliz al recibir el María, Superior de sus hermanos de Bogotá, in­
fruto de sus sudores! Las concienzudas educa­ signe orador y gp'ande amigo de los Salesianos,
doras, que de todo sacan partido para formar - ha sido elevado a la digpiidad de Obispo de Pasto,
a sus alumnqs, exigían en el trabajo todo el es­ sede que no há mucho ocupó otro benemérito
español, el Siervo de Dios Fray Hzequiel Moreno,
mero y diligencia, y hasta cierto lujo y elegancia.
cuya Causa de Beatificación se ha iniciado ya.
La presencia del Obispo despertó alborozo,
Felicitamos de corazón al ilustre religioso y
y cada niña quería enseñarle sus trabajos y
le deseamos fecundo apo.stolado y larga vida de
mostrar la perfección con que estaba ejecutado,
y poco faltó para que Mons. tuviera que ensa­ méritos y triunfos.
yar algunas piezas. ¡Dichosa edad que no tiene
que llorar, que carece de preocupaciones, capaz
de concentrar la vida en el momento presente!
Las alumnas de dos importantes colegios de
S. Pablo obsequiaron a la Superiora el día de
su Santo, con ropas y objetos dedicados a las
Misiones del P. Malán y prometieron confeccio­
Un celoso Cooperador Salesiano, alumno del
nar prendas con el mismo fin. — Otro tanto Vble. D. Bosco y eximio Prelado de la Iglesia,
sucedió en Guaretinguetá. Monseñor las halló Mons. Morganti, Arzobispo de Rávena, ha lan­
atareadas en estos trabajos para cubrir la des­ zado la magnifica idea de celebrar todos los
nudez de los Bororos. ¡Afortunadas, celosas ni­ años « la fiesta del Papa », y de un modo par­
ñas: que el Señor siembre de rosas el camino ticular la propone a los Cooperadores Sale.siade vuestra vida!
nos, con estas palabras: Seria muy conveniente
Fácil es deducir de esto las simpatías de que que los Cooperadores Salesianos secundaran y pro~
p)za .\Ions. Malán en el mundo bullicioso de . movieran con todas sus fuerzas la iniciativa de
los colegios.
celebrar ayiualmente, en un dia festivo y en todas
Ni puedo resistir al deseo de referir una es­ las iglesias pat'roquialis, la fiesta del Papa.
cena que se repite en el hogar modelo del Co­
Dicha fiesta ya se celebra en las provincias
ronel Teodorico de Asís, en Juiz de Pora. Ju- eclesiásticas de Bolonia y Rávena, y si no an­
lito, el menor de sus hijos, es un admirador del damos errados, algo semejante en algunas dió­
P. Malán y un cooperador decidido. Por.la no­ cesis de España.
che, envuelto en su ropón de dormir, arrodillado
El tema se presta muy bien a ser tratado en las
al pie de su lecho, las manos puestas, fijos los reuniones mensuales de nuestros Cooperadores.
inocentes y soñolientos ojitos en el medallón
Con ocasión del aniversario de la Elección
del Corazón de Jesús que adorna la testera de del Sumo Pontífice, se suele cantar una Misa en
la camita, Julito, en la inocencia encantadora todas las Catedrales y Colegiatas. Pero ¿no se­
do sus cinco años, después de balbucir las ora­ ria conveniente extenderla, facilitarla, hacerla
ciones de la noche, animándosele de improviso popular, práctica, útil a todo el ¡lueblo cristiano,
la voz y la mirada, termina asi sus oraciones fijándola en un dia festivo y celebrándola en
todas las noches: < Una Ave María por el P.
todas las parroquias? Sería un homenaje al Ro­
Malán y sus indios >. — ¡Qué hermosos deben mano Pontífice, a la vez que una ocasión de
de ser los ángeles del cielo, cuando los de las aumentar la fe y el fervor del pueblo cristiano.
tierra son tan irresistiblemente bellos!
Podría* consistir: i* en una Comunión general
{Concluirá).
según las intenciones del Sumo Pontífice y 2®en
funciones solemnes durante el día, con sermón
sobre la dignidad y prerrogativas del Papa.
Por un gran Sieruo de Dios.
Nada más justo, cuando se reflexianara quilín
En Seva (Vich) y Selva del Campo (Tarragona) es el Papa.
Es el Sucesor de S. Pedro, Vicario de Jesu­
*e han celebrado solemnísimas fiestas con mo­
tivo de la traslación de los restos del Siervo de cristo, Padre de la gran Familia Cristiana, Rey
Dios R. P. Francisco Crusaís. del Inmaculado del inmenso pueblo de Cristo extendido por
Corazón de María, mártir de la religión, asesi- todo el universo, Pastor del escogido rebaño
atdo en odio a la fe, el año de 1848. Fué el P. que llena el orbe entero. Juez supremo de toda
Crusats un religioso modelo, lleno de amor de controversia. Señor a cuya jurisdición están su­
Dios y celo por la salvación de las almas: no jetos los más poderosos monarcas del mundo;
en vano mereoió la envidiable suerte de verter es, como diría S. Agustín, Cristo viviente en
un hombre, como la Eucaristía es Cristo oculto
•s sang¡re por sostener los derechos de Dios.
Felicitamos a los compatriotas del Siervo de bajo lás apariencias de pan.

fí los Cooperadores

LA FIESTA DEL PAPA.

_ 58 El católico, que sabe y conoce la dignidad
y líw prerrogativas del Papa, comprende casi
instintivamente el deber de venerar, exaltar, escuciiar y obedecer a quien representa a Cristo
sobre la tierra. Ya desde el principio de la Igle­
sia se interesaban los fieles de un modo parti­
cular por S. Pedro, que fué el primer Papa; y
también se interesaban por él de un modo par­
ticular los enemigos del nombre cristiano: una
y otra cosa la vemos claramente en el Capitulo
XII de los Hechos Apostólicos.
El amor y la devoción al Papa se amplió e
intensificó en los siglos sucesivos por obra de
lo.s Santos Padres y de los Doctores, tomando
formas conmovedoras y solemnes, y se ha ma­
nifestado de un modo particular cuantas veces
la fuerza brutal de las armas o de la política,
la astucia o la obstinación de las herejías le han
amargado el corazón paterno. En España y en
América los tenemos tan metidos en las entrañas,
<que nos es natural el grito sincero
* antes morir que separnus de ¿1. »
El Papa es también el personaje más bene­
mérito de la sociedad civil, y casi podría de­
cirse que la historia de las naciones, de la Cruz
acá, es la historia del Papado, porque es la his­
toria de la Iglesia.
Hoy que por un lado tanto culminan los tra­
bajos del I'apa y sus méritos para con la so­
ciedad, y por otra tanto se encarnizan contra él
los enemigos, es menester, es por lo menos
muy conveniente, que todos los buenos cristia­
nos, que todas las personas honradas, se agru­
pen a su alrededor con fervor extraordinario,
y le consuelen y le secunden. Sus iniciativas en
favor del mundo son muchas y muy grandes.
No se puede pensar en ellas sin entusiasmarse
y conmoverse. Hasta los protestantes proclaman
■ que la figura más espléndida de este tiempo de
guerra la hace el Papa. Podríamos añadir que
es la única figura que no tenga sombras. j Obl
si al fin y al cabo es el Gran Padre de la huma­
nidad, es el Lugarteniente del Divino Nazareno
que pasó por la tierra sembrando rayos de luz y
derramando beneficios sin acepción de personas!
A los Cooperadores de un modo particular
incumbe el sacrosanto deber de venerar al Papa,
de amarlo, de secundar sus planes. D. Bosco
Jo quería expresamente. S i rooparador salesiano
es sinónimo de buen cristiano, si ¡os Cooperadores
SaUsianos serian, andando el tiempo, los más de­
cididos sostenedores y promotores del espíritu
cristiano. « si cuanto mas perseguida fu ere la
Santa Sede, tanto más la exaltarán los Coopera­
dores *, como decía D. Bosco en sus expan­
siones paternas; ha llegado el tiempo de demos­
trarlo con las obras.
Animense nuestros hermanos, propaguen por
todos los medios posibles esta propuesta, llé­
venla a la práctica. Y para empezar por casa,
tomen la resolución de rezar cada día en familia
un Padrenuestro, Avemaria y Gloriapatri según
las intenciones del Sumo Pontífice, pidan a Dios
que le facilite el cumplimiento de sus altísimos

deberes, haciendo obedientes y . dóciles asm
súbditos, iluminando a los que están alejados
de él, que se forme ese solo rebaño bajo el ct
yado de un solo Pastor, que prometió Jesucristo,
a quien el Papa representa.

BIBLIOGRAFÍA.
Coafereocia sobre las Míssiooes Salesíaoas del Oriciie
Azuayo por el P. C e sl a o M. M oren o O. P. — En
nuestro deseo reproducir esta notable conferencia,
que tan bien ilustra nuestras misiones Ecuatorianas;
pero la falta de espacio nos impide hasta dar ua
resumen de ella. Está impresa en Cuenca (Ecuador)
Imp. de Vélez Hnos. y recomendamos vivamente
su lectura.
Librería Católica Internacional de Luis GUI. B arce-

i.ONA. Apartado 415.
Nos han llegado las siguientes importantísimas
obras que acreditan una vez más la actividad del
Sr. Gilí, no obstante que la guerra se muestra des­
piadada también con los libros. No podemos menos
de felicitar al. Editor y recomendar sus fibrosa
nuestros lectores.
El Catecismo Mayor en Imágenes. Lecciones de Cate­
cismo, por el Rdo. D. J o sé I ld e fo n so G attell
y el Rdo. D . S a lva d o r N ia l , Curas párrocos. 3
tomos, en. tela, con 65 láminas, reproducción délas
grandes láminas en colores para la enseñanza in­
tuitiva del Catecismo: El Credo, con 30 láminas,
Ptas. 5; Los Mandamientos de la Ley de Dios, con 11
láminas. Ptas. 3; Los Preceptos de la Iglesia y los Sicrameoto8,con 24 láminas, Ptas. 5. (Por correo certi­
ficado, Ptas. 0,50 más cada tpmo; los tres tomos
juntos, Ptas. 0,80.
Es una de las mejores obras en su género, que
conozcamos; sólida, interesante, abundantísima y
concisa.
Legislacióa civil española del matrimonio, por. el Dr.
Jo sé M.* G oy G o n z á l e z , Doctoral de Calahorra,
Provisor y Vicario General de Calahorra y la Cal­
zada. — Un volumen de 13x21 1/2 cm., de 300
págs. En rústica, Ptas. 3,50; encuadernado en tela.
Ptas. 4,50. (Por correo, certificado, Ptas. 0,50 más.'
Utilisimo libro, que llena un vacio muy sentido.
Tratado Elemental de Filosofía para uso de las clasre'.
Publicado por Profesores del Instituto Supetivr át
Filosofía de la Universidad de Lovaina: D . M ercii .r,
D. N y s M. D e W u l f , A . A r e n d t , J. H a l l e i x y
G. StMONS. Traducido de la 4.* edición fraiuosa,
notablemente aumentada (i9t3), por el R. P. Fr,
José de Besahi, O. M. Cap. Segunda edición, revi­
sada. — Tres tomos de 12 1/2x20 cm., de t.';24
pág.s. en total. En rústica, Ptas. ii; elegantemente
encuadernados en tela inglesa, Ptas. 14. (Por cor­
reo, certificado, Ptas. 0.80 más.) Tratados que con­
tiene:— Tomo I: inirodnclón y Nociones propedéuticas,
por D. Aíe r c ie r ; Cosmología, por D. N y s ; Psicologíi
(ilustrada con 4'láminas) y Crlterlología, por D . MerctB R . — Tomo II: Metafísica, Teodicea y Lógica, por
D . Me r c ie r , — Tomo I I I : Filosofía Moral, por A.
A r en d t ; Derecho natural, por J. H a l l e u x ; Historia
de la Filosofía, por M. D e Wrt.F, ampliada con apén­
dices sobre Historia de la Filosofía ea España; Yocabtrio, por G. SiMONs; Tesis.
El éxito alcanzado en España y América por esta
obra del inmortal restaurador de la filosofia tomistt
honran a nuestros centros estudiosos. Sigan ma­
nejando estas obras maestras.

GRACIAS DE MARIA AUXILIADORA. (^)
S arriá -B a r c e l o n a . — Alentado por la gracia
de la salud de una persona querida, que me con­
cedió hace dos años María Auxiliadora, acudo
hoy con igual confianza para pedirle la curación
radical de otra persona gravemente enferma, y
la solución de un asunto, para lo cual prometo,
si logro dicha gracia, ir a su santuario descalzo
desde mí casa.
T . DE P.
Ingeniero i?tdusirial.

El C arm en (Colombia). — José Lino Mambuscay, encontrándose gravemente enfermo, sin
recursos, ni familia, suplicó a María Auxiliadora
no lo abandonase; le ofreció la novena y una
limosna recogida de caridad. Pronto recobró la
salud, y es muy considerado de todos en esta
población, por lo que le da gracias a tan buená
Madre y abogada, y eiivia tres francos.
Diciembre 1917.
C ript .a na (Ciudad Real). — Expreso mi pro­
funda gratitud a María Auxiliadora por dos sin­
gulares gracias que nos ha concedido, la pri­
mera en favor de mi señora Da. María del Ro­
sario Quintanar y la segunda directamente a mi.
Agradecidos, mandamos una limosna.
22-I2'I9I7.

J o s é M. F l o r e s .
E sm er a ld a s (Rio Verde-Ecuador).— Encon­
trándonos bajo el furor de los revolucionarios,
sufriendo necesidades y sin tener por dónde
salir, veíamos lo imposible que era el desem­
barco dc' las tropas del Gobierno, pues estaban
las costas invadidas por los revolucionarios, im­
pidiendo que saltaran. Invoqué a María Auxi­
liadora, pidiéndole que les diera a dichas tropas
medios para desembarcar, pues venían á liber­
tarnos, y ofreciéndole publicar este milagro.
Fueron oídas mis súplicas: a los pocos días las
tropas gobernistas ocupaban nuestras costas y los
contrarios huían por los montes, logrando en­
tonces nosotros salir a otro lugar.
Doy mil gracias a la piadosa Madre María
Auxiliadora por haberme concedido este favor.
Luz A m el ia M o s q u e r a .
L a b a t e c .a. (Colombia-Pamplona). — Hacia al­
gún tiempo que una parienta mía padecía de
una enfermedad que llaman de gota coral, y
todos los remedios eran perdidos. Al ver cómo
padecía con ese mal tan terrible, movida por la
compasión, le pedí a mi bondadosa y buena
Madre, María Auxilio de los Cristianos me hi­
ciera el milagro de sanar de ese mal a la joven,
que haría publicar en el Boletín Salesiano la
gracia y enviaría una limosna. La joven curó
completamente. Yo entré también con mucho
gusto en !a Asociación de los Cooperadores Sa-

(t) En conformidad con los Decretos de la Santa Sede,
00 damos a estas relaciones otra fe ni otra autoridad que
la puramente humana.

lesianos. Como hasta ahora han trascurrido unos
cuatro meses que no le repite el mal, contamos
ya con ese favor obtenido por nuestra caritativa
Madre, cumplimos lo ofrecido y damos gracias
infinitas á María Santísima, Auxilio de los Cris­
tianos y al Todopoderoso. Yo no me cansaré
de invocarla, pedirle nos dispense Sus favores
y darle gracias rendidas.
Noviembre 1917.
H e rm in ia V a l e n c ia B l a n c o .
C ubo d e D. S a n c h o (Salamanca-Esp.). — El
día cuatro de Septiembre último, yendo en com­
pañía de mi hijo Felicísimo Vaquero, con un
carro cargado de grano tirado de bueyes, su­
frieron éstos uji espanto por un terraplén de la
carretera, volcando el carro contra una pared
próxima, quedando mi hijo entre el carro y la
pared. Con ayuda de unos trabajadores lo saca­
mos de alli, creyéndole cadáver. Al ser recono­
cido por el médico, pudo apreciarle la fractura
de dos costillas y con temores de que sobre­
vendrían complicaciones del corazón, opinando
que le quedaban pocas horas de vida.
Se le administraron con urgencia todos los
Santos Sacramentos, comenzando en el acto las
familias una novena a María Auxiliadora y pro­
metiendo dar una limosna y publicar la gracia
si alcanzaba la salud. AI poco tiempo se notó
en él notable mejoría y h o y que se halla total­
mente curado, nos complacemos en cumplir la
promesa. ¡Loor a María Auxiliadora!
1 de Diciembre 1917.
N ic o l .^s V a q u e r o .
I bagu é (Colombia). — Por cuarta vez, el 30
de Abril del presente año, hice una promesa a
la Virgen Sma. María Auxiliadora, para pedirle
varios favores en pro de personas muy allegadas
de mi familia; ofrecí hacer publicar estas nue­
vas gracias en el Boletín Salesiano, y dar aquí
al Oratorio festivo salesiano, con frecuencia, al­
gún recurso en dinero, para ayudar a las Obras
del Vble. Don Bosco.
Algunos de esos beneficios me han sido con­
cedidos muy visiblemente, con especialidad uno
que me llenó de grande .satisfacción, el día
treinta de Noviembre último, otorgado a una
persona de mi estimación.
He cumplido con dar semanalmente, desde el
día de la promesa, la cuota ofrecida, sin inte­
rrupción alguna, y continuaré dándola en la me­
dida de mis recursos, pues hice el propósito de
no limitar la cantidad.
Doy por cuarta vez las gracias a la Virgen,
en su advocación de María Auxiliadora, por los
beneficios que me ha otorgado, y los que pueda
pedirle en adelante.
Diciembre de 1917. •
M a r c o A. L o p e r a G.
P ie d e c u e st a . — Muy agradecida estoy de mi
Madre María Auxiliadora, pues se dignó inter­
venir con Dios nuestro Señor para- alcanzarme
mi salud perdida. Así que, hoy, movida por mj

— 6o
agradecimiento, no puedo menos de aconsejar
a todos los que sufren, ya en el cuerpo, o ya
en el alma, se acojan a Ella, que les dará lo
que les convenga o fuerzas para soportar el peso
de las calamidades de la existencia.
Junio 8 de 1917.

Una H ija de María.

la vez que no se me reproduzca la enfermedad,
si así conviene para bien de nuestras almas.
Jesú s José G a r c ía .

Ibidem. — En una tribulación muy grande en
que me hallaba, acudí a María Auxiliadora pro­
metiéndole publicar sus favores. Cumplo hoy este
sagrado deber, haciendo pública manifestación
de que fui oída por la Divina Madre, quien con
su bondad suprema me concedió la gracia en
proporciones más satisfactorias de lo que yo
esperaba.
Junio de 1917.

Bogotá (República de Colombia). Milagrosa
gracia de M<}rla Auxiliadora pedida por interce­
sión de D . Bosco.
Fué maravilloso el suceso. Mi hermano Fabián
Uribe R., conocido comerciante de Bogotá, en
los últimos días de noviembre, sufrió un formi­
M e r c ed e s F r e n c h d e V a l e n z u e l a .
dable ataque cerebral. Fué atendido por los res­
petables facultativos Juan N. Corpas, Carlos
Daa también gracias a Mirla Auxiliadora y envían doi
Esgiierra y José Ignacio Barberi'y además por
limosna:
su hijo Guillermo Uribe C. practicante.
Barcelona (Esp.). — Una devota de María
Después de agotarse todas las aplicaciones
médicas pareció entrar en la agonía, y proce­ Auxiliadora por un favor recibido da 15 ptas.,
dieron aprestarle los últimos auxilios espirituales deseando se publique en el Boletín. — Da. V.
D. por una grada recibida por una devota, 2.50
el R. P. Luis Jáuregui S. J. y el Párroco Dr.
en sellos. ~ D. C. Cuffí, abogado, por su espe­
Martínez.
Como último recurso, acudí a la Virgen en cial protección.
Gzóí/í? (Esp.). — Francisco Vasalo y una devota.
su advocación de María Auxiliadora y le pedí
Cali (Col.). — Esteban Feligrana, Sergio Ar­
que por intercesión de su siervo D. Bosco, con­
cediera la salud al jefe de un hogar, que espe­ boleda, María del C. Millán, Eloísa Perlaza,
Concepción Borja, Benicia Quintero, Teresa
raba desolado su eterna separación.
Cuevas Vásquez, Dolores Ledesma, María Cruz
Le rogué con todo el fervor de mi corazón
que si era la voluntad de Dios, le devolviera a A . vda. de Jiménez, Licencia Morales y otra de­
mi hermano la vida. Yo le ofrecí una misa en vota, — Da. María Villaguirán, por la curación
su altar, a la cual asistiríamos todos los miem­ de su hermanito Mario y otras varias gracias
Cambados (Pontevedra-Esp.). — Bernardo Monbros de la familia y recibiríamos la comunión.
Ofrecí también una limosna para los huérfanos rullo González, en acción de gracias a María
de D. Bosco y que siempre procuraría infundir­ Auxiliadora por haberle curado de una enierles a los hijos de mi hermano, sentimientos de medad que hace seis años venia padeciendo,
caridad y amor hacia los niños desvalidos, de mando una limosna para celebrar una Misa en
modo que siempre que pudieran, fueran sus pro­ ^su Santuario de Sarriá (Barcelona)..
Ibid. — María Losada Vázquez, da también
tectores.
Hoy, realizado el milagro, hemos cumplido la gracias a la Virgen por un favor recibido, de­
promesa. El enfermo de manera insólita volvió seando se publique en el Boletín.
Carmen (Col.). — José Lino Manbuscai.
a la vida, concedida ésta por María Auxiliadora,
Castillo-Albaránez (Cuenca-Esp.). — Da. An­
a quien damos gracias por esta señalada merced;
y para gloria y alabanza suya, publicamos en gela Cabrejano y Da. Felisa de Julián.
Enguidanos (Cuenca-Esp.). — Francisca To­
el Boletín Salesiano los detalles de este porten­
rradas.
toso suceso.
Galdar (Canarias-Esp.). — Una devota de
Febrero n de 1917.
María Auxiliadora, por un gran beneficio que
A na U r ib e R.
le otorgó.
M o l in a de A r a g ó n . — Sintiéndome enferma
Junta (Col.). — Trinidad Zarria vda. de Car­
con graves molestias, fui a consultarme en el dona y María Vivas.
mes de mayo último, con tres médicos, que esr
Pradera (Col.). — Purificación de Castro y
tuvieron conformes en que se trataba de una Rosaura Manzano.
dolencia de suma gravedad, que hacia necesaria
Puebla de D . Fabrique (Toledo-Esp.). — Da.
una inmediata y enérgica curación.. Encomen­ Eusebia Gómez.
dándonos a María Auxiliadora, bajo cuyo patro­
Roldanillo (Col.). María Teresa Hincapié,
cinio tenemos nuestro hogar, y poniendo por
Sarriá (Barcelona-Esp.). — S. N., agradece
intercesor al Venerable D. Bosco, me puse en por la recuperada salud de un niño gravemente
manos de un médico quien con la aplicación de enfermo.
emanaciones de radio y con rayos X consiguió
Sort (Lérida-Esp.). — Una devota, por tres
aliviar mi enfermedad y hace tres días me dijo grandes favores recibidos.
que habla desaparecido todo vestigio de aquella
Yumbo (Col.). — Ana Joaquina López de H.,
dolencia. Y estitnando lo ocurrido como una Leonarda López, Clementina Casas, y otra per­
gracia del cielo alcanzada por intercesión de la sona.
que es Auxilio de los-Cristianos, quiero rendirle
Zarda de Tajo (Cuenca-Esp.). — Francisca B.
público testimonio de mi gratitud, pidiéndole a Aragón.

POR EL MUNDO SflLESlíUNO
Otro Cmoientenario simpático.
A los anteriores acontecimientos, tan íntima­
mente caros a todas la Familia Salesiana, se une
otro muy semejante, ante el cual no puede per­
manecer indiferente quien aprecie el Sacerdocio
Católico y estime la virtud, el sacrificio, el celo.
DentrO'del mes de junio celebra sus Bodas de
Oro también el limo, y Rumo. 5r. D. Santiago
Costamagna, el tercer Obispo Salesiano, Vicario
Apostólico de nuestras Misiones del Ecuador.
¡Oh! bendita sea la Divina Providencia, que
ha dispuesto que también el infatigable Misio­
nero, apóstol de la devoción a María Auxilia­
dora, celebre su jubileo al mismo tiempo que
nuestro Rector Mayor, su compañero, y la Ba­
sílica de donde arrancó esa serie de prodigios,
de que en parte no pequeña ha sido espectador
y actor el Obispo Salesiano.
Muy niño entró en el Oratorio, distinguién­
dose siempre por su piedad e inteligencia y su
particular disposición para la música. Hizo sus
primeras armas de apostolado salesiano en el
colegio de Lanzo, como el otro insigne Prelado
Salesiano, mons. Lasagna. De allí .salió para di­
rigir espiritualmente en Mornese el incipiente
instituto de las Hijas de María Auxiliadora, en
quienes supo infundir con singular vigor las vir­
tudes características de la vida religiosa y saleliana.
Abiertas las Misiones de la Patagonia, el P.
Costamagna tuvo la gloria de ser el primero que
penetró en la hasta entonces inhospitalaria re­
gión, arrostrando dificultades y peligros sin
cuento.
Fué luego Inspector de las Casas Salesianas
de la República Argentina.
En 1874 León XIII, de inmortal memoria, lo
nombró Vicario Apostólico de las Misiones Sa­
lesianas de Méndez y Gualaquiza, siendo con­
sagrado en la iglesia de María Auxiliadora y
tomando como lema de su escudo la frase de
S. Bernardo: Tota ratío spei meae María. Y tan
sólo la firme confianza en María Sma. Auxilia­
dora podía alimentar en él la esperanza de lo­
grar algún éxito en una misión reputada entre
las más difíciles del mundo.
El limo. Sr. Costamagna, a fuer de buen Sasiano, es un apóstol infatigable e inagotable de
la devoción al Smo. Sacramento. Entre sus obras
figura el bellisimo libro Compelle intrare, cuyo
objeto es fomentar la Comunión frecuente.
Amado y venerado Monseñor Costamagna: el
Boletín SaUsicno, que tantas veces ha engala­

nado sus páginas con la crónica de vuestros
hechos, os da los parabienes más sinceros, pide
para V. E. oraciones a sus lectores y hace ar­
dientes vótos porque el Señor de la mies, por
intercesión de María Auxiliadora, cuyo culto
tanto habéis propagado, os otorgue aún largos
años de vida próspera y fuerte, que una abun­
dante cosecha de frutos espirituales alegre vues­
tros días, sintiéndoos como el agricultor del
pleni a ti benedixit Doininns, que veáis definiti­
vamente ganadas para la civilización católica,
esas feraces tierras ecuatorianas, como ya visteis
las patagónicas y pamperas.

Bodas de plata.
El 26 de mayo cumple sus 25 años de Misa
el M. R. Sr. D. Pedro Rlcaldone, ex-Inspector
de las casas Salesianas de Andalucía y actual
Director General de las Escuelas Profesionales
y Granjas de la Pía Sociedad. El P. Ricaldone es
benemérito, no sólo de la Sociedad Salesiana y
de España, en donde desplegó los maravillosos
talentos que Dios le ha dado, fundando y diri­
giendo Escuelas y Colegios, e introduciendo el
sistema social-agrario de Estanislao Solari; sino
de las letras y las ciencias, pues entre sus obras
se cuenta la Biblioteca Agraria Solariana, que
tan nuevo y hermoso horizonte ha abierto a los
sociólogos y a los agricultores- en España y
América.
¡ Que el Señor le conceda celebrar sus bodas
de oro y de diamante!

DESGRACIAS.
Un colegio destruido por un un incendio
y varias casas por el terremoto.
* Nuestro floreciente Colegio Cristóbal Colón, de
Authorn, Nueva York, fué totalmente de.struido
por un incendio, siendo una verdadera gracia de
María Auxiliadora el que no se hayan tenido que
lamentar victimas humanas, pues el fuego prendió
a las 5 de la mañana, en invierno, hora en
que los alumnos estaban todavía durmiendo.
* Los niños fueron mandados a sus casas, los
hermanos no sacerdotes, a otro colegio, el de
Ramsey, para proseguir sus estudios, y los sa­
cerdotes se distribuyeron en las parroquias Sa­
lesianas.
— El terremoto que el año pasado afligió la
América Central, destruyó las casas que los Salesianos y las Hijas de María Auxiliadora tenían

— 62. —
en S. Salvador y Sia. Tecla. Cuatro son, dos en ñeros, dice « O Jornal », el magistrado mani­
cada una de las dos ciudades mencionada?. Por
festó sentirse plenamente satisfecho por el acto
fortuna, tampoco aquí se lamentan víctimas hu­ de civismo que le ofrecían los jóvenes soldados
manas, lo cual tiene algo de meravilloso, como de los batallones escolares.
)ü demuestran, entre otros, estos detalles:
Enseguida S. E. enalteció la obra de los-SaUna de las alumnas del instituto de María lesianos, no solamente como educadores de la
Au.'ciliadora de Sta. Tecla, estaba algo indispues­ niñez, sino como inspiradores del amor a la pata en el dormitorio. Sobreviene el terremoto. tria, elemento altísimo de educación. — Después
Todas van a los patios. Nadie pensó en la en­ de una visita al Cardenal Arcoverde, la brillante
ferma, Mientras tanto en el dormitorio menudean columna de gimnastas llegó hasta nuestra re­
chispazos de electricidad, que alcanzan tres y dacción para saludar a nuestro diario y en éU
más metros, y la puerta se cierra herméticamente.
todos los colegas de la capital. Nuestro director
Varias veces quiso la infeliz alumna salir, mas en jefe, dijSutado Félix Pacheco, dirigió a los
siempre en vano. Pero María Auxiliadora .no visitantes un magnifico discurso del cual extra­
quería que hubiera víctimas. Viene ufta segunda ctamos los párrafos siguientes:
sacudida sísmica y abre de par en par la puerta,
— « Ninguna visita podría ser para nosotros
con lo cual la niña sale incólume.
más agradable que la vuestra. Vosotros sois el
Otro caso fué el de Sor Anita h'rola quien,
Brasil del mañana, e! grande Brasil del porvenir,
convaleciente de una herisipela, sólo se levan­ nuestra bella tierra fortalecida en el culto dd
taba algunas horas. Ese día había pedido permiso civismo y en el temor de Dios, que es para el
para prolongar el ejercicio y la Superiora, des­ hombre la primera fuente de valor. Habéis ve­
pués de vacilar un poco, se lo había dado, por­ nido desde lejos para asistir en el corazón de
que vela, dice ella, algo de tierno y extraño en la patria a los festejos del día sin par. Y las
su petición.
dos creencias, simbolizadas en las estrellas que
Lo primero que vino al suelo fué la enferme­ adornan vuestro flamante uniforme, son fuerzas
ría. Las hermanas, que ignoraban el permiso, armónicas que no pueden dejar de influir pode­
corrieron a salvar a la enferma. La cama estaba rosamente en nuestras esperanzas de días me­
cubierta de escombros. Llaman a la hermana: jores para la patria.
¡No responde! Llenas de angustia, las herma­
El alma de D. Bosco, el guía bueno y dulce
nas se ponen a llamarla a gritos, cuando una de los niños salesianos que se preparan a ser
hermana viene a decirles: « Sor Anita está, sana hombres útiles con el estudio y el trabajo, se
y salva, en el otro patio. »
estremece de orgullo allá en lo alto, viendo cómo
Otro caso: durante la tercera sacudida, llegó en el Brasil se interpreta su pensamiento cris­
al colegio un sacerdote para dar la absolución tiano y cómo se practica, en la formación de la
a quien pudiera necesitarla, y llevarse a su her­ ninez, aquel hermoso lema de estrecha unión
mana, educanda. Todas las hermanas quisieron entre la -Iglesia y la Patria. Sin respeto a Dios,
recibir la absolución. Se la dió, y salió. Apenas nunca habrá ciudadanos dignos de este nombre.
habla puesto el píe en la puerta, cuando otra Las grandes virtudes patrióticas nacen de El y
fortlsima sacudida echó abajo cúpula, capilla,
de la Cruz con mucho mayor fuerza que de
portería y todo. Temíase que hubiera quedado otras fuentes. Nosotros debemos interesar en la
aplastado; pero también a él lo salvó María obra de regeneración nacional a torios ios ele­
Auxiliadora.
mentos sociales de valia, y entre éstos le corres­
ponde a la Iglesia,un puesto eminente... >
Y después de otras interesantes consideracio­
nes terminó diciendo :
y la Prensa de Rio.
« En vosotros, oh niños gallardos, cifra sus
esperanzas el Brasil. Y vosotros las habéis de
La prensa fluminense trae amplias relaciones satisfacer entregándole un día la plenitud de
de la solemnidad extraordinaria que revistieron vuestras fuerzas, templadas y multiplicadas por
el año pasado en Rio Janeiro, las fiestas patrias.
el respeto a la palabra y a la ley de Dios, que
Todos los diarios y en particular « O Jornal deben ser la norma y la regla de todos los hom­
do Comercio », hacen resaltar la nota sobresa­ bres libres y dignos. ¡Viva el Brasil!
liente de los batallones sttlesianos, que presenta­
Los batallones salesianos intervinieron en to­
ban un conjunto de 1.400 alumnos perfectamente dos los actos públicos de las fiestas, despertando
equipados y uniformados. La mayor parte de en todas partes vivo interés y simpatías pro­
ellos procedían de los grandes institutos que los fundas, que se manifestaron en los aplausos en­
Salesianos poseen en el Estado de S. Paulo,
tusiastas y en los favorables comentarios que el
siendo conducidos a la Capital en trenes ex-, pueblo y la prensa les han prodigado.
presos puestos por el Gobierno Federal a su dis­
posición.
El Presidente de la República, señor Wen­
M.-\LAGA — L a FiEsrA de S . F r a n cisco de
ceslao Braz, los recibió en el palacio «Catete»
S a l e s . — Hermosísima fué la fiesta religiosa y
rodeado de sus ministros y otras eminentes per­ recreativa que las P. P. Salesianos, Cooperadores
sonalidades. Después de abrazar al pequeño ora­ y niños de la ciudad celebraron eu honor de
dor, que lo saludó en nombre de sus compa­ S. Francisco de Sales.

la Edaiatián Salesiana elogiada por el Piesideote del Biaall

-

6 3

Por la mañana a las ocho S. I. el señor Obispo
de Olimpo, celebró el santo sacrificio de la.Misa
de Comunión general, a la que asistieron gran
número de cooperadores, los niños de las cla­
ses externas e internas y numeroso^ antiguos
alumnos.
Al acto solemnísimo de la Sagrada Comunión.
S. 1. con el don de palabra tan tierno y pa­
ternal que le caracteriza, dirigió a los asistentes
una muy sentida plática, exhortándoles a per­
severar en unión con Jesús Sacramentado, como
único medio de conseguir la tranquilidad espi­
ritual y moral en este valle de lágrimas.
Tan sublime acto fué una manifestación de
amor y filial cariño al Rey de cielos y tierra,
pues recibiéronle en el augusto misterio de la
Eucaristía unas quinientas personas.
Después de terminada la Misa se sirvió a los
ñiños y antiguos alumnos un espléndido des­
ayuno.
A las diez y media se celebró la misa solemne
por don Mateo Depons, oficiando de diácono
don Juan Romeo Morales y de Subdiácono don
Francisco López.
S. I. el señor Obispo de Olimpo asistió revevestido de capisayo.
La schola cantonim del colegio, acompañada
de orquesta dirigida por don Pedro Morales, in­
terpretó la misa a dos voces del maestro Batizzo.
El panegírico estuvo a cargo del muy ilustre
señor don Francisco de P. Velasco Estepa, que
dando prueba de su reconocido don de oratoria
sagrada y ascética palabra, desarrolló con argu­
mentos' claros las virtudes y cualidades propias
del Venerable Boscó V S. Francisco de Sales.
Terminó exhortando a los fieles, a proteger,
avudar y engrandecer la obra grande de don
Bosco.
Una vez terminada la misa, S. I. pasó a los
patios del colegio, donde estuvo conversando
con los niños hasta después de medio día.
A las tres y media S. I. el Sr. Obispo reves­
tido de Pontifical dió la bendición solemne con
S. D. M.
A los acordes de la marcha real se dispararon
cohetes, resultando un acto emocionante.
Una vez terminada la bendición, pasaron al
salón-teatro.
Este se ocupó por completo, predominando
como es natural, el elemento femenino de la
distinguida sociedad malagueña.
La presidencia estaba integrada por el iliistrisimo señor Obispo de Olimpo, don Baldomero Ghiara, M. I. don Santiago Magdalena,
Deán de la S. I. C. de Ciudad R eal; M. I. señor
don Francisco Velasco Estepa, M. I. señor don
Eugenio Marquina, don Remigio Jiménez, don
Ildefonso Margfa, don Fernando Díaz de Gelo,
don Federico Sierra. M. I. señor don Emilio
Ruiz Muñoz, don Mateo Depons, el R. P. Superior de las Misioneros del Inmaculado Corazón
de María de Sevilla, doña Clementina Scholtz.
señoritas hermana y sobrina de S. I., se ñ o ri^
de Sierra, señorita Emilia López y otras distin­
guidas personas.

-

Dió comienzo al programa con un himno can­
tado por un coro de niños y acompañado por
la banda, que fué muy aplaudido.
La conferencia estuvo a cargo del M. I. señor
don Emilio Ruiz Muñoz, Canónigo de esta S. I. C.
quien tué recibido con una salva de aplausos.
Primemmente bosqueja la figura siempre grande
del insigne e inmortal don Bosco, y hace men­
ción de. la milagrosa fundación del pi.mer templo
de Mar^a Auxiliadora.
Después desarrolla con argumentos claros la
idea sobrenatural de algunos milagros de don
Bosco, y bosqueja el principio y fin de la obra
de .los cooperadores salesianos, siendo interrum­
pido por los aplausos.
Habla del bien social práctico que la obra salesiana reporta a los hoy niños y pondera sobre
manera los trabajos que los hijos de don Bosco
abrazan en bien de la humanidad entera.
Exhorta a los buenos cooperadores a proteger
la obra eminentemente social y prácticamente
cristiana.
Habla sobre los proyectos beneficiosos para
Málaga de la fundación de un oratorio festivo
donde puedan reunirse los domingos y dias fes­
tivos unos i.ooo niños y recibir las enseñanzas
regeneradoras de don Bosco.
Y termina solicitando y pidiendo la protección
de la buena sociedad de Málaga, en bien del
colegio, que es amparo y guía de los ñiños que
en él viven, bajo el manto protector de María
Auxiliadora.
Al terminar el orador, resuena en el salón una
salva de aplausos, que dura largo rato.
Después un coro de niños cantó un Ave María
acompañada a piano por el culto joven don Do­
mingo de G. Coronas.
A continuación se puso en escena el cuadrito
inspirado en la vida de Domingo Savio, titulado
¡Redimido! de D. José María Bordas y represen­
tado por su autor, que fué muy aplaudido y fe­
licitado.
La banda interpretó E l ventaglio della regiría,
precioso vals que fué muy aplaudido.
Después se representó el chistoso sainete E l
Asistente del Coronel, por los antiguos alumnos,
que fueron muy aplaudidos.
A petición de la selecta concurrencia se re­
presentó el pasillo cómico, 'Escenas de Cuartel,
de los hermanos F. y J. Morales.
Y finalmente la banda tocó un paso-doble.
La velada terminó a las siete y media, sa­
liendo todos satisfechísimos, por el rato tan alegre
y distraído que pasaron.
S. I. el señor Obispo, fué despedido por la
multitud de pequeñuelos y sus snperíores con
efusivas muestras de gratitud filial.
Felicitamos cordialmente a los PP. SaJesianos
y bienhechores de la obra, por el auxilio y coo­
peración que prestan -a la organización de estas
fiestas netamente cristianas. (De La Defensa).
SARRIÁ-BARCELONA — U n a f i e s t a s im ­
— Lo fué en extremo la que se celebró
con motivo de la solemne ocupación de un trozo
p á t ic a .



de terreno, graciosamente cedido a estas Escuelas
por el benemérito Cooperador Salesiano, D. Luis
Nadal.
Preparado de antemano dicho terreno cop
adornos de flámulas, gallardetes y guirnaldillas,
reunióse en él toda la Casa para comenzar el
acto, que fué presidido por el e.Kimio Sr. Nadal
con su respetable familia, y el Sr. Director de
las Escuelas.
Tras los acordes de la banda, pronunció el
Sr. Director un sentidísimo discurso, poniendo
de manifiesto la bondad de María Auxiliadora
que no permitió se llevaran a cabo ciertas obras
ya de años atrás proyectadas, hast i que esta
espléndida donación del Sr. Nadal viniese a ha■ cerlas mucho más prácticas y ventajosas. La idea,
génesis y realidad de dicha adquisición es ade­
más, aseguró el Padre, una gracia de M. A.,
ya que todo se fraguó y llevó a cabo alrededor
de tas flesias patronales.
Después de las bellas palabras del Sr. Director,*
se ejecutaron los demás números del programa,
dos de los cuales, los más originales, costituyeron momentos de una gran solemnidad: la en­
trega oficial del Diploma de Cooperador Sale­
siano, encerrado en artístico marco, y la nueva
demarcación de propiedades en favor nuestro,
hecha sensiblemente por colocación de banderiias, por nuestro ilustre vecino y Cooperador.
Al fin del simpático acto, se levantó emocionadisimo Don Luis, y pronunció sentidas y ele­
vadas frases de gratitud por aquel homenaje que
él creía inmerecido. Nos dijo el placer con que
hacía la donación de aquel terreno, que permi­
tirla llegar a la reforma de la Casa bajo planos
más amplios y mejor desarrollados, ya que pa­
ralelamente con su desarrollo personal había visto
crecer y desarrollarse las grandes Escuelas Salesianas. « Bllas subsistirán, continuó diciendo,
aún después que mi vida.haya llegado a su tér­
mino: y para tener alguna parte en el bien grande
que bajo el manto de María Auxiliadora y la
mirada de D. Bosco, se hace en esta Casa, he
deseado unir mi nombre y poner mi esfuerzo en
ese santo empeño de retiención de 1 is almas, 'v
Le aplaudimos mucho y de corazón. Para fin de
fiesta los lindísimos hijitos del insigne Coope­
rador repartieron caramelos y dulces a todos
nuestros niños. [Dios y María .Auxiliadora ben­
digan al bondadoso D. Luis Nadal, nuestro ge­
neroso Bienhechor !
BARRANQUILLA (Colombia) — E l T emplo
de un modo
especial, por la Providencia Divina, gracias a
la eficaz cooperación de los bienhechores de las
Obras salesianas y mediante el óbolo de los de­
votos del gran Abogado contra la peste, en el
año que acaba de expirar, se ha podido dar un
poderoso impulso a los trabajos del templo de
san Roque.
En efecto, desde el día 7 de mayo del año
próximo pasado, hasta la fecha, se ha trabajado
siempre, sin un solo día de interrupción, en
esta grande obra arquitectónica, que lucirá entre
DK S an R o q u e . — Favorecidos,

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las mejores de.la ciudad, bajo la responsabilidad
y dicección de hábiles arquitectos, cuales el ss
ñor Samer, primero, y D. Antonio Stoute, de
nacionalidad holandesa, en los últimos cioca
meses.
En estas treinta y cinco semanas de trabajo
continuo se han llevado a cabo felizmente las
obras siguientes:
1. La construcción de la gran cornisa de la
fachada y el primer cuerpo de las dos torres,
cuya elevación desde el piso alcanza actualmente
dtez y ocho metros. Al reanudarse los trabajos,
dichas torres medían, de alto, metros 5,60 hacia
el interior del templo y metros 6,50 hacia el
frente. De modo que en la fachada y en las
torres, se construyeron 694 metros cuadrados de
pared, cuyo espesor varía entre 70 y 90 centí
metros.
2. La construcción de 134 metros lineales de
columnas (que son diez) perfiladas, de cemento
armado, de las cuales las más pequeñas miden
60 centímetros de diámetro.
3. La construcción de 23 arcos, también de
cemento armado, con metros 4,60 de abertura
por metros 7,50 de altura. Estos arcos tienen
una superficie de 158 metros cuadrados con 35
centímetros de grueso.
4. La construcción de 14 contrafuertes o ma­
chones de ladrillo y cal, con una superficie total
de 123 metros cuadrados y 80 centímetros de
espesor.
5. Finalmente, la construcción de 148 metros
cuadrados de pared, de ladrillo y cal, con 60
centímetros de grueso en el presbiterio.'
De esta breve exposición, se colige que en los
ocho meses, que hace que se está trabajando,
se han gastado $ 5.786,62 oro legal. La obra
ciertamente está bastante adelantada; sin em­
bargo podemos decir que nos hallamos tan sólo
a medio camino. Urge pues, que se hagan nue­
vos y más grandes esfuerzos; urge que aumente
el número de los bienhechores; urge que todos
nos ayuden generosamente, unos por piedad y
otros para e^nbellecimiento
la Capital del Atlán­
tico.
El munífico patricio cartagenero, señor don
Carlos Vélez Danies, por mediación del limo.
Sr. Arzobispo de Cartagena, ha tenido a bien
regalar toda la teja para el Templo. Plegue a
Dios que tan luminoso ejemplo de generosidad
tenga algún imitador en esta ciudad, para que
podamos terminar la obra para el año de 1919.
que a más de ser el centenario de la Patria, es
también el sexto centenario de la muerte o glo­
rificación de S. Roque.
De < La Nación ».
Un arquitecto periodista habla así del templo:
La arquería del transepi que es la parte que está
antes del presbiterio, con igual basamento que las
otras columnas, e.stá formada por cuatro gjandes
arcos de 8,20 metro.s en las curvas, que miran a
los 4 lados del templo. Estos arcos son de una am­
plitud doble de los re.stantes.
Los techos todos serán de bóveda, trabajados coo

— 6s —

cemento armado. De este modo se obtendrá gran
repercusión de ios sonidos, conveniente tanto para
el canto, como para las pláticas y sermones.
A la entrada del templo va a dejarse un espacio
separado de las naves, como del ancho del basa­
mento de las torres. En dicho espacio podrán re­
fugiarse las familias en caso de lluvia.
El nuevo templo de S. Roque será una de las
más sólidas construcciones del pais y en cuanto a
elegancia, ventilación y claridad nada tendrá que
desear.
Plausible es a todas luces la labor que están rea­
lizando los Reverendos Padres Salesianos, pues más
que nada a su labor constante, al espirítu inque­
brantable que les anima, se debe el progreso de
esa construcción, para la cual no se cuenta sino con
la buena voluntad de los heles, que hasta ahora
no ha faltado, y se espera continúe hasta ver con­
cluida una obra que hará honor a Barranquilla.

Los Bxalumnos del Uruguay.
A juzgar por la revista D . Bosco, que ve la
luz pública en Montevideo, nuestros ex-Alumnos
de la República Oriental trabajan de firme, des­
arrollando un programa de acción religiososocial de no escasa importancia, digno del Após­
tol que fundó la mayor parte de loj institutos
Salesianos de la nación, el inteligentisimo y acti­
vísimo Mons. Lasagna: fomentan el culto, ani­
man los Círculos de lajuventud Católica, atizan
en el hogar el fuego sagrado de la vida cris­
tiana y del amor patrio, organizan las juventu­
des, siendo el alma de la vida deportiva, en sus
manifestaciones más enérgicas, como los Explo­
radores, el Foot-ball. el teatro-sano, las veladas
literarias, polemizan, etc. etc.: en suma, tienen
vida, vida e.xhuberante... son cual soñó D. Bosco
a sus Exalumnos.
Una de las obras a que más de lleno se con­
sagran es al progreso, difusión de la Buena
Prensa, en lo cual demuestran la orientación
oportunísima que llevan. Fomentan cuanto pue­
den el diario católico de la capital y tos órganos
menores. Su misma revista « órgano de los Ex­
alumnos », es un testimonio de su vida pletórica y robusta: elegante,. rica, variada, con
secciones oportunísimas, redacción animada, es
un modelo que nos atrevemos a proponer a los
grandes centros de exalumnos. Sentimos carecer
de espacio para extractar siquiera un número
de ia Revísta, y decir una palabra de las vela­
das, comuniones generales, paseos - -‘ con aire de
excursiones sociales — conferencias, que realiza
cada Centro, visitas colectivas de Centro a Cen­
tro. Bibliotecas populares, clases de Teneduría
de libros, de Lenguas, de Apologética, de Ciendas. que surgen acá y allá al contagio de sus
almas llenas de ardor.
¡Bien pK>r los Antiguos Alumnos del Uruguay!
Eso es vivir. Conserven y, .si es posible, au­
menten ese espíritu de iniciativa, de trabajo, de
entusiasmo: sigan siendo un trasunto de la pe­
renne juventud de la Iglesia y de la Sociedad
Salesiana.

El Rdo. D. José Gatell.
A la avanzada edad de 84 años y más de 30
(le vida parroquial entregó su alma a Dios en
Barcelona este insigne cooperador salesiaiio, in­
fatigable campeón de la Santa Iglesia. Compa­
ñero de Sardá v .Salvany, dedicóse como él con
todo entusiasmo al apostolado de la prensa.
Desde 1854 fué uno de los principales redactores
de la « Revista Católica * y poco después tam­
bién de « La España Católica *. Además de
multitud .de artículos en Revistas, Diarios, Hojas
(Xitequisiicas y dominicales. ¡)ablicó importantes
libros sobre diversos asuntos: liisióricos, litúr­
gicos, filosóficos, religiosos.
• En la acción social fué infatigable, fundando
y dirigiendo centros 5' obras caíJaces cada una
de por si de absorber la actividad de un hom­
bre. Basta citar la Obra de la Prensa, la de las
Buenas Lecturas, la Sociedad de Damas Cooi>eradoras, la Biblioteca Parroquial, Pia Unión de!
Corazón de María y de S. Francisco de Sales
contra la blasfemia. Círculo de Obreros de .S.
José, Centro moral instructivo de Gracia, .Aso­
ciación de Eclesiásticos para el .Apostolado Po­
pular, etc.
Hacia D. Bo.sco, a quien conoció personal­
mente. y su obra nutria gran cariñno.
Una oración por svi alma.

D. Antonino Molpeceres Arenales.
Cristianamente como habia vivido ha falle*
cido en Santander el Cooperador Salesiano
D. .Antonino Molpeceres Arenales.
El Sr. Molpeceres muere a avanzada edad,
pudiéndose afirmar de él que era uno de esos
pocos seres que en tan dilatada vida pudieron
gozar del raro privilegio de no contar con un
enemigo. Era una_ persona todo bondad cuyos
nobles sentimientos y carátaer sencillo transpor­
tábanse en su trato francamente cariñoso.
Era ante todo el finado, un católico práctico,
fiel observante de las salvadoras doctrina.s que,
inculcadas en el espíritu de la familia que formt'j,
dieron 'a la Iglesia decididas vocaciones reli­
giosas. y amante como era de la Obra Salesiana,
quiso cooperar directamente a ella ofreciéndole
gustosísimo uno de sus hijos, el virtuoso reli­
gioso, el activo y celoso director del colegio de
Carmona, el R. P. Fermín Molpeceres.



El nombre del Sr. Molpeceres figuraba en to­
cias las Congregaciones religiosas, dejando entre
los pobres de S. Vicente de Paül ejemplar tes­
timonio de su generosa caridad. Ayudante de
ingenieros y profesor de dibujo, de su compe­
tencia y celo en el desempeño de ambos cargos
monstráhanse sati.sfechos sus jefes y alumnos.
Los Salesianos sentimos en el alma la pérdida
del Sr. Mül[)ecere.s y rogamos a nuestros Coo­
peradores. unan a las nuestras sus oraciones
por el eterno descanso del alma del finado.

Illino. Sr. í). Francisco Romero Boíloqui
P uro .

líl día t9 de Enero y a la edad de 75 años,
entregaba .su alma á Dios en su casa .solariega
He Hinojüsa dci Duíjue, este ejemplar sacerdote,
noble por su cuna, en la que se mecieron los
condes de Monteagudo, y más noble aún por la
brillante ejecutoria de sus virtudes, que cifrante
más de medio siglo embalsamaron con su per­
fume estos |>ueblos patriarcales de la sierra corbesa.
La lundación de esta casa salesiana de Cór­
doba que hoy educa más de 700 niños, se debe
a su caridad generosa, no menos que al celo
infatigable del muy illtre. D. Mariano Amaya,
actual canónigo de esta S. I. C. Hasta en sus úl­
timos momentos tuvo para ella frases de cariño.
Después de poner en manos de los pobres su
cuantiosa fortuna, ba dejado éste valle de lágri­
mas con la dulce serenidad de quien vivía familiarizailo con la muerte, hasta el extremo que
aún estará tal vez empotrada en la pared y en
sitio preferido de su casa una lápida de mármol
negro, que él hiciera tallar años hace pasa su
sepulcro y en la que se leen estas tres palabias.
lema favorito de sus meditaciones: Puhis, dtiis.
Hxhil.
Descanse en la paz de Dios su alifia privile­
giada y en la gratitud de sus favorecidos, que
jamás le olvidarán cu sus oraciones.

Dona Justa Pleitas de Lamas
Gran propagandista de la devoción de María
.Auxiliadora y bienhecltora de la Obra de Don
Bosco, entregó su bella alma al Señor en día de
sábado como ella lo deseaba y después de haber
sido confortada coi\ todos los auxilios religiosos.

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Para los Salesianos del Paraguay (ué un ver-]
dadero papá.
Una de sus hijas ha muerto siendo hermana]
Hija de María Auxiliadora, y uno de sus nietos]
sigue actualmente sus estudios en nuestro semi­
nario de Manga (Uruguay).
No pasaba día sin que hiciese una visita a |
Jesús Sacramentado y a María Au.xiliadora. Y
durante los cuatro largos meses que duró la en­
fermedad que lo llevó a la tumba, su único con­
suelo lo encontraba en la S. Comunión.
Desealja morir en un día dedicado a la Sma.
Virgen y Ella lo escuchó, como había escuchado
a su finada esposa, la llorada Doña Magdalena
Castro tle Candia: murió el sábado 28 de abril
a los 79 años y a los 58 que ejercía la medi­
cina.
Murió rodeado de todos sus hijos y nietos v
de dos padres salesianos.
Que Dios lo haya recibido en su seno e.s lo
que deseamos y pedimos de corazón al buen
Jesús.

Cooperadores difuntos.
(España) - Isabel Ballescá Vda. de
Tomás, Anita Soler vda. de Cal)ot, - Pedro
Perera Portabella, Francisca Saladrigas Marti,
José Soro Aubarell, José Costa Solsona, Jo
sefa Cuyas vtla. de Canilla y Rxemo. Sr.
D. José Ibáñez y í.asso de La Vega.
S.\n ' L o r e n z o d e i.a F r o n t e r a (Paraguay)Félix .Acosta.
B e t ij o q u e (Venezuela) - Da. Rosa Clorituia
Monter de Lera.
C a l i (Colombia) - Da. María Segunda Velasco.
E s m e r a l d a s (Ecuador) - Virginia W. de Monzón.
H a r ía s (Canarias) - Rvdo. Sr. D. Rafael CortéEspinóla.
Y a m u n d i (Colombia). • María Hernández.
S a r r i .\ (Barcelona - España) - Pedro Carci Pas­
cual y Vicente Balari Jovany.
P u en te de S am payo (E sp.) - D. Manuel Soto
y Da. Maria Solía.
B a r c e l o n .a

Pater, Ave, Réquiem.

El Dr. Don Justo Pastor Candía.

.Al cerrar, nos llega la noticia de la muerte
de tres insignes Cooperadoras: la Exema. Con­
desa de Casa Galíiido, Da. Paulina Caicedo de
Calvo y Da. Aura Marín de Navarro. En el
próximo número, D. m., les dedicaremos algu­
nas líneas. Entre tanto, oremos por sus alm.is.

Con la placidez del justo, entregó su bella
alma al Señor el gran amigro y bienhechor de
los Salesianos y puede decirse, el consolador
de los pobres y gran católico, el Dr. y Coronel
Don Justo P. Candia.

Con aprobación de la .Autoridad Eclesiástica;
Gerente: JOSE G.AMBINO.
Establee. Tip. de la S. A. Int. de la Buena Prensa.
Corso Regina Margherita, N. 176-TURIN

j

Fecha
1918.04
1918.05
1918.06