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Título
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BS_1916_05
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Descripción
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Boletín Salesiano. Septiembre - octubre 1916
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extracted text
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Setiem bre-O ctubre de 1916
A Ñ O X X X I - N. 5
52.
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Boletín $ale$iano
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Turin — Via Golfoícngo N.
SU M A RIO . L a Cooperación Salesiana - III . . . 113
La conquista cristiana de la P a t^ o n ia a In fé y a
la civilización por el C ard. C a g li e r o .............................. 115
Ecos de los Cantenarios — P a t a g o n i a ............................. t .9
Tesoro e s p ir itu a l...................................................................... 121
La O bra d e D . Bosco en la Rep. Argentina
. . 121
D e n u e s t r a s m i s i o n e s : C hin a: E l rescate de las
niñas c h i n a s ...................................................................... 125
E l C u l t o d e M a r ía A u x il ia d o r a : N ueva capilla
en honor d e M aría A uxiliadora — Fiestas de M aría
^2.
cg)
o ó
^ ^
^
A uxiliadora — G racias de M. Auxiliadora . . .
B ib lio g ra fía ...........................................................................
P o r e l m u n d o s a l e s i a n o : Mons. Feli.x Guerra,
.Arzobispo de C ub a — Mons. Olivares, Obispo de
N epi y Sutri — Barcelona: En el Tibi<lubo —
M onum ento en el Cerro de los A ngeles — Ma
la ga: Entronización del S agd o. Corazón — Quito:
•38
Instituto para sordo-m udos en Ñapóles . . . .
N ecrología: S ra. D a. V irginia Belloc — Coo{>eradores d i f u n t o s .................................................................^39
La Cooperación Salesiana.
III.
Objeto fundamental
de los Cooperadores Salesíanos.
Hasta aquí hemos dado una idea general de la Cooperación Salesiana. Vea
mos ahora de concretar su /ín y oóicío
principal. El argumento es importante
y tal vez a no pocos les parezca nuevo.
,.Mucho nos importa a todos no
sotros, dice muy bien el Exmo. Sr.
Morganti en su Manual de los Coope
radores Salesiafios, conocer a fondo la
Cooperación Salesiana a la cual nos
hemos dedicado. Muy inexacta e im
perfecta es la idea de los que la hacen
consistir tan solo en obras exteriores o
la creen encaminada exclusivamente
al auxilio de los demás.“
En nuestro primer artículo hemos
expuesto los tres conceptos fundamen
tales de la cooperación Salesiana, con
las mismas palabras del Vble. Funda
dor; hemos visto cómo D. Bosco confió
a los Cooperadores el mismo programa
que a la Pía Sociedad Salesiana, o sea
la santificación propia con el ejercicio
de la caridad en beneficio del prójimo,
cómo deseaba que su vida, aun en
medio de las ocupaciones y negocios del
mundo, en el seno de la fam ilia, se ase
mejase a la de los Salesianos y hasta fo r
mara parte de clla\ razón por la cual
los Sumos Pontífices han considerado
a los Cooperadores, como Terciarios,
guardando con los Salesianos la misma
relación que las Ordenes Terceras An
tiguas con sus principales. Unos y otros
se proponen la perfección cristiana. La
diferencia es sólo en los procedimien
tos: los Terciarios antiguos se pro
ponían la perfección cristiana, princi
palmente en el ejercicio de la pñedad:
mientras los Cooperadores Salesianos
la buscan principalmente « en la vida
activa, en el ejercicio de la caridad
para con el prójimo, particularmente
II4 —
para con la juventud menesterosa o en
peligro ».
I^ero esta vida activa, que mira ,,es
pecialmente a fomentar las buenas cos
tumbres y ser útil a la sociedad,'* no
puede subsistir sin el ejercicio de lapiedad, o lo que es lo mismo, sin la
práctica ejemplar de la Religión, como
no puede vivir un hombre sin alma o
una planta sin savia. En una palabra,
el fondo de la cooperación Salesiana
es la Vida Cristiana.
Y en todo esto no puede menos de
verse la mano de la Providencia y la
admirable adaptabilidad del espíritu
cristiano a las condiciones de la hu
mana sociedad, a su desarrollo, a sus
disposiciones: conservando inmutable
su fondo, como una base, como un
punto de partida, varía sus procedi
mientos y sus métodos. Aquí también
podemos repetir la frase de David;
,,I)ios es admirable en sus Santos."
Unos llegan a la perfección y alcanzan
su fin, en el silencio del claustro, en
la soledad de la vida contemplativa:
otros en el bullicio de los negocios,
en el tráfago del mundo. Pero unos
y otros tienen sus consuelos indecibles:
el cielo es la meta común a la cual
todos se dirigen y en la cual todos se
encuentran : y así como su vista es un
estímulo para todos, su consecución
impone a todos fatigas, y es el legítimo
premio del esfuerzo.
Estas dos categorías forman como
dos corrientes paralelas que van a parar
al cielo, donde se mezclan y se funden:
ambas han e.xistido y e.xisiirán en la
Iglesia, porque se completan mutua
mente. Los solitarios, con sus oracio
nes. su incesante contemplación, sus
e.Khalaciones de amor, cual perfumado
incienso, dan gloria, pero también por
eso mismo derraman sobre el mundo
beneficios sin cuento, que tal vez no
se ven. pero que un día se revelarán
plenamente: los otros, los Mamados tra
bajadores activos, se bullen, se agitan
en el mundo para salvar las almas,
para ejercitar la caridad, para combatir
el mal y promover el bien ; pero por
eso mismo, consumiendo su vida en las
fatigas por amor a Dios, le dan honra
y gloria. Alguien ha comparado los
primeros a esos lagos que ocupan altas
regiones, alimentando los arroyos que
fecundan luego montes y valles; y los
segundos, a los ríos y canales, que es
parcen vida y facilitan los tráficos. Am
bos proceden de Dios, se dirigen a
Dios y reflejan el espíritu de Jesucristo.
Vosotros,amados Cooperadores, como
D. Mosco y sus Salesianos, pertenecéis
a la segunda categoría, y en el desa
rrollo de la vida debéis mirar a D.
Bosco y pedirle inspiración y amolda
ros a su conducta.
D. Bosco forma en la clase de las
grandes almas activas, « Es, en expre
sión del Cardenal Alimonda, el divinizador de su siglo," siglo del vapor,
de la electricidad, del movimiento ver
tiginoso. „Su virtud distintiva es la ca
ridad activa: a todo se acomoda, a todo
se presta: a los trabajos de la clase,
a las ansias de la educación,' a los
o ricfores del aprendizaje, a los ministerios del
catequista, a las investigaciones del esta
dista, se sujeta a cambiar ocupaciones,
lugares, casas, a todo se acomoda por
que ama a Dios y al prójimo. »
Este amor, esta caridad activa, este
sublime preocuparse por el prójimo y
olvidarse de sí mismo, fué el ideal de
su vida, fué su vida misma, y debe
serlo de todo cooperador salesiano.
Pero claro se ve que para recorrer
este camino, no basta el arranque im
petuoso de un momento de fervor, ni
un carácter activo, ni siquiera la noble
generosidad de una juventud entusiasta;
es menester protundo esphdtu de fe; y
éste se manifiesta y se alimenta en el
ejercicio de la piedad cristiana, en la
práctica de los deberes religiosos.
D. Bosco llamó la Pía Unión de los
Cooperadores, un medio jn'áctico de ser
— II5 —
Útil a la sociedad y fomentar las biienas
costumbres. Mas como nadie da lo que
no tiene, antes de predicar a los de
más y ayudarlos a ser buenos cristia
nos es necesario que esté uno saturado
de Religión, de bondad. Por eso aña
dió que ,.vendrá tiempo en qu^ Coo
perador Salesiano y hien cristiano sean
sinónimos.“ Y parafraseando este con
cepto, decía: « Serán los Coopera
dores Salesianos quienes ayudarán a
promover el espíritu católico... Cuanto
más perseguida sea la Santa Sede por
sus enemigos, tanto más exaltada y sos
tenida será por los Cooperadores;
cuanto más crezca la incredulidad, tanto
más alta y poderosamente alzarán los
cooperadores la lámpara luminosa de
su fe operativa ».
¿No declaran estas palabras la grande
idea que de sus Cooperadores se forma
D. Bosco? Son personas de fe^ de fe
viva, que se manifiesta en las obras,
que los hace caros al Corazón de Dios,
no sólo por ser buenos, sino también
por ser bondadosos. En el concepto
de D. Bosco, cada cooperador, es un
apóstol del bien.
Por esto son necesariamente buenos
cristianos, en el sentido completo de
la palabra, deben vivir segón las citseñanzas de Cristo, según los precep
tos y el espíritu de la Iglesia, pene
trarse de Cristo, como diría S. Pablo,
reproducir en su persona a Cristo, ya
que llevan en su frente, Su imagen y
en el Bautismo recibieron el germen
divino y fueron incorporados en Su
reino y en su vida. Sólo con esta
base se organizará cumplidamente la
Cooperación Salesiana, sólo así res
ponderá a la idea de nuestro Venera
ble Fundador. Cuanto más profunda
mente se arraigue en ellos la vida
cristiana, tanto mayores serán los fru
tos de su apostolado, sus consuelos en
la tierra, su recompensa en el cielo (i).
Memorias de! Cardenal Juan CagHero
(Conferencia que dió Su Eminencia a los Sacerdotes romanos de la Pía Unión de S. Paolo).
El cólera hacía numerosas víctimas en Turín
en agosto de 1854 y yo me encontraba enfermo
en el Oratorio. Tenía entonces 16 años y los
médicos aseguraban que me hallaba en fin de
\-ida. En casa se decía que yo me hallaba en
aquel estado por haber cometido la imprudencia
de acompañar a Don Bosco a \ásitar el Laza
reto. Los médicos instabeji a Don Bosco para
que me administrase los últimos sacramentos.
\'ino Don Bosco junto a mi lecho; me parece
verlo todavía, y me preguntó: ¿Qué te gusta
más: curar o irte al Paraíso? — Prefiero irme al
Paraíso, le respondL Está bien, añadió; pero
por esta vez la Virgen te quiere salvo; te cu
rarás. vestirás el habito clerical, serás sacerdote
> tomarás tu bre\-iario y te irás lejos, lejos, muy
lejos.....
A los ojos del Padre se ofrecía entonces una
estupenda visión. Acercándose a mi cama él
la había visto rodeada de salvajes corimlentos,
de fiero aspecto, color de bronce, con esi»esa
cabellera negra sujeta a la frente con una cintaNo sabía entonces a que raza pertenc'cían y
sólo más tarde hojeando un manual de geogralia
encontró que correspondían a los Patagones y
(i) Al term ina este articulo llega a nuestras manos,
hermosam ente im presa, la notabilísima Conferencia que
dió a los Cooperadores Salesianos de T u rín el Rvmo.
Sr. D. Pedro Ricaldone, Director General de las Escuelas
A grícolas y Profesionales d e la Pía Sociedad Salesiana,
en la fiesta d e S . Francisco de Sales. Tratándose de un
m iem bro del C apitulo Superior o Consejo Suprem o, podem os decir qu e su palabra es docum ento oficial. En ella
desarrolla magislralm ente, y con erudición m uy copiosa
este pensam iento: “ El Cooperador es. como el V en ble.
D . Bosco, el hombre de fé y de caridad acrisolada “
Esperam os verla trad u cid a'al castellano y difundida.
— 116
Fueguinos. Se abría pues entonces al espíritu
del Padre la estupenda visión de aquella immensa región que él profetizó rica de minerales
y de industrias, de fábricas y ferrocarriles, que
había de recibir el precioso don de la fé cris
tiana por las fatigas y con la sangre de su dulce
familia espiritual ».
Instantáneamente me sentí curado; la fiebre
se filé como por encanto y ni siquiera recibí los
sacramentos, porqué preferí, y a que tenía que
curar enseguida, hacerlo cuando rae hubiera
levantado. Debo, pero, añadir que estos detalles
sobre los salvajes, Don Bosco los manifestó sólo
después de treinta y cinco años, cuando había
ya empezado la evangelización de la Patagonia
y yo era ya Vicario Apostólico de aquella región.
Y lo hizo porque temiendo dejarse llevar por
una impresión personal, no quiso nunca tomar
iniciativas sobre mi persona, ni sobre mis ocu
paciones , dejando los acontecimientos en manos
de la Providencia que dirigió las cosas exacta
mente como las había visto Don Bosco en su
momento de inspiración profética.
l/os primeros misioneros salesianos llegaron
a Buenos Aires el 14 diciembre de 1875. Los
había llamado el arzobispo deseoso de una con
gregación religiosa que se cuidara de los Ita
lianos emigrados ya tan munerosos en la joven
República. Eran solo diez; y yo los guiaba no
para quedarme como misionero sino para ins
talarlos en las nuevas residencias y volverme
después a Italia. En el muelle nos esperaban
unos doscientos Italianos, los más distinguidos
de la Colonia que nos recibieron con gran fiesta.
Animado y enviado por el arzobispo me puse
inmediatamente a visitar los lugares donde
debían surgir los nuevos establecimientos y
comprendí enseguida cuan abundante mies nos
preparaba el Señor. Efectivamente, no solo la
modesta iglesia de S. Nicolás de los Arroyos,
de antemano preparada para nosotros, nos fué
confiada; sino que en la misma Buenos Aires
se nos confió también la de María MaUr Misericordiae, muy frecuentada por la Colonia ita
liana de aquella inmensa capital. Prorogando
de tres en tres meses mi Nmelta a Italia, me quedé
en la Argelina i>or dos años, visité sus princi
pales localidades y tu\’c la visión de la gran
de obra de fe y ci\nlización cristiana que allí
podían y debían llc\’ar a cabo los hijos de Don
Bosco.
No con le espada, sino con ia cruz.
Precisamente mientras nosotros poníamos
pie en territorio argentino, el Gobierno prepa
raba una expedición científica hacia la inesplorada Patagonia. Pedimos enseguida formar
parte de ella pero se nos negó dicendo que era
demasiado pronto y que más tarde cuando estu
vieran abiertas las puertas a la penetración
de la ci\álización entre aquellas tribús bárbaras
y violentas, podríamos nosotros empezar nuestra
obra. Efectivamente, sólo en el 1878 los primeros
cuatro misioneros salesianos partían para la
Patagonia, pero su tentativo fué infructuoso
porqué la nave que los transportaba, casi nau
fraga junto al Río Negro, el gran río que cons
tituye la principal via de comunicación de la
Patagonia, navegable normalmente por los
mayores transatlánticos. Los misioneros a duras
penas salvarom la vida.
Al año siguiente el Gobierno Argentino, nó
queriendo soportar por más tiempo las continuas
molestias que las tribús salvajes patágones
ocasionaban a las regiones civilizadas preparaba
una expedición armada, compuesta de 2000
hombres bajo el mando del mismo ministro de
la guerra, General Roca, el mismo que después
fué presidente de la República; Los Salesianos
pidieron se les dejara acompañar la expedición,
con el propósito de probar hacer con la cruz las
conquistas que las tropas argentinas se dispo
nían a hacer con la espada. Fueron agregados
al Estado Mayor y con las tropas emprendieron
la larga marcha hasta los límites de la inexplo
rada y temida región.
Los primeros encuentros entre los soldados
blancos y las vanguardias de las tribus patá
gones fuerom recíprocas amenazas. Voló algima
flecha, resonó algún tiro de fusil. E l general
Roca, viendo imposible entablar tratativas
pacíficas, se disponía ya a una grande acción
violenta cuando los misioneros le pidieron in
sistentemente permiso para hacer un nuevo
tentativo pacífico. Se pusierom a la obra; y a
furia de ademanes, ya que no tenían ni siquiera
una idea del idoima patagón lograron hacer
entender que tenían intenciones de paz. Después,
como se pudo, persuadieron aquellos salvajes
que el pretender oponerse con la fuerza a la
penetración argentina era inútil porque si ellos
tenían lanzas y flechas, los blancos tenían
fusiles que mataban antes que las armas blancas
pudieran entrar en acción. Fué así que los prin
cipales cabecillas, los caciques Sa^ñihueque y
Yancuche se rindieron y reconocieron la auto
ridad argentina aceptando las condiciones que
ella impuso. E l cacique Namimcurá se retiró
con 400 lanzas en un ángulo lejano, junto a la
nevada Cordillera. Las condiciones del Gobierno
argentino fueron muy benévolas; víveres ase
gurados por tres años, hasta que las tribús hu
bieran aprendido la agricultura; además terrenos
para culti\’a r y explotar. Fué así que en Carmen
de Patagones, a orillas del Río Negro smgió la
primera institución salesiana religioso-d'^ en
una inmensa región que aún a fines del ^ l o
X IX era desconocida v misteriosa.
— 117 —
Las primeras fatigas de los misioneros se
emplearon en enseñar a los salvajes, además de
las verdades de la Fe, el cultivo de la tierra,
pues carecían de las nociones más elementales
de agricultura y es digna de recuerdo la ingenua
mara^dlia con que siguieron la siembra y creci
miento de las calabazas. Las enormes cucúr
bitas que salían en aquel débil tallo les llenaban
dt estupor y esta curiosidad fué un elemento de
suceso en sus primeros pruebas. En poco tiempo
se vió en todos una verdadera pasión por el
cultivo de las calabazas.
Esta pacífica conquista de la Patagonia se
repitió en la Tierra del Fuego. También allí, el
Prefecto Apostólico JIons. Fagnano hizo abajar
los fusiles a las tropas blancas, que habían ya
iniciado el tiro contra las tribús fueginas, las
cuales a su vez habían y a hecho las primeras
víctimas entre los soldados con sus flechas.
También ahí, la palabra o más bien los ademanes
del sacerdote, ahorró la destri^'^ión y conquistó
sin violencia todo un pueblo a la civilización
y religión, toda una región al comercio y a la
industria.
Con sudor y con sangre.
En 1883 yo fui nombrado Provicario de la
Patagonia y en 1885 Vicario Apostólico con la
plenitud del carácter episcopal. Los recuerdos
de aquellos primeros años de apostolado son
inolvidables. Fueron años de dificultades y
fatigas sin cuento, pero al mismo tiempo de
satisfacciones y de frutos espirituales nunca
esperados. « Conquistareis la Patagonia con
sudor y con sangre me había dicho D. Bosco,
y desde 1875 al despedirse de la primera expe
dición nos dió este recuerdo: « Trabajad; haced
lo que podáis: el resto lo hará el- Señor. Pro
pagad la devoción a María Auxiliadora y al
Smo. Sacramento y veréis que cosa son los mi
lagros ». Y nosotros derramamos realmente
sudor y sangre y vimos que cosa eran los mi
lagros.
En los solos dos primeros meses de la misión
bautizamos 1700 indígenas en la inmensa valle
del Chichinal donde se encontraban acampadas
las tribús de Sayuhueque y Yancuche. Hacíamos
todos los días tres horas de catecismo por la
mañana y tres por la tarde. E l palacio episcopal
consistía en una cabaña de troncos y barro con
un artesonado de ramas que me reparaba d d
sol, y de la lluvia.....cuando no llovía. De camas
no se hablaba; dormíamos sobre pieles que con
grande afecto nos habían sido regaladas jx)r
aquellos buenos salvajes. De buena índole y
capaces de entusiasmo, nos conmovían a veces
con la ingenua interpretación, siempre la más
generosa que daban a las prescripciones de la
Iglesia.
Una vez doce niñas habían sido preparadas
para la primera Comunión. Era la primera vez
que hacíamos entre los salvajes de aquella re
gión la dulce función que a todos dcsiñerta
recuerdos tan dulces. Habíamos recomendado
insistentemente el ayuno prescrito desde la me
dia noche. I.^s niñas habían recibido la Sta.
Comunión el domingo por la mañana, pasaron
todo el día en la misión, vohneron el lunes y
por la tarde se dirigían hacia su cabaña, cuando
me dicen; — Padre, tenemos hambre. — Les
hice dar todo lo que teníamos i>orque repitieron
otra vez la petición. Pero v i que volvían de
nuevo trayendo intacto el' pan, la canie y cuanto
les había dado, preguntándome: — ¿Y cuándo
podemos comer todo esto? — Entonces com
prendí. Las pobres niñas no habían comido
después de la comunión y estaban en ajumas
desde el sábado por la tarde habiendo pasado
48 horas sin tomar ni comida ni bebida. ¡Así
habían entendido y aplicado la ley del ayuno
eucarístico!
Tales eran los consuelos de expontánea y
virginal vida religiosa sin ningún sabor de
cado que por desgracia se nota en la civilización
blanca y europea. Este era el continuo y único
alivio que servía para rehacemos de los peligros
y de las inauditas fatigas que soportábamos
para evangelizar aquella inmensa y difícil
región. Sin carreteras, con miserables senderos
apenas perceptibles, escavados en las duras
rocas de la Cordillera y a través de inmensas
llanuras cubiertas de vegetación. Recuerdo
haber atravesado una vez un campo de fresas
por espacio de 24 km. sin interrupción; el ca
ballo sediento alargaba el cuello y se refrescaba
con los rojos y puljiosos fnitos.
Dos de mis compañeros en la Tierra del Fuego
fueron heridos de flecha por tribús indígenas;
uno de ellos volviendo para curarse de las
graves heridas a Puntarenas, centro de aquella
misión, naufragó en el Estrecho de Magallanes
y se ahogó, cum])liéndose así el dicho de Don
Bosco: a Con sudor y con sangre conquistaréis
aquellos pueblos *.
Y o mismo en 1887 corrí un gravísimo peligro.
Atravesaba la Cordillera a 2000 m. de altura
y debía subir todavía otros mil. E l sendero se
escurría por el lado de ásperas paredes graní
ticas, bordeando un terrible abismo. Mi caballo
se encabritó y empezó a saltar a tontas y a locas.
Y o invocando a María Auxiliadora me eché de
la «silla abajo procurando caer de espaldas. Lo
logré, pero ima piedra puntiaguda me penetró
en las carnes rompiéndome dos costillas y ^ u jereándome el pulmón. Quede como muerto,
respiraba apenas y no podía hablar. Mis compa
ñeros me rodearon y yo apenas pude articular
alguna palabra, para reanimarlos tomaba la
—
I i8
cosa en l)roma y les decía qu^ y a que tenemos
24 costillas se podían sacrificar dos. Volvimos
atrás y tuvimos que atravesar dos ríos y dos
cordilleras antes de llegar al lugar donde poder
hacer la primera cura. ¡Y que cu ra ! Había
apenas un empírico que lo curaba todo con sis
temas primitivos; ai>enas lo vi le pregunté si
había por allí algún herrero para arreglar mis
co.stillas destrozadas. Y esto lo hacía para dis
minuir el dolor de los que me acompañaban que
sufrían más que yo. Estuve allí un més y criré
como Dios quiso; convaleciente aún, emprendi
mos de nuevo el viaje y en ciratro días con mis
misioneros pasamos la Cordillera a mas de 3000
m. y bajamos a la dulce llanura chilena a orillas
del Pacífico donde pusimos las bases de las
nuevas casas de Concepción, Talca, Santiago
y Valparaiso.
Así aquel año. siempre a caballo, con cinco
compañeros, pasando las noches en grutas o
bajo los árboles hube atravesado la América
del uno al otro Océano.
Otra vez, eramos sólo dos, después de atra
vesar el desierto llegamos a las i i de la noche
a una estación militar establecida por el go
bierno argentino a lo largo del camino para
proteger los pocos viajeros. Había siete sol
dados. Nosotros no habíamos comido nada
durante el día, ni bebido una gota de agua.
Pedimos algo para comer, pero no tenían ni un
mendrugo de pan; algo para beber, y no había
ni un sorbo de agua. Para econtrar agua en el
riachuelo mas cercano había que hacer al menos
8 km. Uno de los soldados dijo: Ha IloWdo hace
8 días, voy a ver si hay todavía un poco de agua
en el foso. Y volvió poco después con una bo
tella llena. Al verla sentí revolver todas mis en
trañas; estaba cubierta de barro. Me volví de
espaldas a la luz (consistente en un pedazo de
grasa en medio del cual habían hundido como
pudieron un poco de algodón) , y cerrando
los ojos llevé la botella a mis labios. Bevía y
sentía que con el líquido se colaban en perfecto
acuerdo cuerjios sólidos y viscosos, indefinibles.
Me paré a mitad y di lo restante a mi compa
ñero diciendo: — Cierra los ojos y bebe. Y añadí:
Bendita sea la Providencia que esta vez nos ha
hecho encontrar comida y bebida al mismo
tiempo. Si hay un momento en el cual se deba
cum])lir la promesa evangélica: « sí mortiferum
quid hibi'rint non eis nocebit ahí es el caso.
La ultima misióo.
Recuerdo siempre con \*iva emoción la última
misión que hice en 1902. Me había hecho lla
mar el viejo cacique Naniuucurá, que en su
lejano destierro junto a la Cordillera sentía
llegar su última hora. Para encontrarlo hice
1500 km. a caballo, parándome en todas las
—
misiones que encontré por el camino. ¡Viaje
encantador! En aquella porción de Cordillera,
hasta ocho lagos reflejan el cielo entre las agu
zadas cimas de los montes, y uno de ellos es
navegable. E l venerando jefe patagón tenía,
entonces 86 años y nos recibió como enguades
del cielo. Quiso ser bautizado con toda la fami
lia y la tribú, fué confirmado, hizo su primera
Comuión con humildad y simplicidad de niño.
Lleno de contento exclamaba: Ahora muero
contento, ahora muero buen cristiano. Estaba
ya por dejarlo cuando se le ocurrió una cosa
que yo mismo había olvidado: « Quiero sepultar
cristiano, me dijo ». Entonces escogimos un
ángulo de verde silenciosa llanura, rodeado
de rocas gigantescas y allí bendije un cementerio
cristiano donde el viejo jefe y los suyos pudieran
dormir un día el último sueño a la sombra de la
Cruz. Al -partir lo abracé y saludé como a un
hermano y él moría al siguiente año.
Después de 30 años de apostolado.
Tales son los recuerdos de la lejana Patagonia
que en este momento se agolpan a mi memoria
y mi pensamiento reposa pensando lo que es
ahora aquella región depués de 30 años de apos
tolado cristiano.
La Patagonia cuenta ahora con 50 iglesias y
capillas y albeiga 164 misioneros salesianos y
130 hijas de María Auxiliaora. Patagones y
Viedma, residencia del Vicariado, en la desem
bocadura del Río Negro a 200 leguas de Buenos
Aires, poseen un seminario con muchos estu
diantes de Filosofía
Teología y muchos aspi
rantes. todos indígenas. Numerosas son en dicho
territorio las colonias agrícolas, las escuelas de
agricultura, las escuelas de Artes y Oficios, hos
pitales, colegios, tipografías y obser\*atorios
meteorológicos. Los pueblos surgen en buen
número, con hermosas casis a la euro]^a.
El porv’enir de aquellas regiones es de una por
tentosa riqueza. La Patagonia con una extensión
de 1.200.000 kmq, es ahora atravesada en va
rias direcciones por modernos ferrocarriles. Pue
de albergar cómodamente al menos 50.000.000
de habitantes y posee ya almenes 3.000.000 de
cabezas de ganado, mientras la Tierra del Fuego
cuenta con 3.000.000 de ovejas que proveen a
Europa finísima y apetecida lana. Los misio
neros y las monjas han enseñado a los indígenas
la industria textil y cuando en 1898 esuve en
Buenos Aires llevé al Presidente de la Repú
blica una caja de tejidos e hilados fabricados
por los patagones y fueguinos. El Presidente y
los ministros no podían pereuadirse de que aque
llas tribús salvajes hubieram podido llegar a
tanto. Así, todas las veces que pasaba por
Buenos Aires reunía en el palacio del Gobierno
al Presidente y a los ministros y sobre un- mapa
les indicaba los lugares explorados, los caminos,
las características de las dh’ersas localidades.
Para hacerse una idea de la riqueza de la Patagonia, baste decir que en el territorio se han ya
descubierto lo minas {lavaderos) de oro, y ahora
en el Chubut (Patagonia Central) se ha descu
bierto una mina de petróleo que da de 48 a 50
mil litros cada 24 horas.
Lo mismo hay que decir de la Tierra del Fuego
donde el Prefecto Apostólico, Mons. Fagnano
desde hace 30 años ejerce su apostolado. I^a
capital Punta Arenas en 1887 contaba apenas
500 hab.; hoy tiene 20.000, en gran parte argen
tinos y europeos, que han establecido allí su
comercio. Los indígenas están reunidos en las
reducciones de los Onas y de los Alacalufes. Los
risité en 1897 y encontré escuelas perfectas, no
inferiores a las europeas. E s mas: Diez cuadernos
de caligrafía escritos por niños fueguinos y lle
vados a la Exposición Colombiana de Génova en
1892 fueron admirados y encontrados semej antes
a los mejores modelos de las escixelas europeas
e italianas. Y fué en aquella misma Exposición
que obtuvo el primer premio una sábana bor
dada en blanco por una joven patagona hermana
del cacique Yaucuche.
Queriendo ahora resumir en una mirada sin
tética la Obra Salesiana en la República Ai^entina y en general en-las Misiones de América
tengo el consuelo de decir que 10 misioneros
desembarcados en 1875 en Buenos Aires se han
convertido en 1400. Solo en la capital hay 12
establecimientos de Salesianos y de Hijas de
Alaría Auxilidora con 5000 alumnos y alumnas.
En el resto de la República h ay otras 68 casas
con 10.000 alumnos internos y 15.000 externos.
En los demás estados de la América latinaChile, Brasil, Paraguay, Uruguay, Centro Amé:
rica, florecen 137 instituciones salesianas y
por im cálcxilo hecho ¡medo asegurar que en
nuestras casas esparcidas por todos los lugares
de misión pasan cada diez años medio millón
de niños y niñas que reciben con la eucación,
la cKilización y la fé.
He hablado de la Obra Salesiana por cono
cerla'por experiencia personal; pero la eficacia
de las Misiones católicas es igualmente m aravi
llosa doquiera una familia religiosa se pone a
anunciar la palabra del Evangelio a los pueblos
sumidos en las tinieblas y en la sombra de
muerte.
Esta conquista pacífica que produce frutos
preciosos aún para la \'ida-civil y para el desa
rrollo de la industria y del Comercio, es tanto
más digna de ser recordada ahora mientras
parece que los pueblos ci\*ilizados hayan ol\'idado las razones de la paz para abandonar su
suerte a la rabia convulsa de las batallas más
sanguinarias.
H9 —
Ecos de los Centenarios
Do moDomeoto a D. Dosco eo el Ceotto de la Patagoola.
Rvmo. y amadisimo Padre AHiera:
E l año Ceutenario va locando o .su fin. sxus ecos
dulcísimos se van desvaneciendo, y dol Chubut
no ha r^ibido todavía
R. noticia que iiidhine
p:uticipiación en el xmiversal concierto do uluIxuizas, para Quien fué más que bienhechor, fué
vcrdarcro Padre de la Patagonia.
Vivimos en ios útiimos confines de la tierra, y
aislados del mundo civilizado, ahora más que nunca,
ix>r causa de esta guerra terrible. Una escuadra in
glesa surca continuamente estos mares; al' menor
asomo de movimiento comercial enemigo, caesobre las naves, las captura o las hunde, y así
hácense cada día más difíciles, raras e inseguras las
comunicaciones. Aun no hace un mes, un crxicero
inglés se apoderó del vapor Presidente Mitre,
diciendo que pertenecía a ca]>itali.stas alemanes.
E n él venían las láminas y lápidas de mániiol des
tinadas al monumento de D. Fosco, y no salícmos
cómo recuperarlas. Dichas láminas nos co.staron
más de dosmil pesetas. E l monumento vale 50,000
í ¡50.000 pesetas para uu monumento en el Chu
but!, dirá V. R . Esto es un escándalo, después de
tanto recomendar yo a mis hijos atenerse a los
gastos estrictamente necesarios, sobré todo en
e.ste tiempo de crisis en que hasta las grandes
fortunas se lian desequilibrado. ¡Oh! mis amados
hijos del Chubut se han dejado llevar de la gra
titud más que de la prudencia y lian faltado quizás
a la misma justicia «.
Si tal ha |x?nsado V. R.. deseche el pensamiento.
El monmnento es Dios mismo (juien lo ha querido
y ¿quién jxxiía oponérsele? Nosotros no hemos
sido sino un instrumento dócil en sus manos.
Ilo y se levanta, como jK>r encanto una elegante
lorre de 18 ms., estilo renacimiento, con doble
terraza y varios cuartitos, en la calle principal y
mirando a la plaza mayor de esta capital, h'l busto
del amado Padre la corona, protc'gido jxjr los plie
gues acariciadores de la bandera argentina, que
besada por las brisas del Atlántico, parece recoiiecer y í^radecer los méritos de su grande y glo
rioso hijo adoptivo.
El monumento, en su conjunto, es un gabinete
de Metereología, y se denominará Observatorio
Metereológico Vble. Padre Juan Bosco. Nuestro
buen Padre, no contento con explorar los ciclos
in\TsibIes de Dios y revelarnos sus secretos, quiso
que sus hijos nos interesáramos en los fenómenos
metereológicos; y frecuentemente, absorto en la
contemplación de tales maravillas y en sus armo
nías admirables, sacaba esas lecciones sublimes de
amor y temor
Dios, de gratitud ilimitada para
con el Creador, que vertía entusiasmado y amante,
sobre nuestros corazones.
La iniciativa fué nuestra, la ejecución fué de
otros. \ nuestro llamamiento han corre-spondido
todos con generosidad edificante, sin distinción
de edades, nacionalidades ni religiones. Todos
* «
—
I 2C
comprenden fiiie D. Bosco, italiano, pertenece a
toda la huuianidad, y es gloria de toda eUa. Si V.
R. ha podido hojear La Cruz del Sur se habrá
dado cuenta de esto.
Y era muy justo cjue el corazón de la Patagonia
correspondiera ul corazón de D. Bosco, recono
ciendo y agradeciéndole el amor, los sacrificios que
se imjniso para su regeneración, civilización e incorjíoración a la vida cristiana y cívúca de la gran
Nación Argentina. Así, a nosotros no nos resta sino
bendecir a Dios, que se ha dignado hacer brotar
esta flor en nuestro campo, casi sicmiire erizado
de espinas.
A tan henno.sos principios correspondió la inau
guración, que ha sido la fiesta más hermosa que
haya visto yo en el Chubut. Tomó parte toda la
ciudad, y no faltaron representaciones de los pue
blos circunvecinos. Banderas de todas las nacio
nes adornaban las casas, no obstante el viento im
petuoso que las sacudía amenazando destruirlas.
Pmpero nadie temía, y la música y los cohetes
anmmciaban que la fiesta se haría de todos modos.
A media mañana el tiempo se calmó y el sol primaveril, tibio y esplendoroso, pareció asociarse
a nuestra alegría, espccialemnte en la hora de las
fiincionos.
Idegó ante todo el cuerpo de la Guardia y se
desplegó ante el monumento para rendirle los ho
nores. l'ronte por frente se situó nuestro escua
drón de Esport, con las banderas pontificia y ar
gentina desplegadas; cerca de ellos todos nuestros
ahimnos internos, externos y Oratorianos.
También estaban allí con sus banderas flotando
al aire y formando círculo las Hijas de María
Auxiliadora y sus nmnerosísinias alumnas, las
colonias española e italiana, el Círculo Obrero
Belén, la Asociación de S. Luis, la de las Hijas
de María.
La muchedumbre crecía. Todos, vestidos de
fiesta, esperaban a las autoridades. La banda es
taba preparada a recibirlas. No se hicieron es
perar ni faltó ningv\na de ollas.
A la presencia del Sr. Gobernador, el Juez F e
deral, el Jcfc'de la Policía, los Concejales y Jefes
y ofii'iules con todos sus dependientes, subí a la
tribuna. No iKKlria repetir hoy lo que dije. La pa
labra brotaba esjKintáncamcntc de mi corazón,
V fué un himno do gratitud a la República A r
gentina, que tan generosa se ha mostrado para la
Obra de I"). Bosco. de modo que florece aquí no
menos ijuc en Itidia. Nosotros, como nos lo había
prctlicho I). Bosco, amainas a esta segunda Patria
con toda la intensidad de hijos.
Acto seguido, la banda entonó las majestuosas
notas del Himno Argentino; el velo se descorrió
y aparecieron las amables facciones del Padre
queridísimo, entre ovaciones interminables y cantos
y disparos y cohetes. Fué un momento solemne,
ittoh'idable. Toda la multitud estaba i>cnetrada
de veneración profunda, y de alegría vehemente.
Es verdad que la guerra no nos ha privado de
inaugurar un busto de mármol: que faltan las lá
minas con sus inscrijKiones de oro. todo lo cual
está en ix)der de los ingleses; i')ero no importa; el
monumento inaugurado reproduce sus facciones.
—
y en el corazón llevamos todos un monumento'
vivo que nadie podrá ni arrebatar ni deslucir, y la
Obra salesiana, aim limitándonos a la sola Patagonia es un monumento precioso que canta por
sí misma los méritos de nuestro Padre, mucho
mejor que los mármoles y bronces.
Y llegó su tum o a los oradores; primero los
ahimnos y alumnas desearon ese privilegio y
todos se lo otorgaron de buen grado: era justo.
Herniosos como flores de primavera, suaves como
cantares de angelitos fueron sus himnos de gra
titud que nos coramovieron a todos y creo que
habrán alegrado al dulcísimo Padre, que tanto
amaba la inocencia y el candor de la niñez. ¡Oh
amado Padre! ¡que de recuerdos y emociones bro
taron en mi pecho, recordando los años de mis
primeros estudios en el Colegio salesiano, cuando
el 24 de junio dejábamos correr eii su presencia,
la abundancia de nuestro cariño, de nuestro agra
decimiento, de nuestra confianza sin límites!
¡El nos miraba tan complacido, nos escuchaba con
ternura, tan afable, tan complaciente, tan...
bueno!
Se adelantó el Sr. Abogado D. José M. Borrero,
el orador oficial, a quien todos deseábamos oír.
De fácil y elegante palabra, siempre fascina al au
ditorio; pero en esta ocasión se superó a sí mismo.
Bajo su mágico pincel, D. Bosco apareció vivo, y
contemplamos su fe granítica, su caridad ardiente
e inextinguible, activa, prodigiosa, rica en re
cursos y expedientes; poderoso en la palabra,
culto y discreto en los escritos, intrépido consejero
de Pontífices y padre de los huérfanos, columna de
la Iglesia, martillo de la herejía, organizador ge
nial que dejó eu herencia al mundo su espíritu,
con leyes y tradiciones, concretadas en una So
ciedad admirablemente acomodada a los tiempos,
grata a los pueblos y a los gobiernos, nacida para
resolver problemas, pavorosos. Imagine V. R . las
salvas de aplausos que palabra tan viva arrancaba,
y profunda conmoción que supo excitar, el amor,
la estima, la veneración por nuestro V. Padre.
I,e sircedió uii exalumiio nuestro, estudiante de
l'uiversidad, D. Pedro Paggi, cuya palabra, dulce
y penetrante como los sentimientos que expre
saba, fué un canto de gratitud.
• Con el Himno salesiano terarinó esta primera
parte de la fiesta, y pasamos a una reunión familiar
en los salones del colegio, donde gobernantes y
gobernados pasamos una hora de exquisita ex
pansión.
A las 9 de la noche tuvo lugar la segunda parte,
consistente en un entretenimiento literario-musical. También lo presidió S. K. el Sr. Gobernador.
En los locales no se podía dar un paso; tanta era
la nmcliedumbre! Describir el espectáculo no sería
j>osible, y me haría pesado. Cansados, rendidos
fuimos a donnir después de media noche, pero con
el corazón henchido de suaves emociones y con un
entusiasmo singular. ¿Quién hubiera podido so
ñar todo esto, 24 años hace, cuando después de
un viaje de 20 días en un velero, desembarqué por
¡)rimcra vez en las entonces desiertas e inho^ilaluriáfe playas del Chubut. sin recho, sin pan, con
el temor de lo desconocido, con im desaliento inex-
— 12 1 —
plicable? ¡Cuántas bendiciones no han lloA-ido so
LA OBRA DE DON BOSCO
bre esta nuestra viña! ¿Y no le parece, amado
Padre, que se están realizando las predicciones
de D. Bosco sobre la Patagonia?
Casi se me olvidaba decirle que la conmemo
ración tuvo su parte religiosa y que no fué menos
D evo to hom enaje al S . P ad re — U na e s
solemne y cordial.
p len dida c a rta del P a p a — E sta d ístic a
General fué la Comunión, puede decirse que se
acercaron a ella cuantos asistieron a la Santa Misa,
de la s o b ras sa le sia n a s.
y la iglesia estaba llenecita. Campeaba el grupo
De Buaios Aires nos ha llegado un simpá
de los de primera comxmión. ¡Qué devoción tan
tico opúsculo dedicado al S. Padre con estas
tienia! Piedad tan tierna se difimdla por todo el
ambiente, comunicándose a todos como en^■ uelta palabras:
en ondas purísimas de perfume celestial, realzada
A Su Santidad d fiapa B E N E D IC T O X V —
todavía por las místicas annoníns del órgano y de Angel de paz y de caridad en medio de las naciones
las voces infantiles. L a imagen de María Sma.
beligerantes — Los Salesianos de D. Bosco y los
Auxiliadora estaba rodeada de flores frescas;
Hijas de María Auxiliadora de la Rep. Argentina
pero sus miradas debían de fijarse especialmente
en ese ramillete de lirios y azucenas vivas, cons — por manes de s« antiguo superior d Emmo.
Cardenal Juan Cagliero — presentan d humilde
tituido por nuestros niños y las niñas de las Hijas
homenaje
de quince mil alumnos y alumnas y dos
de María Auxiliadora. ¡Cuán satisfecho miraría
D. Bosco la práctica de su sistema en estas apar mil ex-alumnos reunidos en públicas asambleas
tadas zonas!
en los dos Cenetenarios de María Auxiliadora y
Inmediatamente después de la Misa se dió la
de D. Bosco — siguiendo el ejemplo del Ven. Fun
Bendición Papal 5’ se apheó la Indulgencia plenaria
dador, de sus primeros alumnos que ofrecieron al
por los Bieuhecliores de la Obra Salesiana.
inmortal Pió I X d óbolo del pobre — para parti
Por la tarde, solemne procesión, Te-Deum, Ro
cipar como devotos hijos al ministerio de piedad
sario y Bendición. Así terminaron estas fiestas cen
que ejerce el Padre de todos los fieles hacia otros
tenarias, de las cuales quedará mi recuerdo impe
recedero, y en un lugar honorífico y céntrico, a la •huérfanos más abandonados. — Bendecid, oh
Padre Santo, la Obra de D. Bosco, con sus obreros,
luz del sol, la imagen de nuestro V. Padre, cual
prenda de bendición y amor. Con estos sentimien alumnos y cooperadores, que besándoos el sacro
tos en el alma, lejos de prommipir en el egoístico pié, con Vos invocan de Dios el perdón y la paz
lamento ut quid perditio ¡mee? sólo nos duele no para todas las naciones del mundo.
haber podido o sabido hacer más para mostrar
Esta devota dedicatoria prepuesta a un albutn
nuestra gratitud a nuestro Padre, por el bien que elegantísimo qtie contiene 17.000 firmas de
de él recibimos y por el que estamos seguros realumnos y alumnas de los Salesianos y de las
ctbiretnos en lo venidero; que no es él tan solo un
Hijas de María Auxiliadora y de sus ex-alumnos
grande hombre, sino un Santo.
y ex-alumnas, junto con la suma de 17.000 liras.
Dígnese V. R. mandarnos su aprobación y su
— una lira cada uno ■ ■ fué ¡jresentada el 22 de
bendición que nos confirme in hac spe.
abril de este año al Papa por el Ivmmo. Card.
Afmo. hijo in C. J.
B
TESO RO
ern ard o
V
a c c h in a
.
E S P IR IT U a L .
Los Cooperadores Salesianos que confesados
y comulgados, visiten devotamente una iglesia
o capilla pública, o si viven en comunidad, la
propia capilla, y rueguen según la intención
del Sumo Pontífice,pueden ganarlas siguientes
indulgencias plenarias;
Setiembre. — El 8, Natividad de la Sm a. V irgen ;
14, Exaltación de la Santa C ru z ; 15, Los siete
Dolores de María Sma.; 29, S. Miguel Arcángel.
Octubre. — El 7, Fiesta del Sm o. Rosario; 12, Ma
ternidad; 16, La Pureza de la Sm a. V irgen.
Adem ás, pueden ganar otros tres cada m e s :
un día de líbre elección, que bien puede ser el
P rim er Viernes; 2® el día del E jercicio de la Buena
H u e rie ; 3* d d e la conferencia mensual.
I*
Cagliero.
El S. Padre se mostró muy contento al oir de
boca del Emmo. Puqmrado los frutos de bien
que se recogen en medio de la juventud por obra
de los Salesianos de la Argentina. «Estos diez y
siete mil jóvenes — dijo con alegría y con gran
satisfacción el \’icario de Jesucristo — serán
pues otros tantos verdaderos cristianos! » Y no
paró ahí su soberana complacencia, sino que
quiso responder por medio de S. Emcia. el Card
Secretario de Estado al Inspector D. José Vespignani:
SeCBETASU DE ESTADO
de 8. Santidad
N . 16.572
Ihno. Señor,
Por el Emmo. Sr. Cardenal Cagliero, algunos
dias luice, vino depuesto en las manos santísimas
d d Augusto Pontífice un devoto homenaje que V.
y sus hermanos Salesianos de la Rep. Argentina,
—
122
reunidos en Capitulo Provincial, con piadoso y
delicado sentimiento han querido hacer llegar al
S. Padre Para procurarle el suave consuelo del
obsequio y afecto filial.
A tal fin, se expresaban nobles sentimientos en
el predicho homenaje, testimonio del grande amor
que los Salesianos y las Hijas de María Auxilia
dora aún de la lejana Argentina dignos hijos de
D. Hosco V herederos suyos en el espíritu de apos
tolado y de adhesión a la Sania Sede, profesan
hacia la augusta persona del Papa, como para
hacerle escudo con sus corazones contra la tristeza
y el llanto de estos días luctuosos.
Y también los niños
niñas Argentinas que
crecen con exuberancia de vida cristiana a la sotnbra
benéfica de María Auxiliadora y bajo la mirada
sonriente del Ven. 1). Hosco en las casas salesianas
no quisieron dejar pasar la ocasión de ofrecer al
Santo Padre el homenaje de su fihal afecto. Y al
—
y alumnos, y cmntos con el beneficio de la educa
ción salesiana han recibido del Ven. D. Hosco uita
filial e incondicionada adhesión ala Sede Apostólica.
Con sentimientos de la más sincera- estima me
declaro de V. S. afino, servidor
P . Card. G a s p a r r i .
Rev. D. José Vespignani,
Inspector Provincial dh la Congregación Salesiana
de Don Hosco
en la República Argentina.
Nosotros pensamos con alegría a la dulce
satisfacción que una carta tan afectuosa habrá
suscitado en el corazón de los 17.000 que toma
ron parte al devoto homenaje. Todos, del pri
mero al último, habrán renovado el propósito
de amar siempre con afecto de hijos la augusta
persona del Papa porque pensando en los años
pasados en la « exuberancia de vida cristiana »,
Ñ a p ó le s • S o rd o -m u d o s h a c ie n d o g im n a s ia .
.‘ÍJí^íTíístó Ponlifice cuyas anormales estrecheces
comprenden, cada uno ha ofrecido generosamente
el óbolo personal de i4na lira, que ha dado la no
despreciable sunui de diez y siete mil liras, prueba
luminosa no sólo de la filial pialad de todos y cada
uno de los alumnos y alumnos del Ven. D. Hosco,
sino también de las tastos proporciones que en la
Argentina ha tonuido la floreciente misión del
.Apóstol de la Juventud.
El Augusto Pontífice que se ha complacido en
constatar estos consolanlísimos particulares, da
ii todos las HMS vivas gracias v abrazando con pa
terno afecto a toda la familia salesiana Argentina
hace votos para que, siguiendo con inmutable
fidelidad las huellas dejítdas por la cándida figura
de D. Bbsco V concurriendo con él a la salvación
de la juventud, se desarrolle cada vez más a favor
de la Iglesia v de la Sociedad civil.
.4 estos augustos deseos c! Santo Padre se com
place unir la Benáiñón Apostólica que imparte
de todo corazón a los Salesüinos y a tas Hijas de
María Au.xiliadora de la Argentina, a sus alumnos
a la sombra benéfica de María Auxiliadora y
bajo la mirada sonriente del Ven. D. Bosco en
las casas salesianas » no pueden dejar de sentir
se atraídos a seguir « con inmutable fidelidad las
huellas dejadas por la cándida fignra de Don
Bosco i entre las cuales brilla con vivísima luz
el obsequio y la devoción más filial hacia el
Romano Pontífice.
En las páginas que siguen damos dos estadís
ticas de las casas de la Pía Sociedad' Salesiana y
del Instituto de las Hijas de María Auxiliadora
en la República Argentina, comprendiendo las
tierras de la Patogenia y del ArchipiJago Fue
guino, que pertenecen a esta República.
Las dos estadísticas dan el estado de la Obra
Salesiana al principio dd ig i6 . Observe el lector
la elocuencia de ciertas cifras; por ejemplo, le
de los acogidos gratm tam ente: mil ciento no
venta y ocho iniemos — doscientos ochenta edu
candos, dosmil setecientos nueve medio pensio
nistas y externos y dos mil cuatro medio pen
sionistas y externas.
123 —
Oraíorios Fcsíluos, Escuelas Profesionales y Colegios de la Pía Sociedad
Salesiana en la República Argentina,
N O M B R E D E L IN S T IT U T O
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38
39
40
41
42
43
45
45
46
47
48
49
50
Buenos Aires — Colegio Pió IX (con Escuelas Profesionales). Equiparado al Colegio Nacional
Buenos Aires — Oratorio S. Antonio
.
.
.
.
Buenos Aires, Belgrano 3863 — Colegio y Oratorio de
S . Francisco de S a l e s ........................................................
Buenos Aires, Solis 252 — Colegio D. Bosco
Buenos A ires, Brasil 864 — Colegio Sta Calerina .
Buenos Aires, Boca — S . Juan Evajigelista
Buenos A ires, Maldonado — Colegio León XIII
La Plata — Colegio del Sagdo. Corazón (Equiparado al
Colegio C o m e r c i a l ) ........................................................
Ensenada — Colegio de N. S. de la Merced .
S. Nicolás de los Arroyos — Colegio D . Bosco
Bernal — Colegio de Ntra. Sra. de la Guardia (Equiparado a la Escuela Normal) .
.
.
.
.
.
Uribelarrea — Escuela A grícola D . Bosco
Uribelarrea — Colegio S . Miguel
.
.
.
.
.
San Isidro — Oratorio y Colegio Sta. Isabel .
Bahía Blanca — Colegio D. Bosco .
.
.
.
.
Babia Blanca — L a Piedad (Escuelas Profesionales)
Fortín Mercedes — Escuela Agraria
.
.
.
.
Misión Patagones — S. J o s é ...............................................
Rosario — Colegio S. José (Escuelas Profesionales
Córdoba — Colegio Pió X (Escuelas Profesionales)
Oratorio S. A n t o n i o .................................................................
Colonia «V ignaud» (Brinkmann, Prov. di Córdoba)
Mendoza — Colegio D. Bosco .
.
.
*
.
.
Rodeo del Medio — Escuela D. Bosco .
.
.
.
Salta — Colegio Salesiano « A n gel Zerda » (Escuelas Profesionales)
...........................................................................
Tncumán — Colegio Salesiano € Gen. Belgrano (Escnelas Profesionales) .
.
.
.
.
.
.
.
Colegio General Acha — P a m p a .....................................
Misión Sta. Rosa de T oay
.
.
.
.
.
.
Misión Victórica v Telén
...............................................
Misión G u a t r a c l i é .................................................................
V iedm a — Escuelas Profesionales v Agrícolas
Viedm a — Escuela Agrícola S . Isidro
.
.
.
.
Viedm a — Hospital S . J o s é ...............................................
Misión Guardia P r i i i g l e s ........................................................
Misión Conesa S u d ..................................................................
Choel-Choel — Escuela A g r í c o l a ......................................
Roca — Colegio S. M i g u e l ...............................................
Misión del Neuquén — Ntra. Sra. de los Dolores
Misión de Chosmalal
.
.
.
.
.
.
.
Colegio de Junín de los Andes
.
.
.
.
.
S . Carlos de Barilochc.
.
.
.
.
.
.
.
Rawson (Chubut) — Escuelas Profesionales
Trelew — Colegio Sto. D o m i n g o ......................................
Puerto M a d i y n ...........................................................................
Comodoro Rivadavía
.
.
.
.
.
.
.
Sta. Cruz — Parroquia y Colegio
.
.
.
.
.
Gallegos — Parroquia y Colegio de Ntra. Sra. de Luján
Santa Cruz — Colegio S . Julián
.
.
.
.
.
Misión Cabo Pena — Tierra del Fuego
Misión Ushuaia ...........................................................................
Uül)oros
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1
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65
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8445 1691 1103 5553 8347 1198 2799
—
-24 —
Oratorios F c s ííd o s ^ Colegios y Escuelas de Trabajo de las 5ijas de (Daría
Auxiliadora en la República Argentina.
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Buenos A ires Calle Yapeyú 132 — Instituto María Auxiliadora
(Equiparado a la Escuela f í o r m a l ) ...............................................
Bueuos Aires (Boca) Calle Palos 560 — Colegio María Auxil.
Buenos Aires - Calle Brasil 559 — Colegio María Auxiliadora
Buenos Aires - Calle S . Antonio 976 — Colegio María Auxil.
Buenos Aires - Calle Soler 5842 — Colegio Maria Auxiliadora
La Plata - Calle 54 esq. 13 — Colegio Maria Auxiliadora .
Avellaneda - Calle Belgrano — Colegio Maria Auxiliadora
Bernal • Calle Espova 91 — Colegio Maria Auxiliadora .
San Isidro — Colegio María A u x i l i a d o r a ......................................
Morón — Colegio Maria A u x i l i a d o r a ......................................
San Nicolás de los Arroyos — Colegio María Auxiliadora
Urihelarrea — Colegio María Auxiliadora
.
.
.
.
Balda Blanca • Calle Roudeau 73 — Colegio María Auxiliadora
Patagones — Colegio María A u x i l i a d o r a ......................................
Rosario - Calle Independencia 1060— Colegio María Auxiliadora
Brinknianu (Vignaud) — Colegio María Auxiliadora
Mendoza - Calle 25 mayo, 1485 — .C olegio María Auxiliadora
Rodeo del Medio (Mendoza) — Colegio Afaria Auxiliadora
.Santa Rosa de T oay (Pampa Central) — Colegio María A u xil.
General A cha (Pampa Central) — Colegio Maria Auxiliadora
Viedma (Rio Negro — Colegio María Auxiliadora
Pringles (Rio Negro) — Colegio María Auxiliadora .
Conesa (Río Negro) — Colegio María Auxiliadora
Roca (Río Negro) — Colegio María Auxiliadora
luuin de los Andes (Neuquén) — Colegio María Auxiliadora
Ravvson (Chubut) — Colegio Maria Auxiliadora
Trelew (Chubut) — Colegio Maria Auxiliadora
Santa Cruz — Colegio María Auxiliadora
.
.
.
.
Gallegos — Colegio Maria A u x i l i a d o r a ......................................
Misión Candelaria (Tierra del Fuego) — Colegio M. A .
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2004
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La Hsociación de ¡os Ex^HIumnos de D> Bosco en ¡a República ñpgen~
tina consta de 20 sociedades con 3000 socios.
Las Sociedades se hallan en los Colegios de: i) Buenos Aires: Colegio
P ío IX — 2) id.: Colegio S, Catarina.— 3) id.: Colegio S. Francisco de
Sales — 4) id.: Colegio Don Bosco — 5) id.: Colegio S. Juan Evang. —
6 ) id.: Colegio León XIII — 7) La Plata — 8) Rosario — 9) Bernal —
10) Córdoba — 11) M endoza— 12) Rodeo del M ed io— 13) Carmen de Patágones — 14) S. Nicolás de los A rroyos.— 15 ) Bahía Blanca — 16) San
Isidro — 17) Colonia Vignaud — 18) Ensenada — 19) General Acha. —
20) Consejo Central en Buenos Aires que preside a todas las Asociaciones.
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DE NUESTRAS MISIONES
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laiBfflIIIIHmiIIIBIIIlIIfflfflfflIIIIBfflIÍIIIlíBffilIIfflIIIIIIIHIIIIEIHIHIIIIÍIlílIS
CHINA
El rescate de las niñas chinas.
{Carta del sacerdote D. Luís Versiglia).
aquel infeliz, lo reconcilió con Dios y le aseguró
que se haría todo lo i>osible para cumplir aque
lla obra de caridad. Pocos días después el pobrecito después de haber varias veces pedido
perdón en público a toda aquella cristiandad,
— que , con mía costumbre verdaderamente
Amad.moy Revim. Padre,
Quizá a V . R. le habrá venido
la duda: « ¿Y la obra del rescate
de las niñas chinas, continua o_^no?
Sí, continua alacremente y se
puede decir que no pasa mes en
que no se logre colocar alguna
de aquellas pobrecitas criatu ras.
que la desventura o la malicia
de los parientes ha abandonado
en brazos de la perdición.
Le incluyo una fotografía de
dos de estas florecillas, que me
diante la caridad de nuestros
bienhechores hemos podido sal
var de la perdición. Son dos
niñas que yo bauticé hace cuatro
años. E l padre era cristiano, pero
la madre, si bien entonces no
era contraria a la Religión, per
maneció no obstante pagana.
Poco penetrado el padre de
sus deberes y trasportado por el
vicio y el juego llegó al punto de
vender las dos inocentes criaturas,
la una de seis años, la otra de
tres, a un pagano tratista, para
procurarse dineros y sati.sfacer
su pasión.
Un tal delito le valió natural
mente una especie de separación
de la comimidad cristiana y la
lección fué providencial para ély para las ino
centes víctimas.
Consumido por los desórdenes y la miseria
llegó pronto a fin de vida y atormentado por
los remordimientos hizo llamar al misionero.
Corrió enseguida nuestro D. Olive y el infeliz,
le entregó inmediatamente los actos de venta
y le dio todas las indicaciones' para buscar a
las niñas pidiendo con lágrinas al misionero
que por caridad y por la misercordia del Señor
no le dejase partir de este mundo con el peso
de un delito tan gTa\-e sobre la conciencia.
El buen D. Olive, \-istas las disposiciones de
L a s d o s n iñ s s c h in a s r e s c a ta d a s .
piadosa se reúne al rededor del lecho de los
moribundos, para impetrarles el auxilio del
Señor en aquellas extremos momentos — sere
namente expiraba en los brazos del Señor,
dejando en todos la impresión de que el buen
Jesús hubiese renovado la piadosa y conso
ladora escena del Oólgota repitiendo como al
buen ladrón: Hodie mecum eris in Paradiso.
Presenciaron la muerte del padre, dos hijas
maj'ores, paganas porqué casadas antes que el
padre se hiciere cristiano; y quedaron tan im
presionadas de la serenidad o más bien de la
solemnidad de la muerte cristiana que no pudie-
—
I2Ó —
ron menos de expresar su admiración. Pero la
gracia no había llegado todavía al punto -de
convencerlas; era necesaria otra fuerte sacudida
que no se hizo esperar.
La madre, que como dije era todavía pagana,
después de la muerte del marido mostróse más
fanática (pie nunca; es más se oponía recisaniente al rescate de las hijas. Se tentó varias
veces de reducirlas a mejores sentimeintos;
pero todo fué inútil, hasta que la mano de Dios
vino a hacerse sentir sobre ella. Aún no había
transcurrido un año de la muerte del marido
que también ella enfermó y en breve se encontró
a los extremos. Habiéndolo sabido dos misio
neros corrieron a encontrarla pero fueron reci
bidos con malos modos y aún con injurias; hasta
que, como poseída por el demonio, imprecando
contra todo y contra todos, moría desesperada.
¡Justo castigo de Dios! I^a infeliz conocía la
religión cristiana como verdadera, había hasta
prometido bautizarse, había siempre despreciado
las llamadas del Señor.
Ivas dos hijas maj'ores estuvieron presentes
a su muerte y tu^ieron comodidad de comparar
la m uerte cristiana del . padre con la muerte
pagana de la madre. Tocadas por eso de la gracia
del Señor, no solo no se opusieron en manera
alguna al rescate de las hermanitas, sino que
ellas mismas nos entregaron enseguida un hermanito que listo y alegre se encuentra en nuestro
Orfanotrofio; y traaídas hacia nuestra religión
están trabajando para atraer a la Fe a sus ma
ridos. De manera que esjjeramos no lejano el
día en el cual el Santo Bairtismo regenerará
estas dos familias.
Entretanto las dos niñas fueron buscadas y
nuevamente rescatadas. La cantidad necesaria
nos la había ya provisto un celoso cooperador
italiano sacerdote, que animado de verdadera
caridad cristiana, do.sea conservarse incógnito.
Pero de él ¡modo decir: « No es la ])rimera vez
que nos i)roporciona medios para llevar a cabo
tales obras. El Señor le conceda el premio que
se merece *.
Ahora las dos afortunadas criaturas están,
bajo la dirección y \*igilancia del misionero,
en manos de dos distinguidas y fer\'orosas fa
milias cristianas que las cuidan como preciosos
tesoros. Ahora son ya capaces de apreciar el
beneficio recibido y corresponden con toda
solicitud, bendiciendo la mano piadosa que
desale Italia se ha extendido para levantarlas
de la pasada desventura. Dentro de j>oco harán
la primera Comunión y entonces especiahuente
se acordarán de su bienhechor, satisfaciendo
así a uno de sus especiales deseos.
Perdone, amadísimo Padre, si con esta mía
le he hecho perder algo de su precioso tiempo.
Tengo la seguridad de que tales resultados
al mismo tiempo que compensan abundante
mente los pobres sacrificios de sus hijos misio
neros, traerán también a su corazón de padre
algún consuelo, en medio de las tantas penas
que tienen que soportar en los tristfeinic.s
tiempos que corren.
Nos bendiga y con la esperanza de poder
pronto besarle la mano me firmo por todos
S« ohedieniisimo hijo in C, /.
Sac.
L
u is
V
e r s ig l ia
.
La gratitud florece en todas partes.
El misionero D. Imís Versiglia, superior de
nuestro Orfanotrofio y misiones de la China
llegó, en efecto, a Turín a fines de junio pudiendo asistir a la fiesta onomástica de nuestro
Re\Tno. Rector Mayor. Notando con satisfac
ción, después de diez años de ausencia la misma
cordialidad y afecto de nuestras fiestas de fa
milia. observó que también sus pequeños chinos
se muestran muy agradecidos a sus educadores
y en prueba de ello nos ha mostrado un breve
discursito escrito en italiano, que uno de eUos
le leyó antes de partir para Italia y que con
gusto traducimos literalmente.
Amado Sr. Director:
Quisiéramos nosotros, pobres artcsanitos, mos
trarle todo el afecto y reconocimiento que T-’. se
merece; pero, con pena lo confesamos, no somos
capaces de ello, por nuestra debilidad infantil.
Nosotros sabemos todos los sacrificios que V. se
ha impHcsto.por nosotros, fiara encaminarnos hacia
el bien y quisitramos agradecérselo de una manera
proporcionada. Ahora V. se aleja de nosotros pero
esperamos volverle a ver dentro de fioco. Durante
su largo viaje lo acompañaremos con nuestras
oraciones, y especialmente la Comfiañia de S. José
dirá cada día una oración especial, para que haga
un feliz viaje libre de iodo peligro.
V. por su parte, llegado a Turín, a los pies deMaría Auxiliadora, se acuerde de nosotros de un
modo especial. Lo mismo ante la tumba de Don
Basco rogará fior nosotros y le dirá que tambiai
en la China hay hijos suyos y que se digne escoger
algurw fiara su Pía Sociedad; finalmente a los
pies del venerado Sufierior D. Albera, preséntele
nuestros más sinceros saludos asegurándole nuestro
afecto hacia él'y hacia iodos sus hijos.
Quisiéramos decirle muchas cosas más, pero r.o
somos capaces: sufila V. lo que nosotros no pode
mos.
En nombre mío y de mis compañeros le augu
ramos pues un buen viaje y uiui feliz vuelta, lleno
de fuerza y vigor para trabajar para nuestro bien
material y moral.
°
8 ®®0OO0®
®O0OO® 8 ®00®
E L CU LT O
de María Auxiliadora
— N^^í>------- ----------------------Nói tenemos Is persussióa de que, en las vicisitudes doloroaas de los tiempos
que atravesamos, no d o s quedan más eoasuelos que los del Cielo, y entre ellos,
la poderosa protección de la VIrtea bendita, que fuó en todo tiempo el Auxilio
de los Cristianos.
t*to x .
■ x^
ron la cuesta cuatro días antes con e l fin de
celebrar las Cuarenta Horas que debían preceder
a la fiesta.
Pichindé, minúscula aldeita en el minúsculo
E s y a el 19 de septiembre. Desde la víspera
yallecito de su nombre, especie de esmeralda
incrustada entre montañas azules y umbrosos había llegado a la montaña el limo. Sr. Obisj;o.
quien, semejante a su Maestro que no sólo ejercía
bosques, ha levantado una preciosa capillita
a María Auxiliadora. « L a capilla es humilde, su ministerio en las ciudades sino también en los
como nuestro \úvir, dice un anónimo pero ins campos, sin desdeñar hacer el bien lo mismo
pirado escritor, pero es el exponente vivo de a los sencillos y pobres que a los nobles y ricos,
nuestros esfuerzos, y el preciado relicario que atendió gustoso la invitación que se le había
guarda el imponderable tesoro de nuestra fe ». hecho para que solemuizara con su presencia
E l año pasado, el año del Centenario, inaugu la fiesta de la montaña. A l despuntar la aurora,
raron la capillita, y a la fiesta concurrieron los los alegres repiques de las campanas se con
habitantes de Pichindé. Pichindeciio y La Leo fundían con los trinos de las aves que con sus
nera, y no pocos de los distinguidos vecinos de arpadas lenguas celebraban a su modo la fiesta
Cali, la hermosa ciudad caucana, que los de la Reina del Cielo. El día amaneció radiante
poetas — y en ese pequeño edén todos son jx>e- y esiúéndido.
A l llegar la hora de la misa solemne los fieles
tas — apellidan la Reina del Valle. Todos
se
dirigieron fervorosos a la iglesia, que era toda
ellos habían concurrido con sus ofertas a la
erección de la capilla; era justo que fueran a un canastillo de flores, mas no de flores arti
regocijarse viéndola terminada y abierta al ficiales, de flores muertas y sin aroma, sino de
flores naturales, de flore.s de la montaña, de flores
culto por el dignísimo Prelado.
De la « H ojita Parroquial » del Valle, que por llenas de vida que al abrir sus broches embalsa
cierto es un modelo de esta clase de periodi- maban deliciosamente el recinto.
E n el altar, entre un jardín de gallardas azu
quines, entresacamos los sigmentes datos, sin
tiendo que el espacio no nos permita trasladar cenas, de lujosos claveles de todos los matices
a nuestras columnas toda esa bellísima relación y de variedad de rosas, se presenta en su preciosa
titulada « La fiesta en la montaña », toda ella efigie la Virgen Madre, nuestra flor, la flor del
impregnada de aromas silvestres, de un misti humano linaje, trayendo en sus brazos a nuestro
cismo y de una devoción sencilla y trasparente bien, al pimpollo de David, a la gloria del gé
como los raudales del Cauca, y como ellos nero humano, a nuestro buen Jesús, hijo dul
dsim o de sus entrañas. E stá María Auxiliadora
pujante, majestuosa.
entre rosas blancas y purpurinas. E n su solio
Entre la fr^ an cia genuina de la montaña,
en delicioso clima, en la graciosa y simpática está el piadoso Prelado que con su ejemplo
iglesita dedicada a María Auxiliadora, se cele predica todas las virtudes.
Las potentes y profundas melodías de la mú
bró solemnemente el 19 del pasado mes de
Septiembre la fiesta de la Reina del délo, con sica y el canto hacían vibrar de armonía el am
biente oloroso a incienso. A l subir el Sr. Pbro.
tanta razón aclamada Auxilio de los cristianos.
E l revdo. Sr. Cura acompañado del Sr. Coad D. Mario Paz las gradas de la cátedra, se cantó
jutor y del Diácono D. X ardso Rentería, subie el himno Tú me inspiras, y en verdad que la
KüBva [apilla en Itooor de María AiUíiliaílora.
1
— 128 —
inspiración encendió el aire con su aliento evo
cando la gloria de María, cuya figura envolvió
el orador en un manto de luz.
A las dos de la tarde un coro de señoritas
piadosas entonó varios himnos a la Reina de
Ins Vírgenes.
A las siete de la noche tuvo lugar la Salve en
tonada por el limo. Sr. Obispo y la Bendición
solemne con el Smo. Sacramento, dada por el
mismo Prelado. Después, fuegos artificiales
m uy variados, uno de los más preciosos castillos
que se hayan exhibido en el Cauca; en el centro
entre las irradiaciones de un arco iris de pól
vora, rodeada de un sinnúmero de pececillos
juguetones, de fuego, asomaba la imagen de
María Auxiliadora. Patrona de esas montañas.
No faltó la graciosa vaca-loca que al son de la
música tanto entretiene a la gente. Merecen
estrecho abrazo de felicitación el muy Reve
rendo Sr. Cura de la Catedral, Pbro. Doctor
D. Daniel Guerrero, a quien Dios conserve mu
chos años en el puesto que tan dignamente
ocupa y el Sr. D. Sergio Cantillo, alma y nervio
de esta fiesta, como también los Sres. Rentería,
hemos, Echeverri.
A D. Sergio especialmente se debe si la ca
pilla de María Auxiliadora se ha levatado en tan
poco tiempo.
Fiestas de (Daría Auxiliadora.
U trera (Sevilla). — Tradicional es el entusiamo y esplendor con que tanto salesianos como
alumnos, celebran la fiesta de su excelsa Madre
María Auxiliadora. Diu-ante todo el mes vinieron
preparándose con fer\’or sienipre creciente ofre
ciendo a la Sma. \^irgen ramilletes de olorosas
ñores de sacrificios y caldeando sii corazón y su
piedad con frecuentes AÚsitas y comuniones fer
vorosas casi diarias. Mucho mayor ñié el en
tusiasmo en los días de la Novena; las comu
niones numerosísimas, ]>ues la mayor parte de
los niños comulgaban, llenaban el alma de dulce
consuelo. Por las tardes el Rdo. P. Ildefonso
Ruiz con sTi elocueucia sencilla y proñmda -v
esa unción de apóstol que llega a lo más proundo del alma, fué exponiendo con oportunidad
y acierto los i>oligros que en la moderna socie
dad rodean a los católicos >■ que tan de cerca
amenazan la fe. la piedad y la \irtud de estos
jóvenes que dentro de unos días marcharán a
vacaciones y se hallarán, inexpertos, en medio
del mundo, asediados por tantos enemigos que
buscan su j^erdición. Al mismo tiempo fué se
ñalando las virtudes que debían imitar de la
Sma. \Trgen ]^ara arrostrar tantos peligros los
alentó a confiar eu su protección y poderoso
auxilio.
E l día 23 desde por la mañana aumentó la
animación y entusiasmo con la llegada de la
Banda de música de nuestras Escuelas de Artes
y Oficios de Sevilla. Por la tarde a las cuatro
llegó Su Eminencia el Cardenal de Sevilla siendo
recibido en la estación por las autoridaes ecle
siásticas, civiles y militares y en representación
del Colegio la junta directiva de la Compañía
de S. Luís acompañada del Sr. Director y otros
superiores. A su llegada al Colegio fué \dtoreado
cariñosamente por todos los alumnos que le
esperaban en la hermosa y amplia sala de visita.
A las siete de la tarde como estaba anunciado,
comenzó la solemne velada de la Distribución
de Premios, dedicada a María Auxiliadora y al
Príncipe de los Ingenios Miguel de Cervantes
Saavedra. Ocuparon la presidencia el Emmo.
Sr. Cardenal, el Sr. Arcipreste D. Juan Padilla,
nuestro digno Sr. Alcalde D. Antonio Carrión,
el Sr. Director D. Salvador Rosés, el Coronel
de Intendencia Militar D. Mariano Marichalar
de Roa, el Teniente Coronel de la Zona D. Ni
colás Franco de Zalazar, D. Gregorio Mañas,
Capitán de la Guardia Civil, D. Mariano 0 \’-ejero,
Juez de Instrucción y los profesores de la Uni
versidad Hispalense D. Joaquín Azañas, Don
Manuel Sánchez de Castro y D. Manuel López
Domínguez. La concurrencia era numerosísima
y distinguida estando en ella lo mejor de la
sociedad Utrerana y muchos padres de los
alumnos que habían acudido de todos los puntos
de Andalucía. Mientras la banda ejecutaba con
maestría E uterpe»primer número de la velada,
llenando el espacio de armoniosos acordes, dos
alumnos de los más pequeños, vestidos como
los seises a la antigua española, distribuyeron
los programas a la concurrencia. A continuación
D. Manuel López Domínguez leyó un eloquente
discurso donde con frases llenas de entusisasmo
mostró sus simpatías por los Salesianos y sus
alumnos, hizo después un estudio psicológico
sobre las tendencias, inclinaciones y afectos que
suelen mover a los estudiantes y fué dislin- •
guiendo y señalando con un delicado análisis
cuáles debían fomentar y cuáles combatir, en
cada una de las situaciones de la vida, encar
gándoles por último que no olvidaran nunca
las enseñanzas de sana y pura moral recibidas
en el colegio, si querían adquirir las rirtudes
cn*icas y rehgiosas que constituyen al hombre
honrado y útil para sí y para la sociedad. Entre
los demás niímeros del selecto programa fueron
muy aplaudidos: un diálogo muy bien inter
pretado por alumnos de las Escuelas Gratúitas,
soldados del Ba talón infantil de María Auxilia
dora siendo la nota más saliente, la corriente de
simpatía y amor fraternal entre estos pobrecitos y los estudiantes del Bachillerato, sim
patía y amor que les impulsaba a tomar parte
ir
— 129 —
en esta fiesta y que es fruto de la educación salesiana basada en las enseñanzas sublimes del
Evangelio. Fueron también muy aplaudidos
varios números ejecutados admirablemente por
el insigne violinista Sr. Palatín. E l conjunto
fué brillante, todos. quedamos satisfechos y
complacidos pero más que todos salieron alegres
y contentos aquellos alumnos que con el asiduo
trabajo y los esfuerozs constantes para cumplir
exactamente con sus debers, lograron ostentar
en sus pechos con noble orgullo la primera y
más honrosa distinción la Medalla de Honor.
Cuyos nombres insertamos a continuación:
Manuel Pardillo Govantes, José A. Cuellar
Rodríguez, Francisco García Bono, Angel Me
dina Coronado, Eladio Muñíz, Rafael Pabón
Torres, Manuel \^^ega Pérez, Rafael Velazquez
García de Vinuesa, Isacio Contreras Rodrí
guez, José Fórmeles Godoy, Adolfo Castillo Rivas, Rafael Tirado Redondo, Carlos Pando
Muniz, Pedro Valdecantos Aparicio. Todos fue
ron ovacionados con cariño por sus compañe
ros. Después de la cena los niños alegres y
bulliciosos invadieron materialmente las azoteas
para asistir a la hermosa función de - fuegos
artificiales. L a fachada del Colegio lucía una
iluminación espléndida y todo el pueblo acu
dió entusiasta inaugurándose así el nuevo
i Paseo Don Bosco
El dia 24 despertamos a las notas de una
alegre diana. Celebró la Misa de Comunidad el
Emmo. Sr. Cardenal, siendo innumerables los
fieles que además de todos los alumnos se acer
caron al banquete Eucarístico. También asistió
Su Eminencia el Sr. Cardenal a la Misa Solemne
celebrada por el Sr. Arcipreste D. Juan Padilla.
La Schola Cantormn de Sta. Cecilia ejecutó a
grande orquesta la Misa de Botazzo. Durante el
ofertorio el Sr. Palatín nos deleitó de nuevo con
las inimitables melodías de su inspirado arte.
El P. Ildefonso Ruiz puso digno remate a su
tarea apostólica, demostrando que la Sma. \hrgen acudió siempre en auxilio de los cristianos
y señalando a Don Bosco y su Obra como el
remedio pro\'idencial de las necesidades de los
tiempos modernos. Por la tarde la animación
era extraordinaria. A las siete se puso en marcha
la procesión: iban en primer lugar la banda de
cometas y tambores de las escuelas extem as de
Se\*iUa, seguían interminables filas de niños con
velas V muchos preciosos ramos de flores, siendo
los últimos los premiados que como valientes
^•eteranos lucían en sus pechos honrosas conde
coraciones. Estos formaban escolta al artístico
paso de S. Luís Gonzaga pues casi todos eran
congregantes.
Seguía después él Batallón de María Auxi
liadora con su banda de música. A continuación
los colegios de niñas y muchas señoras y caba
lleros, cooperadores salesianos y cofrades de
María Axuiliadora. Por último radiante de her
mosura venía nuestra Madre María Auxiliadora
sobre un paso hermosísimo adornado con ex
quisito gusto e iluminado con profu.sióii de bom
billas eléctricas. Presidía la procesión nuestro
dignísimo Sr. Alcalde acompañado de las demás
autoridades locales y cerraba la procesión la
banda de los artesanitos de la Sma. Trinidad.
Durante todo el trayecto el público entusias
mado invadía las calles y plazas por donde debía
pasar la Sgda. Imagen, y el vecindario a porfía
engalanó sus balcones luciendo iluminaciones
espléndidas.
Imposible es describir el grandioso cuadro
que presentaba la Iglesia dcl Colegio a la llegada
de la procesión, con sus mil bombillas eléctricas,
con sus altares esbeltos brillantes como ascuas
de oro, los acordes llenos y majestuosos del
magnífico órgano y un pueblo entusiasmado que
rodea a su madre y la lleva en triunfo. Renuncio
a pintarlo diciendo únicamente que fué una de
esas escenas que se graban profundamente en el
ahna con caracteres indelebles.
Bendita sea la Sma. Virgen de Don Bosco
que .sabe inspirar tanta fe y tanto amor siendo
el sostén de las creencias de su pueblo. Que
damos profundamente agradecidos a las dignas
autoridades que tanto contribuyen con su de
cidido apoyo a la labor salésiana y al esplen
dor de estas fiestas.
Pocos días después hemos sentido el eficaz
auxilio de nuestra buena Madre María Auxilia
dora. E l día primero de Junio llegaron en comi
sión los Sres. Profesores del Instituto Provincial
para los exámenes oficiales de nuestros alumnos
del Bachilerato. El resultado ha sido brillantí
simo pues sobre las mil cuatrocientas matrículas
de los trescientos alumnos los suspensos no han
llegado más que al uno y medio por ciento mien
tras que los sobresalientes, y notables han sido
numerosísimos. Gracias sean dadas a María
Auxiliadora que así premia la fe y la piedad de
sus amantes hijos.
C arm en a (Sevilla). — En los días 25, 26, 27
y 28 del pasado mayo, celebróse en las Escuelas
Salesianas, con gran .solemnidad y brillantez, el
triduo y fiesta que anualmente dedican a la
Sma. Virgen, en su advocación de Auxiliadora
de los crsitianos.
Los sermones estuvieron a cargo del R. P.
Juan de Dios Arevalo, Misionero hijo del Co
razón de María, siendo la concurrencia de fieles
numerosísima todas las noches. E l adorno del
altar era de muy buen gusto, así como el de la
torre, rodeada de banderas y farollillos a la Ve
neciana.
En la mañana de la fiesta principal, la banda
salesiana recorrió las calles que forman el iti
nerario de la procesión alegrando el vecindario
con bonitas dianas. Seguidamente se celébró la
misa de Comunión General, eñ la que el Sr. Arcil)reste dirigió su elocuente palabra a los niños que
recibieron por vez primera al Dios del Amor.
Por la tarde salió en procesión la bellísima
imágcn de María Auxiliadora escoltada por el
batallón infantil y llevando al frente la banda
de dichas escuelas.
El trono de la Virgen, formado de grandiosas
ramos de flores naturales y profusión de luces
parecía como algo ideal y di\nno que entusias
maba y atraía hacia sí las mirads de todos,
r'iguraban en la procesión los niños dcl Colegio
llevando vistosos ramos de flores y numerosas
señoras y señoritas de la aristocracia.
La animación que remaba en las calles del
itinerario y a la entrada del Templo era gran
dísima. Más de una lágrima rodó por las mejillas
de los devotos de la Sma. Virgen implorando la
protección de la Reina de los Cielos y sobre todo
la suspirada paz para las nacioyes europeas.
G eron a. — Entresacamos de « El Norte » de
Gerona: « La numerosa concurrencia de fieles
que acudió a la iglesia de la Granja Salesiana
fue prueba inequívoca de la devoción que se
profesa a la Virgen Auxiliadora de los cristianos.
La misa de comunión general a .las 7, rezóla
el M. I. Dr. D. Pedro Iglesias, canónigo de opo
sición, quien antes de repartir el Pan Eucarístico dirigió con palabra fácil un sentido fer^•orín.
En el oficio solemne hizo de preste el M. I. Dr.
D. José Morera, canónigo doctoral, asistido por
Padres Salesianos. La Schola Cantormn del Ins
tituto ejecutó la misa <*Santa Secilia ». del M^ L.
Bottazzo, y las partes varíales a canto grego
riano.
A las 5 de la tarde, después de solemne trisagio, el AI. I. Sr. Dr. D. Augustín Vilá, Vicario
general, hizo el sormón-conferencia que por la
sobriedad de las palabras, claridad de la doc
trina. orden dcl discurso y unción del corazón,
añadió un timbre más a sus ya notorias dotes
de entendimiento, de su tierna devoción a María
Auxiliadora y amor a la Obra Salesiana.
l'.l discurso se dividió 'en dos partes: en la
l)rimora demostró el concurso inmediato de la
Sma. \ irgen en la Redención del genero humano;
y en la segunda, el concurso eficaz de María a
través de los siglos por medio de las causas
segundas.
Luego el ilustre orador hizo referecnia a la
labor desplegada por los Salesianos en esta
liKalidad, concluyendo la peroración con un
ardiente súplica de bendición de la Virgen Auxi
liadora sobre los Salesianos, los alumnos, y su
cooperadores.
Acto seguido, el mismo Sr. Vicario general
dió la bendición con S. D. M. siendo asistido
por el M. I. Dr. D. José Morera y el Rdo. Curapárroco de Sarriá, D. Martín Xiberta.
Terminados los solemnes cultos, los numerosos
fieles como despedida subieron al camarín a
besar los pies de la imagen de la Virgen.
. En los pórticos del Instituto, la banda ejecutó
en honor de los presentes, un selecto repertorio
consistente en música regional».
Aprovechamos la ocasión para dar alguna
noticia sobre esta casa que presenta las mejores
esperanzas.
La Granja continua su marcha ascendente,
como han podido verlo cuantos la han \*isitado.
Las diversas secciones que hacen de ella una
Escuela Elemental, teorico-práctica de Agricul
tura, toman cada día nuevo incremento. El ade
lanto se realiza gradual, metódicamente.
Los alumnos han formado un lindo Museo
de Historia Natural en su mayoría recogido por
ellos. A llí una hermosa colección de piedras y
tierras para estudiar la constitución de los te
rrenos de la Gramja y la Región y aplicar en
consecuencias los abonos y seleccionar les cul
tivos; otra, de los insectos útÜes y dañosos a la
agricultura; otra, de los principales frutos, de
los árboles y plantas y pronto tendrán un her
bario completo.
Llama tambén la atención el Museo Escolar
con sus trabajos de castellano, aritmética, cali
grafía y especialmente de Geometría y Dibujo
aplicados: Planos to])ográficos, planos de granjas
con sus diversas dependencias, como cuadras,
corrales, viveros, almácigas, bosques, huertos,
etc. Todo bien graduado, curso por curso, se
mestre por semetsre, dando una idea de la labor
de los maestros y alumnos, ordenada, cientí
fica. encaminada a un fin: formar agricultorts
instruidos, concienzudos, capaces de adminis
trar y hasta de fimdar una hacienda.
Algunos de los alumnos están hoy muy bien
colocados y ejercen una acción decisiva agro
nómica y social en los i)ueblos donde trabajan.
La Granja tiene elementos preciosos y varia
dos para el fin que se propone. Sus cultivos esme
rados y racionalmente tratados, son va un mo
delo para la Región. Pero tiene que luchar con
la escasez de recursos pecuniarios de que tanto
necesitan esta clase de establecimientos. Así
y todo, los directores siguen adelante llenos de
confianza y decisión seguros de que la ProWdencia no dejará faltar nunca los medios que nece-r
sarios sean para cumplir la misión con que se ha
ftmdado. Con mucha gracia dice el Director
♦ Nuestras ideas son muy grandes, nuestros pla
nes vastísimos, nuestro entusiasmo altísimo. Al
trabajar nos imaginamos que vamos haciendo
una ascensión alpina. Andamos lentamente,
—
mirando bien donde asentamos el pie, no per
diendo jam ás de vista la cumbre. ¿Llegaremos?
Lo esperamos. Y ..... si no somos nosotros, serán
nuestros sucesores: que esta ventaja tienen los
Institutos religiosos..... ».
¡Que M aría Auxiliadora y el Sagrado Corazón
bendigan esos esfuerzos y concedan a los directres llegar pronto y felizm ente a la cumbre!
BüCARAMANQA (Colombia). — Debido sin duda
a los diarios favores que la Virgen Sma., en su con
soladora advocación de María Auxiliadora, dis
pensa a esta ciudad y a sus habitantes, la devoción
a la Divina Señora aumenta de año en año; no
h\i
—
imponente desfile el Regimiento de Infanteiía,
con la banda.
[De KJW relación de la Sra. Sofía Catitacho M. Picsidenia de la Archicofraáia de Marta Auxiliadora).
LIMA (Perú). — De una relación extractamos:
— A la mañana siguiente, el grandia ¿4 de mayo,
al alegre sonido de las campanas y a los acortlcs
de la banda se empezó a celebrar la st)lenmidad
de María Auxiliadora, con misas consecutivas
desde las 6 hasta las 10 y ! •>, durante las cuales
se distribuyeron muchas comuniones a los munerosos fieles ejue acudían al templo.
A las 8, S. E. Re\Tua. Mons. Angel Jacinto Scapardini, Delegado Apostólico, celebró la Sta. Misa
v ; •-
N á p o le s —
PÍB C a sa d e lo s S o rd o -m u d o s - E s c u e la de S a s tre ría .
solamente en las clases humildes y jwpulares, sino
también entre las clases de la alta sociedad, pudiendo afirmarse que no hay familia de Bucaramanga donde no liaya por lo menos im corazón
que la ame y mi alma que la venere. Y esto se ha
demostrado en la fiesta de María A uxiliadora de
este año. Después de un solemne triduo el día
24 de mayo a las 4 de la tarde se verificó la hermosa
procesión con que finalizaron los obsequios hechos
a la Reina del Cielo. Con el mayor orden y com
postura desfiló la enorme y escogida concurrencia
por las calles principales de la ciudad, distii^uiéndose en ella numerosas señoras y señoritas de
nuestra sociedad. Primorosos niños y niñas con
ducían bellos estandartes y otros eran llevados
por las autoridades civiles y militares. L a her
mosa imagen de la Virgen era conducida en andas
a rra la d a con esmerado gusto y originalidad. Ella
amparaba ima artística barca con velas desplegadas
en la cual il» n los apóstoles representóos por
niños de nuestras principales familias. Cerraba el
para las Señoras y socias de la Cofradía de María
Auxiliadora y administró la Confirnuuión a 50 niños
del Instituto correccional de la ciudad, dirigiendo
a los presentes oportunas palabras de congra
tulación y excitam’ento al bien.
A las 10 S. E. Re^'ma. Mons Manuel Segundo
Bailón, Auxiliar del Exmo. Sr Arzobispo, celelnó
pontificalmente la Sta. Misa durante la cual el
Re%-mo. Sr. Abreu S. J. tejió un magnífico panegí
rico de nuestra tierna madre y potente reina.
Por la tarde, a las tres se cantaron solemnes
vísperas seguidas de una larga y devota pro
cesión, oficiada por el Re^■ mo. Sr. Dr. Pedro
Borgia, secretario de S. E . Revma el Delegado
ApK)SlÓlÍOT.
A la vuelta de la procesión S. E. RecTtia. el De
legado Apostóhco tuvo brillante alocución al in
menso auditorio que llenaba la iglesia y su» adya
cencias, invitando a todos a concurrir según las
propias fuerzas a la construcción del gran templo
que se quiere ofrecer como homenaje a María
— 132 —
Auxiliadora en 1921 con ocasión del centenario
de la independencia del Perú.
I<a conferencia que suele hacerse con ocasión
de la fiesta de María Auxiliadora se tuvo este año
en la iglesia llamada Penitenciaria de S. Pedro
oficiada por los muy Rev.dos. PP. Jesuítas. Di
rigió la palabra al numeroso auditorio el Rev. P.
Próspero Malzieu S, J., grande amigo nuestro que
habló con afecto y competencia de las obras salesianas y de nuestro Ven. P. Don Poseo, invitando
también él al auditorio a concurrir a la erección
del nuevo templo.
Junto con esta relación recibimos una circular
del Sr. Inspector, R ev. D. José Reyneri sobre el
nuevo Templo en construcción, que transcribire
mos en el próximo número, excitando a las almas
buenas a contribuir a una obra tan ventajosa e
importante.
NB. — Las erogaciones pueden entregarse directatnente al Director de las Escuelas Salesianas en
Liina o también a los demás Directores de las Casas
Salesianas del Perú.
E l I{. P. Carlos Pane, Director General de los
Cooperadores en el Perú, es el encargado de colectar
fondos para la construcción del Templo.
una potente hemorragia de sangre. No siendo
posible tener un médico y resultando inxítiles
cuántos médios se probaron para detener la sangre
recurrí a la que es Anxihadora de los Cristianos y
le rogué con lágrimas que me concediera la gracia
de la curación de aquel jóvoi, que yo haría público
este nuevo favor dando una limosna para los
huérfanos de los Salesianos. E l herido está ahora
completamente sano por lo cual cumplo mi pro
mesa y envío cuatro francos de limosna.
N
^
Oradas de María auxiliadora.
■■■
S a n ta n d er. — Habiendo tenido durairte largo
tiempo a i una pierna agudísimos dolores que
hacían tristísima mi situación, acudí llena de
fervor a María Auxiliadora ofreciéndole algunas de
vociones y publicar la gracia si recobraba la salud.
Conseguida esta gracia cumplo lo ofrecido y
te ruego, oh María Auxiliadora, que acojas benigna
por hija durante todas las horas de la vida a tu
sierva que de corazón y con fé se postra a tus plantas,
dándote gracias por el favor recibido.
M
G
il a g r o s
a llu d
.
C a lc e ta (Ecuador!. — Doy infinitas gracias a
María Auxiliadora, por haberme obtaiido de Dios
con su poderosa intercesión, la curación de ima
grave enfermedad de la que poca esperanza tenía
lie sanar. Recurrí a ella, ofreciéndole una limosna
de 25 ptas. y un cuerpecito de plata, asistir a la
novena en su honor y publicar la gracia en el Bo
letín Salesiano. H oy me veo perfectamente sanf» y
cumplo gustoso mis promesas a m ajor gloria de
María Auxiliadora, exhortando a cuantos padecen
para que recurran a tan excelsa y bondadosa Madre
con la seguridad de que todos obtendrán alivio en
sus dolores y grande consuelo en sus aflicciones.
A g o sto 3 -19 15 .
'
M
an u el
S.
I
n t r ia g o
.
Idem . — ¡ Gran misericordia de mi bondadosa
Madre, María Auxiliadora! Habiéndose caído un
jó\*en de lo alto de una azotea de más de ocho
metros y habiéndose en la caída, de^aciadam ente
clavado \m puñal en el lado izquierdo, le sobre\4no
V
era
d e
L
oor,
Idem. — Encontrándome durante 8 días ator
mentada con agudísimos dolores de costado y no •
pudiendo la ciencia humana ni siquiera aliríar mi
mal, recurrí a la que ante Dios es omnipotente
ofreciéndole dar a su Santuario 10 francos, pu
blicar la gracia en el Boletín Salesiano y hacer una
novena en su honor si me obtenía la curación.
Esta fué rápida y completa; agradecidísima,
conjuro a todos pongan entera confianza en Madre
tan rica y poderosa que hallarán siempre el con
suelo en las aflicciones.
N o v ie m b r e , 2 7-19 19 .
H
/F
a r c is a
Cooperadora Salesiana.
e r m in ia
Z
am brano
M .a s i a s .
C an tó n B o lív a r (Ecuador). — Encontrándome
afligida con rma enfermedad grave, la cual ni mé
dicos ni medicinas podían sanar, volví mi pesanmiento a mi Mad;e Santísima y le rogué que me
sanase por su misericordia, prometiéndole hacer
mi primera Comunión y dar una limosna el día
de su fiesta. La gracia no se hizo esperar y ahora
completamente sana cumplo agradecida mi pro
mesa.
30 enero, 1915.
A
na
O
r f il ia
G
a r c ía
.
B u en o s A ir e s (Argentina). — Teniendo im
hijito muy en lam o con temor de p a d a lo , invoqué
a mi dulce Madre, pidiéndole la curación de mi
hijo y prometiendo publicar esta gracia y h a ca
rezar todos los meses una misa en sn honor hasta
que el niño cumpliera im año de edad. Mi pequeño
hijo ciuó rápidamente y hoy contenta pubhco
esta gracia sumamente agradecida.
Luego enfermó mi padre, sumamente en estado
giave, invoqué nuevamente a nñ celestial Madre,
y después de ser desháuciado por tres faculta
tivos, le tenemos hoy sano y con esperanza de
qne vaya cada vez mejor.
Envío pues una humilde o fa ta deseando se
celebre una misa en el Santuario de Turín.
2 6 - I V -1 9 1 6 .
.
Una ex-alumna de Buenos Aires.
C a lc e ta (Ecuador). — Hacía dos meses que a
una doméstica mía, niña de doce años, teníanla
postrada en cama ciertas fiebres, de c a rá cta des
conocido pero grave, a tal punto que aún los facul
tativos se reconocieron impotentes para comba
tirlas. abandonando la curación. En tal estado acudí
a la protección de María Auxiliadora, ofreciéndole
una misa y la limonsa de 4 ma reos para el Santuario
de Turín si me concedía la gracia de mejorarla y
— 133 salvarle la vida. Sensiblemente desde aquel día
comenzó a restablecerse y al cabo de pocos días
se encontraba curada. Con el corazón lleno de gra
titud hacia tan augusta Madre, a quien la Iglesia
proclama « Salud de los enfermos o cumplo mi promesa.
Aprovecho esta ocasión para, dar también pú
blico testimonio de mi reconocimiento a nuestra
querida Madre María Auxiliadora, por haber sal
vado a mi esposo de im grave peligro de la ^^da;
pues apenas la hubo invocado férvidamente diciéndole: « Madre mía Auxiliadora sálvam e!», como
enviado por Ella, repentinamente presentóse
un hombre que lo salvó de tan terrible trance.
¡ Oh. cuán cierto y cuán consolador es para
los cristianos saber que iamás han sido defrau
dadas las esperanzas de los que en Vos confiamos.
¡Oh María Auxlio de los Cristianos!
Agosto,
A
5- i 9J5-
n a
A
lcorán
V
il l a m il d e
V
il l a v ic e n c io
.
Cooperadora Salesiaua.
R ep . A rg e n tin a . — Debido a la grave crisis que
aqueja a toda la nación en general, desde largo
tiempo hallábase mi padre sin empleo razón
la cual TTiá.t; que nunca hacíase sentir en la famiha
b s efectbs de esa terrible crisis.
En tal estado las cosas vínome la idea de hacer
una novena a María Sma. AuxiHadora con el fin
de solicitar de ella la gracia de que mi padre en
contrara un empleo en el cual permaneciera
cuando menos seis meses consetmtivos, prome
tiendo yo de mi parte comulgar todos los días
de la Novena y en el caso de que me fuera conce
dida la gracia que pedía, publicarla en el Boletín
Salesiano, promesa que tengo el mayor placer
en cumplir, porqué al segundo día de la novena
presentóse a mi padre un excelente empleo y hoy,
ya pasados los seis meses continúa en él; ¡Sea ben
dita María Auxiliadora!
34 M ayo 1916.
E. P.
Dao también {radas a María Aaxiliadora y envían ana
limosna:
Cernto (Colombia). — silvestre Castrillón, por
favores recibidos haciéndose cooperador salesiano
manda 76 pesos. — Juan de la Cruz López m ^ d a
20 pesos. — Delfina Vargas de Quitero, para el
Santuario 50 p e^ s. — Jacinto Duran por íavortó
recibidos da media libra esterlina. — Da. Cornelia
Escobar da ^racias a María y manda 100 pesos
para una misa. — Quartasia Igueda manda 20 peso
_Arselia Jaramillo da gracias y manda 250 pesos
— Beatriz Durán de S. 50 pesos. — Efigenia Saavedra, 10 pesos. — Justano Quintero, 100 pesos.
— Dolores Rayo. 50 pesos — Inés Osorio. to pesos.
— Mercedes Duran, 100 pesos.
C ali (Colombia). — Ernestina Perca, por gracias
de orden espiritual. — Gertrudis Collazos de Pacezo, por la curación de su hijo y manda 10 pesos.
Matilde Jaramillo de Salinas por favor recibido. —
Margarita Romero, 200 pesos.
La Unión (Colombia). — María del Carmen
Millán da gracias por un favor recibido y envía
limosna de 20 pesos.
Donmatias (Colombia). — Esperanza Ortega de
Escobar e^radecida a María Auxiliadora ]>or un
grande beneficio recibido envía 5^ Uvas para el
santuario de Turín.
Cali (Colombia). — Vicente Echc\em por dos
favores recibidos se hace coojjerndor salesiano.
Valdccoiuenes de Arriba (Cuenca Ivspaúa). — ■
Una devota da gracias por un favor recibido y envía
2 pesetas.
Magáx (Astorga-Esp.). — E l Pbro. D. Cayetaia»
Marcos agradece una señalada gracia y ofrece 10
pesetas.
Horcajo de Snniiago (Cuenca-lv.spaña). — M<idesto López y Laurena l ’einado, ptas. 8 ])or gra
cias recibidas.
Villar de Domingo García (Cuenca-España). —
Bonifacio Martínez agradecido manda decir una
misa.
Guatemala Ctíy. — Carmen Echevarría de Del
gado da gracias por la obtenida salud y cu\ ía
un doUar.
Ecuador. — Rosa Vda. de Vera por haber libradoa sus hijos de graves peligros de alma y cuerijo.
Calceta. — Jacinta F . Vera por la salud rcebradn.
B IB L IO G R A F IA .
El Pequeño Serafín de Jesús Sacramentado.
por 0. A. M. Anziol, pbro.SalesIcn.
Acaba de salir en lengua ca.stcllana la encanta
dora biografía del Pequeño Serafín de Jesiis, Gus
tavo M Bruñí, cuyas priniera.s ediciones llamaron
la ateuc'ón y merecieron los elogios del Sumo Pon
tífice. del Sacro Colegio y de casi todo el Episco
pado italiano, llevando la íama de ese prodigio
eucacLstico hasta los últimos confines del mumV).
Es realmente maravillosa la vida de esc angelito
que muere a los 7 años y nueve meses de edad,
después de alcanzar las aunbres de la santidad má.s
elevada mediante el amor ardentísimo y la tem
prana y frecuente recepción de la Sagróla Euca
ristía. En esas páginas el autor ha procurado con
centrar los celestiales perfumes de esa flor eticarística. la más bella y d.licada que ha abierto sus
pétalos bajo el manto de Ma.ía Auxiliadora, y en
ellas aprenderán a amar a Jesús los peíiueños y los
mayores; y las madres y los educadores, sobre
todo, podrán vc-r que hermosos frutos de inocencia
y santidad pueden recoger, si secundan la acción
misteriosa y eficacísuna de la gracia en el alma
de los pequeñuelos.
E s un tomito de unas 200 páginas que al precio
de 0.50 ptas. en rústica h 0.75 en tela se expende
en la Librería Salesiana de S a n iá — Apartado i js,
Barcelona, quien tiene la exclusiva autorización de
la eoící(xi castellana de esta obra.
{/X
fTs
—
POR Ek MINDO SflLESIÍUNO
El Salesiano Moas, reliz Guerra
arzopispo de Santiago de Cuba.
Su Excia. Revma. Mons. Félix A. Guerra,
•obispo titular de Amata y Administrador Apos
tólico de Santiago de Cuba, secretario que fué
del Bramo. Cardenal Cagliero durante su dele
gación en Centro América, ha sido nombrado
por el Santo Padre, Benedicto X V , Arzobispo
de Santiago de Cuba.
Todos los diarios de esta ciudad y de la H a
bana traen el retrato junto con los más grandes
elogios del nuevo arzobispo.
La Independencia de Santiago después de
liaber dicho que las bulas de nombramiento
llevan la fecha 17 de abril p. p. escribe: « Aunque
nosotros más de una vez, habíamos deseado y
pedido que un cubano ocupase la Sede Arzo
bispal de Santiago de Cuba, que es la más emi
nente de nuestra República, no podemos callar
por deber de justicia, que Mons. Guerra, hijo
de Italia, tiene ya todas nuestras simpatías
halúendo ya el trabajado mucho en favor de la
Religión y con el más vivo entusiasmo en toda
nuestra provincia tanto en el implantar ser
vicios religiosos como en el levantar y recons
truir templos. Es además Mons. Guerra una
|)ersona de trato amable y de gran cultura, por
las cuales dotes se ha captado las simpatías
•de nuestra sociedad. También los propósitos
del nuevo Arzobispo sobre el Clero urbano son
lisonjeros, habiéndose lamentado varias veces
de su escasez y habiendo por tanto manifestado
el proi>ósito de hacer lo posible para que con el
tiempo haya muchos sacerdotes nacidos en
esta nuestra tierra. A este fin él piensa reabrir el
célebre e histórico Colegio de S. Basilio Magno,
situado en el mismo palacio arzobispal. Es más,
según informaciones recibidas, cuenta ya con
varios alumnos.
E l Cubano Libre dice que el nuevo arzobispo
ha sabido « cautivarse las simpatías generales,
desde el primer día que puso })ié en Santiago,
por sus raras ^'i^tudes y por su noble carácter ».
V añade que la noticia oficial del nombramiento
llegó al Arzobispado, mientras él estaba ausente
V p ecisameute en \-isita pastoral a Manzanillo.
E l Demócrata se jacta de haber sido el primero
en dar la noticia y da gracias al Sumo Pontífke
Benedicto X V por haber dado a Santiago de
Cuba un tan grande pastor, siendo Mons. Guerra
« un obispo cultísimo, de altas aspiraciones espitituales, lleno de bondad, dotado por Dios de
un espíritu superior,, que une a las más her
mosas cualidades, la de ser un orador de vuelo,
y un escritor fuerte y elegante ».
E l Heraldo de Cuba que se publica en la Ha
bana escribe que: « Todos los católicos de la
Isla, especialmente los del Oriente, ven en Mons.
Gueira un Pastor prudente y lleno de celo apos
tólico, que sobre los labios tiene siempre una
dulce sonrisa que anima y palabras de esperanza
para los que sufren.
También el Diario de la Marina « mientras
se congratula con el nuevo arzobispo por su
merecida elevación lo hace todavía más con los
católicos del Oriente que han tenido la suerte
de recibir un pastor tan prudente y cdoso ».
El nuevo arzolñspo que de veras ha ya em
pleado , a favor dé la Iglesia de Santiago, todas
sus no comunes energías desde el primer día
que entró allí como administrador apostólico,
ha tomado pose.sión de la Arquidiócesis el 18 de
junio último, fiesta de la Sma. Trinidad. Se re\4stió de los hábitos pontificales en la iglesia de
S. Tomás y de allí, procesionalmente, se dirigió
a la metropolitana donde recibió el homenaje
del Capítulo, del Gero y del Laicado católico.
Luego se cantó el Te Deiim. A l lado del nuevo
arzobisj)o estaba su queridísimo amigo, Mons.
Juan Antonio Dueñas y Argumedo, obispo de
S. Miguel, que desde E l Salvador se fué a Cuba
expresamente para asistir a la solemne cere
monia.
Todas las autoridades, cm les, gubernativas
y militares y los cónsules de España, Italia,
Francia, Venezuela, Méjico, Noruega y Dina
marca, y los Agentes consulares de otras na
ciones asistieron a la ceremonia.
A l amadísimo hermano elevado por el Santo
Padre, a una Sede tan ilustre, nuestros más
sinceros augurios con la promesa de nuestras
fraternales oraciones.
X3 EX
— 135 —
Mons. Luis Oli
obispo elegido de Nepi y de Sutri.
El Osservaiore Romano del 15 julio p. p. pu
blicaba esta noticia:«Su Santidad Benedicto X\''
se ha dignado nombrar al M. R. Sr. D. Euís
Olivares, Salesiano y Párroco de Sta. María
Libertadora, en el Testaccio, obispo de 2sepi y
Sutri. »
Como tal noticia fué acogida en nuestra Pía
Sociedad es fácil comprenderlo. Nosotros goza
mos al ver a este nuestro virtuosísimo hermano
elevado a la dignidad episcopal, pues estamos
seguros que se sabrá tener a la altura de la estima
y de la confianza que en él ha puesto el Santo
Padre; pero por otra parte experimentamos un
sentimiento de tristeza porqué deja vacante el
delicadísimo e importante cargo de párroco
de Sta. María Libertadora en Roma que fué
el vasto campo donde él hizo conocer mejor
su piedad, su celo, su doctrina, su caridad, su
humildad y su prodigiosa actm dad. No hay
obra buena, no hay asociación católica, no hay
recurso de celo o de caridad, que él no haya
suscitado a favor de aquella población, a la cual
había consagrado la vida.
Mons. Olivares tiene 43 años; nació en Corbetta, diócesis y provincia de Milán, el 18 de
octubre de 1873. Vistió el hábito clerical a los
10 años el 27 de octubre de 1883 y a los 22
años y medio, 4 abril 1896, fué ordenado sacer
dote por el Emmo. Cardenal Ferrari.
Educado a la escuela de aquel ilustre hijo de
D. Bosco que es Mons. Pascual Morganti, Arzo
bispo de Rávena, cuando dirigía el Seminario
Mayor de Milán, Mons. Olivares sintió desarro
llarse contemporáneamente en el alma dos
grandes amores: a D. Bosco y a la juventud.
Sus superiores que comprendieron sus aspi
raciones lo destinaron, apenas sacerdote a vice
director del Colegio arzobispal de Saronno,
donde permaneció hasta que, superados con su
ferrea voluntad, obstáculos que parecían in
vencibles, en 1904 pudo dar su nombre a la Pía
Sociedad Salesiana.
Su primer campo de trabajo fué el Instituo
Teológico Internacional de Foglizzo Canavese,
donde, después de haber recibido en Turín la
borla de Doctor en Teología, enseñó a nuestros
clérigos teología moral hasta 1911 cuando fué
H om breo párroco de Sta. María Libertadora
en Roma.
Mons. Olivares recibirá la consagración episscopal del Emmo. Card. Cagliero, el primero
de octubre(s ^ < ^
NOTICIAS VARIAS
BARCELONA — En el Tibidaho. —
Asi como la Basílica de María Auxi
liadora de Turín va convirtiéndose en
uno de los Santuarios más frecuenta
dos de Italia: así el 'Femplo Expiato
rio Nacional del Tibidabo, va afirmando
día por día su carácter de Trono del
Sagrado Corazón. En uno y en otro
Santuario se ha manifestado visible
mente la mano de Dios. Y cuando así
es, los obstáculos se vencen, las contra
riedades afianzan las obras en lugar
de perjudicarlas. Dicen que la obra del
Tibidabo ha sufrido vendábales última
mente. Si así es los vendábales la han
robustecido y extendido como a los
robles de la montaña.
¡Cuautas cosas se han hecho allí en estos últimos
tres años! En la Cripta el bellísimo altar de María
Auxiliadora, con su estatua elegantísüna y su
fondo maravilloso de mosaico veneciano, de argu
mento lii.stórico y simbólico a un tiempo; la ele
gante y 1ica mesa del comulgatorio en cuyos anchos
y bruñidos mármoles finísimo» de Carrara se re^
flejan centelleantes los cirios y lámparas del altar;
la cruz-ostensorio, admirable trabajo de cincelado
y sobre todo la * custodia excelsa >que en su fondo
se coloca, notabilísima por su ri(]ueza, ¡wr el arte
con que están engastadas las piedras, y muclio
más por su valor intrínseco, jwr el alma que liay
en ella. Ix» rubíes y diamantes, las perlas y ópalc«,
los topacios y esmeraldas son ofreiidas del amor
más puro, sacrificios de los más acendrados qui
lates, quintaesencia de la caridad. En la parte
superior, en el templo, todo es nuevo; y fs relatítivamente mucho! Ix>s anchos muros que han de
sostener la plazoleta y la Basílica y en especial las
tres el^antísmas colmnnas que se levantan al
délo airosas, esbeltas elevadas como la plegaría
de un santo.... sí; los sueños van cambiándose en
realidades. Al ver estas tres de las ocho columnas
que deben sostener la gótica cúpula se ve ya en no
muy lejana lontananza la cúpula misma y el
templo y la estatua monumental irradiando Inz
sobre llanuras, mares y montañas. ¡Oh sí! El Sa
grado Corazón quiere la obra y la bendice sensi
blemente! De enliorabuena deben estar cuántos
por ella trabajan, cuántos por ella se interesan,
cuántos a su erecdón contribuyen. ¡Dios la quiere
— 136 —
y vanas serán las contradicciones todas! ¡ Y ven
gan más! Servirán para probar mejor que fs obra
de Dios.
El mes de junio fué un mes de triunfos del amor.
Las peregrinaciones de niños y de obreros, la
* Romería del Ram » que sube a pié desde la ciu
dad llevando la imagen del Sagrado Corazón, el
segundo día deJPoscua Granada, es decir el lunes de
Pentecostés, públicamente y por las calles más
céntricas, la fiesta de las Eq>igas, con adoración
nocturna... y tantas otras fimcciones ternísimas
demuestran que el Corazón de Jesús quiere a toda
costa en la cumbre bendita reinar como Soberano
de los corazones.
El Momunento en el Cerro de los Ángeles.
Otra prueba de que el reino del
Sagrado Corazón en España es ya un
hecho, la tenemos en la magnifica idea,
que este mismo año será una conso
ladora realidad, de erigirle un mo
numento en el centro g’eóg'rafico de
España.
Cedemos aquí de buena gana la
pluma a dos insignes escritoras, o -me
jor a tres, pues la una cita elocuentes
palabras de una tercera, enamoradas
las tres del Sagrado Corazón y de
cuanto es grande y hermoso. Las si
guientes cartas publicadas en la Ga
cela de Cataluña son verdaderos mo
numentos.
Espava entera está levantando un templo al Co
razón de Jesús, en lo alto de vuestra montaña del
Tibidabo, y para jahricarlo las abejas místicas de
todas las regiones de nuestra patria, han confeccio
nado sií.T enjambres de oro, libando en los corazones
el néctar del sacrifideio.
Empresa de amor se la titula y en verdad que lo
es. Empresa que
lo humano hubiera debido estre
llarse contra infinidad de dificuldades, y que va a
pesar de ello ^ciéndose, haciéndose, sencillamente
porque lo qxñere el Divino Corazón.
Pttes, bien: España qiiiere hacer más..... España
quiere levantarle Mn trono en el centro de la nación
en la meseta central geográfica, como en .-ituérica lo
hicieron dándole por pedestal la cordillera de los
Andes.
El proyecto es magnifico: que m» buena amiga
Maria Victoria tome nota de él y sea en Cataluña
la qtte en nombre del Corazón de Jesús recaude
fondos... Fondos que no pueden #ii exceder de una
¡>eseta en donación, ni bajar de cinco céntimos.
Por tanto, está al alcance de todos los bolsillos,
y todos pueden contribuir a ese trono majestuoso
que nuestra patria brinda al que es su Rey más amado,
al que prometió reinar en España con tnayor vene
ración qi4e en otras partes, promesa cumplida; por
eso en el nimbo de luz que circunde la gigantesca
Imagen se leerán estas palabras : Reino en España.
Pero me diréis lectores mios. que soy un poco
incoherente y que aun no os he dicho de qiié se trata
sino a trozos, y no en todas sus partes.
Vamos a ello, y ojalá que mis frases hagan brotar
en vuestros corazones un chispazo de amor que a cada
uno convierta en un propagandista de la idea en honor
del Sagrado Corazón.
Surgió el pensamiento en un alma que sabe amar
a Dios. Su nombre es conocido, por él, y porque lleva
un apellido que recuerda una figura que logró formar
un partido, el cual precisamente se distingue por su
entusiasmo hacia el reinado de Cristo: Rodrigo No
cedal se llama el autor de la idea, y como el Señor se
la inspiró, le puso en comunicación con la Duquesa
de la Conquista, Presidenta del Secretariado Nacional
de la Obra de Entronización del Corazón de Jesús.
La acogida que obtuvo fué excelente: en repara
ción de tantas amarguras como se infieren al Corazón
del Maestro Divino, y como verdadera explosión
de amor de los españoles, se levantará un soberbio
monumento en el cerro de los Angeles, cercano a
Madrid, que es precisamente el centro geográfico de
nuestra nación. Sobre el pedestal descansarán las
plantas de Jesús; de entre las nubes que le rodeen
se desprenden dos ángeles que van en busca de España,
representada por su escudo que otro ángel presenta
al Rey de cielos y tierra, qxie con los brazos abierto,
le espera y dice: Venid a Mí... En lo alto de la estatua
colosal una corona iluminada constantemente, qtu
diga: Reino en España, afirmando de este modo la
realización de su pyomesa al P . Hoyos en el convento
de Valladolid.
Para que el pensamiento sea un hecho pronto,
necesitamos que todos los españoles acudan al lla
mamiento que se les hace en nombre y por amor del
Corazón de JesÚD.
Lo que se pide no es mucho: de cinco céntimos
a ufta peseta. Si cuando se pidió a los españoles para
la bandera que había de ondear gloriosa en el acora
zado España, contestaron con una sunxa qtu superó
con mucho el gasto de la enseña bicolor, ahora que se
pide para levantar un trono a Cristo, ¿será tnenoi
¡a generosidad de los españoles y no se afanarán por
aportar su óbolo a ese tesoro que dirá al Rey Divino
cuánto España le ama y le aclama y le bendice.^
Sabemos bien que Cataluña responderá de las
primeras entre las regiones españolas y por eso he
querido decirles en seguida el plan que lleva el sello
y la bendición de Dios.
M a r ía d e E c h a r r i.
ñ María de Echarri.
¿ Y cómo no, querida amiga mia? Honor y gloria
es pedir por Jesús. Esa, tan bien llamada t Sublime
idea * de levantar un magnifico monumento al Co
razón Divino en el centro geográfico de España, iut
de encender en férvido entiísiasmo todos los cora
zones. ¡Pedir por E l en este hermoso mes de los
amores! ¿No se anticipará el dar al pedir?...
¡ Y se pide tan poco, tan poquisinuo! ¡Cinco cén
timos, una peseta, para confirmar en España la dulce
Soberanía del Sagrado Corazón! ¡Cinco céntimos, una
peseta, para alzar sobre al pavés la Divina Imagen
de nuestro Padre, de nuestro Rey. y circundarla
— 137 —
ie mí nimbo de luz que perennemente nos diga:
* Reino en España! ».
¡Nimbo de luz divina, faro celeste! E l ha de ser
según hermosa frase de la egregia Duquesa de la Con
quista «... el que atraiga la mirada de todos los espa
ñoles a la mil veces bendita montaña del Tibidabo,
elegida por Dios *.
¡Nimbo de luz divina, faro celeste! En él se han
de fundir los anhelos de todos los corazones. Unifi
cará nuestros afectos; suavizará las asperezas que
desgraciadamente a veces nos separan... Todos sere
mos hijos de un mismo Padre, vasallos de itn mismo
Rey < ¡Reino en España! » ¡Oh dulce soberanía de
Cristo Redentor!
Gracias, mi buena amiga, por la hermosa misión
que me confia; pero ¿será necesario que yo pida?
(Habrá en esta región amada de Cataluña uno solo
que deje de contribuir? ¡Cinco céntimos! ¡Una pe
seta! 'Todos, absolutamente todos, los habrán entre
gado antes de terminar el mes de Junio, mes bendito
del Sagrado Corazón
En Dios lo espera y por Jesús lo pide su muy
agradecida y afma.
L a ceremonia terminó cerca del mediodía, no
faltando a los niños los esquisitos dulces y sa
broso vino * lágrima » conque la generosa madrina
señora doña Petra Fernandez, hija del célebre
doctor D. Manuel Fernandez Alonso, quiso oírsequiar a los niños del colegio,
La banda de la casa prestó realce a la fiesta con
su escogido repertorio, dando un melodioso con
cierto en uno de los palias.
Ciertamente que el Sagrado Corazón de Jesiis
habrá con amor y sati facción mirado la liesta de
estos niños y deseará reinar en medio de sus txrrazones; pues yo que por una mera curiosidad me
encontré en la fiesta salí enternecido y recordé
en mi pecho aquellas palabras tan cariñosas que
el mismo Jesiis dijera a sus Apóstoles; Dejad que
los niños se acerquen a mí... pues de ellos es el
reino de los cielos.
QUITO (Ecuador). — líxiste en la Rqniblica
una gran Cárcel Central llainada Panóptico ])or
antonomasia, reservada por lo general a la reclu
sión de los mayores delincuentes y por tanto donde
se reúnen los criminales de las diversas ])rovincios
10 Junio 1916.
para cumplir el tiempo más o menos largo de su
M a r ía V ic t o r ia .
prisión. E l Gobierno Liberal desde casi veinte
años proliibió que el sacerdote tuviera acceso a
A nosotros no nos resta sino recomendar la •
ese lugar para ejercer su ministerio de consuelo
idea con el más vivo entusiasmo y rogar a nue
3' reforma moral, llevando a esas aahnas la resig
stros lectores y amigos la secunden y propaguen
nación y paz tan necesarias.
con ardor ¡Oh sí, reine el Sagrado Corazón en
Como saben nuestros beneméritos Cooperadores,
Es])aña y en el mundo y seremos de verdad
cuanto no han obtenido en tanto tiempo miembros
todos hermanos!
eminentes del clero secular y regular logró, 110 sm
trabajo, de las autoridades civiles nuestro hennano
MÁLAGA — Copiamos de « La Defensa »: En el P. José Degiovanni, Director del « Instituto
tronizando. — En el Colegio de los R R . P P . Sa- Don Hosco » de Quito. Desde el año pasado se le
lesianos se han entronizado con gran solemnidad
han franqueado las puertas de esa Penitenciaría
cuatro bellísimas imágenes del Sgdo. Corazón,
o Panóptico como ahí se le llama y ahora tenemos
colocándose tres en cada una de las clases del in el gusto de anunciar los abundantes frutos de
ternado y la cuarta en el espacioso patio de los bien que se coseclian. Semaualmcnte son muclios
niños externos. Estas estátuas han sido costeadas
los que se aci rcau a los santos Sacramentos de la
por los mismos niños que anhelan en sus corazones Confesión y Comunión, asisten casi todos los 500
infantiles ver entronizado al Sgdo. Corazón en sus y más reclusos a la Santa Misa, a la explicación
respectivas clases.
del Evangelio y otras prácticas de piedad cristiana
El acto resultó conmovedor; los altares que los domingos y días festivos: en fin María Auxi
iuprovisadamente se levantaron en las tres Aulas
liadora es el ángel consolador de esa morada de
estaban adornados con artística sencillez.
miseria. E l hombre resiste a todo, a la razón, a la
> I4OS niños y con ellos todas las personas de la
ciencia, al castigo y coacción, pero se rinde a la
j casa quisieron ante todo entronizarlo debidamente
caridad y a los beneficios: es así como se explica
en sus corazones y para este fin dijo a las 7 y
el cambio diríamos radical en el r(^imen interior
una misa de comimión general el Revdo. P. D.
de ese Establecimiento correccional; han desapa
Manuel Gómez, Director de la Causa.
recido ciertos síntomas de mal contento y rebelión,
A las zo después de una solemne misfl <-anta/^a gritos de odio y desesperación; se nota la calma y
se bendijeron las estatuas y se paseó procesional resígnaci^ que en vano esperaba obtener con me
mente en caprichosas andas por los espaciosos dios de su talante el derecho penal arreligioso y
patios del colegio una de las imágenes. A conti ateo.
nuación se entronizó el Sgdo. Corazón de Jesús
E l cambio y r^eneración moral lo reconocen
en cada una de las clases y patio externo con ver hasta varios periódiojs locales, exponentes de un
dadera alergia de los niños que no cesaban de can liberalismo más o menos intransigente y que de
tar, aclamar y vitorear al Dios R ey de sus cora la entrada del sacerdote en esa Cárcel se espera
zones.
ban talvez una (x>njuración ojntra las autoridades
Una vez hecha la consagración de los niños, que
ci\Tles. Tenemos a la vista algunas números de
r..-sultó muy solemne el P. Director dijo dos pa « E l Comercio » « E l Día », etc. que
como
labras referente al acto que se acababa de celebrar
ec» al editorial del « Republicano » diario cató
que terminó de inflamar aquello.» (Xirazones en
lico capitolino, dirigen frases m uy laudatorias y
amor a su Jesús.
de enoDmio a la acción benéfica del P. Degio^-anni
-
en pro de los reclusos. Este nuestro buen heimano
ha hecho lo posible por obtener de la dirección de
cárceles, se vuelva lo menos penosa la vida de los
detenidos: ha logrado que varias veces la banda
y compañía dramática del Instituto D. Sosco de
la ciudad, proyecciones cinematógrañcas y otras
funciones teatrales proporcionen a los numerosos
detenidos horas de solaz que por otra parte bien
lo mc-reccn, dado que corresponden con empeño
a la instrucción religiosa y otros cuidados del
celoso Capellán. No es de extrañar pues, que el
P. Degiovanni, en ocasión de su día onomástico
fuera objeto de una imponente y franca deniostra
ción de gralilud de parte de los reclusos.
13» —
filial amor y respeto del noble pueblo cannoneiase
y de los alumnos acogidos en las escuelas saksianas.
El día 7 celebró Su Emcia. Misa de Comunión ge
neral dirigiendo su autorizada palabra a los niños
y cooperadores salesianos, demostrándoles que d
Ven. Don Bosco se hizo gigante en la santidad
porqué vivió ,y se aliimntó siempre del Cuerpo
Santísimo de Jesús. Hizo notar que a Jesucritsto
le abandonaron en el Gólgota y que ahora es aban
donado también en el Sagrario, dvdi.ciendo de
atiuí, que les buenos cristianos deben acercarse
más a Jesiis. recibiéndole con frecuencia en el
Sacramento de la Com nión y visitándole todos los
días en el Tabeniáculo.
rbíhpi
BARCELONA -
Altar mayor de la cripta del Tibidabo.
El « Republicano » publica íntegro el discurso
de uno de los detenidos: es diríamos en su senci
llez un himno de agradecimiento y bendiciones
no solo al benemérito religioso a qiücn va dirigido
sino a totlos los Hijos del Ven. Don Bosco qtte
no limitan el campo de trabajo solo para los niños
pmletarios. o los aprendices profesionales, sino
que en el púlpito y las Misiones, en los lazaretos
y cárceles, donde se sufre y llora, llevan luz a las
cotioiencias, alegría y bienestar a las almas.
Lo sqian. una vez más, nuestros beneméritos
Cooperadores q\te no son inútiles sus auxilios en
oraciones y limosnas generosas a las Obras del Ven.
Dtm Bosco.
C^R.HONA (Sevilla). — Huésped ilustre. — En
IvíS días 6 y 7 de Junio fueron honrados los Salesi.uios de esta ciudad con la visita y estaitcia del
Hmuio. Sr. Cardenal-Arzobispo de Sevilla Dr. Almaráz y Santos. Durante dichos días, recibió el
Enuuo. Sj . Cardenal inequívocas muestras de
El Emmo. Sr. Cardenal desjjidióse de sus que
ridos niños salesianos premiando su buen comix>rtamiento con un generoso obsequio.
inSTlTUTO PARA
50 RDO-01UD05
El año pasado en la Pía Casa Arzobispal de
sordomudos tuvo lugar una solenme y conmove
dora ceremonia para inaugurar las mejoras lle
vadas a cabo en el Instituto.
Bajo la presidencia de S. A R. el Duque de Aosta,
que fué recibido con una larga salva de aplausos
se empezó el acto con la lectura de mía memoria
por el Director del Instituto.
Allc:a Htal.
Exmos. Sres., Señoras y Señores,
Esta obra para la educación de los sordomudos
en Ñapóles fué iniciada por el sacerdote D. Luis
139 —
Aiello, D. José Pinto y D. lorenzo Apicella y fué
continuada y completada por los canón^os de
esta Iglesia metropol tana D. Rafael Tizzano y D.
Domingo Alfano. Esta obra fué siempre apoyada
por los Emmos. Arzobispos de Ñapóles y por eso
se llama con justicia Pía Casa Arzobispal.
En 24 marzo 1895 la Obra privada fué, por ini
ciativa del Emmo. Cardenal San Felice, con real
Decreto, constituida en ente moral capaz por tanto
de recibir y contratar.
Su patrimonio consiste en dos edificios: uno en
Casoria, donación del Re\nno. Canónigo Tizzano q\ie
se emplea como sucursal para la seción femenina y
éste de Ñápeles, donativo del Can. Alfano, donde
reside la Administración y t^ue sirve para los niños.
lyá Pía Casa posee solamente una renta anual
de 1190,60 liras que no bastan sic^uiera para pagar
la contribución de los edificios. Debe pues su exis
tencia al concurso de los Enunos. Arzobispos de
esta ciudad, del Ayuntamiento y Provincia deNápoles y de otras provincias y corporaciones
circum vecinas.
Desde octubre del 1900 fué confiada la Institu
ción por el Emmo. Cardenal Arzobispo a la Pía
Sociedad Salesiana del Ven. Don Bosco. Los Salesianos idearon enseguida un programa de mejoras.
En primer lugar suprimieron la mendicidad que
Se hacía con los sordomudos por Iglesias y casas,
la cual si en otros tiempos había sido necesaria y
tolerable no tenía ahora más razón de continuar
pues se corría peligro de favorecer el desarrollo de
una clase especial de mendigantes contraria al
orden social y al espíritu de las leyes. Esta decisión
no dejó de ocasionamos alguna molestia; pero el
aplauso incondicionado de todas las autoridades
V de la población toda, mostraron bien a las claras
la convenieiicia. honestidad y justicia de tal deci
sión. Ix> que producía la mendicidad fué suplido
con las voluntarias ofertas de los privados entre
los cuales se repartió la hojita « Charilas » que
s: publica mensualmente, con loterías, conciertos y
otros medios modernos.
El personal antiguo ha sido substituido por un
personal joven, técnica y pedagógicamente pre
parado. lleno de entusiasmo por la alta núsión que
s • le ha confiado.
I.,a admisión de los alumnos viene regulada con
forme a los estatutos de la Obra, que liacen de la
Pía
un instituto de educación e instrucción
y no un simple hospicio, no aceptando, en conse
cuencia, alunmos de toda edad, idiotas y deficientes.
.\ctualmente gozan de los beneficios de esta Insti
tución 46 sordomudos y 64 sordomudas, o sea 110
alumnos.
Por lo que toca la parte material Imbo que hacer
importantes arr^ los a los edificios de los que se
ocupó un entendido ingeniero cuyo criterio fué
dar aire, luz y sol donde fuera posible, confor
mándose a las' exigencias modernas y a la higiene
educativo-escolástica. Según este plan fueron
modificadas y ampliadas las aulas para clases, los
dormitónos, la ropería, los comedores y cocina,
la enfermería, el cuarto de baño, los talleres, la
salas de pintura y dibujo, la capilla, la portería,
la de^>ensa, etc.
Se ha mejorado también la parte escolástica y
profesional. 1.a mímica convencional ha sido v« mpletamente abolida. La voz natural la palabra clara
e inteligible, la lengua nacional, .son la base (U- la
instrucción. E l alumno después de lo.s dtis primevos
años de articulación en los cuales aprende a pro
nimciar todos los sonidos y a ctxvrdinarlos en síla
bas y palabras y frases. pa.sa a la categoría de
alumno oyente.
L a Religión fonna la Iwse de totla la iducación.
permitiendo el completo desarrollo del sistema
preventivo dcl Vble. D. Bosco, <¡nc consi.stc en
poner al alumno en la absoluta imivosibilidad de
faltar y esto se obtiene mediante una vigilancia
atenta, continua y palem a por ivarle de los ,su])criores v maestros en cualquier lugar y a cualijuier
hora. Este ,si.steiua (pre no coivoce los castigos
físicos V que se sigue en los 340 institutos salcsianos
esparcidos por el mundo entero, ha dado, también
en este ramo particular de sordo-mudos , los más
lisonjeros resultados.
Los talleres de la Pía Casa entre los niños son:
carpintería, zapatería y sastrería hallándose 1)t«)
vistos de todo lo necesario para los primeros tra
bajos Cuando se disjvonga de mayores nicdios
podrán ser considerablemente mejorados y eje
cutar cualquier trabajo. Los alunmos están di\4di<Íos
en varios cursos cada uno con programa distinto y
con exámenes teórico-prácticos a la fin del curso.
Así se les abre un camino seguro para llegar a ser un
día hábiles obreros y ganarse honestamente el pan.
Desde octubre de 1914 se iiitodujo también
una clase de pintura y decoración aplicada a las
artes, dirigida con verdadero amor, celo y compe
tencia artística.
Ja educación moral e iutelectual viene comple
tada con la física cpie se imparte mediante fre
cuentes juegos al aire libre durante el día, con
paseos ordinarios y extraordinarios y con leccio
nes de gimiia.sia ».
Expuesto así el estado de la Obra concluyó el
Director expresando las más halagüeñas e.speranzas.
Una entusia.sla salva de ajvlausos acogió las pa
labras del director.
Acto seguido, los alumnos y alimmas expresaron
con ^^va conmoción y gran soltura, su agradeci
miento a S. A. y demás autoridades.
Después de \*isitados con gran satisfacción los
locales tuvo lugar un ensayo gimnástico al cual
tomaron parte todos los niños que dieron una bri
llante prueba de ejemplar disciplina y singular
habilidad.
Se descubrió por fin una lápida recuerdo y a
las 4.30 S. A . R. el Duque de Aosta, despidiéndose
del Instinto ponía sua firma en un rico pergamino
mientras expresaba su más sincera enliorabuena.
IS O R O Iv O O I - A .
Sra. Dña. Virginia Belloc y Sanchez-Gabello
Vda. de Muruve.
Esta distinguida y virtuosa Señora, bienhe
chora insigne de las Obras Salesianas, llena
— 140 —
de méritos, entregaba santamente su alma a
Dios, a los ochenta años de edad, el dia doce
Junio, en Alcalá de Guadaira (Sevilla, España).
Sus restos mortales fueron llevados como
en triunfo á la rultiina morada, acompañados
por un ¡numerable cortejo de amigos y admi
radores y de los trescientos y mas niños que
se educan en las Escuelas por Ella fundadas
con generosa explendidez en aquella población.
Conocedora de la Obra del Ven. D. Hosco,
y convencida del bien-que realiza en el mundo,
al pertler al hijo único que el Señor le habla
dado, hizo de rodillas ante su cadáver el pro
pósito de fundar, con sus cuantiosos bienes,
unas Escuelas donde los niños de Alcalá, y
preferentemente los más pobres, pudie.sen re
cibir cristiana educación: al mismo tiempo
abría al culto, la antigua Iglesia de nuestra
Señora del Carmen, que restauró artística y
suntuosamente.
Convertido hoy en hermosa realidad su gran
pensamiento, Alcalá de Guadaira cuenta con
un Colegio hermosísimo, dotato de espaciosos
patios, amplios locales para clases, un magnííico salón de actos y una iglesia preciosa. Asi
el Señor, antes de llamarla a disfrutar del
premio de sus buenas obras, quiso proporcio
narle la satisfacción inmensa de ver realizados
sus nobles ideales.
Los Salesianos de Alcalá de Guadaira han
perdido un.a verdadera Madre; los niños pobres
una insigne bienhechora.'
Como a todas las almas grandes, la muerte
la sorprendió cuando aun acariciaba impor
tantes proyectos de celo, en especial para bien
de la juventud.
« Si Dios me da vida, decía, todavía me
queda mucho que hacer en la fundación: si
yo muero, no faltará quien me sustituya ».
Nosotros al enviar el más sentido pésame
a su digno y distinguido Sobrino, el Exmo
Sr. Dr. Francisco Pages, ex-R ector de la
Universidad de Sevilla y Senador del Reino,
hombre de espirito elevado y recto, siempre
dispuesto a hacer el bien, que con sus emi
nentes dotes de inteligencia y corazón contribuvó eficazmente a la realización de los nobles
ideales de su Sra. Tia, no dudamos de que
los niños pobres de Alcalá "encontrarán, en
todo tiempo, en El a un padre cariñoso que
seguirá las sublimes huellas de la ilustre e
inolvidable Finada,
¡ Descanse en paz el alma grande de nues
tra insigne Hienhechora!
Su recuerdo será imperecedero como el
homenage tic nuestra afectuosa gratitud y de
nuestros constantes sufragios
e O O P E R flD O R E S D E F Ü N T O S .
ESPAÑ A
Valencia: Sra. Da. Amalia Gimeno. Sra. Da. Con
cepción Ibáñez de Colomer, Sra. Da. Concepción.
Miralles Borja, Sra. D a. Carmen Chavalera,
Sra. Da. Dolores Piseneta. Sra Da. Elisa Boldun,
Sra. Da. Enriqueta Atard, Sra. Da. Florentina
Mena, Sr. D. Federico Ortiz, Sr. D. Francisco
Damiai, Pbro, Sra. Da. Francisca Sancho Lleó,
Sr. D. Isidoro Molina, Sr. D. Joaquín Villalba,
Sr. D. Joaquín Pa.stor, Pbro. , Sr. D. José Barbarrós, Pbro. Canónigo, Sr. D. José Crú, Pbro,
Sr. D. José M. Fructuoso, S. D. José M, Llopis,
Pbro,, Sra. Da. Josefa Peral, Sra. Da. Leonida
Antoló, Sr. D. laiís-Balaguer, Sr. D. Manuel
Moni, Sra. Da. Micaela Dorda, Sra. Da. Rafaele Andréu, Sr. D. Rafael Olmos, Sr. D. R a
món Pons, Sr. D. Salvador Grancha, Sra. Da.
Trinidad Maylin.
De Mogen'e (Valencia - E spaña): Sr. D. Pedro
Gómez. Sr. D. Francisco Revert, Sr. D. Pedro
Vila, Sra. Da. Concepción Soriano, Sra. Da.
Eufrasia H ernands, Sra. Da. J uana Boluda,
Sra. Da. Josefa Boluda, Sra. Da. Carlota Jor•quez, Sra. Da. Joaquina Perez, Sra. Da. Josefa
Mas. Sra. Da. Consolación Páris. Sra. Da. Jo
sefa Tortosa, Sra. D a. Dolores Tortosa, Sra.
D. Isabel Carreres, Sra. Da. jesefa Carrerea
Ridaura, Sra. Da. Buenaventuras Carreres, Sra.
Da. Adelaide Palmi.
De Vallada: Don Francisco Cerdá.
De Fativa: Rdo Sr. D. Francisco Carreres, Pbro.
Decurión.
De Fuente de Higuera : Don Pedro Torres Torres.
Cuenca (España). — Da. Dominga Pérez.
Corpus Christi (Bejas). — Sr. D. Epitacio Ra
mírez Garibay.
Cali (Columbia). — D. Pascual Bolaños. — Doña
Juana Umaño de Lenis. — Doña Juana María Cas
tillo V. de Benitez. — D. Fransisco Puente Vaiverde.
Biuarantanga (Colombia). — Silvia Rugeles —
Juana de Dios Carreño — Segunda JHMartínez —
Petra Martínez — Consuelo Estevez — Mercedes
Puyaría — Francisca Conde . — Hilaria Rodríguez
— María Lirisa Motta — Catalina Vega — Elíseo
Camacho — Elisa Gómez — Maroa N.
Cerrito (Colombia). — Agustín Ayalde — Joaquín
Hermida — Paglo R. Martínez.
León . — Da. Mérea García Vda. de Ahamirano
— Mairuela Antonia Altamarino — María Loaisiga — Rosaurita Cha\*es — Pastora Mayoirga —
Rosa Castro.
C on aprolración d e la .Autoridad E clesi.istica:
G eren te: J O S E G A M B IN O .
Establee. T ip . de la S . .A. In t.d e la Buena Prensa.
Corso Repina Margherita, X . 1 7 6 -T U R IN
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Fecha
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1916.08
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1916.09