BS_1915_05

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Título
BS_1915_05
Descripción
Boletín Salesiano. Septiembre - octubre 1915
extracted text
AÑO XXX . N. 5

Setiembre-Octubre de 1915

52 .

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V ia Goítolengo N. 32 .

SUMARIO. Los dos Centenarios . . . . . . . 113
Un pensamiento delCard. M a d i................................117
La grande d a t a ......................................................... 117
Los Cooperadores Salesianos - Discurso de S. E.
Revma. Mons.Gusmini, Arzobispo de Bolonia . 118
Algunos hechos atribuidos a la intercesión del Ven.
Juan B o sco .............................................................. 122

^

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0 ^

^

Tesoro espiritual......................................................... 12a
El Centenario de la Institución Canónica de la Fiesta
de María A uxiliadora............................................123
De n u e s t r a s m is i o n e s : India: El Orfanato de
T a n jo r e ..................................................................133
Gracias de MaríaAuxiliadora.................................... 136
Bibliografía.................................................................. 139

LOS DOS CENTENARIOS
--------------------------L 16 de agosto de

1815 nacía
Juan Bosco en una aldea hu­
milde del Piam onte; el i 5 de
septiem bre del mismo año firmaba la
Santidad de Pío V II en la Capital del
m undo' cristiano el D ecreto que insti­
tuía la F iesta Litúrgica de M aría A u ­
xiliad ora: dos acontecim ientos que al
parecer no tenían relación ninguna en­
tre sí. ¡Cuántos niños no vendrían ai
mundo, del i®de enero al 31 de diciem ­
bre de 1 8 1 5 !
¡Y sin em bargo, los dos acontecim ien­
tos pasarían a la historia y a la eternidad
como providencialm ente enlazados, como
inseparables! « M ientras haya historia,
dice el C ard. Richelm y, los dos nom­
bres vivirán jun tos ».
A q u el niño debía ser el apóstol de
M aría A u xiliad o ra ; por él, la devoción
a la R ein a de los cielos bajo tan suave
advocación, había de llenar, y muy
pronto, los ám bitos del mundo. M aría

A u xiliad o ra debía ser la M adre verda­
dera de aquel niño; E lla su inspiradora,
E lla su fuerza. Juan debía realizar en
la tierra gran d es obras. Pero él no era
sino el instrum ento. E l autor principal
era M aría A uxiliadora. — Un día, des­
pués de los triunfos nunca vistos, de
París y B arcelona, sus hijos hallaron
a Juan Bosco llorando: « ¿Q ué tienes,
Padre? le preguntaron. — E s E lla, es
E lla quien lo hace todo, les respondió,
y D . B osco no es sino un instrumento
harto indigno ». Y prosiguió llorando
de ternura y acaso de tem or de no ser
instrum ento com pletam ente fiel.
A dm irem os las vías de la Providencia
D ivina, siem pre adm irable en sus San­
tos, y procurem os sacar alguna lección
práctica. Y sea ésta la confianza ilim i­
tada en nuestra R eina y Señora, y el
deseo de conocer cada día mejor la
gran figura de D . Bosco, seguros de
que así conocerem os también mejor a



D io s y nos sentirem os más estim ulados
a cum plir debidam ente nuestra misión
sobre la tierra.
D e lo prim ero nos hablará en este
mismo número el E xcm o. y R evino. Sr.
A rzo b isp o de Buenos A ires. D eten g á ­
monos sobre lo de conocer a D . Bosco.

O igam os cómo se expresa un confe­
rencista salesianp:
« E l D ecreto Suprem us hummme fa m iliae, en que Pío X proclam a V en e­
rable a D. Bosco, hace notar que la
Providencia, que rige los destinos hu­
manos, así como en otros siglos envió
a la hum anidad A g u stin es y Aquinos,
L oyolas y Josés de C alasanz para que
iluminaran sus sendas y abrieran a los
dem ás lo.s derroteros que convenía se­
g u ir; así en el siglo X I X le envió a
Juan Bosco, para que, con múltiples
virtudes, y aprovechándose de los re­
cursos de la civilización actual, divini­
zara los progresos m odernos, rem ediara
o indicara los rem edios de sus males
y encauzara las tendencias de los tiem ­
pos que alcanzam os.
€ E l que de buena fe estudie la vida
y las obras de D . Bosco, se conven­
cerá, si no lo está, de que se puede
ser muy santo sin dejar de ser hombre
de su tiem p o ; de que la santidad no es
un obstáculo para ser p ro g resista y hasta
dem ócrata; más aún, de que g e n era l­
mente nadie es tan progresivo y dem ó­
crata como los santos, porque son quie­
nes mejor com prenden y mejor practi­
can las relaciones humanas y quienes
mejor tratan y más aman a los hom ­
bres y a los pueblos.
♦ Pero hay Santos y Santos.
< A aquellos hom bres que D ios envía
como avanzadas que vayan enseñando
el cam ino a los dem ás, suele dispo­
nerlos exquisitam ente y hacerlos pasar
por donde más tarde han de pasar sus
conducidos; v si han de consolar gran ­
des duelos y rem ediar grandi s m isen s,

H 4



los hace pasar por doloroso C alvario;
y si han de abrir a la hum anidad sen­
das nuevas, señalándolas con regueros
de luz, pone en sus frentes el destello
del genio.
« Y Juan Bosco íué todo e s t o ( i ) >.
D e donde se deduce que es muy in­
teresante para todos, y necesario para
los C ooperadores, estudiar y conocer
bien a D . Bosco, según lo advertía el
Rvm o. P. A lb era , en su C ircular a los
C ooperad ores Salesianos, fechada el i*
de enero de este año.
¿Y cómo y dónde conocerle?
Pues en su vida y en sus escritos, en
las em presas que dejó, en sus institu­
ciones, en las tendencias que imprimió
a las múltiples actividades humanas, en
los libros que explican su espíritu y
sus obras.
E ntre las biografías de D . Bosco
editadas en castellano, todas ellas ne­
cesariam ente incom pletas, (como lo son
hasta ahora cuantas se han escrito) pero
casi todas suficientes para conocer su
espíritu, las mejores so n : la del P. Ortúzar, publicada en Sarriá de Barcelona;
la de E spiney, escrita en francés y tra­
ducida al castellano; y especialm ente
una reciente del P. E gañ a, aunque él
guarda m odestam ente el anónimo, pu­
blicada por las E scuelas Salesianas de
S evilla. A esta esperam os se añada
pronto la traducción de la del P. Lemoyne, escrita en italiano, y de la
cual hem os ya traducido para el Boletín
cuatro capítulos y seguirem os dando
m uestras en todos los números que po­
damos.
L os escritos d e D . Bosco son nume­
rosísimos. A más de ciento llegan sus
obras, la m ayor parte religiosas y po­
lém icas, sin contar multitud de artículos
publicados en los diarios y en el B o­
letín Saleslano. Pocas están traducidas
a1 castellano, siendo las principales:
/:7 Calélicú en e l si^lo. que es una amit) F i e r r o T o r r e s . La Insiit. S al. Conf. I. L a F i ¡;H ta d í l F u n d a d o r .

— lis —

pUa exposición de la D octrina y de la
Moral C atólica; un Compendio de H is­
toria E clesiástica; E l Joven Instruido,
que es un devocionario, pero que tiene
también unos adm irables diálogos po­
lémicos; Vida de los Papas de los tres

biografías son preciosísim as, no sólo
por el fino estudio psicológico de esos
afortunados biografados, estudio llevado
a cabo con la m ayor sencillez y tal vez
sin proponérselo y-aún sin darse cuenta
de él; sino también porque sin pen-

Retrato a l¿piz por Bartolomé Bellisio, en 1861,

prÍTTieros sig lo s; L a s m aravillas de M a ­
ría A u xilia d o ra : una Novetux de M a ría
A uxilia dora, que tiene preciosas exp o ­
siciones dogm ático-m orales sobre la ora­
ción y los Sacram entos de la confesión
y comunión, etc.; las biografías de sus
discípulos D om in go Savio, M iguel Magone, Luis Fleury, Juan Besucco etc. y
la de su com pañero Luis Com ollo. E stas

sarlo, nos da una cabal idea del am­
biente, de los medios y recursos de que
se valió para labrar sus almas, del tra­
bajo de la gracia y de otras mil cositas
que se refiere al alm a y la educación de
los niños.
E ntre sus instituciones, no hay duda
que la mayor, la que es suma y com­
pendio de todas, es la Pía Sociedad

— ii6 —

veras leyes consecuentes al estado de
gu erra en que se halla la península ita­
liana, están prohibidas las grand es aglo­
«
m eraciones de gente; el 15 de agosto,
* *
s. d. q. habrá (escribimos a fines de
E l mejor m edio para conocer el es­ julio) habrá una especie de rom ería a
píritu de D. Bosco es tratar a sus hijos, V alsálice, donde está la tum ba del Pa­
frecuentar las casas, las iglesias Sale- dre; y allí el Com endador Poesio, Pre­
sianas, leer los escritos salesianos, entre sidente de los A n tiguos A lum nos de
los cuales el principal es el B oletvi Rom a, pronunciará un discurso en la
Salesiano, órgano de los Cooperadores conmemoración solem ne del común Pa­
Salesianos, y cuyo principal y casi e x­ dre y M odelo.
clusivo objeto es darles cuenta del mo­
E l 16, el C apítulo o C on sejo Supe­
vim iento Salesiano en el mundo entero. rior de la Pía Socied ad S alesian a se
M edio muy oportuno para conocer trasladará a Castelnuovo de A s ti y de
el espíritu de la O bra en sus m últiples ahí a i Becchi, para poner en el sitio
aspectos, son los libros que lo explican, donde nació Juan Bosco, la primera
y cuanto éstos sean más auténticos, piedra de una iglesia dedicada a M aría
mejor. E n tre los que para esto han A uxiliad ora, que D io s quiera sea con
escrito y que no solam ente tienen la el tiem po un Santuario, com o la Porautorización, sino también la recom en­ ciúncula, com o la casa so lariega de
dación explícita del Rvm o. P. General, L oyola, com o la de A lb a de T orm es...
figura la siguiente colección, publicada
por las E scuelas Salesianas de SarriáE 1 R evm o. P. A lb e ra , escribe a los
Barcelona: L os Oratorios Festivos, obra
C
ooperad
ores Salesianos, con fecha i"
qne ha sido prem iada con m edalla de
o r o ; la Institución Salesiana: lo que es de a g o s to :
♦ E n este mes memorando, por cum­
y lo que hace, de la cual dice el cele­
bérrim o P. D ueso, C . M . F.: « deben plirse el prim er centenario del naci­
leerla todos los que quieran conocer miento de D . Bosco, siento la nece­
la institución social más grande, la que sidad de dirigirm e a vosotros, que sabéis
está llam ada a ser la solución más tomar parte tan íntima en nuestras pe­
práctica y fecunda de la llam ada cues­ nas y a le g r ía s ; y com prendiendo que
tión s o c ia l; y E l Sistema Educativo del estrechos vínculos nos tienen unidos al
Vble. Bosco. a la cual desea el Rvm o. común Padre y M aestro, no puedo me­
P. A lb e ra « que la lea todo el que se nos de invitaros a uniros a nosotros
precia del nom bre de C ooperad or S a ­ para elevar a D ios el himno de la
acción de gracias >.
lesiano ».
(A quí da cuenta del program a, y
C onociendo debidam ente a D . Bosco,
estim arem os nuestra misión y habre­ term in a):
€ L a súplica que os dirijo, benem é­
mos dado un gran paso en el cum pli­
m iento de aquel deseo del Santo Pon­ ritos C ooperad ores y celosas y pías
tífice Pío X , < que en todo el mundo, Cooperadoras, es que tengáis parte en
se viva del espíritu del Fundador de esta conmem oración del m ejor modo
que podáis, con la intención de ayu­
los Salesianos >.
darnos a dar gracias al Señor por ha­
bernos dado un Padre tan sabio, tan
A unque no se pueden, ni se deben afectuoso, tan celoso, y para rogarle
celeb ra r fiestas; aunque, dadas las se­ nos haga dignos de él >.

Salesiana, en sus tres ram as: Salesianos, H ijas de M aría A u xiliad o ra y Coo*
peradores.

- 117

les importa. ¡ Y con que m alignidad,
con qué insinuaciones, con cuál perfidia
TIO lo hacen! A h ! ¡lo s menguados, a
quienes 7W les importa que crezca e l mal,
Q U É IM P O R T A ?
a quienes sólo les importa que no se haga
— Y a V . qué le im porta?
e l bien !
Con estas palabras procuró e l saCelebrando e l ttacimicnto de D . Poseo,
cristá?t de la iglesia de S . Francisco de celebramos la apatdción de un alma a
A sís en T u rín ahogar e l interés y la la cual importó D ios, la Iglesia, los
caridad de D . Sosco p or u?i pobrecito hermanos. Coma S . Pablo, D . Poseo se
niTio campesino, e l 8 de diciembre de 18 4 1. impuso a sí mismo e l program a: Q uis
P or desgracia no era nueva la fra se. infirmatur et ego non infirmor? quis
H abíanla dicho a Judas los enemigos de scandalizatur et eg o non uror? ( I I Cor.
Jesús, cuando el in feliz, viendo sudar
V I, 2 2 ) y vió que como a l Corazón de
sangre a su M aestro, les devolvía las Jesús le importó la Redención humana
treinta m onedas: Q uid ad nos? ¿ Y a
hasta a l holocausto sobre la cruz, a él,
nosotros qué? También la había dicho sacerdote, debía importarle e l prójim o.
Caín a l Señor, cuando le preguntaba
Y porque le importó, obró, y en su
por su hermano^ A bel: N escio. ¿Q u é me obra encontraron la sa lud anillares y
importa de m i hermano a m íf
m illa 7'es de almas.
Y la fra se h ifeliz es para miichos
S i escuchando e l consejo del sacristán:
un ftrogram a, un program a de vida ¿ a V . qué le
se hubiera lim i­
cómoda y tranquila y un program a que tado a decir misa, a marcharse a su
cierra la puerta a todo disgusto, a toda casa para gozar tranquilidad, reposo,
molestia, y s i no a todas, sí a muchas silencio, ¿ nos hallaríam os hoy en la
preocupaciones. / L a juven tu d se co­ alegría de mía fiesta que conmueve a l
rrompe y m uere! ¿ Qué nos importa a mundo, que alegra a l Paraíso?
nosotros? — Ijxs naciones se agotan y
Sacerdotes, católicos vivos, vivos por
perecen. ¿ Q n é nos importa a npsoti'osf la f e , form ulaos la pregunta: ¿ Os im ­
L as iglesias se vacían, los catecismos se portan las almas, la f e . D io s? Pensad
abandonan. ¿ Q ué nos importa a nos­ que la obra de D . Poseo nació en un
otros? ¡L o s bautismos se descuidan: mul- episodio la mahana de una fiesta de la
tiplicanse los matrimonios no bendecidos Purísim a, porque, contra e l parecer de
por e l sacerdote: lu prensa obscena se un sacristán a quien ta l vez le im ­
desborda e inunda; la R eligión es v ili­ portaban más las candelas que las almas,
pendiada; la Iglesia, e l Papa, los sa­ a D on Poseo le importó un rapazuelo.
cerdotes son calumniados, ofendidos, p er­
Pisa, Julio 1915.
seguidos! ¿ Q ué nos importa a nosotros?
P e d r o C ard . M a f f i ,
Q uid ad nos?
Arzobispo de Pisa.
/ Y s i se detuvieran a q u í! F altaría
su contribución a l bien, pero Lo supliría
La grande data. (I)
e l celo de los demás. / Pero n o ! A estos
desgraciados a quienes nada importa de
El 16 de agosto se cumplen cien años desde el
nada, una cosa s í les im porta: que no día en que tñno al mundo el Vble. Juan Bosco,
nuestro Padre y Fundador. La fecha es grande, so­
hagan tampoco nada los demás. ¡ Y a
cuáles armas y a cuáles medios no acuden lemne para la Familia Salesiana, y para el mundo
entero, porque, como dice Fierro Torres, ♦ Juan
para im pedir que los demás hagan e l Bosco es uno de esos genios providenciales, que
bien! N o les importa a ellos, pero im­
(1) Retirado dei número anterior por lamentable equt>
piden e l trabajo de ccquellos a quienes s i vocación.

ün pensamiento del Gard> (nafñ>

m

-

aparecen de tanto en tanto como focos de luz, cual
reflectores que manda el cielo a la tierra y en ella
van quedando sin morir jamás, cual jalones que
marcan el paso a la humanidad, cual monumentos
grandiosos que atestiguan la elevación del alma hu­
mana, reflejo de la Divinidad» [i). Y sin embargo
pasa desapercihida o poco menos.
¿Por qué? ¡Oh! no lo preguntéis. Vuestro corazón,
<¡ue nunca se engaita en asuntos como éste, os loha dicho ya.
Porque la guerra, que es la calamidad de las ca­
lamidades, ha extendido sobre la humanidad un
manto de luto; y la conmemoración de esa fecha
debía ser una explosión de júbilo.
Porque la guerra, que es la paralización de todo
lo que no sea ella, ha inmovilizado todas las manifes­
taciones de la vida verdaderamente social. Porque
cuando no ¡tay ánimo sino para llorar con las madres
y con las viudas y con los huérfanos, y para rogar
a Dios se apiade de esta querida F.uropa enfurecida
y demente, que hasta hoy había sido el jardín de la
civilización, mal pueden celebrarse estos aconteci­
mientos risueños. Don Hosco mismo nos lo repro­
baría.
Mas no por eso podemos desentendemos de cum­
plir deberes sagrados. Muy al contrario. Y debemos
admirar y bendecir a la Divina Providencia que
tales modelos y tales auxilios nos manda; y debemos
magnificar a Dios en sus Siervos; y debemos es­
forzarnos por imitar, en la medida de nuestras fuer­
zas, sus ejemplos y su vida, y conservar diligentemente
y perfeccionar las empresas que ellos nos dejaron.
E l Exemo. Sr. Arzobispo de Bolonia, inmediato

ii8 —

Sucesor del hoy gloriosoamente reinante Pontífice
Benedicto X V , quien a su vez sucedió en aque'la
Arquidiócesis a uno de los varones que más tan
amado y auxiliado a la Obra Salesiana, el Emmo.
Cardenal Svampa; ha pronunciado un discurso, en
que pone de relieve todos esos puntos.
E l lo dirigió a sus amadísimos hijos, los Coopera­
dores Salesianos de su Arquidiócesis.
Nosotros le daremos un lugar en nuestro pe­
riódico, como testimonio de gratitud al eximio
Prelado, como homenaje al V. D. Basco, en el cen­
tenario de su nacimiento, como base a la serie de
artículos que, también en homenaje a la Obra Soctal
de nuestro Padre y Fimdador, pensamos escribir
en estas cohtmnas. Algo nos altera el plan; no im­
porta; salimos ganando todos, incluso nuestros
amados Cooperadores.
En efecto. Era nuestro deseo empezar en este mímero una serie de artículos sobre la cooperación
Salesiana, para tratar con alguna detención y profun­
didad tan importante argumento, deshaciendo equí­
vocos, deslindando campos, fijando netamente el
concepto, tratando de poner en claro las ideas, ya
que va llegando el tiempo de organizar definitiva­
mente las fuerzas que hasta hoy hemos dejado más
o menos independientes.
Pero muy a tiempo nos llega el discurso-confe­
rencia del Exemo. Sr. Arzobispo de Bolonia a los
Cooperadores de su amada ciudad y diócesis. Y como
contiene mucho de lo que nos<4 ros pensábamos de­
cir, hemos creído conveniente traducirlo casi por
completo y casi a la letra; para que sirva de base
y como de apoyo a nuestras pobres palabras.

LOS COOPERADORES SALESIANOS
Discurso de S. E. Revma. Mons. Gusmini Arzobispo de Bolouia
La sc{runda parte del programa
Hacer el bien a los demás.

Y ahora, sigamos a 1). Hosco al entrar en campo
para cumplir su misión. Preguntado desde el
principio sobre la vocación que le parecía tener,
respondió que la de estudiar para hacerse sacer­
dote y maestro de tantos (lue, como sus compa­
ñeros, no sabían nada de religión ni de Dios. Este
concepto se perfeccionó cu él a los nueve anos con
un sueño, en que le pareció que ima señora le
confiaba, para apacentárselo, un numerosísimo re­
baño: y como él le manifestaia que no podía
hacer tanto, díjole la Señora que Ella misma le
daría las fuerzas y los medios.
Esta vocación de hacer el bien a los demás, par­
ticularmente a la juventud menesterosa, y por lo
mismo más abandonada, más descarriada, más
(i) La Inst. Sales. Conferencia sobre el Sistema Peda­
gógico de D. Juan Hosco.
(a) V. número anterior.

extra^^ada material y moralmente, parece se le
afirmó y la convirtió en ideal, cuando, ya sacer­
dote, tuvo ocasión de visitar las cárceles y ver allí
muchos jóvenes, encerrados en ese ambiente fatal,
expiando faltas, que más que culpas, eran efecto
de ignorancia, y preparándose virtualmente a
cometer otras mayores, no y a por ignoráncia
sólo, sino por malicia; y fué madurándola en su co­
razón, movido ciertamente por la divina gracia,
hasta trazar atlmirablemente, no sólo el plan,
sino el organismo entero cuando, en medio de las
más grandes contrariedades que parecían impe­
dirle hasta poner la primera piedra de su edificio,
decía;« Puesto que no me quieren arrendar un local,
me fabricaré uno con el auxilio de la Virgen. Nos­
otros tendremos vastos edificios en que alojare­
mos cuantos niños vengan; tendremos tantos ta­
lleres cuantos sean necesarios para que los niños
aprendan el oficio a que se sientan indinados; ten­
dremos grandes patios y hermosos pórticos para
los recreos, una m u nífica iglesia, dérigos, maes-

— Iiq —

tros de arte, catequistas, profesores y sacerdotes
que cuidarán especialmente de los que manifes­
taren vocación al sacerdocio *. En esta, que por
las cifctmstancias en que tuvo lugar, es una ver­
dadera profecía, está en embrión toda la obra de
Don Bosco, la obra que en honor del Santo de la
dulzura, a quien la dedicó, llamó Salesiana;^ obra
que por su grandiosidad y por el modo como nació
y se desarrolló, tiene por autor a Dios mismo, de
quien Don Bosco fué un hábil, y lo que es más,
un fiel instrumento: obra que es, iba a decir, la
relación íntima, entre Dios y Don Bosco. En
efecto, desde la primera formación natural y so­
brenatural de D. Bosco, dicha relación aparece

L a casa donde nació D on B o sco .

manifiesta, porque si Dios miró a hacer de él un
smito. miró también a hacerle un apóstol. Y se
hizo ver más claramente en el desarrollo de la
obra misma, pues durante él no sólo fué evidente,
.‘?ino continua la intervención de Dios, y yo me
dispenso de probarlo, porque es una cosa de todos
sabida, por lo mismo que es tan extraordinaria y
a im tiempo tan clara, tan manifiesta, que ni
siquiera puede ser discutida, pues no tuvo lugar
en xm desierto ni en las llamadas oscuridades de la
Edad Media, sino en grandes ciudades, en pleno
siglo X IX , en medio de la luz y la crítica más avan­
zada. Ni esperéis de mí que venga a describiros to ­
do el maravilloso desarrollo de la Obra Salesiana,
que sería cosa de mmca acabar, y aimque diciéndoos cosas agradables, acabaría por cansaros.
Por tanto, apuntando los puntos principales de
este maravilloso desarrollo, procuraré entrar en

el espíritxi de la Obra, ese espíritu que debe ani­
maros a todos vosotros, que, como Cooperadores,
os habéis cons^rado a eUa, a lo menos si os in­
teresa, como creo, encamar y realizar no sólo la
primera parte del programa escrito en vuestra
espléndida bandera: ser buenos, süio también la
segunda: Hacer bien a los demás.
Principio y desarrollo de la
Obra Salesiana.

Puede decirse que D. Bosco eclió el fundajuento
de su obra el 8 de diciembre de 1841, día consa­
grado a la Inmaculada Concepción de María San­
tísima, acogiendo amorosamente en
la iglesia de S. Francisco, al jovencito Garelli, que había sido
maltratado por el sacristán. Y
esto sucedía a los seis meses esca­
sas de su ordenación sacerdotal.
En un día semejante, el 8 de
diciembre de 1844, bendijo, en el
hospitalito de la marquesa Barolo,
la primera capilla, que dedicó a
. S. Francisco de Sales, eligiéndolo
por Patrono de la Obra que se
iba fundando.
Después de peripecias largas y
desastrosas, de ludias y contrarie­
dades de todo género, eclesiás­
ticas y aviles, el 12 de abril de
1846 comienza en Valdocco el na­
tural y progresivo desarrollo, que
debía llegar a ser tan grande y
tan imponente. Entonces el de­
monio tentó un golpe definitivo, con
la peligrosa enfermedad que re­
dujo a D. Bosco a los extremos,
pero que superó, gradas especial­
mente a las oraciones de sus niños,
En compañía de su madre se tras­
ladó a Valdocco, uniendo así esa
santa mujer su vida a la del Ora­
torio hasta la muerte. lín los tres
años siguientes, abre otros tres
Oratorios en Turín, enriquecién­
dolos con una obra, íjue es esen­
cialmente suya; las clases dominicales y noctur­
nas. En 1830 y a tiene la sección de estudiantes,
y el 51 y a cuatro de ellos visten la sotana,
verificándose así su profecía: tendremos cléri­
gos; y el 52 ya fabrica su primera iglesia, de­
dicada a su Protector San Francisco de Sales,
para que pudieran empezar a ejerdtar su minis­
terio. Entre tanto el instituto se ampliaba, y él,
en medio de las obras de su ministerio y de la publicadón de libros de toda clase, daba la última
mano a su grande obra, la Pia Sociedad de 5 .
Francisco de Sales, bien acogida por Su Santidad
Pío IX , que la aprobó definitivamente en 1874.
Pero entre tanto, y precisamente el 72, la obra
se había enriqueddo con otra rama importan­
tísima: la femenina, habiendo instituido las Hijas
de María Auxiliadora, que debían ser para su obra
casi lo que para su persona fué su propia madre.



Así parecía que la obra era completa, porque
tenía sacerdotes y liehnanas, dedicados a la re­
dención de los dos sexos, allí donde la necesidad
era mayor. Pero por una parte la obra necesitaba
recurso, y por otra, era providencial que, exten­
diéndose en medio del pueblo en toda la amplitud
del mxmdo, suscitara aquel entusiasmo/por la pro­
pia y la ajena santificación, que había sido el gran
designio de toda la vida y de toda la acción de
Don Bosco. Así, en TP76 fué aprobada la Pía
Unión de los Cooperadores Salesianos.
Entre tanto se multiplicaban los Oratorios,
y a ellos se unían los colegios, y unos y otros se per­
feccionaban para el bien de todos, para el incre­
mento de la religión y de la civilización cristiana.
Pero a D. Bosco y a los suyos les parecía estrecho
el Viejo Mundo, y les parecía que no bastaba po­
ner remedio a la corrupción de la decadente civi­
lización de los pueblos envejecidos en la malicia,
sino que era necesario lanzarse al Nuevo Mimdo,
y rebasando los linderos civilizados, llevar el ger­
men de la vida a los pueblos que aún pemianedan
salvajes por estar alejados de la fuente del bien y
de la salud; Cristo y su Iglesia. Y he aquí que desde
1875 se comienzan las expediciones de misioneros
a la Patagonia; poco a poco la abrazan toda en­
tera, y pasan a la Tierra del Fuego y a las islas
circimvecinas; y se erigen Vicariatos y Prefecturas
apostólicas, y los Salesianos son elevados a la dig­
nidad episcopal, tal como había pronosticado
Don Bosco.
Y la Obra sigue ensanchándose, y su progreso
no termina con la muerte de Don Bosco, acaecida
en i888, sino que va en constante aumento, tal
vez debido a la celestial intervención del Fundador,
de modo que hoy la Obra se extiende por todo el
mxmdo y cuenta 250 institutos en Italia, 520 en las
demás naciones; total, 770 institutos, en los cuales
se están educando a la sombra de la cruz, en la­
boriosa vida, más de 300.000 hijos de pueblo.
Ante este espectáculo, que es prodigioso, por­
que parece imposible hacer tanto en tan breve
tiempo, careciendo de medios y recursos, hay mo­
tivo para elevar un himno a la Divina Providencia
que en tiempos tan difíciles ha suscitado un apóstol
cuya Causa de Beatificación fxxé con justicia intro­
ducida en IQ07. Pero nuestra admiración y nuestra
gratitud para con la Providencia crecerán todavía
más, si penetramos algo dentro de la obra mara­
villosa para tratar de estudiar su esencia, su es­
píritu.
t a Obra Salesiana es la exterioHzación
de la caridad de Don Bosco.

lya Obra Salesiana. en su admirable conjunto,
es ima obra eminentemente espiritual, y puede
llamarse la manifestación extenúa de la bondad,
de la santidad personal de D. Bosco, con relación
a la santificación de los demás, habiendo también
en esto precedido él a sus hijos; y jxjr eso ellos,
si qxiieren gloriarse de tan grande padre, para con­
tinuar su misión deben seguir canxinando por la
misma vía a fin de ll^ a r a la misma meta; ser
san/ús para santipcar.
Mi E^xiiventísimo Antecesor, el inolvidable Car­

120



denal Svampa, tejiendo el elogio fiinebre de D.Bosco
Bosco en el X aniversario de su muerte, después de
haberlo llamado justo que vive de fe, de aquella
fe que, segiín el mismo apóstol San Pablo, de quien
es la frase, es v iv a y eficaz por la caridad, le aplica
el vaticinio que se liizo a Samuel: Suscitabo mihi
sacerÉotem fidelem qui jtixta cor meum ei animam
meam faciet (i Reg. 11, 35). Y yo creo que mmca
hubo aplicación mejor adaptada que ésta. Que
D. Bosco fué en su vida privada un sacerdote fiel,
todo animado del espíritu de Dios, es cosa que
hemos visto ya. Aliora bien, también en su vida
pública, también en la encamación del gran proyec­
to de la Obra Salesiana. fué animado y guiado
por el mismo espíritu, que él siguió con la misma
fidelidad, con la misma constancia, con la misma
generosidad. líl fué un instrumento fidelísimo en
las manos de Dios, y así como nada añadió, tam­
poco nada omitió, más aiin, nada anticipó, nada
pospuso en el orden de sus acciones; hizo lo que
sentía interiomiente deber hacer, según la volun-,
tad de Dios. Por esto no lo entusiasmaban de­
masiado los éxitos (que atribuía siempre a Dios),
como tampoco le desalentaron las dificultades, ni
le turbaron las contradicciones, axm cuando v i­
nieran de los potentados, hasta cuando parecían
proceder de gentes bien intencionadas. Y en todas
sxis acciones miró a im solo fin, a que cada ima
fuera segxin la volxmtad de Dios, según las exi­
gencias de su santísimo corazón, de su diviní­
simo espíritu. Ahora bien ¿cuál podía ser éste,
sino ensanchar en el mundo el conocimiento de
Dios, y con el conocimiento, su santo servicio?
Aquí está el distintivo de la Obra de D. Bosco,
ami en su parte material: es una obra de redención
moral, es mía obra de saneamiento religioso, espe­
cialmente de aquellos elementos que son más
fácilmente sanables, pero también más fácilmente
viciados y de los cuales en gran parte depende
que la sociedad se oriente al bien o al mal. según
sean ellos católicos o no. Es, pues, su Obra, tam ­
bién una obra de civilización, pero de civilización
eminentemente cristiana, porque, en la santidad
de su espíritu sentía profundamente — y la larga
experiencia de la vida y la historia se lo habían
enseñado y confirmado con grande amplitud —
que civilización verdadera no puede haberla, sino
teniendo por base la Religión, y la Religión de
Cristo, que es el fundamento, fuera del cual no se
puede poner ningún otro.
El método educativo de D. Bosco.

Por esto, en su programa, la instrucción debe
tener por base el Catecismo y la enseñanza reli­
giosa; por esto la vida práctica debe tener por
fuerza la oración, por pasto los santísimos sacra­
mentos, que deben santificar el estudio y el tra­
bajo, dar principio a la acción y al descanso, pe­
netrar hasta las mismas diversiones, que no pue­
den ser sanas, que ciertamente no pueden dar
verdadero alm o, si no son humanas y cristianas a
mi tiempo.
Por esto, los directores deben ser sacerdotes o re­
ligiosos en el verdadero sentido de la palabra.



I2 I —

para que tengan el espíritu de J esús, que deben in­
fundir con su dirección: y los maestros deben ser
religiosos, a lo menos en cuanto a la persuasión
y a la conducta, para que el ejemplo confirme la
doctrina, y los discípulos, mientras aprenden gra­
mática, o historia, o im oficio, aprendan también
a ser hombres honrados, a ser cristianos.
Por esto la corrección no debe ser a base de cas­
tigo ni siquiera de reproches, sino de persuasión,
y como por infusión de im espíritu nuevo, mediante
1(» mismos medios con que se da la instrucción y
la educación, y a que ellos, si tienen un valor pre­
ventivo contra las pasiones, tienen también uno
reparador de las fuerzas que las pasiones depri­
mieron o viciaron, hasta el punto que pueden res­
taurarlas a su primera dignidad y darles un extraor­
dinario robxistecimiento moral.
Y para que esta onda de cristiana piedad fuese
más eficaz, ha querido que irradiara de la devoción
a la Virgen, la Señora que tan temprano le confió
el cmdado de su grey y prometió su auxilio. ¡Oh! sí,
como para D. Bosco, M aríalo es todo para la Socie­
dad Salesiana; es la estrella que los guía al puerto.
E n el grande designio entran también el tra­
bajo y la diversión: uno y otro en su variadas for­
mas. Ni podía ser de otro modo, pues si la instruc­
ción y la educación dan las fuerzas intelectuales de
la vida; el trabajo da los medios de sostener la
vida misma, y la diversión templa las fuerzas ma­
teriales y morales para que el trabajo no debilite,
sino que más bien aumente la satisfacción moral
en el empuje y la energía de la acción. Cosas estas
todas que, si deben ponerse en práctica con todos,
mayormente se deben tratándose de la juventud,
que debe labrarse su propio porvenir, en espe­
cial si pertence a la clase popular, que no cuenta
con grandes patrimonios, pero que debe mante­
ner intactas sus propias fuerzas; lo cual se obtiene
intercalando hábilmente la diversión al trabajo.
Esta intercalación hace más interesante el trabajo
y más atractivas las diversiones; y para hacer más
dulce y fecundo el trabajo, quiso D. Bosco que en
sus casas hubiera variedad de ocupaciones, a fin
de que cada niño pudiera escoger no sólo las más
acomodadas a sus fuerzas, sino también aquellas
a que se siente más inchnado por naturaleza. Así
la vida pasada entre la oración, el trabajo y las
diversiones, no es un peso que oprime ni un juego
que aburre, sino im tranquilo campo de acción
en que el individuo se gana el pan para su sostén
presente y el galardón para la eternidad, al mismo
tiempo que prepara para la sociedad, orden y traquilidad, bienestar y progreso.
El concepto cristiano de la vida.

Es éste, otro punto de vista en que la Institu­
ción Salesmna tiene una importancia grandísima,
en que se afirmó claramente el genio educativo
de Don Bosco. • Todos, escribía hace medio s^lo
Montalembert, todos se preguntan con asombro
y consternación, de dónde salen aquellas turbas
sin fe y sin ley que aparecen en los días de las
rirsTieltas sociales y que, semejantes a las hordas
bc-rbaras de hace quince siglos, amenazan hun-

hundir una civilización. Y es bien jtisto el temor,
mas no el asombro. Salen de esos abismos a los
cuales fueron arrojados los pueblos desde el día que
se les obligó a trabajar los domingos y se les hizo
extraños a cuanto la religión había imaginado
con afecto de madre, para instruirlos y consolorkís
especialmente en ese grande día; y cuando se per­
mitió que se imprimiera el sello de la ignorancia por
la mano insaciable de la codicia. Son ellas las
turbas hambrientas, porque se les q\ütó todo ali­
mento moral; les falta la fe, porejue hombre.s ricc>$
e instruidos se vienen afanando desde hace un si­
glo por arrancarles del corazón ese tesoro; no tie­
nen ley, porque freaientemente sus patronos y
jefes, violando la primera de las leyes, les han en­
señado a no respetar niugima...».
¡Terrible requisitoria de la iuipiedad y de h
codicia, que, aliadas y de conserva, van minanOc
los fundamentos del humano consorcio!
Pues bien, D. Bosco vió el abismo que veniar,
abriendo en la sociedad, la irreligión y el desenfrene
infxmdiendo codicias insaciables, insubordinación
profunda en la parte más vital del pueblo; y con
la Institución que tiende a cristianizar el pueblo,
al mismo tiempo que le da los medios para sostenei
la vida, tiende a curar esta pestilentísima llaga.
Y es un hecho que donde hay numerosos alunmos
del V. Bosco, ni el socialismo ni la anarquía han
arraigado. Y la razón es sencillíshna. Todos estos
sistemas nacen y encuentran su base en el concepto
materialista de la vida, que considerada como fin
para sí misma, sobre sí misma gira, creando un indi­
vidualismo egoista que los atrae todos hacia sí mis­
mos para su felicidad presente; mientras el concepto
quede la vida tienen D. Bosco y sus instituciones,
el concepto que procuran infundir en las nuevas ge­
neraciones, es el concepto cristiano, según el cual,
la vida viene de Dios, llena de fuerza, para volver
a E l llena de méritos que deben ser premiados
no precisamente en el tiempo sino eii la eternidad.
Una palabra a los Cooperadores.

Ahora bien, vosotros, oh Cooperadores, no debéis
contentaros con prestar a la Obra Salc.siaiia sola­
mente los medios materiales para su existencia y
para la encaniación de su grandioso programa in­
dividual y .social, sino que vosotros mismos del>éiá
ser los defensores, los encamadores del programa,
por lo mismo que pertenecéis al grande instituto
y sois im ramo del árbol fecundo.
Recordad, empero, que no podéis realizar esta
segunda parte del programa que lleváis escrito en
la bandera, si ante todo no as esforzáis por encar­
nar en \"uestra vida individual la primera parte
del mismo. Más aún. si txm todas vuestras fuerzas
trabajáis por la primera, aunque pudierais hacer
p>oco por la segunda, vuestro ejemplo tendrá
una eficacia mágica. Por esto D. Bosco, s^ ú n Of
decía al principio, imitando al Divino Maestro.
coepit fac£re et docere. ¡Que así sea con todos vos­
otros, y yo tendré el gran consuelo de contaros
entre los oxpperadore Salesianos, y por lo mismo
entre los Tná«; activos cooperadores de mi misión
en esta ciudad, en esta Diócesis ilustre!

122



Algunos heÉos atrikiilos a la intercesión del Ven. Juan Bosco
Hacía algún tiempo que mi marido estaba
sujeto a ideas fijas. Pensamientos pesimistas Ip
agitaban y entristecían de continuo, no dormía
ni comía. Los médicos no sabían qué partido
tomar, y nosotros estábamos todos inquietos,
pues hemos visto que la misma enfermedad
ha llevado al suicidio otras personas juicio­
sas y piadosas, y ya se presentaban síntomas
no muy tranquilizadores. A tiempo me acordé
del Vble. Bosco, a quien tuve la fortuna de co­
nocer. y le rogué nos alcanzara de María Auxi­
liadora la gracia de la curación. Y he aquí que
poco a poco volvió la paz a la familia, porque
mi marido sanó completamente.
¡Gracias sean dadas a María Auxiliadora y a
su fiel Siervo D. Bosco!
Cartosio, marzo 2 de i9is-

S. L.
A primeros de Marzo, mi familia y yo nos
encontrábamos en grandísimas angustias, por
un asunto importantísimo, tan gravemente
comprometido, que ya no había esperanza de
éxito favorable. Me dirigí entonces a Jlaría
Auxiliadora, poniéndole a D. Bosco por inter­
cesor y prometiendo diez francos para la Causa
de Beatificación del Siervo de Dios, si el asunto
se enderezaba.
E l socorro me vino muy pronto, de un modo
imprevisto e inesperado.
Agradecido cumplo mi promesa y do}’ pú­
blicas gracias a María Auxiliadora, y a D. Bosco,
que interpusieron ante Dios su validísimo patro­
cinio.
Verona, marzo 26 de 1915.
L uisa M a r t in e l l i .

M edelUn (Colombia). -^Aunquerecibida con
gran retraso ¡nada menos que dos anos! publi­
camos la siguiente:
El infrascrito médico certifica que conoce y
ha recetado a la señorita Paulina Betancour, de
edad de 22 años, que ha sufrido una afección al
pecho hace poco más o menos unos diez anos,
para la cual la han recetado también otros mé­
dicos, sin obtener ningún resultado favorable.
Ultimamente en el mes de Febrero de 1913 es­
tuvo al borde del sepulcro, con el ataque más
fuerte y más largo de los que ha sufrido, y su
familia, y a cansada de tantos medicamentos,
resolvió en\*iar una limosna a las religiosas
(i) A todo esto damos fe y autoridad meramente hu­
manas.

(1)

Hijas de María Auxiliadora, rogándoles hicie­
ran súplicas a D. Bosco, a fin de alcanzar por su
interceción la curación de dicha Señorita. La
familia rezó durante nueve días lo que D. Bosco
mandaba rezar a sus enfermos, y la paciente lo
tomó por costumbre sin dejar de hacerlo un solo
día; desde entonces la mejoría principió y hasta
hoy, 6 de Noviembre del mismo año, no ha
vuelto a tener ningún ataque. Creeo que este
favor se ha logrado por la intención de D. Bosco.
Noviembre, 6 de 1913.
N acian cen o VÉLEZ.

¡Viva D. Bosco! Este el grito que sale espon­
táneo de mi agradecido corazón, conmovido
por un grandísimo favor que me acaba de con­
ceder.
Siento mucho no poder entrar en detalles,
porque se trata de cosas muy delicadas; pero
cumplo con júbilo la promesa de hacer pública
la concesión de la gracia, asegurando sin vacila­
ción que es de tal naturaleza, que por sí
bastaría para la Canonización.
¡Gracias le doy, pues, desde lo íntimo de mi
corazón! y mientras me complazco en mani­
festar a los afligidos que grande, inmenso es su
poder de intercesión ante María Sma. envío una
pequeña hmosna para una Misa de acción de
gracias.
Valguaiiera, mayo de 1915.
F rancisco F ederic » .

T E S O R O E S P IR IT U aL .
Los Cooperadores Salesianos que confesados
y comulgados, visiten devotamente una iglesia
o capilla púbüca, o si viven en comunidad, la
propia capilla, y rueguen según la intención
del Sumo Pontífice, pueden ganarlas siguientes
indulgencias plenarias:
Septiembre. 1. —
2. —
3. —
4. —
Ocfnbre
i. —
2. —
3. —
Noviembre, i. —
2. —

El
El
El
El
El
£1

El
El
El

8 Natividad de la B. Virgen.
12 El S. Nombre de María.
14 Exaltación de la Santa Cruz.
29 Dedicación de S. Miguel Are.
3 El Smo. Rosario.
12 La Maternidad de la B. V . M.
19 La Pureza de la B. V . M.
21 La Presentación.
22 Sta Cecilia.

Fuera de esto, pueden ganar tres más cada mes:
un día de libre elección, que bien puede ser el
Primer internes; 2« el día del Ejercicio de la Buena
Muerte; 3® el de la conferencia mensual.



E ^ l

C 3o

123 —

t o

i i í 1 1 ” ! o

de la Institución Canónica de la Fiesta de María Auxiliadora

Si en la B asílica m adre hem os te­
nido que traslad ar a tiem pos m ejores
las cfrandes fes-tividades' del Centenario, nos consuela el ver cómo las gaciones de a llen d e, el mar, y nuestra
amada E spaña, a quien D io s ha otor­
gado la inestim able gracia de conser­
var su neutralidad, las han celebrado
con todo el entusiasm o de hijos am an­
tes y de acuerdo con los respectivos
Ordinarios.
D o s fines principales han tenido,
como nos dicen en sus c a r ta s : pagar
la gran d e deuda de gratitud que la
Pía Sociedad Salesian a tiene contraída
con M aría A u xiliad o ra y ro gar por la
infortunada E urop a sobre la que han
caído tantas desgracias. O tro tienen, y es
que desean asociarse más tarde con
mayor eficacia a las nuestras, envián­
donos m ayor número de represen­
tantes.
L o s Prelados han tom ado parte im­
portantísim a en estas solem nidades.
Alo-unos
de ellos han dedicado al asunto
O
de los dos C entenarios (institución de
la fiesta y nacim iento del V en. Bosco)
hermosas pastorales. A lg u n a s nos to­
maremos la libertad de insertar, en
todo o en parte, en nuestras columnas,
en prenda de gratitud, y para con­
suelo y edificación de nuestros le ­
ctores.
T am bién ilustres personajes civiles
les han prestado su valioso concurso.
En algunas partes las mismas represen­
taciones nacionales han tom ado parte
oficial en las fiestas, y esto precisa­
mente en las repúblicas que tienen por
lema la L ibertad ... — que para algo
ha de servir el proclam arla — .

ESPAÑA
C IU D AD ELA. — Alguien ha llamado a la
isla de Menorca el reino de María Auxiliadora.
Sus fiestas han sido siempre verdaderos triunfos,
En las del Centenario, los isleños naturalmente
se han excedido a sí mismos. Las descripciones
que de ellas nos llegan son un verdadero himno
de júbilo. Trasladamos aquí la introducción, de
la publicada en la Revista Nuestro Auxilio, y
así nuestros lectores podrán formarse una idea.
«... ¡Día de gala y entre todos el de más gala:
día de gloria y entre todos el de más gloria, el
día de la triunfal carrera de María Auxiliadora
por nuestras calles y plazas, que bien merecían
ser llamadas todas, las calles y las plazas de
María Auxiliadora!
«... M enorcaseha excedido a sí misma, por­
que Menorca ha roto los antiguos moldes para
troquelar un corazón nuevo, que sabe palpitar,
como nimca, cuando se trata de honrar a María
Auxiliadora; Menorca hase aunado en un alma
sola para dar un espectáculo nunca visto, nunca
superado; para celebrar una fiesta que jamás
volveremos a ver; y el alma de nuestra patria,
cuando se aúna, produce maravillas y asombra.
« No me preguntéis dónde se ha celebrado la
fiesta, porque se ha celebrado en todos los pue­
blos: no me preguntéis tampoco dónde ha sido
más solemne, porque en todos ha sido solemní­
sima en la medida de sus fuerzas; y si bien es
cierto que a Cindadela cupo el honor de ser la
primera en festejar a María Auxiliadora con
Pontifical solemnísimo de nuestra Catedral e
iluminación espléndida, la fiesta de Ciudadela
fué y a de toda Menorca, porque a ella asistieron
representantes de toda la Isla, unidos para for­
mar la corona y el cortejo de María.
«¡Qué hermoso, qué encantador era ver a los
hijos de esta tierra, presididos por el Prelado
Diocesano, agrupados a los pies de Aquella
que atrae a todos, y a todos encanta con sus
bellezas y sus bondades!
«Si al describir la fiesta de María Auxiliadora,
los otros años, y a decíamos que su devoción era
la más popular en esta Isla, en el actual, y des­
pués de tanta gloria, no acertamos a traducir
cuanto sentimos, y sólo sabemos decir que en
cada corazón tiene un templo y un altar la que.



124 —

con el Corazón Sacratísimo de Jesús, quiere ser
la universal dominadora.
«Para María Auxiliadora han sido nuestras
ñores, nuestros cantos, nuestros ¡aleluyas! y las
iluminaciones de nuestras calles: para EUa
nuestros entusiastas ¡vivasl; en su obsequio las
comuniones incontables de tantos fieles, sobre
todo en Ciudadela; para E lla nuestras ora­
ciones, para Ella nuestras lágrimas de ter­
nura, para Ella nuestra alegría, el aplauso de
nuestras manos, los alientos todos de nuestro
pecho y el cariño singular de nuestros corazones.
« En los fastos de la Historia de la Iglesia
Meiiorquina, tan abrillantada en estos últimos
tiempos, se escribirá una página de oro entre
las otras fúlgida y preciosa: La fiesta del Cen­
tenario de la Virgen del Vble. Bosco...»
Celebraron todo el mes. Y en l a «fiesta m agna»
comenzaron las misas a las 3 de la madrugada
y se sucedieron sin interrupción en los varios
altares hasta las i i . E l concurso fué inmenso.
Más de 1500 personas se acercaron a la sagrada
Mesa sólo en el Santuario Salesiano (¡y Ciu­
dadela no tiene sino 8000 habitantes!)
La misa pontifical tuvo lugar en la misma
Catedral y « cuanto de ella se dijera resul­
taría pálido ante la realidad ».
A la entrada, aguardaban a la imagen el Ca­
bildo en pleno, los Beneficiados, los Semina­
ristas. A los Divinos Oficios asistió el M. I.
Ayuntamiento y las muy dignas autoridades
militares y civiles.
La parte musical, baj o la dirección del maestro
de la Capilla de la Catedral, el Pbro. Dr. Sintes,
ejecutó con insuperable maestría una misa del
Mtro. Eslava.
E l sermón del M. I. Señor Deán, Dr. D. R a­
fael Pijoán fué una pieza que merecería ser
trasladada íntegra a estas columnas. M aría.
Auxiliadora y D. Bosco fueron los objetos de
su inspirado canto.
No desmereció del resto la grandiosa proce­
sión. Sobre el cortejo caían sin cesar una lluvia
de flores, y pajaritos y mariposas llevando ora­
ciones a la gran Señora. Bajo el arco triunfal,
enmudecieron bandas, orquestas, campanas, y
dos angelitos dirigieron una tierna oración a la
Reina da Menorca, suplicándole la paz. ¡Díg­
nese Ella escucharlos! Los ancianos, asoma­
dos a sus ventanas, lloraban de consuelo y de­
cían conmo\idos: « Nunca se ha visto en Ciu­
dadela cosa semejante! »
Todas las poblaciones de la isla han celebrado
las fiestas centenarias, sobresaliendo la capital
Mahón y Perrerías.
Por su parte María Auxiliadora ha sido ge­
nerosa. Dice la revista «Nuestro Auxilio
gracias que María Auxiliadora ha prodigado en
su año Centenario son incontables. Las concedi­

das en el mes de Mayo ha superado al número
de hojas publicadas durante dicho mes, por lo
cual no se han podido incluir todas en las mismas,
pero se irán publicando en « Nuestro Auxilio »
para mayor gloria de nuestra buena Madre y
para alentar la confianza de sus amantes hijos.
También durante el mes se cantaron, en el San­
tuario de Ciudadela, cinco oficios solemnes en
acción de gracias. »
VICO . — E n las solemnidades tomaron parte
el dignísimo Prelado de la Diócesis. Excmo. Sr.
Eijo, trasladándose expresamente de Tuy,
el Ayuntamiento y la flor de la ciudad, del puerto
y í e los alrededores.
E n el landó del Ayuntamiento llegó S. E.
acompañado del Alcalde accidental Sr. Arbones,
el secretario del Ayuntamiento Sr. Olivié y el
mayordomo del Prelado, Sr. Vázquez Cambón.
E l batallón de alumnos, que se hallaba for­
mado en el patio, le tributó honores, batiendo
marcha las bandas de cornetas y tambores.
Por la tarde tuvo lugar un gran festival literario-musical deportivo.
E l M. I. Penitenciario de la Catedral de Tuy
Dr. Cerviño leyó un maravilloso discurso, que
demostró una vez más sus profundos conoci­
mientos y su brillante elocuencia.
E l batallón deportivo, la Escolanía, la com­
pañía dramática realizaron trabajos que justa­
mente merecieron las ovaciones del público.
Pero la nota saliente fué el discurso del Excmo.
Sr. Obispo. Hablando de él, dice La Concor­
dia:
« Hemos oido muchas veces al Sr. Eijo, pero
pero nunca como ayer biiHó con tanto esplen­
dor su arrebatadora elocuencia ».
Y es que María Auxiliadora y D. Bosco son
temas que se prestan como pocos para que un
orador pueda desplegar toda la grandeza de su
genio.

REP. ARGENTINA
Con el sentido em inentem ente prác­
tico que tiene la progresiva República
del Plata, ya desde el mes de abril
habían concretado la serie de festejos
con que celebrarían los Centenarios.
Iniciados en mayo, se cerrarán en
octubre. T odo el mes de m ayo se d e­
dicó a solem nes funciones en honor
de la € V irgen de D on Bosco ». En
junio, la tradicional reunión de Anti-

r

m m m

— 125

guos Alum nos. En julio , un g ran con­ para recordar a los fieles la prodigiosa \úctoria
curso de apología y sociología. En agosto de Lepanto conseguida por intercesión de Ma­
fiestas gen erales en honor de D . B o s c o ; ría, así este otro Pío confirmó esa advocación
con una fiesta, que a la vez nos recuerda todas
apertura de un nuevo O ratorio festivo las gracias y victorias antiguas conseguidas por
y grand es torneos literarios y cientí­ la protección de la SS. Virgen y nos anima a re­
ficos. En septiem bre concursos gim nás­ currir constantemente a Ella y a i>edirle auxilios
ticos. Y en octubre, los días 7, 8 y 9, en todas las necesidades de orden público y pri­
Congreso de los A n tig u o s Alum nos de vado, así a favor de la Iglesia como de la Patria.
La antífona y la oración con que la Iglesia
la República.
' invoca a María Auxilio de los Cristianos, mien­
E stos festejos se cerrarán con una tras exponen ante la Reina del Cielo todas las
solem ne peregrinación al santuario na­ necesidades de las distintas clases de la socie­
dad, también piden la fuerza, la constancia y los
cional de Luján.
H e aquí la herm osa Pastoral que el auxilios para salir victoriosos en los combates
contra el enemigo de nuestras almas hasta el
Primado de A rgentin a, el E xcm o. Sr. fin de la vida.
E spinosa, A rzobispo de Buenos A ires,
Los himnos Saepe dum Christi, etc., que la
publicó en dicha ocasión!
misma Iglesia canta en este día, al paso que nos

PASTORAL
para conmemorar el Centenario de
María Auxiliadora y de Vble. Don Bosco
Nos, EL D r . D on Mariano A ntonio E spin o sa ,
POR l a g racia d e D ios y d e la Sa n t a S e d e
A p o s t ó l ic a , A rzobispo de l a S an tísim a
T rin id a d d e B uenos A ir e s , A sis t e n t e a l
S olio P on tificio

A l Venerable Deán y Cabildo Metropolitano,
Clero secular y regular y fieles Arquidiócesis, Sa­
lud, Paz y Bendición en Nuestro Señor Jesucristo.
Venerables hermanos
y amados hijos nuestros:
Después de haber tributado en este hermoso
mes de Mayo a la Virgen Inmaculada de Luján
nuestro obsequio filial, mediante la Peregri­
nación Arquidiocesana, en la que hemos que­
rido recordar el centenario de la solemne coro­
nación de N. S. de la Misericordia en Savona,
por mano del Sumo Pontífice Pío V II, en cum­
plimiento de un voto hecho durante su cauti­
verio en esa misma ciudad; otra fecha memorable
se nos ofrece para celebrar, y es el Centenario de
la institución de la Fiesta de María Auxilium
Christianorum, que el mismo Pontífice en 1815
mandó se celebrase el 24 de Mayo de cada año
para agradecer a la SS. Virgen su \*uelta a la
Cátedra de San Pedro y su entrada triunfal en la
Ciudad Eterna.
Lá fí^ ta de María Auxiliadora.
Como en 1571 S. Pío V había agregado a las
invocaciones de las Letanías Lauretanas esta
^ ü ^ ^ A u xü iu n ^ C h ristía n o ru m ^ r^ p ^

recuerdan las victorias que consiguió el pueblo
Cristiano, por intercesión de María contra los
enemigos de la Rehgión, nos excitan a esperar
y pedir que la Virgen Auxiliadora nos asista
en los combates espirituales, y que cesen tam­
bién los tumultuosos horrores de la guerra y
brille sobre los pueblos cristianos el arco-iris de
paz por el favor de su poderosa protección.
Tanta si nobis Javeat Pairona, bellici cessat sceleris tumultus!... Venit adjutrix pia Virgo coelo
lapsa sereno!
Necesidad del auxilio de María.
Jamás el mundo cristiano ha sentido tan
apremiante la necesidad de pedir el auxilio
de María para conseguir la paz, como en las
circunstancias actuales, en que se hallan tantas
naciones envueltas en una conflagración ter­
rible y universal. I.^s j^aíses que ayer descolla­
ban i>or su asombrosa fuerza y pujanza y mar­
chaban al frente del jjrogreso y de la civilización
moderna, hoy envueltos en una lucha sangrienta
y titánica ven caer diariamente por millares a
sus hijos en los campos de batalla, sin que haya
en el mundo una autoridad superior, una fuerza
moral, un intermediario influyente, que en nom­
bre de la humanidad, pueda impedir esa hor­
renda e irreparable catástrofe.
A l contemplar esas innumerables víctimas
de la guerra, al ver esas legiones de la juventud
más l^Ua y robusta, que ayer formaba la de­
licia de sus familias y la esperanza de su patria,
hoy expuesta a la muerte más cruel, no pode­
mos sino elevar nuestra mirada al délo, llo­
rando, y exclamar con los Profetas: Señor,
perdonad a vuestro pueblo: apláquese vuestra
justicia y cese palestra ira: mirad a vuestro
Hijo Jesús Crudficado: Réspice in jaciem
Christi tiU!: oíd también los ruegos de vuestra
D m o ^ M a d r e ^ ^ A q u e ^ ^ u e ^ ^ ^ ^ j^ ^ i



cordia y poderosa intercesión, se llama el Auxi­
lio de los Cristianos!

12Ó

Santuario de María Auxiliadora, comprendiendo
luego en un solo establecimiento así los grandiosos
talleres de Artes y Oficios, como el Colegio de
TTn gran pecado de las naciones modernas. segunda enseñanza, con cerca de 1000 alumnos
Pero reconozcamos que un gran pecado pesa internos, y las clases elementales anexas, diur­
sobre las naciones, que aún se glorían del nombre nas y nocturnas, para externos. — Solicitado
de Cristianas. E l gran pecado es el escándalo, por nuestro venerado antecesor. Monseñor
o la depravación de la juventud, por las máxi­ Aneiros, en 1875, el Vble. Don Bosco envió
mas y los ejemplos, por la Escuela y la familia a nuestra República los primeros Salesianos, que
sin Dios, por la prensa y la pornografía, por e l, muy pronto se establecieron en Mater Miseriliberalismo y el libertinaje, los teatros y el juego: cordiae y en San Nicolás de los Arroyos: luego
todo ese conjunto de armas formidables es lo se les confiaron canónicamente las dos Parro­
que ha casi destruido la fe y la moral cristiana quias de San Juan Evangelista en la Boca (1878)
en gran parte de nuestra juventud; y en ese de­ y la de San Carlos en Almagro (1878), llegando
sastre religioso-moral las naciones modernas esta Casa Matriz de la Obra de Don Bosco en la
tienen gravísima responsabilidad ante el cielo Argentina a emular la de Valdocco de Turín.
Nos complacemos en recordar cómo tocó a
y la tierra... Como Cristianos sentimos ahora
Nós
el ir a instalar en 1879 a los primeros Mi­
toda la fuerza de aquellas amenazas del E van­
sioneros
Salesianos en la Patagonia, donde con
gelio: « jAy del mundo por los escándalos! ¡Ay
de los que escandalizaren a los pequeños, a los su celo siguen conquistando tantas almas para
jóvenes: mejor fuera que aquéllos se echasen a la religión y para la civilización cristiana.
Tanto nuestra Capital, como las provincias y
la mar!... etc. {Math., X V III, 6 — Marc., IX ,
41 — Luc., X V II, 2). Comprendamos que sobre territorios, han visto durante cuarenta años
todo el mundo y sobre todas las clases de la so­ extenderse y multiplicarse esta Obra eminente­
ciedad pesa esta responsabilidad de salvar la mente popular. Sus Oratorios Festivos entre­
juventud, cooperando a las obras sociales, con tienen y educan grandes masas de nuestra ju­
las cuales en cada nación se combate la mala ventud, preservándola de los peligros de la ocio­
prensa, la escuela sin Dios y la corrupción. Sin sidad, de la vagancia y del falso compañerismo:
esta reacción, o esta santa cruzada para la de­ las Escuelas Profesionales de Artes y Oficios
fensa de la juventud, no podrá haber ni recon­ forman en gran número obreros hábiles y ho­
ciliación con el cielo, ni paz entre los hombres! nestos; las Escuelas agrícolas y vitivinícolas
educan en las provincias y territorios buenos
La Obra de Don Bosco. agricultores; y los Colegios gratuitos y. semigratuitos para internos, pupilos y medio-pu­
L a misma Auxiliadora de los Cristianos nos pilos proporcionan a millares de jóvenes la
ofrece en este año de su Centenario un hermoso enseñanza elemental secundaria, normal y
y elocuente ejemplo de los medios de acción, y comercial...
cooperación para conseguir la Paz y el bienestar
Las Hijas de María Auxiliadora.
social. La Divina Madre del Redentor y de los
hombres, como en los siglos anteriores, así en
Mas la Obra de Don Bosco no fué sola la de
este último, quiso ofrecer al mundo cristiano los Padres Salesianos. Esa mente que tanto se
los auxilios especiales de que necesitaba contra acercó a la Divinidad, comprendió muy bien
los peligros y los males que iban sembrando la importante misión que podía desempeñar
los enemigos del bien. Se sirvió para esto de un la mujer en este siglo materialista, y fundó las
siervo y devoto suyo, que quiso fuera Apóstol Hijas de María Auxiliadora, infxmdiendo en
y Padre de la juventud, el Vble. Don Bosco, esas Vírgenes Cristianas el espíritu de Caridad,
cuyo centenario natalicio por una feliz coinci­ de abnegación y de sacrificio que doblega los
dencia celebramos también el 16 de Agosto de corazones más rebeldes e inspirando en ellas
este año. Allí tenéis, pues en su Obra tan ex­ un corazón de Madre para consolar todas las
tensa y múltiple, la contestación y solución prác­ aflicciones y aliviar todas las enfermedades del
tica de tantas teorías y problemas sociales que alma y del cuerpo, las hizo verdaderamente
se proponen y discuten actualmente.
admirables a los ojos de Dios y de los hombres
de los buenos y de los malos, de los cristianos y
Los Salesianos. hasta de los mismos paganos.
L a Obra de Don Bosco tuvo su principio con
L a Institución, pues, de las-* Hijas de María
el Oratorio Festivo fundado en Turín el día Auxiliadora * hace para las niñas, no sólo de
de la Purísima de 1841, y se desarrolló con el pobre o modesta condición sino también para
nombre de « Oratorio de S. Francisco de Sales » la clase acomodada, lo que los Salesianos hacen
en el célebre barrio de Valdocco a la sombra del para los niños.

— 127 —

Fratos opimos.
Ambas Instituciones educan en nuestro país
en sus setenta y cinco establecimientos un total
de 25.000 niños y niñas, con un mismo método y
con ese mismo espíritu de caridad activa y pa­
ciente que d. sabio Fundador supo imprimir en
su obra providencial. — E l feliz éxito de mora­
lización y de instrucción, que esta obra ha con­
seguido en los barrios de la Capital, las nume­
rosas vocaciones que ha despertado en los hijos
de nuestro pueblo, y más que todo la vitalidad
de sus Centros de Ex-alumnos y de Ex-alumnas
que ejercen su propaganda benéfica entre la
juventud, en las familias y en el pueblo; pa­
tentizan evidentemente que la Obra de Don
Sosco es sumamente providencial y es una nueva
manifestación del poder y bondad de María
« Auxilio de los Cristianos » para salvar la so­
ciedad.
Los Cooperadores.
Pero el Vble. Don Bosco quiso asociar a su
Obra otro elemento más, que responde admira­
blemente a tma necesidad de nuestro siglo:
él formó la Pía Unión Internacional de los Coo­
peradores y Cooperadoras Salesianas, no sólo
para sostenimiento de su Institución, sino para
fomentar en los ricos y pudientes el ejercicio de
la caridad y esparcir entre ellos su espíritu de
acción benéfica en pro de la juventud desam­
parada. Estos Cooperadores son los terciarios
Salesianos, como los de las antiguas Ordenes
Religiosas, pero con el distintivo especial.de la
acción social benéfica y de la limosna, según
expresa su Reglamento aprobado e indulgen­
ciado por los Sumos Pontífices. Cada estable­
cimiento y cada rama de la Obra de Don Bosco
debe tener su núcleo de Cooperadores y ellos
han de acompañar la acción Salesiana con su
cooperación de ta l manera que el pueblo, o el
obrero, vea y sienta acercársele, junto con el
religioso, también el rico y el pudiente para so­
correrle a él, a sus hijos y a su familia. L a acción
y la cooperación salesiana son inseparables,
tanto en su espíritu como en todas sus obras.
Así solamente se explica cómo la Obra de Don
Bosco se haya difundido tan rápidamente y se
haya radicado tan sólidamente en casi todos
los países del mundo!
¡A q o i la obra providencial!
He ahí pues, una grande Obra nacida en la
Iglesia en estos últimos tiempos para alh iar
tantos males y salvar a tantas almas. E sta Obra
de Don Bosco con sus Salesianos, sus alumnos
ex-alumnos y cooperadores forman hoy la gran
cruzada que la Virgen SS. « Auxilio de los Cris­
tianos » ha enviado al mundo como ejército pa­

cífico, que ha de combatir contra la impiedad
y la corrupción, tratando de preseivar a la ju­
ventud y al pueblo de la perversión y de todos
los males. Su palabra de orden es: oración,
trabajo y sacrificio, simbolizados en el lema Salesiano: Da fnihi animas, codera tolle: dáme al­
mas y quita lo demás!
; Todos Cooperadores t
Alistémonos, pues, en las filas de esta milicia
religiosa, que lleva al frente el estandarte de
María Auxiliadora y marcha bajo las órdenes del
Vble. Don Bosco; y seamos todos activos y
constantes Cooperadores de su Obra providen­
cial. Así se cumplirá el pronóstico, que ese
Apóstol de nuestro siglo, confiando en la pro­
tección de la SS. Virgen, llegó a fonnular di­
ciendo: que llegaría un día en que « Cooperador
Salesiano sería sinónimo de buen Cristiano! »
Con todo, no ha de creerse que ese Padre de
la niñez desvalida quisiera llevar toda la coo­
peración de los ricos a su propia Obra; no, en el
Reglamento de esa Pía Unión, las palabras y los
escritos de Don Bosco nos demuestran que
quería excitar en todos los que se llaman cató­
licos, y quieren serlo de veras, el espíritu de la
acción social y el ejercicio de la beneficencia:
de allí su predilección por las Conferencias Yi~
centinas, por la Obra del Vble. Cottolengo, etc.
La intervención de María Auxiliadora.
Fué admirable, en efecto, el espíritu de ge­
nerosa caridad que el Vble. despertó con sus
excursiones y conferencias por las principales
ciudades de Italia, Francia y España; pero
también fué necesario para conmover y decidir
a muchas familias ricas y pudientes a practi­
car generosamente la limosna, que intervi­
niese visiblemente María Auxiliadora con pro­
digios de curaciones, conversiones y otros fa­
vores espirituales y temporales. Así Don Bosco
alcanzó a persuadir a toda clase de personas que
es deber sagrado de todo católico el amparar y
proteger así las obras religiosas como las obras
sociales de propaganda y de caridad cristiana,
si quieren conseguir los favores y auxilios celes­
tiales, salvarse a sí mismos, a sus familias y a
la sociedad, espiritual y temporalmente.
Quiera la « Virgen de Don Bosco », como se
llaínfl hoy popularmente María Auxiliadora,
renovar en nuestro País y entre todos los cató­
licos s’js prodigios y derramar sus auxilios ce­
lestiales sobre los pudientes, para que ellos
a su vez presten su constante y generosa « o p e ­
ración a las obras religiosas y sociales, que van
surgiendo entre nosotros para la salvación de
la juventud y del pueblo. Las obras que reco­
mendamos espedahnente son la Buena Prensa,
las Congr^adones de la Doctrina Cristiana, las



Escuelas Católicas, las Conferencias Vicentinas
y las demás obras de caridad, que, según el es­
píritu de la Iglesia, se promueven y desarrollan
en nuestra Capital y en toda la República.
lOjalá llegue pronto el día en que, mediante el
Auxilio Divino, que nos ha de venir por inter­
cesión de la SS. Virgen, y la Cooperación de los
fieles, podamos ver todas las Obras Católicas
de tal manera vigorosas y activas, que puedan
ofrecer amparo y auxilio a todas las necesidades
espirituales y corporales de nuestro querido
pueblo y de la juventud que forma la más bella
esperanza de la Religión y de la Patria!
¡María Auxüium Christianorum, ora pro nohis\
Las fiestas.
Para conseguir esas gracias, in\dtamos a todos
los fieles Devotos de María Auxiliadora, para
que asistan a los cultos solemnes, que se tribu­
tarán a la celestial Patrona de la Obra de Don
Hosco en su Santuario de Almagro, especial­
mente en el octavario de misión que tendrá lugar
desde el 23 al 30 de Mayo y a la solemne proce­
sión que se celebrará por la tarde ese mismo
Domingo.
Nos, con el favor de Dios, tendremos en el
mismo Templo-Homenaje el día 31 solemne Pon­
tifical y entonaremos el Te Deum, en agradeci­
miento de los beneficios recibidos por interce­
sión de María SS. y para implorar su asistencia
y amparo en las presentes necesidades.
E sta Pastoral será leída en todas las iglesias
y capillas de esta Arquidiócesis, el día festivo
siguiente al de su recepción, en la hora de mayor
concurso.
La Bendición de Dios Todopoderoso Padre,
Hijo y Espíritu Santo, descienda sobre vosotros
y permanezca para siempre. Amén.
I)ada en nuestro Palacio Arzobispal de Buenos
Aires, Cajútal Federal de la Nación Argentina,
el día de la Ascensión, 13 de Mayo del año del
Señor de rail novecientos quince, firmada de
nuestro puño y letra, sellada con nuestro sello y
refrendada por nuestro Secretario.
M.\r u k o A ntonio

Arzobispo de Buenos Aires. •
Por mandato de S. E. R.
M.\n u e l E lz .u ’ rd i .\

Cartón igo Secretario.

L A S F IE S T A S .
La idea. — El cartel-anuncio del Nuevo
Templo de Almagro era un verdadero trabajo
artistiexí en su misma sencillez. A la \*ista lo
tenemos. En alto, sobre un fondo de oro, está
María .Vuxiliadora, dentro de una nube trans­
parente; abajo un ara, sobre la cual se lee; Pax;

128 —

a la derecha una mujer postrada en profundo
recogimiento: es « la Oración »; en todo el con­
torno un bosque de verdes olivos en cuyo fondo
se destaca un arco-iris, cuyo centro se ve que
parte de la celeste visión de María Auxiliadora.
¡Es feliz el pensamiento! ¡Sí. María Auxi­
liadora ha de dar la paz al mundo!
En este cartel está el programa de las fiestas,
fiestas solemnísimas, actos variados, que no po­
demos naturalmente reseñar por su extensión.
Inauguración de un nuevo instituto. — El
16 de mayo tuvo lugar la bendición del nuevo
Colegio de María Auxiliadora, sito en la Calle
Belgrano 647, barrio de Avellaneda. Es un ho­
menaje a María Auxiliadora y al Vble. Hosco en
ocasión de sus centenarios. E l P. Vespignani
dió una conferencia salesiana por la mañana
de dicho día y por la tarde Mons. Francisco
Alberti bendijo la capilla del instituto, pro­
nunciando también un elocuente discurso.
Madrina de la capilla fué la Sra. Da. María
Lertora de Bervier; del colegio, el Comité de
Cooperadoras, más Da. Mariana B. de Barceló.
Bajo los auspicios de Da. Inés Dorrego de
Unzué, se inauguró una gran escuela de cos­
tura dedicada a S. Vicente de Paúl.
Hubo una velada músico-literaria.
Las alumnas del nuevo colegio son numerosas.
— Quisiéramos disponer de mucho espacio
para narrar lo que han hecho nuestros her­
manos y cooperadores en todas las ciudades Ar­
gentinas: hablaríamos de las procesiones ma­
ravillosas, del resurgimiento religioso provo­
cado por estas fiestas en todas partes, del en­
tusiasmo de nuestros exalumnos... Hablaríamos
algo de Córdoba, donde surge el Colegio Pío X,
donde el limo. Sr. Obispo publicó una preciosa
Pastoral, encareciendo la importancia de los
dos Centenarios: donde los R. R. Padres Lazaristas se asociaron a los Salesianos, como si las
fiestas fueran fiestas de su propia familia...
Hablaríamos de Rodeo del Medio, donde las
Damas de Honor de María Auxiliadora trabajan
tanto y tan eficazmente, donde se ha coronado
la Virgen del Santuario Salesiano... Hablaría­
mos de Salta, donde ha aparecido la nueva
hoja jíeriódica titulada Marta Auxiliadora, cuyo
fin revela el título; propagar en la proxnncia la
devoción a María Auxiliadora... de Mendoza,
donde se han construido nuevas capillas y le­
vantado nuevos y ricos altares de mármol en
honor de nuestra Celestial Protectora... Pero
nuestros Hermanos y Cooperadores nos per­
donarán si no lo hacemos, teniendo en cuenta
que no disponemos sino de muy pocas páginas.
Por lo anterior ya se pueden todos formar una
idea del amor que la República Argentina pro­
fesa a María Auxiliadora y a D. Bosco. Y esto
basta. ¿Quién sabe si algún día, teniendo oca-

— 129 —

áón de visitar esas felices tierras, para estudiar
el desarrollo y la actm dad salesiana, y en ge­
neral la acción católico-social, no dediquemos
siquiera un folleto a « la Virgen de D . Bosco en
Argentina! »

COLOMBIA.
BOGOTA. — Nárrenos los triunfos de la
Virgen Auxiliadora en la cultísima ciudad
andina, llamada por D. Juan Valera la Atenas
americana, la brillante pliuna de los redactores
de La Unidad.
Con pompa y brillo acostumbrados en la
capital de Colombia, se efectuó la gran fiesta
final de las solemnidades en honor de María Au­
xiliadora, celebradas con motivo del Centenario.
La piedad bogotana. — La esposa de S. E.
el Presidente. — Una vez más ha dado Bogotá
altísima nota de acendrada piedad, rindiendo a
la Reina de los Cielos homenaje de amor.
E n todas sus partes se cumplió el program a
formado por los beneméritos hijos de Don Bosco.

Ea vigilia por la noche, le hicieron los aman­
tes hijos de María su primer obsequio, ilumi­
nando sus casas.
En la mañana del día de la fiesta, millares
de fieles de ambos sexos, entre ellos la aristocrá­
tica y distinguida dama esposa del Excelentísimo
señor Presidente de la República, concurrieron
a la iglesia salesiana de Nuestra Señora del
Carmen a recibir a J esús Sacramentado, ofrenda
la más grata al corazón de María Santísima.
¡Con qué ternura fijaría E lla su purísima mi­
rada en los felices mortales que hospedaban
dignamente en su pecho a Jesús, realizando así
el sublime misterio de amor de la unión del
Redentor y de los hombres, objeto único del
sacrificio de un Dios, hijos Uno y otros de aquella Madre incomparable.
Homenaje Nacional. — El Exemo. Sr. Arzo­
bispo Primado. — fii Exemo. Sr. Presidente de
la República. — A las 9 de la mañana celebró

el Ilustrísimo y Reverendísimo señor Arzobispo
Primado la Mira Pontifical en la Catedral-Ba­
sílica. Las naves dél regio templo estaban col­
madas de los devotos de María; desde el Exce­
lentísimo señor Presidenté de la República y
los. Ministros d d Despacho, y las más . altas
corporaciones y autoridades, hasta los más hu­
mildes fieles, veíanse prosternados ante María
.Auxiliadora, que en b ¿ lo y artístico altar abría
su corazón al amor de sus hijos. Ocffpó la cátedra
sagrada el muy Reverendo Padre Pinilla, de
1.1 Compañía de Jesús, y en inspirado y sublime
lenguaje transmitió al m ir ífic o auditorio su
.iirdiente devoción a María Auxiliadora y sus
nobles sentimientos de amor y admiración ha­

cia la Congregación Salesiana, cuyo Fundador,
el Venerable Juan Bosco, nacía el 16 de agosto
de 1815, año en que se instituyó la Fiesta litúr­
gica de María Auxiliadora. Este apóstol fué susci­
tado por la Divina Providencia en el seno de la
Iglesia para salvar al mundo del funesto socia­
lismo, lepra más temible aún que aquella que
corroe los cuerpos y para cuyas amarguras han
sido también suave consuelo los hijos de Don
Bosco. Concluyó el Re\'erendo Padre Pinilla
su hermoso y conmovdor elogio de las obras rea­
lizadas por estos religiosos, con las más vivas
deprecaciones a Colombia para que se mostrase
digna de los beneficios que de ellos ha recibido.
En grado sumo contribuyó al esplendor y
majestad del culto la selecta música del coro
salesiano.
La procesión. — A las 2 de la tarde principió
el desfile de la gran procesión. Bajo un bello
cielo recorrió el imponente cortejo las princi­
pales calles de la ciudad, por en medio de la api­
ñada multitud de fieles, de todas las condiciones
sociales, que en calles, ventanas y balcones con­
templaban con respetuosa compostura aquella
grandiosa manifestación a la Reina de los Cielos.
Acompañaban la procesión ocho institutos de
varones, otros tantos de señoritas, una comi­
sión de la Universidad Católica de Nuestra Se­
ñora del Rosario, el numeroso cuerpo de caba­
lleros de la Asociación de María Auxiliadora,
el pequeño clero, varios grupos de caballeros
que llevaban la representación de diversas so­
ciedades, la Congregación de señoras de María
Auxiliadora, la Congregación de sirvientas de la
misma hermandad, el Seminario Conciliar, las
Hermanas de la Caridad, considerable número
de miembros del clero secular y regular, la
Escuela Militar y el Estado Mayor del Ejército.
Formó la calle de honor la Policía Nacional, y
ejecutaban selectas marchas las bandas del Co­
legio Salesiano, de la Policía y de los Regimien­
tos del Ejército. Colocados en los lugares que el
programa les designó, lucían sus galas militares
el Regimiento Infantil y el Batallón Ricaurte.
Aristocráticos grupos de niñas, que iban
conduciendo lujosas bandas con la invocación
María Auxiliadora, ruega por nosotros, grabada
en artísticos caracteres, servían de separación
a las diversas hermandades de señoras.
Aparte de las insignias propias de las Con­
gregaciones que figuraban en el cortejo, se
ostentaban, llevados por comisiones de señoras
y señoritas, ocho lujosos pabellones rosados y ce­
lestes, artísticos ramos y festones cubiertos de
preciosas ñores; y las señoras del Consejo de la
Asociación de iía ría Auxiliadora, que formaban
un grupo primoroso y respetabilísimo, condu­
cían ricos gallardetes.
E l 50 lugar del programa de la procesión lo

— 130 —
les deseosos de oír la palabra edificante de S.
Sa. Atanasio Soler y Royo — Obispo de Cita­
rizo — quien ocupó la Cátedra Sagrada, y en
frases llenas de corrección y buen decir, deleitó
a la multitud con la precisión de sus conceptos.
La Misa solemne. — A las 8 ^ con asistencia
de las autoridades civiles y militares, Hermanos
del Santísimo, del Corazón de Jesús, de mul­
titud de damas y caballeros, tuvo lugar la misa
pontifical en la iglesia de San Nicolás, oficiada
por el lim o. S. Obispo.
Ocupó la Cátedra Sagrada el R. P. Luis J.
Muñoz S. J. Con la corrección y lucidez con que
él acostumbra hacerlo, cantó las glorias de María
y en frases llenas de poesía y sentimiento — nos
las mostró — magnífica y amorosa, extendiendo
el poder de su brazo para favorecer la causa de
Cristo; nos la mostró dulce y bellamente triun­
fadora cuando el Pontífice prisionero y deste­
rrado, suplicó su misericordia, para verlo
después entrar, por su mediación, aclamado y
y victoreado por sus hijos, a la antigua Roma,
donde habría de reinar la Iglesia por los siglos
de los siglos. Muy bella estuvo la misa; las ce­
remonias religiosas de esta índole imprimen en el
ánimo no sé qué acercamiento más a las cosas
divinas; hay como deseos de que la humanidad
toda beba en la fuente pura de la Iglesia, sus
buenas y nobles enseñanzas.
La procesión. — A pesar de la lluvia que hizo
temer un fracaso de la procesión, ésta se llevó
a cabo a las 5 p. m. con lo cual el pueblo cató­
lico de Barranquilla dió alta prueba de su re­
ligiosidad y de su fé. Bellamente se destacaba
encima de esa enorme concurrencia la imagen
sacrosanta de María Auxiliadora, que con su
sonrisa dulce y casta parecía complacerse poi
aquella manifestación de sus hijos que venciendo
obstáculos la adoraban y daban muestras de su
acendrada veneración para ella. Millares de
personas acudieron a la procesión.
Gallardetes de diversos colores, arbustos y
flores había en los balcones a porfía, haciendo un
bello conjunto e imprimiéndole al lugar un ri­
sueño aspecto que compenetraba exquisita y
suavemente con el alma, en los momentos pre­
cisos en que la imagen de María Auxiliadora
BAR RA N Q U ILLA . — Las demás ciudades pasaba triunfadora, cubierta por las flores que
colombianas donde hay Salcsianos o donde el le arrojaban desde arriba infinidad de blancas
núcleo de Cooperadores Salesiauos han sabido manecitas de niños.
Otra nota sobresaliente de la procesión fueron
extender su bendito influjo, siempre fecundo,
siempre simpático, no han querido quedarse los carruajes bellamente adornados y represen­
atrás y han sabido utilizar los medios que es­ tativos de Pajes de María Auxiliadora, de loS'
taban a su alcance. Y las primeras beneficiadas Quince Misterios del Sanio Rosario, de la Reitu'i
son las poblaciones, que han sentido pasar por de los Angeles y de La Iglesia y los Triunfos de
sus entrañas un soplo vivificante de ideales. María Auxiliadora.
E l Excmo. Sr. Delegado Apostólico, residente
Cortamos de un diario de Barranquilla:
La vigilia.. — La víspera de la fiesta el tem­ en Bogotá, se dignó conceder indulgencia pie
plo Salesiano de San Roque fué colmado de fie­ uaria; el Eexmo. Sr. Presidente de la República

ocupaba el hermoso paso del Corazón del Niño
Jesús, conducido por alumnos del Colegio Salesiano; y el 29° la estatua, bellamente adornada
de la Excelsa Señora Auxilio de los Cristianos.
Jóvenes de lo más granado de nuestra sociedad
se (lisjmtaban el honor de llevar en sus hombros
la estatua de la Celestial Reina, que iba prece­
dida de una numerosa argupación de caballeros
distinguidos. Se destacaba entre ellos la gallarda
figura de nuestro egregio Presidente de la Re­
pública, Excelentísimo Sr. Dr. don José V i­
cente Concha, acompañado de la mayor parte
de sus dignos Ministros, del señor Gobernador
del Departamento, del señor Alcalde de Bogotá
y de otros altos empleados. E l estandarte de
María Auxiliadora fué conducido por el Exce­
lentísimo señor Presidente de la República y por
las altas personalidades que lo acompañaban.
El Excmo. Sr. Delegado Apostólico. — Cer­
rando el cortejo iba, al pie de la Santísima Vir­
gen, revestido de capa magna, el Excelentí­
simo señor Delegado Apostólico, Monseñor
Vasallo di Torregrossa, insigne Príncipe de la
Iglesia, cuyas relevantes virtudes dan realce al
brillo y majestad de su augusta representación.
¡Feliz Bogotá, que tiene la dicha de presen­
ciar espectáculos como éste, en que el primer
Magistrado de la Nación, y el pueblo confiado
a su hábil gobierno, se asocian al Representante
del Vicario de Cristo y al Clero y las Comunida­
des religiosas de la ciudad, para elevar hasta
el Trono del Altísimo su fervientes plegarias por
mediación de María, Auxilio de los Cristianos!
¡Nación que da tan grande testimonios,
de fe y de religiosidad, tiene señalados en los
designios de la Providencia días de grandeza y
prosperidad!
Sentimientos de íntimo alborozo han dejado
en el corazón de los Reverendos Padres Salesianos el fervor y devoción de los habitantes de
esta ciudad en las fiestas centenarias de su Patrona Celestial. Así lo manifestó el venerando
Padre Aime, en elocuentísimas frases, cuando
— terminada la procesión — volvió a entrar
María Auxiliadora a su querido templo de la
Comunidad Salesiana.

— I'U —
se hizo representar en la fiesta por el señor
Gobernador del Departam ento; Su Señoría el
Ministro de I. P. por el Director del Ramo, y el
limo, señor Arzobispo de Cartagena, por el V i­
cario General de la Arquidiócesis.
BUCARAM ANGA. — E n la hermosa ciudad
santandereana no hay todavía Salesianos. Pero
hay Cooperadores entusiastas y tienen admira­
blemente establecida la Archicofradía de María
Auxiliadora. Hablando de las fiestas celebradas
dice un colega:
« Nuestra ciudad estuvo a la altura de los
piadosos sentimientos que inspiran a la casi
totalidad de sus moradores y se vistió de gala
para tomar parte y celebrar con ix>mpa y so­
lemnidad el Centenario de la institución de la
fiesta de María Auxiliadora.
La viglia se cantaron solemnes Vísperas y
por la noche hubo iluminación general en la
dudad.
A los primeros albores de la mañana se echa­
ron a vuelo las campanas.
Desde las cinco de la mañana se celebraron
misas, a las cuales acudió una inmensa concur­
rencia, y en ellas se acercaron a redbir el Pan de
los fuertes, muchas almas piadosas.
Al altar estaba vestido artísticamente y en
medio de él, entre infinidad de luces y flores,
estaba la estatua de la Virgen, inmaculada y
bella, como un símbolo de mediación entre Dios
y los hombres.
Las habitadones en lo general eostentabau
las emblemáticas banderas blancas.
A la una de la tarde se celebró un solemne
ejerddo de Letanías y Salves para implorar
de nuestra Madre y Señora el auxilio que todos
necesitamos y que ella con amorosa compasión
nos prodiga a manos llenas.
A las cuatro p. m. pronundó el R. P. José
M. Crespo, S. J., un elocuente y hermoso ser­
món alusivo a la festividad, durante el cual
mantuvo pendiente de su palabra sagrada al res­
petable y numeroso concurso que llenaba las
naves del templo.
En seguida salió la procesión; los estandartes
iban llevados por ios más altos representantes
del Poder Civil y del Ejérdto, por los Dignatarios
de varias Asocaidones piadosas, por respetables
matronas y damas de lo más distinguido de nues­
tra sodedad, y por niños y niñas de las prindpales familias de la localidad. L a procesión re­
corrió varias de las prindpales calles de la d u ­
dad, en medio de una numerosísima concurrendr:. Fué una espléndida manifestadón del
p ;eblo católico de Bucaramanga, en honor de
S" Madre Santísima.
Felidtamos muy sinceramente al Venerable
S: Vicario Dr. Jouaud y a sus dignos colabora­

dores en su alto y sagrado ministerio, a la es­
piritual señora doña María Valderrama de
García, organizadora de la fiesta, y a la seño­
rita Sofía Camacho M., digna Presidenta de la
Congregadón por el resultado de esta santa fes­
tividad ».
CALI. — No han sido menos los entusiastas
cooperadores de la capital del Valle predosísimo donde Humbolt ponía el Paraíso terrenal.
Por medio de hojas, manifiestos, vibrantes ar­
tículos en los periódicos aquellos buenos Coope­
radores mantuderon viva la devoción y exci­
taron el entusiasmo, no sólo en la ciudad, sino
en toda la región. Nombraron diversas comi­
siones, se dividieron el trabajo, se distribuyeron
los días de novenas y fiestas.
Militares, paisanos, eclesiásticos, todos toma­
ron parte, todos se impusieron gozosos gastos y
sacrificios. Y así todo salió admirablemente.
Tierra de poetas, dieron a las fiestas toda la
intensidad de sus nobles almas. Como la No­
vena compuesta por nuestro V. Padre, carece
de gozos, uno de los caballeros, D. Gustavo
Chacón, fiscal de los Tribunales, compuso unos
magníficos, que el Sr. Obispo de la Diócesis
aprobó e indulgenció, y que nosotros traslada­
ríamos aquí, si el espacio nos lo consintiera.
También acentuaron los deseos, y parece que
van a realizarse, si no se han rer’ izado ya, de que
se nombre a María Auxiliadora Patrona de la
Diócesis de Cali.
Bien quisiéramos poner aquí la lista de las
principales personas que contribuyeron al es­
plendor de las fiestas, que duraron todo entero
el mes de mayo, y fueron un triunfo de la Vii^en
de D. Bosco. Pero tampoco nos los consiente la
estrechez del espacio.
Sepan empero la Junta de Cooperadores y
Cooperadoras, el Sr. Chacón, los Sres. Generales
PizaiTO y A rboleda, los Jefes, Oficiales y
Soldados del glorioso Regimiento de Pichincha,
los de la Policía Nacional y Departamental,
las comisiones de señoras y señoritas, el vene­
rando Clero, comenzando por el dignísimo Pre­
lado, que en Turín estamos altamente edifi­
cados de su celo por la gloria de Dios y el honor
de María Auxiliadora.
E n Ibafué instituyeron canónicamente ^a
Archidcofradía de María Auxiliadora. En Me
dellin, en Agua de Dios, y Cootratacióa, en
Mosquera, en Giróo, y en otras poblaciones han
celebrado las fiestas con gran fervor. Pero basta
lo apuntado para que nuestros lectores tengan
una idea de cómo se ama a María Auxiliadora
y a Don Bosco en la República de Colombia.

— 132 —

VENEZUELA.
Pocas son las noticias que hemos recibido de
esta nación, pero esas pocas demuestran cuán
popular es María Auxiliadora en la Patria de
Bolívar y de Sucre.
En la ciudad de Valencia se ha bendecido la
torre-campanario, con sus hermosas campanas,
q u e « la ciudad consagra cual monumento de
amor a María Auxiliadora, en el centenario de
su fiesta D.
L a ciudad ha tenido otra idea feliz. Desde el
24 al 30 de mayo se turnaron sus diversas parro­
quias en los obsequios a María Auxiliadora.
Demos una muestra:
«Día 24: Corresponden los obsequios de este día
a la parroquia de Nlra. Sra. de la Anunciación,
matriz de Valencia.
A las 6 y 6^2 a. m. Misas y Comunión.
A las 7 a. m. Misa solenme.
Desde las 9 a. m. hasta las 4 p. m. se rezarán
en cada hora los quince misterios del Smo. Rosa­
rio, por grupos de fieles que organizarán las se­
ñoritas Enriqueta Rojas. Isabel Fernández I. y
Carmen González. Habrá entre rezos, cantos
también en cada hora, organizados por las se­
ñoritas Hermanas Corao, Antonia M. Betan—
court y Hermanas Hidalgo.
Los personeros de la Orquesta Valenciana
obsequiarán gratuitamente a la Sma. Virgen
Auxiliadora en este día, ejecutando la Misa del
M. Perosi en la mañana, una hora de música
de 4 a 5 p. m. y las Flores de María Sma. al final.
A las 5 p. m. Piadosa romería que saldrá de
la Iglesia Matriz hasta el Santuario. Sermón por
Monseñor Víctor J. Arocha, Protonotario Apo­
stólico y Vicario del Partido. Bendición so­
lemne con la Divina Majestad ».
Y así las demás: Ntra. Sra. de la Candelaria,
S. José, S. Blas, la Divina Pastora. S. Francisco
de Asís.
E l día 30 se reunieron la Cofradía de María
Auxiliadora, Adoratrices, alumnos del colegio
etc. etc. en un homenaje colectivo, con Jlisa
Pontifical, presentación de los niños a la Virgen
y procesión imponente.

ECUADOR.
QUITO — La presa políllca. — El R. D. José
De Giovanni. Director dcl instituto D. Bosco.
escribe al R ntiio. D. Pablo Albora.
Vna buena noticia tengo qne darle, que le ale­
grará. Desde hace muchos años estaba prohibida la
entrada del sacerdote en los cárceles. Celosos sa­
cerdotes del Clero secular v regular pidieron mu­
chas veces penniso. y siempre les fué negado. Poco
tiempo hace, un sacerdote se había propuesto ven­

cer la dificultad; pero se le ad\drtió secretamente
que si entraba a la cárcel, encontraría una sorpresa
poco agradable.
Esto no obstante, fiado en la protección de María
Auxiliadora y en la simpatía que ‘el actual Presi­
dente ha tenido siempre para con la Obra Salesiana, me le presenté resu¿tamente, implorando lo
que nadie había logrado.
Y ¿lo creerá V. R. ? No me opuso ninguna difi­
cultad. * Sí, me dijo, sí. vaya a convertir a esos
infelices; le doy amplia libertad para confesar, pre­
dicar, celebrar cuando quiera. A nadie he otor­
gado semejante permiso, pero lo doy a los Salesianos, porque sé que no van a meterse en po­
lítica *.
— Pierda cuidado. Sr. Presidente, le repliqué,
los Salesianos siguen siempre laS normas de su
Vble. Fundador, que nos mandó no seguir otra
política qu e la de hacer el bien.
En seguid a, S. E. comunicó a la Diredón el per­
miso otorgado, añadiendo que me trataran como a
un amigo suyo.
Era,el día de S. José y me habían regalado ima
estatua de María Auxiliadora. Inmediatamente la
hice llevar allá.
A l día siguiente fui a celebrar allá la Santa misa
llevando conmigo la Banda y la Escolanía. ¡Qué
día memorable aquél! Doce años había que no se
decía misa allí.. Muchos de los detenidos lloraban,
los otros emitían ciertos gemidos que me enter­
necieron también a mí.
Desde entonces, no he dejado de ir un solo do­
mingo a celebrar y explicar el Santo Evangelio
y todos los jueves a enseñar el Catecismo. Cuando
tengo tiempo, voy también a visitar las celdas y
los talleres, y el bien que se logra hacer no es
pequeño.
También nuestra amada Madre se halla allí
muy bien... como si estuviera en casa propia.
Los pobres prisioneros Le tienen siempre flo­
res frescas y una lamparilla encendida, que no
dejan apagar jamás.
Nuestros jóvenes la llaman « la presa política ».
He aquí la sorpresa que nos reseivaban María
Auxiliadora y D. Bosco en su Centenario...».

BRASIL.
E n el mes de junio tuvo lugar en S. Pablo un
imponente congreso Nacional Eucarístico. Las se­
siones se verificaron en el Instituto Salesiano, como
homenaje a María Auxiliadora y a D. Bosco.
Muchos señores Obispos tomaron parte, c»n
grandes núcleos de diocesanos.
Durante esos días nuestros hermanos tuvieron
el Sino. Sacramento de manifiesto en el Santuario
anexo dedicado al Sgdo. Corazón de Jesils, en el
cual se celebraron también las grandes funciones
religiosas propias del Congreso. Nuestro V. Fun­
dador, nos enseñó a integrar la devoción a María
Auxiliadora con la del Santísimo Sacramento.
Nuestros Hermanos y Cooperadores del Brasil no
podían ofrecer obsequio mejor a María Auxilia­
dora.

D E ^ I U E S T R A S M I5IO J \ÍE 5

IN D IA .

El Orfanato de Tanfore.
Tanjore, Abril de 1915.

Ainadishno Padre;
hace y a que no le doy noticias
de esta lejana misión. A la verdad,
era que esperaba darle la grata nueva
del establecimiento definitivo de nuestra Obra
en estas tierras. Pero nuevas dificultades,
que afectan especialmente a los terrenos ne­
cesarios para la construcción de los talleres,
retardan quién sabe hasta cuándo la insta­
lación de las Escuelas Profesionales, parali­
zando el desarrollo completo de nuestra insti­
ucho

M

Esta es la Escuela Profesional que ha apro­
bado y a el Gobierno, én vista de la enseñanza
racional que se da, y deseoso por lo mismo de
su desarrollo.
E l carpintero indio trabaja sin banco, sin
prensa, casi sin instrumentos. Acurrucado en
tierra, usa por prensa las piernas, por banco
cualquier trozo de madera, por instrumentos
un mazo, un serrucho rudimentario, el garlopín

y el escoplo.
Nuestros niños, por el contrario, están ini­
ciados en todos los recursos del arte, debido
al Padre Mora, que no sólo enseña la teoría,
sino que empuña los instrumentos que los ni­
ños deben luego manejar.
E l taller está en la actualidad provisto de
bancos de doble prensa, último modelo, y va
a instalarse un hermoso motor de nueve ca­
ballos de fuerza.
tución.
E l Gobierno aprecia nuestra obra y la favo­
Como S. R. sabe, los actuales talleres-es­
cuelas son de lo más sencillo y primitivo que se rece dándonos trabajo y proveyendo de titenpueda imaginar: dos tinglados cubiertos con silios a los aprendices: cada cual tiene los suyos.
hojas de palma, que los huracanes han destruido También el Director de la Industria nos ha
ya varias veces. Ellos sirven de laboratorio, favorecido, regalándonos este año instrumen­
escuela y desde hace algún tiempo, también de tos finísimos, cuyo valor no baja de 1500
francos.
dormitorio.
Se siente, pues, y urgente, la necesidad de un
Los pobres niños duermen sobre el banco en
que durante el día han trabajado, cuando no buen maestro de arte, pues un sacerdote, em­
en una estera extendida en el no muy liso pa\n- peñado ya con el sagrado ministerio, no pucJ»’
mento. Es cosa característica. Parece un campo atender debidamente a la escuela profesional,
de batalla después de un combate. Y completa la tanto más que cuando tengamos un maestra
ilusión el fusil apoyado a la cama del asistente, patentado, se podrá gozar del estipendio y do
siendo este el único medio para ahu3'entar una subvención anual.
E l auxilio pecuniario es hasta ahora ecasia los ladrones, aquí tan numerosos y tan dies­
simo,
y nosotros debemos mantener sesenta
tros, que este mismo niño, a pesar de nuestra
severa vigilancia y a pesar de tres grandes huerfanitos, ninguno de los cuales paga pen­
perros de guardia, han llegado a entrar al sión. Estamos completamente atenidos p. la
telar y robarse toda la tela tejida durante la caridad de nuestros buenos cooperadores. Puede
\*. R. imaginarse los apuros que estamos pa
semana.

— 134 —
sando, especialmente si considera que las na­
ciones de donde nos venían las principales li­
mosnas, están convertidas en campos de ba­
talla.
Nuestros tejedorcitos están atareadísimos en
preparar los trabajos que han de presentar en
la exposición que se inaugura estos días en el
reino de Pudduccotta. Después de haberse
lucido en los exámenes gobernativos, obte­
niendo este año tres distinciones de primera

se busca una mesa o una silla. Da mayor parte
de los obreros sólo se cubren la cintura con un
trozo de tela. No usan platos, y eso que se ali­
mentan casi exclusivamente de arroz; su plato
es una simple hoja de banano. Comen sentados
en tierra, con las piernas cruzadas, siendo ésta
su posición favorita, en la cual hacen la mayor
parte de sus trabajos. Por cama tienen una
estera, y nada más. Parece gente sin aspira­
ciones, sin deseos; se contentan con un puñado

T a NJOR ií (India) — Nuestros huerfanitos.

cl.-ise, quieren concurrir a la medalla de oro. Y
la ganarán. K1 joven indio es inteligente, está
dotado de grande iniciativa y se desarrolla con
más precocidad que el europeo. De carácter
suave, fácilmente se deja educar. Infundidle
hábitos de constancia, y nada tendrá que en­
vidiar a los de los centros más chdlizados.
Los ((ue lUils impresiona en la ludia, y parti­
cularmente aquí en el Sur, donde han abierto
menos brecha las costumbres europeas, son los
usos que dan a primera vista la idea de hallarse
entre bárbaros.
Las habitaciones son m ezquinas: chozas de
fango, cubiertas de paja, en las cuales en vano

de arroz y no desean nada más; no guardan un
céntimo para el día de mañana; no dejan a sus
hijos otra herencia que la riqueza de sus dichos
y proverbios y los usos más sagrados de la
casta, que han conseiv’^ado íntegros a través
de los siglos.
Infundir en estos niños el espíritu de tra­
bajo y de previsión, el espíritu de caridad y
de respeto por las demás castas... aquí está la
dificultad. Pero el sistema Educativo de nuestro
V. Padre, que ha obtenido asombrosos resul­
tados en otras partes ¿no los logrará también
aquí? Algo se ha obtenido ya, gracias a Dio?.
La gratitud, esta virtud tan difícil, especial-

— 135 —
mente en estos pueblos, parece se va abriendo
camino en el corazón de nuestros niños. V e­
mos sus consoladores frutos en los que, ha­
biendo terminado sus cursos, han dejado la
escuela.
Nuestro consudo y nuestro auxilio en la ar­
dua empresa es el venerado Sr. Obispo de Meliapor, S. E . Mons. Ribeira de Castro. Ultima­
mente nos ha honrado con su visita, permane­
ciendo un día entero con nosotros. Celebró la
Santa Misa en nuestra capillita, distribuyendo
la Santa Comunión y dirigiendo a los niños su
apostólica palabra, llena de amables y prácticos
consejos. Visitó los talleres y escuelas, detenitndose casi con cada alumno, e interesándose por
cuanto sir\'^e para devar espiritual y material­
mente a estos pobredtos.
Se habló de futuros ensanches, que compren­
derán ima tipografía, y detuvo con especial
complacencia su atención en la admirable obra
de la Santa Infanda, debido a la cual nuestro
Señor Director pudo presentarle 34 niños aban­
donados por sus padres y recogidos y salvados,
este mismo año. Religiosas indígenas los cui­
dan mientras lleguen a la edad de entrar en
nuestro orfanato.
Uno de los que recogimos hace seis años, y
que con sus oraciones y lágrimas le alcanzó a su
madre la grada d d bautismo antes de morir,
acaba de terminar d tercer año de comercio,
y d entrante ingresará en d Seminario, con
otro huerfanito compañero suyo. Ambos de­
sean hacerse salesianos. E l hermano de éste
último ha terminado y a sus estudios filosóficos,
y después de obtener d diploma gobernativo
se prepara a ayudarnos en el curso entrante. Así
suplirá a otro que, venido de un seminario de la
costa de Malabar y habiendo terminado sus es­
tudios filosóficos, v a a cumplir el año de probadón.
Son los primeros frutos. ¡Que Don Bosco
desde d cielo los bendiga y lleve a completa madurezl
Por la tarde, d bondoso Prdado asistió a un
nuUdi que los huérfanos jugaron en su honor,
y permitió que se le sacara una fotografía en
medio de sus amados huerfanitos, con los cuales
decía, había pasado un día feliz.
Fué en esta drcunstauda cuando S. E . quiso

ensanchar nuestro campo de acdón, disponiendo
la próxima entrada de los Salesianos en la parro­
quia de Tanjore.
De esto y de la primera visita a la aldeas du­
rante el tiempo pascual, espero hablarle en otra
carta. Entretanto, sea gloria a Dios y a nuestro
V . Padre, que en este año tan importante para
nuestra Pía Sociedad, quieren dilatar nuestro
campo de misión!

E l benjamín de los chiquillos.

Amado Padre, una dulce esperanza nos con­
forta, y es que el porvenir de este misión será
tanto más próspero, cuanto mayores fueron
las dificultades de sus principios. ¡Dígnese
María Auxiliadora, coronar nuestras esperan­
zas! Y V. R. déles valor con su bendición.
Todos los hermanos lo saludan.
Aftno. hijo in C. J.
F ran' cisco C ar pe né

Misionero Salesiano.

— 136 —

Gracias de María íIu\illadora.
' a ------------------{L oada se a la m ila g ro sa M a ria A u x il.!
Por no pecar de ingratitud, vicio verdadera­
mente criminal, voy a narrar un portento que ha
hecho en mi favor la misericordia divina por inter­
cesión de Maria Auxiliadora.
Plugo a Dios damie padres acomodados y ca­
riñosos, instrucción y educación conforme a la
doctrina y moral católicas, que son el sello de fe­
licidad. Pero mi constitución fué siempre débil y
expuesta a muchas enfermedades y de un modo
especial a la parálisis, consigxiiente a remiras in­
veterados y algo hereditarios.
María Auxiliadora, Hila lo sabe, fué mi con­
sejera al contraer enlace feliz con un esposo de mis
creencias, lleno de salud y de cualidades. En mr
santuario de la Virgen, en esa advocación favo­
rita, nos unimos con el vínculo santo. Siguió fa­
voreciéndome María Auxiliadora, dándonos una
niña, que es nuestro encanto.
Pero con ella acabó de quebrantarse mi salud, e
infinidad de enfermedades, aumentadas y amar­
gadas por las infinitas zozobras de las terribles
luchas fratricidas ({uc desoían a nuestra infortu­
nada Patria, posesiónarouse de mi ya débil cons­
titución, cada vez más enfermiza, hasta que des¡més de medio año en marcha descendente, ren­
dida materialmente, presa de agudísimos dolores,
quedé jxístrada en el lecho del dolor.
Allí tuve que fortalecerme sólo con la paciencia:
¡tales y tantos eran los dolores y penas que atra­
vesaban día y noche, mi corazón y mi extenuado
cuerpol Los médicos celebraban muclias conferen­
cias para remediar aquella situación pavorosa.
Mi padre, que goza de merecida fama entre los
doctores de esta ciudad, día y noche consultaba
los mejores tratados de medicina, buscando en
vano una solución a tantos males, complicación de
enfennedades varias y difíciles, algunas ya- inve­
teradas.
Al ver yo que la ciencia fallaba, consolándome
con el pensamiento de que era una prueba que
Dios me enviaba, solicité ser transportada a casa
de mi madre donde podría endulzarse aquel cal­
vario doloroso. Recuerdo que. cansada de estar
en la cama, después de muchos días y hasta se­
manas, aagotadn. supliqué se me pasase a ima silla
de brazos junto a la ventana para respirar la vida
de los jardines. Con grandes esfuerzos, mis padres
y hennanas consiguieron realizar mis deseos no sin
muchas quejas mías por lo agudo de los dolores en
cada movimiento. Para animarme un poco díjome
mi madre que y a había encargado mis « muletas >)
pues era scgiuo de que con ellas podría moverme al
modo ([uc ella lo hiciera durante más de once meses
cuando yo nací, seis lustros hace.
Un día mientras me hallaba sola contemplando
desde la silla el jardín, reverentemente y con toda

Dii alma encomendéme a Dios por intercesión de
María Auxiliadora, suplicándole me permitiese
leer y rezar. Sin pensarlo entonces, como movida
por instinto divino, levantóme, fuí al escritorio,
tomé un libro de la Virgen, leí, recé postrada en el
reclinatorio, y al levantarme me di cuenta que no
estaba y a paralitica, ni sentía dolor de ninguna
clase, y contenta sobremanera edrrí al comedor a
ver a mis padres y hermanos y conocidos, provo­
cando en todos im gran enstusiasmo y en mí la
firme promesa de publicar este hecho portentoso,
como lo hago por medio de estas líneas desaliñadas,
pero llenas de verdad.
Firmo la presente en la Puebla de los Angeles,
México, con mi esposo y otros testigos oculares, a
.los 29 días del mes de Marzo del año del Señor

1915G uadalupe A rrioja de G reco
S ilvio G reco , E. M ontaner , etc.
B a rcelo n a . — Hallándome postrada en cama
durante bastante días víctim a de la epidemia que
tantas lágrimas ha costado a Barcelona, desahu­
ciada de los médicos y habiendo recibido todos los
Santos Sacramentos, teniendo irnos dolores muy
agudos en la cabeza y gran opresión en el (X)razón,
que xjarccía que me iba ahogar, vino á casa un
Padre Salesiaiio y entregando a m i querida mamá
una estampa de María Auxiliadora le dijo: « pón­
gale V. esta estampa debajo de la alnialiada a ver si
esta medicina le hará efecto»Y ¡oh poder y bondad
de María Auxiliadora! instantáneamente, puede
decirse, cesaron los dolores y la opresión sin que
volvieran a repetirse para nada, todo debido a la
protección de María. Mandamos celebrar mía misa
en el templo de dicado a su culto en Saxriá y
damos gracias a María Auxiliadora y le regamos
siga protegiéndonos y nos conceda todas las demás
gracias que le pedimos.
24 Mayo 1915.
Ma r ía S aujol .
C o ru ñ a (España). — Habiéndome escrito desde
Madrid una de mis hermanas, diciéndome que
sentía fuertes e irresistibles dolores en un oído y
que los médicos querían operar, ofrecí una limosna
para las obras de Don Bosco, si me alcanzaba de
María Auxiliadora, su curación y ¡oh prodigio!
a la carta siguiente, recibo la noticia de que nonecesitan operarla, puesto que se halla curada
por completo, dando por ello infinitas gracias a tan
bondadosa Madre.
Envío la limosna ofrecida deseando lo publiquen
en el BoUtin Salesiano, para gloria de Dios y de su
benditísima Madre.
A gustina F ambrina
Cooperadora Salesiana.
C oncepción (Colombia).— E l 6 de Marzo de 1914
tuve la d e g r a d a de caer de acaballo, quedando
tan mal, que ni siquiera pude moverme. I^as
I>enas que pasé en el camino mientras en una silla
de manos me condudan a la casa, fueron atroces.
Y un médico bien acreditado me dijo que no tenía

— 137 —
esperanzas de volver a conseguir mi salud ni si­
quiera poderme levantar de la cama, porque las
lesiones eran de esas que sólo por milagro.
¡Oh maravilla! en caso tan apurado, viendo a mi
esposo lleno de confusión, y mis pequeñitos tris­
tísimos y sufriendo sin que su madre pudiera favore­
cerlos en algo, acudí a María Auxiliadora, Madre
que siempre me ha favorecido en todos mis apu­
ros, y le pedí me devolviera mi salud; empecé una
novena en su honor, con mi esposo, la que ter­
miné con mucha confianza en que sería protegida
por la que es el Auxilio de los Cristianos.
Efectivamente me encuentro llena ed salud y
completamente sana. E n agradecimento ofrezco
una limosna para la obra Salesiana y coutributo
a la fiesta del 24 Mayo en el pueblo de Concepción.
jBendita sa Iklaria Auxiliadora en todos los siglos!
Ma r ía . J. C arva jal .
Cali. — Estaba sufriendo de una grave enferme­
dad; me puse en manos de los mejores médicos y
ninguno me daba alivio. Entonces recurrí con toda
fe a María Auxiliadora; comulgué el día de la fiesta
24 de Mayo, y también le ofrecí la primera co­
munión de mi hijo, que la hizo el 21 del mismo
mes y después le pedí con toda fe a María Atixiliadora que me mandara, si era la voluntad de
Dios, un médico que acertara en la curación. Y
en verdad, así fué: en el mismo mes me deparó el
médico que me ha dado alivio. Así hoy doy gracias
a nuestra querida Madre por el gran beneficio, y le
pido no permita me repita esa enfermedad. Mi
mamá le ofreció una novena y 5 francos para ima
misa. Los mando con otros 5, que yo ofrecí, limosna
para los huérfanos de Don Bosco.
80 de Enero 1915.
C armen C haria de C eballos .
G erona. — ¡Gracias, Madre mía Auxiliadora!
Después de un largo lapso de tiempo de mucho
trabajo y luchando con infinidad de inconvenientes
para conseguir el buen resultado de un negocio
verdaderamente importante para toda la familia, y
el cual presentaba, mientras más se trabajaba,
peor resultado, acudí a María Auxiliadora pi­
diéndole que su protección nos otorgase el feliz
éxito a que aspirábamos todos, ofreciéndole hacer
publicar la gracia en el Boletín Salesiano y el pe­
queño óbolo de 5 ptas. para el templo del Tibidabo.
Bendita seáis, Madre mía Auxiliadora!... Un Sá­
bado. día consagrado a tan tierna Madre, llegó
la noticia del despaclio favorable, bello <»ronamiento que todos deseábamos. ¡Gradas mil a ta n
digna Madre María Auxiliadora!...
También im sobrino mío, deseaba ganar unas
oposidones muy difíciles, pues había i i aspirantes,
todos en mejores condidones que él. Llena de con­
fianza en mi dul<» auxilio, le solidté que si m i so­
brino saliese airoso ganando el brillante destino
t a n codiciado, comulgaría 15 sábados, oiría la Sta.
Misa en su honor, ajumaría en los mismos sábado y
publicaría la gracia.
¡Oh portento de mi buena Madre M. Auxilia­
dora]... ^£i sobrino salió sobresaliente, consiguiendo

np cargo muv importante, y gradas a María
Auxiliadora, hoy está haciendo feliz a toda su fa­
milia y él gozando de ima santa dicha en muy
buena compañía.
De otras pruebas muy tangibles he sido favoredda de María Auxiliadora; pero no le pronietí
ni debo hacerlas púbhcas, pero que vivirán cu mi
corazón eternamente. Publico estos beuefidos para
cumplir la promesa y para animar a todos a re­
currir con fé a tan excelsa Madre recortlando
aquellas palabras de San Bernardo; que nadie ha
sido nunca desoido de la Sma. Virgen.

S. C. C.
G irón .— E n Noviembre de 1914 fuí sorprendido
por una grave enfermedad que principió por mi
cólico hepático; en seguida vino mía peritonitis, y
luégo un tmnor en el hígado. Viendo que los re­
medios indicados por tres facultativos no surtían
sino una lijera mejona, y que fuí desahuciado, mi
familia y yo nos acordánios de María Auxiliadora
y le ofrecimos mandarle una limosna y publicar el
favor.
Gracias a María Auxiliadora, me encuentro ya
curado de tan graves eufennedades. Me apresuro
cumplir lo ofrecido, haciendo público mi grande
^radecimiento.
Febrero de 1915.
R.afael P in illa R uiz .
G irón . — E l 20 de Julio de 1914 enfermó de
parálisis mi hija. A los pocas días había avanzado
considerablemente el mal, y yo temía enloquecerme
al verla sufrir tánto. Consulté al médico, y éste
la desahució. Entonces ofrecí a María Auxiliadora
hacerle la novena y ¡oh prodigio! vino inmediata­
mente ima notable mejoría. En seguida ofrecí
una comunión, y mi hija siguió mejorando con ra­
pidez y pronto estuvo curada.
En testimnoio de mi profunda gratitud a María
Auxiliadora, doy publicidad a tan efectivo favor.
Febrero de 1915.
L ina MArquez de P.
— Por medio de estas líneas hago publica mi
gratitud inmensa a María Auxiliadora, por ha­
berme curado, con asombro de los que fueron testi­
gos de mi«ü padecimientos, de la enfermedad que
padecía. Ocho años hacía que im tumor canceroso
extendía sus raíces por toda mi cara; me sometí
a operaciones y cauterios de varios médicos, y el
ultimo que me vió me dejó sin esperanza ninguna
de curarme. Acudí entonces a María Auxiliadora,
ofreciéndole publicar el favor y enviarle una li­
mosna y . ¡caso extraño! me sobrevino una graví­
sima inflamación que reventó por varias partes
y que me hizo sufrir los más agudos dolores. Seguí
una inspiración de la Santísima Virgen, y estaba
curada en pocos días. Puedo decirlo así, pues sólo
se ven en mi cara las cicatrices de tan terrible
enfermedad. Sumamente agradecida a María
Auxiliadora, me apresuro a publicar tan inmenso
beneficio y a enviar la limosna ofrecida.
4 de Oaubre 1914.
^ía r ia J osefa R odríguez R.

— ■ Gradas a la poderosa mediadón de María
Auxiliadora he conseguido la completa curación
tle una enfermedad que implicaba pc-lígro de sufrir
grave daño en la vista. En testimonio de mi cor­
dial e inmenso agradecimiento a la Santísima Vir­
gen por tan portentoso favor, envío una limosna
para las obras del Venerable Don Bosco, y hago
pilblico este indudable milagro, como lo ofred
por el restabledniiento de mi salud.
Enero 1915.
C lelia R eyes R.

Ibagué. — Hallándose im amigo mío gravísimo
de luia terrible enfermedad, desahudado de los
médicos, ofrecí una novena en honor de María A u ­
xiliadora, pidiendo su curación, y el primer día
joh prodigio! hizo crisis la enfermedad quedando
el enfermo fuera de peligro. También ofrecí a esta
amorosa Madre ima misa rezada si le daba la
salud al mayor de nüs hijos, y muy pronto estuvo
bueno. Otro de mis hijos estuvo malo de gravedad;
ofrecí contribuir con lo que yo pudiera para la ce­
lebración de la fiesta que se aproxima de María
Auxilio de los Cristianos, y mi chiquito fué curado
y hasta hoy no ha vuelto a tener novedad; gustosa
cumpliré esta promesa, y ayudaré lo más que pueda.
Publico este favor en el Boletín Salesiano, llena
de reconocimiento, prometiéndole ser siempre su
fiel devota.
39 de Abril 1915
Una Cooperadora.
Fontidueño (Medellín Colombia). — Por cerca
de dos meses estuve padeciendo de ima terrible
enfennedad en la cabeza y ningún medicamento
fué suficiente para quitarme la terrible dolencia.
La xiltima solución fué la de operarme. Acudí
a María Auxiliadora y pronto me vi libre de la pe­
nosa enfermedad, ¡flonor y gloria a tan bendita
Madre!
C rispiniana A rango a .
— Habiéndome sido confiado un empleo que
por mi completa carencia de habilidades no era
capaz de desempeñar, y 110 pudiendo remmciarlo,
acudí a la Sma. Virgen, pidiéndole su auxilio, y
ofreciéndole, si me ayudaba a salir bien en el des­
empeño del cargo, publicar la gracia. Y esta buena
Madre, que no abandona a nadie, hizo que a pesar
de mi falta de aptitudes y salud, el empleo fuese
desetnpeñado con el buen éxito que se deseaba.
¡Gracias mil veces a la Sma. Virgen!
H. S. D uarte
Hija de María Attxiliadora.
P u n ta A re n a s. — De todo corazón doy las
expresivas gracias a María Auxiliadora por haberme
librado de una muerte segura. A fines del 1914 caí
gravemente enfermo. Además de xma pulmom'a
agudísima fui también atacado a los riñones. Ni
los desvelos y esnveradísimos cuidados de mi es­
posa y familia, ni los acertados medicamentos del
excelente Doctor que me medicinó habrían tenido
un resultado favorable sin la protección de Aquella
que con justicia es llamada Salud de los enfermos.

138 L a enfennedad fué adelantando y a los pocos días
me hallaba a las puertas de la eternidad. Un día en­
tero pennanecí en estado agónico. Confortado con
los santos Sacramentos y preces de los moribun­
dos, rodeado de mi familia y amigos que con dolor
veían cercano mi fin, yo me dispom'a para compare­
cer de un momento a otro ante el tribimal de Dios.
E l Sacerdote que velaba a mi cabecera para re­
coger mi último suspiro, una vez máa me dió la
bendición de María Auxiliadora. Y ... ¡oh prodigio
de la Madre de Dios! a los pocos instantes me
quedo como dormido y despertándome parece
sentir algún alivio en mis penas, alivio que fué
axxmentando sensiblemente hasta llevarme a los
pocos días fuera de todo peligro, Entré luego en el
período de convalecencia y hoy día me encuentro
perfectamente restablecido. En acción de gracias
por tan insigne fa^■ or, doy una limosna para el
culto de María Auxiliadora en Pimta Arenas y
hago público mi reconocimiento.
10 de Abril de 1915.
A lfredo C. M an cilla
Yo, que presencié las dolorosas agom'as del moríbmido, puedo decir que es im verdadero milagro
de María Auxiliadora que ese caballero haya rivido y sanado tan perfectamente.
Sac. J uan A liberti Vice-Párroco.
So led ad . — E l año pasado se presentó en núesría población, como en los demás pueblos cir­
cunvecinos, una disentería que sembró el pánico en
todas partes: a dieirio se registraban hasta seis
casos de muerte. En tan crítica situación y siendo
mi familia tan numerosa, hicimos en común un
voto a María Auxiliadora por medio de mía no­
vena, ofreciéndole publicar la gracia si nos salvaba
de tan peligrosa enfennedad. L a celestial Madre
no se hizo de rogar, pues la peste (como muy bien
se puede llamar) se prolongó hasta fines del año y
a nosostros no nos ha tocado. Por lo cual agrade­
cido hago pública esta gracia de la Inmaculada
Madre de Dios para con la más indigna de las
criatura.s. Son tantos los favores que esta buena
Madre nos dispensa, tanto a mí como a los de ini
familia, que muy bien podríamos llamarla nuestro
talismán sobre todo cuando le hacemos la llamada
Novena de Don Bosco. que tanto le agrada. Por
ahora parece que nos quiere probar acerca de una
necesidad en que estamos, pero confío que seremos
oidos lo más pronto posible, pues el corazón de
E lla es corazón de Aladre siempre para con sus
hijos.
Abril 15 de 1915.
J uan B aufista S ala s .

S . P e d ro de L ovago (Nicaragua). — Habiendo
caído enferma desde el mes de Agosto, el 4 de
Octubre estaba desaliuciada de los médicos. No dejé
de comprender que sólo la protección divina podía
salvarme. Esto fué un consuelo en
horas de
tristeza. A mi mente acudía el recuerdo de los pro­
digios de la Virgen Auxiliadora, y desde ese mo­
mento esta idea fué como una luz que brilló en la

— 139
continua noche de mi espíritu abatido. L a invo­
caba con fe. y ¡oh prodigio! el 7 del mes indicado
ya estaba fuera de peligro. Ofrecí a la Virgen A uxi­
liadora publicar en el BoUtin Salaiauo este gran
favor para que aumente la de\'ocjóu v culto a
Mbria Auxiliadora.
Abril 4 de 1915.
B uenaventura Vda. de R amos .
Das también gracias a María Auxiliadora y envían una
limoBDa:

Abeleda (Esp.). — D. Santiago López Mojón.
Albaráñez (Esp.). — D. Crecencia Ayllón y Da.
Celestina Vergara.
Allariz (Esp.). — D. Trinidad Díaz, por la salud
de su hija.
Bucaramanga (Col.). — D. Eliseo Cainacho, Da.
Sofia Camacho, Da. Herdiia Carreño ile Camacho.
Da. Dolores Motta de Camacho, Da. Celinira Canu>
cho de Navarro, D. Luis Camacho C., Da. Trán­
sito y Da. Luisa Motta.
Cardona (Esp.). — D. Buenaventura Homs, por
haber curado de una vena rota en la cabeza, 5 ptas.;
un devoto por una gracia, 25; otro devoto, una
misa y un cirio ; D. C. M. de S. por un íavor, 15.
Coruña (Esp.). — D. E. U. por numerosos fa­
vores, pías. 161, 75: Da. Clara Pía y Escot, ptas. i;
una hija de Maria, 2; D. Dolores Quiroga Borja
manda celebrar una misa de acción de gracias por
un favor; Da. Socorro Cisneros ; Da. Asunción Sanjurjo de Torres ; Da. Anunciación Martínez de Cali,
una sirvienta; Da. Luisa Cobián.
Castelle (Esp.). — Da. Concepción Montero Reza,
por la curación del Sr. Abad de la parroquia cíe
Espinosa, enfermo de graves y prolongadas neu­
ralgias, manda 45 ptas. para una misa de acción
de gracias.
Cubo de Sancho (Esp.). — D. Julián Ballestetos,
por un favor recibido.
Cali (Col.). — D. Sixto Vega, por la salud re­
cobrada; Da. Carinen (^harria de Ceballos, ío ptas.
Casa de la Selva (Esp.). — Da. María Más Ferrer,
por favores 3 ptas; Da. Carmen Gispert, 2,50; Da.
Carmen Camps y manda 35 ptas. para 7 misas.
Pojado (Esp.). — D. R. S.
Gerona. — Da. Carmen Clapera de Palomer, por
la curación de su hijo, ptas. 10; una hija de Maria
del Ampurdá, por la milagrosa curación de un
grave malestar al pecho, pías. 15; un devoto, por
una gracia, ptas. 5: Da. Mercedes Ronza, de Ba­
ñólas, por id. 5 p tas.; D. A. F., por tres favores,
ptas. 3; M. A. C. por dos favores y manda 2 ptas.
para las misiones salesianas más pobres.
Horcicajo (Esp.). — D. .\ureliano López Castillo.
Jábaga (Esp.). — D. Gregorio Illescas.
Ibagué (Col.). — Da. Julia de Echeverri, por la
salud de su único hijo y por otro gran favor favor,
y manda cantar una misa solemne.
La Unión del Valle (Col.). — Da. Clotilde de
Da. María del Carmen Millán, por favores
recibidos, y mandan una limosna.
Mon.iouch de Barcelona (Esp.). — Da. Margarita
Maniaell por gracia recibida y da una l*mo-.i»a.
barri» (Esp.J. — D. José M. Puig y Marqués,

por. una gracia, y manda celebrar una misa de
acción de gracias.
S. Pedro de Lovago (Nic.). — Da. T . Beatriz de
Cruz por la curación de su marido.
Salado (Col.). — D. Víctor M. Valencia, t p . ;
Da. María Engracia C. v. de Cojigas, i ; D. Augelino Ortega y señora, 2,50 ; Da. Rosario Silva, 2,50;
D. Salustiana Benitez, 2,50; D. Gavina Domínguez,
3 para una misa; Da. Joaijnina Vernaza de Co­
llazos, 2,50.
Silvia (Col.). — D. Manuel M. Arayón, por va­
rios favores, 5 fr.
Tipinovo (Orense-Kspaña). — Un capitán reiir.ulo, |)or varios favores, y manda celebrar un oli­
d o solemne.
Tudela (Esp.). — Una devota de Maria Auxi­
liadora por un favor 5 i>tas.
X. (Col.).— Da. Maria Francisca Uoirmaiin, por
favores recibidos, 8 frs.; Da. Luisa de Saniacriiz,
por id., 2,50; Da. Mercedes Galindo, por id. 2,50;
un colombiano agradecido, por la vida milag^o^amente s.nlvada, 10 frs.

B / B h / O G R ñ P in ,
De la Librería Salcsiana de Sarria:
Gaillermo. Dos tomos. Relato liistórico sacado
de los Anales de las Misiones, por el P. Siró D a­
mián. Salesiano, anrreglado para la colecdón de
Lecturas Católicas por el Dr. F rancisco F r .\g a .
Como la mayor parte de los opúsculos de esa im­
portante publicación, la lectura de estos dos es
muy instructiva e interesante. Forma los n .05
251 y 252 de la colección.
Otro tanto debe decirse de los n.ros 253 y 254.
titulados Pd^hios de mi Diario, por R >i)f'i f i
F ierr i T )Kkes, en que el autor expone sus impre­
siones de viaje a través de Francia e Italia, Con des­
cripciones magníficas, observaciones curiosas, anéc­
dotas amenas y variadas, mezcla el autor hermo­
sas consideraciones artísticas, filosóficas y soc' ‘.e.s
al alcance de todos, sobre las cuestiones y asuntos
que más apasionan las almas. El 2° tomo está casi
todo destinado a la peregrinación colombiana de
de 1914. Parece que a estos deben seguir otro u otros
dos.
De la Librería Internacional de Luis Gili — Bar­
celona.
Arte de aprender mucho y bien. Normas de edu­
cación intelectual, pwr el Dr. D. J o s é M. C krbó,
Pbro, Profesor del Ssminario de Barcelona. Se­
gunda edición co rro íd a y aumentada. — Un vo­
lumen de II >2 X 18 Yz cm., de 64 págs. En nistica, ptas. 0*50. (Por ojrreo, certificado, p.us.
0,30 más).
Muy atinadas observaciones sobre el arte de
leer, arte de hablar y arte de escribir, avaloran precljsaniiiite esta segunda edición, que el público

— 140 —
ilustrado sabrá justiprecia' íj bien de la ense­
ñanza y del rápido progreso intelectual.
La Madre Serafina, ¿ le v e relación de la mara­
villosa vida d t la venerable Sor Angela Marga­
rita Serafina, fundadoxa de las Mon3as Capucliinas
en España, a la luz de sus procesos últimamente
remitidos a la Sagrada Congregación de Ritos,
por el M. Iltre. Sr. Dr. D. S e b a s t iá n P u ig , Canó­
nigo de la S. I. C. de Baicelona Prólogo del P.
Ruperto Maria de M%nre>a O M. C — Un vo ­
lumen de 12^2 X 191/2 centímetror, de X V-19
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nado en tela, ptas "j' so 'Por xirreo <ertificado,
ptas. 0,4o más).
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Nv'eiss, V s ^ e las huellas del insigne Maestro.
Habiendo sido misionero, <x>noce tim> oien las ’ie■ cesidades de pueb’os y ciudades Su esiaio í?
Iluido y pomposo.
Levántate y anda Principios funaamentyles y
normas prácticas de auw* educación v cultora hu­
mana. Estímulos } onentacionei '■ acioaales hacia
ana vida mejor, por el R P. F r \p s '^ n o Su á r e z ,
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de X X V ,'72 págs. E n rústica, ptas 4; elegantemente en-cuademado en tela, ptas 5. (Por corleo, certifi•cado, ptas. o'40 mas).
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tela, ptas 4*25. (Por correo ertificado, ptas.
0 35 más).
El eminente pedagt^o aleman derrocha en
esta, como en todos <^us obras, su gian conociluicuto del corazón humano, su ciencii. téorica y
pníctica de la vida, su amor ilimitado poi la ju ­
ventud. Los arduos problemas están magistralmente tratados. Más completo sería <1 hubiera
tratado del reconfortante por excelencia, la '»ra
•cia, recibida en los Sacramentos. Pero a Fórsur
no se le podía pedir esto. Esto lo puede ver el
lector en otro libro también de grande actualidad
v oportunidad; E l Sistema Educativo del ]•'. Basco
por el P. Fierro, especialmente en el último capí­
tulo del 2® tomo.

misma O rden.— Un volumen de 9% x 15% cm.,
de XV-200 págs., con una preciosa lámina. Ele­
gantemente encuadernado en tela, ptas. 1. (Por
correo, certificado, ptas. 0*35 más).
María, auxilio de los cristianos, por D. F ede ­
R o l d a n , Canón^o de la S. I. M. y Fiscal Ge­
neral del Arzobispado de Sevilla- — Un volumen
de IIÍ 4 X 1 8 ^ cm., de 147 págs. E n rústica,
ptas. 1,25. (Por correo, certificado, ptas 0,35 más.)
Cúmplese en este año un doble y glorioso cen­
tenario, el de María Auxiliadora y el de Don Bosco,
En el año de 1815 el invicto y bondadosísimo
Pío V II colocó el último florón en la corona de
María Auxiliadora, dedicándole oficio y misa
propios en testimonio de gratitud a la Virgen por
el beneficio singular de haberle restituido libre y
victorioso a la Ciudad Eterna, después del duro y
prolongado cautiverio que le tuvo alejado del go­
bierno de la Iglesia; y en ese mismo año. bajo los
auspicios de María Auxiliadora, nacía aquel niño
privilegiado del Cielo, cuyo nombre se había de
asociar tan íntimamente al del Auxilio de los cris­
tianos, el Venerable fundador de la Congregación SaSalesiana, Don Bosco.
Como homenaje por este doble centenario, sale
a luz oportunamente la presente obrita, en la que
el autor sobradamente conocido y a por sus di­
versas obras literarias y por sus trabajos de prop ^ a n d a católica, expone el título de Auxilio
de los Cristianos en su triple aspecto: el teológico,
que se refiere a la indisoluble unión que con el
Verbo encamado, J esucristo, cabe a la Virgen en el
plan de la redención y en la realización hasta sus
últimas consecuencias de ese mismo plan divino;
el histórico o circunstancial, como lo llama el autor,
relacionado con la aclamación explícita de la Vir­
gen Santísima bajo este título merced a los grandes
beneficios otorgados al pueblo cristiano, y, por
último, el de las relaciones mutuas entre la Virgen
y Don Bosco y su obra salesiana, que hau dado
por resultado la advocación sintética de Maria
A uxiliadora.
E n la presente obrita, pues, aunque breve y sen­
cillamente, como el mismo autor confiesa, se ex­
pone el título de Auxilio de los Cristianos de la
manera más completa que puede desearse.
Por su fondo y por su forma no dudamos que
será acogida con agrado por el clero, por las per­
sonas piadosas y, en particular, por los admira­
dores de Don Bosco y por los devotos de María
Auxiliadora. (De Boletín biblioorápco).
rico

Durante el mes de octubre no dejéis un
soto día Je rezar el Rosario y aplicar ¡as
indulgencias por ¡os muertos de h guerra.

La vía interior más perfecta, qne más glorifica
a Dios y santifica al alma. — Obra escrita en

francés en 1683 por el R. P. A l e j a n d r o P in y , de
la Orden de Predicadores. Traducida en 1870
•con el título de E l cielo en la tierra, y nuevamente
•reproducida y corregida por otro Padre d la

Con aprobación de la Autoridad Elclesiástica:
Gerente: JO SE GAM BIN O.
Establee. Tip. de la S. A. Int. de la Buena Prensa.
Corso Regina Margherita, N. 176-aTU R IN

Fecha
1915.09
1915.10